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1 de noviembre 2012

www.isc.gob.mx

Hermosillo, sonora, México

Publicación diaria durante la Feria del Libro

07Coordinación: Doris Arenas / Edición: Carlos Sánchez

Diseño: Argelia Juárez / Corrección: Rosy Orozco

ISCsonora

Por Imanol Caneyada

Llegó a la Feria del Libro de Hermosillo acompañada de las voces femeninas de la Revolución, esas que no se habían escuchado porque el universo de los hé-roes de 1910 era un universo macho y estatuario. Vino para contarnos la histo-

ria de las mujeres que hicieron posible que la Bola rodara tras sus ideales, al final traicionados. Se-gunda novela de corte histórico de Mónica Lavín, Las rebeldes pasaron por Sonora para recordarnos que, sin ellas, los generalotes hubieran regresado a sus casas a los pocos días de jugar a la guerra.

– ¿Cuento o novela?

–Cuento

-¿Por qué?

-El cuento me parece un género muy retador en su precisión, en el que no debe sobrar pero tam-poco faltar; que no debe ser obvio, pero tampoco hermético. Presupone un reto para ver qué tanto cuentas y revelas. Por lo tanto es más misterioso como género, pide más complicidad del lector. Pide una estrategia narrativa muy clara e incisiva. El peligro de la novela es que puedes perder pro-fundidad y banalizar el tema que estás tratando.

-Corrígeme si me equivoco: ¿esta es tu segunda novela histórica?

-Sí, bueno, de carácter histórico, no sé cómo de-cirlo, sí, sí, esta es mi segunda novela histórica. Tengo Café cortado, que se sitúa en un contexto histórico pero los personajes no pertenecen a la historia oficial.

-¿Qué te atrajo de este género novelístico?

-Me gusta la investigación, un trabajo de detecti-ve, encontrar entre la información aquello que sir-ve para hacer el entramado, para revelarte algo de los personajes; es cansada pero tiene algo de fas-cinante, es como si ya hubiera una escenografía montada y tú tienes que mover a tus personajes y ver sus contradicciones dentro de una escenogra-fía que no puedes cambiar.

–Tanto en Yo, la peor como en Las rebeldes nos en-contramos con personajes femeninos, heroicos, de carácter fuerte, incluso en tus cuentos hay una presencia ineludible de personajes femeninos; ¿es una condición de la escritora mujer, es una elección que tú haces?

-No, no, ni quiero encasillarme con los personajes femeninos. Sí es cierto que la novela histórica me ha interesado por los personajes femeninos, por-que son los menos tratados, los más anónimos, porque me interesa saber cómo eran las mujeres a lo largo de la historia. Pero si estoy abordando el mundo contemporáneo, me interesan ellos y ellas.

-¿En qué estás trabajando en este momento?

-Es un poco caótico, estoy trabajando en tres pro-yectos diferentes...

-¿Cómo puedes hacer esto?

-Una la voy trabajando cuando voy de viaje. Ha sucedido que tuve un año sabático y he salido mucho de viaje. Decidí que mi personaje viaja todo el tiempo, es hombre. Esa novela sólo se puede escribir de viaje, me puse esa regla; sólo se puede escribir en un cuarto de hotel y en un papel de hotel...

-¿A mano? ¿Escribes a mano?

–No. Sólo esta novela, digamos que estoy experi-mentando, amoldando mi escritura a mis circuns-tancias. Me inventé esto para sobrevivir al viaje. En mi estudio estoy tratando de resolver una novela de carácter histórico, nada más de carácter, que tiene que ver con mi historia familiar. Mi madre es niña de la Guerra Civil española. Hemos estado trabajando su memoria, las cartas de la abuela. Pero aún no sé cómo la voy a abordar.

–Muchas gracias.

DE LAS MUJERESen una historia de hombres

AL RESCATE

La novela histórica me ha interesado por los

personajes femeninos, porque son los menos

tratados, los más anónimos:

Mónica Lavín

1 de noviembre 2012Hermosillo, sonora, México 07FERIA DEL LIBRO

Para mí los libros son la transmisión de la cultura, desde que se inventó la escritura, hasta nuestros días, nos permiten conocer nuestro pasado, y conocer el presente. Tantos cerebros luminosos que nos han dado mucha sabiduría.

LA IMPORTANCIA DE LOS LIBROS (Eduardo Munguía, maestro jubilado).

Cuando era niña escribía poesía: “siempre es-cribí, desde muy chica, desde esas cartas a los soldados de las Malvinas”.

Después vino el periodismo, luego la literatura, el guión cinematográfico.

Gabriela Vidal es autora de la novela Melancó-licos, también del guión de La familia tortuga, entre otros. Y ha venido desde su natal Argen-tina para impartir el Taller de argumento para guión de largometraje, en el marco de la Feria del Libro Hermosillo 2012. Sobre este taller, en-tre otras cosas, versa la siguiente conversación:--¿Qué impresión tienes de los alumnos que to-maron tu taller?

--Estoy gratamente sorprendida, no porque es-perara algo malo o negativo, pero cada vez que vengo al norte de México descubro historias impresionantes, historias con verdad, honesti-dad, con frescura; autores que buscan un estilo, una temática, gente con ganas, muy despierta, inquieta, el desierto es luz. Me fascinó el taller, me encantaron los chicos, las historias, claro, falta trabajo, hay que darle continuidad, disci-plina, paciencia.

