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As naci BoliviaEl difcil proceso de transicin de la Colonia a la Repblica

Jorge Hurtado Hervas

2011

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As naci Bolivia

Jorge Hurtado Hervas

Derechos reservados de los autores. Prohibida su reproduccin total o parcial por cualquier medio. Depsito legal: ISBN: Primera edicin: 2011

Fotografas: Cubierta: Campana de la Libertad, frontis de la Baslica de San Francisco en el Bicentenario de la Gesta Libertaria del 25 de Mayo de 1809, Sucre, Chuquisaca, 2009. Contracubierta: Casa de la Libertad, Sucre, Chuquisaca.

Redaccin de texto Fundacin Nova, servicio editorial, fotografa y diseo de cubierta: Mnica Odeln SenzATENEA marketing y publicidad Cel. 79491128 C. Jaimes Freire N 7, Equipetrol, telf. 3352948 Santa Cruz, Bolivia www.ateneamarketingypublicidad.com4

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Frontis de la Baslica de San Francisco, calle Ravelo esquina Aniceto Arce, Sucre, Chuquisaca, 2009 - en el Bicentenario de la Gesta Libertaria del 25 de Mayo de 1809.

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Civilizacin o cultura es esa totalidad compleja que incluye conocimiento, creencias, arte, derecho, costumbres y cualesquiera otras actitudes o hbitos adquiridos por el ser humano como miembro de la sociedad. E.B. Tylor La capacidad inherente al humano es la de adaptacin, lo que crea la diversificacin de la cultura o la conversin en culturas. Las diferentes sociedades, sistemas socioculturales, son adaptaciones a la naturaleza y a otros sistemas socioculturales. Un sistema sociocultural distingue tres aspectos adaptativos: La ecologa. Es decir que el este sistema se adapta con su medio ambiente. La estructura social. Existe cierto tipo de ordenamiento institucional que asegura el funcionamiento del sistema. La ideologa. Son las caractersticas de pensamiento que le permiten al ser adaptarse a la condiciones ecolgicas y a la estructura social en que se desarrolla.

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Presentacin

Es imperante la necesidad de documentos que pongan en palestra conocimientos y estudios que creen inquietud, o por lo menos la curiosidad, en los lectores para conocer la historia de la sociedad en la que se desarrollan. Actualmente los textos con los que se cuenta en los sistemas educativos derivan de investigaciones, conclusiones y criterios de autores que aunque no han sido pocos, segn menciona el historiador nortamricano Herbert Klein, en su ensayo bibliogrfico de su importante obra Historia de Bolivia (Ed. Juventud, La Paz, 1982, p. 296), en su mayoria tenan una formacin clsica basada en valores culturales de origen greco-latino, adems de contar con pocos recursos. Este tema est bien indicado por el historiador espaol Jos Mara Garcia en su obra Anlisis de una Sociedad de Frontera. Santa Cruz de la Sierra en los siglos XVI y XVII (Publicaciones de la Excma. Diputacin Provincial de Sevilla, Espaa, 1988, p.18). A la hora de presentar nuestro trabajo, hemos de hacer hincapi, adems, en el problema metodolgico que l comporta y que ha llevado, en muchas ocasiones, a obviar su tratamiento, tomando como pretexto la marginalidad de reas como la que estudiamos. Probablemente, sin embargo, a estas alturas seran pocos los historiadores capaces de afirmar que los grupos humanos vinculados a los ncleos de poder poltico, zonas de mayor potencia econmica, ms densamente pobladas o con una estructura social ms compleja, sean los nicos dignos de merecer nuestro esfuerzo y atencin. Es, sin embargo, indudable que su propia marginalidad les hizo poco acreedores de la atencin de los poderes centrales, y la falta de una papel importante dentro del sistema de poder poltico, de las actividades econmicas o de los intereses estratgicos, las releg a un olvido que se ha traducido en la ausencia de una documentacin abundante que posibilite estudios detallados y brillantes anlisis monogrficos. Por otro lado las propias caractersticas del grupo humano, carente en ocasiones incluso escribanos, y con un relativo desinters por la conservacin de los documentos, as como los caracteres climticos del rea, que han destruido o deteriorado los existentes, han contribuido a privarnos de la fuentes documentales de carcter protocolar o local (el subrayado es nuestro).7

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Por tal razn, algunas veces se encuentran conceptos de autores con una valoracin subjetiva y no objetiva de los sistemas socioculturales de indgenas que, adaptados a su ambiente ecolgico, trataban de sobrevivir en una sociedad colonial extractivista dominante.Vemos tambin conclusiones acerca de hechos que pueden ser tergiversaciones fortuitas y que por falta de mayor cantidad de especialistas, o por lo menos interesados en el rea, no se ha profundizado su estudio. El desconocimiento de nuestra historia y del sincretismo cultural existente tiene consecuencias fatales, porque reduce nuestra capacidad de decisin y criterio cuando, por ejemplo, no sabemos cuan ancestrales o verdicos son algunos hechos que se defienden en el siglo XXI a travs de organismos internacionales, proclamando una diferenciacin ante un mundo globalizado, sin tener certeza si estas diferencias son efectivamente reales. Por lo tanto, la Fundacin Nova propone y aporta en la produccin de material intelectual para que nuestra sociedad actual sea incentivada hacia el anlisis de su propia historia, y que tenga fundamentos tericos para el debate y cuestionamiento de hechos, algunos contados parcialmente, que podran haber cambiado nuestro presente; pero no con una mirada retrgrada, excusadora, victimizadora y autocompasiva, sino para que a partir del autoconocimiento, que es la base de la autonoma del individuo, se pueda replantear el futuro que queremos. Santa Cruz de la Sierra, julio de 2011 Fundacin Nova

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Presentacin ......................................................................................7 Prlogo 2 Resumen y conclusiones 2 Introduccin General 7 Captulo 1: Antecedentes de la Lucha Por La Independencia En El Alto Per Introduccin al Captulo1. Los Principales Gritos Libertarios: Chuquisaca, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz 1.1. Chuquisaca abre el camino: el primer grito libertario de Amrica 1.1.1. Cmo se desencadenan los acontecimientos 1.1.2. El papel de Goyeneche como detonante de la insurreccin 1.1.3. El contexto externo y el levantamiento: los sucesos en Espaa 1.1.4. Las abdicaciones sucesivas de los reyes Carlos IV y Fernando VII 1.1.4.1 Espaa nos ensea a pelear por su libertad 1.1.4.2 Las Juntas Provinciales, la Junta Central y las Cortes de Cdiz 1.1.4.3 La primera Constituyente espaola 1.2. El sustrato ideolgico y los actores 1.2.1. Cul fue la importancia y qu rol cumpli la Academia Carolina? 1.2.2. Principales actores de la insurreccin 1.2.2.1. Paceos salidos de las aulas de Chuquisaca 1.2.2.2. Actores en Buenos Aires. Argentinos y Uruguayos 1.2.2.3. En la insurreccin de Charcas 1.2.3. La logia de las dos caras 2. Levantamientos indgenas peruanos y altoperuanos 2.1. La sublevacin de Oruro fue la primognita? 2.2. Tambin en Santa Cruz hubo sublevaciones indgenas 2.3. La conspiracin de los negros y mulatos en agosto de 1809 3. El sentido de lucha de los patriotas vs. el proyecto colonial

ndice

Captulo 2: Tres idelogos de la revolucin2.1. Importancia del pensamiento de Bernardo Monteagudo Cceres 2.2. Aporte intelectual de Mariano Moreno Valle a la causa de la Independencia 2.2.1 Representacin de los hacendados 2.2.2 Opinin del representante del Real Consulado de Cdiz 2.2.3 El Plan de Operaciones: Programa de la Revolucin de Mayo 2.2.4 Valoracin histrica de Mariano Moreno9

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Captulo 3: Enfrentamiento entre realistas: La Guerra Domstica

2.3. Aporte ideolgico de Jaime de Zudez Ramrez de la Torre 2.3.1 El catecismo poltico cristiano: su contenido 2.3.1.1 Pedro Godoy adultera el texto del Catecismo 2.3.1.2 Las primeras dudas sobre la paternidad del Catecismo 2.3.1.3 El Dr. Jaime de Zudez autor del Catecismo Poltico Cristiano

3.1. Antecedentes y posible origen del conflicto 3.2. Rebelin de Pedro Antonio Olaeta en El Alto Per 3.2.1. Desarrollo de la campaa y enfrentamiento armado entre realistas 3.2.2. Cmo se financiaba la Guerra: Sustraccin de zurrones de plata 3.2.3. La Guerra Domstica en Santa Cruz y Moxos 3.3. Fin de la Guerra Domstica y reinicio de hostilidades contra los libertadores

Captulo 4: Batallas finales y decisivas: Triunfo de los Patriotas en el Alto Per 73 A modo de Introduccin 73 4.1 El Inicio del fin: La Batalla de Junn derrumba la moral de los Colonialistas 4.2 Derrota en la Batalla de Ayacucho sepulta a los Realistas 74 4.2.1 Acciones militares 76 4.2.2 Histrica Capitulacin de Ayacucho 77 4.3 Le llega el turno al Alto Per: Batalla de Tumusla cambia su suerte 79 4.3.1 Hechos registrados en el campo de batalla 4.3.2 Las deslealtades y defecciones de oficiales realistas precipitaron la derrota 4.3.3 Firma de la capitulacin de Tumusla 88 4.3.4 Consecuencias de Tumusla: evacuacin y abandono del pas de jefes y oficiales 4.3.5 Carlos Medinaceli Lizarazu, un patriota olvidado? 92 Captulo 5: La Gobernacin de Santa Cruz al mando de Aguilera5.1. Vallegrande: sede de la gobernacin desde 1822 5.2. El clero cruceo en la guerra de la Independencia10

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5.2.1. Imposicin de tributo forzoso 5.2.2. Reposicin de dos curas a Cordillera 5.3. Periodo confuso entre diciembre 1824 y febrero 1825 5.3.1. El cruceo Juan Manuel Arias gobernador interino 5.3.2. Fue Toms Aguilera Gobernador de Santa Cruz?

