columnas de constanza

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  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    #Nopiensesquesoycomnycorriente (apropsito de Barbie Hpster)

    Hay plataformas que aguantan varioshashtags, pero de lejos, la ms recargada

    es Instagram donde, ms que utilizarse para ser parte de una conversacin,sirven para armar que uno es algo: soy de los que va a ciertos lugares,

    soy fantico de tal cosa, soy esto, soy lo otro.

    Podra ser la aplicacin privilegiada del yosmo. !in em"argo, no se trata

    de usuarios particularmente extraos ni narcisistas# simplemente, $oy la

    egolatra no es algo que se oculte, y $asta puede representar una cualidad

    positiva por parte de quien la ostenta.

    #liveauthentic #setumismo #setumismoyserasunicoson etiquetas que portan

    esa insolencia de los momentos manacos en que nos creemos mejoresque los dems y libres de toda contradiccin. %stos hashtagssuelen

    acompa&ar alg'n autorretrato que intenta armar que uno es uno mismo, sin

    alienaciones.

    Lo extrao es que la independencia retratada en la imagen necesita

    recibir unos cuantos "me gusta" ajenos para concretarse, aunque ello

    no parece interferir en sus pretensiones de autenticidad vital. Un delirio, pero

    que, en tanto colectivo, no se nota

    (na fotgrafa annima, )ca"reada de ver gente sacando las mismas fotos, en

    los mismos lugares, y rotulndolas como #vidaautntica), cre una cuenta enInstagrampara una *ar"ie posmoderna: +socality"ar"ie.

    %sta vez, la famosa mu&eca es morena la aspiracin a la rubiedadno podra

    representar al "uen gusto $pster, y nos invita a ser parte de su intensa vida

    'nica: siestas en lugares recnditos, amaneceres e-ticos "ajo un c$al

    altiplnico de tela orgnica, cafs con dise&os especiales /nada de "aratos0.

    (na esttica e-cepcional para una tica de la in1acin de la identidad.

    2a parodia se transform en un -ito, $oy tiene miles de seguidores. 3!er

    porque muc$os nos estamos cansando de $acer tanto esfuerzo por sernosotros mismos4

    !orque la obsesin por la identidad personal es como la locura del

    nacionalismo una construccin que deja #eridos y muertos en el

    camino $egrega lo que no le encaja en el ideal, y crea un relato de

    guerra contra enemigos que le permiten sostener una co#esin

    imaginaria

    http://www.huffingtonpost.es/2015/09/06/barbie-hipster-instagram_n_8095004.htmlhttp://www.huffingtonpost.es/2015/09/06/barbie-hipster-instagram_n_8095004.htmlhttps://www.instagram.com/socalitybarbie/https://www.instagram.com/socalitybarbie/http://www.huffingtonpost.es/2015/09/06/barbie-hipster-instagram_n_8095004.htmlhttp://www.huffingtonpost.es/2015/09/06/barbie-hipster-instagram_n_8095004.html
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    %l enemigo lgico de la #vidaautnticade"era ser lo que $uela a simulacin.

    !in em"argo, parece que a esta ideologa no le importa tanto la tensin entre

    lo verdadero y falso, ya que asume con total descaro que una imagen ultra

    planicada, llena de ltros y a la espera de apro"acin, est li"re del polvo y la

    paja de la falsa conciencia.

    Lo aut%ntico, ms bien, responde a una tensin entre lo exclusivo y lo

    masivo mientras menos accedan a esos rincones del mundo donde

    nos refugiamos, ms cerca estaremos de lo genuino

    &l enemigo entonces de "los aut%nticos" es la masa, el ciudadano

    medio%se que a veces aspira a ser ru"io al menos por estas latitudes

    latinoamericanas, que suele vestirse com"inado y cargado alpolyester, que le

    gusta ver la 56, que est orgulloso de poder llevar a un $ijo a la universidad

    gracias a sus logros econmicos, que disfruta del acceso a una tarjeta de

    crdito. (na caricatura, por supuesto, del nunca "ien ponderado )ciudadano de

    a pie). 2a vieja mayora.

    Pero no slo el ego $pster desprecia a este sujeto. 5am"in reci"e ataques

    desde diversas lites: se lo acusa de aspiracional, de alienado, de

    $eteronormativo /s, sentirse demasiado $eterose-ual $oy tam"in puede ser

    un pro"lema0, de tener mal gusto.

    Por eso mismo, estas sensi"ilidades crticas $acia lo masivo no se quedan slo

    en el juego narcisista de las redes sociales ni en el onanismo de las discusiones

    de la academia 'ienen tambi%n expresiones en la administracin del

    poder !or ejemplo, cuando una %lite poltica supone que debe salvar ala masa de s misma, arrasar con la moral que la #abita

    37o era eso lo que desea"a el e-ministro de %ducacin de 8$ile cuando nos

    dijo que la masa de"a dejar la )rasquera aspiracional) de "uscar colegios con

    nom"res en ingls y otras superc$eras4 9s como l, no son pocos quienes,

    con la mejor intencin de ayudar al mundo, desprecian al ciudadano com'n#

    por com'n, pero so"re todo, por encontrarlo de espritu ordinario.

    uizs a ese realismo se renunci, al de aceptar la identidad del ciudadano

    com'n# o tal vez, la fuerza de las redes sociales llev a idealizar la integracin

    como una pu"licidad de *enetton.

    (l menos, )arbie *pster sabe que #loautnticotambi%n est #ec#o

    de plstico; que es mejor as, porque cuando se act'a en nom"re de la

    6erdad tenga sta nom"re de progreso, emancipacin o retorno posmoderno a

    lo natural, podemos estar muc$o ms cerca del verdadero delirio.

    http://es.benetton.com/?gclid=CPiQxcSoi8kCFeoJwwodgEUDYwhttp://es.benetton.com/?gclid=CPiQxcSoi8kCFeoJwwodgEUDYw
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    9sumir que slo se puede aspirar a ser una copia 3feliz4 del %dn, en cam"io,

    quizs no nos devuelva al paraso terrenal, pero tampoco nos o"ligar a

    escapar de los otros ni de nosotros mismos para ser autnticos.

    La moral 2.0 (o el dogmatismo de las almas bellas)

    7o s si ser porque estoy "ordeando los cuarenta a&os, que de pronto me

    comenzaron a interesar esas nomenclaturas generacionales#

    de seguro siempre estuvieron a$, pero mi percepcin selectiva a$ora las

    enfoca. eneracin ?, y parece que se nos acusa de $a"er

    a"andonado demasiado pronto nuestra re"elda y ser unos continuistas del

    saqueo al planeta# despus de "otar el

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    evolucionada, so"re nuestro registro $umano egosta, "arsa y poco emptico.

    5enemos un revs, que podemos vivir con contradicciones, culpa o con el alivio

    del convicto re$a"ilitado que ve la luz. 3u nos pasa entonces cuando

    aparece una generacin que nos enrostra lo que fuimos, desde la altura moral

    de quien tiene mejores estndares en su 9@74

    !on inclusivos, defensores de las grandes y peque&as causas, nos su"en el

    estndar, $asta quizs donde nos parece e-cesivo o demasiado forzoso. Por

    ejemplo, el deseo de instalar ese lenguaje lleno de arro"as y equis para no

    discriminar por gnero. ue nos provoquen envidia y agote, entonces, es

    comprensi"le. 2o difcil de e-plicar es la incomodidad que esta moral puede

    generar, porque se supone que tam"in nosotros "uscamos un mundo mejor y

    coincidimos con sus causas. uizs el malestar sea que no se puede pelear con

    las Dalmas "ellasE /Hegel0: esa encarnacin de la moralidad no como una

    imposicin represiva, sino como manifestacin de un corazn puro. 38mo se

    discute con una moral sin fractura4

    Por lo mismo, esa moral pura, aparentemente espontnea, no est li"re de su

    propia contradiccin: convertirse en dogma. %l lsofo ize da una clave

    respecto de esta sensi"ilidad contempornea en lo que llama la paradoja de lo

    polticamente correcto. Pone el ejemplo de unos Dnativos americanosE que

    confesaron odiar ser nom"rados de ese modo: preferan ser llamados indios.

    8omo si la nominacin polticamente correcta operara como un eufemismo de

    lo rec$azado, un e-ceso de respeto que los u"ica sin quererlo en un lugar

    inferior. ize remarca que a la tica neF age le fascina imaginar a los pue"los

    originarios como seres puros sin alienacin, "uenos por defecto, conectados

    con la tierra, so"re$umanos, quitndoles el derec$o a ser malos. !olo el$om"re "lanco tiene derec$o a la maldad, o ms all, a la am"igJedad y

    contradiccin. 8uestin que ocurre en la defensa de diversas causas, donde al

    sujeto vulnera"le se le censuran los relieves $umanos, sea infantilizndolo,

    ase-undolo o $igienizando su su"jetividad.

    %sa discriminacin corts =e inconsciente= no deja espacio para la discusin.

    8ualquiera que apele a los matices, a la am"ivalencia $umana, es satanizado#

    generalmente $oy "ajo la etiqueta de Dfac$oE. @ejando una serie de re1e-iones

    en el terreno de lo impronuncia"le y en lo opaco del pensamiento, incluso en el

    espacio acadmico. uizs la literatura sea $oy el 'nico lugar de resistencia en

    que puede aparecer aquello rec$azado en la moral.

    !i "ien creo que $oy vivimos un mundo mejor que aquel en el cual nac, la

    nueva censura moral B.C amenaza con empujarnos =aunque a prcticas ms

    inclusivas= a su"jetividades monocordes y temerosas de la li"ertad de pensar.

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    8omo dice un amigo, si uno no reconoce el fac$o que $a"ita en uno, para

    desmantelarlo re1e-ivamente, difcil es que los discursos sociales se encarnen

    en prcticas realmente ama"les.

    La mierda de buscar trabajo7o es una mierda porque a uno le falte plata o algo que $acer con su vida.

    *uscar tra"ajo es traumtico porque es una especie de repeticin del momento

    en que sufrimos la e-pulsin del paraso infantil, donde supuestamente todo

    era para nosotros. @igo supuestamente porque no se trata ms que de una

    fantasa: creer que uno es quien colma"a todo el deseo de mami.

    Pero llega de pronto el discernimiento de que no somos tan especiales, y que

    adems, tenemos competencia. 9s entramos a ese inerno de la neurosis que

    es la "'squeda del amor y reconocimiento de los otros. 5enemos que tra"ajar

    para ello, nunca ms ser gratis.

    ; todas nuestras frmulas infantiles para "uscar atencin y amor se repiten en

    la adultez de manera ms o menos disimulada.

    9lgunos insisten en la pataleta. %s decir, en la lgica de su derec$o a seratendidos. %-igiendo reconocimiento porque s, por ser ellos. Huevones

    insoporta"les. 8laro que eso se ve mal y difcilmente lleva a "uen puerto. %s

    quizs lo que proyecta el prncipe de la Gep'"lica, @valos, con su imagen de

    ni&o so"realimentado, que ya camina pero sigue colgado a la teta. %so $uele

    demasiado a incesto sim"lico, y nos da asco.

    Ktros $acen el tra"ajo de su"irse al escenario. %l aplauso es droga para sus

    corazoncitos. !on los divertidos, o los artistas de alg'n ta"ln, ya sea un set de

    56, un viral de ;ou5u"e o la esta de la ocina. 5alentosos o no, su pro"lema es

    la depresin que viene al "ajarse el teln o pasar de moda. !on llorones. ; con

    razn, pues dependen demasiado del cari&o capric$oso de su p'"lico, siempre

    algo sdico.

