economía del perú en los siglos xvii y xviii

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Economía del Perú en los siglos XVII Y XVIII 5. Economía La economía colonial se desarrolló a partir de los modelosoccidentales, en los que el tributo y el salariodeterminaban la relación con el poder en este campo . Para ello utilizó en su provecho la estructura organizada por el Estado inca, aunque no incorporó los elementos clave de este modelo, basado en la redistribución y la reciprocidad que, sin embargo, se mantuvieron vigentes entre la población indígena. Los tributos fueron cobrados inicialmente a través de los encomenderos (época durante la cual predominó el cobro en especies), pero a partir de 1565 esta función recaudadora la realizaron los corregidores de indios, que en el siglo XVIII fueron sustituidos por los intendentes. La economía colonial se organizó fundamentalmente en torno a la mineríay sus centros de producción atrajeron la mayor parte de la actividad comercial. La producción de plata tuvo una especial importancia tras el descubrimiento del cerro Rico de las minas de Potosí en 1545, aunque en esas fechas ya funcionaban otros de importancia en Porco, Puno, Caylloma y Cerro de Pasco. Las rentas producidas por la minería alcanzaron sumas muy elevadas, a pesar de la existencia de una continua actividad ilegal que facilitaba la extracción fraudulenta del mineral y su comercialización al margen tanto de los registrosoficiales como del pago del quinto real. La mayor parte de la mano de obra empleada en estos trabajos procedía de los turnos forzosos establecidos por el sistema de la mita, en los que participaban indígenas procedentes de diferentes regiones. En tiempos del virrey Francisco de Toledo, la mita de Potosí tenía asignadas las provincias de Porco, Chayanta, Paria, Carangas, Sicasica, Pacajes, Omasuyos, Paucarcolla, Chucuito, Cavana, Cavanilla, Quispicanchis, Azángaro, Asillo, Canas y Canchis. Algunos indígenas consiguieron librarse de participar en la mita mediante un pago realizado a sus responsables directos; por esta razón recibieron el nombre de ‘indios de faltriquera’. Los mitayos realizaron también trabajos en la agricultura, la ganadería, los obrajes y la construcción. La agricultura de tipo europeo se desarrolló en principio en torno a los centros urbanos y, posteriormente, se fue ampliando a los valles, en los que se extendió el cultivo del algodón, la caña de

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Economía del Perú en los siglos XVII Y XVIII

5. Economía

La economía colonial se desarrolló a partir de los modelosoccidentales, en los que el tributo y el salariodeterminaban la relación con el poder en este campo. Para ello utilizó en su provecho la estructura organizada por el Estado inca, aunque no incorporó los elementos clave de este modelo, basado en la redistribución y la reciprocidad que, sin embargo, se mantuvieron vigentes entre la población indígena. Los tributos fueron cobrados inicialmente a través de los encomenderos (época durante la cual predominó el cobro en especies), pero a partir de 1565 esta función recaudadora la realizaron los corregidores de indios, que en el siglo XVIII fueron sustituidos por los intendentes.

La economía colonial se organizó fundamentalmente en torno a la mineríay sus centros de producción atrajeron la mayor parte de la actividad comercial. La producción de plata tuvo una especial importancia tras el descubrimiento del cerro Rico de las minas de Potosí en 1545, aunque en esas fechas ya funcionaban otros de importancia en Porco, Puno, Caylloma y Cerro de Pasco. Las rentas producidas por la minería alcanzaron sumas muy elevadas, a pesar de la existencia de una continua actividad ilegal que facilitaba la extracción fraudulenta del mineral y su comercialización al margen tanto de los registrosoficiales como del pago del quinto real. La mayor parte de la mano de obra empleada en estos trabajos procedía de los turnos forzosos establecidos por el sistema de la mita, en los que participaban indígenas procedentes de diferentes regiones. En tiempos del virrey Francisco de Toledo, la mita de Potosí tenía asignadas las provincias de Porco, Chayanta, Paria, Carangas, Sicasica, Pacajes, Omasuyos, Paucarcolla, Chucuito, Cavana, Cavanilla, Quispicanchis, Azángaro, Asillo, Canas y Canchis. Algunos indígenas consiguieron librarse de participar en la mita mediante un pago realizado a sus responsables directos; por esta razón recibieron el nombre de ‘indios de faltriquera’. Los mitayos realizaron también trabajos en la agricultura, la ganadería, los obrajes y la construcción.

La agricultura de tipo europeo se desarrolló en principio en torno a los centros urbanos y, posteriormente, se fue ampliando a los valles, en los que se extendió el cultivo del algodón, la caña de azúcar, la vid, el olivo y algunos cereales como el trigo y la alfalfa.

La producción de coca tuvo una importancia capital, extendiéndose su cultivo a grandes áreas por su elevado consumo, especialmente en las zonas mineras, y los numerosos beneficios económicos que generaba. Algo similar sucedió con la producción textil, que se incluyó entre los tributos al tiempo que se comercializaba dentro y fuera del virreinato.

El curaca de Tacna Diego Caqui ha sido puesto como ejemplo de la incorporación al sistema de producción y comercio de tipo occidental introducido por los españoles. Fallecido en 1588, en esas fechas poseía 110 cepas de vid, una fábrica de vino y otra de odres, con mano de obra

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especializada y pagada con salario, ganado para el transporte terrestre y dos fragatas y un balandro para el comercio que llevaba hasta Chile y a Panamá.

