criminología latinoamericana

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Criminología Latinoamericana La Criminología Crítica también ha pregonado que el Estado debe ser un garante no sólo de los derechos individuales (civiles y políticos) sino esencialmente de los intereses sociales o colectivos.

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Historia de la Criminología en Latinoamerica. Inicios en Argentina con influencia Italiana.

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Criminología LatinoamericanaLa Criminología Crítica también ha

pregonado que el Estado debe ser un garante no sólo de los derechos individuales (civiles y políticos) sino esencialmente de los

intereses sociales o colectivos.

Criminología latinoamericana

• La criminología latinoamericana• En manos de quienes están?• Cómo influye en las políticas públicas?• Es utilizada o es solo una escuela de intelecto?• Este es un momento de reflexión…….

¿“El Chapo” en Nicaragua? Eso especula chamán boliviano Hojas de coca “revelan” que el líder del cártel de Sinaloa

“parece” que está en el país

Criminología-medios de comunicación• Serafino Lecoña, un chamán boliviano, asegura que el líder del cártel de Sinaloa,

Joaquín “El Chapo” Guzmán, se encuentra en Nicaragua.• Lecoña, consultado por el programa Al Rojo Vivo de la cadena Telemundo, dijo que las hojas

de coca le revelaron que el narcotraficante ya salió de México.• Mientras sostiene en su mano izquierda la fotografía del “Chapo” y con la derecha tira las

hojas de coca sobre una mesa, Lecoña se pregunta: “¿Nicaragua?”, y según la posición en que las hojas cayeron, dice: “parece que está en Nicaragua”.

• Leer más: "El Chapo" se escapó por un túnel• Por otro lado, el chamán no precisa en cuánto tiempo podrían capturarlo, pero señala que

“sí, va aparecer pero va a tardar un tiempito”.• A pesar de que varios países centroamericanos reforzaron sus medidas de seguridad por la

fuga del “Chapo”, las autoridades nicaragüenses todavía no se pronuncian sobre el caso.• Ayer la Interpol envió una "nota roja" de busca y captura del capo mexicano a sus 190 países

miembros.• Guzmán, que permanecía recluido en el penal Altiplano I desde su captura febrero de 2014,

se escapó por un túnel de 1.5 kilómetros que conectaba los baños del presidio con un edificio en construcción. Fue su segunda fuga de una cárcel de máxima seguridad, tras la que protagonizó en enero de 2001.

Criminología-medios de comunicación

• Ejercicio N° 1• Reflexione sobre el artículo anterior y responda las

preguntas siguientes:1. El artículo tiene un enfoque criminológico?2. Porqué los medios de comunicación dan énfasis a esta

“nota roja”?3. Influye esta noticia en la conciencia social?4. Cuáles son los mensajes que emite este artículo?5. Usted considera que este tipo de artículo refuerza las

ciencias criminológicas?

Cuna de la criminología latinoamericana

• La cuna de la criminología latinoamericana es, posiblemente la Argentina, país en el que se registró una fuerte actividad en la materia, aproximadamente desde  1860 hasta 1950.

• Por cierto, a partir de 1880 se impuso el modelo criminológico positivista, que fue hegemónico en nuestra región durante buena parte del siglo XX, y que tuvo la impronta directa de la corriente original italiana.

• En la Argentina hubo teóricos de gran renombre, como el médico José Ingenieros, que mantuvieron un contacto frecuente con Lombroso, Ferri y Garófalo. Ferri viajó dos veces a Buenos Aires para dar conferencias, y los criminólogos argentinos eran siempre el grupo más numeroso de latinoamericanos en los congresos europeos. Lombroso escribió varios prólogos para autores argentinos y la obra de Ingenieros se publicó en Italia y España.

Escuela Positiva italiana -tradicional/clásica

• Restaría agregar que los enfoques de la Escuela Positiva italiana tuvieron una importante expansión continental, que influyó durante largo tiempo en varios países de América Latina, en especial en México, Brasil, Cuba y Ecuador. Allí se organizaron cátedras y publicaciones, algunas de considerable permanencia, que mantuvieron por décadas el ideario positivista o tradicional.

• Criminología tradicional o clásica• Si bien la criminología sufrió en Argentina una fuerte declinación a partir

de 1945- conservando una existencia más formal que sustancial - ello no aconteció en otros países de la región. Esa criminología, fiel a los parámetros positivistas, fuertemente institucional, e integrada a los sistemas del control, sería denominada en los años sesenta “tradicional” o "clásica".

