cuando tu mundo cambia -...
TRANSCRIPT
Edición especial
Cuando tu mundo
C A M B I A
Cuando tu mundo
C A M B I A
Edición especial
Herramientas espirituales para
este tiempo de incertidumbre
Índice
¿Y ahora qué?
Día 1 ¡Ayúdame!
Día 2 Sentirse vulnerable
Día 3 ¡Basta!
Día 4 ¿Dios nos está castigando?
Día 5 Lágrimas incontenibles
Día 6 ¿Quién entiende?
Día 7 ¿Dios es realmente bueno?
Día 8 Soledad en el dolor
Día 9 Seguridad en medio del caos
Día 10 Extraño la comunión
Día 11 El enojo
Día 12 ¿Desconectado de Dios?
Día 13 ¡Inseparable!
Día 14 ¡Atrévete a tener esperanza!
Día 15 Me siento atrapado
Día 16 Inseguridad garantizada
Día 17 La oscuridad se va
Día 18 No soy el mismo
Día 19 Encontrar gozo en la vida
Día 20 Avanzar
Día 21 Contentamiento
Día 22 Amor generoso
Día 23 Compartir consuelo
Día 24 El don de ayudar
Día 25 Ámense unos a otros
Día 26 Elegir perdonar
Día 27 Vivir al 100
Día 28 Restaurar la esperanza
Día 29 Vivir bien
Día 30 Fortaleza para mañana
La COVID-19 cambió nuestro mundo entero.
¿Y ahora qué?Cuando una crisis como la pandemia de COVID-19 se desata, nuestra capacidad para enfrentarla se ve rápidamente superada. La combinación de una necesidad masiva con el escaso tiempo para prepararse impide respuestas efectivas del gobierno y de los sistemas de salud, y pone a prueba la capacidad que tienen las instituciones de proveer los bienes y servicios esenciales.
A nivel personal, luchamos por encontrar nuestro camino en medio de la confusión, el miedo y las pérdidas dolorosas que surgen de estas crisis.
Pocos de nosotros, incluidos los que sirven en el frente de batalla con asistencia médica y respuestas ante desastres, hemos enfrentado una crisis como esta. La mayoría nunca tuvo que enfrentarse a cambios tan drásticos en nuestras rutinas. Nunca experimentamos la incertidumbre que generan tantos cambios a esta escala.
La pandemia de COVID-19 afecta cada uno de nuestros pensamientos, decisiones y acciones a todo momento del día. No tenemos idea de lo que traerá el mañana. Quizás nos preguntemos si las historias que vemos hoy en la televisión mañana se convertirán en nuestra propia historia.
En medio de tal agitación, anhelamos comodidad, estabilidad y esperanza. La Biblia, la Palabra de Dios para la humanidad, es la historia del fiel amor de Dios por cada uno de nosotros en cada circunstancia. Puede ser de gran aliento en estos momentos. Da voz a nuestro enojo, angustia, miedos y esperanzas. Nos consuela para el hoy y nos fortalece para el mañana. Nos ayuda a ver más allá de nuestras luchas inmediatas hacia la esperanza eterna que Dios tiene para toda nuestra vida.
Estas lecturas diarias exploran algunos de los sentimientos y pensamientos comunes que podemos experimentar durante la pandemia de COVID-19. Cada lectura incluye una pregunta o un pensamiento inspirado por sobrevivientes de desastres y crisis, un pasaje de la Biblia y una palabra de aliento para ayudarte a enfrentar los nuevos desafíos del día a día. Las lecturas concluyen con un pensamiento o una pregunta para que reflexiones durante el día o para que uses como punto de partida de tu devocional o de tu tiempo de oración.
Que Dios te bendiga y te guarde momento a momento, día a día, mientras tratas de seguir a Jesús fielmente, incluso cuando todo tu mundo cambia.
¡Ayúdame! Estoy aturdido.
Había escuchado que la COVID-19 podría ser mala, pero nunca me hubiera imaginado que una pandemia global sería así para mí, para mi familia y mi comunidad.
Es mucho peor de lo que esperaba.
Incluso si hacemos todo bien, nos quedamos en casa y mantenemos distancia, no podemos estar seguros de que las personas que más amamos estarán a salvo.
¿Qué hago ahora?
¿Dónde puedo encontrar ayuda?
Todos hemos visto noticias sobre desastres. Las imágenes y fragmentos de zonas de terremotos, inundaciones, conflictos armados, hambrunas y epidemias nos muestran escenas casi turísticas de caos. Pero no logran transmitir toda la incertidumbre, pérdida y dolor que estos eventos traen a la vida de las personas afectadas.
Y ahora que estamos atrapados en una pandemia mundial, la vida es difícil para todos. Todos tenemos que hacer ajustes y enfrentarnos a la posibilidad de sufrir pérdidas dolorosas. Hacer frente a lo que viene puede quitarnos toda nuestra fuerza y habilidad, y aún más.
Pero no estamos solos cuando nos sentimos cansados, débiles o fuera de lugar. Otros también han necesitado ayuda en tiempos difíciles. Los siguientes pasajes del libro de los Salmos fueron escritos por el rey David, un hombre que estaba muy familiarizado con el sufrimiento y la angustia. Quizás él describa algunos de los sentimientos que estás experimentando.
Tenme compasión, Señor, que estoy angustiado;el dolor está acabando con mis ojos, con mi alma, ¡con mi cuerpo!La vida se me va en angustias,y los años en lamentos; la tristeza está acabando con mis fuerzas…
Bendito sea el Señor, pues mostró su gran amor por mí cuando me hallaba en una ciudad sitiada.En mi confusión llegué a decir:«¡He sido arrojado de tu presencia!» Pero tú oíste mi voz suplicantecuando te pedí que me ayudaras.Salmos 31:9-10; 21-22
¿Qué te gustaría decirle a Dios sobre la crisis que estás enfrentando y el impacto que tiene sobre ti hoy?
Día 1 ••••••••••••••••••••••••••••••
•Día 2 •
••••••••••••••••••••••••••••
Sentirse vulnerableHan pasado tantas cosas y aún continúan sucediendo.
No puedo detener la avalancha de malas noticias. Ni siquiera puedo proteger o sustentar a mi hogar y familia.
Me siento tan impotente y vulnerable.
El mundo ya no parece un lugar seguro.
Una de las razones por la cual las pandemias son aterradoras es porque están fuera de nuestro control. Es posible que sepamos lo que está sucediendo, pero no sabemos con cuánta gravedad nos afectará o cuánto durará.
No sabemos cuándo nuestras vidas volverán a la normalidad (si es que vuelven a la normalidad). A muchos de nosotros esa incertidumbre nos pone incómodos.
Cuando estamos acostumbrados a depender de nuestra propia capacidad y de nuestro poder para sentirnos seguros, podemos sentirnos especialmente vulnerables cuando un desastre nos quita ese control. Pero si bien somos incapaces de ayudarnos a nosotros mismos, Dios, el creador de los cielos y la tierra, sigue siendo poderoso y bueno.
Nos hacemos fuertes a medida que nos conectamos con Dios, el poder vivificador del Universo.
El Señor ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de su amor.Por la palabra del Señor fueron creados los cielos,y por el soplo de su boca, las estrellas.Él recoge en un cántaro el agua de los mares, y junta en vasijas los océanos.Tema toda la tierra al Señor; hónrenlo todos los pueblos del mundo;porque él habló, y todo fue creado;dio una orden, y todo quedó firme.
Esperamos confiados en el Señor; él es nuestro socorro y nuestro escudo.En él se regocija nuestro corazón,porque confiamos en su santo nombre.Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,tal como lo esperamos de ti.Salmos 33:5-9; 20-22
El poder y la bondad de nuestro Dios todopoderoso no pueden verse disminuidos por ningún desastre que nos suceda.
¿En qué área de las que eres vulnerable confiarás en que Dios será tu ayuda y tu escudo?
