Chomsky, la naturaleza humana, el lenguaje y las limitaciones de
la ciencia y una propuesta complementaria inspirada en C. S.
LewisMarciano Escutia
Facultad de Filologa, Universidad Complutense de Madrid
Artculo inditoNos proponemos en este artculo resumir en parte el
pensamiento de Noam Chomsky, famoso cientfico, catedrtico emrito de
Lingstica del Instituto Tecnolgico de Massachussetts (Cambridge,
USA), y activista filosfico poltico. Nos centraremos en sus ideas
sobre la naturaleza humana y sus consecuencias tico-polticas, el
origen del lenguaje y el alcance y limitaciones de las ciencias
experimentales para obtener la rara imagen de un gran cientfico sin
prejuicios y autntico y honesto librepensador. A la vista de su
pensamiento en estos campos y basndonos en otro autor, C. S. Lewis,
haremos una propuesta en la segunda parte de este artculo sobre la
posibilidad y surgimiento de un alma racional y su compatibilidad y
complementariedad con las ideas del lingista.Primeramente, haremos
una breve introduccin al personaje en sus dos facetas principales,
la de lingista y la de activista sociopoltico.Chomsky, cientfico
lingista y activista sociopolticoSi hubiera que hacer un elenco de
los ms notables cientficos cuya obra haya abarcado los siglos XX y
XXI, no cabe la menor duda que debera incluir a Noam Chomsky (1928,
Filadelfia, Estados Unidos). El New York Times lo califica como el
intelectual ms importante en la actualidad y es el ms citado en
publicaciones acadmicas. Se puede decir que Chomsky es el
responsable de la llamada revolucin cognitiva de los aos 50, con la
elevacin del lenguaje, entendido como innata capacidad humana, a
ciencia cognitiva, susceptible de estudiarse utilizando el mtodo
cientfico. Sus predecesores, los fundadores del Estructuralismo
lingstico europeo y americano, conceban la lingstica como una
ciencia taxonmica, de estudio, clasificacin y comparacin de las
distintas lenguas, que eran consideradas arbitrariamente distintas
y descriptibles por medio de reglas formales a distintos niveles
(respecto a los sonidos, unidades lxicas y oraciones). Sin embargo,
nunca se propusieron caracterizar esa capacidad innata que
posibilita que cualquier ser humano desarrolle una (o ms) lengua(s)
y, en general, no se plantearon el origen de la adquisicin del
lenguaje o la asimilaron al aprendizaje genrico de una serie de
hbitos, lingsticos en este caso. Chomsky adelant la brillante e
ingeniosa propuesta de que el lenguaje es un sistema mental
especfico, no simplemente una constelacin de capacidades cognitivas
generales, recursivamente generador de reglas lingsticas, que poda
explicar por qu los hablantes de una lengua pueden, en teora,
entender y producir un nmero infinito de oraciones gramaticales
originales.Chomsky es el pionero de la distincin entre la gramtica
mental, de contenido subconsciente, que se desarrolla en el cerebro
al modo de un sistema computacional, como resultado de la exposicin
a los datos de la lengua ambiente; y la descriptiva, por medio de
la cul los lingistas intentan caracterizar formalmente aqulla. Se
impone la existencia de un componente gentico, dice Chomsky, y lo
denomina Gramtica Universal, porque solamente as se explica que un
nio identifique estmulos lingsticos en su hbitat de modo ms o menos
consciente y desarrolle la capacidad que todos usamos (tarea sta
nada fcil de replicar, apunta), mientras que otros animales no son
capaces ni de reconocer la especificidad del estmulo lingstico aun
expuestos a los mismos datos. Opina que es una realidad que explica
por qu los infantes de cualquier raza trasplantados de su lugar de
origen a otro pas desarrollan sin problemas la nueva lengua. El
problema y programa de investigacin consiste precisamente en
formalizar en qu consiste esa impronta gentica, lo que va
evolucionando con la ciencia lingstica, y para llevarlo a cabo
sirven todas las lenguas pues todas son una manifestacin de la
misma capacidad, independientemente de los conceptos y categoras
culturales que codifiquen por haberse desarrollado en un
determinado espacio fsico y social.El activista
socio-polticoChomsky es, adems, autor de una treintena de libros
sobre temas de filosofa poltica desde una perspectiva sui generis
de la izquierda igualitaria. Se le considera uno de los disidentes
polticos ms activos y comprometidos de nuestro tiempo, con un
manejo documentado, exhaustivo y riguroso de los temas que trata.
Sus tendencias anarco-sindicalistas le hacen ser muy crtico con el
gobierno de su pas, del que piensa en general que ha contribuido al
mantenimiento y explotacin de situaciones injustas en muchos
lugares. De hecho, la derecha estadounidense lo suele tachar de
anti-americano (de perdedor no puede). Se caracteriza a s mismo
como socialista liberal, trminos antitticos en Estados Unidos,
donde, remarca Chomsky, el concepto liberal ha sufrido una deriva
cultural hacia la entrega del poder a tiranas privadas como, por
ejemplo, las grandes empresas y las aseguradoras sanitarias, de las
que los candidatos polticos no seran ms que marionetas. Desde el
comienzo de su laboriosa actividad en este sentido, ha criticado
prcticamente a todos sus presidentes, incluido el actual, Barack
Obama.Ha denunciado a menudo que el enemigo ms peligroso de la
libertad lo constituye la explotacin econmica y la esclavitud
socio-poltica perpetrada ms a menudo por las empresas
multinacionales que por los gobiernos estatales pues stos, al
menos, han de dar cuenta a su electorado, mientras que aqullas no
tienen control externo alguno y poseen ms recursos que muchos
estados. Reconoce Chomsky que, a veces, proporcionan empleo e
incluso un nivel de vida razonable a sus trabajadores en los pases
en que operan pero su tendencia a la explotacin es innegable, como
revela el frecuente traslado de las plantas de produccin a lugares
donde los salarios son mnimos. Cita con frecuencia a Adam Smith,
cuya obra conoce muy bien, y su advertencia al estado para evitar
el enajenamiento humano de los trabajadores cuando se convierten en
meros eslabones de una cadena de produccin.En este sentido, Chomsky
es verdaderamente original porque su crtica del orden econmico
capitalista proviene de los pensadores liberales de la Ilustracin,
cuyas autnticas ideas sobre el mercado libre han sido desatendidas,
propiciando la colisin entre el estado y los intereses privados.
