edicion ene-feb-09

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“En estos tiempos, cuando la misma base de nuestra sociedad esta tambaleándose como consecuencia de haber negado los derechos de Dios, debemos revivir la devoción a San Miguel, y con Él gritar: “¡ ¿Quién como Dios? !” P ARA EL T RIUNFO DE LA I NMACULADA Pilgrims of Saint Michael - Peregrinos de San Miguel Arcángel 1101 Principale Street, Rougemont, QC J0L 1M0 - Canada Tel.: (450) 469-2209; (514) 856-5714; Fax: (450) 469-2601 Publications Mail Reg. No. 40063742 Impreso en Canadá POR UNA ECONOMÍA DE CRÉDITO SOCIAL, DE ACUERDO CON LAS ENSEÑANZAS DE LA IGLESIA, A TRAVÉS DE LA ACCIÓN VIGILANTE DE PADRES DE FAMILIA Y NO A TRAVÉS DE PARTIDOS POLÍTICOS UN PERIÓDICO DE L AICOS CATÓLICOS , POR EL REINO DE J ESÚS Y MARÍA , EN LAS ALMAS , FAMILIAS Y NACIONES EDICIÓN BIMESTRAL EN ESPAÑOL - INTERNET: www.periodicosanmiguel.org E-MAIL: [email protected] N. 31 (1939) AÑO 7 enero - febrero 2009 2 años $20 Número suelto: $ 1,00 Número atrasado: $ 2,00 PÁGINAS 14-15 Pág. 1-2 COMBATIR LA POBREZA CONSTRUIR LA PAZ Benedicto XVI MENSAJE DE CUARESMA 2009 Práctica penitencial del ayuno Pág. 4 LA CONVERSIÓN DE UN JUDÍO. IGLESIA CATÓLICA: JUDAISMO REALIZADO Pág. 6 LA IGLESIA MADRE Y MAESTRA Sección Justicia y Paz El viejo imperialismo Págs. 10-12 CONOCE TU FE Diccionario Social de los Padres de la Iglesia Pág. 12 SATANÁZ ATACA A LA JUVENTUD El inquietante mundo de lo oculto Pág. 16 ¿Por qué San Miguel Arcángel? SAN MIGUEL ES EL PATRONO DE LA IGLESIA CATÓLICA Y DE LOS MORIBUNDOS El Nuevo Orden Mundial ¿Una Horrible Utopía? El destino de los hombres es decidido por aquellos que tienen el poder cientí- fico a su disposición y por aquellos que manejan las finanzas. VI ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS LA FAMILIA FORMADORA EN LOS VALORES HUMANOS Y CRISTIANOS EL AÑO PAULINO 2000 Aniversario de San Pablo sitio de jericó 7 días de adoración - 24 horas PIER GIORGIO FRASSATI Modelo de los Jóvenes PÁGINAS 8-9 PÁGINA 9 PÁGINA 13 PÁGINA 5 PÁGINA 7

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¿Por que San Miguel Arcangel?

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Page 1: Edicion ene-feb-09

“En estos tiempos, cuando la misma base de nuestra sociedad esta tambaleándose como consecuencia de haber negado los derechos de Dios, debemos revivir la devoción a San Miguel, y con Él gritar: “¡¿Quién como Dios?!”

Para el Triunfo de la inmaculadaPilgrims of Saint Michael - Peregrinos de San Miguel Arcángel

1101 Principale Street, Rougemont, QC J0L 1M0 - CanadaTel.: (450) 469-2209; (514) 856-5714; Fax: (450) 469-2601

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vigilante de PadreS de familia y no a travéS de PartidoS PolíticoS

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edición bimeStral en eSPañol - internet: www.periodicosanmiguel.org e-mail: [email protected]

N. 31 (1939) AÑO 7 enero - febrero 2009 2 años $20

Número suelto: $ 1,00Número atrasado: $ 2,00

páginas 14-15

pág. 1-2

Combatir la Pobreza Construir la Paz Benedicto XVI

mensaje de Cuaresma 2009 Práctica penitencial del ayuno pág. 4

la Conversión de un judío. iglesia CatóliCa: judaismo realizado

pág. 6

la iglesia madre y maestraSección Justicia y Paz El viejo imperialismo

págs. 10-12

ConoCe tu Fe Diccionario Social de los Padres de la Iglesia

pág. 12

satanáz ataCa a la juventud El inquietante mundo de lo oculto pág. 16

¿Por qué San Miguel Arcángel?

SAN MIGUEL ES EL PATRONO DE LA IGLESIA CATÓLICA Y DE LOS MORIBUNDOS

El Nuevo Orden Mundial¿UnaHorrible Utopía?

El destino de los hombres es decidido por aquellos que tienen el poder cientí-fico a su disposición y por aquellos que manejan las finanzas.

VI ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIASLA FAMILIA FORMADORA EN LOS VALORES HUMANOS Y CRISTIANOS

EL AÑO PAULINO2000 Aniversario de San Pablo

sitio de jericó7 días de adoración - 24 horas

PIER GIORGIO FRASSATIModelo de los Jóvenes

páginas 8-9

página 9

página 13

página 5

página 7

Page 2: Edicion ene-feb-09

2 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org

enero - febrero 2009

san miguel

Enero - Febrero 2009Date of issue: Febrero 2009

enero - febrero 2009 Publicado 5 veces al año

editor ProPietario:Peregrinos de San Miguel Arcángel - Instituto para la Justicia Social Louis Evendirector:Thérèse Tardif

colaboradoreS: (Redacción y traducción)Varios Misioneros

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CONTENIDO“SAN MIGUEL”

enero - febrero 2009Portada .......................................... 1Mensaje de la Paz 2009.................. 2-3Mensaje para la cuaresma 2009..... 4VI Encuentro mundial familias ....... 5La conversión de un Judío .............. 6Pior Giorgio Frassati ....................... 7San Pablo ....................................... 8-9Sitio de Jericó - Rougemont 2009 .. 9La Iglesia, Madre y Maestra ........... 10-12Nuevo Orden Mundial .................... 13¿Por qué San Miguel Arcángel? ...... 14-15Satanás ataca a la Juventud ........... 16

Presentamos 25 frases claves del mensaje de Benedicto XVI para la jornada de la Paz 2009.

1. La pOBREZa gEnERa COnFLiCTOs Y gUERRa: ”La pobreza se encuentra frecuentemente entre los factores que favorecen o agravan los conflic-tos, incluidas la contiendas armadas. Estas últi-mas alimentan a su vez trágicas situaciones de penuria”. «Se constata y se hace cada vez más grave en el mundo –escribió Juan Pablo II– otra seria amenaza para la paz: muchas personas, es más, poblaciones enteras viven hoy en con-diciones de extrema pobreza. La desigualdad entre ricos y pobres se ha hecho más evidente, incluso en las naciones más desarrolladas eco-nómicamente. Se trata de un problema que se plantea a la conciencia de la humanidad, puesto que las condiciones en que se encuentra un gran número de personas son tales que ofen-den su dignidad innata y comprometen, por con-siguiente, el auténtico y armónico progreso de la comunidad mundial»

2.- pOR Una gLOBaLiZaCiÓn TaMBiÉn MORaL Y EspiRiTUaL: “La referencia a la globalización debería abarcar también la dimensión espiritual y moral, instando a mirar a los pobres desde la perspectiva de que todos comparten un único proyecto divino, el de la vocación de construir una sola familia en la que todos –personas, pueblos y naciones– se comporten siguiendo los principios de fraternidad y responsabilidad”.

3.- pOR Una VisiÓn gLOBaL DE La pOBREZa: “En dicha perspectiva se ha de tener una visión amplia y articulada de la pobreza. Si ésta fuese únicamente material, las ciencias sociales, que nos ayudan a medir los fenómenos basándose sobre todo en datos de tipo cuantitativo, serían suficientes para iluminar sus principales caracte-rísticas. Sin embargo, sabemos que hay pobre-zas inmateriales, que no son consecuencia directa y automática de carencias materiales”.

4.- La pOBREZa Es Un FaLTa gRaVE DE REspETO a La DigniDaD DE La pERsOna: “Cualquier forma de pobreza no asumida libremente tiene su raíz en la falta de respeto por la dignidad trascen-dente de la persona humana. Cuando no se considera al hombre en su vocación integral, y no se respetan las exigencias de una verdadera «ecología humana», se desencadenan también dinámicas perversas de pobreza e implicacio-nes morales.

5.- La gRan pOBREZa DE La REDUCCiÓn DE La naTaLiDaD: “La pobreza se pone a menudo en relación con el crecimiento demográfico. Con-siguientemente, se están llevando a cabo cam-pañas para reducir la natalidad en el ámbito internacional, incluso con métodos que no res-petan la dignidad de la mujer ni el derecho de los cónyuges a elegir responsablemente el número de hijos y, lo que es más grave aún, frecuente-mente ni siquiera respetan el derecho a la vida. El exterminio de millones de niños no nacidos en nombre de la lucha contra la pobreza es, en rea-lidad, la eliminación de los seres humanos más pobres..La población se está confirmando como una riqueza y no como un factor de pobreza”.

6.- pOBREZa Y EnFERMEDaDEs panDÉMiCas: “Es

difícil combatir sobre todo el sida, causa dramá-tica de pobreza, si no se afrontan los problemas morales con los que está relacionada la difu-sión del virus. Es preciso, ante todo, emprender campañas que eduquen especialmente a los jóvenes a una sexualidad plenamente concorde con la dignidad de la persona; hay iniciativas en este sentido que ya han dado resultados sig-nificativos, haciendo disminuir la propagación del virus. Además, se requiere también que se pongan a disposición de las naciones pobres las medicinas y tratamientos necesarios; esto exige fomentar decididamente la investigación médica y las innovaciones terapéuticas, y apli-car con flexibilidad, cuando sea necesario, las reglas internacionales sobre la propiedad inte-lectual, con el fin de garantizar a todos la nece-saria atención sanitaria de base”.

6..- La pOBREZa DE LOs niÑOs: “Cuando la pobreza afecta a una familia, los niños son las víctimas más vulnerables: casi la mitad de quie-nes viven en la pobreza absoluta son niños. Considerar la pobreza poniéndose de parte de los niños impulsa a estimar como prioritarios los objetivos que los conciernen más directamente como, por ejemplo, el cuidado de las madres, la tarea educativa, el acceso a las vacunas, a las curas médicas y al agua potable, la salva-guardia del medio ambiente y, sobre todo, el compromiso en la defensa de la familia y de la estabilidad de las relaciones en su interior. Cuando la familia se debilita, los daños recaen inevitablemente sobre los niños. Donde no se tutela la dignidad de la mujer y de la madre, los más afectados son principalmente los hijos”.

7.- La RELaCiÓn EnTRE EL DEsaRME Y EL DEsa-RROLLO: “Es preocupante la magnitud global del gasto militar en la actualidad. Como ya he tenido ocasión de subrayar, «los ingentes recur-sos materiales y humanos empleados en gastos militares y en armamentos se sustraen a los proyectos de desarrollo de los pueblos, espe-cialmente de los más pobres y necesitados de ayuda. Y esto va contra lo que afirma la misma Carta de las Naciones Unidas, que compromete a la comunidad internacional, y a los Estados en particular, a “promover el establecimiento y el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional con el mínimo dispendio de los recursos humanos y económicos mundiales en armamentos”.

8.- REDUCiR LOs gasTOs En aRMas: “Los Esta-dos están llamados a una seria reflexión sobre los motivos más profundos de los conflictos, a menudo avivados por la injusticia, y a afron-tarlos con una valiente autocrítica. Si se alcan-

mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada de la Paz 2009

Combatir la pobreza, construir la paz

“Para no construir una casa dorada rodeada de desierto y degradación”

Page 3: Edicion ene-feb-09

Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org“Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714 3enero - febrero 2009

zara una mejora de las relaciones, sería posible reducir los gastos en armamentos. Los recursos ahorrados se podrían destinar a proyectos de desarrollo de las personas y de los pueblos más pobres y necesitados: los esfuerzos prodigados en este sentido son un compromiso por la paz dentro de la familia humana”.

9.- La CRisis aLiMEnTaRia: “Esta crisis se carac-teriza no tanto por la insuficiencia de alimentos, sino por las dificultades para obtenerlos y por fenómenos especulativos y, por tanto, por la falta de un entramado de instituciones políticas y económicas capaces de afrontar las necesi-dades y emergencias. La malnutrición puede provocar también graves daños psicofísicos a la población, privando a las personas de la energía necesaria para salir, sin una ayuda especial, de su estado de pobreza. Esto contribuye a ampliar la magnitud de las desigualdades, provocando reacciones que pueden llegar a ser violentas”.

10.- La gLOBaLiZaCiÓn DE La sOLiDaRiDaD DEsDE La LEY naTURaL: “Una de las vías maes-tras para construir la paz es una globalización que tienda a los intereses de la gran familia humana. Sin embargo, para guiar la globaliza-ción se necesita una fuerte solidaridad global, tanto entre países ricos y países pobres, como dentro de cada país, aunque sea rico. Es pre-ciso un « código ético común », cuyas normas no sean sólo fruto de acuerdos, sino que estén arraigadas en la ley natural inscrita por el Crea-dor en la conciencia de todo ser humano (cf. Rm 2,14-15)”.

11.- La COnTRiBUCiÓn DE La igLEsia: “La Igle-sia, que es «signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano», continuará ofreciendo su aportación para que se superen las injusticias e incompren-siones, y se llegue a construir un mundo más pacífico y solidario.

12.- COMERCiO inTERnaCiOnaL: “En el campo del comercio internacional y de las transaccio-nes financieras, se están produciendo procesos que permiten integrar positivamente las econo-mías, contribuyendo a la mejora de las condicio-nes generales; pero existen también procesos en sentido opuesto, que dividen y marginan a los pueblos, creando peligrosas premisas para conflictos y guerras”... “Quisiera renovar un lla-mamiento para que todos los países tengan las mismas posibilidades de acceso al mercado mundial, evitando exclusiones y marginaciones

13. Las TRansaCCiOnEs FinanCiERas: “Se puede hacer una reflexión parecida sobre las finanzas, que atañe a uno de los aspectos princi-pales del fenómeno de la globalización, gracias al desarrollo de la electrónica y a las políticas de liberalización de los flujos de dinero entre los diversos países... La reciente crisis demuestra también que la actividad financiera está guiada a veces por criterios meramente autorreferen-ciales, sin consideración del bien común a largo plazo. Una finanza restringida al corto o cortí-simo plazo llega a ser peligrosa para todos, también para quien logra beneficiarse de ella durante las fases de euforia financiera”.

14. COMBaTiR La pOBREZa DEsDE LOs pLanOs ECOnÓMiCOs Y JURÍDiCO: “De todo esto se des-prende que la lucha contra la pobreza requiere una cooperación tanto en el plano económico como en el jurídico que permita a la comuni-dad internacional, y en particular a los países pobres, descubrir y poner en práctica soluciones coordinadas para afrontar dichos problemas, estableciendo un marco jurídico eficaz para la economía. Exige también incentivos para crear instituciones eficientes y participativas, así como ayudas para luchar contra la criminalidad y pro-mover una cultura de la legalidad”.

15.- La CREaCiÓn DE VaLOR: “Desde este punto de vista, no hay que hacerse ilusiones pen-sando que una política de pura redistribución de la riqueza existente resuelva el problema de manera definitiva. En efecto, el valor de la riqueza en una economía moderna depende de manera determinante de la capacidad de crear rédito presente y futuro. Por eso, la creación de valor resulta un vínculo ineludible, que se debe tener cuenta si se quiere luchar de modo eficaz y duradero contra la pobreza material”.

