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  • Revista de la UNAM CAMPUS IZTACALA y delColegio de Acadmicos de Psicologa

    Psicologay

    Ciencia Social

    Psicologa Cultural

    Vol. 3 Nm.1 1999

  • CONTENIDO

    LA PSICOLOGA CULTURAL COMO EL ESTUDIO DEL SIGNIFICADO: ALGUNASCONSIDERACIONES EPISTEMOLGlCASCor BaerveldtUniversidad de Nijmegen......................................................................................................................... 5

    VYGOTSKY A LOS 100: TEORA CULTURAL-HISTRICA DE LA ACTIVIDAD COMO INSTRUMENTO PARA EL PENSAMIENTOMichael ColeUniversidad de California, San Diego...................................................................................................... 17

    TRAYECTORIAS PERSONALES DE PARTICIPACIN A TRAVS DE CONTEXTOS DE PRCTICA SOCIALOle DreierUniversidad De Copenhague................................................................................................................... 30

    TRES APROXIMACIONES A LA PSICOLOGA CULTURALCarl RatnerUniversidad Estatal Humboldt.................................................................................................................. 52

    UNIDAD DE ANLISIS O SISTEMA DE SNTESIS?Alberto Rosa RiveroUniversidad Autnoma de Madrid............................................................................................................ 63

    LA CULTURA DENTRO DE LOS PROCESOS PSICOLGICOS: SEMIOSIS CONSTRUCTIVAJean ValsinerUniversidad Clark..................................................................................................................................... 77

    LA PRIMACA DE LA ACCIN MEDIADA EN LOS ESTUDIOS SOCIOCULTURALESJames V. WertschUniversidad de Clark................................................................................................................................ 86

    ENTREVISTA CON JEAN VALSINER Rafael Palacios AbreuENEP Iztacala.......................................................................................................................................... 93

    PSICOLOGA Y CIENCIA SOCIAL se publica dos veces al ao: en abril y en septiembre por la UNAM Campus Iztacala y el Colegio de Acadmicos de Psicologa con un tiraje de 500 ejemplares. Certificado de licitud de ttulo nmero 9653, certificado de licitud de contenido nmero 7096 otorgados por la Secretara de Gobernacin y certificado de reserva de derechos de autor nmero 002121/96 otorgado por la Secretara de Educacin Pblica. Toda la correspondencia, intercambio y colaboraciones se reciben en la Divisin de Investigacin UIICSE, de la UNAM Campus Iztacala, Ave. de los Barrios S/N., Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla, Edo. de Mxico. C.P. 54090. TEL 6231290, fax, 3905900. Los textos presentados para su posible publicacin estarn sujetos a la programacin de la revista ya la evaluacin que realicen los editores. No se devuelven los originales. Suscripcin anual (dos nmeros) $60.00 en Mxico. 10 Us Dlls. en el extranjero. Impresin v difusin por la UNAM Campus Iztacala. Editor General: JAIME MONTALVO REYNA.

  • TRAYECTORIAS PERSONALES DE PARTICIPACIN A TRAVS DECONTEXTOS DE PRCTICA SOCIAL.*

    Ole Dreier

    Universidad De Copenhague

    RESUMEN

    El artculo propone que adoptemos el concepto de participacin como concepto clave para establecer una conexinsuficientemente fuerte entre la teorizacin psicolgica sobre la persona y las estructuras socio-culturales de prctica enque viven los sujetos. Luego se sostiene que la estructuracin compleja de la prctica social en una variedad de contextossociales convierte en un desafo vital la configuracin de la conduccin cotidiana y el despliegue de una trayectoria devidas personales en y a travs de dichos contextos. No obstante con frecuencia se ha desconocido ste como un rasgobsico de lo que es e implica llegar a ser persona y de lo que cabalmente queremos decir con trminos como subjetividad,personalidad, yo e identidad. En el despliegue de este argumento bsico, se aclaran y discuten diversos problemasconceptuales y prcticos implicados en ser una persona.

    Palabras Clave: Participacin, estructura social de la prctica, posturas, conduccin personal de la vida, trayectoria de vida, personal, identidad.

    En las discusiones, tanto dentro de la Sociedad Internacional para la Psicologa Terica como en otros lugares,sobre las aproximaciones tericas bsicas dentro de una psicologa no cartesiana (cf. Tolman, 1996), se propusieron varios candidatos para el papel de concepto clave, tales como accin, actividad, relacin, dilogo y discurso. No obstante, ninguno de estos conceptos fundamenta de modo suficiente las teoras psicolgicas de la subjetividad individual en la prctica social. Para lograr esta necesaria cimentacin requerimos de conceptualizar a los sujetos como participantes en estructuras de prctica social en curso (Dreier, 1994). En este trabajo sostengo por qu y qu es lo que implica, y planteo problemas relacionados con las estructuras de prctica social, los contextos sociales, la participacin, las trayectorias de I vida y la identidad. Estos argumentos sobre la subjetividad I en la prctica social complementan mi anlisis de los campos de la prcticasocial, ejemplificado por la prctica de la psicoterapia (Dreier, 1996).

    Participacin personal en estructuras de prctica social

    Adoptar el concepto de participacin como un concepto clave en la teorizacin psicolgica significa, primero,insistir en que conceptualizamos a los sujetos como implicados siempre en la prctica social. Si lasubjetividad est basada en la potencialidad para realizar a las posibilidades de accin (Holzkamp, 1983),debemos reconocer que los sujetos encuentran estas posibilidades como partes de contextos sociales de accinen los que participan. Incluso cuando los sujetos estn "librados a sus propios recursos" o excluidos dealgunos contextos sociales, siguen siendo parte de la prctica social en formas particulares, directas eindirectas, restringidas y problemticas.

    * "Personal trajectories of participation across contexts of social practice. Trabajo enviado por el autor para el presente nmero especial. Traduccin realizada por Gilberto Prez Campos.

  • En segundo lugar, el concepto de participacin teoriza a los sujetos individuales como situados siempre encontextos locales de prctica social y, a partir de ah, implicados en relaciones principalmente prcticas conlas estructuras sociales de prctica. No se trata de agentes sin cometido ubicados en ningn lugar en particularo por encima de la prctica social en curso, en algn tipo de mediacin ideacional con la comunidad, lacultura o la sociedad. Incluso en las teoras que toman la accin, la actividad, la relacin, el dilogo o eldiscurso como su concepto clave, la ubicacin concreta de los sujetos individuales en la prctica social siguesiendo extraamente implcita o equvoca. A diferencia del concepto de participacin que nos mueve aconsiderar a los sujetos como partes peculiares de algo, aquellos conceptos no establecen nuestracomprensin de los sujetos en el contexto social en el que obviamente estn ubicados para teorizarlos desdeah. Si bien la accin, la actividad, la relacin, el dilogo y el discurso humanos son realmente parte de unaprctica social local, tomados en s mismos conceptualizan aquella prctica como un intercambio sincometido entre personas o con el ambiente. No es un rasgo crucial de estos conceptos entender de qu prcticasocial local son parte. No obstante, la mayora de las actividades humanas slo son significativas porquepresuponen una prctica social comn de la cual son parte y de la cual tenemos una comprensin ms omenos comn (Taylor, 1995a). Esta dimensin participativa de las actividades de los sujetos es crucial para lacualidad de sus relaciones, su comprensin, sus orientaciones, sentimientos y pensamientos, y es crucial paraque reconozcan y conserven esta comunalidad. Para ser capaces de dirigir sus actividades, los sujetos debenpensar ms all de donde se encuentran hacia el interior de las estructuras de prctica social de las que sonparte.

    As, para entender las acciones, los pensamientos y las emociones debemos incluir la prctica social de la queaquellos son una parte y estudiar las maneras en que los sujetos toman parte en ella. La subjetividadindividual consigue su orientacin y sus cualidades significativas particulares siendo una parte peculiar de unaprctica social. Las preguntas clave sobre la relacin entre los sujetos individuales y su contexto social localtienen que ver con su posicin dentro de ese contexto, con su amplitud de participacin, su influencia en l yel grado en el que pueden tomar parte en la disposicin comunal sobre l, los conflictos existentes en y acercade l, su consciencia y comprensin selectivas de las posibilidades existentes y las consecuencias que sesiguen para la reproduccin o cambio del contexto social y su situacin futura en l, sus razones paraparticipar en formas particulares, etc.

    En tercer lugar, el concepto de participacin teoriza la subjetividad individual, la accin y los procesospsicolgicos como fenmenos parciales en relacin con la prctica social concreta de la que son parte.

    De la misma manera que cualquier participacin es un aspecto peculiar y parcial de una prctica social, as lasubjetividad deviene un aspecto peculiar y parcial de ella. En otras palabras, los participantes no slo sonparticipantes particulares, es decir diversos y no uniformes, son tambin parciales, no tienen sino unacomprensin e influencia parciales y una perspectiva particular sobre ella. Existe una estructura personalparcial y particular para la forma en que los sujetos configuran su participacin en una prctica socialsupraindividual y distribuida posicionalmente.

    Esta concepcin ni considera que los sujetos sean unidades autnomas bien delimitadas ni disipa lasubjetividad individual dentro de las relaciones (Gergen, 1995, 1996), el dilogo "entre las personas" (Shotter,1996, p. 5) o las posiciones en los discursos. Ms bien, sostiene que la psicologa debe conceptualizar lasubjetividad individual a travs de su participacin en curso dentro de estructuras de prctica social para sercapaces de capturar la variedad de fenmenos psicolgicos como aspectos personales de las estructuras deprctica social de los que son parte (Dreier, 1994, en prensa). Igual que los conceptos de accin, actividad,relacin, dilogo y discurso, propone lo que Harr (1997), usando una terminologa wittgensteiniana, llamauna "gramtica de los poderes activos" al contrario de una gramtica de substancias (inertes) y sus cualidades.Pero a diferencia de la mayora de las teoras psicolgicas que conceptualizan la accin humana por medio de

  • propiedades pura o principalmente individuales, sostiene que las acciones humanas, incluyendo sus aspectospsicolgicos, deben conceptualizarse como partes peculiares de prcticas sociales (cf. Schatzki, 1997).