Repite a menudo que las grandes multinacionales son el gran enemigo
tanto de la democracia como del Mercado y denuncia tambin con
Smith- que los ricos predican a los pobres los beneficios de la
disciplina del mercado mientras que ellos se quedan con el derecho
de ser rescatados por el estado cuando la cosa se pone dura y as el
Mercado libre acaba convirtindose en el socialismo de los
ricos.Conoce muy bien el contenido diario de la llamada prensa
libre occidental y de los medios de comunicacin en general, de los
que es un vido seguidor, y que tampoco escapan a sus crticas. Ataca
Chomsky su aureola de independiente, progresiva, abierta y
subversiva y la corresponsabiliza del avance y promocin de las
agendas econmicas y socio-polticas de los grupos de poder que
dominan al estado y a la sociedad civil. Manifiesta su preferencia
por medios de comunicacin ms independientes, que tambin conoce
bien, incluso algunos que podran llamarse marginalesAl mismo
tiempo, desdeando toda etiqueta ideolgica y aborreciendo de la
correccin poltica reinante, se considera a s mismo conservador por
su adhesin a valores tradicionales, tales como la familia, el amor
y la vida. Aunque rechaza el aborto como mtodo anticonceptivo,
piensa que es sta una cuestin sobre la que no se puede generalizar
en abstracto, lo que podra aparecer incoherente respecto a su
contundente posicin respecto a la naturaleza humana.Chomsky y la
naturaleza humanaChomsky siempre ha sido un acrrimo defensor de una
naturaleza derivada por evolucin del genoma que hemos heredado y
sin la cual no seramos humanos. La concibe en trminos puramente
biolgicos, resultante de las distintas funciones vitales
correspondientes a una serie de capacidades mentales comunes.Esta
concepcin se alimenta de las ideas de la Ilustracin y sus doctrinas
filosficas sobre nuestras intuiciones, esperanzas y experiencias y
de un examen de la historia de las distintas culturas, que nos
muestran que el ser humano necesita vivir libremente en comunidad,
sin cortapisas a sus capacidades. Se pueden descubrir aspectos
universales de esa naturaleza, por ejemplo, en el campo de la
moral, y pone como ejemplo el mutuo entendimiento al conversar con
diversos miembros de pueblos remotos al dar por supuesto la misma
idea implcita sobre el bien y el mal de sus situaciones
concretas.Aunque para investigar a fondo nuestra naturaleza habra
que someternos a experimentacin, lo que no es ticamente viable,
rechaza Chomsky la comparacin con otros animales por nuestra
radical diferencia con ellos. Apunta al lenguaje como fuente
privilegiada de indagacin en este sentido puesto que es una
propiedad exclusivamente humana sin parangn en el reino animal,
unnimemente reconocida como tal en el mundo cientfico, y su
observacin no plantea problemas ticos.Chomsky critica tanto a
marxistas como Gramsci como a pragmatistas como Foucault o Rorty,
para quienes no existe tal naturaleza, sino solamente historia, en
perpetuo cambio. Particularmente le sorprende su negacin al
referirse a las funciones mentales superiores, especficamente
humanas. Admite la variedad en sus realizaciones, pero difiere
radicalmente de los marxistas leninistas, que rechazan la idea por
reaccionaria. Alerta de que esta postura es la panacea de la clase
dirigente pues si no hay naturaleza humana cabe ms fcilmente la
manipulacin social. No queda as lugar a la libertad y a la
capacidad creativa, implanteables si la naturaleza no puede ser
objetiva y racionalmente investigada.Apunta que Marx crea
firmemente en la naturaleza humana, de la que derivaba la necesidad
innata de poder ejercer un trabajo personal y creativo por el bien
de la comunidad y sin estar sometido al control del estado. En este
sentido, la concepcin chomskiana es tributaria de Rousseau y su
idea del buen salvaje. Las instituciones sociales, y el capitalismo
en particular, anulan esta tendencia natural a crear y cooperar
desinteresadamente con otros y generan una alienacin que impide la
creacin de comunidades armnicas. De modo paralelo, su idea del
lenguaje como sistema endgeno para externalizar y explicitar el
pensamiento, es un paradigma de creatividad y productividad
utilizando medios finitos. Chomsky no concibe el lenguaje
primariamente como un instrumento diseado para la comunicacin, a
modo de ventaja evolutiva que se selecciona para ser transmitida a
la especie, sino como manifestacin de un impulso creador innato.La
existencia de la naturaleza humana es para Chomsky un punto de
partida no negociable. Se podr aducir que sus propiedades exactas
no son evidentes, pero es imposible demostrar que no existe una
naturaleza intrnseca y sustancial que constituye la esencia humana.
