el aparecido - nº2

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Situación Metro 50 Aniversario Juanita Aguirre El Cantar de don Tellito Radio De Perro, el mejor amigo del Cortijo El desalojo de la San Lorenzo ...y más. -COMUNICAR PARA ORGANI ZAR- EN ESTA EDICION:

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En su segunda edición, El Aparecido, la revista popular conchalina, explica a fondo los sucesos más importantes acontecidos en el mes de octubre en la comuna norte.

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Situación

Metro

50 Aniversario

Juanita Aguirre

El Cantar

de don Tellito

Radio De Perro,

el mejor amigo

del Cortijo

El desalojo de

la San Lorenzo

...y más.-COMUNICAR PARA ORGANIZAR-

EN ESTA EDICION:

Estimado/a vecino/a:

Lo/a invitamos a la 2a edición de EL APARECIDO, una revista mensual que lo mantendrá notificado de los prin-cipales sucesos de Conchalì.

Con la libertad que nos da la autonomía política, aquí no nos andamos con rodeos.

Queremos investigar profundamente nuestro territorio para entregar información clara y veraz, con la cual usted pueda entender a su entorno y formar su propia opinión y su propia crítica informada.

Queremos ayudar a formar una comunidad culta, capaz y motivada a hablar sobre los problemas del barrio, y luego acordar cómo solucionarlos.

Queremos avanzar en la creación de una imagen con-creta de nuestro espacio y queremos reunir a la po-blación en una misma conversación: nuestra realidad local.

¡Sea parte de este proyecto! Escríbanos sobre sus opin-iones, ideas, intereses, historias, datos y anécdotas en www.facebook.com/ElAparecidoDeConchali.

INDICE

Situación Metro 450 Aniversario Población Juanita Aguirre 8El Cantar de Don Tellito 14Radio De Perro: el mejor amigo del Cortijo 18El Desalojo de la San Lorenzo 22 El Hoyo de mis Pesadillas 26

Situación MetroLa nueva Línea 3 del Metro se inaugurará en 2018, tray-endo conectividad a Conchalí. Pero hasta entonces hay un largo camino por recorrer. El Aparecido seguirá con un lenguaje sencillo y objetivo los pasos del proceso de construcción que recién comienza, para que así usted, vecino, esté informado de todos los avances y pueda participar lo más posible en la realización de un trans-porte público que nos convenga a todos.

La nueva Línea 3 promete modernizar Conchalí con 6 estaciones que se extendirán a lo largo de Av. Independencia, para luego cruzar Santiago centro, Ñuñoa y La Reina, acercando a los habitantes de nuestra capital entre sí.

Sin embargo, la construcción de un proyecto de tal envergadura afectará a la comuna de muchas maneras distintas, partiendo por los cuatro años que durará su construcción, además de la forma en que su diseño se aplicará en realidad a la vida cotidiana de los vecinos.

Es por eso que de acuerdo a la ley, cada vez que se construye una Línea nueva, Metro debe informar con tiempo a los municipios que corresponda, para que luego los municipios comiencen un proceso de consulta ciudadana sobre impacto ambiental y social que toda construcción a gran escala implica.

Tal como en Conchalí, en Ñuñoa la Línea 3 también construirá 6 estaciones. Ese municipio invitó en agosto de 2012 a la comunidad a una primera asamblea abierta. El evento incluso fue publicado por el diario La Tercera, donde se anunciaba que allí “se discutirán las eventuales medidas de mitigación para los trabajos, que durarán cuatro años”.

En Conchalí, en cambio, fue recién en agosto de 2013 que la municipalidad se reunió por primera vez con algunos dirigentes vecinales. 3 dirigentes vecinales, para ser exactos. Ese mismo día, la Asamblea Territorial había invitado a los personeros del municipio a una reunión sobre el tema, donde llegaron 150 vecinos del sector interesados en conocer el proyecto de Metro. Pero los municipales se excusa-ron, diciendo que ya se habían organizado con quienes correspondía.

¿Por qué es tan importante la consulta ciudadana?