    Estructuras sociales de la prctica

    Una razn por la que las teoras sobre la persona, la identidad y el yo no conceptualizan a los sujetos comoparticipantes en contextos locales de accin es que, de manera general, la teora social tambin hizo poco casode la ubicacin concreta de la prctica social, favoreciendo en cambio otras aproximaciones a la estructura dela prctica social.

    Especialmente bajo la influencia de ideas nacionalistas (los tericos sociales) desarrollaron nociones de lassociedades como singulares, delimitadas e internamente integradas, y como dominios en los que las personas

    eran ms o menos las mismas.

    Sobre esta base, una buena parte de la teora social moderna vino a incorporar de manera pre-reflexiva lanocin de que los seres humanos de manera natural habitan slo un mundo o cultura singular a la vez.

    (Calhoun, 1995, p.44).

    Si esto fuera realmente as, la sociedad sera una especie de recipiente que contiene e influye a todos losmiembros individuales de la misma manera, la estructura social o la cultura estara presente de manerauniforme en todas partes en las vidas de los individuos, las relaciones entre los individuos y la estructurasocial seran uniformes y todos los miembros seran bsicamente individuos uniformes.

    Pero la prctica social no es homognea. Consiste de prcticas sociales diversas y situadas, que estnvinculadas en una estructura social. Para captar esto, necesitamos una teora sobre la estructura social de laprctica como un conjunto de contextos de accin social local interrelacionados y diversos:

    ...considerar la espacializacin de la vida es llenar los contextos de formacin social - nuestras prcticasinstitucionales y diarias, en todo su carcter situado. (Liggitt & Perry, 1995, p. 3)

    Estos contextos locales particulares (hogares, lugares de trabajo, etc.) pueden estar institucionalizados dediversas maneras. Con frecuencia estn estructurados para propsitos y preocupaciones primarios particularesy estn marcados por relaciones de poder particulares y mbitos desiguales de participacin personal. Esteconcepto de contexto social nos permite enfocamos en la interrelacin prctica de las acciones de losparticipantes en alguna constelacin particular de acciones, en relacin con el contexto comn que talconstelacin de accin reproduce y cambia de modos particulares. De hecho, algunas constelaciones deaccin llegan ms all del contexto social presente y logran influencia sobre la prctica de otros contextossociales tambin.

    Ya que los contextos sociales son partes peculiares de la estructura de la prctica social, ningn contextopuede entenderse por s mismo. No obstante, los contextos se estudian as en su mayor parte: uno a la vez, enaislamiento, como si fueran una isla. Un contexto social slo puede entenderse a travs de sus interrelaciones-conexiones, as como separaciones- con otros contextos en la estructura de la prctica social. Los contextossociales dependen, para su reproduccin y cambio, uno de otro en formas particulares. Tambin se refierenmutuamente, en formas problemticas en ocasiones. Por ejemplo, los contextos educativos se refieren a otrasprcticas sociales para las cuales supuestamente educan modos particulares de participacin, y daninstrucciones sobre qu contar como prctica calificada en esos otros contextos. Para que la prctica social sereproduzca o cambie, debe estar arreglada de tal manera que los sujetos puedan darse cuenta de algunas destas interrelaciones y sean capaces de utilizarlas.

  • Los sujetos individuales deben tomar en cuenta tambin la estructuracin de la prctica social en contextosparticulares de accin para dirigir y configurar su participacin en ellos y sus trayectorias a travs de ellos. Enmltiples formas, el significado concreto de un contexto particular para ellos depende de sus interrelacionescon otros contextos en la estructura de la prctica social y de su propia prctica social personal. De hecho, lossujetos deben confiar en la existencia de estructuras inter-contextuales para lograr muchos de los fines quepersiguen.

    Una teora sobre contextos sociales de accin interrelacionados estructuralmente, nos hace considerar en quformas particulares estn implicados los contextos dentro de la estructura de la prctica social y en qumaneras particulares los sujetos encuentran y formulan aspectos particulares de esta estructura a travs de suparticipacin en contextos particulares. Nos lleva a enfocamos en la estructuracin de las condiciones socialescomo arreglos contextuales para la prctica social de los participantes (Lave & Wenger, 1991). Los contextossociales de accin estn arreglados para prcticas sociales particulares y modos particulares departicipacin. Los grupos particulares de participantes tienen acceso a, o estn excluidos de, ellos en formasparticulares. Y los contextos pueden arreglarse para trayectorias particulares de participacin en y a travs deellos, en virtud de, por ejemplo, una estructura interna de divisiones y posiciones o un arreglo de contextossociales para el despliegue de trayectorias personales de vida con transiciones y constelaciones cambiantes deprctica social personal y configuraciones de significados personales (cf. Eckert, 1989; Hojholt, 1997).

    Comparadas con tiempos histricos anteriores, las prcticas sociales actuales estn menos confinadas alugares particulares y reas limitadas. Los lugares y las prcticas estn ms interrelacionados. Las personas -yno slo la informacin- se mueven alrededor de ellos y a travs de ellos. Este cambio histrico se celebraprincipalmente como una abstraccin del lugar y se interpreta como la negacin del estar limitado a un lugar(p.e. Giddens, 1991). Pero lo que realmente vemos son prcticas contextuales locales intervinculadas, queparticipan en prcticas ms abarcadoras, y personas movindose dentro de ellas y a travs de ellas, creandovnculos directos e indirectos entre stas prcticas para s mismos y para otros. Pensar sobre esto como larelacin entre la prctica local y la estructura total no es preciso.

    Las prcticas locales estn relacionadas a la estructura total en diversas formas, dependiendo de quinfluencias abarcadoras crean una diferencia en ellas y de qu tan abarcador es su alcance particular.

    Sin embargo, en la psicologa y disciplinas vecinas las nociones sobre el contexto no estn claramentedirigidas a conceptualizar la estructura de la prctica social y la participacin situada de los sujetos en ella.Ms bien, el concepto de contexto funciona como un smbolo de la falta de aprehensin sistemtica de larelacin entre las personas y las estructuras de la prctica social. Por ejemplo, Markus & Herzog caracterizan"la relacin entre el individuo y el mundo social" afirmando que: "Cada persona est inmersa dentro de unavariedad de contextos socioculturales o culturas (p.e. pas o regin de origen, etnia, religin, gnero, familia,cohorte de nacimiento, profesin." (1995, p. 39). Estos diversos fenmenos no estn integrados en unacomprensin sistemtica y fuerte de la prctica social. La lista es ms bien una continuacin de lahomogeneizacin de las diversidades sociales, que reconocemos a partir de la mezcla de toda clase dediferencias en la forma de roles en las teoras del rolo del listado de variables arbitrarias en el paradigma de lapsicologa de variables. Otro ejemplo es Burkitt, quien caracteriza a los construccionistas sociales de la ramawittgensteiniana (entre los que menciona a Harr y Shotterl porque

    ...sus teoras tienden a detenerse antes de estudiar los contextos de la prctica lingstica y permanecenfirmemente dentro de los lmites de la conversacin. (...) no han sido capaces aun de teorizar adecuadamentelos contextos prcticos en los que pueden estar implicados y desarrollados el lenguaje y la conversacin. Encontraste, lo que sugiero aqu es que debido a que existe algo ms all del texto, un contexto social en el queel lenguaje y los textos juegan su parte, entonces stos son igualmente importantes en la manera en que se

  • forman y se conceptualizan los yoes (Mead, 1934). Las personas estn ubicadas no slo en los textos sinotambin en relaciones y prcticas sociales: las formas elementales del 'contexto' (Burkitt, 1994, p. 15)

    A diferencia de Hanks (1990, 1996), quien toma el lenguaje dentro de las prcticas sociales locales, Burkitttermina abstrayendo el contexto social de su materialidad local y disolvindolo en las relaciones sociales.

    En conjunto, numerosos tericos continan con la abstraccin del lugar que Giddens sostiene como lacaracterstica de la modernidad (1991, p. 146). Ellos confunden el carcter situado de la accin con el estaratado a la situacin y la "desincrustacin" del lugar con la nocin bien conocida de abstraccin como ladesvinculacin de cualquier lugar particular hacia una nada ideacional. Todos estos tericos pierden de vistael hecho de que los sujetos individuales siempre actan en una forma situada y encarnada, a partir deubicaciones espacio-temporales definidas, como participantes en contextos sociales locales -aun cuando susacciones alcancen distancias espacio-temporales translocales o globales, definidas o indefinidas. Sea lo quefuere que pensemos de los procesos de globalizacin que abruman a muchos de estos autores, y al margen dequ tanto viajen alrededor del mundo algunos sujetos, no se sigue de ello que la prctica social personal de lossujetos sea realmente global. Por el contrario, sigue estando localizada en y a travs de ubicacionesparticulares, es decir es translocal, no importa qu tan diseminadas estn las ubicaciones particulares en lasque los sujetos toman parte.

    Los tericos sociales no conceptualizan los lmites y la diversidad en la estructura de la prctica social entrminos principalmente prcticos, sino en primer lugar como distinciones funcionales, basadas en la divisindel trabajo, las instituciones, etc. As, cuando analizan la importancia personal de participar en un contextoparticular, lo engloban en la funcin social que presumen satisface ese contexto particular.

    Incluso Bourdieu categoriza y define as los campos (arte, economa, poder, etc.), de acuerdo a las diferentes funciones a las que se supone sirven como unidades en la divisin del trabajo (p.e. Bourdieu &

    Wacquant, 1992). As, l clasifica en un estatus secundario y derivado la importancia del arreglo socio-espacial de la prctica social y de la participacin de los miembros en l.

    Otros tericos conceptualizan la prctica social como una dualidad entre un sistema total y un mundo de vidacotidiano (p.e. Habennas, 1987; Holzkamp, 1983), con modos bipolares apareados de prctica y comprensin(Kleinman, 1995). Pero "lo cotidiano" ciertamente ya no es, si es que alguna vez lo fue, un mundohomogneo en el que estn ubicadas personas inamovibles. Tal abstraccin nos impide desplegar una teoradiferenciada sobre las estructuras de la prctica social personal en y a travs de diversos contextos sociales.De la misma manera, Strauss (1993) introduce su concepto de mundo social para escapar de un tipo de teorasocial que est dominada por una nocin de determinacin socio- estructural total. Pero no define el conceptode mundo social como un conjunto interrelacionado de lugares para participar en la estructura de la prcticasocial, sino meramente como grupos con compromisos compartidos hacia ciertas actividades, recursoscompartidos e ideologas. Al parecer, los mundos sociales no tienen lugar en el mundo. No importa en qulugar estn ubicados estos mundos sociales con estos grupos y sus interacciones y qu relaciones particularestienen, desde ah, con la estructura de la prctica social.