Por eso ridiculiza la negacin de efecto alguno de dicha naturaleza
en nuestra constitucin mental y en nuestros valores y necesidades
por parte de buena parte del posmodernismo. Acepta que un nio de
Nueva York se diferencie de otro de la Amazonia en la concrecin de
sus categoras mentales. Sin embargo, hay que preguntarse cmo ambos
llegan a desarrollar la autoconciencia en cualquier ambiente en que
se encuentren, y a asimilar una cultura determinada tan rica y
compleja en virtud de los fenmenos tan dispersos como limitados a
los que estn expuestos. Es decir, previo a todo tipo de cultura ha
de existir un componente interno, directivo y organizativo de la
mente.Con este panorama, no solamente el lenguaje aparece como una
especializacin cerebral sino que detrs de la gran mayora de las
actividades humanas asoma una base innata, de modo que la mente
humana est ricamente estructurada para regular la percepcin de la
realidad social, el razonamiento cientfico, el anlisis de la
personalidad y los juicios estticos y morales. Respecto a estos
ltimos, Chomsky subraya su generalidad, profundidad y sutileza as
como el gran denominador comn a todos los sistemas morales. Todo
sistema complejo y especializado, uniformemente adquirido en base a
una accin limitada del ambiente, tiene detrs un fuerte componente
innato altamente estructurado; es decir, en este caso, ha de
existir una base biolgica que posibilite el desarrollo de un
sistema de juicios morales y de una teora de lo que es justo. Aade
que nuestros esquemas morales podrn ser ms o menos complejos u
homogneos, pero existen estndares objetivos que se reflejan en el
vocabulario, como por ejemplo en la distincin entre matar y
asesinar o entre derechos y deberes. La omnipresencia de tales
trminos en todas las lenguas del mundo apunta a una propiedad
humana profunda y genticamente determinada.Asimismo, piensa Chomsky
que toda postura en cuestiones polticas, sociales o incluso
personales se apoya en ltimo trmino en alguna concepcin de la
naturaleza humana, de lo que favorece las necesidades y capacidades
humanas. Por esta razn todo el mundo siente la necesidad de
justificar la propia actuacin con motivos altruistas, en beneficio
de la humanidad, incluso en los casos de mayor depravacin, y nadie
admite que lo que pretende es maximizar su beneficio personal a
costa de otros.En definitiva, Chomsky defiende una naturaleza
fundamentalmente biolgica que nos identifica como humanos al
configurar una serie de capacidades mentales universales que
posibilitan la adquisicin del lenguaje, la cultura y la tica. Este
aferrarse a la naturaleza humana, por un lado, y su clara visin
poltica de izquierdas, por otro, hace de Chomsky una figura polmica
e incmoda, porque si bien el mundo acadmico estadounidense,
especialmente el de las ciencias sociales, tiende claramente hacia
la izquierda poltica, no admite en general la existencia de una
naturaleza humana estable.Las limitaciones de la cienciaA pesar de
su visin naturalista, que l mismo reconoce como hija de la tradicin
educativa que ha recibido, Chomsky no es un cientfico
fundamentalista. Frecuentemente ha manifestado que hay muchas
cuestiones que la ciencia est muy lejos de llegar a explicar o que,
incluso, nunca podr hacerlo, en particular aquellas ms interesantes
desde una perspectiva humanista de la vida.Por ejemplo, apunta
Chomsky que todas las posibilidades visuales de examinar la
actividad cerebral no pueden explicar el contenido y la razn de
nuestras decisiones. Ni siquiera entendemos la neurofisiologa de
las actividades ms corrientes de la naturaleza, como por ejemplo,
la explicacin de los mecanismos neuronales de la percepcin o el
ejercicio de la voluntad libre, consciente y creativamente, la
variedad de las lenguas o el amor.Seala Chomsky que la ciencia
apenas resuelve las cuestiones que nos hacen verdaderamente humanos
y las hiptesis y respuestas de la psicologa evolutiva son muy
limitadas. Ha declarado a menudo que se aprende ms sobre la vida y
la personalidad humana de las grandes novelas que de la psicologa
cientfica puesto que sta se queda en la periferia de la profunda
comprensin del mundo.Alinendose con Newton o Locke, Chomsky acepta
que hay autnticos misterios, cuestiones intelectualmente
insuperables o que incluso no llegamos ni a plantearnos, distintos
de los problemas, que se mantienen dentro de los lmites de nuestro
entendimiento, aunque sigan sin resolverse. Entre aqullos seala
cuestiones clsicas como la voluntad libre o nuestro sentido esttico
y musical, aspectos de la conducta humana opacos a la
racionalizacin. Opina que carecemos de una autntica aprehensin de
la realidad porque nuestras capacidades cientfico-intelectivas son
limitadas, probablemente por falta de especificacin gentica.Los
mismos conocimientos sobre el uso del lenguaje para referirnos al
mundo son muy limitados. Segn Chomsky, el estudio de lo que l llama
intencionalidad, la referencia de los procesos mentales al mundo
exterior, puede constituir un misterio que nos supere
intelectualmente. Es decir, el que una palabra como rata designe a
ratas en el mundo exterior, en vez de perros o ros, es porque hay
un vnculo causal entre ejemplos de una palabra y ejemplares del
animal correspondiente. Sin embargo, decir que rata selecciona
ratas no aclara nada la naturaleza de la significacin, que es algo
dependiente de nuestra percepcin, de nuestra naturaleza, y que dan
por supuesto los diccionarios, no derivado del mundo fsico
exterior, que es en gran parte irrelevante a la descripcin
lingstica.Asimismo, lo ms interesante del lenguaje tampoco escapa
al misterio: cmo somos capaces de conversar, de producir libremente
expresiones nuevas y adecuadas a la situacin concreta o formular y
