de la intriga cotidiana y otras psicopatías metafísicas

7/17/2019 De La Intriga Cotidiana y Otras Psicopatías Metafísicas

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De la intriga cotidiana y otras psicopatíasmetafísicas

Por Carlos Andrés Almeyda Gómez *

(Bogotá, Colomia!

"# $l caso %onseca& $scritor y andido

Lo primero que viene a la mente del lector desprevenido al hacer referencia a la obra del

brasileño Rubem Fonseca (Juiz de Fora, Minas Gerais, 1!"# es, sin lu$ar a dudas, su relaci%n

con la novela ne$ra, esto es, con la narrativa de &ndole detectivesco en la que se ha visto inscrita

buena parte de su prosa $racias al oficio de su persona'e ms famoso) Mandra*e+ o es e-traño

entonces encontrarse con un abo$ado penalista aficionado al a'edrez . el vino, que, no obstante,

comparte sus horas de inda$aci%n criminalista con una vida de promiscua felicidad . licencia

marital . cu.o devenir esta constituido como una constante interro$aci%n personal, prete-tada,

eso s&, en el e'ercicio de una auscultaci%n polic&aca que s%lo sirve de tel%n para el desarrollo de

una literatura a la que no corresponde ep&teto al$uno+ Le'os de la picaresca endil$ada a la

narrativa del /rasil por cuenta de la ta'ante influencia de Machado de 0ssis icono, para muchos,

de la literatura brasileña del 2ltimo si$lo, Fonseca asume los nuevos brotes de literatura de

ciudad en una permanente confrontaci%n de los modelos sociales imperantes sin lle$ar a inclinar

la balanza hacia e-menes 3ticos o e'ercicios maniqueos que opten por definir los contornos del

bien . del mal, esbozados apenas como posibilidades en la psicolo$&a de los asesinos

http://www.omni-bus.com/n18/almeyda.html#r0




. "Miseráveis sem dentes" que hacen de las su.as en los cuentos . novelas del autor+ 4al vez sea

por ello que desde la aparici%n de su primer libro de cuentos, Os prisioneros, en 156, el rastreo

a la realidad ha sido determinante para connotar un discurso narrativo que no pretende vindicar

tesis al$una . que es ms bien diri$ido por el sincretismo de la modernidad . su incidencia en

los ve'menes . alcances de la condici%n humana+

7n Febrero o marzo, cuento inau$ural de la selecci%n hecha por la editorial 0lfa$uara,

pueden verse varios de los elementos que hasta el presente no han de'ado de re$istrarse en la

prosa de Fonseca) persona'es estrafalarios que muestran con triste impudor sus carencias la

condesa /ernsstroff que hace $ala de un lu'o que sin embar$o el lector revisa con lastima8

otros que e-aminan constantemente sus falencias . conflictos, e-pu$nndolos sin acierto en los

sofismas del entorno8 descripciones detalladas . lineales cuando conviene . otras breves e

intermitentes cu.a econom&a puede su$erir un $ui%n cinemato$rfico8 erudici%n por parte de sus

persona'es, que no tienen nin$2n reparo en 'ustificar su actuaci%n a trav3s de al$2n comentario

de &ndole intelectual8 as& como el esbozo permanente de persona'es que lue$o tomaran matices

ms claros en otros cuentos posteriores o que estarn presentes, casi imperceptiblemente, en

al$unas de sus novelas+ 7n la selecci%n citada, traducida . comentada por el me-icano Romeo

4ello Garrido, se inclu.e otro cuento de la opera prima de Fonseca, El enemigo, del que podemos

tomar al$unos cortos fra$mentos para e'emplarizar varias de las man&as del autor, comentadas

anteriormente) 90h& me cont% en detalle c%mo hab&a ocurrido, ms o menos as&) fue

inmediatamente despu3s de que termin% de leer el libro de sir :+ ;roo*s, Researches in the

phenomena of spiritualism+ (+++# <u inter3s era la levitaci%n, 94odo es cuesti%n de control de las

ener$&as del cuerpo9, dec&a+ o era un m&stico, condici%n que quiz facilitaba las cosas (=er >+ >+

