Transcript
Page 1: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Autobiografía

Por

G.K.Chesterton

Page 2: Autobiografía Por G. K. Chesterton

I

TESTIMONIODEOÍDAS

Doblegadoante laautoridady la tradicióndemismayoresporunaciegacredulidadhabitualenmíyaceptandosupersticiosamenteunahistoriaquenopudeverificarensumomentomedianteexperimentonijuiciopersonal,estoyfirmementeconvencidodequenacíel29demayode1874,enCampdenHill,Kensington,ydequemebautizaronsegúnelritodelaIglesiaanglicanaenlapequeñaiglesiadeSt.George,situadafrentealagranTorredelasAguasquedominaba aquella colina. No pretendo que exista ninguna relaciónsignificativa entre ambos edificios y niego rotundamente que se eligieraaquella iglesia porque yo necesitara para convertirme en cristiano toda laenergíahidráulicadeloestedeLondres.

Sin embargo, como contaré a continuación, la gran Torre de las Aguashabría de tener un papel significativo en mi vida; pero mientras que esahistoriaestá relacionadaconmipropiaexperiencia,minacimiento(comoyahe dicho) es un incidente que acepto, como cualquier pobre campesinoignorante,sóloporquemehasidotransmitidoverbalmente.Yantesdeabordarcualquiera de mis experiencias personales, estará bien dedicar este brevecapítuloaunoscuantosdatosdemifamiliayentorno,quemehanllegadodeforma igualmente precaria como simples testimonios de oídas. Por supuestoqueloquemuchosllamantestimoniodeoídas,oloqueyollamotestimoniohumano,podríacuestionarseenteoría,comoenlacontroversiabaconianaoengranpartede ladiscusión teológica.Lahistoriademinacimientopodríaserfalsa.Podríaserelheredero,perdidodurantetantotiempo,delSacroImperioRomanoounniñoabandonadoporunosrufianesdeLimehouseenelumbralde una casa de Kensington que en su madurez desarrolló una abominableherenciacriminal.Algunosdelosmétodosescépticosaplicadosalorigendelmundo podrían aplicarse a mi origen, y un investigador serio y rigurosollegaríaalaconclusióndequeyonohabíanacidojamás.Peroprefieropensarqueelsentidocomúnesalgoquemislectoresyyocompartimos,yqueseránpacientesconelaburridosumariodeloshechos.

Nacídepadresrespetablesperohonestos,esdecir,enunmundoenelquela palabra «respetabilidad» aún no era sólo un insulto, sino que todavíaconservaba una débil conexión filológica con la idea de ser respetado. Escierto que, incluso enmi propia juventud, el sentido de la palabra ya habíacomenzado a cambiar, según se desprendía de una conversación entre mispadresenqueusabaneltérminoensusdosacepciones.Mipadre,unhombresereno, con humor y muchas aficiones, comentó de pasada que le habían

Page 3: Autobiografía Por G. K. Chesterton

pedidoqueformarapartedelajuntaparroquial,loqueporaquelentoncessellamaba The Vestry. Al oírlo, mi madre, que era más rápida, inquieta y engeneralmásradicalensusimpulsos, lanzóunaespeciedealaridodedolorydijo:«¡OhEdward,no lohagas! ¡Tevolverás respetable!Nuncahemossidorespetablesynovamosaempezaraserloahora».Yrecuerdocómomipadrele respondió apacible: «Querida, dibujas un panorama bastante sombrío denuestras vidas cuando dices que no hemos sido respetables ni un solomomento».LoslectoresdeOrgulloyPrejuiciopercibiránalgodeMr.Bennetenmipadre,pero,encambio,nohallaránnadadeMrs.Bennetenmimadre.

En fin, lo que quiero decir es quemi familia pertenecía a esa anticuadaclasemediainglesaenlaqueunhombredenegociospodíaestarocupadoensuspropiosasuntos.Noteníannielmásligeroatisbodeloqueseríanuestraposteriorydominantevisióndelcomercio,deesaconcepciónmásavanzadayaventurada en la que se suponequeunhombredenegocios puede rivalizar,arruinar, destrozar, absorber y tragarse los negocios de cualquiera.Mipadreera un liberal de la escuela anterior a la aparición del socialismo; daba porsentadoquecualquierpersonacuerdacreíaenlapropiedadprivada,aunqueélno se preocupara de poner en práctica estos presupuestos cuando creó supropia empresa. Era uno de esos individuos que siempre tienen suficienteéxito,peroquesonpocoemprendedoresenlaacepciónmodernadeltérmino.Mi padre estaba al frente de una agencia inmobiliaria y de topógrafos,radicada en Kensington, que pertenecía a la familia desde hacía unas tresgeneraciones.Recuerdolaespeciedepatriotismolocalistaqueellosuscitabayla ligera renuencia en los miembros mayores cuando los más jóvenespropusieron por primera vez que deberían abrirse sucursales fuera deKensington.Estaparticularsuertedediscretoorgulloeramuycaracterísticadeaquellosantiguoshombresdenegocios,yrecuerdoque,enciertaocasióndiolugaraunacomediademalentendidosquedifícilmentehabríapodidoocurrirde no haber existido aquella secreta autocomplacencia ante cualquierexaltación de lo local. El incidente ofrece más de un indicio del tono y laconversacióndeaquelloslejanosdías.

Miabuelo,elpadredemipadre,eraunhermosoanciano,depeloybarbablancos,ymodalesqueteníanalgodeaquellasolemnidadrefinadaquesolíairacompañada de la obsoleta costumbre de ofrecer brindis y dedicatorias.Mantenía la vieja costumbre cristiana de cantar en la mesa y no resultabaincongruenteoírleentonar«TheFineOídEnglishGentleman»,asícomootrascancionesaúnmáspomposasdelaépocadeWaterlooyTrafalgar.Y,alhablardeesto,quieroseñalarquedespuésdehaberconocidolaMafekingNightylaspatrioterascancionesposteriores,guardounconsiderablerespetoporaquellasviejasypomposascancionespatrióticas.EnverdadcreoqueeramejorparalatradicióndelalenguainglesaescucharversostanretóricoscomoestossobreWellingtonjuntoallechodemuertedeGuillermoIV:

Page 4: Autobiografía Por G. K. Chesterton

PorqueélllegósobreelaladelÁngeldelaVictoria

peroelÁngeldelaMuerteestabaesperandoalRey,

que quedarse totalmente satisfecho aullando los versos que veinte añosdespuésseescuchabanentodoslosmusic-halls:

Ycuandodecimosquesiempreganamos

ycuandonospreguntancómolohicimos

orgullosamenteseñalamosalossoldados

delaReinadeInglaterra.

Nopuedoevitar lasospechadequeladignidadtienealgoqueverconelestilo,ydealgunaformalosademanesylascancionesdelaépocayeltipodemiabueloteníanmuchoqueverconladignidad.Pero,pormuyacostumbradoqueestuvieraalosmodalesceremoniosos,debiódequedarseperplejoanteunextrañocaballeroqueentróenlaoficinay,trasunabreveconsultaamipadresobreunnegocio,pidióenvozbajaelgranprivilegiodeserpresentadoalmásantiguo o vetusto jefe de la empresa. Luego, se aproximó ami abuelo conprofundasinclinacionesyreverentesalabanzas,comosielancianofueraunaespeciedealtar.

—Señor,esustedunmonumento,todounhito—dijoelextrañocaballero.

Miabuelo,enciertomodohalagado,murmurócortésqueciertamenteellosllevabanenKensingtonunabuenatemporada.

—Es usted un personaje histórico —dijo el desconocido admirador—;ustedhacambiadoporcompletoeldestinodelaIglesiayelEstado.

Mi abuelo, frívolamente, todavía pensaba que aquello era una manerapoética de describir una agencia inmobiliaria con éxito. Peromi padre, quehabíaseguidodecercalasdiatribasentrelaramaconservadoraylaliberaldelaIglesiaanglicanayquehabíaleídomuchosobreeltema,comenzóadivisarunaluz.Recordóderepenteelcasode«WestertoncontraLiddell»,enelqueunmiembrodeunacofradíaprotestantedemandóaunpárrocoporunodelosmásoscurosdelitosdepapismo,posiblementeeldevestirunasobrepelliz.

—Ysóloespero—continuóconfirmezaeldesconocido,dirigiéndoseaúnalpaladínprotestante—queustedapruebeahoracómosellevanlosserviciosdelaparroquia.

Mi abuelo comentó de forma cordial que a él no le importaba cómo sellevaban. Estas conspicuas palabras del paladín protestante lograron que suadmiradorlemiraseconmayorasombrotodavía;mipadreintervinoyaclaróel error al señalar la tenue diferencia entreWesterton y Chesterton. He deañadir que, cuando contaban la historia, mi abuelo insistía en que él había

Page 5: Autobiografía Por G. K. Chesterton

completado la frase «no me importa cómo se lleven» con las palabras(repetidasconunsolemnemovimientodelamano)«mientrasseaconrespetoy sinceridad». Pero lamento decir que los escépticos de la generación másjovencreíanqueaquellolohabíapensadodespués.

Sin embargo, el asunto es que ami abuelo le encantó y realmente no lesorprendiódemasiadoquelellamaran«monumento»e«hito».Yesoeratípicodemuchoshombresdeclasemedia,inclusoenaquellospequeñosnegociosdeaquelmundolejano.Sinembargo,esepeculiartipodebourgeoisiebritánicaalaquemerefierohacambiadoosehadegradadotantoquenosepuededecirqueexistaya.Almenos,nadaparecidopuedeencontrarsehoyenInglaterra,yme imagino que nada parecido se encontró nunca en América. Unapeculiaridaddeestaclasemediaeraquerealmenteeraunaclaseyrealmenteestaba en medio, tanto para bien como para mal, y frecuentemente, conexceso, estaba separada tanto de la clase superior como de la inferior. Paragranpeligrodelasiguientegeneración,nosabíanadadelaclasetrabajadora,yni siquierasabíanadadesuspropioscriados.Mi familia fuesiempremuyamable con los criados, pero, en general, en su clase no existía ni la burdacamaraderíaeneltrabajo,propiadelasdemocraciasypatenteenlaschillonasy renegonas amas de casa europeas, ni vestigios de una cordialidad feudalcomo subsiste en la verdadera aristocracia.Había una especie de silencio yazoramiento evidente enotra anécdotadeoídasque añadiré a ladel paladínprotestante.Unadamademi familia fueaviviracasadeunaamigaquesehabía ausentadoy fue recibida por una especie de amade llaves.La señoratenía clarísimo que la sirvienta se prepararía sus comidas por separado y lasirvientaestabafirmementeconvencidadequeelladeberíaalimentarsedelosrestos de comida de la señora. Por ejemplo, la sirvienta le ponía paradesayunarcincolonchasdetocino,queeramásdeloquelaseñoradeseaba.Asimismo,laseñorateníaotrafijacióntípicadelasdamasdesuépoca:creíaquenosedebíadesperdiciarnada,ynosedabacuentadequelonodeseado,sedesperdiciaaunqueseconsuma.Así,cuandosecomíalascincolonchas,lasirvientaleponíasiete.Laseñorapalidecíaligeramente,perocumplíaconsudeberyselascomíatodas.Lasirvienta,queempezabaapensarquetambiénaella legustaríadesayunarunpoco, leservíanueveodiez lonchas.Ladama,haciendo acopio de todas sus fuerzas, arremetía contra ellas y las hacíadesaparecer.Yasí,supongo,continuóelasunto,graciasaleducadosilenciodelas dos clases sociales. No me atrevo a suponer cómo acabó aquello. Laconclusiónlógicaseríaquelasirvientahubieramuertodehambreylaseñorahubierareventado.Peromefiguroque,antesdellegaraesepunto,seabriríaalguna vía de comunicación entre dos personas que vivían en dos pisoscontiguosdelamismacasa.Enfin,eseeraelpuntodébildeaquelmundo,elquenohicieraextensivasuconfianzadomésticaalossirvientesdelacasa.Losseñoressonreíanysesentíansuperiorescuandoleíanquelosantiguosvasallos

Page 6: Autobiografía Por G. K. Chesterton

comíanenmesasmásbajasquelasdesusseñores,alasquenollegabalasal,ycontinuabansintiéndosesuperioresasuspropiosvasallos,queahoracomíanenelsótano.

Pero, por mucho que podamos criticar la vieja clase media y aunquesuscribamoslasinmortalespalabrasdelCantodelFuturo:

Concienciadeclasetenemosytendremos;

hastaquealaburguesíaelcuellopisemos,

aquella clase social tiene derecho a que se le haga justicia histórica, yademástambiénhayotrosaspectosquemerecelapenarecordar.Unoesque,enciertamedida,fueronlas«conquistasculturales»deesteestratodelaclasemedia, y el que realmente fuera una clase educada, lo que la hizoexcesivamente suspicaz respecto a la influencia de los sirvientes. Dabaexcesiva importancia a la ortografía y la pronunciación correctas; yciertamente,ellosescribíanyhablabancorrectamente.Existíatodounmundoen el que era tan impensabledeshacersedeun sonido comohacerse conuntítulonobiliario.Prontodescubrí,conlamaliciapropiadelainfancia,quemismayoresteníanverdaderoterroraqueimitásemoslaentonaciónydiccióndelos criados. Me cuentan (por citar otra anécdota de oídas) que, en ciertaocasión,hacialostresocuatroaños,gritabapidiendounsombrerocolgadodeunaperchayque,alfinal,enplenaconvulsiónfuriosapronunciélasterriblespalabras: «Si nome lo dais, diré zombrero». Estaba seguro de que aquellopondríaderodillasatodosmisparientesenleguasalaredonda.

Y aquel cuidado por la educación y la dicción, aunque hoyme parezcacriticable enmuchos aspectos, tenía realmente su lado positivo. Significabaquemipadreconocíatodalatradiciónliterariainglesayqueyomesabíadememoriagranpartedeellamuchoantesdequepudieraentenderla.Mesabíapáginas de Shakespeare en verso blanco sin tener ni idea de lo quesignificaban,loquequizásealaformacorrectadeapreciarelverso.Ytambiéncuentanquealosseisosieteañosmedesploméenlacallemientrasrecitabaemocionadolossiguientesversos:

BuenHamlet,desechaesatristezaqueteagobia

ymirentusojoscomoaunamigoalreydeDinamarca,

notengasparasiemprebajalamirada

buscandoenlatierraatuesclarecidopadre,

yenaquelprecisoinstantemedidenaricescontraelsuelo.

Loquetalvezsereconozcaaúnmenosseaquelaclasealaquemerefieronosóloestabaalejadadelasllamadasclasesbajas,sinotambiénydemaneraigualmenteradicaldelasclasesaltas.Enlaactualidad,sepuedeafirmar,con

Page 7: Autobiografía Por G. K. Chesterton

todaslassalvedadesnecesarias,queestaclasesehadivididoendosgrandesgrupos: los pretenciosos y losmojigatos. Los primeros son los que quierenentrar en sociedad; los segundos, los que quieren salir de ella y entrar enasociaciones vegetarianas, colonias socialistas y cosas por el estilo. Pero lagentealaquemerefieronoeraniexcéntricanipretenciosa.Porsupuestoqueenaquellaépocahabíaabundanciadegentepretenciosa,peroestosdelosquehabloeran realmenteunaclaseaparte.Nuncase lesocurriómantenercon laaristocracia otras relaciones que no fueran de negocios.Había algo en ellosquedesdeentoncesesmuyraroencontrarenInglaterra:estabanorgullososdesímismos.

Por ejemplo, casi todo el distrito de Kensington estaba, y está, trazadocomounmapaoplanopara ilustrar losEnsayosdeMacaulay;nosotros,porsupuesto,leíamoslosEnsayosdeMacaulayyennuestrosencilloaislamiento,amenudo,inclusonosloscreíamos.Conocíamoslosgrandesnombresdelosaristócratas liberalesquehabíanhecho laRevolución—ydepaso supropiafortuna—, inscritos ostensiblemente en todos los inmuebles de Kensington.Cada día pasábamos delante de Holland House, una casa hospitalaria conMacaulay, y ante la estatua de Lord Holland, en cuya inscripción se hacíaalardedesuparentescoconFoxysuamistadconGrey.Lacallefrentealaquefuimos a vivir llevaba el nombre de Addison; la última calle en la quehabíamosvivido se llamabaWarwick, el hijastro deAddison.Más adelante,habíaunacarreteraquetomabasunombredelacasadeRussellyalsur,otrallamadaCromwell.Cercadenosotros,denuestracasanataldeCampdenHill,aparecía el gran nombre de Argyll. Todos esos nombres me emocionabancomo el sonido de los clarines, como a cualquier muchacho que leyera aMacaulay, pero jamás se me ocurrió que alguna vez pudiéramos conocer aalguien que se llamara así, ni siquiera que lo deseáramos.Recuerdo quemipadrese riomuchísimoaloírme recitarel siguienteversode laviejabaladaescocesa:

AllísurgióunagrandisputaentreArgyleyAirlie.

Porque,comoagenteinmobiliario,sabíaquelacasadeLordAirlieestabaen realidadbastantecercade ladeArgyllyquenohabíanada tanprobablecomo que hubiera surgido entre ellos una gran disputa que afectaradirectamentea sunegocio.Él tenía relacionespuramentecomerciales conelduquedeArgyllymemostróunacartasuyacomocuriosidad;peroamímepareció una maravillosa curiosidad de museo.Me resultaba tan impensableque McCallum More entrase a formar parte de mi vida social como queGrahamdeClaverhouseaparecieraenlapuertaprincipala lomosdesugrancaballonegrooqueCarlosIIsepasaraporcasaatomarelté.Paramíelduqueque vivía en la casa Argyll era un personaje histórico. A mi familia leinteresaba laaristocraciaporqueaúneraunasuntohistórico.Merece lapena

Page 8: Autobiografía Por G. K. Chesterton

mencionarlo porque es exactamente esa diferencia la que, para bien o paramal,justificóunapelea,oluchaencarnizada,delaquemeocuparéenpáginasposteriores. Mucho tiempo después, tuve la suerte de tomar parte en unabatalla política sobre la venta de títulos nobiliarios; muchos dijeron quemalgastábamos nuestras energías denunciando aquella práctica, pero no eraasí. El trato que se daba a un título sí que suponía una diferencia; y soy lobastanteviejocomoparaconstatarladiferenciaquerealmentehasupuesto.SiyohubieraconsideradoaLordLornealguiendignoderespetohistóricoyélme hubiera presentado a un desconocido Lord Leatherhead, yo habríaconsiderado a este último digno de ese mismo respeto histórico. Si loconocieseahora,sabríaquepodríasercualquierprestamistasalidodelosbajosfondosdecualquierciudaddeEuropa.Loshonoresnosehanvendido,sehandestruido.

Por razones totalmentedistintas,merecería lapenamencionaraquíaunafamilia notable relacionada sólo por cuestiones mercantiles con el negociofamiliar.Laempresaera,ytodavíaes,unaagenciadelgranPhillimoreEstate,propiedad de dos hermanos que desempeñaron importantes funcionespúblicas: el almirantePhillimore,muertohaceya tiempo, yPhillimore, juezdel Tribunal Supremo, uno de los jueces ingleses modernos más famosos,recientemente desaparecido. Nosotros no teníamos nada que ver con estagente, ni lo intentábamos siquiera, aunque recuerdo más de un testimonioimparcial de lamagnanimidaddelviejo almirante.PeromencionoestevagoentornodelasgrandespropiedadesdeKensingtonporotromotivo,porqueelnombredePhillimore,extrañaeirónicamente,estabadoblementedestinadoamezclarseconmividafutura.Nuncaconocíalalmirante,peroasuhijo,queporentoncesdebíadeserunmuchachodemiedad,loconocíañosdespués,loquise y lo perdí como amigo y aliado en una causa que entonces habríaparecido fantásticamentealejadadenuestraniñez.Yencuantoal juez,hubede verlo sentado en el estrado mientras declaraba ante él en favor de mihermano,sentadoenelbanquillodelosacusadosdelOídBailey,ydeclaradoculpabledepatriotismoycivismo.

Lafamiliademimadreteníaunapellidofrancés,aunque,porloqueyosé,tantopormipropiaexperienciacomopor loquemehancontado, la familiaeracompletamenteinglesaenloquealenguaycostumbresserefiere.Habíaunaespeciedeleyendafamiliarqueleshacíadescendientesdeunsoldadorasofrancés de las guerras revolucionarias, al que habían hecho prisionero enInglaterra,yquesehabíaquedadoallícomohicieronmuchos.Pero,porelotrolado, mi madre descendía de escoceses, de los Keith de Aberdeen, y pordiversasrazones,enparteporquemiabuelamaternasobreviviómuchotiempoasumaridoyteníaunapersonalidadmuyatractiva,yenparteporelbrilloquepara mí tenía cualquier rastro de patriotismo o sangre escocesa, estaascendencianorteñameatraíaprofundamente,y,durantemiinfancia,mantuve

Page 9: Autobiografía Por G. K. Chesterton

conEscociaunaespeciedeidilio.Perosumarido,miabuelomaterno,aquiennoconocí,tambiéndebiódeserunapersonainteresanteyuntipomemorable,aunque no fuera un personaje histórico. Fue uno de los viejos predicadoreslaicoswesleyanosquesevioinmersoenunagrancontroversiapública,actitudheredadaporsunieto.Tambiénfueunodeloslíderesdelprimermovimientocontra el consumo de bebidas alcohólicas, postura que su nieto no haheredado. Pero estoy seguro de que tenía muchas más cualidades de lasnecesarias para el discurso público o para la defensa de la templanza; y loestoy por dos comentarios suyos fortuitos (en realidad los dos únicoscomentarios que he oído que hiciera). En cierta ocasión en que sus hijosclamaban,comocualquierjovenliberal,contralacostumbreylaconvención,dijo bruscamente: «Sí, critican mucho las formas, pero las formas soncivilización». Y en la otra ocasión, lamisma generación emergente blandíaconligerezaesepesimismoquesóloesposibleenlaépocafelizdelajuventudy criticaban la Acción de Gracias General del Libro de Oraciones ycomentaban que hay mucha gente que tiene poco que agradecer por sucreación.Y el viejo, que entonces era ya tanmayor que apenas si hablaba,rompió de repente su silencio y dijo: «Daría gracias a Dios por habermecreadoaunquesupieraquemialmaestabacondenada».

De laotra ramademi familia,contarémáscuandohabledemispropiosrecuerdos;tratodeestoenprimerlugarporquecasitodoloséúnicamentedeoídasy,portanto,espartedeloqueellibrotienedebiografíaynopuedeserautobiografía:hechosquemeprecedieronyacompañaronmisprimerospasos;cosas de las que conocí más su reflejo que su realidad y quefundamentalmente procedían de la familia de mi madre, sobre todo aquelinteréshistóricoenlacasadeKeith,quesemezclabaconmiinteréshistóricogeneralporcosascomolacasadeArgyll.Perotambiénhabíaleyendasenlafamilia de mi padre; el personaje más cercano y eminente era el capitánChesterton, famoso en su día como reformador de prisiones. Era amigo deDickens,ymetemoqueélmismoteníaalgodepersonajedeDickens.Pero,porsupuesto,estosprimerosrecuerdosyrumoressugierenqueentiemposdeDickenshabíamuchospersonajesdeDickens.Novoyanegarlahipótesisdequemuchosde lospersonajesdeDickens sonunos farsantes.Nosería justoque, después de todo lo que he dicho en favor de la vieja clase mediavictoriana, no reconociera que a veces produjo verdadera falsedad hueca ypomposa.Unamigodemiabuelo,muyostentoso,solíapasear losdomingosconunlibrodeoracionesenlamanosintenerlamásremotaintencióndeiralaiglesia.Defendíaestacostumbrecontodatranquilidaddiciendoconlamanolevantada: «Chessie, lo hago para que sirva de ejemplo a los demás». Estehombre era obviamente un personaje de Dickens y aun así era en muchosaspectospreferibleamuchospersonajesmodernos.Pocoshombresmodernos,porfalsosquesean,seríancapacesdetantadesfachatez.Ynoestoysegurode

Page 10: Autobiografía Por G. K. Chesterton

quenofuerarealmenteunindividuomássinceroqueelhombremoderno,quedeclaravagamentequetienedudasoqueodialossermones,peroloúnicoquequiere es ir a jugar al golf. Incluso lapropiahipocresía eramás sincera.Encualquiercaso,eramásvaliente.

Aquellaépocarezumabaloquenopuedosinollamarungrangusto;algoqueahorasólorecordamosen lasespléndidasy jovialescitasdeSwivelleryMicawber.Perolociertoesque,porentonces,aquelgustosepodíaencontrarenmultituddegenterespetableyoscura;sindudamuchomásrespetablequeel flagrantemojigato con el libro de oraciones, ymuchomás oscura que elexcéntrico pero eficiente, e incluso eminente, director y reformador deprisiones. Para usar un término comercial de la época, esta indescriptibleespeciededeleitenoerasóloundeleitepropiodecaballeros.Creoqueeraelresultado de ese humor popular, que tal vez siga siendo nuestra únicainstituciónrealmentepopular,queactuabasobrelosrestosdelaretóricadelosoradoresdelXVIIIydelaretórica,casi tangrandilocuentecomolaanterior,de los poetas del XIX como Byron y Moore. En cualquier caso, era algoobviamente común entre incontables personas corrientes y molientes, yespecialmenteentrelosdependientesdecomercio.Eldependientellegóaserdespuéscomounaespeciedecockneyconacentoentrecortado;uninglésrotoqueparecerotoporaccidente,desportillado,másqueentrecortado.Perohabíatoda una casta que realmente comerciaba con frases tan redondas comobandejas y poncheras de Navidad. Mi padre me contó de un dependiente,compañerodejuventudodeniñez,quesedespedíadelatabernaodelasadorconunsolemnemensajedeagradecimiento,pronunciadoconvozatronadoraantesdealcanzarlacalle:«DígaleaMrs.Bayfieldqueelfileteeraexcelenteylaspatatasestabanensupunto,enfin,unacenadignadeunemperador».¿Noes exactamente como «F.B.» en losmomentos en que Thackeray se parecemásaDickens?Delamismafuentelejana,recuerdootraescenadickensiana:unhombrecitoblandoydecararedondacongafas,deesosdelosquetodoelmundo se ríe en todaspartes, yotro empleado llamadoCarr, de talantemásmisterioso, ambos fantasmas de los tiempos de aprendiz de mi padre. Aintervalos, el empleado más sombrío gritaba desde el otro extremo de laoficina:

«¡Mr.Hannay!».

El reluciente rostro redondo, sonriente y con gafas hacía su apariciónsiemprefrescoysolícito:

«Sí,Mr.Carr».

EntoncesMr.Carr leclavabaunamiradacomodeesfingey ledecíaconvozhuecaperoestridente:

«¡Elespacioinfinito!».

Page 11: Autobiografía Por G. K. Chesterton

YMr.Carr se volvía enérgicamente hacia los otros empleados,movía lacabezayrepetíaentonodesesperado:

«¡Nolocoge!».

NosésialgunodeellosseimaginaríaalprofesorEinsteincuandoentrabaenlaoficinaparavengaraMr.HannayenlacabezadeMr.Carryafirmarqueel espacio no es en absoluto infinito. La cuestión es que había un elementopomposoyritualenlasbromas,inclusoenlasbromasprácticas;enrealidad,inclusoenlosengañosprácticos.Losabíanlasclasessocialesmáshumildes,loscharlatanesyhastalosmonstruos,comobiensabíaDickens;yhabíaalgotansolemneenlosbuhonerosquepedíanunasmonedascomoenlosoradoresquepedíannotoriedad.Unodemisprimerosrecuerdoseseldemirardesdeunbalcón que daba sobre uno de los grandes caminos residenciales de unbalneario; desde allí veía a un tipo venerable de pelo cano que se quitabasolemnementeelsombreroblancomientrasdescendíaporelcentrodelacalley, sindirigirseanadieenconcreto,decíaenun tonodeconferenciante:«LaprimeravezquelleguéaCannonStreet, leruegomeperdone,quierodeciraCannonPlace…»,una representaciónque repetía todos losdías, cometiendosiempreelmismoerrorseguidodelamismadisculpa.Estomeproporcionaba,nosébienporqué,unplacerenorme;enparte,creo,porlasensacióndequeun gigantesco muñeco mecánico se hubiera añadido a lo que Mr. MauriceBaring llama el teatro de marionetas de la memoria. Pero su importanciaradica en que el resto de su discurso parecía aún más pulido e impecabledebido a aquel error extrañamente recurrente; y siempre terminaba con unahermosa perorata, como que en un lejano futuro y en la hora de sumuerterecordaría «la amabilidad que he encontrado en Cannon Place». Recuerdo,tiempo después, aquellos mismos caminos costeros recorridos por otropersonajepúblicocontogaybirrete,aúnmáslocuaz,aunquemetemoqueconpocaautoridadacadémica;perocreoqueestecorrespondíaaunaetapamuyposterior,porqueeramordazyhostil,y sedirigíaa suaudiencia llamándolahipócrita y sepulcro blanqueado. Curiosamente, aquel público inglésreaccionabaechándolemonedasalbirrete.Peroenlaetapaanterior,queeslaqueaquímeinteresa,todoestabarecubiertoporunapátinadejovialcortesía,yelmantodelaamistadpermanecíainalterable.Lasorprendentepacienciadenuestropuebloibaacompañadaentoncesdeunaciertapompa,unacordialidadpomposa;inclusosusburlasseguíansiendojoviales.BiensabeDiosqueaúnconservaban sus burlas y su épica, pero ya no existía lo épico-burlesco. Sinembargo,cualquieraqueoyeraaloshombresalosquemerefiero,ohubieraoídohablardeellos,estarásegurohastaeldíaenquesemueradequeDickSwivellerdijorealmente:«Cuandoaquelqueosadoranohayadejadosinosunombre…por si llegan paquetes o cartas», o de que el pobre portero en lafiesta murmuró de verdad a cada una de las damas: «Aunque tuviera uncorazón creado para la falsedad, jamás podría ofenderos». Había algo

Page 12: Autobiografía Por G. K. Chesterton

luminosoentodoaquello,quenopuedeser imitadoconsimpleschispasporchispeantes que sean. Elmundo esmenos alegre desde que ha perdido esasolemnidad.

Otravirtudauténticamentevictorianadelaquenosepuededudar,apesarde las muchas virtudes victorianas imaginarias, pertenece no tanto a migeneración como a la de mi padre y mi abuelo; o por lo menos, si fuiespecialmente afortunado, a mi padre y a mi abuelo. Por tanto, deberíamencionarlaahora,yaquerecuerdoepisodiosquelailustran.Mifamiliateníacriterios estrictos sobre la integridad en los negocios, perome figuroque elcriterio era igualmente estricto en toda aquella clase empresarial, másflemáticadeloquelofueposteriormente,cuandolaideadeéxitoseasociónosóloalcinismo,sinoaunasuertedeextrañapirateríaromántica.Elcambiosepodíadetectar,comosucedióconlapalabra«respetable»,enlaatmósferaquerodeabaaciertaspalabras.Lapalabra«aventura»eslaquemejorrepresentaelidealmodernoenloqueamoraleinclusoareligiónserefiere,especialmentela religión popularizada por los periódicos para millones de hombres denegocios. Para aquellos hombres de negocios de mi vieja clase media, elmonstruo más amenazador para la moral estaba etiquetado con el título de«aventurero». Posteriormente, me imagino, el mundo ha defendido aaventureros difícilmente defendibles dotándoles del glamour de la aventura.En cualquier caso, esta no es sólomipropia opinión trasnochada, propia deuna edad reaccionaria, también opinaban así los mejores entre los viejosoptimistas y economistas ortodoxos, que vivieron cuando comenzaba elcambioycreyeronquevivíanunaépocadereformas.Mipropiopadreymistíoserantotalmentedelaépocaquecreíaenelprogresoyengeneralentodolonuevo,sobretodoporquecadavezsehacíamásdifícilcreerenloviejoy,en algunos casos, creer en algo. Pero aunque como liberales creían en elprogreso, como personas honestas muchas veces eran testigos del deterioroqueesteconllevaba.

Recuerdo que mi padre me comentaba cuánto le había molestado aquelhervidero de gente pidiendo comisiones por transacciones en las que sesuponía que ellos representaban intereses ajenos. No sólo lo comentabaasqueado sino como si, además de ser una novedad, fuera también unapesadez.Teníaporcostumbrerecibiraaquellosdesagradablespersonajesconunaexplosióndecordialidadocurrenteeinclusoconhilaridad;estaseranlasúnicas ocasiones en que su humor resultaba desagradable y hasta cruel.Cuando el agente, regateando a favor de un tercer individuo, insinuaba queuna pequeña cantidad suavizaría la negociación, él solía decir con absolutacordialidad: «¡Desde luego que sí, desde luego! Puesto que todos somosamigosytodoestáclaroysintapujos,estoysegurodequesusrepresentadosysus jefes estarán encantados de saber que le voy a pagar una pequeña…».Entonces, un alarido de terror le interrumpía, y el amable y diplomático

Page 13: Autobiografía Por G. K. Chesterton

caballero,horrorizado,intentabadesdecirsedesusinsinuacioneslomejorquepodía.«¿Yacasoesonoespruebadelainmoralidaddesupropuesta?»,decíamipadrecomoinocenterazonamiento.

MitíoSydney,susocioenelnegocio,erauntestigomásincontestableporseruntestigomenospredispuesto.Mipadreeramuyuniversalensusinteresesy muy moderado en sus opiniones; era una de las pocas personas que heconocido que realmente escuchaba los razonamientos de sus interlocutores;además, en una época liberal, él era más tradicional que muchos; amabamuchascosasantiguasyteníaunapasiónespecialporlascatedralesfrancesasyportodalaarquitecturagóticaqueRuskinhabíadadoaconocerenaquellaépoca. No era tan inconcebible que pudiera admitir otra cara del progresomoderno.Peromi tío estaba en las antípodasdel laudator temporis acti; eraunodeesoshombressensiblesyconscientes,típicosdelmundomoderno,quemostraba el mismo sentido escrupuloso del deber para aceptar lo nuevo ysimpatizar con los jóvenes que el que debieron haber mostrado los viejosmoralistas para preservar lo antiguo y obedecer a susmayores. Le recuerdocontándome con vehemencia los esperanzados pensamientos que lasoptimistasprofecíasoficialesdellibroMirandoatráshabíandespertadoenél;un título bastante irónico, visto que lo único prohibido a esos futuristas eramiraratrás.Ytodaaquellafilosofía—ennoblecidaposteriormenteporelgeniodeMr.Wells—teníacomoúnicodeberelmirarhaciadelante.Mitío,muchomásquemi padre, era de esa clase de hombres cabalmente optimistas a losquejamásseleshabríaocurridoabogarporlosviejostiempos.Perotambiénera un hombre de una sinceridad transparente. Recuerdo queme decía, conaquella arruga de preocupación en el entrecejo que delataba su perceptibleansiedad subconsciente: «He de confesar que lamoral, en elmundo de losnegocios,haidoempeorandoalolargodemivida».

Porsupuestoreconozco,omásbienmeatrevoadecirque,alsimpatizardealgúnmodocontalesutopías,aquellosindividuosseadelantabanasutiempo.Pero con más motivo sostengo que, en lo que se refiere al modernocrecimientoexperimentadoporlasaltasfinanzas,ibanpordetrásdesutiempo.Lociertoesque,engeneral, aquellaclase socialerapeligrosamente sordayciega ante la explotación económica, pero relativamente más vigilante ysensible ante el posterior asunto de la honestidad financiera. Nunca se lesocurrió que pudiera admirarse a un hombre por ser lo que hoy llamamos«atrevido»alahoradeespecular,másdeloqueseadmirabaaunamujerporser «atrevida» en el vestir. En ambos casos se percibía lamisma atmósferacambiante. La falta de ambición social tenía mucho que ver con todo ello.Algunasrestriccionesqueeranrealmentesofocantesyestúpidassedebíanengran medida a la ignorancia, pero nada tan perverso y desastroso como laignoranciadelosverdaderosmalesybienesdelaclasetrabajadora.BiensabeDios,yposiblemente,enciertoscasos,inclusoellectorlosepa,quenosoyun

Page 14: Autobiografía Por G. K. Chesterton

admiradordelacomplacienteprosperidadcomercialdelaInglaterradelsigloXIX.Enelmejordeloscasosconsistíaenunindividualismoqueacababapordestruirlaindividualidad;unindustrialismoquenohahechosinoenvenenarelsignificado de la palabra industria. En el peor de los casos, acabó porconvertirse en la vulgar victoria de la explotación y la estafa. Me limito aseñalarunaspectoconcretodeungrupoounaclaseconcretaqueyanoexiste;unaclaseque,sibienignoróyamenudofueindiferentealaexplotación,seindignaba de verdad ante la estafa.Delmismomodo, aunque pocos puedenacusarme de puritanismo, creo que ciertas ideas de sobriedad social de latradiciónpuritanainfluyeronenretrasareltriunfocompletodelmásramplónmercantilismo y de la avaricia más extravagante. En cualquier caso, se hapasado de una clasemedia que ponía su dinero enmanos de un hombre denegocios lerdo y prudente para que se lo administrara, a otra que confía elsuyoaunhombredenegocios lanzadoyexpertoparaquese lomultiplique.Loqueestaclasesocialnosiempresehapreguntadoesparaquiénodequiénconseguíaeldineroaquelhombre.

Sémuybienquetuvemuchasuerteconmifamilia,peroinclusolosquenotuvieron tanta como yo no sufrieron esos males típicos que hoy en díaetiquetamos como victorianos. Desde luego, en el sentido moderno deltérmino,lovictorianonoeraenabsolutovictoriano.Fueunperíododetensióncreciente,elmismísimoreversodelarespetabilidadrígida,porquesuéticaysuteologíasedesmoronabanpordoquier.Quizáfueraunaépocadeordenencomparación con lo que vino después, pero no con lo que habían sido lossiglosanteriores.Aveces,losvictorianossejactabandeserhogareños,perolacasadelinglésnoeranilamitaddehogareñaqueladelaborrecidoextranjero,esdecir,elfrancéslibertino.Eralaépocaenquelosinglesesenviabanasushijosalinternadoeignorabanasuscriados.Nocomprendocómoalgunavezselepudoocurriraalguiendecirquelacasadelingléserasucastillo;fueunodelospocoseuropeosquenisiquieraerapropietariodesucasa,queademásera tan sóloun triste cajónde ladrillos, lomenosparecido a un castillo quepuedaimaginarse.Ysobretodo,lejosdelarigidezdelaortodoxiareligiosa,lacasavictorianafuelaprimeracasaateadelahistoriadelahumanidad.Aquellafuelaprimerageneraciónquepidióasushijosqueadorasenunhogarsinaltar.Esto era igualmente válido para los que iban a la iglesia a las once—mássinceros y decentes que el alegre impostor con el libro de oraciones— quepara los que eran respetuosamente agnósticos o latitudinarios, como lamayoría de gente de mi propio círculo. En general, era una vida familiardespojadadelasfiestas,santuariosycultosprivadosquehabíanconstituidosupoesíaenelpasado.Eraunabromacorrientehablardelpesadomobiliariodeunpadrepesadoyllamardioseslaresalassillasylasmesas.Dehecho,estefueelprimerhombreparaquiennohubodioseslaressinosólomobiliario.

Eseeraelaspectomásaburrido,perosehaexageradoaúnmáselaspecto

Page 15: Autobiografía Por G. K. Chesterton

tenebroso.Me refiero a esosmodernosnovelistas y otros quehan cogido lacostumbrede escribir como si el hogarde la vieja clasemediahubiera sidocasisiempreunmanicomiodirigidoporlospropioslocos,comoenelcasodelextraordinarioSombrereroLocoquehabitabaelCastillodelSombrerero.Setratadeunaexageracióngrotesca;habíapadresconaquelgradodeegoísmoferoz,aunqueennuestrocírculosocialnorecuerdomásdetrescasos;perolasasociaciones equivocadas les acompañan incluso a ellos. Es posible quealgunosfueranfanáticosreligiosos.Mevienealamemoriaunoqueencerrabaasushijascomosifueranprisionerasyrecuerdoqueunamedijo:«Yaloveusted, cree que nadie tiene derecho a pensar salvo él y Herbert Spencer».Había otro, extremadamente radical, un adalid de la libertad en todo lugarsalvoensucasa.Elcasotieneimportanciahistórica.Lostiranos,religiososoateos,surgenencualquiersitio,peroestetipodetiranoeraelproductodeesemomentoenelqueunhombredeclasemedia teníaaúnhijosycriadosquecontrolar,peroyanoteníacreencias,comunidad,reyesnisacerdotes,ninadaquelocontrolaseaél.Erayaunanarquistaparalosqueestabanporencimadeél,perotodavíaunautoritarioparalosqueteníadebajo.Encualquiercaso,erauntipoanormalyningunodelosmíosguardabaelmenorparecidoconél.

Desdeluego,elelementopuritanodeestasociedadolvidadadebetenerseen cuenta como parte del conjunto de la imagen. Entre los míos, consistíafundamentalmenteenelrechazobastanteirracionaldeciertasformasdelujoygasto.Susmesascrujíanbajoelpesodecomilonasmuchomáscopiosasdelasquemuchosaristócratasingierenhoy.Sinembargo,teníanlaideafijadequehabía algo vulgar en el hecho de coger un taxi. Seguramente ello guardabarelaciónconsutiernapretensióndenoimitaralaaristocracia.Recuerdoamiabuelo, concasiochenta añosy condineroparapoder coger todos los taxisquequisiera,depie,bajolalluvia,viendocómopasabansindetenersesieteuocho autobuses llenos hasta los topes y cómo, después, lemurmuraba amipadre (con voz apenas audible, no fuera a ser que los jóvenes oyeran lablasfemia):«Si lleganapasar tresautobusesmás,pormialmaquecreoquehubiera cogido un taxi». En la cuestión de andar por ahí en taxi, no puedoafirmarhabermantenidolareputaciónfamiliar impolutanihaberestadoa laaltura de los criterios de mis antecesores. No obstante, estoy dispuesto adefenderlos en lo referente a losmotivos por los que actuaban así o, por lomenos,aseñalarquehansidoincomprendidos.EranlosúltimosdescendientesdeMrs.Gilpin,queordenabadetenerlacalesaunascuantaspuertasantesdellegar a su casa por temor a que los vecinos la considerasen orgullosa. NoestoysegurodequenofueraunapersonamássaludablequelaelegantedamaquesedejabaverenelRollsRoycedecualquieraportemoraquelosvecinoslaconsiderasenhumilde.

Por lo que sé, este fue el panorama social en el que me encontré porprimeravez,yesta, lagenteentre laquenací.Losientosielpanoramay la

Page 16: Autobiografía Por G. K. Chesterton

gente resultan decepcionantes de puro respetables y hasta razonables, ydeficientesentodosesosaspectosquehacenqueunabiografíasearealmentepopular.Lamentonotenerunpadresiniestroybrutalqueofreceralamiradapúblicacomolaverdaderacausademistrágicasinclinaciones;niunamadrepálidayaficionadaalveneno,cuyosinstintossuicidasmehayanabocadoalastrampas del temperamento artístico. Lamento que no hubiera nadie en mifamiliamásaudazqueun tío lejano ligeramente indigenteysientonopodercumplir con mi deber de hombre verdaderamente moderno y culpar a losdemásdehabermehechocomosoy.Notengomuyclarocómosoy,peroestoysegurodequesoyresponsableengranmedidadelresultadofinal.Ymesientoobligado a confesar que vuelvo la vista atrás, al panorama demis primerosdías, con un placer que, sin duda, debería reservarse a las utopías de losfuturistas.Sinembargo,aquelpaisaje,delmodoenqueloveoahora,noestabaexentodeciertocaráctervisionarioysimbólico,yentretodoslosobjetosquelo poblaban, al final me encuentro que vuelvo a aquellos quemencioné enprimerlugar.Deunaformauotra,esosobjetoshanllegadoaencarnarmuchasotras cosas en la representación alegórica de una existencia humana: lapequeñaiglesiadondemebautizaronylatorredelasaguas,ladesnuda,ciega,vertiginosatorredeladrilloque,lasprimerasvecesquelavi,meparecíaqueseafianzabaenlasestrellas.Talvezhubieraalgoenlaconfusaycaóticaideadeunatorredeagua,comosielmismomarpudieraponersedepiesobreunodesusextremosigualqueunamanguera.Seguramentemástarde,aunquenosé cuánto tiempo después, me vino a la cabeza la fantasía de una colosalserpientedeagua,quepodríaserlagranserpientemarina,yqueteníaalgodela opresiva cercanía de un dragón en un sueño. Y de nuevo contra ella, lapequeña iglesia se elevaba con su aguja como una lanza. Siempre me haencantadorecordarqueestabadedicadaasanJorge.

II

ELHOMBREDELALLAVEDORADA

Un joven atravesando un puente es lo primero que recuerdo haber vistoconmispropiosojos.Teníaunmostachorizadoyunaspectodeseguridadquerayaba en la jactancia. Llevaba en la mano una llave metálica amarillobrillante desproporcionadamentegrandey, en la cabeza, unagran coronadeoroodorada.Elpuentequecruzabaseextendíadesdeelbordedeunpeligrosoprecipicioalpiedeunasmontañas,cuyascumbressealzabanmajestuosasenla distancia, hasta lo más alto de la torre de un castillo con demasiadasalmenas.Latorredelcastilloteníaunaventanaporlaqueasomabaunadamajoven.Norecuerdoenabsolutosuaspecto,peromebatiréconcualquieraque

Page 17: Autobiografía Por G. K. Chesterton

nieguesuextraordinariabelleza.

Alosquepuedanobjetarquelaescenaresultararaenlavidafamiliardeunosagentesdelapropiedadque,afinalesdeladécadade1870,vivíanjustoal norte de Kensington High Street, no me quedará más remedio queconfesarlesnoquelaescenaseairreal,sinoquelavidesdeunaventanamásmaravillosa que la de la torre: en el escenario de un teatro de jugueteconstruidopormipadre;ysirealmentemedanlalatacondetallestannimios,les diré que el joven de la corona medía unas seis pulgadas y que, trascuidadosainspección,resultóserdecartón.Peroesrigurosamenteciertoquees lo primero que recuerdo haber visto; y que, en lo que amimemoria serefiere, esa fue la primera imagen de este mundo en la que mis ojos seposaron. La imagen tiene para mí una especie de autenticidad primigeniaimposiblededescribir;escomoeltelóndefondodemispensamientos,comolasmismísimas bambalinas del teatro de las cosas.No tengo ni elmás leverecuerdodeloqueeljovenhacíaenelpuente,nideloqueseproponíahacercon la llave, aunque un conocimiento posterior y más complicado de laliteraturaylasleyendasmedaaentenderquenoeraimprobablequefueraaliberar a la dama de su cautividad. No deja de ser un detalle psicológicodivertido que, aunque no pueda recordar otros personajes de la historia, sírecuerde el haberme dado cuenta de que el caballero con la corona llevababigote, pero no barba, con la vaga inferencia de que había otro caballerocoronadoquetambiénllevababarba.Imaginoquepodemosdeducirsinriesgoque el de la barba era un reymalvado y no se necesitanmás pruebas paraacusarle de haber encerrado a la dama en la torre. Todo el resto hadesaparecido:escenas,tema,historia,personajes;peroesaescenarelumbraenmimemoriacomounavisiónfugazdeuninefableparaíso,ymeimaginoquelarecordaréinclusocuandotodoslosdemásrecuerdoshayandesaparecidodemimente.

Ademásdesermiprimerrecuerdo,tengootrasrazonesparahablardeelloen primer lugar. Gracias a Dios, no soy psicólogo, pero si los psicólogossiguendiciendoloquelagentesanaynormalhadichosiempre,esdecir,quelas primeras impresiones cuentan muchísimo en la vida, reconozco que escomo un símbolo de todas esas imágenes e ideas que han acabado porgustarme.Todamividamehangustadolosmárgenesylalíneafronterizaqueseparaunacosadeotra.Todamividamehangustadolosmarcosyloslímites,y sostengo que la selva más inmensa parece aún mayor vista desde unaventana.Paradesesperaciónde loscríticos teatrales serios, tambiénafirmaréque el buen teatro debe procurar despertar el entusiasmo del peep-show.Tambiénmeencantanlosabismosysimassinfondo,ytodoloquepongaderelieve ese ligeromatiz diferenciador entre una cosa y otra; el tierno afectoque siempre he sentido por los puentes se relaciona con el hecho de que eloscuroyvertiginosoarcoacentúaelabismoinclusomásqueelpropioabismo.

Page 18: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Ya no puedo contemplar la belleza de la princesa, pero esa belleza estápresenteenelpuentequeelpríncipecruzópararescatarla.Ycreoquealsentiresascosasdesdeelprincipio,sentíalasfragmentariashuellasdeunafilosofíaquehallegadoaparecermelaverdadera,porqueprecisamenteessobreeltemadelaverdadsobreelquepodríansurgirdiferenciasentrelospsicólogosmásmaterialistasyyo.Siunhombrecualquieramedicequeelúnicomotivoporelquemegustanlospuentesyventanasesporqueviesosmodeloscuandoeraunniño, me tomaré la libertad de contestarle que no ha pensado el asuntodetenidamente. Para empezar, debí de haber visto otras mil cosas antes ydespués, y debió de existir un mecanismo de selección y razones para esaselección.Y lo que aún esmás evidente: poner fecha al sucesono significaempezarsiquieraaabordarlo.Sialgúndiligentelectordelibritosdepsicologíainfantilmegritajubilosoysocarrónquelaúnicarazónporlaquemegustanlas cosas románticas como los teatrillos de juguete es porque mi padre memostró uno de esos teatrillos en la infancia, le responderé con piadosapacienciacristiana:sí,tonto,sí.Nohaydudadequesuexplicaciónes,enesesentido,lacorrecta.Peroloquedicecontantoingenioessimplementequeyoasocio esas cosas con la felicidad porque era feliz.Ni siquiera se detiene aconsiderarlascausasdemifelicidad.¿Porquéelmiraruncartónamarilloporunagujerocuadradotransportaaalguiendecualquieredadalséptimocielo?¿Porquédebíahacerloespecialmenteaesaedad?Eseeselhechopsicológicoqueusteddebeexplicaryparaelquejamásmehandadoningunaexplicaciónracional.

Pidodisculpasporesteparéntesisypormencionarlapsicologíainfantilocualquier otra cosa que pueda causarnos vergüenza. Pero creo que esprecisamente ese punto sobre el que algunos de nuestros psicoanalistasmuestranmuypocavergüenza.Noquieroquemisobservacionesseconfundanconesaespantosaydegradanteherejíadequenuestramenteseformadebidoacondiciones accidentales, y, por tanto, no existe en absoluto una relaciónúltima con la verdad. Con todas las disculpas del mundo para loslibrepensadores, yo sigo proponiéndome mantenerme libre para pensar. Ycualquiera que piense dosminutos verá que este pensamiento es el final detodopensamiento.Sitodasnuestrasconclusionesestánfalseadaspornuestrascondiciones, es totalmente inútil argumentar. Nadie puede corregir lasinclinacionesdelotrosilamenteestodainclinación.

El interludio ha terminado, muchas gracias; ahora seguiré con lasrelacionesmásprácticasentremihistoriaymimemoria,aunqueprimerodiréalgosobrelapropiamemoriaylafiabilidaddetaleshistorias.Hecomenzadoconestefragmentodeuncuentodehadasenunteatrillodejugueteporqueestambiénelquemejor resume las influenciasmás fuertesdeminiñez.Yahedichoquemipadrehabíahechoelteatrillo,perocualquieraquehayaintentadoalgunavezfabricarunodeesos teatrosomontarunadeesasobrassabeque

Page 19: Autobiografía Por G. K. Chesterton

eso requiere una notable combinación de talentos y habilidades. Implica sermuchomásde lo quenormalmente entendemospor el carpintero del teatro;implica ser el arquitecto, el constructor, el dibujante, el paisajista y el quecuentalahistoria,todoenuno.Ycuandomirohaciaatrásenmivida,yalarterelativamenteirrealeindirectoqueheintentadopracticar,sientoquehevividounavidamuchomásreducidaquelademipadre.

Sólo con nombrarlo es suficiente para desatar un torrente de recuerdos.Unode losprimeroseselde jugarenel jardínal cuidadodeunachicacontrenzas doradas a quien mi madre decía después desde la casa: «Eres unángel», lo que yo estaba dispuesto a aceptar literalmente. Ahora vive enVancouver como Mrs. Kidd; ella y su hermana fueron mis principalesestímulosduranteaquellosprimerosaños.Desdeentonces,hetenidoocasióndeconocerloquesehadadoenllamar«elespíritudelaépoca»,peronuncahe conocido una conversación más ingeniosa que la de aquellas hermanas.Entremisprimerosrecuerdos,estántambiénaquellasmarinascomodestellosazules para los chicos demi generación:NorthBerwick, que con su colinaverdecónicaparecíalacolinaporantonomasia;yunaplayafrancesaasociadaconunasjovencitas,lashijasdelviejoamigodemipadreMawerCowtan,alquenuncaolvidaré.Ydesde luego, teníaunmontóndeprimos;TomGilbert(mipadrino,cuyoúltimonombreeselprimerodelosmíos)teníamuchísimashijasymi tíoSydney,muchísimoshijos; todosseagitanaúnenmirecuerdocomouncorodehombresydemujeresenunagranobradeteatrogriego.Elmayordeloschicos,alquelleguéaconocermejorquealosdemás,murióenlaGranGuerra;peromealegradecirquemuchosde losotrossiguensiendoamigos además de parientes. Todo esto son memorias memorables, perosiguen sin resolver aquellaprimera especulación sobre lamemoria en sí.Lachicadelastrenzasdoradasesunodemisprimerosrecuerdos,enelsentidodequealgunosdelosotrossehanconvertidoinevitablementeenrecuerdosmástardíos,almismotiempoampliadosyborrosos.

Realmente, lo que recordamos es lo que olvidamos. Quiero decir quecuando un recuerdo se impone viva y repentinamente, y traspasa el escudoprotector del olvido, aparece por un instante exactamente como fue. Sipensamosenelloamenudo,apesardeque suselementosesenciales siguensiendo indudablemente ciertos, se va convirtiendo cada vezmás en nuestrorecuerdodelacosaqueenlacosarecordada.Tuveunahermanitaquemuriócuandoyoeraniñoydelaquesémuypocoporqueeraelúnicoasuntodelquemi padre no hablaba. Fue el gran dolor de una vida anormalmente feliz einclusoalegre,yesextrañopensarqueyonuncalehablaradeellohastaeldíadesumuerte.Yonorecuerdolamuertedemihermana,perorecuerdohaberlavistocaersedeuncaballodecartón.Sé,porunaexperienciadepérdidaquesufrípocodespués,quelosniñossientenconexactitud,sinunasolaaclaraciónverbal, el tono o tinte emocional de una casa de luto. Pero en este caso, la

Page 20: Autobiografía Por G. K. Chesterton

catástrofegrandedebiódeconfundirseeidentificarseconlapequeña.Siempresentí que era un recuerdo trágico, como si la hubiera tirado y matado uncaballodeverdad.Algodebiódehaberpintadoy repintado la escenaenmimente,paraque,derepente,alosdieciochoaños,medieracuentadequesehabía convertido en la escena deAmyRobsart tendida al pie de la escaleradespuésqueVarneyyotrovillanolaempujaran.Estaeslaverdaderadificultadqueconllevaelhechoderecordarcualquiercosa:recordamosdemasiadoporhaberlorecordadocondemasiadafrecuencia.

Daré otro ejemplo de este truco psicológico, aunque ello lleve aparejadotenerqueanticiparacontecimientosdemividamuyposteriores.Unadeestasbrevesvisionesdelaprehistoriademihistoriaesladeunahabitaciónenunpisoalto,largayllenadeluz(unaluzjamásvistaenmarotierra),enlaquealguientallaopintadeblancolacabezadeuncaballitodemadera,unacabezacasiarcaicadepuroestilizada.Desdeaqueldía,algoenlomásprofundodemiserseagitacuandoveounpostedemaderapintadodeblanco;ymuchomásaúnsiveouncaballoblancoen lacalle;asíquecuandoelprimerdíademilunademielmeencontrébajoelletrerodel«CaballoBlanco»enIpswich,fuecomoencontraraunamigoenuncuentodehadas.Peroporesamismarazón,esta imagenhapermanecidoy lamemoriahavueltoreiteradamenteaella;yesoqueyohehechotodoloquehepodidopordeteriorarymancharlapurezadel «Caballo Blanco» escribiendo una interminable balada sobre él.Generalmente,unhombrenolograolvidareldíadesuboda,sobretodosisetrata de un día tan absolutamente cómico como el de la mía. La familiarecuerdaunascuantasanécdotas,convertidasyaenleyendasfamiliares,sobretrenes perdidos, extravío de equipajes y otras cosas aún más excéntricas.Declarancontramí,yestotalmentecierto,quedecaminoalabodamedetuveabeberunvasodelecheenunatiendayacomprarunrevólverybalasenotra.Algunoslohanconsideradocomoregalosdebodainsólitosparaqueelnoviosehagaasímismo;ysi lanovianomehubieraconocidotanbien,supongoquepodríahaberse imaginadoqueyoeraunsuicida,unasesinoo loqueesaúnpeor,unabstemiomilitante.Amí,aquellomeparecíalomásnaturaldelmundo. Por supuesto que no compré la pistola para matarme a mí o a miesposa;nuncafuiverdaderamentemoderno.Lacompréporquemibodaeralagranaventurademijuventud,ytambiénporqueteníalavagaideadeprotegeramimujerdelospiratasquesindudainfestabanNorfolkBroads,adondenosdirigíamosydonde,despuésdetodo,siguehabiendounnúmeropreocupantede familias con apellido danés. Nomemolestaré si lo califican de infantil,pero obviamente era más bien una reminiscencia de la juventud que de laniñez. Sin embargo, la toma ritual del vaso de leche fue realmente unareminiscencia de la infancia.Medetuve en aquella lechería concreta porquesiempremehabíabebidoallíunvasodelechecuandopaseabadeniñoconmimadre. Y me pareció una ceremonia adecuada para unir las dos grandes

Page 21: Autobiografía Por G. K. Chesterton

relacionesenlavidadeunhombre.FueradelatiendaestabalafiguradeunaVacaBlancacomounasuertedecomplementoaladelCaballoBlanco:unadepie al inicio demi nuevo viaje y la otra al final. Pero la cuestión es que elhechomismodequeestasalegoríassevolvieranarepresentarenelmomentodel matrimonio y la madurez, las transforma verdaderamente, y en ciertosentido las encubre, aunque ese hecho conjure las vivencias originales delniño.Elcarteldel«CaballoBlanco»seharepintado,ysóloenesesentidosehadespintado.Noes tantoque lorecuerdecomoquerecuerdeel recordarlo.Perosirealmentequieroserrealistasobreaquelloslejanosdías,deboescarbarhastaqueencuentrealgonodemasiadopunzantecomoparaquemerasguñe,algo lobastanteolvidado comopara ser recordado.Hago el experimento eneste momento, mientras escribo. Buscando por esos perdidos aledaños,recuerdo,porprimeravezenesteinstante,otratiendajuntoalalecheríaquetuvodurantemiinfanciaunmisteriosoencanto.Yrecuerdoquesetratabadeunatiendadeóleosypinturasquevendíaconchasmarinasuntadaspordentrocon pintura dorada; y había también descoloridas tizas puntiagudas que heusadomenosenlosúltimostiempos.Nopiensoahoraenlospoderososcoloresdelacajadepinturascomún,lacacarmesíyazuldePrusia,pormuchoquemeencantasen y todavía me encanten. Otro chico, Robert Louis Stevenson, haexperimentado con mis colores en esa clase de paleta, y han acabado porgustarmetantoimpresoscomoenpintura.Perocuandorecuerdoqueaquellosolvidadoslápicesdecoloresconteníanunamina«rojoclaro»,segúnpareceuncolormás vulgar, la punta de aquel soso lápiz rojome pincha como si mesacarasangreroja.

De este recuerdo general sobre la memoria, se puede concluir algo: lomaravillosodelaniñezesquecualquiercosaenellapuedeserunamaravilla.No era simplemente unmundo lleno demilagros, era unmundomilagroso.Casitodoloquerealmenterecuerdorefuerzaestaimpresión,nosóloaquelloque se consideraría digno de ser recordado. En esto difiere de la otra granemocióndelpasado,osea,todolorelacionadoconelprimeramorylapasiónromántica,porque, aunque igualmente intenso, siemprealcanzaunmomentocríticoyescerterocomounestoquequeatraviesaelcorazón,mientrasquelaotraescomocientosdeventanasabiertasalrededordetodalacabeza.

Herealizadoaquíunaespeciedeexperimentopsicológicoconlamemoria.Heintentadopensarenlascosasquetengoolvidadasyqueestánjuntoalasque recuerdo; las cosas de la infancia que, aunque no tienen forma, estoysegurodequecompartenelmismomatiz.Hacemuchotiempoquerecuerdolalechería y acabode acordarmede la tiendade óleos; no tengoni idea de latiendaquehabíajuntoaladeóleos,peroestoysegurodequeaquella tiendabrillaba con lamisma luz perdida de lamañana porque estaba en lamismacalleybajoelmismocielo.Notengoniideadeaquécalledabalahileradeventanasdeaquellahabitaciónlargadondetallabanlacabezadelcaballo,sin

Page 22: Autobiografía Por G. K. Chesterton

embargo, tengolarepentinasensacióndequeeraunacallefelizo,puestosaserpedantes,unacalle en laqueyodebídehaber sido feliz.Nadaparecidosucedenisiquieraconlosmomentosmásfelicesdeesasotrasvivenciasquellamamos«amorosas».Yahecontadocómomi lunademielempezódelantedelaVacaBlancademiinfancia,pero,porsupuesto,yotambiénhabíasidoensumomentounternero,pornodecirunbecerro,unadeesascabritaslocasquebailanalaluzdelalunamuchoantesdequelleguelalunademiel.Aquellossueñossontambiénrestosdealgodivino,perotienenelcolordelapuestadesolmásquedelplenodía.Heatravesadocamposalatardecerymehevistocomounsimplepuntolejanoenunafiladecasas,unaventanaconcretayunacabezaperceptible,ymehesentido transportadocomosisonaran trompetas,comosifueraelsaludodeBeatriz.Peroesonimehacíanimehacepensarenque lasotrascasasyventanasguardanalgo igualmente interesante,yesoesjustamente lo que sucede con la visión fugaz del país maravilloso de lainfancia.Hemosleídoinnumerablespáginassobreelamorquehaceelsolmásbrillanteylasfloresmásllamativasyenunsentidoescierto,aunquenoenelque yo quiero decir. Ese es un sentimiento que hace que elmundo cambie,peroelniñoviveenunmundoinmutableo,almenos,elhombresientequeesél quien ha cambiado. Ha cambiado mucho antes de acercarse a la gran ygloriosaagitacióndelamordemujer,yesoguardaensímismoalgonuevo,sólido y crucial, crucial en el sentido literal de que está tan cerca de CanácomodelCalvario.Enestecaso, loamadoseconvierte instantáneamenteenaquelloquepuedeperderse.

Mitesisesquesepuedecomprobarelestadodeánimoinfantilpensandonosóloenloquehabía,sinoenloquedebíadehaber.Piensoenlastraserasdelas casas de las que sólo veía la fachada principal; en las calles que seestiraban detrás de las calles conocidas; en las cosas que se quedaron a lavuelta de la esquina, y todo eso aún me produce escalofríos. Uno de losdeportesdelaimaginación,unjuegoalquehejugadotodamivida,consistíaencogerunlibrocondibujosdeantiguascasasholandesasypensarnoenloquehabía en los cuadros sino en todo loquequedaba fuerade ellos, en losdesconocidos rincones y callejuelas de lamisma ciudad pintoresca. El libroestabaescritoeilustradopormipadreparausofamiliar.Eramuypropiodeél,queenelperíodoPuginhabíarealizadoiluminacionesgóticas;perocuandolointentódenuevolohizoenotroestilo,eldeltenebrosorenacimientoholandés,eldelagrotescaornamentaciónconvolutasquerecuerdamáseltalladodelamaderaqueel labradode lapiedra.Eradeesoshombresa losque lesgustaintentarlotodounavezenlavida.Estefueelúnicolibroqueescribióynuncasemolestóenpublicarlo.

MipadrepodíahaberrecordadoaMr.Pickwick,exceptoporqueélsiemprellevóbarbaynuncafuecalvo.Llevabagafasy tenía toda laecuanimidaddecarácter y el gusto por las anécdotas de viajes típicas deMr. Pickwick. Era

Page 23: Autobiografía Por G. K. Chesterton

más bien tranquilo, pero su tranquilidad ocultaba una copiosa profusión deideas.Y, por supuesto, le encantaba tomar el pelo a la gente.Recuerdo, porcitarunaentremuchasde aquellasbromas, cómo instruía seriamente aunasdamas muy estiradas sobre los nombres de las flores, deteniéndoseespecialmenteenlosnombrespopularesquelesdabanenciertaslocalidades.«La gente del campo las llama “Cortaplumas de marinero”», decía deimproviso,despuésdefingirquelesdabaelnombrecientíficocompleto;otrasveces:«CreoqueenLincolnshirelasllaman“Cordóndebotadepanadero”».Yesunfinoejemplodelasimplicidadhumanaeladvertirhastadóndecreíaélque podía llevar sin riesgo aquel instructivo discurso. Ellas le seguían lacorriente sin inmutarse cuando él observaba de pasada: «aquí tenemos unaramitadebigamiasalvaje»;sólocuandoañadíaquehabíaunavariedadlocalconocida como «Bigamia de obispo», empezaban a comprender loabsolutamente depravado de su carácter. Posiblemente ese aspecto de suinagotable amabilidad era el responsable de una entrada que encontré en unantiguodietario,dejuiciosbufoscelebradosporélysushermanos,enelqueEdward Chesterton fue juzgado por el delito de Provocación. Pero aquellaespeciedeinventivacreabaenlosniñosunapermanenteexpectacióndeloquerecónditamentesellamaSorpresa.Yeseeselaspectodelasuntoqueaquínosinteresa.

Su versatilidad como experimentador y hombre habilidoso en diferentesterrenos era sorprendente. En sumadriguera o estudio, había pilas enormescompuestas por capas estratificadas con muestras de diez o doceentretenimientoscreativos:acuarelas,esculturas,fotografías,vidrieras,grecas,linternas mágicas e iluminaciones medievales. He heredado, o acaso heimitado, su hábito de dibujar, pero en todos los otros aspectos soydecididamente un patoso. Se decía que en su juventud había estudiado arteparaserunprofesional,peroobviamenteelnegociofamiliareramásseguro,ysu vida siguió un camino de cierta prudencia satisfecha y desprendida,extraordinariamentetípicadeél,desufamiliaydesugeneración.Jamásseleocurrió sacar provecho económico de su talento para las artes plásticas niutilizarloparanadaquenofuesesupropioplaceryelnuestro.Anosotros,élnosparecía,porsupuesto,elHombredelallavedorada,unmagoqueabríalasverjasde los castillosde losduendesy los sepulcrosde loshéroesmuertos,con lo que no era incongruente llamar linterna mágica a su linterna. Sinembargo,durante todosaquellosaños,elmundo,e incluso losvecinosdeallado, le teníanporunhombredenegociosdignodeconfianzaycapaz,perodesprovistodeambición.Fueunamagníficaprimeralecciónenloquetambiénes la última lección de la vida: en todo lo importante, el interior esmuchomayorqueelexterior.Enresumen,mealegrodequenuncafueseunartista.Ello podría haberle impedido ser un amateur. Podría haber estropeado sucarrera, sucarrerapersonal.Nuncahabríaconseguidounvulgaréxitoen las

Page 24: Autobiografía Por G. K. Chesterton

milesdecosasquecontantoéxitohacía.

SituvieraquegeneralizarsobrelosChesterton,misparientespaternos(loquepuedeserpeligroso,porquemuchosdeellosaúnviven),diríaqueeranyson extraordinariamente ingleses.Predomina en ellosun tonoperceptibledebondad y buen juicio con cierta tendencia a la ensoñación y una tranquilalealtad en sus relacionespersonales, perceptible incluso en alguien comomihermano Cecil, que en sus relaciones públicas era extraordinariamentebeligerante y provocador. Creo que esta especie de cordura somnolienta esmuyinglesa,y,porcomparación,noseríadescabelladopensarque,despuésdetodo,habíaalgofrancésenlafamiliademimadreporque,sisetieneencuentalamezclade ingredienteshabitual, elloseranmásbajos,con frecuenciamásmorenos,fuertes,extraordinariamentetenaces,conprejuiciosmuydivertidosyespíritu luchador. Pero almargen de cualquier conjetura que hagamos sobreestascuestiones(ynadiehahechootracosaqueconjeturassobrelacuestiónde laherencia), sonotras las razonespor lasquemencioneel sabordealgoracial en este linaje.Aunque ingleses enmuchas cosas, losChesterton eraninequívocamente inglesesensu inclinaciónnaturalpor loshobbiesEseeselrasgo quemás drásticamente separa al viejo hombre de negocios inglés delhombre de negocios americano y, en cierto modo, del actual hombre denegociosinglés,unacopiadelnorteamericano.Cuandoelamericanoempiezaa decir que «la venta puede ser un arte» quiere decir que un artista deberíaponer todo su arte en la venta. El inglés anticuado, comomi padre, vendíacasasparavivir,perollenabasupropiacasaconsuvida.

Un hobby no es algo festivo.No es simplemente un relaxmomentáneo,necesariopara reanudarel trabajo,yporesodebediferenciarsemuybiendegranpartedeloquesellamadeporte.Unbuenjuegoesunacosaestupenda,peronoes lomismoqueunhobby,ymuchospracticanelgolfo lacazadelurogallo porque es una forma concentrada de diversión; del mismo modo,nuestroscontemporáneosencuentranenelwhiskyunaformaconcentradadeloquenuestrospadresencontrabandifusoenlacerveza.Sihacefaltamediodíaparasacaraunhombredesuscasillasoparaconvertirloenotro,selogramejormedianteuna agitación claramente competitiva comoel deporte.Perounhobbynoduramediodíasinomediavida,aunqueseríamásjustoacusaraquien practica un hobby de vivir una doble vida. Los hobbies como el delteatrodejuguete,sondeíndolesimilaralesfuerzodelaprácticaprofesionalynosimplementeunareacciónanteél.Nosetratasólodehacerejercicio,sinodetrabajar.Nosetratasimplementedeejercitarelcuerpoenvezdelamente,algomagníficoyhoyplenamentereconocido,setratadeejercitarelrestodelamente, algohoyprácticamenteolvidado.SiBrowning, esevictoriano típico,dice que le gusta saber que un carnicero pinta o que un panadero escribepoesía, no se conformaría en cambio con la afirmación de que un carnicerojuegaaltenisounpanaderoalgolf.Mipadreymistíos,tambiénvictorianos

Page 25: Autobiografía Por G. K. Chesterton

típicos y seguidores de Browning, estaban todos marcados en diferentesgradosporesegustode tenergustospropios.Unodeellosdedicaba todosutiempolibrealajardineríayenalgúnlugardelahistoriadelahorticulturahayun crisantemo que lleva su nombre y que data de la época en que loscrisantemos llegaronporprimeravezdesde las islas delSolNaciente.Otro,que se había dedicado a viajar con fines comerciales, había recopilado unacolecciónextraordinaria—dignadefigurarenunasmemoriasmuchomejoresque estas—de los chifladosy curanderosquehabía conocidoen susviajes,con quienes había discutido, simpatizado y recitado a Browning y GeorgeMacdonald,yalosqueseguroquetambiénaportóalgo,pueseraunhombremuy interesante. Interesante sobre todoporque tenía intereses.Sin embargo,comoyadije,enmicasanose tratabadeunhobbysinodecientosdeellosapilados uno encima de otro. Pero bien fuera por casualidad bien por gustopersonal,elquehapermanecidofijoenmimemoriadurantetodamividahasido el del teatro de juguete. En cualquier caso, la contemplación de esetrabajoha supuestounagrandiferencia enmividaymisopinioneshasta laactualidad.

No sé hacer muchas cosas si lo comparo con las que se hacían en miinfancia,peroheaprendidoadisfrutarviendocómosehacenlascosas;nolamanivelaqueenúltimotérminolasproduce,sinolamanoquelashace.Simipadrehubierasidounvulgarmillonariopropietariodemilfábricasdealgodóno de unmillón demáquinas que fabricaran cacao, cuántomás pequeñomehabría parecido. Y esta experiencia me ha hecho profundamente escépticosobre todo ese parloteo moderno del necesario aburrimiento de la vidadoméstica y de la degradantemonotonía de hacer sólo tortas y tartas. ¡Sólohacercosas!EslomáximoquesepuededecirdelmismísimoDios:Aquelquehacecosas.El fabricanteni siquiera fabricacosas; sólopagaparaquese lasfabriquen.Igualmente,nopuedodejardesonreírcuandooigoaesamultituddegentefrívola,incapazdehacernadaniparasalvarsuvida,hablarsobrelaestrechezyrigidezdelhogarvictoriano.Lográbamoshacermuchascosasennuestrascasasvictorianasquelagentecomprahoyapreciosastronómicosenlastiendasdeartesanía;esastiendasquetienentantoartecomoparte.Todoloquesucedíaenlacasaoloquesehacíaenelrecintodelamismapermaneceenmiimaginacióncomounaleyenda,sobretodolorelacionadoconlacocinaoladespensa.Lamelcochamesiguesabiendomejorquelosbombonesmáscaros que los millonarios cuáqueros venden por millones; y eso esprincipalmenteporquenosotrosmismoshacíamoslamelcocha.

Elnº999delextensocatálogodeloslibrosquenoheescrito(todosellosmuchomásbrillantesyconvincentesquelosqueheescrito)eslahistoriadeun hombre con éxito que parecía tener un oscuro secreto en su vida y quefinalmentefuedescubiertoporlosdetectivesjugandoconmuñecas,soldaditosdeplomooaalgúnpenosojuegoinfantil.Puedodecircontodamodestiaque

Page 26: Autobiografía Por G. K. Chesterton

yo soy ese hombre, en todo, excepto en la solidez de su reputacióny en subrillante carrera comercial. En este último sentido, quizá fuera aún másaplicableamipadrequeamí.Yo,desdeluego,nohedejadonuncadejugary¡ojaláhubieramástiempoparajugar!Ojalánotuviéramosquemalgastar,enfrivolidades como conferencias y literatura, el tiempo que podríamos haberdedicadoaltrabajoserio,sólidoyconstructivocomorecortarfigurasdecartónypegarencima lentejuelas.Aldeciresto, llegoa la tercera razónpor laqueconsidero el teatro de juguete como un texto; es una razón que provocarámuchosmalentendidosporloreiterativoyelranciosentimientoquesepuedeasociaraella.Esunadeesascosasquesiempresemalinterpretanporhabersidoexplicadasdemasiadasveces.

Mesientoinclinadoanegaresecultomodernoalniñoquejuega.Debidoadistintasinfluenciasdeunanuevaculturabastanteromántica,el«niño»sehaconvertidoenel«niñomimado».Laverdaderabellezasehaestropeadoporlapoco escrupulosa emoción de los adultos, que han perdido gran parte de susentidode la realidad.Lapeorherejíadeestaescuelaesquealniñosólo leinteresalasimulación.Estoseinterpretaenelsentido,alavezsentimentalyescéptico,dequenohaydemasiadadiferenciaentre simularycreer.Peroelauténtico niño no confunde realidad y ficción. Actúa porque aún no puedeescribiresaficción,nisiquieraleerla,perojamáspermitequesusaludmentalquedeempañadaporeso.Paraélseguramentenohaynadamásdiferenciadoquejugaraladronesyrobarcaramelos.Pormuchoquejueguealadrones,noacabarácreyendoquerobarestábien.Yoveíaladiferenciacontotalclaridadcuandoeraunniño.¡Ojalápudieraverloahoralamitaddeclaro!Mepasabahorasyhoras en la parte traseradel jardín jugando a ladrones, pero aquellonuncatuvonadaqueverconlatentacióndebirlardelahabitacióndemipadreunanuevacajadepinturas.Noesquefuerafalso;simplementeescribíaantesdesaberescribir.Porsuerte,quizá,paralaintegridaddeljardíntrasero,prontotrasladémis sueños a algo que guardaba un tosco parecido con la escritura;sobre todoenformadedibujosamorfosydesvencijadosdemapasdepaísesfabulosos, habitados por hombres de formas y colores increíbles, y connombres todavía más increíbles. Pero aunque pudiera llenar el mundo condragones,jamástuvelamásligeradudadequeloshéroesdebíanlucharcontralosdragones.

Debohacerunincisoparaacusaramuchosdeesosamantesdelosniñosde crueldadhacia ellos.Es falsodecir que al niñono legusta la fábula conmoraleja. A menudo le gusta más la moraleja que la fábula. Los adultostrasladan su tedioso sarcasmo a unamente lo bastante fuerte como para sertotalmenteseria.AlosadultoslesgustanloscómicosStandfordyMerton.AlosniñoslesgustanlosStandfordyMertonreales.Porlomenos,séqueamímegustabanmuchoysentíaunafidelidad inquebrantablehaciael«GranjeroHonrado» y el «NegroNoble».Me arriesgo a extenderme sobre este punto,

Page 27: Autobiografía Por G. K. Chesterton

aunque sólo sea como un paréntesis, porque también sobre él existeactualmente un malentendido. En realidad, estamos ante lo que podríamosllamarunatendenciañoñaquenodejadeserloaunquesetratedeunañoñeríacontra la ñoñería. De puro habitual ha llegado a ser convencional expresarmalestar ante los cuentos infantiles gazmoños y moralizantes, cuentosanticuadosrelativosacosascomolopecaminosodelrobo,peroalrecordaresaatmósferaanticuada,nopuedoevitarexponermiopiniónsobrelopeculiardelasunto.

He de confesar que a menudo me encantaban los cuentos gazmoños ymoralizantes.Nocreoquehoymeproporcionaranunexquisitoplacerliterario,peroesonoesloqueahoraplanteamos.Losquedenuncianesashistoriasconmoraleja son hombres, no niños. Pero creo que muchísimos admitirían sugusto infantil por los cuentos morales si aún les quedara valor moral parahacerlo. La razón es perfectamente sencilla: los adultos han reaccionadocontralasmoralejasporquesabenqueamenudosonsímbolodeinmoralidad.Sabenque loshipócritasyfariseoshanusadoesos tópicosdeformaarteraoperversa,peroelniñonosabenadadeartimañasniperversidad.Élsólovelosidealesmoralesensímismosylosconsiderasencillamenteverdaderos,porquesonverdaderos.

El cínico moderno comete otro error craso respecto al cuentistamoralizador.Conelcinismoqueleespropio,elprimerosiempreimaginaqueexisteunelementodecorrupciónenlaideaderecompensa,enlaposturadelniñocapazdedecir,comoen losversosdeStevenson:«Cadadía,sihesidobueno, me dan una naranja tras el almuerzo». Al hombre a quien laexperienciahahecho ignorante, esto leparece siempreunvulgar sobornoalniño.Elfilósofomodernosabequesenecesitaríaunsobornorealmentegrandeparainducirleaserbueno.Portanto,alfilósofomodernoleparecequeseríacomo decirle al políticomoderno: «Le daré cincuentamil libras cuando, enunaocasiónconcreta,demuestrequehamantenidosupalabra».Laconsistenterecompensaparecealgomuydistintodelaextraordinariayenojosatarea.Peroalniñono se lopareceasí.Alniñono se lopareceríaasí si laReinade lashadas dijera al Príncipe: «Recibirás la manzana dorada del árbol mágicocuandohayasluchadocontraeldragón».Porqueelniñonoesmaniqueoynopiensa que las cosas buenas estén, por su propia naturaleza, separadas delhechodeserbueno.Enotraspalabras,adiferenciadelreticenterealista,élnoconsidera la bondad como algo malo. Para él, la bondad, el regalo y lamanzana dorada—o la naranja— forman parte de un paraíso verdadero ynaturalmente van juntos. En otras palabras, él se ve como alguien quenormalmentemantiene una relación amistosa con las fuerzas naturales y nocomoalguienquenormalmentepeleaoregateaconellas.Sufreloshabitualesobstáculos y malentendidos egoístas, pero en el fondo de su corazón noconsideraextrañoquesuspadresseanbuenosconélyledenunanaranja,ni

Page 28: Autobiografía Por G. K. Chesterton

que él se porte bien con ellos y se someta a algún sencillo experimento debuen comportamiento.Él no siente que le corrompan. Somos sólo nosotros,losquehemoscomidolamanzanaprohibida(olanaranja),quienesvemoselplacercomounsoborno.

Sinembargo,miprincipalpropósitoaquíesdeciresto:paramílainfanciaposee una cierta cualidad que, aunque pueda ser indescriptible, no es enabsolutoimprecisa.Esbastantemásclaraqueladiferenciaentrenochecerradayamanecer,oentretenerdolordemuelasynotenerlo.Paralacontinuacióndelahistoria,esnecesarioatacaresteprimerymásarduocapítulodelcuento,ycomo sea debo intentar exponer lo que quiero decir cuando afirmo que miniñez tuvo una clase o calidad distinta al resto de mi existencia,inmerecidamenteagradableyalegre.

Laclaridaderaelatributomásgeneraldeestacualidadpositiva.Porcierto,en este punto disiento de Stevenson, a quien admiro, y que habla del niñocomo alguien con la cabeza en las nubes, como si normalmente el niño semoviera en una confusa ensoñación en la que no distinguiera lo real de loimaginado.Ahorabien,tantolosniñoscomolosadultosfantaseamosaveces,aunquenoseaesoloqueenmimentenienmimemoriadistinguealniñodeladulto.Mimemoriaescomounaespeciedeluzblancaqueloiluminatodoyrecortasusperfilesconclaridadsubrayandosusolidez.La luzblancaestabaimpregnada de una especie de prodigio, como si elmundo fuera tan nuevocomoyomismo;peronoesqueaquelmundonofueraabsolutamentereal.Mesientohoymuchomáspredispuestoaimaginarqueunmanzanoalaluzdelalunaesunfantasmaounaninfalúgubre;oavercómolosmueblescambiandemodo fantástico y se arrastran al anochecer, como en un cuento de Poe oHawthorne. Pero de niño, yo tenía una especie de asombro confiado alcontemplarelmanzanocomounmanzano.Estabasegurodeelloytambiéndela sorpresa queme producía; tan seguro comoqueDios creó lasmanzanas.Podíansermanzanitaspequeñascomoyo,peroerantambiénsólidascomoyo.Habíaalgodeeternamañanaenaquel estadodeánimoypreferíaver cómoardía un fuego que imaginarme las caras a la luz del fuego. El HermanoFuego,alquesanFranciscoamaba,meparecíamuchomásfraternoqueesosrostros quiméricos que surgen ante los hombres que han conocido otrasemocionesdistintasa lasde la fraternidad.Nosésialgunavezpedí la luna,como suele decirse, pero estoy seguro de queme la imaginaba sólida comounaenormeboladenieveydequesiempre tuvemásdeseode lunasquedesimples claros de luna. Aquello sólo podría expresarse vagamente con unafiguraretórica,perosetratabadeunhechoynodeunafiguraretórica.Loqueanteriormentedijesobreelteatrillodejuguetepodríaalegarsecomopruebademiscontradiccionesycomoejemplodeplacerenlamerailusión.

Así, lo quedije al principio sobre el teatrode juguete semalinterpretará

Page 29: Autobiografía Por G. K. Chesterton

porcompleto.Dehecho,nohuboenaquelasuntonadaquetuvieraqueverconlailusiónoladesilusión.Siestefueraunmodernoycrudorelatorealista,yo,por supuesto, contaría una historia conmovedora de la espantosa decepciónquesufriómiespíritualdescubrirqueelpríncipeerasólounafiguritapintada.Peroestonoesunmodernoycrudorelatorealista.Muyalcontrario,esunahistoria verdadera. Y la verdad es que no recuerdo haberme sentido niengañadonidesengañado.Lacuestiónesqueamímeencantabaelteatrodejugueteaunquesupieraqueerade juguete.Ymeencantaban las figuritasdecartón, a pesar de haber descubierto que eran de cartón. La blanca luz delasombroqueiluminabatodoaquellonoeraningúntruco;enrealidad,muchasde las cosas que hoy brillan conmás intensidad enmimemoria eranmerosaccesoriostécnicos,comolospalosparalelosdemaderablancaquemanteníanel escenario en su sitio, unamadera blanca que todavía sigue curiosamenteasociadaenmiimaginacióncontodolorelativoalsantooficiodelCarpintero.Me pasaba lo mismo con muchos otros juegos o simulaciones que meencantaban,comoconelteatrodemarionetasdePunchyJudy.Nosólosabíaque las figuras eran demadera, sino que quería que fuesen demadera. Nopodíaimaginarmequeaquelporrazoatronadorpudieradarseconalgoquenofueraunpalodemaderasobreunacabezatambiéndemadera.Peroencontrabaen las figuras ese placer que el hombre primitivo debía de sentir ante unaprimitivaartesanía,alverqueestabantalladasypintadascomounapasmosaygesticulantecaricaturadelohumano.Megustabaqueaquel trozodemaderafueseunacara,pero tambiénmegustabaqueaquella cara fueseun trozodemadera.Esonosignificaqueel teatrodemadera,comoeldecartón,nomerevelaraauténticasideasyfantasías,ymeofrecieraespléndidosatisbosdelasposibilidades de la existencia. Por supuesto, en aquel entonces, el niño nopodíaanalizarseasímismoyahoraelhombrenopuedeanalizaralniño.Peroestoy seguro de que no era una simple víctima del engaño o la trampa. Éldisfrutabadelasugerenterepresentaciónartísticaexactamenteigualacomoladisfrutauncríticodearte,sóloqueelniñoladisfrutabamuchísimomás.Porlamismarazón,nocreoqueyomepreocuparanuncamuchonideSantaClausnidelsupuestocuchicheodelniñoquerevelaquePapáNoel«essólotupapá».Talvezlapalabra«sólo»impresionaríaalosniñoscomolemotjuste.