comprender ideas que nunca antes se han expresado y que entendemos
conforme nos las transmiten. Podemos estudiar los posibles
mecanismos computacionales del lenguaje y su interfaz con los
sistemas motores de anlisis y articulacin del mismo pero hay
multitud de cuestiones lingsticas e intelectivas que ni siquiera
sabemos plantearnos.Es decir, Chomsky sostiene, con Galileo,
Descartes, Locke y Hume, por nombrar algunos de los autores
ilustrados que ms cita y en cuya tradicin se inscribe, que las
cuestiones cognitivas mas importantes y mas interesantes de la vida
se dan por supuesto pero estn muy lejos de ser explicadas e incluso
desconfa de que sean cientficamente justificables.Origen del
lenguajeLa teora de Chomsky sobre el origen del lenguaje se apoya
en la homogeneidad del genoma humano, lo que explica el desarrollo
lingstico de los nios solamente por exposicin a la lengua sin ningn
tipo de instruccin. Esta homogeneidad se explica, segn los datos de
la paleontologa y la gentica comparada, por lo reciente del proceso
de hominizacin ya que la variacin gentica ha sido mnima en los
ltimos doscientos mil aos. No ha habido ningn cambio evolutivo
significativo en la capacidad del lenguaje desde que un pequeo
grupo de nuestros ancestros dejaron Africa alrededor de hace
cincuenta o sesenta mil aos. De hecho esas mismas migraciones
terminaron tambin en Nueva Guinea y Australia, donde los pueblos
primitivos que all habitan son semejantes a nosotros a todos los
niveles, sin diferencia cognitiva alguna. Anteriormente no hay
evidencia indirecta alguna del lenguaje, as que en este cortsimo
tiempo en trminos evolutivos (incluso si el lmite superior se
anticipara unos cientos de miles de aos) parece haber ocurrido una
explosin repentina de actividad creadora, compleja organizacin
social, actividad simblica y artstica y anotaciones sobre sucesos
astronmicos y meteorolgicos, indicadores coetneos de la aparicin
del lenguaje.Segn Chomsky, dicha actividad pudo responder a un big
bang cognitivo resultado de una reorganizacin de los circuitos
neuro-cerebrales de nuestros antecesores en la que algn principio
natural inespecfico de eficacia computacional interaccionara con
una pequea mutacin gentica dando lugar a la Gramtica Universal
(capacidad innata para el lenguaje). Su programa cientfico
investiga si los principios del lenguaje son en realidad el
resultado de aplicar unos principios generales de computacin,
comunes incluso a otras especies, a esa mutacin capacitadora de
enumeracin recursiva, transicin de lo finito a lo infinito al tomar
dos objetos mentales y dar lugar a uno nuevo en un proceso
recursivo ilimitado, y en cuyo origen puede estar tambin el de las
matemticas. A dicha transicin no se puede llegar, segn Chomsky, a
base de pequeas y progresivas adaptaciones dictadas por la seleccin
natural sino que supone un salto brusco.Segn su hiptesis
saltacionista de la evolucin del lenguaje, esa mutacin se dio en
una sola persona con una serie de categoras mentales susceptibles
de ser explotadas por la lengua. La evolucin a millones de aos
vista, aboca a una gran complejidad (por ejemplo, el desarrollo de
los miembros locomotores), mientras que un salto repentino de este
estilo tiende a dar lugar a una sencilla solucin de los problemas
de diseo impuestos por el ambiente y las estructuras
morfo-anatmicas para la percepcin y produccin de la lengua, que no
han cambiado en cientos de miles de aos (incluido el aparato
fonador). Ese pequeo cambio en el cerebro permiti que el lenguaje
floreciera de repente y, al poco, los humanos partieron del
continente africano, con un pequeo grupo que desarroll este sistema
con ventaja evolutiva, probable nueva especializacin de otras
capacidades cognitivas y cuyas reglas y constituyentes no estn
sujetos a introspeccin sicolgica.Aunque el lenguaje es nico (un
observador extraterrestre en distintas partes del mundo dira que
todos hacemos lo mismo al hablar), paradjicamente para Chomsky,
existe una diversificacin inesperada en la concrecin de esta
capacidad mental entre las lenguas, que tienen su propio sistema de
reglas computacionales de externalizacin, distintas entre s. Su
programa de investigacin todos estos aos, que ha cristalizado en
diversos modelos lingsticos, ha tratado de compaginar la variedad
de las lenguas en su externalizacin y su unidad en la Gramtica
Universal, en un sistema computacional innato.El lenguaje no es
para Chomsky en absoluto el producto de unas circunstancias
culturales y sociopolticas mudables, que predeciran una
variabilidad inmensa en las lenguas del mundo, que no se da de
fondo, tal como errneamente crean hace un siglo los cientficos
respecto a la morfo-fisiologa del reino animal en general. En este
sentido, no hay que confundir la evolucin del lenguaje con la de la
comunicacin humana, como hacen muchos autores ahora.Chomsky
defiende, pues, una teora de la discontinuidad evolutiva del
lenguaje, no como capacidad originada a modo de ventaja evolutiva
en la socializacin, comunicacin y cooperacin social, sino surgida
repentinamente y facilitadora de aqullas. Su tesis se enfrenta a la
de los bilogos darwinistas, para quienes toda evolucin comporta
cambios graduales, incluida la del lenguaje, que aparecera
gradualmente despus de nuestra separacin de los simios y las
especies intermedias con capacidades lingsticas se habran
extinguido.******Resumiendo todo lo visto, Chomsky aboga por la
existencia de una naturaleza humana e inmutada desde que el hombre
actual existe (homo sapiens sapiens), desconfa de la ciencia como
la panacea resolutoria de las cuestiones ms importantes, que no
llegamos casi ni a concebirlas, y afirma que lo que nos hace
verdaderamente humanos no es susceptible de investigacin cientfica.