Captulo 6: Actos Definitivos De Proclamacin De Independencia 6.1 Las sucesivas proclamaciones, fruto de un plan y de un acuerdo 6.2 El Pronunciamiento en Vallegrande, Al Fin Cundo fue? 6.2.1. Informe del Gral. Sucre y sus intentos por atraer a Aguilera a la causa patriota 107 6.2.2. Informe de un importante testigo del bando de Aguilera 110 6.2.3.- Testimonio del principal actor Cnl. Pedro Jos Antelo 110 6.2.4.- Apuntes de un cura realista 112 6.2.5.- Lo que dice el Gral. O`Connor y la fuga de Aguilera 113 6.2.6. Versin del historiador vallense y cura Melgar i Montao 115 6.2.7 Los datos de Charles Arnade 116 6.2.8.- Versin de Sanabria Fernndez y de Plcido Molina 116 6.3 Posterior sublevacin de las tropas de Aguilera en Vallegrande [3 de abril 1825) 6.3.1 Penas impuestas a los amotinados 123 6.3.2 Origen del error de fecha: 26 de enero 124 6.4 Definitivo: el pronunciamiento en Santa Cruz fue el 15 de febrero de 1825 6.4.1 Importante documento histrico 126 6.5 Proclamacin de la independencia en Moxos 6.5.1 Respuesta de Villegas al Gobernador de Santa Cruz 128 6.6 en chiquitos primero se proclam y despus se dio un paso atrs 6.7 La Terqued1ad Y El Infausto Final De Aguilera 130 Captulo 7: Construyendo La Nueva Republica: Convocatoria A La Asamblea Deliberante De 1825 13111

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Introduccin 131 7.1 La Convocatoria A La Primera Asamblea 131 7.2 Contenido Del Decreto Del 9 De Febrero De 1825 132 7.2.1 El Origen Del Decreto De La Paz Del 9 De Febrero 133 7.2.2 El Proyecto De Puno O Borrador Del Mariscal Sucre 133 7.2.3 La Mano De Casimiro Olaeta En El Nuevo Texto Del Decreto Del 9 De Febrero 136 7.2.4 La Fuente En Que Se Inspiraron Para Redactar La Parte Dispositiva 137 7.3 Desacuerdo Y Disgusto De Bolvar 141 7.3.1 La Ley Argentina Era Innecesaria, Segn Historiador 145 7.4 Instalacin De La Asamblea Deliberante Y Anexin [Adhesin) De Santa Cruz 147 7.4.1 Motivos De La Inclusin De Santa Cruz Con Diputados Propios 149 7.5 Eleccin De Diputados Por Santa Cruz 150 7.5.1 Acta De Eleccin Del Diputado Por Moxos 151 7.5.2 Veto De Videla Al Diputado De Moxos 152 7.5.3 Instrucciones Del Cabildo A Los Diputados Cruceos 153 7.6 Opciones Discutidas En El Congreso Para Decidir El Destino Del Alto Per 155 7.7 Fueron Correctas Las Decisiones De 1825? 157 7.8 Soberana Y Nueva Repblica 159 7.9 As Naci Bolivia: Territorio Y Poblacin 160 Apendices Biograficos 164 1. Perfil Biogrfico de Francisco Xavier Aguilera Vargas 2. Perfil del Cnel. Manuel Fernando de Arambur y Fras 165 3. Perfil Biogrfico de Monteagudo Cceres 167 4. Perfil Biogrfico de Mariano Moreno 169 6. Perfil Biogrfico de Jos Videla del Castillo 174 7. Perfil Biogrfico de Jaime de Zudaez Ramrez de la Torrre 178 Anexo Documental 183 Y bajo el Nmero 1.605, fechado en LA PLATA el 8 de Marzo12

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de 1809, en el Estante 122Cajn 6 Legajo 24 se halla un Testimonio de las diligencias practicadas en la Audiencia de Charcas, para recoger los impresos y papeles que la Infanta D.a Carlota Joaquina haba enviado las Autoridades y Corporaciones de aquel distrito. (De algunos documentos hay papeleta.) 186 Carta del Vicario Forneo de Vallegrande Dr. Jos Rafael Salvatierra al Cabildo Eclesistico 200 Bibliografa Bsica 202

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Lista de GrficosGrfico No. 1. Las rebeliones de Chayanta y Cusco. Fuente: http://www. kalipedia.com/historia-bolivia/tema/proceso-independencia/causasrebeliones-indigenas.html?x=20080804klphishbo_5.Kes&ap=0 Grfico No. 2. Mapa de Audiencia de Charcas 1756. Fuente: Atlas de Bolivia, Instituto Geogrfico Militar, Ediciones GEOMUNDO, Espaa,1985. (N. del editor) Mapa de ubicacin de Ayacucho. Fuente: http:www.google.com.bo/ imgres?imgurl=http://www.perurally.com/docs/cdi05/mapa4_Ayacucho_ Talavera.jpg Grfico No.3. Acciones militares. Fuente:http:fotosimagenesdibujosfotogra fias.blogspot.com/2008/11/dibujos-de-la-batalla-de-ayacucho.html] Grfico No. 4. Mapa de Potos. Fuente: http://www.boliviaenlared.com/html/ potosi.html Fuente: http://www.boliviaenlared.com/html/potosi.html Fuente:http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/41/Juan_ Alvarez_de_Arenales.jpg] Grfico No. 5. Juan Antonio Alvarez de Arenales Fuente: http://upload. wikimedia.org/wikipedia/commons/4/41/Juan_Alvarez_de_Arenales.jpg Grfico No. 6. Ubicacin de Tumusla Fuente:http://www.mirabolivia.com/ foro_total.php?id_foro_ini=10881 Grfico No. 7. Cnel. Carlos Medinaceli Retrato encontrado por Julio Ortz Linares Grfico No. 8. Parte del Acta de Sesin Reservada. Fuente: Libro Menor de Sesiones Secretas de los Sres. Diputados que componen la Asamblea Gral. del Alto Per instalada el 10 de Julio de 1825 Grfico No. 9. Mapa de Bolivia en 1825 Fuente: Eduardo Gmez-Martnez14

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Grfico No. 10. Bernardo de Monteagudo, presidente de la Sociedad Patritica. Fuente: El primer debate doctrinario del Per. http:// corrientelibertadoradelsur.blogspot.com/2009_01_01_archive.html Grfico No. 11. Foto de Mariano Moreno. Fuente: Diario Clarn 30/3/2010 Grfico No. 12. Foto de Jaime de Zudez.

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PrefacioEl conocimiento histrico, por sus caractersticas propias, est siempre en proceso de enriquecimiento y de revisin. Tomando en cuenta este hecho, se entiende que el revisionismo forma parte de la prctica misma del historiador. A su vez, esta tarea se basa en dos componentes principales. El primer componente del revisionismo histrico consiste en el anlisis crtico del conjunto de la historiografa dedicada a un tema, periodo o lugar. Aqu, lo que se busca comprobar es la solidez de los documentos y testimonios que condujeron a establecer fechas y hechos del pasado, as como el origen y difusin ulterior de los textos que los expresan. Este aspecto de la investigacin permite generalmente evidenciar vacos e imprecisiones en la informacin, eventuales tentativas de manipulacin de los datos y/o simples errores que, a fuerza de repetirse, toman todas las apariencias de la verdad. El segundo componente consiste, una vez identificadas las zonas problemticas del relato histrico anterior, en aportar nuevos datos basados en documentos y testimonios correctamente interpretados. De tal modo la tarea rectificadora se asocia con la elaboracin de nuevas perspectivas, ms slidas, que contribuyen al empeo inacabable de generar un conocimiento verdico del pasado. En el caso de la historia de Bolivia en general, y de la historia crucea en particular, queda mucho por hacer en materia de revisionismo, y esto es notorio en lo que se refiere al proceso de emancipacin y de creacin del Estado nacional boliviano (1809-1825). Es que, con escasos centros de investigacin y de formacin de profesionales especializados, gran parte de la historia boliviana adolece de una tendencia a la repeticin de supuestas verdades en base a trabajos que, por diversos motivos, carecen del rigor indispensable en materia de crtica histrica. A lo cual se aade, en el caso del proceso de emancipacin, un17

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sesgo ideolgico que conduce a muchos autores a asumir, a destiempo, una militancia patriota y un tono propagandstico que, si bien es entendible en el contexto mismo de los hechos, despus de dos siglos carece absolutamente de pertinencia. Estas mismas observaciones se aplican, con mucha ms razn, a la historia crucea de este periodo, cuya revisin crtica esta actualmente inicindose. Con estos antecedentes es posible ponderar el inters de este trabajo de Jorge Hurtado Hervas, que apoyndose en una abundante documentacin, parcialmente indita, propone una visin renovada del catico nacimiento de Bolivia. Tratndose de una obra de investigacin, es natural que provoque la discusin y una oportuna confrontacin de fuentes, porque slo mediante el debate serio y documentado, lograremos aproximarnos cada vez ms a la verdad de los hechos. Slo queda, pues, invitar a una lectura cuidadosa de este libro que dejar, sin duda, una profunda huella en el sendero de la reflexin sobre los antecedentes y consecuencias de la creacin de un pas tan improbable como Bolivia. Dr. Daniel Dory

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Resumen y ConclusionesI. Resumen I.1. Antecedentes I.1.1. Los levantamientos indgenas Mucho antes de las sublevaciones de 1809, todo el altiplano en lo que hoy es Bolivia, se hallaba convulsionado con sublevaciones indgenas contra tantos aos de abusos espaoles. En las principales ciudades como Potos, Charcas y La Paz sonaban los pututus anunciando el levantamiento indgena. Las sublevaciones indgenas fueron precursoras de la lucha por la independencia altoperuana pues tuvieron una fuerte influencia en ella. Por tanto, entre las principales se debe citar: La sublevacin de Chayanta provincia de Potos, agosto de 1780 encabezada por los Katari; la de Tinta (Cusco, Per) iniciada en noviembre por el Inca Jos Gabriel Tpac Amaru, la de la Villa de Oruro del 10 de Febrero de 1781 la de La Paz, por Julin Apaza (Tpac Katari) y su mujer Bartolina Sisa de 1781.

La vida en los pueblos de la colonia era cada vez mas insoportable para los naturales, motivo por el cual los indgenas se sublevaban. El corregidor de Chayanta, Joaqun Alos y Bru, inici una verdadera expoliacin a los indgenas de aquella provincia, aumentando el tributo que deban pagar. El cacique de Macha, Tomas Katari, fue a Potos y a Chuquisaca a reclamar por el aumento del tributo real, pero sus reclamos fueron intiles. Jos Gabriel Condorcanqui o Tpac Amaru II fue una figura que sobresali entre todos los caudillos indgenas. En 1780 convoc a los americanos a sumarse a su lucha contra la usurpacin europea. Su revolucin tena como objetivos acabar con la mita, con el tributo indigenal, con el reparto mercantil y con toda pensin a la que estaban sometidos los indgenas. Para19

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ello, era necesario cambiar de gobierno y restaurar el Incario, convocando a 100.000 americanos originarios en contra del poder espaol y proclamando la independencia de Amrica. Su rebelin fue el golpe ms fuerte, sufrido por el imperio espaol, desde la invasin a Amrica, pues este territorio estuvo a punto de ser perdido. La sublevacin del Cusco se extendi por todo el territorio de los Andes, convirtindose en una rebelin general. En territorio cruceo, en 1778 surge en Mazavi (Cordillera) un dios fingido, y un llamado rey Inga, que incitaba a la recuperacin de sus propios caudales. Esa invocacin mesinica naca del malestar del pueblo guaran y chan. Posteriormente por los aos de 1799, en la zona de Isosog, la contienda se volvi acrrima. Despus de haber destruido las misiones, Saypur y su fuerte fue atacado por los kereimba. Al ao siguiente el gobernador Viedma entraba con un ejrcito de 2000 vallegrandinos y cruceos. Despus de una corta victoria, Viedma retir las tropas y los insurgentes aprovecharon para declarar la suya, mostrando las cabezas de los dos capitanes: Jos Buceta y Manuel Terrazas. Guaricaya otro caudillo indgena guaran form parte de la resistencia a la dominacin colonial, y fue encarcelado en los Sauces. Por ltimo, otro cacique indgena, el capitn Cumbay se incorpor a la lucha de liberacin en Potos, adhirindose a las tropas del general Belgrano, a quien le ofreci el apoyo de 2000 indios para pelear contra los espaoles. En 1814, Cumbay se halla combatiendo al lado de los guerrilleros Padilla y Crdenas. Esta fue la inquietud que mostraban los indgenas de la provincia crucea, ante la presencia del colonizador espaol, sumando su aporte a los esfuerzos de emancipacin del territorio que hoy es Bolivia. I.1.2. La conspiracin de los negros y mulatos Por su parte, los negros esclavos y los indios tributarios de Santa Cruz tenan como plan asaltar la ciudad el 20 de agosto de 1809, pasando a degello a toda persona de cara blanca. Causa: ocultamiento, por parte las autoridades espaolas, de una orden real mediante la cual los esclavos deban quedar libres de servidumbre y los indgenas tributarios libres de20

