Transcript
Page 1: Mecánica Ondulatoria

INSTITUTO TECNOLOGICO DE CONKAL

Licenciatura en Biología

Biofísica

Mecánica Ondulatoria

Responsable:

Br. Moreno Torres Harry Alberto

Profesora:

Dr. María Fernanda Ricalde Pérez

Conkal, Yucatán; Mayo de 2011

Page 2: Mecánica Ondulatoria

Mecánica Ondulatoria

Tipos de Onda

Una onda es una propagación (sin disipación) de una perturbación desde una

región del espacio a otra. Las ondas transportan energía y cantidad de movimiento

a través del espacio sin transporte neto de materia (Tipler, 2008).

Las ondas se clasifican en dos grandes grupos: las electromagnéticas y las

mecánicas. Las electromagnéticas son las ondas que no necesitan medios de

propagación (pueden viajar en el vacío). Las ondas mecánicas son las que

necesitan un medio material de propagación; se subdividen en transversales y

longitudinales (Rodríguez, 2009 et al).

Onda transversal

Una perturbación que viaja con una rapidez definida se llama onda viajera.

Cuando el pulso de una onda viajera se desplaza a lo largo de un medio, cada

segmento que es perturbado se mueve perpendicularmente al movimiento de la

onda, el medio nunca se mueve en dirección de la onda. Una onda viajera en la

que las partículas de un medio perturbado se mueven perpendicularmente a la

velocidad de la onda, se llama onda transversal (Figura 1).

Figura 1. Onda transversal (Fuente: Ilustración de Microsoft).

Page 3: Mecánica Ondulatoria

Ondas longitudinales

En este tipo de ondas, los elementos de medio experimentan desplazamientos

paralelos a la dirección del movimiento de la onda. Las ondas de sonido en el aire,

por ejemplo, son ondas longitudinales. Su perturbación corresponde a una serie

de regiones de alta y baja presión que viajan por el aire o cualquier medio material

a cierta rapidez (Figura 2). (Serway, 2005, et al).

Figura 2. Onda longitudinal (Fuente: Ilustración de Microsoft).

Las ondas pueden ser unidimensionales bidimensionales y tridimensionales según

se propaguen en una sola dirección, en un plano o en las tres dimensiones del

espacio (Gijón, 2010). Ejemplos:   

Unidimensional: Onda transversal en una cuerda.

Bidimensional: Olas concéntricas en la superficie de un estanque.

Tridimensional: El sonido en el aire.  

Componentes de las ondas

Como todo fenómeno físico, las ondas tienen características particulares: cresta,

valle, amplitud, longitud de onda, periodo, frecuencia y velocidad (Figura 3). La

cresta de una onda es un punto más alto y el valle, más bajo. La amplitud /A) es la

distancia que mide la onda desde la cresta hasta el punto de equilibrio. El largo de

la onda () es la distancia entre dos puntos equivalentes de la onda, sin

repeticiones entre ellos, por ejemplo las distancias que hay entre dos crestas

consecutivas.

Page 4: Mecánica Ondulatoria

Figura 3. Vista fija de una onda transversal. La linea punteada muestra la configuracion de

equilibrio: la posicion del medio cuando no hay ondas (Fuente: Rodriguez, 2009 et al).

El periodo (T) es el tiempo que le toma a una longitud de onda pasar por un punto.

La frecuencia (f) es el inverso del periodo (1/T) y se mide en Hertz (Hz). La

velocidad de la onda está establecida por el producto de la frecuencia por el rango

de la onda (v= f). (Rodríguez, 2009 et al).

Óptica y visión / Mecánica de la visión

Si analizamos las obras de divulgación científica vemos que tradicionalmente el

ojo se ha comparado a una cámara fotográfica. La comparación es afortunada ya

que ambas estructuras tienen amplias semejanzas (Urbina, 2007).

La lente de la cámara y la córnea del ojo cumplen objetivos semejantes. Ambas

son lentes positivas cuya función es la de hacer que los rayos de luz que inciden

en ellas enfoquen en un solo punto, película fotográfica o retina respectivamente.

Para que córnea y lente trabajen en forma óptima deben ser perfectamente

transparentes y tener las curvaturas adecuadas. De no ser así,

la imagen proporcionada será defectuosa o no enfocará en el sitio debido.

Detrás de la lente fotográfica se halla el diafragma, que no es otra cosa que un

dispositivo que regula la cantidad de luz. Es sabido que las películas fotográficas

tienen distintas sensibilidades (ASA) a la luz. Esta sensibilidad es función directa

del tipo de emulsión con la que están fabricadas, por lo cual las que son poco

Page 5: Mecánica Ondulatoria

sensibles (números de ASA bajos) requieren tiempos de exposición prolongados y

gran cantidad de luz, mientras que las altamente sensibles (números de ASA

elevados) requieren poca luz y tiempos de exposición breves.

A diferencia de la película fotográfica, la retina cuenta con una sensibilidad

luminosa muy reducida (limitada sólo al espectro visible). En el ojo, el

iris, estructura muscular perforada en su centro (pupila), es el responsable

del control de la luz. Así, a poca luz, el iris se dilata creando una pupila muy

grande, mientras que si la luz es intensa el iris se contrae cerrando al máximo la

pupila.

Acomodación de la visión

Un proceso de suma importancia desde el punto de vista óptico es la capacidad de

enfoque o acomodación.

