dieterich chavez y el socialismo del siglo xxi

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  • 1. Prohibida la reproduccincomercial de este libro sinautorizacin por escrito del autor.Formateo: Lus Jorge lvarezIlustraciones: Hctor de la Garza, EkoAsistente editorial: Sandra Mirna Soto RodrguezEdicin digital: Edwin Linares

2. Heinz Dieterich Ral Isaas BaduelPrlogoCarlos Escarr MalavPresentacinHugo Chvezy el Socialismo del Siglo XXI Segunda edicin revisada y ampliada 3. Hugo Chvez y el Socialismo del Siglo XXI VIIPrlogo a la segunda edicin de la obraHugo Chvez y el Socialismo del Siglo XXI Ral Isaas Baduel*C uando mi amigo Heinz Dieterich me realiz la amable invitacinde prologar una nueva y aumentada edicin de su ya reconocidaobra Hugo Chvez y el Socialismo del siglo XXI, una combinacinde sentimientos me abordaron. Primero, el gran honor que siento alhacerlo, ya que reconozco en esta obra una grandsima contribucin ala construccin de la teora de la nueva sociedad no capitalista y se-gundo, el gran compromiso que me invade al tratar de componer unaspalabras que abran an ms el apetito intelectual de todos aquelloscompatriotas venezolanos y tambin aquellos de otras latitudes, quecomo me consta, abordan la lectura de esta obra con la honesta intencinde encontrar en sus pginas la orientacin y gua, que en esta materiatanta falta nos hace. Espero que las palabras que siguen puedan contri-buir a ello, ya que sin duda estamos ante una obra que marca un hitoen la literatura de su tipo en nuestra Repblica Bolivariana de Venezuela. Ante el llamado del Presidente Chvez a Inventar el Socialismodel Siglo XXI, en especial un modelo terico, propio y adaptado anuestra realidad y entorno, pens que muchos de nuestros compatriotasacudiran al llamado, ya que si algo ha caracterizado a la izquierdavenezolana es su profusin de intelectuales, muy bien formados porcierto. Sin embargo pasado un tiempo, el aporte de Heinz Dieterich,permanece como una referencia casi nica y obligada debido a la cla-ridad y sencillez de sus ideas. En su obra no intenta Dieterich construir el ncleo cientfico de lateora revolucionaria, lo cual equivaldra a la nueva invencin de la rueda,* Soldado de Infantera Paracaidista. General en Jefe de la Fuerza Armada Nacional(FAN) y Ministro del Poder Popular para la Defensa, de la Repblica Bolivarianade Venezuela. 4. VIIIPrlogo a la segunda edicin de la obrasino a construir sobre la teora revolucionaria ya existente, ese nuevomodelo para una economa no capitalista, que el Presidente Chveznos urge a inventar. Sin embargo, considero que debemos enmarcarmuy bien el termino inventar que se encuentra en el llamado delPresidente y que juzgo, es el verdadero sentido con el que se realizel llamado. Debemos inventar el socialismo del siglo XXI si, pero no de maneradesordenada y catica, sino valindonos de las herramientas y el marcode referencia que nos da la ciencia. Debemos inventar con lgica, conmtodo, con orden, en fin con ciencia. Esto est explicado con sencillezy belleza en el novsimo capitulo 7 de esta nueva edicin de la obra yque se titula: El socialismo del siglo XXI en preguntas y respuestas.En la pregunta 28 se plantea la interrogante: Sin la Ciencia sepuede construir el socialismo? Y la respuesta de Heinz es: No,esto no sera posible. Por que la ciencia siempre es necesaria,cuando se toman decisiones de gran importancia o se requierenresolver tareas de gran complejidad o dificultad. Cuando afirmoque ese fue el sentido original de las palabras del Presidente Chvezen la ocasin de llamar a inventar el socialismo del siglo XXI, tambinlo hago tomando en cuenta que, en el Al Presidente del 27 de marzode 2005, el Presidente indic (hecho este citado por Heinz en su Intro-duccin), que el Socialismo de Venezuela se construira en concor-dancia con las ideas originales de Carlos Marx y Federico Engels.Seala Dieterich que ciertamente, la teora cientfica de Marx y Engelses el marco de referencia obligado, al ser la primera teora cientficade la sociedad que parte de la premisa de la interaccin y confrontacinentre la lgica del sistema y la lgica de los sujetos sociales. Si la base para la construccin del Socialismo del siglo XXI es unateora cientfica de la talla de la de Marx y Engels, lo que construyamossobre ella no puede serlo menos, so pena de que la estructura construidano pase a ser ms que una humilde choza, levantada sobre los cimientosde un rascacielos. Seala el autor que hace falta trascender ya la fasede crtica del capitalismo global y avanzar en la construccin del pro-grama de la economa socialista. Aportes como los de Kurz, Meszros 5. Hugo Chvez y el Socialismo del Siglo XXIIXy Draper pese a ser obras excelentes, no pasan de esta fase crtica enla que pareciera haberse atascado la teora socialista.Es por ello que seala acertadamente Heinz, que aunque la teorade Marx y Engels revela magistralmente el misterio de la explotacincapitalista, al punto de elevar a estos dos hombres a la categora decientficos como Darwin y Newton, se qued corta al proponer la for-ma de construir el sistema post capitalista. Marx y Engels no dejaronelaborado el modelo de economa socialista. La razn es que, para lapoca en que desarrollaron su labor cientfica, no existan los avancesen las matemticas ni en la ciberntica-informtica, necesarios parapoder calcular en la prctica el valor objetivo de un producto.Puede que el lector este preguntndose ahora que tiene que ver elclculo del valor objetivo de un producto con la construccin de unasociedad socialista? Despus de leer esta obra, estoy seguro de queno le quedar ninguna duda al lector, de que tiene muchsimo que ver.Si de algo se cerciora Heinz a travs de estas pginas, es en repetirhasta la saciedad que la economa socialista debe basarse en clculosrealizados en unidades de trabajo abstracto ya que, explica el autorsiguiendo a Marx y a Ricardo que, el valor objetivo de un productoes la cantidad media de trabajo invertido en su manufactura. Nosexplica que es debido a no haber sido capaces de basar su economaen el valor objetivo de los productos, que la economa de los pasesdonde funcion el llamado Socialismo Real colaps. En palabras deHeinz Dieterich: La necesidad de determinar el valor objetivo delos productos es conditio sine qua non del Socialismo.Quiere esto decir, que no basta con la abolicin de la propiedadprivada de los medios de produccin, ni con la planificacin centra-lizada, ni con la reduccin de la brecha de la diferencia de ingresosentre la poblacin. Estos fueron logros objetivos de pases comunistas,como la extinta URSSy sin embargo sus economas involucionaron. Estoes una advertencia muy fuerte, ya que estamos a tiempo de no repetirlos errores que se cometieron en los pases llamados comunistas yque llevaron inevitablemente al colapso de sus sistemas.Es por ello que recomiendo fuertemente la lectura minuciosa y 6. X Prlogo a la segunda edicin de la obradetallada del capitulo 5, La Fase de Transicin al nuevo Socialismo,en donde el autor nos introduce a la forma de sustituir al mercadocomo mecanismo de coordinacin del sistema. Nos presenta aqu aArno Peters, quien logr desarrollar una matriz que permite calcularel valor (lo ms aproximadamente posible) de cualquier producto.Este cientfico ha desarrollado una especie de matriz Insumo-Producto,que el autor denomina la Rosa de Peters, la cual debe ser combinadacon un sistema computacional-informtico-ciberntico que permitiradesmantelar perfectamente al mercado, propiciando las bases parauna verdadera planificacin democrtica y un comercio justo, nocrematstico.Ahora quisiera comentar y a la vez recomendar profusamente lalectura del nuevo capitulo 7. Considero que su contenido viene a llenarel inmenso vaco que hasta ahora exista en nuestro pas, de una literatu-ra fresca y sencilla que en lenguaje claro y llano explicase al ciudadanode a pie, los conceptos y la teora sobre la construccin del socialismodel siglo XXI. Es ms, considero que este nuevo capitulo pudiese muybien ser publicado como una obra aparte y ser reproducido para sudistribucin masiva en escuelas, universidades, sindicatos, fabricas,hospitales, comunidades campesinas, consejos comunales y en fin entodos los espacios donde hace falta generar un debate y sana discusinsobre el socialismo que queremos construir.Aunque el entero contenido del capitulo 7 no tiene perdida alguna,debo reconocer que me llam poderosamente la atencin, la respuestanmero 20, en virtud de que lo compuesto all por el autor, es un exce-lente ejemplo de lo mucho que se puede lograr a nivel explicativo,con unas pocas palabras exquisitamente escogidas y compuestas coningenio. En la respuesta 20, seala Dieterich que hacen falta seis (6)condiciones necesarias y suficientes si queremos llegar al socialismodel siglo XXI. Tres (3) de estas condiciones son condiciones econmicassuficientes a saber: Valor, Equivalencia y Ciberntica. Las otras tres(3) condiciones restantes las denomina condiciones socio-polticasnecesarias o auxiliares las cuales son: Democracia Participativa,Educacin y Redistribucin. Esto es extremadamente importante, sobre 7. Hugo Chvez y el Socialismo del Siglo XXI XItodo como respuesta a aquellos factores que no se cansan de tildar alSocialismo del Siglo XXI como un sistema autoritario y dictatorial.Con la implementacin de las tres condiciones socio-polticas nece-sarias, quedan los derechos del individuo protegidos del poder polticoy econmico de una burocracia que pudiese llegar a ser todopoderosay arrogante, si no se limita el poder que pudiese acumular como conse-cuencia de la planificacin central por parte del Estado.En las preguntas 21, 22 y 23 del capitulo 7, se explican ademscon detalle y sencillez, cada uno de los tres elementos econmicossuficientes para el establecimiento de una economa socialista y quedeberan ser aprendidos de memoria, reflexionados y meditados portodos los que estemos imbuidos del deseo de la implementacin de unsistema econmico no crematstico.Por ltimo, quisiera finalizar compartiendo con los lectores deesta excelente obra, una reflexin a la que llegue al releer la obracompleta y en especial al estudiar detenidamente el nuevo capitulo 7sobre preguntas y respuestas del socialismo del siglo XXI. Si uno leevarias veces enteramente el capitulo 5 y posteriormente llega a la res-puesta 16 del capitulo 7 y medita sobre las implicaciones que dichoscontenidos nos plantean a nosotros los venezolanos, si realmentequeremos construir el socialismo del siglo XXI, no puede ms quesobrecogerse uno ante el reto que se deriva de esa reflexin. Nos diceHeinz que para que la economa sea verdaderamente socialista debeestar basada en el valor objetivo de los productos. Nos indica que lasmatemticas y la computacin han llegado a un nivel de desarrolloque ya permite esto. Nos informa que Arno Peters ha llegado a unamatriz matemtica que permite, en conjuncin con sistemas inform-ticos adecuados, calcular de la manera ms aproximada posible elvalor de cualquier producto. Como colofn, la previamente mencio-nada respuesta 16 del nuevo capitulo 7, nos dice textualmente:Para convertir esa economa crematstica de mercado en unaeconoma socialista, un equipo de planeacin tiene que sustituir lafuncin informtica del mercado y decisoria de