16. pOR Una CORRECTa LÓgiCa ECOnÓMiCa, pOLÍTiCa Y paRTiCipaTiVa: “ Finalmente, situar a los pobres en el primer puesto comporta que se les dé un espacio adecuado para una correcta lógica económica por parte de los agentes del mercado internacional, una correcta lógica polí-tica por parte de los responsables instituciona-les y una correcta lógica participativa capaz de valorizar la sociedad civil local e internacional”

17.- EL papEL DE La sOCiEDaD CiViL En EL DEsa-RROLLO: “La historia del desarrollo económico del siglo XX enseña cómo buenas políticas de desarrollo se han confiado a la responsabilidad de los hombres y a la creación de sinergias posi-tivas entre mercados, sociedad civil y Estados. En particular, la sociedad civil asume un papel crucial en el proceso de desarrollo, ya que el desarrollo es esencialmente un fenómeno cultu-ral y la cultura nace y se desarrolla en el ámbito de la sociedad civil”.

13. Una gLOBaLiZaCiÓn REgiDa pOR Una saBi-DURÍa pRUDEnTE: “Como ya afirmó mi venerado Predecesor Juan Pablo II, la globalización «se presenta con una marcada nota de ambivalen-cia» y, por tanto, ha de ser regida con prudente sabiduría. De esta sabiduría, forma parte el tener en cuenta en primer lugar las exigencias de los pobres de la tierra, superando el escándalo de la desproporción existente entre los problemas de la pobreza y las medidas que los hombres adoptan para afrontarlos. La desproporción es de orden cultural y político, así como espiritual y moral”.

19.- iR a Las CaUsas Más pROFUnDas: “En efecto, se limita a menudo a las causas superfi-ciales e instrumentales de la pobreza, sin refe-rirse a las que están en el corazón humano, como la avidez y la estrechez de miras. Los problemas del desarrollo, de las ayudas y de la cooperación internacional se afrontan a veces como meras cuestiones técnicas, que se agotan en establecer estructuras, poner a punto acuer-dos sobre precios y cuotas, en asignar sub-venciones anónimas, sin que las personas se involucren verdaderamente. En cambio, la lucha contra la pobreza necesita hombres y mujeres que vivan en profundidad la fraternidad y sean capaces de acompañar a las personas, familias y comunidades en el camino de un auténtico desarrollo humano”.

20.- LOs pOBREs nO sOn Un FaRDO MOLEsTO, sOn pERsOnas COn TODOs LOs DERECHOs: “En la Encíclica Centesimus annus, Juan Pablo II advirtió sobre la necesidad de «abandonar una mentalidad que considera a los pobres –perso-nas y pueblos– como un fardo o como moles-tos e importunos, ávidos de consumir lo que los otros han producido». «Los pobres –escribe– exigen el derecho de participar y gozar de los bienes materiales y de hacer fructificar su capa-cidad de trabajo, creando así un mundo más justo y más próspero para todos ».

21.- La gLOBaLiZaCiÓn pOR sÍ sOLa nO gEnERa paZ: “En el mundo global actual, aparece con mayor claridad que solamente se construye la paz si se asegura la posibilidad de un creci-miento razonable. En efecto, las tergiversacio-

nes de los sistemas injustos antes o después pasan factura a todos. Por tanto, únicamente la necedad puede inducir a construir una casa dorada, pero rodeada del desierto o la degrada-ción. Por sí sola, la globalización es incapaz de construir la paz, más aún, genera en muchos casos divisiones y conflictos. La globalización pone de manifiesto más bien una necesidad: la de estar orientada hacia un objetivo de profunda solidaridad, que tienda al bien de todos y cada uno. En este sentido, hay que verla como una ocasión propicia para realizar algo importante en la lucha contra la pobreza y para poner a dis-posición de la justicia y la paz recursos hasta ahora impensables.

22.-La VaLiDEZ DE La DOCTRina sOCiaL DE La igLEsia: “La Doctrina Social de la Iglesia se ha interesado siempre por los pobres. En tiempos de la Encíclica Rerum novarum, éstos eran sobre todo los obreros de la nueva sociedad industrial; en el magisterio social de Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II se han detectado nuevas pobrezas a medida que el horizonte de la cuestión social se ampliaba, hasta adquirir dimensiones mundiales. Esta ampliación de la cuestión social hacia la globalidad hay que con-siderarla no sólo en el sentido de una extensión cuantitativa, sino también como una profundiza-ción cualitativa en el hombre y en las necesida-des de la familia humana”.

23.- La OpCiÓn pREFEREnTE DE La igLEsia pOR LOs pOBREs: “Por eso la Iglesia, a la vez que sigue con atención los actuales fenómenos de la globalización y su incidencia en las pobrezas humanas, señala nuevos aspectos de la cues-tión social, no sólo en extensión, sino también en profundidad, en cuanto conciernen a la iden-tidad del hombre y su relación con Dios. Son principios de la doctrina social que tienden a clarificar las relaciones entre pobreza y globali-zación, y a orientar la acción hacia la construc-ción de la paz. Entre estos principios conviene recordar aquí, de modo particular, el «amor pre-ferencial por los pobres», a la luz del primado de la caridad, atestiguado por toda la tradición cris-tiana, comenzando por la de la Iglesia primitiva (cf. Hch 4,32-36; 1 Co 16,1; 2 Co 8-9; Ga 2,10)”.

24.- nO REgaTEaR ningÚn EsFUERZO En LUCHa COnTRa La pOBREZa: “«Que se ciña cada cual a la parte que le corresponde», escribía León XIII en 1891, añadiendo: «Por lo que respecta a la Iglesia, nunca ni bajo ningún aspecto regateará su esfuerzo». Esta convicción acompaña tam-bién hoy el quehacer de la Iglesia para con los pobres, en los cuales contempla a Cristo, sin-tiendo cómo resuena en su corazón el mandato del Príncipe de la paz a los Apóstoles: «Vos date illis manducare – dadles vosotros de comer » (Lc 9,13)”.

25.- EnsanCHaR, TRansFORMaR Y aCERCaR EL CORaZÓn HaCia LOs pOBREs: “Así pues, fiel a esta exhortación de su Señor, la comunidad cristiana no dejará de asegurar a toda la familia humana su apoyo a las iniciativas de una solida-ridad creativa, no sólo para distribuir lo super-fluo, sino cambiando «sobre todo los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad ». Por consiguiente, dirijo al comienzo de un año nuevo una calurosa invita-ción a cada discípulo de Cristo, así como a toda persona de buena voluntad, para que ensanche su corazón hacia las necesidades de los pobres, haciendo cuanto le sea concretamente posi-ble para salir a su encuentro. En efecto, sigue siendo incontestablemente verdadero el axioma según el cual «combatir la pobreza es construir la paz»”.

por S. S. Benedicto XVI

Page 4: Edicion ene-feb-09

4 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org

enero - febrero 2009

S. S. Benedicto XVI invita a la práctica penitencial del ayuno, “que nos ayuda a superar nuestro egoísmo y a abrir el corazón al amor de Dios y del prójimo’’

Sucedió en la Iglesia y en el mundo

Mensaje de cuaresma 2009Al comenzar la Cuaresma, un tiempo que constituye

un camino de preparación espiritual más intenso, la Liturgia nos vuelve a proponer tres prácticas peni-tenciales a las que la tradición bíblica cristiana con-fiere un gran valor - la oración, el ayuno y la limosna - para disponernos a celebrar mejor la Pascua y, de este modo, hacer experiencia del poder de Dios que, como escucharemos en la Vigilia pascual, “ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos” (Pregón pas-cual). En mi acostumbrado Mensaje cuaresmal, este año deseo detenerme a reflexionar espe-cialmente sobre el valor y el sentido del ayuno. En efecto, la Cuaresma nos recuerda los cuarenta días de ayuno que el Señor vivió en el desierto antes de emprender su misión pública.

Leemos en el Evangelio: “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno durante cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre” (Mt 4,1-2). Al igual que Moisés antes de recibir las Tablas de la Ley (cfr. Ex 34, 8), o que Elías antes de encontrar al Señor en el monte Horeb (cfr. 1R 19,8), Jesús orando y ayunando se preparó a su misión, cuyo inicio fue un duro enfrentamiento con el tentador.

Podemos preguntarnos qué valor y qué sentido tiene para nosotros, los cristianos, privarnos de algo que en sí mismo sería bueno y útil para nuestro sus-tento. Las Sagradas Escrituras y toda la tradición cristiana enseñan que el ayuno es una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él. Por esto, en la historia de la salvación encontramos en más de una ocasión la invitación a ayunar. Ya en las primeras páginas de la Sagrada Escritura el Señor impone al hombre que se abstenga de consumir el fruto prohibido: “De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio” (Gn 2, 16-17). Comentando la orden divina, San Basilio observa que “el ayuno ya existía en el paraíso”, y “la primera orden en este sentido fue dada a Adán”. Por lo tanto, concluye: “El ‘no debes comer’ es, pues, la ley del ayuno y de la abstinencia” (cfr. Sermo de jejunio: PG 31, 163, 98). Puesto que el pecado y sus consecuencias nos oprimen a todos, el ayuno se nos ofrece como un medio para recuperar la amistad con el Señor. Es lo que hizo Esdras antes de su viaje de vuelta desde el exilio a la Tierra Prometida, invitando al pueblo reunido a ayunar “para humillarnos - dijo - delante de nuestro Dios” (8,21). El Todopoderoso escuchó su oración y aseguró su favor y su protección. Lo mismo hicieron los habitantes de Nínive que, sen-sibles al llamamiento de Jonás a que se arrepintie-ran, proclamaron, como testimonio de su sinceridad, un ayuno diciendo: “A ver si Dios se arrepiente y se compadece, se aplaca el ardor de su ira y no pere-cemos” (3,9). También en esa ocasión Dios vio sus obras y les perdonó.

En el Nuevo Testamento, Jesús indica la razón profunda del ayuno, estigmatizando la actitud de los fariseos, que observaban escrupulosamente las prescripciones que imponía la ley, pero su corazón estaba lejos de Dios. El verdadero ayuno, repite en

otra ocasión el divino Maestro, consiste más bien en cumplir la voluntad del Padre celestial, que “ve en lo secreto y te recompensará” (Mt 6,18). Él mismo nos da ejemplo al responder a Satanás, al término de los 40 días pasados en el desierto, que “no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4,4). El verdadero ayuno, por consiguiente, tiene como finalidad comer el “ali-mento verdadero”, que es hacer la voluntad del Padre (cfr. Jn 4,34). Si, por lo tanto, Adán desobe-deció la orden del Señor de “no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal”, con el ayuno el creyente desea someterse humildemente a Dios, confiando en su bondad y misericordia.

La práctica del ayuno está muy presente en la primera comunidad cristiana (cfr. Hch 13,3; 14,22; 27,21; 2Co 6,5). También los Padres de la Iglesia hablan de la fuerza del ayuno, capaz de frenar el pecado, reprimir los deseos del “viejo Adán” y abrir en el corazón del creyente el camino hacia Dios. El ayuno es, además, una práctica recurrente y recomendada por los santos de todas las épocas. Escribe San Pedro Crisólogo: “El ayuno es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos al que le súplica” (Sermo 43: PL 52, 320, 332).

En nuestros días, parece que la práctica del ayuno ha perdido un poco su valor espiritual y ha adquirido más bien, en una cultura marcada por la búsqueda del bienestar material, el valor de una medida tera-péutica para el cuidado del propio cuerpo. Está claro que ayunar es bueno para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una “tera-pia” para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios. En la Constitución apostó-lica Pænitemini de 1966, el Siervo de Dios Pablo VI identificaba la necesidad de colocar el ayuno en el contexto de la llamada a todo cristiano a no “vivir para sí mismo, sino para aquél que lo amó y se entregó por él y a vivir también para los her-manos” (cfr. Cap. I). La Cuaresma podría ser una buena ocasión para retomar las normas contenidas en la citada Constitución apostólica, valorizando el significado auténtico y perenne de esta antigua práctica penitencial, que puede ayudarnos a mortifi-car nuestro egoísmo y a abrir el corazón al amor de Dios y del prójimo, primer y sumo mandamiento de la nueva ley y compendio de todo el Evangelio (cfr. Mt 22,34-40).

La práctica fiel del ayuno contribuye, además, a dar unidad a la persona, cuerpo y alma, ayudándola a evitar el pecado y a acrecer la intimidad con el Señor. San Agustín, que conocía bien sus propias inclina-ciones negativas y las definía “retorcidísima y enre-dadísima complicación de nudos” (Confesiones, II, 10.18), en su tratado ‘La utilidad del ayuno, escribía’: “Yo sufro, es verdad, para que Él me perdone; yo me castigo para que Él me socorra, para que yo sea agradable a sus ojos, para gustar su dul-zura” (Sermo 400, 3, 3: PL 40, 708). Privarse del alimento material que nutre el cuerpo facilita una dis-posición interior a escuchar a Cristo y a nutrirse de su palabra de salvación. Con el ayuno y la oración Le permitimos que venga a saciar el hambre más

profunda que experimentamos en lo íntimo de nues-tro corazón: el hambre y la sed de Dios.

Al mismo tiempo, el ayuno nos ayuda a tomar con-ciencia de la situación en la que viven muchos de nuestros hermanos. En su Primera carta San Juan nos pone en guardia: “Si alguno que posee bienes del mundo, ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede perma-necer en él el amor de Dios?” (3,17). Ayunar por voluntad propia nos ayuda a cultivar el estilo del Buen Samaritano, que se inclina y socorre al her-mano que sufre (cfr. Enc. Deus caritas est, 15). Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos concretamente que el pró-jimo que pasa dificultades no nos es extraño. Preci-samente para mantener viva esta actitud de acogida y atención hacia los hermanos, animo a las parro-quias y demás comunidades a intensificar durante la Cuaresma la práctica del ayuno personal y comuni-tario, cuidando asimismo la escucha de la Palabra de Dios, la oración y la limosna. Este fue, desde el prin-cipio, el estilo de la comunidad cristiana, en la que se hacían colectas especiales (cfr. 2Co 8-9; Rm 15, 25-27), y se invitaba a los fieles a dar a los pobres lo que, gracias al ayuno, se había recogido (cfr. Didas-calia Ap., V, 20,18). También hoy hay que redescubrir esta práctica y promoverla, especialmente durante el tiempo litúrgico cuaresmal.

Lo que he dicho muestra con gran claridad que el ayuno representa una práctica ascética importante, un arma espiritual para luchar contra cualquier posi-ble apego desordenado a nosotros mismos. Privar-nos por voluntad propia del placer del alimento y de otros bienes materiales, ayuda al discípulo de Cristo a controlar los apetitos de la naturaleza debilitada por el pecado original, cuyos efectos negativos afectan a toda la personalidad humana. Oportunamente, un antiguo himno litúrgico cuaresmal exhorta: “Utamur ergo parcius, / verbis, cibis et potibus, / somno, iocis et arctius / perstemus in custodia - Usemos de manera más sobria las palabras, los alimentos y bebidas, el sueño y los juegos, y permanezcamos vigilantes, con mayor atención”.

