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MIQUEAS: 737 – 690 “Ira sobre Samaria y

Jerusalén”

INTRODUCCIONEste libro habla de la condenación de Samaria y Jerusalén, el exilio de ambos reinos, la restauración de Israel, el ideal período de paz absoluta y la llegada del Mesías que nacerá en Belén. Algunas de sus profecías ya se cumplieron, mientras que otras todavía aguardan su cumplimiento.

Miqueas era contemporáneo de Isaías pero de ministerio profético más corto y relegado a una esfera muy diferente. Miqueas ministró entre aldeanos y campesinos, mientras que Isaías lo hacía entre lo políticos y gobernantes.

El mensaje de Miqueas contiene una advertencia para los dos reinos del pueblo de Dios, a Israel y Judá.

El libro se divide tres partes, cada una de las cuales empieza con la palabra “oíd” que anuncia el nuevo mensaje. “Oíd, pueblos” u “Oíd ahora” (1:2; 3:1; 6:1), y cierra con una promesa. Este libro es un hermoso ejemplo de la clásica poesía hebrea.

Dios condena a los líderes de Israel por su pecado, pero inmediatamente promete la restauración por medio del Mesías. Miqueas reveló que el reino mesiánico sería un reino de paz (5:5), y que el Mesías pastoreará al pueblo de Dios con justicia (5:4).

PROPÓSITO: Advertir al pueblo de Dios que el juicio se acerca y ofrecer el perdón a todos los que se arrepientan.

AUTOR Y FECHA: Miqueas, natural de Moreset, Judá. Su nombre significa "el que es como Jehová". Escribió el libro quizás durante los reinados de Jotam, Acaz y Ezequías, por lo que el libro pudo haberlo escrito entre los años 742–687 a.C.

BOSQUEJO:

I. El juicio de Dios sobre Israel y sobre Judá (1:1–3:12)

II.El reinado universal de Jehová (4:1–5:15)

III.La corrupción de Israel y la misericordia de Dios (6:1–7:20)

MARCO HISTÓRICOMiqueas fue contemporáneo de Amós, Oseas e Isaías. Su vigorosa personalidad se asemeja a la de Amós. Como otros profetas, condenó la injusticia social en Samaria y en Jerusalén.

Estos abusos indignaban intensamente al profeta, posiblemente por descender él de una humilde familia campesina. La situación política se describe en 2 Re. 15–20 y 2 Cro. 26–30

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:

El libro es particularmente interesante por su profecía sobre el origen del Mesías, una de las más concretas del Antiguo Testamento, y con la cual Miqueas culmina sus ideas escatológicas:

“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. (5:2). La profecía se cumple en Jesús, nacido en Belén de Judea en tiempo del rey Herodes (Mt 2:1–6; Jn 7:42).

El libro tiene otras profecías importantes citadas en otras partes de la Biblia:1.Jeremías lo menciona (3:12; Jer.26:18).2.Jesús mismo usó sus palabras (7:6; Mt.

10:35-36).

I. EL JUICIO DE DIOS SOBRE ISRAEL Y SOBRE JUDÁ (1.1–3.12)

CAPITULO 1LAMENTO SOBRE SAMARIA Y JERUSALÉN

1:1 Miqueas e Isaías vivieron en la misma época, aproximadamente del año 750 al 680 a.C; sin duda alguna ellos se conocieron

Miqueas dirigió su mensaje principalmente a Judá, el reino del sur, pero también tuvo algunas palabras para Israel, el reino del norte. Judá disfrutó de gran prosperidad en esta época.

De los tres reyes mencionados, Jotam (750–735 a.C.) y Ezequías (715–686 a.C.) trataron de seguir a Dios (2 Re. 15:32–38; 18–20); pero Acaz fue uno de los reyes más perversos que reinara en Judá (2 Re. 16).

1:3–6 Jerusalén era la capital de Judá (el Reino del Sur); Samaria era la capital de Israel (el reino del norte). La destrucción de Samaria se cumplió literalmente durante la vida de Miqueas, en 722 a.C. (2 Re. 17:1–18), tal y como él lo había predicho.

Dos pecados identificados en el mensaje de Miqueas se infiltraron en las capitales e infectaron la nación entera:

1.La perversión de la adoración (1:7, 3:5–7, 11; 55:12, 13)

2.La injusticia hacia los demás (2:1, 2, 8, 9; 3:2, 3, 9–11; 7:2–6).

En el versículo 7 se nota que habla de la destrucción de estatuas, ídolos y del traspaso de dinero pagado a las prostitutas de los altares de la nación de Israel a la nación conquistadora. Estos datos enfatizan la idea de que los lugares altos se refieren a los altares dedicados a los dioses ajenos.

