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Compendio de

Historia de la Congregación

HH. Dominicas de la Anunciata

1856-2016

EQUIPO DE INVESTIGACIÓN DEL CARISMA

HH. DOMINICAS DE LA ANUNCIATA

HISTORIA DOMINICAS_Maquetación 1 17/10/17 09:15 Página 1

Equipo de investigación del Carisma:

H. Lucrecia Barrera Aldana, H. Gloria Cañada Millán, H. GloriaCastañón Lobo, H. Mª Núria Cuéllar Vinaixa, H. Rosa Di Tullio DiLoreto, H. M. Àngels Figuls Macià, H. Mª Inés Fuente Cuesta

Selección de fotografías: H. Dolores Servén Servén

Pintura original de cubierta: H. Rosina Solervicens Vila

Edita: HH. Dominicas de la AnunciataC/ La Granja, 528003 Madrid

Imprime: Soluciones Gráficas Chile, S.L.L. - [email protected] en España / Printed in Spain


ÍNDICE GENERAL

PRESENTACIÓN...................................................................... 9INTRODUCCIÓN ..................................................................... 11SIGLAS ................................................................................. 13ABREVIATURAS...................................................................... 15

I. LAS RAÍCES DE UN ÁRBOL FRONDOSO......................... 171. Dios toma la iniciativa.................................................. 172. Francisco Coll: un hombre conducido por el Espíritu 18

II. UNA SEMILLA QUE BROTA Y CRECE (1856-1875) .......... 231. El sueño de un Fundador ............................................. 232. Sin duda: ¡Dominicas!.................................................. 263. El sueño se hace realidad ............................................ 294. Rápida expansión inicial .............................................. 315. Primeras profesiones religiosas .................................. 336. Los difíciles tiempos de la Fundación......................... 347. Fundaciones mientras vivía el P. Coll .......................... 38

7.1. Algunas constantes que se repiten en las primeras fundaciones ............................................ 41

7.2. Rasgos de las Hermanas ....................................... 467.3. Evolución de las fundaciones en un período

conflictivo ............................................................... 488. Última etapa de la vida del P. Coll ............................... 599. Derecho y patrimonio................................................... 6210.Personas significativas en los inicios de la

Congregación................................................................ 67

III.EXTENDER LAS RAMAS. ABRIENDO FRONTERAS(1876-1930).......................................................................... 751. Se extenderá por toda la tierra.................................... 752. Crecimiento y caminar de la Anunciata en Cataluña. 763. La Anunciata se extiende fuera de Cataluña .............. 904. Una escuela según el espíritu del fundador............... 965. Organización de la Congregación en Provincias........ 996. Hacia nuevos horizontes: América del Sur................. 1017. Otras mediaciones para la evangelización................. 1108. Fechas relevantes en este período.............................. 113

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8.1. Aprobación Pontificia del Instituto y de lasConstituciones........................................................ 113

8.2.Centenario del nacimiento del P. Coll ................... 1148.3.Apertura del proceso de Canonización ................ 115

IV.CAER EN TIERRA Y DAR FRUTO. TIEMPOS DEPERSECUCIÓN Y MARTIRIO (1931-1940).......................... 1191. Tensa situación política en España ............................. 1192. Respuestas creativas ante la adversidad.................... 1223. Años de sufrimiento y cruz .......................................... 123

3.1. Palabras de ánimo de las Prioras generales ........ 1233.2.Época difícil para las comunidades en España ... 1253.3.Apoyo incondicional .............................................. 130

4. Fieles hasta el martirio ................................................. 1314.1. Martirio de las Hermanas de Barcelona............... 1314.2.Martirio de las Hermanas de Manresa ................. 1334.3.Algunos rasgos de las Hermanas ......................... 134

5. Otros hechos destacables ............................................ 1395.1. Apertura del noviciado en América del Sur......... 1395.2.Convocatoria del XI Capítulo General Electivo.... 1395.3.Constitución del Vicariato Reginaldo de Orleans 1415.4.Volver a comenzar.................................................. 143

6. Fundaciones .................................................................. 144

V. FLORECER Y SEGUIR SEMBRANDO EN FIDELIDAD ALESPÍRITU (1941-1964) ............................................................. 149

1. Creación de nuevas Provincias: Santa Catalina y Santa Rosa..................................................................... 149

2. Fomento de las vocaciones. Escuelas apostólicas .... 1513. Creación de nuevas Casas de formación ................... 1544. Impulso significativo a la Educación........................... 1575. La Anunciata en Centro América................................. 161

5.1. Primeras fundaciones ............................................ 1615.2.Creación del Vicariato San Martín de Porres........ 1655.3. Incorporación de la Congregación de Dominicas

de Ntra. Sra. del Rosario de Fátima...................... 1666. Hacia otros países de América del Sur y de Europa.. 1697. Centenario de la Congregación ................................... 1718. Una nueva incorporación............................................. 1769. Traslado de la Casa generalicia ................................... 176

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10.Casas directamente dependientes de la Priora general........................................................................... 177

11. Fundaciones .................................................................. 182

VI. ACOGER LA VIDA. IMPULSO DEL CONCILIO VATICANO II(1965-1979) .............................................................................. 189

1. Repercusión del Concilio Vaticano II ........................... 1901.1. Aires nuevos en la Iglesia...................................... 1901.2. El Concilio en la Vida Religiosa ............................. 1921.3. Acogida del Concilio en la Congregación ............ 193

2. Capítulo especial de 1969. Nuevas Constituciones ... 1953. Constitución de Delegaciones y equipo de economía 1974. Celebración de los primeros Capítulos provinciales . 1995. Impulso en la formación de las hermanas ................. 199

5.1. La formación tarea prioritaria ............................... 1995.2.Nuevos retos a la formación inicial ...................... 206

6. Misión educativa .......................................................... 2087. Expansión misionera hacia África y Brasil ................. 2138. Creación de Comunidades de inserción en medios

populares....................................................................... 2199. Erección de la Provincia San Martín de Porres .......... 22910.Anexión de las casas del Perú a la Provincia Santa

Rosa de Lima................................................................. 23011. Boletín Anunciata y Afán.............................................. 23012.Beatificación del Padre Coll ......................................... 23213.Fundaciones .................................................................. 240

VII. DEJAR CORRER LA SAVIA. COMPARTIR EL DON(1980-2000).............................................................................. 249

1. Tiempos de conflicto en América Latina .................... 2492. Aprobación definitiva de las nuevas Constituciones 2553. Constitución de la Delegación en Brasil ..................... 2564. Presencia en nuevos países......................................... 2575. La Anunciata en Asia: Filipinas.................................... 2616. Centenario de la muerte de H. Rosa Santaeugenia ... 2637. Colaboración con Guinea Ecuatorial........................... 2668. Museo de Vic «Padre Coll» y otras dependencias ..... 2679. Nuevas respuestas e iniciativas en el campo

educativo ....................................................................... 268

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10.Compromiso en la Pastoral Juvenil Vocacional en laCongregación................................................................ 27310.1. Delegación General de Pastoral Juvenil

Vocacional............................................................... 27310.2. Acciones en la Pastoral juvenil vocacional ........ 27510.3. Plan General de Pastoral ..................................... 283

11. Formación de las hermanas ........................................ 28412.Animación misionera ................................................... 29113.Fundaciones .................................................................. 293

VIII. CELEBRAR LA COSECHA SEMBRAR JUNTOS ENESPERANZA (2000-2016) ....................................................... 299

1. 150 años de la Congregación ...................................... 3002. Fundaciones Educativas en España............................ 3043. Beatificación de las Hermanas Mártires ..................... 3074. Canonización del P. Coll................................................ 3105. I Capítulo General de Asuntos..................................... 314

5.1. Convocatoria y celebración................................... 3145.2.Algunas resoluciones y su puesta en marcha ..... 317

6. Erección del Vicariato de África ................................... 3217. Encuentros de Formación Permanente ...................... 3248. Compromiso solidario y misionero ........................... 3299. Unificación de las Provincias de Cataluña.................. 33310.Bicentenario del nacimiento del P. Coll....................... 33611. Nuevos Documentos para impulsar la misión........... 34012.Apertura y cierre del proceso diocesano de la Madre

Benito............................................................................. 34413.Pastoral vocacional en Vietnam e Indonesia .............. 34714.Fundación de la primera comunidad en Vietnam...... 35015.Año vocacional en la Congregación ........................... 35116.Presencia de la Anunciata en organismos eclesiales 35417. Celebración del Año Jubilar de la Orden

Dominicana ................................................................... 35618. Una historia viva .......................................................... 36119. Fundaciones.................................................................. 364

CONCLUSIÓN ......................................................................... 367

ANEXO I: Carta del P. Antonio Orge ...................................... 369

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ANEXO II: Documentos que orientan la vida de la Congregación ..................................................................... 371

ANEXO III: Capítulos y Prioras generales de la Congregación ..................................................................... 375

ANEXO IV: Directores de la Congregación........................... 383ANEXO V: Prioras Provinciales y Superioras de los

Vicariatos ............................................................................ 389ANEXO VI: Carta del P. Cormier, Maestro General, OP........ 393ANEXO VII: Cronología de la Causa de Francisco Coll i

Guitart ................................................................................. 395ANEXO VIII: Trabajos monográficos sobre el P. Coll.

Cursos de Formación de Roma......................................... 405

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA .................................................... 409

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PRESENTACIÓN

«Dichoso quien confía en Yahvé y en Él pone su confianza.Será como árbol plantado a la vera del arroyo,

que echa sus raíces hacia la corrientey no teme la venida del calor, conserva su follaje verde; en

año de sequía no se inquieta y no deja de dar fruto».

(Jeremías 17,7)

Después de leer exhaustivamente el presente Compendiode la Historia de nuestra Congregación que hoy ponemos envuestras manos, no puedo menos de felicitar al Equipo de Ca-risma, coordinado por la H. Mª Inés Fuente.

Con un minucioso estudio de las Crónicas y gran capaci-dad de síntesis, han logrado articular el contenido de 160 añosde vida y misión en etapas bien definidas, mostrando en cadauna de ellas, hechos y hermanas significativas que, como uniceberg, remiten a las más de cinco mil hermanas protagonistasque han recorrido y recorren hoy este trayecto y han bebido dela savia de esta rama del árbol «plantado por mi Padre SantoDomingo», árbol «plantado a la vera del arroyo, que echa susraíces hacia la corriente» y por eso no teme la sequía, no se in-quieta ni deja de dar fruto.

En todas las páginas percibimos la figura y espíritu denuestro Fundador que impulsa a cada generación de hermanasa vivir con ardor y celo incansable la caridad de la evangeliza-ción en la escuela, en la parroquia, en el hospital, en los barrios,en la frontera de antes y de ahora; caridad aprendida en el tratoasiduo con Jesús de Nazaret, nuestro Maestro y amor de nues-tras vidas.

Sin duda, este Compendio va a facilitar, aunque sea some-ramente, el conocimiento de la Historia de la Congregación,especialmente a las hermanas jóvenes en Formación y particu-larmente, a las de otros ámbitos lingüísticos, e incluso a los lai-cos que comparten nuestra misión. A todas, nos permitiráasomarnos a la riqueza de nuestro Carisma e incentivarnos aahondar en las fuentes escritas -siete tomos de las Crónicas-

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nuestro gran Monumento a la vida, entrega y dedicación a lamisión educadora, evangelizadora y solidaria.

Ése fue el objetivo del Capítulo general de 2009 (ACGA n.38) al encomendárselo al “equipo para la investigación, el estu-dio y la actualización de nuestro Carisma” (ACG 2006, n.106.3).Hoy nos alegramos de poder ofrecéroslo y os invitamos a haceruso de esta sencilla pero bien trabajada obra de síntesis, reali-zada con mucha dedicación, amor y esperanza.

Que el Espíritu de Dios continúe generando vida abun-dante en esta parcela de La Anunciata y así poder cantar conMaría las grandezas del Señor, de generación en generación.

H. Mª Natividad Martínez de Castro

Priora general

Madrid, 5 de enero de 2017

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INTRODUCCIÓN

«¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué pará-bola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que,

cuando se siembra en tierra, es más pequeña que cualquiersemilla; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor quetodas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves

del cielo anidan a su sombra» (Mc 4, 30-33).

Como pequeña semilla plantada por San Francisco Coll entierras de la Cataluña del siglo XIX, la Congregación de Domini-cas de la Anunciata fue desplegando las potencialidades delReino. Creciendo a lo largo del tiempo y del espacio se hizoárbol capaz de cobijar en sus ramas mucha vida.

Es difícil la tarea de sintetizar en un Compendio este pro-ceso de crecimiento al ritmo del Espíritu y de los tiempos por-que la vida desborda siempre todo esquema. Apasionante yenriquecedora es la lectura de los siete tomos de las Crónicasque recogen la historia de la Congregación, con sus luces ysombras, y, sin embargo, sabemos que las palabras nunca lle-gan a expresar totalmente la realidad vivida.

La finalidad de este Compendio no es hacer una historiadetallada de la Congregación, sino recoger de forma sintética yclara, los principales acontecimientos que conforman su vidadesde los orígenes hasta el momento actual; captar el espíritu

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que le imprimió el Fundador y se fue manifestando en las her-manas. Como señala el Papa Francisco con ocasión del Año dela vida consagrada, volver a recorrer el camino de las genera-ciones pasadas ha de estar dirigido a captar en él «la chispa ins-piradora, las idealidades, los proyectos, los valores que lasimpulsaron», tomar conciencia de cómo se ha vivido el carismaa lo largo de la historia, con qué creatividad, cómo se han su-perado las dificultades y aprender también de los errores.

Esta mirada retrospectiva nos permitirá confrontar el hoyde la Anunciata con lo que el P. Coll soñó para la Congregacióny continuar germinando y dando frutos en cada época y lugar.Así lo esperaba nuestro Fundador: «¡Qué frutos más copiososy abundantes ha producido este frondoso árbol hasta ahora!¡Y qué frutos más hermosos y agradables a Jesús y María, po-demos esperar dará este mismo árbol, esto es, esta TerceraOrden de mi Padre Santo Domingo de hoy en adelante con lagracia del Señor!» (Regla o forma de vivir de las Hermanas, Pró-logo).

En este Compendio se ha querido destacar la belleza yfuerza expansiva del carisma, que se va desarrollando en eltiempo y encarnando en distintas geografías y culturas. Presen-tar de manera sucinta, cómo el carisma fundacional se va de-sarrollando a lo largo de más de un siglo y medio, prolongandoasí el espíritu que infundiera el fundador a su obra. Por ello, separte de la persona de Francisco Coll como hombre abierto a laacción de Dios, agraciado con múltiples carismas, que recibe eldon de la vocación dominicana configurándose como gran pre-dicador y misionero popular. El Espíritu le impulsa a fundar unaCongregación de dominicas y así iniciar la obra que «absorbíala mayor parte de sus cuidados porque la consideraba como elmedio más eficaz que Dios había puesto en su mano para la so-licitud del ministerio apostólico a él confiado».

El mundo cambia vertiginosamente, pero en el corazón dela humanidad se mantiene siempre viva la sed de Verdad, deLuz, de Esperanza. La urgencia de la evangelización sintonizaprofundamente con esta sed, y nuestro carisma de «iluminarlas tinieblas de la ignorancia» con la Palabra de Vida, tiene hoyy tendrá siempre plena actualidad. A lo largo de los capítulosque sintetizan la historia de la Congregación descubrimos elvigor apostólico de este carisma que sigue echando brotes y ex-tendiendo sus ramas.

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SIGLAS

ACG Actas Capítulo GeneralAG Ad GentesAT Antiguo TestamentoCARITAS Confederación de entidades de Acción Social y ca-

ritativaCD Compact Disc - Disco CompactoCEI Catecismo Iglesia CatólicaCIVCSVA Congregación para los Institutos de Vida Consa-

grada y Sociedades de Vida ApostólicaCLAR Confederación Latinoamericana y Caribeña de Re-

ligiosos y ReligiosasCONFER Conferencia Española de ReligiososCONFERRE Conferencia de Religiosas y Religiosos de ChileCUPFRA Conferencia de Uniones de Padres de Familia de la

República ArgentinaDSI Dominican Sisters InternationalEMOA Encuentro Movimiento AnunciatistaFEDAC Fundació Educativa Dominiques Anunciata Pare

CollFEDAR Federación de Religiosas Dominicas en ArgentinaFEFC Fundación Educativa Francisco CollFERE Federación Española de Religiosos de la EnseñanzaFERS Federación Española de Religiosas SanitariasFESD Fundación Educativa Santo DomingoFRADA Fraternidad Dominicana AnunciatistaIDI Informaciones Dominicanas Internacionales

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JPIC Justicia Paz e Integridad de la CreaciónJUDACAM Juventud Dominicana Anunciatista de Centro

América y MéxicoJUDAGUAT Juventud Dominicana Anunciatista en GuatemalaJUDASAL Juventud Dominicana Anunciatista de El SalvadorLG Lumen GentiumLODE Ley Orgánica del Derecho a la EducaciónLOGSE Ley de Ordenación General del Sistema EducativoNIF Número de Identificación FiscalNL Nuestras LeyesNT Nuevo TestamentoONG Organización No GubernamentalONGD Organización No Gubernamental para el Desarro-

lloOP Orden de PredicadoresOSDA Obra Social Dominicas Anunciata (El Salvador)PC Perfectae CaritatisPGF Plan General de FormaciónPGP Plan General de PastoralPJV Pastoral Juvenil VocacionalPMGE Proyecto Marco General de EvangelizaciónPV Pastoral VocacionalRAE Real Academia EspañolaSEDES Secretariado de Dominicas de EspañaSJ Societatis Jesús o Compañía de Jesús (Jesuitas)SS Su SantidadTVE Televisión EspañolaUISG Unión Internacional de Superioras Generales

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ABREVIATURAS

Bto. BeatoCap. CapítuloCf. ConfrontarD. DonDña. DoñaDr. DoctorExmo. ExcelentísimoFr. FrayH. / HH. Hermana / HermanasIbid. En el mismo lugar, título y autor de la nota anteriorM. MadreMons. Monseñorn. / nn. Número / númerosp. / pp. Página / páginasP. / PP. Padre / PadresRdo. ReverendoRvda. ReverendaRvdma. ReverendísimaSr. SeñorSra. Señorass. Siguientes

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1 Cf. Voz Carisma, en L. DUFOUR, Diccionario de Teología Bíblica, p. 143. DiccionarioRAE; Diccionario Teológico de la Vida Consagrada; Diccionario Abreviado de Pasto-ral. Catecismo de la Iglesia Católica (CEI). A. GONZÁLEZ, Los Carismas según SanPablo.

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I. LAS RAÍCES DE UN ÁRBOL FRONDOSO

La historia de la Congregación nos remite en sus orígenesa un niño nacido de una familia profundamente cristiana, queaprende a ser permeable a la gracia de Dios; a un dominico queenriquecido con múltiples dones del Espíritu se hace cauce ge-neroso del amor misericordioso de Dios.

En las raíces de la Anunciata está la figura de San Fran-cisco Coll, hombre conducido por el Espíritu, que pondrá deci-didamente los fundamentos de su obra en el frondoso árbol desu Padre Santo Domingo.

1. Dios toma la iniciativa

Cimentar la Historia de la Congregación en el carisma re-cibido de San Francisco Coll, nos lleva en primer lugar a clarifi-car la noción de carisma. El término carisma1 proviene delgriego y significa «gracia», don gratuito que Dios concede a loscreyentes en beneficio de la comunidad.

En el NT este término suele referirse a todos los dones deDios, particularmente el don de la vida nueva que nos viene de


Cristo (cf. Rom 1, ss.). San Pablo designa con este término lasmanifestaciones particulares del Espíritu en la formación y ac-tividad de la Iglesia.

Todo carisma tiene su origen en la Trinidad. Dimana deDios Padre, principio, meta y fin de todo lo creado, viene deDios, para la humanidad. Se nos ha dado a través de Cristo enel Espíritu Santo, que nos envía a la misión, nos hace salir denosotros mismos y crecer en comunión. «Hay diversidad de ca-rismas, pero el Señor es el mismo, diversidad de ministerios,pero el Señor es el mismo, diversidad de operaciones, pero esel mismo Dios que obra todo en todos» (1 Cor 12, 4-6).

Los carismas son gracias del Espíritu Santo, ordenados ala edificación de la Iglesia, para el bien de los hombres y las ne-cesidades del mundo. El mayor don otorgado por el Padre es elEspíritu Santo que se nos da, e infunde en nuestros corazonesla caridad, el carisma por excelencia (cf. Hch 2, 33; Rom 5, 5; 1Cor 13).

2. Francisco Coll: un hombre conducido por el Espíritu

El carisma que recibe Francisco Coll como vocación queconfigura su existencia es el de la vida religiosa dominicana.Esta es la llamada a seguir a Jesucristo como fiel hijo de Do-mingo de Guzmán. Y este es el carisma que transmite a la Con-gregación, a quien definirá como rama del frondoso árbol desu Padre Santo Domingo2.

Francisco Coll recibió el bautismo en el seno de una familiade auténtica vida cristiana, el 19 de mayo de 1812 en la Iglesiaparroquial de Gombrén, al día siguiente de su nacimiento. Alser ungido con el crisma, participa de la misión sacerdotal, pro-fética y real de Jesucristo y, como todo bautizado, está llamadoa dar testimonio del Señor en este mundo3.

La gracia bautismal fue desarrollándose y perfeccionán-

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2 Cf. FR. COLL, Regla o forma de vivir de las Hermanas, Valencia 1995, pp. 73-74.(= Reglao forma de vivir de las Hermanas).

3 El Concilio Vaticano II ha enseñado que «los bautizados son consagrados como casaespiritual y sacerdocio santo por la regeneración y la unción del Espíritu Santo» (LG10; cf. 1 Pe 2, 9-10).


dose en Francisco al recibir el 17 de agosto de 1818 el sacra-mento de la confirmación, en la iglesia del monasterio benedic-tino de Santa María de Ripoll4. A través de este sacramento, elEspíritu Santo lo fortalecerá para ser firme en la fe y en el amora Dios y al prójimo.

Francisco Coll irá creciendo en la vida cristiana que se ple-nificará con la gracia del sacerdocio. Fue su madre la que des-cubrió en él indicios inequívocos de esta vocación5. A los diezaños Francisco abandonó su hogar y su pueblo natal y marchóal Seminario de Vic. Antes de cumplir los quince años se sientellamado a realizar su vocación sacerdotal como fraile dominico:«Cuando en una ocasión pasaba por la rambla de Santa Teresade Vic, cerca del monasterio de Carmelitas descalzas, un des-conocido le dijo: “Tú, Coll, debes hacerte dominico”. Aunquehasta entonces semejante pensamiento no había pasado porsu mente, no lo pudo echar en adelante de su cabeza. En aque-llas palabras vio una manifestación de la voluntad divina»6.

Francisco se tomó un tiempo (1827-1830) para orar, discer-nir y consultar; seguro de su vocación dominicana, pidió el in-greso en el convento de Santo Domingo de Vic7. Ante laimposibilidad de entrar en éste, a comienzos del otoño de 1830,llegó al convento de Girona para iniciar el noviciado. Duranteeste tiempo, experimentó una alegría indescriptible y destacóen la oración coral, en el estudio personal y en el silencio, am-biente indispensable para fraguar a un auténtico predicador dela Palabra8. Su connovicio fray Domingo Coma lo recordabacomo «amante del silencio y de la soledad, de porte exteriorhumilde y risueño; no necesitó corrección en los capítulos deculpas, fue fiel cumplidor de los consejos evangélicos, piadoso,expansivo, pacífico»9. El 16 de octubre de 1831 se consagró aDios de por vida en la Orden de Predicadores.

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4 V. T. GÓMEZ OP, Francisco Coll OP. Testimonios (1812-1831), Valencia 1993, p. 11. (=Tes-timonios).

5 Testimonios, p. 12.6 Cf. Testimonios, p. 17.7 Cf. Testimonios, p. 17.8 «En los ratos que le dejaban libre sus deberes de oración litúrgica y estudio se con-sagraba a la oración personal y a la lectura de libros piadosos, en especial de Fr.Luis de Granada; leía también con asiduidad el Ejercicio de perfección y virtudescristianas, del P. Alonso Rodríguez, SJ». Testimonios, pp. 23-33.

9 Testimonios, pp. 28-29.


El siglo XIX va a ser difícil especialmente para las órdenesreligiosas. En la primera mitad del mismo se producen fuertesconvulsiones propiciadas por la Revolución Francesa y sus ide-ales de libertad. A Francisco Coll, ordenado ya de Subdiácono,le tocó sufrir una dolorosa etapa de persecución religiosa. Comotodos sus compañeros, tiene que abandonar el convento de laAnunciación de Girona el 7 de agosto de 183510. Este año, conel nombramiento de Juan Álvarez de Mendizábal como presi-dente del consejo de ministros, se impulsó el proceso de ex-claustración y consiguiente desamortización de los bienes delos religiosos.

Nuestro propósito no es ahondar en la situación complejaque España vivió en ese momento, para ello remitimos al estu-dio de fray Vito T. Gómez OP11, sino más bien, resaltar la fidelidadde Francisco Coll al carisma recibido.

Dios siguió colmando de gracias a Francisco a quien teníadestinado a grandes cosas y él fue respondiendo con generosi-dad, aún en medio de las dificultades que se vivían. Toda su vidafue una experiencia de Dios, un camino de fe probada y vividaen fidelidad y perseverancia.

El 22 de marzo de 1833 recibió las cuatro Órdenes menoresen la capilla del palacio episcopal de Girona. El día 4 de abril de1835 fue ordenado Diácono en la basílica de Nuestra Señora dela Merced de Barcelona. Finalmente, el 28 de mayo de 1836 fueordenado Presbítero en ceremonia de Órdenes particulares, enla capilla del palacio episcopal de Solsona. Su primera Misa lacelebró en la ermita de San Jordi de Puigseslloses12. Bien puededecirse que vivió este período en la clandestinidad, ya que lasórdenes sagradas estaban prohibidas hasta que se redujera elnúmero de eclesiásticos en el país.

Francisco Coll, como su Padre Santo Domingo, recibió lagracia de la predicación. Ya desde pequeño, tenía el anhelo deser un predicador13. Con la conciencia de haber sido enviado porla Iglesia y de pertenecer a la Orden de Santo Domingo, ofreció

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10 Testimonios, pp. 35-39.11 Cf. V. T. GÓMEZ OP, El P. Coll, dominico. Francisco Coll y Guitart, santo fundador de

las Dominicas de la Anunciata, Capítulo VI, Madrid 2009. (=El P. Coll, dominico).12 Cf. Testimonios, p. 41.13 Testimonios, p. 865.


enteramente su vida al anuncio de la Palabra deseando «ilumi-nar las tinieblas de la ignorancia».

Predicó la Palabra a tiempo y a destiempo. Poseía una só-lida formación filosófica, teológica y esencialmente bíblica. Ha-ciendo uso de una gran pedagogía, no hablaba con palabrasdifíciles ni sofisticadas, al igual que Jesús llegó a los hombresy mujeres de su tiempo de manera sencilla, con historias encar-nadas en lo cotidiano. La fuerza de su predicación residía en lavivencia de una fe profunda y en el ánimo vivo que poseía paradespertarla en aquellos corazones que lo escuchaban, lograndoen ellos una gran transformación.

Francisco iba de un pueblo a otro sembrando generosa-mente la Palabra de Dios, en una vida de total entrega al Evan-gelio. Así lo confirma el Ilmo. Sr. Obispo de la Seo de Urgel,Mons. Simón de Guardiola:

«El que hace prodigios es el buen P. Coll, y no sécómo componer y dar gusto a los que me lo piden[…] Los pueblos verdaderamente tienen hambre dela divina palabra y cuando encuentran algo que leshable al corazón, se rinden y mudan de vida. Dios nosdé muchos hombres apostólicos como el P. Coll, yDios nos volverá a la paz que tanto necesitamos»14.

También San Antonio Mª Claret da testimonio de FranciscoColl como un gran predicador. «Cuando el P. Coll pasa en unpueblo detrás de mí, todavía espiguea algo; cuando yo pasodespués de él, no queda nada que recoger»15.

En verdad, podemos decir que Francisco Coll fue un pre-dicador evangélico, porque es la Palabra lo que le interesa acer-car al pueblo. La encarna y predica convencido de que «ése esel modo de predicar y no otro».

El Padre Coll se sentía colaborador de la gracia de Dios queactúa en el interior de cada persona atrayéndole hacia la fe. Encontacto con una sociedad necesitada de Dios, desde una vitalexperiencia teologal y una profunda vocación dominicana,acoge el carisma particular de Fundador. De ahí nacerá la Con-

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14 Testimonios, p. 704.15 Testimonios, p. 460.


gregación de la Anunciata plenamente inserta en la Orden Do-minicana.

Al iniciar la Obra de su Congregación contemplamos ya enél un hombre enriquecido por la lucha de la vida. Los rasgosmás salientes de su personalidad podríamos resumirlos en lossiguientes puntos:

• De espíritu práctico y clarividente, laborioso, generoso,sacrificado y tenaz.

• Compasivo, dado a la comunión, austero para sí mismo,comprensivo para los demás, atento a cuanto sucedíaen su entorno, sensible muchas veces hasta las lágri-mas, piadoso, paciente, bondadoso.

• Amante de la justicia y de la paz, pacificador, intrépido,de horizontes universales, con facilidad para la comu-nicación.

• Desinteresado de lo suyo, interesado por lo de losdemás, sin miedos ni respetos humanos, abierto a la es-peranza, alegre en medio de las tribulaciones y las prue-bas, voluntarioso hasta el extremo.

• Persona de oración, de trato amistoso y continuo conDios, con su Dios, al que llamaba y predicaba como «ElBon Deu».

• Tenía gran capacidad para la amistad profunda y contodos, era responsable en cuanto le confiaban, diligenteen lo que promovía, pobre y amigo de los pobres, obe-diente, radiante por su limpieza y pureza de intención,respetuoso con todos, recto en sus actuaciones, refle-xivo.

• Preocupado porque el Evangelio llegara a todos, cen-trado en la persona y mensaje de Cristo, con gusto porla Palabra de Dios, hombre de Iglesia, amante de la Eu-caristía, de la Liturgia y de Santa María; manifestabagran aprecio por la devoción del Rosario; estaba con-vencido de la importancia decisiva que tiene la forma-ción de las gentes, y que debía servirla desde la graciarecibida del carisma dominicano16.

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16 Cf. Conferencia pronunciada por Fr. Vito T. Gómez OP, El beato Francisco Coll ani-mador de la vida y tareas de la Provincia San Raimundo de Peñafort a lo largo deun siglo, Encuentro de AMPAS de la Provincia, Vic 14 de marzo de 2004.


II. UNA SEMILLA QUE BROTA Y CRECE (1856-1875)

En el origen de La Anunciata está el corazón apasionadode un apóstol, para quien las dificultades y vicisitudes de sutiempo no son más que oportunidades para desplegar la fuerzay creatividad que vienen de Dios.

El afán evangelizador del P. Coll, incansable misionero po-pular, cristaliza en la fundación de una Congregación de domi-nicas dedicadas a «iluminar las tinieblas de la ignorancia» através de la educación de la niñez y la juventud. Una obra «for-mada del polvo de la tierra», pero de la que no duda en afirmarsu Fundador: «Sí, sí, es obra de Dios».

1. El sueño de un Fundador

¿Cómo se fue gestando esta gran obra de San FranciscoColl, a la que se dio por entero: La Anunciata?

Es interesante descubrir que ya en el corazón inquieto deljoven seminarista estaba en germen la intención de fundar unaobra educativa17, este deseo se fue haciendo imperioso a me-dida que se puso en contacto con la realidad de los pueblos yciudades en los que predicaba y constataba la falta de instruc-ción y la ignorancia religiosa especialmente en la mujer.

Le preocupaba al mismo tiempo que hubiera jóvenes de-

23

17 Testimonios, p. 865.


seosas de «retirarse del mundo y cooperar al bien del prójimocon sus obras de caridad; pero la carencia de medios les impe-día entrar en religión»18. La primera crónica de la Congregaciónrecoge estos dos motivos que movieron al P. Coll: «concibió elsanto proyecto de iniciar una asociación religiosa que abrazaralos dos objetos, esto es, la santificación de tales jóvenes pormedio de la vida religiosa y la observancia de la Regla de la Ter-cera Orden del Padre Santo Domingo y la buena educación delas niñas, bajo la dirección de aquélla»19.

En sus misiones populares alimentaba el P. Coll su sueñoapostólico y lo comunicaba a las jóvenes inquietas vocacional-mente. A Margarita Santaeugenia, sintiéndose llamada a ser re-ligiosa le anunció: «Dentro de poco, tal vez saldrá unaCongregación […] en ella tendrán entrada una multitud de don-cellas pobres y de humilde condición y su fin será enseñar ladoctrina cristiana y todo lo que sepan en las fundaciones dondesean llamadas»20.

En el proceso ordinario informativo abierto en orden a labeatificación del P. Coll figura otro dato interesante al referirsea su condición de fundador: «Es cierto que para conservar elfruto de las misiones, para facilitar las vocaciones religiosas,pensó fundar dos Congregaciones: una de Terciarios Dominicosy otra de Terciarias de la misma Orden»21. De hecho, concretóel proyecto de un instituto femenino, y a éste dedicó sus fuer-zas.

Su espíritu apostólico le llevaba a no quedar pasivo. En lacarta que escribe al P. Giuseppe María Sanvito, Vicario Generalde la Orden de predicadores, a comienzos de 1873 le explica losmotivos que le impulsaron a fundar la Congregación:

«Habiéndome dedicado muchos años, como misio-nero apostólico y dominico exclaustrado a la predi-cación dando misiones y haciendo novenarios ysermones en el principado de Cataluña, observé que

24

18 Crónica de la Congregación de Hermanas Dominicas Terciarias de la Anunciata, Sa-lamanca 1944, T. I, 2ª ed. pp. 13-14. (=Crónica de la Congregación).

19 Crónica de la Congregación, T. I, 2ª ed. pp. 13-14.20 L. ALCALDE, Vida del Reverendo Padre Fray Francisco Coll, Fundador de la Congre-

gación de Hermanas Dominicas de la Anunciata, Salamanca 1908, pp. 98-99. (= Vidadel Reverendo Padre Fray Francisco Coll).



una de las principales causas de la desmoralizaciónde los pueblos era la ignorancia en la mujer y la faltade enseñanza religiosa. Esto me indujo a discurrircómo podría yo cooperar a la salvación de tantasalmas que se perdían por dicha causa y Dios NuestroSeñor me dio a entender que uno de los medios mása propósito sería la fundación de una congregacióno instituto de Hermanas Terciarias dominicas, que tu-viese por objeto la Enseñanza de las niñas en los pue-blos y ciudades.A este fin, después de haberlo consultado con Dios ycon eclesiásticos de ciencia, virtud y celo regulares yseculares, reuní algunas doncellas virtuosas y deseo-sas de consagrarse al servicio de Dios y al bien de lasociedad por medio de la enseñanza, contando fun-dadamente que éste sería el medio principal para susubsistencia»22.

Discernido su sueño, la decisión es firme como roca, capazde hacer frente a todo tipo de contrariedades que, como vere-mos, se presentarán desde los inicios. Tiene un convencimientoque lo anima y fortalece: ¡La Anunciata es Obra de Dios!

Otro texto nos permite comprender la originalidad de estanueva obra en relación con el Beaterio de Santa Catalina ya exis-tente en Vic, perteneciente a la Orden, del que fue nombrado di-rector en 1858. Este centro atendía desde el siglo XVII a laeducación de numerosas niñas de la ciudad y otras que prove-nían de más lejos. Aun valorando esta misión, él imprimiría asu fundación una característica peculiar que pone de manifiestoen la carta que escribe a la Reina Isabel II. En ella le expone:

«Que siempre ha considerado la instrucción a lasniñas como una obra de la mayor caridad y de la másgrande trascendencia para el bien de las familias yde la sociedad entera. Por esto ha considerado siem-pre que las Terciarias del Patriarca Santo Domingo sededicasen con grande esmero a dicha enseñanza y sibien es verdad que sus casas se llenan de niñas con-ducidas por sus padres de la ciudad y de fuera de ellapara que las den aquella instrucción que tan genero-samente prodigan a todos y la experiencia mani-

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fiesta; pero veía el suplicante con dolor de su corazónque muchos padres que viven en las poblaciones, al-deas y casas de campo no podían llevar a sus hijas alos colegios de la ciudad por su pobreza y otras cau-sas que son de todos bien conocidas y por lo tantoaquellas pobres niñas quedaban privadas de esta ins-trucción tan deseada. A fin de remediar este perjuiciopuso el suplicante otro colegio de Terciarias de lamisma Orden cuyas reglas con que se han regidohasta aquí tiene el honor de acompañar: y estas Ter-ciarias de dos a dos o más van a todas las poblacio-nes que las piden, aunque sean lugares de los másinsignificantes»23.

Era necesario salir al encuentro de las familias, no esperarque éstas llegasen a los colegios. En la nota adicional aclaratoriaa la Regla escrita en 1857 dice el P. Coll: «aunque en esta ciudadde Vic hay un Beaterio de Hermanas de Penitencia de Ntro. P. Sto.Domingo, dedicadas a la enseñanza de niñas, no contraen elcompromiso de salir a las poblaciones pequeñas donde fueranpedidas, cual le tienen las que se someten a la presente Regla»24.

2. Sin duda: ¡Dominicas!

El P. Coll, como dominico, comunica a su Fundación elmismo carisma que él vive con heroica fidelidad, aún fuera delconvento obligado por las circunstancias históricas del mo-mento. Fue él una encarnación viva del espíritu de Santo Do-mingo; La Anunciata responde en su época a la mismainquietud por la que éste fundó la Orden. Dicen los testigos:«fue el P. Coll un verdadero imitador de Jesús y de Santo Do-mingo»25. A continuación, señalamos algunos rasgos que carac-terizan el carisma dominicano:

Santo Domingo centró su ministerio apostólico en lapredicación de la Palabra. La contemplación y la com-pasión por la humanidad sufriente marcaron su ta-lante evangelizador y profético.

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23 Testimonios, pp. 549-550.24 V. T. GÓMEZ OP, Francisco Coll, OP (1812-1875) Obras Completas, Valencia 1994, p.

27. (=Obras Completas).25 Testimonios, p. 770.


El amor a María, sede de la Sabiduría y Madre de lamisericordia, es parte integrante del ideal de SantoDomingo quien puso la Orden bajo la protección dela Virgen del Rosario.

PREDICACIÓN El celo apostólico dominicano se fundaen la pasión por abrir a la humanidad caminos devida, de verdad y libertad. Desde los orígenes, el ca-risma dominicano busca «la salvación de las almas»mediante la predicación del Evangelio.

La Predicación es el núcleo del carisma dominicano,de ahí su nombre: Orden de Predicadores. El serviciogeneroso a la Palabra fue el objetivo primordial queDomingo quiso prestar a la Iglesia al fundar la Ordenen un momento histórico en que era necesario res-ponder a la herejía. Una predicación que es «una es-piritualidad, una experiencia cualificada del Espírituy su obra; un estilo de vida, una forma específica delseguimiento de Jesús»26.

VIDA COMÚN La comunidad es también un compo-nente esencial del proyecto dominicano original.Santo Domingo la consideraba «predicación en símisma», «santuario de compasión, escuela de per-dón». La comunidad dominicana es enviada a vivir,celebrar y anunciar la Palabra. Es una comunidad fra-terna, sencilla, orante y misionera congregada como«una sola alma y un solo corazón hacia Dios» (cf.Regla de San Agustín, Cap. I).

ORACIÓN-CONTEMPLACIÓN La contemplación parte de laPalabra de Dios revelada en la Sagrada Escritura y delos acontecimientos y realidades humanas. La con-templación dominicana está vinculada a la experien-cia apostólica y revierte en ella «contemplata allistradere», contemplar y dar lo contemplado. Se dicede santo Domingo que hablaba a Dios de los hom-bres y a los hombres de Dios.

27

26 Cf. DOMINICAS DE LA ANUNCIATA, Proyecto Marco General de Evangelización,pp. 10-11.


El estilo de la misión y de la formación en el carismadominicano, nace de la experiencia de Dios encar-nado. Por eso, la contemplación nos capacita paramirar el mundo con los ojos de Dios, con entrañas demisericordia. Enraizada en el silencio contemplativo,está profundamente unida a la acción y al compro-miso con la justicia.

La celebración de la Liturgia, en particular de la Eu-caristía, fue vivida por santo Domingo con intensidady puesta en el centro de la espiritualidad que comu-nicó a sus seguidores. Era consciente de estar cola-borando con Cristo en el misterio de la Salvación.

BÚSQUEDA DE LA VERDAD El lema de la Orden es «Veri-tas» (la verdad). El estudio dominicano está orien-tado a alcanzar la verdad y darla a los demás. Laverdad cristiana no es una realidad abstracta, lejana,sino una verdad personal. Es Jesucristo.

El estudio en la Orden es un medio esencial para unapredicación que conecte con la realidad de la gente.Forma parte de la dimensión contemplativa de la vidadominicana. Conduce a Dios hecho humanidad com-pasiva en Jesús. Con el estudio penetramos el mis-terio de la creación, de la salvación; es una forma deorar, de contemplar, de buscar y ofrecer la verdad, dedialogar. Está enfocado a la evangelización.

El estudio dominicano se hace en la soledad de la ha-bitación y en el silencio de la contemplación, en eldiálogo y confrontación comunitaria como búsquedacomún de la verdad. Es experiencia reflexiva y con-templativa que posibilita ejercer la actitud crítica ydialogal para que el mundo camine según el proyectode Dios.

Leyendo el Prólogo a la Regla o forma de vivir de las Her-manas no cabe ninguna duda de que Francisco Coll, desde elprimer momento concibió a La Anunciata formando parte de laOrden Dominicana. Bien conocido es este texto, y esencial paracomprender la identidad de su obra:

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«¡Qué frutos más copiosos y abundantes ha produ-cido este frondoso árbol hasta ahora! ¡Y qué frutosmás hermosos y agradables a Jesús y a María, pode-mos esperar dará este mismo árbol, esto es, esta Ter-cera Orden de mi Padre Santo Domingo de hoy enadelante con la gracia del Señor! ¡En dónde se fun-dan, pensará alguno, estas esperanzas! […] Esasramas recientemente producidas por el árbol de laTercera Orden de mi Padre Santo Domingo, son lasHermanas establecidas en esta religiosa ciudad deVic, calle de los Capuchinos desde el año 1856,siendo obispo el Ilustrísimo Señor D. Antoni Palau(YPR), [In Pace Requiescat, En Paz Descanse], quienconcedió licencia al Padre Fray Francisco Coll Domi-nico, en su mismo Palacio, para que trabajase en cul-tivar dichas ramas y flores, con el fin de que diesen yesparciesen sus olores de la verdadera doctrina, en-señándola por las poblaciones grandes y pequeñascon sus palabras y ejemplos»27.

El P. Coll identifica a «su Padre Santo Domingo» como eladmirable plantador, de quien él ha recibido la misión de culti-var dichas ramas y flores. Francisco Coll no se arroga el títulode Fundador, él es simplemente un trabajador, aquél que ha develar por la vitalidad de los nuevos brotes.

A la hora de dar origen a la Anunciata como nueva ramade la Tercera Orden de Santo Domingo, el P. Coll estaba muycomprometido con ésta, ya que el 6 de noviembre de 1850 habíasido nombrado director de la Tercera Orden Dominicana en Ca-taluña, por el Vicario provincial para los dominicos catalanes ex-claustrados. ¿No obedecería este nombramiento a un propósitode facilitar al P. Coll la fundación, conocidas ya sus intenciones?

3. El sueño se hace realidad

El 15 de agosto de 1856 será cuando se lleve a cabo esteproyecto tan querido y pensado por Francisco Coll: la fundación

29

27 Regla o forma de vivir de las Hermanas, pp. 73-75.


de las Terciarias Dominicas, que más adelante han de llamarseDominicas de La Anunciata28.

En la calle Call Nou n. 12 de Vic, en una casa alquilada, ve-cina a la que él habitaba desde que dejó Moiá en 1855, reunió alas siete primeras postulantes. Se conservan cinco nombres -

30

28 H. Socorro Pérez Campo Osorio en el artículo La Anunciata un nombre y un pro-grama, señaló que la Obra de Francisco Coll «tiene un nombre de fonética clara ysonora universalmente conocido: «LA ANUNCIATA». Este nombre no se debe al P.Coll aunque sí parece que estuvo en su mente, el de Encarnación o el de Anunciata.El Padre Coll se preocupó sobre todo de fundar Dominicas y, como la forma legalde entonces era insertarlas en la Tercera Orden las llamó sencillamente «Hermanasdel Orden de Penitencia de Santo Domingo de Guzmán» (Regla de 1863), o «Her-manas Terciarias Dominicas» (proyecto de Constituciones). Posteriormente llamó ala Congregación «De la Encarnación del Hijo de Dios». Prueba de ello es que el P.Enrich en 1874, al quedar como delegado del Padre Coll, envía a las Hermanas unacircular dirigiéndola «a la Rda. M. Priora general y demás Prioras y Hermanas Ter-ciarias Dominicas de la Congregación de la Encarnación del Hijo de Dios». Y en estamisma circular, las exhorta a aprender el ejercicio de la presencia de Dios en Naza-ret, donde el Verbo encarnado pasó la mayor parte de su vida, alegando como mo-tivo el que la Congregación lleve el nombre de la Encarnación del Hijo de Dios.Asimismo, al fallecer el Padre Coll, el Padre Enrich puso en el epitafio que había de-jado al mundo la Congregación de la Encarnación del Señor. Y en 1876 en su se-gunda circular la nombra también de la Encarnación del Hijo de Dios (la dirige comoSuperior de toda la Congregación de la Encarnación del Hijo de Dios de las HH. dela Tercera Orden de la Penitencia de Sto. Domingo).¿De dónde vino el nombre de Anunciata? El P. Getino afirma que entre las hermanasse había hecho muy general la idea de que había sido una equivocación lingüísticade la curia generalicia en Roma, aunque él lo atribuye más bien a invención del P.Larroca al enviar de vuelta en 1884 las Constituciones modificadas, siendo Directorde la Congregación el Padre Casatmijana. El P. Garganta pone de manifiesto que elP. Getino parte del supuesto de que el nombre de Anunciata no existe en cataláncon referencia a la Anunciación a María, mientras que él, con maestría de expertoinvestigador, reconociendo su poco uso, hace varias citas de este empleo y en es-pecial la del convento de la Anunciata de Gerona, cuyo recuerdo pudo influir en elPadre Coll.El P. Vito T. Gómez encontró en el archivo del Vaticano una carta con fecha del 11 deseptiembre de 1879 que envía el Padre Enrich al Maestro Fr. José Mª Sanvito, VicarioGeneral de los Predicadores, en la que dice así: «Espero poder dar al P. Larroca elborrador de las Ordenaciones para añadir a la Regla de la Orden Tercera para nues-tra Congregación a la que el Padre Coll dio el título de la Encarnación del Hijo deDios. Quizá pareciera mejor decir de María V. Anunciata».Según esto el nombre de Anunciata sería sugerencia del P. Enrich recogida segura-mente del ambiente y se habría hecho oficial al devolver el P. Larroca la Regla en1884; pero ya antes el mismo P. Enrich en su 3ª y 4ª circular a las Hermanas, la de-signa «de la Sma. Anunciata». Es de notar que se da este cambio después de la su-gerencia del P. Enrich al Maestro de la Orden, P. Sanvito. Más tarde el P. Casamitjanaen 1887 y 1890 la denomina «de la Sta. Anunciata» y el Padre Lesmes Alcalde en elaño 1892 llama a la Congregación «de la Anunciata». Así se la conoce hoy: Congre-gación de Hermanas Dominicas de la Anunciata.


Ramona Trías, Rosa Masferrer, Paula Auró, Catalina Rojas, Fran-cisca Subirana- pues dos de ellas no llegaron a profesar.

No acababan aquí los desvelos, se iniciaba en este grandía de la Asunción de la Virgen, otra etapa difícil y desafiante:consolidar esta fundación realizada en tiempos adversos y encondiciones muy limitadas. Pero la fe inquebrantable de su Fun-dador y su solícita atención a la obra que comenzaba, eran lamejor garantía de su continuidad y crecimiento.

La primera crónica de la Congregación deja constancia dela actitud del P. Coll hacia estas jóvenes, en las que en germenestaba ya la Anunciata de hoy.

«Era admirable la caridad paternal y la solicitud in-cansable con que procuraba el bien espiritual y cor-poral de sus hijas, tratándoles como a tales,hablándoles siempre con cariño, exhortándoles conla mayor dulzura y prudencia, enseñándoles con todasolicitud a hacer oración y a practicar las virtudesreligiosas, y procurando ya por sí mismo, ya por per-sonas celosas y competentes, instruirlas y perfeccio-narlas en las materias correspondientes, a fin dehabilitarlas para el desempeño de la enseñanza enlas escuelas»29.

4. Rápida expansión inicial

Habían pasado apenas diez días desde que el P. Coll reu-niera al primer grupo de postulantes, en agosto de 1856 y esta-bleciera una comunidad en Roda de Ter, y un año más tardepasaban ya la decena de casas. Esta sorprendente expansióninicial se explica en parte, por la incorporación de las Servitas30.

¿Quiénes eran las Servitas? Una asociación religiosasurgida en 1850, que se dedicaba a la enseñanza de niñas yatención a enfermos en hospitales. Fueron especialmente pro-movidas por el canónigo de la catedral de Vic, Jaime Passarell.En 1856 era director general de las mismas el Padre FranciscoColl, por encargo del Sr. Obispo. En Taradell se reunieron las tres

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29 Crónica de la Congregación, T. I, 1ª ed., pp. 48-49.30 El Padre Coll, dominico, pp. 282-290.


primeras, entre ellas Rosa Santaeugenia. Habían logrado exten-derse por varios poblados, llegando a establecerse en Vic en1854.

Un momento clave en la vida de las Servitas fue su incor-poración a la Tercera Orden de Santo Domingo, después deunos ejercicios espirituales celebrados en febrero de 1857, enlos que profundizaron sobre la vida consagrada y el espíritu do-minicano vivido por tantas santas y santos a lo largo de la his-toria. Al finalizar dichos ejercicios, predicados con tanto fervory conocimiento por el Padre Francisco Coll, el grupo en plenode las Servitas aceptó formar parte de la Tercera Orden de SantoDomingo. Recibieron el escapulario e iniciaron su preparaciónpara la profesión religiosa. En un manuscrito del P. Coll se lee:

«Se comienza esta obra de las Hermanas bajo el tí-tulo de Hermanas Servitas, y en el mes de febrero delaño 1857 se incorporaron todas a la Tercera Orden delPadre Santo Domingo, todas las de los puestosdonde estaban ya colocadas y se continúa con la gra-cia de Dios Nuestro Señor»31.

Se entiende ahora lo que afirmábamos antes de la rápidaexpansión del naciente Instituto que además de la incorpora-ción del grupo de las Servitas, se ve constantemente incremen-tado a través de la ininterrumpida acción misionera de FranciscoColl por los pueblos y ciudades.

El Padre Antonio Orge, Superior general del P. Coll en sucalidad de comisario Apostólico de los Dominicos en España,reconoce la fecundidad de su obra, cuando le escribe:

«Me parece que ya experimenta Vuestra Paternidadel consuelo visible de la Providencia, no menos quesu mano protectora y benéfica en tan santa empresa,viéndose, en menos de un año, con casa propia paralas Hermanas, y éstas esparcidas ya en once pobla-ciones derramando la semilla de la buena instruccióny enseñanza»32.

El riguroso estudio que el P. Vito T. Gómez, OP hace de las

32

31 Obras Completas, p. 16.32 Testimonios, p. 561.


fuentes históricas, le permite poner nombre a esas primerasonce poblaciones, además de Vic, a las que se refiere el P. Orge:Roda de Ter, Taradell, Pardines, Gironella, Súria, Rupit, Sant Es-teve d’en Bas, Montagut de Fluvià, Santa María de Corcó o L’Es-quirol, Folgueroles, Calldetenes.

5. Primeras profesiones religiosas

El día señalado para hacer las primeras profesiones fue el12 de septiembre de 1857, sábado y fiesta del Santísimo Nombrede María. Fueron diez las primeras que pronunciaron la fórmulade profesión, adaptada de la regla de la Tercera Orden tal comola utilizaban las Terciarias religiosas. Sus nombres: Rosa San-taeugenia y Coll, María Planas, Sabina Morer, Josefa Costa,Magdalena Solá, María Ana Prat, Cayetana Furadat, MargaritaSerra, Alberta Baulenas y Rosa Masferrer. Solamente esta úl-tima pertenecía a las primeras postulantes que ingresaron el 15de agosto de 1856. Fue éste el primer grupo de profesas de lanaciente Congregación, mientras otras jóvenes continuaban enVic formándose para seguir los mismos pasos.

Las palabras que utilizaron como fórmula de consagra-ción, fueron éstas:

«A honra de Dios omnipotente, Padre, Hijo y EspírituSanto, de la bienaventurada siempre Virgen María ydel bienaventurado Santo Domingo, nuestro Padre:Yo, hermana..., delante de vuestra reverencia, padrefray Francisco Coll, director, hago profesión, y pro-meto guardar los votos de obediencia, pobreza y cas-tidad. Quiero vivir así de hoy en adelante según laregla, ordenaciones y método de vivir de las herma-nas de la misma orden de penitencia de nuestropadre Santo Domingo, con la ayuda de Dios, interce-sión de María Santísima y de nuestro padre SantoDomingo»33.

Tan sólo a un año de la fundación se necesitó adquirir enVic -calle Capuchinos-, un edificio de mayores dimensiones, in-cluso con su huerto, donde se formarían las futuras religiosas, la«casa propia» de la que hablaba el P. Orge en la carta antes men-

33

33 El Padre Coll, dominico, p. 305.


cionada. Ésta se ampliará con la adquisición de una casa colin-dante y será el lugar donde se inaugure en 1865 el colegio de Vic.

Es importante señalar que al reunir el Padre Coll a las pri-meras siete postulantes en la calle Call Nou de Vic, contaba contodas las licencias que se requerían en aquel momento para fun-dar religiosas Terciarias Dominicas. Disponía de la autorizaciónverbal del Obispo de su diócesis: D. Antonio Palau, así como dela aprobación del Superior provincial para los dominicos. Esteera el procedimiento que se seguía cuando se abría una casa dela Tercera Orden regular: «con la anuencia del Obispo, el pro-vincial nombraba un vicario o director del beaterio, que nor-malmente era el prior del convento de los frailes»34. Comohemos visto, Francisco Coll había sido nombrado ya desde 1850director de la Tercera Orden en Cataluña, por el Vicario provin-cial, P. Roma, OP. Desde entonces tenía ya la facultad para fundaresta nueva entidad dentro de dicha Tercera Orden.

Muy alentadora y gratificante fue para el P. Coll recibir enagosto de 1857 una carta del comisario apostólico Antonio Orgey Corbacho, respondiendo a la suya, en la que le manifestabacon toda claridad la aprobación de tan digna obra35.

Más adelante haremos mención de los pasos instituciona-les que se fueron dando conforme a las exigencias del derechocanónico, así como la evolución de la normativa que fue orien-tando sucesivamente la vida de la Congregación.

6. Los difíciles tiempos de la Fundación

La convicción del P. Coll de que esta obra que nacía delpolvo de la tierra era «obra de Dios» constituyó un potencial deenergía para hacer frente a las circunstancias contrarias a quesiguiera adelante.

Comenzando por el mismo Obispo Antonio Palau y Ter-mens, que le había autorizado verbalmente a llevar a cabo lafundación, al poco tiempo, trató de disuadir a su fundador paraque disolviera la Congregación. ¿Qué razones motivaban estecambio de actitud?

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34 El Padre Coll, dominico, p. 277.35 En el Anexo I se transcribe la Carta del P. Antonio Orge OP.


En realidad, el obispo Palau no se había comprometido porescrito ya desde el inicio, quizá no estaba convencido de la opor-tunidad de esta fundación. La época por la que atravesaba laIglesia en relación con el poder político era muy hostil, de francaoposición hacia los nuevos institutos religiosos que surgían.

En 1855 había logrado no sin dificultades, la aprobaciónoficial en la diócesis, de las Carmelitas de Vedruna; sin embargo,se conoce la disposición del gobierno que advierte sobre futurassimilares fundaciones. La Reina Isabel II establece «que encar-gue y prevenga terminantemente a todos los prelados u Ordi-narios eclesiásticos de la diócesis y a los Gobernadores civilesde las Provincias, […] no consienta, por ningún título, se esta-blezcan en adelante en sus respectivos territorios otras asocia-ciones iguales o análogas sin que preceda la Real veniaindispensable para su instalación, obtenida por conducto delMinisterio de mi cargo»36.

No es de extrañar que, el Obispo Palau consciente de estasituación política y haciéndose eco de los reparos que otroseclesiásticos tenían hacia la obra del P. Coll, lo llamara con la in-tención de convencerle de abandonar dicha empresa. Es muyaleccionador el diálogo que se establece entre ambos: «Pero,padre Coll, ¿qué hacemos con las leyes? A esto respondió nues-tro Santo con otra interrogación: Excelentísimo Señor, ¿qué ha-cemos con las almas?»37 Ante esta objeción el Obispo Palaucedió y permitió que continuaran, pero discretamente, sin usartoca que las distinguiera.

No fueron sólo éstas las contradicciones que dificultabanun despliegue sereno de la nueva Congregación. El Padre Coll,y las mismas jóvenes tuvieron que afrontar las críticas del en-torno, en particular de los mismos eclesiásticos que desconfia-ban de que la obra pudiera prosperar. Dura oposición quellevaba en sí una gran fuerza desmoralizadora, pero que nopudo contra la tenacidad de un hombre de fe, convencido deque estaba llevando adelante un designio de Dios.

¿En qué se basaban estas críticas y desconfianzas? En elmuy humilde punto de partida de esta fundación: sin recursos

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36 J. Mª DE GARGANTA, Francisco Coll, Fundador de las Dominicas de la Anunciata, Va-lencia 1976, pp. 243-244. (=Francisco Coll, Fundador de las Dominicas de la Anun-ciata).

37 El P. Coll dominico, p 279.


económicos, edificada sobre un puñado de jóvenes pobres y sincultura que, paradójicamente se irían a dedicar a la educaciónde las niñas. El mismo Padre Coll, en el prólogo a la Regla oforma de vivir de las Hermanas, se refiere a este descrédito delos primeros tiempos, a la vez que se goza por los frutos que yaestá dando esta obra de Dios bajo el impulso de su admirableplantador.

«[…] Esas ramas y flores, esto es, esas Hermanas tandespreciadas, aborrecidas y hasta perseguidas de al-gunos, son las que regadas con el mérito de las vir-tudes de mi Padre Santo Domingo, adquiridas hastacon el sudor de su sangre, están dando los más co-piosos frutos en los muchos establecimientos queestán dirigiendo, después de haberse sujetado a losrigurosos exámenes y oposiciones según las leyes vi-gentes de Instrucción pública38».

Los inconvenientes eran reales, los comienzos fueron muypobres. Las jóvenes experimentaban incomodidades, no teníanal principio ni siquiera cama para todas. Eran además influencia-das por el consejo de quienes se oponían a la obra. Algunas de-sistieron. Todas encontraron el aliento firme y tierno del P. Collque actuaba como un verdadero padre y maestro espiritual. Re-cogemos alguno de los testimonios de estas primeras hermanas.

«Se fundó el Instituto con tanta contradicción departe de los mismos eclesiásticos, que hasta algunosde ellos no nos querían confesar, por motivo (decíanellos) de ser engañadas por el P. Coll. Éste nos con-solaba y decía que no había por qué apurarse; puescuanta más contradicción mejor, y que, como “estoera obra de Dios”, todo lo soportaría. Sí, sí; decía él,prosperará mucho, a pesar de los obstáculos que seopongan, siendo así que muchas de las niñas que so-licitaban entrada en el instituto eran desaconsejadas,reprobadas y hasta despreciadas por sacerdotes, yalgunos constituidos en dignidad, llegando por estefin a salirse del Instituto algunas novicias, despuésque el P. Coll había sacrificado sus pobres intereses,para hacerlas instruir»39.

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38 Regla o forma de vivir de las Hermanas, Prólogo, p. 75.39 Vida del Reverendo Padre Fray Francisco Coll, p. 103.


El Padre Coll animaba a las jóvenes a que confiaran en Diosy perseveraran, exhortándoles a que tuvieran fe, virtud capaz detrasladar montañas. Al mismo tiempo, él no dejaba de hacertodo lo que estaba a su alcance para atender a sus necesidadestanto materiales como espirituales. La compra de la casa de calleCapuchinos en Vic, al año de la fundación, nos habla de la acciónde la Providencia, a la que correspondía con solicitud el Funda-dor de La Anunciata. Sabemos que, a partir de concretarse elproyecto fundacional, ya no rechazaba el aporte económico querecibía de sus servicios misioneros, tampoco las limosnas; todoslos recursos tenían ya un justificado destino: el crecimiento dela Congregación para el servicio del Reino de Dios.

Finalmente, en los orígenes mismos de La Anunciata, hubootro escollo difícil de abordar: las jóvenes que llegaban prove-nían de ambientes socialmente poco promovidos, no tenían su-ficiente instrucción ni cultura. Era urgente comenzar aprepararlas para la misión específica de la Congregación.¿Cómo podrían hacerse cargo de educar niñas si ellas no lo es-taban suficientemente?

A ello se abocó el Padre Coll desde el primer día. Contócon el apoyo de profesores del Seminario que el Obispo Palaule ayudó a conseguir, colaboró también algún estudiante y élmismo les formaba, cuando estaba en la casa. Dio gran impor-tancia a que unas a otras se enseñasen, de manera que se mul-tiplicaran los beneficios y se pusieran al servicio los talentosrecibidos. El P. Francisco Enrich, OP fue testigo de lo dicho:

«Recuerdo bien la solución dada a la siguiente duda:¿Y cómo se mantiene el Noviciado, etc.? El Gobierno,dijo, mantendrá todo. Serán maestras: en concursoobtendrán las plazas, o sea el Título municipal pagadopor el Gobierno, y asunto concluido. Se ofrecía otraduda: ¿Cómo llegarán a ser maestras, ya que ademásde las labores propias de la mujer, se necesitan tan-tos conocimientos de Gramática, Aritmética, Geogra-fía, Historia, etc.? ¡Oh! se enseñarán unas a otras»40.

En la Regla o Forma de vivir de las Hermanas el Padre Collles indicará con firmeza: «Quisiera tuvieseis otra hora de oraciónpor la noche, pero atendida la necesidad de conservar y aumen-

37



tar vuestra instrucción para el buen desempeño de la enseñanzaos mando que tengáis una hora de estudio con la misma obli-gación y rigor con que deberíais hacer la santa oración».41

Más adelante, al referirnos al desarrollo de la Congrega-ción en los primeros años constataremos que las hermanas seesforzaron por conseguir los puestos docentes sometiéndose alas exigencias legales, y eran muy valoradas en los lugaresdonde ejercían su misión. No se le simplificaron al Padre Colllos caminos de manera que se las eximiese de presentarse aoposiciones; justamente en ello se ponía en evidencia lo queéste repetía «que se vale Dios Nuestro Señor de los ignorantespara confundir a los sabios, de los flacos para confundir a losfuertes, de los pobres para confundir a los ricos y de los des-preciados para confundir a los alabados y aplaudidos»42. Se vetambién que las hermanas respondían con responsabilidad alas exigencias de su propia formación.

Francisco Coll tenía muy claro el objetivo: «que despuésde hacerse idóneas para la enseñanza, saliesen como brillantesestrellas, a imitación de mi Padre Santo Domingo, para iluminarcon su doctrina a las innumerables pobrecitas niñas, que vancaminando entre las tinieblas más espesas de la ignorancia yen medio de los más horrorosos escándalos»43.

7. Fundaciones mientras vivía el P. Coll

El Padre Coll desde los orígenes de la Congregación sepreocupó de la formación de las hermanas y las orientó en lasprimeras fundaciones, señalando con claridad su finalidad yrazón de ser. Quiso que, fieles al espíritu de Santo Domingo, sededicaran con eficacia y competencia a la educación, aportandola luz de la fe y promoviendo la vida cristiana integral.

«[…] esta Congregación había sido fundada para ir adistribuir el pan de la educación principalmente enlos pueblos medianos y pequeños que no tienen pro-porción para enviar sus hijas a otros colegios…»44.

38

41 Regla o forma de vivir de las Hermanas, p. 87.42 Regla o forma de vivir de las Hermanas, p. 76.43 Regla o forma de vivir de las Hermanas, p. 76.44 En Testimonios, p. 345 (el P. Vito cita al P. Alcalde y Lumen Domus, 55 cap. VI, pu-

blicado en Crónica, Tomo I, 2ª Ed., pp. 48-49).


Para esto las hermanas, debían distinguirse por el tratoasiduo de la Palabra de Dios en el silencio de la contemplación,el cultivo de las ciencias humanas y la sensibilidad hacia la re-alidad social en la que debían ejercer su misión. En la escuelade María, dio gran importancia a la meditación y difusión delSanto Rosario.

Las circunstancias del momento, a la vez que favorablespara impulsar la enseñanza en las poblaciones menores, fueronexigentes a la hora de posibilitar el ejercicio de la docencia. Unaño después de fundarse la Congregación se publicó la Ley deInstrucción Pública promovida por el Ministro de Fomento D.Claudio Moyano; en dicha Ley se establecía la obligatoriedad dela enseñanza primaria. Los municipios tendrían que promoverescuelas en sus respectivos ámbitos y los maestros estabanobligados a obtener títulos.

El 10 de agosto de 1858 apareció una aclaración a la Ley,en la que se precisaba que los nombramientos de maestros severificarían por concurso u oposición, según los casos. Obten-drían la escuela en propiedad cuando contaran con tres años deejercicio en la pública y seis en la privada. En septiembre delmismo año salió una nueva Ley para el mejoramiento de la en-señanza, reconociéndose que la enseñanza en los pueblos sufríaun lamentable grado de abandono. Ya lo había captado el P. Collen sus misiones, y con corazón profético y apostólico habíaapostado por la educación de la niñez y juventud. En este con-texto se desarrollaría la escuela que él propiciaba, dirigida a laformación integral, abierta a todos, orientada a potenciar los va-lores humanos y a transmitir la fe45.

El P. Coll promovió la presencia de sus religiosas en escue-las públicas, debiendo estas ganar por concurso las plazas. Po-dían así ejercer una acción en los pueblos a través de unaenseñanza gratuita, accesible a las familias más humildes. Esconocida la carta que escribió el Obispo de LLeida, Mons. Puig-llat al Nuncio Barili, en enero de 1864 en la que describe la si-tuación de la nueva Obra y la dirección que las hermanasreciben de su Fundador:

«En Vic tiene con iglesia, aunque pequeña, la casa

39

45 En el Boletín Anunciata, nn. 217-218, año 1988, encontramos dos artículos referidosa la misión educadora de la Congregación en sus orígenes.


Matriz grande y capaz, que se ha él comprado, dondetiene hoy día más de 60 novicias, cuales se formanen espíritu religioso y se les da una educación esme-rada. En el Colegio que de poco más de dos años haestablecido en ésta de LLeida, como su superioracayó en gracia de los gobernantes de aquel entonces,fue nombrada examinadora de maestras de provinciaen la Normal de esta ciudad, y con esta proporcióntodas las Hermanas de capacidad las hace pasarmaestras con título, las manda a oposiciones de lasplazas de magisterio del Gobierno y quedan provis-tas con tales plazas en tanto, que de los 36 estableci-mientos, obtienen las plazas públicas en 26 de ellos,y con las asignaciones de éstos y las dotes pequeñasque aportan ellas, las procura casas propias. Hastaahora es un prodigio este Instituto».

El P. Coll aceptó también algunos hospitales, en casos ex-cepcionales por encargo municipal, de igual manera como re-cibía las escuelas, el camino era el de las Juntas Municipales deBeneficencia e Instrucción pública. Casi siempre se trataba defundaciones mixtas de escuela-hospital; pero éstos últimos eranpequeños con muy poco movimiento de enfermos.

Eran objeto de su predilección aquellas poblaciones quese caracterizaban por la sencillez de sus habitantes y el aban-dono en que, por parte de las autoridades, se encontraba la en-señanza. La preferencia del P. Coll por los pueblos rurales en losque no estaba atendida la educación de las niñas está bien ex-presada por Lesmes Alcalde en la Crónica. Señala que el Fun-dador de La Anunciata:

«[…] quiso que las Hermanas fueran útiles para todaslas clases sociales, pero de un modo especial para lasmás necesitadas, es decir para las clases rurales. Poreso, aunque se le ofrecieran muchas ocasiones paraestablecer Hermanas en ciudades y villas de nombra-día, prefirió las poblaciones de menos lustre ante lasgentes, pero de grande estima ante los ojos de Dios.Recordaba, al efecto, que las ciudades y villas impor-tantes tenían sobrados elementos de educación ymoralización, que mayor fruto podrían hacer las her-manas en el terreno virgen e inculto de las poblacio-

40


nes de segundo y tercer orden que en estos terrenosexplotados de las poblaciones grandes»46.

No obstante, la indiscutible preferencia que el P. Coll tienepor los pueblos pequeños en los que crece admirablemente lapresencia de sus religiosas, se hace también patente su sensi-bilidad de apóstol cuando advierte la miseria moral y religiosaen las que quedan sumidas las poblaciones más grandes du-rante los años conflictivos de la década de los sesenta «expues-tas con las nuevas leyes de imprenta y las libertades de lospasados Ministerios, a mayores peligros que las poblacionesrurales»47. Así se abre a establecer hermanas en la populosaBarcelona.

Las Crónicas cuentan que muchos le habían solicitado alP. Coll fundar en la ciudad condal, pero todos los argumentosque le daban no despertaban en él tanto interés como lo hacíanotras fundaciones en pueblos menores. Pero al estallar la revo-lución septembrina de 1868 y saber sus nefastas consecuencias,pensó que había llegado el momento de fundar en Barcelona,lo que pudo concretar el P. Enrich en 1876.

Desde agosto de 1856 la Congregación se expandió rápi-damente por Cataluña;48 a la muerte del P. Coll, existían ya 53comunidades a las que nos referiremos al final de este apartadoen un cuadro resumen.

7.1. Algunas constantes que se repiten en las primeras funda-ciones

Intensa formación humano-cristiana proporcionada a las her-manas

El Padre Coll, como queda dicho, enseñó a las hermanas ahacer oración y a practicar las virtudes religiosas, procurandoél mismo y a través de personas celosas y competentes, ins-truirlas en las materias correspondientes a fin de habilitarlaspara el desempeño de la enseñanza en las escuelas.

41

46 Crónica de la Congregación,T. I, p. 159.47 Crónica de la Congregación,T. I, p. 175.48 Cf. El P. Coll, dominico, pp. 282-283.


«[…] establecí una Casa Matriz en esta Ciudad de Vic,por ser uno de los puntos más a propósito para pasarel noviciado y al propio tiempo acabar de disponersea fin de poder ejercer legal y fructuosamente el ma-gisterio de instrucción primaria de los pueblos»49.

Solicitud y buena acogida de los pueblos a las hermanas

Generalmente las fundaciones eran solicitadas por losAyuntamientos de los pueblos, que en muchas ocasiones no po-dían sostener los gastos de las maestras, pero deseaban espe-cialmente una formación religiosa. También el Párroco u otraspersonas influyentes del pueblo pedían la presencia de las her-manas.

«Corría el año 1857 cuando Dª Mariana Tarrús de Al-bert tuvo el pensamiento de fundar en San Estebande Bas, provincia y diócesis de Girona, un Colegio deHermanas que, por su profesión, se dedicasen a laeducación de niñas, especialmente de las más pobre-citas. El Cura-Párroco Rdo. D. Pedro Capdaigua le diosu aprobación y se comprometió a hacer por símismo las primeras diligencias. Escribió al P. Coll yle suplicó tres Hermanas Dominicas de la nacienteOrden Tercera. El P. Coll no se hizo rogar y le concediólas tres Hermanas solicitadas. Llegaron a San Este-ban de Bas el 18 de febrero de 1858 [1857] y fueronrecibidas con grandes demostraciones de alegría. ElP. Coll presentó a las Hermanas desde el púlpito en-careciendo su misión y pidiendo al pueblo suapoyo»50.

El mismo P. Coll, en su constante predicación de la Palabrase adelantaba en ocasiones a los solicitantes ofreciendo a lashermanas, anunciando desde el púlpito, cuando Dios se lo ins-piraba, que debiendo él ausentarse supliría su ausencia con Her-manas Dominicas51.

Las hermanas eran presentadas en los pueblos por el P.

42

49 Testimonios, p. 558.50 Crónica de la Congregación,T. I 2ª ed., pp. 60-66.51 Crónica de la Congregación,T. I 2ª ed., p. 73.


Coll, con tal unción que despertaba el entusiasmo e incluso laslágrimas del auditorio por la inmensa satisfacción de tener enel pueblo aquellos ángeles tutelares.

De la crónica de Montagut de Fluvià, provincia y diócesisde Girona el 19 de febrero de 1857:

«[…] difundiose luego el rumor de una función en laIglesia por tan plausible motivo, y a pesar de ser díade trabajo, al caer de la tarde, sin previo aviso, a noser a algunas familias que viven separadas del cascode la población; al alegre repique de campanas vié-ronse reunir en el Templo algunos centenares de per-sonas, a quienes el fervoroso e infatigable P. Coll tuvosuspensas de sus labios más de una hora. En undiscurso de buenas formas y lleno de unción, comotodos los suyos, ponderó la necesidad de una buenaeducación tanto en la parte moral como en la mate-rial, probando con esto que es un medio muyadecuado para alcanzar nuestro último fin, y conclu-yendo que era un rasgo muy caracterizado de la di-vina providencia a favor de la parroquia de Montagutel establecimiento de aquellas segundas madres, queen su vida de retiro y abnegación tomaban a su cargoel riego y cultivo de las tiernas plantas que colocadaspor el Señor en el jardín de cada familia despediríanun día el fragante olor de sus virtudes»52.

Acompañamiento y cuidado de las hermanas

El P. Coll se esmeraba en el cuidado y acompañamiento alas hermanas. Su delicadeza queda de manifiesto en la grancantidad de detalles y gestos paternales que tenía con ellas:

«Al acompañarlas a los pueblos, o al trasladar a al-guna de un punto a otro, muchas veces procurabaque ellas pudiesen ir montadas en caballerías, ha-ciendo él el viaje a pie»53.

«Al atravesar el mercado de Barcelona llamado

43

52 Testimonios, pp. 339-340.53 Testimonios, p. 336.


Borne, nos compró media docena de naranjas dicién-donos: ellas son caras, pero…»54.

«En todo se conocía el interés y anhelo que tenía paracon todas sus amadas hijas, procurándoles todo elbienestar posible espiritual y corporal. Más grande omejor caridad apenas existe en la tierra»55.

Su cuidado y preocupación por las hermanas se manifiestaclaramente cuando estando predicando en Igualada, interrum-pió la misión para acudir a la necesidad de una hermana queestaba atravesando un momento de dificultad:

«Habiéndole dado cuenta un Sacerdote del estado dela ex-Maestra de San Lorenzo Saball, por efecto delas tentaciones que padecía contra la vocación, el P.Coll a pesar de hallarse predicando un novenario enIgualada, lo suspendió por venir a consolarla, pare-ciéndole que, en aquellas circunstancias, una Her-mana debía ser preferida a toda una población. Y nose contentó con tranquilizarla. No pudiendo perma-necer más tiempo, por exigir su presencia otras mu-chas personas, antes de regresar, le encargó que seconfesase durante algunas semanas con el Rvdo.Rivas Aguilera»56.

Forma de subsistencia: fruto del trabajo, ayuda de personas delos mismos pueblos; escasez y mucha alegría.

El Padre Coll, como verdadero padre, cuida a sus hijas paraque no les falte nada, pero aun así es grande la escasez de al-gunas comunidades. Lo más importante tanto para él comopara las hermanas era poder instalarse en el pueblo, alojándoseen un primer momento donde se les ofrecía un lugar. Siempreque era posible intentaban buscar casa propia y erigir un orato-rio donde poder rezar y tener misa.

Es interesante recoger el testimonio de la primera funda-ción que hizo el P. Coll, en Roda de Ter, a sólo diez días de haberreunido en Vic a las primeras postulantes:

44

54 Testimonios, p. 684.55 Testimonios, p. 517.56 Obras Completas, p. 757.


«[…] Lo primero que hizo fue buscarles un localdonde pudiesen dedicarse a los ejercicios de la vidareligiosa y a la enseñanza de niñas y adultas. Inútil estratar de describir el convento de las primeras Her-manas: un dormitorio de reducidas proporciones,una alcoba habilitada para oratorio privado, con unaimagen de la Virgen del Rosario, un salón grandepara escuela y un rincón donde preparar la comida:he aquí todas las dependencias de la primera casa fi-lial. Para que en todo brillase la pobreza, la casa eraalquilada, las cucharas de madera; la cama con unsencillo jergón. Amueblada así la casa, reunió en laIglesia al pueblo y después de haberle ponderadocon su acostumbrada unción la necesidad y ventajasde la enseñanza religiosa y el sacrificio que hacían lasHermanas en bien de la sociedad, le excitó a secun-dar tan santos fines protegiendo moral y material-mente a las Terciarias presentes. Esta primerafundación acreditó que la obra del P. Coll era todaobra de Dios…»57.

El testimonio de Sant Feliu Saserra ofrece varios aspectosque de alguna manera eran frecuentes en las primeras funda-ciones.

«La instalación de las Hermanas en San Feliu Saserra,provincia de Barcelona y diócesis de Vic, fue debidaal celo del P. Coll, secundado del Párroco y de la po-blación en general. En el mes de mayo de 1859 el P.Coll instaló en una pobre casa provisional a las tresHermanas Rosa Santaeugenia, Coloma Geninó y Al-berta Saragosa. Los primeros años se deslizaron tran-quilos. Las limosnas, la dotación y las retribucionessatisfacían plenamente las necesidades de las Her-manas que, sin pretensiones de ninguna especie,educaban cristianamente a las niñas de la alta mon-taña.

En 1864 la Hermana Francisca Montañá obtuvo la es-cuela en propiedad y la pudo conservar sin verse mo-lestada por el famoso juramento de la Constitución,ya que no se vieron expuestas a los vaivenes de

45

57 Crónica de la Congregación,T. I, p. 27.


aquella época azarosa. La muerte de la Hermana,acaecida en 1881, cambió el rumbo hasta entoncessiempre apacible de las Hermanas. Durante un añocontinuaron en clase de interinas firmando la Her-mana Raimunda Puigdoménech y al fin quedaron ce-santes y sin ningún auxilio humano. Dios nuestroSeñor cuidó, sin embargo, de sus siervas, dándolesuna grandísima alegría por tener que sufrir las con-secuencias de la pobreza. El Sr. Obispo de Vic y el Pá-rroco les dieron anualmente, mil reales cada uno conla condición de tener abierto un colegio particular. Laasistencia de las niñas al colegio y el aprecio generalde las gentes templaron la soledad en que se encon-traban»58.

7.2. Rasgos de las Hermanas

Es importante captar los rasgos de las primeras comunida-des, que recibieron directamente del Padre Coll el carisma, a tra-vés de sus enseñanzas y del ejemplo de su vida. Señalan losespecialistas que la época fundacional configura el nacimientoy condiciona el desarrollo futuro de un Instituto, ya que, al serasumida y vivida la experiencia carismática del fundador, éstase convierte en el código genético que define las notas específi-cas de la nueva comunidad: espiritualidad, misión, estilo de vida.

Señalamos algunos rasgos de las hermanas que se des-prenden de la lectura de las primeras Crónicas de la Congrega-ción. Las hermanas se caracterizaban por ser mujeres de fe yoración que vivían la vida fraterna en comunidad con espíritude pobreza y austeridad, conformándose con lo mínimo ysiendo desprendidas:

«Siguiendo la norma trazada por el P. Coll, las herma-nas se contentaban con el pan nuestro de cada día,admitiendo sólo las retribuciones y limosnas quebastaban para su parca alimentación»59.

Generosas y disponibles, eran sensibles a las necesidadesdel prójimo, particularmente atentas a aquellas jóvenes quemostraban cierta inquietud vocacional. Así mismo, amaban el

46

58 Crónica de la Congregación,T. I, pp. 81-85.59 Crónica de la Congregación,T. I, p. 53.


estudio y estaban abiertas a la formación, preparación técnicay doctrinal, capacitándose con exigencia para la misión. Erantenaces en el ideal y superación de las dificultades, manifes-tando alegría, espíritu de servicio y audacia evangélica en la mi-sión encomendada.

Un ejemplo entre otros muchos, de la pobreza que vivíanlas hermanas lo encontramos en Taradell:

«Un Crucifijo y una imagen de Nuestra Señora de losDolores presidían sus actos religiosos, y por su po-breza, hacían la meditación cada una por sí sin leerpara ahorrar la poca luz que leyendo hubieran gas-tado. De noche aprovechaban para trabajar la clari-dad de la luna»60.

Otro rasgo positivo que se observa en las hermanas es sulaboriosidad, herencia que reciben de su Fundador, a quien elObispo de Vic en su Visita Ad limina del año 1869, identificacomo «religioso de la Orden de Predicadores, sacerdote labo-riosísimo, de máximo celo y probada virtud». De las hermanasde Sant Esteve d’en Bas se dice: «Continuaban las hermanascon todo ardor y ahínco trabajando en bien de las niñas, quedóciles a sus enseñanzas, subían piadosas y buenas». Se narraen las Crónicas de la comunidad de Santa Pau:

«Dispuestas las clases con el material adecuado, pu-dieron competir con ventaja a las maestras seglaresy aun cuando éstas no perdonaban medios para arre-batarles las alumnas, la matrícula no disminuyó, y lasHermanas prosiguieron trabajando asiduamente enla educación e instrucción de las niñas, celebrandoexámenes públicos, exposición de labores, organi-zando veladitas, en fin, cuanto pudiera servir de estí-mulo y emulación en la enseñanza»61.

El P. Lesmes Alcalde destaca las virtudes de las primerashermanas. Al seleccionar a algunas de ellas para presentarlascomo modelos en su Crónica, señala que le es difícil hacerlo yaque el conjunto de estas primeras hermanas, son dignas de imi-tación:

47

60 Crónica de la Congregación,T. I, p. 33.61 Crónica de la Congregación,T. I, p. 68.


«[…] El modo con que practicaron la pobreza, obe-diencia y castidad las primeras hermanas y sus virtu-des a toda prueba, patente está aún a los quepresenciaron las fundaciones, las oyeron en el tribu-nal de la penitencia y las trataron más familiarmente.Si se distingue a algunas de ellas, los mismos testi-gos afirman con sorprendente unanimidad: “comoesas eran todas o casi todas”»62.

En Lleida encontramos un ejemplo de cómo la formaciónde las hermanas fue una preocupación:

«Corría el año 1860 cuando el P. Coll, deseando pre-parar algunas hermanas para el magisterio, dispusoque se trasladasen a Lleida dichas hermanas con elfin de hacer el cursillo de preparación en aquella Es-cuela Normal. Confió el cuidado de las hermanas alentusiasta dominico padre Ramón Vallés»63.

En este período se nos relata cómo las hermanas con subuen hacer lograron vocaciones para la Congregación:

«Las mismas hermanas, establecidas en las casas fi-liales, contribuían prodigiosamente a fomentar lasvocaciones, pudiendo decirse con verdad, que porcada una que salía de la Casa Matriz, volvían de lascasas filiales aspirantes duplicadas»64.

7.3. Evolución de las fundaciones en un período conflictivo

El profundo cambio en las ideas y en el campo socio polí-tico que se venía gestando culminó con la revolución septem-brina de 1868, la más profunda en la España del siglo XIX. Tuvolugar un golpe de estado que derribó a la reina Isabel II, éstahuyó a Francia y se establecieron juntas provisionales de go-bierno, dando comienzo al sexenio revolucionario que duróhasta 1874. Se sucedieron en poco tiempo diversas formas degobierno, tres guerras civiles y finalmente se vio restaurada laMonarquía en la persona de Alfonso XII.

48

62 Crónica de la Congregación,T. I, 1ª ed., pp. 558-559.63 Crónica de la Congregación,T. I, p. 99.64 Crónica de la Congregación,T. I, p. 79.


En este período conflictivo se suprimían las casas religio-sas que se habían fundado desde 1837, aunque se salvaban sólolas religiosas dedicadas a la enseñanza o beneficencia. El P. Collactuando con prudencia prefirió no admitir en este tiempo a laprofesión perpetua, sino a la renovación trienal de los votostemporales; procuró además no admitir vocaciones ni hacernuevas fundaciones.

La revolución puso en marcha un período constituyenteque culminó con la Constitución de 1869, cuyo texto rompía launidad católica del país y despertó muchos recelos en la Iglesiaespañola, que orientó al clero y religiosos a no acatarla. Esta re-volución trajo muchos inconvenientes a las Congregaciones deenseñanza, ya que se obligaba a los docentes a firmar la nuevaConstitución, así es que quedaron varias hermanas depuestasde las escuelas públicas que habían obtenido legalmente. Enotros casos los alcaldes pudieron ingeniárselas, salvando la per-manencia de las hermanas. Leemos en la Crónica:

«A pesar de ser tantas las Hermanas que tenían el tí-tulo en propiedad, no hubo una sola que se prestaraal juramento ni que soñase hacerse independiente.Lejos de esto, los Superiores se vieron en varias oca-siones precisados a templar el excesivo celo de algu-nas que aprovechaban la ocasión para rebatir lossofismas de los revolucionarios»65.

En algunos pueblos las hermanas pudieron salvar la fun-dación transformando los centros en pequeños colegios priva-dos; pero el cobro de honorarios por mínimos que fueran,modificaban el carácter gratuito del centro tan buscado y valo-rado por la Congregación.

Las nuevas realidades políticas y sociales ejercieron in-fluencia en el giro que van dando posteriores fundaciones. El P.Lesmes Alcalde describe los nubarrones que envuelven a la Igle-sia y a la política en el período revolucionario de septiembre yseñala que éstos no asustan al P. Coll, sino que lo impulsan adedicarse de lleno a la Congregación.

49

65 Crónica de la Congregación, T.I, p. 198.


50

FUNDACIONESENTIEMPODELP. COLL(1856-1875)66

CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. VIC67

1856

Constitución de la Congregación. Casa Madre.

2. R

ODADETER(B

ARCELO

NA)

1856

2005

Iniciativa del P. Coll. Reunió al pueblo en la iglesia y ponderó la necesi-

dad y ventajas de la enseñanza religiosa y el sacrificio de las hermanas

en bien de la sociedad.

3. TARADELL(B

ARCELO

NA)

1857

1996

Casa que pertenecía a las HH. Servitas. La H. Rosa Santaeugenia obtuvo

en propiedad la plaza de Maestra.

4. PARDINES(G

IRONA)

1857

1922

Casa que pertenecía a las HH. Servitas. Se hicieron cargo de la escuela.

5. G

IRONELLA68

1857

1991

Agregada a la Congregación en 1857 continuó su benéfica misión de

instruir a las niñas según el espíritu de Santo Domingo.

6. S

ÚRIA(B

ARCELO

NA)

1857

Casa que pertenecía a las HH. Servitas. Se hicieron cargo de la escuela.

7. S

ANTESTEVED’ENBAS69

(GIRONA)

1857

1940

Dª Mariana Tarrús de Albert pensó fundar un colegio de hermanas que

se dedicasen a la educación de niñas, especialmente de las más pobres.

El Párroco escribió al P. Coll y le suplicó tres Hermanas Dominicas.

8. M

ONTAGUTDEFL

UVIÀ(G

IRONA)1857

1933

Encargarse de la escuela pública y privada.

9. S

ANTAM

ARIA

DECORCÓ

(BARCELO

NA)

1857

1924

El Rdo. Cura-Párroco D. José Viadiu y algunos propietarios compraron

una casa donde las hermanas pudieran habitar y poner escuela.

10. F

OLG

AROLES(B

ARCELO

NA)

1857

1922

Cubrir vacante en la escuela, la H. Josefa Vallés ganó la plaza por opo-

siciones del Estado.

11. C

ALLDETENES

1857

1917

Necesidad de educación religiosa de las niñas.


51

12. T

ORTELLÀ(G

IRONA)

1858

1940

Moralizar las costumbres un tanto relajadas y form

ar el corazón de las

niñas, desde la más tierna infancia, según las máximas del Evangelio.

13. C

ASERRES(B

ARCELO

NA)

1858

1940

Se debe al celo del P. Coll. Desde el púlpito anunciaba, cuando Dios se

lo inspiraba, que debiendo él ausentarse supliría su ausencia con Her-

manas Dominicas, cuya m

isión sería servir a Dios y educar a las niñas

y jóvenes según el evangelio.

14. S

ANTAPA

U(G

IRONA)

1858

1968

Encargarse de la escuela. En 1859 obtienen la plaza por oposiciones del

Estado.

15. M

IERAS(G

IRONA)

1858

1962

Plaza ganada por las hermanas por oposiciones del Estado.

66En 1857 se incorporaron a la Congregación las casas del grupo de las Servitas de TA

RADELL, R

UPIT, P

ARDINAS, S

ÚRIAYGIRONELLA. «Aunque

estas cinco casas no fueron fundadas inmediatamente por el P. Coll, ni llevaron sus Hermanas al principio el hábito dominicano, deben

considerarse obra del P. Coll, no sólo por haber coadyuvado a su fundación, sino por no haber hecho las Servitas ninguna clase de

votos y haberse agregado a las Hermanas Dominicas para asegurar su lánguida y agonizante existencia».C

rónica de la Congrega

ción,

T. I, 2ª ed., p. 31.

67La primera casa en Vich estaba situada en la C / Call N

ou nº 12 y en agosto de 1857 ésta se trasladó a la calle Capuchinos, el m

ismo P.

Coll adquirió esta nueva casa para las hermanas y, en septiem

bre de 1865 se inauguró el colegio. En 1884 se trasladan a la c / Norte nº

15, c / Pare Coll desde 1962. (Cf. Testimonios p. 62 y Crónica T.VI, p. 237). En 1975 se constituirá la comunidad de la enferm

ería.

68En 1961 se retira la comunidad durante ocho años. El pueblo las reclam

ará de nuevo al enterarse que se retiran de la Colonia Vidal, pró-

xima a Gironella. Se harán cargo del colegio que dirigían los HH. de La Salle.

69Recién incorporado el grupo de Servitas se llevaron a cabo al m

enos dos fundaciones en la diócesis de Girona: Sant Esteve d`en Bas y

Montagut de Fluvià. Estas dos casas se abrieron en febrero de 1857, aunque el Tomo I de la Crónica retrase su apertura hasta 1858.

Según consta en un relato que apareció en su día en el Boletín diocesano de Girona (Testimonios, p. 332).


52

FUNDACIONESENTIEMPODELP. COLL(1856-1875)

CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

16. B

ALSARENY(B

ARCELO

NA)

1859

1974

Iniciativa y celo del P. Coll. Al principio tuvieron la escuela en propiedad,

pero, a los dos años, la hermana Maestra fue trasladada a Taradell y pu-

sieron colegio privado con una hermana con título al frente de las cla-

ses. Las niñas y jóvenes continuaron en las hermanas, a pesar de haber

obtenido la plaza oficial una maestra seglar. En 1862 obtuvieron de

nuevo la escuela en propiedad.

17. P

RATSDELL

UÇANÈS

(BARCELO

NA)

1859

El A

lcalde junto con el Párroco y los mayores contribuyentes, solicita

al P. C

oll el establecimiento de hermanas en la población para la ense-

ñanza de las niñas.

18. S

ANTFE

LIUSASSERRA

(BARCELO

NA)

1859

1965

Celo del P. Coll, secundado por el Párroco y de la población en general.

Se hicieron cargo de la educación de las niñas.

19. S

ANTFE

LIUDECODINES70

(BARCELO

NA)

1859

El A

lcalde advirtió confidencialmente al Párroco la ocasión propicia de

tener hermanas con la vacante de la escuela pública y, para dar m

ássolidez a la fundación, se recabó autorización para entregarles la direc-

ción del hospital.

20. C

UBELLS(LLEIDA)

1860

1953

Plaza ganada por las hermanas por oposición rigurosa en 1859.

21. T

ORA(LLEIDA)

1860

1939

Plaza ganada por las hermanas por oposición rigurosa en 1859.

22. L

ESPLA

NESD�O

STO

LES

(GIRONA)

1860

1936

Para dotar a la población de Religiosas, una comisión de señores se

reunió con el P. Coll. Éste aceptó inmediatamente la proposición.

23. V

ILADRAU(G

IRONA)

1860

2002

Presencia religiosa apoyada por la población y en el 1886 casa-colegio.


53

24. V

ACARISSES(B

ARCELO

NA)

1860

1890

Celo del Párroco Rdo. D

. José Casadem

unt. Se hicieron cargo de la es-

cuela.

25. S

ERÒS(LLEIDA)71

1860

1860

Plaza ganada por las hermanas por oposición del Estado.