El comercio se centró fundamentalmente en el abastecimiento de productosdestinados al consumo de la sociedad colonial. Los conceptos mercantiles, inexistentes en la sociedad andina, fueron aplicados a productos de una larga tradición en el mundo indígena, como el cultivo de la coca, que se desarrolló en grandes extensiones destinadas al mercado y muy especialmente al consumo en las áreas mineras. El comercio interregional se realizó a través de las vías de comunicacióninterior que, en el caso de la puna, aprovechaba los caminos abiertos por los incas. Esta comunicación también ponía en contacto los centros urbanos del altiplano con áreas del norte de los actuales estados de Argentina y Chile, mientras que en los valles daba lugar a nuevos caminos que confluían en poblaciones que se convirtieron en centros de distribución hacia la sierra y el altiplano, como sucede con Juli. En otros casos, la búsqueda de una salida hacia el Atlántico hizo que ciudades como Salta, Córdoba o Tucumán (en la actual Argentina), se convirtieran en piezas clave del comercio interior y exterior.

Las vías oficiales del comercio marítimo estuvieron muy controladas por el monopolio de la monarquíaespañola, que reglamentó de forma estricta la comunicación comercial entre los virreinatos en defensa de sus intereses. Sin embargo, la relación se mantuvo por medio del contrabandode productos locales y extranjeros, que abastecían con normalidad las necesidades de la sociedad colonial. Panamá, Guayaquil y Callao fueron los tres puertos más importantes del Pacífico relacionados con el virreinato del Perú. El productomás importante que se transportó a lo largo de esta ruta fue la plata procedente de Potosí, que llegaba a Lima tras un largo recorrido a través de Juli, Arequipa y los puertos de Islay o de Arica. En la capital virreinal era almacenada a la espera de la formación de la Flota del mar del Sur, creada para su protección y transporte, y trasladada hasta Panamá, desde donde iniciaba su camino a España integrándose en la Flota de las Indias.

Este repetido envío de grandes cantidades de plata por mar se convirtió desde el primer momento en objetivode las acciones de piratas y corsarios, que atacaban a la flota durante su trayecto, y a la ciudad de Lima y al puerto del Callao, durante el periodo en que la plata estaba depositada en las Cajas Reales antes de emprender el viaje. La monarquía intentó proteger este trayecto, de vital importancia, con la fortificación de los puntos estratégicos de la navegación por el Pacífico sur y su entrada por el cabo de Hornos.

El siglo XVII fue el virreinato del Perú un periodo de consolidación económica que le permitió convertirse en el más importante de América. A pesar de que la mina de Potosí no volvió a registrar las exportaciones de plata que alcanzó en la década de 1590, la economía peruana tuvo un desarrollo notable, gracias a la expansión de la agricultura, la ganadería y por la multiplicación de los centros obrajeros, principalmente en el sur del virreinato. Este crecimiento se debió en parte a la retención del circulante que debía ser enviado a las arcas reales y también al crecimiento del comercio directo, es decir contrabando,

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con países enemigos de España. Por otro lado, el miedo a corsarios y piratas hizo que las autoridades peruanas optaran por no enviar plata por mar, sino que la utilizaran en gastos de defensa y mantenimiento de la armada.

Por su parte, España no tuvo una conducción eficiente tras la muerte de Felipe II. Los reyes que le sucedieron no tuvieron acertadas decisiones en su política exterior, sumiendo a España en una larga guerra (La Guerra de los 30 años), que la alejó de sus colonias, y que permitió el afianzamiento de las elites americanas.

El último rey de la dinastía de los Habsburgo, Carlos II, llamado "El Hechizado", gobernó por casi 40 años, pero su permanente estado enfermizo y su poca capacidad para sacar adelante a España de la crisis en la que se encontraba a fines del siglo XVII, permitieron que la nobleza española, conducida por sus nobles o "Grandes", tomara realmente el poder a través de las Cortes. Mientras tanto, en el Perú la elite afianzó su condición durante este siglo y los criollos lograron ingresar al mundo administrativo a través de la compra de cargos. Sin embargo, todos estos "derechos" ganados por los criollos serían recortados con la aplicación de las Reformas Borbónicas durante el siglo XVIII.

b) Subperiodo 1593-1650

Se desarrolla la economía formal y la informal. La producción informal copaba gran parte del mercado y competía con las mercaderias venidas en los galeones desde España, los empresarios de provincia no estaban de acuerdo con el monopolio de Lima, por ello fomentaron el contrabando.En este subperiodo se establecieron bancos inormales en Lima, los cuales fueron obligados a regularizarse con las Recopiladas Leyes de Castilla y la legislación del Cabildo de Lima. Al formalizarse los nuevos banqueros no podían hacer prestamos, pero si giraban pagarés, los cuales eran sobregirados y sobre ello se establecía un interes. Entre la primera mitad del siglo XVII nacieron los circuitos de producción y comercio.

