el escriba de damasco

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XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESÍA MÍSTICA (España, 2013), Participante Página 1 de 43 «EL ESCRIBA DE DAMASCO» // Mustafá Al-Kassim XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESÍA MÍSTICA (España, 2013) OBRA: «EL ESCRIBA DE DAMASCO» (participante) AUTOR: Mustafá Al-Kassim

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Poesía mística.

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    Pgina 1 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA

    (Espaa, 2013)

    OBRA:

    EL ESCRIBA DE DAMASCO (participante)

    AUTOR:

    Mustaf Al-Kassim

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

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    CONTENIDO

    1 Las carcomas del destino nuestros cuerpos han podrido. 3

    2 Mara de Magdala va prodigando sueos 9

    3 - Seguimos siendo del Edn proscritos!.....................................14

    4 - Oh, Jess Crucificado!..............................................................19

    5 Ritual de la memoria..25

    6 Abrazado al madero de Jess Nazareno38

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

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    odrido

    1-1

    Eran diez esos leprosos en la tarde con sus quejas

    a la vera del camino por do Jess transitaba

    ensendole a las gentes cual Buen Pastor a sus ovejas;

    y aqul grupo de leprosos sus quejumbres le gritaba:

    -Oh, Seor! Ve nuestras llagas, nuestros cuerpos ya podridos-

    -Oh, Seor! Misericordia con nuestra grisalla de olvidos;

    todos somos prisioneros en la crcel del destino,

    solitarios, desechables de la Vida y del Sistema,

    y por eso, a Ti clamamos, a la vera del camino,

    exponiendo nuestras cuitas, las cutreces del fonema-.

    Y Jess, El Gran Kabir, los envolvi en su Gracia Plena,

    acogiendo sus clamoras, sus dolores y su pena.

    -Id al Templo, all postraros al Sacerdote!- as les dijo.

    Los leprosos diligentes emprendieron el sendero

    donde el fin de podredumbres les sera bien prolijo

    y el inicio de un prodigio, de un milagro verdadero.

    Cuando iban bien distantes en sus cuerpos ya sin llagas,

    fue La Gloria de los Cielos, la Divina Omniciencia,

    y al saberse ya sin lepras, sin hedores y sin plagas,

    slo uno le hizo caso al dictamen de consciencia:

    desand todo el camino e iba a Dios glorificando

    y llegse ante El Seor y a sus pies se fue postrando

    y besando sus sandalias en su cntico deca:

    -Las carcomas del Destino nuestros cuerpos han podrido

    en las crcavas umbras del Pecado y del Olvido!

    Mas, Oh Gran Maestro Santo!, Tu Poder es malvasa;

    Nunca falte Tu Amor y Gracia a la estirpe que es de Adn!-.

    Y Jess mirando en torno: -Y los nueve dnde estn?-

    -Si son diez los que he curado, dnde estn los otros nueve?-.

    Oh Misterios inefables: Tu Poder y Majestad!

    T Omniciencia y Rectitud, con Tu Justicia y Tu Bondad!

    Eres Vida que palpita en lo que existe y que se mueve!

    Y el sanado de la lepra era un samaritano;

    y en la tarde van sus preces con los vuelos del milano.

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    1.2

    Somos briznas deleznables y la lepra del olvido,

    lo cutrez de la espelunca, lo bastardo y lo podrido.

    Caminamos como ciegos por la senda de la Vida,

    nos habita aquella Chispa de Bondad Universal:

    es la Esencia o regalo de nuestro Padre celestial

    que posee las virtudes y de Justicia est transida.

    Funcionalismos del Ego y su carcoma la constrien,

    impidindole usar sus talentos y dones; la tien

    de un color sanguinolento y de lo obscuro condicionan

    el humano proceder; funcionalismos son del Kharma;

    y acumula con la endecha de los siglos ese Dharma

    que las leyes del Natura y del Destino bien sancionan.

    Somos lepra en el sendero de la Vida y sus asuntos,

    en las crcavas umbras de callejas y trasuntos.

    1.3

    Avataras y Profetas a este mundo han develado

    la eidomaquia del diuturno transmigrar y de ese hado

    que nos tasa y nos perfila por la vida y su sendero;

    trasegamos los caminos y ciudades vueltos ciegos

    a los temas del Espritu y los Cielos; somos legos

    del Mensaje en ese INRI de Jess en el madero

    (El Ignis Natura Renovatur Integram figura:

    Con El Fuego Renuevas Incesantemente la Natura).

    Somos lepra que carcome sin descanso a nuestras almas

    y que pudre las mejores intenciones, nuestras calmas,

    procelosas vibraciones de La Esencia procedente

    del Eterno Padre Csmico Comn que siempre llama

    a volver entre su Seno convertidos en la flama

    obtenida al transmutar el plomo en oro en la fusente

    otredad de la encendida fragua viva de lo humano

    do el misterio dilucida la serpiente y el milano.

    Somos parias de la Vida entre las garras del Maligno,

    incapaces de Entender lo de la Esfinge y de su Signo.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

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    1.4

    Cual leprosos trasegamos vericuetos del Camino

    al fragor de las carcomas y cutreces del Destino.

    Desgastamos energas, nuestros cuerpos, los valores,

    impregnados de la forma de pensar ms insidiosa:

    creer slo en la Materia y en su accin tan procelosa,

    desdeando Alma y Espritu, nuestros mundos interiores.

    Racional el paradigma que a lo mnimo reduce

    el pensar y la visin que la cultura nos produce.

    Proceder de esta manera nos conduce hacia el abismo

    de las sombras y el error con la ignorancia y la maldad,

    y llenando ecosistemas de entropas, fealdad,

    destruimos el planeta con nuestro craso egosmo.

    Somos parias y leprosos en las fuentes de la Vida,

    con la mente siempre vaga de la obscuridad transida.

    1.5

    Somos fichas, marionetas, en las manos del Destino;

    nuestra lepra es la secuela de ignorancias, desatino.

    Retornamos cada vez en circunstancias ms severas

    ajustando sabiamente los efectos a la causa,

    mecanismo infatigable que gobierna y nos encauza

    en contextos restrictivos de las leyes austeras.

    Todos somos pordioseros en el Reino de la Luz,

    olvidados del Misterio y del Prodigio de la Cruz.

    Desandar nunca sabemos nuestros pasos ateridos

    y diuturnos trasegamos en las crcavas umbras

    del deseo y la ignorancia con las rucas melarchas

    arrastrando temulentos nuestros sueos carcomidos.

    Las carcomas de los siglos nuestros cuerpos han podrido

    y llenamos la existencia de cadveres y olvido.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

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    1.6

    Como ciegos trasegamos las callejas de la Vida

    con la lepra de inconsciencias y de soledad transida.

    Cada vez que el astro pule su algoritmia en el zodaco

    surge un canto de morrias que la lepra configura;

    se estremecen los cimientos de la urbe y la cultura

    con el bodrio y deterioro, lo cutrez y lo manaco.

    Somos piedras del camino de ignorancia y soledades

    diuturnando la entelequia de la lepra y las maldades.

    Cada vez que entre las frondas con la estrige se perfilan

    las endechas de la estirpe, su estertor y su carcoma,

    febricitan las esfinges, los cangrejos y el sarcoma,

    y se fruncen suripantas donde tangos las burilan.

    Cual leprosos de la Vida trasegamos las ciudades,

    ya perdida la esperanza, musitando las saudades.

    1.7

    Eran diez esos leprosos a la vera del camino,

    suplicando sanidades, desastrados del destino.

    Renunciamos a su Amor cuando aceptamos el pecado

    y la lepra de lo inicuo nos carcome hasta los huesos;

    atosigan nuestros pasos esos males tan aviesos,

    la ignorancia procelosa, los desechos de aquel hado.