••
Día 3 ••••••••••••••••••••••••••••
¡Basta!¡Ya es suficiente!
No puedo concentrarme en nada. Es tan difícil recordar lo que las personas intentan decirme. Estoy completamente agotado, pero no puedo dormir. Tengo tantas nauseas que no puedo comer.
Me irrito con todos y me impaciento con cualquier cosa. ¡Simplemente quiero que todo desaparezca!
En muchos aspectos se hace difícil lidiar con los desastres o las crisis. Cada área de nuestra vida puede estar siendo afectada por lo que está sucediendo. Nuestros métodos usuales de hacer las cosas ya no funcionan más. Lograr hacer las cosas es todo un desafío y hay tanto que hacer que no sabemos ni por dónde empezar.
Entender todo eso es un trabajo muy duro.
El simple hecho de hacer nuestras actividades diarias nos recuerda lo que hemos perdido y la incertidumbre del mañana. Afligirnos por esas pérdidas y enfrentar nuestros miedos es emocionalmente agotador. ¡Sin dudas nos sentimos abrumados!
Pero podemos estar seguros de esto: Dios escucha nuestra angustia y nos ofrece su presencia.
Escucha, oh Dios, mi oración;no pases por alto mi súplica.¡Óyeme y respóndeme,porque mis angustias me perturban!
Se me estremece el corazón dentro del pecho,y me invade un pánico mortal.Temblando estoy de miedo,sobrecogido estoy de terror.¡Cómo quisiera tener las alas de una palomay volar hasta encontrar reposo!Me iría muy lejos de aquí;me quedaría a vivir en el desierto.Presuroso volaría a mi refugio,para librarme del viento borrascoso y de la tempestad.
Pero yo clamaré a Dios,y el Señor me salvará.Mañana, tarde y nocheclamo angustiado, y él me escucha.Salmos 55:1-2; 4-8; 16-17
¿De qué maneras buscas que Dios sea tu refugio y fortaleza durante este tiempo de dificultad?
•••
Día 4 •••••••••••••••••••••••••••
¿Dios nos está castigando?Cuando encuentro un momento para mí, me pregunto por qué Dios permitió que esta pandemia sucediera.
¿Dios está enojado con nosotros?
¿Dios nos está castigando?
Algunas personas dicen que sí y que merecemos esto. Y eso hace que me sienta culpable por lo que está pasando.
¿Dios todavía nos ama o nos está dando la espalda?
La Biblia nos cuenta sobre un hombre llamado Job, quien vivió un desastre tras otro. Perdió a cada uno de sus amados hijos y su estabilidad económica, y se enfermó gravemente. Algunos de los amigos de Job insistían con que él debió de haber hecho algo tremendamente malo como para que Dios lo castigase así.
Elifaz, uno de sus amigos, le dijo:
Ponte a pensar: ¿Quién que sea inocente ha perecido?¿Cuándo se ha destruido a la gente íntegra?La experiencia me ha enseñadoque los que siembran maldad cosechan desventura.El soplo de Dios los destruye,el aliento de su enojo los consume.Job 4:7-9
¡Imagina cómo se sintió Job después de semejante «aliento»! Pero Dios dijo que el amigo de Job no estaba en lo cierto. Dios no estaba enviando tragedias a la vida de Job. Los eventos trágicos y los tiempos difíciles que traen gran sufrimiento pueden tocarle a cualquiera. Y cuando ese tiempo llega, podemos contar con el continuo amor de Dios por nosotros.
Recuerda que ando errante y afligido,que estoy saturado de hiel y amargura.Siempre tengo esto presente,y por eso me deprimo.Pero algo más me viene a la memoria,lo cual me llena de esperanza:El gran amor del Señor nunca se acaba,y su compasión jamás se agota.Cada mañana se renuevan sus bondades;¡muy grande es su fidelidad!Lamentaciones 3:19-23
El temor de ser los culpables de provocar desastres es una carga pesada. Gracias al incondicional amor de Dios por nosotros, no tenemos que llevar esa carga. Podemos encontrar descanso en la comodidad de su amor.
Comparte con Dios qué significa su amor por ti en estos tiempos.
••••
Día 5 ••••••••••••••••••••••••••
Lágrimas incontenibles Me descubro llorando en momentos impredecibles.
Ya es bastante incómodo cuando estoy solo, pero cuando lloro delante de otras personas, me siento débil y avergonzado. Me siento en el compromiso de explicar qué me pasa, pero la mayor parte del tiempo no logro hacerlo.
Simplemente me siento muy triste y frustrado.
No es poco común experimentar sentimientos profundos de dolor, angustia u otra emoción similar durante las crisis.
Expresar estas emociones, incluso llorar, puede ser una de las maneras más sanas de pasar por todo lo que está sucediendo y recuperarse. Y gracias al gran amor de Dios por nosotros, no tenemos que llevar esas emociones solos. Tranquilamente podemos compartir nuestra angustia con Dios.
Dios comprende profundamente la realidad del sufrimiento humano y nos invita a clamar por él cuando estamos dolidos.
Cuando estamos tristes, Dios siente nuestro dolor.
Cuando nos afligimos, Dios se aflige con nosotros.
No existe calamidad o angustia emocional que su amor redentor no pueda alcanzar.
El corazón de la genteclama al Señor con angustia.Bella Sión amurallada,¡deja que día y nochecorran tus lágrimas como un río!¡No te des un momento de descanso!¡No retengas el llanto de tus ojos!Levántate y clama por las noches,cuando empiece la vigilancia nocturna.Deja correr el llanto de tu corazóncomo ofrenda derramada ante el Señor.
Se inundarán en llanto mis ojos,sin cesar y sin consuelo,hasta que, desde el cielo, el Señor se digne a mirarnos.
Desde lo más profundo de la fosa invoqué, Señor,tu nombre,y tú escuchaste mi plegaria; no cerraste tus oídos a mi clamor.Te invoqué, y viniste a mí;«No temas», me dijiste.Lamentaciones 2:18-19; 3:49-50; 55-57
Dios está al lado de los que sufren. Podemos confiar en que él se acerca cuando derramamos el dolor de nuestro corazón a él.
¿Cuál es tu oración de agradecimiento por la presencia de Dios en medio de tu dolor?
•••••
Día 6 •••••••••••••••••••••••••
¿Quién entiende? Pensé que las cosas mejorarían un poco, pero las noticias de hoy no fueron buenas.
Estoy tan desalentado y exhausto por todo este caos.
No quiero escuchar o ver más noticias.
No necesito recordatorios de que todo podría empeorar.
No quiero ver otro rostro sonriente diciéndome que atravesar esto construirá nuestro carácter y nos unirá.
No entienden qué significa esto para mí.
Eso es cierto. Ninguno de nosotros sabe o entiende qué representa para otra persona enfrentar esta calamidad.
Quizás queremos ayudar y alentarnos entre nosotros, pero normalmente no sabemos cómo. Así que, sin saber escuchar, podremos esbozar comentarios inadecuados y dar salidas aparentemente fáciles que más que traer aliento, alimentan la frustración y el dolor del otro.
Pero hay alguien que te conoce íntimamente y te ama más allá de lo que puedes imaginar. Conoce cada detalle sobre ti, cada uno de tus pensamientos y emociones. Y con un completo entendimiento de tus necesidades diarias, te invita a que te acerques a él:
«Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana».Mateo 11:28-30
Sus palabras y su presencia nos ofrecen verdadero consuelo a todos los que lo buscamos:
Señor, tú me examinas,tú me conoces.Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;aun a la distancia me lees el pensamiento.
Mis trajines y descansos los conoces;todos mis caminos te son familiares.No me llega aún la palabra a la lenguacuando tú, Señor, ya la sabes toda.Salmos 139:1-4
¿No sería un alivio ser conocido, entendido y encontrar descanso en medio de tu agotamiento? No tienes que llevar esta carga solo.
¿Confiarás en que Dios te conoce y te da descanso?