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tributo. El mulato Franciscote, esclavo de Jos Salvatierra, era el jefe y comandante de los negros fugados de Brasil. Este sentimiento de rebelda se agrav poco antes de la celebracin de San Lorenzo al haber sido azotado el indgena Antonio pblicamente. Este suceso impact a las capas oprimidas que haban presenciado la condena, por lo que un reducido grupo de negros esclavos e indios, hizo causa comn y repudiaron estos hechos. Al parecer, esto ocurri el 15 de agosto de 1809, cuando se descubri en Santa Cruz una conspiracin para establecer un plan de gobierno semejante a los de Chuquisaca y La Paz. El movimiento fue sofocado y once negros remitidos a la Audiencia de Charcas. Los alcances del plan inclua ejecutar al Ministro de la Caja Real, a los alcaldes, al Comandante Militar, al Subdelegado y a todo sbdito espaol. Despus de ocupar la plaza se apoderaran de la ciudad. Antonio Vicente Seoane figura como testigo en la sumaria secreta que levant la Audiencia. Al parecer, lo sucedido el 24 de septiembre de 1810 fue una consecuencia de este intento subversivo, que persegua abolir la esclavitud y eliminar los tributos indgenas. I.1.3. El contexto externo: Los problemas internos en Espaa La invasin de Napolen a Espaa, es un dato fundamental que debe tenerse en cuenta en el anlisis de los acontecimientos en hispanoamrica. Las abdicaciones de Carlos IV y Fernando VII a favor de Napolen Bonaparte, y la entrega del trono espaol de ste a su hermano Jos, tuvieron repercusin en las colonias. La promulgacin de la Constitucin de 1808, que reconoca la autonoma de las provincias americanas y las pretensiones de Napolen de reinar sobre aquellos territorios, son tambin elementos bsicos para entender los orgenes de los movimientos de emancipacin. Napolen se equivoc al creer que la debilidad de la monarqua espaola, le facilitara sus planes, ya que el pueblo espaol no estaba dispuesto a aceptar la presencia francesa en su suelo. I.1.3.1 Las abdicaciones sucesivas de los reyes Carlos IV y Fernando VII Al producirse las sucesivas abdicaciones de los reyes a favor de Napolen, la corona espaola entr en un perodo de crisis de poder. En 1808, la familia real pretendi embarcarse hacia Amrica, como ya lo haban21

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hecho la familia real de los Braganza de Portugal. El 19 de marzo de 1808 Carlos IV abdica en su hijo Fernando convirtindolo en el rey Fernando VII. El 23 de marzo, entraban a Madrid las tropas de Napolen para ocupar la pennsula ibrica. Esta entrada cre un denso clima de inquietud en la poblacin. Napolen llam a Bayona a los dos reyes con el pretexto de mediar en la resolucin del conflicto que se haba producido entre el padre y el hijo. En Bayona, Napolen oblig a que Fernando VII renunciase a la Corona y reconociese a su padre como rey legtimo, sin saber que ste haba ya cedido sus derechos al emperador de Francia. De esta forma, Napolen quedaba dueo de ese pas, nombrando a su hermano Jos, rey de Espaa. Napolen no haba previsto la reaccin del pueblo espaol. El 2 de mayo, en Madrid, el pueblo se levant en armas contra las tropas francesas. Aquella jornada fue el comienzo de una guerra de resistencia que ocasionara quebrantos a Napolen. I. 2. Los gritos emancipatorios Chuquisaca La Paz, el 16 de julio de 1809 La Real Audiencia de Quito, el 10 de agosto de 1809; Buenos Aires, se revela el 25 de Mayo de 1810 Cochabamba el 14 de septiembre de 1810, Santa Cruz el 24 de septiembre de 1810.

I. 3. Causas, ideologa, actores: El sustrato ideolgico Las fuentes de inspiracin de los idelogos de la revolucin americana fueron variadas. Entre las principales tenemos: la independencia de Estados Unidos, la Revolucin Francesa, la filosofa escolstica de Toms de Aquino y la corriente liberal de pensadores espaoles. Unos dan gran importancia a la revolucin norteamericana como fuente de inspiracin ideolgica, sealando que la revolucin francesa fue consecuencia inmediata de la22

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revolucin norteamericana. Para otros autores, el impacto ideolgico de la Revolucin Francesa fue importante y, en menor grado, el de la independencia norteamericana. Las ideas que alimentaron estos procesos y germinadas sobre la base de las tesis escolsticas espaolas sobre soberana popular fueron un estmulo en la gestacin de la idea de independencia. En cambio, Ganda afirmaba que la filosofa francesa no tuvo, en Amrica, la ms insignificante influencia...Si sus libros llegaban y eran ledos por contadsimas personas, todas de una indiscutible fidelidad al imperio hispanoamericano, era por curiosidad o pasatiempo... Ganda afirma luego que fueron las ideas liberales las que dieron origen a la independencia de Estados Unidos, a la Revolucin Francesa y a la guerra civil hispanoamericana. Vicente Sierra tambin ha sealado a las tesis escolsticas espaolas sobre la soberana popular, enseadas en las universidades americanas, como fuentes de la revolucin americana. Halpern Donghi trata de la influencia de la tradicin poltica espaola en la ideologa revolucionaria de Mayo. Menciona en ella como primordiales las interpretaciones de los historiadores Ricardo Levene y Manuel Gimnez Fernndez, quien sostiene que la revolucin hispanoamericana es una resurreccin de concepciones polticas de la Castilla medieval, persistentes en Amrica cuando ya haban sido derrotadas en Espaa. Inspirados en algunas o en muchas de estas fuentes circularon en Charcas, en forma subrepticia, documentos elaborados por los intelectuales de esa poca, entre los que se destacaron Monteagudo y Jaime Zudez con su Dilogo entre Atahualpa y Fernando VII ..., el primero, y su Catecismo Poltico, el segundo. I. 4. La lucha armada: principales batallas finales y decisivas La lucha armada contra la dominacin espaola fue larga y dolorosa. Fueron muchas las batallas que se registraron, pero slo nos referimos a las tres ltimas, por ser las ms importantes y decisivas: Junn, Ayacucho y Tumusla. Esas batallas se produjeron en la fase final de la guerra en las que salieron triunfantes las armas patriotas y fueron decisivas para sellar la23

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anhelada emancipacin del Alto Per. Dos de ellas tuvieron por escenario el Bajo Per: La primera de stas fue la batalla de Junn, comandada por Bolvar. La de Tumusla la ltima se registr el 1 de abril de 1825, chocando las tropas del Gral. Olaeta contra el contingente que se defeccion de su ejrcito, al mando del Cnel. Medinaceli, y que culmin con la muerte de Olaeta, quedando su tropa completamente deshecha. Como consecuencia del triunfo de los independentistas en esta batalla, el territorio de la Audiencia de Charcas qued definitivamente liberado del dominio espaol. Su sobrino Casimiro Olaeta jug un importante papel en el mbito poltico y Medinaceli fue un actor decisivo en el campo militar. I. 5. La guerra domstica En la etapa avanzada de la lucha emancipatoria, surge la denominada guerra domstica que consisti en un enfrentamiento en territorio altoperuano entre los realistas que se hallaban divididos en dos bandos: los constitucionalistas y los absolutistas. Este enfrentamiento armado debilit a las fuerzas adictas al rey y facilit el triunfo de los patriotas en las batallas antes mencionadas. La escisin entre los realistas de Per fue consecuencia de que Espaa estaba dividida en dos grandes fracciones polticas: el liberal y el absolutista. Pedro Antonio Olaeta, jefe absolutista del Alto Per termin enfrentndose con el virrey del Per y se sublev con su ejrcito, declarndose defensor del trono espaol, pero en franca desobediencia al gobierno constitucional de ese Virreinato. Como consecuencia de la guerra domstica los realistas perdieron la mitad de su ejrcito, lo que signific el descalabro de las armas del rey y el fin de la dominacin espaola. I. 6. Desercin masiva de los realistas A fines de diciembre de 1824, los seguidores de Olaeta haban concertado el rol de proclamas y Medinaceli se encarga de anunciar al mariscal Sucre que proclamar la Independencia en varios lugares, entre ellos Valle Grande, el 26 de enero, y Cotagaita, el 1 de febrero. El 26 de24

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enero fue la fecha tomada por Urcullo y repetida por los historiadores, como si hubiese ocurrido en la realidad. La ciudad de Santa Cruz se pronunci por la independencia el 15 de febrero y Chuquisaca el da 22, del mismo mes. Al plegarse los desertores realistas al ejrcito libertador, proceden a proclamar la independencia en los centros ms importantes. I. 7. Formacin de la nueva Repblica llamada Bolivia I. 7.1. Convocatoria a la asamblea de diputados El 9 de febrero, el mariscal Sucre dict el decreto de convocatoria a la asamblea deliberante, y estableca la forma en que seran elegidos los 54 diputados de las cinco provincias. Cada diputado deba tener mayora absoluta de votos. Deban ser mayores de veinticinco aos, residentes del partido (provincia) por 4 aos, adictos a la causa de la independencia y con un ingreso anual de 800 pesos. Adems, deban poseer un buen concepto pblico y de moralidad probada. Fueron 48 los representantes que asistieron a la asamblea, habiendo perdido Santa Cruz tres de los cinco curules a que tena derecho. Bolvar, receloso por las actitudes que asumiran tanto en Buenos Aires como en Per, ante la decisin de Sucre, inicialmente se pronunci en contra de la instalacin de la Asamblea. Sin embargo, el Congreso argentino, el 9 de mayo, emite una ley que deja en plena libertad a las provincias altas para que dispongan de su suerte. Como consecuencia de esta ley, el Libertador refrenda la convocatoria a la Asamblea. I. 7. 2. Temas de deliberacin o decisin Las posiciones que se debatieron en la asamblea fundacional del Alto Per, fueron las siguientes: la independencia absoluta, la anexin a la Argentina y la independencia con respecto al poder espaol y anexin al Per.25

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Los diputados votaron en tres etapas, en el siguiente orden: primero se consider la incorporacin a Per, en segundo lugar, la incorporacin a las provincias del Ro de La Plata, y finalmente, se vot para convertirse en Estado soberano. Aprobada la independencia y formacin de un nuevo Estado por unanimidad, se procedi a la aprobacin del Acta de Independencia la cual expresaba el anhelo de los asamblestas. I. 8. Participacin de Santa Cruz en la formacin de la bolivianidad La provincia de Santa Cruz solamente eligi tres diputados: uno por el Cercado o capital (Antonio Vicente Seoane), otro por Vallegrande (Vicente Caballero) y un tercero en representacin de Moxos (el cura Felipe Santiago Cortz), quien fue impugnado por el prefecto Videla y finalmente vetado por la Asamblea. Chiquitos no pudo elegir, por cuanto su territorio estaba ocupado por fuerzas portuguesas. Cordillera tampoco lo hizo al no existir en ese partido gente suficiente que reuniera los requisitos de electores y elegidos, pues la gran mayora eran nefitos. La municipalidad de Santa Cruz emiti una instruccin a los diputados electos de esta ciudad y de Vallegrande, disponiendo que soliciten en el Congreso lo que fuera ms conveniente y beneficioso para esta provincia. El diputado Seoane recin se integr a la Asamblea el 6 de agosto, pronuncindose por la independencia de Charcas. Vicente Caballero se incorpor el 9 y firm el acta de independencia con fecha 6 del mismo mes. Caballero tambin se pronunci a favor de la resolucin tomada sobre la independencia soberana de las provincias del Alto Per. Enrique de Ganda sostiene que la anexin de Santa Cruz a Bolivia se hizo sin contar con la voluntad del pueblo cruceo, como resultado de un verdadero fraude. El Gobierno de Chiquitos aade tampoco debi formar parte de Bolivia, puesto que no slo no se hall representado en el Congreso de Chuquisaca, sino que en abril de 1825 se anex al Imperio del Brasil. II. Conclusiones Los esfuerzos de los pueblos peruanos y altoperuanos para emanciparse de la metrpoli espaola y dejar de ser colonias resultaron arduos, sangrientos y prolongados en el tiempo. Sin embargo, esa lucha no fue un producto del azar, sino el resultado de un plan elaborado por la intelectualidad de26