    Separados del Eterno somos briznas a los vientos

    en la jungla de cutreces, de miserias y lamentos.

    Desechables, los escombros nos circundan, los detritos,

    y no alcanzan nuestros ayes a pagar los nuestros karmas

    ni a volver a las bondades y delicias de los dharmas,

    pues seguimos siendo impuros, del Edn siempre proscritos.

    Las carcomas de los siglos nuestros cuerpos han podrido

    y leprosos caminamos por las calles del olvido.

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    1.8

    La cultura que tenemos es la lepra cognitiva

    que nos castra la destreza superior: la Conscientiva.

    El asombro que de nios nos impulsa a conocer

    el sistema educativo nos lo castra y obnubila;

    desarrollos marginales de la mente se maquila,

    se soslayan los pilares celestiales del saber.

    Se enfatiza el surgimiento de lo egoico en las personas

    y las clases, por doquiera, de lo bodrio son cansonas.

    Dharmadata es ignorado en los programas escolares,

    se empoderan las secuelas del pecado original,

    paradigmas cuyo centro slo es lo racional,

    y el sistema realimenta paradojas seculares.

    Las carcomas pedaggicas han podrido nuestra mente;

    y engarzada entre los falos, la mujer que es transparente.

    1.9

    Eran diez esos leprosos con sus clamoras umbras,

    su cutrez, sus podredumbres, sus ms raucas melarchas,

    que increpaban en la tarde a Jess de Galilea;

    todos diez fueron sanados, slo uno ha regresado,

    y ofreciendo Gloria a Dios, con su Gran Fe qued salvado,

    exaltando los valores de su extranjera ralea.

    Todos somos los leprosos caminantes de la Vida,

    vamos ciegos, ignorantes, con la mente obscurecida,

    al fragor de los deliquios de la cruda vanistoria,

    sucumbimos a lo fcil, el pensar no lo sabemos,

    y la lepra de lo ignaro nos consume y merecemos

    las cutreces del destino, deletrea nuestra historia.

    Las carcomas de la lepra nuestros cuerpos han podrido

    y tenemos nuestras almas en el ms profundo olvido.

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    1.10

    Con Jess Crucificado se hace claro ese Misterio

    do se cruzan FE y CONSCIENCIA en el TEMPLO y el salterio,

    la seidad, de transmutar el agua en vino, plomo en oros,

    convertir las aguas claras, la simiente de la Vida,

    en la Excelsa Espiritual Luz siempre as asaz transida,

    en el Secretum Secretorum, Tesoro de tesoros;

    con malicia ignoramos esos ritos tan sagrados,

    convertimos nuestros cuerpos en guiapos degradados,

    y llenamos de Maldad el Casto INRI del Seor;

    el Maligno nos conduce por la senda del pecado

    y llenando siete mares con escombros y ese hado

    proceloso de las lgrimas, de los llantos el tremor.

    Las carcomas del camino nuestros cuerpos han podrido;

    somos parias del Amor en la espelunca del olvido.

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    2-M

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    2.1

    Despus del medioda, con su porte de diosa,

    Mara de Magdala va prodigando sueos;

    la ven pasar los hombres y se llena de ensueos,

    con el ojo lascivo, la mente lujuriosa.

    Prodiga las sonrisas y sus encantos vibran

    al grcil contoneo de una mujer hermosa;

    en el azul profundo de sus ojos reposa

    un misterio insondable, deseos que calibran,

    como animal en celo, la bolsa de los clientes;

    con sus pasos menudos y ademanes fusentes

    atrae los piropos, la indecente propuesta;

    ella se sabe diva, coqueta, deseable;

    ha enseado del arte su tcnica innombrable

    y de los machos logra la adecuada respuesta.

    2.2

    De pronto, en una esquina, sus ojos se entrelazan

    con otros ojos dulces de mirar nunca visto,

    Es de Dios la mirada con los ojos del Cristo!

    Los anhelos extraos en su ser la traspasan.

    -Quin es ese extranjero de porte tan altivo,

    de mirar tan intenso y a quien la gente sigue?-

    Interroga Mara de Magdala y prosigue

    en pos del extranjero, y su corazn cautivo

    de aquellos ojos dulces de mirar nunca visto

    Del Padre es la mirada con los ojos del Cristo!

    Mara de Magdala se siente perturbada;

    no es el deseo insano, lascivo y tormentoso,

    de cuando al macho brinda desnuda su alborozo:

    Es el Anhelo ntimo de la Paz tan ansiada!

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    2.3

    Jess el Nazareno prosigue su enseanza

    del Reino de los Cielos, Bondades y Milagros.

    Mara de Magdala, de otrora con los magros

    deliquios putrescentes, ponzoa y acechanza,

    le escucha conmovida; con lloros se arrepiente,

    contrito el corazn se transforma en llama ardiente

    de Amor y de Bondad, y a los pies consternada,

    del Gran Maestro Santo, confiesa sus maldades,

    su incasto proceder, sus penas y saudades,

    y unge con sus lgrimas los pies del Nazareno.

    Y el Divino Rab dice: -Quedas perdonada!-

    Y desde aqul entonces es diuturno este treno.

    Jess con ojos dulces la san y la bendijo:

    Del Padre es la mirada con los ojos del Hijo!

    2.4

    La mujer que carcome con su risa de plata

    veleidades del mundo y el diorama escarlata;

    la mujer que seduce con su ustorio destino

    deleznable caricia, levedad del tormento,

    es la diosa maligna del umbroso momento,

    del insombre destierro, por insombre camino.

    La mujer pizpireta, la mujer mercanca,

    va escanciando su pena de la rauca dula.

    La mujer que ha sabido trasegar los escombros,

    burilar la algoritmia de los ojos, los vuelos,

    es la Maga silente y esplendor de los Cielos,

    el Milagro diuturno del Gran Dios, los asombros;

    y al fragor rutilante de los astros azules

    va cantando alabanzas con los raros bulbules.

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    2.5

    La mujer del connubio proceloso, asqueante,

    es la Stira tosca del Infierno del Dante.

    Suripantas, pebetas, del trasiego en esquinas,

    de memoria se saben la ludibria fusente;

    y, engarzada en los falos, la mujer transparente

    es rutina de escombros, de cutreces, letrinas.

    La mujer que ha sabido transformar su simiente

    es la Diosa, la Maga, de la Lcida Mente.

    La mujer que es hermana y es esposa y la madre,

    estandarte es del Numen, la Seidad de la historia,

    el precioso legado de lo Humano y la Gloria

    de las gestas sagradas, la Belleza del Padre;

    y al fragor de las noches, con los astros azules,

    va entonando rapsodias con los raros bulbules.

    2.6

    La mujer rutilante, dehiscente y coqueta,

    es ludibria del beso, lo procaz, pizpireta.

    La mujer que ha castrado la Esperanza del Numen,

    la Seidad del Amor, la Amistad y la sonrisa,

    que fornica constante, montaraz y de prisa,

    es carcoma y detrito de los siglos, cacumen

    de las etnias vencidas, su ruindad y mazmorra,

    el retorno diuturno de Sodoma y Gomorra.

    La mujer que es garante del Amor, la Delicia

    del Edn olvidado, del Arcano innombrable,

    es deliquio del Plectro, la Seidad insondable

    del Misterio Trinito y de la Blonda Caricia.

    Y al fragor de los vuelos de los raros bulbules

    va entonando alabanzas con los astros azules.

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    2.7

    La mujer que se ensaa con el cuerpo podrido

    en rutinas simiescas del diorama de olvido,

    y se inventa arabescos a la luz de la luna

    al comps de fandangos en la umbrosa calleja,

    y es silente la causa del cadver que deja

    una estela de sangres, soledad cual ninguna;

    es la maga brujesca, la grisalla escarlata,

    del ritual que asesina y de la mano que mata.

