el diseñador gráfico como vendedor y administrador

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El diseñador gráfico como vendedor y administrador. El diseño gráfico en nuestros días es una profesión que nos exige cada vez más. Como diseñadores gráficos – haciendo un énfasis en los profesionales freelance - debería estar en nuestras habilidades y aptitudes saber emprender y mantener negocios exitosos. Las opciones del diseñador Una vez que el estudiante de diseño gráfico se decide a entrar al campo laboral, prácticamente puede decirse que tiene tres opciones a elegir. La primera, es trabajar como diseñador gráfico en algún negocio de diseño, ya sea una agencia de publicidad o un estudio de diseño. La segunda opción es trabajar “in house”, es decir, diseñar para una empresa que no se dedica al negocio del diseño, sino a otros servicios o productos. Generalmente el diseñador está en el área de mercadotecnia o publicidad. La tercera, es lanzarse como freelance, es decir, trabajar por cuenta propia para empresas u otros profesionistas. Cuando el diseñador elige la opción número tres, o bien, se decide a emprender su propio negocio de diseño, el profesional debe de estar preparado; más que en sus habilidades creativas propias ya adquiridas, en otras que no necesariamente pueden proporcionarle en la facultad de diseño, y me refiero a las capacidades administrativas o de finanzas. Este tipo de habilidades no son muy bien adoptadas por los diseñadores, sin embargo, muchos de ellos las consideran “un mal necesario”. De hecho, hay quien dice que quien es un diseñador exitoso, ha sabido ser un buen hombre de negocios. La mala fama Es un hecho lamentable que en la facultad de arte o de diseño, estén prácticamente relegadas esas materias de Administración a un solo semestre y que no se profundice en enseñar a los jóvenes este tipo de habilidades. De allí, la “mala fama” de los diseñadores de odiar las matemáticas, que estudiaron diseño para “no batallar” o que el diseñador no sabe vender su trabajo. El diseñador no debe estar peleado con ese hemisferio cerebral izquierdo, la parte lógica y práctica. Al contrario, debe luchar

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Page 1: El diseñador gráfico como vendedor y administrador

El diseñador gráfico como vendedor y administrador.

El diseño gráfico en nuestros días es una profesión que nos exige cada vez más. Como diseñadores gráficos – haciendo un énfasis en los profesionales freelance - debería estar en nuestras habilidades y aptitudes saber emprender y mantener negocios exitosos.

Las opciones del diseñador

Una vez que el estudiante de diseño gráfico se decide a entrar al campo laboral, prácticamente puede decirse que tiene tres opciones a elegir.La primera, es trabajar como diseñador gráfico en algún negocio de diseño, ya sea una agencia de publicidad o un estudio de diseño.La segunda opción es trabajar “in house”, es decir, diseñar para una empresa que no se dedica al negocio del diseño, sino a otros servicios o productos. Generalmente el diseñador está en el área de mercadotecnia o publicidad.La tercera, es lanzarse como freelance, es decir, trabajar por cuenta propia para empresas u otros profesionistas.Cuando el diseñador elige la opción número tres, o bien, se decide a emprender su propio negocio de diseño, el profesional debe de estar preparado; más que en sus habilidades creativas propias ya adquiridas, en otras que no necesariamente pueden proporcionarle en la facultad de diseño, y me refiero a las capacidades administrativas o de finanzas. Este tipo de habilidades no son muy bien adoptadas por los diseñadores, sin embargo, muchos de ellos las consideran “un mal necesario”. De hecho, hay quien dice que quien es un diseñador exitoso, ha sabido ser un buen hombre de negocios.

La mala fama

Es un hecho lamentable que en la facultad de arte o de diseño, estén prácticamente relegadas esas materias de Administración a un solo semestre y que no se profundice en enseñar a los jóvenes este tipo de habilidades. De allí, la “mala fama” de los diseñadores de odiar las matemáticas, que estudiaron diseño para “no batallar” o que el diseñador no sabe vender su trabajo.El diseñador no debe estar peleado con ese hemisferio cerebral izquierdo, la parte lógica y práctica. Al contrario, debe luchar por un balance que pueda aportarle satisfacción plena, el hecho de que la parte creativa esté realizada al diseñar y divertirse, y también el poder recibir una gratificación justa por ello. No es algo que no podamos aprender o desarrollar. De hecho, este tipo de habilidades de negociación las practicamos cotidianamente. Tal vez, el solo imaginarnos números y cuestiones fiscales nos puede parecer aburrido, o nos puede dar miedo que por querer manejar un negocio perdamos tiempo para diseñar.Y es que no sólo es necesario el saber administrar o hacer planes de negocios, también deberían estar presentes temas como el liderazgo, dirección de personal, relaciones públicas, sociología y hasta algo de psicología; el saber hacer tratos con el cliente, pues es con quien vamos a relacionarnos en toda nuestra vida profesional si es que queremos vivir del diseño. El cliente y el usuario final son nuestros objetivos y prácticamente no sabemos nada sobre ellos.

