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Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables

Cuadernos sobre Nº 9Poblaciones Vulnerables 2013

construyendo el bienestar para todos

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DOCUMENTO PÚBLICO

Gracias por su lectura.

Ana Jara Velásquez, Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables – MIMP.

Julio Andrés Rojas Julca, Viceministro de Poblaciones Vulnerables

Alfredo Alfaro, Director General de Población y Desarrollo.

“Toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a suintegridad moral, psíquica y física, y a su libre desarrollo ybienestar, así como a elegir su lugar de residencia, atransitarpor el territorio nacional y salir de él, salvolimitaciones por razones de sanidad o por mandato judicialo por aplicación de la ley de extranjería”. Constitución Política del Perú

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I. PRESENTACIÓN

II. MARCO JURIDICO

III. CAMBIOS DEMOGRAFICOS EN LA POBLACION PERUANA

IV. Demográficos en la Población Peruana

V. Migración Interna e Internacional

VI. Envejecimiento de la población

VII. La Política de Población para el Período 2010-2014

VIII. Programa de Acción de la Conferencia Internacional en Población y Desarrollo y su seguimiento después de 2014

IX. La población en el Perú

X. Peruanos en el exterior

XI. Los jóvenes en el Perú

XII. Poblaciones vulnerables

CONTENIDOS

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En el año 2021, año del Bicentenario de nuestra Independencia Nacional, el Perú alcanzará los 33 millones 149 mil habitantes.

Peruanos en el exterior. El mayor porcentaje de peruanos/peruanas retornantes del exterior procedieron de Chile, Estados Unidos de América y Argentina (10,5%): de estos tres países retornó el 63.0% de peruanos residentes en el extranjero.

Los jóvenes en el Perú. Constituyen el segmento de población que cumple un rol importante en el potencial de desarrollo de un país. La importancia de implementar políticas y programas económicos y sociales dirigidos a la población de 15 a 29 años radica en que esta etapa adquieren habilidades y conocimientos que les permiten asumir roles y responsabilidades en la transición y durante la vida adulta.

De la forma cómo transcurran sus años de formación y de las oportunidades que se les ofrezcan, dependerán en buena parte sus condiciones de vida futura, sus posibilidades, su comportamiento, sus posibilidades y su conducta como adultos en los diferentes campos del quehacer humano.

Los jóvenes de 15 a 29 años de edad alcanzaron los 8 millones 283 mil 188 personas al 30 de junio de 2013, que representan el 27,2% de la población total. Este grupo de población llegó a 7 millones 421 mil 162 habitantes en el año 2000. Se proyecta que esta población ascenderá a 8 millones 512 mil 764 habitantes en el año 2021.

En la población joven se observa un ligero predominio de la población masculina: sin embargo, se mantiene el equilibrio entre hombres y mujeres.

En el año 2013 los hombres llegan a 4 millones 191 mil 713 y representan el 50,6% de la población joven. Las mujeres, por su parte, alcanzan los 4 millones 91 mil 475 y representan el 49,4% de la población total de este grupo.

La distribución de la población joven en el territorio nacional refleja heterogeneidades que determinan necesidades y potencialidades por atender como todo fenómeno sociodemográfico.

En el año 2013, alrededor de un tercio de la población joven reside en el departamento de Lima, hecho debido principalmente a la migración de este grupo que se moviliza a la capital del país en busca de mejores condiciones y oportunidades de vida. Se estima que para el año 2015, Lima continuará concentrando al mayor contingente de población joven con 31,6%. Los jóvenes de 15 a 29 años de edad alcanzaron los 8 millones 283 mil 188 personas al 30 de junio de 2013

Poblaciones vulnerables. En su trabajo de protección y atención a la población vulnerable, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables trabaja mensualmente con varios miles de niños, niñas y adolescentes en estado de riesgo social y abandono, a través de sus Centros de Atención Residencial (CAR), y 640 niños, niñas y adolescentes han sido reinsertados a su medio familiar.

