cuadernillo lenguaje, autismo y neurociencias

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1 MAGÍSTER NEUROCIENCIAS APLICADAS A LA EDUCACIÓN INFANTIL MÓDULO COMUNICACIÓN Y LENGUAJE PROF. FLGA. MG. ANA MARÍA TORRES PÉREZ Cuadernillo Lenguaje, Trastorno del Espectro Autista y Neurociencias POR LENNY BUSTAMANTE JERIA EDUCADORA DIFERENCIAL SANTIAGO, MAYO 2015

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TEA Trastorno del Espectro Autista

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    MAGSTER NEUROCIENCIAS APLICADAS A LA EDUCACIN INFANTIL MDULO COMUNICACIN Y LENGUAJE

    PROF. FLGA. MG. ANA MARA TORRES PREZ

    Cuadernillo

    Lenguaje, Trastorno del Espectro Autista y Neurociencias

    POR LENNY BUSTAMANTE JERIA

    EDUCADORA DIFERENCIAL

    SANTIAGO, MAYO 2015

  • 2

    ndice

    Bienvenida .............................................................................................................................. 3

    Objetivo general .......................................................................Error! Marcador no definido.

    Objetivos especficos ...............................................................Error! Marcador no definido.

    Preguntas (mnimo 5) ...............................................................Error! Marcador no definido.

    Revisin terica .......................................................................Error! Marcador no definido.

    Respuestas a las preguntas .......................................................Error! Marcador no definido.

    Reflexin metacognitiva ..........................................................Error! Marcador no definido.

    Bibliografa ........................................................................................................................... 31

  • 3

    1.Bienvenida

    El Trastorno del Espectro Autista (TEA) ha sido considerado como un importante desafo

    cientfico y educativo, en donde caben an muchas interrogantes, desde su causa hasta los

    lcances pedaggicos que puedan apoyar tanto a nios como adultos, a su familia y a quienes se

    relacionen con ellos a conocer sus particularidades como ser individual y aceptarlas, permitiendo

    su adecuada insercin social.

    A travs de este cuadernillo podremos revisar parte de las teoras que rodean y tratan de dar

    explicacin a las bases del lenguaje y por ende sociales sobre este Sndrome.

    1.1 Objetivo General

    1) Conocer las implicancias en el Lenguaje y Comunicacin en personas con Trastorno del

    Espectro Autista

    2) Impactar positivamente en el lector sobre este Trastorno

    1.2 Objetivos Especficos

    1) Identificar reas y procesos en el cerebro que se relacionan directamente con las

    alteraciones del Lenguaje presentadas en las personas con TEA

    2) Conocer avances neurocientficos sobre el tema

  • 4

    2.Preguntas

    1. En el Trastorno del Espectro Autista, cules son las principales alteraciones del Lenguaje?

    2. Hay otros mecanismos que haran ms difcil el lenguaje?

    3. Hay caractersticas observables de la presencia de TEA en el nio pequeo?

    4. Es posible reconocer reas cerebrales daadas y puedan explicar algunas de sus alteraciones

    en el Lenguaje?

    3.Revisin Terica

    3.1 Trastorno del espectro autista y Lenguaje

    (Rogel-Orti, 2005)El autismo no es una enfermedad sino un sndrome clnico, presente desde los

    primeros meses de vida y que incluye alteraciones en conducta, comunicacin verbal y no verbal

    e interaccin social y emocional anmala. El nio autista habitualmente muestra un retardo

    importante en la adquisicin del lenguaje, usa las palabras inadecuadamente y sin un adecuado

    propsito comunicativo. El autismo representa una disfuncin de uno o ms sistemas cerebrales,

    an no bien identificados. En la mayora de los casos los rasgos autistas persisten toda la vida,

    pero el pronstico del trastorno vara desde mnimo o nulo lenguaje y pobres capacidades para la

    vida diaria, hasta el logro de grados universitarios y funcionamiento totalmente independiente.

    La alteracin del lenguaje es una piedra angular para el diagnstico. Todos los nios autistas

    muestran alteraciones graves del lenguaje, que pueden abarcar desde una ausencia total del

    mismo, pasando por dficits en la comprensin y el uso comunicativo del lenguaje verbal y la

    mmica, hasta una disprosodia leve. La alteracin severa del lenguaje con mutismo e inatencin

    puede incluso llegar a hacer pensar en sordera. Cuando el lenguaje est presente es muy comn

    encontrar ecolalia, palilalia, neologismos, lenguaje idiosincrsico (giros verbales sin significado

  • 5

    para otras personas), lenguaje telegrfico y errores gruesos en el uso de tiempo y persona (el

    nio autista se refiere a s mismo diciendo: "tienes hambre", "quieres dormir', "Fulanito quiere",

    etc.). Las alteraciones del lenguaje son tan importantes que constituyen el eje del diagnstico

    temprano. La comunicacin no verbal es igualmente defectuosa. El nio autista no se comunica

    adecuadamente con gestos o mmica, algunos expresan sus deseos llevando a la persona hacia el

    objeto deseado (utilizan al otro como una herramienta). El autista experimenta dificultades

    importantes para comprender tambin el lenguaje gestual o mmico, es decir no comprende

    adecuadamente las expresiones faciales o corporales de enojo, de felicidad o de aceptacin.

    (Martorel, 2012)Los trastornos de la comunicacin se aprecian en las dificultades para entender

    el ritmo de las conversaciones, saber escuchar, entender las pausas. Tambin se presenta un

    contacto ocular pobre, sobretodo cuando escuchan, no entienden la comunicacin no verbal ni

    las expresiones faciales de los dems o los signos sutiles que stos les dan de que lo que les

    estn explicando no les interesa, por lo que no pueden modular la comunicacin, o explicar

    cosas de manera muy detallada sin darse cuenta de que no se les escucha o de que cansan al

    interlocutor. No integran bien las sensaciones que les llegan por diferentes canales sensoriales,

    ni stas con las emociones (Corominas, 1998; Viloca, 2003, 2012), ni con el pensamiento y el

    lenguaje y sufren problemas de diferenciacin que no les dejaran entender la distincin entre

    mundo externo e interno, las sensaciones que vienen de fuera y de dentro, el Yo y el no-Yo. Por

    otro lado, tambin presentan una hipersensibilidad, los nios autistas viven una alteracin en el

    procesamiento sensorial muy grave (Grandin, 2006), que no les permite incorporar bien sus

    primeras vivencias de relacin con la madre / padre (y con el mundo externo en general) y les

    lleva a un vaco interno que contribuye a disminuir la tolerancia a la frustracin y aumentar la

    ansiedad.

