Introducción

Respaldan esta iniciativa

El equipo de Buscando Andar, tiene el agrado de presentar el 1er boletín de una serie que se estará publicando por cada pais que visitemos.

La idea del boletín es presentar a amistades, iniciativas , escuelas y publico en general una síntesis de las actividades que realizamos, el recorrido y demás contenido de interes enmarcado en el proyecto.

Esperamos es de su interés y agrado esta primera entrega desde Nicaragua.

Es una iniciativa que surge para llegar a escuelas y comunidades remotas para identificar problemáticas, iniciativas y propuestas de la población latinoamericana sobre su realidad en es, particularmente de la niñez y adolescencia de diferentes sectores urbanos y rurales, a través de un análisis investigativo enmarcado en tres aspectos; medio ambiente, educación e identidad cultural.

Nuestra metodología contempla una presentación de ciclotíteres, charlas, ponencias y una diversidad de intercambios con escuelas, instituciones, asociaciones locales, grupos focales, universidades a fin de generar los insumos y conocimientos para el proceso del análisis investigativo.

En el desarrollo del proyecto estaremos recorriendo alrededor de16 países latinoamericanos de Centro y Suramérica por más de 24,000 km en bicicleta, partiendo de Nicaragua hasta el extremo sur del continente americano y retornando hacia Nicaragua nuevamente.

¿Buscando Andar?

El centro de América, Nicaragua A Nicaragua es un lugar que te enamora, que te hace

sentir vivo, sus colores y nuestra gente hacen del país el lugar para vivir y sin duda un lugar para recorrer en bicicleta.

Empezamos en la ciudad de Estelí, ubicada en el norte de Nicaragua. Tuvimos algunos inconvenientes con una de nuestras compañeras, Sasha Pastran, quien en un descenso perdió el control de la bicicleta y resulto con la clavícula fracturada. Pasamos en Estelí una semana más, la que permitió replantearnos una serie de escenarios partiendo del reciente acontecimiento. Después de estar al lado de Sasha con los doctores y los medicamentos, partimos unos doce días luego. Esta vez solo tres de nosotros en bicicleta y Sasha nos alcanzaba en transporte público.

El trayecto de Estelí buscando la ciudad de León es un tramo de donde pasas de las montañas frescas de Estelí a los llanos calientes de León. La emoción de ya estar en el viaje,

la gente preguntando de dónde venimos y a donde vamos, los arrozales, los volcanes, sentir el aire en la cara, el sudor, el calor, la fricción de las llantas sobre el asfalto son parte de los sentimientos que nos acompañan y que disfrutamos. Aunque el calor intenso, es increíble, seguimos pedaleando hasta que el atardecer se nos viene encima.

La primera noche siempre es la mejor, y esta vez la pasamos al lado de la familia de doña Norma en una comunidad llamada “El Barro”. Simplemente puedo decir que el calor del día no es muy diferente que al de la noche. El viento era nulo. Pero al menos podíamos disfrutar de una compañía muy agradable. Nos trataron muy amablemente y eso nos regresó muchas de las fuerzas que habíamos perdido en la pedaleada durante el día.

En la mañana siguiente retomamos el camino. Llegando a León, Ernesto tenía ya un record de 9 pinchazos. Lo que retraso nuestra llegada a dicha ciudad. Una vez que logramos

Datos de la PedaleadaKm Recorridos: 1300km aprox

Altitud Max: 1051m.s.n.m

Altitud Min: 7 m.s.n.m

Temperatura Max: 46 grados cent

Temperatura Min: 18 grados cent

Día de Lluvia: 5 días

Días de Sol: 25

Acampadas: 21

Pinchazos: 12

Breakdowns: 11

Presentaciones 9

Ciclistas Amigos 3

Egresos Aprox: U$ 600

llegar pasamos una noche en casa de voluntarios de SONATI, una organización sin fines de lucro que da educación ambiental a niños y niñas de León y Estelí.

En la madrugada del día siguiente partimos hacía “Las Peñitas” en donde trabajamos con SONFLORA, otra iniciativa que trabaja con niños y niñas de la zona. Nos recibieron con los brazos abiertos. Pero no fue únicamente ellos quienes nos recibieron con brazos abiertos, una hermosa playa nos recibió de la misma manera para devolvernos la energía y darnos un chance para descansar nuestras piernas y revisar nuestras bicicletas.