En proceso de enfoque del ojo; inmediatamente detrás del iris se encuentra una

estructura en forma de lente biconvexa (lupa) llamada cristalino. Este cristalino es,

al igual que la córnea, perfectamente transparente pero, a diferencia de ella, es

sumamente elástico en condiciones normales. En toda su periferia el cristalino

está sujeto al ojo por unas fibrillas conectadas a un músculo circular (músculo

ciliar). Cuando el cristalino está en reposo el sistema óptico del ojo que

corresponde a la suma óptica de los poderes de la córnea y del cristalino hace que

el ojo esté enfocado al infinito, es decir, a la visión lejana. Cuando el objeto se

acerca, los rayos luminosos que llegan al ojo ya no son paralelos sino que

paulatinamente se hacen cada vez más divergentes, por lo que el ojo tiene que

modificar su fuerza en el músculo ciliar para poder enfocarlos en la retina. Como

ya se mencionó, en la cámara esto se obtiene alejando la lente de la película

fotográfica. En el ojo, el mismo resultado se obtiene modificando las curvaturas del

cristalino, es decir, haciéndolo más y más convexo conforme el objeto observado

se acerca. Para ello el músculo ciliar se contrae relajando la tensión a la que está

sometido el cristalino, y éste se abomba aumentando por consiguiente su poder

Page 6: Mecánica Ondulatoria

óptico. A este fenómeno se le conoce como acomodación y es el que nos permite

poder ver con nitidez los objetos cercanos.

Fijación de la imagen

La retina ocular recibe la imagen en foco gracias a las propiedades ópticas de la

córnea y del cristalino, con la intensidad luminosa óptima determinada por el iris.

Esta imagen se "fija" en la retina, ocasionando cambios físicos y químicos. La

imagen es transformada por la retina en impulsos químicos y eléctricos que

viajarán posteriormente hasta los centros visuales del cerebro para hacer que la

imagen sea "vista" por el individuo.

Adaptación a la luz

El ojo necesita de cierto período de adaptación para pasar de una intensidad

luminosa correspondiente a la luz del día, a intensidades de luz menores y

viceversa. Este periodo de adaptación se encuentra en relación con una estructura

muy sensible, que es la encargada de capta la luz: la Retina.

Esta posee células encargadas de generar la visión diurna (los conos), siendo los

responsables de la visión a color, y las de la visión nocturna (los bastones).

Para alcanzar la Retina, un haz de luz debe atravesar los medios refringentes del

ojo humano, que son la córnea, el humor acuoso, la lento o cristalino y el humor

vítreo.

Ya dentro del ojo, los índices de refracción del cristalino, humor acuoso y humor

vítreo, son tan parecidos, que el haz de luz no sufre mucho cambio. Además de

los elementos nombrados anteriormente, el ojo presenta una estructura no

refringente muy importante, cuya función es la de regular la entrada de luz. Nos

referimos al Iris, parte pigmentada a la cual le debemos el color de nuestros ojos.

Esta posee fibras musculares que de forma involuntaria se contraen o expanden,

limitando o facilitando la incidencia lumínica al órgano. El Iris regula el área de la

pupila que quedará expuesta a la radiación luminosa. Si nos encontramos en un

sitio muy iluminado, la pupila se contraerá, disminuyendo de tamaño. Este proceso

Page 7: Mecánica Ondulatoria

recibe el nombre de Miosis. En cambio, si nos encontramos en una zona oscura,

la pupila se expandirá, para facilitar el ingreso de mayor cantidad de luz. Este

proceso se llama Midriasis (Urbina, 2007).

Organización estructural del ojo

El globo ocular constituye el órgano receptor de la visión. Las vías ópticas

comprenden el conjunto de neuronas que transmiten la información visual de la

retina hasta la corteza cerebral occipital. Los músculos oculomotores garantizan el

movimiento coordinado de ambos ojos. La conjuntiva, las vías lagrimales y los

parpados son necesarios para una visual normal.

El ojo tiene forma esférica ligeramente aplanada en su parte anterior, con un

diámetro de alrededor de 24 mm, este pesa 7 g y su volumen es de 6.5 cm 3. Está

contenido en la parte interior de la órbita. El ojo está formado por una pared y un

contenido, cuya estructura se ilustra en la figura 4 (Perlemuter 1999 et al).

La pared posterior del globo ocular está formada por tres capas o túnicas, la

exterior, designada como esclera o esclerótica, es una capa protectora formada

por tejido fibroso denso, blando y opaco, con un espesor que varía entre 0.3 y 1

mm. En la parte anterior del ojo, la esclerótica se modifica para formar la córnea,

clara y transparente, a la que se debe la mayor parte del poder refractivo del ojo

(43 dioptrías). La segunda túnica, denominada coroides, es una membrana muy

vascularizada, de aproximadamente 0.2 mm de espesor que contiene numerosos

vasos sanguíneos y cuya función principal es suministrar nutrientes al ojo.

La mayor parte de la superficie interior de esta capa, especialmente en la porción

posterior del ojo, esta considerablemente pigmentada con un pigmento negro, la

melanina, que evita la reflexión de la luz por todo el globo ocular. Esto es

sumamente importante para una visión clara y la función del pigmento es similar al

revestimiento negro del interior de una cámara fotográfica. Sin él, los rayos de luz

se reflejarían en todas direcciones dentro del ojo y se produciría una iluminación

Page 8: Mecánica Ondulatoria

difusa de la retina que impediría apreciar el contraste entre puntos obscuros y

claros, indispensable para la percepción de los detalles finos de las imágenes.

Figura 4. Corte sagital del globo ocular (Fuente: Perlemuter 1999 et al).

En la parte anterior, la coroides termina en tejido muscular que forma el cuerpo

ciliar, una estructura que no solo soporta a la lente de cristalino, sino que también

proporciona el mecanismo mediante el cual la forma de la lente puede ajustarse

en el acto de acomodación. La lente contribuye aproximadamente a 1/3 del poder

refractivo del ojo. En el extremo anterior, la coroides forma el iris, es un diafragma

circular que regula la penetración de la luz en el globo ocular. Presenta un orificio

central de 3 a 4 mm de diámetro, la pupila. El iris cuenta con fibras musculares

radiales y circulares que permiten la dilatación y contracción de la pupila (Pérez,

2003 et al).