  • 6

    Los chicos con TEA tienen dificultades para tener consciencia de s mismos y mostrar empata

    por los dems, no entienden que los otros (no diferenciados) tienen estados mentales diferentes

    de los propios y tienen dificultades para identificarse con el otro a nivel cognitivo y emocional,

    mostrando un dficit en la teora de la mente (Baron-Cohen, Leslie y Frith, 1985; Happ, 1994),

    que les impedira la capacidad bsica humana de empata, el poder leer la mente de los otros y

    predecir la continuacin (Maleval, 2004). En la actualidad este dficit se atribuye a la falla en las

    neuronas espejo (Rizzolatti, Fabbri-Destro y Cattaneo, 2009; Rizzolatti y Fabbri-Destro, 2010).

    Estas dificultades para entender la bidimensionalidad (de continente y contenido) les lleva a

    relacionarse a partir de la identificacin adhesiva, como si entendieran las normas sociales o

    como comunicarse, pero sin haberlo introyectado.

    3.1.1 Sndrome de Asperger

    El lenguaje de las personas con Sndrome de Asperger se suele considerar como no

    problemtico en virtud de dos tipos de observaciones: 1) la ausencia de retrasos lingsticos

    persistentes o llamativos despus de la primera infancia, y 2) el desarrollo espontneo de

    habilidades verbales complejas (oraciones y discursos elaborados). No obstante, algunos

    estudios estn poniendo tambin de manifiesto que muchas personas con esta condicin

    presentan problemas de pronunciacin, y que en casi la mitad de los casos las habilidades

    gramaticales se sitan por debajo de las esperadas para la edad.

    En el plano discursivo, los aspectos de la comunicacin verbal con mayor significacin clnica

    son tres: la prosodia peculiar, el habla tangencial o circunstancial, y el habla pedante y/o

    verborreica. La prosodia no muestra de manera tan marcada los problemas de entonacin e

    inflexin caractersticos del autismo, pero resulta con frecuencia atpica (por el timbre de la voz

  • 7

    y/o los patrones de la entonacin), incongruente con la funcin comunicativa de la emisin,

    excesivamente lenta o rpida en cuanto a su velocidad, e inadecuada respecto al contexto fsico

    o social en que tiene lugar la conversacin (ruido ambiente, nivel de formalidad, etc.). El

    contenido del habla puede resultar prolijo y autorreferencial, con asociaciones de difcil

    comprensin para el interlocutor, y relacin escasa con lo que ste dice o aporta. La verborrea y

    el habla pedante se dan tambin con frecuencia, lo que se traduce en largos monlogos, poco

    respeto a los turnos de habla durante la conversacin, y un vocabulario excesivamente formal.

    Estas y otras apreciaciones han dado pie a algunos a interpretar que el SA constituye tan slo el

    extremo de un continuo de dificultad a nivel social y comunicativo, y de rigidez en el plano

    conductual, que resulta en realidad comn y convierte el SA en una suerte de excentricidad

    social. Sin embargo, lo que se aprecia hoy en da es, ms bien, un acuerdo general entre los

    investigadores, los profesionales y muchos de los familiares en torno a la idea de que los

    individuos con SA no deberan considerarse tanto personas socialmente inhbiles o excntricas

    que aun as se pueden desempear con xito en la vida, sino personas que presentan una

    discapacidad social de inicio temprano en la infancia que afecta negativamente su capacidad

    para afrontar las demandas de la vida cotidiana (Klin, McPartland y Volkmar, 2005, p.88,

    cursiva propia).

    3.2 Jornadas sobre El nio pequeo con Autismo

    (Rivire, 2000)En un estudio realizado por ngel Rivire, presentado en las Jornadas sobre El

    Nio pequeo con Autismo, en Madrid, del ao 2000, se intenta dar respuesta a la interrogante

    ms frecuente presentada por los padres de nios con TEA: Cmo aparece el autismo?

    Diagnstico temprano e indicadores precoces del trastorno autista.

  • 8

    En dicha Jornada, Rivire expone un estudio sobre los informes retrospectivos proporcionados

    por 100 familias de nios autistas. Estos eran 79 varones y 21 nias, tenan una edad cronolgica

    media, en el momento de recogida de los datos, de 7; 3 aos, y una edad mental media de 3;1

    aos. Los cocientes de desarrollo eran inferiores a 40 en el 64 %, de 40 a 70 en el 28 %, y

    superiores a 70 slo en el 8% de los casos (no haba ninguna nia con cociente superior a 70).

    En 25 de los 100 casos analizados, los padres haban tenido en el primer ao alguna

    preocupacin con respecto al desarrollo de sus hijos, al observar en ellos pasividad, ausencia de

    comunicacin, falta de respuestas expresivas a los intentos de interaccin, o estereotipias Slo

    tres familias se haban preocupado antes de que los bebs alcanzaran los 6 meses. La mayora de

    los padres cincuenta y siete de los cien se haban preocupado en el segundo ao de vida, al

    observar falta de respuesta a las llamadas y el lenguaje, falta de desarrollo del lenguaje y

    desconexin. Por ltimo, 18 familias se haban preocupado despus del segundo ao, sobre todo

    entre los 24 y los 30 meses (11 familias). Cuatro familias se haban preocupado entre los 30 y 36

    meses, y tres, cuyas preocupaciones fueron muy tardas, entre los 36 y 42, a pesar de que sus

    hijos presentaban obviamente un trastorno autista. . Hay un dato muy significativo: aunque la

    mayora de las familias se haban preocupado por el desarrollo de sus hijos a los 18 meses de

    edad de stos o despus, sus informes retrospectivos indicaban que el 97 % de los nios autistas

    no producan a la edad adecuada conductas de comunicacin intencionada para compartir

    experiencias (protodeclarativos), y el 95 % indicaban que no producan tampoco comunicacin

    para pedir (protoimperativos). Recordemos que estas pautas de comunicacin intencionada

    definen el desarrollo de la llamada fase ilocutiva en el desarrollo normal del nio, que se

    extiende entre los 9 y los 18 meses de edad. Por consiguiente, antes de los 18 meses haba algo

    importante a destacar en la conducta de los nios que luego desarrollaran un cuadro evidente de

  • 9

    autismo, aunque ese algo no haba preocupado en aquel momento del desarrollo. Nos

    referimos a la ausencia de pautas de comunicacin intencional en la fase ilocutiva (9-18 meses)

    del desarrollo.