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Charcas, que luego se propag por el resto de Hispanoamrica. Fueron los doctores de Chuquisaca quienes aportaron los fundamentos ideolgicos y los argumentos jurdicos-legales en los que se sustent la reivindicacin y sobre cuyos cimientos se erigieron los nuevos Estados soberanos. Esos doctores, inspirados en las corrientes revolucionarias de Estados Unidos y Europa, concibieron y llevaron a cabo el plan de emanciparse de Espaa y dar por terminadas las relaciones coloniales imperantes en la poca. Tales ideas libertarias se extendieron rpidamente por casi todo el territorio de Amrica. El mundo sabe que el Alto-Per ha sido, en el continente de Amrica, el ara adonde se verti la primera sangre de los libres, y la tierra donde ecsiste la tumba del ltimo de los tiranos, tal cual reza el magno documento denominado Acta de la Independencia. Las causas que dieron motivo a dicho movimiento fueron diversas, pudiendo mencionarse entre las principales el trato discriminatorio y desptico y los abusos cometidos por los peninsulares contra los originarios y criollos de Amrica. A ello hay que aadir la formacin de una clase criolla de comerciantes y una casta detentadora de los recursos naturales que le confirieron poder econmico y que vino a contraponerse al poder poltico ejercido por los espaoles. Otro factor detonante de la insurreccin fue el vaco de poder que se suscit en Espaa como consecuencia de la abdicacin de los reyes, tras la invasin napolenica y la imposicin de Jos Bonaparte como monarca. La formacin de guerrillas en suelo espaol, en defensa de su soberana, con el propsito de expulsar al invasor, result ser una eficaz forma de lucha que fue replicada en Amrica, mtodo que condujo finalmente al triunfo de las armas patriotas, no obstante la gran desventaja material en que se encontraban los guerrilleros de la independencia. Finalmente, la divisin en dos partidos polticos liberal y absolutista producida en Espaa provoc tambin la divisin entre los realistas de Per, hecho que repercuti con mayor intensidad en el Alto Per y que facilit la conclusin de la guerra. Fue as que el caudillo militar Pedro Antonio Olaeta,27

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incitado por sus asesores y ayudantes, desconoci la autoridad del Virrey del Per, lo cual provoc un enfrentamiento armado que socav el podero de las tropas realistas e hizo posible los triunfos de los patriotas en las batallas decisivas de Junn y Ayacucho. Durante los meses finales del conflicto, la intensidad y frecuencia de las batallas entre patriotas y realistas mostr una sustancial disminucin, incrementndose ms bien los enfrentamientos armados en las propias filas antagnicas del Rey. Adems, jefes y oficiales adictos a la monarqua se fueron sumando al ejrcito patriota. Una vez que se impusieron las fuerzas de los independentistas, obligando a los partidarios del Rey a abandonar el territorio peruano y sepultado el regimen colonial, el Alto Per se vio enfrentado a una importante disyuntiva: formar un nuevo Estado libre y soberano o anexarse a uno de los nuevos Estados: Argentina o Per. Ya sabemos cul fue el desenlace y la decisin que tomaron los diputados reunidos en Chuquisaca en 1825. El objetivo del presente trabajo es determinar si el nacimiento del nuevo Estado o Repblica que lleva hoy por nombre Bolivia fue acertado y si la decisin de los padres de la Patria fue correcta. Como objetivo derivado se averigua tambin si la formacin u organizacin del nuevo Estado como unitario, centralista y concentrado fue correcta o si se debi adoptar otra forma. En ambos casos la conclusin es positiva, es decir, la decisin adoptada por los diputados o representantes de las cinco provincias altoperuanas fue la ms acertada. Una tercera pregunta al parecer tambin derivada de las dos anteriores, pero con otras connotaciones se refiere a si la posicin adoptada por los diputados cruceos elegidos en sus respectivos partidos fue acertada o si deban haber planteado la formacin de un Estado propio, tambin independiente, o anexarse a otro. Lamentablemente, la informacin utilizada en este anlisis no permite emitir una opinin concluyente sobre tan delicado tema.28

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IntroduccinUno de los perodos ms oscuros y controvertidos, dentro de la lucha por la independencia emprendida por los pueblos que hoy forman parte de Bolivia y en cuyo seno est incluida la vasta extensin de los territorios de Santa Cruz, Moxos y Chiquitos, es el referido a la etapa final de esa gesta liberadora y a la dramtica transicin de Estado colonial a republicano. En este documento centramos la atencin en la etapa comprendida entre enero de 1824 y agosto de 1825, periodo que es tratado con detalle. En la literatura oficial existen muchos vacos de informacin, contradicciones y zonas nada claras en lo atinente a este crtico perodo. A ello hay que aadir que muchos de los datos que manejan los historiadores y que tantas veces son repetidos sin ninguna revisin o compulsa, resultan ser errneos, lo que hace distorsionar los hechos histricos. Por tanto, previo a cualquier anlisis es necesario depurar y rectificar la informacin, pues de lo contrario es difcil arribar a conclusiones acertadas. Este trabajo tiene el propsito de responder a tres preguntas con respecto al surgimiento de Bolivia como nacin soberana: Fue correcta la decisin tomada en 1825 por los diputados de las cinco provincias altoperuanas, de declarar la independencia y formar un nuevo Estado libre? Fue acertado asumir la forma centralizada y unitaria de Gobierno? Santa Cruz actu correctamente al adherirse a la nueva Repblica? Con respecto a la primera pregunta, se concluye que la decisin de formar un nuevo Estado independiente de Lima y Buenos Aires fue acertada. La respuesta o conclusin a que se llega para la segunda cuestin tambin es positiva. Es decir, dadas las circunstancias de la poca fue necesario adoptar un modelo centralizado para dar inicio al funcionamiento del nuevo Estado, pero ello no quiere decir que esa modalidad hubiera de ser aplicada sin modificacin por un periodo demasiado prolongado, peor indefinido. Con relacin a la tercera pregunta, consideramos que para responder29

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correctamente es necesario un anlisis ms detenido y una amplia discusin, a fin de no caer en el terreno de la especulacin subjetiva. La informacin que se ofrece en este texto no es suficiente para llegar a una conclusin definitiva. Por tanto, desde nuestro punto de vista, la anexin o adhesin de Santa Cruz a la nueva Repblica es una asignatura pendiente de anlisis. Con miras a dar respuesta a esas interrogantes, hemos querido revisar los hechos histricos con sentido crtico y en forma paralela introducir correcciones y rectificaciones a los hechos errneamente tratados hasta ahora, basndonos en cada caso y de manera rigurosa en la compulsa documental y su cita precisa. Para ello, hemos dividido el presente trabajo en siete captulos: el Captulo I se refiere a los antecedentes de la lucha por la independencia del Alto Per; trata las causas que motivaron la ruptura de Hispanoamrica con la metrpoli, sondea el pensamiento filosfico desentraando la ideologa que guiaba el proceso de emancipacin, identifica a los actores que encabezaron la lucha y analiza los intentos de la princesa Carlota Joaquina de asumir el control y el mando de las colonias en sustitucin de su padre el rey Carlos IV y de su hermano Fernando VII para anexionarlas al imperio portugus, sucesos stos que fueron el detonante que hizo estallar la insurreccin en la ciudad de la Plata. En este primer captulo se analiza tambin la actuacin de Manuel Jos de Goyeneche en su triple papel: a) a favor de los franceses invasores de Espaa, b) como acreditado de la monarqua espaola y c) como gestor de los intereses de la princesa Carlota Joaquina. Seguidamente se relatan los hechos ocurridos el 25 de mayo de 1809, fecha memorable en que se comenz a escribir con sangre la nueva historia del continente americano, al darse el primer grito de emancipacin. Dicho grito fue secundado por varias ciudades: La Paz, Caracas, Buenos Aires, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra. Adems de resumirse las principales causas o factores que dieron origen a tan trascendental gesta, se destaca la intervencin de Bonaparte30

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en Espaa ocurrida en marzo de 1808, que gener un vaco de poder a raz de la abdicacin de los reyes y la asuncin de Jos I en reemplazo de ambos. Esta ausencia de autoridad y el hecho de que la corona espaola se concentrara en su problema interno, hizo que se descuidase a las colonias. Frente a esta coyuntura, en Charcas se esgrimi el argumento de que las colonias americanas no pertenecan a Espaa sino al Rey, y encontrndose ste imposibilitado de gobernar quedaba roto el vnculo de dependencia. Con ello los americanos quedaban libres de elegir su propio gobierno. Este fue el argumento conocido luego como el Silogismo Altoperuano de Charcas, que como todo silogismo estaba constituido de dos premisas y una conclusin: Premisa mayor: el vasallaje colonial no es atributo debido a Espaa sino a la persona del legtimo Rey borbnico de Espaa. Premisa menor: nuestro legtimo y recin jurado rey Fernando VII abdic junto con toda su familia borbnica de Espaa. Conclusin: la monarqua est legal y definitivamente acfala por vacancia del trono. Debe ser desobedecido el rey Bonaparte o cualquier otro que en Espaa quiera darse. Deben cesar en sus funciones los actuales delegados y mandatarios de la extinta autoridad soberana, y deben en este caso proveer por s mismas las Provincias Altas a su propio gobierno supremo. Estos importantes acontecimientos registrados en Chuquisaca fueron precedidos por reiterados actos de protesta y demostraciones de descontento en la poblacin indgena, tanto en la zona andina del Alto Per como en el Oriente. Tpac Amaru proclam la independencia de Amrica y su rebelin fue el golpe ms fuerte sufrido por el imperio espaol desde la invasin. En el Cusco, La Paz y otras ciudades del Alto Per se sucedieron sublevaciones encabezadas por los Amaru y los Katari; asimismo, las rebeliones de los guaranes se extendieron desde Santa Cruz hasta Tarija. El cacique indgena Cumbay se incorpor a la lucha de liberacin adhirindose a las tropas argentinas, aportando ms de dos mil indios para que ayudasen a pelear contra los espaoles. Esta fue, pues, la inquietud que mostraban los indgenas de la provincia crucea ante la presencia del colonizador espaol.31