En cuanto a personas en condición de riesgo y/o vulnerabilidad, el Ministerio busca reducir la mendicidad encubierta en las calles, que en buena parte solo beneficia a mafias que utilizan a menores para lucrar con ellos. La campaña “Tu dinero los condena a la mendicidad” ha sido lanzada con este fin y en una primera etapa ha comprometido A las autoridades de nueve distritos de Lima para que contribuyan con esta causa.

Presentación

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El Programa Nacional Yachay atiende a niñas, niños y adolescentes en situación de calle, siendo la mayoría de ellos NNA trabajadores. La población en situación de mendicidad no es fácil de identificar porque se confunde en muchas ocasiones con el trabajo infantil.

En cuanto a los adultos mayores, los servicios de atención dirigidos a los que viven en las calles, a través del Programa Nacional Vida Digna, llegarán este año a diversas regiones como Arequipa, Ica y Huancayo. Hasta el momento, el programa atiende a personas en

sus Centros de Atención Residencial y en hospederías a adultos mayores más.

Las personas con discapacidad son otro grupo vulnerable de la población. El Registro Nacional de Personas con Discapacidad – CONADIS, tiene cerca de 20 mil personas inscritas. Durante el último año se realizó la Primera Encuesta Nacional Especializada en Discapacidad para tener un diagnóstico real de la situación, tras lo cual se han puesto en práctica tres programas presupuestales especiales en salud, educación y empleo.

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Marco JurídicoDe acuerdo a lo establecido en la Constitución Política del Perú (numerales 2.1 y 2.11 del artículo 2), toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física, y a su libre desarrollo y bienestar, así como a elegir su lugar de residencia, a transitar por el territorio nacional y salir de él, salvo limitaciones por razones de sanidad o por mandato judicial o por aplicación de la ley de extranjería.

Asimismo, el artículo 6 de la Carta Magna establece que la política nacional de población tiene como fin difundir y promover la paternidad y maternidad responsables. El Estado, de esta manera, asegura los programas de educación, la información adecuada, y el acceso a los medios que no afecten la vida o la salud.

Siguiendo este marco jurídico-legal, podemos referirnos, además, a la Ley de la Política Nacional de Población (Decreto Legislativo N. 346), promulgada en 1985 y que garantiza los derechos de la persona humana, sean estos, por ejemplo, el derecho de la vida desde la concepción; a formar una familia y al respeto a su intimidad: a la libre determinación del número de hijos; a la salud integral y al desarrollo de su personalidad. En este ámbito son considerados igualmente los derechos a habitar un ambiente saludable y ecológicamente equilibrados; a elegir su lugar de residencia y a transitar libremente por el territorio nacional y a la igualdad ante la ley.

Asimismo, el Acuerdo Nacional promueve acciones en favor de las políticas de población: reducción de la pobreza, igualdad de oportunidades sin ningún tipo de discriminación, acceso a la educación pública y gratuita, fortalecimiento de la familia y protección de la niñez y juventud.

El objetivo primordial de la Política Nacional de Población promueve la planificación y ejecución de las acciones del Estado relativas al volumen, estructura, dinámica y distribución de la población en el territorio nacional, considerando el concepto de una mejora sustancial de las condiciones socioeconómicas y culturales de la población.

Para alcanzar los objetivos propuestos, la Ley contiene cuatro grupos de políticas: 1) en relación a la familia contempla la solidaridad, la paternidad responsable y la igualdad entre los sexos impulsando la promoción de la mujer; 2) en cuanto a la educación en población, busca concientizar sobre la influencia recíproca entre la dinámica poblacional y el desarrollo socioeconómico; 3) en cuanto a salud, se orienta a garantizar el ejercicio de una paternidad responsable, la planificación familiar y a evitar el aborto; y 4) sobre desarrollo nacional y distribución de la población, subraya la necesidad de profundizar una estrategia descentralizada, la cual busque la generación de empleo productivo y oportunidades de ingresos.