    Otro dato importante era que la mayora de los padres (el 67 %) indicaban que sus hijos haban

    sido muy tranquilos en su primer ao de vida. En la gran mayora de los casos sta caracterstica

    se remontara hasta la llamada fase perlocutiva del desarrollo (que abarca los primeros 8 meses

    de vida), la que reflejara la propensin de los bebs a presentar pautas limitadas, disminuidas en

    frecuencia o en intensidad expresiva, de expresin de sus emociones y motivos.

    Otros dos satos relevantes de este estudio:

    No existira una correlacin significativa entre el comienzo de las primeras alarmas de

    los padres y el nivel de desarrollo mental presentado posteriormente por sus hijos con

    autismo.

    No haba diferencias entre los nios con autismo que eran primognitos o hijos nicos y

    los otros en cuanto a la edad en que se detectaban los primeros sntomas por los padres.

    Esto sugiere indirectamente que los sntomas del autismo inicialmente percibidos por los

    padres son suficientemente claros como para que los padres primerizos tomen conciencia

    de ellos en los mismos momentos del desarrollo en que los perciben los padres ms

    expertos.

    El patrn normativo de desarrollo que ofrece el estudio seala:

    o Una normalidad aparente en los ocho o nueve primeros meses de desarrollo, acompaada

    muy frecuentemente de una caracterstica tranquilidad expresiva,

    o ausencia (frecuentemente no percibida como tal) de conductas de comunicacin

    intencionada, tanto para pedir como para declarar, en la fase ilocutiva del desarrollo,

  • 10

    entre el noveno y el dcimo sptimo mes, con un aumento paulatino de un patrn de

    prdida de intersubjetividad, iniciativa de relacin, respuestas al lenguaje y conductas de

    relacin, y

    o una clara manifestacin de alteracin cualitativa del desarrollo, que suele coincidir

    precisamente con el comienzo de la llamada fase locutiva del desarrollo.

    Se realiz un segundo estudio, pues se considera que slo los antecedentes otorgados por padres

    con hijos con autismo no son suficientes para definir un esquema en la bsqueda de los primeros

    indicios del autismo. Con ello, se da continuidad a la investigacin anterior. Se compararon los

    informes retrospectivos dados por 83 familias con nios a los que se haba diagnosticado

    autismo con los proporcionados por 46 familias cuyos hijos haban recibido el diagnstico de

    retraso del desarrollo con rasgos autistas, y los dados por 66 familias de nios de la misma edad

    con desarrollo normal. Para controlar la posible influencia del retraso, se igualaron en cociente

    de desarrollo las muestras de nios con retraso del desarrollo y espectro autista, por una parte, y

    de autismo asociado a retraso por otra; al igual que la edad cronolgica, cuyas medias eran

    respectivamente 6;7 y 6;3.

    Tabla 1

    Porcentajes en los diferentes elementos de desarrollo analizado para la muestra de nios con

    autismo, la muestra de nios con retraso y E.A. y la de nios con desarrollo normal.

    Autismo Retraso Normal

    1. Desarrollo en el primer ao percibido como normal. 75.60 25.00 95.45

    2. Retraso motor en el momento del examen. 21.68 65.22 13.63

    3. Recuerdo de alteracin o dficit social en primer ao. 25.30 64.45 1.51

    4. Sospechas firmes de que poda ser sordo. 25.92 54.45 7.57

  • 11

    5. Pasividad. impresin de que era muy tranquilo. 57.81 50.00 13.63

    6. Ausencia de protoimperativos en 12-18 meses. 93.90 91.00 1.53

    7. Ausencia de protodeclarativos en 12-18 meses. 95.00 95.45 1.53

    8. Anomalas neurolgicas detectadas. 13.69 66.70 3.03

    9. Enfermedades asociadas a alteraciones de desarrollo. 28.04 52.17 7.57

    10. Circunstancias adversas en el parto. 13.25 39.13 4.76

    11. Buen aspecto neonatal. 86.74 63.00 96.96

    12. Pueden reconocerse anomalas en el primer ao (con

    independencia de que los padres las percibieran).

    24.00 65.85

    Tabla 2

    Diferencias que alcanzan significacin estadstica (P < 01)

    Entre nios con autismo y nios con retraso:

    1. Desarrollo en primer ao percibido como normal.

    2. Retraso motor.

    3. Recuerdo de alteracin o dficit social en primer ao.

    4. Sospechas firmes de sordera.

    5. Anomalas neurolgicas detectadas.

    6. Enfermedades asociadas a alteraciones del desarrollo.

    7. Circunstancias adversas en el parto.

    8. Buen aspecto neonatal.

    9. Pueden reconocerse anomalas en el primer ao.

    No se encuentran diferencias en pasividad, ausencia de protoimperativos y ausencia de

    protodeclarativos.

  • 12

    Entre nios con autismo y nios normales:

    1. Desarrollo en el primer ao percibido como normal.

    2. Recuerdo de alteracin o dficit social en primer ao.

    3. Sospechas firmes de sordera.

    4. Pasividad.

    5. Ausencia de protoimperativos.

    6. Ausencia de protodeclarativos.

    7. Enfermedades asociadas a alteraciones del desarrollo.

    No se encuentran diferencias en retraso motor, anomalas neurolgicas detectadas,

    circunstancias adversas en el parto y buen aspecto neonatal.

    Con los resultados arrojados se puede realizar la comparacin entre los nios que presentan

    autismo y los nios que presentan retraso con conductas autistas, entre las cuales destacan que

    en ambos los padres coinciden en la pasividad mostrada antes del ao de vida, como tampoco

    muestran desarrollo en las pautas de comunicacin intencionada (protodeclarativos y

    protopimperativos). Sin embrago se observan discrepancias en la percepcin respecto al

    desarrollo social, motor, en donde los nios con retraso se observan estas caractersticas antes

    del ao de vida, no as en los nios con autismo. As como tambin en los nios con retraso

    aparecen de alteraciones neurolgicas o de enfermedades asociadas a alteraciones del desarrollo,

    y las circunstancias desfavorables en el parto. La impresin de buen aspecto neonatal era ms

    frecuente en lo informado por los padres de nios con autismo que en los de nios con retraso.

    Entre los nios que presentan autismo y los nios con desarrollo normal, no existan diferencias

    entre ellos en retraso motor, anomalas neurolgicas detectadas, circunstancias adversas en el

    parto y buen aspecto neonatal. Pero su desarrollo social era anmalo o tena retrasos en esa fase,

  • 13

    daban lugar a ms sospechas de sordera en el segundo ao, por su falta de atencin y respuesta a

    las llamadas y el lenguaje, se mostraban ms tranquilos o pasivos expresivamente en el primer

    ao, presentaban ms enfermedades asociadas a alteraciones del desarrollo, y sobre todo

    carecan de capacidades de comunicacin, en los primeros meses del segundo ao, que s tenan

    los nios normales.