••••••
Día 7 ••••••••••••••••••••••••
¿Dios es realmente bueno?No logro entender cómo Dios permitió que esta pandemia sucediese.
Un enemigo invisible aparece de repente y mata indiscriminadamente a gente inocente. Incluso a los enfermeros, doctores y al personal de asistencia que trabaja día y noche para ayudar a aquellos que se enferman, se contagian y mueren.
¡Es tan injusto! ¿Cómo Dios puede permitir esto?
Cuando atravesamos una crisis dolorosa, es normal que hagamos preguntas.
Queremos saber quién es el culpable, por qué la crisis sucede, qué podríamos haber hecho para prevenirla, qué más podemos hacer para detenerla y qué está haciendo Dios en medio de ella. Hacer estas preguntas es doloroso, especialmente cuando estamos vacíos y comenzamos a cuestionar el carácter y el rol de Dios ante esa situación.
No somos los únicos que lo hacemos. Cuando Job perdió a sus hijos, sus posesiones y su salud, agonizó sobre lo que le acababa de suceder. Defendió su integridad, cuestionó a Dios, acusó a Dios y ¡le exigió que le respondiera! Sorprendentemente, Dios escuchó cada una de sus palabras. Cuando Job terminó, ¡Dios le explicó qué significa ser el Dios que creó, ama y se preocupa íntimamente por cada detalle del Universo! Dios dijo:
«¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende?¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!»Entonces Job le respondió:«¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno?¡Me tapo la boca con la mano!Hablé una vez, y no voy a responder; hablé otra vez, y no voy a insistir».
«Yo sé bien que tú lo puedes todo,que no es posible frustrar ninguno de tus planes.“¿Quién es este —has preguntado—, que sin conocimiento oscurece mi consejo?”Reconozco que he hablado de cosas que no alcanzo a comprender,de cosas demasiado maravillosas que me son desconocidas».Job 40:2-5; 42:2-3
Quizás no encontremos las respuestas a lo que nos preocupa, pero Dios es bueno y nos ama, y siempre está obrando de maneras poderosas que ni podemos imaginar.
¿Qué frustraciones y preguntas necesitas compartir con Dios hoy?
•••••••
Día 8 •••••••••••••••••••••••
Soledad en el dolor¡Me duele el corazón!
La gente está perdiendo sus trabajos y, algunos, sus hogares. Los alumnos están perdiendo oportunidades a futuro. Algunos empresarios han perdido sus ingresos y sus ahorros.
Y ni nombrar a aquellos que han perdido sus vidas.
Lo que es peor aún es que no podemos estar presentes para apoyarnos mutuamente.
Estoy tan desalentado que a veces no sé cómo seguir.
Dios no nos creó para arreglárnoslas solos en nuestro dolor. Nos puso en familias, nos dio amigos y comunidades para que pudiésemos compartir juntos los buenos y malos momentos de la vida.
La Biblia refuerza el valor de nuestras relaciones humanas (nos dice que dos son mejores que uno) y nos anima a que nos amemos los unos a los otros. Incluso el compartir una charla o una comida juntos alegra nuestro espíritu.
Pero ¿qué hacemos cuando una crisis nos obliga a estar solos, y nos encontramos desanimados y cansados? ¿Dónde está nuestra esperanza de compañerismo, consuelo y aliento? La Biblia dice que Elías, un hombre que experimentó una crisis que amenazó su vida, se sintió tan abandonado y solo que deseó que su vida terminara.
(…) «¡Estoy harto, Señor—protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados». Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido.
De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come». Elías miró a su alrededor y vio a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes y un jarro de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse.
El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje». Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios.1 Reyes 19:4-8
Dios conocía la profundidad del desconsuelo de Elías y le envió ayuda de una manera inesperada. Dios también comprende tu dolor.
Pide en oración por un corazón que esté abierto a recibir los regalos inesperados de Dios que traen aliento.
••••••••
Día 9 ••••••••••••••••••••••
Seguridad en medio del caosCada día trae nuevos cambios a nuestra vida. Nada (ni siquiera salir a comprar pan o leche) es tan simple como solía ser.
Todo es caótico.
Me da miedo lo que el mañana pueda traer. ¿Qué pasará si no puedo conseguir comida ni remedios? ¿La vida alguna vez volverá a su normalidad?
No importa dónde vivas en el mundo, la COVID-19 está trayendo cambios drásticos e incertidumbre a la vida diaria. Nadie puede escaparse del impacto de esta enfermedad o de los cambios que necesitamos implementar para frenar su propagación. La mayoría de los gobiernos se enfrentan con el desafío de encontrar la mejor manera de implementar nuevas normativas y prácticas.
Todos están aprendiendo y equivocándose. Y esto trae caos. Es muy alarmante.
Al adaptarnos al «nuevo normal» de la vida diaria en la tierra, podemos estar seguros de que nada ha cambiado con Dios. Aún nos ama. Aún nos cuida. Aún es nuestra roca firme que nos da esperanza y fortaleza, y nos promete estar con nosotros sin importar los desastres que sobrevengan.
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,nuestra ayuda segura en momentos de angustia.Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierray las montañas se hundan en el fondo del mar;aunque rujan y se encrespen sus aguas,y ante su furia retiemblen los montes.Salmos 46:1-3
Así que no temas, porque yo estoy contigo;no te angusties, porque yo soy tu Dios.Te fortaleceré y te ayudaré;te sostendré con mi diestra victoriosa.Isaías 41:10
(…) El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.Filipenses 4:5-7
Pídele a Dios paz para calmar tus preocupaciones, temores e inseguridades.
Depende de su ayuda y fortaleza en este tiempo.
•••••••••
Día 10 •••••••••••••••••••••
Extraño la comunión Nunca imaginé que un virus podría separarme de las actividades y personas que representan tanto para mí. Y aquí estamos, asistiendo a la iglesia a través de nuestros celulares y ordenadores. Valoro las enseñanzas de nuestro pastor, pero extraño tanto la comunión, las conversaciones, las oraciones y el aliento mutuo.
El tiempo de separación de nuestras comunidades de apoyo es difícil.
La soledad se hace sentir y no nos gusta, pero esto es normal. Dios quiere que los miembros del cuerpo de Cristo tengan un vínculo amoroso y significativo entre ellos, que sean esas relaciones que extrañamos cuando estamos separados.
Los primeros cristianos también tenían que sobrellevar el distanciamiento de su familia espiritual.
Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se unan conmigo en esta lucha y que oren a Dios por mí.
(…) De este modo, por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré descansar entre ustedes por algún tiempo. El Dios de paz sea con todos ustedes. Amén.Romanos 15:30; 32-33
(…) Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones. Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
(…) Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
(…) Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.1 Tesalonicenses 1:1-3; 5:11; 16-18
Sí, requiere un desafío adicional expresar nuestro amor y mantener nuestros vínculos en la comunidad con este distanciamiento social. Pero, aun cuando estamos separados, nuestra relación con Cristo nos conecta. Y nos alegraremos cuando nos encontremos otra vez.
Por ahora, oren los unos por los otros y sean diligentes en mantener relaciones espirituales significativas durante este tiempo de separación y distanciamiento.
••••••••••
Día 11 ••••••••••••••••••••
El enojo¿Si estoy enojado? ¿Qué crees?
Ni siquiera podemos suplir nuestras necesidades más básicas y no puedo conseguir ayuda en ningún lado. Es como si a nadie le importara. Sí, estoy enojado. ¡Muy enojado por todo!
Es frustrante cuando experimentamos una gran pérdida de control en nuestras vidas como la que estamos atravesando con la COVID-19. Cuando tenemos necesidades que no podemos o no sabemos cómo suplir, aumentan los sentimientos de inseguridad y temor. Esta condición alimenta nuestro enojo de tal forma que crece interiormente y puede volverse destructivo.
Enojarse no está mal.
Incluso Dios se enoja.
Pero su enojo es diferente al nuestro y Dios quiere que aprendamos de él.