Mi arraigada idolatría por Punch y Judy ilustraba el mismo hecho y lamisma falacia. Yo no sólo agradecía el entretenimiento, sino que llegué asentirme agradecido por los mismísimos accesorios e instrumentos delentretenimiento: la torre con cuatro almenas pintada en la lona con aquellaventanasolitariaenloaltoyhastalosmásmínimosdetallesdeaquelescenarioconvencional y evidentemente pintado. Y sin embargo, estas eran las cosasque,comoatavíosdelaimpostura,yodeberíahaberrotoydesgarradoenunataque de ira si realmente hubiera sentido que la explicación estropeaba laexperiencia. Me encantó —no me desencantó— descubrir que las figuras

Page 30: Autobiografía Por G. K. Chesterton

mágicas semovíancon tresdedoshumanos.Y tenía razón,porqueesos tresdedoshumanossonmásmágicosquelafiguramásmágica;lostresdedosquesostienenlapluma,laespadayelarcodelviolín;losmismostresdedosqueelsacerdote levantaparabendecircomoemblemade laSantísimaTrinidad.Enmimentenohabíaconflictoentreaquellasdosmagias.

Resumiré ahora en cuatro puntos lo que parecerá una especie derompecabezassobrelapágina.Puedoasegurarallectorquetienenmuchoqueverconlasúltimasconclusionesdeestelibro.Despuésdehaberempapeladoelmundo con cientosde artículosparaganarme lavida, sindudame sientoinclinado a dejar que este relato se desmande y adopte la forma de ensayo;pero repito que esto no es un ensayo sino un relato. Tantomás cuanto queestoyutilizandountrucodelosrelatosdedetectives.Enlasprimeraspáginasde una novela policíaca, se dan con frecuencia tres o cuatro pistas paraespolear la curiosidad del lector más que para satisfacerla; por ejemplo, elsobresaltodelcuraalreconoceraalguien,elgritodelacacatúaenlanoche,elpapelsecantequemadooelsoslayarapresuradamenteeltemadelascebollassonindiciosqueseexponenalprincipio,aunquenoseexpliquenhastaelfinal.Asísucedeconeltediosoydifícilinterludiodeestecapítulo,queesunameraintrospecciónsobrelainfanciaquenoesintrospectiva.Noobstante,ellectorpacientepuededescubrir que estasoscuraspistas tienen algoquever con elposterior misterio de mi descarriada existencia e incluso con el crimencometidoantesdelfinal.Detodosmodos,lasexpondréaquísindiscutirnadadeloquepuedanpresagiar.

En primer lugar, mi vida empezó a desplegarse en la época delevolucionismo, que en realidad es un términoque sólo significa despliegue.Pero para muchos de los evolucionistas de aquella época parecía queevoluciónqueríadecireldesplieguedealgoquenoexiste.Desdeentoncesyen cierto sentido, he terminado por creer en el desarrollo, es decir, en eldesplieguedeloqueyaexiste.Hoypuedeparecerunafanfarronadaatrevidayequívoca afirmar que en mi infancia yo ya estaba allí completo o, por lomenos,muchosde losquemejormeconocían tendríansusdudassobreestepunto.Peroloquequierodeciresquelasdistincionesquehagoaquíestabantodasallí.Yonoeraconscientedeellasentonces,peroestabancontenidasenmí.Enresumen,enlainfancia,existíantácitamente,aunqueenaquelentoncesellasnosemanifestabanenlacomúnmentellamadaobedienciatácita.

Ensegundolugar,sabía,porejemplo,quefingirnoesengañar.Nohabríapodidodefinirladiferenciasimelohubieranpreguntado,peroesosedebíaaque nunca se me hubiera ocurrido que me lo pudieran preguntar. Erasimplemente porque un niño entiende la naturaleza del artemucho antes dequeentienda lanaturalezadel razonamiento.Aúnhoynoes rarooírque lasimágenessonídolosyquelosídolossonmuñecos.Mealegradeciraquíqueni

Page 31: Autobiografía Por G. K. Chesterton

siquieralosmuñecossonídolos,sinoauténticasimágenes.Lamismapalabra«imágenes» significa cosas necesarias a la imaginación. Pero no cosascontrarias a la razón,no,ni siquieraparaunniño,porque la imaginaciónescasiloopuestoalafantasía.

Entercerlugar,yahedichoqueyodisfrutabadePunchyJudycomoteatroynocomofantasía;dehecho,elextraordinarioestadomentalque luchoporrevivirerarealmenteelreversodeunsueño.Eramásbiencomosiestuviesemásdespiertodeloqueestoyahoraymemovieraenunaluzmásintensa,queera, respecto a lo que entendemos por luz intensa, lo que el día es a laoscuridad.Porsupuesto,sóloparaaquellosquevenelúltimorayoatravésdela oscuridad, la luz parece más misteriosa que cualquier oscuridad. Decualquier forma, parece muy distinta, y de eso estoy total y absolutamenteseguro, aunque enuna cuestión tan subjetiva como la de las sensacionesnopuede haber demostración. ¿Cuál era el significado real de esa diferencia?Ahora, parece que tengo alguna ligera idea, pero no la mencionaré en estemomentodelrelato.

Seríanatural,finalmente,aunquetotalmenteerróneo,deducirdetodoestoquemiinfanciafueexcepcionalmentecómodaytotalmentefeliz;obienquemimemoriaessimplementeunrelojdesolquemarcasólolashorassoleadas.Peronoeseso loquequierodecir; se tratadealgomuydistinto.Durante lainfancia,mesentíaamenudodesgraciado,comootrosniños,perolafelicidado infelicidad parecían de una textura distinta o se sustentaban sobre otrosintereses.Comocualquierotroniño,amenudomeportabamal,ynuncadudéni por unmomentode lamoralejade todos los cuentosmorales, que, comoprincipiogeneral,sostienenquelagentedeberíaserdesgraciadacuandosehaportado mal. Es decir, las ideas de arrepentimiento y absolución estabanimplícitas en mi mente, pero todavía sin desplegar. Además, yo no era, enmodo alguno, ajeno al dolor, algo absolutamente incuestionable; me dolíanmuchísimolasmuelasysobretodo,losoídos;pocospuedenconfundirsehastael punto de considerar el dolor de oídos como una forma de hedonismoepicúreo. Pero también aquí existe una diferencia. Por alguna razóninexplicable y de forma indescriptible, el dolor no dejó en mi memoria laimpresióndelointolerableomisteriosoquedejaenlamenteadulta.Puedodarfedeestoscuatrohechosexactamenteigualqueladaríademigustoporunapistoladejugueteoportreparaunárbol.Susignificado,enelasesinatooenotromisterio,aparecerámásadelante.

Me temo que he prolongado absurdamente esta nota sobre la infancia,comosihubiera tardadoun tiempoexcesivonoenmorir sinoennacer,oalmenosencrecer.Bueno,estoyconvencidodequehayqueestirarlaniñezynolamentohabersidounniñolento.Perosólopuedodecirqueestanotasobrelainfanciaesnecesariasinoqueremosquetodolodemásseasólounatontería,y

Page 32: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ni siquiera seauna tontería infantil.En loscapítulos siguientes, trataréde loquesehadadoenllamarhechosreales,aunqueseanmuchomenosreales.Sinquererdármelasdeaventureroodetrotamundos,puedodecirquehevistounpocodemundo,heviajadoa lugares interesantesyhehabladoconhombresinteresantes; he participado en disputas políticas que con frecuencia se hanconvertidoenluchassectarias;hehabladoconestadistasenmomentoscríticosdeldestinodelosestados;heconocidoa lamayoríade losgrandespoetasyprosistasdemiépoca;he seguidoel rastrode torbellinosy terremotos,yheviajadoalosconfinesdelatierra;hevividoencasasreducidasacenizasenlastrágicas guerras de Irlanda; en Polonia, he caminado entre las ruinas de lospalaciosqueelEjércitoRojodejabaasupaso;heoídohablarsobrelasseñalessecretasdelKuKluxKlanen las fronterasdeTejas;hevistoa los fanáticosárabes salir del desierto para atacar a los judíos en Jerusalén. Haymuchosperiodistas que han visto muchas más cosas de estas, pero yo he sidoperiodistaylashevisto;nohabrádificultadesparallenarotroscapítulosconellas, pero no significarán nada si no se entiende que, aún hoy, significanmenosparamíquePunchyJudyenCampdenHill.

Enunapalabra,nuncahedudadodequeesta fueramiauténticavida, esdecir, el inicio real de lo que debería haber sido una vida más real, unaexperienciaperdidaenlatierradelosvivos.Creoquecuandosalídemicasayme quedé de pie sobre aquella colina de casas donde los caminos seprecipitabanhaciaHollandParkylasterrazasdelasnuevascasasdeladrillorojodabanauninmensovalleencuyofondoseveíaelreflejodelPalaciodeCristal (y verlo era una actividad juvenil en aquellos barrios), yo estabaíntimamentesegurodelomismoqueahoraloestoyconscientemente,dequeelblancoysólidocaminoyeldignoprincipiodelavidadeunhombreestabanallí,ydequeeselhombrequiendespuésloensombrececonsussueñososeengañaasímismo,ysedescarría.Eladultoeselúnicoqueviveunavidadesimulaciónyfingimiento;esélquientienelacabezaenlasnubes.

Por supuesto, entoncesni siquiera sabíaqueesta luzde lamañanapodíaperderseytodavíasabíamenossobrelapolémicadesiesposiblerecuperarlao no. Los debates de aquella época pasaban lejanos sobremi cabeza, comotormentasenloaltodelaatmósfera,perocomoyonoeracapazdepreverelproblema, tampoco podía buscar soluciones con antelación. Simplementemiraba los acontecimientos en la calle igual que miraba los del teatro dejuguete;yentoncescomoahora,conseguíaigualmentevercosascuriosas,notrivialidades insulsas, sinopequeñeces llenas de colorido, dignasde losmásdesenfrenados espectáculos del teatro de juguete. Recuerdo una vez quepaseabaconmipadreporKensingtonHighStreetyvimosunaaglomeraciónde gente concentrada junto a un oscuro y estrecho portal del lado sur deaquella calle. Yo ya había visto anteriormente aglomeraciones, y estabapreparadoparalosgritosyempujones.Peronoestabapreparadoparaloque

Page 33: Autobiografía Por G. K. Chesterton

sucedió entonces. Una especie de murmullo recorrió la fila como unrelámpago y todos aquellos excéntricos cayeron de rodillas sobre la acera.Nuncahabíavistoalagentehacersemejantesgestosexceptoenlaiglesia,asíquemedetuveamirar.Entoncesmedicuentadequeunaespeciedecochecitoo carruaje oscuro se había detenido frente al portal y que de él bajaba unfantasma envuelto en llamas.Nada en aquella caja de pinturas de un chelínhabía desplegado nunca tal conflagración escarlata, tales lagos de laca, nihabíaparecidotanespléndidamenteaptoparaencarnarelinfinitomar.Avanzóconsusradiantesropajescomounainmensanubepúrpuradecrepúsculo,consus largos y frágiles dedos levantados bendiciendo a la multitud. Entoncesmirésurostro,yelcontrastemesobrecogió:sucarateníalapalidezmortaldelmarfil, muy arrugada y vieja, hecha de nervio, hueso y tendón; los ojoshundidos y ojerosos; pero no era feo, y en cada una de sus faccionessobrevivíanlasruinasdeunagranbelleza.Surostroeratanextraordinarioquepor un momento llegué a olvidar aquellos ropajes escarlata absolutamentemaravillosos.

Pasamospordelanteyentoncesmipadredijo:

—¿Sabesquiénera?EraelCardenalManning.

Luego,algunodesusartísticoshobbieslevinoasudistraídaysocarronacabeza,ydijo:

—Habríatenidoungranéxitocomomodelo.

III

CÓMOSERUNIMBÉCIL

Elpasodelaniñezalapubertadylamisteriosametamorfosisquedacomoresultadoesemonstruoqueesunadolescentepodríanmuybienresumirseenunpequeñodetalle,eldelasantiguasmayúsculasdelalfabetogriego:lagranzeta,unaesferaatravesadaporunarocomoSaturno,olagranépsilon,comounesbeltocálizcurvado,conservantodavíaparamíunencantoyunmisterioindescriptibles,comosifueransignosdecalurosabienvenidatrazadossobreelamanecer del Edén. Las minúsculas griegas corrientes, aunque ahora meresultan mucho más familiares, me parecen cositas bastante desagradables,comounanubedemosquitos.Encuantoalosacentosgriegos,logréconéxito,a lo largo de una larga serie de trimestres escolares, evitar aprendérmelos;jamásme he sentido tan satisfecho como cuando, tiempo después, descubríquelosgriegostampocoselosaprendieronnunca.Sentíaunclaroorgullodeser tan ignorante como Platón y Tucídides. Al menos, los griegos que

Page 34: Autobiografía Por G. K. Chesterton

escribieron la prosa y la poesía que merecían la pena estudiarse, no losconocían; según creo, los acentos fueron un invento de los gramáticosrenacentistas. Pero es un hecho psicológico que la contemplación de unamayúscula griega aún me llena de felicidad; la de una minúscula, deindiferencia teñidadedisgustoy lade losacentos,deuna santa indignaciónrayanaenlairreverencia.Piensoquelaexplicaciónradicaenqueaprendílasmayúsculasgriegas,comolasmayúsculasinglesas,encasa;melasenseñaroncomo un juego cuando aún era pequeño,mientras que las otras las aprendídurante el período que llamamos educación, ese período en el que undesconocidomeinstruíasobrecosasquenodeseabasaber.

Cuentoestosóloparamostrarqueyoeramuchomássabioyabiertoalosseisañosquealosdieciséis.Diosnopermitaqueestomesirvadebaseparaunateoríapedagógica.Enciertosaspectos,estetrabajonopuededejardeserteórico,peronoesnecesariorizarelrizoyqueademásseapedagógico.Desdeluego,noadoptaréesaeleganteactitudmodernaderevolvermeeinsultaramismaestrosporquedecidínoaprenderloqueellosestabandispuestosaenseñar.Puede ser que en las renovadas escuelas de hoy, al niño le enseñen de talformaquegritedeplaceralavistadeunacentogriego.Perometemoqueesmuchomásprobableque las escuelasmodernas sehayan libradodel acentogriego librándose del griego.Y en este punto, como suele ocurrir, estoy sinlugaradudasdelladodemismaestrosyencontramía.Mealegromuchodeque mis denodados esfuerzos por no aprender latín se vieran frustrados enciertamedidaydenohaberconseguidosiquieraescapardelacontaminaciónde la lengua deAristóteles yDemóstenes.Almenos sé el suficiente griegopara coger el chiste cuando alguien dice (como sucedió el otro día) que elestudiodeesa lenguanoespropiodeunaépocademocrática.Nosédequélenguapensabaélqueprocedíalademocracia,yesoquehemosdeadmitirqueesa palabra parece haberse convertido hoy en día en parte de la jergaperiodística. Pero de momento lo que me interesa es el aspecto personal opsicológico;mipropiotestimonioíntimoanteelhechodeque,porunmotivouotro,unmuchachopasa,contodaseguridad,deunprimerestadioenelquedeseaaprendercasi todoaunestadioposteriorenelqueapenasdeseasabernada.Unviajeromuypragmático,conmuchaexperienciaypocamística,mesoltó en cierta ocasión: «Debe de haber algo en la educación totalmenteequivocado.Haymuchagenteconniñosmaravillososylosadultossontodosunos inútiles». Sémuy bien a qué se refería; aunque tengo dudas de si miinutilidad actual es fruto demi educación o si tiene algún otromotivomásmisteriosoyprofundo.

Lapubertadesalgodelomáscomplejoeincomprensible.Inclusocuandounolahapasado,nopuedeexplicarsequéera.Elhombrenuncapuedellegaracomprenderalmuchacho,apesardequetambiénélhayasidounmuchacho.Aeso que una vez fue un niño le crece por todos los sitios una especie de

Page 35: Autobiografía Por G. K. Chesterton

protección espinosa como pelo; una dureza, una indiferencia, una curiosamezcla de inesperada energía sin objeto y una disposición a aceptar lasconvenciones.Sinpensarlodemasiado,mevienvueltoenunabarrabasadaqueimplicócomportarmeliteralmentecomounloco;ydurantetodoeltiempoquedurósupequenosabíaporquélohacía.Cuandoconocíamimejoramigoenelrecreo,mepasétrescuartosdehorapeleándomeconélcomounafiera,noportécnicani,porsupuesto,porrencor(nuncalehabíavistoconanterioridadydesdeentoncessiemprelehequeridomucho),sinomovidoporunaespeciede inagotable e insaciable impulso queme llevó a zarandearlo de un lado aotrodelpatioyrodarconélunayotravezporelbarro.Ycreoquedurantetodo aquel rato ambos teníamos la cabeza tranquila y serena; cuandodesistimosdepuroagotamientoyaél se leocurriócitaraDickens, lasBabBalladsoalgoqueyohabíaleído,noszambullimosenunaamigablediscusiónliterariaque,demaneraintermitente,haduradodesdeaqueldíahastahoy.Soncosasquenotienenexplicación,puesnisiquieralosquelashanvividopuedenexplicarlas.Perodesdeentonces,hevistochicosdemuchospaísese inclusode distintos colores, chicos egipcios en los bazares de El Cairo o chicosmulatos en los suburbios deNuevaYork, yme he dado cuenta de que, poralguna leyprimitiva, todos tiendenahacer tres cosas: deambularpor ahí engruposdetres,deambularsinningúnobjetivoaparentey,casiconstantemente,atacarse uno a otro de repente y dejar de hacerlo de forma igualmenterepentina.

Algunos se preguntarán todavía por qué califico esta conducta deconvencional; la impresióngeneral esquedosbanqueroso los sociosdeunnegocio no se enzarzan y ruedan por el suelo para divertirse o por puraamistad.Sepodríareplicarquelossociosdeunnegocionotienenporquésersiempre tan buenos amigos. Pero en cualquier caso, es acertado llamarloconvención más de lo que sería llamarlo colisión. Es precisamente esaconvenciónlaqueseparadeverdadaladolescentedelniño.Cuandoibaa laescuela de San Paul, en Hammersmith, había realmente una suerte deconvención sobre la independencia, que, enmuchos aspectos, era una falsaindependenciaporqueeraunafalsamadurez.Hemosderecordarunavezmásaquellafalaciadel«hacercomosi»delainfancia.Elniñonofingerealmentequeesunpielroja;nomásdeloqueShelleyfingíaserunanubeodeloqueTennyson fingía ser un arroyo. Esto puede comprobarse si ofrecemos unpanfletoalanube,untítulonobiliarioalarroyoounpeniqueparacaramelosal Búfalo Rojo de las Praderas. Pero el muchacho sí que finge que es unhombre;einclusounhombredemundo,loqueaúnresultaunametamorfosismás patética. Los adolescentes de mi época quedaban destrozados ante laespantosarevelacióndequeteníanunahermanaoinclusounnombrepropio.Ylanaturalezamortaldeestegolpeconsistíaenlarupturadelaconvenciónenlaquesebasabanuestravida;laconvencióndequecadaunodenosotros

Page 36: Autobiografía Por G. K. Chesterton

eraautónomo;uncaballeroindependientequevivíadesusrecursosprivados.Elsecretodequecadaunodenosotrosteníaenrealidadunafamiliaypadresque nos financiaban se ignoraba sistemáticamente y sólo se revelaba enmomentosdeferozvenganza.Peroloimportanteesqueenaquellaconvenciónexistía ya un leve toque de corrupción; precisamente por ser más seria ymenosfrancaquelasficcionesdelainfancia.Habíamosempezadoaserloquelos niños no son: esnobs. Los niños purifican los papeles teatrales queinterpretan cuando dicen: «vamos a hacer de». Nosotros, los adolescentes,nuncadecíamos«vamosahacerde»;nosotrossimplementelohacíamos.

Hedichoquelosmuchachosdeambulandetresentres.Ciertamenteeltreses el número simbólico de la camaradería, aunque esta no sea siempreexactamentelomismoquelaamistad.Hetenidolabuenasuertededisfrutardeambas,comolosTresMosqueteros,olosTresSoldadosdeMr.Kipling.Miprimer amigo, aquel con el quemepeleé en el patio, ha escrito después lasmejores novelas de detectives de la época moderna y todavía oculta unpoderosísimosentidodelhumorbajoelmás impenetrabledisfrazdeescritordel Daily Telegraph. Era, y aún lo es, admirable por la mezcla entre laextraordinaria solemnidad de su rostro y la extremada agilidad y rapidez desus movimientos. Yo solía decirle que tenía una cabeza de profesor en uncuerpodearlequín.Eraunplacerpoéticoverlocaminarporlacalleconciertasolemnidadyderepente,treparporunafarolacomounmonoconlasupuestaintencióndeencenderseuncigarrillo;despuésdescendíayretomabaelpaseocon una expresión imperturbable de seriedad y serenidad. Tenía una cabezaextraordinariamente bien equilibrada y dotada para casi todo; incluso paraescribir artículos de fondo para un diario de Londres. Pero también podíaescribirpurosygemimosdisparatesconidénticaysimplecircunspección.Fueelinventordeesaformarigurosaysolemnedeestrofaquedesdeentoncesseconoce por su segundo nombre: «Clerihew» (se llamaba Edward ClerihewBentley)o«Biografíaparaprincipiantes»;lascomposicionesdatandenuestraépocaescolar,cuandoélsolíaasistirconaireaburridoalasclasesdeQuímica,conunahojaenblancodepapelsecantedelantedeél.Enaquelpapelescribió,inspiradoporelpuroespíritudelacanción,estosdesnudosversos:

SirHumphreyDavy

detestabaelkiwi.

Merecíaelodio

pordescubrirelsodio.

Porentonces,yoyahacíadibujos,oloquenosotrosllamábamosdibujos,parailustraraquellasrimasbiográficas;sinembargo,tuvieronquepasarvariasdécadas hasta que a uno de nosotros se le ocurriera publicar un libro ocualquierotracosa.Muchodespuésdequeambosnoshubiéramosconvertido

Page 37: Autobiografía Por G. K. Chesterton

en escribas impenitentes, seguíamos siendo discretos estudiantes; nuncapensamos que pudiéramos ser otra cosa o que nuestros días de estudiantespudieran acabarse. En ese sentido, teníamos tan poca ambición como dosniñosquesehablanenunlenguajesecreto.Nuestrasbromaseranfamiliaresonacían de la vida cotidiana en la escuela, aunque ocupaban suficiente papelcomo para llenar una biblioteca. Recuerdo un romance interminable para elque me pasaba el día dibujando y en el que sigo viendo un toque deimaginación salvaje. Surgió de un simple paseo detrás de tres de nuestrosprofesores;dosdeellos,altosyjóvenes,llevabanenmedioauntercero,viejoychiquitín,conloquedabalaimpresióndequelosostenían.Sobreestehechose basaba la gran teoría constructiva de que el viejo profesor (una de laspersonasmásimportantesdelcolegio)eraenrealidadunautómatamecánicoalqueellospaseabanporahíyalquedabancuerdaparaquecumplieraconsusquehaceresdiarios.Elmaniquíylosdosconspiradoressearrastrabanalolargodeunasarta(maltrabada)deaventuras,yaúndebenderondarporahíalgunos de los bosquejos.No es necesario decir que nunca pensamos hacernada con ellas salvo disfrutarlas. Con frecuencia he pensado que ese era elmejorusoquepodíahacersedelascosas.

MiamigoBentley,porsupuesto,teníaytieneuntalentonaturalparaesoselaborados mapas estratégicos del disparate o para sugerir tramasdescabelladas.Esalgoparecidoa la laboriosidadqueacompañaa lafantasíadel Padre Ronald Knox cuando traza un mapa detallado del Barsetshire deTrollope o descifra un criptograma increíble para demostrar que la reinaVictoriaescribió«InMemoriam».RecuerdoundíaenquetodoelcolegiosereuníaparadespediraunprofesorquesemarchabaadisfrutardeunabecaenPeterhouse.Eldiscursodefelicitacióncorrióacargodeunodelosprofesoresmás veteranos, un viejo caballero erudito, pero pesado y solemne, cuyosmodalesydiccióneranalaveztediososyprosaicos.Miamigoyoestábamossentados uno junto al otro, sin esperanza de que nada que no fuera lasolemnidad del conferenciante nos fuera a despertar de aquel sopor, cuandotoda la asamblea se sobresaltó como si hubiera oído un trueno. El viejocaballero había hecho un chiste y lomás sorprendente es que era un chistebueno.Comentó que, al trasladar a nuestro amigo de este colegio a aquellaFacultad, estábamos robando a Pablo para pagar a Pedro. Nos miramosperplejos.Sacudimos lacabezacongestograve.Era inexplicable.Peropocodespués,Bentleyofrecióunaexplicaciónconvincenteyexhaustiva.Insistióenqueelviejoprofesorhabíadedicado todasuvidaaplanearyprepararaquelúnico chiste. Había utilizado su influencia con el decano del colegio paraconseguir una plaza para el joven profesor.Después había intrigado con lasautoridades universitarias para que le dieran una beca en aquella Facultad.Habíavividoparaaquelmomento.Habíahechosuprimeryúltimochiste,yseguramenteprontodescansaríaenpaz.

Page 38: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Fue el tercer miembro de nuestro original trío quien aportó a nuestrossecretosunsoplodeambiciónylosairesdelgranmundo.Eraunmuchachomorenoymuydelgado llamadoLucianOldershaw,conaspectode ser,yenciertascosas loera,muysensible,peroen lasgrandescuestioneseramuchomenos tímidoquenosotros.Erahijodeunactoryhabíaviajadoporelpaísmuchomásquelosdemás;habíaasistidoaotroscolegiosyconocíamejorladiversidadde la vida.Sobre todo, estaba febrilmenteposeídoporunavasta,sorprendente y devastadora idea; la idea de hacer algo, de hacer algo a lamaneradelosadultos,queeranlosúnicosquepodíanhacercosas.Recuerdobienquelospelossemepusierondepuntalaprimeravezquehablódepasadade laRevista oficial del Colegio, que paramí era algo parecido al libro deOracionesdelColegio,oaldelaFundacióndelColegio.Ningunodenosotroshabíasoñadojamásconescribirenella,comotampocosenoshabríaocurridocolaborarconlaEnciclopediaBritánica.Yminuevoamigo,queeraalgomásjovenqueyo,hablabaalegrementedequeabrigabalaviejaideadeestableceralgún tipo de cooperación entre todas las grandes revistas escolares: las deEton, Harrow, Winchester y todas las demás. Si nos hubiera propuestoconquistar y gobernar el imperio británico, no me hubiera asombrado más;perodescartólaideaconlamismatranquilidadconquelahabíaplanteadoy,contotalsangrefría,propusoquenosotrosmismospublicásemosunarevistayquelaimprimiésemosenunaauténticaimprenta.Debíadetenerunasdotesdepersuasiónextraordinariasporquelahicimos.Tambiénfundamosunapequeñasociedad de chicos de nuestra edad y la llamamos Junior Debating Club,aunque, por lo que sé, nadie había oído hablar nunca del Senior DebatingClub. En el último curso, pasabas a formar parte de laAsociación y hacíasotras cosas reglamentarias y asombrosas como cenar con el decano. Pero, anuestraedad,aquellonospreocupabatanpococomolamuerte.

Nuestros debates han quedado recogidos en volúmenes dispersos denuestro curioso periódico. Los que intervenían en ellos estabanmisteriosamenterepresentadosporsusiniciales,comosifueranmiembrosdeunasociedadsecretaenunainsólitanovela;porejemplo,«Mr.B.rebatióconcontundencia lo expuesto por el último orador», «Estas observacionesprovocaron una indignada protesta por parte de M.C.» Esta y otras joyasdemoledoras convierten estos volúmenes en la lectura favorita demi amigoMr. Edward Fordham, que también era miembro del Club y se recreabaadornando sus crónicas con el lenguaje periodísticomás exquisito y florido,burlándole sí mismo y de los demás. Creo que aún hoy siente especialpredilecciónporunpárrafodelosinformesenelque,alreferirseaunodeloschicos de la sociedad, se afirma: «Mr. L. D. describió brevemente losgobiernos de Francia,América,Alemania, Italia yEspaña». Sin embargo, aveces, la retórica burlesca del propio Fordham le rebotaba en la cabeza.Describióunadelasinnumerablesalgaradasquesolíamosteneralahoradel

Page 39: Autobiografía Por G. K. Chesterton

té de la siguiente manera: «Un bollito de a penique, de los pringosos,aguijoneó mimosamente la mejilla del honorable presidente, lanzado comomensajedegraciaporlamanocerteradeMr.F.».Quierorecalcarqueyoeraelpresidente y queme solían honrar de aquella manera, pero el impresor mevengó,porqueconvirtióelmisilen«unpollitodeapenique,pelospringosos»,unespécimendelomássugerente.Aquelfueeliniciodeunalargacarreradetorturas por las erratas de imprenta, que alcanzó su punto álgido cuandocalifiqué a un sacerdote inconformista de «distinguido corresponsal» yapareciócomo«distinguidocomensal».

Nuestroclubdedebatese fundóy,desde luego, llegamosadebatir, siesque a aquello se le podía llamar así. Este era el aspecto que menos meimportaba, porque yo había debatido desde que nací, con mi hermano, porsupuesto, yprobablemente conminiñera.Pero lomás escalofriante fuequenuestro periódico apareció impreso de verdad; yo publiqué en él poemasrimbombantes en los que las malas imitaciones de Swinburne estaban tanperfectamenteequilibradasconlaspeoresimitacionesdebaladasdelaRomaclásicaquemuchosdemisamigosmásinocentesexperimentaronelespejismode que yo tenía un estilo propio. No he vuelto a leer aquellos versos; haylímites en la degradación y la desesperación que incluso la autobiografíaexige. Pero debo admitir que, por la razón que fuese, atrajeron un ciertointerés, nuestro experimento comenzó a aflorar a la superficie de la vidaescolarymereciólaatencióndelasautoridadesacadémicas,loúltimoqueyohabría deseado. En justicia, hay que decir que la revista contenía poesíaprobablementemejorque lamíay,conseguridad,máseducada.Entreaquelpequeño grupo de doce muchachos que formaban nuestra Sociedad estabaRobertVernède,quetambiénimitabaaSwinburne,peroeracapazdeapreciarlobienqueSwinburneimitabaalospoetasgriegos.Estristeydivertidoalavez revelar que de todos aquellos anhelantes ecos swinburnianos, sólorecuerdounecodeparodia,enlaqueBentleysimulaelestilodelosprimeroscoros de Vernède a la Atalanta y escribe el siguiente poema de despedidacuandosucompañerosevadelamesaenlaquehatomadoelté:

Quelalechevertida

seadelgatobebida

puesquedebajodelamesa

delasientoqueocupó

elpiedesubotasalió;

yelhalldelsombreroenviudó.

VernèdeyBentleyeraníntimos;compartíanunamezcladeinmovilidadyactividad,aunquelainmovilidaddeVernèdenoerasecayseriacomoladesu

Page 40: Autobiografía Por G. K. Chesterton

amigo, sino somnolienta y oriental, como la de un Buda o, al decir de susamigosdeentonces,ladeungato.Teníaesacaraovalada,japonesa,queseveen losoriundosdel surdeFrancia,dedondeélprocedía.Vivió lo suficientepara ser unpoeta exquisitoyprometedor, y para escribir, al comienzode lacontienda,unanoble invocaciónalmarde Inglaterraquemuchísimosdebenrecordar todavía. Pero nomantuvo su compromiso como poeta porque tuvoquecumplirotromejor,yyacemuertoenelcampodelhonor.

Encuantoalodemás, ladiferenciasignificativaentreaquellosdosotresindividuos radicaba en que el trabajo de E.C.B., mi primer y, en todos lossentidos,originalamigoeraelúnicodetodalarevistaqueélhubierapodidopublicar quince años después. Fueran cuales fueran losméritos relativos denuestras respectivasmentes, la suya era lamásmadura, quizá debido a quesobre todo se centraba en ser impertinente y crítica. De todos modos, lasfábulasdisparatadasqueescribíapara larevistahubieranhechounexcelentepapelencualquierperiódicodeverdad.Noteníannadapropiamentejuvenil,y,de todos los hombres que he conocido, es el que menos ha cambiado, lacabeza que mejor ha mantenido el equilibrio y, sobre todo, la que menoserrores juveniles ha cometido para alcanzarlo. Tenía también, como ya hecomentado,unaespeciedeversatilidadtranquila;eracapazderealizar,inclusomejorar,losproyectosdeotragente;comosueledecirse,seledababientodo.En aquel absurdo periodicucho escolar, el trío original escribía cartas porturnoscomosifuesentrespersonajesimaginarios;creoquelassuyaseranlasmejores. Veinte años después, Belloc y yo empezamos a trabajar en unasbaladasparaelEye-Witness,Bentleyseunióalproyectoconposterioridadydelamismaformaqueenelpasadocreoquelassuyaseranlasmejores.Peroen aquella época y quizá durante mucho tiempo después, era demasiadoindiferenteeirónicocomoparaquerersignificarseconcualquiercausaocosaconlasquelajuventudtiendegeneralmenteaasociarseoacombatir.Cuandoalgunosdenosotrossimulábamosser losCaballerosde laTablaRedonda,élestabacontentodeserDagonetellocoo,enotraspalabras,elsabio.Yfueconaquel papel de bufón asombrosamente espléndido como empezó a atraer laatencióndelosadultos.CuandoelviejodirectordeSt.PaulechóunvistazoaunaversióndeElperrodelhortelanoenlaquesedescribíacómoseimpedíaal ganado «refrescarse sus vacas interiores», se vio presa de terroríficasconvulsiones provocadas por sus extraordinarias carcajadas que, como otrosmovimientosdesuatronadoravoz,empezabancomounórganoyterminabancomounsilbato.«Estechicomiraelmundocabezaabajo»,dijoelDirectordeSt.Paul;yalinstanteestábamosbajoelpotentefocodelaatenciónpública.

Yaeshoradequedigaalgodelosprofesoresy,especialmente,deldirector.Por muy importantes que nos considerásemos comparados con aquelloslejanos aunque respetables enemigos, algo, a pesar de todo, debían de tenerqueverconlaescuela.Elmásexcéntricoydivertidodetodos,Mr.Elam,ya

Page 41: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ha sido retratado en brillante blanco y negro por la pluma deMr.ComptonMackenzie. He olvidado si Mr. Mackenzie mencionaba lo que siempre mechocó como la excentricidad más inquietante de aquel excéntrico: la burlafranca con la que hablaba de su profesión, de su estatus, de sus colegas einclusodesussuperiores.Explicabaladiferenciaentrelasátiraylaamarguradelrisussardonicusmedianteestaútilparábola:«Sivoypaseandoporlacalleymecaigoenelbarro,mereiréconunarisasardónica.Perosivieraaldecanodeestaescuelacaerseenelbarro,soltaríaunarisasarcástica».Sinembargo,menciono aquí su nombre por otromotivo, por haber dado rienda suelta enciertaocasiónasudespreciopor loqueél llamaba«eloficiodecelador»enformadepreguntaretóricadirigidaaunchico:

«Robinson:¿porqué seenvíaa loschicosa laescuela?».Con lamiradabajayunairedevirtudrepulsivo,Robinsoncontestóenvozbaja:

«Paraaprender,señor».

«No,muchacho, no—dijo el viejo caballeromoviendo la cabeza—, fueporqueundíaalahoradeldesayuno,Mr.RobinsonledijoaMrs.Robinson:“Querida,tenemosquehaceralgoconestechico.Esunestorboparamí,esunestorboparatiyunengorroparaloscriados”».

Luego,conunafiladoychirriantedespreciocomocolofón,continuó:

«Asíquepagaremosaalguienque…».

Decíaquetraigoacolaciónestaviejaanécdotaporotrarazón,yenparteesporqueyopropondríaotrarespuesta.Sicuandoeraunchicopenséalgunavezenaquelproblema,nomeviobligadoaseguir ladireccióndeexcelsamoralseguidaporRobinson.Laideadequeyohubieraidoalaescuelaparatrabajarerademasiadogrotescaparaquenublaramimenteuninstante.Tambiénerauncontrastedemasiadoevidenteentreloshechosyelresultado.Queríamuchoamisamigos,aunque,como tambiénsucedeaesaedad, losqueríademasiadocomo para mostrarme abiertamente emotivo. Pero sí que recuerdo haberllegadomuyseriamentea laconclusióndequeunchicodebe ira laescuelaparaestudiarelcarácterdesusmaestros.Yaúncreoquehabíaalgocabalenaquello.Despuésdetodo,elmaestroeselprimeradultoeducadoqueelniñoveconstantemente,despuésdehabersidopresentadoasupadreyasumadreaunaedadmás temprana.Y losprofesoresdeSt.Pauleranmuy interesantes;inclusolosquenoerantannotoriamenteexcéntricoscomoelmemorableMr.Elam.Conunodeaquellosdistinguidosindividuos,mideudaes infinita;merefieroalhistoriadordelaRebelióndelosindiosydelascampañasdeCésar,Mr.T.RiceHolmes.Consiguió,sóloDiossabecómo,hastamimásprofundoyfirmedeseodeparecerestúpido,yhacermedescubrirelespantososecretodeque, después de todo, me había sido concedido el don de una inteligenciasuperioraladelanimal.Solíasorprendermeconpreguntasquenoteníannada

Page 42: Autobiografía Por G. K. Chesterton

queverconeltemaqueteníamosentremanos,ynomequedabamásremedioque admitir que había oído hablar de la Chanson de Roland y que inclusohabíaleídounaodosobrasdeShakespeare.Nadiequesepaalgodelescolaringlésdeaquellaépocacreeráporuninstantequeenaquelmomentosintieraalgunasatisfacciónporaquelladeferenciaodistinción.Atodosnosangustiabauna especie de horror a la ostentación, lo que quizás era el único principiomoral coherente que poseíamos. Recuerdo que había unmuchacho con unasensibilidad tanenfermizasobreaquellacuestióndehonorqueapenaspodíasoportar que alguno de sus amigos contestara correctamente una preguntanormal. Sentía realmente que su compañero debería cometer algún error enaras del compañerismo. Cuando, a pesar de mis esfuerzos, consiguieronsacarme la informaciónqueyoguardabasobre laépica francesa,élmetió lacabeza en su pupitre y dejó caer la tapa mientras gemía con vergüenzacompasivaeimpersonal,yexclamabaconvozapagadayronca:«¡Porfavor,calla!…,¡cállate!».Éleraunejemploextremodeaquelprincipio;peroeraunprincipio que yo compartía plenamente. Recuerdo ir corriendo al colegiototalmente emocionado recitando los versos militantes de «Marmion» conapasionada y exaltada grandilocuencia, y luego, entrar en clase y repetiraquellosmismosversosconeltonomonótonodeunaLita,mientrasesperabaquenadaenmientonacióndejaraentreverqueeracapazdedistinguirentreelsentidodeunapalabrayotra.

Meparecequenadie rompiónuncamiguardia eneste asunto, salvoMr.T.R. Holmes yMr. R.F. Cholmeley, quien fue después director del ColegioMayorenelqueestabanmisdosamigosíntimosyquien—mealegradecirlo—durante los últimos años se ha sumado amuchasdenuestras evocadorasreuniones.Sinembargo,nosémuybiencómo,elrumordequenoéramostanestúpidos como parecíamos había empezado a circular entre las autoridadesacadémicas.Undía,congranconsternaciónpormiparte,eldirectormeparóenlacalleymeacompañómientrasrugíaenmisensordecidosyasombradosoídosqueyoteníaundonliterarioquepodíaacabarsiendoalgosialguienledaba consistencia. Algún tiempo después, con ocasión de un reparto depremiosyparagranhorrormío, clamó, avoz engrito anteunamultituddepadresyotrosintrusosridículos,quenuestrapequeñarevistamostrabaseñalesde considerable talento, aunque fuera una publicación no oficial a la que«hubieradudadoponersuImprimatur».Dealgunaforma,sentíamosqueaúnhabríasidomásopresivosihubierapuestosuImprimatur.Sonabaapulgardegigante.

FrederickWalker, director enManchester y despuésdirector deSt.Paul,era,comomuchagentesabeya,unhombremuynotable.Eradeesaspersonasquepuedenvivirenanécdotas,comoelDr.Johnson;enrealidad,enalgunosaspectos recordaba bastante al Dr. Johnson. Se parecía en el atronadorvolumendesuvoz,ensufiguraysurostropesados,yenunaciertatendencia

Page 43: Autobiografía Por G. K. Chesterton

a explotar en momentos que no parecían exactamente los más apropiados.Solía hablar con increíble buen humor y racionalidad, y de prontomontabauna bronca por algo aparentemente trivial. Sin embargo, en los asuntosimportantes sus arremetidas eran generalmente acertadas; incluso tenían uncarácterllanoycampechano,propio,enciertomodo,delagentedelnorte.Deél se cuenta aquella famosa historia de una dama muy meticulosa que leescribió para preguntarle cuál era la posición social de los chicos de suescuela, a lo que él le contestó: «Señora,mientras su hijo se comporte y sepaguenlasmensualidades,nadielepreguntaráporsuposiciónsocial».

Undíamequedéheladodeasombroalverunanotificacióneneltablóndeanuncios,enlaquemecomunicabanquemehabíanconcedidoelprivilegiodeasistira laclasemásaltaaunquenomecorrespondiera.Aquellomeprodujoganas de que me concedieran el privilegio y la protección de estar en lacarboneraynotenerquesalirdeellanuncamás.Almismotiempomeenteréde que se había creado una rama especial de la clase superior paramis dosprincipalesamigosconelfindequepudieranprepararseparaconseguirbecasde Historia para la Universidad. Parecía que el mismísimo universo seresquebrajara y se quedara patas arriba; desde luego, por aquella épocapasaron un montón de cosas que parecían estar fuera de las leyes de lanaturaleza.Porejemplo,medieronunpremio, el llamadoPremioMiltondepoesía;meimaginoquemipoemaeratanmalocomotodoslosdemáspoemaspremiados,peromealegrapoderdecirquenorecuerdoniunasolasílaba.Sinembargo, sí recuerdo el tema, aunque no sin cierta ironía, pues el poematrataba sobre san Francisco Javier, el gran jesuita que predicó a los chinos.Recuerdoestascosas,tancontrariasaloquehabíasidohastaentoncesmividaescolar,porquenolamentoserlaexcepciónaesatendenciamodernadeacusaral viejomaestro victoriano de estupidez y desidia y de presentar a la actualgeneracióncomounabrillantebandadeShelleysquesealzaninspiradosporlaluzylalibertad.Laverdadesque,enestecaso,fuiyoquienhizogaladeestupidez,apesardequefuera,segúncreo,unasupuestaestupidez.Ydesdeluego,erayoquienmecomplacíaenladesidiayquiendeseabaporencimadetodo que no se ocuparan de mí. En todo caso, fueron las autoridadesacadémicas las que me sacaron a rastras, muy a mi pesar, de la cómoda yprotectoraatmósferadeoscuridadyfracaso.Personalmente,yoeratotalmentefelizsiendoelúltimodelaclase.

Porlodemás,creoquelaprincipalimpresiónquecausabaenlamayoríademis maestros y en muchos compañeros, era la convicción bastante bienfundadadequeestabadormido.Talvezloquenosabíanadie,nisiquierayomismo,eraqueestabadormidoysoñando.Lossueñosnoerannimássensatosnimásvaliosos de lo que suelen serlo en personas sumidas enunprofundosopor,peroyateníanesteoscuroefectoenmiexistencia:mantenermimenteocupada aunque yo estuviera ocioso.Antes de hacer aquellos pocos amigos

Page 44: Autobiografía Por G. K. Chesterton

especiales de los que he hablado, yo era un tanto solitario; no es que fueraexactamentemalmiradoni perseguidoenningún sentido, sino solitario.Sinembargo,aunquesolitario,noera tristeycreoque tampoco teníamalgenio.Comoconsecuenciadeestaformadeser,misprimerosconocidostandistintosdemisúltimosamigos,eranrarosyhurañoscomoyo.Estosindividuosfueronaccidentesymetemoqueunoodosdeellos,auténticascatástrofes.Recuerdoaun jovenqueaparecióenmividacotidianayque llegóa intrigarmecomounanovelapolicíaca.Nologroimaginarmecómolleguéarelacionarmeconélytodavíamenoscómoserelacionóélconmigo.Eraunmatemáticobrillanteyseguramente debía de estudiar matemáticas con ahínco; yo lo que menosestudiaba eran lasmatemáticas.Además, yo eramuydesordenadoy élmuyordenado,consugrancuellodelacamisaimpoluto,lachaquetadeEtonylacabezotabiencepillada;perohabíaalgoraroyquizádemasiadomaduroensucara de rana. Un día me preguntó si podía prestarle el álgebra de Hall &Knight. Dado mi entusiasmo por el estudio de aquella materia, podíacontestarle«Vuestranecesidadesmayorquelamía»,conlosademanesdeunSirPhilipSydney;perocomodebíaprestarunmínimodeatenciónalaclasede matemáticas, le presté el libro y le dije que me gustaría que me lodevolvieraalasemanasiguiente.Alaproximarselafecha,mesorprendióquese resistiera a devolvérmelo.Me respondía con evasivas, lo posponía ymehacíavagaspromesas;alfinalmepeleéconélusandolaspalabrasdeacciónque, entre colegiales, se usan más como palabras que como acciones, perodandoa entenderquegustosamente ledaríaunpuñetazo en la cabeza.Anteesta amenaza, acabó por rendirse, me llevó hasta su taquilla y, sin muchoentusiasmo, la abrió. La taquilla estaba atestada con unos veinticincoejemplares idénticosdelálgebradeHall&Knight,queaparentementehabíareunidousandoartesparecidascongenteparecida.Creoquedejóel colegiomás tarde, sinningúnescándalo; esperoqueelpobre individuo recobrara susaludmentalenotrolugar.Nolodigoconningúnsentimientodesuperioridad,puesyomismopodíahabermepasadode rosca en lasprimeras etapas, perodesdeluegonoporundeseodesordenadodelálgebradeHall&Knight.

Había otro niño con quien solía caminar hasta el colegio con aquellamisma camaradería ocasional; era un niño muy recatado y serio, comocorrespondía al hijo del venerable y en cierto modo tedioso clérigo queocupabaunodelospuestosacadémicosmásaltosdelaescuela.Tambiéneramuylimpioyaplicado,yademástemaunapeculiaridad:eraelmentirosomásprolífico,elocuenteyrealmentegenerosoquehetenidoelplacerdeconocer.Nohabíaensumendacidadnadabajonimaterialista,notratabadeengañaranadie ni pretendía obtener nada; sencillamente fantaseaba como el BarónMunchausenentonopausadoytranquiloa lo largodetodoelcaminodesdeHollandParkaHammersmith.Contabalashistoriasmásasombrosassobresímismosinlevantarlavozomostrarlamínimavergüenza;aquelloeraloúnico

Page 45: Autobiografía Por G. K. Chesterton

notable que tenía. Amenudome he preguntado qué sería de él y si habríaseguidolospasosdesupadreenlacarreraeclesiástica.Losmásfrívolosmereplicarán que puede que haya caído tan bajo como para escribir cuentos,inclusocuentosdecrímenes,comoyomismo,loqueparaalgunosequivaleaunirseaunabandadecriminales,perocreoqueningunadesushistoriasteníasuficienteverosimilitudparaserficción.

Talvezaquelmismocapítulodeaccidentes fueraelmismoquemepusoporprimeravezenlapistadeestascuriosidadeshumanasyelresponsabledeotroaccidentesocialdelquemealegrémuchísimo,porquemellevóaverlasdos caras de un espinoso problema social del que se han dicho muchastonterías por ambas partes, y la peor es la de los que hablan como si elproblemanoexistiera.HayqueexplicarqueSt.Paul,enlenguajeescolar,era,en mayor medida que otros, un colegio de «empollones». Yo no necesitodefendermedelaacusacióndeempollón;yporsupuesto,habíamuchosvagosyalgunos tanvagoscomoyo.Peroel tipodechicoaplicadosedabaenunaproporción mayor de lo habitual. El colegio era más reconocido por ganarbecasparalasuniversidadesqueporeldeporteuotrasformasdepopularidad.Yhabíaotra razónpor laquedestacabaneste tipodechicos.Pordecirloenlenguajellano,elquehubieratantosempollonessedebíaenparteaquehabíamuchosjudíos.

Porraroqueresulte,mástardeenmividallegaronallamarmeantisemita,mientrasqueenmisprimerosañosdeescuelaeraconsideradoatodaslucesunpro-semita.Hicemuchosamigosentrelosjudíos;algunosdeelloshanseguidosiéndolotodalavidaynuestrasrelacionesnosehanvistojamásenturbiadaspordiferenciasrespectoalproblemapolíticoosocial.Estoycontentodehaberempezadoporestefinal,perorealmentenohefinalizadodemaneradistintaala que empecé. Entonces sostenía por instinto lo que ahora sostengo porconocimiento:locorrectoesinteresarseporlosjudíosencuantotalesyluegodar mayor relevancia a las virtudes judías que, postergadas durante tantotiempo, son el complemento y a veces incluso la causa de lo que elmundoconsideradefectosjudíos.Porejemplo,unadelasgrandesvirtudesjudíaseslagratitud.Enmisprimerosaños,meacusabandequijotismoypedanteríaporproteger a los judíos.Recuerdo que una vez salvé a una extraña y pequeñacriaturacetrinaydenarizaguileñadequelo intimidaranopor lomenos,dequelehicieranrabiar;entonceslapeor torturaconsistíaenqueteempujarancon suavidad y te fueran pasando de un chico a otro entre fieras miradasatónitas de curiosidad científica y preguntas como: «¿Qué es esto?», «¿estávivo?».Treintaañosdespués,cuandoaquelduendeseconvirtióenunbarbudohechoyderecho,conunestilo,oficio, interesesyopinionesquenada teníanque ver conmigo, seguía dándome las gracias permanentemente por aqueltrivialincidente,locualmeresultababastanteincómodo.Delamismaforma,observéesefuertelazofamiliarentrelosjudíosque,comoyacomenté,nosólo

Page 46: Autobiografía Por G. K. Chesterton

sedisimulaba,sinoquesenegabaentrelamayoríadeloschicosnormales.Sinduda, llegué a reconocer a los judíos porque en este sentido eran un pocoanormales, igual que yo mismo me estaba volviendo también un pocoanormal.Sinembargo,nohaynadaquehayallegadoaparecermetannormal,ni nada que desee más restituir al lugar de normalidad que le correspondecomoesasdoscosas,lafamiliaylateoríadelagradecimiento.Yasí,alaluzde estas virtudes vistas desde dentro, era posible comprender el origen, eincluso la justificación, demucha de la crítica antisemita desde fuera, pues,confrecuencia,lamismalealtaddelafamiliajudíaaparececomodeslealtadalestadocristiano.Comoel lectorcomprenderáantesdel final, fueenparte lomismo que yo admiraba en mis amigos íntimos, especialmente en doshermanos llamados Solomon, lo que acabé por denunciar en enemigospolíticos, en dos hermanos llamados Isaac.Los primeros eran buenos desdecualquier punto de vista; los segundos, vulnerables incluso desde su propiopuntodevista,ysinembargo,compartíanlamismavirtud.

Nomeavergüenzodehaberpedidoalosariostuvieranmáspacienciaconlos judíos,nidehaberpedidoa losanglosajonesque tuvieranmáspacienciacon los antisemitas. El problema global de dos culturas y tradiciones tanenredadasunaenotraesdemasiadoprofundoydifícilporambaspartescomopara resolverlo con impaciencia. Sin embargo, tengopoca paciencia con losque no solucionan el problema porque parten de la base de que no hayproblema que resolver.Yo no puedo explicar el problema judío, pero no loeludo.Elpeorenemigodelosjudíoseselescépticosobreeltemajudíoqueaveces trata de dar explicaciones. He visto todo un libro lleno de teoríasalternativas que explican la causa histórica concreta del engaño sobre ladiferencia;sostienenqueprocededelossacerdotesmedievalesoquenosfuegrabadoahierroyfuegoporlaInquisición;quefueunateoríatribalsurgidadeaquel germanismo que propugna la superioridad aria; que fue la envidiarevolucionaria de los pocos judíos que resultaron ser los grandes banquerosdel capitalismo; o bien, la resistencia capitalista de los pocos judíos queresultaronserlosfundadoresdelcomunismo.Todasestasdistintasteoríassonfalsasdemaneradistinta,aunquecapitalismoycomunismoestántanpróximosen suesenciaéticaqueno sería extrañoquehubieran tomado sus líderesdeentre los mismos elementos étnicos. Pero, desde luego, las evasivas soncontrarias al sentido común, incluso al sentido común de un chico de treceaños.Nocreoqueunamultitudenuncircuitodecarrerasestéenvenenadaporla teología medieval, ni que los marineros de un pub en la Mile End sedescarríen por las teorías étnicas deGobineau oMaxMüller; tampoco creoqueaunamultituddeniñosquevienendejugarunpartidodecricketodelapasteleríalespreocuparalaeconomíamarxistaolasfinanzasinternacionales.Noobstante,todaesagentereconocealosjudíosalverlos;ylosescolareslosreconocían por los remiendos, no con demasiada hostilidad, sino con un

Page 47: Autobiografía Por G. K. Chesterton

sentido instintivo de integración. Lo que veían no eran semitas, cismáticos,capitalistasorevolucionarios,sinoextranjeros;sóloextranjerosalosquenosellamabaextranjeros.Estonoimpedíalaamistadyelafecto,especialmenteenmi caso, pero tampoco lo ha impedido nunca en el caso de los extranjeroscorrientes. Uno de estos primeros amigos, ahora catedrático de latín enUniversityCollege,poseíatodaslasvirtudesjudíasytambiéntodaslasdemás;llegóasermiembrodelpequeñoclubqueyahedescritoyfueundistinguidoestudiante enOxford; probablementemásdistinguidoque cualquierademisotrosamigos.

Sin embargo, la mayoría de los miembros de nuestro pequeño clubentraron a formar parte de las universidades más antiguas y fueron figurasprometedoras en el ámbito académico, social o político; dos de ellos fueronpresidentesdelaOxfordUnionydosdeladeCambridge.Oldershaw,comoera propio de él, se encontró casi de inmediato inmerso y enredado en lafundacióndeotroperiódiconooficial llamadoel J.C.R., enelquehabíanopocascuriosidadesliterariasmemorables;entreellas,estabalaprimeraobradeunaplumadesconocidaentoncesparamí,pero reconocibleahoraenversoscomoeste:«DormitábamostumbadosalaluzdelfuegojuntoalasarmasenBorgoña». Cuando una dama poética le pidió a Bentley que escribiera algoapropiado para elCentroWordsworth, nomoderó su sobria impertinencia ycompusolossencillosversosqueacabanasí:

Ciertamenteesunapena

quedoshombrescomonosotros

porunanimiedadcomolatumba

debamossepararnos.

Siemprepasaigual;pudimoshaberpasado

unatardeagradable,

perotardamosennacer

onosapresuramosafenecer.

Mientras, Lawrence Solomon, el cultivado judío del que he hablado,escribíalasmejoresparodiasdelOmardeFitzGerald(muydemodaporaquelentonces)paraadvertiralosestudiantesdequenoesperasenunpremioounsobresaliente: «Porque si no me los dieron a mí, ¿cómo iban a ser paravosotros?». En realidad, creo que obtuvo un sobresaliente, pero todos ellosvivieronparadarsecuentadelamoralejasiguiente:

Paraquienganayquienpierdeeneljuego,

paratiyparamí,elfinaleselmismo:

Page 48: Autobiografía Por G. K. Chesterton

subirhastaelcuartolaescaleradelviejoCollege,

mirarsobrelapuertayverelnombredeotro.

Parecía que había una tendencia entre mis compañeros de colegio adestacarenlapoesíaligera.Fordham,quefueaCambridge,haescritomuchosversos satíricos que se han publicado y mucho teatro satírico que deberíapublicarse.Siterminoaquíconalgunasdelashistoriasdemisviejosamigosnoesporquelosexpulsedemimemoria,sinoporquedebodarentradaenmismemoriasaunamultituddegentemuchomenos interesante.ElcontrasteenlascarrerasquesiguieronsiempremesorprendiócomouncasocuriosodelaincalculableindividualidadylibrealbedríodelhombreUnamigodeFordham,normal,virilyambicioso,másbiensimpático,esdecir,alamoda,siempremeparecióeltipodehombrequepodríavestirununiformeenelcampodebatallao en el estrado, y defender virtudes convencionales. Cuando llegó la GranGuerra, se convirtióenun inflexibleypococonvencional agitadorpacifista.Otro,unamigodeVernède,unodeesosescasostiposespiritualesenlosquelatradición puritana ha florecido realmente y se ha convertido en auténticaculturahelenística,eselhombremenosegoístaqueheconocidoenmivida,deesosquenisiquierasecontentanconsupropiagenerosidad,algoasícomounsanto;peronomehabríasorprendidosihubierasidounobjetordeconciencia.Dehecho,pasóporelfrentecomounrelámpago,pueslevolaronlapiernaensuprimerabatalla.

Sin embargo, durante todo este tiempo, cosasmuy extrañas pugnaban yforcejeaban dentro demi rudimentaria cabeza; en este capítulo no he dichonadade ellasporque el guardarlasparamí fue el esfuerzomás constanteylogrado demi vida escolar.Me despedí demis amigos cuando se fueron aOxford yCambridgemientras yo, que en aquella época estaba obsesionadocon la idea de pintar cuadros, fui a una escuela de Bellas Artes y di poracabadamiadolescencia.

IV

CÓMOSERUNLUNÁTICO

Trataréaquílapartemásoscuraydifícildellibro,unajuventudrepletadedudas, morbidez y tentaciones que me dejó para siempre la certeza de laobjetiva solidez del pecado, aunque enmi caso la certeza fuera sobre todosubjetiva.Antesdeentrar endetalles,megustaríaexplicar ciertoasunto.Encuestiones de religión, me he visto envuelto en diatribas sobre temas muycontrovertidosyfinalmenteheadoptadounaposturaqueparamuchoses,ensí

Page 49: Autobiografía Por G. K. Chesterton

misma,unaprovocación.Heagraviadoalosquemequierenbienyamuchoshombres sabios y prudentes pormi insensato proceder al hacerme cristiano,cristianoortodoxo,y al final católico, católico, apostólicoy romano.Nomesiento en modo alguno avergonzado por la mayoría de cosas que ellos mecensuran. En cuanto apologista, soy lo contrario de apologético. Estoyorgullosodemireligiónhastadondepuedeestarlounhombredeunareligiónque hunde sus raíces en la humildad; sobre todo estoy orgulloso de esosaspectos que con mayor frecuencia se califican de superstición. Me sientoorgulloso de estar sujeto a dogmas anticuados y esclavizado por credosmuertos (comorepiten sindescansomisamigosperiodistas),porquesémuybienqueloscredosheréticossonlosquemuerenysólolosdogmasrazonablesvivenlosuficienteparaqueselesllameanticuados.Mesientomuyorgullosode lo que se llamamester de clerecía, puesto que incluso esos términos tanmanidos preservan la verdadmedieval de que un sacerdote, como cualquierotro hombre, debería ser un artista.Me siento orgulloso de lo que la gentellama«mariolatría»porque,enlasépocasmásoscuras,introdujoenlareligióneseelementodecaballerosidadquelasfeministashanentendidotardeymal.EstoyorgullosodeserortodoxoenloqueserefierealmisteriodelaSantísimaTrinidadyaldelamisa;estoyorgullosodecreerenlaconfesiónyenelPapa.

Peronoestoyorgullosodecreereneldemonio.Parasermáspreciso,nomesientoorgullosodeconoceraldemonio.Yotuvelaculpadeconocerloydetomarunderroteroque,dehaberloseguido,mehabríallevadoalaadoracióndel demonio o adonde demonios hubiera sido. Sobre esta doctrina, por lomenos, no hay rastro de vanidad ni de autoengaño que entorpezca miconocimiento.Enunasuntoasí,sepuedemuybienestarintelectualmenteenlo cierto sólo a costa de equivocarse moralmente. No me impresiona laafectaciónéticadelosescépticossobrelamayoríadelosdemástemas.Nomeintimida que un joven diga que no puede someter su inteligencia al dogma,porquedudoquehayausadosuinteligencianisiquieraparadefinirquéeseldogma. No me impresionan mucho los que dicen que la confesión es unacobardía,porque tengoseriasdudasdeque tengan lavalentíadeconfesarse.Pero cuandodicen «Elmal es sólo relativo»; «El pecado es sólo negativo»;«Noexistelamaldadpositiva,esúnicamentelaausenciadebondadpositiva»,entonces sé que dicen tonterías superficiales porque son mucho mejorespersonasqueyo,másinocentesymásnormales,yestánmáscercadeDios.

Loqueyohellamadomiperíododelocuracoincidióconunaépocaenlaqueibaaladeriva,nohacíanadayeraincapazdeconcentrarmeenuntrabajoregular.Andabadispersoenunmontóndecosas,yalgunasquizátenganquever con el aspecto psicológico del asunto. Entremis actividades de aquellaépoca de dudas, me aficioné al espiritismo sin haber decidido siquiera serespiritual;noquieroinsinuarniporunmomentoqueestofueralacausademilocura y mucho menos presentarlo como una excusa, pero entre tantas

Page 50: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ocupaciones, fue un factor decisivo. Desde luego, yo, curiosamente, era nosóloescéptico,sinoindiferente.Mihermanoyyosolíamosjugaralabrújulaolo que los americanos llamanmesas de ouija; pero creo que éramos de lospocosque jugábamos sólopor el placerde jugar.Sin embargo,nodesoía laadvertenciadequienesdecíanquejugábamosconfuego,inclusoconfuegodelinfierno. En las palabras que la ouija nos escribía, no había nadamanifiestamentedegradante,sinoengañoso.Tuvelasuficienteexperienciaenaquellocomoparatestificar,conabsolutacerteza,quesucedealgoquenoesnatural, en el sentido ordinario del término, o producido por la voluntadhumananormalyconsciente.Nomeatreveríaaasegurarsiloqueloproducees una fuerza subconsciente, pero humana, o fuerzas —buenas, malas oindiferentes— externas a lo humano. Lo único que puedo decir con totalcerteza sobre esa fuerza misteriosa e invisible es que miente. Las mentiraspueden ser bromas, señuelos para el alma en peligro u otrasmuchas cosas,pero,seanloquesean,nosonverdadessobreelotromundonisobreeste.

Daré un par de ejemplos. Preguntamos a la ouija, al azar como decostumbre, qué consejo daría a un conocido nuestro, un miembro delParlamento, rígido y bastante aburrido, que tenía la desgracia de ser unaautoridadeneducación.Laouijaescribiócondesvergonzadarapidez(enestosúltimos tiempos era siempre muy rápida, aunque no siempre clara) estassencillas palabras: «Pedir el divorcio». La esposa del político era tanrespetable, y yo añadiré que tan odiosa, que parecía difícil que hubieramotivos para un escándalo amoroso. Así que muy serios preguntamos anuestroespíritufamiliarquédemoniosqueríadecir.Probablementesetratabade una invocación apropiada. El resultado fue muy curioso. Escribió muyrápidamente una palabra increíble e inmensamente larga, que al principioresultaba ilegible. Volvió a escribirla, la escribió cuatro o cinco veces;obviamenteeralamismapalabra;yahaciaelfinal,quedóclaroqueempezabacon las letras «ORR».Yo dije: «Todo esto es una tontería; no hay ningunapalabra en nuestra lengua que empiece por ORR ymenos, una palabra tanlarga». Finalmente lo intentó de nuevo y escribió la palabra con bastanteclaridad:«Orriblerevelacionenvidanocturna».

Si aquello era nuestro subconsciente, almenos era un subconsciente consentido del humor. Pero la prueba de que era nuestro subconsciente y nonuestro consciente (a no ser que no fuera ni lo uno ni lo otro) es el hechoprácticodeque, cadavezque aparecía, seguíamosbuscando soluciones a lapalabra,sintenerrealmenteideadeloqueera,hastaqueporfinestallóantenosotros.Nadiequenosconozcapensaráque fuimoscapacesdeengañarnosmutuamentedeformatantontayartificiosa,ydurantetantotiempo.Tambiénnosotros,comonuestrosubconsciente,tenemossentidodelhumor.Peroestoscasosmepreocupanyalarman ligeramente,cuandoconsidero lacantidaddegente que parece tomarse en serio la comunicación con los espíritus, y la

Page 51: Autobiografía Por G. K. Chesterton

convierten en la base de religiones y filosofíasmorales.Desde luego habríahabido «Orribles revelaciones en vida nocturna» y otras «Orriblesrevelaciones»sobrenuestroestadomentalycomportamientomoralsisenosllega a ocurrir salir corriendo y llevar nuestro pequeñomensaje de las altasesferasalmiembrodelParlamento.

Aquívaotroejemplodelomismo.Mipadre,queestabapresentemientrasmihermanoyyohacíamoseltontodeaquelmodo,teníacuriosidadporversieloráculocontestabaunapreguntasobrealgoqueélsabíaynosotrosno.Asíquepreguntóelnombredesolteradelaesposadeuntíomíoquevivíaenunpaís lejano, una señora a la que nosotros, la generación más joven, noconocíamos. Con la rápida decisión de la infalibilidad, el espíritu contestó:«Manning». Con idéntica decisión, mi padre dijo: «Tonterías». Entonces,nosotrosreprochamosanuestrogeniotutelarsuslamentablesfantasíasyaúnmás, su precipitación. El espíritu, sin darse por vencido, escribió unadesafiante explicación: «Casada anteriormente». Y con quién, preguntamosconciertafirmeza,sehabíacasadoantesnuestralejanaperorespetadatía.Elinspiradoinstrumentocontestósindilación:«ConelCardenalManning».

Antesdecontinuar,haréaquíunapausaparapreguntarmequéhabríasidodemíydemi círculo social, cuál habría sido enúltima instanciami estadomental o la concepción del mundo en que vivía si hubiera tomado estasrevelacionesespiritualescomoalgunosespiritistasparecequeselastoman;enresumen, si nos las hubiéramos tomado en serio. No sé si estas cosas sonjugarretas de un duende o un poltergeist, las vibraciones de un sentidosubconsciente, la burla de los demonios u otra cosa por el estilo, peroevidentementenosonverdadenel sentidodequesepuedaconfiarenellas.Cualquiera que las hubiera dado por ciertas habría terminado en unmanicomio. Estos hechos no pueden olvidarse del todo cuando se trata deelegirunafilosofíaespiritualentrelassectasyescuelasdelmundomoderno.Comohecomentado,escuriosoque,yaenmiinfancia,elcardenalManningsehubieracruzadoenmicaminocomounaespeciedeespectroenllamas.Elretrato del cardenalManning cuelga ahora al fondo demi habitación comosímbolo de un estado espiritual quemuchos llamaríanmi segunda infancia.Perocualquierareconoceráqueambosestadossonmuchomássensatosqueelque yo hubiera padecido de haber empezado a desenterrar el «crimen delcardenal» y habermepuesto a indagar en el lejano pasado de una tía de lascolonias.

Enfin,nisiquieraelconsejodeinteligenciasmássabiasyelevadasdeunmundomejor logróconvertirmeenun locodeatar.Pero,variasvecesdesdeentonces,hepensadoqueestapráctica,decuyaverdaderanaturalezasabemosrealmentetanpoco,pudoposiblementehabercontribuidoalinquietoeinclusoenfermizo estado demeditación y ociosidad que viví en aquella época. No

Page 52: Autobiografía Por G. K. Chesterton

quisieradogmatizarenunsentidonienotro;esposiblequeno tuvieranadaque ver con ello, que todo fuera simplemente mecánico o accidental. Dijeadiós a la ouija con alegría y le concedí el beneficio de la duda; estoydispuestoaadmitirquepuedehabersidounabroma,unafantasía,unduendeocualquierotracosaconlacondicióndenovolveracogerlaniconpinzas.Hayotrosaspectos—relativosacosasdelasquesoymásresponsable—enlosqueunas pinzas hubieran sido útiles, pero más vale que deje de seguir aquí elrastrodemisrelacionesmeramentetrivialesyaccidentalesconlosfenómenospsíquicos, ya que no será necesario volver a esto y jamás se me ocurriríajuzgarlosseriamenteportalesnimiedades.Alolargodemivida,eltemadelosobrenaturalhaidoprogresando,sehaextendidoyfortalecido.Enrealidad,mividacubreprecisamenteelperíododelcambiorealdelquenosedieroncuentalos que sólo se ocupaban de los últimos cambios o soluciones espiritualesalternativas. Cuando yo era un muchacho, prácticamente nadie normal yeducado creía que un fantasma pudiera ser otra cosa que un fantasma desábanaycadenas;esdecir,algoenloquenadiecreíasalvoeltontodelpueblo.Cuando era joven, prácticamente todas las personas con un gran círculo deamigos tenían uno o dos aficionados a lo que podría llamarse médiums ytonteríasasí.Cuandoeraunhombredemedianaedad,grandescientíficosdeprimera fila comoSirWilliamCrookes ySirOliverLodge afirmabanhaberestudiado los espíritus como podían haber estudiado las arañas y haberdescubierto el ectoplasma igual que se había descubierto el protoplasma.Actualmente, el espiritismo se ha convertido en un movimiento religiosoconsiderable gracias a la actividad del difunto sirArthurConanDoyle, queteníamenosde científicoquedeperiodista.Esperoquenadiemecreerá tantonto como para pensar que estos retazos de experiencia ofrecidos al azarafecten a la auténtica polémica. En la polémica religiosa, durante la mayorpartedemivida,hedefendidoelespiritualismofrentealescepticismo,aunqueahora,naturalmente,defenderíaelcatolicismoinclusofrentealespiritualismo.Peroen laépocade laquehablo, sólo secruzabaennuestrocaminoalgunahistoria aislada, y los fantasmas eran a veces bastante fantasmales. Secontabanhistoriasdeespectrosopresenciasquesematerializabanenlugaresdistantesyunadeellastratabasobreunhombrealquehabíanvistoentrarenuna tabernayqueposteriormentenegóhaber estado en aquel lugar para losfinesqueseleatribuían.Habíamuchasmáshistorias,ymásverosímiles,quemi hermano y yo repetíamos con una especie de vaga emoción vicaria sinllegaraningunadeducciónodoctrina;peromipadre,quesobreaquelpuntohacíagaladeunplácidoagnosticismovictorianoquenosotrosintentábamosenvano romper, escuchaba la retahíla de revelaciones espirituales, movía lacabezaydecía:«Estámuybienlodehablardeluces,trompetasyvoces,peroyomequedoconelhombrequedijoquenohabíaentradoenlataberna».

Casitodoestosucediócuandoyoasistíaalaescueladearte,peroincluso

Page 53: Autobiografía Por G. K. Chesterton

despuésdehaberme ido,estaconexióncasualcuriosamentecontinuóporquecoincidió que, durante una temporada, trabajé en la oficina de un editorespecializado en espiritismo y literatura teosófica, lo que generalmenteconocemoscomoocultismo.Laculpadequeyomedeslizaraporlosextrañoseincómodosvericuetosdelespiritismonofuemíadeltodo,anoserquefueradelosverdaderosespiritistasodelosverdaderosespíritus.Enmiprimerdíadeoficina,tuveelprimercontactoconlooculto;teníaunaideamuyvagadelasunto,comodelamayoríadelosdemásasuntos.Acabábamosdepublicarunlibro enorme, promocionado a bombo y platillo:Vida y cartas de la difuntaDra. Anna Kingsford, de la que nunca había oído hablar, aunque daba lasensacióndequemuchosdenuestros clientesnohabíanoídohablardeotracosa.Peroloviclarocuandounadamaenloquecidairrumpióenlaoficinayempezó a describir los complejísimos síntomas espirituales que sufría y aexigir los libros que más se ajustaban a su dolencia, pero que yo eracompletamenteincapazdeseleccionar.TímidamenteleofrecíelmonumentalVidaycartas,peroellaseencogióyprofiriócomoundébilchillido«No,no¡No debo hacerlo—gritó—;AnnaKingsford dice que no debo!».Después,conalgomásdecontrol,dijo:«AnnaKingsfordmedijoestamañanaquenodebo leer suVida, que seríamuymalo paramí leer suVida». Con toda lacrudezadelhablanormal,meatrevíadeciro,mejor,abalbucir:«PeroAnnaKingsford está muerta». Y la dama repetía: «Me dijo esta mañana que nodebía leerel libro».«Bueno—dije—,esperoque laDra.Kingsfordnohayaaconsejado lo mismo a mucha gente; sería fatal para el negocio. ParecebastanteretorcidoporpartedelaDra.Kingsford».

Prontomedicuentadeque«retorcida»eraunapalabrasuaveparalaDra.Anna Kingsford. Con todo respeto hacia su fantasma, que para mí es lasombra de un fantasma, habría dicho, y creo que ahora seguiría diciéndolo,que la palabramás generosa sería «loca».Menciono aquí el asunto porque,aunque no implica contradicción con la teoría cósmica del espiritismo, síilustra el accidente que me llevó a tropezarme con una especie rara deespiritista, y guarda relación con una visión más general de la razón y lareligión.Ladamaprotagonistadellibroera,cuandomenos,rara.Sejactabadehaber matado a unos cuantos hombres simplemente pensando en ellos; suexcusaeraqueaquelloshombresdefendíanlavivisección.Tambiénmanteníaentrevistas visionarias pero muy íntimas con eminentes hombres públicos,aparentementeenlugaresdetortura,recuerdounaconMr.GladstoneenlaqueunadiscusiónsobreIrlandaySudánseinterrumpióporqueMr.Gladstoneseiba poniendo gradualmente al rojo vivo. «Al darme cuenta de que deseabaestar solo—dijo con delicadeza laDra.AnnaKingsford—,me desvanecí».Metemoqueahoradebedesvanecersedeestanarraciónfragmentaría.Esperonoserinjustoconella,puesestoysegurodequeatesorabamuchasygrandesvirtudes,peromequedo,comodiríamipadre,conaqueltactodelicadoyaquel

Page 54: Autobiografía Por G. K. Chesterton

sentidodeldecorosocial,segúnelcualponersealrojovivoesloqueningúncaballerodesearíahacerenpresenciadeunadama.

Endefinitiva,elespiritistamásdivertidoqueheconocidojamás,almenosdurantemuchotiempo,yelinvestigadorpsíquicoporelquesentíunasimpatíainmediata,fueunhombrequecreíafirmementeque,enciertaocasión,obtuvode una médium información ventajosa para las carreras y continuabapersiguiendo médiums para conseguir información parecida. Le sugerí quecompraraThePink’Un,loconvirtieraenunperiódicoquecombinaralosdosinteresesylovendieraentodosloskioscosconelnombredeTheSportingandSpiritual Times. Esto, le dije, con toda seguridad elevará a jockeys ycorredoresdeapuestasaesferasdecontemplaciónespiritualmásnobles,pornomencionaralospropietarios,queprobablementetambiénlonecesiten;porotra parte, daría al espiritismo un toque empresarial solvente, perspicaz ytriunfador,aumentaríaenormementesupopularidadydaríaaalgunosdesusseguidores un aire indescriptible de estar en contacto con asuntos objetivosconcretosyconloquevulgarmenteseconocecomosentidocomún,algodeloque, segúnme parecía entonces, algunos de ellos carecían.No es necesarioinsistirahorasobreello.

Porlodemás,yparaseguirconeltema,puedoasegurarallectorquejamáshevividonadaquepuedallamarseunaexperienciapsíquica,loquequizáseauna ex cusa desesperada para mi posterior creencia en las llamadas cosasespirituales.Nisiquieramehanocurridoesasextrañascoincidenciaspsíquicasqueleocurrenacasitodoelmundo,anoserquecuentelahistoria,queenmicasaseguardacomountesoro,delFantasmadeSarolea.ElDr.Sarolea,aquelvehementeflamenco,profesordefrancés,esciertamenteunodeloshombresmásasombrososqueheconocido,aunquenuncairrumpióenmicaminohastamuchodespués.Elhechoesqueloesperábamosparacenarymimujeravistódesde la ventana su inconfundible silueta larga y su barba afilada; luego, sedesvaneció del panorama. Lo que hace que la historia sea realmenteescalofriante es que, justo después, un joven escocés apareció en la puertapreguntando por el Dr. Sarolea. El escocés se quedó a cenar, pero no elfantasma.Elmuchachoteníaquehabervenidoconelfantasma,quien(comose confirmó más tarde) lo había esperado bastante irritado en el NationalLiberalClub.Una teoría era que su rabia había proyectado su cuerpo astralhastaBeaconsfield,perosediluyójustoantesdealcanzarlacasa.Otrateoríaevidente,por laquemimentematerialistasentíaunapreferencianatural,eraquehabíasidoasesinadoporeljovenyescondidoenelestanquedemijardín,peroposteriores investigacionespolicialesdemostraronqueeraerrónea.Citoesta segunda teoría —la que sin duda yo prefiero— porque es imposiblenombrar alDr. Sarolea, incluso en esta etapa inicial de la historia sin deciralgosobreél.ElDr.SaroleaesunodeloslingüistasmáseruditosdeEuropa.Cada semana aproximadamente aprende una nueva lengua. Su biblioteca es

Page 55: Autobiografía Por G. K. Chesterton

una de las maravillas del mundo, por no decir de las monstruosidades delmundo.Laúltimavezquelovi,tuvelaimpresióndequecomprabalascasasvecinasaderechaeizquierdaparahacersitioasuslibros.MepreguntabaamímismosinoeramuyprobablequeunhombreasíseencontraraalfinaldesuvidaenlamismaposiciónqueFausto.¿YquémásrazonableyprobablequeMefistófelessalieraasuencuentroenlaesquina,cuandoelprofesorsubíadelaestacióndeBeaconsfield,y lepropusieraelviejo tratoporelque,conunsimpletoquedemagia,seconvertiríaeneljovenapuestoqueminutosdespuésllamabaamipuerta?Estateoríapsíquicaseveríaapoyadaporelhechodequeactualmente el joven se desenvuelve bien en la política y refrendada, desdeluego,porelhechodequeelDr.Sarolea(mealegradecirlo)sigavivoyactivoen Edimburgo. La única dificultad es la que también afecta ami triunfanteteoría de que la obra de Shakespeare la escribió Bacon (polémicamente,muchomásfuertequelaopuesta),lamismadificultadqueparalizólafedemipadreenlahistoriadelatabernayquemellevaasospecharqueesteextrañoincidentefueunodeesosepisodiosextraordinariosbastanteordinarios;comocuando confundimos a un extraño con un amigo y a continuación, nosencontramosconelamigo.Enresumen,laúnicaobjeciónamiconvincenteycompletateoríapsíquicaesquenomecreoniunapalabradetodoello.

Porsupuesto,todoestosucediómuchosañosdespués.Silomencionoaquíes sólo para negar cualquier intención de tomarme en serio mi experienciapsíquica.Noobstante,trataraquellaprimeraetapaquedescribodirectamenteenestecapítulomedapieparareferirmealasunto.Simplementeempecéconeste ejemplode investigador psíquico aficionadoporque elmismohechodequemeabandonaraaellosinmotivoysinresultadoalguno,yquenollegaraaninguna conclusión o que ni siquiera lo intentara, demuestra que este es unperíododelavidaenelquelamentesimplementesueñayvaaladeriva,yamenudocontrarocasmuypeligrosas.

Estecapítuloabarcamásomenoslaépocaenqueasistíalaescueladearteysindudaguardaelsabordelascondicionesdeaquellugar.Nohaynadamásdifícildeaprenderque lapinturaynadaque lamayoríade lagentese tomemenosmolestiasenaprender.Unaescueladearteesunlugarenelqueunastrespersonastrabajanconenergíafebrilytodoslosdemásholgazaneanhastaunpuntoimposibledealcanzarporunserhumano.Además,losquetrabajannodiréquesonlosmenosinteligentes,sinoque,porlamismanaturalezadelcaso, diría que son losmás limitados; esos cuya aguda inteligencia está demomentolimitadaalosproblemasestrictamentetécnicos,puesnodeseanserdiscursivos ni filosóficos porque el truco que intentan aprender es a la vezincomunicableypráctico,comotocarelviolín.Asípues,lafilosofíasedejaalosholgazanesygeneralmenteellamismaesunafilosofíamuyociosa.Enlaépoca a la que me refiero era también una filosofía muy negativa, inclusonihilista.Aunquenuncalaaceptasedeltodo,ensombreciómimenteymehizo

Page 56: Autobiografía Por G. K. Chesterton

creerquelasideasmásprovechosasyvaliosassedaban,comoquiendice,aladefensiva. Más adelante volveré a hablar de este asunto; de momento, lacuestiónesqueunaescueladeartepuedeserunlugardemuchaholgazaneríayqueyoeraentoncesunapersonamuyholgazana.

Puedeserqueelartesealargo,perolasescuelasartísticassoncortasymuyefímeras;debiódehaberunascincooseisdesdequeempecéaasistiraunaescuela de arte. Mi época fue la del impresionismo y nadie se atrevía aimaginarquepodíaexistirnadaparecidoalpostimpresionismooalpost-post-impresionismo. Lo último era estar al tanto de lo que hacía Whistler yagarrarleporelmechónblancodel flequillocomosiél fuera laencarnacióndelTiempo.Desdeentonces,eseconspicuomechóncanososehadiluidoenunaarmoníablancaygris,y loqueundía fuenuevoseha tornadoantiguo.Perocreoqueenelimpresionismohabíaunsignificadoespiritualrelacionadoconestaeradeescepticismo.Quierodecirqueilustrabaelescepticismoenloquetienedesubjetivismo.Suprincipioeraquesiloúnicoqueseveíadeunavaca era una línea blanca y una sombra púrpura, sólo debíamos plasmar lalíneaylasombra;enciertosentido,deberíamoscreerenlalíneaylasombramásqueenlavaca.Enciertosentido,elescépticoimpresionistacontradecíaalpoetaqueafirmabanohabervistonuncaunavacapúrpura.El impresionistatendía a decir que él sólohabíavistounavacapúrpurao,másbien, quenohabíavistolavaca,sinosóloelpúrpura.

Sean cuales sean los méritos de este método artístico, es evidente que,comométododepensamiento,hayenélalgototalmentesubjetivoyescéptico.Se presta naturalmente a la insinuación metafísica de que las cosas soloexisten como las percibimos o que ni siquiera existen. La filosofía delimpresionismoestánecesariamentecercade la filosofíade la ilusión.Yesteclimatambiéncontribuyó,aunqueindirectamente,aunciertoestadoanímicodeirrealidadyaislamientoestérilqueenaquellaépocaseapoderódemí—ycreoquedemuchosotros.

Lo que me sorprende al volver la vista a mi juventud e incluso a miadolescencia es la enorme rapidez con la que se cree estar de vuelta de lofundamentaly con laque incluso seniega lo fundamental.Auna edadmuytemprana, yo estaba de vuelta hasta del mismísimo pensamiento. Es algoespantosoporquepuedellevaracreerquenoexistenadasinopensamiento.Enestaépocayonodistinguíabienentresueñoyvigilia;medabalasensación,nosólocomoestadodeánimosinocomodudametafísica,dequetodopodíaserunsueño.Eracomosiyomismohubieraproyectadoeluniverso,consusárbolesyestrellas,desdemipropiointerior;esasensaciónestátancercadelaidea de ser Dios que evidentemente está aún más cerca de estar loco. Sinembargo,yonoestabalocoenelsentidomédicoofísico;simplementeestaballevandoasupropiolímiteelescepticismodemiépoca.Prontodescubríque

Page 57: Autobiografía Por G. K. Chesterton

aquel escepticismo iríamuchomás lejosde loque fueron lamayoríade losescépticos. Mientras los tediosos ateos venían a explicarme que no existíanada más que la materia, les escuchaba con un tranquilo escalofrío deindiferenciaporquesospechabaquenoexistíanadasalvolamente.Siemprehepensadoquehabíaalgoinconsistenteydeínfimacategoríaenlosmaterialistasyelmaterialismo.Elateomedecíaconmuchasolemnidadquenocreíaqueexistieraningúndios, yhabíamomentos en losqueyoni siquiera creíaquehubieraningúnateo.