Hay dos grandes razones por las que la ley obliga a las municipalidades a conversar con los vecinos los detalles de la construcción de Metro:

1. Establecer medidas de Mitigación:

La construcción de una nueva Línea no es fácil. Serán 4 años más de expropiaciones, ruidosas construcciones, y lentos desvíos de tránsito.

Para compensar a los vecinos por estos años de molestias, la ley indica que las construcciones deben negociar medidas de mitigación con la comunidad.

Conchalí ya cuenta con un ejemplo exitoso en torno al establecimiento de medidas de mitiga-ción sin el apoyo del municipio. Hace 10 años, cuando se reconstruyó Vespucio Norte en altura, los vecinos de la población El Cortijo y el MOP lle-garon a acuerdo sobre las medidas de mitigación correspondientes: fue así que se construyó el Centro Cultural Anfiteatro Cortijano y se mejoró el Parque Las Rosas, justamente donde se instalará el acceso sur de la Estación Libertadores.

Hoy con Metro se debe hacer el mismo proceso, tal como se hace en todo Chile con cualquier obra de gran envergadura. Sin embargo, si el mu-nicipio no invita a los vecinos a definir tales me-didas, a los vecinos no les quedará otra opción que volver a tomar la iniciativa para establecer la comunicación.

2. Asegurar un diseño beneficioso para todos

Por otro lado, las estaciones de cada línea de Me-tro son distintas. No sabemos si las de la nueva Línea 3 serán como las modestas escaleras de la antigua Línea 1, o como los modernos accesos de la Línea 4, que suelen incluir una plaza dura de cemento que las rodea.

Cada diseño tiene sus ventajas y desventajas, y los vecinos deben poder explicar a Metro cuáles prefieren y por qué, ya que es la única forma de que Metro pueda conocer cuáles son las necesi-dades reales del sector.

En El Cortijo, el diseño del acceso sur de la futura Estación Libertadores sitúa su acceso en el centro del Parque Las Rosas; y contempla la ex-tracción de alrededor de 50 árboles y la pavimen-tación del 26% del sector que hoy se compone de pastos, senderos de tierra y juegos infantiles. Como el municipio de Conchalí no informó a los vecinos de El Cortijo de esta situación, los veci-nos se acercaron a las organizaciones vecinales y a Metro.

Son pequeños cambios que no debieran significar mayor costo a Metro y que hacen una gran diferencia para quienes viven en el lugar.

Desde entonces la Asamblea Territorial ha esta-do reuniendo las solicitudes de los vecinos de distintos sectores aledaños a los piques de Metro y estableciendo comunicación con sus personeros y los del municipio.

Junto a los pobladores de El Cortijo, Cardenal Caro, Zapadores, Vivaceta y Teniente Meri for-maron el Comité de Defensa Eje Independencia, cuya misión es lograr que se respete el proceso de consulta ciudadana sobre impacto ambiental y social que la ley exige a toda construcción a gran escala. A su última reunión, realizada el 16 de octubre, asistieron 200 vecinos.

Uno de sus logros en lo que va de 2014 fue conseguir el apoyo del Director de la carrera de Ingeniería en Transporte y Tránsito de la UTEM, Alvaro Miranda, quien diseñó una contrapropues-ta técnica para la Estación Libertadores. En ella se contempla correr el acceso de la Estación Li-bertadores hacia un rincón del Parque Las Rosas,

con lo cual sólo se extraerían 18 árboles, en vez de los 50 de la propuesta original. También se pide la construcción de una ciclovía o la repavimentación de calles como opciones de medidas de mitigación. Son pequeños cambios que no debieran significar mayor costo a Metro y que hacen una gran diferencia para quienes viven en el lugar.

El Aparecido invita a todos los vecinos de las zonas aledañas a la futura Línea 3 a acercarse a la Asamblea Territorial o a su junta de vecinos correspondiente. Allí pueden pedir información, dar su opinión y participar en la construcción de una propuesta que sea beneficiosa para todos.

La próxima reunión se realizará el día jueves 13 de noviembre en la Iglesia Comunidad de Cristo, ubicada en Av. Independencia 4782. En dicha oportunidad se planea reunir las firmas nece-sarias para solicitar una reunión masiva con el alcalde Carlos Sottolichio en persona, para pedir-le que informe y trabaje con su comunidad en el proceso de construcción que se avecina.