    Ktros se cuidan ms. %sos que desde ni&os "uscaron tener control, para no

    tener que andar mendigando el amor de nadie. %sos que entendieron que la

    mejor forma de ser necesitados, era ser los due&os de la pelota. 2os

    acumuladores de poder, sa"er o de cualquier otro "ien codiciado en la cultura.

    https://es.wikipedia.org/wiki/Sebasti%C3%A1n_D%C3%A1valoshttps://es.wikipedia.org/wiki/Sebasti%C3%A1n_D%C3%A1valos
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    3@e qu sufren estos4 Pues de la desconanza, del fantasma de que los

    quieren solo por lo que tienen. 5ipo fut"olista que se involucra con una mujer a

    la cual jams $a"ra accedido si fuera po"re, y cuando se transforma en e-, la

    acusa de trepadora. Por otra parte, no sa"en muy "ien cmo moverse cuando

    no tienen: les cuesta pedir.

    ; estn los vedettosinfantiles. %sos que entendieron que su valor esta"a en su

    carnecita. 2os ni&os "onitos, o que les dijeron que eran muy "onitos y

    especiales. !on los que invierten toda su su"jetividad en sacarle "rillo a sus

    presas. Kperan calentando la sopa, seduciendo a lo que se les cruce. %l

    pro"lema es el malentendido recurrente que generan, respondiendo con un

    )oye, te pasaste el medio rollo) cuando les vienen a dar el mordiscn. 9dems,

    no sa"en cmo actuar cuando se topan con alguien ms o"sesivo, que anda

    con su li"ido grado cero. 9$ se tupen.

    !ea cual sea la artima&a de cada uno, "uscar tra"ajo nos impone poner todos

    nuestros recursos en juego. Partimos con lo que sa"emos $acer, mostrando

    nuestras seguridades. Pero la complejidad del asunto es que el personaje

    llamado entrevistador, lejos de ser un juez neutral, posee su propia neurosis.

    Pasamos por alguien que ya estuvo en nuestro lugar y, en vez de

    compadecerse, suele autoreivindicarse, desplazando el sadismo del que fue

    o"jeto $acia nosotros.

    %n el fondo, el entrevistador est midiendo cosas como: me cae "ien o mal, me

    es 'til o no, se someter o me $ar la cama. Pero en ning'n caso nos eval'a

    con o"jetividad, y menos con amor.

    3; qu nos queda al nal4 Klvidarnos de los trucos que le $acamos a mami y

    empezar a someternos. Por muc$o que sepamos $acer pataletas, su"irnos al

    escenario o calentar la sopa, "uscar tra"ajo implica necesariamente estar

    dispuesto a alg'n grado de sodoma mental. K "ien, aprender de los ni&os

    o"sesivos y tratar de ser due&os de la pelota.

    El peo vaginal y el inconscienteSi hay una manifestacin del cuerpo ue sigue siendo tab!" a!n en nuestros d#as detransparencia total" son los peos vaginales. $e pregunto u% tendr& de particular dicho gas ueno cobra el estatuto de otros fluidos y desechos corporales ue logran entrar a la discusin"aunue sea por la v#a del humor.

    Es cierto ue" en general" nuestra vida cultural no uiere saber mucho de los restos slidos"l#uidos y gaseosos ue prueban de la materialidad del cuerpo 'ui&s porue representan algo

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    del gran peo de la descomposicin final de nuestra muerte'" pero la mayor#a de tales desechoshan logrado incorporarse al mainstreamde alguna forma. El silbido vaginal no. Ese no pasa ala esfera p!blica porue tampoco se habla de %l en privado sigue cubierto por el pudor.*urioso" porue ni siuiera tiene la fetide de sus competidores intestinales. +,u% tendr& deespecial-

    ivimos d#as marcados por esa tiran#a de la transparencia en ue se supone ue mostrarlo todoes sinnimo de verdad" como si uno supiera todo de s#. /a casi no eisten esas figuras de antestipo Enriue $aluenda o un 1uevo $art#ne" apretujados en una neutralidad obligada" auienes lo subjetivo 'su tendencia pol#tica" su incomodidad seual' se les sal#a como un peo ueno deb#a.

    1oy las figuras p!blicas se han humaniado y destapan su intimidad. Los presentadores de revelan su actividad seual" las reinas de la bellea nos hablan de sus traslados y hasta lapresidenta de *hile nos habla m&s como $ichelle ue como mandataria" y nos trata de tontos.En fin" son d#as de horiontalidad.

    En los ochenta se padec#a de represin" de la eterna pero tambi%n de la autoimpuesta. Losmalestares principalmente ten#an ue ver con el temor al rid#culo" a parecer raro hab#a ueincluirse en ese invento llamado normalidad. 1oy" por el contrario" la gente sufre si se sientecom!n y corriente" la norma es la cr#tica" saber estar en contra de algo.

    $ientras la derecha" la 3glesia y otras instituciones represivas est&n viviendo una debacleporue se les caen los peos solos y los dejan en evidencia" al sujeto nuevo libertario no le asustael peo porue anda con soltura" no se tiene ue andar aguantando cosas por moral o por culpa.4uede gritar" puede follar" puede desobedecer.

    4ero cuando ya nos creemos transparentes a nosotros mismos" regresa el murmullo del peovaginal para sonrojarnos y mostranos una fractura5 a!n hay cuestiones ue nos dan muchopudor y rompen las identidades en las ue descansamos.

    $e atrever#a a afirmar ue uno de los mayores horrores con los ue se encuentra la gente ueacude a un psicoanalista es el 6histerismo6 tras el hipsterismo bondadoso del libertario a lamoda. *on histeria me refiero a esos deseos inconscientes ue contradicen nuestrasidentificaciones conscientes y nos averg7enan.

    *omo los celos en uien se representa a s# misma como feminista" el resentimiento con los

    humanos del doglover" el deseo de ser !nico y especial de uien lucha por lo comunitario" elaf&n de reconocimiento del altruista" el esnobismo del vegano.

    *aricaturas aparte" lo ue uiero decir es ue" muchas veces" la identidad libertaria actual caeen la moral de negar lo inconsciente5 la eistencia de las contradicciones propias de lainfraestructura humana. 8egacin ue conlleva el riesgo de los fundamentalismos morales.

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    El chillido vaginal es una met&fora del inconsciente. 8inguno de los dos se puede controlar yambos tienen la funcin perturbadora de mostrarnos la fractura de nuestros orgullososdiscursos. Si el gas vaginal interrumpe esa moral seual del folln libre de tapujos" loinconsciente viene a perturbar la superioridad moral de ese comentarista furioso ue es elsujeto actual.

    / una !ltima coincidencia entre el inconsciente y la manifestacin vaginal5 ambos sonfemeninos. 9e ah# ue no caben en las definiciones del buen sujeto. Seamos conservadores oprogresistas" siempre importa acallar auello ue no cala con nuestro narcisismo escrito ennorma de macho.

    La esclavitud de follar

    :Somos seis" somos calientes" somos libres; +En serio- +En u% momento las mujerestomamos esa consigna de feminismo peuco y nos convencimos de estar disponibles al folln sinpedir nada a cambio- Los hombres histricamente han estado dispuestos a pagar un precio poracceder a una mujer" con una cita" con palabras de amor" en el etremo con dinero sinembargo" hoy somos nosotras las ue no pedimos ni un mensaje de tetopostcoitum.

    8o pretendo caer en nostalgias reaccionarias" pero hay ue reconocer ue la situacin actual denuestra transaccin seual es como haberle pedido al empleador ue nos ten#a con contrato fijouna boleta de honorarios.

    9espu%s de tanta lucha ue hemos dado para salir de la opresin de la norma macho" nostropeamos con algo curioso y sintom&tico5 nos hemos transformado en una fantas#amasculina" es decir" en un pedao de culete gratis. *laro" las mujeres no lo llamamos as#...

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    modelar nuestros cuerpos de acuerdo al fetichismo masculino (+ui%n no se ha sacado fotos depedacitos de sus presas para ehibirlas en las redes sociales-). =!n hay feminicidios. =!neisten los juicios cl&sicos hacia las mujeres5 6tontas" locas" maracas6. Entonces +por u%tendr#amos ue estar en las mismas condiciones en la ertica-

    4ara ue esto no pareca 'ue seguro ya lo parece' un lamento conservador o un gemido demina hist%rica" hay ue entender ue a veces la libertad prometida no es m&s ue una nuevadomesticacin.

    8os ense>aron a pensar ue el !nico mecanismo de control social era la represin y ue" por lotanto" librarse de las ataduras significaba libertad. / es cierto ue las mujeres hemos tenido uepelear frontalmente con el poder para lograr cierta justicia y dignidad. Sin embargo" olvidamosue la ideolog#a tambi%n se instala a trav%s de discursos y pr&cticas ue parecen neutrales. / espor esta v#a ue nos hemos construido una autoimagen ue tiene mucho de imposturamasculina. *alientes" independientes" cabronas.

    Estos discursos" ue parecen inofensivos" provienen al menos de dos fuentes. &ndonos cmo amar e imponi%ndonos distintas puntuaciones en la pr&ctica seual. Laciencia ha transformado el seo en un tema sanitario. =hora se dice ue ser#a bueno para lasalud" como hacer deporte o comer fruta. 4or el contrario" alguien ue no tiene seo 'porue nopuede o no uiere' estar#a enfermo.

    9esde otro frente" las revistas femenina se dirigen a la mujer de vanguardia invitando a laseualidad t&ntrica" hol#stica" cu&ntica... 4romocionan juguetes seuales de dise>o para llevaren la cartera por si a una le baja la calentura paseando por ah#. =ngustian a las f%minas ue"

    con la libido por los suelos" se sienten culpables y fr#gidas.

    Lo ue no hemos entendido 'como dec#a ?oucault ' es ue decir 6s#6 al seo no significa decirleue 6no6 al poder. Sin darnos cuenta" nos hemos ido construyendo como mujereshiperdefensoras de lo masculino" dejando a un lado nuestro gran capital transformador5 elcampo de las relaciones. Ese tejido social ue apunta al cuidado y la cooperacin.

    8o se trata de defender las viejas instituciones de lo amoroso" ue tambi%n nos aplastabanpero el simulacro del touch and gocrnico deshumania. Se trivialia el cuerpo" se mecania elseo y se atenta contra las posibilidades de un encuentro5 la amistad" la ternura" la solidaridad"al menos una fraternidad pol#tica con el otro.

    4or mi parte" a!n prefiero las mentiras al o#do" la resaca de un encuentro" ue un acuerdo deseo controlado" avaro de la locura de a dos" sobrante de hule.

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    La mentira y la transparencia

    La mentira es una funcin cognitiva superior" ue se va aduiriendo con un mayordesarrollo mental. 4rincipalmente porue reuiere de un grado importante de empat#a" es

    decir" es necesario ponerse en la cabea del otro para poder convencerlo del enga>o. 4oreso" los ni>os peue>os no mienten o mienten mal. Se dice ue en general las mujeresmentimos mejor ue los hombres" ui&s porue histricamente hemos estado m&spreocupadas de comprender cmo operan las relaciones y los deseos entre l#neas.

