chanel coco mis pequeños · mis creaciones siempre fueron muy sencillas. verdadero. verdadero. 3....

Mis pequeños

Mis pequeños

Mis

peq

ueño

s HÉR

OES

La mayoría de héroes que conocemos son seres extraordi narios con poderes mágicos y una capa ondeando en sus hombros. Pero también existen héroes de carne y hueso, tan humanos como tú y como yo, que

algunas veces se equivocan y otras aciertan a lo grande.

Coco Chanel fue uno de ellos. Sus poderes fueron su pasión por la moda y la ropa, un grandísimo esfuerzo y muchísima dedicación. Gracias a estos poderes inventó un nuevo tipo de vestuario femenino totalmente rompedor con la moda de su época. Coco Chanel hizo posible que las mujeres se desprendieran del corsé, una prenda muy incómoda que les apretaba muchísimo la cintura, y también que llevaran pantalones y chaquetas que, hasta entonces, solo utilizaban los hombres. Sus vestidos revolucionaron la moda femenina, y eso la convirtió en una de las diseñadoras más conocidas de la historia. Aún hoy las prendas que creó tienen mucho éxito. Tal es la proeza de Coco Chanel, y esta es

su historia.

Coco Chanel

CO

CO

CH

AN

EL

Chanel Coco

Portades ESP MPH Salvat.indd 72 6/3/18 13:40

36_Bio_CocoChanel_SALVAT_tripa.indd 6 6/3/18 13:31

S eguro que alguna vez has visto una de esas muñecas que tiene una cintura estrechísima. Cuando yo era joven, muchas mujeres pensaban que, si no tenían una cintura así, no estaban

guapas. Para conseguirla se ponían una especie de camiseta que les apretaba muchísimo, el corsé. ¡Casi ni les permitía moverse!

A mí no me gustaba esa forma de vestir, me parecía incómoda y anticuada, así que decidí crear una nueva moda para que las mujeres vistieran con prendas cómodas, con las que se pudiera respirar sin que reventara ninguna costura.

Me llamo Gabrielle Chanel, pero todo el mundo me conoce como Coco Chanel, y soy una de las diseñadoras más recordadas del planeta. Mi camino no fue nada fácil: me había quedado sin padres cuando era pequeña, y tuve que buscarme la vida sin una familia que me apoyara. Además, me enfrenté a muchas críticas por mis diseños y mis ideas. Pero conseguí dedicarme a lo que me gustaba y hacerlo a mi manera, y estoy muy orgullosa de ello. Si quieres saber más sobre mí y mis vestidos, sígueme en estas páginas.

Esta es mi historia.


Nací en Francia el 19 de agosto de 1883 y viví en una época llamada belle époque, que significa «época bella», porque eran tiempos de prosperidad, paz y alegría. Sin embargo, mi infancia no tuvo nada de bonita ni de alegre. Cuando tenía 12 años, murió mi madre, y poco después mi padre nos abandonó a mis hermanas y a mí. No quería hacerse cargo de nosotras, así que nos dejó en un convento que un grupo de monjas había convertido en orfanato. Allí aprendimos un poco de todo y, sobre todo, a coser y bordar.

—Queridas niñas, bienvenidas. A partir de hoy, este será vuestro hogar.

—Muchas gracias, madre superiora.—Aquí aprenderéis a hacer muchas cosas, ya lo veréis. Por ejemplo,

¿alguna de vosotras sabe coser?—Ehm… no.—No os preocupéis, en un plis plas seréis unas artistas de la costura.En aquel convento de monjas no nos trataron nunca con cariño ni

con amor, que era justo lo que los niños huérfanos necesitábamos. Pero es verdad que aprendí a coser como una artista.

36_Bio_CocoChanel_SALVAT_tripa.indd 8 6/3/18 13:31 36_Bio_CocoChanel_SALVAT_tripa.indd 9 6/3/18 13:31


Al principio me lo tomaba como una tarea más de las muchas que hacíamos con las monjas. Pero, poco a poco empecé a encontrarle el gusto, hasta que llegó el día en que durante mi tiempo libre prefería coser vestidos a jugar con mis amigas.

Solo disponía de dos colores, el blanco y el negro, porque confeccionaba los vestidos con los retales de los hábitos de las monjas. A mis amigas no les gustaban nada estos colores, pero para mí eran maravillosos. De hecho, eran mis dos colores favoritos.