26. L

LEIDA-Residencia

1860

2006

Deseo del P. Coll, de preparar algunas hermanas para el Magisterio.

27. O

RGANYÀ(LLEIDA)

1860

1862


28. S

ANTA

LINYA

(LLEIDA)

1860

1870


29. S

ANTJU

LIÀDEVILATO

RTA

(BARCELO

NA)

1861

1972

El Párroco quiso dotar a su parroquia de un centro de enseñanza y be-

neficencia religiosa.

30. A

IGUAVIVA(G

IRONA)

1861

1893

Predilección del P. Coll, por la sencillez de sus habitantes y por el aban-

dono en la enseñanza por parte de sus autoridades.

31. A

LBESA(LLEIDA)

1861

1891

Por iniciativa del Párroco de dotar enseñanza religiosa.

32. S

ANTAEULÀ

LIADERIUPRIMER

(BARCELO

NA)

1861

1914

Por la buena voluntad y cordura de los vecinos, estimulados por su Pá-

rroco y secundado por un influyente propietario.

33. C

AMARASA(LLEIDA)

1861

1906

Nombramiento de H. Clara Bruguera como Maestra oficial.

34. A

RBECA(LLEIDA)

1861

1972

Por iniciativa de los vecinos para cubrir plaza pública.

35. B

IOSCA(LLE

IDA)

1861

1870

Cubrir vacante de la escuela. Las hermanas consiguieron la plaza.

36. G

UIMERÀ(LLEIDA)

1862

1870

Una hermana obtuvo la plaza de Maestra nacional.

70En 1884 se constituye el colegio Sagrado Corazón de Jesús.

71A pesar de ser numerosa la población, las hermanas sólo permanecieron en Serós dos meses, pues nadie les era favorable.


54


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

37. C

ASTELLARDELVALLÈS

(BARCELO

NA)72

1863

2008

Un reputado industrial y fervoroso cristiano propuso al P. Coll las bases

para establecer hermanas en el pueblo.

38. C

ANETDEM

AR(B

ARCELO

NA)1863

El A

lcalde y el Párroco fueron en comisión a hablar con el P. Coll y le

propusieron la instalación de un colegio de Hermanas Dominicas.

39. S

ANTANDREU(B

ARCELO

NA)

1863

El Padre Coll creyó conveniente establecer una casa de Hermanas Do-

minicas que continuasen su obra apostólica en la esfera de su vocación

y educasen cristianam

ente a tantas niñas pobres y desvalidas.

40. R

UPIT73

1863

1939

Encargarse de la enseñanza. Preparada por el Párroco, Ayuntamiento y

contribuyentes.

41. G

UISSONA(LLEIDA)

1864

El R

do. Ecónomo y fam

ilias de la Villa, desean im

pedir la completa ex-

tinción de la enseñanza religiosa y acuden al P. Coll en dem

anda de Her-

manas Dominicas que cuidasen de la instrucción y m

oralidad de las

niñas.

42. S

UCURSALDESANTANDREU

1865

1936

En 1865, las hermanas se trasladan de la c / San Antonio al colegio Ntra.

Sra. de las Mercedes. En la c / San Antonio quedó una sucursal que ese

mismo año se trasladó a la plaza del Mercado.

43. C

AMALLERA(G

IRONA)

1866

1922

Regentar la escuela pública, enseñando gratuitamente a todas las niñas

del distrito escolar que comprende los pueblos de Sans, Cam

allera y

Llam

payes.

44. S

ANTLL

ORENSSAVALL

(BARCELO

NA)

1866

1869



55

45. L

LACUNA(B

ARCELO

NA)74

1866

1933

Esta fundación se debe, adem

ás de la solicitud del Rdo. C

ura Párroco

y Ayuntamiento, a la obtención de la plaza por la H. Josefa Espadaler

que, por orden del P. Coll, se presentó a oposiciones.

46. S

ANTPOLDEM

AR

(BARCELO

NA)

1867

1974

Encargarse de la enseñanza a petición del Párroco y algunos particula-

res.

47. S

ANTJO

RDIDESVALLS

(GIRONA)

1867

1921

Para encargarse de la escuela pública de niñas, el Párroco, aconsejó al

Alcalde, agenciar el establecimiento de las hermanas.

48. M

ONISTROLDEM

ONTSERRAT

(BARCELO

NA)75

1867

2012

Para encargarse de la enseñanza por deseo de la población.

49. S

ANAÜJA(LLEIDA)

1867

1965

Moralizar, enseñar y fomentar vocaciones y completar la educación de

las niñas.

50. T

ALA

MANCA(B

ARCELO

NA)

1867

1870

Solicitada la escuela pública, se obtuvo a favor de la H. Julita Montrós.

51. N

AVARCLES(B

ARCELO

NA)76

1867

El Párroco y vecindario imploraron la presencia de las hermanas. Se

hicieron cargo de la enseñanza de las niñas.

52. C

ALD

ASD�ESTRACH

(BARCELO

NA)

1868

1976

A petición del Párroco y del Ayuntamiento porque no había ningún co-

legio de niñas en el pueblo.

72El colegio continúa aunque la comunidad marchó de Castellar del Vàlles en 2008.

73Perteneció a las Servitas y como el resto de casas de éstas, se agregó a la Congregación en febrero de 1857. La fundación de esta casa

tuvo lugar el 19 de noviembre de 1863. Se cree que, en 1868 con m

otivo de la Revolución, las hermanas abandonaron el pueblo. El 16

de noviembre de 1885 volverán al ser reclamadas por la población.

74Aunque en el Estado general de Hermanas aparece fundada esta casa el año 1867 y en tal concepto figura en esta Crónica la fundación,

propiamente se verificó, como se ha dicho, el 19 de abril de 1866, si bien la hermana Maestra debió tomar posesión el año 1867. Crónica

Tomo I, 2º ed. p. 189.

75El colegio continúa aunque la comunidad marchó de Monistrol de Montserrat en el 2012.

76El colegio se cerró en el 2004 y en su lugar se edificó una Residencia para Hermanas Mayores (2012).


56


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

53. L`ESTA

NY(B

ARCELO

NA)

1871

1922

Contribuyeron a su establecimiento el Párroco y el Alcalde para que las

hermanas se encargasen de la enseñanza.

54. G

OMBRÈN(G

IRONA)77

1871

Iniciativa del P. Coll para atender la enseñanza y el hospital.

55. S

ANTHIPÒLITDEVOLTREG

À

(BARCELO

NA)

1871

1976

Esta fundación se llevó a cabo por dos motivos: la enseñanza y la be-

neficencia. El Rdo. Párroco y el señor Alcalde ofrecieron a los Superio-

res el hospital y la escuela municipal.

56. C

ELRÀ(G

IRONA)

1872

1971

Un vecino procuró que una hermana aceptase la plaza pública.

57. C

ANETDEM

AR-H

OSPITAL

(BARCELO

NA)78

1874

2004

Hospital. Los superiores aceptaron esta fundación considerando que

participaba del carisma legado por el P. Coll.

58. S

ANTJO

AND’H

ORTA

79

(BARCELO

NA)

1875

Colegio de hermanas con pensionado para internas.

77El 19-02-1968 las hermanas se retiraron provisionalmente de Gombrén. Regresarán el 01-02-1971.

En la actualidad la comunidad reside en la casa natal del P. Coll, habilitada para casa de espiritualidad.

78El 26-08-2002 las dos comunidades de la localidad (colegio y hospital) se unificaron en una sola encargada de la doble m

isión. El 2 de

agosto de 2004 se decide dejar el hospital. En septiem

bre de 2004 la comunidad se traslada a las dependencias del colegio.

79En 1972, para integrar a hermanas que venían del estudiantado general se adaptó un edificio propiedad de la comunidad del colegio

de Horta situado en la misma calle que éste, en el nº 63.


C/. Norte

C/. Capuchinos

C/. Call Nou

El Padre Coll descubrió el abandono delos niños y sus carencias eran su preo-cupación constante. En contacto conuna sociedad necesitada de formaciónhumana y cristiana, brota y madura sucarisma particular de Fundador.


CASAS FUNDADAS POR EL P. COLL DESDE 1856 A 1872


8. Última etapa de la vida del P. Coll

El P. Coll seguía con su intensa labor apostólica por todaCataluña, cuando el día 2 de diciembre de 1869, hallándose enla población de Sallent predicando un Novenario de difuntos,sufrió el primer ataque de apoplejía que lo dejó casi ciego. Estono fue motivo para que abandonara la misión, al contrario, con-tinuó con admirable conformidad a la voluntad de Dios.

El tratamiento que le practicaron y las oraciones que se in-vocaron en toda la Congregación lograron una mejoría, deforma que pudo celebrar la misa votiva de la Virgen del Rosario.Las hermanas lo atendieron con verdadera solicitud. Es de des-tacar el servicio que le prestaron la M. Rosa Santaeugenia, lossacerdotes Joaquín Soler y José Casademunt y el seminaristaMauricio Santaeugenia, sobrino de la Priora general.

A este primer ataque sucedieron otros. Así en enero de1871, estando en la Casa-Matriz, sufrió el segundo que lo dejómás postrado. A pesar de ello no dejó su ministerio apostólicoy la atención a las hermanas, acompañando a las fundadorasde Santa María de l’Estany, Gombrèn y Sant Hipòlit de Voltregà.Al año siguiente, en el mes de febrero de 1872 padeció un tercerataque a consecuencia del cual quedó completamente ciego, nopudiendo ya celebrar la misa.

El 20 de enero de 1873, tuvo un cuarto accidente cerebrovascular; a partir del mismo sus facultades intelectuales se re-sintieron a intervalos. Fue el 31 de enero de este año cuando,asistido por la H. Rosa Santaeugenia, escribió una carta al Vica-rio general de la Orden, P. José María Sanvito80 donde recordabalos motivos que le llevaron a fundar la Congregación, le expli-caba la decisión de hacerlo en la ciudad de Vic y los pasos dadospara que su obra estuviese acorde a la normativa canónica vi-gente. Al final de dicha carta mencionaba su estado de salud ypedía un Vicario coadjutor. En abril de 1874 llegó la respuestadel Vicario general que además de dar su aprobación a la Obrarealizada por el P. Coll, le autorizaba a delegar todas sus funcio-nes en un dominico de su confianza y le proponía que fuese elP. Enrich. La subdelegación tuvo lugar el 20 de junio de 1874.Desde esta fecha hasta 1894 la Congregación contó con cuatrodirectores generales, como queda recogido en el anexo IV.

59



La actitud del Padre Coll ante la enfermedad fue del todoejemplar, en plena sintonía con la voluntad de Dios. Así leemosen la Crónica:

«En esta larga prueba mostró el P. Coll cuan cordial yfervorosa era su devoción a María Santísima y a suSantísimo Rosario; pues, como por falta de la vistano podía ocuparse en sus tareas ordinarias, emple-aba el tiempo libre en rezar muchas partes de Rosa-rio, y se había observado que en medio de susfrecuentes tristezas y hasta llanto, que le ocasionabael estado apoplético, lo que más le distraía y conso-laba era el proponerle el rezo del Santo Rosario»81.

También en la obra Testimonios se puede apreciar la formaen que el santo Fundador encaró la enfermedad:

«Llevó a cabo una entrega sin reservas al Señor de latotalidad de su persona durante los más de cincoaños que duró la última prueba. Después del primerataque de 1869 sus ojos quedaron tan debilitados, in-cluso después de recuperar algo la vista, que no lepermitieron ya entregarse a la lectura. Le leían otraspersonas, especialmente cuando tenía que predicar[…] Supuso para él un enorme sacrificio el verse li-mitado en la actividad apostólica. A partir de febrerode 1872, y al decir del P. Enrich, “tuvo que sacrificarsus delicias al no poder ya celebrar la Misa”. En losdos últimos años de vida la prueba fue tremenda, alresentirse sus facultades intelectuales, de lo que sedaba perfecta cuenta en los momentos posterioresde lucidez. En semejante estado siguió brillando porsu vida de piedad y por su celo apostólico»82.

El P. Coll asumió su enfermedad totalmente identificadocon la voluntad de Dios. Repetía:«Si yo supiese que ponién-dome los dedos en los ojos había de ver, pero sabiendo almismo tiempo que no era voluntad de Dios, no lo haría»83.

Las circunstancias políticas que atravesaba España en

60

81 Crónica de la Congregación,T. I 2ª ed., p. 202.82 Testimonios, pp. 77-78.83 Testimonios, p. 775.


estos momentos, tercera guerra carlista, amenazaban la segu-ridad de la Casa Madre; a esto se unían las dificultades que paraalgunas hermanas conllevaba el cuidado del P. Coll. Ello deter-minó su traslado a la Casa Asilo de sacerdotes ubicada en la c /Balmes n. 1 de Vic, el 20 de septiembre de 1874.

También en esta casa fue atendido con solicitud por lashermanas, pero especialmente por la priora general, H. RosaSantaeugenia, los sacerdotes terciarios dominicos: JoaquínSoler y José Casademunt y el seminarista Mauricio Santaeuge-nia.

Permaneció en la Casa Asilo algo más de medio año. Su-frió un sexto ataque en febrero de 1875 y murió el día 2 de abrilde dicho año, festividad de su santo patrón, Francisco de Paula.Contaba con 62 años. Se instaló la capilla ardiente en la CasaMadre de la calle de los Capuchinos y durante dos días los ha-bitantes de Vic le rindieron homenaje con muestras de verda-dera veneración: «Besaban sus manos y frente, tocabanmedallas y rosarios en su cuerpo, cortaban trozos del hábitodominicano con que estaba amortajado, y de sus cabellos, parallevárselos como reliquia»84.

El funeral se celebró el domingo 4 de abril, Octava de Pas-cua, en la catedral de Vic, presidido por el canónigo dominicoJosé Cid y los sacerdotes Joaquín Soler y José Casademunt. LaH. Rosa Santaeugenia estuvo acompañada de hermanas repre-sentantes de diferentes comunidades. Sus restos mortales fue-ron inhumados en el cementerio municipal, colocándose en sunicho una lápida con un texto en latín compuesto por el P. En-rich, que decía: «El Rdo. P. Francisco Coll, de la Orden de Predi-cadores y Misionero Apostólico, después de haber sufrido, pormás de cinco años, la ceguera y otras tribulaciones con que elSeñor se sirvió purificarle, murió a 2 de abril de 1875. No obs-tante, dejó sobreviviente la Congregación de las Hermanas Ter-ciarias Dominicas de la Encarnación del Hijo de Dios, o de laAnunciata, fundada por él en 1856, que en el día de su muertecontaba ya cincuenta casas. Sus desconsoladas y agradecidashijas, con muchas lágrimas y fervientes oraciones, depositaronaquí los venerados restos de su amadísimo Padre»85.

61

84 El Padre Coll Dominico, p. 389.85 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 253.


El 5 de abril de 1875 el P. Enrich escribió una carta necroló-gica a las hermanas de la Congregación transmitiéndoles espe-ranza y consuelo y reconociéndolas como herederas directasdel espíritu del P. Coll: «[…] Quién como vosotras vio tan decerca los vivos ejemplos de toda virtud. Vosotras sí que podéisdecir que recibisteis las primicias de su espíritu…»86.

El 21 de diciembre de 1888, los restos mortales del P. Collfueron trasladados a la iglesia de la nueva Casa Madre, en unasepultura colateral a la del mártir en Vietnam San Pedro Almató.Después de salvarse milagrosamente de los estragos de la gue-rra civil, en el año 1940, dichos restos se colocaron en una cajanueva. Dentro del proceso apostólico de beatificación, el 25 demayo de 1945, se hizo el reconocimiento de los mismos. En laactualidad se veneran en el altar de la capilla que la Congrega-ción le ha dedicado en la iglesia de la Casa Madre, inauguradacon motivo de la Beatificación.

9. Derecho y patrimonio

El espíritu del fundador se expresa en los documentos es-critos que regulan la vida de la Congregación, así como en«sanas tradiciones» que, transmitiéndose de generación en ge-neración, forman parte de su patrimonio carismático.

Derecho y Patrimonio son los dos pilares en los que seapoya la vida y espiritualidad de los institutos religiosos. El de-recho propio se refiere a la disciplina que lo regula, además delderecho de la Iglesia; el patrimonio se refiere a lo que constituyeel fundamento del Instituto87.

Primeros documentos que orientan la vida de la Congregación

El carisma de un Instituto está llamado a institucionali-zarse88, es decir, delinearse en una Regla o Constituciones y seraprobado por la Iglesia. La aprobación eclesial confirma el ca-rácter público, social y universal del carisma. La institucionali-

62

86 Crónica de la Congregación, T. I, 2ª ed., pp. 253-257.87 Cf. J. F. CASTAÑO, OP, La vida religiosa: Exposición teológica-jurídica, EDIBESA-Ho-

rizonte, 2000.88 Cf. J. AUBRY, en Vita Consagrata, Un dono del Signore alla sua Chiesa, pp. 147-151.


zación es el proceso de dar visibilidad al carisma que se traduceo expresa, en normas y reconocimiento eclesial mediante:

- la redacción de la Regla, Constituciones, Directorios;- la organización del Instituto: cargos, órganos de go-

bierno, otras estructuras;- la aprobación de la Iglesia, que discierne la autenticidad

del carisma, confirma su idoneidad y lo presenta antela Iglesia como carisma instituido;

- la expresión histórica del carisma que está necesaria-mente encarnada y marcada por la cultura de un tiempoy un espacio geográfico determinados;

- la expresión exterior del carisma, de los distintos ele-mentos que lo integran, que constituye la índole del Ins-tituto, su aire de familia (cf. PC 2b).

En el testamento espiritual de Santo Domingo: «tened ca-ridad, perseverad en la humildad, poseed la pobreza volunta-ria», experiencia que también vivió el P. Coll, hallamos unvalioso legado que éste transmite a la Congregación y que ex-presa a través de los documentos fundacionales, definiendo elser y quehacer de la naciente Congregación.

La Congregación explicita y actualiza el Carisma a travésde distintos documentos: Constituciones, Actas de Capítulos ge-nerales, respondiendo a las necesidades eclesiales y a los sig-nos de los tiempos, manteniendo siempre sus raícesdominicanas. Estos documentos siguen orientando la vida y mi-sión de las Dominicas de la Anunciata en el servicio generosode la Palabra en distintas mediaciones, países y culturas.

El P. Vito T. Gómez OP, en la Introducción de su obra Fran-cisco Coll, OP. Escritos dirigidos a la Congregación de Herma-nas Dominicas de la Anunciata, hace una sucinta reseña a lossucesivos documentos escritos por el P. Coll para orientar la vidade la Congregación desde sus inicios, que transcribimos a con-tinuación89:

«A raíz de la fundación en 1856 escribió en lengua ca-talana una breve reglamentación para las Hermanas,cuyo título conservamos. Trata del horario, de la ora-

63

89 El texto íntegro de cada uno de estos documentos está recogido en dicha obra, asícomo en P. Francisco Coll, OP (1812-1875) Obras Completas, del mismo autor.


ción y de otros puntos fundamentales para construircon buenas bases un edificio llamado a consolidarsey crecer.

Seguramente al año siguiente, 1857, y en vistas a lasprimeras profesiones y a la petición que le hizo su Su-perior General, redactó una nueva regla en español,regla que en su día hizo copiar en papel sellado y re-mitió a la reina Isabel II.

Todavía después redactó una tercera que permaneciópor mucho tiempo inédita y se ha conservado incom-pleta en el Archivo General de la Congregación.

La obra más completa, sin embargo, es la que dio ala imprenta en 1863: “La Regla o Forma de vivir delas Hermanas”. Contiene una parte constitucional y,por encima de todo, ofrece una doctrina espiritual só-lida para orientar y sostener en el camino de la per-fección por la senda de la vida religiosa.

Dejó en proyecto unas Constituciones en que bienpodemos advertir una especie de Testamento espiri-tual para sus hijas, elaborado poco antes de sufrir laprueba de la enfermedad que iría debilitando susfuerzas en los últimos años de vida».

Merece especial atención la Regla o Forma de vivir de lasHermanas, que aún hoy sigue siendo referencia y fuente de es-piritualidad en la vida de la Congregación. En el año 1863, apunto de cumplirse siete años de la Congregación que ya con-taba con 36 casas y 60 novicias, era imprescindible una regla-mentación más precisa de la vida de las hermanas, así comouna sólida base para su formación. El P. Coll puso mucho em-peño en su elaboración intensificando la oración, la penitencia,el estudio y consultando con personas competentes. Una vezconcluida, reunió a las hermanas en la capilla de la Casa Madresituada en la calle Capuchinos. Allí, sobre el altar y ante el Sa-grario abierto estampó su firma el día de Pentecostés.

En el Prólogo de la misma se refería a la antigüedad de laTercera Orden y exhortaba a las hermanas al cumplimiento desus obligaciones. Comprendía 40 capítulos inspirados en laRegla de la Tercera Orden de Santo Domingo. Se percibe tam-bién en ella el influjo de obras clásicas de espiritualidad como

64


la del P. Alonso Rodríguez y la de La Monja Santa, de San Al-fonso Mª de Ligorio.

Esta primera edición de la Regla se imprimió en Vic. En1941 el P. Ramón Fernández OP editó la segunda en Montevideocon alguna nota aclaratoria. La tercera edición apareció el añodel centenario de la Congregación. Se imprimió el texto originalcon unas breves notas. La edición actual, llevada a cabo por elP. Vito T. Gómez OP, se hace a partir del texto impreso en 1863,respetando algunas expresiones y palabras, adoptando la orto-grafía moderna y resolviendo las abreviaturas.

Es de notable interés acudir a las reflexiones que la H. So-corro Pérez Campo Osorio hizo sobre la Regla o Forma de vivirde las Hermanas, publicadas en el Boletín Anunciata a lo largode los años 1984-2002 y recogidas en la biblioteca digital de laCongregación.

El P. Coll escribió también un Proyecto de Constitucionescuyo manuscrito autógrafo se conserva. El documento que ca-rece de fecha, manifiesta la gran madurez a la que había llegado.Estas Constituciones se redactaron probablemente en la pri-mera mitad del año 1868. No fueron promulgadas debido a lasituación que atravesaba España y por la enfermedad del P. Coll,que sufrió el primer ataque el 2 de diciembre de 186990. A sumuerte el 2 de abril de 1875, el P. Francisco Enrich, como Direc-tor general de la Congregación, retomó el trabajo de redactarunas nuevas Constituciones, que no pudo ver promulgadas almorir en 1883.

El P. José Casamitjana OP, sucesor del P. Enrich, las conti-nuó y concluyó, siendo aprobadas por el Maestro general de laOrden, P. Larroca, el 19 de agosto de 1884. EI Obispo de Vic JoséMorgades y Gili dio su conformidad el 21 de noviembre delmismo año y se publicaron en 1885. No cabe duda que en subase está presente el Proyecto de Constituciones redactado porel P. Coll.

Remitimos al Anexo II en el que se recogen los documen-tos que orientan la vida de la Congregación y al Anexo III queofrece un cuadro resumen de los Capítulos generales celebra-dos en la Congregación hasta el momento actual.

65

90 Cf. Obras Completas, pp. 261-269.


Las «sanas tradiciones»

El Vaticano II supo expresar toda la riqueza apostólica y es-piritual que encierra la palabra «Patrimonio» cuya idea pasó alDerecho Canónico (c. 578) pero su fuente se halla en el n. 2 dePerfectae Caritatis: «Todos han de observar con fidelidad lamente y el propósito de los fundadores, corroborado por la au-toridad eclesiástica competente, acerca de la naturaleza, fin, es-píritu y carácter del Instituto, así como también las sanastradiciones todo lo cual constituye patrimonio del Instituto»91.

El Instituto no inventa estos elementos, los ha recibidocomo herencia del Fundador, y en el caso de las sanas tradicio-nes, de la historia biográfica de los mayores, que nacen natu-ralmente del impulso inicial que le imprime su Fundador.

Para que estas sanas tradiciones formen parte del patri-monio carismático de una Congregación, deben tener algunascondiciones, por ejemplo:

- que ayuden a mantener vivo el Carisma,- que generen vida,- que se vivan en todo el Instituto y permanezcan a lo

largo de la historia de la Congregación.

A continuación, se recogen algunas de las sanas tradicio-nes que ya forman parte del Patrimonio congregacional y queno solo se han de apreciar y vivir sino también custodiar y trans-mitir. Su valor dependerá siempre de su mayor o menor cone-xión con el Carisma. Éstas son:

- La Salve, como tradición dominicana.- El rezo del Sto. Rosario, signo de la devoción a María

que caracteriza la espiritualidad de la Congregación.- Las oraciones que inician los actos de comunidad e in-

dican una espiritualidad Trinitaria, Cristocéntrica y Eu-carística: Oh Sagrado Banquete...; Bendita sea la Santae Individua Trinidad…

- Invocación al Espíritu Santo al inicio de las reuniones.- La proclamación diaria del Credo como profesión de fe.- El Ángelus, que hace presente en el transcurso del día

el misterio de la Encarnación.

66

91 Cf. PC n. 2.


- El Salmo «de profundis» en el comedor, recordando asía las hermanas, familiares y bienhechores que un díacompartieron ese momento y rogando por ellos.

- El gusto y valoración de la Liturgia; el aprecio por la Mú-sica.

- Oración diaria por la Priora general.- El dejar por escrito la historia de la Congregación. Re-

coger los hechos significativos de su vida y misión.- El sentido de fiesta y gratitud: Se recuerdan y se cele-

bran efemérides especiales que van actualizando la me-moria del Fundador y la vida de la Congregación.

- Se publica el Necrologio de las hermanas que ya hanvuelto al Padre, manteniendo viva la comunión de lossantos.

10. Personas significativas en los inicios de la Congregación

Este capítulo que narra los orígenes de la Congregaciónquedaría incompleto si no se hiciera referencia a personas quehan sido colaboradoras muy cercanas al P. Coll y a su Obra, al-gunas de ellas fundamentales para el desarrollo inicial de LaAnunciata.

Hermana Rosa Santeugenia Coll

Rosa Santaeugenia92 fue la primera Superiora general delInstituto, cooperadora inseparable del Fundador y su apoyo in-estimable.

Nació en Moya en el año 1833, de una familia de economíamodesta. A los 16 años intentó entrar en el convento de las Her-manas Carmelitas que no la admitieron por su pequeña esta-tura. Abrumada por el rechazo fue animada por su confesor quele dijo: «No llores por esta repulsa, Dios te tiene destinada paracosas mayores».

Cuando surgió la Asociación de las Servitas, que más tardese unirán a las Terciarias Dominicas, Rosa fue invitada a inte-

67

92 Para profundizar en la figura de H. Rosa Santaeugenia se puede consultar la necro-logía escrita seguramente por D. Joaquín Soler, publicada en Testimonios p. 401 ylos artículos editados en el Boletín Anunciata nº 25, año 1989.


grarse en el nuevo grupo y pronto la eligieron como superiora.El 12 de septiembre de 1857 profesó como Terciaria Dominicaen la nueva institución del P. Coll. El Fundador la escogió parasuperiora de su Fundación, por sus virtudes y su talento.

La H. Rosa fue la primera religiosa del Instituto que se pre-sentó a exámenes para conseguir el título de maestra y obtuvoun feliz resultado. Ella preparará a otras hermanas que, másadelante, saldrán airosas en la prueba. Las once primeras reli-giosas que obtuvieron el título de maestras fueron el apoyolegal de las casas filiales.

En el año 1860 la H. Rosa Santaeugenia fue nombrada Su-periora de la Casa Madre y en 1864 Priora general del nuevo Ins-tituto. El P. Coll no temía ponerla al frente de su Fundación, porconsiderarla como modelo. Así lo expresa en el Prólogo de laRegla o Forma de vivir de las Hermanas, diciéndoles: «Obser-vad con la exactitud posible las santas reglas que se os handado, no solo por escrito sí que también por las santas y salu-dables palabras y buenos ejemplos de vuestra amada MadreHermana Rosa Santaeugenia y Coll, Priora general de esteSanto Instituto». Les aconsejaba en el mismo texto que despuésde Jesús, María y N. P. Sto. Domingo, tomaran por modelo a laM. Rosa, a la cual no duda ha elegido «para que fuese rosasuave y fragantísima, no solo para dar ella frutos abundantesde suavidad y fragancia, por medio de las virtudes de humildad,de caridad y demás propias de su estado, sí que también paraque ella os las enseñase»93.

En el año 1885, en el primer Capítulo general, fue reelegidacanónicamente para el cargo de Superiora general que desem-peñó hasta el final de su vida.

Rosa Santaeugenia promovió la expansión del Instituto,cinco años después de la muerte del P. Coll impulsó las primerasFundaciones fuera de Cataluña y preparó el camino para quelas siguientes Prioras generales continuaran en la brecha.

La primera colaboradora del P. Coll, durante los años de sumandato, admitió a más de 700 hermanas en la Congregación,y abrió unos cien establecimientos de enseñanza y beneficen-cia.

68

93 Regla o Forma de vivir de las Hermanas, pp. 77-78.


La Madre Rosa fue un modelo acabado de todas las virtu-des religiosas para sus hijas espirituales. El P. Coll y el P. Enrichdecían que conservaba la inocencia bautismal. Su humildad,igualdad de ánimo y modestia encantaban. La caridad, pruden-cia y mansedumbre, con que avisaba y corregía, eran envidia-bles. Consolaba a las afligidas y enfermas y animaba a lastímidas. A pesar de su delicada salud fue ejemplar en la morti-ficación. Recibía las adversidades con admiración y conformi-dad. Fue muy amante de la oración y de la devoción a la Virgen.El Santo Rosario, a ejemplo del P. Coll, coronó su santa vida94.

El 30 de marzo de 1889 murió en Vic a los 55 años de edad.La noticia de su muerte publicada en La Veu de Montserrat, re-fleja muy bien el talante de esta gran mujer:

«Esta mañana ha entregado su alma al Creador la Re-verenda Madre Rosa Santaeugenia, Superiora gene-ral de las Terciarias Dominicas de la Anunciata,vulgarmente llamadas del P. Coll. Años ha que consalud quebrantada iba sosteniendo la Madre Rosetael peso de la Dirección de un Instituto que ella vionacer y que ha visto prodigiosamente crecer durantesu largo gobierno. Afable, sencilla y sobre todo hu-milde, ha sido siempre el ejemplo constante de susestimadas hijas a las que ha sabido comunicar el es-píritu de santa sencillez y del celo fervoroso que dis-tinguía al fundador Reverendo Padre Francisco Coll».

La Congregación celebró con gozo el centenario de sumuerte, como queda reflejado en el capítulo VII de este Com-pendio. El camino de sencillez y entrega, de esta mujer pionera,será el norte a seguir por la Hermana Dominica de la Anunciata.

Don Joaquín Soler Errando

Una de las personas, junto con la M. Rosa Santaeugenia,más influyente en la Congregación fue D. Joaquín SolerErrando, Terciario dominico.

Joaquín nació en Moyá, el 20 de enero del año 1835. Sufamilia estaba íntimamente vinculada al P. Coll, que encontró en

69

94 Cf. Testimonios, p. 407.


el niño a un joven con alma de sacerdote. Lo formó a su lado,intuyendo que llegaría a ser su fiel colaborador. En su adoles-cencia, le orientó en su vocación sacerdotal.

Cuando el P. Coll comenzó a pensar en una Fundación, sefijó en Joaquín como la persona más indicada para participaren el desarrollo de su Obra. Fue compañero inseparable en suempresa de fundador y formador espiritual de las Religiosas.

En el año 1860 el joven sacerdote fue nombrado capellánde la Casa Madre. A fin de ser más útil a las hermanas, cursólos estudios de magisterio, una vez concluidos con éxito, sequedó al servicio de la formación de la Comunidad y allí perma-neció toda su vida, siendo el más fiel colaborador y continuadorde la obra del P. Coll.

Fue nombrado Director general de la Congregación en1890 pero no aceptó el cargo, pidiendo se eligiera a un domi-nico.

La priora general, H. Concepción Vila, encargó a D. Joaquínla redacción de la Crónica de la Congregación. Él puso manos ala obra con verdadero celo. Inició dicho trabajo, a pesar de susmúltiples ocupaciones, pero falleció a los pocos meses el 5 denoviembre de 1892.

Cuando el P. Coll, en su enfermedad fue trasladado al Asilo,D. Joaquín era constante en visitarle, junto con la M. Rosa San-taeugenia, procurando que no le faltara al Padre ningún cui-dado, velando con esmero y cariño para que estuviera bienatendido.

Fue testimonio fidedigno de la etapa de enfermedad del P.Coll. Dejó constancia de los cuidados que las hermanas dispen-saban al enfermo afirmando que fue muy bien atendido por susHijas y él mismo, como Capellán de la Casa Madre, le sirvió yacompañó hasta su muerte. Presidió el cortejo fúnebre juntocon la M. Rosa Santaeugenia y las hermanas representantes delas casas filiales.

Hermana Inés Pujols Domenech

La hermana Inés Pujols nació en Gurb, Barcelona, el año

70


1859. Conoció, desde muy pequeña al P. Coll, le oyó predicar enmuchas ocasiones y se confesó con él varias veces. Fue él quienla recibió en la Congregación. Ingresó en el Instituto el 18 deenero de 1874, profesó el 25 de noviembre de 1875.

Cuando el Fundador ya estaba enfermo y la H. Pujols eranovicia le encomendaron los Superiores que ayudara y conso-lara al P. Coll. Ella cumplía con esmero su encargo.

La hermana Inés heredera del espíritu del fundador, fue lapersona ideal para transmitirlo a las hermanas. Siempre llevógrabadas sus enseñanzas. Solía repetir: «mis exhortaciones seapoyan en los consejos del amado P. Coll».

Ella iba a ser la pionera que encauzara los caminos de laAnunciata por tierras de América y transmitiera este espíritu alas primeras fundaciones. El día 15 de agosto de 1908, junto conotras once hermanas, partió para Argentina. La hermana Inésocuparía varios cargos: Priora del Asilo Dulce Nombre de Jesús,primera Delegada y Vicaria general en América, desde 1910hasta 1933.

Amantísima del P. Coll, le dedicó el «Compendio de suvida» a través del cual difundió su espíritu y virtudes. En 1930escribió en Buenos Aires el libro «Anunciata» que recoge las en-señanzas que había recibido directamente del P. Coll95.

Permaneció en Argentina durante 25 años, viajando variasveces a España para asistir a los Capítulos generales y para sertestigo en el proceso de beatificación, aportando numerosos he-chos avalados en la veracidad de su experiencia.

En la Congregación es venerada por su entrega, sencillezy por su intensa vida interior. Murió en Vic en 1945, a los 86 añosde edad y 71 de vida religiosa.

P. Francisco Enrich Bros

El Padre Enrich nació en Manresa el año 1813. En el con-vento de los Padres Dominicos de la misma ciudad, ingresó ala Orden. En 1835 corrió la misma suerte que el P. Coll y que

71

95 Cf. Crónica de la Congregación, T. III, pp. 70-71.


miles de religiosos siendo expulsado de su convento. El Maes-tro general, que conocía bien sus virtudes, lo asignó al conventode La Minerva, en Roma. Una segunda exclaustración le obligóa volver a España donde, a instancias del P. Coll, que conocíasus cualidades fue nombrado Director general de La Anunciata.El Padre José Sanvito OP, vicario general de la Orden de Predi-cadores, accedió a este nombramiento en el año 1874.

Era tan grande la confianza que depositó el P. Coll en el P.Enrich, que, al hacer el testamento de sus herederos universa-les, entre otros destacaba el Director general de la Anunciata.

A su carácter emprendedor se debieron grandes iniciati-vas. En 1880 junto con la Priora general, llevaron a cabo el le-gado del Fundador, el deseo de abrirse hacia otras Provinciasde España. Promovió, entre otras iniciativas, las siguientes:cambio del hábito de la Congregación; fundación de la primeracomunidad fuera de Cataluña, en Albacete; construcción de lanueva Casa-Matriz; edición del Oficio de la Virgen.

Durante su cargo envió numerosas circulares a las comu-nidades. La primera de ellas se encuentra en el Archivo de laCasa general y tiene fecha del 4 de octubre de 1874. Exhorta alas hermanas a ser constantes en la meditación de la Regla, enla práctica de los votos, la oración, los sacramentos. Reco-mienda la humildad y el poner a disposición los talentos en be-neficio de la comunidad. Da también directivas acerca de loslibros que han de llevarse en cada casa.

A su muerte tenía preparadas la nueva edición de la Reglay Constituciones. Murió en Manresa el 22 de marzo del año1883. Los restos del P. Enrich se encuentran en la Iglesia de laCasa de Manresa. La Congregación, que lo consideraba comoun segundo Padre, por su prudencia, dedicación y apoyo cons-tante a la H. Rosa Santaeugenia, lloró a quien había contribuidoal progreso y aumento de la misma.

P. Lesmes Alcalde Barbero

Nació en Castrillo Solarana, provincia de Burgos, el 27 deenero de 1858. Ingresó en el convento dominicano de Corias yprofesó el 14 de noviembre de 1874, unos meses antes de quefalleciera el P. Coll. Completó su formación y empezó a enseñar

72


Filosofía en el convento de Padrón (La Coruña). En 1895 fuemaestro de novicios y de estudiantes en Corias, más tarde, pro-fesor de Teología moral y Regente de estudios en Salamanca.En 1908 obtuvo el título de maestro en Teología, el mayor reco-nocimiento académico de la Orden.

Ejerció su misión en la Provincia de Aragón y también enla de España, en esta última falleció el 7 de julio de 1940.

No conoció personalmente al P. Coll, pero desde joven re-cibió el testimonio de personas que sí lo conocieron y hablabancon mucha convicción de sus virtudes. Él mismo relata quecuando fue novicio, en el convento de Corias (Asturias) y aunviviendo todavía el P. Coll, su padre de novicios, les habló delsanto al referirse a la fundación de las Hermanas Terciarias Do-minicas. Recordaba también la conmoción que se vivió en la co-munidad de Corias cuando llegó la noticia de su muerte.

Fue tan grande su devoción al P. Coll que prometió escribirsu vida, como lo hizo. Así también se lo había pedido en 1894 lapriora general, H. Concepción Vila, consciente de que ya habíanpasado dos décadas de su fallecimiento y no se tenía más quealguna semblanza necrológica del Fundador. Ella misma mandóa las hermanas que colaborasen dándole todos los datos queestuviesen a su alcance.

Quienes conocieron al P. Lesmes le describían como unfraile muy religioso, observante, austero y estudioso, amantede la Orden y de su historia.

En marzo de 1892, cuando se encontraba en el conventode Barcelona, fue nombrado Director general de la Congrega-ción; tenía 34 años de edad. Fue el último director con el quecontó la Congregación, permaneciendo en el cargo dos años.

Al Padre Lesmes Alcalde la Congregación le debe la redac-ción de la primera Crónica de la Congregación. Esperaba contarcon la importante aportación del P. Joaquín Soler «memoria vi-viente» de los orígenes del Instituto, pero su fallecimiento lo im-pidió, sólo pudo escribir algunas pequeñas notas en borrador.

Para la elaboración de la Crónica el P. Lesmes utilizó docu-mentos conservados en el Archivo de la Casa-Madre; el LumenDomus, o crónica manuscrita redactada bajo la inmediata direc-

73


ción y revisión de D. Joaquín Soler por la H. Dominga Victori;apuntes en orden a la Crónica redactados por D. Joaquín Soler;relaciones enviadas desde las casas filiales; y finalmente, el co-nocimiento directo que tenía de algunos hechos. Firmó el Pró-logo en Vic, en la fiesta de Santa Catalina de Siena, el 30 de abrilde 1894. Si bien esta obra es valiosa para la Congregación, elmismo autor la define como un «ensayo de Crónica», que habríade ser profundizado.

Como mencionamos antes, el P. Lesmes escribió una Vidadel P. Coll, con la que deseaba perpetuar la memoria del Funda-dor de la Anunciata. Emprendió esta tarea con amor y entu-siasmo, procurando informaciones de las hermanas y depersonas que lo conocieron, consultando algunos documentos.Pero, las circunstancias de ese momento le hicieron retrasar 14años la publicación de esta biografía, que salió a la luz en 1907.

El P. Alcalde era consciente de que no había escrito propia-mente una biografía, sino una exposición en torno a las virtudescultivadas en grado heroico por el P. Coll. Su obra es algo asícomo una teología moral en la que insertó los testimonios quese procuró acerca de su figura. De algún modo, señala el P. VitoGómez, OP96, se puede comparar esta labor a un «proceso debeatificación anticipado», ello salta a la vista con sólo repasarel índice de los asuntos que trata. No contó para escribir estaobra con documentación que hubiera sido valiosa para darlemayor fundamento histórico. Dado el carácter algo «difuso» dela misma, no se tardó en acompañarla con la edición de unaVida compendiada.

A pesar de estas limitaciones, no cabe duda de que el P.Lesmes Alcalde fue una figura decisiva para promover el cono-cimiento y la veneración del Padre Coll, a quien profesó un granamor y admiración; fue un testigo muy importante en el procesoordinario informativo de su canonización. Se puede constatartambién su cercanía y atención a La Anunciata en los primerosaños del Instituto.

74



III. EXTENDER LAS RAMAS.ABRIENDO FRONTERAS (1876-1930)

El carisma dominicano que el Fundador de la Anunciatavivió y comunicó a su obra lleva en sí mismo el dinamismo deuna entrega universal que no conoce fronteras y se realiza enla itinerancia evangélica. Así lo comprendió el P. Coll que, aun-que no pudo ver la expansión de la Congregación fuera de Ca-taluña, desde un comienzo supo infundirle el espíritu apostólicoy misionero que un día la abriría a nuevas y lejanas culturas.

1. Se extenderá por toda la tierra

En diversas ocasiones el P. Coll había expresado el deseode que la Congregación se extendiera por toda España, dada lanumerosa presencia de las comunidades en Cataluña. Comen-tan las Crónicas: «La máxima de Santo Domingo, aceptadadesde el primer momento por el P. Coll, “la semilla fructificacuando se siembra y se corrompe cuando se tiene hacinada”,proporcionaba al naciente Instituto personal suficiente parapensar en nuevas fundaciones»97.

Durante su vida el P. Coll no salió de Cataluña, sin em-bargo, comunicó a su Congregación la fuerza de expansión, de-jando a sus sucesores el cometido de repartir hermanas por elmundo98. Él mismo, consideró como una prueba de que el

75

97 Crónica de la Congregación,T. I, p. 79.98 Cf. Crónica de la Congregación,T. I, p. 348.


nuevo Instituto era obra de Dios, que pronto le pidieran herma-nas para la ciudad de Oviedo y para las islas Filipinas. Dejó claroque «este santo Instituto no cesará hasta ser extendido y dila-tado por toda la tierra»99. A los cinco años de su fallecimiento,la priora general, H. Rosa Santaeugenia y el P. Francisco Enrich,director general de la Congregación, iniciaron los pasos paraque el Instituto saliera de las fronteras de Cataluña, como dese-aba el P. Coll.

Desde 1880 hasta la constitución de Provincias en 1904, sefundaron doce comunidades fuera de Cataluña. La realizaciónde esta empresa la llevaron a cabo las prioras generales H. RosaSantaeugenia, H. Concepción Vila y H. Antonia Gomá.

Cruzados ya los límites de Cataluña hacia otras regionesde España, se abre para la Anunciata un nuevo horizonte evan-gelizador más allá del inmenso océano: las lejanas tierras deAmérica. En el corazón apostólico de Francisco Coll ya estabaese deseo de cruzar fronteras y atravesar mares llevando la pa-labra de Dios. Se conoce una carta en la que expresa su decisiónde colaborar en la formación de predicadores para América delNorte e incluso de enviar hermanas a Filipinas si hubiese sidoposible100.

2. Crecimiento y caminar de la Anunciata en Cataluña

Las primeras fundaciones, una vez fallecido el Padre Coll,corresponden a las disposiciones que el P. Enrich OP realizacomo Director de la Congregación. Éste, junto con la priora ge-neral H. Rosa Santaeugenia, continuó impulsando el celo apos-tólico que su Fundador infundió a las hermanas desde losinicios de la Congregación.

Los Superiores mostraban gran interés por todas las casasfiliales y no ahorraban medios para que en ellas reinase el ver-dadero espíritu infundido desde los inicios por el P. Coll. Les ani-maban con visitas frecuentes y circulares. La vida de lashermanas durante este tiempo era en verdad pobre, tanto quehabía personas que desaconsejaban a las jóvenes ingresar enuna Congregación así101. No solo este aspecto se observaba sinotambién su gran deseo de expansión y así queda expresado en

76

99 Obras Completas, p. 295.100 Cf. Testimonios, p. 558.101 Cf. Crónica de la Congregación,T. I 2ª ed., p. 329.


el tomo I de la Crónica. El P. Lesmes Alcalde comparaba la ex-tensión de los Institutos Religiosos con la figura de la vid quecobra vigor y lozanía extendiendo sus ramas. «Por esto la Con-gregación se ha mostrado siempre tan partidaria de la exten-sión y enemiga implacable de la concentración, siendo esta,desde su origen, el norte de todos sus pasos y resoluciones»102.

De forma muy similar a lo que hemos observado mientrasvivía el P. Coll, en esta etapa, las respectivas fundaciones res-ponden en su mayoría a la llamada de Ayuntamientos y Párro-cos. Testigos de la entereza de las hermanas, admiraban suconducta y las consideraban las más dignas de sostener todoslos fueros de la enseñanza y moral religiosa.

«Vieron las gentes en las nuevas hermanas vocaciónal profesorado, aptitud para el ministerio, sencillez enel trato y grandísimo desinterés en todas las cosas.Todo esto unido a la imparcialidad con que recibíany trataban a las niñas, las ganó numerosas simpatíasy las colocó en la posición independiente de podervivir con el fruto de su trabajo»103.

Destacaban por vivir los valores dominicanos infundidosdesde la formación: práctica de la Regla de la Tercera Orden Do-minicana, vida comunitaria, pobreza, sencillez; devociones pro-pias de la Orden. En cuanto pudieron vistieron el hábitodominicano104.

Las hermanas se esforzaban por transmitir el carisma conclaridad a través de la educación y formación cristiana, abrién-dose en algunos lugares al campo sanitario. Así mismo, teníaninquietud de posibilitar la vida religiosa a las jóvenes.

«Cuantas personas seguían con interés la marcha dela Congregación, verán con placer que continuaba enella y en cierta manera revivía el espíritu del P. Coll.Esto verán en la sencillez de las Hermanas, esto ob-servaban en su método de enseñanza, esto contem-plaban en la pobreza de sus fundaciones, esto, en fin,reconocían en el desarrollo pasmoso que adquirirá laCongregación»105.

77

102 Cf. Crónica de la Congregación,T. I 2ª ed., p. 331.103 Crónica de la Congregación,T. I 2ª ed., 494.104 Cf. Crónica de la Congregación,T. I 2ª ed., 230.105 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 492.


Las hermanas eran solicitadas en muchas poblaciones,casi no daba tiempo a formar nuevas candidatas. Es justo re-cordar que, en el inicio de estas fundaciones en Cataluña, unbuen número de bienhechores colaboraron en su desarrolloayudando a las hermanas en todo momento.

En el cuadro que cierra el primer tomo de la Crónica figu-ran 104 fundaciones hasta el año 1894. Las hermanas, que pa-saban de 700 a la muerte de la H. Rosa Santaeugenia, en 1888,habían aumentado en más de dos centenares. Concluye la Cró-nica: «Podemos contar las Fundaciones, mas ¿será posible re-ducir a número los sacrificios, los trabajos, los desvelos, losactos de abnegación, de humildad, de fervor en el servicio di-vino que merecieron la bendición de Dios Nuestro Señor parala dilatación y óptimos frutos de la obra?»106.

Un hecho a destacar es la incorporación a la Congregaciónde un grupo de religiosas Mercedarias, sin profesión, en Es-pluga Calva y Espluga de Francolí107.

En este período en el que el Instituto atrae numerosas vo-caciones, lo que le posibilita un fuerte crecimiento, tiene lugartambién una circunstancia difícil: ocho hermanas deben dejarla Congregación, entre ellas la priora de la Casa de c / Mercaders(Barcelona), H. Carmen Sallés.

Detrás de esta decisión de los superiores parece haber unproblema de desobediencia. Los hechos podrían relacionarsecon el concepto equivocado que estas hermanas sostenían de,que los miembros del Instituto de la Anunciata no eran formal-mente religiosas, al no contar éste con una explícita aprobaciónpontificia. De esta manera, justificaban el no estar vinculadaspor la obediencia a la priora general H. Concepción Vila, conquien mantenían diferencias de distinto tipo que afectaban a lamarcha de la Congregación.

Esta falsa versión es justamente rebatida por el Directorde la Congregación, P. Lesmes Alcalde, quien teniendo presentelo sucedido, en circular del día de la Dolorosa de 1892 quieredejar bien fundamentada la legitimidad de la Congregación porsu entronque con la Tercera Orden de Santo Domingo, cuya

78

106 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 604.107 Cf. Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., pp. 297-298.


Regla fue aprobada por Honorio III y ratificada por sucesivosPontífices. Concluye que las que profesan la Regla de la TerceraOrden y hacen votos solemnes o simples no pertenecen sim-plemente a una cofradía sino a una verdadera Orden Reli-giosa108.

Tres de las hermanas despedidas fueron readmitidas, noasí la H. Sallés. Este hecho, sin embargo, posibilitó el nacimientode una nueva familia religiosa en la Iglesia: las Hermanas Con-cepcionistas Misioneras de la Enseñanza, fundada en Burgospor H. Carmen Sallés en 1892, el mismo año de su salida de LaAnunciata. Dicha Congregación se extendió también a lo largode los años por muchos países; su fundadora fue canonizadapor Benedicto XVI poco después que el Padre Coll.

79

108 Cf. Crónica de la Congregación, T I, p. 648.


80

FUNDACIONESENCATALUÑA(1876-1930)

CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. B

ARCELO

NA109

1876

1904

Atender a la educación de las niñas y facilitar a las hermanas de las

casas filiales que por asuntos de la educación debían ir a Barcelona.

2. A

RENYSDEM

UNT

(BARCELO

NA)

1876

1981

El Párroco ante la indiferencia religiosa que se vivía acudió a las HH.

Dominicas «creyendo que con ellas podrían reorganizar las pasadas

tradiciones».

3. S

ANTAEULÀ

LIADEVILAPISCINA

(AMILCAR-B

ARCELO

NA)11

01876

El Párroco y el Ayuntamiento veían con preocupación el atraso de las

niñas, no tanto por la falta de asistencia como por indiferencia de las

maestras.

4. ESPLU

GA-C

ALVA(LLEIDA)

1877

1963

La agregación de cinco religiosas Mercedarias y haber ganado la Es-

cuela pública una hermana.

5. M

ONTSERRAT(B

ARCELO

NA)

1877

1981

Estar al frente de las jóvenes que pasaban el día en la lavandería del

monasterio y hospedería y procurar su form

ación.

6. JUNEDA(LLEIDA)11

11877

1993

Por iniciativa del Párroco para instrucción y moralización del pueblo.

7. A

LPENS(B

ARCELO

NA)

1878

1968

Ante la salida de las HH. Carmelitas de la Caridad, el pueblo entero so-

licitó continuar con la enseñanza dirigida por Religiosas.

8. A

GER(LLEIDA)11

21878

1924

Difundir la enseñanza católica en aquellas abandonadas poblaciones

agrícolas y recoger vocaciones para el Instituto.

9. S

ANTFR

UITOSDELBAGES

(BARCELO

NA)

1878

1940

El Párroco y el Ayuntamiento junto con algunos propietarios solicitaron

la instalación de una casa-colegio de Hermanas Dominicas, dado que la

Maestra seglar no podía cum

plir su trabajo, a causa de su delicada salud.


81

10. C

ADAQUÉS(G

IRONA)

1878

1936

A instancias del Párroco y Junta de propietarios llegaron cuatro her-

manas para dedicarse a la enseñanza.

11. L

AGLEVA(B

ARCELO

NA)

1879

1940

El Clero y el Ayuntamiento creyeron que convenía establecer una casa

de religiosas que, junto a la devoción a la Virgen, reuniesen aptitudes

y vocación para la enseñanza.

12. S

ANTM

ARTÍDEM

ALD

À

(LLEIDA)

1879

1940

El Párroco quiso que sus feligreses se beneficiasen de la educación

dada por Hermanas Dominicas en los pueblos de la provincia de Lleida.

13. A

LBÍ(LLEIDA)

1879

1900

La iniciaron, negociaron y realizaron un dominico, el Párroco y un pro-

pietario de la villa.

14. H

ORTA-Sucursal (BARCELONA)

1879

1985

Enseñanza para niñas de familias menos acomodadas.

15. T

ORRESDESEG

RE(LLEIDA)

1881

1939

La insistente solicitud del Párroco de Torres de Segre, Rdo. D. Miguel

Cobejans, del propietario don Alejandro Capdevila y la verdadera ca-

restía de enseñanza religiosa, especialmente entre las niñas, fueron los

motivos que obligaron a los Superiores a admitir esta fundación.

16. B

RUCH(B

ARCELO

NA)

1882

1939


17. M

ONTCADAIREIXAC

(BARCELO

NA)

1882


109El 21-XI-1875 se funda una comunidad en Barcelona en la c / Mediana de San Pedro, que en febrero-m

arzo de 1876 se trasladará a la c

/ Condal y posteriorm

ente, el 10 de junio de 1876, a la c / Alta de San Pedro. M

ás tarde sufre nuevos traslados a la Riera de San Juan y

después a la c / Mercaders, de la que se constituyeron las comunidades de la c / Elisabets en 1904 y c / Trafalgar en 1909. Cf. Crónica

de la Congrega

ción,T. I, 2ª ed. p 274-277.

110Las cuatro hermanas destinadas por los Superiores llegaron a Santa Eulalia de Vilapiscina el 23 de junio de 1882.

111La comunidad marchó de Juneda en agosto de 1990. En el curso 1992-1993 se cerró el colegio.

112Las hermanas salieron de Ager el 31 de julio de 1922 y sacaron los muebles en mayo de 1924.


82


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

18. P

ERAFITA(B

ARCELO

NA)

1882

1926

Enseñanza y escuela dominical.

19. R

ODA-Sucursal

1882

1906

Sucursal en la fábrica de Codul D

retn de los señores Bosch y Alsina.

20. C

ABRILS(B

ARCELO

NA)

1883

1978

D. Francisco Tolrá concibió el proyecto de dotar a su pueblo natal con una

casa colegio de Hermanas Terciarias Dominicas.

21. V

INYOLES(B

ARCELO

NA)

1883

1939

El Ayuntamiento junto con el Párroco Rdo. D

. José Galcerán, pensaron es-

tablecer Hermanas Dominicas, para dar enseñanza elemental a las niñas

durante el día y a las adultas por la noche.

22. S

ANTACOLO

MADE

GRAMANET(B

ARCELO

NA)

1883

El Párroco y el A

yuntamiento pidieron Hermanas Dominicas que se en-

cargasen de la Escuela Muni cipal.

23. A

RTESADESEG

RE(LLEIDA)1883

1999

El Párroco y contribuyentes de la villa solicitan una Casa-colegio de Her-

manas Dominicas.

24. M

ANRESA(B

ARCELO

NA)

1884

La fundación en Manresa se debe al P. Enrich. D

esde el principio quisieron

ser útiles a todas las clases sociales, abrieron escuela dominical y proyec-

taron enseñanza superior.

25. R

UPIÀ(G

IRONA)

1884

1920

El Párroco quiso preservar a los feligreses de perniciosas doctrinas y pidió

Hermanas.

26. A

MER(G

IRONA)

1884

1982

Suplir deficiencias de las Escuelas Municipales.

27. M

INESDESURROCA

(GIRONA)

1885

1926

Por iniciativa de la sociedad directiva de las minas, al percibir la necesidad

de un centro de educación para la enseñanza de las niñas de los obreros.


83

28. P

LÀDECABRA

(TARRAGONA)

1885

1972

Se debe al celo de sesenta propietarios que desearon poner un centro de

instrucción y moralidad dirigido por las hijas del P. Coll.

29. O

SDEBALA

GUER(LLEIDA)

1885

1960

Al fallecer la maestra seglar, que tenía la plaza en propiedad, los señores

comisionados se interesaron en que una hermana se presentase para

tomar posesión de la plaza vacante. En 1887 la H. Josefa Puntí obtuvo la

plaza, m

ediante oposición, y entonces el colegio pasó a ser Escuela Pú-

blica en el m

ismo local.

30. F

ONOLLOSA(B

ARCELO

NA)

1885

1903

Esta fundación es promovida por el Párroco, para hacerse cargo de la

educación de las niñas.

31. B

ERGA(B

ARCELO

NA)

1886

2013

La considerable población de Berga reclamaba Hermanas cuyo espíritu

de fundación fuera la enseñanza; el número de huérfanas y jóvenes des-

validas, reunidas m

uchos años antes en una Casa-Amparo, necesitaba

una institución con ninguna pretensión, pero con vocación para educar

todas las clases sociales. Estos motivos indujeron al R

do. D

. Ram

ón Ca-

sals, B

eneficiado de la Colegiata, a ofrecer una Casa-Amparo, fundada y

casi sostenida por él, a las Hermanas Dominicas del P. Coll.

32. S

ANTAEUGÈNIA

DEBERGA

(BARCELO

NA)

1886

1960

El m

otivo de esta fundación fue garantizar la enseñanza religiosa de las

niñas en la población.

33. V

ILABELLA(TARRAGONA)

1886

1962

Enseñanza. Promovida por el Párroco. En 1888 abandonan la escuela pú-

blica y abrieron un colegio privado en 1889.

34. S

ANTVICENÇDE

CASTELLET(B

ARCELO

NA)

1887

Una Junta de personas arraigadas en la población de San Vicente de Cas-

tellet, acordó instalar una casa-colegio de Hermanas Dominicas, como

las establecidas en Manresa y Monistrol.

35. C

ORNELLÀDETERRI

1887

1996

La iniciativa de la fundación en Cornellà de Terri, partió de algunos pro-

pietarios que deseaban una educación cristiana y completa.


84


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

36. A

METLLADEM

EROLA

(BARCELO

NA)

1887

1993

La colonia de Ametlla de Merola, fue fundada por el señor José Pons,

íntimo amigo del Director general, P. Enrich, quien le propuso que fue-

sen Hermanas Dominicas a la colonia para dar escuela de día a las

niñas y de noche a las adultas, que estuviesen al frente de las operarias

en los días festivos y las acompañasen a paseo.

37. C

OLO

NIAPONS-P

UIGREIG

(BARCELO

NA)

1887

1981

La colonia fabril de Puigreig, levantada también por don José Pons y

sus hijos en la cuenca del Llobregat, fue inaugurada algunos meses

más tarde que la de Ametlla de Merola. La fundación tuvo los mismos

motivos que la anterior: Enseñanza esencialmente cristiana, cuidar del

aseo de la Iglesia y de las jóvenes trabajadoras que estaban lejos de

sus padres.

38. A

LELLA(B

ARCELO

NA)

1887

1910

El Párroco y algunos cristianos propietarios creyeron necesario esta-

blecer una casa-colegio de Religiosas que a la aptitud juntasen vocación

al profesorado y se encargasen de form

ar el entendimiento y el corazón

de la nueva generación.

39. A

LÒSDEBALA

GUER(LLEIDA)

1887

1887

Plaza ganada por oposición del Estado. Una de las hermanas que se

presentaron a oposiciones en 1887 fue agraciada con la escuela de Alòs

de Balaguer. La Congregación no pensaba fundar en este lugar por

estar la población disem

inada y la Iglesia a media legua de distancia,

pero las instancias de algunos propietarios y los buenos inform

es del

Párroco hicieron aceptar la plaza hasta que se pudiese permutar. Apro-

vechada la permuta, las Hermanas se trasladaron a Os de Balaguer


85

40. E

SPA

RRAGUERA(B

ARCELO

NA)

1888

1978

El Rdo. Párroco creyó necesaria a la población una casa-colegio dirigida

por Religiosas. El carácter sencillo y m

odesto de las Hermanas del P.

Coll y el trato con las hermanas recientemente establecidas en el Bruch,

avivaron sus deseos de establecer una casa de la Congregación en su

parroquia de Esparraguera.

41. T

OSSA(G

IRONA)

1888

1903

La villa de Tossa de Mar, deseaba un Instituto que pudiese hacerse

cargo del hospital y al m

ismo tiempo abriese un colegio.

42. S

ANTPEREDERIUDEBITLLES

(BARCELO

NA)

1888

1936

Enseñanza. M

archan las Teresianas y el Párroco manifiesta el deseo de

que vayan las Hermanas Dominicas del P. Coll.

43. L

AJU

NQUERA

1888

1910

La villa de La Junquera, fronteriza de Francia, estaba expuesta a la ig-

norancia y desmoralización. Para contrarrestar estos peligros, el R

do.

Párroco D. M

iguel Ginestá y algunos propietarios trataron de establecer

en la villa un colegio de Religiosas para instruir a las niñas en todas las

ramas propias de su edad y sexo.

44. S

ANTADRIÀ

DEBESÒS

(BARCELO

NA)

1889

1910

El Párroco Rdo. D. Miguel Abanell, entusiasmado con los resultados

obtenidos por las Hermanas Dominicas establecidas en el cercano pue-

blo de Santa Coloma, concibió el proyecto de instalar una Casa-Colegio

de Hermanas Dominicas en su parroquia.

45. P

INEDADEM

AR(B

ARCELO

NA)

1889

Una señora legó en testam

ento dinero para establecer una casa de Re-

ligiosas que practicasen las obras espirituales y corporales de miseri-

cordia, sobre todo la enseñanza de las niñas y la asistencia a los

enferm

os.

46. C

ALD

ERS(B

ARCELO

NA)

1889

1926

Para que la vida moral progresase a la par que la vida material, el

obispo de Vic, el Párroco y algunos propietarios acordaron el m

odo de

establecer una casa-colegio de Hermanas Dominicas.


86


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

47. C

ASTELLFO

LLIT

DELA

ROCA

(GIRONA)

1890

1963

El Párroco de Castellfollit, Rdo. D

. Agustín Pujalach, comprendió la ne-

cesidad que tenía su parroquia de enseñanza religiosa para niñas.

48. A

NGLÈS(G

IRONA)11

31890

2012

Dos señoras propusieron la fundación de una casa-colegio de Herma-

nas Dominicas. El Párroco aprobó su proyecto y se form

ó una Junta

para negociar con el pueblo.

49. B

ORREDÀ(B

ARCELO

NA)11

41890

2014

Ante la insistente invitación del Cura Párroco y varios vecinos del pue-

blo de Borredá, la Congregación aceptó la instalación de una Casa-co-

legio de enseñanza.

50. C

OPONS(B

ARCELO

NA)

1891

1925

Algunos vecinos de la villa de Copons, concibieron el proyecto de es-

tablecer una casa que sirviese al m

ismo tiem

po de centro de enseñanza

y de moralidad, admirados de los excelentes resultados producidos en

todas partes por las Hermanas Dominicas.

51. G

IRONA-Nord

1891

1999

El principal objetivo de esta fundación fue establecer en Girona una

casa que sirviese al mismo tiempo de alojamiento a las hermanas de

las casas filiales y de centro donde dirigirse para los encargos. El obispo

difirió por algún tiem

po la autorización, por creer que había suficientes

centros de enseñanza en la ciudad. El 1 de diciembre de 1891 otorgó el

ansiado permiso, con la condición de que la enseñanza fuese principal-

mente para párvulas. En octubre 1960 la comunidad cam

bió de activi-

dad pasando a ser Residencia para señoras y señoritas. A partir de 1982

pasó a ser Residencia de estudiantes.


87

52. S

ALT(G

IRONA)

1892

A petición del Párroco de Salt. El Párroco de Rupiá aconsejó y patrocinó

la idea de una casa-colegio de Hermanas Dominicas.

53. R

IPOLLET(B

ARCELO

NA)11

51893

2008

Promovida por una Terciaria Dominica que deseaba Hermanas Domi-

nicas en la villa.

54. C

OMELLAS(B

ARCELO

NA)

1893

1914

La colonia fabril de los señores Comellas se encuentra en la cuenca del

río Llobregat. Los excelentes resultados de los colegios de Hermanas

Dominicas abiertos en las colonias lim

ítrofes de Ametlla de Merola y

Puigreig, m

ovieron a los señores Comellas a procurar para su colonia

un establecimiento docente.

55. G

IRONA-Pont Major

1894

Un matrimonio concertó con el Párroco y la M. G

odayol las bases para

la fundación de una comunidad para dar enseñanza gratuita a las niñas.

56. V

ALLFO

GONADERIUCORP

(LLEIDA)

1895

1925

Enseñanza. G

racias al S

r. D. Ram

ón Corbella, C

anónigo de la Catedral

de Vic y al Sr. Obispo Dr. D. José Morgades.

57. V

ALLSDETO

RRUELLA

Colonia Palà

1896

1982

El dueño de la Colonia Valls, conocía el buen hacer de las hermanas y

deseaba proporcionar a las hijas de sus numerosos obreros la ense-

ñanza con que otros se beneficiaban.

58. B

ORGONYÀ-Colonia Fabra i

Coats

1898

1969

Proporcionar enseñanza a las hijas de sus numerosos obreros. Colegio

santo Domingo de Guzm

án.

59. V

ERGES(G

IRONA)

1900

1941

El M

unicipio, el clero y la población representada en todas sus clases,

se aúnan para conseguir que se establezca una com

unidad de Dom

inicas

de la Anunciata para hacerse cargo de una Casa-Colegio de enseñanza.

113En 2012 marcha la comunidad pero permanece el colegio.

114Las hermanas salieron de Borredá en 1972 por falta de alumnado. El 1 de septiem

bre de 1980 regresa la comunidad a un nuevo edificio

para otra misión, Casa de espiritualidad.

115En el año 2008 marcha la comunidad pero queda el colegio.


88


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

60. P

UIGREIGColonia Vidal

1901

1970

Proporcionar enseñanza a las hijas de los numerosos obreros de la Co-

lonia Vidal.

61. B

ARCELO

NA-c / Elisabets

1904

Pensión de señoras y colegio. Traslado de la calle Mercaders.

62. Colonia Monegal

1908

1966

Proporcionar enseñanza a las hijas de los numerosos obreros de la Co-

lonia.

63. B

ARCELO

NA-c / Trafalgar

1909

1939

Colegio. Traslado de la c / Mercaders.

64. C

ASTELL

DELREMEI(LLEIDA)

1910

1975

Escuela Menagère «Santa Ana». Los dueños de la colonia Castell del

Rem

ey habían establecido una escuela para la enseñanza, especial-

mente doméstica, de las niñas de sus colonos y quisieron confiar estos

cuidados a las Hermanas Dominicas.

65. B

ENIFALLET(TARRAGONA)

1919

1936

Los albaceas testam

entarios de la Sra. de Grau y de Gras, edifican una

Casa Colegio para la enseñanza de las niñas. D

esean que se encargue

una Comunidad Religiosa y teniendo referencia del bien que hacen las

hermanas en m

uchos pueblos, dem

andan hermanas para hacerse

cargo del colegio.

66. M

ONTESQUIU

1922

1936

Una señora viuda desea subsanar la triste situación moral de la pobla-

ción a través de la educación religiosa.


89

67. B

ARCELO

NA-Guinardó

1924

1936

Sucursal dependiente del Colegio de Santa Eulalia de Vilapiscina, para

atender a la educación e instrucción de las niñas. D

espués pasó a de-

pender de la Casa de Horta.

68. B

ARCELO

NA

1924

1936

El Rvdo. D. Manuel Burgoñó fundó el Patronato Soledad para la ins-

trucción gratuita de niños pobres. Confió a las hermanas la educación

de las niñas. Fue considerado una sucursal del colegio de Sant A

ndreu.

69. A

LMENAR(LLEIDA)

1927

1932

El O

bispo y el Párroco de Almenar, ante la indiferencia y la irreligiosi-

dad sem

brada por un maestro en el pueblo, solicitan a la Congregación

hermanas. A

nte la escasez de personal para nuevas fundaciones, se

plantea que, si se acepta la propuesta, era necesario suprimir la Sucur-

sal de Lleida y enviar esas hermanas a Almenar. A

sí se hizo el 29-08-

1927.

70. B

EGUES(B

ARCELO

NA)

1928

2001

El A

dministrador de una finca destinada para colegio tiene buenas re-

laciones con las hermanas de Horta (Barcelona) y creyendo que será

de utilidad a la Congregación y al pueblo la instalación de las herma-

nas, m

edió en la fundación.

71. C

ERDANYOLA

DELVALLÈS116

1930

A petición de las hermanas de Ripollet que ante la noticia de que las

Escolapias querían establecerse en Cerdanyola, previendo que un co-

legio tan cercano pudiera perjudicarles, m

ostraron su inquietud a la

Madre general.

116Después de 22 años de ausencia por motivos de la guerra, las hermanas regresaron a Cerdanyola en 1960.


3. La Anunciata se extiende fuera de Cataluña

Como hemos señalado en el primer punto de este apar-tado, la Congregación a partir de 1880 se extendió también fuerade tierras catalanas. La primera fundación fue en Albacete, cen-tro y capital de los pueblos manchegos que comenzaba a tenerauge por la inauguración del ferrocarril de Madrid-Cartagena.La casa-colegio de la calle Salamanca fue cedida para desem-peñar una labor de enseñanza. En 1880 llegaron a Albacete 14hermanas, el día 11 de abril fueron acogidas con gran entu-siasmo por parte de la gente. Comenzaron teniendo niñas depago y gratuitas, internado y escuela dominical. El trabajo sefue intensificando y llegaron a tener además de la enseñanzanormal, clase de música y magisterio, pintura y labores. Las her-manas eran sumamente respetadas y gozaban de gran presti-gio. Fueron siempre muy queridas por el pueblo.

Las fundaciones de este período estuvieron motivadas ge-neralmente por la necesidad de dotar a las distintas poblacionesde una educación religiosa. Ello provocó que los Párrocos dellugar, familias o particulares salieran al encuentro de la Congre-gación de Hermanas Dominicas de la Anunciata.

En Asturias son características las fundaciones promovi-das en toda la cuenca minera respondiendo a las necesidadeseducativas de la misma. El buen hacer de las hermanas motivóque los que tuvieron la iniciativa de fundar, pensaran en ellas.También encontramos hermanas atendiendo a los enfermos. EnSama la Infanta Isabel II visitó el hospital de heridos donde tra-bajaban las hermanas y se asombró diciendo: «¿Dominicas en-fermeras? Ella asociaba el hábito blanco a la predicación o a laenseñanza»117.

La vida de las hermanas en estas fundaciones era de cons-tantes privaciones. En las crónicas de aquella época se recogenciertas notas comunes entre las que destacan: la disponibilidadde las hermanas para desplazarse a aquellas comunidades a lasque eran enviadas por los superiores, la gran capacidad deadaptación a los momentos duros, la aceptación de la pobrezaextrema, así como en algunos casos el rechazo recibido de ins-tituciones diversas118.

90

117 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, p. 340.118 Cf. Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 329.


«A finales del siglo XIX llegamos las cuatro primerashermanas Dominicas a Mieres. Tiempos difíciles eranaquellos para lo que pretendíamos, una educacióncristiana de la niñez y juventud. Una silba prolongadanos acompañó hasta la casa. Iniciamos la tarea enco-mendada con ánimo firme y con una entrega desin-teresada y, poco a poco, la hostilidad fue cediendo.Las familias que acudían con sus hijas en busca deformación, fueron las promotoras ante el pueblo, dela verdad de nuestra labor educativa. Atendíamos alas niñas, y lo hacíamos con trato cercano y sencillo,como nos inculcaba nuestro fundador el P. FranciscoColl. Con la confianza puesta en la Virgen, fuimos su-perando las dificultades y contratiempos y sobreestos pilares quedó cimentado el colegio, al que lepusimos por nombre Santo Domingo de Guzmán»[…]119.

Se esforzaban por llevar a cabo su cometido fundamental,la formación cristiana de las alumnas. Una nota clara en todaslas fundaciones era el aprecio que recibían de las familias porsu dedicación y entrega desinteresada. Es constante el esfuerzoque las hermanas realizaron para establecerse, procurando ad-quirir un edificio en propiedad.

Entresacamos de las Crónicas algún hecho destacado quedemuestra la entereza y entrega de las hermanas en momentosdifíciles.

«En Ujo una joven sufrió grandes quemaduras entodo su cuerpo y dos Hermanas dieron parte de supiel para que se la trasplantasen. El hecho fue agra-decido por todo el poblado»120.

No faltó tampoco en este período el conflicto y la tensiónpolítica que afectaron la marcha de las instituciones. Las her-manas afrontaron las dificultades con valentía y contaron endistintas circunstancias con la ayuda desinteresada de los Pa-dres dominicos121.

91

119 Con motivo del centenario del colegio de Mieres, se editó una revista basándoseen la Crónica T. II, 68. Veritas 100. 100 años comprometidos con la realidad, p. 6.

120 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, p. 100.121 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, p. 26-28.


92

FUNDACIONESFUERADECATALUÑA(1876-1930)

CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. A

LBACETE- C / Salam

anca

1880

Una familia deja su herencia para la educación cristiana y ayuda a los

pobres. Piensa en las Dominicas de la Anunciata. Un dominico intervino

en la fundación. Fue la primera fundación fuera de Cataluña.

2. S

AGUNTO

122(V

ALENCIA)

1894

Petición de las hermanas de Albacete de tener otra comunidad cercana.

La oferta económica de familias que deseaban un colegio religioso para

la educación de sus hijas.

3. C

AÑAMELA

R(VALENCIA)

1895

1922

Deseo de la M. G

eneral Concepción Vila de tener una casa en Valencia.

El Sr. Arzobispo ante la petición m

anifestó la conveniencia de ense-

ñanza religiosa en la barriada del puerto, en Cañam

elar. La M. G

eneral

dio su consentimiento.

4. VALENCIA

123

1896

La Rda. M

. Concepción Vila con su consejo solicitó la fundación de un

colegio en la ciudad.

5. SAMADELA

NGREO(A

STURIAS)1897

El P. Lesmes Alcalde y el capellán de los señores Sarri, conscientes de

las costumbres relajadas en el Valle de Langreo, vieron conveniente la

instalación de un colegio de religiosas.

6. A

BLA

ÑA(A

STURIAS)

1898

1970

Los dueños de la fábrica de Mieres, concibieron la idea de fundar una

Casa-colegio de HH. D

ominicas, que se encargarían de educar e instruir

a las hijas de sus obreros y em

pleados.

7. M

IERES(A

STURIAS)

1899

La Priora de la comunidad de Ablaña creyó conveniente establecer un

colegio de pago en la villa para la educación e instrucción de las niñas,

cuyos padres no estuvieran empleados en la fábrica. Transm

itió ese

pensamiento al Sr. Alcalde de Mieres. Se llegó a un acuerdo a condición

de dar enseñanza gratis a seis niñas pobres de la localidad.


93

8. C

ABORANA(A

STURIAS)

1900

1972

El gobierno exigía a las em

presas facilitar enseñanza gratuita a las hijas

de trabajadores. El M

arqués de Comillas negoció para traer a las her-

manas.

9. U

JO(A

STURIAS)

1900

Cerrada

temporal-

mente

Facilitar enseñanza gratuita a las hijas de los mineros.

10. VILLA

NUEVA

DECASTELLÓN

(VALENCIA)

1901

Un matrimonio confió el proyecto de fundar un Colegio-Asilo a un do-

minico. Éste propuso el proyecto a las Dominicas de la Anunciata.

11. S

EDAVÍ(V

ALENCIA)

1904

1919

Educar a niñas y jóvenes de escasos recursos.

12. J

ÁTIVA(V

ALENCIA)

1904

Por iniciativa de una señora con el deseo de abrir una clase gratuita

para niñas pobres y que les dieran una educación religiosa.

13. N

AVIA(A

STURIAS)

1904

A petición del Párroco y el O

bispo se consiguió esta fundación con ca-

rácter educativo.

14. P

OLA

DELA

VIANA(A

STURIAS)1906

1908

Por solicitud del Párroco que conocía la eficacia educativa de las Do-

minicas establecidas en las Cuencas Mineras de Asturias.

15. R

IBADESELLA(A

STURIAS)

1907

Un dominico intervino para la fundación alegando la floración de fa-

milias procedentes de América que deseaban enseñanza religiosa para

sus hijas.

16. C

OLU

NGA(A

STURIAS)

1910

1927

Familias del pueblo conocían el éxito de la educación que gozaba Ri-

badesella por parte de las hermanas y las solicitaron para su pueblo.

122En Sagunto el 08-09-1983 se constituye otra comunidad en el Cam

ino Viejo de Teruel para atender el colegio San Vicente Ferrer. En sep-

tiem

bre de 2001 comenzaron a vivir todas las hermanas en la comunidad situada en c / Cam

í Real. No hubo que hacer trám

ites porque

la comunidad del colegio no estaba erigida jurídicam

ente.

123En 1979 el colegio se traslada a Paterna y parte del edificio se convertirá en Residencia de estudiantes el 27-12-1987.


94

FUNDACIONESFUERADECATALUÑA(1876-1930)

CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

17. S

AMADELA

NGREO

(ASTURIAS)

1915

1995

La Ley de accidentes del trabajo exigía un hospital. La administración

de Duro-Felguera entró en contacto con la Congregación.

18. V

ALENCIA

1915

1922

Iniciativa de una marquesa que cede un piso de su palacio para señoras

pensionistas (Casa pensión).

19. B

OO(A

STURIAS)

1918

1964

Facilitar enseñanza gratuita a las hijas de los mineros.

20. M

ADRID-C / Velázquez

1919

1959

Contar con una casa en la capital de España para facilitar gestiones y

trám

ites administrativos a la Congregación. En sus inicios fue pensio-

nado y Escuela Hogar. Posteriorm

ente el colegio se trasladó a la c / Al-

fonso XIII.

21. V

ILLA

RRAMIEL(PALENCIA)

1919

1925

A petición de D. Eugenio M

adrigal para encargarse de un Hospital Co-

legio. La casa no reunía condiciones para clases y enferm

os, por lo que

al final sólo fue colegio y para los enferm

os se edificó un nuevo local.

22. C

AMPODECRIPTA

NA

(CIUDADREAL)

1920

Una familia deja herencia para un colegio que im

partiese educación

cristiana. El Párroco se puso en contacto con la Congregación.

23. G

IJÓN(A

STURIAS)

1920

Tres m

édicos deseaban establecer un Sanatorio particular. Los directi-

vos del Hospital de Sam

a inform

aron a los directivos de Gijón de la efi-

cacia de las hermanas como enferm

eras, por lo que aceptaron la

propuesta de que fueran las Dominicas de la Anunciata las encargadas

del Sanatorio.

24. V

ALENCIA

1923

1939

Instituto Asilo. Enseñanza.


95

25. O

VIEDO

1923

Necesidad de contar con una casa en la capital de Asturias para facilitar

gestiones y trámites administrativos a la Congregación. Casa colegio.

26. C

ARBALLO(G

ALICIA)

1926

1933

Una familia propone la fundación corriendo con los gastos, para edu-

cación cristiana de la juventud, comprometiéndose con 25 alumnas po-

bres.

27. V

ILLA

MARCHANTE(V

ALENCIA)

1927

1998

El Párroco como albacea de la herencia de una señora que deseaba un

colegio para la educación de las niñas, se puso en contacto con la Con-

gregación.

28. L

AFE

LGUERA(A

STURIAS)

1928

Enseñanza. Llenar el hueco que habían dejado otras religiosas. Los pa-

tronos solicitan la presencia de las hermanas Dominicas.

29. R

IBAFO

RADA(A

STURIAS)

1929

2009

Deseo de la Congregación de extenderse por el Norte de España. Un

matrimonio apoyado por el Párroco, para tener un centro cultural ca-

tólico que atendiera educación de las niñas y un centro benéfico que

se ocupara de los ancianos.


Un aspecto a tener en cuenta es la dedicación de las her-manas a las jóvenes. Fueron pioneras en el desarrollo de las vo-caciones y un buen número de religiosas deben a ellas eldescubrimiento de su vocación.

4. Una escuela según el espíritu del fundador

Los comienzos del siglo XX en España están signados poruna sacudida que en el orden económico y social ocasionó a fi-nales del siglo anterior la pérdida de las colonias de Cuba y Fi-lipinas; la caída de la pequeña y mediana industria fue dandopaso a la concentración industrial en determinadas zonas, agra-vándose el problema obrero con el consecuente deterioro en larelación entre empresarios y trabajadores.

La Congregación, orientada por los principios de la Iglesiaa través del Magisterio del Papa León XIII, fue sensible a la cues-tión social y dio respuestas acordes con las necesidades de estetiempo. La escuela del P. Coll transmitió aquellos mensajes quetienen su fuente primera en el Evangelio. La Congregación situóen esta época gran parte de sus fundaciones en lugares donderesidía la clase trabajadora, así las numerosas escuelas ubica-das en las cuencas mineras y textiles de Asturias y Cataluña.

«La Congregación reconoció desde su origen queuno de los principales objetos de su misión era for-mar el personal y entresacar las vocaciones de estoscentros industriales y fabriles o entresacar elementosde desmoralización. Los propietarios por su parte re-conocieron esta misión peculiar. De este modo lospensamientos de los propietarios y Hermanas con-vergían al mismo punto. En el año 1887 la Congrega-ción convirtió casi toda su actividad en establecerHermanas en poblaciones cuyo principal elementode vida era la fabricación, corriendo a cargo de lashermanas formar todo el personal de las colonias, oser sus casas centros que contrarrestasen la maléficainfluencia de los elementos corruptores o que fuesenasilos donde pudiesen acogerse las que no quisieranser infectadas por el aire corruptor de las fábricas»124.

96

124 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 471.


Si bien el acudir a los sectores más desfavorecidos fue unaimpronta de La Anunciata, ya desde su fundación, la lectura delas Crónicas deja constancia de que la escuela del P. Coll no haceacepción de personas y está abierta a todos.

«El carácter sencillo y modesto de las hermanas delP. Coll y el trato con las hermanas recientemente es-tablecidas en el Bruch, avivaron sus deseos de esta-blecer una casa de la Congregación en su parroquiade Esparraguera. Querían Hermanas sin pretensio-nes, que lo mismo franqueasen las puertas de su co-legio a las pobres que a las ricas»125.

A propósito de las fundaciones en las minas de Surroca yotras, en el año 1885, se afirma «Así ha sido siempre estilo dela Congregación hacerse toda para todas y hacer partícipes deldon de Dios lo mismo a los que habitan en grandes barriadasque a los que moran en los desiertos»126.

También es importante en este período la creación de su-cursales originadas por algunos colegios grandes, como es elcaso de las de Horta (1879) y Roda (1882) para la enseñanza deniñas de familias menos acomodadas, así como Marrampiño enla periferia de Barcelona.

«Para facilitar la enseñanza a todas las niñas y aho-rrarlas la molestia de venir al colegio, las hermanaspropusieron a los Superiores y al Ayuntamiento abriruna sucursal en el numeroso y distante barrio de Ma-rrampiño-Barcelona, comprometiéndose a ir a pietodos los días del año. Aplaudieron los Superioresesta resolución y aceptaron el ofrecimiento del Ayun-tamiento a pagar el alquiler de una nueva escuela,abriendo la segunda casa sucursal el año 1887. Desdeentonces los viajeros de Francia, Madrid, Norte deCataluña, ven pasar todos los días dos Hermanas Do-minicas con su hábito blanco y su manto por el ca-mino de herradura que une Moncada a Marrampiño,expuestas a la intemperie de los elementos y reco-rriendo diariamente a pie un trayecto de dos kilóme-tros»127.

97

125 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 493.126 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 424.127 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., pp. 375-376.


El establecimiento de escuelas nocturnas es otra iniciativaque tiene como fin favorecer a personas adultas que no puedencursar estudios durante el día a causa de sus ocupaciones:«Apenas se inauguró esta casa-colegio en Salt, las hermanasse impusieron el sacrificio de abrir escuelas nocturnas para lasadultas que de día no podían asistir a las clases»128.

Merecen ser mencionadas las «escuelas dominicales» quefuncionaron en los colegios. Su casa era el centro donde con-currían domingos y días de fiesta las niñas y jóvenes a instruirsey a distraerse, generando al mismo tiempo confianza y cercaníacon las hermanas, a quienes acompañaban «a la Iglesia y alpaseo». Estas escuelas eran lugar de crecimiento humano y cris-tiano, y en buena medida semillero de vocaciones religiosas.

«Las hermanas no escasean sacrificios para atendera las niñas, sobre todo en los días festivos. La ado-lescencia se ve acogida por las religiosas y éstassaben armonizar el tiempo, empleándolo en sanas di-versiones: preparación de veladas teatrales, excur-siones. Se intenta crear un ambiente sano del cualsaldrán buenas cristianas y algunas elegidas con eldon de la vocación religiosa»129.

En diversos momentos de este período la situación políticade España dio lugar a distintos enfrentamientos de índole anar-quista, como la Semana trágica de Barcelona (1909)130. Las her-manas residentes en esta ciudad sufrieron sus consecuencias.El movimiento anticlerical y laicista que amenazaba duramentela educación católica e incluso la posibilidad de los religiososde ejercer la docencia, dio lugar a distintas iniciativas por partede la Iglesia. Entre ellas destaca la celebración de un Congresopedagógico católico, en el que las Dominicas de la Anunciataparticiparon activamente, presentando su experiencia de las Es-cuelas Menagères131. En 1912 varias hermanas se habían des-

98

128 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 567.129 Crónica de la Congregación,T. IV, p. 339.130 Cf. Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 236 ss.131 «Don Ignacio Girona, ilustrado y acaudalado propietario, en sus viajes por el ex-

tranjero había tenido ocasión de observar con detención, especialmente en Bélgica,las llamadas Escuelas Menagères Agrícolas; entusiasta por esta enseñanza tan útil,como descuidada en España, quiso hacer un ensayo en su finca del llano de Urgel,para lo cual, avistándose con la Reverendísima Madre General, le propuso mandaralgunas hermanas a Bélgica para imponerse en esta rama de enseñanza. […]». Cró-nica de la Congregación,T. II, 276-283.


plazado hasta Bélgica para perfeccionarse en los nuevos méto-dos de enseñanza. La Anunciata había implantado este modeloeducativo en algunos lugares como la Escuela Santa Ana enCastell del Remey132 y en Horta. En 1922 y 1923 se fundaronotras dos escuelas de esta clase en Madrid y Oviedo y más ade-lante, en 1930 se instaló otra de carácter rural en Begas. La Con-gregación fue la primera entidad que implantó en España lasEscuelas Menagère, conocidas hoy con el nombre de Escuelasdel Hogar.

Una tarea llevada a cabo por hermanas de España y Amé-rica consistió en componer libros de texto propios para la en-señanza en orden a unificarla y facilitar el trabajo delprofesorado133. Desde tiempo atrás seguían un método de corteque ellas habían creado.

Respondiendo a la necesidad de una constante formación,en la comunidad de Horta se estableció una Casa de Estudiospara las Hermanas, que permaneció abierta hasta la guerra civilde 1936.

Las escuelas del P. Coll mantuvieron la característica queestá en sus orígenes, el ambiente sencillo y familiar, el interéspor las familias y sus necesidades. A raíz de una exposición delabores, pintura y demás trabajos del Colegio de Lleida, en 1922,se publicaba una Crónica en que se afirmaba la calidad de en-señanza impartida por las Hijas de Santo Domingo, resaltandolo muy útiles que eran a los pueblos y el bien que dispensabana las almas.

5. Organización de la Congregación en Provincias

Primera reestructuración

En el proyecto de Constituciones el Fundador de La Anun-ciata había escrito: “Confío que dentro de poco tiempo la Con-gregación tendrá diferentes o muchas Provincias”134. Él mismohabía conocido en el convento de Girona esta forma de organi-zación, que remite a Santo Domingo cuando en el Capítulo deBolonia, en 1221 estructuró la Orden en Provincias.

99

132 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, pp. 251ss.133 Crónica de la Congregación,T. III, p. 39.134 Cf. Obras Completas, p. 273.


En 1880, el Instituto contaba en Cataluña, con 65 Casas yse veía la necesidad de abrir puertas y salir al exterior, comohabía sido siempre el deseo del P. Coll. En este mismo año seinició la expansión por otras regiones de España. En la épocade la H. Concepción Vila ya se habían fundado varias comuni-dades fuera de Cataluña. Cuando se preparaba en 1904 el VI Ca-pítulo General de la Congregación, ésta contaba con lassiguientes casas:

Cataluña: 94 comunidadesLa Mancha: 1 comunidadLevante: 6 comunidadesAsturias: 5 comunidades

Este gran número de comunidades fue el impulso quemovió a las Capitulares a la organización de la Congregación,dando origen a las nuevas Provincias: Cataluña y Castilla.

A pesar de que en la legislación el P. Coll ya había previstosabiamente la constitución de provincias, será 48 años despuésde fundada La Anunciata cuando la lleve a cabo la priora gene-ral, H. Antonia Gomà.

Las demarcaciones de dichas Provincias quedaron así:

PROVINCIA DE CATALUÑA, más tarde San Raimundo de Peña-fort, todo el territorio de Cataluña. Priora provincial: H. Rosa Su-reda. Sede en la comunidad de la calle Mercaders de Barcelonalos primeros cinco años, pasando luego a la calle Elisabets.

PROVINCIA DE CASTILLA, más tarde llamada Santo Domingode Guzmán, el resto del territorio donde estaba implantada laAnunciata135. Priora provincial: H. Natividad Brugalla. La primerasede fue la comunidad del colegio Santo Domingo en Valencia(actual colegio Ntra. Sra. del Rosario de Paterna).

Segunda reestructuración

El número de casas que componían la Provincia de Cata-luña era demasiado elevado y dificultaba el fiel cumplimientode la misión de la Priora provincial. Después de haberlo refle-

100

135 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, p. 155.


xionado, la Priora general y su Consejo resolvieron proceder asu división y demás legalidades. Una vez obtenidas éstas, sedio conocimiento a las casas filiales, en la forma siguiente:«Hemos creído que sería del agrado del Señor, proceder a ladivisión de la Provincia de Cataluña y de crear una nueva Pro-vincia dentro de la misma»136.

Así se hizo y quedó de la siguiente forma la división:

En CATALUÑA:

- PROVINCIA SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT. El número de casasasignadas fueron un total de 52. Priora provincial: H.Emilia Massaveu.

- PROVINCIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO. El número decasas asignadas era de 47. Priora provincial: H. Presen-tación Deu.

En CASTILLA:

- PROVINCIA SANTO DOMINGO DE GUZMÁN.Tenía asignadas 16casas. Las casas de Valencia pasaron a formar parte dela Provincia Ntra. Sra. del Rosario.Priora provincial: H.Mª Natividad Pujalríu Riera.

Esta organización se llevó a cabo en mayo de 1925137. Másadelante, la Provincia Santo Domingo de Guzmán se verá afec-tada por una nueva reestructuración al erigirse la ProvinciaSanta Catalina de Sena.

En el transcurso del tiempo la Congregación asistirá a lacreación de nuevas Provincias, a la que se alude en los capítuloscorrespondientes de este Compendio. En el anexo V se hace unarelación de todas las Prioras provinciales y Superioras de los Vi-cariatos.

6. Hacia nuevos horizontes: América del Sur

En 1908, Fr. Raimundo Gabelich OP, residente en BuenosAires, tuvo la oportunidad de visitar el Colegio de Barcelona e

101

136 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, pp. 477ss.137 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, p. 480.


internado de San Juan de Horta y a continuación la Casa Madrede Vic. Cuentan las Crónicas que quedó «agradablemente sor-prendido del buen número de jóvenes que formaban el Novi-ciado»138. Al saber que sólo por España estaba extendida laCongregación, animó a las hermanas a que se estableciesen enArgentina, él mismo se encargaría de buscar dónde podrían re-alizar la misión.

La H. Dominga Carles y la H. Dolores Bea fueron enviadasa contactar con la realidad donde se haría presente la Congre-gación y finalmente partió el primer grupo de doce hermanasel 3 de agosto de 1908. Las primeras que marcharon a Argentinafueron: Inés Pujols, Asunción Lluch, Teresa Oller, Luisa Peña, Pu-rificación Andrés, Clara Camps, Emilia Miró, Carmen Cabrillach,Rosa Pons, Carmen Anguela, Imelda Pujol y Encarnación Elíes.

La priora general, H. Antonia Gomá, escribió una circularen la que informaba sobre la proyección apostólica hacia elnuevo continente y animaba a las hermanas a ofrecerse paraacudir a esta misión. La crónica recoge la respuesta de las co-munidades a dicha circular: «Con general aprobación y entu-siasmo fue acogida, y respondiendo al llamamiento, no hubocasa en la que no se pusiera la comunidad incondicionalmentea las órdenes de la Rvdma. Madre»139.

Junto con el cuadro cronológico de casas establecidas eneste período 1908-1930, presentamos algunas características deeste grupo de fundaciones que pueden ayudarnos a descubrircómo las hermanas encarnan y desarrollan el carisma recibidodel P. Coll, en un nuevo contexto geográfico y cultural.