1:8 Para asegurarse de que será oído y garantizar que su mensaje llegará a otros, Miqueas adopta una postura radical

Recorre las calles del pueblo desprovisto de ropas, como un cautivo desnudo (sólo con la túnica interior) a punto de ser expatriado, y eleva el tono de su voz como aquellos que lamentan públicamente la muerte de alguna persona.

Así advierte a todos de una inminente invasión enemiga. Isaías, contemporáneo de Miqueas, utilizó en una ocasión la misma táctica (Is. 20:3, 4).

1:9 Los pecados de Samaria ya eran incurables; y el castigo de Dios sobre ella ya había comenzado. El pecado había ocasionado una herida que pronto se tornaría mortal. (En realidad Samaria fue destruida a principios del ministerio de Miqueas).

En forma trágica, el pecado de Samaria influyó en Jerusalén y el castigo llegó a sus propias puertas. Esto probablemente se refiere al sitio de Senaquerib en el año 701 a.C. (2 Re. 18 y 19

1:10–16 Existe un juego de palabras, en hebreo, de estos versículos. Miqueas denuncia con amargura cada pueblo utilizando las palabras:

1.Safir que suena como la palabra hebrea “belleza”

2.Zaanan suena como el verbo “marchar hacia adelante”

3.Betesel suena como la palabra “cimiento”.

1:16 Afeitarse la cabeza y la barba era una forma de humillación asociada al luto.

Águila: Esta especie tiene de hecho la cabeza rapada y el cuello desnudo.

Cautiverio: Esto se cumpliría con el exilio del 597 y del 586 a.C., cuando sus hijos fueron conducidos a Babilonia.

Miqueas describió el dolor devastador de los padres al ver que sus hijos serían llevados como esclavos a una tierra lejana.

Esto sucedía con frecuencia, tanto en Israel como en Judá, pero sería de una forma mucho más terrible cuando las dos naciones fueran completamente conquistadas.

Sucedió así: Israel fue conquistada en el año 722 a.C. y Judá en el año 586 a.C.

2 LA OPRESIÓN A LOS POBRES

2:1-2 Miqueas advirtió en contra de los que usan su posición para aprovecharse de los demás. Poco menos de un siglo antes, el rey Acab de Israel se enojó porque no pudo obtener la viña de Nabot. Y por ellos su esposa Jezabel hizo que mataran a Nabot para poder entregar el jardín a Acab (1 Re. 21.1–15).

Esta clase de inmoralidad se había extendido a lo largo de Judá y, como una enfermedad, estaba destruyendo la nación desde el interior.

Miqueas habló en contra de los que durante la noche planeaban hacer el mal y se levantaban al amanecer para llevarlo a cabo.

2:6-7 Si el mensaje de este libro nos parece severo, debemos recordar que Dios no quería vengarse de Israel, sino llevarlo al buen camino. La dura realidad es que el pueblo había rechazado lo que era verdadero y correcto, y necesitaba una disciplina firme.

Los falsos profetas dicen a los verdaderos: "No profeticen". Los profetas de Dios fueron considerados como alborotadores, gente que predicaba destrucción, porque según ellos, Dios no era el tipo de persona que castiga o reprocha.

2:11 La gente preferían a los falsos profetas que les decían lo que quería escuchar. Miqueas habló en contra de los profetas que alentaban a la gente a sentirse cómoda con su estilo de vida de pecado.

2:12-13 La profecía de Miqueas se enfocó en dos grandes sucesos: 1.regreso de Judá del cautiverio en

Babilonia 2.La gran reunión de todos los

creyentes cuando regrese el Mesías

El profeta habla de la esperanza del puebloA simple vista se podría pensar que el profeta está hablando del retorno después de la cautividad.

Pero al tomar esta porción en el contexto de todo el libro, parece que se refiere a la restauración en los últimos días cuando vuelve el "Señor" (5:2-5). El concepto de Miqueas acerca del reino era uno que duraría para siempre (4:7).

3 ACUSACIÓN CONTRA LOS DIRIGENTES DE ISRAEL

3:1-4 Miqueas denunció los pecados de los líderes, sacerdotes y profetas. Estos tenían el deber de enseñar al pueblo lo bueno y lo malo. Los líderes, quienes debían haber conocido la ley y debían enseñarla al pueblo; la habían echado a un lado y llegaron a ser los peores pecadores. Se aprovecharon del mismo pueblo al que debían servir.

3:5-11 Miqueas permaneció fiel a su llamamiento y proclamó la Palabra de Dios. En contraste, los mensajes de los falsos profetas se adaptaban a los favores que recibían. Miqueas profetizó que un día los falsos profetas serían avergonzados por sus acciones.

