educación superior para indígenas en el brasil: más allá de los cupos

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Educacin Superior para Indgenas en el Brasil: ms all de los cupos1*

Antonio Carlos de Souza Lima2

El objetivo del presente texto es destacar algunos aspectos que vienen mani-

festndose de significativa importancia cuando se piensa en polticas de ac-

cin afirmativa, y se considera a los pueblos indgenas en el Brasil como sus

destinatarios. Tratar para ello, en primer lugar, de recuperar, aunque breve-

mente, un poco de la historia de la accin del estado republicano brasile-

o sobre los pueblos indgenas en el pas. En segundo lugar, resaltar cmo

los pueblos indgenas pasaron a demandar formacin de nivel superior. Y,

1 La primera versin de este texto surgi de una entrevista que me realizara Renato Ferreira, del Programa Polticas de la Co/Laboratorio de Polticas Pblicas-Universidad Estadual de Ro de Janeiro (UERJ), entrevista que una vez transcripta me fue enviada para su revisin y se transform en lo que aqu se presenta. Con ligeras diferencias con la presente, se public una versin en espaol, en Garca, Stella & Paladino, Mariana (comp).. (Org.). Educacin escolar indgena: investigaciones antropolgicas en Brasil y Argentina. 1 ed. Buenos Aires: Antropofagia, 2007, v. , p. 255-277. Agradezco al Ppcor por la in-vitacin y en especial a Renato Ferreira por las preguntas, pertinentes, por la gentileza y la paciencia. Tambin agradezco a la Prof. Dra. Maria Barroso-Hoffman, vice-coordinadora de Sendas de conocimien-tos, y a la Prof. Dra. Mariana Paladino, investigadora del mismo proyecto y doctora en Antropologa Social Museo Nacional, que desde Noruega y Argentina, respectivamente, hicieron importantes ob-servaciones sobre las cuestiones aqu presentadas, cuya formulacin final es de exclusiva responsabili-dad del autor. Las organizadoras del libro y coordinadoras del GT que lo inspir hicieron adems im-portantes sugerencias por las que estoy especialmente agradecido, as como por la paciencia, cuidado y agudeza de la traduccin y de la revisin de Federico Lavezzo y de la Prof. Mara Gabriela Lugones.

2 Profesor Asociado de Etnologa del Departamento de Antropologa del Museo Nacional/Universidad Federal de Ro de Janeiro (UFRJ), becario de productividad en investigacin 1C del CNPq, y becario Cientista do Nosso Estado/Fundacin de Apoyo a la Investigacin del Estado de Ro de Janeiro (FAPERJ). Co-coordinador del Laboratorio de Investigaciones en Etnicidad, Cultura y Desarrollo (LACED)/Departamento de Antropologa-Museo Nacional-UFRJ, donde desarrolla el proyecto Sendas de cono-cimientos: la enseanza superior de indgenas en el Brasil, con recursos de la Pathways to Higher Education Iniciative/Fundacin Ford. Acerca del proyecto Sendas de Conocimientos vase Souza Lima, Antonio Carlos de Souza . Trilhas de conhecimentos: o ensino superior de indgenas no Brasil. Uma experin-cia de fomento a aes afirmativas de Roraima (UNESCO/IESALC). In: Mato, Daniel (coord.). (Org.). Diversidade Cultural e Interculturalidad em Educacin Superior. 1 ed. Caracas: UNESCO - IESALC, 2008, v. , p. 75-85 disponivel em , ltima consulta: 12/12/2008.

84 vibrant v.5 n.1 p. 83 110 antonio c. de s. lima

finalmente, buscar indicar ciertos contornos de acciones afirmativas que se

adecuan a los desafos de la formacin superior de indgenas. Es imprescind-

ible que quede claro que soy un antroplogo especializado en trabajar sobre y

con los pueblos indgenas en el Brasil, y no un especialista en enseanza supe-

rior que en mi pas, como brasileos tpicos, en general nada saben sobre la

situacin indgena, y cuando pretenden saber son desastrosos y superficiales.

Breve caracterizacin de la situacin de los pueblos indgenas en el Brasil

Antes de esa breve incursin histrica, sin embargo, es necesario decir que

el perfil de la poblacin indgena brasilea es totalmente diferente del de la

poblacin indgena de otros pases de Amrica latina: segn datos oficiales

del Instituto Brasileo de Geografa y Estadstica (IBGE) los pueblos indgenas en

el Brasil suman unos 734.127 individuos indgenas, el equivalente a algo as

como el 0.4% de la poblacin total brasilea3. Esa minora numrica conll-

eva sin embargo una riqueza impar en el planeta: son alrededor de 227 pueb-

los, que hablan ms de 180 lenguas exceptuados aquellos que hablan slo el

portugus, habiendo perdido sus lenguas de origen en funcin de la violencia

asimilacionista del proceso de colonizacin, constituyendo el mayor aban-

ico de la diversidad humana contenido en un slo pas4. Se distribuyen en

630 tierras indgenas, a las que tienen derechos reconocidos por el texto con-

stitucional de 1988, y que se sitan en casi todos los estados de la federacin

brasilea5. En la regin de la Amazonia Legal habita el 60% de los indgenas

del Brasil, y alrededor del 15% est en ciudades. Las tierras indgenas, con to-

do, constituyen en torno del 13% de todas las tierras brasileas, y son de las

ms ricas en recursos naturales (biodiversidad y recursos minerales); son de

las pocas reas preservadas en un pas cada vez ms devastado por el extrac-

cionismo salvaje, por el agro-negocio, por la explotacin mineral. En la prc-

tica, muchas de ellas estn invadidas, y los pueblos indgenas all encerrados

3 Vase http://www.ibge.gov.br/home/estatistica/populacao/censo2000/populacao/cor_raca_Censo2000.pdf ltima consulta: 12/12/2008.

4 Vase http://pib.socioambiental.org/pt/c/0/1/2/populacao-indigena-no-brasil y http://pib.socioambi-ental.org/pt/c/no-brasil-atual/linguas/introducao ltimas consultas: 12/12/2008

5 Vase http://pib.socioambiental.org/pt/c/terras-indigenas/demarcacoes/localizacao-e-extensao-das-tis ltima consulta: 12/12/2008.

85educacin superior para indgenas en el brasil

no han contado con polticas gubernamentales de soporte para su explot-

acin bajo parmetros de sustentabilidad. Precisamente a partir del derecho

a las tierras que tradicionalmente ocupan es que veremos surgir uno de los

vectores de la demanda indgena por formacin superior, pero por una for-

macin que considere sus conocimientos tradicionales, sus saberes y su his-

toria diferencial, sin folclorizarlos o subsumirlos en una falsa imagen de mul-

ticulturalidad en la que ocuparn siempre los estratos inferiores.

La Constitucin Nacional Brasilea de 1988 puso fin al rgimen tutelar

que haba instaurado el Cdigo Civil Brasileo de 1916, que en su artculo 6

inclua a los indgenas entre los relativamente incapaces ante la ley, junto a

los locos, las mujeres casadas, los mayores de 16 aos y menores de 21 aos, y

los prdigos. El rgimen tutelar, en la prctica, implicaba un tutor legalmente

definido. Esto fue establecido con la Ley N 5.484 del 27 de junio de 1928, que

design en esa funcin al gobierno federal, a travs del Servicio de Proteccin

a los Indios, como se ver en el prximo punto6. La Ley 5.484 no defina, sin

embargo, quin deba ser reconocido como indgena, lo que slo se estab-

leci con la Ley 6001, del 19 de diciembre de 1973, conocida como Estatuto del

Indio. No cabe aqu entrar en la historia especfica de esta ley eminentemente

asimilacionista, en consonancia con la dictadura militar vivida en el Brasil en

esa poca, caracterizada por el desarrollismo y la expansin agresiva sobre la

Amazonia, momento en el que diversos pueblos indgenas, hasta entonces en

relativo aislamiento en la selva, se vieron invadidos y cuasi diezmados. Por lo

dems, la ley segua las lneas ms amplias de la Convencin 107, de 1957, de la

Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), tambin de corte asimilacionista.7

En su Captulo VIII, titulado De los Indios, la Constitucin Nacional

Brasilea de 1988 establece:

Art. 231. Se reconoce a los indios su organizacin social, costumbres, lenguas,

creencias y tradiciones, y los derechos originiarios sobre las tierras que tradi-

cionalmente ocupan, siendo competencia de la Unin demarcarlas, proteger y

hacer respetar todos sus bienes.

6 Vase Souza Lima, Antonio Carlos (1995) Um grande cerco de paz: poder tutelar, indianidade e for-mao do Estado no Brasil. Petrpolis: Vozes; Souza Lima, Antonio Carlos de & BARROSO-HOFFMANN (2002) Alm da tutela: bases para uma nova poltica indigenista, III. Rio de Janeiro: contra Capa Livraria.