;+ 4hruston, The phisical phenomena of mysticism#, pero ten&a una $ran fuerza de voluntad9+ 7n

otro aparte del cuento) 9=espasiano ten&a la man&a de hablar con ad'etivos) >ab&a le&do a Rui

/arbosa . nunca se hab&a recuperado+9 La cr&tica encubierta hacia otros autores, as& como las

constantes pruebas de erudici%n . suficiencia literaria, son una constante en Fonseca, val$a decir

que en este . en muchos casos la lectura no pierde el equilibrio $racias a la hibridez ar$umental

que le caracteriza . que puede verse en la alternancia que el cuento aqu& referido tiene entre los

dilo$os . las e-hortaciones e-istenciales de su narrador, todo ello para permitir el patetismo enun relato pla$ado de ambi$?edad . de cr%nico fatalismo+

7n 15" aparece su se$undo libro de cuentos, A oleira do c!o, del que s%lo se inclu.e

en la antolo$&a el te-to a fuerza humana, . posteriormente #cia Mcartney (15@#, del que

sobresale especialmente el cuento que da t&tulo al libro, un e'ercicio narrativo lleno de

ocurrencias . de constantes erosiones a la estructura tradicional del relato literario, provisto

adems de un entrañable persona'e femenino) una prostituta que se revela en primera persona

a trav3s de los contradictorios vericuetos de su discurso interior+ Los cuentos que componen el

libro, e-ponen secamente . sin eufemismos la debacle social . no muestran ma.or ar$umento

que el tcito al conte-to de los hechos que en ellos se ven desarrollados+ >a., eso s&, la

presencia de un lirismo pausado . presto a la econom&a ar$umental que va hilvanando una

prosodia de carcter ambivalente+ Ae ah& que la reacci%n de los %r$anos censores ante la

publicaci%n de su cuarto libro de cuentos, Feliz ano novo (1@"#, ha.a sido la de prohibir la

circulaci%n de un libro que, se$2n su superficial revisi%n, atentaba contra "$ moral e aos bons

costumes" por contener escenas . e-presiones non sanctas para el $obierno militar que impidi%

la circulaci%n del libro en todo el territorio brasileño+ Bor fortuna, la censura no lo$r% cohibirle de

se$uir escribiendo pese a la fati$osa carrera que tuvo que lidiar para salvar sus libros de la

absurda prohibici%n de la que fueron ob'eto+ La batalla le$al dur% poco ms de doce años, todo a

cuenta de su ale$ato . defensa principal) 97s como si condenaran a Richter por un terremoto+ Co

s%lo mido la violencia9+



La selecci%n hecha por 0lfa$uara no inclu.e el cuento que en mi concepto ms sobresale

del libro) %ntestino grosso, al que e-trañamente 4ello Garrido dedica parte importante de los

preliminares de la compilaci%n+ 7n 3l, parece estar escondido de al$una forma aquel Fonseca

terrible e inclemente que $usta de la prostituci%n . la violencia como temas para su e'ercicio

creativo . en el que un ocurrente . misntropo escritor responde con des$ano a una entrevista

contratada para un diario local+ ;osas como) "sempre achei &ue uma boa hist'ria tem &ue

terminar com algu(m morto) Estou matando gente at( ho*e" o "Eles &ueriam &ue eu escrevesse

igual ao Machado de Assis+ e eu n!o sabia ,)))- Os caras &ue editavan os livros+ os suplementos

literarios+ os *ornais de letras. Eles &ueriam os negrinhos do pastoreio+ os guaranis+ os sertoes

da vida. Eu morava num edificios de apartamentos no cantro da cidade e da *anela do meu

&uarto via anuncios coloridos em gás n(on e ouvia barulho de motores de autom'veis" parecen

traducir en buena medida el leitmotiv de sus cuentos, as& como el talante urbano . e-istencial

que pre$onan los persona'es de sus romances+ 7l cuento recorre el tema de la porno$raf&a, a

trav3s de la e-posici%n erudita de un escritor que 'ustifica su 9afrodis&aco ret%rico9 en el curso de

la historia . que incluso abdica de la literatura brasilera como una totalidad posible, asumiendo

finalmente una postura romntica frente al oficio de escritor+ <u entrevistador lo 'uz$a como un

muerto del clasicismo franc3s, "de cabe/a para bai0o+ Finalmente, no queda en el lector, ms

