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  • TRANSICIN DEMOGRAFICA: RESUMEN HISTRICO O TEORA DE POBLACIN?

    N E I D E L O P E S P A T A R R A Centro de Estudios de Dinmica de la Poblacin (CEDIP)

    Universidad de Sao Paulo

    LA T R A N S I C I N D E M O G R F I C A , tambin llamada revolucin demogrfica o revolucin vital, consiste esencialmente en el paso de los niveles de na-talidad y fecundidad altos y sin control, a niveles bajos y controlados, a travs de un perodo intermedio dentro del cual el descenso de la mor-talidad antecede al de la natalidad, generando un crecimiento rpido de la poblacin. De acuerdo con esa evolucin, la poblacin humana, en el pasado, se mantena constante numricamente o se expanda muy lenta-mente, en funcin de las oscilaciones de la mortalidad, de tendencia alta, y de una fecundidad relativamente constante, de nivel alto tambin. Du-rante la Revolucin Industrial, la fecundidad permaneci por algn tiempo alta y sin control, mientras que la duracin de la vida aumentaba, gene-rando as un crecimiento demogrfico sin precedentes. Durante los si-glos x v n y xix, las tasas de natalidad comenzaron a descender, primero en Francia y Estados Unidos y posteriormente en los dems pases indus-trializados, como consecuencia de un control deliberado de los matrimo-nios. Este descenso en las tasas de natalidad redujo el ritmo de crecimien-to, aunque la mayora de las poblaciones de los pases industrializados muestran en la actualidad tasas de natalidad superiores a las de morta-lidad. Esta transicin, considerada por algunos autores como la contra-partida dentro del plano de poblacin de las revoluciones industrial, agr-cola y comercial, es producto del avance tecnolgico y de la modernizacin que acompaaron al proceso global de industrializacin y urbanizacin.

    Hasta nuestros das, la transicin demogrfica se refiere a la evolu-cin de la poblacin de los pases que atravesaron por un proceso de industrializacin (Europa, Estados Unidos, Canad, Japn, e tc . ) . Los pa-ses de Asia, Amrica Latina y frica, de un modo general, han conse-guido obtener un descenso rpido de las tasas de mortalidad, mientras que las de natalidad se han mantenido constantes a niveles relativamente altos, lo cual ocasiona tasas de crecimiento ms altas que las alcanzadas por los pases industrializados.

    Dentro de esta situacin se coloca el debate acerca de las relaciones entre el crecimiento de la poblacin y el desarrollo econmico, y se cues-tiona la validez de la transicin demogrfica como elemento explicativo de la dinmica de poblacin de los pases no desarrollados. En otras pa-labras, se suscita la cuestin de si la transicin demogrfica representa un resumen histrico de la experiencia de los pases europeos o de ori-gen europeo, o si es una teora de poblacin que puede generalizarse a

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    todos los pases que atraviesan por el proceso de desarrollo urbano-industrial. En la tentativa por aclarar esta cuestin, se recopil la biblio-grafa ms importante sobre este asunto, y se verific que no existe con-senso entre los especialistas a ese respecto; adems, tampoco se encontr en la literatura demogrfica una sistematizacin explcita de la transicin demogrfica en cuanto a teora de poblacin. As que se decidi tomar de nuevo las primeras formulaciones y rehacer la secuencia de los textos principales que exponen, discuten y critican este asunto. Se adopta este procedimiento con objeto de compilar elementos que permitan valorar en qu condiciones o a qu alcance y limitaciones se puede echar mano del modelo de transicin para estudiar la poblacin de las reas n o des-arrolladas.

