discapacitados físicos

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La ayuda llega por puñados a los discapacitados físicos El martes que pasó, en uno de esos añejos salones del Institu- to Nacional de Rehabilitación (INR) del Callao, Ricardo Huan- ca pudo ver al fin que su vida vol- vía a completarse. El hombre que alguna vez manejó una combi, a quien hace ocho años le diag- nosticaron pie diabético y que perdió la mitad de su pierna de- recha en diciembre, recibió una prótesis biomecánica con la que, si hay suerte, pero sobre todo fe, volverá a trabajar en unos meses. Huanca tuvo suerte. El apa- rato que suplió la pérdida, en el mercado peruano, podría valer un par de miles de dólares, pe- ro a él le costó apenas S/.500. Su buena noticia, lamentablemen- te, arrastra una mala: el chofer es uno de los pocos beneficiados del programa de ayuda que tiene el INR para la gente de escasos recursos de todo el país. El problema de los discapa- citados motores lleva años sin ser resuelto en una nación que reclama a gritos la inclusión. Y aunque las estadísticas al res- pecto son todavía un enigma por descifrar en el Perú (ver recua- dro), Fernando Urcia, director del INR, se anima a hacer unos cálculos: en el país existen 3,7 millones de personas con algún tipo de discapacidad, de las cua- les 1,49 millones necesitan ayu- da biomecánica (sillas de ruedas, prótesis, bastones, muletas o, in- cluso, un pequeño aparato que los ayude a alinear un dedo) tem- poral o permanente. Pese a su buena disposición, entre el 2008 y el 2011, esta ins- titución solo ha logrado fabricar 4.835 prótesis, ortesis y artículos de ayuda para los discapacitados motores. Esto es un promedio de 1.208 aparatos por año. “En el Perú existen entre 400 mil y 500 mil personas que nece- sitan sillas de ruedas, pero solo entran unas diez mil al año por importación, y el 90% de ellas lo hace gracias a donaciones”, dice el congresista Michael Urtecho. ¿Cuáles son las barreras que parecen impedir al Estado mate- rializar la ayuda a esta parte de la población? “Hay muchas res- tricciones para comprar insu- mos para estos aparatos –cuen- ta Urcia–. Si queremos adquirir polipropileno o titanio para una prótesis, debemos comprárselo a un tercero, y allí el costo se eleva 40%. Hoy se exonera de impues- tos a los productos que busquen importar personas discapacita- das, ¿pero cuántos de los que es- tán en pobreza extrema conocen cómo se hace el trámite?”. LA POBREZA COMO FRENO De acuerdo con el Registro Na- cional de Personas con Discapa- cidad del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis), las per- sonas con problemas motores que esperan algún tipo de ayuda del Estado alcanzan las 53.987, el 46% de los poco más de 116 mil que hay en total. Y ello por- que, como bien dice Julio Rojas, viceministro de Poblaciones Vul- nerables, “pobreza y discapaci- dad tienen una íntima relación”. LA MOLINA La avenida Flora Tristán, en La Molina, se convertirá, desde este mes, en la primera vía peatonal del país con un sendero exclusi- vo para los invidentes. El sendero ocupará parte de la vereda y con- tará con señales que los inviden- tes percibirán a través de su bas- tón. Ellos también podrán saber el nombre de las calles que se inter- sectan con la avenida Flora Tris- tán, gracias a un sistema de lec- tura braille en los postes de alum- brado público más próximos a cada esquina. Finalmente, se construirán 800 metros cuadra- dos de rampas en las principales intersecciones del distrito. MIRAFLORES Para el 2013, la Municipalidad de Miraflores planea convertir a la avenida Larco en una vía inclusi- va. Entre otros, colocará bandas táctiles en las veredas para guiar a las personas invidentes, así como semáforos en los que, a través de AYUDA. Las terapias de rehabilitación son necesarias en una po- blación vulnerable que agrupa a 3,7 millones de personas. DA BATALLA. César Arellano cayó del tercer piso de su casa en agosto del 2011. Hoy lucha por recuperar la movilidad de sus piernas. FOTOS: MIGUEL BELLIDO MIGUEL BELLIDO VUELVE A LA VIDA. Ricardo Huanca perdió parte de su pierna derecha a causa de la diabetes. El lunes que pasó recibió una prótesis del Instituto Nacional de Rehabilitación. UN PROBLEMA SIN SOLUCIóN El Instituto Nacional de Rehabilitación fabrica pocas prótesis en el país El 46% de personas que necesita aparatos como este no puede costearlos ALBERTO VILLAR CAMPOS Los distritos luchan por ser inclusivos BUENAS PRáCTICAS 37.398 25.000 LIMEñOS figuran en el Registro Nacional de Personas con Discapacidad del Conadis. En Madre de Dios se han inscrito 345. CONSULTAS al año realiza el Instituto Nacio- nal de Rehabilitación