Ylomismoquemesucedíaconloslímitesmentales,mesucedíaconlosmorales. Hay algo verdaderamente inquietante cuando pienso en la rapidezcon la que imaginaba lo más loco, aunque jamás había cometido el másmínimodelito.Esposibleque ello sedebiera enparte a la atmosferade losdecadentes y a sus constantes alusiones a los lujuriosos horrores delpaganismo;peronoestoymuydispuestoadefenderestaposibilidad;másbiensospecho que yo solito fabriqué la mayoría de mis trastornos. De todasmaneras, es verdad que hubo un tiempo en el que mi estado de anarquíainterna era tal quepodía suscribir las palabrasdeWilde: «Atis con el puñalmanchadodesangreeramejorqueelobjetoqueyosoy».Aunquenuncahayasentido lamás leve tentaciónhacia laparticular locuradeWilde, en aquellaépocapodíaimaginarlasmásdepravadasatrocidadesylospeoresdesatinosdepasiones más normales; la cuestión es que mi estado de ánimo estabadominado y oprimido por una especie de exuberancia imaginativa. ComoBunyan que, en su etapa de perturbación, se describía a si mismo comodispuesto a proferir blasfemias, yo sentía un arrollador impulso de grabar odibujarhorribles ideas e imágenes, ymehundía cadavezmáscomoenunaespecie de ciego suicidio espiritual. Por aquel entonces, nunca había oídohablardelaconfesiónenserio,peroesoesprecisamenteloquesenecesitaenesoscasos.Mefiguroquenosoncasosnadararos.Lociertoesquedescendílosuficientecomoparadescubriraldemonioeincluso,deunaformaoscura,parareconoceraldemonio.Nunca,porlomenos,nisiquieraenestaprimeraetapaconfusay escéptica,meabandoné totalmente a las ideasdelmomentosobrelarelatividaddelmalolairrealidaddelpecado.Talvezcuando,porfin,me manifesté como una especie de teórico y me describieron como un«optimista», fuera porque era uno de los pocos que, en aquel mundo desatanismo,creíarealmenteenlosdemonios.

A decir verdad, la historia de lo que se ha llamadomi «optimismo» fuebastante extraña. Cuando ya llevaba cierto tiempo sumido en lasprofundidades del pesimismo contemporáneo, sentí en mi interior un granimpulso de rebeldía: desalojar aquel íncubo o librarme de aquella pesadilla.Pero como aún intentaba resolver las cosas yo solo, con poca ayuda de lafilosofíayningunadelareligión,meinventéunateoríamísticarudimentariayprovisional.Sepodíaresumirenquelameraexistencia,reducidaasuslímites

Page 58: Autobiografía Por G. K. Chesterton

más primarios, era lo bastante extraordinaria como para ser emocionante.Cualquiercosaeramagníficacomparadaconlanadayaunquela luzdeldíafueraunsueño,eraunaensoñación,nounapesadilla.Elsimplehechodequeunopudieraagitarlosbrazosylaspiernas—oesosdudososobjetosexternossituadosenelpaisajeque llamamosnuestrosbrazosypiernas—demostrabaque no era la parálisis de una pesadilla o que, si lo era, era una pesadillaagradable.Enrealidad,había idoapararaunaposturanomuyalejadadelafrasedemiabuelo,elpuritano,quedecíaquedaríagraciasaDiosporhaberlecreado aunque supiera que su alma estaba condenada. Un fino hilo deagradecimiento me mantenía unido a un resto de religiosidad. Daba lasgracias, a quienesquiera que fueran los dioses, no como Swinburne, por elhechodequeningunavidadureparasiempre,sinoporquecualquiervidaviva;nocomoHenley,pormiespírituinvencible(nuncahesidotanoptimistasobremi espíritu para definirlo así), sino por mi espíritu y mi cuerpo, aunquepudieranservencidos.Aestemododeverlascosas,conunmínimodeciertagratitudmisteriosa, contribuyeron los pocos escritores demoda que no eranpesimistas;sobre todoWaltWhitman,Browning,Stevensonyel«Diosdebeestarcontentodequeunoametantosumundo»deBrowningo«lacreenciaenladecenciaúltimadelascosas»deStevenson.Peronocreoqueseademasiadodecirqueeraunmodopropio,aunquenosupieraverloconclaridadniponerloenclaro.Deseabadecir,tantosiconseguídecirlocomosino,quenadiesabehastaquépuntoesoptimista—aunquesetengaporpesimista—porquenohamedidorealmentelaprofundidaddesudeudaconloquelecreóylepermitióconsiderarsealgo.Eracomosienelfondodelcerebro,pordecirlodealgunamanera, alentara una olvidada llamita o estallido de asombro ante la propiaexistencia. El objetivo de la vida artística y espiritual era excavar hastaencontrar aquel enterrado amanecer de asombro; de esa forma, un hombresentadoenunasillapodíaderepenteserconscientedequeestabavivoyserfeliz.Habíaotrosaspectosdeestesentimientoyotrosargumentosasufavorsobrelosquetendréquevolver.Demomentosóloesnecesariaunapartedelanarración, la que acredita que, cuando realmente empecé a escribir, tenía lafirme decisión de hacerlo contra los decadentes y los pesimistas quegobernabanlaculturadelaépoca.

Así,entrelosversosjuvenilesqueempecéaescribirporestaépoca,habíaunotitulado«Elniñopornacer»enelqueimaginabaaunacriaturanonacidaqueruegaporsuexistenciayprometeejercertodaslasvirtudessiselepermitetansólotenerlaexperienciadelavida.OtropoemadescribeaunguasónquesuplicaaDiosqueledéojos,labiosylenguaconlosquepuedaburlarsedeÉl;unaversiónmásácidadelamismafantasía.Ycreoquefueporaquellaépocacuandotuveunaideaquemástardeutilicéenuncuentotitulado«Manalive»;enélsehabladeunserbondadosoqueibaporahíconunapistolaconlaquederepenteapuntabaaunfilósofopesimista,cuandoestedecíaquenomerece

Page 59: Autobiografía Por G. K. Chesterton

lapenavivir.Estonoaparecióimpresohastamuchotiempodespués,perolospoemasserecogieronenunpequeñovolumenquemipadreimprudentementeme ayudó a publicar con el título de The Wild Knight. Esta es una parteimportantede lahistoria si esquehayalgunaque lo sea,porque supusomiiniciaciónalaliteraturayalmundodelosescritores.

Mr. James Douglas, conocido casi exclusivamente entonces como unsobresaliente crítico literario, acogió mi librito de versos con calor y unagenerosidadcasiabrumadora.Elentusiasmoylagenerosidadfueronsiempredos de las cualidades más atractivas deMr. Douglas. Por alguna razón, seempeñó en afirmar rotundamente que no existía nadie que se llamara G.K.Chesterton porque evidentemente, aquel era un nom de plume y porqueobviamente aquella no era la obra de un novicio sino de un escritorconsagrado; y finalmente, porquenopodía ser otroqueMr. JohnDavidson.Esto naturalmente provocó un indignado desmentido por parte deMr. JohnDavidson. El inspirado poeta, con toda legitimidad, agradecía al Señor nohaberescritojamásaquellastonterías;yo,porlomenos,estabatotalmentedeacuerdoconél.Nomuchodespués,cuandoMr.JohnLañehabíaaceptadoelmanuscrito de El Napoleón de Notting Hill, estaba yo comiendo con aqueleditoreiniciéunaagradableconversaciónconunjovenrubio,algomayorqueyo, que estaba sentado ami izquierda.Unhombremuchomás extraño, conaspectodeelfo,calvo,moreno,conunaperillamefistofélicaymonóculo,seunió a la conversación desde el otro lado de la mesa; descubrimos queestábamosdeacuerdoenmultitudde temas literariosyaquellofueelorigendeloquemeatreveríaallamarunapreciomutuoyduradero.TardétiempoendescubrirqueelprimerhombreeraMr.JamesDouglasyelsegundo,Mr.JohnDavidson.

Heavanzadounpocomihistoria,enloquealaliteraturaserefiere,yhealcanzado un punto al que todavía no he llegado en otros aspectos mássociales o políticos, pero será mejor que complete este aspecto de midesordenada evolución. Tal vez el siguiente suceso importante que mefavoreció y me puso en relación con el mundo de las letras fue una largareseña que escribí de un libro sobre Stevenson, quizás el primero de losestúpidoslibrosescritosparamenospreciaraStevenson.DefendíaStevensoncon tantavehemencia,pornodecirviolencia,que tuve la suertedeatraer laatencióndeescritoresmuydistinguidos,loscuales,aunnosiendoniviolentosni vehementes, sí que eran fervientes stevensonianos. Recibí una cartaencantadora, y posteriormentemucho ánimo y hospitalidad, de parte de SirSidneyColvin,acuyacasa ibaamenudo;allí tuveelplacerdeconocera lafutura Lady Colvin y allí escuché a Stephen Phillips leer su obra de teatroUlises.Nadiepodíahabersidonuncamásgenerosoyconsideradode loqueColvin fue siempre conmigo, pero creo que jamás hubiéramos llegado acoincidir, como él coincidía con Stevenson e incluso con Stephen Phillips,

Page 60: Autobiografía Por G. K. Chesterton

pues,salvosobreStevenson,nohabíatemadivinoohumanosobreelquenodiscrepáramos.Era imperialistaenpolíticayracionalistaen loreligioso.Yapesar de su frígido refinamiento, era lo que era con inagotable contumacia.Odiabaalosradicales,aloscristianosyalosrománticossimpatizantesdelaspequeñasnacionalidades;enresumen,odiabatodoloqueyohetendidoaser.El mismo vínculo de amor por Stevenson me unió poco después a otroeminentísimohombrede letras:SirEdmundGosse.EnciertomodosiempremesentímásagustoconSirEdmundGosse,porqueéldespreciabatodaslasopiniones y no exclusivamente las mías. En su imparcial cinismo había unextraordinario fondo de genialidad. Poseía el arte de discutir sin despreciar.Siemprepenséquenodisfrutabadiscutiendo,sinodeladiscusiónensícomodeunaespeciedearteporelarteque,sinningunaintencióndeherir,resultabaaúnmásartísticaporlaformacortésydelicadaquehabitualmenteasumía.Leapreciabamuchoymesientomuyfelizalpensarqueunadelasúltimascosasquedebió de hacer fue escribirmeuna carta para darme las gracias por otravindicación,muyposterior,deStevenson,quefuerecogidaenunlibroescritomucho después, en realidad hace sólo unos cuantos años. En aquella cartadecíaconunapoderosasencillezviniendodeunhombrecomoél:«Lequería;aún le quiero». Enmi caso, nome siento con derecho a usar términos tanfuertes,perosientoalgoparecidoporGosse.

Por aquella época descubrí el secreto de la amabilitas en otra personafamosaporsuaparentemordacidad:Mr.MaxBeerbohm.Desdequemeinvitóacomer,siempresupequeéleralamássutildesusparadojas.Unhombredesu reputaciónpodríaencontrarofensiva lapalabraamabilitas.Anteungeniotaneruditocomoél,sólopuedojustificarmediciéndolaenlatínporquenomeatrevoausarlapalabradellenguajecotidiano.Maxrepresentóunpapelenlamascaradadeaqueltiempoquetanbrillantementehadescrito;inclusopasóysobrepasó el papel.Se suponíaque sunombre era sinónimodedesfachatez;igual que el estudiante que exhibía la cara de un golfo con el porte de undandi. Se suponía que lanzaba al vuelo sus propias campanas con todas lasflorituras del autobombo y se cuentan innumerables historias sobre ladesvergonzadaplacidezde sunarcisismo.Por ejemplo, cuandoapenashabíaescrito nadamás que unas cuantas redacciones escolares, las reunió bajo elsolemne títulodeLasobrasdeMaxBeerbohm.Enotraocasión,proyectabauna serie de biografías llamada «Hermanos de los grandes hombres», cuyoprimer volumen era El árbol genealógico de Herbert Beerbohm. Pero yo,desdeelprimermomentoenqueoísuvozyvilaexpresióndesusojos,supequetodoaquelloeraexactamentelocontrariodelaverdad.Maxerayesunapersonadotadadeunaextraordinariahumildadparaunhombredesuvalíaysuépoca.Jamásleheoídounasolafraseountonoqueindicaraquesupieramásojuzgaramejordeloquelohacía;nisiquieralamitaddebiendeloqueéllohacía.Lamayoríadeloshombressuelenalardearenlaconversaciónde

Page 61: Autobiografía Por G. K. Chesterton

logrosyvanidadesquenosonreales,perocreoqueéltieneunaopiniónmásrealistaymoderadadesímismoquedetodolodemás.Portemperamentoesmásescépticoqueyo,peroporsupuestonosepermitelavilidolatríadecreerensímismo.Enestomegustaríasertanbuencristianocomoél.Espero,porelbien del personaje oficial o público que es, que logrará que le excusen estaúltimaofensa.Perolagentequenosupocomprenderestehecho,nientendiócómo un estudiante inteligente disfrutaba con una broma intelectual, tienemuchoqueaprendersobrelaposiblecombinacióndehumoryhumildad.

Finalmente,lacoronadeloquellamaríamosrespetabilidadmellegódelamanodelaeditorialMacmillan,quemuyhalagadoramentemeinvitóaescribirun estudio sobre Browning para la English Men of Letters Senes. Cuandoacababan de proponérmelo, fui a comer conMaxBeerbohm, quienme dijoconairepensativo:«UnhombretienequeescribirsobreBrowningcuandoesjoven».Nadiesabequeesjovencuandoesjoven.EntoncesnoentendíloqueMaxqueríadecir,peroahoraséqueteníarazón,comosueleserhabitual.Enfin, no necesito decir que acepté la invitación de escribir el libro sobreBrowning.Noobstante,yonodiríaqueescribíunlibrosobreBrowning,sinosobre el amor, la libertad, la poesía,mi propia visión deDios y la religión(bastante elemental), y sobre diversas teoríasmías acerca del optimismo, elpesimismoy la esperanzadelmundo;un libroenelque,devezencuando,aparecía el nombre de Browning, yo diría que con bastante arte o, por lomenos,dabalasensacióndeaparecerconunaescrupulosaregularidad.Eraunlibroconmuypocosdatosbiográficos,ylospocosquehabíaerancasitodoserróneos. A pesar de todo, el libro tiene algo y creo que trata más de miadolescenciaquedelavidadeBrowning.

Heavanzadolafacetaliterariademipropiabiografíaendetrimentodelasdemás,peromuchotiempoantesdequeestosúltimoshechossucedieran,yaeraevidentequeelcentrodegravedaddemiexistenciahabíacambiadodeloque —por consideración— llamaremos arte a lo que —también porconsideración— llamaremos literatura. El agente más importante en estecambio de intenciones fuemi amigo Ernest HodderWilliams, director mástardedelafamosaeditorialdesumismonombre.Élasistíaalasclasesdelatíne inglés en elUniversityCollegemientrasyo iba, ono iba, a lasde arte enSladeSchool.Seguíconéluncursodeinglés,yporesopuedoalardeardeseruno de los muchos alumnos agradecidos al magisterio extraordinariamentevivo y estimulante del profesor W. P. Ker. La mayoría de los demásestudiantes estudiaban para pasar los exámenes, pero, en aquella etapaindolentedemivida,yonoteníanisiquieraeseobjetivo.Elresultadofuequemeganéunafamainmerecidademantenerunadevocióndesinteresadahaciala cultura por símisma; incluso en una ocasión tuve el honor de formar yosolo toda la audiencia del profesor Ker. No obstante, dio una clase tancompletaymeditadacomolasquelehabíaescuchadosiempre,aunqueenun

Page 62: Autobiografía Por G. K. Chesterton

estilo ligeramente más coloquial; me preguntó sobre mis lecturas y almencionarlealgosobre lapoesíadePope,dijomuysatisfecho:«Oh,yaveoque le han educado bien».Aquella generación de admiradores de Shelley ySwinburnenohabíahechojusticiaaPope.HodderWilliamsyyohablábamosamenudodeliteraturadespuésdelasclasesyélseempecinóenqueyopodíaescribir, ilusión que mantuvo hasta su muerte. Por aquel motivo y por mirelaciónconlosestudiosartísticos,meencargóquereseñaravarios librosdearteparaelBookman,elfamosoórganodelacasaeditorialdesufamilia.Nohacefaltadecirque,trashaberfracasadoenaprenderadibujaryapintar,melancé alegremente a criticar los puntos más débiles de Rubens o el malencauzado genio de Tintoretto. Había descubierto la profesiónmás fácil detodasylaqueheseguidodesdeentonces.

Cuandopiensoentodasestascosas,ydesdeluegoenmividaengeneral,mesorprendesobretodomiextraordinariasuerte.Yahedefendidolosméritosdelcuentomoral,peroelqueaquellabuenafortunarecayeseenelaprendizdevago que yo era contradice cualquier principio digno. En lo referente a miasociaciónconHodderWilliams,eratotalmenteincongruentequealguientaninactivocomoyotuvieraunamigotanactivocomoél.Yrespectoalaelecciónde oficio, era tremendamente injusto que alguien lograra convertirse enperiodista simplemente por haber fracasado como artista; digo oficio y noprofesión,porqueloúnicoquepuedodecirenmifavorysobreambosoficiosesquenuncafuipretenciosoenningunodeellos.Sihetenidounaprofesión,porlomenosnuncahesidounprofesor.Pero,porotraparte,enestaprimeraetapahuboun factorde suerte e inclusode casualidad.Quierodecirquemimente seguía abstraída y casi aturdida, y aquellas oportunidades eransimplementecosasquemesucedían,casicomosi fuerancalamidades.Decirquenoeraambiciososuenademasiadoavirtud,cuandoenrealidadsetratabade un defecto no demasiado vergonzoso; era esa curiosa ceguera de lajuventudqueobservamosenlosdemásy,sinembargo,nuncanosexplicamosennosotrosmismos.Pero,sobretodo,lomencionoporqueserelacionabaconlacontinuidaddeaquelenigmamentalsinresolverquemencionealiniciodeeste capítulo. La razón fundamental era que mis ojos se dirigían hacia miinterior y no hacia fuera;me imagino que aquello dotaba de un estrabismomuypocoatractivoamipersonalidadmoral.Todavíaestabaesclavizadoporaquellapesadillametafísicadecontradiccionesentrementeymateria,por laperversaimagineríadelmalyelpesodelosmisteriosdelcuerpoyelcerebro,peroparaentoncesyamehabíarebeladocontraelloseintentabaconstruirunacosmologíamás saludable, aunqueme pasara de la raya en lo relativo a lasalud;inclusomecalifiquéamímismodeoptimistaporqueestabaaunpasodeserunpesimista.Esaeslaúnicaexcusaquepuedoofrecer.Todaestapartedelprocesofuedespuésrecogidaenla informeformadeunanovela tituladaElhombrequefuejueves.Ensumomento,eltítulollamómucholaatencióny

Page 63: Autobiografía Por G. K. Chesterton

los periodistas hicieron bromas. Algunos, al referirse a mis supuestasopiniones jocosas, simulaban confundirlo con «El hombre que fue nueves».OtrossuponíannaturalmentequeJueveseraelhermanonegrodeViernes.Ytambién los había que, con mayor perspicacia, lo trataban como un títulototalmenteanárquicocomo«Lamujerquefueochoymedia»o«Lavacaquefuemañanapor lanoche».Perome interesa lo siguiente:apenasnadieentrequienesleyeroneltítuloparecehabermiradoelsubtítulo—«Unapesadilla»—querespondíaamuchísimaspreguntasdelacrítica.

Hago aquí una pausa porque esto es hasta cierto punto importante paracomprenderaquellaépoca.MehanpreguntadoconfrecuenciaquésignificadotieneenestaobralamonstruosapantomimadelogroquerecibeelnombredeDomingo; algunos han sugerido, y en cierto sentido no sin razón, querepresentabaunaversiónblasfemadelCreador.Perolacuestiónesquetodalahistoria es una pesadilla sobre las cosas, no tal como son, sino como leparecían al joven ligeramente pesimista de los años noventa; y el ogro, queaparecebrutalperoquetambiénes,enelfondo,benevolente,noestantoDios,en un sentido religioso o antirreligioso, sino laNaturaleza a los ojos de unpanteísta cuyo panteísmo naciera del pesimismo.En cuanto al sentido de lahistoria, intentaba empezar pintando un cuadro negro del mundo y avanzarhastadaraentenderqueelcuadronoeratannegrocomosehabíapintadoenun principio. Ya he explicado que todo esto era fruto del nihilismo de losnoventa, patente ya en la dedicatoria que escribí ami amigoBentley, quienhabía vivido una etapa y unos problemas parecidos, y en la que preguntabaretóricamente: «¿Quién puede comprenderlo sino tú?».Un crítico respondióconmuchasensatezdiciendoquesinadiesalvoMr.Bentleyentendíaellibro,noparecíarazonablepediraotrosqueloleyeran.

Perohablodeelloaquíporque,aunquesucedíaalprincipiodelahistoria,estabadestinadoasignificarotracosaantesdel finalde lanovela.Sinaquellejanoefectofinal,elrecuerdopuedeparecertanabsurdocomoellibro,perodemomentosólopuedodejaraquíconstanciadelosdoshechosque,dealgunaformayenciertosentido,conseguíratificar.Enprimerlugar,intentabadeunamaneravagafundarunnuevooptimismo,nosobreelmáximobiensinosobreelmínimo.Nomeimportabademasiadoelpesimistaquesequejabadequelobueno existiera en una proporción tan pequeña, sino queme enfurecía—albordedel asesinato—elpesimistaquepreguntabaparaqué servía lobueno.Ensegundolugar, inclusoenlosprimerostiemposyporlospeoresmotivos,yo ya sabía demasiado como para fingir que me libraba del mal. Al final,introdujeunpersonajeque,con totalcomprensiónde loquehace, realmenterechazaydesafíaalbien.Muchodespués, elpadreRonaldKnox,conaquelmodosuyotansingular,medijoqueestabasegurodequeusaríanelrestodellibro para probar que yo era un panteísta y un pagano, y que los futuroscríticos demostrarían fácilmente que el episodio del Acusador era una

Page 64: Autobiografía Por G. K. Chesterton

acotaciónescritaporalgúncura.

Esenoeraelcaso,sinorealmentetodolocontrario.Enaquellaépoca,mehabríamolestadotantocomocualquierotroescritorenmillasalaredondasihubieradescubiertoqueuncurasemetíaenmisasuntosohacíaacotacionesamismanuscritos.Escribíaquelladeclaraciónenlanovelaparadartestimoniodel peor pecado (el imperdonable pecado de no desear ser perdonado), noporque lo hubiera aprendido de algunos de losmillones de curas que nuncahabía conocido, sino porque lo había aprendido demímismo.Yo ya estababastantesegurodeque,silodeseaba,podíaapartarmedelavidacompletadeluniverso.Cuandolepreguntanamiesposaquiénlaconvirtióalcatolicismo,siempreresponde:«eldiablo».

Perotodoaquellosucediótantotiempodespuésquenoguardarelaciónconla filosofía llena de vacilaciones y conjeturas de la novela en cuestión.Preferiría citar el homenaje de un hombre totalmente distinto que fue, noobstante, uno de los pocos que, por una u otra razón, han sacado algo enlimpio de esta desgraciada historia de mi juventud. Era un distinguidopsicoanalistadelosmásmodernosycientíficos,nouncura,nimuchomenos;podríamosdecircomoelfrancésalquelepreguntaronsihabíaalmorzadoenelbote:«aucontraire».Nocreíaeneldemonio,Diosnoloquisiera,siesqueexistíaalgúnDiosparaquererlo.Peroeraunentusiastayvehementeestudiosode su especialidad, y me puso los pelos de punta cuando me comentó quehabíaencontradomuyútilaquellanovelamíadejuventudcomoremedioparasus pacientes más patológicos; sobre todo, el proceso por el que losanarquistas más diabólicos resultan ser buenos ciudadanos disfrazados.«Conozco unos cuantos hombres que casi se volvieron locos —dijogravemente—,perosesalvaronporquehabíanentendidorealmenteElhombreque fue jueves». Es posible que fuera generosamente exagerado y porsupuesto, es posible que élmismo estuviera loco, pero entonces también loestabayo.Confiesoquemehalagapensarque,enaquellaépocamíadelocura,puderesultardealgunautilidadaotroslunáticos.

V

NACIONALISMOYNOTTINGHILL

Llegados a este punto de la historia debo retroceder un momento, parapoderseguiradelante.Enlaspáginasanterioreshecontadocosassobreelarteque se practicaba en casa y sobre el que aprendí en la escuela; del arte queperdípormipropiaculpaodelqueganégraciasamipadre;delagratitudquedeboalaficionadoydelasdisculpasquedeboalprofesordearte;detodolo

Page 65: Autobiografía Por G. K. Chesterton

quemeenseñaronsinqueloaprendieraydetodoloqueaprendísinquenadiemeloenseñara.Noobstante,enelpanoramadelaépoca,estepredominiodelarte era desproporcionado en relación al lugar que la ciencia ocupabaentonces. Es cierto que jamás tuve lo que se podría llamar un caráctercientífico e incluso, entre las disciplinas clásicas y modernas de mi viejaescuela,siemprehubierapreferidozanganearenlasclasesdegriegoqueenlasdequímica.Perolacienciaestabaenelambientedelmundovictoriano,ylosniñosy losmuchachos seveíanafectadospor sus aspectosmáspintorescos.Algunos de los amigos de mi padre eran científicos, aficionados oprofesionales; uno de ellos, Alexander Watherson, un maestro de escuelaencantador, llevaba consigo un «martillo geológico» con el que, para granregocijomío,desprendíafósilesdelasrocasoparedes;elmismonombredemartillo geológico todavía me sugiere algo primitivo y poético como elmartillodeThor.Elhermanodemimadre,BeaumontGrosjean,eraanalistaquímico por vocación, además de ser un tipo con gran sentido del humor;recuerdocómocontabaquehabíacomprobadomedianteunanálisislapurezade un producto comercial único: el «Betún nubio»; como creo que ya noexiste, nomepueden censurar ni recompensarpor anunciarlo.Mi tío estabatanfascinadoporaquelcasoúnicodehonradezcomercialqueusabaelnombrecomotérminomoraldealabanza;decía:«Nadiepodríahabersecomportadodeuna manera más nubia» o «tal vez una acción tan nubia honró a lahumanidad». Fue aquelmismo tío científico quienme contó varios cuentoscientíficosenlosque,deboadmitirlo,creíamuchomenosqueenlosdehadas.Mecontabaquecuandoyosaltabadeunasilla,latierrasaltabahaciamí.Enaquellaépoca,yoyadabaporsentadoqueaquelloerafalsoo,porlomenos,unabroma.LoqueEinsteinhayahechoconelloahoraesotrahistoriaoquizásotrabroma.Peromencionoaquílacienciayamitíocientíficoporotrarazón.

Soy lobastantemayorpara recordarcómoeraelmundosin teléfonosenmiinfancia.Recuerdoquemipadreymitíohabilitaronelprimerteléfonoqueyo vi utilizando sus propiosmetales y elementos químicos; era un teléfonominúsculoqueibadesdeeldormitoriobajoeltejadohastaelfondodeljardín.Aquello me impresionó muchísimo; no creo que la expansión queposteriormente ha alcanzado me haya impresionado más. Este es un puntoimportante en la teoría de la imaginación.Realmenteme impresionó el queunavozsonaraenlahabitacióncuandoseestabaproduciendoenlacalledeallado.Habríasidodifícilquemeimpresionaramássihubierasidoenlaciudaddeal lado.Ahorayanomesorprendepormásque ladistancia sea ladeuncontinente a otro. El milagro se ha acabado. Yo admiraba más los grandesinventos científicos a pequeña escala. Siempre me atrajo mucho más elmicroscopio que el telescopio. Cuando de niño me hablaban de remotasestrellasalasquenuncallegabaelsol,meconmovíatanpococomocuandodeadultomehablabandeunimperioenelquenuncaseponíaelsol.Noveía

Page 66: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ninguna utilidad a un imperio sin puestas de sol. Sin embargo, me sentíainspirado,emocionado,almiraruncristalcomounacabezadealfileratravésde un agujerito y verlo cambiar de forma y color como una puesta de solpigmea.

Mehepeleadounpardevecesconhombresmejoresqueyo,entusiastasdeesa fantasíapueril sobre la realidadde la fantasíadelniño.Enprimer lugar,disiento de ellos cuando tratan la imaginación infantil como una especie desueño; en cambio, yo la recuerdo como un hombre que sueña recordaría elmundo en el que estaba despierto. En segundo lugar, niego que los niñoshayansufridobajolatiraníadelcuentomoral.Recuerdomuybienlaépocaenque la tiranía más espantosa hubiera sido arrebatarme aquellos cuentosmorales. Y para aclarar esto, he de contradecir otra de esas conjeturascomúnmenteaceptadasen ladescripción románticadelamanecerde lavida.Elasuntonoesmuyfácildeexplicar;enrealidad,hepasadolamayorpartedemi vida intentando explicarlo sin éxito. En cuanto al arsenal de libros malconstruidosenlosquefracasétotalmente,nodeseodetenerme,aunquetalvez,como definición general, podría resultar útil; y si no como definición, almenos como sugerencia. Desde el principio, me di cuenta —primerovagamente y luego, cada vez conmás claridad—que la libertad se concibecomo algo que simplemente funciona hacia fuera, mientras que para mísiemprefuealgoquefuncionabahaciaadentro.

La descripción poética de los primeros sueños de la vida suele ser unadescripcióndelsimpledeseodehorizontescadavezmásamplios.Sesuponequelaimaginaciónseproyectahaciaelinfinito,apesardequeenesesentidoelinfinitosealoopuestoalaimaginación,porquelaimaginaciónfuncionaconimágenes.Y,pornaturaleza,unaimagenesalgoquetieneunperfilyportantoun límite.Sostengo,porparadójicoquepuedaparecer,queelniñonodeseasimplementelanzarseporlaventana,volarporlosairesohundirseenelmar.Cuandodeseairaotroslugares, lodeseadosiguensiendolugaresenlosquenadiehayaestadonunca.Peroenrealidad,elasuntoesaúnmáscomplicado.Ala luz de los hechos, está claro que el niño está enamorado de los límites.Utiliza su imaginación para inventar límites imaginarios. Ni la niñera ni elamadellaveslehandichonuncaquetengaeldebermoraldepisarlaslosasalternasdelpavimento.Deliberadamente,éleliminadelmundolamitaddelaslosas del pavimento para divertirse con el reto que se lanza a sí mismo.Practiquéesejuegocontodaslasesteras,tarimasyalfombrasdelacasa,yauna riesgo de que me encierren por ello, he de admitir que aún sigopracticándolo.En ese sentido, siempre he tratado de recortar el espacio querealmente tenía a mi disposición; he intentado dividir y subdividir en esasfelicesprisioneslacasaquepodíarecorrerconabsolutalibertad.Creoqueenestecaprichopsicológicohayunaverdadsin lacualelmundomodernoestáperdiendosuprincipaloportunidad.Siobservamosnuestroscuentosinfantiles

Page 67: Autobiografía Por G. K. Chesterton

predilectos, o si por lomenos tenemos paciencia para releerlos, nos damoscuenta de que sostienen este punto de vista, a pesar de que durantemuchotiemposehayapensadoqueapoyabanelpuntodevistacontrario.ElencantodeRobinsonCrusoenoestáenquelogreencontrarelcaminohastaunaremotaisla, sinoenquenopuedaencontrar elmodode salirdeella.Esoes loquedotadeinterésyemociónatodassusposesionesenlaisla:elhacha,elloro,lasarmasyelpequeñodepósitodegrano.LahistoriadeLaIsladelTesoronoesel testimoniodeunvagodeseodeembarcarseenunviajepormotivosdesalud.Terminadondeempezó,yempezóconStevensondibujandounmapadelaislacontodassusbahíasycabos,recortadosnítidamentecomosifueraunagreca.YeleternointerésquedespiertaelArcadeNoé,consideradacomounjuguete,sedebeaquetransmitelaideadesolidezyaislamiento,decriaturasfantásticas y lejanas entre sí, encerradas juntas en una caja, como si se lehubieraencargadoaNoéquemetieralalunayelsolensuequipaje.Enotraspalabras, es exactamente el mismo juego que yo practicaba cuando apilabatodo lo que quería en un sofá e imaginaba que la alfombra que tenía amialrededoreraelmar.

Este juegode ponerse límites es unode los placeres secretos de la vida.Comodicenlosmanualessobreestetipodeentretenimientos,sepuedejugarde varias formas.Una buena forma de jugar esmirar la estantería de librosmás cercana y preguntarse si uno se divertiría suficientemente con esacolección aleatoria de libros en el caso de no tener otros. Pero el elementodominanteessiempreeseprincipiodedivisiónyrestricciónquecomienzaconelniñojugandoconlaslosasdelpavimento.Insistoenestoporque,enloqueamí respecta, debe entenderse comoalgo auténticoy firmemente arraigado sipretendoquetengansentidoelrestodeopinionesqueheexpuestosobreesteasunto.Sialguiendicequehebasadomifilosofíasocialenlosjuegosdeunniño,estoydispuestoainclinarlacabezaenseñaldeasentimientoysonreír.

Esimportantísimoinsistirenquenoséconexactitudenquémomentodemi infancia o de mi juventud la idea se consolidó como una especie depatriotismolocal.Porsupropianaturaleza(oquizáporalgomejor),unniñotienelaideadefortificarydefenderlascosas;laideadedecirqueeselreydelcastillo,pero,sobretodo,dealegrarsedequeelcastilloseatanpequeño.Perocomomi tesis sostienequehayalgomuy realdetrásde todosesosprimerosmovimientos de la mente, no creo que me sorprendiera descubrir que esteinstintosecorrespondíaconunaidea.Porunacuriosacoincidenciaenmivida,acababadenacerenmíalgoparecidoaunaideapersonalcuandodescubríqueseafianzabaysosteníaenunaideacolectiva.Sidesdeentoncesherecurridoalasideascolectivas,esdecir,aloqueestáfuerademí,heintentadotambiénexplicarquelomásimportantedetodoaquelloyaestabaenmiinteriordesdehacíamuchotiempo;talvez,desdemuchoantesdequeyomedieracuenta.

Page 68: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Un día deambulaba yo por las calles de North Kensington contándomehistoriasamímismosobresalidasyasedios,a lamaneradeWalterScott,eintentando vagamente aplicarlas a la selva de ladrillos y cemento que merodeaba.SentíaqueLondreserayademasiadograndeydestartaladaparaserunaciudad,enelsentidodeciudadela.Meparecíamayorymásdestartaladaque el Imperio Británico. Inexplicablementemimirada se detuvo cautivadaante lavisióndeunpequeñobloquede tiendecitas iluminadasymedivertíaimaginandoqueellasseríanlasúnicasenpreservarseydefendersecomounaaldea en medio de un desierto. Encontraba emocionante contarlas y darmecuentadequeconteníanlascosasesencialesdelacivilización:unafarmacia,una librería, una tienda de comestibles y un bar. Y por último, para granregocijomío, había también una pequeña tienda de antigüedades erizada deespadas y alabardas, destinadas obviamente a pertrechar a la guardia quelucharía para defender aquella sagrada calle.Me preguntaba vagamente quéatacarían o hacia dónde avanzarían, y, al mirar hacia arriba, vi, gris en ladistancia, pero que parecía tener una inmensa altura, la Torre de las Aguasjuntoalacalledondeyohabíanacido.Derepente,semeocurrióquelatomade la Torre de las Aguas podía significar la posibilidad real de una acciónmilitarenlaqueseinundaraelvalle;yconaqueltorrenteyaquellascataratasde aguas imaginarias,mevino a la cabeza la primera idea fantásticadeunahistoriatituladaElNapoleóndeNottingHill.

Nuncamehetomadoenseriomislibros,perometomomuyenseriomisopiniones. No menciono aquí ese relato, afortunadamente olvidado, porquedeseeemularelrigoracadémicodeMr.Dodgson,queprecisabaelmomentoylugarenlosqueporprimeravezseleocurrióqueelSnarkeradespuésdetodounBoojum,sinoqueestemínimorecuerdotienequeverconcosasmuchomásprácticas. Resulta que es el únicomodo de explicar la que pronto sería miposición en la práctica política. En primer lugar, debemos entender conclaridad que la política contemporánea, incluso lo que comúnmente seconsiderarían mis propias ideas políticas, caminaba o se inclinaba entoncesjusto endirección contraria.Losdosgrandes corrientes políticos durantemijuventudyprimerosañosdemadurezfueronelImperialismoyelSocialismo.Sesuponíaqueestabanenfrentados,ysindudaloestaban,enelsentidodequeunos blandían la bandera roja y otros la británica, la Union Jack; perocomparadosconlassombríasconjeturasdemipropiaimaginación,habíaalgoencomúnentreambosmovimientos.AlmenostantaunióncomoenlaUnionJack.Losdoscreíanenlaunificaciónyelcentralismoagranescala.Ningunodelosdoshabríaentendidomiaficiónporlascosasaunaescalacadavezmáspequeña.Porsupuesto,aquellaaficióneraalgodemasiadoinstintivoyconfusocomoparaproponer todavía una teoría alternativa, y, sinmucha convicción,acepté las teorías en boga. Leí a Kipling y me atrajo en muchos aspectos,aunque me repelió en otros. Me consideraba socialista, porque la única

Page 69: Autobiografía Por G. K. Chesterton

alternativa a ser socialista era no serlo. Y no ser socialista era algoabsolutamenteespantoso.Significabaserunimbécilyunesnobarrogantedelos que protestaban contra los impuestos y las clases trabajadoras, o algúnhorrorosoviejoyvenerabledarwinistadelosquedecíanquelosmásdébilesdeben ir al paredón. Pero en el fondo de mi corazón, yo era socialista aregañadientes.Aceptabalomayorcomoelmalmenoroinclusocomoelbienmenor.

Delmismomodoqueeraunsocialistarenuente,tambiénestabadispuestoa ser un imperialista renuente como el Mr. Burden deMr. Belloc, que eratambiénun imperialista sin entusiasmo,porquede forma similar a loque lesucedeaMr.Burden,yotambiéneraherederodelatradiciónempresarialdeun mundo más viejo. Mi instinto me decía que no podía abandonar elpatriotismo completamente; ni entonces ni después he sentido ningunainclinación por lo que comúnmente se conoce como pacifismo. Estabadispuestoaaceptarlaaventuracolonialsieraelúnicomododeprotegeramipaís;igualqueestabadispuestoaaceptarelcolectivismosieraelúnicomodode proteger a mis conciudadanosmás pobres. Estaba dispuesto a que GranBretaña presumiera de un imperio si realmente no tenía nadamejor de quepresumir. Estaba dispuesto a permitir queMr. SydneyWebb cuidara de lospobressinadiemáscuidabadeellososi(talcomoparecíahaberseaceptadocomounaxiomadelascienciassociales)eraimposiblequeellossecuidarandesímismos.Peronoexistíanadaenmicorazónnienmi imaginaciónqueestuviera de acuerdo con aquellas amplias generalizaciones; algo en miinterior seescondíasubconscientementeen ladireccióncontraria.Permanecíenaquelestadomentalconfuso,aunquenodeltodopernicioso,divididoentreuninstintointeriorquenopodíaseguiryunaexpansiónexteriorquerealmenteno deseaba seguir, hasta que sucedió algo en el mundo que no sólo medespertó de mis sueños como un trueno, sino que me iluminó como unrelámpago. En 1895 tuvo lugar el JamesonRaid y uno o dos años despuésestallólaguerraconlasdosrepúblicasdeSudáfrica.

Lanaciónparecíaestarunánimementeafavordelaguerra.Muchomásafavorde laguerraenSudáfricade loque loestaríamásadelantede laGranGuerra. Esta última fue obviamente mucho más crucial y, en mi opinión,muchomásjusta.Sinembargo,noprodujoaquellaimpresióninconfundibledegrito unánime de aprobación como el quemarcó la campaña en favor de ladestrucción del estado holandés del presidente Kruger. Indudablemente, lasmultitudesclamabantantocontraKrugercomocontraelKaiser,peroelKaisercon su mostacho nunca consiguió ser una caricatura tan popular como elpresidenteconsuperilla.Desdeluegosunombreseconvirtióensinónimodecualquier cosa exótica y extraña; a un poeta demasiado elegante, con pelolargo rizado y pantalón de terciopelo hasta la rodilla, se le saludaba con elapropiadoydescriptivogritode«¡Kruger!».Sinembargo,esaunanimidaden

Page 70: Autobiografía Por G. K. Chesterton

lasmanifestacionesabarcabaagruposmásinfluyenteseilustrativos.Tantoelmundodelperiodismocomoeldelapolíticaeranpartidariosdelaanexión.Lamayoría de los periódicos compartían lamoral del DailyMail, pero no susformas. Los imperialistas liberales tomaron prácticamente las riendas delpartido liberal hasta tal punto que ni siquiera la oposición podía oponerse.Nuncaolvidaremosqueestospolíticosafavordelaguerrafueronlosmismosalosquedespués,enlaguerrade1914,seacusódemoderadoso(loqueesabsurdo) de antipatriotas: Asquith, Haldane y Grey. Parecía que todos losmoderados estaban en el bando llamado patriótico. Por entonces, yo noconocíaamuchospolíticosyteníalasensacióndequehabíamásunidaddelaque había; aunque de todas formas, habíamucha.Veía a todos los hombrespúblicos,alascorporaciones,alagentedelacalle,amipropiaclasemediaya lamayoríademis familiaresy amigosunánimemente a favorde algoqueparecía inevitable, científico y seguro.Y de pronto,me di cuenta de que loodiaba;queodiabatodoaquellocomojamásanteriormentehabíaodiadonada.

Odiabaentodoaquelloloqueamuchagentelegustaba.¡Eraunaguerratanalegre!Odiabasuconfianza,lasfelicitacionesprevistas,eloptimismodelaBolsa. Odiaba su vil seguridad en la victoria. Muchos lo consideraban unprocesocasitanautomáticocomolaactuacióndeunaleynatural.Siempreheodiado esa idea paganade la ley natural.Amedidaque la guerra avanzaba,empezó apercibirseoscuramenteque avanzabaperonoprogresaba.Cuandolosbritánicoscomenzaronaacumularderrotasinesperadasylosbóerséxitosinesperados, se produjo un cambio en el humor público; había menosoptimismo y casi sólo obstinación. Pero la canción que se tocó desde unprincipiofueladeloinevitable,unconceptoodiosoparaloscristianosylosamantesdelalibertad.Losgolpesinfligidosporlaacorraladanaciónbóer,elavancerápidoylasdeslumbrantessalidasdeDeWet,lacapturadeungeneralbritánicoalfinaldelacampañatocabanunayotravezlacanciónopuestadedesafío; la de aquellos que, como escribí después en uno de mis primerosartículos,«hacencasoomisodelospresagiosydesdeñanlasestrellas».Todoesto crecía en mi interior en forma de vagas imágenes de una modernaresurrecciónde lasbatallasdeMaratóno lasTermopilas;volvía teneraquelsueñorecurrentede la torre inescalabley losciudadanosque laasediaban,yempecéatrazarungroseroperfildeminovelitadeLondres.Perosobretodo,talvezloqueempezóarepelermeenlaatmósferadeaquellaaventuraeraloquehabíade faltade sinceridaden lapartemásnormalde la reivindicaciónnacional:laideadequeíbamosarescataranuestrosrepresentantesexiliados,los ciudadanos comerciantes de Johannesburgo, a los que habitualmentellamaban «los extranjeros». Así como esta habría sido la motivación mássimpáticadehabersidoauténtica, resultaba lamásrepulsivapor lohipócritaqueera.

Aquellaeralamejorcoartadaenfavordelaguerra:silosbóersluchaban

Page 71: Autobiografía Por G. K. Chesterton

por su país, los británicos luchaban por sus compatriotas. Únicamente quealgunosde los retratosdeesoscompatriotas teníanunaspectobastante raro.Se afirmaba constantemente que un inglés llamado Edgar había sidoasesinado,peronosepublicabaningúnretratodeltalEdgarporqueresultabaqueeracompletamentenegro.Otrosretratossíquesepublicaron;seexhibíaaotros«extranjeros»dediferentestintesytonos.Empezamosasospecharquelagentealaquelosbóersllamaban«extranjeros»eranconfrecuenciapersonasalasquelosbritánicosllamaban«forasteros».Susnombreserantansimbólicoscomosusnarices.Recuerdolaesperaconunamigopro-bóerenmediodeunaconcentración de patrioteros fanáticos a las puertas del Queen’s Hall queterminó en una batalla campal. Mi amigo y yo adoptamos un método deparodiapatrióticaoreductioadabsurdum.Primero,propusimostresvivasporChamberlain; luego, tres vivas por Rhodes y luego, progresivamente, porpatriotascadavezmásdudososydemenosraigambre.Llegamosalanzarunviva inocenteporBeityotrovivamás titubeanteporEckstein;perocuandoimpulsivamente apelamos a la popularidad universal de Albu, nuestraintenciónirónicaquedóaldescubiertoyempezólabatalla.Depronto,mevienvueltoenuncombatedeboxeocontraunoficinistapro-imperio,unpúgil,por lo menos, tan poco competente como yo. En el transcurso de esteencuentro (uno entre muchos otros conflictos análogos), otro imperialistadebió de sustraerme el reloj; el último queme he preocupado por tener. Encualquiercaso,aqueltipocreíaenlapolíticadelaanexión.

Mellamabanpro-bóery,adiferenciadeotrospro-bóer,yomesentíamuyorgullosodeltítulo.Expresabaexactamenteloquequeríadecirmuchomejorquesussinónimos idealistas.Algunos intelectuales repudiaban indignadoseltérmino y afirmaban que no eran pro-bóer sino sólo amantes de la paz opacifistas, pero yo era decididamente pro-bóer y decididamente no era unpacifista.Opinabaquelosbóershacíanbienenluchar;noquecualquierahagamal en luchar. Creía que sus granjeros tenían todo el derecho de coger elcaballoyelrifleendefensadesusgranjasydesupequeñacomunidadagraria,que había sido invadida por un imperio más cosmopolita al mando definancierosigualmentecosmopolitas.Y,comosostienepersonatanautorizadacomoMr.Discobolus en lasNonsenseRhymesdeEdwardLear, lo pensabaentonces y lo sigo pensando ahora. Pero esta especie de simpatía militanteseparaba evidentemente a los que pensaban como yo de nuestros colegassencillamenteantimilitaristas.Enloqueamípersonalmentemeafectaba,lasconsecuencias no dejaron de ser importantes. Descubrí que pertenecía a laminoríadeunaminoría.Lamayoríadelosquenaturalmentesimpatizabanconlosbritánicosnoscriticabanporsimpatizarcon losbóers.Lamayoríade losque simpatizaban con los bóers nos criticaban porque simpatizábamos conellos por razones equivocadas. Desde luego, no sé quién de los dos, elpatrioterooelpacifista,nosencontrabamásofensivoseindeseables.Enesta

Page 72: Autobiografía Por G. K. Chesterton

situación tan peculiar, orienté mis pasos hacia una amistad que ha jugadodesde entonces un papel importantísimo en mi vida tanto privada comopública.

Mis amigos acababan de regresar de Oxford, Bentley de Merton, yOldershaw del Parlamento, donde habían destacado dentro de un grupo dejóvenes liberales que se oponían en grados distintos al imperialismo delmomento;formabanungrupoconmuchosdelosnombresquellegaríanaserfamososposteriormente,comoJohnSimón,elconocidoestadistayabogado,oFrancis Hirst, el economista. Poco después de nuestra reunión en Londres,quedé con Lucian Oldershaw en un pequeño restaurante del Soho. Elencuentroseprodujoantesdequetodoelmundodescubrieralosalrededoresdel Sohoy cuando estos pequeños comedores franceses sólo eran valoradosporunospocosgourmets,yaque,segúnellos,erandelosescasoslugaresenlosqueaúnsepodíacomer.Nuncahesidotanrefinadocomoparacalificarmede gourmet, así que me alegra decir que aún puedo ser un glotón. MiignoranciagastronómicaestalqueinclusocomoenloshotelesdemodamáscarosdeLondres.Aveces,enesoslujososvestíbulos,habitadosporloshéroesyheroínasdeOppenheimyEdgarWallace,lacomidaesunpocomalainclusoparamí.Perolosquerealmentepreferíancomerbuenaschuletasytortillasavivirentreescayolasdoradasy lacayosdepantomimayahabíandescubiertoaquellos deliciosos cuchitriles junto a Leicester Square, donde, por aquelentonces,unopodíaconseguirmediabotelladeestupendovinotintoporseispeniques. Me reuní en uno de estos con mi amigo, que entró en el localseguidodeunhombrerobustoconuncanotierdelaépocainclinadosobrelosojos, lo que ponía de relieve la peculiar longitud y fuerza de su barbilla.Llevabaelabrigocolgadosobreloshombros,deformaqueparecíaunabrigopesado,einmediatamentemerecordólosretratosdeNapoleón,especialmentelos retratos ecuestres de Napoleón. Pero sus ojos, no exentos de ansiedad,tenían esa curiosa amabilidad distante que se aprecia en los ojos de losmarineros, y había algo en sus andares que podía equipararse incluso albalanceo propio del caminar del marinero. Mucho después, las palabrasencontraronsu lugarenunpoemaqueexpresabaunaciertaconcienciade lacombinaciónylamezcladenacionesensusangre.

DiosTodopoderosodiráseguramente:

sanMiguel,¿quiénesesequeseyergue

conIrlandaenlosojosperplejos

yPérigordentrelasmanos,

ylascorreasdelestriboensusbrazos

yenelpasolosmaresestrechos

Page 73: Autobiografía Por G. K. Chesterton

yenlabocadeBorgoñaunacanción

ylosPirineosensucorazón?

Se sentó pesadamente en uno de los bancos y empezó a charlarinmediatamenteacercadenoséquépolémica,dedujequelacuestiónerasisepodíasostenerrazonablementequeelreyJuanhabíasidoelmejorreyinglés.Decidió que el juicio era negativo, pero teniendo en cuenta la History ofEngland de Mrs. Markham (obra por la que sentía un gran aprecio), fueindulgenteconlosPlantagenet.Despuésdetodo,Juanfueunregenteyningúnregente medieval había tenido éxito. Siguió hablando, como lo ha seguidohaciendodesdeentonces,paragranplaceryestímulomíos.EraHilaireBelloc,orador ya famoso en Oxford, donde siempre debatía con otro brillantedisertador,F.E.Smith,quemástardeseríaLordBirkenhead.SesuponíaqueBelloc representaba el radicalismoySmith el conservadurismo tory, pero elcontrasteentreelloseraantetodovitalyhabríaseguidoexistiendoaunquesehubieran intercambiado las etiquetas ideológicas. En realidad, los dospersonajes y las dos carreras podrían servir como ejemplo para un estudiosobreelsignificadodelostérminos«éxito»y«fracaso».

Cuandohablaba,Bellocsoltabadevezencuandoalusionesprovocadorassobrereligión.ContabaqueunimportanteabogadocalifornianoquepensabaveniraInglaterraavisitarasufamiliahabíapuestounavelaasanCristóbalparaqueelsantoleayudaraahacerelviaje.Afirmóqueél,Belloc,ibaaponerun ciriomásgrande con la esperanzadeque el visitantenohiciera el viaje.«Lagentesepreguntadequésirvehacereso—observóacalorado—.Yonosédequésirve.Loqueséesquesehace.Luegodicenquenopuedeservirdenada,peroinmediatamenteahíestáeldogma».Todoestomedivertíamucho,aunqueyaentoncesmedabacuentadequesentíahacíaélunaextrañayocultacorrientedesimpatíaquemuchosdelosquetambiénsedivertíannosentían.Y cuando aquella noche, ymuchas otras noches, hablamos sobre la guerra,descubríqueenaquellasimpatíasubconscientehabíaunsignificadoreal.Enalgunaocasiónhedichoquesoyanti-vivisectoryalmismo tiempoestoyencontra de los anti-vivisectores. Un misterio parecido unía nuestras mentes:amboséramosunospro-bóersqueodiabana lospro-bóers.Quizá fueramásacertadodecirqueodiábamosaunoscuantosantimilitaristassinimaginaciónysinsentidodelahistoria,demasiadopedantesparallamarseasímismospro-bóers. Quizá todavía sería más acertado decir que eran ellos los que nosodiaban a nosotros. Pero, en cualquier caso, ese fue el primer eslabón denuestra alianza.A pesar de que su imaginaciónmilitar lanzaba su frente debatalla a través de la historia, desde las legiones romanas hasta los últimosdetallesde lasarmasdeGravelotte,y lamíaeraunafantasíaprovincianadeuna imposibleescaramuzaenNottingHill, losdossabíamosque lamoralejadelafábulayladeloshechoseralamisma;poreso,cuandoacabémifantasía

Page 74: Autobiografía Por G. K. Chesterton

londinense,seladediquéaél.DeaquelmugrientocafetíndelSoho,comodeunacuevadebrujas,emergióelcuadrúpedo,elmonstruodedoscabezasqueMr.ShawhabautizadocomoChesterbelloc.

Seríatotalmenteinjustoinsinuarquetodosolamayoríadelosgruposqueseoponíanalaguerraerancomoloslechuguinosquehemencionado,apesardequemuypocos fueranmilitaristasa lamaneradeBelloc.Aunodeestosgrupos,elgrupodeOxfordyamencionadoyenelqueestabanmisamigos,leguardounaeternagratitud.Aestegruposelefacultó,justoenaquelmomento,para llevar a cabo un importante trabajo que probablemente tenga su efectofinalenlahistoria.ElgrupoconsiguiócomprarelviejosemanarioradicalTheSpeaker y manejarlo con un espíritu y un valor admirables dentro de unradicalismodenuevocuño,quealgunosdesusenemigoshabríanllamadounradicalismo romántico. Su director era Mr. J. L. Hammond, quien másadelanteprestaría,juntoconsuesposa,ungranserviciohistóricocomoautorde estudios sobre el labrador inglés a lo largo de los últimos siglos. Desdeluego,eraelúltimohombredelmundoquepodíaseracusadodematerialismovanoodeunamora lapazsencillamentesumiso.Nohabía indignaciónquepudieraseralmismotiempomásvehementeymásdelicada,enelsentidodeexigente. Y supe que también comprendía la verdad cuando le oí decir laspalabrasquetantoshabríanmalinterpretado:«El imperialismoespeorqueelpatrioterismo. Un patriotero es un tipo ruidoso que, por casualidad, puedehacer cierto ruido en el lugar adecuado. Pero el imperialista es el enemigodirecto de la libertad». Aquello era exactamente lo que yo quería decir; esposibleque losbóersestuvieranhaciendoruido (con riflesMauser),peroyocreíaque lohacían en el sitio adecuado.Fue tambiénpor aquella épocay atravésdeaquelmismovínculo,cuandotambiényopudeempezarahacerunpoquitode ruidoenel sitioadecuado.Comoheseñaladoenalgún lugar, losprimeros artículos que publiqué fueron reseñas de arte en el Bookman; laresponsabilidadoriginaldemiiniciaciónenelmundoliterariorecaesobremidifuntoamigoSirErnestHodderWilliams;perolaprimeraseriedeartículosrelacionadosentresí,elprimertrabajoregularparaapoyarunacausaconcreta,me llegó a través de Hammond y sus amigos del nuevo Speaker. Allí fuedondeescribí,juntoamuchosotrosartículospolíticosbeligerantes,unaseriedeensayosinformalesquemástardevolvieronapublicarsebajoeltítulodeElAcusado,Eltítuloesloúnicoquenopuedodefender.Setratabarealmentedeunusodelalenguaincorrectoeilógico.LosensayosdefendíancosasdiversascomolosPennyDreadfulsylosSkeletons.Pero«acusado»nosignificaaquelquedefiendeotrascosas,sinoalguienquesedefiendeasímismo;yyohabríasidoelúltimoendefenderalgotanindefendible.

Aquellamisma conexión políticame arrastrómás a fondo a la actividadpolítica y al periodismo. El siguiente hito enmi destino como periodista lomarcó la compra del Daily News por los liberales pro-bóers, porque hasta

Page 75: Autobiografía Por G. K. Chesterton

aquel momento siempre había pertenecido, como prácticamente cualquierdiario liberal, a los liberales imperialistas.Ungrupode liberales,de losqueMr. George Cadbury era el principal capitalista y el difunto Mr. R. C.Lehmann el principal periodista; contrataron como director literario a miamigo Mr. Archibald Marshall, quien a su vez tuvo la temeridad decontratarmeparaunacolaboraciónfijasemanal.Durantemuchosaños,escribípara elDaily un artículo todos los sábados; en la época, decían que eramipúlpitodelsábado,comosifueraeldelamisadelosdomingos.Fuerancualesfueran losméritosdel sermón,esprobableque tuvieramás feligresesde losquehabíatenidohastaentoncesydesdeentonces.Ocupéaquelpúlpitohastaquerenunciéaélmuchodespués,enotracrisispolíticacuyahistoriacontaréenpáginasposteriores.

Empecé a conocer un poco a políticos destacados, aunque casi nuncahablabandepolítica;ymeimaginoquelospolíticoscasinuncalohacen.Yahabía entrevistado a Lord Morley cuando me encargaron el trabajo en elEnglishMenofLettersqueéleditaba,yhabíaquedadosorprendidoporalgoindefinible que distingue a la mayoría de los hombres públicos de suprofesión.Eraafable,sencilloyseguramentebastantesincero;pero,enciertamedida, cauto y consciente de la posibilidad de que sus seguidores podíanarrastrarlemás lejos de lo que él deseaba ir.Hablaba con cierta admiraciónpaternaldemisamigosdelafacciónpro-bóer,Hammond,Hirstylosdemás;peroparecíaquetrataradeadvertirmedequeerandemasiadoapasionados,yyonoqueríaqueme loadvirtieranporque tambiényoestaba inflamado.Enresumen, era un hombre sabio y bueno, pero no lo que innumerables einnombrables admiradores hubieran pensado de él: no era un perspicazintelectualfanático,niunenemigodelcompromiso,niundemócratacompletollamadoJuanHonesto.Eraunministro,aunquefueradelosbuenos.Lomismopodríadecirsedelamayoríadeministrosqueheconocido,ymealegrapoderdecir que he conocido sobre todo a los buenos.Me divertían las expresivasocurrencias del viejo Asquith, el difunto Lord Oxford; y aunque nuestrasconversaciones eran superficiales e incluso frívolas, era uno de esos serescapaces de llevar la frivolidad a extremos memorables. En determinadaocasión,sumamenteimportante,aparecióataviadoconlaantiguaindumentariade los tribunales, y un impulso de irreprimible impertinencia me llevó apreguntarle si la espada de la justicia podría desenvainarse. «Oh, sí—dijo,moviendo ante mí su hirsuta cabeza—, no me provoque». Pero tenía esacuriosaambigüedadparaloesencialenlapolíticaylaéticaqueheencontradocon mucha frecuencia en hombres con grandes responsabilidades. No leimportaba responder a una pregunta tonta sobre una espada, pero si hubierasidounapreguntasensataacercadeunasobretasa,habríaadoptadolaactitudamable pero a la defensiva propia de un espadachín; habría sentido que, enciertomodo,leestabanprovocandoycasisehabríasentidotentadoaignorar

Page 76: Autobiografía Por G. K. Chesterton

la pregunta. Me resulta difícil no desdibujar los finos matices que intentotransmitir. Era muy conocido, tal como lo son los hombres públicos, perotodosellossevuelvenimprecisosamedidaqueescalanprofesionalmente.Losjóvenes y desconocidos son los que tienen doctrinas firmes e intencionesabiertamente declaradas. En cierta ocasión, lo expresé diciendo que a decirverdadlospolíticoscarecíandedoctrinapolítica.

Enrealidad,paramí,elúnicoministroliberalqueenmijuventudparecíaser eternamente joven se sentaba en aquella época en los escaños de laoposición.Lomaravilloso deGeorgeWyndhamera que había atravesado lavida política sin perder ni sus opiniones políticas ni ningún otro tipo deopiniones.Precisamente lo que le convertía enungeniopara la amistad eraquelavidanolehabíaarrebatadosupersonalidadyhabíaconservadomuchode su juventud; mucho incluso de su niñez. Podría no haber sido nuncaministro; podría haber sido un artista o escritor corriente con un alma quesalvar y unas cuantas ideas secretas y oscuras sobre cómo hacerlo. No sepasabalavida,comoCharlesAugustusFortescue,«preocupadoporemitirunjuicioamplioyabierto».Teníaprejuiciosydogmasprivadospor losqueeracapaz de luchar como un individuo privado. Cuando, en alguna ocasión, laconversación deMr.Asquith derivó hacia temas religiosos, descubrí que sesentíatotalmentesatisfechoconaquellaespeciedeamplioidealismo,aquelladesleída«esenciadecristianismo»queesconfrecuenciasincera,peroraravezrepresentativadeunaidentidadsocialconcreta.Perocomopersonaindividual,George Wyndham era un anglocatólico y habría practicado su religión encualquiercircunstanciavital.Teníaesaespeciedebordeafilado,comoelfilodeunaespada,quenopuedoevitarpreferiraserderribadoporelgolpedeunsacodearenaespiritual.

GeorgeWyndham teníamontonesde ideas curiosas y originales.Unadesusexcentricidadesconsistíaenplantearun temadeconversaciónypedirsuopinión a los que tenía alrededor, como si fuera un examen o un juego.Recuerdo un día en el que pronunció muy serio: «Japón», y me pidió queempezara con algunas palabras. Yo dije: «Desconfío de Japón porque imitanuestras peores cosas. Si hubiera imitado la Edad Media o la RevoluciónFrancesa,podríacomprenderlo;pero imita las fábricasyelmaterialismo.Escomomirarte al espejoyverunmono».Alzó lamanocomounmaestrodeceremoniasydijo:«Esoservirá.Yavale.»;ypasóalsiguiente,quemeparecequeeraMayor,ahorageneralSeeley,quiendijoquedesconfiabadeJapónporrazonesimperialistasrelacionadasconnuestrascoloniasyladefensanacional.Después,Mr.WinstonChurchill señaló que le parecía curioso quemientrasJapón fue un país hermoso y educado, se le trató como si fuera bárbaro yahora, que se había convertido en un país feo y vulgar, se le trataba conrespetoo, por lomenos, conaparentespalabras respetuosas.Luego,CharlesMasterman,consusademanesdeaparatosamelancolía,dijoquelosjaponeses

Page 77: Autobiografía Por G. K. Chesterton

erancomohunos,quenosbarreríandelafazdelatierra,muchomásfuertesyhabilidososquenosotros,ytambiénqueeranodiosos.Luegohablaronotropardeellosyexpresaronsusmismasopinionesnegativas,después,Whyndham,asu modo extravagante, finalizó con una de sus extraordinarias teoríashistóricasdesuamplio repertorioyafirmóqueelpeludoAinueraprimodelos europeos y había sido conquistado por aquellos horrorosos mongoles.«Realmente creoquedebemosacudir al rescatedelpeludoAinu»,dijomuyserio. Luego, alguien constató con sencillo asombro: «Veamos, llevamos unratosentadosalrededordeestamesaypareceserquetodos,bienpormotivosseriosotriviales,odiamosalosjaponeses.¿Porquésomosnosolosusaliados,sinoqueademássenosprohíbedecirniunapalabracontraellosencualquieradenuestrosperiódicos?¿Porquéestádemodaoesunaconvenciónalabaralos japoneses constantemente y en todo lugar?».Pero llegados a este punto,Mr.Churchill desplegó la inescrutable sonrisa del estadista, y aquel velo deambigüedad del que he hablado pareció descender sobre todos sin quelográramosobtenerunarespuestanientoncesniahora.

CharlesMasterman,delqueacabodehablar,eraunhombreextraordinario.Tenía un carácter sutil y curioso, y muchos de mis mejores amigos lemalinterpretaron ymenospreciaron totalmente. Es verdad que amedida queescalaba puestos en el mundo de la política, el velo del político tambiénempezóa cubrirle ligeramente;noobstante, se convirtió enunestadistaquediomuestrasdelamásnoblemordacidadenfavordelospobres;yaquellodeloqueseleculpabaeraresponsabilidaddehombresmuchomenosnoblesqueél.Lo reprobable en él,muydistinto de aquello de lo que se le acusaba, sedebía a dos motivos: era un pesimista oficial, había tenido una oscuraeducaciónpuritanaymanteníaunaespeciedecreenciaenlaperversidaddelosdioses.Unavezmedijo:«Soydeesoshombresqueseocultandetrásdeunseto para comerse unamanzana». También era un organizador y le gustabagobernar, sin embargo, su pesimismo le llevaba a creer que el gobiernosiempre había sidomalo y que ahora no era peor que de costumbre. Por lotanto,aloshombresdeseososdereformasllegóaparecerlesunobstáculoyunapologista de lo oficial; pero lo último que él deseaba era ser apologista denada.Era extraordinariamente perspicaz para conocer a las personas y teníauna forma brusca de expresarlo que, más que irritar, animaba. ComoOldershawmedijoenunaocasión:«Sucandoreshermoso».Sumelancolíalehacíaestarsatisfechoconloquenosatisfaríaahombresmásfelicesqueél.Supesimismo revelaba lo peor del optimismo. Al natural era largo, relajado,perezosoycasitandesordenadocomoyo.

Además de estas breves ojeadas a los distintos partidos, mi principaltrabajoeraelDailyNews,queestabaprácticamentecontroladoentoncesporMr.CadburyyMr.A.G.Gardiner,sucultoydispuestodirector;entoncesyosólointuíaoscuramenteloqueahoraveoclaro:elprocesoporelquelaprensa

Page 78: Autobiografía Por G. K. Chesterton

pasó a ser manejada como un gran negocio. Recuerdo haberme quedadodesconcertadoalcontemplarcómosustituían lapequeñaypobretonaentradaporunapuertagiratoria,enaquelentoncestodaunanovedadparamí,aunqueseguramente para nadiemás.Me recordaba vagamente a una puerta para elganado y me acuerdo de que le pregunté al viejo Cadbury si la habíancolocadoallíparaevitarquelasvacasentraranalaoficina.Seriomuchísimocon aquella sencilla broma porque él también tenía una atractiva sencillez,pero el incidente está relacionado en mi memoria con una broma bastantemenos bucólica. En la oficina trabajaba un periodista muy destacado de lacultura«disidente»,que se tomabaa símismo tanen serioqueencualquierconcentracióndehombrescorrientes,élestabasegurodequeno le tomaríanenserio.Meavergüenzadecirque,sobreesteinsulsoeintachablepublicista,propagué el cuento de que la estructuramecánica de la nueva puerta era laclavedelmisteriodesupermanentepresenciaenlaoficina.Lehabíanechadodeallí repetidasveces,pero lohabíanhechoconunaviolencia tan insensataqueelimpulsodelapuertalodevolvíaotravezalinterior.Cuantomáscerteroel tiroymásviolenta la energía con laque el viejoMr.Cadbury le lanzabaescaleras abajo, más seguro era que su brillante colaborador apareceríasonrientedevueltaasuoficinayasumesadetrabajo.Así,decíayoconmitendenciamoralizante, cualquiermejoramecánica lleva aparejada un nuevoproblema. No pido que se crea en la fábula, pero no he abandonado lamoraleja al ver cómo el automovilismo conducía a la masacre, la aviacióndestruíaciudadesylasmáquinashacíanaumentareldesempleo.

Mientras tanto empecé a conocer un poco el mundo de la política engeneral,especialmenteeldelosaliadosconnuestrapropiafaccióndelpartidoliberal,y tambiénadisfrutarnotablementeconlahospitalidadqueeldifuntoMr.Cadburysolíabrindaranutridosgruposdecolaboradoresyamigos.Erauna experiencia muy divertida, sobre todo cuando ilustraba, comogeneralmentelohacía,losmuyvariopintospersonajesquecomponíannuestropartido.En una de aquellas fiestas de losCadbury, conocí a un hombre porquien siempre sentí un gran respeto, dejando a un lado lo divertida queresultabasucompañía;merefieroaWillCrooks,acuyasólidapersonalidadsiempre irritaba que se refirieran a él como Mr. Crooks. He conocido amuchosmiembrosdelpartidolaboristaylamayoríamehangustadoalmenostanto como los del partido liberal. Los laboristas que conocí cubrían unaampliavariedadde tipos,desde los frígidoscatedráticosdeCambridgea losexcéntricos aristócratas ingleses y escoceses.Will Crooks era el único líderlaboristaqueheconocidoque,porunmomento,mehacíapensarenlasclasestrabajadorasinglesas.Teníaelhumordeunconductordeautobúsounmozodeestación;yesehumoresalgomuchomáspoderosoyrealquelamayoríadelas modernas formas de educación u oratoria. Ante un grupo de avezadosintelectuales socialistas, no criticaba el que ellos otorgasen demasiada

Page 79: Autobiografía Por G. K. Chesterton

concentracióndepoderalaabstraccióndelEstadooquepersiguieranunidealimposiblequenosesustentabaenelpropiointerés,sinoqueloexpresabaasí:«Noteníanfundamento».Tambiénsuesposaeratantípicacomounamatronaromana; precisamente al pensar en ella, recuerdo muy especialmente elcuriosochoquedepersonasyculturasqueseproducíaenelsenodenuestropropiopartidopolítico.Recuerdo a unadamita etérea, deojos azul pálidoyropas verde pálido, esposa de un famoso periodista contrario a la guerra.Exponía sus ideas con una enternecedora timidez, pero una vez expuestas,resultabanseralgomuyserio.RecuerdoqueMr.NoelBuxton,aquienconocípor esta época,describíadeunamaneramuydivertiday animada laprisayagitación de su vida cuando peleaba por un escaño en las elecciones alParlamento.Enmalahoraseleocurrióusarlaexpresión«sóloteníatiempodepillar una chuletilla…»; la profetisa vestida de verde, animada por el fuegoquelaconsumía,sesintióincitadaahablaryasílohizocuandoBuxtonsaliódelahabitación:

—¿Creenqueerarealmentenecesario?—dijoconunamiradadedolorosafijeza,comosiestuvieraentrance—.Elhombrenomejoraconunachuletilla.Elhombrenonecesitachuletillas.

Enestemomento,recibióelcalurosoapoyo,asfixiantediríanalgunos,dealguienqueprobablementenoseesperaba.

—No querida —dijo Mrs. Crooks con voz estentórea—. ¡Claro que elhombrenonecesitachuletillas!¿Quévaahacerconunachuletilla?Loqueunhombre necesita es un buen chuletón o un trozo de solomillo, y ya meencargaríayodequelotuviera.

Laotradamasuspiró;aquellonoeraexactamenteloqueellahabíaqueridodeciryobviamenteestabaunpocoalarmadaparaexponersusopinionesantesuvoluminosaysólidaoponente,yarriesgarseaquelatumbaraconunapatadecordero.Peroaquellapequeñacomediadeenredohapermanecidosiempreenmimemoriacomounaperfectaparáboladelasdosclasesdevidasencilla:lafalsaylaverdadera.

La dama vegetariana era realmente encantadora, pero muy seria. Casiinmediatamente después del incidente que acabo de comentar, la tuve queacompañaracenar;atravesamosel invernaderoy,sóloporcambiarde tema,señaléconimpertinenciaunaplantacarnívoraydije:

—Ustedes losvegetarianos¿nosientenremordimientoscuandovenesto?Ustedes subsisten a base de devorar plantas inocentes, y aquí vemos unaplantaquedevoraanimales.Seguramenteesunadecisiónjusta.Lavenganzadelmundovegetal.

Medirigióunamiradaabsolutamentegraveycircunspectadesdesusojos

Page 80: Autobiografía Por G. K. Chesterton

azulesydijo:

—Oh,yonoapruebolavenganza.

No necesito decir que esto me dejó derrotado y a la vez humillado; loúnicoquepudehacerfuemurmurardeformavagaytaciturnaquesiellanocreíaenlavenganza,nosabíaadóndeibaallegarelcristianismo,oalgoporelestilo.Perodurantemuchotiemponomelaquitédelacabeza,ysuformadepensarharecorridomividaymitiempocomounhiloverdeyazulpálido.

También establecí otro tipo de contactos con la política, aunque no sepuede decir que fueran más prácticos porque la política no era políticapráctica,almenosnocuandoyolapracticaba.CharlesMastermanjurabaconirónicodeleitequecuandofuimosjuntosahacercampañaelectoral,mientrasél bajaba un lado de la calle y casi había recorrido de vuelta el tramo desubida, yo seguía aún en la primera casa discutiendo de la filosofía delgobierno con el primer vecino. Tal vez el jovial pesimismo de CharlesMastermanoscurecíaexcesivamente lahistoria,peroesabsolutamenteciertoqueyoempecéahacercampañaelectoralconelextraordinarioengañodequeelobjetivode lacampañaera laconversión.Elobjetivode lacampañaeselcálculo.El únicomotivo real para que los agentes del partido fastidien a lagenteensupropiacasanotienemuchoqueverconlosprincipiosdelpartido,quehabitualmentesonunmisterio insondablepara losagentes; simplementeconsiste en que los agentes deduzcan de las palabras, modales, gestos,juramentos,maldiciones,patadasogolpesdelamodecasa,siesprobablequevote por el candidato del partido o si se abstendrá de hacerlo.Aprendí estalección poco a poco, gracias a una enorme variedad de rostros y gestoshumanosqueserevelabanalabrirlapuertadelascasas.MiamigoOldershawy yo fuimos juntos al campo para hacer campaña a favor de un candidatoliberal.Resultaextrañorecordarahoraque,ennuestrainocencia,nosabíamosnada de él excepto que era un candidato liberal. Hasta donde yo sé era uncaballero totalmente respetable y válido, pero amedida que pasábamos poresta y por muchas otras elecciones políticas, empezó a nacer en mí unsentimientoextrañoyoscuro.Enaquellaépoca,nisiquieraeraconscientedeello; inclusoahorameresultadifícildescribiresafríayviscosaintuicióndelsubconsciente.Cuando,enotrascampañas,muchotiempodespués,finalmenteemergióa la superficieyadoptó la formadeunapreguntamedioarticulada,creo que la pregunta era: «¿Por qué el candidato es casi siempre el másincompetentedel estrado?».Aestas campañas electorales a lasqueasistí enmuchoslugares,tambiénibanotrosoradoresquesiempreeranmáselocuentesy,entoncesporlomenos,muchomásconocidosqueyo.Habíaenelestradopersonas como John Simon y Belloc, que hablaban de maravilla,probablementemejordeloquehanhabladodesdeentonces.Yencambio,elhombrequeenviábamosahablaralsupremoforodelParlamentonuncasabía

Page 81: Autobiografía Por G. K. Chesterton

hablar.Solíaseralgúnmaniquídesastre,firmeyperipuesto,conmonóculoomostachosencerados,querepetíaexactamente lamismafórmulaaburridaencada uno de los mítines. Desde el punto de vista psicológico, hay algointeresanteenesainconfesadapercepciónquetieneeljovendequelascosasno funcionan bien, incluso cuando su voluntad y convicción le lleven aproclamar lealmenteque funcionanperfectamenteyen todo lugar.Ahora,almirar atrás, después de aquellas otras experiencias políticas de la época deMarconi, de las que hablarémás adelante, sé exactamente lo que yo sentía;tambiénséexactamentequéeraloquenocomprendía.SéqueloquemuevelapolíticamodernaeseldineroyquelasuperioridaddelidiotaconlevitasobreBelloc y Simón simplemente radicaba en que era más rico que ellos. Peroentoncesnoeraconscientede todoesto; sobre todoconelprimercandidatoliberalparaquientrabajéyporquienmedesgañitéconentusiasmoyfidelidad.Loextraordinariodeesteprimercandidatoesqueganó.

Peroaunquemetemoquenoservídemuchoenlacampaña,amísíqueme sirvió, porque conocí más cosas de la vida en el campo de lo que unlondinense como yo nunca habría imaginado y conocí a no pocos aldeanosinteresantes. En otra campaña electoral, recuerdo a una robusta mujer deSomerset, con una mirada algo amenazadora y casi malévola, que, en elumbraldelapuertadesucasa,medijoqueellaeraliberalyqueyonopodríaver a su marido porque él aún era conservador. Luego, me contó queanteriormente había estado casada dos veces y que sus maridos,conservadores, se habían vuelto liberales después de casarse con ella. Ellamovió el pulgar por encima del hombro señalando al invisible conservadorqueestabadentroydijo:«Lotendrélistoparalaselecciones».Nomepermitióentrar en aquella cueva de brujería donde fabricaba liberales conmaterialespocoprometedorespara,segúnparecía,destruirlosdespués.Peroellafuetansólounode losmuchoscampesinos fuertesypintorescosqueconocíenmisviajespolíticos.Porsupuestonofueronelloslosúnicosqueconocí,puestodoaquel divertido follón de la política se extendía en este caso como unadesparramadaluchaficticiaocomolasmaniobrasmilitaresenSalisburyPlain,esaenormezonadenoblescolinasyvalles,testigodeimponentesbatallasdelpasado,yseremontabaalaluchaoriginariaentrepaganosycristianos,génesisdetodanuestrahistoria.Yaquellascosasprimitivasprobablementeestabanyaabriéndose paso hacia la superficie de mi propia mente; cosas que despuéstratédearticularenunaformaliterariapocoadecuada,peroporlomenosmáselemental y universal. Recuerdo la tenue e imprecisa inspiración que mesorprendióunatarde,enlacarretera,mientrasmirabamásalládelapequeñaaldeatanabsurdamenteempapeladaconunoscuantoscarteleselectorales,yvicolgadodelascolinas,comocolgadodelcielo,lejanocomounapálidanubeyarcaicocomounjeroglíficogigante,elCaballoBlanco.

Lomencionoaquísóloporquesinosecomprendequenuestroidealismo

Page 82: Autobiografía Por G. K. Chesterton

político,pormás impopularque fuera, lovivíamoscomonacionalismoynointernacionalismo, se malinterpretará incluso mi intervención accidental yamateur en política. Esa fue una fuente permanente de irritación eincomprensión tanto dentro como fuera del partido político.A nosotros nosparecía evidente que patriotismo e imperialismo no sólo no eran lomismo,sinoquecasierantérminosantagónicos.Sinembargo,paralagranmayoríadesanospatriotaseinocentesimperialistasnosólonoeraevidente,sinoquelesparecía incomprensible. A muchos antipatriotas y antiimperialistas, lesresultaba igualmente incomprensible. Hacia el final de este período,publicamos un libro que intentaba explicar nuestro peculiar punto de vista,EnglandaNation,editadoporOldershawyconcolaboracionesdeMasterman,míasydeotros.Unadelascolaboracionesestabafirmadaporunmiembrodelnacionalismoirlandés,miamigoHughLaw;poraquelentonces,naturalmente,empecé a saber algo de los nacionalistas irlandeses y a sentir una intensa yespecial simpatía por el nacionalismo irlandés. Hablaré de este tema másadelante;ahorabasteconseñalaraquíqueparamíesunaenormesatisfacciónpensarquesiemprecreíqueelprimerdeberdeunverdaderopatriotainglésesel de simpatizar con el apasionado patriotismo de Irlanda, simpatía queexpreséenlosmomentosmástrágicosdesuhistoriayquenoheperdidoconsutriunfo.

Sinembargo,curiosamente,elrecuerdomásvivodelrompecabezasdeestacontradicciónpatriótica,ydelasdificultadesparaquelosdemásvieranloqueamímeresultabaevidente,noguardarelaciónniconIrlandaniconInglaterra,sino, mire usted por dónde, con Alemania. Algún tiempo después de estosacontecimientos, tuve que visitar Frankfurt, donde de forma bastante casualmeencarguédeimpartirunaseriedeconferenciassobreliteraturainglesaenuncongresodemaestrosalemanes.HablamosdelMarmiondeWalterScottyde otros romances en verso. Cantamos canciones inglesas acompañadas decervezaalemanaylopasamosmuybien.Peroalgoseagitabayainclusoentreaquellos amables y simpáticos alemanes, algo que no era tan agradable, yaunqueloexpresabanconbastanteeducación,derepente,meviunavezmásenlamismadificultadencuantoalacuestióndelonacionalyloimperial.Alhablarconalgunosdeellosmásafondosobreliteratura,comodeunmundoculturalcosmopolita,rocéesapreferenciamíaporloquealgunosconsideranuna idea nacional estrecha. Descubrí que también a ellos les resultabaincomprensible,measeguraron,conesaseriedadconlaquesólolosalemanespueden repetir lo que consideran una perogrullada, que imperialismo ypatriotismo eran lo mismo. Cuando descubrieron que no me gustaba elimperialismo,nisiquieraeldemipropiopaís,unacuriosaexpresiónasomóasusojosyunaideaaúnmáscuriosaparecióqueseformabaensucabeza.Seles ocurrió la fantástica idea de que yo era un internacionalista indiferente,inclusohostil,alosinteresesdeInglaterra.TalvezpensabanqueGilbertKeith

Page 83: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Chesterton era un alias de Houston Stewart Chamberlain. De todosmodos,empezaronahablarmásabiertamente,aunquetodavíaconvaguedades,ypocoa poco empecé a tener la convicción de que aquella extraordinaria genterealmente pensaba que yo podría aceptar o aprobar la expansión de la razateutona—basada en alguna disparatada razón etnológica o sociológica— aexpensasinclusodelaimpotenciaolaabsorcióndemipropiatierra.Fueunasituaciónenciertomodoembarazosa;ellosnodijeronnadadefinitivopor loqueyopudieraofenderme;fuesimplementequenotéunaciertapresiónenelambienteyunaamenaza.

EraDerTag.Tras pensar unmomento, dije: «Bien, caballeros, si algunavezocurrieraalgosemejante,creoquetendríaqueremitirlesalpoemadeScottdel que hemos estado hablando». Y repetí gravemente la respuesta deMarmioncuandoel rey jamesdicequeesposiblequevuelvanaencontrarseluchandoenelsur,enTamworthCastle:

Mihumildemoradaseríamuyhonrada,

sielreyJuanasussalasentrara,

peroNottinghamtienebuenosarqueros,

yloshombresdeYorkshireseriotalante;

lacaballeríadeNorthumbriarudayfiera…

ymuchosestandartessedesgarrarán,

ymuchoscaballeroslatierraalimentarán,

ymuchaspuntasdeflechasegastarán,

antesdequeelreydeEscocíacruceelTrento.

Nosmiramosmutuamenteycreoquecomprendieron,yallísealzó,comounaenormesombraqueseabatiósobre la taberna,el terrorde loqueestabaporvenir.

VI

ELSUBURBIOFANTÁSTICO

Cuandoeraun jovenperiodistadelDailyNews,escribí enunartículo lasiguientefrase:«Clapham,comocualquierotraciudad,estáconstruidasobreunvolcán».Cuando al día siguiente abrí el periódico,me encontré frente alsiguiente texto: «Kensington, como cualquier otra ciudad, está construidasobre un volcán». Desde luego, no tenía la menor importancia, pero me

Page 84: Autobiografía Por G. K. Chesterton

sorprendió un poco y lo comenté con mi inmediato superior en la oficina,como si se tratara de la excentricidad de algún caprichoso cajista. Peromemirótanairado,tanhosco,contantoresentimiento,queaquellonopodíasersino una confesión de culpabilidad, si es que había alguna; luego, merespondiómalhumorado:

—¿Por qué tenía que ser Clapham?—Y después, como si se quitara lamáscara,continuó—:Puesbien,yovivoenClapham.

Él, que sabía que yo vivía enKensington, había transferido a ese barrioregioloqueimaginabaqueeraunaburla.

—¡PerosieraunelogioaClapham!—gritéenérgicamente—.¡Silohabíadibujadocomounbarrioépico,primarioyfundadoenlallamasagrada!

—Secreemuygracioso,¿verdad?—dijo.

—Creoquetengorazón—aleguémodestamenteynoporúltimavez;mástarde, no por última, sino quizá por primera vez, empecé a comprender laterribleverdad.

Si dijeras en un pueblo vasco o en una ciudad bávara que el lugar eraromántico, algunos podrían llegar a la espantosa conclusión de que eres unartistayportanto,seguramente,tambiénunloco,peronadiedudaríadequeellocoqueríadecirloquedecía.Encambio,elciudadanodeClaphamnopodíacreerqueyoquisieradecirloquedecía.ParaelpatriotadeClaphamnoseríacreíbleniconcebiblequecualquiercomentariosobreClaphamfueraotracosaqueunaburla.Nisiquierapodíapronunciarlapalabradeformaquelaprimerasílaba de Clapham sonara como un aplauso, como la última sílaba en laonomatopeyadeungolpe:«cataclap».Habíadesterradocompletamentedesumente el Clapham visionario, el Clapham volcánico, lo que en un mapacósmicoyohabríapodidollamar«Cataclapham».Leaseguréunayotravez,casi con lágrimas, que sentía una profunda simpatía por los sentimientos deorgulloquepudieratenerhaciaClapham.Peroeseeraexactamenteelterriblesecreto: él no estaba orgulloso de Clapham. El patriota de Clapham seavergonzabadeClapham.