Queridos hermanos, bien mirado el ayuno tiene como último fin ayudarnos a cada uno de nosotros, como escribía el Siervo de Dios el Papa Juan Pablo II, a hacer don total de uno mismo a Dios (cfr. Enc. Veritatis Splendor, 21). Por lo tanto, que en cada familia y comunidad cristiana se valore la Cuaresma para alejar todo lo que distrae el espíritu y para inten-sificar lo que alimenta el alma y la abre al amor de Dios y del prójimo. Pienso, especialmente, en un mayor empeño en la oración, en la lectio divina, en el Sacramento de la Reconciliación y en la activa participación en la Eucaristía, sobre todo en la Santa Misa dominical. Con esta disposición interior entre-mos en el clima penitencial de la Cuaresma. Que nos acompañe la Santísima Virgen María, Causa nostræ laetitiæ, y nos sostenga en el esfuerzo por liberar nuestro corazón de la esclavitud del pecado para que se convierta cada vez más en “tabernáculo viviente de Dios”. Con este deseo, asegurando mis oraciones para que cada creyente y cada comuni-dad eclesial recorra un provechoso itinerario cua-resmal, os imparto de corazón a todos la Bendición Apostólica.

Benedicto XVI

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Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org“Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714 5enero - febrero 2009

VI ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIASLA FAMILIA FORMADORA EN LOS VALORES HUMANOS Y CRISTIANOS

Sucedió en la Iglesia y en el mundo

Concepción Cabrera de Armida, esposa, madre y cristiana. El Congreso de las familias la presenta como modelo.

CIUDAD DE MÉXICO, sábado, 17 enero 2008 (ZENIT).- Durante el tercer día de trabajos en el Con-greso Teológico Pastoral del VI Encuentro Mundial de las Familias realizado en México, fue presentada la figura de la sierva de Dios Concepción Cabrera de Armida, como modelo de esposa, madre y cristiana.

En un vídeo presentado durante el espacio desti-nado a la comunicación de proyectos, se testimonia la estatura espiritual de la mís-tica mexicana: “Conchita, una mujer ordinaria, una

madre de familia que había tenido 9 hijos; una madre, ama de casa, esposa ejem-plar. Desde el inicio de su vida sintió una atracción extraordinaria hacia Cristo, hacia la Iglesia. Una mujer de fe muy coherente que se transformó en mística; pero su relación con Jesucristo ha sido una fuente de vida espiritual, de valores cristia-nos para el pueblo”.

En el audiovisual resalta este pasaje: “mujer mexi-cana quien en momentos de crisis, como los nues-tros, en 1920, escribió: Dios es tres veces santo y

mil veces madre”.

Conchita, como cariñosa-mente se le conoce, nació en San Luis Potosí, México, en 1862. Esposa, madre de 9 hijos, escritora fecunda; inspiradora de dos congre-gaciones religiosas y otras obras apostólicas para laicos y sacerdotes.

Viuda a los 39 años, lleva a su familia adelante en medio de un país sumergido en la revolución y la persecución religiosa. Murió en la Ciudad de México a la edad de 74 años. Fue declarada venera-ble por el Papa Juan Pablo II en 1999.

Conchita Cabrera se casó con Francisco Armida y ella no se veía obstaculizada al casarse para amar a Dios, ella misma escribe al res-pecto: “Ser esposa y madre no me impidió jamás la vida espiritual, antes al contrario, después de un año y medio de matrimonio, me pareció que el Señor me llamaba con mayor fuerza hacía la perfección”

En el video se subraya que la mística mexicana es “ver-daderamente humana pero también ha encarnado en sí lo mejor que hay en nuestra fe”.

Queridas familias

1. A todos ustedes congregados para celebrar el VI Encuentro Mundial de las Familias bajo la maternal mirada de Nuestra Señora de Guadalupe, “les deseo la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo” (2 Ts 1,2).

Acaban de rezar el Santo Rosario, contemplando los misterios gozosos del Hijo de Dios hecho hombre, que nació en la familia de María y José, y creció en Nazaret dentro de la intimidad doméstica, entre las ocupaciones dia-rias, la oración y las relaciones con los vecinos. Su familia lo acogió y lo prote-gió con amor, lo inició en la observan-cia de las tradiciones religiosas y de las leyes de su pueblo, lo acompañó hacia la madurez humana y hacia la misión a la cual estaba destinado. “Y Jesús -dice el Evangelio de San Lucas- crecía en sabiduría, edad y gracia delante de Dios y de los hombres” (Lc 2,52).

Los misterios gozosos se han ido alternando con el testimonio de algu-nas familias cristianas provenientes de los cinco continentes, que son como un eco y un reflejo en nuestro tiempo de la historia de Jesús y su familia. Estos testimonios nos han mostrado cómo la semilla del Evangelio continúa ger-minando y dando fruto en las diversas situaciones del mundo de hoy.

2. El tema de este VI Encuentro Mun-dial de las Familias -La familia for-madora en los valores humanos y cristianos- viene a recordar que el ambiente doméstico es una escuela de humanidad y de vida cristiana para todos sus miembros, con consecuen-cias beneficiosas para las personas, la Iglesia y la sociedad. En efecto, el hogar está llamado a vivir y culti-var el amor recíproco y la verdad, el respeto y la justicia, la lealtad y la

colaboración, el servicio y la dispo-nibilidad para con los demás, espe-cialmente para con los más débiles. El hogar cristiano, que debe “manifestar a todos la presencia viva del Salvador en el mundo y la naturaleza auténtica de la Iglesia” (Gaudium et spes, 48), ha de estar impregnado de la presen-cia de Dios, poniendo en sus manos el acontecer cotidiano y pidiendo su ayuda para cumplir adecuadamente su imprescindible misión.

3. Para ello es de suma impor-tancia la oración en familia en los momentos más adecuados y signi-ficativos, pues, como el Señor mismo ha asegurado: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, yo estoy ahí en medio de ellos” (Mt 18,20). Y el Maes-tro está ciertamente con la familia que escucha y medita la Palabra de Dios, que aprende de Él lo más importante en la vida (cfr. Lc 10,41-42) y pone en práctica sus enseñanzas (cf. Lc 11, 28). De este modo, se transforma y se mejora gradualmente la vida personal y familiar, se enriquece el diálogo, se transmite la fe a los hijos, se acrecienta el gusto de estar juntos y el hogar se une y consolida más, como una casa construida sobre roca (cf. Mt 7,24-25). No dejen los Pastores de ayudar a las familias a que gusten fructuosamente la Palabra de Dios en la Sagrada Escri-tura.

4. Con la fuerza que brota de la ora-ción, la familia se transforma en una comunidad de discípulos y misio-neros de Cristo. En ella se acoge, se transmite y se irradia el Evangelio. Como decía mi venerado predecesor el Papa Pablo VI: “Los padres no sólo comunican a los hijos el Evangelio, sino que pueden a su vez recibir de ellos este mismo Evangelio profundamente vivido” (Evangelii nuntiandi, 71).

La familia cristiana, viviendo la con-fianza y la obediencia filial a Dios, la fidelidad y la acogida generosa de los hijos, el cuidado de los más débiles y la prontitud para perdonar, se con-vierte en un Evangelio vivo, que todos pueden leer (Cf. 2 Co 3,2), en signo de credibilidad quizás más persuasivo y capaz de interpelar al mundo de hoy. Ha de llevar también su testimonio de vida y su explícita profesión de fe a los diversos ámbitos de su entorno, como la escuela y las diversas asociaciones, así como comprometerse en la for-mación catequética de sus hijos y las actividades pastorales de su comuni-dad parroquial, especialmente aque-llas relacionadas con la preparación al matrimonio o dirigidas específicamente a la vida familiar.

5. La convivencia en el hogar, al mos-trar que libertad y solidaridad se com-plementan, que el bien de cada uno ha de contar con el bien de los otros, que las exigencias de la estricta justicia han de estar abiertas a la comprensión y el perdón en aras de un bien común, es un don para las personas y una fuente de inspiración para la convivencia social. En efecto, las relaciones socia-les pueden tomar como referencia los valores constitutivos de la auténtica vida familiar para humanizarse cada día más y encaminarse hacia la cons-trucción de “la civilización del amor”.

Además, la familia es también célula vital de la sociedad, el primer y decisivo recurso para su desarrollo, y tantas veces el último amparo de las personas a las que las estructuras establecidas no llegan a cubrir satisfactoriamente en sus necesidades.

Por su función social esencial, la familia tiene derecho a ser recono-cida en su propia identidad y a no

ser confundida con otras formas de convivencia, así como a poder contar con la debida protección cultural, jurí-dica, económica, social, sanitaria y, muy particularmente, con un apoyo que, teniendo en cuenta el número de los hijos y los recursos económicos disponibles, sea suficiente para permi-tir la libertad de educación y de elec-ción de la escuela.

Es necesario, por tanto, desarro-llar una cultura y una política de la familia, que sean impulsadas tam-bién de manera organizada por las familias mismas. Por ello las aliento a unirse a las asociaciones que promue-ven la identidad y los derechos de la familia, según una visión antropológica coherente con el Evangelio, así como invito a dichas asociaciones a coor-dinarse y a colaborar entre ellas para que su actividad sea más incisiva.

6. Al terminar, exhorto a todos ustedes a tener una gran confianza, pues la familia está en el corazón de Dios, Creador y Salvador. Traba-jar por la familia es trabajar por el futuro digno y luminoso de la huma-nidad y por la edificación del Reino de Dios. Invoquemos unidos humilde-mente la gracia divina, para que nos ayude a colaborar con ahínco y alegría en la noble causa de la familia, llamada a ser evangelizada y evangelizadora, humana y humanizadora.

En esta hermosa tarea, nos acom-paña con su maternal intercesión y con su protección celestial la San-tísima Virgen María, a quien hoy invoco con el glorioso título de Nuestra Señora de Guadalupe, y en cuyas manos de Madre pongo a las familias de todo el mundo.

Benedicto XVI - Misa de clausura

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enero - febrero 2009

Crecí como judío en un barrio de clase media en la ciudad de New York, hijo de refugiados judíos que habían huido de Alemania a los inicios del régimen de Hitler. Mis padres eran activos en la congregación “conservadora” local, y por el promedio americano, tuve una educación judía bastante religiosa. Asistí a estudios de religión después de la escuela, desde el primer grado hasta que llegué a la universidad. Tuve un Bar Mitzvah, y frecuentemente, aunque no siempre, asistía a los servicios del Sabbath y a las fiestas religiosas judías. Crecí en contacto con rabi-nos extraordinarios, a quienes Dios me dio para mi formación religiosa, y hasta tuve que debatir si yo tenía vocación religiosa. El verano al final de mis estudios secundarios, antes de comenzar la univer-sidad, lo pasé viajando por todo Israel, con un rabino hasídico carismático y “místico”, el Rabino Shlomo Carlebach, quien todas las noches ofrecía un con-cierto, que era en realidad una estática sesión de alabanza hasídica. Por un tiempo pensé quedarme en Israel para estudiar en alguna de las yeshivas ultra ortodoxas que allí existen (y que constituyen lo más cercano del judaísmo a la “vida religiosa”) pero regresé para iniciar mis estudios en M.I.T. [Massa-chusetts Institue of Technology] en matem’aticas y ciencias de computación. En la universidad traté de preservar mi fervor religioso, y me mantuve activo en una congregación hasídica local, pero pronto caí en la moral y mentalidad más típica de M.I.T. Existe una estrecha relación entre la pureza, de mente y de conducta, y la intimidad con Dios. Aunque al principio Él no sea estricto en sus reglas, más tarde o más temprano, no puede esperarse que se mantenga la intimidad, si no se juega según sus reglas. A medida que abandoné sus reglas, perdí la intimidad. Al final de la universidad, el placer de la oración no era más que una memoria abstracta, y me había imbuido en los caminos del mundo. Des-pués de algunos años diseñando sistemas de com-putación (ordenadores), decidí asistir a la Escuela de Negocios de Harvard para estudiar una maes-tría en Administración de Empresas (MBA). Como resultado de un trabajo excepcional, se me invitó a formar parte de la facultad, a la vez que continuaba mis estudios hacia un doctorado, en preparación a una carrera en la enseñanza universitaria.

Mientras sucedía todo esto, existía, no obstante, otra dimensión más profunda en mi vida. Al perder contacto con Dios, también perdí el sentido de pro-pósito y dirección en mi vida. En cada disyuntiva, seleccionaba el sendero de menor resistencia, el sendero que, a los ojos del mundo, constituía el éxito (y estar en la facultad de la Escuela de Nego-cios de Harvard a los treinta años era casi un éxito). Sin embargo, a medida que completaba cada meta, me enfrentaba a un sentimiento cada vez más pro-fundo de vacío, de falta de sentido en los éxitos. Ya para ese entonces, después de unos cuatro años enseñando en Harvard, me sentía deprimido interiormente y con una gran falta de sentido en mi vida, rayando en la desesperación. (Yo no era el único que me sentía así.) Un colega en la facultad me confió que, al día siguiente del día en que su cátedra se convirtió permanente, después de una década de esfuerzos, casi renunció, abrumado por el sentimiento de vacío y la falta de sentido en todo por lo que tanto había luchado.) A pesar de que hacía mucho tiempo que había abandonado la vida de oración, mi consuelo mayor durante este periodo consistía en largas caminatas solitarias entre la naturaleza. Fue en una de estas caminatas que recibí una de las gracias más singulares de mi vida.

Era temprano en una mañana a principios de junio, durante un descanso que me había tomado entre semana, para pasar dos o tres días junto al mar en Cape Cod, antes que llegaran las multitu-des del verano. Estaba caminando por la playa, en las dunas entre Provincetown y Truro, solita-rio, junto a las aves que cantaban antes de que el resto del mundo despertara, cuando, por falta de mejores palabras, “caí en el cielo”. Me sentí, casi consciente y físicamente, en la presencia de Dios. Vi pasar mi vida frente a mí, viéndola como si estu-viera repasándola en la presencia de Dios después de la muerte. Vi todo lo que me agradaría y todo lo que me pesaría. Me dí cuenta, en un instante, que el significado y el propósito de mi vida era amar y servir a mi Señor y Dios. Vi cómo Su amor me rodeaba y me sostenía en cada momento de mi existencia. Vi cómo todo lo que hacía tenía un contenido moral, para bien o para mal, y cómo todo contaba mucho más de lo que jamás pude imaginar. Vi cómo todo lo que me había acontecido en mi vida había sido lo más perfecto que podía haberse preparado para mi bien, por un Dios que era todo bueno, todo amor, y especialmente aquellas cosas que me habían cau-sado más sufrimiento cuando sucedieron. Vi que los dos pesares mayores al momento de mi muerte serían, todo el tiempo y la energía des-perdiciada preocupándome porque nadie me quería, cuando en cada momento de mi exis-tencia me encontraba en medio del inimagina-ble, inmenso mar del amor de Dios; y cada una de las horas desperdiciadas, sin hacer nada de valor a los ojos de Dios. La respuesta a cualquier pregunta que me surgía era respondida instantá-neamente. Es más, no podía preguntarme nada sin que ya no supiera la respuesta, con una excepción de gran importancia - el nombre del Dios que se me revelaba como el significado y propósito de mi vida. No pensé en Él como el Dios del Viejo Tes-tamento, a quien llevaba en mi imaginación desde mi infancia. Oré para que me revelara su nombre, para saber qué religión debía seguir, para poder adorarlo debidamente. Recuerdo haber rezado diciendo “Permíteme conocer tu nombre - no me importa si eres Buda, y tengo que hacerme budista; no me importa si eres Apolo, y tengo que convertirme en un pagano romano; no me importa si eres Krishna y tengo que conver-tirme en Hindú; ¡mientras que no seas Cristo y tenga que volverme cristiano!

Esta profunda resistencia al cristianismo se basaba en un sentimiento de que el cristianismo era el “enemigo”, la perversión del judaísmo que había sido la fuente de dos mil años de sufrimiento para los judíos. Como resultado, este Dios que se había revelado a mí en la playa, y quien había escuchado mi oración, también había escuchado mi rechazo de conocerlo, y había respetado mi decisión. De modo que no recibí respuesta alguna a mi pregunta.

