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1 Año 4 Marzo 2011 Nro. 39 CUADERNOS DE AJEDREZ PMQVNT Horacio Sistac RSLWKZ Aperturas Gambito de Dama Rehusado Apertura Catalana Variante Abierta Historia Nos complace escribir, por primera vez en la historia de Cuadernos de Ajedrez, sobre esta apertura que, en ocasiones y como una de las preferencias de quienes se han enfrentado por el Título Mundial en tiempos recientes, la convirtieran en una de sus principales protago- nistas. Aprovechamos para agradecer a todos los lectores que, al solicitarnos su tratamiento, nos complacen con su fiel seguimiento de Cua- dernos de Ajedrez. 1 La Apertura Catalana, perteneciente a la familia de las Defensas Indias, es conside- rada, en muchos textos, un verdadero sistema que adoptan las blancas combinando los princi- pios del Gambito de Dama y de la Apertura Reti. Aunque tiene la versatilidad de adoptar diferentes secuencias en las movidas iniciales, su idea es la de combinar la estructura inicial del Gambito de Dama (peones en c4 y d4) con un fianchetto del ala de rey (peón en g3 y Ag2) apuntando a la gran diagonal a8-h1. Corresponde a las negras, como vere- mos en el planteo de esta apertura, la decisión de convertirla en Abierta, tras la captura 4. …. dxc4, o en Cerrada, luego de 4. …. Ae7, donde esta captura se evita o dilata por varias jugadas. Cierto es, también, que las blancas –para el caso de un planteo abierto- pueden seguir los linea- mientos clásicos que veremos o responder seguidamente con 5. Cf3 …. que se conoce como Gambito Catalán. 1 Destacamos la grata insistencia del Ing. Carlos Parodi, ajedrecista y gran amigo, siempre atento a las nuevas ideas, a la didáctica del ajedrez en la vida y a su permanente entu- siasmo por hacer de nuestro deporte del pensamiento un en- lace que profundiza la amistad. Antes de ingresar en su análisis, permí- tasenos una breve introducción a su historia. En oportunidad de disputarse el Torneo de Barcelo- na del año 1929, los organizadores solicitaron a Savielly Tartakower la creación de una nueva variante que sirviera de homenaje a la tradición ajedrecística de la región de Catalunia, derivan- do por ello en este esquema que se ha dado en bautizar Apertura Catalana. Esta apertura ha ido ganando popula- ridad con el tiempo. Ya Garry Kasparov y Vik- tor Korchnoi la practicaron 5 veces sobre 11 partidas en el match que los enfrentó en Lon- dres, 1983, con el fin de declarar al desafiante del entonces Campeón del Mundo, Anatoly Kar- pov. Mas tarde, en la disputa del máximo galardón del ajedrez mundial, Vladimir Kram- nik la empleó 3 veces en el año 2006 y lo propio efectuó, pero 4 veces, Viswanathan Anand en el año 2010. Curiosamente, en ambas ocasiones el rival fue Veselin Topalov y el resultado por demás sorprendente: las blancas se impusieron en 4 de las partidas disputadas. Al presente, esta apertura forma parte del repertorio de todo jugador de alta gama y es frecuente ver su práctica en casi todos los tor- neos de elite. Planteo El planteo inicial es el siguiente: Blancas Negras 1 d4 Cf6 2 c4 e6 3 g3 …. Este planteo típico de la Catalana evi- ta, sin dudas, las sutilezas de la Nimzoindia que supiéramos analizar, en sus conceptos básicos, en la edición nro. 21 de Cuadernos de Ajedrez. 2 3 …. d5 2 Cuadernos de Ajedrez, Septiembre 2009, edición nro. 21.

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1

Año 4 Marzo 2011 Nro. 39

CUADERNOS DE AJEDREZ PMQVNT Horacio Sistac RSLWKZ

Aperturas

Gambito de Dama Rehusado

Apertura Catalana Variante Abierta

Historia

Nos complace escribir, por primera vez en la historia de Cuadernos de Ajedrez, sobre esta apertura que, en ocasiones y como una de las preferencias de quienes se han enfrentado por el Título Mundial en tiempos recientes, la convirtieran en una de sus principales protago-nistas.

Aprovechamos para agradecer a todos

los lectores que, al solicitarnos su tratamiento, nos complacen con su fiel seguimiento de Cua-dernos de Ajedrez.1

La Apertura Catalana, perteneciente

a la familia de las Defensas Indias, es conside-rada, en muchos textos, un verdadero sistema que adoptan las blancas combinando los princi-pios del Gambito de Dama y de la Apertura Reti. Aunque tiene la versatilidad de adoptar diferentes secuencias en las movidas iniciales, su idea es la de combinar la estructura inicial del Gambito de Dama (peones en c4 y d4) con un fianchetto del ala de rey (peón en g3 y Ag2) apuntando a la gran diagonal a8-h1.

Corresponde a las negras, como vere-

mos en el planteo de esta apertura, la decisión de convertirla en Abierta, tras la captura 4. …. dxc4, o en Cerrada, luego de 4. …. Ae7, donde esta captura se evita o dilata por varias jugadas. Cierto es, también, que las blancas –para el caso de un planteo abierto- pueden seguir los linea-mientos clásicos que veremos o responder seguidamente con 5. Cf3 …. que se conoce como Gambito Catalán.

1 Destacamos la grata insistencia del Ing. Carlos Parodi, ajedrecista y gran amigo, siempre atento a las nuevas ideas, a la didáctica del ajedrez en la vida y a su permanente entu-siasmo por hacer de nuestro deporte del pensamiento un en-lace que profundiza la amistad.

Antes de ingresar en su análisis, permí-tasenos una breve introducción a su historia. En oportunidad de disputarse el Torneo de Barcelo-na del año 1929, los organizadores solicitaron a Savielly Tartakower la creación de una nueva variante que sirviera de homenaje a la tradición ajedrecística de la región de Catalunia, derivan-do por ello en este esquema que se ha dado en bautizar Apertura Catalana.

Esta apertura ha ido ganando popula-

ridad con el tiempo. Ya Garry Kasparov y Vik-tor Korchnoi la practicaron 5 veces sobre 11 partidas en el match que los enfrentó en Lon-dres, 1983, con el fin de declarar al desafiante del entonces Campeón del Mundo, Anatoly Kar-pov.

