el arte del ajedrez, de anderssen a karpov
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L W CAMARA
EL ARTE DEL AJEDREZ
FUND MENTOS GUILER
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Club de jedrez
© L W Cámara 1982,
© Editorial Ricardo Aguilera, 1983
Padilla 54. Madrid 6
Tef.: 402 73 25
©
Editorial Fundamentos,
983
Caracas 15. Madrid 4
Tef.: 4 996 19
ISBN: 84·7005·199·7
ISBN: 84·245·0337·6
Depósito Legal M·63-1983
Impreso por Técnicas gráficas, Las Matas 5. Madrid 29
Impreso en España. Printed in Spain
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Queda terminantemente prohibida la reproducción total o parcial dl
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previo,
por
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INDICE GENERAL
La opinión de Osear Panno .
Palabras previas .
Esta edición .
PRIMERA
P RTE
CAPITULO 1 EL ARTE DEL AJEDREZ
Cualidad intelectual .
Por qué no es científico .
Técnica ajedrecística. Su espíritu .
Estrategia
y
táctica .
Lógica
y
verdad ajedrecísticas .
Cómo se piensa en ajedrez .
CAPITULO LA BELLEZA EN EL AJEDREZ
Consideraciones generales .
Su
emoción como expresión artística .
CAPITULO III CONTACTO EXTERNO DEL
AJEDREZ CON OTRAS ARTES
La interpretación .
El sentido agonal .
Sobre las reglas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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9
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SEGUNDA PARTE
CAPITULO IV - LA CREACION AJEDRECISTICA
Los elementos de la creación. . . . . . . . . . . . . . . . . 41
La línea temperamental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Algunos ejemplos:
a
La grandiosidad, 46.-
b
La impaciencia, 48.
c El equilibrio, 50.- d La agresividad, 52.- e La
espiral, 54.- f
¿La elasticidad ... , 57.- g La forta
leza, 59.- h La fineza, 62.
La unidad lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Tres partidas que pueden ser
dibujadas
. . . . . . . . . 67
La iniciativa es el movimiento de la obra . . . . . . . . . 75
¿Desde cuándo la partida está perdida? . . . . . . . . . . 79
El adversario debe colaborar . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
El sentido de la combinación 92
El verdadero sacrificio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
El sentido de la sutileza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
CAPITULO V - EL FINAL COMPUESTO
La esencia ajedrecística es una sola . . . . . . . . . . . . 115
Teoría y forma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Cómo lo artístico se transforma en técnico 116
La construcción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
La verosimilitud del planteo . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
La sugerencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
La sorpresa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
La espectacularidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
El preciosismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
El contraste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
133
El dramatismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
La dificultad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
El arte florece en la táctica . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Sobre los temas. Su variación y riqueza . . . . . . . . . 142
Anticipación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
A propósito de los principios 155
a La oposición, 156.- b El espacio, 156.- e El
tiempo, 157.- d La economía, 158.- e La movi-
Iidad, 159.
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TERCER P RTE
CAPITULO VI HABLEMOS DEL ESTILO
Imposibilidad de una definición
exacta
. . . . . . . . . 161
l campeón del mundo pierde una
partida
. . . . . . . 163
Una obra maestra de Botvinnik . . . . . . . . . . . . . . . 167
Dónde flaquea un gran maestro . . . . . . . . . . . . . . . 170
l cientificismo de Smyslov 175
Ver mucho y saber jugarlo 182
Como lo desearía Filidor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
l
arte de la maniobra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
Una pequeña inexactitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
l estilo universal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
Control y ataque 205
La mejor jugada no existe . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
Lo quieto que actúa 208
l
error acoge al arte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
La variable de la combinación . . . . . . . . . . . . . . . . 218
La actuación dinámica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
La sexta sinfonía 229
Sentencia inapelable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234
Palabras finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
240
lndice de partidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241
lndice
de
posiciones
242
lndice de f inales compuestos
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
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L
OPINION
DE
OSC R
P NNO
Con gusto relei el libro de Cámara cuando me sugirió que
preparara unas lineas para una nueva edición.
dvierto
que
es un
libro corregido, remozado y ampliado,
según surge de los originales. Con criterio perfeccionista ha
suprimido capitulos
e
incorporado otros, adosándoles ejem
plos modernos con detalladas explicaciones que los tornan
más didácticos y accesibles para
todo
nivel de aficionados.
Ultimamente, la difusión alcanzada por el ajedrez ha deri
vado en un afinamiento de su aspecto art istico. s curioso, en
la sociedad utilitaria
que
vivimos todav a hay lugar para una
actividad
como
el ajedrez, que en su expresión artlstica ad
quiere plena vigencia.
Para este paralelismo de difusión arle existen dos causas
fundamentales: primero,
la
competencia; segundo, su carác
ter cientlfico-artístico. En este último aspecto deben compu-
tarse los análisis
y
la composición de problemas
y
finales.
La primera causa competencia)
se
ha masificado no sólo
por
el desarrollo vegetativo de
la
humanidad,
que
permite
que el juego se extienda más
y
más, sino por fenómenos co
oel ocurrido en 927 con el match Capablanca-Alekhine y
en nuestros dias con la aparición de figuras
como
Tal, Fis-
cher, sobre todo, y Karpov, que han incitado su introducción
en todos los estratos sociales.
Simultáneamente, en forma no muy visible pero real, la
segunda causa cient fico-art stica)
ha
ampliado sus horizon
tes, volviéndose comprensible para muchos, en contraposición
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de épocas anteriores en que sólo eran unos pocos los inicia-
dos. Y no podía ser de otra manera dado que es fácil aceptar
que aquellas dos causas son nada más que una diferenciación
formal formuladas para comodidad del lenguaje ya que el
ajedrez es una unidad indisoluble. Es evidente que las mani-
festaciones estéticas que el ajedrez ofrece se exponen
tra-
vés de la competencia entre dos bandos sorprendiéndonos
no pocas veces cuando de
las
luchas más áridas y utilitarias
la
belleza surge espontánea casi sin proponérselo. Es así
como a través del más crudo y descarnado combate a me-
nudo con angustiosos apremios de tiempo se modela sin
querer una obra de arte. Quizá ese apremiante lapso que
acorrala al maestro aguijonee intuiciones y capacidades sub-
yacentes que favorecen
la
creación.
Lo
cierto
es
que
la
belle-
za se encuentra en la competencia y viceversa.
Al proliferar la competencia -existen más torneos mayo-
res
premios-
se desarrolla su condición artística estimulada
por la enseñanza de los maestros y
la
aparición de nuevos li-
bros estableciéndose una comunicación determinadora de un
progreso constante. De ahí que tengan más vigencia que nun-
c publicaciones que abarquen
la
fase artística del ajedrez en
sus distintas manifestaciones.
Al
saludar la aparición de este convincente libro de Cáma-
ra
creo firmemente que
se
trata de un aporte
que
ha de en-
contrar amplia acogida en el ambiente de habla hispana. Con-
sidero también que llena un vacío en la literatura ajedrecística
de nuestro medio. Es una obra ajustada y actual que ha de
interesar a toda
la
gama de espíritus que se acercan nues-
tro juego.
Oscar Panno
Gran Maestro internacional
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PALABRAS PREVIAS
El
ajedrez ha sido llamado juego-ciencia y también juego
arte todo lo cual nos adelanta por lo menos
una
confusión sobre su
verdadera calidad. Hace un siglo decir que era juego no suscitaba
ninguna duda puesto que
el
pensamiento común no le atribuía
propiedades distintas a las de un juego más o menos dificil. Pero este
mismo pensamiento
común
sorprendido
por
la profundidad y
riqueza de sus combinaciones intuyó que no era suficiente decir que
era un juego y dio en aceptar la definición de Leibnitz de juego
ciencia. La denominación cobró popularidad sobre todo en quienes
miraban desde lejos los cenáculos de Caissa. Fue así que esta
popularización cabalgó durante docenas de años y aún llega a
nosotros si bien debilitada puesto que eminentes críticos y excelen
tes jugadores modernos -como Tartakower Lasker Capablanca
Alekhine y
otros-
se refirieron al juego como arte ajedrecístico. El
alejamiento de la regla hasta entonces común con que se medía al
ajedrez no fue obra de la casualidad
ni
tampoco el deseo de innovar.
Tartakower en primer término incorporó a la literatura crítica del
ajedrez como él mismo dice elementos subjetivos que se
apartaron
del frío cientificismo con que hasta ese momento
se
valorizaban las
posiciones y los estilos. Posteriormente en Los grandes maestros
del tablero» Ricardo Reti analiza a los maestros no
por
medio de un
mecánico descarte de variantes sino preferentemente en su espíritu.
Con extraordinaria claridad
cada
estrategia la condiciona a un
modo
creador donde el individuo es el primer protagonista; y cuando
llega a los maestros modernos como Lasker y Bogoljubov da
formas precisas a la crítica psicológica.
Está claro que
para
estos y otros grandes pensadores el ajedrez no
es un juego científico. Es un arte. Y en el consenso ajedrecístico
actual aflora como cabal esta definición. A nuestro entender
a
pesar de que reconocemos el valioso aporte de diversos tratadistas
como R Harari el abate
Durand
Emanuel Lasker y entre nosotros
Roberto Grau- falta
abordar
un ensayo que ligue el ajedrez a la
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urdimbre artística y que desborde l miraje de sus iniciados. Esta s la
ambiciosa preocupación del presente libro.
Para cumplir con tales fines
procuramos
detenernos en lo esencial
del hacer artístico con l propósito de compararlo con lo esencial del
ajedrez. Además de este planteamiento teórico presentamos ejem-
plos de la práctica magistral así
como
también finales compuestos
que tanto se adaptan
para
la descripción aplicada de los principios
que
amamantan
todo arte. Buceamos igualmente en l estilo de
algunos maestros.
En
l particular aspecto del arte
por un
lado
y
l ajedrez
por l
otro creemos haber dicho poco de nuevo. o original en todo caso
sería la forma de relación de ambos.
L w c
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12
EST
EDICION
La acogida deparada
por
los aficionados y la crí-
tica a El ajedrez como expresión artística resultó
realmente alentadora. Pero habrían de transcurrir
muchos años antes
de
retomar su lectura con ánimo
renovador. Con el aporte de valiosas sugerencias,
que aceptamos, procuramos acentuar
su
tono didác-
tico agregándole ejemplos
e
interpretaciones de lo
oCUlTido
en los últimos veinte años. Además, fue co-
rregido
o
eliminado todo aquello no concurrente
al
fin propuesto. De esta manera creemos haber acomo-
dado un texto de fácil acceso para quienes deseen
progresar
de
modo insensible y ameno, sin haberle
quitado el carácter de tesis demostrativa de la natu-
raleza artística del ajedrez. Esto nos parece impor-
tante porque en
la
medida que el interesado participe
de este criterio, convenciéndose de su validez, junto
con ello comprenderá mejor el mecanismo creador
del ajedrez y mejorarán sus perspectivas como eje-
cutante.
L. W.C.
Buenos Aires, 1982
Agradecemos a los maestros Oscar R. Panno
Raúl Sanguineti sus comentarios
y
apreciaciones.
Para
í el ajedrez no
es
un juego, sino un arte.
todo jugador de excepción dotado de disposiciones
naturales tiene no sólo el derecho, sino el deber inelu-
dible de considerarse artista .
Dr. Alejandro
A
Alekhine, Legado .
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PRIMER
P RTE
CAPITULO I
EL RTE
EL
JEDREZ
CUALIDAD INTELECTUAL
El arte se resuelve como la exposición psicológica del ejecutante a
través de cada disciplina. Esta sería la definición base que sustenta
nuestro actual criterio artístico. Las disciplinas a que nos referimos
coinciden en calidades esenciales
como
la emoción la creación la
representación la contemplación
el
interés el placer y demás
todo
lo que contribuye a sacar a flote algunas de las facetas del alma del
individuo.
El ajedrez conforma estas y
otras
características así
como
satisface la inteligencia.
on él
se incorpora un juego donde
el
intelecto encuentra excepcionales y sorprendentes efectos de placer.
Este placer
es
estético por la
manera
en que lo producen los resortes
emocionales y sentimentales que en
cada
individuo vibran.
No es suficiente entonces afirmar que el ajedrez es un juego.
Aunque el juego en sí
abarque
en nuestra cultura un lugar preponde
rante la definición no es precisa y pensamos que más exacta es la
vasta expresión de arte que sintetiza mejor su hacer propio. Podría
admitirse como lo hemos leído por ahí juego-arte y no nos parece
mal. La que está equivocada es su denominación corriente de juego
ciencia que según lo iremos viendo asocia un solo aspecto de sus
rasgos primordiales.
ontrariamente a lo que el común de la gente supone del juego del
ajedrez éste no es estático sino esencialmente dinámico. Desde el
I
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primer movimiento de apertura y manifiestamente a medida que va
descubriendo sus agudezas
el
jugador transmite su carácter y se
expresa en términos que al observador si la partida está bien
conducida lo sume en
una
contemplación sorprendida que halaga su
gusto
por
las cosas difíciles y bien realizadas.
Para
superar a su
adversario el
jugador
necesita crear o mejor dicho encontrar un
orden de jugadas que lo anule. Es una lucha de carácter de sapiencia
y de imaginación creadora. Desde su primera jugada juntamente
con las piezas el ejecutante va empujando trozos de su voluntad y de
su entusiasmo; se desnuda en su psique profunda. Muestra su cautela
o su audacia su espíritu amplio o retorcido su franqueza o su
astucia su ingenio o su opacidad su preferencia para los ataques o
las defensas o su intuición
para
orientar
a tablas
cuando el
juego no
da para más.
Como
ejercicio del intelecto el ajedrez se libera en parte de la
sujeción de los sentidos
aún
cuando
no
puede hacerlo por completo
dado que
todo
el arte está entintado de sentimiento. Como expresión
individual el arte es
ante todo
expresión temperamental. ¿Y qué
ocurre?
Dentro
de los temperamentos actuales prevalece con
referencia a
otras
épocas históricas
una
intelectualidad que
se
revela
característica y particular y que en cada individuo cobra distintas
facetas. Pero nuestros instintos ni nuestros sentidos ni nuestro
sentimentalismo pueden
apartar el
poder del intelecto. A este
intelecto
en
una de sus capacidades el ajedrez
le
presta
la
instrumentación necesaria para que se exprese. Y se expresa
estimulando los sentidos y los instintos y también los sen-
timientos. Es un arreglo
donde
el hombre ha
encontrado
terreno
fértil
para
sus abstracciones.
Como
en
todo
arte en
el
ajedrez se extrae una verdad ya dada. Lo
que pasa es que la naturaleza del ajedrez digamos que su pantalla
expositora es de distinta índole que las demás artes sin diferenciarse
mayormente de ellas en la manera como
se
despiertan las emociones
y reacciones psicológicas.
A su tiempo cada maestro fue agregando un descubrimiento
revelador de una profunda estrategia de una sagaz idea directora la
cual en
cuanto
se
hizo imprescindible y clara se hizo técnica.
Con
este tecnicismo
es
como
se
alcanzan sus expresiones superiores. En
esto el ajedrez no avanzó de distinta manera que las demás r t e s ~
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¿Acaso de la pretensión de
traducir
un objeto mediante líneas en una
superficie pudo
esperarse que
una
evolución técnica nos condujese a
las sutiles especulaciones que acompañan todo análisis que del arte
pictórico se realice? Las combinaciones preexisten en la pintura,
corno en el ajedrez, y
es
el mundo moral quien le aplica su sentido. De
ahí que cualquier extravangancia pueda
ser potencialmente verdade
ra si el mundo moral está preparado o se
prepara
para recibirla.
Entonces, claro es, dejaría de serlo. Así el campo del ajedrez, con
diferentes elementos, dirigidos más a la inteligencia
y
a la imagina
ción, es propicio para que fructifique el carácter del artista con
medios expresivos totalmente nuevos.
P R QUE NO ES CIENTIFICO
El ajedrez es aceptado corno
un
juego científico porque la
abundante
literatura que sobre el mismo
se
ha impreso ha sido
guiada, principalmente, por el método experimental. En efecto, el
estudio se encamina siempre hacia un orden de jugadas, y de su éxito
en la experiencia depende que
se
consideren buenas o malas. Pero sin
duda
que hasta no hace
mucho
tiempo al ajedrez
no
le
habían
descubierto otras bellezas corno no fueran las de un simple entreteni
miento,
un
poco más dificil que el juego de damas. Esto asegura
una
evolución técnico-artística y denota que el hombre no previó la
inmensidad de posibilidades que el juego le ofrecía.
Bajo el imperio de reglas arbitrarias, con piezas convencionales, en
un
cuadrado bicolor, se fueron desentrañando secretos inimagina
bles. Pero este análisis experimental o científico tiene una amplitud
de tal naturaleza que el espíritu
humano
no es
capaz
de aprehenderlo
en su totalidad.
En
la ciencia
tampoco
existe un espíritu que la capte
en su totalidad, pero sus descubrimientos son permanentes y su
verdad es independiente del individuo y de sus preferencias. En el
ajedrez no ocurre así, pues las sutilezas que tiene el juego son tantas
que en muchos casos el variar
un
derrotero en la conducción de una
partida no se debe a la ignorancia de los jugadores, sino más bien a
particulares inclinaciones
l
En este caso la lógica
pura
es apartada
para tornar el camino que le imponen sus sentimientos.
He
aquí la
I Véase el capítulo
El
cientificismo de Smyslov» en la 3 . parte.
5
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diferencia que
1
separa de la ciencia y que
1
cobija en
el
calor
artístico.
Lo científico en el ajedrez, como en las demás artes, es nada más
que 1 técnico.
Es con este criterio que
el
consenso ajedrecístico distingue a los
representantes artísticos de los puramente técnicos o teóricos.
Respecto de estos dos últimos términos permítasenos una breve
digresión.
En otros campos de investigación suele entenderse por teoría la
avanzada que explica y engloba todo un trabajo de experimentación
previo. Es decir, que agrupa en
una
síntesis explicativa la suma de
todo el saber en
una rama
de la ciencia. De esta manera, una teoría
nunca puede ser esbozada o adelantada por un oscuro peón
científico, sino que su valor heurístico exige que sea un gran hombre,
de poderosa imaginación, el que la exponga. Ese gran hombre, como
creador de una teoría, sería el teórico o teorizador.
En ajedrez es todo
1
contrario. El teórico se caracteriza por la
carencia de imaginación creadora.
or
eso creemos que con más
propiedad debería denominarse simplemente técnico. Así, en un
teórico ajedrecista
se
da esta curiosa antítesis: que es teórico porque
utiliza el trabajo la práctica de los demás no elabora, en cambio,
su propia teoría
ni
descubre nada por
sí
mismo. Estos teóricos son
mediocres ejecutantes siempre, porque apartados de los carriles que
ellos conocen teoría) no son capaces de encontrar solos el mejor
camino. Sin la anagnosia guiadora se desconciertan. Se quedan en el
lugar gris de los trabajadores científicos de laboratorio que ensayan
ideas de los demás. Nunca hacen obras de arte; no descubren;juntan,
nada
más,
para
realizar un frío
trabajo
de texto.
La complejidad del juego asegura
una
libertad de elección que
ayuda a volcar la subjetividad.
i
no
se
aprovecha esa complejidad
que invita a seguir muchos caminos que es lo que marca la
oposición con la ciencia, se queda en
el
peldaño técnico o científico y
por ende fuera del arte.
TECNICA AJEDRECISTICA. SU ESPIRITU
Toda obra de arte supone una solución técnica. Y los elementos
componentes de esa técnica son las herramientas que utiliza la
16
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imaginación para plasmar sus creaciones. Pero es necesario separar
las ideas. En el dibujo la técnica más elemental sería saber
tomar
el
lápiz y trazar
una
línea. En
el
ajedrez l técnica más elemental sería
saber
el
movimiento de las piezas. El arte superior se halla muy lejos
de
este saber. A medida que se descubre la conveniencia de tal
jugada
sobre
otra
acumúlase un
caudal
experimental que pasa a conoci-
miento de todos y que
por
eso es técnico. La técnica ajedrecística
como
se
ve parte de aquel saber elemental del movimiento de las
piezas hasta
abarcar
un compendio grande de combinaciones
posibles de aquellos elementales movimientos calificados como los
más convenientes. Son estos conocimientos las herramientas de que
se sirve la imaginación. Esta técnica es la parte científica del ajedrez y
es la razón por la cual sus cultores esencialmente técnicos no
despierten interés estético.
Las fases de una partida como es notorio suelen dividirse en
apertura medio juego y final. Es evidente que es sólo
una
clasifica-
ción facilitadora. En ciertas épocas la apertura
terminaba
en la
primera jugada porque ya en la segunda al jugador le era necesario
poner de sí para continuar. En relación con esto se debe decir que la
técnica de la
apertura
es
aquella
parte
primera del juego ya
experimentada y que está clasificada en los libros y revistas
especializadas. Este aspecto técnico académico no es del
todo
seguro puesto que con cierta frecuencia se encuentran modificacio-
nes que mejoran varían o destruyen consagradas líneas de juego. La
relativa inseguridad de los caminos técnicos o teóricos definen bien
su calidad artística.
También la técnica del ajedrez a pesar de ser en numerosas
ocasiones fria ejecución no está despojada de espíritu. Y esto se dice
no sólo porque un determinado temperamento de jugador se incline
con preferencia hacia un tipo especial de aperturas los conservado-
res hacia las cerradas; los imaginativos hacia las abiertas- sino
porque de cuando
en
cuando
aparece ante nuestra vista una nueva
idea que generalmente se combina en forma diferente con la fase
posterior que es el medio juego
todo
lo cual subraya las preferencias
temperamentales.
Si bien la técnica
pura
es
siempre
una
cuestión de laboratorio
una
cuestión resuelta se hace imprescindible admitir que ella posee su
alma. ¿De qué manera si no puede justificarse que en
un
juego
7
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ganado, donde «el resto es cuestión de técnica», el cerebro no pueda
decaer en su trabajo creador
y deba continuar apartando las malezas
que dificultan
el
terminado de la partida? Es que en la técnica de la
partida ganada el maestro expone su capacidad de trazos seguros que
es
la garantía de su arte .
Lo que distingue a
todo
artista es su orientación hacia
el
objeto de
su arte, pero sobre todo su capacidad para el toque final. Y como la
técnica de la partida ganada contiene un polvorín táctico, que es
fundamentalmente imaginativo,
se
comprende que lo que un maes-
tro de ajedrez debe dominar es un ejercicio de índole cerebral, de
representación, que ciña en su conjunto los movimientos potenciales
de las piezas.
En el ajedrez la técnica no está sujeta a elementos objetivos que
fijan límites a la mano. Los límites que le fijan los movimientos de las
figuras están siempre en el círculo de las ideas. Es
una
ejercitación y
trabajo del cerebro. Habla más el lenguaje de la literatura.
ESTR TEGI
T CTIC
La estrategia es
el
objetivo lejano que se desea alcanzar. La táctica
es la maniobra o la forma como
se
concretan estos deseos. La
estrategia es un plan; la táctica, su ejecución.
Es indudable que así como no se
puede demarcar como precisión la
apertura
del medio juego ni éste
del final, tampoco puede separar-
se
por
completo la táctica de la
estragia ni ésta de la técnica.
Para
dar
una
idea sobre sus diferencias
imaginemos
una
partida en la que
el conductor de las blancas sea
más técnico que su adversario.
(Hablamos de técnica casi elemen-
tal). En la posición del diagrama,
con
el
movimiento de salida l.
A
menudo la técnica es,
por
mucho,
el
problema más dificil
R
Fine.
18
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P4R, P4R;
ambos
dieron movilidad a su
dama
y alfil y
ocuparon
el
centro.
Contra
la segunda
jugada
blanca 2. C3AR)
el
negro
comete
un
yerro de índole técnica, 2 .. P3AR: 1
porque el
prematuro
adelanto del
PAR torna
peligrosa la situación del
monarca;
2º.
porque estorba
la acción de su
dama;
3º.
porque
ocupa
la casilla natural de su CR; 4º.
porque
permite un sacrificio en 4R que
puede ser decisivo.
Todo
ésto
el
segundo
jugador
lo ignora; no así su
oponente que juega: 3 CXP ya en 1852 el Handbuch indicaba
como
más ventajoso
3
A4A), PXC si
el
conductor de las negras conociera
el tratado
técnico citado juraría: 3
....
D2R); 4.
D5T ,
P3C;
6
DXT,
C3AR.
y
tenemos la posición del
5
DXPR+, D2R
segundo diagrama:
Hasta
aquí
todo se
deslizó sobre
rieles. El segundo
diagrama
nos
presenta un problema técnico de-
finido.
Para
el negro, cazar la
dama
encerrada.
Para
el blanco,
librarla.
¿Cómo
se ejecuta? Es
claro que mediante una operación
táctica, o sea de orden de jugadas.
Esta es
una
posición de la cual
puede decirse que está tecnica-
mente
ganada por
el blanco. Y lo
está
porque
hay un desnivel mate-
2
rial no
compensado
con la posición. Entonces la más simple técnica a
seguir seria
procurar
no desmejorar la posición y
mantener
la ventaja
material.
Ahora
bien; este
problema
que presentamos,
técnico
para
jugado-
res
actuales, fue
estr tégico para el
primer
jugador
que
se
enfrentó
con él. Aquel lejano aficionado, si sólo tenía oídas del sacrificio del
caballo, al realizarlo
agotó
su tecnicismo y se halló después con un
misterioso
problema
a resolver. Debió
sentir
que el objetivo primero
era liberar su
dama,
para lo cual
habrá
buscado un
orden
dejugadas
que le permitiera hacerlo. Si salió airoso, su
labor
fue creadora.
Pero ¿cómo encontró ese orden? Sencillamente
porque una
práctica
continuada
frente al tablero desarrolló su facultad de
calcular con relativa exactitud
un
conjunto más o menos grande de
movimientos posibles de las piezas. Desembocamos así en una suerte
19
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de técnica imaginativa de la cual hablaremos con más detalle en los
títulos siguientes.
De lo que llevamos dicho surge que
tanto
la estrategia como la
táctica participan menos de las calidades de la técnica. Ellas son ¡as
que albergan
el
arte ajedrecístico. Son menos evidentes; sobre
todo
la
táctica, dado que comparativamente es más fácil indicar una
estrategia, la cual a menudo puede sintetizarse en
una
generalización,
que enseñar a ejecutar tácticamente
una
posición. En este último
caso un pequeño cambio de las piezas modifica sustancialmente la
telaraña táctica, por lo general muy complicada.
No se suponga,
cuando
decimos que es más fácil indicar una
estrategia, que esa indicación esté siempre al alcance de la mano. De
ninguna manera. La concepción estratégica de la eliminación de las
piezas accesorias de Capablanca por ejemplo, nos induce
pronta-
mente a preguntar: ¿accesorias de qué? Aquí está precisamente
el
quid Este principio nos enseña que la concepción estratégica funda-
mental reside en que se eliminen
las piezas para arribar a una posi-
ción
ganadora
ya prevista. Aque-
lla estrategia conduciría a una
posición técnicamente ganada.
Supongamos
un
planteo normal
donde
por algunos cambios se
alcanza una estructura con dos
sectores de peones desequilibra-
dos, donde un bando
tiene tres
peones contra dos en un flanco y
un
peón que detiene a dos en el
otro. Véase
el
diagrama).
3
Estos dos peones
el
negro no los puede avanzar apoyándose
mutuamente y debe entregar uno para poder alcanzar la octava línea.
El desequilibrio resalta dado que en el otro flanco este mismo bando
posee dos peones
contra
tres, con lo que prácticamente tendría un
peón menos en un final de reyes situados normalmente. Salta a la
vista que poseyendo un esqueleto de peones así conformado todas las
piezas que estuvieran sobre el tablero, excepto los reyes y peones, son
accesorias;
no
son necesarias
para
imponerse, pues bastaría con la
fuerza de los peones.
2
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Estas cuestiones,
ahora
sencillas y que por sabidas son técnicas,
cuando se producen con más piezas, determinan que la noción de las
piezas accesorias pese a ser el tema o la estrategia. El arte radicará en
la necesaria operación táctica a seguir, donde el genio del individuo
es
el
principal protagonista.
Si
este concepto estratégico de las piezas accesorias
se
amplía,
vemos que lo sencillo se complica. Porque en el ejemplo ilustrado
existe un esqueleto de peones que,
por
lo menos en un flanco, está
inmóvil.
omo
son valores materiales, está al alcance de todo el
mundo determinar que dicha posición de peones está ganada; basta
con saber sumar. La dificultad reside en ejecutar la posición anterior
para
arribar
a ello.
Lo que ya no está al alcance de todos es
advertir cuándo las piezas
son realmente accesorias para el dominio de un punto. La orienta
ción certera hacia el punto en cuestión puede estar determinada por
la suma
de la distribución material de las piezas, pero puede no ser
así, y entonces es la habilidad la que sortea obstáculos, y mediante
amenazas, diversiones o aún pérdidas de tiempo, crea en la posición
contraria debilidades que
una
vez ocupadas por las piezas
indispen-
sables
no las accesorias, otorgan la ganacia de la partida.
Pueden ser accesorias no ya en el sentido de debilidades contrarias,
sino en el de fuerza arrolladora. Es decir, que
se
eliminan las piezas
que desarmonizan en
el
ataque y con el resto de nuestras fuerzas se
abaten las posiciones enemigas. Igualmente, pueden ser accesorias
si queremos transformar el medio juego en un final donde la salida del
rey contrario está impedida o dificultada y donde, en cambio, el rey
nuestro irrumpe decisivamente .
El
norte estratégico no es entonces
una
luz clara que
se
perciba sin
esfuerzo. Antes, para
poder
vislumbar el objetivo, debimos pasar
por
la selva enmarañada del medio juego, donde la lucha táctica está a
sus anchas.
Se objetará que
si
comenzamos la lucha táctica apenas iniciado el
juego y la continuamos hasta cuando nuestro contrario inclina su
rey, ¿todo el ajedrez consiste en desarrollar
una
lucha táctica? Puede
afirmarse que prácticamente así es, si tenemos presente que en las
1
Un buen ejemplo sobre la forma de aplicación del principio puede verse en el
-
nal de partida Smyslov-Euwe, pág. 172.
2
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aperturas son las sutilezas tácticas las que nos pueden llevar a una
mejor posición, que
el
plan estratégico sólo es realizable mediante
una
fina táctica y que inclusive la técnica de la partida ganada
descansa, por lo menos, en una lucha táctica previsora o profiláctica.
A este respecto,
aun
en los finales clasificados como ganadores, o
también de tablas, existe tal cúmulo de posibilidades que hasta los
grandes maestros se equivocan, y así comprobamos que la técnica u
orden exacto de las jugadas es de la mayor importancia y revelan la
calidad de un buen jugador.
Sería muy poca cosa la téctica, sin embargo, si no fuera acompaña-
da de
una
buena concepción estratégica. El
jugador
debe saber en
cada momento, qué es lo que la posición exige estratégicamente: si el
bloqueo,
si
el ataque, si
una
trabazón anuladora. En su acierto aflora
el
arte.
LOGIC y VERD D JEDRECISTIC S
Apresurémonos a dejar sentado que el ajedrez debe poseer
una
lógica esencial al juego mismo: su ladrillo fundamental. Pero
como
a
nosotros nos interesa más lo que el individuo hace con esa lógica y no
lo que es ella en
sí
misma, en las consideraciones siguientes
perseguimos preferentemente al actor, sin olvidar por eso el escena-
rio donde éste se mueve.
Los libros de texto nos
dan
cánones
para tratar
las diferentes
formaciones de peones que es el aspecto tal vez más importante); nos
enseñan cuáles posiciones finales son ganadoras; la teoría de las
aperturas sanea, digamos así, los primeros pasos de la creación; hasta
nos enseñan
una cantidad básica y frecuente de posiciones donde las
combinaciones son sólo unas pocas. Nos enseñan también una lógica
de las posiciones que se basa en valores más o menos permanentes de
las piezas y en su colocación; amaestran en el sentido del análisis y la
valorización de los puntos, las diagonales, las líneas, las columnas; la
movilidad de las piezas, la armonización de las fuerzas, la conquista
del espacio, la ganancia de tiempo; inclusive, mediante este análisis
lógico, podemos averiguar
si
una
partida vive o está
atacada
de
parálisis progresiva. odo esto
es
de la más grande importancia para
un buen jugador. Pero lo que ningún maestro puede enseñar es
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aquella lógica del acontecer inmediato. El teóricamente nos puede
hablar de una lógica que se funda en consideraciones casi mecánicas
y el ajedrez sobre todo es vida.
Decía
Tartakower
que cada jugador impone su propia lógica a los
acontecimientos.
El
es
el
creador
y el que orienta al destino. Claro
que hay que saber cuáles posiciones son ganadoras; la cuestión a
resolver es cómo arribar a esas posiciones. Y se descuenta que
debemos conocer el molde de estructuras perdedoras que es preciso
evitar;
como
lucha humana la lógica y la verdad ajedrecísticas no
están ahí sino en
el
temperamento en la fibra creadora del que
ejecuta que debe trascender el tecnicismo común. La verdad
ajedrecística consiste en saber encontrar un orden de jugadas que
lleve necesariamente a la
derrota
del adversario. ¿Qué elabora un
teórico sin imaginación con esos elementos casi objetivos como
masa fuerza espacio y tiempo y que son lo que estructuran la
partida si no sabe ni adivina qué es lo esencial entre ellos? ¿De qué
vale que venga un maestro y le diga que lo esencial es el movimiento
la vida creciente de la partida y que ese movimiento debe traducirse
en iniciativa? Esta orientación interna es puramente subjetiva. La
subjetividad
se
incorpora en
cómo
se
unen estos factores informati-
vos del juego. Cómo se obtiene aquella iniciativa
el
ansiado
movimiento. Porque en la madeja maravillosamente complicada de
las posibilidades el hilo tiene muchas puntas a una de las cuales es
necesario apresar. Y ahí reside precisamente la habilidad: apresar
aquella punta que lo conduzca por el laberinto y cuyo camino se
adapte a su yo personaP.
Este determinismo es como un
mapa
que
eljugador
va trazando en
el
tablero al mismo tiempo que dicta los acontecimientos de una
manera tal que su contrario es arrastrado a la derrota. Pero en
ajedrez como se descubre y prueba continuamente no es del todo
seguro que una posición dada, repetida en infinidad de partidas
tenga un solo camino para resolverse como a su tiempo lo impuso el
genio del maestro
• Y esto es así porque la amplitud de las
I Cada jugador debe adaptar su juego a sus facultades pues
cada
individuo tiene
marcadas predilecciones y algunas cosas le son fáciles mientras otras le son difíciles».
J.
R
Capablanca.
2 En el título
El
cientificismo de Smyslov»
se
hace
una
referencia a este aspecto.
23
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combinaciones posibles es de tal naturaleza que permite, o mejor
dicho ofrece la ocasión
para que cada temperamento
se
oriente por
aquellos senderos que le son propicios. Entonces la lógica que de allí
deriva es una lógica temperamental. La adorna el sentimiento no
lógico que impregna
el
arte todo. (El maestro Lev Polugaievsky en
una nota titulada «Cómo nacen las novedades», que citamos en
el
título «La mejor jugada no existe», al comentar una jugada propia le
colocó signo de admiración, en
tanto
que Botvinnik y Aronin la
evaluaban como apresurada ( ?). Juicios tan dispares fueron emiti-
dos por grandes maestros, no por aficionados).
En este sentido,
si
en un determinado tipo de posición hubiera
una
sola estrategia y una sola técnica a seguir que pudiera, mediánte
el
análisis, probarse como verdadera
-análisis
que no tendría que ser
muy complicado-, al ajedrez no podría considerárselo arte. En el
juego cabe la unidad, pero sobre todo la multiplicidad. La unidad es
necesaria en cada ejecución, aunque la misma esté. como
una
pila
eléctrica, cargada de fuerza expansiva. El valor de esa unidad reside
en la variedad de continuaciones que fueron potencialmente posi-
bles
l
. El
éxito
ha
ido recorriendo
el
camino inestable e incierto de
toda
creación humana. Es su inquietud, su dramatismo, su intensi-
dad de lucha. Y esta inquietud o dramatismo ha sido
obra
de
un razonar inteligente al mismo tiempo que un darse en el sen-
timiento.
•
Hemos dicho que así como el arte es una representación de
emociones y temperamentos,
es
también
una
solución técnica. la cual
se basa en principios inamovibles que van jalonando su mundo. El
ajedrez, pese a ser movimiento y vida, no escapa a la necesidad de ser
teórica
y
prácticamente una construcción técnica. En toda maniobra
fracasada, en toda estrategia equivocada, y más clara
y
groseramente
en los errores de jugadas, se advierte que el bando perdedor se ha
apartado
de
una
estricta lógica; su juego se
ha
encaminado por veri-
cuetos anormales, sin sentido. Pero, claro, la evidencia de todo ello
1
En
el título
Lo quieto que actúa»
se
exterioriza este aserto en la partida
Panno
Larsen, en la que la
dama
blanca jugó activamente ¡sin moverse de su sitio .
4
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surge después a nuestra consideración luego de la amarga experien-
cia.
De esta manera advertimos que la técnica
es
la raíz donde se
sostienen los pilares teóricos. El primer
jugador
que descubre un
orden de jugadas que se entiende
por
sí mismo y que es único respecto
de un determinado tipo más o menos simple de posición realiza una
obra
artística porque es cradora pero al mismo tiempo fabrica un
molde donde irán a morir todas las aspiraciones artísticas encamina-
das por ese lado.
Como
descubridor ha sido artista. Su construcción
es
la científica como única y lógica. Digamos que
es
como un salto
sobre arena húmeda.
El
arte fluye de la fuerza impulsora; y también
de su construcción desde luego pero esta construcción será la huella
que trazará
el
camino a sus continuadores.
Con el fin de explicar mejor este curioso entrelazamiento de la no
lógica sentimental con la lógica que surge del descubrimiento
debemos acudir a los ejemplos de partidas definidas en las cuales se
presupone el error catalogando este error como el apartamiento de
una estricta lógica.
Veremos así que la calidad artística de
una obra
depende de la clase
de equivocación que se cometa y del trabajo que requiera
para
ser
aprovechada. Si hiciéramos una tabla valorizada de las equivoca-
ciones se podría
arrancar
de la pérdida de la dama en
una jugada
hasta llegar a las sutiles inexactitudes sólo aprovechables
por
los
grandes maestros. No hay más remedio que aceptar esta escala de
valores
para
distinguir la chapucería de la
obra
de arte. Ambos
extremos se diferencian bien; no lo son
tanto
sus puntos intermedios.
La más simple técnica carente de
r te
sería tomar la dama en una
jugada; la más dificil técnica
plena
de arte
creador
sería
aprovechar
una
pequeña inexactitud Porque
una
pequeña inexacti-
tud ofrece margen para una modificación ulterior en
el
curso de la
partida y esto determina que la solución técnica que logró el maestro
sea extremadamente dificil de captar. En esa captación desempeña su
papel la no lógica del sentimiento diríase su orientación intuitiva
que se fusiona con la solución técnica hallada.
El margen de error entonces que contenga la obra
es 1
que
Véase el titulo «¿Desde cuándo la partida está perdida?
25
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arrima la no lógica del sentimiento a la lógica del descubrimiento
técnico
l
CÓMO SE
PIENSA EN AJEDREZ
En el juego existe
una enramada
interior esencialmente imaginati
va que
cobra
forma
por
obra del maestro. Las variantes y sus
ramificaciones, las imágenes de mate,
el
dibujo de
una
estrategia,las
figuraciones tácticas pugnan por salir del tablero. Dormitan en él en
una
variedad inmensa. El maestro sintetiza ese cúmulo de imágenes,
con sus recuerdos y estudios, y luego procura darle forma en
un
orden
económico de jugadas.
Como
los senderos son muchos,
siempre existe una manera particular que cambia
en
cada jugador,
aspirando
cada
uno a
una
pureza creadora causante de aquella
emoción-apreciación
sea para él
como para los
observadores
que se denomina estética.
Para ilustrar mejor este proceso de ideas que es esencial al ajedrez,
permítasenos poner un ejemplo extraño al juego, pero que encaja
perfectamente con nuestro pensamiento. Transcribiremos
un
frag
mento de un interesante estudio publicado en «La Nación» de
Buenos Aires
el
5-8-51, a propósito del libro «The Show ofViolence»
de Frederic Westham. «A Bob Irvin
se le
ocurrió que
para
esculpir,
primero es necesario hacerlo en mente; proyectar la imagen delante
de él, verla, reconcentrarse, continuar viéndola siempre, fijarla en la
retina .. Empezó a inventar un instrumento parecido a
un
metróno
mo, cuyo tic tac acusase
el
tiempo que
él
podía reconcentrarse y
seguir viendo
el
uniforme de Napoleón
en
Santa
Elena hasta en sus
costuras. Si
se
llega a tal reconstrucción óptica
dec ía
también
es
factible leer libros con los ojos
cerrados .
Lo lamentable
es
que la demencia de Irvin
-éste
no
es
un
personaje ficticio, pues fue homicida en EE.
UU . 10
llevó a suponer
que una fuerte concentración,
una
utilización tal del poder de la
voluntad en el sentido de Schopenhauer
e s
decir
como
conciencia
perenne y rediviva, como energía
infinita-,
lo llevaría a comunicar-
I Véanse los
títulos
El error acoge al arte» y Una pequeña inexactitud».
6
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se mentalmente con una amiga «aun si ella estuviera muerta y yo
VIVO».
Pero ¿qué era lo que Irvin pretendía con su teoría? Sencillamente
quería
dar
formas concretas a una técnica mental. En su caso un
ejercicio o
una
manera de representarse los objetos visualizándolos
en su mente y así llegar a verlos como si estuvieran delante de sus
ojos. ¿Es que procede distintamente
el
resto de escultores y pintores?
¿No es ése
el
único procedimiento de que disponen los artistas para
sus creaciones? ¿Qué hacía Da Vinci cuando estuvo varios días
inmóvil frente al muro que debía contener «La Cena»? Imperiosa-
mente el arte necesita la representación. Digamos que las obras
artísticas son un paso adelante de lo que en psicología se llama
memoria visual. Es una concreción que salta de la imaginación del
maestro.
¿Y de qué modo juega un maestro de ajedrez una partida o
cuarenta a ciegas?
Para
jugar a ciegas sobre
todo
frente a varios tableros
se
debe
dominar la técnica. Y no sólo la técnica o teoría de las aperturas y de
las cien estructuras ganadoras que se presentan en las partidas sino
también la técnica de la táctica o sea el orden de las jugadas. Esto
se
adquiere mediante un permanente ejercicio. Después que
se
familia-
riza con una cantidad grande de posiciones y que se ha practicado
innumerable cantidad de juegos cuando el cuadriculado se ha
grabado en la mente como quería el escultor Irvin sólo entonces
se
está en condiciones de practicar
el
juego sin mirar. A pesar de que la
dificultad mayor no es tanto ver el tablero en mente como seguir las
ramificaciones de las jugadas un jugador con medianas condiciones
puede seguir un juego completo sin grandes tropiezos.
En
ajedrez el
interés que despierta en nuestra imaginación
el
desarrollo del juego
suple con ventaja al metrónomo que con tales fines aplicaba el
desventurado escultor. ¿Cómo encontrar el buen camino en la
maraña
de continuaciones? Para esto servirá
el
ejercicio anterior
cuando se tuvo que prever las futuras jugadas con las piezas
inmóviles. Sin duda que los ajedrecistas que escalan categorías deben
tener
una
facultad de representación superior a la común. La misma
facultad que en
otra
dirección la tienen los pintores. Esto solo
aunque muy importante no basta sin duda. Para el arte superior se
precisa aquella
otra
facultad interna cuyo misterio seguramente
7
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reside en la complicación prácticamente infinita del cerebro que
impone que cada uno sea particularmente
apto para una
determina
da
actividad.
Después de un permanente ejercicio, en los buejos jugadores se
agudiza la intuición que lo induce a huir de las posiciones malas y
buscar las buenas. En cuanto cada temperamento sea fantasista o
lógico buscará el orden de jugadas que le aconseja su característica y
que lo conduzca a aquellas posiciones consideradas buenas por su
intuición ajedrecística. Entonces el cerebro, a la
par
que «ve , como
si estuviera delante de sus ojos, el tablero, «ve igualmente la
trayectoria de las piezas juntamente con las secciones que dejan sin
dominar al moverse y las nuevas que van abarcando. Esa posición
objetivamente estática que se tiene
por
delante, y cuyo calco se ha
trasladado al cerebro, se
despereza, se mueve. La imaginación
acompaña esa vida latente que se da en la movilidad de las piezas por
los caminos del cuadriculado. Y ese dibujo estático se transforma en
otro
un poco distinto.
ada
posición contiene potencialmente otras y
otras. Y el cerebro las perciba en la medida de su capacidad.
El símil más acercado que se nos ocurre es que
el
hilo de
cada
variante de
una
partida de ajedrez que
se
sigue con la imaginación
remeda la exposición de una película cinematográfica, cuyo movi
miento, como sabemos, nace de la sucesión de cuadros, cada uno
diferente del anterior. En ajedrez,
el
movimiento se genera imagi
nando
cuadros sucesivos, estructuras cada
una
un poco diferente,
hasta que el cambio de lugar de la pieza le agrega, por decirlo así, su
trazo objetivo.
Este movimiento, que tan bien se plasma en la música
y
en la
poesía y que los escultores, arquitectos y pintores procuran imprimir
en sus obras, se expresa en ajedrez en una cinemática incorpórea que
se desarrolla y muestra a nuestra imaginación no en la transforma
ción de la partida
por
la simple sucesión de jugadas como no lo es
en la música el desgrane de notas en
el
tiempo), sino en la expansión
que va adquiriendo su contexto estratégico
l
• omo lo dijimos
anteriormente,
el
movimiento es la iniciativa, la vida dinámica de la
partida
2
•
28
Véase la partida Gligoric-Czerniak, pág. 73.
2
Partida Najdorf-Pomar, pág. 76.
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C PITULO
LA BELLEZA EN EL AJEDREZ
CONSIDERACIONES GENERALES
El interés estético de la
partida
es despertado
por el
movimiento
siempre creciente e inabarcable que cada posición sugiere a la
imaginación. Esta es atraída por la sima profunda y desconcertante
de las combinaciones.
Por
eso
l
ajedrez es apasionante. Y es la
manera sutil en que esta pasión
se
despierta lo que la vuelve artística.
El interés estético nace, entonces, porque
cada jugada
tuvo mil
derivaciones, lo cual ofrece
una
característica indefinida e incierta al
desarrollo de un juego y la mente goza de la ine xhaustividad de la
lucha hasta que aparece ante nuestra comprensión la forma, el
sentido de la partida, con todas sus secuencias de vida activa y con la
atracción de
una
cuestión lograda.
Es fácil advertir que para que esto sea así su efecto artístico debe
obtenerse por una emanación de tipo complejo que traduzca
el
vigor
de
un
ataque,
la
serenidad de
una
defensa, ya
una
sutileza táctica, ya
el sacrificio espectacular.
El
maestro elabora su obra con todo
el
temple que le
da
su saber y con el ansia de su sentimiento
acompasado por la angustiosa marcha de su corazón. Son esas horas
intensamente apuradas frente al tablero lo que va tomando forma. Es
vida que bulle y se expresa. Es un desborde de pasión que como un
brote florece en
toda obra
que suscita emoción para después resistir
airosamente el juicio de los entendidos.
Así vemos que
durante
el
desarrollo de un juego
el
mismo
se
asemeja a la preparación que hace el escritor. Este traza una serie
continuada de imágenes que nos trasladan a una ficción que vivimos
9
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y sentimos. Su estética nace de nuestra cultura y comprensión. En esa
variedad de situaciones que la poesía o la novela crea, debe existir
una unidad de pensamiento con el fin de conseguir aquel efecto
estético.
En
el
ajedrez
el
buen éxito deljuego lo obtiene
el
maestro como
por
una suerte mágica. Extrae sustancia de posiciones simples que al
aficionado nada dicen, pero que luego de producidas las jugadas, la
construcción sume al espíritu en el placer de admirar esa síntesis de
acción que es toda obra de arte ver partida Bogoljubov-Capablan
ca).
La creencia en lo maravilloso, como lo afirma Tartakower, es
singularísima en ajedrez, porque del enlace de las jugadas parece
surgir
una
fuerza misteriora que determina la ganancia de la partida.
Nunca, ni el más profundo analista, puede prever frente al tablero y
sin mover las piezas, con exactitud si no
se
da un orden obligado y
fácil) lo que ocurrirá dentro de diez jugadas. Otra vez el misterio del
ajedrez reside en la incapacidad nuestra de abarcarlo. Y esta
incapacidad y aquel misterio constituyen la fuerza nutritiva de
nuestra ansiedad emotiva, principal pilar de la expresión artística.
La cuestión de la belleza está siempre impregnada de esa
inseguridad de comprender totalmente lo que se tiene por delante.
