cursodeladino.com.ar - el español sefardí (judeoespañol, ladino) - iacob hassán

7/29/2019 CursoDeLadino.com.ar - El espaol sefard (judeoespaol, ladino) - Iacob Hassn

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El espaol sefard(judeoespaol, ladino)P uede extraar que en unaserie sobre el hoy de lalengua espaola me ex-tienda sobre el ayer; pero creoque para presentar la situacinterminal en que se encuentra elespaol sefard es menester tenerpresente su desarrollo histrico.

Lo que se sabe hoy de lalengua sefard procede en buenaparte de la bibliografa tenidapor clsica, en especial los estu-dios de M. L. Wagner en las pri-meras dcadas del siglo y los de lacob M.HassnC. Crews en las centrales, en los Doctor en Filologa Sque se hallan la mayora de los estudi Filologa Rodatos luego resumidos en el la Universidad ComplLengua Hebrea en lacannico captulo XVI de la dad Hebrea de JerusHistoria de la lengua espaola sido profesor de Hebde R. Lapesa. Pero hasta llegar Universidades Compla la situacin que refleja la bi- Pontificia de ComillasLengua y Literaturabliografa clsica, la lengua se- en la Autnoma de Mfard haba pasado por un desa- investigador numerarrrollo histrico de siglos. CSIC. Su ms recientcacin es la edicin fe introduccin de lal. Orgenes Ferrara.

Como en ot ras comunida- BAJO la rbri ca de Ensayo , e l Boletn Inform ativo de la Fund acinpublic a cada mes la colaboracin original y exclusiva de un especiali sta sobde un tema general. Anteriormente fueron objeto de estos ensayos tema sCienc ia, e l Lenguaje, el Arte, la Historia , la Prensa, la Biologa, la PsicologEurop a, la Literatura , la Cultura en las Autonomas, Ciencia moderna: pionerTeatro Espaol Contemporneo y La msica en Espaa , hoy . El tema desarrmente es La lengu a espaola, hoy.** La segunda y ltima parte de este ensayo se publ icar en el prximo n

Boletn.

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des judas hasta la era moderna, tambin entre losde la Espaa medieval (denominada convencionalm1) puede afirmarse que el conocimiento activo dellimitado a la minora de quienes haban seguido escos. El resto tena del hebreo un conocimiento elemsalvo excepciones, supiera leerlo para poder cumplde meldar ('rezar, leer ) las oraciones aun sin ententrm inos hebreos designara las festividades y los ccionados con la prctica religiosa y la tica judas.

Algunos judeolingistas (S. Marcus, D. Gold , P.nen que la lengua de los judos en la Espaa medievatema lingstico diferente del de la poblacin no juda.responsables estudios recientes (A. Vrvaro, L. Minerque, aun con algunos rasgos especficos, su lengua egin esencialmente la misma que la de sus convecinos- > En nmeros anteriores se han publicado ensayos sobre La unidadria y actualidad de un problema, por Angel Lopc z Garca, ca tedr ticoneral de la Universidad de Valencia; Lo ense anza del espa ol en EspMarsa. catedrtico de Filologa Espaola y director del Inst ituto de Esde la Universidad de Barcelon a; Lengua coloquial y lengua literaria,bre, catedrtico de Teora de la Literatura de la Universidad de Salaamericano, por Jos G. Moren o de Alba, profesor de la Universidad Nde Mxico; Lo historia del espaol, por Rafael Cano Aguilar, ca tedrtipaola de la Universidad de Sevilla; Anglicismos . por Emilio Lorenzode la Universidad Complutense y acadmico; La Real Academia Espavarez Miranda, profesor del Departamento de Filologa Espaola de lanoma de Madrid ; La lengua espaola en Filipinas y en Guin ea EcuatQui lis , catedrtico de Lengu a Espaola ; El lnstituto Caro y Cuespa ota. por Jos Joaqun Montes Giralda. investigador en e l InstituEl estudio del espaol en el extranjero , por Juan R. Lodares, profesorde Filologa Espaola de la Universidad Autnom a de Madrid; El libEspaa . por Hip lito Escolar Sobrino, ex-director de la Bibli oteca Naciversos libros sobre bibliotecas y la historia del libro; El Colegio deespaola , por Juan M. Lope Blanch , profe sor emrito de la Universidaxico y director del Centro de Lingstica Hispnica de la misma; El letcnico , por Julio Ca longe, cat edrtico jubil ado de Griego del Institutode Madrid , y vicepresidente de la Sociedad Espaola de Lingstica; Lespaol, por Manuel Alvar Ezquerra, catedrtico de Filologa Espaolade Mlaga; La correcc in idiomtica en el Esbozo de una nueva graespa ola", por Ambrosio Rabanales, profe sor de Lingstica TericC ientfica Espaola de la Universidad de Chile y miembro de nmerChilena de la Lengua; El lenguaje de los medios de comunicac in. pVelarde, catedrtico de Filol oga Espaola de la Universidad de La Cdel espaol en Espaa, por Antonio Llorente Maldonado de Gucvara, pla Universidad de Salamanca; El largo camin o hacia la ofici alidadpaa, por Fernando Gonzlez Oll , catedrtico de Historia de la LengUniversidad de Navarra; El espaol , lengua internacional, por Francisrn, catedrtico de Lingstica General de la Universidad Autnom acin La Casa de Bello, en Cara cas , por Pedro Grases Gonz lez , catedrUniversidad Central de Caracas y asesor de la Fundacin La Casa demias americanas, por Humberto Lpez Morale s, catedrtico de Lingsidad de Puerto Rico y secretario y acadmico de la Academia Puertorg ua Espaola ; y El espaol y sus gramtica s , por Ofelia KovacGramtica y Sin taxis de la Universidad de Buenos Aires.La Fundaci n Juan March no se identifica necesariamente con lasdas por los autore s de estos Ensayos.

