de la poesía y sus alcances

18
1 De la poesía y sus alcances. Por: Lala Urbina. Afirmar que la poesía está al servicio de los hombres sería incorrecto. De igual manera, enunciar que somos los hombres quienes estamos al servicio de la poesía no se encuentra exento de error: somos recíprocos, nos encontramos en un círculo continuo donde lo uno es inherente a lo otro. Por lo mismo, puede establecerse que la poesía o generalizando más, cualquier manifestación artística-, es parte de la naturaleza, en tanto que está sometida al ser humano y éste es parte de lo natural. Cabe aclarar, ciertamente, que la naturaleza sólo es arte en tanto el hombre le otorgue dicha connotación. Además de ser natural”, el arte se vuelve social ergo político. La consciencia del ser particular (resultado de la individualización del hombre) hizo aflorar la noción de política. Forzosamente, se necesita un sistema de bienestar colectivo, donde pueda respetarse un cierto orden social. Desde “Homo sum, humani nihil a me alienum puto1 , el ser humano queda impregnado de un insistente sentimiento de comunidad, de comunión (plenaria) 2 . Sí, existe la individualidad, pero sólo dentro de una colectividad: La acción artística, sea teatro, danza, pintura o poesía, aunque sea producto del ideal subjetivo, sólo existe como consecuencia de una situación objetiva. Entonces, inevitablemente, en toda sociedad bullirán los poetas. Clandestinos o públicos, plasmarán los sentires y pensamientos de una individualidad y/o una colectividad específica en un determinado tiempo y espacio. Sin embargo, pese a que todo artista “es hijo de su tiempo” 3 , no puede generalizarse la intención creativa debido a que no todos los creadores harán arte buscando un mismo fin. Partiendo de esta ambigüedad de objetivos 1 Hombre soy, nada humano me es ajeno. 2 Comunión plenaria, poema de Oliverio Girondo en Persuasión de los días, 1942. 3 Wassily Kandinsky, De lo espiritual en el Arte, 1911.

Upload: sixtocastrosantillan

Post on 10-Dec-2015

222 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

EnsayoAutor: Laura Urbina.

TRANSCRIPT

Page 1: De la Poesía y sus alcances

1

De la poesía y sus alcances.

Por: Lala Urbina.

Afirmar que la poesía está al servicio de los hombres sería incorrecto. De igual

manera, enunciar que somos los hombres quienes estamos al servicio de la

poesía no se encuentra exento de error: somos recíprocos, nos encontramos en

un círculo continuo donde lo uno es inherente a lo otro.

Por lo mismo, puede establecerse que la poesía –o generalizando más,

cualquier manifestación artística-, es parte de la naturaleza, en tanto que está

sometida al ser humano y éste es parte de lo natural. Cabe aclarar, ciertamente,

que la naturaleza sólo es arte en tanto el hombre le otorgue dicha connotación.

Además de ser “natural”, el arte se vuelve social ergo político. La

consciencia del ser particular (resultado de la individualización del hombre) hizo

aflorar la noción de política. Forzosamente, se necesita un sistema de bienestar

colectivo, donde pueda respetarse un cierto orden social. Desde “Homo sum,

humani nihil a me alienum puto”1, el ser humano queda impregnado de un

insistente sentimiento de comunidad, de comunión (plenaria)2. Sí, existe la

individualidad, pero sólo dentro de una colectividad: La acción artística, sea

teatro, danza, pintura o poesía, aunque sea producto del ideal subjetivo, sólo

existe como consecuencia de una situación objetiva.

Entonces, inevitablemente, en toda sociedad bullirán los poetas.

Clandestinos o públicos, plasmarán los sentires y pensamientos de una

individualidad y/o una colectividad específica en un determinado tiempo y

espacio. Sin embargo, pese a que todo artista “es hijo de su tiempo”3, no puede

generalizarse la intención creativa debido a que no todos los creadores harán

arte buscando un mismo fin. Partiendo de esta ambigüedad de objetivos

1 Hombre soy, nada humano me es ajeno.

2 Comunión plenaria, poema de Oliverio Girondo en Persuasión de los días, 1942.

3 Wassily Kandinsky, De lo espiritual en el Arte, 1911.

Page 2: De la Poesía y sus alcances

2

respecto a la creación artística, es difícil determinar con exactitud alguna función

particular del arte –o bien, de la poesía- en la sociedad.