Page 9: Mecánica Ondulatoria

Luz y óptica

La luz es el agente físico que impresiona nuestra retina y nos permite ver los

objetos. La óptica es la parte de la Física que trata de la luz y de los fenómenos de

la visión y más ampliamente de los fenómenos asociados con la generación,

transmisión y detección de la radiación electromagnética.

El conocimiento de las leyes de la óptica permite comprender como y por qué se

forman esas imágenes, que constituyen para el hombre la representación más

valiosa del mundo exterior (Ibáñez, 1989).

Propagación de la luz

Reflexión

Cuando un rayo de luz que se propaga en un medio transparente encuentra una

frontera tras la cual hay un segundo medio, parte del rayo que incidente se refleja

de regreso al primer medio. Los rayos reflejados son paralelos entre sí, la reflexión

de la luz en una superficie lisa se conoce como especular. Por otra parte, si la

superficie reflectora es rugosa, la superficie refleja los rayos en diversas

direcciones, este tipo de reflexión se conoce como reflexión difusa (Serway, 2001).

Refracción

La refracción es el fenómeno que se presenta en un rayo luminoso cuando incide

oblicuamente sobre la superficie de separación de dos medios, y en virtud del cual

el rayo cambia de dirección y velocidad.

Cuando un rayo luminoso incide sobre la superficie que separa dos medios, por

ejemplo el aire y el agua, parte de la luz incidente se refleja, mientras que la otra

parte se refracta y penetra en el segundo medio. Aunque el fenómeno de la

refracción se aplica fundamentalmente a las ondas luminosas los conceptos son

aplicables a cualquier onda incluyendo las ondas electromagnéticas (Bueche,

1988 et al).

Page 10: Mecánica Ondulatoria

Leyes de la reflexión y refracción

Las leyes de reflexión y refracción pueden deducirse mediante el principio de

Huygens o mediante el principio de Fermat.

Principio de Huygens.

De acuerdo con este principio, cada punto de un frente de ondas puede

considerarse como un foco puntual de ondas elementales secundarias que se

propagan en todas direcciones con la misma velocidad, frecuencia y longitud de

onda que el frente de donde proceden (Tipler, 2005 et al).

Principio de Fermat

Una forma moderna de expresar el principio de Fermat dice:

El trayecto seguido por la luz al propagarse de un punto a otro es tal que el tiempo

empleado en recorrerlo es estacionario respecto a posibles variaciones de la

trayectoria.

Esto quiere decir que, si se expresa el trayecto recorrido por la luz entre dos

puntos por medio de una funcional llamada camino óptico,  la trayectoria real de la

luz seguirá un camino extremal respecto de esta funcional.

Modelo corpuscular

En el modelo corpuscular, la luz es considerada como una multitud de diminutas

partículas emitidas a gran velocidad por la fuente luminosa. En sustancias

homogéneas y transparentes no están sujetas a ningún tipo de fuerza, de manera

que se mueven en trayectorias rectilíneas. Cerca de la superficie de separación

entre dos medios, fuerzas repulsivas y atractivas de corto alcance que actúan

sobre las partículas provocan la reflexión y refracción.

Modelo Ondulatorio

De acuerdo a este modelo, una fuente puntual de luz se considera como el origen

de la perturbación que (en medios homogéneos) de lugar a ondas esféricas.

Page 11: Mecánica Ondulatoria

Como se ilustra en la figura 5, una onda circular de agua, después de alcanzar

una pared plana sólida, se refleja como otra cuya forma es un arco de circulo

(Rossi, 1977).

Figura 5. Reflexion de una onda de agua contra una pared solida (Fuente: Rossi, 1977).

Ondas electromagnéticas

Maxwell J.C demostró teóricamente que un circuito eléctrico oscilante debía radiar

ondas electromagnéticas, determinando que su velocidad era igual a la velocidad

de propagación de la luz obtenida experimentalmente, lo que fue comprobado por

Hertz, vía experimental. Parecía pues evidente que la luz consistía en ondas

electromagnéticas de longitud de onda extremadamente corta.

La teoría electromagnética de Maxwell estableció que la luz consiste en una

propagación conjunta a través del espacio de un campo eléctrico y otro magnético

en forma de ondas transversales, suministrando así la base general el tratamiento

de los fenómenos ópticos. En particular sirvió para entender la interacción de la luz

con la materia (Ibáñez, 1989 et al).

La diferencia entre las ondas de radio (no visibles) y las luminosas tan sólo

radicaba en su longitud de onda, desplazándose ambas a la velocidad de la luz, es

decir, a 300 000 km/s.

Page 12: Mecánica Ondulatoria

Sensibilidad visual

El ojo humano es sensible a la radiación electromagnética cuyas longitudes de

onda están comprendidas entre 400 y 700 nm (Figura 6). Las longitudes de onda

más cortas del espectro visible corresponden a la luz violeta y las más largas a la

luz roja. Los colores percibidos de la luz son el resultado de la respuesta

fisiológica y psicológica del sistema sensitivo ojo – cerebro a las distintas

frecuencias de luz visible. Aunque la correspondencia entre color percibido y

frecuencia es muy exacta, existen desviaciones interesantes. Por ejemplo, una

mezcla de luz roja y luz verde es percibida por el sistema ojo – cerebro como

amarillo, incluso en ausencia de luz en la región amarilla del espectro (Tipler, 2005

et al).

Al igual que en la fotografía, la cantidad de luz juega un papel importante en la

visión. Así, en condiciones de buena iluminación (más de 3 cd/m2) como ocurre de

día,  la visión es nítida, detallada y se distinguen muy bien los colores; es la visión

fotópica. Para niveles inferiores a 0.25 cd/m2 desaparece la sensación de color y

la visión es más sensible a los tonos azules y a la intensidad de la luz. Es la

llamada visión escotópica. En situaciones intermedias, la capacidad para

distinguir los colores disminuye a medida que baja la cantidad de luz pasando de

una gran sensibilidad hacia el amarillo a una hacia el azul. Es la visión

mesiópica.