EseperiodistadeClaphamquememiraconexpresióncoléricahasidoelproblemademivida.Mehaacechadoentodoslosrinconesyesquinascomouna sombra, como un chantajista o un asesino. Contra él dirigí aquellapantomimatontadelosalabarderosdeNottingHillytodolodemás.Enotraspalabras, todo lo que he hecho y pensado surgió originalmente de eseproblemaqueamímeresultabaparadójico.Sipretendoqueestaspáginasseansinceras,habrédeplantearmuchosproblemasalolargodeellasycontemplarsolucionesconlasqueellectorpodráestardeacuerdooentotaldesacuerdo.Sin embargo, le pediré que, a lo largo de ellas, recuerde que este fue el

Page 85: Autobiografía Por G. K. Chesterton

problemafundamentalparamí,enelordentemporal,porsupuesto,ytambiénenellógico:cómoconvenceraloshombresdelamaravillayelesplendordeestarvivosenunosentornosquepercibíancotidianamentecomomuertosenvidayquesuimaginaciónhabíadadopormuertos.Esnormalqueunhombrepresumasipuede,e inclusosinopuede,dequesubarrionoesvulgar.Peroestoshombresalosquealudohanrenunciadorealmenteaserciudadanosdebarrios vulgares. Sin embargo, estamos rodeados de barrios vulgares que seextiendenmásalládelhorizonte;vulgaresensuarquitectura,vulgaresensuvestimenta,vulgaresinclusoensusmodales;perolorealmenteimportanteesque eran vulgares en la imagen que sus propios habitantes habíaninteriorizado.Sesuponíaquelagranciudadestabacompuestadeestosbarriosvulgares; pero en el pensamiento de lamayoría de la gente de hoy, la granciudadsehaconvertidoenunageneralizaciónperiodística,quehadejadodeser imaginativa para ser casi imaginaria. Por otra parte, la forma de vidamoderna, que sólo admite lo prosaico, les acuciaba día y noche, y era laauténtica forjadorade susmentes.Amododeguíauorientaciónpreliminar,digo que esto fue lo que originalmente me acercó a ciertos grupos omovimientosyloquemealejódeotros.

Loquesehallamadomimedievalismosedebíasimplementeamiinterésen el significado histórico de ClaphamCommon. Lo que se ha llamadomiaversiónalimperialismoeralaaversiónahacerdeInglaterraunimperioenelsentidodehaceralgoparecidoaClaphamJunction,puesmiideadeClaphamera la de un barrio de casas tranquilas, no la del traqueteo de vagonetas ytrenes;nodeseabaqueInglaterrafueraunaespeciedeguardarropaoconsignade equipajes con etiquetas de importación y exportación. Deseaba cosasverdaderamenteinglesasquenadiemáspudieraimportarydelasquenosotrosdisfrutáramostantocomoparanoexportarlas.Yestoestabapresente inclusoen la última y más discutida etapa del cambio. Llegué a admitir que seríanecesaria cierta clase de universalidad, otra clase de universalidad, antes deque esos lugares se convirtieran realmente en santuarios o lugares sagrados.Enresumen,finalmentelleguéalaconclusión,correctaoequivocada,dequelaSectadeClaphamnopodríahacerahoradeClaphamunlugarmístico.Ylodigo con el mayor respeto por aquel antiguo grupo de filántropos que sededicaronalacausadeloslejanosnegros,lasectaquehizotantoporliberaraÁfricaytanpocoporliberaraClapham.

Es ahora esencial darse cuenta de un hecho que se desprende de lainconsistenteépicadeClaphamyKensington,deesahistoriadedosciudades.Hayque insistir enque, en la épocaenqueClaphameraClapham, tambiénLondres era Clapham; hastaKensington era Clapham.Quiero decir que, enaquellaépoca,elaspectogeneraldeLondreseramásfeoyprosaicodeloquees ahora. Por supuesto que en muchas zonas de Londres había hermososrincones de arquitectura georgiana y estilo regencia, pero en ningún lugar

Page 86: Autobiografía Por G. K. Chesterton

comoenKensington.Todavíahayalgunos,pero,aunquequedabanvestigiosde losantiguosmovimientosartísticos,aúnnohabíani rastrode losnuevos.Morrisbrotabaporaquíyporalláenlasinflorescenciasdelempapeladodelasparedes, pero la fase más sosa de la extinta época victoriana estaba en lamayor parte del papel de casi todas las paredes. Londres era yainconcebiblementegrandeencomparaciónconlasúltimasyescasasreliquiasque quedaban de la elegancia del siglo XVIII o de los primeros y débilessignos de renacimiento estético. En conjunto, aquella cosa tan enorme eraespantosa.ElpaisajedeLondresestabaformadoporcasaschatas,ventanassinadornos, horrorosas farolas de hierro y vulgares buzones colorados; y hastaahora,demuypocomás.

Sihelogradoinsinuarlasvirtudesmásmodestasdemipropiafamiliaydelaclasemedia,esperoquehabráquedadoclaroqueéramostanfeoscomolasverjas y farolas entre las que paseábamos. Quiero decir que nuestra ropa ynuestrosmuebles estaban aún desprovistos de cualquier toque «artístico», apesardeunbiendocumentadointerésporelarte.EstábamosaúnmáslejosdeBohemiaquedeBelgravia.Cuandomimadredecíaquenuncahabíamossidorespetables,queríadecirquenuncahabíamossidoelegantes,aunquetampocofuéramosdesaliñados.Comparadosconelesteticismoquedesdeentonceshainvadido Londres, todos nosotros éramos claramente desaliñados.Y todavíamásenmipropiafamilia,porquemipadre,mihermanoyyoconsiderábamosnormal la apariencia desaliñada. No nos preocupábamos por llevar ropacuidada.Losestetassepreocupabanporllevarropadespreocupada.Yollevabaun abrigo corriente; y no sé si por el roce o la fricción involuntarios seconvirtió en un abrigo extraordinario. El bohemio llevaba sombrero de alalánguida,peronolanguidecíaconél.Sinembargo,yosí languidecíabajounsombrerodecopa;unsombreroescandalosamentemalo,peroquenopretendíaescandalizaralburgués.Yomismoera,eneseaspecto,totalmenteburgués.Aveces,aquelsombrero,oalgosemejanteasufantasma,todavíaaparececomounespectroysaledelcubodelabasura,delacasadeempeñosodelMuseoBritánicoparaaparecerenelgarden-partyreal.Desdeluegopuedequenoseaelmismo.Eloriginaleramásapropiadoparaelespantapájarosdeunhuertoqueparauninvitadoenlosjardinesdelrey.Perolacuestiónesquenosotrosnocreímosnuncaquelamodaolasconvencionesfuesenalgolobastanteseriocomo para seguirlas o desafiarlas.Mi padre era un amateur enmultitud decosasdistintas, fructíferasy felices,perodeningunamaneraundiletante.Ycomo estas memorias se refieren a su descendiente menos digno, querealmenteasistióaunaescueladearte,deberápermitírselequeporlomenossevanagloriedeque,sibienfracasócomoartista,nuncaintentóserunesteta.

En resumen, llegado a este punto, el lector (si hay alguno) no debeconfundirseporesafiguraaloFalstaffconcapaysombrerodebandoleroqueaparece en muchas caricaturas. Esa figura fue una obra de arte posterior,

Page 87: Autobiografía Por G. K. Chesterton

aunque el artista no fuera sólo el caricaturista, sino una artista a la quemereferiré lo más delicadamente posible en esta narración victoriana. Esacaricaturasimplementecelebraloqueelgeniofemeninohizoconunmaterialtanpocoprometedor.Sinembargo,dejovencitoocuandoerasoltero,miropay apariencia eran como las de los demás, sólo que peor.Mi locura, que eraconsiderable,estabatotalmenteenmiinteriorycadavezseconcretabamásenuna vaga y visionaria rebelión contra la prosaica fealdad de la ciudad y lacivilización del XIX; en una impaciencia imaginativa contra los sombreroscilíndricos y las casas rectangulares; en resumen, se identificaba con esemovimientomentalqueyaheasociadoconelNapoleóndeNottingHillyelimperfectopatriotadeClapham.Talveznofueramásalládelsentimientodeque aquellos seres prisioneros en estos entornos inhumanos eran sereshumanos; de que era malo que los seres vivos estuvieran inadecuada yvulgarmente representados por casas como diagramas euclidianos maldibujadosoporcallesyferrocarrilescomotrozosdemaquinariasucia.Muyalprincipiode conocernos, recuerdohaberlohabladoconMasterman,mientrascontemplábamos la muchedumbre apresurada que se desparramaba por lospasadizos delMetro hacia la simbólica y férrea estación de Inner Circle, yhaber citado las palabras de Kipling sobre el barco de guerra fuera decombate:

Porquenoesconvenientequelaestirpeinglesa

debaesperarenelfondodeunrelojdeochodías

quelamuertenolesvea.

Pero siempre conservé la imprecisa sensación de que algo sagrado en laestirpeinglesa,oenlaestirpehumana,mealejabadelsimplepesimismodelaépoca. Nunca dudé de que los seres humanos que habitaban aquellas casaserancasimilagrososcomomuñecosmágicosofetichesenhorriblescasasdemuñecas.Paramí, aquellas cajas de ladrillomarrón eran realmente cajas deNavidad;despuésdetodo,lascajasdeNavidadveníanamenudoenvueltasenpapel de estraza y las obras de ladrillo marrón de aquellos chapucerosconstructores se parecían extraordinariamente al papel de estraza.Resumiendo, acepté mi entorno y el hecho objetivo de que todos lossombrerosycasaserancomonuestrossombrerosynuestrascasas,yqueaqueluniverso de barrio, hasta donde un chico de barrio era capaz de ver, seextendíahasta losconfinesde la tierra.Poreso, fueunaccidentedecisivoelver por primera vez, en la lejanía, el primer signo fantástico de algo nuevoque,noobstante, aúnnoestabademoda,algoque separecíaaunamanchapúrpurarecientesobreaquellaextensióndecallesgrises.Ahoranollamaríalaatención, pero entonces, sí. En aquella época, yo tenía la costumbre de darlargos paseos y vueltas por Londres; siempre iba y volvía a pie de aquellaprimeraescueladearteenSt.John’sWood.Paraquesehaganunaideadelo

Page 88: Autobiografía Por G. K. Chesterton

queLondresha cambiado, les diréquehabitualmenteyo iba andandodesdeKensington a la catedral deSt. Paul y recorría granparte del caminopor elcentrodelacarretera.Undía,medirigíahaciaeloeste,conpasodesorientado,atravésdellaberintodeHammersmithBroadwayyporlacarreteraquevaaKew,cuandoporalgúnmotivo,omásprobablementesinmotivoalguno,fuiadaraunacallejaquemellevóaperdermeporunapistapolvorientaqueunavíade ferrocarril atravesabayporencimade lacual seelevabaunodeesospuentes desproporcionadamente altos que se alzan como zancos sobre esasestrechasvíasde ferrocarril.Para culminarmivagabundeo,me subí a aquelpuentealtoycasiendesuso;atardecía,ycreoquefueentoncescuandovi,másallá de aquel paisaje gris, como un jirón de nube roja del crepúsculo, elpeculiaryartificialpueblodeBedfordPark.

Comohedicho,resultadifícilexplicarloquehabíadefantásticoenloquehoy resulta tan familiar. Esa especie de extravagancia prefabricada apenasresultahoyextravagante,peroenaquelmomentoerainclusoexótica.BedfordPark parecía lo que en ciertomodo pretendía ser: un barrio de artistas casiextraterrestres, un refugio para poetas y pintores perseguidos, quepermaneceríanocultosensuscatacumbasdeobravistaoagonizantestrassusbarricadasdeobravistacuandoelmundointentaraconquistarBedfordPark.Enesesentido,enciertomodoabsurdo,esmásbienBedfordParkelquehaconquistado el mundo. Hoy son las casas modelo, los ayuntamientos y lastiendasdeartesanía;mañana,queyosepa,seránlasprisiones,loshospiciosylosmanicomios losquepresenten (por fuera)esemínimodepintoresquismoqueentoncesseconsiderabalaposeridículadelosadictosapintarcuadros.Sial oficinista de Clapham le hubieran regalado una de aquellas casasfantásticas,podríahabercreídoquelacasadecuentodehadaserarealmenteuna casa de locos. Ese experimento estético era bastante reciente; teníaelementosde auténtica independencia cooperativay corporativa; sus propiastiendas,oficinade correos, iglesiay fonda;pero todoello estabavagamentebajoelpatrociniodelviejoMr.Comyns-Carr,quiennosóloeraconsideradoelpatriarcaoelhabitantemásviejo,sino,enciertosentido,elfundadorypadredelarepública.Enrealidadnoeramuyviejo,peroentonces larepúblicaeramuyjoven,muchomásjovenquelanuevarepúblicadeMr.Mallock,aunqueseparecíamuchoaellaenel chismorreo filosófico sobreelqueelpatriarcabrillaba ymeditaba benevolente. Por lomenos, y cito una frasemuy citadaentonces,eramásviejoquelasrocasentrelasquesesentabaolostejadosquelocubrían;ybienpodríamoscitarvagamente,yaquelohagodememoria,otrodichorepetidoenlaépoca:

Iguálameestamaravilla,protegeellugardelosestetas,

unbarriocomounarosarojamuchomásjovenqueCarr.

Peroapesardeque todossintiéramos,nodemaneraconsciente,queallí

Page 89: Autobiografía Por G. K. Chesterton

habíaalgoensoñadoramenteteatral,enparteunsueñoyenparteunabroma,sabíamos que no era simplemente un fraude. La gente inteligente apuntabaincluso a una intelectualidad, y la gente importante vivía allí más bien deforma tranquila que importante. El profesor Yorke Powell, el distinguidohistoriador,exhibíaporelbarriosulargabarbaleoninaysusamenazadorasyengañosas cejas, y elDr. Todhunter, el eminente erudito de la cultura celta,representaba a la colonia irlandesa en las batallas culturales. Y de formasimilar, aunque era un lugar de sombras, difícilmente se hubiera podidoafirmarqueeraunlugardeimpostores,cuandoalbergabaaquientalvezsigasiendo elmayor poeta en lengua inglesa. Siempre hay algo fantástico en lafusiónentreelmundoqueelpoetaveyellugarenelquevive:lafantasíadeque los grandes leones dorados de Blake rugían y vagabundeaban en unpequeño patio junto al Strand o de que Sordello, tumbado como un león yexpresándose como una esfinge, podía haber frecuentado Camberwell. Medivierte pensar que, bajo aquellos árboles de juguete y aquellos gabletes defantasía,yadesfilabaunespectacular cortejodeextrañosdioses, los tocadosde olvidados sacerdotes, los cuernos de los sagrados unicornios, el sueñoenmarañado de la vegetación druida y todos los emblemas de una nuevaheráldicadelaimaginaciónhumana.

WilliamButlerYeatspodíaparecersolitariocomounáguila,peroteníaunnido. Dondequiera que esté Irlanda, está la familia, y cuenta mucho. Si ellector necesita una prueba, que se pregunte por qué existe todavía lacostumbredellamar«WillieYeats»aestegran—yaveces,ceñudo—genio.Nadie,queyosepa,hablade«JackieMasefield»,nide«AlfieNoyes»,nide(loquepodría sermalinterpretadopor los frívolos).«RuddyKipling».EnelcasodeYeats, tal familiaridadpodríaparecer incongruente con susgustosycarácter; y lo mismo ocurriría si hablásemos del gran Gulliver como de«JohnnySwift».Supropiotonoycarácter,tantoenprivadocomoenpúblico,sondeunaafectaciónqueestáenlasantípodasdetalfamiliaridad.

Nohaynecioquepuedallamarmeamigo

yalcaereldíabebocon

LandoryDonne.

Lomencionosimplementecomounpuntodedescripciónimpersonal,sinpronunciarmesobreelproblema;elmundoestáhechodegentemuydistinta.Meatrevoadecirquehaymuchosneciosquemellamanamigoytambién(unpensamientomenos agradable)muchos amigos que pueden llamarme necio.Pero, en el caso de Yeats, aquella afectación no sólo es sincera, sinoesencialmentenoble,llenadeunasantairaporeltriunfodelomásvilsobrelomejorquelellevaadecirqueesasterriblespalabrassobrelagrantumbaenlacatedraldeSt.Patrickson«elepitafiomásnobledelahistoria».Larazónpor

Page 90: Autobiografía Por G. K. Chesterton

la que, a pesar de todo esto, lamayor congregación de necios de todo tipollamahoy«Willie»alpobreYeats,aunqueseaasusespaldas,hayquebuscarlaen lacuriosaestampacorporativaque lafamilia irlandesadejasiempredesímisma. La intensidad e individualismo del genio no pueden borrar de lamemoriacolectivalaimpresióngeneraldeWillie,Lily,LollyyJack,nombresdel reparto de una comedia irlandesa única, hecha de ingenio, chismorreo,sátira,peleasfamiliaresyorgullofamiliar.Enaquellaépoca,yoconocíamásomenosacasitodalafamiliaydurantemuchotiempodespuésconocíyadmiréalashermanasdelpoetaque,ensufactoríaCuala,manteníanunaescueladedecoraciónytapiceríadignadelosgrandesversosdedicadosalbordadodeloslienzoscelestiales.W.B.es talvezelmejorconversadorqueheconocidosiexceptuamosasuancianopadre,quedesgraciadamenteyanohablarámásenesta taberna terrenal, aunque espero que siga hablando en el paraíso. Entreotras muchas cualidades, tenía un don raro pero muy auténtico: un estilocompletamente espontáneo. Las palabras no fluían, como no fluyen losladrillosquecomponenungranedificio:sencillamentesalíanordenadascomounrayo,comosiunhombreconstruyeraunacatedralcontantarapidezcomounmago construye un castillo de naipes.Una frase larga y elaboradamenteequilibrada,conoracionessubordinadasdisyuntivasoadversativas,manabadelabocadeaquellosconversadores,ycadapalabracaíaenellugarprecisoconlamismainmediatezeinocenciaconlaquelamayoríadelagentecomentaeltiempooalgunanoticiadelperiódico.TodavíarecuerdoalviejoYeats,consuelegantebarbaentrecana,decirespontáneamentesobrelaguerraenSudáfrica:«Mr.JosephCharmberlaintieneelcarácterparecidoalrostro,osea,eldeunaarpíaquearruinaasumaridoconsusextravagancias.YLordSalisburytieneel carácter y el rostro del hombre que ha sido arruinadode esemodo».Eseestilo,esaconstrucciónágildeunafrasecomplicada,eraunsignodelucidezque hace mucho que se perdió. La encontramos en las explosiones mássincerasdelDr.Johnson.Desdeentonceshasurgidolaideachapuceradequehablarconeseestiloconsumadoesartificial; simplementeporqueelhombresabe lo que quiere decir y quiere decir lo que dice. No sé en qué ámbitoestúpidonacióesaideadequeexisteunaconexiónentresersinceroynoserinteligible.Parecehaberseaceptadolaideadequeunhombredebedequererdecir loquediceporquenoaciertasiquieraaintentardecirlo;oquedebedeserunprodigiodefuerzaydecisiónporqueenlamitaddeunafrasedescubrequenosabeloqueibaadecir.Deahíprocedelaconversacióndelacomediaactualylapatéticacreenciadequeunacharlapuedeserinterminablemientraslasfrasesnosecompleten.

Yeats me atraía fuertemente de dos maneras distintas, como los polospositivoynegativodeunimán.Esnecesarioexplicarloquequierodecir,notantoporloqueeranmisvacilantesideasenesteperíododemivida,sinoporexplicar lapeculiaridaddeestaépocasobre laque lamayoríade loscríticos

Page 91: Autobiografía Por G. K. Chesterton

actuales parece estar completamente equivocada. Habíamuchas cosas en lamentalidad victoriana que nome gustan y otras que respeto, pero no habíanadaenlas ideasvictorianasquesecorrespondieraconloquehoyendíasellamavictoriano.Soylobastantemayorpararecordarlaépocavictorianayfuecasiloopuestodeloquehoyseconnotaconesapalabra.Laépocatuvotodoslosviciosquehoysellamanvirtudes:dudareligiosa,desasosiegointelectual,hambrientacredulidadante todo lonuevoyuna totalausenciadeequilibrio.Tambiénteníatodaslasvirtudesquehoysellamanvicios:ungransentidodelo romántico, un apasionado deseo de que el amor entre hombre y mujervolvieraaserloquefueenelEdényunpoderososentimientodelaabsolutanecesidaddeencontrarunsignificadoalaexistenciahumana.Peroloquetodoelmundomediceahorasobrelamentalidadvictorianameparecetotalmentefalso,comounanieblaquesimplementeocultaraunavista.Yennadaesestotanciertocomoenestaparticularverdadqueahoravoyaintentarcontar.

Elentornogeneraldurantetodamiadolescenciafueagnóstico.Entregentetan inteligente, mis propios padres eran un caso bastante excepcional, porcreerenunDiospersonaloenlainmortalidad.RecuerdoquemiamigoLudanOldershaw, quien me presentó a esta colonia bohemia, al recordar lasaburridasleccionesdelNuevoTestamentogriegoenelcolegiodeSt.Paul,medijo de pronto: «Desde luego, los agnósticos son los que nos han enseñadoreligión a ti y a mí»; y de repente, al rememorar las caras de todos mismaestros,salvounoodosclérigosexcéntricos,supequeteníarazón.Nofuenuestrageneración,sinolageneraciónanterior,laqueeraagnósticasegúnlosdictadosdeHuxley.Mr.H.G.Wells,unhijoespiritual,aunque juguetón,deHuxley,escribiómuyacertadamentesobreaquelperíodoque«estuvollenodelos grandes silencios irónicos que siguen a las grandes controversias»; y enaquellacontroversiaHuxleyhabíatenidounéxitosuperficial,perounéxitotalque,enelmismopárrafo,Mr.Wellsllegóadecirquelosobispos«socialmentetanvisibles,estánintelectualmenteescondidos».¡Quélejanoyamableparecetodo!Hevividoparaverlascontroversiasbiológicasenlasqueesmuchomásciertodecirque losdarwinistasoficialesestánescondidos.El«silencio»quesiguióalaprimeracontroversiasobrelaevoluciónfuemuchomásirónicodeloqueMr.Wellseraconscienteenaquelmomento.Peroentoncesciertamenteelsilencioparecíaserelde laderrota religiosa;undesiertodematerialismo.Loshombresestabantanlejosdeesperarlasmúltiplesreaccionesmísticasquehoy mueven las naciones, como las chatas mansiones de Pimlico yBloomsburyloestabandevercómoseextendíanporlatierralostejadosconcrestaylasdestartaladaschimeneasdeBedfordPark.

PeroBedfordParknoeraexcéntricoenesto.Nohabíanadanuevoniraroenno tener religión.El socialismo, sobre todo el de los diseños en el papelpintadodeMorris,erarelativamentenuevo.Elsocialismo,alestilodeBernardShaw y los fabianos, era algo emergente. Pero el agnosticismo era lo

Page 92: Autobiografía Por G. K. Chesterton

establecido. Casi se podría decir que el agnosticismo era una iglesiaestablecida.Habíaunateísmouniforme,semejantealafeuniformeexigidaenla época isabelina; esto, además, no sucedía entre la gente excéntrica, sinosimplementeentrelagenteeducada,sobretodo,entrelagenteeducadamayorqueyo.

Por supuesto estaban los ateos combativos, pero la mayoría combatíacontra algomás que el teísmo.Elmás viril y valiente de ellos erami viejoamigoArchieMacGregor, el artista, que luchaba en la guerra de los bóers.Como estábamos de acuerdo en este asunto, nos hicimosmuy amigos, peroincluso en aquellos días, yo me daba cuenta de que su ateísmo no erarealmenterevolucionarioen loquea lamoralse refería.Erasimplemente loopuesto. No era ninguna «nueva moralidad», sino decididamente la «viejamoralidad»,laqueéldefendíacontraelimperialismobasándosesimplementeenqueestesignificabaroboyasesinato.ContralanuevaéticadeNietzsche,éldefendía la vieja ética de Naboth. Mr. Wells y los fabianos vieron conmeridianalucidezquelossocialistassentimentaleseranunosinconsistentesaldecir que un campesino no tiene derecho a un campo, pero que un ciertocampesinado tiene derecho a un campo de petróleo. Mr. Wells no es máspacifistaquemilitarista,perolaúnicaclasedeguerraqueélconsiderajustaesla única que yo considero injusta. En cualquier caso, hablando en términosgenerales, es un error total suponer que los rebeldes que denunciaban a laIglesia y al clero eran losmismosquedenunciaban al imperio y al ejército.Lasdivisionesseentrecruzabanyprincipalmenteenlaotradirección.Unpro-bóermilitantecomoMacGregorestabaenminoríatantoentrelosateoscomoentre los artistas, incluso en Bedford Park. Pronto descubrí esto cuandoempecé a moverme en el mundo más liberal dé los artistas y literatos. NoexistíandoshombresmásopuestosqueHenleyyColvin;enciertosentido,meconvertí tiempodespuésenun testigodeldueloqueambos libraronsobreelcadáverdeStevenson.Pero losdoseranacérrimosmaterialistasyacérrimosmilitaristas.Laverdadesque,paralamayoríadeloshombresdeestaépoca,elimperialismoo,porlomenos,elpatriotismoeransustitutosdelareligión.Loshombres creían en el ImperioBritánicoporqueprecisamenteno teníannadamás en que creer. Los fuegos de campamento de aquel imperio insularbrillaron momentáneamente sobre el oscuro paisaje del Shropshire Lad,aunque me temo que muchos patriotas inocentes no percibían la burlavolteriana en estas patrióticas palabras: «Que tengas los hijos que tusantecesores tuvieron y Dios salvará a la Reina». Mis prejuicios actualesquedarían satisfechos si dijera que la última decadencia del protestantismoadoptólaformadelprusianismo.

Pero aquí me estoy describiendo tal como era entonces, puro y sincontaminar por tales prejuicios. Sin embargo, lo que deseo manifestar,simplemente como testigo de un hecho, es que el ambiente de todo aquel

Page 93: Autobiografía Por G. K. Chesterton

mundonoerasimplementeelateísmo,sinoelateísmoortodoxoe incluso larespetabilidadatea.AquelloeratancomúnenBohemiacomoenBelgraviaysobre todo era normal en los barrios, y sólo por eso lo era también en esteconcretoyexcéntricobarrio.Enaquelbarrio,elhombredelmomentonoseparecíaaArchieMacGregorsinoaSt. JohnHankin.Y locuriosoesqueunhombre como St. John Hankin no era excéntrico sino concéntrico. Era unpesimista, que es algo un poco más ateo que un ateo; era básicamenteescéptico, es decir, un hombre sin base, alguien que desconfiaba del serhumanomuchomásquedeDios.Despreciabaaúnmáslademocraciaqueladevoción. Admitía no sentir entusiasmo por nada, pero en todo eso eraconcéntrico. Estaba muy cerca del centro de la cultura y la filosofía delLondres de la época. Un hombre de auténtico talento de quien todavíarecuerdoalgunasdesusdivertidasparodiasliterarias.Nomecaíamal,aunqueamuchagentesí;sinembargo,enciertosentidomedesesperaba,delmismomodoqueaélledesesperabatodo.PeroeratotalmentetípicodelaépocaquesupesimismolograraaparecerenPunch;yquefueracasielúnico,entretodasaquellas vestimentas andrajosas, ridículas o pretenciosas, que siempre vestíade etiqueta. Tenía muy mala opinión del mundo, pero era un hombre demundo,sobretodo,delmundotalcomoeraentonces.

Pues bien, por este escenario de sórdido materialismo moderno, WillieYeats se paseaba tranquilamente como el hombre que conocía a las hadas.YeatsabogabaporelencantodelamismamaneraqueHankinabogabaporeldesencanto. Pero yo disfrutaba sobre todo con aquel instinto de lucha delirlandésparadefenderlodeforma tanfirmeydecidida.Éleraelauténticoyoriginal racionalista que afirmaba que las hadas actuaban con lógica.Hacíavacilar a los materialistas al atacar su abstracto materialismo con unmisticismo totalmente concreto: «¡Imaginación! —decía con un despreciohelado—.NoeraimaginacióncuandoalgranjeroHoganlesacarondelacamaa rastras como un saco de patatas y le sacudieron, sí señor, eso hicieron, lesacaron—el acento irlandés se iba cargando de desdén—, le sacaron y leapalearon, y a uno no le gusta imaginarse esas cosas». Pero los ejemplosconcretosnoeran sólounacomedia, sinoqueutilizabaunargumento sólidoquenuncaheolvidado.Planteabaelhechodequeno fueran los tipos raros,como losartistas, sino loshombresnormales,como loscampesinos,quienesmillonesdevecesfuerantestigosdeesascosas,puessonlosgranjeroslosquevenalashadas.Eseltrabajadordelcampo,elquellamaalpanpanyalvinovino,quiendicequehaberlashaylas;eselleñador,quenopiensaenotracosaqueencortarleña,quienvioaunhombrecolgadodeunahorcaydespuésloviorondarporallícomounfantasma.Estámuybientodoesodedecirquenodeberíamoscreerenfantasmasporeltestimoniodeunhombreignorante,peroahorcaríamosaunhombreporesemismotestimonio.

YoestabatotalmenteafavordelaluchadeWillieYeatsysushadascontra

Page 94: Autobiografía Por G. K. Chesterton

elmaterialismo;yestabaespecialmenteafavordelaluchadeWillieYeatsysusgranjeroscontraelmecanicistamaterialismourbano.Peroparaentonces,yahabía surgidootra complicaciónquedebo tratar de explicar no sóloparaexplicarmeamímismo,sinoparaexplicareldesarrolloglobaldelapoesíaydelmomento.Enaquelmundo,yasehabíaempezadoa reaccionarcontraelmaterialismo y había aparecido algo similar a lo que desde entonces haadoptadolaformadelEspiritualismoeinclusolaformaaúnmásdesafiantedelaCienciaCristiana,quenegabalaexistenciadelcuerposimplementeporquesusenemigoshabíannegadolaexistenciadelalma.Pero,enelmundodelqueyohablo,laformaqueadoptóprimero,oalmenosdemaneramásgeneral,fuela de lo que comúnmente se llamó Teosofía y, a veces también, BudismoEsotérico. Es probable que en este punto deba admitir por lo menos unaalegacióndeprejuicio.Siexistiera,noseríaunprejuicioortodoxo, religioso,nisiquierapiadoso.Yomismoeracasitotalmentepaganoypanteísta.Cuandomedesagradabalateosofía,yonoteníateología.Talveznofueralateosofíaloque nome gustaba, sino los teósofos.Me temo que es totalmente cierto, apesardelafaltadecaridadquesupone,querealmentehabíaciertosteósofosqueme sacaban de quicio.No es que nome gustasen porque sus doctrinasfueran erróneas, pues yomismo carecía de doctrinas; ni porque no tuvieranderecho a ser cristianos, cuando de hecho habrían podido afirmar sucristianismo,entreotrascosas,conmuchamásseguridadqueyomismo.Medesagradabanporqueteníanbrillantesojoscristalinosypacientessonrisas.Supacienciaconsistía,sobretodo,enesperarquelosdemásseelevasenalplanoespiritualqueellosyahabíanalcanzado.Escuriosoquenuncaparecieraqueellos mismos esperasen evolucionar y alcanzar el plano que sus honradasverdulerasyahabíanalcanzado.Nuncaquisieronengancharsupesadocarroalveloz remolque del taxista, ni ver el espíritu de su criada, que, como unaestrella, atraía las esferas que habitan los inmortales. Sí, sospecho que soyinjusto con la verdadera personalidad de estas gentes. Supongo que era lacombinación de tres cosas: Asia, el evolucionismo y la dama inglesa; perocreoqueseríamejorsepararlas.

Sin embargo, Yeats no se parecía en lo más mínimo a estas damasteosóficas;nitampocoperseguíanibuscabaalaprofetisaespiritualdelgrupo,Mrs. Besant, una egoísta digna, delicada, sincera e idealista. Él escogió aMadame Blavatsky, una vieja picara escandalosa, ordinaria, ingeniosa yenérgica.Admiro su buen gusto, pero sinceramente creo que este particulargirooriental leconfundióy le llevóaseguira los faquiresen lugardea lashadas. Espero que no se me malinterprete si digo que aquel gran hombreestaba embrujado, es decir, queMadame Blavatsky era una bruja. Tanto siYeatsestabaembrujadocomosino,lociertoesqueélnoseengañaba.Aélnoleengatusabalasonrisateosóficanitodoaquelbrillante,olustroso,optimismosuperficial. Él, con una inteligencia más penetrante, ya había captado el

Page 95: Autobiografía Por G. K. Chesterton

pesimismo esencial oculto tras la placidez asiática; y es discutible que elpesimismonofuera tandeprimentecomoeloptimismo.Decualquier forma,mientras aquellas refinadísimas damas inglesas ascendían de estrella enestrellacomodepeldañoenpeldaño,élconocíabastantebienelsignificadodela Rueda del Sufrimiento como para darse cuenta de que esta escaleraestrelladaseparecíaextraordinariamenteaunanoria.LosmásentusiastasdeestecírculodeamigosmíossolíansentarseaserenarseenhabitacionesllenasdeimágenesdeBuda,apesardequeyonuncanecesitaraimágenesdeBudaquemeindujeranalsueñooalainacción.PeroYeatsconocíanosóloelrostrodeBuda,sinosumenteyaunquenuncahabríausadotérminosdeTennyson,sabíaque,parasupropiamente,aquellosignificabaunsosiegodesesperado,suponiendo que existiera el sosiego, un sosiego relativo. En el misticismohaciaelquetendíacadavezmástrassusfelicesaventurasentrelosgranjerosylashadas,laantiguareligióndefendíacadavezconmayorentusiasmoqueelsecreto de la Esfinge es que no tiene secreto. El velo de Isis se ibaconvirtiendoprogresivamenteenelvelodeMaya;lailusión,queacabaconlaúltimailusióndequehemosarrancadoelvelodeIsis;lailusiónúltimaypeordeque estamos realmente desilusionados.Enunaocasión, a propósito de ladecepciónquealguienhabíasentidotrashaberlogradoalgo,medijo:«Unonoselevantaríadelasillaycruzaríasuhabitaciónsilanaturalezanotuvierasucaja de señuelos». Luego, como si respondiera a una protesta silenciosa,añadió:«Noesunafilosofíamuyalegrepensarquetodoesilusión».Noloera.Noséquédiríanlashadas,perodudoquelosgranjeroslaaceptaranyenaquelperiodistalondinenseaúnverdequeyoeraentonces,habíaalgoquesenegabaenredondoaaceptarla.Asíquemeencontréconquemanteníahaciaelpoetauna extraña actitud ambivalente: estabade acuerdo conél en los cuentosdehadas, asunto sobre el que la mayoría de la gente disentía de él, y endesacuerdoconsufilosofía,conlaquelamayoríaestabadeacuerdo,aunquefuerademodomásconfusoyprosaico.Asíquecuandoleíesamaravillosaypoética obra de teatro, La tierra de los deseos del corazón, producida pocodespuésporelAbbeyTheatre,tuvelavivasensaciónnotantodenocreerenlashadas,sinodeestarenprofundodesacuerdoconellas.Yaunque,poraquelentonces,estaba tan lejosdemísercatólicocomosercaníbal,missimpatíasestabanconlaFamiliaycontraelHada;inclusoentoncesestabanconelcuraycontra el hada. En todo aquel mágico estallido musical, sólo estaba total yabsolutamentedeacuerdoconunadelascosasqueelhadadecíaconaquellafrase:«Estoyhartadelosvientos,lasaguasylaspálidasluces».Creoquenocambiaría nada de la crítica literaria que escribí tiempo después: «Sólo hayuna cosa contra La tierra de los deseos del corazón: que el corazón no ladesea».Noobstante,admirabaapasionadamentelaobradeteatrocomotalyenlosdebatesmeramenteliterariossiempreladefendídelasbromasestúpidassobreel«crepúsculocelta»que lanzabanaquellosquepreferían lanieblade

Page 96: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Londres.Tiempodespués,cuandotrabajabaenelDailyNews,defendí,contrala opinión del crítico teatral del periódico, el mérito teatral de una obraposterior llena de logros, titulada Donde no hay nada, está Dios. Pero yotanteaba, balbucía y me afanaba con una filosofía propia, rudimentaria eincipiente, opuesta casi por completo a la afirmación de que donde no haynada,estáDios.Paramí,laverdadadoptabamásbienlaformadequedondehayalgo,estáDios.Ningunadelasdosafirmacionesesadecuadaenfilosofía,peromehabríasorprendidosaberlocercaqueestaba,enalgunosaspectos,loqueyoentendíapor«algo»delconceptode«Ser»ensantoTomásdeAquino.

HabíaunclubdedebateenBedfordParkenelqueporprimeravezexpusemistoscasideasconunaretóricaaúnmástoscasicabe.El lugarmerecíauntratomejor. Resultaba divertidísimo. Se llamaba «N.L.S.» y se suponía queunaterriblelosadesilencioocultabaelverdaderosignificadodelasiniciales.Tal vez los teósofos realmente creían que significaban «el Nirvana LiberaSensaciones». Posiblemente los socialistas lo interpretaban como «NingunaLibertadSolitaria».Peroeraunaestrictanormadelclubelquesusmiembrosaceptaranignorarelsignificadodelassiglas,comoenelmovimientopolíticonorteamericanodel«NoSéNada».Elextraño,elsimpleintrusoenelsagradorecintopreguntaría:«¿PeroquésignificaN.L.S.?».Seesperabaqueeliniciadose encogiera de hombros y dijera: «No lo sé», de una formanatural, con laesperanza de que no se dieran cuenta de que, en la aparente negativa aresponder, ya había respondido. No sé si esta divisa era un símbolo delagnosticismo de hombres comoHankin o delmisticismo de hombres comoYeats,pero,porsupuesto,ambospuntosdevistaestabanpresentesycreoquedividían bien aquel mundo intelectual que había entre ellos. Ciertamente,siemprepreferíelcrepúsculoceltaalaoscuranochematerialista.Sentíamássimpatía por la capademagoque llevaba el creyente en lamagia o por lasgreñasoscurasdelpoetaconalgoquedecirdelosduendesqueporlasropasnegrasy lablancapecheradel hombrequeparecíaproclamarque elmundomodernoescuandomásfestivo,másfúnebre.Entoncesnomedabacuentadeque existía un tercer ángulo de visión, un ángulo muy agudo, capaz dedesgarrarconlaagudeza,yalgunosdiríanconlaestrechez,deunaespada.

Lasecretariadeesteclubdedebatesiemprediopruebasdesueficiencianegándoseenredondoadebatir.PertenecíaaunafamiliadevariashermanasyunhermanoalqueyohabíaconocidoatravésdeOldershaw.Teníaunaprimaenelclub,prometidadeunprofesoralemánypermanentementefascinadaporloscuentosdehadasalemanes.Naturalmente,tambiénsesentíaatraídaporloscuentos de hadas celtas que corrían por el vecindario. Un día regresóresplandecienteconlanoticiadequeWillieYeatslehabíaleídosuhoróscopo,o realizado algún otro ritualmisterioso, y le había dicho que estaba bajo lainfluencia de la luna. Se me ocurrió comentárselo a una hermana de lasecretariaqueacababadereintegrarsealcírculofamiliary,conuntonodelo

Page 97: Autobiografía Por G. K. Chesterton

másnormalydelomenospretencioso,merespondióqueellaodiabalaluna.

Hablédespuésvariasvecesconlamismadamaydescubríqueloquemehabía dicho era totalmente cierto. Podría decirse que sentía prejuicios haciaestayotrascosas,perodeningunamanerapodríadecirsequeeranmaníasymenostodavía,afectación.Sentíaunaauténticahostilidadhaciatodasaquellasfuerzasnaturalesqueparecíanserestérilesosinpropósito;ledesagradabanlosvientosturbulentosqueaparentementenoibananingunaparte;elmarletraíasincuidado,unespectáculoqueamímeencantaba;yporunimpulsosimilarestabacontralaluna,alaqueencontrabaunaspectodeimbécil.Porotraparte,tenía una especie de voracidad por las cosas productivas como campos,huertos y cualquier cosa relacionada con la producción, pues tenía un gransentidoprácticoparaestascosas.Practicabalajardineríayenaquellacuriosaculturadebarriohabríaestadodispuestaapracticarlalabranzay,porlamismaperversa regla de tres, ya practicaba una religión. Esto resultaba totalmenteinexplicabletantoparamícomoparatodaaquellaremilgadaculturaenlaqueella vivía. Montones de personas pregonaban su adhesión a distintasreligiones, principalmente religiones orientales; las analizaban o discutíansobreellas,peroelquealguienconsideraselareligióncomoalgotanprácticocomo la jardinería era algo nuevo para mí, y para sus vecinos nuevo eincomprensible. Por casualidad, había sido educada en la escuela de unconvento anglocatólico y, para todo aquel mundo agnóstico o místico, elpracticarunareligióneramuchomásdesconcertantequeprofesarla.Eraunamujercuriosa; llevabaunvestidodeterciopeloverdeadornadoconpielgris,que yo habría calificado de artístico si ella no hubiera detestado toda esachácharasobrearte;teníaunrostroatractivo,queyohabríadichoqueparecíael de un duende si ella no hubiera detestado toda esa cháchara sobre losduendes; pero, en aquel ambiente social, lo más extraordinario y casiespeluznantedeellanoeratantoqueellalodetestasecomoqueaquellonoleinfluyera lo más mínimo. Nunca supo lo que significaba estar «bajo lainfluencia»deYeats, Shaw,Tolstoi o cualquier otro.Era inteligente, conungranamorporlaliteraturaysobretodoporStevenson.SiStevensonhubieraentrado en la habitación y expuesto sus dudas personales sobre lainmortalidad, ella habría lamentado que él se equivocara en aquel punto,aunque,porotraparte,nolehabríaafectadolomásmínimo.Noseparecíaennada a Robespierre, salvo en su gusto por la pulcritud en el vestir, y sinembargo,sóloenellibrodeMr.BellocsobreRobespierrepudeencontrarlostérminosquedescribieranesacualidadúnicaqueladistinguíadelaculturaenbogaylasalvabadeella.«Dioshabíadotadoasumentedeuntabernáculodepiedraenelqueciertasgrandesverdadessepreservabaninmortales».

Másadelante,lavimuchoendiversoseventossocialesdeldistrito;ellafuetestigodeaquellaimpresionanteygrotescaocasiónenquemontéenbicicletaporprimerayúltimavez,ataviadoconlevitaysombrerodecopadelaépoca,

Page 98: Autobiografía Por G. K. Chesterton

porelcampodetenisdeBedfordPark.Locreanono(comodicenlosgrandesperiódicoscuandocuentanmentirasbasadasenlaignoranciadeloselementosde la historia), es absolutamente cierto que di varias vueltas alrededor de lacanchadetenishaciendogaladeunabsolutoequilibrionaturalypreocupadoúnicamente por el problema intelectual de cómo podría bajarme de la bici;finalmente, me caí; no me fijé en qué pasó con mi sombrero, aunque porentonces rara vez lo hacía.Amenudome viene a lamemoria la imagen deaquellas monstruosas vueltas en bici como un indicio de que algo extrañodebía de sucederme en aquella época. La dama en cuestión trabajaba durocomosecretariadeunasociedadeducativadeLondresyfueentoncescuandocomencéatenerlaimpresión—queaúnsigoteniendo—dequehoyendíalopeor del trabajo es lo que sucede a la gente cuando termina de trabajar: eltraqueteodelostrenesytranvías,ylalentavueltaasuscasaslejanas.Eramuydespiertay,normalmente, todolocontrariodedistraída;sinembargo,undíamecontóunpococompungidaquesehabíasentidotancansadaquesehabíaolvidado el parasol en la sala de espera de la estación de ferrocarril. Demomentonovolvimosapensarenello,peroaquellanoche,mientrasvolvíaacasacaminandocomodecostumbre,desdeBedfordParkaKensington,cercayademedianoche,viaquellaestacióndeferrocarrilnegrayvoluminosaqueserecortabaalaluzdelalunaycometímiprimeryúltimodelito:roboconallanamiento, con el que por cierto, disfruté mucho. La estación, o aquellaparte de la estación, parecía estar cerrada a cal y canto, pero yo conocíaexactamentedóndeseencontrabalasaladeesperaencuestión;descubríqueelcaminomáscortoeratreparporelempinadoterrapléndehierbayarrastrarmepordebajodelandénhastasaliralavía;luego,meencaramésobreelandényrecobréelparasol.Mientrasvolvíaporlamismaruta(todavíaconelsombrerodecopaabolladoylalevitaconsiderablementedesbaratada), levantélosojosal cielo yme sentí invadido por toda suerte de extrañas sensaciones. Sentíacomosiacabaradecaermedelalunaconelparasolamododeparacaídas.Detodasmaneras,cuandomiréhaciaatrásyvieldeclivedecéspedgrisalaluzdelaluna,comoespantosashojasdehierbalunares,nocompartílaimpiedaddeaquelladamaporlapatronadeloslunáticos.

Sinembargo,fueunasuertequenuestrosiguienteencuentroimportantenosucedierabajoelsignodelalunasinodelsol.Ellaafirmómuchasvecesalolargodenuestrarelaciónposteriorquesielsolnohubierabrilladoasuenterasatisfacciónaqueldía,lacuestiónpodríahabersidomuydiferente.SucedióenSt. James’s Park, donde están los patos y el puentecito mencionado nadamenosqueenunaobratanautorizadacomoeselEnsayosobrelospuentes,deMr.Belloc,autorquetengoquecitarunavezmás.Creoquetratacondetalle,en sumejor estilo topográfico, varios lugares históricos del continente, peroluego se sume en un estilo más prolijo, algo así como: «Ha llegado elmomento de hablar detenidamente sobre puentes. El puente más largo del

Page 99: Autobiografía Por G. K. Chesterton

mundoeselForthBridgeyelmáscortoesun tablónsobreunazanjaenelpueblodeLoudwater.ElpuentequeasustamáseseldeBrooklynyelpuentequeasustamenoseseldeSt.JamesPark».Reconozcoqueatraveséesepuenteconunainmerecidaseguridadytalvezlohiceinfluidopormitempranavisiónromántica del puente que conducía a la torre de la princesa, pero puedoasegurar a mi amigo, el autor, que el puente de St. James’s Park puedeasustartemucho.

VII

ELDELITODEORTODOXIA

Solíadecir quemi autobiografíadebería consistir enuna seriede relatosbrevescomolosdeSherlockHolmes,conladiferenciadequelossuyoseranasombrososejemplosdeobservaciónylosmíosasombrososejemplosdefaltade observación. En otras palabras, deberían ser «aventuras» relativas a misausenciasmásqueamispresenciasdeánimo.Recuerdolaquesetitulaba«Laaventura del sacacorchos del pro-bóer»; allí celebraba que una vez pedí aHammondquemeprestaraunsacacorchos,ymeencontréintentandoabrirlapuertaconélyconlallaveenlaotramano.Muchosnocreeránloquedigo,peroesabsolutamenteciertoqueel incidente sucedióantesynodespuésdeusar el sacacorchos. Estaba totalmente sobrio; probablemente, si hubieraestadoborracho,habríaestadomásatento.Enotraanécdota,recogidaen«Laaventuradelasombradooficinista», semeacusabadehaberpedidouna tazade café en lugar de un billete en la taquilla de una estación de ferrocarril,aunque,acontinuación,sindudalepedíeducadamentealacamareraunodetercera clase a Battersea. No estoy especialmente orgulloso de estapeculiaridadmíaporquecreoquelapresenciadeánimoesmuchomáspoéticaque su ausencia. Únicamente lo menciono ahora porque introduce a unpersonajequerepresentóunpapeldecisivoenlasuertedemisamigosyenlamía propia y al que, en la fascinante narración de «La aventura de lospantalonesdelcura»,lefueasignadoelpapelprotagonistadelcura.

NorecuerdoconexactituddóndeconocimosmihermanooyoalreverendoConradNoel.Creorecordarquefueenalgúnclubextrañoenelquealguiendabauna conferencia sobreNietzscheydonde losquedebatíanpasabandelgratificante pensamiento de que Nietzsche atacaba a la cristiandad a laconclusión lógica de que era un verdadero cristiano. Así que no tuve másremedioqueadmirarelsentidocomúndeuncuradepelooscuroyrizado,yun rostro sorprendente, que se levantó y puntualizó queNietzsche se habríaopuesto con más rotundidad a la verdadera cristiandad que a la falsa,

Page 100: Autobiografía Por G. K. Chesterton

suponiendo que hubiera una verdadera cristiandad a la que oponerse. MeenterédequeelcurasellamabaNoel,yenmuchossentidossuintervenciónfue un símbolo de mi experiencia en aquel extraño mundo. Aquellaintelectualidad de los clubes artísticos y vagamente anarquistas era, desdeluego,unmundoextrañísimo.Ymeparecequelomásextrañodetodoeraqueaunqueteníanelpensamientoengranconsideración,nopensabanenabsoluto.Todo parecía ser de segunda o terceramano: deNietzsche, Tolstoi, Ibsen oShaw;sehablabadetodoenunambientedistendido,sinelmenorsentidoderesponsabilidad por llegar a ninguna conclusión sobre lo discutido. Confrecuencia, el grupo contaba con personas realmente inteligentes, comoMr.Edgard Jepson, que siempre daba la impresión de acabar de desertar de labuenasociedadparasonreírmisteriosamentealabohemia.Devezencuandoaparecía en el grupo alguien no sólo inteligente, sino con profundasconvicciones tradicionalesquecelosamenteguardabaparasí;eseeraelcasodemiviejoamigoLouisMcQuilland,quiendurantetiemposeconformóconaparecer como un moderno más del club de Los Modernos, dedicados alanzarselacónicosepigramasalestilodeWildeyWhistler,mientrasqueensuinterior guardaba la llama de la fe católica y de un ardiente nacionalismoirlandés, sobre losquenuncahablaba, salvocuandoestos sagrados temas seponían en tela de juicio. Pero, desde lo que podríamos llamar instintointelectual, considero enormemente significativo que prefiriera lasuperficialidaddelosdecadentesalaseriedadmásarroganteyheréticadelosfabianos.Unavez,trasescucharporenésimavezlaapologíadeCándidaodeElhombrey lasarmas,dijoenfadadoalgoque,sinorecuerdomal, teníauncierto tono bíblico: «Aplácame con Hitchens, confórtame con Beerbohm,porqueestoyhartodeShaw».

Pero una gran parte de la intelectualidad parecía carecer totalmente deintelecto.Comotalvezseanatural, losquepontificabanmásostentosamenteeranconfrecuencialosmásfrívolosysuperficiales.Recuerdoaunhombredebarba largayprofundavozde truenoqueproclamaba a intervalos: «Loquenecesitamos es amor» o «lo único que se requiere es amor», como ladetonación de un arma pesada. Recuerdo a otro hombrecillo radiante queextendía los dedos y decía: «¡El cielo está aquí!». «¡Ahora!», lo que, enaquellas circunstancias, parecía un pensamiento ligeramente inquietante.Había un hombre viejísimo que parecía vivir en uno de aquellos clubesliterarios y que, de vez en cuando, levantaba lamano comoprólogo de unaobservacióntrivial,ydecía:«Unpensamiento».Cuentanqueundía,creoquefue Jepson, provocado más allá de lo tolerable, estalló y dijo: «Pero, ¡porDios!,buenhombre,nollamaráustedpensamientoaeso,¿verdad?».Peroesoera lo que pasaba con no pocos de aquellos pensadores. Una especie deteósofomedijo:«Elbienyelmal, loverdaderoy lofalso, laestupidezy lasabiduría son tan sólo aspectos del mismo movimiento ascendente del

Page 101: Autobiografía Por G. K. Chesterton

universo». Incluso entonces se me ocurrió preguntar: «Suponiendo que nohayadiferenciaentrelobuenoylomalooentrelaverdadylamentira,¿cuálesladiferenciaentreascendenteydescendente?».

EmpecéanotaralgoqueyahabíapercibidoenaquellaocasióndeldebatesobreNietzsche.TodaaquellacamarillaqueaplaudíaelteatrodeIbsenyShawsentía un profundo desprecio por el viejo teatro victoriano. Se burlabanconstantementede lospersonajes típicosde lasviejas farsas,de losguardiasdehablar lentoyde losgrotescos tenderosenobrasde teatrocomoCasteoOurBoys.Perohabíauntipodelaviejafarsaquesehabíaconvertidoenalgomuchomásfalsotodavía;setratabadelcuracómicodeThePrivateSecretary:el simplón a quien no le gustaba Londres y pedía un vaso de leche y unpastelillo de Bath. Muchos de los escépticos de aquel mundo altamentecientíficoenabsolutohabíansuperadoelchistevictorianosobreelcura.Comoa mí me habían educado primero en la farsa del cura y luego en elescepticismo hacia el sacerdote, estaba dispuesto a creer que lo querepresentabanunaspersonastanendebleseraunasupersticiónmoribunda;sinembargo,descubríqueconfrecuenciaelloseran,condiferencia,laspersonasmás capacitadas y convincentes. Debate tras debate, advertí que sucedía lomismo que ya había notado en el debate sobreNietzsche. Era el cura de lafarsa, el clérigomentecato, quien se levantaba y sometía a algún criterio deverdadaquelprolijoyvagoparloteoyquienmostraba lasventajasdehabersidomedianamente entrenado en algún sistema de pensamiento. Espantosassemillasdedudaempezaronagerminarenmimente.Mesentíacasitentadoacuestionarlaexactituddelaleyendaanticlericalymásaún,laexactituddelafarsa de The Private Secretary. Me parecía que los denostados curas eranbastante más inteligentes que los demás y que únicamente ellos, en aquelmundo tan intelectual, intentaban usar su intelecto. Por eso empiezo lasaventuras con la «Aventura de los pantalonesdel cura»ypor esomencionoprimeroaMr.ConradNoel.ÉlnotomabapastelillosdeBathniselimitabaaunvasodeleche.NadiequeloconocieraunpocoseatreveríaadecirquenolegustabaLondres.

ConradNoel,hijodeunpoetaynietodeunnoble,teníatodoslosrasgosexcepcionales del aristócrata excéntrico, es decir, del tipo de aristócrataexcéntrico que a menudo aparece como un demócrata particularmentedestructivo.Aquelgrancaballero,CunninghameGraham,alqueconocímássuperficialmenteperoaquiensiempre respetémuchísimo,eraelmismo tipoderebeldeinflexible,peroteníaunaespeciedeseriedadescocesaparecidaalaseriedad española; en cambio, el humor de Noel era medio inglés y medioirlandés,perosiempremuyocurrente.Desdeluego,leencantabaescandalizaralagenteyhacerlesperderlosestribos.Recuerdoquedecía,mientrasmovíala cabeza con aire reconcentrado: «¡Ay! ¡Qué poco sabe la gente de lostrabajos en la vida de un clérigo! ¡Tantas exigencias! ¡Tantos deberes

Page 102: Autobiografía Por G. K. Chesterton

enloquecedoresydistintos!TodalatardedetrásdelasbambalinasenelteatroButterfly hablando conPoppyPimpernel y toda la noche de bar en bar conJack Bootle; y después de cenar, otra vez de vuelta al club, y asísucesivamente».Enrealidad,élocupabagranpartedesutiempoencosastalvezigualdefantásticas,peromásintelectuales.Leencantabahusmearporloscentrosdeoperacionesdesectasfabulosasodelocos,yescribióundivertidoinformesobreellasquetitulóBywaysofBelief.Sentíaunafectoespecialporun viejo caballero de largas patillas grises que vivía a las afueras y que, alparecer, se llamabaReySalomónDavid Jesús.Este profeta no temía, comotodo profeta que se precie, protestar contra lo que consideraba pompas yvanidades de este mundo. Cuando conoció a Conrad, empezó la entrevistacriticandoconfrialdadaConradNoelporhaberleenviadounatarjetadevisitaenlaqueseleía:«ReverendoConradNoel».AducíaquetodosaquellostítulosoficialeshabíansidoabolidosenlaNuevaDispensadelaIglesia.Conrad,enlegítimadefensa,insinuócondelicadezaqueelllamarseSalomónDavidJesúspodíaprovocargravesproblemasdeidentidadysuscitar,dealgúnmodo,unaasombrosacomparaciónhistórica.Además,unviejocaballeroquesellamaraRey difícilmente podía insistir en esa austera simplicidad republicana. Sinembargo,elmonarcaexplicóquesutítulolehabíasidoconcedidoporunavozprocedente del cielo. El Reverendo Conrad tuvo que admitir que no podíaafirmar que su tarjeta de visita hubiera sido escrita al dictado de una vozsimilar.

A veces, en lugar de visitar él las nuevas religiones, eran las nuevasreligioneslasquelevisitabanaél,locualeramuchomásalarmante.Élysuesposa,unadamitaencantadoracuyorecatoeraacasoalgoengañoso,habíanacudidoaunamatinéeyalregresarencontraronmerendandoensucasaadiezdoukhobors.Paralosquenohayantenidoelhonordeesasfelicesvisitas,talvez sea necesario explicar que los doukhobors son una secta de pacifistasrusosycomunistaspracticantesquedefiendenelejerciciode lahospitalidadentre las personas. Por cierto, es muy curioso y extraño que mientras losdoukhoborsvivieronenRusiaymantuvieronsusdiferenciasconlaautoridadextranjera,siempresecomportaroncomounabandadesantosenconsonanciacon los más elevados principios del primitivo cristianismo; pero cuando setrasladaron a Canadá y quedaron bajo la autoridad británica, cayeron en unestadodeextrañadesmoralizaciónydegeneraronenunosfanáticospeligrososquesolíanirporahírobandocaballosdelascarretasyvacasdeloscobertizosporque no estaban de acuerdo con la cautividad de los animales. De todasformas,ConradNoel,quiennoloshabríajuzgadopeorporrebelarsecontraelimperiobritánicoquepor rebelarsecontrael ruso,habíaconocidoenalgunaocasión a un miembro de esta secta y supongo que, de una forma vaga yespontánea, lehabía invitado aque levisitara algunavez.Yallí estaba él yotrosnuevecomoélatiborrándosedebollosyalmendrados,yexplicandoque

Page 103: Autobiografía Por G. K. Chesterton

les encantaría pagar aquella abundante y magnífica comida, pero quedesgraciadamentenopodíanaceptareldinero.«Sinembargo,sihubieraalgúnpequeño servicio —explicó el primitivo cristiano—, cualquier ayudadomésticaconlaquepudierancorresponder,estaríanencantadosdesaldarsudeuda».Entonces,elfulgordelabatallailuminólosojosdeMrs.ConradNoelque,sinlevantareltonodevoz,empezóadecirlestodoloqueindudablementele gustaría que se hiciera. Les dijo muchas cosas, más de las que puedorecordar,perotengolaimpresióngeneraldequesubirelpianodecolacincopisos hasta el tejado o transportar la mesa de billar hasta la otra punta deljardín fueron dos de las tareas típicas que la amable pero vengativa damaencargó a los tambaleantes y perplejos doukhobors. Es de suponer queningunodeellosvolviójamásacasadeaquelhospitalariosocialistacristiano,salvounodeellos,quedecidióactuarporsucuentaypagarlacomidadeaqueldía con una sencilla faena doméstica: entró en el estudio deNoel y cambiótotalmentesusermón,suprimiópárrafosenteroseincluyóotrosquemostrabanunatendenciadoukhoborirreprochable.Enestemomento,sospechoqueMr.yMrs.Noelempezaronadudardelidealdoukhobor.

De todas formas, Mr. Noel no dejó nunca de creer en lo que podemosllamar el ideal del comunismo ruso, aunque se habría quedado tan atónitocomocualquierasilehubierandicholasuertequecorreríaelcomunismoruso.Sinembargo,aquíhablodeélcomounejemplodemiprimeraypersistenteimpresión de lo estúpidos que resultaban los anticlericales y de locomparativamente inteligentes que eran los clérigos. También datan de estaépoca los primeros y débiles inicios de mis propias diferencias con elcomunismoymipasohaciaelllamadoidealdistributivo.Despuésdetodo,tansóloerauna subdivisiónmásdemihistoriadeNottingHill, de la calle a lacasa,peroalaqueBelloc,misamigosirlandesesymisvacacionesenFranciahabíanhechomássólida.

Me figuro que la primera chispa surgió cuando, en una de aquellasreuniones de salón, escuché a un teósofo disertar monótonamente sobre lainmoralidadde loscristianosquecreíanenelperdónde lospecados,puestoque lo único que existía era el karma, por el que cosechamos lo quesembramos. «Si esa ventana se rompiera —decía lúgubremente— nuestroanfitrión, Sir Richard Stapley, podría perdonarlo; pero la ventana seguiríarota».Acontinuación, un curita congafasy casi calvo, a quienno conocía,saltóydijo:«Peronohaynadamaloenromperunaventana.Estámalporquees la ventana de Stapley, pero si a él no le importa, ¿por qué había deimportarleanadiemás?».

Enfin,quefuedurantemivisitaaConradNoel,quienseharíafamosoporser el párroco que hizo ondear la bandera roja en su iglesia deThaxted, enEssex,cuandoalvestirmeparalacena,cometíelerror,muydisculpableami

Page 104: Autobiografía Por G. K. Chesterton

parecer,deconfundirlosnegrospantalonesclericalesdemianfitriónconlosmíos de etiqueta. Confío en no haber violado ninguna ley eclesiásticaimportanterelativaalusoilegítimodevestimentasacerdotal,aunqueelpropioConradNoelerabastanteinformalenelasuntodelaropa.Elmundopensabaqueeraunaespeciedeclérigobohemio,comoahoraloconsideraunaespeciede clérigo bolchevique, pero el mundo sería un pocomás sabio si se dieracuenta de que, a pesar de esto, él era y es un cura muy poco mundano,demasiado poco mundano para que el mundo le juzgue correctamente. Nosiempreestuvedeacuerdoconsusactitudes,ytampocoahoraloestoyconsusideas políticas, pero siempre supe que resplandecía con la convicción y lasencillez del espíritu combativo. No obstante, en aquellos días, suexcentricidadexternaeramásprovocativaqueuntraporojoparauntoroounabanderarojaparaunbravucón.Disfrutaballevandocombinacionespintorescasde ropa clerical, proletaria y artística, y le encantaba aparecer vestidocorrectamentedesacerdote,tocadoconunaespeciedegorropeludoodepiel,queledabaunaspectodecazadorexquisito.Tuveelgranplacerdepasearconél vestido con aquel atuendo y atravesar el vasto tramo del sur deLondres,desdeBlackfriarsBridgehastadondeseveíanlasverdescolinasmásalládeCroydon,unaexpediciónmuy interesante,peroque raravezemprendían losdelaorillamásricadelrío.Tambiénrecuerdootravezenlaquesalíayodealguna reunión con él y con elDr.PercyDearmer, famoso entoncespor serunaautoridadenlahistoriadelritualylaropatalar.ElDr.Dearmerteníalacostumbre de pasearse con un birrete y una sotana que había reconstruidocuidadosamentecomoelmodeloexactodeuncuraanglicanooanglo-católico,ysesentíalevementeafligidocuandolosniñosenlacalleconfundíanaquellaropa estrictamente nacional y tradicional.Alguien gritaba: «Fuera papistas»,«al infierno con el Papa», o alguna otra imprecación propia de una religiónmáspródigayliberal.PercyDearmer,muyserio,lesparabaylesdecía:«¿Sedausted cuentadeque esta es exactamente lamismavestimenta con laqueLatimerfuealahoguera?».

Entretanto, mi propia ropa, aunque calamitosa, era el resultado de lacasualidadmásquedeundiseñopremeditado;peroestofuealgomástardeyparaentoncesmiesposayamehabíadisfrazadotodoloquehabíapodidoconaquelgransombreroyaquellacapatanfamiliaresaloscaricaturistas.Enaquelmomento de la historia de Inglaterra, aún se podía llevar levita en lasceremonias.Yomehabíaquitadolacapaymehabíaquedadoconlalevitayelsombrero ancho, y seguramente guardaba cierto parecido con un misionerobóer.Deesaguisapaseabainocentementeporlacalleconelgorropeludodelcazador esteta a un lado y con el birrete ceremonial y la sotana del obispoLatimer al otro. Charles Masterman siempre llevaba ropa convencional demanerapococonvencional: sombrerodecopaechadohaciaatrásyparaguasquemanejabacongestoscómicos;caminabadetrásdenosotrosynosseñalaba

Page 105: Autobiografía Por G. K. Chesterton

a los tres que, inconscientes, ocupábamos la acera, al tiempo que gritaba:«¿HanvistoustedesenalgúnlugardelaCreaciónespaldascomoéstas?».

Menciono este punto de excentricidad, incluso de excentricidad en elvestir, en losmárgenes de la facción anglo-católica de la IglesiaAnglicana,porquerealmentetuvomuchoqueverconelcomienzodelprocesoporelquealgunos periodistas bohemios, comomi hermanoy yomismo, nos sentimosatraídosaconsiderarenseriolateoríadeunaiglesia.YoestabamuyinfluidoporConradNoelymihermanocreoquetodavíamás.

Hastaahorahehabladomuypocodemihermano,apesardelgranpapelque representó en mi infancia y juventud, y la omisión puede atribuirse acualquier cosa menos al olvido. Mi hermano fue una persona demasiadoimportante para no tener un capítulo dedicado exclusivamente a él. Y hedecidido, tras pensarlo con detenimiento, que le harémayor justicia cuandohabledelefectodecisivoqueéltuvoenlahistoriamodernayentodoelasuntode la campaña contra la corrupción política. Baste señalar aquí que tuvodiferenciasconmigodesdeelprincipio,ylamenordeellasnofueelpuntodepartida inicial en el que se situó. Yo siempre mantuve una especie depersistentelealtadovagasimpatíaporlastradicionesdelpasado;inclusoenlaépoca en que yo no creía prácticamente en nada, tenía lo que algunos hanllamado«deseodecreer».Peromihermano,alprincipio,nodeseabasiquieracreeroporlomenosnoqueríaadmitirquedeseabacreer.Adoptóunaactituddeextremahostilidad,casideanarquismo,engranmedidaysindudacomoreacciónycomoresultadodenuestrasinterminablesdiscusioneso,másbien,única discusión. Lo cierto es que realmente dedicamos toda nuestraadolescenciaaunalargadiscusiónque,desgraciadamente,seinterrumpíaparacomer, ir a laescuela, al trabajouotras frivolidades irrelevantesyenojosas.Aunque,alprincipio,élestuvieradispuestoasalirendefensadelanarquismo,elateísmooloquefuera,poseíaeltipodementeenlaqueelanarquismooelateísmo podían sobrevivir a cualquier cosa menos a una sociedad deanarquistasyateos.Teníaunamentedemasiado lúcidayvivacomoparanoaburrirse con el materialismo que sostenían los materialistas. Sin embargo,estareacciónnegativacontralanegaciónpodríanohaberlellevadolejossielpolo positivo del imán, en forma de personalidades como Conrad Noel, nohubieraempezadoaatraerle.Atravésdeaquelclérigoexcéntrico,mihermanoempezóadejardeseralgo tanestérilcomounsimpleanticlerical.Recuerdoque,cuandolagenteconvencionalsequejabadelasformasextravagantesdeNoelo leatribuíacosaspeoresde lasque,porsupuesto,noeraculpable,mihermanoCecillescontestabacitandolaspalabrasdelciegodelEvangeliotrassucuración:«Siestehombreesonoesunpecador,nolosé,peroloquesíséesqueantesestabaciegoyahoraveo».

La antigua High Church o grupo Anglo-católico, del que Conrad Noel

Page 106: Autobiografía Por G. K. Chesterton

representaba el extremomás revolucionario y Percy Dearmer (al menos enaquella época) el más histórico y litúrgico, era en realidad un grupo dehombresmagníficoshaciaelquesiempreguardaré—comomihermanoyelciegode laBiblia—un sentimientodegratitud.Su líder, si esquehabíaunlíder en aquella rama de la iglesia anglicana, era Henry Scott Holland, unhombredelomásfascinanteymemorablequesemovíaentrelosmásjóvenescomosifueramuchomásjovenqueellos;resultainolvidablesudivertidacaraderana,sugranestaturaysuvozcomoelbramidodeuntoro,comosifueralaranaquesehabíaadueñadodelafábulaysehubieraconvertidorealmenteenuntoro.Desdeluego,enunsentidointelectualymásabstracto,sulídereraelDr.Gore,perocualquieraque leconocierasabíaqueélaparecíaensegundoplano como una figuramás tenue y difusa. A veces, todos ellos se reuníansobreunmismoestrado,especialmenteeneldelaChristianSocialUnion,alaque yo me uní tiempo después; espero que los supervivientes de aquellosviejos amigos, de los quemehe alejado intelectualmente pero nunca en losafectos,meperdonaránsirememoroaquíalgunasdelaslocurasqueanimaronnuestraamistad.Recuerdounaocasiónenlaqueungrupodecincooseisnosdirigimos a la atónita ciudad de Nottingham para hablar del modernoproblema de la pobreza industrial y de los deberes cristianos que losciudadanosteníanrespectoalproblema.Recuerdolascarasdelosciudadanosde la gran ciudad mientras yo hablaba, y siento decir que recogí misimpresionesenunosversosquesupuestamenteencarnabanlasimpresionesdeuncomerciantedeNottingham.Losversosseconvirtieronenunaespeciedechiste en nuestro pequeño círculo y los cito aquí por el placer de recordaraquellosdíasalegres.

LosdelaChristianSocialUnion

estabanmuyenfadados;

parecequehaydeberes

quenodeberíamoseludir,

yporesocantanhimnos

queayudenalosparados.

Alfondodeunestrado,

losoradoressehancolocado

yelobispoHoskinsdelante

agitóunacampanaydijo

queMr.Cárterrezara,

yMr.Cárterrezó.

Page 107: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Luego,elobispoGoredeBirmingham

sepusoalapatacoja

queseríafelizdijo

silospobresnomendigaran,

ysisupalaciorobaban,

aélloshumoslebajaban.

Queeldesempleo

esunhorroryunalacra,

quelacaridadproduce

servilismoyrencor.

Ycambiandodepierna

dijoqueaquelloeraunhorror.

Después,untalChestertonselevantó

yconaguajugó;

contóquelosprincipios

aunquehermososllevanalamasacre,

yquesiemprenoscomprometíamos

peronuncaloscumplíamos.

Mástarde,elcanónigoHollandseinflamó

comocincuentacañonesdisparando.

Intentamosaveriguarloquedecía

coninnumerablespreguntas,

peronopudimosmenosqueadmirar

laformaenquehizosaltarlasventanas.

Dijoqueelalmahumanadebería

avergonzarsedelaimpostura.

Queelhombrenodeberíadejarde

proferir«Yosoy».

Cuandoterminó,yosalí

ymesubíauntranvía.

Page 108: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Estaba orgulloso de estos versos, simplemente porque son, en líneasgenerales, un compendio muy preciso de aquellos discursos o de lo queprobablementelaaudienciapensabadeellos.TambiénlosdesentierroporquemerecuerdanalgomuycaracterísticodeScottHolland,quedesdeentoncesheconsideradounproblemacaracterísticodelavidahumana.Enaquellascoplasburlescas, había un verso que he omitido porque sin duda alguna seríamalinterpretado,comolofueelpropioScottHolland,queeraunhombredegran rectitud y gran claridad mental, y cuyas palabras fueron siempre elresultado del odioso deporte de pensar. Pero también era un hombre queguardabaensuinteriorunsurtidorderisa,taponadoporsuenérgicayampliaboca con unamueca de contención.Recuerdo que en esta ocasión abogaba,posiblemente con sus mejores argumentos, por la intervención del Estadoinclinándose en la dirección del Socialismo de Estado, algo común en laChristian Social Union y más que común en determinados y desafiantesprovocadores cristianos socialistas como Conrad Noel. Dijo que merecía lapenaquesecontemplaselaCommonwealth,laautoridadsocial,bajounaluzpositivaynosólonegativa;quehabríaqueconfiarenlascosasquehacíaynopensarúnicamenteenaquelloporloquenoscastigaba.Elpolíticodeberíaseralgo más que un policía; debería producir y construir, y no simplementecastigar.Aldecir esto,dejóentrever la risaque leproducíaunchisteque leveníaalacabezaydijoagitandolamanoantelarígidayrespetableaudienciadeNottingham:«Elcastigoesuninstrumentoexcepcional.Despuésdetodo,sólodevezencuandoustedesyyosentimosesegolpecitoenelhombroquenos da el policíamientras nos exige sinmucha cortesía que “avancemos ensilencio”.Notodoslosdíasnossientanenelbanquillodelosacusadosynossentencian a una temporada a la sombra. Lamayoría de nuestras relacionescon el gobierno son pacíficas y amistosas.Así que no temo equivocarme alsuponerque,inclusoenestasala,habráunamediadocenadepersonasquenohan estado nunca en la cárcel». Una espantosa mirada fija se instaló en elrostrodelosasistentes;unamiradaquedesdeentoncesnohedejadodeverenmis sueños;porqueeso tambiénhaconstituidounaparteconsiderabledemipropioproblema.

Desdeaqueldíahastahoy,nuncahecomprendido,ytampocoél,porquéun argumento sólido es menos sólido cuando se ilustra de la manera másentretenida posible. Lo que Holland decía era totalmente razonable yfilosófico:queelEstadoexisteparaproporcionamosfarolasyescuelas,perotambiénpatíbulosycárceles.Sinembargo, tengo la terriblesospechadequemuchos,lobastanteinteligentescomoparanocreerqueestabaloco,sícreíanque era un impertinente. También yo, a lo largo de una vidamenos útil, hedescubierto curiosamente lomismo.Sidicesquedosovejasmásdosovejassoncuatroovejas,elpúblicoaceptarátranquilamentequesetrataendefinitivadeovejas.Perosidices lomismocondosmonos,doscangurosodosgrifos

Page 109: Autobiografía Por G. K. Chesterton

verdeesmeralda,lagentesenegaráacreerquedosydossoncuatro.Parecequecreenquetehasinventadolacuentadelmismomodoquetehasinventadoel ejemplo de la cuenta. No obstante, si pensaran en ello con un poco desensatez, sabrían que lo que dices es sensato, pero no creen que algoaderezado con un chiste pueda ser sensato y tal vez eso explique por quétantoshombresconéxitosontanaburridosoporquétantoshombresaburridostienentantoéxito.

Mehedetenidounosmomentosenestareuniónyenestegrupoporque,alaluzdelosacontecimientos,mealegramuchísimopodertestimoniarelplacerconelquelorecuerdo.Cuandogentededistintosgruposcalificabaaaquelloshombres de la High Church de altivos y secos, cuando hablaban de laindiferenciadeshumanizadadeCharlesGoreodeladesesperantedepresióndeCharlesMasterman,yo teníaabundantesmotivospara recordarcosasmuchomejores y más brillantes y dejar aquí un pequeño testimonio de loextremadamente estimulante que era el pesimismo de Masterman y losutilmentecordialqueresultabalaindiferenciadelDr.Gore.Buenosamigosymuyalegrescompañeros.OanimahumananaturaliterChristiana,¿adóndeteencaminabastanvalerosamentequenosupisteencontrarelcaminonatural?

Me he dejado llevar en mi narración por estos recuerdos del grupoanglocatólicoydetodosesosnombresasociadosnaturalmentealamencióndeNoel.CuandoNoelaparecióenelhorizontedemihermanoyenelmío,éleraabiertamente antirreligioso y yo no tenía religión, salvo una religiosidaddifusa.Esnecesarioque,enestecapítulo,hableunpocodelastendenciasqueme hicieron desplazarme cada vez más hacia la ortodoxia, hasta quefinalmente, como ya he contado, me encontré en medio de un grupo decanónigosycuras.SegúnSydneySmith,hicemientradaenaquelespaciodela mano de curas muy estrafalarios. Conrad Noel hubiera podido encajarplenamenteenlaimagenolafantasíadeSydneySmith;desdeluego,enestecaso,sucedióquesiaquelcuraestrafalarioeraentodoslossentidossingular,los demás curas estrafalarios también lo eran en plural.Mi viejo amigo, elreverendoA.L.Lilley, ahora canónigodeHereford, era entoncesvicariodeuna parroquia en Paddington Green; sus extensas y cordiales simpatías sereflejabanenlamarcadaexcentricidaddelcleroqueleayudaba.Éleraunodelos dos o tres hombres de la Broad Church realmente abiertos que heconocido.Susayudanteseranungrupodecurasalosque,enunaépoca,nosreferíamosdeformairreverentecomoel«zoológico»;recuerdoaunodeellos,gigantesco,conhirsutopelogris,ycejasybigotealoMarkTwain.Otroerasirioycreoque,enrealidad,eraunmonjeescapadodealgúnmonasteriodeldesierto.ElterceroeraConradNoel.AveceshepensadoquedebiódesermuydivertidoserundevotofeligrésdePaddingtonGreen.

Pero lo que importa aquí es la aproximación intelectual a una ortodoxia

Page 110: Autobiografía Por G. K. Chesterton

querozabalaexcentricidad.Allectornolequedamásremedioqueresignarse,aunqueseaconungruñido,aalgunasmencionesalasverdaderascreenciasyalo que algunos llaman teoría y yo llamo pensamiento. En el sentido máspuramente religioso, fui educado entre unitarios y universalistas que, noobstanteeranplenamenteconscientesdequemuchaspersonasdesuentornose estaban volviendo agnósticas e incluso ateas.Había dos tendencias en loque se dio en llamar la emancipación de la fe de los credos y dogmas delpasado. Las dos tendencias iban en direcciones diametralmente opuestas y,comosuelesucederenesemundo,ambasrecibíanelmismonombre.Ambasseconsiderabanteologíasliberalesoreligionesdehombressensatos.Pero,enrealidad, lamitad de los hombres sensatos creían cada vezmás que, puestoqueDiosestáensucielo,tododebeirbienenelmundo—enesteoeneldemásallá—.LaotramitadestabaempeñadaendemostrarqueeramuydudosoquehubieraunDiosenuncielo,yqueparalamiradadelcientíficoresultabatanevidentequenotodoestábienenelmundo,quemásciertoseríaafirmarquetodovamalenelmundo.Unodeestosmovimientosdeprogresoconducíaal glorioso mundo de los cuentos de hadas de George Macdonald, el otrollevabaalasdesoladasyhuecascolinasdeThomasHardy.UnadelasescuelasinsistíaenquesiDiosexiste,debeserabsolutamenteperfecto;ylaotraque,siexiste, debe ser toscamente imperfecto. Y para cuando yo pasé de laadolescencia a la edad adulta, la duda pesimista había empañadoconsiderablementeeldogmaoptimista.

Ahorapiensoqueloprimeroquemesorprendiófueexactamentequeestasdos escuelas, naturalmente opuestas, armonizaban en la práctica.Los teístasidealistasylosateosrealistaseranaliados,pero¿contraqué?Hetardadodosterciosdemividaenencontrarlarespuestaaestapregunta,perocuandomelaplanteéporprimeravez,lapreguntaparecíaincontestable,yloquetodavíaesmás extraño, a la gente no le parecía siquiera cuestionable. Yo mismo mehabía sentado a los pies de Stophord Brooke, aquel magnánimo y poéticoorador, y había aceptado desde hacía tiempo aquel teísmo optimista que élenseñaba.SustancialmenteeralomismoquehabíaaprendidodesdelainfanciaatravésdelseductormisticismodeGeorgeMacdonald.Eraunafeabsolutaytrascendente en la paternidad de Dios, y poco podía decirse contra ella, nisiquieradesdelateología,exceptoqueignorabaellibrealbedríodelhombre.Suuniversalismoeraunaespeciedecalvinismooptimista.Pero,decualquierforma, aquella fuemi primera fe antes de sentir lo que pudiera llamarsemiprimeraduda.Sinembargo,mesorprendiócomoalgoextraordinario,inclusoal principio, que estos optimistas parecían estar en elmismocampoque lospesimistas.Amimenteingenualeparecíaquenopodíaexistirconexión,sinocontradicciónentreelhombrequecreíafirmementeenlapaternidaddeDios,elquedecíaquenohabíaDiosyelqueafirmabaqueDiosnoeraunpadre.Mucho después, sostuve algo parecido a eso cuando los críticos literarios

Page 111: Autobiografía Por G. K. Chesterton

liberalesemparejabanlasfilosofíasdeMeredithyHardy.Meparecíaevidenteque, en conjunto,Meredith sostiene que hay que confiar en la naturaleza yHardyquenosepuedeconfiarenella.Paramimenteinocente,estasdosideasparecían un poco inconsistentes. Aún no había descubierto los elevadosprincipios que comparten y que consisten en llevar corbatas estilo liberty,barbasysombreroscon formasoriginales,en reunirseenclubesculturalesatomarcaféocacao—oenantrosmásoscurosydemásdudosareputación—.Esa es la única conexión entre sus ideas; pero me costó mucho tiempoaveriguarlo. Estos doctrinarios escépticos no se reconocen entre sí por susdoctrinas;sereconocenporlabarbaolaropa,comolosanimalesinferioresseconocenunosaotrosporlapieloelolor.

Supongoquetengounamentedogmática.Detodasformas,inclusocuandono creía en los dogmas, asumíaque la gente se distribuía engrupos sólidossegúnlosdogmasenlosquecreíaodejabadecreer.Pensabaquelosteósofossesentaban todosen lamismasalaporque todoscreíanen la teosofía.Creíaque la Iglesia teísta creía en el teísmo. Suponía que los ateos semezclabantodos porque no creían en el teísmo. Imaginaba que las Sociedades éticasestabanformadasporpersonasquecreíanenlaÉticaperonoenlateología,nisiquieraen la religión.He llegadoa laconclusióndequemeequivocabademedioamedio.Ahoracreoqueestascongregacionesdecapillitassemi-laicasestaban formadas en su mayoría por un vasto y vago mar de incrédulosambulantes con dudas ambulantes a los que un domingo te los encontrabasbuscandorespuestasentrelosteístasyaldomingosiguienteentrelosteósofos.Podían andar dispersos entremuchas capillas distintas y sólo unidos por laconvención de la falta de convención que cristaliza en «no ir a la iglesia».Referirédosejemplosdeloquequierodecir,aunqueesténseparadosentresíporunlargointervalodeaños.Enlosprimerosañosdelosqueahorahablo,antes de que yo pudiera siquiera imaginarme vinculado a una religiónestablecida, solía deambular por muchas de aquellas reuniones dandoconferencias, es decir, lo que educadamente ellos llamaban conferencias.Puedo señalar que mis sospechas se confirmaron por el hecho de que confrecuenciaveíaalosmismosendistintascongregaciones;especialmente,aunhombredeaspectopreocupadoyávidosojososcurosyaunjudíomuyviejo,delargabarbablancaysonrisainmutablecomoladeunaimagenegipcia.

En cierta ocasión, había dado yo una conferencia en una de aquellas«sociedades éticas», cuando vi en la pared un retrato de Priestley, el granunitariodehacecienaños.Comentéqueeraungrabadomuyhermosoyunode los fieles con quien yo estaba hablando respondió que probablemente lohabíancolgadoallíporqueellugareradesdehacíapocounacapillaunitariaycreoquedijoquedesdehacíasólounospocosaños.Yoestabamuyintrigadoporque sabía que los viejos unitarios eran tan dogmáticos como losmusulmanesenlacuestióndelmonoteísmoyqueaquelgrupoéticoera,sobre

Page 112: Autobiografía Por G. K. Chesterton

aqueldogmaenconcreto,tanpocodogmáticocomolosagnósticos.

—Es muy interesante —dije—. ¿Puedo preguntar si toda su sociedadabandonóelteísmoalavez?

—Bueno,no—contestóazorado—;meparecequenofueexactamenteasí.Más bien creo que nuestros líderes deseaban tener como predicador al Dr.StantonCoityélnoestabadispuestoavenir sinose tratabaúnicamentedeuna«sociedadética».