Desde el departamento de León pasamos a Managua, en donde descansamos un par de días ya que Ernesto no se sentía bien de salud. Pasamos tiempo con algunos ciclistas urbanos de la capital, que tienen una iniciativa para promover el ciclismo, “Bicicletada Managua”. Estuvimos dando un par de vueltas por la capital, visitamos la parte histórica de Managua,

la vieja Catedral de Managua construida en el año 1912, que tiene una fachada similar a la Iglesia de Saint-Selpice en Paris, Francia. Managua vista desde una bicicleta es una historia diferente. También compartimos con otras amistades que nos echaron una mano en nuestra estadía en la capital.

Rumbo a Diriamba desde Managua, nos esperaban algunas subidas hacia los “Pueblos Blancos”, una serie de poblados ubicados en la parte alta entre Masaya y Managua. El clima caluroso de León y Managua se había terminado. Disfrutamos de un clima fresco, definitivamente pedalear bajo estas condiciones con la brisa en la cara, con verde por todas partes, es lo mejor. La gente de esta zona fue muy amable con nosotros. Puedo decir que los pueblos blancos son un portal a un lugar en donde no se siente estar en Nicaragua.

En Diriamba compartimos con “Bibliotecas Semillas”, quienes nos alojaron y nos dieron un espacio para trabajar con la niñez. Mientras dormimos entre un mar de libros que nos hicieron -

sentir muy cómodos. La llegada desde Managua tomo un poco más de 70km. Esta ciudad tiene su nombre gracias al “Cacique Diriangen” quien era el jefe de la tribu indígena del lugar cuando los españoles llegaron.

La ciudad es la cuna de la comedia danzante del Güegüense o Macho Ratón, drama satírico y primera obra teatral de la literatura nicaragüense. Caminamos por la ciudad y tiene una energía interesante, las calles, las fachadas de las casas, las iglesias hacen de la ciudad un lugar bastante bonito y que en sus calles está marcada la historia. Puedo llegar a decir que aún se siente la fuerza de lo que en aquel entonces fue la tribu de Diriangen.

Dejando atrás Diriamba, continuamos nuestro camino por el pacifico, pasamos por San Juan del Sur, lugar en donde decidimos no estar mucho tiempo ya que hay mucho turismo y los precios están por las nubes. De esta manera llegamos hasta “El Bastón”, comunidad en donde nos regalaron la confianza para realizar una de las presentaciones de títeres. A los chigüines les encanto la presentación, sus rostros felices fue nuestra satisfacción. No podíamos estar mucho tiempo en esta comunidad porque nos esperaba la Isla de Ometepe un lugar mágico. De esta manera seguimos pedaleando por un par de zonas bastante desoladas hasta llegar a San Jorge para tomar el ferry.

Si un día tuviera la opción de escoger donde vivir en Nicaragua, definitivamente sería la Isla de Ometepe. Haciendo a un lado el turismo, la isla es un lugar mágico, donde la tranquilidad y la naturaleza se unen para hacer de esta un lugar único. Tuvimos la dicha de vivir una experiencia increíble al lado de la familia de Doña Rosa, en la comunidad “Las Pilas”. Alejado de todo este lugar nos hizo sentirnos muy conectados a la gente y su vida diaria. Nos acogieron como parte de la familia y después de 3 días conviviendo no queríamos dejar la comunidad. Cocinamos juntos, nos reímos juntos, hasta cortaron el pelo de la Sami.

El compartir lo poco que teníamos cada uno nos acercó al sentido de ser “humano” dejando al lado cualquier diferencia. Creo que es eso lo que buscamos, conectarnos de una manera única y especial y ser capaces de compartir la experiencia.

El momento de partir de la isla hacia Río San Juan fue un momento duro, despedirse de esta familia y saber si volveremos a verlos es algo que no se puede simplemente escribir. Intercambiamos contactos y nos prometimos volver a vernos. Mientras tragamos nuestros sentimientos nos alejamos de la comunidad y así llegamos hasta el puerto, donde tomamos el ferry que nos llevó por más de 10 horas hasta Río San Juan.

