el aÑo nuevo andino amazónico se

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La Paz, julio de 2016 Página Periódico mensual Julio 2016 Qollasuyu Bolivia Año 10 Número 119 Edición electrónica EL AÑO NUEVO ANDINO amazónico se ha convertido en algo que no deseaban sus recreadores. De constitutivo fundador de una nueva identidad nacional, pasó a ser elemento funcional al desvarío posmoderno y a la instrumentalización política. Para ello era necesario inventar una mitología sobre su inalterable continuidad milenaria. Aquí revelamos cómo fue que realmente nació esta festividad.

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La Paz, julio de 2016 Página

Periódico mensualJulio 2016QollasuyuBoliviaAño 10Número 119

Ediciónelectrónica

EL AÑO NUEVO ANDINO amazónico seha convertido en algo que no deseaban sus recreadores.De constitutivo fundador de una nueva identidadnacional, pasó a ser elemento funcional al desvaríoposmoderno y a la instrumentalización política. Para elloera necesario inventar una mitología sobre su inalterablecontinuidad milenaria. Aquí revelamos cómo fue querealmente nació esta festividad.

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Depósito legal 4-3-116-05

e-mail:[email protected]

www.periodicopukara.com

Teléfonos: 7151904871280141

Calle México Nº 1554, Of. 5La Paz, Bolivia

Director:Pedro Portugal MollinedoComité de redacción:Nora Ramos SalazarDaniel Sirpa TamboCarlos Guillén

Colaboran en este número:Mario Blacutt MendozaChristian Jiménez KanahuatySaúl Flores CalderónRumiÑawiInka Waskar ChukiwankaPedro Hinojosa PérezAtawallpa Oviedo WakakuéJosé Luis Saavedra Lo

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Ilustración tapa: Oficiantes del Año Nuevo Andino con ropas desconocidas anteriormente.Fuente foto: https://es.noticias.yahoo.com/bolivia-celebra-a%C3%B1o-nuevo-andino-5-523-con-212314212.html

El «proceso decambio» y la mujer

Una de las figuras que el«proceso de cambio» enarbolócomo símbolo de transformaciónen Bolivia, fue el de la mujer.

Ese, como otros símbolos delactual gobierno, tuvo sinembargo la desdicha de ser elinfeliz resultado de un empalmede quimeras ancestralistas conmitos posmodernos. Así, seconstató una coexistenciaparadójica entre el chacha warmiy las poses más actuales delfeminismo occidental.

Ese recurso a la mescolanzacomo solución que evita ladificultad de conceptualizar loselementos de nuestra realidad, debien identificarlos y de proponer soluciones, lo tenemos tambiéncon el paradigmático concepto de indígena-originario-campesino,que quiere identificar como una sola realidad sociológica,componentes dispares y, a veces, antagónicos entre sí.

La dura realidad echó por tierra especulaciones mitificadoras ydescubrió realidades afrentosas, dejando mal parada la imagendescolonizadora de la mujer que se quería instaurar. Es necesariorecalcar, sin embargo, que no es la legitimidad de las reivindicacionesde la mujer la que se ve así afectada, sino los mitos a través de loscuales se las quiso operativizar.

La primera hecatombe sucedió cuando el escándalo del FondoIndígena, donde estuvieron involucradas en su desfalco organizacio-nes femeninas, las conocidas Bartolinas, y sus principales dirigentes,entre ellas quien era postulada a gobernadora por el departamentode La Paz, Felipa Huanca. La historia del indígena como «reservamoral de la humanidad» y de la mujer indígena como su componentemás noble y honesto salió mal parada de ese percance.

El otro percance está sintetizado en la saga Gabriela Zapata, quedesbarató la imagen del chacha warmi y salpicó la imagen delpresidente boliviano.

Se quiso poner al chacha warmi, complementariedad del hombremujer, como principio fundador de las relaciones no solamentehumanas, sino cósmicas. Dogma difícil de asimilar cuando elpresidente parecía desmentir ese principio, al no tener warmi. Alfinal sí la tenía, pero era ilegítima. Y ella compensaba su opacamientocomo primera dama oficial, con supuestas prebendas y tráficos yremediaba su alejamiento del poder externo con una implacable sedde afectividad humana.

Cuando se desbarajustan las convicciones íntimas, el descalabromaterial puede ser inminente. Para asentar el tiempo deadministración que le queda, el gobierno no solamente debe pensaren relevo de políticas y de personas, sino también de ideasfundamentales, sin las cuales son difíciles esos necesarios tránsitos.

Es necesariorecalcar, sin

embargo, que noes la legitimidad delas reivindicacionesde la mujer la quese ve así afectada,

sino los mitos através de los

cuales se las quizooperativizar.

Bartolomé de las Casasy su humanismo sustantivo

Silvana Vignale*A diferencia de Sepúlveda, Bartolomé de las Casas vivió largos

años en el nuevo continente. Llegó por primera vez a la Españolaen 1502; tiempo después, en 1514, estando en Cuba, se convirtióa la causa de los indios; llegó a ser Obispo de Chiapas (México) en1543. Doce veces atravesó el océano para luchar contra quienesjustificaban la conquista, la violencia y el sometimiento. En 1543logró que Carlos V promulgara las “Leyes Nuevas” o Nuevas Leyesde Indias (4) , tardías e insuficientes, pero al menos moderaban elrégimen de encomiendas, evitaban el uso del término “conquista”y mandaban la penetración pacífica de los territorios. La formaciónteológica y filosófica que Bartolomé había logrado –en buena medidacomo autodidacta–, le permitió disponer de unos principiosantropológicos, con los cuales elaboró la doctrina que le serviríade base en la defensa de los “hombres nuevos” frente a los“hombres viejos”. Se trata de un “humanismo sustantivo” segúnel cual todos los hombres son personas, dotados por naturalezade entendimiento o razón; por lo tanto, libres y capaces de decidircon responsabilidad los modos de organizar la vida individual y delgrupo. En sus escritos realiza verdaderos estudios transculturales,es decir, analiza la gran variedad de culturas que hay en América y,mediante la aplicación del método comparativo, muestra que enmuchos aspectos la cultura indígena es superior a la europea yque algunos hechos considerados por los españoles como muestrade barbarie, se han dado históricamente en otras culturas vistascomo superiores por ellos mismos.

Desde el punto de vista de la antropología filosófica, el principalaporte de Bartolomé de las Casas fue su doctrina sobre la unidadespecífica del género humano, según la cual los derechos y libertadesde la naturaleza humana se explican por la igualdad de todos loshombres; en ello consiste la dignidad humana. El hombre tieneimplícita en su naturaleza la tendencia a lograr los fines para losque fue creado; para ello cuenta con un conjunto de atributosesenciales: la racionalidad, la libertad, la sociabilidad: “Todo hombre–dice Bartolomé– tanto infiel, como fiel, es un animal racional ysocial y, por consiguiente, la sociedad o el vivir en sociedad espara todos ellos natural”. Las diferencias que existen entre laspersonas y los pueblos son accidentales, son el resultado de ladiversidad de culturas y formas de educación. Además, tiene unavisión evolutiva de la cultura, de la sociedad y de la religión. Todoello fortalece su juicio negativo sobre la conquista; su análisisanticolonialista del contacto cultural; su enjuiciamiento crítico deinstituciones tales como los repartimientos, las encomiendas y laesclavitud; su defensa de métodos pacíficos para la evangelizacióny las relaciones entre los gobiernos indígenas y la Corona española.

Es indiscutible el aporte teórico de Bartolomé a la antropologíafilosófica, sin embargo ha de tenerse en cuenta que no se tratasólo de una teoría abstracta, sino de una respuesta concreta,teórica y práctica, a una situación histórica específica de violenciacontra la dignidad humana. En el presente se considera que losaportes de Las Casas constituyen un antecedente de la defensa yfundamentación de los Derechos Humanos.* Extractado de Acerca del debate en torno a la humanidad del indio del BlogANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA de Silvana Vignale

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Contemporáneo:

Arquitectura aymara,arquitectura del pensamientoChristian JiménezKanahuaty

La nueva arquitectura aymara es exponente de la plurinacionalidad, sinembargo no será la arquitectura del nuevo palacio de gobierno que construyeEvo Morales. En la foto, un cholet en la ciudad de El Alto. Fuente foto: http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-366672/el-surgimiento-de-una-nueva-arquitectura-andina-en-bolivia

Dentro de las múltiples pro-ducciones que realiza el serhumano en su vida dentro decomunidades de individuos, seencuentra como la forma másvisible y tangible de constru-cción, la arquitectura.

Se suele decir que se producenobjetos con el trabajo del hom-bre, pero estos objetos a vecesson materiales, y otras, simbóli-cos. En el plano de los conoci-mientos simbólicos que se gene-ran están por supuesto, lasideas, la teorías, los conceptos,interpretaciones del mundo, de-mandas sobre el cambio social,juicios sobre la política e incluso,razones legales y jurídicas quesustentan determinado modode actuar. Todas ellas, entremuchas, son actos sociales queintentan consolidad la vida ensociedad, reproducirla y al mis-mo tiempo modificarla.

Más allá, de esto, las construc-ciones materiales de ciertos ob-jetos por parte del hombre, re-flejan sus ideas e interpreta-ciones del mundo y al mismotiempo, plantean una idea delmismo. Es decir que no sólo lorepresentan en lo material, sinoque al hacer, los artistas, losingenieros, los hombres, endefinitiva; construyen un nuevomundo al dotarle de sentido yorganicidad.

La arquitectura es un modo dela transformación del mundo. Esañadir a la realidad algo que noexistía previamente, pero que almomento en que se concreta yllega a existir se ensambla conla realidad y su paisaje.

Es cuando se asimila al paisajeque una obra arquitectónica co-bra dimensiones sociales, políti-cas y culturales, ha dejado deser la maqueta de una edificacióny ha pasado a ser, la construc-ción de un deseo. De una inten-ción, también, que intenta aglu-tinar en su interior una serie deideas y conceptos sobre el mun-do sobre el cual esa construc-ción arquitectónica se asentará.

La arquitectura que se desa-rrolla en la ciudad de El Alto yque ha concitado la atención de

la prensa nacional e internacio-nal, merece ser pensada comoalgo más que construcciones co-loridas. Tiene capacidad para serdesarrollada como una serie deideas conceptuales desde el uni-verso de la arquitectura comodisciplina y ciencia, pero tambiéncomo escenario de debate po-lítico al proponer en su estéticay definición un modo de enten-der y aprender el mundo; eneste caso el mundo aymara eindígena en general. Pero consus límites y sesgos.

Así, por ejemplo, Luis Tapia,en Epistemología experimentalnos indica que “una arquitecturanunca es solo la aplicación deprincipios de diseño y construc-ción, es la imaginación de unaforma nueva o un conjunto deformas y su complejidad inter-na”, en este sentido, se recono-ce que la arquitectura produceespacios internos, los lugaresdonde se habita y distribuye eltrabajo, pero al mismo tiempo,la arquitectura se conecta conel entorno. Este entorno no essólo el paisaje, como en principioasumimos, sino que va más allá:propone una interrogante sobrela relación con las demás edifica-ciones, con las reglas y condicio-nes de producción y construc-ción, es decir, su diseño, sus ma-teriales, colores, formas y senti-dos de afinidad que proporcionaa los habitantes. Un lugar no essólo un espacio físico, que per-mite vivir en él, sino que tambiénrefleja algo de la identidad y dela subjetividad de quien habitaesos espacios. Por ello se pien-san los espacios como lugaresvivos de los cuales uno se ena-mora y quiere permanecer en ély llenarlo de contenido: decorarlas paredes, colocar flores y ma-cetas de plantas en determi-nados lugares, colocar un tipoespecífico de muebles y acon-dicionar espacios íntimos comolos dormitorios y el baño deacuerdo a perspectivas persona-les de comodidad y tranquilidad.

Entonces, una construcciónno es sólo un edificio puestosobre la geografía y que ocupaun espacio.

El guía suizo que hace dosaños ideó una forma de ganardinero por medio de llevar a losturistas hasta la ciudad de El Altopara conocer las edificacionesque el arquitecto Freddy Mamaniha desarrollado bajo el nombrede “Cholets” en una entrevistade prensa dijo lo siguiente cuan-do se le preguntó sobre los mo-tivos del por qué esos edificiosestaban en una zona como esa:“¿Por qué poner una casaencima de un edificio? Represen-ta el éxito económico de lagente. A mí me gustaría vivir enotra zona más cálida, pero aquítuvieron su éxito y son gentede aquí. No van a vivir en unazona donde hay blancos. Aquíes el éxito y aquí lo muestran”.Y aunque las edificaciones sonpropiedad de la nueva burguesíaaymara, que ha migrado en dife-rentes olas generaciones del

campo a la ciudad de El Alto yque ha logrado consolidarse enáreas como el comercio o la ven-ta de servicios, lo que nos inte-resa no es explorar el lugar des-de dónde llegan los recursospara la construcción de estosedificios que llegan a costarhasta un millón de dólares.