Porsupuestonopuedoresponderdelaveracidaddelaspalabrasdeaquelcaballeroporquenoloconocíadenada,pero,encualquiercaso,loquequieroseñalar aquí es la turbia condición mental del público habitual de dichasconferenciasyno lade losconferencianteso líderes.Porejemplo,elpropioDr.StantonCoitteníaunaideaperfectamenteclaradeloqueeraunaéticaquenosesustentaraenuna teología.Perosínos fijamosenestemiembro típicodelmovimiento,hayalgoextraordinarioen loque realmentehabíapasadooenloqueélseriamentesuponíaquehabíaocurrido.Segúnestateoría,habíandejado a un lado a Dios Todopoderoso como una concesión al Dr. StantonCoit.Aparentemente,elsentimientogeneraleraquehabríaresultadobastantegrosero no recibirle por tan poca cosa. Pues bien, algunos años después, unamigomíopreguntócómoleibaaaquella«sociedadética»yleinformarondeque su congregación había disminuido. Lo justificaban diciendo que eldistinguidoconferencianteéticonoestabatanactivocomolohabíaestadoenépocas anteriores y, en consecuencia, algunos de sus seguidores se habían«largadoaescucharaMaudeRoyden».Ahorabien,porpolémicoquefueraloquepudieraencontrarseensupostura,MissMaudeRoydenreconoceserunacristiana lo bastante ortodoxa como para hacer el papel de fiel anglicana eincluso el de pastora anglicana. Por tanto, lo verdaderamente asombroso enesta escuela de pensamiento, si es que la consideramos una escuela depensamiento, fue más o menos lo que sigue. Empezaron creyendo en laCreación,peronoenlaEncarnación.PorrespetoalDr.Coit,dejarondecreerenlaCreaciónyporrespetoaMissRoydenaccedieronacreerenlaCreaciónytambiénenlaEncarnación.Meimaginoquelaverdaddetodoesteasuntoesqueestagentenuncacreyónidejódecreerennada.Lesgustabairaescucharconferencias estimulantes y tenían una vaga preferencia, casi imposible dereduciraunatesisdefinible,poraquellosconferenciantesquesupuestamenteerandealgunamaneraheterodoxosypococonvencionales.Desdeentonces,hetenidoabundantesyprolongadasoportunidadesdeobservarelrumboqueha tomado esta gente y he visto al incrédulo de ojos oscuros y al patriarcajudíoenasambleascadavezmásincongruentesyheterogéneas.Hellegadoala conclusión de que nunca hubo una gran escuela de pensamiento tanseparada y estática como inocentemente imaginé enmi juventud. Seme haconcedido,comosidijéramos,unaespeciedevisiónoperspectivageneralde

Page 113: Autobiografía Por G. K. Chesterton

todo ese campo de negación, tanteo y curiosidad. Y vi lo que todo aquellosignificaba.NoexistíalaIglesiaTeísta;noexistíalaHermandadTeosófica;noexistían lasSociedadesÉticas;noexistían lasNuevasReligiones.ViaIsraeldesperdigadaporlascolinascomounrebañosinpastor,yviungrannúmerode ovejas correr balando con vehemencia por cualquier vecindario dondepudierahaberunpastor.

Entre todo este pensamiento disperso, que a veces, con razón, se llamópensamiento trivial, empecé a reunir los fragmentos del viejo esquemareligioso;principalmente losdiversoshuecosquedenotabansudesaparición.Cuantomásconocíalaverdaderanaturalezahumana,másempecéasospecharquesudesapariciónerarealmenteunadesgraciaparatodasaquellaspersonas.Muchassostenían,ytodavíasostienen,verdadesmuynoblesynecesariasenlosocial y en lo secular, pero incluso ellas parecían sostenerlas con menosfirmeza de como lo habrían hecho si hubiera habido algo parecido a unprincipiobásicodecaráctermoralymetafísicoquelasapoyara.Loshombresque creían fervientemente en el altruismo estaban preocupados por lanecesidad de creer todavía con más unción religiosa en el darwinismo einclusoenlasconjeturasdeldarwinismosobrelaluchaimplacablecomoleyde supervivencia. Los hombres que aceptaban de forma natural la igualdadmoraldelserhumanolohacíancomoacobardadosbajolagigantescasombradel Superhombre de Nietzsche y Shaw. Sus corazones estaban en el sitiocorrecto, pero sus cabezas estaban ostensiblemente en el lado equivocado,generalmente metidas o hundidas en vastos volúmenes de materialismo yescepticismo, agrios, estériles, serviles y sin un rayo de libertad ni deesperanza.

Comencé a examinar más atentamente la teología cristiana general quemuchos detestaban y pocos examinaban. Pronto descubrí que realmente secorrespondía con muchas de estas experiencias vitales y que incluso susparadojas se correspondían con las paradojas de la vida.Mucho después, elpadreWaggett (por nombrar a otro de aquellos valiosos hombres del grupoanglo-católico)medijounavez,mientrasestábamosenelMontedelosOlivosa la vista de Getsemaní y Aceldama: «Bueno, debe de ser evidente paracualquieraqueladoctrinadelaCaídaeselúnicopuntodevistadivertidodelavidahumana».Desdeluego,paramíesevidente.Entoncespaséporaltoaquelpensamiento:unagranproporcióndeaquelviejomundodesectasycapillitasescépticasalasqueyohabíapertenecidoloencontraríanunaparadojamuchomás enigmática que las paradojas de Oscar Wilde y Bernard Shaw. Nodesarrollaré aquí el argumento que con frecuencia he desarrollado en otroslugares;sencillamentelomencionoparaseñalarmisensacióngeneral,inclusoenaquellosmomentos,dequelaviejateoríateológicaparecía,bienquemal,encajar en la experiencia, mientras que las nuevas y negativas teorías noencajaban en nada y menos aún entre sí mismas. Por esta época, yo había

Page 114: Autobiografía Por G. K. Chesterton

publicado algunos estudios sobre escritores contemporáneos como Kipling,Shaw y Wells; como me parecía que cada uno de ellos cometía un errorfundamental o religioso, titulé el libroHerejes. Lo reseñóMr.G. S. Street,aquelencantadorensayista,quiencomentódepasadaquenoibaapreocuparseporsuteologíahastaqueyonohubieraexpuestorealmentelamía.Contodalasolemnidadde la juventud, lo acepté comoun retoy escribí un esquemademispropiasrazonesparacreerqueladoctrinacristiana,talcomoseresumeenelCredodelosApóstoles,seríaunacríticadelavidamejorquecualquieradelasqueyohabíacriticado.Lo tituléOrtodoxia,pero inclusoentoncesnomegustaba nada aquel título. Sonaba a algo muy poco consistente para serdefendido,conloqueantesdemorirtendríaqueencontraruntítulomejorparaaquellibro.Detodasformas,elúnicoefectointeresante,delqueyomehayaenterado,quetuvoaqueltítulooaquellibrosucedióenlafronterarusa.Creoqueelcensor,allíbajoelantiguorégimenruso,destruyóellibrosinleerlo.Altitularse Ortodoxia, dedujo naturalmente que debía de ser un libro sobre laIglesia griega. Y si era un libro sobre la Iglesia griega, dedujo quenaturalmentedebíadeserunataquealamisma.

Noobstante,desdemipuntodevista,el títulomantuvounaciertavirtud:eraprovocativo.Yelquefueraprovocativosuponerealmenteunapruebaparaaquellaextraordinariasociedadmoderna.Yohabíaempezadoadescubrirque,en todo aquel cenagal de herejías inconsistentes e incompatibles, la únicaherejíarealmenteimperdonableeraladelaortodoxia.Unadefensaseriadelaortodoxiaeramuchomássorprendenteparaelcríticoinglésdeloqueeraunserioataquea laortodoxiaparaelcensorruso.Y,araízdeestaexperiencia,aprendídoscosasmuyinteresantesyquesirvenparadividirtodaestaetapademividaendosperíodosdistintos.Prácticamentecasitodos,enelmundodelaliteratura y el periodismo, empezaron a dar por sentado que mi fe en ladoctrinacristianaeraunaposeounaparadoja.Losmáscínicoscreíanqueerasóloun truco.Losmás lealesygenerosos sosteníanconcariñoqueera sólounabroma.Todoelhorrordelaverdad,labochornosaconstatacióndequeyorealmente creía en todo aquello, estalló ante ellos mucho después. Y comodigo,hedescubiertoqueestorepresentaunaverdaderatransiciónofronteraenlavidadelosapologistas.Loscríticossemostraroncasisiempreelogiososconloquelesgustaballamarmisbrillantesparadojashastaquedescubrieronquerealmenteyoqueríaexactamentedecirloquedecía.Apartirdeesemomento,hansidomáscombativos,ynolesculpoporello.

Laprimeravezquemedicuentadeestofueenunacena,relacionadaconotracontroversiaquedebomencionaraquíporqueessignificativa.Creoquefue una cena ofrecida por el personal del Clarion, el famoso e importanteperiódico socialista de aquel momento, editado entonces por RobertBlatchford,unveteranoaquienenvíounsaludoeneltiempoydelqueesperonomeconsideremenosamigoporrecordarestasbatallasdeunpasadolejano.

Page 115: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Como en breves momentos explicaré, acababa yo de tener una beligerantediscusión pública conMr.Blatchford, que, naturalmente, al ser yo en aquelmomento un periodista relativamente joven pero relativamente prometedor,supusounhitoenmivida.Recuerdoqueenlacenaestabaalladodeunodeaquelloscaballerosrefinadosyuntantoacadémicos,educadosenCambridge,que parecían formar un grupo considerable entre los rudos miembros dellaborismo.Unanubeoscurecíasufrentecomosiempezaraaestarconfusoporalgo;derepente,dijoconabruptacortesía:

—Perdonequelepregunte,Mr.Chesterton(porsupuesto,locomprenderéperfectamentesiprefierenocontestaryyasabequemiopiniónnoserápeorsiresulta ser verdad), pero supongoque estoy en lo cierto al pensar queustedrealmentenocreeenesascosasquesostienecontraBlatchford.

Con meridiana seriedad le informé de que, por supuesto, creíaabsolutamente en aquello que sostenía contra Blatchford. No movió ni unmúsculo de su rostro frío y refinado; sin embargo, yo sabía que de algunamaneraestabacompletamentealterado.

—Oh, demodo que sí cree en ello—dijo—; le ruego queme disculpe.Gracias.Estodoloquequeríasaber.

Y siguió tomando su cena —probablemente vegetariana—. Yo estabasegurodequeduranteelrestodelavelada,apesardesucalma,sesintiócomosiestuvierasentadojuntoaunfabulosoanimalmitológico.

Para que todo esto pueda entenderse, es necesario saber cuáles eran lascosas que yo defendía contra Blatchford. No se trataba de abstractas tesisteológicas como la definición de la Santísima Trinidad o los dogmas de lagraciasantificanteolagraciaactual.Aúnnohabíapenetradolobastanteenlaortodoxia como para ser tan teológico. Lo que yo defendía me parecía unsimpleasuntodemoralordinaria.Enrealidad,meparecíaalgoqueplanteabalacuestiónmismadelaposibilidaddequeexistacualquiertipodemoral.Setratabadel temade laResponsabilidad, llamadoavecesLibreAlbedrío,queMr. Blatchford había atacado en una serie de vigorosas e incluso violentasproclamasafavordelDeterminismo,alparecer,basadasenunlibroopanfletoque había leído del profesor Haeckel. El tema tenía muchos aspectosdivertidosyllamativos,peroaquílacuestiónesloqueyaheinsinuado.Noesqueyohubieraempezadoacreerencosassobrenaturales,sinoque losateosempezaronanocreerinclusoenlascosasnaturales.Aldestruirellosmismoscualquierposibilidadsensataoracionaldeunaéticalaicafueronlosseculareslosquemellevarona laética teológica.Yopodríahabersidolaico,entantoeso significaraqueyome sintiera responsable ante la sociedad laica.Fue elDeterminismoel queproclamóavoz engritoqueyono era responsable.Ypuestoqueprefieroquemetratencomoaunserresponsableynocomoaun

Page 116: Autobiografía Por G. K. Chesterton

lunáticoqueandasuelto,empecéabuscaramialrededorunrefugioespiritualquenofuerasimplementeunrefugiodelocos.

En resumen, desde aquel día, escapé de un error que aún confunde ahombresmuchomejores que yo. Todavía existe la idea de que el agnósticopuedemantenerlaseguridadenelmundomientrasnodeseeindagarsobreloquecomúnmentesellama«elotromundo».Puedecontentarseconelsentidocomún respecto a hombres y mujeres mientras no tenga curiosidad por losmisteriossobreángelesyarcángeles.Noescierto.Laspreguntasdelescépticovan directamente al corazón de nuestra vida humana, alteran este mundo,ademásdelotro,yloquemásconcretamentealteraneselsentidocomún.Nopuede existirmejor ejemplo de esto que aquella extraña apariencia—enmijuventud— del determinista como un demagogo que, ante una multitud demillones de seres, grita que no se debe culpar a nadie por sus actos porquetodoesherenciaycircunstancias.Lógicamente,estodetendríaaunhombreenelactodedecir«gracias»aalguienqueleacabadepasarlamostaza.Porque,¿cómoagradecerlequenospaselamostazasinopodemosrecriminarleelquenonos lapase?Yaséquepuedesostenersequeel fatalismonocambiaparanadalosactosdenuestravida.Algunosdicenquelosfatalistaspuedenseguircastigandooculpando.Otrosafirman—haciendoprofesióndehumanitarismo,lo que no deja de tener su gracia—que pueden dejar de culpar pero seguircastigando.Noobstante, si eldeterminismono suponíadiferenciaalgunaenlos actos de nuestra vida, ¿por qué Blatchford atronaba furioso desde elpúlpitosobreladiferenciaquesuponía?Laexplicaciónhabíaqueencontrarlaen el propio Blatchford. Era un hombre de lo más normal para haber sidoatrapado por una herejía tan anormal; un viejo soldado con ojos oscuros deitaliano, bigote de morsa y henchido de esos sentimientos que tienen lossoldados y que los socialistas generalmente no tienen. Era un patriotaindomable,connopocodetoryyciertamentemuchodeproteccionista.Peroeste determinismo le atraía por un sentimiento de lo más normal, unsentimiento de concentrada compasión. Tituló su libro de panfletosdeterministascomounalegato«afavordelosdesvalidos».Yeraevidentequeélpensabaenesetipodegentepobre,desprestigiadayamenudooprimidaalaque realmente puede calificarse de desvalida. Para él y para muchos otroshombresdemodernossentimientossanosperoimprecisos,laideadepecadorestaba totalmente relacionada con la de borracho, vagabundo, ladrón ocualquierotrotipodesinvergüenzaenguerracontralasociedad.Enelsistemasocial enormemente injusto que padecemos, es bastante probable que amuchosdeellosselescastigueinjustamente,aunquealgunosnodeberíansercastigadosenabsolutoyquetalvezotrosnoseanparanadaresponsables.Ytambién queBlatchford, al verlos conducidos a prisión enmanadas, sintierapiedad por el débil y el desgraciado, lo que, en su peor aspecto, era unaexageración ligeramente desequilibrada de la caridad cristiana. Estaba tan

Page 117: Autobiografía Por G. K. Chesterton

deseosodeperdonarquenegabalanecesidaddelperdón.

Derepente,despiertodeestossueñosdelpasadoconalgoparecidoaunacarcajada,porqueelpróximoepisodiodemivida fue el de ayudar a ciertosamigos y reformadores a establecer esa terrible verdad llamadaResponsabilidad,noparavagabundosoborrachos,sinoparalosdirigentesdelEstado y los hombresmás ricos del Imperio. Intentaba poner el collar y lacadena de la Responsabilidad no al cuello de los desvalidos, sino de los«validos».Cuando volví a oír hablar deBlatchford, él también estallaba deindignaciónypedíajusticia,castigoyvenganzasinperdóncontraotrostiranospoderosos que pisoteaban al débil, y exigía responsabilidad al arrogantepríncipe de Prusia por la invasión de Bélgica. Así arden en el fuego lossofismasdepapel.

VIII

PERSONAJESDEFLEETSTREET

ElcomplicadoasuntodecómoconseguícaerdepieenFleetStreetesunmisterio;porlomenos,unmisterioparamí.Loscríticossolíandecirque,paramí,caerdepieerasóloelpreámbuloparaandardecabeza,pero,enrealidad,Fleet Street, por no mencionar mi cabeza, era algo bastante inestable yconvulsoparasostenerseenél.Engeneral,creoquemiéxitosedebe(comodicenlosmillonarios)ahaberescuchadoconrespetoybastantehumildadlosmejores consejos de los mejores periodistas, responsables, a su vez, de losmayoreséxitosperiodísticos,yluego,ahabermeidoyhaberhechojustamentelocontrario.Loquetodosmedecíaneraqueelsecretodeléxitoenperiodismoconsistíaenestudiarunperiódicoenconcretoyescribirloapropiadoparaél.Enparteporaccidenteeignorancia,yenparteporlasrabiosascertezasdelajuventud,norecuerdohaberescritonuncaunartículoquefueraelapropiadopara ningún periódico en concreto. Por el contrario, creo que conseguí unciertoéxitocómicoporcontraste.Ahoraqueyasoyunviejoperiodista,semeocurre que el consejo que le daría a uno joven sería simplemente queescribiera un artículo para el Sporting Times, otro para el Church Times, yconfundiera los sobres. Después, si se aceptaba el artículo y erarazonablementeinteligente,losdeportistassediríanunosaotros:«Esungraveerror suponer que no tenemos una buena causa cuando tipos realmenteinteligentes afirman lo contrario»; los clérigos, por su parte, irían por ahídiciéndose unos a otros: «Hay espléndidos artículos en algunas de nuestraspublicacionesreligiosas;untipodelomásingenioso».Talvezestateoríaseaunpocoinconsistenteyfantástica,peroeslaúnicaquemesirveparaexplicar

Page 118: Autobiografía Por G. K. Chesterton

mipropiaeinmerecidasupervivenciaenlacontiendaperiodísticadelaviejaFleet Street. Escribí para un periódico inconformista como el viejo DailyNews sobre cafés franceses y catedrales católicas, y les encantaba porquenuncaanteshabíanoídohablarde aquello.Escribí enunórganodelviejoysólido laborismocomoelClarion,yallídefendí la teologíamedievaly todoaquellodeloquesuslectoresnohabíanoídohablarjamás;yasuslectoresnoles molestó lo más mínimo. En realidad, lo que pasa con casi todos losperiódicosesqueestándemasiadollenosdecosasadecuadasparaellos.Peroen estos últimos tiempos en los que el periodismo, como todo lo demás, seconcentra en consorcios y monopolios, aún parece menos probable quealguienrepitamiextraña,temerariaypocoescrupulosamaniobra,quealguiense despierte y descubra que se ha hecho famoso por ser el único hombredivertidodelMethodistMonthlyoelúnicohombreseriodelCocktailComics.

Decualquierforma,todosestaremosdeacuerdoenqueyoeraunaccidenteenFleetStreet.Algunosdiránqueunaccidentemortal,comoseproclamaenlos carteles de Fleet Street. Pero la propia Fleet Street estaba llena deaccidentesparecidosyselapodríahaberllamadolaCalledelAccidente,olaCalle de la Aventura, como la llamó un hombre al que estoy orgulloso dehaber conocido allí.El propioPhilipGibbs acentuaba aquella incongruenciaintelectualqueeralocómicodellugar;teníaelairecuriosodeserelhombreadecuadoenelsitioequivocado.Sufinorostrodehalcón,deunrefinamientocasi sobrenatural, parecía solidificado en una expresión de remilgadodesaliento por no poder convertirlo en el lugar adecuado. Esto fue muchoantesdequeconsiguiera susgrandescondecoracionescomocorresponsaldeguerra, pero él trataba con lamisma distancia las otras grandes guerras delpasado. Había estudiado las luchas entre los grandes hombres de laRevoluciónFrancesaysehabíaconcentradoenloqueamijuicioresultabaunodiodesproporcionadoperosutilhaciaCamilleDesmoulins.Enmipresencia,lo sometió a un juicio implacable ymientras hablaba, yopensaba cuánto separecía a aquellos idealistas arrogantes de rostro enjuto e inclementes entretodos aquellos grandes revolucionarios a los que él criticaba.David deberíahaberpintadosuperfil.ComienzoconestaimpresióndeGibbsprecisamenteporque su figura me parecía realmente distante y recortada contra aqueltrasfondo,peroyomismonoerasinopartedeaqueltrasfondoysedecía,alaligera, que yo solito podía haber constituido todo un trasfondo. En otraspalabras,yopertenecíaalaviejavidabohemiadeFleetStreet,destruidadesdeentonces no por un idealismo del desapego, sino por el materialismo delsistema.Añosdespués,elpropietariodeunperiódicomeaseguróqueeraunacalumnia contra el periodismo contar, durante toda la noche, todas aquellashistoriasdetabernasyperiodistasandrajosos,trabajoyjuergaalazar.«Ahora,laoficinadeunperiódicoesexactamenteigualacualquierotraoficina»,dijoconunasonrisaradiante,aloqueyoasentíconungruñido.Elmismonombre

Page 119: Autobiografía Por G. K. Chesterton

deBohemiasehadesvanecidodelmapadeLondrescomosehadesvanecidodel mapa de Europa. Nunca he comprendido por qué la nueva diplomaciaabandonóaquelantiguoynoblenombrenacional,unadelascosasquenoseperdió en losCampos deMohacs, pero parece como si, en ambos casos, lomejorsehayaperdidoconlavictoriaynoconladerrota.Almenosamímehabría disgustado que para conquistar, con dudoso criterio, otra franja deterritoriomehubieranpedidoque, de repente, hablarade Inglaterra como sifuera Sajonia Occidental; y eso es lo que le ha sucedido a la prolongadaepopeyadeSerbia, que ahora llamanEslaviadel norte.Recuerdo cuando seanunció que Bohemia iba a dejar de existir en el mismo momento de sunacimiento.IbaallamarseChecoslovaquia,yyoibaporahípreguntandoalagentedeFleetStreetsiestecambioibaaaplicarsealaBohemiametafóricadenuestra propia juventud romántica. Cuando el hijo disoluto molestara a lafamiliarespetable,diríamosalgoasí:«MegustaríaqueTomabandonaraesosmodaleschecoslovacos»;ocuandohubierafollónenFleetStreet:«Odioesasescandalosas fiestas checoslovacas». Pero esto es sólo una fantasía porquequedamuy poco en Fleet Street de lo que ni siquiera sus peores enemigosllamarían«checoslovaco».Elpropietariodelperiódicoteníatodalarazónenlo que decía; el periodismo se lleva ahora como cualquier otro negocio. Sedirige con lamisma tranquilidad, sobriedad y sensatez que la oficina de unprestamistaodeun financieromoderadamente fraudulento.Aestaspersonasles parecerá ocioso si yo recuerdo que las viejas tabernas en las que loshombres bebían o las antiguas plazuelas en las que se morían de hambreestabanllenasdepoetashambrientos,deeruditosborrachosydetodaclasedepersonalidades perversas que a veces intentaban incluso decir la verdad;hombrescomoCrosland,aquelexcéntricoprovocadorqueodiabatantascosas(incluidoamí),peroqueamenudohabíajustificadosugrandespedida,enlaqueafirmabaconamargurahaber

…recorridoelcaminoalinfierno,

perohabíamuchascosasquepudohabervendido

ynovendió.

SiempresedijodeélquecasisemueredehambreenFleetStreetconunvolumendelosSonetosdeShakespeareenelbolsillo.

Unhombreconaquelmismocarácterimposible,perodeculturaespiritualmásfina,yportantoconmenosfamayéxito,eraJohnstonStephen,aquienestoy orgulloso de llamar amigo. Pertenecía a la gran familia escocesa deLeslieStephenydeJ.K.S.,yeratansabiocomoelunoytaningeniosocomoel otro, pero tenía una particularidad difícil de definir: el mundo en el quevivía losimplificabadiciendoqueestaba loco.Yodiríamásbienquenoeracapazdedigerirnadacompletamente;rechazabacosasqueluegoaceptabaen

Page 120: Autobiografía Por G. K. Chesterton

el últimomomento, comoun caballo que diera una espantada.A veces, susobjecioneseranprofundasysiempreiluminadasporunaidea,peroeraincapazde comprometerse con algo hasta el final. En una ocasión, me hizo unaobservación muy sensata: «La única y pequeña dificultad que tengo paraunirme a la iglesia católica es que creo que no creo en Dios. El resto delsistema católico es tan evidentemente correcto y obviamente tan superior acualquier otra cosa que no puedo concebir cómo alguien duda de él». Yrecuerdoque,enunestadiomásavanzadodemispropiascreencias,sesintióprofundamente satisfecho cuando le dije que los auténticos católicos son lobastanteinteligentescomoparateneraquellasmismasdificultadesyquesantoTomásdeAquinoempiezaprácticamente suargumentacióndiciendo:«¿HayDios?Aparentemente,no».Añadíque,segúnmipropiaexperiencia,elentrarenelsistemainclusosocialmentellevabaconsigounacrecientecertezasobrelapreguntaoriginal.Encuantoalresto,siendocomoeraunardientepatriotaescocés, era demasiado simpático para ser popular entremuchos escoceses.Recuerdo que cuando le preguntaron si la Iglesia no era corrupta y pedía agritoslaReforma,respondióconunacordialidaddesconcertante:«¿Yquiénloduda? ¡Qué espantosa debió de ser la corrupción para tolerar durante tantotiempoatrescurascatólicoscomoKnox,CalvinoyLutero!».

Alguien debería haber escrito la vida de Stephen o recopilado su obraliteraria,queseperdiócomosimpleobraperiodística.Unavezpenséhacerloyomismo,peroesunadelasmuchastareasquenoheabordado.PublicóunensayosobreBurnsenelperiódicodemihermano,TheNewWitness,muchomejorquelamayoríadeensayossobreBurns,osobrecualquierotrotema,quehabríapodidohacerfamosoaunhombresiesehombrehubieraestadoporlalabor.Paramíhaquedadocomoungranmonumentodelatrivialidadactualdela fama, que está reducida simplemente a moda. Por supuesto, él teníaviolentasrarezasdecarácter,peroqueenelpasadonoaniquilaronahombrescomoSwiftoLandor.Sinoselerecuerdademejormanera,es justoqueyodediqueestebrevecomentarioasumemoria.Hacemuchoqueélyadescubriólarespuestaasuúnicaincertidumbrereligiosa.

Todosestoscasosextremoserandemasiadoexcesivosparaser típicos;eldelsublimefanáticoquedecíaloquequeríaymoría,eldelsimpleesnoboelrastrero que decía lo que le decían que dijera y vivía, si a eso se le puedellamar vivir. Pero hay que decir que había algunos en Fleet Street quemantenían su independencia intelectual y, sin embargo, también manteníancontactoconelfuncionamientodelamaquinariadelperiodismo;lamayoríaloconseguía mediante una amplia diversificación del trabajo, ya que elmonopolioaúnnoeratanuniformecomoparaimpedirlesunaciertaelecciónde sus jefes; incluso aunque fuera ya en ese momento una elección de sustiranos. Tal vez lamás brillante de todos ellos, a la que podía llamarse sinexageración laReinadeFleetStreet,eraunadamacon laque tengoelgran

Page 121: Autobiografía Por G. K. Chesterton

honor de estar relacionado; me refiero a la esposa de mi hermano Cecil.Siempre ha conseguido ser una francotiradora, la Juana deArcode todounejército de francotiradores, aunque ahora haya un campo especial en el quehayadesplegadosuestandarteparatodos.Siempreteníaunmontóndeasuntosentremanos,aunquesólounodeellosseaahoratangrandecomoparahaberseconvertido en guía y faro demuchos.Todo elmundo ha oído hablar de lasCasas Cecil en las que mujeres sin hogar encuentran esa hospitalidad real,humanaydivertidaque estaba totalmente ausente de la gazmoña filantropíaanterior; y casi todos hemos leído sobre su origen en el extraordinario libroqueella escribió sobre suextraordinaria aventura.Se fueavivir sinun solopenique entre losmás pobres y trajo con ella el único documento serio quetenemossobreesaclasedevida.Peronotodoelmundocomprendeesallamadeairadacaridadqueseofendeaúnmásalvercómoseatosigaalospobresque al ver cómo se los abandona; que odia el egoísmo del explotador, peroodiaaúnmáselorgulloespiritualpropiodelespía.Ellatienesimpatíasporelcomunismoyyotambién;ytalvezpuntosdecontacto,queyonotengo,peroséque,enprimerlugar,elladefiendelaprivacidaddelospobresalosquenoselesconcedeprivacidadalguna.Despuésdetodo,ellalucha,comoyo,porlapropiedadprivadadelosquenotienenningunapropiedad.

Elquemicuñada,dentrodeunoslímitesrazonables,nosólofueracapazde hacer cualquier cosa, sino que la hiciera, suponía una especie desublimacióndelespíritudeFleetStreet.Sutrabajoeraunmosaicodelascosasmás extravagantes y extrañas, y ella siempre estaba en un estado de ironíadivertidísima al ver aquellos contrastes. Pasaba fácilmente de una directa ydemagógica —aunque trágicamente sincera— apelación en un periódicodominical contra la opresión oficial de las madres pobres, a una críticamoderna casi cínica de las obras teatrales más modernas. Acababa uncomentario de lo más polémico sobre el caso Marconi, repleto de datos ynúmeros, para el Eye-Witness y pasaba sin inmutarse a escribir un nuevocapítulo de un folletín victoriano descaradamente melodramático, lleno deinocentesheroínaseinfamesvillanos,para«Romancesalamordelalumbre»o«Campanasdeboda».Secontabadeellaque,trashabermanejadoconéxitobandas enteras de conspiradores y contraconspiradores en un periódicoescocés muy serio, dedicó algunos capítulos a resolver una de las intrigassecundarias; estando en ello, recibió el siguiente telegrama del editor: «HadejadoasuhéroeyasuheroínaatadosenunacuevabajoelTámesisduranteunasemanaynoestáncasados».

Relacionado con esta última línea de aventura periodística, ocurrió unincidentedemayorresonanciapública,enrealidaddeunacierta importanciahistórica.Noessólounhitoenlahistoriadelderecho,sinoquearrojaunaluzespeluznantesobreesacuriosa ilegalidadque,enmuchosasuntosmodernos,pareceserelprincipalefectodelaley.Micuñadaescribíaparaundominical

Page 122: Autobiografía Por G. K. Chesterton

uno de esos folletines acentuadamente, por no decir descaradamente,románticos. En este caso, lo descarado, es decir, lo teatral e inclusopantomímico,seadaptabaperfectamentealtemaporqueelvillanosobreelquegiraba la obra adoptaba la figura de un productor teatral a gran escala, unaespeciedeCochranoReinhardt.Selerepresentabaactuandodemanerapocoescrupulosa, comoeselhumildedeberdelmaloen loque sólopretende seruna buena historia; pero ni siquiera era terriblemente depravado, sinoadornadoconalgodeesamagnanimidadpropiadelmelodrama.Metemoquehe olvidado su nombre y tal vez, como ahora veremos, seamejor así. Perosupongamos,paraqueresultemásfácilcontarlo,quesunombreenlahistoriafueraArthurMandeville.Ocurrióque,porahí,enalgúnlugardelagrannubedeátomosquepululabanpor loscírculos teatralesy relacionadoocasionaloindirectamente con empresas teatrales o semiteatrales, flotaba un individuollamadorealmenteArthurMandeville,totalmentedesconocidoparacualquieraqueestuvierarelacionadoconelfolletíndelperiódicodominical.Nisiquieraeraunactorenelsentidodeunactorqueactuara;tampocoeraundirectordeteatroenelsentidodequedirigieraunteatro;seencontrabaenunasituacióntanlejanaalarepresentadaenlahistoriacomopudieraestarlounsultánoelpresidentedelosEstadosUnidos.Peroeraunhombreque,enalgunaocasión,enmediodeotrospequeñosnegocios,habíapagadohonorariosaunapequeñacompañíadeactoresyofrecidounpequeñoespectáculoenalgún lugar.Estehombrepusounademandacontraelperiódicopordañosyperjuiciosalegandoqueeraunataquedolosoypunitivoasureputación;yloganó.

Lo extraordinario fue que nadie, del primero al último, sostuvo que sehubieraatacadoaaquelhombreparanada.Eljuez,aldarsuveredictoafavordel hombre según la legislación sobre el asunto, declaró reiteradamente quehabíaquedadototalmentedemostradoqueladamaautoradelahistorianuncahabíaoídohablardelcaballeroalque se suponíaqueellahabía lanzadosusenvenenadosdardos.Peroeljueznoestuvoporellomenosconvencidodeque,como establecía la ley, las dos coincidencias del nombre y del nebuloso ytemporal punto de contacto con una profesión similar eran suficientes paraconstituiruncasodedifamación.Ungrupoconsiderabledelmundo literarioconstatóalarmadoelestadodelacuestión.Dabalaimpresióndequeeloficiode novelista había que incluirlo entre las actividades peligrosas si resultabaquenosepodía llamarJackRobinsonalmarineroborrachosinarriesgarseaquetodoslosJackRobinsonqueestuvierannavegando,ohubierannavegadoporlosmaresdelmundo,lemultaranoleembargaransusbienes.Laantiguapregunta de qué se podía hacer con elmarinero borracho si se aficionaba avengarselegalmentedecualquieraquedijera«JackRobinson»diolugaraungrandebateenlosmediosliterariosyperiodísticosdelaépoca.

Recuerdoque,enelcursodelapolémica,sugeríquedeberíamosencontraralguna alternativa a los nombres, por ejemplo, mediante números, para

Page 123: Autobiografía Por G. K. Chesterton

describir las altisonantes respuestas que llevan al duelo en el que un sutil yastuto7.991moríaporlaespadadeunexcesivamenteimpetuoso3.893;olaspromesassusurradasporlosapasionadoslabiosdel771aloídodel707.Otromodo de evitar las dificultades, que me gustaba mucho más, era dar a lospersonajesnombrestanextraordinariosquefueraprácticamenteimposiblequepudieran ser nombres de personas reales en ningún lugar; para ilustrarlo,escribí una conmovedora escena de amor entre Bunchusa Blutterspangle ySplitcatChintzibobs.Afortunadamente, para el bien general del periodismo,mis propuestas no se aceptaron; en cambio, una propuesta mucho máspragmática, inventadapormi cuñada, fue puesta en práctica con total éxito.Volvió a publicar toda la historia en forma de libro y antes de hacerlo sedirigióaloshombresdeletrasmásrepresentativosdelmomento,sobretodoalosquemejorconocía,lespidiópermisoparadarsusnombresalospersonajesdellibroymantuvosupropionombre,comounagraciosaconcesión,paraelnombre del villano original.Cualquiera que tenga curiosidad por buscar esacuriosidadliterariaencontraráquepersonasfamosasaparecenensuspáginasprestandosunombrealospersonajesmásinverosímilesodelamáshumildecondición: un encantador anciano, portero de un teatro, llamado BernardShaw;uncocheroaquiensuscolegasdelaparadadecochesconocencomoBarryPain,ymuchosotrosalosqueheolvidado.Pocotiempodespués,creo,semodificó esta extraordinaria peculiaridad de la ley de forma típicamenteinglesa,esdecir,noporalgo tan lógicoypedantecomo lapromulgacióndeunanueva ley, sinosimplementeporeldictamendeotro juezqueconsideróquelaleysignificabaexactamentelocontrariodeloqueelprimerjuezhabíadicho que significaba. Pero este curioso e intrascendente asunto tiene ciertarelevancia para afrontar problemas reales que surgieron cuando nosencontramosmásseriamentecomprometidosenelmismoextrañoámbitodelamodernalegalidadbritánica.

No existe ninguna ley contra la difamación.Ese es elmotivopor el quetodo elmundo la teme. Esa es la razón de que sea tan tremenda, trágica ycómicamentetípicadeunciertoespírituqueocupaahoranuestravidasocialynuestras instituciones;unespíritualmismo tiempo ingeniosoyevasivo.Porextrañoquepuedaresultar,esaeslamanerainglesademantenerelterror.Loslatinos, cuando lo ejercen, lo hacen mediante la rigidez, pero nosotrosrealmente loejercemosmediante la laxitud.Paradecirlodemanera sencilla,aumentamoselterrordelaleyañadiéndoletodoslosterroresdelaausenciadeley.Notamosque lamaquinariaespeligrosano tantoporquegolpeeconsusreglas, sino porque golpea al azar. O, por lo menos hasta donde cualquieradversario que busque su lógica protección es capaz de calcular, golpea alazar.Estosucedeconcasitodasnuestrasleyesenmayormedidaqueconlasdemásleyesdelacristiandad.Peroinclusolosabogadosaceptaríanqueestoesabsolutamenteciertoenloqueserefierealalegislacióncontraladifamación.

Page 124: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Algunas definiciones de difamación son tan estrictas que nadie podríarealmenteaplicarlas;otrasdefinicionesparalelassontanimprecisasquenadiepuedeimaginarseaquiénpuedenaplicarse.ElresultadoesqueladifamaciónsehaconvertidoenunarmaconlaqueaplastarcualquiercríticaalospoderesquehoygobiernanelEstado.

Debemos tener esto en cuenta al abordar los acontecimientos másdecisivos y emocionantes relativos alEye-Witness; aquí sólomenciono esteincidenteparadarunaideadelmodoenérgicoconelqueladamaencuestiónse movía por la interminable comedia de Fleet Street. En relación con elperiódico arribamencionado,del quemihermano fueprimero subdirectoryluegodirector, hay cientos de anécdotas y episodios divertidos.Creoque sepuede ver la mano de la dama y la del director en una de las másadmirablemente absurdas correspondencias que se hayan visto nunca en laspáginas de un periódico. Todo empezó, si no recuerdo mal, cuando mihermano escribió un artículo sobre una reunión entreH.G.Wells yBookerWashington, el famoso educador negro norteamericano, en el que ponía endudaqueMr.Wellshubieraentendido lasdificultadesdeMr.Washingtony,pordeducción, lasdelSurBlancodondeél trabajaba.Estepuntodevistasereforzó y exageró en una carta de Bexley en la que se advertía de losauténticos peligros de la mezcla racial y de los matrimonios mixtos y quefirmaba un tal «Hombre Blanco». La carta dio lugar a una vehementerespuesta de Mr. Wells titulada sarcásticamente «El Hombre Blanco deBexley»,comosielhombrefueraunaespeciedemonstruo.Mr.Wellsdecíaquenosabíacómoseríalavida«entrelosblancospurosdeBexley»,peroque,en todos losdemás lugares,elque lagenteseconocieranoqueríadecirquenecesariamente tuvieranquecasarse.«Laetiqueta esmás tranquila».Luego,creo,intervinoeneldebateunnegroauténticoquehablósobresunaturalezaysu destino, y firmó la carta como «El Hombre Negro». Luego hubo unapreguntamásneutra, creo recordarquedeunbrahmánoestudianteparsidealgunauniversidad,enlaqueseseñalabaqueelproblemaracialnosereducíaa lasrazasdeÁfricaypreguntabacuálera laopiniónsobre losmatrimoniosinterraciales con asiáticos. Firmaba la carta como «El Hombre Amarillo».Finalmente,aparecióunacartaque recuerdocasipalabraporpalabraporqueeracorta,sencillayconmovedoraen loque teníade llamamientoa favordeunosidealesmásampliosytolerantes.Creoquedecíaasí:

Señor:

nopuedomenosdelamentarquecontinúeustedunacorrespondenciaquecausaconsiderabledoloramuchaspersonasinocentesque,sinculpaalgunaydebidoalasférreasleyesdelanaturaleza,heredanuncutispocohabitualentresussemejantesyatractivosóloparaunaélite.Seguramentepodemosolvidartodasestasdiferenciasy,seacualseanuestrarazaocolor,trabajarhombrocon

Page 125: Autobiografía Por G. K. Chesterton

hombroparaensancharlahermandadhumana.

Sinceramentesuyo,

ElHombremoradoconlunaresverdes.

Asíacabóaquellacorrespondencia.

Por supuesto hubo otras correspondencias que parecían interminables.Apocos correspondientes les fue concedidoel poderdelHombremoradoparaparalizaratodoslosdemásconlasensacióndequenosepodíadecirohacernadamás. Algunas de estas polémicas aparecen en este libro en relación aotros asuntos; otras, como la intermitente discusión que sostuve con Mr.Bernard Shaw, han seguido a intervalos a lo largo de gran parte de nuestravida.Perolacontroversiaalaquemicuñadasededicómásafondoyconmáscalor, relacionada con el trabajo que desde entonces la ha hecho tanmerecidamente famosa, fue la protecciónde las casas de los pobres y sobretodo contra una interferenciamás insultante aúnque la indiferencia: la granindignaciónunánimedenuestrogrupo,tanvariadoenotrosaspectos.

Secasóconmihermano,justoantesdequeélsefueraalaguerra,enunapequeñaiglesiacatólicacercadeFleetStreet,puesélyasehabíaconvertidoaesacomunión.Loenviarondosvecesheridoacasa;fuetresvecesvoluntarioalfrenteya la terceraencontró lamuerte.Enotrocapítulo tratarédeélmásindividualmenteysobre todo,deeseextrañovalorquemostróen lapolíticabajounaamenazainminentedeprisiónyruina.Enlastrincherasescribióunaexcelente Historia de América y una orgiástica balada dirigida a suscompañeros soldados, que tenía el siguiente estribillo: «Fue en Fleet Streetdondeabeberaprendí».NisiquierasulealtadbohemiaalaleyendadelaCalledelaAventuralehubieraforzadoadecir:«FueenFleetStreetdondeapensaraprendí». Desde luego, aprendió a pensar en la cuna, y fue una de esaspersonas que transmiten la inocencia de la grandeza intelectual a todas lascosas de la vida, ya estén en Fleet Street o en el frente de batalla. Y mispensamientos vuelven al pobre Stephen y amuchos otros nobles locos queconocíyqueteníanesacualidad;recuerdoaquellosversosqueescribióunodenuestrosamigossobreelFanáticooelhombrequequisocumplirsupalabra,«lagranpalabraqueelhombredaaDiosantesdequesuvidacomience»,yquientambién,segúnserecordará,«tienetestigosquejuraránque,undía,élmantuvosupalabraenBerkeleySquare,dondecasinadasemantiene».

Aunque mi hermano fuera la persona de mejor humor que yo hayaconocido jamás y capaz de vivir en buena y completa camaradería concualquiera, no sólo con los simplementemugrientos sino con los realmentevulgares, lo definitorio en él era una exagerada e incluso asombrosatestarudez.

Page 126: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Mantuvosupalabracomonadiemásqueél

supomantenerla;ynocomonosotros,

yenderredor,mientrasélmanteníasupalabra,

elrebañoenfermoeinfiel,

uninstanteestridente,uninstantepotente,

peroparasiempreinmundo,avanzaba.

IX

PROCESOALACORRUPCIÓN

Mihermano,CecilEdwardChesterton, nació cuandoyo tenía casi cincoaños;trasunabrevepausa,empezóadiscutirycontinuódiscutiendohastaelfinal, porque estoy seguro de que discutía enérgicamente con los soldadosentrelosquemurió,enlasgloriosaspostrimeríasdelaGranGuerra.Cuentandemíquealdecirmequeteníaunhermano, loprimeroquepenséfueenmiincansable afición a recitar versos, y respondí: «¡Qué bien!, ahora siempretendrépúblico».Si deverdad lo dije,me equivoqué.Mihermanono estabadispuesto,bajoningúnconcepto,asersimplementemipúblico;confrecuenciaerayoelobligadoahacerdepúblicoyconmásfrecuenciatodavíasucedíaquehabíadosoradoresalmismotiempoyningúnpúblico.Nodejamosdediscutiren toda nuestra adolescencia y nuestra juventud, hasta convertirnos en unaauténtica pesadilla para nuestro círculo social.Nos gritábamos de un lado aotrodelamesa,apropósitodeParnell,elpuritanismoolacabezadeCarlosI,hasta que los más próximos y queridos huían al vernos aparecer y sóloencontrábamos un enorme desierto alrededor. Aunque no resulta agradablerecordarqueéramosunapesadeztanespantosa,mealegra,porotraparte,queventilásemostanprontonuestrasopinionessobrecasitodo.Mealegrapensarquenodejamosdediscutir en todos aquellos añosyqueno reñimosni unasolavez.

Talvezlaprincipalobjeciónaunapeleaesqueinterrumpeunadiscusión.De todas formas,nuestradiscusiónnuncase interrumpíahastaque llegabaauna conclusión adecuada, es decir, a la convicción. No digo que, en algúnmomentoenconcreto,algunodenosotrosnoadmitieraestarequivocado,perolo real era que, a través de ese proceso de desacuerdo, alcanzábamosfinalmenteelacuerdo.Élempezósiendounaespeciedepaganomásrebelde,enemigoacérrimodelospuritanos,defensordeladiversiónbohemia,sociableperocompletamentesecular.Yoempecémásdispuestoadefendervagamente

Page 127: Autobiografía Por G. K. Chesterton

elidealismovictorianoeinclusoaromperunalanzaenfavordelareligiosidadpuritana, sobre todo por una oscura simpatía subconsciente hacia cualquierreligión. Pero, en realidad, por un proceso de eliminación, llegamos a laconclusión de que lo más razonable y prometedor era una religiosidad nopuritana,parafinalmenteacabar,aunquedeformabastanteindependiente,enlamisma Iglesia.Creoque fueestupendoquepudiéramosponeraprueba laresistencia de nuestros argumentos lógicos en un combate mutuo. Inclusoañadiréalgoquesuenaafanfarronada,aunquepretendaserunhomenaje.DiréqueelhombreacostumbradoadiscutirconCecilChestertonnotieneporquétemerdiscutirconnadie.

El director del New Statesman, un crítico agudo de una escuela muydiferentea lanuestra,medijohacepoco.«Suhermanoeraelpolemistamásbrillante que yo haya oído jamás y del quemejorme han hablado», y, porsupuesto, esos editores han conocido a todos los políticos y oradorespopulares.Lascualidadesdesuoratoriaeranlalógicaylalucidezcombinadasconunaosadíaviolentaysorprendente.Desdeluegoilustrabaloquecreoqueesunerrorextendidorespectoalalógica.Confrecuenciasepresentaallógicocomounpedante, unapersona flacay frígida, de cutis pálido.Tantopormiexperienciacomoporlahistoria,hevistoquegeneralmentesetratadegentepictórica y afectuosa que posee el don del pensamiento claro y coherente.CharlesFoxeraasí,Dantoneraasí,yCecilChestertoneratambiénasí.Ensusrelaciones personales, tenía todo eso que he definido como la sencillez yfirmeza de los Chesterton, y sus afectos eran particularmente estables ytranquilos,peroen labatalla tenía labelicosidade intransigenciadeun toro.Dabalaimpresióndequenodeseabavivirmientrasquedaraunafalaciaviva,yciertamenteeraincapazdedejaraunladoniunasola.Eldesarrollodesusideas políticas divergió totalmente delmío. Cuando trabajé junto a los pro-bóers del Daily News y generalmente defendí la causa liberal, aunque demaneramuchomás romántica quemuchos liberales, él se inclinó hacia unaespeciededemocraciaconservadoraprácticaycadavezmásimpregnadadelsocialismodeSydneyWebbyBernardShaw.Finalmente,seconvirtióenunmiembroactivodelEjecutivofabiano.Pero lomás importanteesquedentrodeélhabíaunavivayamenazadoraintolerancia,unverdaderoodiohacialascorrupciones e hipocresías de la política moderna y una extraordinariacreenciaenlaimportanciadedecirlaverdad.

Yaheapuntadoque,aunqueyocreíaenel liberalismo,encontrabadifícilcreer en los liberales. Quizá fuera más preciso decir que encontraba difícilcreer en la política, porque la realidad parecía casi irreal cuando se lacomparaba con la información o los datos que se tenían de ella. Podría darveinteejemplosqueilustraranloquequierodecir,perosóloseríanconjeturas,ya que la propia duda era dudosa. Recuerdo haber asistido a un gran clubliberalyhaberdeambuladoporunenormesalónabarrotadodegente;enalgún

Page 128: Autobiografía Por G. K. Chesterton

lugar,alfondo,uncaballerocalvo,conbarba,leíaenvozbajaunasnotas.Noeradeextrañarquenoleprestásemosatención,porquedetodosmodosnolehubiéramosoído;perocreoquemuchosdenosotrosnisiquieralovimos.Nosmovíamos,nosdesplazábamosychocábamosunosconotros;metropecéconvarios amigos e intercambiamos unas palabras; eran Bentley, Belloc,Hammondy los otros.Hablábamosnormalmente; es posible, aunqueno seaseguro,quealgunopreguntara,sindarlemayorimportancia,quépasabaenlaotra punta del salón. Luego, continuamos deambulando juntos hablando decosasimportantesoquenosparecíanimportantes.

A la mañana siguiente, en la primera página de mi periódico liberalaparecía en letras gigantes el siguiente titular: «Lord Spencer despliega elestandarte». Bajo este titular había otros, también en letra grande, sobre elmodoenqueélhabíatocadolatrompetadellibrecambismoysobrecómosusonido retumbaría por toda Inglaterra para reagrupar a todos loslibrecambistas. Si se examinaba con atención, parecía que los inaudiblescomentarlos que el viejo caballero había leído en aquellas notas eranargumentos económicos a favor del librecambismo y, por lo que sé, eranexcelentes.Peroelcontrasteentreloqueaqueloradorfueparalagentequeloescuchó y lo que era para los miles de lectores del periódico que no leescucharon era tan enorme y desproporcionado que creo que nunca logrésobreponermeaello.Apartirdeentonces,supeloquequeríandeciroloquesepodíaentendercontitularescomo«EscenaenelParlamento»,«Retodesdelatribuna»ocualquieradeesosacontecimientossensacionalistasquesucedenenlosperiódicosyenningúnotrositiomás.

Esta sensación de irrealidad en la lucha partidista que poco a poco meinvadíainvadiómuchomásrápidamenteamihermanoyamiamigoBelloc,porque ellos tenían un temperamento más rápido y audaz. Formaron unaespeciedesociedadparaestudiarel temayelresultadodeaquellauniónfueun libroqueprodujounefectoconsiderable, apesardeque,obviamente, enaquel momento, el efecto fuera sobre todo de irritación e incredulidad.ColaboraronenunaobratituladaThePartySystem,enlaquesosteníanlatesisgeneraldequerealmentelospartidosnoexistían,aunquedesdeluegoexistieraunsistema.Segúnsupuntodevista,habíaunsistemaderotaciónalrededordeungrupocentralcompuestoporlospolíticosmásimportantesdecadapartidoo, como muy apropiadamente se les denominaba en el libro, «Los escañosdelanteros».Decaraalpúblico,semanteníaunconflictoirreal,enparteconlaayuda inocentedelpueblo,peroverdaderamentehabíamáscercaníaentreelpresidente delParlamento y el líder de la oposiciónque la que existía entrecualquiera de ellos y sus respectivos seguidores si dejamos a un lado a lospropioscomponentesdecadagrupo.Estaeralatesismantenidaenellibroy,demomento,enloquerespectaaestanarración,loimportantenoessilatesisera verdadera o falsa, sino los efectos personales provocados por la alianza

Page 129: Autobiografía Por G. K. Chesterton

entresusautores.Elpuntodevistasostenidoatrajolasuficienteatenciónparahacerqueunoscuantosdefensoresdelaidealanzaranunperiódicosemanal;Belloc era el director y Cecil Chesterton el subdirector; al principio, yocolaboraba esporádicamente con un artículo que acabó teniendo unaperiodicidadsemanal.

En Inglaterra nunca había existido nada parecido al Eye-Witness; por lomenoslosmásviejosdellugarnolorecordaban;nidesdeentonceshavueltoahaberlo. Pero su novedad y originalidad no pueden medirla los que sólopueden compararlo con lo que ha ocurrido en Inglaterra a partir de aquelmomento.Esunaparadojaevidenteyciertaquealgooriginalnopuedeteneréxito y seguir siendo al mismo tiempo original. No podemos apreciar losorprendentequedebióderesultarquenosdijeranquelatierraeraredondasireal e invariablemente habíamos pensado que era plana. Hoy en día, pordecirlodealgúnmodo,suredondezsehaconvertidoenalgomásplanoquesuplanicie,enunaburridolugarcomún,yloúnicoquenosalteraríaseríaponerloen tela de juicio. Lomismo pasa con las revoluciones políticas y lomismopasó con la considerable revolución que introdujo el Eye-Witness en elperiodismoinglés.Nadiequenohubierasidoeducado—comoyolofui—enaquellaclasemediavictoriana,lectorahabitualdeperiódicos,podíacalibrarelcambio.Noesnecesarioquediscutamosaquísobretodoloquepuededecirsea favor y en contra del idealismo, el optimismo, el sentimentalismo, lahipocresíaolasvirtudesdelaépocavictoriana.Bastedecirqueelperiódicoseasentaba sólidamente en algunas convicciones sociales que no sólo eranconvenciones.Unadeellasera lacreenciadeque lapolítica inglesanosóloestaba librede corrupciónpolítica, sino tambiéndemotivacionespersonalesrespectoaldinero.Habíaunpuntodeorgullopatrióticoqueponíalímitealosmovimientos más feroces de ira partidista. Recuerdo que los viejosconservadores como mi abuelo se detenían en medio de sus invectivasacusatorias sobre la conducta demoníaca de Mr. Gladstone —«Dios nopermitaqueyoinsinúequeunPrimerMinistroinglés…»—paradescartarlamáslevesospechadequeexistierandemoniosquenofueranlaambiciónylaenvidia, que desgarraban el espíritu de nuestros estadistas menos «rectos»,como diceMilton.No; es posible que los franceses hubieran descubierto elvalornegociablede lasmonedasdel reino,que los italianosy los austríacospensaran que merece la pena doblar sus ingresos, que los estadistas deBulgaria y Bolivia tuvieran alguna idea de lo que significa el dinero; sinembargo,lospolíticosinglesespasabansuvidaenuntrancedearrobamiento,como el de Mr. Skimpole, con la mirada fija en las fijas estrellas, sinpreguntarse nunca si la política les había enriquecido o empobrecido, yrecibíansusalarioconungestodesorpresa.

Bueno,parabienoparamal,todoesoseacabó.Yloqueacabóconello,fue,enprimerlugar, laexplosiónperiodísticaquesellamóelEye-Witnessy

Page 130: Autobiografía Por G. K. Chesterton

enespecial, sumododeabordar el casoMarconiy el asuntode laventadetítulos nobiliarios. Claro que, en cierto sentido, como luego explicaré, elmundo no estuvo a la altura para seguir el ejemplo de aquellos particulareslíderes, y desde entonces no ha habido nada que recordara sus mordaces ypersonalesdenuncias.Peroeltonogeneralhacambiadoporcompleto.Atodoelmundoleresultanhoyfamiliareslasburlascontralospolíticos,loschistessobresobornosapolíticos,lasalusionesperiodísticasalaventadehonoresolos fondos reservadosdelpartido; sobre todo,hoyendíanadie se sorprendeporesto.Ojalásesorprendierano,dichodeotraforma,seavergonzaran.Siseavergonzaran, podrían hacer algo por cambiarlo, porque, en último término,eseeselpuntomásdébildeloqueseponedemanifiesto.ElobjetivodelEye-Witness fue que el público inglés supiera y se preocupara del peligro quesuponía la corrupción política. Hoy es seguro que el público no lo sabe,aunquenoseatansegurodecirquenolepreocupe.Yhemosdeadvertiralageneración más cínica y realista que nos rodea que no confíe tanto en susuperioridad frente al defraudado y embaucado siglo XIX. Sé que mis tíosvictorianos no sabían cómo se gobernaba realmente Inglaterra, pero tengosólidassospechasdequesilohubieransabidosehabríansentidohorrorizados,no divertidos, y habrían intentado acabar con ello de algunamanera.Nadieintentaacabarconelloahora.

Estádemodadividir lahistoriarecienteensituacionesprebélicasypost-bélicas. Creo que sería igualmente importante dividirla en la época pre-Marconiypost-Marconi.DurantelaagitaciónproducidaporelaffairMarconi,elinglésdelacalleperdiósuindefectibleignoranciao,enlenguajeordinario,su inocencia.Y como resultó que tuve un papel—secundario, desde luego,pero preciso—, en la batalla que se desató sobre este asunto y como, encualquiercaso,todoloquemihermanohacíateníaparamíymisasuntosunaenormeimportancia,noestarádemásquemedetengaunmomentosobreestepeculiar asunto, que fue, en su época, sistemáticamente tergiversado y quetodavíahoyesmalinterpretadopormuchos.Creoqueesprobablequepasensiglos hasta que pueda verse con claridad y en su correcta perspectiva;entoncesseentenderáquefueunodelosmomentoscrucialesenlahistoriadeInglaterraydelmundo.

Hay muchas leyendas sobre aquello. Una de ellas, por ejemplo, es quedenunciamosaciertosministrosdelgobiernoporhaberespeculadoenBolsa.Es más que probable que nos burlásemos de un hombre como Mr. LloydGeorge,queseconvirtióenelvocerodelaConcienciaDisidenteeincitabaalasdistintasconfesionesreligiosasaqueexhibieranelviejoespírituluchadorpuritanomientras él aparecíamezcladoen transaccionesespeculativas;de lamisma forma que denunciaríamos a un político que bebiera champán eintentaramontarunacampañaafavordelaprohibicióndesuconsumo.Perono lo denunciaríamos por beber champán, sino por prohibirlo. De igual

Page 131: Autobiografía Por G. K. Chesterton

manera,nodenunciaríamosaunpolíticopuritanoporjugarenBolsa,sinoporhablarcomosinadietuvieraderechoahacerlo.Huelgadecirquemihermanono se escandalizaba por el hecho de que alguien apostara, aunqueposiblementeéllerecomendaríaquearriesgaraeldineroenelDerbyoenlasOaks antes que en la Bolsa. En realidad, la idea de que todo aquello erasimplementeunasuntodeespeculaciónenBolsaeraunapatraña,unapatrañaesgrimidaporlospolíticosdelaépocaparaenmascararloshechos.SeacusóalministeriorelacionadoconelcasoMarconidehabercobradocomisiones,deque el negociador gubernamental de un contrato, en proceso de estudio yaceptación por parte del gobierno, les hubiera «dejadometer la mano». Enrealidad,parecíaquesedabantodaslascondicionesparaloquecomúnmentese llama una «comisión secreta». Podría discutirse si el que los políticosaceptaranlacomisióninfluyóonoenlaaceptacióndelcontrato;peroloquesedebatíaeralaexistenciadeuncontratoyunacomisión,ynolaspequeñasinversiones en acciones y valores. El hecho central de aquella situación eraqueelnegociadorconelqueelgobiernohabíatratadoerahermanodeunodelos miembros del gobierno. El extraordinario monopolio que el gobiernootorgaba a la compañía Marconi se lo otorgaba en realidad a su directorgeneral,Mr.GodfreyIsaacs,hermanodeSirRufusIsaacs,porentoncesfiscalgeneral. Solamente estos hechos ya justificaban por lo menos unainvestigación, y los primeros esfuerzos de toda la clase política estuvierondirigidosaevitarcualquierinvestigación.

Hasta que el director delEye-Witness noobligó a los políticos a revelaralgo,lospolíticosrechazaronquehubieraalgoquerevelar.Mr.LloydGeorgehablaba de meros rumores sin fundamento que «pasaban de una lenguaviperina a otra». Aquel Samuel que por entonces ocupaba un cargo en elgobiernosepusoenpieyaseguróporlasbuenasqueningunodesuscolegashabía tenido nunca conexión financiera con aquella Compañía, aludiendovagamente a laCompañíaMarconi. Sir Rufus Isaacs sostuvo lomismo concasiidénticaspalabras.Dehecho,trazóunaimagenpintorescadelarelacióndistante y casi gélida entre él y Mr. Godfrey Isaacs; comentó haberseencontradoconsuhermanoenuna«ceremoniafamiliar»yhaberoídoallíporprimeravezeléxitodelcontratofirmadoporsugobierno.Mientrastanto,mihermano, que se había hecho cargo de la dirección del periódico y lo habíarebautizado como el New Witness, continuó un ataque declaradamenteviolento, por no decir hiperbólico, contra los Isaacs, pero, sobre todo, unataque centrado y dirigido contra la actividad previa deMr.Godfrey Isaacscomopromotordecompañíasefímeras.Finalmente,paragranregocijodemihermano,Mr.Godfrey IsaacspusounademandaaCecilEdwardChestertonacusándolededifamación.Resultacuriosoqueelmismodíaenquerecibieronlarespuestademihermano,enlaqueanunciabaquejustificaríaoprobaríasusacusaciones,lospolíticosdieronelprimerpasoencaminadoadecirunaparte

Page 132: Autobiografía Por G. K. Chesterton

de la verdad. A primera vista, el paso puede parecer extraño. Consistió endemandarpordifamaciónalperiódicofrancésLeMatin.

Pareceextraño,porquehabíaunoscuantos insignesperiódicos ingleses alos que habrían podido demandar. Estaba elNewWitness pidiendo a gritosqueledemandaransemanatrassemana.ElMorningPost,quedecíacosascasitanfuertescomoelanterior;luego,estabaMr.Maxse,enelNationalReview,que también decía cosas igualmente fuertes. Tanto me divirtió lainconsecuenciadeaquelladerivaciónhacialaprensaextranjeraquepubliquéunosversosenelNewWitnessqueempezabanasí:

Atrapoofensastanrápido,

miespírituestanelevado

quesialguienmeinsulta

unextranjerodebemorir.

Mequerellépordaños,

pueselTimesmellamó«ladrón»,

contraunperiódicodeAlsacia,

LeJuifsellamalapublicación.

YcuandoelMorningPostdesenterró

crímenespormíplaneados,

unórganofinancieropolaco

inmediatamentesedisculpó.

Séquesuenaconfuso,

pero,comoMr.Lammieafirmó,

lairadeuncaballero

hierveenmicerebro.

Desdeluego,elmétodonosesahorafamiliar.Siempresedemandaaalgúntontoque tiene los datos equivocados, en lugar dedemandar al crítico serioque tiene los datos correctos. Y, en el caso de Le Matin, la ocasión seaprovechó únicamente como una oportunidad para que los ministeriosinvolucrados dieran su propia versión de los hechos antes de que fuerademasiadotarde.Paragranasombroydisgustodemuchos,admitieronque,apesardelastranquilizadorasobservacioneshechasenelParlamento,eraciertoquehabíanrecibidounbuennúmerodeaccionesdelasucursalamericanadelaCompañíaMarconi.Lamayoríadelosliberaleslealesquelesapoyabanse

Page 133: Autobiografía Por G. K. Chesterton

quedaronboquiabiertos,pero,enlaprensacontroladaporelpartido,elasuntoseblanqueódebidamente.Desde luego, la prensa conservadora típicahabríahecho exactamente lomismo con un escándalo conservador típico, que, porcierto, eran abundantes. Pero me gustaría nombrar e inscribir aquí, honoriscausa y en honor a él mismo y al verdadero credo radical, el nombre deldesaparecido H. W. Massingham, director de The Nation, el único que enaquella crisis habló y actuó comoun hombre.Era tan leal al «Partido de lapaz,elahorroylareforma»comocualquieradelosdemás,perosulealtadnole impidió darse cuenta por un momento del peligro moral que el partidocorría.TrasleerlaexplicaciónofrecidaenLeMatin,sedirigióasuperiódico,conmovido y horrorizado, e hizo imprimir las siguientes palabras: «LacorrupciónpolíticaeseltalóndeAquilesdelliberalismo».

Posteriormentese intentó justificar todoestecúmulode inconsistenciasycontradiccionesexplicandoquelasaccionessehabíanadquiridoalasucursalamericana de la empresa y que las explicaciones parlamentarias se habíanreferidosóloa«estaCompañía».Hedeconfesarquemehabríasentidomuchomás transigente con esta patraña si no hubiera sido por las explicaciones.Después de todos estos años, podría fácilmente olvidar y perdonar si lospolíticos hubieran dicho que habíanmentido, como lo hacen los colegiales,por lealtad a su propia clase o club; y bajo ciertas convenciones deautodefensa parlamentaria, podría incluso pensar que esta fidelidadconvencional no era simplemente deshonrosa, sino una pervertida forma dehonor. Pero si dicen que una afirmación de esa clase no era un embuste,porquelapalabra«americana»sehabíasuprimido,entonces(lamentodecirlo)sólopodríaconcluirquedesconocíanelsignificadodelaverdad.Lapruebaessencillísima. Supongamos que se hubieran levantado y contado la verdaddiciendo simplemente: «Estos ministros tienen acciones de la Marconiamericana,peronodelainglesa»;elresultadohabríasupuestounaconmociónque deseaban evitar y que consiguieron evitar. Dicho de otra forma, en loreferentealasteoríasquesustentabansuspropiasacciones,deseabanengañaryconsiguieronhacerlo.Queengañaranporunequívocoverbalimplícitoeneldoblesentidodelafrase«estaCompañía»nolomejora,sinoqueloempeora.Noobstante,susideasmoraleserantanconfusasquenisiquieraeranecesariocreerse la explicaciónde su explicación; incluso esposibleque su auténticomotivofueramejorquesufalsaexcusayquesumentirafueramáslealdeloquetuvieronelvalordeconfesar.

OtradelasleyendassobreelcasoMarconi,queflotabacomounanubeyoscurecíasuverdaderoperfil,eslaideadequeladeclaracióndeculpabilidady la multa de 100 libras impuesta a mi hermano eran la respuesta legal alataquecontra losministros implicados en el escándaloMarconi.Esto, comodicenlosabogados,esunacuestióndehechoydederecho,yfalsaenamboscasos. Mr. Phillimore, juez del Tribunal Supremo, que estaba en contra de

Page 134: Autobiografía Por G. K. Chesterton

nuestrademandamásalládeloslímitesmeramentejurídicos,erasinembargounabogadomuylúcidoypreciso,ynodejó lamenordudasobreestepuntoconcreto.Ensuresumen,hizoespecialhincapiéenqueeljuradonoteníaquedictaminar sobre la especulación de los ministros en Bolsa con valoresMarconi; en que su veredicto no debía responder de un modo u otro alproblema político y en que a ellos sólo les competía decidir si el individuoCecilChestertonhabíadescritoconjusticiaalindividuoGodfreyIsaacsensuactividadpreviaalcasoMarconicomopromotordeempresas.Seadoctrinóaljuradoparaquedecidiera—ydesdeluegoasílodecidió—queladescripcióndel promotor de empresas era injusta, pero el jurado no decidió yexpresamenteselesdijoquenoerancompetentesparaelloyquelaconductadelosministrosdelcasoMarconierajusta.

Poco importa cómo fuera realmente Godfrey Isaacs, pues ahora ya estámuerto;ydesdeluego,novoyadesenterrarlascompañíasextintasdelpobreindividuo.Talvezsólohayaunpardecosasqueañadiraestapartepersonaldelahistoria,ycreoqueambasmerecenlapena.Unadeellasrespondeaunodelosrasgoscaracterísticosdemihermano.Cuandousabasindudarloaquelviolento vocabulario al estilo Cobbett para atacar a Godfrey Isaacs y a losdemás, en realidad no albergaba contra ellos el menor resentimiento, nisiquieradeirritación.Enprivado,siemprehablabadeloshermanosIsaacsydesugrupocontotalbuenhumoryconsideraciónyreconocíasusvirtudesjudíasde lealtad a la familia y demás, e incluso encontraba excusas para los otrospolíticos.Enrealidad,laactitudtípicadenuestrogrupo—acusadodefanáticoantisemitismo—fuesiempre ladeunamayordisposiciónparaexcusara losjudíos que a los gentiles. Esa es otra de las leyendas del casoMarconi: elataquecontralosjudíos.ComodijoMr.Bellocensudeclaración,seríadifícilpensarenalguienmenosjudíoqueMr.LloydGeorge.Yaestohayqueañadiruna curiosa e irónica conclusión: años después, mi hermano recibió losúltimos sacramentosymurióenunhospitaldeFrancia,y suviejoenemigo,Godfrey Isaacs, moría poco después tras haberse convertido al mismocatolicismouniversal.Nadiesehabríaalegradomásquemihermano,niconmenos amargura ni más sencillez. Esa es la única reconciliación capaz dereconciliaracualquiera.Requiescantinpace.

Finalmente, merece la pena señalar que la última y menos merecidaleyendasobreelcasoMarconifueladequemihermanoyMr.Bellochabíanroto sus relaciones, porque, en sudeclaración ante los jueces,Mr.Belloc sehabía referido a mi hermano como director responsable de los últimosnúmeros del periódico. Como alguien que estuvo presente en todas lasreunionesynaturalmentepredispuestoafavordemihermano,puedotestificarque no hubo nunca una palabra de verdad en aquella supuesta división odeserción.Latácticademihermanoalexigirresponderpersonalmenteatodaslas preguntas puede haber sido acertada o errónea, y yo mismo tengo mis

Page 135: Autobiografía Por G. K. Chesterton

dudassobresuacierto.Pero,almargendeeso,éllaadoptódeacuerdoconMr.Belloc,comopartedesupolíticacomún,y,poriniciativamía,pocodespués,mihermanoinsertóunanotaenelperiódicoqueexplicabaestesencillohecho.El resultado fue simple y significativo. La Comisión no se atrevió nunca allamarle. Por lo demás, el escándalo político se trató como todos los demásescándalospolíticos.Senombróunacomisiónparlamentariaque informódeque todoestabaenperfectoorden.Sepublicóun informede laminoríaquenotificabaquealgunascosasnoerantanperfectas,ylavidapolítica(siaesose le puede llamar vida) continuó como antes. Pero lo queme hace reír espensarenelpobretory,queindignado,confusoyhonestoleíaelMorningPoste imaginaba que la caballería tory atacaba la fortaleza del radicalismocorrupto, cuando leía los debates parlamentarios sobre aquel tema yespecialmenteelpasajeenelqueArthurBalfourdecíaquehabíaquejuzgarahombrescomoLloydGeorge(aquienconocíantanbienyqueríantanto)conmayorbenevolenciaqueaunextrañocualquiera.Lospobresde laPrimroseLeague debían de estar terriblemente desconcertados ante el trato tanbenevolente dispensado a los parlamentarios de los «escaños delanteros».Habrían encontrado la respuesta al problema en un libro titulado The PartySystem.

Poco después de que el asunto hubiera concluido—tal como concluyenestosasuntosen lamoderna Inglaterra,conunveredicto formalyuncomitéencargadodeblanquearlo todo—,nuestrospolíticosynuestravidacotidianasevieronsacudidosporelterremotoexternodelaGranGuerra.Noobstante,la desconexión entre ambos asuntos no era tan absoluta como algunossuponen,porque,enciertomodo,loqueanimóaPrusiaaatacarfuelaenormeexageracióndelaseveridad,nodirédelosorangistas,perosídelaseveridadcon que los ingleses juzgan al orangista.Y aquel peligro de guerra civil enIrlandadelNorteseagitóhastaelabsurdocomounrecursoparaprobarque,después de todo, el sistema de partidos significaba algo. Durante muchotiempo, la cuestión irlandesahabía sido laúnica cosaviva en elParlamentoinglés. Era algo vivo porque estaba relacionado con la religión, o con dosreligiones,ycuandolacuestiónirlandesapasóasegundotérmino,elsistemaparlamentario inglés sedesmoronóvisiblemente.Perohabíaotras formas enlasqueelasuntode lacorrupciónsiguióafectandoalpaísdurante laguerra,como el escándalo del tráfico de drogas y que las empresas siguierancomerciandodescaradamenteconel enemigo.Pero, en realidad, la conexiónconelmal se remontabamuchomásatrásqueeso.Dehecho, se remontaalprincipio de la guerra, aunque mucha gente empezó a comprenderlo sólomuchodespués.

SimepreguntaranquiénprodujooprecipitólaGranGuerra(enelsentidodequién impidióquese impidiera), responderíaalgoquesorprenderíaacasitodoslosgruposdeopiniónycasiseguroquealpropioresponsable.Nodiría

Page 136: Autobiografía Por G. K. Chesterton

el Kaiser, porque esa simplificación era sólo uno de los muchos fantasmasbritánicos, como Kruger anteriormente o Mussolini después, aunque estoybastante seguro de que elmal surgió originalmente con el poder de Prusia.MuchomenosdiríaqueelZardeRusiao el fanáticoeslavoquecometió elcrimendeSarajevo.Muchodespuésdequelosactosyactitudesdetodaestagentesehubieranadmitido,habríasidoperfectamenteposibleevitarlaguerray casi todo el mundo quería evitarla. He de decir que el bravucón que laprecipitó cuando otros podrían haberla evitado fue una especie de cuáquerorespetable del tipo del viejo Mr. Cadbury, a quien conocí y serví en mijuventud.

Y todosurgióde laexistenciadel sistemadepartidoso,mejordicho,encierto sentido, de la ausencia de un sistema de partidos. Cuando la teoríapúblicadealgoesdiferentedesurealidadpráctica,siemprehayunpactodesilencio queno se puede romper porquehay cosas quenodebendecirse enpúblico.Loque en este caso seocultaba ilustrabaperfectamente la tesis dellibro titulado The Party System: realmente no había dos partidos que sealternaban en el gobierno, sino un solo grupo real, el de «los escañosdelanteros», que gobernaba siempre. El hecho importante aquí es que lapolítica de exteriores de Asquith y Grey no difería vitalmente de la quehubieranpodido llevaracaboBalfouryBonarLaw.Todoseranpatriotaseneste punto. Personalmente creo que todos tenían razón, pero, en cualquiercaso,pensabanqueInglaterratendríaqueintervenirsiAlemaniaamenazabaaFrancia.Todospensaban eso, y si lohubierandicho así y lohubierandichounos meses antes, Alemania jamás habría desafiado al poder que suponíaaquellaalianza,ymihermanoyotrosmuchosmillonesandaríanporahívivostodavía.

Los líderes liberales no podían decirlo, no por miedo al partido liberal,dejandoapartealpueblo,sinoportemoralaspoderosasfuerzasquesosteníanalpartidoliberalyque,portanto,sosteníanelsistemadepartidos.Ytalcomofunciona nuestra política partidista, un partido se sostiene no tanto por lasluchascomopor lashuchas.Aestashuchasse les llama«los tendonesde laguerra»,ysóloDiossabeelporquédeestaextraordinariametáfora.Sellenancon la venta de títulos nobiliarios a hombres ricos y con toda suerte demétodos ignominiosos, aunque aquí no se usaran talesmétodos.Muchos delos que apoyaban al partido, y por supuesto Mr. Cadbury, lo hacían conabsolutabuenafe,especialmenteensuapoyoalapaz.Perootrosmuchoserancuáqueros simplemente porque los cuáqueros contaban en sus filas con unaminoríademillonarios,ungrupomuchomenorperomuchomás ricoqueelpartido liberalenconjunto.Elpropioestablecimientode lamodernapolíticade partidos es tal que un gobierno tiene que apaciguar a esos partidarios ysimularquerepresentasusideales,susprejuiciosocomoqueramosllamarlos.Enresumen,todoaquelloeraysiguesiendopuraplutocracia,peronosetrata

Page 137: Autobiografía Por G. K. Chesterton

deque,enestecasoconcreto,laculpafueradeestegrupodeplutócratas.

Ese creciente número de intelectuales que se alegra de decir que lademocraciahafracasadonotieneencuentaladesgraciamuchomásaciagadeque la plutocracia haya triunfado.Quiero decir que ha tenido el único éxitoque era posible, porque la plutocracia no tiene filosofía nimoral ni siquierasignificado; sólo puede tener éxito material, es decir, un éxito rastrero. Laplutocraciasólopuedesignificareléxitodelosplutócratasenserplutócratas.Sin embargo, disfrutaron de esto hasta hace poco, cuando una decisióneconómica les sacudió como un terremoto. Con la democracia sucedeexactamente locontrario.Esciertoquepodemosdecirque lademocraciahafracasado,peroesosólosignificaqueha fracasadosupuestaenpráctica.EsunatonteríadecirqueloscomplejosycentralizadosEstadoscapitalistasdelosúltimoscienañoshansufridoporunaextravaganteideadelaigualdaddeloshombresoporlasimplicidaddelserhumano.Lomáximoquepodríamosdeciresquelateoríacívicahaproporcionadounasuertedeficciónlegalalaqueunhombrericosepodíaacogerparagobernarunacivilizacióncuandoantessólopodía gobernar una ciudad, o con la que un usurero podía lanzar sus redessobreseisnacionescuandoantessólopodíalanzarlassobreunaaldea.Perolainfluencia de los pacifistas en el gobierno Liberal justo antes de la GranGuerraeslapruebadefinitivadequelaplutocracia,ynolademocracia,eslacausantedeque las institucionessehayanconvertidoenalgo tan impopular.Sólo hay que preguntar exactamente cuánto contaban aquellos pacifistasradicalesparalasarcasdelpartidoycuántocontabanenelpartido.

Ningúnagentedecampañaelectoral,poractivoyvehementequefuera,sehubieraasustadoenexcesoporelvotodeloscuáqueros;leshabríaprestadolaatenciónnormalquehubieradadoalosvotosdelosPlymouthBrethenolosPeculiarPeople,quecontodaprobabilidadteníanlacostumbredevotaralosliberales.Nohaysuficientescuáquerosparaprovocarunavictoriaaplastanteenunaseleccionesgenerales.Segúnlanaturalezadelapolíticamoderna,yporculpadenadieenparticular,elpuntoclaveyelejede lasituaciónnoera lagranproporcióndehombrescuáqueros,sinolagranproporcióndecuáquerosmillonarios.Y puesto que, en elmejor de los casos, esta situación esmala,igualqueloscuáquerossonsincerosensupacifismo,nopodemosnisiquieraimaginarcómoseríaenelpeordeloscasosunasituacióntanmala.Enelpeorsignificabaque la peor calaña de traidores comerciara—yasí lo hicieron—con el enemigo durante toda la guerra; que la peor calaña de carroñeroschantajeara —y así lo hicieron— como sanguijuelas a su propio país paraconseguirbeneficiosenelmomentodemáximopeligro;quelapeorcalañadepolíticos jugaraa loquequisieraconelhonordeInglaterray lafelicidaddeEuropasicualquiervulgarespeculadormillonariolesrespaldabayapoyaba,yqueestosgroserosinteresesestuvieranapuntodeconducirnosalabancarrotatotalenlamayorcrisisdenuestrahistoria,porqueelParlamentohabíapasado

Page 138: Autobiografía Por G. K. Chesterton

asignificarúnicamenteelgobiernosecretodelosricos.

Así acabó el último intento serio de depurar el Parlamento, la antiguainstitución de los ingleses. Algunos años antes, se había hecho un intentosimilarenFrancia,inspiradoenlacaballerosidaddeDéroulède,queactuóconel mismo espíritu cristiano y marcial que Belloc y mi hermano. Aquellotambiénhabíafracasado,ylosparlamentoscontinuaronprosperando,esdecir,continuaroncorrompiéndose.Hemossobrevividoparaverestaúltimafase.Larevuelta contra esa podredumbre en las instituciones representativas estallómásalsur,alasmismaspuertasdeRoma,yesaveznofracasó.Perohatraídocambios que no resultan cómodos para quien ama la libertad y el antiguoconcepto inglésdeunParlamento libre.Mesientoorgullosodehaberestadoentrelosqueintentaronsalvarlo,inclusoaunquefuerademasiadotarde.

X

AMISTADYTONTERÍAS

Hayalgunosquesequejandequeunhombrenohaganada;loshay—aúnmásmisterioso y sorprendente—que se quejan de no tener nada que hacer.Cuandotienenantesíelregalodeunashermosashorasodíasdeocio,gruñenantesuociosidad.Cuandoselesconcedeeldondelasoledad,queeseldondela libertad, lo tiran a la basura y lo destruyen deliberadamente con algúnespantosojuegodecartasoalgúnbaile.Sólohabloenmipropionombreyyasé que tiene que haber de todo en el mundo, pero no puedo reprimir unescalofrío cuando los veo tirar por la borda sus bien ganadas vacacionesrealizandoalgunaactividad.Pormiparte, jamásmecansodenohacernada.Sientocomosinuncahubieratenidoelsuficientetiempolibreparadesplegarsiquieraunadécimapartedemiacervovitaleintelectual.Huelgadecirquenohaynadaparticularmentemisantrópicoenestedeseodesoledad,sinomásbienlocontrario.Comoyahedicho,enmimalsanaadolescencia,avecesmesentíaespantosamentesoloensociedad,peroenmiedadadulta,nuncamehesentidomássociablequecuandoestoysolo.

Yahe aparecido aquí comoun lunático; ahora sóloquiero añadir que enocasiones he sido un lunático feliz y en otras, desgraciado. Y como hemencionado la alegría de la soledad, resultará apropiadamente excéntricopasarenseguidaalaalegríadetantasbromascontantoscompañeros,ysobretodo, estará bien empezar conmismejores compañías.No voy a contarmiluna de miel, de la que ya he comentado algunos de los incidentes máscómicos. Después de casarnos, mi esposa y yo vivimos durante un añoaproximadamenteenKensington,elbarriodemi infancia,perocreoque los

Page 139: Autobiografía Por G. K. Chesterton

dos sabíamos que aquel no era el auténtico lugar de nuestra residencia.Recuerdoqueundíadecidimos salir a dar unavuelta, comouna especiedesegunda luna de miel, y emprendimos un viaje al vacío, un viajedeliberadamentesindestino.Vipasarunautobúsconel letrero«Hanwell»ycomosentíqueeraunpresagioapropiado,subimosaélynosbajamosenunaestaciónperdidaenlaquepreguntéalhombredelataquillaadóndesedirigíaelpróximo tren.Me respondióconunpedante:«¿Dóndequieren ir?».Yo lerespondíconunprofundoyfilosófico:«Dondevayaelpróximotren».ParecequeibaaSlough,loquepuedeconsiderarseungustomuyparticular,inclusopara un tren. No obstante, fuimos a Slough y desde allí emprendimos lamarcha a pie sin la más mínima idea de adónde íbamos. Atravesamos untranquilo y amplio cruce de caminos en una especie de pueblo y nosdetuvimosenunaposadallamada«ElCiervoBlanco».PreguntamoscómosellamabaaquellugarynoscontestaronqueBeaconsfield,asíquenosdijimoselunoalotro:«Enunlugarasítendremosnuestracasaalgúndía».

Lascosasquemevienenalamemoria,cosasquemereciólapenahacerymerecelapenarecordar,sonunaseriedeabsurdascomediasyescapadasconmis compañeros, impregnadas de su conversación y coloreadas con suspersonalidades. Belloc aún espera un Boswell. Su vitalidad y su despiertapersonalidad son una continuación de las delDr. Johnson; a pesar de habersufridopérdidaspersonalesy,enlosúltimosaños,nopocasoledad,tienetodoelderechoadecir,comoelhombredelacanciónqueélmismoescribió:

Paratiquetodoloaceptasteysólotrescosasdejaste,

unavozpotenteparacantar,ojoslimpiosparamirar

yunafuentedevidaquenuncacesademanar.

Bentley o Conrad Noel eran personajes que podrían haber aparecido encualquiercomedia;ylasfrivolidadesdeMauriceBaringeranmerecedorasdealgúnfantásticomacaronioincroyabledelsigloXVIII.

Entre los recuerdos que me vienen a la memoria, como traídos por unvientosobrelasDowns,estáeldeaqueldíadeinviernoenelqueBellocnosarrastróporSussexenbuscadelnacimientodelríoArun.Enelgrupoestabansu esposa y la mía; ninguno de los dos llevaba mucho tiempo casado yseguramente sabíamosmenos que ahora de la diversidad del temperamentohumano,pornohablardelatemperatura.Aélyamínosencantabaelfrío;amiesposayalasuya,unadeliciosacaliforniana,nolesgustabaenabsoluto.Por supuesto, encontramos el nacimiento del Arun en las colinas y, desdeluego,eraunodelospaisajesmáshermososquehevistoenmivida;diríaqueelmásclásico,porquebrotabadeunapequeñapoza—parcialmentehelada—enunbosquecillodeárbolesesbeltos,plateadosdeescarcha,queparecíanlospálidos y delicados pilares de un templo, pero creo que las señoras, aunque

Page 140: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ambas sensibles al paisaje, contemplaban aquel frío paraíso con unamiradahelada.Cuandonosdimos cuenta,Bellocpropuso inmediatamente tomarnosungranvasoderoncalienteenunatabernacercana,ynossorprendióquelasdamasconsiderasenpeorelremedioquelaenfermedad.Noobstante,nosotros,queno teníamos frío,nos tomamosel ronencantadosyBelloc,quesiemprerepetíafragmentosque legustabandepoemasreciéndescubiertos, lanzabaaintervaloslosversosdeMissColeridge:

Éramosjóvenes,alegres,éramosmuysabios,

abiertasdeparenparlaspuertasdenuestrafiesta;

unamujerpasópordelanteconeloesteensusojos

yunhombreconlaespaldahaciaeleste.

En lo que a nosotros se refería, no hay duda de que éramos jóvenes yalegres,peroaveceshedudadoquefuéramostansabios.

Luego volvimos a casa de Belloc, en la que se dedicó a neutralizar losefectosdelcalorreparadordelronabriendoycerrandolapuertadeparenpar,parasalircomouncohetealjardínamirarporeltelescopio(eraunanochefríayestrellada)llamandoagritosalasseñorasparaquesalieranacontemplaraDiosfabricandoenergía.Suesposadeclinólainvitaciónconciertohumor,aloqueélrespondióalegremente:

Éramosjóvenes,alegres,éramosmuysabios,

abiertasdeparenparlaspuertasdenuestrafiesta;

unamujerpasópordelanteconeloesteensusojos

yunhombreconlaespaldahaciaeleste.

Sin embargo, no hace falta decir que su hospitalidad culminó en unmagníficofestínregadoconvinoyenunestadodecálidaalegría;peroahíhaquedadounaespeciedeleyendasobreaqueldíadeinvierno,enelquealgunosdenosotrosestábamosmás interesadosenelbarómetroqueenel telescopio.Elaspectofemeninodelahistoriaseencarnómástardeenelecoperdurabledeesteestribillo:

Teníamosfrío,helados,mediomuertos,

ylaspuertaspermanecíanabiertasporeldeseo;

yfrenteanosotrosunamujerconfríoenlacabeza

yunhombreconlaespaldaenelfuego.

