contenidos de este › pdfantologia › 24_setiembre... · 2017-07-11 · introduccion.-el nombre...

CONTENIDOS de ESTE

NUMERO

A) Alquimia: PARACELSO – El Médico,

El Alquimista

B) Presentaciones: TOMILLO

C) Textos de Alquimistas: RAMON LULIO – Magia Natural

D) Dietas: Retención de Líquidos

A) Alquimia:

PARACELSO –

El Médico,

El Alquimista

INTRODUCCION.-

El nombre de PhilippusTheofrastus Bombast vonHohenheim posiblemente a la

gran mayoría de lectores no les su-giera nada. Pero sí el de Paracelso,que corresponde a uno de los per-sonajes más sobresalientes y tam-bién más controvertidos de su tiem-po. Pocos hombres de cienciahabrán sido objeto de tantos estu-dios, ensayos y textos biográficos,en los que muy a menudo se mez-clan leyenda y realidad. Y, en gene-ral, puede afirmarse que no se sueletratar a este curioso e interesantísi-mo personaje de manera imparcial.Para unos es un revolucionario de laciencia, precursor de la farma-cología y de la medicina moderna,brillante alquimista. Para otros, essimplemente un iluminado, un hom-bre extraño y pintoresco, rodeadode misterios, más próximo al mundode la magia que al de la ciencia.Realmente, es una mezcla deambas visiones: dio un vuelco a lamedicina y a la farmacopea y creóuna rama de la química, la iatro-química, que contribuyó a que fuer-an desapareciendo sus rasgosalquímicos para tomar un sesgocientífico. Pero también hay queconsiderar la dimensión esotéricade Paracelso, que marcó de formanotable sus ideas y su compor-tamiento. Es, pues, un típico reflejode la corriente cultural e intelectualde su momento histórico, elRenacimiento. Contradictorio,extravagante, pero en cualquiercaso, singular e importante figura dela ciencia. Asomémonos primero,aunque sea brevemente, a suépoca.

SOBRE SU ÉPOCA

El Renacimiento representa unperíodo en el que se producen pro-fundos cambios en la vida del hom-bre, en su forma de pensar y deencarar la realidad, lo cual se plas-ma no sólo en el ámbito político ysociológico, sino también -y sobretodo- en su cultura y en sus expre-siones artísticas y literarias, y tam-bién en la ciencia. A la Edad Mediale sucede la Edad Moderna, cuyocomienzo se viene a señalar amediados del siglo XV, concreta-mente en 1453, cuando se producela toma de Constantinopla por losturcos y, con ella, la caída delImperio Romano de Oriente. Losgriegos se ven obligados a reple-garse hacia Occidente, al que trans-miten de esta manera su erudición yel saber depositado en los antiguostextos de sus bibliotecas.

Asimismo, en esas fechas tambiéntienen lugar otros acontecimientosque resultaron trascendentales parala evolución de la cultura y de laciencia. En 1450 se inventa laimprenta, que dio la posibilidad dedivulgar el conocimiento a través delos textos impresos. De esta mane-ra, se extiende la lectura de obraspertenecientes al mundo clásico, ya

que se puede acceder a ellas conmás facilidad. Este invento es,pues, una clara evidencia de larelación mutua entre la tecnología,la ciencia y los fenómenos sociales,porque permite la difusión de la pa-labra escrita a más amplios sec-tores de la población. En 1492, sedescubre América, lo cual tambiéninfluyó muy sensiblemente en todoslos aspectos sociales, políticos,económicos y culturales. Y en cien-cias naturales, concretamente, esfácil imaginar el impacto provocadopor los numerosos minerales, vege-tales y animales encontrados enesas nuevas tierras. Comienza asílo que en arte, literatura y cultura seconoce como Renacimiento porquerepresenta un renacer cultural ycientífico, y que se extiende desdeel siglo XV hasta finales del sigloXVI o principios del XVII. El espíritudel hombre occidental empieza adespertar; siente una curiosidad portodo, una curiosidad universal. Endefinitiva, uno de los más impor-tantes efectos de esta etapa es ungiro a la razón del mundo clásico.Se aceptan nuevos cánones enarquitectura; el hieratismo propio dela escultura y pintura medievales vaderivando hacia la expresión delrealismo renacentista; en literaturase abandona el latín como lengua"internacional" y van forjándose lasdistintas lenguas nacionales.También en el terreno religioso seproducen profundos cambios, unaverdadera revolución teológica ini-ciada en 1517 por Lutero con laReforma Protestante.

Sin embargo, estos cambios noocurren mediante un salto brusco,sino que se van dibujando ya desdecomienzos del siglo XV -años queconstituyen, pues, una bisagra entrela Edad Media y la Edad Moderna-,aunque la transición es lenta. Si

Soledad Esteban SantosDpto. de Química Orgánica y Biología-

Facultad de Ciencias -UNED C/ Senda del Rey, 9-28040 Madrid

email: [email protected]

PARACELSO EL MÉDICO, PARECELSO EL ALQUIMISTA

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paracelso el.qxd 18/04/2008 10:20 PÆgina 53

bien la época del medioevo se aso-cia a un periodo de oscuridad, mis-terio y barbarie, en los siglos XIII yXIV empieza a haber indicios de unmovimiento en un sentido quepodríamos llamar pre-renacentista:se van creando universidades; seproducen copias en papel de losmanuscritos en pergamino; muchostextos clásicos se conocen yenseñan en las universidades,aunque a través de las traduccionesde los árabes. Va forjándose undeseo por saber más y se crea lacostumbre de estudiosos itinerantesa lo largo de las universidades delas ciudades europeas, donde seutiliza el latín como lengua quetraspasa todas las fronteras y distin-tos pueblos (Taton, 1989). Así,cuando llega el Renacimiento, sunuevo espíritu repercute en todoslos ámbitos de las ideas. Por tanto,también en las ciencias. Y en mediode ello, como principal propulsor dela medicina y de alquimia de sutiempo está Paracelso.

SOBRE EL HOMBRE

Nuestro personaje, PhilippusTheofrastus Bombast vonHohenheim, nace en 1493 según lamayoría de los historiadores. Enpleno Renacimiento, por tanto, sibien en unos años aun no muylejanos a la Edad Media. Su lugarde nacimiento es un pequeñopueblo suizo cercano a Zurich,Einsiedeln, cuando esos territoriosestaban dominados por los austria-cos y formaban parte del SacroImperio Germánico. El nombre deBombast pertenecía a una antiguafamilia procedente del castillo deHohenheim, localidad próxima aStuttgart, en el antiguo estadoalemán de Wurttemberg. Su padre-quien, al parecer, era hijo naturalde un Caballero de la Orden de SanJuan- aunque originario deAlemania, se traslada en 1492 a esepueblecito suizo para ejercer su pro-fesión, la medicina. Allí se casa muypoco después con la administradoradel hospital perteneciente a laabadía del lugar. Al año siguientenace Paracelso, pero al poco tiem-po se produce la muerte de sumadre. Cuando Paracelso contabasólo siete años su padre decide

cambiar de residencia y setrasladan a la región minera deCarintia, al pueblo de Villach, en elTirol, donde el padre trabaja comomédico en las minas propiedad delos Fugger, la tan conocida familiade banqueros y comerciantes. Estehecho va a tener una enormetrascendencia en la futura obra deParacelso, cuya inclinación científi-ca comienza ya en su primerajuventud. Así, ayudando y obser-vando a su padre se va interesandopor la medicina, la minería y la me-talurgia, y recibe directamente deaquél instrucción sobre los funda-mentos de alquimia, medicina,cirugía y mineralogía, así comoconocimientos sobre plantas y rudi-mentos del latín.

Su formación a partir de entonces lava completando a lo largo de unacontinua vida itinerante.Primeramente, en un convento demonjes en el valle del Savón.Después, estudia en un monasteriode Würzburg con dos personajesmuy conocidos en la época comograndes maestros en las cienciasocultas, que le introducen enastrología, magia, conocimientohermético y cábala, lo cual influiráenormemente en su pensamiento yactividad, ya que siempre sentirágran atracción por las ciencias ocul-tas. Se sabe que poco después, en1509, acude a Viena a estudiar, eneste caso con un famoso humanistasuizo y amigo del reformador reli-gioso Zwinglio, Vanadius, -quien leintroduce a la lectura de los textosde Platón, Plotino Pico de laMirándola y Hermes Trimegisto-, yque en 1511 obtiene el grado debachiller. Tras lo cual, sus viajes sehacen aun más incesantes, carac-terística que va a ser casi una cons-tante en su existencia. En estaetapa puede decirse que recorreprácticamente toda Europa: estudiaen Alemania y en Italia, en ciudadescomo Tübingen, Heidelberg, Municho Ferrara. En la universidad de estaciudad italiana aprende las teoríasde la medicina clásica, de la que fueun gran conocedor -si bien tuvosiempre una actitud muy reticente ycrítica hacia ella- y también allíobtiene, si no el grado de doctor enmedicina como muchos opinan, almenos algún grado intermedio.

Siguiendo una tradición claramentemedieval de viajar por las universi-dades de diversas ciudades y pai-ses, continua su desplazamientopor muy distantes zonas europeas(aunque su presencia real enmuchas de ellas no está totalmenteprobada), desde España y Francia,hasta Holanda, Inglaterra,Dinamarca, Hungría, Polonia,Rusia...y se dice que llegó inclusohasta la India. Y allí también,aunque muy probablemente formeparte de sus leyendas, fue hechoprisionero por los tártaros duranteocho años (de 1513 a 1521), tras locual viajó a Constantinopla, dondeamplió sus conocimientos en laciencia hermética e, incluso, habríatenido contacto con la filosofíahindú...y recibido la Piedra Filosofalde manos de un importantealquimista. Por esta razón, y conti-nuando con la leyenda, se decíaque poseía la panacea universal,por lo que algunos aseguraronhaberlo visto vivo a finales del sigloXVII.

Entre los años 1521 y 1524 pareceser que viaja por las regiones delDanubio, deambulando siempre portabernas, hosterías y posadas,entre vagabundos, nigromantes ygentes de vida marginal. Lo que síse sabe con más certeza es quedespués, en 1524, vuelve a Italia ytrabaja como cirujano militar en elejército imperial, en Venecia, ya quehacia 1522 había empezado a prac-ticar la cirugía, entonces separadade la medicina y relegada a unsegundo plano por ser consideradacomo una simple actividad manual.Por eso estuvo presente en muchascampañas militares. Es así quedurante más de diez años viaja, tra-baja, enseña y, asimismo, aprendesobre todo de alquimia y magia. Yva recogiendo recetas, secretos ytrucos -muchas veces del saberpopular, de curanderos, brujas ybarberos- que contribuyeron engran manera a los espectaculareséxitos de sus tratamientos.