Las dos primeras obras que asumen las hermanas al llegara Argentina en 1908, el Hogar Dulce Nombre de Jesús en la ciu-dad de Buenos Aires y el Patronato de la Infancia de Chivilcoyen la provincia de Buenos Aires, son de carácter educativo y di-rigidas a niños y niñas provenientes de la clase obrera, de in-migrantes, huérfanos o con problemas familiares. Son colegios-asilos creados por Sociedades de damas de beneficencia, dondelos niños encuentran un hogar, a la vez que se forman.

De igual modo, entre 1910-1923, la Congregación acepta

102

138 Crónica de la Congregación,T. II, p. 196.139 Crónica de la Congregación,T. II, p. 201.


de la Obra de la Conservación de la fe, la dirección de Talleres-escuelas en barrios de la capital, destinados a la formación dela mujer y a su capacitación profesional.

En esta línea de favorecer la promoción de la mujer y aten-der las necesidades de las familias carenciadas, en 1915 se hacecargo del Hogar Mercedes Dorrego, dependiente de la Sociedadde Damas de San José. Este Hogar, situado en otro barrio por-teño, se ocupa de las madres viudas con hijos pequeños. Lashermanas trabajan con gran competencia y empeño, por eso subuena fama trasciende.

Un testimonio significativo lo recogemos del P. Luis AlonsoGetino OP, que en el prólogo de «El Venerable Fr. Francisco Colly su obra» se refiere al Hogar Mercedes Dorrego, que conocióen su paso por Argentina y le causó una muy buena impresión:

«[…] Maravilla de las instituciones sociales, que, simucho se multiplican con el espíritu que allí tienen,darían a los pueblos una consistencia de religiosidad,de moralidad, de laboriosidad, de firme y buen pasarincreíbles. No he visto en mi vida una institución decarácter social que tanto me encantase. Como que im-plica la solución económica y moral de la vida para lasfamilias caídas de fortuna, en las que casi nadie piensay en las que acerbamente se ceba la desgracia»140.

Es también elocuente el testimonio que leemos en las Cró-nicas sobre la transformación que las hermanas logran en elasilo Dulce Nombre de Jesús:

«Con el auxilio de Dios Nuestro Señor y la protecciónde la Santísima Virgen y nuestro Santo Patriarca, fue-ron cortándose los abusos, que los había en grancantidad; organizóse de nuevo, restablecióse elorden, disminuyó el personal seglar, obrándose unatransformación visible, de tal manera, que propios yextraños gratamente se admiraban, en el primer ani-versario de la llegada de las Hermanas, al ver cuántohabía obrado el Señor en bien y reforma del estable-cimiento»141.

103

140 L. GETINO, Venerable Padre Francisco Coll y su obra, Vic 1945, p. 8. (=VenerablePadre Francisco Coll y su obra).

141 Crónica de la Congregación,T. II, p. 205.


Otra serie de obras que la Congregación asume en esteprimer tiempo de su llegada a América es la dirección de cole-gios para la instrucción y formación religiosa de niñas y jóve-nes. El colegio Santa Rosa de Lima de la población de Balcarcea 430 kilómetros de la capital, es el primero de la Anunciata enAmérica. Las hermanas se hacen cargo del mismo en 1909.

Cinco años después de llegar a Argentina, la Congregaciónda otro pequeño salto hacia el país vecino de Uruguay, abrién-dose a la necesidad de brindar una educación cristiana a la niñezuruguaya de escasos recursos.

El origen de la primera fundación en Uruguay se remontaal deseo del Comité de Damas Católicas y del Comité juvenil decontar con un colegio religioso para las familias de bajos recur-sos del barrio Atahualpa de Montevideo. Habiendo iniciado esteproyecto se encontraron con serias dificultades para llevar ade-lante la obra y solicitaron que una comunidad religiosa se hi-ciera cargo de la misma. La inquietud llegó a la Congregación através de un padre jesuita, tío de una hermana Dominica de laAnunciata y encuentra eco en el gobierno general al tratarse deuna obra tan acorde con el carisma del Fundador. Las primerashermanas Dominga Padrosa, Irene Redal y Emila Tubau, se ins-talan en una humilde vivienda de dicho barrio. Más tarde,«viendo la pobreza de las hermanas y su buen espíritu» la Con-gregación recibe la donación de una casa y extenso terreno,donde se edificará el Colegio Clara Jackson de Heber, que llevael nombre de la madre de los donantes.

Finalmente, la Congregación en Buenos Aires se abre en1926 a una tarea distinta: la atención de un pensionado para se-ñoras y señoritas, utilizando la casa donde comenzó a funcionarel colegio La Anunciata hasta que fue trasladado a su lugar de-finitivo.

Características de estas primeras casas

Las comunidades se multiplican porque siguen llegandohermanas de España, y porque, según narran las crónicas, delas obras surgían vocaciones. Así, de la casa de Chivilcoy sedice: «como fruto del apostolado pueden considerarse las vo-caciones logradas por nuestro Instituto y otras para otras Con-gregaciones»142.

104

142 Crónica de la Congregación,T. II, p. 217.


Se puede afirmar que en todas las fundaciones las herma-nas ponían sumo interés y cuidado en cultivar la vida espiritualde niñas y adolescentes. De la obra de Villa Urquiza se narra:

«Las hermanas atendían cuidadosamente la forma-ción e instrucción religiosa de las alumnas. Las niñasmientras cosían y bordaban iban desgranando el ro-sario; recibían catequesis diariamente, el vicario dela parroquia les daba semanalmente una charla deespiritualidad. Las alumnas practicaban la devociónde los primeros viernes de cada mes, adoraban alSantísimo Sacramento visitándolo después del re-creo y realizaban su retiro anual»143.

Es también habitual observar que en las nuevas fundacio-nes se establecen las Cofradías de la Beata Imelda y de Ntra.Sra. del Rosario. Las devociones propias de la Orden y de laCongregación son cultivadas con fidelidad.

Otra constante es la sensibilidad por la promoción de lamujer. Las hermanas, en todos los casos, se dedican con abne-gación a formar humana y cristianamente en las habilidadespropias del hogar y en aquellas que las capacitarían para elmundo laboral.

Al mismo tiempo, acorde con las épocas, esos talleres fue-ron transformándose e incorporándose a la enseñanza oficial yotorgando los títulos competentes. Las hermanas, con visión ymucho sacrificio iban ampliando los edificios e incorporandolas mejoras necesarias. Citamos el ejemplo del Colegio La Anun-ciata:

«El estado reconoce la eficacia de este nuevo esta-blecimiento y concede al cabo de un año la promo-ción oficial de las alumnas, […]. Ante el reiteradopedido de muchas familias deseosas de que sus hijascompletaran en el mismo colegio el nivel secundario,las hermanas obtuvieron de la Priora general y con-sejo el permiso para instalar el Magisterio, hechos lostrámites pertinentes se logra la incorporación del Co-legio a la Escuela Normal Nº 6, inaugurándose el 1º

105

143 N. GONZÁLEZ, 100 Años de presencia en América del Sur, (1908-2008), Buenos Aires2008, p. 87. (= 100 Años de presencia en América del Sur).


curso en 1916. Fue el 4º colegio privado de capital in-corporado por el Ministerio de Instrucción Pública deBuenos Aires»144.

Al mencionar algunas características de las primeras fun-daciones en América del Sur, parece oportuno citar un texto sig-nificativo:

«La atención de la niñez y la juventud, la promociónde la mujer y su capacitación laboral, la opción pre-ferencial por los pobres sin excluir otros ambientessociales, estuvieron en el horizonte de las primerasfundaciones […] Lo educativo es desde el comienzopriorizado sobre lo meramente asistencial. Llegadasa América las hermanas sólo pasan unos meseshasta establecer en Balcarce el primer colegio regidopor la Congregación.

Las Dominicas de la Anunciata son reconocidas y so-licitadas desde distintas realidades por la calidad desu vida y entrega a los niños y jóvenes. Educadorasde alma, los centros de enseñanza van creciendo alritmo de los tiempos, multiplicando los servicios edu-cativos como respuesta a las demandas de la socie-dad. Lo dicho se verifica en todas estas primerasfundaciones de América, que comienzan general-mente con muy pocos recursos materiales y rápida-mente van superando las dificultades, puesta laconfianza en Dios.

Al mismo tiempo, las religiosas que asumen la tareaeducativa se van capacitando para responder conidoneidad a la misión, brindando la enseñanza de ca-lidad que caracteriza a los centros de la Congrega-ción»145.

Las raíces de la Anunciata en Sudamérica están bien afian-zadas en el espíritu del Padre Coll. Podemos afirmar que son lasprimeras hermanas que van llegando quienes llevan muy asi-milado este espíritu. Y, entre ellas, destacamos a una figura claveen esta primera época: la H. Inés Pujols, que junto a la H. Car-

106

144 100 Años de presencia en América del Sur, p. 91.145 100 Años de presencia en América del Sur, p. 24.


men Muns fueron las dos que actuaron como representantesde la Priora general.

Como ya dijimos, la H. Inés había sido admitida a la Con-gregación por el Padre Coll y pudo tratar con él personalmente.Fue también testigo en su causa de beatificación. Se explica apartir de ello el amor al Fundador que supo transmitir a las her-manas. En 1925 escribió una biografía para darlo a conocer,constatando que eran muchos sus admiradores «…especial-mente entre nuestras alumnas, las cuales profesan verdaderocariño, confianza y devoción a nuestro ejemplar Padre Coll».Desde los inicios es clara esta devoción en las comunidades yobras de América.

La comunión en un mismo espíritu congregacional quedabien reflejada en las Crónicas. En especial durante los difícilestiempos que atravesó España durante la guerra civil, las herma-nas de América se unen en la oración, ayudan económicamente,se sienten solidarias formando un solo cuerpo.

Auténticas hijas del Padre Coll

La itinerancia y el espíritu universal son valores esencialesen el carisma dominicano, valores que vivió con intensidadFrancisco Coll. Estas primeras hermanas que surcan los océa-nos y tantas otras que cruzan fronteras son y serán siempre re-ferentes para una Dominica de la Anunciata. Hermanas queparten despojadas de seguridades, sin perspectivas ciertas deregresar a su tierra, con el anhelo profundo en su corazón mi-sionero de llegar a tierras lejanas para comunicar la fe y el amora Jesucristo vividos en las huellas de dos grandes testigos yapóstoles: Domingo de Guzmán y Francisco Coll.

Siembran el Evangelio y encarnan el carisma en otras ge-ografías, forman comunidades sencillas y alegres, entregadasa la niñez y a la juventud, haciéndose parte de los pueblos a losque son enviadas. La Anunciata crece, se expande, se abre anuevos horizontes, hoy América, mañana África, Asia u otrospaíses de Europa, porque hay hijas del Padre Coll dispuestas aseguir sus pasos y a vivir su espíritu.

107


108

FUNDACIONESENAMÉRICA(1876-1930)

CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. B

UENOSAIRES(A

RGENTINA)

1908

1949

Proyección apostólica de la Congregación en América. Las hermanas

se hacen cargo de un hogar para el cuidado e instrucción de niñas y

niños, Asilo Dulce Nombre de Jesús.

2. C

HIVILCOY(A

RGENTINA)

1908

1961

Patronato de la infancia. Acoger a niños que sufrían la falta de hogar,

ya sea por orfandad, desavenencias fam

iliares u otras situaciones.

3. B

ALC

ARCE(A

RGENTINA)

1909

Deseo del Párroco de un colegio de religiosas.

4. BUENOSAIRES146(A

RGENTINA)1910

1990

Atender las escuelas talleres cuyo objetivo era promover a la m

ujer a

través de la enseñanza, en el barrio de Villa Urquiza.

5. B

UENOSAIRES(A

RGENTINA)

1910

1951

Atender las escuelas de los talleres c / S

errano, cuyo objetivo era pro-

mover a la mujer a través de la enseñanza.

6. A

LBERTI147(A

RGENTINA)

1911

1915

El Párroco de Alberti, pueblo cercano a Chivilcoy, solicitó hermanas

para un colegio.

7. B

UENOSAIRES148(A

RGENTINA)1913

Colegio La Anunciata. El Rvdo. P. Director del Asilo Dulce Nombre de

Jesús y personas competentes, viendo los buenos resultados de la en-

señanza dada por las hermanas, instaban a que se abriese un colegio

en el centro de la capital.

8. TURDERA(A

RGENTINA)

1913

Inés y Eugenia Turdera habían fundado una población que llevaba su

nombre en una vastísima extensión de su propiedad y deseaban esta-

blecer un colegio de educación cristiana dirigido por Dominicas. M

edió

el Padre Gabalich OP.


109

9. C

LARAJA

CKSONDEHEBER

(MONTEVIDEO-U

RUGUAY)

1913

Brindar a la niñez uruguaya de escasos recursos una educación cris-

tiana.

10. G

ONZÁLEZCHAVES

(ARGENTINA)

1914

1977

La inspectora de los Talleres en la Capital federal se propuso establecer

en el pueblo de González Chaves un establecimiento gratuito donde se

enseñase corte y confección y planchado y cultura general, ofreciendo

a nuestras hermanas la dirección del m

ismo. Pasará a ser escuela de

Primaria y Secundaria.

11. B

UENOSAIRES(A

RGENTINA)

1915

1960

La Sociedad de San José desea establecer un Hogar Escuela en el ba-

rrio de Flores destinado a cobijar a madres viudas con hijos pequeños

que recibieran educación cristiana y sólida form

ación social. Piden a

las hermanas dirigir el H

ogar Mercedes Dorrego.

12. R

AMOSM

EJÍA(A

RGENTINA)

1915

Las hermanas establecidas en Alberti se trasladan a petición del Pá-

rroco de Ram

os Mejía para atender un centro de enseñanza.

13. B

UENOSAIRES(A

RGENTINA)

1923

1939

Las Dam

as de la Sociedad de San José reconociendo la excelente labor

de las hermanas en los Talleres Mercedes Dorrego, solicitan a la Con-

gregación el establecimiento de una nueva comunidad para atender

estos talleres. Las hermanas se encargaban de la capacitación laboral

de las jóvenes en las habilidades propias de la época. (Talleres Josefa

Fernández).

14. B

UENOSAIRES(A

RGENTINA)

1929

1941

Pensionado Anunciata. Dedicación a las pensionistas.

146La comunidad marchó en 1990, pero continúa el colegio.

147En Alberti (Buenos Aires) las hermanas fueron bien recibidas pero algunas circunstancias hicieron que fuesen trasladadas el 07-03-

1915 a Ram

os Mejía.

148La comunidad Buenos Aires c / Arenales fundada en 1913 se trasladó en 1986 al edificio de la misma finca c / Junín.


7. Otras mediaciones para la evangelización

Las fundaciones que se multiplican en estos primerostiempos y en sucesivos, son centros educativos donde las Do-minicas de la Anunciata despliegan el carisma de su Fundador.No obstante, desde los inicios la Congregación acepta otras ac-tividades apostólicas, como respuesta a urgentes llamadas dela Iglesia y del mundo.

Pastoral sanitaria

Ya se ha señalado que el mismo P. Coll aceptó algunos pe-queños hospitales para los que se solicitaba la presencia de lashermanas, que estaban unidos a la escuela de la que ellas sehacían cargo.

El ofrecimiento de la dirección del Hospital de Canet deMar, apenas fallecido el P. Coll, dio lugar a un minucioso discer-nimiento, que recogen las Crónicas:

«Lucharon algún tiempo los superiores para admitiresta fundación, los favores recibidos exigían la acep-tación; el fin de la Congregación lo rechazaba abier-tamente. El P. Coll no se había propuesto fundarHermanas de la Caridad sino Hermanas Dominicas,es decir predicadoras; las Hermanas al pronunciar losvotos se comprometieron no a asistir ni a estar alfrente de los Hospitales, sino a observar las Consti-tuciones, éstas nada decían de la asistencia a los en-fermos, ¿bajo qué concepto se admitiría entonces elHospital? Quisieron entonces consultar el parecer delPadre Coll. Convinieron entonces consultar su espí-ritu que nunca muere y encontraron que esta funda-ción podía conciliarse muy bien con él y cabía dentrode los moldes en que se vacían las Hermanas Domi-nicas de la Congregación de la Anunciata. En efecto,el Padre Coll había autorizado a las hermanas deLleida para asistir enfermos a domicilio, había esti-pulado en Gombrén las condiciones para que las Her-manas se hiciesen cargo del Hospital, y habíaconsagrado un capitulo en su Regla a la caridad. Esverdad que jamás fue su intención fundar Hermanasde la Caridad, pero al lado de las Hermanas de ense-

110


ñanza autorizó otra que, en especiales circunstancias,cuidasen de los enfermos. Atendidas estas y otras ra-zones de localidad, viendo que las Hermanas del Hos-pital de Canet podían tener trato íntimo ycomunicación con las hermanas del Colegio, acepta-ron los Superiores esta fundación e instalaron lashermanas en el año 1874. La vida de las Hermanasen este establecimiento es idéntica a la de los cole-gios, con la única diferencia de cuidar los enfermosen las horas que las otras destinan a las clases y a laslabores»149.

La Pastoral sanitaria incluye también la atención de las her-manas mayores y / o enfermas que la Congregación ha tenidosiempre en gran estima. El Directorio para las hermanas, delaño 1907, en los capítulos XV y XVII, afirmaba que el oficio deenfermera es de los que más se recomienda en la Orden deSanto Domingo, pautaba con mucha exigencia este oficio y se-ñalaba que el cuidado de las hermanas enfermas es el signo deque en una comunidad reina auténticamente la caridad y el es-píritu de Dios.

Hogares de niñas

Las hermanas llegadas a América del Sur fueron solicita-das, como hemos visto, para hacerse cargo de Escuelas Hoga-res de niñas, que gestionaba el Patronato de la Infancia. Allítenían toda la responsabilidad de la dirección de los estableci-mientos y cuidado de niñas huérfanas o con familias desestruc-turadas.

La presencia de las hermanas en Berga se origina a partirde un ofrecimiento semejante:

«…el número de huérfanas y jóvenes desvalidas, reu-nidas muchos años antes por almas piadosas enCasa-Amparo, necesitaba una institución de ningunapretensión, pero de vocación para educar todas lasclases sociales. Estos motivos indujeron al Rdo. D.Ramón Casals, a ofrecer una Casa-Amparo fundaday sostenida casi por él, a las Hermanas Dominicas del

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149 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 231.


P. Coll […] Atentas al doble ministerio de instruir a lajuventud y cuidar de las huérfanas y desvalidas, re-partieron los cargos dedicándose unas exclusiva-mente a la enseñanza y cuidando otras de lasasiladas en la Casa-Amparo»150.

Formación de jóvenes trabajadoras

Es el caso de la aceptación por parte de la Congregaciónde enviar hermanas al Monasterio de Montserrat, por pedidodel Abad para el cuidado de las ropas y la vigilancia de las jóve-nes destinadas al lavado. Refiriéndose a esta fundación dicenlas Crónicas:

«…verdadero desierto, pues sólo está habitado porMonjes de San Benito, y todas sus edificaciones per-tenecen a aquel celebérrimo Monasterio. Esta funda-ción parece que entrañaba diversos procedimientosy modificación en el pensamiento de su ilustre Fun-dador P. Coll. Sin embargo, como pronto se verá, enesta fundación la Congregación ha sido fiel a su lematradere aliis contemplata, enseñar a la juventud y fo-mentar las vocaciones en todas las clases de la so-ciedad…Si no hubiesen visto campo que cultivar,jamás se hubieran establecido en aquel desierto. Lasjóvenes que pasan los días en el lavado de las ropasdel Monasterio y hospedarias, el estar al frente de di-chas jóvenes que acuden allí a ganar el sustento, estefue el principalísimo motivo de aceptar la funda-ción»151.

Pensionado de Señoras

La atención a señoras retiradas fue otra misión que encasos puntuales se abordó tanto en América como en Europaen este período. La posibilidad de un beneficio económico quecontribuyera al sostenimiento de las hermanas fue una motiva-ción que estuvo presente, sin menoscabar con ello la oportuni-dad de evangelización que esta obra les posibilitaba.

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150 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 448.151 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 298.302.


«Como la vida es tan cara en Barcelona y el alquilerdel piso era muy subido, pensaron las hermanas enabrir una suscripción entre las personas más amigas.Acogieron estas la idea con satisfacción y costearonel alquiler durante cuatro años, al cabo de los cuales,para no abusar de los bienhechores, y vivir como elapóstol del trabajo de sus manos, acordaron las her-manas admitir señoras retiradas, las que sujetas a unReglamento, atendiesen a su aprovechamiento espi-ritual y cooperasen con sus pensiones al sosteni-miento de las hermanas encargadas de cuidarlas envida y en la hora de la muerte»152.

8. Fechas relevantes en este período

8.1. Aprobación Pontificia del Instituto y de las Constituciones

La Crónica narra las primeras gestiones para lograr laaprobación pontificia de la Congregación:

«Los años de existencia del Instituto, su dilataciónpor diversas Diócesis, el número crecido de casas yde Hermanas y el bien que reportaban a la humani-dad, merecían los honores de la Aprobación Pontifi-cia que diese un nuevo sello de consistencia a la granobra del P. Coll»153.

La Rda. M. General Concepción Vila con el parecer del Con-sejo elevó a SS. León XIII dicha petición exponiendo amplia-mente las razones. Al mismo tiempo, presentó la Reglaacompañada de la recomendación y testificación del Obispo,como lo requería la petición conforme a lo solicitado por laSanta Sede. Esto ocurrió el 8 de febrero de 1897.

El 6 de septiembre de 1898, transcurrido un año y mediodespués de dicha petición, el Instituto recibió por medio del Sr.Obispo de Vic Josep Morgades y Gili, el «Decreto Laudis» quela Sagrada Congregación de Religiosos hacía entrega, en el quese manifiestan las razones por las cuales SS. León XIII «en Au-diencia tenida el día 5 de septiembre de 1898 por el infrascrito

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152 Crónica de la Congregación,T. I, 2ª ed., p. 275.153 Crónica de la Congregación, T. II, p. 48.


Cardenal Prefecto de la Sagrada Congregación de Obispos yRegulares, se dignó alabar y recomendar con magníficas pala-bras dicho Instituto»154. La Priora general, H. Concepción Vila locomunicó a la Congregación mediante una Circular155.

El 25 de abril de 1907 se recibió de Roma la noticia de laaprobación definitiva del Instituto y de las Constituciones porun septenio. El 4 de junio del mismo año pudo ya leerse el De-creto de ambas aprobaciones, que con las Constituciones se re-cibió en la Casa Madre156.

Dado que el original estaba en italiano se realizaron las tra-ducciones con la correspondiente aprobación del Sr. Obispo. Lapriora general, H. Antonia Gomá lo comunicó mediante una Cir-cular que inició dando gracias por dicha Aprobación: «Salud yamor a la Regla y Constituciones y fidelidad a la vocación […]Grande es la satisfacción que siente mi corazón al daros tangrata noticia […] Elevad, pues, al cielo vuestras preces y dadrendidas gracias al Señor por el gran beneficio que os ha dis-pensado, de poder obtener la consabida aprobación […]»157.

Se cumplimentaba así lo requerido en aquel momento porla Santa Sede, no obstante, la filiación dominicana de la Con-gregación le garantizó desde el inicio su aprobación pontificiay su legitimidad como Instituto religioso.

El 2 de junio de 1910 se obtuvo la aprobación definitiva delas Constituciones por SS Pío X.

8.2. Centenario del nacimiento del P. Coll

La Congregación a lo largo de su historia ha conmemo-rado con gozo efemérides muy señaladas.

«Cada uno de los recuerdos festivos ha proporcio-nado frutos de muy alto valor, se han estrechadolazos de comunión, se ha aprovechado la oportuni-dad para reflexionar y planificar, como corresponde

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154 Crónica de la Congregación, T. II, pp. 66-68.155 Crónica de la Congregación, T. II, pp. 67-68.156 Cf. Crónica de la Congregación, T. II, p. 186.157 Crónica de la Congregación, T. II, pp. 186-187.


a una Obra que trasciende tiempos limitados y espa-cios reducidos»158.

En este largo cúmulo de celebraciones el Centenario delnacimiento de Francisco Coll en 1912, manifestó el amor y agra-decimiento que la Congregación tenía hacia quien sentía comoPadre y Fundador. No se escatimaron esfuerzos para que dichacelebración fuera una solemne fiesta de acción de gracias y dereconocimiento de la vida y obra de Francisco Coll.

Para ello elaboraron un extenso programa, «que resultógrandioso, digno del P. Coll y del entusiasmo de sus Hijas»159.En él se destacaban a grandes rasgos los eventos que se lleva-rían a cabo. La priora general, H. Antonia Gomá motivó a todaslas hermanas y casas a participar y llevar a cabo dicha progra-mación con ingenio y creatividad.

En tres espaciosas salas de la Casa Madre se exhibierontoda clase de trabajos realizados por las alumnas, en los cualesestaban representadas las 121 casas que la Congregación teníaestablecidas entre España y América.

El libro Francisco Coll, OP Testimonios (1812-1931) del P.Vito T. Gómez, recoge los ecos que este Centenario del naci-miento del P. Coll dejó, no solamente en la Congregación sinotambién en la Orden con motivo de la restauración de la Provin-cia Dominicana de Aragón en 1912. Allí se refleja cómo la me-moria del P. Coll estaba viva; el Maestro de la Orden hizomención del fundador de la Anunciata entre los hijos más insig-nes del pasado160.

8.3. Apertura del proceso Canonización

El X Capítulo General celebrado en Vic, en junio del año1927 acordó introducir la Causa de Beatificación del P. FranciscoColl. En 1928 la priora general H. Antonia Gomá, inició las ges-tiones en vistas a la Introducción de dicha Causa. Después delas consultas oportunas al Obispo de Vic y al Maestro de la

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158 V. T. GÓMEZ OP, Conferencia dada en Madrid con motivo del inicio de la celebraciónde los 150 años de la fundación de la Congregación, diciembre 2005.

159 Crónica de la Congregación,T. II, p. 263.160 Transcribimos dicha carta en el anexo VI.


Orden, en 1929 se procede a buscar la documentación y testi-gos, dándose por terminada esta búsqueda el 15 de febrero dedicho año.

El 3 de marzo de 1930 se inició en Vic el Proceso informa-tivo para la Causa de Beatificación. Se constituyó el TribunalEclesiástico en el Oratorio privado del Palacio Episcopal. Seprestó el debido juramento por todos los miembros del tribunal.El día 10 se continuó en la Casa Madre. Después de entonar elVeni Creator, se dio lectura al documento de apertura y pasarona jurar los primeros testigos que declararían a continuación.Fueron muchos los que declararon, entre ellos la H. Inés Pujols,que viajó desde América y numerosas también las sesiones detrabajo.

A partir de entonces continuó el proceso hasta la Beatifi-cación el 29 de abril de 1979 y posterior Canonización el 11 deoctubre de 2009161.

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161 La Cronología completa de la Causa de Canonización de Francisco Coll, apareceen el anexo VII: Cronología de la Causa de Canonización de Francisco Coll i Gui-tart.


1894. Sagunto, Valencia

1915. Sama de Langreo, Asturias 1909. Balcarce, Argentina

1880. Albacete

1913. Montevideo, Uruguay


Iniciación del proceso de canonización del Padre Francisco Coll, Vic 1928-1930


IV. CAER EN TIERRA Y DAR FRUTO. TIEMPOS DE PERSECUCIÓN Y MARTIRIO (1931-1940)

Desde la perspectiva del desarrollo del carisma, este capí-tulo corresponde a un momento de madurez en la concienciade consagración «hasta las últimas consecuencias», como seevidencia en el testimonio de las siete Hermanas mártires de laCongregación. La Orden, en su historia de ocho siglos, ofrecemuchos referentes de entrega hasta el martirio. También elPadre Coll fue para las hermanas un buen modelo y estímulopara vivir la fortaleza ante las dificultades y la fidelidad plena ala propia vocación.

1. Tensa situación política en España

La tensión y el conflicto, que conducen a una violenta gue-rra civil, son la tónica de esta agitada década en la historia deEspaña.

En «Reseña Histórica de la Provincia Santo Domingo deGuzmán» la H. Amparo González dedica dos capítulos para re-ferirse a esta época. En ellos hace una buena descripción de losavatares de la realidad política y su repercusión en la vida de laIglesia y la Congregación. Tomamos como base esta obra y lasCrónicas de la Congregación, que recogen vivamente las cir-cunstancias por las que atravesaron las hermanas y las respues-tas del Instituto a tan grandes desafíos.

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Al dimitir de su cargo como presidente el General Primode Rivera, en 1930, le sucedieron dos gobiernos conciliadorespero ineficaces, el de Berenguer y el de Aznar. Esto dio pie a quese multiplicaran los mítines y declaraciones de los republicanosque culpaban al rey Alfonso XIII de lo que ocurría. El malestarsocial era signo de que un sector de la población pretendía uncambio radical que consistía en pasar de la Monarquía a la Re-pública.

Con motivo de las elecciones generales de 1931 los repu-blicanos ganaron en 41 capitales. El 14 de abril de este año fueproclamada la Segunda República; el rey Alfonso XIII hubo deexiliarse en el extranjero. El Comité Revolucionario se consti-tuyó en gobierno provisional bajo la presidencia de Don NicetoAlcalá Zamora, con la intención de convocar elecciones gene-rales.

En el mes de mayo se produjeron hechos vandálicos enMadrid, Málaga, Valencia y otras ciudades. Se quemaron con-ventos, iglesias, colegios, sin que esto fuera impedido por el go-bierno.

El 28 de junio de 1931 se celebraron las elecciones gene-rales, ganando por amplia mayoría la izquierda republicana. Seformaron las Cortes y se elaboraron nuevas Constituciones, quefueron firmadas el 9 de diciembre de ese año. Las consecuen-cias del cambio político fueron significativas para la Iglesia. ElArtículo 26 de la nueva Constitución del gobierno republicanodecía:

«Todas las confesiones religiosas serán consideradascomo Asociaciones. Una Ley especial regulará la totalextinción del presupuesto del clero en un plazo má-ximo de dos años […] Quedan disueltas las Órdenesreligiosas que practiquen voto de obediencia a unaautoridad distinta a la legítima del Estado; sus bienesserán confiscados a efectos de bienes benéficos…».

Las Órdenes a las que se les permitía continuar quedabansujetas a una serie de normas, como la prohibición de adquirirmás bienes que los destinados a sus viviendas o al cumpli-miento de sus bienes privativos, la posibilidad de que éstos pu-dieran ser nacionalizados, la prohibición de ejercer la industria,comercio o enseñanza.

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No tardaron las reacciones por parte de líderes políticoscatólicos y de los mismos Obispos, quienes publicaron una pas-toral colectiva denunciando los hechos. El gobierno, no obs-tante, continuó actuando en la misma línea: se retiraron lasimágenes religiosas, se disolvió la Compañía de Jesús, se re-guló el divorcio.

En materia educativa, ya desde los inicios los republicanospublicaron un Decreto laicista que propugnaba una escuelaúnica, laica y pública. Para ello se secularizaría la enseñanza yse suprimiría la docencia de las Órdenes y Congregaciones.Sólo el Estado podría expedir títulos académicos y profesiona-les, la enseñanza religiosa no sería obligatoria en la escuela, losmaestros estatales no estarían obligados a impartirla, aunquelos alumnos la exigieran.

El 2 de junio de 1933 se promulgó la Ley de Congregacio-nes religiosas, en ella se establecía la inspección y fiscalizaciónde los Institutos religiosos. Se prohibía a las Congregacionesdedicarse a la enseñanza y crear colegios privados, sólo podíanenseñar a sus propios miembros. La Inspección del Estado seencargaría de que todo se cumpliera. Se cerraron escuelas ca-tólicas, se resintió la enseñanza privada que cubría la demandaeducativa en un porcentaje mayor que la escuela pública, así,en primaria solo una tercera parte asistía a la misma. El día quese promulgó la ley mencionada, el Episcopado español protestóa través de una Declaración; también en la encíclica de Pio XI,Dilectissima Nobis, se deja ver el descontento de la Iglesia antelas situaciones de persecución por parte del Estado.

La violencia continúa. Asturias fue la zona más afectadapor la revolución en los años 1933 al 1935, conociéndose aOviedo como «ciudad mártir», por los sucesos de octubre de1934 que pasaron tristemente a la historia.

Estos años fueron un duro preludio de la sangrienta guerracivil que se desencadenaría a partir del Alzamiento Nacional de-clarado en julio de 1936 por las fuerzas nacionales, y se prolon-garía hasta febrero de 1939 con su victoria frente a losrepublicanos.

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2. Respuestas creativas ante la adversidad

Mutuas de Padres

La Congregación no podía quedar pasiva ante los gravessucesos que se interponían a su misión como un obstáculo, queparecía insalvable. En 1932, próxima a votarse en las Cortes laLey especial a la que habían de someterse las Órdenes Religio-sas, y ante la prohibición de la Constitución de que éstas ejer-cieran la enseñanza, la Priora general escribe a la Congregacióndiciendo que, asesoradas por personas competentes «se estátrabajando en el desarrollo de un plan a cuyo abrigo puedanponerse nuestras Comunidades en ulteriores circunstancias»162.

Como primer paso se organizaron las Asociaciones de Pa-dres de Familia y de adictos al colegio en las poblaciones dondeestaban las hermanas. Éstas serían la base desde la que se for-marían las «Mutuas Escolares». ¿Qué eran estas entidades? Setrataba de asociaciones civiles bajo cuya forma jurídica podíanseguir funcionando los colegios sin interferencia del gobierno.La titularidad del colegio la ostentaba la Mutua, y las hermanasaparecían como profesoras contratadas, lógicamente vistiendode seglar.

Estas asociaciones tenían unos Estatutos que les dabanforma legal y se presentaban a las respectivas autoridades. Enlas grandes ciudades o capitales se establecían las Mutuas Cen-trales, que a su vez contaban con delegaciones en las poblacio-nes pequeñas, nombrándose presidente y vocales para distintasJuntas.

Las Mutuas Escolares fueron una respuesta muy acertadaen estos tiempos y contaron con el apoyo y compromiso de loslaicos: «En todas partes correspondieron al llamamiento, des-plegando gran actividad los señores encargados, dispuestos adefender y tomar por su cuenta nuestros colegios, si fuera ne-cesario»163.

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162 Crónica de la Congregación, T. III, pp. 86-87.163 Crónica, de la Congregación, T. III, p. 85.


Salida a Francia

Si bien la idea de fundar en un país europeo fuera de Es-paña no era nueva, fue en estos tiempos cuando se concretó.El establecimiento de la Congregación en Francia se vio comouna posibilidad de ofrecer refugio a las hermanas en caso deque fuera necesario, ante la conflictiva situación del país.

La primera fundación tuvo lugar el 19 abril de 1933 en Val-rás-Plage; a los pocos días se estableció la segunda en Puginiery, ya en el mes de julio del mismo año en Lezignan.

Más adelante, cuando la necesidad de ubicar a las herma-nas que huían de la guerra se hizo realidad, aumentó el númerode casas: Marsella, Juilly, Sorèze, Saint Honore, Oullins, Troyes,Ramejane. Algunas de las presencias en Francia son solo tem-porales, pues en 1939 terminada la guerra, se dejan.

3. Años de sufrimiento y cruz

A partir del 14 de abril de 1931, fecha en que se proclamóla República, fue creciendo la preocupación y el miedo ante laactuación del nuevo régimen de gobierno respecto a las insti-tuciones de la Iglesia. Comenzaron a realizarse registros de losconventos, desmanes y se conocían ya noticias de asesinatosde sacerdotes y religiosos.

Las hermanas, que vivían este tenso clima se vieron ani-madas y respaldadas por la priora general, H. Antonia Gomá, yluego la H. Mercedes Miralpeix, quienes se dirigieron a la Con-gregación a través de mensajes llenos de espíritu y al mismotiempo con advertencias concretas.

3.1. Palabras de ánimo de las Prioras generales

Apenas establecido el gobierno republicano la Priora ge-neral envía a las comunidades una carta circular destinada a lle-var paz y tranquilidad. Insta a las hermanas en estascircunstancias a la fidelidad y a la oración, de manera que inter-cedan por la nación española.

Si bien por el momento no parece haya que temer, en el

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caso de que la realidad fuera alterándose hacia una revuelta so-cial, H. Antonia Gomà indica a las hermanas algunas consig-nas:164 que procuren evitar conversaciones con personasseglares referentes al actual estado de las cosas, mostrándoseindiferentes en opciones políticas; que mientras dure la anor-malidad de los actuales tiempos, recen a diario la Letanía de losSantos; que tenga cada hermana un vestido seglar a medida,que esté decente y sea de color oscuro o negro; que en el casoque tengan que salir del convento procuren reunirse dos o tresen cada casa donde les ofrezcan hospitalidad y que procurenevitar cuanto puedan las salidas, particularmente hacia las po-blaciones grandes. Termina la carta exhortándoles a tomar lasarmas de la oración y a tener mucha confianza en Dios, en laVirgen del Rosario y en el venerable Fundador.

Las Crónicas narran que las hermanas intensificaban suoración y ofrecimientos por la situación política del país:

«Muchas fueron las oraciones elevadas al Señor y anuestra dulce Madre la Virgen Santísima del Rosario,unidas a los ayunos y otras penitencias para impetrarla paz de la Nación; en la Casa Madre, además, desdeel mes de abril, continuamente durante el día y desdejunio a octubre de día y de noche, se turnaban lasHermanas, por horas, orando ante el Smo. Sacra-mento»165.

El 10 de agosto de 1931 la Priora general se dirigía, estavez a las Prioras de las comunidades con una pauta de acciónmuy concreta, les recomendaba que averiguaran si las herma-nas de su comunidad tenían familiares que pudieran admitirlasen sus casas, y en ese caso, les pedía le enviaran con prontitudel nombre de los pueblos y domicilios respectivos. Si hubieraalguna hermana que no contara con familiares o no pudiera allírefugiarse, también debía notificárselo para poder ubicarlas endistintos lugares. Terminaba siempre con palabras que infundíanánimo y fortaleza: «No se desanimen en cualquier parte que nosencontremos estaremos con Dios, que nos ayudará en todo sipermanecemos fieles a su amor»166.

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164 Cf. Crónica de la Congregación,T. III, p. 73-74.165 Crónica de la Congregación,T. III, p. 76.166 Crónica de la Congregación,T. III, p. 76.


Cuando arreciaban los tiempos de persecución, en Pente-costés de 1936 es la H. Mercedes Miralpeix, priora general enesos momentos, quien escribe a la Congregación para animara las hermanas y exhortarlas a vivir en fidelidad sus compromi-sos:

«En medio de la gran tribulación que nos aflige enlos momentos actuales, viendo cómo en el seno denuestra misma Patria se nos prohíbe el ejercicio denuestro ministerio docente (fin primordial de nuestravocación y uno de nuestros primordiales medios devida), sentimos más que nunca el deber y la necesi-dad de acercarnos a todas y cada una de vosotras,amadísimas Hermanas, para deciros palabras dealiento y consuelo que os animen a soportar el dolorde la prueba sin desfallecimientos de espíritu y conel mayor provecho posible para vuestra santifica-ción»167.

3.2. Época difícil para las comunidades en España

La Congregación, al igual que el resto de Institutos Reli-giosos, sufrió atropellos, incautaciones y muchas tribulacionesen este período. Durante la guerra civil de 1936 se vivió una ver-dadera persecución religiosa. Es imposible traer a estas páginasel detalle de los hechos, vividos con fortaleza y espíritu religiosopor las hermanas. Nos limitaremos a mencionar distintas situa-ciones a las que se vieron sometidas, trayendo a modo de ejem-plo el testimonio de alguna comunidad representativa delconjunto.

Como culminación de esta dolorosa realidad dedicamosun espacio para hacer memoria de las siete hermanas mártiresque honran a la Iglesia y a La Anunciata con la entrega de susvidas hasta la muerte por confesar su fe y mantenerse fieles asu consagración.

Amenazas y registros

Una realidad que sufrieron muchas comunidades antes de

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167 Crónica de la Congregación, T. III, p. 174.


tener que abandonar forzosamente el convento, fue el miedo yla inseguridad a partir de amenazas y reiterados registros.

MONISTROL DE MONTSERRAT: «En pleno día, el 20 de julio de1936, entraron en el patio del convento 35 hombres armados,llamando con grande alboroto, y al preguntarles las Hermanas,muertas de miedo, qué deseaban, contestaron que iban a hacerun registro, pues sabían que allí había un depósito de armas.Después de un minucioso registro, como no encontraron nada,se marcharon diciendo que ya volverían más tarde para hacerfaena»168.

Dispersión de las comunidades e incautación de edificios

Casi la totalidad de las comunidades tuvieron que dejar lacasa y buscar refugio para salvar la vida. Ya hemos visto que lasfundaciones en Francia de esta época fueron una respuesta dela Congregación que permitió desplazar a muchas hermanashacia el vecino país. También Argentina, Sicilia, Génova y Romafueron lugares de acogida para las 193 hermanas que salieronde España, como queda recogido en documento del archivo ge-neral.

La mayoría se refugió en casas de familias del pueblo queaun exponiéndose y arriesgando la vida, ofrecieron generosaacogida. En gran número de casos el primer paso era hospe-darse en una casa del pueblo para luego lograr reunirse con lospropios familiares. Las hermanas vestían de seglar y tomabanlas precauciones necesarias para no ser reconocidas. En algu-nas ocasiones tuvieron que cambiar varias veces de domicilio,en busca de seguridad.

En la CASA MADRE el operativo de dispersión fue conside-rable, ya que eran muchas las que la habitaban:

«El 18 de julio de 1936, al inicio de la guerra civil es-pañola, se encontraban en la Casa Madre la Priora ge-neral con la mayor parte de su Consejo y lacomunidad formada por unas 160 Religiosas entrepostulantes, novicias y profesas. Ante aquella situa-ción revolucionaria, les fue forzoso vestir el traje se-

126

168 Crónica de la Congregación, T. I, p. 179.


glar y abandonar el convento. Un crecido número deHermanas salieron repartidas entre varias familiasque caritativamente les ofrecieron sus domicilios. So-lamente quedaron siete Religiosas para custodiar elconvento hasta el último instante.

El día 27 de julio el comité Central se incautó del edi-ficio en nombre de la Generalitat, precediendo un es-crupuloso registro, tras el cual las Hermanas, quetodavía moraban en él, tuvieron que abandonarlo»169.

En algunos lugares, las hermanas quedan compartiendoel edificio con los milicianos y prestando algún servicio, espe-cialmente es el caso de los hospitales, en los que siguen traba-jando como enfermeras. Este servicio lo desempeñan en laspropias casas convertidas en centros sanitarios, además de re-alizar otras tareas.

Los edificios, abandonados o bien recluidas las hermanasen ellos, fueron incautados, utilizándose para múltiples necesi-dades: hospital, escuela pública, cuartel, cárcel, oficinas del co-mité y otros. Algunos de ellos fueron tomados primero por losrevolucionarios y posteriormente por los nacionales. Un mismoedificio pasó a tener distintas funciones a lo largo del conflictoarmado.

SAMA DE LANGREO: Sofocada la sedición, volvió todo a suestado normal, hasta el año 1936, en que, al iniciarse la guerra,se presentaron los mismos que en 1934, diciendo a la M. Priora:«Aquí nos tiene de nuevo para hacernos cargo de todo». Estavez, como la otra, las hermanas del Colegio pasaron al hospitalpor iniciativa de ellos, acompañadas por los mismos […] Aúncuando fueran muchas las hermanas no les faltaba trabajo ymedios para ejercitarse en la paciencia, en la caridad y en el sa-crificio. Eran tantos los heridos, que de continuo llevaban, queni sabían dónde colocarlos ni cómo atenderlos. A los sufrimien-tos físicos se añadieron los morales170.

Junto con la incautación había hechos de profanación delas imágenes religiosas. Así en Ribadesella:

127

169 Crónica de la Congregación,T. III, pp. 187-190.170 Crónica de la Congregación,T. II, pp. 345-346.


«[…] Se presentó el día 21 [de julio de 1936] una co-misión, llevando a efecto la incautación del edificio ycuanto en él se contenía, permitiendo a las Hermanascontinuar habitando allí hasta tanto que ellos no ne-cesitaran el local. En previsión de algún sacrilegio, eldía 28 sumieron las Sagradas Formas, y acertadas es-tuvieron, pues el 31, al presentarse los del comité, sinel menor miramiento reunieron en el jardín imáge-nes, cuadros y cuantos objetos religiosos encontra-ron, prendiéndoles fuego. Al marcharse, se llevaronlos vasos sagrados y las campanas»171.

En medio de los ataques

Algunas comunidades estuvieron inmersas en el escenariode la guerra, como objetivo de los ataques. El Sanatorio deGijón alojaba entre los heridos a un jefe de la Guardia Civil, porlo que dentro del edificio se instalaron cañones y era éste objetode continuos tiroteos y registros172. También en el colegio deSama de Langreo las hermanas pasaron 30 horas escondidasen una pequeña habitación interior oyendo las continuas des-cargas, esperando la muerte de un momento a otro173. El Cole-gio de Oviedo fue blanco de ataques por parte de las tropasrepublicanas, tanto en los sucesos de 1934174 como en los de1936. Allí se habían llegado a refugiar alrededor de 500 personasen los sótanos, pasando toda clase de privaciones por falta dealimentos. Cuando en 1937 parecía haber llegado la tranquilidady el colegio había sido convertido en hospital de enfermas men-tales, las tropas republicanas volvieron a atacar y un obús queentró por las ventanas del edificio mató a cinco de las enfermas,en esta ocasión no fueron alcanzadas las hermanas175.

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171 Crónica de la Congregación,T. II, p. 181.172 Crónica de la Congregación,T. II, p. 416.173 A. GONZÁLEZ, Reseña histórica de la Provincia Santo Domingo de Guzmán. Anun-

ciata. (1904-2004), Madrid 2006, p. 198. (= Reseña histórica de la Provincia Santo.Domingo de Guzmán).

174 Es interesante el artículo publicado por una Religiosa Dominica de la Anunciata(M. Cristina Benito) en la Revista El Santísimo Rosario, tomo L, año 1935, pp. 36-42. En éste relata cómo vivieron en el colegio de Oviedo la trágica quincena de oc-tubre de 1934 y la notable protección de la Providencia.

175 Crónica de la Congregación,T. II, pp. 444-449.


Detenciones y encarcelamientos

En distintos lugares, las hermanas fueron detenidas y so-metidas a declaración ante la justicia. Algunas de ellas llegarona sufrir la cárcel. Así les ocurrió, entre otras, a las hermanas deEl Asilo San Joaquín en la ciudad de Valencia, a varias hermanasde la Casa provincial de Madrid, que permanecieron arrestadas48 horas. De esta comunidad, engrosada por hermanas que lle-gaban buscando seguridad, fueron apresadas las hermanasMercedes Espina y Berta Infanzón. De la comisaría fueron lleva-das a una checa y posteriormente a una cárcel de mujeres endonde permanecieron cinco semanas. Después, celebrado eljuicio, las sacaron de la cárcel y las llevaron a un refugio quesegún dice la crónica de la comunidad, era peor que la cárcel.La H. Berta pasó sólo unos días en tal refugio, pero la H. Merce-des Espina permaneció allí un mes largo176.

Especial mención merecen la detención y encarcelamientode dos hermanas de Asturias: Matilde Agustina González Gon-zález, asignada a la comunidad del hospital de Sama de Lan-greo, y su prima Carlota Candelaria González Álvarez, de lacomunidad de Ujo. Ellas fueron las religiosas que permanecie-ron más tiempo en prisión. Habiéndose refugiado la H. Carlotaen casa de su familia, en Telledo, en noviembre de 1936 llegarondos jóvenes procedentes de Sama pidiendo los hospedaran esanoche y los orientaran para llegar al puerto; éstos fueron captu-rados cuando se dirigían hacia zona nacional. Del interrogatorioque les hicieron antes de ser fusilados consiguieron datos sobrela familia que les había acogido, y así es que las hermanas Car-lota y su prima Matilde fueron detenidas, junto con dos familia-res de ambas. Las llevaron a Mieres y luego las sometieron aprisión preventiva en el Coto, en Gijón. Las condenaron a 14años de prisión por «apoyo a la rebelión», pena que fue redu-cida luego a 12 años, por intervención de abogado defensor.Para cumplir esta condena las llevaron primero a la «Iglesiona»de Gijón y luego junto con los otros recluidos fueron traslada-das al barco carguero «Miguel Caso de los Cobos» amarradoen el Puerto del Musel, que utilizaron como cárcel. Este era unbarco destinado al transporte de ganado, en su bodegón fueronhacinados los presos.

Según el testimonio de familiares e incluso de un padre

129

176 Reseña histórica de la Provincia Santo Domingo de Guzmán, pp. 221-222.


dominico que coincidieron con ellas en la prisión, las hermanassufrían en silencio y animaban a los compañeros con sus pala-bras y ejemplo. Finalmente, uno de los últimos días, aparente-mente por error, las autoridades republicanas indujeron a losaviadores nacionales a descargar sobre el barco. Fallecieronseis mujeres y resultó gravemente herida la H. Carlota, esto lehizo sufrir grandes dolores durante su vida. Después de oncelargos meses de prisión y sufrimiento, gracias a Dios, las doshermanas salieron del barco con vida177.

3.3. Apoyo incondicional

Una constante, que se da en todas las regiones del paísdurante el tiempo de la persecución religiosa, es el testimoniode personas y familias que abren sus casas con generosidad ycompromiso para refugiar a las hermanas.

Es frecuente que lleguen a estas casas grupos armadospara hacer registros, en busca de las religiosas. Entre tantoscasos de apoyo incondicional a las hermanas merece desta-carse lo acontecido en Villanueva de Castellón (Valencia),cuando el 15 de marzo de 1936, unos meses antes de iniciarsela guerra civil, un grupo armado invadió la casa y atacó a la co-munidad:

«Sin atender a nada, varios individuos de mal as-pecto, revólver en mano y amenazando, penetraronen el dormitorio, diciendo: ¡Abajo!... ¡Abajo!... Al salirlas últimas religiosas por la portería, los de izquierdagritaron: ¡Juventudes, adentro!... y al momento dis-pararon varios tiros, matando al Sr. Jenaro Llagaria,que fue uno de los primeros que se presentó a defen-der a las Hermanas. También murió un obrero e hirie-ron a cuatro o cinco más, resultando muy grave el Sr.Luis Uberos, a quien operaron el siguiente día en Va-lencia»178.

Estas personas dieron un heroico testimonio de fe almismo tiempo que manifestaron su gran aprecio hacia las her-manas.

130

177 Cf. Revista del Santísimo Rosario T. 54-55 (1939-1940) pp. 77-81.178 Crónica de la Congregación,T. II, p. 123.


Las Crónicas recogen el gran apoyo que brindaron los frai-les y religiosas de la Orden en Francia e Italia, donde las herma-nas llegaban en busca de refugio.

«El número de dieciocho Hermanas que se espera-ban obligó a la Rvdma. Madre a implorar la caridadde las Dominicas del Colegio de Santo Tomás deAquino, calle Diende, 23. La Madre Angélica, Supe-riora de dicha Casa, se mostró en extremo caritativa,ofreciéndose a recibir la expedición y cuantas Herma-nas fueran llegando, hasta encontrarles colocación.Al terminar el curso puso a disposición de la Rvdma.una casa sucursal que tienen en la Corniche, y en ellase alojaban las hermanas según iban llegando de lazona roja. El alumbrado, agua y algunas otras cosas,las suministraban las Religiosas, favoreciendo ade-más con algunos víveres a las Hermanas»179.

Las comunidades de América también colaboraron desdesus posibilidades, con el apoyo moral y económico.

4. Fieles hasta el martirio

A la semana de haberse iniciado la guerra, la Congrega-ción experimentó el mayor horror: el fusilamiento de siete her-manas, cinco de la comunidad de Barcelona y dos de Manresa.La razón de su detención era el ser religiosas.

4.1. Martirio de las Hermanas de Barcelona

Las hermanas que vivían en la comunidad de la calle Tra-falgar, Barcelona, al estallar la revolución el 18 de julio de 1936,creían que nada les pasaría, debido a la protección de los cole-gios religiosos por las «Mutuas Escolares» ideadas para salvar-los en momentos adversos.

Confiadas, vivieron con relativa tranquilidad hasta el 24 dejulio. La situación se ponía cada día peor. Durante los días 24 y25 la mayoría de las hermanas se dispersaron entre familiares

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179 Crónica de la Congregación, T.III, p. 225.


y amigos, otras quedaron en la casa con las pensionistas queestaban en la residencia, creyendo que pasarían inadvertidas.

El día 27 llegó un grupo de milicianos armados, registraronla casa mostrando ensañamiento contra todos los símbolos re-ligiosos que encontraban a su paso. Al atardecer llegó un grangrupo de hombres armados para hacer un registro. A las her-manas las recluyeron en una habitación, las sometieron a un in-terrogatorio. La priora H. Fossas respondió con gran serenidad.Una de las hermanas, por descuido, se dirigió a ella llamándolaMadre, esta fue la causa por la que los milicianos sospecharonque eran religiosas. Una señora del pensionado las delató se-ñalando quiénes eran las religiosas y quiénes eran las seglaresque allí estaban.

Las hermanas Ramona Fossas, Adelfa Soro, Teresa Prats,Otilia Alonso y Ramona Perramón, fueron reconocidas como re-ligiosas. Las hicieron subir a empujones a un camión, las lleva-ron de un Comité a otro, fueron sometidas a burlas y escarnios,alegrándose de su detención. Ellas se mantenían firmes dandomuestras de valor y de una fe inquebrantable.

Los milicianos las sometieron a fuertes presiones para queabandonaran el estado religioso. Entrada la noche y persuadi-dos de la inutilidad de sus tentativas dijeron a las religiosas:«Vemos que realmente persisten ustedes en continuar siendomonjas; pues bien, las volveremos a su convento como desean.Suban al camión que las llevará a casa». Ellas subieron al ca-mión y vieron que se dirigía hacia otra dirección y percibieronque su fin estaba cercano. La Priora las preparaba a morir. El ca-mión subió hacia la cumbre del Tibidabo; pasado el pueblo deVallvidrera, en la curva denominada El Faro, -hoy «Revolt de lesMonges»- se detuvo. Una mujer miliciana que iba con ellos dijo:«Llevamos mucho polvo y aquí tenemos que dejarlo». Manda-ron bajar a las hermanas, era de noche. Ellas bajaron, una trasotra y según ponían el pie en el suelo descargaban contra ellasy las mataban. La miliciana dijo: «a las dos jóvenes no hay quetirarles en la cabeza sino al vientre, para que sepan lo que espadecer…». Otilia y Ramona quedaron mal heridas.

Unos vecinos, a la luz de las lámparas, descubrieron trescadáveres de mujeres recién muertas con tiros en la cabeza yotras dos tendidas en la cuneta que aún se quejaban. A estaslas llevaron a un hospital cercano. Otilia duró dos horas, habló

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algo, dijo la dirección de sus padres, besaba con devoción el ro-sario y medalla que le dieron, y ¡murió santamente! La hermanaRamona Perramón dio cuenta de los hechos, intentaron reani-marla, pero al atardecer del día 28 ¡murió santamente!

Los cadáveres de las cinco hermanas, al no ser reclamadospor nadie fueron enterrados en la fosa común del cementerio.En el lugar del martirio donde fueron hallados, la Congregaciónen el año 1958, hizo levantar en su recuerdo un monumento enel que se leen los nombres de las cinco hermanas mártires dela calle Trafalgar.

4.2. Martirio de las Hermanas de Manresa

El día 20 de julio de 1936 las hermanas Reginalda Picas yRosa Jutglar, como la mayoría de las Religiosas de aquellaépoca de guerra y persecución, se refugiaron en una casa devecinos, donde un grupo de milicianos armados practicó un re-gistro. Temiendo que regresaran, las hermanas se trasladaron aun nuevo domicilio. El 27 de julio, el mismo día de su llegada,fue reconocida y detenida la H. Rosa a la que se unió la H. Regi-nalda diciendo que juntas habían llegado y que juntas irían adeclarar. Las condujeron a un paraje desconocido. Al ver ellasque las llevaban fuera de la ciudad, adivinaron lo que les espe-raba y se pusieron a rezar.

El coche que las conducía se adentró en un camino ruraldel término municipal de Castellgalí, hicieron un alto y el mili-ciano ordenó apearse a las dos religiosas y dijo al conductor:«Se ha de despachar a estas dos mujeres ¿quieres encargartede una?». El conductor que estaba impresionado por las mira-das que se dirigían entre sí las religiosas, dijo: «Yo a sangre fríano mato a nadie». Entonces el miliciano les disparó, pero…, nomurieron en el acto. Sus quejidos de dolor y oraciones eranahogados por las carcajadas del miliciano que las levantaba ylas tiraba, les daba bofetadas y ¡las remató, fríamente!, dejandolos cadáveres a la vera del camino.

Al cuarto día, unos labradores encontraron sus cuerposacribillados y dieron parte a las autoridades. Los cadáveres, gra-cias a la intervención del secretario municipal, Sr. Juan Garriga,fueron depositados en un nicho del cementerio de Manresa.

133


En 1939 las hermanas de la comunidad de Manresa saca-ron los restos de las Mártires y los depositaron en un nicho pro-piedad de la Congregación. En 1984 los trasladaron a la Iglesiade la comunidad, colocando una lápida con los datos persona-les de cada hermana sacrificada. El día 28 de septiembre de1943 se erigió un monumento en el lugar donde habían sidoasesinadas las dos Mártires. La Congregación, hizo levantar enel año 1958 un monumento en el jardín de la Casa Madre a lamemoria de las siete Mártires.

4.3. Algunos rasgos de las Hermanas180

Las hermanas, perseguidas por ser Religiosas, detenidasy llevadas a la muerte violenta, cruelmente asesinadas, dieronsus vidas como testimonio ante Dios y los hombres de su fe ysu amor. Las comunidades donde convivieron las hermanascoinciden en testimoniar: «todas ellas eran virtuosas y ejempla-res, firmes en su vocación, siguiendo las huellas de su Funda-dor, el P. Coll».

La Congregación de la Anunciata no apagó nunca el re-cuerdo de las siete hermanas heroicas, que dejaron huellas desantidad y ejemplo de vida consagrada, llevada hasta el san-griento martirio.

Hermana Ramona Fosas

Nació en Ripoll, en 1881. Tenía un carácter agradable, des-tacaba por su sensatez, piedad, modestia y laboriosidad. Sentíavocación religiosa y el día 6 de julio de 1903, eligió la Congre-gación de la Anunciata. Profesó el 17 de agosto de 1905. El tes-timonio de las hermanas que convivieron con ella dice: «LaHermana Fosas era una religiosa ejemplar». Fue la primera endar su vida por Cristo, ella misma dijo: «Nunca he pensado enque pueda ser mártir, pero si me toca serlo, lo seré de buengrado, con el auxilio del Señor».

134

180 Cf. O. GONZÁLEZ, Testigos del amor. Mártires de Cristo de la Congregación de HH.Dominicas de la Anunciata, Madrid 2005. También se puede ampliar en la charlaque Vito T. Gómez ofrece a las hermanas de la Provincia Santo Domingo de Guzmánen el Encuentro de Formación Permanente de Navidad, 2013, «Comunidad predi-cadora: ¡Sal de tu tierra!».


Hermana Adelfa Soro

Nació en Villanueva de Castellón el 6 de marzo de 1887, in-gresó en la Congregación el 3 de marzo de 1905 y profesó el 30de abril de 1907. Era de frágil salud y de carácter jovial, opti-mista y delicado. Se mostraba siempre dispuesta a disculpar ya aceptar la voluntad de Dios: «Si Dios me destina al martiriolo acepto gustosamente». Era una excelente pianista. Los tes-tigos afirmaron: «Su mayor anhelo era ser fiel a Dios y corres-ponder a su vocación». «Era religiosa ejemplarísima, ¡era almade Dios!».

Hermana Teresa Prats

Nació en Ciutadilla (Lleida) el 8 de enero de 1895. Jovenpiadosa, asistía asiduamente a la Iglesia y pertenecía a la Aso-ciación de Hijas de María. Ingresó en la Congregación en 1920y profesó en 1922. Era una gran costurera, ayudaba a las her-manas ancianas y enfermas y servía a todos con humildad. Sucarácter era sencillo y cariñoso. Según testigos, «su único móvilera esforzarse por lograr el amor a Dios». Con el martirio cul-minó su vida de entrega y servicio.

Hermana Otilia Alonso

Nació en La Enfistiella (Asturias) el 31 de diciembre de1916. En el Colegio de las hermanas de Caborana completó susestudios primarios. De carácter bondadoso ayudaba en lo quefuera preciso. En 1932 entró en la Congregación y profesó el 15de octubre de 1933. Inició los estudios de magisterio en Horta.Quienes la conocieron afirmaron que «Quería ser una buena re-ligiosa».

Cuando tenía 19 años fue sacrificada, como sus compañe-ras, y murió santamente, después de varias horas de intensaagonía.

Hermana Ramona Mª Perramón

Nació en Vic el 28 de mayo de 1898. Asistió a la Escueladominical de las Dominicas y trabajó en la fábrica como teje-

135


dora, haciendo apostolado entre sus compañeras de trabajo. In-gresó en la Congregación en 1920. Se dedicó a los servicios do-mésticos más sencillos. Era la humildad personificada, decíanlas hermanas con las que convivió, tenía muy buen carácter, yera caritativa con todas: «¡Todo por amor!». Fue martirizada el27 de julio de 1936, afirmando: «¡Sí, soy religiosa y quieroserlo!».

Hermana Reginalda Picas

Nació en Borredá (Barcelona) el 25 de mayo de 1895. Apli-cada al estudio, de carácter alegre, llevó una vida sencilla y mo-desta. Ingresó en la Congregación en Vic el 24 de marzo de 1919.Su salud era delicada. El temor a los acontecimientos de la gue-rra era grande, pero estaba contenta con lo que el Señor dispu-siera: «Ojalá pudiera ser mártir».A una compañera le dijo: «Esteaño voy a conseguir el martirio». El Señor le concedió lo quesiempre ella deseó.

Hermana Rosa Jutglar

Nació en Sabassona (Barcelona) el 25 de enero de 1900.Ingresó en la Congregación el 19 de marzo de 1920 y profesó el30 de septiembre de 1921. Confiaba plenamente en la oraciónde los niños y les hacía rezar por las necesidades de la Iglesiaperseguida. Fue ejemplar y se ejercitaba en el apostolado de laalegría. Su carácter era optimista y jovial.

Según decían las hermanas que vivían con ella «la Her-mana Rosa era observante y amante del recogimiento, puntualen los actos de comunidad». En los días de la revolución rezabapara estar preparada por si llegara el caso de morir por Cristo.Decía a sus compañeras: «¡Estemos preparadas para dar la san-gre por la religión de Jesucristo!». Le llegó el momento el 27 dejulio de 1936, cuando tenía 36 años.

Las siete hermanas mártires de la Anunciata estaban ma-duras para la siega. Sus nombres quedaron inscritos en el librode la Vida. El 28 de octubre de 2007 la Iglesia las beatificó reco-nociendo su martirio, como se relatará en el último capítulo deeste Compendio.

136


1933. Jully1933. Puignier

1936. La Ramenaje1936. Saint Honore

1936. Soreze1937. Oullins

1937. Troyes Aube1938. Ecole Massillon1938. Fabrezan. Aude

1935. Lezignan-Corbieres

CASAS ABIERTAS EN DISTINTOS LUGARES DE FRANCIA

1933. Valras-Plage


27 de Julio de 1936.Carretera de Vallvidrera - Barcelona

27 de Julio de 1936.Castellgalí-Manresa

Monumento en Vic. Homenajea nuestras hermanas mártires


5. Otros hechos destacables

La Congregación sigue su marcha en los distintos lugaresdonde se encuentra, en algunos, inmersa en un clima de tensióny conflicto, en otros, libre de estas dificultades, pero siempreunida en comunión. Nuevas fundaciones surgen, se abre la pri-mera Casa de formación en América y un Vicariato181 en Franciay se celebra el XI Capítulo General Electivo.

5.1. Apertura del noviciado en América del Sur

Las primeras jóvenes que ingresaron en la Congregaciónprocedentes de América hicieron su formación en la CasaMadre de Vic.

Ante el florecimiento vocacional en estas tierras, el Capí-tulo general de 1927 acordó abrir un Noviciado en Argentina,determinando que tuviera su sede en la Casa de Santa Inés deMontepulciano situada en Turdera (Provincia de Buenos Aires).

El 15 de agosto de 1931 se realizó la bendición del novi-ciado, asistiendo numerosa concurrencia, hermanas de todaslas casas junto con delegaciones de alumnas.

La Congregación iniciaba el noviciado en América del Surel mismo día y con el mismo número de jóvenes 75 años des-pués que lo hiciera el Padre Coll en la calle Call Nou, cuandoreunió a las siete primeras postulantes. Para hacerse cargo dela formación viajó desde España la H. Josefa Majó.

5.2. Convocatoria del XI Capítulo General Electivo

La priora general, H. Antonia Gomá, convocó el XI Capítulogeneral electivo para el día 7 de junio de 1933. Las Provinciasiniciaron las diligencias que de ellas dependían.

139

181 Según la legislación que rige actualmente, la erección de un vicariato correspondeal capítulo general o a la Priora general, con el consentimiento de su consejo. Parasu constitución se requiere que en el territorio asignado a dicho vicariato haya almenos tres casas, dos de ellas casas formadas y veinticinco hermanas de votosperpetuos (cf. n. 278). Los vicariatos, al igual que las provincias, constituyen paracada una de las hermanas que viven en ellos una verdadera comunidad (cf. NL275-276).


Cuando ya las capitulares llegaban a Vic para iniciar las se-siones del Capítulo, se recibió un escrito de Roma, procedentede la Congregación de Religiosos, y enviado por el CardenalProtector de la Congregación, que comunicaba a la Priora ge-neral la suspensión del Capítulo convocado.

La Sagrada Congregación nombraba Vicaria general delInstituto a la Reverendísima Madre Dominga Carles, dándole lasfacultades para designar, libremente, las nuevas Consejeras.

Quedaba suspendido el Capítulo general y la Priora gene-ral cesaba en el cargo, así como las Consejeras anteriores, lascuales debían rendir cuentas, con toda exactitud a la nueva Vi-caria general.

Finalizaba el comunicado diciendo: «Espero que la deci-sión de la Sagrada Congregación sea recibida por todas converdadero espíritu religioso y que cada una se comportará delmejor modo posible, para cooperar, dentro de la obediencia, albien del Instituto»182.

Se desconocía la causa que motivó este cambio. La cró-nica de la Congregación no recoge información respecto a esteasunto, sólo consta que la H. Carles llegó a Vic el día 3 de junio,leyó su nombramiento, tomó posesión de su cargo de Vicariageneral y formó el consejo.

La Congregación obedeció las disposiciones pontificias,fiel a la Iglesia. La H. Antonia Gomá no sólo aceptó lo decretado,sino que pidió a las hermanas que procuraran, por encima detodo, mantener la unidad de la Congregación.

La Vicaria general envió una circular a toda la Congrega-ción que decía: «en las presentes circunstancias os decimos quela Sagrada Congregación confía que su decisión será recibidacon espíritu religioso y que cada una se comportará para coo-perar al bien de nuestra Congregación»183.

Una vez asumida la responsabilidad, la Vicaria general dis-puso la sustitución de las Prioras provinciales y locales y de-signó nuevas prioras siguiendo las disposiciones del Delegado

140

182 Crónica de la Congregación,T. III, p. 131.183 Crónica de la Congregación,T. III, p 133.


Pontificio184 P. Manuel Suárez OP, una vez realizada la visita a lascomunidades.

El mandato de la H. Dominga Carles duró ocho meses. El14 de febrero de 1934 la Sagrada Congregación de Religiososenvió un Decreto que contenía el nombramiento de la H. Mer-cedes Miralpeix como Priora general de la Congregación, paraun sexenio.

Éste es un hecho sorprendente en la vida de la Congrega-ción. Como hemos visto, la actitud humilde de la H. AntoniaGomá fue encomiable, pues ante la situación adoptada por laSagrada Congregación, ella siempre defendió por encima detodo preservar el carisma fundacional y la unidad de la Congre-gación. Ante la reacción inicial de oposición de algunas herma-nas, la H. Gomá les hace ver la importancia y necesidad desalvar la Congregación, ya que los sacrificios del P. Coll y los ar-dores de las primeras hermanas, no se pueden perder; y les re-comienda en todo momento la unidad del Instituto.

5.3. Constitución del Vicariato Reginaldo de Orleans

Fue erigido el 5 de marzo de 1937. Comprendía las comu-nidades de Francia. Según consta en el Acta del Consejo generaldel 19 de febrero de 1937, haciendo uso de la dispensa Pontificiase eligió para Vicaria general de las Casas de Francia y Priora dela comunidad de Juilly a la Madre Presentación Macià.

En el año de la erección se contaba con las siguientescasas:

Valrás-Plage. Obras parroquiales

Casa fundada en 1933. La labor de la comunidad es socialy apostólica: atención a los enfermos a domicilio y cuidado dela iglesia. En 1934 se afianzó la obra con un contrato y las her-

141

184 En otro momento de la historia de la Congregación, tuvo lugar una nueva inter-vención de la Sagrada Congregación de Religiosos, en esta ocasión para una solaProvincia. Se nombró como visitador apostólico al P. Lorenzo Galmés OP, ante lascircunstancias que concurrieron en el II Capítulo Provincial electivo de la ProvinciaSan Raimundo de Peñafort. (Cf. Crónica de la Congregación, T.V, pp. 229-232).


manas se ejercitaban constantemente en la triple misión enco-mendada: coadjutoras de la parroquia, guardería, visitas y curasde urgencia. Luego se abrió el taller de corte y confección.

Puginier

Casa fundada en 1933. Su misión consistía en guardarniñas pequeñas y patronato de niñas mayores con la enseñanzade catecismo, costura y otras labores.

Lezignan-Corbieres: Obras parroquiales

Casa fundada en 1935. Esta comunidad que al principioatendía a los enfermos a domicilio y colaboraba en la parroquia,fue ampliando su misión haciéndose cargo de una residenciapara ancianas y un centro de enseñanza agrícola, donde las her-manas impartían las clases de cocina, labor y asumían la for-mación de las jóvenes.

Sorèze

Centro educativo de renombre en Francia, fundado por elP. Enrique Lacordaire OP. Las hermanas llegan en 1936. Su laboren esta comunidad de los Padres dominicos consistía en ha-cerse cargo de la ropería, la cocina y la despensa. Su trabajo eracallado y humilde y su trato amable y sencillo.

Fabrezan. Obras parroquiales

Casa fundada en 1937. La tarea parroquial, la educación delas niñas y la preparación para el hogar, era el principal trabajode la comunidad.

Oullins-Lyon

La comunidad se establece en 1937. Fue abandonada a raízde la guerra germano-francesa. Regresaron ante el pedido delos Dominicos de contar con hermanas para administrar el co-legio.

142


5.4. Volver a comenzar

En el año 1939 finalizó la guerra. Habían sido tres años deexilio, sufrimiento y carencias. La Congregación en España setenía que reorganizar. Los edificios estaban la mayoría derrui-dos; los colegios deteriorados. Algunas hermanas habían de-jado la Congregación, otras habían muerto por enfermedad osufrimiento.

A medida que las ciudades eran liberadas las hermanas sereencontraban en las comunidades. ¡No todas volvieron! LaPriora general entró en contacto con las hermanas para iniciarla reorganización de las comunidades. En una de sus circularesexpresa: «… estamos sumamente ocupadas en la difícil tareade restauración de nuestras casas-colegios de España y en lareorganización de nuestro amado Instituto.»185 Apreció los su-frimientos por los que habían pasado, las situaciones de po-breza, de persecución… Exhortaba a intensificar la vida deoración y la vida comunitaria e insistía en la observancia reli-giosa, en la unión entre las hermanas, las comunidades y laCongregación.

En el año 1940 España se disponía a comenzar una etapanueva. La Anunciata iniciaba también un nuevo período. Se con-vocó el XI Capítulo general electivo, la hermana Reginalda Ros-sinyol fue elegida priora general. Pronto inició la visita a lascomunidades para tener conocimiento del estado de las mismasdespués de la guerra, no sólo en lo material sino también en loespiritual. Se constataron las luces y las sombras.

Al final de la visita comunicó a las Superioras la necesidadde «restaurar» las comunidades haciéndolas vivas, orantes yapostólicas. En su mensaje decía que eran momentos propiciospara reanimar a la Congregación e impulsar un resurgimientoespiritual vigoroso. Exhortaba a las hermanas a cultivar el silen-cio, la vida austera, la oración, el testimonio y la entrega apos-tólica.

La Anunciata fue consciente de la necesidad de rehacer lascomunidades y de la reunificación de las hermanas. Terminadala guerra fue factor común a todas las comunidades de Españael restablecimiento de los edificios con la ayuda en muchos

143

185 Crónica de la Congregación,T. III, p. 310.


casos de los Ayuntamientos y personas del lugar y la rápidapuesta en marcha de la escuela.

6. Fundaciones

Puesta la confianza en el Señor, la Congregación sigue ex-tendiéndose. Se destacan en este período las fundaciones rea-lizadas en Francia, que como hemos visto sirvieron de refugioa nuestras hermanas en tiempos difíciles. La misión de estascomunidades se orienta a la colaboración en la parroquia, aten-ción a niños y jóvenes en talleres, y otras actividades.

Algunas comunidades se fundaron en España en los añosprevios a la guerra civil y se cerraron al poco tiempo. Otras, seabrieron durante el conflicto bélico, ubicándose en zonas demayor seguridad. Hay un tercer grupo de comunidades que sefundan al terminar la guerra.

En América no es muy amplia la expansión de la Congre-gación en este período. Se hacen dos fundaciones: una en Uru-guay y otra en Argentina, en ambos casos se trata de sencilloscolegios en pequeñas poblaciones.

El conjunto de las fundaciones de este período, figuran enel siguiente cuadro.

144


145

FUNDACIONESPERÍODO1931 - 1940

CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. S

ALT(G

IRONA)

1931

1939

Una comisión de padres de familia rogó a la comunidad de Salt que

instalara una sucursal entre Girona y Salt.

2. S

ANTQUIRZEDESAFA

JA

(PUIG

D’OLENA)

1933

La Srta. M

ª Concepción Planas, fundadora del sanatorio, de acuerdo

con el Director, Dr. Ribas, pensó en encomendarlo a religiosas. El Di-

rector lo presentó a las hermanas de Horta que él conocía. Primero se

denegó la petición dada la finalidad del sanatorio, pero finalmente se

aceptó.

3. S

ANCARLO

S(U

RUGUAY)

1933

2016

Abrir otro centro de enseñanza en Uruguay.

4. VALR

ÁSPLA

GE(FRANCIA)

1933

A petición del Sr. Cura Casimiro Chayrigues para ocuparse de las obras

parroquiales. Se hizo con m

iras a servir de refugio a las hermanas en

caso de posibles trastornos políticos en España; tal como ocurrió en

1936.

5. PUIGNIER(FRANCIA)

1933

1943

Se hizo con miras a servir de refugio a las hermanas en caso de posibles

trastornos políticos en España; tal como ocurrió en 1936.

6. PUEBLA

DECARAMIÑAL

(GALICIA)

1933

1934

Aceptada desde 1931 no se pudo llevar a cabo hasta que se calmó la

situación política del país. Fue el m

ismo pueblo quien rogó a las her-

manas su presencia como enseñantes.

7. C

AMPDEVÀNOL(G

IRONA)

1933

1934

A propuesta del Sr. Cura D. Emilio Solá y del Dr. Vaquer, médico del

hospital. Las hermanas. se dedicarían a la guardería y al servicio de los

enferm

os


146


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

8. JUILLY(FRANCIA)

1933

1939

Los Hijos de San Felipe Neri deseaban Religiosas para la dirección del

colegio de Juilly que dista unos 30 kilómetros de París.

9. N

ECOCHEA(A

RGENTINA)

1934

Ocuparse del colegio y de cuatro Cursos Norm

ales Nacionales.

10. L

ÉZIGNAN(FRANCIA)

1935

Petición del canónigo Alibert, Cura-Deán de Lezignan para ocuparse de

las obras parroquiales y centro de enseñanza agrícola fem

enino.

11. B

ARCELO

NA

1936

1936

Solicitud del Párroco para la educación en la escuela parroquial San

José Oriol. Se consideró una sucursal del colegio de la calle Elisabets.

12. S

ORÈZE(FRANCIA)

1936

1975

Por petición del Prior de la Comunidad de Sorèze que solicitó hermanas

que se encargasen de la dirección y vigilancia de las operarias en ge-

neral, en las diferentes dependencias del gran colegio de los Padres Do-

minicos.

13. N

AVELG

AS(A

STURIAS)

1936

1939

Traslado de gran parte de la comunidad de Oviedo y del postulantado

a esta Casa Apostólica de los Padres Dominicos. Se convirtió en novi-

ciado.

14. S

AINTHONORE(FRANCIA)

1936

1939

Solicitud del Rdo. P. Kerdanet, Prior de la Casa provincial de París para

que Hermanas dominicas huidas de España pudieran hacerse cargo de

la sacristía, ropería y cocina del Convento.

15. L

ARAMEJA

NE(FRANCIA)

1937

1939

Los Sres. Marqueses de Castelet ofrecieron generosamente a la comu-

nidad de Puginier esta casa, como hospedaje a las Religiosas refugia-

das en Francia.


147

16. L

OANO(S

AVONA-ITA

LIA)

1937

1939

El Rdo. P. Brianza se insinuó en el ánim

o de un sacerdote conocido

suyo, Luís Lingiani que cediera el edificio “Instituto Cura M

arina o

Schola” a las hermanas Dominicas.

17. F

ONTA

NEG

LI(ITA

LIA)

1937

1938

Sucursal de Loano. Refugio para las hermanas durante unos nueve

meses.

18. O

ULLINS(FRANCIA)186

1937

1969

Llevar la cocina, dirección costura y trabajos manuales del colegio

Santo Tomás de Aquino de los Padres Dominicos.

19. T

ROYESAUBE(FRANCIA)

1937

1939

Colegio diocesano dirigido por los Religiosos Oblatos de San Francisco

de Sales.

20. G

ARROVILLLAS(C

ÁCERES)

1937

1972

La reiterada insistencia del pueblo para que las hermanas se ocuparan

de la escuela.

21. A

LCÁNTA

RA(C

ÁCERES)

1937

1961

La enseñanza en el pueblo y sobre todo la form

ación religiosa de las

niñas.

22. T

ORREJO

NCILLO

(CÁCERES)

1937

1944

Educación de las niñas del pueblo priorizando su form

ación religiosa.

23. F

ABREZAN- A

UDE(FRANCIA)

1938

1965

Encargarse de la «Casa Nuestra Señora de Lourdes».

24. P

ARÍS(FRANCIA)

1938

1939

Casa refugio de las hermanas que salían de España, adem

ás de la en-

señanza en el colegio Ecole Massillon. Estudio del idioma.

25. B

URCEÑA(B

ILBAO)

1938

La enseñanza en la escuela (instrucción primaria, contabilidad, francés,

mecanografía, taquigrafía y música). También se preparaba para el Ma-

gisterio.

186Oullins fue abandonada por las hermanas a raíz de la guerra germano-francesa. Terminada la guerra, los Dominicos pidieron a las her-

manas se hicieran cargo de la administración del colegio y regresaron el 22 septiem

bre de 1955.


148


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

26. C

OLO

NIALA

PLA

NA187

1940

1963

El capellán de la Colonia La Plana pidió hermanas para la form

ación in-

telectual y moral de las niñas de la Colonia.

27. S

ANTQUIRZEDEBESSORA188

1940

1979

Enseñanza religiosa. S

ustituyen a las Religiosas Franciscanas de la Di-

vina Pastora.

28. P

ASAJES(S

ANSEBASTIÁN)

1940

Enseñanza religiosa. Por iniciativa de la Priora general.

29. T

URÓN(A

STURIAS)

1940

Cerrada

temporal-

mente

Enseñanza religiosa. A

petición del Párroco de la localidad.

30. M

ADRID(C/ G

eneral

Oráa)

189

1940

Escuela Hogar. Tam

bién se determinó recibir señoras y señoritas pen-

sionistas para ayudar en los gastos de alquiler y otros.

187Cf. Crónica de la Congrega

ción,T.III, pp. 330-331. A

unque propiamente hablando, no sea una fundación, debem

os consignar la de la

Colonia La Plana, por serlo en realidad a efectos de colegio.

188En junio de 1979 la comunidad se retiró, si bien el preescolar pasó a depender de la comunidad de Roda de Ter. En 1981 se creyó con-

veniente dejarlo a los maestros nacionales.

189Actualmente es una Residencia Universitaria.


V. FLORECER Y SEGUIR SEMBRANDO EN FIDELIDAD AL ESPÍRITU (1941-1964)

Tiempo de crecimiento firme y sereno, de inculturación delcarisma en nuevas geografías. Tiempo de apertura a otras rea-lidades que invitan a la entrega y audacia misionera. La vida quecrece tiene que buscar nuevos cauces de estructuración en Pro-vincias, que serán en adelante comunidades de vida.

El ideal que movió al P. Coll: «iluminar las tinieblas de laignorancia» se consolida en su centenario Instituto y tomacuerpo en nuevas obras educativas y de promoción humana,que acompañan el caminar de los pueblos hacia una nuevaépoca, infundiéndoles esperanza y el sentido de vida que brotadel Evangelio.

1. Creación de nuevas Provincias: Santa Catalina y Santa Rosa

En este período la Congregación vivió la erección de dosnuevas Provincias: «Santa Catalina de Sena» en 1942 y «SantaRosa de Lima» en 1949. La Provincia Santa Catalina se creó apartir de la reestructuración de la Provincia Santo Domingo. Elmotivo fundamental que tuvieron los superiores fue evitar, enlo posible, que casas de una misma Provincia quedaran excesi-vamente distantes190.

149

190 Crónica de la Congregación, T. III, p. 398.


Durante el gobierno de H. Ángeles Llopis, Priora provincialde la Provincia Santo Domingo de Guzmán, aconteció la erec-ción de la Provincia Santa Catalina de Sena. Esta reestructura-ción supuso la reorganización del Instituto en España, fijandonuevas demarcaciones geográficas. La Provincia Santa Catalinade Sena quedaba integrada por las comunidades del Norte deEspaña: Asturias, Vascongadas y Navarra.

También quedaban separadas de la Provincia Ntra. Sra. delRosario las casas establecidas en la provincia civil de Valenciaintegrándose éstas, en la Provincia Santo Domingo que, a partirde este momento, se vería reducida no sólo en el número dehermanas sino en territorio geográfico.

En 1943 se repartió a todas las casas del Instituto un catá-logo de Provincias por orden de fundación y número de religio-sas que las integraban, por riguroso orden alfabético.

Personal de la Casa-Madre. 94 religiosas profesas, 32 no-vicias y 30 postulantes.

Provincia San Raimundo de Peñafort. Erigida el 13 deagosto de 1904. Número de Casas, 38 y 305 Religiosas. Casaprovincial: Barcelona, Elisabets, 19.

Provincia Santo Domingo de Guzmán. Erigida el 13 deagosto de 1904. Número de Casas, 12 y 125 Religiosas. Casaprovincial: Madrid, Velázquez, 50.

Provincia Nuestra Señora del Rosario. Erigida en el año1925. Número de Casas, 31 (en la crónica por error figuran 50casas) y 251 Religiosas. Casa provincial: Manresa, Bruch, 55.

Provincia Santa Catalina de Sena. Erigida el 6 de febrerode 1942. Número de Casas, 16 y 163 Religiosas. Casa provincial:Oviedo, C / Pérez de la Sala, 29.

Vicariato de América. Número de Casas, 14 y 198 Religio-sas profesas. Residencia: Buenos Aires, C / Arenales, 2065.

Vicariato de Francia. Número de Casas, 5 y 20 hermanas.Residencia: Sorèze. Departamento Tarn. Ecole Lacordaire.

150


La Congregación contaba con un total de 117 Casas, 1.156Religiosas profesas, 35 novicias y 30 postulantes191.

El Capítulo general celebrado en Vic en 1946, en el quesalió elegida la H. Ana Trinidad Torrella, resolvió que por la im-portancia que en ese momento tenía la Congregación en Amé-rica del Sur -con sus 15 casas, un elevado número de hermanasy el noviciado propio-, era de justicia erigir una Provincia.

Advertidas estas razones se pidió autorización a la SantaSede. Se obtuvo la concesión el 6 de enero de 1950. Fue nom-brada priora provincial la H. Mercedes Pardina Muniesa. LaPriora general comunicó a la Congregación la erección de lanueva Provincia que estará bajo la protección de Santa Rosa deLima, cuya jurisdicción abarcaba en ese momento los territoriosde Argentina y Uruguay.

2. Fomento de las vocaciones. Escuelas apostólicas

Uno de los fines que llevó al P. Coll a fundar la Congrega-ción, como es sabido, fue posibilitar la vida religiosa a jóvenesque deseaban consagrarse a Dios, pero no podían por falta demedios económicos. Esta preocupación por la promoción voca-cional estuvo presente también en las hermanas. Es elocuentelo que escribió la priora general, H. Antonia Gomá en circulardirigida a la Congregación en agosto de 1919:

«Aprovecho esta ocasión que me pone en comunica-ción con todas vosotras, amadas hijas en el Señor,para exhortaros muy encarecidamente a que procu-réis fomentar y favorecer las vocaciones religiosasentre las jóvenes a vuestra solicitud encargadas, sinlo cual la vida de nuestra Madre la Congregación lan-guidece. Orad a este fin y trabajad no solamente depalabra, sino con el buen ejemplo. Es verdad que lavocación es un don gratuito de Dios Nuestro Señor;pero no es menos cierto que muchas jóvenes se hansentido atraídas a servir al Señor abandonando elmundo, ante los repetidos actos de virtud que hanvisto practicar a las Hermanas, con ellas relaciona-

151

191 Crónica de la Congregación, T. III, pp. 417-420.


das, y no son menos las que deben esta particulargracia a las oraciones de las Religiosas fervorosas»192.

Más tarde, otra priora general, H. Reginalda Rossinyol, es-cribe a las prioras reunidas en Girona, Manresa y Oviedo, al ter-minar los Ejercicios espirituales:

«No puedo sustraerme al deseo de pediros vuestracolaboración personal en el problema vitalísimo dela Congregación: las vocaciones. Con alegría íntima,y muy reconocida, confieso que la mayoría de voso-tras os interesáis por ello; pero no basta. Es precisoque también vuestras hijas espirituales sientan elmismo anhelo. Todas debemos: 1) Pedir a Dios la se-milla de la vocación. 2) Despertar vocaciones religio-sas, hablando de la excelencia del llamamientodivino. 3) Cultivarlas, procurando un ambiente inten-samente piadoso, instructivo (ambas cosas se nece-sitan para ser apóstoles, por medio de laenseñanza)».

Terminaba diciéndoles que la empresa es ardua, pero«Dios da la gracia y mira con complacencia a quien contribuyea proporcionarle almas que, elevándose a la categoría de após-toles, le salvarán otras que le amarán por toda la eternidad.¡Qué empresa tan elevada! Trabajar en la obra vocacionista,equivale a ser apóstol de futuros apóstoles»193.

La H. Valentines, inspectora general de educación, en suscomunicaciones a las hermanas educadoras, insistía en la im-portancia de no descuidar el suscitar y cultivar las posibles vo-caciones religiosas. Un buen camino para ello era el testimoniode la alegría, ya que «la felicidad que dimana de una religiosaapóstol es como una invitación a que los demás participen desu dicha»194.

La creación de escuelas apostólicas, donde pudieran for-marse y afianzar su vocación estas futuras apóstoles de LaAnunciata, fue una iniciativa que se consolidó en este período.La Rvda. M. Presentación Macià, elegida en 1946 provincial de

152

192 Crónica de la Congregación,T. II, p. 383.193 Crónica de la Congregación,T. III, p. 431.194 Circular H. Valentines del 23 enero 1962.


la Provincia Sta. Catalina de Sena, fue quien, movida por su grancelo apostólico e interés por cultivar las vocaciones, concibió laidea de fundar un Colegio apostólico. No era fácil concretarlaya que necesitaba fondos materiales y recursos humanos, y notenía asegurado el éxito de dicha empresa.

Ante las dificultades económicas ella decía a los superio-res: «Solicito sólo el permiso; de lo demás, Dios cuidará». Con-vencida de lo que se proponía, imprimió folletos de propaganday consiguió las ayudas necesarias. En dichos folletos explicabala finalidad de esta obra que propiciaba, tan acorde con el espí-ritu del P. Coll:

«Lee este folleto - Simpatiza con la obra - Aporta tucooperación. ¿Qué es el colegio apostólico de SantaCatalina de Sena? Es una faceta de la labor apostólicarealizada por las Religiosas Dominicas de la Anun-ciata en Asturias. Encontrándose en los pueblos y al-deas de Asturias y fuera de ella jovencitas sanas einteligentes con vocación religiosa, que no puedenrealizar sus ideales de estudio e ingreso en unaOrden por carencia de medios económicos, las RELI-GIOSAS DOMINICAS DE LA ANUNCIATA las reciben, les danformación cultural y religiosa; estudian sus aptitudesy las preparan para ingresar en el postulantado, sison aptas para los fines del Instituto, y en caso con-trario, tornan a sus hogares cristianamente formadasy capacitadas para abrirse camino en la vida».195

Ante la buena respuesta de muchos simpatizantes de laobra, la Madre Maciá promovió la reconstrucción del chalet in-terior a la finca del colegio de Oviedo adaptándolo para esta-blecer allí el colegio apostólico, que fue habilitado para este finen 1951, albergando este año a 18 aspirantes y contando condos hermanas que se encargaban de su formación. Además deésta de Oviedo, desde 1951 a 1957, se abrieron escuelas apostó-licas en Villanueva de Castellón y St. Andreu de Palomar, las res-pectivas Provincias se interesaron por ellas.

En el Capítulo general de 1964 se determina la creación deescuelas apostólicas, a ser posible una en cada Provincia, enellas se cursarán los cuatro años del Bachillerato elemental.

153

195 Crónica de la Congregación,T. III, pp. 620-622.


También se acuerda el nombramiento de «hermanas promoto-ras vocacionales» que desempeñen esta responsabilidad en co-municación con los Párrocos y maestras de los pueblos196.

3. Creación de nuevas Casas de formación

El aumento de vocaciones y la necesidad de formarlas con-venientemente planteó la urgencia de aumentar el número decasas de formación. El XIII Capítulo general acordó la erecciónde un noviciado en Castilla, previo permiso pontificio. La priorageneral, H. Trinidad Torrella escribe en circular fechada en lafiesta de la Presentación de la Virgen del año 1952, que cuentaya con el terreno en Valladolid donde poder trasladar el Postu-lantado de Santa María de Nieva y erigir dicho noviciado.

A su vez, expresa que, como la Casa Madre va resultandopequeña, con su Consejo han acordado trasladar el postulan-tado de Vic a Sant Andreu de Palomar (Barcelona). Esto se con-creta en 1953, y al año siguiente pasan también las postulantesde Santa María de Nieva, al haberse derrumbado parte de lacasa.

En este año 1954 la Priora general comunica que han sidopresentados los planos del noviciado de Valladolid, el complejoincluye también Colegio e Iglesia. Exhorta a las 120 comunida-des del Instituto a tomarlo como cosa propia. El solar inicial, fueampliado con la obtención de nuevos terrenos. La autorizaciónpara abrir la Casa Postulantado-Noviciado se obtuvo el 25 deagosto de 1953, ingresando al mes siguiente las primeras pos-tulantes. En la ceremonia estuvieron presentes las HH. DomingaBenito, Dolores Robinat y Dominga Figuls; la responsable de laspostulantes fue H. Nieves Álvarez. Ya en 1956 se incorporó quiensería la maestra de novicias, H. Carmen Alfaro, ese año tuvolugar la primera toma de hábito ante la presencia del Sr. Arzo-bispo, Dr. D. José García Goldáraz.

Hasta Pentecostés de 1958, fecha del XIV Capítulo general,fueron admitidas 88 postulantes a tomar el hábito y 72 noviciasa la profesión, signo de la gran vitalidad del Instituto que con-taba con dos noviciados en España: Vic y Valladolid.

154

196 Cf. Crónica de la Congregación,T. IV, pp. 608-609.


Coro de la Casa Madre. Dirige la H. Carmen Guardia

Vic. Fachada de la Casa Madre

Vic. Escuela de magisterio “Balmes”Graduación 1961-1962

Vic. Escuela de magisterio “Balmes”Graduación 1960-1961

Jóvenes de la Escuela Apostólica de Oviedo


Noviciado de Vic. 1950.

Noviciado de Valladolid. 1956.


4. Impulso significativo a la Educación

La Congregación desde los orígenes ha estado compro-metida en «iluminar las tinieblas de la ignorancia con la luz dela verdadera doctrina» respondiendo a las necesidades educa-tivas de cada época.

En este período fue significativo el impulso que se dio a laeducación cobrando especial relieve la figura de la H. Montse-rrat Valentines. Habiendo destacado por sus cualidades comoeducadora en Girona y Lleida, fue elegida consultora generaldurante cuatro períodos consecutivos (1940-1964) en los que sele confió el cargo de Inspectora general de los colegios. La her-mana inspectora velaba por el desempeño de la misión y dabaorientaciones generales a las hermanas dedicadas a la educa-ción, a fin de unificar criterios, marcar líneas congregacionalesy animar la misión educativa considerada como medio privile-giado de evangelización.