—¡Qué aburrida! Siempre de blanco y negro, negro y blanco, blanco y negro. ¿No te cansan?

—Pobres muñecas, parece que vayan a un funeral. Cómo me gustaría tener una con un vestido dorado y piedras de colores.

—¡Ay, sí! Yo le añadiría plumas y lacitos.

—Pero ¿qué decís? Si les pusiéramos todo eso parecerían monos de feria. ¡Estarían horribles!

Por suerte, hice caso omiso de sus comentarios. Ellas tenían su opinión, pero yo estaba convencida de que mi estilo podría llegar muy lejos.


En cuanto cumplí los 19 años, me fui a vivir a París para convertirme en modista. Al fin y al cabo, mis hermanas y yo estábamos solas en el mundo y teníamos que buscarnos un trabajo para sobrevivir.

Me puse a trabajar en una sastrería y, por las noches, cantaba en un local. Durante los años de la belle époque, París estaba repleta de teatros y bares donde cada noche se organizaban conciertos y números de cabaré, ese espectáculo en el que las bailarinas visten faldas de cancán e interpretan canciones divertidas levantando mucho las piernas. Yo no era especialmente buena, pero conseguí dar con un par de canciones que tuvieron mucho éxito.

—¡Canta aquella canción tan graciosa, venga!

—Sí, aquella de Coco, ¡por favor!—Qui q’a qui q’a vu Coco? Eh!

Coco! Eh! Coco! Qui qu’a qui qu’a vu Coco? Eh! Coco!

Desde entonces, empezaron a llamarme Coco, como la canción. Era un apodo simpático y único. Quién sabe si algún día el mundo entero me conocería como Coco.


—Qué preciosidad de sombrero lleva usted, señorita. ¿Dónde se lo ha comprado?

—Lo he hecho con mis propias manos. Si quiere uno, puede venir a mi taller, y veremos cuál le puede quedar mejor.

—¡Cuente con ello! ¡Parece tan cómodo! Yo tengo las cervicales destrozadas con este armatoste que llevo en la cabeza...

—Cuando usted quiera, la esperaré encantada.


Entre el dinero que había ahorrado con mis trabajos y la ayuda de algunos amigos, monté mi propio taller de confección en un pequeño apartamento. Empecé diseñando sombreros. Me gustaba que fueran sencillos, nada de cosas pomposas ni pesadas para llevar en la cabeza.

Al ver mis sombreros, la gente se quedó sorprendidísima. Eran sencillos, pero muy elegantes: algunos eran simplemente de paja, o de lana, o llevaban un lazo de color para adornar. Pensé que nadie me los compraría, pero en cuanto una mujer vino a mi taller, se compró uno y lo lució por la calle, enseguida vino otra, y luego otra y otra. La voz corrió como el viento y mi taller se llenó de clientas. Incluso a mí me paraban por la calle cuando estrenaba uno de mis modelos:


Con el tiempo, me atreví a diseñar vestidos, chaquetas, camisas, faldas… de todo. Para hacerlo, salía a pasear y a observar a la gente. Buscaba las formas de vestir más cómodas y elegantes, y no necesariamente las encontraba en las salas de baile o en los cafés. Pronto entendí que la elegancia no se basa en el lujo, sino en las cosas simples y comunes.

Por ejemplo, los trajes que utilizan los marineros. Los descubrí cuando me fui de viaje a la Bretaña francesa, en la costa. Los jerséis de rayas y los gorros de lana que utilizaban los pescadores me parecieron muy bonitos y cómodos, y pensé que los podrían llevar otras personas, aunque no trabajaran en el mar. Así que los puse de moda y creé el «estilo marinero».

—Señor marinero, su gorro parece muy cómodo. ¿Me lo deja un momento para estudiarlo mejor?

—Claro, señorita, aquí lo tiene.—¡Es estupendo! Simple y práctico, y a la vez elegante. ¡Me

encanta!



Mi estilo casó muy bien con la nueva forma de pensar y de vivir de la belle époque. Hasta entonces, las mujeres habían tenido que ponerse el corsé para estar guapas, pero ahora todo había cambiado. Con mi moda, podían vestir de una forma más práctica y, lo más importante, era una moda hecha a su gusto, pues ellas decidían qué ponerse y cómo combinarlo.

