LOS COMIENZOS DE DORA RATJEN El de Dora Ratjen es uno de los casos más curiosos de la historia del deporte. Dora Ratjen nació en Erichsof, cerca de Bremen, Alemania, el 20 de noviembre de 1918. Ya desde su nacimiento hubo dudas acerca de su sexo. Sus padres no lo tenían claro y al final se decantaron por pensar que era una niña. A los 9 meses acudieron a un médico y les dijo que podían seguir adelante con esa idea. Así, Dora fue criada como una niña desde que nació. Cuando cumplió 10 años, Dora empezó a darse cuenta de que no era cierto lo que hasta ahora se pensaba sobre su sexo. Años más tarde, declaró que era conscinte de que no era una niña, pero que nunca le preguntó a sus padres por qué la vestían con ropa femenina. Desde joven empezó a destacar en deportes, sobre todo en atletismo, ganandose un puesto en el equipo de atletismo alemán para las Olimpiadas de 1936 en Berlín, más conocidas por la influencia que el III Reich sobre ellas. En Berlín 1936 quedó cuarta en salto de altura (el oro fue ganado por una judía), pero más tarde, en los Europeos de 1938, en Viena, ganó el oro con un salto récord de 1,67 metros.

Bundesarchiv, Bild 183-C10379Foto: o.Ang. I Juli 1937

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FIN DE LAS DUDAS SOBRE SU SEXO El problema llegó en septiembre de ese año, después del Europeo, cuando subió a un tren entre Viena y Colonia. El maquinista la vió con una peluca y avisó a la Policía, diciendoles que había en su tren un hombre disfrazado de mujer. La Policía la detuvo en Magdeburgo y Dora Ratjen entregó toda su documentación, asegurando que era una chica. Pero ante la insistencia de los agentes, Dora acabó por confesar la verdad sobre su sexo. La Policía la sometió a un examen médico aclarando todas las dudas sobre Dora. Y, como era de suponer, Dora Ratjen era un hombre, pero con ciertas malformaciones que provocaban dudas sobre su sexo y que fuera de los ojos de un médico, podía pasar por unos órganos sexuales femeninos. Se abrió un proceso judicial por posible fraude, pero fue absuelta porque el juez consideró que todo fue una confusión y que no había intención de beneficiarse. Aún así, se le prohibió practicar deporte, y su medalla de oro y su récord fueron anulados. Aunque el padre de Dora quiso en un principio que se mantuviera el nombre de su hija, cuando en 1939 se hizo oficial el cambio de sexo, también se le cambió el nombre y se convirtió en Heinrich Ratjen. En su nueva vida como hombre se hizo cargo del bar de sus padres y rechazó siempre ser entrevistado. Finalmente, murió en 2008. EL CASO SE DIÓ A CONOCER A TRAVÉS DE...

En 1966, la revista “Time” publicó un reportaje con declaraciones de Ratjen, en el que expresaba que todo era un montaje hecho por los nazis, que le obligaron a travestirse para

competir en los Juegos de Berlín y evitar que ninguna mujer judía consiguiera el oro. Este reportaje fue la base para que en la película de “Berlín 36” se tratara el caso de Dora Ratjen.

Bundesarchiv, Bild 183-C10378Foto: o.Ang. I Juli 1937

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MAPA DE BREMEN, ALEMANIA