    9esde ni>os se nos hace hincapi% en ue es importante decir siempre la verdad" pero lanecesidad de adaptacin impone su propia agenda y comprendemos ue la mentira es unrecurso necesario para vivir. 4osiblemente mentimos m&s de lo ue reconocemos" inclusosomos capaces de mentirnos a nosotros mismos.

    amos con un ejemplo en el amor. *uando conocemos a alguien solemos caer en esedelirio de ue somos tal para cual. 4ero" como dice un colega" reci%n a los dos a>os uno se

    ve las caras con el otro. Es reci%n en el tiempo post enamoramiento ue van apareciendolas diferencias. =lgunos rompen en ese punto la relacin al sentirse estafados" o biensuponen ue su pareja ya no es la misma ue conocieron al principio. 8ada tan distinto alo ue nos ocurre en una entrevista laboral" en ue hacemos ciertos %nfasis y omisiones enel fondo" intentamos mostrar nuestra mejor versin para la ocasin. @ bien" cuando se nosacaba el amor" y decidimos cuidar al otro de esa verdad" prefiriendo decir ue el problemasomos nosotros mismos.

    +1ay mentira ah#- 9e alg!n modo s#" pero en una versin noble" ya ue mentir no siempre

    se usa para da>ar a otro.

    =unue suene algo contraintuitivo" la demanda ecesiva de transparencia aniuila laalteridad ue los seres humanos portamos. 4or ejemplo" en el amor la pretensin de sabertodo del otro" destruye cualuier deseo fundamentalmente porue no se trata del anhelode amar" sino ue de poseer toda la subjetividad de la pareja.

    El filsofo Ayung'chul 1an hace una cr#tica a lo ue llama la sociedad de la transparencia"aludiendo a ue hoy tal eigencia se torna totalitaria y ehibicionista.

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    pena escuchar5 la demanda de transparencia como eigencia de cierta beatitud de losactores pol#ticos. *uestin ue lleva paradjicamente a despolitiar la escena y m&s bienfaranduliarla.

    *uando los procesos y conflictos se vuelven espect&culo" nosotros nos volvemos

    espectadores indignados y no necesariamente ciudadanos participativos. 1oy lainformacin se democrati y nos enteramos de los detalles m&s sabrosos y obscenos deloperar de los otros. 4ero otra cosa es tomar la distancia para analiar los datos y distinguirlos delitos de las faltas y %stas a su ve de las pr&cticas del juego pol#tico" ue ui&s sonfeas mas no impropias.

    8o s% si importa tanto ue nuestros pol#ticos sean almas bellas" o ue la 4residentarecupere su carisma" como ue hagan bien su trabajo para ue haya m&s democracia.

    No hay ms hombres (parte 1):mujeres y zorras

    6Es ue no hay m&s hombres6" es una ueja constante de mis cong%neres sobre treintaa>os. La verdad estad#stica es ue de ue los hay" los hay" pero no es menos cierto ue est&lleno de mujeres solas.

    Esta sobrepoblacin de solteras se percibe" y las mujeres no est&n seguras si el problema es

    ue los hombres faltan" o bien" como muchas afirman" 6hay puros pasteles6. *uestin ueevidentemente es una patude" porue en el fondo este juicio se basa en devaluar a loshombres ue no uieren comprometerse con ellas.

    engo al menos tres teor#as de lo ue puede estar ocurriendo en este deseuilibrio en lacancha del amor. La primera" es ue la mujer moderna es igual de demandante ue laantigua" pero a diferencia de la !ltima" no sabe dar el arpao para atrapar a la presa.Segundo" la aparicin de una categor#a masculina" ue algunos denominan el hombre

    vagina. / tercero" la %tica del c%libe o del soltero" cada ve m&s presente en la sociedadcontempor&nea.

    *on garras y todo

    1oy desarrollar% la primera. El problema del arpao. $e refiero espec#ficamente a ladificultad actual" de transformar un 6touch and go6" o la amistad con ventaja" en unahistoria de amor.

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    En general el amor" ocupa para las mujeres un lugar casi constitutivo en nuestra identidad"a diferencia de los hombres para uienes ocupa un lugar m&s accesorio. =h# donde loshombres 6est&n6 solos" ellas 6son6 solas. Es decir" para las chicas 'por raones de cmo seconstruye el g%nero en la cultura' ser amadas representa el triunfo del ego.

    $uchas veces llegan a la consulta psicolgica mujeres ue se uejan de tener bajaautoestima. Sin embargo" al encontrar pareja" esta percepcin cambia rotundamente" hastaue por alguna ran se sienten inseguras del amor de su hombre. En el caso de ellos" algoeuivalente a la necesidad de ser amadas de las mujeres" es el %ito laboral5 era llamada ansiedad ue irrumpe. Entoncesaparecemos en nuestra peor versin5 poto y coran barato.

    $enos lobitos

    Es fundamental saber administrar la retaguardia" ue no nos vengan con el cuento de laliberacin seual. 8o uiero decir ue se trate de jugar a la irgen $ar#a" sino ue deadministrar la entrega. 1asta el vendedor m&s ineperto" sabe ue no se entrega toda la

    mercader#a de una ve" slo unas muestras gratis.

    1oy tener seo nos sale f&cil" pero nos cuesta mantener al otro en el tiempo" ue es dondese juega realmente la cacer#a. Los orros tienen una manera particular de caar" primero sehacen los muertos" as# esperan ue se acerue el pajarito" y una ve ue est&n seguros deue lo pueden atrapar" lanan las garras. 1oy las chicas estamos cada ve menos orritas"m&s bien estamos jugando a lobos" y hay algo de ese disfra masculino ue no est& dandoresultado.

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    Chile y la vergenza

    El Pais Intimo

    Erupciones volc&nicas" mega incendios" inundaciones devastadoras" casos de corrupcin ysoborno. Ese es el ambiente estos d#as en nuestro territorio. *uando me propuse escribiralgo al respecto" lo primero ue se me vino a la cabea es decir algo sobre el trauma. Lo uela teor#a dice sobre ello" es ue lo traum&tico est& definido como auello ue nos ecede"eso ue no controlamos y ue" por lo tanto" no alcanamos a digerir mentalmente.

    Entonces un mismo evento" por catastrfico ue sea" no es necesariamente traum&ticopara todos. e a depender de la posibilidad de cada uno de elaborarlo. Lo ue se dice sobrelas cosas" afecta en cuan violento nos cae un fenmeno. o 20D0 ocurri algo similar. odo es cuestin de %nfasis" y en esaoportunidad el acento estuvo puesto primero en los errores de las instituciones" y luego enlos de la ciudadan#a" espec#ficamente en los saueos.

    =l poco tiempo" tuvimos la oportunidad de compararnos con los japoneses" uienesaparecieron como un ejemplo de civilidad" dada su forma de actuar tras su propiocataclismo. 8os sentimos a!n peor.

    /o dir#a ue los japoneses tienen su orgullo y se protegen.

    En blanco y negro" o gris

    En *hile aparecieron muchas historias de generosidad y comunidad" pero uedaron en unlugar marginal al discurso oficial. ecuerdo una en especial" de un joven ue viv#a en unlugar donde hab#a habido saueos. *ontaba como esos mismos saueadores le fueron a

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    ofrecer pilas y v#veres. 9e como se cuidaban y se apoyaron esos d#as. Las cosas nunca sonen blanco y negro.

    El filsofo pol#tico Slavoj FieG" apunt en su momento a ue fueron las comunicaciones"las ue complejiaron la situacin en 8ueva @rleans tras el hurac&n Hatrina. El %nfasis en

    esa oportunidad estuvo puesto en el racismo5 la poblacin negra estar#a cometiendo gravesdelitos" aprovech&ndose del p&nico. 4ero ninguna de las acusaciones de violacin yasesinato fueron finalmente comprobadas.

    +4ero ue ued tras el desastre natural- En 8ueva @rleans" el acrecentamiento del odioracial. En *hile" el odio a *hile.

    Esto no es nuevo. Es un discurso sobre nuestra historia. 9e espa>oles llegados de pocamonta" de ind#genas flojos y violentos" de un territorio sin oro. Se ha creado una cultura dela verg7ena.

    Si bien ha habido esfueros por la creacin de algo como un orgullo chileno5 algunos desdeel reconocimiento de los pueblos originarios" otros desde los triunfos deportivos" otrossosteniendo la idea f&lica del 6jaguar6" como sea" se nos escapa muy f&cilmente el rechao anosotros mismos.

    =ntes de las cr#ticas despiadadas hay ue entender ue hay cosas ue no se puedencontrolar del todo. 4or cierto" la naturalea" pero tambi%n la naturalea humana" porue notodos actuar&n siempre desde el lado de la ley y el altruismo. Ese es un duelo ue hay uehacer" el de la omnipotencia5 porue aspirar a ideas de control total de cualuierdesviacin" lleva a los fascismos m&s nefastos.

    era de vida Simone de Aeauvoir" apropsito de su propuesta de amor libre. Lo distinto del proyecto de esta pareja deintelectuales" respecto del no tan viejo adagio5 eisten las capillas pero slo hay unacatedral" fue asumir una relacin abierta como acto pol#tico. omper con las lgicas depropiedad amorosa del patriarcado y el capitalismo. ?ue su apuesta para acabar con lalgica de los tri&ngulos o cuartetos amorosos" cargados al beneficio masculino y cortar conla idea de propiedad en la pareja.

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    1ace un buen tiempo estamos discutiendo el problema del amor" algunos defendiendo lasviejas instituciones" otros buscando nuevas formas de amar.

    1oy por ejemplo" hay una industria de la infidelidad" en portales como =shley $adison oSecond Love se puede pagar un costo m#nimo por acceder a una aventura sin tanto

    apremio. 4or otra parte" aparecen las comunidades sIingers" el concepto de chipe libre ylas pr&cticas de poliamor como un tema de saln. 1ace poco escuchamos de tres chicasbrasileras ue se casaron" causando alg!n revuelo. =lgunas de estos nuevos dispositivosamorosos 'escandalosos para algunos' se ofertan como una salida m&s noble a las miseriasde la propiedad en las relaciones de pareja5 los celos" la infidelidad" la restriccin de lalibertad. Se trata de una especie de paso del tri&ngulo amoroso" ese ue ha eistido desdesiempre" al tr#o consentido. 4orue por supuesto ue el amor y nuestras pasiones nuncahan coincidido del todo con las instituciones. 4or ejemplo" muchas veces el deseodesaparece en la pareja" no as# el amor" o bien" se puede estar enamorado de m&s de unapersona" o desear a uien no se ama y viceversa. odas esas cosas ocurren y algunosdeciden reprimirse" otros saltan a la infidelidad" y otros se embarcan en estos dispositivos

    contempor&neos ue ser#an una especie de realismo sin renuncia del amor5 mejor noenga>arse" ni enga>ar" y transparentar los m!ltiples deseos ue nos habitan.

    Si bien cada ve se habla m&s de estas nuevas tecnolog#as del amor" a!n no se hanmasificado. / como en todo tironeo de cambio aparecen sus defensores y detractores. oycon algunos alcances de esta discusin.

    *uando se defienden las instituciones tradicionales" como el matrimonio heteroseual" porsupuesto ue no se est& defendiendo el amor m&s bien se trata de la pol#tica de lareproduccin del orden establecido. 4ero por otro lado" la defensa corporativa de lasformas de amor no hegemnicas" arriesgan al parecer m&s una est%tica ue una defensa delamor. 4orue algunas de estas orientaciones apuestan a ahorrarse las miserias del ego ueel amor trae5 los celos" la inseguridad" la vulnerabilidad.

