el - memoria chilena · tu alzas tu careza... til alzas tu cabeza, tu triste cabeza encenclida, y...

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ARiMANDO U R I B E A R C E El engafioso laiid 1 9 5 6 EDICIONES DEL JOVEN LAUREL

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A R i M A N D O U R I B E A R C E

E l e n g a f i o s o

l a i i d

1 9 5 6

E D I C I O N E S D E L J O V E N L A U R E L

A R M A N D 0 U R I B E A R C E

E l

e n g a f i o s o

l a ~ d

E D I C I O N E S D E L J O V E N L A U R E L

Proyect6 la edici6n M A U R I C I O A M Y T E R

Esta edicidn ha sido ordenadn por la Acndetnin Lite- raria de Ex-alumnos del Saint George’s College, bajo 10s citidndos de su Ascsor don R O Q U E E S T E B A N S C A R P A

a D. Roque Esteban Scarpa con “temeroso espaiito”

E l e n g a i i o s o l a h d

L U Z D E I N V I E R N O , R O C I O . . .

LUZ de invierno, rocio de papel, agua sucia, ciega terrosa luz que me impide cantar, tengo el triste prefacio del invierno leido desde el dia mis duke del tiempo, que no existe.

Y es temblar sin seiiales de temor, es mirarte la cara con 10s ojos cerrados; todo el dia se pasa en respirar tu ausencia que me piercle en palabras que no existen, o versos.

9

E L L A A P A R E C E R E P E N T I N A A f E N T E . . .

Ella aparece repentinamente, como un prijaro, y yo despierto de mi suefio invernal con 10s ojos cargados de miedo y de palomas marinas que pusieron sus huevos pardos en mi cabeza.

Toclo es igual. Td, como cisne, descansas con la cabeza apoyacla en el hornbro, mientras mis esperanzas cansadas como el agua corren junto a tus plumas, clolorosas y blanclas.

Y A N O S E D O N D E V O Y . . .

Ya no SC cl6nde voy, c6mo hablar, cGmo amarte y abrir a1 mismo tiempo 10s ojos a1 enigma que en forma de palomas o de letras aladas pugna por escapar a mis labios heridos.

Heridos y celosos. T u voz, amor, me importa mAs que [toclos 10s versos.

Y a1 abrirte 10s labios. con semillas de besos me suben las palabras ,comunes, 10s “amores”.

10

T U A L Z A S T U C A R E Z A . . .

Til alzas tu cabeza, tu triste cabeza encenclida, y el clia retrocede, el tiempo retrocede, y la aurora boreal llena la tarde.

Td alimentas mis ojos con tu l u z imprecisa y el color cle tus ojos me hace cerrar 10s mios y en la tarde opalina como arroz, como ausencia, mi cuerpo se deshace en silencio, en amor.

T R I S T I S I M A P A L 0 hl A . . .

Tristisima paloma de suefio, casi olviclo que tiemplas con tu mhsica 10s olvidos enteros, llamas mi voz alada per0 el dia se muere porque la voz oculta un amor imposible.

iQuC clerrames de luz! Olvido; cae nieve persistienclo en la luz que crea las palomas; tte vas hasta la muerte? Llkvame de recuerdo como una linea triste que termine tu nombre.

11

Q U I E R O V E R T E . . .

Quiero verte. Quiero verte. A ti. Con tu vesticlo nuevo. Ese que me quiere aunque td no me quieras.

( Q U I E N E R E S T U ? . . .

&uiCn eres td? &6mo eres t6? (son las preguntas que hago cuando converso con nifias).

Unas me contestan “no st” otras me contestan “hasta luego” per0 las mis amadas callan y suspiran como si yo fiera ellas.

12

Q U I E . R O E V I T A R S E R Y O . . .

Quiero evitar ser yo a traves de un tratamiento de ser t6 que me darris t6 con tu amor clulce.

Yo no te pido mi, que un poco de ese amor. Cuanclo sea til completamente olvidame y morirC.

O I G O M U S I C A Y N O T E N G O C A R A . . .

Oigo mssica y no tengo cara para oirla, no tengo oidos para apreciarla, boca para besarte a travds de ella.

T6 mientras tanto oyes m6sica y floreces como si te fuera una flor dada descle la raiz con 10s minerales mrigicos cle estas regiones subterrineas o celestes.

13

.A J E N 0 A hl I M I S fil O . . .

Ajeno a mi mismo sac0 una nuez de ti; aparenta el sol, con todas sus divisiones.

En un aposento nazco, en otro muero. En el m6s nupcial te amo y me amas.

Y O T E A M 0 Y L O S R O S A L E S . . .

Yo te amo y 10s rosales dan rosas. Yo doy pies, yo cloy manos y ojos.

Y 10s rosales clan rosas.

C O M E R E P I E D R A S F E L I C E S . . .

Comer6 piedras felices de ser comidas por un amante. Beberk tinta feliz de no escribir y hacerse sangre.

Me conocerris negro como un carb6n o bien, blanco como ceniza que se aventarA si soplas, cubrikndote.

T U S P E C H O S R E S A L T A N . . .

Tus pechos resaltan como corderillos pastando. Esto lo clijo Salom6n y yo lo repito con gusto.

Espero que me des esos corderos para acariciarlos. Yo tengo la mano suave y soy un lobo con pie1 de oveja.

15

A T I T E E N T R E G O T O D O . . .

A ti te entrego todo, hasta lo que no tengo; lo que tengo lo olvido para no ser sin0 tG.

Llegar6 el clia en que no me veas mi, per0 levantarris una mano y yo tomark una flor.

S A L D R E M 0 S A C A M I N A R . . .

Saldremos a caminar: 5rboles; t6 y yo como dos pajaritos. Canta tG; yo buscard ramas para hacerte cosquillas en 10s prirpados.

El dia se acaba. Pijaros acostaos. Arbol dame tu copa. En tu coraz6n moraremos yo y mi amor.

16

L A S H O J A S Q U E C A E N D E L O S

A R B O L E S . . .

Las liojas que caen de 10s irboles son como barquillos de otofio que se comen con 10s ojos y se deshacen en 10s pirpados delicados de las mujeres.

Yo no he querido clecir nada de particular per0 si a ti, mi amor, te parece bien te cleclicarC esta lioja de boj que cae.

Y ese instante es el mAs duke, el mis recorclado de toda la vida: cuando una hoja cayendo mezcl6 sus colores a1 frio de la calzada,. a1 calor de nuestra alma.