    Una subjetividad compleja dentro de una prctica social compleja

    En la primera seccin sostuvimos que los sujetos individuales participan en su contexto presente conposiciones, relaciones sociales, mbitos de posibilidades y preocupaciones personales particulares. Lasegunda seccin fundamenta por qu necesitamos complementar esta nocin en un aspecto importante:

    En las estructuras sociales de las sociedades modernas, los sujetos participan en ms de un contexto de accinsocial. Participan durante intervalos de tiempo cortos o largos, sea de forma regular o en una sola ocasin y

  • por diferentes razones en un conjunto diverso de contextos sociales. En la conduccin de sus vidas se muevena travs de estos contextos. La si prctica social personal es translocal. De aqu que debamos combinarcategoras de la psicologa y de la teora social para conceptualizar a los sujetos como participantes enestructuras de prctica social. Una teora sobre los sujetos en la prctica social debe conceptualizar cmo stosse vuelven capaces de ingenirselas para participar en contextos sociales heterogneos. Debe incluir loscambiantes modos personales de participacin y las diversas potencialidades de los sujetos. Debe reemplazarlas nociones sobre una agencia abstracta e individual con una comprensin contextual de estos modos departicipacin y potencialidades personales. Y debe considerar una prctica social personal compleja y variadacomo enriquecedora y no slo como una carga, en contraste con las teoras tradicionales del sujeto las cuales,si acaso reconocen participaciones personales mltiples, implcitamente suponen que es una carga para lossujetos no vivir una vida simple en un mundo homogneo (Dreier, 1993).

    Conforme los sujetos se mueven a travs de los contextos, sus modos de participacin varan debido a lasposiciones particulares, las relaciones sociales, los mbitos de posibilidades y las preocupaciones personalesque los diversos contextos encarnan para ellos. De aqu que las acciones, pensamientos y emociones de lossujetos deben funcionar en formas flexibles. Su proceder no puede ser el mero seguimiento de esquemas,procedimientos y reglas. Los sujetos ms bien necesitan interpretar y ubicar los estndares y reglas paraincluirlos en la accin situada concreta (Tavlor, 1995b) y la conducta de un sujeto con frecuencia logra susignificado por la manera en que intencionalmente difiere de tales estndares. Esto presupone bsicamenteque los sujetos no estn predeterminados por sus circunstancias sociales, discursos o lo que sea, sino que soncapaces de relacionarse con ellos en diversas formas, de ejercer influencia en o ser crticos de ellos, decontribuir a su cambio, etc. (Holzkamp, 1983), As debemos teorizar los modos cambiantes de participacin ylas potencialidades diversas de los sujetos.

    En contraste, las teoras de la personalidad operan en su mayor parte con nociones acerca de una estructurainterna fija de rasgos, metas, planes de vida, necesidades o cosas parecidas. En vez de tal nocin abstracta deuna estructura interna, necesitamos conceptualizar estructuras subjetivas que cambien de manera complejadentro de la prctica social. De la misma manera, la mayora de los tericos insisten en que la integracin ocoherencia individual es la caracterstica y el logro bsico de la personalidad, el yo y la identidad. Pero nofundamentan de manera convincente la necesidad, la posibilidad y las razones prcticas de esta necesidad ylogro bsicos (Dreier, 1993), sino que ms bien lo estipulan. Ciertamente los sujetos necesitan interrelacionarsus diversas preocupaciones y prcticas por razones personales principalmente prcticas, pero esto nonecesariamente asegura que logren una integracin o coherencia personal completa. Dicho estado es ms fcilde imaginar en otros a quienes admiramos, culpamos o no conocemos muy bien y es ms difcil de reconoceren nosotros mismos. Su estipulacin subestima la complejidad de la prctica social personal y la fuerza de lasdiversidades sociales que dan a los sujetos razones para participar en diversas formas.

    Los sujetos intervienen en el contexto presente en una forma particular, comparada con sus modos departicipacin en otros contextos. Esto se debe a que aquello de lo que ahora son parte, su posicin y mbitopersonal de participacin son diferentes. Sus preocupaciones con frecuencia difieren tambin de aquellas quedirigen en otros contextos. De hecho, comnmente persiguen algunas preocupaciones en lugares particularesy no (en absoluto o en la misma forma) en otros lugares. Participar plenamente en el contexto presentetambin presupone capacidades apropiadas para su prctica social particular y el conocimiento sobre suorganizacin dentro de las posiciones sociales, los modos de acceso y exclusin, la distribucin de autoridad ytareas, el arreglo de procedimientos normales, las preocupaciones de otros participantes que han de tomarseen cuenta, etc.

    Pero la manera particular en que los sujetos configuran su participacin en el contexto presente no dependede ese solo contexto. Puesto que los contextos sociales estn interrelacionados en la estructura de la prctica

  • social y puesto que los sujetos conducen sus vidas participando en varios contextos, les importan stasinterrelaciones y sus preocupaciones en otros contextos. Debido a esta complejidad contextual, las razones delos sujetos para participar de una forma particular en el contexto presente tambin estn relacionadas, enmodos diversos, a sus preocupaciones en otras partes de sus vidas en otros contextos. Sus modos locales departicipacin no slo estn fundamentados en el contexto inmediato. Los sujetos pueden incluso hacer lo quehacen en el contexto presente para lograr ciertos cambios en otro contexto. Con frecuencia en el contextopresente los sujetos tienen algo en mente que necesitan perseguir y desean perseguir a travs de otroscontextos. Muchas preocupaciones slo pueden realizarse si se persiguen a travs de varios contextos,utilizando posibilidades que atraviesan y establecen puentes entre limites contextuales de tiempo y lugar. Msaun, mientras los sujetos persiguen stas preocupaciones a travs de los contextos, sus modos de perseguirloscambian porque sus mbitos contextuales de participacin cambian y/o porque otros rasgos de staspreocupaciones les importan ms en otros contextos.

    Puesto que las estructuras personales de relevancia cambian conforme los sujetos se desplazan a travs de loscontextos, cambia con ello la estructura particular de condiciones sociales que les importa. Si construyramos,siguiendo la sugerencia de Strauss (1993, p. 42), una matriz condicional para exhibir la estructura total de lascondiciones sociales desde las ms estrechas y ms directamente impactantes hasta las ms amplias y msindirectas, esa estructura slo permanecera igual en tanto el sujeto permaneciera en una ubicacin fija. Sinembargo, tan pronto como se moviera a otros contextos, la matriz tendra que volverse a dibujar. La idea deuna matriz fija de condiciones estructurales presupone un sujeto inamovible o un mundo homogneo. De lamisma forma, qu relaciones sociales seran directas y cules indirectas (Calhoun, 1995) cambiar conformeel sujeto se desplaza hacia otros lugares. Las relaciones sociales slo pueden ser directas en relacin a unlugar particular y slo pueden ser indirectas porque son relaciones desde un lugar particular a partir del cualcortan a travs de lugares.

    Las diversidades sociales abarcadoras, tales como la raza, la clase, el gnero y la etnia, se encuentran dediversas formas y tienen diferentes significados en distintos contextos. Sus rasgos comunes y diferentesaparecen y se plantean en constelaciones variables, con otras dimensiones variadas de significado, endiferentes contextos. La covariacin de estos rasgos desafa y gua a los sujetos para captar sus interrelacionesen configuraciones variables de problemas raciales, de clase, de gnero y tnicos. Es pertinente para lossujetos captar esta complejidad cuando configuran cmo plantearlos en contextos particulares y cuandoaspiran a lograr impactos en otros tiempos y lugares.

    Una prctica contextual incluye diversos participantes en posiciones diversas, con perspectivas diferentessobre ella. Sus perspectivas personales tambin difieren porque el contexto particular es una parte diferente desus configuraciones totales de prctica social personal y porque persiguen distintas preocupaciones en elcontexto a la mano. Lo que es ms, las prcticas contextuales y las posiciones particulares de los participantesen ellas llegan a impugnarse porque estn remachadas por diversos conflictos y contradicciones sociales. Lasdiversas perspectivas y conflictos complican la comprensin pero tambin impulsan a una mejor y ms ricacomprensin personal del contexto y del lugar de los participantes individuales en aquellos. La comprensinentre los participantes y la dimensin interpersonal de las comprensiones personales, se apoyan en laposibilidad bsica de comprensin interpersonal al ponerse uno mismo en el lugar de otro, es decir, altransponer la perspectiva de uno sobre la ubicacin y posicin de los otros.

    En diversas formas, la participacin en la prctica social implica procesos de comprensin, orientacin ycoordinacin entre las personas, como partes de contextos sociales particulares y como viajeros a travs deellos. Pero esto de ninguna manera elimina la necesidad de los "dilogos con uno mismo" que llamamosreflexin. De hecho, en mltiples formas los dilogos entre personas alimentan los dilogos intrapersonales yviceversa. Por una variedad de razones, la complejidad de la prctica social personal demanda reflexiones

  • personales diversas, complejas y multidimensionales. Las participaciones y preocupaciones mltiples de laspersonas les demandan plantear las interrelaciones entre ellas. Deben relacionar, sopesar, balancear ycontrastar sus diversas participaciones y preocupaciones dentro de su compleja prctica social personal. Ydeben reconsiderarlas y reconfigurarlas conforme se desplazan de un contexto a otro. Debido a que estaspreocupaciones y participaciones estn interrelacionadas, esto implica sondeos complejos de la realidad y lacomprensin de s mismo.