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    !" #u$ le teme la homo%obia&

    El Pais Intimo

    El jueves pasado fue un d#a histrico para *hile" comenaron a celebrarse los =cuerdos de

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    El macho patriarcal" debe defenderse como puede de una dimensin ue habita en losseres humanos" y ue incluso empuja cierta satisfaccin seual. *omo confes =m%liee1%lie" una afamada prostituta francesa5 los empresarios y los pol#ticos" despu%s de ejercersu poder durante el d#a" 6van a visitarnos. /" cuando nos han desnudado hasta nuestrasenaguas" dejan de farfullar" sus ilusiones de grandea colapsan y su arrogancia desaparece.

    Empiean a tartamudear como peue>os ue uieren centavos para dulces6 (SergioFabala" en 4&gina D2). Sospecho ue en la homofobia se juegan segregaciones m&sprofundas ue lo ue los argumentos reaccionarios pueden vislumbrar.

    ale la pena hacerse alguna pregunta por uno mismo" cuando la vida del otro nos generetanto inter%s" aunue %ste apareca disimulado para nosotros mismos como repulsin.

    'se narcisismo silencioso

    En mi !ltima visita al dentista ued en evidencia la fragilidad de mi verdad. 9urante a>ospens% ue era la muela iuierda la ue ya no ten#a vida tras un tratamiento de conducto"concluyendo cada ve ue me dol#a ue se trataba de una idea errada" desacreditando elmensaje de la carne. Aueno" ahora me entero ue la muela intervenida fue la derecha" esaera la insensible" no la otra. 4ero he vivido casi 20 a>os cargada en los avatares iuierdos"sin darme cuenta de la operacin silenciosa de mi lado derecho.

    :/ no me di cuenta; 4orue ui&s es m&s f&cil ver la contradiccin de los otros ue lapropia. 4orue uno trata de ser un soldado de su verdad" sin leer a veces lo ue a uno le

    duele o" por cierto" donde hace doler a los otros. Si hay algo terrible es darse cuenta de laspropias contradicciones. ?reud dec#a" ue aunue uno no lo sepa" uno siempre est& m&s ala derecha o a la iuierda de lo ue cree.

    Si pienso en los tiempos ue corren" dir#a ue la discusin est& cargada a la iuierda. Sontiempos de reivindicaciones sociales" y bien por eso" porue la injusticia duele. 4ero hayue reconocer ue tambi%n cumple su cuota de reivindicacin del ego luchar por el m&sd%bil" nos hace mejores personas. 4or eso puede ocurrir ue defendamos causas perdidasde antemano" sin embargo" igual nos sintamos mejor con nosotros mismos.

    anto as#" ue hoy ni siuiera la derecha pol#tica dice ue es de derecha. /a no solo el e

    presidente 4i>era" uien en su subjetividad variopinta gustaba vociferar de su partemapuche y su histrico voto por el 68o6" como si ser parte de la coalicin de derecha fueseuna especie de mala coincidencia. 4ero hoy est& lejos de ser el !nico" hoy las nuevas y

    viejas agrupaciones de la derecha pol#tica se declaran de 6algo6 llamado centro. 4orsupuesto ue en la iuierda tambi%n hay rencillas por definir uienes son los verdaderosmilitantes de la ideolog#a y uienes los infieles.

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    Ser& por ue hoy la informacin se democrati" ue ni las injusticias ni la corrupcinpasan desapercibidas hoy no se mueve ni una hoja sin ue la opinin p!blica se entere ycastigue. 1ay m&s voces y por cierto ue hay ue escucharlas. ,ui&s de ah# ue la cosa sedibuje hoy como una derecha ue se niega as# misma y una masa sensible al centro o a laiuierda pero sobre todo aparece la figura de portar una verdad ue pretende

    desmantelar el poder de los malos. odos ser#amos esas 6almas bellas6" ue buscamos lomejor para todos" y all& afuera siempre hay alg!n villano digno de destruir.

    / me pregunto" +por u% la derecha" esa ue defiende descarnadamente los valoresneoliberales est& tan callada- an callada ue parece ue ni siuiera reuiere de un partidopol#tico ue le haga propaganda. +8o ser& ue tenemos esa moral trabajando en silenciotal como mi muela derecha" todo ese tiempo ah# y yo distra#da pensando ue todo pasabaal otro etremo de mi boca- 4regunto simplemente" porue si bien hablamos desolidaridad y amor al prjimo" nos andamos sacando los ojos con una furia desmedida.

    *ada ve con mayor frecuencia en la intimidad de las confesiones en el div&n" se escucha la

    b!sueda de la salvacin individual" a trav%s de alg!n culto al yoismo5 m&s autoestima" serm&s l#der" imponer el pensamiento propio antes ue estar dispuestos a escuchar. 1oyparece ue ser especial" se ha convertido en algo bastante m&s importante ue el aprendera ser uno m&s entre otros. 4arece m&s relevante saber defender una idea" ue tener lanoblea de ir a una discusin dispuesto a cambiar de opinin.

    El problema es ue asumirnos mejores ue los dem&s" puede inflar el narcisismo ue noshabita" y corroer nuestras intenciones humanas y bondadosas sin tener noticia de auello.

    *omo dice un amigo5 si uno no reconoce al etremista ue habita en uno mismo paralograr desmantelarlo refleivamente dif#cil es ue las pol#ticas sociales se encarnen en

    pr&cticas cotidianas genuinamente amables.

    e asusta pero me gusta

    El Pais Intimo

    *uando %ramos ni>os nos fascinaba escabullirnos a la ona prohibida del colegio. 4rimero"

    apareci la teor#a de la casa de la bruja" luego la del etraterrestre oculto por las directivasdel colegio y la del iejo del Saco.

    *a#das ya la supersticiones infantiles" est&bamos lejos de abandonar el entusiasmo por esepeligro controlado. En la adolescencia" las hormonas ti>eron nuestras fantas#as de dramasshaGesperianos" cruados por las traiciones y deseos. =s#" las historietas se transformaronen conspiraciones.

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    *laramente el gusto por la preocupacin" insisto 6controlada6" a muchos no se nos fue. Sinembargo" cuando acumulamos m&s vida aprendimos a distinguir la angustia verdadera'esa ue paralia o saca una versin ue desconoc#amos de nosotros mismos parasobrevivir'" del miedo ficticio de la histeria de la histeria colectiva. =unue a veces esacomprensin nos caiga como epifan#a" reuerimos de una cuota de olvido selectivo para

    ue vuelva a operar y podamos hacer usufructo de las sensaciones del miedo medido.

    4or doctrina entiendo ue eista ese af&n por 6el m&s all&6 y las teor#as rebuscadas" con laue alg!n maestro autodenominado ande ecitando a alg!n auditorio. 1ay para todo losgustos. 4ara las almas infantiles" esp#ritus" alliens y ombies para los m&s neI age"psicomagias" alineaciones astrales para los m&s lectores" escrituras codificadas ueanuncian el fin del mundo. = veces estas teor#as se adecuan a un conteto geogr&fico" comoen nuestro caso donde caen con frecuencia los predictores de terremotos debiendoaparecer una y otra ve alg!n profesional en el tema aclar&ndonos ue no" no se puedenpredecir los sismos.

    4ero por alguna ran" eisten y se reproducen los portadores de estas verdades reveladas"y siempre hay un p!blico atento. =lguna ve tuve la oportunidad de preguntarle a Salfate si%l efectivamente cre#a en estas historias o se trataba del alg!n tipo de satisfaccin de suonanismo. $e respondi5 satisfago el autoerotismo de los dem&s. / tiene ran. 1ay uncurioso placer en buscar estos simulacros de peligro. Si las pel#culas de terror eisten" esporue hay una ecitacin en el miedo calculado" ese ue no pasa la barrera del pavor.

    Si bien para muchos estas cuestiones les resultan un reflejo de ignorancia o sencillamenteestupide" porue ciertamente los ombies no son del gusto de todos no es dif#cilencontrar algunas histerias con un teln de fondo m&s sofisticado. 4or ejemplo" una ueanda dando vueltas estos d#as sobre un supuesto cobro ue la red social ?acebooG har#apara respetar la privacidad de un perfil de usuario. Si uno no cay" es seguro ue al menosalguna persona estimada y respetada dentro de las amistades si fue abatido por esta alarmafalsa ue por lo dem&s es harto rid#cula" si se considera ue la privacidad se perdi en elmomento de entrar a esta red social. +@ no se han fijado en la publicidad dirigida ueaparece cuando estamos navegando-

    8os gusta preocuparnos. 4arece ser una ecitacin bastante primitiva de nuestropsiuismo. 4ero hay un par de riesgos en este goce. oy con mis teor#as conspirativas.4uede ocurrir el mal de la profec#a autocumplida5 esa ue de tanto andar anunciandoapocalipsis 'no slo sismolgicos" sino ue tambi%n financieros y pol#ticos pueden

    empujarnos a realiar estupideces ue luego deriven en el horror real. / segundo" estascreencias eufricas y sin juicio" pueden ser" como han sido antes" mecanismos de control5por ejemplo" paraliarnos por la eistencia del *hupacabras" tomar decisiones por lasupuesta renuncia inminente de uien gobierna" en fin aparecen ficciones para todos losgustos.

    1ay preocupaciones ue sirven para entretenerse" y a veces funcionan para desviar laatencin de nuestros conflictos reales" cual mecanismo de defensa. = veces la medicina

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    puede empeorar las cosas" por eso cuando empiece a hablar del *hupacabras de moda condemasiado entusiasmo" busue donde est& el atolladero real.

    La belleza *el pensar$i hija de ocho a>os me pregunt si las princesas ganaban plata" a propsito de suscuestionamientos respecto de u% uiere ser cuando grande. Supongo ue su cabecita debeestar intentando resolver lo mismo ue la chica ue" hace no mucho" apareci en unconcurso de bellea internacional vestida de doctora a modo de reivindicacin de lasmujeres en estos cert&menes. $i hija no se pregunta por la llegada de un posible pr#ncipe"

    ya ue" como posiblemente ocurrir& con las ni>as de su generacin" son chicas ue aspirana algo m&s ue el matrimonio5 s# uieren ser reinas" pero de todos modos uieren poderpagar sus cuentas de manera autnoma.

    Sin embargo" da la impresin de ue el deseo por ser admirada en el mercado de la carnees algo ue no cesa. Si bien es cierto ue los concursos de bellea han dejado de tener elestatuto ue tuvieron el siglo pasado" es innegable ue el problema del fetichismo delcuerpo de la mujer en la cultura insiste. / eiste con trampa" porue se nos hace latentadora oferta de tener un lugar privilegiado en el mundo si accedemos a coincidir conlas fantas#as de la norma macho5 moldear el cuerpo acorde a su ertica y nuestra sonrisa asus miradas. 8o por nada somos nosotras mismas las ue accedemos a meternos cuchillo"para parecernos cada ve m&s al cuerpo de moda" hoy el del porno5 pechos y culos inflados"ojal& la boca tambi%n y" en estos d#as" se est&n instalando en el primer mundo las vaginas

    de dise>o" peladas y cerraditas (:curiosamente como de ni>a peue>a y de la pornograf#a;).

    *laro" la carnada es hacer el camino corto a encontrar reconocimiento" desde los fans delas redes sociales o alg!n trabajo donde poder ser adulada. 4orue a las ni>as bonitas selas ealta y se las mima. /" bueno" ui%n no uerr#a algo de eso.