7 Acerca de las convencines de la Organizacin Internacional del Trabajo para los pueblos indgenas, vase Rodrguez-Piero, Luis (2005) Indigenous peoples, postcolonialism and international law. The ILO re-gime (1919-1989). Oxford: Oxford University Press.


(...)

Art. 232. Los indios, sus comunidades y organizaciones, son partes legtimas

para entablar juicio en defensa de sus derechos e intereses, con intervencin

del Ministerio Pblico en todos los actos del proceso.

El texto constitucional les reconoce, adems, en su artculo 210, el derecho

a una educacin diferenciada, aunque no brinda todava seales para una

clara definicin de aquellos que deban ser considerados como indgenas por

la administracin gubernamental a los fines del reconocimiento de derechos,

lo que constituye uno de los grandes problemas de las relaciones entre pueb-

los indgenas y Estados Nacionales8. Tal definicin contina, de hecho y en t-

rminos prcticos, en manos de la administracin pblica, ya que los trmites

para una ley que sustituya el Estatuto del Indio se encuentran paralizados en

el Congreso Nacional, marcadamente anti-indgena desde 1988.

Con todo, el nuevo Cdigo Civil brasileo (Ley 10.406, de 2001, sancio-

nado el 10 de enero de 2002 y en vigor desde 2003) elimin la cuestin de

la capacidad civil relativa y, despus de aos de tramitacin, el Congreso

Nacional brasileo ratific, a travs del Decreto Legislativo N 143, del 20

de junio de 2002, la Convencin sobre Pueblos Indgenas y Tribales en

Pases Independientes, llamada tambin Convencin 169 de la Organizacin

Internacional del Trabajo, en vigor, en el plano jurdico internacional, desde

19919. A pesar de las innumerables crticas que recibiera en diversos planos, la

Convencin 169 aporta diversos avances a las luchas indgenas, en especial el

derecho de las colectividades indgenas a autodefinirse como tales. En el caso

brasileo hay todava mucho por hacer, pero la posibilidad de definirse como

8 Art. 210. Se fijarn contenidos mnimos para la enseanza inicial, de modo de asegurar una for-macin bsica comn y respeto a los valores culturales y artsticos, nacionales y regionales. 2. La enseanza inicial regular ser impartida en lengua portuguesa, asegurndose a las comuni-dades indgenas tambin la utilizacin de sus lenguas maternas y procesos propios de aprendizaje. (...)Art. 215. El Estado garantizar a todos el pleno ejercicio de los derechos culturales y el acceso a las fu-entes de la cultura nacional, y apoyar e incentivar la valorizacin y la difusin de las manifestaciones culturales. 1. El Estado proteger las manifestaciones de las culturas populares, indgenas y afro-brasileras, y las de otros grupos participantes del proceso civilizatorio nacional. Para ms informacin sobre los in-dgenas en la Constitucin Nacional Brasilera de 1988, vase http://www.funai.gov.br/quem/legislacao/indios_na_constitui.htm y http://pib.socioambiental.org/pt/c/direitos/constituicoes/introducao , lti-ma consulta: 12/12/2008

9 Para acceder a una versin ntegra de su texto, vase http://www.oitbrasil.org.br/info/downloadfile.php?fileId=131 ltima consulta:12/12/2008.


indgena, mediatizada por la pertenencia a una colectividad, y la posiblidad

de accionar legalmente es, en s, algo prcticamente revolucionario en mate-

ria de autodeterminacin, que tiene importantes repercusiones en lo que ata-

e a la educacin indgena. Recientemente, Brasil se convirti en uno de los

pases signatarios de la Declaracin de los Derechos de los Pueblos Indgenas,

aprobada por la Organizacin de las Naciones Unidas, texto que podemos

considerar de avanzada, y que viene produciendo un gran impacto en el me-

dio jurdico-administrativo brasileo.10

Enseanza superior y pueblos indgenas en el Brasil: por qu los indios quieren estar en las universidades?

En este cuadro ms amplio, hay dos tendencias diferentes, pero histri-

camente entrelazadas, que han sido percibidas de modo separado y que, to-

dava, confluyen en la bsqueda de los pueblos y de las organizaciones ind-

genas por formacin de nivel superior. La primera de ellas tiene que ver con

la educacin escolar que se impuso a los indgenas, y que redund en la for-

macin de maestros indgenas. La segunda tendencia pasa por la necesidad

de tener profesionales indgenas graduados en saberes cientficos occiden-

tales, capaces de articular esos saberes con los conocimientos tradicionales

de sus pueblos, colocndose a la cabeza de la resolucin de necesidades surgi-

das con el proceso de territorializacin contemporneo al que estn someti-

dos, y que han redundado en las demarcaciones de tierras a colectividades,

proceso que se increment considerablemente despus de la Constitucin de

198811. Veamos cada una de esas tendencias.

10 Sobre esta declaracin, vase http://unesdoc.unesco.org/images/0016/001627/162708POR.pdf; el tex-to propiamente dicho puede consultarse en http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/en/declaration.html. ltima consulta: 12/12/2008.

11 El concepto de proceso de territorializacin como instrumento explicativo de distintos momentos en los que, a lo largo de la historia de la colonizacin del Brasil, los pueblos indgenas fueron siendo cir-cunscriptos a espacios geogrficos administrativamente fijados, fue desarrollado por Joo Pacheco de Oliveira en Uma etnologia dos ndios misturados? Situao colonial, territorializao e fluxos cultu-rais (Mana, 4 (1), 1998). El texto est disponible en:http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0104-93131998000100003&lng=pt&nrm=iso: ltima consulta: 12/12/2008.


La educacin indgena en los cuadros del rgimen tutelar

El Brasil republicano (1899) emergi de un pasado colonial reciente, tray-

endo consigo los legados constitucionales y simblicos de la monarqua, de

la esclavitud y de la fusin entre la Iglesia y el Estado. Pese al afn modern-

izador del Segundo Imperio brasileo, las elites mestizas gobernantes de la

Repblica tenan grandes desafos a enfrentar: un enorme y heterclito ter-

ritorio, mitificado desde la llegada de los colonizadores portugueses como la

sede de innumerables el dorado y quimeras, y dotado de un vasto litoral; un

contingente humano compuesto por poblaciones mltiples inmigrantes

venidos de Europa del Norte, negros de origen africano, negros crioulos, las

poblaciones indgenas de esta porcin de las Amricas y una masa de mes-

tizos que compondra los cuadros de la burocracia de un Estado nacional en

expansin. En suma, el mapa de un pas, entidad jurdica, en la que la pa-

labra desconocido, trazada sobre grandes extensiones, era uno de los trmi-

nos ms frecuentes. Cmo, de tal caleidoscopio, forjar un pueblo, que se sin-

tiese perteneciente a una patria brasilea? Cmo hacer a este pueblo brasileo,

en nombre de una soberana nacional, ocupar y constituirse en guardin

de tan vastos espacios, siguiendo el dstico de la bandera republicana, or-

den y progreso? Sera posible concebir que de tal maraa surgiese una civili-

zacin? Sera posible conservar ntegro un territorio, brasileo apenas jurdi-

camente, pero en realidad incgnito, ahora que el emblema imperial se haba

desvanecido en tanto signo de una forma de totalizacin, evitndose el fan-

tasma de la fragmentacin de las colonias espaolas en Amrica, fantasma

permanente de los militares brasileos todava hoy, curiosamente? Cmo

defender esta vastedad de la entrada de extranjeros? Qu mtodos utilizar

para ello? Cmo fijar las fronteras de la nacin?

Para dar cuenta de la implementacin de dichas tareas en los cuadros

de un Estado en expansin, y de actividades econmicas que penetraban re-

giones ocupadas por pueblos indgenas, fue creado en 1910 el Servicio de

Proteccin a los Indios y Localizacin de Trabajadores Nacionales (SPILTN), luego

slo SPI, y su direccin fue encargada a Cndido Mariano da Silva Rondon,

un militar del Ejrcito brasileo que ya haba mantenido, a causa de traba-

jos de extensin de lneas telegrficas, contactos pacficos con indgenas en

guerra con los frentes de expansin.

Habiendo sido los silvcolas incluidos entre los relativamente incapac-

es, junto a los mayores de diecisis/menores de veintin aos, las mujeres


casadas y los prdigos, a travs del artculo 6 del Cdigo Civil brasileo en

vigor desde 1917, los correligionarios de Rondon elaboraron y enviaron el tex-

to aprobado como Ley N 5.484 del 27 de junio de 1928, que atribuy al SPI

la tarea de ejecutar la tutela del Estado sobre el status jurdico genrico de

indio, sin dejar claros los criterios que definan la categora sobre la cual in-

cida. Se inaugur entonces el rgimen tutelar sobre los pueblos indgenas,

marcado por las mismas ideas asimilacionistas de nuestro acervo colonial,

en el que los indgenas son una categora transitoria, pues una vez expues-

tos a la civilizacin, dejaran de serlo. Por ello la idea era reconocerles peque-

as reservas de tierras, lo bsico para que se sustentaran, de acuerdo no con

sus reales modos de vida, sino con aquello que se pretenda fuera su futuro

pequeos productores rurales ocupando el territorio brasileo, esto es,

trabajadores nacionales.