que la impresi%n de hallarse ante la temeraria suficiencia de un escritor escatol%$ico . perverso,

al que Fonseca caricaturiza sin de'ar de ironizar sutilmente a sus cole$as de e'ercicio, peli$rosos

por creer que lo saben todo+

O cobrador (1@#, quiz el libro de cuentos ms conocido de Fonseca en len$ua

española, contiene dos de los cuentos fundamentales en toda su obra+ 7l primero, El cobrador

un asesino que escribe poemas . que cobra una cuenta pendiente con la sociedad . 1ierrot de

la caverna, un brillante cuestionamiento al e'ercicio del escritor, hecho a cuenta de las vicisitudes

tr$icas de un ped%filo que habla sin parar a una $rabadora+ La selecci%n de 0lfa$uara omite

apenas tres cuentos del libro) A caminho de Assun/ao, Almo/o na serra no domingo de

carnaval . 2) M) 3) ormorant em 1aranaguá+ Bara efectos de entender el com2n denominador

de los impulsos metaf&sicos o patol%$icos que llevan a los persona'es de Fonseca a cometer toda

suerte de e-trava$ancias, podr&a recurrirse sin equivoco al$uno, a ese asesino de Ocobrador cu.a naturaleza nada tiene que ver con el vul$ar impulso emocional o econ%mico del

delincuente ocasional+ C, al i$ual que el $rupo de asaltantes de Feliz a4o nuevo que en la 2ltima

noche del año 'ue$a a estampar contra la pared a sus secuestrados con contundentes disparos

por la espalda, su modus operandi conlleva a e-menes e-istenciales bastante comple'os, como

el que resulta de un modo de actuar 93tico9 dentro de un e'ercicio a simple vista antit3tico . que

lleva a un mat%n, convencido de la deuda que el resto del mundo tiene con 3l, a e'ercer de Robin

>ood con los desafortunados a quienes perdona la vida, o a proporcionar la muerte a quienes

padecen de una decadente e-istencia+ 7ste asesino es la resultante de los desprop%sitos de la

sociedad, por los que la obra de Fonseca se ve pla$ada de toda suerte de onanistas, e$%latras .

desadaptados que, no obstante, fi$uran en los relatos sin que al$2n tipo de 'uicio e-terior los

limite o e-amine+

La fuerza del cobrador representa una de las ms acertadas pesquisas psicol%$icas que

Fonseca hace con sus persona'es+ Bor ello no resulta desproporcionado encontrarse con un

escenario san$riento en que un poetaasesino inquiere con vehemencia el por qu3 de su

empresa)

Eu sou uma hecatombe

5!o foi nem 6eus nem o 6iabo

7ue me fez un vingador

Fui eu mesmo



Eu sou o 2omen8p9nis

Eu sou o cobrador

O caso Morel , la primera novela de Fonseca publicada en 1@6 D1E, refle'a abiertamente

el conocimiento . las inquietudes de un autor tard&o que ofici% como abo$ado penalista . que

siempre permaneci% sumer$ido en la lectura . la cinefilia+ Ae ah& que en sus posteriores novelas

se pueda ver ratificada la sentencia por la cual un autor escribe un 2nico libro a lo lar$o de su

vida, rescribi3ndolo constantemente en aras de ratificar, al$unas veces inconscientemente, lo

que se ha propuesto que debe decir en su obra+ 7n todo caso, O caso morel , dividida en

veinticuatro cap&tulos cortos . narrada en primera . tercera persona, resulta un h&brido

innovador para cualquier narrativa que pretenda enmarcarse dentro del ep&$ono al que .a he

hecho alusi%n anteriormente+ 7n ella, su autor recurre a una serie de citas que se dan en el

curso de la narraci%n como trozos sueltos aparentemente desli$ados ar$umentalmente del hilo

de la historia . que muestran desde e-tractos de carcter hist%rico tomados, al parecer, de

al$2n diccionario, hasta aforismos celebres . e-presiones coloquiales+ <in embar$o, es en uno

de esos fra$mentos 'ustamente el que ms se repite en el libro en donde se concentra la

intenci%n de la novela, ms all de proponerse solamente el dar luz sobre los m%viles del

asesinato que prete-ta el desarrollo su trama) "5ada debemos temer+ e0cepto las palabras")

