el mensajero nov/dic 2014

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Page 1: El Mensajero nov/dic 2014
Page 2: El Mensajero nov/dic 2014

«Hubo un hombre envia-do por Dios, el cual se

llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar

testimonio de la luz, a fin de que todos creye-

ran por medio de él. Él no era la luz, sino un

testigo de la luz.» (Juan 1:6-8)

10 mandamientos para la PAZ en su familia. 1- AYUDE a crear un ambiente de confianza y paz a su alrededor. Amese usted mismo y a cada miembro de su fa-milia.

2- RESERVE momentos para el esparcimiento y la re-creación con su familia. Los niños y niñas aprenden ju-gando; la diversión aproxima a las personas.

3- EDUQUE por medio del amor. La conversación, el acompañamiento y el cariño son la mejor educación. Quien golpea para enseñar, enseña a golpear.

4- PARTICIPE con su familia en la vida del barrio. Abra su casa para el servicio a la comunidad.

5- RESUELVA los problemas con paciencia y tranquili-dad. Aprenda que aún las situaciones difíciles tienen su lado positivo.

6- COMPARTA sus sentimientos con sinceridad. Diga lo que usted piensa y escuche lo que los otros quieren decir.

7- RESPETE a las personas que piensan diferente a us-ted. Las diversidades nos enriquecen.

8- DE buenos ejemplos. La mejor palabra es lo que somos y hacemos.

9- PIDA disculpas cuando ofenda a alguien. Perdone de corazón cuando se sienta ofendido. El perdón es un gesto hermoso y valiente.

10- CULTIVE la vida espiritual y siembre valores que ayuden a desarrollar personalidades íntegras y solidarias.

«La Paz se vive en tu casa» - CLAI

El cap. 1 del Evangelio de Juan solemos leerlo en Adviento y Navidad. No nos habla de cómo nació Jesús, pero sí nos dice para qué nació Jesús, por qué vino al mundo. El Evangelio de Juan nos lo hace comprender a través de imágenes como luz y tinieblas, movimiento y exclusión. El tema de la luz: ¡qué impotentes nos sentimos cuando ésta falta! , los adultos decimos que no nos da miedo, pero... ¡qué inseguridad!.. Nos dice el texto que hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo para que diera testimonio de la LUZ…. y para que todos cre-yeran lo que él decía. Para el evangelista Juan, Jesús es el Verbo hecho carne (Jn.1:14), que ha venido a dar vida a la humanidad (1:4). Jesús es la Palabra que ha venido al mundo a traer luz (1:5) pero que debe volver al Padre Dios (20:17). ¿Qué significa que Jesús vino a traer LUZ?. Anunciar a la humanidad los misterios divinos, es decir que Dios le dio autoridad, poder, para realizar obras y señales que superan las posibilidades humanas. Juan el Bautista era una voz profética. Para muchos, oír la voz de Juan el Bautista era tan impactante que creían que él ya era ese Mesías que se esperaba. De todos modos se

debía investigar, quién era, qué hacía y qué quería. Es como cuando alguien llega a nuestras ca-sas y sin saber por qué le damos entrada, pe-ro luego nos asalta la duda, si esto es lo ver-daderamente correcto. De hecho por esa época había una secta que consideraba a Juan como alguien supremo, y Juan sabía que en esa secta a él se le otorga-ba el lugar de Jesús. Por eso mismo Juan de-bió encargarse de desmentirlo, pues su única función era preparar a la gente para la llegada del Mesías. Este texto nos habla a través de una imagen que es la luz, y que Juan viene a dar testimo-nio de la Luz. En estos tres versículos uno de los grandes testimonios acerca de Jesús que-da a cargo de Juan el Bautista, enviado por Dios. Juan da testimonio de Dios y del Mesías tal vez sin conocer todavía a Jesús, pero con plena confianza y en obediencia al Padre.

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NO RENUNCIES NUNCA

a buscar la verdad a querer la libertad a realizar la fraternidad.