    La teora de la transicin demogrfica fue presentada por pr imera vez por Thompson en 1929 (Thompson, 1929) . Varios aos despus, Notestein inicia la publicacin de una serie de artculos sobre este tema, sin tener al parecer conocimiento de la formulacin inicial de Thompson (Notestein, 1945, 1948, 1950, 1953) . Aproximadamente en la misma poca, Thompson retoma su anlisis, esta vez con mayor cantidad de da-tos y detalles (Thompson, 1948) . v

    A pesar del mayor nfasis que Thompson pone sobre los aspectos econmicos y Notestein sobre los sociales, en la formulacin de ambos no hay discrepancia, por lo que pueden considerarse conjuntamente. Al analizar las series histricas de estadsticas de poblacin disponibles, 1 los autores reconstruyen la evolucin de la poblacin mundial en los ltimos trescientos aos. A partir del anlisis de las tendencias observa-das en el perodo bajo consideracin, se establece que la poblacin de los pases diversos tiende a atravesar por tres etapas demogrficas:

    1. Descenso incipiente.2 Los pases que atraviesan por esta etapa se caracterizan porque presentan un descenso muy rpido en las tasas de natalidad y aunque las tasas de mortalidad sean bajas, las tasas de creci-miento natural disminuyen y alcanzan rpidamente una poblacin estable o en descenso, en funcin de la prctica generalizada del control de natalidad.

    2 . Crecimiento de transicin. Dentro de esta etapa ya hay indicios de que pueda comenzar a controlarse la natalidad, por lo que las tasas de mortalidad disminuyen ms rpidamente que las de natalidad, gene-rando tasas de crecimiento natural ascendentes, o que por lo menos no disminuyen en una magnitud considerable.

    3 . Crecimiento potencial alto. En esta etapa, ambas tasas, la de mor-talidad y la de natalidad, estn todava un poco sujetas al control volun-tario. En general, la natalidad es alta y el crecimiento de la poblacin

    1 Estos datos se refieren en particular a los pases de Europa Occidental, Es-

    tados Unidos, Canad, Australia y Nueva Zelandia, o sea, a los pases en vas de "descenso incipiente", y a algunos pases de Europa Oriental, la Unin Sovitica y lapn, o sean los pases que en alguna ocasin estaban en la etapa de "creci-miento de transicin". Prcticamente no existen series histricas correspondientes a la mayora de los pases de Amrica Latina, Asia y frica, o sean los pases que estaran en la fase de "alto crecimiento potencial". En este ltimo caso, para tra-zar la evolucin reciente de la poblacin mundial, se utilizaron estimaciones burdas y generales.

    2 El nombre de estas etapas lo dio Notestein. Thompson simplemente las iden-

    tifica con letra o con nmero. > N

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    depende de las oscilaciones de las tasas de mortalidad que estn expuestas a acontecimientos incontrolables, como falta de alimentos, epidemias y guerras.

    Aunque la transicin demogrfica no se presenta aqu como una ela-boracin terica sistemtica, existen elementos de carcter explicativo y general que conducen a proponerla posteriormente como una teora sobre la poblacin. Veamos cmo se colocan estos elementos:

    En primer lugar, el criterio que se utiliza para clasificar las socieda-des humanas en etapas o segn el grado de control ejercido por cada poblacin sobre las tasas de mortalidad y de natalidad, es una prueba de ese control y del descenso de una o ambas tasas, o de su permanencia a niveles bajos por mucho tiempo (Thompson, 1948, p . 9 7 ) . Este con-trol aumenta en la medida en que avanza el proceso de industrializacin, de tal forma que los pases que se encuentran en la etapa del "descenso incipiente" son los que ya atravesaron ese proceso; los de la etapa de "crecimiento de transicin" son los que estn atravesando por ese pro-ceso; y los pases en etapa de "crecimiento alto potencial" son los que todava no la inician.

