En griego antiguo es Χάος o Χάεος, que significa ‘vacío que ocupa un hueco’.

Fue la primera diosa elemental antigua en surgir en la creación del universo, el Caos (que en griego era femenino) era la madre o la abuela de otras deidades.

El Caos presenta tres características principales: Es un abismo sin fondo donde todo cae eternamente: la Tierra que emergerá de

él para ofrecer un suelo estable contrasta radicalmente con el Caos. Es un lugar sin ninguna posible orientación, donde todo cae en todas las

direcciones. Es un espacio que separa, que divide: después de que la Tierra y el Cielo se

separen, el Caos permanece entre ambos.

Caos es el «vasto y oscuro» vacío del que surgió la primera deidad, Gea.

La morada de Caos está entre el cielo y la tierra.

En griego antiguo Γαῖα Gaĩa, Γαῖη Gaĩê o Τῆ Gễ, que significa ‘suelo’ o ‘tierra’.

Diosa primordial (hija de Caos) que personifica la tierra y se le considera la eterna fundadora de los dioses del Olimpo.

De su propio ser, «sin dulce unión de amor», trajo a Urano, el cielo estrellado, su igual, para cubrirla a ella y a las colinas, y también a Ponto, la infructuosa profundidad del mar.

Etimológicamente, Gaia esta compuesta de dos elementos. *Ge, que significa tierra, y *Aia, que significa abuela. Por tanto, la etimología completa de Gaia parecería haber sido ‘abuela Tierra’.

Se le considera la Madre Tierra, diosa de la vida y la muerte.

En griego antiguo Ἔρως, que significa ‘amor’. Dios primordial (hijo de Caos) responsable de la lujuria, el amor y el

sexo, venerado también como un dios de la fertilidad. Bellísimo muchacho, en los umbrales de la juventud, con alas de oro

y armado con un arco y un estuche lleno de flechas, sin errar en el blanco. Todo el que era alcanzado por ellas quedaba preso de la pasión amorosa.

Eros era principalmente el patrón del amor entre

hombres.

En griego antiguo Τάρταρος Tártaros; en latín Tartarus. Tártaro dios primordial (hijo de Caos), es tanto una deidad como un

lugar, el Inframundo (Lugar de tormento y sufrimiento eternos), más profundo incluso que el Hades.

Es donde están cautivos deidades tales como Cronos, los titanes, los gigantes, los hecatónquiros , entre otros.

Tártaro es el lugar donde el castigo se adecúa al crimen. Radamanto, Éaco y Minos eran los jueces de los muertos y decidían

quiénes iban al Tártaro. Radamanto juzgaba las almas asiáticas, Éaco las europeas y Minos tenía el voto decisivo y juzgaba a los griegos.

“Por mí se va la ciudad del llanto; por mí se va al eterno dolor; por mí se llega al lugar

en donde moran los que no tienen salvación; la justicia animó a mi sublime arquitecto; me hizo la Divina Potestad, la Suprema

Sabiduría, y el primer amor. Antes de yo no hubo nada creado, a excepción de lo inmortal, y yo duro eternamente.!Oh,

vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!”

En griego antiguo Ἔρεϐος Érebos, que significa ‘oscuridad’, ‘negrura’ o ‘sombra’.

Dios primordial (hijo de Caos), personificación de la oscuridad y la sombra, que llenaba todos los rincones y agujeros del mundo.

Se decía que sus densas nieblas de oscuridad rodeaban los bordes del mundo y llenaban los sombríos lugares subterráneos.

El ignoto lugar donde Muerte y Noche habitan. Todo allí era hueco, silencio,

infinito, obscuro.

En griego antiguo Νύξ, que significa ‘noche’. Diosa primordial (hija de Caos) de la noche. También es llamada

Nicte. Su descendencia es mucha, y reveladora (tiene hijos tanto de su

hermano Érebo como de si misma). Nix eligió como morada el extremo del mundo occidental, más allá

de las columnas de Heracles (el estrecho de Gibraltar).