    La mujer que ha vencido los rigores del Sino

    y hombro a hombro trabaja en mejoras del mundo,

    es la Santa, la Maga, con su Saber Profundo,

    alumbrando la senda del Difcil Camino.

    Y al fragor de los cantos de los raros bulbules

    va educando a la estirpe con sus manos y tules.

    2.8

    La mujer que ha sabido trasegar la molicie

    se ha llenado de lepras, estresores, calvicie,

    y detenta purprea la otredad del Sistema;

    y es esclava de vicios, las toxinas del Alma,

    que ha perdido la dicha, la beldad y la calma;

    lo cutrez es del sino, lo procaz del fonema.

    La mujer que burila con su sexo turgente

    las endechas y ritos de la ciudad fusente,

    es la hembra prosaica y hacedora de males,

    la pebeta que pierde el azimut de los estros

    y engarzada en los ritmos de los ritos siniestros

    paradigma es de ruinas, de los sexos bestiales.

    Y al comps de los tangos y milongas azules

    va entonando cantigas de la muerte y sus tules.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

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    2.9

    La mujer que ha podido extraer del pecado

    la sapiencia del estro del ustorio legado;

    la mujer que es la Isis de los grandes Misterios,

    Sacerdotiza y Templo donde oficia el Supremo,

    y es la Diosa, la Maga, del ustorio baremo,

    la Esperanza es del Mundo con sus divos salterios,

    la Otredad del Cacumen, la Seidad del Sochantre,

    extrayendo el Gnocere de los fuegos del Diantre.

    La mujer que transita en el Difcil Sendero

    y transforma energas en los Cuerpos de Oro,

    es la Fuerza del Dharma y el Divino Tesoro,

    la Otredad de la Alquimia en el Amor Verdadero.

    Y al fragor de la noche con los astros azules

    va entonando rapsodias con extraos bulbules.

    2.10

    La mujer de Magdala que ha logrado la Clave

    de los Siete Misterios y el Ritual de la Grave,

    celestial Ambrosa, con los ritmos diuturnos

    de la Esfera Sagrada, y que se esmera paciente

    al tenor de la Magia de Algoritmia fusente,

    es puntal de la Dicha con los cielos nocturnos.

    Redimida y Sanada, la mujer de Magdala

    es la Esencia del Numen de la Sacra Mandala.

    La mujer que transida del Amor ejecuta

    los rituales sagrados de la Esfinge y Enigma,

    prolifera tesoros, celestial paradigma,

    que doblega al Maligno de la ustoria cicuta.

    Y al fragor de los cantos de los bellos bulbules

    va entonando los ritos de los astros azules.

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    3-S

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    3.1

    Al verte as, Seor!, crucificado,

    transido de dolor, desfigurado;

    me duele el corazn y me palpita

    un dolor como el tuyo; escarnecido

    por las llagas del pecado y del olvido,

    clavado, as, en esa Cruz; crepita

    todo el Universo que has creado

    al ver que tu dolor nos ha salvado.

    Me duele el corazn, me duele el Alma,

    al verte en esa Cruz ensangrentado,

    sediento y por la lanza traspasado;

    me integro con tu muerte que te ensalma

    y luego te convierte en Resurrecto.

    Mi gozo es que en Tu Ser eres Perfecto!

    3.2

    Vengo hasta Ti, Seor del Universo!

    dejando los colgajos en la historia

    y en sus pas sangrantes, sin memoria,

    del ser o del no-ser, o del anverso;

    leproso, con el cuerpo ya podrido,

    entre nieblas, grisallas del olvido.

    Somos, Seor!, del lodo de esta Tierra,

    de la estirpe de Adn ya fracasada,

    mucho menos que nada de la nada,

    prisioneros del sino, nos encierra

    vanistoria oquedad y la carcoma

    del tiempo proceloso, nos retoma

    una rueda sin fin, fangos, detritos:

    Seguimos siendo del Edn proscritos!

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    3.3

    Dadnos, Seor!, la Luz de tu Ambrosa,

    el Agua Viva de tu Malvasa;

    Sanad, Seor!, la lepra y estas llagas

    que consumen los cuerpos y las almas;

    estamos prisioneros, dadnos calmas;

    salir de tanto horror, de tantas plagas,

    nuestra necesidad y nuestra urgencia

    as lo son; y dadnos la Clemencia

    de tu Perenne Amor, Misericordia

    y Paz necesitamos; de lo que queda

    somos la sal y la incompleta rueda

    del destino; las lgrimas, discordia,

    escombros, las miserias, los detritos:

    Seguimos siendo del Edn proscritos!

    3.4

    Recuerdos de Mara de Magdala

    me obseden da y noche; la Mandala

    Sagrada y el cilicio de cartujo:

    consuelos del cubil que me aprisiona;

    ya nada me interesa ni emociona,

    solo y lnguido con mi sayo me arrebujo.

    Mara de Magdala est en mi mente:

    su voz, su cuerpo grcil, su sonrisa,

    su poderoso abrazo y lo que dijo:

    -Somos del sino presas solamente,

    las briznas del pecado con la brisa

    del Paraso aqul do Dios maldijo

    a la mujer y al hombre pecadores;

    somos niebla del tiempo y sus fragores;

    slo sombras chinescas nuestros gritos,

    nuestras labores vacuas, nuestra prisa:

    Seguimos siendo del Edn proscritos!-.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 16 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    3.5

    Mara de Magdala y los leprosos,

    la viuda de Naim, los ojerosos

    labriegos de las mieses; el impo

    fariseo con su malicia y saa,

    la envidia falaz; y la cizaa

    conque el romano asesin al judo.

    Portentos del Escriba de Damasco;

    Nicodemo y su frase: -Cmo nazco

    de nuevo siendo ya un hombre viejo?-.

    La cultura mendaz, sus vanos ritos,

    la parbola del viento y del espejo,

    la muerte por doquiera y los detritos;

    la huella triste que dej el cangrejo,

    y, en la bruma del tiempo, slo mitos:

    Seguimos siendo del Edn proscritos!

    3.6

    La carcoma del tiempo y de los astros

    es toda nuestra; lgrimas, cadastros,

    algoritmia en el vuelo del milano;

    enigma citadino nos compulsa

    con el bodrio diuturno y con la insulsa

    levedad; las costumbres, ritual vano,

    turgente vacuidad y las callejas,

    el ro y sus cadveres, las quejas,

    las mujeres de luto, letanas,

    en la cantiga ustoria del camino;

    Mara de Magdala y su destino,

    leprosos que burilan melarchas;

    rutinas del Sistema, burdos mitos,

    la espelunca vaca donde asoma

    el paria de la calle y su carcoma,

    la voz de su aquelarre y de sus gritos.

    La cruda vaguedad del estornudo,

    eso somos; nos dice un eco mudo:

    Seguimos siendo del Edn proscritos!

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 17 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    3.7

    Palpita un vacuo mundo en cada esquina:

    -Cruxifixia!- pregona y vaticina

    la labia procelosa de los muertos,

    el fragor apocalptico del lobo;

    sazonan los procesos con su adobo

    el azimut preciso de los puertos

    do se tejen nostalgias del orate

    y dilucida lgrimas, dislate,

    el INRI con su enigma y su presagio

    entre el smog, calima de los mitos;

    exhostos, clxones, ahogan gritos,

    sandungas, pasmarotes y el adagio.

    Fantoches comunican con sus ritos:

    -Seguimos siendo del Edn proscritos!-

    3.8

    Jess de Nazareth, Padre y hermano!