En lo que respecta a la educacin, el Servicio de Proteccin a los Indios

(SPI) instal una red de escuelas en sus puestos de accin en el interior del

Brasil, destinadas a la eduacin de indgenas enseanza de primeras le-

tras y, sobre todo, de oficios que los situasen como futuros trabajadores

(corte y confeccin para mujeres, carpintera para los hombres, por ejemp-

lo) que se tornara una red nacional de escuelas indgenas bajo la gestin de

la Fundacin Nacional del Indio (FUNAI), que sucedi al SPI en 1967, ya bajo

el marco de la dictadura militar post 1964. Dicha red estuvo tericamente ori-

entada a una educacin bilinge calcada del modelo del Summer Institute of

Linguistics, organizacin misionera que implant la educacin bilinge en las

Amricas, usando un mtodo de descripcin de lenguas indgenas muy efi-

caz para traducir la Biblia pretendidamente a todos los idiomas del planeta12.

Otro vector de influencias fue la accin misionera, especialmente intensa en

el caso de ciertas rdenes religiosas, como la de los Salesianos, muy influy-

entes en el trabajo misionero del Alto Ro Negro, en el Amazonas, y en Mato

Grosso. Tambin fueron fundamentales algunas otras confesiones protestant-

es en la formacin de los indgenas en otros puntos del pas. Muchos de los

12 Acerca de la accin estatal sobre los pueblos indgenas en el Brasil bajo el rgimen republi-cano, y de la dimensin pedaggica de la accin tutelar del Estado Brasileo, vase Souza Lima, Antonio Carlos (1995) Um grande cerco de paz: poder tutelar, indianidade e formao do Estado no Brasil. Petrpolis: Vozes. Vase tambin Leito, Rosani M.: Educao e Tradio: o significado da educao escolar par ao povo Karaj de Santa Isabel do Morro, Ilha do Bananal, To (Disertacin de Maestra en Educacin). Goinia: UFGO, 1998); Barros, Maria Cndida D. M. 1993. Lingstica missionria: Summer Institute of Linguistics. Tesis de doctorado. Campinas:UNICAMP.


primeros lderes indgenas que han asomado a los medios masivos de comu-

nicacin escritos y televisivos, pasaron por esos canales de formacin.

Nuevos actores en el escenario de la educacin de indgenas: los caminos de la ruptura de la tutela

A lo largo de las dcadas de los 80 y 90, ONGs fundadas por antroplogos, el

Consejo Indigenista Misionero y la Operacin Anchieta (hoy Operacin Amazonia

Nativa) comenzaron a refutar la accin educativa de la Funai y de las mis-

iones tradicionales, proponiendo modelos alternativos de escolarizacin.13

Esas nuevas propuestas integraron el abanico ms abarcativo de la crtica

a la tutela del Estado, en especial en el rea de la educacin escolar; al mis-

mo tiempo su accin se potenci con la ruina progresiva del monopolio tu-

telar. A partir de ellas, las iniciativas en el campo de la educacin escolar in-

dgena pasaran a estar marcadas por las orientaciones en favor de prcticas

diferenciadas e interculturales para los pueblos indgenas, instituidas por

la Constitucin de 1988. El decreto N 26/1991, que atribuy al Ministerio de

Educacin (MEC) las responsabilidades principales en la formulacin y coor-

dinacin de una poltica nacional de educacin escolar indgena, quedando

su ejecucin en la esfera municipal y estadual, no puso fin a las acciones de la

Funai en ese sector especfico, pero fue precisamente del MEC que surgieron

las grandes transformaciones en el perodo14.

A pesar de que algunas acciones se hayan iniciado en el perodo 1991-1994,

recin en el perodo 1995-2002 la Coordinacin General de Apoyo a las Escuelas

Indgenas (CGAEI)/Secretara de Educacin Primaria/MEC, puso efectivamente

13 Cf. Lopes da Silva, Aracy (Coord.). A questo da Educao Indgena, Cadernos da Comisso Pr-ndio. So Paulo. Editora Brasiliense, 1981; MELI, Bartomeu. 1979. Educao indgena e alfabetizao. So Paulo: Edies Loyola; OPAN 1989. A conquista da escrita indgena. Encontros de educao. So Paulo: Editora Iluminuras. Para una muestra del escenario global, vase Levinson, Bradley A.; Foley, Douglas & Holland, Dorothy C., eds. 1996 The cultural production of the educated person. Critical ethnographies of schooling and local practice. New York: Suny Press; Simpson, Anthony (ed.) The labours of learning. Education in the postcolony. University of Adelaide. 1999.

14 Sobre la accin de la Funai en esa poltica sectorial, ver Fialho, Maria Helena. A Funai e o novo contexto de polticas pblicas em educao Escolar Indgena: uma questo de direito cidadania In: Marfan, Marilda Almeida, (org.). Congresso Brasileiro de Qualidade na Educao Formao de Professores: Educao Escolar Indgena. Braslia: MEC/SEF, 2002, pp.25-28. Sobre la actuacin del MEC en dicho pe-rodo, ver: Grupioni, Lus D. B. De alternativo a Oficial: sobre a (im)possibilidade de Educao Escolar Indgena no Brasil. In: Veiga, J. e DAngelis, W. (org.) Leitura e Escrita em Escolas Indgenas. Campinas: Mercado das Letras. 1997.


en marcha una actividad que result, en nmeros del final de la gestin de

Fernando Henrique Cardoso, en la atencin de ms de 100 mil estudiantes

indgenas, en una red de cerca de 1.392 escuelas indgenas, asistidas por

ms de 4.000 maestros que trabajan, en un elevado porcentaje (ms o me-

nos el 75%) en sus propios pueblos. En 1996, la Ley de Directrices y Bases de

la Educacin Nacional (N 9.394, del 20 de Diciembre de 1996), fij, particu-

larmente a travs de sus artculos 26, 32, 78 y 79, las bases que haban delin-

eado documentos como Directrices para la Poltica Nacional de Educacin Escolar

Indgena (1993), del Comit de Educacin Escolar Indgena, creado en el MEC

para subsidiar la formulacin de dicha poltica; y que el posterior Referencial

Curricular Nacional para las Escuelas Indgenas-RCNEI ha ampliado, sobre todo

a travs del Programa Parmetros en Accin de Educacin Escolar Indgena, lan-

zado en abril de 2002. Otros instrumentos legales, como el Dictamen 14/99 y

la Resolucin N 3/99, de la Cmara de Educacin Bsica del Consejo Nacional

de Educacin, han dado continuidad a la normatizacin de la educacin esco-

lar indgena en territorio nacional; el tem 9 del Plan Nacional de Educacin

de 2001, sobre la educacin escolar indgena, y particularmente su meta 17,

que estableci la formulacin, en dos aos, de un plan para la implement-

acin de programas especiales para la formacin de profesores indgenas en

el nivel superior, a travs de la colaboracin de las universidades y de insti-

tuciones de nivel equivalente; y la aprobacin, en 2002, por parte del Consejo

Plenario del Consejo Nacional de Educacin, del dictamen del relator Carlos

Roberto Jamil Curi sobre la formacin de profesores indgenas en el nivel

universitario, atendiendo la solicitud de la Organizacin de los Profesores

Indgenas de Roraima (OPIR) por medio de la Carta de Canauanin15. De modo muy diferente de la poltica tutelar de la Funai, cuyas bas-

es de formulacin no son sometidas, hasta hoy, a la discusin y al debate

democrtico, el modo como fue estructurada la accin del MEC surgi de

un amplio dilogo en el que participaron intensamente indios y no indios

relativos al campo de la educacin, con una amplia participacin de ONGs

indigenistas, organizaciones de profesores indgenas, universidades, que

han constituido tempranamente un campo con relativa autonoma y poco

15 Cf. Silva, Rosa H. Dias de. 2000. A autonomia como valor e articulaao de possibilidades: o movi-mento dos professores indgenas do Amazonas, de Roraima e do Acre e a construo de uma poltica de educao escolar indgena. In: MORI, Angel Corbera e NASCIMENTO, Adir Casaro. Educao Indgena e interculturalidade. Cadernos CEDES. N 49. 1 ed. Campinas: CEDES, 2000.


referido, en el nivel federal y en la escala nacional del campo indigenista, a las

cuestiones ms abarcantes enfrentadas por los pueblos indgenas16. El comi-

t fue posteriormente desactivado (para queja de muchos, que ven en ello un

retroceso), estructurndose la Comisin Nacional de Profesores Indgenas.