    Los resultados de este segundo estudio no slo confirman la existencia de un perfil tpico de

    desarrollo del autismo, definido por discreta pasividad considerada un rasgo temperamental

    en la fase perlocutiva, ausencia de comunicacin intencional en la ilocutiva, y presencia evidente

    de una anomala cualitativa del desarrollo al comenzar la fase locutiva, sino que demuestran

    adems que ese perfil es especfico del autismo, o al menos permite diferenciar a los nios con

    autismo y retraso asociado de aquellos otros que presentan retraso del desarrollo con rasgos

    autistas asociados. La correlacin entre el patrn de aparicin y desarrollo inicial y las

    caractersticas de conducta y desarrollo posteriores, analizadas en un momento puntual del

    desarrollo, puede tener una gran importancia para comprender en qu consisten las alteraciones

    del desarrollo que se producen en el autismo.

    Sin embargo hay una segunda importante pregunta que se hacen los padres de nios autistas:

    Qu puede significar el aumento del autismo en el segundo ao de vida en muchos nios con

    retraso del desarrollo?

    A partir de estudios acerca del desarrollo de la inteligencia en el nio normal (Piaget, 1969), de

    su comunicacin (Bates, 1976), de su atencin (Ruth y Rothbart, 1996), y de otras funciones,

    aparecen ntidamente diferenciadas tres etapas importantes en el desarrollo inicial del nio. La

    primera se extiende a lo largo de los primeros ocho meses de vida. Se corresponde con el primer

  • 14

    subperodo sensoriomotor de Piaget (1969), con la fase perlocutiva de que habla Bates (1976),

    con un periodo en que es claramente dominante el primer sistema de atencin de que hablan

    Ruth y Rothbart (1996). En esta fase del desarrollo, en que an no puede reconocerse

    comunicacin intencionada en el nio, aunque s patrones de relacin intersubjetiva primaria

    y de vinculacin muy complejos, los rasgos de desconexin suelen ser menos visibles, menos

    evidentes. En la mayora de los nios que posteriormente expresan un autismo de Kanner, no se

    reconocen an (en caso de haberlos). Probablemente, las anomalas en esa fase son muy sutiles y

    no slo no son reconocidas por los padres, sino que tampoco son detectadas por los expertos al

    analizar pelculas familiares del primer desarrollo de nios en los que luego aparece el

    autismo (Lsche, 1990).

    La segunda etapa comienza hacia los nueve meses. Es el segundo subperiodo sensoriomotor

    (Piaget, 1969), la fase ilocutiva del desarrollo (Bates, 1976), en que aparece la comunicacin

    intencionada y toda la conducta del nio se hace ms estratgica y propositiva. En esa fase,

    comienza claramente a desarrollarse, en el nio normal, un segundo sistema de atencin (Ruth

    y Rothbart, 1996), que permite la aparicin de pautas de atencin sostenida conjunta. Son

    muchos los investigadores que consideran que hacia los nueve meses se produce una transicin

    fundamental en el desarrollo del nio (Bertenthal y Campos, 1990; Emde at al., 1976). Muchos

    de los cambios que se producen en la conducta del nio normal a esa edad implican inicios

    rudimentarios de funcin ejecutiva(Diamond y Gilbert, 1989). Los estudios de PET con bebs

    humanos (Chugani, 1994) sugieren que hay zonas de los lbulos frontales que se van haciendo

    funcionales en ese perodo que se extiende entre los 9 y los 18 meses. Las pautas de

    comunicacin intencionada, destinadas a cambiar el mundo fsico (protoimperativos) o a

  • 15

    cambiar el mental (protodeclarativos) se establecen de forma ntida a lo largo de este periodo, y

    deben ser ya muy evidentes en su segunda parte: entre los 12 y los 18 meses.

    En muchos nios con retraso del desarrollo y rasgos autistas, los padres se hacen cada vez ms

    conscientes de la desconexin con el mundo de sus hijos en esta etapa. Por otra parte,

    alrededor de la cuarta parte de los padres de nios con autismo empiezan a preocuparse en ella,

    al observar la falta de respuesta social, o la conducta ritualizada e inflexible de sus nios

    pequeos. Pero, sobre todo, aunque muchos padres de nios con autismo an no perciban nada

    anmalo en el desarrollo de sus hijos antes de los 18 meses, lo cierto es que los profesionales s

    pueden reconocer que algo fallaba ya en esa etapa.

    En el comienzo de la fase locutiva de Bates (1976) o perodo preoparatorio en el trmino de

    Piaget (1969), los cambios psicolgicos y neurobiolgicos del nio normal son tan diversos y

    complejos que resultan difciles de resumir: se produce el paso a una inteligencia

    representacional, se elaboran estructuras lingsticas que implican una creatividad formal por

    parte del nio. ste se empieza a ver a s mismo como un agente que acta sobre el medio

    (Jennings, 1991). Empieza a tener emociones del yo, como el orgullo, o la vergenza (Stipek,

    Recchia y McClintic, 1992). Los cambios que se producen entre los 18 y 24 meses en

    capacidades dependientes de un control ejecutivo son dramticos (Diamond, Towle y Boyer,

    1994; Overman, 1990). Es en ese momento cuando se presenta tpicamente, ante los padres, la

    evidencia de que algo importante est sucediendo en el desarrollo de sus hijos. En los ltimos

    meses del segundo ao, es frecuente que los nios autistas se alejen rpidamente de las

    relaciones, expresen con claridad su dificultad para desarrollar las capacidades de lenguaje,

    simbolizacin ficcin e intersubjetividad compleja que desarrollan los nios normales en ese

    momento. En muchos casos, resulta evidente la imposicin de un patrn de sordera aparente y

  • 16

    de silencio expresivo en el nio. Tambin de falta de respuesta al contacto ocular y de iniciativa

    de contacto. Por su parte, muchos nios con retraso y rasgos autistas, que ya presentaban desde

    antes anomalas evidentes en sus pautas sociales, las demuestran an con ms claridad en el

    segundo semestre del segundo ao. Baron-Cohen et al. (1997) sealaron tres indicadores clave,

    que aparecen en el CHAT, un instrumento de deteccin precoz del autismo en contextos de

    screening. Los tres indicadores son:

    1.- la ausencia de gestos comunicativos de carcter protodeclarativo,

    2.- la falta de miradas de atencin conjunta

    3.- y la carencia de juego de ficcin

    Gillberg y Peeters (1995) han desarrollado un cuadro muy completo de las anomalas ms

    frecuentes que se observan en las historias de los nios con autismo entre los 6 y los 60 meses,

    ponindolas en relacin con diferentes momentos del desarrollo del lenguaje y la comunicacin,

    la interaccin social y la imaginacin en la ontognesis de los nios normales.