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Los negros esclavos y los indios tributarios de Santa Cruz tenan tambin como plan asaltar la ciudad entre el 15 y el 20 de agosto de 1809, para pasar a degello a toda persona de cara blanca, conspiracin que no se concret al ser develada. El segundo captulo se detiene a analizar el aporte de tres importantes idelogos, cuyo pensamiento tuvo gran influencia en los acontecimientos relacionados con la lucha por la independencia: Bernardo Monteagudo, quien escribi varios documentos planteando la liberacin del yugo colonial. Su Dilogo entre Atahualpa y Fernando VII en los Campos Elseos (1809) inspir a los chuquisaqueos a iniciar la lucha, ya que este importante documento habra de aportar ideas que contribuyeron a crear el clima insurreccional que desemboc en las revueltas de Charcas y La Paz, en mayo y julio de 1809. Los temas acerca de los cuales versa el dilogo son el carcter de la conquista, sus causas polticas y religiosas y la independencia de las colonias. El centro de la argumentacin lo constituyen las nociones de tirana y obediencia forzada, frente a la de soberana entendida como la libre, espontnea y deliberada voluntad de los pueblos en la cesin de sus derechos. El segundo idelogo que se aborda en este captulo es el rioplatense Mariano Moreno, con expresa referencia a sus aportes denominados Representacin de los hacendados y labradores y Plan de operaciones, este ltimo documento constituye el verdadero programa de la Revolucin. El primer documento menciona que la libertad de comercio era una necesidad sentida por los criollos, ya que los espaoles europeos mantenan el monopolio comercial con el consiguiente perjuicio para los americanos, ya que todas las mercaderas que llegaban al puerto de Buenos Aires deban provenir de Espaa. Moreno escribi entonces este clebre documento donde defiende la libertad de comercio. ste formulaba tres pedidos fundamentales: facultar a cualquier persona para el comercio, estuviera o no inscrita en la matrcula; que no rigiesen los derechos de comisin impuestos por los comerciantes monopolistas sino los que se pactaren libremente; y32

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cobrar un 6% en concepto de derecho aduanero en lugar del 15% al 20% que estaba en vigencia.

Ese escrito puede ser tomado tambin como un alegato terico acerca de la libertad de comercio en forma general, constituyendo un ejemplo del pensamiento de las mentes ms esclarecidas del Ro de la Plata, pues es considerado el informe econmico ms completo de la poca del virreinato. Poco despus, Moreno redacta el Plan de Operaciones en el que ratifica el proyecto latinoamericano, plantea la destruccin del absolutismo en Amrica y formula una iniciativa inslita para la poca: que el Estado reemplace a una burguesa nacional inexistente para promover el desarrollo econmico. A travs de qu capitales? Por medio de los recursos que se lograran expropiando a los grandes mineros del Alto Per, tal como afirma Moreno con argumentos actuales: las fortunas agigantadas en pocos individuos. En el Plan de Operaciones Moreno propuso promover una insurreccin en la Banda Oriental y en el sur del Brasil, seguir fingiendo lealtad a Fernando VII para ganar tiempo, garantizar la neutralidad o el apoyo de Inglaterra y Portugal, expropiar las riquezas de los espaoles y destinar esos fondos a crear ingenios y fbricas, adems de fortalecer la navegacin. El tercer idelogo importante de la revolucin, al que luego nos referimos, es el chuquisaqueo Jaime Zudez, autor del Catecismo Poltico Cristiano, panfleto escrito y difundido en Chile, considerado el primer documento de la historia de nuestras ideas polticas. Surgi en un momento de ansiedad y transicin, y sus propsitos eran de claridad meridiana: se esforzaba por difundir las doctrinas de la soberana popular y caracterizar con los ms sombros rasgos al rgimen colonial, y haca un llamado a la altivez de los chilenos para constituir una Junta Nacional de Gobierno. Analiza los inconvenientes del gobierno monrquico y traza algunas reminiscencias histricas; combate la doctrina del derecho divino de los reyes e insiste en que, cualquiera sea la forma de gobierno, toda la soberana reside en el pueblo. Disuelto el vnculo que una a estas regiones con la Espaa agregaba el documento ha llegado el momento de constituir una Junta Provisional. Desconoca la autoridad del Consejo de Regencia de Espaa e Indias creado en enero de 1810 y haca un llamado para convocar33

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a un Cabildo abierto con el objeto de hablar, acordar y decidir los destinos de Chile, una vez que haban desaparecido el inepto gobernador y sus satlites. Por su forma literaria, por el vigor y la claridad del pensamiento, por la manera concreta con que ha formulado las quejas de las colonias contra la dominacin espaola y expresado los principios de libertad que inspiraron el movimiento revolucionario, el Catecismo Poltico Cristiano puede considerarse una obra maestra. El Tercer Captulo aborda el conflicto suscitado dentro de las filas del ejrcito realista, conocido como la guerra domstica, generado a raz del desconocimiento que hace el Gral. Pedro Antonio de Olaeta a la autoridad del virrey Laserna, movimiento al que se sum el gobernador de Santa Cruz, Gral. Aguilera. El estudio analiza los sucesos derivados de este enfrentamiento entre realistas, confrontacin que provoc la divisin en dos partes iguales de los ejrcitos realistas, lo cual hizo que se debiliten en forma considerable dichas fuerzas, a tal punto que facilit el triunfo del ejrcito patriota o libertador. El Cuarto Captulo se refiere a las tres ltimas batallas decisivas que ponen fin a la dominacin espaola y sellan la independencia: Junn, Ayacucho y Tumusla sin dejar de mencionar la defeccin de los oficiales realistas. Las dos primeras batallas se registraron en suelo peruano y la ltima en tierras altoperuanas, cerca de Potos. La contundente victoria lograda por Antonio Jos de Sucre en la batalla de Ayacucho oblig a los espaoles a capitular y comprometerse por escrito a cesar la lucha y reconocer la independencia de Per. A raz de esta derrota, La Serna y sus oficiales abandonaron el pas emprendiendo su retorno a Espaa, ponindose fin a la guerra por la independencia. Mientras que la batalla de Tumusla, librada en territorio altoperuano y que puso punto final a la dominacin espaola en nuestro territorio, se produjo el 1 de abril de 1825 y consisti en el choque de las tropas del Gral. Olaeta contra el contingente que defeccion de su ejrcito, al mando del Cnel. Carlos Medinaceli. Se trab la reida accin que acab con los das de Olaeta al recibir una herida de muerte en la quebrada de Tumusla. La tropa del citado general qued deshecha y la emancipacin de la Amrica meridional definitivamente decidida.34

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Como consecuencia del triunfo patriota en Ayacucho, se produjo en territorio altoperuano la defeccin de numerosos jefes realistas, quienes se pasaron al ejrcito patriota. Es as que a fines de diciembre, entre los oficiales que se suman al bando de los independentistas est el jefe de Estado Mayor Realista, Francisco Mara del Valle, quien posteriormente suministr valiosa informacin al mariscal Sucre acerca de las fuerzas y el plan de campaa del general Olaeta. Otro caso de defeccin fue el del regimiento Dragones Americanos, al mando del coronel Jos Martnez que se sublev en Cochabamba. Otros realistas que se sumaron al ejrcito patriota fueron el Tte. Cnel. Pedro Arraya, Cnel. Pedro Jos Antelo, Cnel. Francisco Lpez y Cnel. Anselmo de las Ribas, entre otros. El Quinto Captulo trata sobre la gobernacin de Santa Cruz a finales de la guerra de la independencia, a cargo de Aguilera. Refiere los atropellos cometidos por ste a la vida e integridad fsica de sus adversarios y las confiscaciones de bienes de propiedad de los patriotas. Aguilera jug un papel importante en la guerra domstica al ser el lugarteniente de Olaeta, el ltimo baluarte del realismo, motivo por el cual ponemos mayor atencin a su accionar durante el periodo comprendido entre 1824-25. En 1816 el Gral. Aguilera asumi la gobernacin de Santa Cruz y estableci en 1822 su cuartel general en Vallegrande. Posteriormente, en 1824, abraz la causa absolutista del Gral. Olaeta. Durante el tiempo que permaneca en Vallegrande, Aguilera nombraba a sus lugartenientes como gobernadores intendentes de Santa Cruz. Entre ellos figuran Anselmo de las Ribas, Gaspar Frontaura, Jos Llanos, el Dr. Manuel Jos Justiniano Jimnez y Manuel Fernando de Arambur, nombrado por Aguilera como gobernador entre el 10 y el 13 de agosto 1824. Este coronel Argentino fue al parecer el ltimo gobernador realista en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. El gobernador Arambur exiga muy a menudo, por medio del obispo de Santa Cruz, contribuciones forzosas al clero de su rey para el sustento de la tropa. Igualmente, la poblacin en general era sometida de manera continua a este tipo de exacciones.35

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Cuando se declar la independencia en Santa Cruz, el 15 de febrero de 1825, Juan Manuel Arias ejerca el cargo de gobernador de la provincia y fue el primero de los jefes patriotas que no slo presidi el pronunciamiento, sino que adems lo hizo secundar en Cordillera, Chiquitos y Moxos. Luego, cuando comenz a regularizarse la situacin, a fines de marzo, el Coronel Jos Videla lo sustituy, enviado por el Gral. Sucre con el ttulo de presidente del Departamento. Se aclara en el texto que el Cnel. Toms Aguilera, hermano de Francisco Xavier, fue nombrado en enero de 1825 comandante de una guarnicin de Santa Cruz y no gobernador de la provincia. El Sexto Captulo est dedicado al anlisis del proceso de formacin misma del nuevo Estado libre y soberano, comenzando con los diferentes pronunciamientos de independencia que culminaron en Charcas en agosto de 1825, con la firma del acta de independencia que dio nacimiento a la Repblica. Se ve cmo paulatinamente los desertores fueron plegndose al ejrcito libertador y proclamando la independencia en los distintos partidos. Primero fue en Cochabamba el 16 de enero de 1825, con la sublevacin del escuadrn de caballera. Despus el Tcnel. Pedro Arraya se encarg de que Chayanta [norte de Potos) jure por la independencia. El 24 de enero Sucre rechaz un intento de armisticio ofrecido por Olaeta y le propuso que una Asamblea decidiera el futuro de las provincias. Cinco das despus, el 29 de enero, el guerrillero Jos Miguel Lanza tom la ciudad de La Paz y declar la independencia de las provincias del Alto Per. El 1 de febrero, Medinaceli proclama la independencia del Alto Per en Cotagaita y cinco das despus el mariscal Sucre a la cabeza del ejrcito libertador cruza el ro Desaguadero (lmite con el Per) e ingresa en La Paz al da siguiente. En Vallegrande, el 12 de febrero de 1825 tropas desplazadas desde la ciudad de Santa Cruz gestaron el pronunciamiento en adhesin a la independencia. El Batalln Fernando VII se sublev y depuso a Aguilera. Esta operacin fue un movimiento estrictamente militar, sin participacin popular y estaba preparada para ser ejecutada aplicando la fuerza, pero result incruenta. El error de fecha de la proclamacin de la independencia36