los empresarios.Termina afirmando Heinz que Esta es una complicacin en la imple- 8. XIIPrlogo a la segunda edicin de la obramentacin del Socialismo del Siglo XXI. Evidentemente que lo es.Los retos que esto impone a nivel educativo, son enormes. Debemosplanificar la formacin en corto plazo de un recurso humano que en laactualidad no disponemos. Donde estn los cientos, quizs milesde Matemticos, Estadsticos, Economistas, Ingenieros en Siste-mas, programadores, tcnicos en redes, expertos en Informtica ySistemas de Informacin, comprometidos con la ideologasocialista y con el cambio a un sistema diferente al capitalista,que formaran el equipo de planeacin central que tendr laformidable y enorme misin de sustituir nada ms y nada menosque al mercado y a los empresarios?Debe entonces imperiosamente, adaptarse rpidamente nuestrosistema educativo a estas urgentes necesidades, ya que como bien loseala Heinz sin Ciencia no se puede construir el socialismo. Noexiste ciencia sin hombres de ciencia y no existirn hombres de ciencia,si no los formamos desde ya, de acuerdo al perfil, no solo tcnico yprofesional, sino humano, moral, tico y revolucionario que necesita-mos para implementar, al fin, una economa basada en el valor objetivode los productos y donde los salarios se equiparen al valor objetivoagregado a esos productos. El reto es enorme y debemos empezar ya.Espero que estas palabras hayan abierto an ms el apetito de todosaquellos vidos lectores que por vez primera tienen esta obra en susmanos y de aquellos que como yo, tienen la sana costumbre de releerlade cuando en cuando y reflexionar sobre los retos que sus pginas nosimponen como nacin que anhela el triunfo del Nuevo Proyecto Histrico(NPH) y la consolidacin del Bloque Regional de Poder (BRP), temaeste ltimo en el que nuestra poltica exterior ha dado ya grandesavances. Ral Isaas Baduel Soldado de Infantera Paracaidista IP-7506 D-043 9. A manera de dilogo con el autorXIII PresentacinA manera de dilogo con el autor Carlos Escarr Malav*P ara todos resulta conocido, que es un gran compromiso escribirun prlogo, y en este caso es an mayor, por el autor, mi amigoHeinz Dieterich; por el contenido del libro, que trata sobre HugoChvez y el Socialismo del Siglo XXI; y por el tiempo, que se traduceen ocho aos de intenso trabajo creando las condiciones objetivaspara instaurar una sociedad socialista, para lo que no existe un manual,y menos an, un cenculo de intelectuales recluidos en un laboratoriopara especular sobre las relaciones humanas y sociales. 1. El AutorSobre el autor basta decir que es una de las personas con la mayorconviccin y mejor formacin en el marco del socialismo internacional.Es de aquellos que se colocan la armadura y levantan la lanza, paratransitar por los espacios del planeta llevando a cabo la valiosa peleade las ideas, tan vital para la construccin y formacin de los nuevostiempos que para la humanidad depara la luz del futuro. Mi amigo Dieterich, con la profundidad analtica y la densidad inte-lectual que lo caracteriza, pero a su vez con el ejercicio de la excelsapedagoga adquirida en su amplia carrera de profesor universitario,ha dedicado su vida al estudio de los fenmenos polticos, sociales yeconmicos ms trascendentes de la historia universal, y particular-mente ha enfocado sus esfuerzos en la construccin, nada sencilla* Abogado constitucionalista. Diputado a la Asamblea Nacional por el estadoAragua. Ex magistrado presidente de la Sala Poltico Administrativa del TribunalSupremo de Justicia y ex Procurador General de la Repblica. Profesor de laUniversidad Central de Venezuela y de la Universidad Catlica Andrs Bello. 10. XIVPresentacindesde luego, de una nueva concepcin de las relaciones humanas,dejando en evidencia su decidida intencin de desmontar de cara almundo, las grandes falacias y mitos creados desde tiempos inveteradospor la perversidad del pensamiento capitalista, que busca el estable-cimiento de un orden de relaciones completamente ajeno a las nocionesde igualdad, justicia y felicidad social, que desgraciadamente ha pertur-bado y distorsionado el trnsito de los mortales en las diversas latitudesde esta tierra. Su obra representa la muestra fiel de aquellos que luchan por unmundo mejor y por la preocupacin del bienestar transgeneracional.As, no tan slo se ha dedicado a un anlisis crtico y profundo de lostemas que aborda, sino que adems, reflejando la autntica concepcinde un pensador comprometido con la sociedad, crea propuestas, esta-blece soluciones e implementa su conocimiento para realizar valiososaportes, como bien lo hace en el presente libro con el desarrollo de lateora de la economa equivalente, lo que sin duda constituye unaardua labor, bajo el entendido de que siempre resulta ms fcil destruirque construir, demostrando de esta manera el mtodo para la asuncindel compromiso y la responsabilidad que los tiempos de esta nuevaera nos exigen.2. El LibroHablar del socialismo en este tiempo, es analizar el sistema comuni-tario de nuestras etnias aborgenes, que no conocan el concepto depropiedad, ni tampoco el de moneda, ni las nociones de valor acumu-lado y agregado a los productos, ni de la pobreza y la explotacin. Enellos, entre el cazador, como en el recolector y el pescador, circulabanlos bienes producto de la fuerza del trabajo en funcin del colectivo,y la salud y la educacin eran exactamente las mismas para el hijo delcacique que para el hijo del flechero.Es esta forma de interrelacin e interaccin entre los grupos ind-genas y entre cada uno de sus semejantes, la reminiscencia ms antiguadel socialismo en nuestras tierras, ya que sin duda fueron nuestros 11. A manera de dilogo con el autorXVantepasados los que enaltecieron los valores de la justicia, la libertad,igualdad y felicidad social como parmetros fundamentales de convi-vencia en su organizacin social, hasta que desgraciadamente piseste suelo sagrado la miserable bota del imperialismo, representadaen aquellos tiempos por la Corona Espaola, frente al cual se hizopresente la valenta heroica de nuestros aborgenes ante el invasorextranjero, precisamente en defensa de su modo de vida, en defensadel socialismo. Pero al hablar de socialismo tambin nos estamos refiriendo a laenorme influencia de los afrodescendientes, a quienes arrancaron delfrica sin percatarse que haban dejado una raz ardiendo en su tierra,y por ello, entre el repique del tambor y el sincretismo se produjo unaconvivencia espiritual que va ms all de lo real, y es lo que lleva aAndresote y al Negro Miguel a conformar ciudades en las planiciesde Yaracuy, en un plano de igualdad, y a intentar y dirigir una gestaemancipadora contra el rgimen comercial explotador y abusivo quesignific el desarrollo de las actividades econmicas en los tiemposde la colonia. Por supuesto, socialismo representa por igual una referencia obli-gada a la vida y obra de Jos Leonardo Chirino, lder de la insurreccinde negros y zambos acaecida en la serrana de Coro en el ao de1795, y que tuvo como premisas la eliminacin de la esclavitud eigualdad de las clases sociales; la supresin de los privilegios; laderogacin de los impuestos de alcabala, y en definitiva, la libertaddel pueblo. Pero desde luego, tratar de instruir sobre el socialismo hoy da, yen especial en estas tierras, es hablar de Simn Bolvar como iconodel pensamiento latinoamericano; aquel Bolvar que recibe la influenciadel socialismo utpico de los alrededores de 1750, y que centra supensamiento en la igualdad, la libertad y en la suprema felicidadsocial. Es esta la concepcin que envuelve al pensamiento social que pre-conizaba Bolvar y que hoy da se concibe como el Socialismo Boliva-riano que tiene vigencia y se desarrolla en este siglo XXI, y que adems 12. XVIPresentacinse presenta como la modalidad de gobierno ms acertada y adecuadapara el desarrollo de nuestra sociedad, resaltando, eso s, que Bolvardisea y crea un pensamiento propio y adecuado a las realidades delpas en aquella poca, consciente de que la verdad est en el pueblo,y que somos una mezcla de razas, por lo que nuestras leyes, cdigos,ideas y modelos no podan devenir ni del capitalismo salvaje anglosa-jn, ni del socialismo real-burocrtico, as como tampoco del socialismoutpico, y en funcin de ello, se form no para copiar sino para crear,siendo este aspecto una constante influencia de la concepcin de vidatrasmitida por su maestro Simn Rodrguez.Es precisamente all, a nuestra manera de pensar, donde radica elcarcter dialctico que identific a nuestro Libertador, ya que el mismosiempre tuvo presente que no era posible entender las dinmicas so-ciales sometidas a estancamientos, fundadas en axiomas irreductibles,sino todo lo contrario; as como tambin estuvo consciente que lospensamientos deben trascender del plano ideal y tener concreta verifi-cacin en la realidad.Por ello, someti las doctrinas, planteamientos y formas que carac-terizaban a la sociedad de su tiempo, a un constante anlisis fundadoen la lgica formal, con su respectiva y detallada crtica, y de estamanera concebir la verdadera esencia y sustancia de la misma. No envano, se aliment y nutri de las doctrinas revolucionarias europeasde aquel entonces, de las premisas de libertad y de igualdad, pero lassometi a un anlisis crtico, busc las contradicciones que las mismaseran capaces de generar, como efectivamente ocurri con el pasar deltiempo, y en funcin de ello, estableci una concepcin de sociedadfundamentada en dichas premisas de igualdad y libertad pero redimen-sionndolas o enfocndolas hacia una visin social.Estando consciente Bolvar que la evolucin no discurre en lnearecta, por el choque de las diversas fuerzas y tendencias que actansobre determinados postulados o en los lmites de un fenmeno enconcreto en el seno de una sociedad; tuvo nuestro Libertador presentela ntima e inseparable concatenacin de todos los aspectos de cadafenmeno (con la particularidad de que la historia pone constantemente 13. A manera de dilogo con el autor XVIIde manifiesto aspectos nuevos), y por tanto materializ sin lugar adudas, el mtodo de la dialctica como sistema de ejecutorias de laspolticas pblicas, que es en definitiva lo que le permiti crear ygenerar una nueva concepcin inexistente para la poca, como lo es elSocialismo Bolivariano.Lo anterior resulta importante sealarlo, sobre la base de que laexistencia de Bolvar se encuentra, de cara al movimiento socialista,entre dos pocas histricas que son precisamente las que atienden poruna parte a las corrientes utpicas del socialismo, cuyos postuladosejercen sin duda influencia en nuestro Libertador; y por la otra, alsocialismo cientfico, que luego sera desarrollado por distintos pensa-dores. Es decir, Bolvar se encuentra entre el socialismo utpico queexista en forma precedente a sus tiempos y el socialismo cientficoque sera desarrollado con posterioridad a la muerte fsica de nuestroLibertador, con lo que pudiera parecer difcil de ubicar el pensamientodel Padre de la Patria entre ambas tendencias.Sin embargo, tal y como fue mencionado con anterioridad, una delas principales caractersticas de la personalidad de nuestro Libertador,fue precisamente ese carcter dialctico que impregn a cada una delas acciones de su vida, as como tambin a su pensamiento poltico ysocial, logrando de esta