Numerosas son las circulares que enviaba a las hermanaspara «animar, aclarar dudas, notificar disposiciones legales, es-timular la búsqueda de nuevos métodos pedagógicos, avivarideales y, en una palabra, servir de apoyo eficaz en esta misiónprimordial de la Congregación que es la enseñanza»197. Dichascirculares y la síntesis de su actividad como inspectora están re-cogidas en los tomos III y IV de la Crónica. El esfuerzo y la efec-tividad del trabajo de la H. Montserrat Valentines en la misiónde animación educativa fueron muy importantes.

Las Crónicas relatan que en 1945 la complejidad de la rea-lidad educativa en España obligó a la inspectora general, H. Va-lentines, a realizar un detenido estudio de los colegios, fruto delmismo los agrupó en ocho zonas escolares para favorecer eldespacho de los asuntos y lograr una mejor atención. Al frentede cada una de ellas había una hermana «inspectora de zona»a quien debía recurrirse para la tramitación de expedientes opor dudas que pudieran surgir. Estas hermanas recibían las or-denaciones de la Inspección general de la Congregación, las co-municaban a los respectivos colegios y velaban por su fielcumplimiento198.

157

197 Crónica de la Congregación,T.IV, p. 78.198 Crónica de la Congregación, T. III, pp. 496-498.


Estos años fueron muy fecundos en el campo de la prepa-ración académica de las hermanas; muchos fueron los títulosobtenidos por éstas, especialmente de Magisterio y tambiénuniversitarios. La capacitación de las hermanas para ejercer conidoneidad la misión educativa no se realizaba sin abnegación ysacrificio. Era necesario disciplina y buena organización deltiempo para responder a las exigencias del estudio y el trabajocon las niñas internas o en las clases, sin descuidar las respon-sabilidades de la vida regular. En tiempos de verano continua-ban la formación, ayudándose unas a otras como lo deseaba ensus orígenes el P. Coll.

La vida de las hermanas era austera, las comunidades nu-merosas y las obras de los colegios en continuo crecimientopara adecuarse a las necesidades de los tiempos. A pesar de lascircunstancias no faltaba la alegría y el buen espíritu, tal comolo testifican muchas hermanas que recuerdan aquellos años.

Escuela Balmes

La inspectora general, siguiendo la legislación vigente ylas deliberaciones del Consejo general, solicitó al obispado deVic la creación de una Escuela de Magisterio de la Iglesia. LaCongregación ofrecía el material y las dependencias para dichaescuela. A mediados del año 1948, se recibió el dictamen favo-rable emitido por la Comisión Episcopal de Enseñanza y Cate-quesis y el decreto de fundación en Vic de la misma, titulada«Escuela Balmes», en honor del insigne filósofo vicense del quese celebraba el centenario. Se instaló en la c / Norte, 15 - CasaMadre de las Dominicas de la Anunciata. La inauguración oficialtuvo lugar el día 15 de noviembre de 1948. El Sr. Obispo presidióla Eucaristía acompañado por sacerdotes de la ciudad y por elDr. Camilo Riera que sería el director de la Escuela. En ella cur-saron estudios Dominicas de la Anunciata, religiosas de otrasCongregaciones y laicos. Se concedía el título de Maestra de En-señanza primaria para las Escuelas de la Iglesia. Para validez ofi-cial se requería un examen de reválida en las EscuelasNormales de Maestras del Estado.

Desde entonces se modificó el sistema de los cursillos deverano que realizaban las hermanas. Los estudios sistemáticosse hacían fundamentalmente en tres centros: Escuelas Mater-nales y Párvulos, en Castell del Remei; Magisterio, en Vic, en la

158


Escuela Balmes; y Bachillerato, en Manresa. Las hermanas queno cursaban estudios sistemáticamente, se preparaban durantelos veranos para examinarse.

La Escuela Balmes, que funcionó hasta el año 1976, aportóa la Congregación grandes beneficios para la formación de lashermanas en España199.

Academia Mercantil «La Anunciata»

El 7 de marzo de 1952 la H. Montserrat Valentines anunciaen una circular a la Congregación la creación de la AcademiaMercantil «La Anunciata», con sede en el colegio de la c / Elisa-bets, 19 de Barcelona. Estaría reconocida oficialmente a nombrede una hermana de la Congregación que poseía el Título de pro-fesora mercantil.

La Academia respondía a la necesidad de muchas alumnasde completar los estudios primarios con otras disciplinas de co-mercio y administración. De la misma manera, era preocupa-ción constante de la Congregación que las hermanas obtuvierantítulos competentes, así expresa H. Valentines en dicha circular:«Todas las Rdas. Madres Prioras y Hermanas se habrán perca-tado ya, de la necesidad urgentísima de adquirir títulos a fin deque nuestras Escuelas puedan continuar sembrando el bien yfuncionando legalmente».

En junio de 1952 tuvieron lugar los primeros exámenes decomercio. El tribunal estuvo presidido por las HH. Ángeles Pons,Sofía Bovet, María Mas y el Sr. Félix Miquel. Se examinaronunas 150 alumnas de los colegios. El promedio de exámenesanuales fue de unos tres mil. El aumento de la matrícula diolugar a que el tribunal se trasladara a distintos centros educati-vos de la Congregación. Los diplomas que se han expedido sonde Secretariado, Comercio práctico y de otras asignaturas. Sehan ido incorporando alumnas de otras congregaciones y aca-demias a los exámenes celebrados en los colegios de la Con-gregación.

La Academia Mercantil «La Anunciata», que contaba conla autorización correspondiente por parte de la Universidad de

159

199 Cf. Crónica de la Congregación, T.III, pp. 592-602.


Barcelona, realizó una tarea muy fructífera durante casi 50 años.En este largo período se destaca especialmente la actuación delas HH. Carmen Porta y Josefa Conde que trabajaron con dedi-cación y entusiasmo en esta obra. En el 2000 se dio por finali-zada su actividad.

Algunas disposiciones del Capítulo general

Es interesante leer lo acordado en materia de educaciónpor el XV Capítulo general, celebrado en mayo de 1964, porquese pueden percibir rasgos que caracterizan a la escuela de LaAnunciata de todos los tiempos200.

Dicho Capítulo dispone que se cree un organismo de orien-tación didáctica que ayude a la inspectora general. Se fomentela formación del profesorado, a través de reuniones mensuales,en las que ha de reinar un ambiente de diálogo y cordialidad.También se prevé que durante el verano las hermanas dediquenun tiempo para perfeccionar su formación y cultura, así comola posibilidad de que hermanas preparadas en distintas ramasorganicen cursillos para formar a las más jóvenes.

Reafirma los criterios de justicia social: cobrar lo justo enmaterial, que no haya diferencia alguna entre alumnas «gratui-tas» y las que no lo son; retribuir generosamente a los profeso-res y al personal de servicio, cumpliendo con la ley respecto alos seguros sociales.

En relación a la formación que se brinda a las alumnas seinsiste en que sea «auténticamente cristiana y eclesial, con-forme a las necesidades actuales». Que se procure afianzarlasen «una piedad sólida, evangélica y litúrgica», centrada en laEucaristía y el amor a la Sma. Virgen. Se las inicie en alguna ac-tividad apostólica y se busque que en cada centro exista unaasociación conforme a las exigencias del ambiente (Acción Ca-tólica, Legión de María, otras) con sus secretariados de caridad,culturales, deportivos.

Se impulse la atención a las antiguas alumnas, previendoque una hermana en cada centro se encargue especialmente deeste campo, proporcionándoles un lugar adecuado, una biblio-

160

200 Cf. Crónica de la Congregación, T.IV, pp. 110-111.


teca. Asimismo, que los colegios tengan organizada la Asocia-ción de Padres de Familia.

El Capítulo promueve la implicación en la acción educativay evangelizadora de los colegios y a la vez, prescribe que lasclases y vigilancias no ocupen a las hermanas más de 36 horassemanales, señalando que «es necesario que a todas les quedetiempo para cumplir sus deberes religiosos, para preparar susclases y atender a los demás trabajos apostólicos». Recomiendaa las prioras que no tengan reparo en conceder dispensascuando las necesidades apostólicas lo requieran, «pero de nin-gún modo se descuide la oración teniendo presente que elapostolado es infecundo si no es un desbordamiento de la vidainterior». Un significativo impulso a la educación tal como lasoñó el Padre Coll, había de tener siempre la impronta del ca-risma dominicano: la búsqueda continua de la Verdad, la con-templación como fuente de la misión.

5. La Anunciata en Centro América

5.1 Primeras fundaciones

La primera fundación en Centroamérica fue una Casa-co-legio en San José de Costa Rica. Llegaron las hermanas Rita Án-geles Fernández Fernández y Mª Salustiana Inés EstradaMartínez, el 23 de diciembre de 1955, enviadas por la priora ge-neral Trinidad Torrella y con anuencia del Ordinario. La comuni-dad se completaría el 4 de marzo de 1956, con la llegada de lasHH. Lucila Gutiérrez, Teresa Isern, Fuencisla Olmos y CrescenciaFernández.

La iniciativa de esta fundación fue motivada por la pro-puesta de los Padres dominicos de la Provincia de España, quie-nes venían solicitando al Consejo general que fundara unacomunidad de hermanas en San José de Costa Rica, lugardonde ellos desarrollaban la misión. Deseaban que facilitaranel acceso a la educación cristiana de niñas y jóvenes. Los mis-mos Padres dominicos les proporcionaron la casa, que constru-yeron para residencia y colegio, contiguo a la parroquia de laDolorosa que ellos regentaban201. Más adelante se construirá elcolegio propiedad de la Congregación, fundado para posibilitar

161

201 Crónica de la Congregación,T. IV, pp. 547.


los estudios secundarios de las alumnas que terminaban suciclo primario en el Colegio «El Rosario», de la parroquia. Ade-más de la labor educativa de esta comunidad las hermanas sedesplazaban a zonas rurales para realizar la misión conjunta-mente con los Padres dominicos.

Dentro del período que abarca este capítulo (1941-1964) sefunda otra comunidad en Costa Rica: San Ramón-Alajuela. Seestablece esta nueva fundación el día 2 de febrero de 1961, ini-ciando el curso escolar en el mes de marzo con los niveles depárvulos, primaria y secundaria. Al ser insuficientes las aulas,se determinó construir un colegio nuevo en el mismo predio,propiedad del Obispado, con la colaboración del gobierno, delpueblo y de la Congregación.

La Anunciata se estableció también en Guatemala casidesde los inicios de su llegada a Centroamérica. La primera pre-sencia en este país se hace efectiva en el Sanatorio Español,donde las hermanas enviadas por la priora general H. TrinidadTorrella, asumen la misión con el consentimiento del Ordinario,el 11 de mayo de 1956. La primera comunidad estuvo integradapor las hermanas Remedios Carcedo, Montserrat Alterachs, Car-men Salvadores y Olvido García. Esta fundación se aceptósegún «convenio verbal» por parte del Dr. Roberto Girón Ariz,dueño y director del sanatorio, y las HH. Montserrat Valentinesy Dominga Benito. La obra se dejó en 1974 y la comunidad seinstaló en una casa alquilada en la capital para residencia de lashermanas que llegaban de los departamentos del interior delpaís.

La misión sanitaria fue asumida nuevamente por la Con-gregación al hacerse cargo en 1963 del Sanatorio Nuestra Sra.del Pilar, que pertenecía a la Beneficencia española en Guate-mala.

El día 8 de diciembre de 1958 cuatro religiosas de la Anun-ciata hicieron su entrada en el departamento de Quiché, en estemismo país, con la finalidad de fundar la primera escuela-mi-sión en Santa Cruz. Fueron recibidas con grandes muestras dealegría por todo el pueblo, «más de tres mil indígenas católicosse unieron a tan espléndido cortejo, entonando himnos religio-

162


sos, con cohetes y repique de campanas fueron acompañadashasta la Iglesia parroquial»202.

En lo sucesivo se hicieron las gestiones necesarias para laapertura del Colegio. La autorización oficial definitiva para elfuncionamiento del mismo se consiguió el 25 de junio de 1959y las clases se inauguraron con asistencia de 120 niños y niñas,indígenas y mestizos. Las hermanas ampliaron la proyección desu apostolado dirigiéndose a los poblados, dando clases de al-fabetización por radio, creando también un dispensario para laatención sanitaria de los más necesitados.

Las hermanas se hacen presentes en Perú para fundar enla selva amazónica, localidad de Pucallpa. Las primeras Domi-nicas de la Anunciata que llegan a este país, HH. María Pla,María del Rosario Álvarez, María Teresa Marlasca y MargaritaGarcía, son recibidas por el Vicario Apostólico, Monseñor Gus-tavo Prévost y los Padres de la Misión canadiense, el 5 de marzode 1960. Las acogen con esperanza, como nueva presenciaevangelizadora en aquellas necesitadas tierras. Asumen la mi-sión educativa en la escuela mixta «Santa Rosa» que abarca laenseñanza primaria y secundaria y en la que una de las herma-nas se hace cargo de la dirección. Ubicada en el sector de la pa-rroquia del mismo nombre, ha de ampliar sus instalacionesdebido al gran aumento de la matrícula.

Aun siendo la educación su ocupación diaria, las herma-nas en Pucallpa realizan al mismo tiempo una abnegada laborpastoral y social, asistiendo enfermos, haciéndose cargo de lacatequesis sacramental, atendiendo a las familias. En junio de1967 abren un comedor para 50 niños, sostenido a expensas dela comunidad y de las ayudas recibidas. De estas primeras her-manas dice el Vicario Apostólico: «están siempre dispuestas aresponder y secundar cualquier iniciativa en bien del prójimo».

Las casas de Perú, como veremos más adelante, despuésde constituir el Vicariato Ntra. Sra. de la Esperanza, se integraránen 1976 a la Provincia Santa Rosa de Lima.

Más tarde, en 1964, una nueva fundación tendrá lugar parala atención de la población indígena en Guatemala: la comuni-dad de Chichicastenango, solicitada por los Padres misioneros

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202 Crónica de la Congregación,T. IV, p 567.


de Ntra. Señora del Sagrado Corazón, para atender la escuelacomunal indígena por ellos creada. Tres hermanas guatemalte-cas obtienen las primeras plazas para ejercer la docencia que elgobierno de Guatemala concede a las religiosas en esta nación.Trasladándose a una vivienda más amplia, con capacidad parainternado y hospitalito, acogen a numerosas niñas internas, lamayoría de ellas indígenas, a quienes brindan esmerada edu-cación.

Características de las comunidades

Merece la pena detenernos a considerar algunas caracte-rísticas de las comunidades que formaron el Vicariato San Mar-tín de Porres, en estos primeros pasos de la Anunciata enCentroamérica y Perú. Como estamos viendo a lo largo de estaspáginas, el espíritu del P. Coll se va plasmando en diversas ge-ografías y culturas con un común denominador: el afán evan-gelizador que no se detiene ante dificultades.

Así lo apreciamos también en estas comunidades. Le-yendo las Crónicas se repite el relato de las vicisitudes por lasque atraviesan, ya sea por las incomodidades propias de luga-res apartados y carentes de comunicación, por la dureza delclima, por falta de recursos para sostener la obra. Las razonesadversas generalmente lejos de desanimar a las hermanas sepresentan como desafíos que agudizan el ingenio y fortalecenla voluntad. Refiriéndose al Hogar López Carazo se dice: «Laobra tan mimada, quedó sin recursos, pero el optimismo y lavalentía de los miembros de la comunidad, logró remontar lasdificultades»203.

Se destaca también, en sintonía con el deseo del P. Coll,que las hermanas asumen con preferencia la misión educativa,especialmente en lugares donde las niñas por la situación demarginación en la que viven, no pueden acceder a ella. La Con-gregación se hace presente desde la educación en medio de lapoblación indígena en Guatemala, en la selva amazónica pe-ruana o en otras poblaciones donde buscan oficializar la ense-ñanza para hacerla menos costosa.

Se verifica en cada casa el crecimiento de la obra educa-tiva, que poco después de creada debe ampliarse o cambia de

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domicilio ante la necesidad de acoger a mayor número de alum-nos. Desde estos centros las hermanas realizan una tarea evan-gelizadora más amplia aún, proyectándose hacia otrospoblados y aldeas del entorno. De la comunidad de Sta. Cruz deQuiché se narra en la Crónica:

«A pesar del trabajo que exige el colegio, las herma-nas encontraban tiempo para participar en la pastoralde la parroquia, acompañando la pastoral sacramen-tal, asesoría de grupos juveniles, visitas a las aldeas,participación en programas de radio, clases en la Es-cuela de Adultos de Cáritas diocesana. En la diócesisse organizó la comisión diocesana de educación, in-tegrada dentro del Plan pastoral de la parroquia; estacomisión estuvo coordinada por una Hermana de lacomunidad, cuyo objetivo era tomar contacto conmaestros de los centros educativos, especialmentede escuelas alejadas del centro, y ayudarles en la for-mación cristiana y académica»204.

Como en otras latitudes de América, los Padres dominicosestán también en el origen de algunas fundaciones y apoyan alas hermanas. En Centroamérica existen otras comunidades re-ligiosas con las que se trabaja conjuntamente en la misión,como son los Padres misioneros de Ntra. Señora del SagradoCorazón en Chichicastenango o los Padres de la Misión cana-diense en Pucallpa.

5.2. Creación del Vicariato San Martín de Porres

En 1958 la Congregación se había establecido ya en los dospaíses centroamericanos antes mencionados: Costa Rica y Gua-temala, dependiendo estas fundaciones de la Provincia SantoDomingo de Guzmán. El XIV Capítulo general acordó pedir eldebido permiso a la Santa Sede para consumar la unión del Ins-tituto dominicano Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Fá-tima con las Dominicas de la Anunciata y constituir en AméricaCentral un Vicariato, conservando el noviciado de Santa Tecla enEl Salvador205.

El 1 de octubre de 1958 fue erigido el Vicariato San Martín

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204 Crónica de la Congregación,T. VI, p. 824.205 Cf. Crónica de la Congregación,T. IV, p. 601.


de Porres por Decreto de la Sagrada Congregación de Religio-sos, firmado por el Cardenal Prefecto Valerio Valeri y por el Se-cretario P. Arcadio Larraona. Por este mismo Decreto seautorizaba la fusión de ambas Congregaciones.

Llegan las primeras Dominicas de la Anunciata a la comu-nidad de Santa Tecla, sede del nuevo Vicariato, el día 7 de octu-bre de 1959. Ellas son las hermanas Carmen Alonso, MontserratSalvans e Inmaculada Sánchez. La primera, para desempeñarel cargo de Vicaria en el nuevo Vicariato de San Martín de Porresy la segunda con el nombramiento de maestra de postulantes.Como priora de la Casa queda la H. Mª Luisa Escobar, priora ge-neral de la otra Congregación, quien provisionalmente habíaasumido el cargo de Vicaria al realizarse la fusión.

5.3. Incorporación de la Congregación de Dominicas de Ntra.Sra. del Rosario de Fátima

Una realidad que está presente en el origen del Vicariatoes la anexión del Instituto Ntra. Sra. del Rosario de Fátima, quetraía como es natural su propia tradición y espíritu, además deincorporar un conjunto de casas en las que desarrollaban su mi-sión. No es éste un hecho novedoso en la Congregación, ya queen los comienzos el mismo P. Coll promovió la anexión de lasServitas al grupo inicial con el que realizaba la fundación. La ri-queza que supone recibir la savia nueva de un grupo de herma-nas, que en el caso de Centroamérica comparten el carismadominicano, exige al mismo tiempo una capacidad de aperturay de adaptación, de la que dieron muestra las hermanas del Vi-cariato San Martín de Porres, apoyadas por el Gobierno general.Prueba de ello es el hecho de que el primer consejo del Vicariatoestá integrado, entre otros miembros, por quien fuera la Priorageneral del Instituto que se fusionaba.

La Congregación que se fusiona con La Anunciata tienesus orígenes en el beaterio Santa Rosa de Lima, fundado en elsiglo XVII en Guatemala con un grupo de jóvenes que se com-prometían a vivir la Regla de la Tercera Orden de Santo Do-mingo206.

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206 Los orígenes y la evolución del Instituto Ntra. Sra. del Rosario de Fátima hasta lafecha en que solicitan formar parte de La Anunciata quedan recogidos en el tomoIV de la Crónica de la Congregación, pp. 81-86.


En 1956 su priora general, M. Mª Luisa Escobar Santama-ría, la orientó hacia el proyecto de unión con otro Instituto reli-gioso que sintonizara en el espíritu y la finalidad apostólica,coincidiendo con la reciente llegada de las hijas del P. Coll. Ellamisma realizó una gira por casas de La Anunciata en España,para conocerla más directamente. Durante la visita a la comu-nidad del Sanatorio Español de Guatemala, la priora general H.Trinidad Torrella se trasladó a San Salvador para entrevistarsecon la M. Escobar y realizar las gestiones necesarias.

La Sagrada Congregación de los Religiosos aprobó launión extintiva de la Congregación de las Hermanas del Santí-simo Rosario de Fátima, en cuanto a personas y bienes, con laCongregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata. La in-corporación quedó consumada el día 6 de abril de 1959, en unaemotiva y solemne ceremonia a la que asistieron las hermanasRita Fernández, Pilar Suárez y Remedios Carcedo. Por parte delInstituto que se unía estaban también presentes las prioras detodas las casas. La priora general, H. Adela González escribióuna circular afirmando que ambos institutos quedaban unidospor los mismos lazos de caridad fraterna que anidaban en el co-razón del santo patriarca Domingo.

La Congregación que se incorporaba contaba en esos mo-mentos con algunas casas, que pasaron a formar parte de LaAnunciata. En el cuadro resumen de fundaciones de este perí-odo, figuran con fecha 1959, año en el que pasaron a formarparte de la Congregación de Dominicas de la Anunciata.

Colegio Fátima (Santa Tecla-S. Salvador)

Esta Casa-Colegio estaba constituida como Casa generalde dicha Congregación y albergaba también el noviciado. Habíasido fundada en 1868; llegaron a Santa Tecla las primeras reli-giosas pedidas expresamente por el Sr. Obispo, Mons. PinedaSaldaña, quien les entregó una finca con el fin de que estable-cieran una escuela para las niñas de toda clase y condición.

Al fusionarse las Congregaciones, esta casa pasa a sersede del Vicariato San Martín de Porres. A su vez, el colegioatiende las secciones de primaria, secundaria, secretariado ymagisterio, que en 1966 se traslada a San Salvador y se intro-duce en el colegio el bachillerato y el jardín de infancia.

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Suchitoto (Cuscatlán-El Salvador)

El colegio Beata Imelda se encuentra junto a la Iglesia deSan José. La casa fue fundada en 1928. Establecida para ofrecereducación a la niñez y juventud de una población sencilla decampo, constituida por ladinos con anhelos de superación.

Quezaltepeque (El Salvador)

Esta Casa-Colegio San José se fundó en 1949. Ocupó pri-meramente una más pequeña perteneciente a la Curia Dioce-sana. Con posterioridad se compraron terrenos y poco a pocose fue construyendo. Perteneciente ya al Vicariato San Martínde Porres se logra oficializar la enseñanza y la escuela se tornagratuita. Se funda además una Escuela vocacional para benefi-ciar a las exalumnas de la escuela primaria, brindándoles posi-bilidades de capacitación laboral.

Colegio Nuestra Señora de Fátima (Rivas-Nicaragua)

Fundado por tres hermanas de la Congregación domini-cana Nuestra Sra. del Rosario de Fátima el 22 de abril de 1949.Se inicia esta casa con el proyecto de establecer un colegio, conla donación y ayuda del Sr. Evaristo Carazo Morales. Cuandoaumentó el alumnado y se creó la sección de secundaria, se hizonecesario adquirir otras casas colindantes.

Retalhuleu (Guatemala)207

El día 31 de diciembre de 1955 llegan tres hermanas parahacer la fundación del Colegio Ntra. Señora de Fátima. En 1958se instaló una escuela-hogar, para jóvenes que querían comple-tar sus conocimientos en el manejo de la casa. Después de lafusión de esta Congregación con La Anunciata se continúa tra-bajando en la construcción del edificio del colegio, que se inau-gura en 1962.

Hogar López Carazo (Rivas-Nicaragua)

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207 Crónica de la Congregación,T. IV, p. 561.


En agosto de 1958 el Dr. Carazo, bienhechor de las herma-nas en Rivas, propuso que las religiosas se responsabilizarandel Asilo de ancianos, hoy Hogar López Carazo, en la misma ciu-dad. La Congregación de Nuestra Señora de Fátima se hizocargo de la administración del Asilo. La obra contaba con unafinca, ganado vacuno, caballar y porcino, una huerta bien sur-tida de frutos y verduras, una escuela anexa gratuita y sietecasas en la capital, con cuya renta se sostuvo inicialmente elAsilo y la escuela.

6. Hacia otros países de América del Sur y de Europa

El Carisma de La Anunciata sigue encarnándose en otrasculturas. Este período es rico en nuevas fundaciones.

En América del Sur

Además de la presencia en Perú, de la que hemos hablado,en esta época la Congregación se establece en Chile, el cuartopaís sudamericano que recibe a La Anunciata. Las primeras her-manas que llegan son Micaela Monreal, Presentación Abello, Vi-sitación García, María Teresa del Hierro, Rosa Abundia Martín yEsperanza Muntadas. Se hacen cargo de una escuela parroquialen Lo Barnechea, un sencillo barrio de la capital. Las hermanasviven en una casita de madera durante un año hasta que se ter-mina el edificio del colegio, que pasarán a ocupar en 1954.

En esta primera época de presencia en Chile se da bas-tante movimiento. En 1960 se dejó el colegio de Lo Barnechea yparte de la comunidad pasó a Ñuñoa (Santiago de Chile), al co-legio Santa Gemma, solicitadas por los padres pasionistas quedeseaban que las hermanas asumieran la dirección y abrieranuna sección de niñas. Este mismo año algunas hermanas de lacomunidad pasaron a la fundación de La Serena, Departamentode Coquimbo, donde la Sra. Alicia Saavedra de Aldunate en-tregó a la Congregación un extenso terreno y edificio para esta-blecer una escuela en aquel sector pobre de la Compañía Baja,a 500 kilómetros de la capital. A partir de 1962 desde el colegiode Ñuñoa, las hermanas atienden la Escuela Virgen de Pompeyaen el barrio de Apoquindo, construida en terreno donado porlos padres Dominicos. La comunidad se constituye el 5 de abrilde 1963, cuando se termina de edificar la vivienda.

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En los países de Sudamérica donde La Anunciata ya es-taba presente otras fundaciones nacen en este período de 1941-1964: dos colegios en Uruguay (Beata Imelda en sencillo barriode Montevideo y San José en Pan de Azúcar- Dpto. de Maldo-nado), otro colegio en Argentina (Beata Imelda-Buenos Aires) yuna casa de descanso en Villa Allende (Córdoba-Argentina).

En Europa

España continúa su ritmo de fundaciones, en este períodoson 19 las casas que se establecen a lo largo y ancho del país.

En Francia las hermanas regresan a Oullins en 1955. Se es-tablecen también en Toulouse el año 1961 para regentar una clí-nica. Dos nuevos países reciben a La Anunciata: Italia y Suiza.

La necesidad de poder contar con una Casa Procura208 enRoma y al mismo tiempo promover la formación de las herma-nas, motivó esta fundación en 1956, Año centenario de la Con-gregación. Se compró casa nueva y solar en Monte Mario, muycerca del Hospital Gemelli de la Universidad Católica, se llamóa la casa «Villa Annunziata».

La primera comunidad estuvo formada por las hermanasAsunción Farrás, Rosa Nogué, Concepción Planas y Luisa Mon-tes. Llegaron acompañadas por la priora provincial, Presenta-ción Maciá, el 9 de abril, fiesta de la Anunciación trasladada.Uno de los objetivos de la casa era facilitar a las hermanas cur-sar estudios superiores. Pronto se integraron las dos primerasestudiantes.

En 1957 comienza ya la misión apostólica de la Residenciarecibiendo a señoras y jóvenes pensionistas. En los primerosaños se acogió también a grupos de peregrinos, posteriormentelos beneficiados de este servicio fueron los familiares de enfer-mos hospitalizados en el Gemelli, realizando una misión de aco-gida y acompañamiento. Durante unos años también funcionóen la casa una escuela materna a cargo de hermanas que obtu-vieron el diploma correspondiente para la enseñanza.

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208 Una Casa Procura se establece para despachar los asuntos civiles y religiosos antelas respectivas autoridades.


En 1961 los Padres dominicos de la casa de estudios Alber-tinum en Fribourg solicitan la colaboración de las Hermanas dela Anunciata. Ésta es la primera presencia de las mismas enSuiza. El 14 de abril de este año llegan las hermanas Pilar Nava-rro y María Hernando acompañadas de la H. Natividad Graucomo intérprete; el 13 de julio se suman las hermanas MaríaLuisa Cachero y Antonia Luna.

Además de colaborar en tareas de atención a los padresdominicos, trabajaban pastoralmente con hijos de emigrantesespañoles residentes en Suiza. La comunidad se retira de estaobra en 1990 por escasez de personal, después de casi 30 añosde sencillo y generoso servicio. En ese momento, en el país secontaba ya con otra casa fundada en 1971, el Foyer St. Elisabethen Fribourg, un pensionado para señoras retiradas y jóvenes es-tudiantes, que había sido llevado por hermanas dominicas aus-tríacas; además de la dedicación a las residentes la comunidadse proyecta apostólicamente en el trabajo con emigrantes.

7. Centenario de la Congregación209

La Congregación celebró su primer Centenario de existen-cia con alientos de plena juventud. Contaba con unas trescien-tas casas: colegios, escuelas parroquiales, jardines de infancia,talleres, hospitales. Todo ello no colmaba aún los anhelos de laAnunciata, digna heredera de su infatigable Fundador.

El tomo IV de la Crónica de la Congregación recoge en unaapretada síntesis lo que supuso de agradecimiento y celebra-ción este primer Centenario de Fundación, el cual «desenca-denó una ola de entusiasmo, que partiendo de la Casa-Madre,alcanzó hasta el lugar más remoto donde hubiera una Dominicade la Anunciata, haciendo vibrar de gozo a Hermanas, niñas, ypersonas adultas»210.

Se constituyó en 1954 una comisión de propaganda, se-cretariados dependientes de Vic, Madrid, Buenos Aires, Monte-video quienes trazaron un Plan de celebraciones, certámenescatequísticos, grupos artístico-literarios, exposiciones de traba-

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209 Crónica de la Congregación,T.IV y Revista El Santo Rosario, n. 843, abril 1956.210 Crónica de la Congregación,T. IV, p 51.


jos realizados por alumnas de distintas edades, un Congreso deEspiritualidad y Cultura en Vic.

El 14 de agosto de 1955 se abrió el Centenario con una so-lemne Hora Santa en la Casa Madre en la que predicó el P. Al-fonso Monleón OP, Superior de la comunidad de Girona y fueanimada por la escolanía Nuestra Sra. de la Gleva. Al atardecer,por el jardín, se rezó el Rosario dirigido por el P. Santos Fernán-dez OP, profesor del Colegio de Oviedo, durante una procesiónprecedida por la imagen de la Virgen ante la cual el P. Coll rezóde niño.

Durante este año desde la Casa-Madre se animó a toda laCongregación a unirse en las diversas celebraciones organiza-das en los distintos países y regiones. Así se expresa en la Cró-nica: «puede afirmarse que el Instituto supo escribir, en común,el más bello poema de amor y veneración al excelso Fundador,Padre Francisco Coll»211.

Los medios de comunicación de la época, prensa, radio,publicaciones, acompañaron este año celebrativo. Numerososescritos de distintos autores y con diversos temas relacionadoscon la figura del Padre Coll y / o la Congregación fueron edita-dos, sus nombres son recogidos en el Tomo IV de la Crónica. LaRevista El Santo Rosario adhiriéndose a este acontecimiento pu-blicó en el número de abril de 1956 «El P. Coll, educador y pe-dagogo» de la H. Oñoro OP y un escrito sobre El Centenario dela Congregación de la H.J.D (seguramente H. Josefa Damunt).

La revista IMAN órgano de propaganda «Pro Causa PadreColl» a partir de 1955 añadió un Suplemento con el título «Pri-mer Centenario del Instituto de Religiosas Dominicas de laAnunciata» con el fin de dar a conocer la figura del P Coll y laCongregación, animando así también a la celebración. Cinco nú-meros salieron con fecha 15 de agosto 1856-1956.

En América, en la Provincia Sta. Rosa se inició el Centena-rio con creciente entusiasmo siguiendo las orientaciones de laComisión de Festejos. Misas Pontificales en las catedrales deBuenos Aires y Montevideo, peregrinación al Santuario de Ntra.Sra. de Luján. Actos académicos, artísticos, conferencias radia-les. Coincidiendo con las celebraciones del Centenario la H.

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Irene Redal Vergara del colegio Clara Jackson de Montevideo,recibió del jefe de Estado español el «Lazo de Dama de Honorde Isabel la Católica» por la abnegada labor de las Dominicasde la Anunciata en Uruguay.

En Costa Rica -Colegio del Rosario- comenzó el año Cen-tenario con varios actos piadosos que culminaron con una Eu-caristía en la Dolorosa. El P. Vicario de Centro América, CándidoMiranda, ensalzó la labor de las Dominicas y puso de relieve elcelo apostólico del P. Coll y la obra por él fundada.

El Vicariato Beato Reginaldo de Orleans, con motivo delCentenario realizó una peregrinación a Vic y Gombrén. En cadacasa se solemnizó lo mejor posible dicho acontecimiento.

Señala la Crónica: «Ninguna fecha más a propósito que lacelebración del Centenario de la Congregación para abrir unacasa en Roma. Mientras se desarrollaban los festejos en los di-versos lugares en donde se encuentran las Dominicas de laAnunciata, cuatro de ellas llegaban a la capital del orbe católico,meta deseada desde hacía tiempo. El nombre de Villa Anunciataque se dio a esta casa, se debe a la apertura en el día de nuestrafiesta y dentro del año Centenario de la Congregación».212

Las celebraciones se clausuraron en la Casa Madre presi-didas por el P. Esteban Gómez OP, Socio del Maestro generalpara las Provincias españolas, por el prior provincial de Aragón,Fray Miguel Gelabert OP, la priora general, Trinidad Torrella, conel Consejo generalicio y las Prioras provinciales y hermanas ve-nidas de distintos lugares. El día 15 de agosto se tuvo una cele-bración eucarística y las hermanas estudiantes, novicias, ypostulantes ofrecieron en el nuevo salón de Actos de la CasaMadre una función recreativa con cantos y discursos. Un «TeDeum» cerró en Vic el primer Centenario de la Fundación de laAnunciata213.

La Secretaría de Estado de la Santa Sede se asoció a estasfiestas enviando un telegrama de augurio y reconocimiento di-rigido a la Rvdma. Madre general Trinidad Torrella, el 1 diciembrede 1957.

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212 Crónica de la Congregación,T. IV, p. 167.213 Cf. Crónica de la Congregación,T. IV pp. 60-61.


1955. San José, Costa Rica

FUNDACIONES Y PRESENCIAS EN TORNOAL CENTENARIO DE LA CONGREGACIÓN

1955. Pan de Azucar, Uruguay

1955. Caldas de Besaya, Santander

1956. Roma

1960. Pucallpa, Perú1960. La Serena, Chile

1956. Guatemala, Sanatorio español

1959. Santa Tecla, El Salvador


1956. Vic.Congreso de educación y ciencia

Fiestas centenarias en Vic.Concentración de exalumnas. Actos religiosos y académicos

Jóvenes de Oviedo en Vic


8. Una nueva incorporación

La Anunciata nuevamente abrió sus puertas a la incorpo-ración de un grupo de religiosas: la comunidad de Gijón perte-neciente a la Congregación dominicana de Nuestra Sra. de lasVictorias, cuya casa Madre se encontraba en Belchite (Zara-goza).

La priora general, H. Adela González, comunica esta gratanoticia en la circular de Adviento de 1962. La admisión se realizóel 4 de noviembre de dicho año y fue autorizada por la SagradaCongregación de Religiosos, firmada por Fr. Pablo Phillipe, OPel 8 del mismo mes. En la Crónica figura el nombre de las 10hermanas que se integraron, dos de ellas de votos temporales;sólo estas últimas debieron repetir el noviciado. El día de la In-maculada, en la sede de la Provincia Sta. Catalina de Sena, secelebró la incardinación. Terminada la Eucaristía renovaron losvotos en manos de la priora provincial, H. Montserrat Suñer.

Este acontecimiento, que se había intentado ya en tiemposde la fundadora, M. Matilde M. Prieto, fue celebrado tambiénpor miembros de la jerarquía eclesiástica y de la Orden, que ha-bían trabajado por dicha unión.

9. Traslado de la Casa generalicia

Por disposición del XIV Capítulo general, se resuelve eltraslado de la Casa general a Madrid, previo permiso pontificio,para simplificar la atención de los diversos asuntos que requie-ren estar cerca de la capital de España, y facilitar la acogida y elcontacto con las hermanas de América que iban a visitar a susfamiliares.

Este traslado se realiza el 24 de mayo de 1963 fijando eldomicilio en la calle Velázquez n. 50. El P. Todolí OP, en represen-tación del Prior provincial de España celebró la Eucaristía. Du-rante 107 años había estado la sede de la Congregación en Vic,primero en Call-Nou, 24, en calle Capuchinos y 82 años en lacalle Pare Coll. Allí permanecían un buen número de postulan-tes, novicias y estudiantes.

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En esta casa de la calle Velázquez se había constituido en1961 otro estudiantado, ya que el de Vic resultaba insuficientepara albergar a todas las que cada seis meses se iban sumando.

Para no dejar inconclusos los pasos que se siguierondando hasta llegar a la actual Casa generalicia, aun excediendocronológicamente este capítulo, señalamos que una vez ven-dida la casa de Velázquez, en 1971 la Casa general se trasladatemporalmente a la Residencia de General Oráa (Madrid). Conel importe de dicha venta, se construyó la casa de Formacióncon parvulario y la nueva sede generalicia para el Consejo y unacomunidad de acogida para hermanas214.

Al pasar la formación inicial a Madrid, novicias y estudian-tes se instalaron también en General Oráa, hasta que se termi-nara de construir la casa de Formación en el barrio de Aluche,por lo que el Consejo y algunas otras hermanas que se prepa-raban para misiones u otros cursos, se trasladaron a dos pisosalquilados, en la calle Serrano 81.

Finalmente, el Consejo y hermanas que formarían la co-munidad ocuparon la nueva Casa generalicia de la calle LaGranja, en agosto de 1973.

10. Casas directamente dependientes de la Priora general

Esta denominación designa a las casas que no están inte-gradas a una determinada Provincia o Vicariato, sino que sonreservadas al directo gobierno de la Priora general. Desde siem-pre, la casa donde ésta ha residido - primero en Vic y luego enMadrid- ha estado fuera de toda demarcación provincial.

A lo largo de los años algunas comunidades han depen-dido directamente de la Priora general, así por ejemplo la Casageneral de formación para Europa, la Procura general y otrasque por diversos motivos forman parte de este conjunto. Aun-que no todas las que se enumeran a continuación se ajustancronológicamente a este capítulo del Compendio, se presentanjuntas para dar unidad a este apartado.

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214 Cf. Crónica de la Congragación,T. V, pp. 58-59.


Casa Madre de Vic

Esta casa, lugar de referencia para toda Dominica de laAnunciata, que alberga las reliquias de San Francisco Coll yMadre Rosa Santaeugenia, dependía directamente del gobiernogeneral hasta que el Capítulo general de 1982 determinó que seintegrara a la Provincia San Raimundo de Peñafort, quedandoigualmente abierta a todas las hermanas de la Congregación.

Gombrèn

La casa natalicia del P. Coll fue comprada por la Congrega-ción en 1954 al sobrino del Fundador, Pere Puig Busquets. En1957 se iniciaron las obras de restauración, respetándose laparte antigua de la vivienda. La habitación donde nació Fran-cisco Coll pasó a ser capilla, en la que se celebró por primeravez la Eucaristía el día en que se cumplían 146 años de su naci-miento. Se amplió la casa tomando parte del huerto y mástarde, en 1968 se compró un terreno contiguo para una nuevaampliación. La casa se destinó a encuentros, ejercicios espiri-tuales, jornadas.

Hasta el año 1988 formaba parte de las casas directamentedependientes del gobierno general, pero el Capítulo general quese celebró ese año dispuso que pasara a incorporarse a la Pro-vincia San Raimundo de Peñafort.

Valladolid

Esta casa fundada en 1955, respondió a la necesidad deacoger a las postulantes que se encontraban en Santa María deNieva, edificio que amenazaba ruinas y establecer además unnuevo noviciado, según la determinación del XIII Capítulo ge-neral. Se edificaría también un colegio en el terreno adquirido.

Al tratarse de una Casa general de formación, dependía di-rectamente de la Priora general. Cuando en 1970 el XVII Capítulogeneral determina unir los noviciados de Vic y Valladolid en unosolo, esta casa colegio ubicada en el Paseo Zorrilla, pasó a for-mar parte de la Provincia Santo Domingo.

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Roma

Fundada en el año centenario de la Congregación, «VillaAnnunziata», situada en Monte Mario, es la Casa Procura de laCongregación y acoge al mismo tiempo a hermanas que reali-zan estudios. Atendiendo a esta doble finalidad no pertenece aninguna demarcación territorial sino al ámbito de las casas quegobierna directamente la Priora general.

Salamanca

La casa de Salamanca se funda viendo la conveniencia deque algunas hermanas cursen estudios en la Universidad deesta ciudad, privilegiada por sus óptimos medios para una ca-pacitación científica y religiosa. El P. Manuel Hoyos OP ofrecióa la Congregación una casa donde se alojaron las primeras es-tudiantes en 1961. Al año siguiente se adquirió otra en la que seinstaló la comunidad, cercana al convento de San Esteban y Fa-cultad de Teología de la Orden. No ofreciendo suficiente seguri-dad esta casa se derribó y se construyó en el mismo terreno unaresidencia universitaria junto con la vivienda de las hermanas.

Por determinación del Capítulo general de 1976 esta casapasó a la Provincia Santa Catalina de Sena. Desde su fundación,y durante bastantes años, la comunidad estuvo constituida ma-yoritariamente por hermanas estudiantes de las diversas Pro-vincias, que cursaban estudios superiores, convirtiéndose enuna floreciente casa de estudios.

Madrid - c/ Velázquez

La Congregación se estableció en el año 1919 en Madrid,primero en la calle Velázquez 24 y 27, en casa alquilada que sedestinó a señoras pensionistas. Más tarde se compró un hotelen la misma calle Velázquez, 50, donde funcionó un colegio «Es-cuela Hogar» y posteriormente se implementó la enseñanza pri-maria y secundaria. El colegio pasó en 1954 a una nuevaedificación en Avda. Alfonso XIII, propiedad de la Congregación.La casa de Velázquez, que fue sede de la Provincia Santo Do-mingo entre los años 1925 y 1963, pasó a ser Casa Estudiantadoen 1961. El día 24 de mayo de 1962 queda instalada también en

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Velázquez la Casa generalicia, hasta 1971 en que transitoria-mente pasa a General Oráa (Madrid).

Madrid-General Oráa

Esta casa que tenía como misión ser residencia de señori-tas y Escuela Hogar dominical, fue como se ha señalado, sedegeneralicia de 1971 a 1972 y a partir de septiembre de este añose alojaron en ella provisionalmente las estudiantes y noviciasmientras se edificaba la casa de Aluche. En cuanto la casa es-tuvo desocupada se procedió a la demolición de la misma, parasustituir la antigua construcción por otra moderna en la que fun-cionará una residencia para señoritas bajo el nombre de «Anun-ciata». Se establece allí una nueva comunidad. El 25 de junio de1983 la priora general, H. Umbelina del Barrio, comunicó el pasode la Residencia a la Provincia Santa Catalina de Sena, según loresuelto en el Capítulo general de 1982. La misión de la comu-nidad abarcará dos aspectos, la atención de las residentes y laacogida y apertura a las necesidades de la Provincia.

Madrid - c/ La Granja

En agosto de 1973 la Casa general pasa a la calle La Granja,n. 5. Las obras no habían terminado por lo que las hermanastuvieron que pedir ayuda a las religiosas vecinas, encontrandosiempre apoyo. A comienzos de septiembre quedó constituidala comunidad.

Madrid-Aluche

El 5 de noviembre de 1973, al unirse los noviciados de Vicy Valladolid, esta etapa de formación inicial pasa a Aluche, sen-cillo barrio de Madrid. Funciona también allí el estudiantado ge-neral para Europa. Se edifica en el mismo terreno un Preescolardonde las formandas pueden tener contacto con la misión edu-cativa de la Congregación.

En esta casa se forman varias generaciones de Dominicasde la Anunciata, pero ante la escasez vocacional en Europa du-rante los últimos años, el Capítulo general de Asuntos de 2009determinará el cierre de la casa de formación y la comunidadpasará a depender de la Provincia Santo Domingo.

180


Zaragoza, Obra social «Mi Casa»

En el Capítulo siguiente del Compendio nos referimos aesta Obra, que por ser animada por una comunidad cuya misióntiene características muy peculiares, es asumida por el Gobiernogeneral.

Casa de Oración «El Roble» (Becerril de la Sierra-Madrid)

En el encuentro del Consejo general con las Prioras pro-vinciales y superiora del Vicariato en 1974, se acordó estableceruna Casa de Oración respondiendo al deseo de ofrecer a las her-manas un espacio para cultivar la dimensión contemplativa dela propia vocación. Este acuerdo fue ratificado por el Capítulogeneral de 1976. La comunidad que allí residiera además de ladedicación prioritaria a la oración, tendría la misión de acogidade las hermanas de la Congregación que desearan pasar algunatemporada revitalizándose espiritualmente.

Se acondicionó para ello el chalet «El Roble», que la Con-gregación había adquirido al pie del Guadarrama en Becerril dela Sierra, al que se le había añadido otra edificación muy pró-xima, el «Albergue». El primer chalet fue comprado en 1964 porla priora general, H. Adela González, y se usó inicialmente paradescanso y estudio de las hermanas estudiantes. En la décadadel 70 se destinó también para diversos encuentros: reunionesde Consejos, reciclajes, jornadas vocacionales. Cuando se de-terminó establecer una Casa de Oración fue necesaria la am-pliación del chalet y del Albergue. En 1979 quedaron terminadaslas obras y allí se constituyó una comunidad. La casa ofrecetambién el servicio de ser espacio de espiritualidad a diversosgrupos parroquiales, de colegios y otros. Con el mismo fin, pos-teriormente se adquirió otra casa y parcela, «La Anunciata».

Casas en África

La primera fundación de África, comunidad de Ruli,Rwanda, no perteneció al comienzo a ninguna Provincia, sino quese consideró casa directamente dependiente del gobierno gene-ral. El Capítulo provincial de Nuestra Señora del Rosario solicitóa la priora general, H. Amelia Robles, hacerse cargo de esta fun-dación. Con fecha 27 de julio de 1972 fue aprobada dicha solicitud

181


concediendo además que pertenecieran a la Provincia otras casasque pudieran fundarse en Rwanda y países limítrofes.

La comunidad que se constituye en Kogo (Guinea ecuato-rial) como respuesta a un pedido de la Iglesia, depende directa-mente del gobierno general. No se trató de una fundacióncanónica sino de una presencia temporal que se prolongó desde1980 a 1984.

Casas de Perú

Una vez suprimido en 1975 el Vicariato Nuestra Señora dela Esperanza que comprendía las comunidades de Perú, éstaspasaron a depender directamente de la Priora general hasta suintegración a la Provincia Santa Rosa de Lima en octubre de1977, como se explica en el siguiente capítulo del Compendio.

Casas del Vicariato Reginaldo de Orleans

Suprimido el Vicariato Reginaldo de Orleans por disposi-ción del Capítulo general de Asuntos de 2009, las casas que loconstituían en ese momento -Valrás y Lezignan en Francia y Fri-burgo en Suiza- pasaron a depender directamente de la Priorageneral.

11. Fundaciones

Desde los inicios de la Congregación hemos podido com-probar que, fieles al fin fundacional, «anunciar el Mensaje desalvación a todos, especialmente a la niñez y juventud, a travésde la educación»215, las fundaciones respondían principalmentea la formación humana y cristiana a través del ámbito escolar yparroquial. En este período como veremos en el siguiente cua-dro, podemos decir que, si bien la atención a la niñez y juventudmediante la labor educativa sigue siendo prioritaria, las funda-ciones obedecen también a otros motivos: sanitarios, como esel caso del hospital de Turón o la Casa de Salud de Villa Allende;asistencia a los Padres Dominicos en Cardedeu, en las Caldasde Besaya y en Friburgo.

182

215 Constitución Fundamental, II.


183


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. B

ELLAITALIA(U

RUGUAY)

1941

Una señora dona una finca a los Padres Dominicos, éstos no pueden

abarcar toda la labor espiritual, por ello, instala un colegio para niñas

que ofrece a las hermanas. Colegio Beata Im

elda.

2. S

ANTANDREU(B

ARCELO

NA)

1943

1944

Atención a viudas y huérfanas de la guerra.

3. S

ANTAM

ARÍA

DENIEVA

(SEG

OVIA)

1943

1955

Enseñanza. Establecer un postulantado en Castilla (05-03-1945).

4. PUIGREIG

1945

2001

Escuela parroquial para el cuidado y form

ación intelectual, m

oral y ma-

terial de las jóvenes obreras.

5. VILLLAURQUIZA(A

RGENTINA)

1946

Enseñanza. La inauguración del colegio Beata Im

elda fue el 25-03-1946.

6. TURÓN-Hospital

1947

1968

Dirección del hospital de Turón. La comunidad se estableció en el hos-

pital en 1949.

7. ZARAGOZA-COLEGIOSTA. INÉS

1949

Hacerse cargo del colegio Sta. Inés fundado por Monjas Dominicas.

8. R

IVAS(N

ICARAGUA)

1949

Enseñanza. Colegio Fátima.

9. TORRELA

VEG

A(S

ANTA

NDER)

1950

1982

Atención religiosa y m

oral de obreros del centro fabril Casa de los

niños.


184


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

10. Z

ARAGOZA-Colegio Mayor

1950

Los Padres Dominicos insisten a la Congregación para que adquiera un

hermoso y espacioso chalet, para Residencia Universitaria Femenina,

el Consejo general estudió el caso y se compró el edificio. Provisional-

mente se consideró sucursal del colegio Santa Inés, posteriorm

ente se

presentaron al M

inisterio de Educación Nacional los Estatutos para su

reconocimiento como Colegio Mayor Universitario con el título de «Co-

legio Mayor Universitario “La Anunciata”».

11. V

ILLAALLENDE

(CÓRDOBA-A

RGENTINA)

1951

1988

Casa de descanso Dulce Nombre de Jesús.

12. O

VIEDO-Escuela Apostólica1951

1970

Escuela apostólica. Se trataba de educar a las jóvenes en los principios

sólidos de la vida cristiana e iniciarlas en el estudio de la vida y Obra

del Padre Coll. Más tarde se optó por que las más capacitadas hicieran

el ingreso de bachillerato.

13. L

ASCONDES(C

HILE)216

1952

1962

Escuela parroquial en Lo Barnechea.

14. C

ARDEDEU(B

ARCELO

NA)

1953

1975

Asistir a los frailes dominicos y jóvenes form

andos del Sem

inario de

los Padres Dominicos.

15. C

ÓRDOBA

1955

1960

El Sr. Obispo ofrece a la Congregación regentar una escuela en el barrio

Cañero fundado por él mismo.

16. V

ALLADOLID

1955

Colegio y Casa Form

ación. El proyecto de fundación en Valladolid nació

de la necesidad inminente de abandonar el convento de Santa M

aría

de Nieva que am

enazaba ruina.


185

17. T

UDELA

(NAVARRA)

1955

Gracias a la expansión agrícola e industrial en Tudela, surge una nueva

barriada de gente sencilla y de escasa cultura. El P. Jesús Lasa SJ ofrece

a las religiosas de la Compañía de Jesús que se hagan cargo de la edu-

cación de las niñas, ante su negativa, acudió a las Dominicas de la

Anunciata.

18. L

ASCALD

ASDEBESAYA

(SANTA

NDER)

1955

1970

Las hermanas son solicitadas por Padres Dominicos para llevar la ad-

ministración de la Casa de form

ación.

19. S

ANJO

SÉ217(C

OSTARICA)

1955

Fue proporcionada por los Padres Dominicos de la Provincia de España

que la construyeron para residencia y colegio.

20. N

UÑOA(C

HILE)

1955

1966

Los Padres Pasionistas piden hermanas para hacerse cargo de un co-

legio en el barrio de Nuñoa.

21. P

ANDEAZÚCAR(U

RUGUAY)

1955

2016

El Párroco solicita hermanas para que establezcan un colegio en la pa-

rroquia.

22. C

ÓRDOBA

1956

1980

Administración de la Universidad Laboral.

23. R

OMA(ITA

LIA)

1956

Se establece como Casa Procura Generalicia. Se inicia como Residencia

de señoras y jóvenes.

24. G

UATEMALA

1956

1974

Sanatorio Español.

216En 1960 se deja el colegio de Barnechea y parte de la comunidad pasa a la comunidad de Nuñoa (Santiago). En el año 1961 la Priora

de Barnechea y una de las hermanas trasladadas a Nuñoa prosiguen desde allí la obra de Apoquindo e inician una pequeña escuela.

217En 1961 las hermanas se retiraron del colegio perteneciente a la parroquia de la Dolorosa de los Padres Dominicos. El 12 de noviembre

de 1961 se colocó la primera piedra de un colegio, propiedad de la Congregación, para facilitar los Estudios Secundarios a las alumnas

que term

inaban su ciclo primario en el colegio que pertenecía a la parroquia la Dolorosa. El colegio se inauguró el día de San José de

1962 con la apertura del curso escolar y comenzaron las actividades en los niveles de Bachillerato y Escuela primaria. Tam

bién se abrió

un internado.


186


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

25. S

ANTACRUZDELQUICHÉ

(GUATEMALA)

1958

Colegio El Rosario.

26. M

ADRID-Alfonso XIII

218

1959

2014

El día 5 de octubre de 1959 salieron de la casa de Madrid, calle Veláz-

quez, 50 para residir en el edificio del nuevo colegio, situado en la Avda.

de Alfonso XIII, 260 (más tarde 160).

27. S

ANTATECLA

219

(ELSALVADOR)

1959

Colegio Fátima fundado en 1868 por la Congregación de Dominicas de

Ntra. Sra. D

el Rosario de Fátima.

28. S

UCHITOTO

(ELSALVADOR)

1959

1981

Colegio fundado en 1928 por la Congregación de Dominicas de Ntra.

Sra. D


29. Q

UEZALTEPEQUE

(ELSALVADOR)

1959

Escuela Católica de San José fundada en 1949 por la Congregación de

Dominicas de Ntra. Sra. D

el Rosario de Fátima, a petición de varios Pá-

rrocos.

30. R

IVAS(N

ICARAGUA)

1959

1963

Colegio Ntra. Sra. D

e Fátima fundado en 1949 por la Congregación de



31. R

ETA

LHULEU(G

UATEMALA)

1959

1970

Colegio Ntra. Sra. D

e Fátima fundado en 1955 por la Congregación de



32. R

IVAS(N

ICARAGUA)

1959

Hogar de ancianos López Carazo fundado en 1958 por la Congregación

de Dominicas de Ntra. Sra. D


33. G

IRONA-P. Coll

1960

Por iniciativa de la comunidad de la c / Norte de Girona que advertía la

conveniencia de pasar el alumnado a otro edificio m

ás m

oderno y

capaz.


187

34. L

LEIDA

1960

Una vez implantada la segunda enseñanza colegiada, el colegio Padre

Coll de la calle Almudín Viejo de Lleida, falto de patios de recreo y de-

portes, con pocas aulas y mal dotado en cuanto a habitaciones para in-

ternas, resultaba

insuficiente. Era im

posible am

pliarlo dada

susituación en plena zona urbana y se gestionó la compra de un terreno.

Las obras se iniciaron en marzo de 1957.

35. L

ASERENA(C

HILE)

1960

La Sra. Saavedra de Aldunate deseaba entregar a una Congregación

religiosa un terreno y edificación preparada para una escuela, en un

lugar pobre al sur del desierto de Atacama, con unos 13.000 habitantes,

sin servicio religioso ni colegio católico.

36. P

UCALLPA(P

ERÚ)

1960

Obra parroquial. Su cam

po de acción comprendía la enseñanza prima-

ria y la secundaria. La escuela mixta Santa Rosa, ubicada en el sector

de la parroquia del mismo nombre, fue organizada para recibir el alum-

nado excedente de la población.

37. S

ALA

MANCA

1961

Facilitar estudios en la universidad.

38. A

LBACETE- c / Baños2

201961

Cerrada

temporal-

mente

Hacerse cargo del nuevo colegio.

39. F

RIBURGO(S

UIZA)

1961

1990

Asistir a los Padres Dominicos del Albertinum.

218En el año 2014 queda suprimida la comunidad. La misión educativa del colegio Sta. C

atalina de Sena, la asumirá la comunidad de la

Casa Provincial (1977), situada en el m

ismo edificio.

219Las casas de Santa Tecla, S

uchitoto, Q

uezaltepeque, Rivas (Colegio y Hogar López Carazo) y Retalhuleu figuran todas ellas como fun-

dadas en 1959, año en el que se incorporaron a la Anunciata.

220La Comunidad se cierra tem

poralmente en 2016, el colegio San Francisco Coll continúa.


188


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

40. S

ANRAMÓNALA

JUELA

(COSTARICA)

1961

1980

Colegio Patriarca San José.

41. T

OULO

USE(FRANCIA)

1961

1988

Clinique du Parc.

42. A

POQUINDO(C

HILE)

1963

Colegio Virgen de Pompeya.

43. G

UATEMALA

-Sanatorio

1963

Sanatorio El Pilar.

44. C

HICHICASTENANGO

(GUATEMALA)

1964

A petición de los Padres Misioneros del Sagrado Corazón para fundar

una escuela comunal indígena, creada por ellos.


VI. ACOGER LA VIDA. IMPULSO DEL CONCILIO VATICANO II (1965-1979)

El amor y la adhesión a la Iglesia, características esencialesdel carisma dominicano, quedan en este período bien expresa-dos. Santo Domingo y San Francisco Coll infunden a la Orden ya la Congregación un marcado espíritu eclesial, una concienciaclara de su pertenencia a la Iglesia y de su responsabilidad enla acción evangelizadora.

Ante un acontecimiento de tal magnitud y tales conse-cuencias como fue el Concilio Vaticano II, la Orden no podía per-manecer ajena a sus orientaciones. Unos 50 obispos y teólogosdominicos participaron en las sesiones conciliares, bien cono-cidas son las aportaciones de Marie-Dominique Chenu, IvesCongar, Eduardo Schillebeeckx, Emilio Sauras, este últimoacompañó a la Congregación en Capítulos y en otros momentosde formación permanente.

Desde la espiritualidad de la encarnación que el carismadominicano comporta, era ineludible escuchar las llamadas queel Concilio hacía a la vida religiosa a una auténtica renovación,a las que se intentó responder con sus luces y sombras.

Este capítulo del Compendio finaliza con un gozoso acon-tecimiento muy esperado por la Congregación: la Beatificaciónde su Fundador. La Iglesia lo presenta al pueblo de Dios comointercesor y modelo de vida cristiana.

189


1. Repercusión del Concilio Vaticano II

1.1. Aires nuevos en la Iglesia

El Concilio Vaticano II es un hecho eclesial que marca pro-fundamente las últimas décadas del caminar de la Iglesia en elmundo. Fue convocado por Juan XXIII, un Papa de una granapertura al Espíritu, que percibía la necesidad de una auténticarenovación de la Iglesia para responder a las nuevas necesida-des de la humanidad. Dicha renovación exigía la capacidad decontemplar el mundo con una mirada positiva que hiciera posi-ble el diálogo y el acercamiento a los hombres y mujeres de sutiempo para anunciarles la Buena Noticia del Evangelio.

El 25 de diciembre de 1961 escribía a la Iglesia universalconvocando el Concilio Vaticano II. «La Iglesia asiste en nuestrosdías a una grave crisis de la humanidad que traerá consigo pro-fundas mutaciones. Un orden nuevo se está gestando y la Igle-sia tiene ante sí misiones inmensas como en las épocas mástrágicas de la historia. Porque lo que se exige hoy de la Iglesiaes que infunda en las venas de la humanidad actual la virtudperenne, vital y divina del Evangelio» (Humanae Salutis, n. 2).

El mundo ante el que se enfrenta el Concilio está desga-rrado por enormes desigualdades, carga consigo el sufrimientode pueblos enteros sometidos a condiciones indignas de vida.Ya en el discurso inaugural queda manifiesta la honda preocu-pación de la Iglesia por hacerse eco de las angustias y aspira-ciones de los hombres y mujeres de su época, con particularatención a los que padecen cualquier tipo de opresión:

«Reunidos de todas las naciones que alumbra el sol,llevamos en nuestro corazón las ansias de todos lospueblos confiados a nosotros, las angustias delcuerpo y del alma, los sufrimientos, los deseos, lasesperanzas. Ponemos insistentemente nuestra aten-ción sobre todas las angustias que hoy afligen a loshombres. Ante todo, debe volar nuestra alma hacialos más humildes, los más pobres, los más débiles eimitando a Cristo hemos de compadecernos por lasturbas, oprimidas por el hambre, por la miseria, porla ignorancia, poniendo constantemente ante nues-tros ojos a quienes, por falta de los medios necesa-rios no han alcanzado todavía una condición de vida

190


digna del hombre. Por todo ello, en el decurso denuestro trabajo hemos de tener muy en cuenta todolo que a la dignidad del hombre se refiere, todo loque contribuye a una verdadera fraternidad de lospueblos. La caridad de Cristo nos apremia (2Cor 5,14) porque quien viere a su hermano en necesidad yno le abriere su corazón, cómo va a permanecer enél la caridad de Dios (1Jn 3, 17)»221.

La humanidad vivía vertiginosos cambios, la Iglesia teníaque hacerse nuevos planteamientos a los que dar respuestadesde el Evangelio, debía mirar sin miedo a un mundo secula-rizado y a la vez mirarse a sí misma con una actitud de auténticaconversión: «En esta asamblea bajo la dirección del EspírituSanto, queremos buscar la manera de renovarnos a nosotrosmismos, para manifestarnos cada vez más conformes al Evan-gelio de Cristo»222.

En la asamblea conciliar la Iglesia ahondaba la concienciade ser pueblo de Dios enviado al mundo; se planteaba temascomo el ecumenismo, la colegialidad de los obispos, la autono-mía de las iglesias particulares, el lugar de los laicos y de lamujer en la Iglesia, la reforma de la liturgia, la vida religiosa. To-maba viva conciencia de que no existía para sí misma, sino quecentrada en Cristo había de lanzarse hacia una misión libera-dora; Iglesia servidora, abierta al diálogo, pobre y «de los po-bres».

Se elaboran documentos de una gran riqueza y actualidadque iluminarán su reflexión y su praxis en las décadas siguien-tes: Lumen Gentiun y Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en elmundo actual; Perfectae Caritatis, sobre la adecuada renovaciónde la vida religiosa; Sacrosantum Concilium, sobre una liturgiarenovada; Dignitatis Humanae, sobre la libertad religiosa, AdGentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia; GravissimumEducationis Momentum, sobre la educación.

Concluía el Concilio el 8 de diciembre de 1965, quedandoel compromiso de bajar sus consignas a la realidad de los dis-tintos continentes, para que desplegaran toda su fuerza reno-vadora y despertaran la creatividad apostólica de las iglesias al

191

221 Mensaje de los Padres Conciliares al mundo, 20 de octubre de 1962.222 Mensaje de los Padres Conciliares al mundo, 20 de octubre de 1962.


servicio de la humanidad. Con este propósito, a los tres años determinado, se celebra en Medellín (Colombia) un aconteci-miento eclesial de magnitud, que marcará el ser y hacer de laIglesia latinoamericana: la Segunda Conferencia General delEpiscopado, a la que suceden los años posteriores las Confe-rencias Episcopales de Puebla, Santo Domingo y Aparecida.Todas ellas, siguiendo la inspiración conciliar y en contacto conrealidades de pobreza y marginación crecientes, buscan alentarun nuevo orden de justicia y expresar la preferencia y solidari-dad efectiva con los sectores más pobres; impulsar la creaciónde comunidades cristianas de base en medios populares; sealienta una nueva evangelización y catequesis para lograr unafe lúcida y comprometida, renovando los lazos de colaboraciónentre obispos, sacerdotes, religiosos y laicos.

1.2. El Concilio en la Vida Religiosa

El espíritu conciliar que movía a la Iglesia tuvo en la vidareligiosa una gran acogida, no exenta sin embargo de las nor-males resistencias al cambio de sectores más tradicionales odando lugar a buen número de secularizaciones en las distintascongregaciones.

En el capítulo VI de la Constitución Lumen Gentium se de-sarrolla la teología de la vida consagrada, estado constituidopor la profesión de los Consejos evangélicos que, aunque noforma parte de la estructura jerárquica de la Iglesia pertenece,sin embargo, a su vida y santidad223.

El Concilio, en el Decreto Perfectae Caritatis pedía a los ins-titutos religiosos que iniciaran un proceso de aggiornamento,intentando volver a las fuentes de su inspiración carismática enfidelidad al espíritu y propósito de sus fundadores y responderdesde ella a las necesidades y aspiraciones de los hombres ymujeres de su tiempo. Señalaba como una prioridad participaren la vida de la Iglesia y, de acuerdo con su propio carácter,hacer suyos y favorecer según sus fuerzas las empresas y pro-pósitos de la misma. Exhortaba a «promover entre sus miem-bros el conveniente conocimiento de la situación de loshombres y de los tiempos y de las necesidades de la Iglesia, desuerte que, juzgando sabiamente a la luz de la fe las circuns-

192

223 Cf. Constitución Lumen Gentium, n. 44.


tancias del mundo presente e inflamados de celo apostólico,puedan ayudar más eficazmente a los hombres» (PC, 2).

Este movimiento de renovación llevó a la vida consagradaa retomar con fuerza nueva los principios inspiradores del pro-pio carisma, a hacer una relectura de los elementos esencialesde la consagración desde una teología renovada de la vida reli-giosa al servicio del mundo, con una atención especial a los másnecesitados desde el compromiso por la justicia y la paz.

Desde Roma se instó a los Institutos a renovar sus Consti-tuciones, de acuerdo a las orientaciones del Concilio.

1.3. Acogida del Concilio en la Congregación

El Concilio se celebró durante el generalato de H. AdelaGonzález quien acogió sus mensajes y promovió su estudio yaceptación cordial, al mismo tiempo que daba los primerospasos para la renovación del Instituto según sus directivas. Enla circular de abril de 1966 decía:

«La Iglesia espera que después de una maduraciónde ideas, meditación sosegada y profunda sobre lasverdades que contiene, pongamos manos a la obrade renovación personal primero y colectiva después,como resultado de la primera. Se comprende que noes cosa fácil y que no es posible lograr dicha renova-ción mientras no adquiramos conocimiento y orien-tación sobre la doctrina conciliar»224.

Se pueden destacar algunas iniciativas que responden aeste impulso que toda la Iglesia y concretamente La Anunciatarecibía con la celebración de la asamblea conciliar. Una de ellasfue la Convocatoria al Capítulo especial de 1969 para la renova-ción de las Constituciones, tal como se relata más adelante. EsteCapítulo fue muy preparado y tuvo un digno fruto en las NuevasConstituciones que de él emanaron, con un claro espíritu domi-nicano y eclesial.

Otro aspecto de la vida de la Congregación que recibiónuevo ímpetu fue la dimensión misionera. El mismo decreto

193



Perfectae Caritatis exhortaba a los Institutos religiosos a con-servar el espíritu misional y adaptarse a las condiciones actua-les para que la predicación del Evangelio fuera más eficaz yllegara a todas las naciones, instando a extenderse más allá desus fronteras (AG 40).

La H. Adela González, siendo priora general, había impul-sado ya la salida misionera hacia otro continente, pero fue enel generalato de H. Amelia Robles, cuando se dio un movi-miento aún más amplio. Se debe tener en cuenta que las Cons-tituciones renovadas dieron gran autonomía a las Provincias y,en consecuencia, generalmente las hermanas se afiliaban a laProvincia de origen. Por ello, para motivar el espíritu misioneroampliando las fronteras y horizonres de cada Provincia, en elprimer encuentro del Consejo general con las Prioras provincia-les y Superiora del Vicariato en Gombrén, se tomó la determi-nación de que cada Provincia tuviera una expansión misioneraen otro continente. H. Amelia en una circular del 13 de abril de1980 dice: «Urge recuperar la convicción y la confianza en la lla-mada a la misión [...] Necesitamos tener muy vivo el sentido delas necesidades verdaderas y profundas de los hombres. Puessólo vivirán las Congregaciones que desde el Evangelio y supeculiar carisma sirvan a estas necesidades».

De la época post conciliar surge al mismo tiempo la nece-sidad de ir hacia las periferias de las grandes ciudades dondese vive en condiciones de marginalidad o a los pequeños pue-blos sin presencia religiosa, llevando a esos sectores más olvi-dados la presencia de una vida religiosa evangélica yencarnada. Ya en la reunión de Consejos celebrada en Gombrénen 1971, se pedía a las hermanas «sobrenatural audacia para lacreación de nuevas formas apostólicas, en consonancia connuestro fin». De estos tiempos son las primeras fundacionesque las Provincias emprendieron en lugares de inserción en me-dios populares.

La celebración del Concilio Vaticano II fue como un nuevoPentecostés para la Iglesia en los tiempos nuevos. El CardenalE. Pironio se refirió a éste diciendo: «Algo nuevo sucederá enla historia, no, sin embargo, totalmente nuevo. Será la plenamaduración de un proceso que ha venido apurándose bajo laacción del Espíritu de Dios en los últimos años. Será la espe-rada floración de aquella primavera de la historia y de la Iglesiatan providencialmente anunciada por Pío XII y en parte ya rea-lizada en la madurez de sus frutos».

194


2. Capítulo especial de 1969. Nuevas Constituciones

En las disposiciones del Capítulo general electivo de 1958,primer generalato de la Madre Adela González, se reflejaba lanecesidad de una fuerte renovación espiritual y de hacer unanueva edición de las Constituciones y, «con la anuencia ponti-ficia, añadir, suprimir o modificar varios párrafos de las mis-mas»225. Fueron años en los que se dieron cambios importantesa partir de las propuestas de las Actas y las peticiones a la SantaSede para introducir modificaciones en las Constituciones comoel cambio de velo, uso del anillo y otros referentes a inspecciónde colegios que fueron confirmados el 22 de mayo de 1959226.

En 1964 al mismo tiempo que en la Iglesia tenía lugar elConcilio Vaticano II, la Congregación celebraba su XV Capítulogeneral electivo en el que salía reelegida la H. Adela GonzálezSuárez. Dicho Capítulo anunciaba, entre las disposiciones fina-les el propósito de hacer una revisión a fondo de las Constitu-ciones y Directorio a la luz de lo que la Asamblea conciliardictaminara sobre los Institutos Religiosos227.

Concluido el Concilio Vaticano II un conjunto significativode documentos orientarían la renovación de la Iglesia y de lavida religiosa en el mundo. En conformidad con lo establecidopor el Papa Pablo VI en su Motu Propio «Ecclesiae Sanctae», del6 de agosto de 1966, los Institutos religiosos debían convocarun Capítulo General Especial para promover la renovación quedeseaba el Concilio Vaticano II228.

El 8 de diciembre de 1967, siguiendo la llamada de la Igle-sia, la Priora general dirigió una Circular a la Congregación paraque todas las hermanas se dispusieran a preparar dicho Capí-tulo. En ella decía: «[…] Pidamos al Espíritu Santo que a todasnos alumbre para que, sólo a la luz de la fe, busquemos: consugerencias, unas; con respuestas, otras; con decisiones fina-les, aquellas a quienes corresponda, el fruto que estamos obli-gadas a dar según el fruto de las instrucciones del ConcilioEcuménico Vaticano II»229.

195

225 Crónica de la Congregación,T. IV p. 70.226 Crónica de la Congregación,T. IV p. 88.227 Crónica de la Congregación,T. IV p. 111.228 Crónica de la Congregación,T. IV pp. 120-121.229 Crónica de la Congregación,T. IV p. 686.


Desde ese momento promovió una auténtica renovaciónespiritual, y alentó a las hermanas para que todas y cada unallegaran con buen espíritu, y con conocimiento de la doctrinaconciliar, a la celebración del Capítulo. El Decreto conciliar Per-fectae Caritatis, fue objeto de estudio y reflexión por parte delas hermanas.

En la mencionada circular exhortaba a comenzar a vivir elperíodo precapitular durante el cual pedía con insistencia ora-ciones, recomendaba el espíritu de sacrificio y penitencia, ypedía la colaboración de todas. Invitaba, además, a que se en-viaran sugerencias y ofrecía un amplio cuestionario sobre la re-visión de las Constituciones que abordaba los temas puntualesde mayor interés. Con éste, además de conocer las expectativas,deseos, temores y dificultades de todas las hermanas, pretendíaque el Capítulo fuera «cosa de todas».

Una vez recibidas las respuestas y sugerencias, un grupode 30 hermanas, procedentes de todas las Provincias, se reunióen Salamanca de julio a septiembre de 1968, con el objetivo derecoger todas las sugerencias, ordenarlas, sintetizarlas, y redac-tar -a la luz del Evangelio y de la doctrina conciliar- un sumariode cuestiones y pistas que sirvieran de base a posteriores refle-xiones capitulares. Se contó con el asesoramiento del P. Ar-mando Bandera OP. En 1969, en base a los trabajos realizadosen Salamanca, a fin de dar los primeros pasos en la elaboraciónde unas nuevas Constituciones, se encomendó a una comisiónde hermanas que elaboraran unos «puntos constitutivos» quese presentarían al Capítulo «para su estudio, enmienda, debatey aprobación»230.

La Convocatoria de dicho Capítulo se hizo efectiva en el díade la Epifanía del Señor de 1969. El 6 de julio de este año, sereunieron las hermanas capitulares en Vic para iniciar los ejer-cicios preparatorios del Capítulo general especial que comen-zaría el día 15 con la misa del Espíritu Santo. La tareafundamental del mismo fue la elaboración de las nuevas Cons-tituciones que entrarían en vigor en la fiesta de la InmaculadaConcepción de ese año 1969.

En la carta de presentación de las mismas la Madre gene-ral expresa su deseo de que éstas sirvan para la renovación per-sonal de cada una de las hermanas. Afirma que se han

196

230 Cf. Reseña Histórica de la Provincia Santo Domingo de Guzmán, pp. 340 ss.


fundamentado en el Evangelio, en los decretos del Concilio, enlas directrices y normas de la Santa Sede, así como en las fuen-tes de inspiración del Padre Fundador. Invita a la grandeza deánimo, al estilo de Santa Catalina de Sena, en una devoción cre-ciente a María, a Santo Domingo y al P. Coll.

Junto a las Capitulares, la H. Adela González quiere quetodas las hermanas agradezcan al Maestro de la Orden Fr. Ani-ceto Fernández, «que por el bien de la Congregación sacrificódurante más de dos meses la colaboración del P. Vicario, Este-ban Gómez y a éste, que siempre tomó nuestras cosas comoPadre entrañable, la más profunda gratitud por su eficaz y com-petente ayuda».231 El P. Esteban, como especialista en Derechocanónico, asesoró a las capitulares en esta materia, también elP. Emilio Sauras brindó su apoyo en el aspecto teológico.

El libro de las nuevas Constituciones estuvo en manos delas hermanas en marzo de 1970. No sólo estaban logradas ensu formato externo, sino que contenían una profunda doctrinaevangélica, teológica, conciliar, canónica, pastoral, eclesial y do-minicana. Tenían la característica de ser humanas y realistas.

La Priora general invitaba a convertir estas Constitucionesen un libro de meditación, para sacar fruto personal y crear unclima nuevo que favoreciera el desenvolvimiento de la vida re-ligiosa dentro de las comunidades. Señalaba que en modo al-guno éstas debían quedar en letra muerta, sino que debían depracticarse. «Así pues, queramos todas de verdad leerlas, me-ditarlas y vivirlas, ojalá así sea»232.

Las orientaciones de la Santa Sede respecto al texto reno-vado de las Constituciones de los Institutos Religiosos señala-ban que éstas se aprobarían definitivamente después de untiempo «ad exprimentum». La Congregación obtuvo dicha apro-bación definitiva en el año 1983.

3. Constitución de Delegaciones y equipo de economía

Finalizado el Capítulo general de 1970 la priora generalelecta, H. Amelia Robles, nombra a las tres hermanas que seresponsabilizarán de las Delegaciones de Formación, Educación

197

231 Crónica de la Congregación,T. IV p. 126.232 Crónica de la Congregación,T. IV pp. 126-127.


y Misiones y otros Apostolados. Si bien como hemos visto enel campo educativo existía ya la figura de la Inspectora general,las delegaciones así establecidas eran algo nuevo que se defi-nían como un «equipo asesor del gobierno general y provincialque debe estudiar y elaborar los planes, impulsar y ayudar a suejecución y evaluar los resultados» (nn. 393-394). Las orienta-ciones de las delegadas generales llegarían a las casas a travésde las respectivas delegadas provinciales.

El Consejo general desde un principio se propone trabajar«en equipo, donde cada una colabora con todas las Delegadaspara que todo el organismo generalicio, a manera de un solocuerpo, se dirija al fin común de la caridad»233.

En la lectura de los tomos V al VII de las Crónicas se puedeapreciar este trabajo común de la Priora general y consejo a tra-vés de las Delegaciones, que se concreta en múltiples activida-des, organización de espacios formativos, visitas, elaboraciónde documentos, orientados a la animación de la Congregación.De igual manera se crean en las Provincias las respectivas De-legaciones con el mismo fin, que trabajan con sus respectivosequipos.

La ecónoma general formó también un equipo desde eseprimer período posterior a la promulgación de las nuevas Cons-tituciones. Estuvo integrado por las ecónomas provinciales deEspaña, del Vicariato de Francia y la de la comunidad de Viccomo representante de las Casas directamente dependientes dela Priora general. Este equipo se preocupó por poner al día a laCongregación en nuevas técnicas de contabilidad, organizó en-cuentros para ecónomas locales con la colaboración de profe-sionales, siempre imprimiendo el espíritu que debía informar laeconomía.

Las ecónomas generales H. Pilar Pérez Campo Osorio(1970-1976) y H. Remedios Rodríguez (1976-1982), llevaron acabo algunas medidas significativas, como la separación de lacontabilidad de las comunidades y de sus respectivas Obras, lainscripción de las hermanas en los seguros de jubilación y asis-tencia sanitaria, tema que supuso un tiempo de estudio y dis-cernimiento. Señala la Crónica «por una parte parecía unabúsqueda de seguridad, pero se veía también un modo de equi-

198

233 Crónica de la Congregación, T V, p. 16.


pararse a la condición de cualquier trabajador, sin tener que de-pender de un capital».234

La intercomunicación de bienes fue siempre un principioconstitutivo del carisma, que el P. Coll quiso establecer desde loscomienzos235. Éste ha sido muy cuidado por la Congregacióncomo expresión de la comunión congregacional en el orden eco-nómico que se pone de manifiesto en la aportación de las casasa las Provincias y de éstas a la Caja general. Y en sentido inverso,cuando se trata de suplir la carencia de alguna comunidad, Obrao puesto de misión, o de solventar las necesidades personales,comunitarias o provinciales que se puedan presentar.

4. Celebración de los primeros Capítulos provinciales

Acontecimiento importante en el proceso de cambio de laCongregación fue la celebración de los primeros Capítulos pro-vinciales. Al finalizar el año 1970 las cuatro Provincias de Españatuvieron su Capítulo y un año después las dos de América, res-pondiendo a las orientaciones de las nuevas Constituciones de1969236.

Fue un momento propicio para dar vida a las Provinciascomo entidades congregacionales de animación y unidad den-tro de la pluralidad. La Priora general presidió por sí misma losCapítulos o bien delegó en una consejera.

También en este período se realizan las primeras eleccio-nes de prioras locales en las comunidades de acuerdo a lo es-tablecido por las nuevas Constituciones.

5. Impulso en la formación de las hermanas

5.1. La formación tarea prioritaria

El impulso que la Congregación ha dado a la formación delas hermanas tiene su origen en los inicios del Instituto. En el

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234 Crónica de la Congregación, T.V. p. 57.235 Proyecto de Constituciones n. 24. Francisco Coll, OP. Escritos dirigidos a la Con-

gregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata, p. 380-381.236 Crónica de la Congregación,T. V p. 60.


Capítulo I de la Regla o Forma de vivir de las Hermanas, el P.Coll deja ya bien sentada esta prioridad: «Atiende a ti y tambiéna la doctrina y enseñanza de los prójimos»237. Para ello contódesde los inicios de la fundación con cualificados profesoresque colaboraron en la formación de las religiosas, y él mismolas formó238.

En el transcurso de los años se fue adecuando ese princi-pio a las necesidades de las hermanas y de la misión de la Con-gregación en sus distintas mediaciones y realidades culturales.Los medios empleados estuvieron siempre al servicio del anun-cio de la Palabra y de la formación integral de niños, jóvenes yadultos. Siguiendo las orientaciones de la Iglesia y los avancesculturales de su ya larga historia, la Congregación fue imple-mentando la formación de las hermanas, tanto inicial como per-manente, de modo que éstas se fueran perfeccionando, segúnsus posibilidades, y adquiriendo así «una cultura espiritual, doc-trinal y técnica».

Se destaca el impulso continuado en la profesionalizaciónde las hermanas, expresión de ello son los estudios para adqui-rir el Bachillerato en Vic y Valladolid, para formarse en Enferme-ría en Valencia, en Magisterio en Madrid y Vic, o bien paraemprender carreras universitarias en Salamanca.

El Concilio Vaticano II expresó con fuerza a través de susdocumentos que «la adecuada renovación religiosa dependíaen grado máximo de la formación de sus miembros» (cf. PCn.18). Los Capítulos generales y provinciales se hicieron eco deesta necesidad y dieron un renovado impulso a la formación,como quedó reflejado en las distintas Planificaciones y Progra-maciones. La Congregación no escatimó esfuerzos humanos nieconómicos para favorecer este proceso y se realizó en el perí-odo postconciliar, a nivel general y provincial, un despliegue deencuentros sobre diversos temas, buscando a través de ellosesa «armónica fusión de todos los elementos que contribuyana lograr la unidad de vida en las hermanas» (cf. PC 18). Reflejode este interés por la formación es el capítulo V, Sección Se-gunda de las Constituciones renovadas y la introducción de unnuevo capítulo sobre Formación Permanente239.

200

237 Obras Completas, pp. 57-58.238 Cf. Testimonios, pp. 344 y ss.239 Cf. Constituciones Dominicas de la Anunciata; n. 85 ss; pp. 117 ss., Salamanca 1996.


Desde las Delegaciones generales se intensifica la forma-ción a través de: Reciclajes de un mes de duración para herma-nas según los años de profesión sobre Cristología, Oración, Vidareligiosa; encuentros: de Bodas de Oro y de Plata, de Forman-das, para Consejos provinciales, Prioras; de preparación más in-tensa para los votos perpetuos y otros. Las casas de Requena,Gombrén, León, Salamanca, Becerril de la Sierra, Madrid aco-gieron a los distintos grupos en sucesivos años.

Destacamos algunos encuentros por su particular inciden-cia en la Formación de hermanas y equipos de gobierno.

En Gombrén, en mayo de 1971 se tuvo un primer encuen-tro del Consejo general con los consejos provinciales de Españay Vicariato de Francia. Respondía a interrogantes de aquellosaños, abrió caminos y se fijaron metas tales como: la necesidadde preparar y actualizar el personal religioso de los centros, laexigencia en la formación creando un clima de reflexión y estu-dio y organizando encuentros que favorecieran la orientaciónreligiosa de las hermanas240. El segundo Encuentro de este tipotuvo lugar en Los Molinos (Madrid) al año siguiente, fue tam-bién de mucho provecho para el caminar de la Congregación ensu búsqueda de una vida religiosa renovada.

Merece especial mención el Encuentro realizado del 13 deenero al 3 de febrero de 1974 en La Moraleja (Madrid) convo-cado por la priora general H. Amelia Robles, que contó con lapresencia de las Prioras provinciales de América. Su principalobjetivo fue «tener una visión realista de toda la vida de la Con-gregación y asegurar la unión efectiva de la misma»241. Previa-mente se había pedido a todas las hermanas que manifestaransus inquietudes a través de una encuesta. De este encuentroemanó un documento que recogía sus conclusiones y sirviópara iluminar la renovación del Instituto desde la propia identi-dad. El documento abría caminos: mayor creatividad en lascomunidades, formas nuevas de presencia educativa, participa-ción cada vez mayor de los laicos en la obra242.

La misión formativa ha tenido siempre como última res-ponsable a la Priora general, Provinciales y Superiora del Vica-

201

240 Crónica de la Congregación, T. V, p. 20.241 Crónica de la Congregación, T. V, p. 21.242 Crónica de la Congregación,T. V, p. 21-22.


riato, colaborando con ellas una delegada general y en algunoscasos delegadas provinciales, formando equipo con las herma-nas Formadoras243. Una constante, a través de los años ha sidoel ir clarificando y aunando criterios y procesos en la FormaciónInicial y Permanente.

Plan General de Formación

Finalizado el Capítulo General de 1970 se vio la necesidadde elaborar un Plan General de Formación; «que coordinara ydiera unidad a la diversidad que existía atendidas las circuns-tancias de lugar y tiempo»244 Por diversos motivos no se con-cretó hasta octubre de 1978, si bien se había ido trabajando enequipos formados en España. Coordinadas por la Delegada ge-neral de Formación, H. Alicia Ovejero, se concretó y elaboródicho Plan General de Formación en la comunidad de GeneralOraá (Madrid) del 7 al 22 de octubre de 1978 participando endicho equipo hermanas representantes de las Provincias de Eu-ropa, América Central, del Sur y del Vicariato Reginaldo de Or-leans245.

El Plan formula el objetivo general de la formación y loscriterios en los que se asienta. Incluye la Pastoral vocacionalpara resaltar el hecho de que, ésta como toda pastoral, es frutode una comunidad identificada con su propio ser, de dondebrota la necesidad de despertar el sentido de la vida como vo-cación. Cada etapa de la formación inicial y permanente pre-senta un objetivo general y otros específicos y abordan laformación de la Dominica de la Anunciata desde cuatro dimen-siones esenciales: humana, doctrinal, espiritual y apostólica.

En la presentación del documento la Priora general, señalaque el Plan quiere consolidar la unidad en la pluralidad de latarea formativa vocacional de la Congregación, persuadida deque «la adecuada renovación de los Institutos depende engrado máximo de la Formación de sus miembros» (PC 18).

202

243 Cf. Crónica de la Congregación,T.V pp. 53-54.244 Cf. Boletín Anunciata nn. 52,55 y 57 año 1973.245 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, pp. 105-106; 108-111.


Profundización en el Carisma

El Concilio Vaticano II, motivó fuertemente una vuelta a lasfuentes (cf. PC n.2). A partir del Capítulo General de 1970 la Con-gregación, a través de Capítulos generales y provinciales, fueimplementando diversas actividades y temas de estudio orien-tados a profundizar y revitalizar el Carisma. Como hemos visto,la Congregación se ha ido extendiendo más allá de Europa. Lasnuevas vocaciones que llegaban favorecieron la reflexión sobrelos elementos inmutables del Carisma, siendo a su vez éste en-riquecido con los valores de los pueblos de donde procedían.

Un medio a destacar para la profundización en la identidadcarismática ha sido el Curso de Formación permanente o de re-novación espiritual que se realizaba en Roma durante un perí-odo en sus inicios de cuatro meses y posteriormente de seismeses. Su objetivo principal se expresó así: «un alto en el ca-mino, en determinado período de la vida que motivara el en-cuentro de cada una de las participantes consigo misma y conlas hermanas, un ahondar en el encuentro con el Señor, entorno al P. Coll y su carisma partiendo de lo que cada una vive,para mejor llevar a cabo la misión que la Iglesia nos ha confiadoy responder a las necesidades de hoy»246.

Profesores competentes en materias teológicas, bíblicas,cristológicas, dominicanas, psicológicas, morales contribuían ala formación de las hermanas. Los temas que se reflexionabanse complementaban con visitas grupales de carácter religiosoy cultural. Entre los años 1979-2005 se realizaron 26 encuentros,un número significativo de hermanas de las distintas Provinciasse beneficiaron de ellos247.

Los temas monográficos que durante estos cursos se ela-boraron en equipos de hermanas de distintas culturas, contri-buyeron a la investigación, estudio y profundización del carismaaplicados al hoy de la Congregación248. Estos encuentros de For-mación permanente, coordinados por las sucesivas Delegadas

203

246 Cf. Crónica de la Congregación,T. V, p. 112.247 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, pp. 68-69.248 En el Anexo VIII se presenta una relación de los temas monográficos sobre el P.

Coll y su Obra realizados por las hermanas en los cursos de Formación permanenteen Roma. Todos ellos se encuentran impresos en los archivos general y provincialesde la Congregación, y algunos de ellos en formato digital en la web de la Congre-gación.


generales de Formación: H. Alicia Ovejero, H. Mª Ángeles Cabriay H. Rosa Di Tullio, fueron un hito importante para la formacióny actualización de las hermanas en esta época postconciliar ypara la profundización en el carisma congregacional, así mismopara fomentar el conocimiento mutuo entre las hermanas per-tenecientes a las diversas Provincias y fortalecer los lazos de co-munión dentro del Instituto.

Liturgia, canto y rezo del Rosario

La formación y actualización litúrgica de las hermanas enla mayoría de estos cursos de Roma y en otras ocasiones, es-tuvo a cargo de la H. Mª Ángeles Figuls, ella misma tuvo la opor-tunidad de llegar a las distintas Provincias para ampliar estaformación al conjunto de las hermanas de la Congregación. H.Mª Ángeles continúa animando la liturgia y la dirección delcanto en los diversos encuentros y acontecimientos congrega-cionales, en muchos de ellos junto con H. Ana María Penadés.Este elemento importante del Carisma desde los inicios fue muycuidado en la Congregación, destacándose en otros tiempos lashermanas Carmen Guardia y Rosa Font.

Forma parte de la tradición de la Anunciata, acorde con lade la Orden, el aprecio por preparar bien la liturgia y vivirla enprofundidad. Para ello se ha dado mucha importancia alcanto249. La Congregación se ha preocupado de promover esteaspecto haciendo llegar a las comunidades grabaciones de him-nos y salmos, así como editando el cantoral «Cantemos nuestrafe», como medio de enriquecer las celebraciones litúrgicas.

Otro aspecto importante de la tradición de la Orden y laCongregación que siempre se ha cultivado es el rezo del Rosariocomo expresión del amor a María, que con tanta insistencia re-comendaba a las hermanas el P. Coll, afirmando:

“Continuad, continuad, oh amadas Hermanas vuestrorezo del Santo Rosario, y estad ciertas de que si hastaahora ha dado frutos admirables para la gloria de Dios

204

249 Se recuerdan con frecuencia los coros que formaban las novicias, estudiantes yprofesas en la Casa Madre, cuya belleza y armonía era resultado de un ensayo per-severante. Así, desde la Iglesia de Vic se transmitía semanalmente el rosario a tra-vés de la radio, en el que intervenía el coro de las Dominicas de la Anunciata.


y bien de las almas, más y más abundantes serán dehoy en adelante, si hasta ahora se ha extendido tanportentosamente, si sois verdaderas hijas de María yEsposas de su Hijo, este santo instituto no cesaráhasta ser extendido y dilatado por toda la tierra.”250

La contribución del P. Vito T. Gómez, OP

Si bien la Congregación, como hemos dicho, contó siem-pre con la colaboración de Padres dominicos, sacerdotes y her-manas de reconocida autoridad y competencia en las diversasramas de la Teología, merece un reconocimiento especial elPadre Vito T. Gómez García, OP en cuanto a explicitación y estu-dio del Carisma y de San Francisco Coll. A través de su incansa-ble investigación y estudio, como teólogo e historiador, nosolamente clarificó e impulsó el conocimiento de la figura del P.Coll, sino que contribuyó a profundizar con fidelidad en las fuen-tes del carisma que identifica a las Dominicas de la Anunciata.

Son numerosos los trabajos monográficos y conferenciasdurante este período y sucesivos en los que expuso con preci-sión y claridad a hermanas, formandas, profesores, diversos as-pectos del carisma dominicano de la Anunciata en distintosencuentros o momentos especiales vividos por la Congregacióna nivel general o en las Provincias. La Congregación guarda gra-titud y reconocimiento a quien con verdadero amor fraterno, laimpulsó y le abrió horizontes para profundizar en sus raíces. Ac-tualmente continúa prestando un generoso servicio a la forma-ción y profundización en el carisma de hermanas y laicos.