Sostenemos este criterio con la consideración siguiente del filósofo
norteamericano John Dewey:
Para
producir la excitación indispen
sable debe haber algo al frente, algo importante e incierto,
como
el
resultado de
una
batalla o las perspectivas de una cosecha. Una cosa
segura no nos despierta emoción. Por lo tanto, no es la mera
exictación lo que se expresa, sino la excitación-acerca-de-algo». Se
refiere a lo que debe entenderse
por
la expresión artística. Y en el
ajedrez, la incertidumbre de un combate presenta fuentes de emoción
que, en cuanto de esas fuentes surgen aditamentos heterogéneos
sugeridores de la vida misma y que conforman las aspiraciones de la
inteligencia, son expresamente estéticas. En nuestro juego no es sólo
la incertidumbre de su resultado lo que le presta emoción, porque
aun luego de conocerlo, y tal vez justamente por eso mismo, su
estática aflora en el análisis que se puede realizar de la lucha habida y
que revive de las fuentes de placer. Su perduración estructural
le
da
eternidad como renovadora de emociones.
En el arte del ajedrez existe el contraste de dos experiencias. s una
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lucha creadora donde se enfrentan dos voluntades las cuales al
tiempo que convergen en la creación de la propia obra procuran
destruir o anular la del adversario o bien la utilizan para sus fines
prácticos de obtención de la victoria. La construcción de su edificio
está erizado de dificultades
por
causa de la oposición sistemática que
encuentra en cada jugada. Se lucha contra alguien que posee
similares conocimientos y se trata entonces de sobrepasarlo creando
combinaciones donde la fantasía desempeña primordial papel. Si
bien como lo afirmó Emanuel Lasker a su tiempo
el contraste último
y fundamental está en el éxito o la derrota en nuestro entender y
teniendo en cuenta que la belleza de un juego reside en su armonioso
crecimiento
el
contraste se manifiesta mejor en la asimetría
que
se
da
aún
en las posiciones objetivamente simétricas pues su diferencia
radica en el acontecer esto es en el t iempo producida por la
alternancia de blancas y negras. En esa disimetría se va preñando la
experiencia que da vida y forma a los elementos componentes del
juego. Lo formalmente verdadero es ese desnivel producido
por
la
cinemática de la partida y que determina su ganancia o su pérdida.
Las partidas tablas no desautorizan
el
aserto. Como lo comproba-
mos a diario en juegos desequilibrados a ojos vistas ese desequilibrio
no es suficiente para provocar una derrota. De ahí la belleza de los
finales compuestos de tablas donde se da esta curiosa síntesis:
el
equilibrio de lo asimétrico. En aquella calidad contrastante de las
jugadas se aloja el quehacer estético cuando uno de los ejecutantes
logra evadirse del margen de equilibrio que es por lo regular
considerablemente grande en todo juego bien llevado.
Comprobamos así por qué en ajedrez no puede tener cabida fácil
lo estrafalario
dado
que frente a cada
jugador
se encuentra un
verdadero censor puesto a demostrar que no se pueden cometer
locuras.
¿ cómo mostrar efectos estéticos a través de
una
extravagancia si
la creación artística es sobre todo unidad y equilibrio? La riqueza de
situaciones en una producción artística no debe romper su tema
central. El resultado estético del juego reside en que haya sido
conducido mediante una lucha táctica rica y múltiple pero sin
desviarse de un objetivo final seguro y limpio. Apreciemos la
siguiente fórmula del citado John Dewey cuando estudia
el
viejo
axioma de la «unidad en la variedad» que a nuestro entender encaja
3
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perfectamente con el contexto de todo juego bien llevado. Dice:
«Hay unidad sólo cuando las resistencias de partes crean
una
suspensión que se resuelve mediante la intervención cooperativa de
energías opuestas». Este madura juicio que el filósofo lo remite a las
artes sin tener casi podría asegurarse
para
nada presente al ajedrez
energías opuestas». Este maduro juicio que el filósofo lo remite a las
características fundamentales que informan las demás artes.
No
todas pues se comprende que hay
una
distinta acción sensible entre
ellas.
SU
EMO ION OMO EXPRESION ARTlSTlCA
El
escritor argentino Ezequiel Martínez Estrada que en su libro
«La cabeza de Goliat» confiere a los ajedrecistas categoría de
artistas trae a cuento que fue Femández Coria quien lo inició en las
bellezas del juego cuando reprodujo sus partidas frente a Capablan
ca.
« uando
lo
vi por
primera vez tuve la impresión de que
le
debía
yo grandes y bellas horas de emoción». Quizá estas palabras
sinteticen los maravillosos efectos de
todo
arte sobre la criatura
humana: « .. grandes y bellas horas de emoción ..
»
Es la deuda que
todos tenemos
para
los escritores que nos deleitan para los músicos
que pulsan nuestra cuerda temperamental o para los pintores que nos
sorprenden. Les debemos la gracia de su comprensión. Es siempre la
misma deuda del iniciado al maestro.
Pero esta identificación emocional ¿la hemos aclarado suficiente
mente? ¿Qué son bellas emociones?
Se
sabe que
el
concepto de lo bello-agradable en arte ha cedido
lugar a lo bello-característico. Tal vez resultara práctico eliminar el
concepto de belleza al que insensiblemente lo asociamos con
el
ht:donismo y decir sencillamente artístico. En este sentido las
«bellas horas de emoción» serían en verdad horas de apreciación
estética.
Una emoción de índole estética se gusta después que la emoción
propiamente dicha dejó de atenazamos dado que entonces se
produce
una
reacción imaginativa de la
obra
que nos
la
produjo.
Por eso algunos la llaman contemplación. Y en cuanto nuestro
interior analítico advierte su limpieza y su logro la emoción renace
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de
una
manera extendida mente admirativa, un poco intelectualiza-
da. Es un sentimiento de placer
profundo y suave. Después del
primer choque, el vibrar sereno y dulce. No es una emoción que se
agota, sino una emoción que se amplía. Ya estamos en el goce-
apreciación que
se
denomina artístico.
Procuraremos, mediante un ejemplo, explicarnos mejor.
En
el
juego de torneo se ha incorporado un elemento extraño al
mismo que es el reloj fiscalizador del tiempo. Cuando éste indiferente
y
temible mecanismo levanta su flecha para dejarla caer como
una maza cortando nuestras esperanzas y afanes,
el
jugador y los
espectadores vivieron instantes de intensa emoción a medida que la
aguja avanzaba inexorable faltando todavía muchas jugadas
por
cumplir. Evidentemente, no es
una
emoción artística, sino una
emoción de carácter deportivo, digamos que superficial y primitiva.
Pasado ese momento queda poco. Apenas un recuerdo que se
esfuma. Pero participemos del dramatismo de
una partida
bien
conducida y tendremos una idea acertada de la diferencia. En
el
ajedrez lo dramático parece hacer una comparación parecida a la
anterior
se ofrece cuando un juego es llevado por el filo inestable
de
una
combinación de carácter abierto, donde el riesgo de caer
es
extraordinariamente grande y no obstante, se logra la victoria
apurando los últimos elementos, las últimas reservas, expurgándose
las más escondidas y sorprendentes combinaciones, «aprovechando
la circunstancia más insignificante ».
La emoción que sentimos se despierta junto con nuestra identifica-
ción y comprensión del sinfin de posibilidades que el juego ofrece. He
aquí una cuestión importante:
una obra
de arte no puede ceñirse a la
monotonía de
una
posibilidad, donde
una
simple contemplación la
abarque; su simplicidad final debe contener un almácigo de
posibilidades. Es, entonces,
una
emoción compleja la que nos asalta.
De esta forma, vivido que haya sido ese momento frente a los
jugadores, la emoción deportiva se
borra
y
da
paso a una emoción
serenada e inquisidora, de continuo renovada cada vez que se repasa
el juego producido, tal como nos ocurre cuando oímos de nuevo una
obra musical. Son el intelecto y la comprensión los que dan categoría
estética a ese sentimiento renovado.
Emanuel
Lasker.
33
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La belleza
se
logra en eljuego deslumbrador de las combinaciones
y también quizá de una manera más específicamente estética
cuando la victoria
se
alcanza imponiendo
una
profunda estrategia
mediante sutiles maniobras. Es así cuando la ganacia de la partida
aparece maravillosa como
brotada
de un mundo invisible. Y nuestra
emoción se abisma en lo misterioso al mismo tiempo que nuestro ser
consciente busca explicaciones a la finalidad de la
obra
e inclusive
para ese sentimiento admirativo que nos invade. Por esto pensamos
que una estrategia sutil es más ejemplarmente artística en cuanto lo
artístico-específico se identifica con aquello que lesiona más profun
damente nuestra impresión.
Para
conseguirlo
el
filo que nos hiera
debe ser agudo y punzante fino y preciso.
En oposición a esa brillantez de las combinaciones se halla aquella
manera de jugar achatada de espera que especula en
el
agotamiento
del esfuerzo adversario y acecha un probable error. Este estilo si así
puede denominarse no produce joyas artísticas al no suscitar
simpatía ni emoción
aun
cuando circunstancialmente
se
imponga.
Es que esa pobre estrategia simboliza una vida opaca y mezquina.
Guyau dijo que la sinceridad es el principio de toda emoción» y es
por
eso que la estrategia comentada no entusiasma
el
ánimo
antojándosenos taimada y siendo únicamente sutil cuanto más
insincera.
El
arte es una expresión de vida una expresión pujante y
creadora que cautiva nuestra simpatía.
La
estrechez de un estilo no
nos acerca a él y al no provocarnos un
tono
admirativo debe ser
obligada mente no estético. La repulsión que nos pueda inspirar la
obra de un pintor por su tema y el realismo de la ejecución en
realidad
una
consecuencia del éxito de la impresión primera atributo
esencial de
toda obra
artística. Esa impresión prepara nuestra
admiración posterior. En cambio en un estilo anémico no hay lucha
creadora y
no
atrae
el
calor de sus semejantes.
A través de
una
bella
obra
ajedrecística
se
expande todo un mundo
de vida interior. Ese interior complejo sorprendente que vacila o
puja. Por abstracción en el ajedrez se escarba esa parte oculta y
complicada que es
el
alma humana. Ella busca una salida para
hacerse entender y la encuentra en
el
tablero. El ajedrez
es
su
expositor admirable. Su efecto artístico descansa
en
que desnuda al
individuo. Y lo desnuda a través de matices tanto más novedosamen-
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te estéticos en cuanto conmueve nuestro ser
por
medios sustancial-
mente intelectuales.
uando el maestro desentraña la naturaleza íntima de conjunto
del ajedrez el tablero es
el
lienzo donde dibuja su carácter.
S
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CAPITULO III
CONT CTO EXTERNO DEL JEDREZ
CON OTR S RTES
Antes de internarnos en las formas concretas del
arte
ajedrecístico,
esbocemos algunos contactos externos que
l
ajedrez tiene con otras
artes.
L INTERPRET CION
Se
ha
discutido si un ejecutante de piano es en realidad un artista o
simplemente un técnico que trabaja sobre las obras de otros.
omo
l
arte exige la creación, l carácter copiativo que aquél realiza
parecería justificar su exclusión de la categoría artista. Para ayudar a
resolver l problema pensamos que debe utilizarse el concepto de
la gradación, que impera en toda la naturaleza. on este criterio s
puede decir legítimamente que uno es un poco más o menos) artista
que otro. ¿Cómo interpretar a Beethoven
si
no
se posee
una
receptividad temperamental que se identifique y
sorba
la riqueza de
tonos expresivos y
l
sentimiento del maestro? Todos sabemos que la
mera técnica de pulsar
una
tras otra las teclas, como lo indica
fríamente la letra musical, no es un interpretación justa.
Tampoco
la reproducción de
una
partida de ajedrez, mecánica-
mente, significa entender e interpretar al maestro. Comprenden y
gozas sus ideas sólo aquellos que por sus conocimientos, experiencia
y temperamento tiran un cable entre las ansias cradoras del genio y su
propia
emoción. Ellos también deben tener mucho de artista
para
que la corriente estética s establezca. Y si esta vitalidad estética s
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transmite por medio de la
palabra
a un grupo de iniciados ello
significa el correlato exacto de un pianista que interpreta a Mozart y
lo transmite a sus oyentes. Es una creación de otro tipo que descansa
más bien en la ductilidad y en las condiciones didácticas de
encaramarse sobre la atención de los demás. En la interpretación
siempre hay margen para un fineza cada vez mayor que vibra tanto
más levemente en cuanto
el
soplo provenga de más hondo.
EL SENTI O AGONAL
Expongamos la forma común en que
se
realizan las creaciones
ajedrecísticas esto es los torneos de maestros.
Nos parece que esos torneos se pueden comparar con los salones
de pintura. El sentido agonal que el arte tiene se refleja muy bien en
dichos salones donde
cada uno
de los participantes pugna por
sobresalir. Es
una
verdadera competencia con jueces que juzgan y
premian.
Los cetámenes de ajedrez no son
otra
cosa únicamente que por su
índole sus resultados son irrecusables.
En
un torneo de veinte
maestros
cada
uno debe ejecutar diecinueve obras entre las cuales
tal vez sólo
una
merezca
el
calificativo de artística. En los salones de
pintura no todas las obras aun de un mismo gran pintor pueden
llamarse creaciones artísticas.
SOBRE LAS REGLAS
Una materia como
el
ajedrez donde son necesarios un mínimo de
conocimientos de las normas que rigen eJjuego ofrece un paralelis-
mo muy singular si damos
por
fehaciente
el
hecho de que son
necesarios un mínimo de conocimientos e indicaciones para poder
participar de la corriente estética emanada de cualquier exponente
artístico. Las obras maestras del ajedrez no son universales en cuanto
es imprescindible que el observador conozca las reglas a que está
sujeto de la misma manera que una poesía necesita que por lo menos
aquel que pretenda gozarla conozca el idioma. Lo precedente como
se comprenderá vale también para la pintura donde
el
solo sentido
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de la vista no b st ni siquiera p r una mediana interpretación de su
intención estética sino que le
s
preciso
un
cultura general e
indicaciones particulares aun así si l temperamento del observa-
dor
no s propicio la belleza de un cuadro l será indiferente.
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SEGUND P RTE
CAPITULO
IV
LA CREACION AJEDRECISTICA
LOS
ELEMENTOS DE
L CREACION
Afirmaba Emanuel Lasker que
para
producir una obra maestra
en ajedrez se necesitan dos buenos jugadores no uno solo». Sin
contradecir al eminente filósofo-ajedrecista sino complementándo
lo el
doctor
Max Euwe afirma que deben darse las condiciones idea
les para producir una joya ajedrecística; esto es que el
jugador
perdedor debe «colaborar» jugando un poco mal pero no lo su
ficiente como para echar a perder la obra.
Tanto
Lasker como
Euwe estiman que la obra maestra depende del trabajo de ambos
adversarios.
Es una
complementación del juego realizado. Porque
es
evidente y trivial el repetirlo que el valor
de una
posición está en
relación directa con la contraria.
Esta relativación debemos
transportarla
igualmente a todas las
etapas de la historia del ajedrez
para
comprender lo que
cada una
de
ellas entendió
por
bello. Avanzando por ese camino histórico se
torna imperioso tener presente el cordón umbilical que une ambas
posiciones para considerar cada obra en el tiempo que le tocó nacer.
Ya dijimos que lo bello está amarrado al error. Y
el
error
es una
cuestión relativa a la época relativa al progreso.
Si
la perfección
absoluta con ella la belleza absoluta fuera la consecuencia de un
progreso mecánico inflexible e independiente de gustos y tempera
mentos el ajedrez no sería arte.
Es indudable que el sentido de lo bello en ajedrez se
acompaña
con
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el paulatino progreso técnico. ¿Podemos afirmar hoy que
se
haya
saturado ese progreso? Si no es así, la perfección matemática no
puede ser
el
paradigma clasificador de la belleza
l
Se
infiere entonces
que las obras son bellas a pesar de los defectos que épocas posteriores
les descubran. Lo que primero importa
es
la idea o espíritu, su
traducción formal es cuestión de épocas; si bien comprendemos y
aceptamos que las superiores muestras están dentro del punto
culminante del desarrollo técnico, con el fin de que la ejecución no
deje ningún resquicio
por
donde se evapore su arte. Cuando esto
ocurra desgraciadamente, será el comienzo de la decadencia.
Nos parece que
es
con este criterio fundamental, que
empapa todo
el quehacer artístico, como debe extenderse la mirada
por
el
panorama que la práctica del ajedrez nos ofrece.
Es así que
el
concepto de la belleza en ajedrez estaba en relación
directa con el desconocimiento de muchas cuestiones técnicas, y
se
adecuaba
a la pasión y al temperamento de sus maestros cultores.
Existía
una
«temperatura estética» general que
apasionaba
a los áni-
mos. N o debe ser casual que Labourdonnais y Anderssen viviesen
durante
el
romanticismo y sean ellos los románticos del ajedrez. La
belleza,
como
cuestión
abstracta
en sí,
por
oposición alentaba
el
des-
precio de la materia poderable, y así se buscó
el
juego deslumbrador
de los ataques sobre el rey sacrificando sin piedad ni hesitación en
procura
tan sólo de una combinación espectacular y definitiva. En
forma
más rudimentaria, ya los maestros italianos del siglo XVII in-
cursionaron por este atrayente
campo
del «mazazo» de la combina-
ción de ataque sobre el rey y dieron buenos ejemplos de inventiva. Y
puede decirse que hasta en nuestros días prevalece en la consideración
general esta dirección intuitiva hacia la belleza,
por
el ataque, que tu-
vieron los viejos maestros.
Para que se desviara un tanto esta búsqueda a toda costa del brillo
de la combinación de ataque fue preciso el advenimiento de Morphy,
primero, luego Steinitz, y más recientemente Capablanca, quienes
dejaron establecido que la combinación espectacular, que en general
está en el remate de la partida es una consecuenci de la posición o
bien un medio auxiliar
para
sostener principios posicionales perma-
nentes. Entonces gira el concepto de lo bello y se detiene más en la
I
Véase El adversario debe colaborar» y El error acoge al arte».
4
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fineza de la concepción estratégica, en la unidad lógica, en los sutiles
detalles que gestan
el
desequilibrio. No
es
sólo la exuberancia de
Hugo sino también la diafanidad de Dostoiewski los causantes del
placer artístico.
Es
otro sentido porque
se apoya
en otros momentos
de la historia.
La no-pérdida de tiempo que Morphy aplicaba en forma ostensi
ble y evidente
para
nosotros -familiarizados con ello gracias a é l y
que transformaba en ganancia sobre adversarios inferiores, es un
principio en el que basó gran parte de sus famosas combinaciones.
Esta ganancia de tiempo en
Capablanca
podríamos traducirla como
iniciativa
Por causa de
una
técnica perfeccionada que se
le
opone,
éste no la puede aprovechar de la manera notoria de aquél, sino que
debe aplicarse a un trabajo largo y profundo y por eso más
imperceptible, pero no menos bello.
En base a estas consideraciones creemos que deben ser distintas y
más restrictivas las exigencias para las producciones contemporá
neas.
No
los impone
el adelanto
técnico. La virtud creadora, y
por
ende artística, es válida, empero, para todos aquellos maestros que
nos precedieron.
Nos induce esto a
aceptar
la legitimidad de la belleza de la
discutida partida Anderssen-Dufresne. De lo que llevamos dicho
se
desprende que la combinación misma y nada más que la combina
ción
en
este caso la combinación final de mate- fue lo que
consideraron bello Anderssen y los maestros que lo siguieron.
Cuando se repetía de dicha
partida
que era
La
siempre viva» no se
tenían presentes las jugadas anteriores, sino la situación excepcional
producida
en el 19º. movimiento. Se premiaba así la imaginación
maravillosa de Anderssen en
ese
momento, sin detenerse en las faltas
técnicas anteriores que pudieron cometer ambos adversarios.
Anderssen expone su interior aventurero y brillante, y lo hace
artísticamente. Su juego apasionó a miles de aficionados y maestros
durante
decenas de años. ¡Se necesitó medio siglo de análisis para
descubrir que las negras obtenían tablas ¡Después de más de medio
siglo se pudo afirmar que las blancas ganaban irremisiblemente con
19 A4R Y todo para
probar.
.. ¡nada , porque nuestro criterio sobre
la belleza ajedrecística es
otro;
no nos basta la combinación misma
para
su determinación, exigimos unidad lógica.
y
aún en el caso de
probarse la exactitud de la combinación, se podría probar igualmen-
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te que no fueron exactas las jugadas anteriores sobre todo por parte
de las negras apareciendo así defectuoso dicho juego ante nuestra
visión actual.
Para
nuestro criterio dicha prueba es secundaria.
El
tablero nos ha desvelado muchos secretos desde Anderssen hasta
nuestros días
yesos
secretos son abonos nuevos que variaron
nuestro concepto. De aquella espectacularidad que se anidaba en lo
puramente bello-agradable el sentido ajedrecístico de lo bello
también ha variado hacia
el
de cuestión lograda.
LA LINEA TEMPER MENT L
Resulta interesante extraer de la lucha jedrecística algunas parti
das para valorizarlas desde un doble punto de vista: el temperamen
tal y
el
de la época.
Es singular observar cómo a pesar de la preferencia del ambiente
hacia determinada costumbre de jugar o de aperturas existen
caracteres que reencarnan caracteres similares de otras épocas. Con
las naturales modificaciones impuestas por el progreso desde luego.
Al romántico
por
excelencia Anderssen pueden comparárseles
Blackburne Marshall Spielman o Tal.
Steinitz cuyos principios cimentaron la escuela moderna es para
el gusto actual un ejecutor lento un
tanto
retorcido. Filidor fue su
predecesor y después Nimzovitch amasa más ese estilo agregándole
su característica prevención contra
el
dogma. En nuestros días
advertimos reminiscencias de aquel estilo en Reshevsky Petrosian y
Korchnoi.
El genio lógico que era Morphy tiene su antecesor lejano en Greco
y un continuador cristalino en Capablanca. Después vinieron
Fischer y Karpov.
Lasker inaugura la aplicación psicológica de la variante juntamen-
te con su concepto de lucha esto es que la voluntad de vencer sea la
compañera de la resistencia o bien del empuje de la posición. En ese
terreno tanto Alekhine como Botvinnik desarrollaron en alto grado
dicha escuela. En
la
actualidad prácticamente
todo
los maestros
anhelan transitar caminos que confundan a su rival.
Como se comprenderá estas apreciaciones son un tanto elásticas
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dado
que nunca
es
posible determinar la
bondad yen
la
bondad
se
involucra la belleza- de un estilo. Ni siquiera las derrotas o los
triunfos de un mismo jugador son orientadores precisos para esta
determinación. Como el ajedrez es creación esta creación exige un
continuado
estado de vigor fisico y entonces no
es
lo mismo
jugar
a
los
28
años que a los 48. Ni son los mismos los oponentes. Ni tampoco
la misma técnica. Además como el individuo no está solo siempre
contiene algo de los demás en él.
Con
tales reservas diremos que
el
estilo de Nimzovitch tenía éxito contra la agresividad franca de
Marshall y fracasaba contra Capablanca Jugador este último de una
dinámica iniciativa posicional. Y fracasaba también contra Alekhi-
ne cuya virtud estribaba en dar otros tonos a dicha iniciativa basado
siempre en su profundo conocimiento de la posición y de los finales
de partida así como en el análisis psicológico de sus adversarios. El
estilo de Nimzovitch como el de Steinitz más bien lento contrasta
con la vivacidad de Alekhine; y contrasta con Capablanca cuya fina
iniciativa aparece con una
precisión casi matemática. Esta iniciativa
otros maestros la exponían impetuosamente lo cual descubre mucho
la guardia ofreciendo blancos por los cuales se cuelan las fuerzas
enemigas. Generalmente aquel estilo steinitziano de filigranas
internas se imponía con
el barreno
del contragolpe.
Una
espiral cuyo
objetivo era envolver a su contrario cuando éste más libre aparen-
taba.
Dice Reti en su libro
«Los grandes maestros del tablero»:
«Posiciones pobres restrigidas pueden ser buenas si son capaces de
desarrollar planes. Por el contrario una buena posición despejada
que parece mejor puede ser mala si no
es
capaz de descubrir ningún
plan ...
».
En
la capacidad de hilvanar planes vastos yacía la gran
fuerza de Steinitz. Lo que podríamos llamar la diferencia de esa
escuela posicionista con la de Nimzovitch está en que aquélla basaba
su posibilidad de
ruptura
en
una
expansión que debía realizarse con
l compás geométricamente. Descansaba por lo común en el avance
de los peones. Nimzovitch suplantó a menudo este ganar terreno con
los peones poniendo piezas en su lugar; y por último Reshevsky
cambia el término ruptura
que
supone movimiento de peones
por
el de expansión simplemente. Con frecuencia libera su posición
como quien sale de una llave en la lucha grecorromana; se retuerce y
salta sobre su adversario golpeándolo con lo más móvil a su alcance:
45
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las piezas. Un buen ejemplo es su 3 .
partida
del match con Najdorf,
1952)
¿En
dónde
está la discrepancia, se argüirá, entre
Capablanca
y
Steinitz,
si
de aquél
se
ha dicho que su estilo
es
geométrico,
precisamente?
La
discrepancia radica en que
Capa blanca
incorpora
o mejor dicho revaloriza el concepto de la iniciativa
fundado en
lo
permanente
de las posiciones.
Como
la posición
cambia
de continuo,
los principios posicionales,
como
en un tablero de luces,
se apagan
o
encienden; ya
es
la centralización lo más
importante,
ya la ocupación
de
una
columna,
ya la simplificación, ya la
ruptura,
o varias cosas a la
vez, y en esta orientación el maestro
cubano era
capaz
de
encontrar el
camino
más corto;
para
transitarlo utilizaba el concepto de
tiempo
traducido en
iniciativa Contrariamente,
Steinitz cedía muchas veces
la iniciativa atrincherándose en
otros
valores posicionales tales co-
mo la fortaleza estructural de los peones, la fuerza de los alfiles, y
otros.
En
un gran maestro
como
Alekhine, tenemos una tercera face-
ta: la iniciativa depende más de su voluntad que de la posición. Psicó-
logo
por
excelencia, su enorme fuerza ajedrecística la empleaba vigo-
rosamente. Dosificaba
el
riesgo según fuera el adversario.
En
ciertos
aspectos, se acercó a los románticos.
Repasemos algunos juegos,
entretanto, para
ilustrar lo que
llevamos dicho:
ALGUNOS
EJEMPLOS
a) La
grandiosidad
Berlín,
1852
P R Gambito Evans aceptado
46
A Anderssen
1 P4R
2 C3AR
A4A
4
P4CD
5
P A
6
P4D
7 0 0
J. Dufresne
P4R
C3AD
A4A
AXP
A4T
PXP
P6D
8 D3C
9 P5R
10 A3T
11
TlR
2
AXPC
13D4T
14
CD2D
15 C4R
D3A
D3C
CR2R
P4C
TlCD
A3C
A2C
Anderssen
aboceta
la
próxima
combinación.
15 ... D A
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6 AXP D4T
17 C6A+ PXC
8
PXP TIC
9 TOlD
4
Ahora
se
sabe que
19.
A4R
gana.
Dentro de varios siglos, tal vez
puedan eliminarse en las apertu-
ras algunos ataques o defensas,
porque
el análisis descubrirá su
insuficiencia. ¿Por eso los juegos
producidos con esos ataques o
defensas pierden su belleza? Diji-
mos ya que la belleza se sostiene
en que oculta algo al observador.
La comprensión de éste nace de
un tipo de relación digamos ex-
terno, que la refiere a los movi-
mientos mismos. A medida que
los movimientos se ramifican, la
vista
se
pierde en la nebulosa de
la complicación. He aquÍ la prin-
cipal calidad de la estética. Al
comunicar su intención, la obra
es comprendida
por
el observa-
dar pero como detrás de ella hay
una inexhaustividad de porqués,
carentes de explicación y
por
eso
misteriosos, ese misterio es de-
pendiente tan sólo de nuestra
incapacidad. «Es muy
dudoso
que Anderssen haya previsto to-
das las consecuencias de su juga-
da», escribió Emanuel Lasker.
Pensemos, entonces, que la lla-
ma de la inspiración impulsó la
movida. A esa llama la avivó una
emoción, un soplo del sentimien-
to. El juego producido contiene
la suficiente complicación como
para no calificárselo de simple
celada, ¡aunque no lo bastante
como
para
evitar que
el
proceso
analítico
1
desmenuce yencuen-
tre sus defectos
El ajedrez todo ¿es inmune al
proceso progresista del análisis?
9
...
DXC
Se
descubrió posteriormente
que las negras obtienen tablas
comenzando con 9 ... , T5C. Sin
embargo, un aficionado irlan-
dés, Bergsson,
reanudó
la discu-
sión
proponiendo
contra esta
movida 20. A4AD 1 que con-
duce a un juego no aclarado
todavía. Esta inseguridad, pasa-
dos
tantos
años, no hace sino
reafirmar nuestro criterio sobre
47
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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el
valor estético de la partida.
¡Aunque se pruebe incuestiona-
blemente que con 19 ... , T5C
se
consigue tablas
b La impaciencia
20 TXC+
21
DXP+
22 ASA+
23 A7D++
CXT
RXD
R3A
« Una partida
bien
jugada
no debe llegar al final, sino que debe
terminarse prácticamente en
el
medio del juego». Así se expresaba
David Janowski, por cierto que justificó a menudo aquella
definición. Junto con Alekhine, Mieses, Rubinstein Reti
es
el
maestro que en su época más veces
ha
obtenido premios de
brillantez). Pero también
es
cierto que su temeridad, su impaciencia
por atacar, su poca aplicación en los finales provocaron derrotas
aun
con jugadores de menor jerarquía.
Partida premiada
Torneo de Viena, 1896
G D Defensa Ortodoxa
D. Janowski J. Marco
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 ASC
S P3R
6 C3A
7 PXP
8 A3D
9 0 0
10 A4AR
11 D2R
12
PXC
P4D
P3R
C3AR
A2R
P3CD
A2C
PXP
O-O
CSR
P4AD
CXC
PSA
Esto pone de relieve el plan
48
negro, el cual, luego de P4AR
que
pretende inmovilizar el
centro-,
intentará el avance de
los peones del flanco
dama para
procurarse un peón
pasado
en
5AO.
13
A2A
4 P4C
P4A
5
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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La impaciencia justificada. No
es
posible dejarle al negro la
mano libre, puesto que unajuga-
da tal como 14 C5R, para seguir
con P3A
y
P4R, conduciría a
una
prematura
liquidación, además
de que el caballo de
5R
sería
provocado inmediatamente con
14 ... , C2D.
Por
otro lado, es
típico en el juego de Janowski
buscar la
apertura
de la columna
CR
para
el ataque.
14 ...
AlA
Probablemente
lo mejor,
dado
que fuerza
el
cambio de alfiles.
Si
14 ... , PXP; 15 C5R,
AlA;
16.
CXP y el
ataque
promete forti-
ficarse luego de
RlT
y
TlCR.
15
PXP
Otra jugada como por
ejem-
plo 15 C5R, permitiría 15 ... ,
P4CR, perdiendo el blanco una
pieza.
15
... AXP
16 AXA
TXA
17 C5R
TIA
No
se
puede 17 ... , C20 por
04C.
18
RlT
A3A
Oe nuevo,
si se
intenta
18
... ,
C20;
19 04C CXC; 20. PXC Si
ahora
20
... ,
OlA;
podría seguir:
21.
02C D2C;
22.
TlC
A4A;
23. P6R amanazando A5R y
eventualmente TOlO.
19
TIC
20
D4C
21 D6R+
22 T3C
P3TD
T2T
RlT
Con
la doble finalidad de do-
blar
las torres, o bien T3T
y
C6C
mate.
22
...
23 AXA
24 D6T
AXC
T R
6
Si el negro hubiera
jugado
T2R sin
cambiar
AXC el blanco
continuaba
con C6C+.
24
...
D2D
49
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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25 TI-ICR
Tl-2A
Tampoco salvaba 25 ... ,
TIC,
porque las blancas
juegan
26.
e) El equilibrio
T5C amenazan OXPT T5T
mate.
26 AXC
Abandonan
Si quisiéramos comparar el ajedrez
con
la arquitectura, tendrÍa
mos que apelar a las partidas de Akiba Rubinstein, en
primer
lugar,
en seguida, Capablanca. La perfección de líneas, la culminación
justa, la elegancia de
conjunto
nos conducen a ese lejano siempre
vivo templo griego.
Partida premiada
Viena 1922
G
D Defensa Eslava Variante
Schlechter
A
Rubinstein
1 P4D
2 P4AD
3 P3R
4 C3AD
5 C3A
6
A2R
7 0 0
E. Bojoljubov
P4D
P3AD
C3AR
P3CR
A2C
O-O
C02D
Esto origina
una
actividad per
sistente de las blancas en el flan
co
dama.
Lo
justo
es 7 ... , P3R; 8
02A, P3C ,
para
seguir con un
plan
aproximado
de CIR-3D
P4AR.
8 PXP
CXP
50
9 CXC
10 D3C
11 A2D
12 TR10
PXC
C3A
C5R
CXA
Las negras se
muestran
ansio
sas
por
eliminar
uno
de los alfiles
blancos; pero este
cambio
tiene
el inconveniente de que acelera
la ocupación de la columna AD
por las torres.
13 TXC D3D
Sin
duda,
otra de las razones
del cambio obedecía a que Bo
goljubov quería colocar su dama
en 3D sin que fuera molestada
con A4C.
14
TIAD
P3C
15 T2-2A
Desde
ahora
el plano de la
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paitida será
trazado
con un tira
líneas.
15...
A2C
16 D4T
Ataca
el PT
e impide
por
lo
tanto TOlA.
16
...
7 T7A
P3TD
P4CD
Si ahora
17
. . . . ,
TRIA;
enton
ces 18 TXT+, TXT;
19.
TXT+,
AXT; 20. AXP.
18
D5T
19 TI-SA
TDIC
7
Las columnas dóricas. Uno de
los esquemas futUros del blanco
podria ser:
03A-C5R.
19
...
TRID
Permite la siguiente
jugada
blanca.
Por
eso es un poco mejor
19
TRIR. No
obstante como
el
blanco dispone de una
partida
espaciosa y planificada, posee un
mayor número de
jugadas
acti
vas, en
tanto
que las negras poco
a poco
entran
en
una
posición de
obligación de jugar.
20 C5R
Aprovecha rápidamente la
oportunidad de
poner
en movi
miento
el
resto de sus figuras. No
se
puede
20
... , AXC;
por 21.
PXA, OXP; 22. TXA y las negras
pierden
una
pieza.
20... A3A
21
C6A P3R
21..., AXC perdería la dama
después de T (5) XA.
22 P3CR
Asombrosamente calculado.
Como todavía el blanco dispone
de una movida
para tomar
la
calidad,
da
«aire» a su rey, sor
teando un posible empate por
jaque
perpetuo. Si
22
... , AXC;
23. T5XA,
OlA;
24. TXPT, con
posición dominante.
5
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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22 ...
23
CXT
24
AXP
24 ...
TRIAD
TXC
AIO
Si
24 ... , PXA; 25. D7T.
25
A8R
OlA
8
Si
25 ... , AXT; 26. TXA, TXA;
27. TXA,
y
caerá el
PTD
negro.
Se
aprecia
ahora
la importancia
de 22. P3CR.
26 TXA
d) La agresividad
9
26... AXO
27 TXT 030
La amenaza de las blancas
era
AXP .
28
T7C
29 T6A
A3C
D5C
Si el blanco no tuviera hecha
su movida P3CR, la tendría que
hacer
ahora,
y el negro entonces
podría
dar
jaque
perpetuo me-
diante
D8R
seguido de AXP.
3
AXP
Abandonan
Los temperamentos matemáticos, que gustan del orden posicional
y de los valores preconcebidos, tienen sus opositores tenaces en los
románticos, quienes
procuran demostrar
que el valor de las piezas
corre más
por
cuenta del
jugador
que de la posición. Establecen
una
relación de figuras fundada en la agresividad, sin dar tiempo para la
defensa.
52
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Match de Rohaska Slatina,
1931
P D
efensa Eslava
R
Spielmann
1 P4D
2 P4AD
3 C3AR
4 C3A
5 P4TD
6 P3R
V
Pirc
P4D
P3AD
C3AR
PXP
A4A
C3T
La salida del caballo por esta
vía tiene el inconveniente de ce-
derle a su
oponente
de 3AR la
cómoda ocupación del cuadro
5R.
7 AXP
8
O O
9 D2R
C5CD
P3R
C5R
Una
inconsistente manera de
evitar
P4R.
10
10 C5R
A3D
Las negras
intentan
liberarse
con
AXC seguido
de
CXC
y
A6D.
CXPA
Sacrificio
basado
en la insegu-
ridad de las piezas negras y que
demustra
la
permanente
ansia
de
Spielman
de
no
dejar escapar la
oportunidad de un sacrificio.
RXC
Como lo señaló el conductor
de las
blancas,
aquí
aparece
un
tentador sacrificio
para
el negro:
11..., AXP ; 12. RXA,
D5T ;
13.
RIC,
A5C; 14. CXC , AXD;
15 C6D ,
seguido de
16
AXA,
y las negras habrían
«ganado»
la
dama pero tendrían el juego per-
dido por la
mala
posición de su
rey.
2 D3A
13 CXC
14
RXA
15
RIC
P3CR
AXP+
D5T
DXC
Las negras han recuperado el
material, si bien a costa de una
53
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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incómoda
situación de la
dama,
lo cual será magistralmente apro
vechado por Spielmann.
16 D3C
17 A2D
18 A3A
19 TRIA
20
A2D
e La espiral
TR1R
D7A
C4D
D5R
Amenazan copar
la
dama con
P3A.
20 ...
21
P3A
22 DXD
23 P4R
24 PXC
25
AlA
P4CR
D5T
PXD
A3C
PRXP
Abandonan
Es frecuente
encontrar,
entre los
jugadores
del estilo de Spiel
mann,
partidas definidas antes de la jugada 30. No ocurre así en el
tipo de juego de Nimzovitch. Como en genera sus partidas tienden a
ser cerradas, la posición de peones se trenza, se momifica, por lo que
su desenvolvimiento suele ser lento, requiriendo
un
fatigoso manio
brar.
Lucha de acecho espera.
Dresden, 1926 probaciones». En efecto, mien
tras
el
maestro polaco trata la
Sistema imzovitch
apertura en estilo hipermoder-
no,
con
el centro retenido, Nim
S. Tartakower
A
Nirnzovitch zovitch ocupa el centro con sus
peones.
1 C3AR
2 P3CD
3.A2C
4 P3R
C3AR
P4D
P4A
P3R
Al
pasar esta partida con Pa u
lino Alles Monasterio, éste
ano-
tó: Es curioso como el maestro
de la nueva escuela, Nimzovitch,
reacciona en
forma
clásica frente
a su
propio
planteo empleado
por el doctor Tartakower, siem
pre afecto a esta clase de
ca
m-
54
5 A5C+
6 AXA+
7 0 0
8 P3D
9 C3A
A2D
CDXA
A3D
D2A
Una salida algo
extraña,
pues
entorpece el PAD. Sin embargo,
el negro debe
perder un
tiempo
para
evitar
C5CD entretanto
las blancas pueden
jugar
lO P4R
apoyado
por
este caballo.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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9 ...
10 P4R
11
TIR
P3TO
O O
Fuerzan
una
definición cen-
tral.
11
...
12 C2R
13 AlA
P50
TOlO
Tartakower ha obligado a P5D
ablandando el
centro negro.
Ahora maniobra con sus piezas
hacia
el
flanco rey que
es
donde
tiene posibilidades.
13 ...
14 P3C
15
A4A
16
A20
17
P4A
P3T
R2T
P4R
P4CO
Contienen
el alud
rival.
17 ... C1CR
11
18 C4T
19 P4C
20
C3C
21
C2C
22
P4TR
C2R
P3C
C1CR
P3A
CIC
12
Posición típica de maniobras,
a la cual Nimzovitch era particu-
larmente afecto. La estructura,
semicerrada, es propicia
para el
contragolpe.
23 R2T
24
TIT
25
P5T
C3A
C02R
P4C
El
proyectado asalto
contra el
rey negro puede considerarse de-
tenido, y en cambio las negras
tienen algunas posibilidades de
romper
el
juego con éxito en
el
flanco dama.
2603A TIC
27 PXP
55
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Parece mejor un reagrupa-
miento a base de
TRICO,
pro-
curando
posteriormente encon-
trarle otra ubicación al caballo
de 2CR. La
jugada
del texto tiene
el
inconveniente de retrasar
el
PTO.
27
28 TRIAD
29 T2A
30
DID
PXP
TIT
D2D
TRIA
Pérdida de tiempo. Lo indica-
do era
30
. . . . T2T, seguido de
TRITO. No obstante, las negras
disponen de más espacio
para
maniobrar.
31
P3A
32 AlA
33
CIR
34 A2D
35 C5A
36 CXA
T6T
T3T
C3A
TI-IT
CR2R
Jugado
con
el
propósito de
debilitar las bases negras
dado
que piensan utilizar la columna
AO.
El
juego
se
vuelve tenso
porque
ambos maestros amena-
zan invadir con sus torres
el
campo adversario.
56
36
...
37
TDIA
38
AXC
39
D2D
DXC
C5C
PXA
R2C
40 RIC
41 T5A
42 DXP
R2A
TXPT
TIC
13
Con la grave amenaza de ga-
nar la
dama
mediante C3A.
43 C2C
44 DIR
45 D5T
46 D8T
T2C
T7C
TXP
Aquí las blancas pudieron for-
zar tablas mediante 46. 02T,
03R;
47.
08T,
03C
(si
ahora
48. 08T seguiría
48
. . . . T6A );
48. 02T,
03R,
etc.
46... T2D
47
T6A
TID
Si 47 ....
CXT; 48. TXC,
02R;
49.08T
48 D7T
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Todavía con
48. D7C,
T2D;
49.
D8T,
TID;
50.
D7C podían
obtener
tablas.
48...
D6T
49 D6C
Si
49. D7 A, entonces 49.
TIR.
49...
CXT
50 TXC D2R
51
T7A T2D
52 T8A R2C
53 D8C D2A
54 P4A
Una
desesperada tentativa de
movilizar el caballo.
Si ahora
el
blanco
intentara
54.
T8T
el
ne-
gro le tiende la red así: 54
. . . .
T2R; 55. TXPT?, TIR
f)
¿La elasticidad ..
54 ...
55 R2T
56 T2A
57 C4T
58 D8A
T8C+
PCXP
T2T
T7T
T8AD
Se rindieron las blancas.
14
... o la economía, la ductilidad, el eclecticismo, la adaptación, o la
voluntad, la
psicología, o la lucha? El juego del
extraordinario
campeón
lo definía él mismo con esta última palabra: lucha. Mas en
la lucha
caben todos
los recursos lícitos: habilidad técnica, espíritu
templado,
decisión rápida, intuición artística,
y
otros
muchos.
Emanuel
Lasker
pareció reunirlos todos.
Partida premiada
Londres, 1899
P R Vienesa variante Steinitz
W
Steinitz Em. Lasker
P4R
2 C3AD
P4R
C3AR
3 P4A
4 P3D
5 PXPR
6 P4D
7 PXP
P4D
C3A
CDXP
C3e
Un
poco
mejor es
7
P5R,
C5R; 8 CXC, PXC; 9. A3R.
57
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7 ...
S CXC
9 C3A
10
A2R
CXP
DXC
A5C
0 0 0
La base de todo
el
sistema
empleado por
el
doctor Lasker,
el
que a cambio de un peón
adversario en
el
centro posee
mayor agilidad en sus piezas.
También en la
otra
formación
(7.
P5R) se justifica
el
enroque largo
en coordinación con el C3C,
pues posteriormente la
punta
de
5R se provoca mediante ... P3A.
P3A
A3D
12 O O TRIR
13 P3TR
Si se
mira bien,
es
probable
que el blanco ya tenga el juego
perdido. Las negras han comple
tado
su desarrollo y sus piezas
convergen sobre el enroque blan
co. La principal dificultad de
éste
es
su debilidad en 3R.
Ni 13
C5R, AXA;
14
OXA, P3A;
15
04C+, RIC; 16 C3A, T5R, etc.;
ni 13. 030,
C5T; ni
13 TIR,
T2R;
14 A20,
TOIR, son pro
metedoras.
13 ...
A2D
14 C5C C5T
15 C3A
Si 15
A3A, CXA+;
16
CXC,
58
A4C seguido de ... A6C. En esta
variante, si
16
OXC, OXO;
17
TXO, T8R+;
18 TIA
(18. R2A,
TOIR), A1T ; 19
R2A, A6C+;
20.
RIC,
TOIR;
21.
A20;
TXTO; 22. TXT, T7R; 23.
TIO,
A4A;
24 AlA
(24. C3A, A7A;
25. TIAO, A5R), P3AR; 25.
C3A, A5R (amenaza P4CR
P4TR-P5C);
26
T2D, AXC; 27.
PXA, T8R+; 28. R2C, A5A.
Si
16
TXC, P3AR;
17
CXP,
04TR; 18.030,
T8R+;
19
R2A
(19. TIA, A7T+), TOIR.
15... CXP
15
16
RXC AXP+
17
R2A
Si 17
RXA,
04T+; 18
R2C,
05C+;
19.
RlT
19.
R2A,
06C++), 06T+; 20
RIC, 06C+;
21.
RIT,
T5R, Y ganan.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 59/243
17 ... P3A
Inicia
el
asalto final con los
peones.
18
TIC
Si 18.
TIT,
A2D Y
el
blanco
debe
jugar 19.
TXP, pues 19.
C4T
es contestado
enérgicamen
te con 19
. . . .
TXA+. Luego de
19. TXP las negras prosiguen su
ataque con
P4CR.
18 ...
P4CR
19 AXP
Si
19. A2D, entonces
19
PSC seguido de D4TR.
19 ...
20 TXP
PXA
Contra 20. CXP podría seguir:
20 TIA+;
21. A3A,
A2D;
con la amenaza P3TR-TXA+ y
TIA.
Si 21, C3A, D4TR; 22.
RIR,
TXC; 23. AXT,
TIR+;
24.
R2D,
D4AR.
20 ... D3R
Amenaza
21. ... , 06R+; 22.
RIR,OXC.
g)
La fortaleza
21
D3D
22
TIT
ASA
De cualquier modo, la calidad
se perdía; si,
para
evitarlo,
el
blanco juega 22. T5TR, se multi
plican las amenazas con 22 . . . .
OSC; 23. TXA (de lo
contrario,
a
23. TXP,
07C+; 24.
RIR,
08A++; Y
si 23. C4T,
TXA+;23.
OXT,
06C++ ,
OXT, etc.
22 ...
23 CXA
24 A3A
25 CXP
26 DSC
27 DST
AXT
D3A+
A4A
D3CR
P3A
T2R
No
sólo
para
atacar
el
caballo,
sino para dar
paso
a la otra torre
sin descuidar la
columna
rey.
28 TST
Si
28. OXP,
TIC;
29.
08T+,
R2A; 30. 05T+, R20; con la
amenaza
mortal de
06C+.
28 ...
29 TSC
30 R3C
Abandonan
ASC
D7A+
AXA
El
temperamento arrollador de Alekhine se manifiesta claramente
en sus partidas.
La
que sigue
es un extraordinario
ejemplo que
59
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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muestra su poder de combinación, y, sobre todo, revela su fuerza de
ánimo, su voluntad de ganar.
Haden Haden,
1925
ianchetto del
ey
R.
Reti
1 P3CR
2 C3AR
3 C4D
4 P3D
S DXP
6 A2C
A.
Alekhine
P4R
P5R
P4D
PXP
C3AR
A5C+
Tratando
de
poner
las piezas
en acción lo más pronto posible.
Sin embargo, en la actualidad yo
tendría más en cuenta la seguri
dad
de las casillas negras de mi
posición ...» Es posible que Ale
khine haya modificado su con
cepto después de
haber
escrito lo
precedente; pero a cada momen
to puede comprobarse en su ca
rrera ajedrecística que dejó de
lado
el
dictado rígido de la posi
ción nada más que para sor
prender
a su adversario, y esto en
encuentros importantes, tal, por
ejemplo, su sexta jugada en la
cuarta partida del match con
Hogoljubov por
el
cetro mun
dial, en 1934.
60
7 A2D
8 CXA
AXA+
o-o
9 P4AD
10 PXP
l lD4A
12 C2-3C
1 3 0 0
14
TRID
15 T2D
C3T
C5CD
CDXPD
P3A
TlR
ASC
Después de
15.
P3AR las ne
gras asentarían un fuerte caballo
en 6R.
15... Ol
16 CSAD
A6T
17 A3A
Con su
jugada
precedente, las
negras ofrecían
un
peón cuya
toma
hubiera sido fatal
para
las
blancas, como puede verse en la
siguiente variante:
17.
AXA,
DXA;
18.
CXPC, C5CR;
19.
C3A,
C(4D)
6R ; 20. PXC,
CXPR; 21. DXP+,
RIT ;
22.