P A R T E D E M I , P A R T E D E T I . . .

Parte de mi, parte cle ti, est5 en el suave contact0 de las pieles que como si I'ueran tigres de sex0 contrario miran a1 venado con iddntico ojo.

Pero somos hombre y mujer y no tigres y estamos en un lugar civilizado donde se apagan las luces solamente cle noche y se requieren dientes de marfil en el dia.

Y lejos cle nuestra pie1 10s tigres de la leyencla se quejan; despojados de sus bellos instintos vagan por una selva cle teclio azul.

18

U N B E L L O P E R F I L S I G N I F I C A . . .

Un bello perfil significa el trabajo de muchos dias. El sol ha pasado su lima y la luna limpia y suaviza.

Luego yo Ilego con mi cefio duro y a medias imperfecto. Nuerdo la boca y desarreglo la creaci6n de mucho tiempo.

19

H A V E N I D O E L O T O g O . . e

Ha venido el otoiio y mi amor se ha muerto. No es el otofio el causante de su muerte. Ha venicio el otoiio y mi amor se ha muerto pero no es el otoiio el causante de su muerte.

Mi amor se ha muerto de muerte no de hojas de otoiio, ni de brisas de otoiio, ni de palabras de otofio. hli amor se ha muerto de su propio otofio.

Y O V I V O D E T O D O S L O S D I A S . . .

Yo vivo de toclos 10s dias, yo vivo de un racimo de uvas que est5 macturo en marzo, yo vivo de tu sonrisa que est5 msdura en abril si yo te he aniado todo el verano.

Per0 t6 no te dejas amar, no quieres ser racimo mio, espriinirte no quieres en mis brazos. Yo ahora bebo un vinillo hecho de aire y rocio y de polvo oscuro y fino.

20

C O M O S E H A C E V I N O C O N

T U S 0 N R I S A . . .

C6mo se hace vino con tu sonrisa si se la sabe conservar bien; vino blanco. En las largas velaclas de invierno, en las nerviosas

yo bebo de ese vino, y en el siguiente otoiio. [crisis de primavera, en 10s insomnios de verano

H A L L E G A D O E L I N V I E R N O . . .

Ha llegado el invierno y yo estoy despierto despues del otoiio y el dolor se ha agotaclo. El verano prepar6 ese fruto, el otofio lo dor6 por fuera y por dentro se lo comian sus gusanos.

El invierno ha llegado y yo quiero irme.

21

C M E R E C I A M O R I R ? . . .

<Merecia morir? No sC. QuiCn sabe. Curindo. Es triste esta continua lista de muertos, flores de estio que se secan a1 hablar de sus formas porque no estrin. $us Formas? Muertas, y derramadas.

Es una sola voz la que crece en el sitio donde murieron ellos, mis infinitos cuerpos, y la voz nada dice sino mhsicas sordas inaudibles y ciegas, y espantosas y Ihgubres. Y dicen qu6, ay, curindo, ay, adibs, ay, mi nombre.

P I E R D O E L D I A F I N G I E N D O . . .

Pierdo el dia fingiendo alegrias de polvo y espero que en la noche aparezcan 10s dioses.

Los dioses o las furias. El deseo de hablarte. El horror de asistir a mi propia visita.

23

C I E R T A M E N T I ? . . .

Ciertamente -dije una vez- cerrarC 10s ojos, abrirC la boca, dire ay, y la muerte me abriri 10s ojos, cerrari la boca, se llevari ese ay a su pais de gemidos, a su patria.

Yo no puedo adivinar ahora d6nde ser5, cuindo seri, c6mo serP y la gente que acompafiando mis restos dirP jQUC perdida para el pais y sus amigos!

Per0 puedo adivinar quiCn no estari entonces, y quiCn estarA hasta entonces!

E S T A V I D A Q U E Y O N O A L C A N Z O

A V E R . . L

Esta vida que yo no alcanzo a ver y me roclea sin embargo es la que deberia ser objeto de mis actos de rabia, amor, incliferencia o muerte.

Sin embargo yo dirijo mis palabras y mis mociones a1 mundo de 10s muertos clonde toclo es de sal y gotean 10s actos y las palabras eternamente.

E N S U E G o s . . .

En suefios yo converso con 10s muertos sabienclo que son muertos (ellos tambih lo saben), me abrazo a ellos y pretenclo retenerlos pero en medio de una multitud retroceclen.

Yo entonces quedo solo, estoy clespierto, no me parece duke tener que respirar; la nostalgia de esa regi6n de pura nostalgia me impide sonreir en todo el clia.

25

Y O . N O P U E D O E S T A R T R A N Q U I L 0 . . e

Yo no puedo estar tranquilo: no me dejan extrafias potencias que se han aduefiado de mi alma. No me clejan, no me dejan. Siempre preserites como personas cle la familia, me aman.

Yo Clas amo? (las odio? (las conozco? (Las conozco [siquiera?

Ni siquiera conozco sus caras. Nacla, nada. Sin embargo no puedo estar tranquilo pues sus caras sin caras son miscaras cle mi alma.

E S C O M O U N A E N F E R M E D A D . . .

Es como una enfermedad como una enfermedad larga y estQil caminar por la calle sin nada que hacer si no es caminar por la calle.

A la hora cle doce, a las seis cle la tarde, en la mafiana. Caminar como sonimbulo, larga y est6rilmente ocupado en parecer ocupaclo como un hombre cle negocios sin negocios y en quie-

[bra.

27

A H O R A V O Y A N D A N D O P O R L A

C A L L E . . .

Ahora voy andanclo por la calle. C6mo ancio por la calle.

En el suelo veo suelo, en el aire veo aire, y en las caras conocidas quC otra cosa que caras conocidas.

Andando, andando, llego donde iba.

S 0 L 0

Solo, triste, me persigno para vivir, como si de persignarse viviera el hombre.

Y bien, vive de signos de la cruz, de cruces. Vive de esos aires extremaiamente misteriosos que se hacen a1 arroclillarse, a1 clormirse, a1 morir.

28

E N L Q S D U L C E S D I A S D E O T O f i O ...

En 10s dulces dias de otofio, en las dulces tardes de otoiio, cuando las hojas son moraclas y la tierra firm, y se ainontona y luego se alisa, yo comprenclo a 10s inuertos cacla uno en su lugar y yo en el mio:

Y O N O L E T E N G O V Q L U N T A D . . .

Yo no le tengo voluntad a1 rey del suelo, el polvo, que no se levanta tin codo para ver q u i h soy yo.