Puede afirmarse que el arte no es estático, sino que evoluciona respecto

a su utilidad. Sufre diversas transformaciones a lo largo del tiempo, y por lo

mismo, no queda satisfecho con un concepto definitivo que lo enmarque. En

palabras de Michel Butor: “Los géneros están condenados a cambiar. Siempre

han cambiado y continuarán cambiando. Porque están ligados a un estado de la

sociedad. Y la sociedad cambia. Naturalmente, la relación entre las imágenes y

las palabras cambian".

Asimismo, ocurre lo mismo con la poesía; carece de alguna definición

concreta, ya que entintarla en un significado de diccionario mutilaría

irremediablemente su esencia. Un humorista español definió la poesía como

aquello que quedaba fuera una vez que terminábamos de definir poesía; y

efectivamente, tiene tantas acepciones y enfoques, que nunca faltarán las

contradicciones y contra-argumentaciones que crean haberla descrito a la

perfección.

Más la incertidumbre no radica únicamente en el concepto de „poesía‟,

sino también en el creador mismo. No existen reglas o manuales estrictos que

distingan a un mal poeta de uno sublime; siempre que logren ser reconocidos

socialmente, su trascendencia quedará garantizada. Es entonces que para un

poeta, no existe la muerte.

Con todo, podría decirse que este es el fin de toda manifestación artística:

sobrevivir al tiempo. Después de todo, el hombre tiene la manía (in)consciente

de gritar su huella en el mundo, haciendo su existencia efímera lo más

perdurable que pueda.

Por ello, la poesía no puede ser igual a la fugacidad; por el contrario,

tendría una relación más estrecha con los conceptos de memoria y experiencia.

No en vano, Hegel afirma: “Es aquí, en la poesía, donde el genio, para producir

algo maduro, sustancial y perfecto debe haberse formado en la experiencia de la

Page 3: De la Poesía y sus alcances

3

vida y por la reflexión”4. Sobre esta cuestión, Rilke plantea un listado de aquello

que es necesario “para escribir un solo verso”:

“Para escribir un solo verso, es necesario haber visto muchas

ciudades, hombres y cosas; hace falta conocer a los animales,

hay que sentir cómo vuelan los pájaros y saber qué movimiento

hacen las pequeñas flores al abrirse por la mañana. […] Es

necesario tener recuerdos de muchas noches de amor, en las

que ninguna se parece a la otra, [...] Y tampoco basta tener

recuerdos. Es necesario saber olvidarlos cuando son muchos, y

hay que tener la paciencia de esperar que vuelvan. Pues, los

recuerdos mismos, no son aún esto. Hasta que no se convierten

en nosotros, sangre, mirada, gesto, cuando ya no tienen nombre

y no se les distingue de nosotros mismos, hasta entonces no

puede suceder que en una hora muy rara, del centro de ellos se

eleve la primera palabra de un verso…”

Rainer Maria Rilke, Los cuadernos de Malte Laurids Brigg (1910)

De esta manera, la experiencia se vuelve imprescindible en la formación

de cualquier poeta. Decir que “el trabajo creador tiene al poeta en su raíz, siendo

que es la voz quien habla a través de la memoria”5 no es inexacto; más no por

acumular recuerdos quedará el poema listo. Se requiere, en mayor grado, de la

imaginación. Gracias a ella, los poetas adquieren la capacidad para transformar

vivencias pasadas o sentires actuales en verso o en prosa. El detonante poético

no importa, mientras el escritor tenga la paciencia para esculpir la idea que

desee representar.

La escritura es un proceso largo, trabajoso. La idea misma no basta si no

existe la paciencia para desarrollarla; los recuerdos pasados, las vivencias

presentes, pierden toda validez si el escritor (en este caso, el poeta) no tiene la

4 Georg Hegel, De lo bello y sus formas, 1835.

5 Patricia Villegas Aguilar, Memoria y Escritura. “Los trabajos del poeta” de Octavio Paz,

dentro de Poesía y Memoria, 2007.