manera establecer e implementar en Amricadistintas medidas de carcter eminentemente social bajo una perspec-tiva realizable y materializable en el plano de lo fctico, como efectiva-mente ocurri.En otras palabras, en base a un anlisis de las circunstancias querodeaban nuestras realidades para aquellos momentos, y con la finali-dad de encaminar al Estado hacia la consolidacin de la igualdad ylibertad, Bolvar supo tomar las medidas necesarias y pertinentes parael establecimiento de la sociedad que tuvo en mente, una sociedad so-cialista, caractersticas stas que se identifican en gran medida con lacorriente del socialismo cientfico.Es precisamente por esta razn que Bolvar, bajo su pensamientoque da forma y vida a un socialismo mestizo, que algunos consideranpre-cientfico, mientras que otros estamos convencidos de que Simn 14. XVIII PresentacinBolvar fue el precursor de la dialctica histrica, del movimiento demovimientos, del ataque a la propiedad como derecho individual ydel establecimiento de formas de igualdad y felicidad social bajo par-metros realizables; que luego postularan autores como Marx y Engelscon el socialismo cientfico, creando as el socialismo bolivariano,mestizo o indoamericano, siguiendo a Maritegui, que hoy da repre-senta la base ideolgica que gua e inspira al proyecto poltico que seencuentra plasmado en la Constitucin de la Repblica Bolivarianade Venezuela, tal y como expresamente lo puntualiza su artculo 1 alsealar que nuestra Repblica se fundamenta en la doctrina de SimnBolvar.En tal sentido, bajo esta visin, se configura as un Estado compro-metido en su existir y proceder en el desarrollo del elemento social ydel colectivo; enfocado y orientado a la consecucin de la felicidadsocial, lo que implica que el mismo deba cambiar la manera de estable-cerse para articular todos sus medios, funciones, competencias y atri-buciones dirigidas a desarrollar y materializar ese bienestar, equilibrioy felicidad social.En otras palabras, la nocin de sociedad planteada por Bolvarconcretiza la postura de que la misma no puede permanecer inerte en laserie de relaciones e interacciones que tienen lugar dentro de su seno,sino que por el contrario, debe asumir como firme postulado el deberde desarrollar una tarea fundamental de erradicar las diferencias exis-tentes entre los miembros de la misma, con el propsito de asegurarla vigencia de los derechos fundamentales y de las condiciones dedignidad humana que merece toda persona; y a la vez, para desarrollar,regular y supervisar la ejecucin de aquellas actividades de trascen-dencia social, que no pueden descansar libremente en la voluntadprivada, por encontrarse revestidas de una importancia vital para lasociedad.De hecho, si se atiende a la concepcin social que detenta el pen-samiento bolivariano, se nota una profunda inclinacin por el logro yel establecimiento de una igualdad entre los ciudadanos, lo que se vereflejado en su intensa lucha por la libertad de los esclavos, la cual 15. A manera de dilogo con el autor XIXinicia aproximadamente en el ao de 1816, y frente a la que, como erade esperarse, cuenta con la resistencia que le manifiestan los sectoresoligrquicos y los terratenientes amos de esclavos, quienes actandesde el mismo seno del Ejrcito Patriota y de las instituciones guber-namentales. As, bajo la premisa de igualdad y libertad, el tema de losindgenas y esclavos, fue trascendental para el Libertador, estable-ciendo en su Decreto de Quito, del 4 de julio de 1825, que La igualdadentre los ciudadanos es la base de la constitucin de la Repblica.Bajo esa misma lnea de pensamiento, en defensa de la libertad eigualdad de los oprimidos, Bolvar tambin se pronunci en torno alos derechos a las tierras en favor de los indgenas, con la finalidadde incorporarlos a la sociedad de la que fueron salvajemente excluidos,y de esta manera consolidar la sociedad paritaria y homognea, y espor ello que se pronunci, entre muchas otras medidas, mediante unDecreto en el ao de 1820, en defensa de los indgenas de Cundinamarca,donde estableci que Se devolver a los naturales, como propietarioslegtimos, todas las tierras que formaban los resguardos segn susttulos, cualquiera que sea el que aleguen para poseerlas los actualestenedores y con esa misma orientacin, dict en Bolivia, el 14 dediciembre de 1825, una reparticin de tierras, esta vez con carcteruniversal, pero siempre tomando en consideracin los derechos delos ms desfavorecidos, es decir, los indgenas, y en tal sentido ordenla reparticin de tierras entre todas las mujeres y hombres, establecien-do que Cada individuo de cualquier sexo o edad que sea, recibiruna fanegada de tierra en los lugares pinges y regados, y en loslugares privados de riego y estriles recibir dos.Bajo esta concepcin, Bolvar no slo interviene en las diferentesdinmicas que tienen lugar en la sociedad, con la finalidad de regularlasy corregirlas, sino que adems asume como tarea fundamental la acti-vidad de determinados sectores bsicos para la consecucin de lafelicidad social, y que a su vez requieren de un tratamiento igualitarioentre los habitantes, actuando y trabajando en dichas dinmicas parahacer efectiva dicha igualdad, como lo demuestra su fecunda obrahistrica, configurando de esta manera Un Gobierno que haga triunfar 16. XXPresentacinbajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad,como bien seal el Libertador en su clebre Discurso de Angostura.Desde luego, al referirnos al socialismo, necesariamente nos debevenir a la mente, todos los sucesos en los que histricamente predomincomo comn denominador, el anhelo y la lucha por la libertad y laigualdad, que es en definitiva la lucha por la justicia. Por eso, al hablardel Socialismo hablamos de Tamanaco, Guaicaipuro, Andresote, JosLeonardo Chirino, Gual y Espaa, Benito Jurez y Pancho Villa en ladefensa de los derechos indgenas y en la bsqueda de condiciones deequilibrio social; de Artigas, de los Hermanos Machado, de San Martn,de Mart, de la Revolucin Bolchevique, del Frente Sandinista y desdeluego, de los insignes comandantes Che Guevara y Fidel Castro. Esdecir, el socialismo representa la espada de todos los hombres y detodos los movimientos que han luchado y siguen luchando por la liber-tad y la igualdad del ser humano, por los derechos de los oprimidos, ypor la felicidad social de los pueblos como condicin indispensabley necesaria para su existencia.Por supuesto, hablar de socialismo es tambin hablar de CarlosMarx y Federico Engels, y todo el desarrollo del socialismo cientfico,cuyos postulados revisten fundamental importancia para el desarrolloy consolidacin de la sociedad socialista, constituyendo, como biennos seala el autor en el presente libro, las claves de conocimientosobre la primera teora cientfica anticapitalista de la humanidad.Ahora bien, para la consolidacin del socialismo, tal como noslo plantea Dieterich en la presente obra, resulta necesario desplazarcada una de las manifestaciones y derivaciones que atienden al modelode Estado capitalista y liberal; tareas stas que Lenin sintetizaba enlas siguientes, a saber: (i) el replanteamiento de la concepcin y estruc-turas de los rganos de poder que respondieran a la concepcin capi-talista del Estado; lo cual viene aparejado con (ii) la reorganizacinde las estructuras del Estado, mediante el replanteamiento de sus funcio-narios, de sus respectivas competencias, de la orientacin de sus obje-tivos, etc; (iii) la reformulacin del orden jurdico, como condicinnecesaria para lograr el desplazamiento aqu aludido, que implica la 17. A manera de dilogo con el autorXXIabolicin del sistema jurdico que constituye fundamento de la oligar-qua y del sistema capitalista, en funcin del establecimiento de unorden jurdico que responda efectivamente a una nocin socialista, y(iv) la verificacin de una serie de medidas orientadas a materializaren el plano de lo fctico la sociedad socialista. Para ello, signados bajo el principio del humanismo, debe proce-derse a un replanteamiento de las funciones de la sociedad, donde sepasan a configurar las formas necesarias que lograran el estableci-miento de una igualdad absoluta entre sus ciudadanos, es decir, laconformacin de una sociedad en la que no se establezca distingos declase, sino que el pueblo mantenga en su integralidad una condicinhomognea, que resulta necesaria para que la sociedad marche enfuncin de su bienestar social. El anterior aspecto goza de caracterstica fundamental, ya que lacondicin de una sociedad paritaria, se presenta necesaria para podergenerar las consecuencias del socialismo, tal como lo es el carcterantiexplotador de la sociedad, as como tambin el eminente gobiernopopular, a travs de las vas de la democracia directa, en trminos demi camarada Dieterich. En efecto, si dentro de la sociedad existe lafinalidad de procurar y asegurar el bienestar y la felicidad desde unaperspectiva socialmente integral, se hace entonces necesario que estasociedad sea homognea, para que se encuentre conformada porciudadanos que tengan las mismas posibilidades y herramientas parael desarrollo, y a su vez, que detenten los mismos deberes frente alconglomerado social del que forman parte y de cuya suerte dependen,como bien lo sealan Zhidkov, Chirkin y Yudin, en su obra Fundamen-tos de la Teora Socialista del Estado y del Derecho. Lo anterior resulta importante destacarlo, ya que en base a la socie-dad socialista, los individuos si bien detentan los mismos derechostambin correlativamente detentarn deberes frente al Estado, pre-cisamente en funcin del bienestar social que como conjunto debenalcanzar. Bajo este orden de ideas, las personas deben tener en con-sideracin que los mismos deben coadyuvar con la sociedad en laconsecucin de la labor que su concepcin le impone en el desarrollo 18. XXII Presentaciny regulacin de la misma.A su vez, resulta de suyo necesario el mantenimiento del ordenpopular en la gestin de gobierno, propia del sistema socialista, con-solidando as el modelo de democracia protagnica y participativaque atiende a la participacin activa del pueblo en la vida social, queabarca diversos rdenes y niveles, orientada a hacer realidad el ejerci-cio del poder y de la soberana que le corresponde, donde los rganosy/o instituciones de gobierno deben estar conscientes del papel queles corresponder en lo que atiende a ceder y a traspasar el poder a suautntico detentador y soberano, ya que precisamente en esa direccines en la que se enfoca este proceso, con miras a la consolidacin defi-nitiva del socialismo.Bajo este contexto de una democracia directa y autntica es que sepresenta hoy en da una de las manifestaciones ms excelsas de ungobierno eminentemente popular, representada sin lugar a dudas en laforma de organizacin popular de los Consejos Comunales, los culestienen como propsito fundamental, la materializacin de esta gestinde gobierno realizada directamente por la ciudadana en conjuncincon los rganos del Estado.Bajo esta ptica, lo que se busca es que la poblacin no sea unsimple receptor pasivo del actuar gubernamental, sino por el contrario;en consonancia con el paradigma democrtico protagnico y partici-pativo; se impulsa una verdadera y absoluta participacin del puebloen el gobierno, otorgando de esta manera un nuevo sentido a