Le pregunto quiCn soy iy me contesta! Contesta que soy polvo.

29

V I V I R E , A Y , V I V I R E . . .

VivirC, ay, vivid, f

entre cosas, preguntas, contestaciones, entre nombres que me cloy y nombres que me quito, recuerdos de ti, de mi, de ellos, de 10s ausentes, presentes, olviclaclos, demasiado que-

[ridos, lejanos, turbios, amigos, cdebres, muertos, nerviosos, olvidaclos. ZVivirk?

A N T E S D E L L A M A R M E C O M O

M E L L A hi O . . .

Antes cle llamarme como me llamo me puse a llorar, dispuesto a elegir un nombre mAs duke: Angel.

Pero no se podia, estaba el cielo poblado de ingeles. Y yo existia en mi nombre y hablaba.

30

A U N Q U E Y O N O S E P A N A D A . . .

Aunque yo no sepa nada, aunque est6 equivocado y el mundo y el amor Sean otros yo juro que Dios mio es Dios mio, aunque yo no jure, y aunque yo jure.

He aprenditlo est0 no por mi sino por El, y aunque no lo haya aprendido jtengo 10s ojos para ver! Ciegos mis ojos, y Lo ven.

E S T A T A R D E . . .

Esta tarde he estado con unos amigos. No pas6 nada.

Esta tarde gloriosa he estado con unos amigos. Nada pas0.

Esta tarde nada pas6 pero yo estuve con unos amigos gloriosos que tomaron el tC.

Esta tarde han pasado muchas cosas.

31

P E R D I D O E N L A F L O R E S T A . . .

Perdiclo en la floresta rellexionaba asi: Estoy perdido; quC hago, d6nde paso la noche; estoy percliclo; no tengo un amoroso lecho, un Bngel que haga mi cama con sus manos de Angel. Soy una bestia, pequefia bestia aqui; ;dbnde esconclerme ahora que en las calles de este bosque anhelante suenan 10s pasos grises de las bestias mayores?

Y me contaba cuentos y cerraba 10s ojos y desaparecia mientras el bosque enter0 preguntaba por mi.

32

Q U E D U L C E E S E L A I R E . . .

Que clulce es el aire que crean 10s aromos. En las maiianas grises 10s aromos cantan.

Yo 10s miro cantar con la boca abierta y las narices suaves. Su b4lsamo me penetra en la respiracibn y es una gloria llamarse hombre.

33

P A S T 0 V E R D E . . .

Pasto verde, altos Brboles de madera caE.

Una hoja cae, amarilla de un amarillo claro; emociona a1 pasto.

H E V I S T O U N P E T I R R O J O . e .

He visto un petirrojo bautizarse en el agua. No es mucho per0 es algo. Bautizarse en el agua un petirrojo. Que hermoso se veia: yo lo he visto.

35

O C U L I : O J O - 0 -

Oculi: ojo. Tristeza: grief. Asi siguen 10s idiomas sonando como campanas.

Oye cantar el gallo y no sabe d6nde, 6culi: grief, ojo: campana. tTristeza? Gallo, gallo.

E L L I M O N T I E N E M I L A C U D E Z A S

Q U E D E C I R . . .

El lim6n tiene mil aguclezas que decir cuanclo se le conoce en forma de limonada. Se rie del azhcar que ha clisuelto y llama en su ayuda a1 paladar. Este, que es muy educado, asiste a1 singular duelo de azhcar y Acido, y decicle darle las palmas a1 lim6n por su fina lengua y su cabeza ensortijada.

36

Q U E R E T A R O , P A J A R O e . .

Quer6taro. Pijaro tropical, cantador. Quiero decir te quiero, digo QuerCtaro. P5jaro intruso. Y no te quiero.

37

C U E N T A N L O S H O M B R E S . . .

Cuentan 10s hombres que hace afios hubo un crimen en el Paraiso: algo asi como un rob0 cle manzanas. Los culpables se enfermaron de la fruta mal habicla y fueron asistidos por 10s gusanos que moran en las

[manzanas y la tierra fuC de 10s gusanos.

D E S P U E S D E S A L U D A R M E . . .

DespuCs de saludarme me dejC solo, me quedC jugando a l g h juego olvidaclo ya. Caia la tarde. Vino ella y entre esos cubos de cart6n o madera la noche construy6 sus torreones y sus gestos.

39

N A D A E S ' D E M A S I A D O C I E R T O . . .

Nada es demasiado cierto. Si me preguntas qu6 veo, veo alas y veo siglos, .

y veo Angeles y veo mi cara gris y un caballo de ceniza y un aliment0 que se deshace a1 imperio del tiempo, y veo un Angel.

Per0 no me veo a mi mismo porque suefio con 10s demAs per0 me evito.

Angel que me haces Angel ven a verme a ver si me ves, a ver si mis ojos se ven en el aire.

40

A N T E S D E N A C E R . . .

Antes de nacer me cledicaba a1 aire. Qu6 bello pijaro fui, qut nube sonrosada. A1 nacer me dediquC a volar en linea recta hacia el vacfo donde estoy ahora donde te veo donde camino con las alas despegadas buscando el cielo que perdi por azar.

E L M O H O D E L A S C A L L E S R E C U E R D A . . .

El moho de Ias calles recuerda las viejas estampas de Londres donde un arpa entrevista a travks de 10s vidrios hace pensar en tu boca llena de melodias y olvidadas romanzas en ruso o italiano.

41

Z C O N Q U I E N H A B L A R ? . . .

;Con qui& hablar? Conmigo. ;Quikn eres til? Soy yo. @lien yo? T6 misma Ah, entonces he perdido el tiempo tontamente.

43

T I E N . E S R A Z 0 N . . .

Tienes raz6n: soy un tonto. Pero no me lo digas, ddjame la esperanza de clecirmelo yo: como me creo inteligente no me convencere; y mi humildad saldrP favorecicla de esta prueba, y mi soberbia.

C U A N D O Y O A M 0 A L G O m . .

Cuando yo amo algo no lo acaricio, n6. Cuando amo lo trato de olviclar prontamente.

Asi me consuelo pensando en mi como en el ~ n i c o subsistente, heroico, solo.

44

P A R A Q U E P R E C U N T A R N O S . . .

Para que preguntarnos. Para que angustiar la propia angustia con preguntas.

{Para quC? Para eso, para vivir con la pregunta a1 cuello, angustiados con la pregunta, . pregunthdonos por la angustia.