C4T,
TlAR,
ganando. (Alekhi
ne).
17... A5C
18 A2C
A6T
19 A3A ASC
20 AIT
Las blancas eluden la repeti
ción de movidas, pues aspiran al
triunfo.
20
...
21 P4CD
P4TR
P3TD
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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22
TlAO
P5T
23
P4T pXP
24
PTXP
02A
25
P5C
Jugando 25. P4R, C3C; 26.
03C,
etc., las blancas
pudieron
hacer frente a la amenaza inme-
diata que pesaba sobre su rey
(A).
25 ... PTXP
26
PXP T6R
6
Formidable
jugada
que con-
mueve
todo
el
andamiaje blanco.
La torre no puede ser
tomada
por 27 ....
,
OXP+,
seguido de
28
.
... , CXP. Por
otro,
lado hay que
atender
la
amenaza 27 ....
, TXP+;
28. RIA, C6R+; 29. PXC, T8C+;
30. RXT,
06C+;
31. A2C, A6T,
ganando.
27 C3A
Esta
jugada,
aparentemente
natural, conduce a la pérdida
irremediable de la partida.
Tam-
bién era insuficiente 27. R2T, a
causa de 27
....
, T06T ; 28 C(5A)
3C (y no 28. PXT,
por
28
. . . .
CXP seguido de C8A+), 28 . . . .
04R ; 29. PXPA, PXPA; con
poderoso ataque, puesto que 30.
PXT sería todavía malo, porque
las negras continuarían con 30 .
... ,
04T+,
seguido
por
31. ... ,
06T.
La única probabilidad de sal-
vación era 27. A3A , AXA; 28.
PXA , PXP; 29. CXP, 04TO
siempre
con
ventaja
para
las
negras (A).
27... PXP
28
DXP C6A
29 DXP DXO
30 CXO
Este caballo descolocado
dará
tema al negro. Es
asombrosa
la
7
6
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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complicación que
aún
existe, pe
se al cambio de damas.
30 ... CXP+
(Diagrama
17
31 R2T
Si 31. RIA, CXP+; 32. PXC,
AXC; 33. AXA,
TXA+;
34. R2C,
T(I)6T; 35. T8D+, R2T; 36.
TlT+,
R3C; 37. T3T, T (6A)
6CD
ganando.
31 •
32 T4A
C5R
La
torre negra todavía es fruto
prohibido, porque si 32. PXT?,
C(5)XT, perdiendo en el cambio
(A).
32 ...
33 A2C
h)
La
fineza
CXPA
A3R
34 T4A-2A
De
aquÍ en adelante las blan
cas
no
tienen elección (A).
34 ...
35 R3T
36 R2T
37 TXC
38 R3T
39 R2T
40
AXT
Abandonan
C5C+
C4R+d.
TXC
C5C+
C6R+d.
CXT
C5D
Si
ahora
41. T3R o 2A, segui
ría 41. ... , CXA+; 42. TXC, A4D
Como
comentario
final, Ale
khine dice: "Considero que esta
partida y la que jugué
contra
Bogoljubov en Hastings 1922
son las más brillantes partidas de
torneo de mi carrera».
Hablamos ya de cómo se entiende la iniciativa en
Capa
blanca.
Agreguemos que
como
ella
no
depende de impulsos grandilocuentes
-aunque
alguna
vez la posición los
haya
exigido-,
su
particulari
dad descansa en que parece filtrar, suavemente,
un
virus maligno en
la estructura adversaria, al tiempo que inmuniza su propia posición.
Bad Kissingen, 1928
P D efensa India
de
la ama
E.
Bogoljubov
J.
Capa blanca
P4D C3AR
62
2 P4AD
3 C3AR
4 C3A
5 A5C
6 P3R
7 AXA
8 CXC
P3R
P3CD
A2C
A2R
C5R
DXA
AXC
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9
C2D
A2C
10 A2R
D4C
A3A AXA
12 DXA C3A
13D3C
El blanco
busca
las
tablas
y a
ello obedece la provocación del
cambio de damas. Sin duda, la
posición ofrece poco desnivel
-podr ia
decirse que sólo el del
peón
doblado-, pero en ese
poco
Capablanca
se mueve a sus
anchas.
13 ...
14 PTXD
15 P4CR
DXD
R2R
P3TR
El
negro frena
el
ataque
en
este flanco.
16 P3TD P3TD
Con
esto
se inicia la moviliza-
ción
en
el
sector dama
y se
previene
contra
P4CD del blan
co,
a lo
que
se
contestaría
tam
bién con
P4CD.
17 R2R
18 C4R?
TR1CD
Inconsistente. Parece mejor
traer las piezas al
sector
:}tacado
comenzando
con
18.
TRICD.
Desde luego,
no
es posible parar
la amenaza negra de avanzar el
PCD
mediante
18.
P4TD, por
que luego de 8 . . . . P4CD éstas
abren la columna CD a su favor.
18 ...
19 P5A
20 PXP
a.p.
P4CD
P4D
Alejar el caballo
hacia
el
ala
del rey sería pernicioso, y volver-
lo a 3AD
permite
P5C. Contra
20.
C2D
el negro mantiene la
iniciativa con 20 . . . . ,
P4R.
20 ...
PXP
8
Momento dificil. Pareciera
que
el blanco subestima el peligro en
el
flanco dama
e inicia una con
trademostración en el sector
opuesto que padece de lentitud.
Era
necesario
21. TRIAD, aun
que
es evidente
que
ya
no
es
posible evitar el
avance
de los
infantes negros.
63
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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21
P4A
22 P5A?
TlAD
22. P5C sería contestado sen-
cillamente con 22
. . . .•
PXP. En
realidad. en este sector no hay
nada
que hacer. La jugada del
texto afloja la
estructura
de peo-
nes y da oportunidad a una
eventual penetración del
monar-
ca negro.
22 ... C4T
3 R3D C5A
24
TDICD
Esto
compromete
una pieza
pesada en la defensa de
un
peón.
¿pero qué hacer? Si 24. P3CD.
C4T; y la
columna abierta pasa
a
ser
propiedad
del segundo juga-
dor.
24 ...
25 C3A
P4D
En caso de 25. C5A. C4R+;
26.
PXC.
TXC; 27.
TlAD.
TDIAD;
28.
R2D
P3A; y la
posición blanca continúa siendo
castigada.
25...
T3A
26 PXP PXP
27 P5C
Busca contrajuego.
27 ...
PXP
64
28 T5T
29 T3T
R3A
TDlAD
Se
amenaza
CXPC+.
30
C H
P4T
31
T3A+ R3C
32 P4CR C3D
9
Se persigue la inmovilidad
completa de las piezas blancas
mediante 33 . . . . C5R.
33 C3A
34 PXP
35 CID
P5C
PXP
Contra
3 C2T el siguiente
análisis de Golombek es conclu-
yente:
35
C5R ; 36. CXP.
T5A; 37. C2T.
T7A.
amanazan-
do
mate; 38. TlD TXP.
ganan-
do.
35 ...
T7A
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6 T A
37 TlT
8 T R
39
TlC
P6C
CSR
Tl-3A
La
penetración
negra es
tan
profunda que el rey blanco ha
quedado en posición de mate.
2
39...
P4R
Diagrama
20)
40 TlT
Está claro que no se puede 40.
PXP, por 40
....
, T (3) 5A (con la
amenaza de 41. ... ,
C4A++);
41.
TXT, TXT, y hay mate en 7D.
40 ...
41
TST
T3-SA
C4A+
Las blancas se rindieron.
Hay
mate
con ... P5R.
Si miramos de nuevo
el
dia
grama de la
jugada
20·. la ganan
cia parece brotada de la nada.
Tanta es la sensación de equili
brio
que nos transmite la partida
en ese
momento.
LA UNIDAD LOGICA
Aunque Filidor anduvo por el mismo campo, puede decirse que
desde Steinitz la unidad lógica de la
partida
surge del tablero y se
hace
comprender.
En éste es visible la
construcción
del edificio
posicional. ¿Por qué no resalta del mismo modo esa
unidad
en
Morphy, lógico de excepción? Sencillamente,
porque
a su juego lo
insufla
el factor
tiempo, menos ponderable
que
un andamiaje
posicional. En esto Capablanca es un admirable sintetizador:
primero el tiempo, como
factor
vivo de la posición; en seguida, la
estructura figurativa. Acabamos de
apreciar
en él la fineza de su
estilo ganando un final que parece
no
decir
nada.
Existe
unidad
lógica en su
partida;
hubo una
simplificación
donde
el
peón doblado
del
blanco
quitó movilidad al flanco rey. El juego negro se expandió
por el otro
flanco y en
el
centro.
65
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Indaguemos
ahora,
con más detención y a la luz de ejemplos
recientes, sobre
el
entendimiento que debemos tener de aquella
«cuestión lograda» a la que ya aludimos y que en ajedrez debe
remitirse a la unidad lógica de la partida.
Consecuente con ello, preguntemos:
¿Cómo
se mide
la
unidad
lógica? Porque debe tener un punto de arranque, y entonces: ¿se mide
desde
el
instante en que el perdidoso ha
jugado
mal?
La conclusión
es
muy sencilla: o la belleza se emparenta con el
error, o
no
tiene
nada
que ver con él.
En el primer caso, desde un amplio punto de vista teórico práctico,
no resulta importante que
el error
sea menor o mayor. Su valoriza
ción es independiente de la época en que
se
cometa y de su lugar
dentro de la partida. En ese margen de
error se
guarecen la lógica y la
verdad ajedrecística. Esta lógica y verdad relativas admiten la
intervención no lógica del sentimiento, y son las determinantes de la
belleza.
En el segundo caso, aquélla no existiría en ninguna partida
ganada; y
dentro
de las partidas tablas serían muy pocas las
poseedoras de los atributos necesarios para considerarlas bellas,
puesto que
un
equilibrio perfecto carece de emoción.
La historia de los premios de belleza se ha inclinado hacia las
partidas definidas, y
por
cierto a las definiciones espectaculares que
han
denotado
fuerza
arrolladora
y vigor inventivo
l
Quiere decir, de
acuerdo con lo que llevamos expuesto, que la exactitud
y
no puede
ser de
otra manera-
no
es el canon
irreversible del cual,
como
de un
vaciado, emerge la belleza.
La belleza es primero sentimiento y emoción, y en segundo lugar es
cuestión lograda; quizá
como
transición o segundo paso hacia la
decadencia.
Dentro
de
cada
dirección artística,
se
entiende). Y la
cuestión lograda en ajedrez es más o menos una cuestión de exactitud
amplificada. Es decir, que abarca una mayor extensión de la partida.
y
decimos más o menos, porque
dentro
del criterio de exactitud tiene
cabida la orientación temperamental del jugador, esto es, que la
I
Sólo
últimamente, como
lo certifican los torneos de Budapest, 1952
y
Middles
borough
1975, se
otorgan
premios a
partidas
tablas y,
en
general, a
partidas que
se pre
sentan como de una pieza ver Fischer-Petrosian). Esto evidencia que nuestro concep
to ha variado.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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estrategia empleada o
el modo
de ejecutarla puede no ser único y, por
lo tanto está reñida o liberada de un rígido matematismo. La
exigencia de este matematismo no excederá las variantes de una
combinación final de sacrificio.
TRES PARTIDAS
QUE
PUEDEN SER DIBUJADAS
Examinemos las tres partidas siguientes, a las que sus conductores
vistieron de unidad lógica. Antes de cada una hemos diseñado
algunos croquis, con el fin de hacer visible aquella unidad.
2
Afirmación central.
23
Armónica distribución potencial de las
piezas. La torre y
el
alfil apoyan
el
trabajo
de
ruptura
de los peones blancos
en
el
sector dama).
22
Minado
del bastión de peones negros.
24
Dentro del plan estratégico existen, co-
mo amenazas tácticas, entre otras,
tomar
la torre en 1
TD
o el alfil en 3 D coordi-
nando
un
jaq
ue
al rey.
67
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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t ~ ••
t
•.
• .tI.
•
25 yéndolo a
colaborar
en
el
centro
y entorpeciendo
una
acción con
traria en ese sector.
Por
estas
razones parecen inconsecuentes
ésta y la próxima
jugada
del
negro.
El negro
procura
contrarrestar
aquel
plan
con
una reacción central en 4R que
es
donde
coinciden sus fuerzas.
Partida premiada
Campeonato Soviético 1949
Eslava Sistema catalán
P
Dubinin
N
Novotelnov
1 P4D
2 P4AD
3 C3AR
4 D2A
5
P3CR
6 A2C
7
O O
P4D
P3AD
P3R
C3A
CD2D
A3D
C5R
Como el desarrollo del alfil
rey en 3D contiene implícito
el
avance del PR la colocación del
caballo en 5R trae otras obliga
ciones discordantes con aquel
plan: o bien su apoyo como
sucedió en la partida o bien su
cambio en
3AD
del blanco. Este
cambio no
es
favorable pues
el
blanco retomará con
el
PC tra-
68
8
C3A
9
TIC
P4AR
O O
Pudo jugarse
9
. .
oo
D2R com
binado con P4TD a fin de de
morar
los planes del primer ju
gador. Seguramente Novotelnov
confiaba en la lentitud del ata
que de flanco al que
le opondrá
una irrupción central.
10 P4CD P3TD
Para dar libertad a la torre.
11
P4TD D3A
12 P5C PTXP
13 PTXP P4R
26
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Perfectamente natural; pero,
de
acuerdo
con lo acontecido en
la
partida,
es posible que sea
mejor 13 .... P4A, que empalide-
ced la acción del peón de 5C y
disminuye a la torre que lo
apo-
ya. Podóa seguir:
14
PAXP,
CXC; 15 DXC, PRXP; y la infe-
rioridad negra no
es
tan mani-
fiesta como para
predecir la pér-
dida de su causa.
14 PCXP
Desde este momento y me-
diante recursos tácticos sorpren-
dentes, el blanco demuestra la
consistencia de su estrategia.
14
...
15
PAXP
16
DXC
17 PXP
PCXP
CXC
P5R
Sacar el caballo hubiera obs-
truido a sus propias piezas y
permitiría 17 . . . . P4A aliviando
la presión.
17 ...
PXC
Obligado, pues a 17 C4A
seguiría 18. A5C, D3C;
19
PXC,
PXC; 20 AXP ganando.
Contra
18
. . . . 02A;
19 PXC, PXC; 20.
PXA, PXA; 21.
TRID
ganando.
y
si 17 CIC,
las negras
quedarían
siempre con dos peo-
nes menos sin compensaciones.
180XP
Lo exacto. 18. AXP no permi-
tiría,
contra
la
jugada
del texto,
el
bonito
golpe 19 A5C.
18
...
19 A5C
TIC
TXT
Si 19 .... DXA; 20. TXT; AXT;
21 PXC, AXP; 22. D5D+ y las
blancas recuperan la pieza con
dos peones de ventaja.
20 TXT
no 20 AXD
por
20. ...,
TXT+; 21. AXT, CXA.
20
...
OXP
De otro modo
quedarían
con
dos peones menos.
21 PXC
2203C+
23 TIO
24030
AXP
RlT
04A
Abandonan
69
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Campeonato
Soviético 1949
P D ndia del rey
27
La posición blanca es
golpeada y rota
con un martillo.
A
otov
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 P3CR
S A2C
6 C3A
7 0 0
8 P4R
9 CXP
10 P3A
E. Geller
C3AR
P3CR
A2C
O-O
P3D
CD2D
P4R
PXP
C4A
Fortificación central
para
fa-
cilitar un
posterior ataque
en
el
flanco derecho a base de P4CR.
70
10 ...
A3R
12D2D
CR2D
P3AD
P4TD
Esta jugada
q u e
impide
P4CD-
en combinación
con
la
maniobra
del CR, inicia una
acción clásica de debilitamiento
y
minado
de la posición
blanca
del flanco
dama.
13
TDlD
C4R
14 P3C
Este
ablandamiento es
lo que
el
negro persigue. En Budapest
1952, contra el mismo Geller,
Botvinnik adoptó desde su ju
gada
décima (P3TR), una for-
mación preventiva
contra
la de-
mostración negra en
el
ala.
En
efecto, el peón de
4AD
fue de-
fendido
con
piezas a fin de
poder
jugar P3TD
lo que no debilita la
gran diagonal y paraliza las aspi-
raciones negras. Su estrategia
posterior
se fundó en prevenir la
reacción negra
oo P4D
y en pre-
parar una
irrupción central me-
diante el avance del PAR a su
cuarta
casilla. En la
citada
oca-
sión, Botvinnik
apresuró dema
siado los acontecimientos y per-
dió en definitiva. (Es interesante
acotar que en la partida que
sigue a ésta Gligoric consigue
llevar a feliz término
un plan
semejante).
14 ...
PST
15 C4-2R
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Botvinnik indicó que lo co
rrecto era 15. P4A.
15 ... PXP
28
El
flanco
dama
es
castigado
sin misericordia.
16 AXC CXP
17 DlA PXP
29
18 CXP
Obligado, pues a 18. 02A
seguiría 18. oo
P8T=O;
19. TXO
TXT; 20. TXT, PXA; etcétera.
18... D4T
19DXC A3R
El
mango
del martillo es refor
zado.
Si ahora
20.
04C
enton
ces 20. oo. PXA; 21. OXO TXO;
se produce
un
juego
parecido al
del texto.
20 DlA PXA
21 C2T-3A P4CD
La conducción de la masa de
infantes se
hará con
verdadera
maestría. La defensa del blanco
es dificil, porque un sacrificio de
piezas
por
peones
no
es posible a
causa del formidable
apoyo
que
les prestan los alfiles negros.
22 C1C
23 C4A
P5C
Se pudo intentar aquÍ astillar
el
mango con
23. P4A, para
jugar después P5R.
23 ... A6C
24 T6D P5A
No
hay que
perder
tiempo.
25 TXPA P6A
71
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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30
26 C5D
AXC
El caballo inmóvil de l
e
com-
pensa
el
desequilibrio material.
Con este cambio
el
negro vislum-
bra una traslación del objetivo
de lucha. La ocupación de la
séptima línea en conjunción con
la columna
dama
y la actividad
diagonal de la
dama
y alfil ne-
gros determinará
el
arrollamien-
to de las defensas del rey contra-
rio.
27 PXA
DXP
28 P4A
D50
29
RlT T7T
Amenaza TXA.
3 A3A T7CD
31 P5A
A4R
32
DIR
Se amenazaba
TXP+ seguido
de
D5T .
72
32 ...
TID
33
A4R
R2C
34 P6A+
RIC
35 T6T P4TR
36 T5T P5T
37 AXP TXP+
38 RXT AXP+
39
DXA
PXD+
40 R3T
PXA
Abandonan
Decíamos en la primera parte:
« .• 10 esencial es el movimiento,
la vida creciente de la partida ...
»
y
el
juego que pasaremos a ver
ilustra aquel aserto. Nuestra ima-
ginación
es
excitada estéticamen-
te
por
un plan triunfante, un
trabajo de conjunto, diríamos
que por un croquis estratégico
ejecutado vigorosamente.
Ensayamos revelar al lector
tres etapas de ese contexto:
31
Avance de los infantes sostenidos
por
las
piezas pesadas.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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32
•
•••
•
•••
• _ ~ í ·
• ?;.
• D
• •••
• •••
•
•••
•
•••
uña de bloqueo que sujeta
el
flanco
derecho.
33
Las piezas de largo alcance baten
el
campo
enemigo.
4 A2C
5 C3AD
6
C3A
7 0 - 0
8
P4R
9 CXP
10 P3TR
A3R
12D2A
13TDlR
o o
P3D
CD2D
P4R
pXP
C4A
P3A
TlR
D2R
Hasta ahora
como dicen los
libros.
Se
sabe que
si
las negras
juegan 3 C4XP; sigue 14
CXC, CXC;
15
AXC, DXA;
16
A2D Y ganan.
13 ... P4TD
Aquí parece mejor A3R, que
obligaría a 14 P3C quitando la
casilla 3C
para
el
CR
blanco al
mismo tiempo que solidificaría
la posición del caballo negro en
4AD.
14
C3C
15
P3T
C3T
Torneo de
Mar
del Plata, 1950 Desde luego que
no 15
CXPT
efensa India del
ey
S. Gligoric
1
P4D
2 P4AD
3 P3CR
M Czerniak
C3AR
P3CR
A2C
por
15 ....
, C5C seguido de P4D.
15...
C2A
16 C4D C3R
17 C3A C2A
18
C2D
Las piruetas de los corceles
73
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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han terminado en beneficio de
las blancas. En efecto, el caballo
2A, si bier: apoya
el
avance del
peón a
40,
quedará
descoloca-
do, en
tanto
que
el
caballo
20
blanco defiende eficazmente su
peón
AD
sin entorpecer su jue-
go.
Dentro
del planteo negro
puede considerarse como defec-
tuosa la formación de peones
3AD-3D por
la debilidad
de
este
último
punto.
Esta debilidad no
es directamente vulnerable; al
contrario, un
ataque
directo se-
ria neutralizado con facilidad.
Pero el negro debe hacer algo
con ella, pues una acción a base
de P4AR sí la señalaria a los
objetivos contrarios; y
la
activi-
dad
en
el
sector
dama
con
el
peón en
4TD,
sin haber
jugado
el
blanco su PCD,
no
es
promete-
dora.
Entonces, no queda más
que el intento central ... P4D
abriendo
la posición o,
como
sucedió
en
la partida, permitien-
do
la
invasión por 5R. Ambas
alternativas encuentran a las ne-
gras con su
dama
sin ubicación
firme, dado que su mejor casilla
(2AD) está
ocupada por
el caba-
llo.
18... A3R
19 P4A P4D
20
PAXP PXP
Diagrama
34)
21 P5R C2D
74
34
22
P4CR
¡Naturalmente
Toda
posición
tiene momentos en que se juega
sola.
22 ...
23 PXP a.p.
P4A
ARXP
Después de 23.
oo.
CXP la
continuación del texto era
toda
vía más fuerte, puesto que dis-
pondría
de la casilla
5e.
La
toma
con el alfil tiene el propósito de
guarecer la dama en
2e.
Sus
defectos los destacará Gligoric
virtuosamente.
24 C3A D2C
25
P5C
Diagrama
35)
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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35
Esto obliga a achicar
el
AR o
bien a debilitarse
por
casillas
negras.
25... AXC
26
PXA
A4A
27 D2D
A5R
28 A4D
D2A
29 P4A
El conductor
de las blancas
imagina
un
retroceso espectacu
lar para armar la máquina».
29
...
PXP
30
A1TD ...
Diagrama
36)
30
...
AXC
Un pla usible deseo de limpiar
el tablero.
31
D3A RIA
36
32 AXA C3R
33
A5D
C2-4A
34
P5A
PXP
35 D8T+
Lo exacto. Si directamente 35.
05R el negro prolonga su resis
tencia mediante P5A,
ahora
im
posible
por
TXP
ganando
en
seguida.
35...
R2R
36 D5R R2D
37 TXP D2R
38
AXPA R1A
39 AXC+ CXA
40
TlA+
R1D
41
D5D+ Abandonan
Si
41
...
020;
42. A6A+, T2R
43.0XO+, RXO;
44
AXT, RXA
45 T5R, etc.
LA
INICIATIVA ES EL MOVIMIENTO
DE LA
OBRA
Vimos cómo
se
armoniza un plan se impone. Esto, sin embargo,
no ocurre a menudo en la práctica de una manera tan ostensible.
75
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Adviértase que las dos torres, los alfiles, la
dama
y uno de los
caballos, Gligoric apenas necesitó cambiarlos de lugar una vez
desarrollados). El maestro tropieza muchas veces con dificultades de
configuración que restan claridad a las maniobras posteriores
para
mantener
el
control del juego. Se
siente
poco más o menos dónde está
la verdad de la posición y entonces ésta
se
hurga acosando al
adversario iniciativa). Es en la forma sutil o espectacularmente
agresiva en que esa iniciativa se traduce que advertimos la fibra
creadora y con ella el arte de un gran maestro.
La
Habana
1952
De
India de l ama
M. Najdorf
P4D
2 C3AR
3 P4A
4 P3CR
5 A2C
A
Pomar
P3R
C3AR
P3CD
A2C
P4A
Este
prematuro
ataque al cen-
tro cayó en desuso porque frente
al siguiente avance del blanco las
negras
se
ven obligadas a cam-
biar
para no
verse constreñidas;
la tensión que ello depara las
encuentra con su alfil indefenso
en ...
2CD.
6 P5D PXP
7
C4T
La maniobra de Rubinstein,
cuyos objetivos son: 1
2
•
Mante-
ner la tensión central en conjun-
ción con el alfil «colgado» en
76
37
... 2CD; 2
2
•
Apoyarel
avance del
PR; 3
2
. Provocar P3CR, lo que
debilitaría el flanco rey del ne-
gro. Este,
para
defenderlo, debe-
rá ir con su alfil a ... 2CR aban-
donando la custodia del cuadro
...3D en una columna donde
puede
quedar
su peón retrasado.
Estas consideraciones
habrán
prevalecido, probablemente, pa-
ra que
Pomar
intentara una nue-
va formación.
7 ...
C5R
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Aquí
Najdorf
se ve en la obli-
gación de
probar
la verdad de la
maniobra del viejo maestro. Así
lo hace, insuflando vivacidad al
Juego.
8 PXP C3D
La idea es cubrir la casilla
.. .4AR sin necesidad de ... P3C.
Claro que todo tiene un precio:
en este caso,
una
distribución
poco ágil de las piezas en el
centro flanco de dama.
Por
otro
lado,
es
secundaria la apa-
rente pérdida de tiempo que sig-
nifica porque el negro la com-
pensará cuando juegue ... A2R
forzando al caballo blanco a
volver a 3AR.
9 C3AD
A2R
1
C3A P4A
Evitan P4R.
11 O O
Momento
crítico en que
el
negro debe resolver el camino a
seguir. Toda movilización, a cau-
sa del mate te ...
P 2 D C 3 D -
A2R, resulta pesada.
Por
eso
se
torna
demasiado lenta
una
ma-
niobra a base de O O C3T
2A IR 3AR;
el
enroque lar-
go luego de ...C3T
D2A
encontraría a las negras sin pro
38
grama. Algo más sólida parece
una
reagrupación a base de
... C2AR, aunque después de 12.
P4R, PXP, 13. CXP, D2A(13
....
P3D significaría
abrir
la puerta
... 3R a las esperanzas blancas) es
evidente que
el
negro
no
tiene
desarrollo cómodo. Surge de es-
te análisis la inconsistencia de 7.
... , C5R la necesidad de inten-
tar algo donde se tienen tres
peones contra dos. La siguiente
jugada
inicia
una
demostración
en
el
sector
dama
al mismo tiem-
po
que cede la casilla ...
3CD
para
la dama.
11 '
P4CD
12 P4R
Asume la iniciativa con el fin
de que su adversario no se agran-
de en
el
flanco dama.
12
'
PXP
77
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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13 C2D
14 C(2)XP
o-o
D3C
Luego de
14 . . . .•
CXC;
15
AXC . el ataque a la ciudadela
real
promete
éxito completo.
15 CXC AXC
16
D5T
Las blancas han
apurado
tan-
to los acontecimientos en sólo
cuatro movidas. que las negras
ya están en posición desespera-
da. Si ahora 16
....•
P3C
podría
seguir 17
04C
y eventualmente
A3R y
P4A-5A.
16...
C3T
17 P4TD
39
Como
después de A4R el ne-
gro deberá
jugar
...
P3C estando
abierta
la
columna
rey la fuga del
monarca es imposible). el blanco
78
prevé el sacrificio del alfil.
para
lo cual es necesario alejar la
dama negra de la tercera fila. que
es por
donde
podría
acudir en
socorro del rey.
Nos permitimos insistir en es-
tas fatigosas explicaciones con el
fin de que
el
lector poco especia-
lizado abarque lo más posible el
panorama
que tiene ante su vis-
ta.
El
goce estético sólo se obtie-
ne
cuando
se comprende la maes-
tría de la obra.
Siempre la habilidad artística
de
un
maestro de ajedrez se
orienta hacia
una
coordinación
de las consideraciones estratégi-
cas con las exigencias tácticas.
En este sentido.
el
golpe táctico
17
P4 TO revela en al
to grado
la
capacidad imaginativa y creado-
ra en oposición al resultado de
un
frío análisis lógico. Este aná
lisis nos conduce generalmente a
consideraciones generales. en
el
presente caso. a que debemos
convulsionar aún más las piezas
negras antes del asalto decisivo.
¿Cómo
hacerlo?
Najdorf
nos lo
está diciendo.
17 ...
PXP
Si 17
P5C la idea se
pro-
longa así: 18 P5T. 02A; 19
C5C, etcétera.
Contra 18
DIO seguiría
19 C4R, A2R; 20. P60. A3A;
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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21. CXA+ y capturan el alfil de
... 2CD.
18
CXP D2A
19
A4R
La tarea está concluida. Los
últimos formulismos son cum-
plidos con doctoral precisión.
19
...
P3C
40
20
AXP
21
DXP+
22 TlR
23 D5T+
PXA
RlT
A4R
Sería engañoso 23.
T4R por
23.
oo.
A2C y hay que
trabajar
de
nuevo. El prosaísmo tiene dere-
cho a vivir, ya que por
él
distin-
guimos la belleza.
23 ...
24 TXA
25
T5C
26
A4A
27 D8T+
28
D7C
29 TlR
RIC
T2A
RIA
TXA
R2A
RIR
Abandonan
¿DESDE
CUANDO ESTA PERDIDA LA PARTIDA?
Podría
alterarse el título y preguntar: ¿Qué vantaja se necesita para
tener la
partida
ganada? Un principiante necesitaría la
dama,
y
alguna
otra
pieza,
por
las dudas. Ya un
jugador
de 3 . categoría con
un
peón de ventaja y posición equilibrada se
animaría
a ganarla. En 1 .
categoría bastaría un
error
posicional acompañado de dos medios
errores tácticos. Y para los grandes maestros un par de jugadas poco
exactas son más que suficientes.
En la
partida
que sigue, la única que el
conductor
de las negras
perdió en ese torneo, no aparece claro
el
lugar de la equivocación.
Apasiona investigar, entonces, desde qué momento Boleslavsky
comenzó a sufrir. Hojeemos desde atrás,
cuando
no tenía consuelo.
(Diagrama 41)
Se pierde un peón y la posición ces.
Contra
25.
oo.
T2T; sigue 26
es
restringida, sin
contrachan- TI
C
amenazando
ASC y P6A; y
79
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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41
si 25
.... AlA; 26. AXC, PXA;
27
OXP.
42
El
intento de salvar
un
peón
mediante 23 .... C3A seria casti
gado con 24. P6A. Probable
mente esto decidió al segundo
jugador a
abrir el
flanco
dama
para
dar
movilidad a sus piezas.
Diagrama 43)
Contra 19 .... CXA, se conti
núa: 20. OXC,
02A
hay que
acomodar la dama); 21.
04R,
Y
el
juego negro es malo. Peor sería
80
43
~ _ . . 1 L ~ _ . ~ ~ ? ~ . t f z . 1 ;
a • 1iif ;A
. E í f : : ¡
í
•
m í
í
•
~
•
f t 1 ~ . ~ I
H
• g ~ H i t
~ • ~
it
grO _
f ~ ~ ~
l : j ~ . § .
;:g;
20
.... , TXT+; 21. TXT, 02A; 22.
030, con dominio de la colum
na. Se amenaza 23
070,
TlAO;
24. AXP).
¿Estaria perdido ya? Veamos.
En la posición del diagrama el
negro jugó
17
. . . .
TlO,
lo que
puede merecer un signo de inte
rrogación. Pero ¿qué jugar?
Si
17 .... , CXA; 18 OXC, 02A, que
sin dua es más sólido, el blanco
puede continuar su política posi-
44
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cional así:
19 T02,
TRIO; 20.
TI-ID, TXT; 21. TXT, TlO; 22.
04A, 01C;
23.
T70,
con supe-
rioridad.
Diagrama
44
Es el
caso que ya en este
momento el negro tiene obliga-
ciones no gratas,
porque
luego
de
13
.... , CXC+; 14
CXC,elalfil
no puede ir a ... 20 por 15 C5R,
45
ni a ... 3R por 15 C5C en
combinación eventual con
TI
O;
Y
14
.... ,
AIAnoesbuenopor
15
TI0 directamente.
46
La movida de desarrollo 10
...,
C3AO
trae dificultades, dice
G. Stahlberg, y aconseja: 10
....
,
PXP; 11 CXP, 03C, y si
ahora
12
Tl
O,
entonces
12
....
, C3AO;
13 CXC, PXC;
14
AXC, PXA;
15 TXP, A2C, etc. Parece posi-
ble al blanco mejorar la movida
12 jugando: 12 C3AO que man-
tiene la elasticidad. Se concluye
de
todo
esto que fue aquí donde
la
partida
negra comenzó a des-
componerse. Permítasenos
una
duda,
¿puede afirmarse que estas
variantes
son
absolutamente
exactas?
Comencemos desde el princi-
pio.
Saltsjobaden 1948
efensa Grünfeld
M.
Najdoñ 1
Boleslavsky
P4D
2 P4AD
3 P3CR
4 A2C
5 PXP
C3AR
P3CR
A2C
P4D
A pesar del remozamiento de
esta
apertura
y defensa, las líneas
clásicas mantienen su lozanía.
Las blancas cambian
para
atacar
una
figura y
ganar
tiempo con
los peones
formando
el centro,
lo cual parece más justificado
aquí, en que las negras no pue-
den cambiar
en
3AO
del blanco.
8
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S ...
6 C3AR
7 0 0
8 P4R
9
PsR
10 D2R
11 pXP
CXP
O-O
P4AD
C3AR
C4D
C3AD
AsC
Como
ya lo vimos en los dia-
gramas anteriores, el desarrollo
negro
es
más
aparatoso
que real;
no tiene « resto».
2 CD2D
13
P3TR
14 CXC
15
AXA
16
TID
CXP
CXC
AXC
P3R
OlA
Una
ingeniosa manera de salir
de la clavada puesto que se ataca
indirectamente el PTR.
17 A3R TID
18
TOlA
Surge aquí claramente la su-
perioridad blanca en espacio,
desarrollo, fácil comunicación y
armónico juego de piezas. En
contraste, el juego negro se ve
atacado de parálisis progresiva.
El
caballo no puede moverse a
causa de
TXTy se
pierde
el PCD,
yen
cuanto al alfil prácticamente
actúa
en
una
diagonal vacía.
Queda la
jugada
natural ...
D2A
que comunica las torres; pero
Boleslavsky prefiere
la
preventi-
va.
82
18 ...
19 P4CD
20 AsC
P3TD
D2D
TIR
Es
evidente que
2
....
, A3A no
se puede hacer por 21 TXC; y 20.
... , P3A crearía nuevos motivos
de ataque.
21 D4A
22 A4A
23
A6D
24 P4TR
P3TR
TRID
P3C
Librándolo del
ataque
de la
dama.
24 ...
25
PXP
26
DXP
27
AXC
28
TXP
29
D2R
3 TS-lD
31
D2D
32
AXA
33 nA
34
DsD
PXP
TOlA
AlA
PXA
TIT
D3A
TIR
P4T
RXA
RlC
La gran diagonal en
poder
de
las negras
podría
derivar en al-
gún lance molesto.
34 ...
35 TI-2D
36
R2T
37 P6A
38 P7A
39 D4D
4
D7D
DsT
T8R
TIAD
D3T
R2C
R2T
R2C
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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41 D4D+
42 D4AD
R2T
Abandonan
Si
42 ...
03AR;
43. T70, R2C;
44.
T2-20,
TlR;
45.050
con la
amenaza
T80.
Quizá no podría dibujarse co-
mo en los anteriores ejemplos,
pero no cabe duda que
existe
unidad lógica en el juego que
repasamo, hecho de
una
hebra.
EL ADVERSARIO
DEBE COLABORAR
Nos dice Rubén Fine en su libro «Ajedrez mundial»:
"Cuando
sólo
uno de los contendientes juega perfectamente y el otro comete errores,
tenemos
lo
mejor que
el
ajedrez puede ofrecernos». En la siguiente
partida Tartakower
extiende su
mano
para que Euwe la engalane con
una joya
de su creación.
Venecia 1948
Giuoco Piano Variante Greco-
Steinitz
S. Tartakower
P4R
2 C3AR
3 A4A
4 P3A
5
P4D
60 0
7 P3TR
M Euwe
P4R
C3AD
A4A
A3C
D2R
P3D
Buena
jugada,
que
colabora
en el mantenimiento del centro
blanco impidiendo la clavada del
caballo. Asegura, además,
la
ul-
terior colocación del alfil en
3R
sin molestias.
7 ... C3A
8 TlR
9 C3T
10 AlA
O O
CID
CIR
Euwe
opina
que
10
....
,
C20
es
lo exacto
por
impedir la siguien-
te
maniobra
del blanco que gana
un
peón.
11 C4A
P3AR
Ahora
hay
que
resignarse. Si
11
... , C3AO;
12
P4TO, P3TO;
13.
CXA,
PXC;
14
PXP, PXP;
15
A3R seguido eventualmente
de 03C y las negras pierden lo
mismo el peón con la desventaja
de que al retomar en
3CO
con
el
PAO
se
aleja este peón del cen-
tro. En esta variante, además, no
actúa la
TO
en su columna.
12
P4TD
P3A
83
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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13
CXA
PXC
14 D3C+ C3R
15 DXP P4C
Momento responsable. Con un
peón menos y considerando que
una
acción central sólo benefi-
ciaría al primer jugador, que
posee los dos alfiles, el negro
recurre al ataque sobre
el
rey
esperanzado en que tienen un
punto
fuerto en .4R y aprove-
chando la descolocación de la
dama blanca
16 A4AD P3T
17 P4TR?
47
A nuestro entender, éste es el
primer yerro. Resulta evidente
que las piezas negras están mejor
dispuestas
para
la actividad en
el
flanco rey, pues hasta su alfil de
... lAD se
ve
favorecido con la
última movida de las blancas.
84
Creemos que éstas,
ya
en la
movida anterior, antes de A4AD
debieron traer la
dama
a 2A vía
3C y luego de A3R iniciar
el
avance de los peones en
el
sector
dama, que es donde tienen supe-
rioridad. Pero claro, ¡como ya
sabemos lo que acontecerá en la
partida, nos es fácil indicar otro
rumbo
17 ...
18 PXPC
19 PXP
20 A3R
21 P3CR
R2T
PTXP
PDXP
TlT
La retirada del rey
por lA
2R y eventualmente por D
2AD
se presenta como un recur-
so aleatorio. De cualquier modo
el negro puede obligar a P3C
iniciando el viaje CIR-2C-4T
con posición creciente.
21 ...
R3C
Permite
el
paso de la dama.
22 R2C
Diagrama
48)
22 ... C5A+
¡No era fácil prever esta estu-
penda continuación Euwe de-
bió exprimir al máximo la posi-
bilidad de
una
combinación de
sacrificio puesto que no se puede
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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48 diante la amenaza de mate obli
ga al caballo a descuidar la casi
lla 4T por
donde
penetrará la
torre.
permitir 23. TI T que liquidaría
en gran
parte
la complicación.
23 PXC
Si 23 RIA, T8T+; 24.
CIC,
A6T++.
y
si
23
RIC,
D2T.
23 ...
24 R3C
A6T+
24. RIC colocaría al rey en
una jaula. Por ejemplo, después
de 24
. . . .
PCXP no hay jugadas
satisfactorias.
Si
25. AXP (con
tra
otra jugada
del alfil seguiría
...
D2D-5C ;
y
contra
25.
TRID,
entonces
25
D2C ,
etc.), PXA y no hay defensa
contra la amenaza ... D2C.
Si
26.
AlA,
D3R, etcétera.
24 ...
25
AXP
PCXP+
D2D
Una jugada
maestra, que me-
26 C2T
27 RXP
PXA+
Si 27 R3A, A7C+; 28 RXA,
D6T ;
29. RIC, DXC+; 30.
RIA
P6A y dan mate.
27 ...
28 R3R
T5T+
Forzado. Si 28. R3A, A7C+;
29. RXA, D6T , etc. si 28
R3C, T5C+, y mate en tres.
28 ...
29 C3A
29 ...
A7C
TXP+
No decae
el
espectáculo.
49
85
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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30 RXT C3D+
31 R3D
Si
31 R40, CIAjaque
dese.,
y
si
31. R4A,
04A+
seguido de
CXA o OXC+.
31 ...
32 R4D
33 R3D
D4A+
D5A+
Si 33. R5A, OXA+; 34. RXC,
040+; 35. R7R,
02A+;
36.
R60,
OIA+;
37.
R70(37.
R7A,
010+; 38. RXP,
OlA
mate),
A6T+; 38. T6R, AXT; 39. RXA,
TIR+; 40.
R70, 02R
mate.
33 ...
34
R2A
35 P3C?
DXA+
AXC
50
juego? 35.
4
prolongaría la
resistencia con probabilidades
prácticas de empate. Pero si
Tar-
takower no colabora, ¿cómo Eu
we
obtendría
el
premio de bri
llantez?
35 ...
36 R2C
37
TlC+
38
TDIAD
A5R+
D6D
R2A
No salvaba tampoco 38.
07A+
R3R;
39
TOIAO,
070+;
40.
RIT,C5A
38... D7D+
39
R T
39 ...
40 PXC
C5A+
TXP+
51
Esta culminación del
r s n-
o
es realmente excitante. La
¿Cuándo,
por
todos los dia-
partida
se ganará con el mínimo
blos,
ha
de traerse la dama al requerido.
86
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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4 RXT
42 R4C
Abandonan
D7T+
D7C
Seguiría: 43. R5A, DXP+.
Partida premiada
Amsterdam 1950
Defensa Caro Kann
Blancas:
N.
Rossolimo
Negras: T. A. van Scheltinga
Despues de las jugadas:
1.
P4R, P3AD;
2.
C3AD, P4D; 3.
P4D, PXP; 4. CXP, C2D; 5.
C3AR, CR3A;
6.
CXC+, CXC;
7.
C5R, P3CR; 8. A4AD, C4D;
9. D3A, A3R; lO. O-O A2C;
11.
TID, O-O; 12. A3C. P4TD;
13.
P4A, C3C; 14. P4TD,
DIA;
15.D2R, P3A; 16. C3A,
A2A;
17.
A3R
P4AD; 18. P5D, TIR; 19.
T2D, P4R; 20. PXP a.p., AXP;
21.
TDID,
A2D; 22. T6D ,
A3A;
23. D2D, D4A; 24.
A2A
D4T;
25. CIR, se alcanzó la siguiente
posición:
52
Como se ve, se trata de una
partida de viva lucha, donde los
apremios tácticos prevalecen. Pe
se
a todo,
el
análisis lógico nos
indica que estructuralmente las
blancas están mejor. No han
movido sus peones del sector
rey, lo que representa una venta
ja con un centro abierto, y no
tienen piezas descolocadas, tal
como
el
caballo negro ... 3CD.
En cambio, su torre de
60
se
halla expuesta al ataque de las
piezas menores. Esto estaba, se
guramente, en los cálculos del
primer jugador, porque la única
manera de desalojarla es con
l
AR y en caso de capturarla que
dará tambaleante la posición del
monarca negro.
Consideremos la posición tác
ticamente.
25 . . . .
C A no es posible
por
26. T8D.
Por otra
parte,
el
caba
llo no puede tomar
el
peón en
4AD
a causa de A3C, y si previa
mente se retira
el
rey,
el
blanco
consolida con P3CD.
Otro plan podría ser 25 . . . .
P4A, a lo que el blanco sigue fiel
a su anticipada entrega de cali
dad jugando
26. P3T, y
si
enton
ces
26 ....
A4R, podria seguir
27.
AXPAD, AXT; 28. DXA que
dando
el
caballo amenazado. Si
éste
toma
el
PT,
el
blanco perfo
ra la posición del rey con 29.
A4D, a lo que negro debe devol-
87
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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ver la calidad así: 29.
oo., TOlO;
30. 06A,
TXA; 31. OXT, y el
caballo negro puede ser copado.
Por
último, promete ser más
sólido, sobre la base de no entre-
gar
ningún peón, el siguiente
programa: 25.
oo., 04R;
26.
P3CO,
AlA; 27. A4A,
02R,
para
contestar a 28.
03A
con 28.
oo., 02AR,
etc.,
por
lo que el
blanco debe apelar a planes más
largos, los que pueden
dan
opor
tunidad de resistirlos.
No obstante, van Scheltinga
inicia su colaboración así:
25
oo
AlA
Lo que no estaría
tan
mal
si
no
fuera que tiene en mente una
indigesta ganacia de calidad.
26
TXP A2C
27
T4A A4R
28 C3D AXT
La concreción de su idea. Pa-
rece mejor la
jugada
intermedia
28.
oo.,
TOlO,
con
el
fin de
disponer de la casilla oo IAO
para el caballo sin incomunicar
las torres. La complicación que
originaría tal jugada es muy difi-
cil de seguir con claridad. Contra
ella
no
sería
bueno
29. P3A?, que
impide
oo
A5R al
par
que obs-
truye la acción de la
dama
negra
en la
diagonaI4TR-80, porque
el
negro
no se apura
en
ganar el
88
cambio y juega: 29.
oo.,
P4CR
Podría
seguir:
a)
30. T4C,
OXP+; 31.
RIA,
P3T; 32. AXPC, AXP A,
con
una
posición apasionante.
Por
ej.:
33.
PXA. (No
33.
AXP
jaque
dese., AXT; 34. 05C+, RIT,
etc.; ni
tampoco
33. T4T por 33.
oo.,
06C;
etc.) 33.
oo., 08T+;
34.
TIC. (34. R2A, 07T+ Y
el
rey
debe volver a
lA .
34.
00
OXP+;
35.
02A,
OXO+;
36. CXO,
TXT+; 37. A o CXT,
PXAydebe
ser tablas.
b) Una alternativa peligrosa
podría ser: 32. P4A,
TIAR;
33.
02A, A50
y
el
juego táctico
sigue a sus anchas.
En
todas
las variantes que se
ensayan, si no
se
llega a
una
simplificación
como
en a), las
negras notan la incomodidad de
tener un caballo indefenso en ...
3CO
que si bien vigila los cua-
dros 00.20-40 no puede
entrar
rápidamente en juego.
Si
el
blanco,
contra
28 oo.,
TOlO,
juega
29. P3T,
se
conti-
núa 29.
00
AXT; 30. AXA, T7R;
31.
03A, 04A
Y la posición
negra vive.
29
CXA
D4R
30 P3CD C2D
31 C5D
AXC
Se
amenazaba
recuperar la ca-
lidad
con
A4A
32
PXA
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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32 DXA ,
DXD;
33
TXD
sería un juego conservador más
o menos simplificado en el cual
la calidad de menos estaría com-
pensada con
dos
peones,
y
por
tener mejor posición las blancas
poseerían algunas chances prác-
ticas
para
ganar. Fiel a su tempe-
ramento, Rossolimo prefiere no
cambiar
damas
para mantener la
complicación confiando en el
poder de
ambos
alfiles.
32...
P3C
A3D C3A
Si
primero 32. . , C3A, lo
mismo 33 A3D
4
A4AD
35
P6D
d
C5R
RlT
35
R2C sería erróneo
por
36. A6T+, RIT; 37. D4A
36
DlA
53
Si las negras,
para
impedir la
próxima
jugada
blanca, hubie-
ran movido 36 TIAR, las
blancas las ponen frente a un
problema
difícil con 37. A6T (37.
P3A quizá no sea suficiente
dado
que las negras pueden
tomar el
P6D
con el caballo y si luego
38
A2D,
entonces
38
.... C4A
para
cubrir la gran diagonal con C5D);
como
retirarse de la columna
sería reconocer el
error -contra
37 .... , T3A el blanco ganaría con
38. P7D-, deben tomar en 7 AR:
37 . . . .
TXP; 38. A5D,
TDIAR;
39. D3R Y las negras dejarán
algo en el camino.
36 ...
37 A4A
38 P7D
TDID
D3A
T R
Las negras de ben
cuidar
que el
AD
del blanco no ocupe la dia-
gonal larga, lo que desmorona-
ría su juego. Si ahora 38. . ,
54
89
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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TlAR; el
blanco puede volverse
tranquilamente a 3R y
amenaza
n seguido de P3A.
39 P3A
(Diagrama 54)
Consecuente con su idea de
impedir la ocupación de la dia-
gonal grande, van Scheltinga no
retirará su caballo. Sería incon-
veniente 39.
00
C6A; 40.
T6D,
02C;
41. A5CR.
39 •
P4CR
40 ASC
55
¡Original y única Es preciso
conservar ambos alfiles
por
lo
que no puede jugarse n
A20
ni
A3C, y
por otra
parte
A 7 A tiene
la desventaja de que al
tomar
el
negro
el
peón con la torre de oo
ID
el
alfil queda atacado. Des-
pués de esto, hay obligación de
mover el caballo; si no lo hiciera,
90
Prins en el libro del torneo da
esta convincente variante: 40. OO
T2C; 41. PXC, TXA; 42. P5R,
02R;
43. P6R Y el blanco gana.
40...