Nos interesa pensar la arqui-tectura de los cholets (mezclade lo cholo con el chalet) quesurgen con fuerza desde 2006:el año en que Evo Morales tomóposesión del gobierno comopresidente de Bolivia.

Cuando Freddy Mamani explicael porqué de su estilo, se refierea la cultura como matriz de sussímbolos estilísticos. Los poneal centro de sus construccionesporque para él deben represen-tar a la cultura aymara. La cha-cana, la serpiente, los ojos delcóndor, las plumas y los colores

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encendidos, son parte de unaretórica de la imagen que dicemás con el frontis de una facha-da de edificio que muchos de losmanifiestos y discursos delíderes políticos que intentandefinir la plurinacionalidad.

No en vano Mamani señala quesu labor no es sólo arquitec-tónica, sino la de dar identidada su ciudad. Y que es por elloque se la conoce como arqui-tectura andina de Bolivia.

Ahora bien, el proceso políticoque atraviesa Bolivia está mar-cado por una transformaciónque no es sólo nominativa, sinoque reafirma un fondo históricode luchas, conflictos, muertos,exiliados, desaparecidos y resignificaciones de la identidad yde las regiones en Bolivia, la plu-rinacionalidad, se posiciona en-tonces como resultado de unaacumulación histórica con sustensiones, contradicciones, lími-tes y alcances. Lo que significaque la plurinacionalidad no es só-lo un proceso de reconstitucióndel tejido institucional del Estadoboliviano, sino es la puesta enescena de unas relaciones dedominación, discriminación ydivisión social del trabajo y dela consiguiente división sexualdel trabajo y de sobre todo, loslímites para pensar las alter-nativas al desarrollo dentro dela matriz del Buen vivir.

Todas estas condiciones en lascuales se expresa la construc-ción y rearticulación de la so-ciedad no tienen su momentode sublimación, como dijimos,tan sólo en la arquitectura esta-tal y su creciente número deinstituciones. Tiene también inci-dencias en el mundo de losimbólico.

Las condiciones que hacen queun cholet sea un cholet, radicanen sus colores estridentes, policromáticos que se ensamblan enun paisaje continuo y monocro-mático. Pero su sello definitivotambién está en sus formasrecuperadas según Mamani dela cultura tiawanakota, queposee figuras míticas y reli-giosas como las serpientes, loscóndores, las chacanas (ocruces andinas) los sapos, yademás se funda en la repeticióny en las combinaciones dobles,binarias, en definitiva.

Esto que de por sí es sólo paraalgunas personas simplementeun edificio multicolor perdido enla geografía andina es un sínto-ma de un problema latente enla construcción de la plurina-cionalidad.

Y esto es importante en uncontexto político, cultural y eco-nómico que pone a Bolivia alcentro de las transformaciones

en el continente por su lucha enprocura de las reivindicacionesculturales y territoriales de lospueblos indígenas y sus nacio-nalidades.

Sin embargo, en lo cotidiano,acciones como las desarrolladasdesde la arquitectura por Mama-ni, nos muestran una dimensióndistinta del proceso de constitu-ción de la plurinacionalidad. Loque encontramos es más bienun proceso de resistencia. Unproceso donde el esquema delo plurinacional tiene huecos.

Esos huecos suceden porqueexisten escenarios de resistenciasimbólica, por parte de identida-des culturales, que haciendo usode los símbolos, de la memoriay de las imágenes de una deter-minada cultura, organizan unpasado y lo exaltan a la par quelo idealizan y desarrollan desdeesa otra mirada culturalista, unmovimiento nacionalista queapuntala una crítica y una mane-ra cultural que se representa enla arquitectura y que quiere decirque lo plurinacional no es sóloaún una construcción sino queni en su faceta discursiva halogrado instalarse como unarealidad.

Retóricamente se reconoce aBolivia como un Estado Plurina-cional, pero desde que esto esasí, se ha manifestado tambiénque la plurinacionalidad es unsignificante vacío. Esto que aludea un término psicoanalítico paraexplicar una realidad significaque la plurinacionalidad es unconcepto, una idea, una imagenen construcción y en donde portanto caben todas las diferen-cias posibles y todos los con-ceptos, por más que éstos seancontradictorios entre sí.

Un significante vacío es unrecipiente que es llenado condistintas ideas y conceptossobre lo que este recipiente es,y al llenarlo también se lo llenacon acciones políticas, ideologíasy prácticas económicas.

Pero también con accionessimbólicas. Algunas de ellasestán expuestas visiblemente enla construcción de los choletsporque recuperan y dan sentidosólo a un tipo de memoria y detradición cultural. Reivindicán-dola y haciendo de ella el centrode las miradas, invisibilizando asu vez, todas las demás formasy mitos y representacionesantropomórficas de la realidad.

En este sentido, tenemos quelos cholets no sólo reafirmanuna posición económica, sinoque culturalmente reafirman unay otra vez, con cada construc-ción, a través de cada uno delos colores y de las formas delos edificios, la farsa de la pluri-

nacionalidad y constatan que enlo cotidiano las personas aúnpiensan y actúan en procura dela recuperación de su propiacultura y con ello la empoderany la contrastan con las culturasde los demás y las quitan de lapaleta de los repertorios eintegran aún más elementos quesólo validan el imaginario y larepresentación monocultural.

Los cholets es la forma en queuna cultura ejerce la resistenciafrente a un proyecto moderniza-dor con carácter integracionista.La plurinacionalidad teóricamen-te podría entenderse como laforma en que al interior del Esta-do se consolidaran institucionesy organizaciones que funcionenen distintos tiempos históricosy en diferentes modos culturalespara atender las demandas delos pueblos y nacionalidades.

Sin embargo, en los hechosesta diferencia está subsumidadentro de una matriz culturalpropuesta desde el Estadocomo aquella que lo representa.La esencia de lo plurinacional noestá en lo aymara, sino en loquechua, porque por un lado,de esa composición étnica es labase política que electoralmentesostiene al gobierno y que tam-bién despliega acciones colec-tivas en su defensa. Al mismotiempo, los discursos presiden-ciales avalan constantemente supresencia en el escenario públicoy son los únicos con quienes searticula para confeccionar políti-cas públicas; las demás nacio-nalidades sólo ven al presidenteo al vicepresidente cuando éstosllevan obras hasta sus lugaresgeográficos de residencia. Estoque parece un acto de descensodel poder central hacia los terri-torios indígenas no es más queun momento en el que se refuer-za la política de los bonos y laformación del clientelismo políti-co que genera a su vez la reedi-ción del pacto de reciprocidadentre súbditos y gobernantes.

Los gobernantes dan cosas asus súbditos a cambio de queéstos se mantengan en calma ydefiendan a los gobernantes enmomentos críticos. Así, los súb-ditos figuran como personasque no tienen derechos sino enmedio de un pacto donde susacciones son validadas por el po-der del gobernante. Y es de estemodo que el gobernante semantiene en el poder, porquesus beneficios se multiplican amedida que da obras o cosas asus súbditos.

Esta imagen se refuerza aúnmás en un contexto plurinacio-nal, donde determinadas cultu-ras se sienten –como las de laAmazonía del país-, desatendi-

das por el gobierno y lejos detodas las decisiones políticasimportantes. Comunidades ypueblos que en definitiva aúnsienten la distancia del Estado.Sienten que en contextos pluri-nacionales aún más que en pe-riodos del neoliberalismo, elEstado está ausente. En contex-tos plurinacionales, la diferenciaes gestionada desde el podercentral, en cambio, en lo cotidia-no en un momento neoliberal,las decisiones y las demandasfuncionaban bajo mecanismosde la democracia representativaque aunque presentaban unamediación, por lo menos, viabi-lizaban los canales de comuni-cación Estado-comunidadescampesinas.

Desde la estructura de domi-nación plurinacional, se establecelo que es bueno y lo que no paralas diferentes culturas y nacio-nalidades del país, y esto generaque algunas de ellas se desmar-quen del esquema plurinacionaldentro del marco de las autono-mías porque no se atiende susnecesidades, esto significa ya nosólo la estratificación cultural yterritorial para la elaboración depolíticas públicas, sino que bási-camente es una forma de achica-miento del Estado. Una vez más,el Estado por medio de políticasculturales de estratificación étni-ca, se aleja de poblaciones vul-nerables dotándoles de autono-mía; al hacerlo, por el contrariose hace presente en otros terri-torios con los que establece unarelación de mayor afinidad, reci-procidad y complicidad.

Tenemos, entonces, finalmenteque asumir una búsqueda y máscreativa que los pliegues de laplurinacionalidad presentan ensociedades en transformaciónconstante como la que vive laciudad de El Alto.

Pero también buscar en leyesde ordenamiento municipal comolas dictadas en Cochabamba enlos últimos meses y las relacio-nes de la burguesía terratenien-te en Santa Cruz con la explo-tación en la zafra, las reivindi-caciones por tierra en Pando yBeni y las articulaciones vecinalesen centros periféricos de lasciudades capital. Todos esosespacios en vez de mostrarnosla diversidad que contiene en suinterior lo plurinacional, nosvislumbran el color y la profun-didad de lo plurinacional. Suslímites y las formas en que seencara una resistencia hacia él.

Los Cholets no son tan sóloun acontecimiento arquitectóni-co importante, sino que es el fe-nómeno visible de una situaciónque está encubándose al interiorde las sociedades en Bolivia.

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Comentario:

El carácter académico y políticode «El indianismo katarista...»Saúl Flores Calderón*

Aproximadamente hace dosmeses, la institución FriedrichEbert Stiftung publicó una inves-tigación valiosa: El indianismokatarista, una mirada crítica dePedro Portugal y Carlos Macusa-ya. El texto se presentó en másde tres oportunidades en dife-rentes lugares. Yo asistí a lostres primeros, el primero en losambientes de la Friedrich EbertStiftung, dirigido a un públicoacadémico, donde estuvierondestacados intelectuales que seinteresan por los movimientosindios, el segundo fue en la Fa-cultad de Derecho y Ciencias Po-líticas de la Universidad Mayorde San Andrés, organizado porun grupo de pensadores de laizquierda y finalmente la tercerapresentación se llevó a cabo enla Universidad Pública y Autóno-ma de El Alto, organizado porlos jóvenes aymaras de La Curvadel Diablo1, desde mi punto devista esta última presentaciónfue la más grande e importanteporque reunió a los estudiososdel indianismo y a los que sedenominan indianistas, en otraspalabras fue el encuentro deacadémicos y políticos. Sin em-bargo, la mirada política fue elcentro de atención y discusión.En este entendido, el presenteescrito extraerá y analizará laperspectiva académica y políticadel El indianismo katarista, unamirada crítica2.

En mi opinión, el eje centraldel texto de Portugal y Macu-saya es la crítica al pachama-mismo y a la idealización delindio que ha generado y expan-dido el indigenismo del Movi-miento Al Socialismo dentro yfuera de Bolivia; en este senti-do, el texto está relacionado conla coyuntura actual desde unamirada histórica. La investigaciónestá sustentada por exploraciónminuciosa y detallada de revisiónbibliográfica, además comple-mentada con una serie de entre-vistas. La investigación desmi-tifica al indio bueno, amable,

solidario, al contrario muestra lahistoria del indio no como aquelque está vinculado armóni-camente con la naturaleza sinocomo aquel que está en cons-tante pugna y competencia den-tro del campo político, entreindios y contra el blanco– mes-tizo. Por esta razón, el texto esútil para los académicos porqueles permitirá ampliar el conoci-miento sobre los indios y a losindianistas les permite replantearla lucha política indianista.

Desde la academia, el texto esplausible para la ciencia social ehistoria, pues muestra nuevainformación para narrar la his-toria de los indios. Seguramenteel texto será valioso y serviráde referente para los intelec-tuales extranjeros y bolivianos(Silvia Rivera, Gustavo Cruz,Pablo Mamani, Sinclair Thomp-son, H.C.F. Mansilla, FernandoMolina, Esteban Ticona y otros),además considero que con estainvestigación se eliminará el“desprecio académico” hacia losescritos sobre el indianismo.