El Señor es clemente y compasivo,lento para la ira y grande en amor.No sostiene para siempre su querellani guarda rencor eternamente.No nos trata conforme a nuestros pecadosni nos paga según nuestras maldades.Salmos 103:8-10
Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.Santiago 1:19-20
«Si se enojan, no pequen». (…) Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.Efesios 4:26; 31-32
Dios conoce nuestro dolor, nuestra frustración y nuestro enojo. No tenemos que esconder estos sentimientos de él. Pero, a su vez, nos pide que controlemos el enojo para que no nos dejemos llevar y lastimemos a los demás, y para que no dejemos de cumplir sus deseos para nosotros.
Cuéntale a Dios sobre tu enojo y pídele que te ayude a caminar fielmente en todas las circunstancias.
•••••••••••
Día 12 •••••••••••••••••••
¿Desconectado de Dios?Siento como si Dios estuviese lejos, distante e insensible.
¿Me está ignorando? ¿Está demasiado ocupado con otras cosas? ¿Todavía le intereso?
Me siento tan solo. Me ayudaría mucho saber que Dios no me ha abandonado en mi momento de necesidad.
De principio a fin, la Biblia es la historia del amor de Dios por toda la humanidad. La Biblia nos asegura que Dios quiere vivir con su pueblo y a través de él.
Los deseos de Dios de estar con nosotros durante toda la vida no cambian, sin importar cuáles sean nuestras circunstancias o cómo nos sintamos.
Cuando Dios liberó a los israelitas de Egipto y los llevó a la tierra prometida, ellos se enfrentaron con enemigos muy temidos. Dios sabía que se sentirían solos, abandonados y temerosos. Así que Moisés les dio a los israelitas un importante mensaje de parte de Dios:
«(…) El Señor su Dios marchará al frente de ustedes para destruir a todas las naciones que encuentren a su paso, y ustedes se apoderarán de su territorio.
(…) Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
(…) El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes».Deuteronomio 31:3; 6; 8
El deseo de Dios de estar con nosotros nunca ha disminuido. Cuando Jesús vino a la tierra, se le dio el hermoso nombre «Emmanuel», que significa Dios con nosotros. Y cuando Jesús partió de la tierra a unirse con su Padre celestial prometió que su Espíritu vendría a vivir entre sus seguidores. Como Dios vendría a vivir entre ellos, Jesús alentó a sus seguidores diciendo:
«La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden».Juan 14:27
Incluso cuando nos sentimos angustiados y solos, Dios no está lejos.
Acércate a él porque él está cerca de ti.
••••••••••••
Día 13 ••••••••••••••••••
¡Inseparable!Pareciera que las complicaciones de esta pandemia siguen saliéndose de control.
En tanto ajustamos algo, tenemos que enfocarnos en resolver otra cosa.
Cada cambio nos aleja y distancia todavía más los unos de los otros. Se supone que eso es bueno para nosotros, ¡pero estar tan aislado hace que me sienta desconectado espiritualmente también!
Todos los desastres pueden afectar nuestras relaciones, no solo con nuestras familias y amigos, sino también con Dios.
El cansancio generado por el estrés de las nuevas responsabilidades, el dolor por las pérdidas sufridas y el temor por la incertidumbre de lo que deparará el futuro nos lleva a sentirnos solos y distantes. Y está claro que la distancia social que se necesita para disminuir el contagio de la COVID-19 potencia estos sentimientos. Podemos llegar a preguntarnos si nuestra relación con Dios es tan segura como pensábamos que era.
Pero, incluso si nos sentimos espiritualmente solos o dudamos del amor de Dios y de su presencia con nosotros en estos tiempos de estrés, Dios nos da muy buenas noticias.
Nada podrá separarnos de su amor.
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?
(…) Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.Romanos 8:35; 37-39
¡Esa sí que es una lista interesante de los obstáculos que no tienen poder alguno para separarnos del amor de Dios! Además, las enseñanzas de Pablo sobre el amor nos recuerdan que el amor nunca falla. El amor de Dios en Cristo Jesús siempre está allí para nosotros, incluso cuando nos cuesta conectarnos con él.
Dile a Dios todo lo que puede estar siendo un obstáculo para que recibas el amor que tiene por ti.
•••••••••••••
Día 14 •••••••••••••••••
¡Atrévete a tener esperanza! En medio de esta crisis, a veces parece desesperanzador e imposible seguir adelante.
Ya no anhelo lo que antes solía anhelar y no sé qué esperar del futuro.
Constantemente pienso en ese dicho famoso: «La vida es dura y después te mueres». Pero ahora tengo otra cosa en qué pensar. ¿Qué haces cuando la vida es dura y después sigues viviendo?
Las pérdidas, las desilusiones y las luchas de la vida pueden robarnos la esperanza, incluso cuando nos queremos aferrar a ella desesperadamente.
Pero Dios conoce nuestra fragilidad. Él escuchó el llanto de Job en medio de sus pruebas.
Si el único hogar que espero es el sepulcro,he de tenderme a dormir en las tinieblas; (…)¿Dónde queda entonces mi esperanza?¿Quién ve alguna esperanza para mí?Job 17:13-15
Dios se alegró cuando su siervo David encontró gozo y fortaleza en su esperanza en Dios.
Solo en Dios halla descanso mi alma;de él viene mi esperanza.Solo él es mi roca y mi salvación;él es mi protector y no habré de caer.Salmos 62:5-6
Dios sabe cuán importante es para nosotros tener una esperanza que nunca nos falle. Por eso, en su gran amor, nos ofrece esperanza.
(…) El Señor es el Dios eterno,creador de los confines de la tierra.No se cansa ni se fatiga,Y su inteligencia es insondable. Él fortalece al cansadoy acrecienta las fuerzas del débil.Aun los jóvenes se cansan, se fatigan,y los muchachos tropiezan y caen;pero los que confían en el Señorrenovarán sus fuerzas;volarán como las águilas:correrán y no se fatigarán,caminarán y no se cansarán.Isaías 40:28–31
¿Dónde buscas esperanza? Atrévete a mirar más allá de los problemas de hoy y confía en la esperanza del amor de Dios por ti.
••••••••••••••
Día 15 ••••••••••••••••
Me siento atrapadoNo paro de pensar en todo lo que ha sucedido desde que las personas comenzaron a enfermarse. Pienso en el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos, el sacrificio de aquellos que trabajan en el área de salud y quienes luchan por salvar vidas, y las personas que han perdido sus trabajos y no pueden comprar comida o pagar la renta.
Quiero ayudar, pero siento como si estuviese encerrado en una pesadilla.
El dolor y las pérdidas por la COVID-19 son muy reales y tendrán un gran impacto en cada uno de nosotros. Está bien estar triste por las pérdidas y preocuparse por el sufrimiento y las necesidades de las personas alrededor nuestro. Pero si permitimos que los sentimientos de pérdida y ansiedad por el presente nos abrumen, probablemente nos sentiremos atrapados y angustiados. Podremos perder la esperanza de un mañana mejor.
Pero Jesús nos ofrece otra salida. Él les enseñó a sus discípulos a vivir sin abrumarse con preocupaciones cuando pasaban por situaciones difíciles y también a enfocar sus pensamientos hacia una dirección mejor.
«Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas».Mateo 6:31-33
Desde esa perspectiva, Jesús les enseñó a sus discípulos a orar por las cosas de esta vida en tanto buscaban el reino de Dios.
(…) Padre nuestro que estás en el cielo,santificado sea tu nombre,venga tu reino,hágase tu voluntaden la tierra como en el cielo.Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Perdónanos nuestras deudas,como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.Y no nos dejes caer en tentación,sino líbranos del maligno.Mateo 6:9-13
No importa cuán terribles sean nuestras circunstancias, Dios quiere que seamos sus compañeros en hacer su voluntad en la tierra.
Piensa en una cosa que te ayude a desenfocarte de los pensamientos inmovilizantes para reenfocarte en vivir en el amor, la bondad y la esperanza del reino de Dios en la tierra.