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uera e que uere e uso e e reo en re os erublacin juda - tanto los hebraizantes como los que nousaba la lengua del pas para comunicarse, no slo con lossino tambin entre s. En Espaa esa lengua de comunicarabe hispano en Al-Andalus, y luego lo fueron los diferences en los reinos cristianos, segn determinaba en cada mavance de la frontera entre aqullos y los reinos musulman

No vaya ocuparme aqu de la lengua de los judos enmedieval; pero conviene a nuestro propsito sealar douno, que cuando a finales de la Edad Media se producemasivo, la poblacin juda estaba ya romanizada, si bienen muchos casos su conocimiento del rabe (recurdeseparticipacin en las llamadas escuelas de traductores) segmayor que el de los cristianos; y dos, que como ocurre enguas judas (o variedades judas de otras lenguas), era habibir el romance en aljama, con letras del alfabeto hebreonada de extrao hay en ello dada la familiaridad con la lque impona el sistema tradicional de educacin juda.

Esa grafa aljamiada hebraica, en la que se han conllegado a nosotros los textos sefardes castizos, les daosa apariencia de estar escritos en lengua hebrea ; perono es en absoluto patrimonio exclusivo de quienes haydido en su infancia la grafa hebraica o sepan hebreo: losfardes aljamiados puede descifrarlos cualquiera sin mscer la pereza mental y aplicarse a conocer el valor fontgrafemas hebraicos; y puede leerlos correctamente cunas pocas reglas. Para el estudioso no nativo la lecturasupuesto, tanto ms correcta cuantos ms textos haycuanto ms familiarizado est con los rasgos de la lengubargo, lo cierto es que hasta tiempos recientsimos las edliteratura sefard han sido mayoritariamente de textos ocuya obtencin no es menester sortear el escollo -m que rea l - de la grafa aljamiada, sino que basta con darmantes suficientemente conocedores de su tradicin litapuntar (antes) o grabar (ahora) sus testimonios.

2. Algo de historia2.1. Los judos salieron de Espaa hace entre seis y csiglos (medio milenio suele decirse en nmeros redon

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desde las primeras emigraciones a raz de los disturbide 1391 y hasta cuando, ya entrado el siglo XVJI, salimos criptojudos o marranos hispanoportugueses parEspaa retornar abiertamente al judasmo. La lengumarranos, salidos de Espaa hasta ms de un sigloexpulsin de 1492, era ya evidentemente el espaFrente a ellos, la lengua de los sefardes salidos dejudos era todava el espaol preclsico en sus distintdes peninsulares.En su salida siguieron los sefardes rumbos difepor tierra pasaron a Portugal o al sur de Francia . De lron por mar, los hubo que prefirieron la ruta m s cortel Estrecho de Gibraltar y el mar de Albarn, llegarodel norte de Africa. Por va portuguesa -y por eluna no siempre sincera conversin al cristianismo-que, tras aos y dcadas de criptojudasmo, establecidades en el noroeste de Europa y luego en Amriccentral ; la de estos ltimos, por muy de sefardes qlengua sefard - y a lo he dicho--, sino espaola en ela mayora de los expulsas se dirigi hacia el este.