Para que se tenga una idea del conjunto de dichas acciones es preciso que

se sepa que la Coordinacin General de Apoyo a las Escuelas Indgenas (CGAEI) del

MEC, apoy, de 1995 a 2002, 65 proyectos de escuelas indgenas, alcanzando

a cerca de 2.880 maestros indgenas. La CGAEI/MEC promovi, tambin, una

importante poltica editorial (51 ttulos entre 1995 y 2002), publicando mate-

riales didcticos y libros que han servido, entre otras cosas, para acciones de

valorizacin de la identidad tnica. Autores de 25 pueblos vieron publicados

sus ttulos. Se promovieron asimismo procesos de capacitacin de alrededor

de 820 tcnicos de secretaras estaduales y municipales de educacin. stos,

por su parte, tenan en 2002 por clientela un total estimado de ms de 1.392

escuelas en tierras indgenas.

Si de los 93.037 estudiantes indgenas en 1999, el 80,6% se hallaba en la

educacin primaria, en 2002 un margen estimado importante de alumnos

que haban concluido la enseanza media reivindican la entrada en la edu-

cacin superior, en la estela de los cursos de magisterio indgena especfico

surgidos en diversos puntos del pas.

Pero es importante advertir que los datos del censo escolar son frgiles

y que el acompaamiento serio de la cuestin (incluso de las posibilidades

de acceso y posible demanda por educacin superior) deberan ser tema de

investigacin nacional, realizada sobre bases ms slidas. Siempre es bue-

no recordar que en materia de pueblos indgenas las estadsticas brasileas

van a gatas.

En lo atinente a la formacin de profesores indgenas, sin embargo, na-

da se hizo en la esfera del MEC por parte de la gestin de Fernando Henrique

Cardoso. Los cursos pioneros de licenciatura intercultural indgena y el

trmino intercultural merecera un artculo en s mismo surgidos en la

16 Para un anlisis amplio de la accin federal en lo referido a la educacin escolar indgena, ver Matos, Kleber Gesteira. Educao escolar indgena In: BRASIL. Ministrio da Educao. Polticas de qualidade da educao: um balano institucional/Secretaria de Educao Fundamental. Braslia: Mec/SEF, 2002, p.235-283. Para el perodo ms reciente, ver BRASIL.Ministrio da Educao. Secretaria de Educao Continuada, Alfabetizao e Diversidade. Departamento de Educao para a Diversidade e Cidadania. Coordenao Geral de Educao Escolar Indgena. Dados e indicadores a respeito da Educao Escolar Indgena no pas. Braslia: CGEEI/SECAD/MEC, ms.


Universidad Estadual de Mato Grosso (UNEMAT vase http://www.un-

emat.br/~indigena), coordinados por el Profesor Elias Janurio, y el Ncleo

Insikiran de Formacin Superior Indgena de la Universidad Federal de

Roraima (http://www.insikiran.ufrr.br/), concebido por la Profesora Maria

Auxiliadora de Souza Mello, ya fallecida, y que fuera despus coordinado por

el Profesor Fabio Carvalho (hasta hace dos aos), se haban estructurado por

iniciativas autnomas apoyadas, sobre todo, por la Funai a travs de uno de

sus ncleos ms consistentes de empleados e implementadores de acciones,

aquellos que estn precisamente dedicados a la educacin escolar indgena.

En el caso de Roraima, la presencia de las organizaciones indgenas en el con-

sejo del Ncleo Insikiran las convierte en co-autoras de ese proceso, y hace

de esa experiencia un caso singular que puede marcar rumbos muy innova-

dores en las relaciones entre universidad y movimientos sociales. Sea desti-

nando recursos, sea otorgando becas de estudio a alumnos en universidades

y facultades privadas, la Funai ha fomentado la formacin superior indgena,

aunque de modo poco transparente y a-sistemtico.

El primer Gobierno de Lula 2003/2006: el nfasis en la formacin de profesores indgenas

Con la entrada del gobierno de Lula, todava bajo la gestin de Cristovam

Buarque frente al Ministerio de Educacin (MEC), y en la tentativa de estruc-

turar ms ampliamente las acciones de gobierno hacia la educacin esco-

lar indgena, el imperativo de la formacin de profesores indgenas gener

la conformacin de un grupo de trabajo a nivel de la Secretara de Educacin

Superior, con amplia participacin de organizaciones indgenas, ONGs, de

la FUNAI y de universidades. Pero fue recin con el ingreso de Tarso Genro

a la gestin de la cartera que hubo de hecho una orientacin ms orgnica

y precisa en cuanto a esta cuestin. Por un lado, la convocatoria de Nelson

Maculan para la Secretara de Educacin Superior (SESU) propici una mayor

sensibilidad hacia las cuestiones indgenas, con la contratacin como consul-

tora, va UNESCO, de Renata Grard Bondim, que estructur un programa de

acciones para la educacin superior de indgenas, haciendo especial nfasis

un nfasis no excluyente en la meta gubernamental de formar maestros


indgenas17. Por otro lado, la reestructuracin del MEC, con la creacin de la

Secretara de Educacin Continua, Alfabetizacin y Diversidad (SECAD), di-

rigida por Ricardo Henriques, retir a la educacin escolar indgena de la es-

fera de la educacin inicial, organizndola bajo la forma de una Coordinacin

General de Educacin Escolar Indgena, que tuvo como titular a Kleber

Gesteira e Matos. La subsiguiente reestructuracin de la Comisin Nacional

de Maestros Indgenas en Comisin Nacional de Educacin Escolar Indgena, am-

pliando su espectro y esfera de accin, y una renegociacin del componen-

te indgena en el programa Diversidad en la Universidad (tambin re-localiza-

do en la SECAD) fueron dos acciones fundamentales llevadas adelante por la

CGEEI. Los recursos del programa Diversidad... se conjugaron con recursos

presupuestarios de la SESU para permitir una accin conjunta SESU-SECAD:

el lanzamiento del primer edital de apoyo a iniciativas de formacin de in-

dgenas en el nivel superior. El Programa de Formacin Superior y Licenciaturas

Indgenas PROLIND, fuertemente marcado por la necesidad de formar y grad-

uar maestros indgenas en el tercer nivel, pero con la apertura suficiente pa-

ra pensar en la formacin de profesionales indgenas en otros cursos que re-

spondan a la segunda tendencia mencionada antes.

Slo para que se tenga una dimensin de lo que eso significa hoy, segn

datos del Censo Escolar de 2006 procesados por CGEEI/SECAD, haba en el

ao 2006 unas 2.415 escuelas en tierras indgenas, con 172.256 estudiantes in-

dgenas, contra los 117.171 existentes en 2002, lo que indica una expansin an-

ual de la matrcula de alrededor del 10%. Se trata de ms de 9.100 maestros, de

los cuales alrededor del 88% es indgena.. De esas escuelas, 1.111, esto es, el 46

%, son estaduales; 1,282, es decir, el 53,1 % son municipales y 22, el 0,9 %, son

privadas. Muchas son las precariedades, por cuanto la dedicacin de los dis-

tintos estados y municipios a esta cuestin es muy variable. Pero es impor-

tante remarcar un punto: de los 172.256 mil alumnos indgenas, el 10,9% cursa

en la educacin inicial; el 60,8% est en los primeros grados de la educacin

primaria; el 16,4% est en los cuatro ltimos grados de la educacin prima-

ria; 7,5% est cursando la educacin de jvenes y adultos, y slo el 4,4 (con-

tra el 2,9% en 2005) cursa en la enseanza media en tierras indgenas. En su

mayor parte, los jvenes que cursan la enseanza media lo hacen con grandes

17 Vase http://www.trilhasdeconhecimentos.etc.br/livros/arquivos/Desafios.pdf .pp.25-27. ltima consulta: 12/12/2008.


sacrificios personales y de sus familias, sufriendo una gran discriminacin,

y lo que es muy propio de las reas prximas a las tierras indgenas: un tipo

muy peculiar de invisibilidad, que los torna poco perceptibles a los ojos de

maestros y directores de escuelas, que sin mala fe, pero imbuidos de precon-

ceptos intensos en esas regiones, los toman por mestizos poco letrados. La

SECAD est por divulgar un diagnstico de la enseanza media que cursan

los indgenas en el Brasil, y todo hace pensar que los resultados no tienen c-

mo ser positivos18.

Es importante reiterar, sin embargo, que si bien se dio una gran dinmi-

ca en el nivel federal, responsable por normatizar, planear y supervisar la ed-

ucacin escolar indgena, en los niveles estadual y municipal responsables

por la ejecucin fueron frecuentes el preconcepto, la ignorancia, la falta de

organizacin, el incumplimiento o la aplicacin mezquina de las normas ms

generales de la educacin, poco aplicables a los imperativos de la educacin

escolar indgena. Del mismo modo, el control social de esa poltica, a travs

de los consejos locales y estaduales, fue tosco, o se limit a medidas adminis-

trativas, perdiendo su carcter eminentemente poltico. Evaluar esa dimen-

sin demandara un tipo de inversin y de produccin de datos de carcter

nacional que todava no han sido hechas.