    En segundo lugar, la etapa transitoria es necesariamente una etapa de crecimiento alto de poblacin, una vez que la mortalidad responde con ms rapidez que la natalidad al "proceso de modernizacin", que acompaa a la industrializacin. Toda sociedad preindustrial precisa te-ner una natalidad alta para hacer frente a la mortalidad alta e inestable que por lo general la caracteriza. Esta fecundidad alta se mantiene a travs de costumbres y valores arraigados, que no cambian o lo hacen muy lentamente y bajo estmulos fuertes. El descenso posterior de la fecundidad se realiza a travs de un control racional que est asociado al individualismo creciente y a niveles de aspiracin popular desarrolla-dos dentro de un ambiente urbano-industrial. Dentro de la sociedad ur-bano-industrial, la familia pierde muchas de sus funciones, y su status social pasa a depender ms de los individuos que de su origen. Como dice Notestein, " la respuesta ms rpida de la mortalidad que la de la fecundidad a las formas de modernizacin es probablemente inevitable. La reduccin de la mortalidad es un objetivo que se acepta universal-mente y no se enfrenta a obstculos sociales sustanciales. Pero la reduc-cin de la fecundidad necesita de una transferencia de objetivos sociales que se dirigen de la sobrevivencia del grupo hacia el bienestar y el des-arrollo del individuo. Este cambio, tanto de objetivos como de equipara-miento social para alcanzarlos, es, en la mejor de las hiptesis, un proceso lento. En consecuencia, es cierto que el perodo de modernizacin es de aumento rpido de la poblacin" (traducido de Notestein, 1945, p . 4 1 ) .

    En tercer lugar, Thompson encuentra un apoyo a su generalizacin al verificar que en el perodo de tiempo transcurrido entre sus dos tra-bajos, algunos pases pasaron de la etapa del "crecimiento de transicin" hacia la etapa de "descenso incipiente", y otros pasaron de la etapa del "crecimiento potencial a l to" a la etapa del "crecimiento de transicin"; ese paso acompa adems al proceso de desarrollo econmico de los pases en cuestin (Thompson, 1948) . Aun en trminos de generaliza-cin, el caso de Japn, cuya poblacin tambin evolucion de manera descendente en la transicin demogrfica, se utiliza para demostrar jque ese cambio es consecuencia del proceso de industrializacin y moderni-

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    zacin, y no caracterstico de la civilizacin occidental (Thompson, 1929 y 1948, passim).

    Por otro lado, ste es uno de los puntos que ponen en discusin el cambio demogrfico como teora, y no escapa a los autores que en los pases no desarrollados la dinmica de poblacin est evolucionando en forma distinta. En este caso, y como consecuencia de la posibilidad de im-portacin de tcnicas mdico-sanitarias, el descenso de la mortalidad dis-minuye a un ritmo ms acelerado en comparacin con el descenso ocu-rrido en los pases desarrol lados v y en algunos casos, independientemente del desarrollo econmico. En funcin de esto, Notestein observa que "debe quedar claro que no existe nada de inevitable respecto a un lapso de tiempo exacto y a ua magnitud precisa de crecimiento involucrados en la transicin' demogrfica. Una planeacin cuidadosa, principal-mente en las primeras etapas, puede acelerar el proceso y limitar el nivel del crecimiento de la poblacin" (traducido de Notestein, 1948, p . 2 5 1 ) . Aqu se pone en evidencia la preocupacin que existe respecto al crecimiento de los pases no desarrollados, la cual se encamina ha-cia la proposicin de interferir con el objetivo de controlar las tasas demogrficas, o sea, las tasas de natalidad. Mientras que en el caso de los pases desarrollados, el cambio se realiz como respuesta al proceso de desarrollo, en los pases no desarrollados, este proceso se invirti, y se sostiene que las tasas demogrficas deben alterarse antes con el fin de hacer posible el desarrollo econmicq. Esto sucede debido a que "en esas regiones el peligro estriba en que tan slo ocurrir un mejoramiento eco-nmico y sanitario moderado, que no ir acompaado de los cambios sociales que afectan la fecundidad. Tales cambios sociales sern difciles de conseguir a menos que el desarrollo econmico sea rpido y suficiente, con el fin de aumentar el nivel de vida a pesar del aumento sustancial de la poblacin" (traducido de Notestein, 1958, p . 252) . a Dentro de esta misma lnea, pero evidenciando una preocupacin con la distribucin internacional de poder e influencia, Thompson dice que " . . . e l creci-miento futuro de la poblacin se apartar de Occidente hacia Oriente, de los pases industrializados hacia los agrcolas", trayendo como conse-cuencia que " . . . el centro del poder poltico y militar se transmitir ciertamente en direccin de las poblaciones que se expanden con ms rapidez" (traducido de Thompson, 1948, p . 9 9 ) . En este contexto se torna claro