A la vez mantiene, como todos sus predecesores ilustrados, que el
mundo es (limitadamente) inteligible y racional, porque de la
irracionalidad no puede salir esa naturaleza susceptible al anlisis
cientfico, y que hay presupuestos indiscutibles tales como la
voluntad libre. Asimismo sostiene que el mundo esta constituido por
procesos y entes que no podemos explicar y que una visin puramente
mecanicista o fisicalista del mundo es inviable.En la segunda parte
de este artculo, y basndonos en algunos textos de C. S. Lewis,
famoso escritor y profesor de literatura comparada en Oxford,
intentaremos realizar una propuesta compatible y complementaria con
las tesis humanistas reseadas de Noam Chomsky.Una propuesta
liberadora, racional y complementariaA pesar de sealar las
limitaciones de la ciencia, piensa Chomsky que remitir la cuestin
de la autoconciencia a Dios es rehuir el problema porque considera
acientfica e irrelevante la idea de un alma racional infundida por
Dios, lo cual es cierto si se somete al restrictivo mtodo
experimental de las ciencias naturales y en esto parecera
contradecir su propia crtica a la inviabilidad de la visin
puramente cientifista. Por otro lado, y sin entrar ms a fondo al
tema, habra que decir que si el mtodo emprico es el nico viable, lo
es por pura fe en su autoridad, pues habra que demostrar en sus
propios trminos, es decir, experimentalmente, que dicho mtodo es la
nica va hacia la verdad.Chomsky es agnstico pero no anti-religioso
militante, como lo son los representantes del fundamentalismo
cientfico, pues, aunque sostenga que (lo que entiende por)
creencias religiosas son irracionales y las evita conscientemente,
reconoce que muchos de los ms eficaces agentes del bien en el mundo
lo hacen movidos por la religin, aunque tambin haya muchas
excepciones. Simpatiza con el hecho de que la religin constituya
algo muy importante en la vida de mucha gente porque, adems servir
de autoayuda, crea vnculos de solidaridad y responde a la necesidad
de expresin de elementos muy valiosos de la propia personalidad.
Adems, apunta Chomsky, la religin ha jugado a menudo un papel muy
positivo: seala por ejemplo, que en la civilizacin occidental, la
Iglesia Catlica ha favorecido siempre a los necesitados. Preguntado
especficamente sobre el posible papel negativo de la religin en los
conflictos y sufrimientos humanos del ltimo milenio y su
responsabilidad de los actuales lo ha negado rotundamente, en
contra, de nuevo, de los fundamentalistas cientficos.No obstante,
su concepcin de la religin como algo irracional por no ser
susceptible a la verificacin emprica se revela reduccionista.
Recurrir a un concepto como el alma, que nos aporta la autoridad de
un Dios que revela (el soplo divino que infunde el espritu del
hombre y le hace semejante a Dios) y que explicara ese salto
cualitativo entre el hombre y otras especies, que Chomsky mismo
apuntala y ha estudiado particularmente para el caso del lenguaje,
no tiene por qu ser un recurso irracional sino que es acudir a una
fuente alternativa e internamente lgica que nos inspira confianza y
cuyo objeto est inscrito en la naturaleza humana (como lo muestran
distintas culturas y civilizaciones desde tiempo inmemorial, por lo
menos, desde el comienzo del homo sapiens).Ese soplo del espritu
podra dar cuenta de esos procesos y entes inexplicables a los que l
mismo alude, entre los que sin duda est el innato imperativo
categrico de la conciencia, cuya autoridad consideramos absoluta
para cada uno (no por demostracin cientfica sino por conocimiento
intuitivo) y que llega a unos juicios sobre nuestra actuacin
desligados de estmulos sensoriales; y el misterio del amor
desinteresado, inexplicable por la combinacin de elementos qumicos
o el mero instinto animal, que ve siempre el valor intrnseco de las
personas y alcanza a los enemigos. Ante todo esto y ms- quedan
demasiado cortos fenmenos como la iluminacin del sistema lmbico
cerebral en una resonancia magntica durante los episodios amorosos
o ciertas hiptesis de la Psicologa Evolutiva divulgadas como teoras
comprobadas, y que el propio Chomsky tacha de ciencia pop, como,
por ejemplo, el altruismo recproco, mera solidaridad biolgica
adaptativa para la supervivencia y reproduccin. stos fenmenos
estarn posiblemente relacionados con la evolucin de los instintos
inconscientes que el hombre posee, como cualquier otro animal,
aunque no es determinado por ellos, como el resto.Ese amor
desinteresado, que Chomsky valora como lo ms importante en la vida
y que no sabe explicar, podra ser signo de la actividad espiritual
de un alma racional infusa, ntimamente unida al cuerpo. Tambin dara
razn de verdades innatas de las que partimos esa intuicin de la que
habla Chomsky, que condena la utilizacin de los dems como medios
para nuestros fines por su dignidad intrnseca derivada de su
condicin racional y libre. Aunque el cientifismo apriorista une
causalmente la autoconciencia a la actividad enceflica, esta
causalidad puede interpretarse en la otra direccin, de la mente al
cuerpo, al cerebro, sin ser necesariamente un tipo de experiencia
oculta, del fantasma de la mquina, pues guarda un paralelismo con
la experiencia comn y psicolgicamente real de sentir al cuerpo como
instrumento de nuestra mente o a un bolgrafo como instrumento de la
mano, que no deja de estar viva cuando lo suelta. Incluso, seala el
propio Chomsky, esa actividad que se ha detectado en el cerebro
antes de decidirse por una accin concreta, como si el cerebro
material precediera y causara la mente, no sirve en absoluto para