Page 4: De la Poesía y sus alcances

4

capacidad para bruñir su propio pensamiento. No se trata únicamente de

representar una u otra realidad, sino de imaginar. Después de todo, “lo que nos

place no es imitar, sino crear”6.

Cabe acotar que bajo el velo de cualquier discurso, engendrar y justificar

una idea es sencillo. Puede concebirse un poema acerca de cualquier tema y

retratarse con un lenguaje poco propio de la poesía, pero mientras tenga una

excusa válida, el público aceptará un arte realizado a medias, donde la

justificación importe más que el poema mismo.

Desgraciadamente, esto ocurre con mayor frecuencia de la esperada.

Situándome en un contexto que refiere al México actual, puedo suponer que la

poesía está desgastada, cansada y somnolienta. Y no sólo ocurre con la poesía,

sino con todas las artes. Excusándose en una maraña de conceptos

rimbombantes, los artistas contemporáneos buscan representar nociones vagas

que, bien justificadas, se vuelven arte.

“La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio

cubriendo un paisaje devastado por el insomnio”. Por lo tanto, mi objetivo, más

que desentrañar la utilidad poética en un entorno general, radica en esclarecer la

función social que pueda tener en un país como el México actual.

Delimitaciones y elementos:

La poesía en sí misma no es nada; luego de insertarse en un contexto histórico-

social, requiere necesariamente de un detonante, un creador y un lenguaje en el

que pueda ser plasmada.

En diversas ocasiones, el detonante de la creación poética obedece a un

instante de inspiración, o bien, a uno de racionalización. Empero, esto no

6 Georg Hegel, De lo bello y sus formas, 1835.

Page 5: De la Poesía y sus alcances

5

determina la calidad poética, aunque el escrito florecerá con mayor facilidad

(aparente) en un lapso de inspiración, a diferencia de uno de racionalización.

En el primer caso, sea la causa por “duende”, “ángel” o “musa”7, el

creador tendrá siempre la sensación de estar en contacto con un ser externo a

él, con un ente que, o bien se sitúa a su mismo nivel (duende), por encima de su

cabeza (ángel) o en un eco vacilante y cansado (musa), dicha criatura estará en

todos los casos, fuera de sí. Por ello, al ser el detonante un rumor exterior al

mismo poeta, éste queda obligado a entintar la idea antes de que ésta huya

burlona. Julio Cortázar describió esta impresión declarando que él se sentía

como un médium en trance, el paso entre la idea y la palabra. Otro ejemplo: “La

poesía, según la tesis platónica, se origina de un poder irracional que invade al

individuo y lo convierte por momentos en el instrumento de una voluntad

extraña”8.

Por otro lado, el instante de racionalización puede extenderse hasta

límites insospechados. Superficialmente, puede confundirse el forzar una idea a

germinar antes de tiempo con un refinamiento del escrito. Éste último será

siempre necesario, sea por inspiración o por racionalización que se empiece un

texto, ya que todo creador pulirá, retocará y condimentará su escrito hasta

sentirse medianamente satisfecho con su producto.

“Con frecuencia los estetas han especulado sobre la presunta

posibilidad de un arte ideal, nacido en la mente del artista y

maduro y logrado antes de su realización intrínseca y material.

No creo, ni me presto a creer en opiniones semejantes, pues

nadie podría aportar pruebas de su veracidad. Quien quiera que

haya tenido la menor familiaridad con la producción artística,

sabe la enorme distancia que separa al embrión formal, al

momento auroral, a la imagen plástica, musical, poética, de su

verdadera realización”.

7 Federico García Lorca, Teoría y juego del duende, 1933.

8 Samuel Ramos, Filosofía de la vida artística, 1955.

Page 6: De la Poesía y sus alcances

6

Gilo Dorfles, El devenir de las artes (1963)

Retomando la acción racionalizadora, puede hallarse un claro ejemplo en

la historia de las Vanguardias latinoamericanas y haciendo especial énfasis en el

México de los años 50‟s. Es en esta época donde surgió el Poeticismo. Destacan

caras y nombres tales como Enrique González Rojo, Marco Antonio Montes de

Oca o Eduardo Lizalde, todos ellos resaltados por su afición a crear poesía a

partir de la lógica (aunque más tarde sus textos tomaran otro rumbo).