del Callao. En julio, la institución celebrará sus bodas de oro. CIFRAS EN EL PERú Se hará encuesta de discapacitados La deuda pendiente, y uno de los grandes baches en la actual si- tuación de los discapacitados del país, es la falta de una estadística que permita conocer, al detalle, a este sector de la población. El go- bierno, no obstante, lanzó el vier- nes el programa Tumbes Accesi- ble, con el cual el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), el Conadis y otras institu- ciones censarán a toda la pobla- ción discapacitada de la región y elaborarán acciones para dar co- bertura en rehabilitación, ayuda psicológica y, más que nada, la po- sibilidad de reinsertarse laboral- mente en la sociedad. En julio, además, se realizará la Encuesta Nacional para Perso- nas con Discapacidad, que, luego de muchos años, permitirá iden- tificar las zonas donde esta po- blación vive, así como la realidad en que lo hacen y sus necesida- des más urgentes. “No solo que- remos saber cuántos son, sino darles una respuesta”, dice Julio Rojas, viceministro de Poblacio- nes Vulnerables del MIMP. El funcionario sostiene que su sector tiene planeado incluir, para el 2013, un programa presupues- tal dirigido a los discapacitados y orientado a dar educación, salud y rehabilitación y reinserción labo- ral a esta población. EN TODO EL PAíS die lo ha respetado. Ahora esta- mos ordenando la casa”. “El problema es que el Gobier- no no tiene actualmente ningún programa de apoyo a esta pobla- ción. Lo único que hay es aten- ción médica y fisioterapia en el Seguro Integral de Salud (SIS), pero no ayudas biomecánicas. Tampoco hay una dirección de rehabilitación, no hay progra- mas en el Ministerio de Salud”, dice Juan Guillén, presidente de la Sociedad Peruana de Medici- na Física y Rehabilitación del Pe- rú y otrora director del INR. A pesar de la tormenta, el INR y el Conadis han intentado resol- ver, en parte, los problemas de este sector de peruanos. Además del banco de ayuda biomecáni- ca –que presta, alquila, vende “En el Perú existen entre 400 mil y 500 mil personas que necesitan sillas de ruedas, pero solo entran unas diez mil al año por importación”, revela el congresista Michael Urtecho Las cifras del Conadis, el en- te encargado de dar las políticas para esta población, lo avalan: siete de cada diez discapacita- dos no tienen empleo en nues- tro país. Omar O. es uno de ellos. Ha- ce cuatro años, cuando tenía 22, recibió varios balazos de tres de- lincuentes que le robaron las jo- yas que él comercializaba por la ciudad. La tetraplejia que le diagnosticaron fue, por enton- ces, demoledora. Sin embargo, él ha vuelto hoy a mover los bra- zos gracias a la terapia del INR y, aunque no tiene trabajo –vive con su familia, es separado–, ve a su hijo como el único motor que lo mantiene con vida. “Nosotros, como Estado, po- demos cubrir su terapia y donar los aparatos, pero hay un pro- blema aun mayor: la accesibili- dad”, recalca Urcia, y pone como ejemplo a un paciente que vive en Breña y debe recibir terapia en la institución chalaca tres veces por semana: “Son 30 soles como mínimo para ir y venir en taxi. Al mes, debe gastar 360 soles”. UNA LABOR INVISIBLE “No podemos negar que todavía hay un volumen importante de discapacitados que requieren asistencia”, dice Wilfredo Guz- mán, presidente del Conadis. En su pequeña oficina del Cercado de Lima, donde trabaja desde agosto del 2011, el funcionario, que además es invidente, se fran- quea: “Conadis no ha existido. Ha sido invisible por 13 años, na- sonidos, se informará cuando la luz cambia de rojo a verde. Y no solo eso: en los postes de las ca- lles y avenidas que cruzan la im- portante vía se colocarán carteles con el sistema braille. Actualmen- te, las veredas de Larco tienen rampas para sillas de ruedas. PRESUPUESTO MUNICIPAL Los gobiernos regionales y loca- les deben realizar este año una in- versión pública de S/.242 millo- nes en discapacidad. y compra aparatos–, el institu- to recibió, el año pasado, 585 sillas de ruedas y 26 audífonos para pacientes con sordera de la Iglesia de Jesucristo de los San- tos de los Últimos Días; y apara- tos similares de la ONG Ayudar es Vivir y el colegio Roosevelt. El Conadis, además, donó 2 mil si- llas de ruedas a sus registrados. En julio, el INR se mudará a un nuevo local en Chorrillos. Allí hará rehabilitación en 25 consul- torios y ambientes de terapia, y además tendrá 115 camas y dos salas de operaciones. “Tenemos que dar políticas para que estas poblaciones, que están en desventaja con el resto, puedan ejercer a plenitud sus de- rechos”, dice el viceministro Ro- jas. La deuda está firmada.