Como colofón de su caminar con la Congregación, elSeñor le concedió «el trabajo» y el privilegio, como Postuladorde la Orden, de culminar el proceso de Beatificación de las 7Hermanas Mártires de La Anunciata y la Canonización del P.Francisco Coll, de quien no sólo es hermano en la Orden, sinotambién un fiel imitador.

Participación en Familia Dominicana

Otra peculiaridad de estos años es la organización y parti-cipación en encuentros de Familia dominicana. El Capítulo ge-

205

250 Obras Completas, p. 295.


neral de la Orden celebrado en Madonna del l’Arco había su-puesto un gran impulso en este sentido. H. Amelia Robles tuvosu participación en dicho Capítulo como representante de lasreligiosas de lengua hispánica. A su vez, en este período se ini-ció el Secretariado de Dominicas españolas, SEDES, teniendouna intervención activa como secretaria H. Alicia Ovejero. EnArgentina se constituyó la Federación de Religiosas dominicas(FEDAR), cuya presidenta fue en los inicios H. Socorro PérezCampo Osorio, priora provincial de Santa Rosa de Lima.

Más tarde, las hermanas Ángeles Lacunza y Gregoria Fer-nández, trabajarán en el Secretariado de la Orden y de la FamiliaDominicana en Santa Sabina (Roma), siendo Maestros Genera-les Damián Byrne y Timothy Radcliffe.

En las Crónicas de estos años y posteriores se recoge laamplia participación de las hermanas en la Familia Dominicanade todos los continentes donde está la Congregación, ya sea co-laborando en el área de Justicia y Paz, como en el de la Forma-ción inicial y permanente, en la Pastoral Juvenil Vocacional, obien en servicios de promoción o coordinación como parte dela DSI.

5.2. Nuevos retos a la formación inicial

Las casas de formación reciben en este período postcon-ciliar una nueva orientación, considerando la importancia de lacomunidad como elemento formativo. Desde el gobierno gene-ral, así como desde las Provincias que tenían etapas de forma-ción inicial se vio la conveniencia de formar «comunidadesdinámicas que estimularan y acompañaran el proceso de ma-duración de las personas, así como el desarrollo espiritual, in-sertas en la Congregación y en la Iglesia y atentas a la realidady problemática del mundo actual». Con este fin se reorganizaronlas comunidades con misión específicamente formativa251.

El Capítulo General de 1970 determina la fusión de los dosNoviciados de España, dada la escasez de vocaciones, dejandoal Consejo el encargo de establecerlo en lugar equidistante deVic y Valladolid. Las novicias de Valladolid pasan primero a Vic,donde se forma un equipo integrado por hermanas y padres do-

206

251 Cf. Crónica de la Congregación,T.V, p. 107.


minicos que llevan adelante un curso al que asisten incluso for-mandos de otras congregaciones.

Finalmente se trasladó la casa de Formación a Madrid. Sehabía buscado un lugar en el cual se establecería una nueva co-munidad que cumpliese una función social, dentro del niveleducativo y con miras a la inserción del Noviciado en la mismaresidencia de la comunidad. Como ya se ha mencionado, se edi-ficó la casa en el barrio de Aluche, a la que se trasladaron lasnovicias y estudiantes en noviembre de 1973. Complementabansu formación en centros de la Iglesia, especialmente el InstitutoTeológico de Vida Religiosa de los Padres Claretianos.

En la Provincia Santa Rosa de Lima también se cambia laCasa Noviciado en marzo de 1972, que pasa durante algunosaños de Turdera a una comunidad que se crea en el colegio ClaraJackson en Montevideo, compartiendo el edificio con la comu-nidad que allí residía. El Estudiantado se constituye en 1973como comunidad independiente de la del colegio «La Anun-ciata» (Buenos Aires), estableciéndose en las dependencias quevenían utilizándose con ese fin.

En años posteriores, correspondientes al siguiente capítulodel Compendio, el Estudiantado se trasladó de Argentina aChile, comunidad de Colón Oriente primero y más tarde La Se-rena. Allí tuvo lugar en la madrugada del 17 de octubre del 2001un acontecimiento muy doloroso252. La comunidad fue víctimadel ataque de un delincuente a consecuencia del cual falleció laH. Lita Castillo y fue gravemente herida la H. Natalia Acosta,ambas estudiantes; H. Natalia pudo finalmente recuperarse. LaCongregación acompañó muy de cerca a la comunidad, tam-bién los dominicos y la Iglesia local manifestaron su apoyo ysolidaridad. Este acontecimiento conmovió a La Anunciata quemantiene viva la memoria de H. Lita y la considera ahora unafiel intercesora ante Dios. A partir de estos sucesos el Estudian-tado se trasladó temporalmente a Apoquindo (Santiago deChile); más tarde pasó nuevamente a Argentina, comunidad deVilla Urquiza.

La Provincia San Martín de Porres tenía en 1975 el Novi-ciado y Estudiantado en Costa Rica. Este año se trasladó laformación inicial a Guatemala donde se fundó la Casa

207

252 Cf. Crónica de la Congregación, T. VII, pp. 915-916.


«Anunciata»; en 1978 el Noviciado pasa a Santa Tecla, San Sal-vador.

Por su parte, la formación de las hermanas indígenas eraun desafío para esta Provincia. En 1973 se inicia una experienciade aspirantado y postulantado en Santa Cruz del Quiché. En1977 la comunidad de Cahabón presenta al Consejo provincialun plan para realizar una experiencia formativa con muchachasindígenas del área k’ekchí. Acogida con entusiasmo por la prioraprovincial, H. Nieves Martínez y contando con la aprobación delConsejo general, en 1978 comienza con siete jóvenes acompa-ñadas por la H. Dolores Prenafeta. Pasan luego a la comunidadde Telemán que se erigirá como casa de formación para el áreaindígena. Siguen el Plan general de formación adaptado a surealidad, flexibilizando la duración de las etapas iniciales, res-petando su identidad cultural. Posteriormente, en 1989, se fun-dará el Estudiantado en Cobán (Alta Verapaz).

Esta experiencia recibe un atento acompañamiento y esmás tarde sistematizada por las hermanas que han tomadoparte en ella y la H. Coralia Quiroz, priora provincial, para serpresentada en encuentros de religiosos y religiosas, entre ellosde la Confederación de Religiosos de Guatemala y en la Asam-blea de la CLAR celebrada en Bolivia, en 1988. El carisma de LaAnunciata había prendido en las culturas indígenas y la Congre-gación hacía un trabajo abnegado en el área de la formación253.

En Brasil se erige el Noviciado en la casa de la calle RuaEneida, Belo Horizonte, adquirida para tal fin, iniciándose en ellalas tres primeras novicias. En 1984 se establece en la casa delbarrio Aarâo Reis, situada en la periferia de Belo Horizonte, quefue construida con el fin de erigir allí esta etapa de la formacióninicial. Se inaugura con 5 novicias.

En todas las Provincias se pone atención a las comunida-des que reciben hermanas de votos temporales, que han de serestímulo y referente para las jóvenes.

6. Misión educativa

La Congregación, desde sus inicios, ha intentado animar e

208

253 Cf. Crónica de la Congregación, T.VI, pp. 775. 781-782.


impulsar el ejercicio docente y evangelizador, como hemos vistoa lo largo de estas páginas. Las hermanas llevaban a cabo la mi-sión educativa; junto a ellas, con el correr de los tiempos se fue-ron incorporando a los colegios laicos comprometidos con lamisión, no solo educativa sino evangelizadora. La gran preocu-pación de la Congregación fue y es el formar al profesorado enel Carisma y en el estilo educativo que infundió el P. Coll.

Ya hemos visto que el Capítulo de 1964 estableció directi-vas precisas para orientar la marcha de los centros, impulsandola formación de hermanas y del profesorado, promoviendo unaeducación evangelizadora y una atención particular a las fami-lias y antiguas alumnas. Después del impulso dado por H. Va-lentines, la H. Nieves Espuña estuvo a cargo de la Delegacióngeneral desde 1970 a 1982. Ella trabajó junto a su equipo de de-legadas provinciales, preocupándose por la actualización peda-gógica de las hermanas, así como procurando que en loscentros educativos se organizara el Departamento de Educaciónen la fe y se consolidara la figura de la delegada de pastoral.

Se elaboraron distintos documentos que fueron de granutilidad en esos tiempos de cambio y discernimiento, paraorientar la tarea educativa en la Congregación. En 1977 se pu-blica el Ideario y Proyecto educativo. Reglamento interno; en1980 el Proyecto de Estatuto o Estatuto Marco. Otro documentode importancia que sintetiza las líneas pedagógicas es “TrazosOrientativos para una educación integral”, publicado en 1981.Estos documentos se estudiaron en toda la Congregación y fue-ron adaptados a las distintas realidades donde La Anunciatadesarrollaba la misión educativa.

La formación de las hermanas educadoras, continúasiendo impulsada por la Congregación, que se preocupa por lapreparación que requieren los tiempos y la obtención de los tí-tulos competentes. Las Crónicas consignan la cantidad y varie-dad de cursos y cursillos que se organizaron en España yAmérica con gran participación y contando con especialistas,tanto de carácer pedagógico como pastoral. Comienzan a orga-nizarse los Cursos de Directoras de España que continúan en laactualidad y han ido reuniendo en el colegio de León a las her-manas que realizan este servicio, primero cada año, más tardecada dos o tres años, constituyendo un momento privilegiadopara la formación, el encuentro y el fortalecimento de la identi-dad de educadoras de La Anunciata.

209


Algunas hermanas cursan estudios universitarios enOviedo, Salamanca y otras ciudades de América y Europa. Asícomo la Escuela Balmes o la Academia Mercantil «La Anun-ciata» en España eran lugares donde muchas hermanas obte-nían sus títulos para la enseñanza; también en la Provincia SantaRosa durante este período, las comunidades de Necochea yRamos Mejía (Argentina) establecen centros educativos para laformación de docentes. El primero no pudo sostenerse durantemucho tiempo, el segundo en cambio continúa hoy en esta mi-sión; muchas hermanas y laicos se han beneficiado de este ser-vicio. Desde 1976 hasta la actualidad La Anunciata ha estadorepresentada a través de miembros del Consejo general en laEscuela Universitaria de la Iglesia de Formación de Profesorado(ESCUNI) de Madrid, integrando la Junta de titularidad y en de-terminados momentos también el Patronato de este organismoque responde a la necesidad de contribuir a la formación deeducadores cristianos.

Como fruto del capítulo provincial de 1976 se constituyeen la Provincia Santa Rosa el Departamento Catequístico Peda-gógico, formado por la delegada de educación, H. Julia Gil, lasdirectoras de los colegios y coordinadoras de pastoral de loscentros. En sus inicios eran todas religiosas, pero con el tiempose integraron laicos que iban asumiendo cargos directivos. Fun-cionaba en los tres países en los que la mayoría de las obraseran colegios: Argentina, Chile y Uruguay. El Departamentonació y permanece con el objetivo de conseguir unidad de cri-terios, de contribuir a la formación permanente en el campoeducativo y compartir experiencias desde una misma identidad.

La presencia activa de los padres reunidos en asociacionesse consolida en este período postconciliar, en el que la Iglesiarevaloriza la misión del laico y su participación en la escuela. En1978 se celebra el primer encuentro interprovincial de padresen Gombrén para las provincias catalanas y en Madrid para lasrestantes de España. En los colegios de las Provincias de Amé-rica se consolidan también las Uniones de Padres, en Argentinase integran como Federación, con sus reuniones mensuales, decarácter formativo.

Los centros educativos de la Congregación promueven enel alumnado y las familias un espíritu misionero y solidario. Le-emos en las Crónicas que muchos colegios tienen su proyecciónsocial y catequética en barrios marginales, a los que se despla-

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zan hermanas con alumnas de los cursos superiores, internaso exalumnas, o realizan visitas a asilos o centros de personascon alguna carencia. Mostramos un ejemplo en el que tambiénestá organizado el servicio solidario para los padres de familia.

«Se atienden varios barrios de emergencia, sobretodo en circunstancias de especial necesidad. Toda lacomunidad estuvo abocada a los pobres. Se dirigióun ropero escolar y las hermanas, acompañadas porlas alumnas, recorrieron semanalmente los barriosde emergencia. Más tarde la subcomisión de Acciónsocial de la Unión de Padres agrupa a las religiosas,alumnas y exalumnas que, con sus respectivos pa-dres, semanalmente, llevan atenciones, alegría y ca-riño a los 230 niños, hijos de padres enfermos, de laColonia “Mi Esperanza”»254.

Con la fundación de comunidades en África, Brasil y mástarde en Asia, dependientes de Provincias de España, la con-ciencia misionera y la colaboración con los pueblos más nece-sitados se intensifica en los colegios. Prueba de ello es larecaudación que se logra en las campañas que se organizancada año en todos los centros, dirigidas a solventar distintosproyectos de promoción social. Esta acción no se limita a unaayuda material, sino que también pretende crear vínculos conlos pueblos donde se encuentran trabajando las hermanas enestos continentes. De igual manera se dinamizan los colegiosde América en torno a los lugares más necesitados donde estánpresentes las hermanas, surgen en algunos de ellos los gruposmisioneros que realizan en tiempo de vacaciones servicios so-lidarios y evangelizadores.

Una figura destacada

Es digna de mención la obra realizada por la H. Rosa FontFuster, cuyo talento y preparación en los estudios de Música leposibilitó desplegar una vasta acción educativa dentro y fuerade España. Habiendo obtenido varios diplomas de centros acre-ditados en su país y en el extranjero, impartió innumerables cur-sos y cursillos en los colegios de la Congregación de España yde América y en otras instituciones educativas que se benefi-

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254 Crónica de la Congregación, T. IV, p. 505.


ciaron de sus orientaciones. Es autora de una Metodología delRitmo musical, publicada por la editorial San Pablo, con una am-plia difusión, así como autora e intérprete de una serie de CDsde música de interiorización255. Fue la primera religiosa compo-sitora de música para Sardanas, la más conocida es «La sardanade Gombrèn».

Pero, sin duda, su etapa culminante fue la que marcó lasdos últimas décadas de su vida, en las que, movida por un granespíritu misionero, solicitó marchar a Brasil para brindar a losmás pobres todo su talento y conocimientos, creando allí unaescuela de Música para los niños de la calle. Así lo expresaquien la conoció de cerca y colaboró con ella en esta obra:

«Desde hace varios años la H. Rosa Font se encon-traba en Brasil, en una comunidad de misión. Allícreó una escuela de Música y una Orquesta que laayudó a acoger y formar en valores humanos y cris-tianos a cientos de “niños de la calle” introduciéndo-los en el mundo de la música como arte y comomedio de vida»256. «Como hija de santo Domingo,pudo, ya no tan joven, dejar Vic y su querida tierra,todo lo que realizaba en aquel momento: composi-ciones, grabaciones musicales, clases, cursos y, ¿porqué no decirlo?, la fama y el prestigio mundial, paravivir en Aarâo Reis (Brasil) por casi veintitrés añoscomo misionera, dedicando su vida, sus dotes ytodas sus energías a los niños y adolescentes deaquella periferia, trabajando en el Centro Social FreiJosé Renato. Con el Proyecto Cambia un Arma poruna Flauta, abrió caminos de futuro para aquellos pe-queños que, gracias a ella y al trabajo de las herma-nas, pudieron llegar a ser artistas y personas de bien.Soñó con un nuevo país, sin violencia, sin hambre,valorando la cultura de Brasil y la samba. De manerapoética consiguió armonizar el ritmo español y lascanciones brasileñas, así lo expresó al componer el“Poema de la Paz”»257.

Después de su fallecimiento en 2013, la Escuela de Música

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255 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, p. 89.256 Boletín Anunciata, nº 506, p. 6.257 Necrologio de la Congregación, Madrid 2013, p. 31. (= Necrologio).


que lleva ahora su nombre perdura dirigida por sus mismos dis-cípulos, quienes conservan viva su memoria y sus alumnos semultiplican en ese humilde barrio de la periferia de Belo Hori-zonte. H. Rosa Font es una auténtica hija del P. Coll, expresiónde la capacidad creativa del Dios amor que la habitaba, paraquien nada es imposible.

7. Expansión misionera hacia África y Brasil

También en este período de gran expansión apostólica yde una conciencia clara de la opción evangélica por los pobreses justo reconocer el gran espíritu misionero que mueve a unbuen grupo de hermanas enviadas desde España a otros paíseso continentes, muchas de ellas al poco tiempo de haber hechola primera profesión.

Hermanas que llegan para entregarse de lleno en el lugardonde se las envía, insertándose en las distintas realidades,mostrándose cercanas a la gente. Ellas hacen del lugar de des-tino su nueva patria, allí dan la vida anunciando el mensaje deJesús y trabajando porque toda persona descubra su dignidady se desarrolle plenamente.

Hacia África

Durante el segundo generalato de la H. Adela González ybajo el impulso del Concilio Vaticano II, la Congregación iniciasu presencia en África, otro momento significativo en el que laobra del P. Coll se extiende a un nuevo continente.

Los pueblos africanos caracterizados por sus valores espi-rituales y su sentido religioso, se hacen receptivos al mensajede Jesús. Al mismo tiempo, el continente clama por la justicia yla paz. Las hermanas se insertan en poblaciones y suman fuer-zas en el proceso de inculturación de la fe, en las tareas de alfa-betización, promoción de la mujer, educación en centros nopropios, y ya desde el inicio de su presencia potencian el campode la salud, al ver que ésta constituía una primera necesidad.

La primera comunidad se fundó en Ruli (Rwanda) en 1969.La diócesis de Vic había enviado misioneros a dicho país y soli-citó a la Congregación la ayuda de una comunidad de herma-

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nas. «Se trataba de organizar y mantener un dispensario, uncentro nutricional y una especie de escuela hogar»258.

Al comienzo, las primeras hermanas: Teresa Reixach, PilarSantamaría y Mercedes Ticó, estuvieron en diversos centrospreparándose para ejercer su tarea y durante un mes residieronen Rwankuba, misión cercana a Ruli, donde estudiaron la lenguakinyarwanda y otros conocimientos sobre el país, sus habitantesy su trabajo.

H. Teresa Reixach narra estos primeros tiempos de la pre-sencia de La Anunciata en África:

«El día 1 de noviembre de 1969 las hermanas subi-mos a Ruli para conocer el lugar de nuestra futura mi-sión. Era la meseta de la colina. No había nadaconstruido, sólo grandes montones de ladrillos he-chos por la gente de Ruli para levantar su dispensa-rio. El día 2 de febrero del año 1970 poníamos laprimera piedra en las bases del dispensario que atantos enfermos acogería.El día 3 de abril de 1970 llegó a Kigali para sumarseal pequeño grupo la Hna. Pilar Santamaría. Nosotras,las Hnas. Teresa y Mercedes ya habíamos acabado,en Kigali, el curso de lengua Kinyarwanda. Nos repar-timos en diversos centros del país para hacer prácti-cas y prepararnos para trabajar en Ruli cuando elcentro estuviera acabado.A primeros de junio recibimos en Rwankuba la visitade la Madre general Adela González, acompañada dela secretaria general Hna. Dominga Benito, para co-nocer la primera fundación en África y brindarnos suapoyo que fue siempre incondicional. Nuestro lugarde asiento era Rwankuba, misión muy cerca de Ruliy regentada por sacerdotes de la diócesis de Vic.Por fin el 14 de noviembre de 1970 se pudo abrir eldispensario, aún sin estar del todo acabado. Dejamosalgunos espacios del mismo para habitarlos noso-tras, puesto que nuestra casa la comenzamos una vezacabado el dispensario.Las tres hermanas nos pusimos a trabajar en el Cen-

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258 Crónica de la Congregación, T. IV, p. 173.


tro, reconocíamos a los enfermos y les administrába-mos la medicación. La Hna. Pilar Santamaría se ocu-paba de los análisis clínicos, tuvo la suerte de hacerunas prácticas en un gran hospital del país, en Bu-tare, que le ayudaron mucho en su trabajo.Más tarde cogimos jóvenes de la colina de Ruli paraque nos ayudaran en nuestro trabajo. Así quedó im-plantada en 1969, en tierra africana, la obra del P.Francisco Coll.Ruli fue un dispensario con una asistencia diaria deunos 300 enfermos por la mañana, desde su aper-tura. Poco a poco nos fuimos organizando y logra-mos que hacia el mediodía todas las personaspudieran retomar su camino de vuelta, después deser tratadas».259

En noviembre de 1970 abrieron el dispensario aun sin ter-minar las obras. Esta comunidad, en un principio formó partede las Casas dependientes de la Priora general.

En 1971, pleno período postconciliar, siendo priora generalla H. Amelia Robles se celebró en Gombrén el ya mencionadoencuentro del Consejo general con los Consejos provinciales.En él se sugirió que cada Provincia tuviera sus propias misionesad gentes, para mantener vivo el espíritu misionero y responderal llamado del Concilio. La idea tuvo buena aceptación y las Pro-vincias fueron madurando esta opción. El impulso misioneroqueda claramente reflejado en la circular de la Priora general deenero de 1972, en la que hace una llamada a las hermanas a res-ponder a las necesidades de los pueblos más desfavorecidos.

En este contexto, la Provincia San Raimundo pidió hacersecargo de la misión de Ruli. También lo había solicitado la Pro-vincia Nuestra Señora del Rosario, que ya colaboraba tanto conpersonal como económicamente en esta fundación. Finalmente,el Capítulo de 1970 determinó que pasase a depender de estaúltima Provincia.

«Con fecha 27 de julio de 1972 la Priora general, conla aprobación de su Consejo, extendió el acta por laque la casa de Ruli y demás que en lo sucesivo se pu-

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259 Hoja Informativa de la Provincia San Raimundo de Peñafort, n. 108, Abril de 2016.


dieran fundar en dicho país y países limítrofes, pasa-ran a depender directamente de la Provincia. La noti-cia fue acogida con sumo gozo»260.

La misión de Ruli ha crecido notablemente a lo largo delos años. Se han conseguido ayudas de diversos organismossolidarios y de bienhechores, para numerosas obras: hospital,centro nutricional, escuela de enfermería, centro rural, educa-ción infantil y primaria y otros. Allí se forman las aspirantes a lavida religiosa, que en buen número han ido ingresando.

En 1973 se fundó una nueva comunidad en Rwanda, po-blación de Muyanza, que se cerró en 1989. Las hermanas cola-boraron en la parroquia de los Padres Blancos, dirigían laescuela familiar, el Foyer y el centro nutricional. Se dedicaron ala labor sanitaria en el dispensario al que llegaba una granafluencia de enfermos. En el año 2006 se establecerá otra co-munidad en el barrio de Kagugu, de la capital rwandesa. Su mi-sión se centrará en la acción educativa a través de un colegio,la evangelización y promoción de la mujer.

Hechos dolorosos en Rwanda

Aunque no corresponda a este período del Compendio nopodemos omitir lo vivido en Rwanda en 1994 al desencadenarseuna violenta guerra civil. Las hermanas, con mucho dolor, tu-vieron que abandonar temporalmente el país, no obstante dosde ellas -Mª. Luisa Martínez y Cristina Lenscak- pudieron regre-sar al poco tiempo a través de una asociación humanitaria, y encuanto fue posible, se volvió a establecer la comunidad. A partirde entonces las hermanas acogieron huérfanos en la misión ha-bilitando una casa para ellos y trabajaron con gran entrega enesos primeros tiempos de la potsguerra por el reencuentro delas familias261.

Proyección misionera en Costa de Marfil

La Provincia Santo Domingo concretó su entusiasmo mi-sionero extendiéndose también a África. En septiembre de 1975

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260 Crónica de la Congregación, T. V, p. 428.261 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 510.


se fundaba la primera casa en Costa de Marfil, Ono, donde lashermanas trabajaron en la maternidad de la Salci, Sociedadfrancesa que tenía allí una fábrica de conserva de piña que,junto con el cultivo de la misma empleaba a unos 2000 obrerosprovenientes de la zona y de países vecinos. La comunidad, in-tegrada por las HH. Teresa Reixach, Concepción Gambín y AnaMaría Castaño, se encargaban también de la catequesis, delcuidado de los niños en un centro nutricional y tareas de alfa-betización. Dos hermanas se desplazaban diariamente 40 kiló-metros hasta Bonoua para trabajar en la Escuela profesionaldirigida por los padres de Don Orione. Al cerrarse la fábrica Salcila situación de la población cambió notablemente, pasando pormomentos difíciles que las hermanas acompañaron, hasta 1989en que la comunidad se retiró.

En Bonoua se funda en 1977 una escuela femenina de se-gunda enseñanza, llamada Santa Rita, por voluntad de los fun-dadores que eran un buen número de católicos padres defamilia; la dirección está a cargo de una hermana y la obra in-cluye el internado de niñas de 6 a 18 años. Allí se establece eneste mismo año una comunidad.

Años más tarde se llevarán a cabo en Costa de Marfil otrastres fundaciones. La casa de formación de Bonoua y de Abidjandonde se establecen el Noviciado y Estudiantado respectiva-mente y Bouaflé. En ellas las hermanas desarrollan fundamen-talmente una labor educativa, parroquial, sanitaria y depromoción de la mujer, así como la formación inicial de las jó-venes religiosas.

También en Costa de Marfil las hermanas a lo largo de losaños han estado expuestas a momentos tensos de violencia acausa de conflictos políticos que han perturbado la paz y la se-guridad en el país.

Hacia Brasil

La Provincia Santa Catalina, siendo priora provincial la H.Mª Ángeles Lacunza, canalizó su inquietud misionera hacia Bra-sil; será ésta una nueva presencia de la Anunciata en Sudamé-rica. Un país que cuenta con una fuerte religiosidad popular, conuna Iglesia viva y dinámica inserta entre los más pobres y em-peñada en la formación de comunidades de base centradas en

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la Palabra; país de grandes contrastes sociales, con amplios sec-tores de marginación. A estas tierras llega la Congregación ins-talándose en barrios sencillos donde las hermanas compartencon la gente, trabajan en la evangelización, la educación y lapromoción humana enraizando el carisma de la Anunciata.

Los Consejos general y provincial realizaron una serie detrámites para hacer realidad dicha expansión, también desde laProvincia Santa Rosa se desplazaron la priora provincial, H. Car-men Jardón y la H. Ana Mª Bretos para explorar lugares necesi-tados. En 1972 la H. Alicia Ovejero, secretaria general, visitóvarios lugares de Belo Horizonte en donde se tenía informaciónhabía necesidad de religiosas y se entrevistó con el Arzobispode la diócesis, Mons. Juan Resende Costa, quien la conectó conel encargado de religiosas D. Arnaldo Riveiro que tanto en losinicios como más tarde, siendo Obispo, brindó gran apoyo a laCongregación. Finalmente, el 3 de febrero de 1973 las hermanasJosefa Erausquin y Mª Luisa Píriz de la Provincia Santa Catalina,partieron a Rio de Janeiro para participar en un curso de lenguay cultura brasileña. De ahí se trasladaron a Belo Horizonte, ca-pital del estado de Minas Gerais, constituyéndose la primera co-munidad el 17 de agosto de este año en el barrio llamadoSerrano, estando presente la delegada general de Misiones H.Beatriz Antuña. Al poco tiempo se incorporó la H. María GrandaRedondo y meses después la H. Inés Vicente.

La misión encomendada a las hermanas fue la catequesisde niños y jóvenes, la formación de líderes y catequistas, ani-mación de las comunidades sin sacerdote, visita a las familias.No faltaron dificultades en el trabajo pastoral en relación con elcoadjutor, y las hermanas optaron por trasladarse el 6 de juliode 1975 a otra casa propiedad de la parroquia, sita en el barriode N. S. da Gloria.

El 11 de febrero de 1978 iniciaron el postulantado las tresprimeras jóvenes brasileras. Toda la comunidad colaboró en laformación, ayudada de los PP. Dominicos de la comunidad deBelo Horizonte. La vivienda de las hermanas, como casa de for-mación no tenía condiciones para el estudio, la reflexión y la in-timidad. Se vio conveniente adquirir otra, propiedad de laCongregación. Oportunamente se ofreció la compra de la casasituada en la calle Eneida, 340 en el mismo barrio. Firmada laescritura de compraventa, la comunidad se trasladó a la nuevaresidencia el 28 de septiembre de 1978. Al inicio del siguiente

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año, las hermanas asumen la misión confiada por el Obispo enla visita pastoral: erigir un Centro catequético, con el objetivode formar a los agentes de pastoral y animar la catequesis y lapastoral juvenil vocacional, con extensión a los grupos escola-res de la región, orientando la enseñanza religiosa262.

Contando con vocaciones misioneras, y viendo la conve-niencia de que las hermanas no se encontraran solas en el país,no se tardó en aprobar nuevas fundaciones. De este período sonlas casas de Montes Claros y Francisco Sa, que siguen en la ac-tualidad realizando una activa misión evangelizadora y social,ambas en Mina Gerais. Será en el año 2010 cuando la Congre-gación se establece fuera de este extenso estado brasileiro parafundar en la región amazónica, Río Branco (Acre), donde las her-manas colaborando con la Parroquia, atienden pastoralmentelos barrios y realizan un servicio educativo en la escuela públicae incluso en la formación de seminaristas.

8. Creación de Comunidades de inserción en medios populares

Estas comunidades surgieron como una consecuencia delproceso renovador del Concilio Vaticano II. La Congregación sehizo eco de este impulso conciliar y se iniciaron los primerospasos para llevar a cabo dichas fundaciones.

Los Superiores encaminaron el proceso de esta renova-ción de la vida religiosa, no siempre exento de tensiones. Laspautas a seguir por estas comunidades, marcadas por el mismoConcilio eran: la búsqueda de una vida comunitaria más fra-terna, sencilla e inserta en el medio y el contacto con los pue-blos y los pobres.

La priora general, H. Amelia Robles, después de reflexio-nar con el Consejo y Provincias, estimuló a que éstas hiciesenalguna experiencia y daba criterios para llevarlas a cabo: teneren cuenta el Carisma de la Congregación, que respondan a lasnecesidades concretas y reales de la Iglesia y que sean suscep-tibles a una evaluación por la Provincia263.

Al finalizar el segundo sexenio de la H. Amelia había 15 co-

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262 Cf. Crónica de la Congregación, T. V. pp. 627-630.263 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, pp. 41-42.


munidades de inserción en la Anunciata en España. En el Capí-tulo se evaluaron y se dieron criterios para la marcha de dichascomunidades.

En este tiempo de la creación de pequeñas comunidadesen barrios populares, se produce también otra realidad: eldesdoblamiento de comunidades numerosas, generalmenteabocadas a la atención de grandes colegios. Estas nuevas co-munidades nacen con una misión específica, erigiéndose en de-pendencias del mismo edificio, que se reestructuran con estafinalidad. Se pretende facilitar las relaciones interpersonales aldisminuir el número de hermanas, así como responder con agi-lidad a las exigencias de la misión.

Comunidad de inserción dependiente de la priora general

Obra social Mi Casa (Zaragoza). Fundada en 1967

Los cimientos de esta obra tuvieron lugar en agosto de 1966cuando la H. Asunción Vivas Llorens, especialmente sensible alos más desfavorecidos y particularmente a los niños sin hogar,obtuvo permiso de la priora general, H. Adela González, parapasar unos días de verano con niños necesitados en una casa ce-dida por un seminarista en Tosos (Zaragoza). Le acompañó la H.Margarita Villaroel. Al año siguiente se repitió la experiencia enel mismo pueblo, en esta ocasión con 50 niños. En febrero de1968 se habilitó un piso en la calle de San Ignacio de Loyola nº 5en Zaragoza para probar una nueva experiencia en la capital. Elobjetivo no era otro que el proporcionar hogar a niños que care-cían de él, posibilitando que éstos vivieran en un ambiente másfamiliar que el que les podía ofrecer un orfelinato.

Poco a poco la Obra se fue ampliando gracias a la ayuda ysolidaridad de la gente, especialmente a raíz del accidente quesufrieron el 30 de noviembre de 1968 en Tosos al derrumbarsela casa y morir dos niños. La ciudad de Zaragoza y posterior-mente toda España se conmovió ante este suceso y a partir deentonces la obra social «Mi Casa» contará con muchos colabo-radores.

El Capítulo general especial de 1969 estudia el caso y de-termina llevar adelante esta misión en equipo. La H. Nuria Portase ofrecerá a colaborar. En enero de 1970 la H. Mª Ángeles

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Franco provisionalmente se hará cargo de uno de los pisos. Enseptiembre de este mismo año por decisión del Consejo gene-ral, se incorporó la H. Carmen Puig; en el verano de 1971 se in-tegró la H. María Altirriba, al ser destinada en 1973, se hizo cargodel piso del que ésta era responsable la H. Reyes Vives. Enmarzo de 1974 se incorporó la H. Inmaculada Sánchez. Otrashermanas, colaboraron temporalmente en esta misión.

A pesar de que la Priora general en su visita a la Obra cons-tató que era considerada «como una de las respuestas eclesia-les más en sintonía con la sociedad de hoy»264, el Capítulogeneral de 1970, aprobó que de momento «la Obra no quedeincorporada a la Congregación, adquiera personalidad jurídicaen orden civil o eclesiástico y que asuma la administración desus bienes. Que forme una Comunidad que en cuanto tal de-penda directamente de la Priora general y que por ser Domini-cas de la Anunciata la Congregación tenga una supervisión dela Obra»265.

El Capítulo consideró que era demasiado prematuro tomaruna decisión, por ello facultó al Consejo general para que en elperíodo de dos años se pronunciase definitivamente sobre laObra. Éste llevó a cabo el encargo del Capítulo. Durante el año1971 se trabajó muy intensamente para clarificar la situación ju-rídica de la Obra y el vínculo con la Congregación. Habiendo va-lorado in situ el estilo de vida que se llevaba a cabo en cada pisoy por las hermanas que estaban al frente y habiendo consultadocon canonistas, abogados y psicólogos, se aceptó la comunidadcomo una más de la Congregación. Tal como lo manifiesta laPriora general: «constituyen una más de nuestras comunida-des, con estilo peculiar de Vida266». En el año 1979 la Obra seconstituyó en «Fundación Benéfico Social particular».

La finalidad de la Obra fue siempre buscar el bien de losniños fomentando en cada piso el ambiente de familia, en elque éstos, aunque no sean hermanos de sangre, se sientan vin-culados por el amor y la amistad y por descubrir que son igualesante Dios.

Una de las características de «Mi Casa» es que el niño no

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264 Crónica de la Congregación, T. V, p 41.265 Crónica de la Congregación, T. V, p 41.266 Boletín Anunciata, Madrid marzo 1973. (= Boletín Anunciata)


está de paso, sino de una manera estable y sin límites de edad.Las hermanas viven con ellos, cada una en un piso, pero diaria-mente mientras éstos permanecen en el colegio, ellas se en-cuentran para compartir los elementos esenciales de la vidacomunitaria.

A lo largo de los años la Obra ha ido evolucionando, lospisos acogen no tanto a niños como a personas socialmentemarginadas que llaman a su puerta. En el año 2014 falleció la H.Asunción Vivas, fundadora y alma de la Obra. A su muerte mu-chas personas manifestaron muestras de afecto y agradeci-miento por la misión que ella y las hermanas han llevado conamor y entrega durante tantos años, generando a través de «MiCasa» una red de afecto y solidaridad en la clave del Reino, queha marcado positivamente la vida de muchas personas.

Comunidades de inserción Provincia «Santo Domingo de Guz-mán»

ALMONTE (HUELVA). Fundada en 1972ADRA (ALMERÍA). Fundada en 1973ISLA CRISTINA (HUELVA). Fundada en 1973LA CAÑADA (ALMERÍA). Fundada en 1975ZARAGOZA (BARRIO OLIVER). Fundada en 1975

Comunidades de inserción Provincia «Santa Catalina de Sena»en España

LA CORUÑA (GALICIA). Fundada en 1973GALTZARABORDA (SAN SEBASTIÁN). Fundada en 1974VIGO (PONTEVEDRA). Fundada en 1975

Comunidades de inserción Provincia «San Raimundo de Peña-fort»

MONTCADA I REIXAC (BARCELONA). FUndada en 1973FERRERIES (MENORCA). Fundada en 1974SANTA COLOMA DE GRAMANET (BARCELONA). Fundada en 1974CORNELLÀ DE LLOBREGAT (BARCELONA). Fundada en 1975

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BARCELONA (PASSEIG VERDUM). Fundada en 1977MARQUÈS DE FORONDA (BARCELONA). Fundada en 1977

Características de estas comunidades

Estas comunidades se fundan para responder al deseo deuna mayor inserción en poblaciones de familias de bajo nivelsocial. Llegan a estos lugares, ya por propia iniciativa de lashermanas, o bien llamadas por párrocos u obispos, como lascomunidades de Ferreries o Moncada e Isla Cristina, respecti-vamente. En algunos casos estas nuevas comunidades se cons-tituyen a partir de otras ya establecidas, como ocurre con PaseoVerdún y Marqués de Foronda, en Barcelona, que se despren-den de la comunidad de Campoamor (Horta).

Generalmente la misión se encauza a través de la colabo-ración parroquial -catequesis, liturgia, formación de comunida-des cristianas - y tareas de promoción social.

Otro campo privilegiado es el educativo. Algunas herma-nas ocupan plazas en escuelas públicas, en determinadas oca-siones se solicita a la Congregación la dirección de centros,como el colegio parroquial en Ferreries, o la guardería de La Co-ruña; también se requiere de las hermanas del Barrio Oliver deZaragoza la dirección del Dispensario Medicus Mundi para laasistencia sanitaria de gitanos y otras personas carentes de Se-guridad Social. En otros casos las hermanas continúan colabo-rando en los colegios cercanos de la Congregación -Sta.Coloma, Horta, Los Ángeles- o de otra Congregación religiosa.

Un buen número de estas comunidades viven en pisos al-quilados o dependencias cedidas por la parroquia. Con un estiloflexible en cuanto a horarios, cercano y comprometido con lasdemandas de la gente más necesitada.

De las 15 comunidades fundadas en medios populares deeste período, continúan actualmente seis. Por momentos sehace dificultoso el relevo de las hermanas, y por diversas difi-cultades se han ido cerrando esas presencias.

En los siguientes períodos se han ido estableciendo algu-nas otras pequeñas comunidades con estas características enEspaña, aunque en menor número. Ellas se ubicaron en: Cór-doba, Valencia de don Juan, Pesoz, Mahón, Barrio Inmaculada

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de León. También en Ginebra (Suiza), se funda una comunidadpara una colaboración parroquial en la atención de los inmi-grantes de habla española.

Comunidades de inserción Provincia «Santa Rosa de Lima»

AÑATUYA (SANTIAGO DEL ESTERO). Fundada en 1971ARRECIFES (BUENOS AIRES). Fundada en 1973COLÓN ORIENTE (CHILE). Fundada en 1973SAN JOSÉ DEL BOQUERÓN (ARGENTINA). Fundada en 1976LA CHARQUEADA-VERGARA (URUGUAY). Fundada en 1978

Comunidades de inserción Provincia «San Martín de Porres»

OBRA ASISTENCIAL S. MARTIN (EL SALVADOR). Fundada en 1965CAHABÓN (GUATEMALA). Fundada en 1970JOYABAJ (GUATEMALA). Fundada en 1974CHILTIUPÁN (EL SALVADOR). Fundada en 1972TELEMÁN (GUATEMALA). Fundada en 1972OSDA (NUEVA SAN SALVADOR). Fundada en 1968LIMA (PERÚ) Albergue Municipal de mendigos. Fundada en

1965LIMA (PERÚ) Hogar Clínica de S. Juan de Dios). Fundada en

1968APLAO (PERÚ). Fundada en 1968

Comunidades de inserción en Brasil - Provincia «Santa. Catalinade Sena»

N.S. DA GLORIA (BELO HORIZONTE). Fundada en 1973MONTES CLAROS - MG. Fundada en 1976MANTENÓPOLIS. Fundada en 1977FRANCISCO SÁ-MG. Fundada en 1977

Características de estas comunidades

Las pequeñas comunidades que surgen en América enestos tiempos postconciliares llevan adelante una amplia tarea

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de promoción social y evangelización en sectores muy caren-ciados, abandonados de los gobiernos, con muchas necesida-des primarias no cubiertas.

A veces son los celosos obispos quienes piden las funda-ciones, como Mons. Gottau, infatigable misionero cuya causade beatificación ha sido introducida, que llevó numerosas Con-gregaciones a su diócesis de Añatuya (Argentina), una de lasmás necesitadas del país. La Anunciata se estableció en tres lu-gares de dicha diócesis, dos de ellos eran zonas rurales de lasmás incomunicadas y pobres: San José del Boquerón y luegoNueva Esperanza con las mismas características. Sobre los pri-meros pasos en San José del Boquerón, la H. Pilar Medrano haescrito una sencilla historia que se conserva en el archivo de laProvincia Santa Rosa. En ella narra la experiencia de su llegadaa este lejano paraje donde el Obispado había dispuesto estable-cer un puesto de misión y contaba con la Congregación.

«Y seguimos, seguimos…Aquellos caminos queluego transitaría por años, de tierras como el talco enlos que las huellas y los pozos podían dejar enterra-dos a los camiones o tractores que se animaban atransitarlos. O cuando llovía, que se transformabanen pistas resbaladizas imposibles de surcar. De ellopodría contar mucho, experiencias inolvidables.Aquello era eterno, ¿a dónde y cuándo llegaríamos aalgún lugar de lo que en nuestra mente uno tienecomo prefijado? Le preguntábamos al Padre Emilio¿dónde están las casas? ¿No existen los pueblos? [...]Él nos señalaba algún sendero y decía: cada caminitolleva a alguna casa. Después de horas y de soledad,en un árbol una tabla y un nombre: San José del Bo-querón».

Los padres dominicos tuvieron su influencia en la funda-ción de comunidades. Así en Guatemala, el P. Terencio Huguet,cuya Causa de Beatificación también está introducida, solicitóa las hermanas para atender las aldeas de Cahabón; los domi-nicos de Aragón las llaman a trabajar con la población indígenadel área k’ekchí, en Telemán. La apertura a la realidad de las po-blaciones indígenas y el abnegado trabajo de promoción yevangelización en las aldeas es una característica importante deeste período en Centroamérica, que llevará al surgimiento devocaciones autóctonas que requerirán una formación incultu-rada, como hemos visto anteriormente.

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Renovación Constituciones 1969-1970

1970. Cahabón, Guatemala

1969. Ruli, Ruanda

1973. Brasil 1975. Ono, Costa de Marfil


1972. Andalucía

Belo Horizonte, Brasil

1979. Primer grupo de formación permanente de Roma

Alta Verapaz, Guatemala

1976. San José de Boquerón.El futuro Papa Franciscovisita a las Hermanas


Es interesante notar la alegría con la que asumen la misiónde Cahabón, para la que el P. Terencio pide «cuatro valientes».En la carta que H. Carmen Alonso escribe a la Priora general des-pués de visitar la zona le dice:

«Ya estuvimos en Cahabón, aquello es una verdaderaMisión viva. Con razón dice el P. Huguet que quiere“cuatro valientes”. Estoy segura que en nuestra Con-gregación encontrará más de cuatro. Sólo con ir unavez y ver aquello, ya dan ganas de quedarse […]. Esconveniente saber algo del KEKCHÍ, así que, por correoaparte le mandamos un Catecismo kekchí-español,para que empiecen a estudiarlo LAS VALIENTES. Estoysegura que tendrá tantas VALIENTES VOLUNTARIAS, queVtra. Rvdma. tendrá que sortearlas. Entre las VALIENTESVOLUNTARIAS cuente con alguna de aquí».

La Crónica se refiere así a las ya llegadas a la Fundación:

«Las hermanas visitan las aldeas, aún las más leja-nas; para catequizar, reúnen a las gentes en una ca-pilla. Se preocupan de la salud de la gente desnutriday falta de médicos. Disponen de un pequeño dispen-sario y hospitalillo para los más graves; de comedorpropio. Las construcciones son de varillas, techos deláminas y piso de tierra; pero limpias y con buenaventilación»267.

En los distintos países estas comunidades de inserción seestablecen en zonas marginales, en sencillas viviendas, en al-gunos casos en dependencias de la Iglesia y se dedican a obrasde promoción de la mujer en centros comunitarios, academiaso talleres. Así por ejemplo el centro de capacitación laboral deAñatuya, de la OSDA o Lancetillo dando a los jóvenes la posibi-lidad de una salida laboral; los talleres de Colón Oriente, la pro-moción de los pueblos jóvenes de Lima, Pucallpa, o en Brasil laatención a niños carenciados en centros sociales.

Las hermanas asumen la educación en escuelas públicas,que van creciendo con su trabajo. Atienden también el área sa-nitaria en poblaciones rurales donde no hay médico y hay quie-nes trabajan en hospitales municipales. En algunos de estos

228

267 Crónica de la Congregación, T. IV pp. 584-585.


lugares participan con el pueblo en los reclamos por condicio-nes de vida más digna.

La misión evangelizadora se centra en la colaboración pa-rroquial y atención de capillas, formación de agentes de pasto-ral, animación de comunidades cristianas, grupos juveniles yde adultos. En general, realizan su misión en estrecha vincula-ción con la Iglesia diocesana.

En los siguientes períodos seguirán fundándose comuni-dades de este tipo en: Nueva Esperanza, Vergara, en barriosmarginales de Lima (Villa Hermosa, Vitarte), en poblaciones debajo nivel social del Distrito Federal y Puebla (México), en Go-vernador Valadares (Belo Horizonte-Brasil). La última fundadaha sido la comunidad de Río Branco (Acre-Brasil), como ya seha dicho anteriormente.

Dentro de la misión educativa en centros no propios, enalgunos de ellos es la Congregación la que lleva la dirección delos mismos imprimiéndole su espíritu. Así por ejemplo el Cole-gio de Fe y Alegría Nº 39 en la periferia de Lima; la Escuela Mas-ferrer en la zona de Santa Tecla de San Salvador, con más de3000 alumnos; el Centro de Educación infantil en un barrio mar-ginal de Buenos Aires de inmigrantes bolivianos y otros. Todosellos, por la acción abnegada y constante de las hermanas, hanido creciendo, promoviendo la educación evangelizadora demuchas generaciones y haciéndose referentes en su entorno.

9. Erección de la Provincia San Martín de Porres

El XVI Capítulo general electivo determinó constituir enProvincia el Vicariato San Martín de Porres, y conforme a loacordado el 26 de junio de 1971, en sesión de Consejo genera-licio, se erige el Vicariato en Provincia, previa solicitud a la SantaSede, «con todas las características, deberes y derechos queNuestras Leyes conceden a las Provincias».

Durante el breve período de transición hizo las funcionesde Priora provincial la H. Remedios Carcedo García, quien im-pulsó la formación de Prioras y la renovación y adaptación dela vida religiosa propuesta por el Concilio Vaticano II y Medellín.Además, inició la total renovación de la Casa provincial.

Al celebrarse el I Capítulo provincial electivo la Provincia

229


contaba con 157 religiosas, distribuidas en Guatemala, El Sal-vador, Nicaragua, Costa Rica y Perú268.

10. Anexión de las casas del Perú a la Provincia Santa Rosa deLima

Las casas de Perú quedaban muy distanciadas geográfica-mente del resto de comunidades de Centroamérica, se hacía di-fícil desde la Provincia San Martín de Porres atender susnecesidades, tanto de personal como económicas. Esto condujoa que se constituyeran en Vicariato en el año 1972 bajo el nom-bre de «Nuestra Señora de la Esperanza», comprendía en esemomento las comunidades de Pucallpa, Aplao y dos comunida-des en Lima: albergue municipal de mendigos y clínica SanJuan de Dios. H. Pilar Benito fue nombrada Vicaria. Durante esteperíodo del Vicariato se fundará una casa en Vitarte (Lima).

El Gobierno general en 1975 ante la disminución impor-tante de hermanas decide suprimir el Vicariato y manda a la H.María del Carmen Jardón como Delegada, pasando las casas dePerú a depender directamente de la Priora general.

La anexión de las fundaciones en territorio peruano a laProvincia Santa Rosa de Lima se decidió en el Capítulo generalde 1976. Después de una consulta con el Consejo provincial elpaso de las casas se hizo efectivo el 10 de octubre de 1977. Secontaba entonces con las comunidades de Pucallpa y Vitarte. Lapriora provincial, H. Socorro Pérez Campo Osorio, escribió unacircular para darles la bienvenida a las hermanas presentes enPerú y las visitó personalmente con prontitud. La incorporaciónde estas nuevas casas supuso para la Provincia Santa Rosa deLima una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo un enri-quecimiento en la misión evangelizadora desde la opción porlos pobres269.

11. Boletín Anunciata y Afán

En el período que contempla este capítulo ocurrió otrohecho significativo: la aparición en mayo de 1965 del primer nú-

230

268 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, p. 757.269 100 Años de presencia en América del Sur (1908-2008), pp. 47-48.


mero de «Anunciata», Boletín informativo de la Congregación.Este medio de información es un instrumento muy valioso parala comunicación y para fortalecer el sentido de pertenencia.Constituye también una importante fuente para el conocimientode la vida de la Congregación.

En sus inicios se le confió a la H. Teresa Sancho Castrillosu elaboración. Ella se hizo cargo de los noventa y tres primerosnúmeros. En la editorial del primer número lo presenta como«portavoz de nuestras comunidades».

En 1977 la H. Amparo González asumió la dirección de estapublicación después de una breve pausa:

«ANUNCIATA sale de nuevo a la luz tras unos mesesde silencio impuesto por el replanteamiento quehabía decidido el capítulo general.Inicia una nueva andadura que se pretende sea FRA-TERNA y es que ANUNCIATA quiere ser de verdad elvehículo de información de nuestra familia.

A través de sus páginas podremos conocer y dar aconocer “nuestras cosas”. Desde el simple cambio deun número de teléfono hasta eso otro vital: Inquietu-des, proyectos, experiencias…»270

Desde entonces, H. Amparo González dirige y elabora estapublicación con gran competencia y dedicación, ofreciendo ade-más de las actividades de las hermanas y comunidades, edito-riales y artículos en sintonía con la realidad social, eclesial ycongregacional.

Ya son más de 500 los boletines que se han editado, lle-gando a todas las comunidades y a otras personas cercanas ala Congregación. En fechas de importancia para La Anunciata,como la beatificación y la canonización de su Fundador, le hadedicado números monográficos de gran interés.

También en mayo de este año 1965 sale a la luz el primernúmero de la publicación Afán, dedicada a propagar la devociónal P. Coll, que tuvo un papel muy importante en todo el tiempoprevio a la Beatificación para dar a conocer su figura y divulgar

231

270 Boletín Anunciata, nº 94, 1977, p 1.


las gracias concedidas por su intercesión. Ya antes, en la revistadominicana titulada «El Santísimo Rosario», perteneciente a laprovincia dominicana de España, se habían publicado de ma-nera periódica, favores atribuidos a la intercesión de San Fran-cisco Coll. Asimismo, le dedicó espacio la revista «Cruzada delRosario», que comenzó a publicarse en 1950 y pertenecía a laprovincia de Aragón.

Un equipo de hermanas coordinado por H. Socorro PérezCampo Osorio trabajó tenazmente para elaborar artículos, re-coger las gracias concedidas, publicar los ejemplares y enviar-los a centenares de destinos por toda España y el extranjero,tarea en la que colaboraron durante muchos años la H. Mª LuzBriz, H. Carmen Porta y H. Josefa Conde.

Esta publicación dejó de hacerse cuando llegó a su culmi-nación la causa del P. Coll, el día de su canonización, el 11 de oc-tubre de 2009. No obstante, para que los lectores no quedaransin el alimento espiritual que recibían por el testimonio de vidadel Fundador, el Consejo general decidió dar a luz otra publica-ción semejante: «Testigo de la luz», aunque no tanto orientadaa comunicar las gracias concedidas sino a dar a conocer su es-piritualidad. En España se encomendó esta publicación a las HH.Dolores Servén y Gloria Castañón, con la colaboración de her-manas en otros continentes.

El antecedente de Afán es la publicación Imán. También fueun órgano de propagación «Pro Causa del P. Coll», cuya primeratirada se hizo en 1954 y la última en el año 1963 editándose 84números. Tuvo que suspenderse debido a una ordenación delMinisterio de información y turismo que exigía poseer el títulode periodista para continuar.

12. Beatificación del Padre Coll271

La Beatificación del P. Coll aconteció tras una larga esperaque culminó el día 29 de abril de 1979, fiesta de Sta. Catalina deSena.

232

271 Se pueden consultar las siguientes fuentes: Crónica de la Congregación, T. V pp.142-172. Boletín Anunciata, mayo 1978 n.121. “La Anunciata se vistió de fiesta”. Bo-letín Anunciata monográfico: Beatificación Francisco Coll octubre 1979. IDI, año 10n. 6, 15 mayo 1978 y n. 9, 25 septiembre 1978. BIPE (Boletín Informativo de la pro-vincia de España), Año XVII, n. 69, julio-octubre. Escritos del Vedat 1980.


Tres Papas confirmaron la fecha de Beatificación de Fran-cisco Coll. Con fecha del 25 de enero de 1978 Mons. GiuseppeCaprio, Substituto de la Secretaría de Estado, comunica al P.Venchi OP, Postulador de las Causas de los Santos en la Orden,que el Papa Pablo VI ha confirmado la fecha de Beatificación delP. Coll para el 22 de octubre del mismo año 1978. La persona dePablo VI, si bien no llegó a beatificar al P. Coll a causa de su im-prevista muerte, quedará para siempre ligada a este aconteci-miento. Fue él quien el 4 de mayo de 1970 declaró la heroicidadde las virtudes y el 7 de julio de 1977, la milagrosa curación deJusta Barrientos. Asimismo, el 15 de diciembre de 1977 dis-pensó de un segundo milagro.

Poco después de la muerte de Pablo VI, nuevamente Mons.Giuseppe Caprio, el 5 de septiembre de 1978, comunica al P. Ven-chi que el Papa Juan Pablo I, recientemente elegido, ha ratifi-cado la fecha. Tras la inesperada muerte de Juan Pablo I, elmismo Mons. Caprio, el 13 de noviembre de 1978, comunica alP. Venchi que el nuevo papa Juan Pablo II confirmó la fecha pe-dida, 29 de abril de 1979.

La Beatificación del P. Francisco Coll junto con el siervo deDios Jacques Désiré Laval, de la Congregación del EspírituSanto, fue llevada a cabo por el Papa Juan Pablo II en la Basílicade San Pedro de Roma.

Como se recoge en el tomo V de la Crónica de la Congre-gación, «reciente aún la celebración del Centenario de la muertea lo largo de todo un año, la Anunciata estaba sensibilizada anteel gran acontecimiento de la Beatificación, que se esperabafuese en octubre de 1977 y se aplazó hasta abril de 1979. Fuetodo este tiempo un momento privilegiado para avivar el inte-rés y el deseo de interiorizar y propagar el mensaje del Funda-dor. El Comité ejecutivo propuso como lema para esta etapa depreparación: El Padre Coll nos urge a vivir hoy la fe y a procla-marla, que después se simplificó en: Vivir y anunciar la fe»272.

En la reunión del Consejo general del 20 y 21 de diciembrede 1976 se creó la Comisión pro-beatificación del P. Coll. Ungrupo considerable de personas la integraban: Fr. Vicente deCouesnongle, Maestro de la Orden; Presidenta, priora generalH. Amelia Robles, expriora general H. Adela González, hermanas

233

272 Crónica de la Congregación, T. V, p. 144.


del Consejo y otras muchas hermanas como vocales. Fue presi-dente de honor el Obispo de Vic, Dr. Ramón Masnou.

Esta Comisión central trabajó y se dedicó con entusiasmoy amor ferviente al Padre Coll. Se reunió en pleno en los mo-mentos que asuntos importantes lo requerían, pero ya en la pri-mera reunión acordó constituir un Comité ejecutivo con lamisión de programar, animar y coordinar las actividades parapreparar y celebrar la Beatificación. Estaba integrado por variosmiembros de la Comisión actuando de presidenta la H. NievesEspuña.

Pusieron máximo interés para que el mensaje del P. Collfuera conocido en profundidad y se extendiera lo más posible.Como puntos nucleares se pueden citar: 1) Fidelidad a la voca-ción sacerdotal-dominicana; 2) Fidelidad al carisma propio enla Iglesia; 3) Servicio a los pobres. Se concretizaron las líneasde trabajo en una doble vertiente: a) Temática o de contenido:lo que el mensaje que nos trae el P. Coll aporta hoy a la Iglesia,y b) Práctica: forma concreta de presentar la figura del P. Collpara que sea captado su valor de testimonio evangélico.

Toda la preparación tuvo como eje central la profundiza-ción en la fe. Las actividades fueron múltiples y variadas. El Co-mité ejecutivo, incansable en su tarea, motivó y dio iniciativas,programó, organizó y proporcionó material adecuado, siemprecon el doble objetivo de dar a conocer la vida y obra del P. Colly anunciar la próxima Beatificación.

Antes y después de la Beatificación hubo una gran profu-sión de nuevas biografías, escritos y documentos de gran valorsobre la figura, vida y mensaje del P. Coll elaborados por her-manas de la Congregación, autoridades eclesiásticas, frailes do-minicos y otras muchas personas. Varios de estos documentoshan sido publicados en el Boletín Anunciata. También los me-dios de comunicación se hicieron eco del acontecimiento a tra-vés de todo tipo de reportajes, prensa, radio o televisión.

Además, merecen ser destacadas las obras artísticas, lasimágenes del nuevo Beato, especialmente la que preside el altarrelicario del Padre Coll, pinturas, piezas musicales realizadas enlos distintos lugares donde la Congregación estaba presente.Queda como referente de esta época el Himno al Padre Coll,música y letra de la H. Rosa Font en catalán y letra en castellano

234


de la H. Adela Poch. Fue también espectacular la puesta en es-cena de luz y sonido de «Una voz que clama», obra del PadreLorenzo Galmés, que más tarde se adaptó para presentarla envídeo. En Roma se preparó una exposición fotográfica sobre lavida y obra del Fundador de la Anunciata.

Las Provincias, comunidades, hermanas y Familia domini-cana, mostraron verdadero interés en profundizar y vivenciar elmensaje del Fundador. En 1977 el P. Venchi pasó por las distintasProvincias de España y Vicariato de Francia, y el P. José Maríade Garganta por la de Sudamérica en 1978, transmitiendo lagran riqueza de valores que supieron descubrir en la personali-dad del P. Coll. Los libros escritos por los dominicos fray JoséMaría de Garganta y fray Lorenzo Galmés, sobre la figura del P.Coll, ayudaron a las hermanas a ahondar en su vida y obra. Asi-mismo, se avivó en ellas el deseo de leer y comentar la Regla oforma de vivir de las Hermanas, escrita con tanto cariño por elFundador para sus hijas. Sirvió de base a sus reflexiones la cir-cular de febrero de 1978 de la priora general, H. Amelia Robles,y las del Maestro de la Orden, de mayo y septiembre del mismoaño, enviadas con motivo de la Beatificación. Se utilizaron tam-bién como tema de estudio y de plegaria los esquemas de re-flexión sobre el P. Coll y la Anunciata elaborados por el Comitéejecutivo273.

En los colegios y demás centros donde trabajan las her-manas, las actividades fueron múltiples. Con entusiasmo y cre-atividad se buscaron los medios para dar a conocer la figura delP. Coll desde preescolar a los adultos y familias, secundandocon entusiasmo las iniciativas: trabajos, conferencias, concur-sos, de apreciable calidad artística. Todo ello puso de manifiestoque la juventud no se mostraba indiferente ante los valores tras-cendentes de la fe. Con los trabajos mejor logrados se prepara-ron dos álbumes. Uno fue ofrecido al Papa el día de laBeatificación como testimonio evangelizador y de acción de gra-cias por la escuela cristiana; el otro quedó como recuerdo en elmuseo del P. Coll de Vic.

La crónica de la Congregación deja constancia exhaustivade cuanto se llevó a cabo antes y después de la gran efeméridey resalta el eco de cómo respondieron las parroquias de Cata-luña relacionadas con el P. Coll, de los actos celebrados en pue-

235

273 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, p. 145.


blos donde él había residido o predicado, especialmente Artés,Avinyó, Sallent y sobre todo Moià.

«Como acto significativo de esta etapa de prepara-ción, podemos consignar el encuentro de Dominicosy Dominicas residentes en Madrid que, como home-naje al P. Coll, se tuvo en la comunidad de GeneralOráa el 24 de junio de 1978. Después de un audiovi-sual que hizo conectar con la vida del Fundador de laAnunciata, se pasó a una mesa redonda sobre Perso-nalidad, vida y obra del P. Coll. Actuó como coordi-nador el P. José Luis Gago OP e integraban la mesael P. Aniano Gutiérrez OP y las HH. Nieves Espuña yElena Rigau. A continuación, ágape fraterno, oracióncomunitaria y unas palabras de la Priora general, quepusieron fin al acto. En otros muchos lugares de Es-paña y del extranjero los Hermanos y Hermanas dela Orden se reunieron para profundizar en el mensajedel P. Coll, aun en lugares donde no estaba presentela Anunciata, como en Mérida (Venezuela) el 30 deseptiembre de 1978»274.

Las hermanas mostraron siempre profunda veneración yafecto filial hacia los restos mortales del Fundador. Uno de losmomentos que se vivieron con gran emoción y devoción porlas hermanas y personas que tuvieron la suerte de estar presen-tes en la Casa Madre el día 29 de agosto de 1978, fue el recono-cimiento de los restos del Padre Coll que requería el proceso deBeatificación y su traslado a un Altar- Sepulcro275.

Los Actos de la Beatificación se iniciaron en Roma el sá-bado 28 de abril, con el rezo del Rosario del peregrino bajo lacolumnata de San Pedro. Como distintivo para los actos de laBeatificación se distribuyeron medallones con la figura delnuevo beato y la fecha del acontecimiento, así como variedadde pegatinas para los peregrinos, entre las que cabe destacar laque llevaba el lema Vivir y anunciar la fe.

El día 29 de abril a las 09:30 h. daba comienzo la solemneconcelebración. Desde las primeras horas de la mañana los pe-regrinos llegados a Roma, unos doce mil, de distantes paísesesperaban con alegría que la Basílica de San Pedro abriera sus

236

274 Crónica de la Congregación, T. V, p. 147.275 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, p. 51.


puertas para asistir a la Beatificación de los PP. Jacques DésiréLaval y Francisco Coll.

La solemne y emotiva Ceremonia, la participación y actua-ción de los asistentes como familias congregadas en una mismafe, ampliamente reseñada en los documentos citados de la Con-gregación, manifiestan el gran don de la Beatificación de Fran-cisco Coll, hombre de fe, sembrador de esperanza y promotorde paz y reconciliación, en palabras de la homilía pronunciadapor el Papa Juan Pablo II.

En el momento tan esperado del rito de la Beatificación alinicio de la Eucaristía, el Obispo de Isla Mauricio y acto seguidoel de Vic se dirigieron a la cátedra del Sumo Pontífice, acompa-ñados de los postuladores PP. Marcel Martín CSS e InocencioVenchi OP, para solicitar la Beatificación de los siervos de DiosP. Laval y P. Coll y al mismo tiempo trazar un breve perfil bio-gráfico. Juan Pablo II respondió con la fórmula de la Beatifica-ción. El Amén quedó apagado por los acordes del órgano paraentonar el Gloria, al mismo tiempo que en la «Gloria de Bernini»aparecían las figuras de los dos nuevos beatos. Una salva deaplausos resonó en la Basílica, a los que se unió también elPapa. Las setecientas Dominicas de la Anunciata presentes ydemás miembros de la Familia Dominicana aplaudían emocio-nados mientras daban gracias al Señor.

Al terminar el acto de Beatificación los asistentes tuvieronla posibilidad de presenciar el magnífico espectáculo de unascincuenta mil personas que esperaban ansiosas la salida delPapa en la tradicional ventana de su estudio, para rezar con élla plegaria mariana. En la Basílica ondeaba un tapiz, obra del P.Savoia OP, que representaba la Virgen de la Anunciación reci-biendo el Espíritu Santo y entregando a Cristo su Hijo. JuanPablo II presentó en su alocución una breve síntesis de los nue-vos Beatos, «Testigos del evangelio y auténticos catequistas» ala vez felicitó a las dos familias religiosas.

Su fiesta litúrgica se celebraría el día 19 de mayo a peticióndel Obispo de Vic, la Priora general y el Vicario de la Provinciade Aragón a la Sagrada Congregación para los Sacramentos yCulto divino, ya que se había fijado el 2 de abril, fecha de sumuerte, que coincide generalmente con la Cuaresma.

Después de la Beatificación se siguieron diferentes actosfestivos y de acción de gracias: recepción en la Embajada espa-

237


ñola, encuentro de la Congregación en la casa de Villa Anunciatay almuerzo, reunión de la Familia Dominicana en Santa Sabina,representación de «Una voz que clama», concelebración Euca-rística en la Basílica de la Minerva, así como en la Basílica delSagrado Corazón de María.

Muchos de los peregrinos que habían asistido a la Beatifi-cación siguieron los diferentes actos y permanecieron en Romapara darse cita en la plaza de San Pedro y asistir a la audienciadel miércoles 2 de mayo. Llenaban la plaza unas ciento cin-cuenta mil personas entre las cuales se distinguían numerosaspancartas de las distintas Provincias de la Anunciata, tanto deEspaña como de América latina. Cabe destacar la presencia yasidua asistencia a todos los actos del hoy Beato MonseñorÓscar Arnulfo Romero. Tuvieron una vez más el gozo de escu-char las palabras del Papa Juan Pablo II en las que nuevamentese refirió al Padre Coll. Aludiendo a las similitudes de los dosBeatos encareció a las religiosas y religiosos, catequistas, laicos,padres de familia, a ser educadores desde la infancia en el co-nocimiento y amor a Jesús y de su mensaje de fe operante, decaridad activa, de solidaridad universal.

Los actos de acción de gracias continuaron a partir del día17 en Gombrén, Vic y Puigseslloses, multiplicándose y exten-diéndose a todas las Provincias y colegios de la Congregación,destacando el gozo y el agradecimiento, la fiesta y las celebra-ciones religiosas y culturales. Fue además una profusión decomunicación en los medios, expresión fotográfica, documen-tación. Todo ello, ha quedado guardado en el «Archivo de la Be-atificación del P. Coll», en el mismo local del Archivo general.

La Anunciata tuvo claro desde el primer momento que laBeatificación del Fundador debía ser una llamada a la santidad,a profundizar su mensaje e integrarlo en la vida. El don de laBeatificación fue y sigue siendo para la Congregación una graciaque continuó con la profundización histórica en torno a la figuradel Beato Francisco Coll, especialmente a través del P. Vito T.Gómez OP, entusiasta investigador de su vida, a quien el Con-sejo general, después de importantes hallazgos y la posibilidadde otros, le encomendó una tarea de Investigación histórica entorno a la figura y la obra del P. Coll276.

238

276 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, pp. 170-171.


29 de abril de 1979. Roma

Altar, Sepulcro. Vic 1979

Traslado de los restos del Bto. Fran-cisco Coll, a la Catedral de Vic con mo-tivo de la celebración de la Misasolemne de Acción de gracias por laBeatificación. Vic, mayo de 1979.


240

13. Fundaciones

En el período que nos ocupa, al igual que en la etapa an-terior, las fundaciones obedecen a diversos motivos. Si bien po-demos destacar que es una época en la que predominan lasobras de inserción en medios populares, fruto de las orientacio-nes del Concilio Vaticano II. No obstante, también nacen cole-gios en ciudades como Gijón y León; casas de espiritualidadcomo en Requena y Lastres; la colaboración en la casa sacer-dotal de Oviedo. Aparecen también las primeras fundacionesen el continente africano.


241


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. S

OYA

PANGO(E

LSALVADOR)

1965

Obra asistencial San Martín. M

isión educativa.

2. LIMA(P

ERÚ)

1965

1975

Con el fin de tener una casa en Lima para alojamiento de las hermanas

de Pucallpa cuando por diversas causas tenían que permanecer en la

capital se tomó el A

lbergue Municipal de mendigos.

3. A

RENYSDEM

UNT277

1965

1970

Guardería infantil.

4. A

LÉS(FRANCIA)

1965

2005

Dirección Clinique Mistral.

5. LASTRES(A

STURIAS)

1966

Los Sres. Victorero Lucio quisieron proporcionar una escuela para los

hijos de pescadores del litoral de Lastres. Su deseo era hacer donación

de todas sus posesiones para colegio, el día que vinieran a faltar. La

Congregación se comprometió a construir y mantener en el pueblo de

Lastres un colegio de enseñanza primaria denominado colegio «Victo-

rero Lucio» bajo la advocación de Ntra. Sra. del Buen Suceso.

6. S

ANTIAGOM

ACUL(C

HILE)

1966

1972

Pensionado universitario y casa de estudios.

7. ZARAGOZA

1967

Obra Social «Mi Casa». A

tención a niños sin hogar.

8. LIMA(P

ERÚ)

1968

1975

Clínica San Juan de Dios. Supervisión, rehabilitación, enferm

ería, des-

pensa y cocina de la clínica. Catequesis en la clínica y barrio próximo.

277El 25 de marzo de 1965 la comunidad que se hace cargo de la guardería se independiza de la del colegio fundado en 1876.


242


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

9. S

ANTATECLA

(ELSALVADOR)

1968

Obra Social Dominicas Anunciata (OSDA) con el fin de promover a la

juventud con escasos recursos económicos. En el 2012 se erige casa

Noviciado.

10. G

IJÓN278

1968

Al intentar am

pliar la enseñanza im

partida y admitir a algunas internas,

fueron surgiendo algunas dificultades por parte del Presidente del «Pa-

tronato San Eutiquio». Entonces la comunidad vio la conveniencia de

edificar un colegio propio en Gijón y propusieron la construcción de un

colegio funcional en la finca del Sanatorio Covadonga. Colegio «Virgen

Mediadora».

11. A

PLA

O-A

REQUIPA

1969

1976

Dirección del colegio público.

12. R

ULI(R

WANDA)

1969

La diócesis de Vic solicita a la Congregación hermanas que puedan mi-

sionar en Ruanda junto con los sacerdotes. Se trataba de organizar y

mantener un dispensario, un centro nutricional y una escuela hogar.

13. L

EÓN

1970

Colegio a las afueras de León.

14. C

AHABÓN(G

UATEMALA)

1970

El P. Terencio Huguet OP, Párroco del lugar, solicita cuatro hermanas

para catequesis, escuela hogar y dispensario.

15. R

EQUENA(V

ALENCIA)

1971

Lugar de descanso en verano para hermanas. Casa de Espiritualidad

(marzo 1972).

16. A

ÑATUYA

(ARGENTINA)

1971

Actividades pastorales: catequesis.

17. A

LCÁZARDESANJU

AN

(CIUDADREAL)

1971

1986

Función sanitaria.


243

278Casa fundada en 1968, por traslado de la comunidad del colegio «Santa Catalina», anexionada en 1962. Este colegio fue fundado en

1930 por las HH. del Beaterio de Belchite.

279En 1972 se funda la comunidad de la Casa Provincial y el consejo sale del colegio, única comunidad hasta entonces en Oviedo. Se

instala en un chalet que había en el actual jardín y comienzan las obras del Colegio M

ayor al lado; éstas terminan en septiem

bre de

1974 y la comunidad del chalet, junto con el consejo provincial pasan al edificio del actual Colegio Mayor.

18. F

RIBURGO(S

UIZA)

1972

Atender la Residencia de señoras (Foyer Ste. Elisabeth).

19. A

LMONTE(H

UELVA)

1972

Trabajo parroquial, catequesis, atención enferm

os en visitas domicilia-

rias, grupos juveniles, alfabetización adultos.

20. C

HILTIUPÁN(E

LSALVADOR)

1972

Atención de la parroquia, dispensario y luego escuela oficial.

21. O

VIEDO279

1972

Necesidad de construir un nuevo edificio para Colegio M

ayor y Casa

provincial.

22. B

ARCELO

NAc/ Ángeles

1972

1987

Colegio Ntra. Sra. del Rosario.

23. A

DRA(A

LMERÍA)

1973

Comunidad de inserción. A

ctividades parroquiales y clases en el Insti-

tuto.

24. M

UYA

NZA(K

IGALIRUANDA)

1973

1988

El obispo y los Padres Blancos, que regentaban la parroquia, solicitan

la presencia de las hermanas para colaborar en la misión. Dirigirán

«L�école fam

iliale», un «Foyer» y un «Centro Nutricional».

25. V

ITARTE(P

ERÚ)

1973

Deseo de las hermanas de colaborar en la pastoral de las zonas margi-

nales de Lima (Barrio San Gregorio).

26. M

ONTEVIDEO-N

OVICIADO

1973

1979

Comunidad de form

ación Noviciado.

27. A

RRECIFES(Barrio

Palerm

o) - BUENOSAIRES

1973

1997

Actividades parroquiales: Cáritas, visita a enferm

os.


244


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

28. C

OLÓ

NORIENTE(C

HILE)

1973

2016

Enseñanza y tareas pastorales.

29. O

VIEDO- Casa Sacerdotal

1973

Atención a los sacerdotes.

30. M

ADRIDc/ La Granja

1973

Casa general.

31. M

ADRID- Aluche

1973

Casa de Form

ación y Preescolar La Anunciata.

32. B

ELO

HORIZONTE(B

RASIL)

1973

Catequesis de infancia y juventud y animación de comunidades sin sa-

cerdote. Se estableció en Ntra. Sra. de Gloria.

33. ISLA

CRISTINA(H

UELVA)

1973

1979

A petición del Obispo con la misma finalidad que la fundación de Al-

monte.

34. L

ACORUÑA(G

ALICIA)

1973

2000

En junio de 1972 fue aprobada la creación de una comunidad en La Co-

ruña para una guardería patrocinada por la institución «Empresas Po-

pulares Gratuitas».

35. M

ONTCADAIREIXACc/ Bruc

1973

2004

Petición del Párroco que quería una comunidad que colaborara estre-

cham

ente en la labor pastoral de la parroquia y viviera más de cerca la

realidad social.

36. A

REQUIPA280(P

ERÚ)

1973

1977

Actividades parroquiales, Parroquia Cristo Obrero.

37. J

OYA

BAJ(Q

UICHÉ-

GUATEMALA)

1974

1980

Los PP. Misioneros del Sagrado Corazón solicitan hermanas para la mi-

sión para llevar el Pan de la Palabra y dar testimonio en las aldeas más

alejadas.

38. F

ERRERIES(M

ENORCA)

1974

El Párroco de Ferreries (M

enorca) pidió Hermanas para la dirección de

un colegio parroquial y cooperar en la pastoral de la parroquia.


245

39. G

ALTZARABORDA

(GUIPÚZCOA)

1974

Debido a la inquietud de varias hermanas que buscaban un estilo de

vida comunitaria más ágil y una mayor inserción en el m

edio.

40. S

ANTACOLO

MAc/ Francisco

Moragas

1974

1978

En el verano de 1974 tres Hermanas de la comunidad del colegio «Sa-

grado Corazón» de Santa Coloma de Gramanet, junto con otra de la

comunidad de Cerdanyola, pasaron a fundar una nueva casa, situada

en la calle Francisco M

oragas. Las Hermanas siguieron colaborando

en las mismas obras en las que trabajaban hasta entonces, colegios de

Santa Coloma de Gramanet y Cerdanyola.

41. G

uatem

ala - Casa

Form

ación

1975

Casa de Form

ación «Anunciata» y casa de acogida para las hermanas

que trabajan como misioneras en el interior de la República.

42. L

ACAÑADA(A

LMERÍA)

1975

2002

Inserción en el barrio. C

olaboraban con la parroquia en catequesis, li-

turgia, pastoral de los Sacramentos, m

ovimiento junior, preparación

de madres catequistas.

43. C

ORNELLÀDELLOBREG

AT

1975

1996

Evangelización de un barrio obrero. A

ctividad docente en escuelas de

la localidad y colaboración pastoral.

44. V

IGO

1975

Tareas parroquiales y sociales en colaboración con los PP. Dominicos.

45. O

NO(C

OSTA

DEM

ARFIL)

1975

1987

Misión sanitaria, alfabetización a los obreros y catequesis.

46. V

IC- Residencia

1975

Residencia de hermanas mayores.

47. Z

ARAGOZA

1975

1988

Comunidad de inserción en el barrio Oliver.

48. T

ELEMÁN(G

UATEMALA)

1976

Responde a las inquietudes de los PP. Dominicos de am

pliar el trabajo

misionero en la zona de Alta Verapaz.

280No llegó a form

arse jurídicam

ente comunidad.


246


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

49. M

ANTENÓPOLIS(B

RASIL)

1976

1977

A petición del Párroco. Atención de un pequeño hospital y jardín de in-

fancia. Pastoral parroquial.

50. S

ANJO

SÉDELBOQUERÓN

(ARGENTINA)

1976

1992

Evangelización a través de escuelas oficiales, catequesis y asistencia

sanitaria.

51. M

ONTESCLA

ROS(B

RASIL)

1976

El P. M

anuel M

ª Tort S.J. pidió a la Congregación una comunidad para

colaborar en las Obras sociales que había fundado en la parroquia de

San Sebastián: guardería infantil, lavandería comunitaria, ambulatorio

y centro cultural. Actualmente la comunidad se trasladó a otro barrio y

atiende la Obra social Aquarela.

52. B

ONOUA(C

OSTA

DEM

ARFIL)

1977

Colegio santa Rita. Su m

isión consiste en la promoción humana y la

evangelización.

53. F

RANCISCOSÁ(B

RASIL)281

1977

Atención a enferm

os y pastoral parroquial.

54. B

ARCELO

NA- Passeig

Verdum

1977

1979

Mayor inserción en el barrio. Catequesis.

55. B

ARCELO

NA- Marquès de

Foronda2

821977

2004

Mayor inserción en el barrio para tener un contacto m

ás cercano con

la gente y la parroquia.

56. B

ECERRILDELA

SIERRA

(MADRID)

1977

Casa de Oración. A

nte el deseo de algunas hermanas de dedicar m

ástiem

po a la oración y revitalización interior.

57. M

ADRID- Casa Provincial

1977

Ante las dificultades que planteaba una comunidad tan numerosa, por

concentrarse hermanas que debían permanecer en Madrid por diversos

motivos, se establecen dos comunidades en la misma casa.


247

58. V

ALLADOLID- Residencia

1977

Residencia para hermanas y fam

iliares de las hermanas que no tuvie-

sen a nadie que les cuidase.

59. L

ACHARQUEADA

(URUGUAY)283

1978

1965

Evangelización de los más necesitados. Labor apostólica y promocional

del pueblo.

60. L

EÓN284

1978

1990

Enseñanza y pastoral parroquial.

61. P

ATERNA(V

ALENCIA)

1979

Traslado del colegio de Valencia.

281La comunidad se form

ó con las hermanas que habían integrado la comunidad de Mantenópolis, cerrada ese mismo año.

282En 1983-1984 se planteó el cierre del colegio C / Chapí 71, fundado en 1978.

283El 16 de marzo de 1995 se traslada a Vergara.

284Con motivo de la reestructuración de la Casa de León, se aprobó la constitución de una nueva comunidad en el m

ismo edificio, como

desglose y, al m

ismo tiempo, complemento de la comunidad del colegio.


VII. DEJAR CORRER LA SAVIA. COMPARTIR EL DON (1980-2000)

Este capítulo se inicia con la referencia a un período con-flictivo y doloroso en la historia de América Latina, que tuvo es-pecial impacto en las comunidades de Centroamérica, dejandoricos testimonios. Savia de audacia y fidelidad que sigue co-rriendo como en los inicios de La Anunciata, salvando obstácu-los y comunicando vida.

Al mismo tiempo, el carisma continúa extendiéndosehasta llegar al continente asiático, hacia donde ya el P. Coll habíadirigido su mirada esperanzada. La Congregación también co-mienza a recibir vocaciones africanas, que rápidamente se hande multiplicar, como don y fuerza viva.

Nuevos retos en el campo educativo y proyectos comunesen la pastoral vocacional, junto con el significativo incrementodel laicado identificado con el carisma colaborando en la con-ducción de las obras, son rasgos de esta época de la historia dela Congregación que, junto con toda la vida consagrada, avivala conciencia de la necesidad y la riqueza de compartir el donrecibido.

1. Tiempos de conflicto en América Latina

El tránsito de la década del 70-80 se caracterizó en los pa-íses latinoamericanos por la agudeza del conflicto político mili-tar y las luchas revolucionarias por la liberación. La situaciónque vivían estos pueblos queda bien reflejada en el análisis que

249


hicieron los obispos latinoamericanos reunidos en Puebla, en1980, cuando describen la realidad socio cultural del continente.Desde las ideologías de la «seguridad nacional» se favoreció elabuso de poder de los regímenes de fuerza.

Al referirse a las angustias que padecen señalan: «Angus-tias por la represión sistemática o selectiva, acompañada dedelación, violación de la privacidad, apremios desproporciona-dos, torturas, exilios. Angustias en tantas familias por la desa-parición de sus seres queridos de quienes no pueden tenernoticia alguna. Inseguridad total por detenciones sin órdenesjudiciales».Y, a continuación, hablan de las «angustias por laviolencia de la guerrilla, del terrorismo y de los secuestros rea-lizados por extremismos de distintos signos que igualmentecomprometen la convivencia social»285.

Esta realidad marcó una época de mucho sufrimiento enlos países latinoamericanos donde la Congregación está pre-sente, tanto en América del Sur como en Centroamérica, bienpor los atropellos a la dignidad de las personas por parte de lasfuerzas militares, como por la acción de grupos revolucionariosviolentos, como Sendero luminoso en Perú. La Iglesia debe pro-nunciarse denunciando y condenando estas situaciones desdela profecía, afirman los obispos en Puebla. Esta voz se hace oírcon distinta fuerza y audacia en los diferentes países; pero entodos, el compromiso con el Evangelio se sella con el martiriode laicos, obispos, sacerdotes y consagrados.

En América del Sur el sufrimiento a causa de desaparicio-nes y otros atentados contra la dignidad de las personas, se hizosentir en los lugares donde está presente La Anunciata, en es-pecial en Uruguay, Argentina y Chile en los que algunas situa-ciones tocaban de cerca a las comunidades educativas o a lamisión pastoral. En este último país la Iglesia denunció con va-lentía la transgresión de los derechos humanos y los abusos depoder, encontrando eco en las hermanas.

Especial conflictividad e implicación de las hermanas seda en los países de El Salvador, Guatemala y Nicaragua. A pesarde los inconvenientes la Priora provincial y Consejo se despla-zaron con diligencia para acompañarlas en estos difíciles mo-mentos.

250

285 Documento de Puebla, nn. 41-42.


También desde el gobierno general se apoya y anima a lashermanas en esta dolorosa y conflictiva situación. La priora ge-neral, H. Amelia Robles, después de su visita a estos países, el27 de agosto de 1980 escribe a la Congregación haciéndola par-tícipe de la realidad que en Centroamérica se está viviendo y lascircunstancias en que se encuentran las comunidades. Comentatambién la actitud de nuestras hermanas inmersas en estemundo de violencia. Refiriéndose a las que están en Guatemalay han tenido que dejar la casa, dice: «La actitud de las Hermanasnos ha parecido preciosa. Mucha oración, mucha reflexión y unvivir pendientes de la gente de quienes momentáneamente seven alejadas». De las que están en El Salvador señala, despuésde describir los hechos:

«[…] En esta tesitura nuestras Hermanas están vi-viendo plenamente y con toda conciencia el mo-mento que les toca. Siempre atentas a defender losderechos de los pobres, no sólo con palabras, sinocon gestos y actitudes a veces harto comprometidas.No faltan ratos de incertidumbre y de zozobra, puespor momentos se hace difícil ver la luz entre tantaviolencia, tanto pecado, tanto egoísmo. Esto les llevaa estar constantemente en un proceso de discerni-miento que exige mucha pobreza, mucha oración,mucha reflexión. La Iglesia en El Salvador es una Igle-sia muy concientizada y que, en la mayoría de suselementos más activos, optó, hace tiempo ya, deci-didamente por los pobres. En esta postura, gracias aDios, están nuestras Hermanas, muy conscientes delriesgo que esto implica en estos momentos. Lomismo que decíamos de las Hermanas de Guatemalahaciendo nuestras las palabras de San Pablo a los Te-salonicenses, podemos decir ahora a propósito de lasde El Salvador»286.

Sucesos en Nicaragua

La revolución nicaragüense se llevó a cabo desde 1978 apartir de la insurrección popular generalizada que culminó conel triunfo de la Revolución Popular Sandinista. Las hermanas vi-vieron momentos muy tensos, atendieron a refugiados y heri-dos.

251

286 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, pp. 991-994.


Después del triunfo se presentan los interrogantes sobrela nueva situación. Asume el poder el frente Sandinista de Libe-ración Nacional y en su gobierno promete reivindicaciones so-ciales antiimperialistas.

En 1979 la Conferencia Episcopal de Nicaragua emite unaCarta Pastoral donde invita al pueblo cristiano a integrarsedesde su fe, a las nuevas estructuras; se reúnen los obispos ycongregaciones para conocer el proceso político y establecerestrategias de educación en la fe. En 1981, la Priora provincial,H. Nieves Martínez envía una reflexión en la que enfatiza su in-vitación para responder al momento histórico desde la identi-dad carismática. Las hermanas, en sintonía con la familiadominicana se fortalecen en la decisión de continuar en cons-tante búsqueda y discernimiento, reafirmando la opción prefe-rencial por los pobres.

Asesinato de Monseñor Romero y situación en El Salvador

Monseñor Oscar Arnulfo Romero tuvo un lugar especial enla Provincia San Martín de Porres. Estuvo vinculado a la Con-gregación a través de las enseñanzas que dirigía a las hermanascon ocasión de fiestas significativas, así como en los CapítulosProvinciales. Como ya se ha señalado, asistió a la Beatificacióndel Padre Coll. Aún hoy, se conserva en el despacho de Mons.Romero el calendario editado por la Congregación tras la Bea-tificación de su Fundador, abierto en la página del mes de marzode 1980.

Su muerte acontece en el contexto de violencia en El Sal-vador, precedida del asesinato de varios sacerdotes que se opo-nían a la estructura de pecado de la sociedad. MonseñorRomero denunciaba las violaciones a los derechos humanos enlas homilías dominicales trasmitidas por la Emisora de la Iglesia.El sistema no pudo soportar estas denuncias y el 24 de marzode 1980 es asesinado, en el momento de la Consagración, en laCapilla de las Carmelitas en San Salvador.

Las Comunidades cristianas lo tienen en lugar de honor enel martirologio latino. Monseñor Romero, se convirtió en «la vozde los sin voz» El día 23 de mayo de 2015 fue beatificado en SanSalvador, en jubilosa y multitudinaria celebración.

En los años 1980 a 1982, a raíz del asesinato de Monseñor

252


Romero, la Iglesia y dentro de ella las comunidades religiosas yalgunos sacerdotes sufrieron persecución, porque el gobiernoy el ejército consideraban que se trabajaba apoyando a los re-volucionarios. Como consecuencia, la casa de las hermanas fuecateada varias veces por soldados en busca de armas, guerri-lleros escondidos o propaganda subversiva. Esta situaciónafectó bastante la vida religiosa, que vivía en tensión y conflictode ideas, posiciones opuestas ante una misma realidad, luchaideológica al interior de la misma, que exigía permanentementela búsqueda de la verdad.

La Comunidad de Fray Martín vivió momentos de fuertestensiones a causa de la toma casi constante de la Iglesia El Ro-sario, contigua a la casa de las hermanas, permanecían enmedio de bombas, mítines efectuados por organizaciones gue-rrilleras. En una ocasión allanaron la casa a altas horas de lanoche siendo sorprendidas las hermanas por bandos de hom-bres, unos armados, en huida otros, destruyendo puertas, ven-tanas, en acciones desesperadas. Por este motivo las hermanasse desplazaron a Santa Tecla.

También en la Casa provincial fueron sorprendidas las her-manas por un cateo seguido de una estricta vigilancia en los al-rededores del Colegio. Por seguridad, algunas hermanasancianas y enfermas fueron trasladadas a Guatemala.

Por encontrarse Suchitoto en la zona de conflicto, sucedie-ron hechos lamentables como la desaparición de personas,unas asesinadas en sus propias casas, cadáveres dejados en di-ferentes partes del pueblo o arrojados a la orilla del camino. En1980 recrudeció la violencia a tal punto que la gente tuvo queabandonar sus casas, quedando el 2% de la población, incomu-nicado el pueblo careciendo de servicios públicos y de alimento.En el tiempo de la matrícula solo llegaron 25 alumnos, que a losdos días retiraron los documentos porque se marchaban delpueblo. Habiendo quedado cuatro hermanas tuvieron que salirsolo con lo de uso personal para no entrar en sospechas. Estofue el 31 de enero de 1981 cuando quedó cerrada temporal-mente la casa y con esperanza de volver. Las hermanas fueronreubicadas en San Martín y Quezaltepeque. Se vieron forzadasa abandonar la obra por el «delito» de acompañar a la gente ensu lucha por obtener mejores condiciones de vida.

En Quezaltepeque, las organizaciones tomaron el edificio,

253


sin respetar al alumnado. Hicieron dos registros y asesinaron aun alumno.

Conflicto en Guatemala

El 24 de julio de 1980 salen las hermanas de las casas deSanta Cruz de El Quiché y Joyabaj. Su abnegada presencia sehabía tornado arriesgada por el recrudecimiento de la violenciay amenazas de muerte por parte del Ejército de Guatemala. Enesos penosos tiempos se dio el asesinato de los Padres JoséMaría Gran y Faustino Villanueva, misioneros de Ntra. Señoradel Sagrado Corazón y cantidad de catequistas desaparecidosy torturados.

Las amenazas al Obispo de El Quiché Monseñor Gerardi,le obligaron a retirarse de la Diócesis y salir del país. Con él seretiraron también los religiosos, religiosas y sacerdotes, comoexpresión de solidaridad y protesta por la situación de violencia.La prensa nacional publicó un artículo en el que acusaba a lashermanas de inculcar doctrinas subversivas a los alumnos. Conel cierre de las casas se vio afectada la misión educativa, perose compensó con la reciente apertura de dos casas en México.

En El Quiché, se responsabiliza a un grupo de profesoresy padres de familia para asumir la marcha del colegio hasta elfin de curso. La violencia y el vandalismo segaron vidas, des-truyeron aldeas, edificios. En esta corriente incontenible cayónuestra casa-Colegio de Santa Cruz de El Quiché, quedandoprácticamente destruida y expuesta a leyes arbitrarias de expro-piación.

En Chichicastenango se despidió a las internas y las her-manas renunciaron a las plazas oficiales de la Escuela e Insti-tuto. Se avisó a la Priora general, quien expresó su solidaridadhaciéndose presente en compañía de H. Consuelo Rey. La Con-ferencia Episcopal tuvo una postura muy ambigua que creó con-fusiones. De esto se aprovecharon las fuerzas político-militarespara sus objetivos. En tal situación se decidió volver a Chichi-castenango en 1981, de acuerdo con el Obispo. Se recibieron al-gunas internas y se optó por la pastoral de la presencia, ya quetoda actividad resultaba sospechosa.

Seguían los asesinatos. La muerte del misionero del Sa-

254


grado Corazón P. Juan Alonso, hizo salir del lugar a esta Con-gregación. El administrador Apostólico, sumido en el miedo nose presentó más. La situación continuó agravándose y en enerode 1982, la Congregación no vio la posibilidad de permanecer yse retiró nuevamente. Fue en enero de 1983 cuando las herma-nas regresaron definitivamente para animar a la gente víctimade la violencia, compartiendo aquellas horas de dolor.

2. Aprobación definitiva de las nuevas Constituciones

Fue un hecho importante en este período la aprobación de-finitiva de las nuevas Constituciones por parte de la SagradaCongregación para los Institutos de Vida Consagrada.

El Capítulo general de 1982 hizo una detenida revisión deltexto de las Constituciones renovadas de 1970, que había sidoreeditado en 1976. La priora general recién electa, H. Umbelinadel Barrio presentó dicho texto a la Sagrada Congregación y re-cibió el decreto de aprobación definitiva el 25 de marzo de 1983.Lo firma como Prefecto el Cardenal Eduardo Pironio, exhor-tando a la Congregación a que fieles a su carisma específico ya su especial vocación dominicana procuren «contemplar y dara los demás lo contemplado», recibir como María la Palabra ycomunicarla con sencillez y alegría.

El Cardenal Pironio ha sido una persona muy significativaen la Iglesia y cercana a la Congregación, que tiene actualmenteiniciada la causa de canonización. Conocía a La Anunciatasiendo ya obispo de la diócesis de Mar del Plata (Argentina) ala que pertenecían dos comunidades de la Provincia Santa Rosa.Elegido por Juan Pablo II Prefecto de la Sagrada Congregaciónpara los religiosos solicitó a H. Alicia Ovejero que colaboraracon él en este servicio eclesial. Ella actuó en la secretaría del Di-casterio, en el área de la lengua española desde 1982 hasta 1988en que fue nombrada Priora provincial de la Provincia SantaRosa de Lima. Al hacerse presente el Cardenal Pironio en el XIXCapítulo general dejó a la Congregación un mensaje que se con-serva a la vez como legado: «Hoy he tenido una experienciamuy honda y gozosa de Iglesia, al visitar aquí el Capítulo gene-ral de las Dominicas de la Anunciata, en el lugar mismo dondenació el P. Coll. A las queridas Religiosas les digo: vivan en pro-fundidad contemplativa, en comunión fecunda de Iglesia, irra-dien la alegría de la esperanza».