Llegamos y nos recibió una cálida lluvia. Nos hospedamos en las instalaciones de “Fundación del Río”. Lugar en donde realizamos una presentación para chigüines de la zona. Nuestra estadía en este lugar fue corta ya que teníamos que regresar a Estelí, pero la inmensidad del Lago de Nicaragua

Ruta a León Puerto Ometepe

Ruta a San Juan del Sur

y el Rio San Juan es increíble, la naturaleza y el verdor es maravilloso. Caminamos por la ciudad hasta presenciar uno de los atardeceres más bonitos en todo el recorrido en el malecón de la ciudad. El sentimiento que transmite este lugar es de volar al pasado, cuando no existía nada más que la naturaleza y un par de conquistadores/saqueadores que navegaron por el caudal del rio.

Con ganas de conocer más del Rio San Juan, tuvimos que salir por la madrugada. Nos esperaban 130km hasta Juigalalpa. Fue el día que más recorrimos y terminamos agotadísimos. Habíamos logrado llegar hasta ahí y eso ya era un gran logro. Trabajamos y presentamos los títeres en diferentes lugares y la gente estuvo totalmente agradecida. La experiencia de Nicaragua fue única. No fue un recorrido de turismo, fue un recorrido para despedirse, un recorrido para compartir, para reencontrase, para decidir. Nicaragua, tus cerros, tus volcanes, tus innumerables ríos, los dos grandes lagos, y tú naturaleza emblemática nos has dado el empuje que necesitábamos para poder dar inicio a pedalear nuestra América, pero más importante aún, son las personas que nos acogieron y nos dieron de lo poco que tenían las que hacen que tengamos el valor, que el miedo se haga a un lado para poder arrancar, una vez más gracias a todas y todos.

Carlos Ariel Herrera

Chepe, “Capirulo“, Ometepe

Isla de Ometepe Todo el mundo conoce Ometepe. Los dos volcanes, el “Ojo

de agua”, la cascada “San Ramón“. Pero que también hay comunidades alejados de lo visible, que viven tranquilamente con sus propios alimentos, de eso casi nadie sabe. Nosotros teníamos la oportunidad de conocer una de estas comunidades.

Después de que llegamos a Ometepe con el Ferri nos encontramos con ROCO una organización que trabaja con varias comunidades de la isla. Ellos nos ofrecieron realizar una actividad en una comunidad que se llama “Las Pilas”. Nos fuimos en bici, dejamos Moyogalpa atrás, pasamos por Charco Verde, Santa Teresa e Urbaite. De ahí tiramos a la derecha, saliendo de la calle central, siguiendo un camino de pura tierra y polvo. Después de más o menos 5 kilómetros llegamos al campo de futbol de Las Pilas. Ahí ya nos esperó Chepe (8), el menor hijo de la familia con que nos íbamos a quedar tres días. Él nos mandó a su casa donde nos encontramos con las otras partes de la familia. Doña Maria Rosario, Don Jose y sus 5 hijos xxx, Darío, Gladys, Shisley (del 90 al 94) y al final Chepe. Tienen dos casas, una en que viven y una donde Doña Rosario tiene su negocio de tajadas y frescos naturales. Nos dieron un especio en su patio donde pusimos nuestras tiendas de acampar.

En esos tres días que vivimos con esta familia en esta comunidad aprendimos mucho nosotros, intercambiamos con la gente, dejamos cocinas de lata. Aparte de nuestra actividad que fue muy especial porque llegó casi toda la comunidad y fue como un evento para todos, joven y mayor, también participamos en la vida de la gente. Vimos un partido de futbol de mujeres (“Las Pilas” contra “Las Mandarinas”), hicimos una caminata por el terreno, cocinamos para 14 personas después que ellos nos dieron comida rica cada día- compartimos la vida con ellos por un rato, platicamos con la gente de su vida. Fue muy intenso y a ellos como a nosotros fue pesado dejar la comunidad.

Samira Lintzen

Comunidad “Las Pilas“Comunidad “Las Pilas“

Comunidad “El Bastón“

Comunidad “Las Pilas“Comunidad “Las Pilas“

Escuela “República de Nicaragua”Una escuela rural bien alejada del ambiente turístico de

San Juan del Sur, del que nos quisimos fugar lo más pronto posible. Ahí en esa comunidad ya nos sentimos más cómodos y con ganas de trabajar con los chigüines. Las profes, al inicio poco inseguras y con miedo porque nunca jamás ha llegado alguien a hacer una actividad alternativa, aceptaron nuestra obra.