Volví a mi casa en Cambridge y a mi vida ordi-naria. Sin embargo, todo había cambiado. Pasaba todas mis horas libres en búsqueda de este Dios, en silencio en medio de la naturaleza, leyendo, y preguntando a otros sobre estas experiencias mís-ticas.

Como me encontraba en Cambridge, en la década de 1980, era inevitable el seguir algunas de las sendas de la Nueva Era, y terminaba leyendo mayormente escritos espirituales hindúes y budis-tas. Sin embargo, un día, caminando en la plaza

de Harvard, me llamó la atención la cubierta de un libro en la vitrina de una tienda. Sin saber nada del libro, ni de su autor, compré “El Castillo Interior” de Santa Teresa de Avila. Lo devoré, encontrando un gran alimento espiritual en su interior, pero todavía no creía en las alegaciones del cristianismo.

Continué en esta trayectoria ecléctica, indiscri-minatoria, por exactamente un año. El día exacto en que se cumplió un año de mi experiencia en la playa, recibí la segunda gracia extraordinaria de mi vida. Admito con franqueza que, en todos los aspectos exteriores, lo que sucedió fue un sueño. No obstante, cuando me quedé dormido sabía muy poco, ni tenía ninguna simpatía especial por, el cristianismo, ni ninguno de sus aspectos. Sin embargo, cuando desperté, me sentía completa-mente enamorado de la Santísima Virgen María, y no deseaba más nada que volverme tan total-mente cristiano como pudiera. En el “sueño”, fui conducido a una habitación y se me concedió una audiencia con la joven más bella que jamás podía haber imaginado. Sin cursar palabra, sabía que era la Santísima Virgen María. Ella estuvo de acuerdo en contestar cualquier pregunta que le hiciera, y recuerdo que me encontraba allí, barajando varias posibles preguntas en mi mente, y haciéndole cuatro o cinco de ellas. Me las contestó, y entonces me habló por varios minutos, y entonces terminó la audiencia. Mi experiencia de lo sucedido, y mis recuerdos, son de algo sucedido completamente despierto. Recuerdo todos los detalles, incluyendo naturalmente, las preguntas y las respuestas, pero todo palidece en comparación al aspecto más importante de esta experiencia: el éctasis de estar en su presencia, en la pureza e intensidad de su amor.

Cuando desperté, como ya mencioné, me sentía completamente enamorado de la Santísima Virgen María y sabía que el Dios que se me había reve-lado en la playa era Cristo. Todavía no sabía casi nada del cristianismo, y no tenía ni idea de la dife-rencia entre protestantes y católicos. Mi primera incursión en el cristianismo fue en una iglesia protestante, pero cuando toqué el tema de María con el pastor, su rechazo me hizo decir: ¡me voy de aquí! Mientras tanto, mi amor por María me inspiraba a pasar el tiempo en santuarios maria-nos, especialmente los de Nuestra Señora de La Salette (en el de Ipswich, Massachusetts, y en el de la aparición original, en los Alpes franceses) . Me encontré, sin anticiparlo, con frecuencia pre-sente en misas, y aunque todavía no creía en la Iglesia Católica, sentía un intenso deseo de recibir la Comunión. Cuando me acerqué por primera vez a un sacerdote y le pedí que me bautizara, todavía no tenía ninguna creencia católica. “¿Por qué quie-res ser bautizado?” Molesto, contesté: “¡porque quiero recibir la Comunión y ustedes no me dejan, si no estoy bautizado!” Pensé que me agarraría de la oreja y me echaría de allí; pero por el contrario, me dijo: ¡Ajá, ése es el Espíritu Santo, que está trabajando en ti!”

Todavía tuve que esperar varios años y madurar en mi fe antes del bautismo, pero mi amor a María y mi sed por la Eucaristía me guiaron, como una brújula, hacia mi meta. Le estoy infinitamente agra-decido a Dios por mi conversión; le estoy infinita-mente agradecido por las personas que ha puesto en mi camino, y le estoy particularmente agrade-cido por la oportunidad de haber escrito este testi-monio, y a ti, amable lector, por haberlo leído.

por Roy Schoeman

LA IGLESIA CATÓLICA: JUDAISMO REALIZADO

LA CONVERSIÓN DE UN JUDÍO

ROY SCHOEMAN

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Biografía Breve Los que creen que los santos

son gente tímida y solitaria, que desdeñan esta vida pensando sólo en la otra, quedarán sorprendidos ante la figura del beato Pier Gior-gio Frassati. Verdadero bromista, apodado “Robespierre” y “Terror” por sus amigos, con quienes formó la asociación denominada “I tipi loschi”, Frassati fue un amigo de los pobres, en quienes veía a Cristo. Aún hoy día, especialmente los jóvenes en busca de un modelo, encuentran en él alguien con quien identificarse, habiendo conjugado la actividad política con el compro-miso por la justicia social, viviendo en plenitud su corta vida. Pier Giorgio Frassati nació en

Turín, Italia, el 6 de abril de 1901. Su madre, Adelaide Ametis era una pintora. Su padre, un agnóstico, fue fundador y director del diario libe-ral “La Stampa”. Hombre influyente entre los políticos italianos, desem-peñó también los cargos de Sena-dor y Embajador en Alemania. Pier Giorgio Frassati estudió

en su hogar antes de cursar sus estudios primero en una escuela estatal, junto con su hermana, un año menor que él y luego en una escuela regentada por jesuitas. Allí se asoció a la Congregación Mariana y al Apostolado de la Ora-ción, llegando a comulgar diaria-mente. Pier Giorgio desarrolló una

profunda vida espiritual que nunca dudó en compartir con sus amigos. La Santa Eucaristía y la Virgen María fueron los dos polos de su mundo de oración. A los 17 años de edad, en 1918, ingresó en la Sociedad de San Vicente de Paul y dedicó la mayor parte de su tiempo libre al servicio de los enfermos y necesitados, cuidando a los huér-fanos y los soldados de la primera guerra mundial que volvían a su casa. Decidió estudiar para ser ingeniero en minas en la Real Uni-

versidad Politécnica de Turín, para poder “servir mejor a Cristo entre los mineros”, como dijo a un amigo. Sin embargo, sus estu-dios, que considera a su primera tarea, no le alejaron de su acti-vidad social y política. En 1919 se asoció a la Federación de Estu-diantes Católicos y a la Acción Católica. Opo-

niéndose a las ideas políticas de su padre llegó a ser miembro verdade-ramente activo del Partido Popular que promovió las enseñanzas de la Iglesia Católica basadas en los principios de la “Rerum Novarum”. También concibió la idea de unir la Federación de Estudiantes Católi-cos a la Organización Católica de Trabajadores. “La caridad no basta: necesitamos una reforma social”, solía decir trabajando para ambas. Los pobres y sus sufrimientos

eran sus dueños y él fue para ellos un verdadero servidor, viviendo esa opción como un privilegio. Esta caridad no era sólo para él entregar algo a los demás sino entregarse él mismo por entero. Ello se com-pletaba con la comunión diaria con Cristo en la Eucaristía y con la ado-ración nocturna, con la meditación del himno a la caridad de San Pablo y con las palabras de Santa Cata-lina de Siena. Solía sacrificar sus vacaciones en la casa de verano de los Frassati en Pollone porque “si todos se van de Turín ¿quién se encargará de los pobres?”. En 1921 le encontramos en

Rávena, ayudando con entusiasmo a organizar el primer congreso de Pax Romana, asociación que se propone unificar a todos los estu-diantes católicos del mundo para trabajar juntos por la paz universal. Pier Giorgio se dedicó también

a los deportes: uno de sus favoritos fue escalar montañas. Las excur-siones que organizaba con sus amigos, “I tipi loschi”, eran para él oportunidades de apostolado. Solía ir al teatro, a la ópera

y a los museos; amaba el arte y la música y a menudo citaba trozos de Dante. Los vehementes sermo-nes de Savonarola y los escritos de Santa Catalina de Siena le impulsa-ron a ingresar en la Tercera Orden de Santo Domingo, en 1922. Quiso llamarse Jerónimo, no como el de la Biblia, sino como su héroe, el

predicador dominico y reformador del Renacimiento florentino, Jeró-nimo Savonarola: “Soy un ferviente admirador de ese fraile, que murió como santo en la hoguera”, le escri-bió un día a un amigo. Como su padre, fue un acé-

rrimo antifascista y nunca escondió sus ideas políticas. A menudo se vio envuelto en riñas con anticleri-cales comunistas primero y luego con fascistas. Participando en una demostración organizada por la Iglesia en Roma, sufrió la violencia de la policía y se puso al lado de otros jóvenes aferrando la bandera que la guardia real había arrancado de otras manos. Él la levantó aún más, usando el asta para parar los golpes de los guardias. Justo cuando estaba para reci-

birse, Pier Giorgio enfermó de polio-mielitis, enfermedad que, según los médicos, se dio por contagio de los enfermos que atendía. Descui-dando su propia salud, a raíz de la muerte de su abuela, falleció tras seis días de terribles sufrimientos, el 4 de julio de 1925, a los 24 años de edad. Su última preocupación fueron los pobres. La víspera de su muerte, con una mano paralizada, escribió un recado para un amigo, recomendándole las inyecciones de Converso, un pobre que él aten-día. Su funeral fue impresionante:

las calles de la ciudad se llenaron de gente que su familia no conocía y que lloraba sin consuelo: eran los pobres y necesitados que él había atendido sin desmayo durante siete años; muchos de ellos quedaron sorprendidos al enterarse de que el joven que conocían pertenecía a una familia tan pudiente. Numerosos peregrinos, en

especial estudiantes y jóvenes, acuden a la tumba de Pier Giorgio para solicitar favores y aliento para poder seguir su ejemplo. El Papa Juan Pablo II, des-

pués de haber visitado su tumba en Pollone, en 1989 dijo: ‘Quiero rendir homenaje a un joven que supo ser testigo de Cristo con singular efi-cacia en este siglo nuestro. Yo también conocí, en mi juventud, la benéfica influencia de su ejemplo, y cuando estudiaba quedé marcado por la fuerza de su testimonio cris-tiano’. El 20 de Mayo de 1990, en la

Plaza de San Pedro, abarrotada por miles de fieles, el Papa Juan Pablo II beatificó a Pier Giorgio Frassati,

“el hombre de las ocho bienaven-turanzas”. Sus restos mortales se trasladaron de la tumba de la fami-lia del cementerio de Pollone a la Catedral de Turín. Carta a Marco Beltramo - 23 octu-

bre 1924“Subiré a Oropa y a los pies de la

Virgen Morena voy a rezar por ti, aunque valgan poco mis oraciones, y después...te enviaré un recuerdo que nos deberá unir siempre con un vínculo inmaterial: una corona hecha con las semillas del jardín”Carta a Marco Beltramo - 10 de

abril de 1925“En la vida terrena, después del

afecto a los padres y hermanos, uno de los afectos más bellos es el de la amistad: y yo cada día debe-ría agradecer a Dios porque me dio amigos tan buenos que son para mí una guía preciosa para toda mi vida.Cada vez que trato a Clementina

quedo admirado de su gran bondad y pienso en el bien inmenso que hará un alma así de hermosa. Cier-tamente la Divina Providencia en su admirable designio se sirve a veces de nosotros, míseras rami-tas, para obrar el Bien; y nosotros a veces no queremos conocer u osamos negar su Existencia. Pero nosotros, que gracias a Dios, tene-mos la fe, cuando nos encontra-mos delante de un alma así bella, alimentada realmente en la fe, no podemos menos que encontrar en esto un signo evidente de la exis-tencia de Dios, porque una bondad igual no se podría tener sin gracia de Dios. Y qué decir de Laura y Tina, almas generosas delante de las cuales pienso tantas veces en la ingratitud que yo he tenido con Dios, habiendo así correspondido poco a las grandes gracias que le Señor, en su Gran Misericordia, me dio siempre sin mirar mis pecados.El ejemplo de estas tres almas ha

sido para mí valiosísimo, en espe-cial en ciertos momentos de la vida en las que la carne prevalece sobre el espíritu”.Carta a Marco Beltramo - 15 de

junio de 1925“En este mundo que se ha ale-

jado de Dios falta la paz, pero falta también la Caridad, o sea el Amor verdadero y perfecto. Quizá si San Pablo fuese escuchado por todos nosotros, las miserias humanas serían un poco disminuidas”.

Héroe de la Justicia SocialpiER giORgiO FRassaTiModelo de los Jóvenes

recopilado por Carlos Reyes

Page 8: Edicion ene-feb-09

un modelo Para nuestros dias

Estamos reunidos junto a la tumba de san Pablo, que nació, hace dos mil años, en Tarso de Cilicia, en la actual Turquía. ¿Quién era este Pablo? En el templo de Jerusalén, ante la multitud agitada que quería matarlo, se presenta a sí mismo con estas palabras: “Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad (Jerusalén), instruido a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios...” (Hch 22, 3). Al final de su camino, dirá de sí mismo: “Yo he sido constituido... maestro de los gentiles en la fe y en la verdad” (1 Tm 2, 7; cf. 2 Tm 1, 11).Maestro de los genti-

les, apóstol y heraldo de

Jesucristo: así se define a sí mismo con una mirada retrospectiva al iti-nerario de su vida. Pero su mirada no se dirige solamente al pasado. “Maestro de los gentiles”: esta expresión se abre al futuro, a todos los pueblos y a todas las generacio-nes. San Pablo no es para nosotros una figura del pasado, que recor-damos con veneración. También para nosotros es maestro, apóstol y heraldo de Jesucristo.Por tanto, no estamos reunidos

para reflexionar sobre una historia pasada, irrevocablemente supe-rada. San Pablo quiere hablar con nosotros hoy. Por eso he querido convocar este “Año paulino” espe-cial: para escucharlo y aprender ahora de él, como nuestro maes-tro, “la fe y la verdad” en las que se arraigan las razones de la unidad entre los discípulos de Cristo. ¿Quién era san Pablo? Sobre

todo nos preguntamos: ¿Quién es san Pablo? ¿Qué me dice a mí? En esta hora, al inicio del “Año paulino” que estamos inaugurando, quiero elegir del rico testimonio del Nuevo Testamento tres textos en los que se manifiesta su fisonomía interior, lo específico de su carácter.En la carta a los Gálatas nos dio

una profesión de fe muy personal, en la que abre su corazón ante los lec-tores de todos los tiempos y revela cuál es la motivación más íntima de su vida. “Vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Ga 2, 20). Todo lo que hace san Pablo parte de este centro. Su fe es la experiencia de ser amado por Jesucristo de un modo totalmente personal; es la conciencia de que Cristo no afrontó la muerte por algo anónimo, sino por amor a él -a san Pablo-, y que, como Resucitado, lo sigue amando, es decir, que Cristo se entregó por él. Su fe consiste en ser conquis-tado por el amor de Jesucristo, un amor que lo conmueve en lo más íntimo y lo transforma. Su fe no es una teoría, una opinión sobre Dios y sobre el mundo. Su fe es el impacto del amor de Dios en su corazón. Y así esta misma fe es amor a Jesu-cristo.Muchos presentan a san Pablo

como un hombre combativo que sabe usar la espada de la palabra. De hecho, en su camino de apóstol no faltaron las disputas. No buscó una armonía superficial. En la pri-mera de su Cartas, la que dirigió a los Tesalonicenses, él mismo dice:

8 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org

enero - febrero 2009

El 2000 aniversario del nacimiento de San PabloMaestro, apostol y heraldo de Jesucristo Pablo transformado de perseguidor en el más ferviente apóstol de Cristo

San PabloEl 28 de junio de 2008, en la Basí-

lica de San Pablo extramuros en Roma, durante la celebración de las primeras vísperas de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa Benedicto XVI oficialmente abrió el año Paulino, designado a celebrar el dosmilésimo aniversario del naci-miento de San Pablo, que los histo-riadores han colocado entre los años 6 y 10 AD. Este año muy especial que termina el 29 de junio de 2009, incluye en palabras del Santo Padre, “una serie de eventos culturales y ecuménicos como también varias iniciativas inspiradas en la espiritua-lidad Paulina.”