Los hacendados crearon una especie de señorio en sus propiedades, ellos fundaron capillas y construyeron Iglesias. A inicios del siglo XVII entonces nació el área geopolítica del Bajo Perú. La minería también se desarrollo en el bajo Perú debido a la necesidad de monetario , las minas locales proveían del 50% de la plata que circulaban en el actual Perú.

Organización económica del virreinato [editar]

La economía virreinal sustento su estructura en:

La minería [editar]

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Imagen del Potosí durante el Virreinato del Perú

Fue la actividad preferente en el virreinato, por lo menos durante el siglo XVI y gran parte del XVII, para empezar a decaer en el siglo XVIII. Dentro de la actividad minera en la colonia se distinguen dos momentos: El primero que va hasta el establecimiento de la organización virreinal, caracterizado por un sistema de extracción intensiva del metal en base a una febril actividad de la superficie, desmantelamiento, apropiación, y reparto de las riquezas del antiguo Perú. El segundo presentado por el ordenamiento económico que empieza con las Ordenanzas de 1542.

Las mejores minas, por su calidad y rendimiento fueron de propiedad del Estado Español. Las minas más pequeñas, en cambio, fueron explotadas por particulares con la obligación de pagar como impuesto el Quinto Real, o sea, la quinta parte de la riqueza obtenida. Los principales yacimientos mineros fueron: Castrovirreyna, Huancavelica, Cerro de Pasco, Cajabamba, Contumanza, Carabaya, Cayllama, Hualgayoc, todas estas ubicadas en el actual Perú. Pero el descubrimiento más grande a nivel minero fue sin duda el yacimiento de Potosí, cuya producción se sustentó en la terrible mita minera. Se calcula que Potosí proporciono las dos terceras partes de la plata que hubo en el Perú, hasta que en 1776 pasara a formar parte del Virreinato del Rio de la Plata.

Los centros mineros fueron ciudades que rápidamente se convirtieron en emporios comerciales que engranaron todo un circuito comercial en el que se encontraban la ciudad de México (para Zacatecas y Guanajuato) y Lima (para Potosí, Cerro de Pasco y Huancavelica). Para la extracción de la plata las técnicas andinas incluían el método de la huaira, que consistía en el empleo de un horno al cual se le sometía el plomo, extrayéndose finalmente la plata. Pero esta plata era de una impureza notoria.

En México se llegó a descubrir una técnica que se aplicó en las minas de Potosí; consistió en mezclar la plata con el mercurio (llamado azogue). Luego, la plata se separaba, manteniéndose en un estado de pureza. La producción minera tuvo su auge entre 1572 a 1580 que fluctuó de 216 000 a 1.400.000 pesos anuales; pero disminuyo su ritmo extractivo al promediar el siglo XVII y ya en el siglo XVIII, su decadencia fue notoria debido, en gran parte, al

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sistema y forma empírica como se trabajaba en los centros mineros, también a la carencia de caminos para agilizar el transporte y la despoblación indígena.

Entre 1790 y 1795, según las memorias del virrey Francisco Gil de Taboada, se hallaban en explotación en su territorio (actual Perú), 728 minas de plata, 69 de oro, 4 de mercurio, 12 de plomo y 4 de cobre. Pese a que la minería era en la época una actividad desorganizada y riesgos, su auge fue tal que no menos del 40% de los yacimientos que actualmente están en operación en el Perú, ya habían sido descubiertas y trabajados en tiempos del virreinato.

Régimen comercial del virreinato [editar]

El comercio virreinal estuvo basado en el monopolio debido al carácter exclusivista y mercantilista que prevaleció en la economía. Por efecto del monopolio, solo España podía comerciar con sus colonias. Con tal propósito, se creó en Sevilla la llamada Casa de Contratación en 1503, organismo encargado de velar por el cumplimiento del monopolio. Además, en cada virreinato funcionaba una institución llamada Tribunal del Consulado, que controlaba el movimiento comercial e intervenía en todo lo relacionado a él .

Monopolio Comercial del Virreinato del Perú

En 1561, Felipe II establece que los únicos puertos para el trafico comercial fueran Sevilla en España, Veracruz, en México y Callao en el Perú, en tanto que Cartagena y Panamá eran tenido como puertos de tránsito.

En cumplimiento de esta disposición, anualmente salían de Sevilla dos grupos de barcos cargados de mercaderías y escoltados por otros barcos de la marina de guerra española. El grupo de barcos que iba a México tomaba el nombre de flota y arribaba a Veracruz. Los que venían al Perú tomaban el nombre de galeones y llegaban, primero, al puerto de Cartagena y, de allí, pasaban al puerto de Portobelo, Allí en Portobelo, se realizaba una gran feria, a la que asistían los comerciantes limeños que hacían su arribo a este lugar, mediante la llamada Armada del Mar del Sur, hasta Panamá, y, luego, por tierra, atravesaban el istmo para llegar a Portobelo . Efectuadas las compras y ventas en Portobelo, los comerciantes se embarcaban, nuevamente, en la Armada del

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Mar del Sur y arribaban al Callao, desde donde enviaban las mercaderías por tierra a los pueblos y ciudades del interior del virreinato como Arequipa, Cuzco, Charcas, Buenos Aires, Santiago y Montevideo. De esta manera, el Virreinato del Perú se convierte en eje comercial de la colonia. El Callao como puerto autorizado mantuvo sus preeminencia sobre otros puertos menores, tanto de la costa del Pacifico, como el Atlántico.