    xel papel del control natal, pues una vez que la presin de la poblacin en reas pobladas densamente y no industrializadas puede generar conflictos regionales o mundiales, se propone que " . . . a fin de que pueda conseguirse una paz duradera, es necesario que el control de la natalidad sea una regla para todo el m u n d o " (traducido de Thomp-son, 1948, p . 107) .

    A partir de estas afirmaciones, se verifica una contradiccin en la \ formulacin del cambio demogrfico: por un lado, se apuntan los ele-mentos explicativos y generalizados que colocan las fases de la evo-lucin demogrfica como respuesta inevitable a las fases del desarrollo | econmico; por otro lado, se sugiere una inversin del proceso en las

    3 El autor se refiere aqu xal caso de los pases de alta densidad demogrfica,

    particularmente a los pases asiticos. En otras posiciones neomalthusianas, la pro-blemtica es vlida para cualquier pas no desarrollado. Vase por ejemplo, P. M. Hauser, comp., "Introduction and Overview", en The Population Dilemma, Nueva York, Prentice Hall, 1963.

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    reas que se encuentran en las primeras etapas de la evolucin. Esa in-versin niega la transicin como teora, una vez que la evolucin des-crita por esta teora tendra validez slo para los pases en desarrollo urbano-industrial original.

    La transicin, despus de su formulacin inicial, pas a ser un tema constante en la bibliografa demogrfica y, bajo la forma de considera-ciones tericas, acta como interpretacin de evidencias empricas. Las posiciones ms generales y ms conocidas estn referidas en la biblio-grafa anexa. De una manera general, puede decirse que stas no difieren sustancialmente de la formulacin original. En la mayor parte de los casos, tampoco existe una continuacin de la discusin terica, pero s existe una preocupacin constante respecto al crecimiento de poblacin de los pases no desarrollados. He aqu algunos ejemplos:

    Para Davis, el carcter general del cambio se manifiesta a travs de la afirmacin siguiente: " . . .el atraso del control de la natalidad con rela-cin al control de la mortalidad est implcito en el racionalismo crecien-te de la vida moderna que ataca primero el valor negativo (muerte) y posteriormente el valor positivo (fecundidad a l t a ) " (traducido de K. Davis, 1949, p . 600 ) . Como los autores anteriores, al examinar las ten-dencias de crecimiento de la poblacin mundial y previendo una trans-ferencia de poder de los pases europeos o de origen europeo hacia las reas de mayor crecimiento de la poblacin, se concluye que "el problema de poblacin en las reas atrasadas tales como India y Egipto, no puede resolverse simplemente a travs de auxilios alimenticios. Slo puede re-solverse mediante una reduccin de la fecundidad" (ibid., pp . 603 a 6 1 3 ) .

    Dentro de esta misma lnea, Kirk expone claramente una inversin en relacin a las etapas del cambio demogrfico y del desarrollo eco-nmico. Para l, todos los segmentos de la raza humana adquirirn, tarde o temprano, el patrn de la familia pequea, en caso de que sus socie-dades experimenten una transformacin esencial, a travs de un proceso de industrializacin y modernizacin. Entonces "el problema es la velo-cidad con que ello ocurrir". En 'este sentido, "los esfuerzos actuales para desarrollar las llamadas reas subdesarrolladas tendran muchas ms probabilidades de xito si el cambio demogrfico precediera y no suce-diera al cambio econmico ms amplio" (traducido de Kirk, 1955, p . 2 5 ) .