EL APÓSTOL DE LAS GENTESPablo de Tarso (originalmente

Saulo), canonizado como San Pablo Apóstol († 67), no conoció en vida -como los apóstoles- a Jesús, pero fue el primero que tuvo sólo como experiencia la del Cristo Resucitado.

Nació en Tarso y en su juventud fue mandado a Jerusalén, donde fue rigurosamente formado, en la ense-ñanza de la Ley, por Gamaliel el Viejo. Después de algunos años regresó a Tarso, él no se encontraba en Jeru-salén cuando Jesús predicaba. Su regreso tuvo lugar poco años des-pués de la pasión de Cristo.

En esta fase de su vida, Saulo fue un fariseo muy activo: fue testigo de la lapidación de Esteban, pues custo-diaba la ropa de los asesinos, como nos lo describen los Hechos de los Apóstoles (8, 1-3). Recibió poco des-

pués el encargo de ir a Damasco para apresar a los cristianos de aquélla ciudad (Hech. 9,2), en dicha tarea fue particularmente celoso en cumplirla y decidido en ir contra la religión cris-tiana, que comenzaba a difundirse y afirmarse.

Su conversión sucedió en el camino a Damasco, cuando inespe-radamente una luz del cielo lo envol-vió y cayendo al suelo, escuchó una voz que le decía: “Saulo, ¿porqué me persigues?”.

Saulo se quedó ciego y todo hacía a tientas, por tres días esperó a alguien, haciendo ayuno y trastornado por cuanto le había sucedido; se puede decir que, desde aquel momento, nació Pablo, el Apóstol de las Gentes. Él decidió retirarse al desierto, para poner en orden sus pensamientos y meditar más profundamente el don recibido, ahí permaneció tres años en absoluto recogimiento.

Después de su retiro, confortado por la luz de Cristo, comenzó a predi-car con entusiasmo, suscitando la ira de los paganos, que lo consideraban un renegado, así que intentaron ase-sinarlo, obligándolo así a huir.

Se refugió en Jerusalén, donde en al menos unos quince días se encon-tró en varias ocasiones con Pedro, que encabezaba a los apóstoles, y con Santiago, a quienes expuso su nueva vida. Los apóstoles lo enten-dieron y estuvieron con él horas y

horas cada día, hablándole de Jesús; pero la comunidad cristiana de Jeru-salén desconfiaba de Saulo, pues se recordaba de la feroz persecución que había tramado. Bernabé garan-tizó su confianza en él, sólo así se disiparon las dudas y Saulo fue acep-tado por la comunidad.

Durante su estadía quincenal en Jerusalén, Pablo buscó realizar alguna conversión, pero esta ini-ciativa misionera irritó a los judíos y preocupó a los cristianos, por lo que, no encontrándose en su lugar, el Apóstol se dirigió a Cesarea y des-pués regresó a su ciudad de Tarso en Cilicia, donde retomó su oficio de tejedor.

Del año 39 al 43 no tenemos noti-cias sobre sus actividades, hasta que Bernabé, enviado por los apóstoles a organizar la naciente comunidad cris-tiana de Antioquía, pasó a verlo para invitarlo a seguirlo, aquí Pablo dejó para siempre el nombre de Saulo, porque se convenció que su misión no era tanto entre los judíos, sino entre los otros pueblos que los judíos llamaban “gentiles”; en Antioquía fue donde los discípulos de Cristo fueron denominados por primera vez “cris-tianos”.

Con Pablo, en pocos años y de modo impetuoso, “la Palabra sale de Jerusalén, y la Ley de Sion”, como fue anunciado por el profeta.

EXTRACTOS DE LA HOMILIA DE S. S. BENEDICTO XVI

La Basílica de San Pablo Extramuros

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Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org“Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714 9enero - febrero 2009

San Pablo, Apostol de las gentes“Tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuen-tes luchas... Como sabéis, nunca nos presentamos con palabras adu-ladoras” (1 Ts 2, 2. 5).Para él la verdad era demasiado

grande como para estar dispuesto a sacrificarla en aras de un éxito externo. Para él, la verdad que había experimentado en el encuen-tro con el Resucitado bien merecía la lucha, la persecución y el sufri-miento. En la búsqueda de la fiso-nomía interior de san Pablo quisiera recordar, en segundo lugar, las pala-bras que Cristo resucitado le dirigió en el camino de Damasco. Primero el Señor le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. Ante la pregunta: “¿Quién eres, Señor?”, recibe como respuesta: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues” (Hch 9, 4 s). Persiguiendo a la Iglesia, Pablo perseguía a Jesús mismo. “Tú me persigues”. Jesús se identifica con la Iglesia en un solo sujeto.En el fondo, en esta exclamación

del Resucitado, que transformó la vida de Saulo, se halla contenida toda la doctrina sobre la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Cristo no se retiró al cielo, dejando en la tierra una multitud de seguidores que llevan adelante “su causa”. La Igle-sia no es una asociación que quiere

promover cierta causa. En ella no se trata de una causa. En ella se trata de la persona de Jesucristo, que también como Resucitado sigue siendo “carne”. Tiene “carne y huesos” (Lc 24, 39), como afirma en el evangelio de san Lucas el Resucitado ante los discípulos que creían que era un espíritu. Tiene un cuerpo.Está presente personalmente

en su Iglesia; “Cabeza y Cuerpo” forman un único sujeto, dirá san Agustín. “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?”, escribe san Pablo a los Corintios (1 Co 6, 15). Y añade: del mismo modo que, según el libro del Génesis, el hombre y la mujer llegan a ser una sola carne, así también Cristo con los suyos se convierte en un solo espíritu, es decir, en un único sujeto en el mundo nuevo de la resurrec-ción (cf. 1 Co 6, 16 ss).Concluyo con unas de las últimas

palabras de san Pablo, una exhor-tación a Timoteo desde la cárcel, poco antes de su muerte: “Soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio”, dice el Apóstol a su dis-cípulo (2 Tm 1, 8). Estas palabras, escritas por el Apóstol como un tes-tamento al final de su camino, remi-ten al inicio de su misión. Mientras Pablo, después de su encuentro

con el Resucitado, estaba ciego en su casa de Damasco, Ananías reci-bió la orden de ir a visitar al temido perseguidor e imponerle las manos para devolverle la vista. Ante la objeción de que Saulo era un per-seguidor peligroso de los cristianos, Ananías recibió como respuesta: Este hombre debe llevar mi nombre ante los pueblos y los reyes. “Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre” (Hch 9, 16).El encargo del anuncio y la lla-

mada al sufrimiento por Cristo están inseparablemente unidos. La llamada a ser maestro de los gen-tiles es al mismo tiempo e intrínse-camente una llamada al sufrimiento en la comunión con Cristo, que nos ha redimido mediante su Pasión. En un mundo en el que la mentira es poderosa, la verdad se paga con el sufrimiento. Quien quiera evitar el sufrimiento, mantenerlo lejos de sí, mantiene lejos la vida misma y su grandeza; no puede ser servidor de la verdad, y así servidor de la fe.No hay amor sin sufrimiento, sin

el sufrimiento de la renuncia a sí mismos, de la transformación y purificación del yo por la verdadera libertad. Donde no hay nada por lo que valga la pena sufrir, incluso la vida misma pierde su valor. La

Eucaristía, el centro de nuestro ser cristianos, se funda en el sacrificio de Jesús por nosotros, nació del sufrimiento del amor, que en la cruz alcanzó su culmen. Nosotros vivi-mos de este amor que se entrega. Este amor nos da la valentía y la fuerza para sufrir con Cristo y por él en este mundo, sabiendo que pre-cisamente así nuestra vida se hace grande, madura y verdadera.A la luz de todas las cartas de san

Pablo, vemos cómo se cumplió en su camino de maestro de los genti-les la profecía hecha a Ananías en la hora de la llamada: “Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre”. Su sufrimiento lo hace creíble como maestro de verdad, que no busca su propio interés, su propia gloria, su propia satisfacción personal, sino que se compromete por Aquel que nos amó y se entregó a sí mismo por todos nosotros.En esta hora damos gracias al

Señor porque llamó a san Pablo, transformándolo en luz de los gen-tiles y maestro de todos nosotros, y le pedimos: Concédenos también hoy testigos de la Resurrección, conquistados por tu amor y capa-ces de llevar la luz del Evangelio a nuestro tiempo. San Pablo, ruega por nosotros. Amén.

Sitio de JericóPeregrinos de San Miguel arcángel

22 al 28 de marzo de 2009

Casa de la Inmaculada 1101 Principale StRougemont, QuébecCanadá

AperturaDomingo 22 de marzo 10:00 AM

Santa MisaTodos los días a las 7:00 PMDomingos 5:00 PM

ConfesionesAntes de cada Misa

ConferenciasTodos los días a las 2 y 8 PM

Invitados especialesRoy Schoeman - USA• Christian Burgaud - Francia• Janusz Lewicki & Jacek Mo-• rawa - Polonia, CanadáMarcel Lefebvre - Misión en • Africa

7 días y 6 noches de oración yadoración a Jesús Sacramentado

7 dás y 6 noches de adoración - 7 dás y 6 noches de adoración

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10 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org

enero - febrero 2009

Justicia y PazLa Iglesia Madre y Maestra

PRIMERA PARTE

Por Santiago Roque Alonso

Carroll Quigley, autor del libro “Tragedia y Esperanza” -considerado por algunos sectores norteamericanos como la “biblia de la globaliza-ción”-, afirma:

“...El Poder del capitalismo financiero tiene un objetivo trascendental, nada menos que crear un sistema de control financiero mun-dial en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y la econo-mía del mundo como un todo. Este sistema ha estado controlado de un modo feudal por los Bancos Centrales del mundo actuando concer-tadamente y por acuerdos secretos, a los que se llegan en reuniones privadas y conferen-cias. Cada Banco Central buscó dominar a su Gobierno mediante la habilidad para controlar los préstamos al Tesoro del Estado, para mani-pular el mercado de cambios, en la determina-ción del nivel de la actividad económica del país y en influir sobre los políticos colaboracionistas mediante recompensas posteriores en el mundo de los negocios. La cúspide del sistema ha sido el Banco de Pagos Internacionales (BIS: Bank of International Settlements) de Basilea, Suiza; un banco de propiedad pri-vada y controlado por los Bancos Centrales del mundo, que también son corporaciones privadas” (Pág. 324) (Resaltado por el autor del artículo).

En otro pasaje de su obra, Quigley aclara que las cabezas de los Bancos Centrales mencio-nados anteriormente no constituyen “poderes autónomos dentro de las finanzas mundiales”, sino que se desempeñan como simples agentes o delegados de los “verdaderos poderes autó-nomos del mundo”, los cuales no son otros que los “banqueros inversionistas” quienes, por regla general, “se mantienen entre bastidores dentro de sus propios bancos privados”. Finalmente, el autor define la verdadera dimensión y alcance de los poderes “autónomos”, al expresar que éstos “formaban un sistema de cooperación internacional y de dominio nacional que era más privado, más poderoso y más secreto que el de sus propios agentes en los bancos centrales” (Resaltado por el autor del artículo).

Como lo expresara en el Prólogo del libro de Alan B. Jones, mencionado más arriba, para curiosidad y sorpresa de muchos, lo que Carroll Quigley describió en 1966 en términos prácti-cos e históricos, ya había sido clara y valien-temente anticipado en 1931 por el Papa Pío XI en su Carta Encíclica “Quadragesimo Anno”. Más aún, la visión de la realidad que Pío XI enuncia para ese momento histórico, adquiere una dimensión casi profética en nuestros días, porque es ahora –bajo el eufemismo genérico y aparentemente inofensivo de “globalización”- cuando se cumple en plenitud lo que advirtiera setenta y tres años antes.

El seguimiento y estudio de los acontecimientos mundiales en los últimos cinco años, así como la experiencia alcanzada en este período en la difusión de las ideas y conceptos relacionados con el “imperialismo internacional del dinero” en seminarios, paneles y conferencias, me impul-saron a incluir en esta nueva edición un breve comentario sobre la encíclica de referencia. Considero que la misma constituye una clave decisiva –haciendo abstracción de las creencias y sentimientos religiosos del lector- que contri-buye a ampliar el horizonte de comprensión de los hechos y situaciones que documenta esta excelente obra de Alan B. Jones.

pROpÓsiTOs, EsTRUCTURa Y COnTEniDO DE La EnCÍCLiCa

La ocasión de la encíclica fue moti-vada por la con-memoración del 40° aniversario de la Rerum Novarum de León XIII (1891) y a la que Pío XI denomina “la carta magna del orden social”. Entre las finalidades que animaron su redac-ción, se encuentran la de:

• Recordar los grandes bienes que la Rerum Novarum había promovido.• Defender de ciertas dudas las enseñanzas

de dicha encíclica, completando el desarrollo de algunos de sus puntos.• Descubrir la raíz del desorden social de esa

época.• Mostrar el único camino de restauración sal-

vadora o reforma cristiana de las costumbresConsecuente con dichos propósitos, la encí-

clica agrupa los temas en tres grandes partes: I. Beneficios de la encíclica Rerum Novarum.II. Autoridad de la Iglesia en materia social y

económica.III. Cambios profundos operados después de

León XIII.

En la tercera parte, Pío XI dedica su atención a los cambios que había experimentado tanto el régimen económico capitalista como el socia-lismo, respecto a los tiempos de León XIII (los cuarenta años previos) y en donde denuncia los defectos y excesos que evidenciaron en su desarrollo ambas ideologías. Al mismo tiempo, da cuenta en forma explícita y pública de la existencia de una nueva entidad política: la del “imperialismo internacional del dinero”.

el régimen eConómiCo CaPitalista y el reCto orden

Pío XI reafirma la concepción de la Rerum Novarum. Es superfluo decir que el capitalismo es el régimen económico tan enérgicamente caracterizado por León XIII. Consiste en la eco-nomía en la que unos ponen el capital y otros el trabajo y en la que “ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital”, el cual no es condenable por sí mismo ni es vicioso por naturaleza. De ese modo, al no ser dicho régimen económico capitalista intrínsecamente malo, se puede tratar de mejorarlo y ordenarlo.

El capitalismo es condenable “solo cuando el capital abusa de los obreros y de la clase prole-taria con la finalidad y de tal forma que los nego-cios e incluso toda la economía se plieguen a su exclusiva voluntad y provecho, sin tener en cuenta para nada ni la dignidad humana de los trabajadores, ni el carácter social de la econo-mía, ni aun siquiera la misma justicia social y bien común”.1 Es decir, cuando el orden eco-nómico viola el recto orden y sirve a los fines exclusivos de su voluntad arbitraria y al espíritu de lucro o de utilidad. Esta desviación o dege-neración no es una característica del sistema capitalista, sino que se origina en el desorden moral y cuando se da plena libertad al egoísmo humano, lo que hace que el orden social se torne totalmente incontrolado.

los deFeCtos y exCesos del CaPitalismo durante el Período 1891-1931

Pío XI, como ningún otro Papa anterior a él, señala críticamente y con un lenguaje muy duro, carente de eufemismos, los defectos y excesos que caracterizaron el desarrollo del capitalismo en el período considerado (1891-1931). Si nos limitáramos a enunciarlos como simples hechos del pasado, estaríamos confundiendo u ocul-tando la Verdad.