45

H E R E N U N C I A D O A M I S D E S E O S . . .

He renunciado a mis deseos de ser rey, de ser Angel. Ahora me conform0 con poco cleseinclome a mi mismo.

Per0 es mis dificil que ser rey (no basta una corona), ser Angel es mis ficil: alas tienen 10s pdjaros. Yo no sC lo que tengo y debo encontrarlo.

M E D I C E N : M I R A T E...

Me dicen: Mirate en el espejo. Respond0 Ya me he mirado. Me dicen ah pretencioso, y quC buscabas; habrise visto. Pero yo doy mi palabra que no me he visto. Por eso me buscaba.

47

P A R A A D E N T R O D E M I . . .

Para adentro de mi vive mi cuerpo con sus piernas, etcktera, y sus brazos, y se mueve extraiiamente, poseido de una furia destructora que lo destruye.

Mi cuerpo, como de sal, es agrio y quiere invadir una campiiia riente para no dejar de las bellas ciudades del cuerpo feme-

[nino piedra sobre piedra ni lugar para flores.

Per0 se consumird en su propia sal, se devorarh su sal hacia adentro, hasta quedar transformado en un gusano inm6vil que quiere subir por el risco y muere de sed.

48

O C U P A N D O M E D E L A V I D A . . .

OcupPndome de la vida perdi el tiempo; ocuphdome de la vida ganC el tiempo: no sabia que hacer con 61. Me subi a un Prbol: nada. Me bajC del Prbol: tampoco. Y- todo estaba oscuro, except0 donde aclaraba. Per0 cuanclo me quise ir, me volvi; cuando quise vol-

[verme, ya estaba lejos.

E L T E D 1 0 S E N U T R E . . .

El tedio se nutre de 10s ingeles que vuelan estCriles como piedras o rios de plata mineral o-milagros de Iuz, peces del dia.

49

B R U S C A M E N T E - a .

Bruscamente se procur6 dar lugar a1 nacimiento de mi persona; bruscamente naci y ahora me encuentro ayui entre ustedes. Pero -bruscamen te- voy a desaparecer contagiado por la palabra bruscamente. Bruscamente.

B E N I G N 0 , A B U R R I D O . . .

Benigno, aburrido, frigil, amistoso, leo, duclo, rio, descabezo un suefio, y enter0 20 aiios a costa del tiempo, perniciosamente, aburridamente. (-Dale con repetir, repetir, repetir. {Es que no sabes mAs que tu edad, pobre, pobre?) Pero el dia que miro no conoce mi edad y golpea en el aire con sus manos de tiempo.

50

C U A N D O S O M O S F E L I C E S . . .

Cuando somos felices salen Arboles de nuestras bocas y se mecen a1 aire cle nuestras conversaciones.

51

T U E R E S U N A M U J E R Y Y O S O Y U N H O M B R E . . .

”6 eres una mujer y yo soy un hombre, nada m6s que [un hombre

que te mira, te cubre el costado con su esperanza y piensa despojar a todos para merecerte, piensa des-

[pojarse 61 mismo, no de falsos conocimientos o ami- gos o “prejuicios” (como 10s llaman ciertos hip6-

critas deseosos de juegos en la cama y en lugares

sino despojarse de verdaderos y honorables y antiguos [y 6tiles amigos, de creencias vdlidas y hermosas y

para lanzarse a un mar traidor, una roca aguzada, una

(pero tan suaves, tan inocentemente audaces) donde morird diciendo “t6, tu costado, tu cadera, tu

tus verdades que no son mis que tuyas y que yo con-

poco recomendables)

consolador as,

[roca florecida de huiros peligrosos

[pelo, tu recuerdo, tu amistad,

[quisto y dejan de ser tuyas para ser s610 mias”.

53

P E R S O N A . . . Q U I E R O S E R O T R A

Quiero ser otra persona como el pPjaro que quiere ser Prbol y el brbol, p’j a aro.

TambiCn me pregunto si mi tristeza serviria a tu dul- [zura

o si mi cara seria Gtil a tu belleza.

I N J U R I O S O P A R A M I E S T U

S I L E N C I O . . .

Injurioso para mi es tu silencio y tu soledad, injuriosa, como si yo fuera un hombre de Gltima clase que no sabe de quC estP hablanclo.

Per0 en mi soleclad, en mi silencio, yo hago hablar duques, y duquesas, y tontos como si fueran mis bufones familiares y a ti te he puesto el nGmero quince.

54

Y O N O S 1 R V O . a .

Yo no sirvo para que cligan N6, per0 tampoco soporto el si de las niiias.

Ah, dame la palabra talvez para queclar feliz toda una semana acariciindola con la mirada.

S O Y D E P A L O , S O Y D E F I E R R O . . .

Soy de palo, soy de fierro, soy de huesos (una armaclura de huesos), soy de ojos (todo ojos), de piel, todo cordero, soy celoso como un turco cuando camino por la calle.

Y vengo a peclirte la mano para vivir contigo en el paraiso para vivir contigo en mi como si fuera poco yo.mismo.

55

V O Y A T O M A R T E D E U N B R A Z O . . .

Voy a tomarte de un brazo dejcindote €rente a mi. T e mirare entera y procedere a amarte.

Voy a dejar de lado 10s dichos para ir a la boca. Los hechos cantar6n Gloria o dircin Mal Educado.

T I E M B L A , . .

Tiembla til, que sea por causa mia, tiembla t6.

Y yo temblarb. Temblaremos a1 mismo tiempo y puede ser que yo diga “tembladal” porque no sC quC dig0 cuanclo estoy asustado.

56

Q U I E R O I R A T U C A S A .

Quiero ir a tu casa, verte en vestido rosa, comerte con salsa de ojos, ausentarme para mirar la luna.

Y, amoroso, darte la espalda con mi desprecio de mono del zool6gico (municipal y casto); quiero quererte y me encuentro con un postre en un plato.

A U S E N T E D E T I . . .

Ausente de ti yo ensayo una sonrisa para ti. La sonrisa se pierde en el espejo.

Contigo yo hago ver una sonrisa para el espejo. La pierde el espejo y th no sabes por quC muestro 10s dientes.

57

A P L A S T A D O A L A M E S A . . .

Aplastado a la mesa con el Animo como una cuchara me tom0 como una sopa que no me gusta, tiene letras.

Con las letras escribo amor y desputs me lo tomo; escribo pasih, escribo muerte y me da una arcada y vomito.