El monopolio no dio resultado para España; en cambio, fomentó el comercio ilícito, de contrabando, a cargo de ingleses, franceses y holandeses. Los barcos de los países contrabandistas arribaban a puertos menores, así como también a caletas y embarcaderos, desde donde se introducía la mercadería a los poblados aledaños y ciudades del interior del Virreinato, lugares estos en los que se daba el caso de mayor aceptación de estos productos que se expandían a un precio sumamente bajo en relación a los mismos artículos traídos por los mercaderes españoles. La mayor intensidad de este comercio ilícito se manifestó en los puertos del Atlántico, llámese Montevideo y Buenos Aires; esto es explicable por la lejanía en que se encontraban con respecto a la capital del virreinato, Lima, y al puerto de entrada autorizado que era el Callao. Se ha llegado a estimar que por cada 2 mil toneladas de comercio lícito entraban al Virreinato del Perú 13 mil toneladas ilícitas, es decir, de contrabando.

Rompieron también el monopolio comercial los terribles corsarios (que robaban para beneficiar a sus propios países o determinada nación europea), como los feroces piratas (que lo hacían para su propio provecho). Tanto corsarios como piratas fueron el terror de los mares y de los puertos españoles.

Francis Drake, famoso Corsario inglés, atacó los puertos del Virreinato del Perú, sobre todo el del Callao

Fueron famosos, en este sentido, el corsario Francis Drake que, actuando bajo la insignia de la corona inglesa en tiempos de Isabel I, atacó a puertos de América meridional, saqueó el Callao y Paita, luego se dirigió a Panamá donde

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logró acumular un gran botín, regresando a Inglaterra por la vía de Oceanía, en la época del virrey Francisco de Toledo. Todo ello determinó, que precisamente, Lima, fuera circundada de murallas y que asimismo, se construya la Fortaleza del Real Felipe o los Reales Castillos del Callao.

Entre los piratas y corsarios que atacaron las costas del virreinato peruano se cuentan:

Francis Drake (1578) Thomas Cavendish (1587) Roberto Achines (1590) Oliver de Nort (1596) Simón de Cordes (1596) Almirante Veraje (1596) Jorge Spilberg (1607) Enrique Morgan (1620) Jacobo Hermite (1624) Carlos Ciere (1670) Juan Guerin (1678) Eduardo David (1685)

Por diversas circunstancias el sistema del monopolio fue quebrantándose. Así, a la firma del tratado de Utrecht en 1713, España concedió a Inglaterra el derecho de enviar cada año a puertos coloniales del atlántico, un barco o “navío de permiso”, con 500 toneladas de mercaderías. En 1735 la misma España concedió el “navío de registro“ que, previa inscripción en los puertos españoles, llegaba a los puertos del Pacifico con mercaderías para su comercialización, hasta que el rey Carlos III, en 1778, decretó el libre comercio, por el cual otros puertos españoles y sudamericanos podían efectuar esta actividad. En virtud de esto, surgieron Valparaíso, Arica, Guayaquil, Montevideo y Buenos Aires, que disputaron la supremacía del Callao.

Organización político-administrativa del virreinato

Organismos metropolitanos

El rey de España

Era la suprema autoridad de España y sus colonias, cuyo gobierno fue de corte absoluta. El rey tenía la facultad legislativa exclusiva, que se traducían en reales cédulas, reales órdenes, podía declarar la guerra, firmar la paz, administrar justicia y acuñar monedas. En el transcurso de los tres siglos que existió el virreinato del Perú, se sucedieron once monarcas agrupados en dos dinastías:

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Felipe II de España

Casa de Habsburgo (dinastía de origen austríaco)

Carlos I (1542 [ 1 ] - 1556) Felipe II (1556 - 1598) Felipe III (1598 - 1621) Felipe IV (1621 - 1665) Carlos II (1665 - 1700)

Casa de Borbón (dinastía de origen francés)

Felipe V (1700 - 1724) Luis I (1724) Felipe V (1724 - 1746) Fernando VI (1746 - 1759) Carlos III (1759 - 1788) Carlos IV (1788 - 1808) Fernando VII (1808 [ 2 ] - 1824 [ 3 ] )

El Consejo de Indias

Máximo organismo peninsular que, tenía a cargo todo lo concerniente a la política administrativa, judicial y el ejercicio del patronato eclesiástico, en última instancia, todo aquello que pudiera presentarse en tierras de la América hispana.

Organismos locales

Fueron organismos que funcionaron en la misma colonia para ejecutar las disposiciones emanadas de España. Fueron los siguientes:

El virrey

Artículo principal: Virrey del Perú

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Era el representante personal del Rey de España en el virreinato: su “álter ego”, es decir, “su otro yo”. Como suprema autoridad del virreinato fue el encargado de impartir justicia, administrar el tesoro público y velar por la evangelización de los indígenas. El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de Indias, aunque muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de los posibles virreyes. El virrey del Perú residía en la ciudad de Lima, en el suntuoso palacio de los virreyes, rodeado de una brillante corte, en medio de gran lujo y riquezas y resguardado por una guardia de honor. Durante la existencia del Virreinato del Perú gobernaron 40 virreyes.