    Finalmente, Reed limita lo inevitable del cambio demogrfico como teora, afirmando que "es una hiptesis de trabajo, no un hecho com-probado, que toda poblacin en cualquier lugar, independientemente de su tamao, habitat y herencia cultural, tiende a pasar por un escaln inestable hacia un equilibrio racional" (traducido de Reed, 1945, p . 113) . Coincidiendo con los dos autores anteriores, para Reed tambin "lleg el m o m e n t o . . . en que las naciones deben cooperar para ayudar a los pases sobrepoblados e inestables a trazar un crecimiento natural con-t ro lado" (ibid., p . 152) .

    A la luz de estos ejemplos, puede verificarse que se trata de dispo-siciones que implican la elaboracin y adopcin de polticas demogrficas que tienen como objeto controlar el nmero de nacimientos. Estas posi-ciones van ms all de las intenciones del mismo Notestein, que al espe-cificar sus frmulas iniciales, afirma que aunque los principios derivados del cambio demogrfico sean aplicables ampliamente a travs de todo el mundo, la teora " . . . e s adecuada para delinear la naturaleza del pro-

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    blema. Pero no responde a cuestiones concretas sobre las que se necesita informacin, ya sea para hacer previsiones o ya sea para formular pol-t icas" (Notestein, 1953, pp. 21 y 2 7 ) .

    Al analizar las crticas y reformulaciones que siguieron a los plan-teamientos iniciales del cambio demogrfico, se verifica que hay gran disparidad de opiniones. Para algunos este cambio representa el modelo de una teora necesaria en los estudios de la poblacin (Vanee, 1956, p . 9 3 ) . Para otros no constituye ninguna eora, sino slo una gua de observacin y anlisis (Van Nort, 1956, pp . 159-160). Otros adoptan una posicin intermedia: por ejemplo, Cowgill considera que aunque la secuencia de cambios que comprende el "ciclo moderno" del crecimiento de poblacin, ste es apenas una de las varias secuencias posibles para que esta teora cumpla con los requisitos de una teora de "alcance me-dio" , en el sentido que Merton da a este trmino (Cowgill, 1956 y 1963) .

    Mientras tanto, la primera respuesta de la transicin demogrfica no se da dentro del plano de discusin terica, sino por evidencias emp-ricas, especficamente el aumento de natalidad que se inici en el decenio de los cuarenta, y principalmente en los aos que siguieron al final de la segunda guerra mundial , en Estados Unidos, Canad, Australia, Nueva Zelandia y algunos pases europeos; de hecho, el llamado baby-boom constituy una inversin de las expectativas en cuanto a las tendencias de natalidad, suscitando as acaloradas crticas y hacindose mencin como ejemplo del peligro de las previsiones a largo plazo (J. T. Davis, 1949) . A esas crticas, el propio Notestein responde que las fallas tc-nicas llevaron a una sobrevaloracin de la tendencia decreciente de la fecundidad del perodo de entre guerras. Ante esto, Notestein reconsi-dera la fase de "descenso incipiente", sin enfatizar ms la tendencia de descenso pero s la posibilidad de control permanente: " . . .el hecho im-p o r t a n t e . . . no es el tamao o la proporcin, o la velocidad de creci-miento. El hecho importante es que la poblacin de ese tipo puede frenar su crecimiento en cualquier tiempo en que se torne deseable a travs de la reduccin de fecundidad y no , travs de la mortalidad creciente" (traducido de Notestein, 1950, pp . 137 y 339-340) . Para el mismo Davis, el sostenimiento de la fecundidad en los pases mencionados de nivel medio escapara al modelo de cambio, que debera reformarse incluyendo otra etapa adems de la del "descenso incipiente" (J. S. Davis, 1949, pp . 59-60 y 1950 b , pp . 348-349) .