Italia fue punto de destino y a la vez estacin delos muchos que siguieron ms hacia levante, por dondentonces el Imperio otomano en la poca de su mayorpodero (recurdese Lepanto). Sea o no cierta la repesultn Bayaceto II de que la torpeza de los Reye s Capulsar a los judos empobreca sus estados para enriqulo cierto es que bajo los sultanes hallaron sefardes yconversos no ya refugio seguro, sino favorable acogdoble condicin de occidentales y de no cristianos.Constantinopla, Salnica y luego Esmima fuerontables de los mltiples asentamientos esparcidos portras la desmembracin del Imperio otomano, han fordos de Turqua, Grecia, Albania, Bulgaria, YugoslaRumana: Adrianpolis (Edirne), Yarnbol , Sliven, Jven, Ruschuk (Ruse), Vidn, Belgrado, jalonaban la rtantinopla al Danubio, dejando al oeste Sofa, Filipdiv) , Pazardzhik y, ms al norte, Craiova, Bucarest, Plparte, Monastir (Bitolj), Escopia (skb, hoy Skop(Dubrovnik), Sarajevo, Espalato (Split) unan Salnicia, mientras que Serre, Veria, Castoria, Larisa, Voabran el camino hacia Jos, Cos, Rodas y otras isla



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Magnesia (Manisa), Csaba (Turgutlu ) Prgamo (Bergamcomunicaban Esmirna con el interior de Anatolia y conlos (Canakkale) , Gal polis (Gelibolu), Rodosto (Tekirdmar de M rmara; a ellos han de aadirse Damasco y Aleria, El Cairo y Alejandra en Egipto, Safed y Jeru saln entina otomana, y aun Viena en pleno corazn de Europazona del Estrecho, Tetun, Tnger, Larache; ms al e sms al sur, Fez ...

Es en esta amplia zona (denominada convencionalmfarad 2) donde durante siglos se mantuvo la lengua secabo de un siglo tras la expulsin, los sefardes balcnicban impuesto a la poblacin juda anterior (Jos rornaque -salvo en Ioanina y toda la regin del Epiro- se sron integrndose en la comunidad sefard, lo mismo qcomunidad lingstica se integraron turcos, griegos de Sespaoles de Tetu n o Tnger. En esa llamada por Bmagna Sefarad, que cubra en tupida red las costas anatislas egeas y casi toda la pennsula balcnica, hubo una dque intermitente comunidad hablante, que cuando alcanzgeo numrico en el umbral de este siglo contaba, probasegn estimaciones fiables, entre doscientas y trescientassonas. Muy inferior hubo de ser la comunidad hablante den la zona del Estrecho, que no parece que haya tenido nde unas cuantas decenas de millares.2.2. Para entender debidamente el mantenimiento extrade su lengua hispana por los sefardes hay que tener en ccircunstancias polticas y sociales del Imperio otomano ede su instalacin, cuando con una actitud pragmtica y ssito de romanizar (valga la metfora) a la pobl acin sodescentralizada autoridad del sultn se extenda sobrenaciones residentes en sus vastos dominios y permitapropiciaba el mantenimiento por cada una de su propio lisus seas de identidad; stas consistan a veces en una himn (por ejemplo, los albaneses), podan ser un territor(por ejemplo, los griegos) y eran siempre una creencia runa lengua propias.

Del mismo modo, pues, que esa autonoma culturalcional permiti a los blgaros conservar su lengua eslagriegos su lengua helnica y a unos y otros su religin critodoxa, as tambin los sefardes conservaron como seadad su religin juda y su lengua hispana, no por fideli



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races o por amor a la madrastra patria Espaa, cocho y se repite, sino por fidelidad a s mismos o popio. Buena prueba de ello son las denominaciones'judo', o incluso ocasionalmente judesmo 'judasdado a su lengua. Pero cuando el cambio de las circutricas habra hecho necesaria una firme voluntad parfue entonces cuando la lengua sefard inici su irremeLos pocos textos sefardes no bblicos que nos hasiglo XVI nos muestran una lengua apenas diferentecontemporneo. Del siglo XVII casi no tenemos docuen el siglo XVIII cuando encontramos la lengua en sulos primeros tomos (1732ss) del extenso y enciclopdrio bblico Me'am lo'ez iniciado por Jacob Jul, y enespecmenes del gnero de las coplas, que muy razontienen por capitales de la literatura sefard clsica.