ROMPE todas las rutinas, no aceptes ninguna resignación

REIVINDICA el orgullo de ser libre, expresa la voluntad de vivir, y hazlo lleno de frescor y de intrepidez, de ternura y esperanza

LA TERNURA es lo más humano de lo humano

LA ESPERANZA es apostar por el porvenir del hombre por un futuro que podemos inventar, porque él no está determinado ni por el pasado ni por el presente.

QUE TU ESPERANZA SEA TAN GRANDE como para esperar y luchar por lo que sabes no verás.

NO TE COMPLAZCAS, en el error ni en la injusticia.

NO ESTÉS CONFORME con lo que has logrado ni satisfecho contigo mismo... Inicia siempre nuevos caminos, comienza hoy un nuevo proyecto... Cuando dejes de hacer todo esto, ya estarás maduro para la muerte aún cuando tengas veinte años. Ezequiel Ander-egg.

A su vez Jesús va a dar testimonio de sí mismo diciendo: «Yo soy la Luz.... yo soy el camino, la verdad y la vida..., yo soy el buen pastor... yo soy la puerta... yo doy testimonio de mí mismo y mi testimonio es verdadero». Jesús sella la autenticidad de su testimonio personal, dándose a sí mismo en la cruz, por obediencia al Padre Celestial. Hay personas que no se dejan sorprender por el mensaje de Cristo, pero las hay quienes ablandan sus corazones para que en sus existencias se filtre la presencia del Espíritu de Dios. Este Espíritu es luz de vida nueva.

El cristianismo, a través de la histo-ria, fue comunicando el mensaje liberador de Cristo para toda la humanidad. Millones de personas participaron de esta comunicación. A su vez, cada uno de nosotros conoce personas que han supera-do el individualismo natural para que actúe con poder la presencia de Dios. Cristo habitó entre nosotros (Jn 1:14), acampó, puso su campa-mento en la humanidad. Es decir: la Palabra se hizo carne. Cristo se comprometió con nuestra vida y con nuestra historia, metiéndose bien dentro de nuestra existencia. De nosotros depende el mostrar con nuestras vidas el impacto que nos produce Jesucristo, así como Él nos mostró a Dios.

Le deseo un bendecido encuentro con Jesucristo, quien sigue habitando entre nosotros. Wilma Rommel - Pastora

Page 4: El Mensajero nov/dic 2014

Padre nuestro que estás en los cielos, Y también estás en la tierra, ya que viniste a nosotros en el

bebé Jesús, nacido de María y criado por María y José.

Y estuviste en el mensaje de los ángeles y en la alegría

De los pastores, en el rostro del niño de Belén y en el

cariño de María y José.

Estuviste en los sabios de Oriente y en aquellos que se alegraron por el nacimiento de Jesús.

Y estás en medio de nosotros, bien terrenales y humanos como María y José, los pastores y los sabios de Orien-

te, anidando en nuestros corazones…

Santificado sea tu nombre,

Para que te reconozcan como Dios judíos y cristianos, creyentes de una iglesia y de otra, y personas de buena

voluntad que confían en la existencia de un Ser Supremo, aunque te nombren de distintas maneras…

Venga tu Reino,

Que venga tu Reino de paz y justicia a nuestro mundo de reinos humanos, de los cuales algunos son muy pode-

rosos y otros con ganas de serlo, algunos intentan gobernar el mundo y otros tratan de oponerse a ello, algunos

optan por infundir miedo por las armas, los ejércitos y las ideologías militaristas, y otros tratan de persuadir a

sus ciudadanos/as de que es necesario resistir las afrentas con orgullo, coraje y con la vida misma si es necesa-

rio…

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra,

Que prefiramos cumplir tu voluntad antes que la nuestra; ser portadores de paz antes que de odio; de justicia

solidaria antes que de injusticia y egoísmo; de comprensión antes que de fanatismo; de diálogo antes que de

monólogo… y se cumpla tu voluntad en nuestros labios y pensamientos, en nuestros sentimientos y acciones,

en nuestras relaciones y en los ámbitos de poder, en el país y en las relaciones internacionales.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy, Así como, seguramente, nosotros comimos ayer, también lo podamos hacer hoy. Y que no pidamos sólo por

nosotros y nuestros seres queridos, sino también por quienes sabemos que les falta el pan, o el techo, o una

buena educación, o una familia bien constituida, o el cariño indispensable para la salud mental y emocional.

Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores, Aunque no siempre somos capaces de perdonar, porque somos demasiado humanos, enséñanos a ponernos en

el lugar de la otra persona (aunque ella no nos guste). Aunque el amor que nos enseñó Jesús signifique para

nosotros un esfuerzo extraordinario, ayúdanos, Señor, a hacer de nuestra vida algo extraordinario, no por figu-

rar sino por puro amor, no por vanidad sino por bondad, no por segundas intenciones sino por transparencia de

corazón. Y te pedimos, entonces, que no tomes en cuenta todos nuestros pecados, cada error, cada mala inten-

ción, cada acto fallido, cada falta por acción u omisión, porque, si así fuera, no podríamos nunca sentirnos dig-

nos de ti y alegrarnos con tu presencia.

No nos metas en tentación,

sino líbranos del mal.

Tentaciones tendremos, como las tuvo el propio Jesús. Por eso te pedimos, Señor, que, a pesar de ello, y sin

olvidarnos de nuestra humanidad, no permitas que nos hundamos en los errores y en las injusticias, en la indife-

rencia frente a los pobres, los que sufren y los oprimidos. No permitas que nuestra vida se transforme en fraca-

so porque no pudimos con nuestro egoísmo, nuestra soberbia y nuestra ceguera ante los problemas de los de-

más.

Porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Tuya es nuestra vida y la Creación entera. Tu Reino ya comenzó pero no terminó. Ya está actuando y sigue en

marcha. Somos ciudadanos/as de este Reino, aunque también lo seamos de los reinos de este mundo. Que po-

damos ver siempre, Señor, que, más allá de nuestras instituciones, de nuestra sociedad, de nuestra comunidad

de fe, de nuestra iglesia institucional, está la institución de tu soberanía, de la gran sociedad comunitaria por la

cual Jesús arriesgó sus palabras y sus obras, y murió en la cruz… para resurgir de ella por el poder más grande

que Tú sigues poniendo a nuestra disposición: el poder del amor. Ese amor es entrega solidaria, es vida que

sólo es posible cuando se hace comunión y amistad. Ese amor es la esperanza para nuestro mundo, porque el

fundamento no está en nosotros sino en Ti, Señor. Ese amor es la ternura del bebé de Belén y de todos los

bebés; y es la fuerza del Resucitado que nos fortalece ahora y siempre. Así es. Así será.

Álvaro Michelin Salomon

Page 5: El Mensajero nov/dic 2014

«¿No hice yo subir a Israel de la tie-

rra de Egipto, y a los filisteos de Caf-

tor, y de Kir a los arameos?»

(Amós 9:7)