¿Qué es lo que más disfrutas al compartir lo que sabes?--Lo que aprendo. Imparto conocimiento pero recibo de los alumnos otro conocimiento que no tiene nada qué ver con lo mismo que yo doy, es otra cosa, tiene qué ver con esto que yo te decía, con la prisa por aprender, la energía por aprender, te pone en un estado de adrenalina

especial. Estos días he dormido poco pero porque estoy en esa energía, y también me dan esta frescura, uno aprende cosas en la vida, se va llenando de conocimien-to y en ese aprendizaje el gran riesgo para mí es perder la frescura, y ellos la tienen, entonces me da, no es envidia la palabra, pero hay historias que yo ya no podría es-cribir, ya no cometo esos errores, pero en esos errores está la frescura.

--Cuando uno ve una película y se maravi-lla podría uno concluir que los guionistas son seres extraordinarios y están tocados por la gracia divina, pero pensando en tu taller, ¿no es una gracia divina, también aprender a escribir?

--Sí, sobre todo el guión, digamos, el guión tiene dos cosas, el guión como gé-nero con sus propias reglas intrínsecas, es una cosa que se aprende rápido, es prag-mático, es un formato, que tiene su razón de ser, y la otra cosa es el qué decir, eso no es algo que se aprende, eso ya se trae, lo que pasa es que a veces uno no sabe que lo trae, y lo que hace un maestro es decirte ‘oyes pero tu historia no es de lo que tú dices, es esto otro’. Cualquier rama del arte: escritura, pintura, danza, viene del inconsciente, ese lugar donde están nuestros mitos, la simbología, nuestros ancestros. Lo que hacemos en el taller es concientizar eso que es tan puro pero que ya viene en el autor, alumno, escritor.

Entonces las imágenes que se quedaron para siempre impresas en la memoria, recogerlas ahora para com-partirlas en papel. En el papel de un libro que por títu-lo lleva A ras de vuelo (Tusquets Editores) y es novela. Y la novela en autoría de la sonorense María Antonieta Mendívil.

Acompañada, la autora, del escritor también sonoren-se Javier Munguía, presentó las historias que contiene su libro. Y fue en el foro Rosario Castellanos de la Feria del Libro Hermosillo 2012.

Javier Munguía escribe cuento, y ahora escribe el aná-lisis sobre A ras de vuelo, y lo comparte con los espec-tadores. Munguía manifiesta: “Uno de los aciertos de la novela está en su lenguaje. Sin renunciar al habla regional, la autora no se propone repetirla sin más, con afán documental, en su ficción, lo cual no signifi-caría trabajo literario, sino en todo caso simple trans-cripción. Quizás amparada en Rulfo, la autora logra una difícil hazaña: no perder de vista que la acción es el eje de su relato a la vez que introduce en éste figu-ras poéticas que dan contundencia, pero nunca piden protagonismo, e incorpora en su historia elementos del habla regional que, a pesar de su violencia o vul-garidad, nunca disuenan del resto por sus aciertos en acomodo y selección.

“Otro de los puntos a destacar es Pedro, sin duda el personaje más logrado, el más vivo del libro y el que se revela, pasadas las páginas, como el sostenedor de la novela. Si los conflictos de Gabriel y de Daniel

adulto se vuelven en algunos trechos lánguidos, impre-cisos, el de Pedro avanza incólume. Difícil no identifi-carse con un hombre que desea sobre todas las cosas abandonar un entorno vulgar, sin mayores desafíos (la tierra), y acceder a uno en el que la exaltación y el peli-gro son moneda corriente (al aire) y que para ello debe enfrentar múltiples adversidades. Las mejores páginas de la novela, las últimas, de una intensidad dolorosa, están protagonizadas por Pedro”.

Javier Munguía para desmenuzar la novela, desde su experiencia, su conocimiento literario. María Antonieta Mendívil después para conversar con los espectadores, para treparse en esa nave que es la memoria, similitud de una avioneta fumigadora, en la cual está precisa-mente el recuerdo y las obsesiones que llevaron a la autora a escribir estas historias que son dentro de ella muchas historias.

María Antonieta para conversar con el público recibir felicitaciones, construir desde la memoria esas locacio-nes incluidas en su obra. María Antonieta, sonorense, para refrendar los porqués de A ras de vuelo como uno de los mejores publicados en 2011, según lo dicho en el periódico Milenio.

En esta presentación, desde las palabras de la autora, los espectadores pudieron oler la tierra del valle del ya-qui, miraron el vuelo retebajito de las avionetas que ro-cían el fumigante en los cultivos. Una noche de libros y palabras, una noche para seducir a la memoria y volcar las ganas a las aventuras contenidas en A ras de vuelo.

VIENE DEL INCONSCIENTE

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Carlos Sánchez / [email protected]

Carlos Sánchez / [email protected]

INTENSIDAD DOLOROSAA ras de vuelo:

Si algo tienen los muertos de la “República de las letras”, sin importar su origen, es que para ellos todos los días es 2 de noviembre.

Cada vez que abrimos un libro de alguno de ellos, emprenden de in-mediato su regreso del Mictlán, guiados por fascinantes nahuales que se materializan ante los ojos del lector.

Tiene lo suyo este asunto de la inmortalidad; este afán de regresar a los muertos de donde estén agasajando sus gustos más inconfesables, su paladar, su olfato, su memoria sentimental.

Día de Muertos en la Feria del Libro de Hermosillo. Fiesta de los idos, recuerdo, evocación, homenaje.

Cinco hombres de letras, en los altares de las letras. Tres muy nuestros, el cuarto y el quinto de todos y nuestro, porque los escritores tienen ese punto universal y atemporal, como la misma muerte.

Sergio Valenzuela, Rafael Gándara, José Alberto Guerrero Ortiz, Carlos Fuentes y Ray Bradbury. Ahí presentes, en los altares de la Feria del Libro, en las páginas de sus textos, en la noche mágica que este 2 de noviembre viviremos en la Feria del Libro.

ESTE 2 DE NOVIEMBRE, FIESTA DE LOS IDOS Y NOCHE MÁGICA

Imanol Caneyada


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