En una apretada síntesis, los principales con-ceptos señalados por Pío XI son los siguientes:

1. Que la “descomunal y despótica potencia económica” 2 –resultante de la acumulación de riquezas y de la creación de enormes poderes en manos de unos pocos- constituye el cambio más significativo. Se trata, obviamente, del capi-talismo monopólico, que hoy es el dominante –que ha desplazado al capitalismo competitivo- y del cual no se toma en cuenta su existencia

Instrumento de esclavización de la humanidad

EL IMPERIALISMO INTERNACIONAL DEL DINERO

Pío XI

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Justicia y PazLa Iglesia Madre y Maestra

real, ni siquiera a los fines teóricos.

2. Que el ejercicio tiránico de la dominación económica se realiza a través del “capitalismo financiero” el que, en términos de poder en la teoría política, es conocido como “plutocracia” o gobierno de los más ricos o de los que más tienen. El instrumento de dominación que utili-zan y que señala el Papa es el “crédito”. Éste es obtenido de los bancos. Si esto era verdad hace setenta y dos años, con cuanta mayor razón es una verdad indubitable en nuestros días, par-ticularmente para los argentinos y la mayoría de los países sometidos a la expoliación y a la inexistencia, como consecuencia del pago de la “deuda nacional o externa”.

Pío XI lo define con claridad meridiana, tal vez en el pasaje más enérgico de la encíclica y que difícilmente tenga equivalentes en otros docu-mentos similares: “...dueños absolutos del dinero, gobiernan el crédito y lo distribuyen a su gusto; diríase que administran la sangre de la cual vive toda la economía, y que de tal modo tienen en su mano, por decirlo así, el alma de la vida económica, que nadie podría respirar contra su voluntad”.3

3. Que la causa de la extraordinaria concen-tración de poder que ha tenido lugar, reside en la “ilimitada libertad de los competidores” 4. El Papa no condena la competencia, sino la ilimi-tada libertad en la competencia, porque ella es el reflejo de la ley de la selva propiciada por el liberalismo, que necesariamente conduce a la supervivencia “de los más poderosos, lo que con frecuencia es tanto como decir los que luchan más violentamente y los que menos cuidan de su conciencia” 5.

4. Que “tal acumulación de riquezas y de poder” ha originado tres tipos de conflictos:

• En primer lugar por la hegemonía o predomi-nio económico.

• Luego, para adueñarse del “poder público” o del gobierno, que no es otra cosa que la lucha que entablan entre sí los grupos que concentran la riqueza para apoderarse del Estado o de los organismos del mismo y, consecuentemente, abusar de su influencia en los conflictos econó-micos en beneficio de su interés particular.

• Finalmente, pugnan entre sí los diferentes Estados, con la finalidad de promover los res-pectivos intereses de sus empresas (que previa-mente se han adueñado del “poder público”).

5. Que el “espíritu individualista” es el verda-dero responsable de las “consecuencias funes-tas” que plagan el orden económico y social: “la libre concurrencia se ha destruido a sí misma; la dictadura económica se ha adue-ñado del mercado libre; al deseo de lucro ha sucedido la desenfrenada ambición de

poder; la economía toda se ha hecho horren-damente dura, cruel, atroz.6”

A lo expresado el Pontífice agrega que el Estado, que debería encontrarse “libre de todo interés de partes y atento exclusivamente al bien común y a la justicia” y que “debería ocupar el elevado puesto de rector y supremo árbitro de las cosas”, en cambio se ha convertido en “esclavo, entregado y vendido a las pasión y a las ambiciones humanas” 7. Esta descrip-ción, es una pintura de la situación actual, no podrían haber sido expresadas más sintética-mente y, a la vez, con tanta exactitud que como lo ha hecho el Papa.

6. Por último, que en la lucha por el poder entre las naciones “manan dos ríos diversos: por un lado, el ‘nacionalismo’ o también el ‘imperia-lismo económico’; del otro el no menos funesto y execrable ‘internacionalismo’ o ‘imperialismo internacional del dinero’, para el cual, donde el bien, allí la patria” 8(Resaltado por el autor del artículo).

“el imPerialismo internaCional del dinero”: una entidad PolítiCa

Con la denominación de “internacionalismo” o “imperialismo internacional del dinero”, Pío XI se está refiriendo al imperialismo ejer-cido por lo que normalmente se conoce como el capital financiero internacional.

El Papa caracteriza al referido imperialismo como un “poder” real y concreto, surgido como consecuencia de la concentración de la riqueza mundial en pocas manos y de la esclavización de los poderes públicos o gobiernos y el cual ejerce el poder en forma despótica, tiránica, arbitraria o dictatorial a través de la apropiación absoluta del dinero y del crédito. De hecho está refiriéndose a una entidad no solamente econó-mica sino también esencialmente política, con lo cual introduce una nueva categoría política en el ámbito de esta disciplina, de la cual –a pesar de haber transcurrido setenta y tres años- todavía no han acusado recibo de su existencia.

En tal sentido y desde una perspectiva moral, Pío XI señala la absoluta falta de escrúpulos de conciencia del “imperialismo internacional del dinero”, al aplicarle el proverbio latino “ubi bene, ibi patria”, es decir: “en donde está la fortuna del hombre, allí está su patria”. De este modo describe una actitud de puro egoísmo, carente de todo interés, responsabilidad, com-promiso, arraigo y lealtad con la Nación de origen o que lo ha recibido como huésped.

Por otro lado, del análisis del “imperialismo internacional del dinero”, desde el punto de vista político y geopolítico, surge que éste cons-tituye una entidad política caracterizada por las siguientes particularidades:

1. Que ejerce el poder a escala mundial, pero que no está atado ni se identifica con ningún Estado, Potencia o Poder Nacional específico. Se trata de un poder “desnacionalizado”, razón por la cual Pío XI seguramente lo califica explí-citamente de “internacional”.

2. Que su origen y naturaleza es distinta al de las naciones y ajena a los elementos constituti-vos de un Estado cualquiera, dado que su esen-cia radica en la extraordinaria concentración de riquezas y de dinero en pocas manos –una elite financiera mundial y de corporaciones trasna-cionales consolidada en una red oligárquica-plutocrática- y no en los factores o elementos que tradicionalmente conforman un Estado Nacional y de los cuales carece por sí misma: territorio, población, fuerzas armadas, jurisdic-ción judicial, moneda, etcétera. En otras pala-bras se trata de un poder “sin territorio” y “sin población” sobre los cuales asentarse y ejercer su jurisdicción soberana.

3. Que la sede de su residencia o asentamiento territorial, si es que lo tiene, siempre es circuns-tancial y transitorio y está determinado por las garantías de seguridad física que le ofrece el Estado que accidentalmente lo aloja.

4. Que, en consecuencia, se trata de una enti-dad política privada supranacional o trasnacio-nal sin territorio ni población, que emerge en la arena mundial usurpando o subordinando a los Estados Nacionales, los cuales cumplen el rol de meros instrumentos al servicio de su mayor enriquecimiento y para eliminar las resistencias que se opongan a su poder.

5. Que el núcleo del sistema ideológico-ope-rativo de esta entidad política supranacional o trasnacional, consiste en la combinación de dobles patrones en las relaciones internaciona-les –uno formal (estatal) y otro real (el ejercido por ella)-; en un liberalismo radical; en la elimi-nación de las fronteras y de los estados nacio-nales; en la estandarización de la “democracia” como el régimen político universal –obediente a la voluntad de la oligarquía-plutocrática interna-cional; en el control directo o indirecto de las ins-tituciones multilaterales de crédito, de la emisión de la moneda de pago internacional (el dólar) y de gran parte del comercio mundial, así como las acreencias de las llamadas “deudas exter-nas” de los países endeudados –prácticamente no existen países sin deuda- y, finalmente, en la utilización de los medios de comunicaciones como la herramienta determinante para alterar y adecuar la visión del mundo y la psicología del público, imponiendo a los Estados, a las socie-dades y a los individuos patrones de conductas generalmente permisivos respecto a los valores y costumbres de la sociedad tradicional. Es así como, por ejemplo, la naturaleza del

“imperialismo internacional del dinero” y su

1. Quadragesimo anno., no. 101. - 2. Ibíd., no. 105. - 3. Quadragesimo anno., 105 - 4. Ibíd., 107. - 5. Ibíd., 107. - 6. Quadragesimo anno., no. 109. - 7. Ibíd. - 8. Ibíd.

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12 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org

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voluntad de dominio y de poder ilimitado, se hacen manifiestas con la llamada “formula Roths-child” –atribuida al fundador de la gigantesca red bancaria y financiera que lleva su nombre (Meyer Amschel Rothschild)- la que expresa: “Permítanme emitir y controlar la moneda de una nación, y no me preocuparé por quién haga las leyes”. A su vez, Paul Samuelson –uno de los más influyentes economistas mone-taristas del siglo XX- la complementa desde el punto de vista práctico con una segunda fórmula más moderna, basada en la que emitiera Roths-child, que dice: “No estoy preocupado por quien hace las leyes de una nación... si yo puedo escribir sus textos de economía”. Ésta refuerza los postulados de la primera y justifica a posteriori, desde el punto de vista de la teoría económica, lo que es un simple acto de poder. En segundo lugar, mediante el funcionamiento de un gigantesco aparato educativo, cultural y de propaganda (medios de comunicación), pre-tende disimular ante el público la sincera brutali-dad con que Rothschild consagra al “dinero” y a sus diversas formas operativas, especialmente al préstamo y a la deuda o endeudamiento, como instrumentos o medios de poder y de domina-ción, concretos y reales.

Continuidad de la doCtrinaLa definición introducida por Pío XI sobre el

“imperialismo internacional del dinero”, no fue una voz aislada ni accidental dentro de la Iglesia. Fue ratificada explícitamente bajo el mismo nombre por Juan XXIII al conmemorarse los sesenta años de la Rerum Novarum de León XIII (1961) y, posteriormente, por Pablo VI en 1971.En el primer caso, Juan XXIII, treinta años

después –en plena posguerra- vuelve sobre las gravísimas denuncias de su predecesor, confirmando su continuidad y acentuando con claridad lo que ya pareciera una normalidad sistematizada: la subordinación de los poderes públicos a los intereses económicos.1. Encíclica Mater et Magistra (Juan XXIII)“…a la libertad de mercado ha sucedido la

hegemonía económica; a la avaricia de lucro ha seguido la desenfrenada codicia del predominio; así toda la economía ha llegado a ser horrible-mente dura, inexorable, cruel, determinando el servilismo de los poderes públicos a los intereses de grupo, y desembocando en el “imperialismo internacional del dinero.”9 (Resaltado por el autor del artículo).Posteriormente, Pablo VI debió haber advertido

que ese poder era tan grande en su dimensión y monstruoso en sus consecuencias, que directa-mente y sin eufemismos atribuye su generación, como una relación causa-efecto, al “capitalismo liberal” y califica a dicho imperialismo como una “dictadura”.

2. Encíclica Populorum Progressio (Pablo VI) -Capitalismo Liberal

Pero por desgracia, sobre estas nuevas con-diciones de la sociedad ha sido construido un sistema que considera el lucro como motor esencial del progreso económico; la concurren-cia, como ley suprema de la economía; la pro-piedad privada de los medios de producción, como un derecho absoluto, sin límites ni obliga-ciones sociales correspondientes. Este libera-lismo sin freno, que conduce a la dictadura, justamente fue denunciado por Pío XI como generador del “imperialismo internacional del dinero” 10.

Como puede observarse, ambos Pontífices ratifican y dan continuidad a la sana doctrina de Pío XI respecto al “imperialismo interna-cional del dinero”. Pero su sabiduría humana sería insuficiente si no estuviera inspirada por el Espíritu Santo y no se sustentara en la Palabra y en los Hechos de Nuestro Señor Jesucristo.

Y cualquier consideración que se realice res-pecto al “dinero” no puede omitir el inexorable mandato –y al mismo tiempo dilema teológico- que expresa N. S. Jesucristo: “No podéis servir a Dios y a Mammón” (San Mateo 6,24).

Mammón es uno de los ángeles caídos y diabólicos. Personifica el amor al dinero y a las riquezas, la avaricia por el dinero y por la posesión material. San Pablo define al “dinero” como “la raíz de todos los males” (I Tim. 6, 10), porque no se trata de un mero poder mate-rial, sino que de él emana, también –como de toda falsa deidad que se idolatra- una enferme-dad moral perversa, maligna y extremadamente corrosiva.

En consecuencia, en el dilema o cuestión teo-lógica que plantea Nuestro Señor Jesucristo, el amor y servicio a Dios es absolutamente contradictorio con el amor y servicio al dinero (Mammón). Por lo tanto, las obras que resultan del amor a Dios son, también, opuestas y con-trarias a las que resultan del amor al dinero o a Mammón. No hay pues, posibilidad de convi-vencia ni de cohabitación entre el poder de Dios y el poder de Mammón o del dinero, porque nin-guno puede servir a dos señores.

Por esa razón compartimos la opinión del Pro-fesor Jordán Bruno Genta cuando sostiene que “La Cuestión Social que ha adquirido hoy dimensión mundial, se resuelve en la deci-siva Cuestión Teológica planteada entre Cristo Rey y los administradores (propieta-rios) de las riquezas del mundo”.

(La parte final de este artículo será publicada en nuestro siguiente número.

DICCIONARIO SOCIAL

DE LOS PADRES DE LA IGLESIA

DICCIONARIO SOCIAL

DE LOS PADRES DE LA IGLESIA

Para la Iglesia de Jesucristo, la Palabra de Dios ha constituido siempre el mayor tesoro de doctrina, la insustituible norma de vida, que llega a su plenitud en el Evangelio de Jesucristo, «camino, verdad y vida». Y, como ayuda inestimable para pro-fundizar en la Palabra, el Concilio Vaticano II recuerda lo que ha sido una constante en la vida de la Iglesia: el estudio de los Santos Padres. Leemos en la constitución «Dei Verbum»: «La Iglesia, esposa de la Palabra hecha carne, instruida por el Espíritu Santo, procura comprender cada vez más profun-damente la Escritura para alimentar constantemente a sus hijos con la Palabra de Dios: por eso fomenta el estudio de los Padres de la Iglesia»(n.23).

Los escritos de los Padres de la Iglesia son el más fiel reflejo del sentir y de la vida de los cristianos de los primeros siglos. Por una parte, los Padres fueron como los «profetas» del nuevo Pueblo de Dios: con su palabra iluminaron las primeras etapas del camino del nuevo Israel, inmediatamente después de la era apostólica. Y, por otra parte, son testigos de primera mano de cómo asimilaron y vivieron sus coetáneos el Evangelio de Jesús. Por eso, el mismo Concilio afirma: «La Tradición apos-tólica va creciendo en la Iglesia con la ayuda del Espíritu Santo: es decir, crece la comprensión de las palabras e instituciones transmitidas cuando los fieles las contemplan y estudian repa-sándolas en su corazón, y cuando comprenden internamente los misterios que viven… Las palabras de los Santos Padres atestiguan la presencia viva de esta Tradición, cuyas riquezas van pasando a la práctica y a la vida de la Iglesia que cree y ora» (Constitución «Dei Verbum», 8).