7l sentido de O caso Morel se percibe en la ambi$?edad premeditada de su discurso)

=ilela, abo$ado de oficio que investi$a a Morel, hace un se$uimiento de la novela que este 2ltimo

escribe desde su confinamiento, inda$ando por su cuenta sobre un crimen cu.os m%viles a2n

estn en entredicho+ 0 medida que las inda$aciones avanzan, o a medida que 3stas se revelan

espontneamente, las dos estructuras narrativas presentes en la novela se van definiendo sin

que se pase por alto nin$2n detalle concerniente a lo que cristianamente puede considerarse

como una pesquisa policial (informes detallados de criminolo$&a, una serie precisa de pruebas

escritas, videos, anlisis de bal&stica, reportes m3dicos . testimonios $rabados#+ 4ras el te'ido de

la novela autobio$rfica de Morel, que se constru.e dentro de la ficci%n propiamente dicha, la

vehemente e-posici%n narrativa de su persona'e principal va involucrando a =ilela, quien

sucumbe, como lo har a cada momento Baulo Mendes Mandra*e, en la trampa de su propio

vicio+ =ilela se enfrenta a un espe'o, Baul Morel, . tiene como nuestro Jos3 Rubem Fonseca, unavida en e-tremo s%rdida) 9Bolic&a, abo$ado . escritor+ <iempre con las manos sucias9+

2. Mandrake c'est moi





La relaci%n que parece tener Fonseca con el persona'e fundamental de varios de

sus romances, no se limita s%lo a las cuestiones de oficio o la dependencia tcita entre todo

creador . su ob'eto creado+ Mandra*e es un compulsivo erot%mano, lector . erudito que

conviene en mantener un aura de misantrop&a . dandismo a su alrededor . para quien el cine

'ue$a un papel esencial pues no pierde oportunidad para traerlo a colaci%n constantemente8 es

un bebedor compulsivo que fuma con refinamiento . a cada rato, . que, no obstante, le'os est

de ser el dechado de virtudes que conviene en fi$urarse como el h3roe clsico al que todos aman

. que sale airoso . sin un ras$uño de las ms dantescas escenas cinemato$rficas+ Bor el

contrario, Mandra*e es un h3roe con defectos de fbrica, compulsivo e inse$uro, que a cada rato

se reconoce humano . que no cesa de sufrir por sus conflictos de &ndole emocional+ 0 veces se

nos parece a >umphrei /o$art, otras a un discreto . calculador hombre de mundo un nohere

man reza$ado a su papel de enfant terrible, s%lo que al final, como muestra de su ambi$?edad

. dis&mil e-otismo, no cesamos de asociarlo con el Fantomas franc3s al que a2n ho. d&a no

identificamos como perse$uidor o como perse$uido+

A grande arte (16# D!E, la novela por la que se conoci% al autor en ;olombia, es el inicio

de la e-posici%n personal de Baulo Mendes, abo$ado penalista que vive buena parte de su vida

en funci%n del bello se-o+ 9/eber vino . 'u$ar al a'edrez el d&a entero+ Aeb&a de ser una vida

emocionante+ Ms a2n con una mu'er de pechos $randes9, sentencia :e-ler, cole$a de oficio de

Mandra*e, consciente de las obsesiones veniales de este 9$ran fornicador9, mis%$ino charlatn

que no cesa de sobreponer sus dotes a las falencias de un pasado pla$ado de relaciones





pat3ticamente marcadas por el fracaso+

A grande arte es un ocurrente . acertado tratado sobre la ven$anza, el poder . eldeseo+1ercor , el arte de perforar . cortar que hace de un simple cuchillero una brutal maquina

de muerte, constitu.e el e'e de la primera parte del libro (dir&a que su e'e es la b2squeda de un

asesino de mu'eres, pero en cierto modo esto pasa a un se$undo plano#+ Mandra*e no escatima

en recursos para manipular tan beli$erante oficio, pues, como se ver en la lectura de la novela,

los motivos que lo empu'an a la violencia por causa de su eterna avenencia con las mu'eres, lo

empu'an tambi3n a recorrer una e-tensa . nada despreciable biblio$raf&a (:ill or get