Esassonlastonteríasquemevienenalamemoria,puescreoquelavidaauténtica de una persona debería estar hecha casi exclusivamente de estas

Page 141: Autobiografía Por G. K. Chesterton

cosas.Peroresultamuydifícilescribirlavidaauténticadecualquiera,ycomoya he fracasado en un par de ocasiones al intentar hacerlo con las de otraspersonas,nomehagomuchasilusionesdequesepahacerlorealmenteconlamía.

Recuerdootroincidenteprivadobastanteridículoquetienemayorcantidadde lo que podría llamarse interés público, ya que se refiere al encuentro deBellocconunfamosísimoydistinguidoautor;creoqueaquelencuentrofuelacomediade enredomáscómicaque sehaya representadonunca.Sepodríanescribir librossobresusignificadosocial,nacional, internacionalehistórico.Inglaterraaparecía reflejadaencuerpoyalmay,sinembargo,puedeparecerunaanécdotasosa,depurosutilyagudaqueessugracia.

Un verano, alquilamos una casa en Rye, esa isla maravillosa, tierraadentro,coronadaconunpueblocomounaciudadela,comounacolinaenuncuadromedieval.Resultóquelacasajuntoalanuestraeralaantiguamansiónconpanelesderoblequehabíaatraído,casipodríamosdecirquedesdelaotraorilladelAtlántico, lamiradaaquilinadeHenryJames.HenryJameseraunamericano que había reaccionado contra América y había impregnado susensible psicología de todo lo inglés en su aspecto más anticuado yaristocrático.Ensubúsquedadelosmaticesmásdelicadosentrelassombrasdelpasado,eraperfectamentepredeciblequedetodaslasciudades,élelegiríaestaciudadydetodaslascasas,estacasa.Habíasidolasededeunaconocidafamilia de patricios de la zona, que hacía mucho que había entrado endecadencia y ya había desaparecido. Según creo, tenía hileras de retratosfamiliares que Henry James trataba con la misma reverencia que si fueranfantasmas familiares.Creoque, en ciertomodo, él se consideraba realmenteunaespeciedemayordomoocustodiodelosmisteriosysecretosdeunagrancasaporlaquelosfantasmaspodríanhabersepaseadocontodoelderechodelmundo. La leyenda cuenta (nunca supe a ciencia cierta si era verdad) quehabía rastreado el árbol genealógico de la familia desaparecida hastaencontrarse con que, lejos de allí, en una ciudad industrial, existía undescendiente de la familia que ignoraba serlo y que era un alegre y vulgarempleadodecomercio.SecuentaqueHenryJamesinvitóaljovenalaoscuracasadesusancestrosyleacogióconhospitalidadlúgubre,yestoysegurodequeconcomentariosde extremado tactoydelicadeza.Henry Jameshablabasiempreconuntonoquesólopuedocalificardeelegantevacilación;notantola vacilación por andar ciego en la oscuridad, sino por caminar a plena luzaturdidoantedemasiadas avenidasyobstáculos.No lo compararía, según laperversa frase de Mr. H. G. Wells, con un elefante intentando coger unguisante, pero es cierto que parecía poseer una probóscide flexible yextremadamentesensible,queseabríapasoporunaselvadehechosqueparanosotros resultaban a menudo invisibles. Cuentan que no se escatimarondelicados gestos y sutilezas en beneficio del asombrado dependiente de

Page 142: Autobiografía Por G. K. Chesterton

comercio,mientrasHenryJamesinclinabalaatalayadesucabezaenungestodeinsondabledisculpayrendíacuentassilenciosasdesutareaalfrentedelacasa. También se dice que el caballero empleado de comercio consideró lavisitaunaburrimientoenorme,ylacasadesusancestros,unlugarinfernal;yprobablemente se paseaba inquieto deseando salir a por un B y S, y elPink’Un.

Tantosilahistoriaesciertacomosino,lociertoesqueHenryJamesvivióenaquellacasacontodalasolemnidadylealtaddeunfantasmafamiliar,yconalgo de la abrumadora delicadeza de un cultivadísimo mayordomo. Enrealidad,eraunancianocaballeromuysolemneycortés,y,enciertosaspectosconcretos, tenía una gracia realmente única. En cierta ocasión, demostró laautenticidaddesucultoaltacto:eraserioconlosniños.Vicomounjovencitomuysolemneleentregabaundientedeleónaplastadoysucio.Élseinclinó,peronosonrió.AquellacontenciónprobabamuchomejorsucomprensióndelosniñosqueLoqueMaisiesabía.Peroenlasdemásrelacionesconlagenteeratorpe,siesqueloera,porexcesodesolemnidadylentitud,ysupongoqueeraesoloqueponíadepuntalosnerviosdemasiadovivosdeMr.Wells,quien,inclusoentonces,solíalanzarirreverentesdardosylanzasalasombríacasayal secreto jardín, yme tirabanotitasdesde el otro ladode la tapia.Despuéstendréocasiónde comentarmásdetenidamente lodeMr.G.H.Wellsy susnotas; ahora nos detendremos en el momento en que Mr. Henry James seenteró de nuestra llegada a Rye y procedió —tras el intervalo exacto— ahacernosunavisitadecumplido.

HuelgadecirquefueunavisitadecumplidomuysolemneyJamesparecíallevarlalevitadegalacomocorrespondeaaquellosdíaslejanos.Delmismomodoquenohayhombrequevistatanbiencomounamericanobienvestido,nadie tiene tan buenos modales como un americano con buenos modales.Llegó acompañado de su hermanoWilliam, el famoso filósofo americano yaunque, cuando lo conocías,William James eramás jovial que su hermano,había algo definitivamente ceremonial en lo de presentarse la familia alcompleto.Hablamossobrelamejorliteraturadelmomento;James,conciertadiscreción,yyo,conciertonerviosismo.Descubríqueeramásestrictodeloquehabíaimaginadoenlotocantealasreglasquegobiernanlacomposiciónartística; no despreciaba a Bernard Shaw, pero lamentaba que obras comoMatrimoniodesigual fueranprácticamente amorfas.Elogió alguna cosamía,perocon todos los respetos sepreguntabaasombradocómopodíaescribir lacantidaddecosasqueescribía.Sospechoquemásqueelcómosepreguntabael porqué.Luegopasamos a comentarmuy seriamente y con toda suerte dedelicadosmaticesydudaslaobradeHughWalpole;derepente,oíunbramidoqueparecíaunabocinaimpaciente.Sabíaquenoeraunabocina,porquerugía:«¡Gilbert!¡Gilbert!»,yeraunavozcomonopuedeexistirotraenelmundo;tanvehementecomoaquellaevocadaenlossiguientesversos:

Page 143: Autobiografía Por G. K. Chesterton

OyeronqueNeyordenabadesengancharloscañones

ydefenderporlanocheelpuentedeBeresina.

YosabíaqueeraBelloc,queprobablementellamabapidiendotocinoyunacerveza,peronisiquierayopodíapredecirdequéguisasepresentaría.

Tenía todos los motivos para creer que estaba en Francia, a cientos demillas,yaparentementeallíhabíaestado;habíaemprendidounviajeapieconunamigodelMinisteriodeExteriores,uncorreligionarioquepertenecíaaunavieja familia católica, pero habían calculado mal y a mitad del viaje seencontraronsindinero.Bellocestáconrazónorgullosodehabersobrevividoenaquellaocasiónydesercapazdevivircomounpobre.UnadelasbaladasparaelEye-Witness,quenollegóapublicarse,describíaesevagabundeoporelextranjerodelasiguientemanera:

Dormiryolerelinciensodelabrea,

despertaryverelfulgordeamaneceresitalianos

ydebajodelaramaunasolaestrella.

¡Diosmío,quépocosabenlosricos!

Conesteánimoiniciaronelregresoacasaprácticamentesindinero.Selesdestrozólaropaylograronapañárselasconunosmonosdetrabajo.Noteníannavajas de afeitar ni dinero para comprar unamaquinilla. Debieron ahorrarhasta el últimopeniqueparavolver a cruzar elmar, ydespués empezaron acaminardesdeDoveraRye,dondesabíanqueresidíasuamigomáscercanoporelmomento.Llegaronaullandoporcomidaybebida,yacusándoseelunoalotrocon ironíadehaberse lavadoensecretoyhabervioladoasíunpactoimplícitoentrevagabundos.Conestetalante,irrumpieronsobrelaequilibradatazadetéylafrasevacilantedeMr.HenryJames.

Henry James tenía fama de ser un hombre sutil, pero creo que aquellasituaciónerademasiadosutilparaél.Aúnhoymepreguntosiprecisamenteélnopercibiólaironíadelamejorcomediaenlaquetomóparte.SehabíaidodeAméricaporqueamabaEuropaytodoloquesignificabaInglaterraoFrancia:laburguesía, lagalantería, las tradicionesde linajeyde lugar, lavidavividabajo viejos retratos en habitaciones con altos zócalos de roble.Allí, al otroladode lamesitade té,estabaEuropa,estabaaquellacosavetustapropiadeFrancia e Inglaterra, los herederos del terrateniente inglés y del soldadofrancés;andrajosos,sinafeitarypidiendocervezaagritos,queignorabancontotal desvergüenza la diferencia entre pobreza y riqueza, repantigados,indiferentes y seguros de sí mismos. Desde el otro lado de la mesa, lescontemplaba el refinamiento puritano de Boston, y la distancia que losseparabaeramayorqueelAtlántico.

Page 144: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Es justo señalar que, en aquellos momentos, mis dos amigos tenían unaspecto tan horrible que incluso pusieron a prueba el infalible olfato de unposaderoinglésparadescubrir«caballeros».Élsabíaquenoeranvagabundos,pero tuvo que hacer acopio de toda su capacidad de credulidad para que leconvencieran de que eran un miembro del Parlamento y un funcionario deAsuntos Exteriores. Pero, aunque era un hombre simple e incluso bastantetonto,noestoysegurodequenoseenteraramejorqueHenryJamesdeloquepasaba.Elhechodequeunodemisamigosinsistieraenqueletrasegaranunabotella de oporto y el que se la llevara por las calles de Rye como en unaprocesiónreligiosa,ledevolviócompletamentelaseguridadrespectoalaclasesocialalaquepertenecíanaquelloslunáticos.Siempremehanperseguidolasparadojas de aquella comedia, y si alguna vez pudiera expresar todo lo queencerraba,escribiríaungranlibroderelacionesinternacionales.Nodigoqueme convirtiera en el paladín de una alianza angloamericana, pues cualquieridiotapuedehacerloy,enrealidad,generalmentelohace;másbienempezaríapor sugerir algo que a menudo se nombra y a lo que jamás nos hemosaproximadonisiquieraremotamente:unaententeangloamericana.

Comoyahedicho,duranteaquellosdíasenRye,conocíunpocoaMr.H.G. Wells y aprendí a apreciar en él lo que creo que le rebelaba contra laatmósfera deHenry James, a pesar de que el propioHenry James apreciararealmente aquella cualidad de Wells. Henry James lo expresó de la mejormaneraquepodíaexpresarsealdecir:«Cualquier cosaqueWells escribenosólo está viva, sino que patalea». Es una pena que después de esto, fueraJamesquien recibiera lapatada.Pero, enciertomodo,puedocomprender larebelión de Wells contra las habitaciones con altos zócalos de roble y losfantasmas.Loque siempremehagustadodeWells es sudecididaynaturaldisposiciónpara labroma.Eraunode losmejoreshombresdelmundoparamontar una broma larga, aunque tal vez a él no le gustara que, una vezcomenzada,durasemucho.Recuerdoquetrabajamosjuntosenunteatrillodejuguete con una pantomima sobre Sidney Webb. También recuerdo quenosotros inventamos el conocido y difundido juego nacional de Gype.Inventamos todasuertedevariantesycomplicacionesenrelaciónconGype.HabíaTierraGypeyAguaGype.Yomismorecortéycoloreé las figurasdecartón con formasmisteriosas y significativas, los instrumentos de laMesaGype: un juego para los niños. Incluso se estableció debidamente laenfermedad que amenazaría al jugador que se excediera: sufriría de«Atencionitis de Gype». Mis amigos y yo introdujimos en nuestro artículoalusiones a aquel deporte demoda. Bentley coló uno con éxito en elDailyNewsyyoenotroperiódico.Todoestabaenordenyenmarcha,exceptoelpropiojuego,queaúnnosehabíainventado.

Puedo entender que un hombre como Wells creyera que Henry Jamesmostraría una cierta frialdad hacia Gype, y puedo asegurar por la bendita

Page 145: Autobiografía Por G. K. Chesterton

memoriadeGypequepuedoexcusarsureacción;noobstante,siemprepenséque reaccionaba con demasiada rapidez ante todo lo que seguramente teníaqueverconlarapidezdesugenionatural,conelquesiempresimpaticéyalque admiré; sin embargo, creo que siempre estaba en un estadode reaccióndemasiadoexacerbado.Pordecirlodelamaneraquecontodaseguridadmáslehabríamolestado,creoqueeraun reaccionariopermanente.Cadavezquemeloencontraba,siempredabamáslasensacióndevenirdealgúnsitioquededirigirseaalgúnlugar.Siemprehabíasidounliberal,unfabiano,unamigodeHenryJamesoBernardShaw.Yteníarazóncontantafrecuenciaquesusmovimientos me irritaban como la contemplación de un sombrero mecidoperpetuamenteporelmarsinllegarnuncaalaorilla.Perocreoqueélpensabaqueelobjetivodeabrirlamenteessimplementeabrirla,mientrasqueyoestoyabsolutamente convencido de que el objetivo de abrir lamente, como el deabrirlaboca,escerrarladenuevosobrealgosólido.

El nombre de Mr. H. G. Wells me recuerda inevitablemente el de Mr.BernardShaw,cuyonombresóloporpuroazar,enladisposicióndeestelibro,nohaaparecidoenprimertérminodesdeelprincipio.Comoheexplicadoenpáginas anteriores, yo mismo empecé aceptando el socialismo porquesencillamente, en aquella época, me parecía la única alternativa a ladeprimenteaceptacióndelcapitalismo.Heseñaladotambiénquemihermano,quese tomóelsocialismomásenserioopor lomenosmáscientíficamente,llegóaconvertirseenunainfluenciareconocidaenlasociedadfabiana,y,enaquella época, tenía mucho más trato con George Bernard Shaw que yo.Tambiénestabamuchomásde acuerdoconél.Mi experiencia fundamental,desde el principio hasta el final, ha consistido en polemizar con él. Vale lapenaseñalarqueheaprendidoaprofesarleafectoyun respetocálidomásapartirdenuestradisensiónqueapartirdeloquelamayoríadelagentelograatravés del acuerdo. Bernard Shaw, a diferencia de algunos de los que hehabladoaquí,muestrasuladomejorenelantagonismo.Diríaquemuestrasuladomejorcuandoseequivoca;o,mejoraún, todoenéleserróneo,salvoélmismo.

EmpecéadiscutirconMr.BernardShawenlaprensacasitanprontocomoempecéaescribir.Fueapropósitodemissimpatíaspro-bóerenlaguerradeSudáfrica.Losquenocomprendan loque fue la filosofíapolítica fabianaesposiblequeno sedencuentadeque los fabianosmás importantes eran casitodos imperialistas.Mr. yMrs. SidneyWebb eran en ese aspecto ardientesimperialistas; Hubert Bland era aún más ardiente; mi hermano era unimperialistatanardientecomoHubertBland,einclusoBernardShaw,aunquemanteníaciertalibertadparacriticaratodoelmundo,eradefinitivamenteunimperialistasi se lecomparabaconmigooconmisamigospro-bóers.Desdeentonces, ha circulado la leyenda, sobre todo entre sus oponentes másestúpidos,dequeMr.BernardShawesunaudazrevolucionarioirlandésyque

Page 146: Autobiografía Por G. K. Chesterton

siempre ha sido anti-británico. La verdad es queMr.Bernard Shawha sidosiempredemasiadopro-británico.LaotraisladeJohnBullesdemasiadopro-británicayhaceque«Laotra isla»seaenexceso ladeJohnBull.Otorgaalhombre de negocios inglés un éxito en Irlanda que nunca había tenidoanteriormente, aunque por supuesto insinúa que el éxito se basa casi porcompletoenlaestupidez.Enrealidad,losintentosdehombrescomoBalfour,Birrell, Wyndham y Morley de gobernar Irlanda podrían describirse másacertadamentecomounbrillantefracasomásquecomounéxitoestúpido.Nosetratabadequelosestúpidoshicieranalgoconsuestupidez,sinodequelosinteligentesnohacíannada.Asíocurrióenestaviejaydefinitivacrisisdelaguerra contra la república holandesa. Comparado con Belloc o conmigo,BernardShawestabatotalmenteafavordelaguerrasurafricana.Encualquiercaso, estaba decididamente a favor de la paz surafricana, la particular paxbritánicaalaqueaspirabalaguerrasurafricana.Enloreferenteaesteasunto,pasaba lo mismo conMr. H. G.Wells, quien, por aquel entonces, era unaespeciedefabianoadherido.Setomólamolestiaderidiculizarlaindignacióndelospro-bóersporloscamposdeconcentración.Porsupuesto,aúnmantieneque, aunque todas las guerras sean indefendibles, esta es la única clase deguerraquepuededefenderse.Diceque lasgrandesguerrasentre losgrandespoderessonabsurdas,peroque,paracontrolarelplaneta,podríasernecesarioobligara lospueblosatrasadosaabrirsusrecursosalcomerciocosmopolita.En otras palabras, defiende la única clase de guerra que desprecioprofundamente, la que intimida a los pequeños estados para conseguir supetróleo o su oro, y él desprecia la única clase de guerra que yo realmentedefiendo: la guerra entre civilizaciones y religiones para decidir el destinomoraldelaHumanidad.

Lo digo como un cumplido hacia los fabianos. Un cumplido a sucoherencia,asícomoalascontradiccionesdesusdiscutiblespuntosdevista.Teníanytienenbastanterazónensuspuntosdevistasobrelacentralizaciónyen estar a favor de los Grandes batallones y los Grandes negocios. Losincoherentes son los socialistas sentimentales (como Mr. Wells señalaacertadamente) cuando sostienen que un campesino no tiene derecho a lapropiedad de un campo de maíz, pero un conjunto de campesinos tienederecho a un campo petrolífero. Ellos son los pensadores más ambiguoscuando defienden las pequeñas nacionalidades, pero no las pequeñaspropiedades;sonmásambiguos,peroavecesmuchomásagradables.Sólounadelgada hoja de papel separa al imperialista del internacionalista, y losprimeros fabianos tuvieron la lucidez de verlo. La mayoría de los otrossocialistashanpreferidolashojasdepapelyhancultivadohojasdepapelcadavezmásfinas.

Delamismaforma,Mr.BernardShawsehasentidomuyhalagadoporlasfalsasacusacionescontraél, sobre todopor lade serunaespeciede rebelde

Page 147: Autobiografía Por G. K. Chesterton

irlandés. Quienquiera que recuerde aquellos viejos tiempos sabe que él eracualquiercosamenoseso.Partedelcultofabianoalsentidocomúnconsistíaenconsiderarelnacionalismoirlandéscomounsentimentalismoestrechoquedistraíaa loshombresdelasuntovitalde la socializaciónde los recursosdetodoelmundo.Perosólomerefieroaquíaesteerrorparaponerderelievequemi polémica con Bernard Shaw, tanto lógica como cronológicamente, duradesde el principio.Desde entonces, he discutido con él sobre casi todos lostemasdelmundoysiemprehemosestadoenbandoscontrarios,sinhipocresíani animosidad.Yo he defendido la institución familiar contra sus platónicasfantasíassobreelEstado.Hedefendidolainstitucióndelachuletaylacervezacontra lahigiénicaseveridaddesuvegetarianismoysuabstinencia total.Hedefendidolaviejaidealiberaldelnacionalismocontralanuevaideasocialistadelinternacionalismo.Hedefendidolacausadelosaliadoscontralaperversasimpatía que sentían los pacifistas por los imperios centroeuropeos. Hedefendidoloqueconsiderolassagradaslimitacionesdelhombrecontraloqueél considera el vuelo ilimitado del superhombre. En realidad, fue en esteasuntodelhombreyelsuperhombreenelquesentíqueladiferenciaeramásclara y definida; la discutimosmucho y desde todos los ángulos.Mi amigoLucianOldershawanunciósuintencióndeescribirunarespuestaaHombreysuperhombrequesetitularíaShawandOldershaw.

Pero, en realidad, todas esas diferencias se reducen a una diferenciareligiosa,comocreoquesucedecontodaslasdemás.Alprincipio,yonosabíaqué era la diferencia religiosa, y todavíamenos qué era la religión. Pero ladiferencia consiste en que los partidarios de Shaw creen en la evoluciónexactamenteigualquelosviejosimperialistascreíanenlaexpansión.Creenenalgoenormequecrecey siguecreciendocomounárbol,peroyocreoen laflor y el fruto, y la flor es a menudo pequeña. El fruto es final y, en esesentido,finito;tieneformayportanto,límite.Tieneunaimagengrabadaqueeslacoronaylaconsumacióndeunobjetivo;losmísticosmedievalesusaronlamismametáforay lo llamarongoce.Aplicadoalhombre, significaqueelhombreesunacreaciónmássagradaquecualquiersuperhombreosupermonoyque sus propios límites son sagradosy comounhogar, puesDios se hizopequeñoenesehundidoaposentoenlasrocas.

Me he demorado en este largo duelo a fin de terminar con el correctosaludoalduelista.Noesfácildisputarviolentamenteconunhombreduranteveinte años sobre el sexo, el pecado, los sacramentos; sobre cuestionespersonalesdehonor,delospilaresdelaexistenciamássagradosodelicados,sin irritarse a veces o sentir que el otro lanza golpes bajos o que empleaingenuidadesvergonzosas.PuedotestificarquenuncaheleídounaréplicadeBernardShawquenomedejarademejorhumoromejorestadodeánimo;quenomedieralaimpresióndequesurgíadeunainagotablefuentedeequidadyagudezaintelectualyquenosaborearadealgunamaneraesagrandezainnata

Page 148: Autobiografía Por G. K. Chesterton

que el filósofo atribuía al Hombre Magnánimo. Hace falta estar tan endesacuerdoconélcomoyoloestoyparaadmirarletantocomoyoleadmiro,yestoyaúnmásorgullosodeélcomocontendientequecomoamigo.

No obstante, aunque Shaw es uno de mis contemporáneos preferidos,resultaba que nos veíamos más en público que en privado, y generalmentesobreunestrado,especialmentesobreestradosenlosquenoscolocabanparaque lucháramos como dos actores ambulantes. Desde luego, él tieneexcentricidades que más bien se podrían llamar perseverancias y que amenudodificultanelbuenhumorcomúnycorriente. Incluso las anfitrionas,pornohablardelosanfitriones,sesorprendenavecesanteuncaballeroquemuestra mayor horror al té que al vino o la cerveza. Cuando me lo heencontrado entre mis amigos más alegres, siempre ha defendidoobstinadamente sus ideales negativos, a veces hasta llegar al punto de laprovocación. Entre los recuerdosmás divertidos que estoy rememorando eneste capítulo, están los banquetes enloquecidos que ofrecía Mr. MauriceBaring, que, en relación a estos asuntos, bienmerecería un capítulo para élsolo.Elproblemaesquemetemoquenadieselocreería,ydesautorizaríaelresto de esta narración laboriosa y veraz. No me corresponde a mí hacerjusticiaaquíaesadivinaalegríadevivirqueindujoauncaballeroacelebrarsucincuentaaniversarioenunhoteldeBrighton,amedianoche,bailandounadanza rusa con inconcebibles contorsiones y lanzándose después al marvestidodegala.Talveznoseaprudentecontartodalahistoriadeaquellagrancenaquesecelebróenunainmensacarpa,enlosjardinesdeWestminster,traslacualsecocieronhuevosenelsombrerodeSirHerbertTree(porqueeraelsombrero más chic y brillante de la reunión). Recuerdo haber aceptado unencuentro de esgrima con espadas de verdad con un caballero que estaba,afortunadamente, más bebido que yo. Curiosamente, un periódico francéspublicó con total sangre fría el relato de aquella gran fiesta, y pudohacerloporque un periodista francés, tras un discurso plácido, ingenioso y lleno decumplidos, había cometido esa pérfida artimaña gala de permanecertotalmente sobrio.Recuerdo que su artículo—muy poco serio—, empezabaasí:«“DenuncioaShaw.Estásobrio”.¿Quiénpronuncióestaspalabras?LasdijoGeorgeWells»; y continuaba enunavena igualmente personal. Pero esrealmente cierto, y sé que Shaw lo consideraría simplemente coherente yrespetable, que él mismo se levantara, protestara muy serio y luego salieraairosodelasalacomounpuritanodelsigloXVIIhabríasalidodeunatabernallenadeCavaliers.

Incluso elmás sincero puritanodel sigloXVII se equivocaba al suponerquelosCavaliersnopodíansersinceros,yhastaserios,aunqueesposiblequeconfrecuenciaseleshayarelacionadoconsimplesjuerguistasdelacalidaddeDonne,HerbertoSirThomasBrowne.Habíatantasabiduríacomoingenioenaquellos chiflados y en aquellas borracheras demis excesos juveniles; y no

Page 149: Autobiografía Por G. K. Chesterton

sólouna sabiduría extraordinaria, sino tambiénuna extraordinariavirtud.EsunacoincidenciaquesehayasimbolizadoesavirtudenelapellidodeHerbert.El propioMaurice Baring ha recogido en una noble elegía las virtudes delHerbert de su propia generación; el segundo Auberon Herbert, hijo delexcéntrico individualista quedespuésheredó el títulodeLordLucas.Él fuecon toda seguridad el buen cavalier. Todo el mundo se sentía mejor alconocerlo,aunquefueraenunambientedebacanal;elvalor,lafranquezayelamor a la libertad emanaban de él como señales luminosas, aunque él eraabsolutamentemodestoynatural;yelmaltratadotérmino«liberal»,aplicadoaunpartidopolítico,significóalgomientrasélvivió.Suvalentíaeradelomáspeculiar:impensaday,aunquemodesta,extravagante.Llevabaunapiernaounpiedemadera,trashaberperdidoelmiembroenlaguerradeSudáfrica,ylohe visto salir por una ventana en lo alto de una vertiginosa torre deapartamentos,reptarcomounaarañahastalaventanasiguiente,sinbarandilla,ni balcón ni ningún otro sitio donde apoyarse, y, tras volver a entrar por lasiguienteventana,volverasalirotravezporladeallado,tejiendounaespeciedeguirnaldaalrededordelacúpuladeledificio.Estahistoriaesrigurosamentecierta,peroenaquelcírculocorríanmuchoscuentosyeradivertidovercómoibancreciendo.UnavezrompíunvasocorrienteenlamesadeHerbertynacióla leyenda de que se trataba de un vaso de incalculable valor artístico ymonetario, cuyo precio aumentaba constantemente hasta llegar a valermillonesyadquiríauncoloryunaformadignadeunvasode lasMilyunanoches.De este incidente (y de la forma jocosa en la queBaring pisoteabacomo un elefante los fragmentos de cristal), surgió un lema quemuchos denosotros usamos en posteriores polémicas en defensa de cosas románticas yrevolucionarias; la frase era: «Me gusta el ruido del cristal roto». Yo loconvertíenelestribillodeunabaladaqueempezabaasí:

Príncipe,cuandotométuesbeltacopa

yconebriocuidadoladestrocé,

nosabíaqueaRomaylaGalia

selahabíasganado;noeraconsciente

dequedescansójuntoaltronodeCarlomagno

ysirvióaSanPedroenlamisasolemne.

…Lamentoquefueraunobjetoraro;

megustaelruidodelcristalroto.

Esjustodecir,enhonoranuestraalegrecompañía,quenonoslimitábamosarecitarocantarnuestraspropiascomposicionespoéticas;Bellocestabacasisiempredispuestoahacerunfavor,ycreoqueaquellaestrepitosa,estridentey

Page 150: Autobiografía Por G. K. Chesterton

nomenospatéticacanciónconelestribillo:

Ylaspuertasdelcieloabiertasdeparenpar

paradejaralapobreHilaryentrar,

se oyó por vez primera en una de aquellas tardes tranquilas de mutuasenseñanzasyconocimientos.Sinduda,cantamosmuchísimasdelascancionesmás bonitas de la lengua inglesa, escritas por poetas antiguos y modernos;cuentanque,cuandoHerbertvivíacercadeBuckinghamPalace,cantábamos«EltambordeDrake»conunpatriotismotanapasionadoqueelreyEduardoVIIenvióunrecadoparaquedejásemosdehacerruido.

Meha llevadoamencionarestossuperfluosaunqueagradablesrecuerdoselobservarqueelelementopuritanoenBernardShawsecaracterizabaporunasincera aversión hacia estas cosas. Probablemente aún habrámuchos que leconsiderenunbufón,perolaverdadesquenadamáslejosdeélquelasimplebufonería.Suausteridadestaninherenteasupersonalidadyasulimpiezademirasquenosepuededesearquecambie;noobstante,siguesiendociertoqueelpuritanonocomprendelamoralnilareligióndelcavalier.Enlamayoríadelosasuntos,meheencontradomáscercadeMr.BernardShawquedeMr.H.G. Wells, el otro genio de los fabianos, aunque admire profundamente aambos.Peroenesto,WellsseparecíamásamíqueShaw.Wellscomprendeelcolor y el calor del buenhumor, aunque sea humor animal, y comprende lasaturnal en la que a veces el senador puede relajarse como el esclavo. Sinembargo,hastaenestohayunadistinción.AShawlegustalaaventura,peroen su caso han de ser aventuras al aire libre.No encuentra diversión en lasbodegasnienlascuevasdelcontrabandista,sinoquerequiereunalevedadenciertomodocelestialenelsentidoliteraldeestarsubdivo.Paradecirloendospalabras, Wells comprende la música, y Shaw sólo comprende la músicacelestial.

Estabadestinadoaoírsumúsicacelestialalmenosenunaocasiónytuveelprivilegiodehacereltontoconéllejosdelaescenapolítica,aunquenotanlejosdelescenarioteatral.TodoempezócuandoBernardShawaparecióenmicasa de Beaconsfield, animadísimo, y proponiéndome que apareciésemosjuntos,disfrazadosdevaqueros,enunaespeciedepelículaqueproyectabaSirJames Barrie. No voy a describir el objetivo o el carácter del espectáculo,porquenadielosuponunca,aexcepción,supuestamente,deSirJamesBarrie.Perodurante todoelproceso, inclusoBarrieparecíaocultarsea símismosusecreto. Lo único que pude sacar en claro es que otras dos personas muyconocidas,LordHowarddeWaldenyMr.WilliamArcher,elsolemnecríticoescocésytraductordeIbsen,habíanconsentidoenhacerdevaqueros.«Bueno—dije, tras unmomentode reflexión—,Diosnopermitaque alguienpuedadecirquenoviunabromasiWilliamArcher lavio».Luego, trasunapausa

Page 151: Autobiografía Por G. K. Chesterton

pregunté: «¿Pero, dónde está la gracia?». Shaw contestó con divertidavaguedadquenadiesabíadóndeestabalagraciayqueesaeralagracia.

Descubríqueelmisteriosoprocesosedividíaprácticamenteendospartes.Ambas eran gratamente misteriosas a la manera de Mr. Oppenheim o Mr.EdgarWallace.Unadeellaseraunacitaenunaespeciedetejeraabandonadaen un descampado de Essex, donde se suponía que estaban escondidosnuestrostrajesdevaqueros.LaotraeraunainvitaciónaunacenaenelSavoypara «discutir el asunto» con Barrie y Granville Barker. Asistí a estas dosmelodramáticas citas y aunque ninguna de ellas me aclaró nada de lo quesupuestamenteestábamoshaciendo,lasdosfuerondivertidasasumodoymuydistintas de lo que se esperaba.Nos dirigimos a la tierra baldía de Essex yencontramos nuestro equipo del lejano oeste, aunque todos nos enfadamosmuchísimoconWilliamArcher,que,contotalprevisiónescocesa,llegóallíelprimeroysepusolosmejorespantalones.Desdeluegoeranunosestupendospantalones de piel; los otros tres jinetes de la pradera tuvimos quecontentarnosconpantalonesdelona.Esterasgodeindividualismosecomentódurantetodalatarde;mientras,noshacíanrodardentrodeunosbarriles,nosdescolgaban sobre falsos precipicios y finalmentenos soltaron enun campoparaquedomásemosaunoscaballitossalvajes,tanamaestradosqueenlugardequenosotroscorriéramostrasellos,nosseguíanparameternoselhocicoenlosbolsillosenbuscadeterronesdeazúcar.Aunqueparezcainverosímil,esunhechoquetodosnosmontamosenlamismamotocicleta,cuyasruedasgirabandebajodenosotrosparaproducir la ilusióndequenosprecipitábamoscomoun rayo por el desfiladero. Cuando el resto por fin se desvaneció sobre losacantilados colgando de la soga,me dejaron como un contrapeso necesariopara sujetarla; Granville Barker me gritaba para que mostrara sacrificio yresignación,cosaqueyohacíaconlosgestosmássalvajesyexageradosqueseme ocurrían, y estoy orgulloso de decir que con gran aplauso generalizado.Durantetodoaqueltiempo,Barrie,consucuerpecillodetrásdesugranpipa,permanecíaenpie congesto impasible sinquenadaenéldejaraentrever lamásleveindicacióndeporquénoshacíapasarporaquellasterriblespruebas.Nuncame habían parecido los tranquilizadores efectos delArcadiaMixturemás poderosos o menos escrupulosos. Era como si el humo que salía deaquellapipafueranosólounvapordemagia,sinodemagianegra.

Pero la otra mitad del misterio era, si cabe, más misteriosa. Era másmisteriosaporqueerapública,pornodecirabarrotada.FuialacenadelSavoycon la impresión de que Barrie y Barker revelarían a unos pocos algo delproyecto. En lugar de eso, encontré el escenario del teatro Savoy lleno deltodoLondres,comodicenlosperiódicosdesociedadcuandoquierenreferirseatodoaquelquecuentaensociedad.DesdeelPrimerMinistro,Mr.Asquith,almás amarillo y críptico agregado oriental, todos estaban allí cenando enpequeñas mesas y charlando de cualquier cosa excepto del asunto que

Page 152: Autobiografía Por G. K. Chesterton

teníamos entre manos. Por lo menos estaban todos allí, excepto Sir JamesBarrie,que,enestaocasión,sehabíavueltototalmenteinvisible.Haciaelfinaldelacena,SirEdwardElgarlecomentódepasadaamiesposa:«Supongoquesabequelehanestadofilmandodurantetodoesterato».

Porloqueconozcoaladama,espocoprobablequeestuvierablandiendouna botella de champán o llamando la atención de modo parecido, peroalgunosse tirabanbolitasdepanymostrabanunamarcada relajaciónde laspreocupacionesdeEstado.Luego,loscuatrojinetesalosqueeldestinohabíaelegido para llevar una vida salvaje en el oeste, recibieron instruccionesprivadas que se tradujeron públicamente en lo siguiente. Se desalojó elescenarioylareuniónsetrasladóalauditorio,dondeBernardShawlesarengóconundiscursofuribundoygestos ferocesdenunciandoaBarkeryBarrieydesenvainando por último una espada enorme. A una señal suya, los tresrestantes nos levantamosblandiendo también espadas y, saliendopor detrás,asaltamos el escenario. Y allí, nosotros (quienquiera que fuésemos)desaparecimosparasiempredelamemoriaylacomprensiónrazonabledelahumanidad,porquejamás,desdeaqueldíahastahoy,sehanaclaradolomásmínimo las razones de nuestro extraordinario comportamiento. Desdeentonces,deformatortuosaylejana,mehanllegadovagasinsinuacionesenelsentido de que había un significado simbólico en nuestra desaparición de lavidarealyensercapturadosoatrapadosenelmundonovelescodelceluloide;yqueduranteelrestodelaobraluchábamosparavolveralarealidad.Nuncahesabidoconseguridadsiesaeralaidea;sóloséqueinmediatamentedespuésrecibíunaamistosanotadeSirJamesBarrieenlaquesedisculpabaydecíaquetodoelproyectoseibaalgarete.

Nolosé,peromelohepreguntadoamenudoyavecesheimaginadoquehabía otro sentidomás oscuro del que yo había imaginado, un secreto que,escondido en la pipa de Barrie, había acabado en humo. Realmente habíahabidounaespeciedeirrealidadsobrenaturalenlalevedaddeaquellasúltimashoras, comoalgoaltoypenetrantequepuedequebrarse,yque realmente sequebró.Aveces,mehepreguntadosisepensaríaqueestafantasíadelLondresmodernoparecería incongruente con algoque ocurrió días después.Sucedióque el gobierno austríaco lanzó una especie de ultimátum a Serbia. Pocodespués, ante el vertiginoso desarrollo de los acontecimientos, llamé aMaurice Baring; recuerdo el tono de su voz: «Tenemos que luchar. Todostenemosqueluchar.Noveoquenadiepuedaeludirlo».

Si losvaqueros luchabanporencontrarelcaminodevueltaa larealidad,nohaydudadequeloencontraron.

Page 153: Autobiografía Por G. K. Chesterton

XI

LASOMBRADELAESPADA

YahacíabastantetiempoquevivíaenBeaconsfield,condadodeBucks,laciudadque algunos de sus pobladores creen que debe su nombre al políticoLordBeaconsfield. Es como si creyeran que Inglaterra toma su nombre delpirataMr. Inglaterra, casi añadiríaqueconperdónde lospiratas.No sé conseguridadporquéDisraelitomósutítulodeBeaconsfield,unpuebloquecasinunca visitó, en lugar de tomarlo deHughenden, donde él vivió. PeroLordBurnham, el fundador del Daily Telegraph, me contó que—según dicen—Disraeli había elegidoun títuloqueoriginalmente estabadestinado aBurke,quien sí vivía en Beaconsfield y cuyo recuerdo aún pervive de diversasmanerasenellugar.Mr.Garvin,eldirectordelObserver,viveenlaqueundíafuelacasadelagentedeBurkeydondeelrobledemijardíneraunodelosárboles quemarcaban la linde de esta tierra.Me alegro de queMr. Garvinencajeenesepaisajepolíticomuchomejorqueyo,porqueadmiroaBurkeenmuchos aspectos, aunque disienta de él en casi todo. Perome sorprende lomucho que Mr. Garvin se parece a Burke: en su origen irlandés, suconservadurismoinglés,suelocuencia,sugravedadyenalgoquesólopuedellamarserapidezmental.Unavezlepropusequeapareciéramosenunfestivallocal,élenelpapeldeBurke,yyo,eneldeFox,unpapelalquetansolomiperímetromedaderecho.Ojalánuncalleguelahoraoscuraydifícilenquelasdiferencias políticas se conviertan en personales y Mr. Garvin empiece alanzarmedagasydéporterminadanuestraamistad.

HevividoenBeaconsfielddesdequeera casiunpueblohastaque sehaconvertido,comoinsolentementediceelenemigo,encasiunsuburbio.Seríamásacertadodecirque,enciertosentido,lasdoscosassiguenexistiendoalavez;elinstintopopularhareconocidoesadivisióncuandohabladelaciudadviejay la ciudadmoderna.Enciertaocasiónproyectéunexhaustivo trabajosociológicoenvariosvolúmenesquetituléLosdosbarberosdeBeaconsfield,basadoporcompletoenlacharladelosdosmagníficosciudadanosalosqueyo confiabami barba.Verdaderamente, aquellas dos barberías pertenecían ados civilizaciones distintas. El peluquero de la ciudadmoderna pertenece alnuevomundo y tiene la impecabilidad del especialista; el otro tiene lo quepodríallamarselahabilidadambidiestradelcampesinoqueafeita,pordecirlodealgunamanera,conunamano,mientrasdisecaardillasovendetabacoconla otra. Este me cuenta sus recuerdos de lo que sucedió en el viejoBeaconsfield; el otro, o sus empleados, me cuentan lo que el Daily Mailcuenta de lo que no sucedió en un mundo más grande. Planteo estacomparaciónsimplementecomointroducciónaunasuntoparalelode interéslocalyqueresultaqueencarna,posiblementemejorqueningúnotrosímbolo,

Page 154: Autobiografía Por G. K. Chesterton

importantes asuntos que trascienden lomeramente local. Si quisiera escribirunlibrosobreelconjuntodeestedecisivoperíodoenlahistoriadeInglaterra,incluidalaGranGuerraymuchosotroscambioscasitangrandes,ledaríalaformadeunaHistoriadelmonumentoaloscaídosdeBeaconsfield.

La primera y sencilla propuesta fue la de erigir una cruz en el cruce decaminos. Hacia la mitad de la discusión, ya habían entrado a debate lossiguientes temas: 1, la situación de la mujer en el mundo moderno; 2, laprohibiciónyelalcohol;3,laexcelenciaolaexageracióndelcultoaldeporte;4,elproblemadelparo,especialmenteeldelosexcombatientes;5,laayudaaloshospitalesylasexigenciasbásicasdelacirugíaylamedicina;6,lajusticiadelaguerray7,porencimadetodo,omásbienpordebajodetodo,puesseenmascarabaoinsinuabasimbólicamentedemodosdiversos,lagranguerradereligión que nunca ha dejado de dividir a los seres humanos, especialmentedesdequeel signode lacruzsealzóentreellos.Losquedebatíanelasuntoformaban un pequeño grupo de habitantes de una pequeña ciudad deprovincias: el rector de la parroquia, el médico, el director del banco, losrespetables comerciantes del lugar y unos cuantos satélites como yo, quepertenecían a profesiones poco respetables como el periodismo o las artes.Pero los poderes espirituales presentes allí provenían de todas las épocas ycamposdebatalladelahistoria.Mahomaestabaallí;losiconoclastasllegabancabalgando desde Oriente para destrozar las estatuas de Italia; Calvino,Rousseau, los anarquistas rusos y toda la vieja Inglaterra enterrada bajo elpuritanismo; Enrique III encargando pequeños iconos para Westminster yEnrique V, después de Agincourt, de rodillas ante los altares de París. Sirealmenteunopudieraescribirlapequeñahistoriadeesepequeñolugar,seríaunadelasgrandesmonografíashistóricas.

Loprimeroquehayqueseñalar,comoalgotípicodelestiloactual,esuncierto efecto de tolerancia que en la realidad se manifiesta como timidez.Podría creerse que la libertad religiosa significa que todo elmundo es libreparahablardereligión.Enlapráctica,significaqueacasinadieselepermitenisiquieranombrarla.Unasalvedaddeciertointerésesqueenesto,comoenmuchascosas,lospobreseinclusolosignoranteshacengaladeunainmensasuperioridadintelectual.Alosjornalerosdelaciudadviejalesgustabalacruzporqueeraunsímbolocristiano,ylodecían,onolesgustabalacruzporqueera papista, y también lo decían. Pero los líderes del grupo antipapista seavergonzaban de hablar de antipapismo. No decían claramente queconsideraban que un crucifijo era algo malo, pero decían con rodeos quepensabanqueunabombacomunalparaextraeragua,unafuentepúblicaounautobúsmunicipalerancosasqueestabanmuybien.Noobstante,lamayoríaapoyaba lapropuestadeconstruirunclub,especialmentepara losveteranos,donde pudieran tomarse un refresco —aquí fue donde surgió el tema delalcohol—,practicarjuegos—aquísurgióeltemadeldeporte—,posiblemente

Page 155: Autobiografía Por G. K. Chesterton

incluso compartir el club en términos de igualdad con sus esposas y otrasmujeresdelacomunidad—aquísurgióeltemadelosagraviosalasmujeres—,ydisfrutardetodoloquedesearíamosquedisfrutaranlosexcombatientessirealmentetuvieranoportunidaddehacerlo.Enesesentido,elproyectoeraadmirable, pero, a medida que progresaba, se iba haciendo casi demasiadoadmirable, en el sentido latino original de asombroso. Los que lo habíanpropuestose llamabanasímismoselgrupodelosprácticosynos tachaban,contodajusticia,alosdelotrogrupo,desoñadoresyvisionariosmísticos.Sepusieron manos a la obra y dibujaron los planos del club; unos planosverdaderamente magníficos hasta en los mínimos detalles. Por lo querecuerdo, había campos de cricket, estadios de fútbol, piscinas y campos degolf. El incidente tiene una primera moraleja respecto a esa extraña ideamodernadeloprácticoyloconstructivo,quesimplementeparecesignificarloque es grande y además se anuncia con grandilocuencia. Al final de lapolémica, la propuesta del grupo de los prácticos se había inflado como ungloboyhabíaalcanzadolasdimensionesdelpalaciodeAladino.Noexistíalamásremotaposibilidaddeconseguirsubscripcionesparasemejanteproyectoque, al ritmo que crecía, podía ascender a millones. Mientras tanto, lapropuesta de los visionarios podía realizarse fácilmente con unos cuantoscientosdelibras.

Y la segunda moraleja de la historia es lo difícil que le resulta a lamentalidadmodernaentenderlaideadefinalidaduobjetivo.Cuandohablabaen favor del sencillomonumentodepiedra en el crucede carreteras, cité laexcelenterespuestadeMr.BingleyenOrgulloyPrejuicio,enelmomentoenque su hermana le pregunta, justo antes del baile, si no sería mucho másracional que, en un baile, la conversación ocupara el lugar del baile; y élcontesta:«Sí,muchomásracional,peronoseparecenadaaunbaile».Señaléqueunabombaparaelaguapodíaresultarmuchomásracionalqueunacruz,peronoseparecenadaaunmonumentoa loscaídos.Unclub,unaladeunhospitalocualquiercosaconunafinalidadpráctica,administraciónyfuturo,no sería en absolutounmonumento a los caídos; en lapráctica, no seríaunrecuerdodelaguerra.Silagentepensabaqueunmonumentoquerecordaralaguerraeraunerror,quelodijera.Silesparecíaundespilfarrogastareldineroen unmonumento a los caídos, descartemos el monumento y ahorremos eldinero.Perohaceralgo totalmentediferentea loquequeríamoshacercon laexcusa de hacer otra cosa que no deseábamos hacer es impropio delHomosapiens y de la dignidad de ese pobre y viejo antropoide.Conseguí algunasadhesiones,peromeparecequehabíamuchosqueaúnpensabanqueyonoerapráctico,aunque,enrealidad,yoeraespecialmenteprácticoparaaquellosqueconocían el verdadero significado del término pragma. El rector de laparroquia de Beaconsfield ofreció un ejemplo práctico del problema de lasconmemoracionesnoconmemorativascuandosimplementeselevantóydijo:

Page 156: Autobiografía Por G. K. Chesterton

«YatenemosunalaenelhospitaldeWycombequesesuponequeconmemoraalgo.¿Mepuededeciralguienquéconmemora?».

Decualquierforma, lacruzeralocrucialydecirloasínoesunjuegodepalabras, sino una sencilla verdad; pero lo curioso es que pocos de los queencontraban que la cruz era crucial admitirían que era crucial porque era laCruz. Planteaban toda clase de objeciones alternativas o todo tipo depropuestasalternativas.Unaseñoradeseabaerigir laestatuadeunsoldadoyyomeechéatemblarsabiendoenloquepuedeacabarlodeesasestatuas;porsuerte, otra señora, que tenía un sobrino en laMarina, gritó indignada: «¿Yqué hay de losmarinos?». En vista de lo cual, la primera señora lanzó unaapresuradaperocordialdisculpa:«Claroquesí;tambiénladeunmarino».Acontinuación, una tercera dama, con un hermano en aviación, propuso quetambiénseincluyeraunaviadorenelgrupo,ylaprimeraseñoraaceptótodosy cada uno de los añadidos con amplios y generosos gestos. Así que aquelmagnífico monumento escultórico pronto estuvo poblado de tanques ycoronadodeaviones.Parecíaunpocopeligroso,peromásseguroqueunacruzenlaplaza.Seadujeronotrasobjecionesaesteúltimosímbolo,probablementeparataparlaverdaderaobjeción,como,porejemplo,queelmonumentoseríaunobstáculoparael tráfico.Eldoctordelpueblo,unmédicoadmirableperoescéptico como un colegial, observó amablemente: «Si van ustedes a erigiralgoasí,esperoqueleponganunaluzotodosnuestroscochesseestrellaranenlaoscuridad».Después,miesposa,que,enaquellaépoca,eraunafervienteanglicana, observó en una especie de raptomístico: «¡Oh, sí! ¡Qué bonito!¡Una lámpara siempre encendida ante laCruz!», que no era exactamente loqueelhombredecienciahabíapropuesto;perodifícilmentehabríaencontradounapoyomásentusiasta.

Para terminar, lo más significativo de este episodio fue el final. Si hayalguienquenosedécuentadeloduraderasopersistentesque,apesardetodo,sonlasviejasconvencionessocialesinglesasysuestructuradeantiguoestadoaristocrático, lo mejor que puede hacer es considerar el tranquilo e irónicofinal de la gran batalla del monumento a los caídos de Beaconsfield. Secelebróunenormeplebiscitoporescritoenelqueapenasnadiesabíaafavordequévotaba;noobstante,laopcióndeconstruirunclubresultóganadoraporunestrechomargen.Elclubporelquelaprácticamayoríahabíavotadonoseconstruyónunca.Lacruz,porlaquelaminoríamásmísticasehabíaolvidadodevotar,seconstruyó.Cuandoacabótodoelfollóndepapelesydereunionespúblicasy todospensabanyaenotrascosas,el rectorde laparroquiamontópor iniciativa propia una discreta colecta entre sus correligionarios ysimpatizantes, consiguió el suficiente dinero para erigir una cruz y lo hizo.Mientras, Lord Burnham, el principal terrateniente de la zona, con idénticadiscreción, informóa los excombatientesy a sus simpatizantesdeque, si lodeseaban, podíanmontar su club en un salón de su propiedad. Les pareció

Page 157: Autobiografía Por G. K. Chesterton

estupendo,ylejosdepedirotroclub,semostraroninclusoindiferentessobreelusoqueledabanaeste.AsípasólaGranGuerraporBeaconsfield,haciendodel mundo un lugar seguro para la democracia y la celebración deinnumerablesreunionesllenasdelasrevolucionariasposibilidadesdelmundomoderno; y así, al final, todo aquel asunto lo zanjaron, como en los viejostiempos,laprivadadiscrecióndelterratenienteyelcura.

Sinembargo,hubounasecuelaqueimplicabacosasmásserias.Unnuevogolpe sacudió al grupo anticlerical al descubrir que la cruz era un crucifijo.Esto significaba, paramuchos amables ymoderados disidentes anglicanos yotrosprotestantes,lagotaquecolmabaelvaso.Merecelapenatenerpresenteestadistinción,porqueesatodaslucesunadistinciónirracional.ElevangélicoqueexigeunCristovivienteseguramenteencuentradifícilcompatibilizarconsu religión la indiferencia hacia unCristo agonizante; pero se podría pensarque,encualquiercaso,loprefiereaunacruzmuerta.Enesesentido,inclinarseante la cruz supone literalmente adorar lamaderay lapiedra, puestoque essolamente la imagen en piedra de algo que fue demadera. Es seguramentemenosidólatrainclinarseanteDiosencarnadooantesuimagen;yelcasosecomplica más aún por la relación de la imagen con el otro objeto. Si unhombre estuviera dispuesto a destruir todas las estatuas de Julio César y,además, dispuesto a besar la espada que lo mató, se expondría a que leconfundieranconunardienteadmiradordeBruto.SiunhombreodiaratenerelretratodeCarlosIysefrotaralasmanosdealegríaalverelhachaquelecortólacabeza,sóloélseríaculpabledequeleconsiderasenmásunpuritanoqueunmonárquico.Yelpermitirunaimagendelinstrumentodelaejecuciónmientras se prohíbe la imagende la víctima es tan extrañoy siniestro en elcasodeCristocomoeneldeCésar.Yesto ilustraparcialmente todaaquellasituaciónquecadavezsemehacíamásclarayquemesirvióparadarunpasoadelanteenmivida.

Deestarevoluciónvital,escribirémásadelanteyconmásdetalle,perodemomentoyenrelaciónconelasuntoqueherelatado,diréque,naturalmente,paramíesmotivodeintensa—yenciertomodoirónica—alegríaelque,trastantossobresaltos,idasyvenidas,ycomoresultadoimprevistodeaqueljaleoyalboroto,hoyselevanteenelcentrodemiciudaduncrucifijotallado.Pero,sinmenoscabode la simpatíay respetoque sientopor losvecinosyamigosquerealmenteloerigieron,hayalgo,enelmodoenquesehizoyencómoseaceptó,quenomeparecetotalmenteaceptable.Yonoquieroqueelcrucifijosea un compromiso ni una concesión a los hermanos más débiles, ni uncontrapeso ni un subproducto; quiero que sea un blasón y un orgullo. Noquiero que haya dudas de que nos regocijamos en ello como lo haría unejércitodeviejoscruzadosquedefendieranlaCruzcontralaMediaLuna.Porsialguienquieresaberloquesientorespectoaalgoquecomentopocasvecesyconrenuencia,esdecir,larelaciónentrelaIglesiaqueabandonéylaIglesia

Page 158: Autobiografía Por G. K. Chesterton

que abracé, la respuesta es tan compacta y concreta como una imagen depiedra: no quiero pertenecer a una religión en la queme permitan tener uncrucifijo.Lomismomepasacon lacuestiónmuchomáscontrovertidade laadoracióndelaSantísimaVirgen.Sialagentenolegustaeseculto,estáensuperfectoderechodenosercatólica,peroaloscatólicos,oalosquesellamancatólicos, quiero que la idea no sólo les guste, sino que les entusiasme, lesencantey,sobretodo,quelaproclamenconorgullo.Deseoquesealoquelosprotestantesllaman,contodarazón,santoyseñadeunpapista.Quieroqueseme permita mostrarme entusiasta ante el entusiasmo, y no que se tolerefríamentemimayorentusiasmocomounaexcentricidad.Yesaeslarazónporla que, a pesar de lamejor voluntaddelmundo, nopuedo entender que esecrucifijo, en una punta de la ciudad, sustituya la pequeña iglesia católica yromanadelaotrapunta.

Perohehabladoaquídelmonumentoa los caídospor su relacióncon laguerra.Me he acercado intencionadamente al tema de la guerra desde otroángulo.Enprimer lugar,he tratadoalgunosproblemasquesurgieroncuandotodohuboacabado,porqueilustranciertaspeculiaridadesdemipropiaposturay experiencia. Algunas de las cosas que hay que decir sobre la guerra sólopuedendecirsesi lacontemplamosretrospectivamente,porquelosproblemasque acarreó apenas habían surgido cuando la guerra sólo existía como unaperspectiva;noobstante, sinocuentoeste resumen, todo loquedigaacercadel tema podría ser completamente tergiversado, sobre todo, en el ambientequehaidoproliferandoenlosúltimosdiezodoceaños.

Entremis sólidosy tenacescompatriotasbritánicos, siemprehe tenido ladesventajadenocambiardeopiniónconlasuficienterapidez.Engeneral,hetratadomodestamentedequemisopinionesseapoyaranenrazonesynuncaheentendido por qué habría de cambiar de opinión si las razones no habíancambiado.Sirealmentefueraunbritánicosólidoytenaz,mebastaríaconquecambiaralamoda,porqueesaclasedebritánicotenazalaquemerefieronodeseaserconsecuenteconsigomismo,sinoconelrestodelmundo.Perocomoyo poseo lo que me complace considerar como una filosofía política, hemantenidomisopinionespolíticasenmuchosasuntos.Al iniciodelabatallaporlaautonomíadeIrlanda,creíqueelpaísdeberíasergobernadoporideasirlandesas;ytodavíalocreo,aunquemiscompañerosliberaleshayanhechoelasombroso descubrimiento de que las ideas irlandesas son ideas cristianascorrientes y molientes. Creí que la actuación de Inglaterra en la guerra deSudáfrica fue incorrecta; y sigo pensando que fue incorrecta. Creí que laactuaciónde Inglaterraen laGranGuerra fueacertada;y sigocreyendoquefueacertada.Enelprimercaso,nosaquémisideaspolíticasdelDailyMailyen el segundo, nomepropongo sacar otras delDailyExpress.En el primercaso, pensaba y pienso que el poder financiero judío no debería dominarInglaterra.Enelsegundo,pensabaypiensoqueelmilitarismoymaterialismo

Page 159: Autobiografía Por G. K. Chesterton

prusiano no deberían dominar Europa. Hasta que cambiemi punto de vistasobre estos dos principios, no veo razones para cambiar mi punto de vistasobresusaplicacionesprácticas.Estasuertedeobstinación,basadaenunafríainsensibilidadantelasfluctuacionesdelmercadoyanteelpesoqueseatribuyealasopinionesdelosdosotrespropietariosdetodoslosperiódicos,tieneelgran inconveniente de separar a un individuo de sus contemporáneos. Perotambiéntieneventajas,yunadeellasesqueunhombrepuedemirar,sinsentirel corazón dividido ni la mente alterada, el monumento a los caídos deBeaconsfield.

Enrealidad,todalacuestiónradicaenestepunto.Elmonumentoseerigióallí, como el monumento después del gran incendio, para conmemorar quealgo se había salvado de la Gran Guerra. Lo que se había salvado eraBeaconsfield; de la misma manera que lo que se había salvado era GranBretaña y no un Beaconsfield ideal ni un Beaconsfield perfecto o queprogresabaperfectamente,niunnuevoBeaconsfieldconverjasdeoroyperlascaídasdelcielo,sinoBeaconsfield.Unciertoequilibriosocial,unaformadevida,unadeterminadatradiciónenlamoralyenlascostumbres,queenciertosaspectosdeploroyenotrosvaloro,yqueamenazabanconcaerenunestadodeabsolutay tal vezpermanente inferioridad e impotencia, comparadas conotrastradicionesymodosdevida.Esunatonteríadecirque,enestalucha,laderrota no habría comportado la destrucción, simplemente porque con todaprobabilidadnohabríahabidoloquelegalmentesellamaanexión.Losestadosque sufren esa clase de derrota se convierten en estados vasallos quesimplemente conservan una independencia formal y en los que todos losasuntosvitalesserigenporlapolíticadelconquistador,yquedanimpregnadospor la cultura de este. Los hombres cuyos nombres están escritos en elmonumento a los caídos de Beaconsfield murieron para evitar queBeaconsfield fuera eclipsado inmediatamente por Berlín, que todas susreformas siguieran el modelo de Berlín y que todos sus productos fueranutilizadosparalospropósitosinternacionalesdeBerlín,apesardequeelreyde Prusia no se proclamara explícitamente soberano del rey de Inglaterra.Murieron para evitarlo y lo evitaron. A pesar de los que insisten en quemurieronenvano,yademásdisfrutanconlaidea.

El conflicto estalló en Europa porque el prusiano era insufrible. ¿Cómohabríasidoeseprusianosi,ademásdeserinsufrible,hubierademostradoqueera imbatible? ¿Cómo habría sido el Kaiser, con su fuerza coercitiva y susbaladronadasdeAtila,líderdeloshunos,inclusoentiempodepaz,sihubieraresultado victorioso en una contienda universal? Sin embargo, esa es lapreguntaelementalquehayquehacersesinospreguntamossimerecíalapenaque aquellos hombres empezaran a luchar y siguieran luchando. No escuestióndehacersepreguntasdesmesuradasydelirantessobresielmundohamejorado con la guerra, si Utopía o la Nueva Jerusalén han nacido de la

Page 160: Autobiografía Por G. K. Chesterton

guerra,odepreguntarnoseneseestiloapocalípticotandemodaquéhanacidode la guerra. Nosotros hemos nacido de la Guerra y hemos nacido vivos;InglaterrayEuropahannacidodelaGuerra,contodoslospecadossobresushombros, confundidas, corrompidas, degradadas, pero nomuertas. La únicaguerra defendible es una guerra defensiva. Y una guerra defensiva, por supropiadefiniciónynaturaleza,esaquelladelaqueelhombrevuelveapaleado,sangrante,ypresumetansólodenohabermuerto.

Losqueahoranovaloran lacausaaliadason losqueundía lavalorarondemasiado.Losquesesientendesilusionadosconaquellagrandefensadelacivilización son los que esperaron demasiado. Un genio tan inestable comoMr.H.G.Wellsesuncasotípicodetodaestacontradicción.Empezódiciendoqueelesfuerzodelosaliadosera«laguerraqueacabaríaconlaguerra»,yhaterminado por decir—aunque sea a través de la equívoca máscara de Mr.Clissold—quesólohasidounincendioforestalquenohasolucionadonada.Es difícil decir cuál de las dos afirmaciones es más absurda. Arreglóexactamente aquello que pretendía arreglar, pero era algo más racional ymodestodeloqueMr.Wellshabíadecididoquearreglase.Decirlealsoldadoquedefiendeasupaísqueaquelloes«laguerraqueacabaráconlaguerra»esexactamentelomismoquedecirleaunobrero,reacionaturalmentealtrabajocotidiano, que ese es «el trabajo que acabará con el trabajo». Jamásprometimos poner punto final a ninguna guerra, ningún trabajo o ningunapreocupación. Sólo dijimos que no quedabamás remedio que aguantar algomuymaloporquelaalternativaeratodavíapeor.Enresumen,dijimosloquediría cualquier hombre a la defensiva. Un ladrón allana la vivienda deMr.Brown, pero este logra salvar su vida y su propiedad. Es absurdo que leataquemos y digamos: «Después de todo, ¿de qué ha servido la pelea en elpatio?SiguesiendoelmismoSeptimusBrowndesiempre,conlamismacara,los mismos pantalones, el mismo humor un poco variable a la hora deldesayuno, lasmismasanécdotas sobreelcorredordeapuestasdeBrighton».Es absurdo quejarse de que Mr. Brown no se haya convertido en un diosgriegosimplementeporqueunladrónlegolpearaenlacabeza.Teníaderechoadefenderse;teníaderechoasalvarseyesofueloquehizo,nimásnimenos.Sise hubiera lanzado a purificar el mundo y hubiera disparado a cualquierhipotéticoladrón,nohabríasidounaguerradefensivanitampocodefendible.

Esoesloquequierodecircuandoafirmoque,paramí,elmonumentoaloscaídosdeBeaconsfield conmemora la reivindicacióndeBeaconsfield, nodeunBeaconsfieldideal,sinodeunBeaconsfieldreal.Haymuchascosasenunpueblo ingléscomoestecon lasquenoestoydeacuerdo,ydurante todamivida he luchado por cambiar muchas de ellas. Nome gusta la división delcampoinglés,conpocoscampesinosyexcesodeterratenientes;nomegustacómo el difuso compromiso religioso del puritanismo se transforma enpaganismo,peronoquieroverlodesacreditadoyarrasadoporelprusianismo.

Page 161: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Ladefensadesuprestigioeindependenciacontraunahegemoníasalvajefuejusta. Sin embargo, no estoy seguro de que una guerra para acabar con laguerrahubierasidojusta.Noestoysegurodequenohabríasidounamaldadexcesivaaunenelsupuestodequehubieraalguiencapazdeevitarcualquierprotesta o desafío armado que pudiera plantearse en cualquier sitio y porcualquierprovocación.

Este interludio sobre los aspectos intelectuales de la guerra resultanecesario, porque todo lo que yo cuente sobre los detalles ocasionales delperíododelaguerranosignificaránadasiseasumequeyosimpatizoconesaestúpidareacciónquecirculaentrenosotros.Cuandoestallólaguerra,asistíala conferencia de los intelectuales ingleses para redactar una réplica almanifiesto de los profesores alemanes. Entre todos aquellos escritores, almenos yo puedo decir que «lo que he escrito, bien escrito está». EscribípanfletoscontraPrusiaquemuchosconsideraríanviolentos,aunqueenaquelmomento todos apoyaban aquella violencia, y me siento perfectamentepreparadoparaapoyarsuverdad.Apenascambiaríaunapalabra.Mispuntosdevistanosebasabanenlafiebredeaquellamodanihanpasadocomopasóaquellafiebre.

Inmediatamente después de estallar la guerra, caí gravemente enfermo ypasé así muchos meses; en determinado momento, la enfermedad estuvo apunto de acabar conmigo, por lo que interrumpí toda comunicaciónperiodísticaconelmalvadomundodelaprensa.Loúltimoquehicemientrasaúnmeteníaenpie,aunqueyamuyenfermo,fueiraOxfordparahablarendefensade ladeclaracióndeguerraporpartedeInglaterraanteuna inmensamasadeestudiantes.Aquellanoche fueunapesadillaparamíyno recuerdonadaexceptoquedijeloqueteníaquedecir.Luego,mefuiacasa,meacosté,intentéescribirunaréplicaaBernardShaw,delaqueaúndebedeexistiralgúnpárrafoporahí,yprontofuiincapazdeseguirescribiendo.Laenfermedadmedejóciertassecuelasquemeimpedían,inclusounavezrecuperado,hacernadamásútilqueescribir.Me lancéal trabajoparacolaborar todo loquepudieratantoconlaprensageneralcomoconlapropagandagubernamental,delaquehabíavariosdepartamentos.Hedeseñalarqueeldesarrollodelaguerra,tantoen Inglaterra como fuera de ella, supuso una educación excelente paracualquier escritor que tendiera a teorizar en exceso sobre un asunto tancomplejoya lavez tanconcretocomoelde lamateriaqueconformaal serhumano: el misterio y la inconsistencia del hombre. El ser humano parececapaz de grandes virtudes, pero no tanto de pequeñas virtudes; es capaz dedesafiaraquienletortura,peronodecontrolarsuspropiosestallidosdemalhumor. He de reconocer que, cuando escribía literatura propagandística porencargo de distintos departamentos gubernamentales, me sorprendióenormementeconstatarlaspequeñasvanidadesycelosinfantilesquedividíanaquellos departamentos, y cómo conservaban sus minuciosas formalidades

Page 162: Autobiografía Por G. K. Chesterton

incluso a las puertas del Juicio Final. Los hechos se parecíanextraordinariamentealoqueArnoldBennettdescribetaninteligentementeenLordRaingo.Comprendía que un hombre fuera un cobarde y huyera de unalemán;comprendo,yesperohumildementepoderemularlo,queunhombrelucheysemantengafirme;peroqueuningléssecomportecomosilaluchanofueraentreuninglésyunalemán,sinoentreunfuncionariodelMinisteriodeExteriores y otro del Ministerio de la Guerra, es algo que escapa a miimaginación. Me atrevería a decir que cualquiera de aquellos funcionariosgubernamentaleshabríadadosuvidaporInglaterrasinlamenorquejay,sinembargo, era incapaz de aceptar la sugerencia de que un folleto de dospeniques pasara de una celdilla a otra de la gran colmena deWhitehall sinquejarse airadamente. En aquellos momentos, yo me consideraba parte deaquel cuerpo de ingleses de quienes discrepaba en lo más profundo de mialma; creía que, en aquella hora de muerte, yo estaba con los ateos, lospesimistas,losmaniqueospuritanoseinclusoconlosdelaOrdendeOrangedeBelfast.PerolosformalismosdelaOficinadelCircunloquioerancapacesdedividirahombresqueniDiosnieldiablohubieranpodidoseparar.Eraunapequeñez,peroformabapartedelacomprensióndelauténticoenigmadelserhumano,algoquepermaneceocultoa losojosdelmuchachoy sólo sehacevisible en la madurez y adopta progresivamente la naturaleza de unailuminaciónreligiosabasadaenlaverdaderadoctrinadelpecadooriginalyladignidadhumana.Formabapartedeesedilatadoprocesodelcrecimientoqueinevitablementeprecedealespléndidologrodeunasegundainfancia.

Cuando, al final de mi larga enfermedad, recobré por primera vez laconciencia,medijeronquepedíLandandWater,dondeMr.Bellocyahabíaempezado a publicar su famosa serie de artículos sobre la guerra.El últimoqueyohabíaleído,ohabíasidocapazdeentender,eraelrelativoalanuevaesperanzaquellegabadelMarne.Cuandodespertéyvolvíaserconscientedelo que pasaba en el mundo, las largas batallas antes de Ypres ya habíanacabadoyhabíacomenzado la largaguerrade trincheras.Laenfermera,quesabía que durante mucho tiempo había sido incapaz de leer nada, me dio,comosedaunmuñecoaunniñoenfermo, elprimerejemplardelperiódicoqueencontró.Pero,derepente,legritéconvozpotenteyclaraqueaqueleraunnúmeroatrasadosobrelaprimeraintentonaantesdelabatalladeNancyyqueyoqueríatodoslosnúmerosdelperiódicoaparecidosdesdelabatalladelMarne. De repente, tenía la cabeza clara, tan clara como ahora. Aquellotambién fue una lección sobre lo paradójico de la realidad, tan distinta deaquellas otras paradojasmodernas y sencillamente teatrales.Desde entonceshesabidoquenotodosigueunalargaygradualcurvadeevolución,sinoque,en la vida y lamuerte, existe un elemento de catástrofe que conlleva ciertadosisdemiedoalmilagro.

Ante mi clara y reiterada petición, me trajeron toda la colección del

Page 163: Autobiografía Por G. K. Chesterton

semanario;me lo leí de cabo a raboy comprendí perfectamente los hechos,números,diagramasycálculos;losestudiécontantodetallequerealmentemeparecióquenomehabíaperdidomuchodeldesarrollodelaguerra.Descubríquelospanfletosqueyohabíaescritoyaestabanencirculación,sobretodoenelextranjero,yqueelprincipalmotivodesuéxitoradicabaenque,enciertosentido, eran secretos.Mi viejo amigoMasterman, encargado de uno de losdepartamentos de propaganda, me dijo muy orgulloso que sus enemigos sequejaban de que no entraba propaganda inglesa en España o en Suecia. Lodecía con regocijo, porque aquello significaba que la gente absorbíapropagandacomolaqueyoescribíasindarsecuentasiquieradequeloera.Yomismo vi cómo uno de mis ensayos, enormemente belicoso, titulado «Labarbarie de Berlín», aparecía como un tranquilo estudio filosófico españoltitulado«Elconceptodebarbarie».LosidiotasqueprovocabanaMastermanlohabríanpublicadocon labandera inglesaen lacubiertayuna imagendelleón británico, demanera que no hubiera habido apenas un español que sehubieraatrevidoaleerlo,ynadieselohabríacreído.LasutilezadeMastermanenestetipodeasuntoseramuysuperioraladesuentornopolítico.Enmuchosaspectos, como he insinuado, sufría por tener que estar inmerso en aquelentorno.Permitíaquealgunoslíderesdelpartido, inferioresaélentodoslosaspectos, le utilizaran como un mercenario, pero aquel humor negro queanidaba en lomás profundo de él afloraba en unamueca de burla ante losataquesasumaestríacomocontrabandistaintelectual.

Apesardetodoloanteriorydehaberescritodurantelaguerraelopúsculotitulado«LabarbariedeBerlín»,mesientoorgullosodehaberescritotambiénun libro mucho más largo titulado Los crímenes de Inglaterra. Estabafirmemente convencido de que la hipocresía de Inglaterra era una locura enaquellosmomentosde intensarealidadmoral.Por tanto,escribíun libroconuna lista de los auténticos pecados del imperio británico a lo largo de lahistoria moderna, en el que también se ponía demanifiesto que el imperiogermánico no sólo cometía todos estos pecados, sino que eran aún muchopeor;además,quedabaclaroquelaspeorestendenciasbritánicassedabanporunaclarainfluenciadeAlemania.Fueunapolíticapro-germánica—elapoyoalhéroeprotestanteenPrusiaoa lospríncipesprotestantesdeHanover—loquenoshabíallevadoainvolucrarnosenlafataldisputaconIrlandayencosasaúnpeores.NuestrorecienteimperialismohabíasidounaloaaPrusia,comoejemploycomoexcusa.Noobstante,escribirunlibrosobreloscrímenesdeInglaterra,ymás,conaquelescuetotítulo,eraalgoqueenaquellaépocacorríael riesgo de ser malinterpretado; creo que el libro se prohibió en algunoslugares por considerarlo un panfleto pacifista, aunque no eramuy pacifista.Pero todo esto sucedería más tarde. Cuando me recuperé, leí todo lorelacionado con la guerra y luego, como quien retoma la rutina de la vidacotidiana,empecéaresponderaMr.BernardShaw.

Page 164: Autobiografía Por G. K. Chesterton

El coronel Repington cuenta en sus memorias una anécdota, con ciertabase real, en la que Mr. Belloc y yo continuamos hablando durante unbombardeosindarnoscuentadequehabíaempezado;noestoysegurodeenquémomentonospercatamosfinalmentedeello,perodeloqueestoyseguroes de que seguimos hablando. No se me ocurre qué otra cosa hubiéramospodido hacer. Sin embargo, recuerdo la ocasión perfectamente; primero,porque,apesardequeenaquellaépocasolía recorrerLondresdeun ladoaotro,aquellaeramiprimeraexperienciadeunbombardeoy,ensegundolugar,porunacircunstanciaqueelcoronelRepingtonnomencionayqueacentuabalaironíaentreloabstractodelaconversaciónylaconcrecióndelasbombas.SucedióencasadelaseñoraJulietDuff;entrelosinvitadosseencontrabaelMayorMauriceBaring,quehabíaidoacompañadoporunrusouniformado;elhombrehablabadeunamaneraqueparecíadesafiarinclusolasinterrupcionesde Belloc, por no hablar de las bombas. Iba soltando en francés un fluidomonólogoquepocoapoconosibaenvolviendoatodos;loquedecíateníaesaparticularidadpropiadealgoasociadoasupaísyquemuchoshan intentadodefinir;parasimplificarpodríamosdecirqueesepaíspareceposeertodaslasvirtudes humanas excepto el sentido común. Era un aristócrata, unterrateniente, un militar de un regimiento de élite del Zar, en resumen, unhombredelantiguorégimen.Perohabíaalgoenéldeloqueestápresenteentodobolchevique,algoquehepercibidoentodoslosrusosqueheconocido.Loúnicoquepuedodeciresquecuandosalíaporlapuerta,dabalaimpresióndeque igualhubierapodidosalirpor laventana.Noeracomunista,peroerautópico y su utopía eramuchomás descabellada que cualquier comunismo.Proponíaqueelgobiernodelmundoseencomendarasóloalospoetas.Decíamuy serio que él también era poeta. Fue tan amable y lisonjero que, enmicalidad de poeta,me seleccionó como gobernante absoluto y autocrático deInglaterra. Entronizó igualmente a D’Annunzio para gobernar Italia y aAnatoleFrancecomogobernantedeFrancia.Señalé,enelúnicofrancésquepude colar en aquel incesante torrente, que el gobierno requería una idéegénéraleyquelasideasdeFranceydeD’Annunzioseoponíanfrontalmenteeiban en detrimento de cualquier francés patriota. Pero él descartó aquellasdudas;estabasegurodeque,mientraslosgobernantesfueranpoetaso,porlomenos, escritores, no podrían equivocarse ni dejar de entenderse unos conotros. Los reyes, los magnates y la masa podían enzarzarse en ciegosconflictos,peroloshombresdeletrasnopuedenpelearse.Fueenalgúnpuntode este nuevo orden social cuando empecé a ser consciente de ruidos en elexterior (como dicen en las acotaciones escénicas) y después, del ecoestremecedoryel truenodelaguerraenelcielo.Prusia,elpríncipedelaire,lanzabafuegosobrelagranciudaddenuestrosantepasados,ysedigaloquese diga de Prusia, no está gobernada por poetas. Por supuesto, seguimoshablandosinalteraciónalguna,salvoquelaseñoradelacasabajóasubebé

Page 165: Autobiografía Por G. K. Chesterton

delpisodearribayallíquedóexpuestoelgranproyectodelmundogobernadopor poetas. Nadie en tales circunstancias puede evitar pensar en un posiblefinal,aunquemuchosehaescritosobreloirónicooidealdelascircunstanciasenlasqueesefinalpodríallegar.Peroyopodíaimaginarpocascircunstanciasmás singularesparamorir que sentado enunamansióndeMayfairmientrasescuchabacómounrusolocomeofrecíalacoronadeInglaterra.

Cuandosemarchó,Bellocyyonosfuimoscaminandoporelparqueconeleco de las últimas explosiones que aún retumbaban en el cielo.Al salir porBuckinghamGate, oímos la sirena que anunciaba el final del bombardeo, yqueanosotrosnospareció la trompetaqueanuncia el triunfo.Hablamosunpocode las perspectivasde la guerra, que estaba enuna etapade transiciónentre el peligro final y la última salvación; nos separamos, no sin un ciertosentimientodeemocióndemorada,ymefuiporKensingtonHighRoadacasademimadre.

EntrelasfábulassobreBelloc,pornodecirmentiras,quecirculabanentrela gente que no le conocía de nada, estaba la que afirmaba que era lo queentoncessellamabaun«optimista»sobrelaguerra;esdecir,queexagerabalasbajas alemanas para dar la impresión demás seguridad y tranquilidad. Estaidea resulta totalmente grotesca para cualquiera que conozca a Belloc. Paraempezar,alserunanimaldotadodelacapacidadderaciocinio,esincapazdepensar que el ser un «optimista» o un «pesimista» influya lo más mínimosobrelarealidad,asícomodepediraalguienqueseabrillanteyalegreparaquenolluevamañana.Ensegundolugar,enloquerespectaallegítimolugarque el humory la emociónocupanen lavida, los suyosnoeran engeneraldemasiadooptimistas.Ytercero, laspersonasquesehantomadolamolestiadeestudiarloshechosyelnúmerodebajasenemigasestándeacuerdoenquelos cálculos de Belloc eran sustancialmente correctos y los del otro grupoabsolutamente incorrectos. La verdad es que al iniciarse la nueva guerra detrincheras, los cálculos de todo el mundo fueron erróneos durante ciertotiempo,peroélfuedelosprimerosencorregirlossuyos,quedespuéssiemprefueroncorrectosmientrasquelosdelotrogrupoeransiempreerróneos.Porlodemás,elerrorcientíficoenelcálculodelasbajasdelaguerranosedebióaun factor científico, sino moral. Un ejemplo sobresaliente del cambio queexperimentan las cosas materiales dependiendo de cuál sea la voluntadhumana fue la Revolución Rusa. Nadie digno de crédito fue capaz depredecirla, pero Belloc fue quien hizo las observaciones más interesantesrespectoaasuntoscomoaquel.Sospechoqueunodesusartículos,recogidoenLandandWater,debiódedejarperplejosamuchosdesuslectoresconaquellaelaboradareconstrucciónhistóricadelavisióndefuturoque,aprincipiosdelsigloVI, enBizancio, imagina un funcionario griego, y en la que calcula ycombinalasfuerzasdelimperioromanoylaiglesiacatólica.Bellocobservabaqueunhombreasícreeríahabertomadoencuentatodaslasposibilidades:el

Page 166: Autobiografía Por G. K. Chesterton

peligrodeuncismareligiosoentreOrienteyOccidente,elpeligrodequelosbárbaros atacaran laGalia oBretaña, la situación deÁfrica yEspaña, y asísucesivamente.Sinembargo,«enaquelmomento,muylejos,enunpueblecitodeArabia,Mahomateníadieciochoaños».

No es necesario queme demoremás en esta vieja y ociosa pelea; si lahistoria seria recuerda a aquellos hombres que despotricaban contra el«optimismo», es únicamente porque fueron los enemigos de Belloc. Erangenteconpocaeducación,propietariosdelaprensaamarilladelaépoca,queestabanmolestosconélporciertoscomentarios incisivosquehabíahechoapropósito de la venta de títulos nobiliarios. Pero merece la pena hacer unabrevepausaparasubrayarunaverdadcomúnatodosmisamigosycreoqueatodoslosamigosdeInglaterradignosdeesenombre;nosotrosjamásbasamosnuestras convicciones en mezquinas fanfarronadas sobre el éxito,trabajábamosparaconseguirlavictoria,estábamospreparadosparaelfracasoy jamás hicimos predicciones ni sobre el fin de la guerra ni sobre otrosacontecimientosfuturos;yBellocmenosquenadie;enlaprimeraconferenciaquedioenLondres,leoídecir:«Nocorrespondealoradornialescritorhablaranticipadamente de las victorias ni de cómo se llevarán a cabo. Sólo Diosconcedelavictoria».

Hay otro aspecto de cómo la prensa amarilla extendió el pánico y lainsurrección política, y lo llamó patriotismo y periodismo de investigación.Aparentemente, se suponía que Inglaterra necesitaba que la apuntalaran pordetrás.Mi amigoBentley, en el extraordinario trabajo que realizaba para elDailyTelegraph, lodescribiómás acertadamente al decir que a Inglaterra laestabanapuñalandoporlaespalda.ElDailyTelegraphrealizóenaquellosdíasfebriles una admirable labor de higienemédica ymoral, pero paramí ymipequeño grupo, la pelea tuvo otro efecto, aunque en distinta medida,luchábamos en dos frentes distintos; para nosotros, tanto los HohenzollernscomolosHarmsworthseranpublicistasdeéxitoydesastrososestadistas,ypormotivosquejamáshubieraprevistoencondicionesnormales,recayósobremílatareadeexpresarestadobleactitud.

Meconvertíendirectordeperiódico.Encualquierotromomento,aquellomehabríaparecidotanpocoprobablecomosereditor,banqueroounadelasfirmasprincipalesdelTimes.Sinembargo,tuvequehacerloparaasegurarlacontinuidaddenuestropequeñoperiódico,elNewWitness,apasionadamentepatriótico y favorable a los aliados, pero marcadamente opuesto alpatrioterismodelDailyMail.Nohabíamuchagentequemantuvieraaquellasdosprevenciones tandistintasyqueno lasmezclara sin recurrir a laodiosafarsadelamoderación.Nohabíamuchos,peroyo,enciertomodo,eraunodeellos.Ycuandomihermanosefuealfrente,dejóelperiódicoenmismanosyme pidió que lo dirigiera hasta su vuelta. Y como no volvió, continué

Page 167: Autobiografía Por G. K. Chesterton

dirigiéndolo.

Mihermanoestabadestinadoademostrarenaquellahorafatalquesóloélentreloshombresdenuestrotiempoposeíalasdosclasesdevalorquesiemprehannutridoalanación:elvalordelestradoyeldelcampodebatalla.Enesteúltimoescenario,élsufriójuntoamilesdehombresigualmentevalientes,peroenelprimero,sufriósolo,ynodejadeserunejemplodelaironíahumanaqueaparentementeseamásfácilmorirenlabatallaquedecirlaverdadenpolítica.De todas formas, la naturaleza humana es un asunto complicado. Cuandorecibí la noticia de la muerte de mi hermano, yo, como director de superiódico, tuve una reacción extraña e inexplicable, que sólo pude expresarescribiendo una carta abierta a Rufus Isaacs, Lord Reading, en la querememoraba nuestra pelea en el caso Marconi. Intentaba decirle, de formamuy comedida, que pensaba que él había actuado contrami nación, pero afavor de su propia sangre, y que él, que había contado, y sin duda inclusodespreciadoalcontarlo,aquellatediosafarsaparlamentariasobreelencuentroconsuhermanoenuna reunión familiar,habíaactuadomovidoporaquellasprofundas lealtadesdomésticasqueconstituíanmipropia tragediaenaquellahora. Pero añadía: «Usted es ahora mucho más desgraciado, porque suhermanotodavíavive».

Como ya he dicho, es extraño que en poco tiempo también su hermanomurierayquelohicieraprofesandolamismareligiónqueelmío.Asíacabó,deunmodobastantesimbólico,elgranduelodelcasoMarconi;yocontinuécomodirectordelperiódicodemihermano,siesqueaesoselepuedellamardirigir, y el resto de financieros y políticos no dieron señales de morir enningunafe,nisiquierademorir.Laguerraseencaminabahaciaelfinenelquetantasvidas acabaron; los alemanes lanzaron susúltimosyvanos ataques,yFoch asestó el golpe final frente a Chalons, donde la cristiandad habíaderrotadoaloshunosmilañosantes.EnInglaterra,lospolíticoscontinuabanconsusdiscursosbenevolentes; losnuevosnoblesproliferabanenunoscurosustratocomercial;florecíantodotipodeaventuraseconómicas,apoyadasenlapublicidadintensayelmagnetismopersonal,ylasasociacionescientíficasylas fusiones de la prensa que ahora dominan elEstado crecieron lentamentehasta alcanzar el poder y la tranquilidad que ostentan hoy en día. Como elViejoMarinerodecíaenunmomentodemelancólicacomparación:

Tantoshombres,tanbellos

muertostodosyacían;

ymilesdeseresviscosos

igualqueyovivían.