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Por último, como parte de este marco normativo, es importante señalar el rol de los gobiernos regionales, cuya Ley Orgánica (N. 27867) y en su modificatoria basada en la Ley N. 27902 está relacionado estrechamente con el Plan Nacional de Población, al establecer en su Artículo 50, entre otras funciones específicas en esta materia, la formulación de programas de población en concordancia con los instrumentos ya acordados desde el gobierno central.

El Estado, de esta manera, asegura los programas de educación, la información adecuada, y el acceso a los medios que no afecten la vida o la salud.

La dinámica de la población peruana ha experimentado sustanciales modificaciones en las últimas dos décadas. Por ejemplo, el crecimiento demográfico ha disminuido, tanto en términos absolutos como relativos. Otras características importantes son las siguientes: la mortalidad y la fecundidad han continuado su tendencia descendente; la urbanización se ha extendido a todas las regiones del país, y la población rural se ha estancado incluso cuando persiste su fuerte dispersión.

Asimismo, se pueden mencionar otras características: la migración interna se ha diversificado, aunque su intensidad ha disminuido, y la migración internacional se ha acelerado. Además -y este es un hecho a tomar muy en cuenta- la población peruana experimenta un proceso de envejecimiento. Por último, la Población Económicamente Activa - PEA, ha crecido a tasas altas tanto por la incorporación de jóvenes como la cada vez mayor participación femenina.

Cambios Demográficos en la Población Peruana

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Cambios en el crecimiento y distribución de la población

La historia contemporánea del Perú y el mundo nos da ejemplos concretos de los cambios que ha sufrido la población desde los años 40. En esa época, el Perú era habitado por unos 7 millones de personas, cifra que se elevó rápidamente a 10.5 millones en la década del 60 y llegó a los 14 millones en los años 70. La tasa más alta de nuestra historia demográfica se ubica entre los años 60 y 70 con un 2.8% como promedio anual.

Desde la década de 1980, y como en otros países en desarrollo, nuestra nación ingresa a las últimas etapas de la transición demográfica, la cual se caracteriza por un descenso de la fecundidad y la emigración internacional, realidades que inciden en un crecimiento más lento de la población. La tasa de crecimiento desciende a 2% en esa década y se reduce aún más (1.6%) entre 1993 y 2007. En 2007, la población del Perú alcanzaba los 28.2 millones de habitantes.

Al mismo tiempo, la urbanización y la litorización se acentuaron, por efecto de las migraciones internas. En solo 4 décadas (1940-1981), se invirtió la distribución urbana-rural del país: de dos tercios rural a dos tercios urbana. En el 2007, el 75.9 de la población reside en áreas urbanas mientras que el restante 24.1 lo hace en el ámbito rural.

Si revisamos la distribución por regiones naturales, la costa ha incrementado sostenidamente su peso demográfico en las últimas décadas llegando en la actualidad al 54.6% de la población nacional.

En cuanto a las proyecciones demográficas, el Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI estima que la población total alcanzará los 33 millones en el 2020.

La reducción de la natalidad, entre 1972 y 2007, ha ido disminuyendo de manera relativa el grupo de edad de 0-19 años que pasa de ser el 54.4% de la población total al 40.5%. La población peruana alcanzará las menores tasas de dependencia demográfica hacia el 2030, aunque con importantes diferencias regionales relativas al momento en que ello ocurrirá. Si mejoran las condiciones de empleabilidad y empleo para la población joven y para los adultos jóvenes, este fenómeno demográfico puede contribuir a mejorar el ingreso familiar disponible, el nivel de consumo y ahorro, y contribuir al crecimiento económico. A este hecho se le llama Bono Demográfico.

Un indicador relevante adicional señala que, por la mayor esperanza de vida que viene alcanzando la población a lo largo de este período, se observa una población con mayor tendencia al envejecimiento: a partir de los 60 años aumenta su peso relativo del 5.9 % al 9.1% en el período considerado.

Por la mayor esperanza de vida que viene alcanzando

la población se observa una población con mayor tendencia

al envejecimiento

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La migración interna es un proceso que ha acompañado la transición demográfica peruana década de 1960. La movilidad territorial perfila el proceso de modernización y la creciente urbanización del país. A partir de la década de 1980 la migración interna se estabiliza en cerca al quinto de la población total, asimismo 20.2% de la población total eran migrantes internos en 2007.