•••••••••••••••
Día 16 •••••••••••••••
Inseguridad garantizada Nada será igual.
Hemos experimentado tantos cambios relacionados a nuestra forma de trabajar, nuestro sentido de pertenencia, cómo compramos comida, cómo interactuamos socialmente e incluso nuestro estilo de vida familiar. Ya no sé en qué puedo confiar.
Es verdad. La vida será distinta por algún tiempo hasta que nos recuperemos del impacto de esta pandemia y algunas cosas no volverán a ser iguales. Pero los cambios, las pérdidas dolorosas y los tiempos de dificultad no tienen la última palabra.
Pasar por situaciones difíciles no significa que Dios nos haya abandonado o que la vida nunca volverá a ser buena.
La Biblia cuenta la historia de José. Él era el favorito de su papá y sus hermanos estaban celosos de él. ¡Pasó por circunstancias muy difíciles cuando sus hermanos lo vendieron como esclavo! A pesar de la traición de sus hermanos, José se convirtió en un buen esclavo en la casa de un oficial muy importante. Este oficial lo recompensó poniéndolo a cargo de su casa. Pero, al tiempo, José terminó en la cárcel por muchos años a causa de falsas acusaciones en su contra.
Las circunstancias adversas no detienen a Dios de cumplir su propósito. En medio de estas luchas, Dios le enseñó a José su camino y lo preparó para que se convirtiera en un líder sabio. Finalmente, José lideró al pueblo de Egipto a prepararse y sobrevivir durante una hambruna. ¡Incluso la familia de José se acercó a Egipto a pedir comida!
¿Cómo crees que José reaccionó ante esta serie de eventos inesperados? Presta atención a la respuesta que José le dio a sus hermanos quienes creían que tomaría venganza por haberlo tratado mal. Luego sus hermanos se presentaron ante José, se inclinaron delante de él y le dijeron:
—Aquí nos tienes; somos tus esclavos.—No tengan miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios? Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos. Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.Génesis 50:18-21
El futuro siempre es incierto. Después de todo lo que le sucedió, José se dio cuenta de que Dios siempre estaba en control y siempre cumplía sus propósitos.
Cuando te enfrentas a los imprevistos de la vida, ¿encuentras esperanza en la garantía de la bondad de Dios?
••••••••••••••••
Día 17 ••••••••••••••
La oscuridad se vaTodavía percibo los temores y las pérdidas de la pandemia, pero algunos días siento que la oscuridad empieza a desaparecer.
Los pequeños placeres de la vida comienzan a volver.
Anhelo ver un lindo amanecer o atardecer.
Salgo a respirar aire con olor a lluvia después de una tormenta. Recibo la llamada de un amigo y me río con mis hijos.
Pienso en posibles maneras de ayudar a aquellos vecinos que están en necesidad.
Seguramente viviremos las repercusiones de la COVID-19 por un tiempo. La vida en la tierra nunca será perfecta o sin dolor. No vamos a despertarnos de repente y vivir una vida como la que teníamos antes de la pandemia. Quizás lloremos por nuestras pérdidas durante mucho tiempo. Pero podemos animarnos al reconocer las pequeñas señales de recuperación y abrazar la sanidad que comienza a aparecer. Ese ánimo crecerá en tanto tomemos tiempo para agradecerle a Dios por su provisión, su fidelidad y su amor por nosotros.
Quizás este Salmo, escrito en agradecimiento a Dios por su provisión durante un tiempo difícil, refleje tus sentimientos de agradecimiento y esperanza por el futuro.
Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante.Por cuanto él inclina a mí su oído,lo invocaré toda mi vida.El Señor es compasivo y justo;nuestro Dios es todo ternura.El Señor protege a la gente sencilla;estaba yo muy débil, y él me salvó.¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila,que el Señor ha sido bueno contigo!Tú, Señor, me has librado de la muerte,has enjugado mis lágrimas,no me has dejado tropezar.Por eso andaré siempre delante del Señoren esta tierra de los vivientes.Salmos 116:1-2, 5-9
Mientras buscas una nueva perspectiva para tus luchas actuales y esperanza al avanzar en la vida, ¿por qué puedes agradecerle a Dios y cómo puedes expresarle tu gratitud?
•••••••••••••••••
Día 18 •••••••••••••
No soy el mismoNo esperaba que las cosas fuesen tan diferentes.
Es un desafío acomodar mi vida a este «nuevo normal» sin los recursos y oportunidades que solía tener.
Estamos pensando en qué es realmente importante y tomamos decisiones sobre cosas que antes no teníamos en cuenta.
Me di cuenta de que cambié. No veo las cosas como las veía antes.
No soy la misma persona que solía ser.
Cuando cambian nuestras circunstancias, las rutinas diarias, las prioridades, los vínculos sociales y nuestra percepción del mundo, solemos prestarle más atención a quiénes somos, qué valoramos y hacia dónde vamos.
La incertidumbre y los cambios que traen los desastres y las crisis pueden convertirse en catalizadores de transformación y renovación en nuestras vidas. Quizás tengamos un interés genuino por descubrir qué realmente vale la pena buscar y a qué aferrarse en este mundo tan cambiante.
Dios, nuestro creador, nos ama. Quiere que encontremos un fundamento sólido en él y experimentemos una transformación genuina que nos renueve las fuerzas, la esperanza y el propósito en esta vida. La Biblia está llena de historias del amor transformador de Dios en la vida de personas que han vivido situaciones traumáticas o cambios inesperados. Mira qué dicen algunos sobre confiar en Dios para que sea su fundamento sólido:
Solo en Dios halla descanso mi alma;de él viene mi esperanza.Solo él es mi roca y mi salvación;él es mi protector y no habré de caer.Dios es mi salvación y mi gloria;es la roca que me fortalece; ¡mi refugio está en Dios!Salmos 62:5-7
Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.2 Corintios 4:16-18
¿Confiarás en que Dios sea tu fundamento y una presencia transformadora en tu vida?
••••••••••••••••••
Día 19 ••••••••••••
Encontrar gozo en la vida¿Por qué estoy vivo cuando otros han muerto?
La pandemia es tan impredecible.
Nadie puede adivinar quién se enfermará y quién no.
Nadie pensó que gente vulnerable sobreviviría y que jóvenes sanos morirían.
Ahora la vida parece tan frágil.
Quizás quisiéramos que fuese distinto, pero la vida es frágil. No nos garantiza felicidad ni longevidad.
Aunque la Biblia afirma cuán frágil es nuestra vida en la tierra, también nos promete algo mejor.
El hombre es como la hierba,sus días florecen como la flor del campo:sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno.Pero el amordel Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos…Salmos 103:15-17
Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio;¡que canten siempre jubilosos!Extiéndeles tu protección, y que en ti se regocijentodos los que aman tu nombre.Salmos 5:11
Por el gran amor de Dios por nosotros, la naturaleza pasajera de la vida no es el final de la historia. Podemos encontrar gozo eterno por esta vida cuando buscamos refugio en el perdón de Dios y nos entregamos a vivir una vida que lo complace.
(…) para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación, dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz. Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados.Colosenses 1:10-14
¡Gracias a Dios por el regalo del perdón y de la vida!
Al atravesar tu día, encuentra momentos específicos que te den propósito, sentido y gozo, y agradécele a Dios por la vida eterna que comparte contigo.
•••••••••••••••••••
Día 20 •••••••••••
AvanzarCreo poder avanzar.
Empiezo a sentir que estas circunstancias difíciles terminarán pronto.
Quiero festejar y enfocarme en mi futuro. Pero después me siento culpable y siento que traiciono a las personas que han muerto.
La vida tiene temporadas, ciclos y ritmos muy claros.
No se detiene por demasiado tiempo.
Cuando el caos de esta pandemia haya pasado, este poema de la Biblia nos recordará que habrá tiempos de lamento, sanidad, recuerdo y, finalmente, un tiempo para avanzar al futuro.