Criminología crítica• Lo cierto es que ese enfoque consensual de la sociedad, que seguía

haciendo suya la legitimidad del derecho penal y el imperativo de serle útil o prestarle colaboración, dejó establecida una actividad criminológica influida por movimientos como la Defensa Social y la Nueva Defensa Social, que, hasta la década de 1970, predominaron en congresos, publicaciones y actividades de toda clase.

• Esa continuidad se vio abruptamente alterada con la irrupción de un sector contestatario, que hoy conocemos como Criminología Crítica, cuyos primeros planteos tuvieron fuerte repercusión en América del Sur. En primer lugar, el cuestionamiento abierto e ideológico de asuntos considerados hasta allí "normales" o "administrativos", que pasaron a ser entendidos como formas de ejercicio del poder y del control del Estado, causaron gran revuelo entre los penalistas y en ámbitos como las facultades de derecho, muy apegados a una visión tradicional de la sociedad.

Criminología crítica• Esta irrupción, que podría ser considerada como el segundo gran momento

histórico local de la evolución criminológica tras la etapa positivista, no ha sido recapitulada aún en un estudio sistemático y exhaustivo, comparable a América Latina y su Criminología, la obra de Rosa del Olmo que hizo un seguimiento histórico del positivismo, en especial del argentino.

• Esta etapa, que declina hasta desaparecer hacia 1990, tuvo un desarrollo desigual y turbulento, que se extinguió de manera tan abrupta como había empezado. Es preciso un análisis de recuperación histórica y evaluación de esa etapa, que por ahora no se ha escrito, y por ello, no queda otro recurso que rastrear en revistas y libros que, generalmente, contienen recopilaciones de artículos y no precisamente obras de tesis.

• En apretada síntesis, puede decirse que la versión crítica latinoamericana reprodujo el esquema teórico de los modelos centrales donde se había gestado la criminología crítica o radical (Berkeley, Europa) tratando de adaptarlos al análisis de los modelos de control de nuestra región. Este proceso podría ilustrarse como sigue:

Hegemonía histórica de las teorías criminológicas en América Latina

• *1860 a 1950: Positivismo: visión consensual de lo social

• *1950 a 1970: Defensa social o criminología "tradicional"

• *1970 a 1990: Criminología crítica contra la defensa social y la criminología "tradicional"

• *1990 a 2000: inseguridad, confusión, escepticismo, ¿reformulación?

• *2000 a 2010: coexistencia de paradigmas, acorralados por la evolución de las sociedades de riesgo, excluyentes, de la era global y la declinación de los postulados de la modernidad.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Lola Aniyar ubica el nacimiento de la criminología crítica en el congreso llamado Curso Internacional de Criminología, realizado en Maracaibo, en 1974.

• Dice esta autora: • “Nótese que, para 1974, ningún centro oficial o académico de

América Latina, con excepción de algunos casos individuales en Venezuela ya mencionados, había trabajado sobre parámetros ajenos al positivismo o al defensismo. Nótese igualmente que en muchos países latinoamericanos no existía para la fecha ningún desarrollo, ni siquiera por reflejo de países centrales, del trabajo criminológico. Multitud de universidades carecían aún hasta de la cátedra de criminología. La investigación era prácticamente inexistente”.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Se producirá, entonces, en la década de 1970, un quiebre repentino en las apacibles aguas de una disciplina adormecida, que había estado carente de innovaciones durante más de medio siglo. Algo similar había acontecido cuando los positivistas rompieron con la Escuela Clásica del Derecho Penal, centrada en lo normativo, a la que se reprochó de no ocuparse de los sujetos ubicados en el centro del drama jurídico - penal y hacer "metafísica" en lugar de mirar la realidad.

• El reproche de los críticos sería ahora otro, tendiente a colocar a la criminología precedente y a sus vínculos con el derecho penal en la posición cómplice del “statu - quo” o sea, de responsabilidad por las desiguales relaciones sociales existentes en América Latina. Esta nueva actitud de una criminología que se define a partir de lo social, va a ser denominada el cambio de paradigma criminológico. Como sabemos hoy, no hubo tal cambio epistemológico, sino, apenas, un cambio de enfoque teórico.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Sabemos que la criminología crítica había surgido, en los países centrales, a partir de situaciones de intranquilidad y desajuste de los valores hegemónicos. Pues bien, el momento de su emergencia latinoamericana superó con creces aquellos marcos de convulsión originales. Cabe recordar que, en nuestra área, pululaban las dictaduras militares, en muchos casos trabadas en lucha con movimientos insurrectos de variado arraigo popular.