En estas condiciones, se definen unas curvas de sensibilidad del ojo a la luz

visible para un determinado observador patrón que tiene un máximo de longitud de

onda de 555 nm (amarillo verdoso) para la visión fotópica y otro de 480 nm (azul

verdoso) para la visión escotópica. Al desplazamiento del máximo de la curva  al

disminuir la cantidad de luz recibida se llama efecto Purkinje.

Page 13: Mecánica Ondulatoria

Figura 6. Espectro visible por el ojo humano (Fuente: Horts Frank, 2005).

Toda fuente de luz que emita en valores cercanos al máximo de la visión diurna

(555 nm) tendrá un rendimiento energético óptimo porque producirá la máxima

sensación luminosa en el ojo con el mínimo consumo de energía. No obstante, si

la fuente no ofrece una buena reproducción cromática puede provocar resultados

contraproducentes (Fernández, 2005 et al).

Actividad eléctrica de los conos y los bastones

Consideremos que el sistema visual es un detector de energía. En la retina existen

dos clases de células fotoreceptoras: los conos y los bastones (figura 7). En

general, son responsables de la visión diurna. Proporcionan información sobre los

detalles del entorno y por lo tanto son la fuente de visión de mayor precisión, o

agudeza (Carlson, 1996).

Cuando hay poca luz, los conos no son suficientemente sensibles y la respuesta

viene medida por los bastones. Se dice entonces que estamos en nivel de

iluminación escotópico (hasta 10-3 cd/m2, aproximadamente). Por el contrario,

cuando hay mucha luz (aproximadamente por encima de 1 cd/m2) los bastones

están bloqueados y solo los conos dan respuesta. Se dice que estamos en nivel

de iluminación fotópico. Entre estos límites, ambos tipos de fotorreceptores dan

alguna respuesta y se dice que estamos en nivel mesópico (Pascual, 2002 et al).

Page 14: Mecánica Ondulatoria

Tanto en los conos como en los bastones hay discos planos que contienen un

pigmento fotorreceptor. En las células bastón, este pigmento es la rodopsina, y en

los conos son los pigmentos rojo, verde y azul.

Figura 7. Micrografía electrónica y representación esquemática de las células de la retina

humana (Fuente: Devlin, 2004).

Existen tres “mini” ciclos bioquímicos interconectados en la conversión de la

energía lumínica en impulsos nerviosos Estos ciclos describen las reacciones de

la rodopsina, la transducina y la fosfodiesterasa, respectivamente. El resultado

Page 15: Mecánica Ondulatoria

neto de su operación es una hiperpolarización de la membrana plasmática del

bastón o del cono, es decir, desde – 30 mV hasta aproximadamente – 35 mV.

Los bastones de un ojo humano plenamente adaptados a la oscuridad pueden

detectar un destello de luz que emita 5 fotones. El bastón es un tipo especializado

de neurona en la que la señal genera no depende de un fenómeno de todo o

nada. La señal puede ser graduada en intensidad, y esta repercutirá en la

magnitud de la variación en milivoltios que sufre el potencial de membrana

plasmática desde su estado de reposo de – 30 mV (Devlin, 2004).

Fotorreceptor

Cada fotorreceptor tiene un segmento externo unido por un cilio con el segmento

interno, donde se halla el núcleo (figura 7). El segmento externo está formado por

varios cientos de láminas, o placas delgadas de la membrana.

El primer paso del proceso conduce a la percepción visual se lleva a cabo en la

presencia de una sustancia química llamada fotopigmento. Los fotopigmentos son

moléculas incrustadas en las membranas de las láminas; un solo bastón contiene

aproximadamente 10 millones de ellas. Las moléculas constan de dos partes: una

opsina (una proteína) y retina (un lípido). Existe una gran variedad de opsinas; por

ejemplo, el fotopigmento de los bastones humanos, la rodopsina.

Cuando una molécula de rodopsina es expuesta a la luz, se descompone en sus

constituyentes, la rodopsina y el retinal. Al ocurrí esto, el color de la opsina del

bastón cambia de un tono rosáceo a un amarillo pálido; por lo tanto se dice que la

luz blanquea el fotopigmento. La división del fotopigmento provoca un cambio en

el potencial con la que el fotorreceptor libera el neurotransmisor. La membrana de

los fotorreceptores es diferente de la de otras neuronas: contienen canales iónicos

que por lo general están abiertos y que liberan continuamente su neurotransmisor.

Cuando una molécula del fotopigmento se descompone por acción de la luz, los

canales iónicos de la membrana externa del fotorreceptor se cierran.

Page 16: Mecánica Ondulatoria

La información visual, proveniente de la retina, llega a la corteza estriada que

rodea la fisura calcarina después de haber atravesado las capas magnocelular y

parvocelular de los núcleos geniculado laterales dorsales. Otras regiones del

cerebro, incluyendo el hipotálamo y el tectum, también reciben información visual

(Carlson, 1996).

Organización funcional de la retina

La retina comprende una porción neurosensorial y el epitelio pigmentario retiniano.

La retina se extiende desde la papila hasta la “ora serrata”, y después continua en

sentido anterior, atreves de la “pars plana”, como dos monocapas, el epitelio no

pigmentado y el epitelio pigmentado, llega hasta el cuello ciliar. El aspecto más

anterior de la retina se aprecia en la región nasal. La ora serrata está constituida

por bahías retinianas y procesos dentados, que se extienden en la pars plana

(figura 8).

Figura 8. Componentes de la retina (Fuente: Bachnell, 2001).