    Tales reflexiones personales se despliegan interrelacionando diversas experiencias, que provienen departicipaciones diferentes en mltiples tiempos y lugares. Nuestras experiencias personales y nuestrasreflexiones sobre ellas son parte de nuestra multifactica prctica social personal. En realidad es la propiamultiplicidad de nuestra participacin en diversos contextos lo que nos permite reflexionar sobre sus aspectoscomunes y contrastes, lo que a su vez nos permite alcanzar una comprensin ms amplia y rica de lasinterrelaciones y complejidades de la prctica social y de nuestra prctica social personal. En otras palabras,no es principalmente a partir de experiencias dentro de un contexto sino de experiencias mltiples y diversasque provienen de diferentes contextos, que abastecemos nuestros procesos personales de reflexin. De hecho,ser un participante pleno en un contexto nos hace sobregeneralizar fcilmente nuestra comprensin, a partir deese contexto, hacia otros. Despus de todo, las prcticas contextuales son diversas, descansan en diferentespremisas y perseguimos diferentes preocupaciones en ellas. Ser un miembro pleno de una prctica particularnos hace entender esa prctica, y nuestras preocupaciones en otras prcticas, a partir de nuestra posicin en elcontexto presente. Luego olvidamos fcilmente de qu se trata y cmo es -es decir, qu implica y cmo sesiente- participar en otros contextos de diferente clase. Esta peculiaridad de ser un participante pleno en uncontexto particular, dentro de una estructura social de prcticas heterogneas, indica que es importante paranuestra comprensin y reflexiones que participemos en varios contextos diversos y que las comparaciones atravs de stos juegan un papel importante en nuestras reflexiones. Tambin existe con frecuencia un tipo de"ceguera esencial" (Lave & Wenger, 1991) asociada (principalmente) con ser un participante pleno en uncontexto particular, de modo que fcilmente damos por supuestas y dejamos de ver las premisas y lafuncionalidad de esa prctica social. Podemos romper con esa ceguera esencial participando en otras prcticassociales contrastantes y comparando las experiencias que provienen de stas diversas posiciones.

    En cierto sentido, el concepto de ceguera esencial juega un papel similar, dentro de una teora contextual de laprctica social, que el concepto de habitus en la teora de la prctica social de Bourdieu (Bourdieu &Wacquant, 1992). Una diferencia importante es que en una teora contextual de la prctica social, la naturalezatranscontextual de la prctica social personal permite a las personas una libertad de reflexin y cambio enrelacin con su ceguera esencial, que permanece ambigua y dudosa en la abarcadora nocin culturalista dehabitus de Bourdieu y, por otro lado, que existen varias cegueras esenciales, diferentes e interrelacionadas, enla prctica social de la misma persona y en una sociedad dada.

    La reflexin personal no puede completarse de una vez y para siempre, ni relegarse a un lugar particularaislado. Las cualidades heterogneas, cambiantes e interrelacionadas de la prctica social personal hacenreflexionar a las personas en diferentes tiempos y lugares, impulsadas por las complejidades y variaciones desu prctica social personal. stas reflexiones personales son parte de nuestras trayectorias personales de vida(cf. seccin 4). Estn relacionadas de manera ntima y diversa a nuestra orientacin y comprensin, en laaccin, de nuestras participaciones en las estructuras de la prctica social. En el curso de nuestra trayectoriade participacin re-flexionamos, es decir re-consideramos, re-evaluamos y re-configuramos, nuestrasparticipaciones/preocupaciones en la composicin cambiante de nuestra prctica social personal en y a travsde constelaciones variables de contextos sociales.

    Nuestras preocupaciones principales tambin son re-flexionadas y re-configuradas con relacin a las de otros,en formas hasta aqu no re-conocidas. Los eventos, los fenmenos, etc., son re-conocidos con base en

  • premisas cambiantes, de modo que se ponen en primer plano otros aspectos del significado y otrasposibilidades de interrelaciones.

    Los dilogos entre las personas y consigo mismos pueden estar relacionados en formas problemticas, perobsicamente se acicatean mutuamente. Existe un rasgo comn a ambos, sobre el que descansan y crecen:Ambos trabajan contrastando y comparando perspectivas transpuestas, aunque frecuentemente esto no sereconoce en las teoras sobre los dilogos internos. En ambos, vemos y comparamos cosas a partir dediferentes ubicaciones en la prctica social personal. A este respecto, Calhoun seala la comprensin deBakhtin de la novela moderna como "reflejo de una capacidad humana para llevar a cabo un dilogo interno,y en realidad la constitucin de un ser humano a travs de esta dialogicidad" (Calhoun, 1995, p. 50; vertambin Holzkamp, 1995; Leudar, Thomas, McNally & Glinski, prxima aparicin).

    Nuestra aproximacin a la reflexin la trae de regreso hacia la compleja prctica social" personal en lastrayectorias de vida y hace posible concebir el dilogo y la reflexin personal e interpersonal a lo largo delneas similares. En ningn caso la reflexin es un distanciamiento del mundo, sino que se trata de ver lascosas desde la perspectiva de posiciones y ubicaciones distintas, sean mis propias perspectivas en otroscontextos o las perspectivas de otros en un contexto comn o en otros contextos. En contraste con esta nocinde reflexin, su clsica metfora raz se basa en la separacin entre el trabajo manual y mental, en la reclusinde los pensadores en s mismos -en barriles si fuera necesario-. Descansa sobre suposiciones de que la"distancia gnstica" (Holzkamp, 1983) es la condicin de posibilidad de la reflexin. En el presente anlisis,tomar distancia significa ms bien estar en otro lugar y no fuera de todo, en la privilegiada ninguna parte delpensamiento puro que nos cegara a las cualidades sociales del conocimiento y su papel en la prctica social.La diversidad de prcticas y perspectivas reemplaza a la distancia como la condicin clave de la posibilidadde reflexin. La interrelacin de las diversidades prcticas nos permite una nocin de reflexin que sedespliega en un eje horizontal, por as decirlo, y no en una metfora vertical de un nivel ms alto que sedespega del terreno de la prctica. Las voliciones de segundo orden que asume una teora de niveles separadosdel yo (Frankfurt, 1971), no constituyen un nivel fijo en una jerarqua estable, sino una constelacin complejay cambiante de contraste y comparacin que puede conducir a diversas generalizaciones, basadas en lasperspectivas a partir de las participaciones locales.

    He sostenido que necesitamos teorizar cmo los sujetos integran y estructuran sus complejas prcticassociales personales en las estructuras de su prctica social en curso, con sus relaciones con Otros especficos,sus compromisos especficos, sus lugares especficos, sus organizaciones y ritmos de actividad especficos,etc. Para hacerlo, los sujetos deben desarrollar y adoptar posturas personales acerca de lo que hacen, desean yen lo que participan. Ellos deben hallar premisas de accin que abarquen y relacionen sus participaciones endiferentes tiempos y lugares. Y deben determinarse de modo que no se hagan tropezar a s mismos o a otrosen sus diversas participaciones y preocupaciones y, por ello, queden detenidos o impedidos de lograr otrosfines importantes, etc. Tales posturas pueden, por supuesto, ser ms o menos claras o confusas y ms o menosad hoc o a largo plazo. Adoptar posturas tambin significa tomar partido en las prcticas sociales respecto delos conflictos y las contradicciones.

    El desarrollo del marco de anlisis que presento en este trabajo me lleva a distinguir entre ubicaciones,posiciones y posturas personales (Dreier, 1993; 1994). Por ubicacin quiero decir el lugar particular en elmundo donde est en el presente un sujeto, dentro de un contexto particular, y a partir del cual se abre almundo la perspectiva personal. La ubicacin marca el carcter situado y concreto de la prctica personal.

    Por posicin entiendo la posicin social particular que ocupa un sujeto en su contexto social presente.

  • Evidentemente, tanto la ubicacin como la posicin cambian cuando el sujeto se a desplaza hacia otroscontextos. Sin embargo, si slo trabajamos con conceptos sobre las ubicaciones y las posiciones, perdemosnuestro fundamento terico para plantear problemas acerca de cmo los sujetos se relacionan con stasubicaciones y posiciones, las sopesan y balancean, se determinan y toman partido en problemas que lespreocupan, los afirman o critican y contribuyen a reproducirlos y cambiarlos.

    Quedamos con una nocin impersonal y determinista de los sujetos en la prctica social. Para poderreflexionar esto en trminos tericos necesitamos un tercer concepto de posturas personales. Por posturasquiero decir los puntos de vista que un sujeto llega a adoptar sobre su compleja prctica social personal, sobreeso de lo que es parte y sobre su participacin en ello.

    Este concepto de posturas personales, entonces, no est atado a una prctica particular homognea, ms allde la cual se generalizan un conjunto de perspectivas en puntos de vista personales particulares. Por elcontrario, est fundamentado en el carcter complejo, heterogneo y contradictorio de la prctica socialpersonal. Las posturas se elaboran contrastando y comparando las comprensiones y orientaciones queprovienen de diversas participaciones y preocupaciones locales. stas son re-flexionadas, re-consideradas yre-combinadas. De esta forma se generalizan comprensiones particulares, las cuales orientan la participacinde la persona en su compleja prctica social personal en y a travs de diversos contextos sociales. Elfundamento de las posturas se encuentra as en las participaciones complejas y diversas de la persona, y sutelos es la orientacin de dichas participaciones en y a travs de los contextos sociales -con mayor o menoralcance abarcador-. Las posturas no descansan (principalmente) en algn fundamento superior importado ydado de antemano. Determinarse y tomar una postura ocurre ms bien relacionando y comparando unconjunto cambiante de premisas, tomadas de los mismos componentes que se relacionan y comparan.Generalizar las posturas es una composicin, donde relacionar y comparar los contrastes juega un papel claveen su identificacin.