El estudio de Portugal y Macu-saya, por otro lado, trata deresponder a los cánones de la“investigación científica”, pues noes igual a los escritos de los“indios” que escriben del india-nismo katarismo, donde siempreestá presente el sentido ideoló-gico - político. Además, el textoestá en la misma línea de losinvestigadores Diego Pacheco,H.C.F. Mansilla, Javier Hurtado,Verushka Alvizuri, pues estostratan de escribir investigacionesserias y no manifiestos políticossubjetivos.

Ahora bien, desde el enfoquepolítico, la presentación deltexto en la Universidad Públicade El Alto comenzó con unaoración andina, en donde unjoven de Achacachi encomendóla investigación de Portugal yMacusaya a los achachilas. Eljoven, que seguramente aun noleyó el texto, como muchos delos que se encontraban presen-tes, pensó que el libro se tratabade un documento “serio” (aca-démico), pero con un toque polí-tico ideológico que caracteriza a

los que se consideran india-nistas, se pensó esto porque losautores del texto tienen tra-yectoria indianista o por lomenos la gente los consideraindianistas3. Pero cuando uno valeyendo el texto encuentra unacaracterística distinta a lostextos indianistas escritos porlos indios.

El hecho de que unos indiosescriban del indianismo en estasépocas no implica que el textotenga que ser indianista. Co-mentábamos con un amigo quesi por alguna equivocación nosdieran el texto sin los nombresde los autores, juraríamos queestamos leyendo a Diego Pache-co, H.C.F. Mansilla o FernandoUntoja, quienes no simpatizancon el indianismo. En estesentido, me parece que no valíala pena encomendar el texto alos achachilas, pues era comohacer una oración a uno de lostextos de H.C.F. Mansilla sobreel indianismo.

En este entendido alguien sepreguntará, ¿La investigación dePortugal y Macusaya es undocumento indianista? ¿Estaráen la misma línea de los escri-tores indios como Ayar Quispe,Felipe Quispe, Luciano Tapia,Fausto Reinaga, Germán Cho-quehuanca, Iván Apaza, VíctorUriarte, Abraham Delgado yotros? ¿A qué público está diri-gido el texto? Considero que eltexto carece de la identidad polí-tica indianista, en otras palabrasel texto no es indianista, al con-trario destruye los mitos cons-truídos por los indianistas, aun-que esto será para mal o parabien. Además está dirigido esen-cialmente a un público académicoque no es necesariamente india-nista. Este hecho se muestra enla cantidad presentaciones quese efectúan en las universidadesy no en las comunidades indí-genas.

Parece que el texto de Portugaly Macusaya incita al indio adecepcionarse de su pasado,pues muestra una realidad depeleas, corrupción, caudillismo,enemistad, egoísmo, traición,infidelidad. Los autores descri-

ben la historia de los indios comoun relato de fracasos y estan-camientos y no de logros ni vir-tudes. Incluso no sólo develanaspectos políticos sino tambiénaspectos personales de los líde-res indios, por ejemplo indicanque Tupak Katari tenía unaamante, de nombre María Lupi-za. Se sabe que Tupak Kataries el símbolo de líder políticocomo también símbolo de unabuena pareja de Bartolina Sisa,pero cuando se devela estasituación quiebra la imagen deTupak Katari. No sé si este datoes producente o contraprodu-cente para un proyecto político.Quizás los autores con este datointentan hacer conocer que elindio en la actualidad y en elpasado es infiel a la esposa osimplemente intentan cuestionarel falso discurso de chachawarmi en el mundo andino.

Para terminar, desmitificar alindio me parece una buenaacción política indianista, perodestruir mitos que han dadoconciencia revolucionaria escontra producente a la hora deconstruir un proyecto político,pues cualquier proyecto políticonecesita de mitos, creencias ysímbolos. Comparto con unamigo que decía que es acep-table que el colonizador hablemal de la historia de los indios yquiera destrozar los mitos, comohace Mansilla o Pacheco, pero esparadójico que lo haga un indioen nombre de la ciencia.

1 Curva del Diablo es un grupo de jó-venes de la línea indianista – Katarista,que realiza una serie de actividades enlas redes sociales y la radio. El grupoestá conformado por los hermanos yamigos Rubén, Roger, Jaime Chambi,Nelson Cusi, Limber Franco, StefanyMurillo, Beymar Espejo y otros.

2 En real ida las ideas que estoyplanteando en el presente escrito teníaque haber manifestado en la presen-tación del libro en El Alto, sin embargopor cuestiones de tiempo no pudehacerlo. Agradezco a Pedro Portugal porpubl icar la presente opinión en elperiódico Pukara.

3 A Pedro Portugal podemos cata-logarlo como un indianista moderno,además porque anteriormente formóparte del Movimiento Indio TupakKatari. Sin embargo, a Carlos Macusayapodemos considerarlo como un estudio-so del indianismo pero no un indianista,aunque forme actualmente parte delMovimiento Indianista katarista.

* Es sociólogo y miembro delMovimiento Indianista katarista

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Más comentarios:

Para construir un verdaderocuerpo doctrinal indianistaRumiÑawi

Rara vez la lectura de un librome motiva escribir. No es el casode El indianismo katarista, unamirada crítica,obra de PedroPortugal y de Carlos Macusaya,que felizmente pude acceder ensu versión digital. Creo queporque el tema y la manera comoes enfocado hacen que sedespierte en mi emociones yvivencias largo tiempo conte-nidas.

Mi vivencia es del Sur Andinoperuano, región diferente yespecífica que es la esencia dela nacionalidad en este país. Yalo dijeron otros escritores, entreellos el insigne Luis EduardoValcárcel Vizcarra: la Sierra es lanacionalidad. La esencia del Perúes la Sierra y el Sur, pero esaregión ¡cuánto no se aproximay parece a la fronteriza conBolivia!Similitudes y diferencias

Pero no se trata solamente desimilitudes de paisaje, de geo-grafía, creo que se trata de iden-tidades comunes en historia yen gente y al leer el libro sobreel Indianismo Katarista que citose constata ello.

Creo que hasta ahora no sehabía escrito un libro sobre elindianismo que exponga esarelación, felizmente lo hace estelibro cuando relata la interacciónentre los militantes de estosdos Estados ahora separados yentre las ideas que desarro-llaron.

No entenderá nadie que me-noscabo nuestra realidad cuan-do afirmo que lo que sucede enBolivia fue y es influyente en lasideas y prácticas políticas en loque rrespecta a lo indio querebasan sus fronteras, y es loque pasó respecto al indianismo,que culminó en el Congreso deOllantaytambo, al cual asistí enese entonces como espectador,pues no tenía en ese momentorepresentación de ningunaorganización india.

Uno de los valores de este libroes que trata de eventos queotros «especialistas» ignoraron,vaya a saber por qué. Y el libro

se queda corto, pues mencionarlos varios líderes y movimientosque en ese entonces se forjaron,en especial en la región de Puno,como el MIK de Títalo, haría quesus páginas se queden cortas.

Pero también hay diferenciasy entre estas debo citar que apesar de la mística en ese en-tonces los movimientos indianis-tas no lograron influir en Perúen la politica nacional comosucedió en Bolivia.Causas de fracaso

Surge en mi una pregunta,porque creo que en los años 70y 80 se daban las condicionespara que en Bolivia surgiese unPoder Indio que tomara el go-bierno y de allí irradiara a todoel continente, empezando porsus vecinos. Entonces la pre-gunta: ¿Qué es lo que pasó quehizo fracasar ese Movimiento? Yotra pregunta, ¿es en BoliviaEvo Morales ahora ese gobiernoesperado?

Creo que el libro no da res-puesta clara a esas preguntas,pero sí da pistas que es que elfracaso está en la dinámica inter-na de estos movimientos y enla limitación de sus principalesdirigentes y que recién está porvenir un gobierno indio.

Ese tema es vital y constituyeen mi opinión otro de los valoresde este libro, pues no es com-placiente, no hace una historiamítica, para halagar lo pasado yvestir de laureles a sus sobre-vivientes o para inclinarse ser-vilmente ante el presente. Esetexto, si lo leemos con deteni-miento, es tremendamentemovilizador pues pone el dedoen la llaga de nuestros errores,para que ya no se reproduzcanen el futuro.Mirando al futuro

Pero no se trata por ahora deun libro movilizador para lasmasas, sino para los dirigentesque mañana puedan movilizar aesas masas.

Indico ello porque la «miradacrítica» de los autores puededesmovilizar a los militantes debase que requieren de certezasy de un diagnóstico optimista de

la lucha. Pero ya lo dijeronmuchos analistas: En ideologíael opio puede ser bueno para latropa, no para los capitanes.

Lo digo, porque me tocó serespectador de cómo se disgregóentonces la gran esperanza quesignificaba el CISA, y en el origenestaban deficiencias humanas,no el entorno, no la espectativainternacional, no la ideología.Pocos hombres lúcidos se le-vantaron para prevenir entoncesello y denunciar lo que sucedía,y es honor citar entre ellos aPóspero Orosco. Escribir sobrela hecatombe del CISA llevaríamás páginas que las que seescribieron hasta ahora.

Es pues un libro que dice ver-dades, no al estilo de FaustoReinaga, que eran verdades queempujaban a la movilización, alacto vengador, sino verdadesque empujan a la organizacióny a la creación de una verdaderaideología, al acto fundador.El futuro es nuestro

«El futuro es nuestro» era elslogan que coreaban los congre-sistas en Ollantaytambo, cuandose formó el CISA. Otro de losslogans era «El temblor viene deabajo... carajo». Creo que esassiguen siendo verdades, que no

porque tarden son falsas.Pero no se trata de verdades

que se impondrán por sí mis-mas, sino que serán el resultadode una lucha y esta lucha esconsecuencia de una organi-zación, y de una calidad de diri-gentes, y de una excelencia deideología.

Y aquí voy a lo principal. Creoque no se puede edificar si antesno se derrumba, pues lo que es-tá puede perjudicar lo que tieneque venir. Aquí encuentro senti-do a la mirada crítica del libro.

El libro es particularmente crí-tico con lo que denomina «pa-chamamismo» y creo que tienerazón. Parafraseando al grandeMarx que veía a la religión comoel opio del pueblo, este pacha-mamismo se ha convertido enel opio de los indianistas. Bastaver el IntiRaymi en Cusco: lente-juelas y propina de turistas, ynuestros indianistas dedicadosa fantasías sobre los extrate-rrestres y el QoriCancha, menosver la realidad y tomar el poder.

Pero creo yo que se trata delPoder, y hay que construir unverdadero cuerpo doctrinal in-dianista y una organización quela encarne, y creo que ahora seráen el Sur Andino del Perú.

El libro "El IndianismoKatarista: Una MiradaCrítica" lo distribuye enBolivia la FundaciónFriedrich-Ebert, Av.Hernando Siles # 5998 esq.calle 14, Obrajes, La Paz.E-mail: [email protected] a cualquiera de estosenlaces puede descargar laversión pdf del libro “ElIndianismo Katarista. Unamirada Crítica”:

http://library.fes.de/pdf-files/bueros/bolivien/12424.pdfhttp://grupo-minka.blogspot.com/2016/03/el-indianismo-katarista-una-mirada.htmlhttp://www.periodicopukara.com/archivos/el-indianismo-katarista.pdf

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Literatura:

Aqupampa, primera novela enlengua propia americanaPablo Landeo Muñoz*

AQUPAMPA (2016), mi primeranovela escrita en runasimi, sintraducción al castellano, es andi-na, rebelde y urbana, a su ma-nera. Desarrolla temas relativosa la migración, al amor, a lafuerza de los andinos para forjaruna ciudad, a la violencia desa-tada por Sendero Luminoso en20 años de terror y muerte. Porsu condición andina, no podíaestar despojada de su cargamítica ni de todo los referentesculturales propios de esteespacio.

Aqupampa, Arenal, es laprimera novela en una lenguaoriginaria de América, sintraducción al castellano. EnBolivia, se han publicadocuentos extensos en quechuay castellano, conozco uno deesos cuentos, lo he leído consuma alegría y celebrado suscualidades estéticas, me refieroa Saqapa, El cascabel, de GinésCornejo Endara (2013)1; enParaguay se ha publicado lanovela Kalaíto Pombéro (TadeoZarratea, 1981)2, en guaraní yen versión castellana; lo leí deigual manera con agrado, sor-prendentemente en su terceraedición (2012). Estos librosllegaron a mis manos gracias aCésar Itier, incansable viajero ycompañero de actividadesacadémicas en el Instituto Nacio-nal de Lenguas y CivilizacionesOrientales, en París. No manejonoticas respecto a publicacionessobre narrativa, en otras len-guas originarias de América.