;illed 8 Trattato di 3cienza d<Arma8 El arte de mane*ar la nava*a8 a coutellerie depuis l<origine

*us&u<$ nos *ours+ fabrication ancienne et moderne, . etc+, etc+#+ 7n todo caso, llama la atenci%n

que desde O caso Morel las relaciones narrativas entre los discursos puedan tener una lectura

metaficcional, .a sea por contar con una disertaci%n de fondo que se trasluce en el desarrollo de

cada trama, o por encontrarnos constantemente con la fi$ura de su autor, a$azapadoprudentemente tras el parapeto de sus asesinos . febriles escritores+ <i en al$2n momento

Gustave Flaubert aplaudir&a el ta'ante e$o&smo de su celebre 7mma /obar. acosada por las

taras de una 3tica que ella somete al escrutinio de su propia interpretaci%n, no ser&a atrevido

parafrasear aqu& la celebre sentencia de su creador "Madame =obary c<est moi" en detrimento

de una de las varias caras del escritor brasileño) Mandra*e+ Las otras, sabr reconocerlas el

lector en cada uno de sus recursos narrativos+

o sobra decir que las pruebas para sustentar mi tesis saltan a la vista+ 4odas sus novelas

son, indefectiblemente, reafirmaciones intelectuales en las que sus fobias e inquietudes asoman

con denuedo para constituirse en aforismos o en comentarios directos sobre aquende o allende8

Fonseca es Morel, =idela, Mandra*e8 tambi3n se nos parecer un poco al cineasta de la

novela >astas emo/oes e pensamentos imperfeitos (1#8 al investi$ador Hvan ;anabrava, cu.o

melodrama afectivo ir a la par de sus inda$aciones policiales en =ufo ? 3pallanzani (ovela,

15#8 al e$%latra Rufus que desarrolla una prolon$ada . copiosa peroraci%n en 6iario de un

fescenino (!II6#8 al sabio . beli$erante Gustavo Flavio, importante escritor que no pierde

oportunidad para imponer sus sesudos dictmenes literarios en 6o meio do mundo prostituto s'

amores guardei ao meu charuto (1@# D6E8 ., sobre todo, a aquel obsesivo relator de la

violencia carioca que, como afirmara Gilles Aeleuze al referirse al e'ercicio del escritor, e-cusa

sus parafilias en 9la forma socialmente aceptada de la esquizofrenia9+






3. The last murder in Rio

La antolo$&a que la editorial 0lfa$uara hace de los cuentos de Rub3n Fonseca inclu.e

tambi3n varios te-tos de sus libros Romance 5egro e outras historias (1!# O buraco na

parede (1"#, as& como de 2istorias de amor (1@#+ Ael primero, 5ovela negra, se han

incluido los cuentos El arte de caminar por las calles de Rio de @aneiro, lamaradas en la

oscuridad el diario secreto de 4eodor onrad alecz orzenios*i, ami$o de <tephen

;rane, Mirada . El libro de los panegricos+ 7n El arte de))) , 0u$usto (9escritor . andar&n9 que

9cuando no est escribiendo o enseñando a leer a las putas camina por las calles de Rio9# va .

viene por el centro de la ciudad con un relo' descompuesto en la muñeca . la idea de escribir

una novela titulada precisamente as&) El arte de caminar por las calles de Rio+ 0u$usto es uno de

esos "miseráveis sem dentes" que aqu&, a pesar del carcter altruista . osado de su misi%n, no

de'a de ser tan pat3tico como el asesino de O cobrador o como el propio abo$ado Mendes, tan

embebidos como 3l de esa "solvitur ambulante" que lo anima en su ocurrente empresa+ o

sucede lo mismo con el persona'e de Mirada, un comensal que se obsesiona con la muerte de los

animales que ir a comer . que incurre en toda clase de procedimientos previos para poder

disfrutar sdicamente de sus v&ctimas, en tanto se convenza del $esto convincente de su

pr%-imo plato+ o se inclu.e aqu& el cuento que da t&tulo al libro . del que, como ocurri%

con %ntestino Brueso, se habla en la nota introductoria del volumen+ 4ello Garrido trae a colaci%n

un fra$mento del cuento que vale la pena reproducir en esta nota) 97l ob'etivo honrado de un

escritor es henchir los corazones de miedo, es decir lo que no debe ser dicho, es decir lo que

nadie quiere decir, es decir lo que nadie quiere o&r+ 7sta es la verdadera poiesis9+