• Piénsese en las dictaduras de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala durante la década de 1970 al 80, para tener una idea del difícil momento que debieron atravesar las ciencias sociales para su desenvolvimiento, durante un período que osciló, en promedio para todos esos países, entre 10 y 30 años.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Disciplinas como la psicología y la sociología fueron suprimidas, se incineraron bibliotecas y la persecución a los intelectuales terminó con muchos de ellos asesinados, en la cárcel, o en el exilio. Esa etapa fue, además, de intensa lucha ideológica, en medio de enfrentamientos armados, que se proponían imponer o impedir - según el signo ideológico - el establecimiento de modelos de estado socialistas, sea de carácter plural como en el caso de Chile, o según el patrón del partido único, como en Cuba, país que nunca dejó de ser el gran ejemplo social inspirador de la intelectualidad más radicalizada o progresista.

• Es dable imaginar que la criminología crítica quedó identificada como prolongación de la lucha ideológica en el terreno científico, lo que condicionó sus posibilidades de expansión geográfica e institucional, sometiendo a riesgos diversos a quienes establecieran contactos con ella. Así se explica porqué las mayores repercusiones de los críticos tuvieron lugar en Venezuela, Colombia y en menor medida en México y en los países como Perú, Panamá o Ecuador, que presentaban democracias estables o períodos de tolerancia política.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Siguiendo con el relato de Aniyar, debe decirse que el Instituto de Criminología de la Universidad del Zulia se hizo cargo, en 1974, de formar un Centro Internacional de Criminología Comparada, eludiendo los contactos con entes oficiales para impulsar su trabajo. Cabe destacar el poderío material que tal instituto tenía en ese momento, ubicado en el estado petrolero por excelencia de una Venezuela democrática y enriquecida por el crudo.

• Lo cierto es que se sucedieron numerosos seminarios: en Quito en 1976, Lima 1977 y Bogotá 1978, entre otros, llevando adelante un proyecto comparativo sobre la violencia en América Latina, en el que participaron representantes de catorce países. A este siguió otro proyecto sobre el delito de cuello blanco en América Latina, diversos seminarios y el dictado de una maestría en criminología crítica, con sede en Maracaibo. Durante la realización de estas actividades se constituyó un llamado Grupo Latinoamericano de Criminología Comparada. Más tarde, se organizaría un segundo Grupo, de Criminólogos críticos latinoamericanos, que realizó numerosas reuniones en países diversos.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Aún cuando las actividades criminológicas que señala Aniyar no fueran las únicas de la región en ese tiempo, no cabe duda que ilustran sobre la expansión de la corriente, y los intentos más importantes de investigación crítica transnacional.

• En el trabajo que citamos, Aniyar enumera con prolijidad a quienes estuvieron vinculados, en todo o parte, a los proyectos de la naciente criminología crítica. En la actualidad, sólo unos pocos de ese listado continúan produciendo en el campo criminológico. Lola Aniyar también organizó en su Instituto de la Universidad del Zulia numerosas investigaciones de campo, con carácter interdisciplinario. Es autora de La realidad contra los mitos, conocimiento y orden social, y otros trabajos.

• La criminología crítica está ligada también a la obra de Rosa del Olmo (1936 - 2001), otra importante criminóloga venezolana, quien fue investigadora y docente en la Universidad Central de Caracas.

b).- La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Sus aportes, al igual que los de Aniyar, resultan importantes no sólo para entender el desarrollo de la corriente, sino que, entre ambas, marcan sus perfiles bibliográficos, por la profusión de artículos que publicaron en revistas especializadas de toda la región.

• Una de las características objetables de la criminología crítica fue, seguramente, la publicación de libros que, en realidad, eran recopilaciones de artículos sobre temas diversos (tales como los de Aniyar y Del Olmo, aquí mencionados) y la reiterada publicación de idénticos trabajos en numerosas revistas, a veces con títulos distintos.