LOS GUERREROS DE CAFTOR Con las fabulosas historias del hercúleo Sansón, así como de sus golpes de fuerza y de sus gestas, deriva un gran con-flicto. La palabra «filisteos» ha entrado con muchos signifi-cados en el mundo moderno. ¿Quién no conoce la trágica historia de amor de Sansón y Dalila, la cual lo denuncia a los fillisteos? ¿quién no recuerda la fuerza sobrehumana de Sansón que con la mano destroza a los leones y con una mandíbula de asno mata a un millar de filisteos, y finalmen-te, enceguecido y abandonado por la amada, en un terrible arranque de cólera derrumba un templo de los filisteos? Sin embargo, las noticias que se tienen sobre los filisteos son escasa y a pesar de haber tenido una parte tan decisiva en la vida de Israel, su papel permaneció por largo tiempo envuelto en el misterio. Sólo recientemente y luego de la-boriosas exploraciones, vieron la luz hechos de un drama-tismo inaudito. Noticias espantosas preceden la llegada de estos extranjeros que aparecen en los confines del espacio vital del mundo antiguo, sobre las costas de Grecia. Llegan sobre carros tirados por bueyes, pesados vehículos con ruedas en forma de disco, sobrecargados de útiles y de pro-visiones, acompañados por mujeres y niños y precedidos de hombres armados. Llevan escudos redondos y espadas de bronce, los envuelve una gran nube de polvo porque son muchos, innumerables y no saben de donde vienen. Inicial-mente se los ve venir desde el Mar de Mármara, prosi-guiendo el camino hacia el sur, a lo largo de las costas del Mediterráneo. Sobre las olas del mar aparece una flota imponente en la misma dirección, una multitud de naves de alto bordo con hombres armados. En Asia Menor caen ciu-dades y pueblos y ninguno puede detener a estos extranje-ros que quiebran cualquier resistencia. Estas hordas dejan tras de sí incendios, escombros y campos devastados; sa-queando los magníficos criaderos de caballos de la Cilicia, robando tesoros de las minas de plata de Tarso y consiguen arrancar el secreto celosamente custodiado de la fabrica-ción del metal más precioso de aquella época: el hierro. Bajo tales golpes cae y desaparece una de las tres grandes potencias del segundo milenio a.C: el gran reino de los hiti-tas. Otra flota de conquistadores desembarca en Chipre, ocupa la isla y continúa la marcha hacia el interior, inva-diendo Siria y llegando hasta el Eufrates. Los incendios des-truyen las ciudades de la fértil llanura costera de la Palestina y se expande por mar y por tierra hacia el Nilo en Egipto. Israel, desde sus campos y prados, deben haber visto sola-mente pasar la onda destructiva ya que sobre el particular la Biblia no dice nada. En realidad, Israel no es afectado, los que son sometidos a fuego son las ciudades de los odiados cananeos. Ante esta situación, el faraón Ramsés III reacciona febril-mente y dispone los preparativos para la lucha, ordenando

la movilización general. Al oeste de Tebas, sobre el Nilo, se levantan las imponentes ruinas del fastuoso templo del dios Amon del período de Ramsés II (1195-1154 a.C), donde están esculpidos en pie-dra millares de metros cuadrados de documentos históricos, que dan testimonio del miedo que se había apoderado de Egipto al reconocer que los invasores arruinaron a muchos pueblos. Por eso Ramsés III arma a sus príncipes, coman-dantes y guerreros, y en la desembocadura del Nilo coloca naves de guerra, galeras y navíos costeros bien provistos y ocupados por valerosos guerreros bien armados. Con una fuerza nunca vista, Ramsés III se mueve contra las legiones extranjeras en una gran batalla campal. Si bien las inscripciones no dan muchos detalles sobre la batalla, un gran bajorelieve ofrece, a 3000 años de distancia, un cuadro de la terrible lucha: los carros de guerra egipcios, tirados por bueyes, irrumpen sobre los enemigos, arrollando inexo-rablemente a mujeres y niños. Si bien Egipto vence una batalla importante y las fuerzas enemigas son destruidas, las naves enemigas han consegui-do penetrar en el delta del Nilo, provocando una gran bata-lla naval a continuación de la lucha terrestre. También en este caso el templo del Dios Amon, en una gran escultura en relieve sobre la piedra, testimonia el éxito de las fuerzas de Ramsés III y la completa destrucción de la flota enemiga. Las dos batallas decisivas de Ramsés III, alejaron la amenaza por mar y tierra, una victoria que no tiene igual en la anti-quísima historia de la tierra del Nilo. Las primeras informaciones históricas sobre el célebre pue-blo bíblico de los filisteos provienen de los jeroglíficos del templo del dios Amon que ilustra como los «pueblos del mar» –así los egipcios llamaban a los conquistadores extran-jeros- a los filisteos del Antiguo Testamento. Los artistas egipcios sabían representar magistralmente la fisonomía de los pueblos extranjeros, haciendo resaltar sus rasgos más característicos. Los relieves de este templo re-producían con su reconocida fidelidad los rostros de los bíblicos filisteos, al punto que parecen fotografías esculpi-das en la piedra hace 3000 años. Las figuras altas y delgadas sobrepasan una cabeza a la de los egipcios. Se reconocen asimismo las particularidades de sus vestidos y de sus armas y su modo de comportarse en las batallas. Si en lugar de los soldados egipcios, nos imaginamos a los hijos de Israel, se tiene una imagen fiel de las luchas que algunos años después tendrán lugar en Palestina y que alcanzaron la fase más violenta hacia el año 1000 a.C, bajo el rey Saúl y el Rey David. Traducido y adaptado por el editor.