Otra forma de contactar a la Asamblea Territorial y conseguir más información sobre el tema es en a través de su página facebook.com/asam-blea.territorialdeconchali.

Arriba, la propuesta de Metro para la Estación Liber-tadores en el Parque Las Rosas de El Cortijo. Los círculos a la salida de la estación no son árboles, sino masetas instaladas sobre una plaza dura de cemento.

Abajo, la contrapropuesta del Ingeniero en Tránsito y Transporte, Alvaro Miranda plantea lintervenir lo menos posible los árboles del parque.

50 ANIVERSARIO POBLACIÓN JUANITA AGUIRRE

Los ‘60 fueron años de ex-plosión demográfica en Santia-go. Llegó tanta gente a la ciu-dad que comenzaron a aparecer tomas de terreno por doquier. Sin embargo, en Conchalí una ex primera dama quiso torcerle la mano a este destino. Doña Juanita Aguirre, viuda de Pedro Aguirre Cerda, decidió donar el fundo familiar para que el gobi-erno construyera en sus tierras una nueva población. A continu-ación revisaremos el ayer y hoy de la población que este octubre celebró su medio siglo de vida.

En 1964 la población Juanita Aguirre recibió a sus prim-eros habitantes. Muchos de ellos siguen viviendo allí y recuerdan con cariño los tiempos cuando se compartía el teléfono, los niños se bañaban en el ya desaparecido canal, los hippies pololeaban en el “boulevard” Altona y los campeonatos de fútbol incluian terceros tiempos de onces y Pilsen.Las historias de los vecinos más antiguos de la población han sido reunidas en una investigación realizada por un grupo de alumnos y profesores del Liceo Almirante Riveros, para conmemorar el 50 aniversario de la Juanita Aguirre. Puedes encontrar el documento completo en facebook.com/ElAparecidoDeConchalí.

AYERAYER

En 1964 la población Juanita Aguirre recibió a sus primeros habitantes. Muchos de ellos siguen vivien-do allí y recuerdan con cariño los tiempos cuando se compartía el teléfono, los niños se bañaban en el ya desaparecido canal, los hippies pololeaban en el “bou-levard” Altona y los campeonatos de fútbol incluian terceros tiempos de onces y Pilsen.Las historias de los vecinos más antiguos de la población han sido reunidas en una investigación realizada por un grupo de alumnos y profesores del Liceo Almi-rante Riveros, para conmemorar el 50 aniversario de la Juanita Aguirre. Puedes encontrar el documento completo en facebook.com/ElAparecidoDeConchali.

Hace un año, alrededor de 12 jóvenes decidieron dar-le utilidad a una casa que llevaba años abandonada en Granada con Bristol y abrir allí el Centro Cultural La Juanita. Ofrecen talleres gratuitos para niños y adultos -incluyendo uno de Hip Hop dirigido por el compositor y vecino Andy Portavoz-, y se realizan actividades abiertas que buscan reactivar la vida comunitaria que muchos piensan que se perdió en el pasado de la población.

Para conocer más detalles de sus actividades visita: facebook.com/CentroCulturalLaJuanita

HOY

El cantar de Don Tellito

Su historia personal y la del Cortijo son inseparables. Uno de los fundadores de nuestra población nos abrió su libro de memorias y nos explicó cómo es que esta-mos aquí, ahora.

Hijo de Secundino Bravo y Margarita Gonzalez, Teobaldo Bravo Gonzalez nace en Talca el 2 de octubre de 1938. Comienza a trabajar a los 13 años en un fundo por obligación de su padre, pues debía aportar en su casa.

Fue entonces cuando empezaron los problemas, pues era muy “reclamón”, y a esa corta edad los terratenientes lo bautizan como “el comunista”, sin siquiera él entender lo que eso significaba. El pre-adolescente sólo reclamaba por el sueldo, las horas de trabajo y las condiciones laborales, como recuerda en aquella ocasión en que los trabajadores de don Jorge Donoso hicieron un “paro” y él fue increpado por estar entre los adultos. Tellito respondió: “aquí

estoy patrón, defendiendo mis derechos como todos mis compañeros”. Su espíritu revolucionario lo heredó de su padre, quien sin saber leer ni escribir no dudaba en pelear con los patrones y administradores por defender sus derechos y los de sus compañeros.