Conviene recordar la situacin cultural en Sefararas de ese renacimiento literario. En el siglo XVII losperdiendo su ventajosa singularidad respecto a susno musulmanes, y cada vez ms los griegos y los arrnreemplazando en las relaciones del Imperio con copolticos europeos. El declive econmico acaba comecenazgo a las escuelas rabnicas, en las que ya noras equiparables a los afamados rabinos Jos Caro,bib, Samuel de Medina o Moiss Mitrani del sigloambiente de ignorancia y de depresin surge y se abcomunidades el tormentoso movimiento seudomesintay Cev y sus seguidores: su estrepitoso fracaso provcin de rigidez en el rabinazgo sefard; y, tras la decfallidas esperanzas mesinicas, se acenta la decadencuelas rabnicas y del conocim iento del hebreo, que aautor de la poca: Agora baavonot ['por (nuestros)ri y discrep el mundo en cantidad que muy pocos soven meldar un passuc ['versculo'] a las derechas ... stienden laxn hacdex ['lengua santa' = hebreo] ,

Esa es la razn de que las historias clsicas de losalen el siglo XVIII como poca de decadencia.mente en la produccin hebraica; pero no se ha semente que esa decadencia hebraica suscita unintelectual... en judeoespaol. Abraham As, Jacob Jbinos se proponen remediar la ignorancia a la que esnacin sefard facilitndole su acceso al saber judai



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biendo que no es posible hacerlo en hebreo, optan porla nica lengua que entienden: la sefard.

La decisin podra parangonarse - e n lo atrevidaefectos- con la que medio milenio antes haba adoptadolla el rey Alfonso X el Sabio, cuando en el siglo XIII tuvomiento de escribir o mandar escribir en lengua vulgar laque hasta entonces se haba escrito en latn, dando con epulso decisivo a la consolidacin del castellano como leraria ; as tambin los rabinos sefardes del siglo XVIII tatrevimiento de poner en lengua vulgar sefard la sabidque lo normal era escribir en hebreo, consagrando la seflengua de creacin literaria.

De la primera mitad del siglo XVlIl son las primerasciones originales y traducciones del hebreo de Abraham1732 Jacob Jul inicia el Me'am lo'ez ; un compendio encide comentarios bblicos y tradiciones religiosas compueafn de educar y llevar enseanza moral a las masas noPor los mismos aos , Abraham Toledo, Jacob Usiel, HaTob Magula y otros autores de coplas consagran el judcomo lengua potica. Con ello y con ellos se inicia la edde las letras sefardes.El desarrollo de la lengua sefard clsica continudurante siglo y medio. La lengua literaria est sobradamementada en un sinnmero de ediciones, que bien puedenmillar. La temtica de las obras es mayoritariamente rpero para entender rectamente esa denominacin convien cuenta que para el judo tradicional - y e n el siglosefard lo e ra - lo religioso ha sido y es una categora qall de lo que hoy entendemos por tal y que se extiendetan alejados de lo espiritual como la historia, el derechonas maneras o el folclore gastronmico (por no mencique unas muestras), es decir, todo lo que constituye el pmental y vivencial del judasmo elaborado a lo largo denes y recogido en la vasta literatura hebrea (y aramea) deel Midrs y otras fuentes clsicas del judasmo. De la lenquial pueden damos una idea los dilogos insertos en laterarias y las de autores que escriben en estilo popular.2.3 . En el siglo XIX concurren una serie de hechos qprofundamente la vida de las comunidades sefardes deotomano y, lo que aqu nos importa, su situacin lingsti

Ya en las primeras dcadas del siglo comienza a adve



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ascen ente n uenc a e os pa ses occ enta es en amica, cultural y poltica, que se traduce en ciertas refcas y sociales y en la implantacin de escuelas extraque el porcentaje de asistencia de la poblacin sefarque el de la poblacin otomana en general. Tras lasTanzimat, el estado centralizado napolenico se convdelo a seguir, el cual da paso a un nuevo concepto den el que la comunidad sefard ve trocarse su estatuprotegida, segn los fundamentos del estado islmisbditos de la nueva nacin a todos los efectos.