Mas tarde, en la disputa del máximo

galardón del ajedrez mundial, Vladimir Kram-nik la empleó 3 veces en el año 2006 y lo propio efectuó, pero 4 veces, Viswanathan Anand en el año 2010. Curiosamente, en ambas ocasiones el rival fue Veselin Topalov y el resultado por demás sorprendente: las blancas se impusieron en 4 de las partidas disputadas.

Al presente, esta apertura forma parte

del repertorio de todo jugador de alta gama y es frecuente ver su práctica en casi todos los tor-neos de elite.

Planteo El planteo inicial es el siguiente:

Blancas Negras 1 d4 Cf6 2 c4 e6 3 g3 ….

Este planteo típico de la Catalana evi-ta, sin dudas, las sutilezas de la Nimzoindia que supiéramos analizar, en sus conceptos básicos, en la edición nro. 21 de Cuadernos de Ajedrez.2

3 …. d5

2 Cuadernos de Ajedrez, Septiembre 2009, edición nro. 21.

2

Aún cuando ésta es la movida más usual de las negras, también pueden practicar 3. …. c5 que, tras 4. d5 …., conduce a la Defensa Benoni Moderna.3

4 Ag2 ….

Diagrama 1

XABCDEFGHY 8rsnlwqkvl-tr( 7zppzp-+pzpp' 6-+-+psn-+& 5+-+p+-+-% 4-+PzP-+-+$ 3+-+-+-zP-# 2PzP-+PzPLzP" 1tRNvLQmK-sNR! xabcdefghy Es en este punto en que las negras de-

ciden el curso de acción, es decir si el juego se enrolará dentro de líneas abiertas o cerradas. Básicamente, ello depende de la captura del peón c de las blancas. En efecto:

(a) Variante Abierta: 4. …. dxc4, o (b) Variante Cerrada: 4. …. Ae7.

Abordaremos, seguidamente, los conceptos

salientes de la Variante Abierta, a la vez que nos comprometemos a tratar la Variante Ce-rrada en otra entrega futura de Cuadernos de Ajedrez. Variante Abierta Como hemos dicho, esta variante, tam-bién conocida como Catalana Aceptada, se origina mediante:

4 …. dxc4 Con esta movida, las negras abando-nan, momentáneamente, el centro a cambio de un peón extra. Las blancas, como hemos indica-do más arriba, pueden ingresar en un verdadero gambito mediante 5. Cf3 …., por cierto la más popular de las respuestas, pero también pueden intentar su recupero inmediatamente. En esta edición nos ocuparemos de ello.

5 Da4+ ….

3 Cuadernos de Ajedrez, Abril 2010, edición nro. 28.

Diagrama 2 XABCDEFGHY 8rsnlwqkvl-tr( 7zppzp-+pzpp' 6-+-+psn-+& 5+-+-+-+-% 4Q+pzP-+-+$ 3+-+-+-zP-# 2PzP-+PzPLzP" 1tRNvL-mK-sNR! xabcdefghy

Sin dudas, las negras –en caso de que

el primer jugador no ingrese en los ruteros del gambito ya mencionado- especulan con esta pérdida de tiempo de las blancas que, en el afán de recuperar el peón, pueden (a) iniciar cierto contrajuego en el flanco de dama, vía 5. …. Cbd7, o (b) ejercer presión en el centro inician-do las maniobras mediante 5. …. Ad7. (a) Contrajuego en el flanco dama

5 …. Cbd7 6 Dxc4 a6

Esta es la movida más frecuente. Sin embargo, resulta interesante 6. …. c5 que desa-fía inmediatamente el control del centro. Luego de 7. Cf3 …. (7. dxc5 …. es también posible pero facilita la liberación de las negras), el se-gundo jugador debe optar entre seguir los planes clásicos (7. …. a6) o intentar un golpe a la dama mediante 7. …. Cb6.

7 Dc2 c5 8 Cf3 b5 9 Ce5 Cd5

Diagrama 3

XABCDEFGHY 8r+lwqkvl-tr( 7+-+n+pzpp' 6p+-+p+-+& 5+pzpnsN-+-% 4-+-zP-+-+$ 3+-+-+-zP-# 2PzPQ+PzPLzP" 1tRNvL-mK-+R! xabcdefghy

La posición resultante es sumamente dinámica. Puede apreciarse que las negras han montado su contrajuego en el flanco dama, tal

3

cual era su propósito. Por su parte, las blancas gozan de un despliegue armónico de sus piezas. Una continuación usual en este momento sería 10. Cc3 Cxe5 (también se podría 10. …. Cb4 que prácticamente obliga, 11. Dd1 ….), 11. Cxd5 exd5, 12. dxe5 Ab7, con equilibrio. (b) Presión en el centro

5 …. Ad7 6 Dxc4 Ac6

Imprescindible para evitar la pérdida de la calidad.

7 Cf3 …. Queda claro que si 7. Axc6+ Cxc6 deja mejor desarrolladas a las negras a la vez que el primer jugador ha cambiado su valioso alfil del fianchetto y, con ello, traicionado el principio que rige la Catalana.

7 …. Ad5 8 Dd3 Ae4 9 Dd1 ….

Diagrama 4

XABCDEFGHY 8rsn-wqkvl-tr( 7zppzp-+pzpp' 6-+-+psn-+& 5+-+-+-+-% 4-+-zPl+-+$ 3+-+-+NzP-# 2PzP-+PzPLzP" 1tRNvLQmK-+R! xabcdefghy

Nuevamente arribamos a una posición que reúne enorme dinámica para ambos bandos. Podría decirse que las negras han logrado anular la iniciativa de las blancas pero también pode-mos aseverar que éstas cuentan con posibilida-des de maniobra que las instale cómodamente en el medio juego. Partida de Catálogo La partida que hemos escogido, dispu-tada entre Ulf Andersson y Michal Krasenkow en oportunidad de celebrarse el 34° Memorial Rubinstein (1997), obedece solamente al hecho de que ambos contendientes prosiguieron –a partir de la posición del Diagrama 4- estricta-mente y conforme a los dictados de manual. La

razón de su selección radica, exclusivamente, en que la movida de cada jugador fue siempre la mejor para cada bando al punto de que, en pocas jugadas más, acordaron tablas.

9 …. c5 Movida liberadora de Krasenkow que le permitirá, a posteriori, ubicar su alfil de casillas blancas en c6 y disputar el dominio de la gran diagonal.

10 Cc3 Ac6 Resulta obvio que si Andersson inten-taba 10. dxc5 Dxd1+, 11. Cxd1 Axc5 sólo facilitaba el plan del segundo jugador.

