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HIJOS DE JACOB 1

Explicando Ezequiel 18

Por medio del profeta Ezequiel, YAHWEH, el Elohím de Israel, anunció que el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre

llevará el pecado del hijo:

“Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos

mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre

llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él”. EZEQUIEL 18:19-20

Lo polémico es que Éxodo 34:6-7 nos dice que YAHWEH visita la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta

generación:

“Y pasando YAHWEH por delante de él, proclamó: ¡YAHWEH! ¡YAHWEH! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y

grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de

ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos,

hasta la tercera y cuarta generación”. ÉXODO 34:6-7

De este modo, habría una aparente contradicción entre los textos Ezequiel 18:19-20 y Éxodo 34:6-7.

Otra aparente controversia que podemos citar, de acuerdo con lo anunciado por Ezequiel 18:19-20, es el pasaje bíblico encontrado

en 2 Samuel 12:21-23:

“Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y muerto él, te levantaste y

comiste pan. Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Elohím tendrá compasión de mí,

y vivirá el niño? Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a

mí”. 2 SAMUEL 12:21-23

Según lo anunciado en Ezequiel 18:19-20 (“...el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo...”), el

hijo de David no debería de morir, puesto que un niño acabado de nacer no tiene pecado.

Muchos pueden remitirse al momento histórico en que YAHWEH habló a través del profeta Ezequiel, para poder dar respuesta a

dicho enigma; pues cuando el hijo de David muere, todavía YAHWEH no había anunciado estas palabras por medio de Ezequiel.

Esta defensa queda totalmente inválida cuando encontramos el texto de la Torá, Deuteronomio 24:16, que demuestra que Ezequiel

no fue el primero en comunicar dicho veredicto, sino que ya existía en la Ley de Moisés: “Los padres no morirán por los hijos, ni

los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado”. DEUTERONOMIO 24:16

De esta forma, la muerte del hijo de David continúa siendo en un enigma, si se comparan las porciones escriturales Ezequiel 18:19-

20 y Deuteronomio 24:16.

Podemos agregar más elementos al análisis, con el pasaje encontrado en Apocalipsis 2:20-23:

“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a

fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su

fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de

ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada

uno según vuestras obras”. APOCALIPSIS 2:20-23

Observamos cómo el pecado de esa mujer, Jezabel, trae consecuencias de muerte a sus hijos (“Y a sus hijos heriré de muerte...”).

Esta porción corrobora que existe un aparente conflicto entre los textos 2 Samuel 12:21-23 y Apocalipsis 2:20-23, con

Deuteronomio 24:16. Por un lado nos hablan de que los hijos no morirán por el pecado de los padres, y por otro lado las escrituras

narran que a causa del pecado de los padres, mueren los hijos.

Conociendo que las Sagradas Escrituras no se contradicen, entonces debemos dar una respuesta satisfactoria al asunto.

Lo primero que debemos definir es que existen juicios, cuya ejecución es encomendada a los jueces, y que también existen juicios

que ejecuta Elohím.

Pongamos ejemplos de ambos casos:

- Juicios (sanciones) que ejecutan los jueces:

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HIJOS DE JACOB 2

“Y si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez le hará echar en tierra, y le hará azotar en su presencia; según su

delito será el número de azotes”. DEUTERONOMIO 25:2

“En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo”.

ÉXODO 22:9

-Juicios (sanciones) que ejecuta Elohím:

“Por cuanto no serviste a YAHWEH tu Elohím con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, servirás,

por tanto, a tus enemigos que enviare YAHWEH contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y

él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte”. DEUTERONOMIO 28:47-48

“Haré desiertas vuestras ciudades, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume. Asolaré

también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren; y a vosotros os esparciré entre las naciones, y

desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades”. LEVÍTICOS 26:31-33

Es bueno entender que las sanciones que corresponde ejecutar a los jueces son establecidas por Elohím, lo que significa que el

Creador no se puede oponer a ellas, pues de otro modo, se estaría oponiendo a su propia palabra.

Sería dable hacer un pequeño desvío, y detenernos en 2 Samuel 12:9-13:

“¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de YAHWEH, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y

tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu

casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. Así ha dicho YAHWEH:

He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el

cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. Porque tú lo hiciste en secreto; más yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.

Entonces dijo David a Natán: Pequé contra YAHWEH. Y Natán dijo a David: También YAHWEH ha remitido tu pecado; no

morirás”. 2 SAMUEL 12:9-13

En esta porción, observamos que David comete una doble transgresión: la muerte de Urías heteo a manos de los amonitas, y el

pecado de adulterio, tomando a Betsabé mujer de Urías.