Demarcacin de tierras y demanda de saberes para la gestin poltico territorial: conocimientos indgenas y saberes occidentales

La segunda tendencia de demandas de los indgenas por formacin superi-

or surgi con la demarcacin de buena parte de las tierras indgenas, lo que

se intensific en el perodo post constitucional y, sobre todo, luego del in-

greso, en las gestiones de Fernando Collor de Mello y de Fernando Henrique

Cardoso, de la cooperacin tcnica internacional para el desarrollo, finan-

ciando y normatizando la definicin de tierras indgenas en el Brasil. Se

ha escrito mucho sobre ello y algunos de los que integraron equipos que

18 Matos, Kleber Gesteira . 2006 Escolas Indgenas no Brasil perodo 2003/2006. Braslia: MEC/SECAD/CGEEI. MS. Para la realidad de los estudiantes indgenas, en el caso del pueblo Ticuna, que bus-can las ciudades para estudiar all, en especial, cursar en la enseanza media, ver Paladino, Mariana 2006 Estudar e experimentar na cidade: Trajetrias sociais,escolarizao e experincia urbana en-tre Jovens indgenas ticuna, Amazonas.Tese de doutorado. Rio de Janeiro: PPGAS/Museu Nacional. ltima consulta: 12/12/2008 em http://teses.ufrj.br/PPGAS_D/MarianaPaladino.pdf ( Texto )


produjeron conocimiento acerca de las tierras indgenas para permitir

que dicho proceso se instaurase, superando la accin tutelar de la FUNAI,

hoy forman parte del Laboratorio de Investigaciones en Etnicidad, Cultura y

Desarrollo (LACED), como Joo Pacheco de Oliveira, co-coordinador de nue-

stro Laboratorio y uno de los principales artfices de la crtica a la accin del

Estado en lo atinente a las tierras indgenas19. En el perodo inmediatamente

post-constituyente, Ailton Krenak, importante lder indgena, organiz un

centro de formacin en Goinia, proponindose enfrentar los desafos de

la formacin de indgenas en las reas que van desde la agronoma hasta

la abogaca, pensando precisamente en el cruzamiento de los conocimien-

tos tradicionales indgenas y de los saberes occidentales, y en la necesidad

de contar con cuadros indgenas que construyesen nuevas relaciones con el

Estado brasileo y con redes sociales en los contextos locales, regionales, na-

cional e internacional, sin la mediacin de profesionales tcnicos no-indge-

nas. Algunos de los graduados estn hoy en accin, uno al menos concluy-

endo una post-graduacin, pero la experiencia fue discontinuada. El centro

en s fue desactivado por su poca sustentabilidad y por haberse notado que el

intento de tener profesionales formados tan lejos de sus aldeas de origen para

actuar entre sus pueblos, difcilmente sera alcanzado.

El hecho es que el quiebre del monopolio tutelar, la capacidad procesal

reconocida a las organizaciones indgenas, el surgimiento de polticas (no

slo la orientada a la educacin) como la de salud indgena, estructurada a

partir de la Fundacin Nacional de Salud (FUNASA) en 1999, colocaron a los

pueblos indgenas y a sus organizaciones como protagonistas de procesos pa-

ra los cuales se hacan necesarios conocimientos que no les pertenecan ni les

llegaban con facilidad. A pesar de lo mucho escrito sobre educacin escolar

indgena y de una especie de consenso (no mayoritario, ni absoluto) sobre la

educacin escolar intercultural, bilinge y diferenciada, tal como es la pro-

puesta de la que se apropia la poltica federal, sabemos muy poco sobre quin

est haciendo qu cosa en ese campo. En un relevamiento de 1998/1999 real-

izado por Joo Pacheco de Oliveira y por m, y que subsidiara la realizacin

19 Un conjunto de textos crticos de la accin estatal en lo referente a las tierras indgenas, que se re-montan a 1983, y al Proyecto Estudio sobre Tierras Indgenas en el Brasil (PETI), puede verse en Pacheco de Oliveira, Joo, org. 1998 - Indigenismo e territorializao: poderes, rotinas e saberes coloniais no Brasil contemporneo. Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria; http://www.laced.etc.br/peti.htm, e http://www.laced.etc.br/livros.htm . ltima consulta: 12/12/2008.


del seminario Bases para una Nueva Poltica Indigenista, se constataba que una

de las mayores preocupaciones de diversos segmentos gubernamentales y

no gubernamentales involucrados en todos esos procesos de constitucin de

polticas de la diferencia en las que la territorializacin es un eje funda-

mental era la necesidad de capacitar trmino caro a la jerga desarrollis-

ta a los pueblos indgenas y a sus organizaciones para concurrir a recursos

de diversos mecanismos de fomento, para coadyuvar numerosos procesos de

los cuales eran idealmente los destinatarios, y deban ser los protagonistas.

Para ello deberan proliferar (y han proliferado) los cursos de entrenamien-

to en metodologa de armado de proyectos, en tcnicas de gestin de orga-

nizaciones, que se han impuesto por la va de los formatos en que operan las

agencias internacionales y nacionales de fomento.

Ya en aquel momento, muchos indgenas proponan que, adems de en-

trenamientos tpicos, era necesario que se formasen indgenas en las univer-

sidades, que adquiriesen los conocimientos de los blancos para lidiar con

los blancos. Muchos consiguieron, y consiguen todava, entrar en universi-

dades pblicas, por esfuerzo personal y actualmente por una poltica asu-

mida por muchas organizaciones indgenas, que financian o apoyan a estudi-

antes indgenas para que estudien en las ciudades y adquieran conocimientos

que redunden en beneficio de sus comunidades, pero mantenerse all ha

sido el mayor desafo. Hay que considerar que en el Brasil el ingreso a las uni-

versidades, pblicas o privadas, est mediado por un examen de acceso a la

educacin superior, llamado vestibular, altamente excluyente y elitista en el

caso de la mayora de las carreras de alto prestigio en las universidades pbli-

cas. Las becas proporcionadas por la FUNAI, como se ha mencionado, han

sido un soporte casi exclusivo para ello. Pero no hay un programa de becas

transparente y establecido en tal sentido. Buena parte de los recursos recibi-

dos por esa va van con frecuencia al pago de aranceles en universidades pri-

vadas de muy dudosa calidad, aunque situadas en ciudades prximas a las

tierras indgenas. Creado por el gobierno de Lula para crear vacantes gratui-

tas en la educacin superior privada a cambio de exenciones fiscales para con

el gobierno federal, el Programa Universidad para Todos (PROUNI) fue prcti-

camente intil para tal fin: la mayora de los estudiantes indgenas con ed-

ucacin media no consigui aprobar el Examen Nacional de Enseanza Media


(ENEM), condicin de acceso al programa nunca flexibilizada para los estudi-

antes indgenas20. El programa, realmente, no es para todos.

Urge, por tanto, que la misma atencin que fue dedicada a la educacin

primaria, redunde en la estructuracin de la educacin media y superior. Las

polticas de accin afirmativa, instituidas sobre el final del segundo manda-

to de Fernando Henrique Cardoso, e implementadas de hecho en la gestin

Lula, enfrentan hoy el desafo de conocer este mundo especfico de la edu-

cacin escolar indgena, adecundose ms ampliamente a las especificidades

de la situacin indgena, creando mecanismos de acceso a la universidad que

no reproduzcan pura y simplemente las alternativas pensadas para el contex-

to de las poblaciones afro-descendientes, tomando en cuenta la necesidad de

instituir una poltica orientada a los pueblos, esto es, capaz de beneficiar, ms

que a individuos aunque por medio de ellos a colectividades que pretend-

en mantenerse culturalmente diferenciadas.

Sobre cupos y algo (mucho) ms: ampliando la idea de acciones afirmativas.