En el período 2002-2007, se mantiene, como en décadas anteriores, la atracción de la capital (Lima-Callao) con el 46.8% de los migrantes; el 31% se moviliza a las ciudades andinas (especialmente Arequipa y Huancayo), un 12.3% a ciudades costeñas (especialmente Trujillo y Chiclayo) y un 9.3% a ciudades amazónicas o de colonización (especialmente a San Martín).

En lo que se refiere a la migración internacional, este fenómeno poblacional ha cobrado mayor fuerza en las últimas tres décadas. Se estima que en la segunda mitad de la década de 1980, la emigración internacional arroja un saldo negativo de aproximadamente 180 mil personas. Este éxodo se duplica en la década de 1990, con unas 350 mil personas, y crece a 525 mil personas en el primer quinquenio del presente siglo. Se estima que unos 3 millones de compatriotas residen en el exterior, poco más del 10% de la población total calculada al 2007.

Se estima que unos 3 millones de compatriotas residen en el

exterior, poco más del 10% de la población total calculada al 2007.

Migración Interna e Internacional

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Envejecimiento de la población

Por el avance en la transición demográfica, el Perú está envejeciendo de manera lenta pero inexorable. Se trata de un proceso presente en todo el territorio, aunque con diferentes grados de volumen e intensidad. El grupo de personas de 65 y más años de edad, aumentará sostenidamente en las próximas décadas. Así, poco menos de 1.5 millones de adultos mayores en el 2010, pasaremos a casi 6.5 millones en el 2050; 5 millones adicionales, la mayor parte de los cuales serán mujeres.

El renombrado historiador británico Arnold Toynbee sostenía que “la permanencia de cualquier civilización se puede medir por el respeto y la atención que se les da a los ciudadanos mayores, y aquellas sociedades que los tratan con desprecio tienen dentro las semillas de su propia destrucción.” Tan sabia aseveración nos lleva a pensar en el trato que debemos darles, en un país como el Perú, a los adultos mayores, un grupo poblacional que ha aportado al desarrollo y conocimiento del país y que ahora merece el mayor cuidado.

El aumento de la esperanza de vida registrado en décadas recientes se ha traducido en una

expectativa de longevidad y una calidad de vida sin precedentes en toda la historia de la humanidad. Hoy en día el número de personas vivas de más de 60 años representa alrededor de dos tercios del que haya vivido alguno vez en nuestro planeta, señala un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El principal desafío para un mundo que envejece, como también está siendo el caso de nuestro país, consiste en reconocer el valor de envejecer y en encontrar maneras de asegurar ingresos suficientes, estables y sustentables, una calidad de vida razonable, y los servicios sociales y de salud que requerirá la población mayor, conforme a la etapa de evolución demográfica y desarrollo socioeconómico en que se encuentra cada país, añade el informe.

Tradicionalmente se ha percibido la longevidad con imágenes de ociosidad, enfermedad, dependencia y carga social. Pero hoy en día esa percepción ha cambiado. Los adultos mayores frágiles o discapacitados constituyen una minoría de la población, según lo demuestran estudios globales. La convivencia de varias generaciones como resultado de este cambio le permite a cada

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persona “vivir en presencia de su futuro yo”. Pero lograr este “dividendo” de longevidad exige, sin embargo, la superación de barreras críticas en materia de organización social y participación ciudadana, empleo y jubilación, financiamiento de la seguridad social y los servicios de asistencia social, salud, educación y recreación.

Todos estos elementos determinan una nueva cultura del envejecimiento. Si aceptamos que la longevidad exitosa es la culminación y razón de ser del proceso de desarrollo humano, tanto a nivel individual como colectivo, resulta inevitable y justo aspirar a que esos años ganados se pueden cursar con un máximo de calidad, es decir con dignidad y autonomía, capacidad funcional y salud, participación social y económica, entre elementos básicos a tomar en cuenta en la percepción de cómo debe ser vivido y apoyado un envejecimiento “ideal”, sobre todo si se tiene en consideración que la persona que llega a este estado de la vida, es una que ha aportado sus años a un crecimiento individual y digno.