nuestrademocracia; deviniendo por consecuencia nuestro pas en punta delanza en el estudio de las ciencias constitucionales, en lo que respectaa la instauracin y formacin de un nuevo paradigma democrtico anivel del derecho comparado.De esta manera, lo que se busca es crear una instancia a travs dela cual las comunidades organizadas intervienen de manera directa enla gestin gubernamental, representando la plataforma que permiteque la comunidad ejerza un enlace medular entre s misma y sus gober-nantes, logrando mayor eficiencia y eficacia en la gestin guberna-mental, que se traduce en un autntico bienestar social que parte desde 19. A manera de dilogo con el autor XXIIIel seno de las propias comunidades, para luego pasar a desdoblarseen el bienestar colectivo general, permitiendo al propio pueblo mate-rializar la formulacin, planificacin, ejecucin, control y supervisinde las polticas pblicas.Obviamente, encontrndonos en los actuales momentos en un pro-ceso de profundizacin del socialismo, resultar necesario realizaralgunos replanteamientos en esta singular modalidad de organizacinpopular que comportan los Consejos Comunales, ya que lo que seaspira es a la profundizacin del poder comunal, como una de lasmanifestaciones ms puras del poder popular y por tanto de la sobera-na del pueblo.En tal sentido, los Consejos Comunales deben pasar a constituirseen la principal fuerza y poder dentro de la configuracin de nuestrasociedad, y por tanto, ampliar su radio de accin, para ir ms all delmero mbito comunal, y pasar a consolidarse como una fuerza de go-bierno popular a nivel nacional que materialice la verdadera idea delgobierno eminentemente popular; organizndose de esta manera enfederaciones regionales y nacionales, potenciando sus competenciasy facultades, para as expandir su presencia y grado de accin en cadauna de las perspectivas y manifestaciones de la sociedad.Slo de esta manera se podr alcanzar, con el devenir del tiempo,aquella transferencia paulatina del poder poltico, social, econmicoy administrativo al poder popular, llegando, como lo seal el Presi-dente de la Repblica, a deslastrar las viejas estructuras del Estadocapitalista liberal y burgus, con miras a la instauracin de la autnticasociedad socialista. De esta forma, se consolida la democracia real ala que alude Dieterich, que, segn nos expone en la presente obra,representa los contenidos que definen al Nuevo Proyecto Histricoen sus objetivos estratgicos y le dan su identidad propia: unasociedad sin capitalismo ni mercado, sin Estado como instrumentode represin y sin enajenacin. Decir que estos son los objetivosestratgicos, significa que su plena realizacin se alcanzar con lasuperacin definitiva de la sociedad de clase.Por otra parte, la igualdad dentro de la sociedad requiere el replan- 20. XXIV Presentacinteamiento del orden de las relaciones entre los factores y medios deproduccin, con la finalidad de establecer las condiciones del desarro-llo en trminos paritarios. En tal sentido, debe operar un cambio en elsistema econmico, dejando atrs aquel modelo de liberalismo salvaje,que significa el desangramiento de las clases sociales ms deprimidas;dando paso a un esquema econmico de naturaleza e idiosincrasiasocial, que representa la nica va para alcanzar la materializacin delos cometidos que en el mbito econmico propendern a la satisfac-cin global de los altos fines de la sociedad socialista.De esta manera, debe lograrse una necesaria intervencin en larealidad social, a los efectos de regularla y ordenarla, para de esamanera evitar que producto de la dinmica social que tiene lugar entoda sociedad, se atente contra sectores fundamentales para el desa-rrollo del pas y se menoscabe, atropelle y abuse de los grupos socialesms dbiles. Por ende, dicha intervencin deber estar signada bajola premisa de mantener un debido equilibrio social ante las comunesdesigualdades que existen en el sustrato social, en aras de lograr aquelambiente de posibilidades y de condiciones necesarias en el cual elindividuo pueda desarrollarse dignamente.Tal concepcin desde luego implica un replanteamiento en el ordende los llamados derechos de libertad, catalogados de esta manera porla oligarqua, como argumento para proceder al desarrollo de susintereses personales de manera desmedida, alienante y explotadorafrente al resto de sus semejantes. En funcin de ello, el contexto queexige el socialismo en su perspectiva econmica, impone la concienciade establecer que no puede existir en forma alguna libertad absolutaen la sociedad, ya que el individuo se debe a la misma, se desarrollae interacciona dentro de sta, debiendo por consecuencia entenderque su desarrollo y bienestar requiere de la armona entre los diversoselementos que la componen, siendo un factor decisivo en ello laarticulacin de los derechos individuales en funcin de los interesescolectivos.Desde esta perspectiva, estos derechos de libertad deben forzo-samente encontrarse limitados y regulados en cuanto a su extensin, 21. A manera de dilogo con el autorXXVcontenido y atributos, para que los mismos pueden ser ejercidos encompaginacin con el bienestar social, logrando de esta manera evitarque mediante el ejercicio de los mismos se incurra en atropellos y asu vez, que exista el debido equilibrio y paz que toda sociedad requiere,y donde la visin humana y socialista de los derechos econmicosdesempea un papel fundamental, estando conscientes que en el campode los derechos fundamentales se encuentra superada su concepcinindividualista, dando paso a una concepcin colectiva de los mismos,donde el hombre y la mujer no se deben slo a s mismos, sino queconstituyen un elemento que vive y se desarrolla en un medio social.A su vez, lo anterior debe corresponderse con el establecimientode la fuerza econmica de la sociedad partiendo del propio pueblo,en ejecucin del poder soberano que detenta, y en tal sentido lograrque el pueblo se encuentre integrado, sin distincin alguna, en funcinde la debida igualdad que debe existir en la sociedad, al esquemaeconmico que tenga desarrollo en la misma.Es bajo esta ptica, que el autor en la presente obra explica quelas instituciones y relaciones sociales de la economa poltica delnuevo socialismo, que llevan a la ruptura terminal con el capitalis-mo, son tres: 1. La participacin de los ciudadanos en las decisionesmacroeconmicas trascendentales; 2. La operacin de importantessectores de la economa nacional sobre los principios del valorobjetivo y de la equivalencia y; 3. La participacin de los ciudadanosen las decisiones microeconmicas fundamentales, asegurndonosque cuando en una sociedad se evidencian empricamente esas trescaractersticas del nuevo modo de produccin socialista, se justificaclasificarla con el rigor cientfico de la economa poltica comosocialista.En funcin de ello, se eliminan o suprimen las relaciones de explota-cin, en razn de que no debe existir un sistema econmico que por sudiseo, permita que exista un capital concentrado en sectores eco-nmicos reducidos y que ello sea utilizado como base de dominio dela sociedad, respecto de los sectores que no poseen fuerza econmica,ya que en el sistema econmico socialista es el pueblo organizado, 22. XXVIPresentacinsobre la base del principio de igualdad y libertad, el que conforma unorden econmico homogneo en el que se detentan los medios y factoresde produccin por igual y de acuerdo a sus capacidades, desarrollandola serie de relaciones que en esta materia, atiendan al bienestar y de-sarrollo colectivo, es decir, ejecutando la economa en atencin a lafelicidad social.As, el desarrollo econmico de la sociedad y la serie de relacionesde esta naturaleza que dentro de la misma tienen lugar, son realizadasy llevadas a cabo por la generalidad del pueblo en los distintos sectoresque esa clase de actividad comporta en beneficio de la colectividad,donde el pueblo trabaja y se desarrolla en beneficio de si mismo, esdecir, consciente que existe dentro de una sociedad y que a la mismase debe, obteniendo un desarrollo homogneo que impide la formacinde desigualdades capaces de generar precisamente las relaciones desubordinacin y explotacin dentro de la sociedad en funcin delcapital.Por tal motivo, ello traer consigo un cambio en la propiedad delos factores de produccin, a los fines de que los bienes le pertenezcana todos y sean repartidos de acuerdo a las necesidades del pueblo; ascomo tambin que las empresas le pertenecen a los trabajadores, atravs de la implementacin de tcnicas de autogestin o cogestin,quienes en el desarrollo de sus actividades estn y se deben a un en-torno primario, que es precisamente la colectividad o localidad dondefunciona el factor industrial, donde llevan a cabo sus actividades, lascules a su vez son realizadas y ejecutadas en funcin de un todo queincluye, sin distingo, a la totalidad de los componentes humanos de laestructura poltica.De esta manera, lo que se busca es la implementacin de un sistemaeconmico basado en modos y medios de produccin social, as comotambin en la nocin de propiedad social, y en el intercambio debienes y servicios sin atender a un valor monetario, modificando lanocin de utilidad y erradicando la concepcin de plusvala y laexclusividad de la moneda como medio de valor de intercambio;elementos estos en los que no puede estar sustentada una economa 23. A manera de dilogo con el autorXXVIIsocialista, como de igual modo profusa y exhaustivamente lo explicael autor en la presente obra.A su vez, el sistema econmico socialista debe resultar integrativo,tomando en consideracin que la sociedad es una sola, compuesta porindividuos en una situacin de igualdad, siendo entonces necesarioque el pueblo sea incorporado en las diversas facetas y reas del sis-tema econmico, a los fines de que ste sea el protagonista del mismo.De esta manera, se compone y articula un sistema econmico quesobre la base del humanismo y la solidaridad, destierra la base delcapital visto desde la perspectiva individual y egosta, y se elimina laposibilidad del establecimiento de factores de explotacin y domina-cin guiados nicamente por la avaricia y los meros intereses persona-les, en desmedro de cualquier tipo de derechos y de sentimientos derespeto hacia los seres humanos; dando paso a un sistema econmicointegrado, desarrollado y ejecutado por el propio pueblo en condicionesparitarias, en pro de su beneficio social.Slo sobre la base de tales planteamientos, y de los conceptos desolidaridad, humanismo y complementariedad, tanto en una visininterna como internacional, es que se construye una autntica felicidadsocial, que sumado a un liderazgo como el del Presidente Hugo Chvez,nos permitir hablar de un socialismo bajo la visin bolivariana, mes-tiza o indoamericana. 