D E L D I A , . .

Del clia se desprende lluvia, se desprende una rama, me desprendo yo y caigo a1 suelo como una iruta demasiado pesada y llena de gusanos por afiadidura.

La mano del dia va a recoger la fruta, el pie del dia pisa la fruta, la boca del dia come cle la fruta, la lengua del dia escupe la fruta.

59

2 L I Id 0 N E S ? .

{Limones? Ay, limones de dulzura, de peste, de sabor colmado y duro, que se apagan en platos de un color lechoso como si fueran espectros de limones, enemigos del

[placer. Per0 el lim6n consigue una muesca de sueiio; en sus lineas perpetuas y azules se destierran 6rdenes telegrificas de la raiz a1 cielo que nos dicen “aguza el paladar el ingenio”. Oh lim6n benemkrito, ciscara de lim6n con un lim6n desnudo que se espesa, donde encuentren mi nombre IlCnenlo de sefiales, cicatrices sombrias que me digan entero.

60

T E N G O E L P L A C E R . . .

Tengo el placer de conocerlo. Mi querido amigo.

Y el sol alumbra esto como si alumbrara un entierro.

Mientras yo paso y me coloco el solideo de la hipocresia, el aburrimiento, el dolor.

{ C O M O M E L L A M O ? . . .

tC6rno me llamo? Y a ti que te importa. Me llamo desde el principio a1 fin; dejo para despu6 10s comentarios.

Y quiero decirte que aunque no me llamara siempre preguntaria por mi como un rasgo de buena educaci6n que me da vida, prestigio y nombre.

61

E L P O L V O Q U E C U B R E L A S M E S A S . . .

El polvo que cubre las mesas es un polvo que no emociona a nadie; per0 a mi me clesespera el mirarlo y sospechar que existe.

Aunque no me crean pasen un dedo por mi mejilla. Veriin c6mo las mesas no tienen nada que envidiarme.

U N P I E S E

'Un pie se mueve, otros pies se mueven; el baile est5 en su esplendor; yo miro bailar.

C6mo se regocijan 10s fatuos; 10s graves c6mo caminan. Y 10s burlones como yo c6mo se aburren de pie.

M U E V E . . w

62

C A R T E L D E E X P O S I C I 6 N . . .

Cartel de exposici6n: Una mujer canta, un piijaro le sale de la boca. Un hombre mira el cartel, el p;ijaro le entra a la boca. Hombre y mujer se besan, el pijaro ya es niiio.

C U E N T A C 0 N M I G O . . .

Cuenta conmigo para el desempeiio de esta grave comisibn, para el pan que no se come, el suefio que no se duerme, la persona que no se conoce porque se llega demasiado

[tarde.

Y cuando encuentres un puiiado de polvo no digas “es un puiiado de polvo”; piensa que puedo ser yo, que si no soy quisiera serlo.

63

E L I M B E C I L C I E R R A L O S O J O S : . .

El imbecil cierra 10s ojos y a nadie le importa: es imbbcil y tendri gams de dormir, querr5 ver moscas blancas o cuncunas.

Per0 el pobre hombre quiere llorar con 15griinns secas, cle piedra, que caen a su coraz6n de lata y suenan, divirtihlolo.

65

N O S E Q U E H A C E R . . .

No SC que hacer, Zcoinprarme un rio? Ya es cuento viejo el cle 10s rios.

Que cara poner (como una gallina pone un huevo), quC nombre hallar de bueno para ponkrselo a mi nueva cam.

Y no se encuentra nombre ni cara ni gallina a quien felicitar por el hijo que tiene.

66

C U A N D O P I E N S O E N L A M U S I C A . . .

Cuando pienso en la miisica soy como un nifio que piensa en la mdsica y se alegra del dia y se Cree pajarillo.

Como una jaula la mtisica tiene barrotes y me da alpiste y lloro porque no soy niiio ni oigo miisica y el suefio es esta flor seca que pulverizo entre mis dedos con un gesto teatral y yo soy Pste que habla de las flores, de 10s pajarillos, del vino, del amor como culebra, del suefio como jaula, de la milsica como canario.

67

U N R E G A L O . . .

Un regalo es el dia con su quitasol y sus enaguas perdidas en el polvo (que no se veil porque es mujer honradx) y con este bafiista de suelio di.bil que soy yo emergiendo del sol como un insect0 con traje de balio y sintikiidome mosca rata que molesta a1 elefante de la vida.

68

E N E L A I R E . . .

En el aire hay un castillo y hay un ministerio y un ojo que sirve las funciones de chofer del ministro y sigue el clia, sigue, hay aire, flores, saludos, hay un sandwich y un vas0 de leche helada que se

I [aburre, y el dia acaba en punta y estoy yo mirindolo fenecer, nacer, huir, venir, tomarse la leche, comerse el pan, i'umar el cigarrillo, ser como yo no soy

I

I un hombre cualquiera, un hombre h i c o , un hombre [val ioso

que cuaiido muera no dejarP recuerdos pero dejarh [hi jos ,

o sobrinos.

S E R RI I o . . .

Ser mio siglo tuyo esperanza (palabra de ,ayer, antes de ayer, y hace aiios) y nunca (punca? -“Nuncay’)

pues hay una mano que sostiene a un mico por la cola mientras estamos miranclo el baile cle 10s invitados que se mueven como crisslidas, sandwiches vivos, ojos

[y riguilas (y hay vicuiias preciosas que se exhiben con sus cuatro

y en el lugar que miramos puede haber un negro o un [ i n g k .

0 un sueco. hTo importa. Yo atiendo, soy sewicial, no soy mal educaclo, pregunto, me apresuro a contestar, y entre c o p y copa (cle agua, naturalmente) muestro mi espiritu entre flores, entre pescados fritos, entre amigos asaclos, como si fuera rana de carne blanca y fria.

[patas)

70

T A N C O N S I D E R A B L E C O M O

U N E L E F A N T E . . .

Tan considerable como un elefante es un hombre que se levanta del lecho.

En la mafiana nada ha estragado su rostro a h y su cuerpo se mantiene airoso como una pluma.

Y el suefio le hace bien, le despierta bafiado y con el pecho suave para resistir 10s embates del amor. 1

I Per0 n6 10s terribles embates de la desesperacibn que consiste en no amar, no ser pluma, morir!

71

A H O R A Q U E E S T O Y P E N S A N D O . . .

Ahora que estoy pensanclo me suena la cabeza con un ruido enorme cle poleas, de agujas, de dientes, que demuestran mi alta inteligencia.