    Tabla 3

    Lenguaje y comunicacin en el desarrollo normal y fases tempranas del autismo (adaptado de

    Gillberg y Peeters, 1995).

    Edad

    (meses)

    Desarrollo normal Desarrollo autista

    2 Gorgeo. Sonidos voclicos.

    6 Conversaciones vocales: Con turnos en

    posicin frente a frente. Primeros sonidos

    consonnticos.

    Llanto difcil de interpretar.

  • 17

    8 Balbuceo con variaciones de entonacin

    Incluyendo entonacin interrogativa.

    Slabas repetitivas (ba-ba-ba, ma-ma-ma).

    Primeros gestos de sealar.

    Balbuceo limitado o raro. No se

    imitan sonidos, gestos o expresiones.

    12 Primeras palabras.

    Jerga con entonacin de oracin.

    Lenguaje usado sobre todo para comentar.

    Juego vocal.

    Uso de gestos y vocalizaciones para

    obtener atencin, mostrar objetos y hacer

    preguntas.

    Pueden aparecer las primeras

    palabras, pero con frecuencia carecen

    de sentido comunicativo.

    Llanto intenso, frecuente, que sigue

    siendo difcil de interpretar.

    18 Vocabulario de 3 a 50 palabras.

    Primeras oraciones.

    Sobreextensin del significado.

    El lenguaje se usa para comentar, pedir y

    obtener atencin.

    Imitaciones frecuentes de lenguaje.

    24 Se combinan de 3 a 5 palabras en frases

    telegrficas. Preguntas simples. Empleo

    de demostrativos, acompaados de gestos

    ostensivos. Pueden llamarse por el

    nombre ms que con el yo. A veces,

    breve inversin de pronombres. No se

    sostienen temas. El lenguaje se centra en

    el aqu y ahora.

    Si las hay, menos de 15 palabras. A

    veces, las palabras se pierden.

    No desarrollan gestos.

    Limitacin en gestos de sealar, si

    existen.

    36 Vocabulario de ms de 1000 palabras.

    La mayora de los morfemas gramaticales

    se dominan (plurales, pasado,

    preposiciones).

    Las oraciones son raras. Muchas

    ecolalias, pero poco lenguaje

    creativo.

    Pobre articulacin en la mitad de los

  • 18

    Las imitaciones son infrecuentes a esta

    edad.

    El lenguaje se emplea cada vez ms para

    hablar de lo no presente. Hay muchas

    preguntas, con objetivos de mantener

    interaccin ms frecuentes que de obtener

    informacin.

    hablantes.

    La mitad o ms de los nios con

    autismo no tiene lenguaje a esta

    edad.

    48 Se emplean estructuras oracionales

    complejas.

    Capaces de sostener temas de

    conversacin y de aadir nueva

    informacin. Piden a otros que aclaren lo

    que intentan decir. Ajustan la cualidad del

    lenguaje al interlocutor (por ejemplo, lo

    hacen ms simple al hablar a los de dos

    aos).

    Algunos combinan 2 o 3 palabras

    creativamente.

    La ecolalia persiste. En algunos, se

    usa de forma comunicativa. Se

    repiten anuncios de TV. Algunos

    piden verbalmente.

    60 Uso ms adecuado de estructuras

    complejas.

    Generalmente, estructuras gramaticales

    maduras.

    Capacidad de juzgar oraciones como

    gramaticales o no. Se comprenden chistes

    e ironas, y se reconocen ambigedades.

    Aumenta la capacidad de ajustar el

    lenguaje a la perspectiva y el papel del

    interlocutor

    No comprenden ni expresan

    conceptos abstractos.

    No pueden conversar.

    Inversin de pronombres.

    Ecolalia.

    Preguntas escasas y repetitivas.

    Lo que se puede desprender del anlisis de este cuadro es que progresivamente se agranda la

    diferencia entre el muy rpido y productivo desarrollo normal en la fase locutiva y el desarrollo

    del autismo. Mientras que los nios sin dificultades comienzan a ingresar a la etapa en que

  • 19

    construyen las que Vygotsky llamaba funciones superiores rudimentarias, tales como el

    lenguaje, las competencias de ficcin en el juego, las habilidades y destrezas simblicas y las

    competencias intersubjetivas de alto nivel, los nios con autismo se sumergen en lo que

    podramos conceptualizar como trastorno especfico de los procesos de desarrollo

    neurobiolgico y psicolgico por los que se constituyen las funciones de relacin y

    simbolizacin propias de las fases ilocutiva y locutiva.

    Tabla 4

    Alteraciones afectivas y emocionales precoces, mencionadas por diferentes investigadores.

    1. Contacto fsico: No le gusta que le toquen. No se abraza. No soporta el contacto corporal.

    Evita el contacto corporal.

    2. Llanto: Llora sin sentido. Llanto poco expresivo, difcil de interpretar.

    3. Seguimiento ocular: No sigue a las personas ni a los objetos. Difcil contacto ocular.

    4. Adaptacin postural: Rigidez y resistencia al contacto. Falta de ajuste postural. Actitudes

    posturales extraas. Falta de pautas anticipatorias.

    5. Conductas de aproximacin: Ausencia de gestos y actitudes expresivas. Falta de sonrisa al

    rostro. Indiferencia al rostro. Falta de manifestaciones al ver a la madre.

    6. Vocalizaciones: Ausencia de vocalizaciones.

    7. Conductas de imitacin: No imita sonidos. No imita gestos. Dificultad para imitar

    movimientos.

    8. Interacciones de la dada. Indiferencia a la hora de mamar. No busca consuelo.

    9. Expresin facial: Cara poco expresiva, triste e indiferente. Ausencia de mmica facial.

    Coordinacin anmala de la expresin facial.

  • 20

    10. Expresin de las emociones: No llora o llora sin lgrimas y sin motivo. Reacciones variables

    ante la separacin. Falta de angustia de octavo mes. Indiferencia ante la presencia de los

    padres. No diferencia a las personas. No admite frustraciones. No llanto de dolor. No llanto

    de ira.