Page 17: Mecánica Ondulatoria

Además, pueden existir complejos meridionales o fibras zonulares que se

extienden atreves de la pars plana y se insertan en la retina. Cuando el cristalino

se acomoda, la tracción de las fibras zonulares puede causar un desgarro

retiniano, especialmente si se ha administrado pilocarpina.

La porción neurosensorial de la retina comprende 10 capas (figura 9), y mide

aproximadamente 0.5 mm en el polo posterior y 0.2 mm en la periferia lejana.

Existen 120 millones de bastones y 6 millones de conos. Los bastones participan

en la visión escotópica (nocturna) y los conos se usan para la visión de colores

(Pulido, 2003).

Figura 9. Capas de la retina y la coroides (Fuente: Birmingham).

Page 18: Mecánica Ondulatoria

Epitelio pigmentado retiniano

El epitelio pigmentado retiniano (EPR) comprende aproximadamente 120 millones

de células, unidas unas a otras mediante uniones estrechas que conforman una

monocapa. El EPR separa la retina neurosensorial y la coriocapilar; debido a estas

uniones, actúa como una porción externa de la barrera hematorretiniana.

Desempeña una multitud de funciones, entre ellas la fagocitosis de las papilas

renovables desprendidas desde los bastones y los conos, el metabolismo de la

vitamina A, el control de la difusión de oxigeno hacia los fotorreceptores y el

suministro de nutrientes a los fotorreceptores.

Vítreo

La cavidad vítrea tiene un volumen de alrededor de 4 ml, aproximadamente el

80% del volumen total del globo ocular. El vítreo está constituido principalmente

por agua, con una concentración baja de proteínas y mucopolisacáridos. La gran

mayoría de las proteínas se encuentran en forma de colágeno tipo II, que también

existe en el cartílago. El mucopolisacárido principal es el ácido hialurónico, este

compuesto proporciona al vítreo elasticidad y viscosidad, mientras que el colágeno

contribuye a mantener las forma y estructura.

Entre el 40 y 80% del vítreo adquiere la consistenci9a de gel. Como consecuencia

de la edad, la miopía y ciertos trastornos hereditarios, el vítreo tiende a licuarse

por perdida de ácido hialurónico. Las propiedades del gel permiten que el vítreo

actué como amortiguador de impactos y sustancias tampón. Cuando se producen

orificios retinianos, el vítreo joven contribuye a sellar las roturas y prevenir el

desprendimiento de retina.

Las fibrillas colágenas se insertan en las conexiones oculares del vítreo. En la

parte posterior, el vítreo está unido a la papila, a la retina (especialmente a la

mácula) y a lo largo de los vasos sanguíneos. En la parte posterior se encuentra

fuertemente unido a la arteria y la pars plana, en una banda con aproximadamente

3 mm de ancho que abarca la ora serrata. Esta es una zona de inserción

Page 19: Mecánica Ondulatoria

especialmente fuerte, por lo que se conoce como base anterior del vítreo (Pulido,

2003).

Procesamiento central

Proceso receptor

La refracción de los rayos de luz en el cristalino y la córnea, que hacen llegar a la

retina una imagen nítidamente enfocada.

Proceso transductor

La conversión de la energía electromagnética de los rayos de luz en impulsos

nerviosos, que se realiza en las células fotorreceptoras de la retina (conos,

bastones) y su transmisión a las células bipolares y ganglionares, cuyos axones

convergen en el disco óptico para formar la vía ocular.

Proceso transmisor

La transmisión de los impulsos nerviosos mediante potenciales de acción,

generados desde las células receptoras de la retina hasta el sistema nervioso

central a través de los axones de las células ganglionares de la retina, forman el

nervio óptico y luego la cintilla óptica, que termina en el cuerpo geniculado

externo, desde donde nacen las siguientes vías de conexión:

1. Tracto geniculado – cortical. Son radiaciones ópticas que terminan en el

área receptora visual primaria (información directa al córtex visual primario).

2. Conexiones intradiencefálicas, principalmente con el núcleo pulvinar (vía

geniculopulvinar), que a su vez envían sus axones a las áreas receptoras

secundarias visuales (vía genicular – pulvinar – cortical).

3. Fibras descendentes hacia los núcleos tectales, donde se unen con las

fibras frontotectales en orden a conjugar los movimientos oculares y reflejos

ópticos en general (López, 1999 et al).

Page 20: Mecánica Ondulatoria

Proceso perceptivo

La percepción de las imágenes visuales en el córtex visual primario y secundario.

El córtex visual recibe y analiza los estímulos visuales y se proyecta a otras áreas

corticales. Este proceso se lleva a cabo en dos áreas neurofuncionales específicas

diferenciadas:

1. Área visual primaria, cuya función es la detección de la orientación y

posición especifica de líneas mediante las células y complejas, así como la

detección de la longitud de líneas mediante las células hipercomplejas. En

la percepción del color no participa solo el córtex visual primario.

2. Área visual secundaria, que tienen conexiones con las áreas terciarias

parietales y el área terciaria temporal. Así se produce en primer lugar la

discriminación de la forma y la conversión de los estímulos en símbolos

perceptivos.

Estadios del procesamiento visual

Los estímulos que llegan al córtex se procesan en los tres estadios siguientes, que

no son sucesivos:

1. Procesamiento sensorial.

2. Representación perceptual.

3. Procesamiento semántico.

Procesamiento sensorial

Agudeza visual. Es la capacidad para determinar la ausencia o la presencia de

luz, los cambios en el contraste, si se producen uno o más estímulos en el campo

visual y la capacidad de detectar un objeto que varía en tamaño (resolución del

objeto).

Page 21: Mecánica Ondulatoria

Discriminación de formas. Es sistema visual es capaz de realiza finas

discriminaciones entre formas similares, capacidad que puede estar

selectivamente alterada en personas con daño cerebral.

Percepción del color, La percepción del color puede alterarse de forma selectiva

(acromatopsia). Las lesiones bilaterales en los lóbulos occipitales, los daños

bilaterales en la región fusiforme y en el giro lingual de este lóbulo son las más

implicadas en este déficit.