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"La ayuda llega por puñados a los discapacitados físicos", reportaje publicado el 29 de abril del 2012 en el diario "El Comercio" de Perú.

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Page 1: Discapacitados físicos

La ayuda llega por puñados a los discapacitados físicos

El martes que pasó, en uno de esos añejos salones del Institu-to Nacional de Rehabilitación (INR) del Callao, Ricardo Huan-ca pudo ver al fin que su vida vol-vía a completarse. El hombre que alguna vez manejó una combi, a quien hace ocho años le diag-nosticaron pie diabético y que perdió la mitad de su pierna de-recha en diciembre, recibió una prótesis biomecánica con la que, si hay suerte, pero sobre todo fe, volverá a trabajar en unos meses.

Huanca tuvo suerte. El apa-rato que suplió la pérdida, en el mercado peruano, podría valer un par de miles de dólares, pe-ro a él le costó apenas S/.500. Su buena noticia, lamentablemen-te, arrastra una mala: el chofer es uno de los pocos beneficiados del programa de ayuda que tiene el INR para la gente de escasos recursos de todo el país.

El problema de los discapa-citados motores lleva años sin ser resuelto en una nación que reclama a gritos la inclusión. Y aunque las estadísticas al res-pecto son todavía un enigma por descifrar en el Perú (ver recua-dro), Fernando Urcia, director del INR, se anima a hacer unos cálculos: en el país existen 3,7 millones de personas con algún tipo de discapacidad, de las cua-les 1,49 millones necesitan ayu-da biomecánica (sillas de ruedas, prótesis, bastones, muletas o, in-cluso, un pequeño aparato que los ayude a alinear un dedo) tem-poral o permanente.

Pese a su buena disposición, entre el 2008 y el 2011, esta ins-titución solo ha logrado fabricar 4.835 prótesis, ortesis y artículos de ayuda para los discapacitados motores. Esto es un promedio de 1.208 aparatos por año.