Se sabe que estuvo cierto tiempo enSalzburgo y también en Estrasburgoy que tras este largo periodo itine-rante, en 1526 se traslada aBasilea, donde Johann Froeben (oFroebenius, como también se le


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llamaba, según la costumbre deaquellos tiempos de latinizar losnombres), conocidísimo editor -entre sus publicaciones se encuen-tran las obras de Erasmo deRotterdam, del que era amigo-,acude a él como paciente a causade padecer una grave enfermedaden una pierna. Con este influyentepersonaje Paracelso ejecuta una desus maravillosas curaciones y gra-cias a este hecho logra uno de losmomentos más brillantes de su ca-rrera y de su vida. Le proponen parael cargo de médico municipal y tam-bién para el de profesor de medici-na en la Universidad de Basilea, ylos consigue ambos (Pagel, 1982).Como esto suponía que impartieraasimismo enseñanza de alquimia,se ha llegado a decir que ocupó laprimera cátedra de química delmundo. Sus lecciones alcanzaronuna enorme fama, con gran canti-dad de discípulos y seguidores,introduciendo además innovacionesmuy significativas. Por una parte,daba sus clases no en latín, sino enla lengua del pueblo, el alemán eneste caso. Por otra, atacaba dura-mente a la medicina académica,que seguía las doctrinas médicasclásicas de Galeno, Avicena y al-Razi, Y llegó a quemar pública-mente los escritos de éstos el día deSan Juan de 1527, en sus tradi-cionales festejos con hogueras.Además, según señala el famosoquímico Boerhave, lo hizo por unprocedimiento muy químico, arro-jando esas obras a un caldero decobre y echando después sobreellas nitro (como se llamabaentonces al nitrato potásico) yazufre (Partington, 1961-70).

Estos violentos ataques a la medici-na oficial le granjearon obviamenteel odio y la enemistad de los "otros"médicos, los que sí la seguían. Yestos sentimientos fueron agui-joneados por los brillantes éxitos desus tratamientos, que con tanta fre-cuencia le proporcionaban cura-ciones casi milagrosas. Todo ello,unido al hecho de la muerte deFroebenius, condujo a que no sóloperdiera su trabajo en la universi-dad, sino a que le expulsaran de laciudad de Basilea en 1528. Y aquíse abre en su existencia una nuevaetapa errante. Entre ese año y 1530

anduvo por Colmar, Esslingen,Nurenberg, Munich, Regensburg,Amberes, Merano... Probablementeen esa época empieza a tomar elsobrenombre de Paracelsus oParacelso, elegido tal vez por élmismo en alusión al famoso médicoromano Celso ("superior a Celso") ydespués añadirá el de Aureolus, enreferencia al oro alquímico. EnNurenberg precisamente le acusande charlatán y prohíben la publi-cación de sus trabajos sobre la sífi-lis. Y sigue por Saint Gall y Zurich,llegando hasta Hungría en 1535,hasta que el obispo de Salzburgo,Ernst de Wittelsbach, gran aficiona-do a la alquimia y artes ocultas, leinvita a esa ciudad, iniciándose paraél un periodo de estabilidad yreconocimiento público. Poco tiem-po le quedó, desgraciadamente,para gozar de esta nueva situaciónde calma y prosperidad, ya quemuere en 1541, cuando sólo tenía48 años. Su muerte, como tantosaspectos de su vida, está rodeadade misterio y también, como casisiempre, sumergida en la leyenda.Le encontraron muerto, acurrucadoen un banco, según se dice, en unaposada de Salzburgo al lado del río,llamada "El Caballo Blanco".¿Envenenamiento? ¿Muerte porherida? Nunca, al menos hastaahora, se ha llegado a saber toda laverdad. Lo que sí se conoce concerteza es que fue enterrado con losmáximos honores en el cementeriode la iglesia de San Sebastián deSalzburgo, haciendo en su tumbaun túmulo en forma de pirámide. Suepitafio es fiel asimismo a esta suúltima etapa de brillante fama: cuen-ta como curó gran número de enfer-medades y cómo dejó su dinero alos pobres.

En cuanto a su físico, era de aspec-to frágil y enfermizo, bastante bajode estatura -de un metro cincuenta,aproximadamente- y grueso, imber-be (como puede apreciarse en lapintura que de él hiciera Rubens,Fig. 1), calvo (Fig.2), con un cráneoque por su forma corresponderíamás al de una mujer que al de unhombre. Por ello se ha dicho quesiendo muy pequeño había sidocastrado, bien por un accidente for-tuito, bien a manos de un soldadoborracho. Pero esto, como tantos

otros aspectos, cae dentro del te-rreno de sus leyendas (Meier,1993). Lo mismo que el calificarlede impotente e, incluso, de homo-sexual, motivado por el hecho deque no se le conoció ningunarelación afectiva. También se decíade él que llevaba siempre una granespada (como se le representa en laFig. 3), en cuya empuñaduraescondía píldoras de láudano, pro-ducto elaborado a base de opio. Yen cuanto a sus costumbres, sutemperamento contestatario yprovocador le llevaba a mantenersiempre una postura casi extrava-gante que acabó por llevarle a unavida aventurera y un tanto desorde-nada, rodeado lo mismo dealquimistas, boticarios y médicos,que de campesinos, astrólogos,mineros, gitanos y gentes dedi-cadas a la magia y al ocultismo. Suconstante errar no terminó nidespués de muerto, pues sus restosfueron desenterrados gran númerode veces y en parte saqueados.

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Figura 1.- Paracelso pintado porRubens

Figura 2.- Retrato de Paracelso rea-lizado por Hirschvogel en 1531

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SOBRE EL MÉDICO

Durante el medioevo la medicinaseguida y practicada era la clásica,sobre todo la de Galeno, y así seenseñaba en las universidades. Noobstante, se aceptaba de formadogmática, tal y como aparecíadescrita en los textos, pero sinintentar su análisis experimental.Por esta razón las recetas médicasresultaban cada vez más compli-cadas y extrañas. Al llegar elRenacimiento surge la posibilidadde leer los textos clásicos de medi-cina directamente de sus versionesoriginales y no como ocurría en laEdad Media, a través de sus tra-ducciones del árabe, que frecuente-mente contenían deformaciones yerrores de transcripción. Y con esalectura, algunos comienzan areestudiar estos textos y aplicar larazón, en lugar de aceptarlosautomáticamente, sin cuestionarlos.Entre estos "algunos" destacó, ycon mucho, Paracelso. Eran tiem-pos de rebelión: rebelión en cultura,rebelión en religión, rebelión tam-bién en medicina, con Paracelso.Por ello, no sin razón, se le ha lle-gado a llamar el Lutero de la medi-cina.

Pero antes de avanzar, convienehacer una breve revisión de las prin-cipales ideas de esa medicinagreco-romana. El griego Hipócrates(500 a.C.), postulaba una teoría delos elementos adaptada a la medi-cina: de forma análoga a los cuatroelementos de la naturaleza, exis-tirían cuatro humores en el cuerpohumano (sangre, flema, bilis amari-lla y bilis negra). De sus accionescombinadas resultaría la vida,existiendo siempre un equilibrioentre ellos, roto por la enfermedad.Para él la enfermedad era unesfuerzo de la naturaleza tendentea la curación, por lo que el médicoayudaría a la curación si intensifica-ba esa reacción. Así, por ejemplo, latos se curaría con un con algo queprodujera tos. Es decir, lo seme-jante se cura con lo semejante. ParaHipócrates una determinada enfer-medad tendría su origen en undesequilibrio de todo el organismo,desequilibrio ligado a su vez a unaconcatenación de circunstancias

estrechamente ligadas a la vida delpaciente. Según este médicogriego, sería pues necesario aten-der siempre al estado general delenfermo. Se trataba así, de unavisión en conjunto de los problemas,siendo por lo mismo una teoríamedica sintética (Sarton, 1959).Galeno, médico romano cinco siglosposterior a Hipócrates, tiene unavisión totalmente distinta de laenfermedad, aunque continúa conla teoría de los humores. Rechazala idea de aquél de la similitud y loque hace es combatir las enfer-medades con medicamentos denaturaleza opuesta a la misma (con-traria contraria curentur). ParaGaleno la enfermedad estaría pro-ducida por una disminución local dela resistencia, por lo que susmedicamentos irían destinados acombatir los síntomas. La causa dela enfermedad será ahora local,accidental y su concepción es puesanalítica, frente a la sintética delindividuo como totalidad, propia deHipócrates (Multhauf, 1966). De ahísurgieron dos corrientes diver-gentes de la medicina, la hipocráticay la galénica, en oposición, quedieron lugar a grandes conflictos ycontroversias. Éstas son reflejo enrealidad de algo mucho más profun-do que simples discrepancias enteorías médicas: revelan una actitudespiritual ante la enfermedad total-mente diferente.

La practica médica romana se vaseparando cada vez mas de lavisión sintética hipocrática y así elmédico romano del siglo II d.C.,Celso -de quien nuestro Teofrastovon Hohenheim toma precisamentesu famoso sobrenombre- continúacon la idea de la terapéutica de loscontrarios. Este distanciamiento dela visión sintética se acentúa con lamedicina árabe, de la que sonclaros ejemplos la práctica terapéu-tica de Avicena y de Averroes:proclaman la importancia de loshumores, pero sus recetarios vanhaciéndose complejos y faltos deuna cohesión general. Sin embargo,el espíritu de síntesis hipocrático vaa perdurar en cierto modo, aunqueoscuramente, en los médicos deAlejandría durante toda la EdadMedia, para resurgir plenamente afinales de ésta entre los llamados

médicos hermetistas. Lo cual estáen íntima conexión con la alquimia,por lo que es aquí cuando hay quevolver hacia Paracelso.

Medicina de Paracelso:

Paracelso fue el iniciador del llama-do arte espagírico o "ars spagyrico",cuyo nombre tiene su origen en lostérminos griegos spao, separar, yageiro, juntar. La medicina espagíri-ca o espagirismo suponía que de lamateria se podía separar una mate-ria sutil o energía. Una vez que esaenergía se separaba de las sustan-cias curativas -minerales, vegetaleso animales- podía unirse a laenergía propia del hombre y pro-ducir su curación. De ahí, pues, esenombre de espagírico. Por su parte,hay que tener en cuenta el her-metismo o doctrina hermética,denominación que proviene delnombre de Hermes Trimegisto,forma griega de Tot; éste era el diosegipcio de todo el saber escrito y alque se atribuían los libros llamadosherméticos, recopilados enAlejandría en el siglo II a.C., y queconstituyen unas de las bases delconocimiento de la alquimia griega.El hermetismo concebía al mundocomo una unidad, estando todassus partes en gran armonía, en unarelación perfecta entre el individuo(microcosmos) y el universo u ordensuperior (macrocosmos). Aplicandoesta doctrina a la medicina,Paracelso sostenía que, lo mismoque en el universo existen los cuatroelementos, en el ser humano habríacuatro elementos o humores, y tam-bién su evolución sería análoga. Laenfermedad sería así un accidenteen esa evolución que le haría tomaruna dirección equivocada, con-sistiendo la curación en una vueltaal camino correcto mediante la apli-cación del remedio adecuado.

Paracelso en su terapia seguía elprincipio de la similitud, es decir seregía por la máxima de que "lo simi-lar cura lo similar". Además, aplica-ba dosis mínimas, según expresabaen una de sus famosas frases:"Nada es veneno, todo es veneno.La diferencia esta en la dosis", dosissola facit venenum. Es decir, ciertosvenenos en pequeñas dosis pueden

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ser buenos medicamentos, por locual se le considera el antecedentemás directo de la homeopatía.

En los tiempos de Paracelso no seconocía prácticamente nada delmecanismo de acción de las drogasy otros medicamentos, por lo que serecurría a la teoría de las signa-turas, según la cual ciertos signosexternos de aquéllos, tales comocolor, forma o aspecto, eran signode su adecuación para determi-nadas dolencias. Así, los granos decafé serían buenos para las enfer-medades del cerebro, o las sales dehierro, por su color rojo, lo seríanpara las de la sangre (Puerto,2001). Además, la medicina oficialde esa época recurría con frecuen-cia a las sangrías y purgas comoprocedimientos curativos, a lo cualParacelso era totalmente contrario,de lo que venía su rechazo a esasprácticas de barberos y cirujanos,aunque él mismo practicara lacirugía si bien en el sentido que seentiende actualmente.