Representación perceptual

Se trata del acceso al almacén de información, previamente adquirida, que posee

el sujeto sobre el objeto. El observador puede percibir un objeto a partir de su

tamaño, su volumen o el ángulo desde donde es visto. Al modificarse alguna de

estas características puede surgir un déficit específico de este nivel de

procesamiento.

Procesamiento semántico

Permite dar un significado y un sentido concreto al objeto percibido. Cuando falla,

lo que se pierde es la capacidad de asignar un significado al objeto,

manteniéndose preservados los anteriores niveles de procesamiento (el sujeto

puede copiar perfectamente el objeto, pero ser incapaz de saber lo que es).

(López, 1999 et al).

Control de los movimientos oculares

Dado que gran parte del campo visual es binocular, se requiere de un alto grado

de coordinación de los movimientos de los dos ojos, para lograr que las imágenes

visuales se proyecten de forma permanente en los puntos correspondientes de las

dos retinas consiguiendo de esta forma tener visión en profundidad.

Se denomina “área de fijación” a los limites extremos del campo visual que se

alcanzan con la mirada por el movimiento de los ojos y no de la cabeza. Los

movimientos simultáneos de ambos ojos en la misma dirección reciben el nombre

Page 22: Mecánica Ondulatoria

de movimiento conjugado. El sistema regulador de esos movimientos se llama

sistema motor ocular (sistema óculomotor) y comprende varias vías nerviosas

centrales (Urtúbia, 1999).

Cada ojo es aproximadamente una esfera, libre para moverse como una pelota en

un cuenco. Cada ojo tiene 6 músculos extraoculares anclados a él y se mueven

por el acortamiento apropiado de algunos de estos.

Si cada musculo no tuviera alguna tracción constante, el ojo estaría suelo en su

órbita; consecuentemente cualquier movimiento ocular se realiza contrayendo un

musculo y relajando su oponente en exactamente la misma cantidad (figura 10). Si

miramos un objeto situado a corta distancia, los dos ojos rotan hacia adentro; si

miramos hacia la izquierda, el ojo derecho rota hacia adentro y el ojo izquierdo

rota hacia afuera; si miramos hacia arriba i hacia abajo, ambos ojos rotan juntos

hacia arriba o hacia abajo.

Figura 10. Músculos oculares que controlan la rotación horizontal de los ojos (Fuente:

Hubel, 2000).

Cada músculo ocular se contrae por el disparo de las motoneuronas del

troncoencéfalo, cada motoneuronas en un núcleo oculomotor informa a varias

Page 23: Mecánica Ondulatoria

fibras musculares en el musculo ocular. Estas a su vez reciben aferencias de otras

fibras excitadoras.

Prácticamente cualquier movimiento que realizamos es el resultado de muchos

músculos que se contraen a la vez y muchos otros que se relajan (Hubel, 2000).

Sonido y Audición

Aunque frecuentemente se emplean indistintamente los términos sonido y audio,

por sonido se entiende que es la sensación percibida por el sentido del oído como

resultado de la energía mecánica transportada por ondas longitudinales de presión

en un medio material como el aire, el agua, metales, etc. La audición es un

proceso fisiológico que nos permite la capacidad de oír, derivado de la

estimulación de los órganos de la audición, y procesos psicológicos, derivados del

acto consciente de escuchar un sonido.

La acústica estudia la producción, transmisión y efectos de las ondas sonoras que

se propagan en medios materiales, solidos, líquidos o gaseosos. Las ondas

acústicas son ondas elásticas, no electromagnéticas, cuya frecuencia puede

extenderse hasta el rango de giga Hertz. Al hablar de ondas sonoras, nos

referimos a las ondas acústicas en el rango audible o cercano a este, para el cual

se ha establecido la siguiente clasificación:

Infrasonidos: Son sonidos de frecuencia inferior a unos 15 Hz y no suelen ser

percibidos por el oído humano. Se utilizan en sonares para la detección

submarinas y ciertas aplicaciones biomédicas.

Sonido Audible: Se considera como tales los sonidos de frecuencia comprendida

entre unos 15 y 20000 Hz. La máxima frecuencia sonora que es capaz de percibir

el oído humano depende de diversos factores, entre ellos la edad.

Ultrasonidos: Sonidos de frecuencia superior a unos 20 KHz y pueden ser

percibidos por algunos animales como perros. Se utiliza sonidos ultrasónicos de

frecuencia de 5 MHz o superior en aplicaciones médicas como la ecografía.

Page 24: Mecánica Ondulatoria

Cualquier sonido puede describirse mediante tres características perceptuales:

intensidad, tono y timbre. Estas características corresponden a tres magnitudes

físicas: amplitud, frecuencia y contenido armónico o forma de onda.

La intensidad de sonido está asociada con el nivel de presión en el medio acústico

y suele expresarse en dB referidos a 20 mPa. La frecuencia expresada en Hz,

permite identificar el tono del sonido. Los tonos agudos son de frecuencia alta, en

tanto que las bajas frecuencias corresponden a tonos graves o bajos. El termino

tono, por lo general corresponde a una señal senoidal pura, es decir, de frecuencia

única y se utiliza, tanto referido a señales sonoras, como a señales de cualquier

otra frecuencia (Pérez, 2003).

Frecuencia Audible/Sensibilidad; relación intensidad – frecuencia

El oído humano tiene unas características que hacen que solo seamos sensibles a

sonidos cuya frecuencia este contenida en el espectro audible. Este margen

incluye una gama de frecuencias de vas desde los 20 Hz hasta 20000 Hz.

El espectro no es el mismo en todas las personas y, normalmente, se va

modificando con la edad; un niño puede percibir frecuencias cercanas a los 20

kHz, una persona de más de 60 años solo percibe frecuencias hasta unos 10 o 12

kHz (Iglesias, 2004).