En la segunda mitad del siglo tiene lugar en el mturco-balcnico, y mutatis mutandis en el norteafricafunda renovacin cultural determinada por razones hilticas y sociales que aqu slo puedo apuntar. El n(luego independencia) de las naciones balcnicas ymiento (luego desaparicin) de la autoridad polticavan compartimentando lo que fuera una unidad polpiendo la contigidad cultural de siglos pasados . A lostelectuales sefardes llegan ecos del movimiento asqHaskal, que busca salir de un mundo mental y vivena los valores de la tradicin religiosa. Y, principalmenmntico inters de occidente por oriente y la luchaoccidental por los derechos civiles determinan la creaccia de la Alliance Isralite Universelle y el establecimdas las reas de Sefarad 2 de una red de escuelas a lque van dando al traste con el sistema tradicional de eticulado en escuelas comunitarias anejas a las sinagoen los conceptos y valores del judasmo.El conocimiento de las costumbres y de las lengdente fue considerado esencial por la lite comercialsalir de la crisis econmica suscitada por la competegos y armenios. Como bien ha sealado A. Rodrigue,occidental acab constituyendo para Jos sefardes unmental para el restablecimiento de los perdidos vnculcos con occidente y su consiguiente inclusin en la clano musulmana (en la Salnica del siglo XIX llegaronpor completo la vida econmica). Asisten tambin loescuelas catlicas y protestantes creadas por misionernas de las cuales (el asunto no est bien estudiado)texto que se utilizaban parecen estar escritos en un siol aljamiado ms que en judeoespaol. Pero el hecho



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cionario ocurrido desde la instalacin de las comunidadtambin las hijas de familias acomodadas empiezan a ascuelas extranjeras, con lo cual una parte al menos de lsefardes dejan de ser vehculo para la transmisin del jol como lengua materna.

El resultado de esas reformas docentes es que el antemundo sefard se abre a la cultura europea en general ycesa en particular, de modo que a partir de entonces el frfrancs van a influir decisivamente en la literatura sefaversiblemente en la lengua.

Porque paralelamente a la adopcin de nuevos gnemenos literarios -novela, teatro, publicstica- y a un arial de peridicos, folletos y libros , lo que se produce enuna prdida de consideracin de los sefardes por su propal estimar que la lengua de cultura era la que se les enseescuelas francesas de la Alliance. Ello llev a la prdidapor la lectura de las obras clsicas de la literatura sefarven como pertenecientes a un pasado caduco, y al reledel judeoespaol al nivel domstico y al uso de las genttruidas. A partir de esa prdida de estima y del hbito declsicos, su extincin era slo cuestin de tiempo.En ese judeoespaol tardo que Sephiha ha rebautizjudo-fragnol, la influencia del francs se nota enplano: como lengua de enseanza y de cultura, suponeceso en el uso de la sefard; mientras que como lengua cmayora de los escritores, ejerce una notable influenjudeoespaol que escriban, e indirectamente en el de lque consuman lo que ellos publicaban en libros y peridi2.4. Ocurren por entonces los primeros descubrimientoles del judeoespaol, que tuvieron imprevistas conssociolingsticas, ya que tomando como referencia los fiotros descubridores los orgenes de la lengua en tiempospulsin, se va forjando el gran mito de que el judeoespael espaol de tiempos de la expulsin impurificado pmos de otras lenguas. Del mito participan entusiastas loseruditos y, a travs de ellos, la gente del pueblo; y la opor supuesto, compartida y fomentada por los sabihondosres de las escuelas francesas, para quienes el hermoso estiempo de los Reyes Catlicos, [hlasl, se ha bastardeaconvertirse en un jargon . Los propios sefardes con esdan cuenta de que su lengua es un mal espaol; y ante



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que se les plantea entre un mal espaolo un buen frpor el francs y el sefard va quedando relegado a ley subestndar. Falt entonces, entre tanto purista, algdijera que si su lengua era, en efecto, un mal espembargo un buen, un buensimo judeoespaol.