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en Vallegrande, al tomarse el 26 de enero en lugar del 12 de febrero, tuvo su origen en Urcullo, quien en 1855 da la siguiente versin: El segundo batalln de Fernandinos, deponiendo del mando a su jefe Aguilera en el Vallegrande, hizo el propio pronunciamiento el da 26, que fue seguido por el coronel Mercado en la ciudad de Santa Cruz. El golpe de mano ejecutado por milicias al mando de Antelo y del Cap. Jos Reyes Oliva sorprendi a Aguilera, quien fue obligado a dimitir. Dos meses despus de esa accin, el 3 de abril se rebelan en Vallegrande las tropas que pertenecan antes a Aguilera, con la intencin de asesinar a jefes y oficiales patriotas. Los insurrectos fueron ajusticiados por un Consejo de Guerra que emite su sentencia condenando a los reos a penas de muerte, a ser degradados otros y a ser apaleados varios ms. A la pena de muerte fueron condenados cinco oficiales aprehendidos, as como otros cinco prfugos de igual delito. Finalmente, el 14 de octubre de 1828 en plena vigencia de la repblica Aguilera encabeza un alzamiento en Vallegrande pero es vencido por uno de sus ex-aliados, Anselmo de las Ribas. Es apresado y fusilado el 23 de noviembre en las cercanas de Vallegrande. Este hecho ocurre despus de tres aos de que Aguilera no daba seales de vida, apoderndose de la ciudad y exigiendo la rendicin del prefecto de las Ribas. Despus de un breve combate logr fugar ileso, pero fue delatado y fusilado. Fue enterrado en el cementerio de la iglesia matriz. En el Sptimo Captulo nos referimos al decreto de convocatoria a la Asamblea Constitutiva del 9 de febrero de 1825, lanzado por el Mariscal Sucre; se analiza la importancia que tuvo ese decreto y la posterior confusin de los historiadores al existir dos textos; se pasa revista a la eleccin de los diputados cruceos, el mandato conferido por el Cabildo a esos representantes y la suscripcin del Acta de Fundacin de Bolivia. El documento pone nfasis en los acontecimientos ocurridos en Santa Cruz, siendo uno de los propsitos aclarar temas como el pronunciamiento cruceo de independencia y la participacin en la formacin de la repblica. En anexo se insertan sendos perfiles biogrficos de algunos personajes que actuaron en tales acontecimientos y textos de documentos bsicos que ayudan a comprender mejor el proceso vivido en este periodo.37

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Justificacin de la importancia del presente trabajo Sin lugar a dudas, el nacimiento de Bolivia como Repblica fue un hecho que adquiri trascendencia, no slo en el mbito interno, dentro de los lmites del antiguo territorio de la Audiencia de Charcas, sino tambin en el concierto de las naciones americanas. Sin embargo, este hecho de tanta importancia ha sido objeto de un defectuoso tratamiento por parte de los historiadores. Asimismo, ha sido poco investigado y en muchos casos los escritos se basan en datos e informacin errnea o deficiente. Si eso es vlido a nivel nacional, resulta an peor en el departamento de Santa Cruz. La escasez de fuentes serias y confiables, la mala lectura de documentos coetneos y la escasa difusin o poco conocimiento de literatura histrica y papeles atinentes a estos temas, hace que se vengan copiando y repitiendo porfiadamente durante muchos aos los mismos errores. Un hecho paradigmtico que ilustra muy bien esta situacin es el referido a la convocatoria a la Asamblea de Diputados de 1825. Han tenido que pasar ms de 140 aos para que se aclaren los entretelones y alcances del decreto dictado por el mariscal Sucre. Y han tenido que ser dos historiadores extranjeros, uno argentino y el otro espaol, quienes se encarguen de desenredar los hilos que envolvan dicho enigma. Tngase presente que en lo tocante a tan importante asunto, previamente participaron en su tratamiento los ms connotados historiadores nacionales, de la talla de Gabriel Ren Moreno, Vzquez Machicado y Alcides Arguedas, sin excluir al connotado Charles Arnade, profundo conocedor de nuestra historia y otros de no menor estatura. Rectificar algunos de los tantos errores persistentes en nuestra historiografa, aclarar y aportar luces que permitan un mejor entendimiento de los hechos ocurridos en la historia de la heroica guerra de la independencia del Alto Per, han sido tareas que nos propusimos con el emprendimiento de esta obra, para as poder juzgar la actuacin de los diputados del 25 y concluir si actuaron acertadamente o no. En la medida en que sea valorado nuestro esfuerzo y comprobados los aportes que intentamos hacer, se aquilatar y justificar la importancia del presente trabajo.

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Enfoque metodolgico El enfoque o mtodo de investigacin empleado en el presente trabajo es el deductivo o no inductivo, ya que nos basamos en datos recogidos de fuentes secundarias, como libros, tesis, folletos, manuscritos, actas y otros documentos, sin hacer ningn trabajo de campo o efectuar trabajos de observacin. Sin embargo, se ha tenido el cuidado de usar fuentes altamente confiables, documentos inditos en algunos casos o pocos difundidos en otros. Adems, nos hemos esforzado en leer los documentos utilizados por otros autores con distinta ptica, tratando de encontrar nuevas situaciones con espritu y nimo revisionista. Este escrito puede ser considerado como un ensayo expositivo con algunos rasgos argumentativos, pero ms que todo debe tomrselo como ha sido la intencin del autor: un reportaje periodstico o narracin de hechos histricos, simulando a los autores [historiadores o actores) como entrevistados por el autor. Tiene traza de ensayo por cuanto est formado por los tres principales componentes de este gnero: introduccin, en la cual se plantea la hiptesis, desarrollo del tema aportando argumentacin y finalmente conclusiones. Santa Cruz, febrero de 2011 Jorge Hurtado Hervas

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Fuente: Correo del Sur, Sucre, 25 de mayo de 2009. Mural de Walter Soln Romero Mariano y los doctores de Charcas Saln de Honor de la Universidad San Francisco Javier.

ANTECEDENTES DE LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA EN EL ALTO PER1. Los Principales Gritos Libertarios: Chuquisaca, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz 1.1. Chuquisaca abre el camino: el primer grito libertario de Amrica 1.1.1. Cmo se desencadenan los acontecimientos 1.1.2. El papel de Goyeneche como detonante de la insurreccin 1.1.3. El contexto externo y el levantamiento: los sucesos en Espaa 1.1.4. Las abdicaciones sucesivas de los reyes Carlos IV y Fernando VII 1.1.4.1 Espaa nos ensea a pelear por su libertad 1.1.4.2 Las Juntas Provinciales, la Junta Central y las Cortes de Cdiz 1.1.4.3 La primera Constituyente espaola 1.2. El sustrato ideolgico y los actores 1.2.1. Cul fue la importancia y qu rol cumpli la Academia Carolina? 1.2.2. Principales actores de la insurreccin 1.2.2.1. Paceos salidos de las aulas de Chuquisaca 1.2.2.2. Actores en Buenos Aires. Argentinos y Uruguayos 1.2.2.3. En la insurreccin de Charcas 1.2.3. La logia de las dos caras 2. Levantamientos indgenas peruanos y altoperuanos 2.1. La sublevacin de Oruro fue la primognita? 2.2. Tambin en Santa Cruz hubo sublevaciones indgenas 2.3. La conspiracin de los negros y mulatos en agosto de 1809 3. El sentido de lucha de los patriotas vs. el proyecto colonial43

SUMARIO

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IntroduccinEste captulo trata del inicio de la insurgencia o gritos libertarios en contra de la dominacin de Espaa en Amrica. El primero de esos gritos se produjo en Chuquisaca y luego se extendi paulatinamente al resto de la Amrica hispnica. Las causas de la insurgencia, la ideologa que la sustentaba y los actores individuales o grupales son tratados en este captulo. La trascendencia que tuvo este prolongado esfuerzo, que abarca un perodo de casi diecisis aos, se puede apreciar a lo largo de esta exposicin. Para el jurista, poltico y escritor tucumano Juan Bautista Alberdi, la Revolucin de Mayo va a ser un detalle de la Revolucin de Amrica, como sta es un detalle de la Revolucin de Espaa, como sta lo es de la Revolucin Francesa y europea. Se tratara, en todos los casos, no de revoluciones separatistas, independentistas, sino de revoluciones de carcter democrtico en pos de la libertad, los derechos del hombre y la divisin de poderes, dirigidas contra el absolutismo, la monarqua, la esclavitud, la Inquisicin y la imposicin de los tributos serviles. As, el movimiento del Ro de la Plata y la insurreccin de Charcas formaran parte del proceso de cambio que va a recorrer toda Hispanoamrica, sin dejar de considerar por supuesto la influencia de la revolucin espaola de 1808 y de la francesa de 1789.

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1. Los Principales Gritos Libertarios: Chuquisaca, La Paz, Cochabamba y Santa CruzChuquisaca en aquellos tiempos era uno de los centros ms intelectuales del Continente hispanoamericano y su Universidad de San Xavier, clebre en los pases del contorno, ejerca poderosa atraccin en los estudiantes de Lima, Cuzco, Crdova o Buenos Aires de donde iban a cursar humanidades acogindose al seno de las familias acaudaladas, como pupilos, y donde aprendan a discutir en todos los tonos y sobre todos los temas, porque la ocupacin favorita de estudiantes y doctores era engolfarse en apasionadas disquisiciones sobre temas polticos de preferencia y con los argumentos que les suministraban los libros de Montesquieu, Raynal, DAgneseau y otros, devorados a ocultas de los profesores. Era, puede decirse, un laboratorio de ideas libertarias dados los tiempos y la clase de hombres dominantes. Alcides Arguedas

En 1809 se comenz a escribir con sangre la nueva historia del continente. El 25 de mayo de ese ao, los pueblos americanos trazaron el camino hacia la libre determinacin y el Alto Per emprendi su lucha hacia la soberana, al lanzarse en Chuquisaca el primer grito libertario, dando inicio a la revolucin emancipadora. Dicho grito fue seguido por: La Paz, el 16 de julio, La Real Audiencia de Quito, con su levantamiento autonomista del 10 de agosto de 18091,

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Acta de la independencia de Quito (1809). El 10 de agosto de 1809 se considera como la fecha de inicio de la independencia de lo que hoy es Ecuador. En Quito, cuando los criollos se rebelaron contra el presidente conde Ruiz de Castilla, declararon insubsistente el gobierno de la Audiencia y crearon una Junta de Gobierno. Los diputados barriales que participaron en esos sucesos suscribieron un acta en la que confirmaban la rebelin y organizaban de manera diferente la administracin. En este documento se insina tambin una invitacin a otras ciudades para aliarse voluntariamente con el fin de conformar un Gobierno Supremo Interino que represente a Fernando VII, mientras se recupere su libertad. Una parte del acta dice as: Nos, los infrascritos diputados del pueblo, atendidas las presentes crticas circunstancias de la nacin, declaramos solemnemente haber cesado en sus funciones los magistrados actuales de esta capital y sus provincias; en su virtud, los del barrio del centro o Catedral, elegimos y nombramos por representantes de el a los Marqueses de Selva Alegre y Solanda, y lo firmamos.46

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Caracas lanza su grito de Independencia el jueves santo, 19 de abril de 1810, al destituir a Vicente Emparn de su cargo de gobernador y capitn general, Buenos Aires se rebela el 25 de mayo del mismo ao, Bogot hace lo propio el 20 de julio, Cochabamba, el 14 de septiembre de 1810, Mxico el 16 de septiembre, Santiago de Chile, el 18 del mismo mes, Santa Cruz, el 24 de septiembre, Potos, el 10 de noviembre de 1810.

