HIJOS DE JACOB 1

El Israel del Elohím

La porción que se halla en Gálatas 6:16 nos anuncia la existencia del Israel de Elohím. Este es un texto sumamente

debatido y manipulado por un gran número de personas. Veamos:

“Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Elohím”.

Gálatas 6.16

A partir de conocer que todas las promesas de bendición son para el Israel de Elohím, varios grupos sectarios se han

atribuido esta prerrogativa, y cada uno de ellos han considerado que los demás no son merecedores de tal beneficio.

El propósito del estudio no es juzgar a los que se lo han adjudicado como suyo, sino establecer una adecuada

definición bíblica del Israel de Elohím.

¿Quién es el Israel de Elohím?

Para responder correctamente esta pregunta, debemos conocer todos los requisitos necesarios que requiere una nación

para ser instituida como tal. Importante para una nación es establecer leyes, mandamientos, preceptos y decretos que

rijan todo el orden jurídico.

Por supuesto, en el caso del Israel de Elohím, todo el orden jurídico nace a partir de la voluntad del Creador, por lo

que quedan excluidos criterios, expresiones y derechos conformes a la sabiduría de hombres.

¿Tendrá respaldo bíblico el argumento antes enunciado?

Analicemos Deuteronomio 26:18-19 y nos daremos cuenta que, ciertamente, las escrituras establecen todo

procedimiento para el Israel de Elohím:

“Y YAHWEH ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para

que guardes todos sus mandamientos; a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y

gloria, y para que seas un pueblo santo a YAHWEH tu Elohím, como él ha dicho”. DEUTERONOMIO 26:18-19

Fijémonos que nos dice: “...ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo...”, es decir, se habla en tiempo presente, de

acuerdo con el momento en que se produjo la declaración. En ese mismo momento quedó instituido el Israel de

Elohím y para no que no haya duda dice: “...ha declarado hoy”.

Otro detalle importante de Deuteronomio 26:18-19 es que se dice: “...para que guardes todos sus mandamientos...”.

Nos podemos percatar de que ambas frases están relacionadas, y se aprecia que un requisito imprescindible para

pertenecer al Israel de Elohím es cumplir con los mandamientos del Todopoderoso.

Aunque parezca alejado del tema, pero es un hecho no apartado de él, veremos otra definición de mucho valor citada

por el apóstol Pablo.

“Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Elohím, sino que los que son hijos según la promesa

son contados como descendientes”. ROMANOS 9:8

Debemos tener en cuenta que, según el apóstol Pablo, existe también un Israel según la carne. Recordemos que el

Israel de Elohím también es un concepto que se origina a partir apóstol Pablo, es decir, ambos conceptos fueron

definidos puntualmente por él.

- ¿Quién es el Israel según la carne?

Son todos aquellos que, incumpliendo los mandamientos de YAHWEH y rechazando la redención por medio de la fe

en Yeshúa, fueron destituidos de la gloria de Elohím. Podemos citar un texto interesante encontrado en 1 Corintios

10:18:

“Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? ¿Qué digo, pues?

¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a

los demonios lo sacrifican, y no a Elohím; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis

HIJOS DE JACOB 2

beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los

demonios. ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?”. 1 CORINTIOS 10:18-22

Fijémonos que nos dice: “...los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?”. En esta porción

podemos ver que el pecado está directamente relacionado con el Israel según la carne, ya que comer de los sacrificios

ofrecidos a los ídolos es algo ajeno a la voluntad del Todopoderoso.

- ¿Quién es el Israel de Elohím?

Son todos aquellos que una vez se descarriaron del buen camino (Ley de Moisés) y por medio de la fe en Yeshúa,

como cordero redentor, han asumido todos los elementos necesarios que justifican al hombre, para de esta forma

obedecer la ley.

Podemos poner varios ejemplos bíblicos de estos elementos que justifican al hombre, todos ellos respaldados por las

Escrituras.

a) Guardar los mandamientos de YAHWEH:

“Porque no son los oidores de la ley los justos ante Elohím, sino los hacedores de la ley serán justificados”.