La esencia de nuestro análisis de esta porción son los juicios estipulados por Elohím.

Elohím determina veredictos a David, cuyo cumplimiento sería ejecutado por el mismo YAHWEH, no por jueces.

- Veredictos a David, que Elohím cumpliría:

1. No se apartará jamás de tu casa la espada.

2. Haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa.

3. Tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo.

4. YAHWEH ha remitido tu pecado; no morirás.

El cuarto enunciado (YAHWEH ha remitido tu pecado; no morirás), da la idea de que YAHWEH se está oponiendo o dejando sin

valor lo que él mismo anunció por medio de la Ley de Moisés.

Según la Torá, David debía ser muerto por mano de los jueces, por cuanto había cometido dos pecados de muerte, asesinato y

adulterio:

“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos”.

LEVÍTICOS 20:10

“El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá”. ÉXODO 21:12

Nota: Ver estudio “Pecados de muerte” en nuestra web, www.hijosdejacob.com

También podemos observar en la Ley, que es pecado hacer excepción de personas para favorecerlas en el juicio:

“No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo”

LEVÍTICOS 19:15 Pudieran formularse dos preguntas:

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HIJOS DE JACOB 3

1. ¿Habrá YAHWEH traspasado sus propias palabras (Ley de Moisés), no dejando que los jueces mataran a David?

2. ¿Habrá hecho Elohím, excepción de persona en el juicio, favoreciendo a David?

De ningún modo podemos pensar que Elohím transgrede su propia Torá.

Era imposible que los jueces pudieran ejecutar las sanciones a David, encontradas en Levíticos 20:10 y Éxodo21:12, pues les

faltaban elementos para hacerlo.

Analicemos los dos pecados cometidos por David.

- Muerte de Urías:

En Éxodo21:12, podemos encontrar de forma literal, que al que hiriere a alguno, sería condenado a muerte, pero en el caso de

David, él no fue quien hirió a Urías heteo. “El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá”. ÉXODO21:12

Aunque David atentó contra la vida de Urías, Urías muere por mano de los amonitas, y no por manos de David.

Ciertamente, la muerte de Urías le fue contado como pecado a David, pero debemos entender que David no transgrede Éxodo 21:12,

sino que su pecado se fundamenta en el texto encontrado en Levíticos 19:16: “No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo

YAHWEH”.

David no mató a su prójimo, sino atentó contra su vida y finalmente murió por manos de otros. No existe en la Torá ningún

veredicto anunciando que el que atentare contra la vida de su prójimo, morirá.

La agresión al prójimo, ocasionándole la muerte, es lo que merecería muerte irremisible, por tanto, este no es el caso de David,

quien solo atentó contra la vida de su prójimo, pero no fue él quien lo hirió personalmente.

- Adulterio (tomó a Betsabé, mujer de Urías)

Levíticos 20:10, parece ser el versículo que dejaría a David en manos de los jueces, para ser ejecutado a pena de muerte:

“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos”.

LEVÍTICOS 20:10

En Deuteronomio 22:22, existe un factor que no podemos ignorar, pues se trata de un elemento que merece total atención:

“Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y

la mujer también; así quitarás el mal de Israel”. DEUTERONOMIO 22:22

Levíticos 20:10 solo nos habla que el que comete adulterio debe ser muerto. En este versículo no nos específica que deben ser

sorprendidos en el acto del adulterio.

Sin embargo, Deuteronomio 22:22 nos señala que solo aplica la pena de muerte si fueran sorprendido en el acto.

Teniendo en cuenta el innegable conflicto encontrado en ambos versículos, busquemos otro testigo escritural que apoye uno de los

dos textos, a Levíticos 20:10 o Deuteronomio 22:22.

Números 5:19-22 y Levíticos 20:20 confirman lo que se señala en Deuteronomio22.22 (“Si fuere sorprendido...”), ya que no se

ejecuta pena de muerte a causa de adulterio en ninguno de estos dos textos:

“Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas

de estas aguas amargas que traen maldición; mas si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, y ha cohabitado contigo

alguno fuera de tu marido (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): YAHWEH te haga

maldición y execración en medio de tu pueblo, haciendo YAHWEH que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche; y estas aguas

que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén”. NÚMEROS

5:19-23

Vemos que la sanción decretada a causa de adulterio, no es muerte.

“Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su Padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado

llevarán; morirán sin hijos”. LEVÍTICOS 20:20

En este ejemplo, tampoco se aplica la muerte a causa de adulterio.

