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¡Hemos convocado una nueva cruzada para

recuperar la tierra santa, y todo aquel que sea

caballero ha de ir en marcha!

Aunque viejo y sin fuerzas, he de ir para estar en

paz con mi Dios

¡En Marcha se ha dicho!

Cuanta gente, muchos de ellos aun no están casados y van a su perdición, pobres…

Ya está entrando la noche, y se empieza a armar un campamento en un lugar muy a la deriva… nos están poniendo en peligro; debo estar alerta...

¡NOS ATACA

N!

¡Un ataque sigiloso en medio de la noche, ya no hay esperanzas a estas alturas, he de irme aunque mi honor este en juego, mi vida también lo está!

El Caballero se marcha de la emboscada rumbo al desierto, esperando encontrar algún otro escuadrón de batalla, dejando atrás a sus compañeros…

¡Oh mi Dios! ¡Por favor!

¡Ayudadme, que en el desierto he terminado y

moribundo estoy!

Dios, toda mi vida te he servido sin

condición alguna por favor

sálvame ahora en estos

momentos de perdición…

El caballero en ese momento cayó desmayado en medio de ese desierto y a punto de morir.

No te preocupes caballero, tu fe en mí te ha salvado

Oh Dios, mis ruegos han sido escuchados, te debo por siempre mi eterna gratitud.

Ahora te daré las energías para que vuelvas a tu lugar de origen, pero como condición debes dejar de luchar

¡Oh todopoderoso, que todos conozcan la gloria del que me ha salvado! Gloria a ti y a mis compañeros, quienes sabrán como he sido salvado por ti

Y esta es la historia tan digna, del caballero que por su fe fue salvado gracias al poder divino, y queda como muestra de que Dios nunca nos abandona pese a las dificultades que se presenten en el camino y pese a todos los obstáculos de la vida.

Y ahora que la historia han escuchado, del caballero que por Dios fue salvado, espero que la hayan disfrutado, y que nunca del poder del divino hayan dudado…