Miqueas hace una lista de los pecados de los líderes:1.Abominan el juicio.2.Pervierten el derecho.3.Derraman sangre.

4.Practican la injusticia.5.Reciben soborno (cohecho) al

juzgar.6.Los sacerdotes y profetas son

avaros (piensan solamente en la ganancia).

Miqueas atribuyó el poder de su ministerio al Espíritu de Dios. Y condenó severamente a los líderes religiosos que ministraban solo si les pagaban.

Recordemos que Judá fue finalmente destruido debido al comportamiento de sus líderes religiosos. Una advertencia similar debe dirigirse a aquellos que tienen dinero: nunca utilicen sus recursos para influenciar o manipular a los ministros de Dios. Eso es soborno

3:12 Jerusalén sería destruida del mismo modo en que lo fue Samaria. Esto ocurrió en el año 586 a.C., cuando Nabucodonosor y el ejército babilónico atacaron la ciudad (2 Re. 25). A pesar de que Miqueas culpó a los líderes corruptos, el pueblo no era inocente. Ellos permitieron que la corrupción continuara, sin volverse a Dios ni clamar por justicia.

4 EL REINADO UNIVERSAL DE JEHOVÁ (4:1–5:15)

4:1-8 La frase, “en los postreros tiempos”, siempre denota un tiempo indefinido en el futuro. Describe los días cuando Dios reinará sobre su reino perfecto, conocido como el Milenio, el reino de Cristo sobre la tierra.

Su cumplimiento será luego de su Segunda Venida para establecer el reino. Jerusalén será el enfoque central de todos los pueblos, porque Jehová estará reinando, gobernando y enseñando allí. (Is. 2:1-4; Jer. 16; 14, 15; Joel 3:1-2; Zac. 14:9–11; Mal. 3:17, 18; Ap. 19–22).

El cambio de los instrumentos de guerra a implementos agrícolas, muestra que en el milenio habrá paz. El versículo 4 muestra que la gente será dueña de sus propios terrenos durante el milenio. Quien trae paz a la tierra es Dios y no el hombre. Será una era de paz y bendición, cuando la guerra terminará para siempre.

Los versículos del 1-3 se asemejan a Isaías 2:1-4. Es posible que esta porción fuera un escrito aparte y ambos profetas lo emplearon. Pero es más factible que Miqueas lo haya escrito primero e Isaías lo adaptara para sus propios propósitos, ya que en Miqueas el pasaje es más extenso.

4:9–13 Estos versículos hablan del cautiverio de Babilonia en el año 586 a.C., incluso antes de que Babilonia llegara a ser un imperio poderoso. De la misma forma que Dios promete un tiempo de paz y prosperidad, también promete castigo y castigo para todos los que se nieguen a seguirlo. Ambos resultados son seguros.

Miqueas predijo el final de los reyes, una declaración drástica para Judá que pensaba que su reino duraría para siempre. Y dijo que Babilonia destruiría la tierra de Judá, que se llevaría cautivo al rey, pero que luego Dios ayudaría a que su pueblo regresara a su tierra. Todo esto sucedió tal y como Miqueas lo profetizó. Estos hechos están registrados en 2 Crón 36:9–23 y Esd, 1 y 2.

Miqueas describe primero el cautiverio de los israelitas y, después, se contrasta con el hecho de que será libertado de Babilonia y llegará a ser una potencia mundial.

5:1-2 En el versículo 1 hay algunas palabras de derrota. Los líderes de Jerusalén estaban obsesionados con la riqueza y la posición, sin embargo Miqueas profetizó que la poderosa Jerusalén, con toda su riqueza y poder, sería sitiada y destruida.

Su rey no podría salvarla; pero el versículo siguiente da palabras de aliento y esperanza. Un rey vendrá. Este rey es Jesús, quien nacerá en Belén. Se ve la eternidad de Jesús, una prueba del hecho de que Jesús es Dios. Jesús también tendrá un Reino eterno (5:2)

El juez del V.1 era probablemente el rey Sedequías que reinaba en Jerusalén cuando Nabucodonosor conquistó la ciudad (2 Re. 25:1). Sedequías fue el último de los reyes en la línea de David que se sentó en el trono de Jerusalén. Miqueas dijo que el siguiente rey en la línea de David sería el Mesías, quien establecería un reino que nunca terminaría.

5:2 Miqueas predijo con exactitud, el lugar del nacimiento de Cristo. El Rey eterno de la línea de David prometido, que vendría a vivir como hombre, había vivido por siempre “desde los días de la eternidad”.