Otra consecuencia de la introduccin de escuelasitalianas fue la progresiva dejacin de la grafa aljamititucin por otras en caracteres latinos, en las que lossefard se representan segn la norma ortogrfica delas lenguas conocidas. A esta razn interna se unecuando, entre las reformas de la nueva Turqua repubaos '20 de este siglo , se incluye la obligacin de usarpublicaciones el alfabeto latino .

Son sistemticas las grafas que se atienen al sistfico de lenguas con escritura prxima a la fontica, co el serbocroata. Pero stas son las menos; las mscorrespondencias fonticas con algn que otro pruritosegn criterios del francs o del italiano, de modo queen ocasiones le resulta ms difcil interpretar correctatura de un texto sefard en caracteres latinos que unhebraica.Hay que tener en cuenta tambin la fragmentacila comunidad lingstica sefard resultante del desmdel Imperio otomano, y una continua corriente midesde finales del siglo pasado va menguando la poblde las antiguas zonas de residencia, con la consiguiecin de los emigrantes en sus nuevos pases de Europ

De esas migraciones resulta que se forman nue(convencionalmente denominados Sefarad 3) de hnos al de la primera Sefardia, entre los que destacan loUnidos , en especial el de Nueva York, y los de Israelel de Jaffa (Yafo) y el de Haifa. Al principio la identidlos inmigrantes se mantena asociada a la lengua; pemiento se fue perdiendo en las generaciones siguientque lo que se da en los pases de inmigracin no es ynidad lingstica, sino, a lo sumo, redes sociales dbilel judeoespaol ocupaba el lugar que la lengua de origeneral entre inmigrantes decididos a integrarse cultur

Con el tiempo esas redes fueron diluyndose, trocnudo en crculos familiares limitados a la casa o agrupo de amigos. Ello trajo consigo una incesante dism



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,cin de la endogamia intersefard. Porque si un sefard seuna sefard, lo normal es que los sefarditas que les nazen condiciones de mantener el uso de la lengua. Pero nocuando un o una sefard forma familia con un judo o judente de otra comunidad lingstica o con persona no jutanto ocurre en Israel, en los Estados Unidos y en otros pa

y con la disminucin numrica, empez tambin atarse el proceso, intensificado en las dcadas siguientesnado en la ltima generacin, de que haya sefardes parla sefard no sea ya su primera lengua.

El golpe de gracia de la comunidad lingstica fue lacin y exterminio de millares de sefardes de Salnicreas balcnicas durante la ocupacin nazi, que supuso lricin de la nacin sefard. Los restos de ella , menguadmero y en acelerado proceso de de-sefardizacin culturintegrado en otras naciones : en la israel, los muchos queincorporarse a la consolidacin de una nacin juda en lapromisin; en la norteamericana, en la francesa... o en lalos que escogieron pases del llamado mundo occidental;vas naciones surgidas tras la desmembracin del Imperiqua, Bulgaria-, aquellos que prefirieron permanecer enres de residencia en Sefarad 2. En todas ha operado el nacicultural-y tambin poltico-, para dar por resultado qciencia de ser sefard no se traduzca ya en el mantenimilengua que durante siglos ha sido la propia de la nacin.

3. La lengua3.1 . En el espaol preclsico est ciertamente la basedel judeoespaol, y su sistema fonolgico es bastante sede aqul ; pero el judeoespaol no es el espaol preclsidice el tpico, sino que ha sido una lengua dinmica quebiado como cambia toda lengua viva (las que no cambialenguas muertas) y que a lo largo de los siglos ha experuna evolucin no menor que la del espaol, slo que diftampoco es cierto que los cambios del judeoespaol se rla impura adopcin de prstamos de otras lenguas .

La evolucin empieza en poca temprana, como lolos testimonios coetneos. En el siglo XVI Gonzalo de IIle



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maba que conoci en Venecia judos de Salnica hablavan castellano, con ser bien mocos, tan bien y mePero medio siglo despus Bernardo de Aldrete (1614)que los que fueron de Espaa hablan aun tod ava el lllevaron della, y se reconoce que es de aquell a edaddesta. La determinacin de aquella edad puede insar en un conservadurismo sefard frente al modernisular; pero los testimonios internos mue stran que nolengua espaola ha variado la sefard respecto a la dgeneracin de expulsas. No otro sentido tienen las paltado Jul a comienzos del siglo XVIII cuando, refirindel siglo XVI, de una de las antiguas traducc iones dicelo escrivi con modos de avlas espaolas que para lestas partes de Turqua y Anadol y Arabi stn son muyrada s, y del Regim iento de la vida de Moi ss Almque es un livro muy luzio pero sus avlas son muy cer