255


Las nuevas Constituciones son introducidas por el Maestrogeneral de la Orden Vicente de Couesnongle, quien señala:«Vuestras Constituciones se me presentan ante todo como unlibro de espiritualidad, y de espiritualidad dominicana. Es elmás bello elogio que pueda tributarles». La Priora general pro-mulgó las Constituciones en su circular del 21 de noviembre de1983. Fueron entregadas a las hermanas y estudiadas por laCongregación.

3. Constitución de la Delegación en Brasil287

El número de jóvenes brasileñas que se unían a La Anun-ciata en las comunidades de Brasil hizo plantear la necesidadde tener una delegada con más poder de decisión. En este mo-mento eran ya cuatro las comunidades fundadas en el país:Aarao Reis, Gloria, Montes Claros y Francisco Sá.

El Capítulo general de 1988 trató dicho tema acordándose«establecer una Delegación provincial «ad experimentum» yque la Provincia Sta. Catalina se acogiese a este cauce para lascomunidades de Brasil». El 21 de octubre de 1988, el Capítuloprovincial nombró Delegada por un trienio a la H. Beatriz AntuñaIglesias y Consejeras a las hermanas Ignacia Álvarez Uría, OtiliaGonzález y Rosa Mª de Castro. El nombramiento fue confirmadopor el Consejo general el 28 de octubre. La Delegada tiene pormisión promover e impulsar en las comunidades la vida espiri-tual, la formación y la misión apostólica288.

Transcurrido el tiempo «ad experimentum» y teniendo encuenta las evaluaciones correspondientes, el Capítulo generalde 1994 aprobó la figura canónica de Delegación provincial(ACG n. 159). La Priora provincial con el consentimiento de suConsejo solicitó, el 1 de marzo de 1995, la erección canónica dela Delegación en Brasil que fue aprobada por la Priora generaly Consejo el 29 de marzo del mismo año.

256

287 Nuestras Leyes establecen que cuando una Provincia tiene fuera de su demarca-ción territorial algunas casas o cuando la extensión territorial de la misma u otrascircunstancias lo aconsejaren, el Consejo provincial o el capítulo provincial puedenpedir a la Priora general la erección de una delegación provincial. La Priora general,si lo cree oportuno, podría erigirla previo consentimiento de su consejo. (NL 272).La delegación debe tener por lo menos doce religiosas de votos perpetuos, trescasas canónicamente erigidas, a ser posible una de ellas formada, y alguna etapade formación. (Cf. NL 272, 464-474)

288 Cf. Crónica de la Congregación, T. VI, p. 578.


En los años 2001 y 2010 esta Delegación se enriqueció condos nuevas fundaciones en Governador Valadares y Río Branco(Acre) respectivamente.

4. Presencia en nuevos países

México

La situación de violencia que se vivía en los países centro-americanos en los años 70-80, hizo que el Gobierno general deacuerdo con la Priora provincial, H. Nieves Martínez, viera la po-sibilidad de salir hacia Honduras o México. Como queda dicho,la priora general, H. Amelia Robles, se trasladó en los primerosdías de agosto de 1980 junto con H. Consuelo Rey, Consejerageneral, a Centro América. La H. Amelia regresa pronto a Es-paña y H. Consuelo junto con la Priora provincial se trasladarona México para ver las posibilidades de una nueva fundación. Seeligió este último país por haber una menor problemática polí-tica y para intentar que la Anunciata arraigara en tierras mejica-nas con vocaciones autóctonas.

El 3 de diciembre de 1980 el Consejo general aprobó la fun-dación de Valle de Bravo, pueblo de la diócesis de Toluca. El 12de enero de 1981 llegaron las primeras hermanas: Piedad Gue-rra, Josefa Muntadas, Inocencia Fernández y Esther Lamela.Después de conocer el lugar y establecer contacto con la gente,las hermanas se dedicaron a las tareas apostólicas parroquiales:movimientos apostólicos de adultos, coordinación de la cate-quesis, formación de catequistas, visitas familiares, liturgia, pas-toral de enfermos, dispensario.

Este mismo año se fundaría una nueva casa en Izúcar deMatamoros (Estado de Puebla) con similares objetivos y tareaparroquial. En 1992 se estableció una comunidad en la ciudadde Puebla para acoger a jóvenes vocacionadas constituyéndoseun postulantado289.

Portugal

En 1985 la Anunciata se hace presente en Portugal. La fun-dación en este país estuvo motivada por la promotora de la

257

289 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, pp. 793. 853 y T. VI pp. 851-852.


«Casa Mâe do Gradil», Dña. Mª Jesús Alcántara Mota Ferreira,quien, debido a su edad avanzada, no podía continuar respon-sabilizándose de la atención de un internado de niñas y mani-festó interés en dejarlo en manos de una Congregaciónreligiosa.

El 28 de agosto de 1984 habiendo recibido la bendición dela priora general, H. Umbelina del Barrio, salen de Oviedo condirección a Lisboa las primeras hermanas, Sénida Fernández,Isabel Domínguez y Ángela Melgar. En Gradil asumirán la mi-sión «Casa Mâe do Gradil», un internado con unas 50 niñas de4 a 16 años pertenecientes a familias con graves problemas eco-nómicos, familiares y sociales. Valorando la dedicación de lashermanas, en febrero de 1985 ante la escasez de principios reli-giosos en la mayoría de las familias, el Consejo parroquial lasinvitó también a impartir clases de Religión en las escuelas, cier-tamente esta obra respondía a la finalidad del P. Coll al fundarla Congregación. El 11 de octubre de 1985 quedaba erigida ca-nónicamente la casa con la debida autorización del Patriarca deLisboa290. La obra de las hermanas es muy bien valorada por elObispo de la diócesis quien en su visita destaca «el espíritu deservicio y entrega de las hermanas, el ambiente de tranquilidady espontaneidad de las niñas». No obstante, ante cambios en laDirectiva de la obra han de retirarse en el año 2000.

Camerún

En agosto de 1989, durante el primer generalato de H. Um-belina del Barrio, el Consejo general propuso una reestructura-ción de las comunidades de África a fin de asegurar la presenciade la Anunciata en dicho continente.

Es en este contexto, que la Provincia Nuestra Señora delRosario, que ya estaba presente en Rwanda, toma la decisiónde expandirse a Cameroun. Después de unos trámites previos,se opta por fundar en la capital política del país, Yaoundé, quecuenta con una diócesis acogedora y cuyo Arzobispo, Mons.Jean Zoa, «solicitaba constantemente la presencia de religio-sas»291. El mismo prelado proporcionó trabajo en la parroquiade Cristo Rey de Tsinga a las primeras hermanas, Mercedes Ar-gerich y Cristina Lenscak, que llegaron el 7 de enero de 1989. La

258

290 Cf. Crónica de la Congregación, T VI, pp. 652-653, Boletín Anunciata, nº 184.291 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 512.


misión consistía en la formación y coordinación de catequistasy la alfabetización, promoción cultural, animación femenina yformación de catecúmenos de la comunidad nordista292.

Al comienzo se establecieron en una pequeña casa alqui-lada en el barrio de Komkana próximo a la parroquia. En 1992se compraron dos casas contiguas en el barrio de Nylon, si-tuado entre la parroquia de Tsinga y Nlongkak con amplias po-sibilidades de trabajo pastoral, acogiendo también a jóvenesformandas. Esta primera casa de La Anunciata en Camerounpasó a ser en 1995 Estudiantado para las hermanas de la Con-gregación en África, tanto las que dependían de la ProvinciaSanto Domingo como de Nuestra Señora del Rosario.

Posteriormente se fundarán en este país dos comunidadesmás respondiendo a la misión educativa y parroquial (Abom,1996), sanitaria y pastoral (Djunang, 2000).

Benín

La Congregación presente en el continente africano desde1969, quería extender sus raíces en estas tierras y se establecióen un nuevo país: Benín. El 5 de enero de 1989, acompañadaspor la secretaria de la provincia Santo Domingo, H. ConsueloRey, llegaron las primeras hermanas a Bembereké, parroquiade la diócesis de Parakou que fue confiada a la diócesis deOviedo en junio de 1988. Ellas eran: H. Teresa Reixac, H. Pilar Lo-zano y H. Carmen Peris. La fundación se hizo a través de dichadiócesis, a petición del Arzobispo de Oviedo y del Obispo de Pa-rakou. En octubre de 1988 la Priora provincial H. Amelia Robles,se reunió con el Delegado de Misiones de la diócesis de Oviedopara estudiar el Proyecto de colaboración misionera entre esadiócesis y las Dominicas de la Anunciata.

La primera tarea que acometieron las hermanas fue la deprepararse en la lengua de la zona, el «Bariba» y visitar los po-blados que pertenecían a la parroquia para conocer la realidad.Comenzaron a impartir catequesis en francés a los alumnos dela parroquia y en los poblados ayudándose de intérpretes. Tam-bién se dedicaron a la formación de la mujer293.

259

292 Cf. Crónica de la Congregación, T. VI, p. 513; Boletín Anunciata, n. 235.293 Crónica de la Congregación, T. VI, pp. 414-415.


Posteriormente, en el año 2006, la Provincia Santo Do-mingo fundará en este país otra comunidad en Sinendé, dondelas hermanas se dedicarán a la promoción de la mujer, la misióneducativa y evangelizadora a través de una escuela, internadode jóvenes y atención de la parroquia. En 2016 La Anunciata seestablecerá en otra población de este país, Kpakpamè, en dondese ofreció a la Congregación un terreno para establecer un di-pensario. Estas nuevas fundaciones se hacen en lugares muypobres donde las personas viven en condiciones precarias y conmucha problemática social.

Paraguay

El deseo de establecer la presencia de las Dominicas de laAnunciata en Paraguay impulsó la misión vocacional a partir de1994. De los viajes apostólicos realizados años anteriores, sur-gieron jóvenes vocacionadas que ingresaron en la Congrega-ción.

El VII Capítulo provincial de la Provincia Santa Rosa deLima, sugiere al Consejo que vea la posibilidad de una funda-ción en Paraguay para acompañar a las jóvenes vocacionadas,aunque para ello haya que cerrar la comunidad de Arrecifesdonde estaba la H. Angélica Mellid, primera profesa paraguayaen La Anunciata.

La priora provincial H. Amelia Robles y la H. Angélica Me-llid, contactaron con las HH. Dominicas del Stmo. Sacramentoy con las Dominicas de la Anunciación, ambas paraguayas.Orientadas por ellas visitaron Caacupé, vistas las posibilidadesque se ofrecían, no se consideró conveniente fundar en dicholugar. El Sr. Arzobispo Mons. Felipe Santiago Benítez aconsejóa la H. Amelia que se instalaran en Ñemby, lugar en el que lasreligiosas de la Sagrada Familia tenían una casa y la alquilarona la Congregación. Allí se establecieron las primeras hermanasel 10 de diciembre de 1996. La comunidad estaba formada porlas hermanas Ángélica Mellid, Mirtha Cabral y Rosa Martín. Lacasa alquilada en Ñemby no reunía las condiciones deseadas;por indicación del Sr. Arzobispo y con su ayuda se fue buscandoterreno en la Gran Asunción para comenzar un colegio, hastacomprar un terreno en Luque, donde se construyó el colegioMadre Rosa Santaeugenia que abrió sus puertas en el año 2000y abarca actualmente los niveles de enseñanza infantil, primariay secundaria.

260


5. La Anunciata en Asia: Filipinas

La expansión misionera a Oriente responde a la intuiciónque tuvo el P. Coll expresada en su Proyecto de Constitucionesde que la Anunciata se extendería por el mundo entero. Ya en elaño 1866 los Obispos dominicos P. Gainza y P. Cuartero quisie-ron hermanas para Filipinas, a lo que no se pudo responder porescasez de personal294. Un segundo intento se dio a principiosde siglo, en la sesión de Consejo general del 8 de febrero de1907, las hermanas aprobaron una fundación en Manila, que porfalta de medios no llegó a concretarse.

La Provincia San Raimundo de Peñafort a pesar de variosintentos aun carecía de proyección misionera fuera de Españaen el año 1981. En la carta de aprobación de las Actas del Capí-tulo provincial de dicho año se las animaba a esta proyección.El capítulo general de 1982 donde salió elegida la H. Umbelinadel Barrio, «le encomienda arbitrar los medios para abrir unpuesto de misión en Oriente»295.

En 1985 se dieron los pasos previos a la fundación de laprimera casa al viajar a Filipinas la delegada general de Misio-nes, H. Nieves Martínez y la priora provincial, H. Mª AsunciónMitjans para ver las posibilidades de establecer hermanas en elpaís.

«Visitaron diferentes comunidades religiosas, en ge-neral españolas, a Obispos de diferentes diócesis dela isla de Luzón; tuvieron una entrevista con el Car-denal Jaime Sin, que las animó a establecerse en Fi-lipinas; saludaron a la presidenta de la CONFER yhablaron con el P. Fidel Villarroel OP, encargado deldepartamento de español de la Universidad de Sto.Tomás, que les aseguró posibilidad de trabajo paralas hermanas. Visitaron Manila y sus alrededores yvarias provincias. Todos les aconsejaron que, de mo-mento, era preferible Manila, dada la centralizacióndel país y la necesidad de medios de formación»296.

El 22 de febrero del año 1987, tras previo aprendizaje de la

261

294 Cf. Testimonios, p. 599.295 Cf. Crónica de la Congregación, T. VI, p. 43.296 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 201.


lengua inglesa, las hermanas. Montserrat Casellas y Mª ÁngelesOrtega acompañadas por la Priora y secretaria provinciales, HH.Mª Asunción Mitjans y Gregoria Fernández, emprendieron viajeal archipiélago. En un principio se alojaron con las ReligiosasDominicas Misioneras de Santo Domingo, que les ayudaron entodo. La H. Sagrario Llorente se unió al grupo en febrero de1988. En todo momento fue y sigue siendo incondicional elapoyo de los Padres dominicos de la Provincia del Stmo. Rosa-rio.

El 29 de marzo de este año el Cardenal Arzobispo de Ma-nila Jaime Sin, firmó el decreto de erección de la comunidad deQuezon City. Fue éste quien con tono profético había manifes-tado en los primeros contactos con la Congregación que la fun-dación en Filipinas sería un primer paso para que la Anunciatase abriera a otros países necesitados del anuncio evangélico,en esos momentos pensaba él en la entrada a China: «Tienenque venir pronto y acoger vocaciones para que La Anunciatapueda ir a evangelizar a China en el momento que se abra, queserá pronto. Es la Iglesia filipina la llamada a evangelizar Chinay ustedes tomarán parte».297 La Priora provincial, al regresar deFilipinas escribe a las hermanas narrando los pasos iniciales deesta primera comunidad de La Anunciata en el continente asiá-tico298.

La expansión misionera de la Provincia San Raimundohacia Filipinas se hacía en momentos en que no abundaban lasvocaciones en España, por otra parte, las hermanas que inicia-rían la fundación tendrían que afrontar muchas dificultades;pero se sentían enviadas a ir más allá intentando ampliar loscampos del Evangelio y abrir caminos nuevos a La Anunciata.Ellas mismas en una carta abierta a la Congregación al pocotiempo de establecerse en el país, definen la fundación comoun «camino de fe»:

«Esto es la Anunciata en Filipinas. Una débil luz cen-telleante en una de las 7.000 islas de este archipié-lago, una diminuta semilla sembrada ya, en tierrastropicales asiáticas, una presencia silenciosa entre lasocho lenguas y los ochenta y siete dialectos que ha-blan los cincuenta y seis millones de filipinos, un in-

262

297 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 43.298 Boletín Anunciata, n. 207 mayo 1987, n.219 junio 1988.


terrogante diario, y... ¡Ah! pero puede ser también“levadura”, “grano de trigo”, “perla escondida” y una“chispa” que prenda un fuego y otro y otro.[…] Si los designios del Señor son que la Anunciataarraigue en estas tierras, si nuestra débil semilla dafruto, si la levadura fermenta, si la chispa prende y elCARISMA del Padre Coll entusiasma a algunas jóve-nes filipinas, la Anunciata se enriquecerá con unnuevo DON y ANUNCIARÁ la Buena Nueva del Reinotambién en tierras asiáticas.Hoy, es un CAMINO DE FE y la Anunciata aportadesde su pobreza su óbolo mientras sigue en velacon la lámpara encendida y pide al Señor que su SA-BIDURÍA esté siempre a su vera orientando su ca-mino y bendiciendo sus esfuerzos»299.

Se instalan primero en una casa alquilada. En 1989 adquie-ren un terreno en el distrito de Cubao, Quezon City. No tardanen abrir en la casa una escuela profesional «Anunciata YouthCenter» destinada especialmente a los marginados del sistemaescolar por falta de recursos. Las hermanas asumen la forma-ción humana y religiosa.

En 1994 se hace una segunda fundación, una comunidadde inserción para la atención de la población de San Carlos-Pan-gasinan, donde ubicaron el postulantado300. La tercera casa fun-dada en Filipinas será siete años después, en enero de 2001 enCalamba, 60 kilómetros al sur de Quezon City, donde se esta-bleció en el 2005 la casa noviciado, que más tarde por motivosde seguridad y capacidad, se trasladó a otra casa de los Padresdominicos en la misma población.

6. Centenario de la muerte de H. Rosa Santaeugenia

El 30 de marzo de 1989 se cumplían cien años del falleci-miento de la H. Rosa Santaeugenia, primera Priora general dela Congregación. Coincidía además con el décimo aniversariode la Beatificación del Padre Coll. Ambos acontecimientos se ce-lebraron con distintas actividades.

263

299 Carta abierta de las HH. Mª Ángeles Ortega y Montserrat Casellas, en Boletín Anun-ciata, octubre 1987, n.211.

300 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 313.


La priora general, H. Umbelina del Barrio, al comunicar laapertura del Centenario invitaba a todas a «mirar de cerca estareligiosa ejemplar, colaboradora del P. Coll y continuadora desu obra, y a profundizar en el carisma que tan admirablementeviviera»301.

Se creyó oportuno realizar una verificación de que los res-tos mortales de la hermana Santaeugenia se hallaban realmenteen el lugar que indicaba la lápida situada en la entrada lateralde la iglesia de la Casa Madre, a la izquierda del altar mayor,donde fueron trasladados en 1940.

«Y así, el 9 de enero de 1989, estando presentes la Vi-caria general H. Nieves Espuña, la Ecónoma generalH. Francisca Elíes, la Priora provincial H. AsunciónMitjans y su secretaria H. Gregoria Fernández, lasPrioras del colegio y residencia HH. Teresa Soldevilay Carmen Porta, la sacristana H. María Villegas y va-rias hermanas, el albañil de la casa, Sr. Codinach, pro-cedió a quitar la primera lápida, una segunda de lamisma forma y rompió algunos ladrillos, dejando aldescubierto la urna de madera sin barnizar y lacrada.Verificado todo esto, con profundo respeto y conte-nida emoción se volvió a cerrar el sepulcro»302.

Se programaron diferentes actividades para celebrar elCentenario a cargo del Consejo general y del Equipo encargadode organizar la celebración del P. Coll. El boletín Anunciata du-rante todo el año 1989 se hizo eco de la vida y obra de la H. RosaSantaeugenia, publicándose íntegra la Necrología que se habíaescrito e imprimido para todas las casas a raíz de su muerte.Aunque no se menciona el autor, todo hace pensar que se tra-taba del sacerdote D. Joaquín Soler, que «en aquellos momen-tos era la persona más autorizada para ofrecer los rasgosfundamentales de quien desempeñó un papel de extraordinariaeficacia en el nacimiento y primera expansión de la Anun-ciata»303. Cabe destacar varios artículos también publicados endicho boletín como: “Entrañas de misericordia” de la H. MªJesús Muñoz y «Semblanza educativa de la H. Rosa Santaeu-genia» escrito por la H. Gloria Castañón.

264

301 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 144.302 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 144.303 Boletín Anunciata, 1989, p. 19.


A fin de dar a conocer la familia congregacional a las per-sonas que se relacionaban con las hermanas de la Anunciata ycomo recuerdo gráfico de esta efeméride, se imprimió un selloconmemorativo, sin valor postal, con la efigie de la H. Rosa paraacompañar la correspondencia de este año304. Su vida se vio re-flejada en una obra teatral escrita por la H. Rosa Font bajo el tí-tulo: «Una aventura feliz». Objetos y documentos relacionadoscon su persona se colocaron en una vitrina bajo su sepulcrocomo recuerdo del Centenario.

Finalmente, los días 13 y 14 de octubre de 1989 se reunióun gran número de hermanas en la Casa Madre de Vic para ce-lebrar este primer centenario de la muerte de la H. Rosa San-taeugenia, así como el décimo aniversario de la beatificacióndel P. Coll. En su saludo la Priora general explicaba el sentidode este encuentro: «Es un acercamiento a las raíces, a la casapairal, al hogar de siempre. En familia, en torno al P. Coll y aRosa Santaeugenia -aquí están sus restos- queremos celebrargozosas el don de Dios a su Iglesia y a cada una de nosotras»305.

El día 13 se realizó una «Ruta Moyá-S. Jordi» visitándosejunto al P. Vito T. Gómez OP el pueblo de Moyá donde nació la H.Santaeugenia y el P. Coll estuvo de vicario y la masía de Puig-seslloses con su ermita de S. Jordi. Por la noche se rezó el Ro-sario de antorchas. Al día siguiente, 14 de octubre, en el teatrode la Casa Madre tuvo lugar un acto académico introducido porla priora general, H. Umbelina del Barrio. H. Socorro PérezCampo-Osorio desarrolló el tema: «Rosa Santaeugenia, Domi-nica de la Anunciata» y concluyó el P. Vito T. Gómez con la po-nencia: «La Madre Rosa Santaeugenia OP, colaboradora delBeato Francisco Coll», exponiendo con gran exactitud y preci-sión el contexto histórico y fundacional de la primera Priora ge-neral de la Congregación. El acto terminó con la lectura porparte de las HH. Umbelina del Barrio y Asunción Mitjans de laplaca conmemorativa de la celebración del Centenario, cuyotexto es: «A LA MADRE ROSA SANTAEUGENIA, Primera priora generalde la Congregación de Dominicas de la Anunciata, en el primercentenario de su muerte como expresión de admiración yafecto. La Congregación Vic, octubre 1989»306.

265

304 Cf. Crónica de la Congregación, T. IV, p. 145 y Boletín Anunciata, 1989, p. 52.305 Boletín Anunciata, 1989, p. 186.306 Boletín Anunciata, 1989, p. 192.


La solemne celebración eucarística que contó con la pre-sencia del Obispo de Vic, Dr. D. José María Guix y la represen-tación por la tarde de «Una aventura feliz» culminaron losfestejos del centenario307.

7. Colaboración con Guinea Ecuatorial

En el año 1980, el Ministerio de Sanidad y Seguridad Socialde España estableció un compromiso de colaboración técnicacon su homólogo de Guinea Ecuatorial por un período de cincoaños. A fin de llevarlo a cabo se pidió ayuda a los Religiosos através de la Federación Española de Religiosos Socio Sanitarios(FERS). La Anunciata respondió a la llamada y el 18 de febrerode dicho año partieron hacia Guinea las HH. Olga Díaz, Nativi-dad Álvarez Linera y Encarnación Piñeiro. Las Crónicas mencio-nan también a otras hermanas que colaboraron en la misióndurante los años que la Congregación permaneció en ella: Isa-bel Domínguez, Pilar Moradillo, Soledad Tello, Mª Teresa Ruiz.

Después de un viaje con muchas dificultades las primerashermanas llegaron a Kogo, para trabajar en el hospital. La situa-ción del país, gobernado desde hacía once años por MacíasNguema que pronto sería derrocado, era de mucha pobreza, lesfaltaba lo más elemental.

Desde un principio se intentó formar equipo con el médicoy el sacerdote, aunque hubo bastantes roces y tensiones al tenerque compartir la misma casa, lo que hizo que algunas hermanasdesistieran de seguir en la misión y fueron substituidas porotras. Con el tiempo la labor desarrollada fue beneficiosa parala gente de aquel entorno lográndose una mejora sanitaria dela población.

Las hermanas no solo trabajaron en el hospital, tambiéncolaboraron en la catequesis junto con el misionero visitandolos poblados. En la parroquia y en el hospital realizaban ademásuna intensa tarea evangelizadora. También en el campo de laeducación se pidió colaboración a la Congregación:

«En el aspecto educativo, la Federación Española deReligiosos Educadores (FERE), a petición también del

266

307 Cf. Boletín Anunciata, 1989, pp. 187-197.


Gobierno de atender a varios centros docentes enGuinea, solicitó de la Congregación una licenciada enQuímicas para sustituir a una religiosa enferma. Enabril de 1980 la H. Imelda Gutiérrez de la comunidadde Galtzaraborda-Rentería (Guipúzcoa) partió paraBata (Rio Muni), donde dio clases en el Instituto hastafinalizar el curso, conviviendo con las ReligiosasAgustinas»308.

Al finalizar el contrato en junio de 1983 se solicitó la per-manencia de las hermanas en la misión, pero en diciembre dedicho año la Priora general les comunicó que se había decididoretirar la presencia de la Congregación en Kogo. Así, con la lle-gada de una enfermera seglar, el 19 de mayo de 1984 las her-manas presentes en esta misión dejaban Guinea con pena enel alma309.

8. Museo de Vic «Padre Coll» y otras dependencias

Los inicios del Museo se sitúan en el tiempo de la celebra-ción del Capítulo especial de 1969, gracias al trabajo entusiastade H. Carmen Porta, priora de la Comunidad de Vic, Josefa Da-munt y otras. Las hermanas procedentes de distintas latitudesgustaban tomar contacto con todo lo perteneciente al P. Coll.

Más adelante la H. Dolores Servén trabajó con mucha de-dicación y arte en su montaje. Ocupaba al principio, un pequeñoespacio contiguo al coro de la Comunidad, en la planta baja deledificio. Contaba con tres vitrinas: 1) libros escritos por el P. Colly publicaciones de la Congregación, así como fotos de interés;2) objetos pertenecientes al P. Coll y la arqueta que guardó susrestos; 3) publicaciones de las distintas provincias, álbumes fo-tográficos. Fuera de las vitrinas se podía ver la cama que utilizóen Puigseslloses, la mesa que usó en Gironella, imagen de laVirgen del Rosario. En las paredes, su fotografía auténtica,mapas, y otros objetos.

Siendo priora general H. Umbelina del Barrio se puso enmarcha un proyecto de remodelación de espacios de la CasaMadre, dando más amplitud y relevancia al Museo del P. Coll,

267

308 Crónica de la Congregación, T. V, p. 94.309 Cf Crónica de la Congregación, T. V, pp. 94. 216-218.


que contaba con muchas visitas después de la beatificación delFundador. Intervino en dicho proyecto el arquitecto dominico,P. Francisco Coello. En una primera fase se habilitó el área des-tinada a la acogida de grupos, con habitaciones y salas de reu-nión, que fueron utilizadas ya en el Capítulo general de 1994.

La obra incluye una capilla dedicada a Nuestra Señora delRosario, situada en la parte alta de la iglesia, que ha recuperadoel artesonado que embellecía la primera iglesia neogótica. A lolargo de la bóveda se alternan tres tipos de escudos dominica-nos, todos ellos flanqueados por el Rosario; el artístico sagrariode la capilla procede del Sanatorio de Sama de Langreo, dondetuvo lugar el milagro que llevó al P. Coll a los altares. Se hizo es-pacio también para amplia y luminosa Biblioteca que recoge li-bros editados por el P. Coll, usados por él y otros de gran valor.

El Museo propiamente dicho fue artísticamente instaladopor «Intervento 2», Sociedad Limitada para la Intervención enel Patrimonio Histórico y la Museografía, y contó con la orien-tación del P. Vito Gómez, OP. Está presentado como un museoespecializado por secciones, que abarca tres salas: la primeradedicada al Padre Coll; la segunda, a la fundación, evolución desu estructura organizativa, sus personajes más destacados y al-gunos objetos personales de éstos; la tercera, a la expansión dela Congregación.

Las instalaciones fueron bendecidas por el Sr. Obispo deVic, D. José María Guix, el día 2 de abril de 2000, fecha en quese cumplían los 125 años de la muerte del P. Coll.

Actualmente, además de la explicación escrita: «Museo delBeato Padre Francisco Coll y de la Congregación de HermanasDominicas de la Anunciata» (Texto P. Vito Gómez, OP. Produc-ción Intervento 2, SL), también se puede acceder al mismo porla página web de la Congregación, a través de un programa es-pecial que permite desplazarse por los distintos sectores delmuseo.

9. Nuevas respuestas e iniciativas en el campo educativo

Con los nuevos tiempos surgen nuevos desafíos, la Con-gregación debe estar atenta para responder desde el carisma ysuperar dificultades. En este período se hace necesario elaborar

268


documentos que definen la identidad y perfil de sus centros. Ala vez, es notoria la dedicación a la formación de los laicos edu-cadores, que en número creciente comparten responsabilidadesen la misión.

En todo este período 1980-2000 la Congregación continuótrabajando por consolidar la Escuela en pastoral, por fortalecerlas comunidades educativas comprometidas con el proyectoevangelizador del centro y el papel fundamental de la comuni-dad religiosa, así como el lugar central del Departamento deEducación en la fe. Se buscó la calidad de la enseñanza, la edu-cación en valores, la atención a la diversidad cultural.

La formación de las directoras en España, como hemosvisto, tuvo siempre un espacio privilegiado en los Encuentrosque se celebraban en León, con ponentes de calidad en el ám-bito pedagógico y pastoral. Se tenían además otros espacios in-terprovinciales para el perfeccionamiento en distintas áreas; lasProvincias, a su vez, incrementaban con los nuevos tiempos susofertas de formación de hermanas y profesores. En América,acordes con su realidad, se ponía el acento en la formación li-beradora, la opción por los pobres, la educación para la justiciay la paz.

Ante el desafío de las nuevas leyes educativas en España

En estas últimas décadas del siglo XX el panorama de loscolegios de España lleva consigo una problemática particular,marcada por la implementación de diversas reformas educati-vas, que exigen una actitud reflexiva y crítica.

Las delegadas generales de educación de estos años, HH.Gloria Castañón y Carmen Baraldés, estuvieron atentas pararesponder junto con la Iglesia, a los nuevos retos que afectabanespecialmente a la educación privada.

En un primer momento fue necesario estudiar los plante-amientos de la Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Edu-cación (LODE) que ofrecía a los colegios dos opciones: atenersea la concertación, con el riesgo de verse amenazada su identi-dad confesional, o constituirse en centros totalmente privados,haciéndose sólo accesibles a clases sociales altas.

Desde el Consejo general se mandó una encuesta a las

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Provincias de España para fijar criterios a la hora de tomar de-cisiones sobre el conjunto de los colegios. De ella quedó clarala necesidad de profundizar la identidad de los centros desde elcarisma y la atención prioritaria a los más necesitados. Se hi-cieron múltiples reuniones, la opción que se tomó para los cen-tros fue entrar en el régimen concertado, que aseguraba partede la financiación de los mismos con fondos públicos. Hubo queaunar fuerzas para defender los derechos propios de la educa-ción confesional y la posibilidad de elección del personal. Seelaboró el propio Ideario.

Al mismo tiempo, la delegada general H. Gloria Castañón,en conjunto con las delegadas provinciales y con la colabora-ción de los educadores, elaboraron importantes documentoscongregacionales como respuesta a la necesidad de fortalecerla identidad confesional y carismática de los centros. De estaépoca son: Perfil del alumno (1985); Carácter propio (1986); Pro-gramación religiosa desde los 4 a los 16 años (1987); Plan deFormación religiosa para el profesorado (1988).

El primer período de la delegación general de H. CarmenBaraldés (1988-1994) coincidió con otro momento delicado enla educación en España, por la puesta en marcha de la reformadel sistema educativo, la LOGSE, que se presentó también po-lémica al no contemplar la dimensión religiosa y ética de la per-sona. Nuevamente la Iglesia tuvo un papel activo, lográndoseque en 1994 el Tribunal Supremo dictara sentencia reconociendoa la enseñanza de la Religión y Moral el carácter de asignatura.

Cursos y Congresos de hermanas y laicos educadores

A lo largo de esta última década del siglo XX ha sido no-torio el incremento de los laicos en los centros educativos, asíde 1742 se pasó a 2564 en el sexenio 1994-2000, y de 132 a 422no docentes. De ahí la preocupación constante de la delegacióngeneral y de las Provincias por potenciar la formación de los lai-cos, centrada sobre todo en el carisma. No se escatimaron es-fuerzos: congresos, cursillos, jornadas, formación sistemática.Algunos de estos cursos se institucionalizaron como tales enlas Provincias, y resultaron momentos privilegiados para la for-mación de profesores, su crecimiento en el compromiso cris-tiano y la identificación con el carisma. Así, los cursos sucesivosde Requena y Borredá. También los profesores se han enrique-

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cido con el servicio que desde 1977 viene ofreciendo el «Secre-tariat de L’Escola Cristiana en Catalunya»310. El P. Vito colaboróactivamente en esta formación presentando la figura del P. Colly acompañando las rutas por los lugares significativos vincula-dos al carisma de La Anunciata.

Una característica de las Provincias de América en la dé-cada del 90 fue la celebración de Encuentros y Congresos deeducadores anunciatistas, con gran participación de laicos. Elprimero tuvo lugar en Chichicastenango el año 1992, siendo de-legada de educación la H. Carmen Estrada. Al año siguiente sehicieron ya dos regionales: el de Guatemala y El Salvador y elde Costa Rica y Nicaragua y se culminó con el I Congreso lati-noamericano de educadores, celebrado en la Antigua Guate-mala para los centros de la Provincia San Martín de Porres, conel lema «Anunciar con la vida y la Palabra». El Consejo generalse hizo presente en distintas ocasiones.

También en España se celebraba el I Congreso de educa-dores sobre el carisma, del 1 al 5 de julio de 1996 en León.

Del 9 al 25 de enero de 1998 tiene lugar otro aconteci-miento significativo. Por primera vez un grupo de hermanas yprofesores laicos de los equipos directivos de la Provincia SantaRosa es acogido por las provincias de España. El viaje tiene porobjeto conocer los lugares fundacionales para profundizar en lavida y obra de Francisco Coll y visitar algunos colegios de laCongregación para observar cómo se desarrolla el sistema edu-cativo. Participaron 7 hermanas y 32 profesores de Argentina,Chile y Uruguay. La coordinación estuvo a cargo de la Delegadageneral, H. Carmen Baraldés con la colaboración de H. Rosa DiTullio, del Consejo general, y las delegadas de educación detodas las Provincias de España. Fue un acontecimiento que dejóhuella perdurable en los participantes.

Al año siguiente, se realizaba en Buenos Aires el I Con-greso de educadores anunciatistas de la Provincia Santa Rosadel 17 al 22 de septiembre de 1999, siendo provincial H. AmeliaRobles; el P. Vito Gómez, OP colaboró desarrollando lo especí-fico de la «Escuela del P. Coll».

Estos Encuentros y Congresos de educadores que compar-

271

310 Crónica de la Congregación, T. V, p. 249.


ten el carisma de La Anunciata en las dos provincias de Américase continuaron realizando sistemáticamente, contando siemprecon la participación de la Delegada general de Educación.

Constitución de la primera Fraternidad laical Dominicana Anun-ciatista

La constitución en Buenos Aires de una fraternidad domi-nicana anunciatista (FRADA), es fruto de la identificación con elcarisma de padres y profesores de los centros educativos. Inte-grada a la Orden, sus miembros realizan las promesas de lasfraternidades laicales dominicanas desde la vinculación con laCongregación y sus propios estatutos.

La iniciativa surge después de la celebración del I Encuen-tro de Familia dominicana celebrado en Córdoba (Argentina) enjunio de 1992, al que asistieron padres de las distintas Unionesde los colegios de Argentina, que venían ya haciendo un caminode reflexión en torno al carisma, próximos a La Anunciata. Ase-sorados por la priora provincial, H. Alicia Ovejero y la H. MartaArmengol, elaboraron los Estatutos de la Fraternidad, que fuereconocida el 30 de noviembre de 1994 como perteneciente a laOrden, por el Prior provincial de la Provincia Argentina, Fr. JorgeScampini OP.

El 13 de mayo de 1995 veintiún laicos de la Fraternidad for-mularon su primer compromiso de vida, según la Regla del lai-cado dominicano y el Estatuto de la Fraternidad. El primerpresidente, elegido por el respectivo capítulo, fue el Sr. AntonioJarazo Sanjurjo, ex presidente de la Federación de Uniones dePadres de Familia de La Anunciata y presidente de CUPFRA(Conferencia de Uniones de Padres de Familia de la RepúblicaArgentina). La fraternidad está constituida por laicos vinculadosa los colegios, especialmente padres, madres y profesores delos distintos colegios que se reúnen sistemáticamente en laspropias sedes y van creciendo en su pertenencia y compromisocomo laicos dominicos anunciatistas con la posibilidad de sellareste compromiso con promesas temporales o perpetuas. Com-parten espacios de encuentro, formación y ocasionalmente demisión con el conjunto de los miembros de la Fraternidad y conla Familia dominicana. FRADA se extendió posteriormente alColegio de Fe y Alegría de Lima.

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10. Compromiso en la Pastoral Juvenil Vocacional en la Congre-gación

La pastoral juvenil vocacional es inherente al fin de la Con-gregación. El P. Coll se interesó directamente por la formaciónde la juventud, y particularmente por facilitar a las jóvenes convocación a la vida consagrada el cauce para responder a la lla-mada de Dios.

La creación de la delegación general de PJV y de los res-pectivos equipos provinciales, así como la elaboración del PlanGeneral de Pastoral constituyen un importante impulso para laanimación de este campo de la misión congregacional.

10.1. Delegación General de Pastoral Juvenil Vocacional

En un principio, la Pastoral vocacional estaba integrada enla Delegación de Formación. Es así que, en el Plan General deFormación de 1979, se sitúa la Pastoral Vocacional específicacomo la primera etapa. El motivo puede leerse en la introduc-ción: «resaltar el hecho de que, como toda pastoral, es fruto deuna comunidad identificada con su propio ser, de donde brotala necesidad de despertar, a través de su misión apostólica, elsentido de la vida como misión»311.

Tres fuentes urgen a la Dominica de la Anunciata a com-prometerse en la Pastoral Vocacional: evangélica, el mandatodel Señor a rogar al Padre que envíe obreros a sus mies; ecle-sial, la consagración como don del Espíritu Santo a la Iglesia ycongregacional, la preocupación del P. Coll al fundar el Institutode facilitar la vida religiosa a las jóvenes de su tiempo. Un ob-jetivo general y otros específicos concretan el desarrollo de estaetapa312.

La priora general, H. Amelia Robles, el 6 de diciembre de1976 creó la delegación de Pastoral Vocacional al frente de lacual estaba H. Umbelina del Barrio como delegada general. Encada una de las Provincias de España se nombró también unaDelegada que, junto a H. Umbelina, formaron un equipo de re-

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311 Plan General de Formación. Dominicas de la Anunciata, 1979, p. 4.(= Plan Generalde Formación).

312 Cf. Plan General de Formación, p. 4.


flexión y trabajo. Las funciones del mismo fueron: «a) reflexio-nar sobre los problemas de la PV en el mundo de hoy; b) orien-tar e impulsar a los educadores de la fe para que integren en lacatequesis la PV; c) la coordinación de las comunidades, centrosy organismos vocacionales; d) la atención directa de los gruposjuveniles y vocacionales, si se viese conveniente»313. Dichoequipo elaboró la planificación para el sexenio.

Tuvieron muy en cuenta la autoformación, la sensibiliza-ción de las hermanas, los encuentros vocacionales y el mante-ner reuniones a diferentes niveles: con las delegadas, con lospromotores de vocaciones de la Familia Dominicana. Es de des-tacar el material vocacional que elaboraron: audiovisuales, es-tampas, postales, y sobre todo dos folletos, La Dominica de laAnunciata (1979), traducido al francés y portugués que daba aconocer la vida de la Congregación y Quiénes somos las Domi-nicas de la Anunciata (1980), en catalán y castellano que ofrecíauna síntesis de cómo viven y qué hacen las Dominicas de laAnunciata314.

A partir de la experiencia de los encuentros vocacionalesy la reflexión por ellos suscitada, el equipo en la reunión deenero de 1982 elaboró un folleto titulado «Proyecto parcial dePastoral Vocacional», pensado «para acompañar el proceso dela fe desde el último año de primaria hasta desembocar en unaopción vocacional específica»315. En su elaboración participarondos hermanas de la casa de formación y una de cada Provincia,dirigidas todas ellas por la H. Consuelo Rey. Se analizaron la ac-ción pastoral, las necesidades prioritarias, las fuerzas de creci-miento y resistencia. Se desarrollaron los objetivos y contenidosde las cuatro etapas de crecimiento: Descubrimiento, Profundi-zación, Compromiso apostólico y Discernimiento y opción vo-cacional con la programación de tres encuentros para cada unade ellas. Este folleto fue un instrumento valiosísimo para la pas-toral316.

La Delegada general de Pastoral Juvenil Vocacional de esteperíodo, H. Mª Ángeles Figuls Macià y su equipo, pusieron

274

313 Crónica de la Congregación,T.V, pp. 97-98.314 Cf. Crónica de la Congregación,T. V, pp. 101-102.315 Crónica de la Congregación,T. V, p. 102.316 Cf. Crónica de la Congregación, T V, p. 102 y Proyecto Parcial de Pastoral Vocacional.

Pastoral vocacional, Dominicas de la Anunciata. Madrid 1982.


mucho interés en la Pastoral Juvenil Vocacional extraescolar,para seguir mejor el proceso vocacional de los jóvenes. Ademásde participar activamente en la elaboración del Plan General dePastoral también redactaron el Proyecto de pastoral juvenil Vo-cacional y revisaron el folleto Mi proyecto personal de Vida (Ma-drid, junio 1986) «que recoge las distintas facetas de lapersonalidad y orienta al joven a un compromiso apostólico ya una opción de vida»317. En noviembre del mismo año recopi-laron en Lleida el material para el Proyecto del Pre-postulantadoque se venía preparando con la Delegación general de Forma-ción y los equipos de las Provincias318. En la reunión que tuvolugar en mayo de 1987 en Madrid, se estudió el esquema paraelaborar el Proyecto personal de oración, «una oración cristo-céntrica, bíblica y eclesial, encarnada en la propia vida y en lahistoria»319.

10.2. Acciones en la Pastoral juvenil vocacional

Pastoral juvenil vocacional en España

El trabajo intenso de motivación y concientización de lapastoral juvenil vocacional iba encaminado a suscitar un com-promiso efectivo a nivel personal y comunitario, mentalizaciónque debería extenderse también a las comunidades educativas.En todas las comunidades y obras se nombraría una Delegadade Pastoral Vocacional y al mismo tiempo se proponía acoger ajóvenes que desearan conocer más de cerca la Congregación.Se pretendía intensificar la educación cristiana y despertar elsentido de la vida como vocación320.

El año de la Beatificación del Padre Coll fue un momentopropicio en el que se dieron pasos importantes en las comuni-dades; se ofrecieron retiros y diálogos sobre la vocación y secomenzaron a organizar grupos juveniles y específicamente vo-cacionales. Se proponía también hacer efectiva la PV en la pas-toral general, sensibilizar a las familias en la PV, y suscitar ydetectar posibles vocaciones321. En las Provincias, las Delegadas

275

317 Crónica de la Congregación,T. VI, p. 49.318 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, pp. 49-50.319 Crónica de la Congregación,T. VI, p. 50.320 Cf. Crónica de la Congregación, T. IV, p. 74, 59.5.321 Cf. Crónica de la Congregación,T. V, p. 99.


o hermanas comprometidas organizaron encuentros de jóve-nes, campamentos, convivencias.322

En la reunión de Delegadas de Pastoral Vocacional de lasProvincias de España, en abril de 1980 se programó el encuentrode jóvenes, que tendría lugar en Boñar (León). La crónica323 con-signa brevemente este primer encuentro interprovincial quetuvo lugar del 19 al 29 de julio de 1980, al que asistieron 16 jó-venes. En un clima de trabajo, oración y alegre convivencia cadauna de las hermanas del equipo expuso un tema relacionadocon la vocación, que dio pie a la reflexión y al diálogo. Fue muypositiva para las jóvenes la visita de la Priora general, que in-formó sobre la misión de las hermanas en África y América.

Desde entonces se organizó cada verano en la Casa de ora-ción «El Roble», Becerril de la Sierra (Madrid) el Encuentro in-terprovincial Anunciata «Roble I» y más adelante, a partir de1991 se ofreció además el «Roble II». Participaban hermanas yjóvenes de las Provincias de España y del Vicariato Reginaldode Orleans. Los encuentros tenían una duración de diez días in-vitando a las jóvenes que desde su opción por Cristo quisierancompartir con otras su fe, oración y búsqueda e iniciar un pro-yecto personal de vida que les ayudase a descubrir su vocaciónen la Iglesia y en el mundo. Se les ayudaba además a escuchar,reflexionar la Palabra de Dios y despertar el deseo de compro-miso en algún servicio apostólico. El «Roble II» estaba desti-nado a aquellas jóvenes que, generalmente habiendoparticipado en el primero, querían continuar el proceso de dis-cernimiento vocacional324.

A las jóvenes que habían participado en los encuentros de«El Roble» se ofreció en 1989, la «Experiencia apostólica» paraposibilitarles colaborar en una misión de la Congregación desdeuna cuidada vivencia de oración y comunidad. Dicha experien-cia se realizaba con niños de tres a trece años que durante elcurso recibían educación y acogida en la «Casa Familia Mare deDéu del Roser», de la comunidad de Puig d’ Olena (Barcelona).Niños de familias desestructuradas, carentes de lo más elemen-tal como es el cariño y que habían vivido duras experiencias325.

276

322 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, p. 101, 77.1.323 Cf. Crónica de la Congregación, T. VI, p. 101, 77.1.324 Cf Crónica de la Congregación, T. VI, p 52; p. 126, n 86; T. VII, p. 56.325 Cf Crónica de la Congregación, T.VI, p. 126, n 86 1; T. VII, p. 56 y p. 127


Los encuentros vocacionales y sobre todo la experienciaapostólica abrieron el camino a la experiencia misionera queluego tomaría el nombre de Voluntariado de la Anunciata. Seinvitaba a las jóvenes a salir de sus fronteras y descubrir unnuevo mundo de necesidades en los mismos lugares donde lasDominicas de la Anunciata tienen establecidas comunidades demisión atendiendo a los más pobres. Los primeros proyectosde voluntariado fueron organizados conjuntamente por las tresdelegaciones para la misión: Educación, Misiones y Otros Apos-tolados y Pastoral Juvenil Vocacional326.

En la formación de animadores, hermanas y jóvenes, cabedestacar los Encuentros de Puig d’Olena. El primero se llevó acabo del 6 al 13 de agosto de 1986 con el tema «Experiencia defe y proyecto de vida en el proceso de maduración cristiana»,colaborando en su orientación los salesianos Álvaro Ginel y An-tonio Quintana, quienes desarrollaron una metodología originaly dinámica para facilitar la reflexión. Los talleres de oración, laRuta Padre Coll, la visita de la Priora general y del Obispo de ladiócesis de Vic, dieron un fuerte impulso para profundizar en elser y quehacer del animador cristiano. A éste siguieron otrostres encuentros de animadores en este período del compendio,realizados en Puig d’Olena los años 1992, 1997327.

Desde un principio la pastoral juvenil vocacional ha estadopresente en los organismos de la Familia dominicana en coor-dinación, colaboración y participación con los equipos de pro-motores de vocaciones y pastoral juvenil328. Hay que destacaren la pastoral vocacional, como en todo lo que atañe a la vidade la Anunciata, la dimensión eclesial, su conexión con la pas-toral diocesana y CONFER329.

Pastoral juvenil vocacional en América

AMÉRICA DEL SUR

A través de la PJV que se venía desarrollando en los cole-gios y en las diversas mediaciones con que contaba la ProvinciaSta. Rosa de Lima, se fueron realizando distintas iniciativas.

277

326 Cf. Crónica de la Congregación, T.VI, p. 115, n 75,1; T. VII p. 127, n. 84,2.327 Cf. Crónica de la Congregación, T.VI, pp. 50, 125; T. VII, p. 54.328 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, p. 98 n. 72.4; p. 98, 74,2; T.VI. p 122, n. 83 párr.

2º; n 83,1; T. VII. p. 57 n 33.329 Cf. Crónica de la Congregación, T.V, p. 46 n 28; p. 98, 74,1; T. VI. P. 51; p. 124 n. 83,2;

p. 127, n. 8,3.


En el campo de la pastoral vocacional se implementaron,especialmente en Buenos Aires, los «talleres vocacionales» lle-vados a cabo por un equipo de hermanas que a lo largo de losaños fueron dedicándose con mucho interés a esta misión, uti-lizando un material propio que se fue enriqueciendo. En otroslugares de la Provincia se crearon grupos vocacionales.

En Perú, desde la década del 90 la H. Florentina Fernández,apoyada por las hermanas, desarrolló una amplia misión depromoción vocacional especialmente en los pueblos del interiordel país, llegando hasta lugares distantes y de difícil comunica-ción donde había jóvenes con inquietudes, a quienes hacía unseguimiento. En Vitarte (Lima) se estableció el Aspirantado alque llegaron muchas de ellas. Más tarde se fundó una nueva co-munidad en Chiclayo para acoger a las aspirantes, que hacíanluego el postulantado en Lima.

Respecto a la pastoral juvenil ya a comienzos de la décadadel 80, se animó desde la delegación de misiones la formaciónde grupos misioneros en los colegios, constituidos por alumnosde los cursos superiores y exalumnos, que realizaban su misiónen zonas distantes muy necesitadas, generalmente donde laCongregación tiene comunidades.

Al mismo tiempo surgían en estos años, por iniciativa dela delegación provincial de PJV los grupos extraescolares deniños y adolescentes en los colegios de la Provincia, coordina-dos por monitores que las hermanas se preocupaban por for-mar. Estos grupos constituyeron el Movimiento Anunciatista,que se fue extendiendo por los cinco países de la Provincia ylleva ya más de 30 años desde su creación. En el colegio ClaraJackson nació con el nombre de Antorcha, con su propia iden-tidad forma parte del mismo movimiento. Con objetivos simi-lares y actividades variadas, en cada país se fueron realizandoencuentros de formación, acampadas, misiones, retiros, traba-jos sociales. Cada dos años se reúnen los jóvenes de los distin-tos países en el EMOA (Encuentro del Movimiento Anunciatista)alternando la sede en Argentina, Chile y Uruguay.

El Movimiento cuenta con sus estatutos, elaborados porhermanas y jóvenes, que fueron aprobados por el Consejo Ge-neral en 1999. Fue reconocido como parte de la familia domini-cana, dado que su espiritualidad está centrada en los ejes delcarisma dominicano.

278


AMÉRICA CENTRAL

La Provincia San Martín de Porres considera importanteofrecer el carisma congregacional, dando la motivación nece-saria para entusiasmar a las jóvenes en este ideal y lograr quelo hagan vida. La PJV figuraba entre las prioridades en las Actasdel V Capítulo Provincial. En los encuentros provinciales se hadedicado siempre un espacio para este tema. Ya en 1987 se plan-tearon líneas concretas que asumirían las comunidades en susplanificaciones. En 1988 se elaboró una guía como material deapoyo para los grupos juveniles y en 1989 un primer esbozo deacompañamiento vocacional330.

En 1991 la delegada de PJV H. Rosa Mª Leal, participó enla Escuela de Líderes que organizaron los Hermanos Maristascon las hermanas del colegio El Rosario de Costa Rica. La Pro-vincia pretendía que la Pastoral Juvenil Vocacional fuera unaprioridad y que ésta llevara a los jóvenes a una opción vocacio-nal. Fruto del trabajo de la Delegación junto con un equipo dehermanas de las distintas comunidades, en 1993 salió a la luz elPlan de Pastoral Juvenil Vocacional de la Provincia para encon-trar nuevas formas de animar a las jóvenes.331 Posteriormentese hizo una adaptación del mismo para la zona indígena del áreaK’ekchi.

A lo largo de estos años se realizaron en Guatemala y ElSalvador, talleres de discernimiento y retiros vocacionales deforma mensual o anual332.

En El Salvador se organizaron varios encuentros juvenilescon una nutrida participación, a través de los cuales se buscabainiciar procesos de integración y conocimiento del carisma ycrear un movimiento al estilo anunciatista333.

Este movimiento juvenil vocacional fue cristalizando en laProvincia, en sus inicios en El Salvador, con el nombre de JU-DASAL (Juventud Dominicana Anunciatista de El Salvador). Pos-teriormente se organizaron encuentros para preadolescentescon el nombre de PREJUDASAL, al que asistieron representan-

279

330 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, pp. 787-788.331 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, p 801.332 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, p. 1007.333 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, pp. 802-803.


tes de Guatemala y Nicaragua334. Más tarde se formó tambiénJUDAGUAT. En el año 2014 se reunieron por primera vez más de150 jóvenes de todos los países de la Provincia en el encuentrodenominado JUDACAM (Juventud Dominicas Anunciata CentroAmérica y México) que tuvo lugar en Santa Tecla (El Salvador),con la participación de la Delegada general de PJV335.

El nombramiento en cada comunidad de una hermana en-cargada de coordinar la pastoral vocacional y la constitución delos equipos por países, animados por la delegada provincial,imprime un dinamismo favorable al despertar y al acompaña-miento de las jóvenes vocacionadas.

Pastoral juvenil vocacional en África

En febrero de 1978 la familia dominicana de Rwanda-Bu-rundi, acordó formar una Congregación autóctona de HermanasDominicas. Un equipo constituido por un Padre dominico, unahermana de Monteils y una hermana española de la Congrega-ción de HH. Dominicas de la Enseñanza de la Inmaculada estu-diarían cómo orientar la nueva Congregación, en contacto conlas Superioras generales y locales presentes en esos países336.En 1979 aprovechando una reunión de la UISG en Roma, se reu-nieron las superioras generales y en principio apoyaron el pro-yecto. En 1980 se vuelven a reunir en París satisfechas porquese había podido formar un equipo para acompañar a las jóvenesreunidas entonces en Guitarama.

La Anunciata no solo apoyó el proyecto, sino que propusoa la H. Ángeles Rodríguez para que se hiciera cargo de las aspi-rantes en Muyanza. Puesto ya en marcha el proyecto, éste sevio sensiblemente modificado. En octubre de 1980 tuvo quedejar Muyanza para vivir con las aspirantes en Guitarama,acompañada por H. Mercedes Argerich. En enero de 1981 laPriora provincial asistió al encuentro de Familia dominicana enGihindamuyaga, en el que expuso la experiencia vivida por lashermanas al frente del postulantado y dado el carácter negativode la misma decidió abandonar la experiencia337.

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334 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, p. 1008.335 Boletín Anunciata, n.515, noviembre 2014.336 Cf. Crónica de la Congregación,T. V, p. 121.337 Cf. Crónica de la Congregación,T. V, p. 455.


Admisión de jóvenes nativas e impulso en la pastoral vocacio-nal

Con el objetivo de lograr el arraigo del carisma en Áfricase puso el acento en la promoción vocacional338, a la vez que laAnunciata se extendía a nuevos países africanos. En Rwandacomenzó a admitirse el ingreso de jóvenes nativas, hecho queno había sido posible hasta entonces por el compromiso adqui-rido de cara al establecimiento de una Congregación domini-cana autóctona.

En 1987 una joven de Rwanda solicitó su admisión en laCongregación. Después de hacer el postulantado en Yaoundé(Camerún), se trasladó a Costa de Marfil para integrarse con elgrupo de postulantes que allí había e iniciar el noviciado en Bo-noua. En 1990 otra joven inicia el postulantado en Yaoundé.Desde ese momento las Provincias asumen un doble compro-miso: prestar ayuda a las jóvenes y hermanas en período de cla-rificar su vocación y acompañar a las hermanas presentes enÁfrica en esta nueva realidad. El Aspirantado en Ruli (Rwanda)comenzó a funcionar en el curso 1991-1992, encargándose a H.Cristina Lenscak el acompañamiento de las jóvenes en estaetapa, como responsable de la pastoral vocacional. Con el finde posibilitar la PV y alojar a las jóvenes vocacionadas que vi-vían lejos, se construyó el «Home Saint Dominique339».

Encuentros de Pastoral vocacional

En esta década de los años 90 se realizaron numerosos en-cuentros de PV. En Abom (Camerún) se formaron los grupos de-nominados PASDAY (compartir amistad, servicio, Dominicas dela Anunciata, Yaoundé)340. En Costa de Marfil se trabajó el temade la Pastoral vocacional, se nombraron hermanas de las comu-nidades para que se responsabilizaran de la convocatoria y en-cuentros con jóvenes, así como de su acompañamiento. Losgrupos se reunían sistemáticamente. En 1997 se realizó en Abid-jan un encuentro con las hermanas delegadas de la PV341.

281

338 Cf. Crónica de la Congregación, T. VI, p. 43.339 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, p. 471.340 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, pp. 577-578341 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, pp. 411-412.


Pastoral vocacional en Filipinas

Las Crónicas narran que desde los inicios de la fundaciónen Filipinas la Pastoral vocacional fue uno de los principales ob-jetivos de las hermanas. Recién llegadas a Quezon City invitarona un grupo de jóvenes a compartir con ellas una mañana.

En enero de 1988 tuvieron el primer encuentro con cuatrojóvenes, con la colaboración del padre Bonifacio Solís OP, de laProvincia del Santísimo Rosario. El Boletín Anunciata recoge lasimpresiones de H. Ángeles Cabria, Delegada general de forma-ción, que se encontraba visitándolas:

«¡Ay qué gran sorpresa la del día 12, Santa Umbe-lina! Ellas, las Hermanas, nos habían desvelado conanterioridad que ya habían tenido dos encuentroscon un pequeño grupo de jóvenes en el mes deenero.También habíamos visto unos folios en inglés que ex-plican los requisitos para entrar en la Congregación,las etapas formativas y una presentación esquemá-tica de nuestra Congregación, junto a una carta men-saje dirigida a la joven que se interese por la vocaciónde Dominica de la Anunciata, que termina diciéndolede corazón a la posible aspirante, ¡WELCOME!Pero aquel viernes por la tarde pudimos ver perso-nalmente a tres de esas jóvenes. Difícil el diálogo ver-bal, pero lazos invisibles nos unieron en el afecto y laoración»342.

Estos encuentros se repitieron cada mes. A las jóvenes quese sentían con deseos de conocer mejor la Congregación se lesfacilitaba un tiempo para vivir con la comunidad. El trabajo vo-cacional que con mucho mérito se comenzó rápidamente, fuedando sus frutos; en uno de esos encuentros se presentó quiensería la primera vocación que ingresó a la Congregación enAsia: H. Mariela de Villa, que hizo su entrada el 15 de mayo de1988. En 1989 elaboraron un plan de Formación inicial con la H.Mª Ángeles Cabria, en base al Plan general.

Las hermanas han continuado trabajando activamente enla pastoral vocacional, organizando encuentros y contactando

282

342 Boletín Anunciata, n. 216. Marzo 1988.


con sacerdotes, haciendo campañas vocacionales, dejando pos-ters en las parroquias. Fruto de estos contactos y del interés porproyectarse apostólicamente ha sido más tarde la fundación enotro país asiático, como se recogerá en el próximo capítulo delCompendio.

10.3. Plan General de Pastoral

Durante el primer generalato de H. Umbelina del Barrio,se elaboró y publicó en el año 1985 el «Plan general de Pasto-ral». Se determinó su elaboración en el Capítulo general de 1982y fue una de las prioridades del encuentro del Consejo generalcon los Consejos provinciales de España y Superiora del Vica-riato en marzo de 1983. Llevaron la coordinación las Delegadasde Educación, PJV y Misiones; siendo nombrada posterior-mente por la Priora general como coordinadora técnica la H.Consuelo Rey343.

El Plan respondía a la inquietud de las hermanas de reali-zar su misión en la Iglesia desde su propia identidad y a la ne-cesidad de unificar criterios. Se tuvieron dos encuentros enenero y agosto de 1984, con las aportaciones de las Delegadasde América, en el primero con sus sugerencias y en el segundocon su presencia344. En la presentación del mismo, H. Umbelinadel Barrio especifica que el documento va dirigido «a cada her-mana, a cada comunidad y Provincia. De un modo particular sedirige a las hermanas que trabajan en la pastoral directamente,a las animadoras y coordinadoras de los distintos niveles».Tam-bién aclara que dicho Plan requiere ser puesto en práctica y re-visado345.

Los distintos Planes de Pastoral de la Congregación res-ponden a los constantes cambios que la sociedad ha ido expe-rimentando y recogen lo fundamental del carisma, los rasgospeculiares de su identidad, el contexto social, y ofrecen conte-nidos, actividades, actitudes y el perfil de los agentes de pasto-ral346.

283

343 Cf. Crónica de la Congregación, T VI, pp. 39-40.344 Cf. Crónica de la Congregación, T VI, pp. 23. 39-40.345 Plan General de Pastoral. Dominicas de la Anunciata, Madrid 1985, p. 8. (= Plan

General de Pastoral).346 Cf. Proyecto Marco General de Evangelización. Dominicas de la Anunciata,p. 5.

(=Proyecto Marco General de Evangelización).


Durante el primer generalato de la H. Mª Jesús Carro (1994-2000) las tres Delegaciones de Educación, PJV y Misiones sereunieron en diferentes ocasiones con el objetivo de revisar yadaptar el Plan general de Pastoral de 1985, teniendo en cuentala extensión de la Anunciata a otros países y continentes, losnuevos documentos de la Iglesia y de la Congregación y unamayor presencia de los laicos en la misión apostólica. Esta vezse contó con las reflexiones de las comunidades a través de untrabajo elaborado por las tres Delegadas generales. Finalmentese llegó a una redacción unificada que fue revisada por el Con-sejo general y otras personas competentes. Una vez incorpora-das las enmiendas y sugerencias, el nuevo Plan General depastoral fue aprobado y publicado en Madrid en 1998”347. DichoPlan presenta una variación importante con respecto al editadoen 1985 y es que va también dirigido a los laicos que colaboranen la misión con las hermanas. Así lo expresa la H. Mª JesúsCarro en la presentación del documento: «El que ahora se pre-senta va dirigido a cuantas personas, formando equipo con lashermanas, trabajan y se comprometen con la evangelizaciónen las obras de la Anunciata: profesorado, catequistas, anima-dores de grupos juveniles»348.

11. Formación de las hermanas

El estudio y profundización sobre el ser y quehacer comoDominicas en la Iglesia se ha desarrollado desde los orígeneshasta nuestros días. Así se recordaba en la conferencia queinauguraba la celebración del sesquicentenario de fundaciónde la Congregación:

«Difícil tarea resumir lo realizado, tanto en forma decursillos, encuentros, esquemas de formación, rutas,páginas en internet, publicaciones de todo tipo...Ytodo ello procurando mantener viva la inspiraciónprimera del P. Coll que hacía presente el Maestro ge-neral de la Orden, hoy Beato Jacinto Cormier, en elcentenario del nacimiento del P. Coll a quien le pare-cía ver que desde el cielo decía a sus hijas: en mediode las obras que solicitan vuestro celo, acordaos quevuestra primera obra sois vosotras mismas, es vues-

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347 Crónica de la Congregación,T VII, p. 36.348 Plan General de Pastoral, p. 8.


Primeras profesiones en Africa

Congreso de educadoresCentro América

Promesas, Frada

Fromación de profesores, Requena

Formación de Hermanas Jóvenes Perpetuas


1988. Comunidad de Filipinas.Priora Gral. y Secretaria

El Roble, Madrid

Grupo misionero de Nueva Esperanza

Judasal Quezaltepeque Pastoral vocacional, Paraguay

Movimiento Antorcha, Montevideo

Judacam, Santa Tecla

Movimiento anunciatista, Chile

Pastoral vocacional en Filipinas


tra perfección que comenzasteis en el noviciado yque debe continuar hasta el fin, aún cuando la edady el agotamiento de las fuerzas os eximan de trabajosexteriores»349.

Las Prioras generales en estos años, a través de sus circu-lares, insistieron en diversos aspectos de la Formación Perma-nente: estudio de la Palabra, vida comunitaria, importancia delos reciclajes350.

Las distintas fechas conmemorativas de la Congregaciónhan constituido nuevos y variados espacios que favorecieron laformación, tanto de las hermanas como de los laicos con quie-nes se comparte la misión.

Ilusión, cuidado y confianza en la Providencia marcó segu-ramente el caminar de estos años en la tarea formativa, una re-seña de algunos eventos significativos lo demuestran. Entre losencuentros de formación realizados cabe destacar por su inci-dencia en la Congregación el que tuvo lugar en Pozuelo351 (Ma-drid), del 28 de julio al 4 de agosto de 1984. Se reunieron porprimera vez todos los Consejos provinciales de la Congregación,hermanas formadoras, delegadas de África y Brasil y otras her-manas invitadas, junto con la Priora general y consejo. La orien-tación técnica estuvo a cargo del Hermano marista JoaquínPanini. En este encuentro se elaboró «El Plan de renovacióncongregacional en el hoy histórico de la Anunciata». El núcleoque sintetizaba este plan era la «inserción». En 1985 el Consejogeneral envió unos cuestionarios a las Provincias para que dichoPlan se adaptara a las mismas y se fuera creando unidad en lareflexión dentro de la diversidad cultural352.

La reflexión común de las hermanas se ha continuado através de los años incorporando diversos temas, y ya lleva 29años lo que conocemos como «Estudio congregacional» quepromueve el estudio organizado y asiduo en comunidad.

En 1982 se formó un equipo de hermanas para la investi-gación histórica en torno a la vida y obra del P. Coll, que colabo-raba con el P. Vito Gómez, OP. Este equipo trabajó con

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349 Cf. Carta del Bto. Cormier, Anexo IV.350 Cf. Crónica de la Congregación, T. V, p 81 y T.VI, pp. 26-27.351 Boletín Anunciata, Extraordinario septiembre 1984.352 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, pp. 23. 59.


dedicación, trasladándose varios veranos a distintas ciudadesy pueblos para consultar bibliotecas y archivos municipales, pa-rroquiales, diocesanos. De los hallazgos más significativos sehizo referencia en los nn. 165, 178, 199 y 210 del Boletín Anun-ciata353. Apoyado por esta investigación y gracias a su infatiga-ble labor, el P. Vito escribió dos obras de inestimable valor parala Congregación: «Francisco Coll, OP, TESTIMONIOS (1812-1875)»; y «Francisco Coll, OP (1812-1875) OBRAS COMPLETAS».Más tarde presenta una publicación - «El P. Coll, OP -Escritos di-rigidos a la Congregación de Hermanas Dominicas de la Anun-ciata», y con motivo de la Canonización escribió «El P. Coll,Dominico. Francisco. Coll y Guitart, Santo Fundador de las Do-minicas de la Anunciata».

Cursos específicos sobre el Carisma se realizaron en Vicconvocados por la Priora general, uno del 14 de julio al 10 deagosto de 1983, cuyo objetivo fue: «Profundizar en las riquezasdel Carisma fundacional»; otro de carácter internacional, conmodalidad de Seminario, se realizó del 17 de julio al 5 de agostode 1992; participaron hermanas de las cuatro Provincias y lasmaestras de novicias. Fueron coordinados por la delegada ge-neral de formación, H. Mª Ángeles Cabria, y orientados por el P.Vito T. Gómez OP, con la presencia de la priora general H. Um-belina del Barrio354.

Convocadas por las Prioras generales se han tenido en eltranscurso de los años varios encuentros de hermanas directa-mente implicadas en la formación inicial y permanente juntocon las Prioras provinciales y Superiora del Vicariato. Se han ce-lebrado encuentros de Maestras de novicias del 6 al 22 deagosto de 1991 en Gombrén; de Maestras de Estudiantes en Ma-drid, noviembre de 1992 y de Formación Inicial en 1993. Coordi-nados por H. Ángeles Cabria, sobre «aspectos pedagógicos» enestas etapas. Uno de ellos realizado en Vic, en el año 1996,ahondó en el crecimiento integral de las formandas, estudián-dose tres aspectos: formación humana, teologal y conocimientoy asimilación del Carisma355.

288

353 Colaboró con el equipo la H. Agustina Arbucó. Llegada de Argentina permanecióun tiempo en España para hacer un trabajo de investigación sobre el P. Coll y losorígenes de la Congregación. Ella es quien con gran amor al Fundador inició y dioimpulso al Museo del P. Coll establecido en la Casa provincial de la Provincia SantaRosa de Lima.

354 Cf. Crónica de la Congregación,T.VI pp. 62 y 138-139.355 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, pp. 60-61.


La Congregación, consciente de la influencia que ejercenlas formadoras, ha puesto siempre interés en la preparaciónpersonal de las hermanas dedicadas directamente a la Forma-ción inicial, también a través de cursos de capacitación organi-zados a nivel internacional por la CLAR, UISG, CONFER,CONFERRE, Familia Dominicana, u otros, realizados en las res-pectivas Provincias356.

Del 9 de julio al 15 de agosto de 1998 tuvo lugar el primerencuentro de Hermanas jóvenes que profesaron perpetuamenteentre los años 1988-1998. Fue convocado por la Priora general,H. Mª Jesús Carro y coordinado por la delegada general de for-mación, H. Rosa Di Tullio, con el lema: “Crecer en nuestra iden-tidad de mujeres consagradas como Dominicas de laAnunciata”. Además de reflexionar sobre diversos temas se tuvola oportunidad de realizar algunas peregrinaciones guiadas porel P. Vito Gómez, OP hacia los lugares dominicanos del sur deFrancia y a pueblos de Cataluña tales como Gombrèn, Girona,Vic, Moiá, Lleida, relacionados con el P. Coll, su vida y misión ycon las hermanas Mártires. Jornadas de “desierto”, de interiori-zación y estudio, la liturgia dignamente celebrada, y momentosde oración personal, permitían asimilar lo que se iba viviendo.Las recreaciones, el compartir fraterno, facilitaba el intercabio,el conocimiento la riqueza intercultural.

A nivel de Europa, se continuaron los encuentros del Con-sejo general con los Consejos provinciales y del Vicariato Regi-naldo de Orleans. Todos ellos han estado al servicio de lacomunión y animación congregacional, proporcionando almismo tiempo un espacio de Formación Permanente. Los en-cuentros de Prioras se realizaron cada tres años en la casa-co-legio de León, programados por la Priora general y hermanasdel Consejo con temas apropiados a su misión específica. Tu-vieron una duración de diez días y han sido siempre apreciadospor el numeroso grupo de las participantes357. También los en-cuentros de ecónomas locales de Europa se han celebrado pe-riódicamente y han reunido a numerosas hermanas; en el quetuvo lugar en Vic en 1990 surgió la idea de elaborar un Manualde la Ecónoma. La ecónoma general H. Francisca Elíes y elequipo asumieron esta tarea que en julio de 1991 se vió finali-zada. Este manual ofrece orientaciones para el servicio de la

289

356 Cf. Crónica de la Congregación, T. VI, pp. 54-55, 58-59.357 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, p. 135, y T.VII, p. 64.


ecónoma e incluye el “Nuevo Plan general contable de las Dom-nicas de la Anunciata”.

En Gombrén se realizaron numerosos encuentros de ora-ción, coordinados y orientados por la H. Remedios Rodríguezcon la colaboración de algunos ponentes. Fueron espacios pro-picios para el encuentro en profundidad con una misma, conDios y con los hermanos358.

Los encuentros de Bodas de Oro y de Plata, cuando hubogrupo, se continuaron realizando cada año coordinados siem-pre por una hermana del consejo general. A partir de 1987 tam-bién fueron convocadas para el Encuentro de Bodas de Oro lashermanas asignadas en comunidades fuera de España. Siemprehan tenido estos cursos una valoración altamente positiva comotiempo de formación y renovación del «amor primero».

Las Provincias y el Vicariato Reginaldo de Orleans han con-tinuado programando numerosos encuentros intercomunitariosde Formación Permanente, que están recogidos en la Crónicade la Congregación.

Reflexión sobre la formación inicial e inculturación del Carisma

El Capítulo general de 1988, ante el surgimiento de voca-ciones, exhortó a cuidar la reflexión sobre el acompañamientoy a discernir el proceso de inculturación del Carisma. En la Con-gregación se hizo hincapié en el seguimiento de las jóvenes coninquietudes vocacionales y se organizaron las experiencias deAspirantado, que fueron tomando consistencia en distintos lu-gares. Existía ya un Proyecto de Pre-postulantado elaborado porlas delegaciones de PJV y Formación en 1987.

Hubo distintas modalidades de Aspirantado, contandotodos con un plan de formación; las aspirantes vivían a vecesen la comunidad y otras en una casa para ellas dispuesta. Deeste período son los Aspirantados de Cahabón y Santa Cruz delQuiché en Guatemala; Añatuya en Argentina; Vitarte en Perú;Belo Horizonte en Brasil, Ruli en Rwanda; Bonoua en Costa deMarfil.

290

358 Cf. Crónica de la Congregación, T. VII, p. 68.


H. Mª Ángeles Cabria, delegada general de formacióndesde 1982 hasta que fallece en 1999, impulsó la revisión decada etapa de formación inicial del Plan general, así como laelaboración de subsidios pedagógicos para las formadoras,siempre con la participación de los equipos de formación de lasProvincias y Vicariato. En la Memoria que presenta al XXI Capí-tulo general del año 1994 recoge en un anexo el resultado deesta reflexión, fruto de las aportaciones de toda la Congregacióny objeto de muchos encuentros celebrados a nivel interprovin-cial y general.

Con la finalidad de aunar criterios sobre la fidelidad al Ca-risma y su inculturación en el pueblo africano, a partir de 1990comenzaron a realizarse Encuentros Interprovinciales en África(Provincias «Ntra. Sra. del Rosario» y «Santo Domingo de Guz-mán») convocados por la Priora general, en diálogo con las Prio-ras provinciales, con una periodicidad de dos o tres años359.Estos encuentros fueron de capital importancia para reflexionarsobre la formación inicial en África. Se vivieron en clima fra-terno, de oración y estudio con una participación activa.

Este aspecto de inculturación del Carisma se reflejó tam-bién en la adaptación del Plan General de Formación que hizocada Provincia. Asimismo, las que tenían su proyección enÁfrica elaboraron la adaptación del Plan para este continente,con la participación de la Delegada general y el aporte de lashermanas presentes en el mismo.

12. Animación misionera

El espíritu misionero se impulsó en toda la Congregacióna través de temas de reflexión que desde la Delegación corres-pondiente se envió a las comunidades; también se buscó formarla conciencia misionera en centros y grupos y la ayuda a peque-ños proyectos solidarios.

A las comunidades insertas en medios populares se lespropuso un plan específico de reflexión dirigido a «tomar con-ciencia y definir lo que debe ser la Dominica de la Anunciata enuna comunidad de este estilo»360. La reflexión estaba planificada

291

359 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, p. 134 y T. VII, pp. 63-64.360 Crónica de la Congregación, T.VI, p. 44.


en cuatro etapas, culminando con la elaboración de un Perfil deestas comunidades.

Se intensificó la ayuda solidaria a los lugares del tercermundo donde están las hermanas, ya sea con fondos de la Casageneralicia como de Organismos de ayuda, además de las do-naciones de particulares y las campañas organizadas en los cen-tros educativos. La Delegación general de Misiones fue un canala través del cual se conectó a donantes y beneficiarios de laayuda. Dos publicaciones se editaron en este período para dara conocer la misión de La Anunciata y promover la colabora-ción: «Para que todos tengan vida», que se editó en dos tiradasde buen número de ejemplares y un tríptico: «Las Dominicas dela Anunciata te invitan a colaborar en sus proyectos».

Los ámbitos de la actividad sanitaria, la colaboración pa-rroquial y otras mediaciones apostólicas fueron atendidos porla Delegación general trabajando en equipo con las delegadasprovinciales, tanto en la animación como en la formación espe-cífica.

En este período de 1980 a 2000 surgen dos iniciativas pas-torales nuevas en el equipo de delegadas de España: la pastoralrural y la pastoral familiar desde la «Escuela de padres a distan-cia». Salen también los primeros voluntarios hacia lugares demisión de la Congregación, inaugurando así el Voluntariado, delque hablaremos en el siguiente capítulo.

Experiencia de Pastoral rural

En reunión de delegadas provinciales de Misiones y otrosapostolados con la delegada general, H. Mª de las Nieves Mar-tínez, surgió la idea de iniciar una labor misionera en determi-nados momentos del año en pueblos de España que nocontaban con sacerdotes. Aprobada la iniciativa por el Consejogeneral, se organizó esta pastoral y la experiencia se llevó acabo en varios pueblos de la zona de Boñar (León) en el veranode 1990.

Ese mismo año tuvo lugar en Madrid una reunión dondese constituyó el primer equipo de hermanas que se comprome-tían en esta misión y se elaboró un plan incluyendo siempre lareflexión y el estudio sobre temas que iluminaban la acción

292


apostólica: «El P. Coll, apóstol incansable»; «Cómo realizar eltrabajo para que sea apostólico según el carisma»; «Cómoanunciar a Jesucristo desde comunidades eclesiales».

Esta pastoral rural se realizó cada año 15 días en el veranoy 3 ó 4 días en Semana Santa. Se formaron 5 grupos con untotal de 23 hermanas procedentes de distintas comunidades deEspaña, las que informadas sobre esta misión tenían concienciade que los miembros que participaban eran por ellas enviadas.

Escuela de Padres a distancia

La «Escuela de Padres Anunciata» fue una forma de im-pulsar la pastoral familiar en las distintas mediaciones apostó-licas. Comenzó a funcionar en el curso 1989-1990. Esta escuelatenía como objetivo fortalecer la misión educativa de los padrespara orientar a sus hijos en su proceso de crecimiento. La dele-gada general, H. Mª de las Nieves Martínez tuvo a su cargo laelaboración de los temas, 24 en total, que se enviaban mensual-mente a 3.400 familias de España y llegaban también a América,donde se utilizaban en parroquias y colegios o se distribuían afamilias. La Caja general y las Provincias contribuían para queeste material pudiera enviarse gratuitamente.

Las Delegadas provinciales de misión junto con otras her-manas de la Provincia se encargaban de promover la escuela, yal finalizar el sexenio 1988-1994 se contaba con siete centros di-rigidos cada uno de ellos por una hermana. Los temas fueroneditados en un libro: «Escuela de padres en casa» que contócon dos ediciones. Esta iniciativa fue valiosa para potenciar lamisión de la familia y muy acorde con el espíritu del P. Coll queen sus misiones populares daba importancia a la que es primeracélula de la sociedad.

13. Fundaciones

La Anunciata sigue creciendo y enriqueciendo a la Iglesiay al mundo con el carisma recibido de su fundador. Como se havisto, en este período la Congregación siempre atenta y preo-cupada por los más necesitados, se hace presente en otro con-tinente: Asia y en nuevos países.

293


294


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. K

OGO(G

UINEA)361

1980

1984

Presencia promovida ante la petición de ayuda del M

inisterio de Sani-

dad de España.

2. N

UEVAESPERANZA

(ARGENTINA)

1980

Evangelización a través de catequesis, enseñanza, atención sanitaria.

3. C

ÓRDOBA

1980

Comunidad de inserción en el Barrio de Torrem

olinos.

4. B

OUAFLÉ(C

OSTA

DEM

ARFIL)

1980

Ayudar en las tareas parroquiales.

5. VALLEDEBRAVO(M

ÉXICO)

1981

Extenderse a países menos problematizados que los de Centroam

érica

e intentar que la Anunciata arraigue en tierras m

ejicanas con vocacio-

nes autóctonas. Tareas apostólicas.

6. IZ

ÚCARDEM

ATA

MOROS

(MÉX

ICO)

1981

El m

ismo motivo que la de Valle de Bravo.

7. ESTRELA

DOSUL(B

ASIL)

1981

1995

A petición del Obispo. Pastoral, promoción humana y pequeño hospi-

tal.

8. VALENCIA

DEDONJU

AN

(LEÓN)362

1982

Actividades parroquiales en la pastoral de la villa y de otros pueblos

cercanos, junto con un grupo de sacerdotes.

9. B

ELO

HORIZONTE(B

RASIL)

1983

Casa Noviciado desde 1984 con el nombre de «Casa del P. Coll».

10. C

OBÁN(G

UATEMALA)363

1984

2016

Casa de Form

ación: Estudiantado.

11. G

IJÓN-Residencia

Anunciata3

641985

2003

Residencia de hermanas mayores y enferm

as.


295

12. G

RADIL(P

ORTUGAL)

1985

2000

Hacerse cargo de “La Casa Mâe do Gradil” (internado de niños desfa-

vorecidos).

13. V

ILLA

HERMOSA(P

ERÚ)

1985

En 1986 los Jesuitas establecieron en Villa Hermosa el colegio de «Fe y

alegría» y ofrecieron a la Congregación la dirección del mismo. N

o co-

menzó a funcionar hasta 1990 y con sólo aulas de estera. En 1992 se

term

inaron de construir cuatro aulas, un taller de electricidad y otro de

inform

ática. Las Hermanas tuvieron a su cargo la dirección y la coordi-

nación de la pastoral. También ocuparon plazas de profesoras.

14. P

ESOZ(A

STURIAS)

1986

2014

Actividades pastorales.

15. B

ONOUA(C

OSTA

DEM

ARFIL)

1987

Casa de Form

ación. N

oviciado.

16. V

ALENCIA

1987

Residencia Universitaria.

17. Q

UEZONCITY(FILIPINAS)

1988

El Cardenal Arzobispo de Manila Jaime Sin les sugirió abrir la primera

casa en Quezon City y con fecha del 29 de marzo de 1988 firmó el de-

creto de erección de la casa en Filipinas.

361La fundación en Kogo (Guinea Ecuatorial) no se trata de una fundación canónica. Cf. Crónica de la Congregación, T.V, p. 216.

362La fundación de esta casa fue aprobada el 05 de julio de 1982, pero la comunidad no pudo constituirse hasta el 05 de octubre de dicho

año.

363En 2004 se cerró tem

poralmente, por haber perdido la m

isión y objetivo para la que fue fundada, con la idea de que en un futuro se

procure establecer una comunidad que responda a las necesidades pastorales del medio.

364En el año 2003 se traslada la Residencia Anunciata de Gijón a León, Virgen del Cam

ino.


296


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

18. M

ONTEVIDEO365

1988

2001

Al disminuir el número de Hermanas de la comunidad del colegio

«Clara Jackson de Heber» se buscó utilidad a las habitaciones desocu-

padas. Se decidió abrir una Residencia Universitaria para estudiantes

del interior del país. Comenzó a funcionar en marzo de 1988 con el nom-

bre de Residencia Universitaria «A

nunciata».

19. B

EMBÉRÉKÉ(B

ENIN)

1988

Atención educativa y evangelizadora. La fundación en Bém

béréké se

hizo a través de la diócesis de Oviedo, a petición del Arzobispo D. G

a-bino Díaz Merchán y del obispo de Parakou.

20. G

INEBRA(S

UIZA)

1988

2001

Colaboración con los Padres Dominicos de la Comunidad Católica de

Lengua Española entre los em

igrantes de lengua hispana.

21. Y

AOUNDÉ(C

AMERÚN)

1989

Expansión misionera. Trabajo pastoral.

22. L

AUSSANNE(S

UIZA)

1989

2004

Pastoral de los enferm

os hospitalizados en la clínica Bois-Cerf y la ani-

mación litúrgica en estrecha colaboración con los capellanes católico y

protestante.

23. M

ANRESA366

1990

2002

Se constituye una nueva comunidad dedicada especialmente a la edu-

cación en el colegio.

24. L

LEIDA- c/ Fleming

1990

2013

Casa de acogida.

25. P

UEBLA

(MÉXICO)367

1992

2016

Acoger a jóvenes con inquietudes vocacionales.

26. A

BIDJÁ

N(C

OSTA

DEM

ARFIL)

1992

Disponer de una Casa de Form

ación en la capital.

27. C

ALERUEG

A(B

URGOS)

1992

2000

Colaboración con los PP. Dominicos en la Casa de espiritualidad.


297

28. B

AGÀ(B

ARCELO

NA)

1993

2010

Residencia de ancianos.

29. S

ANCARLO

SCITY- (F

ILIPINAS)1994

A principios de 1994 se buscaron cam

inos de expansión m

isionera en

Filipinas y se acordó establecer una comunidad de inserción en San

Carlos-Pangasinan.

30. L

IMA-LOSCIPRESES(P

ERÚ)

1994

Casa de Postulantado.

31. V

ERGARA(U

RUGUAY)368

1995

1998

Actividades parroquiales: pastoral de sacram

entos, form

ación de cate-

quesis. Iniciaron las comunidades cristianas de base.

32. L

ANCETILLO

(GUATEMALA)

1996

Actividades parroquiales y más adelante tam

bién educativas.

33. A

BÓM(C

AMERÚN)

1996

Necesidad de presencia religiosa. Form

ación humana y cristiana.

34. L

UQUE(PARAGUAY)

1996

Postulantado y Colegio Rosa Santaeugenia.

35. D

JUNANG(C

AMERÚN)

2000

Integrar a las hermanas de votos temporales para completar y am

pliar

sus estudios; afianzar la Congregación en este país y responder a las

necesidades de la Iglesia en Cam

erún.

36. M

AHÓN(M

ENORCA)

2000

Actividad parroquial y pastoral de la salud.

365La comunidad de la Residencia se une a la del colegio Clara Jackson de Heber el 15-10-2001.

366El consejo provincial en el curso 1989-1990 decide form

ar dos comunidades en Manresa, una como Sede provincial y casa de acogida

y otra para la misión del colegio, c / Fonollar. El 22-06-2002 se cierra la comunidad de la c / Fonollar y se fusionan las dos comunidades

de esta localidad.

367La estancia de la comunidad en la colonia M

alintzi fue aproximadam

ente un año. N

o se pudo continuar porque la casa alquilada no

reunía condiciones para postulantado. El Consejo general apoyó económicam

ente para adquirir una casa y la comunidad se ubicó en

la colonia Sta. M

aría dentro de los lím

ites de la parroquia del Rayo.

368El 16 de marzo de 1995 la comunidad de La Charqueada se trasladó a Vergara.


VIII.CELEBRAR LA COSECHA SEMBRAR JUNTOS EN ESPERANZA (2000-2016)

Las ramas y flores producidas por el árbol de la TerceraOrden de Santo Domingo a las que se refería el P. Coll en el pró-logo a la Regla o Forma de vivir de las Hermanas, han conti-nuado creciendo y dando frutos. La Congregación celebra sus150 años y poco después la beatificación de las siete HermanasMártires, la canonización de su Fundador y el bicentenario desu nacimiento. Junto a la Iglesia y a la Familia dominicanaacoge con alegría la gracia de un doble Año jubilar: el Año Santode la Misericordia y el Jubileo por los 800 años de la confirma-ción de la Orden. Tiempo de fiesta y comunión que en distintosmomentos congrega a las Hermanas para dar gracias por tantosdondes recibidos y renovar su compromiso de fidelidad.

Vietnam es el nuevo país de Asia que recibe a La Anun-ciata. Se constituyen nuevas estructuras de gobierno y misión:la erección de un Vicariato en África, la fusión de Provincias ca-talanas; surgen las Fundaciones educativas; se dan los pasospara la constitución de una ONG de la Congregación. Época deseguir sembrando en esperanza junto a los laicos, apostandopor la pastoral vocacional aun en tiempos poco propicios espe-cialmente en el continente europeo. Momento para respondera los desafíos desde la fuerza de un carisma vivo y actual quetoma cuerpo en las nuevas culturas.

299


1. 150 años de la Congregación

En octubre de 2005, la priora general, H. Mª Jesús Carro,se dirigió a la Congregación anunciando la celebración de los150 años de la presencia de la Anunciata en la Iglesia y en elmundo. Animaba a todas las hermanas a hacerse eco de la Pa-labra de Dios y del documento Perfectae Caritatis (PC) cuyo cua-dragésimo aniversario se cumplía ese año. La Palabra de Diosinvitaba a descubrir el sentido bíblico de la expresión «año ju-bilar». Tiempo propicio para recuperar lo perdido (Lev 25,50),tiempo de alabar, dando gracias a Dios por su bondad, porquees eterno su amor (Esd 3,11); tiempo de servir a Dios con alegríay llegar ante Él con gritos de júbilo (Sal 100,2). El Decreto PC,invitaba también a encontrar esa savia nueva que debía revita-lizar el sentido profético de la vida cristiana y consagrada al ser-vicio del Reino.

La Priora general exhortaba a las hermanas a hacer me-moria de la «audacia y coraje» que el P. Coll manifestó al ofreceruna nueva manera de ser y estar en la Iglesia, una nueva expre-sión de vida cristiana y religiosa de acuerdo al modo de Jesús,capaz de entusiasmar y una propuesta alternativa a los antiva-lores que presentaba la sociedad de aquel tiempo369.

En la Circular se indicaban los lineamientos generales dela celebración de este año jubilar. Una comisión motivaría y co-ordinaría las actividades a nivel general: apertura y cierre, logoy pancarta que lucirían durante todo el año los colegios de laAnunciata, con la inscripción: «150 AÑOS DANDO VIDA»370.

El día 9 de diciembre de 2005 se proclamó la apertura delAño Jubilar de la Congregación. Tuvo como escenario la Parro-quia San Bruno a la que pertenece la Casa general, con una so-lemne Eucaristía presidida por el Vicario Episcopal para la Vidareligiosa, D. Joaquín Martín Abad, en representación del Arzo-bispo de Madrid y concelebrada por un numeroso grupo de sa-cerdotes dominicos y otros sacerdotes amigos relacionados conla Congregación. Estaban presentes la Priora general y consejo,las Prioras provinciales de España, Superiora del Vicariato, her-manas de las distintas comunidades, religiosas de la Familia do-minicana y de otras Congregaciones vecinas y otros. Animó laliturgia el coro del colegio Dulce Nombre de Jesús, de Oviedo371.

300

369 Cf. Crónica de la Congregación, T. VII, p. 1250.370 Cf. Crónica de la Congregación, T. VII, pp. 151ss.371 Cf. Boletín Anunciata, n. 420.


Finalizada la Eucaristía, hermanas e invitados se traslada-ron al colegio Santa Catalina con sede en la calle Alfonso XIII deMadrid. En el salón de actos la Priora general saludó a todos lospresentes y dio a conocer los objetivos y el sentido que inspira-ron este Año Jubilar. Seguidamente el P. Vito T. Gómez, OP im-partió una conferencia que tituló: «“Una Obra de Dios extendidapor el mundo”; la Congregación de Hermanas Dominicas de laAnunciata ante el 150 aniversario de su Fundación (1856-2006)»372. Concluido el acto académico todos los invitados com-partieron una comida fraterna en los comedores del colegio.

El año jubilar 2006 estuvo colmado de innumerables ini-ciativas para celebrar y hacer memoria del largo caminar de laAnunciata en esos 150 años.

La misma comisión a la que se había encomendado la pre-paración de la Beatificación de las hermanas Mártires fue la en-cargada de dinamizar los actos comunes de celebración delevento. A su vez, se formó una subcomisión de colegios con laparticipación de las Provincias de España y estableciendo enla-ces con las de América. Ésta organizó actividades para motivarla participación de los centros educativos, con el propósito delograr que la celebración de los 150 años fuera una oportunidadpara vivir la comunión y la unidad de toda la familia de la Anun-ciata373.

Un aspecto solidario de la celebración en los colegios fueel apoyo a dos proyectos de ayuda seleccionados entre los pre-sentados por las Provincias. Uno de ellos fue en el norte argen-tino con el objetivo de proveer de agua potable al poblado deNueva Esperanza; el otro en Telemán (Guatemala), con la finali-dad de equipar un aula de mecanografía.

Las Provincias y el Vicariato Reginaldo de Orleans progra-maron y realizaron diversos eventos en coordinación con la pro-gramación general conforme a la realidad de sus respectivospaíses.

Se llevaron a cabo distintas celebraciones de acción degracias en diversas Catedrales, parroquias o colegios, con alum-nos, padres y profesores; conferencias sobre la vida del P. Coll

301

372 Cf. Boletín Anunciata, n. 424.373 Cf. Boletín Anunciata, nn. 422-423, 2006.


y su obra la Anunciata; actos culturales; concentraciones en lu-gares emblemáticos; concursos de dibujos; etc. Se creó una pá-gina web con el fin de dar a conocer la figura del P. Coll y laCongregación. La prensa también se hizo eco de estos aconte-cimientos374.Numerosos Obispos hicieron llegar su agradeci-miento por la presencia de las Dominicas de la Anunciata en susdiócesis.

Celebración en Vic

El 14 de agosto por la tarde, el Sr Alcalde de Vic, D. JacintCodina, antiguo alumno, procedió a descubrir una placa en laCasa Madre, en nombre de todo el Cabildo, cuyo texto es el si-guiente: «El Ayuntamiento de Vic a las Hermanas Dominicas dela Anunciata, en el 150 Aniversario de la Fundación de la Con-gregación, en reconocimiento de la labor educativa llevada atérmino durante estos años, hacia los niños y jóvenes de la ciu-dad de Vic, siguiendo el Carisma del Fundador, el Beato Fran-cisco Coll. Vic, 15 de agosto de 2006».