Escribí Aqupampa en runasimi,por simple necesidad. Un bilin-güe que utilizó desde wawa elrunasimi y el español paracomunicarse cotidianamente, nopodía vivir de espaldas a sulengua materna. A medida queiba desarrollando mis capaci-dades para escribrir, leer y re-flexionar en runasimi, los deseosde escribir en esta lengua fueronconvirtiéndose en una necesidadineludible. Pero Aqupampa y

otros escritos míos en quechuatienen también su carga reivin-dicativa, por ello con mi chik-tantar pugnando en runasimi,luego de algunas reflexiones,decidí escribir en runasimi, sintraducción al castellano (lasjustificaciones de esta decisiónse hallan en Runasimipiqillqaqmasiykunata qayakuy /Llamado a mis hermanos quehablan y escriben en runasimi(2012) y en mi libro de relatosWankawillka (2013)3.

Aqupampa y las demás pro-ducciones escritas por los andi-nos, en quechua, quechua y es-pañol (y otras lenguas nacio-nales) constituirán -imagino- elcorpus para discutir, reflexionary cuestionar el Bicentenario denuestra independencia. Parafecha histórica tan particularseguramente se realizarándiversos eventos y celebracionesfastuosas; se resaltarán, pien-so, la memoria de nuestroshéroes, la valentía, la fraternidadde pueblos hermanos para ter-minar con el absolutismo y mu-chas etceteras (hasta se lesocurrirá invitar a su majestad,el rey). Y aquí surge una interro-gación que desde hace un tiem-po, me he permitido plantear enandino, en serrano, en quechua,dirigiéndome a mis wawqi-paniy-kuna y a quienes se interesenpor el destino de las andinos enel Perú: ¿Bicentenario pachapi,ñuqanchik runakunaqa, imatamhayllisunchik? Es decir; ¿y losrunas, los andinos, qué celebra-remos en el Bicentenario denuestra supuesta independen-cia? Esta novela es un desafíopara los escritores quechuasporque puede otorgarles la con-fianza necesaria para escribir enquechua, sin traducción al espa-ñol. De modo que a partir de uncorpus de literatura escrita enquechua, sin traducción, quepueda ir creciendo, sea posiblediscutir nuestra independencia,al menos desde la palabra. Eldesafío es también para los lec-tores y para la nueva crítica lite-raria peruana.

Aqupampa fue escrita en elinvierno de París, el 2014. Para

fines de diciembreya tenía la primeraversión, con sustaras, defectos ytodo, mis perso-najes se habíanerigido e impuestoal frío, a las bru-mas, modeladoacaso por el cantode los cuervos, aquienes los veíapasar desde eloctavo piso de mihabitación, muycerca de la Sena.En principio susorigenes se hallanen un cuento deunas 10 páginas,un cuento imper-fecto y lleno deoscuridad. La im-perfeccion, la os-curidad de los per-sonajes exigíanvisibilizarse hastaque un día pudesintonizar con ellosy sin planificación previa, empecéa escribir sema-nas previas aAño Nuevo; des-pués de cadabreve capítulo, cada personajereclamaba el derecho de servisibilizado, cada situaciónllamaba desde su oscuridad seresclarecida, en poco menos deun mes tenía el primer borrador,mi primera creatura, mispersonajes con quienes despuéssufrí, amé y celebré la vida enParís.

Aqupampa, solo es un puñadode arena, de ese inmenso arenalnuestro de cada día. Aquí, eltexto que acompaña la con-tratapa:

“Imaynanpitaq paywan pan-tarurqaku?” nispam tapukullani,waqallani. Ñawsachu, machas-qachu, utisqa umayuqchukarqaku, taytaywan pantanan-kupaq? Hinaspaqa pantasqan-kumanta willakuqraq wasiymanhamurqaku ‘Pantarurqanikumtaytaykiwanqa’ nispa. Upachu,sunsachu kani, chay kuwintuwanhamuwanankupaq? Imaynataqrunapa kawsayninwan pan-tachwan? Papelcha tarisqaytutaqa Carloscha maskaqmi

yaqalla rirqani. Rispayqa kun-kantapas kuchuramuymanmikarqa, llapa rabyaykunawan,hinaspam ‘Allqukunaqa kaynamwañunku’ niq qillqata saqiy-kuspay pasakamuyman karqa.Chaynarquptiy pitaq ‘qanmisipirurqanki’ niwanman karqa?Chaynarquspaypas manamhawkachu kayman karqa. Chayyana chunchulnintapas urqu-ruspaymi allqukunaman qaray-kamuyman karqa, yawar-nintapas quñillatam upyarqa-muyman karqa, hinasparaqmichukllantapas kañaykamuymansenderokunahina, ismusqasunqunpas uchpayananpaq,runamasiykunata manañawaqachinanpaq.

París, mayo del 2016.

1 Cornejo Endara, Jinés. Saqapa /El cascabel; versión en quechua ycastellano. Bolivia, Plural Editores,2013; 96 pp.

2 Zarratea, Tadeo. KalaítoPombéro, (tercera edición) versiónen guaraní y castellano. Asunción,Servilibro, 2012; 384 pp.

3 Landeo Muñoz, Pablo.Wankawillka. Lima, Grupo Pakarina,2013; pp. 82.

* Es miembro del Instituto Nacionalde Lenguas y Civilizacionesorientales, París, Francia.

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Historia:

Origen del actualAño Nuevo Andino AmazónicoInka Waskar Chukiwanka

Este texto estranscripción de partedel artículo publicado enjunio de 2001 por InkaWaskar Chukiwanka enla revista Puriniskiwa,bajo el título«Restablecimiento delIntiraymi». Lopublicamos para dejarconstancia del verdaderoorigen del ahora llamadoAño Nuevo AndinoAmazónico, origenconocido por todos losmilitantes indianistas ykatarista de entonces,pero que ahora se loquiere confundir con unaneblina depachamamismo funcionala coyunturales interesespolíticos.El mismoartículo, con pequeñasmodificaciones, esposible leerlo en laactualidad en el sitiointernet: http://www.tawantinsuyuestado.org/2016/06/20/restablecimiento-del-intiraymi-en-tiyawanaku/n.d.r.

…A fines de los años 70 yprincipios de los 80 me nació lapreocupación de retomar y re-constituir el Intiraymi como elAño Nuevo del Tawantinsuyucon una actitud de recibimientoritual al tata Inti en Tiwanaku.Para dicho cometido era impor-tante reestructurar el CalendarioMara Wata de 13 meses laborque yo ya lo había iniciado desde1976.

Este empeño posibilitó que en1978 y 1979 tuviera los pri-meros borradores. Nadie creyóque se podía rescatar el Inti-raymi. El año 1980 hice conoceresa inquietud y mi Calendario a

mis hermanos que estaban enla Universidad Mayor de SanAndrés (UMSA), les hablé ade-más de cambiar nuestros nom-bres provenientes del santoralcatólico por nuestros propiosnombres indígenas. Algunos demis hermanos de raza se burla-ron de mí por cuanto se habíanacostumbrado a recibir el añonuevo el 1 de enero y, de cam-biar de nombre, ni hablar. Otrosen cambio recibieron con agradoesta iniciativa, estando entreestos últimos los hermanosMoisés Calliconde, Valentín Ma-mani, Ramón Conde, Ruth Flo-res, Felipe Santos Quispe, Doly,Este-ban Nina, Roberto Tambo,Sebastián Mamani, Javier Con-doreno, Moisés Gutiérrez yotros.

Este mismo año entregué unfolleto borrador de mi calendarioa Luis Oporto quien por enton-ces conformaba el Comité Direc-tivo del Instituto Boliviano deCultura (IBC) junto a WaldoVillamor, Roberto Santos Esco-bar todos bajo la dirección de

Juan Heriberto Jauregui C., delCentro de Investigaciones His-tóricas para que editaran elCalendario. Sin embargo, eseaño fue imposible su ediciónteniéndose que esperar un añomás, hasta 1981 cuando salióel texto titulado MARAWATA En-sayo del calendario HistóricoIndio, 5to Sol 498: 22 junio1981-20 junio 1982 llevando minombre como autor, siendo en-tonces el de Kara Chukiwanka ycon Depósito Legal Nro. 176/81.

Al año siguiente el MARAWATA5to. Sol 490, se editó en 7.000ejemplares gracias a la ayuda deamigos Metodistas como Za-carías Mamani y Eugenio Pomaquienes me prestaron dinero elmismo que fue devuelto una vezque vendí los calendarios. Conlos ejemplares de esta publi-cación me dirigí a las ciudadesde Puno, Arequipa, Cuzco y Limadonde vendí y al mismo tiempoconocí muchas personas, entreellas al arquitecto Carlos MillaVillena del Grupo Tea quien,junto a otros, me adquirió el

Calendario. Carlos Milla poste-riormente me cita en su famosaobra GENESIS DE LA CULTURA AN-DINA, editado en Lima en 1983.También resalto por ese enton-ces la visita a mi domicilio dePedro Portugal y Jacqueline Mi-chaux, quienes llevaron una can-tidad considerable de calenda-rios a Francia y junto a los mis-mos un recorte del PeriódicoPresencia que hacía referencia ala aparición del CalendarioMARAWATA. Portugal y Michauxse encargaron de difundir lafiesta del 21 de junio en el planointernacional lo que inspiró a lasautoridades francesas para quedeclaren el 21 de junio como elDía de la Música. Este hecho lopude corroborar cuando en1994 estuve en Francia y ob-servé el 21 de junio cómo losmúsicos, cantantes e intérpretesde orquesta de origen europeoy de otros continentes tocaban,cantaban y danzaban en las prin-cipales plazas y esquinas de laciudad de Paris.

La otra actividad importante

El Año Nuevo Indio se ha transformado ahora en Año Nuevo Andino Amazónico. El proceso propio de ideologización seha visto sumergido por una recuperación política que, al final y al no corresponder a la esencia que la motivó,perjudica a todos. Fuente foto: http://www.bolivia.com/

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que se debía emprender era lavisita a los lugares sagradospara el recibimiento del AñoNuevo del Tawantinsuyu. Y unode esos lugares sagrados eraindudablemente Tiwanaku,puesto que en el pasado cons-tituyó el centro donde nuestrosabuelos se reunían para esperarcon mucha unción los rayos delSol y alimentarse de su energíala mañana del 21 de junio. Esaactividad lo reemprendí en 1979cuando viajé a Tiwanaku paradiagnosticar la conciencia quetenían nuestros hermanos sobreel Intiraymi. Llegué al pueblo deTiwanaku para proponer la prác-tica del recibimiento del tata Intiel 21 de junio, sin embargocuando conversé sobre esto conlos vecinos ellos cuestionaron eincluso un hermano aymara mellamó diablo y “saxra” y que ellossólo reconocían el 1 de enerocomo año nuevo cristiano ade-más por ser ese día el de lacircuncisión de Cristo. Al notaresta reacción comprendí que eramejor volver con otros herma-nos y con ellos conversar con lacomunidad y con los del pueblopara retomar la práctica milenariade la fiesta del Intiraymi tal comolo hicieron nuestros abuelosreuniéndose en Tiwanaku. Toméun carro que partía lleno depasajeros y ubicándome en laparte trasera del mismo em-prendí el retorno a mi hogarllegando cubierto de polvo.

El año 1980 retorné con doshermanos a Tiwanaku y no dejéde visitar ese lugar sagradohasta 1985. Entre los hermanosque me acompañaron esosprimeros años están, de los querecuerdo, Dionisio Laruta, EloyChavez, Ramón Calamani, FelipeChavez, Jaru Peralta, Blas Con-dori, Qila, Teniente, Vargas, Pán-filo, Oscar y otros que los enun-ciaré en su momento.

Recuerdo un hecho muy parti-cular el año 1981 cuando llega-mos a Tihuanaco el 20 de junioal atardecer. Ante el hecho deque nosotros éramos muyjóvenes por tanto imposibili-tados para realizar un ritual, en-tonces buscamos una personamayor y entendida en la materiacomo se hace en nuestro puebloy cultura. Observamos deteni-damente a un Yatiri y vimos queen el ritual que desarrollabahacía mención a la Tira VirgenMaría en vez de la Pachamama,también mezclaba los nombresde nuestros Achachilas con delos santos además de per-signarse. Esto nos desilusionórazón por la que seguimos bus-cando otro Yatiri que esté deacuerdo a la ritualidad y espi-

ritualidad Aymara, sin embargono existía ahí, de seguro que síen las comunidades alejadas,pero era demasiado tarde paratrasladarse a dichas comuni-dades. Ni modo, preguntamospor algunas personas queestaban haciendo la labor decatequistas aymaras y entreellos encontramos al hermanomayor Rufino Paxi y otros. Nosdecidimos por este hermano ypensamos que en lo venideropodría cambiar su cristianismopor la espiritualidad Qolla.