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El concepto del cliente

Para tener en claro cómo hay que venderle al cliente, primero hay que reflexionar sobre el concepto que tenemos sobre él.Según Fernando Del Vecchio, ensayista de FOROALFA, hay dos formas en las que los diseñadores vemos al cliente:

1. Orientación centrípeta2. Orientación centrífuga

En la orientación centrípeta, la necesidad es del diseñador. En esta forma, nosotros somos los beneficiados ya que buscamos obtener algún reconocimiento moral por nuestro trabajo, desbordar nuestra creatividad, pasando por encima de los objetivos del cliente. De esta manera, tal vez no se estará cumpliendo la premisa del diseño que determina que debe ser funcional. Aquí le estamos diciendo al cliente: “Aquí yo soy el que sabe” o “Yo lo hago a mi manera, este es mi diseño, no lo quieras cambiar”.

En la orientación centrífuga, nosotros somos conscientes de que todo lo que hacemos, el servicio que prestamos es hacia el cliente. Todo se resume en sus necesidades, a las que nosotros vamos a buscar una solución creativa, obteniendo una gratificación por ello. Esto claro, es una forma más correcta y sana de ver al cliente, ya que él es el necesitado y a quien nosotros debemos de ayudar a cumplir sus objetivos. Claro está, que nuestra creatividad no tiene que ser limitada, sino que hay que buscar que nuestras ideas o propuestas favoritas gusten también al cliente.

En este caso de ver al cliente y de “vender” diseño, en realidad estaríamos hablando del concepto de “marketing”.

“La venta se concentra en las necesidades del vendedor; el marketing, en las necesidades del comprador. La venta se obsesiona con la necesidad que tiene el vendedor de convertir su producto en dinero; el marketing, con la idea de satisfacer las necesidades del cliente por medio del producto y todo el cúmulo de cosas asociadas a su creación, entrega y consumo final.”

Cómo vender diseño

“Muchas veces no es considerado mejor el que más sabe o trabaja con más calidad, sino el que sabe "venderse" mejor.”Los diseñadores estamos conscientes de que estamos ofreciendo un servicio. También estamos conscientes de que para cobrar como profesionales hay que ser profesionales. El diseñador freelance o el diseñador que emprende su negocio deben empezar por estar preparados creativamente y financieramente. Primero que nada hay que trazar un plan de negocios. Organizarse. Investigar el mercado y tener en claro los servicios que se van a ofrecer. Analizar aspectos personales, comerciales, económicos, sociales, etc. En sí todo el contexto en el que se va a desarrollar. Establecer objetivos, metas, para con sus clientes y para sí mismo o su personal. Tener clara su ética profesional. Desarrollar presupuestos, manejar cotizaciones, citas con los clientes, presentar propuestas, hacer contratos y saber cómo cobrar.El ser diseñador y vendedor a la vez es difícil más no imposible.

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Hay muchísimas agencias de diseño alrededor del mundo que han sabido destacar y mantenerse en el negocio. Agencias en las que trabajan desde dos personas hasta más de cincuenta. Y en la mayoría de estas empresas los jefes son los mismos diseñadores.Hay miles de opiniones y maneras de ver estas prácticas.Muchos diseñadores tienen agencias pequeñas para no dejar de diseñar. Otros, hacen de todo por diseñar al menos una hora al día por el poco tiempo que les queda al estar dirigiendo el negocio. Otros, se asocian con sus parejas o amigos y han funcionado bien. Unos emplean tácticas para la buena relación de los empleados, como irse de vacaciones todo el personal o planear actividades grupales para que la creatividad fluya.

En fin, no hay que tener miedo a la frase “Si llevas el timón, no puedes remar”.Creo que es de vital importancia saber hacia donde vamos, qué es lo que queremos y decidirnos a esforzarnos por aspirar a más, evitar el conformismo y saber ser líderes en lo que nos apasiona. Y todo esto sin duda lo lograremos con conocimientos y habilidades integrales, el estudio de éstas y su práctica.

Bibliografía-Balcázar, Mario. “El diseñador no sabe de negocios”. Extraído de http://foroalfa.org/articulos/el-disenador-no-sabe-de-negocios- Fishel, Catherine. “El negocio del diseño gráfico. Una mirada al interior.” España, 2003.- Del Vecchio, Fernando. “¿Cómo vender diseño?”. Extraído de http://foroalfa.org/articulos/como-vender-diseno- Pinilla, Diego. “Cómo presentar un diseño o una idea a un cliente”. Extraído de http://www.desarrolloweb.com/articulos/2487.php