“En el Perú existen entre 400 mil y 500 mil personas que nece-sitan sillas de ruedas, pero solo entran unas diez mil al año por importación, y el 90% de ellas lo hace gracias a donaciones”, dice el congresista Michael Urtecho.

¿Cuáles son las barreras que parecen impedir al Estado mate-rializar la ayuda a esta parte de la población? “Hay muchas res-tricciones para comprar insu-mos para estos aparatos –cuen-ta Urcia–. Si queremos adquirir polipropileno o titanio para una prótesis, debemos comprárselo a un tercero, y allí el costo se eleva 40%. Hoy se exonera de impues-tos a los productos que busquen importar personas discapacita-das, ¿pero cuántos de los que es-tán en pobreza extrema conocen cómo se hace el trámite?”.

la pobreza como frenoDe acuerdo con el Registro Na-cional de Personas con Discapa-cidad del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis), las per-sonas con problemas motores que esperan algún tipo de ayuda del Estado alcanzan las 53.987, el 46% de los poco más de 116 mil que hay en total. Y ello por-que, como bien dice Julio Rojas, viceministro de Poblaciones Vul-nerables, “pobreza y discapaci-dad tienen una íntima relación”.

La moLinaLa avenida Flora Tristán, en La Molina, se convertirá, desde este mes, en la primera vía peatonal del país con un sendero exclusi-vo para los invidentes. El sendero ocupará parte de la vereda y con-tará con señales que los inviden-tes percibirán a través de su bas-tón. Ellos también podrán saber el nombre de las calles que se inter-sectan con la avenida Flora Tris-tán, gracias a un sistema de lec-tura braille en los postes de alum-

brado público más próximos a cada esquina. Finalmente, se construirán 800 metros cuadra-dos de rampas en las principales intersecciones del distrito.

mirafLoresPara el 2013, la Municipalidad de Miraflores planea convertir a la avenida Larco en una vía inclusi-va. Entre otros, colocará bandas táctiles en las veredas para guiar a las personas invidentes, así como semáforos en los que, a través de

ayuda. Las terapias de rehabilitación son necesarias en una po-blación vulnerable que agrupa a 3,7 millones de personas.

da batalla. César Arellano cayó del tercer piso de su casa en agosto del 2011. Hoy lucha por recuperar la movilidad de sus piernas.

fotos: miguel bellido

miguel bellido

vuelve a la vida. Ricardo Huanca perdió parte de su pierna derecha a causa de la diabetes. El lunes que pasó recibió una prótesis del Instituto Nacional de Rehabilitación.

un problema sin solución

El Instituto Nacional de Rehabilitación fabrica pocas prótesis en el país

El 46% de personas que necesita aparatos como este no puede costearlos

alberto villar campos

Los distritos luchan por ser inclusivosbuEnas PrácTicas

37.398

25.000

Limeñosfiguran en el registro nacional de Personas con Discapacidad del conadis. En Madre de Dios se han inscrito 345.

consuLtasal año realiza el instituto nacio-nal de rehabilitación del callao. En julio, la institución celebrará sus bodas de oro.

ciFras En EL PErú

Se hará encuesta de discapacitadosLa deuda pendiente, y uno de los grandes baches en la actual si-tuación de los discapacitados del país, es la falta de una estadística que permita conocer, al detalle, a este sector de la población. El go-bierno, no obstante, lanzó el vier-nes el programa Tumbes accesi-ble, con el cual el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MiMP), el conadis y otras institu-ciones censarán a toda la pobla-ción discapacitada de la región y elaborarán acciones para dar co-bertura en rehabilitación, ayuda psicológica y, más que nada, la po-sibilidad de reinsertarse laboral-mente en la sociedad.

En julio, además, se realizará la Encuesta nacional para Perso-nas con Discapacidad, que, luego de muchos años, permitirá iden-tificar las zonas donde esta po-blación vive, así como la realidad en que lo hacen y sus necesida-des más urgentes. “no solo que-remos saber cuántos son, sino darles una respuesta”, dice Julio rojas, viceministro de Poblacio-nes Vulnerables del MiMP.