• Debe quedar en claro que las alusiones a algunos de esos artículos, son, apenas, un recurso para ubicar ideas centrales, obviando detalles del conjunto. Rosa del Olmo estudió sociología en Estados Unidos, y fue transmisora de la obra de importantes sociólogos norteamericanos, como Sutherland.

b).- La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• En la última década de su vida se apartó de la elaboración teórica, concentrándose preferentemente en el tema de las drogas. Las polémicas que mantuvo con Aniyar fueron numerosas e importantes para la marcha de la disciplina.

• Al mismo tiempo, muchas de tales divergencias revelan que tampoco la criminología crítica latinoamericana constituyó un campo homogéneo de ideas y propuestas. Así lo demuestra también, la coexistencia de los “grupos”, mencionados, que, posiblemente, respondieron más a niveles de compromiso ideológico, que a distribución de tareas científicas.

• La diversidad en el sector progresista no obedecía sólo a convicciones, sino también a motivos de seguridad. Es digno de recordar que varios estudiosos ligados a estos grupos perdieron la vida o sufrieron atentados, en particular en Guatemala, El Salvador y Colombia y que los criminólogos que actuaban fuera de sus países podían poner en riesgo, involuntariamente, a compatriotas que, permaneciendo en ellos, se desempeñaban bajo condiciones institucionales precarias.

b).- La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Otro autor importante, desde una perspectiva crítica no influida por el marxismo, es Eugenio Zaffaroni, quien integró el Grupo de Criminología comparada en 1984, en la época en que dirigió un importante trabajo de alcance internacional: el proyecto Derechos Humanos y sistemas penales en América Latina, criticado entonces por Aniyar .

• De todos modos, el único trabajo suyo que podría calificarse de específicamente criminológico es la obra ya citada "Criminología, aproximación desde un margen." Por otra parte, Zaffaroni es uno de los más relevantes teóricos del derecho penal en América Latina, actividad a la que retornó, tras una prolongada actuación política, coronada en 2004, con su reingreso a la judicatura, como Ministro de la Corte Suprema argentina, donde aún se desempeña.

• Por cierto, merece un párrafo especial la actividad desplegada en nuestros países por Alessandro Baratta (1933-2002), quien realizó extraordinarios aportes teóricos y prácticos, apoyando a los criminólogos de toda la región, tanto aquí como en Europa, y que ha merecido el cálido reconocimiento de quienes fueron sus amigos, discípulos y colegas, incluyendo la creación, en Costa Rica, de una cátedra que lleva su nombre.

b).- La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• A medida que las ideas críticas se fueron expandiendo y afirmando, coexistieron, de hecho, dos sectores: uno que podría denominarse "moderado" y otro que radicalizó al máximo sus opiniones. Si al primer sector podría adscribirse a Del Olmo, Zaffaroni y otros, el segundo estuvo encabezado por Aniyar, quien puede ser definida como la criminóloga radical por excelencia de América Latina. Casi ningún otro criminólogo crítico podía ser comparado con ella, en punto a lo terminante, provocativo e iconoclasta de su estilo de entonces, "en guerra con el mundo burgués".

• La radicalización de los críticos consistió, esencialmente, en un discurso de denuncia contra todas las instituciones del control, o sea leyes, justicia, policía, servicios penales, ministerios, etc. En especial, hubo ataques implacables contra la dogmática penal y sus cultores, contra las cárceles como "instituciones sin futuro destinadas a desaparecer", contra las políticas criminales, etc.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• A todos sus representantes y en especial a los criminólogos tradicionales, se les acusó de "legitimar" el estado de cosas reinante en la región, en complicidad con el sistema capitalista y las formas de poder dominantes.

• Si por un lado el aura libertaria y justiciera del movimiento se veía enaltecida por el ataque a gobiernos totalitarios de la región, por otro, producía efectos paradójicos, como que, en muchos casos, la “supervivencia” de profesionales independientes o funcionarios democráticos en los servicios públicos o privados en países bajo dictaduras constituían algunos de las escasos recursos contra la arbitrariedad imperante. El sayo de "legitimadores" repercutía entonces muy negativamente en demócratas que no podían expresarse públicamente y que hubiesen podido imprimir otro rumbo a la discusión teórica.

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• Por ello, la prédica crítica pareció, durante cierto tiempo, un fácil monólogo deslegitimador, frente al cual muchos silencios eran forzosos.