C6A
41
T6D D2C
41.
oo., 05A;
42. OXO, PXD;
43. T6R, etc. O 41.
oo.,
04R;
42.
A7A
42 D2D
El blanco vislumbra
un
final
ganador,
y esta jugada tiende a
conseguirlo. Si
el
negro juega:
42.
oo.,
T2XP; 43. TXT. TXT; 44.
DXT, OXD; 43. A5R+,
D2C;44.
AXO, RXA; 45. R2A, etc.
Una
jugada
preventiva
como
42. P3T
liberaría el caballo.
42...
PSC
56
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Con la idea de liberar el caba-
llo. Aquí el blanco debe evitar
una bonita combinación.
Si
jue-
ga: 43. A7A, PXP ; 44. AXT,
C7R+;
45.
DXC, PXD; 46. AXP,
TXP las negras ganan.
43 RIA
Este es
un
plausible deseo de
salir del
jaque
de la presión de
la dama.
Pero
tampoco
parece
dar
resultado 43. D4A, para to-
mar con la dama en caso de PXP.
Veamos: 43. D4A, C7 A+; 44.
AXC, TXA; 45.
RIA, nT
46.
TID,
TXPD; 47. TIR,
D2A
(47.
T8T?· 48. A5R, TXT+; 49.
RXT, T2R;
50. D8A++);
48.
A5R+,
RIC;
49. DXP+, D3C
49
RIA?; 50. A4A ) Y la
victoria de las blancas no es
previsible.
43
PXP
44 PXP
57
44
I I)XP
La segunda, esta vez defini-
tiva, colaboración.
Con
44
. . . .
C7R el negro conservaba sus
aspiraciones de triunfo.
Si 45. T6R,
D8C+;
46. RXC,
D7C+;
47. RID,
DXD+;
48.
T(2)XP, etcétera.
Si 45. AXC,
TI
C; 46. T6C,
DXT; 47. A3C,
TID.
Quizás la
continuación que prolongue la
resistencia del blanco
contra
la
fuerte
jugada
44
....
, C7R, sea 45.
DXC, produciéndose un juego
incierto enredado. Ej.: 45 . . . .
TXD; 46. RXT. No se retoma
con el alfil
para controlar
la
casilla 8CR. En esta variante las
blancas amenazan T6R, pero su
adversario dispone de muchos
jaques comenzando
con
D7C+;
aunque
puede ser mejor 46
. . . .
D4R+;
47.
RIA,
TXA (47
. . . .
DXP
es
peligroso a causa de 48.
A 7 A Y no es posible permitir el
cambio de torres: 48 . . . . D5A;
49. AXT, DXT; 50. A5C).
Por
último, 44
. . . .
C7R ;
45.
A6R sería contestado con: 45 ....
C5D. y el negro consigue afir-
marse.
45 IXI
IXI
46
DXI
DXD
7 A5R+
D2C
48
AXD+
RXA
9
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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58
La simplificación conduce a
un descansado final.
49 RIR
SO R2D
SI R3R
R3A
C7T
P3T
Si
51. .... C5C; 52.
A30; y
si
ahora
5 ....• P3T; entonces 53.
A4R . apoderándose
del centro.
52 R4R C6A+
La alternativa 52. ...• C5C.
para
impedir la
entrada
del rey
por 50. no salvaría
tampoco
porque
el negro se verá obligado
a mover el rey permitiendo que
el
blanco gane terreno
con R5R
o
R5A.
53 R3D CSD
Esto acorrala el caballo y pre-
cipita el desenlace.
54 R2D C7C
Si 54
....•
C7A; 55. AlA.
SS A5C
Abandonan
Una lucha difícil.
EL
SENTIDO
DE
LA
COMBINACIONI
La combinación suele ser
una
manera rápida
y expeditiva de
asegurarse un juego. La denominamos combinación
porque
la
posición
ha presentado características que permiten el sacrificio
Es curioso que la generalidad de los amantes del ajedrez coincidan en llamar
artístico o bello sólo a aquella parte del ajedrez conocida como juego de combinación,
que por ser necesariamente más exacta en
el orden de las
jugadas
debía
considerarse
por
eso más científica. No
es
sostenible que esa sea la poesía del ajedrez,
como se ha dado en repetir. Es posible que su espectacularidad incite a llamarla
artística, no sin razón si tenemos presente que la emoción necesita de ella
para
manifestarse. Pero es uno de sus aspectos nada más.
92
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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momentáneo de fuerza material
para
forzar un mate o bien la
recuperación de esa fuerza con mejor posición. Pero no cabe duda
que es
una
característica posicional. Es bueno repetir. aunque
parezca baladí. que una combinación correcta el
jugador
no la saca
de
sí
mismo. sino que la encuentra en
el
tablero.
Todo
jugador
siente
que en determinada posición debe haber una combinación ganadora;
algunos principios que emanan de la posición así
se
lo dictan; y
también siente y sabe en otras posiciones que la combinación
el
apurar
los acontecimientos) es
una
necesidad
parra
no morir. o.
simplemente.
para
no perder la iniciativa. Entonces la combinación.
como necesidad posicional. no escapa de ser un orden de jugadas. el
cual
es tanto
más espectacular en
cuanto
arriesga más valores
materiales.
Aparece aquí la flojedad de las definiciones que
agrupan
y separan
los juegos en posicionales y combinativos. En
otro
sentido. como lo
pasaremos a ver después. la sutileza
es
igualmente
una
combinación.
A nuestro entender. lo legítimo sería dividir en: a) combinación de
sacrificio; b) combinación de sutilezas. Aquélla involucra la brillan-
tez, ésta la finura.
Solacémonos, mientras tanto contemplando cómo
se
derriban
estacadas con el hacha del sacrificio.
Nottingham 1936
«Partida de grandes jugadas
de sacrificio que
tan
bien influ-
yen estética y convincentemen-
te
... escribió en su
oportunidad
Tartakower.
En la siguiente posición, que el
negro intenta bloquear mediante
...
C3A-4D
el conductor de las
blancas decide quemar sus na-
ves. Para ello imagina un sacrifi-
cio
tan
original como efectivo.
Diagrama 59)
2
AXPl
PXA
Si 20
....•
i
T;
21.
D3C. PXA;
22. DXP+, RID; 23. DXPAD.
S9
93
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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con juego similar al producido
en la partida.
21
DXPA RID
Contra 21
... ,
TI
AO, las blan-
cas
toman
cuatro peones
por
la
pieza, comenzando
con
23.
OXP+.
22 DXP3R
23 D5D
D3A
Amenaza
24
P6A.
23."
24 A4C
R2R
TRIAD
Contra 24 ', P4T; 25. P6A+,
PXA; 26. OXC+,
ganan una
pieza.
25
RIC
Para jugar
tranquilo P6A+
descu bierto.
25... CIA
26 P4C
Abre líneas
para
que entren
las reservas.
26
... P4T
Si
26
. . . . , PXP; podría seguir:
94
27 TRIA,
03C;
28 TXC, TXT;
29
P6A+, R3A; 30.
PXTcon
las
amenazas
TIA+
OXA. En esta
variante,
si 27 03R; 28
05C+,
RIR;
29
P50,
04R;
30.
P6A, TXA; 31. OXO+, AXO; 32.
PXT, C2T (32
....
A30;
33. T40)
33
T5A, A3A; 34. T4A, C4C;
35. TXPC, seguido de P4T
TXPR.
Pongamos la posición del dia-
grama
reproduzcamos de nue-
vo.
27
A3A
P3C
Si ahora 27
..., PXP; 28.
OXP+, 03R; 29
030,
Y los
peones centrales avanzan.
28 PXP
DXPA
Si 28 ....
PXP;
29
TIAR.
29 D4A
30 TRIA
31
P5D
32 P6D+
C3R
D4T
CXP
y no 32. OXC+, puesto que
después de 32 . . . . A30 seguido
de TXA
A40
serían las negras
las atacantes.
Las negras
se
rindieron.
No
hay salvación
contra
la pérdida
de dos piezas o sufrir mate.
Si
32.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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... , AXP; 33.
07A
seguido de
mate en dos;
y si
32
....
,
R20;
38.
PXA+d., RXP; 34. TSO.
Una
combinación
realmente bella.
Campeonato Soviético, 1949
Lilienthal
6
Levenfish
En
ésta
una
posición digna de
ser
analizada
lógicamente.
Desde el
punto
de vista del
negro, está
alterada
su estructu-
ra en el flanco dama con peones
doblados
en la
columna
torre
y
un
PAO
que
sirve
como
objeti vo
de
ataque.
Al
peón
blanco de
60
«ni lo mira»,
porque
en
cuanto
se
lo
proponga
lo
capturará,
por
ejemplo después de P3AR-
AlAR. Con su última jugada,
23 03A, las negras preten-
den
esclavizar el caballo blanco
de
20,
pues intuitivamente se
supone
que el
primer
jugador no
entregará un peón
central a cam-
bio
de uno de torre,
doblado,
por
añadidura.
Asimismo, las debili-
dades negras en el flanco dama
no carecen de contrachances.
Después de ... P3A pueden inten-
tar
doblar torres mediante ...
T5C, ejerciendo una molesta pre-
sión ..
Esta vitalidad del
juego
negro
habrá impulsado a Levenfish,
quizá, para apurar los aconteci-
mientos mediante
una
combina-
ción que se inicia así:
24 C4A DXPR
24 AXC; 25. TXA, T5C;
26. 02A, Y la presión sobre el
PAD
en
conjunción
con el futu-
ro avance del PO
tornarían
pre-
caria la defensa negra.
25
esc
Con la intención de eliminar el
alfil de ... 3 R que
estorba
la
continuación que bulle en la men-
te del viejo campeón.
25
26 CXA
27 CXPT
8
P4CD
D3A
TXC
D3C
DXPC
95
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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61
Prácticamente forzado por la
amenaza de 29. AXP, CXA; 30.
PXC. DXC; 31. P6A ganando.
29 C6A
Todavía pareciera que las ne-
gras. con
el
siguiente golpe. con-
siguen salvarse.
29...
D6C
30 CXT DXD
Entregar la calidad no
es
satis-
factorio:
30
.....
DXC;
31.
AXP.
CXA; 32. P7D. CXP; 33. TXC y
las piezas blancas tienen
una
actividad armónica amenazando
doblar torres en la
7".
línea o
también en la columna Do AD.
según convenga.
31
CXC
La base del original juego de
96
las blancas
es el
peón de 6D. del
cual sólo podía esperarse una
lejana acción, si se salvaba de ser
capturado
seis jugadas antes.
¿Qué jugar ahora?
Si
31. ...• P5R;
32. CXP. A3A; 33. P7D.
AlD;
34. C7C. etc.
31
...
TIR
32 ASC
Está claro que a 32
. . . .
P3A;
seguiría 33. AXP.
32 ...
33 C6C
34 P7D
35 CXT
36 C6A+
37 T8D+
38 T8R+
39 C4R+
TIT
T2T
TXP
P3T
RIA
R2R
R3D
Abandonan
Seguiría: 39
...
, R2D;40.
T7R
RIA;
41. C6D , RIC; 42.
TXPAD. con mate inevitable. Si
39 .... R2A o 3A); 40. TXP+ o si
39
. . . .
R4D; 40.
C3A
y
CXD.
En
la posición que sigue, los
dos alfiles y el centro ocupado
permiten suponer que las blan-
cas ganarán.
Como una
irrupción
por
el
centro es imposible a causa de
que los caballos negros fiscalizan
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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bien todos los accesos,
el pro
cedimiento a emplearse aparece
más o menos natural:
es
necesa-
rio extender las obligaciones de
dichos caballos convulsionando
el
bloque de peones;
por
ello la
ruptura debe tener efecto en el
sector derecho.
Río de
Janeiro
1952
B Rabar
62
H RosseUo
Surge de estas explicaciones
que la obtención del triunfo se
reduciría a
una
cuestión de mera
técnica. Corresponde
poner
de
relieve,
ahora
el hecho curioso
de que este tecnicismo adquiere
caracteres artísticos no
ya
como
creación en
sí
mismo lo que no
podría
ser-
sino que su estética
aflora en la agradable impresión
provocada por su posición final,
cuyo desarrollo contiene
una
su-
gestiva armonía que complemen-
ta
nuestro gusto.
La partida continuó:
43
C4A
C2A
44 P5C
Un sacrificio mínimo destina-
do a vulnerar las defensas.
Si
44.
... , pXP; podría seguir: 45. C3T,
P5C; 46. PXP, seguido de P5C
con espacio creciente.
44 ...
CIC
Pero
ahora
el negro cede su
casilla ... 3CR.
45 C6C
El
sacrificio del peón se man-
tiene, pues
el
blanco pretende
astillar los pilares de las defensas
negras.
Si ahora 45
.... PXP; 46.
A4C amenazando C8A+),
RIR;
47. A6D, R2D; 48. A5R, C3A;
49. C8A+, R2R; 50. AXC, RXC;
51. AXP, y los dos peones centra-
les unidos, en coordinación con
los alfiles, deben ser factores de
victoria.
45...
RIR
46 A4C AlA
47 A6D R2D
97
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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48 A8A
49 P4A
RIR
Para apoyar el
caballo.
49 ...
50 P5A
R2A
PAXP
Prácticamente obligado, pues
S
••
A20 perdería en seguida:
51 A60, ClT;
52. PXP+, etc.
Pero es 10 mismo:
51 A6D CIR
52
C8T+
Sorprendente. Desde 8T con
el caballo
y
desde 8A con el alfil,
el blanco cerca al rey contrario.
52 ...
53 A8A
R3A
Si
53.
oo.
A2C;
54
AXPR
seguido de
55
P5R mate.
53 ...
54 R3A
55 R4A
56
PXP a.p.
cn
P5C
P4C
Abandonan
En la posición siguiente las
negras
acaban
de entregar
una
pieza para recuperarla ganando
un peón. En efecto, luego de 22.
98
oo. A3C
quedarán
los dos alfiles
blancos amenazados.
Amsterdam 1950
C. B. van den Berg
63
S. Reshevsky
22 ...
A3C
Sería desventajoso para el
blanco el cambio de damas: 23.
D4D,DXD;24.AXO,TXA;25.
TXPT, TXT; 25. AXT, A5R, etcé-
tera.
El intento de salvar el otro alfil
con: 23. A3A conducirá a
un
juego
anodino: 23
oo. DXAD;
24. P6C,
TDIO;
25. PXP, TXD;
26.
P8T=D
(26. AXT, P3T),
T4-ID.
El
triunfo con 23. P6C no es
tan inmediato
como aparenta.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Después de 23
TOlO,
el
blanco no puede entregar la da
ma: 24. OXT, TXO; 25. pXP.
A5R, y las negras toman
uno
de
los alfiles. Debe, entonces, esca
par
con la amazona: 24.
03C,
OXAR; 25. PXP,
07AO;
26.
OXO, AXO, y los alfiles de dis
tinto color
tornan
incierta la
victoria. Otra variante: 23. P6C,
TOlO; 24.
03A,
OXAR;
25.
OXO,
TXO; 26. PXP, A5R; 27.
TlCR, T7AO;
28.
A5T.
Con caracteristicas similares al
análisis anterior.
Aun cuando en estas variantes
el
triunfo fuera forzado, está en
la índole de
toda obra
que se
considere bella
encontrar el
ca
mino más corto, como muy bien
lo señala F. Le Lionnais en su
libro "Les Prix de Beauté Aux
Echecs».
En
este caso, Reshevs
ky no
sólo lo encuentra, sino que
ofrece espectacularidad. Jugó:
23 A5TR
Si el
negro
toma
así: 23.
AXA; 24. OXA, OXA; 25.
OXPA+, RIT;
con
26.
P6C son
irresistibles las amenazas TXP o
P7C, según
el
caso. Y si
toma
de
la otra manera: 23
....
OXA; 24.
AXA, PTXA; 25. OXP+, RIT;
26.
T4T, P4C (26
. . . .
T4R;
27.
T4T+,
T4T;
28.
TXT+, PXT;
29.
OXP+,
RIC;
30.
050+ ;
27.
TXP, y
el
resto es simple.
23 ...
24 AXA
25 AXP+
26
AXT8
27 TXP
TDID
TXD
RlT
DXAI
64
El final magnífico. Esta situa
ción
es
la que
el conductor
de las
blancas debió tener en su mente,
con
toda
claridad, cinco jugadas
antes. Las amenazas son: TXP y
T7-7 AR.
Se
continuó aún:
27 ...
28 T7AD
DIAD
Abandonan
EL
VERDADERO SACRIFICIO
Más
que la indolencia, son los estrechos límites del tiempo que se
dispone
para
pensar lo que en los torneos ahoga la imaginación e
99
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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impulsa hacia la búsqueda de la variante segura. Todavía más que
aquellos factores, parecería que
es
una inconfesada cobardía interior
(nos ocurre a todos) lo que troncha la elaboración creadora del
cerebro. Si, en rigor, la creación
es
la relación que se establece entre
una realidad oculta con la actividad abstracta del pensamiento,para
dar forma y sacar a flote aquella realidad el cerebro debe desnudarse.
¡Y
para despojarse de la vestimenta hace falta valor ¡Cuántas veces
tuvimos a mano, no ya un sacrificio dudoso, sino un movimiento que
sería de ataque, como
por
ejemplo P4AR, y no lo hicimos por no
desguarnecer nuestro rey ...
En la partida que sigue, Kashdan ganó, y ganó bien, a pesar de la
casi segura inexactitud de las variantes. Admiremos su valentía, así
como la forma en que relacionó objeto con pensamiento.
Campeonato de los E. Unidos,
Nueva York, 1946
1. Kashdan
65
S. Kowalski
Las características posiciona-
les denuncian
una
formidable
tensión interna próxima a esta-
llar. El juego de las blancas no
es
100
malo, puesto que después de la
jugada
esperada (18 PXP)
pueden seguir con
19.
C2R forti-
ficando al un tanto desguarneci-
do
flanco rey, al tiempo que
mantienen la iniciativa en
el
sec-
tor dama. Otra posibilidad sería
19.
P5T, AXP; 20. D4T, con una
sostenida presión a cambio de
un
peón. Pero Kashdan da rienda
suelta a su fantasía y como si
quisiera deslumbrar con un ras-
go de desprendimiento, juega:
18
C5T ?
Con los dos signos calificó
Paul Michel, en su libro sobre
el
torneo, a esta movida. Comentó:
«Intrépido y genial. Kashdan sa-
crifica, pero no como lo hace
el
hombre común, que solamente
sacrifica
considerándolo
co-
mo
una hazaña
si recobra lo
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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sacrificado en tiempo no lejano y
con interés compuesto. Aquí se
trata de un verdadero sacrificio.
con respecto a cuya exactitud
caben todas las sombras de la
duda
... . A continuación ofrece
su análisis, algunas de cuyas va-
riantes nos permitimos extraer:
Si
19 CXC, D7T+; 20. RIA,
C5A;
21
PXC, A5C;
22
P3A y
las blancas parecen zafarse; o
20
... , A5C;
21
PXA, C5A;
22
C2R;
o bien 20 AXP; 21. R2R.
A5C+;
22
P3A, DXC; 23. PXA.
y
ahora
podría continuarse to-
davía con 23 TXP+; pero
luego de 24. RXT no surge
nada
evidente
para
las pretensiones
del negro.
19 CSR
No
se
animaron.
19 ...
20
D2R
21 CIC
PXP
P3C
DID
La dama busca líneas de acce-
so a la ciudadela real.
22 TXP
AXC
23 PXA AXP
Tras la persecución de
una
variante segura.
el
blanco
se ve
de
pronto
con el rey desampara-
do. Su mejor pieza, el caballo de
5R,
ha
sido
ehminada
y su dama
entorpece la movilidad en el lado
rey.
Por
todo esto parecía algo
mejor haber trasladado el caba-
llo
dama
en la
jugada
20
al sector
del rey.
24 PXA
Las blancas están obligadas a
tomar. pues si
24
P3C, sigue
24
.
...
D4C
con la amenaza ... CXP.
24 ...
2S D4C
26
RlT
27 PXD
28
AXPT
29
C2D
D4C
C6A+
DXD
CXT
C2C
T R
Queda un
problema
técnico a
resolver que el blanco, a nuestro
entender. facilita con la próxima
jugada.
30
TXT
Favorece
el
rápido acceso del
caballo al centro. Parece mejor
30. A5C, TXT;
31
AXT, y si
ahora 32
..... TIA;
entonces
33
AXP. T7A; 34. C4A, TXP; 35.
P5T, jugándose entero con este
peón. que
es
su única posibilidad
de victoria.
30 ...
31
ASe
CXT
TlAD
1 1
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32 A3T
T7A
40
C6A
CXC
33 A4C
C4A
41
AXC
R2R
34 AXC
TXA
42 AXP TXPT
3S C3C
T7A
43 PSC T4T
36 RIC
C6A+
44 P4R
TXA
37 R2C
CXP
38 C4D
T7T
Las blancas abandonan.
39 R3C
RIA
EL
SENTIDO
DE
LA
SUTILEZA
Música de flautas y de mandolinas después
de
l
trompa de caza ..
» Julio
E. Payró,
«La pintura moderna».
Vimos anteriormente que la posición es la que dicta la combina-
ción.
Para
que ella sea valedera debe preexistir, es el genio del
maestro quien la extrae. Esta obligación posicional no es tan
manifiesta en la sutileza. Más bien es el jugador quien
arma
la
posición. Parece menos artístico porque tiene menos brillo, aunque
tal vez sea lo contrario: más específicamente artístico
por
causa de un
afanoso y creador trabajo constructivo.
La sutileza se expresa con frecuencia en la apertura, pero nosotros,
exceptuando el último ejemplo, nos apartaremos de un terreno que se
adapta
más al trabajo de laboratorio,
para
apreciar algunas creacio-
nes surgidas del hervor frente al tablero.
La posición que sigue ofrece
un final de alfiles de distinto
color con probabilidades de nu-
lidad que, sin embargo, ¡hay que
jugarlo .
En la próxima movida el blan-
co conserva su peón más; como
102
el segundo jugador tiene
una
posición restringida con
el
peón
... 4AD asaltable por el rey,
estaóa
perdida su causa. Así es la
apariencia. La continuación mos-
trará la manera sutil con que
Bronstein consigue el empate.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Torneo Candidatura,
Budapest
1950
D. Bronstein
L
Szabo
48 R3R
49 A5R P4TD
SO R3A A4C
51
P4TD AIR
66
Cuando parece que
el
rey blan-
co tiene
el
camino expedito hacia
el
desamparado peón de 4AD,
advierte a tiempo que no puede
jugar 52. R4A
por 52
RXA;
53. P7D, AXP; 54. P7A, A3R+ y
las blancas pierden.
52
A3C
R2D
Hay que acudir al flanco da-
ma, donde están débiles. Perde-
rla en seguida 52 RXP; 53.
R4A Ycaen los peones negros de
...
4AD
y ... 4TD.
53 R2C
67
Se
aprecia
ahora
la intención
de
50
A4C , movida destina-
da
a retrasar
el
peón 3CD y a
tener presionado, desde IR,
el
peón 4TD. Esta formación le
ofrece a Bronstein alternativas
tácticas que impiden
el
aleja-
miento del rey blanco del peón
de 3CD.
53
R3R
54
R2A
P5A
SS AIR
55. PXP liquidaría la compli-
cación, pues al tener Szabo sus
peones pasados en casillas ne-
gras, no los puede avanzar.
SS ... PXP+
103
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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56
RXP
RXPA
Salta a la vista que tomar
el
PD acarrearía un trabajo de Sísi-
fo
poder
atender a los peones AR
yTD.
D
Ejemplos:
56
RXPD; 57.
AXP, R3R; 58. A3A, P4C; 59.
P5T, P5C;
60
R4A, P4T; 61.
R5A, P5T; 62. P6T, P6C; 63.
P3T , P7C;
64
A4D, A3C; 65.
P7T, A5R; 66. R6C,
P8C=D;
67.
AXD, RXP; 68. R7 A, R4C; 69.
A2A
Y
ganan. 60 .... , A3A; 61.
R5A, A5R; 62. P6T, P4T; 63.
P7T, P5T; 64. R6C, P6T;
65
A5R
Y
ganan.
Por otro
lado,
si
las negras se quedan con el rey en
... 3D sin mover los peones 3CR
y
2TR
a
fin de impedir algunas
entradas del rey
contrario-
se
apelaría al conocido plan de
avanzar
el
peón hasta
7TD
y
luego obligar al rey negro a
acudir a uno de los dos sectores
para
introducirse en
el
otro.
57
AXP
R3R
58
A7A
Esta defensa del PR descui-
dando el flanco derecho
es
sin
duda el motivo de tablas. Quizá
huebiera alcanzado
para
ganar:
58. A4C,
porque
si
ahora 58 ....
P4C; entonces 59. P5T, P5C; 60.
R4A, P4T;
61
R5A, P5T; 62.
AIR P6C; 63. AXP , ganan. No
104
68
obstante, las negras pueden es-
torbar este plan con
59 ....
, R4D,
reservándose la posibilidad de ir
a ... 3A .
Con la movida siguiente,
el
negro
apura
los acontecimientos
allí donde tiene ventaja.
58... P4C
59 P5T PSC
60 R4A
Con
la intención de ir a 5A e
impedir que el alfil
se
apodere de
la gran diagonal, al tiempo que
defiende el
Po.
Las negras si-
guen
quemando
sus naves.
60 ... P4T
61
P6T P5T
62
R5A
P6C
63 PXP P6T
Evidentemente
no
63 ....
PXP
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 105/243
a causa de 64. P7D, RXP;
65
.
P7T, P7C; 66. A2T.
64 P4C
69
No ganaría 64. P7T
por 64 ....
,
A3A
64... A2D
No se puede hacer 64
....
, P7T,
ya que
ganaría el
blanco jugando
65. P7D Es asombroso que
una
posición tan simplificada haya
que jugarla con el alma pendien
te de un hilo.
65 P7T
cuando
aparentemente
todo
está perdido:
65...
A3A
Esto pudo hacerse
una
jugada
antes. Pero era un lance sano 64.
... , A2D
66
P5C
Si 66. RXA, P7T; 67. R7C,
P8T=D ; 68. R8C, DIT jaque
perpetuo.
66...
R2D
Obligando a
coronar el
PCR.
Si
inmediatamente 66
. . . .
P7T?;
67. P7D, RXP (67
. . . .
PT8=D;
68. P8D=D, y al tener las negras
el
alfil indefenso sus jaques se
agotan,
dado
que deben ceder la
mano
y perder
por
fin); 68. AXP,
ganando con los peones aleja
dos.
67 P6C
68 P7C
69
P8C=D
70
D4A
71
RXD
P7T
P8T=D
D8A+
DXD+
A8T
Tablas.
Instructivo y fino.
> < > < > <
La sutileza es también un or-
105
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 106/243
den de jugadas para asegurarse
una posición. La diferencia que
existe con la combinación reside
en que no
se
apoya en
el
sacrifi-
cio material, sino que su fuerza
se genera en valores menos pon-
derables como pueden serlo
el
tiempo y el espacio, y en concor-
dancia con ello el aprovecha-
miento de puntos, diagonales,
filas o columnas en una forma
armoniosa y suave. Quizá sea
más dificil de
captar
porque el
orden que la mente necesita en-
contrar es menos violento que en
la combinación, que tiene un
camino más determinado preci-
samente por la fuerza material y
visible que emplea. Mientras la
combinación es un
arpón
que
desgarra, la sutileza es una red
que inmoviliza.
La posición que consideramos
alcanzada en
el Torneo
de las
Naciones realizado en Oubrov-
nik el
año 1950
viene a
propó-
sito para mostar el delicado esti-
lo del maestro argentino Julio
Bolbochán. No es una partida
donde se luzca una mera técnica,
sino que se admira la manera
sutil en que se desconectan las
piezas blancas.
La primera tarea del negro es
eliminar las dos piezas activas de
su oponente sin importarle la
cesión del par de alfiles, puesto
que se disloca la posición.
106
J. Bolbochán
I Johansson
19 ...
20
PXA
AXC
T3D
70
Muy preciso. En cambio, si 20.
... , OXP;
21.
A2C la posición
blanca crece.
21 TXT DXT
22 A2D
Las blancas padecen un pro-
blema de desarrollo. El alfil no
puede ir a 2C
porque
seguiría
igualmente
TI
O
amenazando
8 jaque o bien la invasión
con
070.
22... TlD
23 AIR D3T
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Inmoviliza la dama.
24 TIA D6T
25 D2A A3R
No para amenazar
el
PT, sino
para tomar el flanco dama poste-
riormente con A5A.
26 TIC P3C
27 T4C T2D
28 T4TD D4A
29 A2A
Aquí parece
un
poco mejor 29.
T40, aunque asimismo después
de
29
T2A se mantiene la
presión.
29 ...
ASA
3 P4R D3A
31
T4C T6D
La posición negra continúa
creciendo.
32 R2C P4CD
71
Esta
jugada
tiene
el
objeto de
liberar a la
dama
de la defensa
del alfil y
anuda
la última atadu-
ra
al flanco dama.
Si
en la jugada
siguiente
el
blanco no hubiera
tomado
el
PT y jugara 33. TIC,
para fortificar la base, las negras
se filtran
por
la
6 .
línea con 33.
...,03A.
33
AXP
D2D
34
A2A
T7D
35 D1A TSD
36
D2A A8A+
37 RlT D6T?
72
Un yerro. Lo justo era 37
....
A6T+;
38.
Ale,
T70
Es
una
pena que esta inexactitud, come-
tida en el apremio del tiempo,
deslustre
el
notable trabajo ante-
rior. Para nuestro objeto,
el
ejem-
plo
se
basta, sin duda.
38 A1C T8R
107
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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39 T2C
40 DXT
41 TXA
42 T2CR
43 TXP
T7R
AXD
P5T
pXP
Torneo interno del Club
Argentino de Ajedrez, 1952
Como todos, Piazzini evolu
cionó en su estilo. Con los años,
no eran tan frecuentes las combi-
Si bien esta parte es técnica, no naciones deslumbrantes con que
son pocas las veces que torre y cimentó su prestigio de maestro.
alfil
han
logrado tablas contra la
El
final que sigue tiene la delica
dama,
por
lo que
es
preciso da gracia de una
tonada
guaraní.
mucha justeza.
43 ...
44 P4TR
45 R2T
46 R3T
D8A
R2T
D7R+
P4A
La idea
es
tomar el peón base
de 3AR.
Tampoco
sirve 47. PXP,
PXP;
48. P4A
por
48.... , 08A+ Y
OXP.
47 P5T
48
PXP+
49 T5C
5
R2T
51 A4D
P5A
RIC
DXP+
DXPR
P5C
No dejándolo armar. El blan
co amenazaba P7C y sacar luego
la torre. Si lo hiciera ahora per
derla
el
alfil: 52. P7C, PXP; 53.
AXP (53. A5R, P7A),
07A .
J 8
52 T5AD
53
PXP
54
RIT
Abandonan
DXP
D6C
P6A
L Piazzini
73
L
Marini
Con
el
jaque
que acaban de
dar, las blancas recuperan su
peón y equilibran el material.
Todo
hace suponer que se resol
verá en tablas
el
encuentro.
El
rey en la banda, sin embargo, da
un tema insospechado, que per
mite tejer
una
sutil trama de la
cual
el
blanco no
podrá
escapar.
1
D8R
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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La posición es de esas que se
podría
anunciar: las negras jue-
gan y ganan.
20XP
Contra
otra
jugada,
como
por
ejemplo: 2
050, el
negro se
impone rápidamente así: 2
. . . .
07A+, R3T;
3
R8C , etcétera.
2
oo
070+
La
imposibilidad de
cambiar
damas
en 7R, que
daría
tablas,
puesto que el blanco puede jugar
P4C y
obtener
la oposición, ofre-
ce un atractivo matiz.
3 R31 020+
Este
jaque
no puede ser inter-
ferido ni
con
la
dama, por
4
. . . .
021+;
ni con el peón, a
causa
de
un mate en tres que comienza
con 06R+. No queda más reme-
dio que:
4 R2T
04D
Admirable intermedio. Si
aho-
ra
5
03T+, R7A;6.
P4C,04R+;
7.
RIT,08R+;8. R2T,08C++.
Por otra parte, el hecho de que
las negras no
puedan
mover di-
rectamente 4
....
P5C,
dado
que
con 5 06T
son muchos los
ja-
ques que las blancas amenazan,
ofrece
una
cristalina pureza a
este final que parece compuesto.
S R3T
6 R2T
03R+
PSC
Los jaques de la dama blanca
en la columna AR están impedi-
dos, y el restante jaque en 5C se
interferirá
con
la
dama,
que aho-
ra sí
puede cambiarse,
dado
que
el rey negro
tomará
el peón en la
6'. línea.
Por todo
esto, Marini
prefirió
terminar
de
una
vez.
7 OSO
03T+
y
el
negro da mate.
En el
torneo
Interzonal de
Estocolmo 1952, Pilnik logró la
aparentemente
ganadora
posi-
ción del
diagrama
siguiente.
E. Eliskases
74
H.
Pilnik
109
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Pero Eliskases sacará a relucir
toda su capacidad de analista y
su fino arte defensivo.
Se
conti
nuó:
37 ...
38 P6A
C3C
Si el
blanco intenta cercar al
caballo con 38.
A60,
las negras
juegan
38
A4R; 39. AXA,
CXA; 40. P6A, C5A; 41.
P7
A,
C3C; 42. RIA,
RIA;
43. R2R,
R2R, etc.
Si
42. A70, P6C, etc.
38... C2R
39 A6D CIA
40 AXP A4R
41 A5T
Para impedir el bloqueo con:
41. ... , A2A.
41
... RIA
42 A8D
No
se
puede dejar acercar al
rey, pues las blancas perderían
su peón libre.
42 ... A50
Eliskases está
armando
la lla
ve
de la resistencia.
43 P7A
Si 43. A5C para jugar A6T),
11
entonces
43 . . . .
C2T; 44.
P7
A,
A3C, y tablas, pues las negras
acercan
el
rey y
capturan el
peón
libre.
43 ...
44 RIA
A3C
Si
44. A
70, C30
y no
se
puede
45.
P8A=0
por 45. CXO y el alfil
negro queda defendido.
44...
P4R
45 P3A
De no
haber
tenido clavado
este peón,
el
blanco lo hubiera
llevado a la
cuarta
casilla y me
diante P4CR, R2C-3A, A
70,
pudo
intentar
una ruptura
basa
da en P5A. Ahora eso no es
posible y
el
mecanismo de tablas
funcionará maravillosamente.
45 ...
46
P4C
47 PAXP
48 R2C
P4T
PXP
P4C
C3D
Esta es la posición clave
para
el empate. Entre los peones ...
4CR y ... 4R, que cuidan las
casillas 5AR y 5TR negros, y el
alfil y caballo combinados que
guardan todos los accesos, 4TO,
4CO, 4AO,
5AO, 5R, 4AR, se
forma
una
cortina inexpugnable
para
las ambiciones del rey blan-
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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75
co. Lo que
ahora
sigue no es sino
un tanteo desesperado de Pilnik,
al ver cómo se le escapa
una
victoria que parecía asegurada.
49
R3C
5
A70
51
R3A
R2C
C5R
C30
La situación tiene su ironía.
Las negras se han podido permi-
tir
un jaque
para volver a su base
de operaciones. Nótese que
el
rey
negro ni siquiera debe preocu-
parse por lo que acontece en
el
flanco
dama para
lo cual
se
bastan las piezas solas; y se da el
lujo, inclusive, de mantener in-
defenso
el
PCR. Si
el
blanco
intenta A 7R, entonces el
negro
juega ... AXP y
el
caballo está
defendido.
52
A6A P3A
53 ASO
R3C
54
A4R R2C
55 A6A
56
A4R
57 ASA
58 R3C
R2A
R2C
R2A
P5R
Las negras crean también su
amenaza,
aunque
parece posible
mantener la inmovilidad. Por
ejemplo:
58 . . . .
R2C; 59. P4TR,
pXP+; 60. R3T , R3T; 61. RXP,
A7A+, tablas.
59
R2C
6 R3A
61 A30
62 A6T
63
R3C
64
R2C
65
P4T
Por
hacer algo.
65
66 R3T
67
RXP
68
R5T
69 AXP
7
R6C
71
A4T
72 A30
73
A5CR
74 A2R
75 A7R
76 A4T
77 A5C
78
A8D
Tablas.
P6R
R2C
R2A
R2C
C5R
C3D
PXP
R2A
RIR
R2D
AXP
A3C
R3R
A5D
R4D
R5R
R4R
R5A
R5R
R5A
111
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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En esta partida, Capablanca
desarrolla su estilo: claro, sutil,
lógico y profundo.
Torneo de las Naciones,
Buenos Aires 1939
P D Defensa Nimzovitch
Variante Zürich)
J.
Capablanca
V
Mikenas
P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 D2A
S C3A
C3AR
P3R
ASC
C3A
P4D
Poco usual después de esta
partida. En general, la salida 4
... C3AD es
para
jugar ... P4R.
6 P3TD
Puede darse
como
axiomático
que esta jugada resulta siempre
buena cuando
el
negro
hajugado
... P4D.
6 ...
7 DXA
AXC+
P4TD
Para
paralizar la ofensiva de
los peones de ese sector.
Hoy se
prefiere
7
oo
C5R;
8
D2A, P4R;
9
PDXP, A4A;
10
D3C, C4T,
con chances parejas.
2
8 P3CD
o o
Es posible que 8
...
C5R sea
superior; pero tal vez inducido
por
la última movida blanca (8.
P3CD), Mikenas desechó la sali-
da
a
5CR
del alfil, suponiendo
que iría a 2CD.
9 ASC
10
AXC
P3TR
Mejor que
10
A4T, lo que
permitiría la actividad negra en
el flanco rey mediante P4CR.
10...
DXA
11 P3R
76
Va surgiendo el valor de am-
bas posiciones. Mientras
el
blan-
co tiene sus peones centrales en
color distinto a su alfil y los del
flanco dama dispuestos para la
acción, las negras
soportan
un
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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flanco dama estático y un alfil
con escasas perspectivas.
...
12
A3D
A2D
TRIA
Cuando se requirió del maes
tro Mikenas
el
por qué de esta
movida, expresó: «No sabía qué
jugar». Respecto de esta partida,
cabe recordar que
el
planteo
adoptado
por
el
maestro lituano
lo había analizado esa
mañana
con el doctorAlekhine, Luckis, y
algún
otro
maestro, y se espera
ba con interés su aplicación. Lo
que parece
haber
escapado al
trabajo casero
es el
sencillo y
sutil
A5C-AXC
que práctica
mente deja sin juego al negro.
En
efecto,
otro
camino, como
por
ejemplo:
12 ....
,
TRIR;
conduci
ría a: 13 O-O PXP; 14 AXP,
P4R; 15 P5D Y la incomodidad
de las negras continúa.
Choca
un
poco a la vista que
sea la
TR
la que vaya a
IAD,
pero en la maniobra imaginada
por el
negro, quiere mantener en
comunicación las torres.
1 3 0 - 0
14P4CD
lSAXP
16CSR
17P4A
PST
PXP
C2T
AIR
P3CD
mente en auxilio del flanco rey
con
C4C-3D.
18D3D
19P5A
20 PXP
TID
P4CD
77
Naturalmente, tanto 20. A2T,
DXC; como 20. C4C, D4C, ha
rían perder
una
pieza a las blan
cas.
20
2
TXD
y no
21
CXPAD.
22PXP
23TXA
24T2A
2SCXP
26T3A
PXA
PXD
PXT, por 22
AXP
C4C
T4D
TlR
Era
necesario acudir rápida-
y
las negras se rindieron.
3
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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C PITULO V
EL FINAL COMPUESTO
LA ESENCIA AJEDRECISTICA ES UNA SOL
La floresta que puebla esta rama de ajedrez
s
asaz interesante
no bien comprendida
por
el jugador práctico. Este no advierte lo
apasionante que
s
la composición del final llamado artístico
por
ende no aprecia plenamente la belleza de muchas composiciones
porque
no ha
vivido
l
proceso de
una
creación de esta índole. A la
inversa creemos que los compositores sobreestiman el arte de la
composición con respecto a la partida práctica: aquél sería la poesía
ésta la prosa. Es indudable que la esencia ajedrecística es una sola
lo que varían son las condiciones en que
s
desarrollan
uno
otro. El
juego práctico está restricto a un horario que atenta contra la
creación la dificulta pero resulta claro que
nada
tiene esto que ver
con lo que s l ajedrez en sí mismo. Un solo final compuesto
demanda a menudo meses o años de trabajo.
TEORIA
y
FORMA
Dijimos en la parte primera que
l
arte es
una
solución técnica.
Extendiendo l concepto podemos agregar que l arte nunca está en
la violación de principios teóricos o técnicos sino en la manera de
alcanzarlos mediante
una
form
nueva. Esto contradice la opinión
generalizada entre muchos compositores
para
quienes precisamente
l arte del estudio reside en la violación de esos principios. Ellos ven
115
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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diferenciación allí donde nosotros vemos relación.
Se
separa el final
teórico del final artístico o de estudio.
Mediante algunos ejemplos procuraremos demostrar que tal
separación es puramente convencional.
COMO
LO ARTlSTlCO
SE
TRANSFORMA EN
TECNICO
Antes de seguir adelante, conviene dejar aclarado que
tanto
este
como los demás títulos están muy ligados entre sí, y con frecuencia
un
mismo ejemplo podría servir
para
varios de ellos. Es
una
más o
menos arbitraria clasificación que aspira a demostrar cómo los
elementos constitutivos del arte ajedrecístico cobran vida y tienenexpresión a través de un continuo
afán
perfeccionador, satisfaciendo
nuestro ánimo así
como el
razonamiento.
Veamos la siguiente posición que a fines del siglo
xv
conoCÍan
Greco y Lucena:
78
Ganan las blancas iniciando
con:
1 D6R , RIT;
2 C7A ,
RIC;
3
C6T ,
RIT;
4.
D8C ,
TXD;
5 C7A .
Sencillo ¿verdad? Sin embar
go,
el
maestro
Tartakover
ha
dicho en su libro
Sugestiones
para l estrategia ajedrecfstica
116
« • • dejemos asentado cuán
pron-
to se transforma lo original en
simple técnica. Así,
por
ejemplo,
el primer
jugador
que dió
el
mate
ahogado
entregando la dama tu
vo sin
duda una
inspiración divi
na, mientras que desde entonces
esta forma de
ganar
se tiene
por
evidente en muchas combina
ciones».
El procedimiento es técnico
cuando
pasa
a ser herramienta
de todos, pero su descubridor
es
un artista porque fue original.
Para
considerar la separación
entre final teórico y final artísti
co, debe partirse de
una
pregun
ta fundamental, ya planteada en
la parte primera: ¿El compositor
crea realmente o bien es un des
cubridor de combinaciones dor-
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midas en el tablero?
No
parece
que haya dudas de que esto
último debe ser lo exacto y lo que
hace el compositor es extraer con
su imaginación creadora, valga
la contradicción, un orden pree
xistente. Esto
es
lo que explica
que muchos compositores, pe
se a su empeño y capacidad, no
puedan concretar en el tablero,
limpiamente, algunas ideas naci
das de su fantasía; y explica
también que eximios maestros
del final artístico, como Reti,
hayan buscado y encontrado la
fuente de su inspiración en la
lucha cotidiana frente al tablero.
Es cierto que
el compositor
ansía una posición excepcional y
única. Esta
es
la condición pri
mera de
toda obra
artística. El
caso es que
en
ajedrez siempre,
sobre todo en el medio del juego
y
el
final, hay
una
posición ex
cepcional y nueva.
Por ejemplo
sabemos todos cuánto se
han
analizado los finales de torre y
peones, ¿puede afirmarse, sin
embargo, que haya
un
jugador
en el
mundo
que los juegue con
exactitud, o sea que desde
una
posición
dada
se oriente por
el
mejor camino hacia situaciones
conocidas como claramente teó-
. ?
rIcas ..
Permítasenos
poner
dos ejem
plos, ya expuestos por otros, en
los cuales
se
pretende ver dife-
rencias a nuestro entender ine
xistentes.
Hace cuatro siglo, Lucena nos
dio la solución del siguiente
fi-
nal:
79
~ \ f 1
· ..
B
•
•
•••
B
•
B B.§.
T6T
2 T4A
T8T
3
T4R+
R2D
4
R7A
T8A+
S R6C
T8C+
6 R6A
T8A+
7
RSC
T8C+
8 T4C
y ganan
Si 6
....
, T7C;
T5R
seguido por
T5CR,
y si
6
...
R3D;
7 T4D ,
R3A; 8
T8D,
T7A+; 9. R5R,
T7R+; 10. R4A, T7A+; 11 R3R
Y ganan.
•
•
•
En
1903, O. Duras nos regala
esta producción:
117
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80 Lucena porque se encuentra con
Las blancas juegan
y
ganan.
1 T2D+
2 T6D
3 T6AD
R7T
Y ganan
R2R
T6AD
TXT
2..... RXT;
3
R8A. T6A+; 4.
R8D. T6TR;
5 P8C=D. y
ganan.
De
lo ya expuesto se deduce
que ambas creaciones fueron pri-
meramente artísticas
para
trans-
formarse después en teóricas.
La
diferencia radica en la espectacu-
laridad de la entrega de
la
torre.
siendo ésa la única manera de
ganar. En el final de Lucena no
es
menos sorprendente y grato
nosotros
diríamos más pro-
fundamente artístico que la
torre deba ir a la cuarta línea
para interponerse decisivamente
a los jaques. Primordialmente.
son dos soluciones teóricas. pa-
reciéndonos más teórico el de
118
mayor frecuencia en la práctica.
Pero quien escriba un
tratado
de
finales de torres, no puede pres-
cindir de incluir
el
estudio de
Duras.
como
lo ha entendido
R
Fine en su libro «Finales bá-
SiCOS».
Algunos sencillos ejemplos de
reyes y peones son ilustrativos
sobre
el
particular.
Henri Rinck, 1922
Las blancas juegan y ganan.
1
P4T
2 P5T
R6C
R6A
81
Si 2 .... R5A; 3 P6T. R6D;
4
P7T. P7A; 5.
P8T=D.
P8A=D;
6 D6T+.
3 RIC
3
P6T? R7D ; 4. P7T.
P7
A;
5
R2C. R7R tablas. ó
3
R3C?,
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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R5D ;
4
P6T, R6R;
5
P7T, P7A,
tablas.
3 ... RSD
4 P6T R6R
5 RIA
Y ganan
• •
•
Es importante
para
participar
de la corriente estética, que
el
solucionista procure adentrarse
en las remificaciones tácticas de
la
posición. Siempre
una obra
de
arte es
una
dificultad vencida; es
la concreción de un esfuerzo,
para gozarla,
el
observador debe
vivir la obra.
C.
J.
Feijter, 1939
82
Las blancas juegan y ganan.
l
R5C, P4C; 2 R4A, R7R;
(2. ..., P5C?;
3
R4R, etc.);
3
R4R, R7D; 4 R4D, R7 A; 5
R5A, R6A (amenazando entrar
en el cuadrado, pero poniéndose
a tiro de jaque); 6 P5T Yganan.
•
•
•
Todos éstos son finales típicos
que se presentan con frecuencia
en la práctica. En
el
estudio que
sigue su estratagema
ganadora
es sorprendente, si bien está com-
prendido en la índole teórica de
todo
final de reyes y peones.
F. Dedrle, 1921
83
Las blancas juegan y ganan.
l RIC , P6T ;
2
P3C , R3R;
3. R2T, R4D; 4. RXP, R4A; 5.
R4T, R3C; 6 R4C y ganan.
Ahora
se advierte que
para
ga-
nar
la oposición las blancas de-
bieron dejar libre su casilla 4C.
• •
Por
último, analicemos este
ejemplo.
119
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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H. Neustadtl
84
Juegan las blancas
y
hacen tablas.
Como original su solución es
artística pero es teórica para
posteriores estudios dado que se
utilizan los principios de la opo-
sición. El blanco comienza con
1
RIT
Ysi
1
R7D; mantiene
la oposición con 2 R2T; en caso
de 1 ... R7 A o R7R entonces
2
R2C;
y
si por último 1
R8R; 2 RI C y tablas.
Se advierte en estos ejemplos
por otro lado que la Oposición
es
una
expresión cIara del sentido
de l
sutileza que hemos intenta-
do
describir en el capítulo ante-
rior
como
lo reverso de lo espec-
tacular.
LA
CONSTRUCCION
Una
obra
de arte debe poseer capacidad
para
causar
una primera
impresión favorable; esta primera impresión se extiende después en
la consideración del observador. Resulta imperioso entonces que la
obra
necesite amplitud de campo para que pueda fructificar la
apreciación estética. El objeto debe resistir
una
reedificación en la
mente del analista
y
esa edificación no solamente tendrá un nexo
natural con la primera impresión sino que la purificará. Para que
todo esto
se
cumpla la construcción ha de ser económica y ajustada.
