GENESIS 1:26:27  dijo Dios: "Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, varón y mujer los creó.

El barro lleno de vida; la vida propia del Espíritu de Dios. Es aliento y barro en una pieza sin poderse romper, ni separar, ni distinguir. En otras palabras, el ser humano es cuerpo y espíritu. Somos de una pieza. Somos una persona. Somos nuestro yo personal.

Así como no hay dos copos de nieve iguales, somos las personas, cada una es única e irrepetible. Somos seres especiales, con características que nos dan una individualidad original .

Es por esto que estamos llamados a desarrollar nuestro Yo. A realizar ese don de Dios propio que hay dentro de nuestro ser y desarrollar la misión que Dios nos encomendó al venir a esta tierra.

Dios es Uno y, a la vez, es Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La persona creada a imagen y semejanza de Dios esta llamada a la comunión con El y con las otras personas. Su señorío viene de Dios y depende de El. Esta llamada a descartar toda idolatría, ya que es todo y solo de su Dios y Señor.

Cuando el ser humano se desliga de su Señor se esclaviza. De ahí que la plenitud humana se consigue en comunión con el Señor.Su señorío es compartido. No es individual sino comunitario. El hombre como Dios es comunión, es familia, es relación con los demás.

Para ser personas necesitamos como la trinidad de Dios, vivir de los otros, con los otros, por los otros y para los otros. Su señorío Dios lo ha dado a cada uno y a todas las personas. De ahí que nadie es mas que los otros todos somos iguales y nadie puede esclavizar a otros.

Todos los hombres y mujeres hemos sido creados a imagen de Jesucristo, el Hijo amado del Padre; somos diseño del Hijo de Dios. Por eso en El aparece la imagen del hombre en plenitud. En Jesús resucitado aparece en plenitud gloriosa la dignidad del ser humano.

Hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos. (Col 2,10)

Cada uno y cada una participa de las perfecciones de Cristo de una manera original y esta llamado(a) a desarrollar todo su ser hasta alcanzar a Cristo.

Todos en El hemos sido amados y hemos sido destinados a llegar a ser como El. Estamos equipados para toda obra buena y para alcanzar la estatura de Cristo Jesús, que es nuestra meta como seres humanos, que es: “La unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo.

Es El que nos amo primero: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amo y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados”. (1 Jn.4,10)

Es El, que en Cristo nos ha elegido y amado desde antes de la creación, como hermosamente canta san Pablo en la carta a los efesios: “Dios nos escogió en El antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de El. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad,  para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado.”

El Señor es quien nos invita a desarrollar todo lo que El ha puesto en nosotros sin escatimar esfuerzos ni quedarnos a mitad. Así lo expreso Jesús al decirnos: “Ustedes, pues sean perfectos como es perfecto su Padre celestial.” (Mt 5, 48)Para lograrlo contamos con su ayuda permanente y continuamente a través de su Espíritu Santo. (Rom 8,27-28)

FELICITEMONOS UNOS A OTROS POR SER ALGUIEN AMADO POR DIOS, POR POSEER UNA DE LAS PERFECCIONES DE DIOS PARA HACERLO PRESENTE EN ESTA TIERRA.