La Generalitat de Cataluña, como reconocimiento a la Con-gregación, había obsequiado con una figura en bronce. Esamisma tarde, el P. Vito T. Gómez OP, bendijo el Cáliz conmemo-rativo, elaborado con el desprendimiento de las hermanas, re-alizado por el orfebre zaragozano, Sr. José Mª Calero. Su diseñoes todo un símbolo, pieza única e irrepetible.

Al anochecer de ese mismo día el jardín y patios del cole-gio de Vic se poblaron de antorchas y los Misterios de gozo delRosario iluminados por textos de La Hermosa Rosa, resonaronen las voces de las hermanas que en procesión caminaron hastala Iglesia, presididas por el estandarte que acompañó en sus co-rrerías apostólicas al P. Coll. Ante el sepulcro que guarda sus re-liquias, finalizaron el día en espera de la gran solemnidad de laAsunción de María a los Cielos.

El 15 de agosto de 2006 fue el acto de mayor representati-vidad congregacional, al coincidir con el final del XXIII Capítulogeneral electivo. A este acontecimiento se unieron hermanas detodas las comunidades de Europa, miembros de la Familia do-minicana y amigos. Después de la oración solemne y festiva de

302

374 Cf. Boletín Anunciata, n. 425, 2006.


Laudes, se tuvo, en el Salón de Actos del Colegio, el encuentrocon todas las hermanas presentes. La H. Mª Jesús Carro hizo lapresentación del nuevo equipo de gobierno. Seguidamente laH. Mª Natividad Martínez de Castro, priora general, dirigió unmensaje de acción de gracias, extensivo a todas las hermanasde la Congregación y a las personas vinculadas a ellas. Les re-cordó que quien convocaba era el P. Coll, para proclamar juntas:«Sí, sí la Anunciata es obra de Dios» porque al contemplar los150 años de la historia de la Congregación hay que gritar con elsalmista «el Señor ha estado grande con nosotras por eso es-tamos alegres»375. Seguidamente el P. Vito. T. Gómez, OP ofrecióuna conferencia que llevaba por título: «La Anunciata, en su 150aniversario de fundación. Mirando al futuro en fidelidad al P.Coll»376.

Destacamos la presencia de la familia Coma, Josep y Án-geles de la masía de Puigseslloses, que obsequiaron en este ani-versario, con una carta manuscrita del propio P. Coll,desconocida hasta entonces.

El centro de este día fue la Eucaristía celebrada en la Pa-rroquia Ntra. Sra. del Carmen. En procesión, desde la CasaMadre y presididas por el «estandarte misionero» y el canto«Ave Maris Stella» se hizo la entrada en la Iglesia. Presidió laEucaristía el P. Vito T. Gómez OP, junto a numerosos sacerdotesdominicos y otros amigos. Momento de simbolismo fueron lasofrendas, los seis volúmenes de la Crónica de la Congregaciónacompañados por seis velas encendidas y la presentación delCáliz.

Después de la Eucaristía, de nuevo en la Casa Madre, laPriora general, descubrió una bonita placa conmemorativa delos 150 años, obra del escultor Sr. Carulla, que también honrócon su presencia. En la placa se lee la siguiente inscripción:«1856-2006.150 años dando vida. “Sí, Sí la Anunciata es obrade Dios” (P. Francisco Coll) EN EL 150 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓNLAS DOMINICAS DE LAANUNCIATA AGRADECEN A SU FUNDADOR EL CARISMARECIBIDO. Vic 15 de agosto de 2006».

El júbilo continuó por la tarde en el salón de actos con el«Musical, ANUNCIATA», dirigido por D. Carlos José Martínez Fer-

303

375 Crónica de la Congregación, T. VII, p. 154.376 Boletín Anunciata, n.427, 2006.


nández, profesor del colegio de Gijón y un selecto grupo de ar-tistas377.

Se clausuró esta intensa jornada con un encuentro festivoy fraterno en los comedores de la Casa Madre, bellamente dis-puestos, que manifestaban el cariño y exquisitez de quienes ha-bían pensado en todos los detalles.

2. Fundaciones Educativas en España

El acontecimiento más notable en el campo de la educa-ción en este período, ha sido la constitución de las FundacionesEducativas en España, tanto por los cambios de todo tipo queello ha comportado para las Provincias y Congregación, comopor la envergadura que ha supuesto en tiempo y recursos. Estehecho ha implicado la cesión de la Titularidad de los centroseducativos de la Anunciata en España.

La Congregación constituye las Fundaciones educativasporque, consciente de la disminución del número de hermanaspara la docencia en España, quiere seguir dando vida a su pro-yecto fundacional en los centros como oferta válida, asegu-rando su continuidad con una nueva estructura jurídica estable.Valora la misión compartida con los laicos y confía que con ellospodrá mantener vivo el carisma378. La constitución de las Fun-daciones educativas tuvo lugar siendo priora general la H. MªNatividad Martínez de Castro.

Fundación Educativa Santo Domingo (FESD)

En la reunión de Superioras Mayores de Dominicas de Es-paña y Portugal celebrada el 30 de abril de 2004 en Madrid seexpone la dificultad por la que están pasando algunas Congre-gaciones debido a la carestía de vocaciones y la escasez de her-manas para llevar los colegios. Ante esto, se plantea hacer unestudio en torno a la posibilidad de crear una Fundación a niveldominicano.

Se propone presentar esa inquietud al Consejo Nacional

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377 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII p. 153. Boletín Anunciata, n.427.378 Cf. ACG Asuntos, p. 18.


de Familia Dominicana. El 1 de mayo se reunió el Consejo Na-cional y se vio la conveniencia de tratar el futuro de los colegios.Se aceptó la propuesta de «mostrarnos como un colectivofuerte, animados por el espíritu de Santo Domingo».

Se inician los trabajos exhaustivos formándose una comi-sión con cuatro miembros de diferentes entidades dominicanas,entre ellos una Dominica de la Anunciata, H. Justina González,que actúa como coordinadora de la misma. A dicha comisión sele encomienda tramitar los procesos a seguir e informar de lasgestiones realizadas a los respectivos provinciales.

El 12 de diciembre de 2006 se firmó ante Notario el actaconstitucional de la «Fundación Educativa Santo Domingo»(FESD), con ocho Instituciones fundadoras y 12 colegios379. Sehicieron las gestiones necesarias en la Delegación de Haciendapara la obtención del NIF y la inscripción de la Fundación en elregistro de Fundaciones. Se constituye el primer Patronato for-mado por los ocho Provinciales de las Instituciones fundadoras,asumiendo la presidencia del mismo H. Mª Victoria SánchezUrrutia, Dominica de la Anunciata. En todo momento se cuentacon el valioso aporte del asesor jurídico D. Fernando LópezTapia. También en el primer Equipo de Gestión de la Fundaciónparticipan dos hermanas de la Congregación, H. FranciscaGranda Redondo, como directora y H. Clara García Prieto en elárea de pastoral.

Este proyecto contribuye a fortalecer el carisma en el ám-bito de la misión educativa y a un mutuo enriquecimiento comoFamilia Dominicana.

Fundación Educativa Francisco Coll (FEFC)

Las razones y el proceso seguido para esta Fundación, engeneral, son los mismos que impulsaron la constitución de laFESD. Las medidas que se tomaron fueron muy reflexionadasy asesoradas por expertos, buscando siempre dar una salidaviable de futuro a los colegios desde el carisma. Se trataba eneste caso de colegios de la Congregación, todos ellos animados

305

379 Por parte de la Congregación se cede a la Fundación la Titularidad de los colegiosde Mieres y Tudela de la Provincia Santa Catalina de Sena, y de Albacete c / Bañosy Sagunto, de la Provincia Santo Domingo.


por el mismo espíritu de Santo Domingo y San Francisco Coll.Las Entidades Fundadoras son las Provincias Santo Domingode Guzmán y Santa Catalina de Sena, cuyas provinciales eranH. Leoncia Pérez Peña y H. Mª Victoria Sánchez Urrutia respecti-vamente.

Con el debido asesoramiento de D. Fernando López Tapiacomenzó en el año 2006 el proceso para hacer realidad esta Fun-dación. Inicialmente se formó una comisión interprovincial paraevaluar los centros propuestos por las Provincias fundadoras.Esta comisión, en la que participaban religiosas y laicos, coor-dinada por la delegada general de educación, H. Justina Gon-zález Albir, tuvo un papel muy activo en el período deconstitución de la Fundación. Se reunió en cada centro con lacomunidad religiosa, directivos y claustro de profesores; llevóadelante el análisis de la situación de los colegios, la elabora-ción de documentos, y los aspectos organizativos hasta la cre-ación de la Fundación. Finalmente, el 27 de diciembre de 2007se constituyó la «Fundación Educativa Francisco Coll» (FEFC)ante el notario D. Javier Pérez del Camino. Los 16 centros deambas Provincias se fueron incorporando progresivamente a lamisma.

Fundació Educativa Dominiques Anunciata Pare Coll (FEDAC)

El proceso seguido para la constitución de la «FundacióEducativa Dominiques Anunciata Pare Coll» fue el mismo quese llevó a cabo para la Fundación Educativa Francisco Coll(FEFC).

Los consejos provinciales de las Provincias «San Rai-mundo de Peñafort» y «Ntra. Sra. del Rosario», habían iniciadoun discernimiento sobre el futuro de sus colegios; en ese mo-mento eran prioras provinciales las HH. Montserrat Font Caballéy Montserrat Sala Gramunt, respectivamente. Se plantearon ca-minar juntos los dos consejos y aglutinar todos los colegios enuna Fundación propia (FEDAC). Como se hizo en anteriores Fun-daciones se creó una Comisión, que trabajó muy activamenteen la evaluación y sensibilización de los centros y en todo lo quese requería para constituir esta nueva entidad. Estaba consti-tuida por 8 miembros, seis laicos y las dos hermanas delegadasde educación de ambas Provincias, coordinada por el profesorModest Jou González.

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El 18 de febrero de 2009 se firma la escritura de constitu-ción de la FEDAC ante el Notario D. Esteban Bendicho Solane-llas. Esta Fundación está integrada actualmente por los 24centros educativos que formaban parte de las Provincias SanRaimundo de Peñafort y Nuestra Señora del Rosario. El colegio«Mare de Déu del Roser» (Berga) de esta última Provincia juntocon el colegio privado «Sant Francesc» de la misma localidad,se habían constituido ya en el año 2006 en Fundació Privada Do-miniques de L’Anunciata- Sant Francesc de Berga.

En marcha

En la Memoria presentada al XXV Capítulo General por laH. Justina González Albir se puede encontrar el proceso deta-llado de la constitución de las Fundaciones educativas, así comoquiénes integraron los órganos de gobierno y animación de lasmismas tal como se prevé en sus respectivos Estatutos.

Las fundaciones constituidas por la Congregación comen-zaron su marcha con responsabilidad y buen ánimo, sin negarque ha sido necesario un proceso de mentalización y asimila-ción por parte de religiosas y claustros de profesores, que hanido haciendo camino. Desde los patronatos y equipos de titula-ridad se busca seguir potenciando en el colectivo de los centrosel carácter confesional y su finalidad educativa y evangelizadoradesde el carisma de las Dominicas de la Anunciata.

3. Beatificación de las Hermanas Mártires

La Memoria de las hermanas Mártires estuvo viva en laCongregación y en las personas que conocieron la vida, ymuerte de estas Siervas de Dios que las consideraron mártiresde Cristo, sacrificadas por ser Religiosas, por su fidelidad y pormantener el compromiso de su profesión religiosa.

El día 9 de enero de 1958 se constituyó el Tribunal Eclesiás-tico en Barcelona para investigar la fama de martirio de las sietehermanas. Abierto el proceso informativo se recogieron todoslos testimonios desde 1958 hasta 1963.

En 1987 se reemprendió la causa ante la disposición favo-rable de Juan Pablo II, con la revisión y enriquecimiento de nue-

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vos documentos y la elaboración de la Positio, contando con laayuda del P. Lorenzo Galmés OP, colaborador externo de la Causa.

El 9 de diciembre de 2003 se celebró el Congreso de laCongregación de las Causas de los Santos para considerar elpresunto martirio de los 12 mártires dominicos, entre los cualesestaban incluidas las siete Dominicas de la Anunciata. Los Con-sultores dieron su voto favorable. Con esta aprobación se des-pejó el camino de la beatificación de las hermanas.380

El 7 de octubre de 2004, la priora general, H. Mª JesúsCarro Ferrero, comunicó a la Congregación la noticia esperadadesde tiempo y que llenó de alegría a las hermanas. Dice en sucomunicado: «Este acontecimiento ha de ser motivo de gozo,celebración y oración. Se reconoce públicamente que nuestrashermanas llevaron la consagración religiosa hasta las últimasconsecuencias. Nos señalan el sendero de toda Consagrada»381.

Se necesitaba un tiempo de preparación de las hermanasy también de los colegios. Se formó una comisión, coordinadapor H. Dolores Servén a la que se encomendó las tareas de in-formar, motivar, impulsar actividades.

Se le pidió a la H. Otilia González la elaboración de un fo-lleto divulgativo con el fin de dar a conocer a las hermanas Már-tires. Lleva por título «Testigos del amor. Mártires de Cristo dela Congregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata». ElP. Vito T. Gómez OP escribió una reseña histórica de cada uno delos doce integrantes del grupo. Se hizo llegar a las comunidadesjunto con la circular de la Priora general.

La comisión elaboró también oraciones, celebraciones dela Palabra. Se crearon diversos dibujos, murales, canciones. LaH. Milagros Zamora del convento dominicano de Xàtiva, pintóuna colección de estampas relacionadas con las Hermanas Már-tires. A su vez, la señora Rosa Mª Pascual de Gómez, artista gua-temalteca, hizo una pintura alegórica sobre el martirio del grupodominicano que se conserva en la capilla del Rosario de la CasaMadre. De la misma manera, la H. Rosa Font compuso una seriede piezas musicales meditativas y la letra del himno, como ho-menaje a las hermanas, recopilado todo ello en un CD.

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380 Cf. Crónica de la Congregación, T. VII, p. 149, n 100.381 Crónica de la Congregación, T. VII, p. 1235.


El día 19 de diciembre de 2005 el Papa Benedicto XVI au-torizó a la Congregación de las Causas de los Santos a que pro-mulgase el Decreto de martirio de los doce mártires dominicosen el que estaban incluidas las siete hermanas Dominicas de laAnunciata.

Ante la próxima Beatificación de las hermanas Mártires yla necesidad de contar con reliquias de sus restos para ponerlasa la veneración de los fieles, se pidió autorización para recono-cer y extraer algunas partículas de los restos de las dos herma-nas que se encuentran en un nicho de la iglesia de lacomunidad, que a su vez es la parroquia de Ntra. Sra. de Vall-daura, en la ciudad de Manresa.

El P. Vito T. Gómez OP, Postulador general de la Orden hizola petición formal al Sr. Obispo de Vic, Dr. D. Romà Casanova,para proceder a la apertura del sepulcro a fin de realizar unnuevo reconocimiento de los restos mortales de las entoncesSiervas de Dios Reginalda Picas Planas y Rosa Jutglar Gallart, yextraer algunas partículas para que, en su día, sirvan como re-liquias.

Concedido este permiso la exhumación se llevó a cabo el16 de marzo de 2006 en una sencilla y emotiva ceremonia. Es-tuvieron presentes junto a la Priora general y a algunas herma-nas del consejo general, el Postulador de la Causa, hermanas yotras personas y, por supuesto, el Tribunal eclesiástico.

Finalmente, el día 28 de octubre de 2007 fueron Beatifica-das las siete hermanas Dominicas de la Anunciata en Roma porel Papa Benedicto XVI. Era el día de la ceremonia más numerosaen toda la historia de la Iglesia, 498 mártires del siglo XX en Es-paña eran agregados, de una vez, al Martirologio. Entre ellos seencontraban las hermanas: Ramona Fossas, Adelfa Soro, TeresaPrats, Otilia Alonso, Ramona Perramón, Reginalda Picas, y RosaJutglar.

La celebración en Roma, organizada por la ConferenciaEpiscopal española, de acuerdo con la Congregación para laCausa de los Santos, consistió en la Acogida de los peregrinosen la Basílica de San Pablo Extramuros, la víspera; la solemneceremonia de Beatificación en la Plaza de San Pedro el día 28 yal día siguiente, la Eucaristía de Acción de Gracias en la Basílicade San Pedro.

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El día 28 por la tarde, en el Convento dominicano de Sta.Sabina, se congregó la familia dominicana para dar gracias porla Beatificación del grupo de laicos, frailes, monjas y hermanasde la Orden, incluidos en la misma causa. El día 29 se reunierontodas las hermanas, en la casa Villa Anunciata, en donde, por pri-mera vez se veneraron las reliquias de las hermanas Mártires.

El 2 de noviembre la celebración continuó en Vic comen-zando con el rosario nocturno en torno al Monumento de lashermanas Mártires. El día 3 se celebró la Eucaristía, que se inicióen el Monumento y en la Iglesia se bendijo la lápida de las Már-tires, obra del escultor D. Francesc Carulla. Por la tarde, se en-tregaron reliquias a cada Priora provincial y a la Superiora delVicariato.

En las Provincias y en los lugares de origen de las BeatasMártires, en diferentes momentos, se les fue rindiendo home-naje. Asistieron familiares y hermanas de las Provincias respec-tivas.

4. Canonización del P. Coll

«¡¡Jubilate Deo!! Con gran emoción y gozo desbordanteos comunicamos que la fecha de CANONIZACIÓN del Padre Collserá el 11 de octubre de 2009». Con estas palabras las hermanasque estaban en el Consistorio del día 21 de febrero de 2009daban a conocer a la Congregación lo que tanto tiempo deseabay esperaba.

En la carta de felicitación por el 152 aniversario de la fun-dación de La Anunciata la priora general, H. Mª Natividad Mar-tínez de Castro escribía a las hermanas: «En 2008-2009,probablemente tendrá lugar la CANONIZACIÓN de nuestro queridoPadre Coll. Esto implica, en primer lugar, una preparación inte-rior personal y comunitaria que nos lleve a una mayor fidelidady radicalidad en la vivencia de nuestra consagración…».

A fin de preparar este gran acontecimiento se constituyóuna comisión central coordinada también en esta ocasión porH. Dolores Servén, consejera general, e integrada por una her-mana de cada Provincia y Vicariato y de las Casas Dependientesde la Priora general. Esta comisión propuso declarar el 2009«AÑO PADRE COLL» e hizo un programa de actividades orientadas

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a facilitar la reflexión sobre algunos aspectos que destacaronen su vida. Elaboró y envió a todas las comunidades abundantematerial.

De igual modo se creó una comisión coordinada por la De-legada general de Educación para organizar la preparación dela Canonización en los colegios. Esta comisión elaboró recursosy celebraciones que se usaron en los centros educativos aunán-dolos en un ambiente de reflexión y de fiesta. Se editaron cua-dernos de trabajo para cada alumno titulados: «El Padre Collnuestro tesoro».

Al comenzar el Adviento, una motivadora circular de laPriora general, del 30 de noviembre de 2008, abría el Año PadreColl.

El día 6 de diciembre se recibía la noticia de que SS el PapaBenedicto XVI había autorizado a la Congregación para las Cau-sas de los Santos la promulgación del Decreto del milagro atri-buido a la intercesión del Beato Francisco Coll i Guitart. Seesperaba ahora la convocatoria del Papa a un Consistorio en elque anunciara su propósito de canonizar al P. Coll, pidiera el pa-recer de los cardenales y finalmente, fijara el día de la Canoni-zación.

La fecha establecida fue el 11 de octubre de 2009, día enque SS el Papa Benedicto XVI declaró santo al Beato Padre Fran-cisco Coll junto con otros cuatro beatos en la solemne ceremo-nia de Canonización celebrada en la Basílica de San Pedro delVaticano.

Monseñor Ángelo Amato, Prefecto de la Congregaciónpara la Causa de los Santos, acompañado del P. Vito Gómez, OP,Postulador General de la Orden y los postuladores de las res-pectivas causas, demandó del Santo Padre que se procediera ala canonización. A continuación, se leyó una breve reseña bio-gráfica de cada uno de los beatos. Después del canto solemnede la Letanía de los santos, SS Benedicto XVI pronunció solem-nemente la fórmula de canonización:

«Con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, delos Santos Apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, in-vocando la ayuda Divina declaramos y definimosSanto a Francisco Coll y Guitart y establecemos que

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en toda la Iglesia sea devotamente honrado entre losSantos».

Una multitud de hermanas y personas provenientes de losdistintos lugares donde la Congregación está presente asistió ala ceremonia. Se destacaba un numeroso grupo de jóvenes delos distintos centros educativos de España que, identificadoscon sus camisetas de color aportaban una nota de vida y alegría.María, la niña agraciada por el milagro, acompañada de sus pa-dres, fue bendecida por el Papa en el momento de la comunión.

En la homilía de la Canonización Benedicto XVI se refirióal Padre Coll resaltando la fuerza de su testimonio: «Llegaba alcorazón de los demás porque transmitía lo que él mismo vivíacon pasión en su interior». Al concluir la ceremonia señalaba:«San Francisco Coll, Dominico, con su entrega sacerdotal y mi-sionera, su ferviente devoción a la Virgen María, hace honor ala mejor tradición religiosa y a las profundas raíces cristianasde su pueblo».

Los actos celebrados a nivel general fueron organizadospor la comisión central. Comienzan en Roma con la entrañabley multitudinaria acogida de peregrinos en una vigilia de oraciónen el Auditorio del Angelicum. A continuación de la Canoniza-ción tiene lugar una comida fraterna. Por la tarde de ese mismodía se reúnen las hermanas en la Casa Procura de Monte Mariopara celebrar unas solemnes Vísperas y un ágape fraterno. Lascelebraciones en Roma finalizan con la festiva Eucaristía de Ac-ción de Gracias en la Minerva, presidida por el cardenal de Bar-celona Mons. Luis Mª Martínez Sistach y concelebrada porvarios obispos, numerosos frailes dominicos, el Maestro Gene-ral de la Orden Fr. Carlos Azpiroz, los provinciales de España yAragón y otros sacerdotes de diversas Diócesis. En ella se ex-presó con gran fervor y alegría la riqueza multicultural de LaAnunciata.

El coro orfeón gijonés dirigido por D. Carlos José Martínezpuso cantos y música a este inolvidable momento.

La acción de gracias continuó en Vic, el 16 de octubre porla noche en el jardín de la Casa Madre, con el rezo del Rosario.Al día siguiente el acto central fue la Eucaristía celebrada en laCatedral, presidida por el Sr. Obispo Dr. Romá Casanova, pre-parada con todo detalle por la comunidad educativa del colegio.

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Al final de la Eucaristía el Sr. Obispo entregó a los participantesla Carta Pastoral «Un Foc encén un altre Foc» escrita con oca-sión de la Canonización de S. Francisco Coll. En ella propone alPadre Coll como modelo de fidelidad a Jesucristo y ejemplo devida auténticamente cristiana. Después de compartir una co-mida de fiesta, por la tarde, un grupo de jóvenes bajo la direc-ción de D. Carlos José Martínez, profesor del colegio de Gijón,interpretaron el Musical «Supercoll», que presentaba la figuradel P. Coll de una manera ágil y creativa. Y a continuación seofreció un repertorio de danzas populares.

Puso el broche de oro la celebración en Gombrèn con laEucaristía presidida por el Sr. Obispo Mons. Romà Casanova yel homenaje del pueblo en la plaza, donde se presentó nueva-mente el Musical y se concluyó compartiendo fraternalmente lacomida típica de esa región que vio nacer al Padre Coll.

En Madrid, la celebración de Acción de Gracias por la Ca-nonización del Padre Coll tuvo lugar el día 15 de noviembre de2009 en el Convento de Alcobendas, donde los Padres Domini-cos de Ntra. Sra. del Rosario abrieron su casa para acoger a ungran número de personas vinculadas a La Anunciata. Fue lugarde encuentro de la Familia dominicana: hermanas de distintasCongregaciones, frailes, laicos.

Presidió la Eucaristía el P. Vito T. Gómez OP y le acompaña-ban en el altar los Priores provinciales de la Provincia de Españay del Rosario, numerosos dominicos y varios sacerdotes. Cantóla «Schola Cantorum» de la Catedral de Oviedo, privilegio faci-litado por nuestras hermanas de la Casa sacerdotal.

La Eucaristía fue transmitida por TVE, por lo que las her-manas de la Congregación pudieron unirse desde muy diferen-tes lugares, asimismo un extenso público pudo conocer al SantoFundador. Su preparación fue bien cuidada; la Priora general,Priora provincial y las comunidades de Madrid coordinaron laorganización del Acto. A esta celebración asistieron también lasPrioras provinciales de España, así como otras hermanas.

Previamente a la Eucaristía, la TVE retransmitió un repor-taje que permitió ver lo fundamental del Acto de la Canonizaciónen Roma y algunas entrevistas realizadas: H. Mª Natividad Mar-tínez, priora general y H. Rosa Mª Leal, vicaria general.

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Al finalizar la Misa de Acción de gracias se pudo presenciaren el Salón de Actos el Musical «Supercoll», que había sido yapresentado en Vic y Gombrén. A continuación, se sirvió un vinoespañol mientras se compartía y dialogaba fraternalmente.

En todas las sedes de las Provincias y en cada una de lascomunidades, colegios y obras de la Congregación la Canoni-zación del P. Coll fue motivo de grandes celebraciones, llenasde amor y fervor. Los medios de comunicación de los distintospaíses se hicieron eco de este acontecimiento. En el monográ-fico del Boletín Anunciata, n. 471, se encuentra recogida una sín-tesis de estas múltiples actividades y celebraciones, expresiónde la unidad y pluralidad de la Congregación, que vibró al uní-sono ante el reconocimiento de la santidad de su amado Fun-dador.

La Priora general, en las Memorias que presenta al XXVCapítulo General, refiriéndose a los acontecimientos de la bea-tificación de las HH. Mártires y Canonización de S. FranciscoColl, afirma: «La alegría, la fraternidad compartida, la profundi-zación propiciada, la llamada insistente a la santidad que elSeñor nos ha regalado en la celebración de nuestras Santas yen nuestro Santo, es un tesoro que debemos guardar en el co-razón para saborearlo y hacer que nuestras vidas demuestrenque su gracia no ha sido en vano».

5. I Capítulo General de Asuntos

5.1. Convocatoria y celebración

La Priora general expresa en la Memoria que presenta alXXV Capítulo General los motivos por los cuales fue convocadoen el 2009 el I Capítulo de Asuntos: «La razón principal por laque se vio necesario convocar el Capítulo de Asuntos, fue laconstatación de que la constitución de Fundaciones Educativasen España, afectaba profundamente a la normativa vigente enNuestras Leyes referida a la responsabilidad, organización y ad-ministración de la Misión Educativa, a nivel general, provincialy local, y a su correlativa incidencia en el Gobierno y economíade esos mismos niveles[…]. Un cambio de tal envergadura, aun-que sólo afectaba a cuatro Provincias, debía ser conocido, con-sensuado y articulado por toda la Congregación en CapítuloGeneral».

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2010.Fundaciones educativas.

Firma del convenio de colaboración

28 de octubre de 2007. Beatificación

Priora General y Exprioras Generales

Caliz conmemorativo

Rosario de antorchas en VIC

2006. CELEBRACIÓN DEL 150 ANIVERSARIO

DE LA FUNDACIÓN


2009. Canonización de Francisco Coll.

Roma.


La idea se fue gestando en las reuniones del Consejo ge-neral con las Prioras provinciales de España y posteriormentese trató en el Encuentro de Consejos general, provinciales y delVicariato realizado en León, en abril de 2009.

A la temática de las Fundaciones Educativas, se sumaronotros tres asuntos de interés a tratar por el Capítulo: Nuevas For-mas y Presencias Apostólicas; Realidad Vocacional de la Con-gregación y Dinámica de Gobierno. El estudio pre-capitular quese envió a las comunidades motivaba la reflexión sobre dichostemas, éstas pudieron hacer llegar también sus sugerencias.

El Capítulo fue celebrado en la Casa general, del 1 al 20 dediciembre de 2009. La reflexión y decisiones tomadas sobrecada uno de los Asuntos se encuentran en las Actas del XXIVCapítulo General, I Capítulo General de Asuntos, enviadas a lascomunidades. También se les hizo llegar una Separata con elproceso que se había seguido en la elaboración del apartado deFundaciones, en el que se explicitan las razones por las que laCongregación las ha constituido, las funciones y actividades delos órganos de la misma en relación a las Fundaciones consti-tuidas por la Congregación y respecto de aquellas en las queparticipa con otras Congregaciones o Instituciones382.

5.2. Algunas resoluciones y su puesta en marcha

El Capítulo de Asuntos tomó acuerdos que, en breve, sehicieron efectivos.

Convenio general de colaboración de la Congregación con FEFC- FEDAC

En el Capítulo se definió en un documento la relación,competencias y estructura organizativa de la Congregación res-pecto a las fundaciones educativas en España al ser entidadesjurídicas diferentes. Dicho documento se haría efectivo me-diante pactos con las Fundaciones, reflejados en un ConvenioGeneral de Colaboración.

El día 8 de septiembre de 2010 tuvo lugar en la Casa gene-

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382 Memoria de la Priora general presentada al XXV Capítulo General de 2012.


ral la firma de dicho convenio entre la Congregación Dominicasde la Anunciata y la Fundación Educativa Francisco Coll (FEFC)y la Fundació privada Dominiques Anunciata Pare Coll (FEDAC).Introdujo el acto el abogado asesor D. Fernando López Tapia.Las firmantes fueron la Priora general, representando a la Con-gregación, las Prioras provinciales de las cuatro provincias deEspaña, en calidad de representantes de las Entidades Titularesy dos hermanas representantes de las respectivas Fundacio-nes383. El acto se clausuró pidiendo la intercesión del Padre Fran-cisco Coll.

Equipo Interfundaciones

Constituidas las Fundaciones FEFC y FEDAC surgía la ne-cesidad de crear un nexo, entre ellas y la Congregación. El Ca-pítulo de Asuntos tomó esta determinación: «Para conseguir launidad en la diversidad de las Fundaciones y mantener y ac-tualizar la dimensión cristiana y el carisma dominicano de laAnunciata, se constituye un organismo interfundaciones, desdelos gobiernos general y provinciales, con la finalidad de quesea nexo entre la Congregación y las Fundaciones»384.

El 16 de noviembre de 2011 se constituyó este Equipo in-tegrado por hermanas y laicos de ambas Fundaciones y coordi-nado por la Delegada general de Educación, H. Justina GonzálezAlbir. Su finalidad es mantener la vigencia del carisma e impul-sar y unificar criterios. Entre otras competencias, tiene a sucargo la adaptación y actualización de los documentos congre-gacionales que rigen los centros de ambas Fundaciones y pro-mover la formación de los laicos en el carisma385. El equipoelaboró el Reglamento de Régimen Interior para las fundacionesy para los centros, facilitó recursos para la evaluación de losmismos en relación con aspectos del carisma y educativo pas-torales. Tuvo a su cargo la organización del encuentro de forma-ción de educadores que tradicionalmente se venía realizandocada dos años en León.

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383 Boletín Anunciata, n. 470, Agosto-Septiembre, p. 131.384 ACG Asuntos p. 26.385 Cf. ACG Asuntos, p. 27.


Supresión del Vicariato Reginaldo de Orleans

Comprendía en esos momentos las casas de Francia ySuiza, en lo sucesivo dependerían directamente de la Priora ge-neral. Esta resolución del Capítulo se concretó el 3 de enero de2010.

Supresión del noviciado y estudiantado erigidos en la casa deAluche, Madrid

La crisis vocacional en Europa afectó también a la Congre-gación, que desde el 2006 no contaba en España con ningunaformanda, ni se percibían indicios de nuevos ingresos. Así esque el Capítulo dispuso que la Casa de Aluche dejase de serCasa general de formación para Europa y pasara a incorporarsea la Provincia Santo Domingo, a partir de julio de 2010. Esta re-solución se llevó a término el 30 de junio de 2010. Si hubiera vo-caciones en el país «se erigirá la casa de formación en el lugarconveniente o se las enviará a alguna de las que ya existen».

Formación inicial

El criterio de priorizar la formación en grupo es reafir-mado, disponiendo que las provincias estén abiertas a enviarformandas a otra casa de formación fuera de su demarcaciónprovincial, con la debida autorización. Esta resolución se pusoen práctica muy pronto, verificándose en los años sucesivos unmovimiento de jóvenes en formación inicial: de Filipinas, El Sal-vador y Brasil al Estudiantado de Argentina; de Perú y Españaal Noviciado de El Salvador. También se había dispuesto en elCapítulo de Asuntos que las provincias de España y América es-tudiaran la necesidad y posibilidad de contar con una casa in-terprovincial en algún período de formación, presentandoalternativas al Capítulo de 2012. En éste se determinó la erec-ción de un Estudiantado interprovincial en Centroamérica paralas provincias de España y América, que fue erigido con fechadel 17 de enero de 2015. La Casa Estudiantado se ubicó en lacomunidad de Santa Tecla, San Salvador, iniciándose con dosestudiantes de la Provincia San Martín de Porres y una de la Pro-vincia Santa Rosa de Lima; fue nombrada maestra de estudian-tes la H. Mª Teresa Henríquez Acosta.

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Unificación de Provincias en España

El Capítulo de Asuntos determinó también que se cami-nara hacia la unificación de provincias en España. Respecto alas dos de Cataluña había de iniciarse dicho proceso, hecho quese desarrolla en el apartado correspondiente de este Compen-dio. El Capítulo general del 2012 resuelve, a su vez que las otrasdos provincias de España inicien el proceso de unificación y dencuenta de ello en la asamblea capitular de 2018.

Nueva edición de las Constituciones

En 1995, siendo priora general H. Mª Jesús Carro, se habíahecho una nueva edición de las Constituciones incluyendo enel texto los cambios aprobados por la Santa Sede, y las modifi-caciones hechas a algunas ordenaciones. El texto, introducidopor el Maestro general Timothy Radcliffe, fue publicado en 1996.

El Capítulo de Asuntos vio necesario incorporar los cam-bios realizados por los últimos Capítulos generales y ademáshacer un estudio y revisión de todo el texto, acordando quedicho estudio se presente al Capítulo general de 2012. Para res-ponder a este mandato se conformó una comisión integradapor una hermana de las casas dependientes de la Priora general,de cada Provincia y del Vicariato St. Françoise Coll, que se reu-nió durante los meses del verano de 2011 en la Casa general.Trabajando a conciencia y con intensidad revisaron el textocompleto de Nuestras Leyes, presentando propuestas de modi-ficación de algunos números e inclusión de otros nuevos, debi-damente fundamentados.

Este material fue estudiado por los consejos general, pro-vinciales y del Vicariato. Con las respectivas aportaciones pasóa ser considerado en el 2012 por las hermanas asistentes al Ca-pítulo general, quienes aprobaron el texto definitivo. Se sometióluego a la aprobación de la Congregación para los Institutos deVida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA)otorgada con fecha 22 de agosto de 2013.

Equipo de estudio y profundización del Carisma

El nombramiento de este equipo era un tema pendienteacordado por el Capítulo general de 2006. Ahora se dispone

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hacer efectivo dicho nombramiento y encargar al mismo escri-bir un Compendio de Historia de la Congregación. La Priorageneral pidió a cada provincia de España y América que propu-siera una hermana para integrarlo y nombró a dos representan-tes de las casas directamente dependientes. El equipo comenzóa reunirse en Madrid, en marzo de 2011, coordinado por la De-legada general de formación, con la participación presencial delas hermanas residentes en Europa y la aportación de todas através de los medios de comunicación; aunque con la previsiónde hacer en algún momento especial una convocatoria delequipo completo.

Celebración de encuentros de pastoral juvenil vocacional

Otra disposición del Capítulo general de Asuntos fue que,en lo posible durante el transcurso del año 2010, en cada Pro-vincia y en el Vicariato se celebrase un encuentro de hermanasque trabajan en esta área de la pastoral y de prioras, progra-mado por la Delegada general y las respectivas delegadasprovinciales, con el fin de impulsar nuevos caminos en la ani-mación de la PJV.

La delegada general de PJV, H. Ana María Penadés juntocon el equipo, organizó un Encuentro que tuvo lugar en Vic del26 al 30 de julio de 2010 para todas las hermanas de España im-plicadas en la PJV y las delegadas de las Provincias de América,que contó con la participación de la Priora general. En la convo-catoria, de forma creativa, se decía que se trataba de un encuen-tro para hermanas «que crean y acepten que (-) por (-) = + y que“es obra de Dios”». Entre otros objetivos se enunciaba: Revita-lizar la propia experiencia vocacional y reflexionar juntas el ayer,el hoy y el mañana de la Congregación. Con mucho simbolismo,momentos fuertes de reflexión y oración, fue otra oportunidadpara continuar dando impulso a la pastoral vocacional en laCongregación386.

6. Erección del Vicariato de África

En el XXII Capítulo general celebrado en Vic el año 2000,se recibieron sugerencias sobre la creación de un Vicariato for-

321

386 Boletín Anunciata, n. 470, Agosto-Septiembre, p. 133-135.


mado por todas las casas de África. Después del estudio perti-nente, el Capítulo consideró que, con anterioridad a la creaciónde esta estructura era necesario dar una serie de pasos que seencomendaron a la priora general, H. Mª Jesús Carro y Consejo,y a las Prioras provinciales de las Provincias Santo Domingo deGuzmán y Nuestra Señora del Rosario. Debían crear un equipode formación común para las dos Provincias, adaptar el PlanGeneral de Formación (PGF) para África, tener el noviciado y es-tudiantado en común -una etapa en cada Provincia-, asignar her-manas de las comunidades de una Provincia a la otra, de comúnacuerdo las dos prioras provinciales y procurar que las comu-nidades fueran haciendo posible la autofinanciación387.

La H. Mª Jesús Carro da cuenta de lo realizado durante elsexenio en su Memoria al Capítulo de 2006:

1) Se creó el Equipo de Formación, integrado por la Dele-gada general de Formación, las dos Provinciales y her-manas designadas.

2) Este equipo adaptó el PGF a la realidad de África, con lacolaboración de las hermanas allí asignadas.

3) Se tenía ya el noviciado común en Bonoua (Costa deMarfil) y en 2003 se creó el estudiantado comúnYaoundé (Camerún).

4) Hacia el 2003 se empezó a asignar hermanas de unaProvincia a otra.

5) Se estudia la posibilidad de la autofinanciación de lascomunidades y se intenta tener alguna obra propiacomo ayuda económica”388.

También expresa su opinión y la de su consejo de que nose retrase la constitución del Vicariato y reflexiona sobre los as-pectos positivos: el conocimiento y acompañamiento de las her-manas en formación se vería favorecido por la residencia de laVicaria y Consejo en el continente, dando unidad a la gestióndel gobierno, el número de hermanas y el florecimiento voca-cional. Las hermanas africanas poseen disponibilidad para la iti-nerancia, así como desarrollo y madurez suficiente para elarraigo del carisma en estas tierras. Destaca algunos puntos ne-gativos: la dificultad para la autofinanciación, el alto coste delos desplazamientos para encuentros y visita a las familias, la

322

387 Cf. Actas XII Capítulo general 2000, n.131.388 Crónica de la Congregación, T. VII, p. 92.


diversidad de leyes según el país, que obstaculiza los estudios,la necesidad de un fondo común.

A la luz de todo ello, las hermanas capitulares determina-ron lo siguiente: «… el Capítulo ve conveniente la creación deun Vicariato cuya demarcación comprenda los países africanosdonde la Congregación está presente y aquellos a los que seproyecte en el futuro. Queda bajo la responsabilidad del Con-sejo general, de acuerdo con los Consejos provinciales de lasprovincias implicadas, dar los pasos pertinentes para su cons-titución»389.

El proceso siguió adelante y en el año 2009 en el CapítuloGeneral de Asuntos se pone fecha a su constitución: «El Vica-riato de África será erigido en el transcurso del 2010»390. A lolargo del curso 2009-2010 se mantuvieron varias reunionesentre el Consejo general y las Prioras provinciales de las dosProvincias afectadas para ir concretando los pasos a dar. Co-rrespondió a la H. Mª Natividad Martínez, priora general y a suConsejo hacer efectiva la erección, cuyo decreto se firmó el 15de agosto de 2010. Se convino hacerlo público durante el En-cuentro bianual de Formación Permanente que debía celebrarseen Rwanda en agosto de dicho año, pero que tuvo que trasla-darse al Camerún por la situación de violencia creada a raíz delas elecciones.

El día 24 de agosto de 2010 se hacía pública, en el marcode dicho Encuentro, la erección del Vicariato que pasaba a lla-marse: «Saint François Coll». Comprendía un total de 78 herma-nas. Se nombró a la Vicaria, H. Encarnación Martínez, y a lashermanas que formarían el Consejo: Argelina Álvarez, Ana MªCastaño, Josiane Babang y Astérie Nyirangirabakunzi. Estabanpresentes las respectivas Prioras provinciales, que recibieronpor parte de las hermanas del naciente Vicariato la expresión deun profundo agradecimiento.

La H. Mª Natividad Martínez, priora general, en su Memo-ria al Capítulo de 2012 concluye la explicación de dicho eventocon estas palabras: «Las Provincias-madre bien pueden decir“la tierra ha dado su fruto, nos ha bendecido el Señor, nuestroDios” (Sal 66, 17). Y también la Congregación entera os bendice,agradece y felicita a todas las hermanas que con generosidad

323

389 Actas XXIII Capítulo general 2006, n. 134.390 Actas Capítulo General Asuntos, comunicación n. 2.


y entrega durante tantos años han hecho posible “alumbrar” y“poner los cimientos” del Vicariato, con su presencia, misión,su testimonio solidario, su apoyo económico. Agradece a todoslos gobiernos provinciales y generales su desvelo y atención,por su visión y animación de este proceso, que debe continuarhasta poder convertirse en Provincia»391.

7. Encuentros de Formación Permanente

La Congregación como ya hemos visto, siempre ha dadoimportancia a la formación, en este último período que contem-pla el Compendio se siguen ofreciendo espacios propicios anivel general, provincial, vicarial. Destacamos algunos de carác-ter general o interprovincial.

Encuentros a nivel general

- Encuentros de consejos de la Congregación. Continuaron re-alizándose, inicialmente una vez al sexenio, en Caleruega.Durante el generalato de H. Mª Natividad Martínez de Castrose celebraron dos encuentros en cada sexenio, la mayoría deellos en León. Además de tratar temas dirigidos a la forma-ción permanente de los miembros de los consejos de la Con-gregación se destinó tiempo para el intercambio, eldiscernimiento y la comunicación.

- Encuentros de hermanas jóvenes de votos perpetuos. H. MªJesús Carro Ferrero convocó el segundo encuentro esta vezdirigido a las promociones de 1998-2003, que se celebró enVic del 9 de julio al 15 de agosto de 2004. En este participaron45 hermanas llegadas de 17 países en los que la Congrega-ción está presente. Fue coordinado por la delegada generalH. Rosa Di Tullio, con la participación de la Priora general. Ellema que las reunía era: «Siempre crecer, siempre anunciar,siempre abiertas al Espíritu». Del 19 de junio al 14 de sep-tiembre de 2015 hubo una tercera convocatoria de hermanasjóvenes de hasta diez años de profesión perpetua para un Se-minario de profundización en el Carisma: «Beber de nuestrafuente. Ser manantial de vida». Fue convocado por la priorageneral, H. Mª Natividad Martínez de Castro y coordinado por

324

391 H. Mª Natividad Martínez, Memoria (2006-2012) al XXV Capítulo general, p. 113.


la delegada general de formación, H. Mª Inés Fuente. Enambas convocatorias se facilitaron fuertes experiencias depertenencia congregacional, profundizando en las raíces desu vida consagrada como Dominicas de la Anunciata.

- Encuentros de Formadoras. En este período se celebrarontres encuentros destinados a las hermanas formadoras de laCongregación. En la Casa Madre de Vic, del 16 de julio al 24de agosto de 2002 se reunieron con el lema «Formar desdeuna identidad compleja y relacional», en este encuentro seelaboró el Itinerario Formativo de la Congregación, con losaportes de los trabajos estudiados y presentados por las Pro-vincias y Vicariato Reginaldo de Orleans, destacando en elmismo las experiencias básicas y configurantes que deberíanvivirse en cada una de las etapas formativas, tanto en la for-mación inicial como en la permanente. Se resaltaron espe-cialmente algunas constantes no negociables, tales como: Laformación permanente es un reto para toda la vida; la comu-nidad un desafío en todas las etapas de formación392.

Este Itinerario formativo fue revisado y actualizado en el en-cuentro de Formadoras llevado a cabo del 21 de julio al 5 deagosto de 2011, en Vic: «Para que la vida germine», en el quese trataron temas vinculados a la consistencia y maduraciónvocacional, así como al magisterio del Padre Coll en relacióncon la Congregación en sus inicios. En el Encuentro de For-madoras que se desarrolló en Vic del 16 de noviembre al 13de diciembre de 2016, «En el taller del Artesano» el tema cen-tral fue la evaluación vocacional y el acompañamiento; tam-bién se trabajó en la actualización del Plan general deFormación a partir de lo reflexionado previamente en los con-sejos y equipos de formación.

- Encuentro de Secretarias provinciales y del Vicariato. Durantelos encuentros de consejos siempre se destinó un espaciopara la reunión de la Secretaria general con las Secretariasprovinciales; en algunos de ellos participó también la H. Do-lores Gurrea, durante muchos años vicesecretaria general yH. Amparo González, directora del Boletín Anunciata. Del 10al 18 de febrero de 2016 tuvo lugar en la Casa general unareunión más extensa de todas las Secretarias provinciales ydel Vicariato de África, convocada por la secretaria general,H. Ana María Penadés. Se trataron temas de interés desde la

325

392 Cf. Crónica de la Congregación,T.VII, pp. 132-135.


dimensión apostólica y pastoral de este servicio hasta otrosmuy específicos, como el programa informático que hacíapocos años había implementado la Congregación para la ges-tión del personal. La cronista general, H. Asunción Mitjans sehizo presente, así como la H. Amparo González, para dar al-gunas pautas sobre los asuntos de su competencia. Final-mente se trabajó en la elaboración de una guía para facilitarel trabajo de la secretaria local y unificar criterios. El resultadode este trabajo se publicó con el nombre: «La secretaria local.Orientaciones» y se hizo llegar a todas las comunidades dela Congregación.

Encuentros interprovinciales en España

En este período se celebraron cuatro encuentros de Prioraslocales de Europa, convocados desde el gobierno general enLeón, siempre con el objetivo de atender la formación perma-nente de las hermanas que tienen la responsabilidad de animarla vida de las comunidades. Se reunieron entre 6 y 10 días parareflexionar sobre temas relacionados con su misión y el com-partir fraterno. Tres fueron los encuentros de Ecónomas de Eu-ropa organizados por las ecónomas generales: HH. DoloresServén y Mª Victoria Sánchez Urrutia. Las hermanas además dereflexionar sobre la espiritualidad de la gestión económica,abordaron temas específicos y en algún encuentro hicieron tam-bién práctica del sistema de contabilidad que la Congregacióntiene implementado.

Los directores, titulares de los centros educativos de Es-paña y en alguna ocasión también los coordinadores de pasto-ral, tuvieron el encuentro que tradicionalmente se veníahaciendo en León. De los tres convocados en el sexenio por ladelegada general de educación, H. Carmen Fernández Tresgue-rres, el celebrado del 19 al 23 de julio de 2003 fue el primerointernacional al participar también las Provincias de América yFilipinas. El tema central fue: «Evangelizar en la escuela: mi-rando el futuro con esperanza». Siendo delegada general lahermana Justina González Albir, se realizaron los Encuentrosde directivos cada tres años. Ha sido notoria la creciente parti-cipación de los laicos, quienes valoran muy positivamenteestas oportunidades de formación y encuentro. En el año 2014se celebró en Caleruega la reunión de Directivos, del 30 dejunio al 4 de julio, con el lema: “Alabar, bendecir y predicar”.Se profundizó en la figura de Domingo de Guzmán y en la es-

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piritualidad dominicana. H. Justina presentó en esta ocasión elPlan de Formación en el Carisma para Educadores de la Con-gregación.

Desde la Delegación de educación, se siguió convocandodurante estos años a las hermanas que trabajan en ResidenciasUniversitarias en España, para reflexionar juntas sobre su mi-sión y afrontar los nuevos retos.

Ante el decreciente número de hermanas docentes en ac-tivo, el 22 de abril de 2016 la H. Justina González Albir convocóen la Casa general a hermanas que colaboran en los colegios.Se reflexionó sobre su aportación como Dominicas de la Anun-ciata en la misión educativa.

La Delegación general de PJV organizó encuentros inter-provinciales de formación permanente. La H. Carme Bosch reu-nió en Puig d�Olena (Barcelona) del 2 al 8 de agosto de 2002 alas Coordinadoras de Pastoral de las Provincias de España y Vi-cariato Reginaldo de Orleans. Se abordaron temas relacionadoscon el modo de afrontar la evangelización del mundo juvenil ylos retos que plantea la nueva pastoral a las Dominicas de laAnunciata. La H. Ana María Penadés convocó en julio de 2010en Vic un encuentro para hermanas que trabajan en la PJV enEspaña, participaron también las delegadas provinciales de lasProvincias de América y del Vicariato de África, tal como lo re-cogemos al hablar de las disposiciones del I Capítulo generalde Asuntos.

Las hermanas residentes en España que no trabajan en co-legios, sino que realizan su misión en otras mediaciones apos-tólicas han sido reunidas en este período para su formación yconstante actualización por las delegadas generales, H. Con-suelo Rey y H. Miriam Zapeta. Los distintos grupos se reunieronpara la reflexión y la comunicación de experiencias, en algunosmomentos aprovechando los espacios de formación de CON-FER.

H. Consuelo Rey junto con el equipo de delegadas provin-ciales y con la participación de las hermanas que trabajan en elcampo sanitario, se reunieron para revisar y reelaborar el Plangeneral de pastoral sanitaria, que fue aprobado en enero de2003. H. Miriam Zapeta convocó el I Encuentro Misionero Soli-dario «Anunciata».Tuvo lugar en León los días 10 a 12 de juliode 2015. Reunió a 44 personas: religiosas de las tres Provincias

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de España y laicos de distintos lugares, que tienen en comúnun espíritu misionero y solidario. La idea de organizar este en-cuentro había sido presentada al Capítulo general de 2012 y,contando con el antecedente de algunas experiencias previas,el encuentro se presenta como una propuesta a la que se tieneintención de dar continuidad. La reflexión giró en torno a la re-alidad del mundo empobrecido que es una permanente inter-pelación y la espiritualidad que estamos llamados a vivir desdeel Evangelio, «una espiritualidad fundada en la experiencia deDios Padre, centrada en la bondad y la compasión, y orientadaal Reino de Dios y a su justicia393».

Especiales convocatorias por el Año de la Vida Consagrada

Con motivo del Año de la Vida consagrada que la Iglesiauniversal celebró en el 2015 al cumplirse los 50 años de los de-cretos conciliares Lumen Gentium y Perfectae Caritatis, desdela CIVCSVA se fijó un calendario de encuentros y celebracionesen los que se reflexionó sobre variados temas; el Papa Franciscoconcedió una audiencia en cada uno de estos encuentros inter-nacionales. La Congregación participó en el Coloquio ecumé-nico de religiosos y religiosas del 22 al 25 de enero; en elSeminario para formadores y formadoras a la VC (del 7 al 11 deabril); en el Encuentro internacional para las jóvenes y los jó-venes consagrados, del 23 al 25 de septiembre, en el que parti-ciparon hermanas del Vicariato Saint François Coll asignadas encomunidades de Europa y una hermana Dominica de la Anun-ciata enviada por la CONFER de El Salvador. Con el último en-cuentro «Vida en comunión», del 28 de enero al 2 de febrero de2016, se clausuró el Año. La priora general, H. Mª. NatividadMartínez de Castro, hizo coincidir con este evento en Roma unareunión con las prioras provinciales y superiora del Vicariato eincluyó en este tiempo una peregrinación al sepulcro de nuestroPadre Santo Domingo, habiéndose iniciado ya el año jubilar dela Orden.

El Año de la Vida consagrada convocado por el Papa Fran-cisco fue ocasión para profundizar en este don que Dios con-cede a la Iglesia. El papa recordaba en su Carta a losconsagrados y consagradas la necesidad de vivir profética-mente el seguimiento de Jesús para ser capaces de despertaral mundo. Les invitaba a “mirar el pasado con gratitud, vivir el

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393 Boletín Anunciata, Agosto-Septiembre 2015, n.524.


presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza”. LaCIVCSVA publicó entre los años 2014 y 2017 cuatro nuevos do-cumentos dirigidos a la vida consagrada: “Alegraos”, “Escrutad”,“Contemplad”, “Anunciad”; en los dos primeros se inspiró el ma-terial ofrecido por la Congregación a las comunidades para sureflexión como «Espacios de renovación comunitaria».

8. Compromiso solidario y misionero

Justicia, Paz e Integridad de la Creación

La justicia y la paz han constituido una preocupación cons-tante de la Iglesia por tratarse de una exigencia evangélica. Noson opciones sino una forma de vida. «La acción en favor de lajusticia y la participación en la transformación del mundo sonuna dimensión constitutiva de la predicación del evangelio yson esenciales para la misión de la Iglesia de liberar a la razahumana de toda situación opresiva (Justicia en el Mundo,5)»394. Integridad de la creación ha sido una expresión más re-ciente que ha ido adquiriendo importancia a medida que ha au-mentado la consciencia del deterioro de la Tierra.

La lucha por la justicia y la paz es también un elementofundamental de la espiritualidad dominicana de la que participaplenamente la Congregación y que ha estado en ella siemprepresente. En el Capítulo general de 2006 se asumió la JPICcomo una de las prioridades a promover durante el sexenio y,en consecuencia, como un eje transversal de la vida y misiónde las Dominicas de la Anunciata. Se confió este tema a la De-legada general de Misiones, H. Miriam Zapeta395.

En las actas de dicho Capítulo se dedicó un apartado a laJPIC haciendo hincapié en la formación necesaria, el cultivo deuna espiritualidad encarnada, la contribución a crear una culturade la paz y la concienciación de la fragilidad de la Tierra396.

En el Capítulo general de Asuntos que la Congregación ce-

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394 Manual para promotores de justicia, paz, integridad de la creación. Grupo de pro-motores de JPIC, Roma 1997.

395 Cf. Memoria Misión en otras Mediaciones Apostólicas, 2006-2012. H. Miriam Za-peta. Introducción JPIC, p. 115.

396 Cf. ACG 2006, nn. 22,23,24,25.


lebró el año 2009, dentro del tema «Nuevas formas y presenciasapostólicas», se acordó que en cada Provincia y Vicariato se for-mara una comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creacióny se participara en los organismos ya existentes de la FamiliaDominicana, así como en otras instituciones para mentalizar ymotivar a las comunidades. Se pedía también programar acti-vidades. Además, se animaba a colaborar en plataformas yredes de solidaridad, defensa de la justicia y derechos humanosya existentes a fin de promover el compromiso y la colabora-ción de las hermanas397.

A lo largo del sexenio 2006-2012, la JPIC recibió un granimpulso en la Congregación desde la concienciación de las her-manas y personas que comparten la misión, la formación, laparticipación en encuentros a distintos niveles, la elaboración yel compartir material, hasta el compromiso.

La Anunciata colabora y recibe el apoyo de algunas enti-dades en el ámbito de proyectos de promoción social: Funda-ción RECOVER, Asociación dominicana ACCIÓN VERAPAZ, ONG“Arc de la Solidaritat”, Camins ONG y otras. Estas asociacionesfueron convocadas desde la Delegación general de Misiones aun encuentro para promover el conocimiento de aquellos queestán involucrados en la ayuda a proyectos de la Congregación.

La H. Celestina Veloso Freitas, Dominica de la Anunciata,ha sido nombrada desde el 1 de septiembre de 2013 la Promo-tora Internacional de Justicia y Paz de las Hermanas DominicasInternacionales (DSI). La Congregación cuenta también con her-manas del Vicariato St. François Coll que forman parte de lasComisiones de Justicia y Paz de DSI en África.

Otros compromisos solidarios

Existe una variada gama de actividades que no solo eneste periodo sino a lo largo de los años han ido realizandohermanas, muchas veces ya jubiladas, a favor de sectores des-favorecidos: apoyo escolar, visita a encarcelados, acompaña-miento de jóvenes drogadictos en recuperación, colaboraciónen Caritas, talleres misioneros, apoyo a asociaciones solidarias,asistencia a discapacitados a través de la Fundación LilianaFonds y tantos otros servicios.

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397 Cf. ACGA, nn. 16. 19.


En el año 2015 la Congregación aceptó participar en unaexperiencia de comunidad intercongregacional que lleva ade-lante una misión promovida por Caritas nacional, en Madrid. Seintegró en dicha experiencia la H. Isabel Camiñas. La obra queesta comunidad ha asumido es un Centro de acogida para in-migrantes, a quienes se les proporciona temporalmente aloja-miento en un edifico donde también vive la comunidad, que lesofrece distintos servicios según sus necesidades

Voluntariado Anunciata

La Congregación tiene un largo recorrido en el compartirla misión con los laicos. La misión compartida es la expresiónde un deseo profundo de hacerles partícipes y de que, en con-tacto más directo con las hermanas, se sientan cada vez másidentificados con su quehacer y con el espíritu evangelizadorque las anima398.

En 1988 después del Capítulo general, se acordó que lastres Delegaciones de la Misión apostólica: Educación, Misión enotras mediaciones Apostólicas y Pastoral Juvenil Vocacional re-alizarían un trabajo conjunto en relación con la constitución delVoluntariado, coordinado en lo posible por la priora general, H.Umbelina del Barrio. En noviembre de este mismo año se reu-nieron las tres Delegadas HH. Carmen Baraldés, Nieves Martínezy Mª Ángeles Fíguls, «para concretar un plan de acompaña-miento a los grupos juveniles interprovinciales»399. Dicho planincluía un anteproyecto de las comunidades que acogían a jó-venes que desearan colaborar en lugares de misión. Nacía asíel Voluntariado misionero de la Anunciata. Se elaboraron algu-nos materiales: un tríptico para dar a conocer la experiencia mi-sionera de la Congregación, un esquema para ayudar a losjóvenes interesados a reflexionar y concretar su opción, temasconcretos que se llamaron «Pautas de reflexión e informaciónpara jóvenes que van a realizar un servicio voluntario en misio-nes de la Congregación»400.

La primera experiencia de salida de voluntarios fue en juliode 1991 en la que cuatro jóvenes, dos chicos y dos chicas, par-

331

398 Cf. Memoria Misión en otras Mediaciones Apostólicas, 2006-2012, H. Miriam Za-peta. p. 161.

399 Crónica de la Congregación, T. VI, p. 106.400 Cf. Crónica de la Congregación,T.VI, p. 115.


tieron a compartir la misión de las hermanas en Guatemala. En1993 ocho chicas y un chico acompañados desde el Consejo ge-neral por la H. Consuelo Rey fueron de nuevo a Guatemala y cua-tro jóvenes viajaron más tarde a Rwanda junto a la H. CarmenBosch, delegada general de PJV. La evaluación realizada por losjóvenes y las comunidades de acogida fue muy positiva401.

Al mismo tiempo, en marzo de 1996 nacía la publicación«Anunciata en Misión», destinada a fomentar el espíritu misio-nero y dar a conocer la obra de la Congregación extendida porcuatro continentes. La dirección de la misma corrió a cargo dela H. Rosa Di Tullio, en ese momento Delegada general de Mi-sión en otras mediaciones apostólicas, con la colaboración delas hermanas de las distintas comunidades, que enviaban artí-culos y comunicaciones. Esta revista continúa publicándose,con una frecuencia de aproximadamente tres ejemplares al año,y sigue siendo un valioso instrumento, en el que también losvoluntarios comunican sus experiencias.

En los últimos años el grupo del Voluntariado ha ido cre-ciendo, consolidándose y ampliando su proyección hacia losdistintos países donde está presente la Congregación, impul-sado por H. Miriam Zapeta, delegada general de Misión en otrasmediaciones apostólicas. Esto ha hecho necesario pensar en lanecesidad de un mayor acompañamiento, formación y estruc-tura para que el grupo «encuentre en la Anunciata el cauce másadecuado para expresar su compromiso misionero / solida-rio»402.

Creación de la Fundación «Anunciata Solidaria»

La ayuda solidaria a los pueblos más necesitados, particu-larmente donde está presente La Anunciata fue siempre una in-terpelación. La Delegación de Misión en otras mediacionesapostólicas se encargó a lo largo de los años de los proyectossolidarios que a ella llegaban, de orientar la ayuda económicade los centros educativos, de conectar apadrinamientos, solici-tar colaboración de organizaciones diversas. Se fue creando unared de colaboración ante las acuciantes necesidades de los pue-blos donde trabajan las hermanas.

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401 Cf. Crónica de la Congregación,T.VI, p. 115.402 Memoria Misión en otras Mediaciones Apostólicas, 2006-2012. H. Miriam Zapeta.

p. 161.


En el Capítulo de Asuntos de 2009 se acordó estudiar anivel general y provincial la posibilidad de constituir una ONGpara dar cauce a las ayudas que la Congregación recibe confines solidarios403. Esta propuesta se analizó en la reunión deConsejos de julio de 2011 obteniéndose una respuesta favora-ble. Finalmente, el Capítulo General de 2012 acordó «la creaciónde una ONG de la Congregación que canalice las ayudas a losproyectos solidarios y sirva de estructura legal y jurídica parael Voluntariado de la Anunciata»404.

A este fin se constituyó una comisión formada por la De-legada general de Misión en otras mediaciones apostólicas, laEcónoma general, hermanas de las diferentes Provincias de Es-paña y miembros de las Fundaciones educativas y del Volunta-riado para ir dando pasos hacia la creación de dicha ONG, quese llamaria «Anunciata Solidaria». El primer cometido de la co-misión fue elaborar los Estatutos y el Reglamento interno. En elproceso de gestación de la misma se determinó que se consti-tuyera bajo la forma jurídica de una Fundación.

La Fundación Anunciata Solidaria, quedó oficialmenteconstituida el 11 de noviembre de 2016, momento en el que lapriora general H. Mª Natividad Martínez de Castro, la secretariageneral H. Ana Mª Penadés Martí y los siete patronos previa-mente propuestos por el Consejo general, presentaron ante No-tario la Carta Fundacional acompañada de otros cuatrodocumentos405. En este mismo acto se constituye el primer Pa-tronato formado por: H. Mª Victoria Sánchez Urrutia (Presidenta);H. Rosa Mª Picas Prat (Vicepresidenta); D. José Vicente Gil Or-tega Elvira (Secretario); H. Mª Teresa González Barrios; H. Domi-nica Vicente Zurdo; D. Agustí Serra Riba y Dña. Mª CarmePanella Soler.

La Fundación cuenta con el Equipo de Gestión, órgano eje-cutivo para el conjunto de actividades que desarrollará.

9. Unificación de las Provincias de Cataluña

La Unificación de Provincias se enmarca dentro del pro-ceso de reestructuración impulsado por los gobiernos generales

333

403 Cf. ACGA n.25.404 Acta del XXV Capítulo general (XXIII Capítulo general electivo), Vic 2012. N. 98.405 Boletín Anunciata, Abril 2017, n.542.


de la Congregación, a fin de seguir respondiendo a los signosde los tiempos con fe y esperanza. En el estudio precapitularpara la preparación del Capítulo general de Asuntos de 2009 sepedía reflexionar sobre este tema. Se trataba de buscar alterna-tivas a la situación de reducción del número de hermanas y a laedad avanzada de una amplia mayoría. En la misión educativase habían dado ya pasos con la constitución de Fundaciones,era, pues «el momento de tomar decisiones sobre la reestruc-turación de Provincias, Vicariato y Casas dependientes directa-mente de la Priora general, para unir fuerzas, potenciar losproyectos apostólicos ya existentes y la apertura de otros nue-vos. Es necesario simplificar estructuras congregacionales sinperder rasgos de nuestra identidad. Debemos contemplar in-cluso, la fusión de provincias…»406.

En dicho Capítulo se tomó el siguiente acuerdo: «Que lasProvincias San Raimundo de Peñafort y Nuestra Señora del Ro-sario inicien el proceso de unificación. Queda bajo la respon-sabilidad de los consejos provinciales respectivos, de acuerdocon el consejo general, concretar los pasos adecuados para lle-varla a término. El Capítulo General de 2012, teniendo en cuentael informe de las mencionadas Provincias, decidirá el momentoadecuado para llevar a cabo esta unión»407.

A partir de este acuerdo, los dos Consejos provinciales co-menzaron una serie de actividades conjuntas como camino derelación, conocimiento y ayuda para ir preparando la unifica-ción. Para realizarlas se llevaron a cabo reuniones de ambosConsejos, reuniones de la Comisión permanente formada porlas dos Prioras provinciales y las dos secretarias, reunión conel Consejo general en el marco del encuentro de León de 2011 ydos reuniones de asesoramiento con la Congregación de Her-manas Carmelitas Vedrunas y de los Hermanos Maristas que yahabían iniciado procesos de unificación.

Ambas provincias llevaron a cabo muchas actividades con-juntas entre las que cabe destacar: ejercicios espirituales, en-cuentros de formación, varias celebraciones: aniversario de lasHermanas Beatas Mártires, inauguración del monolito del P. Collen Montserrat y otras. También se cursó una encuesta de con-sulta a todas las comunidades.

334

406 Estudio Precapitular Capítulo General Asuntos 2009.407 Actas Capítulo General Asuntos, n. 36.


En el XXV Capítulo general -XXIII Capítulo general elec-tivo-, que tuvo lugar en Vic del 10 de julio al 19 de agosto de2012, se determinó: “unificar las dos provincias de Cataluña através de un proceso de integración de la provincia “NuestraSeñora del Rosario” en la provincia “San Raimundo de Peña-fort”: 1. La Priora general convocará un capítulo provincial es-pecial electivo que tendrá lugar en el mes de marzo de 2013. 2.Asistirán a éste por derecho los dos consejos provinciales ac-tuales. 3. Dado que el consejo provincial de la provincia “Nues-tra Señora del Rosario” cesa con la promulgación de estasActas, el Capítulo determina que la Priora general nombre alconsejo actual como equipo coordinador de la provincia hastala convocatoria del Capítulo»408.

El día 12 de diciembre de 2012, el Consejo de la ProvinciaSan Raimundo de Peñafort y el Equipo coordinador de NuestraSeñora del Rosario se reunieron en Manresa con la priora ge-neral, H. Mª Natividad Martínez, acompañada de la Secretaria yEcónoma generales para dar lectura al Decreto de unificaciónde ambas Provincias con sede en Cataluña y temas relacionadoscon la misma. Se vivió un momento solemne al escuchar la lec-tura del Decreto por el cual la Provincia Nuestra Señora del Ro-sario pasaba a formar parte de la Provincia San Raimundo dePeñafort; con su recorrido histórico, su trayectoria misionera,sus vivencias y proyectos; toda la vida ofrecida con generosidadpor tantas y tantas hermanas desde 1925 hasta dicha fecha409. Apartir de este momento Cataluña contaba con una sola Provin-cia, San Raimundo de Peñafort, integrada por 30 comunidades.

Toda la Congregación pudo acompañar este momentouniéndose en una misma oración que a través del símbolo dedos velas que se unían en una sola llama, expresaba la comu-nión de las Provincias que se unían.

El XII Capítulo provincial electivo que tuvo lugar en Vic del25 de marzo al 4 de abril de 2013, eligió como priora provinciala H. Isabel Andrés, que venía desempeñando este servicio en laProvincia San Raimundo de Peñafort. El nuevo Consejo provin-cial se integró con hermanas de las dos Provincias unificadas.

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408 Actas XV Capítulo general de 2012, n. 90.409 Cf. Memorias de la Hna. Mª Isabel Andrés al Capítulo provincial de 2013.


10. Bicentenario del nacimiento del P. Coll

Próximas a celebrar el Bicentenario del nacimiento de SanFrancisco Coll, con fecha 25 de diciembre de 2011, la priora ge-neral, H. Mª Natividad Martínez se dirigía a todas las hermanasde la Congregación en una Carta Circular. En ella decía: «Nues-tros corazones se visten de fiesta una vez más para celebrar 200años del nacimiento de nuestro Santo Fundador, Francisco Colli Guitart. Todavía permanecen y resuenan en nosotras viva-mente las imágenes, vivencias y ecos de su canonización, acon-tecimiento que guardamos con reverencia, gratitud y paso delSeñor entre nosotras».

Les decía también que las comisiones generales que se ha-bían creado tanto para las comunidades como para los colegios,encargadas de la organización y animación del Año Bicentenariodarían las orientaciones necesarias y el material elaborado paraesta ocasión y animaba a Provincias y Vicariato a enriquecer yañadir otras actividades y publicaciones. ¡Que no se apague suluz! era el lema que orientaría esta celebración para continuarextendiendo el conocimiento del Padre Coll y su devoción. Entodo debía tenerse en cuenta el momento de crisis económicaque se estaba viviendo a nivel de sociedad y por tanto todas lasmanifestaciones deberían mantener el sello de la austeridad.

El equipo de PJV de España coordinado por la delegadageneral, H. Ana María Penadés, se hizo cargo de la preparaciónde este acontecimiento a nivel de las comunidades. Envió unacarta animando a vivir este tiempo en profundidad a la vez quepresentaba la orientación de las reflexiones y celebraciones quese llevarían a cabo durante este año motivando a las hermanasa utilizar el abundante material que ya existía sobre el PadreColl.

Se proponía una primera celebración a modo de inaugu-ración que se llevaría a cabo en todas las comunidades de laCongregación entre el 15 y el 20 de enero. Para ello se recibió elmaterial oportunamente: Una lámpara que a partir de la oracióninicial se encendería todos los días durante el rezo de vísperas,el símbolo de la estrella, puntos de libro para cada mes, cartely logo del centenario y las oraciones para el triduo de prepara-ción a la festividad del P. Coll en su 200 aniversario.

Los actos más importantes se dieron los días 18 de mayo

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en Vic y el 19 en Gombrén, día en que fue bautizado el PadreColl.

Hacia las 6 de la tarde del día 18 se habían congregado enla casa Madre unas 225 hermanas de las Provincias de Españay Vicariato en un ambiente de alegría y fraternidad, en el que semanifestaba el gozo y la satisfacción por el encuentro festivoque se disponían a vivir.

En el Salón de Actos, la Priora general, dio el saludo debienvenida dirigiéndose a las hermanas presentes y en ellas atoda la Congregación. Después de mencionar el motivo de laconmemoración recordó que para mantener encendida la luz esnecesario acercarse asiduamente a la vida, a la obra del PadreColl y conocer, valorar, profundizar, vivir y transmitir el carismaque nos ha legado. Manifestó el deseo de que esta celebracióndel Año Bicentenario fortalezca en la Congregación el afán evan-gelizador y el propósito de caminar decididamente hacia la san-tidad que caracterizó al P. Coll.

A continuación, el Padre Vito T. Gómez OP, hizo un recorridohistórico a partir de lo que supuso para la Congregación la ce-lebración del primer Centenario del nacimiento, así como losretos y desafíos que plantea la celebración de este Bicentenario.«Infatigables fueron Domingo y Francisco Coll en el anuncio dela Palabra, e infatigables hemos de ser nosotros, con la mismapasión por la predicación que destacaba Benedicto XVI en elPadre Coll al canonizarlo. ¡Qué hermosos son los pies de losque se dirigen día tras día a las escuelas y a otros campos deapostolado para anunciar la buena noticia de que la vida tienesentido, siempre injertada en el amor de Cristo, la vid verda-dera!»410.

Finalizó el acto inicial con el vídeo elaborado por H. Mª Do-lores Abad: «Que no se apague su luz», con el que a través deimágenes significativas, frases y pequeños textos se descubrela vida y misión de Francisco Coll, misionero y fundador.

Después de una cena de fraternidad en las galerías delpatio, preparada con la colaboración de todas las Provincias co-menzaba el «Camino de luz»: un recorrido por el jardín en el quesimbólicamente se expresaban distintos momentos de la vida

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410 Cf. Boletín Anunciata, n.489, junio 2012.


del Padre Coll que finalizaba ante su altar; de su imagen salíanveinte cintas de colores hasta enlazarse en cada una de las velasque representaban los 20 países en los que la Anunciata estabapresente. Se terminó aclamando al unísono: ¡Que no se apaguesu luz! Aplausos emocionados y el canto “Santo Fundador” ce-rraron esta tarde preciosa vivida en la Casa Madre.

Al día siguiente, 19 de mayo en el patio de la Casa natal deFrancisco Coll, después de un rato de compartir y celebrar el en-cuentro con otras personas afines al Padre Coll y a la Anunciata,el Obispo de Vic, Mons. Romà Casanova, personalidades delpueblo, dominicos, entre ellos el prior Provincial de Aragón, elPadre Vito y otros sacerdotes, se iniciaba la procesión hacia laIglesia portando el P. Coll en andas por las hermanas y delantede la imagen, la Priora general llevaba la reliquia de San Fran-cisco Coll.

Las campanas de la Iglesia parroquial volteaban con untoque alegre conmemorando el bautismo del Padre Coll mien-tras se cantaban sus Letanías.

En la fachada de la Iglesia colgaba la pancarta del Bicente-nario y otra que decía: «Y tú, Gombrèn, ¡alégrate! Con San Fran-cisco Coll, tu nombre ha llegado a todo el mundo», ilustradacon la imagen del pueblo de Gombrèn y figuras del Padre Collde los 20 países donde la Anunciata está presente. Delante delpórtico de entrada a la Iglesia ondeaban las 20 banderas. La Igle-sia, luminosa, ornamentada con magníficos centros de flores.

A la entrada de la Iglesia se encuentra la pila bautismal enla que fue bautizado Francisco Coll. Allí se detuvieron el Obispo,los diez concelebrantes y los diáconos al ingresar en el templo.Se leyó una monición haciendo alusión al Bautismo del PadreColl y al propio bautismo. Mientras se permanecía con la velaencendida, el Obispo asperjó a los presentes con el agua de lapila bautismal.

La Eucaristía fue animada con los cantos de toda la asam-blea. Mons. Romà hizo una homilía entrañable, en catalán y encastellano. «El lugar, las palabras y la celebración de la Euca-ristía en la misma fe en que fue bautizado el Padre Coll son paratodos nosotros una bendición de Dios. El Señor nos ha conce-dido la gracia de celebrar para gloria suya la solemnidad de San

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Francisco Coll i Guitart en acción de gracias por la luz que de élhemos recibido todos nosotros y con el deseo hecho oración,de que su luz no se apague nunca en nuestros corazones».

Habló de la fidelidad y de la santidad del Padre Coll, de susvirtudes y de cómo su persona, su vida y sus obras tienen plenaactualidad para nosotros.

A la salida de la Eucaristía los participantes se dirigieron ala Casa natal de San Francisco Coll donde, con toda solemnidad,el Sr. Obispo, la Priora general y el Sr. Alcalde descubrieron unaplaca de cerámica colocada en la fachada, homenaje a San Fran-cisco Coll, cuya inscripción en catalán, dice así: «AQUÍ NASQUÉSANT FRANCESC COLL. En el Bicentenari del seu naixement,les seves filles, les Dominiques de la Anunciata, li retem home-natge d’amor i gratitud». («Aquí nació San Francisco Coll. En elBicentenario de su nacimiento, sus hijas, las Dominicas de laAnunciata, le rendimos homenaje de amor y gratitud»).

La Fiesta terminó con una comida sencilla, haciendo filapara ir a buscar el arroz y la butifarra, pero vivida en un am-biente muy cordial, alegre y feliz. Como en todo bautizo que seprecie no pueden faltar las peladillas, se entregó a todos losasistentes una bolsita.

En los colegios

El Equipo Interfundaciones, preparó para los colegios unprecioso material con el lema «Mantener viva su luz». En el pro-grama, cuyo objetivo era animar a que, desde el comienzo delaño, toda la comunidad educativa lo celebrara, se perfilaron lasacciones a llevar a cabo.

Se colocará una pancarta con la leyenda «Francisco Coll iGuitart Fundador Dominicas de la Anunciata. 200 años de sunacimiento 1812-2012», que estará expuesta en los Centros, enun lugar visible, durante todo el año.

Se fija el 1 de marzo como fecha para comenzar el Año Bi-centenario. Con el lema «mantengamos viva su luz» una antor-cha, luz del Padre Coll, pasará de un colegio a otro y semantendrá encendida durante todo el año en un lugar desta-cado. El centro la recibirá con una pequeña celebración. El co-legio tendrá previsto un lugar preferente con la imagen de S.

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Francisco Coll, la Palabra y una urna o cofre para depositar lasreflexiones de la Comunidad Educativa.

Se preparará otra celebración festiva para el día 18 demayo con los alumnos y personal del centro, pensada preferen-temente para tenerla en el patio. Acto, al que se considera con-veniente se unan todos los colegios como forma de sentirseCongregación: «Anunciata en fiesta».

Todo ello tuvo una buena acogida y, de verdad, se puededecir que el acontecimiento se vivió con gozo y con un corazónagradecido. El objetivo propuesto, de animar a dar gracias ypedir a S. Francisco Coll en este Bicentenario que su luz sigasiempre presente y viva, se cumplió. Las revistas informativasde las Provincias y colegios, las páginas de internet llenarongrandes espacios expresando tanta vivencia incontable y crea-tividad vivida con fe y amor.

11. Nuevos Documentos para impulsar la misión

Proyecto Marco General de Evangelización

La constitución de las Fundaciones educativas en Españahizo necesaria una revisión y actualización del Plan general depastoral al que deberían responder todos sus centros educativos.

La tarea fue realizada por el Equipo Mixto de Educación:Delegada general, Delegadas provinciales de España y laicos, laDelegada general y provinciales de PJV y de Misión en otras me-diaciones. Las delegadas de América hicieron sus aportacionesa través del correo electrónico. Orientó el trabajo D. Óscar AlonsoPeno, licenciado en filosofía y teología y experto en pastoral.

Este equipo se reunió en distintas ocasiones entre los años2009 y 2011, en jornadas de estudio, reflexión e intercambio. El26 de diciembre de 2011, tras ser enviado a las prioras provin-ciales, estudiado en la reunión de Consejos provinciales y apro-bado por el Consejo general, se editaba el Proyecto MarcoGeneral de Evangelización (PMGE).

El documento fue presentado en las distintas Provincias yenviado a cada comunidad con una guía para su conocimiento

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Priora General, Provincialesy Consejo del Vicariato

Primeras vocaciones vietnamitas Comunidad de Vietnam

2013, Fundación en Vietnam.

Erección del Vicariato “Saint François Coll”. Africa, 2010


Priora General y P. Vito Gómez, OP

2012. Bicentenario del nacimientodel P. Coll.

Celebraciones Gombrèn y Vic


e interiorización. El Proyecto -señala la Priora general en su pre-sentación- hunde sus raíces en la intuición y carisma de SanFrancisco Coll y su centro es Jesucristo y el Evangelio. Serviráde base para la programación y acompañamiento de la evan-gelización en cada una de las presencias de la gran familiaAnunciata y «queremos sea una llave que nos permita entrar atodos en una misma dinámica”, desde “el deseo de ser luz queencienda otra luz». Lo caracteriza como «un documento denso,muy rico, que requiere ser leído, reflexionado, orado, cele-brado, adaptado, puesto en marcha, evaluado y acompa-ñado»411.

Plan de Formación en el Carisma para Educadores

La formación de los educadores se presenta como objetivoprioritario y requiere un plan sistemático que la oriente. Estenuevo documento se hace respondiendo a la necesidad de ca-minar todos en la misma dirección dentro del ámbito de la mi-sión compartida, participando de los valores del carisma legadopor el Padre Coll.

El equipo encargado de elaborar el plan estuvo confor-mado por las Delegadas general y provinciales de educación dela Congregación, los directores generales de las dos Fundacio-nes educativas de España y las responsables del área de pasto-ral de las mismas. Se reunieron en Madrid (Aluche) del 24 deabril al 9 de mayo de 2013. Después de un intenso trabajo pu-dieron dar por terminado el Plan de Formación en el Carismapara Educadores que fue editado en la primera mitad del 2014.

Se trata de una propuesta bien fundamentada y amplia di-rigida a la totalidad del profesorado de los centros para caminaren un proceso marcado por niveles de profundización que reci-ben su denominación del ciclo de crecimiento de una planta;ésta «requiere un tiempo de preparar, un tiempo de sembrar,un tiempo de cuidar y recoger». Se prevén en el plan distintosámbitos formativos: personal, de los centros e intercentros; di-versas modalidades: presencial y a distancia y equipos especí-ficos para su puesta en marcha y acompañamiento. Eldocumento contempla itinerarios formativos con sus conteni-dos de formación en la fe y el carisma.

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411 Proyecto Marco General de Evangelización, p. 5.


Hacía falta ponerlo en marcha y para ello se encontraronnuevamente la Delegada general y Delegadas provinciales deeducación de España y América, las hermanas responsables depastoral de las fundaciones y dos profesores laicos. Este equipotenía el objetivo de desarrollar los contenidos de formación paralos primeros años correspondientes a la etapa de Iniciación yfundamentación: «Enterrar la semilla. Tiempo de sembrar».

Se reunieron del 28 de septiembre al 14 de octubre de 2015en la Casa general, en jornadas de mucho trabajo, realizado conentusiasmo y buena coordinación. Una vez elaborados todoslos temas, a nivel de contenidos, recursos y dinámicas, el ma-terial fue enviado a los centros educativos, primer paso de otrosmuchos que se irán dando.

Otros documentos

En este período se vio conveniente renovar el Ideario delos Colegios mayores y residencias Universitarias en España yelaborar un Reglamento interno común a todos. En dos mo-mentos del año 2009 las directoras de los centros se reunieroncon la Delegada general de educación y llevaron a cabo estatarea, publicándose ese mismo año un documento que contieneel nuevo Ideario y Reglamento.

El Capítulo de 2012 había acordado que desde la Delega-ción de educación se elaborase también un Plan marco de se-lección de contratación y acompañamiento del personal y otrode Evaluación de equipos directivos y docentes. Estos docu-mentos sólo estarían destinados a los colegios cuya titularidadconserva la Congregación, ya que las fundaciones educativascontaban con los propios. De ahí que fueran elaborados por laDelegada general y las dos Delegadas provinciales de América,a continuación de la reunión mencionada, en mayo de 2013.

12. Apertura y cierre del proceso diocesano de la Madre Benito

Desde la muerte de la H. Cristina Dominga Benito, el 13 denoviembre de 1977, muchas hermanas manifestaron deseos deque se recogieran datos para escribir su biografía dada su famade santidad. En mayo de 1980 la priora general H. Amelia Ro-

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bles, dirige a la Congregación una carta en la que comunica queha encargado a la H. Adela Poch recopilar los testimonios sobrela ejemplaridad de su vida y anima a las hermanas a colaboraren la recogida de datos; éstos quedaron consignados en 2.200folios. Además, se recogieron muchos textos originales de la H.Benito, manuscritos en su mayoría. Entre cartas y otros docu-mentos de orientación espiritual, en 1988 ascendían a 90.

Ante la necesidad de hacer una reducción de restos en elcementerio de la Almudena de Madrid y con el objeto de con-servar separados adecuadamente los de la H. Dominga Benito,en vista a la posible introducción de la Causa de beatificación,el Consejo general, el 11 de abril de 1988, determinó hacer lasgestiones oportunas para llevar a cabo el traslado de los restosal cementerio de San Justo, levantando la oportuna acta nota-rial.

El Consejo general en 1993 decidió iniciar el Proceso yconstituirse en actor en dicha Causa, nombrando como postu-lador al P. Vito T. Gómez y como Vicepostuladora a la H. Mª Án-geles Lacunza. Toda la documentación recogida fue presentadaen 1995 al Arzobispo de Madrid Mons. Antonio María Rouco Va-rela.

Previo al inicio del Proceso diocesano, se elaboró una bio-grafía documentada. El día 1 de enero de 2005, el Consejo Ge-neral, confirmó como Postulador, según la normativa de laCongregación de los Santos, a Fr. Vito T. Gómez, Postulador Ge-neral de la Orden.

El 6 de enero de 2006 el P. Vito dirigió el llamado «Supplexlibellus» la petición oficial por escrito al Arzobispo para que in-trodujera la Causa. Junto con la petición se presentó una breve«Semblanza de la Sierva de Dios Dominga Benito Rivas», unalista de testigos, los escritos editados y una oferta de Interroga-torios sobre la vida, virtudes y fama de santidad de la H. Do-minga Benito.

El Boletín Oficial de Madrid en la sección Causa de Cano-nización, publicó un Decreto firmado por el Arzobispo el 17 defebrero de 2006, en el que después de hacer constar la peticiónhecha por el P. Vito en su calidad de Postulador de la Causa, ex-hortaba a todos los fieles de la Archidiócesis, para que en el

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plazo de 40 días, a partir de la publicación del Decreto le mani-fiesten aquello que sea útil para que pueda ser incoada la Causa,así como lo que sea contrario a la introducción de la misma.

Se pidió que se dieran nombres para que el Sr. Cardenalnombrara una Comisión encargada de recabar información yelaborar un informe para presentarlo en su momento. Las per-sonas elegidas fueron: H. Umbelina del Barrio, H. Adela Poch yH. Josefa Jiménez.

La priora general H. Mª Jesús Carro, informó al CapítuloGeneral de 2006 sobre el Proceso resaltando que: «en uno uotro grado, de todas nosotras depende que no se apague lafama de santidad que acompañó a nuestra Hermana en vida, ala hora de la muerte y a lo largo de estos años transcurridosdesde 1977, sino que se consolide y extienda cada vez más, yse puedan presentar gracias obtenidas por su intercesión»412.

En octubre de 2006 se recibió el Nihil Obstat de la Congre-gación de las Causas de los Santos para la Apertura Oficial dela Causa, solicitada en enero del mismo año por el Consejo ge-neral a través de Fr. Vito T. Gómez OP.

El 13 de noviembre de 2007 se cumplía el 30 Aniversariode la muerte de la Sierva de Dios. En condiciones normales laCausa debe abrirse antes que se cumplan los 30 años desde lamuerte. Por ello, la priora general H. Mª Natividad Martínez deCastro, junto con su Consejo, el día 13 de febrero de 2007«acordó dar los pasos necesarios, en orden a abrir la instruc-ción de un proceso sobre la vida, virtudes y fama de santidadde la Sierva de Dios H. Dominga Benito Rivas, religiosa profesade la Congregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata,Instituto fundado por el Beato Francisco Coll, de la Orden dePredicadores»413.

Se presentó a la H. Florencia Moreno Heras como Vicepos-tuladora de la Causa en Madrid. La Comisión histórica quedóconstituida por la H. Rosa Mª Leal Fernández, como presidenta,H. Umbelina del Barrio Cuerdo y H. Adela Lourdes Poch Bonet.

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412 Memoria presentada por H. Mª Jesús Carro Ferrero al XXIII Capítulo General de2006, p. 256.

413 Memoria presentada por H. Mª Natividad Martínez de Castro al XXV Capítulo Ge-neral de 2012, p. 165.


La Apertura Oficial de la Causa tuvo lugar el día 24 de abrilde 2007 en Madrid, Casa general. Consistió en un acto jurídicorealizado por el Tribunal eclesiástico constituido por: D. RicardoQuintana Bescón, Presidente; Doña María Teresa RodríguezBayo, Notaria; D. José Bosón Arias, sacerdote, Presidente de laComisión delegada para instruir la Causa; D. Antonio José DíezLópez, Sacerdote Promotor de Justicia; Dª María Manso Ayuso,Notaria Actuaria; Dª Mª del Pilar González Valdor, Notaria Ad-junta. La H. Florencia Moreno Heras actuó como Vicepostula-dora por parte de la Congregación.

El acto estuvo enmarcado en una sencilla oración. Contócon la presencia, además del Consejo general, de las expriorasgenerales, las Prioras provinciales, hermanas de las comunida-des de Madrid y familiares directos de la H. Dominga.

Abierta oficialmente la Causa, se sucedió un tiempo en quenumerosos testigos hicieron su declaración secreta ante el Tri-bunal Eclesiástico del Arzobispado de Madrid siguiendo el co-rrespondiente interrogatorio.

La comisión histórica ha realizado un minucioso trabajo apartir de los materiales reunidos, según instrucciones del pos-tulador. En sustitución de la H. Lourdes Poch se incorporó a lacomisión H. Mª del Carmen Martínez. A raíz de una normativade la Congregación de las Causas de los Santos se integrarondos laicos: D. Jairo Álvarez Fernández, Licenciado en EstudiosEclesiásticos y Doctor en Teología y D. Alfonso Jiménez Martín,Licenciado en Derecho.

El día 11 de abril de 2013 tuvo lugar en Madrid en la Casageneral, la ceremonia de clausura de la fase diocesana del pro-cedimiento de canonización de la H. Cristina Dominga BenitoRivas414. La Priora general, en el mes de mayo de 2013, entregóen la Congregación para las Causas de los Santos en Roma, ladocumentación del proceso diocesano. En el momento actualse está a la espera de poder realizar un proceso supletorio.

13. Pastoral vocacional en Vietnam e Indonesia

La Pastoral vocacional fue, desde los inicios, uno de los

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414 Cf. Boletín Anunciata, Nº 499, mayo 2013, pp. 97-99.


principales objetivos de las comunidades de Filipinas que eranconscientes del encargo de extender la Congregación por otrospaíses asiáticos. A este fin, elaboraron folletos para dar a cono-cer La Anunciata, que dejaban en las parroquias, institutos deteología, centros de formación de Manila, donde asistían alum-nos de diversas nacionalidades que podían estar interesados obien transmitirlo en sus países de origen.

A partir de 2001 se provocó una gran crisis en todos los nive-les de la formación, reduciéndose al mínimo el número de forman-das con el consiguiente decrecimiento en la pastoral vocacional.En este contexto surge la inquietud por tender puentes hacia otrasculturas asiáticas propicias para el cultivo de vocaciones.

La hermana encargada de la pastoral vocacional, estu-diante de Teología en la Universidad de Santo Tomás de Manila,pidió ayuda a compañeros seminaristas y religiosos de diferen-tes países para introducir a La Anunciata en sus respectivos lu-gares de origen.

Un religioso de la Congregación Verbo Divino facilitó un pri-mer viaje a Indonesia y un seminarista vietnamita acompañó ados hermanas a su Diócesis de Nha Trang, donde el Rector delSeminario presentó a dos jóvenes vocacionadas y a sus familias.

Las tres comunidades de Filipinas presentaron al X Capí-tulo provincial la propuesta de abrir una comunidad en Vietnam,pues se veía un futuro esperanzador y se aconsejaba que eraconveniente para conocerlas y que las jóvenes conocieran laCongregación. La respuesta del Capítulo quedó expresada en eln. 100.3 de las Actas: «[…] comenzar el proceso de formaciónde jóvenes de diferentes culturas asiáticas en las comunidadesde Filipinas y discernir, junto con las hermanas de este país, lospasos para establecer una comunidad en el Vietnam dentro delcuatrienio».

En otro momento, una joven, hoy H. Tram, conocida del se-minarista mencionado, manifestó interés por entrar en la Con-gregación. A través de internet y con ayuda de una hermana dela Congregación Lovers of the Holy Cross, logró reunir a tresmás. Por ello se programó un segundo viaje para conocerlas yorganizarlas para viajar a Filipinas en octubre si fuera posible ycomenzar la formación, según lo acordado por el Capítulo pro-vincial. Mientras tanto las jóvenes vivirían en la casa de Tram y

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tendrían la ayuda espiritual del Párroco, de un P. Franciscano yde la H. Adelina, LHC. Las hermanas de Filipinas les enviaríantemas congregacionales por e-mail.

En octubre de 2006 las HH. Mª Natividad Martínez, Mont-serrat Font y Mª Ángeles Figuls, priora general, priora provincialy secretaria provincial, respectivamente, realizaron un tercerviaje en el que conocieron a las comunidades dominicanas deHo Chi Minh, trasladándose a Nha Trang para reunirse con lascuatro jóvenes y visitar a todas sus familias. A la llegada, otrasjóvenes se hicieron presentes para manifestar su inquietud vo-cacional y deseos de ser Dominicas de la Anunciata. Regresana Filipinas con las cuatro jóvenes que se habían preparado paraello: Huynh Thi Hoang Trâm, Ngo Thi Kim Thu, Nguyen Thi NgocLa, Tran Thi Hong Thach.

También se prosiguió con la pastoral vocacional en Indo-nesia, acompañadas por Fr. Adrian Adiredjo, dominico de Indo-nesia que, desde Filipinas donde se había formado iba a hacerpromoción vocacional para los frailes en Yakarta y Juyakarta.Las Hermanas Dominicas de Indonesia facilitaron la estadía ysus lugares de acceso para la pastoral. Poco tiempo después seintegra al postulantado de Filipinas la joven indonesa Tresia, pre-via experiencia breve de conocimiento de la Congregación enQuezon City.