3. El TiempoRespecto al tiempo para construir el socialismo, debemos estar clarosen que el mismo se construye con la conviccin de cada uno de losintegrantes de la sociedad, y que a nuestra generacin le correspondeinstaurar las fundaciones, que necesariamente tienen que ser slidas,porque el proceso es inagotable y la construccin infinita.Leyendo una piedra mgica pude ver hacia el ao 3000, y divis aunos nios, acompaados de un paisaje en el que se dibujaba un perfectoarco iris, volando una cometa, cargados de felicidad plena. A ellos seles rompi el guaral y esa cometa traspas los tiempos y cay en manos 24. XXVIII Presentacindel Comandante Chvez, y en la misma poda leerse una inscripcinque expresaba que gracias a las mujeres y hombres que lucharon en laspostrimeras del siglo XX y durante el siglo XXI, ellos vivieron en lasuprema felicidad social que so el Libertador. Por tanto, debemos tener presente que a nuestra generacin lecorresponde el compromiso histrico de fungir como puente mgico,en una simbiosis entre Machado y Gramsci, entre una Venezuela queagoniza y que morir por ms que se niegue a ello, y una Venezuelaque bosteza en el regazo de la madre naturaleza, que esta comenzandoa vivir, y que vivir por siempre. Es este el tiempo que a la vez es de siembra y de cosecha, de abrircaminos y construir sueos, pero tambin el tiempo de destruir elcapitalismo, el liberalismo salvaje y la Cuarta Repblica. Por estosaos es que se crean las condiciones en lo social, en lo econmico ylo poltico para el socialismo, y por ende es ahora el tiempo paraconstruir los ncleos de desarrollo endgeno, la propiedad social ylos mtodos de produccin social, y por tanto la actuacin del Estadodebe ir dirigida en ese sentido. En definitiva es el tiempo del socialismo, pero para ello se requierede verdaderos socialistas; y ser socialista no de ropaje, sino por amory conviccin. El socialismo debe ser la idea que nos llena el alma,que nos da el valor para dejar a un lado las riquezas, las comodidades,y an a la familia, por la construccin diaria y permanente de lasbases del socialismo bolivariano que se esta desarrollando en estesiglo XXI. Por eso, podemos resumir en cinco los caracteres que deben identi-ficar a un verdadero socialista: 1. tica Revolucionaria: que significa poder dejarlo todo, y separarlas aspiraciones, que siempre sern legtimas, de las ambiciones quesiempre son ilegtimas, es definitiva servir con profundo amor alpueblo y a la Revolucin. 2. Formacin: que debe ser primeramente ideolgica, para tenerconsistencia y conviccin, pero a su vez instrumental, y para ello esnecesario socializar el conocimiento, para que nadie explote y discri- 25. A manera de dilogo con el autorXXIXmine a travs del mismo, y en este aspecto afortunadamente contamoscon las diversas misiones educativas y formativas establecidas por elComandante Hugo Chvez, as como con sus discursos y alocuciones,sus programas de radio y televisin, en los que se instruye al pueblopara su organizacin.Pero tambin esta formacin debe incluir a la defensa de la patria,a travs de la reserva y de la guardia territorial, aspecto en el que so-mos del criterio que en cada Consejo Comunal debe existir un comitque prepare a los ciudadanos para ello. Milicias populares?3. Valor Revolucionario: que significa que todo revolucionario debeestar dispuesto no tan slo a dar la vida por la patria y la Revolucin,sino tambin a dejarlo todo para colocarse al servicio del socialismo.Este valor lo da la consistencia, la fe y la conviccin.4. Disciplina Revolucionaria: que no debe entenderse como sumi-sin ni como obediencia a un cargo. La disciplina debe provenir deun debate crtico y auto-crtico, donde las ideas son punta de lanza ypueden hasta desgarrar el alma, significando ello que cuando el co-lectivo toma una decisin, aunque no sea la nuestra, debemos salir adefenderla.5. El Amor por la Revolucin: que es el mismo amor que se le tie-ne a la madre, que es el amor puro, sacrificado, infinito, comprometidoe incondicional.Desde mi gnero, tengo que expresar que hay una suave y frescabrisa, cargada con la mirada de mi madre, de mis hermanas, de mishijas, de la piel de todas las mujeres que he amado y de las que mearaaron el alma alguna vez. Por eso la carga femenina la encuentroen la patria, en la libertad, en la justicia y en la sociedad socialista,que es el beso y el acto de amor de estar dispuesto a todo, y sentir laalegra cada vez que vemos que se fortalece la Revolucin, haciendonacer la capacidad de luchar hasta el final por los nios que estn enel vientre de la madre y por aquellos que dejaron caer la cometa.Como dije en el 98, la patria est de parto, pero estamos todosregalndole una flor, invitndola a una fiesta, en casa de la Revolucin;venimos a bailar con ella en un acercamiento de piel y amor, y que 26. XXX Presentacinhermoso est su rostro, y que bella es su tnica con los colores de labandera y las estrellas de su cinturn, que se cie al cuerpo, en lamano delicada del Libertador.PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE! Caracas, Abril de 2007Carlos Escarr Malav 27. ... a la segunda edicin ampliada 1 Introduccina la segunda edicin ampliada1. Una propuesta de construccinEste libro se public en Venezuela hace veinte meses con el afn de responder a la convocatoria del Presidente Hugo Chvez deinventar el socialismo del siglo XXI o socialismo de la nueva eray ayudar, en tal sentido, con una propuesta constructiva que va msall de la mera crtica al capitalismo global o a las interpretacioneshistricas (hermenuticas) de lo que Marx, Engels y Lenin realmentequeran decir.2. El pueblo quiere construirLa respuesta del pueblo venezolano a la obra fue entusiasta. Nos vimosobligados a reimprimirla veinte veces en un ao y medio para poderentregarle a la poblacin un total de cincuenta mil ejemplares. Estarespuesta fue tanto ms sorprendente, cuanto que la produccin ydistribucin se hicieron exclusivamente por movimientos sociales,alcaldas, empresas y universidades, sin la intervencin de editorialesy distribuidoras comerciales. Cientos de presentaciones en todo elterritorio del pas sustituyeron el circuito comercial del mercado ypermitieron aprender en el dilogo con los ciudadanos, por donde ha-ba que profundizar la teora y el lenguaje didctico-explicativo. Todoesto con el fin de permitir a cada uno de los venezolanos decidir conpleno conocimiento de causa, si quiere participar en la construccindel arca de No del siglo XXI que es el nuevo socialismo o la democra-cia participativa. 28. 2Introduccin 3. su Arca de No del Siglo XXISobre las experiencias de los dilogos con los interesados de la PatriaGrande y de Europa, los avances de la integracin estatal-popularlatinoamericana y el progreso de la teora cientfica socialista, hemosagregado varios debates importantes a esta nueva edicin.En su programa Al Presidente, del 27 de marzo del 2005, elComandante Chvez especific su formulacin original de que sugobierno era de corte socialista y que el socialismo en Venezuelasera de carcter democrtico y participativo, en concordancia conlas ideas originales de Carlos Marx y Federico Engels. Coment queeste pronunciamiento haba causado mucho escndalo y que por lotanto aclaraba que: Yo soy socialista de la nueva era, del siglo XXI yestamos plantendole al mundo revisar la tesis del socialismo cristiano.Si Cristo viviera aqu, fuera socialista, (el Libertador) Simn Bolvariba directo al socialismo.Ante tal afirmacin del Presidente se volvi imperativo discutirbrevemente la relacin entre el socialismo de Marx y Engels y losProyectos Histricos de Jess y de Simn Bolvar. Este debate sedesarrolla en el primer captulo de este libro, junto con una breve re-flexin sobre la cruz de la vanguardia que el intrpido Comandante hadecidido cargar sobre sus hombros.La pretensin de que el socialismo en Venezuela sea de carcterdemocrtico y participativo, en concordancia con las ideas originalesde Carlos Marx y Federico Engels, fue retomada en esta segundaedicin sustancialmente ampliada, en el nuevo captulo 7. Este captulohace un resumen de la teora del socialismo del siglo XXI a la luz delas ideas originales de Marx y Engels. Est redactado en un lenguajesencillo, con muchas grficas e ilustraciones a fin de facilitar el debatey la comprensin de los contenidos, particularmente entre los movi-mientos sociales. Es recomendable iniciar la lectura del libro con estecaptulo siete y profundizar su argumentacin con los captulos res-pectivos del libro. Lo antes posible haremos una versin videogrficade este nuevo aporte para usarlo como material audio-visual en loscrculos de estudios. 29. ... a la segunda edicin ampliada 3 4. El avance de la realidad libertadoraDesde el momento de la primera publicacin de la obra, los progresosdel bolivarianismo y de la teora de la nueva sociedad socialista hanavanzado ms all de los sueos ms audaces de sus protagonistasoriginarios. En Amrica Latina, Evo Morales avanza la revolucindemocrtica y cultural andina hacia la doble transicin de la PatriaGrande. Rafael Correa promueve su versin del socialismo del sigloXXI en el Ecuador con una poltica fuertemente antiimperialista y deaudaz apoyo en los movimientos populares, a fin de borrar a las mafiaspolticas de las oligarquas mediante el arriete de una AsambleaConstituyente. El exobispo paraguayo FernandoLugo ha tomado elestandarte del machete de dos filos de liberacin bolivarianismo ysocialismo del siglo XXI y podra romper la tirana bipartidista dela oligarqua paraguaya. Los sandinistas reconquistaron el poder enNicaragua, generando la primera cabeza de playa en Centroamrica,y Kirchner y Lula siguen apoyando el Bloque Regional de PoderLatinoamericano que se est gestando, por intereses nacionales propios.En octubre del 2006, movimientos sociales de toda Amrica Latinaformaron en Sucre, Bolivia, el Bloque Regional de Poder Popular(BRPP), junto con el gobierno de Evo Morales. De esta manera, seacerca la alianza estratgica entre los gobiernos progresistas de laPatria Grande y los movimientos sociales que es necesaria para detenerlas polticas subversivas de la alianza oligrquica-imperialista. La chispa de la nueva teora ha cruzado tambin el Atlntico yencendido nuevos debates estructurales sobre el papel de los partidospolticos y de Europa en el naciente sistema mundial multipolar. Alema-nia est a la vanguardia del debate, que est vinculado a la formacindel Partido de Izquierda, que representa el nueve por ciento del electo-rado alemn. Escocia y Espaa estn integrndose lentamente al debate.En Turqua se presenta el Socialismo del Siglo XXI en junio del 2007,en la capital Istanbul, hecho con el cual la teora establece el puentesocialista entre Europa y Asia y los pases rabes. Por otra parte, laobra de Paul Cockshott y Allin Cottrell, Hacia el nuevo Socialismo 30. 4Introduccindel Siglo XXI, ser publicado este ao en la India y nosotros hemoslogrado la traduccin y publicacin de esta obra para Venezuela ypronto, para toda Amrica Latina. 