cuaderno rojo maru

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El cuaderno El cuaderno rojo rojo

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Page 1: Cuaderno rojo maru

El cuaderno El cuaderno rojorojo

Page 2: Cuaderno rojo maru

El cartero le extendió el telegrama.

José Roberto le agradeció, y mientras lo

abría y leía, en su rostro hubo

una expresión de sorpresa más que de

dolor.

Palabras breves y precisas:

Tu padre falleció. Entierro mañana 18:00 horas: Mamá.

Page 3: Cuaderno rojo maru

 Jose Roberto continuo parado, mirando al vacío.

Ninguna lágrima, ningún dolor, no sentía ¡Nada!

Era como si hubiera muerto un extraño.

“¿Por que no sentía nada por la muerte del viejo?”

Con pensamientos confusos, le avisó a su esposa, salió de

su casa y abordó el autobús.

Se fué venciendo los silenciosos kilómetros de la ruta,

mientras su cabeza giraba con mil recuerdos.

Page 4: Cuaderno rojo maru

En su interior, no quería ir al funeral,

y si estaba en camino era era solo para que su madre no

estuviera más triste.

Ella sabia muy bien que su padre y el, nunca se llevaron.

La relación con su padre había llegado al final, el día

que, después de una fuerte discusión, José Roberto

había decido irse de casa:

Adolescente aún, guardó su ropa en las maletas y partió

prometiendo nunca más poner los pies en aquella casa.

Page 5: Cuaderno rojo maru

Después, todo lo había realizado

solo: un empleo razonable, su

casamiento, llamadas a la madre

para Navidad, Año Nuevo o

cumpleaños...

Se había desligado totalmente de la

familia; no pensaba en su padre y la

última cosa en la vida que deseaba

era ser parecido a él.

Page 6: Cuaderno rojo maru

En el velorio: pocas personas.

La madre pálida y cuando ella vio a su hijo,

las lágrimas corrieron silenciosas.

Hubo un abrazo de solidaridad.

Después - el hijo - observó el cuerpo sereno

de su padre, envuelto por una manta de

rosas rojas, como las que al padre le

gustaba cultivar.

José Roberto no vertió una sola lágrima, su

corazón no se lo permitía.

Era como estar delante de un desconocido

un extraño, un...

Page 7: Cuaderno rojo maru

Después, se quedó en casa, con su

madre hasta la noche.

Al despedirse la beso y le prometió

que volvería trayendo a los nietos y a

su esposa para que la conociera.

Ahora -pensó- podría volver a casa,

porque aquel que no lo amaba,

no estaba mas para criticarlo.

Page 8: Cuaderno rojo maru

En el momento de la despedida, la madre

coloco algo pequeño y rectangular en el

saco de Roberto.

Fue un gesto mecánico, minutos después

de comenzar su viaje de regreso, metió la

mano en el bolsillo y sintió el regalo.

La luz mortecina del autobús, le mostró un

pequeño cuaderno de tapa

roja.

Lo abrió curioso.

Page 9: Cuaderno rojo maru

En la primera hoja, en la parte superior,

reconoció la caligrafía firme de su padre:

“-¡Nació hoy José Roberto!-”

¡Casi cuatro kilos!

 ¡Es mi primer hijo, un muchachote!”

“¡Estoy orgulloso de ser el padre de aquel

que será mi continuación en la Tierra!".

A medida que hojeaba, devorando cada

anotación, sentía una mezcla de angustia y

perplejidad, pues las imágenes del pasado

resurgieron firmes.

¡Como si acabaran de pasar!

Page 10: Cuaderno rojo maru

"Hoy, mi hijo fue a la escuela”.

¡Es un hombrecito!

Cuando lo vi de uniforme, me emocioné,

Y deseo para él un futuro lleno de sabiduría.

La vida de el, será diferente a la mía,

Ya que yo no pude estudiar

por haber sido

obligado a ayudar a mi padre.

“Para mi hijo deseo lo mejor”.

Page 11: Cuaderno rojo maru

Otra página...