1.1 Chuquisaca abre el camino: el primer grito libertario de Amrica Por ser la gesta ms importante nos referiremos con algn detalle al primero de estos pronunciamientos, ocurrido en Charcas, recordando que a comienzos de 1809 el claustro de la Universidad de San Francisco Xavier se vio conmovido por un serio suceso. Se le haba pedido que emitiera juicio sobre las aspiraciones de la Infanta Carlota Joaquina2 que pretenda asumir los poderes del reino espaol como hermana de Fernando VII, quien se hallaba envuelto en un conflicto con el emperador francs. La Infanta reclama las posesiones espaolas en Amrica, encomendndole a Jos Manuel de Goyeneche su proyecto para que lo entregue en Chuquisaca a Ramn Garca Pizarro, presidente de la Audiencia de Charcas, diligencia que al ser cumplida desat los sucesos de ese glorioso da de mayo. La actuacin del militar arequipeo est tratada ms adelante en el apartado 1.1.2. Frente a tan grave amenaza, los doctores de la Universidad de Charcas se renen en Claustro los das 12 y 19 de enero de 1809 en nmero aproximado de 90 y se ponen en alerta, pues temen que la antigua ambicin portuguesa podra echar por tierra los planes largamente preparados por los doctos en bsqueda de la libertad. En el Anexo documental No. 1 del presente libro se inserta el texto ntegro del acta del 12 de enero. A la universidad charquina2 Vid., Los afanes de la infanta Carlota en Charcas, en La Academia Carolina, La Razn, La Paz, 25 de mayo 2005. Sitio Web: http://www.bolivia.com/noticias/autonoticias/DetalleNoticia26719.asp.47

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el escrito de la Infanta le pareci subversivo y su dictamen pas a manos del virrey en Buenos Aires, quien orden que la corporacin destruyera los documentos relacionados con esta consulta, orden que diligentemente hizo efectiva el Presidente de la Real Audiencia de Charcas, don Ramn Garca de Len y Pizarro, quien ejerca el doble cargo desde el 28 de Octubre de 1796, fecha en que el Rey le nombra Gobernador e Intendente General de la Plata y Presidente de la Real Audiencia de Charcas. Cuatro meses despus de haberse reunido los doctores y cinco das antes de la insurreccin, el 20 de mayo, Manuel de Zudez tuvo noticias de la destruccin de las actas en que constaba la resolucin del Claustro contra las pretensiones de Carlota y denunci de inmediato la actitud del Presidente. La estrategia chuquisaquea, entonces, era evitar que prosperen tales ambiciones, para lo cual se simul respaldar a Fernando VII. Se pidi el arresto de Goyeneche y la destitucin, por complicidad, de Garca Pizarro. El patriota Jaime Zudez redacta un acta de lealtad al rey, conocida como el Acta de los Doctores que se hizo memorable, en cuyo texto sostiene que: El pacto de los pueblos americanos es exclusivamente personal con el Monarca y no a sus reinos metropolitanos. Si el legtimo Rey ha abdicado3, aquel pacto ha dejado de existir y, por tanto, el intruso (Jos Bonaparte) no merece obediencia; sus autoridades deben cesar en sus funciones, y las provincias deben proveer su gobierno.

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Gabriel Ren Moreno,, ltimos Das Coloniales en el Alto Per, p.. 329. Cf. La Revolucin que cambi la historia. El ABC del 25 de mayo de 1809, Biblioteca del Bicentenario. Primer grito Libertario. CAF www.bolivia.org.bo El rey Carlos IV haba abdicado un ao antes, en marzo de 1808, y luego hizo lo propio su hijo Fernando VII, tal como veremos en el apartado 1.1.4. Por lo tanto, ni Carlos IV ni Fernando VII gobernaban Espaa. Encontrndose ambos presos, se esgrime el argumento de que las colonias americanas no pertenecen a Espaa sino al rey y estando ste imposibilitado de gobernar, quedaba roto el vnculo de dependencia. Con ello los americanos quedaban libres de elegir su propio gobierno. Este fue el argumento conocido luego como el Silogismo Altoperuano de Charcas.48

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Este notable documento deja claras las intenciones de los acadmicos de Charcas4. Para considerar tan delicado asunto, el Claustro universitario se reuni en dos oportunidades: 12 y 19 de enero de 1809. En la reunin del 12 se aprob el documento titulado Respuesta del Claustro de la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca a la consulta del presidente de la Real Audiencia de Chuquisaca Ramn Garca de Len y Pizarro acerca de las pretensiones de la infanta Carlota Joaquina de Borbn. El texto ntegro se encuentra en el Anexo Documental No. 1 del presente trabajo, donde no consta el silogismo altoperuano, lo cual sugiere que est contenido en otro informe. El referido Claustro se llev a cabo con la asistencia de 48 doctores, pero terminaron suscribiendo el acta 88. El texto del Acta de los Doctores no ha sido encontrado y no nos queda claro si se trata de otro documento aprobado el 19 de enero, o si es el dictamen emitido por el Dr. Manuel Zudez, sndico de la universidad, que sirvi de base para el pronunciamiento del Claustro, puesto que, previo al verificativo de la asamblea: (...)Se mand al sndico Procurador General de esta Real Universidad, Doctor Don Manuel de Zudez, Catedrtico de Prima, Propietario de sagrados Cnones, expusiese su dictamen, y meditadas por el Claustro las prudentes reflexiones que propuso sobre las intenciones y miras irregulares e injustas de la Corte de Portugal contra los sagrados e inviolables derechos de nuestro Augusto Amo y Seor Natural, Fernando Sptimo se pronunci sobre el tema. Segn Gabriel Ren Moreno, el levantamiento de mayo de 1809 estaba asentado en slidos argumentos filosfico-jurdicos, resumidos en el llamado Silogismo Altoperuano cuya autora es atribuida por Moreno a Jaime4Vid., Respuesta del Claustro de la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier El 19 de enero de 1809, el claustro de doctores fue convocado para contestar el manifiesto de la princesa que solicitaba la anexin de Charcas a la corona del Brasil. Entonces, Jaime de Zudez, conocido como el abogado de los pobres, redact el acta con la que se protestaba contra dichas pretensiones.49

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Zudez y que, como todo silogismo, estaba constituido de dos premisas y una conclusin: Premisa mayor: el vasallaje colonial es atributo debido no a Espaa sino a la persona del legtimo rey borbnico de Espaa. Premisa menor: nuestro legtimo y recin jurado rey Fernando VII abdic junto con toda su familia borbnica de Espaa. Conclusin: la monarqua est legal y definitivamente acfala por vacancia del trono. Debe ser desobedecido el rey Bonaparte o cualquier otro que Espaa quiera darse. Deben cesar en sus funciones los actuales delegados y mandatarios de la extinta autoridad soberana, y deben en este caso proveer por s mismas las Provincias Altas a su propio gobierno supremo5. El Silogismo Altoperuano fue la doctrina que ciment legalmente la emancipacin americana y es un autntico honor de Charcas. Como comenta Roberto Prudencio, si la gloria de Chuquisaca es haber concebido dicho silogismo, la del historiador Gabriel Ren Moreno fue haberlo dado a conocer al continente mediante su libro Ultimos das coloniales en el Alto Per y Mariano Alejo lvarez con la obra El Silogismo altoperuano, los cuales se convierten en un alegato y en una probanza de que no slo el primer Grito de Independencia surgi en el Alto Per, sino tambin la doctrina jurdica que le sirvi de base. Otros autores, especialmente argentinos, apuntan a Bernardo Monteagudo como su autor. En su Dilogo entre Atahualpa, escrito a fines de 1808, Monteagudo formul el famoso silogismo de la siguiente manera: Debe seguirse la suerte de Espaa o resistir en Amrica? Las Indias5Prudencio Lizn, La revolucin del 25 de mayo, La Razn, Martes, 24 de Mayo, 2005. Otra versin similar dice: Premisa Mayor: Estas Colonias le deben fidelidad al Rey que tiene en reciprocidad obligaciones con sus sbditos. Premisa Menor: El Rey ha sido depuesto y se encuentra prisionero de los franceses. Conclusin: Luego, ya no hay compromiso que nos ate al Soberano, el contrato social que nos subordinaba ha fenecido.50

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son un dominio personal del rey de Espaa; el rey est impedido de reinar; luego las Indias deben gobernarse a s mismas. Para tales autores, Pigna entre ellos, este escrito circul de manera clandestina y fue uno de los que inspiraron las sublevaciones independentistas de Chuquisaca, La Paz y Buenos Aires. Garca Pizarro pens que con la adopcin de algunas medidas de fuerza podra controlar la situacin, disponiendo el arresto de los oidores de la Audiencia, medida que no tuvo xito por cuanto stos ya se haban puesto a buen recaudo o se haban ocultado debidamente. Pizarro, desesperado, manda aprehender a Zudez. Tal hecho provoc un intenso malestar y la reaccin contra ese proceder no se hizo esperar, pues el claustro universitario y el pueblo de Chuquisaca se pronunciaron por el alzamiento contra la autoridad de Garca Pizarro. La gente enardecida se da cita y sale entonces en forma tumultuosa a las calles. El 25 de mayo estalla la revuelta que, disfrazada de amor y obediencia a la corona, comenzar a socavar su poder. Del mismo modo, un ao despus, los patriotas de Buenos Aires formaron su Junta en 1810, declarando su lealtad a Fernando VII pero rechazando reconocer al Consejo de Regencia y las Cortes de Espaa. Consecuentemente, el conflicto acerca de la soberana en Espaa se reflej en la presencia de un problema similar sobre el reconocimiento de aquella soberana en Buenos Aires. 1.1.1. Cmo se desencadenan los acontecimientos A todo esto, los alzados haban reunido una apreciable cantidad de pobladores que con los nimos cada vez ms exaltados se hallaban a la espera del resultado de las negociaciones que el arzobispo Benito Mara Mox y Francol encaraba con Garca Pizarro para obtener la libertad de Zudez. Como la gestin demoraba, irrumpi en el palacio una delegacin compuesta por el teniente coronel Juan Antonio Alvarez de Arenales, el alcalde provincial Juan Antonio Paredes6 y Fray Mariano Polanco, quienes demandaron6Juan Antonio Paredes, alcalde provincial del Cusco, se vio envuelto en la fracasada insurreccin de 1805, liderada por Jos Gabriel Aguilar y Manuel Ubalde. Sobrevivi a la represin de sus lderes, al igual que muchos involucrados en el movimiento de esa poblacin y La Paz. Paredes tena importantes relaciones en Chuquisaca, donde era ntimo amigo del fiscal Miguel Lpez Andreu y del oidor decano Jos de la Iglesia. El 25 de mayo se convirti en uno de los principales lderes de la revuelta. Con su sirviente Francisco Ros, mulato conocido como el Quitacapas, reparta dinero y aguardiente a la plebe para enardecerla.51