Ya George Bernard Shaw, célebre dramaturgo y humorista británico en su texto “El dilema del médico” concibió de esta manera la etapa del envejecimiento: “Use su salud hasta agotarla. Para eso es. Gaste todo lo que tenga antes de morir y no se sobreviva a sí mismo a sí mismo. No intente vivir para siempre. No lo logrará.”

Especialistas internacionales sostienen que hay razones suficientes para refutar la creencia muy difundida de que las personas de edad avanzada constituyen una carga insostenible, dado el costo de las enfermedades, la discapacidad y los servicios de salud. Un estudio del Banco Mundial (2000) encontró, por ejemplo, que en Chile la atención más costosa no es la requerida por las personas mayores sino por la población de menores de un año.

Pero es importante, al mismo tiempo, referirse a factores psicosociales que desempeñan un papel importante en la longevidad. Efectos devastadores son la soledad, la ausencia de estímulos mentales, y la depresión, que acortan la vida. En las poblaciones de menores recursos cabe analizar otros factores como la percepción de inferioridad social, el fatalismo y la pérdida de la autoestima por exclusión. Por otra parte, la seguridad económica y social resulta fundamental para envejecer con tranquilidad y una buena calidad de vida.

“La permanencia de cualquier civilización se puede medir por

el respeto y la atención que se les da a los ciudadanos mayores.”

Arnold Toynbee

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La Política de Población para el Período 2010-2014

Visión

Misión

Al 2014, el Plan Nacional de Población 2010-2014, contribuirá a analizar e incorporar

a los planes y programas de desarrollo social y económico del país, los retos y oportunidades surgidos de los cambios

demográficos a nivel nacional y regional.

Fortalecer la capacidad del Estado, principalmente de los organismos del Gobierno Nacional y de los Gobiernos

Regionales, para incorporar a los planes y programas en ejecución, las demandas y oportunidades que surgen de la transición

demográfica.

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Enfoques de Derechos

Enfoques de Género

El Plan Nacional de Población 2010-2014, entendido como una política nacional de población vigente, toma en cuenta la centralidad de la persona: la concibe como un fin en sí mismo y promueve que las personas ejerzan su derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre su comportamiento demográfico.

Ello significa que las conductas reproductivas, los patrones de mortalidad o los desplazamientos de la población, deben expresar el ejercicio de los derechos de las personas, sea a decidir sobre el número y espaciamiento de sus hijos, o a acceder a servicios de salud de la mayor calidad y no resignarse a una muerte prematura o evitable, o a cambiar y fijar su residencia en cualquier lugar del territorio nacional.

El objetivo primordial es contribuir a la promoción y ampliación de las libertades,

capacidades y opciones de mujeres y hombres de todo el país, de tal forma que ellos puedan decidir libremente sobre el tipo de vida al que

aspiran y participar plenamente de la vida económica, social, política y cultural de sus

comunidades, en condiciones igualitarias de poder.

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Enfoque de Igualdad de Oportunidades

Enfoques de Interculturalidad

Como país multicultural, pluriétnico y multilingüe, el Perú debe promover tanto la consideración y el respeto a todas las formas culturales, étnicas y lingüísticas existentes, como el derecho a la diversidad, reconociendo el valor que tiene esta diversidad como un potencial para su desarrollo.

El Plan Nacional de Población 2010-2014 tiende a establecer condiciones para que

todos los hombres y mujeres no sólo tengan la capacidad de elegir entre una

diversidad de opciones que incidirán sobre su comportamiento demográfico, sino también la

de ejercer su elección y hacerla realidad.

En ese sentido, la igualdad de oportunidades significa que ninguna persona o grupo social debe estar excluido, en materia de opciones o en su capacidad para elegir aquella que más

valoren.

