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carpanitodaviaEl Museo Evita organizó una muestra del recordado artista plástico argentino, cuyas imágenes siguen representando hoy a los trabajadores en muchas de sus resistencias y luchas. A 15 años de su muerte, Ricardo Carpani vuelve a escena a través de la potencia de sus palabras,

murales, afiches y carteles.

“El arte siempre cumple una función social: o al servicio de los sectores dominantes o al servicio de las nuevas fuerzas que van

emergiendo dentro de la sociedad”

Ricardo Carpani

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Natalia Nierenberger,

Directora del Museo Evita, sos-

tiene que no hubo otro artista

que haya pintado a Eva Perón

como lo hizo Ricardo Carpani. Lo

dice en relación a la fuerza que

ella tenía y cómo ésta se ve re-

flejada en el retrato principal que

se presentó en la muestra.

“Es un artista que representa

lo que queremos transmitir.

Ricardo Carpani fue un trabaja-

dor de primer nivel con mucha

humildad. Una persona de una

entrega y una solidaridad abso-

luta cuyo compromiso militante

fue siempre más allá de lo parti-

dario”, agrega Nierenberger.

La exposición “Carpani todavía”

fue elegida para estar presente

en el museo en el año del 60º

aniversario de la muerte de Eva,

y contó con una gran afluencia

de público. Las obras fueron

acercadas por la propia Doris

Carpani (viuda del artista) y en-

tre ellas se pudieron apreciar

no solo cuadros y pinturas, sino

también esculturas, dibujos y

fotos personales. carpanitodavia

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Vida y obraRicardo Carpani nació en Tigre, Provincia de Buenos Aires, el 11 de febrero de 1930. Al poco tiempo se mudó junto a su familia a la Capital Federal e hizo allí el colegio primario y secundario. Luego, ingresó a la Facultad de Derecho.

Pero Carpani pronto entendió que el mundo de las leyes no era lo suyo y decidió viajar a Europa. Se instaló dos años en París, donde trabajó po-sando como modelo en la Academia la Grande Chaumière, y allí encontró qué era lo que quería hacer. En la ciudad de las luces empezó a dibujar y pintar… y nunca más paró.

En 1952 regresó a la Argentina pa-ra estudiar con el maestro Emilio Pettoruti y cinco años más tarde hizo su primera exposición en la Asociación Estímulo de Bellas Artes. Con el paso de los años simpatizó cada vez más con las causas socia-les y en 1959 fundó, junto a otros artistas, el grupo “Espartaco”. Este nuevo movimiento de arte político señaló la pintura de caballete como género burgués e hizo gala de un expresionismo social a través de la pintura en grandes dimensiones. Sus obras estuvieron vinculadas a temáticas tales como los trabajado-res y el desempleo de la época.

“Una persona de una entrega y una solidaridad absolu-ta cuyo compromiso militante fue siem-pre más allá de lo partidario”

Arte y proletariadoEn 1961 Carpani se separó del gru-po para instalarse de lleno en el movimiento obrero. Ese año realizó trabajos en los muros de los sindica-tos de la Industria de la Sanidad, el Vestido y la Alimentación.

Luego de la dictadura militar, la CGT le encargó el motivo de la “Semana de Protesta” y su afiche “Basta!” adquirió difusión masiva. Aquella figura del trabajador agigantado en situación de lucha activa y movili-zado trascendió las fronteras y se propagó también en gran parte de América Latina. La clase obrera hizo suya la obra y Carpani fue invitado a exponer en todas partes del mundo.

En los años siguientes el vínculo del artista con el movimiento sindical se fortaleció aún más. Distintos gre-mios le encargaron la realización de más murales e hizo también nuevos afiches emblemáticos como el de la desaparición de Felipe Vallese.

Los años 70Posteriormente, por diversos moti-vos, Ricardo Carpani se fue alejando cada vez más de la Confederación General de los Trabajadores. Y una vez entrados los ´70 -al igual que muchos otros artistas e intelectua-les comprometidos de su época- se vio obligado a exiliarse.

Carpani viajó a hacer unas exposi-ciones a Madrid y ya no pudo volver. La dictadura militar se encargó des-pués de destruir la mayor parte de su obra. [+]

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El artista formó parte de la Comisión Argentina por la Defensa de los Derechos Humanos que denunció los crímenes de la dictadura y una vez restablecida la democracia re-gresó al país en 1984.

La dictadura mili-tar se encargó de destruir la mayor parte de la obra de Ricardo Carpani

VolverDespués de diez años fuera del país Carpani se encontró con un realidad muy distinta en donde la política pasaba ya por otro lado y el llamado “desexilio” se le hizo entonces muy duro.

Su obra “¿Dónde está la parada del 60?” es un fiel reflejo de lo que le tocó atravesar en esos años en los que le costó mucho exponer. Como no lo invitaban de ninguna galería Carpani terminó mandando obras suyas a la Secretaría de Cultura y recién pudo volver a hacer una presentación propia en el centro porteño en 1989.

En lo que tiene que ver con el conte-nido de sus pinturas, Carpani tomó en su vuelta una serie de personajes que había creado en el exilio y los introdu-jo en una especie de selva. Un lugar en el que lo civilizado no era ya lo político. En ese contexto y fondo ubicó también, después, su serie de tango.

Los libros

La necesidad de expresión de Carpani no solo se puede apreciar a través de la plástica, ya que a lo largo de su carrera el artista escribió también varios libros. Entre ellos “Arte y Revolución en América Latina” (1961), “La política en el Arte” (1962) y “Nacionalismo, Peronismo y Socialismo Social” (1974).

En sus últimos años Carpani hizo un gran retrato de Ernesto Guevara que actualmente está en la Plaza de la Recuperación de Rosario, cerca de la casa del Che.

Ricardo Carpani falleció en Buenos Aires el 9 de septiembre de 1997. Ø

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