el espectador cinematográfico

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EL HOMO FILMICUS

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Page 1: El Espectador Cinematográfico
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INTRODUCCiÓN

HAY QUIENES CONCIBEN EL CINE EXCLUSIVAMENTE como una diversión. Pensar asf de él esminimizarlo porque no fue sólo un entretenimiento ni siquiera en sus orfgenes. Elcine se presenta de hecho como un fenómeno que abarca diversas posibilidades.

A la fecha se puede hablar ya de una historia del cine -deslumbrante histo-ria- que tiene resonancia en muy diversos ámbitos. De ahf que resulte de capitalimportancia estudiar el fenómeno cinematográfico desde diversos aspectos. La meraconstatación de que el fenómeno existe no es. desde luego. suficiente. Se impone lanecesidad de una apreciación lo más completa de él. y ésa es la finalidad de unestudio como el presente. que no se limita a la contemplación de valores formales.dado que éstos alcanzarfan un sentido muy pobre si no se tuvieran en cuenta dife-rentes contextos. Tales contextos haf1 de tenerse presentes si se quiere profundizaren el fenómeno cinematográfico.

De acuerdo con ello, nos aplicaremos en primer lugar a un estudio de elemen-tos sociológicos para llegar a una comprensión lo más plena posible de las repercu-siones del cine en la sociedad y de las influencias de la sociedad en el fenómenocinematográfico. En el estudio de los elementos sociológicos nos incluiremos tam-bién en la consideración del individuo y su psicologfa frente al cine. pues ello nosdará la oportunidad de estudiarnos a nosotro.s mismos y de calibrarnos.

Un segundo paso en la posibilidad de apreciación se dará <:uando nos interne-m.os en la consideración de lineamientos metodológicos para el análisis del cinecomo obra de arte, pues, dentro de sus posibilidades, la cinematograffa tiene la deproyectar obras que deben ser estudiadas desde perspectivas estéticas. Además,nos aplicaremos a la teorfa del cine, en la que se analizarán el universo fflmico, laimagen y la estructura cinematográfica. y no se verán como complemento acciden-tal, dado que las posibilidades del cine dependen en gran parte del dominio teóricoy técnico que tienen quienes lo hacen.

Finalmente. y de acuerdo con lo anterior, haremos una reflexión de orden his-tórico aue nos oermita enfrentarnos al constante desarrollo del fenómeno y sus

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crisis. con la intención de entenderlo mejor y dejuzgarlo más certeramente. Perodebemos tener en cuenta que no hemos de reducirnos a los aspectos meramenteteóricos. dado que no se logrará un resultado de verdadera apreciación sin la nece-saria intervención de la práctica. Y la práctica consiste fundamentalmente en ver yjuzgar. Ella nos prohfbe la pasividad frente al cine y sin ella no puede darse unaverdadera apreciación.

Todo lo anterior. persigue la intención de no presentar como absolutamente cier-ta la opinión del extraordinario Charles Chaplin. citada por El cine. arte e industria deSalvat Editores. en la página 47. Allí leemos: "Yo no creo que el público sepa lo quedesea; es la conclusión que he sacado de mi propia carrera."1 (Chaplin murió en 1977entre tales reconocimiento y manifestacion de cariño popular que sin duda habríapensado -de haber lo visto- "a fin de cuentas el público sí sabía a quien desear y aquien querer"). Analizando el producto que se nos brinda. seremos capaces de emitirnuestra opinión y de manifestar lo que esperamos del cine y lo que rechazamos de él.

Reducirnos a los aspectos meramente teóricos no logrará un resultadode verdadera apreciación. Es necesaria la intervención de la práctica:

fundamentalmente ver y juzgar. Ella prohibe la pasividad frente al cine.

El fenómeno cinematográfico. fenómeno cultural influyente

Aunque de hecho el cine comenzó a fines del siglo pasado. es el siglo xx el que hacontemplado su desarrollo. Tradicionalmente se reconoce como la primera funcióncinematográfica la proyectada por los hermanos Lumiere. Louis y Auguste. en elnúmero 14 del Boulevard des Capucines en Parfs. aunque también los Estados Uni-dos y Alemania tienen argumentos para disputarse la paternidad del cine. Pero sealo que fuere. el cine nació a fines del siglo pasado. Se sabe que a la exhibición de losLumiere asistieron treinta y cinco personas y que cada una pagó un franco por lasesión. Uno de los asistentes. Georges Meliés. que más tarde serIa un importantecineasta francés (1861-1938). propuso a los Lumiere la compra del invento. LosLumiere no lo vendieron porque calcularon que carecfa de interés comercial. No seimaginaron entonces los miles de millones que producirfa su invento y las conse-cuencias que tendrfa.