Las audiencias

Grabado de Felipe Huamán Poma de Ayala representando a la Real Audiencia de Lima

Las audiencias tenían como función principal la administración de justicia, en calidad de segunda instancia en los juicios o procedimientos judiciales, a nivel de cortes superiores. Asimismo, ejercían funciones políticas, es decir, facultades propiamente de gobierno, pues la Audiencia actuaba como asesor del virrey, por lo que muchas veces absolvió las consultas formuladas por el virrey. De igual manera, fue la encargada de tomar las riendas del virreinato cuando el virrey se encontraba enfermo o moría repentinamente. Según su categoría, las audiencias eran de dos clases: Audiencias Virreinales, de mayor rango, presididas por el virrey, tal fueron los casos de la audiencia de Lima y México, que tenían bajo su autoridad a las otras audiencias del mismo virreinato, denominadas Audiencias Subordinadas.

En el virreinato se establecieron ocho extensas Reales Audiencias, que fueron los máximos tribunales dentro del mismo. Estas audiencias fueron las siguientes:

Real Audiencia de Panamá (1538)

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Real Audiencia de Lima (1543) Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá (1549) Real Audiencia de La Plata de los Charcas (1559) Real Audiencia de Quito (1563) Real Audiencia de Chile (1563-1573; 1606) Real Audiencia de Buenos Aires (1661-1672; 1776) Real Audiencia de Cuzco (1787)

En Lima la Audiencia fue presidida por el virrey y estuvo conformada por los oidores (de número variable llegando a tener durante varios años hasta 12 miembros), dos fiscales, un alguacil mayor, un teniente del Gran Canciller y numeroso personal subalterno.

Los corregimientos [editar]

Los corregimientos fueron divisiones administrativas y territoriales de la corona española en el Perú. En 1569 el gobernador y capitán general (no era virrey) Lope García de Castro creó los corregimientos de indios subordinados a los corregimientos de españoles. Los corregimientos fueron gobernados por un alto funcionario nombrado, mayormente, por el Consejo de Indias, denominado corregidor. Los corregimientos tenían facultades políticas (conservaban el orden y la buena marcha del corregimiento), administrativas (cobraban el tributo de los habitantes que vivían en la jurisdicción) y judiciales (hacían cumplir las leyes y resolvían los pleitos surgidos entre los indígenas).

Las intendencias [editar]

Los corregimiento fueron suprimidos en 1784, por Carlos III, como consecuencia de la revolución de Túpac Amaru II y reemplazados por las Intendencias.

Los cabildos [editar]

Denominados también, ayuntamiento, municipalidad o consejo municipal, fue una institución de origen español que se trasplantó a América. El cabildo tenía múltiples atribuciones administrativas. Entre ellas les correspondía administrar arbitrios, presidir espectáculos públicos, organizar fiestas pomposas al llegar los nuevos virreyes, vigilar el aseo de la ciudad, inspeccionar las calles y organizar la baja policía. Se distinguen tres tipos de cabildo: correspondiente a las villas y lugares, las ciudades diocesanas y las ciudades metropolitanas.

En las villas, se constituían por un alcalde ordinario, elegido anualmente en un acto presidido por el corregidor y cuyos cargos podían ser comprados o heredados; cuatro regidores, un alguacil y un mayordomo. En las ciudades diocesanas: alcalde elegible, ocho regidores, dos fieles ejecutores, dos jurados o diputados de cada parroquia, un procurador general, un mayordomo, un escribano de consejo, dos escribanos públicos, un escribano de minas y otro de registro, un pregonero mayo, un corredor de lonja y dos porteros.

En las ciudades metropolitanas: elegidos entre los encomenderos y entre los vecinos notables que no ejerciesen otros cargos incompatibles, 12 regidores (en México fueron 15 y en Lima llegaron a ser 18) y los demás oficiales

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perpetuos. Los alcaldes ordinarios eran elegidos por los regidores mediante votación secreta que en Lima era presidida por el virrey. Los regidores eran elegidos por el virrey con la autorización del monarca o por elección del cabildo.

Autoridades indígenas: el curaca y el varayoc [editar]

Las autoridades del gobierno español creyeron conveniente seguir contando con los servicios antiguos dirigentes incas a nivel de pueblos y de ayllus, para que la dominación sobre los Andes fuese más rápida y efectiva. Una institución andina ancestral que usaron con eficacia fue el curacazgo, costumbre milenaria de constituir un jefe para cada ayllu o comunidad: el curaca, instituido bajo el nombre de cacique, palabra centroamericana equivalente al curaca.

Los curacas, que durante el Tahuantinsuyo rindieron cuenta al apunchic incaico (enviado por el inca), durante el virreinato debieron rendir cuenta al corregidor español (enviado por el rey de España). Otra institución incaica utilizada fue el varayoc, autoridad civil encargada de gobierno administrativo del pueblo, la cual, a similitud de los alcaldes velaba por el correcto desenvolvimiento del caserío o poblado.

3. 1. Productos traídos por los españoles

Ganado: vacuno, lanar, caprino, porcino Cereales: trigo, arroz, cebada, centeno Otros vegetales: lentejas, frijoles, lechugas, col, espinaca, apio, espárrago,

zanahoria, nabo, betarraga, rábanos, naranja, limón, etc.