A los 15 años deja su hogar, diciendo a sus padres que se iría a vivir con una tía de Cum-peo. Sin embargo, llega a Santiago, primero a la comuna de Talagante con un amigo de 13 años, a trabajar cortando maravillas, y luego a Quilicura para trabajar cortando arroz. Más tarde, toda su familia migra desde el sur para vivir en la comu-na de El Salto, para finalmente llegar a Conchalí, donde junto a 500 familias -de las cuales final-mente quedan 60- se toman un terreno donde ahora está el Parque del Recuerdo.

A ese lugar llega Gladys Marín y los trae a todos a los terrenos de El Cortijo, formando el 24 de agosto de 1970 el Campamento Emilio Reca-barren. Algunos que formaron parte de aquella toma y que vale la pena mencionar son “el viejo González” y “el Chaparro” de Cardenal Caro, quien lideró el campamento más grande que hubo. Mientras tanto, el gobierno de Salvador Allende construía las casas y Gladys Marín conse-

guía diferentes mejoras. Es así como la población El Cortijo se fue formando. Estos son los mismos hogares que hoy protegen a nuestros nietos.

Una vez alcanzada su mayoría de edad, decide inscribirse en el Partido Comunista y seguir los pasos del “finado Fuenzalida”, quien es el primer dirigente vecinal del Cortijo, y quien además for-ma el “Club Deportivo Emilio Recabarren”.

Don Tellito también se une a la directiva del Cam-pamento Luis Emilio Recabarren como tesorero, junto a la señora Sixta que oficiaba como se-cretaria. Más tarde, llega a participar en el Club Deportivo como utilero, teniendo a su cargo las camisetas de los jugadores, para luego llegar a asumir el cargo de presidente y la administra-ción del club deportivo.

En plena dictadura militar, en 1981, don Tellito fue secuestrado por 20 días:“Llegaron a las dos de la mañana y me sacaron de mi casa unos tipos desconocidos, me vendaron la vista y su-bieron a una camioneta. Llegué a un lugar donde escuchaba gritos, golpes y como violaban a las mujeres. Entonces yo pensaba ‘quizás qué habrá pasado con mi familia’, mientras me golpeaban y me amenazaban diciendo que entregara a los

dirigentes o irían a buscar a mi niñita y a mi esposa. Pero yo pensaba que ya las tenían ahí”. Después de 20 días pasó a tribunales, luego a la peni-tenciaria de Santiago y ahí comenzó la lucha de los abogados. El 4 de mayo del 81 cayó preso y cumplió un año en la comuna de Curepto, porque los pillaron con una imprenta clandestina en la Pincoya, en la casa de la señora Luzmenia Toro. “Llegaron y caímos siete compañeros: el Víctor Arias, el Jorge Valdés , Omar Rosales, otro compañero de Pudahuel, uno de Conchalí que tenía auto y paseaba a la Gladys Marín cuando venía de visita, y otro que no recuerdo su nombre. A la Luzmenia la dejaron ir porque andaba con un niño en brazos”, recuerda don Tello.

Una vez recuperada su libertad y al ver las necesidades y carencias de sus vecinos decide crear una olla común. Consigue llevarla a cabo en la iglesia San Lucas, pero al ser tanta la demanda llevan la olla a la calle, hecho fren-te al cual la policía reacciona prohibiendo y obligando a retirar las mesas y la comida. Entonces una vecina increpa a los carabineros y tomando a su bebé en brazos lo coloca frente a la cara del carabinero diciendo, “¿sabe usted lo que es un niño desnutrido? Este es un niño desnutrido”. “Estaba flaquito el niño”, cuenta don Tellito.

Después de ese día la olla común la cocinaban en casas de vecinos como la señora Nancy y la señora Angélica. Alrededor de 60 personas eran alimentadas de esta forma, gente que realmente no tenía para comer en el tiempo de hambruna durante los años de dictadura. Para llevar a cabo la olla común se reunía dinero entre todos los vecinos. Es así que se crea una amasandería casera, donde se cocinaba pan que luego se vendía.