ABUNDANCIA1. Los que abundáis, buscad a los hambrientos.Escuchadme. Vivid en paz unos con otros, cuidad los unos de los otros, socorreos mutuamente, no queráis ser solos en partici-par con exceso y profusión de las criaturas de Dios, sino repartid también a los necesitados. Los unos, en efecto, por sus excesos en el comer, acarrean enfermedades a su cuerpo y arruinan su salud; otros, por el contrario, no tienen que comer y, por falta de alimentación suficiente, arruinan también su cuerpo y no gozan de salud. Así, pues, esta intemperancia os es dañosa a vosotros, que tenéis y no dais parte de ello a los necesitados. Mirad el juicio que está por venir. Los que abundáis, pues, buscad a los hambrientos, mientras no se termina todavía la torre, pues, una vez terminada, buscaréis hacer bien y no tendréis lugar para ello. ¡Alerta, pues, vosotros que os jactáis en vuestra riqueza! Mirad no giman los necesitados y sus gemidos suban hasta el Señor y seáis excluidos, junto con vuestros bienes, de la puerta de la torre (Pastor de Hermas, v. 3, 9, 2-6).

La Iglesia Madre y Maestra

Justicia y Paz

9. Mater et Magistra no. 36. - 10. Populorum Progressio no. 26.

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Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org“Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714 13enero - febrero 2009

NUEVO ORDEN MUNDIAL ¿UNA HORRIBLE UTOPÍA?Extractos tomados del libro titulado “Europe Today

and Tomorrow” del Cardenal Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI). Reimpreso con los debidos permisos.

Hoy nos encontramos en el medio de una Segunda Iluminación, que no solo ha dejado atrás el lema Deus Sive Natura si no que también ha desenmas-carado como irracional la ideología de la esperanza marxista. En su lugar a propuesto un objetivo racio-nal para el futuro, titulado El Nuevo Orden Mundial y que se supone será en su turno la norma ética esencial. Éste continua participando con el Marxismo de la idea evolutiva de un universo que apareció luego de un evento irracional y que fue formado por sus reglas intrínsecas, las cuáles sin embargo – distin-tas de las provisiones de las ideas ancestra-les de la naturaleza – no pueden contener en su interior ninguna dirección ética.

El intento de deducir desde las reglas de juego evolutivo también las reglas de juego de la vida humana, y de ésta forma desarrollar una nueva ética, es en realidad muy difundido, pero no muy convincente. Existen cada vez más y más filósofos como Singer, Rorty, y Sloterdijk diciéndonos que el hombre tiene ahora el derecho y el deber de construir un nuevo mundo sobre bases racionales. El Nuevo orden mundial, una necesidad que no puede ser puesta en duda, dicen ellos, tiene que ser un orden mundial de racionalidad.

Hasta aquí todos ellos están de acuerdo. ¿Pero qué es racional? El criterio de la racionalidad ha sido trazado exclusivamente desde experiencias de producción tecnológicas sobre fundamentos científicos. Este tipo de racio-nalidad existe en sentido de funcionalidad, eficiencia, incremento en la cali-dad de vida. La explotación de la naturaleza que ésta conectada con ella, cada vez más se hace un problema, debido a peligros ambientales que se están volviendo dramáticos.

Mientras tanto, la manipulación del hombre por el hombre procede acele-radamente incluso con aún mayor desvergüenza. Las visiones de Huxley están definitivamente haciéndose una realidad: el ser humano no deber ser nunca más creado irracionalmente sino producido racionalmente.

Pero el hombre, como un producto, está a la disposición del hombre. Los especímenes imperfectos son desechados, hasta desarrollar al hombre perfecto vía planificación y producción. El sufrimiento debe desaparecer; la vida no puede ser sino placentera.

Semejantes visiones radicales son todavía instancias aisladas, en su mayoría atenuadas en muchas formas, pero cada vez más su principio de conducta es afirmado, el cuál dice, que es permisible al hombre el hacer todo lo que es capaz de hacer.

Tal posibilidad se hace un criterio que es suficiente para sí mismo. En un mundo que es entendido en una forma evolutiva, es también en sí mismo evidente, que no puede haber ningunos valores absolutos, cosas que son siempre malas o cosas que son siempre buenas; en cambio, la pondera-ción de los bienes es la única vía para discernir las normas morales.

Esto, sin embargo significa, que altos propósitos como por ejemplo, pre-suntos resultados experimentales para la cura de las enfermedades, jus-tifiquen incluso la explotación del hombre, con tal que el bien anticipado aparezca suficientemente grande.

Pero de esta manera, nacen nuevas formas de opresión y surge una nueva clase dominante. Por ultimo, el destino de otros hombres es decidido por aquellos que tienen el poder científico a su disposición y por aquellos que manejan las finanzas. Se hace una obligación el no permanecer atra-sado en investigaciones de donde no hay escapatoria y que estas mismas determinan la dirección a seguir. ¿Que consejo puede darse a Europa y al mundo ante esta situación?

Hoy en día, una característica, específicamente Europea parece ser, la separación de todas las tradiciones éticas y de la exclusiva dependencia en razonamientos tecnológicos y sus posibilidades. ¿Pero no llegara a ser un orden mundial con estas fundaciones en la realidad una utopía horrible? ¿Acaso Europa no necesita tal vez, o acaso el mundo quizá no necesita precisamente algunos elementos correctivos derivados de su gran tradición y de la gran tradición ética de la humanidad? La inviolable naturaleza de la dignidad humana tiene que ser el pilar fundamental e intocable de las regulaciones éticas. Solamente si el hombre reconoce que él es un fin (y no un medio), solamente si el ser humano es sagrado e inviolable, podremos tener confianza entre nosotros y podremos vivir en paz. No

hay ponderación de los bienes que pueda justificar el tratar al hombre como un material experimental para fines superiores.

Solamente si vemos aquí algo absoluto, situado sobre todos los intentos de ponderar los bienes, actuaremos en una verdadera forma ética y no por medio de cálculos. La inviolabilidad de la dignidad humana significa también que ésta dignidad es válida para todos, a aquellos que tienen un rostro humano y pertenecen biológicamente a la raza humana. El criterio de la funcionalidad no puede tener aquí ninguna validez. Incluso el ser humano que sufre, que está incapacitado o incluso que todavía no ha nacido, es un ser humano. Me gustaría añadir que esto debe unirse también a respetar el origen del ser humano, de la comunión de un hombre y una mujer.

El ser humano no puede llegar a ser un pro-ducto. Él, no puede ser un producto; él solo puede ser engendrado. Y por esta razón deben estar enumeradas entre las éticas constantes de toda sociedad humana, la protección espe-

cial de la dignidad de la comunión entre un hombre y una mujer, sobre quienes está basado el futuro de la humanidad.

Pero todo esto es posible solamente si nosotros adquirimos un nuevo sentido de la dignidad del sufrimiento. Aprender a vivir también significa aprender a sufrir. Por consiguiente se demanda también aquí, el respeto por lo sagrado. Fe en el Dios creador es la garantía segura de la dignidad del hombre. No puede ser impuesta sobre nadie; pero, ya que es un gran beneficio para la comunidad, se puede demandar el respeto de parte de los no creyentes.

Es verdad: la racionalidad es un esencial contraste de la cultura Europea. Con este contraste, desde alguna perspectiva, ha conquistado el mundo, ya que la forma de racionalidad desarrollada primeramente en toda Europa delata la vida de todos los continentes hoy en día. Aún esta racionalidad puede llegar a ser devastadora si se separa de sus raíces y exalta a la posi-bilidad tecnológica como el único carácter distintivo. Es necesario el lazo entre las dos fuentes del conocimiento: la naturaleza y la historia. Estas dos áreas no solamente hablan de ellas mismas, si no que las dos juntas pueden proveer alguna indicación del camino a seguir.

La explotación de la naturaleza que se rebela en contra de su uso indis-criminado, nos ha sugerido nuevas reflexiones sobre los hitos provistos por la misma naturaleza. El hecho de tener el dominio sobre la naturaleza, en el sentido bíblico de la creación, no significa el uso violento sobre la natu-raleza y la naturaleza al servicio del hombre. El mismo origen del hombre es un proceso que es natural y humano: en la relación entre un hombre y una mujer tanto el elemento natural y el espiritual están unidos en lo que es específicamente humano, lo que no puede ser despreciado sin causar daño. Entonces también las experiencias del hombre, que se reflejan en las grandes religiones son fuentes permanentes de conocimiento, de direccio-nes provistas por la razón, lo que son de interés incluso para alguien que no puede identificarse con ninguna de estas tradiciones. El deliberar, mientras se las pone en paréntesis, y el vivir sin tomarlas en consideración sería una presunción que finalmente dejaría al hombre desorientado y vacío. Todo esto no nos da la respuesta a la pregunta hecha sobre los fundamentos de Europa. Simplemente hemos querido bosquejar los contornos de la tarea que nos espera. Es urgente que nos pongamos a trabajar.

Papa Benedicto XVIA la luz de las reflexiones hechas por el Cardenal Ratzinger (Papa Benedicto

XVI) sobre el Nuevo Orden Mundial y la urgencia de su llamado a que “nos pongamos a trabajar”, nosotros, los Peregrinos de San Miguel creemos al igual que muchos de nuestros lectores regulares que este Nuevo Orden Mundial impuesto sobre la humanidad sería una horrible utopía. Sobre este tema hemos escrito varios artículos de importancia. A través de los trabajos y escritos de nuestro fundador Louis Even y de la mano de la Doctrina de la Iglesia, promo-vemos una solución positiva basada en las enseñanzas sociales de la Iglesia que es el Crédito Social o Cristianismo aplicado. Este sistema de crédito social pondría al sistema financiero y a la sociedad al servicio de la verdad plena del hombre, de todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural, reconociendo con esto la santidad de la vida. Emprendamos este camino que el santo Padre nos señala, cambiemos el curso de la historia y coloquémonos al servicio de la Reina de los cielos y Madre nuestra. ¡Ella nos ha asegurado ya la victoria!

Traducido por Carlos Reyes

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14 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org

enero - febrero 2009

SAN MIGUEL ARCÁNGEL¿Quién como Dios?

San Miguel en las Sagradas EscriturasEn el Antiguo Testamento

San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea. En el libro de Daniel, Dios envía a San Miguel para asegurarle a Daniel su protección.

“Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia...Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel, vuestro príncipe, mi apoyo para darme ayuda y sostenerme.” -Daniel 10:13.

“En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo” -Daniel 12:1

El pueblo del profeta eran los judíos. Por lo tanto, es aceptado que el ángel que el Señor había asig-nado a los Israelitas en los días de Moisés, para guiarles a través del desierto y llevarlos por las naciones idólatras que destruiría por medio de ellos, es el mismo San Miguel.

En el libro del Éxodo 23 20 también podemos leer sobre San Miguel.

Después de la muerte de Moisés, según la tradi-ción judía (referida en Judas 9) San Miguel altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés. En obediencia al mandato de Dios, San Miguel escon-dió la tumba de Moisés, ya que la gente y también Satanás querían exponerla para llevar a los Israeli-tas al pecado de idolatría.

San Miguel recibió de Dios el encargo de llevar a término sus designios de misericordia y justicia para su pueblo escogido. Vemos como Judas Macabeos antes de iniciar cualquier batalla en defensa de la ley y del Templo clamaba la ayuda de San Miguel y le confiaban su defensa: 2 Mac 11 6. Ver también 2 Mac 15 22.

En la actualidad, los judíos invocan al Arcángel Miguel como el principal defensor de la sinagoga y como protector contra sus enemigos. En la fiesta de la expiación concluyen sus oraciones diciendo: “Miguel, príncipe de misericordia, ora por Israel”.

En la Nueva Alianza

La posición de San Miguel es también muy impor-tante en el Nuevo Testamento donde continúa su poderosa defensa. Con sus ángeles, el libra la batalla victoriosa contra Satanás y los ángeles rebeldes, los cuales son arrojados al infierno. Es por eso venerado como guardián de la Iglesia.

“Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón. También el dragón y sus ángeles combatieron pero no pre-valecieron y no hubo ya en cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero” -Apocalipsis 12,7-9

La carta de Judas se refiere a San Miguel en bata-lla contra Satanás.

El honor y la veneración a San Miguel, como testi-fican los padres de la Iglesia, ha sido parte esencial de la vida de la Iglesia desde sus inicios. Se le han atribuido un sin numero de beneficios espirituales y temporales. El emperador Constantino, atribuyó a este arcángel, las victorias sobre sus enemigos y por ello le construyo cerca de Constantinopla una magnifica Iglesia en su honor. Esta se convir-tió en lugar de peregrinación y muchos enfermos recibieron sanación gracias a la intercesión de San Miguel.

San Miguel y la EucaristíaSe nos enseña en la Tradición que San Miguel

preside el culto de adoración que se rinde al Altí-simo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles sim-bolizadas por el incienso que se eleva ante el altar. La liturgia nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y está de pie ante el altar como nuestro intercesor y el portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios. En el Canon #1 de la Misa: “que tu ángel presente ante Ti las oraciones de tu Iglesia”

Es muy interesante notar en las apariciones marianas que han incluido manifestaciones de San Miguel, su relación con la Eucaristía, y a la adora-ción debida a Jesús Eucarístico y a la Santísima Trinidad:

Fátima: En 1916 se les aparece el ángel por pri-mera vez. Se arrodilla en tierra inclina la frente hasta el suelo y pidió que oraran con el: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman”.

¿Quién es San Miguel Arcángel?La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto

lugar entre los arcángeles y le llama “Príncipe de los espíritus celestiales”, “jefe o cabeza de la milicia celestial”. Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento.

La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Sata-nás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego.

Es tradicionalmente reconocido como el guar-dián de los ejércitos cristianos contra los enemi-gos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.

La Fidelidad de San Miguel para con Dios:

El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fide-lidad. Significa “Quién como Dios”.

Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: “¡¿Quién como Dios?!.” Desde ese momento se le conoce como el capitán de la mili-cia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.

Segunda aparición: “¡Rezad, rezad mucho. Los corazones de Jesús y María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!”

Tercera aparición: Se aparece con un cáliz en sus manos sobre el cual esta suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de sangre al cáliz. Dejando el cáliz y la hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces: “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultra-jes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores”.

Después se levantó y dio la Hostia a Lucía, y el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco, diciendo al mismo tiempo: “Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hom-bres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.

San Miguel, defensor de los moribundos:San Miguel continua su ministerio angélico en

relación a los hombres hasta que nos lleva a través de las puertas celestiales. No solo durante la vida terrenal, San Miguel defiende y protege nuestras almas, el nos asiste de manera especial a la hora de la muerte ya que su oficio es recibir las almas de los elegidos al momento de separarse de su cuerpo.

En la liturgia la Iglesia nos enseña que este arcán-gel esta puesto para custodiar el paraíso y llevar a el a aquellos que podrán ser recibidos ahí. A la hora de la muerte, se libra una gran batalla, ya que el demo-nio tiene muy poco tiempo para hacernos caer en tentación, o desesperación, o en falta de reconcilia-ción con Dios. Por eso es que en estos momentos se libra una gran batalla espiritual por nuestras almas. San Miguel, esta al lado del moribundo defendién-dole de las asechanzas del enemigo.

ORACIONES A SAN MIGUELEn Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experi-

mento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vati-cano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporo, levanto su mano como salu-dando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal?

El respondió: “¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!”, y se encerró en su oficina.

¿Qué vio León XIII? “Vi demonios y oí sus cruji-dos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo.”

También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Sata-nás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obis-pos del mundo indicando que bajo mandato tenia que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí el había escrito.

