CUENTO GRUPAL (Grupo 3)

Leonilda y Librada Danzando Con La Vida

Érase una vez una soleada y bella mañana en la ciudad de

Mérida, dos niñas llamadas Leonilda y Librada eran

gemelas, sus padres siempre le vestían de igual manera, las

peinaban de igual manera y les trataban de igual manera.

Sin embargo, Leonilda quería siempre bailar y tocar la

flauta como su abuelita lo hacía antes de partir al cielo. Y

por su parte Librada, prefería pasar sus días enteros

leyendo poesías e imaginándose un mundo de príncipes

azules, castillos y felicidad eterna.

Pero ante esta diferencia Leonilda y Librada se querían

mucho y siempre jugaban juntas a la rueda rueda, a las

mamas con sus muñecas, a las cantantes, bailarinas,

cocineras y pare de contar. Pero un día, Leonilda le dice a

Librada que desea visitar a su abuelita a escondidas de sus

padres, pues ella, quería estar frente a la tumba para que

su abuelita le viera su nuevo baile.

Librada, (asustada) le dice a Leonilda, No hermanita eso es

malo, no debemos mentirle a papá y mamá.

Pero Leonilda, tranquila responde: pero hermanita no le

mentiremos. Solo pasaremos un ratito y volvemos, pues

queda solo a dos cuadras, y yo bailo rapidito.

Librada termino por convencerse, y tomo de su casa unas

flores para llevarle a su abuelita............!

Camino al cementerio Leonilda y Librada caminaban juntas,

saltando como si a una fiesta se dirigiesen… Al llegar,

Librada coloca las flores sobre el piso, mientras Leonilda

inicia su danza acompañada de aplausos de su hermana… al

terminar, Librada le dice a Leonilda que ya deben irse,

cuando de pronto, al dar solo unos cuantos pasos de donde

su abuelita se encontraba, escucharon un sonido extraño.

Librada, salta del susto. Mientras Leonilda observa con

gestos temerosos todo su alrededor..!

De repente, observan cómo se mueve una tumba cercana

de donde estaban, y saliendo de la misma un muerto que se

encontraba despertando, se estiraba, bostezaba y abría

sus ojos con dificultad ante la luz del esplendoroso sol que

irradiaba.

Mientras tanto, Leonilda y Librada asustadas, corrieron y

se escondieron tras un árbol. Y en seguida, notaron como el

muerto movía su cuerpo como si quisiera bailar, por lo que

Leonilda se acercó y llevo a su lado a Librada. Al inicio se

acercaban con temor, e intentaban huir. Pero más tarde,

pensaron que éste era amigable, pues el mismo les llamaba

sin intención de hacerles daño, y de repente Leonilda,

Librada y El Muerto iniciaron una danza, en la que con risas

y mucha diversión culminaron.

Finalmente Leonilda y Librada emocionadas, salieron a

contar a sus padres lo sucedido, entendiendo que nunca más

podían ocultar lo que querían hacer a sus padres.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado!

AUTORAS:

MARQUEZ ZOREIDY

MORENO ERIKA

OSORIO JOSELYN