Otra ayuda la recibían del municipio, para lo cual don Tellito debía ir directa-mente a las bodegas de la Municipalidad con un carro a buscar mercadería. “En ese entonces, el bodeguero de la Municipalidad era nuestro actual alcalde Sottolichio, quien andaba con los pantalones rotos y parchados. Él siempre me saludaba, me hacía siempre propaganda y le decía a todos que yo era un muy buen dirigente”, recuerda don Tellito sobre la autoridad cuya administración hoy no se acerca a sus vecinos ni para informar sobre la

“En ese entonces, el bodeguero de la Municipalidad era nuestro actual alcalde Sottolichio, quien andaba con los pantalones rotos y parchados...”, recuerda don Tellito sobre la autoridad cuya administración hoy no se acerca a sus vecinos ni para informar sobre la construcción de la nueva Línea 3 del Metro”.

construcción de la nueva Línea 3 del Metro.

Don Tellito cierra su relato recordando a Luis Caballero, el primer dirigente del sindicato de la población. Tellito no podía asumir ningún cargo por su condición de ex preso político, por lo que trabajó como su mano derecha.

Fue desde el año 1990 que don Tellito asume como dirigente, luego secretario, tesorero y finalmente presidente del sindicato. En todos sus cargos siempre mantuvo su pensamiento, la obra y la lucha constante por el bienestar y los derechos del pueblo.

Hoy en día don Teobaldo tiene 76 años y vive en El Cortijo junto a su esposa. Tuvieron cuatro hijos y lamentablemente Tellito perdió la visión, lo que no le impide disfrutar de una fresca tarde prima-veral en el jardín de su hogar.

El equipo de El Aparecido agradece a don Tellito el habernos recibido y abierto su libro de memo-rias para nosotros. ¡Gracias compañero Tellito por tu historia, tu obra y tu vida!

El desalojo de la San Lorenzo

Por 30 años, tres familias vivieron al costado de la cancha San Lorenzo. Hasta que una mañana, sin jamás haber visto una orden de desalojo, una retroexcavadora derrumbó sus ca-sas, y además causó un incendio que quemó la casa vecina y acabó con las vidas de sus mascotas.

Carlos Martínez trabajó 26 años rayando la cancha San Lorenzo, en Fermín Vivaceta con Módulo Lunar, frente al Colegio Camilo Hen-ríquez. Sin otro contrato que el de la palabra, los propietarios le permitieron instalar allí una casa de madera junto a su esposa Rosa Lorca y su hija. El tiempo pasó, la hija de Carlos se casó y junto a su marido tuvieron cuatro nietos que se sumaron al hogar. En esos años también, otras dos familias insta-laron sus casas junto a ellos, construyendo uwna pequeña vecindad de16 habitantes en un extremo de la cancha que no pasaba del 10% del enorme terreno.

Ya hace 7 años que la cancha fue abando-nada por el club, pero su presidente dejó a Carlos quedarse como cuidador. Desde entonces, las tres familias pagaron cuentas de agua y luz a su propio nombre y nunca tuvieron ningún conflicto, entablando buenas relaciones con el resto de la comunidad.

RetroexcavadorasUna tarde de 2013, Carlos recibió una carta que decía que se iba a vender el terreno. No era, sin embargo, una orden de desalojo. Meses después, una persona llegó a ver el pozo negro, y de pasada le dijo que el terre-no ya estaba vendido.

Un año después, en agosto de este 2014, se les acercó la asistente social del municipio de Conchalí, Paola Palma, para avisarles que los iban a desalojar de inmediato, por lo que debían sacar sus muebles y bienes de sus casas. No tenía la orden de desalojo, pero de todas maneras Carlos Martínez, su familia y sus vecinos desarmaron todo, se puso a

llover, las cosas se mojaron, y el desalojo nunca llegó, así que volvieron a entrar todas las cosas ya dañadas por el agua.

Entonces, Carlos y sus vecinos partieron al municipio, a Serviu, a entrevistas con abo-gados y asistentes sociales, en busca de explicaciones y apoyo. La municipalidad les ofreció un camión para trasladar sus cosas y una mediagua, pero no tenían cómo conse-guir un terreno donde instalarse con ellas.