Hasta 10s perros del vecindario se asustan y comienzan a aullar a la luna; i a d6nde van a aullar 10s perros perros que no tienen mzis tema que la luna!

Pero yo tengo tema: mi inteligencia; prodigio, maravilla, abunclancia. i Mueran 10s envicliosos muertos cle envidia, suban 10s admiradores a 10s h-boles macluros!

72

P A R T I C U L A R 11 E N T E . . .

Particularmente, voy a vivir en un huerto de flores olorosas de olores frutales, de frutas amargas como yo, y voy a vivir solo mis iiltimos dias sin amor, sin hijos, sin ama de llaves ni perro.

Per0 voy a vivir solo con un sujeto el miis fiel, el menos hipbcrita, el que me cuenta toclo, y naclcme oculta iyo! iyo mismo! vestido de anciano iamor, hijo, ama de leche y perro!

C A R A D E P E R R O , C A R A D E C A R N E R O . . .

Cara de perro, cara de carnero, cara de burro, me dijeron en mi, aclolescencia las mujeres; yo buscaba en esos animales rasgos atrayentes y me recluia en mi casa a1 no encontrarlos.

Cara de perro, carnero, burro, me dicen las mujeres ahora que soy hombre y en vez de buscar rasgos atrayentes en esos apelativos las muerdo como un perro, beso como un carnero, boto

[como un burro.

73

T E N G O U N A R A B I A S I N G U S T O

A R A B I A . . .

Tengo una rabia sin gusto a rabia que se expresa en una sed sin forma de sed y tiene su ideal en un vas0 de agua per0 sin agua sino hiel, hiel, hiel, hiel, hiel.

Y quien se oponga se llevari un chasco, si, un verdaclero chasco, porque tenclrj que tomarse el vas0 de hiel 61 61 61 61 61 61 61 61.

I N E S T A B L E C O h I O U N A T 6 R T O L A ...

Inestable como una t6rtola en sus reacciones emocionales cierro 10s ojos para que no me vean y sufro interiormente aniargamente.

Me exhibo dulcemente con 10s ojos cerrados pero nadie me ve con 10s ojos abiertos. Los clemris tambikn tienen su martingala ainorosa y con 10s ojos cerrados delante cle mi pasan.

74

O J O C O N E L 0 J 0 a . e

Ojo con el ojo. No sirve para mirar. i Quiere celeste! Alzacio el ojo, alzado. No le vayan a hacer caso. Hjganlo morir de hambre, cle sed; que sus hijos, 10s hechos, dejen de ser, perezcan en la oscuriclad.

75

C I E R T ' O S D I A S a . .

Ciertos dins pareceii dias de fiat& y son despiertos coni0 leclioiicillos y son oscuros como si se revolcaran en el barro. Per0 hoy como ayer y maiiana, mis dias en general, son fiinebres y reservaclos y semejan un hombre que iumando solitario cuenta cualquier cosn, sus botones o las tablas o el niimero de sus ainigos, y decide morir en la hora mris oportuna, el instante

[venidero. Y se ahoga entre plumas de algodbn (llorando) y se tiende sobre la cama a sollozar con toclo el cuerpo

[rigido simulando alguna enfermedacl mental que lo lleve por un tiinel de asco hacia el paraiso. Pero s610 hay ringeles de alas cansadas, de nombres vulgares como Pedro o Juan, 5ngeles de pies clescalzos cuando hace frio y largas cabelleras aunque liaga calor

77

y espacias convencionales y refulgentes que nos cortan [la cabeza

aunque creamos que ellas son de c a r t h y nosotros de [piedras preciosas.

78

L L E G O A L A M E S A Y C I E R R O L O S O J O S . . .

Llego a la mesa y cierro 10s ojos para no ver a mis [hermanas

y ellas cierran 10s ojos para no verme a mi y comemos, Iiablaiiclo a gri tos, increprindonos mutua-

[mente con 10s ojos cerraclos y marchitos. Y entra la empleacla domestics con una fuente de to-

[mates y ni siquiera estin amargos y el aceite no se ha vuelto corriendo a1 olivo ni la s o p espesa ha muerto de vergiienza. Y hay un silencio que es un gran silencio cortado a veces por una risa de sarcnsmo, un grito de rabia o cle hambre, un murmullo de satisfaccih Y en est0 estamos hasta que el acto acaba cuando “todo ha terminado” y “la idtima cena” y es posible clejar el alma y correr a1 encuentro del

[cuerpo si hay cuerpo, se comprende.

79

D O N Q U I J O T E F U E A R A R A D O P O R U N G A T O . . .

Don Quijote fui- aralindo por un pato a quien crey6 cloncella fogosa y enamorada; el gat0 se le colg6 de las narices, Don Quijote grit6: iDoncella, doncella!

iQu6 verguenza para mi Cmulo cuando, sintiendo la quemaz6n de las uiias, pensaba en la puclicia! iQUC felicidad la suya cuando vi6 que era s610 un gato el furioso destructor de sus narices!

Asi yo cuando un gato maldito gruiie y gime detrris de la puerta semejando voces cle doncella cierro mis oidos a1 engafioso laid, cuido mis narices, inocentes de toda lujuria, y defiendo el pudor de 10s gatos.

80

L L E G A U N I - I O M B R E A M I C A S A . . .

Llega un hombre a mi casa: es el sastre. En la noche viene a entregar su trabajo de toda la se-

[mana. Yo estoy departienclo con un amigo, en el tira y afloja

[de la conversaci6n, y llega el sastre con sus agujas y con un par de tijeras

[enormes y plateadas.

Acli6s alma mia. El angel cle las sastrerias dej6 triste mi alma y espero desnudar mi memoria del pensamiento del

[sastre para vestir sabiamente mi cuerpo con este traje nuevo.

El sastre se deja camino a su casa y yo no SC lo que un sastre significa, per0 me temo que signifique un hombre y yo, un Maniqui.

81

E N C U E N T R 0

Este era un parque con toclos sus &-boles que se llamaba el parque de Bucalemu. Este era yo que me paseaba por 61 en compaiiia de un amigo querido.

Habia encinas, cactos, pitosporos y otros Arboles que admiran y suspenclen. Flores azules en profusi6n agradable y grancles extensiones de pasto vivo.

Y por 10s caminos de maicillo avanzibamos miranclo todo esto o sin mirarlo. El cielo cuidaba de nosotros y Dios proveia a nuestro sustento.