Una de mis grandes revoluciones para hacer las prendas más cómodas fue acortar las faldas, que entonces se llevaban hasta los tobillos y pesaban mucho. Yo las cosía por debajo de las rodillas, y con la cintura un poco baja para que no apretaran tanto. También puse de moda el pantalón de mujer: aunque no te lo creas, en mi época era muy raro ver a una mujer con pantalones, con lo cómodos que son.

—Coco, gracias a tu estilo puedo vestirme sola sin pedir ayuda a nadie para que me abroche el corsé.

—¡Cuánto me alegro!—Oh, y no sabe usted lo cómoda que

voy con los pantalones.—¡Qué bien!


Sin embargo, había muchos hombres y mujeres que no aprobaban mis diseños. Pensaban que eran demasiado sencillos, atrevidos y poco elegantes. Y querían que todas las mujeres vistieran de manera antigua, como si fuera la única opción correcta y como si solo los hombres pudieran llevar pantalones.

A mí me daba igual lo que pensaran. Yo estaba muy orgullosa de mi taller, porque cada día tenía más clientas y todas se iban encantadas con sus nuevos vestuarios. Pero siempre hay personas que se aferran a las tradiciones sin preguntarse por lo útil que puede ser un cambio.


—¿Has visto cómo va esa?—¡Qué descarada!—¡Lleva unos pantalones como los de mi marido!—Seguro que lleva un vestido de la diseñadora esta, Coco Chanel…A pesar de las críticas, mi taller crecía día a día, y pronto

me pidieron entrevistas para las principales revistas de moda, como Vogue. Al cabo de unos años, pude abrir tiendas en París y en otras ciudades de Francia, como Deauville y Biarritz.


Me estaba haciendo famosa, y cada noche me llegaban invitaciones para ir a fiestas parisinas. En ellas conocí a muchos artistas, como Pablo Picasso o Ígor Stravinski.

Un día, el escritor y cineasta Jean Cocteau me pidió que le ayudara con el vestuario de una obra de teatro que había escrito. Quería que todo en ella fuera original y sorprendente.

—Estoy cansado de vestidos largos que acumulan polvo, Coco. ¿Me ayudarás?


—¡Claro que sí! Tengo justo lo que necesitas.—Picasso se encargará de los decorados.—Quedará estupendo, ¡ya lo verás!La obra de Jean fue un éxito y mis vestidos fueron aplaudidos

en el mundo entero. Al cabo de poco tiempo, me llamaron de Hollywood para diseñar el vestuario de una película americana. Era como un sueño hecho realidad.


Gracias al éxito de mis diseños, pude convertir mi taller en un gran salón de moda. Lo llamé La Maison. Estar allí era increíble, y cada día me venían ideas nuevas a la cabeza. ¡Había tanto por hacer!

Durante un tiempo, estuve dándole vueltas a una idea que no sabía cómo resolver. Quería diseñar una prenda de mujer que se adaptara a todo y que se pudiera usar para ir a una fiesta, salir a la calle o ir al trabajo. Al final, la solución fue más sencilla de lo que esperaba: la petite robe noire, el vestidito negro. Se trata de un vestido sencillo de un solo color, el negro. A lo mejor no te lo crees, pero aquel vestidito cambió la historia de la moda para siempre y se convirtió en un icono del estilo Chanel.

Cuando se lo enseñé a mis ayudantes, no acabaron de verle la gracia.

—¿Qué os parece?—Es un vestido negro, Coco.—Sí, pero es especial. Ya

veréis, dentro de unos años muchas mujeres del mundo tendrán un vestido negro en su armario.

Y no me equivoqué demasiado.


Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en 1945 me obligaron a cerrar La Maison. Dijeron que la moda no interesaba a nadie en tiempos de guerra, así que pasé mucho tiempo sin diseñar.

Por suerte, muchos años después, mis amigos me convencieron para que la reabriera. Yo ya era mayor, tenía 71 años, pero las ganas de diseñar nuevas prendas no habían cambiado en absoluto. Pero había una cosa que me daba un poco de miedo: durante todo ese tiempo, habían aparecido nuevos diseñadores que se habían hecho muy famosos y su estilo no tenía nada que ver con el mío. ¡A lo mejor mis ideas estaban pasadas de moda!