Page 168: Autobiografía Por G. K. Chesterton

XII

ALGUNASCELEBRIDADESPOLÍTICAS

Casi siempre que he conocido a alguien, he conocido a alguienmás, esdecir, he conocido a un hombre privado extrañamente diferente del hombrepúblico. Incluso cuando el personaje no era totalmente lo contrario de lacaricatura que dibujaban los periódicos, podría decir, sirviéndome de unalicenciadel lenguaje,queera inclusomáscontrarioque locontrario.Quierodecir que la relación era más sutil y la realidad se situaba en otro plano:cuando, tras larga experiencia, descubría con asombro que una alabanza eracierta, incluso entonces, la verdad era casi lo opuesto a la alabanza. Porejemplo, todos nos alegramos del coro de homenajes espontáneos que serindieronaldifuntoreyJorgeV.Sinembargo,lareiteracióndelostestimoniossobrelahonradezdesuserviciopúblicoofrecíatalindescriptibleimpresiónderutinaquedabalaimpresióndequefueraincompleta.Sólocoincidíconélunavez enmi vida, en casa del difunto Lord Burnham, donde el rey estaba decaza,y,enloqueamírespecta,realmentemesorprendiócomolapersonamásauténtica que haya conocido jamás. Sin embargo, era auténtico de unmodoinesperado. No sólo era honesto, sino franco, y tan libre y fácil en sussimpatíasyantipatíasquepodríallamárseleindiscreto.G.B.Shawdecíaconrazónqueenlosdiscursospúblicoshablabaelinglésdelrey,peroenprivadoera inglés puro y simple. Era cualquier cosa menos aquel inalterablefuncionario que muchos panegíricos mostraban; no era ese abogado deconfianza que guarda los secretos familiares, ni el médico asfixiado por elsilencio de las confidencias profesionales; parecía más bien un pequeñocapitánqueguardaciertosilencioyetiquetaenelpuentedemando,peroquetieneelcamarotellenodeinnumerablesanécdotaseimproperios.Nohaynadacomparableaconoceraunhombre,aunquesóloseaduranteunpardehoras;esosiemprenospermitirásabercuándocomienzaunaleyendaosedistorsionauna historia; y si, antes de morir, oigo que los miembros de las nuevasgeneracionesquenoconocieronaJorgeVlealabancomoaunhombrefuerteysilenciosooledespreciancomoaunhombreestúpidoyvacío,sabréquelahistoriasehaequivocadototalmenteenelretrato.

A veces he tenido contactos aún más breves con sorpresas todavía máscuriosas.HabléconelfallecidomarquésCurzondurantesólodiezminutosenunarecepciónmuyconcurrida,aunqueyahabíaestadoensucasaunaodosveces;parecíano importarleelgentíoni laconversación,ni siquierayo;eraabsolutamenteencantadoryafable,yseleocurriódecirunadelaspocascosasquecasinadie,nisiquierayo,sehubieraimaginadoqueCurzonpudieradecir.Afirmó que estaba totalmente de acuerdo conmigo en que los gritos, lasrechiflas, los chistes y las bromas del pueblo en unmitin eranmuchomás

Page 169: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ingeniosos y dignos de escucharse que los discursos de los políticos en latribuna. Yo había expresado esta opinión en un artículo que apareció en elIllustratedLondonNews,perojamássemehabríaocurridoqueél,unpolíticohabitualmente muy solemne en las tribunas más privilegiadas, fuera unapasionadodefensordelaplebeodelbufónquelaprotegía.Sinembargo,nohaydudadeque,enmuchasocasiones,decíayhacíacosasquefavorecieroneincluso crearon la popular leyenda de su impopular actitud. Era el únicoejemplodearistócratainglésquesepresentabacomounaristócrataprusiano,loqueresultabamuyraro,porquelosaristócratasinglesessuelensercínicos,peronobárbaros.Enpocaspalabras,sonmássutiles;aunqueavecescreoqueCurzonera,demodoextraño,mássutilquetodasaquellassutilezas.Todoelmundo sabe que había algo de artificiosidad heroica en su cuerpo, que lecostabamuchomantenersederecho,ysospechoquemuchadeaquellatensiónseconvertíaenbromajactanciosayrígida.LlegódeOxfordcuandoestabademoda ser pesimista en filosofía y reaccionario en política, y así como losartistasdecadentesdabanunaimagendesímismosmuchopeordeloqueenrealidaderan,tambiénélparecíamenosdemocráticodeloqueera.Sedicequemuchasdelashistoriasquecirculancontraélsoninvenciónsuya,peroestoesuna sencilla deducción a partir de unas cuantas palabras que me dijo unhombrequenopodíasertanestúpidocomounprusiano;enotrasrelacionesenlas que tuve un trato igualmente limitado pero más largo, he observado lamismacontradicción.

LordHughCecilfuemiprimerarevelaciónsobreelcontrasteentreunserhumano y su retrato o caricatura política. Creo que lo conocí en casa deWilfridWard,aquiendeberíahabermencionadoantesporquefueparamíunainfluencia iluminadora en muchos aspectos. Había publicado en el DublinReviewunacríticamuyelogiosademiOrtodoxiaenunmomentoenelquelamayoríadesugentedebíaconsiderarlaunaparadojaprovocadora.Establecióunaexcelentepruebacrítica,ladequeloscríticoseranincapacesdeentenderloqueaéllegustaba,peroélsíqueentendíaloqueaellosnolesgustaba.«Laverdadpuedeentenderelerror,peroelerrornopuedeentenderlaverdad».Porsuamabilidad,posteriormentemehicieronmiembrode laSyntheticSociety,orgullosa, con toda justicia, de continuar con la Sociedad en la que el granHuxley debatió con el no menos gran Ward (al que Dios sabrá por quéllamabanel«IdealWard»)yen laque tuveelprivilegiodeconoceravariaspersonasdecisivascomoelbarónVonHugelymiviejoamigodelosdíasenPalestina,elpadreWaggett.Perosimepreguntanporquémencionoestoaquí,larespuestaserábastantecuriosa.Poralgunarazónhabíamuypocosliteratosen este grupo dedicado a la filosofía, salvo el propio Wilfrid Ward, unexcelente editor y comentarista. Eran, o habrían podido ser, políticos yestadistasdeprimeraclase.AllíconocíalviejoHaldane,boquiabiertoantelosabismoshegelianos,quemecausabaunaimpresiónparecidaalaqueyodebía

Page 170: Autobiografía Por G. K. Chesterton

haberleproducidoamivecinoenunclub localdedebateyquedejabaaunladolasprofundidadesmetafísicasenlasqueestabainmersoparaseñalarmealtiempoquemedecía:«AllíestáeseLeviatánquecreasteparaque jugaseenél».PeroyonuncaolvidéqueInglaterraletraicionóalacusarledetraiciónaInglaterra. Allí también conocí a Balfour, quien obviamente prefería acualquier filósofo con cualquier filosofía que a sus leales seguidores delPartido Conservador. Tal vez la religión no sea el opio del pueblo, pero lafilosofía es el opiode los políticos.Todo estomehacevolver aLordHughCecil.

En las caricaturasde losperiódicos liberalesy en las cartasde laprensaliberal se representaba generalmente a Lord Hugh Cecil como un ascetamedieval;todoconmuchamoderaciónyrefinamientoparaquenoleacusarandesanto.«F.C.G.»siemprelodibujabaconunacasacalargayunbirretedeestilo italiano,ycuandopodía, lo representaba llevandoalgoparecidoaunavidriera gótica. Enmi simplicidad,me impregné de todos aquellos detalles,quenosólonomeparecíantanhorrorososcomoalosclientesdelDailyNews,sino que me ayudaban a creer que un caballero tan obviamente intelectualestaba realmente enamorado de la arquitectura y la autoridad medieval.DespuésconocíaLordHughCecil.LoviporprimeravezencasadeWilfridWard, aquel gran centro distribuidor de filosofías y teologías. La vasta yvaliosaobradeWilfridWardrevelabasobradamentequeélteníamuchamejorsintonía con los Cecil, los Balfour y el resto de ellos de la que yo tendríanunca.Escuchéla lúcidaexposicióndeLordHughsobresupostura.Ningúnamante de la lógica habría podido quedarse indiferente ante una cabeza tanlógica, y yo extraje varias conclusiones sobre él; en primer lugar, que teníamuchas ideas propias y, en segundo, que contemplaba todas las ideas,incluidas las suyas, con loquepodríamosdecir ciertadistancia.Pero loquemásme impresionódeél fuesuprotestantismo.Yoestabaaúnmuy lejosdeconvertirme al catolicismo, pero creo que fue el perfecto y sólidoprotestantismodeLordHughelquemerevelóqueyoyanoeraprotestante.Élera,yquizáloseatodavía,elúnicoprotestantedeverdad,porquesureligiónresulta intensamente real.De vez en cuando, sorprende almundo en el queviveconunarigurosayhonradadefensadelaéticayteologíacristianasenlasquetodoprotestantecreyóundía,porqueelmundoprotestanteinglésdehoyresultaalgomuycuriosoysutilquenosemeocurriríacriticar;sinembargo,diría,sintemoraofender,quesibienestemundosesienteunpocoperturbadoante un protestante que acepta el catolicismo, le altera muchísimo más unprotestante que aún preserve el protestantismo. Pensé en aquellas viejas yqueridas caricaturas radicales delmedievalista con casaca y reí aliviado. Elviejo Kensit era un jesuita comparado con Hugh Cecil, porque el anti-ritualismo es sólo una forma subvertida de ritualismo, y el pobre Kensitcometió la ingenuidad de dejar que le fotografiaran con un crucifijo en la

Page 171: Autobiografía Por G. K. Chesterton

mano. Pensé que resultaba extraño que un Cecil se hiciera famoso porrebelarse contra la Reforma, pero he vivido lo suficiente para ver cómo elpatrioterismoestridenteacusabaaesoshombresdeprotegeraAlemania,igualqueundíael radicalismoestridente leshabíaacusadode favoreceraRoma.Sinembargo,tambiénhevividolosuficienteparadarmecuentadequeHughCecilha sido tanheroicamente leal a sucasacomoa supaís.Nohahabidohombre más fiel que él a la tradición de la gran Inglaterra protestante queestablecióelgrangeniofundadordesufamilia.

GeorgeWyndhamconfirmóestaideamía,enciertaocasión,almencionarlo que él llamaba el extremado individualismo de Lord Hugh Cecil. Porejemplo,elcaráctercomercialdeesaconsistenteypatrióticaInglaterradelosúltimos siglos tenían mucho que ver con que Lord Hugh Cecil fuera unlibrecambistatanrecalcitrante,puesnosóloesunviejoprotestante,sinoqueeste caballeroso tory es también decididamente un viejo radical. Se hubierasentido mucho más a gusto en la Escuela de Manchester que en la EdadMedia.Sihededicadoasunombretodoesteespaciosinotrabasequeladehaberescuchadosuluminosaconversación,esporquecreofirmementequeélsealzaenelmismísimocentrodeestamodernacivilizacióndehoyendíaypodríadecirsequeeselúnicopilarsólidoquetodavíasostienelaInglaterraenlaquenací.PerolasideasdeGeorgeWyndham,comolasmías,fluíansiempreporotrosderroteros,ydeunmodouotroestabandeterminadasodelimitadaspornuestrocomúnsentimientohaciaestepolíticoconservador.Wyndhamnoeraunconservador,sinountory,esdecir,capazdeserunjacobita,queesalgotan subversivo como ser un jacobino. No sólo deseaba preservar elprotestantismo, el librecambismo o cualquier otra cosa consustancial a lanación, sino que deseaba revivir cosas antiguas y realmente másinternacionales.Tuvemisprimerasimpresionessobrelafalsedaddelsistemade partidos cuando todavía era un periodista liberal, al darme cuenta de lomuchoquecoincidíaconWyndhamydecómoestedisentíadeCecil.

Conocí a George Wyndham en Taplow, en casa de Lord y LadyDesborough, muy buenos amigos míos desde hacía años, como lo erantambiéndeotrosmuchosescritoresdetodosloscoloresyopiniones.Desdeelprimermomento,tuvelaimpresióndequelasopinionesdeWyndhamtenían,engeneral,elmismocolorquelasmías.Ysialgunavezhuboalguienaquienlapalabra«color»lecuadraraperfectamenteparadescribirsusopiniones,esehombreeraél.Porsupuesto,tambiénélpadeciólasestúpidassimplificacionesde los comentarios políticos y las caricaturas. Como había estado en elejército,siempre le representabancomouncentinelaconundejegangoso,ycomoeraunhombreguapo,siempreseinsinuabaqueteníamuchasamigas,loqueenesenciaeratotalmentefalso.Wyndhamfuesiempreloquellamaríamosunhombredeamigos.Leencantabanprecisamenteesascosasconcretasqueno les suelen gustar a lasmujeres: quedarse toda la noche en vela dándole

Page 172: Autobiografía Por G. K. Chesterton

vueltaspertinazmentealmismotemainagotable,ensusmásmínimosdetallesy con pura lógica; no dejar que sus invitados se fueran hasta que casiamaneciera, a no ser que él hubiera dejado claro quién se ocultaba tras lasiniciales«T.T.»enlosSonetosdeShakespeareocuáleseranlasexpectativaspersonalesdeChaucerenlorelativoalapublicacióndeTroilusyCresida.Noeraenabsolutoundandiy,aunquevestíamuybien,ledabatotalmenteigualcómovestían otros amigos suyos, lo cual es otra señal de pura camaraderíamasculina.Eraunbuencompañerotantoenlasociedadrecreativacomoenlaliteraria, pero en ninguno de los dos ámbitos puede decirse que fuera unhombredesociedad.Mostrabagransimpatíaporlosgitanosyvagabundos,ycoleccionaba hombres de letras (entre los que me incluyo) que parecíanvagabundos.Sugenerosidadimpregnabatodoloquehacíadeunavitalidadyundeleitetotalmenteopuestosalsimplerefinamiento,alquealudíanquienesle desacreditaban diciendo que era «encantador». La primera vez que meescribió fue para felicitarme por una carta que yo había enviado a laWestminster Gazette sobre la educación religiosa y en la que, incluso enaquella época tan temprana, insinuaba que muchos anglicanos sentían queCristo no está totalmente desvinculado de su propiaMadre.AWyndham leinfluía en este temael profundomisticismonatural de su esposa, unamujerdifícil de olvidar para cualquiera que la conociera y aún más difícil de noelogiar para cualquiera que la apreciara. Siempre mostró una curiosidadconmovedoraporsaberdedóndemeveníaaquellapasiónporloqueenestatierraprotestante llaman«mariolatría»;yo lecontestabaconsinceridad,perosindemasiadasexplicaciones,queenciertaformalohabíasentidodentrodemídesdelaadolescencia.

EnlamismaépocaenqueconocíaWyndham,conocí,tambiénenTaplow,al difunto conde Balfour, y aunque a menudo hablaba con él de temasabstractos, nunca llegué a conocerlo íntimamente ni, desde luego, acomprenderlo tan bien como al primero. No creo que fuera una personafácilmente comprensible, pero desde luego resultaba alguien fácilmenteincomprensible; tenía todos los rasgosexternos,elegantesoexcéntricos,queconformanunpersonajepúblico,esdecir,unacaricaturapolítica.Noobstante,ensucaso,lasburlaserrabanel tirotodavíamásycreoqueloselogioseranpeorquelasburlas.SusenemigosdelaprensaledibujabancomoMissArthurysusamigosdelaprensasereferíanaélcomopríncipeArthur;nosécuáldelosdosapelativoseramásengañoso.Laverdadesquenohabíanadafemeninoenél, enel sentidopococaballerosoquesedaa lapalabraparadesignar lotonto,débiloinestable,sinomásbientodolocontrario.Espropiodeaquellaépocaelquesiemprelecriticaranporserunoradorconfusoyoscuro,cuandoera en realidad un orador extraordinariamente claro; cualquiera que fueracapaz de seguir un razonamiento, podía seguirle. Sólo la mente modernapuedepensarquelalucidezesmásenrevesadaquelamistificación.Encuanto

Page 173: Autobiografía Por G. K. Chesterton

alasimágenescontemporáneasenlasqueaparececomounliriolacio,podríanserlasmismasquerepresentabanasutíoLordSalisburycomounacampanillamarchita. Sin embargo, había algo realmente extraño enArthurBalfour, y apesardequeconmigo fue siemprede lomásagradableyamistoso,no teníafamade seragradableyamistosocon todoelmundo.Le ibacomoanilloaldedo esa certera definición de que «un caballero es alguien que nunca esgrosero, salvo intencionadamente». Aunque tal vez fuera excesivamentearistocrático,noseparecíaennadaalvulgararistócrataexcesivo.Heconocidoa muchos hombres de su rango: caballeros arrogantes y unos cuantosrealmente ofensivos, pero tenían la simplicidad propia de la vanidad y laignorancia; el caso de Balfour no era simple porque él no era el habitualdechadodemaldadnidebondad,nielbuenterrateniente,nisiquieraelbuencaballero. El describir a Arthur Balfour como príncipe Arthur se ajustabamuchomenosalaverdadquedescribiraGeorgeWyndhamcomosanJorge.Wyndhamteníaaquel toquerománticoocaballeresco,peroenBalfourhabíaalgomás que nunca llegué a comprender.A veces he pensado que era algomásnacionalquesocial.ConfrecuenciasedicequeCarlosIIsosteníaqueelpresbiterianismonoesreligiónparauncaballero,peronosemencionatantoelque tambiéndijeraqueelanglicanismonoera religiónparauncristiano.Noobstante, resulta extraño que en su breve y distorsionado recuerdo de losescoceses dijera que el presbiterianismo no es religión para un caballerocuando era el único país en el que los caballeros eran frecuentementepresbiterianos. Escocia ha estado muy influida por ese credo puritano queimperabaentrelosnoblescomoelviejoArgylldeminiñez,yBalfourteníaensu sangre algo de la vieja ferocidad calvinista, una suerte de ráfaga de aireheladoqueavecessesientecuandocambiaelvientoeinclusoenlabrisaquebañalosviajesdeStevenson.Estacomparacióneslapruebademiausenciadeprejuicios, pues desde la niñez he sentido por Escocia un amor romántico,incluso por su costa oriental, fría y lisa. Puede que no me crean, pero demuchacho,cuandolosinglesescorrientespreguntaban«¿Quéeselgolf?»,yojugabaenlascanchasdegolfqueestabanauntirodepiedradeWhittinghame.El golf atravesó la frontera rápidamente, como las gorras azules de lanaescocesay,engranmedida,sepusodemodaporqueArthurBalfourestabademoda.Fueraporloquefuera,suencantoeraunencantoescocés;suorgullo,unorgulloescocés,yhabíaalgoojerosoydoloridoensufinacabezaalargadaque no tenía nada de terrateniente inglés, y que amíme recordabamás larectoríaquealcastillo.Además,pornohaberestudiadoenningunadelasdosgrandesuniversidadesy tenermuybuenosamigosquenoseparecenaélennada,mepermitoinsinuarquedealgunaformaunopensaríaenélcomoenunhombredeCambridge.

PrácticamentenohevueltoasabernadadelospolíticosdesdelaépocadeAsquith y Balfour, pero conocí a otro que además de ser escocés es una

Page 174: Autobiografía Por G. K. Chesterton

especie de enigma escocés. Para mí el misterio de Mr. James RamsayMacDonald era el siguiente. Cuando lo conocí superficialmente en mijuventud, todos éramos socialistas; él tenía fama de ser un defensor delsocialismomásbienfríoycientífico,yaquellaelocuenciasuyamásefusivaeinclusovehementeladesarrollóensumadurez,condiscursospoéticosqueyoleheescuchadocadavezquedesdeentonceshemoscompartidoelestradoconelsupuestofinderestaurarlaInglaterrarural.Recuerdoqueyomemostrabavehemente,efusivoyllenodeunjuvenilentusiasmoporelMerrieEnglanddeBlatchford,yMacDonaldmepareciódeunafrialdadmásquefabianacuandoleoí decir, conbastante elegancia, que la popularizacióndel socialismoquehacíaBlatchford separecía aunhombreque intentara explicar cómoeraunautomóvil y describiera una carretilla. En una ocasión posterior, se quejóconmigode losestragosdelautomóvil,peronocreoque llevara tan lejossurusticidad como para dejarse arrastrar por ahí en una carretilla como Mr.Pickwick. De todas formas, es cierto que había siempre algo en él queencajabaconlotranquiloytradicional.Cuandoaúnseleconsiderabaunlíderlaborista revolucionarioconcorbata roja,escuchéqueBalfourse referíaaélen el Parlamento respetuosamente: «Me confieso admirador del estiloparlamentariodelhonorablecaballero»;cuandooíaquello,creoquesupe,dealgunaforma,queelhombredelacorbatarojaestabadestinadoaserministro.Inclusoentonces,teníaunaspectomásaristocráticoquemuchosaristócratas.

Pero estos estadistasno eran la clasedehombres, ni siquiera la clasedeescoceses, con losque solíademorarme.Mesentíamuchomáscercadeesetipo de escocés interesado en política al que, no obstante, jamás se lepermitiríaactuarenlapolíticapráctica.UnespléndidoespécimendeestetipodehombreeraCunninghameGraham.Ningúnministrodelgobiernoadmiraríasu estilo parlamentario, aunque tenía mucho mejor estilo que cualquierministrodelgobierno.NadapodíaevitarqueBalfouroMacDonaldllegasenaser primeros ministros, pero Cunninghame Graham logró la hazaña de serCunninghame Graham. Como Bernard Shaw señalaba, es un logro tanfantástico que en una novela resultaría increíble. Sin embargo, no se puededecirque,enestecaso, losescoceses formaranpartedeunaconspiracióndealabanzasmutuas; lamento decir que oí a uno de aquellos grandes hombrespronunciar un discurso repleto de nobles ideales, mientras CunninghameGrahammedabacodazosymurmurabaamioídoenvozbajaperoinflexible:«Nuncahepodidoaguantarunsermónprotestante».

Cunninghame Graham protagonizó un pequeño follón o escándalo quemostrabasucandorpolíticoyquesiempreheguardadoenlamemoriacomoun símbolo. El incidente explica por qué yo, por lo menos, me he llevadosiempremuchomejorconlosrevolucionariosqueconlosreformistas;aunenlos casos en los que estaba en completo desacuerdo con las revoluciones ototalmentedeacuerdoconlasreformas.EnIrlandahabríasidodiferente;pero

Page 175: Autobiografía Por G. K. Chesterton

en Inglaterra, durante la mayor parte de mi vida, los revolucionarios eransiempre socialistas y, en teoría, socialistas de Estado.Yo había empezado aponer en duda desde muy pronto y, más tarde, a negar, el socialismo ocualquierotrahipótesisque implicaraunaconfianza totalenelEstado.Creoque empecé a dudar cuando conocí a los políticos. Por otro lado, yo estabarealmente de acuerdo con los liberales en muchos puntos concretos que sehabíanconvertidoenpartedelprogramaliberal;porejemplo,enelestatutodeautonomía para Irlanda y en una descentralización democrática quemuchospensaban que supondría la muerte del imperio. Pero siempre sentí, y aúnsiento,mássimpatíaporuncomunistacomoConradNoelqueporunliberalcomo John Simón, a pesar de reconocer que ambos eran, a su manera,sinceros. Creo que ello se debe a que los revolucionarios, en cierto modo,juzgaban al mundo no con justicia como los santos, sino con la mismaindependencia que ellos. Sin embargo, los reformadores eran una parte tanfundamentaldelmundoquereformabanquelospeoressolíanseresnobsylosmejorestansóloespecialistas.Algunosdelosespecialistasliberales,alestilomás frígido de Cambridge, conseguían irritarme mucho más que cualquiersimpleanarquistaoateo.Parecíantremendamentenegativosysuscríticaseranunaespeciede regañina.UnhombredistinguidoquemeproducíaeseefectoeraeldifuntoJ.A.Hobson,quenodebeconfundirseconS.G.Hobson,cuyosexcelentesestudiosdeeconomíatodavíailuminannuestrosdebates;elhombrea quien me refiero era un orador altivo y patriótico, y escritor por méritospropios. Dudo en criticar a un hombre tan honesto e inteligente, perocualquiera que recuerde, con el respeto que sea, aquella figura enjuta y suamargaymordazexpresióndiríaqueelespíritudeaquelhombreeratambiénextremadamenteacre.Eraunodeloscríticosliberalescontraelimperialismomás independiente e inteligente, y en ese asunto yo estoy totalmente deacuerdo con los liberales. No me gustaba el imperialismo y, sin embargo,cuandoHobsonhabíaacabadodehablarcontraél,casimegustaba.Recuerdoqueunavezpresidióunareuniónenlaquesehablabasobrelosaborígenesolasrazasprimitivasdelimperio;teníaaCunninghameGrahamasuderechayyo tenía el honor de estar sentado a su izquierda. Hobson ofreció un hábildiscursopolítico,peroporalgunarazónamímeparecióundiscursopartidista,preocupado más por el liberalismo que por la libertad. Puede ser que meequivoque,pero,de todasmaneras,meperdíalgocuandoélempezóahaceragujeros en el imperio británico hasta dejar tan sólo unmontónde agujerosunidosporunacintaroja.Luego,CunninghameGrahamempezóahablarymedicuentade loquepretendía.Pintóelcuadrodeundesfilede imperiosa lolargodelahistoria.Hablódelimperioespañolydelimperiobritánicocomodehistoriasquehabíaqueconsiderarconlosmismosojos,historiasalasque,confrecuencia,hombresvalientesybrillanteshabíanservidocondobleodudosoefecto;destilabadesprecioanteelprovincianismoignorantedelosquepiensan

Page 176: Autobiografía Por G. K. Chesterton

quelosconstructoresdelimperioespañolotodoslosprocónsuleshabíansidoaves de rapiña o vampiros supersticiosos; sostenía que muchos de aquellosespañoles, al igualquemuchos ingleses,habían sidogobernantesde losquecualquier imperio se habría sentido orgulloso. Luego, dibujó aquellospersonajes contra el fondo oscuro y trágico de las antiguas poblacioneshumanasalasquehabíanservidooconquistadoenvano.

Eneltranscursodesudisertaciónyapropósitodealgúncrimenodisturbiolocal, a Cunninghame Graham se le ocurrió decir de pasada: «Nunca hepodidosentirque,segúnenquécircunstancias,eltiranicidionoseaintrínsecae inevitablemente defendible». ¿Querrán creer que aquellas palabrasprovocarondeinmediatounenormeyclamorosorevuelo,yfueronlasúnicaspalabras del discurso que la gente se molestó en recordar; que sólo lasrecordaron como un execrable ejemplo de la locura de los enemigos delimperioyquellevaronaconsideraratodaaquellagentedivertidadelestradocomo si fueran un único y sangriento magnicida que anduviera por ahíbebiendo sangre de reyes? Durante todo aquel tiempo, yo me decía a mímismoqueCunninghameGrahamhabíasidojustoconlosimperiosencuantoimperios, mientras que J. A. Hobson no había sido justo con el imperiobritánico.No había nada inaudito ni absurdo en lo que el socialista escocéshabía dicho sobre el tiranicidio, aunque uno no estuviera de acuerdo con elmétodopormotivosreligiososomorales.Sólodijoloqueprácticamentetodoslosgrandespaganoshabríandicho;loquecualquieradmiradordeHermodioyAristogitónhabríadicho;loquemuchosteóricosrenacentistas,católicosynocatólicos habrían dicho; lo que todos los grandes revolucionarios franceseshabrían dicho; lo que prácticamente todos los poetas y dramaturgos tantoclásicos como modernos habrían dicho. No era distinto a lo que estabaimplícitoencientosdepinturassagradasrepresentandoaJudithoencientosde alabanzas laicas a Bruto. Pero me temo que Mr. Hobson se habríaescandalizadoantelamásleveinsinuacióndemataraunreymalvado,aunqueno le escandalizara lo más mínimo la imposibilidad de que un buen reypudiera ejercer el poder, ni la ignoranciamodernade todo loque la palabra«monarquía»habíasignificadoparaloshombres.

Lo irritante de esta irritación, que a mí me parecía un tanto pueblerinafrente a cualquier visión más amplia de la libertad o la lealtad, fue lo quelentamentemedistanciódelliberalismopolítico.Peronoseríajustodecirestosin añadir que, desde luego, conocí a hombres capaces de trabajar con elpartido, henchidos no de liberalismo sino de liberalidad. Recuerdo muyespecialmenteadosdeaquelloshombresy,ensuhonoryenelmismosentidoqueellos,tambiényomeconsiderounliberal.UnofueAugustineBirrellquerevitalizaba su acción política con la literatura, y el otro era el últimogladstoniano,G.W.E.Russell,queloconseguíaconlaprácticadelamismareligión que Gladstone. Ambos eran muy victorianos, como toda su

Page 177: Autobiografía Por G. K. Chesterton

generación, y aun así recibieron el apreciode todos losgrandesvictorianos,entre los que había una gran variedad de tipos.Birrell era un disidente quecomprendíamuybienaNewman.Russell,unhombredelaHighChurchquemostraba una distante admiración porMatthew Arnold. Ambos extraían deestascosasprofundasunciertohumorreposadoque lessueleestarvedadoalos simples políticos del sistema. Nunca olvidaré aquel día en que el viejoBirrell, provocado por el vulgar refinamiento de la prensa puritana popular,representada por un amable editor que hablaba en tono condescendiente delestilopolisílabodelDr.Johnson,saltócomounleóndeblancasmelenasalamesaenlaqueestabaeleditoryledijoquesiqueríacomprenderelestilodelDr. Johnson, debería consultar el pasaje en el que elDr. Johnson llamaba aalguien «hijo de puta». Se lo lanzó con una ira tan varonil que sonóabsolutamentecomounataquepersonal.TampocoolvidarénuncaaquelotrodíaenelqueRussellrepresentóunpapelaparentementeopuesto.Russelleraun hombre pesado, elegante, demovimientos lentos y con fama de sibarita;nuncatemíaestarenminoría,porloquepresidióunacenaafavordelosbóersen un momento en que los pro-bóers no eran nada populares. Al final, SirWilfrid Lawson, el famoso fanático —mejor dicho, entusiasta— de laprohibicióndelalcohol,tambiénunhombrevalienteycapazdedefenderalasminorías,propusobrindaralasaluddeRussell.Enaquellaépoca,Lawsonerayamuymayoryconfundiólostérminosdelbrindisydijoqueeraunvotodegracias o algo parecido. Sólo sé que, por alguna razón, la última escena deaquellacenasemantieneextraordinariamentevivaenmimemoria.Russellselevantó como un enorme pezmirando insolente hacia el techo, como hacíasiempre,mientras decía: «Este brindis, queSirWilfridLawsonparece tenerciertadificultad,propiadelasobremesa,enproponer…».

Desdeluego,habíamuchasexcepcionesacualquiercosaquesehayadichoaquí respecto al ambiente del liberalismo político. Uno de esos hombres, aquiendebomucho,eraPhilipWicksteed,elespecialistaenDante;y tambiéneste eraun caso en el que el estudiode estrechosdogmasmedievales habíaensanchadounamentemoderna.Pero,enconjunto,hedeconfesarquealcancéunpuntodeseparaciónpráctica;nodeseabaen lomásmínimoacercarmealimperialismo de Curzon, al cínico patriotismo de Balfour o al patrióticopacifismodeCecil;sealoquesea,nosoyunconservadorniununionista,peroel ambiente general de liberalidad era demasiado mezquino para podersoportarlo.

La Ley del Seguro de Mr. Lloyd George marca el momento de midesaparición; sentí que era un paso hacia un Estado servil que reconocíalegalmente dos clases de ciudadanos: señores y siervos. Pero una cómicacoincidencia me ayudó: acababa de escribir La hostería volante, en la queaparecíaunversodeataquealcacao.Despuésdetantosaños,nopuedehacerdaño a nadie el que cuente que un editor liberalme escribió una cartamuy

Page 178: Autobiografía Por G. K. Chesterton

simpática,aunquetriste,enlaquedecíaqueesperabaquemiversonofueraunataque personal contra uno de los pilares del partido. Le aseguré que minaturalrepugnanciafísicaporelcacaonoeraunataqueaMr.CadburyyqueelcantoalvinoeraalgotradicionalquenopretendíahacerpublicidaddeMr.Gilbey.Asíquedejéelperiódicoliberalyempecéaescribirparaunperiódicolaborista, que se volvió furiosamente pacifista cuando estallóGuerra.Desdeentonces,hesidoeltristeyodiadopariaqueustedespuedenver,lejosdelasalegríasdelospartidospolíticos.

XIII

ALGUNASCELEBRIDADESLITERARIAS

Soy lo bastante viejo para recordar las llamadas «lecturas literarias a unpenique», en las que supuestamente se leía a las clases trabajadoras buenaliteraturaporqueellosnoteníanlasuficienteeducacióncomoparaleerporsísolosmalperiodismo.Demuchacho,otalvezdeniño,paséunatardeenunlugar curiosamente llamado ProgressiveHall, como si el propio edificio nopudieraquedarsequietoytuvieraqueavanzarcomounautobúsporelcaminodelprogreso.Habíaunpresidentedemesapequeño,congafas,muynervioso;un maestro corpulento de mirada intrépida, llamado Ash, que no estaba enabsolutonervioso,yunprogramadeactuacionesquesinoeraeminente,erasin duda excelente. Mr. Ash leyó «La carga de la brigada ligera» en tonorimbombante,ylaaudienciaesperabaansiosaelcambioaunsolodeviolín.Elpresidente explicó azorado que desgraciadamente el señor Robinsoni nopodría tocar aquella tarde, pero queMr.Ashhabía accedido amablemente aleer«LaReinademayo».Elsiguientenúmerodelprogramaeraunacanción,probablemente titulada «Suspiros del mar», cantada por Miss SmithacompañadadeMissBrown.PeroniMissSmith la cantóniMissBrown laacompañó, porque, como el presidente explicó agitadamente, les había sidoimposible asistir; sin embargo, nos consolamos al saber queMr. Ash habíaaccedido amablemente a leer «El señor de Burleigh». En aquel momento,sucedióalgoextraordinarioencualquierépocayparacualquieraqueconozcala paciencia y consideración de los ingleses pobres, pero todavía másasombrososipensamosenlopocosofisticadosqueeranlospobresdeaquelloslejanos tiempos. Un tipo enorme de rostro sencillo y saludable, yesero deprofesión,selevantólentamenteenmediodelasala,comounenormeleviatánqueemergieradelocéano,yexclamóenuntonotanatronadorcomoeldeMr.Ash,aunquemuchomáscordialyhumano:«Bueno,hastaaquíhemosllegao.Muy buenas noches, Mr. Ash; buenas noches, damas y caballeros». Yhaciendo una señal de bendición universal, se abrió paso y salió del

Page 179: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ProgressiveHallconunairenaturaldeabsolutaamabilidadyprofundoalivio.

No sémuybienporqué, pero aquel gigantehaquedado enmimemoriacomoellegítimotitánquefueelprimeroenrebelarsecontralosvictorianos.Ytodavíasigoprefiriendosucolosalsentidocomúnysurotundobuenhumoralasburlasyrisitastontas,amenudomezquinasymuchasvecesmaliciosas,delosmodernosy cultos críticosde las convencionesvictorianas.Noobstante,aquellomehizotomarconciencia,parabienyparamal,delatendenciaactualaconsiderarunospelmazosaalgunosvictorianos,oporlomenosaconsiderarel temaunapesadez.Mispropiosrecuerdosdemismayoresenelmundodelasletrassonnecesariamenterecuerdosdelosvictorianos,aunqueseandelosúltimos victorianos. Incluso en este aspecto, desde luego, lamoda actual esmuyirregularyparadójica.Porejemplo,parecequeexistemásinterésporlavidadeestosliteratosqueporsuobra.Seescribenyreescribeninnumerablespáginas—deteatro,biografíasycotilleo—sobrelahistoriadeamorentreMr.yMrs. Browning, pero aunque su historia se escriba una y otra vez, dudomuchoquesereleaaBrowningoqueseleaaMrs.Browning.Alparecer,serecuerdanmásdetallesdelahistoriadelasBrontëquedesushistorias.Esunfinextrañositenemosencuentatodasesasteoríasestéticasquesostienenqueloúnicoqueimportadeunautoressuobra.Ylomásextrañoesqueunlibrosobre un hombre como Palmerston, cuyas ideas políticas están totalmentemuertas, sea más popular que un libro de Carlyle, muchas de cuyas ideasseríanútiles enuna épocade reacciónydictadura como laquevivimos.Enconjuntoyapesardelagransombraqueproyectaelyesero,avanzoinsolentecomounodelosúltimosvictorianosbajolasombrainquebrantabledelareinaVictoria.

Al primer gran victoriano que conocí, Thomas Hardy, lo conocí muypronto, aunque sólo fuera durante una corta entrevista. Yo era entonces unjovenescritoroscuroybastantedesastrado,queesperabaunaentrevistaconuneditor.YlorealmenteextraordinariodeHardyesquetambiénélpodríahabersido un joven escritor oscuro y desastrado que esperaba a un editor. Sinembargo, había escrito sus primeras y más hermosas novelas cuyaculminaciónse lograconTess,yyaera famoso;habíaexpresadosuextrañopesimismopersonalenelfamosopasajesobreelPresidentedelosInmortales.Teníaya,ensucaradeelfo,elceñodepreocupaciónquepodríahaberlehechoparecer mayor; sin embargo, me pareció curiosamente muy joven. Cuandodigo que tan joven como yo, quiero decir tan sencillamente pragmático eincluso pedante como yo era entonces. Ni siquiera eludió el tópico de susupuestopesimismo;lodefendióconlainocenciadeunmuchachoenunclubdedebate.Enresumen,semostrabasuavementequejosodesupesimismo,delmismomodoqueyoloestabademioptimismo.Dijoalgoasí:«Yaséquelagentedicequesoypesimista;peronocreoqueloseapornaturaleza,porquehaymontonesdecosasquemeencantan;sinembargo,nuncahepodidoevitar

Page 180: Autobiografía Por G. K. Chesterton

pensarqueparanosotrosseríapreferibleprescindirdelosplaceresydeldolor,y que lamejor experiencia sería una especie de sueño». Siempre he tenidodebilidadpordiscutirconcualquierayenestadiscusiónestabaimplícitotodoaquel nihilismo contemporáneo contra el queyome rebelaba; durante cincominutos,discutíconThomasHardyenlaoficinadeuneditor;sostuvequelano existencia no es una experiencia y que no se la puede preferir ni estarsatisfechoconella;honestamente,siyohubierasidounsimplejovenvulgar,habríapensadoquesusargumentoseransuperficialeseinclusotontos;peronoleconsiderénisuperficialnitonto.

La tremenda verdad sobre Hardy era su humildad. Mis amigos, que leconocíanmejor,hanconfirmadomiprimeraimpresión.JackSquiremecontóque Hardy, siendo ya anciano y una gloria nacional, enviaba poemas alMercury y se ofrecía para modificarlos o retirarlos si no eran adecuados.Desafióalosdiosesyseenfrentóalrayoyatodolodemás,perolosgriegosse habrían dado cuenta de que el rayo no caería sobre él porque no teníainsolencia,yloqueelcieloaborrecenoeslaimpiedad,sinoelorgullodelaimpiedad. Hardy era blasfemo, pero no era orgulloso; y el pecado es elorgullo,nolablasfemia.Enunesbozoquehicedelaliteraturavictoriana,meculpandeunsupuestoataqueaHardy;segúnparece,consideraronunataqueelquehablaradecómoelateodelpuebloespeculasobreeltontodelpueblo.Pero eso no era un ataque, sino una defensa de Hardy. Tiene a su favor lasencillezylasinceridaddelateodelpueblo,esdecir,quevalorabaelateísmocomo una verdad y no como un triunfo. Fue víctima de la decadencia denuestra cultura agrícola, que aportó a los hombres mala religión y ningunafilosofía. Pero él tenía razón al decir, comome lo dijo a lo largo de todosaquellosaños,quesabíadisfrutardelascosasy,porsupuesto,tambiéndeunafilosofíaouna religiónmejores.Apropósitodeesto,mevienena la cabezacuatroversosescritosparamipequeñoperiódicoporunadamairlandesa:

¿Quiénpuededibujarlaescenaenlosestrelladospórticos?

¿Fallarealmentelaimaginación,

cuandoelcruelPresidentedelosInmortales

muestraaTomáslahuelladelosclavos?

Esperoquenoseaunairreverenciadecirqueestodajustoenelclavo.Ental caso, el segundo Tomás haría exactamente lo que ni Prometeo ni Satánhabríanpensadohacernunca:compadeceraDios.

Debo saltar varios años antes de llegar a mi encuentro con otro de losnovelistas victorianos que con frecuencia aparece clasificado junto aHardy.Poraquellaépoca,yoyamehabíalabradounciertonombreenelmundodelperiodismo,por loquemiesposayyo fuimos invitadosaconoceraGeorge

Page 181: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Meredith.ApesardeltiempotranscurridodesdequehabíaconocidoaHardy,sentí el curiosocontrastequehabíaentreellos.Paramí,Hardyeraunpozo,cubiertoporlasmalashierbasdeunperíododeescepticismoestancado;perohabíaverdadensufondoo,porlomenos,autenticidad;sinembargo,Mereditheraunafuente.Teníael impactoexactoylaresplandecientepropulsióndelafuentedeljardínenelquenosrecibió.Erayaunanciano,conlabarbacanosaen punta y unmechón de pelo blanco como vilano de cardo; pero tambiénaquelloparecíaresplandecer.Estabasordo,perotodolocontrariodemudo.Noera humilde, pero jamás le habría llamado orgulloso.Había logrado ser unatercera cosa, casi lo opuesto de orgulloso: era vanidoso. Tenía todos esostoquesindescriptiblesdelavanidadjuvenil;porejemplo,preferíadeslumbrarmásalasmujeresquealoshombres,ydurantetodoelrato,prefirióhablarconmimujer que conmigo. No le hablamos demasiado, en parte porque estabasordo,peromuchomásporquenoeramudo.Sipasamosrevistaaaqueldía,creoquenimiesposaniyoconseguimosdecirniunapalabra.Élhablabasinpararmientrasbebíagaseosadejengibredelaque,segúnnosaseguróconunaalegríaportentosa,habíaaprendidoadisfrutartantocomoelchampán.

Meredith no sólo estaba lleno de vida, sino lleno de vidas. Su vitalidadtenía esa genialidad diversa y creativa del novelista que está siempreinventandohistoriasnuevassobregenteextraña.Noseparecíaalamayoríadelosnovelistasviejos;aélleinteresabaloqueeranovelenlanovela.Novivíaenloslibrosquehabíaescrito,sinoenlosquelequedabanporescribir.Contóuna serie de novelas que eran realmente noveles; sobre todo una sobre latragedia de Parnell. Me parece que no estoy muy de acuerdo con suinterpretación, pues sostenía que Parnell habría recuperado fácilmente lapopularidadsirealmentelohubieradeseado,peroerapornaturalezasolitarioyreservado. Dudo de que aquel hacendado irlandés fuera realmente másreservado que cualquiera de los silenciosos terratenientes ingleses que, enaquellosmismosmomentos,estabanenvueltosenintrigassexualessimilares,yquesehabríanenfurecidoyquedadoigualmentesinpalabrasdehabersidodescubiertos.Loúnicoquepasabaesqueaellosnuncalosdescubrían,porqueno se esperaba que descubrirlos pudiera retrasar el rescate de una nacióncristiana.PeroaquellaeralacualidaddeMeredithqueamípersonalmentemeimpresionó. Tomaba decisiones sin tomarse un descanso y aunque a unhombretangrandenoselepodríatacharnuncadesuperficial,sertanrápidosignifica, en cierto modo, ser superficial. Las numerosas parodias facilonasquehahechodeSherlockHolmeslehacenaparecercomounmetepatas:aúnno hemos leído una comedia de Sherlock Holmes que fuese realmenteinteligente teniendo pocas pistas. Hablamos de una sed de informacióndevoradora, pero la auténtica sed no devora sino que traga. Por ejemplo,Meredith se tragó la teoría racial hoy en boga de dividir las naciones enteutonasyceltas.

Page 182: Autobiografía Por G. K. Chesterton

El nombre de James Barrie data también de mi juventud, aunque porsupuestoeramásjovenqueMeredithoHardy;élsehaconvertidoenungranamigo, en el menos egotista de todos mis amigos, y en gran medida lorelacionoconlosrecuerdosmásintensoseinteresantesdeestosotroshombresysuscontemporáneos.SiguesiendountestigodelagrandezadeMeredithenun mundo que curiosamente lo ha olvidado; pero también me contóinnumerableshistoriasdehombresquenolleguéaconocer,comoStevenson,HenleyyWilde.DeWellsyShawyahehabladoenotrolugaryenrelaciónaotras cosas, pero hay algo del recuerdo de estos hombres que se me haquedado grabado en la mente: el carácter extrañamente fugitivo de lascontroversiasdesatadasinclusoporlosliteratosmásgrandes.Comocualquierescritor de memorias, siento que mi primera dificultad es la de mostrar laenormeimportanciadeciertosindividuosendeterminadasépocas,porqueesoshombreshandejadodeser«temas»,aunquesigansiendoclásicos.RecuerdounrelatodivertidísimoquemehizoBarriedeunaviolentaescenadepolémicaliterariaenlaqueHenleylanzósumuletaatravésdelasalayfueadarenelestómago de otro eminente crítico literario. Esto ilustra la importancia quellegaban a alcanzar ciertos gustos y preferencias intelectuales. Esta creativapiezadeexpresióncríticaduranteunadiscusión sobre IbsenyTolstoi fuealparecerprovocadaporlaafirmacióndequeunodeaquellosgrandeshombreseralobastantegrandecomoparacolgarsealotrodelacadenadelreloj.Perolo queme sorprende y resulta una bromamaravillosa ymacabra es que, alparecer, el narrador había olvidado completamente si Ibsen iba a colgarse aTolstoidelacadenadelrelojoeraTolstoiquienibaacolgarseaIbsendelacadenadelsuyo.Deestodeduzcoqueahoraningunodeaquellosgiganteslepareceanadietangigantescocomoentonceslesparecíaaalgunos.

HevistomuchasvecesaSirJamesBarriedesdeentoncesypodríacontarmuchas otras cosas sobre él, pero hay algo en su ocurrente modestia queparece crear un silencio a su alrededor como el que él mismo guarda. Encuanto al victorianomás viejo, es cierto que sólome he encontrado con elhombreenunaocasión,enunaespeciedeembajadaprivilegiada,asíquemisimpresiones bien pueden ser ilusiones. Si fue así conMeredith, aún lo fuemuchomásconSwinburne,porqueenlaépocaenqueyoleconocí,eraunaespeciedediosentronizadoalquesólopodíasaproximarteacompañadodeungran sacerdote. Tuve una larga conversación conWatts-Dunton y luego unacorta con Swinburne. Swinburne era muy alegre y vivaracho, aunque conmodalesquemeparecieroncuriosamentelosdeunasolterona;peroteníaunaexquisitaeducacióny,sobretodo,lacortesíadeunaconsistentejovialidad.Sinembargo, hay que reconocer queWatts-Dunton era muy serio. Se dice quehizo del poeta su religión; pero me sorprendió como algo raro, inclusoentonces, que aparentemente su religión consistiera en gran medida enpreservar y proteger el ateísmo del poeta. Consideraba esencial que ningún

Page 183: Autobiografía Por G. K. Chesterton

gran hombre estuviera contaminado de cristianismo. Movía la cabeza condesaprobaciónante las tentacionesdeBrowningporestecredo:«Alguiendetan pocos alcances como el pobreBrowning». Luego,me remitió al poema«Hertha»,queconsideraba laobracumbredesuamigo:«Entoncesélestabaen lacrestade laola».Yyo,quemeconocíaaSwinburnedecaboaraboyqueteníadebilidadporsupoesía,aunqueyadisentíadesufilosofía,penséqueera una extraña metáfora para hablar sobre el auténtico y verdaderoSwinburne:

Espocoloqueunhombrepuedesalvar

enloquedurasuvida,enlamareadetiempo,

quiennadaalavistadeesagranterceraola,

queningúnnadadorpudonuncacruzarniescalar.

No creía que esa ola se hubiera cruzado ni escalado en ese panteísmoenormemente confusode«Hertha», apartir del cualunSwinburneposteriorintentó extraer una ética revolucionaria sobre el derecho a resistir losmalesdesdeunmonismocósmicoquesólopodíasignificarquetodoesigualmentebuenoomalo.

Por supuesto, solamente he prestado atención aquí a un par de nombresporque son los más famosos, y no digo siquiera que sean los que más semerecen esa fama. Por ejemplo, suponiendo que cada uno de nosotrostengamos nuestra colección de pesimistas favoritos, a mí siempre me haimpresionadomás intelectualmenteA.E.HousmanqueThomasHardy.Conesto no quiero decir que me haya impresionado nadie que reivindicaraintelectualmenteelpesimismo,quesiempremeparecióunvenenoademásdeundisparate;peromeparecequeHousmantiene,enmayormedidaqueHardy,ciertaautoridadenesagran literatura inglesaqueesmásclásicacuantomásllano es su inglés.Nunca he podido digerir alHardy poeta, pormás que leadmirecomonovelista;sinembargo,Housmanmepareceelmayorounodelosmayorespoetasclásicosdenuestrotiempo.Hetenidotantoamigoscomocompañerosaquienesdesagradabanlossocialistas;desde luego,amínomedesagradabanporlasrazonesquelesdesagradabanaellos,sinomásbienporlosmotivosqueparecíanagradarles.Habíaunaespeciedeoptimismooficialcuando el revisor colectivista del tranvía fabiano gritaba: «¡Próxima parada,Utopía!»,antelocual,algoenmiinterior—quenoerasimplementepagano—simpatizabasiempreconlaspalabrasdeestegrangeniopagano:

Losproblemasdenuestroorgullosoyairadopolvo

procedendelaeternidadynomenguarán.

Como todos saben, el poeta era también profesor y una de las mayores

Page 184: Autobiografía Por G. K. Chesterton

autoridadesenliteraturapaganaantigua.Guardoconcariñounahistoriasobreél que resulta que tiene que ver con este carácter doble de lo clásico y lopoético.Quizáseaunahistoriaconocidaoinclusounahistoriafalsa,ycuentaeliniciodeundiscursoquepronunciótrasunacenaenelTrinityCollege,deCambridge;desdeluego,quienquieraquelohicieraoseloinventarateníaunsoberbio sentidodel estilo. «EstagranFacultadde esta vieja universidadhavisto cosas extrañas.Ha visto aWordsworth borracho y a Porson sobrio.Yaquí estoy yo, ni borracho ni sereno, mejor poeta que Porson y mejoracadémicoqueWordsworth».

PeroHardy yHousman, comoHenley y Swinburne y lamayoría de losgrandes hombres entre mis mayores, me producían la curiosa y sombríaimpresión de que formaban como un telón de fondo de pesimismo pagano,aunquerealmentenoestabaseguro,oalmenos teníauna ideamuyvaga,dequéhabíaenelprimerplanodeaquellaescenadelaqueelloseranelfondo.Un cierto sentimiento de igualdad aplicado a personas tan distintas y deposiciones tan diferentes hacía que me preguntara por qué estaban tandivididos en capillas literarias y para qué servían aquellas capillas. Meconfundíaelquelaculturaestuvierafragmentadaenseccionesquenisiquieraeransectas.Colvinmanteníaunacortemuycortés;Henleymanteníaotraqueno era exactamente cortés o que, al menos, tenía algunos cortesanos muypendencieros; Swinburne se había establecido en las afueras como sultán yprofeta de Putney con Watts-Dunton como su gran visir. Y yo no podíaentenderdequéibatodoaquello;elprofetanoerarealmenteunjefereligioso,porquenohabíafe;yencuantoaladuda,eracomúnatodoslosgruposrivalesde laépoca.Meera imposibleentenderporqué teníaque importarle tantoaMr.Watts-DuntonsiColvindecidíaquelegustabaunnuevopoetaoHenleydecidíaquenolegustabaotro.

También he conocido uno o dos casos aislados de hombre imaginativo.Siempre es difícil trazar un perfil de esta clase de hombres, precisamenteporqueunperfilessiemprelalíneaqueseparaunacosadeloqueestáfueradeella.Porejemplo,yaheinsinuadoalgo,aunquemuyvagamente,acercadelaposturaquemanteníaW.B.Yeats,yqueprecisamenteera laqueeraporqueYeatsrozacosasquesesitúanfueradeél,yporesoprovocapolémicassobreteosofía, mitología o política irlandesa. Pero al hombre simplementeimaginativohayquebuscarloenlasimágenesqueélcreaynoenlosretratosque los demás hacen de él. En este sentido, podríamencionar unas cuantascosassueltasydefinidassobreWalterde laMare,aunquecabedecirquenoserán, si somos precisos, sobre él. Podría decir que tiene un cetrino perfilromanocomounáguiladebronceoqueviveenTaplow,nolejosdeTaplowCourt, donde no sólo le he conocido a él, sino a muchas otras figuras delpaisajedeestahistoria;oqueesaficionadoacoleccionarobjetosdiminutos,ornamentales, pero difíciles de ver a simple vista. Resulta que también mi

Page 185: Autobiografía Por G. K. Chesterton

esposacoleccionajuguetitosdiminutos,porloquealgunoslahanacusadodeinconsistencia a la hora de elegir marido. Pero ella y De la Mare solíancomerciar con aquellas minúsculas posesiones dignas del Goblin Market.Podría contarles que una vez, si mal no recuerdo, encontré una escuela enalgún lugar perdido de la Oíd Kent Road, donde las niñas mantenían laleyendadequeMr.De laMare erauna especiededuendeprotector porquehacía mucho tiempo había dado una charla allí. No tengo ni idea de quéencantamientosrealizóenaquellalejanaocasión,perociertamente,comodiríaun viejo poeta inglés, había dejado su impronta en la Oíd Kent Road. Sinembargo,nisiquieraalgoasítienenadaquever,estrictamentehablando,coneltema,conloesencialyfundamentaldeltema.Enestesentido,yonuncahepodido decir nada sobre el tema; lo más cerca que he estado de juzgar eltrabajoimaginativoseríasimplementeesto:siyofueraunniñoyalguienmedijera no más que estas dos palabras, «Peacok Pie», pasaría por una ciertaexperiencia transformadora. No pensaría que se trata de un libro, ni desdeluegocreeríaqueesunhombre;nolorelacionaríaconelhombredeletrashoytristementefamiliar.Uninstintosagradoenmiinteriormeharíasaberque,enalgúnlugar,existeunasustanciaricaparacomerydeliciosamentecoloreada.Tal como sucede en realidad. Del mismo modo que ni las dudas ni lasdiferencias entre el perfil teórico o ético de la personalidad de Mr. Yeatsalterarían, ni siquiera ahora que ya no soy un niño, mi apetencia por lasmanzanasplateadasdelunaylasmanzanasdoradasporelsol.

Lasimágenesdelhombreimaginativosonindiscutiblesyjamáshequeridodiscutirlas. Las ideas del hombre lógico y dogmático—sobre todo las delescéptico, que es elmás dogmático— son discutibles y siempre he deseadodiscutirlas,peronuncaquisediscutir sobregustosqueno sepuedanponeraprueba;nuncahetomadopartidosinohaygustosquepuedancompartirsenitesis que puedan discutirse, y esto me ha mantenido fuera de muchosmovimientos.Peroenestepuntosoyconscientedequehayenmíunagrietaodefectorespectoaesosasuntos.Siemprenotoqueseabreenmiinteriorcomounabocainsondablequebosteza,comounabismo(enloqueamíserefierebostezar es la correcta descripción), cuando la gente me dice que hay quehaceralgopor«elteatro».CreoqueCésaryCleopatradeShawesunabuenaobra,aunquedemasiadopacifistae imperialistaparamisgustoséticos.Creoque¿Esustedmasón?esunabuenaobrateatral,ymivaloraciónnotienenadaqueverconladesconfianzacatólicaantelamasonería.Perohablardeayudar«alteatro»mesuenacomosimehablarandeayudaralamáquinadeescribiroa lamáquinade imprimir.Amicortoentender,creoque tododependede loquesalgadeesasmáquinas.

Pero entre estas figuras literarias, había una de la que hablaré en últimolugar, aunque debería ocupar el primero, se trata de una contemporánea ycompañera de todo aquelmundillo cultural, amiga íntima deMeredith, una

Page 186: Autobiografía Por G. K. Chesterton

artista admirada como artista por los estetas e incluso por los decadentes:Alice Meynell, prefería ser estética que anestésica y no era una esteta ytampoco había nada en ella que pudiera decaer. Tenía la fuerza vital de unárbolcon floresy frutosen todas lasestaciones,y la saviade suespírituenforma de ideas no se secaba nunca. Siempre encontraba cosas en las quepensar, incluso en su lecho de enferma en una habitación con las persianasbajadas, donde la sombra de un pájaro en la cortina eramás que elmismopájaro,decíaella,porqueeraunmensajedelsol.Delamismaformaqueeraunaartesanaconvincente,tambiéneraunaartistaconvincente,ynounaesteta;se parecía a aquel famoso artista que decía que siempremezclaba pintura ycerebro.Habíaenellaalgomásqueentoncesnocomprendíyquelacolocabaal margen de su tiempo. Era fuerte, con profundas raíces donde los demásestoicos estaban sólo rígidos de desesperación. Ella era consciente de unabelleza inmortal con la que los paganos sólo podían mezclar belleza ymortalidad,yaunquepasóasaltospormividayconmuchamenosfrecuenciadelaqueyohabríadeseado,aunquesupresenciatuvieraalgodelagravedadfantasmaldeunasombraysupasoalgodel fugitivoaccidentedeunpájaro,ahoraséqueellanofuefugitivanisombría,eraunmensajedelsol.

XIV

RETRATODEUNAMIGO

Sidejamosaunladolavanidadolafalsamodestia(conlasquelagentesanasiemprebromea),loquedeverdadopinosobremipropiaobraesquealolargodemividaheestropeadounascuantasbuenas ideas.Existeunmotivoque tienequevermásconmiautobiografíaquecon lacrítica literaria.CreoqueElNapoleóndeNottingHillfueunlibroquemerecíalapenaescribirse,pero no estoy seguro de que llegara realmente a escribirlo. Creo que unaarlequinadacomoLahosteríavolanteeraun temaenormementeprometedor,perodudomuyseriamentedehabermantenidolapromesa.Casiestoytentadodedecirquesiguesiendountemamuyprometedor…paraotro.Creoquelahistoria titulada La esfera y la cruz tenía un buen argumento sobre doshombresa losque lapolicía impidepermanentementequesebatanendueloporunencontronazosobre lablasfemiay ladevoción,opor loque lagenterespetablellamaría«unasimplediferenciareligiosa».Creoquelatesisdequeelmundo está organizado alrededor de lamás obvia y urgente de todas laspreguntas,notantoparacontestarlaequivocadamente,sinoparaevitarqueserespondadeformaalguna,esunapropuestasocialquerealmentetienemuchaenjundia,perodudoqueconsiguierasacarletodoeljugoqueselepodríahabersacado. Consideradas como historias, en el sentido de anécdotas, tengo la

Page 187: Autobiografía Por G. K. Chesterton

impresión de que enmayor omenormedida son frescas y personales, pero,comonovelas,nosólonosontanbuenascomolashabríaescritounnovelistadeverdad,sinoquenisiquierasontanbuenascomoyopodríahaberlasescritosi hubiera intentado realmente ser un verdadero novelista. Y entre otrasrazones más infames para no poder ser un novelista está el hecho de quesiemprefuiyseguramentesiempreseréunperiodista.

Sin embargo, no fuemi ladomás superficial, ni elmás tonto ni elmásjovial,losquemeconvirtieronenperiodista.Alcontrario,fueloquetengodemásserioeinclusosolemne.Elgustoporlasimplejuergamehabríallevadoalataberna,peronoalperiódico.Ysimehubierallevadoaunperiódicoparapublicarsimplespoemassatíricosocuentosdehadas,nuncamehabríallevadopor el deplorable camino de los interminables artículos y cartas a losperiódicos.En resumen, nopodía ser novelista, porque en realidad amímegustaver las ideasy los conceptos forcejear desnudos, por así decirlo, ynodisfrazados de hombres y mujeres. Pero, en cambio, podía ser periodistaporquenopuedoevitarserpolémico.Nisiquierasési,enlamodernaescaladevalores, a esto se le llamaría falsamodestia ovanidad, pero sí sé queno esningunadelasdoscosas.Semeocurrequelapruebamejorymássaludablepara juzgar hasta quépunto la simple incompetencia opereza, y la legítimapreferenciaporelrecursodemocráticodirecto,hanevitadoquemeconvirtieraenunhombredeletrasauténtico,podríaencontrarseenunestudiodelhombrede letras que mejor conozco; alguien con los mismosmotivos que yo paraproducirperiodismoyque,sinembargo,sólohaproducidoliteratura.

EnlaépocaenqueBellocyaconocíaaBentleyyaOldershaw,peronoamí,yestabantodosjuntosenaquelgruporadicaldeOxford,elpropioBellocfrecuentaba especialmente un grupo mucho menor llamado el ClubRepublicano. Por lo que he podido deducir, el Club Republicano no tuvonuncamásde cuatromiembrosy, generalmente,menos; unoomásde elloshabía sido solemnemente expulsado por conservadurismo o por socialismo.EsteeraelclubqueBellocglorificabaenlahermosadedicatoriadesuprimerlibro,delaquedoslíneassehanhechocélebres:«Elcansanciodelavictorianovalelapenasalvoporlarisayelamordelosamigos»,yenelquetambiéndescribíaconmásdetallelosidealesdeestaexigentecamaradería:

ElplandeRabelaismantuvimos,

losmelindrososclaustroshonramos,

conlaLeyNatural,Canciones,Estoicismo

losDerechosdelHombre,OstrasyVino

enseñamoselartedeescribir

sobrehombresquedesearíamosestrangular,

Page 188: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ydóndeencontrarsangredereyes

asólomediacoronalabotella.

Delosotrostrespuntalesdeesteinequívocoevangeliodelaciudadanía,esdecirdelostrescolegasdeBellocdelviejoClubRepublicano,unoestodavía,segúntengoentendido,unexiliadodistinguidoyoficialdelejércitoenBurma;o como les gustaba decir a sus viejos amigos con amargas sonrisas deafectuosa resignación, «un sátrapa», como si de alguna manera hubieracondescendidoalabarbarieorientalquellamamosimperialismo.Nodudodequeerarealmenteunsátrapafelizyencantador,perofueelúnicomiembrodelgrupoalquenunca lleguéaconocer.Losotrosdosrepublicanos, losamigosmás íntimos de Belloc en Oxford, han representado, aunque de distintamanera,unpapelmuyimportanteenmipropiavida.UnoeraJohnSwinnertonPhillimore,hijodelviejoalmirantecuyonombrefueunaespeciedetelóndefondoenelKensingtondemiadolescencia,yqueposteriormentefueprofesordelatínenlauniversidaddeGlasgowyunadelasautoridadesdesutiempoenlenguas clásicas; ahora, por desgracia, un recuerdo cada vezmás lejano. Elotro fue Francis Yvon Eccles, el distinguido erudito francés, a quien ahorafrecuentomuypoco,dadasucrecientetendenciaavivirenFrancia.

LospadresdeEccles,comolosdeBelloc,eranunoinglésyotrofrancés.Perohabíaunaespeciedecomediadeenredoconlosnombres,comosifueranetiquetas intercambiadas.Eccles, que tenía apellido inglés, parecía francésyBelloc,consuapellidofrancés,parecíainglés;esmás,acabósiendoelúnicoinglés representativo que realmente se parecía al tradicional John Bull. Esciertoqueaquelaspecto tradicionalse lodabasubarbilla,cuadradacomoladelgranemperadordelosfranceses,yunaspatillasalestiloespañol.Peroelefectocombinadodeestasinfluenciasextranjeraseraqueparecíaexactamenteloquecualquiergranjeroinglésdeberíaparecer;yera,sicabe,mejorretratode Cobbett que el propio Cobbett. Además, el símbolo era real, porque lasraíces que le ataban a las Downs y a los profundos labrantíos del sur deInglaterra eran inclusomás hondas, en lo que al instinto se refiere, que losmarmóreos cimientos de la abstracta república del Club Republicano.Recuerdo que me estaba tomando una cerveza en una taberna no lejos deHorshamyalmencionarelnombredemiamigoaltabernero,queobviamentenuncahabíaoídohablarde librosnidesemejantes tonterías,estese limitóadecir:«Esungranjero,¿no?»,yyopenséenloinmensamentehalagadoquesehabríasentidoBelloc.

ConocíaEcclesenFleetStreetdesdequeempecéatrabajarenelSpeaker,el viejo periódico pro-bóer, del que fue consejero literario; no obstante,resultaba siempremás fácil imaginártelo sentadoen la terrazadeuncafédeParísqueenunodeLondres.Lacabeza,elsombrero,lascejasarqueadasylafrente arrugada en un gesto de desinteresada curiosidad, su copete

Page 189: Autobiografía Por G. K. Chesterton

mefistofélicoy supaciente lucidez eranmuchomás franceses que los de suamigoconelnombrefrancés.Nosésiestossignosexternossecorrespondensiempreconloscaracteres,perodesdeluego,nosiempresecorrespondenconlas carreras.Así, John Phillimore, hijo de unmarino y descendiente de unafamilia de marinos, parecía mucho más un marino que un catedrático. Suoscura y compacta figura y su rostro moreno podrían haberse visto encualquier puente de mando. Por otra parte, y debido a otra carnavalescacomediadeenredo,siemprepenséquesuprimo,que,segúntengoentendido,esundistinguidoalmirante,teníamásaspectodecatedráticooprofesorqueél.Era imposible impartir clases en aquel caos racial y religioso de Glasgow,llenodeescoceseseirlandesessalvajes,jóvenesfanáticoscomunistasyviejosfanáticos calvinistas, sin poseer las cualidades necesarias para el puente demando. La mayoría de las historias sobre Phillimore parecen historias demotines en alta mar. Se decía maliciosamente que la palabra «caballeros»dicha por él tenía elmismo efecto que el famoso «¡ciudadanos!» dicho porCésar.Segúnparece,enunasituaciónsimilar,unamuchedumbredeGlasgow,insubordinadaperointeligente,comprendióalinstantelagratificanteironíadesu alocución: «¡Caballeros! ¡Caballeros! ¡Aún no he acabado de soltar misperlas!».

Sinembargo,lomásrelevantedeestecapítuloesquelacarreradeBellocempezóconlosidealesdelClubRepublicano.Paratodosaquellosquehablansobrelosideales,peronopiensanenlasideas,puedeparecerraroquetantoélcomo Eccles hayan terminado siendo monárquicos empedernidos. Noobstante, hay una ligera diferencia entre un buen despotismo y una buenademocracia;ambosimplicanigualdadconautoridad,yaseaautoridadpersonalo impersonal. Ambos detestan la oligarquía, incluso como aristocracia, suformamáshumana,dejandoaunladolaformarepugnantedeplutocraciaquehaadoptadoenlaactualidad.Belloccreyóprimeroenlaautoridadimpersonalde laRepúblicayseconcentróensuvueltaal sigloXVIII, sobre todoen lorelativo al aspecto militar. Sus dos primeros libros eran dos hermosasmonografías de los dos revolucionarios franceses más famosos, y, en estesentido,eraunardienterevolucionario.Peromencionoaquíesteasuntoporunmotivo especial que tiene que ver con algo en lo que, por muy natural yarraigadaquefuerasurelaciónconestepaís,élfueyesúnicoenInglaterra.Ya he señalado que conocerle bien consiste en saber que como hombre esinglésynofrancés.Perohayotroaspectoenestecuriosocaso:enloquetienedetradicionalista,esuntradicionalistainglés,perocuandoeraespecialmenterevolucionario, en el sentido exacto de la palabra, era un revolucionariofrancés.Agrandesrasgospodríaresumirsediciendoqueeraunpoetainglés,perounsoldadofrancés.

Mucho antes de conocer a los representantes del Club Republicano, yocreía saberlo todo sobre revolucionarios. Había hablado con ellos en sucias

Page 190: Autobiografía Por G. K. Chesterton

tabernas, desastrados estudios o en las hosterías vegetarianas, aún másdeprimentes.Sabíaqueloshabíadedistintasformasycolores,yquealgunoseranmásrevolucionariosqueotros;sabíaquealgunosllevabancorbatasverdepálido y daban conferencias sobre el arte decorativo, mientras que otrosllevabancorbatasrojasydabandiscursosenlosestradosdelossindicatos.Hecantado cordialmente «Bandera roja» con estos últimos y, con acento másexquisito, el «Despierta, Inglaterra» deWilliamMorris con los primeros.Yaunque no tenía elementos de comparación, me daba cuenta cada vez másabrumado de que, por algún motivo, nosotros no teníamos un himnorevolucionario decente y en cuanto a crear un Himno al Odio que fuerapresentable,miscompatriotaseranundesastre.

Unodelospuntosdébilesdeestaspopularescancionesdeguerraeraquenoerancancionesdeguerra.Nuncaofrecíanlamenorpistadecómosehacíala guerra. Siempre esperaban el amanecer, sin prever mínimamente quepodrían matarlos al amanecer, y sin la menor preparación inteligente paramataralenemigoalamanecer.«Inglaterra,despierta;lainterminablenochehaterminado;contemplacómoelalbanacetenueporeleste».Todaseranigual;todaseran«Cancionesparaantesdelamanecer»,comosielsolquesalíaparaeljustoyelinjustonosalieratambiénparaelconquistadoyelconquistador.Peroelpoeta revolucionario inglésescribíacomosi fueraeldueñodelsolytuvieralacertezadeserelconquistador.Enotraspalabras,meparecíaquelaidea de la guerra que tenía el socialismo era exactamente igual que la delimperialismo,loquefortalecióyahondólaantipatíaquesentíaporambos.Heoído muchos argumentos contra la idea de una guerra de clases, pero elargumentoque,enmiopinión,másladesacreditaesquetantolossocialistascomo los imperialistas siempre asumían que ganarían la guerra. No soyfascista,perolamarchasobreRomalesdiolasorpresaquesemerecían.Pordecir algo, interrumpió considerablemente el inevitable triunfo proletario,igualquelosbóershabíaninterrumpidoelinevitabletriunfobritánico.Amínome gustan los triunfos inevitables y, además, no creo en ellos. Pienso queninguna solución social, incluso una más viril que la de Morris, deberíadeclararse«tanseguracomoqueelsolsaldrámañana».

EntoncesBellocescribióunpoematitulado«Elrebelde»ynadiesepercatóde lo más interesante de aquellos versos. Era un poema muy violento yamargo, demasiado revolucionario para la mayoría de los revolucionarios;inclusolosdelacorbatarojasesonrojarían,ylosdelacorbataverdepálidosepondríanpálidosyverdesdemalestarantelasamenazascontralosricosquebrotandelpoema:«ysegadleslaspatasasuscaballosycercenadsusárbolesparamadera»;ysuhermosofinal:«ytodoestopiensohacer,portemoraquemihijitopuedaromperselasmanoscomoyomelasheroto».

Esta no es una «Canción antes del amanecer»; es un ataque antes del

Page 191: Autobiografía Por G. K. Chesterton

amanecer.Pero lapeculiaridadquequieroseñalaraquíapareceen losversosanteriores sobre la naturaleza real del ataque. Es el único poemarevolucionarioqueheleídoenmividaenelqueseinsinúaquesehatrazadoun plan previo al ataque. Los primeros dos versos dicen: «¿Cuándo losencontraremosdondesealzanconunamilladehombresacada lado?».LosCamaradas del Amanecer siempre parecía que marchaban en columnacantando.Aparentementejamáshabíanoídohablardedesplegarseenesagranlínea que se enfrenta al enemigo para la batalla. Los dos versos que siguendicenasí:«Quierocargardeinmediatoyforzarlosflancosdesuformación».¿Quiénhaoído jamásque loscamaradasdelamanecer tuvieranuna idea tancomplicadacomoladealterarelflancodelenemigo?Yluegovieneelcerco:

Ypresionarloshaciadentrodesdelallanura

yhacerlosbajargritandoporlossenderos,

ygaloparyperseguirloshastavencerlos,

yllegaralaspuertasytomarlaciudad.

Lapersecución,yluegolatomadelacabeceradelpuente.

Detodaslasqueheleído,estaeslaúnicacanciónsobrelaguerradeclasesen la que aparece una vaga idea de lo que sería una guerra.En este salvajepoema,llenodeviolenciavindicativaydestrucción,haytambiénenunasúbitaforma lírica un plan táctico y un mapa militar perfectamente claros. Unadescripcióndefinitivadecómounoshombrespuedenasaltarunafortaleza,sies que hay que asaltarla. La violencia de esta democrática, aunqueindudablementeviolentadeclaración,vamáslejosdeloquellegarácualquiercomunista encienaños.Perocomprende tambiénel auténticocarácterde labatalla,yunabatalla,comocualquierempresahumana,sesabecómoempiezaperonocómoacaba.Sinembargo, loscamaradasdel«amanecer»me teníanharto,porqueaunquenodisponíandelmínimodiseñodecómoempezaríasurevolución, no dudaban de cómo acabaría. Exactamente igual que elimperialismoylaguerradeSudáfrica.

Eso es lo que quiero decir cuando afirmo queBelloc es un poeta inglésperounsoldadofrancés.Elhombreenreposoyportanto,elhombrereal,eseldeSussex,peroexpandido,otrosdiríaninfectado,porlainfluenciaextranjerade losquehanconocido invasionesy revolucionesdeverdad;si le llamaranparadirigirunarevolución,ladirigiríaconlamismalógicaqueunamultitudparisina dirige todavía una revuelta. Como él señaló en cierta ocasión, unamultitud tan democrática sabe cómo desplegarse. Pero sólo he cogido esteejemploalazarparailustrarunaverdadgeneralsobreunhombremuynotable.Me he fijado en el hecho de que la canción revolucionaria normal es sólomilitante,perolasuyaestambiénmilitar.Quierodecirqueensucanciónestá

Page 192: Autobiografía Por G. K. Chesterton

presenteno sólo la ideade lucharpor la fe, sinoel cuerpoacuerpocon loshechos.Siqueremoscombatiralosricosocombatirenlarevueltacontralosricos, combatir la resistencia a una razonable redistribución de la riqueza ocualquierotracosa,asíescomohayquehacerlo.Ycuandorecuerdolasotrasrománticascancionesrevolucionarias,nomesorprendelomásmínimodarmecuentadeque,almenosenestepaís,nohaexistidoluchaalguna.

AsíesexactamentecomoloscontemporáneosdeBellocsehanequivocadocon él en todas y cada una de sus actuaciones, como, por ejemplo, en suestudio históricoTheServile State.Como los ingleses, entre los que yomecuento,sonrománticos,ycomolesencantalahistoriadequelosfrancesessonrománticos y aúnmás la historia delirante de queBelloc es francés, se hanmostrado completamente ciegos ante él cuando Belloc ha sido totalmentecientífico.SuestudiodelEstadoservilestanestrictamentecientíficocomounmapamilitaresmilitar.Notienenadaderománticonidetravieso,nisiquieranadaparticularmentedivertido,salvolasdosadmirablespalabras,«esteloco»,queaparecenenmediodeunatranquilaprocesióndeponderadostérminosenelcapítulode«Elhombrepráctico».InclusoestaexcepciónescomoacusaraEuclides de hacer un chiste cuando prueba una proposición por reductio adabsurdum. Cualquiera que sepa el lugar que ocupa la razón en elcomportamiento actual puede imaginarse lo que sucedió. Primero, antes deleer lo que Belloc escribía, los críticos empezaban a criticar lo queprobablemente Belloc escribiría. Decían que nos amenazaba con unaespantosa pesadilla llamada el Estado servil. En realidad, el principalargumentodeBelloceraquenosetratabadeunapesadilla,sinodealgoquenos resultabaya tan fácil de aceptar como la luzdeldía.Tesis tan crucialescomo las de Adam Smith o Darwin se malinterpretan constantemente; nisiquiera se criticanpor lo que son, aunque se hagan todo tipode conjeturassobre ellas y se critiquenmuchísimopor todo loqueno son.BernardShawasegurórotundamentequeellibroeraunsimplerevivaldeladescripciónquehaceHerbertSpencerdeladependenciadelEstadocomoformadeesclavitud.Ycuando leseñalábamosqueera imposiblequehubiera leídoniunapáginadel librodeBellocsidecíaqueseparecíaaldeHerbertSpencer,contestabacon aquella jovialidad suya que lo que no había leído era el de HerbertSpencer. Muchos suponían que era una descripción satírica del Estadosocialista, algo entre Laputa y Unmundo feliz. Otros creían que el Estadoservil eran términos generales para designar cualquier formade tiranía o deEstadoopresor,e inclusohabitualmenteseusabael términoconesesentido,pues como es típico en nuestro país y nuestra época, aunque no se podríaafirmarqueellibroerapopular,eltítulodellibrosehizopopularinmediatayampliamente.Hubountiempoenelqueloschicosdelosrecadosylosmozosdeestacióndecíanlodel«Estadoservil»;nosabíanloquesignificaba,peronomenosqueloscríticoseinclusoloscatedráticos.

Page 193: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Latesisdellibroesqueelmovimientosocialistanoconducealsocialismoenparteporlascomponendasylacobardía,perotambiénporqueloshombrestienen un oscuro e indestructible respeto por la propiedad, incluso bajo eldisfraz repugnantedelmodernomonopolio.Por tanto,en lugardel resultadoquesepretende,elsocialismo,obtendremosunresultadoquenosepretendía:laesclavitud.Elcompromisoadoptarálasiguienteforma:«debemosalimentara los pobres y no robaremos a los ricos; por tanto, diremos a los ricos quealimenten a los pobres y se los cederemos para que sean los siervospermanentesdelosseñores.Seránmantenidos,tantositrabajancomosino,yacambiodeesta totalmanutenciónse lesexigiráobediencia incondicional».Esto,oelprincipiodeesto,puedeverseencientosdecambioscomolaLeydelSeguro,quedividelegalmentealosciudadanosenamosysirvientes,contodasuertedepropuestasparaevitarhuelgasycierrespormediodearbitrajesobligatorios.Cualquierleyqueobligueaunhombreavolveraltrabajocontrasuvoluntades,enrealidad,unaFugitiveSlaveLaw.

Ahora bien, tomo este ejemplo de tesis científica, sostenidacientíficamente,parademostrarlopocoquesehacomprendidolaimportanciaintelectual de la obra deBelloc. Elmotivo de esta incomprensión radica enuna peculiaridad suya, realmente extranjera y relativamente francesa: lacostumbredesepararensumentelocientíficodeloartístico,loornamentaldelo útil. Es cierto que cuando un francés diseña un parque ornamental, loscaminossonrealmentemuysinuosos,porquesonsóloornamentales.Cuandodiseñaunacarretera, laproyectaderechacomounavara,comolascarreterasporlasquebajabanlossoldadosfrancesescargadosconsusbaquetasdefusil,porque una carretera está hecha para ser utilizada y cuanto más recta, máscortaes.LaidílicacancioncillalíricadeBelloc,«CuandonoeramuchomayorqueCupido,aunquemásatrevido»,escomounjardínfrancésornamental,ysulibrosobreelEstadoservilesunacarreteramilitar francesa.Nohayhombremásinstintivamenteingeniosonimásintencionadamenteplúmbeo.

EstasdosvocesdeBelloc,por asídecirlo, eran tandistintasqueavecespasabadeunaaotrayparecíaquehablabandospersonasdiferentes,loqueenelestradoproducíaunatransicióncasitanespectacularcomoeldiálogoentreun ventrílocuo y su muñeco. Cuando se presentó en Salford por el partidoliberal,confrecuenciadesconcertabaalosqueleprovocabanrociándolesconestasduchasalternasdeagua fríaycaliente.Salforderaundistritoelectoralpobre y popular, con muchas capas de gente sencilla y pueblerina queconservaban los prejuicios de nuestros bisabuelos; uno de ellos era laconmovedora creencia de que una simple alusión a la batalla de Waterloopodía lograr que cualquiera con un apellido francés se encogiera y searrastrara. Probablemente esta era la única batalla de la que el provocadorhabíaoídohablarysu informaciónse limitabaa laaseveración,nodel todocorrecta, de que los ingleses habían ganado. Así pues, de vez en cuando

Page 194: Autobiografía Por G. K. Chesterton

preguntaba en voz alta: «¿Quién ganóWaterloo?». Belloc fingía tomarse lapregunta con rigurosa exactitud, como si le hicieran una pregunta técnicasobre un problema táctico, y contestaba con la laboriosa lucidez de unconferenciante:«ElresultadodeWaterlooseresolvióenúltimotérminoporlamaniobracentraldeColborne,apoyadaporelefectoconseguidoporlabateríadeVanderSmitzen al inicio de la batalla.La falta de sincronizaciónde losprusianos no fue lo suficientemente extensa, etc.» Y entonces, cuando eldesgraciado patriota del público intentaba todavía resolver la inesperadacomplejidad añadida al problema que él había planteado, Belloc cambiabarápidamentealtonosonoroydirectodeldemagogoysejactabaabiertamentede la estirpe de aquel soldado de los Pirineos que había seguido al ejércitorevolucionario de Napoleón y había ascendido en el escalafón a través detodasaquellasvictorias,quedieronuncódigodejusticiaatodouncontinenteydevolvieronlaciudadaníaalacivilización.«Esunabuenaestirpedemócrataynomeavergüenzodeella».

Este cambio de tono tenía un efecto tremendo: la sala entera aplaudíapuestaenpieyelinvestigadordelacampañabelgaquedabaaislado.Peroeseesexactamenteelasunto,quesequedabaaislado.Eseeselasunto,nosóloenlo relativo a la sutileza de esa mezcla de sangre francesa e inglesa, sinotambiénaesaespecialsutilezainglesa.Losinglesessoninsulares,notantoenelsentidodeserinsolentes,sinosimplementedeserignorantes;sinembargo,no son rencorosos. En circunstancias normales, preferirían aclamar a unfrancésorgullosodeserfrancés,comoaclamaronalmariscaldeNapoleónenlacoronacióndelareinaVictoria,querecordarleladesgraciadeNapoleónenWaterloo. Y la misma interesante distinción sucede también a la inversa.Desdelainfancia,noshanmachacadoconalgollamadoretóricafrancesa.Paravergüenzanuestra,hemosolvidadoquehastahacemuypocoexistióalgomuynoblequesellamóretóricainglesa.Yadiferenciadesuironíaodesuobjetivoy científico militarismo, la retórica de Belloc era absolutamente retóricainglesa.NohabíanadaenellaqueCobbetteinclusoFoxnohubieranpodidodecirenlaépocaenqueelauténticoradical ingléssedirigíaaunaauténticamultitud inglesa.Lo que ha debilitado ese llamamiento directo al pueblo hasido el cambio que convirtió a casi todos los ingleses en una especie delondinensesde imitación,y la retóricadeWestminsterenalgocadavezmáspomposoehipócrita,mientrasquelagraciadeWhitechapeleracadavezmásmordazeimpertinente.Peroinclusoenmiépoca,sepodíaoírocasionalmentelavozhistóricadelvaronildemagogoingléshablandodeemocionesprimariasen un inglés llano. Nadie lo hacía mejor, cuando quería, que el viejo JohnBurns, a quien he votado y en cuyo favor he hablado amenudo cuando yovivía enBattersea. Citaré un caso, amodo de ejemplo; era bastante naturalque, al viejo agitador de huelgas portuarias convertido en ministro delgobierno y, en muchos aspectos, en una fuerza bastante conservadora, le

Page 195: Autobiografía Por G. K. Chesterton

atacarancomosifueraunvolcánapagadoounafortalezarendida.PeroBurnssabía cómo manejar estas situaciones cuando hablaba a los demócratas, yahondabaen loshechoshumanosen lugardemetersepor laberintos legales.EnunmitinenBattersea,unossocialistasleacusarondenohaberseopuestoauna«ConsignaciónReal»,alareinaMaryoaalgunaotraprincesaconmotivode lascelebracionesporelnacimientodeunheredero.Me imaginocómosehabría defendido, siguiendo la etiqueta de la Cámara, uno de esos trepasaduladores del laborismo liberal que han accedido a la clase gobernante atravésdelParlamento.JohnBurnsdijo:«Soyhijodemimadreymaridodemiesposa.Ysiustedmepidequeinsultepúblicamenteaunamujerqueacabadetenerunhijo,nopiensohacerlo».Esoesretóricainglesayestanbuenacomocualquierotra.

Peromientrasque resultaunerrorpensarquehabíaalgoparticularmentefrancés en la democrática y directa oratoria queBelloc usaba por entonces,habíaotracualidad,delaquetambiénhacíagalaporentonces,querealmentepodía decirse que era una especialidad francesa.Generalmente tenemos unaideatontaeincorrectacuandohablamosdelingeniofrancés,ytodalariquezadeeseproductodelaculturararavezsetomaenconsideracióninclusocuandohablamosdelaironíafrancesa.Lamejorironíafrancesanoesalgotansimplecomodecirunacosaqueriendodaraentenderloopuesto;esmostraryocultaralmismotiempo,enunrelámpago,unaseriedeaspectosdeunamismacosa,comounhombrequehicieragirarundiamanteconveintecaras.Ycuantomásbrevees,másinsolente;cuantomássuperficialparece,máshayenesaironíaunelementodemisterio.SiemprehayuntoquedeestupefacciónparalagentesencillaenfrasesdeefectocomoestadeVoltaire:«Paratriunfarenelmundono basta con ser estúpido, también hay que tener buenos modales».Curiosamente, encontramos esa misma cualidad en un despacho militarcorriente, enviado por Foch, un soldado muy práctico y escueto, en elmomento crucial de la batalla del Marne: «Me acosan duramente por laderecha;miizquierda,enretirada;situaciónexcelente;ataco».Porqueademásdelanotaprosaicayprácticaquees,podríaserunmontóndecosas;podríaseruna paradoja o una fanfarronada o una amarga broma desesperada; y sinembargo,nodejadeserunacorrectadescripcióndelaventajadesuinmediatasituacióntáctica,tanexactacomounmapamilitar.Nuncahesentidodemodotan vivaz que realmente había algo francés en Belloc como cuando, enocasiones, decía de repente cosas así en un estrado, ante un públicoabsolutamente perplejo. Recuerdo una vez en la que daba una conferenciapuramentetécnicallenadeplanosynúmerossobreesamismacampañadelaGran Guerra. Hizo una pausa para decir entre paréntesis que tal vez nadiecomprendería nunca por qué Von Kluck cometió aquel error garrafal anteParís. «Tal vez —dijo Belloc, como un hombre que se hubiera quedadoabsortoporunmomento—,talvezestuvierainspirado».