    Las posturas desarrollan y sostienen una orientacin para los sujetos, dentro de las estructuras de sucompleja prctica social personal en curso. Ellas hacen nfasis en el anclaje prctico y las consecuenciasprcticas de la reflexin personal. Y son necesarias antes que nada precisamente debido al carctercomplejamente heterogneo de la prctica social y de la participacin de las personas en ella. Descansan en laimplicacin mltiple de la persona en prcticas mltiples, que cortan a travs de preocupaciones y problemasde naturaleza frecuentemente conflictiva e impugnada, y a la vez guan esa implicacin. El desarrollo deposturas personales se apoya por lo tanto en las interrelaciones existentes entre los contextos sociales en laestructura de la prctica social. Como sealamos en la seccin 2, los contextos particulares dependen uno deotro y se refieren mutuamente en la estructura de la prctica social. Los sujetos necesitan considerar stasdependencias y referencias cuando configuran sus modos personales de participacin en y a travs de aquelloscontextos. Esta es parte de la base sobre la que despliegan su concepcin personal selectiva de lasparticipaciones contextuales interrelacionadas. Tienen que determinarse sobre cmo tomar parte en estoscontextos sociales interrelacionados y cmo relacionar sus participaciones en ellos -por lo que puedenvolverse crticos de formas particulares de relacionar estas prcticas, volverse miembros crticos de (algunos)de estos contextos o retirarse de ellos-, aun cuando no sea posible integrar todas las diversidades de la prcticasocial y por tanto invalidarlas en el punto de vista personal. Las diversidades pueden persistir en la estructurade la prctica social y puede ser importante y necesario para la persona tomar en cuenta y mantener stasdistintas cualidades para su prctica social personal. La persona puede tener que balancearlas en formas queno pongan entre parntesis una u otra de esas diversidades. En realidad, en ocasiones la existencia misma decontrastes da a cada uno de los polos su significado personal particular y las cualidades a mantener.

    En diferentes contextos sociales las posturas personales se persiguen por medio de diferentes modos departicipacin. Las posturas tampoco constituyen esquemas generalizados que se persiguen rgidamente de un

  • modo idntico, sino de forma ajustada a los contextos en que la persona se encuentra actualmente ubicada, asus relaciones con otros contextos relevantes y a los modos de participacin de otros co-partcipes. De estemodo, las posturas guan a las personas en sus transiciones entre diferentes contextos de modo que puedanreorientarse a s mismas y redirigir sus actividades de acuerdo a sus preocupaciones en el contexto presente,pero tambin de modo que sigan persiguiendo preocupaciones y posturas particulares a travs de loscontextos. Las posturas guan a los sujetos para actuar flexiblemente sin convertirse en camaleones.

    Mi argumento acerca del concepto de posturas o puntos de vista personales es muy similar a la crtica deCalhoun de la teora feminista del punto de vista de Dorothy Smith (p.e. Smith, 1987):

    La idea central de la teora del punto de vista es que una determinada posicin social estructural crearcondiciones para aprender de la experiencia, la cual se privilegiar epistemolgicamente al producir ciertasclases de conocimiento. (...) Por un lado, la idea de punto de vista est arraigada en la nocin de sujetos que

    tienen experiencias concretas. Por el otro, la idea de punto de vista emplea una lgica categorial paraanalizar las posiciones en la estructura social. (Calhoun, 1995, p. 171)

    Calhoun seala entonces que las categoras de observacin y razonamiento se abstraen de la estructura socialy las experiencias de las mujeres se esencializan, y contina citando a Harding:

    Algunos pensadores han supuesto que las teoras del punto de vista y otros tipos de justificaciones de losreclamos de conocimiento feministas deben fundamentarse en las experiencias de las mujeres. Los trminospunto de vista de las mujeres y perspectiva de las mujeres se utilizan con frecuencia de modointercambiable, y perspectiva de las mujeres sugiere la perspectiva real de mujeres reales -lo que ellas dehecho pueden ver. (...) Para que una posicin cuente como punto de vista, ms que como un reclamo (...)debemos insistir en una ubicacin objetiva -las vidas de las mujeres- como el lugar a partir del cual deberaempezar la investigacin feminista. (Harding, 1991, p. 123, citado en Calhoun, 1995, p. 172)

    Notemos que, de acuerdo con Smith, los puntos de vista estn fundamentados en sujetos reales, esto es enexperiencias ubicadas, y que se reconoce que las experiencias difieren de acuerdo a la posicin socio-estructural que ocupa un sujeto. Pero parece que las experiencias se convierten en puntos de vista en virtud deque el sujeto ocupa una posicin social particular. Es como si un punto de vista simplemente se siguiera deocupar esa posicin socio-estructural particular y, por ello, de ser un miembro de una categora/poblacinsocio-estructural particular. La combinacin de experiencia y posicin parecen determinar un punto de vista.As, Smith no distingue de modo suficiente entre posicin y punto de vista.

    Este problema nos recuerda lo que est en juego con esta distincin. Si no la hacemos, todas las personas quecomparten una posicin particular, por ejemplo quienes son miembros de una categora social particular depersonas, se cree que adoptan un punto de vista particular comn sobre la prctica social y su participacin enella. Pero es cierto que pueden derivarse diferentes puntos de vista a partir de posiciones similares, entre otrascosas porque cada cual ocupa posiciones mltiples, diversas, interrelacionadas y que se intersectan, en elcurso de su prctica social personal dentro de las estructuras de la prctica social. Se pasa de lado el problemareal de cmo las personas se las arreglan con diversidades interrelacionadas y que se intersectan, elaborandoposturas particulares sobre cmo conducir sus vidas en tales estructuras sociales de prctica.

    La conduccin personal de la vida y la trayectoria de vida personal

    Nuestros anlisis, en las secciones previas, de la prctica personal compleja dentro de estructuras complejasde prctica social tiene una diversidad de consecuencias para la elaboracin ulterior del marco terico. Enesta seccin introduciremos dos elaboraciones conceptuales que estn muy implicadas por los anlisis hechos

  • hasta este punto. Hemos hecho nfasis en que vivir en diferentes contextos sociales y a travs de ellos implicauna prctica personal multifactica, variada, diversa y contrastante que hace surgir dificultades, desafos yconflictos personales de tipo particular, pero que tambin proporciona recursos prcticos para una vida rica.Estas diversidades y complejidades no pueden balancearse mutuamente de manera sencilla, ni resolverse deuna vez por todas en una sntesis individual, como querran las nociones tradicionales de integracin ycoherencia personal. Por el contrario, cada cual debe desarrollar capacidades particulares para manejar unavida compleja en diversos contextos y a travs de ellos, y esto demanda actividades y capacidades prcticasparticulares para manejar stas diversidades e interrelaciones contextuales entre participaciones ypreocupaciones en mltiples contextos. Esta diversidad y complejidad hace surgir conflictos personalesparticulares entre las participaciones y preocupaciones de una persona en diversos contextos, las cuales seintersectan con los conflictos dentro de contextos especficos, y dichos conflictos introducen problemaspersonales de crtica y cambio.

    Preocupaciones heterogneas y contradictorias dentro y acerca de diferentes lugares convierten a las posturaspersonales en asuntos dinmicos, tomando partido a favor o en contra del cambio. Las contradicciones y losconflictos juegan un papel crucial en la prctica y desarrollo personal (Dreier, 1993; Holzkamp, 1983;Osterkamp, 1990), papel que la mayora de las teoras de la personalidad encubren con sus nocionespredominantemente armonizadoras sobre la integracin individual, la coherencia, una estructura estable demetas, necesidades, planes de vida o cualquier otra cosa.

    Presuponiendo una vida unitaria y homognea, los conceptos psicolgicos tradicionales de personalidadniegan la complejidad personal fundamental de la composicin de una prctica social personal en diversoscontextos sociales y a travs de ellos (Dreier, 1993; 1994). Al hacer esto, las personas deben interrelacionarsus participaciones diversas en contextos sociales diversos, en formas que necesariamente siguen siendoproblemticas puesto que las diversidades y conflictos de la prctica social y la complejidad de conducir unaprctica social personal compleja no pueden resolverse fcilmente formando una sin tesis personal. Por elcontrario, la estructuracin de una prctica personal compleja permanece ligada y slo puede lograrse enrelacin con una estructura de la prctica social que es heterognea, contradictoria y compleja. Los problemasrelacionados con estas complejidades demandan que la persona desarrolle posturas personales con las cualesrelacionar las diversas participaciones y preocupaciones personales para no actuar, en algn momento y lugar,en formas que sean manifiestamente dainas para las otras preocupaciones de uno en otros tiempos y lugaresy para la propia existencia social total. E incluso stas posturas deben llevarse a cabo en diversas formasdependiendo de las preocupaciones y posibilidades particulares, de las posiciones y constelaciones departicipacin en diferentes contextos, pero eso no elimina la necesidad de elaborarlas y perseguirlas. Portanto, debemos poner en cuestin las nociones demasiado simplificadas sobre una personalidad integrada, conuna estructura interna fija, y defender como fundamento de la personalidad la estructuracin de laparticipacin personal en la estructura de la prctica social. Sin embargo, aqu no slo est en cuestin elproblema de la integracin o coherencia personal. En primer lugar, las personas se enfrentan a los problemasprcticos de conducir una prctica personal compleja dentro de estructuras complejas de prctica social. Enparticular, una vida personal compleja no se despliega en forma simple y no problemtica. Su movimiento nose cuida de s mismo, por as decirlo.

    Debe ser integrada y los sujetos deben conducir la composicin en diversas formas y en varios grados.

    Toma esfuerzos particulares el hacerlo, los cuales son cruciales para lo que significa ser una persona que viveen una prctica social compleja. En realidad, estamos defendiendo que debemos fundamentar nuestracomprensin terica de la formacin de la personalidad en las necesidades y desafos de participar en talestructura de prctica social (Oreier, 1993). En esta lnea, Holzkamp (1995) seala que la estructura complejade la prctica social personal cotidiana, convierte el desarrollo de la conduccin de la vida personal -que

  • relaciona, combina, balancea, coordina, etc., mltiples actividades en diversos contextos y con muchas otraspersonas- en un rasgo crucial de lo que significa ser una persona. l recoge el concepto de conduccin de lavida del trabajo de un grupo de socilogos en Munich (cf. Jurczyk & Rerrich, 1993) y lo re interpreta comoun concepto bsico en nuestra comprensin terica de la personalidad.