Page 6: El Mensajero nov/dic 2014

Oración de confesión de Calvino sobre la que haremos algunas reflexiones

«Hermanas y hermanos, en presencia del Dios santo, cada uno de nosotros confie-se humildemente su pecado: Señor Dios, Padre eterno y todopoderoso, reconoce-mos y confesamos ante tu santa majes-tad, que somos pobres pecadores. Naci-dos bajo la esclavitud del pecado, incli-nados al mal, incapaces por nosotros mismos de hacer el bien, transgredimos cada día y de diversas maneras, tus san-tos mandamientos, atrayendo sobre no-sotros, por tu justo juicio, la condenación y la muerte. (Pausa) Pero Señor, sentimos un vivo dolor por haberte ofendido; nos condenamos a no-sotros y a nuestros vicios con un verda-dero arrepentimiento; recurrimos a tu gracia y te suplicamos vengas a ayudar-nos en nuestra miseria. Quieras tener piedad de nosotros, Dios bueno, Padre misericordioso, perdonán-donos nuestros pecados por el amor de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Salvador. (Pausa) Borrando nuestras faltas, concédenos y aumenta continuamente las gracias de tu Santo Espíritu a fin de que, reconociendo nuestras faltas, seamos movidos viva-mente a renunciar a ellas, y a llevar fru-tos de justicia y de santidad que te sean agradables, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

REFLEXIONES SOBRE

LA LITURGIA CALVINISTA Segunda y última parte del artículo publicado

en «El Mensajero» Nº 263. Algunas reacciones posibles en carácter de constata-ción y otras formuladas como interrogantes. Para quienes están familiarizados con el lenguaje de

la liturgia valdense en su traducción de 1936 y también

con las versiones más recientes, el texto de Calvino resultará muy familiar. Se acentúan: el sentimiento de la miseria humana en contraste con la santidad de

Dios; el reconocimiento de la culpa del creyente y la confianza en la misericordia de Dios; el dolor por las

faltas cometidas y la serena certeza del perdón por el amor de Jesucristo; la esperanza de que una vez bo-rrada la culpa, el Espíritu de Dios nos transmita la gra-

cia de llevar frutos de justicia y santidad. La secuencia de la oración sigue un itinerario en el

que se invoca sucesivamente al Padre, al Hijo Jesucris-to y al Espíritu Santo, de tal manera que la confesión

del pecado es integrada a la confesión de fe, no sólo como expresión de unidad de todos los momentos del culto, sino también como itinerario para la vida cotidia-

na del cristiano en una secuencia de reconocimiento de la culpa y el gozo por la certeza del perdón. Seguramente, para la expresión del mismo senti-

miento de culpa y arrepentimiento, el vocabulario de

Calvino, que se ha mantenido sin grandes cambios en nuestras liturgias actuales, no es convincente para los oídos de los miembros de las comunidades reformadas

del siglo XXI. Indudablemente, para expresar el mismo sentimiento genuino del siglo XVI sobre la realidad de nuestra vida,

personal y comunitaria, deberemos recurrir a un voca-bulario propio del tiempo y de la región en que vivimos.