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HIJOS DE JACOB 4

Lo único que puede justificar no ejecutar muerte a causa de adulterio, en los casos de Números 5:19-22 y Levíticos 20:20 es que los

transgresores no fueron sorprendidos, como nos dice Deuteronomio 22:22.

Podemos notar que el mandamiento encontrado en Deuteronomio 22:22 tiene más peso que el anunciado en Levíticos 20:20

Teniendo en cuenta esta referencia, podemos asumir que los jueces no podían condenar a David por causa de adulterio, puesto que

él no fue sorprendido cometiendo tal injuria.

Existe otro factor, en ambos pecados de muertes (Adulterio, Deuteronomio 22:22; Matar al prójimo, Éxodo 21:12), que libraría

a David de manos de los jueces.

Deuteronomio 17:6-7 nos anuncia que solo por el dicho de dos o tres testigos se puede ejecutar la pena capital. En el caso de David,

no existían testigos que pudieran acusarlo:

“Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo. La mano de los

testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti”.

DEUTERONOMIO 17:6-7

Respondiendo la pregunta 1: ¿Habrá ido YAHWEH en contra de sus propias palabras, impidiendo que los jueces mataran a David?

Después de este bosquejo, queda totalmente demostrado que a los jueces les faltaban pruebas para poder sancionar a David a

muerte. Además, podemos percatarnos en las escrituras, de manera implícita, que los dos pecados de David estaban totalmente

ocultos al conocimiento de los jueces.

Una vez que no aplica la sanción de los jueces, a falta de pruebas, Elohím, que sí lo sabe todo, entra en acción, ejecutando el juicio

conforme a su voluntad.

Respondiendo la pregunta 2: ¿Habrá hecho Elohím, excepción de persona en el juicio, favoreciendo a David?

En 2 Samuel 12:13, observamos que YAHWEH redime a David de la muerte: “Entonces dijo David a Natán: Pequé contra

YAHWEH. Y Natán dijo a David: También YAHWEH ha remitido tu pecado; no morirás”.

Los versículos mostrados en Números 5:20-21 y Levíticos 20:20 es la evidencia de que YAHWEH no se parcializó en el juicio

anunciado a David.

David no fue la única persona que alcanzó redención de parte de YAHWEH en un pecado de muerte. Números 5:20-21 es la prueba

de que en otras ocasiones, YAHWEH redimiría de la muerte a alguien que cometió adulterio:

“Mas si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido, el sacerdote

conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): YAHWEH te haga maldición y execración en medio de tu

pueblo, haciendo YAHWEH que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche”. NÚMEROS 5:20-21

En tal caso, la mujer adúltera no sufre muerte, solo se le hincha el vientre y su muslo se le cae.

Podríamos citar también Levíticos 20:20: “Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su Padre, la desnudez del

hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos”. En tal caso, ninguno de los dos sufría muerte, solo morían

sin hijos.

Esto no quiere decir, que pudiera existir un escenario donde Elohím aplique la pena capital, sin tener necesariamente la obligación

de redimir de muerte al transgresor; Hechos 5:1-5 lo demuestra:

“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su

mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para

que mintieses al Rúaj HaCodesh, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no

estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Elohím. Al oír Ananías estas

palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron”. HECHOS 5:1-5

Vemos como a falta de pruebas delante de los jueces, Elohím decide aplicar la pena de muerte.

Los casos en que YAHWEH puede redimir los diferentes pecados de muertes, es cuando la sanción de los jueces no puede ser

aplicada por falta de pruebas, o por mala administración de la Ley, por ejemplo, corrupción de los jueces, entre otras. De otro modo,

estaría negando sus propios juicios, anunciados en la Ley de Moisés.

También podemos citar el nuevo orden de Melquisedec, donde Yeshúa es nuestro Sumo Sacerdote.

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En este nuevo orden sacerdotal, a quien toca ejecutar los veredictos y sanciones es a nuestro Padre Celestial, puesto que no existen

jueces levitas que puedan aplicarlo. Hebreos 10:30-31 nos enseña de esto:

“Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.

¡Horrenda cosa es caer en manos del Elohím vivo!”.

Una vez comprobada la diferencia que existe entre veredicto aplicado por los jueces y veredicto ejecutado por Elohím, entonces

podemos resolver la aparente contradicción entre los textos Ezequiel 18:19-20 y Éxodo 34:6-7.

Ezequiel 18:19-20 se refiere al juicio ejecutado por los jueces, donde ningún juez está facultado para sancionar al hijo por el pecado

del padre, ni al padre por el pecado del hijo, esta decisión solo corresponde al Creador.