Paracelso propugnaba que elconocimiento sobre las enfer-medades se conseguía no pormedio del estudio en los libros, sinopor la observación y la experienciaque proporcionaba el permanecer allado del lecho del enfermo. Pero elser médico era un don dado por lanaturaleza, por Dios. Porque pormucho que estudiara el hombre, lanaturaleza sería la que le mostrarael proceso de curación: el médicoconstituiría, pues, un mero instru-mento en cuanto a descubridor delas relaciones ocultas que regían elorganismo. Para él la medicinaestaba sustentada sobre cuatropilares: la filosofía, la alquimia, laastronomía y la virtud. Y en esto últi-mo, con su idea de que ante todoestá el amor al prójimo, predicó conel ejemplo: prefirió siempre per-manecer al lado de los enfermosmás desfavorecidos por la fortunaantes que estar con los ricos ypoderosos. Incluso esto lo cumpliódespués de muerto, ya que legó lamayoría de sus bienes a los pobresde la ciudad, según se escribió ensu epitafio. Y siempre defendió losderechos de los campesinos en susfrecuentes levantamientos contra lanobleza operesora.

Es interesante su teoría del tártarosobre el origen de ciertas enfer-medades. La llamaba así porquecreía que, lo mismo que en los vinosse forman unos depósitos (el "tár-taro", debido a los tartratos), en elorganismo se crearían tambiénunos depósitos mórbidos queprovocarían la enfermedad. Talsería la causa de la gota o de loscálculos en el riñón o en la vesícula.Estas ideas están recogidas y expli-cadas ampliamente en algunos desus escritos dedicados a este tema.Por otra parte, pensaba que cadaórgano estaba gobernado por unprincipio o ser espiritual, al que lla-maba arqueo (del griego "archeus",origen, principio) y que actuabacomo una fuerza vital. Así, en el pro-ceso de la digestión, como segúnParacelso los alimentos constabande una parte venenosa y otra sana,la función del arqueo era la de se-parar una de otra, tras lo cual laparte venenosa era eliminada por elintestino. Si el arqueo estaba alte-rado el veneno no se eliminaba yoriginaba la enfermedad. Por ello elmédico debía actuar sobre elarqueo para que recuperara suactividad normal (Ihde, 1984).También opinaba que el entorno delenfermo y su actitud y fe ante laenfermedad -y también las delmédico- eran tan importantes parasanar como las mismas medicinas.En ese sentido, abogaba por lainfluencia de la sugestión, del factorpsicológico, en la forma de la enfer-medad y también en su curación.Identificó las características demuchas enfermedades, entre ellasla gota, el bocio, la sífilis, la lepra, elllamado baile de San Vito o la peste.Y en su lucha solía emplear -y, fre-cuentemente, con éxito- remediosminerales, aunque no es cierto queutilizara sólo este tipo de medica-mentos, como se dice en algunostextos, ya que también hizo un pro-fundo estudio sobre plantas medici-nales (Paracelso, 1996) y las usabaa menudo, como por ejemplo elopio, muy frecuentemente en formade láudano (Figura 3).

Y es aquí donde toman protagonis-mo su saber en alquimia. En la me-dicina espagírica el punto centralestaba no en los síntomas, sino enel propio individuo y en sus inter-

acciones con el mundo externo, conel macrocosmos. Las fuerzas cós-micas podían ejercer una influenciabeneficiosa sobre el organismohumano, por lo que había que des-cubrir los secretos cósmicos. Poreso las mayores aportaciones deParacelso a la medicina sean tal vezen su condición de alquimista, encuanto a que la tendencia final de laalquimia es llegar al conocimientodel secreto íntimo de la naturaleza.Para Paracelso cualquier productode la naturaleza podría constituirseen un fármaco, pero era necesariodescubrir cuál podría ser su acciónsobre el organismo, ya que cadaenfermedad sería curada por unmedicamento específico, un arcano.Y de aquí el papel que jugaba laobservación apoyada en elconocimiento alquímico. Por lo queéste es el momento de analizar lafigura de Paracelso en su aspectode alquimista.

SOBRE EL ALQUIMISTA

Si bien en medicina Paracelso fueun heterodoxo, como alquimistaestuvo totalmente dentro de la orto-doxia. A pesar de su ataque a lasideas clásicas y escoláticas, sobrela naturaleza de la materia sigueadoptando la teoría de los cuatroelementos aristotélicos (tierra,fuego, aire y agua), a los que sumatres elementos alquímicos, azufre,mercurio y sal, en lo que se apreciaen él la influencia directa de laalquimia árabe. Es decir, introducela doctrina llamada de los tria primao tres principios. Éstos eran cuali-


Figura 3.- Grabado de Paracelso asidoa su espada, cuya empuñadura con-

tenía láudano.

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dades universales que al serdepositadas sobre los cuatro ele-mentos aristotélicos -que hacían lasveces de receptáculos- conferían laforma y propiedades característicasde cada sustancia (fueran éstasmetales o no, orgánicas o inorgáni-cas). Estos tres principios eran,pues, la sal o cuerpo, el azufre oalma y el mercurio o espíritu, según:Sal o principio de incombustibilidady no volatilidad; Azufre o principio deinflamabilidad; Mercurio o principiode fusibilidad y volatilidad (Wojtko-wiak, 1986). El ejemplo paradigmáti-co de Paracelso era el de la desti-lación de la madera: el mercurioequivaldría a los humos y la partevolátil; el azufre correspondería a laluz y el destello del fuego, y la sal, alas cenizas y demás residuos sóli-dos. O de otra manera, el mercurioera el principio de lo líquido y de lovolátil; el azufre sería el principio dela combustión y del calor, y la sal, elde la solubilidad en el agua y laresistencia al fuego. Creía en lavieja idea alquimista de la trans-mutación, aunque en su sentidomás amplio, ya que todo en la natu-raleza sufría una transformación,desde los alimentos en la cocina acualquier proceso químico o fisio-lógico (como la digestión). Pero,además, para él el fin último de laalquimia no sería lograr la trans-mutación a oro, sino la obtención deremedios para curar las enfer-medades.

Aunque no es fácil comprendersiempre la distinción que haceParacelso entre todos esos elemen-tos, dado su lenguaje complicado yun tanto oscuro, lo esencial es quecontinúa con la idea de principiosgenerales de la naturaleza. Es decir,de elementos presentes en todoslos cuerpos, aunque variando suproporción de unos a otros. Portanto, su aportación en el terrenoteórico de la química no puededecirse que sea muy significativa.Pero sí en el terreno práctico, puessu teoría de los tria prima le propor-cionaba su idea sobre las medicinasminerales. Al estar siempre pre-sentes esos tres principios, cuandoen un organismo humano la propor-ción entre ellos -es decir, su equili-brio- se alteraba, se producíaentonces la enfermedad y la

curación venía por la administracióndel producto químico adecuado. Deahí que utilizara medicamentos deorigen inorgánico. Tales eran loscompuestos de metales pesados,como los de mercurio, que resul-taron muy eficaces para combatir lasífilis (tratada hasta entonces con elguayano o "palo santo", plantaamericana) y la hidropesía (en estecaso porque conocía las cualidadesdiuréticas de esos compuestos). Oel azufre, para el tratamiento delbocio. Conocía asimismo laspropiedades narcóticas del éter, porlo que lo usaba en ciertas prepara-ciones para disminuir el dolor y paraluchar contra procesos epilépticos opara mitigar las convulsiones espas-módicas del "baile de San Vito".También demostró la precipitaciónde los ácidos mediante la orina yque las aguas de los balnearios, áci-das, prevenían la formación de cál-culos en la vesícula y eran benefi-ciosas para la digestión. Y en otrostratamientos curativos empleóasimismo compuestos de antimo-nio, arsénico, cinc, cobre o hierro.Por otra parte, hay bastantes aspec-tos innovadores en la prácticaquímica debidas a Paracelso. Porejemplo, en sus experimentos conmetales, aprendió a utilizar "aguaregia" para disolver muchos deellos; descubrió el éter dietílico;aisló el hidrógeno; tuvo la idea deconcentrar el alcohol de su con-tenido en agua mediante un proce-so de congelación; fue el primero ensugerir que el aire no era un ele-mento simple... No obstante, sumayor aportación fue en la obten-ción de sus medicamentos de ori-gen mineral. Consideraba que lamedicina debía apoyarse en laquímica y en este sentido es el fun-dador de la llamada iatroquímica(del término griego "iatros", médico),que podríamos definir como unaespecie de química médica, quími-ca farmacéutica y toxicología. Elfundamento de la iatroquímicapuede resumirse en esta idea bási-ca: los fenómenos psicológicos ypatológicos son debidos a reac-ciones químicas. La vida del hom-bre era un proceso químico y laenfermedad, o alteración de eseproceso, debía superarse por pro-cedimientos también químicos.Tiene, pues, un sentido muy moder-

no que enlaza en cierto modo con labioquímica, si bien para Paracelsoesas reacciones estaban gober-nadas por un espíritu vital, detrásdel cual estaba Dios.

En el macrocosmos existían losastra, estrellas visibles unas e invi-sibles otras que, al llegar al micro-cosmos, impregnaban la materia yle daban sus distintas formas y laspropiedades características de cadacuerpo. Las enfermedades podíanser curadas mediante una "esenciaastral" específica, que debía serdeterminada por el químico -esdecir, por el médico alquimista- através de la experimentación. Paraobtener los medicamentos adecua-dos el alquimista debía conseguiresa esencia y obtenerla pura, paralo cual la separaba de susimpurezas mediante el fuego y elproceso de destilación, principal-mente, aunque también interveníanotras técnicas habituales de losalquimistas (como filtración, ex-tracción, sublimación...). Lo queimportaba eran, precisamente, losrestos de esa destilación: así, aldestilar materiales orgánicos, comoeran las plantas, quedaban unosresiduos inorgánicos, lo más intere-sante para los iatroquímicos. Poresta razón, el conocimiento sobre latecnología de la destilación aporta-da por los alquimistas anterioresprestó una enorme ayuda a estosnuevos médicos (Brock, 1992). Elconcepto de la quintaesencia -heredado de Rupescissa y otrosalquimistas medievales- es tambiénimportante para Parecelso: seríauna sustancia sumamente sutil quenecesitaba ser separada de los pro-ductos impuros que la envolvían, yconsideraba que podría obtenersede todas las cosas de la naturalezaque tienen en sí vida.

Paracelso siempre se sintió atraídopor la observación de los fenó-menos naturales, tanto de losorganismos vivos como de los dis-tintos productos del mundo mineral.Todo lo cual le condujo a impor-tantes hallazgos en medicina y tam-bién en alquimia. Así, a través de sutrabajo en las minas, cuando aunera un adolescente, comienza suconocimiento acerca de procesosmetalúrgicos, reforzado por la


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enseñanza directa de su padresobre la alquimia. De ello probable-mente surja su interés por las minasy también por los manantiales deaguas termales, como "laboratorios"de la naturaleza donde podíaanalizar los procesos químicos queallí tenían lugar. En su estudio acer-ca de metales y compuestos min-erales, cuyo objetivo inicial era con-seguir obtener los medicamentosinorgánicos que tan famoso lehicieron, mucho de su conocimientoempírico lo recibió directamente dela práctica de mineros y fundidores.Y tal vez constituya esto su mayoraportación a la química.

