Presentado por:

David Andres Alfonso Lozano

Laura Vanessa Arboleda Escobar

Cuento 10

Por padecer pobreza nunca os desaniméis, 

porque otros más pobres un día encontraréis.

Somos realmente afortunados

• En aquel día, Santiago estaba en una ciudad en donde todo se movía a son de estrés y mucho apuro, realmente debido a su trabajo necesitaba diariamente transportarse y al no tener los suficientes recursos económicos le tocaba irse a pie.

El se lamentaba así mismo por no tener el dinero suficiente para comprarse un carro lujoso, una moto, eh incluso una bicicleta .

En la tarde Santiago, que estaba vagando solo por la calle al salir de su trabajo se estaba quejando, refunfuñaba y muchas veces hasta gritaba, cuando se da cuenta, un anciano estaba sentado en una acera, y oyéndolo quejarse le pidió que se acercara.

Santiago extrañado miro al anciano, y no tardo en darse cuenta que a este le faltaban sus dos piernas.El anciano lo miro directamente a sus ojos y le pregunto: -¿Qué es realmente lo que te falta?El quedando plasmado, quedo sin palabra alguna, pues gracias al ejemplo de vida de este anciano que ni aún teniendo piernas nunca se quejaba, le había dado una gran lección

Es entonces cuando Santiago comprendió que, pues aunque no tenia carro ni moto, podía vivir una vida normal, y además que el poseía algo mucho mejor y más valioso, pues el podía luchar por un mañana.

Cuento 12

No sientas miedo nunca sin razón y defiéndete bien, como un varón.

Debajo de una sabana

Llegando ya al final del día, con ansias espero el momento en que ya pueda estar yo en mi cama y todos puedan descansar en esta noche plena.Mi papá me ha mandado a dormir, en un instante subo las escaleras, y no hay nadie, esta oscuro y no veo nada, quiero salir corriendo, tengo miedo de que algo pueda salir de la oscuridad, siento que algo me esta mirando y como si estuviera aguardando mi llegada.

Mi habitación no esta tan lejos, solo será cuestión de llegar rápido, así no me pasara nada.

Abro la puerta, subo a mi cama y me tapo con las sabanas, siento que alguien viene; cada vez más insistente no puedo ignorar el pensamiento que surge al escuchar ruidos en cada momento, me pregunto, si no hay nadie entonces, ¿que provoca ese ruido?

No quiero ver, temo que me pase algo, pero me intriga, descubrir que es lo que me persigue.

Tomo valor para bajar mi sabana al nivel de mis ojos, y es cuando solamente decido levantarme y enfrentar a esta curiosidad, oyendo arañazos que vienen desde mi armario, quiero abrir, y en realidad, veo solamente una cosa, era mi gata, mi mascota preferida se había quedado atrapada en mi habitación.

Cuento 13

A quien te haga mal, aunque sea a su pesar, 

busca siempre la forma de poderlo alejar.

El Conejo y el LoboLa amistad se supone no se antepone a vanidades, pero era esta una aversión ante los ojos de la selva, o acaso quién concebía que un lobo y un conejo pudiesen entablar hermandad cuando la cadena alimenticia los anticipaba a un final trágico. Remontando los años, estos dos peculiares amigos se separaron por una temporada de invierno, la hibernación habría de cambiarlos sin que ellos en su inocencia pudiesen predecirlo.

Y, al el canto de la primavera llegar, la manada de nuestro amigo lobato, en caza zarpó, y vaya tragedia que conejos en su acecho terminaron. Las horas digestión pasaron, mientras un conejo, de aullidos conocidos en la lejanía lo sacudieron. Sus padres y sus tíos habían desaparecido... y el peso, como una piedra gigante se instaló en su estómago carnívoro.

El pesar llegó, y el conejo, por sabiduría de selva lo entendió, mas, muy con el dolor y la desazón de una separación, la distancia tomó, de alguien, que un día llamó hermano?

Cuento 14

Amarás sobre todo el tesoro verdadero, 

despreciarás, en fin, el bien perecedero.

Una pequeña hoja después de morir

En la profundidad de un pequeño pueblecillo vivía un pequeño el cual poseía un lunar que cubría todo su ojo derecho, amaba coleccionar hojitas de diferentes colores, al hacer esto en su corazón sentía calma ya que siempre estaba solo, al otro lado del pueblo un pequeño niño, su papa era el alcalde, este pequeño lo tenia todo, grandes juguetes.

Un día uno de sus barcos favorito se cayó en el lago, el pequeño se sumergió pero no podía encontrar la salida y su aire se estaba acabando, junto al lago estaba un pequeño recolectando hojas, giro su cabeza y vio burbujas que salían del lago y una pequeña mano pálida que sobre salía, sin pensarlo se zambullo en el lago y en lo mas profundo encontró al niño pálido y medio consiente, su aire se acababa, pero decidido se sumergió mas y logro acercar al niño a la orilla lo mas que pudo.

Pero sus pulmones estaban llenos de agua, muriendo ahogado allí junto al otro pequeño que al despertar vio el cadáver, se acerco hacia su pecho y noto que de el salía una pequeña mariposa, como si el corazón hubiese sido el capullo y todas sus hojitas hicieron que se convirtiera en una pequeña mariposa que simplemente emprendió vuelo, aleteando entre la pequeña inmensidad que todos conocían como cielo.