Tranquilamente montamos el teatrín mientras platicamos

con las niñas y los niños. Ellos estaban tan alegres e emocionados por todo el movimiento, la energía y el ambiente nuevo. Desde el momento que empezamos todos, los de pre escolar hasta sexto grado, participaron con ganas y entusiasmo. Nos dieron la sensación si los títeres fueron vivos de verdad. Hablaron con ellos, les preguntaron mucho y se rieron con ellos.

Comunidad “El Bastón“

Nos dimos cuenta del significado y del poder de los títeres y que se puede trabajar con niñas y niños pero también con chavalos y chavalas hasta cierto grado. Después de la charla y la foto con todos los más chiquitos tuvieron ganas de jugar con los títeres e usarlos ellos mismos. Los vieron tan mágicos a los títeres, fue una experiencia muy bonita, sentir esa alegría pura y natural. También las profesoras se sintieron muy contentas tomar este riesgo de haber darnos permiso y nos agradecieron mucho por la oportunidad de realizar la actividad con las niñas y los niños y con ellas.

Samira Lintzen

Más que una escuela...una familia!

Estelí, “Escuela de Cristal“ A 150 km de la capital de Nicaragua se encuentra la ciudad

de Estelí. Privilegiada por un placentero clima tipo monzónico de tierras altas y caracterizada por una población dinámica y trabajadora. Es en esta ciudad en donde se encuentra una pequeña escuela –hablando estructuralmente- pero de gran corazón y entrega por la educación de las niñas y niños que a esta acuden, la “Escuela de Cristal”.

Pasando la puerta principal de la escuela es cuando todo se transforma. Desde los colores en el lugar, hasta los más pequeños y creativos detalles que hay por todos los rincones. Es inevitable no sentir la energía que esta escuela te da.

Las niñas y los niños te saludan de forma muy alegre y cariñosa. En un abrir y cerrar de ojos la escuela y sus niños te han cautivado y te enamoras del que hacer de esta.

Es así que nos enamoramos, y comenzamos a trabajar con la Escuela Cristal. Empezamos con la metodología de “Mi mundo en una Carta”. Trabajamos en conjunto con dos escuelas, Esc. Flor de Pino en Prinzapolka, Nicaragua y la Esc. Santa Anna en Saskatoon, Canadá. Desde un inicio la emoción y la aceptación de escribir una carta en un mundo moderno y tecnológico era notable.

A la vez acompañamos el proceso con la elaboración de dos murales, uno de ellos a base de pintura acrílica y el otro con una combinación de técnicas en donde trabajamos en coordinación con Vinculos Estelí y Sonati Estelí.

“pienso que le da como más entusiasmo a las cosas y más emoción, porque si lo mandamos por Facebook llega muy

rápido y el hecho de esperar por ello es más divertido” nos comparte Amado Robaina.

Es claro que es un proceso totalmente nuevo en donde se intenta introducir a las y los participantes en un proceso de reflexión donde puedan vivenciar a través de otras niñas y niños un mundo que está más allá de la televisión e internet. Pero a la vez un proceso donde la socialización a través de compartir con una carta hace que sea único y bonito.

Para Maritza Benavides, directora de la Escuela Cristal “es sorprendente el vínculo y la relación que se logró establecer a través del proyecto Buscando Andar, las pinturas, el intercambio, la socialización y la manera de compartir, es una experiencia bonita e inolvidable. Estamos compartiendo y estamos trascendiendo como país y como escuela”.

Antes de partir de Nicaragua creo que, no queda atrás una escuela esperando una carta, ni muchos rincones de colores, ni un grupo de ciclistas que pasaron y pintaron un mural, mas bien queda y continua esa misma energía que nos dio la escuela al pasar por esa puerta y es hacia adelante que veremos, porque es con esa energía que nos dieron, que vamos a seguir pedaleando y trabajando.

Nos enseñaron una cosa, el esfuerzo y el trabajo de hormiguita tiene un resultado, y nosotros somos parte de la Escuela de Cristal y ustedes son parte de Buscando Andar. Infinitas gracias por el tiempo, el espacio y los momentos que más que una foto y un video los llevamos en nuestro corazón.

Carlos Ariel Herrera

“Mi Mundo en una Carta, pienso que le da como más entusiasmo a las cosas y más emoción, porque

si lo mandamos por Facebook llega muy rápido y el hecho de esperar por ello es más divertido” nos

comparte Amado Robaina.

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