Para mi sorpresa, cuando presenté mi colección todos se quedaron boquiabiertos. El mayor éxito lo tuve en Estados Unidos, donde hablaban de la «revolución Chanel».

—Señora Coco, ¿cómo consigue ser tan elegante y a la vez tan sencilla?

—La elegancia la lleva cada uno consigo. Solo tiene que sentirse cómodo con la ropa que lleve y escoger su estilo.



Los últimos años de mi vida fueron muy duros. Los amigos que había hecho durante mi juventud ya no venían a verme tan a menudo, algunos se habían ido de Francia y vivían lejos. Me sentía muy sola porque no tenía a nadie en quien apoyarme, solo mis vestidos y mis maniquís. Así que, un día de 1971, me fui a dormir y nunca más desperté.

Yo desaparecí, pero mis creaciones se quedaron en el mundo de la moda hasta hoy día. El estilo Chanel era clásico, sobrio, alejado de las modas pasajeras. Cualquier diseñador soñaría con que sus creaciones nunca pasasen de moda, como las mías. Me convertí en la reina de la moda y aún hoy se habla de mí y de mi historia.

—Mamá, mira qué vestido tan bonito. ¿No quieres probártelo?

—Es precioso, sí.



Me llamo Coco Chanel y esta fue mi historia. Tuve una infancia muy dura, pero de ella aprendí que la única forma de salir adelante es haciendo lo que a uno más le gusta, porque solo así nos esforzamos al máximo para que el resultado sea el mejor. En mi caso, me dediqué al mundo de la moda, y pasé toda mi vida buscando un estilo innovador y original, cómodo y a la vez elegante, que se adaptara al estilo de vida de la mujer moderna. Tuve que enfrentarme a muchos prejuicios y a muchas críticas, pero al final lo conseguí. Me convertí en una diseñadora de moda conocida en todo el mundo cuyo estilo aún sigue vivo en las prendas de ropa que se compran cien años después. Nunca dejes que los demás limiten tu voluntad ni tus ganas de crear. Todos podemos realizar nuestros sueños, pero para ello hay que trabajar duro y no dejarse abatir por las dificultades.

FIN


1883

Coco Chanel nace en Saumur,

Francia.

1895

Su madre muere.

1900

Es enviada a Moulins. donde

empieza a trabajar en una mercería.

1905

Debuta como bailarina en La Rotonde.

1910

Abre en París Chanel Modes,

su primera tienda.

COCO CHANEL:ESTA ES SU HISTORIA

Al cumplir 17 años, las monjas del

orfanato la enviaron a Moulins. Allí empezó a trabajar en una mercería; realizaba trabajos

de costura por encargo y pronto SE HIZO FAMOSA POR

SU TALENTO.

La moda también se vio

influenciada por este período y Coco fue una de las impulsoras de los cambios que se produjeron.

Empezó a vender sus atrevidos diseños de sombreros y CAUSARON UNA GRAN

SENSACIÓN.

Coco Chanel nació en Saumur, en el valle

del Loira, en Francia. Cuando tenía solo 12 años murió su madre

y su padre decidió dejar a sus hijas en el orfanato de la Abadía de Aubazine.

Durante los seis años que pasó allí, APRENDIÓ A COSER y muchos

piensan que la austeridad con la que vivió durante esta

época la marcó de por vida.

Coco Chanel vivió durante la

BELLE ÉPOQUE, una época comprendida entre finales del siglo XIX

y el inicio de la Primera Guerra Mundial. La belle époque fue una época de cambios, en la que se

inventaron máquinas y artilugios nuevos. Además, en arte, la

corriente llamada Art Noveau, quiso romper con el arte

antiguo y crear obras diferentes.


1913

Abre una boutique donde empieza a vender ropa confeccionada por ella misma.

1921

Lanza su primer perfume.

1925

Crea su mítico

vestido negro.

1954

Reabre su tienda de ropa.

1971

Coco Chanelmuere

en París.

Poco a poco, Coco Chanel fue creando

una moda no solo innovadora, sino también fiel a su idea de mezclar ELEGANCIA Y COMODIDAD. Abrió una boutique y contrató a dos costureras para que trabajaran con ella en sus

diseños. Fue todo un éxito. Tanto, que abrió varias tiendas en diferentes

ciudades. E incluso creó su propio perfume.