    La trampa mortal es ue este reinado no es sin el costo de ser sancionada" desde la mismamoral ue les ofrece el trono5 depende del conteto y de los cc de silicona si a la chica se leacusa 'al m&s m#nimo desli' de puta o de tonta. 4osiblemente por eso" uienes optaron oson ubicadas por m!ltiples raones en el campo de la carne" suelen ponerse a la defensiva.*omo las noteras hot" ue en el fondo son vedettes contempor&neas. ienden a defenderse

    con discursos ultra conservadores5 se definen caseras" tranuilas" como si debiesendemostrar ue son 6buenas6. @ cuantas otras ue" por tener buen aspecto" debendemostrar ue son tambi%n inteligentes" como la 6miss doctora6" o como ui&s debidefenderse al principio *amila allejo para no ser tema por su bellea.

    *omo sea" cada cierto tiempo vuelven a aparecer estos juicios hacia las mujeres en elimaginario colectivo. 4or ejemplo" estos d#as se ha vuelto a hablar de las respuestasest!pidas de las participantes de los concursos de bellea" a propsito de la contestacin de

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    $iss 3talia. / con ello" otra ve los audios ue ya son de culto5 la ue dijo ue perpetuar#a laespecie con el 4apa y la Aolocco o" de ser animal" una afirm ue ser#a una yegua.

    *laro ue son respuestas est!pidas" pero la verdad es ue son preguntas dif#ciles" ue notienen una respuesta. =lgunas son francamente filosficas" ue dif#cilmente en una vida

    puedan resolverse. $ientras ue otras" del tipo cmo erradicar el hambre del mundo"posiblemente ni =ngela $erGel sea capa de responderlas.

    4or !ltimo" me pregunto por u% nuestra representante de $iss rans (transg%nero)" uiengan la competencia internacional" es aplaudida desde las bancadas por la diversidad" peroa las mujeres se nos sigue denigrando cuando ueremos jugar a objeto deseo.

    +erremoto con anestesia

    8o sent# f#sicamente el terremoto. 4or cosas de la vida me encontraba flotando en laanestesia dentro de un pabelln uir!rgico. Luego de uno minutos tras despertar" algoconfundida" verifico ue estoy vivita y coleando" el alivio me invade" tras varios d#as deangustia pre operatoria" d#as en ue a uno se le mueve el piso" en ue las certeas seuiebran" las prioridades se invierten y las preguntas se vuelven m&s fundamentales.

    erminaba para m# un terremoto m&s. Sin seguridad de u% r%plicas se vendr&n" porue sihay algo ue nos remueve es la amenaa de la p%rdida" la ue a veces nos cambia parasiempre" mientras ue en otras ocasiones nuestra cabecita nos regala ese mecanismo denegacin ue nos hace olvidar de u% estamos hechos. La negacin nos lleva de vuelta a

    valorar y a padecer ese cotidiano ue vivimos como si fuera infinito5 peleamos con laspersonas ue ueremos" seguimos en las mec&nicas de las cuales nos uejamos" seguimossiendo ese ser ue no cumple sus promesas y se frustra.

    La negacin" como la anestesia" permite ue la carne no duela" ue el dolor nos lleguecomo espectadores. / tiene sentido ue as# sea" de otro modo" sin ese velo mental" larealidad se puede transformar en una pesadilla. *laro ue hay veces ue ese mecanismo nofunciona" como nos ocurre en cierto grado en la adolescencia o en la melancol#a" estados enue la ficcin necesaria para vivir se torna inveros#mil" incluso hipcrita. =lgo as#" comotomarse la pastilla roja de $atri" esa ue arrojaba al encuentro con la mauinaria

    descarnada de la realidad humana mientras ue la pastilla aul" en la pel#cula" permit#avelar ese encuentro" regalando la ficcin de la vida5 buscar el amor" el %ito" un buentrabajo" competir" el placer" comer sano" como si as# neutrali&ramos y control&ramos la

    vida y la muerte.

    *ierto ue algunos abusan de la pastilla aul" los adictos por ejemplo" porue de otro modola realidad se les viene como una mecla entre un bombardeo y una carnicer#a" si nopreg!ntenle a un adicto angustiado en abstinencia. 4ero la verdad ue no slo los adictos

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    se pasan de largo con el anest%sico aul. 1ay uienes no se conmueven ni un mil#metroante los estados de emergencia. odas esas posiciones subjetivas son las ue uedan enevidencia" cuando la $atri ruge para todos al mismo tiempo.

    *omo los terremotos" ue si bien son habituales por estos lados" est&n lejos de convertirse

    en una costumbre. 8uestra reaccin nos deja epuestos" cu&n anestesiados o no estamos5cu&nto nos cambian las prioridades" cmo abordamos el encuentro con la evidencia denuestra mortalidad.

    =s#" algunos se desprenden con facilidad de sus sue>os carnales" de sus objetos materiales"y corren a salvarse. =lgunos dejan cualuier actividad por irse con los suyos" la familia setorna el !nico bien ue merece la pena. @tros reconocen a los dem&s como pares y lacooperacin se vuelve un propsito. 1ay uienes no salen de su rol p!blico y siguen en suslabores" como el locutor de radio ue sigue transmitiendo hasta el fin" esos ue puedenuedar como h%roes p!blicamente" mas sus propias familias no consideran los mismo. Enestas situaciones" as# como aparece esa subversin de prioridades ue nos hace m&s

    humanos" se muestra tambi%n la peor cara de los anestesiados patolgicos5 los enfermos dela moral de la proteccin a la propiedad privada" ue en momentos como estos se tornaperversa" como uienes optaron por mantener cerradas las puertas de un supermercadopara evitar saueos probablemente" o los jefes de la cajera del peaje ue decidi abrir la

    barrera" ue anunciaron le descontar#an del sueldo las p%rdidas para la empresa.

    =lgunos necesitan mucho tiempo para recuperarse" otros lo hacen en la premura. ,ui&scomo este !ltimo rugido de la tierra coincidi con el intenso deseo chileno por lamaravillosa pastilla aul de ?iestas 4atrias" fue ue muchos continuaron con sus planesfestivos" incluso en lugares de riesgo.

    En fin" hay muchas clases de terremotos" y varias cifras ue se desprenden de ellos" algunasue cada uno sacar& en la cuenta de su vida otras ue nos hablan de uienes somos comopueblo.

    !',iste Chile&

    El Pais Intimo

    *hile anda con la moral baja. Las encuestas confirman las conversaciones de pasillo.+1echos-" +percepcin creada por sectores de la opinin p!blica-" +hechos interpretadosdesde una percepcin furiosa- *omo sea" el ambiente huele a m&s rabia ue a pena.

    Ser& porue el relato de nuestro origen est& marcado por la 6mal'dicin65 esos malesdecires sobre nuestra tierra 'ue no hab#a oro" ue no hab#a nada'" sobre nuestra gente" delos ue hab#an desde siempre" de los reci%n llegados. 8os nombramos desde la falta" desde

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    lo ue no somos. Sometemos a nuestra nacin a comparaciones injustas" por cierto" envarias direcciones porue los bandos conservadores y progresistas" derechas e iuierdasmiran como el pasto del vecino 'ue escojan de acuerdo a su bandera ideolgica' es m&s

    verde.

    Lo peligroso de este desaire a nuestro hogar es ue no es dif#cil" cual profec#aautocumplida" transformarnos en auello ue detestamos" un lugar hostil" un lugar dedesconfianas crnicas" ue lleva a ue" desafortunadamente" solamente los locos por elnacionalismo 'siempre brutal y enfobo' y algunos otros totalitarios de su verdad" seapropien de las insignias de esta tierra.

    El problema de la idea de nacin es muy similar al de la identidad en la psicolog#aindividual5 se le pone un nombre a un cuerpo'territorio" para dar sentido y orientar losactos en ciertas direcciones. 3ndudablemente" la identidad como bandera de uno mismo esun modo de descansar en eso ue supuestamente somos" y ahorrarnos demasiadaspreguntas. 4ero lo cierto es ue uno est& lejos de 6ser eso6 ue creemos o ueremos ser.

    4or eso es ue las crisis de identidad se nos vienen cuando ciertos actos o aspectos propioschocan con la idea de nosotros mismos.

    En las crisis de identidad" al igual ue el malestar nacionalista" cuando no nos gusta esecuerpo ' territorio ue habitamos" suelen despertarse grandes cuotas de frustracin" ue se

    vuelcan en odio hacia los otros o en lo autodestructivo" problema ue se agrava m&s con lapeor de las medicinas5 buscarse una nueva identidad" ue en el fondo es volver a encerraseen una idea totalitaria de como deber#an ser las cosas. Es lo ue ocurre muchas veces conlos adolescentes" ue en su desorientacin pueden transformarse en los talibanes de alguna

    verdad" ue por lgica se estructura en contra de los infieles. 8ada demasiado lejos de losportadores de las verdades de lo ue debiese ser nuestro pa#s.

    El filsofo Slavoj FieG" a propsito de la crisis humanitaria de los migrantes" cuenta ueen Europa ha surgido la fantas#a de 8oruega" como 6El 4a#s6 al ue habr#a ue aspirarllegar. 4ero es enf&tico5 8oruega" como ese lugar idealiado" no eiste ni siuiera para losnoruegos" aspiracin ue genera m&s de un problema. $e pregunto si a los chilenos no nosocurre algo similar con *hile" so>ando con alg!n color de la bandera" ue al igual ue elencierro en la identidad" nos torna obtusos y violentos.

    Escuch% a alguien ue trabaja en el Cobierno decir ue la gente tiende a volver a su lugartras alg!n desastre natural" aun conociendo de los riesgos ue acechan" porue las

    personas tenemos un arraigo a la tierra" a esos lugares donde respiran nuestras historias"donde habitan nuestra familia" amigos y conocidos. ,ueremos nuestro hogar ui&s m&sde lo ue lo reconocemos. = la identidad" y ui&s tambi%n a la nacin haya ue dejarlascaer como ideas cerradas" para construirlas desde las peue>as historias" desde nuestroslugares de encuentro" de lo ue genera arraigo" de las eperiencias ue van construyendorelatos.

  • 7/24/2019 Columnas de Constanza

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    os peue>os dado el da>o ue les provoca.

    os" nunca nadie me oblig a talescosas. 8adie me sugiri ue era mejor la leche de frmula ue la leche materna" ni uedeb#a sacar de mi piea a mi guagua en alg!n momento determinado. odo lo contrario"soy de la generacin ue me he visto empujada a la idea de una maternidad totalitaria paraser considerada buena madre. $&s bien siendo sancionada" si no cumplo con los ideales

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    pro lactancia. ecuerdo incluso" como alguna ve una amiga" me dijo con ese tonocompasivo ue oculta rivalidad" ue no me sintiera menos mujer por no haber tenido unparto natural. / as#" en los !ltimos a>os he sido testigo como a esas competencias ocultas"ue los seres humanos libramos de manera no tan consciente y con una sonrisa" se hasumado una entre las mujeres5 ui%n cumple mejor los dict&menes de la maternidad de

    moda.

    *omprendo ue si bien esta tendencia puede estar basadas en buenas intenciones" el modoen ue se transmite refuera una ve m&s los encorsetamientos de los cuales las mujeressomos v#ctimas. Cenerando culpa" juicios y competencias entre nosotras mismas.

    8o tengo la respuesta de cu&nto hay ue amamantar ni de cmo hay ue criar eactamentea una guagua pero tengo la certea de ue nadie lo sabe" de ue no hay una manera. 9eah#" ue esta discusin entre los pro y contra de lactancia materna son inf%rtiles. Si hay unalucha ue dar" en mi opinin" es una porue como comunidad nos hagamos responsablesde la reproduccin de la especie.