11 0-0 Cbd7 12 Ag5 h6 13 Axf6 Cxf6 14 Tablas

Diagrama 5

XABCDEFGHY 8r+-wqkvl-tr( 7zpp+-+pzp-' 6-+l+psn-zp& 5+-zp-+-+-% 4-+-zP-+-+$ 3+-sN-+NzP-# 2PzP-+PzPLzP" 1tR-+Q+RmK-! xabcdefghy

Aunque prematuras, y tal vez de corte-sía, el acuerdo de tablas de estos dos monstruos del ajedrez mundial solo nos revela quizás, ade-más del mutuo respeto, el reconocimiento de que no existen fisuras en la posición de ninguno de los bandos. En efecto, revisada una mega da-tabase, encontramos otras tres partidas que arri-baron al mismo punto y, a pesar de haber con-tinuado muchas jugadas más, ¡concluyeron en empate! Estrategia La Séptima Fila Conocido es el poder táctico de una torre que se instala libremente en la séptima fila y, cuánto más, si se trata de ambas torres. En ocasiones ello es factible sin mucho esfuerzo, ya que la disposición de las piezas propias y rivales lo permiten.

4

Sin embargo, en posiciones cerradas esa posibilidad puede estar latente pero requiere de maniobras que, de a poco, vayan forzando al rival hasta el punto en que no pueden evitar la entrada de una torre enemiga en séptima fila.

En esencia, mientras la instalación de una o dos torres en séptima fila es una cuestión táctica, corresponde al terreno de la estrategia –cuando ello no surge o se dispone libremente- dilucidar el plan a través del cual se pueda arri-bar a esa instancia táctica.

Tal es el caso en que Karpov, enfren-

tando a Uhlmann en Madrid (1973), avisoró la posibilidad de llevar una de sus torres a la sép-tima fila y constituirla en la clave de la victoria posterior. Tras 21 movidas arribaron a la si-guiente posición:

Diagrama 6 XABCDEFGHY 8r+-tr-+k+( 7+p+-+pzpp' 6-wqn+-+-+& 5zpL+p+-+-% 4P+-sNl+-+$ 3+-zP-+-zP-# 2-zP-+-zPP+" 1tR-+QtR-mK-! xabcdefghy

Karpov-Uhlmann Madrid, 1973

Juegan las blancas Una rápida evaluación de la posición nos revela que Karpov contaba con una torre en la columna abierta “e” momentáneamente interrumpido su paso hacia la casilla e7 por el alfil que se interpone. Karpov seguramente especuló con el inexpugnable rol de su alfil sito en b5 ya que producidiría una clavada relativa en caso de que Uhlmann intentase la defensa de ese escaque con la torre negra (bien sea en d7 o en e8).

Parecería natural, pues, quitar el alfil del camino mediante 22. f3 …., pero ello permi-tiría 22. …. Af5 y le daría la oportunidad a las negras de reagrupar su alfil defensivamente.

De tal forma, a sabiendas de que la úni-

ca pieza que podría interferir en los planes de las blancas es el alfil que, momentáneamente, bloquea el camino de la torre, Karpov ideó bri-

llantemente las maniobras estratégicas que le impidieran llegar al escaque e6.

Blancas Negras 22 g4! ….

Quitándole la casilla f5 al alfil, ahora nada impide que se prosiga con f3 ….

22 …. Cxd4?! Esto facilitaba el plan de Karpov. Aho-ra el alfil blanco tiene total control de la diago-nal a4-e8.

23 Dxd4 Dxd4 24 cxd4 Tac8 25 f3 Ag6 26 Te7 ….

Diagrama 7

XABCDEFGHY 8-+rtr-+k+( 7+p+-tRpzpp' 6-+-+-+l+& 5zpL+p+-+-% 4P+-zP-+P+$ 3+-+-+P+-# 2-zP-+-+P+" 1tR-+-+-mK-! xabcdefghy

¡Objetivo cumplido! Karpov supo des-plegar brillantemente su capacidad estratégica para, finalmente, llevar su torre a una posición agresiva. Carsten Hansen, al comentar esta posi-ción, indica: “Un buen momento para evaluar el progreso conseguido. Las blancas han entrado en séptima y pacificado al alfil negro. El peón de ‘b7’ (o ‘b6’) es vulnerable y, una vez que ambas torres se hallen en la séptima fila, las blancas pueden iniciar un ataque al rey enemi-go. Karpov lo hace todo muy fácil.”4

26 …. b6 27 Tae1 h6 28 Tb7 Td6

El intento 28. …. Tc2 sería infructuoso a causa de 29. Te2 Txe2, 30. Axe2 Td6, 31. Ab5! (evita que la torre negra pueda dominar la columna c y penetrar el fondo de las blancas) 4 Mejore su Ajedrez Posicional, Editorial La Casa del Aje-drez, Madrid, 2004.

5

Te6 y, tras 32. Rf2 …., las negras quedan maniatadas a la vez que las blancas incorporan activamente a su rey al campo de batalla. En efecto, la torre negra queda esclava en la sexta fila defendiendo el peón b. La posición de las blancas es francamente superior.

29 Tee7 h5 30 gxh5 Axh5 31 g4! ….

Diagrama 8

XABCDEFGHY 8-+r+-+k+( 7+R+-tRpzp-' 6-zp-tr-+-+& 5zpL+p+-+l% 4P+-zP-+P+$ 3+-+-+P+-# 2-zP-+-+-+" 1+-+-+-mK-! xabcdefghy

Nuevamente Karpov practicó g4 …. y ahora prepara f4 ….

31 …. Ag6 32 f4 Tc1+ 33 Rf2 Tc2+ 34 Re3 Ae4

Uhlmann reconoció que 34. …. Te6+ sólo aceleraba su derrota luego de 35. Txe6 fxe6, 36. Txb6 ….

35 Txf7 Tg6 36 g5 Rh7 37 Tfe7 Txb2 38 Ae8 ….

Diagrama 9

XABCDEFGHY 8-+-+L+-+( 7+R+-tR-zpk' 6-zp-+-+r+& 5zp-+p+-zP-% 4P+-zPlzP-+$ 3+-+-mK-+-# 2-tr-+-+-+" 1+-+-+-+-! xabcdefghy

Finalmente entra el alfil en acción y, como veremos, se convertirá en el protagonista que terminará definiendo la batalla.

38 …. Tb3+ 39 Re2 Tb2+ 40 Re1 Td6 41 Txg7+ Rh8 42 Tge7 Aband.