5. Se hace camino al andarAvanzar la teora de la nueva sociedad mediante la reflexin colectivay la cooperacin internacional solidaria es imprescindible. Porque esde sentido comn que no es muy probable que se alcance un objetivo,si no se puede especificar en qu consiste este objetivo. Cuando msclaramente est definido, ms fcil ser lograrlo. Y en el mismo sentidodebemos tener presente una segunda verdad: si no podemos definir elobjetivo que pretendemos alcanzar, tampoco vamos a entender bien,si las tendencias de la realidad y los tiempos favorecen el xito denuestros empeos o si van en la direccin opuesta.Sin la orientacin de objetivos concretos y especficos toda praxishumana es difusa y tiende a desanimarse o perder el rumbo ante losobstculos que aparezcan sobre la marcha. En este sentido, la sabiduradel poeta, de que se hace camino al caminar sigue siendo vlida,pero solo si se encuentra orientada por un norte. Este norte solo puedeproporcionarlo una ciencia de la liberacin, es decir, una ciencia quese realiza sobre la tica de la vida y autodeterminacin de los sujetos,y en estrecha colaboracin con stos. Nuestra obra se entiende comouna contribucin de esta naturaleza, que combina el poderoso mtododel razonamiento cientfico con los objetivos de la solidaridad y convi-vencia pacfica social.6. De la filosofa de la praxis a la praxis de la filosofaLas crticas al capitalismo global, desde la perspectiva de la EconomaPoltica de Marx y Engels, han encontrado una pluma talentosa en lasobras de Robert Kurz, particularmente en sus ltimas obras, El libronegro del Capitalismo. Requiem para la economa de mercado, y,Guerras por el Orden Mundial, que sostienen que la economa demercado capitalista ya no est en condiciones de resolver sus contra- 31. ... a la segunda edicin ampliada 5dicciones que emanan de la tercera revolucin productiva y de la for-ma de valor que rige la dinmica econmica-social. La ltima aventurade la humanidad, por lo tanto, consiste en la superacin de la economade mercado ms all de las viejas ideas del socialismo de Estadoque ya no tienen vigencia.(1)Istvn Mszros, contemporneo y colaborador de George Lukacs,public en 1995 su enciclopdico ensayo de filosofa y economapoltica, Ms all del Capital, con la intencin de formular una teorade la transformacin de la sociedad moderna. Esta teora, advierteel autor, debe mantenerse dentro del marco de la teora de Marx quesigue vlida como horizonte general de la actividad para el cambio,aunque sus intentos de realizacin a partir de 1917 fallaron, porqueel socialismo ni siquiera arranc.(2) Sin duda un juicio drstico sobrecasi un siglo de intentos de construccin de la nueva civilizacin socia-lista, desde la Unin Sovitica de Lenin sobre el Vietnam del To Hoy la Cuba de Fidel y Ral. Un juicio drstico, pero coincidente con laposicin de Kurz, de que el socialismo histricamente existente noera socialismo, sino simplemente una forma diferente de industriali-zacin que asumi la modernidad.El activista estadounidense, Hal Draper, a su vez, public en 1977su monumental obra, La teora de la revolucin de Karl Marx(3). Estaes, posiblemente, la interpretacin histrica (hermenutica) mscompleta, y, despus de las obras de Vladimir I. Lenin, la ms lograda,de la vida, lucha y obra pblica de Karl Marx, que tenemos a nuestradisposicin. Se trata de una obra clsica que es imprescindible paraentender el por qu de las posiciones anticapitalistas y las teoras desuperacin del sistema burgus que Marx y Engels desarrollan a lolargo del siglo XIX.Las tres obras son significativas porque proporcionan claves deconocimiento sobre la primera teora cientfica anticapitalista de la1. Robert Kurz, Schwarzbuch Kapitalismus. Ein Abgesang auf die Marktwirtschaft, EichbornVerlag, 1999, RFA; y, Weltordnungskriege, Horlemann Verlag, 2003, RFA.2. Istvn Mszros, Beyond Capital, The Merlin Press, London 1995, Great Britain.3. Hal Draper, Karl Marxs Theory of Revolution, 2. vol., Monthly Review Press, New York1977, USA. 32. 6 Introduccinhumanidad que son fundamentales. Sin embargo, pese a su riquezacognitiva, proporcionan una base de conocimiento insuficiente pararesponder adecuadamente al llamado del Comandante Chvez. Es decir,su lectura es una condicin necesaria para la construccin de la nuevateora, pero no es suficiente. Para todas las obras que se quedan en lacrtica de las instituciones econmicas y polticas del sistema quegeneran la barbarie actual es vlida una reflexin de Mszros sobreel estancamiento del socialismo histricamente existente, cuando diceque ste fue prisionero, a travs de su historia, de determinacionesnegativas.7. El reino de la mariposaLo que el Presidente Hugo Chvez y los marginados de la humanidadbuscan y necesitan, no es una nueva crtica (negacin) a la mala realidadcreada por el capital, sino la alternativa viable de una nueva civilizacinms humana, es decir una alternativa antisistmica y anticapitalista.Hay dos escuelas de pensamiento que han avanzado de manera indepen-diente esa opcin de la nueva sociedad en sus investigaciones sobreel Socialismo del siglo XXI: la llamada Escuela de Escocia, en losbrillantes trabajos del experto en computacin, Paul Cockshott y deleconomista Allin Cottrell; y la as denominada Escuela de Bremen(RFA), en torno al genio universal Arno Peters, al matemtico CarstenStahmer, al fsico cubano Raimundo Franco y el que suscribe. El hecho,de que los resultados de ambas escuelas coinciden en cuanto a losejes centrales de la nueva civilizacin, el valor (insumo de tiempo) comoel principio operativo de la economa y la democracia real de lasmayoras, permite inferir que tengan un alto grado de veracidad.La tarea de crear una teora cientfica-tica-esttica de la transfor-macin social postcapitalista en el siglo XXI a dos velocidades,la cotidiana y la de los saltos cualitativos gener esta obra queexplica porque la nueva civilizacin de la democracia participativaser cualitativamente diferente al capitalismo actual, de hecho, tan di-ferente como, por ejemplo, una mariposa de un gusano. Pese a que la 33. ... a la segunda edicin ampliada 7mariposa y el gusano comparten un mismo genoma (nacen de de lasmismas races), evolucionan hacia sistemas de vida cualitativamentediferentes. Mientras uno se arrastra por la tierra, el otro vuela por losaires. Es decir, de los mismos orgenes pueden evolucionar sistemasde vida totalmente diferentes. Y este es el caso del capitalismo y de lademocracia participativa.Pero, si el animal da el salto cualitativo por medio de su predeter-minacin biolgica, qu es lo que generar el nuevo estado social enla humanidad? La respuesta es evidente: la praxis consciente del serhumano. Tal como el gusano desarrolla en su ciclo de vida las condi-ciones objetivas para el despegue de la mariposa, la sociedad capi-talista genera las condiciones objetivas para el despegue de la sociedadhumana hacia el socialismo de la nueva Era.Y qu es lo que le permitir volar a la nueva sociedad despusde arrastrarse por miles de aos a travs del valle terrenal de laslgrimas? Algo tan terrenal como la institucionalidad diferente. Lasalas de la nueva poca son las nuevas instituciones de la sociedadpostcapitalista que permitirn a la humanidad despegar del estadode la sociedad de clases para pasar a un estado de evolucin superior.El capitalismo como reino del gusano se sostiene sobre una econo-ma de mercado capitalista, un Estado al servicio de la elite econmica(clasista) y una democracia que excluye al ciudadano de las principalesdecisiones pblicas. En este entorno, el sujeto humano no es ms queun homunculus, una caricatura de lo que debera ser.La democracia participativa como reino de la mariposa, descan-sar sobre una economa de equivalencias democrticamente organi-zada, un Estado de las mayoras y una democracia directa en los asuntospblicos que son trascendentales para los ciudadanos. Esas tres insti-tuciones bsicas, que regularizarn la vida de la sociedad y del Estado,permitirn al ser humano encontrar su plena evolucin racional-crtica,tica y esttica.Ojala, que esta pequea aportacin le aligere la carga a la nuevavanguardia latinoamericana y que ayude a los pueblos a derrotar a lasfuerzas de la prehistoria. 34. Hugo Chvez, el Socialismo cristiano...9 1. Hugo Chvez,el Socialismo cristiano y el Socialismo del Siglo XXI 1.1 El Comandante, el Resucitado y la Vanguardia MundialC on un fuerte caonazo hacia el campo de las ideas, el PresidenteHugo Chvez sacudi el 27 de febrero del ao 2005 las buclicasdiscusiones de intelectuales y polticos sobre el futuro de la humanidad.Mencion lo inmencionable y pidi lo que no se debe pedir: un debate afondo, sin tabes ni exclusiones, destinado a buscar una alternativa para elgnero humano, ms all del capitalismo actual y de la socialdemocracia.Hugo Chvez se catapult a la vanguardia del debate mundial, al pro-clamar la necesidad de seguir alejndonos del capitalismo e inventar elsocialismo del siglo XXI. Caso seguido, el Comandante reforz su posicin,enfatizando que el socialismo en Venezuela sera de carcter democrticoy participativo, en concordancia con las ideas originales de Carlos Marxy Federico Engels.Toda posicin de vanguardia, sea en lo militar, lo poltico, lo artstico olo cientfico, se expone a la triple crtica de la incomprensin, de la inerciamental y de los intereses afectados. Y el pronunciamiento del ComandanteChvez no fue la excepcin a la regla. Transcurrido un mes, asegur en suprograma radiotelevisado Al Presidente que los opositores a su gobiernoarmaron un escndalo, cuando semanas antes dijo pblicamente que sugobierno es de corte socialista. Y en seguida especific su comentario ori-ginal: Yo soy socialista de la nueva era, del siglo XXI y estamos plantendoleal mundo revisar la tesis del socialismo cristiano. Si Cristo viviera aqu,fuera socialista, (el Libertador) Simn Bolvar iba directo al socialismo.Chvez, quien inicialmente defina el proceso que encabeza comorevolucionario, humanista y bolivariano, con el objetivo de desarrollaruna democracia participativa y protagnica del pueblo, determin desde 35. 10Captulo 1el referendo revocatorio del ao 2004 que la revolucin haba entrado enuna etapa antiimperialista y reiter ahora que quiere poner el tema delsocialismo en la agenda de la discusin, y no solo la discusin nacional.Defini que su gobierno es socialista pues pone lo social primero. El capi-talismo pone el capital primero. No, es al revs, lo social debe ir primero.El guante de seda tirado por el intrpido Comandante a los intelectuales,los polticos y los pueblos del mundo viene en el momento ms oportunode la coyuntura de la humanidad. Hay un ascenso de las lucha populares yun renacimiento de la razn crtica que requera un catalizador que enfocaralas energas de la humanidad hacia la sociedad postcapitalista. Y no habamuchos protagonistas cuyo llamado hubiera logrado encontrar eco a nivelmundial. Fidel Castro, por supuesto, con su inmensa autoridad moral hubie-ra podido convocar al nuevo vuelo del Icaro, pero la situacin de defensaestratgica en que se encuentra la isla no permite lanzar el grito de la nuevaliberacin anticapitalista de la humanidad.Noam Chomsky hubiera sido otro adalid posible de semejante desafoal status quo de la barbarie capitalista, pero el gran cientfico y ejemplotico labora fuertemente en otras vetas del porvenir humano. Quedabaentonces, solo Hugo Chvez con la capacidad moral, poltica y mediticade establecer la posicin de vanguardia que el desarrollo de la humanidadrequiere con urgencia. Y, por suerte, el Comandante no se neg a cargarcon la cruz de la vanguardia.La tarea es, por lo tanto, aclarar qu es el socialismo de la nueva eray en qu se diferencia de lo que era el socialismo realmente existente y,tambin, de lo que el Presidente llama el socialismo cristiano. Es decir, siel Nuevo Proyecto Histrico de Hugo Chvez se define como Socialismode la nueva Era, habr que entender sus coincidencias y diferencias conlos Proyectos Histricos de los prceres del pasado. Esta obra es un pe-queo aporte a dicha tarea.1.2 El socialismo cristiano y el socialismo cientficoToda teora