indicar cmo se toman decisiones, sino que la mayora ocurren
inconscientemente y ya estn formadas cuando se tornan
conscientes.Esta alma posee la capacidad de trascender los
instintos: no en balde distinguimos entre el sentir instintivo
relacionado con elementos orgnicos como las hormonas, feromonas, la
amgdala y los ganglios basales cerebrales,- y el consentir
intelectivo, misin reguladora localizada en los lbulos frontales
del cerebro. Estos dos niveles que podemos distinguir
conceptualmente y a los que corresponden sus propios trminos
especializados estn ntimamente unidos en el ser humano y son
manifestacin de su unidad esencial.El surgimiento del esprituVamos
a introducir ahora una hiptesis sobre esa infusin del alma y sus
efectos, popularmente conocidos. Lo haremos siguiendo la propuesta
informal que hace C. S. Lewis en El Problema del Dolor, muy
cercanamente al texto original, para mejor mantener su fuerza
narrativa, pero con modificaciones. Es una recreacin perfectamente
compatible con los insuficientes datos que sobre el tema nos han
aportado hasta ahora las investigaciones cientficas. Partiendo del
dato de la existencia de Dios, conclusin razonada y no dependiente
de religin o revelacin divina alguna (que aqu no desarrollaremos
por falta de espacio y no ser lugar para ello), se podra concebir
el escenario que planteamos a continuacin que deriva Lewis de la
revelacin bblica abstrayendo lo que hay detrs de las
imgenes.Durante mucho tiempo, Dios perfeccion digamos que
sirvindose de una evolucin natural distinta de la casualidad
irracional (N. del A.)- la forma animal que llegara a ser vehculo
de la humanidad e imagen de l mismo. Desarroll manos con pulgares
oponibles, un aparato fonador capaz de movimientos articulatorios,
y un cerebro suficientemente complejo, responsable de los
mecanismos orgnicos que posibilitan el pensamiento racional.La
creatura puede haber existido largamente en ese estado,
evolucionando, probablemente entre otros, porque siguen existiendo
eslabones perdidos, en los distintos tipos de homnidos cuyos restos
hemos encontrado hasta ahora, antes de llegar a ser hombre; puede
incluso haber sido lo suficientemente inteligente como para
fabricar objetos que un arquelogo moderno aceptara como prueba de
su humanidad. Sin embargo seguira siendo un animal ms, porque todos
sus procesos fsicos y psquicos se dirigan a fines puramente
materiales y naturales aunque probablemente mas sofisticados que
los del resto de sus congneres.En un determinado momento, Dios
infunde en este organismo, tanto en su psicologa como en su
fisiologa, una nueva forma de conciencia capaz de reconocerse a s
mismo como objeto de propio conocimiento, de conocer a Dios, y de
emitir juicios sobre la verdad, la belleza y la bondad, y que, sin
salirse de la temporalidad, percibe el paso del tiempo.A juzgar por
sus utensilios, e incluso quiz por su lenguaje, esta creatura sera
muy primitiva. An no habra adquirido suficiente prctica ni
conocimiento; su talla de piedras sera aun muy torpe y quiz fuera
incapaz de expresar su experiencia por medio de conceptos. Sin
embargo, basndonos en nuestra propia niez, recordaremos que antes
de que nuestros mayores nos creyeran capaces de "entender" algo, ya
tenamos experiencias espirituales tan decisivas como cualquier otra
que hayamos experimentado desde entonces, aunque no tan ricas, por
falta de experiencia previa.Hasta aqu Lewis.No sabemos cuntas de
estas creaturas hizo Dios. Atenindose al posible surgimiento del
lenguaje, coetneo a la presencia de un alma espiritual y principal
caracterstica diferenciadora de otros animales, la mutacin
originaria responsable de la presencia del mismo en la mente, segn
Chomsky, ocurrira en algn individuo dentro de un pequeo grupo, que
lo transmitira a su prole. Al llevar a una cooperacin mayor y ms
refinada de los que gozaran de dicha ventaja, acabaran
sobreviviendo los individuos que la incorporaran a su genoma.Esta
hiptesis es perfectamente compatible con los datos bblicos sobre
los primeros humanos comunicando entre s, siendo conscientes de s
mismos y admiradores de su entorno. De hecho, seala Chomsky, que el
lenguaje es la piedra de toque de la autoconsciencia explcita ya
que sin l no podemos gestionar ni darnos cuenta de nuestras ideas y
pensamientos, ni de hacer juicios, esa capacidad tan humana, que
necesitan de articulacin lingstica para ello. En este sentido,
lenguaje y autoconsciencia pueden ser coetneos y deben de haber
surgido a la vez. Esta autoconsciencia nos separa radicalmente de
los otros animales y nos permite hasta pensar cosmolgicamente, por
ejemplo, en el concepto de bien en general, en la propia extincin
de nuestra raza, en la mirada retrospectiva al pasado, o en
intentar dejar un mundo mejor a las futuras
generaciones.Evidentemente, no estamos proponiendo aqu que la
inherencia del alma haya causado la mutacin y reorganizacin
gentico-cognitiva de la que habla Chomsky es ms, tambin sera
compatible con una evolucin continuista- sino que puede haber sido
concomitante a ella y a la aparicin de las primeras manifestaciones
representacionales y artsticas que ha descubierto la arqueologa,
coincidentes con la salida de nuestros antecesores del este de
frica alrededor de hace unos cien mil aos. Tampoco pensamos que
Chomsky respaldara esta propuesta, sino que es compatible con la
suya.Por otro lado, una de las objeciones a la hiptesis
saltacionista de Chomsky es explicar cmo a partir de una sola
mutacin poseen todos los humanos idntica capacidad lingstica pues
no parece que haya habido suficiente tiempo para tamaa dispersin.