A modo de ejemplo ¿no sería adecuado sustituir la expresión «estado de pecado» por «estado de alienación» y «absolución» por «liberación»? Bajo la influencia de las corrientes de «autoestima» y de «autovaloración» con las que se procura eliminar

toda señal considerada negativa para el desarrollo de la personalidad, el reconocimiento de la culpa o de la alienación, no es «atractiva» para el ciudadano del siglo XXI.

En consecuencia, es imprescindible encontrar, no sólo los vocablos convincentes para nuestro tiempo, sino que es mucho más importante rescatar el sentido de nuestra relación con Dios en términos de reconocimiento de nuestra naturaleza humana y a la vez, tomar verdadera conciencia del perdón que Dios nos otorga.

Si hay resistencia a la confesión de nuestra realidad humana deberemos preguntarnos si no estamos pro-piciando esa confesión en forma equívoca, esto es, descuidando o no acentuando debidamente la experiencia

del gozo por el perdón recibido de Dios, un gozo mucho más grande que el dolor del arrepentimiento, porque nos transforma en seres liberados.

Insumo producido por la Comisión Sinodal de Liturgia de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata.

ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA

Domingo 30 de noviembre de 2014 - 9:30 hs. Están todos invitados a participar y conocer

la marcha institucional de IERBA.

Page 7: El Mensajero nov/dic 2014

territorios

ocupados por pueblos

originarios HOY.

Mini-Sínodo Valdense: Centro Emanuel, un lugar en las afueras de Colonia Valdense, Uruguay que trasunta

tranquilidad y paz. Ideal para reuniones como la realizada el 6 y 7 de setiembre en carácter de pre-Sínodo, con la pre-sencia de delegados de las Iglesias de Uruguay y Argentina.

Se abordaron diversos temas que preocupan a las comunidades de nuestra iglesia, buscando de alguna manera de en-cuadrarlos y sistematizarlos en la búsqueda de caminos apropiados para resolverlos.

Las conclusiones a las que se llegaron, por supuesto sólo abarcan una parte de toda la problemática y deberán ser trata-dos por el Sínodo, lo cual permite preveer que con casi seguridad todo se extenderá más de lo deseable ya que la misma dinámica de la vida hace que una solución para hoy, mañana deja de ser actual. Como reformados sabemos que nada es

estática y podemos ser optimistas adecuados para el futuro de nuestra iglesia. Sentí en éste encuentro la presencia en forma inequívoca del Señor, principalmente por la Fe y el entusiasmo manifesta-do por todos los presentes, tanto en las opiniones vertidas, como en los cánticos interpretados con fervor.

Debo también resaltar el ambiente de amistad, camaradería y alegría entre todos los presentes que contribuyó sin duda alguna en el éxito del encuentro. Pero lo que más me impresionó, con una mezcla de sorpresa en el Culto del domingo a la mañana, fue el entusiasmo y

alegría manifestado por todos y a veces con momentos casi improvisados, lo que dio un carácter auténtico y especial. Como conclusión tengo la positiva impresión de que la Iglesia sigue viva manteniendo nuestra Fe y Esperanza. Fortunato Gurtner.

Encuentro Mes de la Biblia

Cuántos de nosotros sabemos que la constitución del año 1994 dispone “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos y garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural» y que

aún hoy (20 años después) NO ha sido reglamentada? «Hacha sin filo» la llaman quienes son los directos perjudicados, explicando que un hacha (la ley) es una herramienta fundamental, sobre todo para quienes viven en

el monte,... pero si no tiene filo (reglamentos) carece de utilidad práctica. Esta es la realidad actual de TODOS los pueblos aborígenes en la República Argen-

tina, que sufren la negación del derecho a sus tierras y la indiferencia con respecto a su identidad, a excepción de algunas agrupaciones, ONG e iglesias que los siguen acompañando e impartiendo educación como vehículo indispensable de inclusión, a