Diagrama 10

XABCDEFGHY 8-+-+L+-mk( 7+R+-tR-+-' 6-zp-tr-+-+& 5zp-+p+-zP-% 4P+-zPlzP-+$ 3+-+-+-+-# 2-tr-+-+-+" 1+-+-mK-+-! xabcdefghy

¡Brillante despliegue estratégico del gran Anatoly Karpov que, mediante maniobras posicionales, logró una ventaja táctica indiscu-tible al ubicar sus torres en séptima fila! La pareja de criminales sueltos no puede ser fre-nada ni aún perdiendo tiempo mediante jaques. Táctica-Medio Juego La Clavada (Parte II) Concluiremos hoy la temática iniciada en nuestra anterior edición. Recordamos al lec-tor que la clavada es un recurso táctico que, básicamente, consiste en que una pieza in-moviliza el accionar de otra del adversario, al interponerse esta última en el camino hacia el rey o de otra pieza más valiosa que la clavada. Dijimos también que, en el primer ca-so, se trataba de lo que se denomina clavada ab-soluta, la cual –a su vez- puede ser simple o do-ble, mientras que en el segundo caso, aquél que protege una pieza más valiosa que la pieza clavada se denomina clavada relativa. Por su parte, definimos que la clavada relativa –objeto de este análisis- puede conlle-var una compensación o, lamentablemente, sólo implicar el costo de la pieza bajo ataque.

6

(b.1) Clavada relativa sin compensación No nos extenderemos mucho en este concepto por cuanto sus conclusiones son ob-vias: la pérdida de material, dentro de esta tipología de clavada relativa, es inevitable.

No obstante, aportamos un hermoso ejemplo en el que, cuando ya parecía haberse zafado de la clavada relativa principal, sobre-viene otra que termina definiendo concluyente-mente la partida.

Diagrama 11 XABCDEFGHY 8r+-+-trk+( 7zppzp-+pzpp' 6-+n+-sn-+& 5+L+-+-+-% 4-+-+-+lzP$ 3wqPsN-+NzP-# 2P+P+-zP-+" 1tR-+Q+RmK-! xabcdefghy

Juegan las blancas Como se aprecia, las negras han clava-do el caballo rey que se ofrece de pantalla en salvaguarda de la dama. De nada sirve 1. Dd3 …. a causa de 1. …. Tad8, y si 2. De3 …. entonces 2. …. Tfe8, 3. Df4 Da5!, 4. Axc6 bxc6, 5. Cb1 (ó Cd1) Te4 y las negras ganan el caballo. Inteligentemente, maniobran así:

Blancas Negras 1 Axc6 bxc6 2 Cb1 Dc5 3 Dd4 ….

Pareciera todo resuelto. Las blancas ofrecen el cambio de damas, cuya captura estará a cargo del caballo atacado o, de lo contrario, quitarán a éste de la casilla f3. Sin embargo, las negras mueven con mayor inteligencia aún:

3 …. Dh5! 4 Ce5 Tad8 5 Df4 Ae2 6 Te1 ….

Definitivamente, es mejor 6. Cc3 …. aunque ello implique resignar la calidad. La del texto, a pesar de lucir más saludable, termina siendo inconveniente, como veremos seguida-mente.

Diagrama 12 XABCDEFGHY 8-+-tr-trk+( 7zp-zp-+pzpp' 6-+p+-sn-+& 5+-+-sN-+q% 4-+-+-wQ-zP$ 3+P+-+-zP-# 2P+P+lzP-+" 1tRN+-tR-mK-! xabcdefghy

6 …. Tfe8 7 Cc4 Axc4 8 Txe8+ Cxe8 9 Dxc4 Td1+

10 Rg2 De5!

Diagrama 13 XABCDEFGHY 8-+-+n+k+( 7zp-zp-+pzpp' 6-+p+-+-+& 5+-+-wq-+-% 4-+Q+-+-zP$ 3+P+-+-zP-# 2P+P+-zPK+" 1tRN+r+-+-! xabcdefghy

¡La segunda clavada relativa!, esta vez sin salida. La dama ataca la torre y no sirve 11. Cc3 …. ya que está clavado por la torre negra. La pérdida de la torre blanca es inexorable. (b.1) Clavada relativa con compensación Decimos que existe compensación toda vez que el bando atacado con la clavada relati-va puede recuperar el material, proponer una red de mate que justifique el sacrificio de pieza o, simplemente, que salga indemne de la misma. Conocida es la secuencia del Gambito Rehusado de Dama, tras el planteo de una De-fensa Ortodoxa, en que las blancas creen ganar un peón, merced a una clavada relativa, pero terminan perdiendo una pieza. Lo recordamos.

Blancas Negras 1 d4 d5 2 c4 e6 3 Cc3 Cf6

7

4 Ag5 Cbd7

Diagrama 14 XABCDEFGHY 8r+lwqkvl-tr( 7zppzpn+pzpp' 6-+-+psn-+& 5+-+p+-vL-% 4-+PzP-+-+$ 3+-sN-+-+-# 2PzP-+PzPPzP" 1tR-+QmKLsNR! xabcdefghy

Ahora, las blancas pueden sentirse ten-tadas de captura el peón dama negro que, gra-cias a la clavada del caballo rey, parece gratuito. ¡Pero qué sorpresa!

5 cxd5 exd5 6 Cxd5? Cxd5!

Las negras han dejado a su dama a merced del alfil y han capturado una pieza con el caballo que le servía de pantalla. Continue-mos:

7 Axd8 Ab4+ 8 Dd2 Axd2+ 9 Rxd2 Rxd8

Diagrama 15

XABCDEFGHY 8r+lmk-+-tr( 7zppzpn+pzpp' 6-+-+-+-+& 5+-+n+-+-% 4-+-zP-+-+$ 3+-+-+-+-# 2PzP-mKPzPPzP" 1tR-+-+LsNR! xabcdefghy

Como ejemplarmente lo exhibe la posi-ción del diagrama, las negras maniobraron ob-viando una clavada para terminar ganando ma-terial. Veamos un ejemplo en el que el obje-tivo es, simplemente, emerger indemne de la clavada relativa. Obsérvese la similitud con el Diagrama 11, donde la única diferencia reside

en que la dama negra se encuentra sita en b6 en lugar de la casilla a3.

Diagrama 16 XABCDEFGHY 8r+-+-trk+( 7zppzp-+pzpp' 6-wqn+-sn-+& 5+L+-+-+-% 4-+-+-+lzP$ 3+PsN-+NzP-# 2P+P+-zP-+" 1tR-+Q+RmK-! xabcdefghy

Juegan las blancas

1 Axc6 bxc6 2 Dd3 ….

Ahora, y a diferencia del ejemplo de clavada relativa sin compensación, esta movida es perfectamente factible.