En enero de 2014, Año vocacional de la Congregación, lapriora general H. Mª Natividad Martínez de Castro que se en-cuentra acompañando a la recién establecida comunidad deVietnam, aprovecha la oportunidad para realizar una visita a In-donesia junto con H. Tresia que es ya profesa temporal, dandoasí continuidad a una pastoral vocacional ya iniciada en el país.Se dirigen a tres lugares: Jakarta y Surabaya en la isla de Javay Medan en la de Sumatra. En cada uno de ellos contaban conpersonas conocidas: hermanas dominicas que habían sido aco-gidas durante más de dos años por la comunidad de QuezonCity, un fraile y laicos dominicos, hermanas franciscanas, la fa-milia de H. Tresia. Todos ellos se mostraron muy cordiales y fa-cilitaron la misión de esos días, que fue intensa415.

Fray Andreas Kurniauan, OP, coordinador del viaje en estaocasión, solicitó la presencia de dos hermanas en el Campa-

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415 Boletín Anunciata, n. 509 de Abril de 2014, pp. 80-84.


mento Bíblico de niños durante las vacaciones próximas. Pare-ció bien y una buena oportunidad para proseguir la promociónvocacional en el país. El Capítulo provincial de 2013 acuerda ini-ciar el proceso de estudio y reflexión hacia posibles fundacio-nes en Indonesia (n. 93, 7).

14. Fundación de la primera comunidad en Vietnam

Después de reunidas las primeras vietnamitas en Filipinas,en el año 2006, la Provincia continuó discerniendo la posibilidadde fundar en Vietnam y la hermana encargada de la pastoral vo-cacional en el país siguió viajando acompañada de otras her-manas para contactar con las jóvenes. En las Actas del XICapítulo provincial de 2010 se pedía a la Priora provincial y Con-sejo: «Continuar con el proceso de formación de jóvenes de dis-tintas culturas asiáticas en las comunidades de Filipinas ydiscernir los pasos para establecer oportunamente una comu-nidad en Vietnam»416.Y en el Capítulo de la Provincia, celebradoen marzo-abril de 2013, se explicitaba: «Hacer efectiva la funda-ción de una casa en Vietnam, a ser posible, antes de finalizar elaño 2013»417.

El 14 de septiembre de este mismo año, se abre una co-munidad multicultural en la ciudad de Ho Chi Minh (antigua Sai-gón) formada por cuatro hermanas: H. Cirila Zárate (mexicana),Cristine Caliguiran (filipina) y dos hermanas vietnamitas NgoThi Kim Thu (María) y Nguyen Thi Ngox La (Ana). Se establecenen una vivienda alquilada al Sr. Tuân, un gran colaborador y pro-tector de la naciente comunidad. Durante los primeros mesesacompañaron a las hermanas la Delegada general de Forma-ción, H. Mª Inés Fuente y la Vicaria provincial, H. Rosa Mª Picas.A continuación, la priora general, H. Mª Natividad Martínez deCastro, permaneció tres meses con la comunidad.

El objetivo principal de la casa es acoger a jóvenes quemanifiestan interés por conocer más la Congregación y la for-mación en la etapa del postulantado. Desde un principio reci-bieron cuatro aspirantes, tres de ellas hicieron su entrada alpostulantado el día 8 de abril de 2014. Al año siguiente de sufundación la Provincia San Raimundo adquirió una casa con ma-

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416 Actas XI Capítulo provincial San Raimundo de Peñafort, n. 107. 2417 Actas XII Capítulo provincial San Raimundo de Peñafort, n. 93.6


yores dimensiones en el mismo barrio donde se establecieroninicialmente. Las hermanas, además de la misión formativa yde la pastoral vocacional colaboran en la parroquia y las extran-jeras dan clase de español o inglés mientras aprenden elidioma.

La situación política del país obliga a las Congregaciones,especialmente las no autóctonas, a una inserción lenta y caute-losa, sin pretender un reconocimiento del Estado. No obstante,siguen ingresando jóvenes a la Congregación, siendo actual-mente seis las hermanas vietnamitas ya profesas.

15. Año vocacional en la Congregación

La Pastoral vocacional ha sido un tema prioritario de losCapítulos Generales celebrados en los últimos años. El CapítuloGeneral de Asuntos de 2009 urge a «apostar decididamente porla pastoral vocacional, como imperativo que brota de la propiallamada al seguimiento de Jesús y de la responsabilidad detransmitir a los jóvenes nuestro carisma»418 y la tercera priori-dad del Capítulo General de 2012 continúa en la misma línea:«Apostar de forma clara y explícita por la pastoral vocacionalen nuestras comunidades y presencias apostólicas».

Uno de los acuerdos tomados en este último Capítulo ge-neral fue el de «celebrar el 2014 como año vocacional en la Con-gregación» (ACG n. 63). La animación y preparación de este Añovocacional se encomendó a las Delegadas de PJV general, pro-vinciales y del Vicariato, quienes en febrero del 2013 comenza-ron a trabajar en la tarea encomendada.

El 24 de diciembre de 2013, con motivo de la apertura delAño vocacional en la Anunciata, la priora general H. Mª Nativi-dad Martínez de Castro, dirigió una circular a toda la Congrega-ción419. En ella recordó la llamada que los últimos Capítulosgenerales hacían respecto a la Pastoral vocacional y cómodesde la Delegación general de PJV se motivaba a todas las her-manas a «revitalizar nuestra vida consagrada y comunitaria […] y a sensibilizarnos de la responsabilidad de todas en la pasto-

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418 Actas I Capítulo de Asuntos, p. 9.419 El contenido íntegro de la circular está recogido en la Revista Anunciata N. 506,

Enero 2014, pp. 3-7.


ral vocacional». «Todas, pues, a partir del 1 de enero quedamosconvocadas a celebrarlo con fe, creatividad, amor a la Congre-gación y, sobre todo con mucho amor a Jesucristo y su Evan-gelio. Pongo el año vocacional bajo la protección de NuestraSeñora del Rosario y de nuestra Hermana Mártir Otilia Alonso».

La delegada general de PJV, H. Ana Mª Penadés Martí,envió una carta a las comunidades en la que se alude a la citadacircular de la Priora general; se señalan las razones que justifi-can la celebración de este Año vocacional en la Congregación:el carisma del P. Coll sigue siendo actual y urgente ante las ne-cesidades de nuestro mundo. Somos responsables de que sigavivo; la fuerza de la oración; la presencia de nuevas vocacioneses una fuerza renovadora, nos da nueva savia, nueva vida y losjóvenes, hoy, son capaces de dar un sí generoso. Se señala elobjetivo: «Que todas las Hermanas nos sintamos urgidas alcompromiso personal de vivir y profundizar nuestra vocaciónde Dominicas de la Anunciata y de explicitarla y proponerla allídonde estamos y en las distintas plataformas donde ejercemosla misión encomendada»; se explica el logo creado para esteacontecimiento congregacional y se comunican las actividadesy recursos preparados tanto para las comunidades como paralos jóvenes.

Las comunidades iniciaron este año con una oracióncomún y se les ofrecieron distintos materiales: retiros vocacio-nales; calendario para una cadena de oración; desplegable conuna oración para cada mes por intercesión de los protectoresde la Orden; un tríptico vocacional para dar a conocer la Con-gregación y el Carisma y dos posters vocacionales.

Durante todo el año 2014 la Congregación entera vibróbajo el lema elegido: «CON JESÚS, CONTIGO… ¡LO NUEVO EMPIEZA!SER DOMINICA DE LA ANUNCIATA».

Para los jóvenes se ofreció la realización de la Ruta P. Coll,con matiz vocacional, del 30 de julio al 3 de agosto de 2014. Parti-ciparon 37 jóvenes de distintas partes de España, que tuvieron laoportunidad de reflexionar, orar y empaparse del Carisma en loslugares más significativos para la Congregación: Vic y Gombrén.

El Año vocacional se clausuró en todas las comunidadesde la Congregación con una oración final. Momento de agrade-

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cer al Señor todo lo vivido y para preguntarse personal, comu-nitaria y congregacionalmente sobre lo que esta celebraciónhabía significado. El texto evangélico de Mt 4,18-22, algunosnúmeros de las Constituciones, unidos al símbolo de un faro,ayudaron a caer en la cuenta de que «cada hermana, cadacomunidad hemos de ser punto de referencia para orientar aquienes buscan y quieren ver en nosotras el destello, las inter-mitencias del Espíritu. Porque en la pastoral vocacional se nosexige fidelidad a nuestro arrecife: el Señor, San Francisco Coll,La Anunciata». Finalizó la oración con el compromiso de seguirorando y trabajando por las vocaciones porque «aquí y ahora»es donde se nos pide ser faro y «en mí», en cada hermana, esdonde Dios ha puesto sus sueños. Como recuerdo y tambiénpara visibilizar dicho compromiso, a cada comunidad se le en-tregó un faro y cada hermana recibió una estampa con la ora-ción a San Francisco Coll y una cinta con la frase evangélica: «…y dejándolo todo le siguieron».

El año vocacional en los colegios comenzó el 25 de marzode 2014 y se clausuró el 19 de mayo de 2015. Se preparó junta-mente con la Delegación de Educación y responsables del Áreade Pastoral de las Fundaciones en España.

En todos los colegios se vivió el año vocacional con granintensidad. El día de la inauguración, fiesta de la Anunciación,los colegios aparecieron inundados de huellas -que permane-cieron todo el año- con el lema: «Sígueme, da un paso más».Guiados por las huellas, los alumnos avanzaban hasta llegar aun lugar privilegiado del colegio en el que había un poster deJesús y el farol de la luz del P. Coll con el cartel vocacional de laAnunciata, junto a imágenes de las distintas misiones y presen-cias que lleva a cabo la Anunciata en los cuatro continentes, ala par que se cuestionaba a los niños y jóvenes: ¿Cómo lo veseso de ser tú, Dominica de la Anunciata?

El acto de inauguración consistió en una celebración en laque, tras la motivación de los directores generales de cada cen-tro y la audición del mensaje de la Priora general, los alumnosexpusieron los trabajos realizados según la dinámica propuesta:Señales de tráfico acompañadas de la reflexión correspon-diente, que invitaban, desde los más pequeños a los mayoresdel colegio, a iniciar todo un camino de Seguimiento.

El día 19 de mayo, se vivió también con especial intensi-

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dad. Los alumnos y profesores se reunieron para escuchar elmensaje que el P. Coll les dirigía y el texto evangélico de Mt 4,18-22. El acto concluyó entregando a todos los participantes un ti-rador con la figura del P. Coll del que prendía un cascabel, conel simbolismo de que cada vez que sonase, les evocase la figuradel santo Fundador y les recordase que Dios sigue llamando.

Con motivo de este año especial en la Congregación, du-rante el segundo y tercer trimestre del curso 2014-2015, las De-legadas de PJV general y provinciales de España, se hicieronpresentes en los colegios de la FEFC y FESD para dialogar ycuestionar a los alumnos sobre la vocación y ofrecer su testi-monio como Dominicas de la Anunciata.

El año vocacional se vivió con mucha intensidad en la Con-gregación, tanto por la oración en común como en la revitaliza-ción de los equipos de PJV y la propuesta de actividadesvocacionales que llegaron a un buen número de jóvenes. El Bo-letín Anunciata a lo largo de este año recoge muchas de ellas.Se destaca, por ejemplo, el trabajo coordinado en la pastoralvocacional del Vicariato de África en todos los países que lo for-man, notándose un incremento de vocaciones.

16. Presencia de la Anunciata en organismos eclesiales

Santo Domingo y San Francisco Coll fueron sin duda hom-bres de Iglesia y quisieron que la Orden y la Congregación es-tuvieran muy insertas en el cuerpo eclesial. Esta inserción es uneje que atraviesa la historia de La Anunciata, como se puedepercibir a través de las páginas del Compendio.

Muchas hermanas han tenido una implicación muy directaen los diversos organismos de animación diocesanos o en lasconferencias de vida religiosa. Mencionamos algunos de estosservicios asumidos por la Congregación a través de hermanasconcretas en distintos períodos, especialmente a partir del Con-cilio Vaticano II y los años posteriores en que se promueve laparticipación cada vez más activa en la pastoral de conjunto.

Ya nos hemos referido al nombramiento de una hermanapara trabajar en la Secretaría de la Sagrada Congregación deReligiosos en Roma; también en distintos momentos se contócon una Dominica de la Anunciata para realizar el servicio depresidenta, vicepresidenta, secretaria de las Conferencias na-

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cionales de Religiosas, tanto en España como en El Salvador,Argentina, Nicaragua, Guatemala. Otras han ejercido distintoscargos de responsabilidad en las juntas de CONFER a nivel dio-cesano. Hermanas provinciales de Centroamérica han colabo-rado como parte de la junta directiva de la Confederaciónlatinoamericana de religiosos (CLAR). En dos ocasiones las prio-ras generales fueron a la vez consejeras regionales de la UISGpara España y Portugal.

En el campo educativo, muchas hermanas han formadoparte de la Federación de religiosos educadores a nivel nacionalo diocesano, en algunos casos en cargos directivos, como enEspaña, Costa Rica, El Salvador, trabajando a favor de la educa-ción católica a veces en circunstancias difíciles para el país. EnCataluña es de destacar la participación activa en el «Secretariatde l’Escola Cristiana». También una hermana del consejo generalintegró la Federación de religiosos de la Salud (FERS) en Es-paña, y distintas ecónomas generales han desempeñado cargosen el Consejo de Administración de SERAS.

Los Obispos han confiado a las hermanas servicios de res-ponsabilidad en sus diócesis o vicariatos apostólicos, así en Pu-callpa una hermana de esta comunidad asumió la coordinaciónde la ODEC (Oficina de Educación Católica), haciéndose cargode la formación de los profesores de religión de las escuelas pú-blicas, más tarde fue nombrada vicaria pastoral. También enLima una hermana ejerció durante varios años el cargo de Su-pervisora diocesana de Educación y se encargó de la pastoralde campesinos en la diócesis de Puno; asimismo, otra fue nom-brada Asesora de la Juventud Obrera. En Filipinas se ha con-fiado a una hermana la coordinación de la Comisión de Pastoralvocacional de la Arquidiócesis y otra colabora en la formaciónde formadores y formandos como miembro de la Asociación deFormadoras.

En Brasil se nombró consecutivamente a dos hermanas dela comunidad de Governador Valadares como Canciller de ladiócesis, y a otra como vicesecretaria de pastoral. También elObispo de Ciudad Real en España, encomendó a una hermanala responsabilidad de la catequesis de su diócesis, dedicándolaa tiempo completo para la animación y formación de catequis-tas. En lugares de escasez o ausencia de sacerdotes, algunashermanas han estado a cargo de las parroquias como «cuasipárrocas».

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Estos ejemplos son una muestra de distintos compromi-sos asumidos por la Congregación a través de las hermanas, aquienes se envía para brindar una determinada colaboracióneclesial. Se puede ver una reseña de los mismos en los últimostomos de las Crónicas al finalizar cada generalato, bajo el epí-grafe: «Presencia de la Anunciata en organismos eclesiales».

El trabajo directo en organismos eclesiales es signo de per-tenencia y amor a la Iglesia, pero éste se manifiesta especial-mente en la tarea cotidiana de cada comunidad cuando sesiente plenamente inserta en la Iglesia local. Así quería el P. Colla La Anunciata, signo de comunión más allá de la diversidad deideas y mentalidades, plenamente implicada en la misión evan-gelizadora e inculturada en cada contexto como parte viva delcuerpo eclesial.

17. Celebración del Año Jubilar de la Orden Dominicana

En las primeras páginas de este Compendio recordábamoscómo el P. Francisco Coll «verdadero imitador de Jesús y deSanto Domingo», concibió desde el principio a La Anunciata for-mando parte de la Orden. La Congregación, sintiéndose inte-grante de la gran Familia Dominicana, siempre ha participadocon verdadero sentido fraternal en todas sus celebraciones, porello, a punto de concluir este Compendio de la Historia de laCongregación, traemos a la memoria la celebración del Año Ju-bilar de la Orden en el año 2016.

Este acontecimiento fue una singular ocasión para ahon-dar en el carisma de Santo Domingo, para fortalecer los vínculosentre toda la familia y acoger juntos los retos que el mundo ac-tual presenta a su misión evangelizadora. Una novena de añospreparando esta celebración favoreció la reflexión sobre distin-tos temas: La misión de la predicación; Predicación y cultura.Predicación comunitaria; Las dominicas y la predicación; María:contemplación y predicación de la Palabra; El laicado domini-cano y la predicación; Domingo: gobierno, espiritualidad y li-bertad.

El año jubilar fue abierto por el Maestro general Fr. BrunoCadoré, OP quien mandó un mensaje en video para ser visto allídonde estuviera presente la Familia dominicana. En España yen otros países donde hay hermanas de La Anunciata se parti-

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cipó de la apertura y otras convocatorias que se hicieron a lolargo del año. Mencionamos algunas de carácter internacional:la Congregación estuvo presente a través de algunas hermanasde distintos continentes en el Congreso dominicano internacio-nal «Los dominicos en la promoción y defensa de los derechoshumanos, pasado, presente y futuro», Salamanca 1 al 5 de sep-tiembre. Las hermanas africanas llegaban representando a lascomisiones de Justicia y paz de sus respectivas regiones, tam-bién H. Celestina Veloso participó como promotora de Justiciay Paz de la DSI. Se reunieron en Salamanca 200 miembros dela Familia dominicana que ejercen su apostolado en 50 países,para reflexionar sobre cómo renovar la misión mediante la pro-moción y defensa de los derechos humanos, que está en el nú-cleo de la Buena Noticia de Jesús.

También hubo representación de la Congregación en elCongreso Internacional de pueblos originarios, del 25 al 28 deagosto, organizado por la Provincia de Dominicos de Centroa-mérica, con la participación del Maestro general. Los jóvenescelebraron en Santiago de Chile el II Encuentro Continental deJóvenes dominicos, del 10 al 18 de octubre, allí estuvieron pre-sentes jóvenes y hermanas de Argentina, Chile y Perú.

En el marco de este Año jubilar, del 4 al 6 de julio, las Fun-daciones educativas que comparten el carisma dominicano enEspaña (FESD, FEFC y FEDAC) celebraron un primer Congreso«800 hacia la Sabiduría», contando con la presencia del Maestrode la Orden quien pronunció la primera conferencia. Señala lareseña del Boletín Anunciata que el Congreso fue muy valoradopor la calidad de los ponentes y su organización. La Eucaristíade clausura fue presidida por D. Carlos Osoro, arzobispo de Ma-drid. Aunque no responde a una iniciativa del año jubilar, cabeseñalar que el 8 de septiembre de este mismo año se inaugu-raba en el Auditorio de Barcelona el II Congreso de la FundaciónEducativa FEDAC, «Educar hoy y para mañana, 24 retos de laescuela del siglo XXI», con el proyecto de que este Congresocontinuase a lo largo del curso 2016-2017 con sesiones en dife-rentes ciudades donde la Fundación está presente.

El Jubileo de los 800 años fue también el marco para quela Provincia San Martín de Porres celebrara la II Asamblea dehermanas y laicos Anunciatistas en Centro América: «Alabar,bendecir, predicar». Fue Domingo de Guzmán trovador de la mi-sericordia, la compasión, la Palabra, el centro de la Asamblea.

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Se celebró durante los días 27 al 31 de julio en la Antigua Gua-temala, con la participación de la priora general, H. Mª NatividadMartínez de Castro; el tema central fue orientado por Fr. CésarValero, OP. Provenientes de todos los países de la Provincia, losparticipantes vivieron una fiesta de fraternidad y profundizaciónen el espíritu dominicano. En la organización de esta Asambleatuvo su parte el equipo provincial de laicos.

El «Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine»que se creó en Madrid, nació como un gesto jubilar permanenteque quiere llevarse adelante como Familia dominicana para tra-tar de escuchar y acompañar fundamentalmente a dos colecti-vos: las mujeres víctimas de la trata y los migrantes. Unahermana de la Provincia Santo Domingo colabora en el equipoque se hace cargo del Observatorio.

La Clausura internacional del Jubileo dominicano está pre-vista con la celebración del Congreso para la misión, del 17 al21 de enero de 2017 en el Angelicum de Roma, y con la Eucaris-tía final presidida por el Papa Francisco en la Basílica San Juande Letrán. El Boletín Anunciata a lo largo de los números delaño 2016420 recoge celebraciones, peregrinaciones, actividadesorganizadas por las hermanas o miembros de la Familia domi-nicana en los distintos puntos geográficos donde está la Con-gregación. Cada mes se ofreció en dicho Boletín a lascomunidades una breve reflexión sobre Santo Domingo y la es-piritualidad dominicana. El estudio congregacional de 2016 es-tuvo dedicado a reflexionar sobre el testimonio siempre actualde los santos y santas de la Orden.

En el Año de la Misericordia

El año 2016 fue para toda la Orden doblemente celebra-tivo, dado que a nivel de la Iglesia universal se celebraba el Ju-bileo Extraordinario de la Misericordia. El Papa Francisco loconvoca a través de la bula Misericordae Vultus, llamando a laIglesia a redescubrir con alegría el Amor misericordioso de Diosy a convertirse cada vez con más fuerza en signo y testimoniode misericordia en el mundo.

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420 Se pueden consultar especialmente los artículos “Pinceladas de celebraciones delJubileo” en los números 527, 528, 529, 531, 534.


Cierre del proceso diocesano de la madre Cristina Benito


2012. Fusión de las dos Provincias de Cataluña

Priora General y Patronato de laFundación “Anunciata Solidaria”

Dibujo de H. M. JoséArteaga.

(De serie de tarjetasdel P. Coll)


El Papa abría la puerta santa de la Basílica de San Pedro einauguraba un tiempo de gracia, de reconciliación y conversión.El año jubilar de la misericordia fue vivido por las comunidadesde la Congregación insertas en sus Iglesias locales, como un im-pulso para la renovación y la fecundidad apostólica.

18. Una historia viva

Es justo hacer referencia a una iniciativa de la Congrega-ción, gracias a la cual se ha podido mantener viva su historia:la elaboración de los siete tomos de las Crónicas con los quehoy cuenta. El primer tomo, editado en 1895, se debe al P. Les-mes Alcalde OP. En 1944 se imprimió una 2º edición: «escritahasta mediados de 1894 por el M. Rdo. P. Fr. Lesmes Alcalde,adicionada y continuada por la Hna. Cronista del mismo insti-tuto».

En el prólogo del Tomo II se expresa que reemprender laobra no ha dejado de tener sus dificultades, pero que ha sidomovido por un gran amor a la Congregación. Se indica el mé-todo con el que se ha procedido: «con la complejidad de mate-ria que las Reverendas Madres Prioras nos han proporcionado,hemos ido tejiendo toscamente la presente obrita».

El Tomo III finaliza con la celebración del Año santo en1950. Haciendo una mirada retrospectiva, la cronista se admirapor el «desarrollo pujante del arbolito que plantara el incansa-ble apóstol del siglo XIX».Manifiesta, a su vez, la esperanza deque la lectura de los acontecimientos consignados en la Crónicasea un aliento para que en fecha no lejana aparezca el tomo IVque continúe dando a conocer la labor realizada en todas lascasas y el desarrollo de la Congregación. Hubo que esperar, sinembargo, treinta y un años para que fuera editado dicho tomo.

Por iniciativa de la priora general, H. Amelia Robles, se re-anudó en 1979 este trabajo. Ella encomendó a H. María de laHija, la elaboración del tomo IV, que comprendería los años1950-1970. Para ello se sirvió de la documentación recogida enlos archivos general y provinciales, del material que enviaronlas casas a las cronistas provinciales y contó con la colaboraciónde la H. Concepción Planas que reunió y clasificó dicho material.

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Ante lo complejo del cometido H. Amelia le proporcionó ade-más la ayuda de H. Nieves Espuña y del P. Vito Gómez, OP.

Emprendieron un minucioso trabajo, ocupando tiemposintensivos en S. Vicent de Castellet primero, en La Granja y ElRoble, después. La obra quedó finalizada, llenando 20 años devacío en los anales de la Congregación, años «pletóricos de vidaque pasarán a la historia con el peso de acontecimientos ecle-siales y congregacionales de primera magnitud»421.

La siguiente cronista general fue H. Socorro Pérez CampoOsorio que, nombrada también por H. Amelia Robles, asumióeste servicio con total dedicación y competencia desde el año1982 hasta su fallecimiento el 17 de junio de 2010. Contó con lacolaboración de las cronistas provinciales y del Vicariato. Desdeel comienzo conformó un equipo con las mismas, asesoradaspor el P. Vito Gómez, OP. Fruto de este minucioso trabajo fue lapublicación de los tomos V y VI que abarcan el período com-prendido entre 1970 y 1994.

El Tomo VII fue editado ya fallecida H. Socorro, habiendotrabajado en él hasta poco antes de su muerte. H. Asunción Mit-jans, nombrada cronista general, continuó la tarea con respon-sabilidad y competencia, junto con el equipo de las cronistasprovinciales y del Vicariato. En el año del Bicentenario del naci-miento del P. Coll se publicó este tomo, que abarca los dos ge-neralatos de H. María Jesús Carro (1994-2006). Las Crónicas,que con tanto interés y cuidado se van publicando periódica-mente son una gran riqueza para la Congregación, a través deellas ésta recoge su «historia sagrada» y encuentra inspiracióne impulso para continuar encarnando el carisma de su Funda-dor.

La H. Antonia Missé, durante muchos años cronista pro-vincial de la Provincia San Raimundo de Peñafort, tuvo la inicia-tiva de sintetizar y presentar cronológicamente los inicios detodas las casas fundadas en la Congregación desde 1856 a 2006,año del Sesquicentenario de la Congregación. A esta valiosa sín-tesis se accede actualmente a través de la Biblioteca digital enla página web de la Congregación.

Al cumplirse el centenario de las Provincias Santo Do-

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421 Crónica de la Congregación,T. IV, p. 21.


mingo de Guzmán y Santa Rosa de Lima, desde los gobiernosprovinciales se toma la iniciativa de reseñar su historia y se en-comienda esta tarea a H. Amparo González y H. Nelly Gonzálezrespectivamente, quienes plasman el fruto de su esmerada in-vestigación en dos libros publicados y citados en este Compen-dio: «Reseña histórica de la “Provincia Santo Domingo deGuzmán”. Anunciata 1904-2004» y «Hermanas Dominicas de laAnunciata. 100 años de presencia en América del Sur. 1908-2008».

Otra obra que, iniciada en 1958, continúa hoy editándosees el Necrologio de las Hermanas fallecidas, siendo también degran valor para profundizar en el espíritu que anima a la Con-gregación a través del testimonio de sus miembros.

La primera publicación recogía la necrología de las 1492hermanas fallecidas los primeros 100 años. Fue iniciada por laRvdma. M. Mercedes Miralpeix y en ciclostil se iba mandandoa las casas, determinándose que se leyera a continuación delMartirologio. El prólogo de este primer volumen es de la Priorageneral, H. Trinidad Torrella, en el mismo expresa el deseo deque su lectura «sirva de gran aliciente en nuestro peregrinar ynos mueva a imitar las virtudes de las que nos han precedido ala Patria».

El siguiente tomo, que se publicó por mandato del XIX Ca-pítulo general, presenta la vida de las 524 hermanas fallecidasdesde 1956 hasta 1982; es editado en 1988, siendo priora generalH. Umbelina del Barrio. Los siguientes volúmenes que se vanpublicando sucesivamente abarcan períodos menores detiempo. La H. Mª Jesús Carro, priora general, al presentar eltomo IV (1993-2004) reconoce el valor testimonial de estas pá-ginas desde las que cada una de las Hermanas sigue «predi-cando» y afirma la validez de estas reseñas «que se hanseguido elaborando sin interrupción»422.

El último editado, Tomo V (2005-2012) fue introducido porla Priora general H. Mª Natividad Martínez de Castro, quien pre-senta a las 180 hermanas que recoge este tomo «vivas y en co-munión vivificante con toda la Congregación». En cada una deellas «toma cuerpo el carisma dominicano del P. Coll».423

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422 Cf. Necrologio, T. IV, p. 5.423 Necrologio, T. V, p. 5.


19. Fundaciones

La Congregación, aunque de manera mucho más discretaque en etapas anteriores, sigue abriéndose paso en nuevas tie-rras, como en Vietnam. El conjunto de las fundaciones de esteperíodo, a excepción de una nueva comunidad de inserción enLeón (España), tiene lugar en los otros continentes donde LaAnunciata está presente.

364


365


CASA

INICIOCIERRE

MOTIVOSFUNDACIÓN

1. C

ALA

MBA-C

ITY(FILIPINAS)

2001

Casa Noviciado.

2. ESTAVAYER-LE-LAC

2001

2004

Casa de acogida “La Source”.

3. G

OVERNADORVALA

DARES

(BRASIL)

2001

Actividades parroquiales.

4. LEÓN-La Virgen del

Cam

ino

2003

Residencia de hermanas mayores y enferm

as.

5. C

HICLAYO(P

ERÚ)

2005

Aspirantado y enseñanza en el Colegio La Anunciata.

6. K

AGUGU-K

IGALI(R

WANDA)

2006

Enseñanza y colaboración parroquial.

7. S

INENDÉ(B

ENIN)

2007

Atención educativa y evangelizadora.

8. LEÓN-Barrio La Inmaculada2010

2016

Comunidad de inserción en el barrio La Inmaculada.

9. R

IOBRANCOACRE(B

RASIL)

2010

Actividades pastorales y Obra social.

10. H

ÒCHÍM

INH(V

IETNAM)

2013

Expandirse a otros países de Asia y acoger nuevas vocaciones que sur-

gían en el país.

11. K

PAKPA

MÈ(B

ENÍN)

2016

Promoción humana y mejora de las condiciones de vida a través de dis-

pensario con laboratorio y maternidad.


CONCLUSIÓN

Hemos hecho una peregrinación por la tierra sagrada denuestra historia congregacional. En la Carta apostólica con oca-sión del Año de la vida Consagrada, celebrado en 2015, el PapaFrancisco invitaba a cada familia carismática a «recordar sus ini-cios y su desarrollo histórico para dar gracias a Dios» y seña-laba que es necesario «contar la propia historia» para mantenerviva la identidad y consolidar la unidad y el sentido de perte-nencia de sus miembros. Afirmaba que hacer esta narración esuna oportunidad privilegiada para alabar a Dios y darle graciaspor sus dones, para dejarnos estimular por el testimonio de en-trega y audacia apostólica de quienes nos precedieron, asícomo para asumir las incoherencias y debilidades con espíritude conversión.

Al «contar la propia historia» hemos tenido esa oportuni-dad privilegiada de reconocer con el P. Coll que «Sí, sí, la Anun-ciata es obra de Dios», de recibir el estímulo de la vidaentregada con generosidad por tantas hermanas a lo largo deltiempo y del espacio, y nos brota un profundo sentimiento deadmiración y gratitud. Al mismo tiempo, recorrer juntas este ca-mino ha de intensificar en nosotras el reto de continuar echandocon ilusión la semilla de la Palabra, primero acogida en la pro-fundidad de nuestra vida personal y comunitaria.

Cerramos estas páginas en momentos en que con la Igle-sia y la Familia dominicana acabamos de celebrar un tiempo degracia, por el Año Jubilar de la Misericordia y el Jubileo de la

367


Orden Dominicana en el 800º aniversario de su confirmaciónpontificia. Que este Compendio, sea un estímulo para seguir es-cribiendo la historia de la Congregación con generosa fidelidadal carisma recibido de Santo Domingo de Guzmán y de SanFrancisco Coll, como don para la Iglesia y el mundo. En estesentido, nos resuenan de un modo nuevo las palabras de la Ex-hortación apostólica Vita Consecrata:

«¡Vosotros no solamente tenéis una historia gloriosa pararecordar y contar, sino una gran historia que construir! Ponedlos ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu os impulsa paraseguir haciendo con vosotros grandes cosas».

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ANEXO I: Carta del P. Antonio Orge

(22 de agosto de 1857)424

ARGUMENTO: Contesta al P. Coll aprobando la nuevaCongregación y expresando su deseo de que se extienda por

toda España.

Rdo. P. Fr. Francisco Coll

Ocaña, 22 de agosto de 1857.

Mi venerado Padre y apreciado Hermano: la favorecida deVuestra Paternidad de 13 del actual me ha servido de muchoconsuelo al ver el grande y piadoso pensamiento que DiosNuestro Señor y Nuestro Padre Santo Domingo le han inspiradoen la fundación y dirección de las Terciarias de nuestra Orden,destinadas a ser Maestras de la enseñanza cristiana y religiosaen las poblaciones que tanto necesitan de ella, tantos males evi-tan, y tantísimos bienes produce.

Me parece que ya experimenta Vuestra Paternidad el con-suelo visible de la Providencia, no menos que su mano protec-tora y benéfica en tan santa empresa, viéndose, en menos deun año, con casa propia para las Hermanas, y éstas esparcidas

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424 Se conservaba en el Archivo de la Casa Madre de la Congregación en Vic y segu-ramente se destruyó en la revolución de 1936. El P. Alcalde la publicó íntegra en:Crónica de la Congregación, T. I, 2ª ed. pp. 48-49.


ya en once poblaciones425 derramando la semilla de la buenainstrucción y enseñanza. Continúe Vuestra Paternidad en tansanta obra, y el Señor que la ha comenzado, la perfeccionará yllevará a su colmo426. Por mi parte no sólo la apruebo, sino quecon toda la efusión de mi corazón y de mi alma doy a VuestraPaternidad y al fruto de sus trabajos la bendición de nuestroPadre y Patriarca Santo Domingo. No me limito a esto, sino quedeseando que tan santa obra se extendiera por toda España, siposible fuese, estimaría que Vuestra Paternidad se tomara lamolestia de mandarme un reglamento, método de vida, ense-ñanza y demás que Vuestra Paternidad les haya compuesto. Siyo puedo ayudar en algo a Vuestra Paternidad en eso o en otracualquiera cosa, deseo lo diga con franqueza a su affmo. amigo,menor Hermano y Capellán que Su Mano Besa.

Fr. Antonio Orge OP

Comisario Apostólico de los Dominicos en España

370

425 Las poblaciones en que estaban las Hermanas -todavía no habían realizado su pro-fesión-, eran: Vic, Roda de Ter, Taradell, Pardines, Gironella, Súria, Santa María deCorcó o L’Esquirol, Folgueroles, Calldetenes, Sant Esteve d’ En Bas y Montagut deFluvià.

426 Esta afirmación de su Superior general tuvo un valor decisivo para el P. Coll, quienescribió en 1863 en el Prólogo a la Regla o forma de vivir de las Hermanas: “Sí, sí;es obra de Dios, y dada al mundo por los méritos de mi Padre Santo Domingo,como así me lo escribió mi amado P. Vicario General de la misma Orden de Predi-cadores, el P. Antonio Orge, ya al principio.


ANEXO II: Documentos que orientan la vida de la Congregación

1857: Carta del P. Antonio Orge, superior general de laOrden en España, a San Francisco Coll, confirmando cuantohabía realizado el Santo Fundador. En este año el P. Coll escribela Regla de vida para las Hermanas, en castellano. Ésta fue co-piada en papel sellado para enviarla a la reina Isabel II. Previa aésta había escrito un reglamento en catalán, que sirvió para losmomentos iniciales de la fundación.

1863: Edición de la “Regla o forma de vivir de las Herma-nas”.

1885: Regla de la Tercera Orden de Sto. Domingo aclaraday adicionada para el uso de las Terciarias de la Congregación dela Anunciata de Vic seguida de sus Constituciones. Fue publi-cada por el tercer Director general de la Congregación P. JoséCasamitjana.

1906: Carta del Beato Jacinto Cormier confirmando la in-corporación de la Congregación a la Orden de Predicadores.

1907: Regla de San Agustín y Constituciones de la Congre-gación de Hermanas Terciarias de la Anunciata. Aprobadas tem-poralmente por la Sagrada Congregación de Religiosos,presentadas por la M. general Antonia Gomá.

1907: DIRECTORIO para uso de las Hermanas Dominicas dela Anunciata, presentado por la Priora general M. AntoniaGomá.

371


1910: Regla de San Agustín y Constituciones del Institutode Hermanas Dominicas de la Anunciata. Aprobadas definitiva-mente por la Sagrada Congregación. Priora general M. AntoniaGomá. Se hizo otra edición en 1923.

1927: Constituciones del Instituto de Religiosas DominicasTerciarias de la Anunciata y Regla de san Agustín. Adaptadas alnuevo Código de Derecho canónico de 1918. Priora general M.Antonia Gomá.

1933: Constituciones o Estatutos resumidos en tiempo deM. Dominga Carles.

1955: DIRECTORIO del Instituto de Religiosas Dominicas dela Anunciata, presentado por Fr. Esteban Gómez OP.

1960: Regla y Constituciones del Instituto de Religiosas Do-minicas Terciarias de la Anunciata. Contienen modificacionesfruto de un acuerdo del Capítulo general celebrado en 1958.Priora general M. Adela González.

1964: se hacen modificaciones a las Constituciones y lasda a conocer M. Adela González por medio de una carta Circularel 21 de noviembre de 1964.

1969: Constituciones y Ordenaciones postconciliares re-dactadas en el Capítulo Especial de ese año. Priora general M.Adela González.

1976: Constituciones y Ordenaciones revisadas en el Capí-tulo general de 1976. Como la Sagrada Congregación prorrogóel plazo para revisión de las Constituciones, entraron en vigorsin necesidad de ser aprobadas por la Santa Sede. Priora gene-ral H. Amelia Robles.

1983: Constituciones y Ordenaciones modificadas y adap-tadas al nuevo Código de Derecho Canónico. Priora general H.Umbelina del Barrio. Fueron aprobadas definitivamente por elCardenal E. Pironio, Prefecto de la Sagrada Congregación.

1989: Se hacen modificaciones a las Constituciones y Or-denaciones en el Capítulo de 1988. Se publican como separatadespués de ser aprobadas por la Sede Apostólica el 8 de diciem-bre de 1988.

372


2000: Modificaciones de Constituciones y Ordenacionesfruto del Capítulo general del 2000. Aprobadas por la CIVCSVAel 20 de octubre de 2000.

2006: Modificaciones de Constituciones y Ordenacionesfruto del Capítulo general del 2006. Aprobadas por la CIVCSVAel 27 de febrero de 2007.

2009:Modificaciones a las Constituciones y Ordenacionesfruto del Capítulo general Especial de Asuntos de 2009. Apro-badas por la CIVCSVA el 23 de enero de 2010.

2012: Revisión y actualización de NL. Realizada en el capí-tulo general de 2012. Presentadas por la Priora general H. MªNatividad Martínez. Aprobadas por la CIVCSVA el 22 de agostode 2013.

373


ANEXO III: Capítulos y Prioras generales de la Congregación

375

CAPÍTULOS GENERALES Y PRIORAS GENERALES DE LA CONGREGACIÓN

I CapítuloGeneral Electivo427

1885

Inaugurado el 3 de agosto de 1885. Fue presidido porel Sr. Obispo Dr. D. José Morgades. Fue elegida la M.Rosa Santaeugenia Coll, que ya venía desempe-ñando el cargo por voluntad del P. Coll y sucesivosDirectores generales desde 1864.Hasta su muerteejerció este cargo, acaecida el 30 de marzo de 1889.Se eligieron en el mismo cuatro Consejeras y unaProvincial y Consejeras para la Provincia de Lleida.

II CapítuloGeneral Electivo428

1890

Inaugurado el 13 de agosto de 1890. Fue presididopor Don Jaime Serra, delegado especial del Sr.Obispo de Vic. Fue elegida la M. Concepción Vila Ca-nudas, que en aquel momento era Maestra de novi-cias. Ejerció el cargo durante 12 años. Según lalegislación dominicana. Se clausuró al día siguiente,el 14 de agosto de 1890.

III CapítuloGeneral Electivo429

1892

A tenor de las Constituciones debía celebrarse el año1891 para renovar las cuatro Consultoras de la Priorageneral, ciertas dificultades hicieron que no pudieseinaugurarse hasta el 22 de julio de 1892. Fue presi-dido por el Sr. Obispo de Vic Don José Morgades. Es-taban presentes el P. Lesmes Alcalde y Don JoaquínSoler. Se ordenó, en forma de ruego, a la Rda. M. Ge-neral que se escribiese la Crónica o Historia de laCongregación.

427 Cf. Crónica de la Congregación,T. I, 1ª ed., p. 340.428 Cf. Crónica de la Congregación, T. I, 1ª ed., p. 503.429 Cf. Crónica de la Congregación,T. I, 1ª ed., p. 529.


376


IV CapítuloGeneral Electivo430

1898

Se inició el 28 de julio de 1898. Fue presidido por elSr. Obispo de Vic Don José Morgades. Fueron elegi-das las nuevas Consultoras generales. Se clausuróal día siguiente el 29 de julio de 1898.

V CapítuloGeneral Electivo431

1902

Celebrado el 13 de agosto de 1902. Fue presidido porel Sr. Obispo de Vic Dr. Torras y Bages. Fue elegidapor 6 años según las nuevas Leyes, la M. AntoniaGomá Vivó; era en aquel momento cuarta Consultorageneral y Submaestra de novicias. Se clausuró el 14de agosto de 1902.

VI CapítuloGeneral Electivo432

1904

Este capítulo se inició el 13 de agosto de 1904. Fuepresidido por Don Jaime Serra, Vicario general. Eneste Capítulo se renovaron las consultoras, seaprobó la formación de dos Provincias en la Congre-gación: Cataluña y Castilla, con sus Prioras Provin-ciales y Consejos respectivos. Se clausuró el 16 deagosto de 1904.

VII CapítuloGeneral Electivo433

1909

Se celebró el 01 de junio de 1909, presidido por el Sr.Obispo de Vic Dr. D. José Torras y Bages. Fue elegidapara un segundo sexenio, por unanimidad de votos,la M. Antonia Gomá Vivó. Hubo elección de Consul-toras. Se Clausuró el 02 de junio de 1909.

VIII CapítuloGeneral Electivo434

1915

El 27 de mayo de 1915 se inauguró este Capítulo ge-neral. Fue presidido por el Sr. Obispo de Vic, Dr. D.José Torras y Bages. Este mismo día fue elegida paraun tercer sexenio la M. Antonia Gomá Vivó necesi-tando la confirmación Pontificia al haber ejercido elcargo dos sexenios seguidos. Hubo elección de con-sultoras. Se clausuró el 31 de mayo de 1915.

IX CapítuloGeneral Electivo435

1921

Se celebró el 29 de mayo de 1921.Fue presidido porel Sr. Obispo de Vic Dr. D. Francisco Muñoz. Fue ele-gida Priora general la M. Mercedes Miralpeix y Ca-rreras. También se eligieron consultoras.Fue clausurado el 31 de mayo de 1921.

430 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, pp. 57-58.431 Cf. Crónica de la Congregación, T. II, p. 125.432 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, p. 154-155.433 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, pp. 227-229.434 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, pp. 347-348.435 Cf. Crónica de la Congregación,T. II, pp. 419-421.


377


X CapítuloGeneral Electivo436

1927

Se inició el 07 de junio de 1927. Fue presidido por elDr. D. José Galobardes, Maestrescuela, Delegado delSr. Patriarca de las Indias y Administrador Apostólicode la Diócesis de Vic, Dr. D. Francisco Muñoz. Fue ele-gida la que ejercía el cargo de primera Consultora,M. Antonia Gomá Vivó. También hubo elección deconsultoras.Se pide introducir la Causa de Beatificación del P.Coll y la erección de un Noviciado en Argentina. Fueclausurado el 13 de junio de 1927.

Supresión CapítuloGeneral437

1933

El Capítulo que debía celebrarse el año 1933 fue sus-pendido por la Sagrada Congregación, nombrandoa la M. Dominga Carles Caset como Vicaria general,cuyo puesto ocupó desde el 03 de junio de 1933hasta el 22 de febrero de 1934. Este mismo día fuenombrada por la Sagrada Congregación como Priorageneral para un sexenio la M. Mercedes MiralpeixCarreras.También nombraron consultoras generales.

XI CapítuloGeneral Electivo438

1940

Tuvo lugar su inauguración el 12 de mayo de 1940.Presidido por el Sr. Obispo de Vic, D. Juan PerellóPou. Fue elegida Priora general la M. Reginalda Ros-sinyol Masdeu que ejercía el cargo de Priora de la co-munidad «Hogar Dorrego» en Buenos Aires. Laelección se llevó a cabo el 25 de junio de 1940. Huboelección de Consultoras. El Capítulo se clausuró eldía 02 de julio de 1940. La M. Reginalda falleciósiendo Priora general el 16 de enero de 1946.

XII Capítulo General Electivo439

1946

Inaugurado el 11 de julio de 1946, presidido por el Sr.Obispo de Vic, Juan Perelló y Pou. Resultó elegidaPriora general la M. Trinidad Torrella Borrell que ejer-cía el cargo de 1ª Consultora en el sexenio anterior.Hubo elección de Consultoras. El Capítulo se clau-suró el 17 de julio de1946. La elección de la Priorageneral fue el primer día y las Consultoras al día si-guiente.

436 Cf. Crónica de la Congregación,T. III, pp. 5-9.437 Cf. Crónica de la Congregación,T. III, pp. 130-131.438 Cf. Crónica de la Congregación, T. III, pp. 346-131.439 Cf. Crónica de la Congregación,T. III, pp. 538-545.


378


XIII CapítuloGeneral Electivo440

1952

El 05 de junio de 1952 se inauguró este capítulo ge-neral. Fue presidido por el Sr. Obispo de Vic, Dr. D.Juan Perelló y Pou. Este mismo día fue elegida paraun segundo sexenio la M. Trinidad Torrella Borrell. Aldía siguiente se eligieron las Consultoras. Se edita unnuevo Directorio. Se solicita permiso para instaurarun noviciado en Castilla.El Capítulo finalizó el 11 de junio de 1952.

XIV CapítuloGeneral Electivo441

1958

Inaugurado el 24 de mayo de 1958 y presidido por elSr. Obispo de Vic, Dr. D. Ramón Masnou Boixeda. Elmismo día fue elegida Priora general para un sexeniola M. Adela González Suárez. Era entonces Priora dela comunidad de Madrid C / Velázquez. Se eligieronlas consultoras. Teniendo en cuenta la fusión del Ins-tituto Nuestra Sra. del Rosario de Fátima se solicitapermiso para formar un Vicariato en América Central.El Capítulo decide hacer una nueva edición de lasConstituciones y, con la anuencia pontificia, añadir,suprimir o modificar varios párrafos de las mismas.Fue clausurado el 31 de mayo de 1958.

XV CapítuloGeneral Electivo442

1964

Inaugurado el 17 de mayo de 1964. Fue presidido porel Sr. Obispo de Vic, Dr. D. Ramón Masnou Boixeda.Fue elegida para un segundo sexenio la M. AdelaGonzález Suárez. Se nombraron las consultoras. ElCapítulo se clausuró el 23 de mayo de 1964. Se rea-firma la importancia de la Formación inicial. Se de-termina la creación de Escuelas apostólicas.

XVI CapítuloGeneral

I CapítuloGeneral Especial443

1969

La Congregación con el fin de asumir y promover larenovación de la vida religiosa según las directricesdel Concilio Vaticano II, tuvo un CAPÍTULO ESPECIAL enVic el año 1969. No hay elecciones.Fue inaugurado el 15 de julio de 1969 con la misa delEspíritu Santo, celebrada por el Obispo de Vic, Dr. D.Ramón Masnou Boixeda. El P. Esteban Gómez OP,además de su cargo de asesor, fue nombrado poracuerdo unánime, moderador de las asambleas. Laclausura se llevó a cabo el 18 de septiembre de 1969.

440 Cf. Crónica de la Congregación, T. IV, pp. 28-29.441 Cf. Crónica de la Congregación,T. IV, pp. 67-70.442 Cf. Crónica de la Congregación,T. IV, pp. 105-111.443 Cf. Crónica de la Congregación,T. IV, pp. 136-142.


379


XVII CapítuloGeneral

XVI CapítuloGeneral Electivo444

1970

Se inaugura el 5 de agosto de 1970 presidido por elObispo de Vic Dr. D. Ramón Masnou Boixeda. Se re-aliza la elección de la Priora General recayendo elnombramiento en la H. Amelia Robles Robles que eraen aquel momento Maestra de Estudiantes en Argen-tina. El Capítulo se suspendió hasta el 10 de agostoen espera de la llegada de la H. Amelia Robles queno era capitular. El mismo día 10 se eligieron las Con-sejeras generales. El Capítulo acuerda que el Vica-riato San Martín de Porres se constituya en Provincia.El Capítulo se clausuró el 16 de agosto de 1970.

XVIII CapítuloGeneral

XVII CapítuloGeneral Electivo445

1976

Se inaugura el 24 de julio de 1976. Presidido por elSr. Obispo de Vic, Dr. D. Ramón Masnou Boixeda. Re-sulta elegida para un segundo sexenio la H. AmeliaRobles Robles. El 25 de julio fueron elegidas las Con-sejeras generales. Fue el primer Capítulo celebradoen Gombrén.

XIX CapítuloGeneral

XVIII CapítuloGeneral Electivo446

1982

Se inaugura el 20 de julio de 1982. Lo preside el Sr.Obispo de Vic, D. Ramón Masnou Boixeda y resultaelegida la H. Umbelina del Barrio Cuerdo que enaquel momento era Consejera general, Priora yMaestra de Estudiantes en la comunidad de Aluche-Madrid. El 21 de julio se eligen las Consejeras Gene-rales. En este Capítulo se realiza una nuevademarcación territorial de las Provincias, la CasaMadre pasa a depender de la Provincia San Rai-mundo de Peñafort.Este Capítulo se celebró en Gombrén y se clausuróel 16 de septiembre de 1982.

XX CapítuloGeneral

XIX CapítuloGeneral Electivo447

1988

Se inaugura el 23 de julio de 1988 con la elección dela Priora general. Fue presidido (*) por el Sr. Obispode Vic Dr. D. José Mª Guix. Resulta elegida para unsegundo sexenio la H. Umbelina del Barrio Cuerdo. Acontinuación, se eligen las Consejeras generales.También se celebró en Gombrén y se clausuró el 19de agosto 1988.*La presidencia a que se refiere en este caso fue ho-norífica, tal como consta en las Constituciones.

444 Cf. Crónica de la Congregación,T. V, pp. 13-15.445 Cf. Crónica de la Congregación,T. V, pp. 65-71.446 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, pp. 14-19.447 Cf. Crónica de la Congregación,T. VI, pp. 86-90.


380


XXI CapítuloGeneral

XX CapítuloGeneral Electivo448

1994

Se inaugura el 15 de julio de 1994. El 21 de julio de1994 celebra la Eucaristía del Espíritu Santo el Sr.Obispo de Vic, Dr. D. José Mª Guix. Resulta elegida laH. Mª Casimira Mª Jesús Carro Ferrero, que ejercía elcargo de Priora Provincial de la Provincia San Martinde Porres en Centro América. A continuación, se eli-gieron las Consejeras generales. Fue celebrado en laCasa Madre de Vic y clausurado el 13 de agosto de1994.

XXII CapítuloGeneral

XXI CapítuloGeneral Electivo449

2000

Se inaugura el 16 de julio de 2000. El día 22 de julioreunidas en la sala capitular, con la presencia del Sr.Obispo de Vic, Dr. D. José Mª Guix realizan la vota-ción. Resulta elegida para un segundo sexenio la H.Casimira Mª Jesús Carro Ferrero. A continuación, seeligieron las Consejeras generales. En los días suce-sivos se elaboraron las Actas. Fue clausurado el 13de agosto de 2000.

XXIII CapítuloGeneral

XXII CapítuloGeneral Electivo

2006

Se inauguró el17 de julio de 2006. El 23 de julio de2006 en la Casa Madre Vic, después de haber cele-brado la Eucaristía del Espíritu Santo el Sr. Obispo deVic, Dr. Romá Casanova i Casanova, se procede a laeleción de la Priora general. Resulta elegida la H. MªNatividad Martínez de Castro. Se suspendió el capí-tulo hasta la llegada de la Hermana que no estabapresente en el Capítulo y durante los días 25 y 26 dejulio se procedió a la elección de las Consejeras ge-nerales. A continuación, se elaboraron las Actas. Fueclausurado el día 14 de agosto de 2006, año del 150Aniversario de la Congregación.

XXIV CapítuloGeneral

I Capítulo Generalde Asuntos

2009

En Madrid, Casa general el 1 de diciembre de 2009tiene lugar la apertura oficial del Capítulo.Cuatro temas son tratados por los distintos gruposde trabajo: Realidad vocacional de la Congregación.Nuevas formas y presencias apostólicas. Gobierno.Relación de la Congregación con las FundacionesEducativas.Se elaboraron las Actas con los distintos Acuerdos.Fue clausurado el día 20 de diciembre de 2009, Añode la canonización de nuestro P. Francisco Coll.

448 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, pp. 15-21.449 Cf. Crónica de la Congregación,T. VII, pp. 85-90.


381


XXV CapítuloGeneral

XXIII CapítuloGeneral Electivo

2012

En Vic-Casa Madre el 22 de julio de 2012, después dehaber celebrado la Misa del Espíritu Santo, se reúnela Asamblea para proceder a la elección de la Priorageneral. Resulta elegida la H. María Natividad Martí-nez de Castro para un segundo sexenio. En la tardede este mismo día la General propone a la H. Secre-taria y en los días 22 y 23 de julio son elegidas lasdemás Hermanas Consejeras. En los días sucesivosse elaboran las Actas y se revisan las Constituciones,estudiadas previamente por un equipo y el ConsejoGeneral. El Capítulo finalizó el día 19 de agosto de2012. Año Bicentenario del nacimiento de San Fran-cisco Coll.


1864 - 1889

1890 - 1902

1902 - 1921, 1927 - 1933

H. ROSA SANTAEUGENIA H. CONCEPCIÓN VILA H. ANTONIA GOMÁ

1921 - 1927, 1934 - 1940

1933 - 1934

1940 - 1946

H. MERCEDES MIRALPEIX H. DOMINGA CARLES H. REGINALDA ROSIGNOL

1946 - 1958

1958 - 1970

1970 - 1982

H. TRINIDAD TORRELLA H. ADELA GONZÁLEZ H. AMELIA ROBLES

1982 - 1994

1994 - 2006

2006 - 2018

H. UMBELINA DEL BARRIO H. CASIMIRA CARRO H. M. NATIVIDAD MARTÍNEZ


ANEXO IV: Directores de la Congregación450

El año 1869, año de la apertura del Concilio Vaticano I, mar-caría el comienzo del fin de la dirección paternal del P. Coll sobrela Congregación. El día 2 de diciembre de dicho año, predicandoun novenario de almas en Sallent tuvo el primero de varios ata-ques apopléticos que provocaron la disminución progresiva desus facultades. Consciente del desarrollo que esta enfermedadtendría y con el deseo que la Congregación continuara desarro-llando las semillas del carisma dominicano por él sembradas,solicitó al Maestro de la Orden un nuevo director.

Escribe el P. Garganta: «Actuó con diligencia y ponderadaprudencia para poder resolver el problema de un sucesor en elgobierno y de la vinculación estable de sus dominicas a laOrden de Santo Domingo».

Derogada la bula «Inter graviores», restablecida la unidadde la Orden, el P. Coll escribió al Maestro general Fray VicenteJandel pidiendo la confirmación o ratificación de cuanto él habíarealizado como fundador y el Comisario Apostólico de entonceshabía aprobado, solicitando un nuevo director para las TerciariasDominicas, exponiendo su estado de salud y dificultad para con-tinuar en el cargo. En espera de una respuesta el P. Jandelmuere y le sucede en el cargo Fray. José Mª Sanvito como Su-perior General interino, mientras duran las circunstancias anor-

383

450 Francisco Coll, fundador de las Dominicas de la Anunciata, pp. 329-330.381-383.Crónica de la Congregación,T. I, 1ª ed., pp. 223-226. 339.574.


males en Europa, quien responde a su petición y nombra comocoadjutor al P. Fray Francisco Enrich OP.

El 20 de junio de 1874 en la Casa Madre de Vic, el mismoP. Coll hizo delegación de sus funciones en el P. Enrich ante el P.José Cid OP, los RR. D. José Casademunt y D. Joaquín Soler yla M. Rosa Santaeugenia, Priora general del Instituto.

Primer Director general: P. Francisco Enrich OP (1874-1883)451

A la muerte del P. Coll, el P. José Mª Sanvito nombra primerDirector general de la Congregación al P. Francisco Enrich. Do-cumento dado en Roma, convento de la Minerva el 5 de octubrede 1875 y es confirmado por el Exmo. e Ilmo. Sr. D. Pedro Colo-mer, Obispo de Vic quien lo hizo primero de palabra y luego através de un documento firmado en Vic el 2 de mayo de 1876.«A su carácter emprendedor se debieron, el cambio de hábitos,la construcción del colegio de Horta y de la Casa Matriz y la edi-ción de 1000 ejemplares del Oficio de la Virgen, costeados porel dominico P. Planas, el cual se empezó a rezar en la Congre-gación a poco de haber fallecido el P. Enrich, el 30 de abril de1883»452.

Segundo Director General: Rdo. P. José Casamitjana OP (1883-1890)

A la muerte del P. Enrich, provisionalmente y por disposi-ción de los Superiores, hizo de Director General, el Rdo. P. JoséCasamitjana hasta que en la visita que el Maestro general JoséMª Larroca realiza en abril de 1883 a la Casa-Matriz, quedó defi-nitivamente nombrado en el cargo, por acuerdo del Padre ge-neral y del Exmo. D. José Morgades, Obispo de la Diócesis.

Por encargo de los Superiores se le pidió la continuacióny conclusión de las Adiciones y Constituciones, dándole elmismo Padre General las principales instrucciones para ello.

384

451 Consideramos al P. Coll Fundador, el cual ya tenía el nombramiento de Director ge-neral de las Dominicas de la Tercera Orden de Santo Domingo en Cataluña antesde dar comienzo a la fundación de la Congregación (P. Lesmes Alcalde pp. 131-149)por eso decimos que el P. Enrich es el primer Director general de la Congregación.

452 Vida del Reverendo Padre Fray Francisco Coll, pp. 380-381.


Para dicho cometido el P. Casamitjana se inspiró, con acierto, endiversos documentos existentes: el manual redactado por elFundador, circulares del P. Enrich, y en el manual para Beaterioscompuesto por el P. Planas OP, Provincial de Cataluña. Oyó tam-bién el parecer de las Prioras General y de la Casa Matriz quepodían hacerle sus observaciones dada su experiencia en el go-bierno de la Congregación.

El día 2 de agosto de 1885 se comenzó en la Casa- Matrizla puesta en marcha de las «Santas Reglas y Adiciones» promul-gadas. El día 3 de agosto de 1885 se abría el I Capítulo generalen el que fue elegida Priora General la M. Rosa Santaeugenia.

Otro hecho importante con el que se inauguró la observan-cia de la Regla y Constituciones fue la renovación o emisión dela profesión religiosa, unas renovaban y otras emitían su profe-sión perpetua de pobreza, castidad y obediencia. A la vez quese distribuyeron la Regla y Constituciones por las casas filialesdando una clara explicación del origen y continuidad de la únicaRegla profesada desde el principio por todas en la Congrega-ción. Llegó a convocar mediante una Circular el II Capítulo ge-neral en el que fue elegida Priora General la M. Concepción Vila.

El P. Casamitjana muere en el atardecer del 29 de julio de1890 en el colegio de Barcelona.

Tercer Director General: Don Joaquín Soler Errando (1890)

Terciario dominico fue nombrado por el Maestro de laOrden José Mª Larroca en septiembre de 1890. Joaquín Solerrenunció pidiendo a los Superiores que nombraran a un Padredominico.

Cuarto Director General: P. Lesmes Alcalde OP (1892-1894)

Expuesto a los Superiores de la Orden la necesidad de laCongregación de un Director general, el P. Cayetano Cienfuegosnombró al P. Lesmes Alcalde OP, en conformidad con el Excmo.Obispo de Vic, con fecha 14 de marzo de 1892.

Fue el último Director de la Congregación. Mucho trabajópor ésta: Escribió la Crónica hasta 1894, un libro titulado “Vida

385


del P. Coll” con miras a su beatificación y que fue publicado en1908. Colaboró con mucho interés al incoarse la causa de Bea-tificación del P Coll en 1928, actuó como valioso testigo en elTribunal del proceso Diocesano en veinte sesiones, recorrió pue-blos buscando testigos para el caso, dejando claro el amor quele ligaba al P. Coll y su Obra.

Superadas ciertas dificultades que hubo que vencer, el 22de julio de 1892 presidió junto al Excmo. Obispo diocesano y alRdo. D. Joaquín Soler, Capellán de la Casa Matriz, el tercer Ca-pítulo general.

386


P. Francisco Enrich, OPPrimer Director General (1874-1883)

P. José CasatmijanaSegundo Director General

(1883-1890)

D. Joaquín Soler ErrandoTercer Director General(1890)

P. Lesmes Alcalde, OPCuarto Director General

(1892-1894)

DIRECTORES DE LA CONGREGACIÓN

P. Francisco Coll I GuitarFundador


ANEXO V: Prioras Provinciales y Superioras de los Vicariatos

PROVINCIA «SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT» 13 agosto 1904

H. Rosa Sureda Fargas 1904-1912H. Rosa Quer Boixadera 1912-1918H. Mercedes Solá Serra 1918-1925H. Emilia Massaveu Humet 1925-1931H. María Deu Farnés 1931-1933H. Francisca Lourdes Buxó Font 1933-1935H. Isabel Sala Riera 1935-1942H. Emilia Massaveu Humet 1942-1949H. Concepción Sanuy Agustí 1949-1956H. Mercedes Lourdes Pardina Miniesa 1956-1966H. Teresa Carós Ferrerós 1966-1970H. Remedios Casellas Casals 1970-1975H. Montserrat Casellas Rabaseda453 1977-1985H. Mª Asunción Mitjans Gaspa 1985-1993H. Mª Ángeles Figuls Maciá 1993-2001H. Montserrat Font Caballé 2001-2009H. Mª Isabel Andrés Fernández454 2009-2012

2013-2017

389

453 H. Montserrat Casellas Rabaseda, en circunstancias especiales, fue nombrada Vi-caria por el Cardenal Prefecto de la Sagrada Congregación. Ejerció este cargodesde 1975 hasta1977.

454 El 12 de diciembre de 2012 se dio lectura al Decreto de unificación de las dos Pro-vincias de Cataluña, por el cual la Provincia «Ntra. Sra. Del Rosario» pasó a formarparte de de la Provincia «San Raimundo de Peñafort». Del 25 de marzo al 4 de abrilde 2013 se celebró un capítulo especial electivo, en el que fue elegida Priora pro-vincial por un nuevo cuatrienio la H. Isabel Andrés Fernández.


PROVINCIA «SANTO DOMINGO DE GUZMÁN» 13 agosto 1904

H. Natividad Brugalla Mayol 1904-1912H. Raimunda Serra Portell 1912-1917H. Micaela Maciá Caballería 1917-1921H. María Deu Farnés 1921-1925H. Carmen Natividad Pujalríu Riera 1925-1927H. Concepción Peris Vilagrasa 1927-1928H. María Galobardes Montells 1928-1931H. Ramona Riba Farré 1931-1933H. Josefa Barbado Viejo 1933-1938H. Ana Trinidad Torrella Borrell 1938-1940H. Ángeles Llopis Pineda 1940-1947H. Concepción Peris Vilagrasa 1947-1953H. Antonia Presentación Maciá Selgas 1953-1960H. Mercedes Fernández Suárez 1960-1964H. Mª Jesús Navia Díez 1964-1970H. Manuela Amparo González Campo 1970-1974H. Dolores Servén Servén 1974-1982H. Amelia Robles Robles 1982-1991H. Mª Mercedes Martín Martínez 1991-1999H. Crisanta Martínez Aguilar 1999-2003H. Leoncia Rosa Pérez Peña 2003-2011H. Mª José Abad Mínguez 2011-2019

PROVINCIA «NTRA. SEÑORA DEL ROSARIO» 16 febrero 1925

H. María Deu Farnés 1925-1931H. Antonia Casajuana Figueras 1931-1933H. Concepción Rieradevall Pla 1933-1939H. Concepción Peris Vilagrasa 1939-1942H. Isabel Sala Riera 1942-1949H. Emilia Massaveu Humet 1949-1955H. Mª Pilar Queralt Badía 1955-1959H. Rosa Ascensión Agustí Solé 1959-1966H. Ángela Costa Arnaus 1966-1971H. Ramona María de la Hija Carbonell 1971-1978H. Juana Mª Gaminde Montoya 1978-1987H. Argelina Álvarez Sastre 1987-1995H. Rosa Mª Francés Riba 1995-2003H. Carmen Baraldés Portell 2003-2007H. Montserrat Sala Gramunt 2007-2012

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VICARIATO «BEATO REGINALDO DE ORLEANS» 5 marzo 1937

H. Antonia Presentación Maciá Selgas 1937-1942H. Rosalía Borrell Mañosa 1942-1962H. Mª Natividad Grau Vallribera 1962-1971H. Consuelo Prada Díez 1971-1979H. Victoria Rey Valparís 1979-1983H. Caridad Velasco García 1983-1989H. Mercedes Miguel Gallego 1989-1993H. Pilar Escribá Balcells 1993-2001H. Domitila Mª Luisa Puente Mirantes 2001-2010

PROVINCIA «SANTA CATALINA DE SENA» 6 febrero 1942

H. Carmen Natividad Pujalríu Riera455 1942 / 1945-1946H. Antonia Presentación Maciá Selgas 1946-1952H. Dolores Robinat Pau 1952-1958H. María Montserrat Suñer Gisper 1958-1964H. Mercedes Fernández Suárez 1964-1970H. Mercedes Lacunza Ardanaz 1970-1978H. Beatriz Antuña Iglesias 1978-1987H. Mª Luisa Piriz Piriz 1987-1995H. Umbelina del Barrio Cuerdo 1995-2003H. Mª Victoria Sánchez Urrutia 2003-2011H. Casimira Mª Jesús Carro Ferrero 2011-2019

PROVINCIA «SANTA ROSA DE LIMA456» 17 octubre1949

H. Lourdes Pardina Miniesa 1949-1955H. Ramona Ríus Farré 1955-1959H. Aurora Gutiérrez Jiménez 1959-1961H. Pilar Rafat Brucart 1961-1967H. Carmen Jardón Méndez 1967-1972H. Socorro Pérez Campo-Osorio 1972-1979H. Ana Julia Gil Hiriburu 1979-1987H. Alicia Elva Ovejero Villani 1987-1996

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455 Será Vicaria (07-08-1942). No se formará consejo hasta terminada la guerra, Cf. Cró-nica de la Congregación, T. III, p. 149.

456 En la Provincia Santa Rosa de Lima, antes de erigirse como tal, la H. Teresa InésPujols Domènech (1910-1933) y la H. Carmen Muns Muns (1933-1949) ejercieron elgobierno como delegadas de la Priora general.


H. Amelia Robles Robles 1996-2004H. Marta Armengol Serra 2004-2012H. Ana Mª Casaballe Miralles 2012-2016H. Mª del Carmen Bruzzone Álvarez 2016-2020

VICARIATO «SAN MARTÍN DE PORRES» 1 octubre 1958

H. Carmen Alonso Tuñón 1959-1967H. Remedios Carcedo García 1967-1971

PROVINCIA «SAN MARTÍN DE PORRES» 29 junio 1971

H. Guadalupe Escalada López 1971-1975H. Nieves Martínez Pérez 1975-1983H. Coralia Quiroz Hernández 1983-1990H. Casimira Mª Jesús Carro Ferrero 1990-1994H. Carmen Estrada Céspedes 1994-2002H. Rosa Mª Leal Fernández 2002-2006H. Zoila Morena Flores Lemus 2006-2014H. Rosa Mª Leal Fernández 2014-2018

VICARIATO «NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA» 25 abril 1972

H. Pilar Benito González 1972-1974

VICARIATO «SAINT FRANÇOIS COLL» 24 agosto 2010

H. Mª Encarnación Martínez García 2010-2014H. Carme Bosch Sampedro 2014-2018

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ANEXO VI: Carta del P. Cormier, Maestro General, OP457

«Roma, 18 abril 1912.

Queridísimas Hermanas: Me uno de todo corazón a lasfiestas que preparáis para solemnizar el centenario del naci-miento del P. Francisco Coll, Fundador de vuestra Congregación,y os felicito de lo mucho que ha prosperado esa fundación tandominicana por el espíritu, tan oportuna en nuestros días paralas necesidades de la Iglesia, nuestra Madre.

Me parece en esta ocasión, ver en el cielo a vuestro Fun-dador levantar los ojos hacia el trono de Dios, bendiciéndolecon reconocimiento como primer Autor de todo bien. Me pareceoírle deciros, bajando en seguida los ojos hacia vosotras: “Hijasmías, escuchadme. Ante todo, haced de manera que cuanto másse extienda vuestra Congregación, más profundas raíces echeen la tierra de la humildad. Que todas las ramas estén fuerte-mente unidas al tronco central, del cual reciben la vida, quierodecir a la Casa-Madre; pero, sobre todo, las ramas más aparta-das, que tienen más necesidad de este socorro y están más ex-puestas a formarse cierta independencia. Que la caridadestablezca la unión de sentimientos y de actividad entre todasvosotras, de manera que constituya vuestra fuerza en el sacrifi-cio y vuestro consuelo en las penas. En medio de todas lasobras que solicitan vuestro celo, acordaos que vuestra primeraobra sois vosotras mismas, es vuestra perfección religiosa; obra

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que comenzasteis en el noviciado y que debe continuar hastael fin, aun cuando la edad y el agotamiento de las fuerzas oseximan de los trabajos exteriores. En fin, todas juntas, jóvenesy ancianas, amad a la Iglesia, amad a la Orden, amad a lasalmas; así, cuando os juntéis conmigo en la Patria, yo os reco-noceré como hijas mías, herederas de mi espíritu, fieles a misenseñanzas, y seré feliz de alabar eternamente con vosotras alamadísimo P. Santo Domingo, a la dulcísima Virgen María y aJesús nuestro adorable Salvador”.

He aquí, queridísimas Hermanas, mi visión. ¡Oh!, hacedcon vuestras obras que no sea un sueño engañador, sino unarealidad que crezca de día en día. En esta esperanza, os bendigode todo corazón, pidiéndoos para la Orden y para mí el socorrode vuestras oraciones.

Fr. Jacinto Mª Cormier MG, OP».

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ANEXO VII: Cronología de la Causa de Francisco Coll i Guitart458

Desde hace muchos siglos la Iglesia ha puesto gran em-peño en averiguar todo lo relativo a la vida, virtudes, fama desantidad y de signos sobrenaturales de las personas propuestaspara canonizar, aunque en épocas del primitivo cristianismo,para los mártires, no se precisaban proceso propiamente tales.

Pasos en el proceso oficial de la causa de los santos:

1. Siervo de Dios. Este título se da a la persona que sedesea canonizar y en torno a la cual se abre un proceso.

2. Venerable. Con el título de venerable se reconoce queesa persona practicó las virtudes en grado heroico.

3. Beato. Se reconoce por el proceso llamado de «beatifi-cación». Además de sus características personales decaridad y virtudes heroicas, probadas a través de unexamen atento de sus escritos si los tienen y de testi-monios orales, se requiere un milagro obtenido a travésde su intercesión. El milagro requerido debe ser pro-bado a través de una instrucción canónica especial, queincluye tanto el parecer de un comité de médicos, de te-ólogos, de cardenales y obispos consultores. El milagrono es requerido si la persona ha sido reconocida mártir.Los beatos son venerados públicamente por las iglesiasparticulares.

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458 Cronología de la Causa de Canonización de Francisco Coll i Guitart, en Dominicasde la Anunciata, Francisco Coll, Apóstol de la Palabra, nº 1.


4. Santo. Con la canonización, al beato se le reconocecomo santo. Para la canonización hace falta otromilagro atribuido a la intercesión del beato y ocurridodespués de su beatificación. Las modalidades de verifi-cación del milagro son iguales a las seguidas en la be-atificación. Mediante la canonización se concede el cultopúblico en la Iglesia universal. Se le asigna un día defiesta y se le pueden dedicar iglesias y santuarios.

Causa de Beatificación

1927.- En las Actas de X Capítulo General, celebrado en laCasa Madre, en Vic, en el mes de junio, queda constancia de losiguiente: 5º. Se acordó introducir la Causa de Beatificación denuestro respetable P. Coll.

1928.- H. Antonia Gomá, Priora general, empieza las ges-tiones en vistas a la Introducción de la Causa de Francisco Colli Guitart, Fundador de las Dominicas de la Anunciata.

Consulta al Obispo de Vic, Exmo. D. Juan Perelló Pou y alMaestro de la Orden, el hoy Beato Buenaventura García Pare-des, para tener una entrevista con el Vicario General del obis-pado, Dr. Jaime Serra, con el Sr. Canónigo Jaime Collell y conD. José Galobarde. Los tres prometieron trabajar con ardor porla justa Causa para gloria de Dios y honor del gran apóstol delsiglo XIX. D. Jaime Collell, terciario dominico, acogió la idea convivas demostraciones de alegría ya que en su infancia habíasido su predilecto monaguillo y era sabedor de las virtudes quepracticaba y de la fama de santidad de que gozaba en todos lospueblos.

Alegría de la Congregación y sondeo a otros Obispos y sa-cerdotes.

Postulador de la Orden, Fray Francisco María Guerrini.

1929.- Primer momento: Localización de testigos de vista,de oído y de fama, que han visto, oído o sabido algo por otros.

El P. Lesmes Alcalde y las HH. Miralpeix y Riera, continua-ron sus peregrinaciones por el Obispado de Barcelona y Girona,siguiendo a continuación por Lleida y Urgel. En todas las pobla-

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ciones que recorrieron encontraron testigos de vista y oído, que-dando con la convicción de que tanta nube de testigos y docu-mentos, llevaría rápido a la suspirada Beatificación.

El 15 de febrero de 1929 dieron por terminada la búsquedade documentos y testigos y a continuación escribió el P. Lesmes,al Postulador General de Roma, comunicándole que daban porterminadas las diligencias de búsqueda de documentos y testi-gos y rogándole que cuanto antes, mandara lo necesario al Sr.Obispo para constituir el Tribunal, porque en un mes habíanmuerto cinco testigos de vista.

El día 28 de febrero, la Priora general recibe una postal deRoma comunicando que ya está traducida al italiano la vida delP. Coll y demás escritos, que esperan puedan mandarlos pronto,una vez revisados.

A mediados de abril, llegaron de Roma los artículos firma-dos por el Postulador.

1930.- Proceso diocesano - Vic (Barcelona), 3 de marzo, ini-cio del Proceso informativo para la Causa de Beatificación. Seconstituye el Tribunal Eclesiástico en el Palacio Episcopal, en elOratorio privado. Se prestó el debido juramento por todos losmiembros del tribunal. El día 10 se continuó en la Casa Madre.Después de entonar el Veni Creator, se da lectura al documentode apertura y pasan a jurar los primeros testigos que van a de-clarar a continuación.

H. Inés Pujols, vino de América para declarar. Sería largoenumerar la lista de testigos. Total 24 hasta diciembre, con unas130 sesiones en total.

1931.- Continúan las declaraciones de testigos.

Trabajo de los amanuenses para hacer las copias, se pre-sentan los documentos relacionados con el Siervo de Dios,hasta 21 documentos.

Se termina la primera parte del Proceso informativo el 30de noviembre.

Falta todavía el Proceso «Non Cultu» y, según los cánones,reunir todos los escritos, así públicos como particulares, sobreel Siervo de Dios.

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El 16 de julio, se reúne nuevamente el Tribunal Eclesiástico,para abrir el Proceso “Non Cultu”, es decir, de que no se le dabaculto, con las mismas formalidades que el anterior.

Se sucedieron las sesiones y declaraciones desde el 16 dejulio, hasta el 30 de octubre, que se termina con la sentencia delTribunal.

El día 28 de octubre, tuvo lugar el reconocimiento del se-pulcro del Siervo de Dios, que se hallaba en la iglesia de la CasaMadre.

1933.- 12 de enero: Compulsación de las copias, en la se-sión número nueve.

Se mandan a la Sagrada Congregación los escritos reuni-dos.

1935.- Sagrada Congregación

El nuevo postulador Benito Lenzetti, OP, comunica a laPriora general, Mercedes Miralpeix, que el Proceso informativoy el Proceso de «Non Cultu», están en la Cancillería de la Con-gregación de Ritos para ser traducidos al italiano. La Causa hasido confiada al Cardenal Pedro Segura Sáenz.

Pide a las religiosas que encomienden a Dios el asunto.

Visita de la Priora general a la Sagrada Congregación deRitos, para interesarse por los trabajos del Proceso.

1937.- Se piden cartas Postulatorias a los Obispos de Es-paña, Francia y América que tienen relación con las Hermanas.Que las envíen directamente a la Postulación, no a la SagradaCongregación de Ritos.

Aprobación de los Escritos de Francisco Coll y documen-tación presentada.

Decreto que marca la introducción oficial de la Causa.

Se firman las cartas Postulatorias.

1938.- Renuncia el Cardenal Segura a su cargo y es nom-brado para el mismo, el Cardenal Rossi.

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1940.- Hasta que no termine la guerra mundial, será fácilque no se cierre el Proceso.

1941.- Se introduce el Proceso apostólico el 19 de febrero.Se constituye el Tribunal el 8 de octubre.

1943-1945.- Se desarrolla el Proceso apostólico en Vic.

1945.- 25 de mayo: Se reconocieron los restos mortales delSiervo de Dios. Presidió el acto el Exmo. Sr. Obispo de Vic. Loshuesos, según los médicos, estaban intactos y bien conserva-dos.

3 de agosto: Clausura del Proceso y entrega del materialal P. Severino Álvarez, O.P. quien a su vez tenía que hacer en-trega al Sr. Nuncio de su Santidad en España, Mons. CayetanoCicognani.

1951.- El 2 de diciembre se publica el Decreto de validezde los procesos ordinario y apostólico.

1963.- Nuevo Postulador General de la Orden P. T. Piccari,OP.

El material preparado está casi para la imprenta.

1964.- Se estudia la curación obtenida tras invocar al Señorpor intercesión del P. Coll. La beneficiaria era Justa Barrientos.

1967.- El P. Innocenzo Venchi, secretario de la Postulaciónde la Orden, defendió la tesis doctoral en Teología sobre la ve-racidad de la biografía del P. Coll, escrita por el P. Lesmes.

1968.- El 10 de octubre, se tuvo la sesión preparatoria entorno a las virtudes heroicas del P. Francisco Coll.

1970.- El 4 de mayo, Decreto solemne (super virtutibus) delPapa Pablo VI proclamando la heroicidad de las virtudes delSiervo de Dios, y dándole el título de Venerable.

1973.- Proceso diocesano sobre Milagro

(Curación de Justa Barrientos, en el Hospital de Sama deLangreo, el 1 de enero de 1959). El presunto milagro presentado

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fue el de la curación milagrosa de Justa Barrientos de una peri-tonitis aguda con lesiones intestinales de extrema gravedad, yregeneración de una buena parte del colón descendente, total-mente destruida.

Se abre el Proceso en Oviedo, el 16 abril 1973 y duran lassesiones hasta el 15 de mayo del mismo año.

Actúa como Vicepostulador, Fr. Benito Gangoiti.

Validez del Proceso de Oviedo. Decreto firmado en Romael 12 de julio de 1973.

1975-1976.- Comisión de médicos para estudiar la curacióntal como consta en la documentación enviada de Oviedo.

Voto favorable del Consejo de médicos de la Sagrada Con-gregación.

Comisión teológica especial para estudiar la gracia de lacuración, y voto favorable.

Comisión de Cardenales que estudia a su vez el supuestomilagro, y da su voto favorable.

Postulador de la Orden, Inocencio Venchi, OP.

1977.- El 7 de julio, Decreto del Papa Pablo VI el Decretosobre la milagrosa curación de Justa Barrientos por intercesióndel P. Coll.

En diciembre, dispensa del segundo milagro.

1978.- El 25 de enero, el Papa Pablo VI fija la fecha de la Be-atificación para el 22 de octubre de 1978, en Roma.

Fallece Su Santidad Pablo VI, el 6 de agosto.

Reunido el conclave es elegido como sucesor de Pablo VI,Juan Pablo I, que asume los compromisos de Pablo VI.

El 29 de agosto, se procede a la exhumación de los restosy nuevo reconocimiento, por el Tribunal constituido al efecto.Traslado de los mismos al altar-sepulcro dedicado al P. Coll,

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donde pudieran ser veneradas por los fieles, una vez beatifi-cado.

1978.- Fallece el recién elegido Papa, Juan Pablo I, el 28 deseptiembre.

Compás de espera hasta la celebración del nuevo Cón-clave.

Es elegido Papa, Juan Pablo II, toma posesión el 22 de oc-tubre.

El 13 de noviembre se fija la fecha del 29 de abril de 1979para la Beatificación del P. Coll juntamente con el P. Laval de laCongregación del Espíritu Santo.

1979.- Beatificación de Francisco Coll, por el Papa JuanPablo II, el 29 de abril, fiesta de Sta. Catalina de Siena.

Su fiesta se celebrará el 19 de mayo, aniversario de su bau-tismo.

Causa de Canonización

2003-2004.- La Priora general H. María Jesús Carro pre-sentó a la Postulación general de la Orden dos casos de cura-ciones extraordinarias para que se valorara si una de ellas podíaser susceptible de un proceso «sobre milagro». Realizadas lasoportunas consultas a principios de 2003 y obtenida una sólidadocumentación médica, se pidió la apertura de un proceso enla diócesis de Madrid, lugar en que fue curada una niña, nacidaen octubre de 2002, que presentaba encefalopatía, isquemia ehipoxia, con pronóstico gravísimo, tanto acerca de la supervi-vencia, como de una vida exenta de secuelas en caso de quepudiera vivir. Un gran número de personas elevaron oracionespara su curación por intercesión del P. Coll. —Con fecha 5 demarzo de 2004 el Postulador general Fr. Vito T. Gómez, OP pidióal Cardenal Arzobispo de Madrid Mons. Antonio Rouco Varelala apertura de un proceso canónico para escuchar testigos mé-dicos, personal sanitario, familiares y personas que encomen-daron el caso a la intercesión del Beato Padre Francisco Coll. Sedebía, de manera muy especial, recoger toda la documentacióndel caso.

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2004-2006.- Etapa diocesana en Madrid. El Arzobispo deMadrid acogió favorablemente la petición de abrir un procesoy decretó que la sesión inicial se celebrara el 28 de abril de 2004.En esta fecha se reunieron los Oficiales de la Encuesta dioce-sana, el Postulador, la Priora general, como representante de laparte Actora de la Causa, un buen número de hermanas y otraspersonas devotas del Beato Padre Coll. Las sesiones de escuchade los Testigos ante el Sacerdote o Juez Delegado, el Promotorde Justicia, una Notaria y un Perito Médico se desarrollaron endos fases, la segunda de las cuales fue a partir de octubre de2005, fecha en que la mencionada niña cumplía los tres años deedad. Actuó como Vice Postuladora la H. Rosa Di Tullio Di Loreto,OP.

Febrero de 2006.-Clausura del Proceso Diocesano. El pro-ceso en la fase diocesana se prolongó hasta comienzos de 2006y se procuró una traducción de todo al italiano. Cumplimenta-das todas las exigencias requeridas el Cardenal Arzobispo deMadrid decretó el cierre del Proceso instruido en su diócesis. Laclausura se hizo en febrero de 2006. Toda la documentación ela-borada fue colocada en cajas selladas y lacradas, y llevada aRoma por el Postulador, P. Vito T. Gómez OP.

2006-2008.- Fase Romana del proceso «sobre milagro».Una vez concedido el decreto de apertura del Proceso diocesanose comenzó a disponer todas las pruebas testificales y docu-mentales para que en su día fueran examinadas. Se imprimióla «Positio super miro» y, llegado el momento, pasó favorable-mente la fase del Congreso Médico, el 17 de noviembre de 2007.Estimaron los Médicos consultores que era inexplicable para laciencia la curación presentada y obtenida del Señor por la in-tercesión del Beato Francisco Coll. A la misma conclusión llegóel Congreso Peculiar de los Teólogos Consultores, en su sesióndel 22 de abril de 2008. En el mismo sentido se pronunciaronmás tarde los Cardenales y Obispos Consultores de la Congre-gación para las Causas de los Santos, el día 7 de octubre de2008. El Papa Benedicto XVI autorizó la publicación del Decretode milagro obrado por la intercesión del Padre Coll, el día 6 dediciembre de 2008. En el Consistorio del 21 de febrero de 2009se fijó la fecha para la Canonización, a celebrase en el Vaticanoel 11 de octubre de 2009. La Canonización se celebró en el inte-

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rior de la basílica de San Pedro del Vaticano el 11 de octubre de2009, presidida por Benedicto XVI. Con esta misma fecha firmóel Papa la Bula de Canonización459.

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459 Para conseguir una amplia información de todo puede consultarse el Boletín Ex-traordinario «Anunciata», titulado Canonización de San Francisco Coll, Madrid, n.471, octubre de 2010, 340 pp.


ANEXO VIII: Trabajos monográficos sobre el P. Coll.Cursos deFormación de Roma

1979 Vocación y misión: Francisco CollSiguiendo sus huellasProfetismo de Francisco CollLa Anunciata tu Carisma

1980 Dominico a pesar de todos los abataresLas virtudes teologales en la vida y obra del Bto.Francisco CollUn orante del siglo XIXLa Anunciata un ideal...Una respuestaFrancisco Coll catequista ayer y hoy

1981 Elementos formales de la vida dominicana en laRegla del P. CollFacetas espirituales del Padre Coll vigentes hoy enlos documentos eclesialesUn Sí siempre presenteEl Padre Coll audaz FundadorParalelismo

1981 - Evangelizar a los pobres1982 El Padre Coll Catequista

El Padre Francisco Coll: «Formador de religiosas»El perfil del Padre CollUn hombre de esperanza

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1983 El Padre Coll apóstol de enfermosTenacidad de una vocación dominicanaPadre Coll, hombre de oraciónMaría en la vida y Obra del Padre Coll

1984 Pastoral juvenil, una proyección de la Obra delPadre CollSufrimiento del Padre CollFrancisco Coll Dominico e itineranteEl Padre Coll y el estudio

1985 El Padre Coll misionero popularEl Padre Coll ayer y hoyFrancisco Coll hombre de oraciónLlama viviente de caridad

1986 Francisco Coll fiel al EspírituIdentidad sacerdotal del Padre Coll en el 150 ani-versario de su ordenaciónFrancisco Coll pobre entre los pobresEl Padre Francisco Coll y la paz

1987 Valor del testimonio en el Padre CollInserción del Padre Coll en los medios popularesValores humanos del Padre Francisco CollLas primeras comunidades y su mensaje en el hoyde la Anunciata

1989 El carisma en la persona y Obra del Padre CollFrancisco Coll y los retos de la nueva evangeliza-ciónFrancisco Coll agente y apóstol de la formación dela mujerFrancisco Coll recreador del carisma de Domingoen la Congregación

1991 El Padre Coll como formador y su proyección en elpresenteEl Padre Coll apóstol del RosarioEl Padre Coll y el compromiso por la justicia y lapazFrancisco Coll profeta de vida comunitaria

1993 Identidad dominicana del Padre Coll y de la Anun-ciata

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La vocación del Padre Col y el cuidado por la vo-caciones hoy en la AnunciataPadre Coll misionero apostólico popular y la Anun-ciata hoyEl testamento de Sto. Domingo encarnado por elPadre Coll y legado a la Congregación

1995 Ternura y MisericordiaFrancisco Coll, OP. Formador de las Dominicas dela AnunciataCaracterísticas de la pedagogía del Padre CollTras las huellas de Francisco Coll evangelizadorhacia el tercer milenio

1997 Llamas vivas que se encienden en su celoFrancisco Coll: un itinerario para la evangelizaciónde la cultura y la inculturación de la feFidelidad del P. Coll a los signos de los tiempos:vida comúnEl por qué y para qué de la Anunciata. Vigencia hoy

1999 Francisco Coll: animador de comunidades parauna misiónEl Padre Coll animador de las vocaciones religio-sas de las Dominicas de la AnunciataPadre Francisco Coll, OP misionero popular: ras-gos esencialesAudacia evangelizadora del Padre Coll en la tareaparroquial y como misionero apostólico

2001 El Padre Francisco Coll: Impulsor y Animador denuestras escuelasIncorporación de los laicos en la Vida y Misión delas Dominicas de la AnunciataLa Familia en la vivencia y Misión del Padre Fran-cisco Coll

2003 El Beato Francisco Coll,pedagogo de nuestroTiempoEl Beato Francisco Coll OP, o la fidelidad heróica alCarisma DominicanoEl Padre Coll evangelizador en la diócesis de UrgelFrancisco Coll, OP Misionero del Rosario

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2005 El Beato P. Francisco Coll y su espiritualidad Euca-rísticaEL Beato Francisco Coll «Rico de fe y confianza enel Buen Dios»El Beato Francisco Coll y la caridad como centrode su vida y misión.

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FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

I.- FUENTES

Francisco Coll, Obras completas (1812-1875), Ed. Vito T. GómezGarcía, Valencia 1994.

Francisco Coll, Testimonios (1812-1831), Ed. Vito T. Gómez García,Valencia 1993.

Francisco Coll, Escritos dirigidos a la Congregación de Herma-nas Dominicas de la Anunciata, Ed. Vito T. Gómez García, Va-lencia 1995.

Constituciones y Ordenaciones de las Dominicas de la Anun-ciata, en sus diversas ediciones. La última en 2014.

Directorios, en sus diversas ediciones.Actas de los capítulos generales, editadas a raíz de su celebra-

ción.Actas de los capítulos provinciales de las diferentes Provincias,

editadas a raíz de su celebración.Circulares de las Prioras generales y de alguna Delegada de

educación (editadas en los tomos relativos de la Crónica).Memorias de las Prioras generales, Provinciales y Delegadas

(inéditas).Alcalde Lesmes, Crónica de la Congregación de Hermanas Ter-

ciarias Dominicas de la Anunciata, Vic 1895.Crónica de la Congregación de Hermanas Terciarias Dominicas

de la Anunciata, T. I-VII, Vic - Zaragoza - Madrid, 1944 - 2012.

409


Necrologio de la Congregación de Hermanas Dominicas de laAnunciata, Barcelona 1958.

Necrologio, Hermanas Dominicas de la Anunciata, Madrid 1988.Anunciata, Boletín de la Congregación de Hermanas Dominicas

de la Anunciata.Imán. Órgano oficial de propaganda Causa Padre Coll, Vic

1954… Continuado en Madrid con el título de Afán. Con an-terioridad se publicaban favores obtenidos por intercesiónde San Francisco Coll, en las revistas “El Santísimo Rosario”y “Cruzada del Rosario”.

Archivo de la Casa General, Madrid.

II.- BIBLIOGRAFÍA

Biografías

Alcalde Lesmes, Vida del Reverendo Padre Fray Francisco Coll,Fundador de la Congregación de Hermanas Dominicas de laAnunciata, Salamanca 1908.

Damunt Josefa, El sueño de un apóstol. Biografía del VenerablePadre Coll, Barcelona 1958.

Font Fuster Rosa, Petita història del Pare Coll, Barcelona 1986.Foralosso Mariano, Piedra viva de Cristo, Francisco Coll, Madrid

1978.Galmés Lorenzo, Francisco Coll, O.P. (1812 1875). Vida y Obra,

Barcelona 1976.Galmés Lorenzo, Cinquanta anys trepitjant camins de Cata-

lunya. Francesc Coll, Madrid 1978.Garganta José María de, Francisco Coll, Fundador de las Domi-

nicas del Anunciata, Valencia 1976.Getino Luis González Alonso, El Venerable Padre Fray Francisco

Coll y su Obra, Vic 1945.Gómez García Vito T., El Padre Coll, Dominico. Francisco Coll y

Guitart, OP, Santo Fundador de las Dominicas de la Anun-ciata, Madrid 2009.

González González Otilia, San Francisco Coll i Guitart, OP, Fun-dador de la Congregación de Dominicas de la Anunciata, Ma-drid 2008.

Pujols Domenech Inés, Compendio de la Vida del M.R.P. Fr.,

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Serrano Javier, Francisco Coll, Salamanca 1965.Venchi Innocenzo, Saggio critico sull’apporto della storia in una

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Otros libros

Aubry J., Vita consacrata un dono del Signore alla sua Chiesa,Torino 1993.

Concilio Vaticano II, Constituciones, Decretos, Declaraciones,Legislación posconciliar, Madrid 1970.

Catecismo de la Iglesia Católica, Madrid 1992.Diccionario Abreviado de Pastoral, Estella 1980.Dominicas de la Anunciata, Proyecto Marco General de Evan-

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gación de Hnas. Dominicas de la Anunciata, Madrid 2005.Léon-Dufour X., Vocabulario de Teología Bíblica, Barcelona 1975.

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compendio de historia de la congregación hh. dominicas de ...€¦ · la savia de esta rama del...

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