Un "barrido selectivo" as constituye una excepcin en la evolucin
humana, algo prcticamente inexplicable sin una intervencin
especial, pero no ahondaremos ms en esta lnea. Habr que esperar al
progreso de la investigacin gentica.La cada del esprituSin embargo,
vamos a dar un paso ms all, que nos llevara a enmendar la plana a
Chomsky en su confianza en una naturaleza humana como la del buen
salvaje. Aunque no dudamos ni un instante de la perspicacia y
superior inteligencia del gran lingista y de que no solamente
descubre el mal en el mundo, sino que se compromete en su denuncia
altrusta y pblica, parece que al tratarse de la naturaleza humana
es solamente el ambiente el que corrompe a la persona como si fuera
naturalmente buena. Basta asomarse al patio de un colegio de nios
pequeos para darse cuenta de que no es as. Por eso, de nuevo con
Lewis, continuamos algo ms la historia para ver qu pudo pasar
despus de empezar a hablar.Esos antecesores nuestros tarde o
temprano cayeron. Se les susurr que podan volverse como dioses,
dejando de dirigir sus vidas hacia su Creador, y deleitarse en una
creacin originalmente ordenada a la adoracin de Dios. Deseaban
sentirse dueos de s mismos, lo que significa vivir una mentira,
porque nuestras almas de hecho no son nuestras. No sabemos en qu
acto o serie de actos se concret ese deseo imposible y
contradictorio. Puede haberse tratado literalmente de haber comido
una fruta, pero eso es lo de menos: lo que importa es que esa
obstinacin es el nico pecado que puede concebirse en un ser libre
de las tentaciones del hombre cado que conocemos.La autoconciencia
incluye, desde el principio, el peligro de la idolatra del yo. Hay
que renunciar a la propia voluntad para vivir para Dios en lugar de
uno mismo. Es ste el taln de Aquiles de la naturaleza misma de la
creacin, el riesgo que aparentemente Dios decide correr. No
obstante, el pecado fue grave porque el hombre del Paraso careca de
esa resistencia natural a ser sometido (ste s que era el buen
salvaje de Rousseau, N. del A.). Su organismo psicofsico estaba
completamente sujeto a una voluntad ordenada, aunque no forzada,
hacia Dios. El abandono de s que practicaba antes de la cada era
solamente la deliciosa superacin de un nfimo apegamiento a s mismo,
gustosamente superado y semejante a la extasiada entrega mutua de
los enamorados. No exista en la naturaleza humana pasin o tendencia
alguna que lo inclinara a tal rebelda, excepto la propia
afirmacin.Desde ese momento perdi su perfecto autocontrol puesto
que su autoridad sobre el propio cuerpo era delegada. Dios comenz a
gobernar su organismo de manera ms externa, no mediante las leyes
del espritu sino mediante las de la naturaleza biolgica: sus
rganos, ya no regulados por la propia voluntad, cayeron bajo el
control de las leyes bioqumicas, experimentando as el dolor, la
senectud, la muerte y distintos tipos de deseos causados por la
propia biologa y la interaccin con el ambiente. La mente misma se
sustrajo a las leyes de la asociacin y analoga, propias de la
psicologa de los antropoides superiores; y la voluntad, aprisionada
en el vaivn de la mera naturaleza, no pudo sino rechazar algunos de
los nuevos pensamientos y deseos, y estos inquietos rebeldes
pasaron a ser el subconsciente.No fue simplemente un deterioro sino
un descenso en su estatuto especial, la prdida de su naturaleza
especfica original, tan bien expresada en las palabras del Gnesis:
"Polvo eres, y al polvo volvers". A un organismo que haba sido
elevado a la vida espiritual se le degrad a su mera condicin
natural y el espritu humano, de ser seor de su naturaleza se
convirti en simple inquilino en su propia casa; la autoconciencia
pas a ser un foco intermitente que se apoya en una pequea parte de
los mecanismos cerebrales. Pero esta limitacin de los poderes del
espritu fue un mal menor que la corrupcin del espritu mismo. Se
haba apartado de Dios y al sustraerse a su ley correspondiente acab
obedeciendo a una ley de rango inferior, tal como ocurre, por
ejemplo, cuando al caminar en pavimento resbaladizo, descuidando la
ley de la prudencia, termina uno obedeciendo la ley de la
gravedad.Convertido en su propio dolo pero an capaz de retornar a
Dios, slo poda hacerlo mediante un esfuerzo doloroso, venciendo su
tendencia hacia s mismo. De ah que el orgullo y la ambicin, la
autocomplacencia, el deseo de oprimir y humillar a los rivales, la
envidia y la incansable bsqueda de mayor seguridad, fueran ahora
sus actitudes naturales. No se trataba slo de un rey sin suficiente
mando sobre su propia naturaleza, sino de uno corrupto: el espritu
engendr en su organismo psicofsico deseos peores que los meramente
instintivos.Este estado de cosas fue heredado por las generaciones
siguientes, pues no se trataba solamente de una variacin adquirida
sino el surgimiento de una nueva clase de hombre, una nueva especie
que se haba re-creado en el pecado. El cambio que haba sufrido no
era semejante al desarrollo de un nuevo rgano o hbito: era una
alteracin radical de su constitucin, un desorden entre sus
componentes, y la perversin interna de uno de ellos.De nuevo, hasta
aqu, Lewis.Esta descripcin de nuestra naturaleza parece ms cercana