Es importante sealar que las organizaciones indgenas han pensado poco

sobre la cuestin de la educacin superior, pues han estado y estn muy pre-

ocupadas en mantener las tierras de sus pueblos, y asegurar bases para la

20 El ENEM Examen Nacional de Enseanza Media fue instituido en 1988 para ser tomado, con carcter voluntario, a los estudiantes y egresados de este nivel de enseanza. Realizado anualmente, tiene como objetivo principal evaluar el desempeo del alumno al trmino de la escolaridad bsica, para cotejar el desarrollo de competencias fundamentales para el ejercicio pleno de la ciudadana. Ver en http://www.inep.gov.br/basica/enem/default.asp. Sobre el PROUNI, dice el portal del Ministerio de Educacin en http://prouni-inscricao.mec.gov.br/prouni/Oprograma.shtm - ProUni - Programa Universidad para Todos, fue creado por MP n 213/2004 e institucionalizado por Ley N 11.096, del 13 de enero de 2005. Tiene como finalidad el otorgamiento de becas para estudios integrales y parcial-es para estudiantes de bajos ingresos, en carreras de graduacin y subsiguientes de formacin espe-cfica, en instituciones privadas de educacin superior, ofreciendo, como contrapartida, exencin de algunos tributos para aquellas que adhirieran al Programa. Sobre la relacin entre ambos, dice el mismo portal en http://prouni-inscricao.mec.gov.br/prouni/inf_est.shtm#3 : Slo puede postularse al ProUni, correspondiente al primer semestre de 2007, el estudiante que hubiera participado en el Examen Nacional de Enseanza Media (ENEM) 2006, y obtenido la nota mnima de 45 puntos (media aritmtica entre las pruebas de redaccin y conocimientos generales), establecida por el Ministerio de Educacin. No se consideran las notas obtenidas en los ENEMs anteriores, Los resultados del ENEM son usados como criterio para la distribucin de becas de estudios, es decir, las becas son distribuidas conforme las notas obtenidas por los estudiantes en el ENEM. De este modo, los estudiantes que al-cancen las mejores notas en el examen tendrn mayores chances de elegir la carrera y la institucin en que estudiarn.


subsistencia. En diversas regiones del pas esa demanda ha surgido con ms

fuerza en los ltimos tiempos, y se han estructurado iniciativas en el senti-

do de formar cuadros profesionales de la etno-gestin, como el recin creado

Centro Amaznico de Formacin Indgena, una iniciativa de la Coordinacin de

las Organizaciones Indgenas de la Amazonia Brasilea (COIAB)21. Por otro la-do, un importante conjunto de investigadores indgenas con ttulos de maestra y doctorado, intelectuales destacados del movimiento indgena, acaban de crear el Centro Indgena de Estudios y Pesquisas CINEP, cuyas metas principales estn en el campo de la investigacin y de la formacin de cuadros tcnico-intelectuales.22 Los intelectuales indgenas tienen bastante claro que el acceso a las universidades es importantsimo, y que los cupos23* pueden servir como un valioso instrumento, tanto para la situacin de pueblos territorializados aunque muchos de sus integrantes estn en

trnsitos permanentes entre esos territorios y ambientes urbanos prximos

o distantes de aquellos, o que en esos territorios sus aldeas muchas veces es-

tn adquiriendo el perfil de ciudades, cuanto para aquellos que, muchas

21 Sobre el CAFI, vase http://www.coiab.com.br/index.php?dest=programa_pro-jeto ltima consulta: 12/12/2008. En un momento anterior, la idea de entrenar personal capacitado en etno-desarrollo nos instig a estructurar propuestas de cursos de especializacin (ver en http://www.laced.etc.br/cursos_laced.htm los resmenes. ltima consulta: 12/12/2008), dirigidos y frecuentados por indgenas y no-indgenas, en colaboracin con las Universidades Federal del Amazonas y de Roraima. Iniciativa cercana a aquellas fue pensada y ejecutada por la Universidad Catlica Don Bosco, tambin con participacin indgena.

22 El Centro Indgena de Estudios y Pesquisas (CINEP) es una organizacin indgena creada en novi-embre de 2005 por 33 lderes del movimiento indgena brasileo, en ocasin del I Encuentro Nacional de las Organizaciones Indgenas del Brasil, con el objetivo de constituirse como una entidad indgena de apoyo y asesora a las organizaciones y comunidades indgenas, enfocada en la investigacin y en ser-vicios tcnicos. Su cuadro de socios est formado por lderes de organizaciones indgenas regionales y por investigadores y acadmicos indgenas. Su actuacin prioritaria est orientada hacia el campo de los estudios e investigaciones de inters del movimiento social indgena y a la prestacin de servicios y ase-soras tcnicas a las organizaciones y comunidades indgenas. Para cumplir con esas tareas, el principal desafo es formar su propio cuadro y el de las organizaciones indgenas. CINEP. 2006 Primer proyecto institucional del CINEP Centro Indgena de Estudios y Pesquisas Bienio 2007/2008. Braslia: CINEP.

23 * N. de T. Se ha optado por traducir cotas como cupos. Cotas, o sistema de cotas, es como se conoce a la medida gubernamental que crea un porcentaje, generalmente temporario, de reserva de vacantes en instituciones pblicas o privadas, destinadas a determinados segmentos sociales considerados en situacin desfavorable frente a un desideratum de equidad social. Estos segmentos pueden ser grupos tnicos o raciales, clases sociales, inmigrantes, portadores de deficiencia fsica, mujeres, ancianos, entre otros. En el debate brasileo actual esta idea ha sido aplicada y propugnada sobre todo por el mo-vimiento negro, destinada a negros, y en especial, para el mbito del sistema de educacin superior, siendo foco de una gran controversia social. Se la considera una forma de accin afirmativa.


veces motivados por la bsqueda de educacin, se han trasladado hacia los

centros regionales o incluso hacia ciudades distantes, como Brasilia, San

Pablo y Ro de Janeiro. Por fin, salvo por los cursos especficos de formacin

de profesores que vienen surgiendo, han sido poqusimos los indgenas que

han accedido a universidades pblicas antes de que existieran cupos en algu-

nas de ellas. En general, hasta entonces, los indgenas accedan (y continan

en su mayora accediendo) a facultades y universidades privadas, de muy

dudosa calidad24.Pero son slo cupos, en el caso de los indgenas, sin mayores cambios en

las estructuras universitarias, que provoquen en stas una reflexin sobre su

prctica a partir de la diferencia tnica, de una mirada sobre quien se trasla-

da desde un mundo socio-cultural y, en general, lingstico totalmente dis-

tinto, aunque los estudiantes indgenas parezcan y sean unos ms, otros

menos conocedores de mucho de la vida brasilea. No se trata, stricto sen-

su, de un mismo y nico preconcepto, ni de una misma y nica forma de dis-

criminacin que tambin en el medio universitario alcanzan a los indgenas,

los afro-descendientes y los estudiantes clasificados como pobres rurales y

urbanos, negros o no (y regionalmente muy distintos). Tampoco se trata, co-

mo en el caso de los afro-descendientes y de la poblacin de bajos ingresos,

de incluir a una minora (en trminos de poder) de excluidos en el acceso a y

control de los mismos instrumentos que histricamente han servido a la ma-

nutencin de los poderes de las elites gobernantes en el pas, sino de rever las

estructuras universitarias mucho ms radicalmente. Al incluir a los indge-

nas en las universidades hay que repensar las carreras universitarias, las dis-

ciplinas, abrir nuevas (e innovadoras) reas de investigacin, seleccionar y

repensar los contenidos curriculares que han sido dictados, y testear en qu

medida estructuras que han acabado por tornarse tan burocratizadas y cen-

tralizadoras, pueden soportar colocarse al servicio de colectividades vivas,

histrica y culturalmente diferenciadas.

Las universidades deben estar listas para indagarse sobre cunto pueden

beneficiarse de la presencia indgena, vivificndose y amplindose, en la

construccin de un mundo de tolerancia y riqueza simblica en el que ya no

bastar la repeticin ampliada de los paradigmas del horizonte capitalista

24 Para un relevamiento de la presencia de indgenas en universidades de ese perfil, vase Souza, Hellen Cristina de. 2003 Ensino superior para indgenas no Brasil (mapeamento provisrio). Tangar da Serra: IESALC/Unemat.


contemporneo. Nada de eso es, ni ser, rpido. Nada de eso se resolver con

dinmicas ejemplares y demostrativas, con experiencias piloto o proyectos

seminales, ni con la creacin de castas de empoderados que nos mitiguen

el hecho de que pertenecemos a uno de los pases de mayores contrastes y

desigualdades socio-econmicas, pero que singularmente contiene dentro de

sus lmites jurdico-polticos uno de los mayores espectros de la experiencia

humana. No se revierten 500 aos de colonialismo y devastacin, ni a bajos

costos, ni de la noche a la maana. En estos trminos, en vez de pobres ex-

cluidos aunque vivan en condiciones materiales que ellos desean ver mejo-

rar los pueblos indgenas deberan ser vistos como dotados de una riqueza

propia, de una capacidad especial de mantenerse diferentes y conservar sus

valores bajo tanta presin colonialista y tanta violencia, cuyas historias in-

terconectadas a las del Brasil, deben ser conocidas y divulgadas entre todos

los brasileos25.