En aquella época, LA MODA ERA MUY POCO

PRÁCTICA PARA LAS MUJERES: los corsés, los tacones, los vestidos

larguísimos… ¡Era muy difícil moverse con todo eso encima! Así que ella empezó a vestir con pantalones

y zapatos cómodos. ¡Cómo iba a ser libre si no

podía moverse! A pesar de las adversidades por las que

tuvo que pasar consiguió que sus sueños se hicieran realidad.

Con esfuerzo, dedicación y mucha vitalidad, Coco Chanel pudo

DISEÑAR SU PROPIO DESTINO.

COCO CHANEL:ESTA ES SU HISTORIA

La moda también se vio

influenciada por este período y Coco fue una de las impulsoras de los cambios que se produjeron.

Empezó a vender sus atrevidos diseños de sombreros y CAUSARON UNA GRAN

SENSACIÓN.


MANIQUÍ TAMBOR DE COSTURA

JERSEY DE RAYASSOMBRERO Y BOLSO TIJERAS

CINTA MÉTRICA

A lo largo del libro he ido dejando algunos objetos que diseñé y otros que me fueron muy útiles para elaborar mis creaciones. ¿Me ayudas a encontrarlos?

¿Cuáles de estas afirmaciones crees que son verdaderas y cuáles falsas?

Me encantaba coser cortinas usando mis colores favoritos: el verde y el rojo.

En mis vestidos, siempre intentaba poner la mayor cantidad de cosas posibles: lazos, plumas, brillos…

Cuando monté mi primer taller de confección, empecé diseñando sombreros.

En mi época, las mujeres no solían usar pantalones, pero yo los puse de moda.

2 ¿VERDADERO O FALSO? v f

1 ¿me encuentras?


Ahora que ya me conoces sabes que me encantaba la ropa. Pero hubo dos prendas con las que me hice especialmente conocida. ¿Te atreves a decirme cuáles son?

Soluciones:

1. ¿Me encuentras?

Sombrero y bolso: los viste al final de mi historia. Tijeras: estaban sobre la mesa, cuando te conté que cosía los vestidos en dos colores.Jersey de rayas: los usaban los marineros y me sirvieron de inspiración. Maniquí: lo viste al inicio de mi historia. Cinta métrica: apareció cuando te conté que puse de moda el pantalón de mujer. Tambor de costura: con él, las monjas me enseñaron a coser y a bordar.

2. Verdadero o Falso

Falso. Los colores que más me gustaban eran el blanco y el negro y no cosía cortinas sino vestidos. Falso. ¡Qué va! Mis creaciones siempre fueron muy sencillas.Verdadero. Verdadero.

3. ¿Me conoces?

A y B, los sombreros y los pantalones.

3 ¿me conoces?

A

C

B

D


Mis pequeños

Mis pequeños

Mis

peq

ueño

s HÉR

OES

La mayoría de héroes que conocemos son seres extraordi narios con poderes mágicos y una capa ondeando en sus hombros. Pero también existen héroes de carne y hueso, tan humanos como tú y como yo, que

algunas veces se equivocan y otras aciertan a lo grande.

Coco Chanel fue uno de ellos. Sus poderes fueron su pasión por la moda y la ropa, un grandísimo esfuerzo y muchísima dedicación. Gracias a estos poderes inventó un nuevo tipo de vestuario femenino totalmente rompedor con la moda de su época. Coco Chanel hizo posible que las mujeres se desprendieran del corsé, una prenda muy incómoda que les apretaba muchísimo la cintura, y también que llevaran pantalones y chaquetas que, hasta entonces, solo utilizaban los hombres. Sus vestidos revolucionaron la moda femenina, y eso la convirtió en una de las diseñadoras más conocidas de la historia. Aún hoy las prendas que creó tienen mucho éxito. Tal es la proeza de Coco Chanel, y esta es

su historia.

Coco Chanel

CO

CO

CH

AN

EL

Chanel Coco

Portades ESP MPH Salvat.indd 72 6/3/18 13:40

chanel coco mis pequeños · mis creaciones siempre fueron muy sencillas. verdadero. verdadero. 3....

Documents