ROMANOS 2:13

“Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de YAHWEH nuestro

Elohím, como él nos ha mandado”. DEUTERONOMIO 6:25

b) La fe en Yeshúa HaMashíaj:

“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Elohím, testificada por la ley y por los profetas; la

justicia de Elohím por medio de la fe en Yeshúa HaMashíaj, para todos los que creen en él.” ROMANOS 3:21-22

Es importante enfatizar en el aspecto b): La fe en Yeshúa como elemento de justificación. Anteriormente anunciamos

que cumplir los mandamientos de YAHWEH era la base fundamental para pertenecer al Israel de Elohím. Analizando

la Ley de Moisés, vemos que la fe en Yeshúa no es un elemento que contradiga lo antes mencionado, pues creer en el

Mashíaj también es parte de la Ley. Veamos:

“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará

todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré

cuenta”. DEUTERONOMIO 18:18-19

Por supuesto, el profeta que ha de venir es el Mashíaj, al menos Hechos 3:20-23 lo demuestra:

“...y él envíe a Yeshúa HaMashíaj, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba

hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Elohím por boca de sus santos profetas que han

sido desde tiempo antiguo. Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Elohím os levantará profeta de entre

vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta,

será desarraigada del pueblo”. HECHOS 3:21-23

El mandamiento es claro cuando dice: “...y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo”. Es

evidente que todo aquel que no cree en Yeshúa HaMashíaj está incumpliendo Deuteronomio 18:18-19, lo que implica

ser cortado del Israel de Elohím y pertenecer, a partir de ese momento, al Israel según la carne.

c) La circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe:

“Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que

fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia...”.

ROMANOS 4:11

La circuncisión es otro elemento a cumplir, respaldado por la Ley de Moisés, además de ser la señal del pacto de

Elohím con Abraham. Ya vimos que el apóstol Pablo lo menciona como señal y sello de la justicia. Citemos los

textos que ratifican dicho argumento:

“Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros”. GÉNESIS 17:11

HIJOS DE JACOB 3

“Y al octavo día se circuncidará al niño”. LEVÍTICO 12:3

En 1 Pedro 2:9-10 aparece un ejemplo muy importante, que demuestra que todo aquel que no cumpla con los

mandamientos de YAHWEH, es separado de la nación de Israel.

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Elohím, para que anunciéis

las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo,

pero que ahora sois pueblo de Elohím; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis

alcanzado misericordia”. 1 PEDRO 2:9-10

La expresión: “...vosotros que en otro tiempo no erais pueblo...” es el factor fundamental que nos ayuda a identificar

la diferencia que existe entre el Israel de Elohím y el Israel según la carne, ya que esta epístola fue dirigida a los

israelitas dispersos entre las naciones y no a los gentiles que abrazaban la fe en Yeshúa. Citemos 1 Pedro 1:1-2 para

corroborar dicho argumento.

“Pedro, apóstol de Yeshúa, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,

elegidos según la presciencia de Elohím Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la

sangre de Yeshúa HaMashíaj: Gracia y paz os sean multiplicadas”. 1 PEDRO 1:1-2

El apóstol Pedro no tiene otro motivo de decirles a los israelitas dispersos, que ellos no eran pueblo, que el

anunciarles que a causa de su desobediencia a la Ley fueron cortados de la nación de Israel. También la frase de

1Pedro 2:10: “...ahora sois pueblo de Elohím...” significa que por medio de la sangre expiatoria de Yeshúa tiene la

oportunidad de volver a los mandamientos divinos, y de esta manera insertarse nuevamente en el pueblo santo.

Analicemos tres aspectos importantes en 1 Pedro 1:1-2, nos estamos refiriendo a las frases:

1- “...santificación del Espíritu...”: solo podemos ser santificados cuando cumplimos todos los mandamientos

de Elohím.

“Te confirmará YAHWEH por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de

YAHWEH tu Elohím, y anduvieres en sus caminos”. DEUTERONOMIO 28:9

2- Obedecer: esta expresión corrobora que la santificación requiere obediencia a la Ley. Citaremos otro texto

que define el concepto de santificación. Veamos:

“Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de YAHWEH, para

ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os

prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Elohím”.

NÚMEROS 15:39

3- Ser rociados con la sangre de Yeshúa HaMashíaj: recordemos que todo Israel transgredió el mandamiento

de YAHWEH, incurriendo en pecados de muertes: “Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay

quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Sal 14:3

En la ley no existen sacrificios que rediman los pecados de muerte. La sangre de Yeshúa es la que redime de pecados

de muertes y no de muerte, él es la única vía de retorno a la ley por medio de la gracia dada por Elohím Padre.

“Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¿Qué, pues?

¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os

sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para

muerte, o sea de la obediencia para justicia?”. ROMANOS 6:14-15

“Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello

de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree”. HECHOS 13:38-39

Si el Israel apartado de los mandamientos del Todopoderoso son hijos según la carne, es imposible que los gentiles

que no obedecen la ley se autodenominen Israel de Elohím. Todos estos argumentos son suficientes para darnos

cuenta que el Israel de Elohím es quien cumpla todos los mandamientos dados en el monte de Sinaí por medio de

Moisés.

HIJOS DE JACOB 4

“El que es de Elohím, las palabras de Elohím oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Elohím”.

JUAN 8:47

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