a la realidad que la del buen salvaje porque da mejor cuenta de la
miseria que sembramos, causamos, recogemos y acarreamos todos los
humanos diariamente. De este modo, en el origen tanto del
desarrollo del lenguaje como de la condicin moral actual del hombre
habra una doble mutacin, un desorden en el estado de las cosas,
respectivamente: la primera, apuntada por Chomsky, gentica, que
reorganizara el cerebro y le permitira conectar su estructura
conceptual con unos instrumentos receptivos y expresivos formados
por evolucin y manifestarlo en la lengua con los lmites impuestos
por la propia computacin y los medios de externalizarla; la
segunda, fruto de una libertad mal utilizada, que desorganizara
nuestra capacidad de autocontrol colocando al yo autoconsciente por
delante de todos y de todo.ConclusinChomsky nos ha enseado algo tan
intuitivamente evidente como que no hace falta examinar a fondo
muchas lenguas naturales para estudiar la capacidad innata del
lenguaje. Basta con una, pues todas son manifestacin de la misma
facultad (excluyendo todos aquellos aspectos de su uso relacionados
con el conocimiento del mundo, la cultura y la sociedad, aunque
sean muchos y muy interesantes), del mismo modo que no hacen falta
ojos de distintas razas para examinar la visin ocular. Desde una
perspectiva chomskiana tampoco parece necesario examinar multitud
de culturas para saber que hay un fondo natural, humano, sobre la
ley moral que sustenta los distintos cdigos ticos aunque sus
manifestaciones externas sean distintas: utilizando otro ejemplo de
Lewis, en ninguna cultura se admira la traicin, el egosmo (aunque
pueda variar su alcance) o el apropiarse por capricho de la primera
mujer que uno encuentre (aunque una determinada sociedad acepte la
poligamia), por no citar ejemplos mas evidentes.Es razonable pensar
que Chomsky estara de acuerdo con que, del mismo modo que existen
restricciones en la forma del lenguaje humano, que no tienen nada
que ver con las de la gramtica prescriptiva (la diferencia, por
ejemplo, entre los errores deuna la escrib cartayla escrib una
carta, donde la primera es imposible y la segunda rompe una norma
de prestigio del espaol estndar en el lasmo que exhibe), tambin las
hay en cuanto a las posibles formas que un cdigo tico adopte en una
sociedad, y ambos casos dependen crucialmente de la existencia de
la naturaleza humana, que nuestro autor tanto defiende.Nada nuevo
bajo el sol en nuestra exposicin. En el fondo es lo que le ha
servido a tantas generaciones anteriores para darles un sentido
vital y hacerles sentir especiales, al ser conscientes de ser
creaturas de Dios, sacndole partido a esa herramienta tan poco
econmica en trminos evolutivos que es la autoconciencia. Y es que,
como dice Chomsky, el cientfico honrado y agnstico, la ciencia
tiene mucho por delante por descubrir y necesita mucha humildad
ante el misterio porque no puede dar razn de los interrogantes que
ms nos interesan. Hace unos meses, preguntado este gran lingista
por un joven sobre la relacin entre la ciencia y la felicidad al
final de una conferencia contest que la ciencia solamente puede
ocuparse a fondo de cosas simples y no podr contestar nunca a las
grandes cuestiones sobre la vida, cuyas respuestas le anim a buscar
por otro lado. Era una pregunta, proveniente, en el fondo, del
deseo innato de lo absoluto y que, como tal, ha de encontrar su
satisfaccin en alguna realidad concreta, aunque a veces no d con
ella. Su respuesta es un gran consuelo y consejo a la vez para
tantos que nunca llegaremos a ser suficientemente ilustrados, sobre
todo, procediendo de alguien que verdaderamente lo es.Obras
consultadasChomsky, N. (1975). Reflections on language. New York:
Pantheon.Chomsky, N. (1992):Chronicles of Dissent. Interviews with
David Barsamian. Monroe, Common Courage Press.Chomsky, N.
(2012):The Science of Language: Interviews with James McGilvray.
Cambridge. CUP. Disponible
enhttp://www.amazon.com/The-Science-of-Language-ebook/dp/B007JUKSW4Chomsky,
N.: Grammar, mind and body: a personal view. Conferencia en la
Universidad de Maryland, College of Arts and Humanities. Enero
2012. Disponible
enhttp://www.youtube.com/watch?v=wMQS3klG3N0Chomsky, N.: Language
and Other Cognitive Systems: What is Special about Language?
Conferencia en la Universidad de Colonia. Junio 2011. Disponible
enhttp://www.youtube.com/watch?v=6i_W6Afed2kChomsky, N.: The
machine, the ghost, and the limits of understanding: Newton's
contributions to the study of mind. Conferencia en la Universidad
de Oslo. Septiembre 2011. Disponible
enhttp://www.youtube.com/watch?v=D5in5EdjhD0Chomsky, N. (2010):The
Chomsky Sessions. Interview with Michael Albert(vdeos). Disponibles
enhttp://www.zcommunications.org/zstore/products/114Chomsky,
N.Science, Religion and Human Nature, Part I(Chomsky Sessions II,
Interview with Michael Albert, 2011). Transcripcin disponible
enhttp://www.zcommunications.org/chomsky-sessions-ii-science-religion-and-human-nature-part-i-by-noam-chomskyLewis,
C. S. (1962).The Problem of Pain. The Macmillan Company. New
York.Smith, N. (1999, 2004):Chomskys ideas and Ideals. Cambridge,
CUP.