Revisaron los subsidios para postular a una vivienda social y les pidieron 720 mil pesos para empezar a postula, y 12 millones para comprar. Ni una de las tres familias contaba con tales ahorros. Carlos es jubilado y recibe una pensión de 68 mil pesos. Los jefes de hogar de las familias vecinas se dedican a la recolección de chatarra y a la desabolladura de autos.

El domingo 21 de septiembre, apareció en la cancha un funcionario que, sin dar su nom-bre, dijo que un tribunal había decretado una orden de desalojo y que debían abandonar en el acto sus viviendas, arriesgándose a un desalojo por la fuerza en caso de rehusarse. En ningún minuto mostró la orden de desalo-jo de la que habló.

Dos días después, el martes 23, apareció sin previo aviso una máquina retroexcavadora resguardada por un grupo de carabineros. Eran los mismos carabineros que años antes ocupaban la cancha para hacer deporte con los niños de la población.

Rápidamente, Carlos, su familia y sus veci-nos comenzaron a sacar sus pertenencias a la calle y a desmontar las paredes de su casa. “Me apuraban para que sacara las cosas”, dice Rosa Lorca, esposa de Carlos Martínez.

La retroexcavadora derrumbó la que fue su casa por 30 años, sin ninguna medida de seguridad, pasando a llevar los cables eléc-tricos y comenzando un incendio que se ex-tendió a la casa vecina. Sin embargo, nadie se hizo responsable, y los vecinos perdieron gran parte de su propio hogar, además de sus mascotas, que luego fueron encontradas entre los escombros.

Radio Villa Francia asegura que las retroex-cavadoras fueron puestas por el municipio, y que el desalojo “fue solicitado el 22 de octubre de 2013 por la Fundación Montt, que dice realizar proyectos educativos en

sectores vulnerables para ayudar a sectores con precariedades sociales, luego de haber cedido la propiedad en comodato precario por casi 30 años”.

Carlos y Rosa quedaron pernoctando a la intemperie al cuidado de sus cosas, y fueron ayudados por otros vecinos del sector que recibieron en sus casas a los niños y les prestaron baño y cocina.

Soluciones desde la veredaRápidamente, los vecinos màs lejanos se fueron comuncando lo sucedido y uno a uno se trasladaron a la cancha a apoyar a estas familias.w

Los integrantes de la Asamblea Territorial de Conchalí llamaron a los medios de comuni-cación, cocinaron, y armaron un espacio de descanso en plena cancha. Dos días después, el jueves 25 de septiem-bre las tres familias desalojadas y un grupo de apoyo de la Asamblea Territorial y TV Pillo ocuparon las dependencias municipales y lograron pasar a una mesa de negociación que contó con la presencia del alcalde Sot-tolichio.

“Apareció sin previo aviso una máquina retroexcavadora resguardada por un grupo de carabineros. Eran los mismos carabineros que años antes ocupaban la cancha para hacer deporte con los niños de la población”.

Luego de horas de negociaciones consigui-eron subsidios de arriendo por tres meses de 200 mil pesos mensuales y canastas famil-iares, y suspensión del desalojo de las dos familias restantes, que habría de efectuarse al día siguiente, el viernes 26 de septiembre.

El viernes 26, la retroexcavadora llegó a la cancha San Lorenzo, custodiada por guar-dias contratados por los dueños del terreno, para completar el proceso de desalojo, a pesar de lo negociado en la municipalidad el día anterior.

Para este mes de noviembre, gracias al fondo de emergencia conseguido gracias a la presión ejercida a la municipalidad, dos de las tres familias desalojadas se encuentran arrendando departamentos en la comuna.

Don Carlos y su familia, sin embargo, siguen sin encontrar una solución, y aún están alo-jados en las casas de vecinos.

Hasta el día de hoy, ni una de las 16 perso-nas que fueron desalojadas de la cancha San Lorenzo ha visto jamás una orden de desalojo impresa.

En la imágen, la reunión de los desa-lojados con el alcalde Sottolichio. Por la izquierda asoma Carlos Martínez.

