ENSAYO DE QUIEN MOVIO MI QUESO Y GUNG HO

“El conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento” John F. Kennedy

Desde los comienzos de la humanidad, hasta la actualidad esta se ha encontrado

sumergida en un conformismo que ha desencadenado la mayoría de los grandes

fracasos de esta. El conformismo viene producido por una carencia de ciertos

conocimientos y otras muchas cuestiones relacionadas con el bienestar o estado

de confort en el que naufragan las personas, en el cual adquieren un pensamiento

que difícilmente les permite aventurarse a ir más allá de lo que ya conocen o lo

que ya poseen, impidiendo por ende que dichas personas logren alcanzar un

mayor éxito o crecimiento en todos los aspectos.

Una de las más graves consecuencias generadas por ese estado de confort al

que ingresan las personas es precisamente el hecho de rehusarse a admitir

cambios, a innovar. Ahora bien cuando esto sucede el fracaso es una

consecuencia inminente. Cuando los seres humanos somos sacados del estado

de conformidad se incita a un proceso de cambio y es allí cuando se nos dificulta

descubrir nuestro camino y a pesar de que nos neguemos a ello siempre nos

encontraremos con obstáculos que nos arrojan a enfrentarnos a situaciones de

este tipo. Y entenderlas como oportunidades para nuestro desarrollo personal,

laboral y familiar es de carácter vital nuestro éxito.

Es relevante resaltar que en dichos procesos de cambio no estamos exentos de

sentir miedo e incertidumbre ya que es estos dos, son productos de nuestra

misma naturaleza humana. Lo ineludible aquí es aprender a trabajar con ellos y

sobrepasarlos de tal manera que no se conviertan en un impedimento para

adaptarnos y comprender el cambio. Por otro lado la confianza en nosotros

mismo juega un papel fundamental al momento de tomar decisiones, ya que en

muchas ocasiones gracias al escepticismo dejamos pasar muchas oportunidades

de salir del “laberinto en busca de nuestro nuevo camino”.

Debemos concebir el trabajo en equipo como parte y clave del éxito. “El personal

determina el potencial del equipo. La visión determina la dirección del equipo. El

trabajo determina la preparación del equipo. El mando determina el éxito del

equipo”. Jhon C. Maxwell. Un ejemplo de ello es lo expuesto en la película “gung

ho” en donde son explícitos en evidenciar que para lograr un buen trabajo en

equipo se debe tener en cuenta que el trabajo que realizamos vale la pena (El

espíritu de la ardilla), debemos tener el control sobre el cumplimiento o realización

de nuestras metas (El método del castor) y por ultimo impulsar a los demás del

equipo a seguir adelante (El don de los gansos).

Cada una de estas características son atribuidas a los integrante de un equipo de

trabajo y como a lo largo de la vida los seres humanos nos desenvolvemos en

contextos que implican que llevemos a cabo trabajos en equipo y en especial

cuando se hace parte de una empresa es de vital importancia que nos

identifiquemos con una de ellas y comprendamos que las tres se complementan,

permitiendo el éxito del trabajo en equipo. Por lo tanto una de las enseñanzas que

brinda esta película es la confianza tanto por parte del equipo como personal, la

importancia de validar el conocimiento de cada persona dándole un rol principal

en la construcción y progreso para conseguir la meta previamente establecida,

beneficiando la capacidad crítica, de manera tal que permita al individuo o equipo

respetar, analizar sus opiniones y producir sus propias alternativas de cambio en

sus vidas y el entorno tomando en cuenta que este factor de cambio es algo muy

fundamental, siempre enfocados en la meta a conseguir.

En conclusión el éxito de una persona, de un grupo o de una empresa está

influenciado por varios determinantes y cada uno de ellos es indispensable para

la plena culminación de las metas propuestas. Resaltado la actitud como esencial

en todo el proceso.

Cristian Andrés Rodríguez Pérez – Ing. eléctrica

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