Al año siguiente retornamosnuevamente entre siete herma-nos. La partida fue en la PlazaLibertad al pie del monumentoa Tupaj Amaru del Altupata yportando un par de wiphalasllegamos al pueblo de Tihuanacodonde preparamos el ritual einvitamos al hermano RufinoPaxi con quien nos dirigimos asu casa y ahí preparamos elritual de permiso para entrar altemplo de Qalasasaya. RufinoPaxi, por ser el mayor, fuerequerido para hacer el ritual.Por entonces ese hermano to-davía mencionaba los santos yla virgen correspondientes alcatolicismo a lo cual dijimos:“¿qué vamos a hacer?”, y otrohermano decía: “seguro irá cam-biando” y evidentemente estehermano fue cambiando desdeaquel primer impulso que le di-mos los jóvenes. Luego de esteritual de permiso nos traslada-mos al templo de Qalasasaya aeso de las cinco de la mañana yun hermano de apellido Condori,que además era funcionario delInstituto Nacional de Arqueolo-gía (INAR) nos prohibió el ingre-so manifestando que eso erapropiedad del Estado y que ensus instalaciones estaba prohi-bido realizar rituales paganospor ser cosa del demonio. Noscostó trabajo persuadirlo hastaque al final accedió lo que nospermitió realizar el ritual en elmomento del Willjta y Qhantatihasta el momento de la salidadel tata Inti. Estuvimos descal-zos y con las palmas de lasmanos hacia arriba y hablandode todas las cosas que habíamoshecho y lo que pensábamos ha-cer, recibimos la fuerza y la ener-gía de los rayos sagrados delTata Inti voceando con fuerza yenergía «Jallalla Mara t’aqa»,«Jallalla Machaq Mara», «JallallaIntiraymi», «Jallalla Tawantin-suyu» y otros Jallalla. Luego unpar de hermanos cambiaron susnombres cristianos por nombresQollas y otro manifestó que seiba a casar el 21 de junio.

Posteriormente nos traslada-mos a la casa del hermano

Rufino Paxi en Waraya ubicadoen la parte Oeste de Tihuanacocamino a Guaqui. Merendamosen su casa junto a su familia yde esta manera terminamos conla fiesta dedicada a nuestropadre Inti, retornando a laciudad de Altupata.

También viene a mi memoria elhecho de que un año nos impi-dieron entrar al Templo deQalasasaya razón por la cualtuvimos que pasar por sobre elalambrado. El año 1985 5to. Sol493 fue la última vez en esadécada que estuve en Tihuanacopor cuanto ví que el Intiraymifue distorsionándose por laacción de ciertas personas quea través del Machaq Mara sólobuscaban fines comerciales pro-cristianizantes y político partidis-tas. Los posteriores años metrasladé a Copacabana, Tikina yPuno y a otros contextos terri-toriales como a Europa paradifundir, recordar y festejar elIntiraymi.

La peregrinación a Tihuanacoy otros lugares sagrados fuecreciendo. Recuerdo que algunaspersonas no querían hablar delAño Nuevo del Tawantinsuyu yotros arqueólogos no queríanreferirse al Intiraymi realizandouna campaña para que se hablesólo del solsticio de inviernoqueriendo obviar claramente elAño Nuevo Indio. Incluso un es-

tudioso apellidado La Torre ha-bía rechazado el 21 de junio yhabía propuesto el 21 deseptiembre como el Año NuevoAymara. También existieron“estudiosos” de la cultura andinade influencia occidental que porel temor de denominar AñoNuevo Indio preferían hablar deWillkakuti; y hasta hubohermanos aymaras que seprestaron en llamar al tata Inticomo Willka, siendo en verdadque Willka no es nombre del Sol,sino del sacerdote Aymara en-cargado de la ritualidad. Otraspersonas hicieron negocio através del turismo local y ex-tranjero sin comprender el sen-tido del Intiraymi y no faltaronaquellos que iban para destruirla ritualidad y espiritualidad dela cultura india. Tampoco faltaronlos que fueron a Tihuanaco confines político partidista y quienesiban a consumir bebidas alco-hólicas…

El año 1998, 5to. Sol 506, volvía Tihuanaco investido como Inkapara reencaminar la esencia delIntiraymi en Tiwanaku. Los si-guientes años, 199 y 2000 visiténuevamente Tihuanaco acompa-ñado de los estudiantes de laUniversidad Indígena del Tawan-tinsuyu (UTA) lo que significó unrefortalecimiento espiritual denuestras propias raíces ances-trales.

Inka Waskar Chukiwanka en la actualidad. Este personaje, junto a variosotros jóvenes de fines de los años 70 e inicios de los 80 del siglo XX, está alorigen y reactualizacón de varios elementos ideológicos y símbolosindianistas, que ahora son utilizados por el gobierno en esta coyuntura, sinreconocerles ningún tipo de «autoría», como es el caso de la wiphala.

Fuente foto: https://i.ytimg.com/vi/N8_O4j7n1Jc/maxresdefault.jpg

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Economía:

La informalidad, ¿base de undesarrollo nacional genuino?Pedro Hinojosa Pérez

1.- Produciendo en laeconomía informal

En el último Informe Nacionalsobre Desarrollo Humano enBolivia elaborado por el PNUD ypresentado el 23 de marzo últi-mo indica, que, en las dos últimasdécadas el surgimiento de pro-fundas transformaciones socia-les que ha sufrido Bolivia ha sidoquizás la mayor motivación parala realización de un informe dedesarrollo humano.

Esta nueva Bolivia que traeconsigo un notable crecimientode sus estratos medios, que espredominantemente urbana ycuyos habitantes hoy son ma-yoritariamente personas en edadde trabajar, son hechos que lla-man a la reflexión sobre el tipode agenda de desarrollo quedeseamos los bolivianos.

Los cambios en la composiciónde los perfiles socioeconómicosde los bolivianos y su ubicaciónterritorial son elementos queobligan a pensar en interven-ciones acordes a esta nuevaidentidad. A pesar que estosfenómenos son estructural-mente centrales para el futurode Bolivia, ello no deben hacer-nos olvidar las prioridades queel país aún tiene en materia demejoras para un todavía ampliosector excluido, así como entemas relativos la pobreza en elárea rural y la marginación devarios grupos humanos.

Para el efecto entra en juegola nueva clase media que entérminos numerales son actual-mente la mayoría poblacional enel país. Esta clase social emer-gente para sobrevivir en las ciu-dades tiene que necesariamenteelaborar formas innovadoras degeneración de ingresos. Y, pre-cisamente, una de esas formas,es la de generar ingresos tra-bajando de manera informal.

De acuerdo a investigadoressociales, “la importancia deestimar el tamaño de la eco-nomía informal se resume en lassiguientes razones:

* Al tener información ade-cuada sobre el tamaño de la

informalidad, el gobierno sabríacuántos ingresos deja de perci-bir por ese concepto.

* Saber la magnitud de la eco-nomía oculta ayuda en la tomade decisiones de políticas econó-micas que permitan su dismi-nución.

* Una economía informal prós-pera resta fiabilidad a las esta-dísticas oficiales sobre desem-pleo, población activa, ingresos,consumo, etc., de esa manerano se puede saber la riqueza delpaís.2.- Definiciones

El semblante de las más gran-des ciudades de todos los paí-ses latinoamericanos ha cambia-do en los últimos años por lairrupción de un fenómeno socialy económico que, si no es nuevoen términos absolutos porqueen alguna medida siempre haexistido, lo es por la extensiónque ha adquirido: la formacióny establecimiento de numerosaspequeñas actividades produc-tivas y comerciales cuyos prota-gonistas son los grupos socialesempobrecidos de los barrios ypoblaciones marginales.

Para referirse a este fenómeno,economistas y sociólogos hanacuñado diferentes expresiones:economía informal, pequeña pro-ducción popular urbana, econo-mía sumergida, economía invisi-ble, economía de subsistencia,economía popular.

Uno de los trabajos más desa-rrollados corresponde al profe-sor José Luis Coraggio. Deacuerdo a este investigador; laeconomía popular o la economíainformal no es una economía ne-cesariamente solidaria, no esperfecta ni sin contradicciones,no tiene un modelo organizativoya listo para implementar. Señalaque para que funcione la misma,hay mucho que explorar e inven-tar. No es un sistema económicocompleto alternativo al capitalis-ta. Asimismo nos indica que esla base socioeconómica de trans-formaciones profundas desde elinterior de ese sistema. Por supotencial y sus valores intrínse-cos, la economía popular soli-

daria puede jugar un papel pro-minente en la construcción deuna economía social, sostene-dora de relaciones sociales y conla naturaleza virtuosa, base deun desarrollo nacional genuino.

Más adelante dice que, comoeconomía de las mayorías nopuede realizarse sin una demo-cracia radical, valoradora de ladiversidad y la articulación delpueblo y ajena a la homogeni-zación del mercado total y unaciudadanía pasiva. La economíapopular no puede ser una pobreeconomía para pobres. Muchomenos para hacer que los po-bres aguanten en la pobreza,subordinados a la lógica de laacumulación ilimitada de riquezade unos pocos ganadores en elmercado.

La Economía informal suponeque es la economía de los tra-bajadores informales que traba-jan dentro sus viviendas aleja-dos de toda formalidad. Tienesu propia lógica y su interés par-ticular: crear y sostener las ba-ses materiales para la reproduc-ción de la vida digna de todas ytodos los que dependen de sutrabajo para vivir, libres para ele-gir su plan de vida. Como parte

de una economía mixta más am-plia, aporta sus recursos, suscapacidades, sus conocimientos,su experiencia, sus modos deorganizarse y participar colecti-vamente en la producción y elconsumo. Son trabajos conse-guidos por iniciativa propia ale-jados de toda la burocraciaestatal y sobre todo eludiendoal sistema impositivo que última-mente se volvió coercitivo.

La economía informal tienediversas formas de organiza-ción: la forma básica es la familia,el barrio o la zona. Como institu-ción micro-socioeconómica, es ellugar del compartir, donde todosvelan por todos, todos buscanmejorar su calidad de vida demanera solidaria. Para eso, ba-sados en las relaciones de pa-rentesco, organizan sus recur-sos comunes, sus capacidades,fundamentalmente el trabajo.Contra la visión predominante,sus actividades no se limitan amicro-emprendimientos de co-mercio, de artesanado o de pe-queña agricultura familiar. De-sarrollan estrategias complejasque combinan diversos modosde realización de su fondocomún de trabajo.

Fuente caricatura: https://mexicoyamericalatina.wordpress.com/category/cartones/

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3.- Clases de trabajoinformal

Existen varias y para fines me-todológicos los agrupamos demanera arbitraria en tres clases.Los trabajos por cuenta propia;los micros empresarios fami-liares o comerciantes minoristasy los micro talleres artesanalescon más de tres operarios.

Los primeros realizan su tra-bajo prestando servicios comoser reparación de calzados oprendas de vestir tienen una pe-queña máquina. A este grupocorresponde por ejemplo los za-pateros que están trabajandoen las esquinas o los mercados.

Los segundos son los más nu-merosos y se los observa en lasferias y mercados populares. Esun sector bien organizado. Ela-boran productos y/o comercia-lizan en pequeña escala. Así porejemplo, el diario Opinión de Co-chabamba relata el caso de losconfeccionistas de jeans: “Seestima que una empresa artesa-nal produce 200 pantalones porsemana y una grande más de1.000 por día. Las microempre-sas y otros establecimientosmás artesanales, que se dedicanal lavado de pantalones jeans,trabajan a espaldas de las auto-ridades y las normas evadiendotodos los controles posibles pa-ra obtener las mejores ganan-cias. Estas lavanderías estánubicadas en la parte sur de lalaguna Alalay, detrás del HospitalUnivalle y la Feicobol. Quienesconocen y viven de esta febrilactividad señalan que data des-de hace varias décadas y se haextendido desde el cerro deHuayra K’asa, barrios Minero yAlalay hasta la populosa VillaSebastián Pagador”.