Hasta el punto en que yo me acordC de Dios en ese parque de Bucalemu. Hasta el punto en que Dios se acord6 de mi' y tenia todo preparado para eso.

83

A L B U E N A M I G O

L

Habl5bamos cle 10s muertos con gran pieclad, nos sac5bamos el sombrero a1 hablar cle ellos. Hoy dl es uno cle ellos, y yo, solemne, lo saludo en su nuevo estado.

I1

Yo no quiero liablar puerilidacles a propcisito de su [muerte

y por eso le pido su parecer a 61. El me dice Habla no mis, Diles que mi niuerte responde a mi vida.

I11

Entonces yo cligo que su muerte es humana, es un hombre hecho y derecho. Yo le cligo que como su muerte hay poc~ts, y que me cl6 su muerte.

84

I V

Y con gran seriedad, con el pelo partido por raya, y vestido con toda decencia, soy yo hasta la mtdula de mis huesos que es la mejor manera de imitarlo.

85

N O P U E D O H A C E R N A D A , N O Q U I E R O

H A C E R N A D A . . .

No puedo hacer nada, no quiero hacer nada, y nada se hace. Vuelan 10s pijaros (supongo) y las

[horas.

(Vuelan? Se caen como piedras a1 lecho de un rio, de mi rio que corre. No, no corre.

Detenido en el cauce el rio se revuelve por vivir, mas no vive, por andar, mas no anda;

por ser rio de agua per0 es rio de piedra y encima caen pieclras detenidas tambiCn.

$6mo acabar con esto? &%mo cortar las alas a esos pijaros-horas que caen como piedras?

Mas no quiero hacer nada, y no quiero hacer nada. No hago nada. Los pijaros, las horas.

Se clestrozan a1 fondo sin embargo 10s pijaros, las horas se destrozan a1 fondo de mi rio.

87

V O Y A D E J A R M E C O R R E R

E N T E R A M E N T E . . .

Voy a dejarme correr enieramente para que me recojas con las manos de algiin arroyo que corra.

Per0 si piensas que voy a estar frio te equivocas mi amor: correrC tibiamente como emergiendo cle una fuente termal: mi coraz6n.

Per0 t6, cl6nde estaris. Mi curso sufre entre piedras a1 no encontrarte luego, sufre entre matorrales, y se queja.

Y es posible que t6 no est&, que no est& cuando mi corriente pase como llorando; y es posible. que t6 te bafies en otro arroyo

y yo me seque de envidia y perezca.

88

S I N M 1 . . .

Sin mi, todo va a ser “sin mi”, es decir no va a cambiar sino en una palabra, la palabra yo que va a ser la palabra no.

El cielo serri el mismo de siempre, azul, blanco, celeste; azul blanco celeste, gris si quiere, verde, gris si quiere.

Puesto en la picota contesto: No me importa vivir aqui, alli, o no vivir, como seri cuando no viva ni aqui ni alli.

Y contesto. . . No contesto. Ni voy a cantar ni voy a leer ni voy a reir ni voy a conjugar este verbo. ,

89

< M E Q U E R I A S H A B L A R ? . . .

lR4e querias hablar? Despuds, ay, en la noche cuanclo el suefio me signe .corn0 un ingel oscuro, cuando el pasado emigre a mi puerto perdido y me Ilene la boca de papel y palabras.

(La voz como un paraguas misterioso, enfundado, perder5 sus lecciones de amor entre la gente, 10s mejores recuerdos tomarh sus bebidas hasta quedar vencidos, marcados por el humo).

Yo me cluermo entre 16grimas de pavor; no despierto. RTo SC que pasa en mi; como ruedas cle tren mi pasado que muere sorclamente en la noche deja s610 un zumbido y un dolor de cabeza.

91

T O 3 1 0 P O R U N A T A J O H A C I A

E L S O L . . .

Tom0 por un atajo hacia el sol. Est5 lejos. Las blanc1a.s brumas .huyen, revolvikndose esperan. Los hombres, logogrifos de amor y de ternura entrecierran 10s ojos para hacerse misterios.

La luna aqui no existe. Hay s610 un vaho verde. Las luces de la noche no encienden 10s rincones, 10s milagros se sientan a1 borde clel camino y el amor roza el aire con sus alas sedosas.

Y el sol como una pluma de diestros dedos canta, canta hacia atrris, a1 mundo cruel y craso, a las cosas de mh-mol, de pie1 viva, cle suefio, que se extienden perezosas en sus camas de marfil.

92

P A R A R O B A R P A L A B R A S . . .

Para robnr palnbras a1 inundo es necesario perderse para el mundo en oficiiias de odio entre papeles blancos cotno muertos y cruces que se llenan de barro y temor cuando hablo.

I Permanecer callado es fatal entre libros porque sus letras danzan como viejas o nilias, siempre muestran el a h a si el lector es ingenuo

1 y pide amor o dulces palabras misteriosns.

Qu6 trabajo mls triste es llorar entre libros, las flores de la letra cristalizan en llanto y el alma que creia en su amor de cristales observa casi muerta que la vida es mentira.

93

T R I S C A B A P O R E L P A S T O . . .

Triscaba por el pasto con mi tibia sonrisa, vino el lobo malign0 como luna muriente, como el dios de las luchas o el ringel femeiiino que devoran el alma y desnudan 10s huesos.

Triste y atribulado salt6 el pobre corder0 pero con tus morclientes palabras fue cediendo: bajo el palo inclemente del despecho se tiende junto a1 camino gris, a morir clevorado.

C U E N T A E L B U E Y P A S O A P A S O . . .

Cueiita el h e y paso a paso y quecla agotado de tanto contar. jTodo el dia, Dios mio, toclo el clia tras el yugo, la alfalfa, la huella!

(No habr5 a l g h campo abierto y verde ahora? Ahora viene un rio de agua sucia que se bebe sin respiracibn. Ahora viene el sol que se cae cletr5s de la montafia y el perezoso vaquero que pasa a lo lejos.

Y llega la noche que es como una cumbre llena de estrellas a su alredeclor pero la ciina es pura y callacla y en la cima clescansan 10s bueyes y 10s hombres.

96

V O Y A S U B I R M E A U N A M O N T h f i A ..e

Voy a subirme a una montafia a gritar a 10s cuatro vientos Cste es Armando Uribe y va a hacer un milagro que levantars el polvo clebajo de 10s pies.