de transformacin hacia una sociedad postcapitalista que sedesarrolle en concordancia con las ideas originales de Carlos Marx y 36. Hugo Chvez, el Socialismo cristiano...11Federico Engels, tiene que dar respuestas satisfactorias a los interrogantesy las incgnitas que emanan de los cuatro niveles existenciales del serhumano: el racional-crtico o cientfico, el esttico, el tico y el cotidiano.La referencia a Jess como un primer socialista es aplicable desde elplano tico de la praxis reformadora del Nazareno y de las convivenciassociales de las primeras comunidades cristianas, es decir, desde el tercery cuarto nivel de la existencia humana (antropolgica). Las primerascomunidades solan llamarse Ekklesa, tomando el trmino y la praxis delas asambleas populares del sistema poltico de Atenas que era la primerademocracia participativa en una sociedad de clase de Occidente, regidapor una combinacin de sistemas electorales y aleatorios (por sorteo);una democracia participativa que, sin embargo, no era universal, sino elitista,porque exclua a las mujeres, los metecos, esclavos y libertos. Segn elapstol Pablo, esas reuniones de la Ekklesa cristiana temprana eran anms democrticos que su ejemplo griego, porque no tenan restriccionesde admisin: No hay ms Judos o Griegos, esclavos o libres, hombres omujeres; porque todos son uno en Jesu Cristo.Este avance de democracia participativa real en la iglesia de las cata-cumbas, que despus se pierde con su conversin en Iglesia imperial, serepite en la praxis individual de Jess. La tica de la solidaridad, del respetoal otro, de la compasin con el pobre, el excluido, el discriminado y de laigualdad de derechos humanos y oportunidades prcticas de vida, que pre-dicaba y practicaba el Nazareno, fue, sin duda, un elemento progresista yantisistmico en el entorno represivo-tribal-machista de dominacin palestina-romana que sufran los habitantes de Palestina. Sin embargo, y como esobvio, la insumisin tica de Jess no era un evento novedoso ni singularen la sociedad global de entonces, tal como ilustran la rebelin de Prometeocontra la jerrquica sociedad clasista griega, y la apologa de la verdad yde la razn libre, de Scrates, quinientos aos antes del martirio de Jess.Tanto Jess como Prometeo y Scrates pagaron su audacia con lamuerte: el rebelde palestino clavado en la cruz de la pax romana; el insu-rrecto griego en las cadenas de la roca del tirano Zeus y el sabio Scratescondenado a morir por la copa de cicuta de sus verdugos. En el dilogode Prometeo con sus verdugos, expresado por la inmortal voz de Esquilo, 37. 12 Captulo 1queda plasmado su crimen y la razn de su castigo: la fuerza del amor alprjimo la que impuls al insurrecto griego hacia su autoasignada y titnicatarea de acabar con las injusticias de los poderes establecidos.Traspasaste la norma de justicia de los dioses (de las elites-H.D.),para dar beneficio a los mortales (a los pobres-H.D.), comenta el verdugola razn de la condena y del castigo a Prometeo. Y la Fuerza le resume alencadenado en forma imperativa la moraleja que debe aprender: Pagueesa culpa a los dioses: aprenda a someterse al dominio de Zeus y a noandar con intentos de amor a los hombres. Y le recitan la eterna advertenciade las clases dominantes y sus idelogos a las mayoras sometidas: nonace an quien haya de liberarte!.Con lucidez y coraje, el rebelde encadenado responde, explicandosu justa causa poltica: No bien Zeus se coloc en el trono paterno,hizo distribucin de dones a los dioses, dando a cada uno de su propiogalardn y dispuso en todo el mando. Pero de los mortales desdichadosni cuenta mnima hizo... antes bien tena el intento de aniquilar su raza yhacer brotar una nueva. Y ante esta tentativa nadie se enfrent: yo fui elnico. Yo tuve la osada, yo fui el que me opuse a que los mortales bajaranal Hades hechos trizas....Al igual que la praxis emancipadora de Prometeo y Scrates, la auto-asignada misin de Jess atentaba contra varios intereses vitales de laoligarqua juda y de la potencia de ocupacin romana. El Nazareno luchaba,entre otras cosas: a) en pos de una distribucin ms igualitaria de la riqueza;dado que se trataba de una economa agraria, la riqueza principal era latierra, es decir, una distribucin ms equitativa de la tierra implicaba unareforma agraria; b) a favor de una democratizacin de la economa que seencontraba en un setenta por ciento en manos de una casta de mercaderes,cambistas y altos clrigos, cuyo Wall Street era el Templo de Jerusaln,convertido por los vendedores de bueyes, ovejas y cambistas en unlugar de negocios, (Juan 2, 14, 16); c) en pro de la recuperacin de lasoberana nacional, oprimida por el imperio romano: Entonces los jefesde los sacerdotes y los fariseos reunieron el Consejo Supremo. Decan:Qu podemos hacer? Este hombre va multiplicando los milagros. Si lodejamos que siga, todos se van a entusiasmar con l, y luego intervendrn 38. Hugo Chvez, el Socialismo cristiano...13los romanos, que terminarn con nuestro Lugar Santo y nuestras liber-tades, es decir, nuestro Wall Street y nuestros privilegios. (Juan, 11,47,48).A la luz de estos objetivos de la praxis de Jess, su ejecucin era in-evitable.Si hoy da un activista social en Amrica Latina, digamos en Brasil,Bolivia, Colombia o Paraguay, se atreve a luchar consecuentementepor la reforma agraria; si va con ltigos a la Bolsa de Valores para sacar alos seoritos del capital financiero, anular las deudas de los ciudadanos y,eventualmente, repartir sus capitales entre el pueblo o si organiza un movi-miento nacional contra la penetracin Monroeista de Washington, es evi-dente qu futuro le espera. Y esto es tan lgico hoy da en Amrica Latina,como lo fue hace 2000 aos en Palestina o hace 2500 aos en Grecia. Detal manera que los destinos de Prometeo, Scrates, Jess, Emiliano Zapata,Jorge Elicer Gaitn, el arzobispo Arnulfo Romero, el cura Camilo Torres,el jesuita Ignacio Ellacura, el guerrillero Che Guevara, el ecologista ChicoMendes, y el activista de la paz Luiz Eduardo Guerra, siguen un mismoguin oculto escrito por los dueos de los pases y las vidas.Estos mrtires no quieren aceptar la frrea ley de la sociedad de clase:se enfrentan a las catstrofes ininterrumpidas infligidas por las elites a lospueblos, tratando de triunfar donde el ngel de la Historia siempre hasido derrotado. Walter Benjamn, otra vctima en esta interminable luchade los prceres, ha descrito esta tragedia en su Novena Tesis sobre laFilosofa de la Historia: Hay un cuadro de Klee (pintor alemn, H.D.)que se titula Angelus Novus. Se ve en l un ngel al parecer en el momentode alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desenca-jados, la boca abierta y las alas tendidas. El ngel de la historia debe detener ese aspecto. Su cara est vuelta hacia el pasado.En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos,l ve una catstrofe nica, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se lasarroja a sus pies. El ngel quisiera detenerse, despertar a los muertos yrecomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraso yse arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ngel no puede plegarlas.Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve 39. 14 Captulo 1las espaldas, mientras el cmulo de ruinas sube ante l hacia el cielo. Taltempestad es lo que llamamos progreso. (1)Este es el lugar sistemtico de Jess en la historia de la resistenciatica. Es parte de una tradicin social que es eterna: la rebelin. Y en estesentido s es relevante su ejemplo tico, plasmado tanto en discursos ysermones, como en la praxis cotidiana; es relevante entre mltiples otrasticas histricas, para la construccin de una sociedad ms justa que en laactualidad slo puede ser no-burguesa y no-capitalista. Sin embargo, nohay que perder de vista que la construccin de esta nueva sociedad noslo requiere de una tica y cotidianeidad adecuada, sino tambin de unateora racional-crtica adecuada. Y este es justamente el punto, donde lacontribucin formativa de la rebelda histrica comienza a desvanecerseen el horizonte del pretrito y tiene que iniciar la reflexin colectiva esttica,tica y, sobre todo, cientfica de la edad moderna.El drama de la rebelin de Jess se realiza en las condiciones objetivasde una economa pastoril, mercantil, artesanal y agraria que vive al ritmode la naturaleza; en un pequeo pas con escasa densidad demogrfica;con una sociedad marcadamente patriarcal, autoritaria y rural, organizadaen torno a estructuras familiares de tres generaciones y clanes; con unanalfabetismo casi absoluto; un Estado tribal-teocrtico y con relacionesde produccin que incluyen la esclavitud y los trabajos forzados, pero ca-recen de clases medias-profesionales. Los datos de ese drama se transmitenen una gran narrativa oral durante siglos, hasta que finalmente encuentransu forma primaria documental en la Biblia, con posterior reelaboracin einterpretacin interesada a travs de la teologa de la iglesia imperial catlicaromana, constituida por Constantino en el siglo IV.Este entorno social, poltico, cultural, militar y econmico, totalmentediferente a las complejas y gigantescas sociedades industriales contem-porneas, hace que las lecciones del judeo-cristianismo originario para laconstruccin de la sociedad futura sean limitadas. Ms all de la dimensintica del Nazareno, que en algunos aspectos tiene aplicabilidad universal,y ms all de la metafsica y teologa judea-cristiana, que debe ser, como1. Walter Benjamin, Geschichtsphilosophische Thesen und Briefe, edition archiv in memoriam1995, Liechtenstein, Postfach 13890. 40. Hugo Chvez, el Socialismo cristiano...15toda metafsica religiosa y teologa, un asunto privado de los ciudadanosdel siglo XXI y como tal, es inherentemente incapaz de servir como pres-cripcin normativa generalizada las lecciones prcticas del movimientosocial de Jess para la construccin de las instituciones de la democraciaparticipativa del siglo XXI, son reducidas.Tomemos, por ejemplo, la economa. Las sociedades avanzadas tieneneconomas basadas en modernas industrias y servicios, con una aportacinescasa del sector primario al Producto Interno Bruto (PIB) y una poblacineconmicamente activa absolutamente reducida en ese sector: en EstadosUnidos, por ejemplo, apenas el 2.3 por ciento. El ritmo de vida est deter-minado por las urbes, el trabajo no-agrario y, sobre todo, las leyes de laacumulacin de capital y de la forma de valor. Es decir, la semejanza entrela economa palestina de hace dos milenios tiene tanto que ver con la ac-tual, como un barco de guerra romano con un portaviones nuclear.Donde la Biblia se refiere a la economa de su tiempo, en algunas partesetnogrficas, aporta algunas ideas econmicas bsicas, como la de la insti-tucin del jubileo. En el Viejo Testamento, el Libro del Levtico y en el delprofeta Isaas se relata el mecanismo de desendeudamiento y liberacin(Jubileo) de la siguiente manera ...Declarars santo el ao cincuenta yproclamars la liberacin de todos los habitantes de la tierra. Ser paraustedes un ao de jubileo. Los que haban tenido que empear su propie-dad, la recobrarn. Los esclavos regresarn a su familia. Este ao cincuentaser un ao de jubileo (Lev. 25, 10-12).Estos preceptos, que segn Juan Pablo II nunca llegaron ms all deser una expectativa ideal, son comparables a las de otras culturas antiguas,como, por ejemplo, el viejo proverbio chino que dice que ms vale enseara pescar que regalar el pescado. La moraleja del ensear a pescar espedaggica. Si se le agrega el aspecto de pescar con redes, podra inter-pretarse en trminos econmicos, en el sentido de que si se quiere aumentarel nivel de produccin econmica y de vida de los consumidores, entonceses necesario invertir en bienes de capital.Sin embargo, ms all de esas analogas y verdades de sentido comn,la Biblia no aporta conocimiento prctico para crear una economa msjusta en el siglo XXI. Conforme al pensamiento metafsico de su tiempo, 41. 