2 …. Tad8 3 De3 Tfe8

Si 3. …. Dxe3, 4. fxe3 …. y ahora la torre da soporte al caballo atacado.

4 Dxb6 axb6 5 Rg2 ….

Diagrama 17

XABCDEFGHY 8-+-trr+k+( 7+-zp-+pzpp' 6-zpp+-sn-+& 5+-+-+-+-% 4-+-+-+lzP$ 3+PsN-+NzP-# 2P+P+-zPK+" 1tR-+-+R+-! xabcdefghy

Indudablemente la posición negra, con sus dos torres dominando las columnas centra-les, es superior, pero las blancas pudieron salir del atolladero en el que se encontraban. Finalmente, analicemos una posición en el que el objetivo del bando que sufre la cla-vada relativa es mucho más que recuperar (o ganar) material y, hasta incluso, zafar indemne de la situación. Nos referimos a casos en los

8

que, a expensas del sacrificio del material, se propone una red de mate.

Diagrama 18 XABCDEFGHY 8r+-wqkvlntr( 7zppzp-zppzpp' 6-+-+-+-+& 5+-+Psn-+-% 4-+-+-+l+$ 3+-sN-+N+-# 2PzPP+-zPPzP" 1tR-vLQmKL+R! xabcdefghy

Juegan las blancas Pareciera aquí que las blancas están condenadas a doblar y aislar peones. Sin em-bargo, surge la sorpresiva movida de las blancas que –despreocupadas de perder su dama- ame-nazan mucho más.

1 Cxe5! Axd1 2 Ab5+ c6 3 dxc6 Dc7

Improductiva sería 3. …. e6 a causa de 4. cxb7+ Re7, 5. Cc6+ Rf6, 6. Cxd8 Txd8 y 7. Cxd1 …. quedando con pieza de más y un cri-minal suelto dispuesto, fiel a sus aspiraciones, a convertirse en reina.

4 cxb7+ Rd8 Si 4. …. Dd7, 5. bxa8=T(o D)# gra-cias, ahora, a una clavada absoluta.

5 Cxf7#

Diagrama 19 XABCDEFGHY 8r+-mk-vlntr( 7zpPwq-zpNzpp' 6-+-+-+-+& 5+L+-+-+-% 4-+-+-+-+$ 3+-sN-+-+-# 2PzPP+-zPPzP" 1tR-vLlmK-+R! xabcdefghy

Miniatura del mes

Contribución de Julio Refay Una Catalana bien Austríaca

Aprovechando el tratamiento de una Apertura Catalana en el correspondiente capí-tulo de la presente edición, ofrecemos hoy al lector una hermosa miniatura que tuvo como víctima, nada más ni nada menos, que al gran Pal Benko a manos de Erik Lundin en el Torneo de Bad Gastein, Austria, que se celebró en el año 1948.

E. Lundin – P. Benko Apertura Catalana Bad Gastein, 1948

Blancas Negras 1 c4 Cf6 2 g3 e6 3 Ag2 d5 4 d4 dxc4

Ofrece igualdad al negro: 4. …. c5, 5.

cxd5 cxd4, 6. Cf3 Dxd5. También se juega 4. …. Cc6, 5. Cc3 Ab4, 6. cxd5 Cxd5, 7. Ad2 0-0 y el negro obtiene buen juego.

5 Da4+ …. Por trasposición de jugadas se ha efec-tuado una Apertura Catalana arribándose a la posición que exhibe el Diagrama 2.

5 …. Ad7 Con esta movida, las negras han optado por la alternativa (b), poner presión en el cen-tro, según analizamos en el capítulo de Apertu-ras.

6 Dxc4 Ac6 7 Cf3 Cbd7

Esta última movida, perfectamente fac-tible, se aparta de la línea que hemos analizado en el capítulo de Aperturas donde lo usual es 7. …. Ad5.

Sin embargo, es preferible 7. …. Dd5, por cuanto luego de 8. Dxd5 …., las negras practican 8. …. Axd5 y quedan bien.

9

Diagrama 20 XABCDEFGHY 8r+-wqkvl-tr( 7zppzpn+pzpp' 6-+l+psn-+& 5+-+-+-+-% 4-+QzP-+-+$ 3+-+-+NzP-# 2PzP-+PzPLzP" 1tRNvL-mK-+R! xabcdefghy

8 0-0 Ad5 9 Dd3 Ae4

10 De3 c5?

Error. Hay que desarrollar el alfil rey a d6 para enrocarse y poner el rey a resguardo. Precisamente, esta movida –que suele ser corriente dentro de la Apertura Catalana- es inconveniente en esta particular posición, por-que las blancas, obviándola, desarrollan mejor sus piezas y luego ejercen un asalto en centro, como veremos.

11 Cc3 Ac6 12 Td1 Db6 13 d5! ….

Diagrama 21

XABCDEFGHY 8r+-+kvl-tr( 7zpp+n+pzpp' 6-wql+psn-+& 5+-zpP+-+-% 4-+-+-+-+$ 3+-sN-wQNzP-# 2PzP-+PzPLzP" 1tR-vLR+-mK-! xabcdefghy

Comienza el asalto al rey sin enrocar. Las negras pierden una pieza luego de 13. …. Cxd5, 14. Cxd5 Axd5 y 16. Txd5 …. que tiene éxito gracias a la clavada absoluta del peón e.

13 …. Ab5 14 dxe6 fxe6 15 Cxb5 Dxb5 16 Dxe6+ Ae7 17 Cg5! Aband.

Diagrama 22 XABCDEFGHY 8r+-+k+-tr( 7zpp+nvl-zpp' 6-+-+Qsn-+& 5+qzp-+-sN-% 4-+-+-+-+$ 3+-+-+-zP-# 2PzP-+PzPLzP" 1tR-vLR+-mK-! xabcdefghy

El golpe final. Si 17. …. Tf8, 18. Cxh7

Db6, 19. Cxf8 Rxf8, 20. Dxb6 …. ganando. Finales Planificar el final En las etapas del final de partida sole-mos encontrarnos en una situación que parece inquebrantable. El equilibrio es de tal magnitud y con tan poco material sobre el tablero (muchas veces también exigidos por el reloj) acordamos las tablas sin más. Sólo el ojo experto puede avizorar la existencia de una ventaja en posiciones irreduc-tiblemente equilibradas. Son éstas las ocasiones en que es necesario aguzar el ingenio y, a pesar del cansancio que nos abate en esta etapa de la partida, construir un plan.