Es preciso tener muy en claro que los acadmicos indgenas son jvenes

que pueden ser fenotpicamente muy parecidos a los habitantes regionales

con los que conviven. Llegan al punto de, como ya se dijo, ser hasta invis-

ibles entanto integrantes de colectividades tnicamente diferenciadas pa-

ra sus profesores y para la estructura universitaria en que se insertan. Pero

el hecho es que difieren de los otros estudiantes regionales, pobres, negros,

blancos, por sus sistemas de valores y de pensamiento, por sus conocimien-

tos, por su visin del mundo en ltima instancia, sin mencionar sus redes de

parentesco y relaciones; y, no lo olvidemos, por saberse portadores de iden-

tidades diferenciadas hoy apoyadas por derechos colectivos. Son, tambin,

portadores de la conciencia acerca del peso del sistema de preconceptos que

incide sobre ellos, indgenas muy distinto del relativo a los afro-descen-

dientes aun cuando esas tramas de estereotipos, verdaderas narrativas

histricamente construidas a su alrededor, transforman la rica diversidad de

sus modos de vivir en un ente nico y genrico que todos nosotros brasile-

os, negros, blancos, hijos de inmigrantes, suponemos conocer: el indio26.

25 Para una reconsideracin de las relaciones entre la historia que se cuenta del Brasil y la presencia indgena, vase Pacheco de Oliveira, Joo & Rocha Freire, Carlos Augusto da. 2006 A presena indgena na histria do Brasil. Rio de Janeiro; Braslia: Sendas de Conocimientos/LACED; MEC/SECAD; UNESCO. (Coleccin Educacin para Todos Serie Vas de los Saberes). Disponible e http://www.trilhasdeconheci-mentos.etc.br/livros/arquivos/ColET13_Vias02WEB.pdf. ltima consulta: 12/12/2008.

26 Para saber ms acerca de la complejidad de la situacin lingstica de los pueblos indgenas en el Brasil, Maia, Marcus. 2006 Manual de lingstica. Subsdios para a formao de professores indgenas


He aqu un punto bastante delicado que los cupos han trado a la concien-

cia pblica hace poco tiempo, pero que los indgenas conocen desde hace

mucho: el de la identificacin de quin es o quin no es indgena; luego, de

quin tiene y quin no tiene derechos diferenciados. Como se dijo ms arriba,

el Estado brasileo republicano tuvo siempre, histricamente, una actitud

etnocida frente a los pueblos indgenas y a los dems grupos culturalmente

diferenciados; imagin a los indgenas como seres transitorios, que se trans-

formaran en pequeos propietarios o trabajadores rurales27. Asimilar, como

resultado de integrar, siempre fue el imperativo.

En la prctica: quin puede (y quin no) ser indgena para las polticas gubernamentales de accin afirmativa

Juntando estas posturas con las imgenes mentales que se tienen en el Brasil

de quin es y quin no es indio, y ms an, con los intereses por expropiar a

los indgenas sus tierras y usar su trabajo a bajo costo, puede entenderse no

slo por qu, como se dijo, la accin del SPI en el Nordeste comenz despus

que en el resto del pas, sino por qu en los aos 1980, bajo la gestin en la

FUNAI del coronel de la reserva Joo Carlos Nobre da Veiga (1979-1981), otro

coronel, de la Aeronutica y especialista en estrategia, Ivan Zanoni Hausen,

propuso que se establecieran criterios de indianidad que permitiran determi-

nar quin era indio y quin no lo era. La amplia reaccin contra ese movi-

miento de instrumentalizar la administracin pblica para excluir ms y ms

indgenas de sus derechos y eximirse de sus obligaciones, consigui apar-

tar el peligro inmediato, pero no resolvi el problema que los cupos de cierta

forma estn sirviendo a incitar: nos ilusionamos cotidianamente y estudia-

mos poco aunque en las representaciones oficiales del pas, consagradas

en los libros didcticos, ha quedado reducido, de modo simplista, a atacar

o salvar la ideologa de la democracia racial el hecho de que no podem-

os desconocer la realidad del mestizaje biolgico, que en el caso indgena fue

na rea da linguagem. Rio de Janeiro; Braslia: Sendas de Conocimientos/LACED; MEC/SECAD; UNESCO. (Coleccin Educacin para Todos Serie Vas de los Saberes). Disponible en: http://www.trilhasde-conhecimentos.etc.br/livros/arquivos/ColET15_Vias04WEB.pdf. ltima consulta: 12/12/2008

27 Para intervenciones sobre poblaciones inmigrantes, vase, por ejemplo, Seyferth, Giralda. Os imi-grantes e a campanha de nacionalizao do Estado Novo. In: Pandolfi, Dulce, org. 1999 Repensando o Estado Novo. Rio de Janeiro: Ed. Fundao Getulio Vargas, 1999. p.199-228.


propiamente asunto de polticas de la Corona portuguesa, que lo estimul

incluso pecuniariamente. Por mucho tiempo, y en muchas regiones del pas,

trminos como caboclo, bugre28*, y otros, han ocultado la presencia indge-

na; y por ello el movimiento indgena, desde aos 1980 en adelante, procur

luchar, asumiendo el trmino genrico indio como status jurdico y (re)afir-

mando auto-designaciones poco referenciadas, sea en la cotidianidad de esos

pueblos, sea en la literatura antropolgica. En suma, seran aquellos indios

que no son ms (nuestros) indios.

Pero el trmino caboclo, al menos, tambin da cuenta de otras realidades

que hoy vienen siendo encubiertas por variados trminos, como los de po-

blaciones tradicionales, ribereos (en el caso amaznico), etc. Estas colectivi-

dades, fenotpicamente e incluso culturalmente, se distinguen muy poco de

las colectividades indgenas, pero no se perciben como tales ni otras colec-

tividades indgenas las ven as. No son casos de mala conciencia, ni de no

haber asumido su indianidad. Hay, por lo tanto, que tener cuidado, mucho

cuidado en cuanto a este punto: en el escenario de gran presin sobre las tier-

ras en regiones de colonizacin antigua, se contina negando hasta hoy el re-

conocimiento oficial de la indianidad a diversas colectividades (tambin en

la gestin actual de la FUNAI, del antroplogo Mrcio Pereira Gomes), y es

ste un punto sensible en la agenda del movimiento indgena, del Ministerio

Pblico Federal y de la Asociacin Brasilea de Antropologa (ABA).

Afirmar o no, y reconocer o no una identidad diferenciada culturalmente,

se plantea frente a un escenario en el que la administracin pblica con-

tina afirmndose como el Estado brasileo, deliberando arbitrariamente

con enorme poder en la cotidianidad quin tiene acceso a qu derechos. En

el escenario del debate sobre cupos esta cuestin se (re)plantea y, lamenta-

blemente, los ms involucrados en el debate, militantes o intelectuales, han

demostrado conocer muy poco de la experiencia de los indgenas y de las

polticas indigenistas brasileas, cayendo muchas veces en posiciones muy

prximas a los intereses anti-indgenas (esos empapados en lo ms rancio de

la retrica desarrollista, tan presente en la escena actual), o en una defensa de

posiciones que pasan por la falta de discusin sobre el tema. Por fin, recono-

cer la discriminacin en el pas de la mixtura es siempre confuso, difcil y

28 * N. de T.: Caboclo: palabra que nombra al individuo nacido de india y blanco (y viceversa), de piel moreno-cobriza. Bugre es la denominacin dada a distintos grupos indgenas del Brasil, en general a aquellos que estn en situacin de guerra y conflictos abiertos con los no indgenas.


sutil. Pero el propio movimiento indgena organizado tiene puntos impor-

tantes de debate en este terreno, y han sido cuestionadas las interpretaciones

simplistas de la Convencin 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo

(OIT), de la cual slo en 2003 el Brasil se volvi formalmente signatario, como

por ejemplo el uso exclusivo de la idea de auto-identificacin individual en

tanto criterio de acceso a derechos29.En la prctica de las universidades con polticas de acceso diferenciado

para indgenas, o que mantienen cursos de formacin de profesores ind-

genas, las soluciones adoptadas no parecen estar exentas del peso de la ad-

ministracin tutelar en la historia de la relacin entre pueblos indgenas y el

Estado brasileo: algunas universidades exigen para la inscripcin de los in-

dgenas en los exmenes de ingreso el documento de la FUNAI un docu-

mento emitido por la Fundacin para individuos indgenas, que equivoca-

damente algunos piensan que tiene el mismo valor de una cdula de registro

general, el documento de identidad o una carta emitida por la misma.30 En al-

gunos casos, se pide tambin una carta de la comunidad o del lder de la comuni-

dad donde se reconozca al portador como un candidato de la colectividad sig-

nataria. Este es tambin un tema polmico: para algunos alumnos indgenas

(especialmente para aquellos cuyas familias se encuentran apartadas de las

aldeas de origen hace ms tiempo) la recomendacin se vuelve una cuestin

de poltica, y no es universal u otorgada a todos por el criterio (ajeno a los

29 La ya mencionada Convencin 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo dice, en su artcu-lo 1: La presente convencin se aplica: a) a los pueblos tribales en pases independientes, cuyas con-diciones sociales, culturales y econmicas los distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estn regidos, total o parcialmente, por sus propias costumbres o tradiciones, o por legislacin especial; b) a los pueblos en pases independientges, considerados indgenas por el hecho de descen-der de poblaciones que habitaban el pas o una region geogrfica perteneciente al pas en la poca de la conquista o la colonizacin, o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, sea cual fuera su situacin jurdica, conservan sus propias instituciones sociales, econmicas, culturales y po-lticas, o parte de ellas. 2 La conciencia de su identidad indgena o tribal deber ser considerada como criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones de la presente Convencin. 3. La utilizacin del trmino pueblos en la presente Convencin no deber ser interpreta-da en el sentido de tener implicanca alguna en lo que atae a los derechos que pueda conferirse a dicho trmino en el derecho internacional. Para download del site da OIT ver http://www.oitbrasil.org.br/info/downloadfile.php?fileId=131 , ltima consulta: 12/12/2008. Sobre la cuestin del reconocimiento tnico, ver Santos, Ana Flvia Moreira & Pacheco de Oliveira, Joo. 2003 Reconhecimento tnico em exame: dois estudos sobre os Caxix. Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria.