“Entrevimos la lógica de la poesía, la vislumbramos, y no volvimos a trabajar

sobre ello”, en palabras de González Rojo. Sin embargo, estos incentivos son

simplemente la manera en la que el creador empezará la obra.

Con anterioridad, me refería a los elementos necesarios en un poema

ubicándolos como el contexto histórico y social, el detonante, la persona

creadora y el lenguaje. Si bien el poema puede existir con los demás

componentes, la forma expositiva en la que el autor presente su creación será

de vital importancia. No para el poeta, sino para el poema. La elección del

lenguaje va más allá del verso o la prosa, ya que la decantación de la palabra

será, en mayor o menor medida, la trascendencia del autor en la memoria

colectiva.

“Cuando se dice que un poeta busca su lenguaje, no quiere

decirse que ande por bibliotecas o mercados recogiendo giros

antiguos y nuevos, sino que, indeciso, vacila entre las palabras

que realmente le pertenecen, que están en él desde el principio

[…] Cuando un poeta encuentra su palabra, la reconoce: ya

estaba en él. Y él ya estaba en ella. La palabra del poeta se

confunde con su ser mismo. Él es su palabra”.

Octavio Paz, El arco y la lira (1923)

Como bien aclara Octavio Paz, poeta y lenguaje son uno mismo. Por ello,

no existen las traducciones, ya que alterar una sola palabra en el poema daña

toda la estructura del mismo. Para trasladar un escrito poético de un idioma a

Page 7: De la Poesía y sus alcances

7

otro, es necesaria una reinterpretación y una recreación total que busquen

deformar lo menos posible la esencia poética.

Por ejemplo, no es lo mismo transformar “Prefiro rosas, meu amor, à

patria”9 en “A la patria, amor mío, rosas prefiero” o en “Prefiero rosas, amor mío,

a la patria”. Con cada versión, el poema modificado adquiere una fuerza

diferente, más allá de las preferencias individuales. La reinterpretación del

traductor hacia el poema es lo que determinará el carácter del escrito cambiado.

La literatura –y sobre todo la poesía-, es peligrosa en lo que a traducciones se

refiere.

¿Función?:

Esbozar la utilidad poética lleva consigo desorden, confusión y enredo. Y es que

referirse a la función “útil” que pueda tener la poesía, antes de particularizar,

remite a explicar la utilidad que pueda tener el arte en la sociedad.

Si bien refleja una temporalidad espacial específica, “debe comunicar una

verdad, una objetividad que no es accesible al lenguaje ordinario y la experiencia

ordinaria”, en palabras de Herbert Marcuse10. Sin embargo, ante todo, debe

servir a la “protección de la sociedad”11. Retrato de lo anterior, puede observarse

en cualquier recuento histórico del arte: al principio, lleva una connotación

mágico-religiosa, que al asegurar la supervivencia colectiva, ignora el

individualismo.

Después, se pierde la magia y permanece la religión. Entonces, influye en

los buenos y malos espíritus de la comunidad. Para esto, cabe mencionar que

tampoco en este momento existe una exaltación a la subjetividad.

9 Ricardo Reis (heterónimo de Fernando Pessoa), Prefiro rosas, meu amor, à Patria, 1916.

10 Texto presente en Ensayo sobre la liberación, 1969.

11 Arnold Hauser, Introducción a la historia del arte, 1961.

Page 8: De la Poesía y sus alcances

8

Luego, se transforma en el medio necesario para glorificar a los

gobernantes. Entonces, una vez descubierto esto, la colectividad pasa a

segundo término, logrando una privatización, una apropiación de la cultura.

“Pero aún entonces, también el arte cumple todavía importantes funciones

sociales al convertirse en expresión del poder y del ocio ostentativo”12.

Entonces, desde un enfoque histórico, el arte es protección y cultura. Pero

en esencia ¿A qué se refiere el arte?