Éste parece ser el caso del gladiador Alekhine contra Tartakower en aquel famoso Torneo de San Remo de 1930. Se trata del tor-neo que se disputó, en aquella ciudad, un año más tarde del que Grau –como Germán Gil su-piera ilustrarnos en su habitual columna de His-torias y Anécdotas del Ajedrez- sintiera una indescriptible frustración tras su magra actua-ción en el mismo5.

Tras 32 jugadas, arribaron a la posición

que se muestra en el Diagrama 23. El equilibrio material es absoluto. Seguramente, el caballo negro se aprestaba para ocupar la casilla d6 (o c7, en su caso) y trasladarse luego, tal vez y de-pendiendo de la movida de las blancas, a b5 que le aseguraba capturar un peón, o – por la vía de d6- al fuerte punto c4 que daría soporte al avan-ce del peón e.

5 Cuadernos de Ajedrez, nros. 37 y 38, edicionaes de Enero y Febrero de 2011.

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Diagrama 23 XABCDEFGHY 8-+-+n+-+( 7+-+-+-zp-' 6-+p+-+-zp& 5tr-sNl+k+-% 4P+-zPp+-+$ 3tR-+-+-zPP# 2-+-+-mKL+" 1+-+-+-+-! xabcdefghy

Alekhine-Tartakower San Remo, 1930

Juegan las blancas Alekhine podía evitar …. Cd6 median-te Cb7 …., pero luego de …. Ta7 el caballo quedaría, prácticamente, condenado a retornar a la casilla de la que procedía. ¿Qué vio, entonces, el genial Alekhine para convertir esta lucha en su victoria? En primer lugar creemos que valoró la existencia del peón torre libre que, si bien, correctamente bloqueado por la torre negra, le permitiría, más tarde, maniobrar sobre el flanco de rey y utilizar a su propio rey como arma de ataque. Allí nació el plan y su desarrollo nos deja atónitos a 81 años de acaecido. Su plan se iniciaba haciendo retroceder al rey negro para que el suyo ocupare posiciones de privilegio hacia el centro del tablero. Pero, ¿cómo?

Blancas Negras 33 Axe4+! Axe4 34 g4+! ….

El propio Alekhine comentó: “Con la sencilla, pero poco amable intención de, si 34. …. Rf4, 35. Ce6#.”6 Sorpresa desagradable, si las hay, cuando se piensa que con una movida quedamos a salvo pero, a cambio, podemos recibir un jaque mate. Obviamente, Tartakower la vio y salió de ello mediante:

34 …. Rf6 35 Cxe4+ Re6 36 Re3 Cd6 37 Rd3 Cxe4 38 Rxe4 h5

6 Mis mejores partidas, 1924-1937, Editorial La Casa del Ajedrez, Madrid.

Diagrama 24 XABCDEFGHY 8-+-+-+-+( 7+-+-+-zp-' 6-+p+k+-+& 5tr-+-+-+p% 4P+-zPK+P+$ 3tR-+-+-+P# 2-+-+-+-+" 1+-+-+-+-! xabcdefghy

El plan de Alekhine funciona a la per-fección. Habiendo confinado al rey rival a la sexta fila fuerza a las negras a intentar contra-juego en el flanco de rey, ¡pero tienen todo con-trolado! Alekhine comenta aquí: “Las negras comprenden que el juego ‘pacífico’ no les ofre-cerá posibilidad alguna. Por ejemplo: 38. …. Rd6, 39. Rd3 Rd5, 40. Ta1 c5, 41. dxc5 Rxc5, 42. Rc3 …. Por lo tanto, tratan de crear obje-tivos para atacar en el flanco rey, pero al acep-tar el sacrificio de peón que sigue, sólo consi-guen acelerar su fin.”

39 g5! Txg5 Claramente, si 39. …. Rd6 (o 39. …. g6), 40. h4! …. deja a las blancas en posición inmejorable. Las maniobras finales son de ele-gantísima textura.

40 a5 Tb5 41 a6 Tb8 42 a7 Ta8 43 h4 g5

Diagrama 25

XABCDEFGHY 8r+-+-+-+( 7zP-+-+-+-' 6-+p+k+-+& 5+-+-+-zpp% 4-+-zPK+-zP$ 3tR-+-+-+-# 2-+-+-+-+" 1+-+-+-+-! xabcdefghy

Ultimo intento de Tartakower, pero Alekhine tenía todo planeado. La ubicación de

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su rey era inmejorable para dar alcance a cual-quier criminal suelto de las negras.

44 hxg5 h4 45 Ta6 Rf7 46 Rf4! h3 47 Rg3 Rg6 48 d5!! ….

Controlado el criminal suelto que corre por la columna h, Alekhine se despreocupó de la captura de su peón en g5 por cuanto la torre rival está ganada de cualquier forma.

48 …. Rxg5 49 dxc6 Rf5 50 c7 Aband.

Diagrama 26

XABCDEFGHY 8r+-+-+-+( 7zP-zP-+-+-' 6R+-+-+-+& 5+-+-+k+-% 4-+-+-+-+$ 3+-+-+-mKp# 2-+-+-+-+" 1+-+-+-+-! xabcdefghy

El rey negro no puede dar alcance al peón c, y tras su coronación, será capturado por la torre, a lo que sobrevendrá la coronación del otro peón y la pérdida de aquella. ¡Brillante planificación de final por parte de Alekhine!, cuya predilección no era –precisamente- esta etapa de la partida, tan acos-tumbrado como estaba a liquidarla mucho antes. Historias y Anécdotas del Ajedrez

Contribución de Germán Gil Iniciando al novicio en la Estrategia: Habla-mos de Rafael Bensadón ….

Difícilmente haya un ajedrecista de ha-bla hispana que no haya visitado el sitio web “La Tabla de Flandes”. Es un portal amable, bien diseñado, que invita a recorrerlo, y bien provisto, que dirige el maestro Antón Busto.

Quizás desde allí bajen nuestros lectores el ejemplar mensual de Cuadernos de Ajedrez.

Quien no haya estado allí, le aconsejo

visitarlo… con un par de horas a su disposición y suficiente espacio en el disco rígido, eso sí.

Pues bien: en ese portal tiene un link

especial el profesor venezolano Erich González. Sus trabajos contienen ese profundo sentido di-dáctico que alguna vez reclamamos para los afi-cionados a los trebejos.

