El camino de la Gestión Educativa en MéxicoHugo Córdoba

Realizar un recorrido histórico de la gestión educativa en México como la

conocemos hoy en día puede llevarnos a tiempos remotos al remitirnos a las

tempranas academias virreinales en la época colonial, pues para Cassasus hablar

de gestión “es la capacidad de generar una relación adecuada entre la estructura,

la estrategia, los sistemas, el estilo, las capacidades, la gente y los objetivos

superiores de la organización considerada” (Cassasus, 1999), por tanto, aunque

no existía un reconocimiento como tal de la gestión, la organización y

responsabilidad para que un centro escolar funcionara eran parte esencial del

sistema educativo del momento y consecuentes épocas como veremos a

continuación.

Ahora bien, debido a la escasez de tiempo y espacio para este escrito, es

necesario hacer un salto quántico a momentos más recientes que sirvan como

inicio del camino hacia la gestión educativa actual; este referente se puede

establecer en el periodo porfirista al ser ésta una etapa trascendente en la vida

política, económica y social de México por ser el preámbulo al inicio de la

Revolución Mexicana la cual trajo consigo transformaciones profundas en todos

los ámbitos nacionales y la educación no fue la excepción.

A lo que se podía identificar como gestión educativa durante la llamada dictadura

de Porfirio Díaz estuvo a cargo de la “Secretaria de Instrucción Pública y Bellas

Artes” la cual se encargaba de promover la implementación del modelo educativo

importado de Francia llamado positivismo, las acciones de la Secretaria de

Educación Pública y Bellas Artes eran supervisadas y manejadas en último

momento por el Presidente Díaz, generando así el nacimiento de un centralismo

educativo.

Terminada la Revolución Mexicana se continuó con una estructura educativa un

tanto desorganizada debido a la conmoción social que se vivía, fue después de la

promulgación de la Constitución Mexicana en 1917 que se instauró el

“Departamento Universitario y Bellas Artes” fungiendo como la figura

administrativa de la educación, pero en la intención de dar más libertad a las

entidades federales se les concedió el manejo de la educación en su jurisdicción.

Poco tiempo después, al ver los profundos problemas que atravesaban los

estados por no poder cubrir con las demandas básicas de la educación y como

una estrategia política para unificar el sistema educativo en 1921 se crea la

Secretaria de la Educación Pública (SEP) con José Vasconcelos al frente como su

secretario, con el nacimiento de la SEP se inaugura una nueva era en la

educación del país pues al existir una institución creada ex profeso para atender

los asuntos de la instrucción nacional, la gestión dentro de la educación empieza a

ver su génesis.

Con reconocidos esfuerzos que hasta la fecha varios de ellos siguen patentes

dentro de la educación, José Vasconcelos desde una visión centralista funda los

principios de la gestión educativa nacional, al establecer una misión, visión,

filosofía, objetivos y procedimientos dentro de la institución.

La hegemonía de la SEP tuvo variados resultados y niveles de éxito durante las

siguientes décadas, hasta que en 1992 con la creciente presión de un nuevo actor

en la educación en la figura del Sindicato Nacional de Trabajadores de la

Educación (SNTE) se vio la necesidad de reestructurar al sistema educativo.

En el llamado Acuerdo Para la Modernización Educativa, signado entre el gobierno

federal, el de los estados y el SNTE, se buscó que la administración y gestión de

la educación se diera nuevamente por parte de los estados con inferencia del

sindicato, dejando al gobierno federal en el mejor de los casos solo como aval de

las decisiones que llegaran a tomarse a nivel local.

Los vicios de todo tipo y los pobres resultados educativos presentados por los

estados trajeron consigo la implementación de una nueva Reforma en el ámbito

educativo en reciente año 2012 donde el control educativo regresa al gobierno

central, eliminando al SNTE y dejando la responsabilidad de gestión a los centros

escolares, dando a ciertos actores como son el director y padres de familia

responsabilidades importantes en este aspecto.

En conclusión, los cambios son necesarios y más en un aspecto tan dinámico

como es el educativo, sin embargo, para que estas transformaciones puedan

consolidarse en resultados efectivos es necesario crear antes un contexto

adecuado que involucre una preparación académica, social e incluso cultural para

tales cambios.

Referencias:

- Camarena Córdova, Rosa María, “Política y sistema educativo: rezagos educativos

y demanda creciente”, Demos, No 16. 2003-2004.

- Cassasus Juan, “Marcos conceptuales de la gestión educativa, en La Gestión: en

busca del sujeto” UNESCO Orelac, Santiago de Chile, 1999.