    Clavada en el madero est Tu mano

    que ha bendecido campos y ciudades,

    resucitado muertos, que ha sanado

    los leprosos de los cuerpos y del hado,

    los lloros, las tristezas, las saudades.

    Jess de Nazareth, Hermano y Padre!

    Tambin vuestra Madre es nuestra Madre,

    la cifra del enigma que nos muestra

    el rosicler celeste de tu historia;

    baremo y paradigma de la ustoria

    Seidad que el Sol conoce y nos demuestra.

    Jess de Nazareth, son nuestros gritos:

    -Seguimos siendo del Edn proscritos!-

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 18 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    3.9

    Y el hombre-Dios no pronunci palabra

    ante el gento que vociferaba;

    -Cruxifixia!- la multitud clamaba

    y exiga la sangre en la macabra

    idea de la inmolacin injusta;

    el Hombre-Dios en su paciencia muda

    bendijo el ltigo en su piel desnuda;

    Serenidad, Perdn, en la Augusta

    mirada del Rab de Galilea.

    -Cruxifixia!- clamaba el gritero,

    las gentes muchas de peor ralea,

    la voz aleve del plebeyo impo.

    El Hombre-Dios en su Saber Profundo

    tom su Cruz y se inmol fecundo.

    Y el eco continuaba con sus gritos:

    -Seguimos siendo del Edn proscritos!-

    3.10

    Han pasado los siglos y en la Tierra

    se sabe poco del poder que encierra

    la Cruz del Monte de las Calaveras,

    la Luz Divina que su Enigma mana

    para quien sabe superar la vana

    fe ciega y vacua de las mentes hueras.

    Trinita Clave que en el INRI Santo

    permite al hombre transformar su llanto

    en la Alegra y Paz, Seidad de Calma,

    quemar el Ego con el Sacro fuego

    y Despertar del mundo mudo y ciego

    a la Divina Potestad del Alma.

    El Sacro INRI con sus sacros ritos

    retorna del Edn su Magia y Ritos.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 19 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    4-O

    h J

    ess C

    rucifi

    cado!

    4.1

    Oh! Que duro trasegar

    para llegar a tu Cruz

    y saber que con Tu Luz

    todo se puede lograr.

    Como el milano al volar

    lleva magia y melarcha

    as Tu diva Ambrosa

    nos redime del pecado

    y desde la Cruz, clavado,

    es Eterna Tu Vala.

    Es Jess el Nazareno

    redentor crucificado,

    Dios hecho hombre ha salvado

    al humano de su cieno,

    lo ha librado del veneno

    de la insidiosa serpiente;

    lo san de ser leproso

    le ha devuelto el reposo

    de su ser eternamente

    y lo ha llenado de gozo.

    4.2

    La Cruz Sagrada redime

    la cruz del mal nos oprime.

    Son las dinmicas fuerzas

    que moldean lo creado,

    arquetipos, nuestro hado,

    en lo que estamos inmersas

    las criaturas, lo que existe,

    las cantigas de lo triste,

    las alegras diversas

    conque la calle reviste

    las sandungas, pasmarotes,

    de los parias con sus trotes;

    las saudades conque viste

    y se siente entre los plexos

    a Jess el Nazareno

    la edidomaquia de su treno

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 20 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    entre escorias y los nexos,

    azimut de los vencidos

    entre la bosta y el cieno

    y los dioramas de olvidos.

    4.3

    Oh Seor! Por tus heridas

    y los clavos de tu muerte,

    algoritmia de la inerte

    levedad de las manidas

    homilas del sochantre,

    se solazan ego y diantre

    con las sangres de Tu Cruz;

    Tu conviertes agua en vino

    y sealas el camino

    a Tu Cielo y a Tu Luz.

    Los leprosos se han curado,

    has dado vida a los muertos

    y conviertes los inciertos

    devenires de nuestro hado

    en Clara Luz del destino,

    eres faro del camino

    que conduce hasta Tu Cielo

    de la eterna Dicha y Paz,

    encarnando ese solaz

    del milano con su vuelo.

    4.4

    Amor con Amor se paga

    y Amor es clave del Cielo

    y cual guila en su vuelo

    que las alturas se traga

    es Seidad, Paciencia y Daga

    el Amor que Tu nos das.

    Oh, mi Dios! Para quererte

    y sanarme con Tu Cruz

    es preciso ser la Luz

    y el Secreto de Tu Muerte.

    Con Mara de Magdala

    y los muertos y leprosos,

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 21 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    son eventos portentosos

    de tu Amor y Tu Mandala;

    con el vuelo se acicala

    la algoritmia del milano

    y se desecha lo vano;

    As, con tu Cruz y Muerte,

    perfecciono ese quererte

    que me da Tu Magna Mano.

    4.5

    As, clavado en Tu Cruz

    y el cuerpo pleno de heridas,

    se me agolpan las perdidas

    existencias sin Tu Luz,

    y me clama el orozuz

    los silencios de Tu Muerte;

    anso volver a verte

    todo T resucitado

    al vencer ese cruel hado

    que nos oblig a perderte.

    No es preciso que al quererte

    T nos des Misericordia

    ni que cese la discordia

    con el infierno al temerte.

    Con Mara de Magdala

    los recuerdos se aglomeran

    y las cantigas imperan;

    se extasa en la Mandala

    el diuturno anacoreta,

    en su orar con la roseta.

    4.6

    Se celebra en la calleja

    los rituales de la Cruz

    y se va apagando la luz

    del cadver con su queja

    cuando baja por el ro

    la metfora del fro

    y se yergue entre la fronda

    sin que nadie le responda

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 22 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    ese canto, escalofro,

    de la estrige con su ronda

    de cantigas y saudades;

    va impregnando las ciudades

    un tremor de melarchas

    cuando bajan de los cerros,

    con sus llagas y cencerros,

    los inopes con dulas

    y se llenan de arabescos

    las callejas con la luna;

    soledades cual ninguna

    entre los ritos burlescos.

    4.7

    En sandungas, carnavales,

    se han trocado los rituales

    de la Cruz por estos das;

    se organizan ordalas

    con fandangos, lupercales,

    y no estn en sus cabales

    los sochantres y curacas

    celebrando de alharacas

    la semana de pasin;

    ukeleles y matracas

    con sus ritmos alebrestan

    la oquedad del corazn;

    los turistas bien se aprestan

    a gozar con emocin

    del jolgorio, saturnales,

    homila y procesin.

    Hoy se olvidan los rituales

    del clavado en una Cruz,

    su Mensaje con su Luz,

    por sandungas, carnavales.

    4.8

    Van gritando las callejas

    que ya todo ha terminado

    y Jess Crucificado

    con su Cruz y con sus quejas

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 23 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    slo es cosa del pasado;

    en la fronda est la estrige

    con su canto que le rige

    su ritual a la calleja

    y al cadver que se aleja

    por un ro donde exige

    el destino sus denarios.

    La carcoma, abecedarios,

    son el pan de cada da

    do se muere la Esperanza

    con su hambruna y acechanza,

    su cutrez y melarcha.

    Siete mares se han llenado

    con la sangre derramada,

    muchedumbre asesinada

    por las crueldades del hado.

    4.9

    Si volviera a ti a nombrarte

    en dioramas de la luna

    y volviera cual ninguna

    tu presencia con el arte

    que transmuta formas, cosas,

    en las cunas y en las fosas,

    necesario me sera

    transformar pena y morria

    del recuerdo con la nia

    y su cruz y melarcha,

    en la Paz del Nazareno,

    su viacrucis y su treno

    que con su eternal vala

    ha salvado del humano,

    como vuelo del milano,

    su Destino y su Alegra.

