El misterio del campeonato

Autor:Anco Suárez Rodríguez

Protagonistas

Historia

Adrián

Real Madrid B

Barcelona B

Inspector

Jesús

El otro día, el Real Madrid B jugó un partido amistoso contra el Barcelona B. Adrián, más conocido como “el rey del fútbol”, había metido 3 goles en 22 minutos. Y el Real Madrid ganó 6-0.

Hecho por Anco

Pero los del Barcelona B dijeron que uno de su equipo desaparecería el jueves 5 de diciembre.Y llegó el día, cuando Adrián fue a ver a Jesús, su compañero, él no estaba en su dormitorio.

Al final del partido, el Real Madrid B fue a darse la mano con el Barcelona B.

Hecho por Pablo S.,Nikita y Ricardo.

Rápidamente, Adrián llamó al inspector y le informó de que Jesús había desaparecido. Después, el inspector picó a la puerta y decidieron ir a investigar al

campo.

Hecho por Anui y Paula.

Hecho por Miguel y Pablo R.

Primero investigaron por el Estadio Bernabeu. Después de tanto investigar, encontraron una huella de una bota. Adrián, sorprendido,

dijo que era la huella de la bota de Jesús.

Hecho por Anco y Geovanna.

Luego investigaron en su dormitorio. Allí habían roto la cortina. Siguieron las huellas hasta que, en coche, llegaron a Barcelona. Siguieron, siguieron y al final las huellas se detenían en el estadio del Barcelona B.Adrián pensó que esto era obra del Barcelona B.

Hecho por Xagó y Erika

Cuando llegaron al vestuario del Barcelona B, encontraron la camiseta de Jesús y una mancha de tomate.

Entonces, fue cuando escucharon a Jesús

gritar:-¡Socorro!

Entonces, fueron a ver de donde venía ese

grito.Fueron al baño y allí

estaba Jesús, atado con una cuerda a la pared.

Cuando salieron del campo, fueron a buscar

a los futbolistas del Barcelona B.

Hecho por Iyán y Zaquiel

De repente, encontraron al equipo entero del Barcelona B.Corrieron hasta el coche y se metieron dentro, pero el futbolista mas listo había puesto un remolque y todos se metieron dentro. Pero de repente, Adrián se despertó.¡En realidad todo era un sueño!Y así, todo volvió a la normalidad.

Hecho por Anco y Geovanna.