El funcionario sostiene que su sector tiene planeado incluir, para el 2013, un programa presupues-tal dirigido a los discapacitados y orientado a dar educación, salud y rehabilitación y reinserción labo-ral a esta población.

En ToDo EL País

die lo ha respetado. Ahora esta-mos ordenando la casa”.

“El problema es que el Gobier-no no tiene actualmente ningún programa de apoyo a esta pobla-ción. Lo único que hay es aten-ción médica y fisioterapia en el Seguro Integral de Salud (SIS), pero no ayudas biomecánicas. Tampoco hay una dirección de rehabilitación, no hay progra-mas en el Ministerio de Salud”, dice Juan Guillén, presidente de la Sociedad Peruana de Medici-na Física y Rehabilitación del Pe-rú y otrora director del INR.

A pesar de la tormenta, el INR y el Conadis han intentado resol-ver, en parte, los problemas de este sector de peruanos. Además del banco de ayuda biomecáni-ca –que presta, alquila, vende

“en el Perú existen entre 400 mil y 500 mil personas que necesitan sillas de ruedas, pero solo entran unas diez mil al año por importación”, revela el congresista michael urtecho

Las cifras del Conadis, el en-te encargado de dar las políticas para esta población, lo avalan: siete de cada diez discapacita-dos no tienen empleo en nues-tro país.

Omar O. es uno de ellos. Ha-ce cuatro años, cuando tenía 22, recibió varios balazos de tres de-lincuentes que le robaron las jo-yas que él comercializaba por la ciudad. La tetraplejia que le diagnosticaron fue, por enton-ces, demoledora. Sin embargo, él ha vuelto hoy a mover los bra-zos gracias a la terapia del INR y, aunque no tiene trabajo –vive con su familia, es separado–, ve a su hijo como el único motor que lo mantiene con vida.

“Nosotros, como Estado, po-demos cubrir su terapia y donar los aparatos, pero hay un pro-blema aun mayor: la accesibili-dad”, recalca Urcia, y pone como ejemplo a un paciente que vive en Breña y debe recibir terapia en la institución chalaca tres veces por semana: “Son 30 soles como mínimo para ir y venir en taxi. Al mes, debe gastar 360 soles”.

una labor invisible“No podemos negar que todavía hay un volumen importante de discapacitados que requieren asistencia”, dice Wilfredo Guz-mán, presidente del Conadis. En su pequeña oficina del Cercado de Lima, donde trabaja desde agosto del 2011, el funcionario, que además es invidente, se fran-quea: “Conadis no ha existido. Ha sido invisible por 13 años, na-

sonidos, se informará cuando la luz cambia de rojo a verde. Y no solo eso: en los postes de las ca-lles y avenidas que cruzan la im-portante vía se colocarán carteles con el sistema braille. actualmen-te, las veredas de Larco tienen rampas para sillas de ruedas.

presupuesto municipaL Los gobiernos regionales y loca-les deben realizar este año una in-versión pública de s/.242 millo-nes en discapacidad.

y compra aparatos–, el institu-to recibió, el año pasado, 585 sillas de ruedas y 26 audífonos para pacientes con sordera de la Iglesia de Jesucristo de los San-tos de los Últimos Días; y apara-tos similares de la ONG Ayudar es Vivir y el colegio Roosevelt. El Conadis, además, donó 2 mil si-llas de ruedas a sus registrados.

En julio, el INR se mudará a un nuevo local en Chorrillos. Allí hará rehabilitación en 25 consul-torios y ambientes de terapia, y además tendrá 115 camas y dos salas de operaciones.

“Tenemos que dar políticas para que estas poblaciones, que están en desventaja con el resto, puedan ejercer a plenitud sus de-rechos”, dice el viceministro Ro-jas. La deuda está firmada.