    Si volviera as a tenerte

    con la noche entre mis brazos,

    necesario que los trazos

    fueran Vida, no de muerte.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 24 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    4.10

    En la Cruz del Nazareno

    est el INRI consagrado

    con su signo y su legado

    del Edn Magno y Sereno.

    Mas el vulgo con su treno

    del pecado y sus cutreces

    va esparciendo las sandeces,

    su ignorancia con su cieno.

    Es Jess Crucificado

    quien nos libra del pecado

    y nos llama hasta su Cielo;

    es el INRI tan Sagrado

    que el Seor ha prodigado

    cual los pjaros en vuelo,

    azimut y singladura

    hacia el Ampo de su Amor,

    donde brilla el Esplendor

    que es de Dios y de su Albura.

    Con Jess Crucificado

    nos salimos del pecado.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 25 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    5- R

    itual

    de la

    mem

    oria

    5.1

    All quedaba el ro

    y ese ro era el grito de mi existencia austera,

    algoritmia y rito de ancestros y cobaltos,

    donde la piragua orlaba

    los espacios y los tiempos

    que la luna vesta de rufas y de mbares

    y del recuerdo antiguo de Mara de Magdala,

    perlado de leprosos

    con sus carnes podridas, pestilentes.

    All quedaba el ro

    y ese ro era el alma de mi existencia ida

    donde le plugo a la hembra

    cifrar su hechicera

    sobre mi carne undvaga

    plegada a la sisoria levedad de la noche,

    entre la ustoria imagen de un Hombre-Dios

    clavado en una Cruz, sufriente y aterido.

    Con la dura carcaza candeal de la espuma

    el ro se llevaba mis das y propsitos

    y la sonrisa leve de la astromelia ltima.

    As, fueron pasando mis huesos y morrias

    signados por la cifra del astro y su baremo

    de abscndita belleza.

    All quedaba el ro

    y en el ro un manglar donde fue propincuo el sino

    de la paciencia antigua,

    donde no pudo medrar mi sangre de arabescos

    y se pleg a la hirsuta levedad de mis astros

    la dispora diuturna de mis pesados pies.

    All quedaba el ro

    y ese ro acun en su diorama y flujo

    la cuenta de cadveres del lobo apocalptico,

    mi canto y mi saudade, la huida entre la noche,

    unidos para siempre al ritual de la memoria.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 26 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    5.2

    Aqu estamos. Hasta aqu hemos llegado

    dejando colgajos de corazn y piel

    en las pas coruscantes de la historia,

    a ritmos de un Paraso

    y de una Cruz donde un Hombre-Dios

    est clavado a tajo seco en la memoria.

    Los ayes lastimeros de leprosos

    a la vera del camino, suplicantes;

    levedad de las poses; vanistoria

    la herencia de los siglos;

    hasta aqu hemos llegado

    y las trazas de nuestros pasos temulentos

    sealan el azimut de las derrotas,

    las carcomas del hombre y la mujer

    desastrados por seguir los ardides de una sierpe,

    el entramado de miserias y de ritos,

    que configura los paradigmas del sistema.

    Recuerdos de Mara de Magdala

    atosigan el fango y las rocas del camino,

    se incrustan en las heridas del trasiego

    y se hacen punzantes, ustorios,

    impregnando las noches y los das

    en las crcavas umbras de las desesperanzas.

    Aqu estamos. Hasta aqu hemos trado

    las llagas purulentas en los podridos cuerpos;

    nada nos queda entre las manos;

    slo un recuerdo umbroso y obcecado,

    una vaga promesa de los ngeles,

    los desastres, augurios de profetas,

    y la sisoria certidumbre de que hemos fallado,

    sin saber en cul recodo del sendero

    tomamos el camino equivocado.

    Slo nos queda un sitio seguro: el abismo

    que es afn a nuestro sino y nuestra historia.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 27 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    5.3

    Los pasos vienen del fondo de los siglos,

    se anan al estertor de la memoria,

    se hacen humo y cenizas en los huecos y recodo del camino,

    en callejas obscuras de paredes vaporosas,

    y extraen sus races de los cuerpos,

    de los muchos cadveres que el ro

    solivianta cuando pasa agreste

    anunciando las tormentas ltimas all tras las montaas.

    Los pasos carecen de una estrategia inteligente:

    slo avanzan un poco y retroceden

    luego, indagan a un lado y se devuelven,

    despus van al otro lado

    y regresan e intentan avanzar otro poco.

    Han sabido del Escriba de Damasco

    y de sus portentos y milagros

    que narran antiguos jeroglficos.

    La esfinge milenaria los vio cruzar por el desierto

    achicharrados por el Sol

    y enceguecidos por las tormentas de arenas.

    Antiguas espeluncas constatan la memoria

    de los pasos cansinos, temulentos,

    que acompaaron a Mara de Magdala

    y los leprosos, la suripanta perdonada

    y de Lzaro que regres de ms all.

    Los pasos desastrados del sochantre,

    los pasos aniquilados de los parias,

    los pasos alienados de los orates y curacas,

    los pasos hechos versos en las cuencas sin luz de los cadveres

    que bajan por ro siguiendo otros pasos

    y olvidando los propios.

    Los pasos, en fin, de los noctudas

    hacedores de versos y entelequias,

    los pasos de fantoches y asesinos

    en el ludibrio y alborozo de callejas

    y el bodrio secular de desechables.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 28 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    Los pasos menuditos de las suripantas,

    oquedades de rufas y topacios;

    albergando las lepras de la estirpe

    y las lgrimas hirsutas, temulentas,

    de los desplazados por la ciudad fusente.

    5.4

    Las voces profundas de los tiempos

    se audan al bullicio de la urbe

    para fijar la ruta, el estropicio,

    de los que van rumbo al silencio,

    a las crcavas umbras, subterrneas,

    donde medran sisimbrios, ciparisos y astromelias.

    Las voces sitibundas del desastre

    se amoldan a los vientos citadinos,

    perfilan las callejas y las frondas,

    las tardes del Domingo y su aquelarre.

    Estertorosas las voces de los neonatos

    sealan el vuelo de albatros y milanos

    y a la marcha primaveral de los cangrejos,

    para decir que no hay futuro,

    que todo es veleidad y slo hay muertos,

    cadveres que el ro solivianta

    en los das festivos y en las noches.

    Las voces lastimeras de las viudas y los hurfanos

    burilan las aceras, las esquinas,

    donde pululan desechables, desplazados,

    vendedores ambulantes, basuriegos,

    gamines, suripantas, y ladrones.

    Las voces plaideras de mendigos

    musitan el pregn de los hospicios,

    los das sin arroz de los orfelinatos,

    las noches sin abrigo de las monjas

    y el vientre abultado de curacas y sochantres.

    Vacuas las voces de sandungas, pasmarotes,

    se allegan estrepitosas a los cuerpos

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 29 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    y los sepultan en rituales y alharacas,

    costumbres del ancestro y del estircol.

    Las voces melifluas que han medrado

    al amparo de la capa pluvial y los ministros

    desdicen del mensaje escarolado

    palpitante en la Cruz del Hombre-Dios

    sacrificado en aras del orgullo, la soberbia,

    el egosmo, la ignorancia y las sombras del olvido,

    y en los recuerdos de Mara de Magdala

    y los leprosos suplicantes,

    las mieses del destino y la calandria.

    Las voces guturales de los vientos

    anuncian un otros, la singladura,

    del ms experto fantoche en la calleja

    cuando se hacen canto y ludibrio,

    sopa de arroz, carnestolendas,

    los ms conspicuos consejos de los sabios

    y la luna trasiega de arabescos

    acompasando a la estrige entre las ramas

    y las grisallas del olvido y la mortaja.

    5.5

    Los ojos que han surgido de los pastos

    desdicen de la estrategia del gobierno,

    de los planes de desarrollo a largo plazo,

    del producto interno bruto en aumento,

    y del bajo ndice de precios al consumidor.