El observador
no
debe advertir ninguna superestructura artifi-
ciosa e inútil
y
debe procurarse que la presentación visual de los
elementos de la
obra
aparezcan armoniosamente distribuí dos.
120
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Veamos esta composición de
Alexis
Troitzky,
como se publicó
por primera
vez:
85
Juegan las blancas hacen tablas.
Que
la obra
no
satisface a la
vista,
lo entendió el
mismo
Troitzky, que la corrigió así:
A.
Troitzky,
1914
86
Las blancas juegan ganan.
La
solución del primer diagra
ma comienza
adelantando
el
PC,
y si el rey negro se le acerca se da
jaque
en 5A para continuar co-
mo en las variantes que veremos
en seguida. En el segundo dia
grama se procede de esta forma:
1
P6C
2 C7R
R3D
Se pone de relieve un tema,
«Dominación», que ha
sido tra
tado con
gran profundidad
por
muchos maestros: la caza del
alfil
por
el caballo. Es evidente
que esta caza sería
pobre
y caren
te de atractivo si el alfil estuviera
aprisionado
en
un
limitado nú
mero
de casillas.
En
el presente
caso
no
sucede así y el alfil
dispone de una extensa diagonal,
además
de la casilla 2T,
pero si
va
a ésta, las blancas
juegan 3
P3R
bloqueándolo.
Analicemos
la
forma
en
que
el caballo
danza
alrededor
del cuadro 6AD de las
blancas. Si 2
.....
A2A ó 3R ó 5A
ó 6C; 3 P7C, R2A; 4. C6A
amenazando
coronar
y obligan
do
a que el rey tome el peón para
dar
luego
un
jaque
en
5T u 80.
según haya movido el alfil. y
ganar. Por
tales razones, el negro
juega:
2
3 R2D
A1T
A8C
Si
3 . . . P6R ; 4.
RIA,
etc.
4
RIA
S R2C
A7T
121
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y
el alfil tendrá que
ocupar
una
de las casillas fatales.
Una
obra
magnífica.
...
Comparemos aquella lograda
posición con ésta de
J.
Mandel,
que mereció
una
recomendación
en el concurso de la F.A.D.A.
J. Mandel, 1950
87
Las blancas juegan
y
ganan.
El caballo en T es inexpresivo
y la posición ofrece
poca
agili-
dad, sobre todo después de la
primera jugada que traba
el
com-
plejo de peones. Esta primera
desfavorable impresión
no
se bo-
rra
nunca del todo, a pesar de las
sugestivas y atrayentes variantes
que ofrece la parte medular de la
composición.
Su solución es
la
siguiente:
1.
P6A+, RIA:
2.
C5A,
AlA;
3.
R4C , (3. R5T?,
RID;
4. R6C,
RIR;
5.
RXP,
RID ;
6.
R7A,
122
A2R;
7.
CXA tablas), RID; 4.
R5T,
RIR; 5.
R6C, A2R;6. R7C.
AIA+; 7.
R8C,
A2R;8.C7C+.
RID; 9. R7A, P4A;
10.
C6R+,
RIA;
11
RXA y ganan.
2
. . . . AIT; 3.
R5T, RID; 4.
R6T,RIR;5.R7T,R2A;6.C6T+
R2R;
7.
RXA, P4A;
8.
R7C
y
ganan.
Aún con aquellos defectos de
presentación, en
otro
sentido es-
te final es característico de la
escuela moderna. principalmen-
te por la laboriosidad que impli-
ca su definición. La variedad de
posibilidades tácticas
no
es
pro-
pio de las composiciones anti-
guas.
Veamos cómo
se
acentúan los
efectos no estéticos cuando se
pone
ante
nuestra vista una posi-
ción fosilizada como la que sigue:
C. L. Kok 1938
88
Las blancas juegan y ganan.
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La posición
no
sólo
daña
la
vista, sino que de su análisis
surge su artificialidad. Se gana
así:
1
AIC,
P6C;
2
R2C, R3C+;
3 T3A+d., R2C; 4.
T 3 R 4 R
4 D 5 D 5 A 6 A 7 A .
2
. . . .
PXT; 3 RXP, R3C; 4
R2R+, R2C; 5 R3R, R3C;
6
R3D+, R2C; 7 R4D, R3C; 8
R4A+, R2C; 9 P4C, PXP; 10
AID,
P4T; 11 R5C, P3T+; 12
RXP, P6C o R3A);
13
A3A
mate.
Elaborada
y hasta ingeniosa,
pero no artística. Claro que
si
la
idea no es posible desarrollarla
de
otra
manera, puede admitirse
la sobrecarga de material.
Esta escalera
ha
sido
tratada
de
modo
más limpio
por otros
compositores. Examinemos esta
obra de autor desconocido pu
blicada en 1910:
89
Las
blancas juegan
ganan.
Su solución: 1 A8C, R8C; 2
A7T ,
R8T; 3 C6C, R8C; 4.
C4T+, R8T;
5
C5A, R8C; 6
C4D , R8T; 7
C3C .
A pesar del dual en la 4a.
jugada,
pues el caballo también
pudo
ir a 7R, el logro es superior
al anterior.
Más ajuste presenta la siguien
te composición:
w
Holzbausen
1904)
90
Las blancas
juegan
ganan.
El camino es éste: 1 A8T,
CXP; 2 R7C, C8D; 3 R7A+,
C7C;
4
R6A, C8D; 5 R6R+,
C7C; 6 R5R, C8D; 7 R5D+,
C7C; 8 R4D, C8D; 9 R4A+,
C7C+; 10 R3A, C8D+;
11
R3C+
C7C;
12
AXC++.
En la
jugada lla.
el rey pudo
ocupar
también 2A, pero tratán-
123
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dose de jugadas
que
práctica-
mente concluyen la solución, es-
timamos que no la invalidan.
Como se
ve
los finales tienen
una
idea
directora,
pero
para
que la idea no sea
aplastada
por
los adornos, o
por
una
estructu-
ración esquelética, se precisa que
la urdimbre posicional esté lim-
pia de malezas.
Consideremos
la
posición
si-
guiente:
91
Las blancas
ejecutan
así:
1 C7C ,
R4C; 2 C 7)6R+,
R4A; 3. C4D , R4C; 4. C3A ,
R4A; 5 C4T , R4R; 6 C 4T)6C+
R4A; 7.
C7R,
R4R; 8. C6A y
ganan.
Esta
maniobra
acrobática del
caballo
de
8R
pierde
valor
por
ser una sucesión de
jaq
ues
con
escasa complicación.
24
A Troitzky,
9 2
92
Las blancas juegan
y
ganan.
Para realizar la idea, Troitzky
necesitó
adicionarle
piezas, que
espesaron
la
posición. Como lo
hace notar F. Dedrle, el resulta-
do
es la carencia de
unidad.
Su
desmenuzamiento
nos revela
una especie de emparchado.
1
C3A ,
R4A; 2 P7C, DIC;
3. P8C=D, D7T ;
4. R4C,
D7C ;
5.
R5A,
DXD y se
continúa
como lo anotamos más
arriba. La cuestión, tal
vez
imposible,
estaría
resuelta si se
pudiera forzar
que la
dama
negra ocupe ... l CD sin sobrecar-
gar los motivos.
1
La posición del diagrama anterior
se
nos ocurrió a raíz de estas palabras de
F. Dedrle: «Las primeras cinco jugadas
no tienen relación directa con la idea y no
vacilaría en borrarlas
junto con
el mate-
rial innecesario que se requiere para ese
preludio».
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LA
VEROSIMILITUD DEL PLANTEO
Dice José Mugnos que la escuela
moderna
puede resumirse de la
siguiente
manera:
« 12 Posiciones simples, sin vestigios de
composición (o muy pocos), que encierren grandes y sutiles
combinaciones; 2
2
Planteos verosímiles, sin elementos restrictivos o
coercitivos, para que las defensas tengan libertad de acción
y
sobre
todo, que presenten
una
posible y hasta pausible derivación de la
partida a raíz de
una jugada
racional». En este sentido, nuestro
compositor
es
un grande representante del modernismo.
Como
tendremos ocasión de verlo más adelante, sus obras comprenden un
complicado juego táctico, cuyo laberinto resulta muchas veces muy
dificil de surcar, pero que tienen la virtud de no desviarse de su
motivo.
Aunque no lo digan, quienes opinan que la posición debe parecer
natural aceptan implícitamente que la composición es
una
solución
técnica,
dado
que de
una
distribución normal no pueden
emanar
sino
soluciones prácticas. Comentando
el
siguiente final, con mención de
honor en
el
concurso de
la
Federación Argentina de Ajedrez, del
año
1950 Fijter
apuntó
que
el
mismo «demuestra la afinidad entre la
partida y
el
estudio .
Josef
Louma, 1950
93
Las blancas juegan y ganan.
1 T7A+
RIC
l ... R3A; 2. P7D,
DIT;
3.
P8D=D+ ,
DXD;
4.
DlT+,
R3R;
5.
D6T+,
R4R;
6.
D5T+ y
ganan.
2 P7D TIA
3 DIAD D2R
4 D4A+ RIT
5
D4D+
RIC
6 D4R D3D
7 D4A+
RlT
8 D3A+ RIC
9 D7C+
RXD
25
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10 P8D=D
y ganan
* * *
La dificultad estriba en cons-
2 pXP
3
P8D=D
4 R3A
5
R4A
CXP
TXP+
C5D+
Tablas
truir una posición que parezca * * *
natural y que nos sorprenda con Presenciemos ahora un mara-
una derivación inesperada. villoso viaje del rey.
R N. Alexandroff, 1935
94
Juegan
las blancas
y
hacen tablas.
En esta situación, la jugada
aparente
1.
P70
seria refutada
con
1. ... , T70
y
el
posterior
acercamiento del rey negro al
campo de operaciones. Hay que
imaginar un orden distinto.
1 C8D CXC
Contra
1.
... ,
PXP; 2. CXC,
TXC; 3. P7R, TIA; 4. R5D y
ganan.
126
H. Mattison,
1926
95
Las blancas juegan y ganan.
1
P6A TXP
2 P7A
T3A+
3 R3R
El rey blanco no puede ir a 5R
porque
sería
jaqueado
horizon
talmente así: 3 T4A+;
4.
R60,
T3A+;
5.
R5A, TIA;
6.
C6A, R2T; 7.
eso
ó 7R, T8A;
s.
R60, T8D ,
etc., tablas.
Si
4.
R4D, TIA; 5. C6A, R3A; 6.
CSO, R2R, tablas.
3 ...
T3R+
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4
R2A
5
R1Cl
T3A+
Si el rey va a 2C ó 3C entonces
5
. . .
P5T
5 .. ,
6 C6A
TlA
TlR
Ahora
el avance del
PT
no es
bueno porque las blancas
coro-
nan antes de que éste pueda dar
Jaque.
7 R2A
8
R3R
9 R4A
10 RSR
R6D
12 C8D
13
P8A=D
14 R7A
15
C6A
y
ganan
TlA
TlR
TlA
TlR
R3A
T8R
T8D
T8A+
Todo exactamente calculado.
LA SUGERENCIA
Es
el
perfume
de la creación.
La
manera sutil y artística
en
que se
plantee la composición y que
engarza con
su dificultad. En la
posición que sigue nos parece que las blancas deben ganar una de las
piezas negras, peligrosamente cercanas al rey, y el
camino
por
el
que
nos conduce su autor así nos lo sugiere. El mate final
es
imprevisto.
J. H
Marwitz, 1949
96
Las blancas juegan
y
ganan.
1
C3C
y no
1
C6R ,
P4A ; 2.
C4D,
A5C; 3 T5C, T6A+ ; 4. R2D,
T5A ; 6 C6A , R4C; 6. C5R,
T5D , y tablas.
1 ... RST
2 C4D ASC
3 TSCRI
Contra 3. T4A,
es
fuerte la
jugada del texto.
27
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3... TSA
4 R3D TSC
S T8C T7C
6 T8T+ RSC
7 T8C R6T
8 C2A+ R7T
9 T8T+ R8C
10
TlT
> < > <
> <
En el final que sigue no existe
contradicción teórica, como
se
ha
pretendido, pues
se
sabe que
el rey detiene a los tres peones.
El
arte se
ha
incorporado al impe-
dir, con
el
peón de ... 2A, que
el
rey negro se acerque a los peones
blancos. Los peones unidos son
agregados para sugestionar
nuestra impresión; pero sin
duda
que para la exigencia posicional
bastaría con la centralización del
rey negro en
contra
de una
posición alejada de su contrario.
J. Kling
B.
Horwitz, 1851
97
Las blancas juegan
y
ganan.
El procedimiento ganador es
el
siguiente:
1
P5C , R4R;
2.
PXP, R3A;
3.
R2A , P5A;
4.
R1A Y ganan.
LA
SORPRESA
La sorpresa está íntimamente ligada a la sugerencia, diferencián-
dose en que ésta, la sugerencia, enraíza con
todo
el
contexto de la
composición, mientras que aquélla se acopla más directamente con
las jugadas mismas.
La sorpresa no finca su éxito en que se violen principios teóricos,
dado que todas las estratagemas
-absolutamente todas-
caben
dentro de las posibilidades prácticas. Más bien reside en que aquella
sugerencia nos
arrastra por
caminos más o menos comunes y nos
adormece en
una
búsqueda vulgar; lo que nos arranca de este
adormecimiento
nos
sorprende,
y nos
sorprende
tanto
más
gratamente en cuanto más nos alejábamos de su meta y más simple
nos parece luego la solución.
128
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K A
L.
Kubbel, 1924
98
Juegan las blancas
y
hacen tablas.
En
esta
armoniosa distribu-
ción figural. es evidente que el
objetivo
artístico
lo consigue el
autor al
ocultar
bien la
posición
última
de
tablas.
1 P3C+ R5R
2 A2A
D5C+
Si 2
.....
D5A;
3
R2D.
D5C+;
J. R2R.
etc.
3 R2A
4
T4D+d.
5 TXP
6 P4C+
7 R3C
R4A
P5R
DXT
PXP
Tablas
El
intento
de
jugar un
final de
rey y peones contra rey y torre es
igualmente
tablas:
1
....
R5C;
2.
A7D, DXA; 3. TXD. RXP; 4.
R3R . P5T; 5 T7R, P6T; 6. TXP.
P5C;7.
T5T,P7T;8.
T8T.R7C;
9. R4A. P6C; 10. R4C. R7 A; 11.
T3T. tablas.
> < > <
En la
composición
siguiente
apreciaremos un
tema
de perse-
cución de alfil que no se resuelve
por
su
apresamiento, sino por
su
encierro.
José
Mugnos, 1950
99
Las blancas juegan y ganan.
1 R2C A8R
1
...• A2T; 2.
CXP+
seguido
de C5C+ y
CXA
ganando.
y
si
A3C las
blancas
dan jaque en
7R. cambian luego el caballo por
el alfil y ganan centralizando el
rey.
2
R1A
3 R2R
4 R1D
A7D
A8A
A7C
129
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Por
fin las negras obtienen la
gran diagonal.
5 R2A
Las blancas siguen con su
persecución implacable.
5 ...
A8T
6 R1C
Ahora
reparan las negras que
tienen a su disposición sólo una
casilla
para
no perder la pieza.
6...
AH
7 C7C
La sorpresa.
7 ..•
S P5A
9
P6A
RXP
R2D
Nuevamente sorprendente:
el
peón y
el
caballo forman
una
cortina inexpugnable y
el
alfil
es
un
espectador impotente.
9 ...
1 R2A
Yganan
P4C
Una
virtuosa realización.
* * *
gadas del blanco son gratamente
sorprendentes.
A O.
Herbstman 1929
l
Las blancas juegan y ganan.
Un ensayo superficial nos ade
lanta
que moviendo
el
alfil po
dríamos tomar
el
caballo con
jaque, pero
el
negro lo saca de su
sitio y no podremos «pescar» ya
la
otra
pieza con jaque.
por
que
las negras dominarían su casilla
de oo 4R. El secreto está en la
simultaneidad de la acción:
1 A3R
A2C
No I. oo . C2A por AXA y con
jaques sucesivos la torre
gana el
caballo.
2 A6T
3 A5C
A3A
En la obra que analizaremos
Todo
en un juguetón armóni-
en seguida las primeras tres ju- co tonal.
130
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 131/243
3000
C2D
No se puede 3 A2C por
T8CR.
4 AXA
5 T5R+
6
T6R+
7 TXC
y
ganan
CXA
LA ESPECTACULARIDAD
Lo
espectacular denuncia, o induce a
suponerlo
al menos,
vigorosidad. El vigor cautiva la simpatía; parecería que se impone
por su misma fuerza. Así como hemos señalado que el mecanismo de
la oposición se identifica con la sutileza, corresponde destacar aquí
que lo espectacular se liga fuertemente con el sentido de
l
combina-
ción
Lo espectacular brilla
por
la
grandiosidad
de la concepción,
pero sobre todo refulge
en
el mazazo, en la pincelada enérgica, que se
nos mete
por
los ojos.
Este sólido capítulo de lo artístico, el ajedrez lo alberga en alto
grado. El primer ejemplo es un buen exponente de ello.
So M. Kaminer, 1935
Las blancas juegan y ganan.
contrajaque),
R2R;
7 04T
(por
101
ser la pieza de más valor, la
entrega de dama es siempre es pe-
pectacular
y
causa admiración),
AXO la
dama
debe ser tomada
porque de lo contrario escapa-
ría);
8
CXA+, R mueve; 9. CXA,
y
ganan.
l
P7T, A4T;
2
C4A la prime-
ra
jugada
de efecto.), PXC; 3
P8T=O,
A3C+;
4.
RIT.
A2R; 5
C3A, A3A+; 6. C5R+ rutilante
Pero bien mirado, el vigor no
se traduce siempre espectacular-
mente, sino
también
en la fineza
de una concepción que todo lo
arrastra, lenta e inexorablemen-
te,
como una
crecida.
Como
lo hicimos
notar, una
sucesión de jaques
por
lo general
no
expresan nada a causa de que
l31
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 132/243
son guías de un derrotero dema-
siado sencillo. Havel zanja esta
dificultad
dando
amplitud de po-
sibilidades. Y
por
causa de los
jaques, que son muchos y diver-
sos,
se
crea
el
espectáculo, donde
la imaginación
se
solaza en esa
telaraña con que las piezas blan-
cas sujetan al rey contrario.
M Havel, 1929
102
Las blancas juegan
ganan.
1 T4CR+ R7T
2 T2C R8T
Si
2
...
, R6T;
3
A6R+, R5T;
4
C3A+, R4T;
5
A7A+, R3T;
6
T6C+, R2T;
7 C5C ,
RIT;
8
T8C .
3 TXC+ R1C
4 C3A+ R8T
5 C4T+ R8C
6 T2C+ R8T
Si el
rey negro se fuera a 8A, la
posición ofrece un atrayente
equilibrio arquitectónico, pues
hay un mate exactamente igual
al analizado en la subvariante,
¡en
el otro ángulo del tablero .
7 T4C R7T
8 C3A+ R8T
9 C5C+ R7T
10
T2C R8T
11
T2AR+ R1C
12 C6T
EL
PRECIOSISMO
Se trata de conseguir un chispeante motivo. Estas composiciones,
que no son demasiado profundas,
se
asemejan más
al
problema
por
la coerción que tienen las piezas
para
moverse. La miniatura que
sigue es muy bonita.
32
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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N. G. Wumink 1918
103
Juegan las blancas y ganan.
1. P7 A, C2C; 2. P8A=T , CXP
3.
T5A, C2C;
4. T6A++.
.
Ahora
veremos un tema,
<<In-
terceptación de líneas» (frecuen-
te en la práctica), que produce
una
agradable impresión.
Henri Rinck 1953
104
Las blancas juegan y ganan.
Se soluciona de esta manera:
1
C2T, AXC (descolocan
el
alfil)
2.
C4D, TXC
atraen
a la torre);
3.
P7 A 3
. . . .
T5R intercepta al
alfil), y ganan.
L CONTR STE
El contraste es siempre
una
relativación.
Como
sabemos, existe el
simple contraste de luz y
sombra
en que
el uno
no tiene realidad sin
el
otro, de lo cual la interpretación estética, como contraste,
es
subjetiva.
El
ajedrez no escapa de esta consecuencia. El contraste de
una
posición depende del hecho real de su cambio en
el
tiempo (la
alternación de blancas y negras conducen a
una
alternación de
posiciones), pero a este cambio nosotros
le
damos
una
interpretación
relacionada con otros factores,
como
ser: distribución de fuerzas,
presentación visual de la composición, etc., y cuanto mayores y más
útiles sean los cambios posicionales concordantes con
el
objeto que
se proponen (el equilibrio por repetición en los finales de Faragó y
Halic, y en
el
final de Lazard
el
contraste
se
encuentra en las
133
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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posiciones que potencialmente duermen en las distintas promocio
nes)
se
alcanzarán mejor los objetivos estéticos.
F. Lazard 1 pXP
• . . 105
• •
••
R 8 ~ ~ e n a z a 2. P8D=D+
Y
3.
• •••
••
_ •
@ ? . i ~
• • it
~ : t
·
.
.
.§.
\ t > ~
Juegan
las blancas y hacen tablas.
Se comienza con 1. TIR, P7C+
2. R2A+d. Y si
ahora
P8C=C o
A;
3.
R3C
y
tablas por ahogado
del negro.
Si
2
P8C=T; 3.
TlAR ,
TXT;
4.
RXT
y
nueva··
mente tablas por ahogado del
negro.
y
si 2. . . . P8C=D+;
3.
R6A, DXT y ¡tablas por ahoga
do del blanco .
Paul Faragó, 1949
1 6
Juegan
las blancas
y
hacen tablas.
134
1
C3R
2
P7C
y
no
2.
A 7C
por
C4A;
3.
P8D=D+, RXD; 4. R8C,
C2D+;
S.
R8T, R2A, Y dan mate.
2...
CID
3 A7C
3. P8C=D,
AXD; 4. A 7C,
P4D
5.
A6A, PSD;
6.
A3A, P6D;
7.
PRXP, P7R;
8.
P4D,
P8R=D;
9.
PSD, AXP+;
10. AXA, D8CD y
las negras dan mate.
3 ...
A1C
Aquí
se
produce, según adon
de juegue
el
alfil negro,
un
inge
nioso mecanismo de tablas. Si
3 A2A; 4. A3A , P4D; S.
AST,
AIC; 6.
A7A, CXA;
7.
P8D=D+, CXD, ahogado.
Si
3
... , A3R; 4. A2C , P4D; S. A3T,
A2A;
6.
A6R , etc.;
y
si 3
ASA;
4.
AlT .
El alfil blanco
debe moverse exactamente, por
que
si no
caería la posición blan-
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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ca enredada en
una trasposición
de jugadas. Por ejemplo: 3 . . . .
A5A; 4. A2C? Ahora las negras
provocarán
una posición para
que
el
alfil
blanco
pierda un
tiempo antes de inmolarse. 4....
A3R cambia el tiempo. 5. A3A,
A2A; 6.
A4R. Halagan nuestro
gusto las disímiles situaciones.
4 A4R
P4D
S A7T AXA
PSC=D AXD
Ahogado
' ' '
El motivo del siguiente final es
parecido al anterior, pero su
presentación
es diferente y la
lucha
aquí es
de
torre contra
dama y
alfil.
Ivan Halic, 1949
Juegan
las blancas
y
hacen tablas.
1
PXP
2
TXT
3
T2R
RIA
AXP
\07
Ya veremos por
qué
la torre
debe estar
ahí
y no en
otro lugar.
3 ...
4 P6C
5
PSA
PST=D
DSR
A6A
Si la
torre hubiera estado en
4R, por ejemplo. las negras ga-
narían
con
D6R.
6 T4R
Nuevamente única. la torre
debe
impedir la expansión de la
dama contraria por
la
columna.
6 ...
ASC
7 T6R
La
torre tiene las tres jugadas
indispensables para entablar
y
las debe hacer exactamente, co-
mo en el ejemplo anterior,
para
no
verse
constreñida
por
la obli-
gación de
jugar
si transpone sus
movimientos.
Por
ejemplo: 7
T4R?, A6AL Si ahora 8.
T2R,
A7D;
9.
T4R, D6R
o si 8.
T6R,
D4R
Y
ganan
las negras.
7 ...
A7D
S T2R
Y
tablas
135
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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EL DRAMATISMO
No es sólo
el
resultado dudoso de una partida lo que ofrece
características dramáticas. Esta condición
es
propia de toda
obra
lograda. El dramatismo
se
habla siempre entre dos fuerzas que
se
oponen y cuyo desnivel es apenas perceptible. Es la
oportunidad
de
resistencia que se brinda.
A J. Wijnnans,
1938
\08
Las blancas juegan y ganan.
1 C4D R4A
2 TlCR A2D
El alfil inicia
una
desesperada
fuga.
3 T7C A5T
Si
3
. . .
, A4C;
4 T7A ,
R3C;
5
T8A seguido de T8C+ ganando.
4 T7TD A8D
5 T5T+ R3C
6
TlT
A4C
7 TlC A2D
8 T7C
A5T
136
9 R4C
Estrechan el círculo.
9...
A8D
10 TlC
A4T
11
TlT
ganan
W. Korteling,
1940
Las blancas juegan y ganan.
Se
produce aquí
una
excitante
caza donde no se
cobra
la pieza,
sino que se da mate.
1 P7A P7C
2 P8A=D
A5D
3
D4A AlT
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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3
....
, A2C ó 6A, facilitarían la
tarea del blanco, pues éste con
04A
ó 7A se apoderaría de la
diagonal blanca 2T
8C
ganan-
do tiempo.
404T A4R
5 D5C
A6A
6 D5AD
A3A
7 D6A A2C
807A AH
908A
Y,
según
donde
mueva
el
alfil,
la dama va a 8CR ó 6R ó 4AO
atacando
al alfil
amenazando
mate.
La siguiente composición, po-
seedora de otras calidades,
como
la economía, la dificultad, la
agilidad, demás, contiene so-
bre todo la desenfrenada carrera
del peón negro hacia la octava
línea, a la que consigue llegar
¡demasiado tarde .
José Mugnos, 1950
Las blancas juegan ganan.
1 A3A
Y no
1
A4C?,
por
1
... ,
P4C;
2
A3A,
DO;
3 P5A,
DAR;
4.
A2R, P5C;
5 A30,
P6C;
6
P6A,
P7C, etc.
Tampoco 1
A5T?,
TlO;
2
A3A (2. A6C,
TlC ;
3
R2T,
T7C ,
tablas),
TlC ; 3
R2T,
T1AO; 4
A2R.
TlO;
5
A3A. TlAO; tablas.
1.. . D D
2 P5A
DAR
3
A2R
P4C
El
peón avanza en
procura
de
la ansiada coronación.
Si
3
....
T3R ó T7
A;
4 A30. etcétera.
4 A3D P5C
5 P6A P6C
Contra 5
. ... TXP; 6 P4A.
6 P7A
7 P8A=D
8 P4A
9
AXT
1
A5D
llA6A
TIA
TXD
TXP
P7C
P8C=D
37
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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LA DIFICULTAD
Aunque no
lo sea todo este factor es muy
importante
para
considerar bella
una
obra.
La
dificultad estará engarzada a una
continuidad
lógica;
una
vez concluido, el
tema
debe aparecer limpio
y exento de ramificaciones inútiles. Ahora bien, las ramificaciones a
veces constituyen la
frondosidad
de la obra y no
pueden
ser
rechazadas; es entonces cuando la dificultad se adhiere a la
capacidad de análisis del
observador
y a su interés. Agregamos esto
último porque por pereza
con
frecuencia
no saturamos nuestra
imaginación trasladándole los calcos de las contingencias de una
posición; no la transitamos lo suficiente como
para
conocer todos los
recodos de sus senderos y es así que
una obra
nos puede parecer
difusa y
no
lograda. Pero
cada
vez más,
justamente
alejándose de la
espectacularidad, la escuela del final
compuesto
se acerca al análisis
profundamente
sutil y táctico.
La
dificultad impulsa el esfuerzo y cuando éste alcanza
el
éxito,
amamanta
el placer estético.
En
este pulido
trabajo
que el
autor
dedicó a
atto
Dehler, las
blancas saben que para
ganar
deben quedarse con una torre de
ventaja. ¿Cuál es el
orden
de las
jugadas?
S. Isenegger, 1947
1 T3A+
2
TXC
R5R
A
primera
vista, la posición
sugiere que se explote la precaria
defensa de las piezas negras entre
sí, por eso soprende desde ya que
el blanco se decida a eliminar esa
inestabilidad simplificando la lu-
Las blancas Juegan
y
ganan.
38
cha.
2 ... RX
3 T2R+
3 T3A+?, R7D; 4. A4T, C6A
tablas; o 3 T2CD?, C6A, etc.
3 ...
R6D
T8R
Ahora vemos que el alfil tiene
una
sola casilla para salvarse y
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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defender el jaque del otro alfil
que
ganaría
el caballo. No sería
bueno 4
T2CD por A2D ; 5
A2R+, R6A tablas; ni
tampoco
4. T5R? o
TIR?
o T7R?
por
... ,
C6A, tablas.
4...
A8A
5 T8AR
Esta sutil
jugada
destaca la
importancia
de la ejecución tác-
tica, que
trataremos
en el próxi
mo
título. Sería un error 5
TIRa
causa
de A7R ; 6. TXA, C6A;
7
TlR, R20;
o bien 6. AXA+,
R70;
7.
TlCO,
C6A;
8
T2C ,
R8A tablas. Tampoco puede ju
garse
5. RIC?
por 5
. . . . R70.
5 ...
6 T8D
Y ganan
A7R
EL
ARTE
FLORECE
EN
LA TACTICA
Hemos procurado mostrar
algunas de las condiciones del final ar
tístico aplicables a
todo
criterio estético. Ahora quisiéramos
sacar
a la
luz de la comprensión cómo la esencia ajedrecística descansa en la
táctica. Es el
orden
de las
jugadas
lo más
importante,
tanto sea en la
partida
viva
como
en los finales compuestos.
En
la ejecución táctica
está
involucrada
toda
la ciencia del ajedrez,
con
su deleite artístico.
La diferencia entre la
partida y
la composición es generalmente de
forma; en ésta la restricción es
mayor
y
la ejecución táctica
no
se
difunde
en
variantes que distraigan o que escapen a nuestra
captación
global, hecho frecuente en la práctica de torneo.
Partiremos
de algunos ejemplos sencillos
pero
generosos en
sugestiones, para analizar
ésta
es la palabra- algunas dificiles
muestras del modernismo.
Ponziani,1769-1782
Las negras
juegan y ganan.
El negro se
impone
comenzan
do
con el cam bio de
damas
y
siguiendo en segunda
jugada
con
R2C , jugada restrictiva esta úl
tima y muy linda, definiéndose el
juego por una emotiva carrera de
peones
por alcanzar
la
corona
ción. (¡Así nos gustaría jugar en
el
próximo
torneo ).
139
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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H. Mattisson,
9 4
113
Las blancas juegan y ganan.
En esta situación las blancas
imponen su peón alejado con
jugadas sencillas que satisfacen
nuestro ánimo.
l. P6A obstruyen la diagonal),
PXP;
2 P6T, A6A; 3 C5C ga-
nando tiempo),
A40;
4. C6R
amenazan bloquear en 5A),
P4A;
5
C7A+,
R20; 6
CXA,
R3A si 6
RIA;
7
C6C+,
RIC;
8
C70+,
R2T;
9
CXP,
etc.);
7
RIC, y ganan.
En la lucha que sigue la torre
se
debate denodadamente
por
impedir la coronación, hasta que
sucumbe.
140
H. Mattisson,
924
114
Las blancas juegan y ganan.
1 A2T, TXP;
2
P7C,
T70+;
3
R6R la actividad del rey deci-
de
el
juego),
TlO;
4
A7A
comienza
el
acosamiento de la
torre),
TlTR; 5
A5R, TlO;
6
R7R,
TlCR; 7
R7A,
TlO;
8.
A7A.
TITR
la torre será «cor-
tada»); 9
A60+,
R mueve; 10.
A8A, Y ganan.
A continuación vemos la re-
novación de un viejo tema de
lucha de alfil contra caballo. Se
han esquematizado bastante los
cuadros de empate y ganancia en
estos finales, pero Mugnos con-
sigue colorear novedosamente
el
asunto.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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J.
Mugnos, 1947
115
Juegan las blancas y hacen tablas.
En esta posición real de parti-
da. de la lucha táctica que se
avecina. no
tan
sencilla. surgen
efectos muy atrayentes.
1 A4T
Si
el
alfil se mueve a 8C.
para
apoderarse de la diagonal
IC
7T. las negras enhebran su ga-
nancia de esta manera: 1. ....
R7R;
2.
A7T.
C6C+;3. RXP a
este peón hay que tomarlo por-
que si se mueve
el
rey a 6C se
continúa con .... P4T Y
i
va a 4C.
.... P7A decide rápidamente);
3.
.... C4A+; 4. R mueve. C6R y
ganan.
1. .
R7C
Si las negras intentan 1
C3D; entonces
2.
R6C . P4T; 3.
R5C . R7R; R6C . pierden tiem-
po. R6R;
5.
RXP. ahora
sí
se
toma el
peón.
cuando el
rey
negro no custodia la casilla IR
para
el
alfil, C4A;
6.
AIR,
R7R;
7. R4C. y tablas.
2 AIR C3D
Contra
2
. . . . .
C7A;
3.
A5T .
C5C; 4. A6C y tablas.
3 R6C
y
no
3.
RXP a causa de R8A;
4. A5T. R7R;
5.
A6C. C4A+; 6.
R mueve. C6R ganando.
3... R8A
4 A4T
Las blancas deben
jugar
«co-
mo un ángel». No es buena la
retirada a 3C
por
4
.....
C5R;
5.
A4T (5. A8C. R7R; 6. A 7T. C6C.
amenazando adelantar
el
PT;
7.
RXP. C4A+, seguido de C6R
ganando). 5
. . . . .
R7C;
6. AIR.
C7A ;
7.
RXP (obligado,
para
no ponerse en posición de «zugz-
wang».
dado
que a R5T sigue 7
..
.. C6D;
8.
A4T. R6T. ganando;
y
si
7. A5T. C5C seguido de P7A.
ganando) 7
. . . . .
R8A;
8.
A5T.
C5C+; 9. R5C. R7R; 10. A6C.
C6R. y ganan.
4 ...
5 A3C
R7R
Tablas
141
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 142/243
SOBRE
LOS TEMAS. SU VARIACION
y
RIQUEZA
Tal como ejemplarmente ocurre en la literatura, también el ajedrez
ofrece temas que han atraído a diversas generaciones de composito-
res, los que l
han
añadido l toque de su inclinación.
A este respecto desde que nuestro propósito s mostrar la
naturaleza artística del ajedrez en su conjunto, consideramos de
interés referirnos al loable ensayo clasificador del desaparecido
compositor holandés H. Weenink, aunque no nos parezca acertado.
Divide la composición en tres escuelas: la natural, la artística la
temática. Es posible que el ajedrez,
como
l arte literario que
distingue
una
escuela naturalista,
otra
romántica y demás, soporte
una clasificación destinada a denunciar las inclinaciones tempera-
mentales de sus cultores lo expusimos en el título «Algunos
ejemplos»), pero según lo venimos analizando
s
evidente que resulta
inadecuada la denominación «escuela artística», porque artístico
comprende todo el trabajo sobre el tablero.
En
cambio, parece más
preciso
denominar
«natural» y «temática», puesto que éstas s
definen mejor.
Claro está que la dificultad la acarrea
toda
clasificación que s
sutilice.
ndré
Chéron divide los finales en didácticos y artísticos, y
aunque
s
comprende lo que quiere decir, esto
s
que
l
final
didáctico no está sujeto a las restricciones propias de la composición
artística: ausencia de duales, limpieza en la exposición de
la
idea
directriz
otras, a poco que s intente aplicar prácticamente el
enunciado nos veríamos en la necesidad de agregar nuevas divisiones
o géneros que siempre serían subjetivos por lo mismo imprecisos.
Permítase nos remitir al lector a lo dicho en el título «Cómo lo
artístico s vuelve técnico»,
donde
s
da un
vistazo al asunto.
Para terminar, debemos agregar que toda obra cabalga sobre una
idea directriz. La expresión, en arte,
s
«decir algo» al observador.
Este «decir algo» los autores lo descubren o bien lo aprehenden de
obras
anteriores, y al enriquecerlo desarrollan y ofrecen nuevos
motivos de deleite estético.
Algunos de esos motivos nos conducirán de la mano hacia la
comprensión l pleno paladeo de un arte distinto.
142
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Damiano, 1512
116 l
T 6)XT, TXT 6D); 2. P6C+,
RXP; 3. T6T, ganan.
Juegan las blancas y ganan.
Muy elemental: 1 T8D , se-
guido de TXT, ganando.
'
' '
Ya en el final de Horwitz, al
motivo,
aunque
nítido, lo soli-
vian y enriquecen no solamente
las dos primeras movidas, sino la
doble situación de pieza «colga-
da»
del rey y la
dama
negros.
B
Horwitz, 1873
117
Juegan las blancas y ganan.
' '
'
Veintiséis años antes, Kling
había construído
una obra
más
pura.
J.
Kling, 1849
lIS
Juegan las blancas
y
ganan.
l
T4TD, DIAD; 2. T3TR+,
DXTj 3. T6T+, Y ganan.
' ' '
Veamos
como
se afina la idea.
Ches Players Chronide, 1878
119
Las negras juegan
y
pierden.
143
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 144/243
1...
T3T+
2 R5D T3CR
3 R5R R5C
4TlT
Esta
jugada,
¿es un golpe tácti-
co o el
tema
central?
•
R6A
Como
quedaría de nuevo la
pieza «colgada» detrás del rey,
éste debe salir.
5T1AR+
6T7A
R mueve
y
ganan
En las dos producciones que
siguen el motivo pasa a ser se-
cundario.
M
Platov, 1907
120
Juegan las blancas y ganan.
144
1 PXP, TXP+;2. A4A.TID,
(si 2
....•
TXA+;
3
R3C. T8A; 4.
R2C y ganan); 3 A6D+. R6A (si
el rey va a ...• 4C la torre
no
tendrá apoyo
para dar
algunos
jaques); 4. A8A.
T8D introdu-
cen el tema); 5
A6D
(evitán-
dolo).
T5D+;
6. R3C.
T6D+;
7.
R4A. T5D+; 8 R5A. T4D+; 9.
A5R+ Y ganan.
En el final de Vancurra. la
solución es la siguiente:
J. Vancurra, 1916
121
Juegan las blancas y ganan.
1
P8R=D, TXD; 2. A8A,
T7R+, (la torre inicia los jaques
para atraer al rey al tema); 3.
R3T,
T6R+;
4. R4T,
T5R+;
5.
R5T,
T4R+;
6. R6T, T8R; 7.
A5A, TlR; 8 RXP, TlD; 9.
A7R, TlAD; 10. A8A,
T2A
(si
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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O. . . .
, T8A; 11
P8C=D,
T8T+;
12
A6T);
11
A6D, Y ganan.
* * *
Henri Rinck 1903
122
. .
~
•
~
..
. . .
• •••
ftB
aft
·
..
~
~
uega n las blancas y ganan.
Aquí volvemos al tema, repe
tido con alfil y torre.
Su solución:
1.T8T (el rey negro es utiliza
do como blanco intermedio),
D7T;
2
TXP,
DlC;3.
T8T, D2T;
4:
A6C, DXA;
5 T6T ,
y ganan.
* * *
El
mismo compositor
adorna
el
motivo con un delicado ara
besco.
Henri Rinck 1946
123
Juegan las blancas y ganan.
Se descuenta que hay que ca
zar la dama, mal situada detrás
del rey y a tiro de jaques de la
torre.
Como
existe una posición
intermedia de ahogado,
el
pro
pósito no
es
fácil de alcanzar,
por lo que la
obra
posee esa
tensión que
es
inherente al arte.
1
C6A+, R5A;
2
T4T ,
R4C;
3
T5T ,
R5A (este
cuadro es
el
eje de la resistencia negra); 4.
C5D
(el caballo inicia un rodeo
que tendrá como fin, no la ejecu
ción plena del tema, cazando la
dama lejos del rey, sino su ¡varia
ción : obligar a entregarla al
lado
del rey), R5R; 5 C3A+,
R5A;
6
C2R+, R5R; 7 C3C+,
R5A;
8
TSA+, y ganan.
* * *
Por
último,
el
tema
es
ilustra-
45
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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do
con
una
posición que
se
nos
puede presentar mañana mismo.
G. Bernhardt, 1952
124
Juegan las blancas y ganan.
En nuestra opinión, no es con-
vincente la serie de jaques con
que se inicia la solución, mas
como técnicamente la obra
es
muy ajustada y natural, con al-
gunas subvariantes limpias y lin-
das, los efectos estéticos están
logrados.
1 D8T+ R3C
2D8R
R4C
3D5C
D4A
Si 3. . . . R5C;
4
P3A+; y si 3
... , R5T; 4. T8R , etc.
4P4A+ RXP
4. . . . , R5C; 5 D2R , RXP;
3
T8A.
5T8AR
DXT
146
Si ahora
5
....
T8T+;
6
RXT,
DXT;
7 DIA ,
etcétera.
6
D5R+ R5C
7D3C
R4A
8D3A
y
ganan
2
. . . .
R4A;
3 D5C ,
R5R; 4.
D2R ,
RXP (4 ... R4D; 5.
D2T ,
etc.); 5 D4A , R4R; 6 T8R+, Y
las negras pierden la torre.
Pasemos en seguida a conside-
rar otras estratagemas
y
veamos
algunas sugestivas
y
sorprenden-
tes derivaciones. Comencemos
con esta antigua composición.
Salvio, 1604
125
Juegan las blancas
y
hacen tablas.
Las blancas
empatan
así:
1 T7T ,
R6C;
2
T7R, tablas.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Se trata ahora de modificar
el
resultado hallando
una
manera
de escabullirse de la persecución.
B. Horwitz,
1881
126
<l iB • •
• §
••••
•
•••
•
• • ••
•••
~
. . .
2f.
• •
as negras
juegan y
pierden.
1. .oo T8A ; 2.
R2T, T8T+;
3.
R3C, T6T+;
4.
R2A, T6A+; 5.
R2D, T6D ;
6.
R2R, T6R+;
7.
R2A,
T6A ; 8.
R2C,
y
ganan.
Z.
Caputto, 1949
127
Juegan
las blancas
y ganan.
El tema persecución es llevado
a
un
alto
grado
de sutileza
y
dificultad.
1 P3D T5A
Si 1 oo. T7R; 2. T8T (no 2.
T4T por
2 T5R;
3.
R7D,
T2R,
jaque
perpetuo),
2. oo
T2R;
3.
R8D, T1R+; 4. R7D, TXT; 5.
P8A=D , TXD; 6. P7A T1T; 7 .
R7R, T2T;
8.
R8R, Y ganan.
2 T5T T4A
3T4T T5A
4 R7D T5D+
5R8R
Nuevamente, si 5. R7R?, T2D
Y
jaque
perpetuo.
5 ...
6R7A
6.
R8A?, T1R+.
6 ...
7R6C
8R5A
9R4A
T5R+
T2R+
T2C
T4C
Si 9.
R4R, T4R+.
9 ...
10R3R
11
R2D
l2R3A
T4A+
T4R+
T7R+
T7A+
147
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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13R4C
14R3T
Yganan
T5A+
* * *
En
los
~ i n a l e s
compuestos es-
t o ~
mecanismos
son
fascinantes,
aSI al?unos como el
llamado eco
sucesIvo o
alternado e s
d .
eCIT
una
Jugada
que se repite
como
un
eco- ,
con los cuales se han
l?grado
notables formas expre-
sIvas.
M. Havel, 1926
128
.
• •
&
a
a
a'·
a •
~ ~ a ~
. ...
• . · ~ · A ·R • a
g
••••
a i
••
W
Juegan las blancas y ganan,
.Todo está
asombrosamente
dIspuesto. Veamos:
1.
A2A, A3R; 2. T6C, A4D; 3
T5C
A5A; 4. T4C, A6C;
5
T3C,
A71; 6. T3A (amplificando el
eco en la horizontal) A2R· 7
T3R, A3D;
8 T3D
A5C. 9·
T4D,
Y ganan. .
148
O t ~ a
materialización limpia
de la
I ~ e a
está dada en
el
final de
R o s s o l l \ ~ l O
con
los atributos de
economla, espacio
y
dificultad
en
la
solución.
1 T8C+
2C5A+
R2C
R3C
Si
2 ...
R3A;
3 T8A+ Y
RXP.
N. Rossolimo, 1929
3C4T+
4 C3A+I
5 C2T+I
6CIA+
7RXP
R4C
R5C
R6C
R7C
RXC
129
Contra
7
....
A5A;
8
T8AD
8T1C y
ganan
El remate es sorpresivo.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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En la composición que sigue
el
autor
ha combinado
distintos
elementos, pero el brillo lo consi
gue en la posición final, que
requiere las jugadas repetidas del
caballo tapando
el alfil. Nos re
cuerda los finales vistos de Kok,
de
Autor
desconocido y de Hol
zansen.
L Nyevicakey, 1933
130
Juegan las blancas y ganan.
lo R6A, R7C; 2 A4A, P6A; 3
R5D, P7 A; 4. R4R (todavía en la
cuarta
jugada
no
se
ve
claro
el
procedimiento con que las blan
cas se impondrán), P8A=D; 5
AXD, RXP; 6. R3A, R8C;
7
A3R+, R8T;
8
A7T (preparan
la
máquina), P7T; 9. C6C, y
ganan. Si bien el camino del
caballo no está restricto lo
que
fuerza a
terminar
la
solución en
la movida nueve-, está obliga
do
en cambio a
obstruir
dos
veces más la diagonal del alfil
para
alcanzar la victoria.
Si lo
,
R7R;
2
A3A, R7A;
3
R5D, R7C; 4 R4R, RXP; 5
R3A,
RIC;
6.
A4D ,
R8A;
7
R3C, R7R; 8 C7A , R6D; 9.
C5C, P6A ; 10. A6A, P7A; 11
A5e,
R5A ; 12
C3T ,
R6C; 13
AlA,
R6A; 14 RXP, R6D; 15.
A5e,
Y ganan.
El ajedrez también plantea la
duda sobre la interesante cues
tión del progreso, que, según
como se
mire, ofrece variadas
respuestas en las artes. Del co
nocido final del Rev.
S
Saave
dra
'
ha
dicho F. Derdle que
«comprueba
que
un
complejo de
ideas firmes
es
perjudicial cam
biarlo». Desde luego, que
no se
puede
tomar
un ejemplo
para
disertar
sobre el progreso de la
composición,
aunque
es visible
que este progreso se
ha
manifes
tado
en la técnica facilitadora del
juego práctico. No obstante, ha
gamos
una pregunta tonta: ¿Ke
res es mejor jugador de lo que fue
Morphy? Repetimos lo ya dicho
en otras páginas:
para
el arte,
esencialmente imaginativo-crea
dor,
cada artista debe ser consi
derado
en su tiempo y lugar.
I Según Fine, la solución a la partida
entre Potter y
Fenton,
1895, es de Lásker.
149
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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S. Saavedra, 1895
131
•
•••
•
•••
t ••
Q id
.
id
•
B
•
•
•••
•
•••
•
•••
. . .
uegan
las blancas
y ganan.
Se imponen las blancas así:
l
P7
A,
n o ; 2
R5C,
T40+; 3
R4C,
T50+
(de nuevo la tensión
se mantiene por el jaque que las
negras pueden dar
si
el rey con
trario
ocupa
la columna del peón
pero
el
motivo es de otra índole y
maravilla al espectador); 4 R3A,
T80; 5
R2A,
T50
(porque
si
ahora
las blancas
coronan
dama,
las negras se aseguran
el
empate
con ... , TSA); 6 P8T=T T5TO
(única);
7
R3C, y ganan.
Esta idea madre ha seducido a
muchos compositores, los que
sólo han conseguido erigir débi
les estructuras. No se podía decir
nada
nuevo sobre algo que ya
estaba bien dicho de
una
vez y
para
siempre. Pero Troitzky, a
nuestro entender, alcanza la for-
ISO
ma artística
por
causa de
una
orquestación en la que armoniza
nuevos timbres y en la que no
se
percibe la superconstrucción.
A. Troitzky
132
Juegan las blancas y
ganan.
Como
artista,
el autor
no repi
te sino que se inspira. Al tema
hay que exprimirlo y para eso
es
necesaria
una
nueva forma.
1
A3R
P7D
En caso de
l
,
T20+;
2 R6A,
P70; 3 T3T+,
RIC;
4
A4A+, Y dan mate.
2 AXP
3 R6A
4 R7A
T2D+
TXA
P8A=D
Salvándose, en apariencia.
5 A5D
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Las blancas fuerzan la posi-
ción gananciosa. analizada en
el
final de Saavedra. con este
jaque
original y rico en efectos estéti-
cos, como
se
verá en la subva-
riante.
5 ...