El espectro audible se puede dividir en tres zonas en función de su tonalidad.

Cuando la frecuencia es mayor se habla de tono o tonalidad mayor. Se distinguen:

Zona de frecuencias graves:

De los 20 Hz a los 300 Hz.

Por ejemplo, el sonido del bombo de una orquesta.

Zona de frecuencias medias:

De los 300 Hz a los 4 kHz.

Por ejemplo, la voz humana en una conversación normal.

Page 25: Mecánica Ondulatoria

Zona de frecuencias agudas:

De los 4 kHz a los 20 kHz.

Por ejemplo, el sonido emitido por una trompeta.

Medida de intensidad del sonido

La intensidad es una sensación en la conciencia de un ser humano. También esta

relaciona con una cantidad físicamente medible: la intensidad de la onda. La

intensidad se define como la energía transportada por una onda por unidad de

tiempo atreves de una unidad de área perpendicular al flujo de energía.

El oído humano puede detectar sonidos con una intensidad tan baja como 10 -12

W/m2 y tan alta como 1 W/m2 (e incluso intensidades más altas, aunque esto

resulta muy doloroso). Se presume que a causa de este amplio rango, lo que se

describe como volumen no es directamente proporcional a la intensidad. Para

producir un sonido que suene aproximadamente le doble de fuerte se requiere una

onda sonora que tenga 10 veces la intensidad.

En virtud de esta relación entre la sensación subjetiva y la cantidad físicamente

mensurable de “intensidad”, los niveles de intensidad del sonido generalmente se

especifican en escala logarítmica (Glancoli, 2006).

Es más útil hablar de “niveles relativos”. El nivel de intensidad N se mide en

decibelios y se define mediante la expresión:

N= 10 log I / I0

Donde I es, en este caso, la intensidad de la onda sonora considerada; e I0, la

intensidad que se toma como referencia (umbral de audición). De esta forma, el

umbral de audición es:

N= 10 log I0 / I0 = 0 dB

Y el umbral de dolor:

N= 10 log I / 10-12 = 120 dB

Page 26: Mecánica Ondulatoria

Por lo tanto, los niveles de intensidad de los sonidos están comprendidos

aproximadamente entre 0 y 120 dB.

La unidad de esta escala el bel, en honor del inventor Alexander Graham Bell, o

mucho más comúnmente conocido como decibel (dB), que es 1/10 bel (10 dB = 1

bel). (Cabrero, 2007).

Estructura del órgano auditivo

El sistema auditivo es un órgano complejo que está dividido en tres partes: el oído

externo, el oído medio y el oído interno. Cada parte tiene su función, aunque en

el caso del oído interno y sobre todo en el procesamiento de los datos por el

cerebro, existen muchos puntos desconocidos sobre los mecanismos de audición

(Bartí, 2006).

Oído Externo

Comprende el pabellón auricular y el conducto auditivo externo, donde son

captadas y conducidas las ondas sonoras hasta la membrana timpánica.

El pabellón auricular es una lámina con pliegues de naturaleza fibrocartilaginosa,

cubierta de piel y con numerosos ligamentos y músculos rudimentarios (figura 11).

En el centro, presenta una excavación, la concha, al fondo de la cual se abre el

conducto auditivo externo. Periféricamente, se diferencian los repliegues: hélix que

contornea todo el pabellón, antehélix por dentro, el trago por delante de la concha

y el antitrago por debajo. El lóbulo de la oreja es un simple acúmulo graso carente

de esqueleto cartilaginoso.

Page 27: Mecánica Ondulatoria

Figura 11.Pabellón auricular. Hélix (1), antehélix (2), trago (3), concha (4), antitrago (5),

lóbulo de la orejas (6). Fuente: Rodríguez, 2003.

Conducto auditivo externo

Se prolonga desde el fondo de la concha hasta la membrana del tímpano que le

separa del oído medio, realizando un trayecto en forma de “S” tumbada de

aproximadamente 2.5 cm de longitud y 8 mm de diámetro.

Oído Medio

Es una cavidad aérea excavada en el interior del peñasco del temporal y tapizada

de mucosa, en la que podemos diferenciar tres partes: la caja del tímpano en el

centro, la trompa de Eustaquio dirigida hacia delante y adentro y las cavidades

mastoideas por detrás (figura 12).

La caja del tímpano es la parte principal del oído medio, porque a través de la

cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo) que aloja en su interior, tiene

que transmitir eficazmente las señales acústicas que le llegan del oído externo

hasta el oído interno, donde existe un medio líquido. En su interior, las ondas

sonoras se amplifican en cuanto a su fuerza y presión.

Page 28: Mecánica Ondulatoria

Figura 12. Estructura interna del oído (Fuente Bartí, 2006).

Oído Interno

Está situado profundamente en la porción petrosa del temporal. Dentro de él se

diferencia un laberinto óseo, excavado en el hueso, que aloja en su interior una

sección de estructuras blandas, el laberinto membranoso, donde se localizan las

células receptoras del sonido y del equilibrio. Entre las paredes óseas y las

estructuras membranosos queda el espacio perilinfático lleno de perilinfa, liquido,

derivado en parte del líquido cefalorraquídeo, parecido al extracelular pues es rico

en Na+; mientras que el interior de las vesículas membranosos está lleno de

líquido endolinfático rico en K+, similar al intracelular (Rodríguez, 2003).

Transducción

La percepción auditiva se compone de cinco procesos principales:

Proceso receptor

Las ondas sonoras chocan contra la membrana timpánica, se transmiten a

través de los huesecillos del oído medio (que amplifican la energía 22 veces) y

se transforman en energía hidráulica en el líquido coclear interno.

Page 29: Mecánica Ondulatoria

Proceso transductor

La energía hidráulica estimula células ciliadas sensoriales de la cóclea y la

convierten en impulsos nerviosos que son transmitidos por las fibras del VIII

par craneal.