    Los ojos que han echado races bajo los ciparisos,

    las fosas comunes, y los bcaros,

    han visto trasegar las astromelias,

    los llantos de mujeres y de nios,

    las manos lnguidas que dej el verano,

    por entre el estropicio de las romeras

    al Cristo Milagroso y a la Virgen de los analfabetas.

    Los ojos podridos del silencio

    acompasan a curacas y a burcratas

    cuando esquilman los erarios a destajo

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 30 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    y se hacen bosta, detrito, escapulario,

    los rezos desesperados de las suripantas.

    Los ojos ocelados de los neonatos que han nacido muertos

    sealan a las etnias sin futuros

    y a las mujeres de vientres estriles.

    Hay un tremor en los sisimbrios y samanes

    cuando el vendaval de ojos innmeros

    azota las casas de los orfelinatos,

    las habitaciones de las mujeres parturientas

    y las casuchas de los desplazados.

    Los ojos mustios, opacos,

    de los fetos abortados

    hablan muy bien de la eficiencia del sistema,

    de la eficacia de los mtodos anticonceptivos,

    de las estrategias de los ministros del despacho

    y de la propaganda oficial, inmarcesible,

    sobre el crecimiento poblacional en descenso.

    Los ojos plenos de estrabismos

    de los orates y de los desechables

    acompasan undsonos los exhostos y clxones,

    los ruidos de tamboras y de latas

    en las marchas de los discriminados

    y de las mujeres sin trabajo.

    Los ojos temulentos de la historia

    atestiguan la voz y los milagros

    de Jess de Nazareth, Crucificado,

    y de Mara de Magdala llorosa a sus pies.

    Tus ojos que han visto mis delirios,

    presenciado las cantigas de mi sino

    ante los ojos apagados de la nia sin vida

    en su silente espacio, iridiscente y azul,

    saben muy bien lo que son nuestros ayes leprosos,

    suplicantes, por la Misericordia y la Sanidad.

    Tus ojos dulces, Oh Seor!, tan apacibles,

    de un extrao mirar nunca antes visto

    son la Mirada del Padre con los ojos del Cristo!

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 31 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    restauran la Fe y la Esperanza

    aunque ests en la Cruz escarolado

    5.6

    Las manos acunan los destinos

    desde las mismas races de la historia.

    Las manos tiernas, amorosas, de las madres,

    nos apacientan sabiamente,

    nos arrullan el sueo y las heridas,

    las trazas del destino y nuestros pasos.

    Las manos clamorosas de los vientos

    del pasado, con los ecos de un Edn olvidado,

    nos escriben relatos y poemas,

    recetas de cocina, los rituales

    conque la urbe acuna zorrunamente

    los algoritmos de calles y de esquinas,

    de callejones, de frondas y de parques,

    y nos deja entrever slo los risos,

    sandungas, pasmarotes, carnavales,

    los cantos de sirenas y ukeleles,

    sacabuches, retrucanos, matracas,

    el trfago diuturno de labores,

    los ojos de vuelos y de voces

    soslayando con arte y eficiencia

    los verdaderos propsitos de la estructura

    de costumbres cotidianas, de ajetreos,

    de llantos, de risas y de ritos,

    la eidomaquia de las cunas y las fosas.

    Las manos que acarician y que aman

    nos llevan al Cielo en este mundo,

    nos hacen olvidar la tragedia de lo humano,

    los ecos de un vivir paradisaco,

    la Magia del rbol de la Vida,

    y la Euritmia de la Ciencia del Bien y del Mal.

    Las manos que asesinan y sonren,

    avientan cadveres al ro

    y se mofan de Dios y de sus ngeles,

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 32 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    atiborran de huesos y cutreces

    los das y las noches en campos y ciudades,

    y llenan los espacios, los momentos,

    de lgrimas, miserias y saudades.

    Las manos de Jess Crucificado,

    con sus estigmas sangrantes,

    y, sin embargo, llenas de Bondad y Perdn nunca visto

    Del Padre es el Amor con las manos del Cristo!

    5.7

    Los desplazados, neo-miserables de albaal y los desechables

    pueblan las noches y los das,

    los parajes y los climas de la ciudad fusente;

    visten de un sucio-mugre

    la endecha de los astros y el canto de la estrige;

    se anan al ambiente y al smog,

    a la lluvia cida, a los escombros y detritos,

    y al clamor de los exhostos y clxones.

    Han resistido lo txico de la Poltica y los vaivenes de la economa,

    el desplome del producto interno bruto

    y de los ndices de equidad

    y de las exportaciones no-tradicionales.

    Se saben de memoria las callejas

    y crcavas umbras, los rincones en aceras y en aleros,

    los ductos subterrneos,

    las bancas de los parques pblicos.

    En las estaciones del metro citadino

    inundan las horas de mayor congestin

    con sus fachas mugrientes y asquerosas,

    hediondos a detritos y humedades extraas.

    Cuando el clima es propicio,

    se aglomeran en las zonas verdes, junto al ro,

    se baan en las aguas letrinosas de las quebradas aledaas,

    y entonan canciones de nostalgias.

    Se saben el ltimo lugar del inventario

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 33 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    en el hirsuto baremo del sistema,

    la cifra ms cercana al cero absoluto,

    los detritos de la urbe, desechos de la estirpe.

    En los semforos, son una pincelada ms del enfoque turstico,

    se encargan de mostrar lo prolfico que somos

    y nuestra ms eximia capacidad de innovacin.

    A veces, caminan en rigorosa formacin militar,

    pero, la mayor parte del bodrio citadino,

    van por all, al garete,

    auscultando los escombros, las basuras, las cloacas,

    por un mendrugo de pan rancio

    o un trozo de carne en descomposicin;

    en ciertas ocasiones,

    se encuentran con algn cadver de persona,

    o de algn neonato muerto tirado al basurero,

    y se lo van tragando poco a poco, con fruicin,

    y musitan: -Uy! Qu sabrosos son nuestros hermanos!-

    Ellos y ellas configuran a los nuevos leprosos de la historia.

    El efecto colateral ineludible- del desarrollo humano

    centrado en la explotacin del hombre por el hombre.

    En circunstancias especiales, cuando la sinfnica

    proporciona su retreta dominical al aire libre,

    se regodean con las interpretaciones exquisitas

    del cancionero popular

    y cantan a viva voz el Gloria inmarcesible

    y el Jbilo inmortal.

    En los festivales de Poesa

    aplauden con entusiasmo

    los poemas de los bardos, venidos de los cinco continentes,

    en las sesiones culturales de los espacios pblicos.

    En las transmisiones populares de ftbol

    vitorean frente a las pantallas gigantes

    los goles del equipo favorito.

    Y en las reuniones comunitarias de los ediles

    y dems lderes del staff municipal,

    a veces se cuelan con disimulo

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 34 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    para averiguar cmo es eso de la Democracia.

    En fin, ellos son un elemento ms de los paisajes urbanos

    cargando con sus llagas, cutreces y sus penas,

    pero ellos tambin son nuestros hermanos

    5.8

    La calleja estaba ustoria, temulenta.

    Bulla espiraloide el rauco algoritmo

    de los desposedos,

    mientras los sochantres, curacas y de ms feligresa

    rezaban letanas con la Procesin del Viernes Santo.

    La miseria y la derrota bajaban y suban,

    cruzaban de un lado a otro,

    buscando con afn un rincn desocupado

    para defecar con fruicin la agrura del desprecio

    y el ruco desparpajo de las carnestolendas.

    En las crcavas umbras del desastre

    el miedo iba y vena,

    giraba en redondo en los semforos,

    y se detena, displicente, entre las piernas menuditas

    de la ltima suripanta de ocasin.