    9e momento" el cuerpo de las mujeres sigue siendo un problema de Estado (el aborto" laanticoncepcin)" pero la maternidad es un asunto privado" donde cada una se las debearreglar como puede. 3ncluso" hay mujeres ue bajo ciertas circunstancias no puedenarregl&rselas" pudiendo esos hijos terminar en situaciones lamentables como el chicoabandonado en el taller mec&nico de =rica la semana pasada5 cosas ue ocurren cuando nohay una comunidad ue pueda subsidiar el rol de esa mujer inhabilitada.

    La madre no eiste" no al menos como un ser esencial. Es un rol de una mujer. En esesentido" nunca ueda reducida toda a ese papel" nunca ser& esa madre perfecta de lasrevistas.

    = diferencia del doctor Con&le" prefiero un pa#s ue asegure buenas guarder#as" paratodos esos ni>os cuyas madres tienen o" por cierto" uieren salir a trabajar o haces susactividades" ue uno ue me obligue a uedarme en la casa durante los a>os ue imponganlas nuevas modas.

    El mejor consejo ue recib# al ser madre primeria fue el de una mujer mayor. $e dijo5 t!vas a saber ue hacer" escucha tus ritmos y los de tu beb%. / si en algo me sirvi talrecomendacin" fue en darme cuenta ue con cada hijo fui una madre distinta" de acuerdoa las diferencias de cada uno de ellos" pero tambi%n respetando mis necesidades como

    mujer.

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    +in*er: la er.tica como

    mercanca

    Luego del ataue de una revista a inder" desde la app se defendieron y dijeron ue esta esuna plataforma de encuentros y ue lo ue ocurra en cada uno de ellos depende m&s biende lo ue est% buscando el usuario. En el fondo" no habr#a ue sobrentender ue por elhecho de ser parte de esa vitrina virtual" significa ue se est& buscando seo fuga.

    Sin embargo" en la publicacn se pone en juego una cuestin ue efectivamente est&afectando el campo amoroso contempor&neo5 la ertica como mercanc#a. *ulpar a latecnolog#a de ello es un eceso" pero efectivamente pueden ser usada bajo ese propsito" siuno compr ese cuento. $e refiero al cuento del entusiasmo actual" por el seo como ideade libertad.

    Se piensa muchas veces ue la represin es el !nico y mejor mecanismo de control" demanera ue rebelarse contra este dar#a libertad. 4ero eiste tambi%n la seduccin ue" poruna v#a amigable" impone discursos y pr&cticas ideolgicas.

    El lugar del seo contempor&neo se ha emplaado de este modo5 se ha desatado de lascadenas de la inhibicin" y por el contrario" hoy aparece el imperativo de ue hay ue tenerseo" ojal& mucho y de buena calidad. Sino" se est& enfermo.

    aro es ue estos d#as llegue alguien 'al menos joven' a una consulta psicolgica" porue sesiente reprimido seualmente. 4ero decirle ue s# al seo no significa decirle ue s# a lalibertad (?oucault)" porue aparecen otras esclavitudes. Los padecimientos actuales tienenue ver con no estar a la altura de los ideales seuales5 falta de deseo y disfunciones varias.

    / hay un malestar muy recurrente" sobre todo en las chicas" ue tiene ue ver con ladificultad de poder construir el amor ah# donde el escenario las empuja a lahiperseualidad" semblante de chica moderna.

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    $as" lo ue se revela en la intimidad del sufrimiento en una consulta cl#nica" es ue sobretodo las mujeres" padecen de la moledora de carne de la trampa seual actual. Es curiosocomo hay un discurso ue nos uiere convencer de ue estamos en igualdad decondiciones con los hombres en la ertica" cuando a!n se est& en deuda en lo p!blico. = lasmujeres a!n se las juga por su comportamiento" y son todav#a los hombres uienes" la

    mayor parte de las veces" deciden hacia a donde ir& una relacin.

    Los amigos con ventaja" est&n muchas veces basados" en la desventaja de uno" y m&s enabuso ue amistad. odo con rostro progresista.

    El infierno son los otros

    1ace no mucho el diputado @svaldo =ndrade afirm ue la depresin es una enfermedad de

    ricos. Supongo ue" para %l" el dolor eistencial es algo as# como una ma>a ue los pobres no

    pueden darse el lujo de tener. $e recuerda a esos ue afirman con pedanter#a5 Jyo no creo en

    los psiclogosK" como si se tratara de un problema de fe en alguna verdad revelada por el

    terapeuta. $&s bien es al rev%s5 hay mucha gente ue s# busca un espacio para entenderse y

    pensar sus condiciones de eistencia" y son ellos uienes nos van revelando" a los analistas" de

    u% estamos hechos y cmo vamos construyendo el mundo. 4orue si hay un lugar privilegiado

    para ue aflore la verdad humana" es en un div&n.

    +/ u% nos pasa hoy d#a" u% nos duele- La mayor#a de las uejas hablan de nuestra relacin

    con los otros. En el fondo" casi todas las historias son de amor. 8o eclusivamente en su

    versin rom&ntica ue ya es un tremendo escollo para el alma y el ego sino ue en las

    m!ltiples epresiones de nuestra epectativa de reconocimiento5 +,u% soy para el otro- +$e

    admira o me envidia- +$e rechaa- +$e da lo ue mereco- odas met&foras del deseo de

    amor ue" si ocupa un lugar capital" es porue estamos hechos de otros. Somos los !nicos

    animalitos ue dependen por tanto tiempo de alguien para estructurarse. =s# como la leche

    alimento primordial puede ser nutritiva o veneno seg!n si es dada con ternura o con angustia"

    todas las necesidades se contaminan con el v#nculo. En ese mundo habitamos5 el de la neurosis

    de demandar amor" directa o disimuladamente. La oscilacin entre el para#so y el infierno

    cuelga de nuestra relacin con los dem&s.

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    Le *imos el po*er a /a*illa

    En el colegio ten#a un compa>ero a uien por a>os le tem#. Era ese chico ue" a pesar de serbien poco agraciado" solo le hablaba a las ni>as m&s bonitas del curso. = las dem&s las

    menospreciaba y las humillaba p!blicamente" por eso era mejor hacerle el uite.

    Las chicas lindas tomaban en cuenta a este personaje" nunca como pareja en todo caso"porue comen a tener lugar entre los 6populares6 del colegio.

    Nl me recordaba a ese jefe seista y malo de 6La oficina6 del programa 6Mapenning con Ma6"un tipo sin ning!n atractivo ue denigraba a las mujeres ue consideraba feas" so>andoue" ui&s dado su rol de jefe" acceder#a a las bonitas.

    1oy me lo trajo de vuelta a la cabea Sebasti&n Aadilla 'director de algunas pel#culas' trassu participacin la semana pasada en el programa epublicanos de adio iempo. =h#"dispar 'aunue se>al en sus disculpas p!blicas ue se trataba de un chiste' contra variaschicas de la televisin" acusando a una de prostituta y a otra ridiculi&ndola por susatributos f#sicos.

    ,ui&s Aadilla" uien dice haber sido v#ctima de bullying en la infancia" luego de ue logratener cierto poder por su visibilidad p!blica 'como mi compa>ero 6popular6 o el jefe de 6Laoficina6' vuelca su sadismo" justamente contra uienes le recuerdan su propio fantasma.Es decir" estos personajes atacan a uienes consideran inferiores a su ideal" con uienesposiblemente se identifiuen en silencio y" por el contrario" orientan su vida a lograr estarcerca de uienes idealian. En el caso de este joven director" supongo ue por eso trabaja

    con actrices ue representan la idea clich% de la bellea y sus obras" por cierto" son unclich%.

    4oco afortunado" desde donde se le mire" para las v#ctimas" para los ue temen ser v#ctimasy luego se convierten en victimarios" pero tambi%n 'y ac& es donde uiero detenerme' enlos ue le damos poder a estos personajes.

    4or una ran neurtica" las personas padecemos de cierta inseguridad estructural5dudamos de lo ue pensamos" vacilamos a la hora de decidir" suponemos ue nuncasabemos lo suficiente. = esto se suma nuestra necesidad de reconocimiento y estima"cuestin ue modela en parte nuestras acciones. Es cierto ue en ocasiones este rasgo se

    transforma en una inseguridad y dependencia ue paralia" pero tambi%n tiene la virtud deue muchas veces nos permite modular los impulsos. ,uiero decir" ue nos lleva arenunciar a cierta cuota de ego#smo y nos lleva a actuar considerando a los otros. 4or lotanto" podr#amos pensar ue esta condicin neurtica trae a veces malestar" pero estambi%n la condicin para la convivencia5 no puedo hacer todo lo ue uiera" ni decir todolo ue pienso" porue uiero ue el otro me acepte. Si se fijan" es una condicin para elrespeto.

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    8o obstante" eiste un peligroso problema asociado a esta condicin humana. / es uesuponemos ue uienes muestran 6un car&cter fuerte6 tienen ese atributo ue nosotros no5seguridad. 4or eso" no pocas veces nos confundimos y le damos poder a ese ue grita m&sfuerte" o al ue habla desde convicciones delirantes 'recordemos ue la normalidad esdudar" aunue sea un poco" al menos reconocer ue nadie se las sabe todas' o al ue se

    siente moralmente superior" o al ue cree ue es valiente porue dice todo lo ue piensa"aunue hiera. *onfundimos muchas veces al s&dico" al infantil" al narcisista y al cara deraja con alguien 6seguro de s# mismo6.

    Lo grave es ue le demos tribuna a esos personajes. Si esos ue se autorian a decir todo loue piensan" porue sentirse cabrones es m&s importante ue la humanidad de uienesdestruyen entonces no veo por u% siuiera habr#a ue escucharlos. 8o hay di&logoposible ah#.

    0epresi.n: !en%erme*a* *ericos&

    1ace algunos d#as" en una entrevista" el diputado @svaldo =ndrade dijo 'con ciertodesprecio' 6+*mo se llama esa enfermedad ue le da los ricos- =h depresin6.

    *omentario desafortunado porue pasa a llevar la sensibilidad de muchos ue sufren otienen alg!n familiar ue padece de este mal. 4ero adem&s" la inadecuacin de sus palabras

    tiene ue ver con ue cae en la opinolog#a subjetiva. Esa ue todo ser humano posee y uenos lleva a levantar verdades orgullosas" basadas en nuestro sentido com!n. +/ de u% est&hecho este sentido com!n- 8o es sino del cruce entre nuestra historia y nuestra neurosis.Es decir" ue nuestra capacidad de construir la realidad est& cruada por el sesgo de las

    vivencias y de nuestros rasgos de personalidad.

    Si bien" nunca es posible anular del todo ese sesgo" esperamos al menos ue uienesdirimen parte de nuestro devenir 'los honorables' tomen posicin incorporando losconocimientos elaborados desde diversas disciplinas para construir una opinin.

    Lo ue al diputado le brota en su p%sima iron#a" es la evidencia de ue est& sujeto a esesentido com!n a>ejo" de ue el sufrimiento an#mico es ma>a. 4osiblemente" por esosuponga ue los ricos tienen tiempo para las pataletas" mientras ue los pobres debanhacerse cargo de problemas concretos. Suposicin ue reduce la complejidad humana adicotom#as pueriles.