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3. 4. Los obrajes

Obraje en el Virreinato del Perú

Artículo principal: obraje

Fueron centros laborales de gran importancia en el Virreinato dedicados a la manufactura de textiles e hilos de lana, algodón y cabuya. El primer obraje fue

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instituido por Antonio de Ribera en 1545. Su número creció rápidamente debido a que las vestimentas tenían gran demanda entre los indígenas mineros (de diferentes calidades: bayetas, jergas, frazadas, alforjas, medias, sombreros, costales). Su producción no pudo superar lo artesanal porque el monopolio peninsular no dejaba que se expandiera o elaborara productos de mejor calidad dentro de sus colonias.

4. La Iglesia en el Virreinato

4. 1. Ambiente religioso

Corpus Christi en el Cuzco.

El Virreinato Peruano se caracterizó por el profundo espíritu religioso, especialmente en el siglo XVII. Prueba de ello es que por esa época, Lima, con 26 000 habitantes, ya contaba con 19 iglesias y monasterios y que el 10% de esa población estaba constituido por sacerdotes, canónigos, frailes y monjas, que penetraron profundamente en la vida del pueblo, en cuyas familias era casi una actitud tradicional destinar a uno de los hijos para el sacerdocio y observar rigurosamente las prácticas del rezo y del rosario a la hora del Ángelus y las asistencias a las diversas actividades de culto.

Fundada Lima, se estableció un obispado en 1541 que, en 1548, fue elevado a la categoría de arzobispado, durante el gobierno del pacificador don Pedro de la Gasca. Este arzobispado tenía bajo su mandato a todos los demás obispados que, por entonces, funcionaban en toda América del Sur, y eran el obispado de Cuzco, Panamá, Papayán, Quito, Charcas y Paraguay. El primer arzobispo fue fray Jerónimo de Loayza hasta que, en 1581, fue nombrado como arzobispo fray Toribio Alfonso de Mogrovejo, considerado el verdadero organizador del sistema eclesiástico en el virreinato, para cuyo efecto reunió en Lima dos

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concilios provinciales. De acuerdo a esto la Iglesia Peruana se organizó en arzobispados, obispados y curatos. Se contaba también con los curas doctrineros en las reducciones.

4. 2. Las órdenes religiosas

Basílica y Convento de San Francisco, en la ciudad de Lima perteneciente a la orden de los Franciscanos.

Eran organizaciones de la Iglesia Católica que, bajo la advocación de un santo, tuvieron como tarea el adoctrinamiento de los indígenas dispersos por todo el virreinato. Todos ellas fundaron conventos y monasterios, y edificaron hermosas iglesias en Lima y otras ciudades del Perú.

Las órdenes religiosas que se establecieron en el Perú fueron la Orden de Predicadores (dominicos), la Orden de Frailes Menores (franciscanos), la Orden de la Merced (mercedarios), la Orden de San Agustín (agustinos) y la Compañía de Jesús (jesuitas).

4. 2. 1. Dominicos

La Orden de Predicadores fue la primera en llegar al Perú con fray Vicente Valverde en 1532 (destacada actuación en la captura del inca Atahualpa y primer obispo del Cuzco). Su primer convento lo construyó sobre el templo inca del Coricancha, (Cuzco); fundó en Lima la Universidad de San Marcos (1551), e implementó inicialmente el tribunal de la Santa Inquisición. Destacó por su defensa de las poblaciones andinas, siguiendo la lucha del fraile dominico Bartolomé de las Casas, y por su gran labor de adoctrinamiento de

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las poblaciones indígenas (fray Domingo de Santo Tomás fue la primera persona en estudiar el quechua).

4. 2. 2. Franciscanos

La Orden de Frailes Menores llegó al Perú en 1533, dedicándose especialmente a las misiones, es decir, a la difusión del Catolicismo en el virreinato. Llegó a instalar conventos en Arequipa, Huamanga, Trujillo, Chachapoyas y otras ciudades (construyeron el Convento de Ocopa, en Huancayo). Fue una de las órdenes que más trabajó con misiones a las inhóspitas regiones de la selva.

4. 2. 3. Mercedarios

La Orden de la Merced (mercedarios) llegó al Perú en 1533 y su centro de operación fue la ciudad de Lima. Explotó bienes inmuebles incursionando en las haciendas y otro tipo de negocios (repartimientos, encomiendas). Logró controlar la Santa Inquisición desde mediados del siglo XVIII.

4. 2. 4. Agustinos

La Orden de San Agustín arribó en 1551 y se instaló en Lima y en varias partes del virreinato peruano, principalmente en la Sierra, extendiéndose incluso hasta el Alto Perú (actual Bolivia). Tomaron a su cargo el célebre santuario de Copacabana, a orillas del Lago Titicaca, a partir del cual predicaron con gran eficacia la doctrina católica a las poblaciones indígenas de sur andino.