    La sombra de las dudas

    resoplaba ustoria y temulenta

    haciendo ecolalia hirsuta del viacrucis

    y de la remembranza de un Hombre-Dios crucificado;

    y, a sus pies, Mara de Magdala,

    regando con sus lgrimas

    los empeines traspasados con un clavo;

    a la distancia, los diez leprosos ya sanados,

    tmidamente rezongaban algo as como:

    -Si nos pudo sanar a nosotros,

    por qu no se salvar l?-

    El acurut en la fronda cercana

    inici su canto de saxofn constipado

    mientras la prisa saltarina-

    preaba de estupideces el pequeo mundo

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 35 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    de los beodos consuetudinarios y dems aves de corral.

    La calleja estaba ebria.

    La luna vesta de arabescos,

    con las chinescas sombras del olvido,

    a las vacas espeluncas de los desplazados,

    haciendo eco de las palabras musitadas

    por el Hombre-Dios clavado a su Cruz:

    -Padre mo, Por qu me has abandonado?-

    La sandunga, entonces, redobl sus ritmos

    y parias y fantoches bailaron al comps,

    pasmarotes hediondos seguan en sus poses,

    y la mujer de pasos menuditos

    desgaj sus lgrimas sobre los ojos mustios

    del primer cadver de la noche.

    La calleja estaba ebria.

    Y en su ritual insombre

    la muerte desat sus furias

    haciendo que los ritmos del desastre

    acompasara los cnticos de la Procesin del Viernes Santo.

    5.9

    Los suasorios eventos citadinos

    perfilan el devenir y la algoritmia

    de los absintios cadveres al alba.

    Los legistas de turno dictaminan

    que las causas de los fallecimientos

    son inherentes a la estructura, paradigmas,

    de la ciudad fusente;

    por lo tanto, el dictamen es:

    -Muerte natural citadina-

    Entre tanto, el ritual de la memoria

    persiste en nombrarte da y noche:

    el trasiego del sino con tus ojos,

    del espejo en tu sonrisa iridiscente

    son los dioramas y grisalla

    sabedores de la vida y de la muerte,

    de la cifra y enigma de la Esfinge,

    del misterio proceloso de la madrugada.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 36 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    Sisorios los eventos citadinos

    desangran los cuerpos y los ritos,

    navegan con la cruz de los hospicios

    entre el gento procaz de las rutinas

    que hoy, como hace siglos,

    exigen Cruxifixia- al Dios que los cre.

    Hirsutas las callejas citadinas

    persisten con su endecha y cifra

    en aplicar su baremo licuescente, ubicuo,

    en las pasos y los manos de transentes,

    en los ojos y voces de las suripantas,

    en el trasiego seo de los obreros,

    en las ojeras mustias de los neo-miserables de albaal.

    Ustorios los eventos citadinos

    burilan la oquedad del desvaro

    en la vaca espelunca de los sueos,

    y las morrias y dulas de los hurfanos y viudas

    cuando acompasan los cortejos

    de los absintios cadveres al alba.

    5.10

    Hubo un tiempo en que las formas chinescas del olvido

    signaban la otredad de la manigua,

    orlaban los espacios, los momentos,

    aplicaban el baremo de las dudas

    a los trasiegos del hombre-escapulario,

    a las veleidades de la hembra-escaparate,

    a los detritos que dej el milano,

    a los cantos de ondinas y sirenas en los puertos.

    Hubo un tiempo en que las crcavas umbras de los vientos

    slo eran el llanto de los bosques,

    la primigenia voz de los desesperados,

    el arte proceloso de los abortados

    y la delicia de los pasmarotes;

    los rastros de los pasos temulentos

    sealan la espelunca vaca de los vaticinios,

    el ritual de la profusa memoria de los vuelos de alcatraces,

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 37 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    el gesto tierno y misterioso de los absintios cadveres al alba.

    Hubo un tiempo en que el canto de la nia asesinada

    segua la burda huella de sus asesinos

    y sealaba un azimut hacia el desastre

    por entre la marcha primaveral de los cangrejos

    y el rosicler diorama en las marismas.

    Hubo un tiempo en que tu cuerpo

    era un nfora de salvacin y malvasas

    y el ancla procelosa en ese puerto

    donde le plugo el corazn a la esperanza

    y al rauco pronstico de los augures,

    y se cuece a fuego lento

    la mortaja del Amor entre las sbanas.

    Hubo un tiempo en que los vuelos silentes de los alcatraces

    sealaba la ruta del destino

    con las alas doradas y plumajes,

    la seidad diuturna de los sueos

    y el esplendor de ciparisos y astromelias.

    Hubo un tiempo en que entre las manos

    se pula cada noche el futuro de los orfelinatos

    y la llaga purulenta de los das

    entre las frondas y callejas

    al comps de sandungas, pasmarotes.

    Hubo un tiempo en que el vivir era toda una osada

    desafiando rutinas de campos y ciudades,

    desgastando los pasos y los ojos, las voces y las manos,

    por entre el terebinto de las incertidumbres,

    rituales de memorias y de los ritmos

    conque el Zodaco decanta suavemente

    la escarcha del destino y su aquelarre,

    la prosapia de cadveres y el ro,

    los recuerdos de Mara de Magdala y los leprosos,

    los portentos del Escriba de Damasco

    trasegando los senderos de esta Tierra.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 38 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    6- A

    bra

    zado a

    l madero

    de J

    ess N

    aza

    reno

    6.1

    Soliviantan morrias las diuturnas costumbres

    ensambladas zorrunas en la voz del sistema,

    do subyacen rutinas, paradigmas, fonema,

    perfilante cutrez del trasegar muchedumbres;

    es el hbito ftil del lagar citadino,

    accionar compulsante de los pasos, destino,

    del umbro fantoche y de la daifa coqueta,

    del curaca sagaz y del sochantre ladino,

    del cadver que baja contumaz y cetrino,

    por el ro do antao se pescaba en barqueta.

    Con su rufa grisalla suripanta en la esquina

    al comps de los tangos y la ustoria milonga,

    va pasando las horas, la grafa de oblonga,

    perspicaz melarcha de la mano asesina.

    Y al ritual de pebetas con el ritmo de conga,

    olvidado el Mensaje de Jess Nazareno,

    va la hirsuta sandunga, su alharaca y su treno.

    6.2

    Con tremor del Zodaco se estremece fusente

    la ciudad horadada con silentes dulas;

    acuciada de olvidos, soledad y de orgas,

    engarzada en los falos, la mujer transparente.

    Rosicler de la rada, rememora el orate,

    en la crcava umbra de sisorio dislate.

    Prisionera en las redes de cutrez, veleidades,

    cotidiano trasiego suripanta ejercita;

    en cubil de cartujo con cilicios medita

    el sochantre de otrora liviandad y saudades.

    La espelunca rebosa de cantigas, carcoma,

    al fragor de la hambruna do musitan los parias,

    con las voces cansinas, lastimeras plegarias,

    y plegada a la ustoria levedad ya se asoma

    una luna amarilla de arabescos, malarias,

    de las etnias vencidas con su bosta y su cieno

    olvidando enseanzas de Jess Nazareno.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 39 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    6.3

    Cada vez que los tangos soliviantan morrias,

    griteras confusas de pebetas, sus tias;

    al fragor de la noche se acrecienta la duda

    sobre el sino del hombre, su cutrez, su camino;

    bailotea en el ro un cadver cetrino;

    suripanta despliega su estrategia desnuda.