Page 196: Autobiografía Por G. K. Chesterton

Sepuedenhacertodotipodeinterpretacionesyencualquierdirección.Sepuedeconsiderarunaburlavolterianaaladivinainspiraciónyalosdesastresquellevaaparejados;ounmisteriosoyoscurojuiciocomoalqueapunta«elSeñorendurecióelcorazóndelFaraón»,y todo tipodematicesentreambasinterpretaciones;peronuncaestaremossegurosdehaberllegadoalfondo.Portanto,eselagoornamentaltanbrillante,deaparienciapocoprofunda,llamadoingeniofrancés,esenrealidadelmásprofundodetodoslospozosylaverdaddescansa en su fondo. Por último, se puede hacer constar que esta mismadiversidad en losmétodosdeunhombre, y su costumbredemantener estascosasseparadas,eslaexplicacióndelaccidenteporelquemuchagentesehasentidodesilusionada,desconcertadaeinclusoaburridaconBellocendistintosaspectos, porque buscaban la revelación de una de las leyendas que habíasobreél,cuandoélestabaconcentradoconfríaferocidadenalgomuchomásprosaicoopreciso.AldebatirconBernardShawsobrelaLeydeAlquileres,observó austeramente que si estaban discutiendo de economía, discutiría deeconomía,peroquesiMr.Shawsededicabaahacerchistes,estaríaencantadodecontestarleconversosjocosos.Antelocual,Mr.Shaw,siempredispuestoaresponder a un reto, siguió hablando de su tema en deliciosos versosburlescos;Belloccontestóconlacanciónde«lafranjaalsurdelStrand»,queentonces incluía el teatro Adelphi. Pero lo original es que su canción erasencillamenteunacanciónycualquierahabríapodidocantarlaenunpub.

Uno de los acontecimientos más divertidos de mi vida sucedió cuandopresidí la fiesta de celebración del sesenta cumpleaños de Belloc. Estabanreunidas unas cuarenta personas, casi todas ellas importantes, en el sentidopúblico del término, y el resto eran incluso más importantes en el sentidoprivado,puestoqueeransusrelacionesmásíntimasyallegados.Paramífueunacuriosaexperiencia,algoentreelDíadelJuicioFinalyunsueñoenelquehombresdedistintosgrupos,alosqueyohabíaconocidoendiferentesépocasde mi vida, aparecían todos juntos como en una especie de resurrección.Cualquiera comprenderá la sensación que tuve si alguna vez ha tenido laexperienciadequeunextrañolepareporlacalleylepregunté:«¿Quétallapandilla?». En ocasiones así, he tenido la clara conciencia de haberpertenecidoamuchaspandillas.Conocíabienalamayoríadelosqueestabanallí,peroentre los jóveneshabíaalgunos reciénconocidosyotrosaquienesconocía desde hacía tiempo; y también estaban, como sucede en estasreuniones,esosqueenalgúnmomentoquisesaberquiéneseranyporlosquenunca llegué a preguntar. De cualquier modo, había gente de todo tipo,exceptoidiotas,yaquellarenovadacamaraderíametrajoalamemoriacientosdepolémicas.EstabamiviejoamigoBentley,aquienconocíadesdelaépocadelcolegio;yEccles,quemerecordabalasprimerasbroncaspolíticasafavordelosbóers;yJackSquire(ahoraSirJohn),queaparecióenmicírculoenlaépocadelEye-Witnessydelacampañademihermanocontralacorrupción;y

Page 197: Autobiografía Por G. K. Chesterton

DuffCooper,unjovenpolíticoconporvenir,alqueconocíadesdehacíamásomenosunmes,yA.P.Herbert,deunaedadparecida;yelbrillanteperiodistaal que conocía desde hacía mucho por el sobrenombre de Beachcomber y,desdehacíamuypoco,porMorton.Estabaprevistoque fuera,y lo fue,unaveladamuydivertida;noibaahaberdiscursos.Merecalcaronrepetidasvecesque no habría discursos. Sólo yo, como presidente de la mesa, estabaautorizado a decir unas palabras cuando entregara aBelloc el regalodeunacopadeorodiseñadaapartirdeciertasfrasesdesupoemaheroicodealabanzaal vino, que termina pidiendo que una copa de oro fuera la última copa dedespedidaasusamigos:

Yelsacramentallevantaenmíeldivino

poderosohermanoenDiosyúltimocompañero,elvino.

Simplemente pronuncié unas pocas palabras para decir que aquellaceremoniaeradignadehabersecelebradohacíamil añosenhonordealgúngranpoeta griegoy que confiaba en que los sonetos y el vigoroso verso deBellocpermaneceríancomo lascopasy lospoemasépicosgriegosgrabadosenellas.Élagradeció,brevemente,laspalabrasconnostálgicobuenhumorydijoque,alossesenta,noleimportabamuchosisusversospermanecíanono.«Perome han dicho—añadió con renovado y repentino ímpetu—,me handichoquea los setentavuelvea importartemuchísimo,encuyocasoesperomorirmea los sesentaynueve».Ya continuaciónnosentregamosa aquellafiestadeviejosamigos,quehabríadesertanfelizporsufaltadediscursos.

Haciaelfinaldelacena,alguienmesusurróquetalvezestaríabiendecirunaspalabrasdeagradecimientoporelesfuerzorealizadoporalguiendecuyonombre no me acuerdo, y que era quien supuestamente lo había preparadotodo.Asíqueledilasgraciasbrevemente,yél,aúnmásbrevemente,melasdioamí,aunqueañadióquesetratabadeunerror,porqueelautorrealdelafiesta era Johnie Morton, alias Beachcomber, sentado justo a su derecha.Morton se levantó solemnemente para agradecer el aplauso que se le habíatransferido de repente; miró a su derecha y agradeció calurosamente aquienquiera que estuviera sentado allí (creo que era Squire) por haberleinspiradoesagranideadeprepararunbanqueteparaBelloc.Squireselevantóycongestoscorteses,explicóqueelcaballerosentadoasuderecha,Mr.A.P.Herbert,habíasidoelauténtico,sagazyúltimoinspiradordeestagranidea,yque era justo que ahora se revelara el secreto de su iniciativa. En estemomento, la lógica de la broma iba a todamarcha y yo no hubiera podidopararla, aunque hubiese deseado hacerlo. A. P. Herbert se levantó con unasoberbiapresenciadeánimoydioa laserieungironuevoyoriginal.Esunorador excelente y, como todos sabemos, un autor admirable, pero hastaentoncesnosabíaqueeratambiénunadmirableactor.Poralgúnmotivoquesólo sabe él, asumió el papel de orador de una especie de «Asociación

Page 198: Autobiografía Por G. K. Chesterton

benéfica de trabajadores», como los Oddfellows o los Foresters. No eranecesarioquenosdijeraqueinterpretabaaquelpapel;eraevidenteporsutonodevozdesdelasprimeraspalabras.Nuncaolvidarélaexactituddelacentoconelquedijo:«Amigos,estoysegurodequetodosestamosencantadosdetenerestanocheconnosotrosalexdruidaChesterton».Perotambiénélimprimióasu discurso una dirección lógica. Dijo que aquellamagnífica velada no eraobrasuyasinodenuestroviejoylealamigoDuffCooper.Entonces,Cooper,sentadoasulado,selevantóyconuntonodevozdecididoysonoroofrecióunaimitacióndeltípicodiscursoliberal,llenodeinvocacionesasugranlíderLloyd George. Sin embargo, explicó que Mr. E. C. Bentley, sentado a suderecha, y no él, era el artífice del homenaje aMr. Belloc, aquel pilar delliberalismopolítico.Bentleydirigióunamiradaasuderechayselevantóconaquellamismagravedadarrogantequeyohabíavistocuarentaañosatrásenlos clubs de debate de nuestra adolescencia; el recuerdo de sus simétricosanteojos y su imperturbable solemnidad se me hizo presente con esaintensidadquedariendasueltaalaslágrimasdelanostalgia.Dijo,conaquellaprecisa enunciación, que a lo largo de toda su vida había seguido una reglasencilla y eficaz. En todos los problemas que le habían surgido, le habíabastadoconconsultarexclusivamentelaopinióndelprofesorEccles.Entodoslosdetallesdelavidacotidiana,enlaeleccióndesuesposa,desuprofesión,delacasa,einclusodelacena,loúnicoqueélhabíahechoerallevaracaboloque el profesor Eccles le había recomendado que hiciera. En la presenteocasión, el simular que él podía haber organizado el banquete en honor deBelloc era en realidad una pantalla para ocultar la influencia del profesorEccles. El profesor Eccles respondió de unmodo similar, pero inclusomásescueto,ysimplementedijoquelehabíanconfundidoconelhombresentadoasu lado, el artífice real de la fiesta; y así, con paso firme e inexorable, elrecorrido dio la vuelta a la mesa, hasta que todos y cada uno de los sereshumanos hubieron pronunciado su discurso. Es la única cena a la que heasistidoenlaqueesliteralmenteciertoquecadaunodeloscomensalesdioundiscursodesobremesa.Yesefueelfinalfelizdeaquellacenafelizenlaquenoibaahaberdiscursos.

Yonohiceningúnotrodiscursoynoporquepensaraquehubierahabidodemasiados.Sólociertaspalabrassueltasdeunpoetavictorianoyamuerto,SirWilliam Watson, flotaban en mi mente, y si hubiera dicho algo, aquellashabríansidolaspalabras,puesloqueelpoetadijoasuamigoestodoloqueyohabríaañadido,deformapuramentepersonal,atodoloquesehabíadichoaquellanoche sobreHillaireBelloc;ynomehabría avergonzadodeque laspalabrashubieransonadocomounapedantería:

Notranscurrieronmisdíassinhonor,

nihandeterminarsinvanagloria;

Page 199: Autobiografía Por G. K. Chesterton

porquedeShakespearefuipaisano

yacasonofuistetúmiamigo.

XV

ELVIAJEROINCOMPLETO

Siestasmemoriasmíasnoabundanen fechas, como tampocomiscartasllevannuncafecha,esperoquenadielointerpretecomounafaltaderespetoaesagranescuelaacadémicadehistoriaquehoyseconocecomo«1066ytodolodemás».Tengoalgunosrudimentossobreloquesehadadoenllamar1066;por ejemplo, sé que la Conquista no ocurrió en realidad hasta 1067, peroconsideroesedatoirrelevantecomparadocon,pongamosporcaso,laopiniónactualdequelosnormandoserigierontorresenGalilea,reinaronenSiciliayayudaron al nacimiento de Santo Tomás de Aquino sólo para que losanglosajonespudieranhacersemásanglosajonesyconlaesperanzadeque,enun lejano futuro, se convirtieran en angloamericanos.En resumen, tengo unprofundorespetopor1066,perocontinuaréhumildementelibrandounabatallasintreguacontra«todolodemás».

En cualquier caso, para mí, el compromiso y la enmienda llegaríandemasiadotarde.Heescritovarioslibrosquesesuponesonbiografíasyvidasdehombresrealmentegrandesynotables,alosquecicateramentehehurtadolosmáselementalesdatoscronológicos;seríadeunaextremadamezquindadelqueyoahoratuvieralaarroganciadeserprecisoconmipropiavidacuandohefracasadoenserloconladeellos.¿QuiénsoyyoparaquemividaestémejorfechadaqueladeDickensoChaucer?¡QuéblasfemiaseríaquereservaraparamíloqueheescamoteadoaSantoTomásyaSanFranciscodeAsís!Pareceser un caso claro en el que la humildad cristianamás elementalme ordenacontinuarporelmalcamino.

Perosinopongofechaamiscartasniamisapuntesliterarioscuandoestoyencasay,hastaciertopunto,meatengoalrelojyalcalendario,aúnmesientomuchomenoscapazdeesapuntualidadcuandoelespírituintemporaldelviajede placer no sólo me lanza a través del espacio, sino fuera del tiempo.Dedicaréestecapítuloaunascuantasnotasdeviaje,porquelamayoríadeloscuadernos de viaje ya han sido transformados en libros sobre Irlanda,América, Palestina yRoma. Sólo tocaré aquí unas cuantas cosas que no herecogido en ningún otro sitio: una visita a España, mi segunda visita aAméricaymiprimera,aunqueesperoquenosealaúltima,visitaaPolonia.

SaciemosnuestraseddefechaseneloasisdePalestina,sisemedisculpa

Page 200: Autobiografía Por G. K. Chesterton

laimpertinencia;asíalmenossituarémisprimerosviajesenelordencorrecto,inclusosiconsideroalgunosdeloscasosquesiguendeformageneral.Puedoafirmar con orgullo que recuerdo la fecha demi peregrinaje a Jerusalén; enparte,meacuerdoporquefueelañoenqueacabólaGranGuerra,ytambiénporque,cuandomiseditoresmepropusieronviajaraTierraSanta,mepareciócomosimehablarandeiralaLuna.Eraelprimerodemisviajeslargosporunpaís todavía peligroso y bajo las armas; tenía que cruzar el desierto por lanocheenalgoparecidoaunacamionetadeganado;algunaszonasdelaTierraPrometidateníanalgodepaisajelunar.Poralgunarazónextraña,aúnrecuerdovivamenteunincidentequesucedióenaqueldesierto;noesnecesarioquemerefiera aquí a lapolíticapalestina, bastedecir queyodeambulabapor aqueldesiertoenuncocheconducidoporunjovensionistafervoroso;alprincipio,parecíamonomaniaco, de esosque ante la frase«Hacebuendía», contestanrápidamente:«Pues sí, eldíaesperfectoparanuestroproyecto».Peroacabésimpatizandoconsusilusiones,ycuandodijo:«Esunatierramaravillosa;megustaría vagabundear por ella con elCantar de losCantares en el bolsillo»,supeque,judíoogentil,locoocuerdo,éramosdelamismaclasedegente.Lamaravillosa tierra era un yermo con terrazas de roca que se extendían en elhorizontedeformaimpresionante.Nohabíaunasolaalmaalavista,exceptonosotrosyelchófer,ungigantedeteznegra.Esetipodejudíoraro,peroreal,que se convierte en boxeador profesional, era un excelente conductor, y lanormaallíesqueunFordpuedeiracualquierpartesisemantienefueradelacarretera.Sehabíaadelantadoparaquitaralgunaspiedrasquehabíancaídoala carretera e hice un comentario sobre su eficiencia. El pequeño profesorcetrino,sentadojuntoamí,habíasacadounlibrodelbolsillo,perorespondiófríamente:«Sí;apenasloconozco;entrenosotros,creoqueesunasesino;peroprefieronohacerpreguntas indiscretas».Luego, siguió leyendoelCantardelosCantaresysaboreandolosaromasqueselevantancuandoelvientodelsursopla sobre el jardín. El momento estaba lleno de poesía, por irónico queresulte.

Las fechas de mi primera y segunda visita a América son realmentesignificativas, pues una fue al año siguiente del viaje a Palestina y la otra,comparativamente,hacepoco,en1930,ynosóloesporquelaprimerafechaestaba muy cerca del principio y la segunda muy cerca del final de laprolongadamonstruosidadquefuelaLeySeca.NomedetendréaquíadiscutirconcualquieridiotaqueencuentrealgodivertidoenoponersealaLeySeca.Lo que hace que los dos viajes formen parte del mismo proceso es losiguiente:unademisvisitascoincidióconelboomdelaprohibición,ylaotraconelprincipiodeladepresión,y,loqueesmásimportante,conunaprofundarevoluciónentrelosamericanosinteligentes.Noestrivialque,enloreferentealaLeySeca,hubierancambiadototalmente;alprincipio,inclusoaquellosaquienesnolesgustabacreíanenella;alfinal,inclusoalosquelesgustabano

Page 201: Autobiografía Por G. K. Chesterton

creíanenella.Perolomásimportanteesque,alfinal,republicanosdetodalavidamecomunicaronsuintencióndevotarporFranklinRoosevelt,inclusolosquehabíanmaldecidolademagogiadeTheodoreRoosevelt.Losamericanoshan padecidomás plutocracia que nadie, pero no se puede descartar que selibrendeellaantesquenadie.

En cuanto a lo demás,mi último periplo americano consistió en infligirnadamenosquenoventaconferenciasagentequenomehabíahechoningúndaño;loquequedódelaaventura,quefuedelomásestimulante,sedispersacomounsueñoen incidentesaislados.Porejemplo, recuerdoqueunporteronegroyamayor,concaradenuez,alqueimpedíquemecepillaraelsombrero,meincrepóymedijo:«He,joven.Estáperdiendoeldecoroantesdetiempo.Tiene que estar guapo para las chicas»; en otro momento, uno de losprincipalesmagnatesdelaindustriadelcinemeenvióunmensajeromuyserioal hotel de Los Ángeles en el que me hospedaba porque deseaba que mefotografiasen con las «Veinticuatro bellezas acuáticas»; Leviatán entrenereidas;declinélaofertaparasorpresageneralizada.Tampocopuedoolvidarel esfuerzo agónico por mantener las sutilezas de la polémica sobre laevoluciónaldirigirmealosestudiantesdeNotreDame,Indiana,enunaseriedeconferenciassobre«Literaturavictoriana»,delasquenohaquedadonada,salvo loqueun estudiante escribió en su cuadernoenblanco:«Darwinhizomucho daño».No estoy del todo seguro que estuviera equivocado, pero erauna simplificación de mis razones para ser agnóstico ante las agnósticasdeducciones alcanzadas en los debates sobre Lamarck yMendel. Recuerdotambiénundebatesobrehistoriadelareligiónconunfamosoescépticoque,cuandointentéhablarsobreloscultosgriegosoelascetismoasiático,parecíaincapazdepensarenotracosaquenofueraJonásylaballena.Peroestaeslamaldición de la cómica carrera de conferenciante que parece sólo producircomediasenelescenario.YahedichoquenocreoqueAméricase las tomemás en serio que yo. El auténtico comentario americano era prudente ysensato,peroningunotantocomoeldeunmaestrodemaquinaria industrial,quemedijo:«Lagentedebevolveralcampo».

YoheandadoporFranciadesdequemipadremellevóallícuandoeraunmuchacho,yParísera laúnicacapitalextranjeraqueconocía.Amipadre ledeboelhabersidounviajeroynounturista.Ladistinciónnoesesnobismo;enrealidad, tienequevermáscon laépocaquecon laeducación,puesgranparte del problema del hombre moderno es que le educan para aprenderlenguasextranjerasymalinterpretaralosextranjeros.Elviajeroveloqueve;elturistaveloquehaidoaver.Unauténticoviajero,enunanarraciónépicaprimitiva o en un cuento popular, no simulaba que le gustara una hermosaprincesaporsuhermosura.Lomismopuededecirsedeunmarineropobre,deunvagabundo,ensuma,deunviajero.Nonecesita formarseunaopinióndelosperiódicosparisinos,perosiquisieratenerla,probablementelosleería.El

Page 202: Autobiografía Por G. K. Chesterton

turista nunca los lee, los llama periodicuchos y sabe tanto de ellos como elchiffonnier que los recoge con el pincho. Comentaré tan sólo un casorelacionado con una polémica muy temprana. Toda Inglaterra llegó a dosgrandesconclusionesmoralessobreunhombrellamadoZola,omejordicho,sobre dos hombres llamados Zola. El primero era simplemente un francésguarro,unpornógrafoalquenosotroseinclusosupropioeditorcondenamos.El segundo fue un héroe y mártir de la verdad, presumiblemente torturadocomoGalileoporlaInquisición.LaverdadsereferíaalcasoDreyfusy,comoperiodista entrebastidores, prontodescubrí que la verdadno era tan simple.Déroulède dijo: «Dreyfus puede ser culpable o no, pero Francia no esculpable».Yodigo que es posible queDreyfus fuera inocente, pero que susdefensoresnosiemprelofueron,aunquefueraneditorialistasingleses.Fuemiprimerayterriblerevelaciónsobrelapropagandadenuestraprensa.Nohablode las conclusiones, sino de losmétodos de los seguidores deDreyfus. Unescocésindependienteybastanteinteligente,amigodeOldershawensuépocadeOxford,mecontóqueprácticamentelehabíanpropuestoquefalsificaraeltamañodelaletradeunmanuscrito.PeroloimportanteaquíesZola,quepasódeserrepugnanteasernoble;inclusoensusretratos,surostrosevolviómásdistinguidoysucuellomenosgrueso.YonoconsideraríaalpobreZolaniunacosanilaotra;sinembargo,diolacasualidadqueestabaenParíseldíadesusfuneralesenelPanteón.Laciudadestabaradicalmentedividida;yocompréenuncaféunodeaquellosperiodicuchosradicales,enelqueMauriceBarrès,unlittérateurbastanteindependiente,contabaporquéhabíavotadocontraaquellaapoteosisydecía enuna frase todo loquehe intentadodecir aquí sobre lospesimistas, losateos, losmonárquicosy todos losdemás;decíaqueno teníanada que objetar a la obscenidad: «Nome importa hasta dónde se fuerce adescenderelmecanismodelamentehumanamientrasnoserompaelmuelle».

Por supuesto, la mayoría de nosotros no leeríamos tales gacetillas, peroestánllenasdeobservacionescomolasquehecitadoparacualquieraque,nocontentoconrebajarseamirarlas,tengalamorbosacuriosidaddeleerlas.Amimodo de ver, la observación es un comentariomás importante sobre lo queZola simbolizaba que el simple hecho de que defendiera al partidodreyfusiano, inclusoaunquefuera tandignodeconfianzarespectoaDreyfuscomo indignode lamisma respecto aLourdes.En Inglaterra, no sedan esaclasedecomentarios,porquelamagnitud,losmétodosdeloficioylastiradasaceptablesnolopermiten.Perotenemosbuenascosaspropiasqueequilibranlabalanza,ylasmejoressoncosasdelasqueraravezoímoshablar.

Despuésdetodo,Inglaterraeselpaísmásextrañoqueheconocidojamás,perocomoloconozcodesdemimástempranainfancia,tambiénamísemehapegadolarareza.Inglaterraesenormementesutil,yentrelomejorquetiene,estásugranreserva;esmásamateurquearistocráticaenlatradiciónynuncaesoficial.Entresusvaliosasypocovisiblesrarezasencontramosesta.Existe

Page 203: Autobiografía Por G. K. Chesterton

untipodeinglésconelquemeheencontradomuyamenudoenmisviajesyrara vez en los libros de viaje. Está en las antípodas del turista inglés; lopodríamos llamar el exiliado inglés. Es un hombre con una sólida culturainglesa,entregadoentusiastaysinceramenteaunaculturaextranjeraconcreta.Encierto sentido,este tipoyahaaparecidoenestahistoria,porqueMauriceBaring tenía exactamente esa actitud haciaRusia y el profesorEccles haciaFrancia. Pero he conocido a un académico angloirlandés encantador querealizaba exactamente esa misma labor de profundizar con simpatía en elespíritu de Polonia; y a otro que indagaba enMadrid en los secretos de lamúsica española; y en todos los sitios aparecen señalados en elmapa comogentes que realizan una labor no sólo a favor de Europa, sino también deInglaterra,comounapruebaparalosanticuarioslituanosoparalosgeógrafosportugueses de que no todos somos mangantes y gente vulgar, sino quedescendemos de personas capaces de interpretar a Plutarco y de traducir aRabelais.Sonunaminoríamicroscópica,comocasitodoslosgruposinglesesquerealmenteseenterandeloquepasaenelmundo,perosonunasemillaypor tanto permanecen ocultos. Es posible que se trate de una coincidenciacómica, pero es un hecho curioso el que todos ellos compartan la mismafisonomía; suelen tender a una ligera calvicie y tienen cierta tendencia amostrar sonrisas agradables bajo bigotes pasados de moda. Si la sociologíafuera una ciencia, lo que es absurdo, yo reclamaría, como un científicodarwinista, el haber descubierto una especie. Cuando recuerdo a estoshombres, encuentro más fácil recorrer rápidamente, como me exige estecapítulo, los distintos países en los que estamos representados por estosdiplomáticosoficiosos.

AdoroFranciaymealegrodehaberlaconocidocuandoerajoven,porquesi un inglés comprende a un francés, ha entendido almás extranjero de losextranjeros.Lanaciónmáspróximaresultaserlamáslejana.ItaliayEspaña,ymuy especialmente Polonia, son mucho más parecidas a Inglaterra que esafortaleza cuadrada de ciudadanos iguales y soldados romanos, llena deasambleasfamiliares,patriapotestasypropiedadprivadabajolaleyromana;alcázar y ciudadela de la cristiandad. Como primer ejemplo, esto se haceevidente en el caso de Italia. La primera vez que visité Florencia, tuve laconfusaimpresióndequeestaciudaditalianaestaballenadedamasinglesasydeque,además,todaseranteósofas.PerocuandofuiporprimeravezaAsís,despuésdepasarporRoma(enmásdeunsentido),medicuentadequeestono era justo del todo. Existe realmente una corriente de simpatía entre lacultura inglesa y la italiana que, sin embargo, por ahora no se da entre laculturainglesaylafrancesa.HayalgoafectuosoyrománticoquedabrilloaesosdesoladospeñascosquemiranhaciaPerugiaatravésdelallanura,yesealgo establece una relación entre dos naciones. Los ingleses aprecian a SanFranciscodeunaformaquenoaprecianaPascaloalCuréd’Ars.Losingleses

Page 204: Autobiografía Por G. K. Chesterton

son capaces de leer a Dante traducido, aunque no sepan italiano, pero nopueden leeraRacine,aunquesepanfrancés.Enresumen, los ingleses tienencierta comprensión del medievalismo italiano, pero no tienen ni idea de lagrandezagraníticadelclasicismofrancés.ElnombredeRossettinoeraalgoaccidental.LadevociónporDantedemiviejoamigoPhilipWicksteederaunexcelenteejemplodeloquequierodecircuandohablodeltípicoinglésconunhobbyextranjero.

SentílomismocuandoestuveenMadriddandounaconferenciayconocíaun inglés educado y tímido, capaz de disertar sobre música y cancionesespañolas ante los propios españoles. No percibí que los españoles fueranfundamentalmentedistintosdelosingleses,salvoqueunestúpidopuritanismohabía prohibido a los ingleses exteriorizar las espontáneas y saludablesemociones que los españoles podían mostrar. La emoción más ostensible,segúnmeparecióamí,eraloorgullososquelospadressemostrabandesuspequeños.Hevisto cómocorríaunniñopor la alamedadeunagran calleysaltabaenbrazosdeuntrabajadorharapiento,queleabrazabaconunéxtasismásquematernal.Porsupuesto,sepuededecirqueestoesmuypocoinglés,lo que parece una reflexión sobre los ingleses poco generosa. Prefiero decirque lo más probable sea que el trabajador español no haya asistido a unaescuela privada inglesa. Sin embargo, realmente hay muy pocos ingleses aquienesnolesgustaríaqueestosucediera.Elpuritanismoessólounaparálisisque se petrifica en estoicismo cuando pierde el elemento religioso. MiimpresióndeEspaña fueprecisamenteesaespeciedecordialidady frescura.¡Ah, sí! También vi El Escorial. Sí, menos mal que visité Toledo, es unamaravilla, pero lo recuerdo mejor gracias a una espléndida campesina queescanciabavinoyhablabasinparar.

Recientemente volví a visitar España; si los catalanes me permitenllamarlo España (opiniones aparte, tengo una sincera simpatía por esosaspectostandelicados),pueslavisitéatodaprisaenuncochequeselanzóporla costa este hacia Tarragona. Si digo que se lanzó, el movimiento es sólometafórico, porque el artífice del movimiento era un coche conducido porMissDorothyCollins, que actuaba como secretaria,mensajera, chófer, guía,filósofa y, sobre todo, amiga, y sin la que mi esposa y yo nos habríamosencontrado a menudo sin alguien con quien filosofar. Después de cruzar aFranciayhaber coronado losPirineos comoCarlomagno,y losAlpes comoNapoleón (o como Aníbal sobre un elefante), me devolvió de nuevo aFlorencia,paradarunacharla,yluegoatravesamosSuizahastaCalais,dondeempezólagrancampaña.

A lo largo del viaje, tuve dos curiosas experiencias en dos cafésextranjeros. Uno estaba a las afueras de Barcelona y su propietario era unauténticogángsteramericanoquehabíaescritounlibrodeconfesionessobre

Page 205: Autobiografía Por G. K. Chesterton

su propia organización de robo y fraude; estaba muy satisfecho de suexperimentoliterarioysobretodo,dellibro;sinembargo,comolessucedeaotros literatos, no estaba satisfecho con sus editores. Contaba que habíallegadojustoatiempodedescubrirquelehabíanrobadotodossusderechosdeautor. «¡Qué vergüenza! —dije compasivamente— porque eso fuesencillamenteunrobo».«Yodiríaqueesoesloquefue—respondió,dandoungolpesobrelamesa—.Fuesencillamenteunrobo».

La otra experiencia fue un día sin fecha, incluso en esta vida mía tandesprovistadefechas;mehabíaolvidadodeltiempoydeambulabaporahísinninguna idea concreta cuando, en una pequeña ciudad francesa, entré en unpequeñocaféconbarullodeconversación.En la radiosonaban los lamentosdecancionesquepasabandesapercibidas;noesdeextrañar,porquelacharlafrancesaesmuchomejorque la radio.Yentonces, sindarmecuenta,oíunavozquehablabaeninglés,yeraunavozquehabíaescuchadoanteriormente.Escuchélosiguiente:«…dondequieraqueestésmiamadopueblo,yaseaeneste país o más allá de los mares», y recordé la monarquía y un gritoinmemorial;elquehablabaeraelrey,yasíescomocelebréeljubileo.

AlatravesarFranciadevueltaacasa,recordédenuevoelenigmadequelospaísesmáslejanosmehubieranparecidotancercanosy,sinembargo,lasdosnacionesmáspróximas,IrlandayFrancia,fueranlasmásincomprendidas.Sobre Irlandahe escritomuchoyno tengonadaquedecir, porqueno tengonadadeloquedesdecirme.HeescritosobreIrlandaensushorasmástrágicas,tras el rojo amanecer del Alzamiento de Pascua y en los momentos querondaba como una pesadilla la amenaza del reclutamiento. Y también heescrito en sus momentos triunfales, cuando el congreso Eucarísticoresplandecía ante millones en el Phoenix Park y todas las espadas y lastrompetassaludabanloqueenrealidaderaunFénix.Peroaúnmequedaotranación,parecidaaIrlandaensutragediayensus triunfos,de laquecontaréalgoparaterminar.Talvezalgúndíaintenteescribirunestudiomáscompleto.Ahora, en este capítulo, sólo recordaré un par de cosas, no las que podríarecordar,sinolasquenopuedoolvidar.

CuandovisitéPolonia,elgobiernomeobsequióconunainvitación,perolahospitalidaddelagentefuetantaytancálidaquehaborradotodolooficial.EnVarsovia,hayunaespeciedetabernasubterráneadondeloshombresbebenun Tokay que curaría de oficialismo a cualquier oficial y donde se cantanviejascancionespolacas.Cracovia,alnoserlacapital,eshoyendíalaciudadnacional por excelencia, y hombres como el profesor Román Dyboski hanexplorado mejor sus secretos que cualquier otra persona comprometida entareasdegobierno.De todas formas, algopude captarde lasdificultadesdeese gobierno, lo suficiente para saber que los periódicos que hablan delllamado«corredorpolaco»nodicenmásquebobadas.Lageneralizaciónmás

Page 206: Autobiografía Por G. K. Chesterton

ajustada a la realidad es esta: los últimos acontecimientos se comprenderíanmejor si todo elmundo viera el hecho evidente de que los polacos siempretienenqueelegirentrediversosmales.ConocíalgranPilsudskiyaquelviejoaventurero,magnífico y estricto, prácticamenteme vino a decir que, de lasdos, él prefería Alemania a Rusia. Con idéntica claridad que su rivalDmowski, quien también nos obsequió maravillosamente en su refugio delcampo, había decididoque, de las dos, él preferíaRusia aAlemania.Yoyaconocíaaestehombretaninteresante,porqueelDr.Sarolealetrajounavezami casa, donde el belga, con aquel aire juguetón suyo, se había burlado delpolaco con su antisemitismo y le había dicho con mucha convicción:«Despuésdetodo,sureligiónprocededelosjudíos».Aloqueelpolacohabíarespondido: «Mi religión procede de Jesucristo, que fue asesinado por losjudíos».Pilsudskiteníatambiéngransimpatíaporloslituanos,apesardequepolacos y lituanos se pasaban la vida peleándose.Era un gran entusiasta deVilnius; tiempo después descubrí en la frontera un emplazamiento históricodondepolacosylituanosestánenpaz,inclusocuandosepelean.

Iba en coche con una dama polaca, muy ingeniosa, gran conocedora deEuropa y también de Inglaterra (siguiendo la bárbara costumbre de loseslavos),yloúnicoquenotéfuequesutonocambióysehizoalgomásfríocuandonosdetuvimosanteelarcodeentrabaaunpasajequeconducíaaunacallelateral,ydijo:«Nopodemosentrarahíconelcoche».Mepreguntéporqué, pues la entrada era amplia y la calle aparentemente abierta. Cuandopasamos por debajo del arco,me dijo con elmismo tonomonótono: «Aquítienequequitarseelsombrero».Yentoncesvi lacalleabiertayantemíunamuchedumbrearrodilladaenelsuelo.Eracomosialguiencaminaradetrásdemíoalgúnpájaroextrañorevolotearasobremicabeza.Medilavueltayvi,enelcentrodelarco,unasgrandesventanasabiertas,quedejabanverunacámarallena de oro y colores; detrás había un cuadro, pero las distintas partes delconjunto se movían como un teatro de marionetas, que despertaban en míextrañosrecuerdos,comounsueñodelpuenteenelteatrillodejuguetedemiinfancia; entonces me di cuenta de que en aquellos grupos en movimientonacíaelesplendoryelsonidodelaantiguagrandiosidaddelamisa.

Añadiré un último recuerdo. Conocí a un joven conde cuya enorme ycostosamansiónenelcampo,construidasegúnelmodeloantiguo(porqueéltenía otras ideas), había sido quemada, saqueada y de la que sólo quedabanruinas cuando el Ejército Rojo se retiró tras la Batalla de Varsovia. Alcontemplaraquellamontañademármolesdestrozadosytapiceríasajadas,unodenuestrogrupodijo:«Debedeser terribleparaustedverdestruidadeestamaneralacasadesufamilia».Peroeljoven,queeramuyjovenentodossusgestos,seencogiódehombrosyseechóareírconciertoairedetristeza.«Noles culpo por ello —dijo— también yo he sido soldado, y en la mismacampañaqueellos,yconozco las tentaciones.Sé loque sienteun individuo

Page 207: Autobiografía Por G. K. Chesterton

rotodecansancioyheladodefríocuandosepreguntaquéimportanciatienenlossillonesylascortinasdeotrohombre,siélpuedecalentarseesanoche.Enunladooenotro, todossomossoldados;esunavidadurayhorrible.Nolesculpo en absoluto por lo quehicieron aquí, pero hay algoque realmente noperdono.Selomostraré».

Nos condujo por una gran avenida bordeada de álamos; en uno de losextremoshabíaunaestatuadelaSantísimaVirgenconlacabezaylasmanoscortadas. Las manos habían estado en alto y ahora, extrañamente, lamutilación parecía otorgar más significado a la actitud de intercesión queimplorabamisericordiaparaelinmisericordegénerohumano.

XVI

ELDIOSDELALLAVEDORADA

Hacealgúntiempo,sentadotranquilamenteunatardedeverano,mientraspasaba revista a una vida injustificadamente afortunada y feliz, calculé quedebo de haber cometido almenos unos cincuenta y tres asesinatos, y habersidocómplicedeladesaparicióndeotromediocentenardecadáveresconelfindeocultarotrostantoscrímenes;culpabletambiéndecolgaruncadáverenunapercha,demeteraotroenunasacadecorreos,dedecapitaraunterceroycolocarle la cabeza de otro, y un largo etcétera de inocentes artificiosparecidos.Esciertoquelamayoríadeesasatrocidadeslashecometidosobreel papel, y recomiendo encarecidamente al joven estudiante que, salvo encasos extremos, exprese sus impulsos criminales de esta forma y no searriesgueaestropearunaideahermosaybienelaborada,rebajándolaalplanodel vulgar experimentomaterial, donde con frecuencia se ve sometida a lasimprevistasimperfeccionesydecepcionesdeestesuciomundoyqueacarreaconsecuenciaslegalesysocialesinoportunasysublevantes.Enalgúnsitioheexplicadoque,enciertaocasión,redactéuncatálogocientíficodelas«Veintemanerasdeasesinaraunaesposa»yheconseguidomantenerlastodasellasensu inalterable integridadartística,de formaquealartista leesposible,hastaciertopunto,asesinaraveinteesposasconéxitoy,noobstante,conservar laesposaoriginal,unpuntoque,enmuchoscasosyespecialmenteenelmío,nodeja de tener sus ventajas. En vista de esto, para el artista, sacrificar a suesposa, y posiblemente su propio cuello, por la vulgar y teatral puesta enprácticadeunodeesosdramasidealesesperder,nosóloeseplacer,sinotodoel placer ideal de los otros diecinueve asesinatos. Como este ha sido unprincipiodelquenuncahedudado,nohaexistidonadaqueme impidiera laricaacumulacióndecadáveresimaginarios;y,comodigo,heacumuladounos

Page 208: Autobiografía Por G. K. Chesterton

cuantos.Mi nombre adquirió cierta notoriedad como escritor de narracionessangrientas, comúnmente llamadas historias policíacas; ciertos editores yrevistashan llegadoacontarconmigopara tales fruslerías,yson lobastanteamables para escribirme de vez en cuando y pedirme una nueva remesa decadáveres,generalmenteenlotesdeocho.

Cualquieraquehayaseguidolapistadeesta industria,posiblementesepaquemuchas demis historias detectivescas tienen relación con un personajellamado padre Brown, un cura católico cuya simplicidad externa y sutilezainternaconformabanalgoparecidoaunprotagonistaapropiadoparaestaclasede historietas. Han surgido ciertas preguntas, sobre todo, respecto a laidentidad o la precisión con la que se describe al personaje, lo que no hadejadodesurtirsuefectoencosasmásimportantes.

Como ya he dicho, nuncame he tomadomis novelas ni relatosmuy enserio,nimehecreídoqueocuparaunlugarimportanteenalgotanseriocomolanovela.Pero,almismotiempo,puedoafirmarquemiobraera lobastantenuevacomoparasernovelaenelsentidodequenoerahistóricanibiográfica,y que incluso una demis narraciones cortas era lo suficientemente originalcomoparanotenerningúnoriginaldetrás.Laideadequeunpersonajeenunanovela debe «representar» o «estar tomado» de alguien se basa en unaincomprensión de cómo funcionan la narración imaginativa y especialmentelas fantasías tan triviales como las mías. No obstante, se ha dicho, confrecuencia,queelpadreBrownteníaunoriginalenelmundoreal,loque,enunsentidoparticularybastantepersonal,escierto.

Laideadequeunnovelistaconstruyeunpersonajeenconjuntoyentodossus detalles a partir de un amigo o enemigo es un disparate que ha hechomucho daño. Incluso los personajes de Dickens, que son creaciones tanevidentesyalmismotiempocaricaturastanevidentes,seconfrontabanconlossimplesmortales,comosihubieramortalesquepudieranencajarexactamenteconlamagníficaestaturaépico-burlescadeWelleroMicawer.Recuerdoquemi padreme contaba cómo algunos de sus contemporáneos, indignados, seexonerabanasímismosdelaacusacióndeserelmodeloparaMr.Pecksniff;ysobre todo, de cómo el famoso espiritista S. C. Hall se defendía con unaelocuenciaquealgunosconsiderabandemasiadosublimeparaserconvincente.«¿CómosepuededecirquemeparezcoaPecksniff?—ledecíaestehombretan digno ami padre—.Ustedme conoce. Elmundo enterome conoce. Elmundosabequehededicadomividaalbiendelosdemás;quehellevadounavida pura y distinguida consagrada a los más altos deberes e ideales, quesiemprehetratadodeserunejemplodesinceridad,dejusticia,deprobidad,depurezaypúblicavirtud.¿QuéparecidopuedeexistirentrePecksniffyyo?».

Cuando un escritor inventa un personaje de ficción, sobre todo unpersonaje para una novela ligera o de fantasía, le dota con toda suerte de

Page 209: Autobiografía Por G. K. Chesterton

rasgosparaqueresulteefectivoeneseambienteyenesedecorado.Esposiblequehayatomadodatosdealgúnserhumano,peronovacilaráenalteraraeseserhumano,sobretodoenloexterno,porquenotratadehacerunafotosinode pintar un cuadro. El rasgo característico del padre Brown era no tenerrasgos característicos. Su gracia era parecer soso, y se podría decir que sucualidad más sobresaliente era la de no sobresalir. La intención era que suaspecto corriente contrastara con su insospechada atención e inteligencia, yparaqueasífuera,lehiceaparecerdesastradoeinforme,conunacararedondaeinexpresiva,torpesmodales,etcétera.Almismotiempo,toméalgunasdesuscualidades intelectuales demi amigo, el padre JohnO’Connor deBradford,que,porcierto,notieneningunodelosrasgosexternosdemipersonaje.Noesdesastrado, sinopulido;noes torpe, sinodelicadoydiestro;no sóloparece,sino que es gracioso y divertido; es un irlandés sensible y perspicaz, con laprofunda ironíay la tendencia a la irritabilidadpropiasde su raza.Describodeliberadamente amiPadreBrowncomounamasadepandeSuffolk,EastAnglia.Eso,yelrestodesudescripción,eraundisfrazintencionadoparaqueencajaraenunahistoriadetectivesca.Pero,apesardetodo,enunaspectomuyreal, el padre O’Connor fue la inspiración intelectual de estas historias ytambiénde cosasmuchomás importantes.Ypara explicar esas cosas, sobretodo las importantes, no puedo hacer nada mejor que contar la historia decómosemeocurriólaideadeestacomediadedetectives.

Enaquella lejanaépoca,sobretodojustoantesydespuésdecasarme,midestino me llevaba de un lado a otro de Inglaterra, para impartir lo queamablemente llamaban conferencias. Existe una considerable demanda deestos fríos entretenimientos sobre todo en el norte de Inglaterra, el sur deEscocia e incluso en algunos centros de disidentes religiosos activos de losalrededores de Londres. Al mencionar el frío, me viene a la memoria unacapillaenunpáramodesiertodelnortedeLondreshastalaquetuvequellegarenmedio de una cegadora tormenta de nieve, de la que disfrutémuchísimoporquelastormentasmeencantan.Enrealidad,megustantodaslasvariedadesdel clima inglés, salvo eso que llaman «un día magnífico». Por tanto, quenadie sufra anticipadamente por mi experiencia o crea que meautocompadezcooquepidocompasión.Lociertoesqueestuveexpuestoaloselementos durante casi dos horas, mientras caminaba o en lo alto de uncalamitoso autobús que vagaba por aquellos yermos; cuando llegué a lacapilla, debía parecer elmuñeco de nieve que los niños hacen en el jardín.Procedíapronunciarmiconferencia—Diossabrásobrequé—,yyaestabaapunto de reemprendermi tormentoso viaje, cuando el ilustreministro de lacapilla,frotándoselasmanosygolpeándoseelpechoenérgicamente,sedirigióamíconlaricahospitalidaddeunSantaClausymedijoconvozenérgicaymelosa: «Venga, Mr. Chesterton, hace una noche espantosa; permítameofrecerle una pastita de té deOswego». Se lo agradecí y le dije que nome

Page 210: Autobiografía Por G. K. Chesterton

apetecía;eramuyamableporsuparte,porquenohabíarazónalgunaparaque,en aquellas circunstancias, me ofreciera un refrigerio. Pero confieso quepensarenvolvercaminandopor lanieveyconaquelvientoheladorduranteotropardehoras,conlasensacióndeaquellaúnicagalletaenmiinterioryelfuego del té de Oswego recorriendo mis venas, me pareció un tantodesproporcionado.Metemoque,conunplacerconsiderable,crucélacarreteray entré en un pub justo enfrente de la capilla, bajo la atenta mirada de laConcienciaDisidente.

Esto es un paréntesis y podría añadir unos cuantos paréntesismás sobreaquellostiemposenquedabaconferenciasdeunladoparaotro.Cuentanqueundíadeaquellosenviéuntelegramaamiesposa,queestabaenLondres,yque decía así: «Estoy en Market Harborough. ¿Dónde debería estar?». Norecuerdosi lahistoriaescierta,peronoes improbablenicreoque seapocorazonable.Alolargodeestevagabundeo,hicemuchosamigoscuyaamistadvaloro;porejemplo,Mr.LloydThomas,queentoncesvivíaenNottingham,yMr. McClelland de Glasgow. Pero los menciono aquí como introducción aaquel encuentro accidental de Yorkshire que tendría consecuencias para mímuchomás importantesde loque lameracoincidenciapuedesugerir.HabíaidoadarunaconferenciaaKeighley,enlospáramosaltosdelWestRiding,yme quedé a pasar la noche en casa de un importante ciudadano de aquellapequeña ciudad industrial; el caballero había reunido a un grupo de amigoslocalesque,comoeradesuponer,teníanpacienciaconlosconferenciantes;enel grupo estaba incluido el cura de la iglesia católica, un hombre pequeño,lampiñoyconexpresióntímidadeduende.Meimpresionóeltactoyelhumorcon los que se relacionaba con una compañía tan protestante y tan deYorkshire;prontodescubríque,asumaneraalgobravucona,habíanaprendidoaconsiderarlotodounpersonaje.AlguienmehizounrelatomuydivertidodecómodosgigantescosgranjerosdeaqueldistritodeYorkshire,alosqueseleshabíaencomendadovisitarvarioscentrosreligiosos,temblabanconindecibleterrorantesdeentrarenelpequeñopresbiteriodeaquelcura.Trasvencerunagran desconfianza, parece que finalmente habían llegado a la conclusión dequenolesharíamuchodañoydequesiselohacía,podíanllamaralapolicía.Supongo que creían de verdad que tenía la casa equipada con todos losinstrumentos de tortura de la Inquisición española. Pero incluso estosgranjeros,medijeron, lehabíanaceptadodesdeaqueldíacomoaunvecinomás,yamedidaquelatardeavanzaba,susvecinosleanimaronaquepusieraen práctica sus magníficas cualidades para entretener. Poco a poco se fuesoltando y, cuando me di cuenta, ya estaba en pleno recitado de ese granpoemadramático,eseexamendeconcienciatitulado«Meaprietanlasbotas».Aquel hombreme encantó, pero si me llegan a decir que en diez añosmeconvertiría en un misionero mormón de las Islas Caníbal, no me habríasorprendido más que si me hubieran insinuado que, quince años después,

Page 211: Autobiografía Por G. K. Chesterton

estaríahaciendoanteélmiconfesióngeneralyqueélmerecibiríaenlaIglesiaalaquepertenecía.

A la mañana siguiente, él y yo fuimos caminando hasta el otro lado deKeighley Gate, el gran muro de los marjales que separa Keighley deWharfedale,porqueyoqueríavisitaraunosamigosen Ilkley;al terminar laexcursión, tras unas cuantas horas de charla por aquellos páramos, pudepresentarunnuevoamigoamisantiguosamigos.Sequedóacomer;sequedóa tomar el té; se quedó a cenar; no estoy seguro de que, ante la insistentehospitalidad, no se quedara a dormir y, en posteriores ocasiones, pasó allímuchos días ymuchas noches; y allí fue también donde habitualmente nosencontrábamos.Fueenunadeaquellasvisitascuandotuvolugarelincidentequemellevóatomarmelalibertaddeusarle,esdecir,usarunapartedeélenuna serie de historias sensacionales. Pero lomenciononoporqueotorgue lamás pequeña importancia a esas historias, sino porque tiene una conexiónmuchomásvitalconlaotrahistoria,conlahistoriaqueestoycontandoaquí.

En el transcurso de la conversación, le mencioné al cura que teníaintencióndeapoyarenlaprensaciertapropuesta,noimportacuál,relacionadacontemassocialesbastantesórdidosdevicioycrimen.Mecomentóquecreíaque estaba en un error o, más bien, que yo ignoraba algunas cosas, comorealmenteasíera.Y tansoloporcumplirconsudeberyparaevitarquememetiera en un lío espantoso, me contó ciertos hechos que él conocía sobreprácticas depravadas, que desde luego no detallaré ni discutiré aquí. Enpáginas anterioreshe confesadoqueenmipropia juventudhabía imaginadotodaclasede iniquidades,y fueunacuriosaexperienciadescubrirqueaqueltranquiloy agradable célibe sehabía sumergido en aquellos abismosmuchomásprofundamentequeyo.Nomehabíaimaginadoqueelmundoalbergaratales horrores. Si él hubiera sido un novelista profesional y hubiera lanzadoaquellasporqueríasalosestantesdelaslibreríasparaqueniñosymuchachoslasleyeran,desdeluegoselehabríaconsideradoungranartistacreativoyunheraldo de los nuevos tiempos.Como sólome lo contaba demala gana, enestricta intimidad, como una necesidad práctica, era, por supuesto, el típicojesuitaquesusurrabavenenosossecretosalaoreja.Cuandovolvimos,lacasaestaba llenadegente y empezamos a charlar condos cordiales y saludablesestudiantes de Cambridge que habían atravesado los páramos a pie o enbicicleta, poseídos de aquel espíritu austero y vigoroso propio de lasvacaciones inglesas. Sin embargo, no eran los típicos deportistas de mirasestrechas;lesinteresabantambiénotrosdeportesy,aunquedeformauntantosuperficial, tambiénalgunasartes; asíquecomenzaronahablardemúsicaydelpaisajeconmiamigo,elPadreO’Connor.Noheconocidonuncaanadiequepudierapasarcontantafacilidaddeuntemaaotro,niquetuvieratantasytaninsospechadasfuentesdeinformacióny,conmuchafrecuencia,sobretodo,informacióntécnica.Lacharlaprontoderivóhacialadiscusióndeasuntosmás

Page 212: Autobiografía Por G. K. Chesterton

filosóficos y morales, y cuando el sacerdote salió de la habitación, los dosjóvenes rompieron en generosas expresiones de admiración diciendo querealmente era un hombre extraordinario y que parecía saberlo todo dePalestrina,delaarquitecturabarrocaodecualquiercosadelaquesehablaraen aquel momento. Tras unos instantes de silencio reflexivo, uno de losestudiantesestallóderepente:«Detodasformas,nocreoquelavidaquellevasea la más adecuada. Lo de la música religiosa y todo eso está muy biencuandoseestáencerradoenunaespeciedeclaustroynosesabenadasobreelmalrealdelmundo.Peronocreoquesealoideal.Yocreoenelindividuoquesalealmundo,seenfrentaconelmalquehayenélyconocesuspeligros.Esmuybonitoser inocenteeignorante,perocreoqueesmuchomejornotenermiedodelconocimiento».

Paramí, que aún temblaba casi con los pasmosos datos prácticos de losqueelsacerdotemehabíaadvertido,estecomentariomepareciódeunaironíatancolosalyaplastantequeapuntoestuvedeestallarderisaenaquelmismosalón, pues sabía perfectamente bien que, comparado con la maldadconcentrada que el sacerdote conocía y contra la que había luchado toda suvida,aquellosdoscaballerosdeCambridgesabíantantodelmalrealcomodosbebésenelmismocochecito.

Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de dar a estos tragicómicosequívocosunusoartísticoyconstruirunacomediaenlaquehubierauncuraqueparecíaquenoseenterabadenadayenrealidadsupieramásdecrímenesqueloscriminales.Despuésresumíestaideaenunrelato,enciertomodomuytrivialeimprobable,titulado«Lacruzazul»,ycontinuéconunainterminableseriederelatosconlosquehetorturadoalmundo.Enresumen,mepermitílaenorme libertad de tratar brutalmente ami amigo, de deformar a golpes susombreroysuparaguas,deajarsuropa,degolpearsuinteligenteexpresiónyconvertirlaenunaestúpidacarademorcilla,yengeneral,dedisfrazaralpadreO’Connor como el padre Brown. El disfraz, como ya he dicho, era unfingimientodeliberadoparaponerdemanifiestooacentuar el contraste,queeraelpuntoesencialdelacomedia.Haytambiénenella,comoenotrascosasque he escrito, una buena dosis de inconsistencia e imprecisión, y no es elmenordeesosfalloslaideageneralizadadequeelPadreBrownnoteníanadaenconcretoquehacer,salvodescolgarseporlascasasenlasqueeraprobablequehubieraunasesinato.Unaencantadoradamacatólicaqueconozcoelogióadecuadamente ami cura-detective cuando dijo: «Siento un gran cariño poresepequeñoyentrometidoholgazán».

Sin embargo, el incidente de los estudiantes de Cambridge y su jovialdesprecio por la virtud fugitiva y enclaustrada de un párroco de provinciasrepresentó para mí mucho más que aquel lamentable, aunque meramenteprofesional,montóndecadáveresopersonajesmasacrados.Meenfrentóuna

Page 213: Autobiografía Por G. K. Chesterton

vezmásconaquellosmorbososycandentesproblemasespiritualesalosquealudí anteriormente, y me ofreció la poderosa y creciente sensación de nohaberlesdadounasoluciónespiritual;aunque,enapariencia,estosproblemasperturban menos en la práctica y en proporción al hombre maduro que aljoven, amí aúnme perturbabanmucho; pero, de no haber sido por aquellarepentina percepción del precipicio que se abre ante nuestros pies, podíahaberme hundido cada vez más, por puro cansancio, en alguna suerte decompromisoodeabandono.Mesorprendíamipropiasorpresa:quelaIglesiaCatólicasupieramásqueyoacercadelbienresultabafácildecreer,peroquesupieramásdelmalparecíaincreíble.

Cuando la gente me pregunta: «¿Por qué abrazó usted la Iglesia deRoma?»,larespuestafundamental,aunqueenciertomodoelíptica,es:«Paralibrarme de mis pecados», pues no hay otra organización religiosa querealmente admita librar a la gente de sus pecados; está confirmado por unalógicaqueamuchossorprende,segúnlacuallaIglesiadeducequeelpecadoconfesadoydelqueunosearrepientequedarealmenteabolido,yelpecadorvuelve a empezar de nuevo como si nunca hubiera pecado. Y esto meretrotrajovivamenteaaquellasvisionesofantasíasdelasqueyahetratadoenelcapítulodedicadoa la infancia.Enélhablabadeaquellaextraña luz,algomásquelasimpleluzdeldía,quetodavíaparecebrillarenmimemoriasobrelosempinadoscaminosquebajabandeCampdenHill,desdedondesepodíaver,alolejos,elPalaciodeCristal.Puesbien,cuandouncatólicoseconfiesa,vuelverealmenteaentrardenuevoeneseamanecerdesupropioprincipioymira con ojos nuevos, más allá del mundo, un Palacio de Cristal que esverdaderamente de cristal. Él cree que en ese oscuro rincón y en ese breveritual,Dios ha vuelto a crearle a su propia imagen. Se ha convertido en unnuevoexperimentodesuCreador,tantocomoloeracuandoteníasólocincoaños.Seyergue,comodije,enlablancaluzdeldignoprincipiodelavidadeun hombre. La acumulación de años ya no puede aterrorizarle. Podrá estarcanosoygotoso,perosólotienecincominutosdeedad.

No estoy defendiendo aquí doctrinas como la del sacramento de lapenitencia, ni tampoco la doctrina igualmente vacilante del amor deDios alhombre.Noestoyescribiendounlibrodecontroversiareligiosa,delosqueyahe escrito varios y probablemente, si amigos y parientes nome lo impidenviolentamente, escriba algunos más. Aquí estoy ocupado en la malsana ydegradantetareadecontarlahistoriademivida,ysólotengoqueexponerlosefectosrealesqueestasdoctrinastuvieronenmispropiossentimientosyactos.Dada la naturaleza de esta tarea, me preocupa especialmente el tener lasensación de que estas doctrinas aglutinan toda mi vida desde el principiocomo ninguna otra doctrina podría hacerlo; y sobre todo, solucionansimultáneamentemis dos problemas: el demi felicidad infantil y el demiscavilaciones juveniles. Han influido en una idea que, espero que no resulte

Page 214: Autobiografía Por G. K. Chesterton

pomposodecirlo,eslaideaprincipaldemivida;nodiréqueesladoctrinaquehe enseñado siempre, sino la que siempreme habría gustado enseñar. Es laideadeaceptar lascosascongratitudynocomoalgodebido.Elsacramentode la penitencia otorga una nueva vida y reconcilia al hombre con todo lovivo, pero no lo hace como lo hacen los optimistas, los hedonistas y lospredicadores paganos de la felicidad. El don tiene un precio y estácondicionadoporunaconfesión.Enotraspalabras,elnombredelprecioeslaVerdad, que también puede llamarse Realidad, pero se trata de encarar larealidadsobreunomismo.Cuandoelprocesosóloseaplicaa losdemás, sellamaRealismo.

Empecésiendoloquelospesimistasllamabanunoptimista;heterminadopor ser lo que los optimistas probablemente llamarían un pesimista. Enrealidad,nohesidonuncanilounonilootro,yciertamentenohecambiadolomásmínimo.Empecédefendiendolosbuzonesdecorreosylosautobusesvictorianos bermellón, aunque fueran feos, y he acabado por denunciar lapublicidadmodernao laspelículasamericanas,aunqueseanbonitas.Loqueintentabadecirentonceseslomismoqueintentodecirahora,einclusolamásprofunda revolución religiosa sólo ha logrado confirmarme en el deseo dedecirlo, porque, desde luego, jamás vi las dos caras de esta sencilla verdadformuladasjuntasenningúnsitiohastaqueabríelPennyCatechismyleílassiguientespalabras:«Losdospecadoscontralaesperanzasonlaarroganciayladesesperación».

Empecéabuscaratientasesaverdadenmiadolescencia,peroempecéporel lado equivocado, por el confín de la tierra más alejado de la esperanzapuramente sobrenatural. Pero desde el principio tuve la sensación, casiviolentamente real, de que aquellos dos pecados amenazaban incluso laesperanzaterrenalmásoscuraolamáspequeñafelicidadterrenal;lasensaciónde que ni la arrogancia ni la desesperación pueden estropear la experiencia.Por tomar un fragmento que venga al caso, en mi primer libro de poemasjuvenil,me preguntaba yo qué encarnaciones o purgatorio prenatal debía dehaber vivido para haber logrado la recompensa de contemplar un diente deleón.Sielasuntomerecieralapena,aunquefueraparauncomentarista,ahoraseríafácildatarlafrasevaliéndosedeciertosdetallesoaveriguarcómopodíahaberse formulado posteriormente de otra manera. No creo en lareencarnación, si es que creí en ella alguna vez; y desde que tengo jardín(porquenopuedodecirdesdequesoyjardinero),mehedadocuentamejorqueantesdeloperjudicialesquesonlasmalashierbas.Peroenesencia,loquedijedeldientedeleónesexactamenteloquediríasobreelgirasol,elsololagloriaque,comodijoelpoeta,esmásbrillantequeelsol.Elúnicomododedisfrutarhastadeunamalahierbaessentirseindignoinclusodeunamalahierba.Perohay dosmaneras de quejarse de lamala hierba o de la flor. Una es la queestabademodaenmijuventudyotralaqueestádemodaenmimadurez;no

Page 215: Autobiografía Por G. K. Chesterton

sóloambassonerróneas,sinoquelosonporquelamismacosasiguesiendoverdad.Lospesimistasdemiadolescencia,confrontadosconeldientedeleón,decíanconSwinburne:

Estoycansadodetodaslashoras,

capullosabiertosyfloresestériles,

deseos,sueños,poder

ydetodo,salvodelsueño.

Y por eso los maldije, los pateé y monté un espectáculo tremendo; meconvertíeneladaliddelDientedeLeónymecoronéconunexuberantedientedeleón.Perohayotromododedespreciareldientedeleónquenoeseldelpelmazo pesimista, sino el del optimista agresivo. Puede hacerse de variasformas;unadeellasconsisteendecir:«EnSelfridgepuedesencontrarmejoresdientes de león» o «En Woolworth puedes conseguir dientes de león másbaratos».Otra formadehacerloesobservarconundeje indiferente:«Desdeluego,nadie,salvoGambolienVienacomprenderealmenteeldientedeleón»;o decir que desde que el superdiente de león se cultiva en el Jardín de lasPalmeras de Frankfurt, ya nadie soporta el viejo diente de león; osencillamenteburlarsede lamiseriade regalardientesde leóncuando todaslasmejoresanfitrionasteofrecenunaorquídeaparalasolapayunramitodeflores exóticas para llevar. Todos estos sonmétodos para devaluar una cosapor comparación, porque no es la familiaridad, sino la comparación lo queprovoca el desprecio. Y todas esas comparaciones capciosas se basan enúltimo término en la extraña y dudosa herejía de que el ser humano tienederechoaldientedeleón;quedemodoextraordinariopodemosordenarqueserecojan todos losdientesde leóndel JardíndelParaíso;queno lesdebemosagradecimiento algunoni tenemos por quémaravillarnos ante ellos; y sobretodoquenodebemosextrañarnosdesentirnosmerecedoresderecibirlos.Enlugardedecir,comoelviejopoetareligioso:«¿QuéeselhombreparaqueTúlo ames o el hijo del hombre para que Tú le tengas en cuenta?», decimos,como el taxista irascible: «¿Qué es esto?»; o como el comandantemalhumorado en su club: «¿Es esta chuleta digna de un caballero?». Puesbien,nosólomedesagradaestaactitudtantocomoladelpesimistaalestilodeSwinburne, sino que creo que se reducen a lo mismo: a la pérdida real deapetito por la chuleta o por el té de diente de león. A eso se le llamaArroganciay,asuhermanagemela,Desesperación.

Este es el principio que yo mantenía cuando a Mr. Max Beerbohm leparecíaunoptimista,yesteeselprincipioquesigomanteniendocuandoaMr.GordonSelfridge,sinduda,deboparecerleunpesimista.Elobjetivodelavidaes la capacidad de apreciar; no tiene sentido no apreciar las cosas comotampoco tiene ningún sentido tenermás cosas si tienesmenos capacidad de

Page 216: Autobiografía Por G. K. Chesterton

apreciarlas. Originalmente dije que una farola de barrio, de color verdeguisante,eramejorque laoscuridadoque la faltadevida,yquesieraunafarola solitaria, podíamos ver mejor su luz contra el fondo oscuro. Sinembargo,aldecadentedemiépocajuvenil,leangustiabatantoesehechoquequerríacolgarsedelafarola,apagarsuluzydejarquetodosesumieraenlaoscuridadoriginal.Elmillonariomodernosemeacercacorriendoporlacalleparadecirmequeesunoptimistayquetienedosmillonesymediodefarolasnuevas, todaspintadas,yanodeaquelverdeguisantevictoriano, sinodeunfuturistaamarillocromoyazuleléctrico,yquepiensaplantarlaspor todoelmundo en tales cantidades que nadie se dará cuenta de su existencia, sobretodo, porque todas serán iguales. Y yo no veo qué tiene el optimista parasentirseoptimista.Una farolapuedeser significativaaunquesea fea,peroélno hace que la farola sea significativa, sino que la convierte en algoinsignificante.

Enresumen,meparecequepocoimportasiunhombreestádescontentoennombredelpesimismoodelprogreso,sisudescontentoparalizasucapacidaddeapreciarloquetiene.Lorealmentedifícilparaelhombrenoesdisfrutardelasfarolasolospaisajes,nidisfrutardeldientedeleónodelaschuletas,sinodisfrutar del placer.Mantener la capacidad de degustar realmente lo que legusta, ese es el problema práctico que el filósofo tiene que resolver. Ymeparecía, al principio, como me parece al final, que los pesimistas y losoptimistasdelmundomodernohanconfundidoyenturbiadoesteasuntoporhaberdejadoaunladoelantiguoconceptodehumildadyagradecimientoporlo inmerecido.Este es un asuntomuchomás importante quemis opiniones,pero,enrealidad,fuealseguiresetenuehilodefantasíasobrelagratitud,tansutil como esos abuelos de diente de león que se soplan al hilo de la brisacomovilanosdecardo,comolleguéfinalmenteatenerunaopiniónqueesmásqueunaopiniónytalvezsealaúnicaopiniónqueesrealmentemásqueunaopinión.

Este secreto de sencillez aséptica era verdaderamente un secreto; no eraevidente,ydesdeluego,enaquellaépocanoeraenabsolutoevidente.Eraunsecretoqueyacasisehabíadesechadoyencerradototalmentejuntoaciertascosasarrinconadasymolestas,ysehabíaencerradoconellas,casicomosielté de diente de león fuera realmente una medicina y la única recetapertenecieraaunaanciana,unaviejaharapientaeindescriptible,confamadebruja en nuestro pueblo. De todas formas, es cierto que tanto los feliceshedonistascomolosdesgraciadospesimistasmanteníanunaactituddefensivaprovocadaporelprincipioopuestodeorgullo.Elpesimista estabaorgullosodel pesimismo porque pensaba que nada era lo bastante bueno para él; eloptimista estaba orgulloso del optimismo porque pensaba que nada era lobastantemalocomoparaimpedirqueélsacaraalgobueno.Enambosgrupos,habíahombresmuyvaliosos;hombresconmuchasvirtudes,peroquenosólo

Page 217: Autobiografía Por G. K. Chesterton

carecíandelavirtudenlaqueestoypensando,sinoquejamáshabíanpensadoen ella. Decidían que o bien la vida no merecía la pena, o bien que teníamuchascosasbuenas;peroniselesocurríalaideadequepudierasentirseunaenormegratitudinclusoporunbienpequeño.Ycuantomáscreíaquelaclavehabía que buscarla en aquel principio, por extraño que pareciese, másdispuesto estaba a buscar a aquellos que se especializaban en la humildad,aunqueparaellosfueralapuertadelcieloyparamíladelatierra.

Porque nadiemás se especializa en ese estadomístico en el que la floramarilla del diente de león es asombrosa por inesperada e inmerecida. Hayfilosofíastanvariadascomolasfloresdelcampo;algunassonmalashierbasyotras,malashierbasvenenosas;peroningunacrealascondicionespsicológicasenlasqueporprimeravezvi,odeseéver,laflor.Loshombressecoronandefloresypresumendeellas;oduermenenunlechodefloresylasolvidan;olasnombranynumeranconobjetodecultivarunasuper-florpara laExposiciónImperialdeflores;peropisoteanlasflorescomounaestampidadebúfalos;olasdesarraigancomounpuerilmimetismode lacrueldadde lanaturaleza;olas arrancan con los dientes para demostrar que son iluminados pesimistasfilosóficos.Sinembargo,respectoalproblemaoriginalconelqueempecé,elmayoraprecio imaginativode la florquefueraposible,ellosnohacennada,salvo disparates; respecto a eso, ignoran los hechos más elementales de lanaturaleza humana, y al trabajar sin pies ni cabeza en todas las direcciones,todossinexcepciónseequivocanensu trabajo.Desde laépocaa laquemerefiero,elmundohaempeoradotodavíamásenesteaspecto.Sehaenseñadoatoda una generación a decir tonterías a voz en grito sobre su «derecho a lavida», «derecho a la experiencia» y «derecho a la felicidad». Los lúcidospensadores que hablan de estomodo, en general, acaban la enumeración detodosestosextraordinariosderechosdiciendoquenoexisteelbienyelmal.Enesecaso,esalgodifícilespeculardedóndepuedanprocederesosderechos.Peroyo,porlomenos,meinclinabacadavezmáshaciaesaviejafilosofíaquesosteníaquesusverdaderosderechosteníanelmismoorigenqueeldientedeleónyqueellosjamáspodríanvalorarningunodelosdossinoreconocíansufuente de procedencia. Y en ese sentido último, el hombre no creado, elhombrenonato,notienederechosiquieraavereldientedeleón,porqueélnopodríahabercreadonieldientedeleónnilavista.

He recurrido aquí a una metáfora tópica de un libro de versosafortunadamenteolvidado,únicamenteporquees ligeray trivial,y losniñospuedendispersarladeunsoplido,comosifueraunvilanodecardo,yporqueesmásapropiadoparaun lugarcomoestealqueelargumento formalnoseajustaría.Pero,anoserquealguiencreaqueelconceptonoguardarelacióncon el razonamiento, sino que es sólo una fantasía sentimental sobremalashierbaso floressilvestres, indicarésuperficialybrevemente lobienqueestaimagenencajaentodoslosaspectosdelrazonamiento.Encuantoaloprimero,

Page 218: Autobiografía Por G. K. Chesterton

elcrítico fortuitodirá:«¡Vaya tonteríaquees todoesto!¿Quiereusteddecirque un poeta no puede dar gracias por la hierba y las flores silvestres sinponerloenrelaciónconlateología;ynodigamosnadadequetengaquesersuteología?».Aloqueyorespondo:«Sí,quierodecirquenopuedehacerlosinrelacionarlo con la teología, a no ser que pueda hacerlo al margen delpensamiento. Si consigue ser agradecido y que no haya nadie a quienagradecer ni buenas intenciones por las que dar las gracias, entonces élsimplemente se refugia en ser desconsiderado para evitar tener que serdesagradecido».Pero,desdeluego,elrazonamientovamásalládelagratitudconsciente y puede aplicarse a cualquier clase de paz, seguridad otranquilidad,inclusoalaseguridadylatranquilidadinconscientes.Enúltimotérmino,inclusolaadoraciónporlanaturalezadelospaganosoelamorporlanaturaleza de los panteístas dependen tanto de la intención implícita y labondad objetiva de las cosas como la acción de gracias directa de loscristianos.Enrealidad,laNaturalezaes,enelmejordeloscasos,otronombrefemeninoquedamosalaProvidenciacuandonolatratamosmuyenserio,unfragmentodemitología feminista.Hayunaespeciedecuentodehadas,másadecuadoparacontarloalamordelalumbrequeenelaltar,enelqueloquesellama Naturaleza puede ser una especie de hada madrina. Pero sólo puedehaber hadas madrinas porque hay madrinas; y hay madrinas porque haymadre;ysihaymadre,esporqueexisteunPadre.

Lo que me ha molestado toda la vida sobre los escépticos es suextraordinaria lentitud para llegar a una conclusión, aunque sea sobre suspropiasposturas.Heescuchadocómoloscriticabanocómolosadmirabanporsutemerariaprecipitaciónysuimprudentefuriainnovadora,peroyosiemprehe encontrado difícil lograr que semovieran unas pulgadas y terminaran surazonamiento.Cuandoporprimeravezse insinuóque talvezeluniversonoobedecieraaungrandiseño,sinoquetansólofueraunaexcrecenciaciegaeindiferente,deberíamoshabernosdadocuentainmediatamentedequeaquelloimpediríaparasiempreelqueunpoetaseinstalaseenlosverdescamposcomoensucasaobuscarainspiraciónenelcieloazul.Lahierbaverdepasaríaasercomoelverdeherrumbreoelverdepodredumbre,ydejaríadetenerrelaciónconesealgoauténticoconelquetradicionalmenteselahaasociado.Deigualforma, el cielo azul nos evocaría lo mismo que una nariz amputada en uncongeladouniversomuerto.Lospoetas,inclusolospaganos,sólopuedencreerdirectamenteen laNaturalezasi indirectamentecreenenDios; si lasegundaideasedesvanecieradeverdad,tardeotempranolaprimeraseguiráelmismocamino.Yaunquesóloseaporunaespeciededoloridorespetopor la lógicahumana,desearíaquefueralomástempranoposible.Desdeluego,unhombrepuedemostraruninteréscasianimalanteciertosaccidentesdeformaycoloren una roca o un charco, igual que ante una bolsa para trapos o ante unguardapolvos, pero no puede mostrar eso a lo que se refieren los grandes

Page 219: Autobiografía Por G. K. Chesterton

poetasolosgrandespaganosalhablardelosmisteriosdelaNaturalezaodelainspiracióndelospodereselementales.Cuandoyanoexistesiquieraunavagaideadelosfinesolaspresencias,entonceselbosquemulticoloresrealmenteuna bolsa de trapos, y el espectáculo del polvo queda reducido alguardapolvos. Se puede ver cómo esta constatación invade como una lentaparálisisatodoslospoetasmodernosquenohanreaccionadoanteloreligioso.Su filosofía del diente de león no es la de que todas lasmalas hierbas sonflores,sinomásbienladequetodaslasfloressonmalashierbas.Enrealidadllegaaconvertirseenunaespeciedepesadilla,comosi lapropiaNaturalezanofueranatural.Talvezesasealacausaporlaquemuchosdeellosintentandesesperadamente escribir sobre las máquinas, cuyo diseño, de momento,nadiediscute.NingúnDarwinhasostenidotodavíaquelosmotoresempezarancomoesquirlasdemetalyque,ensumayoría,fueranchatarra;oquesóloloscoches que desarrollaron por casualidad un carburador sobrevivieron a lalucha por la vida en Piccadilly. Sea cual sea la razón, he leído poemasmodernos que claramente intentan que la hierba parezca algo meramenteáspero,pinchudoyrepugnantecomounabarbillasinafeitar.

Ese es el primerdistintivo: que estemisticismohumanocomún frente alpolvo,aldientedeleón,alaluzdeldíaoalavidadiariadelhombredependeabsolutamente, y siempre ha dependido, de la teología, si es que ha tenidorelación con el pensamiento.Y si a continuaciónmepreguntanquepor quéestateología,responderíaqueporqueeslaúnicaquenosólohapensado,sinoque ha pensado en todo. No sólo no negaré que casi todas las teologías ofilosofías contienen una cierta dosis de verdad, sino que lo afirmorotundamente;ydeesomequejo.Todasycadaunadelasdoctrinasosectasque conozco se conforman con seguir una verdad, bien sea teológica,teosófica,éticaometafísica;ycuantomásuniversalesafirmanser,tantomásparecequeloúnicoquehacenessimplementecogeralgoyaplicarloatodo.Uncientíficoyeruditohindúmuybrillantemedijo:«Sóloexisteunacosa:launidady launiversalidad.Lospuntos en losque las cosasdiscrepanno sonimportantes; lo único importante es aquello en lo que coinciden». Y yo lerespondí: «El acuerdo al que realmente queremos llegar es el acuerdo entreacuerdoydesacuerdo.Eslasensacióndequelascosasdifierenaunqueseanuna». Mucho después, descubrí que lo que yo quería decir ya lo habíaformuladomuchomejor el escritor católicoCoventry Patmore: «Dios no esinfinito; es la síntesis entre lo infinito y el límite». En resumen, los otrosprofesoreseransiemprehombresdeunasolaidea,aunqueaquellaúnicaideafuese launiversalidad.Yeranespecialmente estrechos cuando suúnica ideaeralaamplitud.Sóloheencontradouncredoquenosecontentaconunasolaverdad,sinoúnicamenteconlaVerdad,hechadeunmillóndeverdadesy,sinembargo, una. E incluso en esta ilustración sobre mis propias fantasíaspersonales,loqueafirmosedemuestradoblemente.Sihubieradivagadocomo

Page 220: Autobiografía Por G. K. Chesterton

BergsonoBernardShawyhubieraconstruidomipropiafilosofíaapartirdemipreciosofragmentodeverdad,porelsimplehechodehaberladescubiertoyo solito, pronto habría descubierto cómo esa verdad se distorsionaba yconvertíaenfalsedad.Inclusoenestecaso,haydosmodosenlosquepodríahabersevueltocontramíyhabermedestrozado.Unohabríasidoalentandoelengañoalqueyoestabamáspredispuesto;yelotro,excusandolafalsedadquemeparecíamás inexcusable.Respectoalprimero, lasensaciónexageradadequeaquella luzdeldía, eldientede leóny todaaquellaprimeraexperienciaeran una suerte de visión increíble, se habría convertido enmi caso, sin elcontrapesodeotrasverdades,enalgorealmentedesequilibrado.Porquelaideade ver visiones estaba peligrosamente cercana ami vieja pesadilla original,que me había conducido a moverme como en un sueño y, en determinadomomento, a perder el sentido de la realidad y con él, gran parte de laresponsabilidad. Y en lo tocante a la responsabilidad, en un terreno máspráctico y ético, podría haber provocado en mí una especie de quietismopolítico, al que yo me oponía en conciencia tanto como al cuaquerismo.Porque,¿quéhabríapodidodeciryosiuntiranohubieratergiversadoestaideadelaconformidadtrascendentalylahubieraconvertidoenunaexcusaparalatiranía?Supongamosquehubieracitadomispropiosversossobrelaidoneidadde una existencia elemental y sobre la verde visión de la vida; supongamosquelohubierautilizadoparademostrarquelospobresdebencontentarseconcualquiercosayquehubieradichocomoelviejotirano:«Quecomanhierba».

Enunapalabra,teníaelhumildepropósitodenoserunmaníaco,másquenadadenoserunmonomaniaco,perosobretodo,denoserunmonomaniacoconunasolaideasimplementeporqueeralamía.Laideaerabastantenormalybastanteconsistenteconlafe;enrealidad,erapartedeella.Perosólosiendopartedeella,podíahaberpermanecidonormal.Ycreoqueestosirveparacasitodas las ideas de las que mis contemporáneos más capaces han extraídonuevasfilosofías,muchasdeellasbastantenormalesalprincipio.Portanto,hellegado a la conclusión de que existe una absoluta falacia contemporáneasobrelalibertaddelasideasindividuales,queesladequetalesflorescrecenmejor,einclusomásgrandes,enunjardín,yqueenplenocamposemarchitanymueren.

Y de nuevo soy muy consciente de que habrá alguien que haga esapreguntanaturalynormalmenterazonable:«¿Deverdadquiereusteddecirquea menos que un hombre acepte el particular credo que usted defiende, nopuedeponerobjecionesaquesepidaalagentequecomahierba?».Aesto,demomento, sólo contestaré: «Sí, eso quiero decir; pero no exactamente comoustedloformula».Sóloañadiré,depasada,queloquerealmentemesublevaamí y a todo elmundo sobre esa famosaburla del tirano es que transmite lainsinuación de que se puede tratar a los hombres como bestias. Añadirétambién que mi objeción no desaparecería por el hecho de que las bestias

Page 221: Autobiografía Por G. K. Chesterton

tuvieransuficientehierbaniaunquelosbotánicosdemostraranquelahierbaesladietamásnutritiva.

Mediránqueporquéofrezcoaquíestepuñadodetópicosdeshilvanados,tiposymetáforas, todoabsolutamente inconexo;puesporqueahoranoestoyexponiendounsistemareligioso;estoyacabandounahistoriay redondeandoloque,almenosparamí,hatenidomuchodeaventurarománticaydenovelademisterio.Esunanarracióntotalmentepersonalqueempezóenlasprimeraspáginas de este libro, y estoy respondiendo al final sólo las preguntas queplanteé al principio. He dicho que tuve en la infancia, y en parte la hepreservado,ciertadebilidadrománticaquenielpecadonieldolorhanpodidomatar,porqueapesardenohabertenidogravesproblemas,hetenidomuchos.Unhombrenosehaceviejosintenerpreocupaciones,aunqueporlomenosyomehehechoviejo sin aburrirme.La existencia es todavíaparamíuna cosaextraña y como a una extraña le doy la bienvenida. Bueno, para empezar,pongoeseprincipiodetodosmisimpulsosintelectualesantelaautoridadalaque finalmente he llegado, y descubro que estaba allí antes de que yo lapusiera.Me ratifico enmi constatacióndelmilagrode estarvivo,no en eseoscurosentidoliterarioenelquelosescépticosloutilizan,sinoenunsentidoclaroydogmáticoqueconsisteenhaberrecibidolavidadeloúnicocapazdeobrarmilagros.

Hedichoqueestatoscayprimitivareligióndelagratitudnomesalvabadela ingratitud, del pecado que, para mí, tal vez sea el más horrible porquesignifica desagradecimiento. Pero también en esto he descubierto que meaguardabaunarespuesta.Precisamenteporqueelmalestabasobretodoenmiimaginación, sólo podía ser penetrado por esa idea de la confesión quesignifica el final de la simple soledad y el silencio. Sólo he encontrado unareligión que se atreviera a descender conmigo amis propias profundidades.Sé, desde luego, que la práctica de la confesión, tras haber sido denigradadurante tres o cuatro siglos y durante gran parte demi propia vida, se estárecuperando con cierto retraso. Los científicos materialistas, siempre pordetrásdesutiempo,reivindicantodoloqueenellasedenigrócomoindecenteeintrospectivo.Heoídoqueunanuevasectahacomenzadounavezmáslasprácticas de los monasterios más primitivos y a tratar la confesióncomunitariamente. A diferencia de los primitivosmonjes del desierto, a losmiembrosdeestasectaparecegustarlesrealizarelritualvestidoscontrajedenoche. En resumen, no quiero dar la impresión de que ignoro que distintosgrupos en elmundomoderno se preparan para facilitarnos las gracias de laconfesión.Ningunodelosgrupos,hastadondeyosé,manifiestafacilitaresapequeñagraciadelaabsolución.

Hedichoquemismorbideceserantantomentalescomomoralesyquesehundían en la más pasmosa profundidad del escepticismo y solipsismo

Page 222: Autobiografía Por G. K. Chesterton

fundamentales.Yunavezmás, volví a descubrir que la Iglesia semehabíaadelantadoyhabíaestablecidosusinquebrantablesbases;quehabíaafirmadolarealidaddelascosasexternas,deformaqueinclusoloslocospudieranoírsuvozyque,mediantelarevelaciónqueteníalugarensumente,empezaranacreerloqueveían.

Paraterminar,hedichoqueheintentado,aunqueimperfectamente,servirala justicia y que he visto nuestra civilización industrial enraizada en lainjusticiamuchoantesdequeseconvirtieraenuncomentariocorrientecomolo es hoy en día. Cualquiera que se moleste en mirar los ficheros de losgrandesperiódicos,inclusodelossupuestamenteradicales,yvealoquedicensobrelasgrandeshuelgasylocompareconloquemisamigosyyodecíamosen las mismas fechas, puede fácilmente comprobar si lo que digo es unafanfarronada o una simple realidad. Pero cualquiera que lea este libro (sialguien lo hace) verá que desde el principiomi instinto sobre la justicia, lalibertady la igualdaderadealguna formadistintodelhabitualenmiépoca,distinto de todas aquellas tendencias dirigidas a la concentración y lageneralización.Mi instintome llevabaadefender la libertadde lasnacionespequeñasyde las familiaspobres; esdecir,unadefensade losderechosdelhombrequeincluíalosderechosdepropiedad;sobretodo,lapropiedaddelospobres.Realmente,noentendíelsignificadodelapalabralibertad,hastaqueoíquelallamabanconelnuevonombrededignidadhumana.Eraunnombrenuevo para mí, aunque era parte de un credo con casi dos mil años deantigüedad.Enresumen,habíadeseadofervientementequeelhombrepudieraserdueñodealgo,aunquesólofueradesupropiocuerpo.Alritmoqueavanzalaconcentracióndebienesmateriales,unhombrenoposeeránada,nisiquierasupropiocuerpo.Seciernenyaenelhorizontevastasplagasdeesterilizaciónohigienesocial,aplicadasatodosyquenadieimpone.Porlomenosnovoyadiscutiraquíconloquepintorescamentesellamanautoridadescientíficasdelotrolado.Heencontradounaautoridadqueestádemilado.

Estahistoria,portanto,sólopuedeacabarcomounahistoriadedetectives,con respuestas a sus particulares preguntas y con una solución al problemaplanteado inicialmente. Miles de historias totalmente diferentes, conproblemas totalmente distintos han acabado en el mismo punto y con losproblemasresueltos.Peroparamí,mifinalesmiprincipio,comolafrasedeMaríaEstuardocitadaporMauriceBaring,ylaaplastanteconviccióndequeexiste una llave que puede abrir todas las puertasmedevuelve a la primerapercepcióndelgloriosoregalodelossentidosyalasensacionalexperienciadelasensación.Surgedenuevoantemí,nítidayclaracomoantaño,lafiguradeun hombre con una llave que cruza un puente, tal como lo vi cuando porprimera vezmiré el país de las hadas a través de la ventana del teatrillo dejuguetedemipadre.PeroséqueaquelaquienllamanPontifex,elconstructordelpuente,tambiénsellamaClaviger,elportadordelallave,yqueesasllaves

Page 223: Autobiografía Por G. K. Chesterton

lefueronentregadasparaatarydesatarcuandoeraunpobrepescadordeunalejanaprovincia,juntoaunpequeñomarcasisecreto.


Top Related