4. 2. 5. Jesuitas

La Compañía de Jesús llegó al Perú en 1568, como una organización moderna y poderosa, al servicio de la Contrarreforma, es decir, a la lucha contra los protestantes europeos. Con ese antecedente, tuvo gran empuje en su labor misional en el Perú, asumiendo con gran éxito la administración de haciendas y fundando multitud de colegios (también incursionaron en el estudio del quechua, además del aymará). Con los años, esta labor adquirió gran prestigio e influencia en los ámbitos políticos, culturales y económicos locales. Los jesuitas fueron expulsados por España y sus colonias por orden de Carlos III (1768), preocupado por el poder que ejercían y las posiciones sobre las libertades políticas que dejaban entrever. Esto constituyó un rudo golpe para la cultura y economía del virreinato.

4. 3. Proceso de evangelización

La labor evangelizadora en el Virreinato Peruano empezó el mismo día que los españoles arribaron a estas tierras y emprendieron su empresa de conquista. La evangelización se dio de manera paulatina a media que llegaban las órdenes religiosas, pero también con cierto desorden pues la dispersión de los misioneros impedía una eficaz labor centralizada. Las primeras acciones importantes de evangelización empezaron después del primer Concilio Limense en 1551. La primera medida a tomar fue el bautizo de indígenas, que

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en el acto debían abandonar las prácticas idólatras y todas las formas que iban contra las leyes eclesiásticas y contradecían los mandamientos católicos.

En el segundo Concilio Limense (1567-1568) se retoma la idea de destruir las huacas y de colocar en su lugar cruces o levantar una iglesia o ermita en caso que la huaca haya sido un importante lugar de culto.

El Tercer Concilio Limense (1582-1583) marcó un cambio significativo en la evangelización peruana. Lo nuevo fue en materia de textos y catecismos. Las distintas órdenes debían utilizar los mismos materiales de enseñanza y adoctrinamiento. Para ello se debía conocer a fondo la lengua quechua (y sus variantes). Los jesuitas fueron los más entusiastas con esta nueva metodología de evangelización debido a que el catecismo era una de sus principales virtudes.

Sin embargo, a principios del siglo XVII los sacerdotes aún estaban quemando momias incaicas y descubriendo llamas destinadas a un sacrificio entre las andas de los santos. Fue entonces que el intento de extirpación de idolatrías se hizo más rigurosa: los curas destruyeron todo objeto incaico considerado hereje, se obligó a los indios a asistir a misa bajo pena de azote y a bautizar a sus hijos con nombres cristianos, se estableció castigos y penas severas contra de los idólatras andinos, se persiguió a hechiceros y brujos, etc.

4. 4. Santidad en el Virreinato

En el Perú hubo mayor cantidad de santos y siervos de Dios que en todos los virreinatos españoles. La mayoría apareció entre 1570 y 1660, muchos de ellos coexistiendo en la sociedad limeña, tal como fue el caso de San Martín de Porres, San Juan Masías, Santo Toribio de Mogrovejo, San Francisco Solano y, muy especialmente, Isabel Flores de Oliva, canonizada con el nombre de Santa Rosa de Lima, patrona de América y las islas Filipinas.

Factor activo en el acrecentamiento de la religiosidad virreinal fue el terremoto del 31 de marzo de 1650 en el Cuzco, que dio lugar al culto del Señor de los Temblores, y el del 20 de octubre de 1687, en Lima, que originó la Festividad del Señor de los Milagros.

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4. 5. La Inquisición en el Virreinato

La Inquisición en Lima. Camino hacia la plaza mayor de Lima para su condena

En el Virreinato Peruano el Tribunal de la Santa Inquisición se estableció durante el gobierno del virrey Toledo, por real cédula de 25 de enero de 1569. Empezó a funcionar el año siguiente, en 1570. Estuvo bajo la dirección inicialmente de los dominicos y luego de los mercedarios, pero después jesuitas acapararon sus más altas esferas.

La misión de la Inquisición no era otra que combatir a los herejes. En este sentido, sus atribuciones eran las mismas que el tribunal inquisitorial de España. Se buscaba, con esto, preservar la Fe Católica. En un comienzo, su acción no tenia alcance sobre los indígenas; puesto que solo se condenaba herejía, pero pronto las atribuciones de esta institución se ampliaron al seguimiento de causas por blasfemia, poligamia, hechicería, idolatría, etc., comprendiendo dentro de sus alcances al pueblo nativo. La jurisdicción de la Inquisición Limeña se extendía hasta las audiencias de Charcas, Chile y Quito.

La aplicación de tormentosos castigos corporales eran ejercidos por hermanos de la orden de Santo Domingo, mientras que los de San Juan de Dios se encargaban de cuidar a los enfermos. Este rígido y severo tribunal envió a la hoguera a 40 personas por herejes, mientras que, en conjunto, con el proceso seguidos por otras causas el número de sentenciados llegó a 371, hasta que dejó de funcionar en 1761. Todo esto desenvolvió un sentimiento adverso al tribunal, tal es así que a su supresión, en 1761, se produjeron manifestaciones de contento popular en el ambiente del Perú virreinal, especialmente en Lima.

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5. La educación en el Virreinato

La educación virreinal estuvo sometida a los moldes europeos y se caracterizó por el memorismo, la religiosidad, la rigurosidad y el clasicismo. En ella influenció y desempeñó gran papel la iglesia a través de sus órdenes religiosas, destacando en esta labor los jesuitas. La implantación de la educación siguió en orden inverso al de la educación actual, es decir, primero se implantó la educación superior, después el grado intermedio y, por último, la educación elemental.