- "Roberto me pidió una bicicleta, mi

salario no me alcanza, pero el

se la merece, porque es estudioso y

dedicado, así que pedí un préstamo que

espero pagar con horas extras”.

José Roberto se mordió los labios.

Recordó las discusiones para tener la

soñada bicicleta.

-¡Si todos sus amigos tenían una!-

 ¿Porqué él no podía tener una?

Page 12: Cuaderno rojo maru

Continuó leyendo...

“-Es duro para un padre castigar a un hijo, y se

que el me podrá odiar por eso, pero debo

educarlo para su propio bien”.

 “-Así fué como aprendí a ser un

hombre honrado y esa es la única forma en que

se educarlo”.

José Roberto cerró los ojos y recordó la escena

cuando por causa de una borrachera, hubiera

ido a la cárcel aquella noche.

Si no es que antes su padre, hubiera aparecido

para impedirle ir al baile con los amigos que

tuvieron el accidente y murieron...

Page 13: Cuaderno rojo maru

Las páginas del libro se sucedían con cortas o

largas anotaciones fechadas que revelaban,

en silencio, que su padre siempre lo había amado.

Ahora, José Roberto estaba teniendo la prueba de

que, debajo de aquella fachada de fortaleza que

había percibido en su padre, había un corazón

enorme, tierno y lleno de amor para él.

Llegó hasta la última página... aquella del día en

que había partido:

Page 14: Cuaderno rojo maru

"Me seguiré preguntando, que hice mal para mi

hijo me odie tanto”

“¿Por que él me considera culpable,

si solo intenté transformarlo en un hombre de

bien?”

 “¿Qué puedo hacer para que este pensamiento

no me atormente para siempre?”.

“Tengo que darme valor para buscarlo y pedirle

perdón de lastimarlo sin querer hacerlo.

Ojalá que un día, él pueda comprender y

perdonarme por no haber sabido ser el padre que

el merecía tener”

Page 15: Cuaderno rojo maru

Después no había mas anotaciones...

las hojas en blanco.

José Roberto cerró de prisa el cuaderno,

el pecho le dolía.

El autobús entró en la terminal, la aurora rompía

el cielo y un nuevo día comenzaba.

"¡Honren a su padre para que los días de su vejez

sean tranquilos!"

En ese momento, se dio cuenta de su egocéntrica

ceguera de adolescente, y que jamás había

intentado pensar en verdades más profundas.

Page 16: Cuaderno rojo maru

Ahora, el tiempo había pasado, José

Roberto había comenzado a ser adulto

maduro, fatigado y también vuelto

padre. De repente...

En el juego de la vida, ahora él era

el padre y posiblemente estaba

cometiendo el error que su padre

cometió.

¿Cómo no había

pensado en eso antes?

Page 17: Cuaderno rojo maru

Jamás había tenido la idea de platicar y

jugar con sus hijos, ya que estaba muy

ocupado buscando la provisión de sus

necesidades.

Jamás le había pasado por la cabeza

decirles que sentía orgullo de aquellos

que continúan su nombre.

 ¡Justamente él... que se consideraba el

padre más completo de la Tierra!

Page 18: Cuaderno rojo maru

Con vergüenza, aceptó la lección de

humildad.  ¿Porqué nunca entendió

todo esto antes?

Quiso tener enfrente a su padre, para

agarrar al viejo, sacudirlo,

abrazarlo y decirle lo que siempre hubiera

querido escuchar, pero... solo encontró el

vacío.

Page 19: Cuaderno rojo maru

Comenzaron a correr lágrimas y entonces

elevó sus ojos al cielo.

Esbozando una sonrisa, se desahogó en

una confesión con voz alta:

"¡Si Dios me mandara a elegir,

juro que no quisiera haber tenido

otro padre que no fueras

tú, viejo!”

“¡Gracias por tanto amor, y perdóname por

haber sido tan ciego!"

Page 20: Cuaderno rojo maru

“HABLA, DISFRUTA, ABRAZA, BESA,

SIENTE Y AMA A TUS PADRES“

Dale gracias a Dios por los padres y por

toda la familia que tienes.

 ¡¡¡APROVECHALOS EN VIDA!!!