Picasso, a propósito de lo mismo, enuncia que:

“Todos sabemos que el arte no es verdad. Es una mentira que

nos hace ver la verdad, al menos aquella que nos es dado

comprender. El artista debe saber el modo de convencer a los

demás de la verdad de sus mentiras”. 13

Pero yo discrepo. Si la “mentira” del artista fuera su realidad, su visión

subjetiva y su percepción única del mundo, entonces toda manifestación humana

sería, igualmente, una mentira.

Y Guillaume Apollinaire manifiesta que, más que protección o

mentira:

“Los poetas y los grandes artistas tienen como función social

renovar sin cesar el aspecto que adquiere la naturaleza a ojos

de los hombres. Sin los poetas, sin los artistas, los hombres se

hastiarían pronto de la monotonía de la naturaleza. La idea

sublime del universo se desplomaría vertiginosamente”.14

Y es este renovar constante es, de alguna manera, una opinión

12 Th. Veblen, The Theory of the Leisure Class, 1899.

13 Pablo Picasso, Declaraciones hechas a Marius Zayas en 1923.

14 Guillaume Apollinaire, Les peintres cubistes, 1967.

Page 9: De la Poesía y sus alcances

9

compartida entre distintos literatos, sean poetas o novelistas, desde simbolistas

franceses hasta románticos ingleses.

Los escritores enaltecen al poeta, al literato. Por un lado, es engrandecido

y honrado como un ser divino, diciendo que “El poeta es un pequeño Dios”15.

Incluso, se le llega a retratar como un “Prometeo” moderno, como el “ladrón del

fuego eterno”16 que ha llegado a curarnos de la ignorancia sorda, iluminándonos

con el conocimiento necesario que faltaba en la sociedad.

“El poeta se convierte en vidente en virtud de un largo, inmenso

y razonado trastorno de todos sus sentidos. […] Inefable tortura

para la que el poeta necesita de toda la fe, de toda la fuerza

sobrehumana; de ahí que se convierta, entre todos los otros

hombres, en el gran enfermo, en el gran criminal, en el gran

maldito…, ¡pero también en el sabio supremo! Puesto que ha

cultivado su alma ya de suyo más rica que la de ninguno!”

Arthur Rimbaud, Carta a Paul Demeny (15 de mayo, 1871)

Pero el egocentrismo ciega; los literatos se olvidan de los méritos que

tienen los científicos, los filósofos, los políticos. Todos tienen un peso

fundamental en la sociedad, todos contribuyen a su avance. Pero pensar en uno

mismo es humano; proyectarse como el hombre en la cúspide que proponía

Kandinsky en De lo espiritual en el arte es perfectamente entendible. Aunque por

supuesto, hay opiniones contrapuestas.

“Si la poesía es una forma de “comunicación”, lo que se

comunica es el poema mismo y sólo incidentalmente la

experiencia y el pensamiento que se han vertido en él. El poema

tiene una existencia que está entre el poeta y el lector. […]

Aparte de la variedad de funciones que los poetas han asignado

a su arte, con más o menos éxito, con designios de instrucción o

15 Vicente Huidobro, El Espejo de Agua, 1916.

16

Page 10: De la Poesía y sus alcances

10

de persuasión, no hay duda de que todo poeta desea dar placer,

entretener y divertir a la gente…”

Thomas. S. Eliot. Función social de la poesía y función de la

crítica (1955)

Por lo tanto, tratándose la poesía de una forma de comunicación

“incidental”, queda limitada y prostituida como mero entretenimiento. Pero

tratando a los poetas como ladrones del fuego eterno, profetas y videntes, la

poesía queda enaltecida al grado de opacar a los demás elementos que vuelven

a una sociedad funcional.

Me parece que se trata de encontrar un equilibrio en donde la poesía no

quede al margen de la sociedad, escondida entre las palabras que no quisieron

brotar, y donde no se desprecie en primer lugar, a las demás artes; en segundo

a las otras disciplinas sociales. Y quién pudiera negar lo celoso que es el arte.