• Veamos, en palabras de Aniyar, cómo se interpretaba la realidad:• "la experiencia latinoamericana demuestra que la criminología

entra a ocuparse del control social únicamente cuando ese control está orientado a la consolidación del sistema de clases. La función que llamaremos "reproductora" del control social, parte de la tendencia a declarar ilegales los intereses de la clase subalterna y a convertir en cuestión de orden público la afirmación de estos intereses, tanto si esa afirmación se hace mediante acciones concertadas de tipo político (subversión) como si se verifica a través de acciones individuales (delincuencia) aún cuando estas sean estratégicamente irracionales en su dimensión política".

La irrupción de los enfoques críticos y radicales

• La criminología crítica tuvo importantes puntos de contacto con los procesos socio - políticos revolucionarios de Nicaragua y de Cuba, por los que Aniyar y Del Olmo nunca ocultaron su simpatía.

• Además de sus trabajos teóricos sobre problemas del control social en esos países, hubo importantes contactos institucionales: en 1985, la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua ofreció ser sede del Tercer Encuentro de Criminólogos críticos y, posteriormente, de otras actividades.

• En 1987 se realizó en La Habana un curso Internacional de Criminología con cierto protagonismo de los criminólogos críticos. Sin embargo, como ya fue dicho, las relaciones con el sistema positivista del socialismo real nunca fueron sencillas, y el discurso fundamentalmente teórico de los criminólogos críticos latinoamericanos no pudo hacer aportes de interés para las políticas criminales de Cuba ni de la Nicaragua post- revolucionaria.

La búsqueda de una teoría crítica del control social: "criminología de la liberación".

• En la década de 1970 era habitual que a los movimientos políticos y/o armados de América Latina se los denominara "de liberación", en el sentido emancipador de los vínculos externos de dependencia, en particular con Estados Unidos.

• Este concepto fue aplicado a la religión, la pedagogía, la criminología y otras actividades, desde las que se quiso contribuir a ese proceso, aparentemente en ciernes e inevitable, que luego concluyó en los fracasos políticos hoy conocidos.

• En las ciencias sociales de la década de 1960 había estado estaba muy arraigada la visión de la "teoría de la dependencia" que explicaba, desde la sociología, la economía y las ciencias políticas, los problemas específicamente latinoamericanos de la dependencia, a la que se esperaba cortar mediante desarrollos capitalistas autónomos.

La búsqueda de una teoría crítica del control social: "criminología de la liberación".

• Esa llamada "teoría", parecía demostrar la posibilidad de un razonamiento originalmente latinoamericano, basado en la historia, cultura y necesidades políticas locales.

• Tal precedente debió ejercer influencia en los intentos de desarrollo teórico de los criminólogos críticos, cuyo grupo más radicalizado, reunido en México, en 1981, proclamó el lanzamiento de la llamada "Criminología de la liberación", documentándola en un "Manifiesto", en el que se proponían como objetivo la construcción de una teoría crítica del control social.

• Hasta la fecha no parece haber quedado claro el porqué de la fundación de este nuevo grupo, al que se invoca como Criminólogos críticos latinoamericanos, salvo que se haya pretendido lograr un mayor grado de coherencia o compromiso ideológico que, visto en perspectiva, no produjo efectos diferentes de los que ya se habían alcanzado con los grupos precedentes a que antes aludimos.

La búsqueda de una teoría crítica del control social: "criminología de la liberación".

• A mi entender, los interrogantes sobre el rápido desarrollo y ocaso de este proyecto no han tenido tampoco una explicación satisfactoria por parte de quienes fueron sus protagonistas.

• Emiro Sandoval Huertas, (asesinado en la toma del Palacio de Justicia de Bogotá, en 1985, donde también pereció Alfonso Reyes Echandía), joven y lúcido expositor de la criminología crítica, describió sus expectativas de los años ochenta, del siguiente modo:

• "Resulta necesario, sin embargo, señalar desde ahora por lo menos que ese desarrollo en América Latina se inició hacia mediados de los años setenta y que a partir de entonces la criminología crítica ha experimentado entre nosotros una rápida, diversificante, enriquecedora y esperanzadora evolución.

La búsqueda de una teoría crítica del control social: "criminología de la liberación".