En contraste con Jerusalén, Belén, un pueblo pequeño, sería el lugar del nacimiento del único Rey que podría salvar a su pueblo. Este salvador, el Mesías, nacería de forma natural en Belén (Lc. 2:4–6) y a la larga reinaría como Rey eterno (Ap. 19–22).

5:3 El rey vendrá después de un tiempo de abandono para salvar al pueblo. La mujer que da a luz, probablemente se refiere a Jerusalén o al nacimiento de Cristo. La idea más acertada es la de que se refiere a Jerusalén, porque habla de volver y los israelitas no volvieron en el tiempo cuando Cristo nació, sino que será para su Segunda Venida.

5:5-6 La profecía de Miqueas acerca de siete pastores y ocho príncipes es una forma figurada de decir que el Mesías levantaría muchos líderes buenos cuando regrese a reinar.

6. CORRUPCIÓN DE ISRAEL Y LA MISERICORDIA DE DIOS (6:1–7:20)

CONTROVERSIA DE JEHOVÁ CONTRA ISRAEL6:1-5 Miqueas describe un tribunal. Dios, el juez, dice a su pueblo las formas en las que lo han dañado a Él y a los demás.

6:6–16 Israel respondió a la petición de Dios tratando de apaciguarlo con sacrificios, esperando que los dejara en paz. Pero los sacrificios y otros rituales no bastan, quiere que su pueblo sea justo, recto, misericordioso y humilde.

V.8 Él dejó en claro sus deseos: quiere que su pueblo sea justo y misericordioso y que camine humildemente con Él.

CAPÍTULO 7Este capítulo comienza en penumbra (7:1–6) y termina en esperanza (7:7–20).

7:1-4 Miqueas no pudo encontrar una persona recta en ninguna parte de la tierra. Lamenta el hecho de que no hay fruto espiritual en su pueblo. No existe la misericordia y la justicia, las cuales Dios pide (6:8), pero sí tratan de obtener provecho de sus hermanos.

7:5-6 El pecado afectó a los líderes del gobierno y de la sociedad en general. Engañaron e incluso arruinaron la familia que es lo fundamental de la sociedad.

7:7 Miqueas mostró fe en Dios cuando proclamó que:

1. Esperaría en Dios porque Él escucha y salva cuando se requiere su ayuda.

2. lo sacaría adelante cuando los tiempos fueran difíciles.

3. Sería paciente en su castigo debido a que Él lo sacaría de la oscuridad.

4. Sus enemigos serían castigados.

JEHOVÁ TRAE LUZ Y LIBERTAD7:8-13 Miqueas se dio cuenta de que si era paciente y obediente en el castigo, Dios perdonaría a su pueblo y mostraría su bondad otra vez (Lam. 3:39–41).

7:8 Jerusalén personificada ordena a su enemiga (probablemente Nínive) que no se alegre (eso es, regocije en una victoria). Ella explica que aunque more en tinieblas (la sombría prisión de la cautividad; I. 42:6, 7; 49:9), Jehová que se ha comprometido para siempre con Israel, será su luz.

COMPASIÓN DE JEHOVÁ POR ISRAEL7:14 Miqueas le pide a Dios: Apacienta a tu pueblo. Ese cuadro se extiende al resto del versículo: protección segura (cayado) y provisión abundante. Tu heredad se refiere a la tierra antigua y permanente que provee subsistencia a la familia.

Basán y Galaad fueron las primeras tierras conquistadas por Moisés con maravillas poderosas (Núm. 21:33). Basán era bien conocida por sus árboles majestuosos (Isa. 2:13; Zac. 11:2) y sus animales domésticos bien alimentados (Deut. 32:14); Galaad era famoso por sus buenos pastizales (Núm. 32:1, 26). Miqueas está pidiendo a Dios que restaure las bendiciones originales de Israel.

7:15 Dios promete contestar esta oración de acuerdo con su voluntad.

7:16-17 Conforme Miqueas reflexiona sobre las promesas anteriores, comprende que las naciones verán las maravillas de Dios y quedarán confundidas por arriesgar su honra en dioses falsos impotentes.

Se pondrán la mano sobre la boca significa que “se callarán”, y sus oídos se ensordecerán significa que “pondrán oídos sordos”. Cuando Dios realice estas maravillas las naciones dejarán de burlarse de Israel y pondrán oídos sordos a las vanas jactancias de otros y a sus argumentos vacíos. Las naciones también renunciarán a su poder.

7:18 A Dios le gusta ser misericordioso. Él no perdona a regañadientes, sino que se alegra cuando nos arrepentimos y ofrece perdón a todos los que regresan a Él.

7:19 Por causa de su misericordia Dios echará sus pecados en las profundidades del mar de modo que ya no amenazarán la existencia de Israel.


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