    Para otra especialista, el punto crtico de la transicin es el que se refiere a la fase1 del "crecimiento alto de transicin". Siguiendo este punto de vista, el modelo de transicin no tiene ningn carcter predictivo y no puede extrapolarse, por simple analoga, hacia reas que atraviesan en la actualidad por un perodo de transicin. El modelo se basa en la experiencia europea y se efectu n condiciones particulares y espec-ficas. Para las reas que se encuentran en la etapa intermedia, las ten-dencias futuras no puede estimarse a travs de la manipulacin formal de estadsticas, y s a travs de la interaccin de tasas de mortalidad y nata-lidad con factores fsicos, econmicos, sociales, polticos y psicolgicos. La autora pone en evidencia, aunque sin apuntar ninguna otra alterna-tiva, la complejidad de la cuestin y llama la atencin sobre el peligro de algunos enfoques simplistas (Taeuber, 1952) .

    A mediados de los aos cincuenta, la discusin se encamina hacia el campo a verificar su Validez a travs de pruebas estadsticas, resultando

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    en una polmica entre dos grupos de investigadores. Uno de estos gru-pos rene datos de urbanizacin y estadsticas vitales de todos los pases que poseen ese tipo de informacin y los somete a un anlisis factorial; a travs de este procedimiento se verifica que, a pesar de las evidencias favorables a los tipos polares ("crecimiento potencial a l to" y "descenso incipiente") , no se evidencia un patrn uniforme de correspondencia en-tre los niveles de las tasas vitales, y el grado de urbanizacin durante la fase de "crecimiento de transicin". En esta forma no puede verificarse el supuesto de una secuencia especfica de evolucin para todos los pa-ses (Hatt , Farr y Weinstein, 1955) . El otro grupo pone en duda la utili-dad de la prueba utilizada y de los indicadores de modernizacin e in-dustrializacin que se utilizaron para refutar la teora (Van Nort y Karon, 1955) . La discusin sigue y los dos grupos no llegan a ninguna conclusin respecto a la validez de la teora (Weinstein, "Comment" y Van Nort , "Reply" , 1956) .

    La crtica ms completa, fue tal vez la que hicieron Hauser y Dun-can y que a la fecha no ha sido contestada. Estos autores ponen en duda tres aspectos fundamentales de la transicin como teora, que son:

    a) La descripcin de la evolucin demogrfica, de las distintas po-blaciones occidentales no es lo suficientemente cuidadosa, pues los casos particulares deberan considerarse con mayor detalle.

    fe) No se sabe exactamente cules son los elementos comprendidos bajo la denominacin de "proceso global de modernizacin", lo que com-promete seriamente el aspecto explicativo de la teora.

    c) Tampoco se confirm el aspecto predictivo de la teora debido a la reciente evolucin de la poblacin en los pases que se encuentran en la fase de "descenso incipiente", y puede preverse muy poco acerca del futuro que tomar la evolucin de la poblacin en los pases que estn en la fase de "crecimiento potencial a l to" y del "crecimiento de transi-cin" (Hauser y Duncan, 1959, pp . 93-96) .

    Por lo tanto, la discusin respecto a los aspectos tericos de la tran-sicin ha sido relegada a segundo plano, aunque una gran mayora de los estudios sobre fecundidad, que se han multiplicado durante el ltimo decenio, se haya orientado por ese modelo. An ms, se puede apreciar la tendencia a pasar por alto el vnculo entre el desarrollo econmico y la dinmica de la poblacin, o sea justamente el aspecto que imprime un carcter terico a la transicin. La tendencia general ha sido la de llamar transicin demogrfica a una simple evolucin de las tasas de mor-talidad y natalidad.

    Resumiendo lo que se ha visto hasta aqu: en su formulacin origi-nal, la transicin se presenta al mismo tiempo, como sntesis histrica y, contradictoriamente en su aspecto explicativo generalizador y predictivo, como gua de polticas de control natal. A esto sigue una polmica intensa que pone en duda sus aspectos tericos, pero sin que se presente una formulacin alternativa consistente. En los aos sesenta se abandona la discusin terica y el modelo pasa a incorporarse sin crtica y vaco de contenido explicativo.