Los últimos son los que gene-ran verdaderos efectos multipli-cadores en la economía porquelos productos terminados seconsideran “for Export”. En estegrupo están los confeccionistasde ropa y calzados fundamental-mente. También están los impor-tadores de materiales a mediouso como vehículos a los queañaden un determinado valoragregado y venden como pro-ductos nuevos. Se estima quetodos estos trabajadores infor-males solamente en Cochabam-ba son más de 120.000 perso-nas. Por simple deducción lasciudades de La Paz, El Alto ySanta Cruz contienen en su inte-rior trabajadores informales queson una cifra muy considerabley por lo tanto merecen respeto.

Investigadores de distintos lu-gares señalan que el tamaño re-lativo de este vasto y hetero-géneo universo de actividades

económicas populares o infor-males es distinto en los diferen-tes países de la región. Pero entodos ellos es muy relevante encuanto es a través de esta eco-nomía popular que un elevadoporcentaje de la población tienela oportunidad de efectuar susaportaciones y obtener sus retri-buciones económicas, en térmi-nos sencillos, es a través de estemedio que llevan el pan de cadadía a sus familias.

Todas las investigaciones rea-lizadas en América Latina coinci-den en destacar su relevanciacuantitativa desde el punto devista del empleo y de la obten-ción de medios de vida para lossectores más pobres. En algu-nos casos su participación en lafuerza de trabajo llega a serincluso mayoritaria. Sin embar-go, el tamaño exacto del fenó-meno resulta muy difícil de pre-cisar en razón de su propianaturaleza y características.4.- Y, ¿porque uno buscala informalidad?

Con mucha razón el economis-ta y expresidente del BancoCentral Armando Méndez Mora-les manifiesta: ”El populismo fo-menta la política de las calles delos movimientos sociales. Quiénpresiona más, quién bloqueamejor, quién marcha mejor ob-tiene del gobierno tratos dife-renciados que suponen privile-gios con relación a los demás.No hay uniformidad de la ley. Laley es para que cumplan los queno tienen poder colectivo.

Y esta realidad descansa sobreuna estructura económica queobliga a la informalidad.

Según encuestas realizadasdurante el año 2010, se calculóque en el país había un totalurbano de 664.302 unidadeseconómicas —sin contar el mun-do rural—, de las cuales única-mente 2,327 podían ser califica-das de empresas grandes,38.724 se podían catalogar co-mo pequeñas y mediana empre-sas y un número abrumador de623.251 se las calificaba de mi-croempresas. Porcentualmenteesta estructura económica indicaque sólo el 0,3 por ciento de lasunidades económicas puedentener el calificativo de empresas,el 5,8 por ciento de PyMES y el93,8 por ciento de microempre-sas o unipersonales.

La ley y los códigos formales,como la obligatoriedad de pagarimpuestos, cae con toda su fuer-za y rigor sobre las empresas,sobre algunas PyMES y muy po-cas microempresas, que poralgún motivo sacaron su NIT, enel Servicio Nacional de Impues-tos Internos. Sobre estos últi-

mos se colocan esos carteles yatan conocidos “Clausurado”.

FUNDEMPRESA, que es la enti-dad que formaliza a las unidadeseconómica, tenía registrado enel país y para el año 2012 única-mente 68,232 inscritas, es decir,el 10 por ciento de las indicadasen el párrafo anterior, de las cua-les sólo el 2 % (1,452) corres-pondían a sociedades anónimas,lo cual pone en duda el registroanterior que indica que en el paíshabía 2,317 grandes empresas.¿No es lógico suponer que paraser gran empresa por definicióndebería ser sociedad anónima?Y por supuesto debería estarregistrada en FUNDEMPRESA.

Es tan dramática y primitiva laestructura económica bolivianaque FUNDEMPRESA que da el cer-tificado de formalidad, tiene re-gistradas como unipersonales al74 por ciento del total. Estasempresas, por lo general, nogeneran empleo permanentesino «eventual».

Por su parte, otro famosoeconomista e investigador pe-ruano, Hernando De Soto, ve enel surgimiento de numerosasunidades económicas informalesla manifestación de una iniciativaempresarial connatural al serhumano y al capitalismo, que seexpresa informal y precariamen-te porque el Estado ha construi-do una serie de trabas y rigidecesburocráticas que impiden suadecuada manifestación; enperspectiva, señala que estaeconomía emergente abre elcamino a una economía de mer-cado más dinámica.

Desde otra óptica, algunos au-tores e investigadores comoPortes y Castells destacan queesta pequeña producción popu-lar, más que expresión de estra-tegias de sobrevivencia o de ini-ciativas empresariales emergen-tes, responden a unos procesosde flexibilización de las relacionesde trabajo desarrolladas por lasgrandes empresas.

En el libro “El Otro Sendero”,Hernando De Soto argumentaque la informalidad resultadirectamente de la promulgaciónde injustas regulaciones porgobiernos locales y nacionales.

Con toda razón argumentaque “el gobierno estimula la in-formalidad imponiendo regula-ciones excesivas e inapropiadasy aplicando políticas excluyentesdestinadas a limitar las empre-sas”. Como los gobiernos pue-den ser ineficientes, represivos,explotadores, demasiado inter-vencionistas o simplemente de-masiado grandes, sus leyesformales desde el punto de vistasocial no son necesariamenteútiles, correctas o justas. DeSoto explora en considerabledetalle cuánto tiempo y dinerose requiere para legalizar nego-cios y viviendas de barriada enPerú. El ejemplo célebre, relata-do cientos de veces en discursosy artículos que citan El Otro Sen-dero, fueron una simulación delproceso de legalización de unapequeña empresa de ropa. Lasimulación fue hecha por perso-nal del Instituto Libertad y De-mocracia (ILD), un centro de in-vestigación e instituto que DeSoto fundó en Lima. Personal delILD tardó 289 días y tuvo quepagar sobornos y numerososcobros para completar el proce-so. Incluyendo el valor del tiem-po perdido en el trabajo paracompletar los once requisitosseparados para realizar el nego-cio, el proceso costó el equiva-lente de 1.036 dólares estado-unidenses. Un argumento fatalpara la toma de decisiones.

En el informe último presenta-do por el PNUD se indica en tér-minos porcentuales la cantidadde ocupados en el sector infor-mal:Áreas urbanas. Ocupados segúnsegmento (en porcentaje)Empleo formal el año 2012:38,3%Empleo informal el año 2012:58,4 %Empleo doméstico el año 2012:3,3%

Entonces, estamos hablandoque la informalidad ocupa el 60%(otras fuentes con informaciónmás exacta señalan el 66%) dela mano de obra y genera el 67%de la producción nacional. Acáradica la importancia de la pro-ducción informal que supues-

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Análisis:

Proceso de cambio oRetroceso en el CambioAtawallpa Oviedo Wakakué

¿Cuál es el concepto y sentidode revolución o de cambioestructural, que tiene el MAS?García Linera nos da la res-puesta más clara y directa: 

“El presidente Evo, si tieneapoyo, construye colegios; sino tiene apoyo, regresarán losgringos, regresarán los vende-patrias, regresarán los asesi-nos y a las wawas les van aquitar todo y no habrá desti-no, y va a haber llanto, y elsol se va a esconder y la lunase va a escapar, y todo va aser tristeza para nosotros, nose olviden”.Esto, sintetizado, significa:

pueblo = votos, MAS = obras.Antes de “tomarse el poder”estos revolucionarios teníanotro discurso y acciones, peroahora que están “en el poder”hacen todo lo contrario a lo quepredicaban. En su proceso alpoder decían: 

“El pueblo tiene que lograrsu liberación a través de lamovilización, la organización,la lucha, la resistencia. Nadade lo que hemos conseguidohasta ahora, ha sido unadádiva del imperialismo, de laburguesía, todo nos hacostado lucha, sufrimiento,muertos...” Etc., etc.Pero, una vez en su proceso

en el poder, ahora el pueblo debeesperar a que desde arriba el“sector más avanzado de larevolución” les dé haciendo elcambio, y la misión de los deabajo es solo votar para que la

“vanguardia de clase” les sigadando más obras.

Ellos hacen ciertos cambiosmacroeconómicos (algo resca-table), con lo cual, tienen ciertosrecursos para entregar: vivien-das, canchas de futbol, coliseos,gallinas, cerdos, vacas, bonos,etc. Pero, como el pueblo siguesiendo pobre, dependiente,enfermo… y tiene necesidadesapremiantes, decide sacar lasventanas, lavabos, baños, quele ha dado el “Tata” Evo y los vaa vender. Y como no tieneoportunidad de comer carnetodos días, mata la gallinita y sela come.

Feliz por un día, pero al otro,se despierta con que ya no haymás animalitos, ni trabajo, nidinero, y va a sacar otro materialde la “casa del Evo” para vendery seguir subsistiendo. Y así pa-san los días, esperando quellegue nuevamente el Evo conmás gallinitas y se den nuevaselecciones para votar por el“padre de los bolivianos”, paraque así lleguen más obritas: 

“Nuestro presidente Evo,tata Evo, igual que vos, de tumismo color de piel, de tumisma sangre, eso te es-tá regalando, 70.000 bolivia-

nos, casi 10.000 dólares.¿Cuándo algún Presidente seacordó de San Pedro deCuarahuara? ¿Cuándo alguienregaló una vivienda al pobre,al humilde?”… Cómo se llama esto?

Paternalismo, clientelismo.Y esto lo sabe el mismo Evo.

Pero no es cuestión, de queprimero críen más gallinitas paraluego comerlas –como dice elEvo cuando les reclama que sehan comido antes de tiempo-,sino, tiene que ver con orga-nización, movilización, concien-cia, capacitación, educación, paragenerar emprendimientos aso-ciativos, acciones sociales, pro-cesos autogestionarios, y deesta manera, romper con ladependencia hacia el Estado oel capital privado.

Pero ello, demanda trabajo,planificación, tiempo, recursos;pero para el MAS, es más fácilregalar y esperar a que siganvotando por ellos: «Si lo dejansolo (a Evo Morales), lo van acrucificar, nos van a degollar,nos van a hacer comer con losperros, la derecha» … Siguenentregando más canchassintéticas, más carreteras, másescuelas (elefantes blancos) …

Llegan nuevas elecciones y máscampaña: 

“Cuando atacan a Evo,atacan a todos, al guardatojo,a la pollera, no lo quieren vera Evo en el Palacio, porque noquieren ver cascos obreros, noquieren ver abarcas, noquieren ver ponchos en elPalacio de Gobierno y odian aEvo, porque odian a loscampesinos” …Y así, por los siglos de los

siglos, amén.Esa, la educación política que

recibe el pueblo boliviano por“uno de los más grandes pensa-dores latinoamericanos de nues-tra América” (Rafael Correa):

 «Estoy entregándote lavivienda, pero tú cada nocheenseñarás algo a tus hijos,cada noche enseñarás algo dela historia para no permitirque los que no quieren aBolivia, que los que despreciana la gente pobre y humilde,regresen más a gobernarnuestro país …»¿Cómo se llama esto? Asis-

tencialismo, cortoplacismo. Elasistencialismo no tiene aprecioo sobreestima del otro, por elcontrario, lo minimiza, y en elfondo lo desprecia. Linera –en

Tapa del libro “El proceso de Cambio segúnAl-azar” del dibujante Alejandro Salazar, publicado el año 2013 y que esuna evaluación de humor político sobre el gobierno de Evo Morales.Fuente ilustración: http://www.erbol.com.bo/noticia/cultura/09102013/salazar_presenta_el_proceso_de_cambio_en_humor_grafico

Para reencaminar“el proceso decambio” seráimportante nuevospersonajes,reagrupar a los quese salieron, unirsecon otros que hansido críticosconstructivos.

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realidad- menosprecia al cam-pesino, al indio, pues a igual queMarx, los considera el sectormás “atrasado” de la sociedad.Por eso, los cree tontos y leshabla de esa manera: 

“Si se va, ¿quién va aprotegernos?, ¿quién va acuidarnos? Vamos a quedarcomo huérfanos si se va Evo.Sin padre, sin madre, asívamos a quedar si se va Evo”. Solo una mentalidad racista y

ortodoxa puede expresarse deesa manera (la derecha y losq’aras siempre les han habladoasí), la prueba es que Linera alos obreros (“la clase másavanzada”) los habla de otramanera, El indio, solo es movili-zación y lucha hasta que él llegóal poder, luego es pasividad yvenia para su bondadosamajestad.

Lo mismo se puede ver en losspots de televisión del gobierno,llenas de romanticismo y fol-clorismo. Por ejemplo, los niñosque alaban “al apu de losbolivianos”. Una selección demensajes sensibleros y senti-mentalones: “…nuestro presi-dente Evo se sacrifica día a díapor una mejor Bolivia”. Un dis-curso redentorista, que se ase-meja al del Jesús, que se sacrificapor los pecadores.