En cuanto a la naturaleza y evolu-ción de los metales seguía las ideasclásicas de Aristóteles sobre sugestación y crecimiento en el inte-rior de la tierra. Los alquimistaspensaban que todos los metalesirían perfeccionándose en el interiorde la tierra lentamente, hasta alcan-zar el estado de perfección, el deloro (o el de casi perfección, laplata). Creían también que estaevolución podía ser acelerada oincluso provocada de manera artifi-cial por la mano del alquimista. Deahí el gran número primero deoperaciones y técnicas desarro-lladas por los alquimistas durantetoda la Edad Media para alcanzaresa meta, la de la conversión de losmetales en oro (la famosa "pro-yección" o la "gran obra" de losalquimistas). El alquimista en su la-boratorio debía descubrir el secretoque ocultaba las operaciones efi-caces para lograrlo. Pero segúnParacelso, esa evolución sólopodría hacerla la naturaleza, en lasprofundas capas del interior de latierra, gobernadas por fuerzas cós-micas desconocidas por el hombre.Y lo único que podría hacer éste esextraer muestras de los filonesmetálicos del subsuelo y aislar deellas el metal, que sería utilizado enel estado de evolución en que seencontrase en el momento de suextracción de la mina. Es por elloque la "impaciencia" del minero erala causante de que el metal notuviera tiempo de alcanzar la dig-nidad de "oro", por lo que seempleaba como metal grosero enmuy diferentes usos. Para llevaresto a cabo se requería gran habili-

dad. Con estas ideas los seguidoresde Paracelso realizaron grannúmero de operaciones con loscompuestos metálicos, tales comodisolución, oxidación, calcinación,sulfuración, reducción, ataque poragentes corrosivos, fusión alcalina,aleaciones...(Taton, 1989).Operaciones que proporcionaronevidencias que resultaron funda-mentales para la llegada a la quími-ca moderna o química científica, yaa finales del siglo XVIII, personifica-da en la figura de Lavoisier. Y detodas esas operaciones, fueronclave en este último sentido la calci-nación de los metales al óxido cor-respondiente (es decir, la calefac-ción del metal en presencia de aire)y la descomposición del óxido ametal (Esteban, 2001).

Por otra parte, para Paracelso elobjetivo de la alquimia no era latransformación de los metales enoro, sino crear remedios para lasenfermedades. Es ante todo unmédico y su actividad en la químicaha sido por y para la medicina. Y, almismo tiempo, probablemente sumayor aportación a la medicinahaya sido a través de la alquimia.Como químico su papel ha sidoquizás sobrevalorado. No obstante,gracias a él se dio un giro al trabajoeminentemente experimental de losalquimistas, al abogar no sólo por laobservación sino también por elrazonamiento, fuesen o no fuesenválidas las conclusiones a las quellegase el propio Paracelso. Sussucesores, los iatroquímicos, talescomo Libavius, van Helmont,Gauber, Silvio, Tachenio, Lemery...escriben importantes páginas en eldesarrollo de la química (Leicester,1968), facilitando así el camino parala llegada de la "revolución quími-ca", a finales del siglo XVIII(Bensaude-Vincent, en Serres,1989).

SUS IDEAS MÁGICAS

A pesar de sus interesantísimosaciertos y observaciones, era un sercontradictorio, lleno de fantasías. Ensus escritos alude a que manteníarelaciones con el mundo del interiorde la naturaleza a través de su con-tacto con seres de las aguas, como

las ondinas, del fuego, como lassalamandras, de la tierra, como losgnomos, y del aire, como los silfos.También creía en la posibilidad defabricar artificialmente un serhumano, el humúnculo, en lo cualse percibe claramente su ins- truc-ción en los principios de la cábala,pues sería un reflejo de la figura delgolem de la tradición de la cábalajudía centroeuropea. También creíaen la astrología y, en relación con sumedicina, asociaba con los astroslas partes del cuerpo: asociaba elcerebro con la luna, el hígado con elplaneta Júpiter, o el corazón con elsol. Para él el hombre tenía unatriple dimensión: un cuerpo físico,que le haría pertenecer al mundovisible; un cuerpo astral (suespíritu), que le haría pertenecer almundo sideral, y un alma inmortal,por la que estaría también en elmundo espiritual. Suponía que eluniverso sería un flujo y reflujo devida, constante y eterno, quepasaría de Dios a los hombres y atodas las cosas y de todos estos aDios, por lo que su doctrina ha sidoa veces calificada como unaespecie de panteísmo.

SUS ESCRITOS

Su obra escrita es muy amplia,constituida por textos autógrafos deParacelso y por manuscritos de susdiscípulos, dictados por él o toma-dos de sus lecciones (Paracelso,1992). La mayor parte se publicarondespués de su muerte: tras sercuidadosamente recopilados yrevisados se publican en una edi-ción única en los años 1589 y 1590,en la ciudad de Colonia. Esa co-lección recoge un total de 106obras: 50 sobre medicina, 26 sobremagia, 9 sobre filosofía e historianatural, 7 sobre alquimia y 14 sobretemas varios. Entre sus obras autó-grafas hay que destacar elParamirum y el Opus Paragranum,ambos sobre de medicina, lo mismoque sus textos dedicados a la pesteo su magnífico tratado sobre la sífi-lis. También es importante suChirurgia Magna, acerca de proce-dimientos quirúrgicos. Aunque lamayoría de sus escritos versan,pues, sobre medicina, contienenmuchas e interesantes notas sobre


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alquimia. Entre las obras dedicadasa esta última hay que señalar suArchidoxis. Además, tiene el méritode haber realizado el primer textosobre enfermedades profesionalesal escribir sobre las enfermedadesde los mineros, con los que mantu-vo tanto contacto. Según Paracelso,esas enfermedades estarían pro-ducidas por la inhalación del polvode las minas (se refería a la antra-cosis y silicosis). Y también pareceser que fue el primero en emplear lapalabra chemie en lugar de alquimiaen algunos de sus escritos.

El lenguaje de sus obras es en ge-neral bastante oscuro y confuso,característica que por otra partesuele ser común a los escritosalquímicos y a la simbología caba-lística. Aunque también pudierahaber contribuido a ello su muy fre-cuente estado de embriaguez(auque esta opinión tal vez sea sólofruto de las maledicencias de susdetractores). Sus obras se publi-caron en alemán, aunque despuésse tradujeron a otros idiomas y muypronto se extendieron así susnuevas ideas en medicina por todaEuropa. Incluso, apareció tambiénuna edición en latín.

IMPACTO DE SUS IDEAS

Paracelso puede ser o no ser apre-ciado. Perseguido y ridiculizado.Ensalzado y adorado. Pero lo quees innegable es que su impacto hasido enorme, tanto en su épocacomo en épocas posteriores. Entremédicos y alquimistas, pero tambiénentre personajes -y algunos muyilustres- de todos las esferas. Tuvo

muchísimos y fervientesseguidores, a veces convencidos,sinceros, de corazón, a veces movi-dos más bien por el afán de llegar aapropiarse de sus secretos desanación. Y asimismo se granjeógrandes enemigos y detractores,con frecuencia poderosos. Erasmode Rotterdam al principio contóentre sus defensores, aunque luegolanzara contra él severas críticas.Ha influido también en filósofos ycientíficos, como Francis Bacon,pero Boyle ataca sus ideas sobrelos tria prima en su libro El QuímicoEscéptico. Y también entreescritores está presente su figura:Rabelais, le ridiculiza en susescritos, mientras que Goethesiente por él gran admiración, pre-sentando al Doctor Fausto, el per-sonaje de su famosa novela, comocreador de un humúnculo. Ha inspi-rado textos del rosacruz y su efigieaparece en la simbología masónica.

En épocas muy posteriores su graninflujo se sigue sintiendo. Puededecirse que es el directo inspiradorde la homeopatía y el prestigiosopsiquiatra Carl Gustav Jung, tam-bién suizo, en sus estudios sobre laalquimia dedica a Peracelso un con-siderable espacio (Jung, 1989) paraestudiar su obra y personalidad.Reconoce en Paracelso al iniciadorno sólo de la medicina química, sinotambién de la medicina psicosomáti-ca y de la psicología del subcons-ciente.

EPÍLOGOViendo tan sólo estos retazos de suvida y obra, podemos comprenderpor qué ha suscitado el interés deinvestigadores, historiadores, hom-bres de ciencia, por qué ha sidoobjeto y protagonista de tantasobras.

Rebelde, crítico ante el saber ypráctica de la medicina académica.Atormentado y desconcertante. Aveces casi un charlatán de feriay...hasta mago. Místico, iluminado,pero también un humanista.Arcaizante y moderno. Para unosun ser sublime, para otros, un borra-cho de vida vagabunda. De lo queno cabe duda es de que no se trata-ba de un personaje mediocre, sinode profunda y fuerte personalidad.Y, también, lleno de contra-dicciones. Por un lado propugnó laexperimentación, la observación y elrazonamiento, la lucha contra eldogmatismo; el saber estaría entodo, dentro de la concepción deuniversalidad de ciencia integradoradel humanismo. En estos aspectosera un hombre plenamente rena-centista. Por otro, creyó en lamagia, el ocultismo y la alquimiaesotérica. Pero con todo contribuyóa liberar el pensamiento médico. Yen el caso de la alquimia dio unfuerte impulso para que se paraexplicasen los hechos observadosen los experimentos mediante larazón. Inicia así una cadena deavances que culmina en la química"moderna", en la que Boyle yLavoisier, fueron tal vez loseslabones más significativos. Perono hay que olvidar, allá al fondo, aParacelso.

1- BENSAUDE-VINCENT, B.,(1991): "Lavoisier: una revolucióncientífica". En M. Serrés, Historia delas Ciencias. Madrid. Ed. Cátedra.Pp.411-435.

2- BROCK, W.H. (1992): Historiade la Química. Madrid. AlianzaEditorial.

3- ESTEBAN, (2001): Intro-ducción a la Historia de la Química.Madrid. UNED (Cuadernos de laUNED).

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Oldbourne.9- PAGEL, W. (1982):

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11- PARACELSO (1992): ObrasCompletas(Opera Omnia). Sevilla.Ed. Renacimiento (CSIC).

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13- PUERTO, J. (2001): ElHombre en Llamas. Paracelso. TresCantos (Madrid). Nivola.

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Barcelona. Destino.16- WOJTKOWIAK, B.(1986):

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BIBLIOGRAFIA


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B)

Presentaciones:

TOMILLO

TOMILLOTOMILLO

Paracelso

”Cada planta ejerce allí donde crece, unimpulso terapéutico que se expresa ensus constituyentes y en su forma, en sumodo de desarrollarse, en su color y en

su perfume”.

Thymus

Thymus es un género con alrededor de 350 especies de plantas aromáticas herbáceas y perennes, de la familia

de las Labiadas o Lamiaceae (teneadas). Esta familia está constituida por unos 250 géneros, y

unas 3.500 especies de plantas herbáceas, tales como la menta, la hierbabuena, el tomillo o el romero.

Familia Labiadas

Género Thymus

Especie Thymus Vulgaris

Origen y distribución

● No se sabe con certeza en que época se empezó a cultivar el tomillo en la Europa septentrional algunos eruditos creen que fueron los romanos quienes introdujeron la planta en Inglaterra, mientras que, por otro lado existen indicios de que la hierba empezó a ser popular al norte de los Alpes entre los años 850 y 1250. Ya en el siglo XVI el tomillo era cultivado en todas partes.