• Dos magníficas demostraciones de esta última aseveración están constituidas por el I Seminario de Criminología Crítica, organizado por la Universidad de Medellín en agosto de 1984 y cuya realización una década atrás hubiera sido casi impensable y por la numerosa bibliografía proveniente de autores latinoamericanos que existe sobre el tema. No cabe duda alguna, pues, acerca de que, firmemente consolidada existe criminología crítica en América latina. Cuestión parcialmente diferente, empero, resulta ser la de si existe o no una criminología latinoamericana, esto es, si hay o no una sociología crítica de los sistemas penales de nuestro continente, que tome en consideración las peculiaridades de los países agrupados bajo el nombre de América Latina. Esta clase de enfoque, en cambio, apenas comienza a estructurarse, pero ya parece contar con bases sólidas".

La búsqueda de una teoría crítica del control social: "criminología de la liberación".

• La expectativa en torno a los aportes "liberadores" condujo también a la realización de un "Encuentro nacional sobre la liberación" en Maracaibo, en abril de 1985, que reunió a grupos de filósofos, criminólogos, teólogos, pedagogos, etc., todos con el aditamento "de la liberación", sin haber arribado a resultados teóricos ni prácticos trascendentes.

• La asunción del rótulo de "latinoamericana" para una actividad científica desató también polémicas sobre la viabilidad epistemológica del proyecto, primera crítica importante de las muchas que debió afrontar el proyecto de la liberación. En general, sus defensores mostraron una cierta propensión a descalificar a los objetores, mediante el recurso de atribuirles complicidad o funcionalidad con el sistema capitalista.

• Entre teóricos latinoamericanos de ideas opuestas se intercambiaron, en este período, imputaciones que implicaban la estigmatización de lo diverso. Entre los criminólogos críticos, la etiqueta de "positivismo", por ejemplo, implicaba una fuerte descalificación científica.

La búsqueda de una teoría crítica del control social: "criminología de la liberación".

• En suma, el objetivo de crear una Sociología Crítica del control social latinoamericano no fue alcanzado y, hasta el momento, no se cuenta con una evaluación suficientemente objetiva del proyecto que, como se dijo, tampoco dejó una compilación teórica sistemática de su obra. Cabe suponer que el lanzamiento del proyecto se basó un excesivo optimismo sobre la solidez del desarrollo teórico alcanzado por la producción local y en la sobreestimación de la coherencia teórica de la criminología crítica y sus posibilidades de desarrollo futuro.

Crisis y crítica de la criminología a finales del siglo XX

• La caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, fue un acontecimiento sorprendente, que aceleró el rápido proceso de disolución de la Unión Soviética, modificando por completo la relación internacional de fuerzas ideológicas, haciendo trizas la utopía del socialismo como modelo de futuro y garantía de un reparto más equitativo de la riqueza.

• Por supuesto, tales cambios repercutieron directamente en las situaciones políticas de El Salvador, Nicaragua y Cuba, en la estructura de los partidos socialistas o marxistas de la región y en la criminología crítica, que entró en crisis, al igual que casi todo el campo de las ciencias sociales.

• Sin embargo, se ha dicho que, antes que la realidad política impusiera sus cambios más drásticos, dentro de la corriente crítica ya habían comenzado las disidencias y polémicas sobre sus conceptos básicos. Sin entrar en mayores detalles, cabe recordar muchas críticas de Rosa del Olmo, poniendo en duda la solidez epistemológica de la criminología crítica y otras cuestiones.

Crisis y crítica de la criminología a finales del siglo XX

• En especial, las dudas afloraron en el Seminario La Criminología en América Latina, balance y perspectivas, celebrado en Mérida, Venezuela, en 1985, donde se percibió una repentina prudencia o escepticismo sobre las posibilidades de los críticos.

• Paralelamente, ese mismo año, se inició un debate a resultas de un artículo cuestionador, publicado por el penalista chileno Eduardo Novoa Monreal (1916-2006). Además, hubo otras críticas, desde diversos sectores.

• Inmediatamente después del debate en Doctrina Penal, la criminología crítica latinoamericana cayó en un estado letargo y desvanecimiento del que no se ha recuperado.

• . El único intento destacable de evaluación, fue el XX Encuentro Latinoamericano de Criminología, realizado en Maracaibo en julio de 1995, cuyas conclusiones fueron publicadas en la edición especial de Capítulo Criminológico Nº 23-2 de 1995.

Crisis y crítica de la criminología a finales del siglo XX

• Uno de los cronistas mas serios de la criminología crítica es el colombiano discípulo de Baratta, quien ha publicado Mauricio Martínez Sánchez, varios trabajos de consulta obligada para investigar la coherencia teórica y epistemológica de la corriente, desde su interior.