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:un tiempo para nacer, y un tiempo para morir;un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar;un tiempo para destruir, y un tiempo para construir;un tiempo para llorar, y un tiempo para reír;un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto;un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas;un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse;un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir;un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar;un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser;un tiempo para callar, y un tiempo para hablar;un tiempo para amar, y un tiempo para odiar;un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.Eclesiastés 3:1-8
Si sentimientos de culpa o traición te impiden avanzar, te animo a que construyas un espacio conmemorativo. Puede ayudarte a avanzar al futuro. Dios instituyó la práctica de crear conmemoraciones para el antiguo Israel. Él les ordenó a los israelitas que construyeran un monumento de piedras a modo de recordatorio de quién los ayudó a cruzar el río Jordán hacia la tierra que Dios les había prometido.
¿Cuál sería una manera significativa en la que podrías conmemorar este tiempo difícil y honrar la memoria de quienes no están en tu vida?
••••••••••••••••••••
Día 21 ••••••••••
Contentamiento Pasé por situaciones muy diferentes recientemente. Mi mente las trae a la memoria todo el tiempo. Escucho los sonidos, veo las imágenes y recuerdo los rostros.
No es que quiera olvidarme de todo lo que pasó. Solamente quiero encontrar paz en medio de la lluvia de pensamientos y tener una nueva perspectiva de todo.
Cuando servimos a otros durante crisis como la COVID-19, podemos tener poco o ningún control sobre las circunstancias. Puede que trabajemos muchas horas sin descanso. Quizás no tengamos muchas opciones para elegir en el menú (si es que tenemos alguna). Probablemente trabajemos con un equipo inadecuado o sin protección. Puede que nos necesiten demasiadas personas.
Estas circunstancias quizás sean un suelo fértil para el descontento.
El contentamiento en todas las situaciones comienza con una actitud de fe y confianza en la fidelidad de la guía y el cuidado amoroso de Dios por nosotros.
El contentamiento puede fortalecerse con el tiempo que compartimos con otras personas.
Un amigo puede traer una nueva perspectiva, apoyo o escucha en el momento justo. Si nos desalentamos o quejamos, un amigo puede ayudarnos a ver la situación de una manera distinta.
Pablo escribió de lo que aprendió sobre estar contento en diferentes situaciones:
No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, han hecho bien en participar conmigo en mi angustia.Filipenses 4:11-14
«Sin embargo, han hecho bien en participar conmigo en mi angustia». Compartir las cargas unos con otros es un verdadero privilegio.
¿Invertirás tiempo en llevar la angustia de alguien más?
¿Qué esperas aprender sobre el contentamiento al interactuar con esa persona?
•••••••••••••••••••••
Día 22 •••••••••
Amor generosoSiempre creí que era una persona generosa, pero algo extraño sucedió cuando fui a comprar provisiones.
Estaban racionando algunos de los productos que necesitábamos ¡y mi primera reacción fue agarrar todo lo que podía! Aunque solo necesitábamos una unidad, tomé dos simplemente porque podía. Después me sentí culpable. ¿Qué sucede si alguien que realmente necesitaba esas provisiones se quedó sin ninguna?
Mantener una perspectiva sana, amorosa y generosa en medio de la crisis es un desafío, especialmente si no sabes si tendrás recursos suficientes para sobrevivir.
Pero tu generosidad ayuda a expresar el amor y la justicia de Dios en este mundo, y serás recompensado.
Bien le va al que presta con generosidad,y maneja sus negocios con justicia.Salmos 112:5
¡La Biblia también nos dice que nuestra generosidad resultará en acción de gracias a Dios!
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. Como está escrito:
«Repartió sus bienes entre los pobres;su justicia permanece para siempre».
Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.
Esta ayuda que es un servicio sagrado no solo suple las necesidades de los santos, sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo, y por su generosa solidaridad con ellos y con todos.2 Corintios 9:7-9, 11-13
¿Cuán importante es para ti mostrar el amor de Dios siendo un dador generoso y alegre, y cómo lo harás?
••••••••••••••••••••••
Día 23 ••••••••
Compartir consueloCuando comencé a tener fiebre, tuve que aislarme por 14 largos días. Para alguien que se ve impulsado a alcanzar objetivos, ese tiempo de aislamiento fue una tortura.
Me sentía demasiado cansado como para comer. Estaba solo y tenía miedo a empeorar. Resultó que no tenía la COVID-19, pero ahora que estoy recuperado, siento que todo el tiempo que pasé en cuarentena no tuvo sentido. ¡Todo ese sufrimiento y preocupación por nada!
El sufrimiento por lo general nos hace sentir muy solos.
Quizás no tengamos a nadie que nos consuele.
Puede ser que sintamos que nadie entiende nuestro sufrimiento.
Por un lado, nuestra experiencia del sufrimiento es única y nadie más puede sentir exactamente lo que sentimos nosotros. Por otro lado, el sufrimiento es algo que todos tenemos en común. Cuando experimentamos la presencia consoladora de Dios en nuestro sufrimiento, podemos compartir ese consuelo con otros en su situación de dolor y soledad.
El apóstol Pablo experimentó grandes sufrimientos a lo largo de su vida y ministerio. ¡Tanto sufrimiento que la vida perdió sentido para él! Pero, a pesar de eso, cuando escribe sobre sus problemas, los describe como un regalo que podemos compartir con otros.
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. Pues, así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo. Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y, si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Firme es la esperanza que tenemos en cuanto a ustedes, porque sabemos que, así como participan de nuestros sufrimientos, así también participan de nuestro consuelo.2 Corintios 1:3-7
Quizás consideremos que los momentos de sufrimiento y pérdida no sirven ni tienen sentido, pero desde la perspectiva de Dios esas temporadas nos dan una oportunidad incomparable de compartir el sufrimiento de otros.
¿Qué consuelo recibiste de Dios que puedes compartir con otros?
•••••••••••••••••••••••
Día 24 •••••••
El don de ayudarDurante la pandemia no cobré el sueldo y después de pagar el alquiler nos quedó muy poco dinero para comprar comida. Fue humillante aceptar ayuda porque normalmente nos las arreglamos solos.
No queríamos que los otros nos tuvieran lástima, pero, a la vez, estábamos agradecidos por la ayuda.
Ayudar a otros en tiempos de crisis parece tan simple. Pero, aun así, la ayuda puede tener otro significado e impacto dependiendo de cómo se de y de quién la reciba.
Para algunos, ayudar es un simple acto de dar bienes y servicios a aquellos que no pueden conseguirlos por ellos mismos. Para otros, ayudar es expresar amor y preocupación por el bienestar de la otra persona.
Ofrecer ayuda puede estar motivado por la generosidad o impulsado por la lástima y la culpa. Necesitar ayuda puede verse como debilidad o fracaso. Recibir ayuda puede traer alivio, agradecimiento y esperanza.
Ayudar a gente en necesidad con el entendimiento correcto, compasión y amor puede tener un impacto eterno. Ayudar a otros puede mostrarles a las personas cómo es Dios y cuánto las ama. Medita en las siguientes enseñanzas sobre la ayuda narrada en esta historia de la vida y el ministerio de Jesús.
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor.
Se le acercaron grandes multitudes que llevaban cojos, ciegos, lisiados, mudos y muchos enfermos más, y los pusieron a sus pies; y él los sanó. La gente se asombraba al ver a los mudos hablar, a los lisiados recobrar la salud, a los cojos andar y a los ciegos ver. Y alababan al Dios de Israel.Mateo 9:35-36; 15:30-31
Cuando ayudes a alguien, ten en cuenta el significado y el impacto que tus acciones pueden tener. Dile a Dios que te ayude a entender y asistir a las personas en necesidad de la misma manera en que Jesús lo hizo.
Pídele a Dios que te bendiga con el don de servicio para que las personas vean el amor de Dios y lo alaben por su bondad.