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Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org“Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714 15enero - febrero 2009

Queridos amigosLos Peregrinos de San Miguel y todos aque-

llos que defienden la vida nos dirigimos a San Miguel, Príncipe de la Milicia Celestial, en nues-tra lucha contra los principados y potestades de la cultura de la muerte. El Papa León XIII compuso una magnífica oración a San Miguel y ordenó que se recitara después de la cele-bración de la Misa. El Papa Pío XI pidió a los fieles que la oraran para pedir la restauración de la libertad religiosa en Rusia y fue popular-mente ligada a la oración de petición en Fátima por la conversión de Rusia, cuyos “errores” se esparcían por todo el mundo. Ya que la Unión Soviética fue el país pionero en el comunismo y el aborto, podemos con razón ver en nuestras sociedades un despliegue de ideas nefastas comunistas y socialistas como también de la industria moderna del aborto como una exten-sión de los “errores” del comunismo ateo.Aún cuando ya no es obligatorio desde 1965,

un creciente número de parroquias y de perso-nas están volviendo a rezar a San Miguel des-pués de la Santa Misa. El mismo Papa Juan Pablo II urgió a los fieles en 1994 “…que la recen para obtener la ayuda en esta bata-lla contra las fuerzas obscuras y contra el espíritu de este mundo.”

En LatínPrínceps gloriosíssime caeléstis milítiae, sancte

Míchael Archángele, defénde nos in proelio advérsus príncipes et potestátes, advérsus mundi rectóres

tenebrárum harum, contra spirituália nequítiae in caeléstibus.

Veni in auxílium hóminum, quos Deus ad imáginem similitúdinis suae fecit, et a tyránnide

diá boli emit prétio magno.Te custódem et patrónum sancta venerátur

Ecclésia; tibi trádidit Dóminus ánimas redemptórum in supérna felicitáte locándas.

Deprecáre Deum pacis, ut cónterat Sátanam sub pédibus nostris, ne ultra váleat captívos tenére

hómines et Ecclésiae nocére.Offer nostras preces in conspéctu Altíssimi, ut cito

antícipent nos misericórdiae Dómini, et apprehéndas dracónem, serpéntem antíquum, qui est diábolus et

sátanas et ligátum mittas in abyssum, ut non sedúcat ámplius gentes. Amen.

Como remedio contra los espíri-tus infernales que se han desen-cadenado en el mundo moderno, somos llamados a invocar y buscar la ayuda de San Miguel Arcángel. Dice el Cardinal Mermillod:

“En estos tiempos, cuando la misma base de la sociedad esta tambaleándose como con-secuencia de haber negado los derechos de Dios, debemos revivir la devoción a San Miguel y con el gritar: “¡¿Quién como Dios?!”

San Francisco de Sales: “La veneración a San Miguel es el mas grande remedio en contra de la rebeldía y la desobediencia a los mandamientos de Dios, en contra

del ateísmo, escepticismo y de la infidelidad.”

Precisamente, estos vicios son muy evidentes en nuestros tiem-pos. Mas que nunca en nuestra era actual necesitamos la ayuda de San Miguel en orden a mante-nernos fieles en la Fe. El ateísmo y la falta de fe han infiltrado todos los sectores de la sociedad humana. Es nuestra misión como fieles católicos confesar nuestra fe con valentía y gozo, y demostrar con celo nuestro amor por Jesucristo.

Como individuos, como naciones, como Iglesia, estamos en gran batalla espiritual. Es nuestro deber de amor usar todas las armas espirituales para batallar con amor,

fortaleza y astucia. La Virgen dijo a la Venerable María Agreda: “Mi hija, no hay palabras humanas que puedan describir el horror del mal que hay en Lucifer y en sus secua-ces; y como sus dardos están diri-gidos a la destrucción del hombre. Su gran malicia, su astucia, sus mentiras, sugerencias, sus insi-nuaciones y tormentos se dirigen a la mente y al corazón humano. El trata de aplastar toda obra buena, de destruirla, de esconderla. Toda la malicia que su mente es capaz de poseer quiere inyectarla en las almas. Contra estos ataques, Dios da su admirable protección, si el hombre tan solo cooperara y correspondiera.

En 1994, antes de la Conferencia

en el Cairo, donde se libraba una gran batalla entre la luz y la oscuri-dad; donde se determinaban temas de gran impacto para el futuro moral y social de la humanidad, su S. S. Juan Pablo II, pidió a todos los fieles católicos, que rezáramos la oración de San Miguel por la intención de esa conferencia.

Si en tiempo de tentación, tene-mos el coraje de reprender al maligno y clamar la asistencia de San Miguel, el príncipe de la milicia celestial, el enemigo por seguro saldría huyendo. Si desea-mos tener su protección, debemos imitar sus virtudes, especialmente su humildad y su celo por la gloria de Dios.

¿Por qué necesitamos a San Miguel en estos tiempos?

Estamos convencidos de que la invocación a San Miguel Arcángel para obtener su pro-tección es necesaria en la victoria de la Igle-sia sobre los ataques satánicos en contra de millones de vidas inocentes que caracteriza al mundo moderno. Por favor únanse des-pués de cada Misa, invocando la protección de San Miguel Arcángel por las siguientes intenciones: por el respeto de la vida desde la concepción natural hasta su muerte natu-ral, por la justicia social, por la conversión de los pecadores, por la libertad religiosa, por la familia natural (hombre y mujer), por la con-versión de los poderosos y por las intenciones de nuestro Santo Padre.

Anécdota: San Anselmo cuenta de un reli-gioso piadoso que a punto de morir recibía grandes asaltos del demonio. El demonio se le apareció acusándole de todos los pecados que había cometido antes de su bautismo (tardío). San Miguel se aparece y le responde que todos esos pecados quedaron borrados con el Bautismo. Entonces Satanás le acusa de los pecados cometidos después del Bau-tismo. San Miguel le contesta que estos fueron perdonados en la confesión general que hizo antes de profesar. Satanás, entonces, le acusa de las ofensas y negligencias de su vida reli-

giosa. San Miguel declara que esos han sido perdonados por sus confesiones y por todos los buenos actos que hizo durante su vida reli-giosa, en especial la obediencia a su superior, y que lo que le quedaba por expiar lo había hecho a través del sufrimiento de su enferme-dad vividos con resignación y paz.

En los escritos de San Alfonso de Ligo-rio encontramos: “Había un hombre polaco de la nobleza que había vivido muchos años en pecado mortal y lejos de la vida de Dios. Se encontraba moribundo y estaba lleno de terror, torturado por los remordimientos, lleno de desesperación. Este hombre había sido devoto de San Miguel Arcángel y Dios en su misericordia permitió que este arcángel se le apareciera. San Miguel le alentó al arrepenti-miento, diciéndole que había orado por el y le había obtenido mas tiempo de vida para que lograra la salvación. Al poco rato, llegan a la casa de este hombre dos sacerdotes domi-nicos, que dijeron se les había aparecido un extraño joven pidiéndoles que fueran a ver a este hombre moribundo. El hombre se con-fesó con lágrimas de arrepentimiento, recibió la Santa Comunión y en brazos de estos dos sacerdotes murió reconciliado con Dios.

Oracion a San MiguelEn español

San Miguel Arcángel, defiéndenos en

la batalla. Sé nuestro amparo contra la

perversidad y asechanzas del demonio.

Reprímale Dios, pedimos suplicantes,

y tú, Príncipe de la Milicia Celestial,

con el poder Divino

lanza al infierno a Satanáz

y a los demás espíritus malignos

que andan dispersos por el mundo

para la perdición de las almas. Amén.

Page 16: Edicion ene-feb-09

16 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada • Tel: (450) 469-2209 – (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcángel • www.periodicosanmiguel.org

enero - febrero 2009

El Ocultismo está sutilmente invadiendo las vidas de la parte más influyente de nuestra cultura; nues-tros jóvenes. Es realmente una grave amenaza que tiene consecuencias a largo plazo sociales, econó-micas y emocionales. Los jóvenes son atraídos en esta falsa religión a través de los medios de comu-nicación, especialmente por las industrias del cine, la música y la televisión. Todos estos grupos están unidos en forzar la agenda de lo oculto a la impresio-nable y estática población de nuestras futuras gene-raciones. El ocultismo hoy en día permanece como un virus oculto que realiza sus propósitos de reclutar a la juventud para que siga las ideologías de la Nueva Era. Esto es también un ataque directo a la juventud Católica de nuestros días.

“Oculto” es: escondido, ignorado, que no se da a conocer ni se deja ver ni sentir y ciertas prácticas como el Satanismo, el fetichismo, las magias blanca y negra, el espiritismo, la adivinación, la brujería, y muchas más. Todo lo que es oculto y/o secreto siem-pre apunta a Satanás ya que el trabaja en la obscuri-dad del pecado y odia la luz de la verdad.

Muy a menudo las personas caen en las redes de las ideologías del ocultismo simplemente porque no conocen nada sobre ellas y esto aplica especial-mente a los jóvenes. La atracción de un estilo de vida “diferente” y la sensación de poder sobre su destino es algo que les atrae debido a nuestra tendencia humana al orgullo. Adán y Eva cayeron en el Jardín del Edén luego que Satanás en forma de serpiente les dijo: “serán como dioses”. Sabemos cual fue el resultado del pecado de orgullo, y hasta nuestros días, todo ser humano experiencia sus efectos. Para poder pelear con la tentación es necesario que nos humillemos admitiendo que no tenemos el control de nuestras vidas y que solamente Dios tiene la llave para nuestra salvación eterna.

La cultura popular de nuestros días está encau-sada en promover y publicitar todo lo que atraiga a la gente más cerca de Satanás. El usa estos métodos en formas y caminos diversos, pero todos tienen por detrás, la misma ideología: el orgullo.

Recientemente me fui a una tienda llamada “Hot

Topic” (Temas Calientes) que es visitada asiduamente por gente joven. La cantidad de propaganda sobre el ocultismo que se encuentra allí es impresionante. La música que se escuchaba era intensa y estridente y los jóvenes que trabajaban allí tenían una mirada per-dida y abstracta. Los jóvenes hoy en día están siendo “formados” y cultivados para que admiren e imiten a los artistas del “nuevo” culto y a las “estrellas” de la música Satánica. Incluso la ropa es diseñada con simbolismos que promueven esta cultura de la muerte. Ustedes mismas mamás, pueden ir a cual-quier tienda de diseño de modas para jóvenes de 18 años y encontrarán muchos símbolos que les dicen a los jóvenes en una forma muy sutil y perversa que el ocultismo no es peligroso y que sólo es un diseño de camiseta. La música es usada también pesadamente como una herramienta que manipula las emociones subliminalmente que promueve el suicidio, el uso de las drogas y muchas formas de comportamiento vio-lento.

Los jóvenes preguntan; “¿Por qué no puedo escu-char cualquier tipo de música que yo quiera?”. La res-puesta es simple. La música arranca una respuesta emocional de las personas. Escuchamos música para relajarnos; en las fiestas nos da un sentido de celebración, puede incluso excitar sentimientos y emociones de diferentes tipos. La música puede también, en consecuencia, darnos sentimientos de depresión o de desesperación y producir en nosotros una mirada sombría y morbosa de la vida. Cuando la música que escuchamos, promueve y estimula con sus líricas un comportamiento depresivo puede lle-varnos a caer en la tentación del suicidio.

En la literatura nos encontramos con las series de Harry Potter escritas por J.K. Rowling que promueve el ocultismo. Estas series fueron condenadas por el Papa Benedicto XVI en marzo de 2005, cuando el todavía era Cardenal. El escribió una carta a Gabriele Kuby, crítica literaria, en apoyo a su oposición a éstas series y específicamente señalo el hecho de que los peligros escondidos en los libros de Harry Potter le preocupan mucho. “Es muy bueno que usted nos haya dado luz y nos informe sobre el problema de Harry Potter ya que estas son seducciones sutiles que son a duras penas evidentes y precisamente por

esto afecta profundamente (a los niños) y corrompen la fe cristiana en las almas incluso mucho antes que ésta (la Fe) pueda crecer apropiadamente.” (Copias de esta carta la pueden encontrar en el Internet).

El Padre Gabriel Amorth, principal exorcista del Vaticano añadió su propia condenación a los libros, diciendo; “Detrás de Harry Potter se esconde la firma del rey de la obscuridad, el demonio.” El exorcista, con décadas de experiencia en combatir directamente al demonio, explico que los libros de J.K. Rowling contienen innumerables referencias positivas a lo mágico, “el arte satánico.” El notó que los libros tratan de crear una falsa distinción entre la magia blanca y negra, cuando en verdad ésta distinción “no existe, ya que la magia es siempre una vuelta al demonio.”

La lista de paralelos entre el mundo semi-fantasioso de Harry Potter y la vida real del mundo del ocul-tismo antiguo y moderno son interminables. No hay duda que J.K. Rowling sabe lo que escribe.

De hecho, en una entrevista en la radio, una llamada de un ferviente curioso le preguntó a Rowling si ella era miembro del “Club”. Cuando ella contestó con un inesperado “No”, el curioso le dijo: “Usted ha hecho muy bien su trabajo”. Ésta persona luego expresó su profundo amor por los libros de Harry Potter ya que éstos no solamente dibujan sus propias creen-cias positivamente si no que están haciendo que su nuera se sienta más cómoda con su envolvimiento en brujería real. Una bruja anterior en el programa dijo: Yo puedo hablar con autoridad cuando digo que he examinado los trabajos de Rowling y que los libros de Harry Potter son manuales de entrenamiento en lo oculto.”

El Gran Maestro francés de la Masonería, Pierre Dangle, escribió en 1986: “El día está pronto en llegar cuando la francmasonería establezca sus símbolos como emblemas, cuando emerja del plan esotérico al exotérico.” Esto ha sido un hecho durante los últimos 30 años. Podemos ver en los cientos de símbolos Masónicos que son exhibidos públicamente en toda esfera de la vida moderna: Logos de compañías, pro-gramas de la TV para niños, en la industria de alta tecnología y un gran etcétera. La Francmasonería (que es una religión de lo oculto) ha sido condenada fuertemente por la Iglesia Católica a través de los siglos y los Papas siempre han hablado en su contra. Los Católicos tienen prohibido entrar en estas socie-dades secretas bajo el riesgo de un pecado grave.

El Catecismo de la Iglesia Católica también prohíbe cualquier contacto con lo oculto. Numeral 2117: “Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrena-tural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud -, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demo-nios. Llevar amuletos es también reprensible. El espi-ritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llama-das tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.”

Pidamos a María Santísima, la Madre de nuestro Señor y Salvador las gracias de evitar todo contacto con lo oculto y si hemos sido atrapados en ello, la Gracia de dejarlo. La Iglesia nos ha dado muchas vías para combatir a Satanás, a través de la Santa Misa, el Santo Rosario, la Confesión, con la lectura de las vidas de los Santos, haciendo la oración de exorcismo de San Miguel Arcángel, etc. Siempre recuerden que Jesús nos espera con los brazos abiertos. El anhela tu alma, para que sea libre para amarlo otra vez y El te dará todo lo necesario para ayudarte y darte consuelo para que lleves tu cruz con paciencia y fortaleza.

Marie Anne Jacques

Letania de la HumildadCardenal Rafael Merry del Val

Satanás ataca a la Juventud

Jesús manso y humilde de Corazón, Óyeme.-Del deseo de ser lisonjeado, Líbrame Jesús-Del deseo de ser alabado,

-Del deseo de ser honrado,

-Del deseo de ser aplaudido,

-Del deseo de ser preferido a otros,

-Del deseo de ser consultado,

-Del deseo de ser aceptado,

-Del temor de ser humillado,

-Del temor de ser despreciado,

-Del temor de ser reprendido,

-Del temor de ser calumniado,

-Del temor de ser olvidado,

-Del temor de ser puesto en ridículo,

-Del temor de ser injuriado,

-Del temor de ser juzgado con malicia, Líbrame Jesús-Que otros sean más estimados que yo, Jesús dame la Gracia de desearlo-Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse,

-Que otros sean alabados y de mí no se haga caso,

-Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil,

-Que otros sean preferidos a mí en todo,

-Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda, Jesús dame la gracia de desearlo.