    4rimero" porue est& definiendo u% es un problema real" y para %l" aparentemente estossolo tienen ue ver con las cuestiones de orden material. ,ue por supuesto ue lo son" pero

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    ue no definen del todo la calidad de la vida. 1ay un sinn!mero de situaciones uesuperan el problema de la precariedad material y ue son clave en ue una vida sea vivibleo no (la idea es de Mudith Autler). 4or cierto" cuestiones de #ndole privado" como los

    v#nculos" el desarrollo de una vocacin" la compa>#a" etc%tera. 4ero tambi%n 'y esto s# uele compete' la sociolog#a de un pueblo5 el individualismo" el seismo" la segregacin. En

    fin" cuestiones ue touen en alguna direccin u otra al tejido social.

    4ensar ue alguien se deprime porue no tiene nada m&s en u% ocuparse" por cierto uees un insulto a los ricos. 4ero lo es tambi%n para los pobres" porue est& delimitando lo ueellos pueden o no sentir. *omo si no contaran con un mundo interno5 ellos solo

    vivenciar#an a partir de lo ue tienen o no.

    Es cierto ue eisten estudios ue afirman ue son los pa#ses m&s ricos los ue tienenmayores tasas de depresiones" pero tambi%n eisten otros ue afirman todo lo contrario.4ero aunue %l hubiese tomado alguno de sus datos para esgrimir sus palabras" es su formade decir lo ue revela su desprecio por la complejidad humana. / esto !ltimo" es lo ue

    realmente hace da>o. *uando tomamos ideas parciales como verdades !nicas.

    / respecto de lo psicolgico" los prejuicios y las posiciones totalitarias han provocadograves problemas. 4or cierto ue la posicin de descr%dito como la del diputado" perotambi%n la del sobrediagnstico de la depresin. El acto de abordar cualuier malestarps#uico como enfermedad tratable desde el modelo m%dico" tambi%n reduce al serhumano a un c!mulo de neurotransmisores. En ese gesto tambi%n hay ideolog#a.

    Los seres humanos sufrimos y nos enredamos en un sinn!mero de problem&ticas" noporue seamos ma>osos" ni tontos no siempre es porue nos falle alg!n u#mico cerebral.Es porue somos seres culturales y ello nos hace estar afectados del mundo. 9e las cosas"

    pero tambi%n de los otros. / eso" si bien nos hace estar aproblemados con frecuencia" nosliga a los dem&s.

    8o niego ue la pastilla sea muchas veces necesaria frente al dolor" pero cuando seconvierte en %tica" alimentamos la utop#a del 6s&lvese solo6.

    Sucio dinero

    Si bien Erica AaGer no cometi un delito" incurri en el crimen de profanar un cdigo laboral

    t&cito. evel el secreto de las rentas en su lugar de trabajo" ue en su caso era la empresa

    Coogle. Se le ocurri hacer correr una planilla en la ue sus compa>eros de labores declararon

    su renta y los bonos recibidos.

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    +Sorpresas- S# y no. 4or un lado las diferencias de siempre5 las de g%nero ue suelen

    incrementarse en los cargos m&s altos personas ue en roles del mismo rango reciben pagos

    dis#miles" ui%n sabe por u% la reparticin de bonos basados menos en el desempe>o ue en

    el capricho de un jefe" etc. ,ui&s la sorpresa para Erica fue comprobar ue incluso en las

    compa>#as 2.0" esas ue abogan por ue otra humanidad laboral es posible" caen en el vicio de

    la ineuidad salarial.

    Es verdad ue a mayor sofisticacin de un lugar de trabajo" los esfueros por generar un

    mecanismo de compensacin objetivo y transparente suelen ser m&s plausibles. 4ero por las

    fisuras de los organigramas siempre se cuelan estrategias para generar diferencias subjetivas.

    *omo el resuicio de los bonos ad hoc" creados arbitrariamente para justificar algo" o la

    invencin de alg!n programa etra para inflarles la billetera a algunos" o esos beneficios ue no

    aparecen en la planilla de pagos pero eplican la sonrisa de varios.

    4osiblemente" la aspiracin a la asepsia en el sistema de remuneraciones se vaya al carajo por

    dos raones.

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    frente" est&n uienes usufruct!an del dinero sin pudor" y lo ehiben con desfachate. *uestin

    esta !ltima ue nos cae como limn en la herida. Slo lo aceptamos cuando se trata de un loco"

    porue nos permite atribuir su desverg7ena a la ecentricidad.

    4orue en alg!n punto de la ni>e" entendimos al dinero como algo sucio" cuestin ue

    concretamente a muchos nos lleva a!n a lavarnos las manos despu%s de tocarlo. / asociamos"

    inconscientemente" dinero y obscenidad. 8o por nada la est%tica empresarial a muchos les

    parece imp!dica" mientras el juego del hipster es auel semblante del desinter%s econmico"

    ue a veces recae en no saber cmo cobrar bien por su trabajo.

    1ablar de dinero es tan incmodo como hablar de seo. 9e seo en serio" claro" no de la imagen

    mental ue tenemos de nuestra identidad y perfomance seual. Lo incmodo es hablar de esa

    ue no coincide con nuestra seualidad social la del encuentro con otro" sino ue nosreservamos en la masturbacin o ue se nos aparece en sue>os. Esa s# genera pudor. / es ah#

    donde dinero y seualidad coinciden en el inconsciente5 hablan de nuestras modalidades de

    goce solitarios" esas ue generalmente restamos de nuestra relacin con otros. 4orue hay algo

    de esa seualidad onanista y del dinero ue nos epone como pajeros" interesados" taca>os"

    ecesivos. / eso nos enreda" porue fractura la ficcin del amor de cualuier #ndole como

    algo puro y sin barreras individualistas. ,ui&s los hombres el cl&sico" no el hipster por

    cierto negocien mejor en su trabajo porue padecen menos el pudor del inter%s individual.

    La cuestin es ue ese secretismo de las rentas" tan conveniente al empleador" ui&s siga

    sosteni%ndose porue los asalariados seguimos creyendo ue el dinero es caca. / ue desearlo

    huele a paja.

    Con los .vulos en la cartera

    El Pais Intimo

    =lguien se preguntaba si a!n era vigente sostener la idea de ue a las mujeres se nospasaba el tren a cierta edad. Si bien hay sentidos comunes 'de la vieja y nueva escuela' uecoeisten" da la impresin ue hoy esa presin por ser la 6Se>orita de 4ortugal6" esa ueuer#a ser caada aunue se la comieran con arro con leche" ued slo como cancin deronda.

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    =unue a!n el mercado laboral est% en deuda con nosotras" luego de varias re'vueltashemos conseguido ampliar nuestros destinos. Las raones de nuestras antecesoras paracasarse" en alguna medida han declinado5 la econmica la social 'pocos ya se atrever#an a

    jugar a una soltera por supuestas malas conductas' y la de sentido de vida" ya ue hacealgunas d%cadas la vida p!blica estaba reservada para el macho. 9ejando de lado estas

    cuestiones 'ue b&sicamente encorsetaban las vidas de las mujeres a una eleccin forada'aparece entonces la disponibilidad de nuestro tiempo.

    Lejos de uedarnos esperando en la estacin de trenes" circulamos por la ciudadinvirtiendo en nuevos sue>os. 4or cierto" si por ah# nos aparece una buena compa>#a latomamos en alg!n formato relacional" ue podr& variar en la escala desde del touch and gohasta formar una familia.

    Si bien hemos ganado tiempo" hay una ansiedad ue en el ocaso de los treinta se asomacasi siempre" la pregunta por la maternidad. =!n cuando algunas ni siuiera est%n segurasde desear convertirse en madres 'ue es tambi%n algo ue hemos logrado ue se legitime

    en el imaginario de las cadenas de lo femenino' la fecha de caducidad de la fertilidad suelehacer pregunta en nosotras.

    / ah# a muchas les viene el apuro" luego de a>os de andar buscando su destino" de prontola conciencia se estrecha" y deciden bajo presin. Las pudientes" claro" prolongan un pocom&s el tiempo para la sentencia y congelan vulos. 4ero otras" entonces toman el primertren ue aparece sin siuiera leer hacia donde es ue %ste se dirige.

    @curre muchas veces ue la eleccin amorosa viene como consecuencia de la premura porconvertirse en madre. / no estoy segura si es porue se trata de un l#mite biolgico y no deuna presin cultural" ue nos da menos pudor decidir en ese punto con la desesperacin de

    la 6Se>orita de 4ortugal6" ue preguntarnos por el deseo del amor de pareja.

    1ay discursos libertarios ue" sin uererlo" van generando otros imperativos ue senaturalian. / me atrever#a a decir ue uno de ellos" es la idea de ue las mujeres hoy nopodemos andar preocupadas de los asuntos amorosos" como si la posibilidad de laautonom#a o de la igualdad de derechos implicara tener ue renunciar 'por tiempo dicenalgunas" hedonismo solitario" o por orgullo' al amor de pareja.

    4!blicamente aplaudimos nuestras haa>as profesionales" deportivas" espirituales"seuales pero para callado seguimos hablando de los males de amor. / es lo ue cualuier

    terapeuta puede constatar en un consultorio5 uno de los mayores focos de sufrimientohumano son los l#os amorosos.

    o inventadas para loamoroso" ue ciertamente nos dejaban en desventaja" pero otra es identificarnos a lo m&sf&lico del discurso masculino tradicional5 ese del triunfalismo individualista" ue nos llevainconscientemente a hacer tributo de la moral de la cual fuimos v#ctima por tanto tiempo.

    / ue luego" no pocas veces" lleve a volcar nuestra capacidad de amar 'casi de un modo

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    totalitario' en unas hipermaternidades" ue no sabemos muy bien como le caiga eso a unhijo.

    La autonom#a y el individualismo no son lo mismo. La primera puede ser junto a otros. Lasegunda" supone ue se puede prescindir de los dem&s" de manera ue es muy probable

    ue ese mensaje violente a cualuiera ue se acerue.

    No to*os los patitos %eos sern

    cisnes

    Las historias de triunfo como la de la joven $olly Aair nos fascinan. = la chica la

    molestaban en el colegio por sus particulares facciones" llam&ndola 6cara de rata6" hastaue un caatalentos la descubri y la transform en supermodelo.

    Ser& por una especie de resabio de la fantas#a de *enicienta" ue escuchamos seguidorelatos de famosos 'generalmente mujeres' ue nos cuentan como en su infancia eranconsideradas alejaditas de la mano de 9ios" hasta ue de pronto" como a las orugas" lesaparecieron alas de mariposa.

    al como la moral tras los cuentos de princesas cl&sicos" donde la ni>a de mocos colgandose transforma en reina" gracias al amor del pr#ncipe. En la narracin de estas estrellas"aparece la varita m&gica de alguna agencia ue ve en ellas todo ese esplendor ue el vulgo

    no supo apreciar.

    +Ser& ue esta ficcin habita en muchos de nosotros de manera inconsciente- Lo digo nosolo por auellos ue de manera manifiesta esperan ser descubiertos por alguien uecapitalice esos talentos" ue slo uno sabe ue tiene. Sino por ue en la lgica del amor" esode enamorarse de repente de alguien a uien pr&cticamente no conoco" muchas veces est&hecho del entusiasmo ue nos produce el repentino inter%s de otro sobre nosotros. =ntesue ver lo ue nos agrada del otro" como ue nos encandila m&s como %ste nos ve en otraspalabras a veces no sabemos si deseamos a alguien" pero amamos como nos desean.