TXA
Si ahora las negras intentasen
5 .... R2T; seguiría: 6. TXD.
R3T;
7
R6A. R4T (el rey no
puede volver a 3T
por el
mate de
torre en colaboración con el alfil)
8 R5A. ganando.
6 TXD
7 R6C
y
ganan
T4TD
A continuación veremos có-
mo los temas dejan de tener
cuadros precisos aun con sus
naturales
subdivisiones- como
la
marcha en escalera. interferen-
cias. dominación y otros mu-
chos.
para
diluirse
un tanto
en
proposiciones o ideas más gene-
rales; por ejemplo. que
dos
peo-
nes se impongan a dos piezas
menores.
Primeramente A Troitzky
("Nowoje
Wremja .
1896) y Ri-
cardo Reti
( Magyar
Sakkvi-
lag". 1928) después. realizaron
creaciones en las que igualaban
el juego. Se recurrió para ello al
ataque
simultáneo de
ambas
pie-
zas. a un
cuadro
de
ahogado.
o
por fin a
una
concepción mag-
nífica como la que
se
podrá
apreciar en seguida. Pero si en
lugar de tablas aspiramos a ga-
nar.
esto nos obliga a
cambiar
profundamente la forma y la
esencia de la
obra.
y estamos ya
en
una
de las características del
modernismo. que se
arrima
más
a una táctica complicada.
R Reti, 1928
133
Juegan
las blancas
y
hacen tablas.
1.
R8D , A3D; 2. R7D , R4D;
3. R8A, C2R+; 4. R7D, tablas.
Comprobemos
su exactitud:
Si 1 R7D? A6D; 2 R8A. C2R+;
3 R7D. C4D y ganan. Tampo
co
se
puede realizar en segunda
jugada
P6C
por
2
. . . . .
R4D;
3
R8A. C2R+; 4. R7D. C3A y
ganan.
151
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Henri Rinck, 1949
134
Juegan las blancas
y
ganan.
Los dos peones
ganan
de esta
manera:
R3A
2
R4R
C5T+
y
no
2 R4C?
por
C3C ; 3
P7D, C4R+; 4. R mueve CXP.
2000
R4A
Si
2
....
A3A;
3
P7T, etc;
y si
2. . . . C3C; 3 P7D , etc.
3 P7D A3A
4 P7T
C3C
5 R5A
AID
6 RXC
y ganan
152
Contra
1 ... , A4R; 2
P7D
no
2 P7T
por
2
....
, C5T; etc.), 2.... ,
C5T+;
3
R4C (sería
erróneo 3
R4R
por
3 ... , A2A YC3C), 3
...
,
A3A; 4. P7T, C3C; 5 R5A
Y
ganan. y si 1 ... , C8R+; 2 R4R,
R4A; 3 P7D Yganan .
José
Mugnos, 1950
135
Juegan las blancas
y
ganan.
1 R7D
1 P7A?, A5T; 2. R7D, AXP y
tablas.
1 C5R
2 R6R
C4C+
3 R5A
3 R6A?, C5R+; 4. R5A (4.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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R7A. AIC 4 ...• C3D+; 5 R4C.
CIR. tablas.
3 ... C2A
4
R4C
4. R6A,
C3D; 5
P7A,CIR+
y tablas.
4...
C3D
S
P7A
Y ganan
Ahora a la inversa: ganar con
las dos piezas
contra
los dos
peones.
Surgen así muchas variaciones
y agregados
que
diversifican las
ideas directrices. Como se ve,
una sola idea descubre un vasto
panorama de ideas afines.
R. Reti, 1929
136
Juegan las blancas y
ganan.
1 R3A
Contra
1 ... ,
2
C6D
3
R2A
4 C4R+
S CSC
6 C3A
7
C2D+
y ganan
R6D
R7D;
2. C3A
P7R
R7D
R6D
R7A
RIC
ANTICIPACION
Desde luego,
para
ser original y
procurar
pleno efecto estético. la
idea
medular
de una obra
no debe recordar,
sobre
todo
en la
forma
de realización, una anterior.
Ya hemos visto que no se trata de evitar el tema, sino de
enriquecerlo o variarlo.
En los ejemplos
que
siguen, muy distintos entre sí,
procuramos
transmitirle al lector cuál es nuestro pensamiento.
153
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 154/243
Comparemos estas dos obras:
Del Río, 1750
r-..... . . .--
137
Juegan las blancas
y
hacen tablas.
Se logra con esta seguidilla:
T8A+, T8T+, D8A+
Y
D5A+
tablas.
Cozio,1766
138
Juegan las blancas y hacen tablas.
Su solución: T8A+, T8T+
Y
DXP+, tablas.
El tema de ahogado no está
enriquecido; además, falla técni-
154
camente, porque
se
puede iniciar
con
080+
y terminarlo entre
gando las dos piezas en 8TR; sin
contar
el material superfluo del
flanco dama.
Ya en los dos estudios que
tenemos a continuación
el
juicio
titubea.
K. A.
L. Kubbel, 1922
139
Juegan las blancas y ganan.
1. C6A (hay que
ganar
un
tiempo), RXC;
2.
A6A R4D; 3.
P3D , P7T; 4. P4A+,
R4A; 5.
R7C y ganan.
La
amenaza
6.
A7R mate
aparece de improviso y constitu
ye
un
pasaje de
profunda
y agra
dable impresión ... , comenta
Mugnos.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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o
el
del tiempo.
por
lo que
el
principio de
la
oposición
-absoluto
para
reyes
solos- se
oscurece o anula.
Por
eso siempre
el
problema
y el r te del ajedrez
es
un problema de ejecución. de orden de
jugadas;
para
buscar y encontrar ese orden en
el
laberinto de los
principios (principios que
se
establecen dentro de un margen de
equilibrio de los demás factores) actúa la habilidad del jugador.
Gocemos algunas obras donde
se destaquen la aplicación de
alguno de los principios que nos descubrieron los maestros.
a) La oposición
Folbys, 1931
R2A;
6.
R2D (retornan al obje-
tivo: alcanzar la casilla 4AR),
R2C;
7.
R3R. R3T;
8.
R4A. R4T;
141
9. R5R (la misma cantidad de
jugadas se necesitan
para
captu-
rar
el PCR o el PAD y entretanto
el
rey blanco sale del camino de
su peón
capturando
a otro ene-
migo), P5C;
10.
PXP+. RXP;
11.
R6D, R6T;
12.
RXP. RXP;
13.
RXP. R6C;
14.
P6A, P6T;
15.
P7A, P7T;
16. P8A=D. P8T=D;
17. DXP y ganan.
Juegan las blancas ganan.
1. RIA (obtienen la oposición
a distancia). R2Rj 2. RIR
R2Aj
3.
RID
R2Rj 4. R2A, R3Rj
5.
R2D,
R3A
(se procuraba llegar a
4AR; visto que no
es
posible.
el
objetivo se varía y será en el
otro
flanco
donde
se
impondrán
cuando alcancen
el
cuadro6TD);
6. R3A, R2Rj
7.
R4C, R2Dj 8.
R5T, R2Aj 9. R6T, RIDj 10. R7C,
R2Dj 11. R6C y ganan.
Contra
4
. . . . .
R2D; 5. R3A.
156
El final se ganó por la oposi-
ción. pero convengamos en que
esa oposición logró éxito gracias
a que
el
rey blanco dispuso de
dos accesos para ingresar en
el
campo rival.
b El espacio
¿Cómo lograr que las piezas
actúen en todo el tablero?
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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V Halberstadt, 1949
142
Juegan
las blancas
y
hacen tablas.
Es asombroso que en esta
po
sición
tan
abierta. habiendo da
ma. en sólo tres jugadas las blan
cas armen un mecanismo de ta
blas -vertical
primero
y hori-
zontal
después-
que
maravilla
por
su sencillez.
1. AIR, D6R (1. .... DXT; 2
A2A); 2. A3C, R3C (si la dama
toma
el alfil. la
torre
da
jaque
perpetuo ; 3. T2A , DXA; 4. T2C
y
jaque
perpetuo.
e) El tiempo
Se
han
producido obras. sea
en la práctica o en los finales
compuestos. que
trataron
del
traspaso o cesión del tiempo.
Viviremos
en
el final
deSokostak
una
apasionante lucha
para
que
no se produzca el empate si-
guiente:
143
1. A7D , P7T; 2. A6A+, R8C;
3. A1T , RXA; 4. R2A Y tablas.
puesto
que
el caballo
no
puede
ganar
tiempo
y desalojan al rey.
Si 3
. . . . .
C7C+; 4. R2R (ten-
gamos
presente esta posición,
porque
en el final que sigue,
para
ganar.
en este
momento
debe
jugar el bando del alfil),
C5A+;
5. RI R, tablas.
¿De
qué
manera
invertir el
tiempo y darle
forma
artística?
144
Juegan
las blancas
y
ganan.
157
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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1 R8C
A6A
2 C7A+
R2D
3 C5D
A8T
4
R7A
Amenaza C6A.
4 ...
AlT
5 C4A
A7C
6
R8A
Si
6.
C5T,
AIT;
7.
R8C, R8R ;
8.
C7C+, R7R=.
6...
A6A
7 C5T
AlT
8 C7C R1D
9
R7A
R2D
10 C6R R3D
11
C4A R2D
12 R8C R1R
Si 12
.... , A8T, lo mismo sigue
13.
C5T.
13 C5T
R2R
14 C7C
Ahora,
en contraste con
el
ejemplo anterior,
le
toca mover
al negro.
14 ...
15
RXA
16
C6R
y ganan
158
R3A
R2A
d)
La
economía
El
anterior
sería un magnífico
modelo (ya dijimos que
una
obra
bella contiene todos o casi todos
los
atributos
con que alimenta-
mos
nuestra
apreciación), pero
veamos todavía éste donde el
autor consigue el objetivo con
material mínimo.
Parecería que
un
peón no se
puede detener.
Josef Maendl, 1919
Juegan las blancas hacen tablas.
En
seguida advertimos ver que
l. C3R? no es posible por P7
A
Hay
que
jugar otra
cosa:
1. C5R, PXP (se
amenazaba 2.
C3D); 2. C4A ,
P8C=Dj
3. C5C
(con la
amenaza
de C7 A mate),
RXCj 4. C3T+, tablas.
El intermedio
3.
C5C es estu-
pendo).
(')
En
la
página 382 de
El
ajedrez
Argentino . ,
año 1952,
José Mugnos ofre-
ce un análisis convincente de las subva-
riantes de esta composición.
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e
La movilidad
Aparece más o menos claro
que la posición siguiente debe
resolverse
cuando
el
blanco lo
gre
capturar
una de las piezas
negras sin perder
nada
en cam
bio. El extenso campo de acción
dificulta la marcha por
el
camino
real;
por
ello
el
alcance estético
se
va concretando en
el
paula
tino reducimiento de aquellamo
vilidad, es decir, en la familiari
zación del cerebro con las va
riantes, hasta que recorremos el
laberinto.
Los jaques parecen evidentes,
¿pero después?
o.
Votruba.
1930
146
1 C7A+
R4A
Si
1. ... , R3A;
2. TlT ,
C5A;
TXA, C6R+; 4. R3D, C4A;
5.
T4AR
Y ganan.
2
C6D+
Si 2. TlA+,
R3R;
3.
RXC,
A3A+
seguido de ... RXC
y
tablas. 2. . . . R5A.
2 ...
3 TIT
4 TlA+
S C8A
6 TlR+
ganan
RSA
A2R
R4R
CSA
Si
las negras persiguen
el
caba
llo mediante 1.
... ,
R3C;
el
blanco
provoca una aguda situación así:
2.
C8T+ , R2C; 4. TlTR Y ga-
Juegan
las blancas
y ganan.
nano
159
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TERCER P RTE
CAPITULO
V
HABLEMOS DEL ESTILO
IMPOSIBILIDAD
DE
UNA DEFINICION EXACTA
El ajedrez es u exquisito equilibrio entre
el
razonar inflexible y la iniciativa personal .
- Rafael Barret.
¿Puede decirse, exactamente, qué clase de persona es Pedro? Claro
que no.
La
personalidad es un complejo de experiencias de brisas
interiores nunca descubiertas del
todo por
el observador. Y como el
estilo es la persona, él
es
incierto e indefinible. ¡Pero si ocurre en
una
simple charla Cuando nos toca el papel de orador frente a cuatro o
cinco amigos
cada uno
toma nuestras palabras a su manera, de
acuerdo con sus conocimientos o con su natural prevenido o franco.
¡Cuanto más el estilo en un arte
como
el ajedrez, sin lenguaje
articulado, puede prestarse a interpretaciones distintas Permítase
nos
tomar
como
ejemplo la opinión igualmente
autorizada
de dos
críticos sobre el mismo jugador: Mikhail Botvinnik.
Escribió Carlos M. Portela en
La Nación
de Buenos Aires 24-6-
1951, a propósito del encuentro Botvinnik-Bronstein: "Botvinnik
funda su estrategia de un
modo
especial en la posición, que
trata
habitualmente con gran profundidad.
De
ahí quizá que su juego
equilibrado, sólido, sutil, dé cierta impresión de frialdad. Maniobra
en un ambiente de lógica que él desearía inexorable. Sus partidas
logradas tienen
un
signo
como
de fatalidad; parecen hechas a buril
escoplo. Es
una
estrategia que, sin que pueda ni mucho menos
llamarse pasiva, tiene más de acecho, de trinchera, que de la lucha
6
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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abierta; modalidad ya típica en él. Gran conocedor e investigador de
líneas de juego,
adopta
con mayor simpatía las que
se
tienden
como
una
red. En este match de gladiadores, Botvinnik es el reciario .
y
Rubén Fine en Ajedrez Mundial : Como Alekhine, y no
como la mayor parte de los demás, Botvinnik estudia cuidadosamen
te a sus rivales ... Hemos mencionado ya la originalidad de Botvinnik,
profunda y brillante .. Pero para mí, la más importante razón de su
superioridad estriba en su habilidad para efectuar profundas combi
naciones en la apertura .. Ofrece como demostración
una
línea
extraordinariamente complicada
son
sus palabras- en la defen
sa Francesa, que Botvinnik empleó con frecuencia y éxito.
Ambas apreciaciones tienen puntos comunes; lo que tampoco
podría ser de
otra
manera. Es evidente, empero, que
la
lógica que él
desearía inexorable no coincide con el estudio sistemático de sus
rivales que supone, necesariamente, la aplicación psicológica de
variantes muchas veces sumamente complicadas y sin nada de
fatales.
¿ cuál de los dos comentaristas corresponde la razón?
Nuestro propósito se limita a destacar las dificultades que
encuentra
toda
pretensión de definir con claridad los estilos.
Debemos hablar de ellos, sin embargo. Es un factor que no puede
eludir toda incursión sobre la materia viva del ajedrez, como lo son
sus partidas. El análisis de la estrategia o de la táctica empleadas no
se basa jamás en un numerismo árido de variantes. Estas se
interpretan.
Lo correcto sería exponer a la luz de la comprensión general, qué
es
lo sobresaliente en un estilo; y esta característica primordial sólo es
posible averiguarla
acompañando
al maestro a través de
una
larga
actuación, en medio de las fases cambiantes de su vida. Comproba
ríamos así que a medida que la vida
amontona
experiencia y modifica
el carácter y las concepciones mundanas, modifica también el criterio
con que se juega una partida de ajedrez. Un escepticismo filosófico
puede
quitar
la voluntad de luchar;
el
desgaste fisico aconseja las
partidas tranquilas, que permitan soportar con bien la dura faena de
un torneo. Siempre el estilo va reflejando el
drama
del ejecutante n i
siquiera se juega igual en las primeras rondas de una prueba con
respecto a las
últimas-o
Pero aunque aquel drama amordace su
personalidad, ésta deja oír su voz. A pesar de la técnica perfecciona-
162
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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dora
y de los años es siempre la misma melodía que cantó su
juventud la que percibe a menudo como un apagado eco.
Los errores las preferencias las artimañas nunca enmudecen del
todo.
Si
en realidad el ajedrez no es científico su verdad entonces es
dependiente del individuo prevaleciendo
el
concepto propio que de
la belleza se tenga. Y
si
bien este concepto como ya lo dijimos se
altera con los años y es presionado por el ambiente el hálito artístico
que descubrió en la iniciación los panoramas del ajedrez continúa
siendo el mismo.
En
último término el arte es
una
facultad
una
innata inclinación. Y es eso lo que tiñe
la
superficie.
EL CAMPEON
EL MUN O PIER E
UNA PARTIDA
urante
su campaña ajedrecística Botvinnik además de artista
era un luchador. En sus comentarios sobre el match que sostuvo
contra Flohr
en 1933 aparece la importancia que asigna al aspecto
psicológico de la lucha.
La
variante a emplearse será más o menos
segura y
acompañada
de
una
extensión digamos estratégica pero
sobre
todo
debe conducir a terreno poco frecuentado
por
su rival.
Posteriormente ya asentado en su juego y consciente de su fuerza
frente a muchos maestros empleó líneas que ellos mismos jugaban
para descubrir de qué manera eran reforzadas y
cómo
podía
combatirlas. Su aplicación psicológica es bueno aclararlo
no se
funda en la sorpresa y
por
eso debe tener razón Czerniak
cuando
admira
la serenidad y sobriedad del estilo de Botvinnik.lo cual dice
se
refleja en sus anotaciones a las partidas.
y
bien de ese terreno emprendedor que nunca sacrifica la lógica a
la extravagancia consiguió a veces arrancarlo Bronstein que no es
como
equivocadamente se supuso. un desmañado y sólo agresivo
maestro. Su lección fue aprendida por otros. En Budapest 1952
Kopylov
enmaraña
la lucha. también con éxito. Es probable como le
ocurre a
la
mayoría que los años quiten algo de la capacidad
ecléctica que los conceptos se solidifiquen y que frente a la pujanza
de los que surgen y en un ambiente elevado lo que en realidad
consiguen sus adversarios es
enturbiar
el manantial interior de
Botvinnik
sobradamente
analizado en sus producciones.
63
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Recorramos una
de entre las pocas partidas que
ha
perdido:
Campeonato Soviético
1951
efensa Holandesa
M. Botvinnik
P4D
2 P3CR
3 A2C
4 C3AD
S
ASC
N.
Kopylov
P4AR
C3AR
P3CR
A2C
C3AD
Si ahora 5
. . . .
P3TR; enton-
ces:
6.
AXC, AXA;
7.
P4R
6
D2D P4D
Primera jugada destinada
a
convulsionar el
juego
y, median-
te la entrega de
un
peón, asumir
la iniciativa.
7 AXC
Entre sus comentarios a la
partida
que
contra Tólush
jugó
Botvinik en el Campeonato So-
viético 1939, anota que Impul-
sado por
la curiosidad repetí la
jugada
de Reshevsky (en una
posición igual), pues me intere-
saba muchísimo saber en qué
consistía el descubrimiento de
Tólush .
En
todo artista
escón-
dese una insaciable sed de aven-
tura, y Botvinnik
marcha
hacia
164
ella temerariamente.
La mayoría
de los maestros procuran apar-
tar
a su adversario del terreno
conocido
por
él,
para ponerlo
frente a problemas nuevos; esta
vez Botvinnik, introdúcese él
mismo en
campo
ajeno,
con-
fiando en sus fuerzas y
para
superarse zanjando dificultades.
En la presente circunstancia
pu-
do
continuar la política iniciada
con
020 jugando
7.
A6T, lo que
no estaría mal, dada la
confor-
mación de peones negros que
obstruyen
a su
AD.
Pero prefi-
rió
saltar
el cerco desafiando al
destino.
7 ...
8
CXP
9 CXP+
AXA
AXP
Ya
no
es posible volverse.
Contra
una
jugada como 9.
P3AD las negras se retiran a 2e
con su alfil
y
después de P3R
tienen mejor juego.
9... R2A
10 C3A
Y no 10. CXT, por 10
AXP+;
11. RID, DXD+; 12.
RXD,
TlD+;
13.
R3A,
A5D+;
14. R3C,
A3R+;
15. P4A,
C4T+
y el ataque negro continúa.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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10 ...
AXPC
Aquí parece
10
exacto 10
. . . .
AXP+, seguido de DXC y even-
tualmente
D3C
y A3R; pero un
desarrollo académico no estaría
en los libros de Kopylov, el que
lucha por la iniciativa a toda
costa.
TlCD
12
CXD
DXD+
Evidentemente, no 12. RXD
por
12 . . . .
, TlD , Y
si
ahora
se
pretende mantener atacadas las
dos piezas negras jugando 13.
R3R, con 13 . . . . A2C el negro
consigue
una
ventaja que debe
ser decisiva.
12 ...
13
nc
14
RXA
A6A
AXC+
A3R
147
15
CXA
De
nuevo desafía los planes
adversarios. Más tranquilo, y en
todo
caso mejor. era
15.
CXT,
AXT; 16. P AXA, TXC; 17. AXC,
PXA; 18.
TlAD,
la estructura
blanca es más sólida,
aunque
la
posición no promete más que
tablas.
15 ...
16
TXP
17 RIA
18 TlR
RXC
TRID
C5D
TDIA
El negro ha conseguido una
posición preponderante, y con
esta
jugada
y la siguiente obliga a
las blancas a mantenerse en la
defensiva.
19 T2C T4A
Para doblar las torres y apo-
yar la retirada del caballo.
20 P3R
21 TlD
22 T5D?
C4C
TI-IAD
Era necesario
22.
AlA,
C6A; 23.
T4D, contra 10
cual el negro no
debe continuar con 23 .... , C5R,
pues permitiría la expansión
blanca mediante 24. P4AD , pe-
ro sí parece a su disposición un
165
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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plan a base de ... R3A y ... P4R.
Podría ocurrir:
23
....
, R3A;
24
P4A, P4R; 25.
T60+, R2R; 26 pXP, TXP; 27
T6T, T2A; 28.
R20,
C5R+;
29
RIR
si 29.
RIA,
C7A; y
si
29.
R2R,
T40),
C3A y las negras
mantienen la iniciativa.
Consideraciones parecidas,
quizás,
habrán
inducido a la
simplificación que nace de la
movida del texto.
22... TXT
23 AXT+ RXA
24 TXC+ R5R
La consecuencia indeseable de
22.
T50?
es
esta penetración del
rey negro en las líneas adver-
sarias.
25 T7C
TlR
48
166
Es necesario mantener intacto
el bloque de peones.
26
TXPT
Jugándose. Sin embargo, co-
mo lo dice
el
libro del torneo,
parece
bastar
para el empate una
liquidación a base de: 26. R20,
R6A; 27.
RIR,
TlAO;28.TXPR,
TXP; 29. TXPTO, TXPA; 30.
TXP, TXPTO; 31. P4T, RXPR;
32.
T7R+,
R6A; 33. T6R. Asom-
bra que en esta situación, en la
que aparentemente
se
pueden
prever los futuros acontecimien-
tos, todavía sea la intuición la
guía principal.
No
de
otra
mane-
ra
es explicable que Botvinnik
haya sobreestimado
el
avance
del PTO como factor de victoria
en
contra
de
una
posición defen-
siva que comenzaba con 26.
R20. La lógica que
emana
del
tablero así lo indicaba, pero es
el
hombre
el
que
no
la puede apre-
hender en su totalidad.
26 ...
26
P4TD
28 PST
29 P6T
30 T7C
31
P7T
32 TXP
R6A
RXP
P4C
RXP
P4R
TlTD
Contra
32. TSC
el
negro logra
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coronar su
PRo
32 . . . . P5R; 33.
TXP TXP etcétera.
32 ...
33 PXP
34 RID
P5A
PCXP
El rey acude tarde.
34 ...
35 P4A
P6A
Está claro
que
si 35.
RIR,
TICR; 36. RIA,
TlO,
etc.
La
dislocación de las piezas blancas
es aprovechada
estupendamen-
te.
35 ...
36 R A
7 T AR
Abandonan
TlD+
P7A
TlTD
UNA OBRA MAESTRA DE BOTVINNIK
No
es
tarea
dificil
extraer
de la
copiosa
producción de Botvinnik
partidas que puedan calificarse como acabadas obras de arte.
En
este
sentido la más conocida es la que ganó a Capablanca en A.V.R.O.
1938. Preferimos separar una que perfila bien su estilo hondo y
agudo.
En
ella
traba
la elasticidad
interna
del
juego
adversario
como
primera
parte de
un
remate final elegante y preciso.
Campeonato
del mundo,
La
Haya
1948
pertura Inglesa
P. Keres
1 P4AD
2 P3CR
3 A2C
4 P4CD
M Botvinnik
P3R
P4D
P5D
P4AD
En esta clase de
formación
conviene en general mantener el
P
AO
en
la
4
casilla no sólo
para
fortificar su peón avanzado de
50, sino para frenar una
ulterior
reacción blanca en el
sector
da-
ma.
5P5C
6P3D
7P4R
8C2R
P4R
A3D
D2A
P4TR
Es cierto
que
Botvinnik explo-
ra
en sus partidas el
terreno
psicológico y esta primera parti-
da con Keres
por
el torneo cam-
peonato
del
mundo
la
conduce
hacia
líneas de
bloqueo, como
si
quisiera
ahogar
el centelleo ima-
ginativo de su genial adversario.
167
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 168/243
9P4TR
No permiten
el
avance P5TR.
9...
C3TR
1 0 0 0
ASC
11 P3A A3R
12P4A
Parece
prematuro.
El blanco
quiere batirse en
campo
abierto.
pero cede
una
casilla (4CR) por
la que se filtrarán las piezas
enemigas.
12 ...
13PSA
ASC
El
conductor
de las blancas
temió
una
acción a base de ...•
0 0 0.
P3CR y. . . . P4A.
abriéndose la posición central
con peligro para su rey. Con su
jugada
pretende mantener in-
móvil
el bloque central y conti-
nuar. si
13
....•
C20; 14 C20.
0 0 0.
con
15
C3A. P3CR;
16
AXC, TXA;
17
C5C
yeven-
tualmente 020.
13
.
14C2D
C2D
P3CR
Ahora
las blancas están obli-
gadas a
tomar
en 6C para no
perder un peón.
(Diagrama
149)
lSPXP
PXP
168
149
16 C3AR A2R
Impide la ocupación
por el
alfil del puesto avanzado en 5CR
porque si
ahora
17 A5C. enton-
ces
17
....
, AXC;
18
TXA, AXA;
19
PXA, C2A;
20.020,
01D.
17T2A
18AXC
D3D
Se
sugiere aquí
18 A20
segui-
do
de
04T
y
TOIAR,
lo que
parece justificado a causa de que
si bien AXC elimina una pieza
eficaz para las posiciones blo-
queadas, como
es el
caballo, en
cambio sus cuadros negros que-
dan
débiles.
18 ...
19D2D
20C5C
21 TlR
TXA
TlT
C3A
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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La amenaza
es
C4A.
21 ...
22
C3AR
BC5C
24
TXT+
25
P4T
D3C
C2D
TIAR
AXT
Las blancas parecen confiar
demasiado en su mayor espacio
en
el flanco izquierdo
y por otro
lado, desestiman la actividad ne
gra en
el
flanco opuesto. Más
prudente sería
RIT
seguido de
CIC y C3T, con posición equi
valente.
25 ...
26 P5T
27CIA
A3T
D3AR
y no 27. TIAR por AXCR.
30
DIA
T2A
Libra la casilla
para
el caballo:
CIA-3R.
31 T2T
32D3T
33PXA
RIC
AXC
A8D
150
27 ...
28C3C
Para
sacudirse la molesta pre-
0 0 0
sión sobre ... ,
4AD
las negras
eliminarán
el
caballo.
Ahora
las blancas están obli
gadas a
maniobrar
en
el
aire.
Si
28.
TIAR AXC; 29. DXA,
DXD
30.
PXD,
TIA
y caerá
el
P5CR.
O bien 29. PXA, D2R; 30. C3C,
TIA;
31. TXT, CXT; 32. D2AR,
C3R; 33. D6A, DXD; 34. PXD,
RID y cae
el
peón, de todos
modos.
28 ...
29TIT
TIA
D2R
34DlA
35T2C
AXC
A8D
Sería
un error 35
AXP,
puesto que
el
blanco retomaría
con la
dama y su juego cobraría
nueva vida.
36DXA
37DIR
38R2T
39A3T
DXP
CIA
D3A
C2T
69
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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40DID
Las blancas tienen su juego
perdido.
El autor
recuerda que al
mirar
por
primera vez esta parti-
da junto con el maestro Paulina
Frydman, a esta
altura
de la
lucha, éste acotó: «El negro ha
dominado
el
juego como
si
hu-
biera estado frente a un jugador
de
otra
categoría.
Es
asom-
broso.»
4 ...
41
P6C
42D4C
C4C
P5T
Si
42. PXP,
D5A ;
43. R2C,
CXA; 44. RXA, T2T; 45.
DIR,
P4C, ganando.
42
...
43RXP
44
PXP+
45P6T
PXP+
TIA
RXP
46DXC
Si tomaran con
el
rey, las
negras
dan jaque
en 8A.
46
...
47R2C
48R2T
49TXT
50RlT
51
R2C
52RIC
D5A+
D8A+
T7A+
DXT+
D8R+
D7R+
D6R+
Para
ganar
de la manera más
sencilla, haciendo valer
el
peón
alejado.
53DXD
54PXP
55R2C
56R3A
57RXP
58
R2D
Abandonan
PXD
RXP
R3C
R4T
R5C
P4C
Botvinnik escribió después:
«Este encuentro, como lo había
El
sacrificio 45.
TXP
conduce a nada.
45
...
CXA
no
demostrado
antes
el
torneo
Chigorin, lleva
el
sello de cierta
inseguridad en
el
juego de
Keres.»
DONDE
FLAQUEA UN GRAN MAESTRO
Todos conocen
el
empleo que hace
el
ex
campeón del mundo,
doctor Max Euwe, de su exhuberante imaginación. Es
uno
de los
jugadores modernos que ha optado con bastante frecuencia a los
17
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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premios de brillantez. También
es
conocida su aplicación al estudio
de las aperturas, a las que incorpora de continuo modificaciones
sustanciales. A este respecto es ilustrativa la
5
partida de su segundo
match con Alekhine en
la
que
por
entonces práctica mente desterró
el
Gambito
de
Dama
aceptado de la práctica magistral. ¿Cuál
es
su
punto
débil? Nos parece habérselo leído a A1ekhine: Euwe flaquea
en la oportunidad del cambio de damas. Como ejemplo de esta
aseveración, consideremos
cuatro
posiciones en las que el maestro
holandés, hecho curioso, se equivoca en la apreciación posicional
que sucederá al cambio. Pareciera que su imaginación
surcara
mejor
el
rompecabezas y las irisdiscencias, antes que las aguas mansas de
un final simplificado.
Séptima
partida
del match
1935.
M.
Euwe
151
En
este momento, según lo
dice Alekhine, la movida exacta
es
21. ... , D7
A
que conduce a
«complicaciones
fantásticas.»
Euwe se inclina
por
el
cambio
de damas,
arribando
a
un
final
perdido. Movió:
21
..•
22DXD
3 A4T
D5R?
PXD
Comentó
Alekhine en su libro
«Mis mejores partidas»: «Es
probable que las negras, al
jugar
21. ... , D5R?,
no
hayan conside-
rado
esta jugada, que
es
la
ganadora. En caso de
23.
O-O habrían tenido muy
buenas probabilidades de tablas
continuando
23 . . . . .
TXA ;
24.
PTXT, CXP, etc.»
La partida
continuó
aún
durante
dieciocho jugadas y las
negras se rindieron.
Tercera partida de
un
match
exhibición,
Amsterdam
1937
171
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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M. Euwe
152
A.
Alekhine
La última jugada blanca
previene la entrada del caballo
por
4R amenaza a su vez
romper
el
centro negro con P5A.
Por
esto Euwe debió jugar 29
....
,
TlO. En cambio, se suicidó así:
29 ...
30DXD
31 P4R
D4C?
PXD
no 31. P5A, como tal vez
habría calculado
el
segundo
jugador, porque se defendería
mejor: 31. ... , PXP; 32. TXP,
TlO, etcétera.
31
... TlD
31.
...
, PXP
permitiría
al
blanco invadir mediante 32.
T70.
172
32PXP
33TlR
34A4D
PXP
RIA
TlT
El cambio de torres traería
como consecuencia que uno de
los peones alejados del flanco
dama alcance la octava línea.
35 P6A
36A5A+
37T8R
CID
RIC
Abandonan
¡Una ejecución magistral
•
•
•
Torneo de Groninga, 1946
M. Euwe
153
V.
Srnyslov
Con
el
fin de sostener el
centro,
el
negro adelanta su
PAR.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 173/243
17 ...
P3AR
Es posible que
todo el plan
defensivo de las negras no sea
el
más adecuado; pero
por
cierto
que esta
jugada,
que encierra
el
AR y facilita el cambio de su alfil
bueno,
no
es recomendable. Lo
extraordinario es que, a causa de
este cambio y
para
no dejar
indefensas las casillas blancas, se
verá obligado a cambiar damas,
quedando
con
un
final técnica-
mente perdido.
l8A3C AXA
19 DXA+ D2A
20 DXD+
RXD
Las blancas conduciran
ahora
el
final de acuerdo con los
cánones. Tiene
un
buen caballo
en contra de
un
alfil bloqueado
por sus peones. La primera
etapa
de la estrategia será, entonces, la
eliminación de las piezas acce-
sorias.
2lC3R
22PTXP
23P5D
TRlCD
PTXP
Bloqueo típico
para
asegurar
mayor
efectividad a los caballos.
23 •
24RlA
25C4T
P4T
P5CR
El caballo toma la ruta hacía
el
dominio de la casilla 5AR, la
cual será eje de la victoria.
2S
...
A3T
26
C 3)5A
Cl
C
27R2R T5T
28TXT PXT
29
nCD T6C
30R3D
P6T
Si no
l
blanco juega 31. R2A,
seguido de
TITO.
3lR2A
32TXT
33RXP
34R2A
35P3A
36CXC
37PXP
38 C5A+
39P4A
40R3C
4lR4T
TXPC+
PXT
A7D
A8R
C2R
RXC
PXP
R2A
R3C
R4C
AXP
Una
tentativa
insuficiente
para salvar el juego.
42CXA
43
C5T+
44 CXP+
45
C8R
46
CXPA
47C5C
48C3A
49P5A
R5A
RXP
R4A
P5R
P6R
R5A
R6C
Abandonan
173
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Un solfeo de treinta y dos
compases.
• • •
Campeonato del mundo
La
Haya
1948.
En la posición del diagrama
que damos a continuación
el
conductor
de las blancas Miguel
Botvinnik ha entregado un peón
y tiene posibilidades de ataque.
La
situación debe ser considera-
da con
toda
sangre fría
por
parte
del negro el que debió
jugar
20.
... A3R no sólo para desarrollar
una
pieza sino
para procurar
eliminar
un
alfil contrario. En
cambio « sus nervios aflojaron.
Ni siquiera una jugada pudo
esperar en
el
cambio de damas.
El desarrollo posterior de la
partida ya no ofrece interés ...
»
1
M. Euwe
154
El juego continuó:
20 ...
21 DXD
22PXP
C4D?
CXD
P3CD
Todavía era superior 22.
A3R.
23T1D
4T6D
25T2A
26PSR
7
P4R
C3C
A3T
A4C
C2R
Las piezas blancas actúan con
máxima coordinación; a pertur-
bar esa coordinación tiende la
próxima
jugada
del negro.
7
... P4AD
N o se puede disputar
la
columna a causa de la presión
que sobre .... 2AR ejercen las
blancas.
De
esta forma.
el ex
campeón del mundo pretenderá.
con .... A3A recuperar su peón
lateral a cambio de uno central
que le
quita
casillas a su caballo;
o bien. si las blancas lo defienden
restringir la actividad de
una
M. Botvinnik pieza enemiga.
1) De
«Mi lucha por
el campeonato
del mundo» de M. Botvinnik. 8 P6R
174
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Pero Botvinnik rematará ele-
gantemente.
28 ...
P3A
29
TXPC
3 TXA
31
P7R+
32A5D
A3A
CXT
T2A
Abandonan
EL CIENTIFICISMO
DE SMYSLOV
A través de los comentarios posteriores a las partidas,
se
descubre
que
para
muchos jugadores argentinos el tipo modelo de lucha sería
ésa que
al
salir
de la
apertura
desarrolla
una
estrategia
paulatinamente arrolladora hasta ganar ¡por un tiempo . A estas
partidas modelo agradaría sal picarlas con combinaciones de remate.
La culminación del ideal podría ser que
no
aparezcan después, en los
análisis, indecisiones causantes de
una
prolongación de la lucha.
Con estas ideas generales, dichos jugadores quisieran también
innovar en las aperturas, tarea ya más dificil, no
tan
sólo por las
dificultades técnicas, sino
porque
en la Argentina prácticamente
nadie vive dedicado al ajedrez.
¡Y
para
alcanzar la cúspide, y
mantenerse en ella, hace falta
una
dedicación poco menos que
exclusiva .
Ese tiempo para la dedicación lo disponen los maestros soviéticos.
Y dentro de los maestros soviéticos, Vassily Smyslov sería el
prototipo
de
un
conjunto de aficionados de
todo el
mundo.
Innovador en la apertura y clásico en la conducción. Oe fina
estrategia y asombrosa exactitud en los finales.
Con
él la partida tiene
la extensión estricta que
ordenan
las condiciones posicionales.
Equilibra la ciencia de su acabado tecnicismo con el arte, vigoroso o
sutil, de su táctica creadora. Sus producciones son ejemplo perfecto
de la síntesis: artísticamente científico.
Asomémonos a su obra.
Hace unos años, en la defensa
Grünfeld, puso de moda la mo-
vida 8
....
C (3)
20
coordinada
con la previa AOSC. Veamos:
l.
P40 C3AR;
2
P4AO. P3CR; 3
C3AO,
P40;
4
C3A, A2C;
S
03C
PXP;
6
OXPA,
O-O; 7
P4R, ASC; 8 A3R, C(3) 20.
175
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 176/243
155
El
propósito no es mostrar la
probablemente utópica eterni-
dad
de
una
variante. Creemos
que la posición del diagrama nos
puede ayudar en la investigación
del carácter de algunos maes-
tros.
El
belicoso Kotov la trató así:
9
A2R
C3C
10 D3D AXC
11PXA
¡Abriendo líneas
11
...
12P4TR
¡Empujando
P3R
12
... C3A
1 3 0 0 0
y
la lucha será sin cuartel.
(Piirnu, 1947).
76
Sobrio, Botvinnik jugó:
9 C2D
Con
la primera idea de sobre-
proteger
el cuadro 4AD,
pero
sobre todo para poder jugar P3A.
9 ..•
10D3D
11
P3A
12TlD
13
P3TD
C3C
P3AD
A3R
C3T
Con
juego más elástico del
blanco.
Campeonato
del mun-
do, 1948).
Keres, que al decir de Euwe
gusta de las posiciones violentas,
movió:
9D3C
10TlD
C3C
Ahora trata de impedir P4R,
al mismo tiempo que
prepara
una
irrupción central.
1
...
P4R
¡A ultranza Este audaz golpe
muestra claramente cómo posi-
cionismo no significa «ratoneris-
mo». Ante
todo
había
una
razón
psicológica que
se
propone
im-
pedir que sea Keres quien sacrifi-
que. Otras jugadas, como ... ,
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
http://slidepdf.com/reader/full/el-arte-del-ajedrez-de-anderssen-a-karpov 177/243
P3A o ... , C3A hubieran facilita
do el
vigoroso avance P5D.
u
PXP
12A2R
13A5CR
CD2D
D2R
DIR
Se recuperará el material y la
posición blanca central no es ya
tan fuerte, puesto que su único
infante necesita protección. (Cam
peonato del mundo, 1948).
Euwe
estudioso
y
táctico
aventajado de las aperturas,
también se fue con la dama.
9D3C
10 P4TD
C3C
y ahora
con la idea primor
dial de avanzar
por
el
centro,
primero fustiga
el
flanco dama.
10
...
P5D
12 PXA
P4TD
AXCR
D3D
Para
aprovechar su peón de
4TD y la debilidad de
4CD
del
blanco.
13 CSC DSC+
y las negras equilibran las
chances apurando los aconteci
mientos en
el
lado dama. (Cam
peonato
del
mundo
1948).
Los
éxitos
obtenidos
por
Smyslov en esta variante exigie
ron
un
arduo trabajo
de análisis,
y es entonces cuando la iniciativa
personal cede su lugar al labora
torio. Las continuaciones em
pleadas
para combatir
el
sistema
dejan de renejar
el
temperamen
to del jugador. No es su reacción
íntima lo que se advierte;
por
lo
menos en la primera parte de la
lucha. Se comprobó así que no
había necesidad de mover los
peones en
el
nanco
dama
por
que la debilidad que ello produce
permite al segundo
jugador una
molesta actividad en ese sector.
En la partida Levenfish-Smyslov
del campeonato soviético 1948
se permite
doblar
los peones en
la columna
AR
(lo que resulta
perfectamente sano en principio,
puesto que el PCR de las negras
es
asaltable
por
el
PTR
o PAR
blanco) y no
se
ofrece, en cambio,
debilidades en
el
otro flanco. El
objetivo principal del blanco es
movilizar su fuerte centro de
peones en coordinación con un
ataque sobre
el
rey.
Por
transposición de jugadas,
hasta la movida
10
T
D (diagra
ma) la partida es igual a la de
Keres-Smyslov.
177
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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156
Vimos anteriormente que las
negras
jugaron
1 P4R. Esta
posición fue sometida a un des
menuzamiento científico. y se
encontró que las blancas podían
mejorar su sistema mediante 11
A2R . PXP (de lo contrario.
si
11
...• AXC;
12
PXP.
02R; 13
PXA. y los peones blancos avan
zarán
ganando
tiempo.
Si
direc
tamente
11
...•
02R.
entonces
12 CXP.); 12 AXP, AXA; 13
CXA, AXA;
14
CRXA,
02R;
y
las blancas. después de
o-o
seguido de P4A.
harán
valer su
preponderancia en
el
centro y
flanco rey. (Bondarevsky-Flohr.
Estocolmo 1948).
Probablemente por estas razo
nes, y considerando que
tanto
1
....•
P3R como 1
....•
P3A son
demasiado pasivas. Smyslov se
decidió por:
10
C3A
178
P5D
Naturalmente.
11
...
2A2R
C R
CXC+
Contra
12
. . . .
,
OlA el
blanco
procede de esta forma:
13.
CXC,
AXA;
14
CXA. AXC;
15
P4A
seguido de P5R.
Tampoco
pare
ce eficaz
12
. . . . AXC; 13 PXA.
020;
14
P3TR ,
OlA;
15
P4A,
C20;
16 A3A. Y las blancas
tienen ventaja.
13PXC
A4T
El
propósito de esta
jugada es
el
de simplificar cambiando los
alfiles; con
13 ....
A6T se ofrece
una indecisa lucha táctica en la
cual, sin embargo.
el
blanco con
serva la iniciativa. Por ejemplo:
14 TlCR OlA; 15
P4A,
A20
para poder provocar el
puesto
avanzado de
50.
mediante ... ,
P3R. sin temer a
P60;
16.
P4TR,
P3R;
17
P5T y
ahora
las negras
se defienden heroicamente mo
viendo la torre a ... , IR con la
idea de impedir que sea
el
caballo
blanco el que retome, luego de
un eventual PXPO, a causa de
quedar un peón retrasado en 4R.
14 P4A
15
CXA
AXA
D1A
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16
TlAD P3AD
No
es conveniente
16
....• D5C;
por
17.
TXP, D6A;
18.
C3C.
TDIA;
19.
TXPR,
C5A;20.DID
y
el
ataque negro se diluye.
17 P5A
El
blanco controla
el
acceso a
su
campo de las piezas contrarias
su ataque parece decisivo.
Si
17
PCXP;
18. TlCR
etcé
tera.
Un valioso aporte
para
este
sistema lo halló Simagin- en su
partida con Shamkovich (1951).
donde, en lugar de 9
....
, C3C, en
contestación a
9. D3C, jugó 9.
... , AXC ;
10.
PXA (si
10.
DXPC.
P4AD ),
10
....
, C3AD;
11. TlD.
P4R, etc.
Todavía, si las blancas preten
den alterar
el
orden de las juga
das y mueven
9. TID
entonces
9 C3AD del negro torna
dudoso
10.
D3C
por
causa de
10.
... , P4R
La variante se siguió prati
cando. En Torremolinos 1975, la
partida Keene-
Tarjan
siguió
(ver diagrama):
10 .....
C3A;
11.
P5D, C4R; 12. A2R, CXC+;
13.
PXC, A4T;
14. TlCR
D2D;
15.
T3C, P3AD;
16.
pXP, DXP;
17.
C5C.
TRIA
con lucha aguda, a
pesar de la ligera superioridad
blanca.
La
labor
investigadora de
Smyslov no se ha reducido a este
aspecto de la defensa GrÜnfeld.
Como
lo subrayó Euwe en ar
tículos teóricos, perfeccionó
el
tratamiento
cerrado de las blan
cas
contra
la defensa Siciliana,
donde su
jugada 7. CD2R (em
pleada
contra Denker
en
el
match E.E.U.U.
- U.R.S.S .•
1946) ofrece un curioso parale
lismo visual con la variante de la
Grünfeld ya estudiada.
Sujuego
es posicional.
aunque
mejor se
diría «valientemente posicio
na ». El entiende la posición co
mo identificada con sus conduc
tores. Si, en conclusión.
el
tem
peramento que dicta las jugadas
es
distinto en
cada
maestro por
que
cada
uno ordena los mismos
factores de diferente manera (por
ejemplo, uno cree que es más
importante mantener los dos al
files, en contraste con otro que
prefiere desorganizar la estruc
tura de peones mediante
un
oportuno
AXC),
es
contra esa
calificación
valorativa
que
Smyslov orienta su profundo es
tilo posicional. Y aprovecha rá
pidamente cualquier inexactitud
para
tender
una
despiadada red
de principios y conceptos desti
nados a inmovilizar a su contra
rio. Diferente a Tarrasch y seme
jante
a Alekhine, los principios
no son unilateralizados,
es
decir,
179
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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reducidos a
un
objetivo estraté-
gico más o menos evidente
a
menos que la posición sea rígida
en ese
sentido-
sino que diver-
sifica su acción, la dinamiza;
le
agrada trasladar la vibración po-
sicional a todos los sectores posi-
bles del tablero.
En
la
II a ronda
del
Torneo
de la Candidatura,
Budapest 1950,
contra
Brons-
tein, contraria las ideas tradicio-
nales de la defensa Nimzovitch y
en vez de presionar el
punto
4AD del blanco, dirige sus fuer-
zas en pos de un ataque contra la
ciudadela real, ¡antes de que lo
hagan las blancas
Si
bien perdió
la partida, no puede afirmarse
que lo haya sido por haber equi-
vocado la estrategia.
Como
ver-
dadero artista, Smyslov sabe ten-
tar el azar.
Gustemos, mientras
tanto el
siguiente modelo posicional.
Torneo de la Candidatura.
180
Budapest 1950
P R Defensa Siciliana
V. Smyslov
1 P4R
2 C3AR
3 P4D
4 CXP
S C3AD
6
A R
M Najdoñ
P4AD
P3D
PXP
C3AR
P3TD
Smyslov
ha
revivido este sistema,
retomado
después
por
Karpov.
6 ...
7 C3C
8 0 0
9 A3R
10 P3A
P4R
A3R
CD2D
A2R
Un procedimiento posicional
que tiende a inmovilizar
el
cen-
tro negro.
10.
oo C3C
No parece lo exacto.
10. . . .
O O
seguido de ... , D2A con-
vence más. El golpe ... , P4CD
tampoco
es de descuidar, si bien
no hay
apuro
porque
por
ahora
el
blanco no lo puede impedir.
HA2A
D2A
Si
ahora
11.
... , P4D, entonces
12.
C5A, P5D;
13.
CXA, PXC;
14. Cle. y
este caballo vuelve
vía
2D-4A.
12 P4TD CSA
Se amenazaba P5T, que no se
puede detener con 12 . . . . P4T
por 13.
C5C, D3A;
14.
CXP.
DXC;
15.
DXD, AXD;
16.
AXC,
ganando
un peón.
3 AXC AXA
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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14
TlR
o-o
Es posible que todavía no pue-
da jugarse
14
.... ,
P40
a causa de
que, con 15
PXP, TlO; 16 A3C,
el juego vivo de piezas que se
presenta encuentra a las negras
con su rey expuesto.
15 C2D
A3R
16 CIA
157
16 ...
D3A
Ahora sí es posible 16 ...,
P40 Veamos: 17 PXP, TOlO;
y aquí hay mucho juego. Si 18
P5T, A4AO. Si
18
C3R, A5CO
Si
18
02R,
CXP; 19 OXP(o 19
CXC, AXC y la idea no se altera),
OXO; 20. TXO, A3A, etc. Si,
por
último, 18 A3C, CXP; 19. AXP,
D3C+; 20. A40,
A4AO,
etc.