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enrgicamente a Garca Pizarro y al arzobispo que, para mantener la calma ya bastante alterada y dar satisfacciones por las medidas que haba tomado el gobernador, ste deba ordenar que se replegara la artillera mandada a ocupar posicin, y que todas las piezas sean resguardadas en el edificio del Ayuntamiento. Garca Pizarro, al ver que la situacin se le escapaba de las manos por no poder dominar el tumulto, dio muestras de sus intenciones de ceder a las exigencias de los complotados, pero los tozudos oficiales leales a la colonia se negaron a entregar las armas y la guardia que acompaaba al presidente de la Audiencia procedi a abrir fuego sobre la multitud. Cerca de la medianoche, Garca Pizarro recibi una carta de una comisin del Tribunal nombrada para pedir su renuncia. La respuesta inicial fue negativa. El presidente alegaba que la detencin de Zudez fue justa. Dos nuevos oficios arrinconaron a la autoridad y le obligaron a abdicar a fin de evitar funestos sucesos, segn fundament en su carta de dimisin. A las tres de la madrugada del 26 de mayo, el presidente Garca Pizarro finalmente cedi ante esa exigencia para dar tranquilidad al pueblo, siendo aceptada su dimisin de inmediato, asumiendo la Audiencia el mando poltico y militar desde ese instante. El atentado contra la multitud produjo algunas vctimas, por lo que el furor popular creci y se hizo inmanejable. En pocos minutos el pueblo se apoder de la artillera y la emplaz en las esquinas aledaas al palacio presidencial, en tanto que otros revoltosos se hicieron con la plvora y la municin. El fuego entablado por ambas partes slo ces al saberse que el Presidente de la Real Audiencia de Charcas consenta en dimitir. La primera medida tomada por el nuevo rgano fue el nombramiento de comandante general y gobernador de armas de la provincia de Charcas a favor del militar espaol Alvarez de Arenales, quien se apresur a restablecer el orden pblico muy alterado y a preparar la defensa de la ciudad, amenazada por la actitud del gobernador de Potos Francisco de Paula Sanz (hermano ilegtimo de Fernando VII), que marchaba sobre Chuquisaca. Se destacaron delegados a varias provincias desde Chuquisaca para incitar a pronunciamientos similares. A Santa Cruz fue enviado Juan Manuel52

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Lemoine, el ms radical de todos. De esta manera se incendi la chispa que envolvi en llamas a toda Amrica y que despus de 16 aos de cruenta lucha culminara en la conquista de la libertad. 1.1.2 El papel de Goyeneche como detonante de la insurreccinFue bonapartista en Madrid, federalista en Sevilla, en Montevideo aristcrata, en Buenos Aires realista puro y en el Per tirano. Den Gregorio Funes

El militar arequipeo Jos Manuel de Goyeneche y Barreda7 jug un triple papel antes del brote de insurreccin de las colonias americanas, al traer credenciales y pliegos del emperador Jos Bonaparte, de la Junta de Sevilla y de la princesa Carlota Joaquina. En Chuquisaca fue el detonante de la insurreccin de mayo. Veamos como se desarroll la actividad de Goyeneche y el triste papel que le cupo jugar: Cuando las fuerzas francesas al mando de Joaqun Murat ocupaban la ciudad de Madrid, el 23 de marzo de 1808, el capitn de milicias Jos Manuel de Goyeneche se hallaba de servicio en esa ciudad. Haba sido enviado por su padre, que era realista, a educarse en la pennsula, donde destac en parte por su natural locuacidad y su evidente talento para la intriga, y otro tanto por sus contactos personales. Goyeneche logr ganarse la confianza del general francs y consejero de Jos Bonaparte. Francia deseaba extender su control a la Amrica7 El capitn de milicias y posterior mariscal de los ejrcitos reales Jos Manuel de Goyeneche y Barreda era de origen americano, natural de Arequipa, Bajo Per, y descendiente de una acomodada familia de origen europeo. Hijo del Capitn de Caballera Don Juan de Goyeneche y Aguerrebere, se traslad muy joven a la pennsula para terminar sus estudios, como cadete de las Milicias Disciplinadas. Posteriormente, fue nombrado Capitn General y Presidente de la Real Audiencia del Cuzco. En 1809 asumi el mando de los Ejrcitos Realistas peruanos en el Alto Per, derrotando a las fuerzas revolucionarias rioplatenses en las clebres batallas de La Paz, Guaqui, Cochabamba, Sipe-Sipe, Chuquisaca y otras. Su victoria en la decisiva batalla de Guaqui (o del Desaguadero) en 1811 le vali la concesin del ttulo de Conde de Guaqui, al que despus se le concedera la Grandeza de Espaa de Primera clase. Muri en Madrid en 1846.53

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espaola, pero sin recursos navales para asegurarlo dependa por completo de atraer hacia ella las lealtades de los americanos, ya fuese por el expediente de mantener la obediencia al monarca o, de ser necesario, alentando el partido de la independencia. Cuenta Muoz Cabrera que Murat comision entonces a Goyeneche ante los gobiernos y pueblos de Amrica del Sur para que lograse su sometimiento a la nueva dinasta, expidindole las correspondientes credenciales8. En esa primavera de 18089, luego de producirse las abdicaciones de Bayona y recin trasladados los reyes y la corte a Aranjuez, hallndose Goyeneche ya en Cdiz, se produjo en Sevilla el levantamiento del 27 de mayo y la consiguiente formacin de la Junta Suprema de Gobierno de Espaa e Indias en esa misma fecha. En vista de ello y cuando estaba listo el buque de bandera francesa que lo deba conducir a Amrica, Goyeneche se dirigi a Sevilla donde se present ante la nueva junta como un fiel vasallo, vctima de su fidelidad a la causa realista. Dadas las difciles circunstancias imperantes no le cost convencer a la junta, especialmente cuando uno de los vocales y uno de los ms intrigantes, el padre Gilito, era amigo cercano de un to suyo. El 17 de junio de 1808, la Junta de Sevilla lo nombr como su comisionado especial y representante plenipotenciario del Gobierno legtimo de Espaa en Amrica. Adems, dispuso el ascenso del capitn de milicias al rango de brigadier del ejrcito real, con instrucciones de asegurar la proclamacin del rey Fernando VII en el del Ro de la Plata y en el Virreinato del Per, ms el reconocimiento de gobernar en el nombre del monarca, para lo que careca sin embargo de todo ttulo y derecho. En poder de sus dos pliegos, Goyeneche volvi a Cdiz y se embarc a Amrica. Al pasar por Ro de Janeiro rumbo a Buenos Aires, el 19 de agosto de ese ao, procur y logr entrevistarse con la infanta Carlota Joaquina de Borbn, hermana de Fernando VII y reina regente de Portugal8 Ramn Muoz Cabrera, La guerra de los 15 aos en el Alto Per, Santiago, 1867, pp. 35-36. La primavera en Espaa comienza el 21 de marzo.54

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en el Brasil, quien tena ambiciones de asumir los ttulos de su hermano en tierras americanas. Carlota le dio a Goyeneche cartas con sus pretensiones dirigidas a las autoridades coloniales que l iba a visitar, reclamando las posesiones espaolas en Amrica, aprovechndose de los problemas por los que atravesaba Espaa ante el avance de Napolen. El oficio principal de Carlota afirmaba entre otras cosas: Hago saber los leales y fieles vasallos del Rey catolico de las Espaas Indias, (...) Estando de esta suerte mis muy amados Padres, hermanos y demas individuos de mi real familia de Espaa privados de su natural libertad sin poder ejercer su autoridad ni menos atender la defensa y conservacion de sus derechos (...) por tanto considerndome suficientemente autorizada y obligada ejercer las veces de mi augusto Padre y real familia de Espaa como la mas procsima representante suya en este continente de Amrica para con sus feles y amados vasallos, me ha parecido conveniente y oportuno dirijiros este mi manifiesto por el cual declaro nula la abdicacion renuncia que mi Seor Padre el Rey Don Carlos IV y demas individuos de mi real familia de Espaa tienen hecha en favor del Emperador Jefe de los franceces; (...) Igualmente os ruego y encargo con el mayor encarecimiento que prosigais como hasta aqu en la recta administracin de justicia con arreglo las leyes, las que cuidareis y celareis se mantengan ilesas y en su vigor y observancia, cuidando mu particularmente de la tranquilidad pblica y defensa de estos dominios, hasta que mi amado primo el infante D. Pedro Carlos otra persona llegue entre vosotros para arreglar los asuntos del gobierno de estos dominios durante la desgraciada situacion de mis mui amados Padres, hermanos y tio, sin que mis nuevas providencias alteren en lo mas mnimo lo dispuesto y prevenido por mis augustos antecesores. (Carta de Carlota Joaquina de Borbn de 19 de agosto de 1808)10. Al llegar Goyeneche a Buenos Aires hace entrega a las autoridades

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Esteban De Gori, La Universidad de Charcas: teora y accin poltica , en Rhela (Revista Historia de la Educacin Latinoamericana). Universidad de Buenos Aires, Argentina, Vol. 14, 2010, p. 181.55

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del virreinato del Ro de la Plata11 las acreditaciones de la Junta de Sevilla y los documentos que sta le haba confiado. Les inform, asimismo, de la declaracin de guerra a Francia y la firma de la paz con Inglaterra. Varios patriotas argentinos se vieron seducidos por la posibilidad de establecer una monarqua moderada, donde los criollos tuvieran participacin en el gobierno. Mientras en Charcas repudiaron la actitud de la princesa Carlota Joaquina, en Buenos Aires hubo quienes la apoyaron. Entre los simpatizantes del proyecto carlotista se encontraban nada menos que Belgrano, Castelli, Nicols Rodrguez Pea, Vieytes, Berutti y otros, todos los cuales tuvieron una destacada actuacin en la Revolucin de 1810. En Buenos Aires Goyeneche trat de hacer uso de las instrucciones que llevaba del rey Jos, pero desconcertado por la fidelidad del virrey Santiago de Liniers nacido francs empez a proclamarse realista puro y partidario acrrimo de la causa de Fernando12 Buena parte de la poblacin, al recibir noticias de que en Espaa subsista un gobierno, lo hizo suyo y propio ms all de su ilegitimidad13. El 22 de septiembre sale haca Lima para hacer lo propio en el Virreinato11 Por su lado, Napolen Bonaparte y Jos I enviaron al marqus de Sassenay al Ro de la Plata con el fin de hacer jurar lealtad al nuevo monarca impuesto en Espaa por la ocupacin francesa y dar a conocer la abdicacin de los reyes espaoles. El marqus de Sassenay lleg a Buenos Aires en julio de 1808, el virrey Liniers realiz consultas con la Real Audiencia y con el Cabildo de Buenos Aires para decidir qu posicin tomar, pero tanto el Cabildo como la Audiencia rechazaron las exigencias francesas y quemaron los pliegos que les haba presentado el enviado de Napolen, a quien otorgaron un breve plazo para abandonar la ciudad. El marqus de Sassenay se dirigi a Montevideo pero all fue apresado por el gobernador De Elo. El 21 de agosto se realiz en Buenos Aires la proclamacin y jura de Fernando VII como soberano espaol. En septiembre de 1808 Liniers declar la guerra a Napolen y a Jos I y reconoci la Junta Central de Sevilla. Como se tiene dicho, sta envi a Goyeneche como delegado para hacer jurar en el Per y el Ro de la Plata lealtad a la Junta de Sevilla. Ramn Muoz, La guerra de los 15 aos en el Alto Per. En ese momento, ni siquiera se haban organizado las diferentes juntas bajo un mando nico. La de Sevilla era una ms aunque se arrogase la autoridad sobre las Indias. De hecho, la Junta de Galicia envi a Pascual Ruiz Huidobro como virrey al Ro de la Plata, slo que al tomar conocimiento de la realidad en el Plata opt por no intentar reivindicar sus supuestos derechos, reconociendo la endeble autoridad de que emanaban.56

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del Per. Luego, pasa de Lima al Alto Per, llegando a Chuquisaca los ltimos das del ao 1808. Segn Ricardo Donoso, Goyeneche lleg a Chuquisaca el 11 de noviembre de 180814 con el manuscrito firmado por Carlota Joaquina y lo insina ante Ramn Garca Pizarro, presidente de la Audiencia de Charcas. Las pretensiones de anexionar Charcas al Brasil que tena Carlota de Braganza y las gestiones del militar hispano-peruano no tuvieron xito. Si


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