••••••••••••••••••••••••
Día 25 ••••••
Ámense unos a otros Soy adulto. Vivo solo, lejos de mi familia y ¡me sentí raro cuando nuestra comunidad tuvo que encerrarse por casi un mes!
Extrañé a mis compañeros de trabajo, a mis amigos y hacer todas mis actividades normales. Por momentos el distanciamiento social hizo que no me sintiera parte de nada y que sintiera que no era importante para nadie.
A donde sea que vivamos, la COVID-19 nos afectará. Las medidas de protección como la cuarentena, el aislamiento y el trabajar o estudiar remotamente tienen un impacto psicológico negativo en nosotros.
Fuimos creados para vivir en comunión con Dios y con otros, por lo que el aislamiento no genera consecuencias positivas.
Cuando te sientas solo o inseguro en medio del encierro, no te olvides de que las personas de todo el mundo están sufriendo de manera similar. Podemos contactar a nuestros familiares y amigos con un mensaje de texto, una llamada o un email para expresar nuestro amor y preocupación unos por otros. Como personas de fe, también tenemos el privilegio y la esperanza de unir nuestros corazones y orar por y entre nosotros.
Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.Colosenses 3:14-17
No es la intención de Dios que la vida sea un viaje solitario. Cuando nos unimos en el vínculo de la fe, nos podemos ayudar y alentar unos a otros a través de la oración.
¿Tienes a alguien con quien orar por sus necesidades, por sus comunidades, por todos los que están sufriendo en el mundo y alentarse mutuamente a caminar en la fe?
•••••••••••••••••••••••••
Día 26 •••••
Elegir perdonarSigo preguntándome quién es el culpable de este lío.
Todo es caótico. ¿Quién está tomando decisiones correctas? ¿Quién lo está empeorando todo?
Saber a quién culpar significaría mucho para calmar los pensamientos en mi mente.
Cuando la situación se sale del control, cuando atravesamos momentos difíciles y cuando sufrimos pérdidas, es tentador pensar que obtener respuestas sobre lo que salió mal y encontrar al culpable nos hará sentir mejor. Es por eso que las teorías conspirativas suelen nacer en momentos de crisis.
Las respuestas pueden aliviar la presión por lo incierto y calmar nuestra confusión a corto plazo. Pero las acusaciones y la culpa no cambian las circunstancias ni mejoran nuestras actitudes o nuestra habilidad de lidiar con lo que sucedió.
La verdad es que enfrentar una pandemia mundial es difícil y complejo. No tenemos todas las respuestas. Suceden cosas inesperadas. Una decisión que hoy parece sabia puede no serlo mañana. Cuando estamos bajo mucho estrés, podemos juzgar a las personas duramente.
En retrospectiva, todos nos arrepentiremos por algo que hayamos hecho en el pasado. Nos daremos cuenta de que podríamos haber manejado mejor algunas situaciones. Podríamos haber tomado decisiones más sabias. Pero no debemos quedar atrapados en el juego de la culpa. Perdonarnos a nosotros mismos y a otros por errores y fracasos puede ser difícil, pero es un paso importante que nos libera para sanar, crecer y avanzar a un futuro de esperanza.
(…) de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.Colosenses 3:13
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.Efesios 4:32
Dios nos perdona por todos nuestros pecados y ofensas. Y nosotros podemos hacer lo mismo por otros. ¿Hay alguien a quién estés culpando injustamente? ¿Por qué cosas guardas ese rencor que te mantiene atrapado en el pasado?
¿A quién le ofrecerás el don del perdón que Dios te ha concedido gratuitamente a ti?
••••••••••••••••••••••••••
Día 27 ••••
Vivir al 100Extraño mi vida de siempre. Quisiera que todo vuelva a la normalidad otra vez.
Sé que las dificultades y temores de hoy pasarán.
Por todas partes veo señales de una nueva vida por delante.
Pareciera que algunos negocios ya están listos para acomodar todo y volver a abrir, pero no creo que la vida vuelva a ser igual.
Cuando llega el momento de volver a la vida normal luego de haber sobrevivido a un período de crisis, solemos encarar todo con gran expectativa. Sin embargo, al encontrarnos con la nueva realidad de vida, las desilusiones y los desafíos nos desaniman. Pero también nos dan oportunidades de mirar la vida de una manera en la que no lo hicimos antes.
¿Estás abierto a la idea de vivir una vida nueva? El cambio nos da la oportunidad de volver a empezar y construir una vida mejor. Podemos repensar nuestras prioridades y metas. Quizás podamos poner nuestra nueva perspectiva de vida en acción. Podemos trabajar en sanar relaciones pasadas. Quizás desarrollemos hábitos más saludables. También podemos repensar lo que creemos sobre Dios y qué lugar ocupa en nuestra vida.
En su paso por la tierra, Jesús le mostró y enseñó a la gente sobre la vida plena y abundante que él ofrece. Algunos lo rechazaron. Otros encontraron esperanza en sus enseñanzas y abrazaron sus propósitos. Él dijo:
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.Juan 10:10
El apóstol Pablo citó las palabras del profeta Isaías cuando describió la vida abundante que Dios ofrece:
Sin embargo, como está escrito:«Ningún ojo ha visto,ningún oído ha escuchado,ninguna mente humana ha concebidolo que Dios ha preparado para quienes lo aman».Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu,pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.1 Corintios 2:9-10
Dios nos ofrece la oportunidad de vivir una vida nueva, plena y eterna que no puede ser robada o destruida por nada de lo que pasa en la tierra.
¿Qué lugar ocupa en tus planes la vida plena que Dios ofrece?
•••••••••••••••••••••••••••
Día 28 •••
Restaurar la esperanzaLa vida puede ser muy cruel.
Un día estás sano y vives la vida de siempre y, de repente, sin previo aviso y sin haber hecho nada diferente, te enfermas con un virus invisible que puede matarte.
Me cuesta mucho aceptar que la vida sea así.
Ya no la veo tan buena como antes. Me estoy preguntando de qué se trata todo esto.
Cuando Dios creó el Universo era perfecto en todo sentido. Todo lo que Dios creó reflejaba su imagen, su carácter, sus ideales y su propósito. Todo era hermoso y funcionaba exactamente cómo él lo había planeado. Pero la rebeldía y el pecado en contra de Dios destrozaron ese mundo perfecto. El caos reemplazó el orden pacífico de Dios y el mundo comenzó a vivir separado de su relación correcta con Dios desde entonces.
Así que sí, el mundo de hoy no es el mundo bueno que Dios pensó. El dolor, la tristeza, la confusión y la ansiedad que sentimos por esta pandemia demuestran cómo es la vida cuando nuestra relación con el creador se rompe. Pero no tenemos que quedarnos en ese lugar doloroso y desesperanzador. Dios envió a su hijo Jesús a restaurar nuestra relación con él para que podamos reconectarnos a él. Y él también prometió que un día toda su creación sería restaurada a la perfección.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.Juan 3:16-17
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.Romanos 15:13
Cuando nuestros pecados son perdonados y nuestra relación con Dios se restaura, podemos vivir con paz y esperanza. Podemos tener una vida con un propósito renovado que conozca, confíe y sirva a Dios en todo lo que hace.
¿De qué maneras confiar en Dios cambia tu perspectiva en los momentos difíciles en la vida?
••••••••••••••••••••••••••••
Día 29 ••
Vivir bienHa sido difícil vivir bien durante la COVID-19. Aun la rutina y las tareas diarias no son las mismas. Justo cuando pienso que tengo todo resuelto, las cosas cambian de nuevo.
Siempre pude contactar y ayudar a otros, pero ahora no sé qué necesita la gente o qué puedo hacer para ayudarla.
Dios nos creó para que seamos sus compañeros en mostrar su amor y ayudar a la gente en necesidad.
Así que no debe sorprendernos que nos sintamos completos cuando contribuimos en el bienestar de otros. Para eso es que nos creó Dios.