Contra 17 CXP, AXC; 18 PXA,
TOlO; 19 C3R, A4A. yelnegro
está bien.
17
C3R
El golpe liberador
comentado
es impedido para siempre.
17...
P4CD
18
D3D A2D
Si
18
. . . . .
PSC;
19 C050,
AXC; 20. PXA, y el blanco posee
mayor espacio, además de mejor
alfil.
Tampoco
es
bueno
18 ....
A5A; por
19
C5A,
T01R;
20.
PXP, PXP;21.
03Ramenazando
05C, si
21
... , P3T, con 22.
T7T la posición negra se ahoga.
Por
otra
parte,
19
. . . . TR1R
perdería un peón sin compensa-
ciones;
20
PXP. PXP (20
. . . .
AXO;
21. PXO,
AXP;
22.
TRIAD,
A6C; 23. C5C, y
si
ahora
23 . . . . TlAO;
24
CXP, y
si
23 .... P40;
24. CXA+, TXC;
25
ASA ;
21
TXT, OXT; 22.
CXA+, TXC; 23. OXP.
19 PXP
PXP
20 C3R-5D CXC
21
CXC A3A
22 D2D
La
última movida negra ofre-
ce nuevos panoramas. Demasia-
do simplista sería seguir la pre-
sión sobre
3D
del negro
con
TOlO. por ejemplo-. porque
éste podría desprenderse de su
181
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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peón retrasado a cambio de
uno
blanco del flanco dama median
te T7T, etc.
22
...
23
TXT
24 CXA
25
TXT
26
A4T
27 RlA
27 ...
TXT
TlT
PXC
OXT
02T
050
58
Entregándose. La lucha pudo
ser
prolongada
con
27 ....
R2C;
28. OXP, A3R; y no se puede 29:
oso por 29 .... A5A ; Y
contra
29. P3CO entonces 29
. . . .
, 06R
seguido eventualmente de P4A
con
partida
dificil de
ganar
para
el blanco.
28
OXO. PXO
29
AXP
A3R
30 AXP
P40
3 PXP
AXP
32 R2R RlA
33 P3CO
R2R
34 A5A
R3R
35
R30
R4R
36 A7T
Esta jugada, en combinación
con la siguiente.
es para ocupar
el
centro.
36 ...
37 P4AO
38 PXP
39 A8C
40 R4R
4 R4A
A3R
PXP
A20
R3R
A3A
El rey va hacia el costado
por
donde se
pasará otro
peón. Las
negras se rindieron.
VER
MUCHO
Y SABER
JUGARLO
Así como un
pintor
avisara croquis y tonos donde otros
nada
ven,
o de la misma manera que un compositor musical siente la
musicalidad escondida en un susurro, el maestro de ajedrez ve mucho
y bien, es decir, posee una excepcional capacidad imaginativa para
acompañar
lo más lejos posible las alternativas y vicisitudes de la
vida que serpentea
por
entre la quietud de las piezas.
Lo sabemos todos: hay que ver mucho y bien.
cuando dos
grandes maestros
parangonan
su imaginación, sobresale aquella que
ese día estuvo mejor dispuesta
para
adelantarse a los acontecimien-
82
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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tos. Paúl Keres pertenece a esa clase de grandes maestros en que la
penetración de su mirada se revela con profundidad asombrosa. En
sus manos
el
cálculo de las posibilidades parece ordenado y
clasificado como en un fichero. No hay esperanzas de evadirse del
croquis
trazado
de antemano. Pero ese ver mucho debe ser alentado
de
una
íntima valentía, de
una
poderosa voluntad. Detrás del
horizonte siempre hay un recodo misterioso al que
es
necesario
lanzarse con las ansias de la aventura. No basta ver mucho, hay que
saber jugarlo.
En los comienzos de su carrera, Keres
asombraba
al mundo
ajedrecístico
no
sólo
por
sus éxitos, sino por la forma como los
obtenía. Su impetuosidad juvenil se
desbordaba en el tablero
produciendo
joya
tras joya. Aquel ver mucho lo impulsaba hacia los
ataques fulminantes y espectaculares y los torneos se regalaban con
el virtuosismo de su estilo vivaz y agresivo. Su juego exaltaba la
genuina y natural expresión de la juventud, con el afán del triunfo y la
inquieta curiosidad de investigar lo desconocido. Su preocupación,
se
dirigía a practicar aquellas aperturas que
le
ofrecían campo
propicio para dibujar los arabescos que su imaginación dictaba.
Acechaba de continuo la combinación de sacrificio. Frente a la
defensa Siciliana,
por
ejemplo,
el
juego de las blancas se encamina
hacia una preparación de ataque contra el enroque. Un tramo
importante de su actividad magistral lo encaminó a reforzar dicho
ataque.
Dos
elocuentes muestras lo constituyen sus partidas contra
Grau
en la olimpíada de Varsovia 935 y contra Bogoljubov en
Salzburgo 1943.
Con los años declinó esa búsqueda de la brillantez y fue la
profundidad estratégica su norte.
Tanto
valorizó su juego, que
Capa blanca llegó a considerarlo,junto con Botvinnik, como
el
mejor
de los jóvenes maestros 1942).
No vaya a incurrirse en el error de pensar que haya rechazado
después la combinación o que la eludiera. omo la combinación, sea
de sacrificio espectacular y ganancia rápida, sea de sutilezas con
vistas a la mejor posición, por regla general supone un vigor
inventivo en actividad, para mantenerse en las alturas del cielo
ajedrecístico es absolutamente imprescindible estar siempre atento
para saltar e internarse en
el
riesgos o laberinto de las variantes de un
sacrificio o bien desembocar en el dificil terreno de un final
83
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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simplificado. En Budapest 1952 prueba la ductilidad de su talento.
Contra
Pilnik, Smyslov, Geller, y podría decirse
contra
Sliwa,
cambia las damas
para arribar
al final, lo que expone la transforma-
ción de su estilo y su fondo sobrio y responsable, que fue
posiblemente, la veta escondida de su verdadera y completada
personalidad. Keres mantuvo encendida la llama sagrada hasta tres
meses antes de su muerte; vencedor en dos torneos que
se agregaron a
la extensa lista de sus éxitos.
Remontémonos a
1938
y vea-
mos qué formas sutiles, valientes
y brillantes ostentaba.
Como
ejemplo incomparable, tomemos
la última parte de su juego con-
tra
el
gran maestro norteameri-
cano Rubén Fine, con
el
cual, a
la sazón, compartió el primer
puesto en
el
torneo de los 8
grandes».
Luego de efectuarse
25
juga-
das se arribó a la posición SI-
guiente:
Torneo de A VRO, 1938.
Pan)
Keres
159
Rnbén Fine
184
25 ... CXPD
La alternativa 25 , P3A; 26.
PXP, P4D; 27. P4C, CXA; 28.
P7 A seguido de PXC da ventaja
al blanco.
26 C4D
Mejor que
26.
CXPD, AXC;
27. AXC, CXP; 28. T2C, A6T;
29. TXC, TXT; 30. AXT, AXA, y
las negras, a pesar de los alfiles
de distinto color, tienen algunas
probabilidades de ganar. (Keres)
26 ...
C5C
Tanto
26
C3A como C3C
era contestado eficientemente
con TXA.
27
A2D
Amenazando AXC seguido de
C6A; pero era necesari027.CXP,
pues
27
, P4D sería contestado
con 28. TXA seguido eventual-
mente, si
28
P3C, con
29.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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TXPA y TXPT. El negro
jugaría como se ha
de desarrollar
el
final
en cambio
27 ....
, A3A, con juego es altamente excitante.
preferible.
27 ...
28 AXC
P4D
TXA
y no 28 PXA
por
29. TXA,
TXA; 30. PXP, TXP; 31. TXPA
con igualdad.
29
C6A
Si directamente 29. TXA el
negro acerca decisivamente su
rey: 29 . , RXT; 30.
C6A ,
R3D; 31. CXT, PXA; 32. PXP,
C2D, y se pierde el peón de 4AD.
29 ...
30 CXT
PXA
PXP
31 C5D
Para dificultar el avance del
PCD
apoyado con ... , A3A.
31
... C6D
El negro continúa firme en su
política de valorizar
el
PCD.
Mediante la amenaza táctica
C5A
consigue
no
sólo
apurarel
futuro avance de dicho peón,
sino librar la columna
para
el
PAD. Claro
que no 32. TXA
por
32. . . . P7C.
32 T2D
33 TlD
P7C
160 Obligado. 33. C3A perdería,
- ~ . - -
pues el caballo negro se escapa
mediante jaques, y con ... , A5C
el segundo
jugador gana una
pieza.
33 ...
P4A
Presionado por el tiempo, Ke-
res desperdicia
la
oportunidad
de
atar
definitivamente a su con-
trario
mediante
33 ....
C8A; 34.
C3A, A5C; 35. CIC, P4A, etc.
Desde luego que dos peones No obstante, la
partida
está ga-
unidos y libres compensan la
nada,
aunque su técnica es de
calidad de menos, pero la forma dificil ejecución.
185
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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34
TlCD
35 RIA
36 R2R
P5AD
A4A
AXP
37 C3R P6A
161
¡De problema Ambas piezas
quedan atacadas. No 38. RXC
por
38
. . . . AXC; 39. RXP (39.
RXA, P7A), A8A Y ganan.
38 C2A
39 C3T
40 RXC
C8R
A4A
El blanco se siente perdido, de
lo contrario era fácil darse cuen
ta
que TXC seguido de R3D
y
R2A prolongaba la resistencia.
4
...
AXC
41 RID A3D
42R2A
AXP
Las blancas se vieron precisa-
186
das a entregar este peón R2A
porque
si
no
el
negro
jugaba
... ,
A5A y ... A8A.
43TlTR
A4R
44TXP
R2A
45TlT P4C
46TlR R3A
47TlCR
R3C
Ahora
sólo
es
cuestión de pro
cedimiento.
48TlR A3A
49TlCR
P5C
50PXP
P5A
51 P5C A5D
52TlD A6R
53RXP A8A
54T6D
RXP
55T6CD
P6A
56R3D R5A
57T8C R6C
Abandonan
Match de 1940
efensa India e ama
M. Euwe P. Keres
1 P4D C3AR
2P4AD
P3R
3C3AR P3CD
4P3CR A2C
5A2C
A2R
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6 0 0
7C3A
8D2A
9DXC
o-o
C5R
CXC
P3D
Yo hice la misma movida en
Buenos Aires 1939. Creo que
esto no
es
lo mejor. 9
...
, A5R
es
probablemente superior. (Las
notas corresponden a Keres).
10D2A
P4AR
U nicamente por este camino
es posible contener las dos tenta-
tivas: 11 C5R y 11 P4R. Des-
pués de 10 . . . .
e2D,
el blanco
consigue excelente juego con 11
e5e, AXC; 12 AXAD, TIC; 13
A6A.
11CIR
En la citada partida
contra
Alekhine, después de
11
... , AXA
12 CXA, P3A; 13 P4R, el blan-
co
obtuvo
excelente posición. En
la presente partida improvisé
...
DI
A con la idea de que después
del cambio de los alfiles la dama
negra quedaría bien en ... , 2D
el caballo blanco de 1R, en cam-
bio,
no
tiene buena posición.
En
vista de esto, creo que en vez de
Cl
R la mejor
jugada
es
11
P5D
11 ...
12P4R
DIA
C2D
13P5D
Más natural es 13 PXP, PXP;
14 P5D, con juego cómodo.
13
...
PXPR
Fuerzan al blanco a
tomar
con
la
dama,
pues
si 14
AXP,
e3A,
y
si 14 PXP, C4A.
14DXP
15D2R
16
A3T
C4A
A3AR
El blanco no consigue
nada
atacando
al PRo
16
...
17
A3R
TlR
Ciertamente, no
17
C3D
por
... , PXP
ganando un
peón. Des-
pués de la movida del texto el
negro parece estar en serio peli-
gro por la evidente pérdida del
PRo
Pero ello es sólo
un
sueño, a
partir de este momento
el
blanco
sufre
un
completo colapso.
17 ... DID
Esta
jugada
salva todos los
peligros. El blanco debió procu-
rar igualar con 18 PXP, CXP;
19
D2D.
En cambio, al preten-
der
complicar,
entra
en dificulta-
des.
87
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18AXC
19 A6R+?
PXP
Un camino equivocado. El
blanco debe
jugar
A3R, aunque
después de
19
....
, P5D; 20. A2C,
AXA; 21. CXA, PXA; 22. CXP,
A5D; 23. D2D, AXC; 24. PXA,
T5R;
el
negro tiene buen juego.
19
...
20TlD
RIT
PDXA?
Muy superior era 20 ... , PCXA
21. PXP, AXPD; 22. TXA, D2R,
o si no 21. C2C, PXP; 22. C4A,
A4R y el blanco se queda sin
continuación satisfactoria.
(El propio Keres afirma que
era mucho mejor
tomar
con el
PC, y sin duda que la gran
mayoría de los jugadores así lo
habrían hecho,
no
sólo por las
variantes claras que surgen de la
posición, en las cuales el blanco
está obligado a entrar d e lo
contrario el negro
continúa
con
... ,
P5D-,
sino
porque
instinti-
vamente
se huye de una
apertura
de línea
donde
nuestra dama
quedará
impresionada por
una
torre adversaria. Pero el gran
maestro estonio
ve
mucho bien
y además,
le agrada andar
por la
arista del precipicio. El juego
que
se
producirá como conse-
cuencia de esta riesgosa movida
es
muy hermoso).
188
21 C2C
22
P4A?
P5D
Después de este nuevo error,
el
blanco
se
queda sin posibili-
dades. La movida correcta era
22.
TRIR,
y después de 22
. . . .
AlA; 23. D4C, AXA; 24. TXA,
TXT; 25. DXT,
DIR;
26. DXD ,
TXD; 27.
TIR,
el negro tendría
un peón más y grandes probabi-
lidades de ganar. El blanco trata-
rá de
bloquear
el
PD
con su
caballo y las negras tendrían
dificultades para concretar su
ventaja a causa del peón doblado
en l flanco dama.
(En la segunda parte vimos
cómo
Tartakower
colaboró con
Euwe en Venecia 1948.
En
la
presente ocasión es
el
maestro
holandés el que
da
lumbre y
provoca
la
llamarada artística de
Keres.)
22... P6D
162
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El blanco está obligado a acep-
tar el sacrificio.
23TXP
DXT
El conductor de las blancas es
sorprendido; contaba únicamen-
te
con 23 .... A50 ; 24. RlT, Y
pensaba liberarse gradualmente
con P3T y R2T con posición
satisfactoria. El sacrificio de la
dama de nueva vida a las piezas
negras.
24
DXD
25T2A
A5D+
Forzado. Si 25.
RIT,
TXA,yel
blanco no tiene defensa contra
TO
1R seguido de T7R.
25 ...
26RIA
TXA
TDIR
Esta movida constriiie eljuego
blanco.
27P5A
Aquí el blanco pudo intentar
salvar material con 27. T20,
A5R;
28. 03C,
pero después de
28 A4A;
29. 010,
A6T,
queda inmovilizado, y no hay
defensa contra ... ,
P4CR-5C
seguido de ... , T6R.
27 ...
T4R
28P6A
29T2D
30C4A
(Esto impide ... ,
cede la casilla 3R.)
30 ...
3lDIC
32R2C
PXP
AlA
A6T, pero
T6R
T6A+
TXC
163
(La desesperada maniobra
P5A-6A causa esta nueva ex-
plosión.)
33PXT
34R3A
Abandonan
TlC
A5C+
Si 35. R3C ó R2C, perderían la
dama con ... , A4A+ descubierto;
y
si
35. R4R sufrirían mate en
dos jugadas, comenzando con
35
. . . .
,
TlR .
89
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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COMO LO
DESEARlA FILIDOR
Carlos Hugo Maderna fue uno de los maestros argentinos de
mayor claridad de concepto en el medio juego. El sabía el rumbo que
debía tomarse. Como estratega las alternativas tácticas las saubordi-
naba
al plan. Nada de movimientos inconexos
ni
de diversiones
aisladas. La posición la sujetaba a un principio general a una mirada
de conjunto.
En la partida que pasaremos a ver conduce
l
juego revalidando los
principios del gran maestro del siglo XVIII: Francisco A. D. Filidor.
Mar del Plata
1950
uatro aballos
C
Maderna
1 P4R
2C3AR
3C3A
4ASC
5 0 0
6P3D
7PXA
8ASC
P. Michel
P4R
C3AR
C3A
ASC
O O
AXC
P3D
D2R
La
variante Metger.
9TlR
lOP4D
HAlA
12 AlA
CID
C3R
P3A
En
el
primer cuarto de siglo
Rubinstein no titubeaba en lle-
var los alfiles hasta su casilla de
origen.
190
12 ...
13P3C
TlD
P4A
Otra
idea
es 13 ....
D2A con
el
fin de apoyar
el PR
e intentar
después ... P4D. En ese caso el
blanco se previene con A2CR.
14PSD
CIA
Promete más la retirada a ...•
2AD para avanzar con los peo-
nes en el flanco dama.
lSC4T
C3C
No debe ser lo exacto. Los
caballos carecen de programa y
los peones contrarios controla-
rán
sus saltos.
Si
15 .... P3CR
el
blanco contesta
15.
A5CR se-
guido de D2D
y
el juego negro
sigue siendo incómodo.
16 CSA
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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y
no CXC
como
se ha
jugado
en posiciones similares,
dado
que el negro retoma con
el
PA y
presiona en la columna AR.
Ahora hay que decidirse entre
alejar la dama, permitiendo la
molesta vigilancia del caballo en
SA o, como en el texto, por el
cambio del alfil
por
el caballo,
cediendo los dos alfiles. Esta
cesión
no
tiene apariencia de ser
peligrosa si se considera la es-
tructura semicerrada que suce-
derá. Un análisis más detenido
indica, sin embargo, que los peo-
nes avanzados de las blancas
traban
la acción de la caballería
negra. con lo cual Maderna apli-
ca el principio de que en la lucha
contra los caballos
es
mejor, en
general, tener adelantada la in-
fantería.
16 ...
17PXA
18T1C
AXC
CIA
Se inicia
el
juego restrictivo.
Esta
jugada
priva por
ahora
la
casilla 2D
para
los caballos y
ocupa la columna semiabierta.
18 ...
19P4C
20P5C
TDIC
CIR
P3A
20.... P3CR hubiera ofrecido
un vértice de ruptura luego de
27. P6A, dama mueve; 22. P4TR.
y el camino para las piezas será
despejado.
21
P4TR
22 P4AD
C2A
164
Sigue la política de ahogo.
Con esto se impide la reacción en
el ala dama. Resulta notable que
en este momento las blancas
fiscalizan el
juego casi única-
mente con los peones. Cómo
gozarla Filidor .
22 ...
23D4C
D2A
Comienza
el
juego de piezas.
Nótese el original traslado de la
TD
al flanco rey y luego de la TR
al flanco dama.
23 ...
24T3C
RlT
C2D
191
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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25T3C
RlC
Está claro que si
ahora 25 ....
P4C sigue demoledoramente 26.
P6C.
26 P4T
27P6C
28PXP
RlA
x
DlC
A otra movida de
dama
se-
guiría 29. D5T.
29
P5TR
30A3TR
3 P5T
R2R
P3T
P4C
La entrega de un peón 31. ... ,
P4A; 32. DXP. C3A no aliviaría
nada, pues en ese caso
el
blanco
fuerza
el
asalto final median-
te 33. A5C, seguido de P4A.
32 PXP a.p.
33A2D
34A5T
35 T 1) 3R
36
T3C
37 P6T
TXP
T2C
ClC
TIAR
C4C
Una
de las mordacidades del
bloqueo consiste en que a menu-
do se puede permitir el lujo de no
tomar
las piezas en este caso es
ganador
igualmente PXC, aun-
que más largo menos elegante.)
37 ...
38P7C
39D6R
PXP
TIR
Abandonan
Después de
39 . . . .
DXD; 40.
AXD,
quedan
las amenazas PXC
y P8C=D.
Una
obra clásica.
EL ARTE DE
LA
MANIOBRA
Es curioso que tres eximios conductores de la defensa: Steinitz,
Lasker, Petrosian, posean estilos distintos
que
se identifican en su
enorme
poder
combinativo.
Que está unido este
poder
de combinación con su aptitud
para
la
defensa
es
indudable y natural.
Hay
que ser dueño de
un
delicado
olfato del peligro y contrarrestarlo adivinando los ataques rivales
con todas sus acechanzas. Ni Steinitz ni Lasker ni Petrosian han
basado sus éxitos
tan
sólo en la defensa. Lasker quizá menos que
ninguno. En Petrosian se advierte,
es
cierto,
un
permanente halo de
prevención, pero a poco que la
oportunidad
le ofrezca pequefios
192
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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blancos a los cuales apuntar. él sabe maniobrar para
impactarlos
y
transformarlos en
pedestales de triunfo.
«El estilo de Petrosian escribió
una
vez Spassky se
basa
a
menudo en jugadas
de espera.
en
«semitonos». de ahí que los
jugadores temperamentales lancen
contra
él golpes
en
el vacío.
como
l ocurrió a Korchnoi en la semifinal del
Candidatura
1971. Su gran
maestría: el juego de maniobras.»
Después del match contra Botvinnik
en
1963.
en
que
conquistó
el
cetro mundial. se le pidió su opinión sobre
cuál
fue la mejor
partida.
«Es dificil decirlo. pero creo que mi primera victoria
5a .
del
match o en
la que conseguí materializar una
pequeña
ventaja
posicional.
»
Veámosla. Ella nos demostrará
una
pulcritud técnica que lo
enorgulleció. justificadamente.
junto
con el excelso arte de la
maniobra.
Match por el título
mundial
Moscú 1963
efensa Grünfeld
T. Petrosian
1 P4AD
2P4D
C AD
4C3A
SP3R
M. Botvinnik
P3CR
C3AR
P4D
A2C
Una
línea sólida. que compa-
gina
con
el estilo de Petrosian.
S
6A2R
o o
De nuevo el conductor de las
blancas elude líneas complejas
como 6.
D3C.
por otro
lado
muy
conocida por su rival.
6 ... PXP
Esta
cesión del
centro propio
es
para
atacar después el del
enemigo: ... P4A.
7AXP
8PSD
P4A
P3R
Se ha jugado 8 ....
CIR
para
bloquear en .... 3D y tratar de
actuar
con la mayoría del flanco
dama. La
jugada
del texto apare-
ce como la más normal. Tarde o
temprano s necesaria para im-
pedir
la formación de
un
amena-
zador
frente de peones con P4R
del blanco.
193
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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9PXP
10RXD
llAXA
DXD+
AXP
PXA
165
Posición después de
11
... ,
PXA.
A
partir de este momento co-
mienza
una
paciente y técnico-
creadora labor por parte de Pe-
trosian. Un vistazo a la posición
nos indica que la desventaja del
peón aislado no parece estar
compensada suficientemente con
la mayoría negra del ala dama.
¿Pero
cómo
procurarse
un
desni-
vel favorable? A la aparente
12
C5CD
se responde
12
. . . . C5R;
13 R2R, T2A Yel segundo juga-
dor sostiene bien la posición.
Ante todo, la ventaja estructural
de las blancas
no
puede explotar-
se sin resolver
el
desarrollo de su
alfil.
Si
esto último no fuera
posible,
habrá
que conformarse
con
el
empate. Precisamente, en
94
la conjunción de la idea de desa-
rrollo, más la destrucción o neu-
tralización de
la
mayoría negra
de peones en el
sector dama, más
el
aprovechamiento de la situa-
ción más o menos desamparada
del peón en ... 3R,
es
en lo que
Petrosian revelará su virtuosis-
mo.
12R2R
13TlD
C A
TDID
Esta
jugada
natural, que dis-
puta la columna abierta y ame-
naza esterilizar la partida.
es
sin
embargo dudosa. Quizá
13 . . . .
R2A,
para
llegar a ... , 2R
defender el peón, con el fin de
dar
libertad a las piezas, sea más
exacto.
14TXT TXT
15 C5CR
Obligan a defender con la to-
rre. pues si
15
.... P4R; 16 C6R.
15...
TlR
16 C(5)4R
La idea es cambiar
un
caballo
y
despejar la diagonal
IR 5T
para el
alfil
y
al mismo tiempo
ubicar un caballo indesalojable
en
el
centro.
Si
el
negro
no
cambia, lo hace
el
blanco
y
juega
después C4R
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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16 ...
17CXC
l8TlC
CXC
P3C
cse
Ansían
perturbar
el
deseo de
desarrollo del alfil, pero la res-
puesta de las blancas sugiere que
ésta no fue
una buena
jugada.
19 A2D
Si ahora
19
.... ,
CXP;
20
T
lTD
C5C; 21. AXC, PXA; 22. TXP,
AXP; 23. T7C y
no
es posible 23.
... , A4R para ... , TIC)
por
24.
P4A, con ventaja. Tal vez era
jugable con mejores perspectivas
18
RIA (en vez de
18.
C5C), y si 19. C5C. R2R.
19 ...
20P4TD
C4D
Las blancas han cumplido el
primer objetivo: desarrollo.
Ahora van tras el segundo: neu-
tralización de la mayoría negra.
20
... TlAD
Previenen
21.
P4CD, como
primer paso de la destrucción del
bastión de peones:
21.
... , CXPC
22.
AXC, PXA; 23. TXP y con
P5T se aislaría otro peón. En ese
caso,
la
torre en ... ,
tAD
vigila
columna y puede acercarse su
rey al centro.
21 P3CD
Se
conforman con
el
control.
No
se
puede 21. ... , P5A por 22.
TlAD.
21 ...
AlA
Así disponen de la opción ... ,
P4CD contra el eventual P5T.
22
TlAD
A2R
22. .
.
, T2A impediría el si-
guiente golpe pero permitiría 23.
C5C, que al parecer obliga a
23.
...• T3A y de nuevo la torre
queda colgada. En todas las va-
riantes el rey blanco amenaza ser
pieza activa, en contraste con
el
rey negro que no puede acceder
al centro.
23 P4CD
La idea
es
aislar
otro
peón.
23 ...
24PSC
PSA
Segundo objetivo cumplido:
la descolocación del frente de
peones. Como el peón de ... , 5A
puede ser peligroso, hay que
dedicarle preferente atención.
24 ... R2A
25 A3A
195
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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La amenaza es 26. C2D y
retirar después
el
alfil
para
ganar
el
peón.
25
...
26T2A
A6T
CXA+
Parece necesario. No tienen
tiempo de 26 . . . . A5C
por
27.
AXA, CXA; 28. TXP.
27TXC
28T2A
29C2D
A5C
R2R
Para
definir la posición del
peón y achicar el alfil en su
defensa. De lo contrario. las ne-
gras deben entrar en
un
final de
torres inferior:
29
. . . .
AXC;
30
RXA, R3D; 31. R3A. R4A; 32
T2D.
Si 30
.... ,
TlD ;
31. R3Ay
cae
el
peón. De todos modos.
el
final de torres parece ser lo más
promisorio
para
las negras,
dado
lo incierto de estos finales.
29
...
30C4R
31
R3D
P6A
A4T
Hay que salir para ganar el
peón- y permitir que la torre
negra se active.
31
...
32
R4A
33 CXP
196
TlD
T8D
T8TR
De nuevo el
final de torres
parece la mejor alternativa.
Con
la jugada del texto las negras
recuperan material a cambio de
perder precioso tiempo.
34C4R
35R4D
TXP
R2D
Sería erróneo
35
....• TXP por
36 T7A+. RIR; 37. TXPTRylas
negras, con
el
rey en la
banda
y
malos peones, perderían fácil-
mente.
Con
su movimiento de
rey el
segundo
jugador
impide la
entrada
de la torre pero se quita
.... T4T, a causa del doble.
36P3C
37R5R
A5C
Tercer objetivo alcanzado: ex-
plotación del peón aislado, que
permite su ataque y la
entrada
del rey.
37 ...
T4T+
La ocupación de esta casilla
por
la torre no rinde beneficios
porque el rey penetra.
38R6A
39R7C
A2R+
Las negras padecen de semi
zugzwang. Si 39 . . . .
T4R; 40.
T4A Y deben volver a ... , 4T, Ysi
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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39 ... , T8T; 40. T20 y la torre PCXP y este peón avanza rápida-
sigue esclavizada en la defensa mente.
del PTR.
39
40T6A
P4R
T8T
En esta posición se suspendió
la partida. En adelante dejó de
ser
una
labor individual para
convertirse en un producto puro
de laboratorio. Claro que si está
ganada por las blancas, como
se
demostrará, ello sólo fue posible
gracias a la esmerada labor pre-
via.
4tR7A
42T6R
T8T
AtD
Igualmente, si 42 .... A5C; 43.
C6A+, RIA; 44. CXP, TXP; 45.
RXP, A8R; 46. P4A, PXP; 47.
43T6D
44R8R
45T6AD
RtA
A A
T8D
Si 45 . . . . TXP; 46. C3A y 47.
C50.
46C5C
47R7A
TlD
Está atacado el
PT
y
se
amena-
za C6R.
47 ...
48R8C
T2D+
Se rindieron las negras.
Si 48
....
P4TR; 49. C6R, P5R;
50. CXA, TXC; 51. TXPCR. O si
49. . . . R2C; 50. CXA, TXC; 51.
TXT+, RXT; 52. P4A , PXP; 53.
PRXP.
UNA PEQUEÑA INEXACTITUD
En el título anterior, Petrosian se mostró conforme
por
haber
materializado una pequeña ventaja posicional. Expusimos, al consi-
derar
el
estilo de Smyslov, que
el
logro ajedrecístico que más satisface
a un maestro se exterioriza cuando aprovecha ligeros detalles
posicionales y los transforma en triunfo.
Reiteremos, entre tanto, lo afirmado en el título «Cómo lo artístico
se transforma en técnico», esto
es
que los títulos con que se presentan
las diferentes partidas están ligados entre sí y unos y otras podrían
intercambiarse sin ningún desmedro.
97
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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En la
partida
que sigue. las negras impusieron una estrategia sutil y
firme al mismo tiempo.
con
riesgo de
caer
a la
menor
indecisión. La
posición fue escudriñada
paso
a
paso hasta
percibir la inexactitud.
Esta
es agrandada como
en
un
microscopio. Así magnificada. se
trata
en seguida con pericia profesional. delicada y artística. sin
dar
tiempo para que
el
rival la corrija. agrupe fuerzas y contrajuegue.
Torneo Interzonal. Biel 1976 A3T por 10.
C6A
y 11 ... , CXA,
efensa Nimzovitch
con
mejor juego.
L
Portisch
P4D
2
P4AD
3 C3AD
4
P3R
R. Sanguineti
C3AR
P3R
A5C
La jugada
de Rubinstein, que
acelera el desarrollo del flanco
rey y
aspira
a
mantener
la ten-
sión central
por
largo tiempo.
4
•••
5
A3D
6 C3A
7 0 0
P4A
O-O
P4D
P3CD
Con
la idea de
jugar
...•
A3T
y
después de simplificar
en
el cen-
tro
y
cambiar
alfiles pretende
dominar las casillas blancas.
8 PAXP
9 C5R
PRXP
La alternativa
era crear
peo-
nes colgantes mediante 9. PXP.
La jugada del texto
frena
9
....
198
9 ...
A2C
Si el negro insiste
en
seguir la
idea de
cambiar
alfiles de casillas
blancas, debe
tomar
previamen-
te ...• AXC
con
lo que evita la
variante
anterior.
Por transposi-
ción. estamos en la antigua línea:
l.
P40
C3AR;
2
P4AO
P3R; 3.
C3AO. A5C; 4. P3R,
P3CO;
5.
A30.
A2C;
6
C3A.
P40; 7
O, O-O;
8 PXP, PXP; 9. C5R.
P4A
En Génova
1977, Spassky
(negras) contra Portisch jugó 9.
...•
TlR.
10
C R
Fuerza el avance ... , P5A, ya
que
el
blanco
amenaza P3TD.
radiando el
AR negro. En cam-
bio. si 10. P3TD. PXP; 11. PXP.
A2R,
con juego
igual. Con su
jugada.
las blancas
trasladan
fuerzas al flanco rey y estabilizan
el centro. dado que sería inferior
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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10. . . . PXP por 11. CXPD, con
superioridad.
10 ...
HA2A
P5A
CD2D
Como las blancas apoyarán el
caballo con
12.
P4A, debilitando
su casilla 4 R, este desarrollo tien-
de a
apoyar
la eventual ocupa-
ción de ... , 5R por el
otro
caballo.
12 P4A P4CD
Defienden el PAD para
poder
saltar a ... , 5R. La teoría consi-
dera esta posición más promiso-
ria
para
las blancas.
13 A2D
AXA
A simple vista parecería que
este cambio favorece al blanco,
pues su alfil está
trabado
por los
peones, pero si
13 ....
, A3D;
14.
Al
R
para ir a 4TR, y la concen-
tración de fuerzas en el ala rey se
torna peligrosa, revelándose que
es
el AR
de las negras el que
no
juega bien.
14 DXA C3C
Siempre mirando
el
salto
C5R, ya que después de AXC y
... , PXA
queda
la casilla ... ,
4D
para el otro
caballo.
15 C3C?
166
Después de esta jugada el
desarrollo del ataque blanco en
el
flanco rey será demasiado len-
to.
Era
necesario
15.
P4CR y
sólo después C3C, con perspec-
tivas de mantener la mano (ini-
ciativa).
15 ... P4TD
Las negras reaccionan con la
máxima violencia en el ala opues-
ta. No sirve
16.
P4TD
por
16
....
P5C y se mantiene
el
ataque de
mayoría. (Nótese que si el negro
logra esterilizar el ataque me-
diante cambios,
el PR
retrasado
representa para las blancas prác-
ticamente un peón menos).
16 P3TD
Contienen trasitoriamente
el
alud.
99
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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16 ... C1A
Tal vez haya escapado a Por
tisch esta evolución con el caba
llo, tendiente a controlar ... , 5R Y
... ,
4AR
desde ... ,
3D
con la
amenaza de
ocupar
... , 5R).
17 C5A C2R
Más preciso que
17
C3D.
En este caso, si
el
blanco cambia
18.
CXC, DXC y ataca con
19.
P4CR
para
seguir P5C,
el
CR
negro, después de retirarse a ... ,
IR, no dispondría de la rápida
ocupación de ... ,
3D
por estar la
dama
en esta casilla.
18
T3A?
Permite
una
simplificación
ventajosa para
el
adversario y
pierde tiempos preciosos. De to
dos modos, ya la posición negra
es
preferible.
18
C5R
19
AXC PXA
20 CXC+ DXC
21
T3-1A
Un retroceso necesario; las to
rres deben estar comunicadas
ante la inminente
apertura
de
líneas en
el
sector dama.
2 P3A
200
Sigue
el
rechazo de las fuerzas
enemigas.
22 C4C
A4D
En clásico estilo posicional. El
bloqueo es
para
prevenir algún
molesto P5D, que agrandaría el
juego blanco; al mismo tiempo
apoya la ruptura en
el
flanco
dama.
23 P5A
La única contrachance blanca
reside en la maniobra que inicia
con esta jugada: ubicar su caba
llo en 4AR
para
desalojar
el
bloqueador de ... , 4D.
23 ...
P5C
Después de la pérdida de con
tinuidad que significó
15.
C3C?,
a la larga las blancas no
podían
evitar esta irrupción.
24
C2A
TRIA
Apoya ... , P6A antes que el
blanco concrete su proyectado
C3T-4A, en cuyo caso
podría
tornarse peligroso.
25
PXP
Con este cambio retrasa el
avance ... , P6A pero crea un
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nuevo tema en la columna TD.
25... PXP
26 TXT TXT
Queda amenazado T7T.
27
C3T
De esta forma la jugada
27 ....
,
T7T sería refutada con 28. C4A,
si 28. "" A2A; 29. P5D, con
creciente reacción. De ahí que
las negras necesiten acelerar la
penetración y con ello neutrali-
zar la acción del caballo.
27 ...
P6A
Con
esta maniobra la posi-
ción del blanco se derrumba, al
quedar desarticuladas sus pie-
zas. Al mismo tiempo, ceden la
casilla ... , 5AD para el alfil.
28
PXP T7T
Se
gana
tiempo.
29
DlA
30 P4A
P6C
Devuelven el peón
para
acti-
var la dama por la columna TD.
Si
30. C4A, A5A, seguido even-
tualmente de ... , D6T, decidien-
do.
30 ...
31
DlT
32 D8T+
33 D4T
T7AD
AXP
DlA
Las blancas crean un tema
defensivo sobre la base del sacri-
ficio de la calidad. Si
33
AXT; 34. DXP+, T5A; 35. RXA,
O l A; 36. C4A. Seguramente es-
tarían perdidas, de todos modos,
pero la lucha se prolongaría.
33
o
DlA
Ahora
sí amenazan
tomar
34.
..., AXT. Por ejemplo, 35. C4A,
AXT; 36.
DXP+,
RlT;
37. RXA,
T8A+;
38.
R2R (o 2A), DXP,
con calidad neta de ventaja.
34 TIC RlT
Resulta sorprendente que a
este alejamiento del rey,
para
evitar jaques y clavadas, pueda
calificárselo como ¡una fuerte
jugada
de ataque
35
C4A
Ya es tarde.
35 ...
AlC
Cubre al rey y amenaza ... ,
T8A con avance del
PCD
al
tiempo que libera a la
dama
de la
2 1
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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defensa de la
primera
línea. Si
ahora
36.
C6R, T8A+;
37. TXT,
OXT+;
38. R2A, 070+; 39.
R3C
39. RIA, P7C), OXPR+; 40.
R4C
40. R4T,
07A+),
P4T+;
41. RXP, AXC y ganan.
36 TlAR D6A
Se rindieron las blancas.
Si 37. 08R, OXP+; 38.
RIT,
T8A.
EL ESTILO
UNIVERSAL
Los excelentes resultados de Boris Spassky y su habilidad
camaleónica de
adaptarse
a
cualquier
rival así
como su
calidad
de
observador
de las personas excepcionalmente inteligente,
lo tornan
competidor astuto
y peligroso, escribió Gligoric en su libro
Fischer
contra Spassky». Sigue: «Recordemos
cómo
esperó que Larsen
comenzase
a
luchar
negligentemente
en su
match
de Malmoe.
Korchnoi,
tras
perder
el
match
final de Candidatos 1968,
comentó:
«Spassky me ha enseñado a
no
empujar demasiado lejos los peones».
Derrotó
a Geller con ataques de mate y a Tal con juego agresivo, sin
contar
las
pérdidas
materiales
(que
es la
característica de
Tal); a
Petrosian 1969) mediante
una súbita
explosión de energía cuando
había dejado de porfiar, creyendo que iba a ganar la lucha».
Recordemos una partida
cuando conquistó el
campeonato
del
mundo.
Típica de su estilo incisivo y vigoroso, de certeros mazazos,
en ella conduce un
ataque
ejemplar
contra
la defensa Siciliana.
Match
por el título
mundial.
Moscú
1969
efensa Siciliana
B. Spassky
1 P4R
2 2
2 C3AR
3 P4D
CXP
S
C3AD
6 ASC
7 A4AD
T. Petrosian
P4AD
P3D
PXP
C3AR
P3TD
CD2D
D4T
Contra 7
....
P3R, el sacrificio
8. AXPR es incierto
pero
peli-
groso. Si 7 P3T; 8. AXC,
CXA; 9. 02R seguido de 10.
0-0-0 con juego agudo lige-
ramente favorable al
blanco por
la
preparación
algo más
rápida
del
ataque.
8
D2D
P3T
o también 8. . . . P3R seguido
por ... , P4CO.
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9
AXC CXA
100 0 0
P3R
Dudoso
es
10. ...,
P4R;
11
C(4)2R
Y
las blancas están mejor.
11 TRIR
Muchos prefieren ya
11 A3e.
A2R
12
P4A
Como en todos estos esque
mas, se plantea el ataque blanco
contra el futuro enroque corto.
12 ...
13
A3C
o o
TIR
Fortifican la defensa de ... , 3R.
Si 13 .... , A2D; 14
RIC
seguido
de
15. P5A, pues contra ... , P4R
se
apoya la
ruptura
en 5CR.
14 RIC
Se
guarecen mejor saliendo de
la
diagonal 1AD-6TR.
14 ...
AlA
Hay
superioridad blanca con
todas las piezas en actividad,
espacio
para maniobrar
y posi
bilidad de movilización rápida
de la infantería. Todos estos ele
mentos en manos de un conduc-
tor
dinámico e inspirado
como
Spassky deben ser decisivos
aun
contra
un
consumado
artista de
la defensa como Petrosian. Si
14
... , A2D;
15
P5R y
el
juego negro
queda
comprimido.
15
P4C
El asalto a la bayoneta sin la
preparación P3TR, a la manera
del
ataque
Keres.
Si ahora 15 ....
,
C2D;
16
P4T, C4A;
17
P5C,
con ventaja. (16. P4T
es
mejor
que
16
P5C directamente, pues
así no ceden prematuramente el
cuadro
... , 4R, después de los
cambios).
15 ...
CXPC
Si 15
....
, A2D, pudo seguir 16
T C
para
apoyar
P5e.
La captu
ra del PCR abre
una
columna
sobre
el
enroque, lo que puede
resultar decisivo.
16 D2C
C3A
Si 16
.... , P4R;
17
C5A, AXC;
18
PXA, C3A;
18
DXPCD, con
mucha
ventaja.
Si 16 . . . .
D4T;
17 T3D
seguido de T3T.
17
TIC
A2D
Contra
17 .... D4AD
seguiría
18
C3A
para 19 P5R
y siempre
203
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el
blanco conserva la iniciativa.
18 P5A
167
Se lanzan al ataque sobre las
líneas adversarias.
18 ... R1T?
Los maestros
comentaron
que
lo correcto era 18 pXP y
después de
19
PXP (19. D6C?,
RlT;
20. AXP. pXP y las negras
están bien);
19
, P4CD; 20.
D6C,
RIT;
21. AXP, P5C la
superioridad blanca no parece
ser todavía decisiva. Las varian-
tes son muy dificiles de calcular.
Sin embargo. este análisis no
ofrece muchas esperanzas al ne-
gro, puesto que después de 22.
C(3)2R son varias las amenazas:
21. C6R o mejor quizá 21. C4A
para
C(4D)6R.
2 4
19
TD1AR
Amenaza 20. PXP y 21. TXC.
19
... D1D
Dudoso.
Tampoco 19
.
•
D4R resulta satisfactorio por
causa de 20. C3A, D5A;21. D3T
y las dificultades de las negras
subsisten.
Sería perdedor
19 ....
, P4R; 20.
C6R (amenaza CXA), PXC; 21.
PXP. AXP; 22. TXC y ganan.
20 PXP PXP
Si 20 ....
,AXP;21. CXA, PXC;
22. C2R seguido de C4A y man-
tienen la superioridad.
21 P5R
Decisivo. El caballo sólo pue-
den ir a ...• 4T
por
causa de
TXA) y después de 22.
D6C no
hay defensa.
21
... PXP
22 C4R C4T
Si 22
.....
PXC; 23. TXC, con la
amenaza TXA.
Si
entonces
23
... , T2R; 24. TXP+, RIC; 25
C6A+,
R2A;
26
D6C
mate.
23 D C PXC
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023
... , C5A; 24. TXC, PXT;
25
C3A.
03C;
26. T5C (26.
C6A?, OXT+ ),
010;
27. C5R y
ganan. Si
26
.... , PXT; 27. C(4)XP
y
dan
mate. O si
26
....
, A3A; 27.
C6A, A5R; 28. OXPT+ y
dan
mate.
24 CSC Abandonan
Con
este golpe se mantiene
hasta el
final de la
partida el tono
chispeante impreso desde la ju-
gada 15
CONTROL
Y
ATAQUE
El
maestro Jesús Oíez del Corral innovó en
la
apertura (12. A4C) Y
ante
el
rebuscado juego rival concibió un meduloso plan de ataque
contra el enroque.
Al
conductor de las negras molestó la introducción de un alfil en su
campo por lo que proyectó una pesada maniobra de eliminación o
desalojo del intruso.
Contra
esa maniobra actuaron las blancas
formalizando una firme, aguda y precisa tarea de control y ataque.
Como lo iremos descubriendo, merced a ese acosamiento basado en
la anulación de las pretensiones contrarias (control) se gestó al
mismo tiempo el ataque contra el monarca negro plasmándose una
obra perdurable.
Olimpíada de Buenos Aires
1978.
efensa Francesa
J. Díez
del Corral
P4R
2 P4D
3 C3AD
4 PSR
S P3TD
6
PXA
7 D4C
L. Portisch
P3R
P4D
ASe
P4AD
AXC+
D2A
P4A
La
línea principal es 7
C2R; 8 OXPC, TIC; 9 OXPT.
En cambio,
es
inferior 7
PXP?;
8
OXPC, OXP+;
9
RIO.
OXT;
10.
OXT,
RIA; 11 A30,
con ventaja decisiva.
8 D3C PXP
9
PXP C2R
Es
muy peligroso
para
las ne-
gras 9
.....
OXPA;
10 A20 .
con
gran ventaja de desarrollo.
205
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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10 A2D
11 A3D
12 C2R
13 A4C
o o
P3CD
A3T
La novedad del maestro espa
ñol, que tiene por fin que situar
el
alfil en 60 y
trabar
el
juego
negro.
13 ...
14
PXA
AXA
Se retoma con peón
para
im
pedir la instalación de un caballo
en ..., 5AO. Naturalmente, esto
les crea un final inferior y
por
consiguiente la necesidad de ac
tivar
el
medio juego.
14 ...
15 A6D
16
o o
CI-3A
D2D
TRIA
El comienzo de un largo y
artificioso plan para expulsar el
alfil. Se obtenía la igualdad, dice
el maestro Oíez del Corral, con
16
....
P5A; 17. CXP, C4A y
18
.
... , CXA. La omisión de este plan
quizá
por
la ambición de buscar
el desequilibrio) marca el co
mienzo de los
padecimientos
negros. Incluso resulta sospe
choso
el
alejamiento de la torre;
en todo caso, debe ser mejor 16 .
... , T2A Y 17 . . . .
CIA.
Ambas
206
ideas hubieran esterilizado bas
tante el propósito de
A60.
17 P4TR C3C
Segunda imprecisión.
Era
ne
cesario
17 ....
,
01R
ysi
18.
C4A,
C3e. Del Corral aconsejó 17 ....
R1T Y 18
. . . .
, CICR.
18 P5T
Se
inicia el ataque.
18
... CIT
19 P6T P3C
La tercera y prácticamente de
finitiva imprecisión. Con
19
....•
C3C
se
impedía la
entrada
del
caballo blanco.
20 C4A
Sacrificio de un peón
para
mantener el ataque. La amena
za es
21
C5T.
168
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20 ...
CXPD
Si 20
C2A; 21. CXPC,
CXA;
22.
C7R+, RIA;
23.
0 7 C , R I R ; 2 4 . C X ~ C X C ; ~ .
08C+,
R2R; 26.
TOlA,
con
posición ganadora.
21 T2T
Controla 2R sigue
la
amena-
za C5T.
21 ... D2CD
Para
responder a
22
C5T con
22
. . . . , C2A; de paso. amenazan
... , C4C, con ataque al molesto
alfil.
22 P4T
Controlan el
salto del caballo
y preparan el
sacrificio de cali-
dad. Ya
el
negro no
podrá
eludir
el
castigo.
22 •
23 D3R
T3A
Miran al peón de .... 3R.
23...
C7A
24
TXC TXT
25 CXPR C2A
Por
fin vuelve
el
caballo.
26 C4D
T7T
Algo mejor,
aunque
no salva-
ba tampoco, era 26
....
, CXA; 27.
CXT
y el
caballo no tiene buena
retirada.
Si 27 ....
, C2A; 28. P6R.
C30;
29. P7R con las amenazas
30. 05R o 30. 06R+. De modo
que debía retirarse a
una
posi-
ción precaria:
27 . . . .
CIR.
27 CXP
No
da
resuello.
Si 27
....
, PXC;
28.
03C+. Si
27 . . . . .
P50;
28.
03T
(amenaza 29.
C7R+
y
30.
06R , TlR; 29. C7C, TlO; 30
06R,
TXPT; 31. C8R
y
ganan.
27... CXA
28 PXC
Mejor que 28. CXC porque
abre camino a la
dama y
amena-
za C7R, decidiendo.
28 . . . .
PXC
Si
28
02AR; 29. C7R+,
RIA;
30.
05R.
9
D5C+ RIA
Si
29 .....
RIT; 30. Tl R. 02AR;
31. P70 (también 31. T7R). OXP
32.
06A+,
RIC;
33
T7R.
30 TlR D2AR
207
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luz
el
proceso que genera las
nuevas jugadas en la primera
fase de la partida. Nada más
ilustrativo sobre
el
nacimiento.
la vida y la muerte de
una
juga-
da, inclusive de una variante.
Nos muestra también su resu-
rrección, a veces sólo merced a la
alteración en el orden que se
producen las jugadas.
Para
nosotros, resulta eviden-
te que
una jugada
no es mejor ni
peor que
otra.
