CREANDO TEXTURASCON TINTA

La actividad propuesta consiste en la realización de texturas, sobre papel blanco, con tinta china QUINK de Parker, agua y lejía.

La lejía contiene hipoclorito de sodio que oxida la tinta. Pero no todas las tintas reaccionan de la misma manera, por ello es conveniente usar la marca indicada, ya que otra limitará las posibilidades.

Al contacto con la lejía, la tinta amarillea y la calidad de los tonos viene dada por la cantidad de tinta, la de lejía y de agua, que son las tres sustancias con las que se trabaja.

Esta textura se ha conseguido aplicando lejía a una aguada de tinta negra.

Se puede aplicar sobre el papel tinta, agua o lejía en cualquier orden y proporción, soplando, salpicando, con el papel seco o previamente humedecido.

Se puede aplicar tinta sobre el papel más o menos diluida con agua y sobre ella imprimir un objeto impregnado de lejía, a modo de tampón.

Hoja de árbol pintada con tinta e impresa sobre el papel

repetidas veces.

En este caso se presiona un pedacito de tela, tipo arpillera, impregnado en tinta y lejía (tonalidad naranja) contra el papel, obteniendo la textura.

Salpicado con cepillo de dientes sobre base de lejía y tinta.

Rallado con cepillo alternando tinta y

lejía.

Repitiendo la pincelada, larga o corta o salpicando gotas con el pincel.

Tela impregnada en lejía sobre aguada de tinta.

Cordón impregnado en lejía. Se introduce en un folio doblado por la mitad, en el que previamente se ha aplicado tinta, se presiona sobre el folio doblado y se extrae el cordón con energía, que deja ese rastro simétrico sobre el papel.

Es un papel plegado varias veces al que se ha aplicado tinta por uno de los cantos plegados.

Gasa impregnada en lejía sobre tinta de color rojo.

Salpicado de lejía sobre tinta azul con un cepillo, luego se aplica con una esponja tinta negra y lejía.

Soplado de tinta negra, al que luego se le ha aplicado lejía con una brocha seca.

La tinta se aplica con un pincel seco sobre el papel también seco. Luego se ha aplicado un salpicado de lejía.

Salpicado de lejía con cepillo sobre tinta negra.

Tinta y lejía sobre cera blanca. La cera impermeabiliza la superficie impidiendo el paso de la tinta y la lejía.

Aguada casual de tinta y lejía.

Estas texturas son solo un ejemplo entre la infinidad de opciones. Lo importante es

experimentar, investigar, probar. Esa es la forma de obtener resultados interesantes y

de comprender como funcionan estos elementos. Trabajar con papel seco o húmedo, brochas y pinceles secos o húmedos, restregando, frotando o

imprimiendo.

Usando las texturas generadas se pueden realizar trabajos muy variados. Observa estos ejemplos.

¡¡¡Ánimo y a texturizar el mundo!!!