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón,y salva a los de espíritu abatido.Salmos 34:18
Cuando Jesús vino al mundo, era generoso, bondadoso y ofrecía consuelo para muchas personas. Al preocuparse por los demás, él nos mostró cómo vivir bien a causa de amar bien.
El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí,por cuanto me ha ungidopara anunciar buenas nuevas a los pobres.Me ha enviado a sanar los corazones heridos,a proclamar liberación a los cautivosy libertad a los prisioneros,a pregonar el año del favor del Señory el día de la venganza de nuestro Dios,a consolar a todos los que están de duelo,y a confortar a los dolientes de Sión.Me ha enviado a darles una coronaen vez de cenizas,aceite de alegríaen vez de luto,traje de fiestaen vez de espíritu de desaliento.Serán llamados robles de justicia,plantío del Señor,para mostrar su gloria.Isaías 61:1-3
¿Qué formas de sanidad, bondad y consuelo recibiste de Dios?
¿De qué maneras puedes compartir ese amor con los demás?
•••••••••••••••••••••••••••••
Día 30 •
Fortaleza para mañanaEnfrentar la COVID-19 ha sido difícil para mí. Pero fue muy doloroso para las personas que perdieron a seres queridos y devastador para aquellos que sufrieron económicamente.
Todos estamos ansiosos por el fin de esta enfermedad, pero creo que deberemos lidiar con ella por un largo tiempo.
Espero que tengamos la fortaleza para sobrellevar lo que nos espera en el futuro.
Una pandemia como la COVID-19 no termina de la noche a la mañana. Retomar y reconstruir la vida lleva tiempo. Sin tratamientos que nos puedan curar ni vacunas que puedan prevenir la COVID-19, nos acecha la amenaza de esta enfermedad.
Vivir con esa incertidumbre es un recordatorio constante de cuán poco control tenemos sobre el mañana. Pero la Biblia nos asegura que Dios es nuestra esperanza y fortaleza más allá de lo que suceda. Pablo, en medio de un gran sufrimiento y estando convencido de que Dios empoderará a la iglesia para que complete su propósito de hacer conocido el nombre de Dios, escribe:
Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios.
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.Efesios 3:16-21
Nadie conoce los placeres o las dificultades que traerá el mañana. Lo que sí sabemos es que Dios nos ama más de lo que podemos imaginar y que su poder es nuestra fortaleza para lo que sea que depare el futuro.
¿De qué maneras la promesa de la fortaleza y el propósito de Dios para tu vida afectan cómo enfrentarás el futuro incierto?
Quizás hayas experimentado dolor y pérdida antes, pero esta pandemia cambió tu vida contundentemente. El dolor y la pérdida afectan cada parte de nuestra vida, y no tener el control es agonizante. De alguna manera sabemos que este caos nunca debería haber ocurrido.
Cuando comenzó el mundo, la creación de Dios era un lugar de paz. Era un lugar donde los humanos disfrutaban de una relación armoniosa con él mientras cuidaban su linda creación.
Pero después, esos mismos humanos decidieron que sus caminos eran mejores que los de Dios. Eligieron un camino que contaminó de pecado y muerte a todas las relaciones humanas (con Dios, con otros y con su creación). Hubo dolor, sufrimiento, devastación y angustia en todas las relaciones humanas desde entonces.
Pero Dios quiso restaurar a su creación así que eligió a un grupo de personas, los israelitas, para mostrar su amor al mundo. Sin embargo, este pueblo se resistió a ser parte de la solución y el problema continuó. La buena noticia es que Dios no se rindió.
Envió a su único hijo, Jesús, al mundo como el Mesías de Israel: su rey. Jesús vino a mostrar para qué fueron creadas las personas. Vino a hacer lo que los israelitas no hicieron: mostrar el amor de Dios por toda la humanidad. Y vino para ser el Rey y el Salvador del mundo.
En vez de rendirse al pecado y morir como cualquier otra persona, Jesús lo confrontó y venció. ¿Cómo lo hizo?
Él anunció que el reino de Dios estaba cerca. Sin embargo, los reyes y las autoridades no apreciaban la amenaza a su poder que Jesús representaba. Usaban la muerte como instrumento para mantener su poder. De hecho, para vencer a Jesús, usaron el poder de la muerte cuando lo colgaron en una cruz para matarlo.
Pero después de tres días, el poder de esos reyes y autoridades ya no tenía vigencia. Jesús resucitó de la muerte y demostró que el poder redentor de Dios es más fuerte que el pecado y la muerte. El amor y la vida de Dios vencieron las fuerzas del mal.
Cuando nos enfrentamos a amenazas oscuras como la que estamos viviendo, no podemos simplemente ignorar la oscuridad. Sino que Dios nos dio una historia de esperanza en la que la luz vence a la oscuridad.
Todos fuimos parte de esta oscuridad al elegir seguir nuestros propios pensamientos y deseos en vez de los de Dios. Pero, así como Dios decidió restaurar a su creación, quiere restaurarte a ti a lo que él originalmente planeó para tu vida y quiere perdonar tus pecados para que puedas llevar esta vida nueva al resto del mundo.
La intención de Dios es restaurar a toda su creación para que el mundo no sufra desastres y dolor. En la nueva creación, la morada de Dios es entre su pueblo y él habitará con ellos y será su Dios. «Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». (Apocalipsis.)
Ahora Dios quiere encontrarse contigo donde estás y consolarte. Pero también quiere guiarte fuera de la oscuridad para que te conviertas en un faro de luz para el mundo. Todavía hay tanto dolor en el mundo. Hay tanta gente que necesita esta misma esperanza y saber que Jesús les da victoria sobre la oscuridad.
No podemos hacer esto solos. Dios nos dio su Espíritu para que viva en nosotros, su Palabra para que nos cuente la historia y a otras personas para compartir la vida. Así que te animamos a que invites al Espíritu a tu vida, encuentres seguidores de Jesús con quienes conectar y consigas una copia de su Palabra para comenzar a leer.
La COVID-19 cambió nuestro mundo entero.
Fundada en 1809 en la ciudad de Nueva York, Biblica traduce biblias y ofrece estudios bíblicos para promover un mayor conocimiento y compromiso con la Biblia. Ayudamos a las personas a tener una Biblia y también a comprender cómo aplicarla a su diario vivir. Biblica actualmente se encuentra en 55 países y alcanza a más de 100 millones de personas por año con la Palabra de Dios. Es nuestra oración que puedas experimentar el poder transformador de vidas que solo la Palabra de Dios puede brindar.
Cuando tu mundo cambiaTM Edición especial Derechos reservados © 2020 por Biblica, Inc.
Reservados todos los derechos en todo el mundo.
Texto bíblico tomado de la
La Santa Biblia, Nueva Versión InternacionalTM, NVITM
© 1999, 2015 por Biblica, Inc. Reservados todos los derechos en todo el mundo.
“Nueva Versión Internacional” es una marca registrada en la Oficina Estadounidense de Patentes y Marcas Registradas y en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) por Biblica, Inc.
“NVI”, “Biblica”, “International Bible Society” y el logo de Biblica son marcas registradas en la Oficina Estadounidense de Patentes y Marcas Registradas por Biblica, Inc.
El «Instituto de Desastres Humanitarios» (HDI, por sus siglas en inglés) del Wheaton College se fundó en 2011 y es el primer centro académico de investigación de desastres basado en la fe de los Estados Unidos. Nuestra misión es ayudar a la iglesia a prepararse y cuidar a un mundo repleto de desastres. Usamos nuestras investigaciones para crear recursos y eventos diseñados para alumnos, sobrevivientes, ayudantes e investigadores. En 2018, el HDI del Wheaton College lanzó la «Maestría en liderazgo humanitario y desastres» para preparar a la próxima generación de profesionales humanitarios y de desastres para liderar con fe y humildad, utilizar prácticas basadas en evidencias y servir a los más vulnerables y a la iglesia a nivel mundial.
SPANISH: WYWWC-SE