    El nio parece perder capacidades de relacin intersubjetiva, expresividad facial, relacin

    preverbal que haba tenido antes. Y esta observacin suscita una idea importante, sin la cual

    probablemente no podramos comprender el autismo ni otros TGD. La idea de que el desarrollo

    es un proceso dinmico, en que funciones psicolgicas importantes se incorporan a sistemas

    funcionales diversos a lo largo del desarrollo, y se pierden cuando no puede realizarse esa

    incorporacin.

    3.3 Proyecciones Neurocientficas

    Estudios sobre neurodesarrollo sealan que uno de los momentos crticos parece situarse en

    torno al ltimo trimestre o final del primer ao de vida. En el aspecto neurobiolgico se ha

    descrito cmo, desde esa edad y hasta los 5 o 6 aos aproximadamente, se produce y mantiene en

    niveles muy altos un gran nmero de sinapsis, y cmo los registros de la actividad funcional de

    la corteza frontal muestran un rpido crecimiento del consumo energtico.

    Los datos histopatolgicos ms relevantes parecen apuntar a alteracin cerebral difusa, quiz

    con mayor afeccin cerebelosa, prefrontal y temporal. Las alteraciones comprenden cambios en

    la citoarquitectura y laminacin cortical, as como en el nmero de neuronas. El origen de estas

    alteraciones puede ser multifactorial, destacando en caso de autismo primario, una posible

    alteracin gentica. A nivel bioqumico, se ha descrito en ltimas fechas, alteraciones en los

    receptores para glutamato tipo AMPA y en los transportadores de glutamato a nivel cerebeloso.

    Es importante destacar que no existe un consenso uniforme sobre los hallazgos histopatolgicos,

  • 21

    y que aunque algunos autores han enfatizado el posible papel jugado por el cerebelo, aduciendo

    que el dao al mismo puede, alterar las conexiones y el funcionamiento del neocortex a nivel

    frontal y temporal, otros no estn de acuerdo y proponen la preponderancia de las lesiones

    neocorticales en la fisiopatologa.

    El diagnstico de autismo se establece sobre bases exclusivamente clnicas, no existe hasta la

    fecha ningn marcador biolgico especfico.

    En otro reporte reciente, se describe la presencia de asimetra invertida en la corteza frontal

    relacionada con el lenguaje, es decir, la regin frontal relacionada con el lenguaje fue mayor en

    el lado derecho que en el izquierdo en pacientes autistas comparados contra sujetos control. Este

    hallazgo puede estar en relacin con las severas alteraciones del lenguaje que presentan estos

    pacientes.

    (Velzquez, 2009)Segn los conocimientos actuales en

    neurociencias, se considera que la forma de razonar (el

    procesamiento de informacin) est determinada por la manera

    en que las poblaciones celulares del cerebro interactan entre s,

    en lo que se denomina 'conectividad funcional'. Tal

    conectividad est hasta cierto punto determinada por la conectividad anatmica (o estructural),

    pero el hecho de que dos reas cerebrales estn conectadas anatmicamente no significa que

    siempre vayan a participar en los mismos estados cognitivos. Se puede pensar en la anatmica

    como la conectividad esttica, y la funcional como la dinmica, que est determinada por las

    actividades celulares de los circuitos neurales. Dos estudios han evaluado las caractersticas de

    la conectividad en el cerebro de nios o adultos autistas mientras se dedicaban a unas tareas que

    exigen funciones ejecutivas, en las que los autistas parecen tener ms dificultades (Hill, 2004)

  • 22

    que los no autistas (que llamaremos "controles" a partir de ahora), o bien en periodos de reposo.

    Tareas ejecutivas tpicas son, por ejemplo, el ordenar cartas segn el color, o inhibir una

    respuesta ms o menos espontnea para producir otra ms adecuada a las circunstancias, o

    simplemente el prestar atencin. As pues, usando registros de la actividad electromagntica

    cerebral, se determin la sincronizacin entre diversas partes de la corteza cerebral (Prez

    Velzquez et al., 2009). Tal sincronizacin es una medida de la conectividad funcional en el

    cerebro que se est usando mucho en la actualidad (Prez Velzquez y Wennberg, 2009), y se

    calcula en bandas de frecuencia

    determinadas. Este estudio en

    nios indic que la sincrona

    entre dos reas importantes de

    la corteza cerebral, la frontal y

    la parietal, estaba reducida en el

    grupo autista comparado con el

    control. En pocas palabras, la

    sincrona (la actividad

    coordinada es un trmino ms apropiado en estos estudios) en frecuencias desde los 12 hasta los

    34 Hz entre la corteza parietal y la frontal en los nios controles aumentaba durante las tareas

    ejecutivas, mientras que tal aumento no se detect en los autistas (Figura 2).

    Figura 2.- Patrn de sincronizacin en la corteza cerebral detectado en nios controles mientras

    ejecutan tareas ejecutivas (Prez Velzquez et al., 2009). Los nmeros dentro de la cabeza

    esquemtica representan los sensores de MEG, y las reas en rojo corresponden a zonas en las

    regiones frontal, parietal y occipital del cerebro. La sincronizacin entre estas reas est indicada

  • 23

    por las flechas, en orden de importancia (la primera es la flecha negra, la segunda es la flecha

    discontinua, etc.). En particular, la coordinacin entre las reas frontal y parietal es elevada en

    individuos normales, mientras que esto no se observ en los individuos con autismo.

    En el estudio de Monk et al. (2009) se us otra tcnica que registra, fundamentalmente, el aporte

    sanguneo a reas cerebrales, llamada resonancia magntica funcional (fMRI). Este estudio

    tambin revel que la conectividad entre diversas reas cerebrales es diferente en jvenes con

    autismo comparada con la de los controles, incluso en condiciones de reposo. Esta observacin

    es una indicacin, en general, de diferencias en el procesamiento de informacin entre estos

    grupos de individuos. Es importante precisar que, aunque varios estudios han obtenido

    indicaciones de menor sincronizacin en el cerebro autista, otros han encontrado una mayor

    sincronizacin (Mizuno et al., 2006). De hecho, en el estudio magnetoencefalogrfico antes

    mencionado, se observ una alta sincrona intraparietal (entre la corteza parietal del hemisferio

    izquierdo y del derecho) en los autistas, pero no estaba asociada a la realizacin de las tareas

    ejecutivas. Por tanto, lo que parece suceder es que es el patrn de actividad coordinada lo que es

    diferente en el cerebro autista, ms que la magnitud de la sincrona. Es precisamente la actividad

    coordinada entre diversas partes del sistema nervioso lo que permite procesar la informacin y

    crear una realidad, tanto en la percepcin como en la accin. Es posible que las alteraciones en

    la actividad coordinada, por sutiles que sean, estn en la base de patologas tales como autismo,

    Sndrome de Tourette, psicopata y otras tantas.