Y así, todos los demás men-sajes de los niños del spot: losbuenos contra los malos, (ade-más de que es cuestionable lautilización de niños). «Es graciasa esa lucha que ahora hay Evo,que es como tú, es un aymaratambién, un aymara que sabedel sufrimiento». El spot de la“nacionalización”, algo parecido.

Todo esto refleja la visión me-siánica y salvadora de los “so-cialistas del siglo xxi”. El mismoesquema de culto a la personali-dad (“líder por eminencia”). Esamisma visión verticalista del po-der. La absurda visión centralistadel poder y de la revolución demo-crático burguesa. No entendie-ron que el “socialismo real” fra-casó porque terminaron recrean-do nuevas formas de domina-ción: del Estado contra el pue-blo, del comité central contra to-dos los “contrarrevolucionarios”que cuestionan y llaman la aten-ción a sus errores. La “dictaduradel proletariado”, es la dictaduradel secretario y líder del gobiernoy del partido que impone suvoluntad a todos. Repitiendo lamisma idea de que la revoluciónse hace desde el Estado.

Esos fueron los errores delleninismo, del stalinismo, de losmaoismos, del castrismo, de loskim, y de todos quienes quierenser los nuevos monarcas rojos

en reemplazo de los viejos reyesblancos. ¿Cómo se llama todolo anotado?: Patriarcalismo,populismo, eurocentrismo deizquierda. Una fuerte cargacristianocéntrica de la civilizaciónde la caridad, para “regalar”paliativos, para “entregar”parches” (algo histórico y generalde la sociedad boliviana). Con ellose quieren evitar acciones es-tructurales, raizales, es decir,revolucionarias.

Entonces, compañeros delMAS, si quieren realmente quehaya una revolución y no unamodernización del capitalismo,hay que tener humildad parareconocer los errores y aceptarlas críticas (Evo: “Si me equ-ivoqué con Potosí, discúlpen-me”). Muy bien, eso hay quehacer y comenzar a enmendar.Estos señalamientos no tienenel afán de dañarles sino dehacerles reaccionar para quereencaminen “el proceso decambio”. Para ello será importan-te nuevos personajes, reagru-par a los que se salieron, unirsecon otros que han sido críticosconstructivos, si es que quierenprofundizar y acelerar el cambio,para que no regrese la derecha(Red Anti-neoliberal).

Esto significa devolverle el pro-tagonismo a la sociedad civil, elmotivar a la organización y mo-vilización popular, el construir unEstado horizontal y sustentable(descolonización), el reeducarseria y responsablemente alpueblo, el cambiar las matricesde producción y acumulación, eltransformar las estructuras ca-pitalistas fortaleciendo las for-mas asociativas, el acabar conel estado presidencialista y pasarel poder a las organizaciones ygobiernos de base (suma qama-ña), etc., etc.

Todo ello implica entender loque dicen los zapatistas, hacerla revolución, con y desde abajoy por la izquierda; a ello añadidolo que dice Arturo Escobar “conla tierra”, es decir, con las episte-mologías indígenas. Y a esto,personalmente añadiría a lasminorías: a los paradigmas pro-venientes del feminismo, delambientalismo, de la diversidadsexual, del igualitarismo, de losalternativos, de los antisistema,de los kataristas, en fin, de to-dos quienes cuestionan y apor-tan desde sus propias perspec-tivas. Queda poco tiempo, almenos en Bolivia: 4 años más,pues en los otros países porhaberse creído autosuficientes eimbatibles ya están cayendo sinpena ni gloria. Qué dicen lasdemás izquierdas. Yo estoylisto. ¡REVOLUCION YA¡

tamente reduce el desempleo ygenera fuentes de trabajo a unsector importante de la pobla-ción urbana que en resumidascuentas es parte de la clasemedia asentada en los cetrosurbanos y que definitivamentedinamizan el mercado internoque es un pilar importante de laeconomía nacional.

De acuerdo a datos propor-cionado por el PNUD: Entre 2002y 2012 el número de ocupadosen las ciudades aumentó apro-ximadamente en 1,1 millones depersonas. Este incremento sedio especialmente en las unida-des económicas de pequeña es-cala, en las que se crearon 700mil empleos; en la mediana em-presa el crecimiento fue de 113mil puestos de trabajo y en laempresa grande de 317 mil. Estecomportamiento confirma la hi-pótesis de la consolidación deun mercado de trabajo segmen-tado.

Finalmente, cabe rescatar co-mo consejo las afirmaciones dePNUD: El gran desafío, en esteescenario, es garantizar proce-sos que permitan la generaciónde condiciones laborales de cali-dad, ya sea a través de cambiosde la estructura económica o apartir de procesos de adap-tación.

Las regiones metropolitanasson una pieza clave de esterompecabezas, pues son espa-cios cada vez más importantespara la generación de riqueza yempleo, aunque su estructuraeconómica replica en gran medi-da las condiciones generales dela economía nacional y adolecede los mismos problemas queel resto del país: baja produc-tividad, tercerización, pequeñaescala de las actividades e infor-malidad.

Por ello, el reto central del de-sarrollo económico inclusivo esla aceleración de los procesos decreación de empleos de mayorproductividad y calidad. Estoimplica una combinación de polí-ticas de incentivos de acuerdo alas particularidades de cadasector y espacio territorial.

Y no estamos comentandopara nada acerca de la economíailícita, que es una economía queno está dentro de lo denomi-nado, “legal”. Entendemos comoeconomía ilícuta a la que se hacea escondidas, por ejemplo elnarcotráfico (circuito coca-cocaína), mercados negros(blanqueo de dinero, contra-bando), etc., actividades quemueven ingentes cantidades de

recursos monetarios y quecirculan por redes difíciles depoder detectar y cuantificar.

Otro rasgo distintivo de laclase media, de la cual una buenaparte trabaja en la informalidad:es que es quizás el único sectorsocial que se critica —a vecesse desprecia— a sí mismo. «Laclase media tiene el gusto de losricos y el sueldo de los pobres»,se ironiza, y más de uno de losque se reconoce en ese sectorsocial estaría de acuerdo. Hayun elemento que, para muchos,caracteriza a esta clase mejorque el nivel de ingreso: la expec-tativa de futuro, la búsqueda deun horizonte de progreso y as-censo social que se hereda a loshijos. Y, ¡¡¡ojo!!!!

Cualquier partido político ten-dría allí un campo fértil queexplotar, si quiere el favor de laclase media. Una de las conclu-siones preliminares que se ob-serva, hace referencia a que laclase media emergente se ca-racteriza por ser más volátilpolíticamente hablando y queparece ir ligada a una nuevageneración que emerge y quepuede deparar también sorpre-sas para las nuevas eleccionesen 2019, si muchos de estosvotantes deciden, efectiva-mente, cambiar de ideas.

Como se podrá comprender,existe una trilogía entre lainformalidad, el mercado internoy la clase media —que segúnalgunos es clasificada como:objeto de deseo de empresas ypolíticos. Volátil en su ideología:radical cuando no tiene nada queperder; conservadora cuandotiene dinero— que tienen impac-tos socioeconómicos y efectosmultiplicadores muy importantesen el conjunto de las socie-dades.

Bibliografía capturada:* La crisis enmascarada.2015.

Pedro Hinojosa Pérez* En busca de oportunidades:

clases medias y movilidad social.PNUD Revista Nº28

* http://www.luisrazeto.net/content/i-la-economia-popular-o-m a l - l l a m a d a -informal.www.coraggioeconomia.org/jlc_publicaciones_ep.htm

* Informe Nacional sobreDesarrollo Humano en Bolivia.PNUD. Marzo 2016.

* https://es.scribd.com/doc/.../Estimacion-de-la-economia-informal-en-Boli.

* www.economiabolivia.net/2013/11/21/dominante-economia-informal/

* http://www.opinion.com.bo/27 de marzo, 2016

Viene de la página 11La informalidad, ¿base de...

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Debate:

Katarismo: ¿dominancia ydominación kolla?José Luis Saavedra*

* Intelectual quechua, militante katarista yex-Viceministro de Educación superior,ciencia y tecnología.

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El pasado 7 de junio se llevó acabo el interesante Foro Debate,organizado por Pablo Mamani ysus pupilos, en torno al indianis-mo y katarismo en el Auditoriode la Carrera de Sociología de laUPEA. En este evento partici-paron notables líderes indianis-tas, como Felipe Quispe, Cons-tantino Lima y Carlos Mamani, ykataristas, como Moisés Gutié-rrez, Fernando Untoja, SimónYampara y Nicómedes Sejas.

Ha sido un evento de singularimportancia, entre otras razonespor superar, definitivamente, lastradicionales imposturas e inter-mediaciones blanco-mestizas,como las de Álvaro García, XavierAlbó y Silvia Rivera, quienes (co-mo indigenistas) solían hablar,en realidad usurpar y suplantarlas voces propias y propiamentekataristas e indianistas. Haypues varios motivos para enco-miar el acontecimiento de laUPEA, porque además es la cul-minación de un par de anterioresrealizaciones de igual importan-cia y significatividad: uno, el“Payir ulaqa, curso de teoría polí-tica indianista-katarista en el Ko-llasuyu”, que se efectuó entre el18 y el 23 de junio de 2012;otro, “Katarismo e indianismo enel proceso político del MAS enBolivia”, que se desarrolló del10 al 12 de marzo de 2010.

Si bien nos gustaría poder re-ferir el conjunto de las ricas ex-posiciones y explicaciones de losdisertantes indianistas y kata-ristas, desplegadas en el eventode la UPEA, las limitaciones deespacio no nos permiten hacerlo.Pues, por hoy vamos a limitar-nos a re-presentar los intere-santes argumentos y argumen-taciones de Fernando Untoja,básicamente por su originalidady contundencia en el plantea-miento de las principales tesisdel pensamiento katarista, conla esperanza además que prontopuedan publicarse el conjuntode las ponencias.

1. Quién es FernandoUntoja

Fernando Untoja Choque esaymara, kolla, nacido en Huaylla-marca, región de Jach’a Caran-gas, Oruro, Bolivia. Es Licenciadoen Economía y Filosofía de la Uni-versidad de Paris X Nanterre enFrancia. Cuenta con Maestría enCiencias Económicas y en Filoso-fía y Ciencias Políticas de la mis-ma Universidad. Tiene un Docto-rado en Ciencias Económicastambién de la misma Universi-dad. Ha trabajado como docenteen la Carrera de Ciencias Políti-cas de la Universidad Mayor deSan Andrés (UMSA) así comoprofesor del CIDES y la FLACSO.Fundador de CADA. Candidato ala Presidencia de la República en1993; concejal electo por Oruroen 1995; diputado nacional porla gestión 1997-2002. En el2006 es invitado a formar partedel programa televisivo “Pentá-gono”. Autor de varios libros, en-tre ellos Retorno al Ayllu, Pachaen el pensamiento aymara, Re-belión de un kolla, Katarismo:crítica al indianismo e indigenis-mo, etc. Es también columnistaen medios de prensa escrita.

Sin duda alguna, Fernando Un-toja es uno de los intelectualesaymaras del movimiento kataris-ta más reconocidos y distingui-dos de y en el país. Ha formadoparte de muchos eventos na-cionales e internacionales comoexpositor, además de ser autorde cinco libros y numerosos artí-culos de opinión. Actualmente,ejerce la docencia en las Carre-ras de Economía y Filosofía enla UMSA de la ciudad de La Paz.2. Cuestiones deperspectiva epistémica

Fernando Untoja comenzó suexposición posicionando su pro-pia perspectiva teórica y políticay afirmando, con plena convic-ción, que: “Nosotros, los quenos encontramos en los Andesestamos en la zona de contactoentre lo que es Occidente y loque son los Andes, como civiliza-ción. Si estamos en la zona decontacto, entonces es necesariodepurar ciertos términos en

nuestro lenguaje. No voy a ha-blar de indios, ni de indígenas,ni de originarios, eso es lenguajecolonial, y además es resultadojustamente del colonialismointerno del cual hablaba Moisés(Gutiérrez).

“Quiénes somos nosotros, ha-blando con propiedad nosotrossomos aymaras y también que-chuas. Y para no repetir quechuay aymara voy a condensar en lapalabra kolla, quiénes somosnosotros, somos los kollas.

“También voy a emplear dostérminos, que me van a ser útilespara mi exposición, voy a hablarde dominancia y dominación.