El hoyo de mis pesadillas

Desde los 9 meses estoy enfermo. A los 16 recién salí del hospital. Usé muletas hasta los 47. Las secuelas de una Poliomelitis me comprometieron los pulmones, la columna y la cervical, pero me han hecho muchas operaciones y soy autovalente.

Montones de veces me he caído en Conchalí. Todas las calles tienen hoyos. Pero igual ando por la calle, porque las veredas están incluso peor. Sólo desde aquí, afuera de mi casa, veo 4 hoyos. Ten-go que tener mucho cuidado.

Una caída muy patética fue aquí en la esquina. Venía bajando de la micro, estaba lloviendo, y me resbalé con las muletas en un char-co. Quedé debajo de la micro, el chofer no me vio y sentí que pasó el embriague. Menos mal justo una persona que bajó por atrás me vio y le gritó al chofer que parara. Me salvó la vida.

En la calle Nahuelbuta está la cagá, donde está el carro del pesca-do. Ahí me cuesta un mundo cruzar la calle. Una vez ahí me rompí la rótula...

Otra vez fue como jackass. Estábamos en Independencia con Teniente Yavar, donde están construyendo los fosos del metro, se me estancó la silla en el ripio y quedé con las patitas paradas para arriba. Me pegué fuerte en la cabeza. Menos mal soy cabeza dura y nos cagamos de la risa, pero no es la idea.

Una mañana crucé apurado una calle porque iba a dejar unos papeles para postular a unos fondos del gobierno regional de Con-chalí. Me caí en un hoyo. Estaba solo y me demoré dos horas en lle-gar a la casa con un dolor enorme. Al otro día recién me ayudaron a ir a la posta. Me había quebrado un pie y una rodilla .

Marco Irarrázaval, 53 años, Conchalí.

Desde los 9 meses estoy enfermo. A los 16 recién salí del hos-pital. Usé muletas hasta los 47. Las secuelas de una Poliomeli-tis me comprometieron los pulmones, la columna y la cervical, pero me han hecho muchas operaciones y soy autovalente.

Montones de veces me he caído en Conchalí. Todas las calles tienen hoyos. Pero igual ando por la calle, porque las veredas están incluso peor. Sólo desde aquí, afuera de mi casa, veo 4 hoyos. Los vecinos los arreglan ellos mismos. Tengo que tener mucho cuidado.

Una caída muy patética fue aquí en la esquina. Venía bajando de la micro, estaba lloviendo, y me resbalé con las muletas en un charco. Quedé debajo de la micro, el chofer no me vio y sentí que pasó el embriague. Menos mal justo una persona que bajó por atrás me vio y le gritó al chofer que parara. Me salvó la vida.

En la calle Nahuelbuta está la cagá, donde está el carro del pescado. Ahí me cuesta un mundo cruzar la calle. Una vez ahí me rompí la rótula...

Otra vez fue como jackass. Estábamos en Independencia con Teniente Yavar, donde están construyendo los fosos del metro, se me estancó la silla en el ripio y quedé con las patitas para-das para arriba. Me pegué fuerte en la cabeza. Menos mal soy cabeza dura y nos cagamos de la risa, pero no es la idea.

Una mañana crucé apurado una calle porque iba a dejar unos papeles para postular a unos fondos del gobierno regional de Conchalí. Me caí en un hoyo. Estaba solo y me demoré dos horas en llegar a la casa con un dolor enorme. Al otro día recién me ayudaron a ir a la posta. Me había quebrado un pie y una rodilla.

Marco Irarrázaval, 53 años, Conchalí.

Quéjese con quien corresponde:

Director de Obras MunicipalesRené Alfaro SilvaTeléfono: (+56 02) 2828 6151Correo: [email protected] Elizabeth QuilodránTeléfono: (+56 02) 2828 6151Correo: [email protected]

Directora de tránsito y transporte públicoÁngela Asún SalazarTeléfono: (+56 02) 2828 6221Correo: [email protected] Filomena RomeroCorreo: [email protected]

Director de Vialidad MOP: Mario Fernández Teléfono: (+56 02) 24495586

Departamento de Pavimentación Serviu Teléfono: (+56 02) 29013222

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