La literatura no es inútil. No debe olvidarse la época post-revolucionaria en

México, donde los intelectuales (literatos, naturalmente), influenciaron a toda una

generación. La generación del Ateneo de la Juventud se destaca especialmente

por haber ligado de manera tan íntima la literatura con la política de México.

No es secreto que José Vasconcelos, Martín Luis Huzmán o Alfonso

Reyes tuvieran una importancia decisiva. Inclusive el mismo Pedro Henríquez

Ureña no se queda atrás (por algo le decían “Sócrates”). Por ejemplo, Alfonso

Reyes escribe en 1941 Pasado inmediato y otros ensayos, en que se sustenta,

bajo el aspecto cultural, el México del siglo XX.

Es necesario recalcar que, tratándose de causas que orillen al escritor a la

pluma, hay muchas. Afortunada y/o desgraciadamente, todas están condenadas

al mismo principio de de visión subjetiva contaminada, teñida de objetividad.

Por ello, no considero que sea acertado afirmar que:

“Es un poema en el que cada parte constitutiva, y todo conjunto,

muestra un hecho nuevo, independiente del mundo externo,

Page 11: De la Poesía y sus alcances

11

desligado de cualquiera otra realidad que no sea la propia , pues

toma su puesto en el mundo como un feómeno singular, aparte y

distinto de los demás fenómenos”

Vicente Huidobro, El Creacionismo, (1970)

Apoyándome en Samuel Ramos, afirmo que toda manifestación de

cualquier visión individual surge como fruto de una realidad social. Es por esto

que no existe una subjetividad plena. Como entes sociales, no podemos

deslindarnos del aspecto colectivo que nos enmarca. De igual manera, tampoco

hay una objetividad pura. Al momento en el que el hombre filtra dicha realidad a

través de sus sentidos, cualquier posibilidad de acercarse a lo plenamente

objetivo queda perdida.

De esta situación se desprenden dos vertientes, siendo la primera la

derivación, totalmente directa, de un acto social, y la segunda la secuela de un

incidente personal. El primer caso se refiere a la acción de un poeta inmiscuido

en asuntos de índole social y entreviendo en sus poemas, entre líneas, cierto

malestar colectivo. Escriben desde la justicia, hasta la paz. Desde el hambre, a

la corrupción. Unos cuantos se inspiran en hechos más locales para expresarse,

metiéndose en una serie de dificultades ocasionadas por su poesía, delatora

entre líneas de alguna incomodidad, inconformidad o incompatibilidad con la

situación presente.

En tiempos difíciles

A aquel hombre le pidieron su tiempo

para que lo juntara al tiempo de la Historia.

Le pidieron las manos,

porque para una época difícil

nada hay mejor que un par de buenas manos.

Le pidieron los ojos

que alguna vez tuvieron lágrimas

para que no contemplara el lado claro (especialmente el lado

Page 12: De la Poesía y sus alcances

12

claro de la vida)

porque para el horror basta un ojo de asombro.

Le pidieron sus labios

resecos y cuarteados para afirmar,

para erigir, con cada afirmación, un sueño el-alto-sueño).

Le pidieron las piernas,

duras y nudosas,

(sus viejas piernas andariegas)

porque en tiempos difíciles

¿algo hay mejor que un par de piernas para la construcción o la

trinchera?

Le pidieron el bosque que lo nutrió de niño, con su árbol

obediente.

Le pidieron el pecho, el corazón, los hombros. Le dijeron

que eso era estrictamente necesario.

Le explicaron después

que toda esta donación resultaría inútil

Sin entregar la lengua,

porque en tiempos difíciles

nada es tan útil para atajar el odio o la mentira.

Y finalmente le rogaron

que, por favor, echase a andar, porque en tiempos difíciles

ésta es, sin duda, la prueba decisiva.

Herberto Padilla, Fuera del Juego (1968)

Como se resalta, el autor no se refiere a un hecho explícito, sino a una

situación de disgusto en su Cuba referida. No necesita escribir literalmente que

se respiraba un régimen totalitario, sino que, valiéndose únicamente de la pluma

Page 13: De la Poesía y sus alcances

13

e imaginación, logra cincelar la idea en un poema. Por supuesto, en otros

poemas resulta más obvio el hecho al que se hace alusión.