Veamos ahora las proposicio-nes primordiales de la explicaciónde Fernando Untoja. “Primero, pa-ra poder comprender la sociedad(boliviana) –especifica– hay quecambiar de formas de pensar”,las tradicionales, por ser moder-no-coloniales, resultan impro-ductivas. “En Bolivia existe unamanera dicotómica de razonarla realidad, qué dicen, ‘por unlado hay indios, indígenas, origi-narios, y por otro lado hay mesti-zos, q’aras’, esa es la dicotomía.Para los kollas, esa manera deaprehender las cosas no tienesentido, es arcaico”. Cuál es en-tonces la alternativa, la propues-ta es el pensamiento katarista yqué es el katarismo: “El kataris-

mo es la expresión filosófica ypolítica de los kollas. El katarismono tiene que ver solamente conTupaj Katari, sino también conuna (compleja) manera depensar y ver el mundo”.

“Segundo, es necesario descri-bir cómo está armada nuestrasociedad, cómo está armada lamente del boliviano o del kollaen Bolivia. Y si nosotros leemosesa estructura real y mental po-dríamos decir quiénes somos,(hacia) dónde vamos y qué que-remos. Y cómo vemos entoncescon el katarismo el mundo. Paralos kataristas lo que existe es(una serie de) estructuras quese mueven en la realidad socialboliviana. (En este sentido),¿Bolivia es un país capitalista?,evidentemente es un país capi-talista. Pero, ¿también existenrelaciones feudales?, existen portodo lado, y el Estado, con sucarácter importado, practica lasrelaciones feudales. El principiobásico que rige las relacionesfeudales es el de pertenecer alclan (a la casta oligárquica); portanto, beneficiarse (con preben-das y adjudicaciones), patrimo-nialmente, de esa pertenencia.Entonces, tenemos, primero, laestructura capitalista, que esreal; la estructura feudal quetambién es real y está en la men-te y en las instituciones; no ha-

¿Serán los qamiris alteños, de la Huyustus, de la Ramada, de la Eloy Salmón,quienes constituyen la vanguardia económica a la que hay que apoyar y con laque hay que articular las futuras luchas políticas? o, ¿no serán más bien el frutoindeseado de la colonizazción, el estamento que degenera los valores culturalesen fiestas y borracheras y que, en definitiva, obstaculiza la emergencia de unproyecto político liberador? Fuente foto: http://www.la-razon.com/sociedad/GranPoder-bebidas_alcoholicas-entrada-comercio-cerveza_0_2491550877.html

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brá vasallos, no habrá pongos,pero la estructura feudal estáregistrada en cada uno de noso-tros, existen feudos en las uni-versidades, en las alcaldías, enlos ministerios, en los partidos,y cuando hay feudos, general-mente son los peores (sátrapas)que manejan la cosa pública.

“Tercero, nosotros somos ko-llas, aymaras y quechuas, tam-bién tenemos nuestra propia ló-gica, y cuál es nuestra lógica,es la lógica de la rivalidad. Losaymaras nos movemos comorivales, y la muestra patente deesa rivalidad es que el mundokolla avanza y ha ocupado Boli-via en estos últimos cincuentaaños. Gracias a la rivalidad, elaymara se posiciona en El Alto,es qamiri, y cada vez hay másqamiris. Gracias a la rivalidad, loskollas ocupamos y hemos asal-tado Santa Cruz, hemos asalta-do Tarija, y estamos asaltandoBeni y Pando. Por tanto, tene-mos que estar orgullosos deque los kollas estemos ocupandotodos los espacios de Bolivia, aeso llamo yo la dominancia kolla1.Por ahora, la dominancia kolla seexpresa en la economía y necesi-tamos la hegemonía kolla, y cuan-do construyamos la hegemoníakolla vamos a derrotar a los iz-quierdistas, que son los enemi-gos fundamentales de los qami-ris aymaras y quechuas.3. Crítica del indigenismo eindianismo

“En estos tiempos, exponeFernando Untoja, la oligarquía deizquierda ha retomado las ban-deras del indigenismo y del in-dianismo justamente para enga-ñar y para frenar el avance delpoder kolla. Y cómo ha hecho,(las) ha disfrazado con el Estadoplurinacional y ha encontrado atodo el mundo pintado de indiosy de indígenas u originarios y apartir de ahí fácilmente les hahecho marchar, les ha hechocreer que, porque Evo Moralesestaba ahí, el indígena estaba enel poder. Debo decirles claramen-te, el indígena está en el poder,pero los kollas no estamos enel poder. Quiénes son los indíge-nas, Linera, Quintana, Romero,los Arce (Gómez, Zaconeta yCatacora), esos son los indíge-nas, porque en Bolivia no hayindígenas, estimados compañe-ros y hermanos, no hay indíge-nas, aquí hay gente con propie-dad e identidad propia, aymarasy quechuas, por tanto kollas.

“Qué es el indigenismo, es lamáscara que se pone la izquier-da, que es enemiga de los ayma-ras, para frenar la afirmación dela identidad kolla. Por eso han he-cho el Estado plurinacional, paraignorar, para eliminar (en y con

la configuración de la nueva ex-tirpación de idolatrías), toda for-ma de manifestación de identidad(nacional cultural). En el Estadoplurinacional sólo existen indíge-nas, es decir sólo existen fantas-mas, los indígenas son fantas-mas, y ningún aymara quechuadebe aceptar ser indígena, niindio. En este país la única mane-ra de afirmarse es como kollas,como aymara quechuas.

“Tenemos que ser lúcidos enesto de que el indigenismo es elpeor enemigo de los aymaraquechuas, no solamente porquequita la identidad, borra la iden-tidad en la mente de los ayma-ras quechuas, sino también por-que quiere descuartizar o des-cuartiza (a los pueblos y nacio-nes andinas) en la Constitucióndel Estado Plurinacional, tantoel Estado (republicano) de 1825como el plurinacional son Esta-dos importados, y porque sonEstados importados precisa-mente hablan de justicia comu-nitaria, justicia indígena, siguenreproduciendo la (tradicional yespuria) dicotomía colonial: jus-ticia para los indígenas, los colo-nizados, los bárbaros, y justiciapara los civilizados, y lamenta-blemente la gente, los dirigentescampesinos o (los cocaleros) delChapare, siguen no más a esalógica, cuando son lógicas dedominación (moderno-colonial).Otros hablan de economía co-munitaria, sin saber qué es, có-mo funciona y continúan prego-nando que la economía comuni-taria es bondadosa, armoniosa,(que hay) relaciones de recipro-cidad, de complementariedad,que en el fondo no son más quecuentos que han traído los an-tropólogos, que han asesoradoal MAS en el gobierno.

“Repito, el aymara no funcionacon relaciones de complementa-riedad, de reciprocidad, funciona enbase a la rivalidad, y cuando sonrivales no son enemigos. Y por esoes que si un aymara hace una fiestacon orquesta, el otro va a ponerotra orquesta más poderosa aún;si un grupo contrata una bandade Oruro, la más potente, el otrova a contratar dos bandas para sucomparsa. Por eso es que laizquierda (q’ara) colonial tienemiedo al aymara, quién es el ene-migo de la izquierda, es el aymaraque tiene dinero, ellos dicen el indio,y realmente los qamiris alteños, dela Huyustus, de la Ramada, de laEloy Salmón, constituyen la van-guardia económica a la que hay queapoyar y con la que hay quearticular las futuras luchas políticas.4. De la dominancia a lahegemonía kolla

Aquí la perspectiva teórica y laprospectiva política de Fernando

Untoja son sencillamente genia-les, sobre todo al plantear que“tenemos que tener bien clara unacuestión (de comprensión), ¿cómoavanza nuestra sociedad y nues-tra cultura?, avanza para vivir,para acumular, prospera en basea la acumulación capitalista. Apartir del ayllu nuestros aymarasy quechuas, nosotros los kollashemos comenzado a acumular yla acumulación ha hecho el GranPoder; la acumulación de nuestrosmercaderes, de nuestros qamiris,ha hecho que el kolla se impongaen Santa Cruz con su baile, consu fiesta, y trascienda y se impon-ga en Buenos Aires, y que triunfela morenada, el caporal. Ese esel avance de una nación que tienela identidad firme y que es capazde reproducir su cultura. El ayma-ra no reclama un espacio en elEstado plurinacional, el aymarasolamente ocupa e irrumpe. Elaymara no ha quedado pasivo,ni durante la colonia, ni durantela república, ni ahora, el aymaraha ido avanzando, ha ocupadoArica, ha ocupado Yacuiba, y lagente de El Alto justamente esel faro de este avance cultural yeconómico.

No obstante, Fernando Untojaconsidera que en estos tiemposplurinacionales existen relacionesgeoeconómicas que perjudican yque no favorecen al mundo kolla,“hay relaciones de pertenencia quebloquean y ponen barreras a laacumulación que opera el aymaraen sus negocios. Pero, hay un fe-nómeno fabuloso para hacer pro-yectos políticos, existe la articula-ción entre la rivalidad que practi-camos los aymaras con la com-petencia del capitalismo. El ayma-ra es el primer hombre, la primeramujer que ha entendido cómofunciona el capitalismo y en supráctica es ultra liberal, porquegracias al comercio ha conseguidoimponerse, adquirir propiedad in-mobiliaria, apropiarse de la zonaSur (La Paz), apropiarse de Tarija,y apropiarse de todo lo que es eloriente, eso gracias al comercio.

“El kolla ha sido pues habilosoen articular las dos lógicas y poreso el aymara es global, (ha lo-grado) articular la lógica de la riva-lidad y la competencia, y la articu-lación de estas lógicas ha hechode que el aymara viaje librementea Asia (China, Taiwán, Corea delSur), a Europa, para hacer nego-cios. El aymara de por sí haaprendido el inglés, ha aprendidoel chino mandarín por su cuenta.

“Vemos así que existe realmen-te una dominancia kolla. Lo que(ahora) hay que hacer es prepa-rarnos contra el indigenismo ycontra la izquierda (q’ara), quees enemiga de los aymaras y

quechuas, y (apostar) por la he-gemonía kolla en Bolivia y paraarmar esta hegemonía necesita-mos formarnos como empresa-rios, como estudiosos, necesita-mos gente de élite, que produzcareferentes para que nuestro pue-blo continúe en la lucha y se im-ponga en Bolivia y en los Andes.

“En el momento en que se for-men los proyectos políticos apartir del poder kolla, entoncespodremos asegurar la hegemo-nía kolla en el siglo XXI. Si losárabes se mueven como árabesy se movilizan en el norte deÁfrica, en los Andes también nostoca movilizarnos como kollas yremover fronteras, remover Pe-rú, Chile y Bolivia. Ese es el des-tino que nos espera y eso es loque hay que trabajar.

Por ende, “si somos de estepaís, entonces no nos queda másque pasar de la dominancia a lahegemonía política, ese es nues-tro trabajo. No es simplementevivir de nostalgias o vivir de sim-bolismos, tenemos que ser prag-máticos y ser programáticosquiere decir jugar en el capitalismocontemporáneo y el aymara nosha enseñado a jugar, el kolla nosha enseñado a jugar en el capita-lismo contemporáneo. Los iz-quierdistas no quieren que jugue-mos en el capitalismo contempo-ráneo, continúan con la economíaextractivista, contándonos cuen-tos, mientras que el aymara, elkolla hace su negocio y trabajadía y noche, no pide a nadie, nopide ni siquiera doble aguinaldo.

“Entonces, estimadas amigas yamigos, es necesario cambiar lamanera de leer la realidad, es ne-cesario seguir los pasos de nues-tra gente que se mueve en laeconomía y en la afirmación de laidentidad. No hay mejor persona-je que el aymara o el kolla queimprime e impone su culturacuando va al oriente, de aquí aveinte años, los aymaras tene-mos que tomar la Cainco, de aquía veinte años tenemos que redu-cir el carnaval cruceño en una fies-ta de barrio, eso es el poder kolla.Y necesitamos para eso bancoscontrolados por aymaras, com-pañías de seguros controladospor los aymaras, comercio inter-nacional controlado por los ayma-ras, ese es el trabajo nuestro. Ypor eso los kataristas queremosproponer una idea a partir de los(propios) principios filosóficos ypolíticos y queremos que loskollas empiecen a trabajar lahegemonía política y aseguremosla dominación kolla en los Andes.Muchas gracias”.

1 Los economistas y los políticosblanco-mestizos no pueden entender, nisiquiera graficar estos fenómenos, seconforman (reductivamente) con decirque es economía informal.