Ae El agu*ero en la pared se han incluido, a e-cepci%n del que da t&tulo al libro, todos sus

cuentos+ 7l primero de ellos, El globo fantasma, es tal vez la forma narrativa ms acertada para

recorrer Rio de Janeiro a e-pensas de una e-pedita persecuci%n policial+ 7l ob'eto de tal

encomienda, un enorme $lobo construido clandestinamente . cu.o caprichoso sobrevuelo podr&a

si$nificar el desastre, todo a cuenta de una aparatosa tradici%n brasileña+ La belleza que

en$endra este cuento radica en la bizarra con'unci%n de dos elementos) a la saz%n de un caso

policial, todo un convo. de patrullas . e-pertos cazadores vidos en la materia, persi$ue el

escurridizo me$a$lobo, que merodea el cielo de la ciudad hasta ir a morir sin pena ni $loria en

las pla.as de Leblon+



La lectura de El agu*ero en la pared , conduce a una serie de pre$untas . asociaciones

entre elementos aparentemente dis&miles como lo son la p3rdida de un familiar . el comercio

se-ual o la enfermedad . el aborto+ Ae ah& que tras una minuciosa revisi%n no se lle$ue ms que

al desconcierto, bien sea por no poder determinar todos estos comportamientos tras la

mascarada del psicoanlisis, o por no haber sentido com2n que nos e-plique el curso de sus

aberraciones . psicopat&as+

Finalmente, se inclu.en en la selecci%n cuatro cuentos del libro 2istorias de amor , donde

sobresale especialmente El amor de @es#s en el coraz'n+ Los detectives Guedes . LeitKo se

enfrentan a un sin$ular caso de pedofilia) tras una e-cursi%n al Barque nacional de 4i'uca en

pleno coraz%n de Rio, una niña de apenas doce años es asesinada en e-trañas circunstancias+ 7l

fanatismo reli$ioso de LeitKo . los m%viles de otros asesinatos de s&mil consumaci%n, arrastran el

caso a disertaciones de &ndole 3tico . moral con las que este cuento abandona las lindes de la

estructura polic&aca para mostrarse como un bizarro cuestionamiento de la fe cristiana . de sus

intrincadas . evasivas 'ustificaciones+

=olver arriba

* Carlos Andrés Almeyda Gómez (Bogotá, Colombia, 1979). Realizó estudios de Español y Leguas e la!i"e#sidad $edagógi%a &a%ioal, ig#esado poste#io#mete al 'alle# de Es%#ito#es de la !i"e#sidad Cet#al. a#ealizado %#ti%a y %ometa#ios bibliog#á*i%os pa#a di"e#sos medios, et#e los +ue %abe desta%a# El Bolet Cultu#al yBibliog#á*i%o del Ba%o de la Republi%a, la Re"ista &me#o y el pe#iódi%o 'ita *#es%a de la Cáma#a Colombiaa delLib#o. a di#igido talle#es de poesa %o la Casa de $oesa -il"a. $oemas y tetos suyos /a apa#e%ido epe#iódi%os y #e"istas de Colombia. 0udado# y edito# de la Re"ista #ti*i%ios y di#e%to# del pe#iódi%o de lib#os Le%tu#asC#ti%as.

&otas2

'" La edi%ió e español a la +ue a+u me #e*e#i#3 *ue /e%/a e 1974, e la t#adu%%ió de Ca#los $e#alta, po# laedito#ial B#ugue#a. Ba#%eloa, 191 págias.

') El gran arte. Edito#ial La 5"e6a &eg#a. Bogotá, 194. 8: págias.

' 5t#as ob#as del auto# so las o"elas Agosto (199:), u ite#esate e6e#%i%io a##ati"o al#ededo# del sui%idio delp#esidete b#asileño ;etulio <a#gas, O selvajem da ópera (199) y O doente Moliere (:::) publi%ada #e%ietemetee Colombia po# la edito#ial &o#ma= as %omo los lib#os de %ueto Cofraria dos espadas (1994), Secreçoes,excreçoes e desatinos (::1) y Pequenas criaturas (::).

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