Las Espinas

(Dedicado a todas las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y en todo México)

Las espinas mufan

que tú tienes la muerte en una lágrima,

yo pienso…

que tienes la sed del desierto del norte

atorada en una nube,

los girones, del vestido desgarrado de la noche

y estrellas incrustadas en las uñas.

Sé que tienes el coraje entre el viento rígido y disperso

que pasea por tus manos,

la cal, delinea tu ala,

la patria es amarga

y aunque llene de poemas tu ausencia

la patria es decadencia en un verso.

La arena mufa

que la muerte finca en el algodón

las flores y los funerales

yo pienso, que tú tienes

el té de Dios en un tazón de hueso

para seguir por las olas,

pienso que tus costras marcan el camino

a los tuyos,

a tus zapatos pisados por la mala memoria

de quien no conoce el desierto.

Fragmento. Óscar Molina

Alas negras, como la poesía de los cuervos, (2012)

Page 14: De la Poesía y sus alcances

14

Retratos de una realidad indomable, los poemas son la manifestación más

sutil de un malestar social. Son la crítica de un disfuncionamiento indiscutible.

“[…] La tendencia debe surgir de la situación y de la acción en sí

mismas, sin que esté explícitamente formulada, y el poeta no

está obligado a dar hecha al lector la solución histórica futura de

los conflictos sociales que describe.”

Engels, Carta a Minna Kautsky, 1885.

Entonces, puede decirse que Gelman tenía razón al escribir: “con estos

versos no harás la Revolución”17. Es decir, el poeta nunca propiciará un cambio

directo con sus versos. Su función radica en “demostrar las insuficiencias de

todo programa político actual”, en palabras de Michel Butor.18

El segundo caso, referido a un incidente personal, no permite entrever con

la misma claridad alguna situación que el poeta esté viviendo. Se vuelve

literatura íntima, en la cual el lector puede identificarse, sí, pero no sentir

empatía con una sociedad retratada en la palabra, en la tinta del poeta. Como

segundo ejemplo, Girondo. Sólo para no variar con el humor latinoamericano.

Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un

conglomerado, una manifestación de personalidades.

En mí, la personalidad es una especie de furunculosis anímica

en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me

nazca una nueva personalidad.

Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las

que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una

quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en

el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W. C.

17 Juan Gelman, Confianzas,

18 Michel Butor, La utilidad poética, 2010.

Page 15: De la Poesía y sus alcances

15

¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso!

¡Imposible saber cuál es la verdadera!

Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más

absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me

pertenezcan.

Oliverio Girondo, Espantapájaros 8, fragmento (1932)

Se aprecia la distinción entre ambos tipos de poesía, donde uno busca

retratar su contexto histórico-social, y el otro desea confesarse, revelar una parte

de su propio sentir en palabras.

Pese a esta confesión discreta, el poeta no buscará siempre atacar a la

sensibilidad del lector. Todo arte busca ir más allá que sólo distraer al

espectador apelando a sus emociones. Lo que se desea verdaderamente es la

trascendencia, la inmortalidad.

Si exclusivamente se tomara en cuenta la calidad sensitiva a la que podría

llegar el poeta, la escritura se volvería muy arbitraria; carecería de un parámetro

reducido acerca de lo que puede o no causar conmoción al hombre.

“En ese sistema, las investigaciones sobre lo bello en las artes

se limitan a un análisis de las sensaciones o de las impresiones

que nos producen. Pero éstas no pueden conducir a nada fijo y

científico. La sensibilidad es la región obscura e indeterminada

del espíritu”.

Georg Hegel, De lo bello y sus formas, (1946).

Es en este punto donde pueden complementarse Samuel Ramos y Georg

Hegel. Mientras éste último afirma la inutilidad de encasillar todo el valor poético

en el sentimiento emotivo que puedan despertar en el lector, el filósofo mexicano

anuncia que efectivamente, restringir el mérito que pueda tener cierta obra

resultaría extremadamente ambiguo. Es la misma obra la que debe estar dotada

Page 16: De la Poesía y sus alcances

16

de valores estéticos objetivos con los que pueda identificarse el

espectador/lector.