16 Captulo 1Jess resuelve los problemas econmicos por va de la fe. En la primeramultiplicacin de los panes, cuando estaba reunido con cinco mil seguidoresy tena solo cinco panes y dos pescados, tom los cinco panes y los dospescados y, levantando los ojos al cielo, pronunci la bendicin, parti lospanes y los iba dando a los discpulos para que se los distribuyeran.Asimismo, reparti los dos pescados entre todos. Comieron todos hastasaciarse, y se recogieron doce canastas llenos de pedazos de pan y lassobras de los peces. (Marcos 6, 34).Cuando, en las bodas de Can hubo escasez de vino, Jess mandllenar seis jarrones de piedra, de los que sirven para los ritos de la purifica-cin de los judos, de unos cien litros de capacidad cada una y, en sealmilagrosa, convirti los seiscientos litros de agua en vino. (Juan 2,1).En crculos no-integristas del cristianismo se han interpretado estospasajes como metforas cuya moraleja consiste en el deber moral de re-partir equitativamente entre los ciudadanos los escasos bienes y serviciosdisponibles. En trminos de la ciencia econmica se tratara, por lo tanto,de la tica de un Estado de bienestar en la esfera de la redistribucinnacional e internacional y, como tal, es, por supuesto, una actitud vlida enel da de hoy. En el integrismo cristiano, en cambio, se interpreta como unmilagro de produccin y como tal su valor de enseanza para la economacontempornea es cero. En el campo de la economa actual, solo la cienciay la tecnologa correspondiente pueden hacer ese tipo de milagros pro-ductivos, resolviendo los problemas de desabasto mediante el conocimientocientfico, la tecnologa adecuada, el trabajo y las formas de propiedadindicadas.La diferencia entre los milagros productivos de la Biblia y los de laciencia pueden ilustrarse con el ejemplo de la caminata de Jess sobre elagua. Para los cristianos es un acto de fe que el Nazareno pudo caminarsobre el agua del lago. Para la razn crtica, un ser humano slo puederealizar tal hecho, cuando las condiciones objetivas se lo permitan. Eneste caso, que se cambie el estado lquido del agua en un estado slido,por ejemplo, mediante su conversin en hielo. Lo mismo vale para el viejosueo del ser humano de poder volar. Slo cuando la ciencia ha generadolas condiciones objetivas para este tipo de locomocin area, mediante la 42. Hugo Chvez, el Socialismo cristiano...17construccin de un avin adecuado, el homo sapiens puede realizar susueo. Este segundo mtodo es, obvio, el nico capaz de construir adecuada-mente en su dimensin racional-institucional la compleja sociedadequitativa del siglo XXI.1.3 Hugo Chvez, Simn Rodrguez y Napolen BonaparteHugo Chvez se ha puesto a la cabeza de la Revolucin Mundial al definircomo una necesidad terica-prctica mundial la invencin del socialismodel siglo XXI, es decir un socialismo ambientado al nuevo siglo. Al mismotiempo, este pronunciamiento implica que el Presidente venezolanotrascienda el Proyecto Histrico del Libertador Simn Bolvar y que seacerca al Proyecto Histrico mundial de su maestro, Simn Rodrguez.El carcter de clase del proyecto de Simn Bolvar reflejaba la progra-mtica ms avanzada de la burguesa europea progresista, proyectadacon un alcance subcontinental americano y configurada, como destacabaAndrs Bello en su momento y como deca el Partido Comunista Colom-biano en 1980, con las esencias de la Amrica en marcha. Se trataba dela liberacin anticolonial de Amrica Latina y del Caribe y la integracinde sus fragmentos liberados en una gran repblica progresista, orientadasobre las instituciones de la Europa ilustrada.Era el programa de lucha de la vanguardia independentista latino-americana, tal como se haba cristalizado en La proclamacin de lospueblos del continente colombiano. Alas Hispano-Amrica, de Franciscode Miranda, en el Discurso de Angostura de Simn Bolvar, en lasproclamaciones y decretos del impecable republicano Antonio Jos deSucre en el Alto Per, en la declaracin de independencia del Uruguay yen tantos otros documentos fundacionales de la nueva Repblica que des-pus de tres lustros de lucha sangrienta naciera finalmente en El da deAmrica, en Ayacucho (Eugenio Maria de Hostos).Simn Rodrguez comparta ese proyecto de transicin regional-anticolonial, encabezado por los dos grandes capitanes de la Amricamorena, la conciencia impasible que se llam San Martn y la fantasa 43. 18Captulo 1fascinadora que se llam Bolvar (E.M. de Hostos), pero le agregabauna dimensin universal y estratgica: la liberacin de la humanidad a travsdel socialismo.El proyecto burgus regional era el nico posible en su momento, porquelas condiciones objetivas no permitan otro tipo de sociedad avanzada,mientras que el proyecto socialista era en s utpico, por ser irrealizable.Hoy da, las dos dimensiones coinciden en el Nuevo Proyecto Histrico(NPH) del Bloque Regional de Poder Latinoamericano (BRPL) y del Socia-lismo del Siglo XXI.Realidad virtual estratgica y realidad presente como status quo ypotencial de desarrollo, coinciden. Doscientos aos despus de Don SimnRodrguez, el ngel de la historia, el Angelus Novus, finalmente logra plegarsus alas para detenerse ante la tragedia de la humanidad e intervenir enremedio de las vctimas de la civilizacin del capital y, en particular, delpequeo gnero humano latinoamericano.En esta gran escenografa histrica, Hugo Chvez no slo trasciende elalcance geopoltico de la praxis de liberacin de Simn Bolvar, AmricaLatina y el Caribe, sino acta, objetivamente a semejanza de NapolenBonaparte, si bien en un proyecto de clase diferente y con otros medios.Bonaparte era el gerente del espritu mundial deca el genio filosfico deG.W.F. Hegel. Pero en su lenguaje teologizante, espritu mundial era uncdigo para burguesa mundial y en este sentido, el francs no era msque el Comandante en Jefe de los intereses conjuntos de las nacientesburguesas del mundo.Bonaparte figuraba como la espada regional de la burguesa francesaen el centro de poder del sistema mundial de su tiempo, Europa Central.Fue por ese entorno que el General trascendi el papel nacional-regionalfrancs-europeo, para convertirse en espada de la burguesa mundial ensu lucha global contra todos los sistemas de produccin y relaciones socia-les precapitalistas.Chvez ha sido, hasta ahora, la espada regional de la liberacin anti-monroeista de la Amrica Meridional. Pero, con su pronunciamiento afavor de la construccin del socialismo del siglo XXI o de la nueva Era,su Nuevo Proyecto Histrico asume la dimensin del de Simn Rodrguez, 44. Hugo Chvez, el Socialismo cristiano...19de la liberacin de la humanidad desde la perspectiva de una sociedad sinclases, es decir, de una democracia real-participativa postcapitalista. Elespritu mundial deja de ser, por lo tanto, burgus y en una hermosaaurora se convierte en sujeto autodeterminado de la sociedad postburguesa.1.4 Hugo Chvez y Karl MarxDentro del sangriento caos de la disolucin feudal nacieron los jacobinosfranceses. Y mientras cortaron las cabezas de la nobleza con el inventohumanizador del Doctor Guillotine, le pusieron una cabeza propia almovimiento antiglobalizador-feudal de su tiempo. Esta cabeza no tenados caras como el antiguo Dios romano Jano, sino tres: Libertad, Frater-nidad, Igualdad. De esta manera sali de las tinieblas del gnesis un solorientador que se convirti en centro de gravedad del nuevo orden socialburgus; que reorganizaba todos los elementos del antiguo rgimen y loselementos emergentes en una nueva civilizacin: la democracia burguesa-capitalista. Napolen fue su primer ejecutor.Apenas sesenta aos despus, los excluidos del nuevo orden burgusencargaron a Karl Marx y Friedrich Engels la elaboracin de una nuevateora para la humanidad que fuera capaz de iluminar el camino hacia unasociedad sin oprimidos, ni opresores. Naci el nuevo sol de la emancipa-cin, el Manifiesto Comunista, la cabeza terica de un torso de miles demillones que sin los ojos de la razn (Hegel), la teora cientfica-crtica,no tenan esperanzas de subvertir e invertir al perverso mundo del capital.Lenin fue su primer ejecutor.Con la muerte de Lenin, el sol de Marx y Engels entr tempranamenteal atardecer. Con Stalin se apag y sus sucesores no supieron encontrar elnuevo camino en la oscuridad. Sin los ojos de la razn, los lderes de laUnin Sovitica erraron el camino. La grandiosa obra, hecha con el esfuerzosobrehumano de un grandioso pueblo, colaps ignominiosamente. La huma-nidad oprimida volvi a ser torso, sin cabeza terica ni prctica para laofensiva final.La larga noche de la teora revolucionaria antiburguesa dur tres lustroshasta que el revolucionario Hugo Chvez la rehabilit pblicamente y le 45. 20 Captulo 1devolvi su status emancipador, no slo en defensa de la humanidad, sinoen pro de su liberacin definitiva. Es en ese sentido que se justifica lafrase, La Revolucin Mundial pasa por Hugo Chvez.1.5 Al Socialismo del siglo XXI,con la ayuda del Espritu MundialEn una audaz operacin de comando, Hugo Chvez estableci el 27 defebrero del 2005 su cabeza de playa de vanguardia mundial en el campode batalla ideolgica con la burguesa, al proclamar la necesidad deinventar el socialismo del siglo XXI y seguir alejndonos del capitalismo.Caso seguido, el Comandante consolid la posicin con dos divisionesde blindados indestructibles, cuando enfatiz que el socialismo en Venezuelasera de carcter democrtico y participativo, en concordancia con lasideas originales de Carlos Marx y Federico Engels.La convocatoria democrtica y abierta a la invencin es acertada,porque la Nueva Filosofa de la Praxis (NFP) de los oprimidos requierela concurrencia de los mejores esfuerzos de la humanidad; dado que setrata de nada menos que la misin de construir un Nuevo Proyecto Histrico(NPH) para la liberacin de la humanidad. En su ncleo cognitivo (racional)ese NPH tiene que resolver tres complejas dimensiones estratgicas de laevolucin humana: la cientfica-crtica, la tica y la esttica.Lamentablemente no hay ningn Karl Marx o Friedrich Engels a lavista, quienes tuvieron la genialidad de concebir en apenas tres meses laruta crtica hacia la sociedad postcapitalista, plasmada en el ManifiestoComunista (1847). Tampoco se vislumbra a un Albert Einstein, quien enel mismo lapso de tiempo sent las bases del mundo postnewtoniano(1905) con la teora cuntica y la teora de la relatividad.Al carecer de estos pensadores extraordinarios que en tiempo de gestinrecord resolvieron incgnitas fundamentales de una realidad virtual elperfil de un futuro antisistmico que el resto de los cientficos ni siquierahaba planteado, nosotros, los mortales, tenemos que echar mano del Esp-ritu Mundial. No estamos hablando, por supuesto, de uno