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Enfoque de Territorialidad

El Plan Nacional de Población 2010-2014 privilegia, asimismo, intervenciones coordinadas y articuladas en un nivel descentralizado y participativo. Sus estrategias y acciones permiten su adecuación e implementación de acuerdo a las características y particularidades de cada realidad social y territorial, así como el fortalecimiento e institucionalización de los espacios de diálogo, coordinación y colaboración con organizaciones de la sociedad civil.

Como país multicultural, pluriétnico y multilingüe, el Perú debe

promover tanto la consideración y el respeto a todas las formas

culturales, étnicas y lingüísticas existentes

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Programa de Acción de la Conferencia Internacional en Población y Desarrollo y su seguimiento después de 2014

La Encuesta Mundial sobre el cumplimiento del Programa de Acción de la IV Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) realizada en El Cairo (Egipto) en 1994, forma parte de los compromisos asumidos por el Perú y 178 gobiernos de la Asamblea General de Naciones Unidas en 1999, según los cuales se acordó realizar un seguimiento a la implementación de este Programa de Acción después de 2014.

Este Programa de Acción establece el compromiso y voluntad por parte de los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad civil, de integrar la dimensión poblacional en todos los aspectos de la planificación económica y social y de la formulación de políticas. En este marco, se proponen tres metas a alcanzar antes de 2015: reducir la mortalidad de lactantes, niños y madres; proporcionar acceso universal a la educación, particularmente a las niñas; y proporcionar acceso universal a una gama completa de servicios de salud reproductiva, incluidos los de planificación familiar.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en cumplimiento de su rol rector en la temática de población, adoptó las medidas necesarias para realizar un examen operacional de la ejecución del

Programa de Acción en el Perú, sobre la base de datos oficiales proporcionados por los sectores integrados a los temas relativos a la población y el desarrollo.

Los acuerdos de El Cairo referentes a adolescentes y jóvenes, por ejemplo, se refieren a la provisión de los máximos niveles de salud y bienestar conforme a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. Esta preocupación se basa en el alto crecimiento de este grupo, producto del cambio de la estructura poblacional ocasionada por el descenso de la fecundidad y la mortalidad infantil.

En nuestro país, los y las jóvenes de 15 a 29 años representaban el 27.6% de la población en el año 2007. Proyecciones realizadas por el INEI al 2012 muestran que este grupo alcanzó las 8,227,879 personas, cifra que representa el 27.3% de la población total. Se trata de un grupo vulnerable, según los estudios: por ejemplo, la pobreza monetaria en el 2011 afectó al 30% de adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años, un poco mayor a la proporción de pobres que se presenta a nivel nacional (27.8%). Según ámbitos de residencia, la pobreza afectó a un número mayor de jóvenes en el sector rural, alcanzando a más del 50% de la población.

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La población en el Perú

En el año 2021, año del Bicentenario de nuestra Independencia Nacional, el Perú alcanzará los 33 millones 149 mil habitantes. Este hecho puntual nos obliga a reflexionar sobre las políticas que el Estado viene desarrollando para apoyar a la población y brindarle servicios básicos en ámbitos como salud, educación y vivienda. De la misma manera, la proyección al 2021 es un llamado de atención respecto a los comportamientos y actitudes de la población que es tan diversa en un país multicultural como el Perú.

Expresiones lacerantes como la pobreza, la marginación y el racismo deberían ser erradicadas paulatinamente no para dar lugar a una “república ideal” sino para centrar la atención en la necesidad de crear un país con mejores condiciones de vida, donde sus habitantes se sientan reconocidos y se valoren entre sí, superando los estigmas que, precisamente en doscientos años de vida republicana, nos han perseguido a manera de taras, impidiendo nuestra integración y crecimiento.

Siete departamentos albergan al 61,4% de la población peruana: Lima (9 millones 541 mil habitantes), Piura (1 millón 815 mil habitantes), La Libertad (1 millón 814 mil habitantes), Cajamarca (1 millón 520 mil habitantes), Puno (1 millón 390 mil habitantes), Junín (1 millón 331 mil habitantes) y Cusco (1 millón 301 mil habitantes).