Hay trabajos analíticos sobre el ajedrez

de Alekhine, de Capablanca, las partidas por campeonatos mundiales, finales básicos, finales artísticos de Troitsky, y otras bellezas. Pero la palma se la llevan las “Clases…”, en las que González viene tomándose el trabajo de trans-cribir los análisis de partidas clásicas de Rafael Bensadón. Lógicamente, sólo un gran docente como el profesor venezolano posee la sensibili-dad necesaria como para distinguir, entre la enorme masa de bibliografía ajedrecística, un li-bro escrito por otro gran didacta del ajedrez, un libro publicado hace ya tantos años, por muchos olvidado, y por otros no conocido.

Se trata de Apuntes de las clases de

ajedrez dictadas en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Buenos Aires por el maestro Dr. Rafael Bensadón, por Ernesto M. Carranza, y corregido por el propio Bensadón. Fue publica-do por la Editorial Grabo en 1942.

¿Quién era Rafael Bensadón? Curiosa-

mente, no hay datos de él en Wikipedia. El bus-cador del Google nos remitirá a estas “Clases”, publicadas total o parcialmente en distintos for-matos, y, naturalmente, a las versiones electró-nicas de Erich González, pero no a información sobre su vida.

Seguramente, algún número próximo

de Nuestro Círculo nos regalará una de las exce-lentes biografías con las que el arquitecto Ro-berto Pagura se ha ganado un lugar de privilegio en la hemerografía electrónica argentina.

Por ahora, puedo decirles que Bensa-

dón apareció en el gran mundo del ajedrez ar-gentino a principios de los ’30, cuando clasificó para jugar la instancia del Torneo de Selección de la FADA (el penúltimo escalón para ser con-sagrado challenger al campeonato argentino, por entonces) y permaneció por largos años en el candelero. Su última actuación en el Torneo Mayor se registra oficialmente en 1939, colo-cándose en una 7ª posición con 5,5 puntos, ¡pe-ro acreditándose victorias nada menos que ante

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los tres primeros puestos del torneo! (Iliesco, Maderna y Piazzini).

Es que, por lo que sabemos, Bensadón

dedicaba al ajedrez un tiempo limitado, alter-nándolo con sus actividades profesionales. Pero, como bien lo revela el libro, es evidente que, in-cluso dentro del “lapso ajedrecístico”, la ense-ñanza tenía un lugar privilegiado: no se llega a desarrollar un olfato didáctico tan fino para las dificultades de los principiantes sin una larga práctica en las aulas. Es evidente que las “clases y conferencias” eran una preocupación absor-bente en la vida de Rafael Bensadón.

En su dinámica, el texto guarda algunas

similitudes metodológicas con otro clásico, cuya primera edición en español no dista demasiados años de éste: el famoso Ajedrez lógico jugada a jugada, de Chernev. Se trata de una modalidad explicativa, hoy desaparecida, que apunta a ge-nerar en el jugador novato, o bien en el ajedre-cista de café o de plaza, las primeras inquietudes estratégicas.

Lo aparentemente elemental de las ex-

plicaciones no debe engañar al lector experi-mentado: por detrás de ellas asoma la concep-ción de la partida como una unidad, y por eso el tema constante, aunque no nombrado, es el de la “transformación de las amenazas”, cuya com-plejidad es bien conocida por los maestros y profesores de ajedrez.

¿Dogmático a lo Tarrasch? Sí, segura-

mente. No hubiera agradado a Ángel Aberbach7 y a otros partidarios de educar al ajedrecista en los preceptos (o no preceptos) de la partida con-temporánea. Sin embargo, estos libros siguen siendo clásicos y tan buscados por el aficionado común8 –que tanto provecho sigue obteniendo de ellos- que, con todas las críticas que puedan hacérseles, no dejan de evocar el refrán “cuando el río suena, agua lleva…”.

Vaya entonces, como un homenaje a la

memoria de Bensadón, a la de su alumno Ca-rranza y también -¿por qué no?- a la del pro-

7 Cf. “¿Qué leer?” Una interesante polémica sobre bi-bliografía ajedrecística”, en Cuadernos de Ajedrez. Buenos Aires, junio de 2010. 8 Aquí pienso sobre todo en el libro de Chernev, que ha merecido una edición reciente nada menos que de la Edito-rial Paidotribo, que incluye versión electrónica en un CD. El de Bensadón, por el contrario, ha sido totalmente olvidado, y es mérito exclusivo del profesor Erich González haberlo rescatado del pasado con sus versiones electrónicas, que in-cluyen generosas “prácticas de entrenamiento” añadidas por el propio profesor González, aprovechando los medios que Chessbase ofrece para tal fin.

fesor Erich González, esta reproducción del prólogo de este libro olvidado.

PALABRAS PRELIMINARES

Las facultades didácticas no son pa-

trimonio de cualquiera. En la Universidad, por ejemplo, muchos profesores hay que son cum-bres en su especialidad y sin embargo no trans-miten a sus alumnos los relevantes conoci-mientos que poseen. Otros en cambio, espe-cializados en la enseñanza, sin llegar a brillar tan alto en la materia, saben encarar sus clases de tal manera que hasta el más obtuso de los asistentes comprende a la perfección el tema desarrollado. Ese don precioso de “llegar” al auditorio no se aprende con el correr de los años; es “algo” que forma parte de la perso-nalidad del profesor.

En nuestro medio, es posible que exis-

tan maestros de mayor fuerza que el Dr. Rafael Bensadón, pero dudo que exista uno solo capaz de enseñar como únicamente él sabe hacerlo.

Las clases que dictara en la Asociación

Cristiana de Jóvenes de Buenos Aires son una prueba irrefutable de esta afirmación. Los afi-cionados de dicha institución formaban un conglomerado que sólo a fuerza de entusiasmo competía medianamente con otros Clubs espe-cializados en el difícil juego. Al año de comen-zar los curso, los progresos fueron evidente [sic]: la Asociación se comportaba de igual a igual con las más fuertes representaciones de cuarta categoría y el éxito de las lecciones cul-minó al obtener uno de sus alumnos el Campeo-nato Nacional de Cuarta Categoría del año 1941. Me refiero a Federico del Diestro, que se impuso en la referida competición de manera holgada e inobjetable, dando muestras inequí-vocas de los excelentes conocimientos teóricos y prácticos inculcados por el Dr. Bensadón.