la vez que apoyan la revalorización de sus raíces. Las primeras misiones «del blanco» fueron padres salesianos, franciscanos y angli-canos en el norte y en el inhóspito sur, Thomas Bridges, un misionero anglicano

inglés que convivió y dio trabajo a onas y yaganes. Estas informaciones y anécdotas fueron vertidas por la cálida hermana Mabel Quin-teros, integrante de ENDEPA (Equipo Nacional católico de Pastoral Aborigen), quien

nos deleitó con sus conocimientos del tema: «Cómo llegó la Biblia a los pueblos aborígenes» en un concurrido encuentro en nuestro templo, el 17 de setiembre en el marco del Mes de la Biblia. Cabe acotar que la Iglesia Evangélica Valdense del

Rio de la Plata, de la cual IERBA forma parte, integra la JUM (Junta Unida de Misio-nes) quienes desde hace 50 años acompaña a los pueblos originarios, especialmen-te de la provincia del Chaco. La Biblia traducida al idioma Qom (Toba) está en pro-

ceso de impresión, mientras que el pueblo Wichi, ya cuenta con la Biblia en su idioma. GN.

Domingos 10:30 hs. ENERO 2015: 11 y 25 (11 con Santa Cena) FEBRERO 2015: 8 y 22 (8 con Santa Cena)

Page 8: El Mensajero nov/dic 2014

“El Mensajero”, boletín bimestral, fundado en el año 1937, es el

órgano oficial de IERBA, Iglesia Evangélica Reformada de Bue-

nos Aires, que funciona en la sede inicial de la Iglesia Evangéli-

ca de Habla Francesa del Río de la Plata, Olazábal 2842, 1428

Buenos Aires. IERBA resulta de la fusión de tres comunidades:

la primera nombrada, la Iglesia Evangélica Suiza de Buenos

Aires y la Iglesia Evangélica Valdense de Buenos Aires. A partir

del año 1972, IERBA está adherida al Sínodo Valdense. Registro

Nacional de Cultos nº 479 (Ley 21745 - Decreto 2037/79).

Se permite la reproducción de los contenidos de “El Mensa-

jero” citando la fuente.

Como todas las iglesias nacidas de la Reforma, IER-

BA reconoce a Jesucristo como su único jefe espiritual y

a las sagradas escrituras como regla de fe y conducta.

Atención Pastoral: Alvaro Michelin

Salomon urgencias: 4782-0804 - 15-52597511

ó 4761-2681 - 15-62093465

Recordamos a quienes sienten necesi-

dad espiritual y/o de acompañamiento pastoral, deben solicitarlo a los teléfo-

nos 4784-7121

ó 4782-0804

Director: presidente del Consistorio de IERBA, Cecilia Gurtner -

Equipo de redacción: Héctor Berger (editor responsable),

Pastor Alvaro Michelín Salomón y colaboradores. Diagrama-

ción y coordinación: Graciela Negrin. Los artículos con indica-

ción del autor son la expresión de éste sobre el tema, no respon-

sabilizándose la Redacción del contenido de los mismos. Regis-

tro de la Propiedad Intelectual nº 55234

DIAS Y HORARIOS SECRETARIA Lunes a jueves -15 a 19 hs.

Estudio Bíblico adultos: todos los miércoles a las 18 hs. Pregun-tar en secretaría, ya que algunas

semanas no podemos reunirnos. Consistorio: 16 de setiembre a

las 19 hs.. Damas: 2dos. jueves de cada mes. 11 de setiembre y 9 de oc-tubre, siempre 15:30 hs.

Page 9: El Mensajero nov/dic 2014

I.E.R.B.A. - Olazábal 2842 – C.A.B.A - Teléfono: 4784-7121

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Los invitamos a “hojearlos”.

Quienes deseen realizar sus aportes vía depósito bancario, agrade-

cemos solicitar en secretaría, Nº de cuenta y entidad bancaria. Gra-

cias.

Quienes deseen publicar sus avisos, pueden comunicarse con

secretaría.