Un posible rescate:

Como decía antes, la poesía está cansada y vieja. A pesar de que retrate una

determinada condición social, ya no tiene el mismo alcance. A nivel nacional,

refiriéndome a un México corrupto y deslavado, puedo afirmar que nadie hace

caso de la poesía. Aquí, la gente se preocupa más por el pan de cada día que

por versos (aunque hagan alusión a cierta realidad). La poesía no tiene un

alcance ideal debido a que no hay público, no hay lectores. De esta manera, los

versos y la prosa se vuelven inútiles.

No obstante, pese al olvido en el que ha caído, las calles respiran un

intento de poesía. Un fragmento, un retazo que recuerde que, aunque no sea

leída, siempre está presente: la acción poética.

Este movimiento, iniciado en 1996 por el mexicano Armando Alanis

Pulido, pretende plasmar fragmentos de poemas y canciones en los muros

olvidados de las ciudades. Esta acción se olvida de la individualidad. Así,

centrándose en una acción que no particulariza la autoría, la propuesta radica en

la inclusión a todo el público que desee formar parte del movimiento.

Además, se busca que la poesía forme parte del paisaje urbano. Debido a

esto, las frases pertenecientes a la acción poética son breves, concisas. Podría

decirse que no rebasan las ocho palabras. No sólo se trata de retratar la poesía

en su más ínfima expresión, sino que, debido al carácter de fugacidad que se

vive en las ciudades, la gente no suele tener el tiempo de leer. Entonces, la

cuestión del movimiento radica en la practicidad.

Es esta acción un rescate, un intento desesperado por parte de la

sociedad para no perder contacto con la poesía. Aunque sea en retazos de

Page 17: De la Poesía y sus alcances

17

pocas palabras, se desea conservar el verso y la prosa más allá de la

decoración de un paisaje urbano. Son estos recordatorios poéticos los que, de

una u otra manera, no dejan que la poesía se pierda del todo en una colectividad

rutinaria.

Conclusión:

La poesía es un concepto muy ambiguo. Vista como objeto carente de valores

estéticos, es la opinión del espectador -lector, en este caso- quien tiene más

peso. No obstante, es necesario concederle importancia; otorgarle voz y voto

para que ella, con sus mismas palabras, sea capaz de defenderse. Que la

poesía hable por sí misma.

Pese a que la poesía es social (al igual que toda manifestación artística),

no todas las creaciones van encauzadas a ese mismo fin. Mientras que un tipo

de poetas prefieren establecer una crítica social desde sus versos, hay otros que

prefieren no hacerlo. Aunque, por supuesto, existe un término medio entre uno y

otro tipo de poetas.

“Recuerdo que en los años cincuenta se desató la guerra de

Corea. Por supuesto, todos los poetas comunistas, entre ellos

los franceses, escribieron poemas denostando el imperialismo.

El único que no lo hizo fue Paul Éluard. Los compañeros le

dijeron: “¿Cómo es que no escribes un poema sobre esto, que

es tan grave?”. Y él dijo: “Yo solo escribo sobre estas cosas

cuando la circunstancia exterior coincide con la circunstancia

interior”. Eso es aplicable a todo”.19

19 Juan Gelman, Entrevista en 2011.

Page 18: De la Poesía y sus alcances

18

Sean o no buscadores de un cambio, señalan una realidad específica

maquillada entre líneas. Sin embargo, si el público no está capacitado para

entender ese mensaje implícito, el poema creado no tendrá el mismo valor.

Es esta una de las razones por las cuales México no puede digerir más

que fragmentos de poemas y canciones, además de estar inmerso en un

ambiente de rapidez y monotonía que no dejan tiempo para observar o leer

demasiado. Es gracias a esto que las acciones poéticas tienen éxito.

La poesía siempre será necesaria, sea parte de una crítica social o de un

retrato íntimo de la visión subjetiva del autor; de una u otra manera, es

expresión. Agregando algunos elementos más, logra tener un alcance de valor

extraordinario. Pero no debe caerse en una idea propia de recetario de cocina; la

poesía no está para eso.

Julio del 2014.