Historia ● En Sumeria (3500 a.c.) se conocían y usaban las

propiedades del tomillo.● Los egipcios utilizaban el tomillo en los brebajes que

se empleaban en los embalsamamientos.● Griegos y romanos se permitían baños con agua de

tomillo y quemaban sus hojas para purificar el hogar o el templo. También quemaban hojas de tomillo para ahuyentar víboras, escorpiones y arañas venenosas. A ellos se atribuye su difusión en Bizancio y Occidente.

● Los egipcios fortificaban el vino (con ajenjo para estabilizarlo), mientras que los griegos y romanos añadían tomillo y romero a aquellos que habían perdido su sabor.

● Galeno, filósofo y médico griego, reconoce sus propiedades medicinales.

● En la Edad Media, San Alberto Magno y Santa Hildegarda de Bingen, recomendaban el tomillo en el tratamiento de la lepra.

● Hay registros medievales de los usos medicinales, gastronómicos y aromáticos del tomillo.

● En esa época las damas entregaban tomillo como amuleto a los hombres antes de las batallas, ya que creían que con esto aumentaban el coraje del portador.

● El tomillo se usaba como incienso en los funerales y se ponía también en el ataúd con lo que suponían asegurar un buen tránsito a la próxima vida.

● Una canción medieval inglesa habla de perejil, salvia, romero y tomillo como los ingredientes de una pócima de amor, mostrando el vínculo que siempre ha existido entre las emociones, la cocina y la Vida en general. Simon y Garfunkel versionaron e inmortalizaron ese tema en 1966. “Are you going to Scarborough Fair?/ Parsley, sage, rosemary, and thyme./Remember me to one who lives there, /she once was a true love of mine” “¿Vas a la feria de Scarborough?/ Perejil, salvia, romero y tomillo./Dale recuerdos a alguien que vive allí,/ a aquella que fue mi amor verdadero”.

● En ”Sueño de una noche de verano” de Shakespeare, Oberon, rey de las hadas dice ”Conozco un banco donde el tomillo salvaje sopla”, refiriéndose a la cama de Titania, reina de las hadas.

● A partir de principios del siglo XVIII, en 1725, el boticario alemán Neumann obtiene el aceite esencial del tomillo que aún hoy se utiliza en la industria farmacéutica (por sus propiedades antibacterianas), licorera y cosmética.

Leyendas:

La mitología griega cuenta que la planta del tomillo brotó de una lágrima derramada por Helena de Troya, de la cual los guerreros obtenían fuerza y coraje para la lucha.

● Siglos más tarde, los soldados romanos reconocieron también sus propiedades vigorizantes

● Cuando José de Arimatea llevó su Santo Cáliz a la Montaña Sagrada de Montserrat, los ángeles quisieron otorgar una prebenda a los visitantes de la montaña, por lo que poblaron sus laderas con tomillo, cuyo aspecto y belleza en flor recuerda al Santo Grial. A partir de ese momento al tomillo se le asociaron todo tipo de propiedades curativas.

Etimología

Thymus deriva del egipcio tham , una especie de tomillo

utilizado en los embalsamamientos, re-usado después por los griegos con el

significado de planta perfumada y traducido al latín por Virgilio,

que usó este nombre por primera vez.

Clasificación del tomillo● Según su género: Femenina● Según su regencia planetaria: Mercurio y Venus● Según regentes elementales: Aire (silfos, sílfides)

El tomillo es laesencia de Piscis.

Para múltiples propósitos mágicos:● Favorecer la sanación y conservar la salud.● Fortalecer los poderes psíquicos.● Fortalecer los poderes mentales.● Purificación (se quema el tomillo seco).● Conseguir coraje (se quema tomillo seco para ir a la

guerra y enfrentar duelos, combatiendo depresión). ● Asegura sueños relajantes y protege de las pesadillas

(ingrediente de la almohada mágica de soñar)● Da valor para enfrentar desafíos de la vida mas allá

de la muerte.● Combate inseguridades, da confianza, buena suerte.

De las variedades o especies más conocidas...

● Thymus vulgaris, Thymus zygis, Thymus citriodorus (tomillo limón) y el Thymus serpyllum (tomillo “serpolet”).

– Thymus vulgaris, Thymus citriodorus y la Thymus serpyllum se utilizan en gastronomía para aromatizar y dar sabor a los platos.

– Thymus zygis se utiliza para adobar las aceitunas en España.

– Thymus vulgaris y Thymus serpyllum se utilizan también para remedios medicinales caseros.

Thymus Vulgaris L.

Descripción● Las hojas de Thymus vulgaris l. Son oval-lanceoladas,

sésiles o cortamente pecioladas, tienen margen entero y revoluto, miden entre 4 y 12 mm de largo, hasta 3 mm de ancho y generalmente carecen de cilios en la base. La cara superior es verde, mientras que la inferior, donde se aprecian numerosas glándulas de esencia, es gris-tormentosa.

● En las extremidades de los tallos se forman inflorescencias de 3 a 6 flores en espiga.

● Las flores son rosadas, y su parte más patente en la droga son los cálices, verdes, a veces con manchas violetas, bilabiados y con pelos blancos en el interior.

Floración● El tomillo florece en primavera.● Para uso medicinal se recolectan las sumidades

floridas; éstas se deben recoger en un día despejado de nubes y a media mañana, cuando el sol haya evaporado la humedad del rocío. La desecación se debe hacer a la sombra y en lugar bien ventilado. Una vez que esté perfectamente seco, se guarda en bolsas herméticas, para evitar que se altere por agentes externos.

● En verano es posible realizar una segunda recolección.

Propagación

● Por semillas: el peso medio de 1.000 semillas es de 0,265 g y su poder germinativo es del 90% en 16 días en oscuridad y a una temperatura de 20º C.

● Por división de pies: Las matas de mejor porte se dividen de mediados de otoño a fines del verano y se entierran hasta la parte foliada (entre 10 y 15 cm).

● Por esquejes: El tomillo ha de estar en período de actividad vegetativa. Con cada pie se pueden obtener algunos centenares de esquejes. El enraizamiento se produce a los dos meses y los esquejes se ponen preferiblemente a principios de primavera, o bien en otoño. El porcentaje de agarres es del 85% aproximadamente, que se reduce al 30 ó 40% cuando se lleva a cabo en invierno (durante el reposo vegetativo).

● Siembra en vivero: Es un método rápido, pero sin una previa selección clonal, se pueden originar individuos muy diferentes. El semillado se realiza desde abril o mayo o incluso algo más tarde. La semilla es depositada en el suelo y es cubierta con una ligera capa de turba o tierra, y se aplican riegos diarios. A las tres semanas se consigue una nascencia buena. Cuando las plantas alcanzan una altura de 6 a 8 cm se realiza un repicado, que debe hacerse en periodo de reposo vegetativo. Son necesarios 2 g de semillas para sembrar 10 m2 de vivero.

Clima y Suelo

● El hábitat natural del tomillo se encuentra en países de la cuenca mediterránea occidental, especialmente sobre suelos soleados y secos. Predomina en el este, centro y sur de la Península Ibérica, así cono en Baleares. Sobre suelos calizos, arcillosos y menos frecuentemente en los silíceos.

● Puede encontrarse en una altitud entre 0 y 2.000 m.● Sus especies perviven bajo temperaturas muy

variadas e incluso extremas. Crece en climas templados, templado-cálidos y de montaña.

Resiste bien las heladas y sequías, pero no el encharcamiento ni el exceso de humedad ambiente. Aunque se adapta bien a los suelos ricos en aluvión y calcáreos, se adapta a los arcillosos, ligeros y silíceos. Prefiere la exposición a mediodía.

Aceite esencial en las hojas de la planta.

En cada una de estas pequeñísimas hojitas

aparecenunos diminutos hoyuelosrellenos de una gotita de

esencia.

Composición nutritiva de las hojas y flores del tomillo

fresco, por cada 100 g de

porción comestible:

Porción Comestible 100%

Agua 7,8 g

Proteínas 9,1 g

Hidratos de Carbono 63,9 g

Grasas 7,4 g

Grasas Saturadas 3,1 g

Grasas Monoinsaturadas 0,5 g

Grasas Poliinsaturadas 1,2 g

Colesterol 0

Fibra 18,6 g

Sodio 55 mg

Potasio 814 mg

Magnesio 220 mg

Calcio 1890 mg

Fósforo 201 mg

Hierro 123,6 mg

● El tomillo también es rico en vitamina B13, que previene los problemas de irrigación del cerebro, y los ácidos y aminoácidos también son importantes en su composición.

Principios activosSu componente más importante es la esencia, que en el tomillo varía por la proporción en que la produce la planta, según su propia naturaleza, el país o zona geográfica en la que se crie, la altitud a la que medra, la época en la que se recolecte. A lo sumo, la planta llega a dar el 3% de esencia una vez secada al sol.

El principal componente de la droga oficinal es el fenol monoterpeno timol. Además, contiene otro fenol monoterpeno, el carvacrol. También contiene l-a-

pineno, cimol, borneol, linalol, etc.

Acciones farmacológicas

● Actividad antiespasmódica y expectorante:– La actividad espasmolítica a nivel de las vías

respiratorias se debe al timol, al carvacrol y a las flavonas metoxiladas.

– La actividad expectorante se debe a su aceite esencial que fluidifica las secreciones bronquiales.

– Por su acción expectorante, es decir, suelta y expulsa las mucosidades que congestionan las vías respiratorias, ayuda a eliminar toxinas del organismo (acción sudorífica).

– Además, baja la fiebre.

● Actividad antiséptica: – Por sus componentes fenólicos, timol y carvacrol, tiene

una actividad antibacteriana frente a gérmenes Gram Positivo como Gram Negativo.

– El timol y el carvacrol producen una actividad antiséptica respiratoria.

– También es antiséptico urinario y de la actividad bucofaríngea, así como para el lavado de heridas.

– El timol y el carvacrol tienen una acción antimicótica efectiva frente a Candida Albicans.

– El extracto fluido (preparación de la planta disuelta en agua y a la que se le realiza evaporación del líquido excedente, o extracciones repetidas del mismo líquido hasta la concentración precisa) de tomillo inhibe, in vitro, el crecimiento del Helicobacter Pylori y su potente actividad ureasa. (Actividad en estudio clínico)

● Actividad antiinflamatoria:– En aplicación tópica, el aceite esencial es

rubefaciente y el carvacrol inhibe la biosíntesis de prostaglandinas. Esto justifica el uso de esencia de tomillo en aceites, cremas, etc., para tratar dolores por artritis, golpes, esginces, ciática y reumatismo.

– El ácido rosmarínico, también es antiinflamatorio.

● Actividad antioxidante.● Estimula la leucopoyesis y eleva los niveles de

trombocitos en sangre, entonces puede ser interesante su uso como potenciador de inmunoestimulantes.

● Regulador hormonal: Débilmente estrogénico, por ello interesa su uso en enfermedades producidas por exceso de xenoestrógenos, como en el cáncer de mama.

● Estomacal y carmitativo: Se emplea como aperitivo y digestivo.

Aplicaciones terapéuticas del Tomillo

● Aparato respiratorio.● Terapia estomatológica.● Aparato locomotor.● Aparato digestivo.● Aparato genital femenino.● Además:

– Estomatitis

– Halitosis

● Otras

Tomillo y aparato respiratorio● Por sus propiedades antiespasmódica, expectorante y

antiséptica, está indicado en el tratamiento de afecciones de las vías respiratorias altas, particularmente las que cursan con tos irritativa (como asma y tos ferina).

● Tiene un efecto antitusígeno suave, que facilita el control de la tos y sus espasmos.