    Por supuesto, tales estructuras de la prctica social se desarrollan histricamente. Algunos socilogossostienen que el cambio de las sociedades tradicionales a las modernas implic una "pluralizacin de losmundos de vida" los cuales devinieron "ms diversos y segmentados", de manera que los "individuoscomnmente se desplazan entre diferentes medios o locales en el curso de su vida cotidiana" (Giddens, 1991,p. 83, con referencia a Berger et al, 1974). En una lnea similar, Jurczyk & Rerrich (1993, p. 26.27) sostienenque podemos observar demandas histricas crecientes en la organizacin de: 1) el tiempo, 2) las tareas, losquehaceres y contenidos de las actividades y 3) las relaciones sociales. Esto hace surgir demandas crecientespara la conduccin individual de la vida cotidiana, as como a los grupos de participantes, digamos losmiembros de la familia, para organizar su vida en comn junto con otras partes de sus vidas en otros lugares.Algunos autores conceptualizan stas relaciones histricamente cambiantes como una cuestin de demandasms complejas que surgen para los individuos y algunos conceptualizan las formas cambiantes deindividualidad como si estuvieran determinadas por tales estructuras modificadas de condiciones y demandas.

    Pero tales cambios sociales significan ms que eso. Evidentemente implican cambios en las formas deprctica personal y en las capacidades que las personas necesitan desarrollar para convertirse en participantesplenos en tales formas de prctica social. En otras palabras, estos cambios socio-histricos nos demandanreplantear las teoras del sujeto y las formas de ser persona en una comprensin historizada de las cualidades,capacidades y formas especficas de ser persona en tales formas histricas de prctica social, donde losproblemas acerca del desarrollo de una conducta personal de vida han ganado prominencia y cualidadesparticulares. Tambin nos demandan plantear una variedad de cambios y problemas histricamenteespecficos de ser una persona. Por ejemplo, en formas complejas de prctica social es profundamenteproblemtico, en modos histricamente especficos, tener restringida la propia participacin a un pequeonmero de contextos sociales, o tener tan restringidas las posibilidades de perseguir las propiaspreocupaciones en relacin con algunos contextos, que slo un contexto social contenga posibilidades deperseguir las preocupaciones significativas.

    Con frecuencia, entonces, incluso las participaciones/preocupaciones en los contextos restantes amenazan conperder su significado personal, debido a que el significado est delimitado dentro de una estructura deprctica social personal, con una organizacin socio-estructural, que tiene alcance a travs de diversoscontextos significativos y contiene posibilidades de perseguir preocupaciones significativas en y a travs deellos. De la misma manera que los contextos no son islas, las participaciones y preocupaciones personalesestn alimentadas por su interrelacin dentro de una estructura de participacin y preocupaciones personales atravs de aquellos contextos. En formas importantes, el significado de la participacin en una prcticacontextual particular resalta y viene al caso precisamente debido a sus contrastes con el significado departicipar en otros contextos sociales con otras cualidades contrastantes. Dada la estructura contextualmentecompleja de la prctica social, ser excluido de o restringido en relacin con aspectos importantes de ella,significa estar restringido personalmente en formas decisivas respecto de aquellas formas de prctica socialpersonal que es histricamente posible e importante desplegar.

    Para teorizar la complejidad bsica de la prctica social personal en la estructura de la prctica social y losdesafos que dirigen la formacin de la personalidad no es suficiente, sin embargo, introducir un concepto dela conduccin cotidiana de la vida. Tambin necesitamos un concepto de trayectoria de vida personal parateorizar cmo los cursos de vida individuales se alargan a travs del tiempo y espacio sociales. Cuando laprctica social personal cotidiana se extiende a travs de los contextos sociales, lo mismo ocurre con el curso

  • de vida de la prctica social personal. De aqu que el flujo del curso de la vida tambin tenga una dimensinespacial. Est compuesto de una configuracin particular y cambiante de participaciones personales endiversos contextos sociales a travs del curso de la vida y de una importancia personal cambiante de aquelloscontextos en los que la persona participa a largo plazo. Aun cuando la prctica personal cotidiana tiene suselementos claramente rutinarios, sera un error suponer que su estructura de participaciones contextuales fueracompletamente esttica. Por el contrario, la prctica personal cotidiana est implicada en la trayectoria de vidade la persona en un "punto" particular de su curso. Su estructura cambia como parte de la estructuracambiante de la trayectoria de vida, y sta se realiza entre otras cosas por el cambio en la conduccincotidiana de la vida. El curso de vida no es simplemente proyectado en el futuro, por as decirlo, en unadimensin de tiempo abstracta, sino tambin a travs de lugares de las participaciones presentes y futuras queno permanecen iguales. El curso de vida es arrojado tanto hacia adelante como transversalmente. Elijo eltrmino trayectoria para hacer nfasis en la dimensin espacial negada de esta dualidad de proyectar ytransyectar.

    Igual que en la conduccin personal de la vida, existe una dimensin histrica en la composicin de lastrayectorias de vida. Los arreglos histricos particulares, tales como el desarrollo de formas ntimas y privadasde vida familiar, influyen la configuracin de trayectorias de vida personales, su estructura de significado ypor tanto la estructuracin del ser persona. En perspectiva histrica, las trayectorias de vida se han convertidoen moldes menos predeterminados y prefigurados, de modo que la confeccin de trayectorias demanda unmoldeamiento ms personal, se vuelve ms individualizado y exige un 'trabajo individual' (Jurczyk & Rerrich,1993). Esto da nuevo peso y cualidades a los problemas que rodean la configuracin personal de unatrayectoria de vida contextualizada de manera compleja. Con todo, existen arreglos sociales para lastrayectorias de vida personales en evolucin, y el observar cmo otros despliegan sus trayectorias en formasparticulares, junto con sus consejos, engaa a las personas acerca de cmo realizar su propia trayectoriapersonal. En otras palabras, el despliegue de una trayectoria personal todava est arreglado en muchas formashistricamente especficas.

    As, la escuela es un contexto institucional peculiar que tiene notable importancia en la composicin por losestudiantes de una conduccin de la vida, que alcanza a travs de sus diversos contextos y configura susinterrelaciones y significados personales de una manera singular. Al mismo tiempo, la escuela est organizadapara que una poblacin particular participe en ella en un "punto" particular de su trayectoria de vida, as comopara trayectorias graduadas, segn edad y rumbo, en ella y a travs de ella. Ms aun, a travs de los modosparticulares de participacin de los estudiantes, la escuela los polariza y los estudiantes se polarizan a smismos, adoptando y desarrollando posiciones y posturas particulares y demarcando (por proyeccin ytransyeccin), para s mismos, trayectorias de vida particulares, en relacin a los moldes de trayectoriaseducativas pre-arreglados institucionalmente y a su presunto lugar e importancia en las trayectorias de vidapersonales. Los estudiantes se repropian dichos paisajes institucionales existentes de trayectorias personales,para convertirlos en vehculos particulares en su composicin y orientacin de una trayectoria de vidapersonal (cf. Eckert, 1989; 1997). Mientras lo hacen, el arreglo de gradacin por edad y rumbo se usa tambinpara definir dnde se encuentran en su trayectoria.

    En los moldes arreglados institucionalmente para las trayectorias, las transiciones en las trayectorias de vidatambin estn arregladas, con sus procesos necesarios de reorientacin personal, etc. De la misma manera, lacomprensin personal de tales transiciones puede estar descaminada por la observacin y los consejos deotros, y debe lograrse en relacin a la estructura de la prctica social existente (cf. Hojholt, 1997).

    Algunos contextos son componentes de largo plazo en la trayectoria de una persona, mientras que otros sonlugares de una sola ocasin y algunos son parte de la trayectoria de una persona por un "perodo" particular yluego son abandonados o reemplazados por nuevos contextos. De esta forma, la estructura personal de las

  • participaciones a travs de los contextos cambia durante la trayectoria de vida. Ms aun, cambia tambin laestructura de preocupaciones y significado con relacin a los contextos particulares en los que la persona semantiene participando. Y as ocurre con el modo en que la participacin y preocupaciones personales secomponen, distribuyen, balancean y sopesan a travs de la constelacin actual de contextos diversos, en lareconfiguracin de la conduccin personal de la vida. Los dilemas y riesgos de conducir una trayectoria devida compleja cambian junto con aquellos cambios. En otras palabras, la importancia de contextosparticulares y de los modos de participacin en ellos cambia y se reconfigura a travs de la trayectoria devida. As, los contextos particulares difieren en su esfera de accin y relevancia concertada, en qupreocupaciones y posturas desean perseguir las personas en y a travs de ellos, y todo esto depende ademsdel lugar de un contexto particular en la conduccin y trayectoria de vida de esa persona.

    Existen diferencias de clase, gnero y tnicas respecto de qu contextos sociales se usan y estn accesibles, yrelativas a la amplitud o restriccin de la constelacin de contextos sociales en la conduccin y la trayectoriade vida personales (cf. Eckert, 1989, 1997). Existen tambin diferencias de clase, gnero y tnicas en lasformas en que las personas combinan o desconectan los contextos en su configuracin de relaciones ypreocupaciones sociales. Por ejemplo, las experiencias con instituciones y autoridades pblicas contribuyen amodos particulares de desconectar y vincular contextos.

    Deber ser evidente ahora que en el despliegue y cambio de una conduccin y una trayectoria de vidapersonales estn implicados procesos abarcadores de aprendizaje, en los que no podemos entrar en estetrabajo (cf.- Lave, 1997). En principio, estos procesos son interminables y demandan muchas formas dereconsideracin y re-aprendizaje. Sealemos en cambio que cuando las personas proyectan sus trayectorias apartir de cualquier "punto" dado en ellas, estn compuestas de una estructura particular de participaciones ypreocupaciones. El sentido de direccin de una trayectoria tiene una complejidad y una composicintranscontextual particular a ella. Lo que las personas quieren decir por hallarle una direccin a sus vidas,normalmente no slo significa aquello de lo que aspiran a ser parte en un contexto, sino un "Ianzamiento"para una composicin futura de su conduccin de vida, con sus preocupaciones y modos de participacinvinculados. Cuando una persona extraa algo o aspira a un cambio en su vida, lo que est implicadoprincipalmente es no slo un cambio en un contexto; directa o indirectamente se trata de un cambio en laconstelacin total de la prctica personal, con sus interrelaciones entre participaciones en diversos contextos,sus pesos relativos, los significados y la composicin personal.