Proceso transmisor

Las fibras provenientes del ganglio espiral de Corti tienen su primera sinapsis

en los núcleos cocleares dorsales y ventrales del bulbo raquídeo; desde aquí,

un grupo de fibras se dirigirá al lado opuesto del tronco encefálico a través del

cuerpo trapezoide hasta llegar a los olivos superiores, mientras que otro grupo

menos numeroso que le primero se dirigirá del mismo lado hacia las olivas

superiores del mismo lado.

A lo largo de la vía auditiva las señales sonoras sufren modificaciones, lo cual

da a los núcleos del tronco, tubérculos cuadrigéminos inferiores y tálamo una

importancia enorme en la función lingüística comprensiva, al ser capaces de

intervenir directamente en muchas funciones auditivas sin necesidad de

participación cortical.

Proceso perceptivo

La vía auditiva termina en dos áreas diferenciadas funcionalmente:

1. El área receptora auditiva primaria, ubicada en la circunvolución de Helsch.

Su función es completar y elaborar la información auditiva. Su relación

directa con las áreas de asociación temporales permite una implicación

directa con las funciones comprensivas del lenguaje.

2. El área receptora auditiva secundaria, abarca las áreas 21 y 22 de

Brodmann, recibe la información del área auditiva primaria y también recibe

la información directa de los núcleos talámicos. La función de estas áreas

es la integración de los estímulos que llegan de las dos vías. Por último, su

nivel de integración corticas y bihemisférica le permiten acceder a un

Page 30: Mecánica Ondulatoria

procesamiento cognitivo más complejo, lo que la lugar a la comprensión del

lenguaje hablado.

Proceso motor

Es el que permite la orientación del cierto y la cabeza para una mejor audición

(López, 1999).

Page 31: Mecánica Ondulatoria

Bibliografía:

Bartí, Robert Domingo. 2006. Acústica Medioambiental. Editorial Club

Universitario. España. pp: 138 – 143.

Bueche, Frederick J. y Pacheco, Juan. 1988. Ciencias físicas. Editorial Reverté.

España. p: 192

Cabrero, Francisco J. Fraile. 2007. Imagen Radiológica, principios físicos e

instrumentación. Editorial Elsevier. España. p: 16

Carlson, Neil R. 1996. Fundamentos de psicología fisiología. 3ª Edición. Editorial

Pearson Educación. México. pp: 144 – 149

Devlin, Thomas M. 2004. Bioquímica: libro de texto con aplicaciones clínicas. 4ª

Edición. Editorial Reverté. España. pp: 1007 – 1010

Fernández, Javier G. y Boix, Oriol.2005. EDISON – Aprendizaje basado en

Internet. España

Gijón, F. Jimena. 2010. Física, bachillerato a distancia: Movimiento ondulatorio.

Educastur. España.

Glancoli, Douglas C. 2006. Física, principios con aplicaciones. 6ª Edición. Editorial

Pearson Educación. México. p: 325

Hubel, David H. 2000. Ojo, cerebro y visión. 2ª Edición. Editorial Universidad de

Murcia. España. pp: 29 – 31

Ibáñez, J. A., Rodríguez, E. M. y Minguell J. M. 1989. FISICA: Curso de

orientación universitaria. Editorial EDITUM. España. pp: 517 – 518

Iglesias, Rubén Mouteira. 2004. Instalaciones de equipos y sistemas audiovisuales

y multimedia. Editorial Ideaspropias. España. p: 7

López – Ibor, Juan José, Ortiz, Tomas Alonso y López – Ibor Mª Inés A. 1999.

Lecciones de psicología médica. Editorial MASSON. España. pp: 208 – 216

Page 32: Mecánica Ondulatoria

Pascual, C. José y Jaume, Pujol.2002. Fundamentos de calorimetría. Editorial

Universitat de Valencia. España. p: 13

Pérez, V. Constantino, Zamanillo S. José. 2003. Fundamentos de televisión

analógica y digital. Editorial Universidad de Cantabria. España. pp: 114 – 115

Perlemuter, Léon y Bilweis, Christophe. 1999. Anatomo – fisiología Editorial

MASSON. España. pp: 133 – 134

Pulido, José S. 2003. Retina, coroides y vítreo. Los requisitos en oftalmología.

Editorial ELSEVIER. pp: 10 – 12

Rodríguez, D. Armando, López, R. Norma, Quintero V. Héctor y Canales P.

Rafael. 2009. Ciencia, tecnología y ambiente. 3ª Edición. Editorial CENGAGE

Learning. Puerto Rico. pp: 53 – 55

Rodríguez, Santiago y Smith-Ágreda, José Mª. 2003. Anatomía de los órganos del

lenguaje, visión y audición. 2ª Edición. Editorial Médica Panamericana. España. p:

200 – 204

Rossi, Bruno. 1977. Fundamentos de óptica. Editorial Reverté. España. pp: 11 –

12

Serway, A. Raymond. 2001. Física. 5ª Edición. Editorial Pearson Educación.

México. p: 726

Serway, A. Raymond y Faughn, S. Jerry. 2005. Física. 6ª Edición. Editorial

CENGAGE Learning. México. p: 409

Tipler, Paul. A. 2008. Ondas físicas. Universidad del País Vasco. España. p: 1

Tipler, Paul A. y Mosca, Gene. 2005. Física para la ciencia y la tecnología:

Electricidad y magnetismo, luz. Física moderna. 5ª Edición. Editorial Reverté.

España pp: 927 – 954

Urbina, Pedro J. 2007. Física de la visión. Perú. pp: 3 – 7

Page 33: Mecánica Ondulatoria

Urtúbia, Cesar Vicario. 1999. Neurología de la visión. Ediciones UPC. España. p:

224


Top Related