– Indicaciones:● Infusiones (5-10 g de planta en 250 ml de agua hirviendo) o

la toma de 4 a 6 cucharadas soperas al día de jarabe (cocemos durante 15 minutos 1 cucharada de tomillo y agua, dejamos reposar, filtrmos y agregamos miel).

● Gargarismos con infusión y zumo de limón ó una cucharadita de café de perborato sódico mentolado.

● Para el tratamiento de afecciones bronquiales agudas o crónicas, puede ser útil además de la infusión:

– Extracto fluido (0,5 – 2 g dos o tres veces al día)

– Extracto seco (1 – 3 cápsulas de 300 mg/día)

– Aceite esencial (inhalar vapor balsámico, fricciones en el pecho con aceites)

● En caso de rinitis puede emplearse la infusión en forma de instilaciones nasales (se pasa por un filtro fino y se isotoniza).

● En sinusitis, inhalaciones secas (5 gotas sobre pañuelo) o húmedas (5-10 gotas en ½ litro de agua hirviendo) de aceite esencial.

● Para otitis externa, sin perforación timpánica, instilar el oleato ótico.

● Como preventivo de estados gripales o resfríos:– Una taza de infusión tomillo (y equinácea) tomada

con miel en ayunas durante el invierno.

Tomillo y terapia estomatológica

● Por su actividad antiséptica y antiinflamatoria es útil en el tratamiento odontológico de las estomatitis y otras afecciones de la cavidad bucal (gingivitis, piorrea, aftas), empleándose enjuagues y gargarismos con infusión de tomillo o de extracto fluido, diluído al 50% en agua.

● Puede asociarse con raíz de ratania (astringente), mirra, clavo y canela (antisépticas) ó decocción de malvavisco (emoliente).

● El extracto hidroalcohólico también puede aplicarse pura en forma de toques o pinceladas.

● En halitosis efectuar enjuagues con:– Infusión de 15 gotas de hierba en 300 ml de agua

hirviendo durante 15 minutos.

Tomillo y aparato locomotor

● Por su actividad rubefaciente y analgésica, el aceite esencial de tomillo se emplea tópicamente para paliar molestias por inflamaciones osteoarticulares, mialgias o contracturas musculares diluido en alcohol de 70°, en aceites vehiculares como el de almendras o en cremas.

● Podemos utilizar el aceite esencial de tomillo junto con el de romero en estos casos.

Tomillo y aparato digestivo

● Debido a su aceite esencial, el tomillo es una droga amarga-aromática, estimulante de la motilidad y secreciones digestivas, útil en casos de inapetencia y dispepsias hiposecretoras, meteorismo y flatulencia. Se puede utilizar la infusión o 40 gotas de tintura de tomillo, media hora antes de las comidas. Su acción aperitivo-eupéptica aumenta si se mantiene en la boca antes de ingerirlo.

● En el tratamiento de gastroenteritis, se pueden usar tisanas antidiarreicas, a las que aporta su acción antiséptica, espasmolítica y astringente.

Tomillo y aparato genital femenino

● En las vulvovaginitis y cervicitis, se indica de 1 a 2 irrigaciones vaginales con decocción (1 cucharada de tomillo, 300 cc de agua) isotonizada o aplicaciones tópicas de gel con aceite esencial de tomillo.

● Cremas con tintura de tomillo han sido indicadas en casos de liquen esclerosa vulvar.

● En candidiasis vaginales se recomienda la aplicación de óvulos con aceite esencial (50 mg/óvulo de glicerogelatina de 5g, un óvulo cada noche durante 20 días).

Otras aplicaciones del Tomillo● Inflamaciones de la piel, llagas, heridas, acné,

forúnculos, quemaduras, eczemas, picaduras, sarna, piojos y mal olor corporal:

– Proporción: 15 g de hierba en 300 ml de agua hirviendo durante 15 minutos. Dejar enfriar y aplicar en la zona afectada.

● El tomillo, llamado brahmi en ayurveda, es valorado por sus propiedades astringentes sanadoras. La medicina ayurvédica aconseja:

– Hervir 4 cucharaditas de hojas de tomillo seco en 2 tazas de agua por 10 minutos. Colar y dejar enfriar. Aplicar durante 30 minutos, masajear y luego lavar la cabeza.

● Reequilibrante del sistema nervioso y estimulante, induce el sueño, ayuda en la depresión, en dolores de cabeza y en el exceso de stress con agotamiento psicofísico:

– Jaquecas, insomnio, dolor de cabeza de origen nervioso: Poner 15g de la planta en 200 ml de agua hirviendo durante 10 minutos. Beber una taza bien caliente.

● El tomillo actúa favorablemente en los casos de enuresis nocturna de los niños.

Además en otras medicinas...

● Médicos chinos indican al tomillo como sedante para los dolores cólicos (menstruación, vesícula, estómago y riñón).

● En la medicina ayurvédica el tomillo, que aumenta pitta y disminuye vata y kapha, se considera antiácido, relajante, emenagogo y diurético.

Contraindicaciones

Las posibles reacciones adversas son debidas al aceite esencial, por lo que nos guiaremos por las recomendaciones de uso de aceites esenciales en general.

Además, el tomillo activa la circulación y sube la tensión arterial, por lo que no conviene a los hipertensos.

Un producto maravilloso: Miel de Tomillo

Es la miel que producen las abejas cuando liban principalmente las flores del tomillo. Es una miel que varia bastante de color ya que puede ser más o menos

clara hasta más o menos roja.

http://www.botanical-online.com/medicinalstimo.htm

Propiedades de la miel de tomillo

Las flores del tomillo le proporcionan fundamentalmente dos propiedades: capacidad para digerir los alimentos y capacidad para prevenir o atajar las infecciones.

Las propiedades digestivas de la miel del tomillo la hacen muy adecuado en anomalías como la indigestión, las flatulencias, la acidez estomacal, la diarrea u otras dolencias relaciones con una mala digestión de los alimentos. Una cucharada de miel de tomillo en una infusión de manzanilla o de milenrama después de las comidas pueda ayudar a que estos síntomas negativos no aparezcan con tanta frecuencia.

Las propiedades antisépticas de la miel del tomillo son muy útiles en el tratamiento o prevención de las enfermedades respiratorias. Dolencias tan comunes como el resfriado, la gripe, las anginas, la bronquitis o la sinusitis pueden remediarse con el uso de este tipo de miel.

Su riqueza en hierro la hace también indicada para personas que tienen deficiencia en este mineral, por lo que esta indicada para la anemia , para el tratamiento de las menstruaciones con perdida elevada de sangre (metrorragia o para aquellas personas que sangran habitualmente por la nariz ( sangrado nasal) .

La miel de tomillo aporta una ayuda eficaz para todo tipo de cicatrizaciones (ya que es desinfectante) y particularmente en las heridas siguientes:

– Cicatrices ligadas al acné:● Aplicar la miel sobre el rostro, dejar actuar 30 minutos

y después lavar bien. Repetir todos los días hasta la desaparición de las cicatrices.

– Quemaduras:● La miel acelera la reconstrucción de la piel.

– Heridas ulcerosas (úlceras venosas) e infectadas:● Incluidas las de personas con sistema inmunitario

débil (pacientes con H.I.V., diabéticos, etc.)

Algunos TIPS del Tomillo

El tomillo contra el acné● Tónico: Hervir al baño María agua en un frasco

durante 10 minutos. Luego agregar una cucharada de tomillo seco y agitar bien. Una vez que la mezcla esté fría, aplicarla con un algodón antes de dormir y por las mañanas al despertar. Este tónico se conserva en la heladera.

● Crema hidratante: En un frasco esterilizado poner una cucharada de tomillo seco y cubrirlo con aceite de argán, sésamo o jojoba. Dejar reposar dos semanas en lugar fresco, oscuro y seco, agitando todos los días. Colar el tomillo antes de usar.

● Mascarilla facial: En un tazón mezclar 1 cucharadita de arcilla y 1 cucharadita de tónico. Aplicar.

Sopa de tomillo

● Ponemos en un puchero tomillo seco, pan tostado o seco, aceite de oliva y sal. Calentamos aparte el agua en una olla. Cuando este bien caliente volcamos el agua en el puchero y así se produce el escaldado de la sopa.

● Esta sopa es útil en personas con miedos, insomnio, irritabilidad, parásitos, cándidas intestinales, colitis, colon irritable o diarrea.

Cataplasma de tomillo para abscesos

● Hervimos 1 o 2 litros de agua en una olla y echamos 2 cucharadas de tomillo por litro de agua. Hervir durante 5 minutos. Cerrar el fuego y sobre un trapo blanco de lana, lino o algodón colocar el tomillo caliente.

● Colocar la cataplasma sobre el absceso con una bolsa de agua caliente durante 1 hora, 3 veces al día.

Usos culinarios

● El tomillo, junto con la lavanda, la albahaca, la mejorana, el romero y la ajedrea, forman la mezcla de hierbas más famosa de la cocina mediterránea: las Hierbas Provenzales.

– Aportan un dulce y suave sabor mentolado.

– Se deben incorporar tempranamente en la preparación del plato

● El tomillo se utiliza principalmente para sazonar carnes.

Usos no medicinales

● Los egipcios, griegos y romanos fortificaban vinos con tomillo.

● Elaboración de licores.● Elaboración de lociones.● Elaboración de productos de limpieza.● Ahuyenta insectos, no venenosos pero molestos

como los mosquitos y las arañas.

De la experiencia...

● En Tintura de Sol se destaca el uso del aceite esencial de tomillo como descongestivo, utilizándolo en terapyfangocreams para sinusitis.

● Como perfume zodiacal, se lo utiliza en colonia aromaterapéutica para los piscianos.

● También se recomienda su uso en infusiones y tisanas para el asma.

C) Textos de

Alquimistas:

RAMON LULIO –

Magia Natural

Magia Natural

del doctísimo y conocidísimo filósofo Ramon Llull

Empieza este compendio del Arte Mágica conforme al curso reformado de la naturaleza, por cuya virtud, sin mediar distanciamiento ni extrañamiento de la mente ni del cuerpo, estás capacitado para observar aquellos espíritus que adquieren figura en el aire y que se condensan en forma de monstruos y de diversos animales, y de figuras humanas, que vagan por acá y por allá alternativamente. Pues bien, todo ello sucede según los principios naturales, que se basan manifiestamente en las virtudes místicas y que emanan de distintos actos naturales, de los cuales surge de manera natural el Arte Mágica. Por ello, si quisieras conocer sus instrumentos, en que se fijan, de que se forman y de donde pueden emanar estos principios, ya que de una ciencia emana una nueva ciencia, aquí tienes la Magia Natural. Y es que la presente ciencia posee sus propios instrumentos, entre los que se hallan las virtudes de índole natural que a través de su respectiva potencia provocan multitud de hechos admirables, cuando son activadas en sus propios contenidos por medio del Arte natural, sin necesidad de una acción enérgica para iniciar el proceso, que se cataloga de común, por razón de la naturaleza simple que actúa en los elementos simples y compuestos, si supieras reducir éstos en aquellos.