Desde sus orfgenes. sin embargo. el cine ha sido tomado por las mayorfascomo una diversión que debe ayudar al espectador a escapar de sus problemascotidianos. a soñar e incluso a vivir vidas prestadas. Tal actitud. que se ha converti-do en verdadera exigencia. ha sido la que en gran parte ha fomentado la populari-dad del cine. Yeso es explicable.

1 El cine. arte e industria. Biblioteca Salvat de Grandes Temas. Salvat Editores. Barcelona. España. 1974,

p.47.

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Introducción 23

Que el cine sea un fenómeno peculiar de nuestra época y de nuestra cultura sepodrfa deducir simplemente de la cantidad de personas que conocen a sus estrellas-verdaderas multitudes- aún cuando la multiplicación de las salas se ha detenidocon la proliferación de las video-reproductoras. por cuya causa hoy (aunque bajocódigos muy distintos) se ve cine como nunca si bien se asiste menos. En todo caso,es un hecho que la pelfcula está incorporada a la cultura, para bien o para mal. Asf.de la misma manera que conviene leer, conviene ver cine, dado que las pelfculas.anunciadas por los diarios. por la radio y por la televisión, han colaborado en laconstrucción de la imagen del hombre y la cultura del siglo xx, con sus valores y susdefectos. El que sea asf nos obliga a continuar en un estudio serio del fenómeno.

Dicho estudio debe preparar al individuo para que pueda elegir personalmentelas pelfculas que quiere ver. lo cual supone que aprenderá a distinguir las buenas delas malas, particularmente desde el punto de vista estético. En efecto, como declaraRomero Pérez, "todos pueden ir al cine. Pero no todos han comprendido igualmen-te el valor de una pelfcula. Pero resulta de aquf, asimismo. que todo espectador ymás aún el ilustrado, puede sacar consecuencias erróneas de una pelfcula si la ve sinpreparación".2 Y un poco más adelante: "Como todo instrumento de cultura, el cinetiene una potencia insospechada. por eso conviene enseñar a los demás a que sepanusarlo. juzgarlo, criticarlo.. ."3 Según esto. el espectador debe prepararse para elanálisis y la crftica de las pelfculas que vea durante la proyección misma. pues aun-que el visionado de una pelfcula supone un análisis ulterior, éste será más pleno si setoman de propósito elementos que lo fortalezcan.

Como todo instrumento de cultura. e/ cine tiene una potencia insospechada.por eso conviene enseñar a los demás a que sepan usar/o. juzgar/o. criticar/o.

El espectador debe prepararse además para apreciar el argumento y los valoresestéticos de la película. sin dejarse llevar por la sugestión de la imagen y del sonido;el espectador debe prepararse. finalmente. para descubrir las intenciones de losautores de las películas y saber juzgar lo que pretenden. Así dejará de ser juguetedel espectáculo cinematográfico y de la publicidad que lo acompaña. ¿Qué preten-día. por ejemplo. George Miller con su película Lorenzo's oi! [Un milagro para Lo-renzo] (1992). interpretada por Nick Nolte. o cuáles son las intenciones de RidleyScott en The!ma and Louise [Un final inesperado] (1991). en la que reunió a SusanSarandon y a Geena Davis?

2 Romero Pérez. J.. El cine. arma de dos filos. Editorial Patria. México. 1956. p. 1313 Ibid.. p. 131.

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The/maand Louise [Un final inesperado] (1991).

En un estudio como el presente no se pretende establecer un código moral consus reglas "para que las películas no nos hagan daño". Y tampoco se pretende unavisión meramente técnica de los procedimientos cinematográficos. Pero no se pres-cinde de la consideración del hombre como ser moral como no se olvida la posibi-lidad de comprensión de un lenguaje cuando se aborda la gramática de éste.

En el estudio del cine en este sentido, la primera pregunta que debemos hacer-nos es: ¿qué es el cine? Hemos afirmado que es algo más que un espectáculo diverti-do y hemos dicho también que es un arte. Pero puede decirse más: a través de lasimágenes cinematográficas se pueden expresar sentimientos e ideas y a través deellas podemos entender lo que se nos quiere decir, aunque tal intelección no siem-pre resulte plenamente consciente. Si el cineasta puede expresar su ser y su pensa-miento a través de películas es porque el cine es un lenguélie.