La evolucin del sefard a veces sigu e la tendenccomo ilustra, por poner un ejemplo, el caso del diptoform a como giirfana, escrita con gumal [g] inicial ,el reforzamiento de la arti culacin consonnti ca delbiovelar en posicin inicial de palabra, que se da ennormativo (gevo , giier ta) , se ha hecho normativo eque permite una errada consideracin del sefard comconservador y marginal. Pero tal consideracin ignorpreta debidamente que en sefard el reforzamiento artims all en su desarrollo, y de la posicin inici al de ptiende a inicial de slaba interior en casos como tugjug eves 'jueves '. dig eteldug ele 'duele ' . atcuendoanlogos. Es decir, que en el desarrollo fon tico internha llegado a soluciones ms avanzadas que el castellaeso vamos a decir que el conservadurismo del espaolmantenido un estado arc aico del sefard.

Algo anlogo ocurre con la regularizacin en -( -) depersonas del pretrito simple de los verbos en -ar. En pcomo quedimos 'quedamos' podran considerarse comms avanzado en la debilitacin voclica que el queaparece ocasionalmente en vulgarismos meridionales co'quedamos'. En singul ar, en textos vocalizados del sigmos todava la forma cant; pero en el siglo XVIII ya hacom. lo que sabemos no slo por algn que otro textsino porque se halla en palabras de rima en alguna copla



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Los prstamos de otras lenguas son abundantes: del htodo tiempo; en la poca clsica, del turco y otras lenguascas en oriente y del rabe marroqu en la jaqueta de la zotrecho; del francs, en el ltimo siglo y medio; del inglsbreo israel y, de nuevo, del espaol, en las ltimas dcaellos el sefard ha aprovechado al mximo una de las legtde enriquecimiento lxico (sera tan rica lengua el inglssus abundantes romanismos?) , integrndolos en el sistema.digmtico el ejemplo lxico purinliques 'aguinaldos de Pufunde elementos del hebreo (Purim 'fiesta de Ester') y(sufijo -/ik 'propio de ') con el moderna hispnico de plural

Segn la caracterizacin de Wagner, que es la quelecido en la bibliografa al uso , las diferencias entre lasdes dialectales del judeoespaol se explicaran por el ortellano de los sefardes establecidos en la zona sudorirea turcobalcnica, frente al leons o aragons de los dnoroccidental. Bastantes aos despus I. S. Rvah pudocer que, fuera cual fuere el origen de los emigrados, a ldcadas ya se haba establecido una koin en la que prban los rasgos del castellano meridional, y que las didialectales son mucho ms tardas por desarrollos diverpor influencia de las diferentes lenguas en contacto .mentariamente M. Sala ha mostrado que el desarrollo despaol se atiene a una norma en ltima instancia hispltimamente R. Penny ha puesto de manifiesto cmo lde las redes sociales tras la expulsin fue determinanteneralizacin de rasgos no castellanos en la koin de lostiempos.El anlisis de los textos permite aadir que lo que pvertirse en el desarrollo histrico de la lengua sefard es usemejanza entre variedades perifricas frente a las centratalinas; y nada de extrao hay en que tambin en la quenominar Sefardia se d una distribucin de variedades ceperifricas comparable a las que se dieron en Hispania ymania.3.2. Con el advenimiento de los tiempos modernos yalantado que la lengua sefard sufre una transformacinPalabras hispnicas del fondo tradicional (cumplir, golpe,cer) se sustituyen por sus paralelas romnicas ms o menodizadas (acomplir, colpo, apartenir) o gratuitamentems de moda (adovar por aranjar, demandar por quest



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reciben nuevo significado (acordar 'conceder'); otrnuevo romanismo refuerza el uso de un hispanismo ovar 'llegar', exprimir 'expresar'); y otras, el neolosimplemente a ocupar un lugar vaco (pI. xemendeferesmin de fer). Ni que decir tiene que el nuevo lxico debin palabras tradicionales de origen no hispnico (fachile [it.] por colay [te. kolay] = liviano 'fcil') .Aunque ese desplazamiento es relativo, puesto qbras mencionadas coexistan en un mismo corte sincrniveles de habla trad icional y moderna (

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