    3.4. Neuronas Espejo

  • 24

    (Cuadrado, 9 al 13 de septiembre de 2013) Las neuronas espejo forman parte de un sistema de

    redes neuronales que posibilita la percepcin-ejecucin-intencin. Integra en sus circuitos

    neuronales la atribucin/percepcin de las intenciones de los otros; lo que dara a llamarse, la

    teora de la mente (Rizzolatti et al., 2006). Formadas estas asambleas neuronales de accin-

    ejecucin-intencin en un sujeto, cuando ve a otro realizar una accin, se provoca en el cerebro

    del observador la accin equivalente, evocando a su vez la intencin con ella asociada. En el ser

    humano se han identificado sistemas de neuronas espejo en la corteza motora primaria,

    principalmente en el rea de Broca, el rea parietal inferior, la zona superior de la primera

    circunvolucin temporal, el lbulo de la nsula, la zona anterior de la corteza del cuerpo calloso.

    Quiz no solo unas determinadas reas cerebrales privilegiadas disponen de neuronas espejo,

    sino que el mecanismo de estas neuronas constituya un principio bsico de funcionamiento

    cerebral. Marco Iacoboni, (2009) plantea la hiptesis de las neuronas espejo y el autismo; donde

    dice que este trastorno puede llegar a producirse por una disfuncin del sistema de neuronas

    especulares. A travs de investigaciones y estudios realizados han llegado a elaborar esta

    hiptesis, donde existira un desarrollo temprano insuficiente del sistema de las neuronas espejo

    que generara una cascada de disfunciones de desarrollo que, a su vez, produciran autismo. Por

    otra parte, Vilayanur Ramachandran, Neurocientfico de nacionalidad India y parte del equipo

    de investigadores de la UCLA plante que la disfuncin de las neuronas espejo es un dficit

    central del autismo (Encuentro de la Sociedad de Neurociencias, Noviembre 2000). Al menos

    seis laboratorios que emplean una variedad de tcnicas para estudiar el cerebro humano han

    confirmado que existe dficit en las reas de las neuronas espejo en las personas con autismo

    (Iacoboni 2009). Somos criaturas sociales y nuestra supervivencia depende de entender las

    intenciones y emociones que traducen las conductas manifiestas de los dems. Las neuronas

  • 25

    espejo permiten entender la mente de nuestros semejantes, y no a travs de razonamiento

    conceptual, sino directamente, sintiendo y no pensando (Rizzolatti, Fogassi y Gallese, 2001).

    Los sistemas de neuronas espejo posibilitan el aprendizaje de gestos por imitacin: sonrer,

    caminar, hablar, bailar, jugar al ftbol, etc., pero tambin sentir que nos caemos cuando vemos

    por el suelo a otra persona, la pena que sentimos cuando alguien llora, la alegra compartida. El

    intercambio complejo de ideas y prcticas que llamamos cultura; los trastornos psicopatolgicos

    como sndromes de ecopraxias y ecolalias, dficit de lenguaje, autismo, pueden encontrar en las

    neuronas espejo claves de explicacin.

    Respuestas a las preguntas

    1. En el Trastorno del Espectro Autista, cules son las principales alteraciones del Lenguaje?

    Una de las caractersticas que ms resalta en este Trastorno es el Lenguaje. Veamos cmo y

    dnde se presenta:

    Alteraciones graves del lenguaje: Ausencia total del mismo (mutismo)

    Dficits en la comprensin y del uso comunicativo del

    lenguaje verbal y la mmica

    Cuando existe lenguaje verbal: Ecolalia

    Palilalia

    Neologismos

    Disprosodia leve (timbre de la voz y/o los patrones de

    la entonacin)

  • 26

    Lenguaje idiosincrsico (giros verbales sin significado

    para otras personas)

    Lenguaje telegrfico

    Errores gruesos en el uso de tiempo y persona

    Problemas de pronunciacin

    Habilidades gramaticales por debajo de las esperadas

    para la edad

    Verborrea y habla pedante (largos monlogos, poco

    respeto a los turnos de habla durante la conversacin, y

    un vocabulario excesivamente formal)

    Comunicacin no verbal No se comunica adecuadamente con gestos o mmica

    Algunos expresan sus deseos llevando a la persona

    hacia el objeto deseado (utilizan al otro como una

    herramienta).

    Comprensin del lenguaje

    gestual o mmico:

    No comprende adecuadamente las expresiones faciales

    o corporales de enojo, de felicidad o de aceptacin en

    los dems

    Caractersticas del lenguaje

    comunicativo

    Dificultades para entender el ritmo de las

    conversaciones

    Saber escuchar

    Entender las pausas

    Reducido contacto ocular

  • 27

    Dificultad para distinguir entre el mundo externo e

    interno

    No comprende del todo los absurdos, chistes, ironas

    2. Hay otros mecanismos que haran ms difcil el lenguaje?

    Descartando la presencia de dficit intelectual, podemos encontrar las siguientes:

    a) Las personas con TEA presentan graves alteraciones en la integracin sensorial, ya

    sea por un aumento o disminucin en la captacin, interpretacin y respuesta de los

    estmulos del entorno e internos. Esto los lleva a la generacin de conductas de

    ansiedad o de frustracin. Al reconocer en la individualidad cules sern los sentidos

    con mayor y menor alteracin, tendremos en cuenta cunto le afecta, favorece en la

    adquisicin de aprendizajes, en sus posibilidades de expresarse.

    b) Tambin aparecen en los estudios las dificultades en la toma de conciencia de s

    mismos y la falta de empata hacia los otros. En ello se fundamenta la Teora de la

    mente (Rizolatti), en donde se explica que estas personas no podran adjudicarle

    pensamientos a los dems, incapacidad para leer la mente y proyectar lo que viene

    a continuacin. Estas dificultades en la comprensin del otro, les lleva a relacionarse

    siguiendo los patrones de buen comportamiento de quienes le rodean, como si

    entendieran las normas sociales o como comunicarse, pero sin haberlo introyectado.