    Cada vez que la noche ejercita su rito

    surge un llanto estentreo por la umbrosa calleja;

    en la fronda, la estrige con su canto se queja

    y en cubil de cilicios, solitario, contrito,

    se flagela el curaca de la antigua prosapia;

    atiborran cortejos la ciudad, sus rituales,

    acicalan la endecha de fantoches, manuales,

    donde explican detalles de la ustoria terapia

    de sandungas, jolgorios, los festejos banales,

    do se olvida el Mensaje de Jess Nazareno

    y disfruta la estirpe lo cutrez de su treno.

    6.4

    Basuriegos y orates, con pebetas, gamines,

    escarmenan escombros, los detritos, letrinas,

    mientras van por el ro con sus pieles cetrinas,

    los cadveres ltimos del adis; sofrosines

    de ademanes simiescos la ciudad febricita

    y se teje a la ustoria levedad de la noche

    el hirsuto trasiego del umbro fantoche,

    la algoritmia de astros que a lo lejos tirita.

    Indigentes trasiegan los umbrosos rincones,

    los semforos, calles, de la ciudad fusente,

    y engarzada en rituales, la mujer transparente

    va lanzando requiebros, va entonando canciones.

    Cada paso en la vida es un golpe de suerte;

    cada paso que damos nos acerca a la muerte.

    La ciudad prolifera con su bosta turgente

    su vendimia de sangres, la orfandad y su treno,

    olvidando el Mensaje de Jess Nazareno.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 40 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    6.5

    Siete mares no bastan con las lgrimas, sangres,

    que la sed asesina en el mundo ha dejado

    con rimeros de cuerpos como mustio legado

    de la horrsona guerra y de sus muchos desangres.

    Oh Seor! Nuestras llagas, nuestros cuerpos podridos

    nos sepultan diuturnos en grisallas de olvidos.

    Somos presas del sino, somos parias del mundo,

    son los ecos que el viento cual ustoria Mandala,

    con palabras aejas de Mara de Magdala,

    nos repite constante con suasorio profundo.

    La carcoma inclemente de las raucas dulas

    y la mano asesina con sus rostros umbrosos,

    palpitando la endecha de los cuerpos leprosos,

    atiborran ciudades de cutrez, melarchas.

    Las callejas supuran estultez, letrinosos

    los rituales, fandangos, la sandunga y el treno,

    olvidando el Mensaje de Jess Nazareno.

    6.6

    Con los cuerpos podridos trasegamos la ruta

    de la Cruz y Zodaco, del cadver cetrino

    con sus fnebres ritos, lo procaz del destino,

    la otredad coruscante de la ciudad poluta.

    Cada paso del sino es un golpe de suerte;

    cada paso en la vida nos acerca a la muerte.

    Harapientos e impuros, somos parias proscritos

    del Edn; nos calcina la algoritmia turgente

    de los cuerpos en celo; la mujer transparente,

    su otredad de sandungas, desnudez de sus ritos.

    En la crcava umbra donde medra el olvido

    solivianta saudades con la ustoria cantiga,

    el fantoche cetrino con la voz de auriga,

    la pebeta cancina con el cuerpo podrido.

    Multitud displicente con su hirsuta fatiga

    enfrascada en la marcha del cangrejo y su treno,

    olvidando el Mensaje de Jess Nazareno.

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    Pgina 41 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    6.7

    La cerasta de oculta levedad y ponzoa

    acrisola la endecha de los cuerpos podridos,

    acrecienta morrias de los raucos olvidos

    y es deliquio del estro con su prole y su coa.

    Un cendal de fonemas predispone la suerte;

    cada paso que damos nos acerca a la muerte.

    Extasiada en los ritos, la sagaz suripanta

    va dejando una estela de lo bodrio, saudades,

    lo procaz, putrescente, de sin fin veleidades

    y la ustoria morria de la estrige que canta

    al fragor de la luna de arabescos transida

    y a danzar en la noche, la milonga convida

    y se yergue suasoria levedad de la suerte;

    somos todos la cifra del destino y su treno,

    liviandad de los astros, su diorama y su cieno;

    cada paso que damos nos acerca a la muerte,

    olvidando enseanzas de Jess Nazareno.

    6.8

    La calleja transpira su oquedad, su morria,

    y se asienta en la entraa el sopor de sus ritos,

    la carcoma inclemente del escombro, detritos,

    las saudades, inopias, de alcatraces, la nia.

    En la crcava umbra del destino y la suerte

    cada paso que damos nos acerca a la muerte.

    Con lo hirsuto del clima, basuriegos trasiegan

    y se cuela en los vientos la seidad del orate;

    suripanta en la esquina con los versos del vate

    y el desdn purulento que las horas restriegan

    en las llagas hediondas de los cuerpos podridos

    cuando pasa el curaca revestido de plata

    y platica el sochantre su diorama escarlata,

    la otredad coruscante de los raucos olvidos.

    Arabescos, la luna por la fronda retrata

    y se escuchan lamentos de los parias, su treno,

    olvidando el Mensaje de Jess Nazareno.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 42 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    6.9

    Cada vez que la noche regurgita los tangos,

    la calleja destila lo cutrez, los fandangos.

    Siete mares de lgrimas acumula el hasto

    a travs de milenios de la estirpe poluta;

    siete mares de olvido de la ednica fruta

    se acumula en los campos, en ciudades, gento.

    Cada vez que la noche su estrategia vomita,

    se oyen lnguidos tangos, la milonga palpita.

    En la crcava umbra con la rauca grisalla

    se estremece la entraa de los partos tardos;

    los cetrinos cadveres atiborran los ros

    y un tremor del Zodaco nos conculca y acalla,

    compulsando algoritmias de cutrez y de muerte;

    cada paso que damos es un golpe de suerte.

    Con la nia sin vida por la antigua muralla

    febricita el fantoche con su verso y su treno,

    evocando el Mensaje de Jess Nazareno.

    6.10

    Si volviera a nombrarte en esta noche de luna

    por la fronda y calleja que era toda tan nuestra

    y se hiciera poema lo que el Cielo nos muestra,

    necesario sera tu belleza en la duna,

    compulsando la euritmia del Amor y la Suerte;

    si pudiera olvidarme del dolor y la muerte

    con la nia sin vida por la ustoria baha

    con los ojos llorosos de los rucos olvidos;

    necesario sera que los cuerpos podridos,

    purulentas las llagas de tu senda y la ma,

    fueran todas sanadas por la Gracia Divina

    y volviramos juntos a sin par sofrosines

    por tu cuerpo y el mo; los alegres confines

    de tu Amor y sus tules, de tu voz cantarina.

    Un diorama escarlata del pasado adivina

    el fantoche sombro con su verso y su treno,

    evocando el Mensaje de Jess Nazareno.

  • XXXIII PREMIO MUNDIAL FERNANDO RIELO DE POESA MSTICA (Espaa, 2013), Participante

    Pgina 43 de 43 EL ESCRIBA DE DAMASCO // Mustaf Al-Kassim

    6.11

    Soy un paria del mundo y, como en un arabesco,

    aquilato edromaquias de la ciudad fusente;

    con escombros, detritos, entretengo la mente

    y dormito en cloacas de mi sino dantesco.

    En las noches transito por los sueos simiescos;

    con papeles, cartones, y la luna, acobijo

    purulentas las llagas que Jess no Bendijo,

    la belleza perdida por mis rasgos grotescos.

    Soy leproso del sino, desechable y lo ftil

    del sistema corrupto, paradigma de intil

    levedad de la cifra; como en un laberinto

    mi existencia se pliega con grisallas de olvido,

    y el dolor de no-ser lo que se pudo haber sido,

    prisionero del astro, de la agrura, el instinto.

    Soy un paria del mundo; voy cantando mi treno

    por la senda baada de un color variopinto,

    con la muerte en la nia de un dolor tan distinto,

    abrazado al Madero de Jess Nazareno.