    Est& fascinacin con la idea de ser descubiertos" podr#a ser tambi%n la responsable delsimulacro de baja autoestima. / digo simulacro" porue uien genuinamente padece defalta de amor propio 'en un estado melanclico" por ejemplo' no le da ni para uejarse" yaue la falta de sentido implica ceder todo inter%s por uno mismo. 4ero la ueja com!nrespecto de la falta de este fetiche del alma" suele ser m&s bien un reclamo de la estima uesuponemos merecemos. =s#" cu&ntas veces nos uejamos de ue no tenemos tal o cualcosa" bellea o destrea. Sosteniendo dicho malestar en la idea de ue nuestro ego merecealgo m&s" ciertas cualidades ue reuerimos para ser felices. =lgo as# como ue la idea de

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    nosotros mismos no coincide con lo ue la vida nos retorna como imagen. / esto no pocasveces transcurre con mucho dolor.

    / como sabemos de esa dolencia" muchas veces por compasin" entre nosotros noslevantamos el &nimo afirm&ndole al ue se ueja" de ue en realidad s# posee tal cualidad

    de la cual se siente carente o ue ya llegar& alguien ue s# pueda ver ese gran valor ueotros han pasado por alto.

    Sin embargo" sabemos ue no es cierto. 8o todos los patitos feos ser&n cisnes. +Es eso unadesgracia- *laro ue lo es" cuando sostenemos la idea de ue hay ue ser o muy bello" omuy talentoso o muy algo para tener un lugar en el mundo. / es ah# cuando alimentamoslas distintas carnicer#as" est%ticas o de alguna moral f&lica" cuyos dientes luego nos caenencima.

    El esfuero de integracin compasiva cae en el mismo problema" porue en el fondocuando decimos las chicas con sobrepeso tambi%n pueden ser modelos" +no estamos

    alimentando la misma moral ue luego padecemos- Esa de ue todos debi%ramos ser6modelos6 y bellos de alguna u otra forma. Es sostener en este caso" una idea del lugar uedebiera tener el cuerpo de la mujer en el mundo ue por cierto es eigente y problem&tica.

    La moral del patito feo 'esa de ue la vida no empiea hasta ser un bello cisne' no hace m&sue ealtar esas pir&mides de clasificacin humana ue ecluyen y mortifican. 4or elcontrario" moverse m&s all& de esas definiciones" libera. Se debe comprender ue el intentopor ser un humano alfa 'desde las definiciones eternas' lejos de ser el camino a lafelicidad" es esclavitud.

    ntensamente: la gente %eliz no

    tiene historias

    El Pais Intimo

    $enos mal ue ya hace un buen tiempo ue las pel#culas para ni>os se las arreglan para

    sacarles tambi%n una sonrisa a los adultos. 63ntensamente6" la !ltima produccin de 4iar"consigue algo m&s ue una carcajada.

    En s#ntesis" y para no hacer un spoiler a uienes no la han visto" se trata de lo ue ocurreen la cabea de una chica pre p!ber. Sus emociones comienan a complejiarse y las

    vivencias dejan de poder ser clasificables con claridad en los casilleros de alegr#a" tristea"miedo" desagrado y rabia (esas son las emociones personificadas en la historia).

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    El drama se desencadena cuando el personaje de 6alegr#a6" uien hasta entonces aparec#acomo la comandante del resto de las emociones de la ni>a" pierde el control" y la chicacomiena a descentrarse" ui&s a vivir su primer acercamiento a las crisis eistenciales dela adolescencia. Lo interesante es ue por m&s peripecias ue 6alegr#a6 haga" no puede

    volver al trono. 8o puede por algo ue en principio parece un desajuste algo ue en la

    sociedad terap%utica de nuestros d#as se llamar#a depresin" trastorno de personalidad od%ficit atencional. Sin embargo" podr#amos decir ue no puede" porue la felicidad es elespejismo de nuestro deseo.

    $e eplico. Es muy probable ue si le preguntan a cualuiera u% uiere en la vida"muchos dir&n ue ser feli. 4ero ese objetivo tan preciado se escurre entre las manos" nopocas veces" por la propia autor#a.

    Esto es lo ue ?reud" el inventor del psicoan&lisis" descubre5 no es la felicidad lo ue sebusca" aunue uno suponga ue s#. A&sicamente" porue el deseo humano busca lo ue notiene" y eso nos lleva por caminos escarpados. Es lo ue eplica ue vayamos a veces m&s

    all& de lo ue nos sale f&cil. El ejemplo t#pico en el amor es esa tendencia a buscar a uienno nos corresponde y desechar al candidato disponible. @" por el contrario" defendernos delo ue deseamos y odiarlo porue no nos atrevemos a ir hacia all&. *omo cuando vemos lapaja en el ojo ajeno y volcamos demasiada ira frente a cuestiones ue en el fondo nosconvocan. = esto se suma otro punto ue complejia las cosas" la llamada pulsin demuerte. ,ue es responsable de esos puntos de fijacin 'nuestros ecesos y locuras ue" porcierto" no conducen al placer.

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    1ay algo ue se llama ambivalencia" ue nos lleva a tener dudas y a perder el tiempo encuestionamientos. 8os desacelera. 4ero lejos de tratarse de una enfermedad" mediocridado amarillismo es la preciosa posibilidad humana de convivir con los grises de la realidad.

    /" por cierto" inventar respuestas m&s complejas ue la furia desatada" justificada por lab!sueda de una felicidad de jugueter#a.

    Con*orito campe.n

    1ay al menos dos or#genes de las agresividades" esas ue provienen del resentimiento enuien ha sido maltratado y sigue rompi%ndose a s# mismo. / las otras ue" por el contario"salen de uien fue en eceso criado en el narcisismo y siente ue puede seguir siendo eseni>o omnipotente en el mundo.

    La final de la *opa =m%rica se disput entre esos dos ni>os" uno ue desesperanadoaguarda una y otra ve confirmar ue es un fracaso y otro ue se come las u>as frente alriesgo de ue no se le apareca algo distinto al triunfo" dimensin en la ue no es capa dereconocerse.

    / as# fueron los d#as previos al certamen para el ni>o de este lado de la cordillera" conhumor no poco negro" nos d&bamos por perdedores. 9ada nuestra historia de automaltrato 'ui&s ue al igual ue el chico autodestructivo ' fuimos en el origen demasiadomal dichos" luego haci%ndonos cargo nosotros mismos de perpetuar la

    mal'dicin.

    1icimos nuestras apuestas en la oficina y en el barrio con desasosiego" aunueinclin&ndonos por *hile" m&s por moral ue por una ilusin. 3ncluso uienes est&n lejos dela euforia futbolera" sintieron inevitablemente en cierto momento ese suspiro de lanostalgia de lo ue no fue5 un 6nunca ganamos6" 6somos un pa#s penca6. / junto a la penase nos aparece la rabia" esa de ver a nuestros vecinos trasandinos con esa sonrisaeagerada de 4epe *ortisona" ese a uien *ondorito llamaba 6jetn6" o 6saco de plomo6"ese ue padec#a de una seguridad insolente.

    4ero ayer el 6plop6 del final del cmic se lo llev el ganador de siempre" y nosotros dijimos5por fin un cari>ito a nuestro ego herido. 4or fin un t#tulo m&s ue merecido.

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    odo lo contrario. ?ue la posibilidad de ue por un momento todos esos retaos de unpueblo ue cuesta ue se identifiue en un nombre 'm&s all& de compartir un territorio'por un instante sintiera la alegr#a de eistir juntos.

    *omo dijo el filsofo chileno odrigo Harmy respecto de este triunfo" para algunos se

    tratar& de la versin 6facha6 ue supone ue tenemos ue seguir as#5 Iinners"nacionalistas. $ientras ue para alguna iuierda ser& el opio moment&neo ue nos har&olvidar la emergencia ambiental de la batalla pol#tica de estos d#as. 4ero ambasinterpretaciones son in!tiles.

    4ara futboleros o no" es un d#a m&s bien de recordar ue *hile necesita ganar. 1acer deesta tierra tan maltratada un lugar digno para vivir. 9arnos un respiro. *omo el d#a deayer" en ue por fin tuvimos slo una alerta ambiental 'ue estos d#as no es poco decir'pero la verdad es ue construir desde la alerta es bastante m&s prometedor ue desde laemergencia.

    !2u$ es un pa*re&

    El Pais Intimo

    =s# como la palabra madre sirve para denominar un rol de una mujer" padre es la palabrapara denominar un rol de un hombre. ,uiero decir con esto" ue no eisten seres humanosue sean esencialmente padres y madres. 4ero eso se nos olvida a los hijos. $uchas veces

    esperamos ue esas personas ue nos trajeron al mundo est%n a la altura de esos grandesnombres. Esperamos ue sean justos" entregados" ue sus intereses sean hijo'c%ntricos"ue sean moralmente ejemplares" y para algunos ue ojal& 'en el caso de la madre' se tratede un ser aseuado. *uando vislumbramos alguna fractura de estas personas llamadaspadres con el ideal ue tenemos en la cabea" nos viene esa decepcin ue en cierta etapade la vida se traduce en rebeld#a. Es slo cuando crecemos y dejamos atr&s el talibanismoadolescente" ue podemos reencontrarnos con ellos en una faceta m&s amable. =unue hayuienes les cuesta m&s" y hasta grandecitos siguen esperando y esperando ue esos padrescoincidan con sus epectativas.*omo sea los padres" m&s all& de las figuras de carne yhueso" son parte de nuestras neurosis de un modo o de otro. Est&n uienes no logran hacerel duelo de ue tienen un padre ausente y no cesan de victimiarse y esperarlo. @tros ue

    creen ue la madre espera muchas cosas de ellos y eso es su motor" ui&s cuando esamadre nunca les ha pedido nada. / as#" en nuestro inconsciente habitan" uer&moslo o no"estas figuras por mucho tiempo.

    /a ue ayer se celebr el 9#a del 4adre" hablemos un poco de %ste.

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    El padre contempor&neo dista mucho del tradicional. =l menos la idea ue se tiene de %ste"y lo ue se espera del mismo cuestin ue" por cierto" tiene consecuencias en los hijos deantes y de hoy.

    El padre de antes estaba validado como figura de autoridad. Su palabra era ley. =unue el

    no pronunciara ni una vocal" por ue a veces bastaba con ue la madre dijera 6tu pap& seva a enojar6 'aunue %ste haya estado jugando pool con los amigos y no tuviera ni uninter%s en la criana' funcionaba para poner un l#mite.

    Este autoritarismo generalmente provocaba ambivalencia en los hijos5 resentimiento yadmiracin. = veces en las hijas" el padre se convert#a en el hombre de sus vidas"encontrando a cualuier otro hombre inferior frente a la potencia del progenitor.

    4or cierto" estos padres todav#a eisten" pero cada ve tienen menor legitimidad. 1oy elpadre postmoderno" o lo ue se espera de %l" es ue se impliue en la criana y ue ayude alhijo a tener y lograrlo todo.

    El primer padre es una figura castradora" ue como toda instancia represiva suconsecuencia es la rebeld#a. esistencia" ue si no aparece hay ue ayudarla a salir. 4ero elsegundo padre" tambi%n tiene consecuencias.

    oy con un ejemplo del filsofo FieG5

    El padre de antes le dir#a al hijo5 6ienes ue ir a ver a tu abuela" no me importa lo ue tuuieras6. El hijo probablemente tendr#a ue ir" pero tiene un margen interno de libertad"puede ir a rega>adientes" sabe ue lo hace por obligacin.

    El padre moderno dir#a en cambio5 6Sabes cuanto te uiere tu abuela. 4ero anda slo si tuuieres6. Ese hijo ueda m&s atrapado por el primero. 8o tiene opcin" porue si no uiereir se sentir& culpable. Es decir l