    Volvamos a la cuestin inicial, o sea a la validez de utilizar el mo-delo de transicin para estudiar la dinmica de la poblacin de los pases no desarrollados. Si el modelo fuera un resumen histrico, se estara comparando la situacin actual mediante un conocimiento acumulado y se verificara en qu medida estaran repitiendo esta experiencia los

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    pases no desarrollados. Hay evidencias que indican que se trata de algo ms que una simple sntesis histrica, es decir, existen indicios de que el desarrollo urbano-industrial influye en el comportamiento reproduc-tivo de manera especfica, aunque actualmente se conozca an poco de cmo y por qu se realiza esa influencia. Por ejemplo, la existencia de diferencias de fecundidad urbano-rurales en algunos pases latinoameri-canos pone en evidencia que existe algo en los procesos de industrializa-cin y, urbanizacin ,en este caso concentrados en algunos centros polarizadores del desarrollo econmico que lleva a los individuos a alterar sus patrones de comportamiento reproductivo. Por lo tanto, se deben hacer algunas excepciones para que este modelo terico represente un procedimiento fructfero en el sentido de que lleve a la comprensin de esa esfera de la vida social.

    En primer lugar, parece importante desvincular el estudio de la tran-sicin demogrfica de las propuestas de polticas de control natal. Toda-va se conoce muy poco acerca del cambio demogrfico y de las fases del desarrollo econmico en los pases no desarrollados para que pueda concluirse que el control de nacimientos sea la regla en todos los casos. Adems, aun cuando pueda derivarse una poltica de poblacin de este conocimiento, hay grandes probabilidades de que sta no ser idntica y deber atender a las especificaciones de cada situacin concreta.

    En segundo lugar, es necesario que no se considere la dinmica de la poblacin del Tercer Mundo como simple repeticin de la que vivieron hace 200 o 300 aos los pases hoy desarrollados. La expansin colo-nialista, las relaciones colonia-metrpoli y la situacin de dependencia de las ex colonias en relacin con los centros hegemnicos internaciona-les, son factores que tuvieron y tienen an consecuencias demogrficas variadas y profundas. A fin de dar a entender lo que est ocurriendo en la actualidad, se debe conocer mucho ms sobre la fase preindustrial o de "crecimiento potencial al to"; en este sentido, la demografa histrica ofrece una contribucin importante y valiosa.

    Finalmente, no puede perderse de vista lo que implica la transicin en el estudio de la relacin entre el modo de produccin socia y la di-nmica d la.poblacin. Por lo tanto, no se trata de medir los niveles y tendencias de las tasas de natalidad y mortalidad, sino de estudiar la in-sercin de las familias en el sistema de produccin recurrente y emer-gente y cmo afecta ste su comportamiento reproductivo.

    En resumen, este trabajo procura cubrir la bibliografa ms relevante sobre la teora de la transicin demogrfica desde su formulacin ori-ginal en 1929 hasta sus empleos ms recientes.

    Lo que se llama "formulacin clsica" o modelo de transicin con-tiene una contradiccin fundamental: por un lado, se apuntan los ele-mentos de carcter explicativo y generalizador, que se justifican como una teora de la poblacin; y por otro, al recomendar el control de la natalidad en los pases no desarrollados, se limita a una sntesis hist-rica de la experiencia obtenida de los pases europeos y de las ex colonias de habla inglesa.

    Esta formulacin fue seguida de discusiones, crticas y polmicas que levantan restricciones y limitaciones pero que no llegan a configurarse como una formulacin alternativa consistente. Frente a este impasse, se abandona la discusin terica y la tendencia ms reciente es la de redu-cir la transicin al anlisis de la evolucin de las tasas de mortalidad

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    y natalidad, desvinculando los nexos entre estas tasas y las etapas de l desarrollo econmico.

    Incorporar esta teora al estudio de la dinmica de la poblacin d e los pases no desarrollados requiere retomar la discusin terica y que se determinen las condiciones en que se puede hacer esa incorporacin de un modo provechoso. Se hacen notar algunas sugerencias en este sentido.

    Traduccin: GRACIELA SALAZAR

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