• Puede sostenerse, entonces, que la corriente no dejó un conjunto claro de ideas, ni un programa de acción futura o cierto grado de continuidad en una organización supérstite. De las publicaciones especializadas de la corriente sólo subsiste Capítulo Criminológico de la Universidad del Zulia.

• Cabe reconocer, por otra parte, que la criminología crítica constituye el intento más importante en la historia de la disciplina en esta región, en procura de un pensamiento original, centrado en la realidad y los problemas de nuestras sociedades, propósitos que considero encomiables y dignos de rescate, más allá de todas las críticas que la actuación pasada merezca. Para muchos criminólogos de nuestra área, entre lo que me cuento, la labor crítica realizada representa un punto de referencia ineludible para los pasos evolutivos posteriores de la disciplina.

Hipótesis sobre la criminología del siglo XXI. El momento actual.

• El último intento de trazar un balance sistemático sobre la evolución de la criminología durante el siglo pasado, fue el Congreso "La criminología del siglo XXI en América Latina", que tuvo lugar en Buenos Aires, en septiembre de 1999.

• Hubo dos publicaciones que reúnen las ponencias más importantes, a las que remito al lector, y que se complementan con un número especial de Capítulo Criminológico, de diciembre de 1999.

• En general, en esos debates predominó una continuidad en la búsqueda epistemológica por los caminos precedentes, sólo que sometidos a una fuerte revisión crítica, sin que se manifestase interés en rescatar el proyecto de la criminología de la liberación u otro semejante.

• Por otra parte, se pudo advertir en aquél entonces, la aparición de enfoques analíticos posmodernos, neofuncionalistas o desde la anarquía epistemológica, que luego no mostraron continuidad ni generaron corrientes teóricas, en los años posteriores .

Hipótesis sobre la criminología del siglo XXI. El momento actual.

• De todos modos, primó, en 1999, una coincidencia plena en la caracterización del estado político social de la región como regresión de las políticas y legislaciones criminales a estadios históricos incluso previos al iluminismo y al derecho penal liberal.

• Al mismo tiempo, se advirtió que la incapacidad de los intelectuales para influir la marcha de la realidad político criminal parecía haber llegado a su punto más alarmante. Se estimó que se imponía una continuidad de búsquedas por todo tipo de caminos, en medio del proceso de adaptación a la compleja sociedad global, sus valores y mecanismos.

• Adentrados ya en el siglo XXI, cabe reconocer que si bien la sociedad global quedó sólidamente instalada, creció la resistencia contra las iniquidades que ese modelo desencadenó. Diversos foros anti - globalización y el clamor de los gobiernos de países y regiones excluidas de la mega- concentración del capital así lo atestiguan.

Hipótesis sobre la criminología del siglo XXI. El momento actual.

• Hoy asistimos, afortunadamente, a la multiplicación de gobiernos progresistas en América del Sur y Central, que han revertido buena parte de las políticas neoliberales instauradas en la década de 1990. También nuevas asociaciones regionales están marcando un sorprendente cambio de rumbo por vías democráticas y pacíficas.

• A ellas se suman organizaciones no gubernamentales, ecologistas, anti – globales, dando lugar a un vuelco en las preferencias de los electores, que permiten limitar en varios países aliados, los efectos negativos del proceso instalado en la década de 1990.

• En el campo de la política criminal se multiplicaron los encuentros y debates, y puede percibirse la irrupción de una nueva bibliografía interpretativa.

Hipótesis sobre la criminología del siglo XXI. El momento actual.

• También en criminología se destaca la aparición de autores jóvenes y de colecciones y revistas especializadas, así como la instalación de cátedras y cursos, especialmente de posgrado, que permiten alentar mejores esperanzas en el progreso teórico de la criminología en las décadas venideras.

• Por cierto, todos los acontecimientos que aquí se han relatado deben ser puestos ahora en el contexto instalado por la globalización, que ha introducido cambios fundamentales en la existencia y perspectivas de nuestros pueblos.

• Ello será materia de otra conferencia, donde abordaremos, específicamente, la crisis teórica que ha provocado la posmodernidad y las actitudes que ello ha generado en el campo de la criminología.

Hipótesis sobre la criminología del siglo XXI. El momento actual.