    3. Hay caractersticas observables de la presencia de TEA en el nio pequeo?

    Se logran diferenciar tres etapas importantes en el desarrollo inicial del nio:

    Edad Caractersticas Piaget Bates Ruth y

    Rothbart

  • 28

    Primeros 8

    meses de vida

    An no puede reconocerse

    comunicacin intencionada

    en el nio, aunque s patrones

    de relacin intersubjetiva

    primaria y de vinculacin muy

    complejos, los rasgos de

    desconexin suelen ser menos

    visibles, menos evidentes

    Primer

    subperodo

    sensoriomotor

    Fase

    perlocutiva

    Primer

    sistema de

    atencin

    9 a 18 meses Inicios rudimentarios de funcin ejecutiva. Las pautas de comunicacin intencionada,

    destinadas a cambiar el mundo

    fsico (protoimperativos) o a

    cambiar el mental

    (protodeclarativos) se establecen

    de forma ntida a lo largo de este

    periodo. Los padres se hacen cada vez ms conscientes de la

    desconexin con el mundo de

    sus hijos, as tambin como de la

    falta de respuesta o conductas

    ritualizadas e inflexibles

    Segundo

    subperiodo

    sensoriomotor

    Fase

    ilocutiva

    Segundo

    sistema de

    atencin

    18 a 24 meses Se produce el paso a una inteligencia representacional,

    se elaboran estructuras

    lingsticas que implican una

    creatividad formal por parte del

    nio. ste se empieza a ver a s

    mismo como un agente que acta

    sobre el medio. Empieza a tener

    emociones del yo, como el

    orgullo, o la vergenza. Grandes

    cambios en capacidades

    dependientes de un control

    ejecutivo. Los padres evidencian de que algo importante est

    sucediendo en el desarrollo de sus

    hijos. Pareciera que se alejan de las relaciones, es notoria la dificultad para desarrollar las

    capacidades de lenguaje,

    simbolizacin ficcin e

    intersubjetividad compleja, falta de respuesta al contacto ocular y

    de iniciativa de contacto. Resulta evidente la imposicin de un

    patrn de sordera aparente y de

    silencio expresivo.

    Perodo

    preoparatorio

    Fase locutiva

  • 29

    4. Es posible reconocer reas cerebrales daadas y puedan explicar algunas de sus alteraciones

    en el Lenguaje?

    a) Datos histopatolgicos apuntan a alteracin cerebral difusa, quiz con mayor afeccin

    cerebelosa, prefrontal y temporal. Las alteraciones comprenden cambios en la

    citoarquitectura y laminacin cortical, as como en el nmero de neuronas. El origen

    de estas alteraciones puede ser multifactorial, destacando en caso de autismo

    primario, una posible alteracin gentica.

    b) Presencia de asimetra invertida en la corteza frontal relacionada con el lenguaje, es

    decir, la regin frontal relacionada con el lenguaje fue mayor en el lado derecho que

    en el izquierdo en pacientes autistas comparados contra sujetos control.

    c) Conectividad funcional: se considera que la forma de razonar (el procesamiento de

    informacin) est determinada por la manera en que las poblaciones celulares del

    cerebro interactan entre s. Tal conectividad est hasta cierto punto determinada por

    la conectividad anatmica (o estructural), pero el hecho de que dos reas cerebrales

    estn conectadas anatmicamente no significa que siempre vayan a participar en los

    mismos estados cognitivos. La sincrona entre dos reas importantes de la corteza

    cerebral, la frontal y la parietal, se observa reducida en nios autistas. Esta actividad

    coordinada en frecuencias desde los 12 hasta los 34 Hz entre la corteza parietal y la

    frontal en los nios controles aumenta durante las tareas ejecutivas, mientras que tal

    aumento no se detect en los autistas.

    d) A travs de estudios realizados con resonancia magntica funcional (fMRI), tcnica

    que registra, el aporte sanguneo a reas cerebrales, revel que la conectividad entre

  • 30

    diversas reas cerebrales es diferente en jvenes con autismo, incluso en condiciones

    de reposo. Por ello es que se pueden observar diferencias en el procesamiento de

    informacin. Aunque varios estudios han obtenido indicaciones de menor

    sincronizacin en el cerebro autista, otros han encontrado una mayor sincronizacin

    (Mizuno et al., 2006). Se observa una alta sincrona intraparietal (entre la corteza

    parietal del hemisferio izquierdo y del derecho) en los autistas, pero no estaba

    asociada a la realizacin de las tareas ejecutivas. Por tanto, lo que parece suceder es

    que es el patrn de actividad coordinada lo que es diferente en el cerebro autista, ms

    que la magnitud de la sincrona. Es precisamente la actividad coordinada entre

    diversas partes del sistema nervioso lo que permite procesar la informacin y crear

    una realidad, tanto en la percepcin como en la accin

    Reflexin metacognitiva

    La experiencia de realizar este cuadernillo me tena muy entusiasmada desde un comienzo. Las

    personas con Trastorno del Espectro Autista desde que los conoc a travs de mis estudios

    universitarios han sido mi mayor devocin. Digo esto porque los diversos niveles que se

    manifiestan en el espectro presentan desafos, desde acercarse y obtener una mirada de ellos

    hasta lograr entablar una relacin. Y en el trabajo pedaggico que realizo con ellos es cuando

    logro desplegar todos mis conocimientos, mis afectos, logrando reales retroalimentaciones, que

    hacen y me permiten ser mejor profesional.

    El acercamiento que tuve a travs de esta investigacin me permiten comprender cmo

    comienzan a manifestarse las primeras caractersticas en nios muy pequeos, observacin de la

  • 31

    cual sin saberlo, haba realizado en dos sobrinos, y si bien es sutil en un inicio, cuando llegan a la

    edad de 18 meses comentaba con sus familiares lo que observaba para que los padres tomasen

    medidas.

    Tambin la temtica del lenguaje reviste visos atractivos, en cuanto el interlocutor debe buscar

    las vas por las cuales acercarse a las personas con TEA, siendo diversa en cada ser. Lograr

    contacto visual, para que logre encontrar la calma para manifestarse es parte importante del

    proceso del lenguaje expresivo, comprensivo, de modo de reconocer los esbozos primitivos del

    lenguaje para ayudarle a ampliarlo, a hacerlo ms eficiente y significativo, que logre la ansiada

    comunicacin, aunque sea con una sola persona, aunque no sea verbal, pero donde pueda sentir

    que el otro est para l.

    Los padres de estos nios tambin han sido fuente de inspiracin, por la constante bsqueda que

    d respuesta sobre lo que sucede con su hijo. Y me siento afortunada de poder acompaarlos en

    este camino. Y es por ellos y sus hijos que mis estudios son dedicados en gran parte a ellos.

    Bibliografa

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