En 2 Cr 25:1-4 encontramos muestra amplia del tema:

“De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue

Joadán, de Jerusalén. Hizo él lo recto ante los ojos de YAHWEH, aunque no de perfecto corazón. Y luego que fue confirmado en el

reino, mató a los siervos que habían matado al rey su padre. Pero no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley,

en el libro de Moisés, donde YAHWEH mandó diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada

uno morirá por su pecado”. 2 CR 25:1-4

Éxodo 34:6-7, se refiere al juicio ejecutado por Elohím, donde él sí está facultado para juzgar según su voluntad, incluyendo el

juicio de los hijos a causa del pecado del padre.

Pongamos ejemplos:

“YAHWEH traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas;

gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño”. DEUTERONOMIO 28:49-50

“Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en

número, y vuestros caminos sean desiertos”. LEVÍTICOS 26:22

“Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas”. LEVÍTICOS 26:29

Leyendo detalladamente Ezequiel 18:2-4, encontramos una frase interesante, veamos:

“¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los

dientes de los hijos tienen la dentera? Vivo yo, dice YAHWEH el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en

Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”.

EZEQUIEL 18:2-4

La frase “Vivo yo, dice YAHWEH el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel”, es la prueba de que

existían veredictos anunciados por los jueces, dirigidos a personas que eran juzgadas a causa del pecado de otros.

Los profetas anunciaban en todo tiempo las transgresiones del pueblo y su misión era llevarlos nuevamente a obedecer la Torá.

Las evidencias muestran que los jueces no actuaban conforme a lo establecido en Deuteronomio 24:16: “Los padres no morirán por

los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado”, de otro modo, Ezequiel no hubiese tenido la necesidad de

anunciarlo.

En Josué 7:24-25 encontramos un ejemplo bíblico, donde se nos muestra que el mandamiento de Deuteronomio 24:16, muchas

veces no era tenido en cuenta.

“Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas,

sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de Acor. Y le dijo Josué: ¿Por qué nos

has turbado? Túrbete YAHWEH en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos”. JOSUÉ 7:24-25

¿Por qué mueren los hijos de Acán, si el mandamiento de Deuteronomio 24:16 ya estaba dado?

Sería de bendición para el lector, que escudriñara completo el capítulo 7 de Josué, de todos modos, identifiquemos los textos

esenciales para el estudio.

“Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra YAHWEH el Elohím de Israel, y así y así he hecho. Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta

siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello”.

JOSUÉ 7:20-21

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Acán, reconoce que pecó contra YAHWEH, siendo su falta personal, no colectiva.

Josué 7:15 es de suma importancia para poder llegar a conclusiones certeras, dividamos el versículo en las dos frases más

importantes.

“Y el que fuere sorprendido en el anatema, será quemado, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de

YAHWEH, y ha cometido maldad en Israel”. JOSUÉ 7:15

Frase 1: “Y el que fuere sorprendido en el anatema...”, corrobora el versículo Josué 7:20, que muestra que Elohím sabía que el

pecado no fue colectivo, pues la expresión fue enunciada en número singular, no plural. De otra forma, diría: Los que fueren

sorprendidos.

Frase 2: “...será quemado, él y todo lo que tiene...”. Muchos podrían decir, que cuando YAHWEH ordena a quemar todo lo que

tiene, se está refiriendo también a los hijos. De esta manera, se origina un nuevo enigma, sin solución correspondiente.

El mandamiento de Deuteronomio 24:16 ya estaba establecido muchos años antes de lo ocurrido en el pasaje Josué capítulo 7.

Entonces, podemos asumir que el quemar de todo era exceptuando a los hijos.

Aunque parezca desabrido, debemos aceptar que Josué no fue diligente en cumplir Deuteronomio 24:16, siendo esta una de las

faltas cometidas en su liderazgo, así como Josué 9:14-15: “Y los hombres de Israel tomaron de las provisiones de ellos, y no

consultaron a YAHWEH. Y Josué hizo paz con ellos, y celebró con ellos alianza concediéndoles la vida; y también lo juraron los

príncipes de la congregación”, donde Josué no consulta a YAHWEH para hacer alianza con los gabaonitas.

Sería preferible pensar que Josué tuvo otro error humano, que pensar que Elohím quebranta su propia Torá, diciendo una cosa hoy y

otra mañana. Esto nos indica, la imperiosa necesidad que tuvo YAHWEH de repetir el mandamiento de Deuteronomio 24:16, unos

años más tarde, por medio del profeta Ezequiel.

“Porque YAHWEH es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro”. SALMOS 11:7

Web: www.hijosdejacob.com Hermano: LEO BEN JACOB


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