    De la misma forma, lo que las personas dan a entender con entrar en una nueva situacin o con susituacin de vida, abarca la configuracin completa de la prctica social personal y no slo un contextoparticular. El sentirse congregado y enfocado, en contraste a disipado y confuso, es un rasgo crucial de talforma de vida, relacionado a la configuracin personal de la conduccin y trayectoria de vida. De hecho,podemos sentimos congregados y enfocados en una prctica social personal mltiple y compleja, dondeimportan otras cosas aparte de aquellas alrededor de las que nos sentimos congregados. La diseminacin yvariacin de las participaciones y preocupaciones puede, por supuesto, hacernos perder nuestro asidero encuanto a sentirnos congregados pero, por otro lado, puede ser una condicin previa para sentirse congregadoel que exista una variedad de participaciones y preocupaciones en el trasfondo para hacer que aquellas en quenos enfocamos resalten y sean importantes, en virtud de sus relaciones con las participaciones ypreocupaciones del trasfondo. En medio de otras ocupaciones, regresamos a las preocupaciones principalesalrededor de las que nos sentimos congregados, las retomamos de nuevo, la ocasin se aclara y se buscan lasoportunidades para sostenerlas, avanzarlas, etc.

    La trayectoria de vida, la estructura de la personalidad y la identidad

  • Estos fenmenos ejemplifican una amplia gama de problemas personalmente importantes relacionados con laconfiguracin de la participacin y las preocupaciones personales, y su importancia relativa para la persona encuestin, problemas de los que existen muchos ms que los mencionados en este trabajo.

    Estos fenmenos indican que es crucial reconocer la complejidad contextual de la prctica social personal alelaborar una teora concreta sobre la persona. Los sujetos se relacionan de diferentes formas con susparticipaciones en contextos particulares. Su implicacin puede ser a ms o menos largo plazo, puede sercrucial para ellos o meramente Instrumental, relacionada con preocupaciones claramente limitadas o deamplio alcance, e incluir diversos vnculos con otras personas particulares.

    Las personas pueden ser miembros (formales) de un contexto o, debido a la naturaleza y alcance de suinvolucracin, pueden llegar a verse a s mismos como pertenecientes a aqul. En otras palabras, a travs de lahistoria de sus participaciones las personas despliegan una composicin subjetiva particular de la importanciade sus participaciones en contextos particulares y con Otros particulares. Relacionando stas diversasparticipaciones, preocupaciones y posturas, las personas gradualmente configuran una composicin subjetivaparticular de la manera en que se sienten ubicadas en el mundo. Me parece Que esto es lo que queremosdecir con el trmino identidad. El sentimiento de pertenencia a prcticas particulares; con personas y enlugares particulares, se desarrolla sobre el trasfondo de ser parte de ellas, de reflexionar sobre la relacinpersonal de uno con el ser parte de ellas, de configurar aquellas reflexiones en posturas personales y deconfigurar tales posturas en un proyecto de lo que uno representa y a dnde pertenece, que es lo que queremosdecir con el trmino identidad personal.

    Al contrario de una aproximacin a la teora de la personalidad, la identidad y el s mismo que hace nfasis enla composicin personal de las participaciones y preocupaciones -en y a travs de los contextos sociales, en latrayectoria de vida de la persona en cuestin-, las teoras de la persona en la psicologa y ms all,tradicionalmente han estado dominadas por suposiciones bsicas sobre la personalidad como una unidadintegrada y coherente. Y la mayora de los tericos construyen esta imagen de la estructura de la personalidadhumana haciendo caso omiso de la estructura del mundo social y la prctica social. Parece que lo consideranirrelevante para comprender la estructura bsica de la personalidad humana. De hecho, la funcinpreeminente que adscriben las teoras psicolgicas a la personalidad, la identidad y el yo es la construccinsubjetiva de una coherencia individual significativa y no la composicin de una conduccin y una trayectoriade vida personales.

    Si acaso se considera el mundo social al teorizar sobre la persona, la mayora de los tericos se adhieren a lasuposicin de que la personalidad, la identidad y el yo humanos son bsicamente acerca de la integracin y lacoherencia individuales. La diversidad prctica de una prctica social estructurada contextualmente est casitotalmente negada en las nociones de cursos de vida subjetivos, identidad y fases de desarrollo. Incluso en unateora de la actividad como la de A.N. Leontiev (1973), el cambio en la actividad dominante del juego alaprendizaje durante la ontogenia sucede que coincide con la edad de ingreso a la escuela y, de este modo,ilustra mi crtica en la seccin uno de que el concepto de actividad pone entre parntesis aquello de lo que esparte. Tal abstraccin de la diversidad con textual de la prctica social puede lograrse por diversas lneas deargumentacin.

    Una lnea de argumento supone la existencia de un solo mundo social pequeo y homogneo. Esto se lograprincipalmente reduciendo el mundo en el que se supone que se constituye la personalidad a la familia nuclear(histricamente constituida y por ello no universalizable). El refugio privado o retiro individual dentro de laintimidad privada que est asociado con esta forma contextual, se considera que eleva a la persona por encimade la importancia de los determinantes y posiciones sociales "del exterior".

  • De aqu que aun si los tericos no son ciegos respecto del mundo fuera de la familia, ellos puedan considerartan penetrante la importancia de las relaciones familiares privadas, que ellas solas proporcionan y garantizanuna identidad integrada y coherente. En esta lnea incluso un terico social como Giddens escribe "(...) laidentidad del s mismo se negocia a travs de procesos vinculados de exploracin de s y el desarrollo de laintimidad con los otros. Tales procesos ayudan a crear 'historias compartidas' de un tipo potencial msestrechamente ligado que aquellas que son tpicas de los individuos que comparten experiencias en virtud deuna posicin social comn." (Giddens, 1991, p. 97).

    Una segunda lnea de argumento en la abstraccin de la diversidad de la prctica social, s reconoce que elmundo social es complejo pero insiste no obstante en que es homogneo. Dichos tericos suponen unacoherencia social y/o cultural del mundo social que o bien choca con las personas o les permite construir unpunto de vista personal coherente. Por ejemplo, al referirse al concepto de "vida" de Dilthey como unconcepto histrico y biogrfico, Mos sostiene: "La realidad desde 'el punto de vista de la vida', como querraDilthey, es siempre algo de implicacin vital en el sentido de que nuestra existencia individual nos empuja aadoptar una postura en y hacia la vida, trayendo con ello coherencia significativa a nuestra experiencia (...)".Luego Mos seala la "importancia apremiante, especialmente en una era posmoderna de discursosconstruccionistas, de recuperar una concepcin de la persona individual no como 'anterior a la sociedad y lahistoria' -en las palabras de Dilthey-, sino como punto de interaccin, como participante con otros, inmersoen aquellas coherencias relacionales significativas de la sociedad y la cultura que desde el punto de vista de lavida son predominantemente vividas". Mos desea recuperar un "sentido de aquellas coherencias sociales yculturales cuya 'objetividad masiva' condicionan y a la vez son condicionadas por nuestra participacinindividual y colectiva en ellas". (Mos, 1996, p. 41-42). De acuerdo con Mos, entonces, las diversidades, losdilemas y las contradicciones de la prctica social y la participacin personal en ella parecen ser de pocaimportancia para la persona individual o pueden, al menos, superarse fcilmente en la construccin de unapersonalidad individual.

    Una tercera forma de mantener que la personalidad, la identidad y el yo tratan por completo de la integraciny la coherencia individuales, es hacer nfasis en que su estructuracin es un logro puramente subjetivo.Entonces la prctica social personal y la trayectoria de vida pueden ser diversas y complejas, pero estasdiversidades se superan precisamente por la construccin individual de una personalidad, una identidad y unyo. Estos tericos tienen que simplificar excesivamente lo que significa y requiere lograr la coherenciaindividual. La consideran un asunto subjetivo unilateral y no esencialmente prctico. Tal abstraccinunilateral puede facilitarse suponiendo que la coherencia personal es un asunto de 'significado' y 'cultura'coherentes y no de las estructuras de participacin personal en las estructuras de la prctica social, las cualesse reducen as a meras cosas prcticas externas a lo que realmente cuenta.

    De esta forma menosprecian la importancia concreta de las diversidades y contradicciones de la prcticasocial y atribuyen el logro de la coherencia -como logro y preocupacin eminentemente subjetivos- al sujeto.

    Un modo final de llegar a una nocin de identidad coherente es considerar insignificante al espacio social yconstruir la trayectoria de vida personal en una dimensin puramente temporal. De esta forma, los tericosatenan o no consideran la diversidad de la prctica social y desvinculan la historia y el desarrollo de lapersona de cualquier anclaje fuerte en relacin con las (cambiantes) estructuras sociales de la prctica y lanaturaleza social complejamente situada de la vida personal. No obstante, sta es la aproximacin msdifundida en las teoras de la historia de vida individual. La encontramos incluso en las teoras sociales quehacen nfasis en el concepto de accin social. As, Giddens afirma que "(...) el lugar mismo es socavado por laexpansin de los mecanismos de desligamiento (...)" (Giddens, 1991, p. 146).

  • Detrs de esta afirmacin se encuentra la interpretacin de que estar situado quiere decir estar atado a lasituacin, convirtindolo en lo que Holzkamp (1983) denomina estar "fijado a la inmediatez". AunqueGiddens (igual que Asplund, 1983, cap. 11 y 12) recoge el concepto de trayectoria de la geografa del tiempode Hagerstrand, donde el espacio-tiempo es un concepto para la interconexin del tiempo y el espacio, sunocin de la abstraccin del tiempo y el espacio y del desligamiento y la globalizacin lo hace terminarconsiderando las trayectorias simplemente como si se extendieran a lo largo de la dimensin temporal de unpasado-presente-futuro individual. De esta manera Giddens pierde la dimensin espacial de la infraestructuracontextual de la prctica social y de la conduccin y la trayectoria de vida personales. En referencia al librotitulado "Convirtindose en su propio terapeuta", alrededor del que fundamenta su argumento, escribe luegosobre el "dilogo con el tiempo, un proceso de auto- cuestionamiento acerca de cmo el individuo maneja eltiempo de su perodo de vida", como el cultivo de una identidad reflexiva de s a travs de la autoobservacin(Giddens, 1991, p. 72). Su concepto de trayectoria se ha convertido en una cuestin de tiempo: "El yo formauna trayectoria de desarrollo del pasado hacia el futuro anticipado" (lbid., p. 75). Y: "La lnea de desarrollo delyo es internamente referencial: la nica hebra conectiva significativa es la trayectoria de la vida como tal.(Ibid., p. 76).