COMPOSICIÓN

Toma un líquido negro mas negro que el negro y destila de éste dieciocho partes en un vaso de vidrio, y en la primera destilación separa solo una parte, procediendo a una nueva destilación de la otra, de la que separarás, pues, una cuarta parte; y destila el líquido una tercera vez, separando ahora dos partes; y en la cuarta destilación separa casi el total, y así sucesivamente destila la parte restante, hasta ocho o nueve veces, con que surgirá el elemento perfecto, que no será enmendado si no es tras veintidós destilaciones. Separa de esta agua una cuarta parte de una libra y acrécela destilándola con vegetales como son el apio silvestre, la cebolla albarrana y otros semejantes de los cuales se habló anteriormente en el capítulo sobre el alma de la transmutación, al inicio. Posteriormente coloca el liquido resultante en un vaso circulatorio junto con lodo especialmente caliente, o con orujo de uva, para la conservación de las especies, tal como posteriormente la práctica demostrará, o declarará, pues esta es una de aquellas cosas sin la cual nada se obtiene en el magisterio de este Arte.

http://members.fortunecity.es/alquimia/Textos.html

AGUA QUE CALCINA TODOS LOS CUERPOS

Toma simientes de las sustancias capitales: de tierra, esto es, D, cinco onzas y media; y de agua, esto es, C, dos onzas y media, la suma de las cuales será un peso equivalente a ocho onzas de libra, y molerás este compuesto finamente en un molinillo de mármol. Tras ello, pondrás la masa en una vasija de vidrio unida a un alambique, en que destilarás toda la materia, primero a fuego lento, con las maderas serradas en dos, con dos libras de carbón bajo o común y con un poco de salvado seco. Enciende, pues, el fuego y repudia todo aquello que en adelante se inflame por si mismo, hasta que la masa se empiece a destilar, y desde este punto mantendrás el fuego constante hasta el duodécimo punto, en que avivarás el fuego con pequeños leños, para que las llamas se yergan rectas bajo la materia; y así mantén el fuego hasta que remita al doceavo o quinceavo punto, o bien en un punto menor. Y a continuación mantendrás compacto el fuego, y lo mantendrás acorde al punto de su destilación, y posteriormente elevarás de nuevo el fuego hasta un punto mayor, que mantendrás constante hasta que el alambique pierda su calor y no destile más materia. Para entonces, evita que se enfríe, recoge el agua y guárdala en un lugar cálido y húmedo, guardándote de que por ningún medio pueda estar en contacto con el aire. Y acuérdate de tener una compuerta en la parte cerámica extrema del alambique, en el cuello del receptáculo, para poder extraer, por ella de vez en cuando aquello que no dejara un respiradero al recipiente. Pues a veces tal es el calor allí acumulado, que el recipiente resulta incapaz de soportar aquel calor excesivo. Así pues, cuando convenga, ábrela, cuando no, ciérrala. Ten en cuenta que el agua que recogiste, provinente de materia vil, tiene la facultad de convertir los cuerpos en su respectiva materia original, la cual, unida a la virtud vegetal, da origen a muchas perfecciones, al punto que, tras ser destilada, necesita ser puesta en acción, para que su espíritu, que es de naturaleza sutil y extraña, no perezca en el aire, supuesto que es en grado pleno obtenido de la destilación.

DE LA CALCINACIÓN NATURAL

Recoge dos partes de Luna per-fectamente purgada por una cabrilla o muy purificada por constante incineración, y haz con ella unas pocas partes, con unas pinzas, y pon la mitad de éstas en un vaso de disolución o licuación, y cúbrela con tres lociones de agua calcinadora; y la otra mitad en otro vaso de disolución, cubriéndola con tres lociones de agua calcinadora. Cierra perfectamente los vasos con sus tapones, y sella sus junturas con harina y clara de huevo, poniendo a continuación ambos vasos al baño durante tres días naturales.

DE LA SEPARACIÓN DE LA CAL

Y DEL AGUA CALCINADORA

Una vez tengas los metales calcinados en ambos vasos de disolución, separa de éstos el agua, colándola con sumo cuidado, para que la tierra no pueda de ningún modo ascender ni enturbiar el agua. Pon a continuación el agua aparte, bien tapada en su propio vaso, y recupera la tierra de la propia Luna calcinada con un poquito de su humor, y ponla sobre cenizas ardientes, con el alambique y el recipiente, a un fuego activo por un espacio de doce horas. Destila el licor, y ten cuidado con el fuego ardiente, pues bajo el calor abrasante del Sol de vez en cuando se produce ésta separación, por lo que deja que el fuego remita por si mismo, con lo que tendrás Luna calcinada de manera óptima.

DEL FUEGO CONTRA

LA NATURALEZA

Pon dos medidas de agua vegetal aguada en una botella de cuello largo, en el cual habrás puesto seis medidas de agua calcinada, y cubre la botella rápidamente con su tapón, y séllala con cera, y colócala o sométela a un baño de dos días naturales, espacio de tiempo tras el cual la totalidad del vegetal se habrá convertido en agua

clara, tras lo cual podrás retirar la disolución.

DE LA OCULTACIÓN POR LOS FILÓSOFOS DE LA DISOLUCIÓN DE LA LUNA

Tendrás fuego vegetal disolvente en agua calcinadora. Y añadirás sal a ocho medidas de agua, esto es, cuatro onzas, y dos medidas de cal de Luna, esto es una onza, y lo pondrás todo en un vaso de disolución con una cubierta propia de cobre, cuidándote de que lo que en él introduzcas no sea expuesto a calor alguno sino al que le proporcione su propia naturaleza; y cuando esté reposada la sustancia sella perfectamente la juntura y pon aquélla al baño durante tres días naturales, tras los cuales colarás el agua y destilarás el humor y calcinarás la tierra tal como ante-riormente habías hecho, repitiendo la acción hasta que toda la sustancia esté disuelta en forma de licor. Pon aparte esta sustancia, también el licor disuelto por obra de tu Arte, pues ésta es la sustancia del cuerpo depurada por obra del Arte.

DE LA CONGELACIÓN DE LOS

LICORES DE LA LUNA

Después de que la Luna sea disuelta en licor en su recipiente, pon entonces dicho licor en un vaso de doble circulación, dividiendo el licor en dos porciones iguales. Y pon en otro vaso cinco medidas del susodicho licor de Luna, y pon encima, en cualquier otro vaso, siete medidas de agua básica de vida, manipulada, y pon todo en un horno de dos brazos, donde un fuego templado pueda transmitirles su calor. Coloca allí tus vasos, y únelos a las cañas del alambique y colócales alrededor esponjas espesas que siempre tendrás humedecidas con agua fría. Y cuando penetren en las cucúrbitas, aquellas medidas se contraerán, y cuando noten el

calor las botellas, verás como de inmediato el fermento asciende con el agua, destilándose de un vaso al otro alternativamente, y en cuanto ascienda en un vaso, en tanto se destilará y penetrará en el otro. Así verás a qué proporción calorífica el espíritu resulta purificado y a cual condensado por el fermento. Cuanto más bajo es el fuego que produce tal destilación, tan menor es la purificación del espíritu y tanto más engorda continuamente el fermento. Sigue, pues, este método, hasta que no más sustancia veas ascender, se fije con el fermento y se convierta en piedra, lo cual sucederá al cabo de nueve o diez días.

DEL ELIXIR DE AGUA EN ACEITE

Extrae al mismo tiempo ambos vasos, cuando la materia esté ya congelada, y colócala en un horno o en el baño, y de nuevo se disolverá en dos días. Y congélala de nuevo, reiterando esta acción tres veces o más, y verás como lo que no haya podido ser congelado se distinguirá por su virtud y potencia, al punto que aceite parecerá por su espesura.

DEL MÉTODO PARA HACER ACEITE DE LUNA

Verdad es que el método abreviado ahora descrito de inmenso valor es, pues en diez días se solidifica sobre el fermento y con el fermento la quintaesencia, por el hecho que la muy espesa materia terrestre también se halla estable en la Luna, pero en ésta no tan rápidamente se disuelve, tras complementar la solidificación de la quinta esencia, como en el Sol, en el cual, al llegar al final el acto de complementación, no se distingue, por culpa de su rapidez, el paso de la materia por los estados blanco y rúbeo. La medicina que así obtengas, si la unes a azufre de Saturno, o de Júpiter, favorece la transmutación material, gracias al fermento que encierra. Por la gracia de Dios que suficiente dijimos ya respecto al elemento blanco, ahora hablemos, pues, del rúbeo, ya que, de hecho, la operación solar en sus pasos y medidas, coincide con las operaciones lunares, en caso de que sepas operar filosóficamente con agua corrup-tible, que tiene como principal virtud la de disolver totalmente el Sol y convertirlo en aire, hecho en que consiste nuestro secreto. Toma, pues, en nombre de Dios, dos medidas del agua de Luna tratada y destilada anteriormente por el alambique, y añádele dos medidas de agua vegetal aguada; vierte encima tu oro en un peso equivalente al del agua vegetal, y acaba poniendo el concentrado al baño durante dos o cuatro días, tras los cuales hallarás oro negro parecido al carbón. Así es como éste se disuelve y se materializa, tal como la Luna. A continuación pon la totalidad del compuesto de Sol y agua en un vaso circulatorio con doce partes de agua de vida rectificada, y cuando las botellas se calienten verás de inmediato disolverse el cuerpo solar sin el fermento, y verás al principio como el Sol se destila y al final se solidifica hasta convertirse en piedra. Toma a continuación ambos vasos, retirándolos a la vez del horno, o del baño, y de inmediato verás disolverse el oro, en una noche. Vuélvelo a solidificar, y realiza la acción una tercera vez, tal como hiciste con la Luna, y más ampliamente resultará exaltado por la virtud divina aquello que no pueda ser congelado, pues parecerá

tal aceite espeso. Y éste es el más precioso proceder, y Dios lo crea para que sea en sus efectos y virtudes y bondades, durante su ejecución, el más noble y exacto proceder. Por más que no posea aquellas propiedades del poderoso elixir que afirman los filósofos que el elixir posee, con todo, si mezclases esta medicina con el azufre debido, te apunto, sea el de Venus o el de Marte, mudaría la forma de éste por la acción de este fermento. No creas que esta medicina tiene su propio sistema de multiplicación tal como tienen el resto. Pues si con este Sol convenientemente disuelto pastases, mediante una correcta mezcolanza, plata viva vulgar solidificada en siete ocasiones con vitriolo, en una proporción de catorce medidas de plata viva por cada dos medidas de Sol, y posteriormente solidificases la pasta resultante unas cuantas veces, siempre reduciendo la masa solidificada sobre el sedimento, y de esta manera de solidificará el Mercurio en la medicina penetrante y tingente. De igual forma otro hecho milagroso: si se aplican dos medidas de este Sol así disuelto a fuego lento durante ocho días con ocho libras y una cuarta parte de una libra de Mercurio solidificado, el compuesto se convertirá en oro. Milagros como éste se hallan en la naturaleza, y ello ocurre porque el espíritu del agua en una disolución de oro con oro indivisiblemente se solidifica; y asimismo, el aceite de la piedra de los filósofos, oculto a todos, a ti revelado, en un lugar decidido anteriormente, hace a esta medicina penetrable y compatible y aplicable a cualquier cuerpo, aumentando a la vez su eficacia, con un proceder del más allá, que resulta el más secreto en el mundo. Por ello, si supieras abreviar este proceder, o separar el elemento acuoso, y trabajases bajo el proceso de mezcolanza ya descrito, podrías en treinta días obtener la piedra. Así mismo, si tras la cuarta destilación del agua susodicha, posterior-mente destilas en siete ocasiones el líquido con cinabrio y vitriolo, en una proporción idéntica de uno y otro, siempre añadiendo en todas las operaciones nueva materia, y secando en toda destilación la masa de piedra antes de añadir agua; al final podrás poner junto con doce partes de la susodicha agua una parte del fermento así preparado de oro, y verás como éste se solidifica en el vaso circulatorio.