Del hecho de que sea lenguqje se desprende la intelección fílmica. como lo señalaChristian Metz en su libro Ensayos sobre la significación en el cine. Y por eso declara:"Una película se entiende siempre más o menos. Si por casualidad no se entiende enabsoluto, es a causa de su contenido, no de su mecanismo semiológico.. ."4

Siendo lenguaje el cine es, además. un arte nuevo al que resulta difícil se-ñalarle un sitio entre las artes. En efecto. podemos hablar de artes del espacio(como la pintura, la escultura y la arquitectura) o del tiempo (como la poesía y lamúsica) o artes del espacio en el tiempo (como el teatro y la danza). En el afán deseñalarle un sitio. el cine debería quedar incluido en el último apartado; pero consus características especiales porque el cine presenta imágenes que se dan en un

4 Christian Metz. Ensayos sobre la significación en el cine. Edltorialliempo Contemporáneo. Buenos Aires.

Argentina. 1972. p. 116.

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espacio bidimensional y en un tiempo que favorece la impresión de movimiento. Setrata. en verdad. de espacios y tiempos distintos a los del teatro yde la danza.

Pero quizá una de las cosas que más nos impresiona del cine es la sensación quenos brinda de estar contemplando una realidad "Desencadena en el espectador unproceso a la vez perceptivo y afectivo de participación."5 Nos impresiona el verismocon que nos presenta las cosas. como sucede. por poner lln ejemplo, en Schindler'slist [La lista de Schindler] (1993). dirigida por Spielberg. Ello se debe a que es unmaravilloso instr!Jmento de expresión a través de la imagen. Tanto, que se ha con-vertido en el lenguaje de la época, porque la imagen es fundamentalmente com-prendida. sin importar en última instancia el idioma que hable.

Schindler's list [La lista de Schindler](1993).

El hombre y su relación con e: cine: horno filmicus

Es de tener en cuenta. sin embargo. que el espectador cinematográfico no posee lascaracterísticas de los espectadores de otros espectáculos. pues normalmente nosiente o no percibe en su asistencia a la sala cinematográfica cierta comunidad depropósitos (como la siente el espectador participante de una fiesta popular). Elespectador cinematográfico tiende a sentirse solitario. De este modo. nos encon-tramos con una aparente paradoja: manifestándose el cine como un espectáculoeminentemente social. resulta un espectáculo en el que el individuo se aísla. Y dichasituación es provocada en gran parte por uno de los requisitos indispensables parala buena proyección cinematográfica: la oscuridad. elemento quejuega un papel demuro entre un espectador y los demás. La oscuridad contribuye a la mayor concen-

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tración. pues quita del campo de la percepción elementos ajenos a lB película que seexhibe. Entonces. la mirada está obligada a dirigirse, en una situa.ción que puedecalificarse de parahipnótica. al cuadro luminoso de la pantalla. donde las imágenesse suceden. Así. el espectador está en en una clara actitud receptiva y consecuente-mente la imagen se apodera de él, sin permitirle un discernimiento o dificultándoselo.Todo lo anterior hace constatable que, en el caso del cine. se suele dar una carenciade control recíproco entre los asistentes al espectáculo. Dicho control se da másfácilmente entre los individuos que asisten a otros espectáculos. Lo normal es queel hombre que va al cine guste sólo de lo que sucede en la pantalla y que perciba lasreacciones de otros, si las percibe. en una especie de distancia. sin que dicha percep-ción entre francamente en el campo de lo consciente.

Otro de los elementos que han de tenerse en cuenta en relación con el especta-dor es el técnico. que ha logrado que la película sea cada vez más fácil de ver. Amedida que avanza la técnica cinematográfica, el espectador alcanza una visión cadavez más delectable y viva. que responde a la capacidad del individuo promedio, dequien nos dice Schickello siguiente, después de habernos presentado un desarrollodel cine y sus posibilidades técnicas: "el individuo promedio tiene una capacidad limi--tada para registrar hechos e interesarse por ellos. Además, posee una evidenteilimitada necesidad de ficción y fantasía. Los primitivos realizadores no proporcio-naban estos ingredientes".6 Schickel se refiere al arte cinematográfico. necesaria-mente referido al avance técnico.