Sólo enlaza una
distinta relación de principios.
Y
desde luego, determinadas
líneas se adecuan más que otras
al carácter del ejecutante.
Oice asi: «En
el año
1959. en el
Campeonato
soviético surgió en
mi
partida
con
N.
Krogius
una
de las variantes de la defensa
Siciliana que hacia furor en esos
años:
1.
P4R, P4AO;
2.
CR3A.
P30; 3.
P40. PXP; 4. CXP.
C3AR; 5.
C03A.
P3TO;
6.
A4AO, P3R; 7. A3C. A2R; 8.
169
o-o.
P4CO; 9.
P3TO.
O O ;
10.
P4A, A2C;
11.
P5A. P4R;
12.
C(4)2R. C020; 13. C3C, C4A.
Diagrama
169)
Aqui Krogius. que conducia
las blancas. llevó a cabo la idea
fundamental de la variante: ocu-
par el punto 4R.
14. A50.
AXA;
15.
PXA.
P4TO;
16.
A5C ,
C 4)20; 17.
AXC. CXA;
18.
C(3A)4R. que-
dó superior. El efecto de la ma-
niobra empleada
por
las blancas
resultó muy fuerte y toda la
variante fue puesta en duda.
¿Pueden las negras contrarres-
tar
en algo
el
plan adversario?
Como
la
defensa Siciliana
entra
en la esfera de mis intereses,
me
puse a analizar y descubrir que la
raiz del mal se oculta en la
jugada 15 ..... P4TO. Se puso en
evidencia que simultáneamente
era una pérdida de tiempo y un
error en
la elección del objetivo.
Luego de una minuciosa
labor
se
encontró un contraveneno sufi-
ciente y al mismo tiempo surgia
el diagnóstico: ¡las blancas tie-
nen posición inferior
El mismo
año.
en mi
partida
con
Y.
Kotkov del campeonato
de la República Federal de Ru-
sia. puse en práctica
un
preciso
orden
de jugadas:
15
.....
TIA ;
16.
A5C. C(4)20 ;
17. AXC, CXA; 18. C(3A)4R,
T5A .
209
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Una
jugada
poco empleada
que casa con el estilo afiligrana-
do de Korchnoi. La idea
es
enro-
car largo y trasladar la
dama
a
...
,3CR.
6 P3D
Lo corriente
es
6. P4D, PXP;
7.
cXP, A2D; 8. A3R, D3C; 9.
C2D, 0 · 0 0 ;
10.
D2R, P4TR;
11. P3AR, con juego agudo.
La
jugada
del texto la empleó
Timoshenko contra Tarve (URSS
1972), que siguió: 6
....
, P3A;
7.
A3R, A5C; B CD2D, 0 0 0;
9. P3TD, C2R;
10.
P3CD, P4CR
11.
DIC,
020; 12.
P4TD, C3C,
con iniciativa de las negras en el
ala
rey. Veamos
cómo
modifica
Mecking el juego de las blancas.
6 ...
P3A
Ante la modesta
jugada
blan-
ca
se
sostiene
el
PR librando a la
dama de su cuidado.
7 A3R
8 CD2D
9
TIC
ASC
0 0 0
Esta
jugada
reaparece de
tan
to en tanto en distintos esquemas
de
apertura. La diferencia con
respecto al ejemplo del comen-
tario
radica en que se emprende-
rá el ataque contra el enroque sin
pérdida
de tiempo. (En San Pe-
tesburgo
1914
Capablanca (blan-
cas)
contra
Yanovsky anticipó la
idea del ataque:
l.
P4R, P4R; 2.
C3AR,
C3AD;
5. A5C, P3TD; 4
AXC, PDXA; 5. C3A, A4AD; 6.
P3D, A5CR;
7.
A3R, AXA; 8.
PXA, D2R; 9.
O-O, 0 0 0;
10. DIR,
C3T;
11.
TIC, P3A;
12.
P4C, C2A; 13. P4TD).
9 ...
C2R
No parece conveniente 9 . . . .
P4AD
por
10. P3TD
y lo mismo
se realiza el golpe P4CD, puesto
que
10
. . . .
P4TD
sería respon-
dido con 11. C4A y las blancas
asumen firmemente la iniciativa.
10 P4C
11
P4TD
P4CR
Los peones toman contacto
rápidamente.
2
PSC
13
PXP
C3C
PAXP
PXP
Claro que no 13
....
, P4TD por
14. P6C y sil4
...
, P3A; 15. C4A,
capturando
el PTD.
14
TXP D3A
Ya
el
blanco está mejor. Si
14.
... , D3T; 15. DIC, A3D: 16.
211
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24 ...
25 TlT
26
R2A
27 T(I)3T
28 T4T
29 T(3)3T
R2D
T4C
R3D
P4T
P3A
P5C?
Facilitan el triunfo. Más resis
tencia ofrecía
29
P5T.
30 T5T
31
TXT
T(I)4R
TXT
Generalmente, la alianza T-A
es superior a T-C; es posible que
haya sido ese
el
sentido del cam
bio, reduciendo
el
material para
activar
el
rey.
32
PXP PXP
33 R3C T8C
Está claro que si
33
C4R;
34. A4A y después de 35. AXC
conquistan un segundo peón.
34 A4D
No hay defensa. Están ataca
dos dos peones.
34 ...
35 T3A
36
AXP
37 nc
T8AD
P4C
P5C
Sería erróneo 37. T4A? por 37.
... , P4A y la torre queda encerra
da.
37 ...
38 A5C
39 P3A
40
TXP
41 A3R
T8A
P4A
PXP
T8D
Abandonan
Palpitante lucha, en la que
el
blanco impuso su estrategia.
EL
ERROR ACOGE AL ARTE
En
el
capítulo V abordamos una explicación teórica sobre
inevitabilidad del
error
en la creación ajedrecística, planteamiento
ejemplificado en el titulo «El adversario debe colaborar».
Varios años después de la aparición de la 1 edición de este libro,
Mikhail Tal documentó magistralmente las alternativas de su primer
match contra Botvinnik en 1960.
He
aquí como confirma lo
expuesto:
"Muchos comentaristas son de la opinión que las mejores partidas
son aquellas donde uno o ambos contendientes juegan consecuen
temente del principio al fin. En tales partidas es fácil dibujar un
213
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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esquema de conjunto. Pero en las competiciones de los últimos años
las partidas así son cada vez menos frecuentes. ¿Acaso
se
juega peor
que antes? De ningún modo.
El
caso
es
que siendo los contendientes
de alta categoría. con los modernos conceptos en ajedrez pocas veces
se
consigue realizar sin tropiezos
el
plan trazado.
El
camino que
se
sigue no es llano y está lleno de baches .... La lucha en tales partidas
suele ser muy interesante, porque al fin y al cabo
habrá
en ellas
errores pero muchísimas más ideas, propósitos y combinaciones.
«De paso añadiré que
una
lucha singularmente tensa y encarniza
da,
en
la que no se cometan errores es un sueño que pertenece a un
mundo que
se
halla bastante más allá de un torneo de ajedrez
interplanetario ..
»
La
partida
que examinaremos
no
presenta altibajos, sino sólo
algunos semierrores
por
parte de Botvinnik.
Una
lucha titánica y
apasionante que exponemos con parte de los comunicativos comen
tarios del vencedor.
Match
por el campeonato del
mundo.
Primera
partida
Moscú 1960
efensa Francesa
M Tal
M. Botvinnik
1 P4R P3R
2 P4D P4D
3 C3AD
ASC
En la variante Winawer las
negras
se
desprenden de su AR,
lo cual debilita
el
flanco rey. A
modo
de compensación ejercen
persistente presión sobre la com
prometida posición blanca en la
otra
ala. La experiencia ha de
mostrado que si las blancas tar
dan en apoderarse de la inicia-
214
tiva quedan con graves debilida
des que se irán poniendo de
manifiesto.
4 PSR
6 P3TD
P4AD
AXC
En su encuentro con Smyslov
en 1954, Botvinnik prefirió 5 ,
A4T. La renuncia a esta posibi
lidad quizá haya sido
por
la
respuesta 6 P4CD, PXPD; 7
D4C. Debe señalarse que la ju
gada
D4C
ha cobrado
carácter
de «tarjeta de visita» cuando las
blancas se proponen alcanzar las
máximas ventajas en esta aper
tura.
6
PXA D2A
7 D4C
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Más agudo que 7. C3A. Se
amenaza
destrozar
el flanco rey.
7 ...
P4A
8
D3C
y no
8 PXP ap., CXP y se
revelaría
el
inconveniente de de
sarrollar la
dama
en el comienzo
de la
partida.
8 ...
C2R
Con esta jugada las negras
subrayan
que
no
les asusta la
pérdida
de su
PCR. Para
evitar
lo disponían de la previa liqui-
dación del centro:
8....
pXP;
9.
PXP y sólo entonces
9 .... ,
C2R,
porque
10.
DXPC? sería castiga
do con 10. . . . TIC;
11 DXPT,
D6A .
9.
DXP
«Estoy convencido que si las
blancas quieren
lograr
alguna
ventaja
no
deben desaprovechar
la
oportunidad
de
crear
posicio
nes agudas,
con
recíprocos com
promisos».
9... TIC
10 DXP PXP
11
RID ?
U nos veinte
años
antes un
comentarista
se
habría
estreme-
cido
ante
este
voluntario
Viaje
del rey apenas
comenzada
la
partida.
Actualmente tales ex
centricidades
no causan
asom
bro.
Las blancas prefieren
no
reve
lar
dónde
piensan
situar
el
caba
llo: en 2R o 3AR. Al mismo
tiempo, no interceptan la acción
del AR. Por ahora, la
pérdida
del
enroque
carece de trascendencia
dado
que las piezas enemigas
aun no
están desarrolladas; ade
más, la situación del monarca
negro es bastante
incómoda.
11 ...
A2D
Con
esta jugada
se
persiguen
dos fines:
el
estratégico, al con
tribuir
al desarrollo y
preparar
el
enroque
largo, y el táctico,
ya
que si
12
C3A sigue 12 .... , A5T;
13
A3D,
DXP A y las blancas
se
encuentran
en situación crítica
con
presión sobre 2AD. Para
no
verse sometidas a violentísimo
ataque,
éstas
han
de desplegar la
máxima
actividad.
12 DST+
Mediante ... , D2A y ... ,
P4AR
las negras se
libraron
de la defen
sa de este peón, claro que a costa
de debilitar la diagonal ... ,
lR-
4TR.
215
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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12 ...
C3C
«Si
12 . . . . RID,
pensaba se
guir con
13
AD5e.
Ahora es
po
sible intentar tablas mediante
13
D7T, C2R; 14 D5T+".
13C2R
Intentan aprovechar la clava
da
con la amenaza C4A-A3D
P4e.
13 ... P6D
Lo mejor. Sacrifican
un
peón
procurando desmantelar las pro
tecciones del rey blanco.
14 PXP A5T+
Aunque parezca estraño, esta
jugada natural no es buena. Per
mite a las blancas conectar de
nuevo la
dama
con
el
flanco
dama.
14
C3A seguido de
enroque largo hubiese planteado
problemas mucho más dificiles.
15
RIR
El
rey encuentra en su casilla
de origen refugio relativamente
seguro.
15 ... DXPR
la jugada anterior, todavía era
mejor
15
.... C3A.
16
A5C
El
principal problema de las
blancas
es
retener al rey negro en
el
centro. En caso de conseguir
lo, la jugada negra ... , DXPR
contribuirá al objetivo blanco,
puesto que será posible crear
serias amenazas en la columna
rey.
16... C3A
17 P4D D2A
Si 17 ....
D5R;
18 TIA
o
17
. ,
DIT;
18 C4A. No olvidar
que
el
blanco tiene un peón más.
18 P4T
171
La idea es
poner
rápidamente
Si
bien no tan fuerte como en en juego a la TR. Maniobras más
216
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cialmente. controla
el
centro de
modo eficaz.
25 ...
CXC
Después de 25 C5C; 26. TXT.
TXT+; 27. A2R.
el
negro queda
perdido.
26
T 4)XC
27T4D
Si
27.
decisivo.
28PXT
C3C
TXT+
P5A; 28.
D4C+ es
No conviem: apartar el alfil de
una posición activa.
28
...
29P4A
R2A
Conduce a ganancia de mate-
rial.
Si
29 .... , C2R sigue 30. PXP,
AXP 30
. . . . .
CXP; 31. A4AD);
31. AXC. DXA; 32.
DIA+
Y
ganan.
29 ...
30AXP
31
AXT
32P5T
PXP
D2C
DXA
bandonan
El peón pasado comienza a
actuar.
Una
partida tensa, algo extra
ña y cautivante.
LA VARIABLE DE LA COMBINACION
Pomar y
ésta es la característica de su
estilo- no
concibe
amplias combinaciones y limita su juego a las combinaciones de
detalle,
tan
apreciadas
por
Capablanca ... pero no debe olvidar que el
gran cubano sabía que existen posiciones en las que
para
romper
precisa
combinar profunda
y exactamente .. Así escribió Alekhine
poco antes de su muerte, cuando
Arturo Pomar
contaba unos
13
ó
14
años de edad.
Se
preguntaba después Alekhine: ,,¿Se puede enseñar a
combinar? Autoridades como Reti, Snosko-Borovsky se
han
pro
nunciado afirmativamente... de ahí que he tratado de
atraer
la
atención de
Pomar
sobre
el
valor de la combinación como recurso de
lucha. En qué grado he conseguido mis propósitos
el
porvenir lo
dirá.»
Claro,
no
es fácil definir o medir o separar una combinación de
detalle -como él
dice-
de una combinación amplia y profunda,
218
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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aunque se comprendan bien
ambos
extremos. Existe
una
magnitud
indeterminada que pulula en
toda
la
armazón
de la
partida.
Treinta
años después de aquellas lecciones Pomar produjo la
siguiente
partida
(pudimos elegir otras) que a nuestro entender
interpreta el espíritu que quiso inculcar
el
viejo maestro.
Con
16.
D3A inicia una marcha
por
la cornisa, apremiante y apasionante,
que denuncia su dinámico y creador instinto ajedrecístico.
Su combinación abarca un amplio espectro. No
es
posible negarlo
desde que se resuelve diez
jugadas
después. Los motivos
podrían
ser:
el rey adversario expuesto además del retraso negro en desarrollo.
Seguramente previó una considerable gama de alternativas tácticas,
pero sobre
todo habrá sentido
la posición;
introdujo
su anhelante
imaginación en
el
vasto zarzal de las combinaciones subsidiarias,
surcándolas
enancado
en la combinación madre. Apreciemos
cómo
ocurrió.
Las Palmas 1974
uatro aballos
A.
Pomar
P4R
2 C3AD
3 C3A
4 P4D
5CXP
6CXC
7 A3D
8 0 0
L. Ljubojevíc
C3AR
P4R
C3A
PXP
A5C
PCXC
O O
TlR
Tal vez sea más preciso 8
. . . .
P4D.
9A5C
lOA4T
P3TR
P4C
Si
10 . . . . P3D
sigue 11. P4A ,
que impide ... , P4C y
prepara el
ataque
al enroque,
por
lo que las
blancas quedarían ligeramente
mejor.
A3C
P3D
Las negras
pudieron ganar
un
peón:
11.
... , AXC; 12. PXA,
CXP, pero después de 13. P4A
con la fuerte
amenaza D5T
las
blancas compensan el material
con
el
ataque.
12 P5R
No
es prometedor 12.
P4A
por
12 .... , AXC; 13. PXA, A5C y la
dama
blanca no dispone de bue-
na ubicación.
12 o
PXP
219
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33 T7R+
34TXP
RIC
38 C50 RIC
Si 38 RIT;
39. T6AR,
El objetivo es
el
rey negro.
DI
D; 40. P4A,
DIR;
41. C7R
decide.
34 ...
35RIC
36TlA
37C7R
04T
080
030
R2T
39 C6A+
40T8A+
4
T8C+
RlT
R2C
Rinden
LO QUIETO QUE
ACTUA
El valor de la unidad reside en la variedad de continuaciones que
fueron potencialmente posibles ...
Una
notable ejemplificación de este juicio surge de la actuación de
la dama blanca, que jugó intensamente durante toda la
partida
¡sin
moverse del sitio .
Torneo
Palma de Mallorca, 1971 tienen dificultades: 6 A3D
preparando
... , P4R.
Semies ava - Variante Larsen
O.Panno B.Larsen
P4AO C3AR
2 C3AO P3R
3
C3A
P40
4
P40
P3A
5 P3R C020
6
A30
De esta forma el blanco per
mite
entrar
en el sistema Merano
en
el
cual Larsen
es
un especialis
ta. La alternativa
pudo
ser 6
02A, contra la cual las negras no
222
6 ...
7
AXPA
8A30
PXP
P4CO
A2C
Esto
es
lo que constituye la
variante Larsen, o sea la acelera
ción del srstema. (En realidad,
conocida mucho antes de él, pe
ro el maestro danés la ha emplea
do con frecuencia en partidas de
responsabilidad, sistematizándo
la.) Lo clásico es 8 . . . P3TD; 9
P4R, P4A; dejado de lado, en
general, principalmente por la
complicada y perfeccionada con-
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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tinuación de Reynols
10. P50.
9P4R
10 C4TD
11
P5R
12
O-O ?
P5C
P4A
C4D
Las blancas
se
deciden por
una especie de gambito, con
el
propósito de mantener la pre
sión en
el
centro y
atacar
en el
flanco rey.
En
su match con
W.
Uhlman (1971), Larsen planteó
dos veces esta línea,
contra
la
que
el
blanco respondió
12.
CXP
considerado lo mejor. La pri
mera vez (4." partida) Larsen
jugó
12.
AXC y ganó después de
sortear grandes dificultades.
La
segunda vez
(6.
partida)jugó
12.
... CXC y volvió a ganar, con un
desenvolvimiento de la
partida
más equilibrado.
12
...
13T1R
PXP
Sobreprotegen
el
peón de 5R y
liberan su CR, sea
para
recupe
rar el peón o
para
atacar (C5C);
o bien, como ocurrió,
para
tras
ladarlo
a otra posición más acti
va
(C20-4A).
13 ...
P3CR
110
normal.
Si 13
A2R;
14.
CXP,
O-O; 15. 04C
(o
05T),
con mucho ataque. En este caso,
de todas maneras
el
negro debe
rá
jugar
...• P3CR,
por
lo que no
haría más que adelantarse. (Bar
czay
contra
Ogaard. en Lublín
1975, jugó
13 . . . . 04T
y enrocó
largo, lo que es dudoso.)
14 A5CR
El alfil sale
ganando
tiempo.
14 ...
15 A6TR
A2R
P3TD
Aquí
el conductor
de las ne
gras
pudo
insistir en sacarse de
encima
el
molesto alfil mediante
15 . . . . AlAR,
puesto que si
16.
AXA, RXA y después de ... , R2C
se consolida porque habrían de
saparecido los peligros por casi
llas negras.
Por
otro lado,
si
contra 15 . . . .
AlAR
siguiera 16.
020, las negras estarían en con
diciones de crear grandes com
plicaciones con
16.
.
.
04T (17.
P3CO,
C6A ó 17. A2A, P60).
La jugada del texto repara
una
postergación en
el
sistema ( ... ,
P3TO), cuya misión fundamen
tal
es
defender el jaque en ... ,
4CO.
Revela, además que
el
se
gundo
jugador
anhela
el
triunfo,
Las negras sufren algunas difi- de lo contrario se habría confor
cultades para conseguir desarro-
mado
con tentar la eventual re-
223
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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petición de jugadas a que
es
posible llegar después de 15
. . . .
AlAR; 16
A5CR, A2R.
16
TDIA
De
esta forma las blancas po
nen todas sus piezas en juego.
16 ... AlAR
Es necesario pedir explicacio
nes al alfil.
17 ASCR D4T?
173
Un
error, comentó l gran
maestro Panno.
Si
no querían
volver a
jugar
... , A2R, la alter-
nativa era
17 DIC, para
continuar
con ... , A2C atacan
el
P5R) y ... , O-O con posición
normal.
18 C2D
224
Tal vez las blancas no conside
raron
la real fuerza de esta juga
da, o quizá pensaron en la ruti
naria
18
CXP,
contra
la cual no
habrían tenido mayores proble
mas, puesto que este caballo, a
pesar de que estaría centralizado
en 40, no dispondría de cómo
dos accesos al campo negro. En
ese caso, después de
18
CXP.
el
negro ya
podría
pensar en alejar
de una vez
el
alfil mediante ... ,
P3T y
acomodar
su juego.
Con
su jugada. el blanco resal
ta: 1
2
Aprovechamiento de las
casillas negras; 2
2
Las debilida
des no son explotables con
18
CXP.
18 ...
9C4A
P T
Nótese qué distinta es la situa
ción con
el
caballo situado en
4AD
en vez de
40.
Además de
que está atacando a la dama y
ésta no dispone de refugio cómo
do, desde
4AD
el
caballo amena
za invadir por 60 y también por
6CD.
19 ... D2A
Unica y al mismo tiempo dia
bólica. Aquí las blancas pueden
ganar
la
dama
a cambio de Torre
y caballo: 20. C6D , AXC; 21.
TXD, AXT, pero en la posición
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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semicerrada resultante las piezas
menores negras con buenos pun-
tos de apoyo,
como el
caballo de
... , 4D, son más interesantes que
la dama, de la cual
el
negro se
desprendería con gusto, conside-
rando que ni siquiera la puede
acomodar
bien. De
modo
que las
blancas deben evaluar con juste-
za la posición, aunque sea intui-
tivamente, dado que no
es
posi-
ble anticipar lo que ocurrirá más
adelante. Eligieron otro camino,
renunciando a la ganancia de la
dama, a cambio tan sólo de
atraer el
rey negro a una posición
dudosa.
2
C(4A)6C
Unica forma de mantener la
iniciativa, estimó Panno. No hay
que caer en la trampa de 20.
C6D ,
según lo vimos.
2
...
DIC
21
CXC7
Claro que
no 21
CXT
por 21
... , PXA,
ganando una
pieza.
21
...
22A6A
RXC
De pronto es posible estajuga-
da que ataca la torre.
Si
22
....
CXA; 23. PXC y la
dama
blanca
actúa sobre el rey, aparte el
hecho de que las negras habrían
eliminado su mejor pieza.
22 ...
23A4R
TIC
Hay que procurar eliminar la
pieza centralizada; diríase
la
úni-
ca pieza negra que juega bien:
el
caballo de ... , 4D. De nuevo la
dama blanca presiona al rey,
pues amenaza DXP.
23 ...
24T4A
D2T
Insisten. El peón no puede
ser ya defendido.
24 ... A2R
25 TXPD
Sólo
ahora es
recuperado
el
peón en condiciones ventajosas.
No 25. DXP, para no cambiar
damas y debilitar el ataque.
25
...
TRID
La idea
es huir
con
el
rey.
N ótese que
es
sólo cuestión de un
tiempo. Si el rey de las negras
estuviera en ... , IR - l o que no
pudieron hacer en esta
jugada
pues desconectarían las torres y
no sostendrían ... ,
4D-
la posi-
ción de éstas sería inobjetable.
Por
ello las blancas
no
deben
225
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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permitir que su rival
se
consolide.
26AXC
27 TXA+
AXA4D
Este necesario sacrificio
es
po-
sible
por
la próxima jugada, que
desarticula todo
el
esquema de-
fensivo.
27 ...
28
P6R+
PXT
PXP
Así
quedan dos puntos vulne-
rables: ... , 3R
y ...
3CR, a los
cuales la dama blanca los puede
atacar simultáneamente desde 4C.
29A4D
Como
viene ocurriendo en to-
da
la
partida.
es
mejor no dejarse
tentar con la efectiva realización
del movimiento de dama.
Si 29
D4C, AXA; 30. DXP+. R2A; 31.
DXA (no 31. TlA por 31. ... ,
A6A ),
TOlA;
32. T7R+. RIC y
las blancas deben
afrontar
la
amenaza del jaque en lAD, sin
olvidar que han sacrificado la
calidad. Además, la
jugada
del
texto apoya la
entrada
del ca-
ballo.
29 ...
30 C6C
D2A
R3A
Si 30 . . . .
RIR; 31. D4C sería
226
decisivo. (Siempre está presente
el
juego potencial de la dama
blanca).
31
CXT
Más preciso que 31. TXP
directamente. con
el
fin de no
dar opciones.
31
...
32 TXP+
TXC
R2D
o
bien 32.... R2C; 33. T6C+,
RIA;
34.
D4C ,
con definición
fácil.
33 TXPC
Despejan las entradas
y
man-
tienen latentes los jaques de da-
ma en 4CR y 4TD.
33 ...
D5AD
No
hay jugadas. Si 33.
D5AR; 34.
D4T , RID; 35
A6C+. O bien
33
..... TlAD;
34.
D4C .
34P3CD
3ST6C
D4C
La última vuelta a la tuerca.
La dama negra será obligada a
esconderse y radiarse del juego.
Ante esa perspectiva, las negras
se rindieron.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Ahora
el
maestro
Torán
jugará
para los libros.
13 C4D
A2C
La alternativa era
3 02A.
sacrificando
el
PCO. porque
si
13 . . . . . 03C?; 14 C6A+. RIA;
15 060 Y el blanco de mate.
1 4 0 0
15 P3TD
D3C
Momento crítico y dificil. Las
blancas imaginan
una
ingeniosa
maniobra
para dar
juego a su
AO.
Si ahora 15 •
P4TO.
probablemente seguiría
16 A20.
De todos modos.
el
negro debió
tratar
de dificultar que
el
AO
blanco entre en juego. A compli
caciones favorables al blanco
conduciría
15 .....
P4R;
16
C5A+
R3R; 17 CXP+ y 18 PXP o 16
...
RIA; 17
060 .
15 ... PXP
16 P3CD
El blanco ha adquirido supe
rioridad.
16 ...
17
A4A
18 ADXP
P3TD
TRID
RIR
Si 18
. . . .
RIA; 19
AXPR,
228
PXA; 20. AXC+. OXA;
21
CXP+
y
cae la dama.
19 D2R
Completan
el
desarrollo.
19 ...
20 P4A
C(4)2D
Controlan el
salto
20
... P3C
C4R.
Las negras carecen de planes.
De ahí esta
jugada
debilitante
que
el
blanco explotará de inme-
diato. Si 20
..... A40;
21. AXA,
CXA (21. .... PXA; 22. C5A); 22.
05T
seguido eventualmente de
05CR.
Por
otro lado,
si
20
. . . .
TOlA pudo
seguir igualmente
21.
DI R. para
actuar
a través de
3CR o 4TR.
21
DIR
174
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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La idea es invadir con D4T-
6T-7C-8T. Una ágil y violenta
acción con la dama.
21
... A4D
22
D4T D2C
3
D6T
No se apartan del objetivo. Si
23 . . . .
, AXP; 24. D7C, AXT; 25.
D8T , CIA; 26. DXC+, R2D;
27.
DXP+,
RIA;
28. AXP+ y
si
ahora 28
.... C2D; 29. A5D o
si
28 . . . .
RIC; 29.
DXD
y
ganan
en ambos casos.
3
CIC
24
DXPT C2R
No hay salvación.
Si
24. . . .
C 2)3A; 25. D7C, R2D; 26.
DXP ,
cambian las damas y
ganan
el
final.
25
CXPI
Se rindieron las negras. Está
claro que
si 25
.... , PXC; 26. DXC
mate. O si
25 ....
, AXC; 26. AXA
y no hay defensa contra 27.
DXP+. Contundente remate con
la dama como principal protago
nista.
LA SEXTA SINFONIA
Son conocidas las disensiones de los eruditos sobre las intencio
nes estéticas de Beethoven en
cada una
de sus sinfonías,
por
lo que
cualquier juicio puede ser valedero. La Pastoral tal vez no sea la
mejor pero
sí
la que goza de
mayor
repercusión entre los melómanos.
Requerido Robert Fischer sobre cuáles partidas
le
parecieron las
mejores de su match con Spassky, dijo que la tercera «o tal vez la
quinta». No mencionó a la sexta, la misma que a su término Spassky
se
sumó a los aplausos de los miles de espectadores que llenaban la
sala.
Elegimos la sexta partida sin discutir los valores de la 3 . y de la 5 .
y admitiendo que
es
posible que no sea la mejor de la serie. La
elegimos porque
es
un exponente moderno del clasicismo. Su
diafanidad, además, como la sensitiva Pastoral, la
torna
accesible
para
el
aficionado, generalmente no preparado para la recepción de
expresiones de las más elevadas cumbres del arte ajedrecístico.
Como unidad
armónica, ¿por qué no decir que es
una
sinfonía?
Excitemos la imaginación: su
andante
lo reproduce la repetida
apertura: un Gambito de Dama teórico; su allegro,
el
palpitante
229
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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medio
juego:
18.
C4D , 20. P4R , 22. P5R , 26. P5A ; su allegretto, el
final natural, de apariencia simple, casi una melodía, aunque
implacable
por la fuerza arrolladora del espacio conquistado.
Repasémosla ilustrada con
los
comentarios
que le merecieron a
distintos
maestros.
Match por el campeonato del
mundo.
Reykiavik 1972
efensa Ortodoxa
R. Fischer
P4AD
2
C3AR
3
P4D
B. Spassky
P3R
P4D
Por
primera
vez Fischer
plan
tea
un Gambito
de
Dama.
3 ...
4 C3A
S ASC
6 P3R
7
A4T
C3AR
A2R
O-O
P3TR
P3CD
La
variante
Tartakower, una
de las líneas favoritas de Spassky
con
la que no había perdido
ningún juego. Dice Gligoric que
aquí hay una razón más para
plantearla desde que las blancas
han desarrollado su CR muy
pronto
y perdieron la posibili
dad
de crear
una
presión peli
grosa
contra el PD
negro
me
diante
A2R-3A y
CR2R, como
230
en la partida Portisch-Ivkov,
Wijk aan Zee 1972.
8 PXP
Así se ablandan las casillas
blancas
del bando negro.
8 '
9 AXA
10
CXC
CXP
DXA
Este
cambio
derivará
en peo
nes negros colgantes, pues el
segundo
jugador,
para
liberarse,
debe ejecutar ... , P4AD.
10...
PXC
11 TIA
A3R
Desde
aquí
vigila ... ,
4AR;
por
otro lado,
en
... , 2CD el alfil
puede
ser
atacado si se abre la
columna.
2D4T
13
D3T
P4AD
TIA
Todo
muy conocido.
14 ASC
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Lo
común
era
14 A2R,
pero
después de
14
. . . . , C2D la prác
tica de torneo demuestra que las
blancas
no
logran ventajas.
La
jugada
del texto alienta la idea de
canjear el alfil si sale el caballo
negro consiguientemente soca
var la defensa del PAD.
De
ahí
que la próximajugada junto
con
... , T2T,
tienda
a alejar el moles
to alfil. 14. A5C había sido
empleado
con
éxito
por
Furman
contra Geller, URSS 1970.
14 ...
P3TD
Otra consecuencia de A5C es
que al provocar ... , P3TD el
flanco dama negro se vulnerabi
liza más definidamente que
con
el peón
en
... , 2TD.
15 PXP PXP
Los peones colgantes. No
15
.
... ,
TXP por
16 O-O Y queda
una
posición de peón aislado con
el
alfil negro funcionalmente con
vertido en peón.
16
O-O
T2T
Así jugó Geller.
La
sugerencia
16 . , D2C se utilizó en la
partida Kaminski-Fajbisovic
URSS 1973:
17
A4T,
D3C;
18.
C5R y las blancas conservan
alguna superioridad.
17 A2R
Mientras la dama negra actúe
en el flanco rey y la otra dama
esté
ocupada
en el sector opues
to, el alfil no debe ser apartado
de su vigilancia.
17 ...
C2D
La partida Furman-Geller si
guió
17 . . . . P4TD; 18
T3A,
C2D;
19 TRIA TlR;29. A5Cy
las blancas lograron una posi
ción claramente superior.
La sugerencia de Tal 17 . . . .
DIA parece más prudente pero
en ese caso el negro debe
pagar
algún precio
por
la
pérdida
de
tiempo que significaría.
18 C4D
175
Sencillamente genial, comen
tó
Pilnik. Las piezas negras que-
231
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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dan colocadas sin armonía; la
dama sigue indefensa, los peo
nes están sueltos y sólo resta
encontrar
la forma de incremen
tar
las debilidades.
18 ...
DIA
Ahora
es
tarde.
Opina
Tal que
las negras no
habrán
percibido
el
valor de 20. P4R. Sugiere que era
de considerar
18
. . . . C3A, aun-
que después de 19. C3C,
C20;
20. T3A la posición blanca sigue
mejor.
si 19 ....
, P5A; 20. OXO,
TXO; 21. C40 y siempre el blan
co está mejor.
19 CXA
El concepto que impulsa este
cambio de un caballo
por
un
alfil-peón es admirable, sorpren
dente y creador. El propósito es
quebrar
el centro negro.
19 ...
PXA
20
P4R
Evidentemente, 20 .... , PXP no
es posible porque los peones
negros serían fácilmente captu
rados.
20
P5D
En una posición dificil, no es
la mejor solución, ya que debilita
232
los cuadros blancos, favorecien
do la acción rival, que posee un
alfil de ese color.
Tampoco
era
satisfactorio 28. . . , C3A; 21.
P5R,
C20;
22. P4A con
ataque
contra
el enroque. Algo mejor
parece 20 .... P5A; pero después
de 21. 03T
02A;
22. A4C, TlR;
23. P4A, la posición negra con
tinúa
en un tembladera .
21
P4A
Controlan
5R. Afirma Tal que
la posición comienza a adquirir
carácter técnico. O sea que es
manejable sobre la base de consi
deraciones valuables de factores
permanentes de la posición antes
que con escurridizas alternativas
tácticas.
21
... D2R
Comienzan a
pagar
el precio
de la pérdida de tiempo que de
todos modos significó
18
OlA.
22 P5R
Fijan la debilidad de ... , 3R. El
alfil es visiblemente superior al
caballo y podrá presionar dicha
casilla.
22
TIC
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Se anticipan a P4CD.
No era
bueno 22 .... ,
C3C
por 23. P5A, Y
no se puede 23 . . . . , PXP por 24.
D3C+, dice Tal. Contra 22. . . .
C3C, Gligoric indica 23. D3CD
y si 23 C4D; 24. P5A. Se
advierte que la idea gira alrede
dor
del
punto
... , 3R.
23 A4A RIT
Las negras están perdidas. Si
23 CIA; 24. P5A con la
amenaza P6A. Si 23 .... , C3C; 23.
D3CD y
no
hay respuesta.
Por
ejemplo: 23. . . , T(2)2C; 24.
AXP+,
RIT;
25. P5A,
C2D;
26.
D3TR Y
aparece de nuevo la
terrible
amenaza
P6A.
24 D3T
Sigue el asedio a ... , 3R.
24 ...
CIA
De
poco servía 24
....
, TXP; 25.
AXP, T(2)2C (25 T7R; 26.
TIC); 26. P5A, CXP; 27. P6A y
ganan.
26 P5A
De
esta forma abren la colum
na AR.
26...
PXP
27 TXP C2T
28 T I)IA
DID
29 D3C
Centralizan la
dama
al tiempo
que despejan el
camino
del
PTR
para quitar juego
al caballo.
29 ...
30
P4TR
31 P6R
T R
T I)2C
Atacan
el PAD.
Otra
amena
za
es
D6C-A3D. Otra,
D5R,
tomando
posiciones
para
even
tualmente
T7 A.
31 ...
T(2C)2A
No
sería bueno el intento 31.
oo. P6D por 32. T5D.
32 D5R
25
P3CD
La respuesta 32. oo. C3A no es
posible
por
33. TXC, PXT; 34.
TXP
y el rey
queda
sin protec
Cortan toda pretensión de con- ción.
trajuego
rápido en
la
columna
CD.
32 ...
DIR
25 ... P4TD
Previenen 33. T7 A,
porque
la
233
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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dama
blanca quedaría colgada 38 TXC
después de los cambios. De to-
dos modos, carece de
importan- Todo
se desenvuelve con rit-
cia, puesto que las blancas pue-
mo
natural.
den
preparar
el
golpe final sin
premura.
33 P4T
DID
34 T I)2A
Las blancas
obran
sin apuro;
controlan
34
. . . .
P6D, a lo que
responderían con 35. T2D.
34... DIR
35 T 2)3A DID
36 A3D DIR
37 D4R
La amenaza
T8A
fuerza
la
siguiente
jugada
negra.
37 ... C3A
38 ...
39 TXP
40
A4A
Amenaza T7 A.
40 ...
4
D4A
PXT
RIC
RlT
Abandonan
El final sereno.
Si
41. ... , R 1C;
42. DXP y las negras no pueden
sacar
la torre de ... , 2R por
P6R+d. y se retiran la
dama,
42 .
... , DIR, entonces 43.
T6C .
Cuando
una ejecución
como
ésta pone en duda un sistema,
demuestra que
es
una creación.
SENTENCIA INAPELABLE
De nuevo un triunfo elaborado sobre ocultas inexactitudes
sacadas a la superficie con arte capablanquino. Mencionamos a
Capablanca porque
a diferencia de Spassky, que manifestó su
admiración por Alekhine y con el que identifica su estilo, Anatoli
Karpov refleja y gusta de Capablanca.
El modelo siguiente constituye
una acabada
expresión de ese arte
sutil sólo accesible para los elegidos. Su adversario cae envuelto
por
una
red que lo inmoviliza. Víctima azorada e impotente de
una
sentencia inapelable.
234
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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Así jugó Korchnoi en su match
contra Spassky,en 1968. Estima
mos que es una jugada dudosa,
conlleva la invasión T7T, como
amenaza permanente. Spassky
(negras) frente Karpovenelcam-
peonato soviético
1973
levantó
la tensión:
16 ....
, P5A Y armó la
formación Rubinstein: 17 CIA,
CIR;
18
C(3)2T, P3A;
19
P4A,
C2A; 20. C3A, P3C; 21. P5A,
C2C,
otorgando
elasticidad a su
posición defensiva. Lo mismo
había hecho Smyslov (negras)
contra GeIler en Palma de Ma
llorca 1970 por trasposición):
15
P4CO, P5A;
16 CIA,
CIR;
17
PXP, PXP;
18
C(3)2T,
P4Ay
la partida
tomó
un
rumbo
distin
to y vibrante,
si
bien las blancas,
como en
el
texto, valorizaron la
columna TO.
17
CIA A2D
Sigue los pasos de Korchnoi.
18
A3R
Esto parece más incisivo que
18 A20.
18 ... TlT
Aspiran a desahogar la posi
ción a través de
la
columna
TO,
de ahí los rápidos desplazamien
tos
16
....
,C2Cy 17
....,A20,que
236
tuvieron por fin comunicar las
torres. Oe la misma forma
se
desarrolló la partida Spassky
Korchnoi:
18
A20,
TIT; 19
C3R,
TRIAO;
20
R2T, TXT;
21
OXT,
010; 22 07T, TIT,
tablas. (23. OXC,
TIC).
GeIler
dice que las blancas pudieron
mejorar mediante 20 TI A , ce
diendo la columna. Veremos de
qué forma Karpov
se
sirve con
arte de esta recomendación.
19 D2D
Si
el
negro cambia, debe ma
niobrar
después
para
disputar la
columna: 19
. . . .
, TXT; 20. TXT,
TIAO; 21. T6T,
010; 22
02Ty
las blancas mantienen cierta su
perioridad. Oe todos modos, es
ta alternativa parece más sana
que lo ocurrido en la partida.
19 ...
20 A3D
TRIA
Las blancas conservan la pre
eminencia. Esta
jugada
(además
de salvar la amenaza ... , TXT
PXP-OXA) tiende a definir la
situación del
PAO,
con
el
fin de
despejar la diagonal del AO.
Adviértase que las negras no
pueden
abrir
la columna:
20
....
PXP; 21. PXP, TXT; 22. TXT
porque
ahora
no
es
posible 22.
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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.... D6A? a causa de 23. T7T. con
ventaja.
20000
21 C3C
22 T2T
P3C
AlA
PSA?
Dudoso en este momento. Qui
zá las negras descubrieron que
no pueden jugar
22 . . . . .
DID.
para responder a 23. D2R con
23
. . . .
DIR
Y mantener
el
PAD
en .... 4A. porque contra 22
....•
DID
seguirla 23. TXT. TXT; 24.
PXP. PXP; 25. CXP.
La colocación del caballo ne
gro en ...•
2CD
implica sostener
todo lo posible el PAD en la
4".
casilla y
para
ello debieron
jugar
22
....•
A2C. Claro que en este
caso las blancas pasarían a do
minar la columna TD después de
Tl-l T. Las alternativas son siem
pre delicadas para
el
negro.
23 AIC
El destino del alfil del Ruy
López es apuntar al flanco rey.
De cualquier forma ahora no se
ría bueno 23
....
TXT; 24. DXT,
DI
D
dado
que a diferencia de la
partida Spassky-Korchnoi. el
AD blanco permite 25. D6T sin
que las negras consigan tablas:
25 ..... TlT; 26. DXC,
TIC;
27.
D7T.
TlT;
28. D6C y ganan.
23000
DID
24 A7T
177
La diagonal es valorizada al
máximo. Estajugada. netamente
restrictiva.
es
la culminación del
maniobrar
anterior y señala
el
comienzo de una parálisis pro
gresiva del campo negro. La ven
taja blanca
es
clara.
24000
CIR
Las piezas negras deben dan
zar desacompasadamente den
tro de sus líneas.
2S A2A C2A
Resignándose a
una
política
de espera. Al intento 25 ..... C2C
para jugar .... P4A. sigue 26.
T I)IT.
DIR
(se amenazaba
A6C), y siempre el blanco dispo
ne de mejor juego.
Por
ejemplo:
237
7/23/2019 El Arte Del Ajedrez, De Anderssen a Karpov
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27. A6C
ysi27
.. .. , TXT;28. TXT
y
el
golpe
28
P4A resulta
incierto por causa de 29. T7T.
26
T(1)lT
27 AIC
28 C2R
29 C2T
D2R
AIR
CID
El juego negro está condenado
sin apelación. No dispone de
medios
para
oponerse a la ma
niobra P4A-5A, que ajusta aun
más
el
torniquete opresivo.
29... A2C
30
P4A P3A
30
. . . . PXP sería inferior por
31. CXP y después de instalar un
caballo en 40 la posición negra
se cae sola.
31 P5A
No hay salvación. La parálisis
negra es desesperante.
31 ... P4C
Es interesante seguir
el
meca
nismo de cómo debe ganarse
el
juego. Las blancas filtrarán sus
piezas
por
la casilla 5TR, para lo
cual, como primera medida, eli
minarán
el
alfil que la custodia.
32
A2A A2A
238
33 C3C
34 AID
C2C
P3T
Si
previamente 34
DIR
las blancas preparan la ocupa
ción de 5TR mediante A2R
DIO.
35
A5T DIR
36
DID CID
3713T
El
negro está corto de tiempo
y no dispone de jugadas útiles, de
ahí esta jugada expectante, que
sin embargo desplaza las torres
dobladas
para
ofrecer una casilla
más en
1T
eventualmente,
para
la dama.
37... RIA
38 T(I)2T RIC
39 C4C RIA
Está claro que
si 39
.... , AXA;
30. CXA, DXC?; 31. CXPA+.
40
C3R
41 AXA
RIC
CXA
Es
todo
lo que ha podido
hacer este caballo.
Si
41. ... ,
DXA
pudo
seguir 42.
DI
T para
A6C, ganando.
42 D5T
43 D6C
CID
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Sólo por esta posibilidad eran
factibles las jugadas anteriores.
Si
4 .....
DXD; 44. PXD seguido
de 45. C3R-5A la ocupación de
5T
con
el
otro
caballo.
43
44
C5T
RI
bandonan
La
amenaza es
45.
DXA+.
Si
44. . . . , D2A; 45. A6C,
T 1T)lC;
46. AXC, TXA; 47. T8T, T 2)2C;
48. T 2)7T, T 2)XT; 49. TXT8,
T2D; 50. C4C las negras que
dan en zugzwang.
Fascinante, comentó
Robert
Byrne.
239
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P L BR S FIN LES
uando decíamos que existe
una
compenetración entre los
fundamentos que sostienen el arte con los que alientan al ajedrez
quisimos significar que los medios de los cuales se vale
el
juego
alcanzan para absorber y traducir la personalidad del individuo en
términos que provoquen un estado intelectivo-emocional llamado
estético.
Esta condición interna del ajedrez de poder reflejar la multiforme
personalidad
es
lo primordial en
todo
arte. El caso es que agregada
a esta capacidad de captación del alma individual existe l medio
adecuado en el cual esta alma se vuelca.
on
este medio se logra la
expresión que condensa
una
sucesión de imágenes de tiempo y de
vida y que en arte se reduce a
una
correspondencia entre la
obra
y el
observador.
Creemos haber presentado aspectos del arte ajedrecístico capaces
de satisfacer las exigencias mínimas que todo arte tiene; y creemos
también haber expuesto obras completas del ajedrez que por su
armonía
y unidad sean comprendidas
como
superiores expresiones
del afán humano de crear.
A pesar de todo hemos dicho que no existe
ni
puede existir
una
conexión total del ajedrez con las demás artes
como
no lo es
tampoco la de ellas entre sí. Siempre son distintos los efectos estéticos
porque son otros los medios de que se valen. Lo indudable es que
existe
una
similitud grande en los excitantes de la sensibilidad cuyo
maderamen interno procuramos destacarlo en las páginas que
llevamos expuestas.
Si esta inquietud ha podido ser comunicada al lector nos
consideramos más que satisfechos.
24
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INDICE DE PARTIDAS
Anderssen-Dufresne Berlín 1852) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Janowski·Marco Viena 1896) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Rubinstein-Bogoljubov Viena 1922) 50
Spielmann-Pirc Rohaska Slatina 1941) . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Tartakower-Nimzovitch Dresde 1926) . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Steinitz-Lasker Londres 1899) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Reti-Alekhine Baden Baden 1925) 6
Bogoljubov-Capablanca Bad Kissingen 1928) 62
Dubinin-Novotelnov Moscú 1949) 68
Kotov-GelIer U.R.S.S. 1949) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
Gligoric-Czerniak Mar del Plata 1950) . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Najdorf·Pomar La Habana 1952) 76
Najdorf·Boleslavsky SaItsjobaden 1948) . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Tartakower·Euwe Venecia 1948) 83
Rossolimo·van Scheltinga Amsterdam 1950) . . . . . . . . . . . . . 87
Capablanca·Mikenas Buenos Aires 1939) . . . . . . . 112
Botvinnik·Kopylov Moscú 1951) 164
Keres-Botvinnik La Haya 1948) _ . 167
Smyslov-Najdorf Budapest 1950) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
Euwe-Keres Match de 1940) 186
Maderna-Michel Mar del Plata 1950) . . . . . . . . . . . . . . . . 190
Petrosian-Botvinnik Moscú 1963) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Portisch·Sanguineti BieI1976) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
Spassky-Petrosian Moscú 1969) 202
Del Corral-Portisch Buenos Aires 1978) . . . . . . . . . . . . . . 205
Mecking-Korchnoi Augusta 1974) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
Tal-Botvinnik Moscú 1960) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
Pomar-Ljubojevic Las Palmas 1974) 219
Panno-Larsen Mallorca 1971) : . . . . . . . . . . 222
Torán-Filip 1972) . . . . . . . . . . . . . 227
Fischer-Spassky Reykiavik 1972) . . . . . . . . . . . . . . . . 230
Karpov.Unzicker Niza 1974) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
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INDICE E POSICIONES
Najdorf·Boleslavsky Saltsjobaden 1948) . . . . . . . . . . . . . . . . 80
Fine·Winter Nottingham 1936) 93
Levenfish·Lilienthal Moscú 1949) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Rossetto·Rabar
Río
de Janeiro 1952) 97
Reshevsky·van den Berg Amsterdam 1950) . . . . . . . . . . . . . . 98
Kowalski-Kashdan Nueva York 1946) . . . . . . . . . . . . . 100
Szabo-Bronstein Budapest 1950) 103
Johansson·Julio Bolbochán Dubrovnik 1950) . . . . . . . . . . 106
Marini·Piazzini Buenos Aires 1952) . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Pilnik·Eliskases Estocolmo 1952) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Alekhine-Euwe Utrecht 1935) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Alekhine-Euwe Amsterdam 1937) 172
Smyslov·Euwe Groninga 1946) 172
Botvinnik·Euwe La Haya) 1948). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
Kotov-Smyslov Parnu 1947) 176
Levenfish·Smyslov Moscú 1949) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
Fine·Keres Avro 1938) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
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INDICE DE FINALES COMPUESTOS
Greco-Lucena, siglo
XV 116
Lucena, siglo XV . . . . . . . . . . 11 7
O. Duras,
1903
118
H Rinck, 1922 118
C.
J. de
Feijter,
1939 119
H Mattison,
1914 140
H Mattison,
1924 140
J.
Mugnos, 1947 141
auniano 1512 143
B. Horwitz,
1873 143