Estos apuntes, que tomé como alumno

entusias, no tenían otro objeto que retener en mis cuadernos las teorías y comentarios expues-tos en cada clase. Son ellos el compendio de mis modestos conocimientos ajedrecísticos. Solo a instancias de los amigos que los leyeron, accedí a publicarlos en forma de libro. Reconozco que carezco de la más elemental autoridad para edi-tar libros sobre una materia tan compleja y pi-do disculpas por los errores que pudiera conte-ner, su mala redacción y su falta de coordina-ción. Repito que no abrigaba la idea de su pu-blicación cuando encaré la anotación del curso.

El Dr. Rafael Bensadón, con su habi-tual desinterés y amabilidad, ha realizado la trabajosa tarea de corregir los originales, pero

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es justo dejar constancia que lo hizo respetando la forma y redacción “ligera” que yo les di, en carácter absolutamente honorario, por lo cual queda aclarado que no es responsable de nin-guna acción que origine este volumen, como así tampoco de las susceptibilidades que pudieran herir las opiniones sobre tal o cual maestro, ex-presadas durante el desarrollo de las clases y que he recogido sin saber si reproducía exacta-mente la idea cabal del profesor.

Sin embargo, creo haber captado las

explicaciones y comentarios expuestos. Así por lo menos lo entienden las personas que leyeron los originales. Al darlos a conocer, contribuyo modestamente a engrosar la bibliografía aje-drecística con una publicación no muy novedo-sa pero de indudables efectos prácticos, dado que si ellos sirvieron para el adelante del sus-cripto y de sus compañeros de clase, servirán también para todos los aficionados que sa-biendo los rudimentos del juego deseen compe-netrarse de las teorías y conceptos que forman el pedestal del juego-ciencia. Su conocimiento significa el paso del noviciado a la Cuarta Categoría, con firmes bases como para aspirar a mayor encumbramiento.

No he querido alterar el orden en que

fueron dictadas las clases. Por ello, los lectores notarán posiblemente altibajos en lo que a difi-cultad de los temas se refiere. Para alcarar, voy a decirles que las sesiones estaban dedicadas a dos sectores de aficionados: las de los Lunes eran para “Novicios” y las de los Sábados para los llamados “Adelantados”. Sin embargo, aconsejo la lectura de ellas sin saltear su orden, puesto que en algunas clases se hace referencia a comentarios desarrollados en sesiones ante-riores, aunque éstas sean para jugadores de distintas fuerzas; y porque el Dr. Bensadón, con sabio criterio de maestro, fue escalonando obs-táculos de manera racional, a tal punto que quien siga el orden establecido llegará a com-prender sin ningún esfuerzo los temas desarro-llados en las últimas clases, en tanto que quien se obstine a pasar de lado lo que cree que es muy fácil, tropezará luego con teorías que, se dan por sabidas, sin haber oído hablar de ellas.

No tema el lector cansarse; el profesor

ameniza sus lecciones con chistes, modismos, dichos criollos y expresiones típicas de nuestro ambiente. Convengamos que el ajedrez es bas-tante pesado para esutidarlo con seriedad de ceño fruncido y se me perdonará que haya reco-gido todas esas bromas en mis apuntes. No creo

que ello vaya en detrimento de la técnica y en cambio, sirve para aligerar la aridez del tema9.

El sistema didáctico del Dr. Bensadón se basa en preceptos distintos a los practicados hasta ahora en la mayoría de los libros publi-cados. En lugar de marear al alumno con una serie interminable de variantes para cada posi-ción, de las cuales nada retendrá, nuestro pro-fesor prefiere dictar reglas fáciles de recordar, impartir consejos prácticos, señalar teorías, re-calcar conceptos. En otras palabras da la idea medular, que no sólo sirve para la posición que se está viendo, sino para cualquier otra similar.

Con todo esto el alumno forma su

bagaje de conocimientos y sabe a qué atenerse cuando se le planteen casos análogos, sin nece-sidad de “acertar” de memoria con la jugada que debe ejecutar, por que [sic] conoce el plan a que tiene que ajustar su juego. Dicho con más prontitud: sabe lo que tiene que hacer.

No obstante, en algunas situaciones es

imprescindible dar las variantes principales; no tanto para demostrar que todo está previsto, sino para que el lector sepa que la partida ha sido analizada a fondo. Es por eso que me ad-hiero al consejo de Nimzowistch: conviene se-guir el desarrollo con dos tableros; en uno se llevará el control de la partida viva y en el otro se harán las variantes. De esta suerte el alumno aprovechará el máximo de las explicaciones.

Cada afirmación del profesor está de-

mostrada con un ejemplo. En ese sentido es notable el altruismo y desinterés del Dr. Rafael Bensadón, en contraposición con el egoísmo al que se aferra la mayoría de los maestros, que temen revelar los “secretos” de su juego. Ellos piensan que no deben divulgar una verdad que les costó largo tiempo de estudio, sino que cada cual se las ingenie –si le permite su inteligen-cia- para encontrarla por sus propios medios.

El Dr. Bensadón con toda honestidad,

entendiendo magníficamente sus deberes de profesor, no tiene inconveniente en poner al al-cance de sus alumnos el resultado de profundos análisis. Enseña y difunde desde el más insig-nificante de los conceptos hasta la más moderna y audaz de las teorías, fruto de largas horas de amorosa contracción al difícil juego. Este de-sinterés sólo es dable observar en quien tiene verdadera vocación por la enseñanza. Conoce-dor como pocos de las teorías ajedrecísticas, pronto escaló posiciones hasta colocarse en los

9 Bensadón, en esto, seguía la dinámica explicativa de Nim-zowitch. ¿Cómo olvidar las chispeantes metáforas de Mi Sistema, como la de referirse al peón pasado como “un ase-sino suelto”, y otras por el estilo?

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primeros puestos del ranking argentino y ser honrado con la designación de “Maestro”. Sus ocupaciones profesionales no le permiten parti-cipar activamente en los grandes torneos que insumen mucho tiempo, pero ello no le priva de mantenerse al día con los adelantos técnicos que nos llegan del extranjero y realizar estudios profundos y silenciosos en sus ratos libres. Sus periódicas conferencias en el Club de Ajedrez Jaque Mate gozan de general beneplácito.

Quiero pues en este libro dejar expresa

constancia del agradecimiento de los aficiona-dos de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Buenos Aires al Dr. R. Bensadón, a la vez que se lo dedico como alumno modesto que sabe va-lorar el esfuerzo generoso del profesor.

ERNESTO M. CARRANZA