DE LA EVOCACIÓN NATURAL

DE LOS CUERPOS POR SUS ESPÍRITUS

Ya en los primeros capítulos demostramos de qué manera los cuerpos perfectos pueden disolverse, en el agua de la piedra de los filósofos, y de qué manera pueden purificarse y solidificarse. Y pues sólo queda mostrar de qué manera podemos de cuerpos imperfectos extraer azufre natural, y hablar de la unión de ambos. Así pues, en nombre de Cristo, Amén. Toma la cal de cualquier cuerpo que quieras y ponla en una botella que tenga un largo cuello, y cúbrela con agua de vida rectificada, que la sobrepase en cuatro dedos, y posteriormente pon encima cenizas, dejando que hierva todo por un día, y tras la ebullición ponlo junto a lodo caliente o a una estufa por un espacio de dos días naturales, para que mejor se asiente y puedan separarse las partes de materia sutiles de las gruesas por razón de su tamaño: hecha esta operación, extrae la botella inclinada, para que puedas extraer de ella con precaución el agua. Coloca este agua clara en una calabaza y cuídate de que no se enturbie, para lo

Pon entonces parte de este agua sobre la materia sólida que hay en la botella, en la cantidad anterior, es decir cuatro dedos, y reitera las operaciones anteriores hasta que la tierra se evacue, hecho que así comprobarás: toma una porción de dicha tierra, sécala al Sol, y una vez seca pon la sobre una piedra abrasante; si surgiese humo, reitera las susodichas operaciones hasta que no apareciese más humo, y desde entonces conserva tus sustancias licuadas en un lugar húmedo y cálido, pues en él mejor se conservarán. Cuando hayas completado perfecta-mente estas operaciones, y hayas recibido el signo predicho, extrae de la botella tu materia acompañada de un poco de la susodicha agua; ponla en la cucúrbita y cúbrela con el alambique, para que la materia se deseque. Una vez seca, calcula su peso, y sabido éste conserva el agua de vida perfectamente rectificada en un vaso circulatorio, y ponle encima tres pesos, y de inmediato el alambique, que sellarás bien. Una vez completada la destilación, evita que se enfríe, y, cuando veas que la tierra está seca, vuelve a poner el agua nueva a una temperatura similar de rectificación en relación con el peso antedicho, separa todas aquellas aguas que extrajiste de la tierra y ponlas en una botella bien cerrada; y repite todas estas operaciones hasta cuando veas la tierra reducirse a un polvo sutil e impalpable.

DEL DESBORDAMIENTO

DE MERCURIO

Hablamos ya de la calcinación o licuación de los espíritus. Una vez, pues, activados y preparados, toma el vaso en que se hallan todas las sustancias licuadas y cúbrelo con el alambique. Destila agua por el alambique por el método del baño hasta que se espese como la miel, y permite entonces que el baño se enfríe. Una vez esté frío, quita de este agua que extrajiste de la tierra toda aquélla que supere un nivel de cuatro dedos, y pon el resto bajo lodo o junto a una estufa durante un día natural, con el vaso perfectamente sellado. Tras ello, conecta el alambique, destila el agua a un fuego muy débil y déjala aparte. Una vez realizada dicha destilación y con el vaso enfriado, pon sobre la materia que quede el agua anteriormente separada por superar el nivel de cuatro dedos, y ponlo todo bajo lodo como antes, y vuelve a realizar la destilación como antes, y repite indefinidamente todas las operaciones descritas hasta ahora. La materia que obtengas es aquella que se suele llamar plata viva desbordada o lágrimas de doncella. Una vez completado el desbordamiento, calcula el peso del antedicho polvo sutil y sumérgelo en una cantidad de agua desbordada equivalente a la mitad del peso del polvo. Pon todo bajo lodo caliente, del que se nutrirá durante ocho días, y al cabo de los susodichos ocho días hallarás tu materia

absolutamente húmeda. Ponle encima el alambique y destílala a fuego lentísimo, recogiendo el agua. Una vez ésta secada con moderación, calcula de nuevo su peso, que anotarás. Repón el agua que recuperaste, y añádele aquel agua desbordada, en una cantidad equivalente a la mitad de su peso. Todas estas absorciones e inmersiones en lodo y calcinaciones las repetirás en tanto la tierra no haya absorbido cuatro partes de tal elemento húmedo, lo cual sabrás por tal signo: porque si pones la sustancia sobre una piedra ardiente deberá surgir de ésta humo. Si así no ocurre, insiste en la absorción, inmersión y calcinación, hasta conseguir el susodicho signo. Una vez conseguido éste, pon la materia sobre cenizas y aplícale un fuego lento al principio, pero que paulatinamente irás aumentando, hasta que toda la materia. ascienda a la parte superior del vaso. Cuando se haya elevado toda, se dice que se trata de un cuerpo elevado por su sal admirable, que los filósofos llaman piedra y sulfuro de la naturaleza. La incineración de la susodicha sal o azufre así se realiza. Toma la susodicha sal, cualquiera que sea el metal del que se haya extraído o la cantidad de que se trate, y colócala en un crucíbulum, que situarás sobre cenizas calientes. Y cuando esté un poco caliente aplícale un poco del anteriormente nombrado aceite, gota a gota, hasta que se haya enfriado y convertido en una sustancia espesa como la miel. Saca la sal entonces del fuego, y cuando esté fría toma un poco de ella y colócala sobre una piedra caliente. Si se funde lentamente, la operación estará ya hecha. Si no es así, reitera las anteriores operaciones, hasta que fluya lentamente a causa de la fuga de Mercurio. Derrama entonces un peso de esta sal sobre cien pesos de Mercurio crudo.

ACONTECE LA OPERACIÓN DE CARESTÍA DE ACEITE DE LUNA

El aceite de Luna tiene virtud fijadora, y provoca una ligera fusión de toda la sal producida. Encera, pues, sal de Júpiter, una vez el azufre de Júpiter hayas obtenido, con aceite de Luna, hasta que resbale, y derrama un peso de ella sobre cien de Júpiter. Si la sal fuera de Saturno, derrama entonces un peso de sal sobre cincuenta de Saturno. Será esta sin duda obra perfectísima, superior a cualquier obra natural. Si el aceite fuera de Sol, encera con él sal de Venus o de Marte, y derrama un peso sobre cien pesos de Venus. Así se obtiene el agua de la vida: calcina madera de viñas o de tártaro que sean blancas. Empapa éstas con agua de vida y pon todo el agua rectificada y aguada en un vaso circulatorio, donde la dejarás pudrir por un período de un día. Destila entonces el agua a fuego lento y para acabar calcina la tierra, o la sal. Empapa la sustancia y destílala y calcínala como anteriormente hasta cuatro veces, y entonces ponla a disolver por sí misma al baño. Una vez disuelta al baño la sustancia, congélala, y realiza esta operación cuatro veces Y obtendrás la sal del Arte, a saber, Mercurio Testamentario, sin el cual nada nace. A la vista de todas nuestras medicinas ya nombradas no encontrarás otro método con capacidad para llevar un cuerpo a la perfección externa que supere al de la fundición en cenizas, pues el estaño parecerá estaño como anterior-mente, pero será algo más rompible y duro sin un esplendor manifiesto, siempre que sea purgado en cenizas; y lo mismo con el metal saturnal, y similarmente con el de Venus. Y lo mismo por lo que hace al metal de Júpiter, que al ser sometido a la

acción de las cenizas puedes ver como se transforma en plata depurada. Estas diversidades proceden mayormente de la [virtud...] de la piedra, según si más o menos se han sometido a preparaciones y sublimaciones. En efecto, la característica mutativa del espíritu de los cuerpos carece de muchas virtudes en sus partes gruesas, pues aquélla capacita, por sus propiedades, al cuerpo para segregar los elementos ajenos a los metales, al transformarlos mediante su espíritu, y sino por la ayuda de las ceniza. Y ello ocurre por la intervención de la sustancia gruesa medicinal, a la cual se halla unida la virtud que transforma y que impide que se complete la acción íntegra de su espíritu, consistente en separar aquello que no se corresponde con la esencia natural y unir aquello que es por naturaleza afín a la naturaleza de la plata viva, que tras la operación hallarás mutada en plata fina, que es superior al mineral. Pero no insistas en querer poner plomo en sus cenizas, pues tan solo la medicina realiza todas sus acciones con la ayuda de fuego de cenizas. Así que cuando dichas medicinas son aplicadas con las cenizas a un cuerpo -y es que éste no puede soportar el fuego vivo- en el interior del cuerpo se funden las medicinas sino una ignición determinada. Y ello es así porque su naturaleza no posee el defecto de ser materia indigesta, que son aquellas que se funden antes del tiempo en que deben de incinerarse las sustancias consumidas, que ocupan en el cuerpo el sitio de la sustancia flemática vaporal. Ayuda pues a tu medicina y a sus virtudes por medio de la incineración (cineritium), y encontrarás oro y plata, según si estuvieran tus medicinas encaminadas a ellos, sea por medio del elemento blanco, sea por medio del elemento rúbeo.

D) DIETAS,

Retención de

Líquidos

RRREEETTTEEENNNCCCIIIÓÓÓNNN DDDEEE LLLÍÍÍQQQUUUIIIDDDOOOSSS Nombre: Es la hinchazón del tejido debido a la retención de fluidos y tiene causas diversas, enfermedades renales, cambios hormonales, enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas, etc. X La hinchazón se alivia comiendo mucha MANZANA FRESCA. X EL APIO es un buen diurético y favorece la actividad de los riñones. X Todas las verduras fuertes como LA CEBOLLA, LOS MORRONES, EL PUERRO, LOS RABANITOS, EL AJO, LOS AJÍES, ETC., son depurativas y diuréticas. X Coma UVA para evitar la hinchazón. X Elimine por completo la sal. Hay un montón de condimentos y especias para ello como EL ORÉGANO, AJO Y PEREJIL, NUEZ MOSCADA, ETC., EL LIMÓN también es un buen sustituto. La sal retiene líquidos. X Beber 3 litros por día de agua mineral (s/gas) para limpiar el organismo y eliminar toxinas más fácilmente. X El consumo de féculas refinadas (harina blanca, maicena, arroz blanco, fideos, etc.), también ayuda a empeorar la situación. Sustitúyalos por alimentos integrales ya que contienen mucha fibra y como en el caso del agua sirven para eliminar toxinas y agilizar el tránsito intestinal. X Hay quienes creen que la falta de ácidos grasos esenciales puede contribuir a enlentecer la eliminación de líquidos. Por lo tanto es aconsejable comer abundante pescado azul (el pescado azul contiene más ácidos grasos esenciales que el resto). Ellos son EL SALMÓN, EL ATÚN, LA SARDINA, EL CONGRIO, EL RODABALLO, LA CABALLA, LAS ANCHOAS, EL CAZÓN, ETC. y aceites vegetales puros como el de oliva o el de maíz. X Evite los diuréticos que sólo deben emplearse de manera muy ocasional. Puede incorporar a su dieta alimentos que son diuréticos naturales como LA MAYORÍA DE LAS FRUTAS, SOBRE TODO EL MELÓN, LA SANDÍA Y LOS CÍTRICOS, LAS ZANAHORIAS Y LAS VERDURAS FUERTES. X El ejercicio es importante para eliminar el exceso de líquido del cuerpo. Los más indicados son una sesión de natación o una caminata a paso rápido. X Algunos tipos de masajes también resultan eficaces como por ejemplo el drenaje linfático.

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