5. 1. Educación elemental o de Primeras Letras

Se dio a través de las escuelas conventuales, parroquiales y las escuelas misionales. Allí se enseñaba a leer a los niños, escribir, cantar, así como los preceptos básicos. Las mujeres estuvieron casi marginadas del proceso educativo.También existían colegios menores que eran dirigidos a párrocos e indígenas.Los objetivos eran enseñar a leer, escribir, además, a catequizar.

5. 2. Educación intermedia

Se dio en los colegios mayores y de caciques; éstos asumían una mezcla de lo que hoy llamamos educación secundaria o intermedia. De los colegios mayores el más antiguo fue el de San Felipe, fundado en 1575. Le siguió el de San Marcelo, establecido en 1582. Otros colegios mayores limeños fueron el de San Ildefonso (1608), de los Agustinos, el de San Buenaventura, de los Franciscanos (1611); en el Cuzco, el de San Antonio Abad (1619), fundado por los jesuitas.

Los colegios mayores cumplían una suerte de función auxiliar con determinadas universidades, como el caso de los colegios San Felipe y San Martín, que servían de internado para los alumnos de la Universidad de San Marcos.

Los colegios de caciques, se implementaron, entre otros motivos, como parte de las medidas de extirpación de idólatras, a fin de adoctrinar a caciques e hijos de caciques en la doctrina católica, en la gramática castellana, en el latín, en los cánticos religiosos, etc., y que ellos, a su vez influyan sobre las poblaciones indígenas aún no asimilados al catolicismo. Fueron notables los colegios el príncipe de Lima y San Borja del Cuzco.

Además de estos dos tipos de colegios, existieron en la colonia los seminarios, que formaban a los futuros sacerdotes. Entre ellos se cuenta el de Santo Toribio de Mogrovejo (Lima), San Antonio de Abad (Cuzco), San Cristóbal (Huamanga), San Jerónimo (Arequipa), San Marcelo y San Carlos (Trujillo)

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5. 3. Educación universitaria

Casona antigua de la Universidad Mayor de San Marcos

La enseñanza propiamente superior se brindaba en las universidades. La enseñanza universitaria en el Perú se inauguró en 1551 con la fundación de la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, por obra de los dominicos, la que es considerada la institución de educación superior más antigua del continente americano, y la primera universidad de América que fue oficial y solemnemente constituida, es decir, con todas las formalidades reales y canónicas exigidas en la época.

Otras importantes universidades fundadas en el Perú virreinal fueron:

Universidad de San Antonio de Abad en el Cuzco, en 1598. Universidad de San Cristóbal de Huamanga, en 1677. Universidad de San Agustín de Arequipa, en 1714.

En el ámbito de América del sur (Antes de las reformas borbónicas):

Universidad de Chuquisaca (alto Perú), en 1634 Universidad de Córdoba, en 1664. Universidad de Santiago, en 1738. Universidad de Santa fe de Bogotá

Contribuyeron a la educación, como a la difusión de la cultura en el virreinato peruano, la instalación de la imprenta, en Lima, en 1581, a cargo de Antonio Ricardo. En 1583, previas licencias respectivas, se publicó el primer libro, Doctrina cristiana y catecismo para la instrucción de los indios, escrito en tres idiomas: español, quechua y aymará (consagrado como el primero de su género en América). Otras publicaciones aparecieron en 1594, en tiempos del virrey Hurtado de Mendoza, con motivo de la captura del pirata Hawkins.

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Los inicios fueron restringidos pues solo se podía imprimir con el permiso y conocimiento de La Corona. Las obras trataban generalmente sobre temas religiosos y gramática quechua. En el siglo XVII la imprenta aumenta su producción y se imprimen libros de interés médico y crónicas históricas; pero cobraría importancia años después con el ingreso del periodismo.

Portada del primer número del "Mercurio Peruano"

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El periodismo propiamente dicho, hace su aparición en la segunda mitad del siglo XVII, con La Gaceta de Lima, que apareció en 1744, su finalidad informativa fue de carácter local, sin proyecciones a mayor ámbito virreinal y solo se publicó hasta 1777. Pero el primer diario, en toda su extensión de la palabra, lo fundo un joven de 26 años llamado Jaime Bauzate y Meza en 1790; se llamó El Diario de Lima, Erudito y Comercial, el cual insertaba en sus páginas variadas noticias, informaciones y avisos (considerado la primera publicación del continente). Al año siguiente en 1791, se fundó el periódico más importante en su jerarquía intelectual, cultural y patriótica, El Mercurio Peruano, auspiciado por La Sociedad de Amantes del País y gran difusor de las ideas de la ilustración. Le siguen El Peruano, El Satélite del Peruano, La Gaceta del Gobierno de Lima, El Peruano Liberal, El Verdadero Peruano, El Argos Constitucional, El Investigador; que fueron los periódicos que circularon casi al terminar el siglo XVII y comienzos del siglo XVIII; todos ellos difundieron las ideas liberales de la ilustración, convirtiéndose en los voceros de la actividad independiente.