Además. el elemento artístico se ha venido afinando por la contribución deautores. críticos. escritores y actores seleccionados. Por otra parte. en la industriacinematográfica existe de hecho una competencia a nivel mundial. que mueve a lasindustrias nacionales (y ello constituye un proceso de búsqueda) a esmerarse por laobtención de un producto más y más cualificado. La competencia ha sido favorecidaen gran parte por diversos concursos y festivales realizados en diferentes partesdel mundo.

En la consideración de elementos definitivos no podemos olvidarnos de la ima-gen, puesto que es algo esencial al cine, éste se sirve de la palabra -o debe servir-se- solamente como de algo accesorio y complementario: lo que no puede serexpresado por la imagen es completaoopor la palabra. pero sin que ésta resulteesencial (cuando la palabra cobra importancia deci~iva en una producción cinema-tográfica, ésta pierde su valor estrictamente cinematográfico: de ahí. por ejemplo. queel teatro filmado que se stñeta a cánones teatrales resulte pobre en expresión). Dehecho. pensando en la historia del cine sonoro. hay películas sumamente expresivasque carecen de diálogo. Un ejemplo extraordinario es la película italo-francesaLe bal [El baile] (1982), dirigida por Ettore Scola.

Además, el cine presenta en la historia un carácter único: como arte presentala novedad de haber nacido de una invención científica. En su desarrollo histórico,

6 Richard Schickel. Cine y cultura de masas. Editorial Paidós. Buenos Aires. Argentina. 1970. p. 20.

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Introducción 27

cada nuevo invento ha supuesto una etapa importante. Dfgalo si no el nacimientodel cir)e sonoro, que provocó inicialmente grandes crisis en la industria cinemato-gráfíca en todas partes del mundo.

Pero el éxito definitivo del cine se debe a la posibilidad que éste tiene de conse-guir y presentar imágenes en movimiento. lo cual no es otra cosa que un efectoffsico de óptica: lo que vemos de hecho es una sucesión de fotogramas füos proyec-tados a gran escala y a una velocidad determinada. Conseguir la presentación de laimagen en movimiento fue un sueño del hombre ya desde la prehistoria: lo demuestra,entre otros ejemplos, la cueva de Lascaux en Dordoña. que ostenta fascinantespinturas rupestres en las que parece buscarse la reproducción del movimiento: enla espléndida composición llamada Rotonda de los toros descubrimos al centro tresanimales (un caballo. un toro y un reno) presentados activamente. Quizá es el sitiodonde el arte paleolftico consigue su mejor expresión plástica. Los intentos de re-producir el movimiento se repetirán a lo largo de toda la historia del arte; perohasta la llegada del cine. cuyo nacimiento coincide con la producción impresionista.no se quedaran sino en intentos. Por algo el cine se puede definir como el arte de laexpresión a través de imágenes en movimiento.

El éxito definitivo del cine se debe a la posibilidad que tiene de conseguiry presentar imágenes en movimiento. lo cual no es otra cosa

que un efecto físico de óptica.

Pero el cine se presenta al hombre y éste no puede substraerse de su influencia.Podrán ser muchos los que no asistan al cine y los que asistan rara vez; pero elespectáculo está presente en todas partes proponiendo puntos de vista y presentandomaneras de ser; el cin~ está constantemente sugiriendo e invitando. Está referido alhombre y éste no puede ignorarlo ni dejar de sentir sus efectos. Tanto. que podemosafirmar que el hombre de nuestro tiempo. asista o no al cine. por la infuencia de ésteen la sociedad. es horno filmicus. Lo importante es que no lo sea pasivamente y quesepa pronunciar su juicio.

,, \jCAn~- pr-c:d~ .

Llamamos Q[Qducto fílmico a la pelfcula -9..ue, tras un proceso determinado, II~ga ~fi~almente a proyec~rse~! espec~or. Aunque las formas de teaIrzac~nvarlan - TI~~según el tiempo, las circunstancias, el capital y el sistema de producción, se puede C '~\~ -

a~rm~r que I~~si~n d~~na ~in§ :e~uie[~norm_almeo~e f~n~~t? ~o.-r\~~lrecclóBY equipo téCnico. Ello quiere decIr que la pelfcula _no puede realizarse sin _o' sfr;.Ir

Uñaeterminado capital. sin alguien que se responsabilice de .la filmación y sin losaparatos que la hagan posible.