Y Csta es la montaiia donde estoy parado y este es el rio que no existe y yo atravesando el rio saqut un pez que habla de este modo:

Creedle amigos, es un hombre sabio, bueno, virtuoso, quitado de bullas, habla como un Angel y rie como un arcringel y verdaderamente merece el cielo por s u buena conducta.

Per0 nadie quiere seguir oyendo tantas sandeces, algunos bostezan, otros se retiran, y yo sigo en la montafia como un rey, como un Angel, como un pez.

97

I N D I C E

Luz de invierno, rocio de papel Ella aparece repentinamente . Ya no SC d6nde voy, c6mo hablar T6 alzas la cabeza, tu triste cabeza Tristisima paloma de sueiio . Quiero verte . <Quit.n eres t6? . Quiero evitar ser yo . Oigo m6sica y no tengo cara Ajeno a mi mismo . Yo te amo y 10s rosales . Comer6 piedras felices . Tus pechos resaltan . A ti te entrego todo . Saldremos a caminar: Arboles . Las hojas caen de 10s Arboles . Parte de mi, parte de ti . Un bello perfil significa . Ha venido el otofio y mi amor . Yo vivo de todos 10s dias . C6mo se hace vino con tu sonrisa Ha llegado el invierno y yo .

.

9 . 10 . 10 . 11 . 11

.12 . 12

.13 . 13 . 14 . 14 . 15 . 15 . 16 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 20 . 21 . 21

99

#

{Merecia morir? No se . Pierdo el dia fingiendo alegias . Ciertamente -dije una vez- . Esta vida que yo no alcanzo a ver . En suecos yo converso con 10s muertos

b

Yo no puedo estar tranquil0 . Es como una enfermedacl . Ahora voy andando por la calle Solo En 10s dukes dias de otofio . Yo no le tengo voluntacl Vivid, ay, vivid . Antes de llamarme como me llamo Aunque yo no sepa nada . Esta tarde he estaclo . Perdiclo en la floresta . Que dulce es el aire

.

. #

Pasto verde . He visto un petirrojo . Oculi: ojo . El limGn tiene mil agudezas Querdtaro. PAjaro

.

* Cuentan 10s hombres .

23 23 24 25 25

27 27 28 28 29 29 30 30 31 31 32 33

35 35 36 36 37

39

100

DespuCs de saludarme . . 39 Nacla es demasiado cierto . . 40

El moho cle las calles recuercla . . 41 Antes de nacer . . 41

(Con quiCn hablar? Conmigo . . 43 Tienes raz6n . . 44 Cuando yo amo algo . . 44 Para que preguntarnos . . 45

He renunciado a mis deseos . . 47 hIe dicen: hfirate . . 47

Ocuprindome de la vicla . . 49 El tedio se nutre de 10s ringeles . . 49

Cuando somos felices . . 51

T L ~ eres una mujer y yo soy un hombre . . 53 Quiero ser otra persona . . 54 Injurioso para mi es tu silencio . . 54 Yo no sirvo . . 55 Soy de palo, soy de fierro . . 55

Quiero ir a tu casa . . 57

*

#

Para adentro de mi vive mi cuerpo . . 48

Bruscamente . 50 Benigno, aburrido, frPgil . . 50

*

Voy a tomarte de un brazo . . 56 Tiembla . . 56

101

Ausente de ti . . 57 x

Aplastaclo a la mesa . Del clia desprende lluvia . (Limones? Ay, limones de dulzura Tengo el placer . (Como me llamo? . El polvo que cubre las 'mesas Un pie se mueve . Cartel de exposici6n . . . Cuenta conmigo

.

. 59

. 59

. 60

. 61

. 61

. 62

. 62

. 63

. 63

x

El imbCcil cierra 10s ojos . . 65 No SC quC hacer . . 66 Cuando pienso en la m6sica . . 67 Un regalo . . 68 En el aire . . 69 Ser mio . 70 Tan considerable como un elefaiite . . 71 Ahora que estoy pensando . . 72 Particularmente, voy a vivir . . 73 Cara de perro, cara de carnero . . 73 Tengo una rabia sin gusto a rabia , . . 74

Ojo con el ojo . . .. . 75 Inestable como una t6rtola . . 74

x

Ciertos dias . 77

102

LIego a la mesa y cierro 10s ojos Don Quijote fu6 araaado . Llega un hombre a mi casa .

* Enci1enti.o . A1 buen amigo .

No puecto hacer nada, no quiero Voy a ctejarme correr enteramente Sin mi, todo va a ser “sin mi”

#

* CMe querias hablar? Despub, ay Tom0 por un atajo hacia el sol Para robar palabras .

Triscaba por el pasto . Cuenta el buey paso a paso Voy a subirme a una montaiia

*

.

.

. 79

. 80

. 81

. 83

. 84

. 87

. 88

. 89

. 91

. 92

. 93

. 95

. 96

. 97

103

\

E : , D I C I O N E S D E L J O V E N L A U R E L

1953

EL JOTTS LAUREL (Antologfa)

195f

~IIEiIiORIAS DE P A N T A L O S C O R T O (Sarracioiies

de Carlos Raiz-Tagle Gandarillas)

QUE PALAIIRAS, QUE LAGRI;\IAS (Poesia

de Jose Miguel Ibhiez Langlois) Primcr Preiiiio dc Poesia del Festival Latinoamericano

de Arte Universitario

E L O T R O AVARO (Teatro

de Jaiine Silva GutiPrrez)

T R A N S E U N T E PA LIDO (Poesia

de Ariiiando Uribe Arce)

EL LIBRO EN L A JZAA'O (Ensayos

de Roqiie Estcban Scarpa)

2

R D I C I O N E S D E L J O V E N L A U R E L

1955

CRECIDA DE L A AflJERTE (Elegias

de Angel Custodio Gonzilez) Premio hfunicipal de Poesia, 1935

CIELO EN LA TIERRA (Poesia

de H e r n h Montealegre Klenner)

DIARIO SOLEillh% (Memorias

de Artiiro Griffin Rios)

E L ~ 0 1 7 ~ ~ 7 LAUREL (Scgunda Antologia)

19%

DESDE EL CAUCE TERRENO (Poesia

de Josi. Afiguel 1b;iiiez Langlois) Publicado en ediciones .4donais de poesia. Madrid

EI. EXGALTOSO LAUD (Poesia

de Armando Urilx Arce)

i

EDITORIAL UNIVERSITARIA, S. A.

Ricardo Santa Cruz 747 Santiago dc Chile