30 Se encuentra en el web site del proyecto Sendas de Conocimientos, un relevamiento (que est siendo reactualizado) de las acciones afirmativas desarrolladas en universidades pblicas, que puede ser con-sultado en: http://www.trilhasdeconhecimentos.etc.br/educacao_superior_indigena/index.htm. ltima consulta: 12/12/2008.


pueblos indgenas) del mrito escolar. Al fin, la importancia del parentesco

entre los pueblos indgenas es ampliamente reconocida y aqu entre nos,

en la sociedad brasilea (mutatis mutandis), tambin. Para algunos intelec-

tuales defensores de las acciones afirmativas, la crtica tambin va en esa di-

reccin, suponindose una propensin a la universalidad del usufructo de

los derechos que nuestra propia sociedad no tiene ni tuvo nunca sino en el

discurso y en la ley escrita y a ella pertenecen esos valores como muestra

del mundo occidental. Se demuestra una vez ms el desconocimiento

de los circuitos de poder propios de las colectividades indgenas, sus tradi-

ciones y usos, la falta de respeto a los modos de ser diferenciados de los nue-

stros, olvidndose que lo que se percibe a travs de la ptica de los valores

democrticos para unos puede ser la ruptura de los esquemas de solidaridad

y reciprocidad para otros.

Algunas de esas universidades, por variadas vas (gobierno estadual,

FUNAI, fondos propios) conceden becas a los alumnos indgenas. En el caso

de la Universidad Estadual de Mato Grosso do Sul (UEMS), la institucin de

educacin superior (IES) que alberga el mayor nmero de alumnos indgenas

por cupo, stos estn obligados a trabajar en actividades administrativas, fun-

cionando como mano de obra remunerada con becas de trabajo, y tienen

parte de su tiempo sustrado de la posibilidad de superar dificultades de

adaptacin. La administracin superior de la universidad no ha sido sensible

a los pedidos de docentes dedicados al acompaamiento de los alumnos ind-

genas, de que stos tengan la carga horaria de las becas orientada a su propia

formacin y para trabajos de accin afirmativa31.

Hay, pues, todo un enorme conjunto de problemas y polmicas a enfren-

tar cuando pensamos en polticas de acceso, permanencia y xito en la edu-

cacin superior para indgenas, partiendo del principio de que son diver-

sos los indgenas y sus situaciones en el Brasil. Tampoco los problemas de la

mayora de los indgenas en cuanto a esta cuestin son los mismos que los de

los afro-descendientes y estudiantes de bajos ingresos.

Ciertas soluciones pueden, con todo, ser muy semejantes en apariencia a

31 La UEMS y la Universidad Catlica Don Bosco (UCDB) formaron un consorcio en un ncleo de ac-ciones afirmativas titulado Programa Red de Saberes (ver en http://www.rededesaberes.org/) financiado a travs de recursos de la Pathways to Higher Education Initiative/Fundacin Ford (ver em http://www.path-waystohighereducation.org/index.php; ltima consulta: 12/12/2008), bajo la supervisin del LACED/Museu Nacional dentro del proyecto Sendas de Conocimientos entre los aos 2005 y 2007.


las acciones afirmativas derivadas de la implantacin de cupos para afro-de-

scendientes y/o para individuos procedentes de camadas de bajos ingresos:

la necesidad de becas de manutencin que permitan a los alumnos dedicarse

a los cursos, trasladarse y alimentarse, tener acceso al material necesario pa-

ra los estudios; el tener tutores acadmicos especialmente calificados y una

necesidad (y una demanda) ms general, aunque los tutores ciertamente pre-

cisen de informacin y entrenamiento muy diferentes en caso de trabajar con

alumnos afro-descendientes, indgenas o de bajos recursos econmicos.

Pero veamos un ejemplo de la diferencia impactante entre las situaciones

mencionadas: el traslado de los estudiantes indgenas puede significar mu-

danzas no slo dentro de permetros urbanos o de periferias a zonas cen-

trales de las ciudades; puede significar, por ejemplo, cruzar distancias desde

sus reas hasta los centros urbanos donde estn las unidades universitarias,

equivalentes a toda la extensin del estado de Ro de Janeiro. La mudanza

puede significar, incluso, que el alumno no se traslade solo, sino que lo ha-

ga con su familia, pues aun siendo un joven de edad prxima a la de los que

entran a las universidades en los grandes centros urbanos, puede estar casa-

do, dadas las costumbres de sus pueblos. La residencia en las ciudades viene

siendo, entonces, un problema crucial para todo el Brasil indgena, cuando se

toca el tema de la educacin superior. En estos trminos, ms que crear cupos

es muy importante que exista una poltica de interiorizacin por parte de las

universidades, orientada a percibir y dialogar con la realidad de los pueblos

indgenas, a partir de lo cual surjan campi universitarios dotados, por ejemp-

lo, de alojamientos, bibliotecas, acceso a Internet, etc.; y docentes equipados

con entrenamiento intelectual y formacin cultural capaces de revertir

los preconceptos que en general se intensifican en regiones del interior.

Es necesario tambin que surjan otros modelos de carreras especficas en

otras reas del saber. La Universidad Catlica Don Bosco (UCDB) ha discutido,

por ejemplo, la creacin de una carrera de agro-ecologa para alumnos ind-

genas, a dictarse de manera semejante a la de formacin de profesores que

est iniciando la Universidad Federal de Grande Dourados, una iniciativa que

puede impulsar una reflexin muy propia y singular en un rea de impor-

tancia estratgica en el futuro de la humanidad, y para la cual, sin dudas, los

conocimientos tradicionales indgenas tienen mucho que aportar. Pero es im-

portante destacar que una iniciativa de esta naturaleza tiene costos econmi-

cos elevados para la mentalidad de los planeadores de la educacin superior, y


all estriba un punto que precisa ser enfrentado y superado.

Por otro lado, tomar en serio la presencia de alumnos indgenas dentro

de las universidades implicara crear interfaces para el dilogo, por ejemplo,

incorporando cursos sobre Derecho indgena en las curricula de las universi-

dades, y tener profesionales capaces de dictarlos. Significara ofrecer carreras

de lenguas indgenas, pero dictadas por indgenas que no necesariamente

precisaran ser portadores de grado universitario, o contar con chamanes

dentro de facultades del rea de la salud, reconociendo la autoridad intelec-

tual de los portadores de conocimientos tradicionales.32 Tenemos por delante

un largo camino a recorrer, pero existen ejemplos de aproximaciones y posi-

bilidades en otros pases de las Amricas.

Los cupos han sido importantes, y sern an ms importantes en los prx-

imos aos, tanto como la demanda del movimiento indgena por espacios

de formacin. Pero no basta, en el caso indgena, con crear cupos y esperar a

que los estudiantes indgenas hagan por s todo el trabajo que un sistema de

enseanza entero debera hacer, ni arrojarlos en escuelas de psima calidad,

fabricantes de ttulos, ni escoger 3 o 4 indgenas para ser objeto de un rancio

asistencialismo. Eso sin duda crear nmeros mgicos en nuestras estadsti-

cas educacionales y santificar an ms a los paladines de las acciones afir-

mativas. De lo contrario, aprobar el examen de ingreso, lo que muchas veces,

y sin cupos, los indgenas han conseguido, no servir de nada. Paladines o de-

tractores de los cupos han demostrado poco que perciben lo que este debate

significa en trminos de las realidades indgenas: as, en plural esa es pues

una de las grandes cuestiones!. Eso es lo que hay que cambiar. Se trata de

reconocer la pluralidad de los pueblos indgenas y lo que agregan a la plurali-

dad de la sociedad brasilea!

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32 Experiencias pioneras en esa interlocucin intercultural en Brasil ha sido hechas en el Centro de Pesquisa Lenidas e Maria Deane/Fiocruz/AM, bajo la direccin de la Dra. Luiza Garnello, trabajando junto con especialistas nativos del pueblo Baniwa.


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