La polémica del carnavalDías antes de la celebración, la pequeña de 7 años, Julia Lira, hija de Marco Lira, presi-dente de la escuela de samba “Viradouro”, había sido impedida de participar pues el consejo es-tatal de defensa del niño y el ado-lescente cuestionó su designación como reina de la batería (percusión), papel que generalmente es represen-tado por sensuales mujeres en prendas menores.La jueza Ivone Caetano llevó el caso y de-terminó el fallo a favor de la niña, y dijo que el baile del carnaval no es necesariamente erotizado.Los padres de Julia aseguran que la actuación de su hija potenciará el carácter familiar que también tiene el carnaval, más allá de los este-reotipos sobre la sexualidad.Finalmente, la risueña niña con lágrimas de emo-ción por ver su sueño cumplido, celebró y agradeció ser considerada la reina del 2010.

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Más de 100 mil personas disfrutaron de una nueva edición del carnaval más grande del mundo, donde carismáticos músicos y curvilíneas bailarinas recorrieron las calles de Brasil durante 4 días para bailar, cantar y encantar al mundo con su belleza, sensualidad, alegría y diversión.

El carnaval de las Estrellas y EstrelladasPero el alboroto y la locura se desataron cuando la reina del pop, Madonna, pisó suelo carioca, acompañada de su novio brasileño, el joven modelo Jesús Luz, y sus hijas, Lourdes María y Mercy James. En un momento, cuando desfiló la segunda “escola do samba”, la estrella mu-sical intentó bajar al sambódromo para sumarse a la fiesta, pero un verdadero

tumulto de fotógrafos y curiosos, y sus guardias de seguridad le impidie-ron llegar a concretar su deseo.

La otra famosa que se robó miradas fue la multimillonaria Paris Hilton, que llegó acompañada de su amado Doug Reinhart, para

disfrutar del amor con ritmo y sabor. La estadounidense vivió una verdadera fiesta y no tuvo miramientos con la ingestión de alcohol, lo que le provocó una vergonzosa caída que fue regis-trada por los miles de lentes que presenciaron el evento.

Escuelas de sambaEn esta celebración, que atrae la atención del mundo, 12 es-cuelas de samba se disputan el título de campeona en la co-

nocida “Parada del Marqués de Sapucaí”, considerada “el teatro a cielo abierto” más grande del mundo.

La música, el ritmo, la evolución, las alegorías y accesorios son los requisitos más valorados en este desfile que envuelve de fanta-

sías a propios y extraños. También se dan clases de baile al aire libre por toda la ciudad, del sábado al jueves. El objetivo de esa

práctica es la preparación para la gran fiesta. El desfile, punto fuerte del carnaval, ocurre durante el do-

mingo y el lunes, y las academias que desfilan pertenecen a la Asociación de las Escuelas de Samba de Río, entidad

que sólo reúne a las más vistosas y finas.Cada una cuenta con 5 mil integrantes de

los más conocidos del show business y con personalidades del jet-set. Entre estas academias, la que destacó fue la de União da Ilha (“Unión de la Isla”), que abrió el espectáculo con un visto-

so homenaje a España, representando a Don Quijote de la Mancha y a su creador

Miguel de Cervantes Saavedra.

l carnaval es la fiesta más popular de Brasil, y es en Río de Janeiro donde se celebra con más fuerza, lujo y glamour.

El ritmo, los colores, los trajes deslumbrantes y las bellas mujeres son los elementos que hacen de esta fiesta, única en el mundo, atraiga la mirada

de famosos y miles de turistas que transitan y abarrotan el asfalto de la “capital de la samba” durante los días que dura la celebración.Otras de las curiosidades que encierra la capital del carnaval son los “blo-

cos”, agrupaciones de músicos que salen a las calles a desfilar y tocar sus instrumentos, poniendo a bailar hasta al más tímido. Cualquier persona que

quiera puede bailar con ellos al son de la fascinante percusión.

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Sensualidad, fiesta y belleza. El pueblo carioca viviendo el

carnaval más grande del mundo.