Las proyecciones de población indican que el Perú al 30 de junio de 2013 superó los 30 millones 475 mil habitantes, y se ubica como el quinto país con más población en América Latina (después de Brasil, México, Colombia y Argentina).

La Pirámide de Población 2013 y 2021 muestra una tendencia al envejecimiento relativo de la población, aunque en términos absolutos la oblación joven y en edad de trabajar seguirá

siendo la más numerosa. Asimismo, se advierte un aumento de la proporción de personas mayores, el cual crece más rápidamente que el conjunto de la población, creciendo a un ritmo continuo, como consecuencia del aumento de la esperanza de vida de todas las edades. Por ello, cada vez es mayor la proporción de las personas de cada generación que superan el umbral de los 60 años.

La densidad poblacional en el país es de 23.7 hab/km2, siendo mucho mayor en la Provincia Constitucional del Callao y en los departamentos ubicados en la Costa del país.

En 2013, el 61.4% de la población reside en siete departamentos: Lima, Piura, La Libertad, Cajamarca, Puno, Junín y Cusco.

Al 30 de junio de 2013, el 42,2% de la población reside en distritos de más de 100 mil habitantes y el 26,5% en distritos con menos de 20 mil habitantes.

Existen distritos que sobrepasan el umbral de los 400 mil habitantes como San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, Ate, Comas, Villa El Salvador, Villa María del Triunfo y el Callao, la mayoría ubicados en la provincia de Lima, frente a distritos que no alcanzan los 250 habitantes, entre los que podemos nombrar a San José de Ushua (Ayacucho), Curibaya (Tacna) y Huampará (Lima).

Al 30 de junio de 2013, el 55% de la población vive en 32 ciudades principales del país. Las ciudades que presentan un mayor crecimiento de población entre los años 2012 y 2013 son Cajamarca (3,45%), Moyobamba (3,27%), Puerto Maldonado (3,23%) y Huaraz (2,59).

La ciudad con mayor población es Lima Metropolitana con 9 millones 585 mil 636 habitantes seguida de Arequipa con 852 mil 807, y con menor población Chachapoyas (28 mil 618 habitantes) y Huancavelica (46 mil 389).

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Las mujeres representan el 49.9% del conjunto de la población, aunque su peso relativo varía dependiendo del grupo de edad. Mientras que hasta los 44 años el porcentaje de mujeres es levemente inferior al de los varones de todas las edades, de los 45 años en adelante se invierte esta situación y a medida que avanza en la edad, se produce una tendencia creciente de población femenina. En estos términos, las mujeres representan el 50,2% a partir de los 45 años y más de edad y el 58,4% a los 80 años y más de edad.

En el año 2013, la edad mediana de la población en el Perú se sitúa en 25,5 años. Hace 18 años era 20,5 años, hecho que indica que hay más población en edades mayores.

La población de 65 y más años de edad representa el 6,3% de la población total. Los mayores porcentajes se presentan en los departamentos de Arequipa (7,3%) y Lima (7,2%). Asimismo, las personas octogenarias superan la cifra de 334 mil y la mayoría son mujeres (58,4%).

De acuerdo a las proyecciones de población a largo plazo (hipótesis media) la población del Perú en el año 2050 aumentará hasta alcanzar los 40 millones 111 mil personas. La proporción de menores de 15 años decrecerá pasando de un 28,7% en 2013 a un 18,5% en 2050, y la de 65 años y más pasará de un 6,3% en 2013 a un 16, 1% en el año 2050.

En el año 2021, año del Bicentenario de nuestra Independencia Nacional, el Perú alcanzará los 33 millones 149 mil habitantes.

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Peruanos en el exterior

Las siguientes son cifras sobre peruanos que estuvieron viviendo en el extranjero más de un año y decidieron retornar al país entre los años 2000 y 2011.

De los 232 mil 559 peruanos/peruanas retornantes del exterior se observa mayor porcentaje de población peruana que decidió regresar al país entre en el 2009-2011 con el 45,0%. De la población peruana retornante que registró su ingreso al país en el período 2000-2011, el 54,9% (127 mil 622) son mujeres y el 45,1% (104 mil 937) son hombres.

