Eduardo Aramburo G. Chile 2011

En Damia Mendoza, fluye la poesa como la vertiente transparente que cruza los espejos. En Hojas de mi noche larga, se refugia la palabra con su tono de fuego donde amor, pasin y muerte vuelan como pjaros de luces en su semilla contagiosa donde mis pasos/ temerosos/ muestran el regreso/ a las llamas silenciosas/ que me volvieron ceniza. La ceniza es el resultado del fuego, de la pasin que abre su pecho en todos los horizontes de los atardeceres.

Porque Damia sustenta la palabra de su mundo potico en el aire, o Quetzal/ ms tambin fuiste Mar con todos los nombres. Precisamente, la poesa de esta poeta Latinoamrica, tiene la fuerza, que dicho por Garca Huidobro, abre todas las puertas del Universo para instalarse en el corazn de una Amrica que requiere de las palabras como instrumento para la construccin del edificio potico donde la llave del verso sirve de nexo entre los mundos exteriores y las dimensiones de la interioridad que hacen posible que la poesa sea alimento de los pueblos, ,porque tiene el agua que hace germinar los sentimientos, y recoge las realidades como un espejo de los tiempos porque la poeta sembr su acento y dice: Soy yo/ La luna no se opone/ No te muevas de all porque t eres la esencia, eres la vida.