    Giddens define los planes de vida como el contenido substancial de una trayectoria del yo organizadareflexivamente (ibid., p. 85). La planeacin de la vida para Giddens es una manera de preparar una direccincon relacin a la biografa del s mismo. Pero en su comprensin del planear ha desaparecido la complejidadcontextual en su maniobra analtica previa, de modo que finalmente termina sosteniendo que "la identidad delyo, como fenmeno coherente, supone una narracin." (lbid., p. 80). La coherencia se vuelve a instalar, pormedio de la creacin de una narracin del yo. Pero las narraciones son una imposicin subjetiva (y/o cultural)de coherencia sobre una experiencia sin forma; imposicin de un inicio, medio y fin a eventos desarticuladosen el tramado de historias y la construccin de una identidad a travs del tiempo. En otro lugar he sostenidoque las teoras de la narracin conceptualizan unilateralmente la conduccin personal y la trayectoria de vidaen una dimensin abstracta de tiempo y pierden las relaciones espacio-tiempo (Dreier, en prensa). As,Ricoeur (1992) ve la identidad como igualdad emergente que es temporal y cuyo ncleo es la narracin.

    Otro terico social de la accin, Strauss, tambin emplea el concepto de trayectoria como concepto clave ensu teora. Para l tambin, una trayectoria slo se extiende a travs del tiempo mientras que la estructuraespacial de la prctica social retrocede hacia la insignificancia. En su definicin simplemente caracteriza unatrayectoria como "(1) el curso de cualquier fenmeno experimentado conforme evoluciona en el tiempo... y(2) las acciones e interacciones que contribuyen a su evolucin" (Strauss, 1993, p. 53- 54). Una vez ms elconcepto de accin va de la mano con una abstraccin de la estructura contextual de la participacin personal.

    Finalmente, algunos tericos historizan el concepto de identidad, pero no incluyen explcitamente en suconcepcin la diversidad en la estructura de la prctica social y en las participaciones personales. Igual queBurkitt (1994), se enfocan en las relaciones interpersonales que historizan como si flotaran libremente, sinestar situadas en ninguna parte dentro de la estructura de la prctica social y la participacin personal. Estoacerca su enfoque sobre la subjetividad a las perspectivas conversacionales, discursivas y relacionales en lapsicologa actual, en tanto que no conceptualiza cmo estas relaciones sociales son partes ubicadas de unaprctica social estructurada. Tomemos el trabajo de Charles Taylor como ejemplo. En su artculo "Lanecesidad de reconocimiento" en su libro "La tica de la Autenticidad" (Taylor, 1991), afirma que lapreocupacin moderna con la identidad y el reconocimiento se ha vuelto inevitable debido a dos cambioshistricos principales. El primero es el colapso de las jerarquas sociales segn las cuales "lo que ahorallamaramos la identidad estuvo ampliamente fijado por su posicin social." (p. 47). Sostiene, en palabras deHerder, que el ideal emergente de autenticidad socava esto porque me demanda descubrir mi propia formaoriginal de ser. (...) No quiere decir que lo reflexione en aislamiento sino que lo negocie a travs del dilogo,parcialmente manifiesto, parcialmente interiorizado, con otros." (lbid.)

  • As, aun cuando la dependencia social siempre estuvo ah, lo nuevo es que ahora este reconocimiento no es apriori. El sujeto "tiene que ganarlo a travs del intercambio y puede fallar. Y es por ello que la necesidad esreconocida ahora por vez primera. En los tiempos premodernos las personas no hablaban de 'identidad' y'reconocimiento', no porque las personas no tuvieran (lo que nosotros llamamos) identidades o porque stas nodependieran del reconocimiento, sino ms bien porque entonces no eran tan problemticas como paratematizarse como tales." (lbid, p. 48).

    El segundo cambio principal ha ocurrido en el nivel ntimo:

    En el nivel ntimo, podemos ver qu tanto una identidad original necesita y es vulnerable al reconocimientodado o negado por otras personas importantes. (...) Las relaciones amorosas no son importantes slo debidoal nfasis general en la cultura moderna en la realizacin de la vida ordinaria. Tambin son cruciales porqueson los crisoles de una identidad generada interiormente. (...) En el plano social, la comprensin de que las

    identidades se forman en el dilogo abierto (...) ha vuelto ms central y llena de tensiones la poltica de igualreconocimiento. De hecho, ha aumentado considerablemente sus riesgos (...) Su negacin puede infligir dao

    a aquellos a quienes se les rehsa. (Ibid, p. 49)

    As, de acuerdo con Taylor, este cambio es el trasfondo sobre el cual "No slo el feminismo contemporneosino tambin las relaciones de raza y las discusiones del multiculturalismo, se sostienen por la premisa de queel reconocimiento negado puede ser una forma de represin." IIbid, p. 50). Y es por esto que la cultura de laautenticidad ha llegado "a dar prioridad a dos modos de vivir juntos... (1) a nivel social, el principio crucial esel de la equidad, que demanda oportunidades iguales para que cada uno desarrolle su propia identidad, la cualincluye (...) el reconocimiento de la diferencia,... y (2) en la esfera ntima, tiene importancia crucial la relacinamorosa formadora de identidad." (Ibid, p. 50).

    Sin embargo, la preocupacin de Taylor con tales principios, estndares y valores comunes, lo hace pasar poralto las diversidades de las complejas estructuras de la prctica social y los desafos que emanan de esasdiversidades para la estructuracin de la prctica social personal y la identidad. En realidad, Taylor no se dacuenta de que los dos cambios principales que seala reflejan, ellos mismos, una diversidad y complejidadcontextuales cambiantes de la prctica social personal, aun cuando parece estar consciente y los ubica endiferentes contextos sociales, probablemente vistos como la familia versus "otros lugares".

    Un lugar prometedor para buscar la teorizacin actual preocupada por los problemas de la diversidad en laprctica social personal dentro de la compleja prctica social, es la literatura feminista. Aqu, las nocionessobre la autenticidad de la persona, el yo y la identidad pueden introducirse para hacer nfasis en lascomplejidades inherentes en la participacin personal en la prctica social. Por ejemplo, la filsofa feministainglesa Morwenna Griffiths -en su libro "Los Feminismos y el Yo. La red de identidad' (1995)- estudia laidentidad por medio de materiales autobiogrficos y apoyndose en el concepto de narracin.

    Ella sostiene, contra una nocin esttica y esencialista del s mismo y la identidad: "He defendido que el smismo se construye a lo largo del tiempo. As que la espontaneidad, arraigada en el presente, slo nos da unainstantnea de un yo autntico. No puede haber autenticidad invariante que se encuentre de esta manera,puesto que el yo est en un proceso de construccin." (Griffiths, 1995, p. 175).

    De hecho, los complejos cambios de identidad y de yo hacen ms agudas las cuestiones de la autenticidad,debido a que sta no puede resolverse de una vez por todas y porque se vuelve ms difcil decidir en cul yocambiante se va a fundamentar la autenticidad: "'Es este mi yo real que experimenta, acta, es, siente, piensay decide hacer cosas para s mismo?' 'Soy realmente yo despus de los cambios en mis sentimientos y de lasformas de entenderlos y reaccionar a ellos?' 'Conforme cambio, estoy siendo sincera conmigo misma?' (ibid.,

  • p. 173). "la recurrencia de las preguntas sobre la autenticidad... muestra que tales preguntas se imponen por simismas. Esto es algo que necesita explorarse y explicarse." (lbid, p. 175).

    Aqu llega Griffiths a un punto de inflexin en su argumento: "Una complicacin adicional se introduce por lavisin de que el yo est fragmentado. (...) Si el yo en cuestin es realmente ms parecido a 'los yoes', larespuesta para encontrar algo ms duradero no se hallar buscando una unidad coherente y transparente en elyo, del tipo que buscaban Descartes y Hume. Si los yoes fragmentados quieren ser sinceros consigo mismos,no quiere decir que deseen ser sinceros con algn yo particular claramente entendido y unificado." (ibid., p.175).

    Ella sostiene que puede haber ms de un yo en la misma persona encarnada. "En el lenguaje ordinario es unlugar comn hablar de lados o vetas en una persona: 'Ella tiene un lado sentimental inesperado en su carcter'o 'Ella es amable, pero tiene una veta real de malicia' o 'Yo no saba que hara eso, pero lo hice.'" (Ibid, p.181). No obstante, uno debe preguntar, qu clase de unidad es esa que tiene todos estos lados o vetas en ella?Griffiths contina: "El yo que defiendo... se caracteriza por la incoherencia en sus creencias y acciones, no seentiende fcilmente a s mismo. Slo se reconoce parcialmente..." Y: "...el yo est hecho de una variedad de'yoes' diferentes, a veces incompatibles, los que, tomados juntos, constituyen el yo como un todo. ... No esinusual para un yo el sorprenderse consigo mismo, conforme los diferentes 'yoes' adquieren prioridad." Por lotanto, ella sostiene que "Es esencial reconocer que no existe unidad del yo, ni ncleo invariable de un ser. Talcreencia es una fantasa y confundir al yo buscando establecerlo. Ser sincera consigo misma no significabuscar tal ncleo. Significa emprender el difcil asunto de evaluacin y transformacin dentro de un contextocambiante del yo. La autenticidad requiere evaluar un yo cambiante, no preservar la igualdad." (lbid, p. 185)Griffiths lleva estas ideas aun ms lejos sosteniendo que todos somos hbridos, recogiendo una nocin deStuart Hall. Ella habla de diferentes fragmentos que estn en guerra entre s y de coaliciones (ms que deconsensos) formadas a travs de la negociacin (ibid, p. 183). Termina su libro diciendo: "Es la simplicidad laque ha contribuido a la uniformidad y la opresin. Infinitamente preferible es la variedad, la confusin, elcolor, la mezcolanza, el caleidoscopio, el popurr, el abigarramiento y el arlequn de los yoes en retazos."(Ibid, p. 191)

    Para describir el trabajo de identidad en un sujeto fragmentado, Griffiths usa la metfora de "tejer": "Lametfora de una red es til para comprender tanto el 'devenir' como la 'agencia' ('red' e


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