El mayor porcentaje de peruanos/peruanas retornantes del exterior procedieron de Chile (34,3%), Estados Unidos de América (18,2%), y Argentina (10,5%): de estos tres países retornó el 63.0% de peruanos residentes en el extranjero.

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Los jóvenes en el Perú

Los jóvenes constituyen el segmento de población que cumple un rol importante en el potencial de desarrollo de un país. La importancia de implementar políticas y programas económicos y sociales dirigidos a la población de 15 a 29 años radica en que esta etapa adquieren habilidades y conocimientos que les permiten asumir roles y responsabilidades en la transición y durante la vida adulta.

De la forma cómo transcurran sus años de formación y de las oportunidades que se les ofrezcan, dependerán en buena parte sus condiciones de vida futura, sus posibilidades, su comportamiento, sus posibilidades y su conducta como adultos en los diferentes campos del quehacer humano.

Los jóvenes de 15 a 29 años de edad alcanzaron los 8 millones 283 mil 188 personas al 30 de junio de 2013, que representan el 27,2% de la población total. Este grupo de población llegó a 7 millones 421 mil 162 habitantes en el año 2000. Se proyecta que esta población ascenderá a 8 millones 512 mil 764 habitantes en el año 2021.

En la población joven se observa un ligero predominio de la población masculina: sin embargo, se mantiene el equilibrio entre hombres y mujeres. En el año 2013 los hombres llegan a 4 millones 191 mil 713 y representan el 50,6% de la población joven. Las mujeres, por su parte, alcanzan los 4 millones 91 mil 475 y representan el 49,4% de la población total de este grupo.

La distribución de la población joven en el territorio nacional refleja heterogeneidades que determinan necesidades y potencialidades por atender como todo fenómeno sociodemográfico. En el año 2013, alrededor de un tercio de la población joven reside en el departamento de Lima, hecho debido principalmente a la migración de este grupo que se moviliza a la capital del país en busca de mejores condiciones y oportunidades de vida. Se estima que para el año 2015, Lima continuará concentrando al mayor contingente de población joven con 31,6%.

Los jóvenes de 15 a 29 años de edad alcanzaron los 8 millones 283 mil 188 personas al 30 de

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Poblaciones vulnerables

En su trabajo de protección y atención a la población vulnerable, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables trabaja mensualmente con 3.300 niños, niñas y adolescentes en estado de riesgo social y abandono, a través de sus Centros de Atención Residencial (CAR), y 640 niños, niñas y adolescentes han sido reinsertados a su medio familiar.

En cuanto a personas en condición de riesgo y/o vulnerabilidad, el Ministerio busca reducir la mendicidad encubierta en las calles, que en buena parte solo beneficia a mafias que utilizan a menores para lucrar con ellos. La campaña “Tu dinero los condena a la mendicidad” ha sido lanzada con este fin y en una primera etapa ha comprometido A las autoridades de nueve distritos de Lima para que contribuyan con esta causa.

El Programa Nacional Yachay atiende a 3598 niñas, niños y adolescentes en situación de calle, siendo la mayoría de ellos NNA

trabajadores. La población en situación de mendicidad no es fácil de identificar porque se confunde en muchas ocasiones con el trabajo infantil.

En cuanto a los adultos mayores, los servicios de atención dirigidos a los que viven en las calles, a través del Programa Nacional Vida Digna, llegarán este año a las regiones de Arequipa, Ica y Huancayo. Hasta el momento, el programa atiende a más de 200 personas en sus Centros de Atención Residencial y en hospederías tiene a 65 adultos mayores más.

Las personas con discapacidad son otro grupo vulnerable de la población. El Registro Nacional de Personas con Discapacidad – CONADIS, tiene 18.084 personas inscritas. Durante el último año se realizó la Primera Encuesta Nacional Especializada en Discapacidad para tener un diagnóstico real de la situación, tras lo cual se han puesto en práctica tres programas presupuestales especiales en salud, educación y empleo.

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